108-a-2012 cámara de familia de la sección del centro: san

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108-A-2012
CÁMARA DE FAMILIA DE LA SECCIÓN DEL CENTRO: SAN SALVADOR, A LAS
DOCE HORAS Y VEINTISIETE MINUTOS DEL DIA TREINTA DE MAYO DE DOS
MIL TRECE.
Conocemos del recurso de Apelación interpuesto por la Doctora ANA ARACELY
HENRÍQUEZ DOMÍNGUEZ y la Licenciada CARLA MARGARITA FERRUFINO
MARTÍNEZ, ambas en su calidad de Apoderadas de la señora […], conocida por […], […], […]
y por […]. Impugna la Interlocutoria pronunciada por el JUEZ SEGUNDO DE FAMILIA
SUPLENTE DE ESTA CIUDAD, Licenciado JOSÉ ARMANDO PÉREZ BURUCA, en las
Diligencias de Jurisdicción Voluntaria de Rectificación de Partida de Nacimiento, promovida por
la impetrante. Ha intervenido la Procuradora de Familia Adscrita al Juzgado A quo Licenciada
LILY YANIRA MELHADO UMAÑA. Se admite el recurso por reunir los requisitos de ley.
I. La Interlocutoria impugnada corre agregada a fs. 90/92, y fue pronunciada por el Juez A
quo a las quince horas con cincuenta minutos del día veintidós de febrero de dos mil doce, donde
se resolvió lo siguiente: “DECLARASE IMPROPONIBLE LA SOLICITUD DE
DECLARAR JUDICIALMENTE PARA QUE LA SEÑORA […], PARA QUE PUEDA
CONTINUAR USANDO EL APELLIDO “[…]” COMO PRIMER APELLIDO”(Sic.)
II. No conforme con dicha resolución, la Doctora HENRÍQUEZ DOMÍNGUEZ y la
Licenciada FERRUFINO MARTÍNEZ, a fs. 96/103 interpusieron la alzada que conocemos
argumentando en síntesis lo siguiente:
Cuando la solicitante nació, no existía disposición legal expresa que regulara el nombre de
la persona natural y el uso de sus apellidos. Que la conformación del nombre quedó librada al
principio constitucional de libertad, reconocido y aceptado en todas las Constituciones de la
República desde mil ochocientos ochenta y seis.
Sigue manifestando, que el mencionado principio estaba contenido en el Art. 152 de la
Constitución de mil novecientos sesenta y dos, la cual estaba vigente al momento de nacer la
solicitante, y equivale al actual Art. 8 de la norma fundamental. Que el uso tradicional del
apellido “[…]” (apellido de la bisabuela paterna) de la solicitante, como su primer apellido, ha
estado y está avalado por el principio constitucional de libertad. Resalta que al iniciar la señora
[…], con el uso del apellido “[…]”, no había norma legal que obligara a utilizar el apellido del
padre como primer apellido, tampoco existía norma que prohibiera usar el apellido de un
ascendiente como primer apellido; por ello la falta de regulación permitió que se iniciara el uso
tradicional del apellido “[…]” como primero.
Las costumbres que imperaban en cuanto a la conformación del nombre eran variadas y
múltiples, así lo ha reconocido la Corte Suprema de Justicia en una resolución de conflicto de
competencia y menciona que es la referencia 43-D- 2010 de fecha veintisiete de julio de dos mil
diez, donde expreso dicho tribunal “En este caso, nos referimos a que la LNPN dictada en el año
de mil novecientos noventa, vino a regular la forma en que debe constituirse el nombre de la
persona natural, aspecto que se encontraba en una situación anárquica, dejando expedito a la
persona natural la posibilidad de adecuar su nombre a la nueva normativa.” (Sic.) posteriormente
sigue mencionando que en ese sentido, se pronunció la Cámara de la Tercera Sección del Centro
en la resolución del trece de enero de dos mil once (Ref. 20-Folio-16)
Expresa que antes de nacer la solicitante, el uso del apellido “[…]” ya estaba cimentado
en su familia al grado tal que la cunita de la señora […], se le identificó con una tarjeta que dice:
“Nombre: Niña […]; Fecha de Nacimiento: 20-X-70….”, documento que se ha ofrecido presentar
en original el día de la Audiencia.
