Primer Semestre - del Banco Central de la República Argentina

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Buenos Aires, 31de julio de 2000
Señor Presidente de la Honorable Cámara de Senadores,
Señor Presidente de la Honorable Cámara de Diputados,
Señores Senadores,
Señores Diputados,
Me dirijo al Honorable Congreso de la Nación con la finalidad de informar sobre las
actividades que ha desarrollado el Banco Central de la República Argentina en el transcurso del año
1999.
Como ya es habitual, se presenta un análisis de la evolución de la economía y el sistema
financiero argentino. Asimismo se detallan los principales cambios en las regulaciones prudenciales así
como en las políticas de monitoreo del sistema financiero implementadas durante el período en
cuestión, a fin de asegurar la solvencia y confiabilidad del mismo. Se analiza la evolución de la
estructura del sistema financiero y de los procesos de reestructuración de entidades financieras en los
que participó este Banco Central de acuerdo con las normas legales en vigencia. Asimismo se informa
sobre la administración de las reservas internacionales, el sistema de pagos, las actuaciones judiciales
y otras actividades relacionadas con la operatoria corriente de este Banco Central. Finalmente, se
realiza una evaluación del plan que este Banco Central implementó para enfrentar las contingencias
del año 2000 en relación con el sistema financiero.
Puedo afirmar con satisfacción que los objetivos prioritarios del Banco Central -preservar el
valor de la moneda y mantener la estabilidad del sistema financiero- han sido plenamente
cumplidos durante el año 1999.
La inflación, medida por el índice de precios al consumidor, ha registrado una caída de 1,8 por ciento,
mientras que en Estados Unidos registró un aumento de 2,7 por ciento y en Europa de 1,7 por ciento.
En lo que respecta a la estabilidad del sistema financiero merece destacarse que, a pesar de la
secuela de la crisis asiática (1997) y rusa (1998) y de la devaluación en Brasil a comienzos de año con su impacto negativo sobre el nivel de actividad doméstico-, de la incertidumbre electoral y de los
posibles efectos de la llegada del año 2000, el alto grado de solvencia y liquidez del sistema financiero
ha permitido conservar la confianza de los inversores. Esto ha evitado que el sector se transforme en
un agente amplificador de las condiciones de incertidumbre imperantes y que, por el contrario, haya
contribuido a atenuarlas. Así los depósitos crecieron -en promedio- en 4.423 millones de pesos lo que
representa una tasa anual del 5,9 por ciento, mientras que la liquidez del sistema financiero pasó de
32.972 millones a 33.562 millones de pesos.
Por otra parte, merece destacarse muy especialmente que, luego de 18 meses de recesión, la
solvencia del sistema financiero se mantiene inalterada. Mientras la cartera irregular neta de
previsiones con respecto al total de financiaciones creció levemente de 3,9 por ciento en junio 1998
a 4,7 por ciento en diciembre 1999, el mismo indicador medido -cartera irregular neta de previsiones
- en relación con el patrimonio de las entidades evolucionó de 20,4 por ciento a 24,7 por ciento. Si
se tiene en cuenta que la integración de capital sobre activos ponderados por riesgo mejoró alcanzando
21,5 por ciento a fines del período, se puede ver que aún si todos los créditos irregulares se volvieran
irrecuperables, el sistema financiero mantendría un nivel de capitalización elevado, que permitiría
que siga cumpliendo su rol de absorbedor de shocks.
BCRA
Como ya hemos expresado en informes anteriores, este significativo cambio en el rol del sistema
financiero es el resultado de las importantes reformas introducidas en los últimos años 10 años. La
primera decisión fue establecer un marco de funcionamiento del sistema financiero totalmente
competitivo, con plena libertad para la apertura de sucursales, para la entrada de nuevos bancos,
incluso de los extranjeros -cumpliendo con el mandato de la Ley de Inversión Extranjera, que le
asigna igual tratamiento jurídico a la inversión de capital local que a la de capital extranjero.
Con respecto a la normativa prudencial, al diseñarla se tomó en cuenta los criterios que
respaldan los estándares internacionales pero adaptándolos a la realidad nacional. Este proceso de
adaptación ha probado ser crucial, pues el marco institucional, político y económico para el cual
se han desarrollado esos estándares no coincide con el de nuestro país. En ese proceso de adaptación,
advertimos que los requisitos de capital deben ser significativamente mayores en nuestro
país que en los países industrializados, para tener en cuenta la mayor volatilidad de nuestra
economía y su incidencia sobre el sistema financiero. También, fruto de ese análisis, es que hemos
desarrollado una importante política de liquidez sistémica que nos ha permitido dar tranquilidad a
los depositantes de que podrán retirar sus depósitos cuando así lo deseen. No se nos escapa que
esta política tiene un costo, pues nos impide disponer de valiosos recursos que podrían atender
las necesidades crediticias de la actividad productiva. Así, mas de 19.000 millones de dólares de
capacidad prestable del sistema financiero argentino están colocados en el exterior. Pero este costo
está más que compensado por el beneficio que trae aparejada esta política: la estabilidad de los
depósitos frente a crisis externas e incluso su persistente crecimiento, por la confianza que esta liquidez
otorga al depositante.
Por último, creo que debemos señalar como un hecho destacado -que ha tenido importantes
beneficios para el sistema financiero- la decisión con que se enfrentó la crisis del Tequila. Que en
aquél momento, el inversor percibiera que las autoridades iban a hacer todos los esfuerzos necesarios
para no defraudar a quienes habían confiado sus depósitos al sistema financiero argentino ha tenido
efectos importantísimos para el sistema financiero argentino. El hecho de que -pese a la severidad de
la crisis- no se recurriera -como en un pasado no muy lejano- al cambio de la moneda en que estaban
expresado los depósitos, la modificación de los plazos de pago o su licuación por vía de una
devaluación, ha generado un capital reputacional para el sistema financiero argentino, del cual
estamos hoy comenzando a derivar sus dividendos. Es de esperar que nuestras políticas sigan
manteniendo como un objetivo central mantener la reputación ganada.
Es como consecuencia de esa política -y de la confianza que ha traído aparejada- que la
monetización ha crecido del 8,9 por ciento del PIB en 1991 al 32,3 por ciento en 1999, alcanzando
valores similares a los de la década del cincuenta. El crédito total del sistema financiero ha crecido
en magnitudes similares, alcanzando -a la fecha- una cifra superior a los 80.000 millones de pesos.
Pero no sólo es el tamaño lo que nos da una idea de la efectividad de la política financiera, sino
también la forma en que el sistema se ha comportado durante las recientes crisis externas. Así, de ser
un factor desestabilizante, ha pasado a ser un ancla de la economía en tiempos de crisis.
Este informe recoge el accionar del Banco Central en su conjunto, por lo que aprovecho esta
oportunidad para agradecer a los integrantes del Directorio y a todos los funcionarios del Banco
Central por la colaboración brindada.
Pedro Pou
I. LA ECONOMÍA INTERNACIONAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
II. LA ECONOMÍA ARGENTINA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1. La macroeconomía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Oferta y demanda agregada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Sector externo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
Situación fiscal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
2. El mercado de capitales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Evolución de los mercados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Mercados de bonos y riesgo soberano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
Mercado accionario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Inversores institucionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
3. Principales desarrollos monetarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Recursos monetarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Tasas de interés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29
Programa contingente de pases . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
4. Sistema bancario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
Situación patimonial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Rentabilidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Calidad de la cartera crediticia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Solvencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
5. Financiamiento externo público y privado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Sector público no financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
Sector privado no financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
Sector financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
III. Políticas y Régimen Prudencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
1. Regulación prudencial y otras normas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Requisitos mínimos de liquidez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
Exigencia de capital por riesgo de crédito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 48
Exigencia de capital por riesgo de tasas de interés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
Emisión de deuda . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
Garantías . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .50
Clasificación de deudores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .51
Fraccionamiento del riesgo crediticio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52
Cuentas de inversión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52
Financiamiento a las PyMEs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52
Reestructuración de pasivos bancarios . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .53
Prevención del lavado de dinero y otras actividades ilícitas . . . . . . . . . . . . . . .53
Fondos comunes de inversión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54
Inversiones a plazo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .54
Cuenta corriente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55
2. Políticas de monitoreo del sector bancario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
I: Información . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
Información y análisis técnico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .56
Régimen informativo y publicaciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .56
Central de deudores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .58
A: Control de auditores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
Auditoría externa de sistemas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .60
S: Supervisión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
BCRA
Calificación CAMELS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Desarrollo de un nuevo esquema de supervisión orientado al riesgo . . . . . . . . 66
Franquicias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
B: Emisión de bonos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
C: Calificación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
IV. Estructura del Sistema Financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
1. Evolución de la estructura del sistema financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Nuevo Banco de La Rioja . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .73
2. Reestructuración de entidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
Marco normativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .73
Artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .74
Seguro de depósito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .76
Fondo Fiduciario de Capitalización Bancaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77
Tranferencia en propiedad fiduciaria (Ley de Fideicomiso) . . . . . . . . . . . . . . .77
Resultados y costos del proceso de reestructuración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .77
3. Entidades reestructuradas o en proceso de reestructuración . . . . . . . . . . . . . .78
Banco Israelita de Córdoba S.A. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .79
Banco Mendoza S.A. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .80
Banco República S.A. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .82
Calificaciones CAMELS de las entidades financieras mencionadas . . . . . . . . .82
Evaluación de las experiencias de reestructuración . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .83
V. ADMINISTRACIÓN DE LAS RESERVAS INTERNACIONALES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .84
1. Composición y rendimiento de la cartera . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .84
2. Administración de las reservas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
Administración interna de las reservas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .86
Evolución de la posición en oro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .87
Administradores externos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .87
VI. SISTEMA DE PAGOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
1. Medios de pagos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
Medios Electrónicos de Pagos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .89
Tareas para el año 2000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .89
Central de Registración y Liquidación de Instrumentos de Endeudamiento público (CRYL) .90
Modernización de las comunidades externas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .91
2. Compensación de medios de pago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
Ajustes en el marco normativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .94
3. Circulación de billetes y monedas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
VII. ACTUACIONES JUDICIALES DEL BANCO CENTRAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
1. Asuntos judiciales en lo institucional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .96
Juicios ordinarios por cobro de pesos y reclamos por indemnización de
daños y perjuicios promovidos contra el Banco Central . . . . . . . . . . . . . . . . .96
Acciones de amparo y/o habeas data contra el Banco Central relacionadas
con inhabilitaciones de cuentacorrentistas y/o resoluciones administrativas
y/o decretos del poder Ejecutivo Nacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
Apelaciones de resoluciones dictadas por el Banco Central . . . . . . . . . . . . . . .97
Tareas periciales y de consulta técnica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .97
BCRA
2. Asuntos judiciales en lo financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 98
Juicios ejecutivos de recupero de cartera cedida en garantía de la asistencia
crediticia brindada por el Banco Central a entidades financieras . . . . . . . . . . .98
Juicios por procesos de quiebra y de intervención judicial de entidades
financieras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .98
Actuación en los comités de acreedores constituidos en el proceso de quiebra
de ex-entidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .99
3. Sector de abogados penalistas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Evolución de las causas penales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Resoluciones Judiciales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .100
Sentencias condenatorias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .100
Procesos contra funcionarios del Banco Central . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Protección Legal . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .106
4. Asistencia administrativa judicial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
VIII. OTRAS ACTIVIDADES DEL BANCO CENTRAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
1. Crédito del Banco Central a las instituciones financieras . . . . . . . . . . . . . . 108
Asistencias financieras por iliquidez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .108
Programa Global de Crédito para la Pequeña Empesa y la Microempresa . . . .109
Restantes líneas de crédito . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .110
Creación del Grupo de Control y Seguimiento de los Contratos de Fideicomiso .111
2. Relaciones internacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
Mercosur . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .111
Convenios de pagos y créditos recíprocos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .113
Fondo Monetario Internacional . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .114
Grupo Banco Mundial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .116
Bank for Internacional Settlements . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .116
Otros temas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .116
3. Proyecto Año 2000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
El proyecto interno: Grupo 2000 Banco Central . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117
Acciones de la Superintendencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
Norma sobre contingencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .120
Grupo 2000 Sistema Financiero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
Prueba piloto de octubre de 1998: sistemas de pagos . . . . . . . . . . . . . . . .122
Pruebas sistémáticas de abril de 1999: sistemas de pagos . . . . . . . . . . . . .122
Pruebas sistémicas de junio de 1999: sistems críticos de entidades . . . . . .123
Pruebas sistémicas de noviembre y diciembre de 1999 . . . . . . . . . . . . . . .123
Pruebas internacionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .123
Plan de contingencias y Operación Crítica del Banco Central . . . . . . . . .124
4. SISCEN: nuevo régimen informativo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 125
5. Sitio en Internet del Banco Central . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
6. Proyecto BCRA 2000 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
Resultados alcanzados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .129
7. Construcción de un nuevo edificio en el predio Reconquista 250 . . . . . . . . 131
8. Asociaciones Mutuales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
9. Seguridad de entidades financieras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
10. Bibliotecas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
Anexo I. Balance General al 31 de diciembre de 1999 . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135
Anexo II. Principales discursos del Presidente del BCRA . . . . . . . . . . . . . . . . 159
BCRA
BCRA
I. La economía internacional 7
Si bien las condiciones de la economía internacional fueron mejorando paulatinamente
a lo largo del año, Argentina enfrentó en 1999 un contexto internacional
predominantemente adverso. La crisis en Brasil a comienzos de año se superó con rapidez,
pero tuvo un impacto negativo sobre el comercio bilateral y el nivel de actividad doméstico.
Por su parte, los precios de los bienes de exportación argentinos, con excepción del petróleo,
continuaron deprimidos, limitando la posibilidad de compensar la caída en demanda
doméstica con mayores ingresos por exportaciones. Por otro lado, a pesar de que los
mercados financieros internacionales se estabilizaron y el crecimiento mundial se aceleró -a
su vez, estimulando la demanda externa por los bienes exportables de Argentina-, el acceso
al crédito externo de las economías emergentes continuó limitado.
I.
LA ECONOMÍA
INTERNACIONAL
Superadas las crisis financieras de Asia, Rusia y Brasil, la economía mundial entró en
una fase de expansión. El mayor crecimiento mundial estimuló el comercio internacional y
favoreció la recuperación de los precios de algunos bienes básicos. En este sentido, la
recuperación de la actividad económica en los países del sudeste de Asia jugó un papel
importante, ya que son grandes demandantes de ese tipo de bienes. Asimismo, el
crecimiento se aceleró en la mayor parte de las economías industriales -excepto Japón-,
impulsado por las fuertes inversiones en el sector de alta tecnología y las políticas monetarias
expansivas que se habían llevado adelante en 1998 para atenuar los efectos de las crisis
asiática y rusa.
Durante 1999, tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo viraron hacia
políticas más restrictivas con el objetivo de prevenir una posible aceleración inflacionaria.
Cabe destacar la fortaleza de la economía estadounidense, que creció 4,2 por ciento en 1999.
En mayo, la Reserva Federal cambió el sesgo de su política monetaria de neutral a restrictiva
y aumentó sucesivamente la tasa de fondos federales en 25 puntos básicos en junio, agosto
y noviembre. Los mercados anticiparon estas subas y respondieron en cada caso sin
sobresaltos. No se produjeron correcciones importantes en los mercados accionarios y la
economía registró un crecimiento significativo en el segundo semestre. La fuerte suba del
precio del petróleo en los últimos meses del año y la sostenida expansión de la economía
estadounidense hacen suponer que la Reserva Federal mantendrá el sesgo restrictivo de su
política monetaria. Por su parte, el crecimiento en los países de la Unión Monetaria Europea
se aceleró durante 1999 y se aceleraría aún más en 2000. Dado lo sostenido de la demanda
doméstica, se podría esperar que la política monetaria continué con un sesgo restrictivo
durante el año 2000.
Con excepción de México y Perú, el crecimiento fue casi nulo para los países de
América Latina durante 1999, aunque las economías comenzaron a recuperarse hacia fin de
año. En este sentido, Brasil logró superar con rapidez la crisis externa que llevó a la
devaluación de su moneda en enero y registró un crecimiento de 0,5 por ciento en 1999.
La economía mundial terminaría de recuperarse de la fuerte desaceleración que siguió
a las crisis asiática y rusa. Se espera que el crecimiento se acelere de 3,3 por ciento en 1999
a 4,2 por ciento en 20001. Las economías industriales crecerían 3,6 por ciento en 2000,
1
Fuente: World Economic Outlook, abril de 2000.
BCRA
8 I. La economía internacional
Principales
Indicadores de la
Economía Mundial
Tasa porcentual de
variación anual
Producto Mundial
Economías desarrolladas
Principales países industrializados
Estados Unidos
Japón
Alemania
Francia
Italia
Reino Unido
Canadá
Otros países desarrollados
Área del Euro
Ec. asiáticas recientemente industrializadas
Países en desarrollo
Latinoamérica
Proyecciones
1999
2000
1997
1998
2,5
3,3
4,2
3,9
2,4
2,5
4,3
-2,5
2,2
3,4
1,5
2,2
3,1
2,0
2,8
-2,3
3,1
2,8
4,2
0,3
1,5
2,7
1,4
2,0
4,2
4,6
2,3
7,7
3,6
3,3
4,4
0,9
2,8
3,5
2,7
3,0
3,7
4,5
3,2
6,6
3,0
2,7
3,0
1,8
3,3
3,1
2,8
2,0
2,7
4,1
3,2
6,1
3,2
2,1
3,8
0,1
5,4
4,0
5,3
4,7
1,5
1,3
1,6
0,6
0,6
0,7
1,7
2,7
1,0
1,4
1,5
2,2
-0,3
0,7
0,6
1,7
2,3
1,7
1,9
1,8
2,5
0,1
1,2
1,3
2,2
2,0
2,1
2,0
1,9
2,5
0,9
1,3
1,1
1,6
2,4
2,0
10,1
21,8
6,5
43,7
5,7
19,5
4,7
14,2
6,7
6,2
4,5
4,1
9,4
11,7
11,8
4,7
8,3
8,1
10,9
6,4
6,1
4,2
4,7
9,0
11,0
11,4
4,4
7,6
7,3
10,1
6,0
5,9
4,2
4,7
8,6
10,2
11,0
4,3
6,7
6,3
9,4
5,8
5,7
4,2
4,6
8,1
9,8
10,4
4,5
6,6
6,0
8,9
-1,3
-0,1
-4,3
-1,7
-2,7
-2,8
0,2
0,9
-1,2
0,5
-7,1
-1,1
-1,8
-1,9
0,3
2,8
-1,1
1,0
-8,4
-0,7
-1,5
-1,5
0,2
2,3
-0,6
1,2
-6,7
-1,0
-1,0
-1,1
0,2
2,0
-31,2
-14,7
37,6
-6,9
36,5
4,9
-19,4
3,2
5,6
0,7
3,7
5,5
0,2
3,0
6,8
0,2
4,1
7,1
0,4
4,9
Precios al consumidor
Economías desarrolladas
Principales países industrializados
Estados Unidos
Japón
Alemania
Francia
Italia
Reino Unido
Canadá
Otros países desarrollados
Países en desarrollo
Países en transición
Tasa de desempleo
Economías desarrolladas
Principales países industrializados
Estados Unidos
Japón
Alemania
Francia
Italia
Reino Unido
Canadá
Otros países desarrollados
Área del Euro
Déficit Fiscal / PIB
Principales países industrializados
Estados Unidos
Japón
Alemania
Francia
Italia
Reino Unido
Canadá
Precios de bienes básicos
Petróleo
Bienes básicos (excluyendo petróleo)
Tasas de Interés: LIBOR (6 Meses)
Depósitos en dólares estadounidenses
Depósitos en yenes
Depósitos en euros
Fuente: World Economic Outlook, abril de 2000.
BCRA
I. La economía internacional 9
comparado con 3,1 por ciento en 1999, mientras que para las economías en desarrollo el
crecimiento se aceleraría de 3,8 por ciento a 5,4 por ciento. Se estima que la recuperación
de las economías latinoamericanas será particularmente pronunciada, luego de permanecer
prácticamente estancadas en 1999, con un crecimiento de 4 por ciento en 2000.
Contribuirían a esta recuperación mayores flujos de capitales hacia la región y mejores
precios de sus bienes exportables. Los países exportadores de petróleo como México y
Venezuela ya comenzaron a recuperar ingresos de exportación en virtud del fuerte aumento
del precio del petróleo durante la segunda mitad del año.
Hacia el segundo trimestre de 1999, los precios del petróleo y los metales habían
revertido notablemente su tendencia decreciente. Si bien la Argentina no es un país
especializado en la exportación de petróleo (“non-oil exporter”), debido a la mejora de los
precios, la participación del petróleo en las exportaciones argentinas aumentó de 9,2 por
ciento a 17,4 por ciento entre 1998 y 1999. Por otro lado, los precios de los bienes básicos
de origen agrícola -que en 1998 representaron el 33,5 por ciento del valor de las
exportaciones argentinas-, no mostraron un quiebre decidido en su evolución negativa, que
se mantuvo con altibajos a lo largo de prácticamente todo 1999, observándose cierta
recuperación en el cuarto trimestre. El precio promedio de los bienes agrícolas durante 1999
fue casi 21 por ciento inferior al del año anterior, lo que significó en sí mismo una caída
cercana a 7 por ciento en el valor de las exportaciones totales de Argentina. Sin embargo, las
perspectivas futuras son bastante más alentadoras: los mercados a futuro anticipan una
recuperación relativamente importante de los precios y se pronostican caídas en las
existencias de granos durante el curso de 2000 debido a una recuperación de la demanda
mundial, reforzada por una caída en la producción. Cabe destacar que se espera una
excelente cosecha de los principales granos para Argentina durante 2000.
Los premios por riesgo de la deuda de los países emergentes fueron en promedio
superiores en 300 puntos básicos a los que se registraron durante 1998. Fueron muy elevados
a comienzos del año, cuando se desató la crisis brasileña (los premios alcanzaron 1.300
puntos básicos a fines de enero), para luego reducirse lentamente hacia fin de año, hasta
alcanzar 850 puntos básicos a fines de diciembre, pero sin retornar a los niveles previos a la
crisis rusa. La deuda latinoamericana pagó primas de riesgo superiores en más de 230 puntos
básicos a las del año anterior.
Los flujos de capitales hacia las economías emergentes registraron apenas una modesta
recuperación en 1999, aumentando de 75.100 millones de dólares en 1998 a 80.500
millones. Mientras los flujos brutos se mantuvieron restringidos, hubo sustanciales pagos
netos de deuda bancaria, principalmente por parte de las economías asiáticas y, en menor
medida, de América Latina. Las economías asiáticas experimentaron salidas netas de
capitales por 27.100 millones de dólares, bastante menores a las registradas en 1998 (42.600
millones de dólares). Los flujos netos hacia las economías latinoamericanas aunque positivos,
sufrieron una fuerte caída en 1999, disminuyendo de 70.000 millones de dólares en 1998 a
54.100 millones en 1999. Según las proyecciones del Fondo Monetario Internacional, los
flujos hacia las economías emergentes se reducirían en el año 2000, estimándose en 70.900
millones de dólares, debido principalmente a mayores pagos netos de deuda bancaria por
parte de las economías asiáticas afectadas por la crisis de 1997. Por el contrario, los flujos
hacia América Latina aumentarían a casi 70.000 millones de dólares durante este año y se
espera que la región sea el principal destino de los flujos de capitales hacia las economías
emergentes en el mediano plazo. Las proyecciones también predicen una importante
BCRA
10 I. La economía internacional
La Evolución del Precio del Petróleo
Los precios de los bienes básicos han venido cayendo de manera casi continua
desde sus niveles máximos históricos alcanzados durante 1996 hasta el segundo
trimestre de 1999, manteniéndose esta tendencia decreciente relativamente estable para
los productos agrícolas incluso hasta fines de ese año. En efecto, fue ésta una de las
causas principales que causó la reducción en el valor de las exportaciones de Argentina
durante 1999.
Sin embargo, el caso del petróleo merece un análisis especial y diferenciado del
resto de los bienes básicos, tanto por lo profundo de la caída de su precio a lo largo de
1998, como por su increíble y acelerada recuperación a partir de marzo de 1999.
A partir de noviembre de 1997, el precio del petróleo crudo comenzó a mostrar un
movimiento descendente que lo llevaría a ubicarse el 12 de diciembre de 1998 en el
nivel irrisoriamente bajo de 10,76 dólares por barril de petróleo WTI (West Texas
Intermediate). Un precio tan bajo no se había registrado desde julio de 1986 cuando el
barril llegó a costar 10,70 dólares. Esta situación llevó a los países de la OPEP a acordar
una política de racionamiento de la producción con el objeto de inducir un alza en el
precio a través de una reducción en la oferta. El acuerdo fijó un techo de 22,1 millones
de barriles diarios a la producción de petróleo crudo para el conjunto de los países de la
OPEP por un período que llegaría hasta el 31 de marzo de 2000, retirando de esta
forma alrededor de unos 5 millones de barriles diarios del mercado.
Contratos a futuro
de petróleo WTI
A febrero de 2000
BCRA
La consecuencia de esta política de restricción de oferta llevada a cabo por la OPEP,
a lo que se debe sumar una creciente recuperación de la demanda mundial asociada a la
salida de la recesión en los países del este asiático y al periodo de prosperidad que
atraviesa Estados Unidos, fue una rápida y constante escalada en el precio del petróleo,
que llegó a alcanzar niveles inesperadamente altos. El precio del petróleo WTI superó
los 20 dólares por barril hacia mediados de
julio de 1999 y, desde ese momento, se
Dólares
por barril
mantuvo siempre por encima de dicho valor.
Contratos a futuro de petróleo WTI a febrero
Mar-00
29,43
de 2000, el precio del barril WTI se
May-00
27,29
encontraba rondando los 30 dólares, un nivel
Jul-00
25,86
que no se registraba desde 1991 en ocasión de
la Guerra del Golfo.
Sep-00
24,69
Nov-00
23,74
Ene-01
22,91
Abr-01
21,78
Jul-01
20,92
Las expectativas del mercado implícitas en
los contratos a futuro hacia febrero de 2000,
parecieron reflejar la creencia de que la escasez
creada por la política de la OPEP se
I. La economía internacional 11
mantendría firme hasta fines de marzo. Luego, esta situación se iría relajando poco a
poco a lo largo de 2000 y 2001, estabilizándose el precio finalmente alrededor de 21
dólares el barril de petróleo WTI hacia mediados de 2001.
Impacto sobre Argentina
El efecto expansivo directo de la suba del precio del petróleo sobre la economía
argentina está básicamente determinado por la importancia relativa de este producto
dentro del total de sus exportaciones. En este sentido, si bien el petróleo no se encuentra
entre las mercancías tradicionalmente más relevantes dentro de las exportaciones de
Argentina, su incidencia es actualmente significativa. Las exportaciones de petróleo y
sus derivados representaron alrededor de 9 por ciento del valor total de las ventas al
Evolución del precio
del petróleo
exterior durante 1998 (sólo el petróleo crudo significó algo más de 7% por ciento). Por
ello, el pasar de un precio de 14,50 dólares por barril (precio promedio del petróleo a
lo largo de 1998) a otro de 25,00 dólares (precio promedio esperado para el 2000), aún
manteniéndose fijas las cantidades, implicaría por sí solo un crecimiento del 6,75 por
ciento en valor total de las exportaciones.
La suba del precio del petróleo podría producir otros efectos adicionales. Por un
lado, está el impulso positivo que la mejora de precios puede inducir en las cantidades
producidas. Por otro lado, hay un efecto negativo a través del encarecimiento del
transporte y de los costos de otros sectores que utilizan combustibles en forma intensiva
(incluyendo a la actividad agrícola). Por último, hay un efecto más indirecto que podría
repercutir negativamente sobre la economía nacional. Este tiene que ver con los efectos
inflacionarios que el encarecimiento del petróleo traería aparejado, lo que podría llegar
a profundizar el endurecimiento esperado en las políticas monetarias de los países
desarrollados.
BCRA
12 I. La economía internacional
recuperación de los flujos netos de capitales hacia las economías emergentes en 2001, que se
estima alcanzarían 127.800 millones de dólares.
A lo largo de 1999, el dólar ha mostrado una evolución dispar al compararlo con las
otras dos divisas de relevancia internacional, el euro y el yen. Se verificó una importante
depreciación del dólar con respecto al yen, en especial durante la segunda mitad del año,
cayendo entre inicios de julio y fines de diciembre desde 123 yenes por dólar hasta 102 yenes
por dólar (una depreciación mayor a 20 por ciento). Por el contrario, se registró una
apreciación casi continua de la moneda norteamericana con respecto al euro. El tipo de
cambio hacia inicios de 1999 se encontraba en 1,18 dólares por euro, finalizando el año en
1,01 dólares por euro (una apreciación de 14,5 por ciento). En términos de la
competitividad externa de la economía argentina, la apreciación del dólar frente al euro es
mucho más significativa que su depreciación respecto de la moneda japonesa, dado el mayor
nivel de comercio internacional que la Argentina mantiene con el bloque europeo.
BCRA
II. La economía argentina 13
II.
LA ECONOMÍA
ARGENTINA
1. La macroeconomía
Tras sobrellevar bien las crisis de Asia, la economía argentina entró en una fase recesiva
en el último trimestre de 1998. La recesión, que se prolongó durante los tres primeros
trimestres de 1999, estuvo fuertemente condicionada por la crisis rusa que indujo un
importante aumento de la aversión al riesgo de los inversores, particularmente, en los
mercados emergentes. La economía doméstica comenzó a dar signos de recuperación recién
hacia el tercer trimestre del año y las cifras preliminares muestran un leve crecimiento del
producto en el cuarto. Factores externos y, en menor medida domésticos, contribuyeron a
prolongar la recesión. La crisis brasileña tuvo un impacto global limitado pero afectó sectores
importantes, como la industria automotriz. Los precios de los bienes exportables de
Argentina, con excepción del petróleo, continuaron deprimidos y el acceso del país a los
mercados financieros internacionales continuó restringido. En el plano interno, la
incertidumbre electoral también parece haber afectado a la demanda interna, en particular a
la inversión, aún cuando la transición política fue ordenada y no puso en juego los
principales lineamientos de la política económica. Hacia fin de año hubo un deterioro de la
situación fiscal debido principalmente a una caída de los ingresos por la menor actividad
económica. Además, la inminencia de las elecciones presidenciales postergó la firma de un
acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que recién se firmó en febrero de 2000, lo
que pudo haber contribuido a retrasar la recuperación de la economía.
Oferta y demanda agregada
La demanda agregada registró una caída anual de 4 por ciento en 1999. A diferencia de
otros episodios contractivos, en los que la debilidad de la demanda interna fue compensada
con aumentos en las cantidades exportadas -como por ejemplo, durante la recesión que
siguió a la crisis del Tequila-, las exportaciones a valores constantes se redujeron 1,1 por
ciento durante 1999. Por otro lado, hubo una contracción de 7,6 por ciento anual en la
inversión, caída bastante inferior a la registrada en el episodio recesivo que siguió a la crisis
del Tequila. El consumo, cuyo comportamiento es menos sensible al ciclo económico que el
de la inversión, se contrajo 3,4 por ciento anual en 1999.
En cuanto a la oferta agregada, el producto interno bruto se redujo 3 por ciento en
1999, mientras que las importaciones fueron 11,2 por ciento menores a las registradas en
1998, debido a la menor actividad económica. En los sectores productores de bienes, el nivel
I.98
II.98
III.98
Producto interno bruto
Importaciones
6,4
16,7
6,7
14,6
3,3
7,3
-0,6
-3,3
3,9
8,4
Consumo
Inversión interna bruta
Exportaciones
4,9
18,6
9,3
5,7
10,4
15,9
2,7
4,4
11,7
-0,6
-3,9
2,8
3,1
6,6
10,1
7,6
7,5
3,8
-0,9
4,4
Oferta y demanda globales
IV.98 Año 1998 I.99 II.99 III.99 IV.99 Año1999
-3,0 -4,9 -4,1
-11,2 -17,9 -11,1
0,1
-4,0
-3,0
-11,2
-2,5 -5,9
-11,4 -10,6
-0,3 -2,0
-4,9
-4,8
-6,1
-0,1
-3,9
4,7
-3,4
-7,6
-1,1
-5,0
-0,4
-4,0
-4,0
-6,4
Composición de la
Demanda Agregada
Variaciones porcentuales
interanuales de las
variables a precios
de1993
Fuente: Ministerio de Economía
BCRA
14 II. La economía argentina
de actividad se contrajo 4,3 por ciento. La actividad manufacturera fue la que más se
contrajo, con una caída anual de 6,9 por ciento. En los sectores productores de servicios, el
nivel de actividad cayó 1,4% anual y el sector comercio fue el más contractivo, con una caída
anual de 7,5 por ciento.
Los efectos de la recesión se reflejaron sobre la tasa de desempleo, que era de 12,4 por
ciento en octubre de 1998 y aumentó a 14,5 en mayo de 1999, manteniéndose en el mismo
nivel en agosto y descendiendo levemente, a 13,8 por ciento en octubre. El aumento en la
tasa de desempleo se debió en mayor medida a un aumento en la oferta laboral que a una
menor demanda, ya que la tasa de actividad aumentó de 42,1 en octubre de 1998 a 42,7 por
ciento en octubre de 1999 mientras la tasa de empleo apenas disminuyó de 36,9 por ciento
a 36,8 por ciento (aunque hubo un descenso a 36,2 por ciento en agosto de 1999).
El nivel de precios respondió a la menor actividad económica con caídas tanto en los
precios al consumidor como en los precios mayoristas. Estos últimos arrastraban ya una
sistemática caída desde mediados de 1996, debido a la tendencia declinante en los precios
de los bienes básicos. Los precios al consumidor cayeron en promedio 1,1 por ciento en
1999 y los mayoristas en 3,7 por ciento, aunque la suba del precio del petróleo llevó a que
en diciembre el índice de precios mayorista aumentara 2,2 por ciento interanual, luego de
más de dos años de caída sostenida.
Sector externo
El déficit de la cuenta corriente registrado a lo largo de 1999 totalizó 12.155 millones
de dólares, 14,8 por ciento menor al alcanzado durante el año anterior. Esto es
fundamentalmente consecuencia de la pronunciada reducción del déficit en el balance de
bienes, que pasó de un saldo de -3.117 millones de dólares en 1998 a uno de -829 millones
en 1999. El ítem servicios reales fue deficitario por 3.970 millones de dólares, 358 millones
menos que en el del año anterior. Por su parte, el saldo de las rentas de inversión fue de 7.847 millones de dólares, incrementándose de esta forma el déficit en 512 millones respecto
Tasa de
desocupacion
(1) Tasa de desocupación: población desocupada como porcentaje de la población económica activa.
(2) Tasa de empleo: población ocupada como porcentaje de la población total.
(3) Tasa de actividad: población economicamente activa como porcentaje de la población total.
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos
BCRA
II. La economía argentina 15
a 1998, ya que el pago neto de intereses aumentó 809 millones de dólares mientras que las
utilidades y dividendos netos girados al exterior cayeron 293 millones. Por último, las
transferencias corrientes generaron una entrada de 492 millones de dólares, muy similar al
flujo registrado el año anterior.
Los ingresos netos de capital durante 1999 (incluyendo errores y omisiones) alcanzaron
13.355 millones de dólares, 4.353 millones de dólares menos que los registrados el año
anterior. De esta forma, el déficit de cuenta corriente pudo ser cubierto totalmente por
financiamiento externo, generándose incluso un incremento en las reservas internacionales
de 1.201 millones de dólares.
Los datos sobre el intercambio comercial de Argentina son una clara demostración del
contexto recesivo local y regional que predominó en 1999. Durante el año, las exportaciones
de bienes alcanzaron 23.318 millones de dólares, disminuyendo 11,8 por ciento con
respecto al valor registrado en 1998. Las importaciones de bienes cayeron de una manera aún
más pronunciada (-18,7 por ciento), pasando de 31.404 millones de dólares en 1998 a
25.538 millones de dólares en 1999. La caída del valor de las exportaciones se explica
fundamentalmente por un descenso en los precios (-11 por ciento) ya que las cantidades
registraron una pequeña caída (-1 por ciento). A su vez, la reducción de las importaciones es
consecuencia de disminuciones de 6 por ciento en precios y de 13 por ciento en las
cantidades, reflejando la contracción de la demanda interna.
El comportamiento de las exportaciones desagregadas por grandes rubros muestra
comportamientos bastante desparejos durante 1999: el valor exportado de los productos
primarios cayó 20,6 por ciento, el de las manufacturas de origen industrial cayó 19,9 por
ciento y el de las manufacturas de origen agropecuario disminuyó 6,2 por ciento. Las
exportaciones de combustibles, por su parte, aumentaron 20,7 por ciento impulsadas por la
fuerte recuperación del precio del petróleo a lo largo de 1999, consecuencia de la política de
racionamiento de la producción llevada a cabo por los países de la OPEP (el precio del
petróleo crudo WTI subió desde 12 dólares por barril en febrero de 1999 hasta 26,1 dólares
por barril en diciembre).
A lo largo de 1999 las importaciones desagregadas por grandes rubros muestran caídas
en todos los rubros, alcanzándose en algunos casos magnitudes realmente considerables. Las
Exportaciones
por grandes
rubros
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
BCRA
16 II. La economía argentina
Importaciones
por usos
Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
importaciones de vehículos automotores disminuyeron 41 por ciento, las de piezas y
accesorios para bienes de capital cayeron 29 por ciento, bienes de capital 17 por ciento, las
de bienes intermedios 16 por ciento, las de combustibles y lubricantes 14 por ciento y las
compras de bienes de consumo -que fueron las que menos se redujeron- 7 por ciento,
reflejando su usual menor sensibilidad al ciclo.
El intercambio comercial discriminado por zonas económicas también muestra un
comportamiento muy dispar en el caso de las exportaciones y bastante más homogéneo en
el de las importaciones. Las ventas a países del Mercosur diminuyeron 25 por ciento,
mientras que las que se dirigen al NAFTA y a la Unión Europea crecieron 17 por ciento y 3
por ciento, respectivamente. En consecuencia, el Mercosur redujo su participación dentro
del total de las exportaciones de 35,6 por ciento en 1998 a 30,2 por ciento en 1999. Para las
importaciones, las variaciones verificadas son las siguientes: Mercosur, -21 por ciento,
NAFTA, -20 por ciento y Unión Europea, -17 por ciento.
La caída más pronunciada de los precios de las exportaciones respecto a los de las
importaciones a lo largo de 1999 significó un deterioro de los términos de intercambio de
5,3 por ciento para Argentina. De hecho, si hubiesen prevalecido los mismos precios que se
registraron durante 1998, las exportaciones habrían alcanzado 26.130 millones de dólares,
mientras que las importaciones habrían totalizado 27.259 millones de dólares. De esta
forma, el déficit comercial de 1999 hubiese sido de 1.129 millones de dólares, es decir, 1.092
millones de dólares menor al realmente verificado.
La competitividad externa de la economía argentina, medida a través del tipo de cambio
real, empeoró durante 1999. El tipo de cambio real promedio de 1999 de Argentina con
respecto a sus seis principales socios comerciales (Brasil, Estados Unidos, Chile, Alemania,
Japón e Italia), calculado en función de índices de precios mayoristas, muestra una
apreciación real del peso argentino de 6,8 por ciento si se lo compara con el tipo de cambio
real vigente a lo largo de 1998. La causa principal de esta apreciación de la moneda local, fue
la devaluación del real iniciada en enero de 1999; la moneda brasileña se depreció 22,6 por
ciento en términos reales con respecto al peso. Cabe aclarar que desde el mes de octubre se
ha venido verificando una mejora del tipo de cambio real con Brasil (12 por ciento hasta
BCRA
II. La economía argentina 17
diciembre), resultado conjunto de una revalorización nominal de la moneda brasileña (10,2
por ciento) y de una mayor inflación en ese país con respecto a Argentina (1,8 por ciento).
Sin embargo, esta mejora sólo logró compensar una parte de la depreciación nominal
ocurrida en los primeros meses de 1999: el real se depreció 78 por ciento en términos
nominales entre el 12 de enero y el 2 de marzo de 1999. De esta forma, hacia diciembre de
1999 el tipo de cambio real respecto a Brasil se había apreciado 17 por ciento con respecto
al vigente un año atrás, pero mostraba una depreciación de 20 por ciento con respecto a
febrero de 1999. Con respecto al dólar, en cambio, el peso se depreció en términos reales 5,8
por ciento, debido exclusivamente a la mayor inflación verificada en Estados Unidos. La
comparación contra el yen también muestra una depreciación real del peso, en este caso del
orden de 17 por ciento; este hecho se debe a la apreciación nominal que registró el yen
respecto al dólar desde julio de 1999 (el 8 de julio de 1999 el tipo de cambio se encontraba
en 122,5 yenes por dólar, mientras que el 31 de diciembre estaba en 102 yenes por dólar).
Respecto al marco alemán, se evidencian cambios menos importantes: el peso se apreció
nominalmente 4,2 por ciento y en términos reales 1,4 por ciento.
Cabe mencionar que más allá de los movimientos que registre el tipo de cambio
nominal, detrás de la competitividad externa subyace un factor de carácter más fundamental
y de largo plazo, que es la productividad relativa de la economía nacional y su evolución con
respecto al resto del mundo. En este sentido, la inversión en capital físico y humano, la
capacidad de generar y asimilar tecnología más avanzada y la modernización de las prácticas
administrativas juegan como determinantes fundamentales del desarrollo de la
competitividad externa, junto con las remuneraciones reales de los agentes involucrados en
la producción de bienes y servicios y los impuestos que deben pagarse para solventar los
servicios gubernamentales. Todos estos factores se encuentran, a su vez, condicionados por
la existencia de una marco macroeconómico estable y predecible, donde reglas de juego
claras señalen a los actores económicos incentivos adecuados para el crecimiento genuino a
largo plazo.
Situación fiscal
En 1999 las cuentas fiscales se vieron afectadas principalmente por la recesión, que
impactó de manera directa sobre la recaudación. El déficit global -incluyendo el resultado
del Banco Central- sin privatizaciones alcanzó 7.094.5 millones de pesos, casi 2.000
millones de pesos por encima de lo que establecía la meta pactada con el Fondo Monetario
Internacional, aumentando de 1,3 por ciento del producto en 1998 a aproximadamente 2,4
por ciento en 1999.
Si bien el superávit primario resultó mayor al de 1998 en 868 millones de pesos, se debe
tener en cuenta que en 1999 hubo ingresos corrientes no tributarios de 2.270 millones de
pesos por la venta de acciones residuales de Yacimientos Petrolíferos Fiscales y 1.230
millones de pesos por la concesión de la telefonía PCS. A su vez, el pago de intereses
aumentó en 1.563 millones de pesos, llevando el resultado financiero del sector público
nacional no financiero (incluyendo privatizaciones) a -4.768 millones de pesos. El déficit
registrado fue mayor al del año anterior en 695 millones de pesos.
La recaudación tributaria total cayó 4,8 por ciento interanual. Tanto la recaudación del
impuesto al valor agregado como del impuesto a las ganancias disminuyeron en 1999: lo
recaudado por ambos conceptos por la Dirección General Impositiva cayó 5,7 por ciento y
BCRA
18 II. La economía argentina
Déficit Fiscal
Nacional sin
privatizaciones
Fuente: Ministerio de Economía.
1,8 por ciento, respectivamente, reflejando la caída del producto interno bruto. El impuesto
al valor agregado recaudado por la Aduana cayó en 17,3 por ciento debido a menores
importaciones. Por su parte, los ingresos de seguridad social cayeron 11 por ciento debido
en su mayor parte a una reducción en el número de aportantes al sistema de reparto y a la
rebaja en la alícuota de la contribución previsional vigente desde febrero de 1999.
En el ámbito provincial también se observan importantes efectos de la recesión sobre la
recaudación y las cuentas fiscales provinciales. El déficit consolidado de las 24 jurisdicciones
alcanzó 3.700 millones de pesos en 1999, superando en 1.468 millones de pesos el déficit
(sin privatizaciones) de 1998.
Para el año 2000, el nuevo acuerdo stand-by a 3 años firmado con el Fondo Monetario
Internacional establece una meta de 6.900 millones de pesos para el déficit consolidado,
donde 4.700 millones de pesos es el límite de déficit para el sector público nacional no
financiero (incluyendo al PAMI) y 2.200 millones de pesos se establece como una meta
indicativa para los gobiernos provinciales. El acuerdo también establece metas de déficit
Recaudación
tributaria
Fuente: Ministerio de Economía.
BCRA
II. La economía argentina 19
consolidado para los años siguientes hasta 2003, cuando debe alcanzarse un presupuesto
equilibrado, tanto a nivel nacional como provincial. Si bien la meta para el déficit provincial
es sólo indicativa, la meta de endeudamiento provincial es restrictiva y establece un límite de
2.000 millones de pesos para el año 2000. El gobierno nacional comenzó a trasladar parte
de la responsabilidad fiscal hacia las provincias ofreciendo la refinanciación de las deudas
provinciales a cambio de disciplina fiscal.
2. El mercado de capitales
En 1999 los mercados de capitales, tanto locales como internacionales, continuaron
caracterizándose por una alta volatilidad. En este contexto, la percepción del riesgo de la
región se vio adversamente afectada En particular, el riesgo soberano argentino sufrió una
importante suba, que también contribuyó adversamente al desenvolvimiento del sector real
de la economía.
Evolución de los mercados
Los mercados de capitales respondieron a lo largo del año a factores de diversa índole.
A mediados de enero de 1999 tras soportar una importante pérdida de reservas, el gobierno
brasileño se vio obligado a dejar flotar libremente el tipo de cambio lo que condujo a una
depreciación de su moneda. Esta medida tuvo un importante impacto en los mercados de
capitales latinoamericanos y en especial en Argentina, su principal socio comercial.
En un comienzo, la percepción de riesgo soberano y cambiario argentino se deterioró
ampliamente. En menos de una semana estos riesgos llegaron a incrementarse en más de 500
y 800 puntos básicos, respectivamente. Sin embargo, hacia fines de enero el real se estabilizó
y los indicadores del mercado local comenzaron a evidenciar una recuperación. Las primas
de riesgo cambiario descendieron rápidamente a su nivel de fines de noviembre de 1998
(alrededor de 300 y 500 puntos básicos para las operaciones a un mes y a un año de plazo,
respectivamente). Por su parte, la incertidumbre acerca de los posibles efectos de la
devaluación del real sobre el nivel de actividad doméstico influyó en la percepción de riesgo
soberano, que descendió con más lentitud.
El período entre mediados de marzo y mediados de mayo fue altamente positivo para
las economías de América Latina. La aparente estabilidad de los mercados atrajo a
numerosos fondos extranjeros que decidieron tomar fuertes posiciones en la región. Los
volúmenes operados en el mercado local por títulos y acciones -que en promedio rondaron
1.000 millones de pesos diarios- fueron los más altos desde la crisis rusa.
Este período favorable se opacó a mediados de mayo cuando, ante ciertos síntomas de
recalentamiento de la economía norteamericana, los inversores anticiparon una suba de las
tasas de interés de referencia de la Reserva Federal. Ello repercutió sobre el riesgo soberano
de los países emergentes, que subió en pocos días más de 200 puntos básicos.
Los meses de julio y agosto fueron especialmente negativos para el mercado de capitales
local. En esta ocasión, factores domésticos parecieron prevalecer. La proximidad de las
elecciones presidenciales incrementó la incertidumbre y desincentivó aún más la inversión
en activos financieros argentinos. La percepción de riesgo cambiario se incrementó
BCRA
BCRA
3.074
8.741
1.894
3.610
2.158
1.079
Fondos de Pensión
Número de Aportantes (en millones)
Valor de la Cartera (millones de pesos)
Acciones
Titulos Públicos
Plazos Fijos
Otros
3.303
9.956
2.318
3.992
2.546
1.100
204
5.903
501
1.899
2.734
769
148.296
3.275
9.963
2.111
4.272
2.319
1.261
227
6.186
413
1.647
3.481
645
163.037
142
n.d.
350
5.345
1.996
6.722
43.247
57.438
76.236
8.212
68.024
128
50.402
9.071
550
3.326
9.959
1.848
4.735
2.167
1.209
233
5.707
301
1.186
3.714
505
161.130
145
4.177
348
2.426
1.935
5.417
40.675
55.477
78.542
8.181
70.361
127
45.041
8.224
380
III.98
3.459
11.351
2.116
5.531
2.170
1.534
234
6.865
318
1.106
4.982
458
146.845
144
4.669
277
4.114
696
5.216
42.302
34.533
81.506
7.800
73.706
131
45.292
5.741
430
IV.98
3.522
12.268
2.174
5.998
2.291
1.805
234
7.984
325
964
6.254
441
151.676
147
5.534
248
5.278
1.065
5.145
45.619
36.721
83.954
7.660
76.294
129
46.199
4.158
419
I.99
Fuente: Comisión Nacional de Valores, Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión, Superintendencia de AFJP, Ministerio de Economía, BCRA.