Además de lo anteriormente dicho, resalta que en la partida de nacimiento de la señora
[…], aparece una marginación que se relaciona la escritura pública de identidad, que se otorgó el
veintinueve de julio de mil novecientos ochenta y seis e inscrita en su partida de nacimiento el día
siete de agosto de mil novecientos ochenta y seis. Con esa marginación la solicitante continuó
usando el apellido “[…]” como su primer apellido, continuo identificándose con el mismo y
obtuvo sus documentos de identidad, conforme al Art. 31 Inc. 3 de la Ley del Ejercicio Notarial
de la Jurisdicción Voluntaria y Otras Diligencias.
Señala que la Ley del Nombre de la Persona Natural en uno de sus dos considerandos
expresa: “Que en cumplimiento del principio constitucional indicado, es necesario crear el
estatuto legal, estableciendo preceptos que se adapten no sólo a la costumbre, sino a los
principios doctrinarios universales que deben regir esta materia.” (Sic.) y llega a la conclusión
que la misma ley, no es ajena a las costumbres que regían en la época en la que dicha normativa
entró en vigencia.
Que en base a la autonomía de la voluntad de las partes, el señor […] abuelo paterno de la
solicitante, inicio antes de la entrada en vigencia de la Ley del Nombre de la Persona Natural, la
costumbre o tradición familiar de usar un apellido materno “[…]” para identificarse él y su
descendencia, que esa utilización consuetudinaria del nombre es respetada por la referida ley y
eso lo establece en el Art. 39 el cual dice “La persona cuyo nombre no esté conforme con las
disposiciones de esta Ley, podrá continuar usándolo sin modificaciones o…”
La señora […], requiere mayor seguridad jurídica conforme al Art. 1 Cn. en su
identificación personal, pues existe confusión constante entre el apellido […] y el apellido […],
especialmente frente a las autoridades nacionales y extranjeras.
Insiste que la señora […], a pesar de portar documento que la identifique en forma oficial,
suficiente y fehaciente como […], sigue siendo llamada como […] o […], que ese tipo de
situaciones generan inseguridad jurídica para la solicitante, por ende vulneran su derecho a la
identidad, es por ello que ha solicitado a la autoridad jurisdiccional la declaratoria judicial que
permita a la peticionaria usar el apellido […] con mayor seguridad, consistencia y estabilidad en
el tiempo, ya que ella decidió continuar usando ese apellido en la forma como lo había venido
haciendo desde su más tierna infancia.
Que su petición se relaciona con el uso del apellido y concretamente con el uso del
primero, por tanto no se ha solicitado un cambio en el apellido, ya que el que le aparece en su
documento único de identidad es […]. Que el cambio en el apellido implicaría adoptar uno nuevo
y distinto al que se ha venido utilizando legalmente, que ese no es el caso, pues reitera que […]
no es un apellido nuevo y distinto para la solicitante, ya que es un apellido que desde que tiene
uso de razón, ha utilizado como primer apellido y así desea que se declare judicialmente.
Que el uso del nombre (nombre propio o apellidos) de una forma diferente a la consignada
en la Ley del Nombre de la Persona Natural es una posibilidad contemplada en el citado Art. 39
de la mencionada ley, que dicha declaratoria puede concretarse por dos medios: a) verificando
nuevo asiento de la partida de nacimiento de la señora […], en donde conste que […] se usará
como primer apellido; o en todo caso b) Marginando en la partida de nacimiento la declaratoria
judicial solicitada.
Termina solicitando que se revoque la resolución impugnada y se ordene admitir la
solicitud de fs. 1/7 y que se le dé el trámite de ley.
Por auto de fs. 104 se tuvo por interpuesto el recurso de apelación y se mandó a oír a la
Procuradora de Familia Adscrita al Juzgado A quo, Licenciada LILY YANIRA MELHADO
UMAÑA, quien no hizo uso de su derecho.
III. En vista de lo alegado por la apelante, el objeto de la alzada consiste en determinar si
procede confirmar la resolución recurrida o si por el contrario se debe revocar, en el sentido de
admitir la solicitud a fin de autorizar el uso del primer apellido […] seguido por el segundo […]
en la señora […], con los cuales se identifica la peticionaria.