(1) Corresponde a obligaciones negociables a lo largo del período.
(2) Los datos corresponden únicamente a los fondos inscriptos en la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión.
Los volúmenes negociados corresponden a los montos operados a lo largo del año en la BCBA y el MAE. En el caso del MAE contienen ventas totales + cartera propia.
199
5.347
484
2.039
2.074
750
133.139
Fondos Comunes de Inversión (2)
Cantidad
Patrimonio Neto (millones de pesos)
Renta Variable
Renta Fija
Plazo Fijo y Dinero
Otros
Entidades Financieras
Activo (millones de pesos)
6.784
44.316
58.916
6.976
40.659
407.104
132
n.d.
201
2.582
2.264
74.187
8.235
65.952
73.553
9.500
64.054
123
n.d.
1.350
11.205
7.692
128
60.196
9.157
710
II.98
3.366
13.595
2.403
6.694
2.516
1.982
228
7.738
343
891
6.072
432
154.896
158
5.501
300
5.067
656
4.882
47.527
55.559
86.500
6.700
79.800
126
52.714
3.598
499
II.99
3.577
15.128
2.912
7.365
2.951
1.900
224
7.112
354
781
5.567
410
158.083
133
5.352
313
5.161
n.d.
4.652
48.682
51.556
88.396
6.574
81.822
124
52.824
2.362
534
III.99
Fin de mes
129
58.983
41.188
688
I.98
3.483
16.624
3.449
8.141
2.597
2.437
222
7.081
421
755
5.488
417
153.166
130
5.569
261
1.036
n.d.
4.807
49.718
43.366
89.978
6.390
83.588
125
83.879
2.566
550
IV.99
Indicadores del
mercado de
capitales
Obligaciones Negociables
Número de compañías
Capitalización de Mercado (millones de pesos)
Volumen Negociado (millones de pesos)
Programas autorizados (millones de pesos) (1)
Montos Colocados
Acciones
Número de compañías
Capitalización de Mercado (millones de pesos)
Volumen Negociado (millones de pesos)
Merval (índice)
Títulos y Bonos del Sector Público (millones de pesos)
Valor Nominal
En moneda local
En moneda extranjera
Capitalización de Mercado
En moneda local
En moneda extranjera
Volumen Negociado
1997
20 II. La economía argentina
II. La economía argentina 21
notablemente en aquellos plazos que vencían luego del recambio presidencial y el país perdió
toda la diferenciación en términos de riesgo soberano que había ganado con respecto a otros
países emergentes luego de la crisis rusa.
Este efecto se fue desvaneciendo a medida que se iban conociendo los resultados de las
encuestas y aún más luego de que el nuevo presidente fue electo. Entre principios de
septiembre y fines de diciembre el riesgo soberano cayó 300 puntos básicos y las cotizaciones
de títulos y acciones recuperaron alrededor de 10 por ciento de su valor.
El efecto año 2000 afectó principalmente a las tasas de interés ofrecidas por el sistema
financiero local, mientras que los mercados de deuda y acciones no se vieron mayormente
afectados, excepto por un bajo volumen de negocios.
Mercado de bonos y riesgo soberano
El riesgo soberano2 de Argentina finalizó 1999 en 660 puntos básicos, alrededor de
145 puntos básicos por debajo del nivel de diciembre de 1998. La incertidumbre generada
en torno a las elecciones presidenciales trajo consigo una pérdida de la diferenciación que se
había conseguido con respecto al resto de los países de América Latina a partir de la crisis
rusa. Si bien parte de esta diferenciación se recuperó temporalmente entre fines de agosto y
principios de noviembre a raíz del deterioro de la situación económica de algunos países
latinoamericanos3 , volvió a disminuir a medida que ésta se fue estabilizando.
Por su parte, la prima de riesgo cambiario finalizó 1999 en niveles similares a los
registrados al culminar el año anterior. El rendimiento implícito del futuro sobre el peso
(Non-deliverable forward, NDF) en relación con la tasa Libor se ubicó en un rango de 2 a 4
por ciento anual para los distintos plazos. Sin embargo, hubo dos períodos en los cuales la
prima de riesgo cambiario alcanzó niveles sumamente elevados. El primero fue durante la
crisis brasileña cuando el rendimiento implícito del futuro sobre el peso superó 10 por ciento
Diferenciación de
riesgos
Spread sobre US
Treasury Bond del índice
EMBI
Medido por el índice EMBI, publicado por J.P. Morgan.
Entre otros problemas se podría mencionar: la cesación del pago de intereses de los bonos Brady Discount en Ecuador, con la posterior
extensión de la moratoria a todos sus bonos Brady y eurobonos y la reestructuración de su deuda interna; el abandono del régimen de
bandas cambiarias en Chile y Colombia, con la consecuente depreciación de sus monedas; y la mayor depreciación de real ante la falta de
aprobación de medidas necesarias por parte del congreso.
2
3
BCRA
22 II. La economía argentina
Percepción del
riesgo cambiario
anual para todos los plazos, recuperando su nivel previo pocas semanas después ante la
estabilización del real. El segundo tuvo lugar entre mayo y octubre. En un principio se
produjo un incremento en los rendimientos requeridos, especialmente en los plazos cuya
madurez excedía el día de recambio presidencial, ampliándose notablemente el diferencial
entre las operaciones a un mes y a un año de plazo. A comienzos de octubre, ante la
proximidad de las elecciones, los rendimientos requeridos para operaciones a más corto plazo
subieron abruptamente, llegándose a evidenciar curvas de rendimientos invertidas.
Inmediatamente después de conocerse el resultado de los sufragios, la percepción de riesgo
cambiario comenzó a descender. A su vez, la suba que registró la tasa Libor a causa del efecto
año 2000 también favoreció la baja de los spreads implícitos requeridos.
Los títulos públicos fueron afectados por la volatilidad de los mercados en un entorno
de bajos volúmenes negociados. Los bonos Brady FRB y Discount finalizaron el año con un
alza de 6,5 por ciento, mientras el PAR cayó alrededor de 8,5 por ciento. El diferente
comportamiento de éste último radica en que sus cupones son a tasa de interés fija, lo cual
significa una desventaja ante los aumentos en las tasas internacionales. Los bonos globales en
dólares mostraron un comportamiento dispar pero en general no sufrieron grandes
Volumen
negociado
BCRA
II. La economía argentina 23
variaciones. Aquellos con vencimiento en los años 2001, 2003, 2006 y 2027 evidenciaron
subas cercanas a 1 por ciento, mientras los que vencen en el 2005, 2007 y 2017 cayeron 5,
3 y 1 por ciento, respectivamente.
Mercado accionario
Se produjo una nueva caída en los volúmenes operados en el mercado accionario local.
Durante 1999 se negoció un volumen promedio de 1.100 millones de pesos mensuales,
frente a 2.700 millones de pesos en 1998 y 3.400 millones de pesos en 1997. Uno de los
efectos de la crisis internacional sobre la economía local fue el menor crecimiento de las
corporaciones, que se reflejó en una importante merma en las cotizaciones de las acciones.
A principios de 1999, luego de la devaluación del real, los índices de acciones del mercado
local se encontraban en niveles cercanos a los mínimos registrados durante la crisis rusa. A
partir de ese momento, los precios de las acciones crecieron en forma prácticamente
constante debido a las mejores perspectivas de crecimiento de la economía para el año
siguiente.
Desde comienzos de la crisis internacional la evolución del precio de las acciones de las
empresas con mayor capitalización del mercado (medida por el índice Burcap) tuvo
claramente un mejor desempeño que la de aquéllas con mayor volumen de negocios (medida
por el índice Merval). Mientras que en el período entre julio de 1997 y diciembre de 1999
el índice Burcap creció casi 1 por ciento, el índice Merval cayó 32 por ciento. Sin embargo,
si se toma como referencia únicamente el último año ambos evidenciaron un
comportamiento similar, creciendo aproximadamente 27 por ciento en el año. Por su parte,
las acciones del sector bancario evidenciaron menores ganancias, creciendo tan sólo 12 por
ciento en 1999.
Cabe agregar que el mercado accionario fue impulsado entre los meses de abril y junio
de 1999 por el lanzamiento de la oferta de Repsol por acciones de Yacimientos Petrolíferos
Fiscales S.A. La operación finalmente se efectuó el 28 de junio a través de una oferta pública
de adquisición por un monto total de 13.158 millones de dólares. La empresa española
compró 83 por ciento de las acciones de la empresa a 44,78 dólares por acción. Ello sumado
al 15 por ciento que había adquirido al Estado Nacional en enero, dejaron a Repsol con 98
por ciento de la petrolera. Según la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, aproximadamente
Indices de acciones
BCRA
24 II. La economía argentina
3.200 millones de dólares fueron abonados localmente, al Estado Nacional (800 millones de
dólares), a las provincias de Mendoza, Santa Cruz y Chubut (1.000 millones de dólares), a
las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (390 millones de dólares) y a
otros inversores privados. Cabe mencionar que la mayor parte de estos fondos no retornaron
al mercado bursátil y que el mayor efecto de esta operación se manifestó en un aumento de
depósitos de las entidades financieras. En el mes de noviembre, con el objetivo de devolver
algo de liquidez al mercado local4 , comenzó a cotizar la empresa española Repsol-YPF, que
ya cotiza en los mercados bursátiles de Madrid y New York.
Inversores institucionales
Los activos de inversión de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones
(AFJP), los fondos comunes de inversión y las compañías de seguros continuaron mostrando
un crecimiento importante: durante 1999 se incrementaron en 30 por ciento (6.600
millones de pesos). Casi la mitad de las nuevas inversiones se dirigieron hacia títulos
públicos, mientras que alrededor de 30 por ciento fue a depósitos bancarios y 20 por ciento
hacia el mercado accionario.
El valor de los fondos de jubilaciones y pensiones continuó mostrando un alto
crecimiento en el año, con una suba de 46 por ciento, es decir, casi 5.300 millones de pesos.
Este aumento se descompone en 3.000 millones de pesos producto de mayores ingresos que
egresos y 2.300 millones de pesos producto de la rentabilidad del período. Por su parte, la
cartera de inversiones no sufrió mayores cambios. La mitad de los 16.800 millones de pesos
que administran permanecieron invertidos en títulos públicos, mientras que respecto al resto
de las inversiones sólo se verificó, ante la mayor estabilidad de los mercados en los últimos
meses del año, una leve sustitución de alrededor de 3 puntos porcentuales de certificados a
plazo fijo por acciones.
El patrimonio neto de los fondos comunes de inversión fue de 7.100 millones de pesos
a fin de 1999, mostrando un crecimiento de tan sólo 200 millones (3 por ciento) con
respecto al año anterior. Tal como viene sucediendo desde los inicios de la crisis financiera
internacional, los fondos que invierten en acciones y títulos públicos siguieron perdiendo
Cartera conjunta
de las AFJP, los FCI
y las Cías. de
Seguros
4 La acción de YPF era hasta junio de 1999 la acción con mayor volumen de negocios en el mercado local.
BCRA
II. La economía argentina 25
cuotapartes. De todas formas, el bajo crecimiento de los fondos comunes de inversión se
debió principalmente al menor dinamismo de los fondos de plazo fijo y dinero que
representan 78 por ciento del total de fondos, esto es, 5 puntos porcentuales más que en
1998. Tras haber subido durante los primeros meses de 1999, estos fondos sufrieron una
importante caída de 1.100 millones de pesos producto del rescate de 12 por ciento de las
cuotapartes. Entre las posibles causas de este efecto se pueden mencionar: el pago del
impuesto a las ganancias al que debieron hacer frente las empresas en mayo, acentuado por
la incorporación del impuesto a la ganancia mínima presunta; y el cambio de regulación que
entró en vigor el 31 de julio, que dispuso que 20 por ciento del patrimonio neto total de los
fondos comunes de inversión de dinero y plazo fijo debe estar invertido en colocaciones a la
vista5. Esta última medida, si bien reduce el riesgo de liquidez de este tipo de fondos
comunes, da lugar a una menor rentabilidad para los inversores, en especial ante el
incremento en las tasas de interés que tuvo lugar en los últimos meses del año por el
problema del año 2000, lo que podría haber inducido a los inversores a invertir directamente
en depósitos a plazo fijo bancarios.
Por su parte, los activos de inversión de las compañías de seguros crecieron alrededor de
1.100 millones de pesos (22 por ciento) en 1999. Los fondos totales que administran (6.000
millones de pesos) se encuentran invertidos principalmente en títulos públicos (45 por
ciento) y depósitos a plazo (34 por ciento). A lo largo del año, las inversiones en estos dos
tipos de activos se fueron incrementando en detrimento de las tenencias de acciones con
cotización en el mercado y de cuotapartes de fondos comunes de inversión.
3. Principales desarrollos monetarios
Durante 1999 el sistema financiero argentino debió confrontar el impacto potencial de
diversos sucesos, tales como la crisis de Brasil a comienzos de año, las elecciones
presidenciales en octubre y el problema del año 2000 en diciembre. La incertidumbre que
en general generan estos tipos de sucesos afecta la normal evolución de las variables
monetarias, e incluso, en el peor de los casos, puede inducir a los agentes económicos a
retirar sus fondos del sistema financiero. Sin embargo, a pesar del contexto adverso en que
debieron desenvolverse, las variables monetarias respondieron favorablemente, aunque
lógicamente su crecimiento resultó más pausado que en años anteriores.
Recursos monetarios
Durante 1999 los recursos monetarios del sector privado (M3*) crecieron 3,4 por
ciento alcanzando 85.600 millones de pesos a fin de diciembre de 1999. Este crecimiento,
claramente menor al de los últimos años, implicó, sin embargo, una importante
monetización de la economía argentina dada la contracción del producto. En este sentido,
la relación entre los recursos monetarios y el producto interno bruto se incrementó en más
de tres puntos porcentuales en el año, alcanzando aproximadamente 32 por ciento.
En términos de los recursos monetarios, se puede mencionar que los presagios de
situaciones conflictivas a lo largo del año no se cumplieron. La crisis en Brasil, lejos de
traducirse en pérdida de depósitos implicó entrada de capitales al sistema financiero. Por su
parte, la transición política se realizó en forma ordenada lo que llevó a que las variables
5 Una descripción más detallada de esta medida asi como sus objetivos y cronogramas de implementación se presenta en la sección 2 del
Capítulo III, en el item Fondos Comunes de Inversiones.
BCRA
BCRA
-481
-633
2.967
-38
-309
2.124
-230
-25
205
6.524
12.647
49.720
2.230
27.776
43.345
7.258
90.265
83.007
30,56
27.857
44.679
8.067
92.184
84.117
29,22
7.033
12.936
49.949
2.618
11.581
80.603
72.536
24.752
31.762
81
1.334
808
1.919
1.110
509
289
229
388
-305
2.224
1.415
-544
-60
*Incluye con signo positivo el stock de Títulos Públicos denominados en dólares involucrados en operaciones de pases pasivos.
-1.610
1.585
1.815
-1.228
25.296
11.886
78.379
71.121
-190
27.232
46.308
7.208
92.349
85.141
29,71
6.600
13.523
50.763
2.655
11.600
80.749
73.541
23.436
32.200
438
-625
1.629
-858
165
1.024
-433
587
814
37
19
146
1.004
-1.317
Trimestre III 1999
Nivel
Flujo
26.687
44.889
7.086
92.383
85.297
29,35
6.478
12.959
49.676
2.463
13.721
78.662
71.576
27.831
33.589
-545
-1.419
-122
34
156
-122
-563
-1.087
-193
2.121
-2.087
-1.965
4.395
1.389
Trimestre IV 1999
Nivel
Flujo
En millones de pesos
31.822
Trimestre II 1999
Nivel
Flujo
Recursos
monetarios y sus
fuentes de creación
Billetes y monedas
Depósitos totales
Depósitos privados
Por tipo
Cuenta corriente
Caja de ahorros
Plazo fijo
Otros
Por moneda
Moneda nacional
Moneda extranjera
Depósitos del sector público
Recursos monetarios totales
Recursos monetarios privados
Recursos monetarios / PIB
Reservas Internacionales
del sistema financiero
Reservas Internacionales
en el BCRA*
Trimestre I 1999
Nivel
Flujo
26 II. La economía argentina
II. La economía argentina 27
monetarias no evidenciaran importantes movimientos, mientras que el problema del año
2000 afectó a los depósitos aunque en proporciones muy lejanas a las que se podrían
considerar críticas.
Bajo estas circunstancias, los depósitos del sector privado no financiero aumentaron
2.540 millones de pesos (3,7 por ciento) en el año y ascendieron a 71.850 millones de pesos
a fin de diciembre de 1999. Este crecimiento, si bien es menor al observado en años
anteriores, es importante dado el contexto macroeconómico adverso en que se desarrolló.
Las colocaciones a plazo fijo explican el total del aumento de los depósitos privados. El
crecimiento de los depósitos a plazo fijo se produjo fundamentalmente durante el primer
trimestre y está asociado a la entrada de capitales, especialmente la registrada durante enero.
A lo largo del segundo trimestre, se observa un estancamiento en la evolución de este tipo
de colocaciones que vuelven a crecer los últimos días de junio de 1999. En este caso, la
importante entrada de capitales que significó la venta de acciones de Yacimientos Petrolíferos
Fiscales S.A. a Repsol se tradujo en un fuerte aumento de depósitos. Se considera que
alrededor de una tercera parte de los fondos que ingresaron por esta operación se quedaron
en el sistema financiero (alrededor de 1.000 millones de pesos). Posteriormente, las
colocaciones a plazo volvieron a estancarse entre julio y septiembre, aumentaron en octubre
y terminaron cayendo en diciembre.
En diciembre de 1999, los depósitos a plazo se redujeron 1.200 millones de pesos. Este
fenómeno, que no se había producido en años anteriores, era previsible en el contexto del
problema del año 2000. Uno de los escenarios posibles que se preveían para el fin de año
consistía en que las expectativas adversas de los agentes económicos sobre el grado de
respuesta del sistema financiero al problema informático que representaba el inicio del año
2000, se traduciría en una fuerte búsqueda de liquidez, en especial en los últimos días del
año, que llevaría a un retiro masivo de fondos del sistema financiero, generando un serio
problema de liquidez para las entidades. La realidad mostró una constante caída de depósitos
a plazo desde mediados de noviembre. En un principio, la caída de las colocaciones a plazo
fue compensada por el aumento en los depósitos a la vista. Pero, a partir de la segunda
quincena de diciembre, los depósitos a plazo fijo continuaron cayendo y se detuvo el
aumento de los depósitos a la vista, hasta que finalmente, durante la última semana del mes
Depósitos totales
del sector privado
BCRA
28 II. La economía argentina
Dolarización de
los depósitos a
plazo fijo
se incrementó el retiro de fondos, aunque exclusivamente de cuentas a la vista. De todas
formas, se debe subrayar que, la caída de depósitos durante el último mes del año, si bien
fue importante, 2,9 por ciento, estuvo lejos de ser crítica (considerando cifras en promedio,
rondó en apenas uno por ciento).
El proceso de dolarización de los depósitos continuó durante 1999. Es interesante
observar que la reacción de los agentes económicos, ante aumentos en la incertidumbre
generados por los diferentes shocks exógenos, es “dolarizarse” pero permaneciendo en el
sistema. Este comportamiento, refuerza el argumento a favor de la confianza en el sistema
financiero argentino. De esta forma, la participación de los depósitos a plazo fijo en dólares
respecto al total se incrementó más de tres puntos porcentuales en los últimos dos años,
promediando 75 por ciento en 1999.
Al analizar la evolución de los depósitos también es importante considerar el
comportamiento de inversores institucionales como los fondos comunes de inversión de
plazo fijo y money markets y los fondos de jubilaciones y pensiones.
Los depósitos de los fondos comunes de inversión de plazo fijo y money markets
presentaron una evolución dispar a lo largo del año. Durante los seis primeros meses de
1999, 32 por ciento del aumento de las colocaciones a plazo se canalizó a través de este tipo
de instituciones. Es así que sus depósitos a plazo fijo se incrementaron 1.000 millones de
pesos (20 por ciento) y llegaron a representar en junio de 1999, 12 por ciento del total de
este tipo de colocaciones (3,5 puntos porcentuales más que en junio de 1998). A partir del
31 de julio comenzó a regir el cambio en las normas que rigen a los fondos comunes de
inversión, ya descrito en la sección anterior. Esta modificación, que afectó principalmente a
los fondos de plazo fijo y los money markets , se tradujo en un aumento de sus depósitos en
caja de ahorros, por aproximadamente 1.000 millones de pesos, mientras se redujeron sus
colocaciones a plazo fijo. Finalmente, desde mediados de noviembre se observó un cambio
en la política de liquidez de los fondos comunes de inversión, que prefirieron mantener una
mayor proporción de su cartera en activos líquidos ante la problemática del año 2000. En
consecuencia, se realizaron traspasos de depósitos a plazo a depósitos a la vista por montos
estimados en 400 millones de pesos.
Los fondos de jubilaciones y pensiones mostraron un comportamiento diferente.
Durante 1999, los depósitos a plazo fijo de estas instituciones se incrementaron en 430
BCRA
II. La economía argentina 29
millones de pesos (19,7 por ciento) llegando a representar 5 por ciento del total de los
depósitos a plazo fijo privados. Casi la totalidad del crecimiento se produjo a fin de junio
cuando utilizaron el resultado de la venta de acciones de Yacimientos Petrolíferos Fiscales
S.A. que poseían para realizar colocaciones a plazo. En general, los fondos de jubilaciones y
pensiones no renovaron las inversiones a plazo de rendimiento variable y prefirieron realizar
colocaciones a plazo de rendimiento fijo.
El circulante en poder del público, si bien creció 1,9 por ciento en el año, hasta
diciembre presentó caídas interanuales. Este diferente comportamiento que se produjo a lo
largo del año se basa en dos aspectos. En primer lugar, el continuo proceso de bancarización
implicó la utilización por parte de un mayor número de personas de los servicios bancarios
y se reflejó en una constante reducción de la participación del circulante en poder del
público en los recursos monetarios totales (considerando el promedio de los doce meses, la
participación del circulante en poder del público en los recursos monetarios totales se redujo
más de 3 puntos porcentuales en los últimos dos años). El otro aspecto que afectó el
comportamiento del circulante fue las expectativas que generó el problema del año 2000 en
los agentes económicos, que provocó una demanda adicional de liquidez.
Los medios de pago del sector privado en pesos (M2) disminuyeron 2,4 por ciento
durante 1999 y de esta forma, continuó la reducción de su participación en los recursos
monetarios. En este sentido, la relación entre M2 y M3* promedió 32 por ciento en el año,
tres puntos porcentuales menos que en 1998. En este comportamiento influyó el contexto
recesivo de la economía argentina durante 1999.
Todos estos desarrollos determinaron un crecimiento de 4,9 por ciento de las reservas
internacionales del sistema financiero -reservas internacionales del Banco Central más
integración de requisitos de liquidez en el exterior-, que al 31 de diciembre de 1999
alcanzaron 33.589 millones de pesos.
Tasas de interés
La evolución de las tasas de interés a lo largo del año resultó influenciada por diversos
motivos tanto exógenos como endógenos al sistema financiero. Durante el primer semestre,
Tasas de interés y
riesgo país
BCRA
30 II. La economía argentina
el comportamiento de las tasas de interés estuvo asociado básicamente a los vaivenes de la
situación financiera internacional. En los primeros días del año, el aumento del riesgo
soberano producto de la devaluación en Brasil se tradujo en un fuerte incremento de las tasas
de interés locales que comenzaron a reducirse a partir de febrero. Hasta mayo se observó una
clara tendencia decreciente de las tasas de interés, interrumpida abruptamente por la suba de
los riesgos soberano y cambiario. A partir del tercer trimestre, la evolución de las tasas de
interés se asoció más fuertemente a factores internos. En este sentido, los cambios en la
liquidez del mercado, las expectativas ante las elecciones presidenciales y la situación del
sistema financiero para enfrentar la problemática del año 2000, impactaron en las tasas de
interés durante los últimos meses del año.