Para una mayor ilustración es preciso remitirnos a la solicitud de fs. 1/7 por lo que
pasamos a lo siguiente:
ANTECEDENTES:
Se ha planteado una solicitud, en donde no se consigna qué tipo de diligencias está
tramitando y solo la denominan en el nema como “Diligencias de Jurisdicción Voluntaria
relativas a la Identidad de Persona Natural” aunque en la Oficina de Recepción y Distribución
de Documentos Judiciales se consigna como “Rectificación de Partida de Nacimiento”(v. gr.
fs. 88 en observaciones) y la fundamentan en los siguientes supuestos:
Que la señora […], conocida por […], […], […] y por […], nació en esta ciudad a las
ocho horas y veinte minutos del día veinte de octubre de mil novecientos setenta, siendo hija de
los señores […], conocido por […] y […], tal como aparece en la partida de nacimiento de la
misma a fs. 11, que el apellido […] es el apellido materno de su abuelo […], conocido por […],
quien es el padre del señor […], conocido por […], tal como aparecen en las Certificaciones de
Partidas de Nacimiento que corren agregadas a fs. 12 y 79, que el mismo lo ha utilizado desde
que nació, que por problemas que transcurrieron por el uso del apellido […], sus padres señores
[…], conocido por […] y […], comparecieron ante los oficios del Notario JOSÉ MARIO PAZ
COTO, el día veintinueve de julio de mil novecientos ochenta y seis, a efecto de otorgar en
representación legal de la señora […], escritura pública de identidad, la cual fue inscrita el día
siete de agosto de mil novecientos ochenta y seis.
Posteriormente dicha solicitante, contrajo nupcias con el señor […], el día veintiséis de
diciembre de mil novecientos noventa y cinco, ante los oficios notariales de GILBERTO
CANJURA VELÁSQUEZ, y procreó un hijo con el aludido cónyuge de nombre […], tal como
se verifica en la marginación que aparece en la Partida de Nacimiento de la solicitante, cuya
certificación corre agregada a fs. 11 y la fotocopia de pasaporte.
Que por haber usado desde su nacimiento hasta la actualidad el apellido […] como su
primer apellido, en base a la costumbre o tradición familiar, la solicitante ha formado su identidad
e individualidad, con ese apellido. Que ese uso tradicional inició antes de la entrada en vigencia
de la Ley del Nombre de la Persona Natural, que ese uso según la solicitante del apellido […]
como parte del nombre y de la identidad de la persona tiene fundamento legal en el Art. 31 de la
Ley del Ejercicio Notarial de la Jurisdicción Voluntaria y de Otras Diligencias, pues al marginar
la escritura pública de identidad en la partida de nacimiento de la señora […], ella quedó
habilitada para obtener nuevos documentos de identidad, tal como lo hizo y lo ha hecho hasta la
fecha, sin embargo, recientemente, algunas autoridades públicas han incurrido en confusión
respecto a su primer apellido aduciendo que éste debía de ser “[...]” e insisten en que la
solicitante cambie sus documentos de identificación, pero esto es un atropello al derecho a la
identidad del que goza la señora […], y que le acarrearía serios problemas de identificación a
nivel personal, familiar y profesional, puesto que la compareciente desde su más tierna infancia
ha usado […] como su primer apellido y así ella ha obtenido toda su documentación legal en El
Salvador, de igual manera en España por tener también esa nacionalidad, además sus grados
académicos y los atestados de su profesión aparecen con el apellido […], finalmente tal cambio
implicaría, como consecuencia un cambio en la identidad de su menor hijo […], quien es de
catorce años de edad, estudiante y del domicilio de Santa Tecla, departamento de La Libertad,
quien ya ha obtenido documentación legal con esos apellidos, en El Salvador tal como aparece
con la fotocopia certificada por notario del Pasaporte (fs. 68) y en España por tener las dos
nacionalidades está inscrito en el Libro de Familia en España, tal como aparece a fs. 54/57.
Termina solicitando que se le admita la solicitud, se le dé trámite de Diligencias de
Jurisdicción Voluntaria, en Sentencia se declare judicialmente que la señora […], pueda
continuar usando el apellido […] como su primer apellido, protegiendo así su derecho
constitucional a la identidad, posteriormente se libre oficio al Señor Jefe del Registro del Estado
Familiar de la Alcaldía Municipal de San Salvador a fin de que se verifique(quiso decir cancele)
y se inscriba un nuevo asiento de partida de nacimiento donde conste que el apellido […] será el
primer apellido de la solicitante o en todo caso se margine la partida de nacimiento actual donde
conste su petición de autorización de uso de apellido.