Las tasas de interés por depósitos a plazo fijo promediaron en el año 8,0 por ciento y
6,4 por ciento para operaciones en pesos y dólares, respectivamente. Luego del fuerte
incremento que evidenciaron en enero, descendieron rápidamente y en abril se situaron en
los niveles más bajos de los últimos años. A partir de la segunda quincena de mayo, las tasas
de interés por depósitos volvieron a aumentar de manera significativa, en especial, las
correspondientes a depósitos de más de un millón de pesos a plazos superiores a 60 días, que
llegaron casi a duplicar las tasas de interés en pesos para depósitos de menor tamaño y plazo.
Este comportamiento se puede atribuir, entre otros motivos, a la actitud de ciertas entidades
que trataban de fondear con depósitos de largo plazo, la compra de dólares al contado de
modo de poder tener cobertura sobre operaciones de venta de dólar futuro. Las tasas de
interés por depósitos se mantuvieron en niveles elevados durante el cuarto trimestre del año
y en diciembre, alcanzaron los registros más altos del año.
Cabe señalar que las tasas de interés por depósitos en cajas de ahorro, que suelen
permanecer relativamente estables a lo largo del tiempo, evidenciaron un aumento
significativo en diciembre: alrededor de 0,4 puntos porcentuales respecto a los meses
anteriores tanto para las operaciones en pesos como en dólares. La explicación de este
comportamiento se encuentra en la mayor participación en ese mes de depósitos de fondos
comunes, que reciben una remuneración sustancialmente más alta que el resto.
Las tasas de interés por préstamos al sector privado, si bien manifestaron alguna
diferencia en su evolución según el tipo de operatoria, no resultaron ajenas al desarrollo
comentado para el resto de las tasas de interés. Considerando las operaciones en pesos y
dólares en conjunto, las tasas de interés resultaron superiores en promedio en 1999 respecto
al año anterior, excepto las correspondientes a préstamos personales (incluyen operaciones
vinculadas al financiamiento a través de tarjetas de crédito) que continuaron evidenciando
una tendencia decreciente.
Las tasas de interés por préstamos a corto plazo entre entidades financieras reflejaron las
condiciones de liquidez del mercado monetario y promediaron en el período considerado
7,0 por ciento y 6,1 por ciento para operaciones en pesos y dólares, respectivamente. A lo
largo del año, las tasas de interés correspondientes a este tipo de operatoria combinaron
períodos en los que los niveles observados resultaron los más bajos de los últimos años con
aumentos en sus niveles en enero, mayo, octubre y diciembre. Estas variaciones se
relacionaron con los sucesos mencionados anteriormente, como la crisis de Brasil, las
elecciones presidenciales y el efecto año 2000.
BCRA
II. La economía argentina 31
Indicador de
liquidez sistémica
Programa contingente de pases
El programa contingente de pases fue firmado en diciembre de 1996 con un grupo de
instituciones financieras internacionales -a diciembre de 1999 sumaban 16- y tiene por
objetivo dotar al sistema de liquidez a partir de ciertos activos que las entidades financieras
mantienen habitualmente en sus carteras, en el caso en que el sector financiero enfrente un
problema de liquidez sistémica.
De acuerdo con este programa, el Banco Central tiene la opción de realizar operaciones
de pase pasivo con títulos del Gobierno Nacional y letras hipotecarias emitidas según Ley
24.441, ambos denominados en dólares. En caso de ejercerse la opción, el Banco Central
recompraría, al vencimiento de la operación, los activos por un valor igual al precio de venta
más una prima que considera la tasa de interés Libor y un cargo adicional promedio de 207
puntos básicos. Se prevé que el programa sea ampliado incluyendo otros activos subyacentes
tales como préstamos otorgados por las instituciones financieras a las provincias con garantía
de coparticipación federal de impuestos y préstamos con prendas sobre automotores.
A mediados de 1999, el programa fue notablemente fortalecido con el aporte realizado
por el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, que otorgaron sendas líneas
de préstamos contingentes de 500 millones de dólares cada una. Los recursos de estos
préstamos sólo pueden ser desembolsados cuando se ejecute la facilidad y están destinados a
cubrir los márgenes de garantías (margin calls). Actualmente, los recursos totales del
programa -incluyendo los correspondientes al Banco Mundial y el Banco Interamericano de
Desarrollo- proveen liquidez por 7.450 millones de dólares.
El fortalecimiento del programa contingente de pases contribuye a aumentar la
seguridad del sistema bancario reduciendo el riesgo para sus participantes. De esta manera,
también se generan incentivos adicionales para aumentar el número de instituciones
financieras internacionales participantes en el programa, lo cual es imprescindible, en la
medida que los depósitos sigan creciendo, para lograr cubrir un porcentaje objetivo aproximadamente, entre 8 por ciento y 10 por ciento- de los depósitos del sistema.
BCRA
32 II. La economía argentina
El objetivo primordial del programa es generar un fuerte efecto disuasivo frente a
potenciales retiros de depósitos, en su carácter de seguro de liquidez, proporcionando
confianza a los mercados. La posibilidad de que sea ejecutado es remota, porque está
diseñado para actuar como última línea de defensa ante crisis financieras muy graves,
superiores al “Tequila”, en virtud de que los primeros recursos en ser liberados serían los
requisitos de liquidez y las reservas excedentes del Banco Central. En este sentido, la suma
de los tres componentes de la liquidez del sistema financiero argentino representaron poco
menos de 40 por ciento del total de depósitos a diciembre de 1999.
4. Sistema bancario
Introducción
El alto grado de solvencia y liquidez del sistema financiero permitieron conservar la
confianza de los inversores, evitando así que el sector se transformase en un agente
amplificador de las condiciones de incertidumbre imperantes durante el período.
A pesar del menor ritmo de crecimiento agregado del nivel de intermediación
financiera, el proceso de consolidación del sector bancario no se detuvo durante el período
bajo consideración. El número de entidades financieras se redujo significativamente y la
participación de las primeras 20 entidades en el total de activos del sector continuó
creciendo, pasando de 79 por ciento en diciembre de 1998 a 83 por ciento en diciembre de
1999. Este proceso de cambio estructural de la banca prosiguió su desarrollo en un ambiente
de creciente competencia motivando una fuerte presión sobre los precios de los servicios
ofrecidos por la banca y generado como consecuencia una mayor disciplina de costos.
Otra manifestación del contexto económico adverso durante el período bajo
consideración, fue el deterioro registrado por la calidad de la cartera crediticia de las
entidades. Este desarrollo, a pesar del avance en el manejo del riesgo crediticio y de las
reacciones de política por parte de las entidades, impactó significativamente en la
rentabilidad de las entidades. Cabe destacar, sin embargo, que la menor rentabilidad de 1999
no afectó el grado de solvencia del sector bancario, que se mantuvo en niveles muy por
encima de los recomendados internacionalmente.
Activo del sector
bancario
BCRA
II. La economía argentina 33
Situación patrimonial
En el marco de una economía con una sensible disminución de su nivel de actividad,
el sector bancario finalizó 1999 registrando un leve crecimiento. El activo neteado y
consolidado5 del conjunto de las entidades financieras creció 2,3 por ciento en el año.
Conforme la evolución de las distintas etapas de la crisis, el sector fue observando una clara
desaceleración en el crecimiento de su nivel de intermediación desde el segundo semestre de
1998. En este sentido, el incremento del activo neteado y consolidado del sector bancario
fue de 20 por ciento y 11,5 por ciento en 1997 y 1998, respectivamente.
A la par del menor crecimiento, se observaron algunos cambios importantes en la
composición de las colocaciones y el fondeo. Por un lado, el sector bancario registró fuertes
incrementos en la tenencia de activos líquidos y en la tenencia de deuda del sector público.
Estos desarrollos recogieron tanto cambios normativos como los efectos de un
comportamiento más prudente por parte de las entidades y conservador por parte de los
consumidores de servicios financieros (ante el contexto de mayor incertidumbre sobre la
evolución de la macroeconomía) y de fuertes necesidades de financiamiento del sector
público. Por otro lado, considerando los cambios en el financiamiento del sector y ante la
importante desaceleración del ritmo de crecimiento de los depósitos, se destacó la evolución
del fondeo externo.
Dic-98
Dic-99
Variación
en porcentaje
en millones de pesos
Activos totales
118.405
121.105
2.700
2,3
Activos líquidos
26.663
28.761
2.099
7,9
Préstamos al sector no financiero (1)
78.329
78.331
2
0,0
Sector público
9.316
11.991
2.675
28,7
Sector privado
69.013
66.340
-2.673
-3,9
-5.485
-5.999
-513
9,4
Previsiones por préstamos
Otros créditos por intermediación financiera
5.748
6.956
1.208
21,0
Otros activos
13.150
13.055
-95
-0,7
Pasivos totales
102.138
105.116
2.978
2,9
Depósitos del sector no financiero (1)
78.718
80.680
1.962
2,5
Otras obligaciones por intermediación financiera
19.346
19.289
-56
-0,3
Obligaciones negociables
5.288
5.087
-200
-3,8
Líneas de préstamos del exterior
8.991
10.279
1.288
14,3
Obligaciones subordinadas
1.414
2.206
791
56,0
Otros pasivos
2.660
2.941
281
10,6
16.267
15.989
-278
-1,7
Patrimonio neto
Principales cambios
en el balance
consolidado
Diciembre de 1998
y diciembre de 1999
(1) No incluye intereses devengados y ajustes.
Nota: El balance neteado y consolidado del sector se obtiene al deducir las duplicaciones contables introducidas al registrar las
operaciones de pase y compra-venta a plazo y al contado a liquidar y las operaciones entre las entidades.
Algunas cifras fueron corregidas - respecto de las que surgen directamente de los estados contables - para evitar el efecto de
cambios introducidos durante el perodo en la metodología de registración.
5
Es decir, neteando del activo total la duplicación contable introducida por la registración de operaciones de pase y compra-venta a
término y contado a liquidar de activos financieros, y consolidando las operaciones entre entidades financieras.
BCRA
34 II. La economía argentina
Analizando los activos del sector bancario, se observa que los activos líquidos6
aumentaron casi 2.100 millones de pesos (8 por ciento) entre diciembre de 1998 y diciembre
de 1999. Este incremento se explicó fundamentalmente por aumentos significativos en la
integración de requisitos de liquidez y la tenencia de títulos públicos. El incremento de la
integración de requisitos de liquidez (1.400 millones de pesos, es decir, 10 por ciento) fue
consecuencia del aumento de los depósitos y de un conjunto de cambios transitorios en la
norma al comienzo y final del período7. Con relación a la evolución de la tenencia de títulos
públicos, que creció 1.200 millones de pesos (18 por ciento) durante 1999, se registró un
importante aumento del monto de títulos mantenidos en cuenta de inversión, parcialmente
compensado por una disminución de la cartera para operaciones de compra-venta o
intermediación.
Durante 1999 se registró una transferencia de préstamos a fondos fiduciarios -en gran
parte, consecuencia de la reestructuración de varias entidades en el primer semestre del añosobre los que algunas entidades del sistema poseen derechos de propiedad. Este fenómeno
tuvo un impacto negativo sobre el monto del rubro “Préstamos” reportados en el balance
agregado del sector. Si se incluyese el monto de los créditos transferidos a fideicomisos, la
cartera de préstamos al sector no financiero mostraría un leve incremento de
aproximadamente 2,6 por ciento en 1999, en lugar del virtual estancamiento que se observa
al comparar directamente los balances consolidados a principio y a fin del período.
La ausencia de variación en el agregado de los préstamos al sector no financiero -esto
es, sólo considerando los datos reportados en balance- se debió a un fuerte incremento de
2.700 millones de pesos (es decir, un crecimiento de 29 por ciento) en los préstamos
otorgados al sector público, a la par de una disminución en los préstamos al sector privado
por igual magnitud (en gran parte afectados por la transferencia de créditos a fideicomisos
antes comentada), incluyendo una retracción de 600 millones de pesos en colocaciones en
Préstamos con
fideicomisos de
bancos
reestructurados
En miles de millones
de pesos
6
Se define activos líquidos a la suma de efectivo y otras disponibilidades, títulos públicos, títulos privados con cotización e integración de
requisitos mínimos de liquidez.
7
Además, hay que tener especialmente en cuenta que el cumplimiento de la norma sobre requisitos mínimos de liquidez se realiza en
promedio a lo largo de cada mes; como los datos de balance corresponden a las cifras del último día de cada mes, las variaciones registradas
en la integración de requisitos de liquidez no siempre reflejan adecuadamente su evolución.
BCRA
II. La economía argentina 35
el exterior.
La preferencia de las entidades de financiar al sector público resultó evidente durante el
segundo trimestre del año, cuando prácticamente la totalidad del aumento del saldo de
préstamos se debió a aquellos otorgados al sector público. Al Gobierno Nacional le fueron
concedidos 56 por ciento de este tipo de préstamos, en su mayor parte a través de licitaciones
de pagarés-bonos, correspondiendo el resto a préstamos concedidos a provincias,
municipalidades y otros entes públicos.
En lo que respecta a los préstamos otorgados al sector privado no financiero, se destaca
la disminución observada de los préstamos comerciales, en especial adelantos (-9 por ciento)
y documentos (-5 por ciento), consecuencia en gran medida de la caída del nivel de actividad
económica. Por su parte, los créditos hipotecarios y en menor medida los otorgados con
tarjetas de crédito fueron los instrumentos que observaron una evolución positiva durante el
año al crecer 3 por ciento y 2,5 por ciento, respectivamente, recogiendo los efectos de
condiciones operativas particulares en estos segmentos de negocios, estrategias a mediano
plazo de las entidades y características intrínsecas de los instrumentos.
Con respecto a la evolución del pasivo del sector bancario consolidado, se observa que
los depósitos del sector no financiero continuaron proveyendo la mayor cantidad de fondos
a las entidades financieras. En el agregado, los depósitos del sector no financiero aumentaron
aproximadamente 2.000 millones de pesos (2,5 por ciento), lo que representó una
desaceleración del ritmo de crecimiento respecto de lo observado en los últimos años (29 por
ciento y 13 por ciento en 1997 y 1998, respectivamente). Sin embargo, este
comportamiento debe ponderarse teniendo en consideración tanto el contexto de fuerte
disminución del nivel de actividad y precios y mayor incertidumbre macroeconómica
presente a lo largo del año, como las expectativas del impacto del problema del año 2000.
Por último cabe mencionar que se continuó registrando un aumento en el grado de
concentración de los depósitos, como lo muestra la suba de 3 puntos porcentuales en la
participación dentro de este rubro de las 10 entidades más grandes del sector, que alcanzaron
un nivel de 71 por ciento a diciembre de 1999.
Por otra parte, se mantuvo el acceso del sistema financiero al crédito externo, aún en
un período en que predominaron las condiciones adversas para el financiamiento a mercados
emergentes. En este sentido, el incremento del financiamiento externo fue de
aproximadamente 1.830 millones de pesos (13 por ciento), explicado fundamentalmente
por el aumento de las líneas de crédito del exterior (1.290 millones de pesos, 14 por ciento),
y en menor medida por la colocación de deuda subordinada (aumento neto de casi 300
millones de pesos, 35 por ciento) y obligaciones negociables (200 millones de pesos, 5 por
ciento). Cabe destacar que el aumento de las líneas de crédito del exterior se debió a un
crecimiento transitorio en diciembre de 1.700 millones de pesos (a enero de 2000, el saldo
por este concepto se estabilizó en un nivel similar al registrado en diciembre de 1998). Por
su parte, el monto total (es decir, incluyendo colocaciones en mercados locales) de
obligaciones negociables cayó 200 millones de pesos, mientras que el de deuda subordinada
aumentó 790 millones de pesos.
Por último, el patrimonio neto del sector bancario consolidado disminuyó
aproximadamente 280 millones de pesos durante 1999. Esta variación se originó
básicamente en una importante disminución de los resultados no asignados, no compensada
por el incremento del capital social. Por un lado, el saldo de resultados no asignados
BCRA
36 II. La economía argentina
Resultado sobre
patrimonio neto
Anualizado
disminuyó poco más de 500 millones de pesos, recogiendo el efecto promedio de
importantes imputaciones de resultados de ejercicios anteriores por parte de cada entidad,
conjuntamente con menores resultados en el último ejercicio. Por otro lado, la suma del
capital y aportes no capitalizados se incrementó sólo 300 millones de pesos (3 por ciento).
Cabe destacar que la evolución del capital social del sector bancario estuvo
significativamente influenciada por el cierre y reestructuración de entidades ocurridos
durante el año, ya que si se consideraran sólo las entidades que operaron durante todo el
período se obtendría un aumento de aproximadamente 9 por ciento.
Rentabilidad
El conjunto de entidades financieras obtuvo un beneficio neto de 320 millones de pesos
durante 1999, es decir, la mitad de lo observado en el año anterior (650 millones de pesos)
y un tercio de lo correspondiente a 1997 (1.000 millones de pesos). Los beneficios netos
generados en el período bajo consideración, determinaron una rentabilidad en el sector
bancario agregado de 0,3 por ciento en términos del activo neteado y de 1,9 por ciento en
términos del patrimonio neto, siendo significativamente menor aún a la ya baja rentabilidad
observada en los últimos años. La rentabilidad para el conjunto de entidades se correspondió
con beneficios en términos del patrimonio neto de 2,4 por ciento para los bancos públicos
y 1,8 por ciento para los bancos privados8. Cabe mencionar, sin embargo, que en el grupo
de entidades privadas se observó en el período una dispersión significativa de la rentabilidad;
por ejemplo, los 9 bancos privados más grandes, en términos de activos neteados, obtuvieron
beneficios equivalentes a 8,8 por ciento del patrimonio neto promedio.
Durante 1999 el resultado neto del sector bancario resultó afectado por una marcada
disminución del margen por intermediación (ingresos netos por intereses y servicios) y por
un significativo incremento del previsionamiento de créditos durante el período. El
incremento de los ingresos netos por tenencia de activos financieros y la disminución de la
carga de los costos operativos no fueron suficientes como para compensar la evolución
8
Cabe mencionar que estos valores se hayan influidos por el comportamiento de un banco privado que incurrió en importantes gastos
extraordinarios en concepto de cargos por incobrabilidad y, en menor medida, gastos administrativos, habiendo estado relacionados con
el proceso previo de integración con otra entidad. Si esta entidad fuese excluida, la rentabilidad de todo el sector bancario sería de 3 por
ciento en términos del patrimonio neto promedio en el año 1999, mientras que la rentabilidad del grupo de bancos privados sería de 3,6
por ciento en el mismo período.
BCRA
II. La economía argentina 37
negativa de aquellos componentes. En la explicación de estos comportamientos han tenido
injerencia tanto factores estructurales como coyunturales. En este sentido, se deben
mencionar, por un lado, el aún reducido tamaño de la banca, el marco de fuerte
competencia entre los principales participantes del negocio y las políticas de expansión de
las entidades presentes en los últimos años; y por otro lado, el contexto de incertidumbre
macroeconómica, con sus efectos sobre las tasas de interés, el crecimiento y la calidad de la
cartera crediticia.
En el marco de un descenso del beneficio total en términos de los activos neteados de
0,3 puntos porcentuales durante 1999, el margen por intermediación de las entidades
financieras se redujo 0,4 puntos porcentuales del activo neteado. Esta caída se debió a
sendas disminuciones en los resultados por intereses y por servicios. Con relación al
primero (-0,2 puntos porcentuales del activo), se destacó el efecto casi exclusivo de un
importante aumento de los egresos por intereses, que en términos del activo se
incrementaron 0,3 puntos porcentuales llegando a 4,8 por ciento en el año (la tasa pasiva
implícita promedio de los depósitos pasó de 7,1 por ciento anual en el año anterior a 7,4
por ciento anual en 1999). Por su parte, el nivel de los ingresos por intereses en términos
del activo se mantuvo prácticamente estable en el período, permaneciendo en torno de 9,2
por ciento anual. Con respecto a la caída del resultado por servicios (-0,2 puntos
porcentuales del activo), se debe remarcar que se debió principalmente a la disminución de
los ingresos relacionados a comisiones por obligaciones y créditos (en conjunto, -0,2
puntos porcentuales del activo), como consecuencia tanto de menores precios como de
cambios en la composición de la cartera activa, y a comisiones por intermediación en
operaciones en oro y moneda extranjera (-0,1 punto porcentual).
El deterioro de la calidad de la cartera crediticia demostró tener un impacto relevante
en la rentabilidad de las entidades financieras. Como consecuencia del reconocimiento de
un significativo aumento de las pérdidas esperadas por créditos irrecuperables, los cargos
por incobrabilidad se incrementaron 0,4 puntos porcentuales del activo neteado en el
1997
1998
1999
Resultado por intereses
4,1
4,6
4,3
Resultado por servicios
3,3
3,1
2,9
Resultado por activos
1,0
0,7
0,9
Gastos de administración
-6,4
-6,2
-6,0
Cargos por incobrabilidad
-2,2
-1,7
-2,1
Cargas impositivas
-0,4
-0,4
-0,4
0,3
0,3
0,4
-0,3
-0,3
-0,3
Diversos
1,6
0,5
0,5
Resultado operativo
0,6
1,0
0,9
Resultado financiero
-0,4
0,4
0,1
Resultado total
1,0
0,6
0,3
Resultado total / Patrimonio neto
6,3
4,0
1,9
Otros resultados financieros
Impuesto a las ganancias
Estructura de la
rentabilidad
En porcentaje del
activo neteado
Nota: Resultado operativo = resultado por intereses + resultado por servicios - gastos de administración - cargas impostivas sobre intereses
y servicios.
Resultado financiero = resultado operativo + resultado por activos - cargos por incobrabilidad + otros resultados financieros
BCRA
38 II. La economía argentina
período, alcanzando un nivel de 2,1 por ciento frente a 1,7 por ciento en 1998. Los bancos
privados registraron un aumento de sus cargos por incobrabilidad de 0,5 puntos
porcentuales del activo (alcanzando 2,3 por ciento en el año), mientras que los bancos
públicos vieron aumentado el nivel de este concepto en 0,1 punto porcentual del activo
(llegando a 1,2 por ciento en el año)9. Considerando la relación de estos gastos con la
valuación de los servicios financieros es posible apreciar mejor el impacto sobre la
rentabilidad; esto es, se observa que los cargos por incobrabilidad aumentaron
significativamente más que los intereses devengados por préstamos, pasando su relación de
18,8 por ciento en 1998 a 22,1 por ciento en 1999.
Un elemento que evitó un mayor descenso de la rentabilidad del conjunto de las
entidades financieras durante 1999 fue la recuperación del resultado por tenencia de activos
financieros, que registró un incrementó de 0,2 puntos porcentuales del activo neteado en el
período bajo análisis, alcanzando un nivel de 0,9 por ciento (el incremento en los bancos
privados fue de 0,3 puntos porcentuales, llegando a un nivel de 1,1 por ciento). Desagregando
el aumento del resultado por activos, se debe ponderar en primer lugar el incremento
registrado en el ingreso neto por participaciones transitorias (0,1 punto porcentual del activo),
seguido por el aumento del resultado por títulos públicos, y en último lugar la importante
disminución de las pérdidas por opciones. Respecto de las causas del aumento del resultado
por tenencia de títulos públicos, caben mencionar los efectos del crecimiento de la cartera de
estas especies y de la recuperación general de su precio durante 1999.
Respecto de la evolución de los costos operativos del sector bancario en el período bajo
análisis, se observó que los gastos administrativos en términos del activo neteado
descendieron de 6,2 por ciento en 1998 a 6,0 por ciento en 1999. El comportamiento de
este indicador recogió el efecto de un bajo crecimiento del monto de gastos totales (1,8 por
ciento), basado en la contención de los gastos en personal (en conjunto, remuneraciones y
Calidad de cartera
del sector bancario
En porcentajes
Dic-96
Dic-97
Dic-98
Jun-99
Dic-99
Indicadores de irregularidad y exposición
Cartera Irregular / Financiaciones
(Cartera Irreg. - Irrec.) / (Financiaciones - Irrec.)
(Cartera Irreg. - Previsiones) / Financiaciones
(Cartera Irreg. - Previsiones) / Patrimonio Neto
13,6
9,1
5,5
29,4
11,6
7,4
4,5
28,7
10,3
6,5
4,0
26,4
10,9
7,2
4,2
29,1
11,5
7,1
4,6
34,6
Irregularidad por sector (1)
Público no financiero
Financiero
Privado no financiero
Con garantías preferidas autoliquidables
Con otras garantías preferidas
Sin garantías preferidas
0,4
4,4
16,2
2,6
22,2
13,6
0,4
2,9
13,8
7,9
19,8
10,8
0,1
2,1
12,2
6,3
17,9
9,4
0,1
2,9
13,0
5,1
19,2
10,0
0,1
3,7
13,9
4,1
20,9
10,4
Irregularidad por tipo (1)
Cartera comercial
Cartera comercial hasta $200.000 (2)
Cartera de consumo y vivienda
10,5
n.d.
18,5
9,0
18,9
15,1
7,5
18,6
13,6
7,7
20,0
15,1
7,8
21,2
16,5
(1) Cartera irregular / Financiaciones para cada tipo de deuda.
(2) Conformada por créditos comerciales de hasta $200.000 que las entidades consideran a los efectos de su clasificación y
prervisionamiento como de consumo y vivienda (Comunicación "A" 2358).
Notas: la cartera irregular comprende las categorías 3 a 6, mientras que la cartera irrecuperable incluye las categorías 5 y 6 de la
calificación de deudores. Las cifras no incluyen los créditos irrecuperables que, a partir de agosto de 1995, se deducen del activo y
se contabilizan en cuentas de orden.
9 Los cargos por incobrabilidad en 1999, que resultarían de excluir la entidad financiera aludida en la nota al pie anterior, serían de 1,9
por ciento para todo el sector y de 2,1 por ciento para los bancos privados.
BCRA
II. La economía argentina 39
cargas sociales representan 54 por ciento del total y sólo aumentaron 0,1 por ciento), a pesar
del importante crecimiento de los gastos en servicios profesionales y honorarios (7 por
ciento) y amortizaciones (14 por ciento). La evolución del gasto en personal se correspondió
con un menor nivel de empleo y una virtual estabilidad del salario promedio (excluidas las
cargas sociales) para todo el sector respecto del año anterior (luego de crecer casi 8 por ciento
en 1998, el salario promedio permaneció en torno a 2.800 pesos en 1999). Cabe destacar
que la disminución del gasto administrativo en términos del activo neteado para los bancos
públicos superó el descenso observado para los bancos privados (0,6 puntos porcentuales y
0,1 puntos porcentuales, respectivamente). También es preciso mencionar que la relación
entre el margen por intermediación y los gastos administrativos -que junto a la relación
gastos a activos, constituyen los indicadores simples de eficiencia más utilizados-, luego de
aumentar significativamente en 1998, mostró una suave mejora en el período bajo análisis.
Calidad de la cartera crediticia
Durante el año 1999, la calidad de la cartera de financiaciones observó un deterioro
importante, en el marco de un quiebre en la tendencia ocurrido en el segundo semestre de
1998 y luego de casi tres años de persistente mejora. Condicionando la capacidad de repago
de las distintas unidades económicas, el contexto económico de recesión y de marcada
incertidumbre que caracterizó al período bajo análisis ejerció un impacto significativo en el
comportamiento de la calidad de los activos del conjunto de las entidades financieras. Sin
embargo, cabe destacar que el riesgo crediticio del sector registró una evolución
relativamente favorable dada la situación macroeconómica -por ejemplo, los niveles de
morosidad no llegaron a superar lo observado a principios de 1998-, manifestando una
mejoría en la capacidad promedio de gestión y cobertura de dicho riesgo por parte de las
entidades.
Considerando los principales indicadores de calidad de la cartera crediticia del sector
bancario, se puede observar que la cartera irregular en términos de las financiaciones totales
ascendió a 11,5 por ciento en diciembre de 1999 desde 10,3 por ciento en diciembre de
1998. Este incremento de la irregularidad bruta en el período surgió como consecuencia de
un aumento de la cartera irregular (13 por ciento), compensado sólo parcialmente por el
crecimiento de las financiaciones totales (1 por ciento). El indicador de irregularidad bruta
registró un aumento tanto para los bancos públicos, pasando de 16,6 por ciento a 18,8 por
ciento, como para los bancos privados, pasando de 6,8 por ciento a 7,1 por ciento.
Irregularidad de la
cartera crediticia
Cartera irregular neta de
previsiones/financiaciones
BCRA
40 II. La economía argentina
Las entidades financieras -en especial, los bancos privados- realizaron un importante
esfuerzo para evitar una caída significativa del nivel de cobertura del riesgo de crédito. Las
previsiones registradas en el balance10 para el sector bancario agregado crecieron 10 por
ciento durante 1999, manteniendo aproximadamente su relación con la cartera irregular en
torno a 60 por ciento, al tiempo que los bancos privados aumentaron en 5 puntos
porcentuales este indicador, llegando a un nivel de 71 por ciento. En consecuencia, la cartera
irregular neta de previsiones en términos de las financiaciones totales registró un incremento
relativamente leve, al pasar de 4 por ciento en diciembre de 1998 a 4,6 por ciento en
diciembre de 1999 (el indicador para los bancos privados disminuyó de 2,3 por ciento a 2,1
por ciento). Por otra parte, y como consecuencia de la disminución del patrimonio neto, el
indicador de exposición patrimonial al riesgo de crédito aumentó de 26,4 por ciento en
diciembre de 1998 a 34,6 por ciento en diciembre de 1999 (para los bancos privados,
descendió de 17,7 por ciento a 17,4 por ciento).
A los efectos de enriquecer el análisis respecto de la evolución de la morosidad durante
1999, así como de las políticas encaradas por el conjunto de las entidades frente al contexto
de alta incertidumbre macroeconómica, conviene remarcar las diferencias que existieron en
el comportamiento de las financiaciones según las distintas clasificaciones. En términos del
destino de la asistencia, se observa que el incremento de la morosidad agregada devino
fundamentalmente del crecimiento de la irregularidad en la cartera de consumo y vivienda
de 3 puntos porcentuales (alcanzando 16,5 por ciento a fin del período, consecuencia del
aumento de 24 por ciento en el monto de la cartera en situación irregular). Si se considera
el tipo de prestatario, se debe resaltar la influencia del incremento de la morosidad de las
financiaciones otorgadas al sector privado no financiero, en especial las respaldadas con
garantías preferidas (cuya irregularidad pasó de 18 por ciento a 21 por ciento). Por último,
el aumento significativo de las financiaciones al sector público no financiero (25 por ciento
en el período), permitió que las entidades suavizaran el impacto del crecimiento de la
irregularidad de su cartera crediticia.
Solvencia
El grado de solvencia del sector bancario no se modificó sustancialmente entre
Integración de
capital
En términos del activo
ponderado por riesgo,
según criterio de Basilea
Es decir, este monto no incluye las previsiones dadas de baja del balance correspondientes a créditos irrecuperables dados de baja del
balance durante el período. Estos créditos representaron 22 por ciento de las previsiones totales en balance registradas a principios del año.
10
BCRA
II. La economía argentina 41
diciembre de 1998 y diciembre de 1999, manteniéndose en niveles muy superiores a los
estándares internacionales. En el período bajo consideración, si bien los principales
indicadores de capitalización registraron incrementos significativos, éstos se originaron
fundamentalmente en los cambios introducidos en la regulación de capitales mínimos
durante el año, en particular la modificación en agosto de la tabla de correspondencias entre
el costo financiero del crédito y el factor de riesgo por tasa de interés (Ir). Así, la integración
de capital en términos de los activos ponderados por riesgo aumentó 1 punto porcentual,
alcanzando 18,6 por ciento a diciembre de 1999 (15,8 por ciento para los bancos privados).
Sin embargo, si se consideran los activos ponderados por riesgo sin el factor de riesgo por
tasa de interés -equivalente al criterio de Basilea- este indicador no registró modificación
significativa alguna para el sector agregado, manteniéndose en el año en torno a 20,3 por
ciento. Este último ratio alcanzó, a diciembre de 1999, 26,7 por ciento para los bancos
públicos, 17,4 por ciento para todos los bancos privados y 15,5 por ciento para los primeros
9 bancos privados.
El sector financiero registró una disminución significativa de la exigencia de capital por
riesgo de crédito de 584 millones de pesos (5 por ciento), consecuencia del fuerte descenso
del saldo de los activos ponderados por riesgo, que cayó 6.400 millones de pesos, es decir 6,7 por ciento. La importante disminución observada de los activos ponderados por riesgo
en el período se debió principalmente al descenso del índice promedio de riesgo por tasa de
interés producto de los cambios introducidos en la norma en agosto -los activos ponderados
por riesgo totales cayeron 5 por ciento, mientras que los activos ponderados por riesgo sin
considerar el factor Ir cayeron sólo 0,3 por ciento-, y en menor medida de la caída del
ponderador medio de los activos no inmovilizados, que descendió 2 puntos porcentuales
como consecuencia del importante incremento de los préstamos al sector público. Por otra
parte, la consideración del riesgo de tasa de interés o descalce de plazos -introducido a partir
Dic-96
Dic-97
Dic-98
Jun-99
Dic-99
108.786
73.715
60.997
8.784
8.784
5.119
98
8.882
14.546
18
5.664
137.715
85.375
73.098
10.121
10.121
6.062
147
10.268
15.183
68
4.914
162.130
94.809
80.941
11.133
11.133
6.611
11
94
11.238
16.549
-68
5.311
160.869
95.701
81.845
11.234
11.234
6.692
4
112
11.350
16.910
37
5.560
167.373
88.451
80.707
10.709
10.550
159
6.679
48
43
119
10.919
16.416
29
5.497
Integración / Activos ponderados por riesgo sin IR (2) - en porcentaje
Exceso / Exigencia (2) - en porcentaje
Exceso / Integración (2) - en porcentaje
23,8
65,6
39,6
20,8
50,0
33,3
20,4
48,6
32,7
20,7
50,5
33,6
20,3
53,3
34,8
Indice de riesgo por tasa de interés
Ponderador medio de los A.N.I. (3) - en porcentaje
1,25
53,3
1,20
50,5
1,20
47,6
1,20
48,5
1,11
45,8
Activos totales
Activos ponderados por riesgo
Activos ponderados por riesgo sin IR (según Basilea)
Exigencia de capital por riesgo de crédito y tasa de interés
Exigencia de capital por riesgo de crédito
Exigencia de capital por riesgo de tasa de interés
Exigencia de capital según Basilea
Exigencia adicional por defecto de colocación de deuda
Exigencia adicional por función de custodia y/o agente de registro
Exigencia de capital por riesgo de mercado
Exigencia de capital total (1)
Integración de capital
Variación del precio de los activos y reposiciones de capital
Exceso de integración total
Capitales mínimos por
riesgo de crédito
En millones de pesos
(1) Comprende exigencia de capital por riesgos de crédito, tasa de interés y mercado y exigencia adicional por defecto de colocación de
deuda y por función de custodia y/o agente de registro.
(2) Indicadores según la posición de riesgo de crédito y tasa de interés.
(3) Activos no inmovilizados.
BCRA
42 II. La economía argentina
de marzo de 1999- representó a fin del período un incremento en la exigencia de capital de
aproximadamente 160 millones de pesos para todo el sector (95 millones de pesos para los
bancos privados).
Dado el comportamiento de la integración de capital durante 1999 -disminuyó
levemente (-0,8 por ciento), básicamente por la disminución del patrimonio neto
complementario (-19 por ciento)- y el descenso significativo de la exigencia de capital por
riesgos de crédito y tasa de interés (-4 por ciento), el exceso de integración por estos
conceptos se incrementó casi 5 puntos porcentuales en términos de la exigencia, superando
53 por ciento a fin del período (si sólo se consideraran las entidades que operaron en todo
el período, el incremento registrado sería de 3 puntos porcentuales). El exceso de integración
de los bancos privados se incrementó en 6 puntos porcentuales, alcanzado aproximadamente
a 32 por ciento de la exigencia. Al considerar los primeros 9 bancos privados, se observa que
el exceso de integración alcanzó 23,7 por ciento de la exigencia a diciembre de 1999,
equivalente a 5 puntos porcentuales de incremento en el año, motivado por el aumento de
la integración en más de 7 por ciento.
Cabe mencionar que el requerimiento de capital tendiente a proveer cobertura para el
riesgo de mercado de los portafolios de activos financieros (títulos con cotización, excluidos
los activos mantenidos en cuenta de inversión) se incrementó aproximadamente 24 millones
de pesos en el período. Por otra parte, en conceptos de defecto de colocación de deuda y
función de custodia y/o agente de registro11 se generó en el año un aumento adicional en la
exigencia de capital equivalente a 81 millones de pesos. De esta manera, se puede observar
que la exigencia de capital total disminuyó 320 millones de pesos (-2,8 por ciento), que junto
a la caída de la integración de 133 millones de pesos (-0,8 por ciento), determinaron un
aumento del exceso de integración total de capital de 186 millones de pesos (3,5 por ciento).
5. Financiamiento externo público y privado
El endeudamiento externo argentino total creció un 3 por ciento (4.200 millones de
dólares ) durante 1999, alcanzando a 144.700 millones de dólares al finalizar el año. Este
incremento fue notablemente menor al de años anteriores -en 1997 y 1998 crecieron a un
Colocaciones de
títulos públicos en
los mercados
internacionales
Cantidad de
operaciones
Monto
emitido (1)
Vida
promedio
Spread
promedio
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2
1
6
19
18
30
18
24
40
500
250
2.121
2.600
6.370
10.413
10.214
11.664
11.869
2,0
5,0
6,9
3,3
4,0
8,2
14,9
13,3
7,6
452
300
278
238
371
395
310
429
589
I.99
II.99
III.99
IV.99
8
10
11
11
2.335
3.886
1.733
3.916
13,8
8,2
3,7
5,0
684
625
572
504
(1) Valor nominal, en millones de dólares.
Fuente: Ministerio de Economía.
11
La exigencia adicional de capital por defecto de colocación de deuda surge cuando una entidad ejerce el derecho de no emitir deuda
según lo previsto en las normas prudenciales vigentes. Por su parte, los bancos comerciales que asuman la función de custodia de los títulos
representativos de las inversiones de los fondos de jubilaciones y pensiones, y/o de agente de registro de las letras hipotecarias escriturales
deberán observar un exceso de integración de por lo menos 0,25 por ciento de los valores custodiados y/o registrados.
BCRA
II. La economía argentina 43
Stock al
Mediano y largo plazo
Corto
2000
2001
2002
2003
2004
2005 y
después
31-Dic-99
plazo
Sector Público No Financiero
Gobierno Nacional
Bonos y títulos públicos
Organismos internacionales
Acreedores oficiales
Bancos comerciales
Proveedores y otros
Gobiernos Locales
Títulos públicos
Acreedores oficiales
Bancos comerciales
Proveedores y otros
84.805
82.324
56.144
19.834
5.612
666
68
2.481
2.008
142
273
58
830
669
669
0
0
0
0
161
161
0
0
0
7.279
7.129
3.747
2.190
1.047
115
30
150
91
4
52
3
9.457
9.146
5.911
2.390
727
98
20
311
254
4
51
2
10.290
9.973
5.026
4.275
582
82
8
317
269
5
42
1
9.273
8.934
5.567
2.829
464
70
4
339
239
7
42
51
8.780 38.896
8.456 38.017
6.314 28.910
1.564
6.586
508
2.284
67
234
3
3
324
879
286
708
7
115
30
56
1
0
Sector Privado No Financiero
Títulos de deuda
Organismos internacionales
Acreedores oficiales
Bancos
Bancos participantes
Deuda bancaria directa
Proveedores y otros
36.224
16.649
1.168
2.184
13.797
1.314
12.483
2.426
5.512
516
0
3
3.352
0
3.352
1.641
6.593
2.430
111
400
3.503
193
3.310
149
5.510
2.478
139
384
2.384
173
2.211
125
4.987
2.909
135
324
1.393
164
1.229
226
2.415
1.023
130
278
894
126
768
90
3.309
2.258
124
214
683
131
552
30
7.898
5.035
529
581
1.588
527
1.061
165
Sector Financiero
Depósitos
Lineas de crédito
Bonos y títulos
Obligaciones negociables
Bonos
Papeles comerciales
Obligaciones subordinadas
Organismos internacionales
Obligaciones diversas
23.628 13.321
2.630 2.445
9.781 5.870
6.349 1.290
3.832
143
700
0
1.147 1.147
670
0
499
0
4.369 3.716
2.172
70
569
1.190
1.038
148
0
4
43
300
4.152
110
2.522
1.231
676
471
0
84
78
211
1.150
0
234
498
481
1
0
16
286
132
1.196
5
91
1.076
863
73
0
140
23
1
515
0
160
305
109
2
0
194
50
0
1.122
0
335
759
522
5
0
232
19
9
Estimación del perfil
de vencimientos de la
deuda externa
Saldos a fin de período
en millones de dólares
Fuente: Ministerio de Economía.
Dic-96
Dic-97
Dic-98
Mar-99
Jun-99
Sep-99
Dic-99
109.774
124.696
140.489
140.480
140.695
141.581
144.657
Sector Público
Bonos y títulos
Organismos internacionales
Acreedores oficiales
Bancos comerciales
Proveedores y otros
73.511
46.079
15.710
10.040
1.346
336
74.803
49.273
16.121
7.881
1.318
210
82.441
55.355
18.476
7.248
1.240
122
81.034
55.174
18.367
6.390
996
107
81.782
56.384
18.222
6.105
978
93
83.118
56.926
19.219
5.913
975
85
84.805
58.152
19.834
5.754
939
126
Sector Privado
Bonos y títulos
Organismos internacionales
Acreedores oficiales
Bancos participantes
Deuda bancaria directa
Proveedores y otros
20.604
8.278
757
2.105
1.165
7.175
1.124
29.304
12.936
815
2.360
1.138
10.713
1.342
35.742
16.614
817
2.400
985
12.968
1.958
35.830
16.390
849
2.319
936
13.311
2.025
36.575
17.227
941
2.209
1.138
12.911
2.149
36.192
16.841
1.100
2.183
1.254
12.420
2.394
36.224
16.649
1.168
2.184
1.314
12.483
2.426
Sector Financiero
Bonos y títulos
Líneas de crédito
Organismos internacionales
Depósitos
Obligaciones diversas
15.659
3.978
6.948
502
1.603
2.628
20.589
5.064
7.407
459
2.822
4.837
22.306
6.161
8.522
431
2.354
4.838
23.616
6.171
8.587
461
2.684
5.713
22.338
5.848
8.348
439
2.579
5.124
22.271
6.138
8.087
500
2.531
5.015
23.628
6.349
9.781
499
2.630
4.369
Total
Deuda externa
bruta
Saldos a fin de período,
en millones de pesos
Fuente: Ministerio de Economía.
BCRA
44 II. La economía argentina
13 por ciento anual- y se concentró en el cuarto trimestre. Este menor crecimiento en el
saldo del endeudamiento externo se manifestó tanto en el sector público como privado,
aunque principalmente en el sector privado no financiero. Por un lado, la demanda de
fondos de este sector disminuyó a causa de la recesión y del encarecimiento del nuevo
endeudamiento. Por otro lado, el incremento en el riesgo país emergente determinó una
menor oferta de fondos hacia la región.
Cabe mencionar que debido a la recesión por la que atravesó la economía, el
endeudamiento externo subió en 4,5 puntos porcentuales en términos del producto interno
bruto, alcanzando 50 por ciento durante 1999.
Por su parte, la inversión extranjera directa fue una de las más altas de los últimos años.
Si se descuenta el efecto de los 10.900 millones de dólares de la venta de acciones de
Yacimientos Petrolíferos Fiscales que se efectuó entre no residentes12, el flujo del año alcanzó
a 8.000 millones de dólares. Este mayor ingreso provino principalmente de cambios de
manos de empresas y aportes desde el exterior.
Sector público no financiero
El endeudamiento externo del sector público alcanzó 84.800 millones de dólares a fines
de diciembre de 1999. El Gobierno Nacional realizó colocaciones netas en los mercados
internacionales por casi 11.300 millones de dólares, a una vida promedio de 8 años. El
spread pagado por estas colocaciones fue disminuyendo a lo largo del período, finalizando el
año en 550 puntos básicos. Es notable el diferencial que existió en los meses de mayor
turbulencia por las elecciones presidenciales entre los indicadores de riesgo soberano y los
spreads que debió pagar el Gobierno Nacional por su nueva deuda. Si se consideran
únicamente las colocaciones del gobierno a largo plazo -comparables con los indicadores de
riesgo país- mientras estas se mantuvieron bastante estables entre mediados de mayo y
principios de diciembre en alrededor de 590puntos básicos-, el riesgo país se mantuvo entre
200 y 330 puntos básicos por encima de los spreads pagados en las emisiones primarias de
deuda. Esto sugiere que los indicadores de riesgo país no sólo reflejan problemas
estructurales sino liquidez del mercado en un momento determinado.
La tenencia neta de títulos públicos argentinos en el exterior aumentó sólo en 2.800
millones de pesos, debido a la creciente demanda por títulos emitidos en el exterior de
residentes, las recompras y canjes de títulos y las diferencias de cambio.
En cuanto a otros tipos de endeudamiento, se observó una caída de 300 millones de
dólares en la deuda contraída con bancos comerciales del exterior y una sustitución de deuda
con acreedores oficiales por una suba en el endeudamiento con organismos internacionales
que dejó un saldo neto de menos 100 millones de dólares.
Cabe mencionar que en el mercado doméstico los amplios vencimientos del período
determinaron que el efecto de las operaciones del gobierno sea expansivo en 400 millones de
dólares.
12
En el primer semestre del año, la empresa española Repsol adquirió el capital accionario de YPF po 15.169 millones de dólares, lo que
implico un flujo positivo para el balance de pagos. Sin embargo, esta cifra incluye -debido a la metodología empleada en la contabilización
de la balanza de pago -la venta de las tendencias accionarias de recidentes en el exterior (10.838 millones de dólares), que se compensa con
una caída de igual magnitud en el rubro “inversiones en cartera”. El remanente quedó en poder del sector público nacional (2.849 millones
de dólares), gobiernos provinciales (743 millones de dólares) e inversores residentes en el país (739 millones de dólares).
BCRA
(1) Incorpora nueva información del BIS.
(2) Incorpora revisiones de títulos en cartera.
-600
-600
-628
28
Otros financiamientos
-1.365
Venta a no residentes de activos financieros internos -1.365
Títulos públicos
-1.486
Acciones del sistema financiero
121
-5.621
-1.370
-1.677
-193
-2.381
2.951
9.172
5.726
527
669
125
524
1.110
310
79
102
-11.234
-1.367
-3.122
-230
-6.515
-3.668
1996
8.931
3.731
1.459
843
135
127
2.122
503
-13
24
Pasivos
Inversión directa
Títulos de deuda
Acciones y otras participaciones de capital
Organismos internacionales
Bancos participantes
Deudas directas con bancos
Acreedores oficiales
Deudas con proveedores
Otros
Activos
Inversión directa
Depósitos (1)
Creditos comerciales
Otros (2)
Total Sector Privado no Financiero
1995
-1.261
-1.261
-1.312
51
17.346
7.218
4.747
1.338
78
-29
3.328
269
200
197
-6.246
-3.628
-444
-275
-1.899
9.839
1997
-1.271
-1.271
-1.070
-201
11.288
5.123
3.617
-241
1
-155
2.167
16
614
146
-5.866
-2.209
-640
98
-3.115
4.151
1998
-232
-232
-115
-117
2.305
2.096
-158
21
32
-47
345
-81
67
31
-978
-772
-300
451
-357
1.095
Trim.I
-739
-739
-774
35
2.897
12.827
874
-10.753
92
203
-355
-88
125
-28
-543
-233
-187
-282
159
1.615
Trim.II
-508
-508
-407
-101
1.804
2.361
-387
-214
158
116
-492
-26
244
43
-747
-219
-193
-51
-284
549
1999
Trim.III
-263
-263
-243
-20
1.228
1.175
-192
74
69
59
64
1
32
-54
-1.891
212
-731
-138
-1.234
-926
Trim.IV
-1.742
-1.742
-1.539
-203
8.233
18.459
137
-10.872
351
331
-438
-194
468
-9
-4.159
-1.012
-1.411
-20
-1.716
2.332
Año
II. La economía argentina 45
Flujo de capitales
del sector privado
no financiero
En millones de dólares
BCRA
46 II. La economía argentina
Inversión extranjera
directa en Argentina
Sector privado no financiero
El saldo de la deuda externa del sector privado no financiero alcanzó 36.200 millones de
dólares a fines de 1999, evidenciando un crecimiento de sólo 1,3 por ciento (480 millones de
dólares) en el año.