ANALISIS DE ESTA CÁMARA El análisis se circunscribirá al punto apelado, en virtud
del principio de congruencia, incluyendo el examen de otros aspectos que no fueron observados
por los involucrados en las diligencias.
Del análisis de la solicitud y documentación fs. 1/89 anexa encontramos: 1) Que se hizo
una clara relación de los hechos donde se determina que efectivamente la señora […], usa por
costumbre desde su nacimiento el apellido […]; 2) Solicita una autorización para el uso del
apellido […], en virtud de no existir en la época de su nacimiento la Ley del Nombre de la
Persona Natural, contenida en el Decreto número 450 de fecha 22 de febrero de 1990, el cual fue
publicado en el Diario Oficial número 103, Tomo 307 del 4 de mayo de 1990, del cual conforme
al Art. 45 entro en vigencia el día 3 de agosto de 1990. Además, se pidió que se ordene cancelar
la Partida de Nacimiento de la señora […] y se inscriba una nueva donde se especifique el uso del
apellido […].
Es menester precisar que la Partida de Nacimiento objeto de las diligencias, corresponde a
la señora […], quien nació a las ocho horas con veinte minutos del día veinte de octubre de mil
novecientos setenta y se asentó el día treinta de octubre de mil novecientos setenta, por parte del
señor […], conocido por […], según consta en la Certificación de la respectiva Partida agregada a
fs. 11.
Respecto al problema planteado los Arts. 23 de la Ley del Nombre de la Persona Natural
que en su epígrafe dice “CAMBIO DE NOMBRE PROPIO Y DE APELLIDO” regula que
"En los casos de homonimia, cualquiera de los interesados tendrá derecho a solicitar que se
cambie su nombre propio.
También procederá el cambio del nombre propio o del apellido, por una sola vez,
cuando fuere equívoco respecto del sexo, impropio de persona, lesivo a la dignidad humana,
extranjero que se quisiera castellanizar o sustituir por uno de uso común.[…]" (el subrayado es
nuestro).
24 de la Ley del Nombre de la Persona Natural que en su epígrafe dice “CAMBIO DE
NOMBRE Y EFECTOS EN PARTIDA DE NACIMIENTO” regula “Si se decretare
judicialmente el cambio de nombre propio se cancelará la partida de nacimiento y se asentará
una nueva.
En los demás casos únicamente se marginará la partida de nacimiento.” (el subrayado
es nuestro).
Y 25 de la Ley del Nombre de la Persona Natural que en su epígrafe dice “EXTENSIÓN
DE CAMBIO DE APELLIDO” “En los casos previstos en esta ley, el cambio en el apellido se
extenderá a los descendientes menores de edad y a los mayores que consientan en ello.
También se extenderá a la cónyuge cuando ésta ha optado por usar el apellido del marido.
Lo anterior se hará constar por marginación en las partidas de nacimiento o de
matrimonio en su caso.” (el subrayado es nuestro)
Como se evidencia a simple vista, la señora […] nació y fue asentada antes de la entrada
en vigencia de la Ley del Nombre de la Persona Natural que en adelante lo denominaremos
L.N.P.N., por lo que tanto las personas involucradas en el momento de asentar dicha partida,
principalmente el(la) Señor(a) Jefe(a) del Registro del Estado Civil hoy Familiar, no estaban en la
obligación de cumplir con las normas jurídicas siguientes: Art. 3 de ese cuerpo legal, que
prescribe "los elementos del nombre son: el nombre propio y el apellido…" y el Art. 4 "Las
partidas de nacimiento, después del número del asiento que corresponda, se encabezarán con
el nombre propio del inscrito, y deberán contener los datos que señala el Código Civil y esta
ley." Art. 7 "El nombre propio estará formado por dos palabras como máximo y se asignará al
inscribirse el nacimiento en el Registro Civil correspondiente." (hoy Registro del Estado
Familiar). Art. 13 “El apellido se adquiere y se integra conforme a las disposiciones
consignadas en esta ley.” Art. 14 “Los hijos nacidos de matrimonio así como los reconocidos
por el padre, llevarán el primer apellido de éste, seguido del primer apellido de la madre.” y
Art. 15 “Los hijos no reconocidos por su padre, llevarán los dos apellidos de la madre, y si ésta
tuviere uno sólo, el funcionario encargado del Registro Civil (hoy Familiar) asignará un
apellido de uso común, si la madre no se lo asignare escogiéndolo de entre los de sus
ascendientes más próximos.” (el subrayado es nuestro).