Se produjo un cambio en la composición del endeudamiento externo del sector. Los títulos
subieron sólo 30 millones de dólares, ya que las colocaciones netas del segundo trimestre apenas
sobrepasaron a las amortizaciones netas que se registraron durante el resto del año. La deuda
bancaria externa mostró una baja de poco más de 150 millones de dólares, que se vio
prácticamente contrarrestada por el aumento neto de 130 millones en la deuda contraída con
acreedores oficiales y organismos internacionales. Como contrapartida se amplió el
endeudamiento con proveedores en casi 470 millones de dólares.
Cabe mencionar, que la principal fuente de financiamiento externo del sector privado fue
la inversión extranjera directa. En el año, la inversión extranjera directa en el sector privado no
financiero se elevó en 7.600 millones de dólares13 , lo que constituye el mayor flujo de los
últimos 7 años, sólo similar al de 1997 en el que la economía argentina percibió una importante
entrada de capitales.
Sector financiero
La participación del endeudamiento externo como forma de financiación del sector
financiero representa aproximadamente el 19 por ciento de sus pasivos14. A lo largo del año, el
financiamiento proveniente del exterior creció en 1300 millones de pesos, principalmente por
el mayor dinamismo de las líneas de crédito que se incrementaron en un 14 por ciento. Las
colocaciones de títulos en los mercados internacionales son cada vez menores y a plazos más
cortos. Las emisiones netas de amortizaciones aumentaron poco menos de 200 millones de
dólares y las emisiones a menos de un año alcanzaron 20 por ciento del saldo total. Los depósitos
de residentes en el exterior sufrieron un incremento de alrededor de 200 millones de pesos. La
caída en el resto de los pasivos compensó en parte estos incrementos. El sector financiero deberá
hacer frente a casi15.500 millones de pesos (casi 70 por ciento del saldo) en el año 2000 -en su
mayoría correspondientes a colocaciones de corto plazo-, situación muy similar a la del anterior.
Esta cifra considera, de la venta de acciones de YPF, únicamente los 739 millones de dólares proveniente de la venta de acciones de
residentes locales.
14
Medido en términos del pasivo neteado.
13
BCRA
III. Políticas y régimen prudencial 47
III.
POLÍTICAS Y
RÉGIMEN
PRUDENCIAL
1. Regulación prudencial y otras normas
El marco regulatorio prudencial diseñado a partir de 1991 ha tendido al desarrollo de
un sistema financiero sólido capaz de sobrepasar las crisis en los mercados financieros
internacionales. No obstante, es adecuado continuamente a los cambios en los mercados y a
los nuevos desarrollos incorporados en el accionar de las entidades financieras. Durante el
año 1999 se han introducido numerosas modificaciones al régimen normativo.
Requisitos mínimos de liquidez
Con el fin de contemplar situaciones, generalmente vinculadas a la estacionalidad de la
demanda de dinero, que pudieran resultar en cierta escasez de fondos líquidos para algunas
entidades, se estableció la posibilidad de trasladar parte de la exigencia de liquidez a períodos
posteriores. En particular se fijó que el traslado no puede superar 10 por ciento de la
exigencia ni sobrepasar los seis meses de plazo.
Por otra parte, se tomaron diversas medidas transitorias cuyo objetivo fue facilitar la
disponibilidad de fondos frente al problema informático del año 2000. En primer lugar, se
estableció la posición bimestral diciembre de 1999-enero de 2000 de requisitos mínimos de
liquidez. El cómputo de la exigencia e integración se realiza sobre el promedio de los saldos
diarios de los conceptos comprendidos registrados durante ese lapso por la cantidad total de
días del bimestre. En segundo lugar, se permitió el cómputo de un porcentaje del efectivo en
pesos y dólares mantenido por las entidades para la integración de los requisitos mínimos de
Situación anterior
Tasa de interés
(en %, n.a.)
Pesos
Hasta 18
Más de 18
Más de 21
Más de 24
Más de 27
Más de 30
Más de 33
Más de 36
Más de 39
Más de 42
Más de 45
Más de 48
Más de 51
Más de 54
Más de 57
Más de 60
Más de 63
Más de 66
Más de 69
Más de 72
Más de 75
Más de 78
Indicador de Riesgo
Dólares
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
21
24
27
30
33
36
39
42
45
48
51
54
57
60
63
66
69
72
75
78
Hasta 14
Más de 14
Más de 17
Más de 20
Más de 23
Más de 26
Más de 29
Más de 32
Más de 35
Más de 38
Más de 41
Más de 44
Más de 47
Más de 50
Más de 53
Más de 56
Más de 59
Más de 62
Más de 65
Más de 68
Más de 71
Más de 74
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
17
20
23
26
29
32
35
38
41
44
47
50
53
56
59
62
65
68
71
74
1,0
1,2
1,4
1,6
1,8
2,2
2,2
2,4
2,6
2,8
3,0
3,2
3,4
3,6
3,8
4,0
4,3
4,6
4,9
5,2
5,5
6,0
Situación actual
Tasa de interés
Indicador de
(en %, n.a.)
Riesgo
Ambas monedas
Hasta 18
Más de 18
Más de 21
Más de 24
Más de 27
Más de 30
Más de 33
Más de 36
Más de 39
Más de 42
Más de 45
Más de 48
Más de 51
Más de 54
Más de 57
Más de 60
Más de 63
Más de 66
Más de 69
Más de 72
Más de 75
Más de 78
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
21
24
27
30
33
36
39
42
45
48
51
54
57
60
63
66
69
72
75
78
Tasa de interés
Indicador de Riesgo
1,0
1,1
1,2
1,3
1,4
1,5
1,6
1,9
2,2
2,5
2,8
3,1
3,4
3,7
4,0
4,3
4,6
5,0
5,4
6,0
6,5
7,0
BCRA
48 III. Políticas y régimen prudencial
liquidez. En tercer lugar, se eximió del pago del cargo por los defectos de integración diaria
de la posición bimestral antes mencionada. Finalmente, se admitió, para la determinación
de la exigencia de los requisitos mínimos de liquidez de la posición del bimestre diciembre
de 1999-enero de 2000, deducir el importe dispensado durante ese período a través de los
cajeros automáticos operados en red, cualquiera fuera el concepto de la extracción.
Exigencia de capital por riesgo de crédito
Con el objetivo de obtener una mejor aproximación al riesgo particular de cada deuda,
se modificaron los indicadores de riesgo asociados a la tasa de interés cobrada por los
préstamos, unificándose los correspondientes a los tramos en moneda nacional y extranjera.
Este cambio en los indicadores de riesgo determinó una reducción en la exigencia por este
concepto para aquellas financiaciones que pagan tasas inferiores a 55 por ciento anual.
A su vez, una nueva modificación de los indicadores de riesgo, con vigencia a partir de
enero de 2000, busca mejorar dicha aproximación. Con este fin, se establecieron dos escalas
de indicadores de riesgo a utilizar, en función del costo administrativo de las financiaciones.
Esta modificación se introdujo considerando que sobre los préstamos con mayores costos
administrativos se cobra una tasa de interés mayor, en parte para compensar dichos gastos,
por lo que sería incorrecto interpretar estas mayores tasas como asociadas íntegramente a un
mayor riesgo. El grupo de préstamos asociados con altos costos está compuesto por las
financiaciones a través de tarjetas de crédito, adelantos en cuenta corriente y otros adelantos.
La escala de indicadores de riesgo aplicable a este grupo de préstamos muestra la misma
pendiente que la anterior, pero empieza a tener impacto a partir de tasas de interés de 26 por
ciento anual (en lugar de 18 por ciento anual). Para el resto de los préstamos, se corrió la
escala a aplicar de manera tal que el factor empieza a tener impacto sobre operaciones con
tasas de interés superiores a 16 por ciento anual.
Indicador de
riesgo resumen
Tasa de interés (en %, n.a.)
Préstamos personales, adelantos,
tarjetas de crédito
Hasta 26
Más de 26
Más de 29
Más de 32
Más de 35
Más de 38
Más de 41
Más de 44
Más de 47
Más de 50
Más de 53
Más de 56
Más de 59
Más de 62
Más de 65
Más de 68
Más de 71
Más de 74
Más de 77
Más de 80
Más de 83
Más de 86
BCRA
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
29
32
35
38
41
44
47
50
53
56
59
62
65
68
71
74
77
80
83
86
Restantes financiaciones
Hasta 16
Más de 16
Más de 19
Más de 22
Más de 25
Más de 28
Más de 31
Más de 34
Más de 37
Más de 40
Más de 43
Más de 46
Más de 49
Más de 52
Más de 55
Más de 58
Más de 61
Más de 64
Más de 67
Más de 70
Más de 73
Más de 76
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
a
19
22
25
28
31
34
37
40
43
46
49
52
55
58
61
64
67
70
73
76
Indicador de Riesgo
1,0
1,1
1,2
1,3
1,4
1,5
1,6
1,9
2,2
2,5
2,8
3,1
3,4
3,7
4,0
4,3
4,6
5,0
5,4
6,0
6,5
7,0
III. Políticas y régimen prudencial 49
Por otra parte, se dispuso que a partir de abril de 2000, los títulos públicos mantenidos
en cuentas de inversión y las financiaciones otorgadas al sector público no financiero estarán
sujetas a una exigencia de capital entre 1 por ciento y 5 por ciento dependiendo de su
modified duration15.
Asimismo, se admitió considerar como integración de capital computable el 50 por
ciento de las previsiones sobre la cartera normal y las financiaciones cubiertas con garantías
preferidas “A”, que alcanza aproximadamente al 3,5 por ciento de los requisitos por riesgo
de contraparte.
Con el propósito de suavizar el efecto de la reducción del IR sobre el computo de la
exigencia de capital por riesgo de crédito se aumentó el factor “k” para las entidades
financieras con calificación CAMELS 3, 4 o 5.
Exigencia de capital por riesgo de tasa de interés
En marzo de 1999 se introdujo un requisito de capital para cubrir el riesgo de pérdidas
potenciales en el valor económico de los activos y pasivos registrados en el banking book,
utilizando la metodología de valor a riesgo. El objetivo de esta exigencia es que los bancos
tengan en cuenta el riesgo de descalce de tasa de interés generado por los activos y pasivos
que no tienen mercados secundarios.
El riesgo de descalce de plazo o de tasa de interés enfrentado por una entidad financiera
consiste en que su condición económica puede verse afectada por cambios en las tasas de
interés del mercado. Este riesgo existe cuando la sensibilidad de los activos ante cambios en
las tasas de interés no coincide con la de los pasivos. Si el plazo de los pasivos es menor que
el de los activos y estos últimos son a tasa fija, un incremento en el costo del fondeo
producirá un cambio en el valor del activo, aún cuando la calidad crediticia de la contraparte
no hubiera sufrido modificaciones e independientemente de que este cambio de valor se
refleje en un precio de mercado. Estas modificaciones podrían causar problemas de solvencia
para aquellas entidades que se vean obligadas a renovar sus pasivos incrementando su
remuneración pero sin poder modificar sus tasas activas.
Dadas las características del sistema financiero argentino, el descalce de plazos aún no
tiene la relevancia que adquirió en otros países. Sin embargo, el avance en el grado de
desarrollo económico requiere de la financiación de proyectos de inversión a largo plazo y el
consecuente crecimiento del mercado de crédito a largo plazo. De esta forma, el problema
del descalce de plazos puede agravarse en la medida en que se incremente la proporción de
créditos a largo plazo a tasa fija y los bancos los mantengan en sus activos en lugar de
venderlos o titulizarlos.
Calificación CAMELS
1
2
3
4
5
Factor “k” actual
0,97
1,00
1,05
1,10
1,15
Factor “k” anterior
CAMELS
factor “k”
0,97
1,00
1,03
1,07
1.125
La modified duration es una medida aproximada del cambio esperado en el precio de un activo financiero a tasa fija dado un cambio
determinado en su rendimiento.
15
BCRA
50 III. Políticas y régimen prudencial
Por este motivo, se consideró oportuno introducir una regulación preventiva que
estableciera un requisito de capital para cubrir las pérdidas que podrían originarse por las
fluctuaciones de las tasas de interés. Esta regulación genera los incentivos adecuados para
reducir el descalce, a través de medidas como el otorgamiento de préstamos a tasa variable,
el fondeo de préstamos a largo plazo a tasa fija con pasivos a largo plazo con tasa fija y la
titulización de la cartera de activos a largo plazo.
El capital requerido por esta norma es suficiente para cubrir la pérdida potencial del
valor económico de los activos netos de los pasivos por aumentos en las tasas de interés de
fondeo dentro de un rango de tres meses, de forma tal que la probabilidad de que la pérdida
observada supere al requisito de capital establecido sea de 1 por ciento. Adicionalmente, y
con fines informativos, se requiere a las entidades financieras que calculen la pérdida
potencial que podrían llegar a soportar ante una circunstancia crítica (con niveles extremos
de tasas de interés), como la experimentada durante la crisis del “Tequila”.
El cálculo de la exigencia sobre operaciones a tasa fija asigna los flujos de capitales e
intereses de las distintas operaciones a diferentes bandas temporales según sus vencimientos
contractuales. A su vez, la norma considera a las operaciones a tasa variable de acuerdo al
indicador utilizado para su ajuste. De esta forma, los contratos a tasa variable referidos a un
indicador de origen externo son tratados como si fueran a tasa fija para reflejar la mayor
volatilidad del spread argentino. Por otra parte, las operaciones activas a tasa variable referidas
a un indicador de origen local -excepto las deudas del Gobierno Nacional- se tratan en un
40 por ciento como si fueran a tasa fija, para reflejar el hecho de que shocks de gran
magnitud en las tasas de fondeo no se trasladan íntegramente a los deudores, por lo que
persiste parcialmente el riesgo de tasa de interés.
Adicionalmente, la norma permite el tratamiento diferencial de los depósitos básicos
(cuenta corriente y caja de ahorro) de acuerdo al nivel de riesgo asociado a cada una de las
entidades financieras. El supuesto subyacente es que a pesar de que el vencimiento implícito
de estos pasivos es de 1 día, las entidades consideradas con menor riesgo van a mantener en
todo momento un nivel mínimo de estos depósitos. De esta forma, las entidades con
calificación CAMELS 1 a 3 pueden asignar hasta el 50 por ciento de sus depósitos básicos a
bandas temporales más distantes que las correspondientes a su vencimiento contractual (en
el caso de una entidad CAMELS 3, el plazo no puede superar 3 años).
Emisión de deuda
Considerando las particularidades que atraviesa el mercado de capitales nacional y las
dificultades que enfrentan las empresas argentinas para acceder a mercados del exterior, se
diseñó un procedimiento alternativo para aquellas entidades que encuentran dificultades
para cumplir con el requerimiento de la emisión anual de deuda (B de BASIC). Las
entidades pueden optar por no emitir esta deuda, en cuyo caso, por el procedimiento
alternativo, se incrementa la tasa de requisitos mínimos de liquidez en un punto porcentual
y en 5 por ciento los requisitos mínimos de capital por riesgo de crédito y de tasa de interés.
Durante 1999, 33 entidades optaron por este régimen.
Garantías
Se modificó la clasificación de las garantías otorgadas para las operaciones financieras,
creándose tres categorías.
BCRA
III. Políticas y régimen prudencial 51
La categoría de garantías preferidas “A” incluye aquellas garantías que le aseguran a la
entidad financiera la cancelación de la obligación debido a la existencia de terceros solventes
o mercados secundarios que posibilitan la venta de los activos. Entre los conceptos que
pueden mencionarse se encuentran: garantías constituidas en efectivo, cauciones de
certificados de depósitos a plazo fijo, títulos públicos nacionales (a precio de mercado),
afectaciones de fondos de coparticipación, prendas fijas con desplazamiento hacia la entidad,
etc. Para ser incluidos dentro de esta categoría, las operaciones no podrán tener un plazo
residual mayor a 6 meses.
La categoría de garantías preferidas “B” incluye aquellas garantías constituidas por
derechos reales sobre bienes o compromisos de terceros que le aseguran a la entidad la
cancelación de la obligación siempre que cumpla con los procedimientos para la ejecución
de dichas garantías. Son consideradas garantías preferidas “B” las hipotecas en primer grado,
las prendas fijas en primer grado, las garantías o avales otorgados por sociedades de garantías
recíprocas y las garantías que cumplen todas las condiciones necesarias para ser preferidas
“A” excepto la de tener un plazo residual menor a 6 meses.
La tercera categoría esta formada por el resto de las garantías.
Las financiaciones cubiertas con garantías preferidas “A” tienen un tratamiento
diferencial en cuanto a clasificación y fraccionamiento del riesgo crediticio.
Clasificación de deudores
Debido a la recategorización de las garantías, las normas de clasificación de deudores
también fueron modificadas. En este sentido, para las financiaciones respaldadas con
garantías preferidas “A” no se requiere la evaluación de la capacidad de repago del deudor.
En el caso de que la garantía no sea suficiente para respaldar el total de la deuda, la entidad
debe aplicar reglas sobre clasificación de deudores y previsionamiento sobre los montos no
cubiertos por la correspondiente garantía.
A su vez, se establecieron pautas para la clasificación de deudores con procesos de
refinanciación, contemplando además de los convenios colectivos, las convenidas
individualmente con la entidad. La clasificación de estos deudores debe tomar en cuenta el
porcentaje de la cancelación de la deuda. La norma establece que para poder clasificar a un
deudor en la categoría “con riesgo potencial”, éste debe haber cancelado al menos 35 por
ciento del monto adeudado, a cuyo efecto puede considerarse la mitad de las garantías
adicionales a las ofrecidas, constituidas sobre bienes no vinculados a la explotación del
deudor (salvo en el caso del sector agropecuario, en que se admite la hipoteca sobre el
inmueble rural). Por último, cuando los convenios de refinanciación hayan sido establecidos
únicamente con la entidad financiera, se exige que cuenten con opinión del auditor externo
de la entidad, una calificadora de riesgo admitida por las normas sobre evaluación de
entidades financieras o sujeta a la previa intervención de la Superintendencia si el monto de
la deuda supera 5.000.000 pesos; no es requerida la opinión de la Superintendencia para
deudas entre 5.000.000 pesos y 1.000.000 pesos; y es necesaria únicamente la opinión del
auditor externo para montos menores a 1.000.000 pesos.
BCRA
52 III. Políticas y régimen prudencial
Fraccionamiento del riesgo crediticio
La incorporación del concepto de garantía preferida “A” también modificó la norma
sobre fraccionamiento del crédito. Esta norma establece límites al financiamiento que una
entidad puede otorgar a cada cliente con el fin de fijar estándares mínimos de diversificación.
De esta forma, las financiaciones otorgadas se imputan a cada uno de los clientes respetando
estos límites. Sin embargo, en algunos casos cuando existen garantías preferidas “A” (por
ejemplo, descuento de facturas), es en última instancia el tercero obligado al pago quien
asume la responsabilidad de la cancelación de la deuda. En estos casos la financiación
cubierta con garantía preferida “A” no se imputa al cliente sino al obligado al pago, por lo
que, si opera con la entidad financiera, se afecta su margen crediticio.
Cuentas de inversión
Se modificaron las normas contables referentes al método de valuación de los activos
contabilizados en cuentas de inversión. En sustitución de la registración a valor de costo,
acrecentado en forma exponencial en función de su tasa interna de retorno y del tiempo
transcurrido desde su incorporación, a partir de marzo de 2000, estas tenencias se deberán
registrar a su valor de costo, acrecentado hasta el vencimiento de cada servicio en función
del interés que surja del cupón corriente. Sin embargo, el valor contable debe ajustarse
cuando el precio de mercado caiga más de 20 por ciento del valor registrado en los libros.
Por último, se permiten realizar operaciones de pase con estas tenencias sin afectar su valor
contable, siempre que la contraparte de la operación sea otra entidad financiera del país,
banco del exterior con calificación internacional “A” o superior, o bien con el Banco Central.
Financiamiento a las PyMEs
Durante 1999 se han adoptado una serie de medidas tendientes a flexibilizar las
condiciones para el otorgamiento de fondos en el segmento de pequeños tomadores de
créditos, como así también la normativa con relación a sus refinanciaciones.
En primer lugar, se puede mencionar el tratamiento dado a las operaciones financieras
cubiertas por garantías preferidas “A” que permite la financiación a pequeñas empresas sin
afectar su límite de crédito y sin considerar su clasificación sino la de los emisores de las
facturas, cheques de pago diferido u otros medios de crédito.
En segundo lugar, se fijaron condiciones para el refinanciamiento de deudas. En junio
se dictó la norma por la que se establecieron las condiciones para la refinanciación y
reclasificación de deudores de hasta 200.000 pesos contra la entrega en garantía de títulos o
bonos cupón cero entre 5 y 20 años de plazo emitidos por el Gobierno Nacional o el Banco
de la Nación Argentina. Una vez constituidas las garantías y abonado determinado número
de cuotas -dependiendo de la clasificación del deudor, las garantías adicionales otorgadas y
el plazo del bono-, el deudor puede ser reclasificado en la categoría inmediata superior,
alcanzando la categoría de situación normal de acuerdo a un cronograma preestablecido.
Este programa tuvo validez hasta el 31 de diciembre de 1999. Asimismo, se desarrolló otro
plan para la reclasificación de deudores de hasta 200.000 pesos, que pudo ser aplicado hasta
el 31 de diciembre de 1999. La refinanciación debe realizarse por la totalidad de la deuda,
las empresas deben realizar un pago inicial, los plazos previstos para esta refinanciación son
de 3, 5, 7 y 10 años, con una tasa de interés máxima de hasta 15 por ciento. La
BCRA
III. Políticas y régimen prudencial 53
reclasificación de estos deudores depende de su clasificación inicial, las garantías otorgadas y
el plazo seleccionado para la refinanciación.
Por último, se autorizó la financiación adicional a empresas con calificación crediticia
distinta de la normal sin que esto obligue a los bancos a realizar el previsionamiento de
acuerdo a la categoría actual del deudor. Estos fondos no pueden superar 20 por ciento del
total de la deuda para un cliente en categoría 2 y 5 por ciento para uno en categoría 5. Este
programa tuvo validez hasta el 31 de diciembre de 1999.
Reestructuración de pasivos bancarios
Hacia finales del año se sancionó la Ley 25.190 que establece un régimen optativo de
reestructuración de pasivos bancarios que otorga la posibilidad de refinanciar pasivos
registrados hasta agosto de 1999. El Banco Central reglamentó esta ley dentro del marco de
los criterios prudenciales que deben seguir las entidades con respecto a la política de créditos.
Entre las condiciones requeridas que deben contar los deudores, se pueden mencionar las
siguientes: debe tratarse de deudores en categoría distinta a la normal cuya deuda con la
entidad no supere 500.000 pesos y correspondan a los sectores agropecuario, industrial,
comercial y de servicios; si la deuda es mantenida con una única entidad, la refinanciación
puede alcanzar a 1.500.000 pesos; no se pueden refinanciar las deudas por préstamos
personales, hipotecarios para adquisición, mejora o refacción de vivienda, prendarios o
tarjetas de crédito.
Las condiciones establecidas en este programa exigen como garantía la caución de
bonos del Tesoro Nacional a tasa de interés capitalizable a 5, 10, 15 o 20 años de plazo y de
pago íntegro al vencimiento. El plazo para la adopción de este programa finaliza en enero
de 2000.
Prevención del lavado de dinero y otras actividades ilícitas
El Banco Central ha desarrollado políticas y procedimientos para prevenir el lavado de
dinero, basado en leyes y regulaciones que comprenden las buenas prácticas internacionales.
En este sentido, se han dictado normas estableciendo los recaudos mínimos que las entidades
financieras deben tener en cuenta: prestar atención al funcionamiento de la cuenta de la
clientela; mantener los registros necesarios para las transacciones tanto nacionales como
internacionales; elaborar programas contra el lavado de dinero incluyendo como mínimo el
diseño de políticas, procedimientos y controles internos y planes de capacitación del
personal; y designación de un funcionario que será el encargado de centralizar la
información que requiera el Banco Central o sea solicitada por otra entidad financiera, y que
además será responsable de la implementación, el seguimiento y el control de los
procedimientos internos de la entidad.
Además, se estableció que las entidades deben mantener una base de datos de las
personas que realicen operaciones por importes iguales o superiores a 10.000 pesos (por
depósitos en efectivo, con títulos valores, pases activos y pasivos, compraventa de títulos
valores, metales, moneda extranjera, pago o cobro de importaciones o exportaciones y
cancelación anticipada de préstamos).