Si se toma en cuenta, que según la referida certificación de partida de nacimiento de fs.
11, a la señora […] solo se le inscribió el nombre en el encabezado de su Partida de Nacimiento y
los nombres de su padre y madre; y quien fue a dar aviso de su nacimiento fue el señor […],
conocido por […], en su calidad de padre, en consecuencia se evidencia que a la señora […] no
se le inscribió junto a su nombre sus apellidos de padre y madre que le correspondían, pues ellos
se adjudicaban de los que aparecen a estos, ni el apellido del conocido de su padre, el cual
aparece al final del asiento de la partida de nacimiento. En ese tiempo, no había regulación
precisa, en la conformación del nombre, aunque por costumbre, se adjudicaba en primer lugar el
apellido del padre, seguido del de la madre, si era nacido dentro del matrimonio de sus
progenitores, y el de madre en primer lugar, si no estaba casada con el padre reconociente.
Por tanto, aun y cuando no existía la L.N.P.N. no hay inobservancia de esas disposiciones,
por parte del Registrador del Estado Civil, hoy Familiar que constituyeran violaciones a la ley al
efectuar el asiento en el Registro pertinente, donde se consignó el apellido que corresponde a sus
progenitores, con el cual se identificaron.
Ahora bien, advertimos que en la solicitud de fs. 1/7, no se dijo nada del porqué del uso
del apellido […] y no de su apellido paterno primigenio […], y si éste último es “equívoco
respecto de su sexo, impropio de su persona, y/o lesivo a la dignidad humana,” por parte de la
señora […], verificamos que solo se manifiesta que por costumbre el apellido […] se ha venido
tomando en su familia desde su abuelo paterno […], conocido por […], pero al momento de
interponer el recurso de apelación (fs.96/103) por parte de la Doctora ANA ARACELY
HENRÍQUEZ DOMÍNGUEZ y la Licenciada CARLA MARGARITA FERRUFINO
MARTÍNEZ, se expuso que a la señora […], le ha causado problemas la disyuntiva en sus
apellidos que ha significado una serie de vivencias negativas (fs. 101 vto./103 fte.) y expresan
entre comillas lo siguiente:
“En repetidas ocasiones he tenido desde burlas hasta dificultades en la vida, por el hecho
de tener dos nombres con los apellidos diferentes. Las dificultades van más allá de la pura
sensación de incomodidad y se han vuelto situaciones que me han ocasionado problemas
económicos y han truncado mi desarrollo como profesional y como persona.[…][…]tenía la
aspiración de obtener una beca para continuar con mis estudios fuera del país. Cuando comencé
con el papeleo, se me cuestionó y se me hizo ver que todos los documentos debían ser
consistentes en el nombre y que para aceptar mi solicitud debía resolver legalmente mi situación.
Yo tenía mi título y mi pasaporte con el primer apellido diferente. […][…]Cuando lo consulté
con la persona que pude pagar, se me dijo que lo único necesario el “juicio de identidad realizado
en 1986”. Eso no resolvió el problema en la solicitud y perdí la oportunidad de la aplicación a esa
convocatoria. […][…]Comencé a trabajar en esa misma época como Ingeniero mecánico en
Aeroman. […][…]En este tipo de industrias es imprescindible contar con la capacitación
reglamentaria para poder trabajar en cierto tipo de equipo. El primer problema que se me
presentó fue que no pude atender un entrenamiento fuera del país porque el tiquete de avión había
salido con el apellido diferente al pasaporte español. El entrenamiento sería en EE.UU. Yo debía
usar el pasaporte español para ingresar al país. No tenía y todavía no tengo visa americana en el
pasaporte salvadoreño: siempre ha viajado como española, (en esa época tenia apellido “[…] en
el pasaporte español y “[…]” en el salvadoreño) porque España tiene un tratado de exención de
visa con Estados Unidos. […][…]En España yo tenía el apellido “Rodríguez”, y solicité ayuda a
la embajada española para regularizar la situación de mi nombre. Consideré que la cantidad de
trámites que debía realizar era menor si resolvía en España lo de mi nombre, ya que en El
Salvador sólo tenía un documento con “[…]”. (Sic.)
Respecto a la dignidad humana, la Sala de lo Constitucional, en la sentencia pronunciada
a las ocho horas y veinte minutos del día veinte de noviembre de dos mil ocho, marcado bajo
referencia 18-98, expresa “[…] la dignidad de la persona -aun y cuando es un concepto jurídico
indeterminado- permite determinar lo que constituye en toda persona su condición ineludible de
tal y cuya renuncia, lesión o desconsideración le degrada a un nivel de estima incompatible con
su verdadera naturaleza. O sea que, a pesar de lo abstracto, la dignidad humana impone un
contenido a través del cual se excluyen determinadas conductas o actitudes que puedan afectarle.
En ese sentido, la dimensión nuclear de ésta ha de entenderse a partir de su alcance efectivo. En
consecuencia, la dimensión nuclear de la dignidad de la persona humana es el mínimo
invulnerable y constante, cualesquiera que sea la situación en que se encuentre el individuo, con
relación a un trato que no contradiga su condición de ser racional, igual y libre, capaz de
determinar su conducta en correspondencia consigo mismo y su entorno, que no sea tratado
como un objeto o instrumento de parte del Estado o los demás, y que por lo tanto no se le
convierta en mera entidad sustituible, lo que dependerá de las circunstancias históricas o
temporales que rodeen el supuesto en particular.”(Sic.)
Advertimos, que una cosa es lesivo a la dignidad humana en general, situaciones que nos
afecten o dañen a todas las personas por igual en esas mismas circunstancias, y otra la situación
personal o particular de cada una de las personas (subjetivo), y si esos hechos se pueden
considerar lesivos a la dignidad humana. Ahora bien, con respecto a los argumentos propios de la
señora […], no se le ha negado su derecho de identidad legal y social como lo refiere, ya que
como muy bien se dijo, existe una partida de nacimiento donde se le ha consignado un nombre y
dos apellidos, de igual manera conforme al Art. 31 L.E.N.J.V. y O.D., las personas naturales
pueden establecer que son conocidas con nombres y apellidos que no concuerden con los
asentados en su partida de nacimiento, y desde antaño lo han podido hacer (Diciembre de 1962)
de conformidad al Art. 32 Ord. 5° de la Ley de Notariado, por lo que pueden comparecer ante
actuación notarial, presentando la certificación de la partida de nacimiento y cualquier otro
documento relativo a la identidad que se trata de establecer, y ser acompañado(a) por dos testigos
idóneos que lo conozcan; y así establecer su identidad social, como muy bien lo hicieron los
señores […] conocido por […] y […], padre y madre de la señora […], cuando comparecieron el
día veintinueve de julio de mil novecientos ochenta y seis, a otorgar escritura pública de
identidad, de la señora […], cuando aún era una persona menor de edad, ante los oficios del
notario JOSÉ MARIO PAZ COTO; y por la misma solicitante ya siendo mayor de edad, el día
diez de noviembre de dos mil diez, ante los oficios del Notario RAFAEL ALBERTO
MÉNDOZA CALDERÓN, tal como aparece en las marginaciones de su partida de nacimiento,
donde se establece que también es conocida por […] y por […], en la certificación extendida por
el Registrador del Estado Familiar de la Alcaldía Municipal de San Salvador, el día veintiuno de
julio de dos mil once, que corre agregado a folios 11.
Es oportuno expresar, a las abogadas Doctora ANA ARACELY HENRÍQUEZ
DOMÍNGUEZ y Licenciada CARLA MARGARITA FERRUFINO MARTÍNEZ, que si bien
es cierto, la Ley del Nombre de la Persona Natural entró en vigencia posteriormente al
nacimiento de la solicitante, dicha normativa así como la Ley Transitoria del Estado Familiar y
de los Regímenes Patrimoniales del Matrimonio y todas las que competen al Registro Familiar
son leyes especiales y de carácter público ya que conforme al Art. 187 C.Fm. tienen por objeto,
velar por la inscripción de los hechos y actos jurídicos constitutivos, modificativos o extintivos
del Estado Familiar de las personas naturales, así como la conservación de la información que
contienen, por ende, en toda situación registral de las personas naturales, se debe actualmente en
lo que corresponde por reforma tácita, aplicar las mismas, no obstante haber nacido antes de su
entrada en vigencia.