BCRA
54 III. Políticas y régimen prudencial
Se determinó que toda transacción considerada sospechosa, inusual o de innecesaria
complejidad producida aislada o reiteradamente, debe informarse a la Superintendencia.
Entre estas operaciones se podrían mencionar: depósito inusual y transferencia inmediata
por grandes sumas de dinero; manejo inusual de efectivo por sucursales; depósitos en
efectivo que contienen dinero falso; aumento del uso de cajas de seguridad y retiro frecuente
de bultos o paquetes sellados; y transacciones cursadas a y recibidas de áreas
internacionalmente consideradas sospechosas de lavar dinero.
Fondos comunes de inversión
Con el fin poder delimitar la interrelación entre la operatoria de los fondos comunes de
inversión y las entidades financieras, el Banco Central, a partir de agosto de 1999, estableció
una norma mediante la cual las entidades financieras no pueden ser titulares de cuotapartes
de fondos comunes de inversión, ni otorgarles liquidez a través de la compra o cesión de
activos que componen su haber. No obstante, se exceptuaron de este límite las tenencias de
cuotapartes de nuevos fondos comunes de inversión durante los primeros cuatro meses desde
el lanzamiento de la oferta al público, en la medida en que esas tenencias, en promedio
mensual, no superen 2 por ciento de la integración de requisitos de liquidez de la entidad o
2 millones de pesos, de ambos el mayor.
A partir del segundo semestre del año, la Comisión Nacional de Valores dispuso un
encaje técnico equivalente al 20 por ciento del patrimonio de aquellos fondos comunes
compuestos, al menos, en un 50 por ciento por activos que no poseen mercado secundario.
Este requerimiento de liquidez debe ser constituido a través de depósitos a la vista en el
sistema financiero. El objetivo de este encaje es asegurar un nivel mínimo de liquidez para
estos fondos compatible con el de los depósitos bancarios. Por su parte, el Banco Central
dispuso fijar, a través de un cronograma que prevé incrementos graduales, en 100 por ciento
el requisito mínimo de liquidez sobre estos depósitos.
Esta medida complementa la política de liquidez sistémica seguida por esta Institución;
las entidades financieras mantendrán un nivel de reservas de efectivo compatible con las
eventuales necesidades de liquidez de los fondos comunes, en el caso de que éstos deban
afrontar demandas de rescate en escenarios críticos, en una medida acorde con la naturaleza
del instrumento que permite a los inversores la restitución de las cuotapartes en forma
prácticamente inmediata.
Inversiones a plazo
Dadas las nuevas encuestas del Banco Central, se han establecido indicadores
adicionales para realizar inversiones a plazo con retribución variable. Se incorporaron como
indicadores financieros aplicables a estas operaciones, las tasas que elabora y publica el Banco
Central según la encuesta diaria: Badlar (tasa de interés de los depósitos a plazo fijo de 30 a
35 días por montos de 1 millón de pesos o más), Baibar (tasa de interés aceptada entre
bancos privados), Baibor (tasa de interés ofrecida entre bancos). Del mismo modo, se fijaron
tasas aplicables para el cálculo de la retribución básica de los depósitos a plazo fijo con
cláusula de interés variable.
BCRA
III. Políticas y régimen prudencial 55
Cuenta corriente
Durante 1999 se introdujeron modificaciones a la reglamentación de la cuenta
corriente relacionadas con la incorporación del truncamiento de cheques. Específicamente,
la norma enumera los causales por los cuales un cheque carece de valor o debe ser rechazado.
Además, se extendió el plazo de 8 a 10 días hábiles para enviar la información
correspondiente a la central de cuentacorrentistas inhabilitados.
Asimismo, se modificaron las pautas para la rehabilitación de cuentacorrentistas
tomando en consideración los decretos emitidos en esta materia. La rehabilitación de los
cuentacorrentistas inhabilitados por rechazos de cheques generados hasta el 31 de agosto de
1999 queda supeditada a la presentación de la solicitud correspondiente y la demostración
fehaciente de la cancelación de los cheques rechazado antes del 11 de abril de 2000.
2. Políticas de monitoreo del sector bancario
El Banco Central avanzó en la implementación del sistema de monitoreo denominado
BASIC, cuyas siglas corresponden a las palabras Bonos, Auditoría, Superintendencia,
Información y Calificación16 . Cabe recordar que este esquema de supervisión bancaria tiene
por objetivo fundamental la consolidación de un sistema financiero sólido, estable y
transparente.
El BASIC es un sistema que complementa la supervisión oficial con la disciplina de
mercado. La supervisión oficial se basa principalmente en el control de auditorías, la
inspección de entidades y el seguimiento off-site. Los resultados obtenidos de esta labor son
brindados al público a través de un completo y transparente sistema de información. De esta
forma, el mercado agrega a sus propios datos, los recogidos y analizados por esta Institución
y está en mejores condiciones para evaluar por sí mismo la calidad de las entidades
financieras. Esto se refleja en el premio por riesgo que le exige sobre la deuda colocada, así
como en la calificación otorgada por las agencias calificadoras de riesgo. Evidentemente, este
sistema se retroalimenta en forma constante, permitiendo la complementariedad entre
supervisión oficial y evaluación del mercado.
BASIC
Información
MERCADO
Supervisión
Tradicional
(CAMELS)
Bonos
16
Auditoría
Calificadoras de riesgo
La descripción detallada de este sistema se ha realizado en informes anteriores por lo tanto no se repite aquí.
BCRA
56 III. Políticas y régimen prudencial
A continuación se describen los avances más recientes en la implementación de cada
uno de sus componentes.
I: Información
Información y análisis técnico
Se amplió el alcance de la publicación Información de Entidades Financieras
incorporándose datos agregados relacionados con la cartera comercial y de consumo de los
fideicomisos financieros.
Por otra parte, en virtud de las modificaciones realizadas a la Ley de Cheques a través
de decretos de necesidad y urgencia del Poder Ejecutivo Nacional, se elaboraron
procedimientos para la rehabilitación de cuentacorrentistas. En este sentido, se realizó un
relevamiento de la totalidad de los cheques rechazados y se calcularon los montos de las
multas que correspondían aplicar. Este trabajo fue puesto a disposición de las entidades
bancarias.
Régimen informativo y publicaciones
Se evaluaron las exigencias de información del Banco Central a las entidades
financieras, comparándolas con las de otros organismos de supervisión bancarias, entre los
que se consideró especialmente los requerimientos que determina la Reserva Federal de los
Estados Unidos a las entidades que supervisa. Se analizó el tipo, frecuencia y nivel de
desagregación de la información requerida a las entidades financieras en Argentina y Estados
Unidos. La principal conclusión del estudio realizado es la conveniencia de adecuar los
requisitos informativos del Banco Central a los estándares internacionales en cuanto a
diferenciación de los datos requeridos según el nivel de riesgo (exigir mayor frecuencia y
nivel de desagregación a las entidades más riesgosas). La tarea se realizó mediante la
contratación de firmas de reconocido prestigio.
Por otra parte, se continuó avanzando en la sistematización de los regímenes contable
(trimestral y anual) y para control interno del Banco Central (trimestral, semestral y anual).
Al tiempo que se agrega información necesaria para evaluar a las entidades financieras, se
mejora la adecuación a normas contables profesionales vigentes y se logra un mecanismo que
permite el acceso más rápido a las bases de datos.
Durante 1999 se puso a disposición de las entidades financieras y otros usuarios, el
proyecto de sistema informativo Deudores de las Entidades Financieras para recibir
comentarios, consultas y sugerencias en cuanto a su extensión y grado de comprensión. Este
proyecto permitiría disponer de información detallada sobre cada uno de los deudores del
sistema financiero.
En lo que respecta a la publicación Información de Entidades Financieras, se observó
una sensible disminución en el número de ejemplares que se distribuyen mensualmente,
debido esencialmente al crecimiento de las consultas a través del sitio de Internet de la
Institución. En el año se ha registrado un promedio de 70.000 consultas diarias, de las cuales
15.000 se refieren a Información Estadística, 40.000 se concentran en “Consulta a Bases de
Información” (cuentacorrentistas inhabilitados y Deudores del Sistema Financiero) y las
BCRA
III. Políticas y régimen prudencial 57
Cantidad de Datos
Regímenes Mensuales (CD)
Balance de saldos
Estado de situación de deudores
Información sobre promedio de saldos diarios
Capitales mínimos
Requisitos mínimos de liquidez
Posición de liquidez
Emisión y colocación de deuda
17.923
1.415
590
91
9.252
106
6.460
9
Regímenes Mensuales (datos variables, CD)
Deudores del sistema financiero
Pagos superiores a $10.000
Institucional
Prestamos inmobiliarios
Dependen respectivamente
de la cantidad de deudores,
pagos, directivos y
préstamos que tenga cada
entidad.
Regímenes Mensuales (papel)
Estado de consolidación de entidades locales
con filales y subsidiarias
Estado de situación de deudores consolidado
Operaciones con vinculados
Aplicación de recursos en Moneda Extranjera
670
33
Nota
45
Regímenes Trimestrales (datos fijos, CD)
Régimen contable trimestral/anual para publicación
Régimen de control interno para el BCRA
Pago de remuneraciones por acreditación en cuenta
Regímenes Trimestrales (datos variables, CD)
Cuentacorrentistas inhabilitados
Calificadoras de riesgo
Clasificación de
los regímenes
informativos
recibidos
actualmente
11.015
1.989
9.008
18
Dependen respectivamente
de la cantidad de
cuenta-correntistas
y deudores
Regímenes Semestrales (papel)
EECC de acciones vinculados
Según la entidad
Regímenes Anuales (papel)
Auditores externos
DDJJ familiares de Auditores Externos
EECC consolidado con casa matriz del exterior
Certificado de antecedentes judiciales
Asistencia de accionistas a Asamblea
Movimiento de accionistas (casas y agencias de cambio)
Según
Según
Según
Según
Según
Según
Aperíodicas (papel)
Certíficados de antecedentes judiciales de
fundadores y promotores
Auditores internos
Responsables de política de liquidez y lavado de dinero
Responsables de política de administración del riesgo
Responsables del régimen informativo
Según la entidad
Según la entidad
Según la entidad
Según la entidad
Según la entidad
la
la
la
la
la
la
entidad
entidad
entidad
entidad
entidad
entidad
BCRA
58 III. Políticas y régimen prudencial
restantes a otros servicios que brinda la página de la Institución. Existen en la actualidad al
menos 500 usuarios externos de los servicios de Internet BCRA-SEFyC.
Central de Deudores
En febrero de 1999 incorporó el hardware y software correspondiente a la licitación
adjudicada a la firma NCR. Con posterioridad a la instalación y adecuación del software de
base por parte de la empresa proveedora, se procedió a la reiteración de las pruebas de
cumplimiento de los requisitos establecidos en el pliego de condiciones. Las pruebas
repitieron y en algunos casos mejoraron el desempeño medido en las pruebas realizadas en
San Diego, Estados Unidos y determinaron la liberación del primer pago y el inicio de los
seis meses de operación conjunta.
Durante este período se encaró, con la asistencia de los técnicos de la firma NCR, la
migración de la aplicación Deudores del Sistema Financiero de su ambiente original (Sybase
y Unix) a un nuevo servidor, configurando un ambiente de procesamiento de mayor
potencia. Esta tarea, si bien no fue aún implementada formalmente, se ejecuta diariamente
de manera estabilizada.
A solicitud de la Superintendencia, se generó una base de datos que albergara el padrón
de la Dirección General Impositiva, de forma de contar con mejores mecanismos para cruzar
informaciones. En tal sentido, ya se realizó la carga inicial y se están desarrollando los
procedimientos para su actualización semanal a partir de las novedades enviadas por la
Dirección General Impositiva.
En los últimos meses de 1999, se encaró en forma conjunta con los usuarios de la
Superintendencia y los técnicos de NCR, la definición del modelo lógico de todos los datos
requeridos por la dependencia usuaria, tendiente a la generación de un repositorio de datos
(Data Warehouse) en el que se recopile y almacene en forma ordenada y confiable en un
único ambiente de cómputos, información actualmente mantenida en diversos ámbitos de
procesamiento.
Matriz de
Transición
Sistema Financiero
Cantidad de registros
Situación
1
Deudores a Marzo 2000
2
3
4
5
Total
8%
24%
35%
34%
2%
4%
22%
36%
59%
96%
100%
100%
100%
100%
100%
Deudores
1
2
3
4
5
a
Abril
1998
81%
18%
4%
2%
1%
5%
24%
5%
1%
0%
3%
12%
19%
4%
1%
Se incluyen aquellos deudores que tengan asistencia en Marzo ´00 y Abril ´98
Principales deudores sector privado no financiero (+ de $200 mil)
Matriz de
Transición Sistema
Financiero
En montos
Situación
1
Deudores a Marzo 2000
2
3
a
Abril
1998
1
2
3
4
5
89%
12%
5%
2%
1%
5%
27%
5%
0%
0%
1%
11%
27%
6%
1%
Se incluyen aquellos deudores que tengan asistencia en Marzo ´00 y Abril ´98
Principales deudores sector privado no financiero (+ de $200 mil)
BCRA
4
5
Total
4%
40%
33%
36%
2%
1%
9%
30%
56%
96%
100%
100%
100%
100%
100%
Deudores
III. Políticas y régimen prudencial 59
A diciembre de 1999, la central de deudores cuenta con más de 5 millones de deudores.
Las financiaciones y garantías totales incluidas alcanza los 95 mil millones de pesos. El 69
por ciento de dicho total corresponde a la cartera comercial (63 por ciento si se considera la
cartera comercial mayor a 200 mil pesos) y el 31 por ciento restante a la cartera de consumo.
Una aplicación de dicha central de deudores es la matriz de transición, que refleja la
evolución en la situación17 de los deudores asistidos en dos períodos determinados. Así por
ejemplo, si analizamos lo sucedido con los principales deudores del sector privado no
financiero de las entidades financieras durante los últimos dos años (marzo de 2000 en
comparación con abril de 1998) puede observarse los cambios en la situación de deudores
asistidos en ambos períodos así como las financiaciones involucradas.
En las tablas precedentes los resultados de dicho ejercicio están volcados en dicha
“matriz de transición”. Del mismo se desprende, por ejemplo, que de todos los deudores que
se encontraban en situación 1 en abril de 1998, el 89 por ciento de los mismos mantienen
en marzo de 2000 dicha calificación, el 3 por ciento pasó a situación 2, el 1 por ciento a
situación 3, el 5 por ciento a situación 4 y el 1 por ciento restante a situación 5.
Adicionalmente, de todos los deudores que se hallaban en situación 2 en junio de 1999, 32
por ciento mantienen dicha calificación, 24 por ciento mejoró pasando a situación 1 y el 44
por ciento restante empeoró su situación (a 3, 4 ó 5).
Por otro lado, en las citadas tablas, se incluyen los montos (financiaciones y garantías)
a marzo de 2000 de los deudores involucrados en la matriz antes comentada.
A: Control de auditores
En el marco del sistema BASIC, resulta fundamental alcanzar y mantener un adecuado
nivel de calidad de los trabajos de los auditores externos e internos y de los comités de
auditoría, cuya labor es evaluada internamente desde la Superintendencia.
El objetivo principal de los auditores externos es asegurar que la información provista
por las entidades financieras en sus estados contables refleje adecuadamente su situación
patrimonial, económica y financiera, emitiendo en forma anual el informe del auditor sobre
los estados contables de cierre del ejercicio, que deberá cumplir con los procedimientos de
auditoría establecidos por el Banco Central. Adicionalmente, los auditores externos deben
presentar a esta Institución los informes de revisión limitada de los estados contables
trimestrales e informes especiales relacionados con la información de los deudores de las
entidades financieras, el cumplimiento de las relaciones técnicas, regulaciones monetarias y
de las normas en materia de prevención del lavado de dinero proveniente de actividades
ilícitas, la adecuación de los sistemas informáticos para su uso a partir del año 2000, el
régimen informativo para el Banco Central y sobre el sistema de control interno de las
entidades financieras.
Por otra parte, para promover la efectividad y eficiencia de las operaciones de las
entidades financieras, la confiabilidad de la información contable y el cumplimiento de las
leyes y las normas aplicables, las normas del Banco Central definen al control interno como
Se entiende por situación a la clasificación que merece el deudor de acuerdo a la normativa del BCRA (Com. A 2729 y compl..).
La misma va de 1 (situación/cumplimiento normal) a 5 (irrecuperable).
17
BCRA
60 III. Políticas y régimen prudencial
un proceso efectuado por el directorio, la gerencia y los demás miembros de una entidad
financiera, asignándole roles específicos a cada uno de ellos. Dentro de ese marco, las
auditorías internas son las encargadas de la evaluación y el monitoreo del control interno, y
los comités de auditoría son los responsables del análisis de las observaciones emanadas de la
auditoría interna, del seguimiento de la implementación de las soluciones a las debilidades
de control interno detectadas y de la coordinación de las funciones de control interno y
externo que interactúan en la entidad financiera.
Como resultado de la evaluación de las labores de los auditores externos e internos y de
los comités de auditoría, se procede a calificar a los auditores de acuerdo con una
metodología aprobada por la Superintendencia, a través de un comité de calificación. En el
caso particular de los auditores externos, las calificaciones hasta el 31 de diciembre de 1999
mostraron una mejora significativa en la calidad de su labor. Durante el mismo período, se
produjo una evolución favorable en la labor de las auditorías internas que en general no
llevaban a cabo sus tareas orientadas a los riesgos de las operaciones, debiendo modificar su
metodología a partir de abril de 1997, cuando se produjo un importante cambio en la
regulación del Banco Central sobre control interno.
En el período comprendido entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 1999, se
cumplió con los cronogramas de tareas aprobados por la Superintendencia, habiéndose
efectuado 60 revisiones integrales de la labor de los auditores externos, 96 revisiones
integrales de la labor de auditoría interna y 41 revisiones reducidas de la labor de los
auditores externos (incluyen solamente la revisión del informe sobre verificación de los
deudores de las entidades financieras). Actualmente se está llevando a cabo el quinto
cronograma con 36 revisiones integrales de la labor de los auditores externos, 43 revisiones
integrales de la labor de auditoría interna y 34 revisiones reducidas de la labor de los
auditores externos.
Auditoría externa de sistemas
Las auditorías externas de sistemas se realizan en el marco de referencia que fijan la
normativa vigente del Banco Central, las normas internacionales específicas de la actividad
y las leyes o regulaciones nacionales vinculadas a sistemas tecnológicos.
Calificaciones de
auditoría externa
4(Inadecuado)
17%
5(Inaceptable)
1%
1(Muybueno)
2%
2(Adecuado)
45%
3(Ajustado)
35%
BCRA
III. Políticas y régimen prudencial 61
Calificaciones de
auditoría interna
4(Inadecuado)
44%
5(Inaceptable)
3%
1(Muybueno)
0%
2(Adecuado)
6%
3(Ajustado)
47%
Ultima calificación
1
2
1
2
3
4
5
S/C
Ultima
calificación
Total
Ultima calificación
6
10
4
2
7
7
2
15
20
16
2
Calificación previa
Con objeción
10
14
46
1
Calificación previa
3
4
3
Total
3
1
16
17
16
30
47
S/C
2
18
13
3
2
26
64
Total
2
38
35
14
2
26
117
S/C
27
9
11
47
Calificaciones de
auditoría interna
S/C
Total
1
2
3
17
10
1
16
47
7
49
41
4
16
117
Cantidad de
entidades
Auditorías de sistemas
Calificaciones
1
2
3
4
5
Seguimientos efectuados
Homologación de cámaras compensadoras
Matriz de transición al
31 de diciembre de
1999
72
34
11
117
5
3
Calificaciones de
auditoría externa
Calificaciones de
auditoría externa objeciones a
informes
Matriz de transición al
31 de diciembre de
1999
Total
24
2
1
2
3
4
5
S/C
5
12
3
Sin objeción
35
11
Sin objeción
Con objeción
S/C
Total
Calificación previa
3
4
74
0
13
38
18
5
30
1
Matriz de transición al
31 de diciembre de
1999
Auditoría externa
de sistemas
Tareas realizadas
durante 1999
BCRA
62 III. Políticas y régimen prudencial
Calificaciones de
auditorías de
sistemas
Calificación5
7%
Calificación1
0%
Calificación2
18%
Calificación4
24%
Calificación3
51%
Estas auditorías forman parte de las auditorias CAMELS que se llevan a cabo periódicamente. Sin embargo, lo específico de la actividad tecnológica hace que las auditorías de sistemas tengan su propia metodología de acción y calificación, que se aplica sobre la base de
las evidencias reunidas en cada inspección practicada. Los elementos que se auditan son: gerenciamiento informático, continuidad del procesamiento de datos, operaciones, seguridad
lógica, telecomunicaciones, sistemas aplicativos, transferencia electrónica de fondos, banca
electrónica y proveedores externos. La evaluación conjunta de los temas auditados se resume
en una calificación que evalúa a cada entidad financiera desde el punto de vista tecnológico.
Adicionalmente a las auditorías de sistemas que se practican como parte integrante de
las auditorías CAMELS, se efectúan revisiones adicionales independientes (denominadas de
“seguimiento”) en todas aquellas entidades cuya calificación haya sido 4 o 5. Estas entidades
son notificadas de su situación -con antelación a la remisión del informe CAMELS definitivo, para que puedan proyectar a la brevedad un plan de acción tendiente a superar las debilidades observadas.
Por otra parte, auditoría de sistemas brinda soporte técnico a los equipos de supervisión
realizando la validación de la información de cartera de consumos. En tal sentido se realizaron 119 estudios y análisis de carteras de consumo de las entidades, de los cuales 26 derivaron en el rechazo de la información enviada por problemas de falta de cumplimiento del requerimiento en cuanto al formato, tanto de campos individuales como del registro en su totalidad, como así también en la forma de completar cada uno de ellos.
S: Supervisión
El esquema de supervisión que aplica la Superintendencia está orientado a conocer la
situación corriente de la entidad financiera y su viabilidad en el mediano plazo. En este sentido, el esquema enfatiza tanto el determinar si los estados contables reflejan adecuadamente la situación de la entidad, como el conocer si la calidad de su gerenciamiento, su posicionamiento actual y futuro y sus políticas de crédito, captación de recursos, servicios, empleo,
remuneraciones, distribución geográfica, diversificación de riesgos, etc., permiten prever su
viabilidad en el futuro.
BCRA
III. Políticas y régimen prudencial 63
En función de esta orientación, la supervisión bancaria reconoce varios objetivos. En
primer lugar, velar por la estabilidad del sistema financiero en su conjunto y contribuir a mejorar la transparencia en la información suministrada por las entidades financieras al público en general. En segundo lugar, promover el ejercicio prudente de la profesión bancaria, enfatizando la responsabilidad de los directorios y gerencias de las entidades en el desarrollo de
sistemas de gestión, control e información, coherentes con el perfil de riesgos asumido y con
la complejidad de sus operaciones. En tercer lugar, promover una disciplina preventiva eficaz, para preservar la solvencia y estabilidad de las entidades y subsanar las debilidades detectadas en los procesos de gestión de los riesgos bancarios. Finalmente, diagnosticar sistemáticamente la situación y viabilidad de cada entidad financiera, de manera comprensiva y
consolidada.
En consonancia con estos objetivos, se ha implementado un proceso de supervisión
bancaria que va más allá de las inspecciones periódicas a las entidades financieras. El proceso es un ciclo continuo que combina inspecciones y seguimiento a distancia abarcando cuatro etapas.
Las tres primeras etapas del proceso de supervisión corresponden a la inspección on-site de las entidades financieras y comprenden: la planificación de la inspección a realizarse,
determinando el alcance y la oportunidad de los procedimientos a aplicar, su duración y el
personal afectado; la ejecución de la inspección, aplicando los procedimientos establecidos;
y la comunicación de los resultados de la inspección y de la calificación de la entidad. La
cuarta etapa comprende el seguimiento en sede (off-site) de la situación de cada entidad financiera, a través del análisis de la documentación establecida por el régimen informático y
demás elementos adicionales solicitados, con el objetivo de analizar: indicadores de alerta
que permitan estimar y anticipar la situación de cada entidad; escenarios y proyecciones, particularmente de aquellas entidades en las que se detectó una señal de alerta; cumplimiento
normativo de relaciones técnicas y monetarias, como así también de la clasificación y previsionamiento de los deudores; y evolución histórica de la entidad.