La inscripción de la solicitante no obstante no existir una regulación sobre la
conformación del nombre y apellidos, se hizo de la manera que hoy regula la ley, por otro lado la
figura que invocan en la solicitud de fs. 1/7 de “Diligencias de Jurisdicción Voluntaria relativas a
la identidad de Persona Natural” tendientes a que se cambie el apellido y se autorice el uso del
apellido […] por parte de la señora […], como primer apellido de la misma, no existe en nuestra
legislación tal como se lo han consignado en su partida de nacimiento de Cambio de Apellido
para su utilización en España (v. gr. fs. 52), sino como se ha dicho; por ello es que el A quo, la
declaró improponible, pero si existe la figura jurídica del “Cambio de Apellido” conforme al Art.
23 L.N.P.N., en donde cualquier solicitante puede alegar, los supuestos expresados en la norma, y
esto lleva a consignarle otro apellido en este caso el […], como lo pide la solicitante, pero en el
caso de autos, tal como se exponen los hechos, la autorización para la utilización de ese apellido,
en primer lugar, ya está legalizado en la forma que la ley nacional lo regula (como una identidad
personal por la que se le conoce socialmente), de ahí que esa solicitud adolece de defecto en la
causa pretendi, y en el objeto de la pretensión, por lo que sería improcedente, puesto que solo le
prosperaría si los hechos narrados se adecuan a lo prescrito por la disposición supra citada, lo
contrario implicaría legislar, agregando otros supuestos, sobre un punto ya regulado por la ley, si
bien, reconocemos las molestias y dificultades que enfrentan muchas personas, lo que requiere
necesariamente reformas legislativas, ello no faculta invadir sus funciones, ni que el Juez supla
los hechos, sino el derecho a aplicar.
Esta Cámara, considera que la señora […], conocida por […], […], […] y por […], a
efecto de lograr que se le admita su petición, tiene que hacerlo alegando y probando cualquiera de
los supuestos establecidos en el Art. 23 L.N.P.N. para que proceda su pretensión, pues en el sub
lite, ha manifestado expresamente que “no se ha solicitado un cambio de apellido” sino que
solicita “se autorice para que se continúe usando el apellido […] como su primer apellido” lo que
ya está autorizado, pero la forma en que se pretende de acuerdo a la solicitud, implica un cambio
de apellido.
Hay que tomar en cuenta, que en nuestro país, conforme a nuestra legislación por la vía
judicial, no se puede autorizar a la señora […], que continúe usando el apellido […], como su
primer apellido, sin una figura jurídica establecida legalmente y sin fundamento jurídico que lo
ampare, porque la realidad es que su nombre actual y legal, es el que se consigna en su partida de
nacimiento que es […], conocida por […], no obstante que tenga las identidades sociales antes
mencionadas que le reconocen el uso del apellido, con el cual se le conoce socialmente, tan es así
que por ello aparece asignado en su pasaporte, Documento Único de Identidad (D.U.I.) y otro
tipo de documento de identificación, pero sin que signifique un Cambio de Apellido, puesto que
se generaría una inseguridad jurídica, tal como actualmente está regulado Art. 4 lits. a) y b) de la
Ley Especial Reguladora de la Emisión del Documento Único de Identidad, ya que desde el
punto de vista del Estado Familiar, la señora […], la demuestra con su Certificación de Partida de
Nacimiento (Art. 195 C.Fm.) Por otro lado conforme al Art. 27 de la Ley Transitoria del Registro
del Estado Familiar y de los Regímenes Patrimoniales del Matrimonio, igualmente para sus
descendientes que regula los registros de nacimiento (y otros cambios en el nombre), para la
concentración de las inscripciones y establece que la inscripción del nacimiento de una persona
es única y definitiva; aún y cuando las apelantes pretenden que se realice un nuevo asiento de la
partida de nacimiento, en donde conste que se usará el apellido […] como primer apellido o en su
defecto se autorice por la vía marginal al asiento original el uso del apellido mencionado, en la
forma solicitada, lo que resulta hasta incongruente, porque pareciera que tampoco la solicitante
quiere renunciar a su apellido […].
Queremos aclarar, que esta Cámara es flexible en cuanto a los criterios para resolver los
casos que tenemos en conocimiento, con el fin de cumplir con la filosofía que sustenta el
moderno derecho de familia, -tal como lo hemos dicho en sendas sentencias dictadas por esta
cámara- que los conflictos o problemas familiares deben resolverse mediante procedimientos
breves, ágiles y sencillos, con el fin de evitar todo ritualismo y obstáculo para resolver las
pretensiones, con aplicación de los principios de celeridad, economía procesal y acceso a la
justicia, pero en el sub lite, se ha insistido rotundamente que la solicitante no quiere promover un
“cambio de apellido” conforme al Art. 23 L.N.P.N., por ello creemos que debemos confirmar el
decisorio del Juez A quo, pero modificándolo considerando improcedente la solicitud conforme al
Art. 45 L.Pr.Fm.
Hay que recordar que la improponibilidad de la demanda, es una facultad-deber de los
jueces de rechazar ab initio la demanda o solicitud y tiene su fundamento en los principios de
autoridad y economía procesal, a fin de evitar un inútil dispendio de la actividad jurisdiccional,
dar trámite a una pretensión que es o será de imposible resolución en el ámbito jurisdiccional. De
igual forma sostenemos que las solicitudes y demandas deben someterse a diversos juicios o
exámenes a efecto de determinar si se encuentran en condiciones de ser tramitadas o resueltas por
el Órgano Jurisdiccional.
El tratadista argentino Jorge W. Peyrano, en su obra, "El Proceso Atípico" señala que
dichos juicios son: a) juicio de habilidad, b) juicio de procedibilidad y admisibilidad, c) juicio de
atendibilidad, d) juicio de utilidad, y e) juicio de fundabilidad.
Apunta, que la improponibilidad objetiva que padece una pretensión siempre nace de
alguna patología sufrida por el objeto de ésta y a resultas de la cual concurre un defecto absoluto
en la facultad de juzgar en el tribunal interviniente. Por lo que presentada la demanda ante el
Juez, éste deberá analizar, -entre otras cosas- la proponibilidad objetiva de la pretensión y para
ello deberá consultar el ordenamiento y comprobar en abstracto si la ley le concede la facultad de
juzgar el caso. Añade que si el juicio de proponibilidad objetiva resultara desfavorable el tribunal
emitirá una respuesta jurisdiccional discordante, es decir, contraria a la expectativa de tramitación
con la que contaba el demandante, disponiendo el rechazo ab initio de la pretensión y el archivo
de las actuaciones.
Agrega que el juicio desfavorable de proponibilidad objetiva se producirá cuando el
tribunal se encontrare en la imposibilidad de juzgar el objeto de la pretensión propuesta o cuando
se produce lo que en doctrina se conoce como defecto absoluto en la facultad de juzgar, y
concluye que habrá improponibilidad objetiva de la pretensión cuando el Órgano Jurisdiccional
se encuentra absolutamente imposibilitado para juzgarla, es decir, no se trata del caso en que un
tribunal determinado no puede conocer de la pretensión, sino que el Órgano Judicial completo
está imposibilitado para conocer la pretensión, por tanto la solicitud presentada puede ser
conocida por el Juez de Familia, y ser rechazada por improcedente (figura que aún existe en la
legislación familiar como ley especial) en virtud que se trata de una pretensión que atañe a los
Registros del Estado Familiar, que son modificados por resoluciones de Jueces de Familia, pero
que en el sub judice no es viable por comprobarse del cotejo de la misma y sus anexos, por tanto
no debemos de aplicar subsidiariamente al Código Procesal Civil y Mercantil, cuando hay una
salida por parte de la legislación familiar, y así lo decidiremos en el fallo.
Por tanto, con base en los Arts. 1, 2, 11, 18, 32, 33, 182 Cn; 187 C.F; 3, 4, 7, 14, 15, 23,
24, 25, 26, 27, 28, 39 L.N.P.N.; 31 L.E.N.J.V. Y O.D.; 3 letras a), b), c), f), g), 7 lits. a), b), c), f),
g), 23, 42, 148, 153, 160, 161, 163, 180, 218 L. Pr.Fm.; 20, 277 y 219 CPCM esta Cámara
RESUELVE: Modifíquese la resolución apelada que declaró Improponible la solicitud de
Diligencias de Jurisdicción Voluntaria relativas a la Identidad de Persona Natural, con el fin de
autorizar un apellido en consecuencia, se declara Improcedente la petición de la solicitante por no
existir asidero legal de la misma. Oportunamente devuélvanse originales al tribunal remitente con
certificación de esta resolución. NOTIFÍQUESE.
PROVEIDA POR LAS MAGISTRADAS:
LICDA. SILVIA GUADALUPE BARRIENTOS ESCOBAR, Y
LICDA. RHINA ELIZABETH RAMOS GONZÁLEZ.
SECRETARIO.
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