Realizadas
No realizadas
Reciente
inicio
Programadas
para el primer
trimestre
de 2000
Proceso de
fusión, venta o
revocación
Total
Calificadas
En proceso
de calificación
Bancos públicos
Bancos privados
Compañías financieras
Cajas de crédito
5
25
7
2
2
19
3
2
7
17
2
1
0
4
4
0
1
10
0
1
1
2
1
1
16
77
17
7
Total
39
26
27
8
12
5
117
En curso /
veeduría
Realizadas
Calificadas
Bancos públicos
Bancos privados
Companías financieras
Cajas de Crédito
1
2
Total
3
No realizadas
Proceso de
fusión, venta o
revocación
En proceso
de calificación
En curso /
veeduría
Reciente
inicio
Programadas a
partir de
Junio 2000
3
11
4
1
7
12
4
1
2
5
48
9
4
1
3
1
17
77
19
6
19
23
66
5
119
3
Total
Cronograma de
inspecciones para
1999
Cronograma de
inspecciones para
2000
BCRA
64 III. Políticas y régimen prudencial
Calificación CAMELS
Al término de cada inspección, cada entidad financiera recibe una calificación compuesta que proporciona un marco para evaluar y resumir los factores económicos, financieros, operacionales y de cumplimiento normativo, y que se genera mediante la valoración de
cinco componentes: suficiencia de Capital, calidad de los Activos, dirección administrativa
(Management), rentabilidad (Earnings), Liquidez, Sensibilidad a los riesgos de mercado.
Cada uno de estos componentes recibe una valoración de 1 a 5 en escala de valores satisfactorios a no satisfactorios. La calificación final de una entidad financiera es la resultante de una combinación de los factores evaluados y determina su situación y por ende, las acciones de superintendencia que corresponde aplicar.
La Superintendencia utiliza un método de supervisión similar al implementado por la
Oficina de Contralor de la Moneda (OCC) y la Reserva Federal de Estados Unidos, denominado sistema de calificación CAMELS, que constituye un enfoque integrador en el cual
las fortalezas y debilidades resultan de un análisis conjunto de factores clave.
De acuerdo con las evaluaciones efectuadas a diciembre de 1999, las entidades privadas
con calificación CAMELS 1 y 2 concentran 87 por ciento del total de los depósitos (esta
proporción era 78 por ciento en 1998), mientras que sólo 2 por ciento se concentra en
entidades con calificación CAMELS 4. Cabe destacar que no hay entidades con calificación
CAMELS 5.
Se ha producido una mejora en relación a las calificaciones vigentes a diciembre de
1998 ya que no sólo aumentó el porcentaje de depósitos en las entidades mejor calificadas
sino que también se incrementó en 7 la cantidad de entidades con CAMELS 1 y 2 (de 37 a
45 entidades). Parte de la mayor concentración de depósitos en las entidades mejor
calificadas se explica porque éstas absorbieron a otras entidades que estaban peor calificadas.
En este sentido, 78 por ciento de los depósitos de las entidades que dejaron de operar
durante 1999 fue absorbido por entidades con CAMELS 1 o 2. Entre otros cambios
significativos entre 1998 y 1999, se puede mencionar que 3 entidades mejoraron la
calificación de 3 a 2 y que las 3 entidades que en 1998 tenía calificación 5 mejoraron su nota
durante 1999. Adicionalmente, cabe señalar que de las entidades que en 1998 no tenían
calificación CAMELS y que fueron calificadas en 1999, 5 recibieron una nota de 1 o 2.
Todas las entidades fueron inspeccionadas en el período correspondiente salvo las nuevas.
Distribución
de los
depósitos
según
calificación
CAMELS
BCRA
III. Políticas y régimen prudencial 65
La matriz de transición de calificaciones CAMELS -que compara la primera y la última
nota que recibieron cada una de las entidades financieras- permite realizar algunas
observaciones de interés. Es así como, por ejemplo, de las 29 entidades que fueron
originalmente calificadas en 4, 10 entidades mantuvieron dicha nota en la última
calificación, mientras que de las 19 restantes, 7 mejoraron su calificación (2 pasaron a tener
una nota CAMELS 2 y las 5 restantes una CAMELS 3), en que 12 fueron revocadas (7 de
ellas se retiraron del mercado en forma ordenada18 y al resto se les aplicó el artículo 35 bis
de la Ley de Entidades Financieras).
También se observa que 30 por ciento de las entidades que recibieron como primera
nota un CAMELS 3 mejoraron su calificación o bien se retiraron del mercado de manera
ordenada. Esta proporción asciende a 48 por ciento si se consideran las entidades cuya
primera calificación CAMELS fue 4 y al 50 por ciento en el caso de las calificadas
originalmente en 5.
La supervisión a distancia (off-site) se complementa con el análisis y seguimiento de los
principales deudores del sistema financiero informados a través de la central de riesgo. Con
base en esta información, así como en el análisis de deudores efectuado por las inspecciones
y la información remitida por las calificadoras de riesgo, se remiten mensualmente notas a
las entidades donde se señala la necesidad de reclasificar o reanalizar determinados deudores.
Durante 1999 se enviaron 687 cartas que involucraron a aproximadamente 2.070 deudores
comerciales.
El análisis del riesgo crediticio también considera a los principales grupos económicos
que reciben asistencia de entidades financieras, por lo que durante 1999 se analizaron 162
grupos y 166 empresas individuales.
Ultima
calificación
Entidades
revocadas desde
diciembre de 1997
1
2
3
4
5
s/c
Subtotal
Retiro ordenado
Suspención por
art. 35bis
Total
1
2
9
4
13
3
3
17
3
23
5
16
28
Primera calificación =
1) Mejoró su calificación
2) Retiro ordenado (1)
3) Subtotal (1+2)
4) Mantuvo su calificación
5) Empeoró su calificación
6) Suspensión/Revocación art. 35 bis.
Primera calificación
3
4
6
2
13
5
8
10
27
17
6
7
CAMELS 3
20%
10%
30%
50%
20%
0%
33
5
29
CAMELS 4
32%
16%
48%
32%
0%
20%
5
1
1
-
s/c
2
1
10
9
14
36
6
Total
14
30
32
27
0
14
117
27
1
2
2
44
8
152
CAMELS 5
50%
0%
50%
0%
0%
50%
Calificaciones
CAMELS
Matriz de transición
al 31 de diciembre
de 1999
Evolución de las
calificaciones
CAMELS
Primera vs. última
calificación
(1) Entidades de baja por fusión, absorción o solicitud de revocatoria sin recibir asistencia del Banco Central, SEDESA o el Fondo
Fiduciario de Capitalización Bancaria.
Esto es, por fusión, absorción o solicitud de revocatoria sin recibir asistencia del Banco Central, SEDESA o el Fondo Fiduciario de
Capitalización Bancaria.
18
BCRA
66 III. Políticas y régimen prudencial
El seguimiento de entidades entre inspecciones, se complementa con un monitoreo
sistemático de las entidades financieras a través de indicadores referidos a variables clave tales
como capital, activos, rentabilidad y liquidez elaborados con la información mensual que las
entidades remiten a esta Institución y que permiten evaluar su situación y evolución entre
inspecciones.
Desarrollo de un nuevo esquema de supervisión orientado al riesgo
Durante 1999 se decidió introducir modificaciones al esquema de supervisión a fin de
adecuarlo a los más altos estándares internacionales. El nuevo esquema orienta la supervisión
al riesgo particular de cada entidad financiera y reconoce dos objetivos: por un lado, la
identificación cualitativa y el entendimiento específico de los riesgos enfrentados por cada
una de las entidades financieras, siendo estos riesgos los que definen el planeamiento de la
supervisión de cada una de ellas; y por el otro lado, el análisis metódico y la proyección de
recursos comunes y especiales que son requeridos para cada ciclo de supervisión bancaria,
tanto para las inspecciones en la entidad como para el seguimiento posterior a distancia, de
manera de buscar la optimización en la asignación del personal y lograr un mejor
conocimiento de los hechos significantes y los cambios estratégicos que ocurren en las
entidades en el período entre inspecciones.
Las herramientas necesarias para planificar y concluir el proceso de supervisión han sido
desarrolladas en los manuales de inspección y de seguimiento, que reúnen las siguientes
características: definen los principios básicos de la supervisión bancaria orientada al riesgo,
prestando especial atención a la importancia de cada componente y a la interacción entre
ellos; estandarizan los procedimientos de supervisión de forma que el resultado de la
supervisión responda a pautas mínimas objetivas; profundizan y coordinan la utilización de
herramientas analíticas para la evaluación y seguimiento de las entidades financieras; y
mantienen el ciclo continuo de inspecciones en sede de las entidades financieras y
seguimiento a distancia a través del régimen informativo diseñado al efecto.
Durante el año 2000 está previsto comenzar los cursos de capacitación interna sobre
esta metodología para concluir posteriormente con su implementación.
Franquicias
Durante 1999 el Banco Central, en el marco de lo establecido en el artículo 34 de la
Ley de Entidades Financieras, otorgó facilidades a 36 entidades financieras, 11 de las cuales
fueron públicas.
Las facilidades otorgadas consistieron en: admitir en forma temporaria excepciones a los
límites de las relaciones técnicas y monetarias vigentes; atenuar el pago de los cargos por los
incumplimientos registrados en las relaciones técnicas y monetarias vigentes; y otras medidas
tendientes a facilitar el cumplimiento de los planes de regularización y saneamiento, las
fusiones, absorciones o privatizaciones de entidades.
B: Emisión de bonos
Con el objeto de brindar mayor transparencia a los ahorristas e inversores sobre la
situación patrimonial de las entidades financieras, éstas deben emitir bonos -u otros pasivos
BCRA
III. Políticas y régimen prudencial 67
de largo plazo- en el mercado de capitales, por un monto equivalente a 2 por ciento de sus
depósitos, a dos años de plazo.
En el caso de que una entidad opte por no emitir deuda, se le incrementa
automáticamente en un punto porcentual la tasa de exigencia de requisitos mínimos de
liquidez y en cinco puntos porcentuales la exigencia de capitales mínimos por riesgo de
crédito y de tasa de interés.
Durante 1999, 28 entidades financieras emitieron deuda bajo este régimen por un total
de 760 millones de pesos. Los instrumentos utilizados fueron obligaciones negociables (421
millones de pesos), certificados de depósitos (49 millones de pesos) y préstamos de entidades
locales y del exterior (290 millones de pesos). Cabe destacar que a agosto de 1999, 49
entidades financieras ejercieron la opción de no emitir deuda, mientras que 15 entidades
tenían tiempo de ejercer la opción hasta el 31 de diciembre de 1999, por estar cubiertas por
emisiones anteriores.
C: Calificación
Durante 1999 las entidades financieras fueron evaluadas por las sociedades calificadoras
de riesgo inscriptas en el registro habilitado por el Banco Central, con bases en la
información contable extraída de los balances cerrados entre diciembre de 1998 y septiembre
de 1999. Estos informes permiten analizar el cumplimiento de las pautas mínimas
establecidas por las disposiciones previstas en el régimen de evaluación de entidades y demás
normas complementarias. En cumplimiento de la Ley 24.241, el Banco Central informó a
la Superintendencia de Aseguradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones las evaluaciones
de aquellas entidades que solicitaron ser captadoras de depósitos de los fondos de
jubilaciones y pensiones.
De las 117 entidades habilitadas a diciembre de 1999, 105 fueron evaluadas, 2 están
exceptuadas, 4 son entidades nuevas (no habiéndose producido el vencimiento del primer
informe de evaluación) y 6 no presentaron la evaluación. De las 105 entidades evaluadas, 89
lo hicieron bajo el régimen general y 16 bajo el régimen alternativo.
Entidades
AAA
AA
A
BBB
BB
B
CCC
F
Exceptuadas
Sin evaluación
Nuevas
Total
Depósitos
Porcentaje sobre el total
Cantidad
En
porcentaje
Montos a Dic-99
En millones de pesos
30
16
27
13
8
2
3
10
2
2
4
25,6
13,7
23,1
11,1
6,8
1,7
2,6
8,5
1,7
1,7
3,4
52.509
18.814
6.989
969
225
13
264
990
159
1.682
63,6
22,8
8,5
1,2
0,3
0,0
0,3
1,2
0,2
2,0
117
100,0
82.614
100,0
Individual
Acumulado
Distribución de
las evaluaciones
recibidas
63,6
86,3
94,8
96,0
96,2
96,3
96,6
97,8
98,0
100,0
Notas: En aquellas entidades que optaron por el régimen alternativo (16) se consideró la nota equivalente.
En caso de que una entidad este evaluada por dos calificadoras de riesgo, se consideró la peor nota.
Comprende las evaluaciones de 105 entidades con fecha de estudio 30 de septiembre de 1999. Para
los casos que no presentaron las evaluaciones a esa fecha (4 entidades) se tomó la nota
correspondiente al trimestre anterior.
BCRA
68 III. Políticas y régimen prudencial
Distribución de
las evaluaciones
recibidas
La distribución de las evaluaciones recibidas19 se concentra en la calificación “AAA”
(30 entidades) que captan 63,6 por ciento del total de los depósitos del sistema. Casi la
mitad de estas evaluaciones corresponden a equivalencias otorgadas sobre calificaciones
internacionales de sus casas matrices o controlantes de entidades locales que avalan sus
operaciones pasivas.
Las entidades que poseen una evaluación igual o superior a “A” (73) concentran 94,8
por ciento de los depósitos totales del sistema. En otras palabras, las 36 entidades que poseen
evaluaciones iguales o inferiores a “BBB” poseen sólo 3 por ciento de los depósitos.
La distribución de las evaluaciones a diciembre de 1999 muestra una mejora con
respecto al cierre del ejercicio 1998. En dicho período las evaluaciones se concentraban en
“A” (22,7 por ciento de las entidades con una participaban de 6,8 por ciento de los
depósitos).
Evolución de las
evaluaciones
1998
Cantidad
AAA
AA
A
BBB
BB
B
CCC
F
Exceptuadas
No presentaron
Nuevas
Total
1999
Porcentaje
Cantidad
Porcentaje
26
20
29
23
7
6
1
3
7
4
2
20,3
15,6
22,7
18,0
5,5
4,7
0,8
2,3
5,5
3,1
1,6
30
16
27
13
8
2
3
10
2
2
4
25,6
13,7
23,1
11,1
6,8
1,7
2,6
8,5
1,7
1,7
3,4
128
100,0
117
100,0
Las evaluaciones corresponden a las de septiembre de cada uno de los años indicados.
19
Para el análisis de la distribución de las notas de evaluación, en aquellas entidades que no se recibió aún el informe se consideró la última
nota disponible.
BCRA
III. Políticas y régimen prudencial 69
Entidades
Cantidad
Porcentaje
Montos a Dic-99
En millones de pesos
Depósitos
Porcentaje sobre el total
Individual
Acumulado
74,4
99,7
100,0
AAA
AA
A
17
11
5
51,5
33,3
15,2
1.931
658
8
74,4
25,3
0,3
Total
33
100,0
2.597
100,0
Evaluaciones de
las entidades que
captan depósitos
de AFJP
Notas: Participan del régimen de captación de depósitos de AFJP 62 entidades.
En aquellas entidades que optaron por el régimen alternativo (12) se consideró la nota equivalente.
Comprende las evaluaciones con fecha de estudio septiembre de 1999. Para los casos que no
presentaron las evaluaciones a esa fecha se tomó la nota correspondiente al trimestre anterior.
A diciembre de 1999, 62 entidades participaban del régimen de captación de depósitos
provenientes de fondos de jubilaciones y pensiones, de las cuales sólo 33 captaron
efectivamente depósitos, por un total de 2.597 millones de pesos (casi 20 por ciento más que
en 1998). La casi totalidad de las inversiones hechas por los fondos de pensión (99,7 por
ciento) se encontraban en entidades financieras con evaluación igual o superior a “AA”.
Durante 1999, se observó un incremento en la cantidad de entidades participantes con
evaluación “AAA” (de 21 a 23 entidades), mientras que se redujo el número de aquellas ubicadas en “AA” (de 16 a 14 entidades) y en “A” (de 22 a 17 entidades). Aunque hay 5 entidades participantes con evaluación “BBB”, una entidad con “BB” y 2 entidades con “F”20 ,
ninguna cuenta con depósitos de fondos de jubilaciones y pensiones.
Las sociedades que participan del régimen de evaluación de entidades financieras deben
estar previamente habilitadas por el Banco Central. La habilitación tiene un año de validez
y a los fines de su renovación se considera, entre otros aspectos, la calidad del trabajo
realizado.
Con el objeto de constatar que los informes de evaluación cumplan con lo dispuesto en
la normativa vigente, se efectúa por muestreo un análisis de los estudios de evaluación de las
entidades financieras. Durante 1999 se analizaron 49 informes, de los cuales 2 por ciento
Evolución de la
calidad del
trabajo de las
calificadoras
20
Una calificación “F” significa que la entidad, habiendo solicitado la evaluación, no suministra la información requerida.
BCRA
70 III. Políticas y régimen prudencial
Evaluación
interna de los
informes
Inadecuada
10%
Muy buena
2%
Ajustada
33%
Adecuada
55%
alcanzó una calificación de “muy bueno”, 55 por ciento fueron evaluados como “adecuado”,
33 por ciento como “ajustado” y 10 por ciento como “inadecuado”, en tanto que ninguno
resultó con una calificación de “inaceptable”. Cabe aclarar que la calificación de los informes
de evaluación no implica que el Banco Central se expida sobre la evaluación asignada a la
entidad, que continúa siendo de exclusiva responsabilidad de la sociedad calificadora y puede
no coincidir con la opinión de esta Institución.
De la comparación con las revisiones efectuadas durante 1998 (que registró 80 por
ciento de las evaluaciones como “ajustado” y sólo 16 por ciento fue considerado “adecuado”),
surge que la calidad del trabajo realizado por las sociedades calificadoras mejoró
sensiblemente.
BCRA
IV. Estructura del sistema financiero 71
IV.
ESTRUCTURA
DEL SISTEMA
FINANCIERO
1. Evolución de la estructura del sistema financiero
Durante 1999, el sistema financiero argentino continuó el proceso de consolidación
que se inició con la Ley de Convertibilidad y se profundizó después de la crisis del “Tequila”.
El número de entidades financieras pasó de 126 en diciembre de 1998 a 117 en diciembre
de 1999. Cabe señalar que si bien el número de entidades disminuyó, se autorizó el
funcionamiento de 6 nuevas entidades, correspondiendo 5 de ellas a pedidos formulados
durante 1999 y la restante a una solicitud hecha en 1998.
En el transcurso de 1999 la mayoría de las entidades que cerraron lo hicieron por
decisión propia y no por problemas de solvencia o credibilidad. Sobre un total de 19
entidades que cerraron en 1999, 15 lo hicieron por decisión propia o fueron parte de una
absorción “no traumática” en tanto que los 4 casos restantes fueron resueltos mediante la
aplicación del artículo 35 bis, por lo que prácticamente no existió pérdida para los
depositantes ya que los activos escindidos fueron tomados por otras entidades. Este aspecto
también es parte importante del proceso de consolidación del sistema financiero, ya que
implica la salida del sector de aquellos participantes que no pueden desenvolverse en un
ambiente competitivo o de aquellos cuyo negocio se vuelve inviable o poco rentable en el
largo plazo. Cabe destacar que los cierres de entidades financieras ocurridos durante el
período considerado, ya sea voluntario o a través de mecanismos de mercado, no generaron
efectos de desconfianza sobre el resto del sistema.
El continuo proceso de inversión extranjera en el sistema bancario argentino se
mantuvo activo durante 1999. En este caso, la mayor parte de los capitales fueron de origen
europeo -Francia, España y Alemania- y, en menor medida, de Brasil y Estados Unidos. El
aumento de la diversidad del origen de los capitales permite disminuir la probabilidad de
que problemas que se manifiestan en determinados países afecten al sistema financiero local.
Por otra parte, se mantuvo el proceso de apertura de sucursales en todo el país. A
diciembre de 1999 se encontraban habilitadas 4.381 filiales, mientras que el número de
filiales autorizadas aún no habilitadas sumaba 404, distribuyéndose de la siguiente forma: 89
en Capital Federal, 158 en Buenos Aires, 27 en Córdoba, 30 en Mendoza, 30 en Santa Fe y
70 en las restantes provincias del país. También se registraban 126 filiales solicitadas aún no
autorizadas. Con respecto a 1998, la cantidad de sucursales habilitadas permaneció estable,
en tanto que aumentó en 102 la cantidad de otras dependencias habilitadas (en empresas,
supermercados, etc.). Cabe destacar que mientras disminuyó el número de solicitudes de
autorización para la apertura de sucursales, en el caso de los otros tipos de dependencias las
solicitudes aumentaron.
Por su parte, a diciembre de 1999 se encontraban habilitados 4.245 cajeros
automáticos. El número de solicitudes recibidas sumaba 1.065, distribuyéndose de la
siguiente forma: 197 en Capital Federal, 383 en Buenos Aires, 125 en Córdoba, 20 en
Mendoza, 125 en Santa Fe y 216 en las restantes provincias del país. Con relación a 1998,
BCRA
BCRA
15
8
23
126
Compañías Financieras
Cajas de Crédito
Total Entidades No Bancarias
Total Entidades Financieras
17
Sucursales de Entidades Extranjeras
103
4
Cooperativos
Total de Bancos
66
87
Sociedades Anónimas
Bancos Privados
3
10
De Provincias
De Municipalidades
3
16
7
7
1
6
7
8
3
1
2
5
4
4
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
Bajas
Absorciones Revocatorias Transformación de Privatizaciones
naturaleza jurídica
1
1
1
1
Transformación de
naturaleza jurídica
6
4
4
2
2
2
Altas
Nuevas
entidades
1
1
1
1
Privatizaciones
117
24
7
17
93
17
2
60
79
3
9
2
14
Al 31/12/99
Evolución de la
estructura del
sistema financiero
De la Nación
Bancos Públicos
Al 31/12/98
72 IV. Estructura del sistema financiero
IV. Estructura del sistema financiero 73
se observa una tendencia hacia la automatización de las operaciones de atención al público,
ya que el número de cajeros automáticos habilitados creció en 507, destacándose el aumento
en la provincia de Buenos Aires.
Durante 1999 se destacó la autorización para funcionar de nuevas compañías
financieras. Estas entidades tienen como característica distintiva la restricción en materia de
captación de recursos de terceros ya que no pueden tomar depósitos e inversiones incluyendo el valor nominal de las obligaciones negociables que emita- por montos
inferiores a un millón de pesos. Las entidades autorizadas para funcionar fueron Debis Cía.
Fciera. S.A., Fiat Crédito Cía. Fciera. S.A. y Gmac Cía. Fciera. S.A. Estas tres compañías
financieras forman parte de un total de diez solicitudes de licencias de autorización para
establecer entidades financieras recibidas en el transcurso de 1999.
Nuevo Banco de La Rioja
Entre los cambios en la estructura del sistema financiero más significativos de 1999, se
podría mencionar la recompra por parte de la Provincia de La Rioja de su ex-banco
provincial. A raíz de la inspección llevada a cabo por la Superintendencia durante 1999 en
el Nuevo Banco de La Rioja, se determinaron mayores previsiones que derivaron en un
defecto del capital mínimo exigido por el Banco Central. Ante la imposibilidad del
accionista mayoritario de realizar el aporte de capital necesario, este debió transferir su
tenencia accionaria en la entidad al Estado Provincial.
El 19 de noviembre de 1999 la Cámara de Diputados de la Provincia de La Rioja
dispuso que a los fines de la capitalización del banco, la función ejecutiva emita un bono de
capitalización por un monto no superior a 25 millones de pesos con garantía de
coparticipación federal de impuestos. Posteriormente, en asamblea general extraordinaria de
la entidad se resolvió que el Sr. Elías Sahad (accionista de clase A), debía ceder -al 1 de
diciembre de 1999- sus acciones al Estado Provincial para permitir que éste lo recapitalice,
y exigió la renuncia de los directores y síndicos que lo representaban.
El 16 de diciembre de 1999 el Banco Central resolvió: admitir la integración del capital
con títulos del gobierno provincial con garantía de coparticipación federal de impuestos por
16 millones de pesos, de los cuales se efectivizaron 7 millones de pesos a diciembre (que a
su vez se afectaron a integrar requisitos de liquidez); admitir por el término de un año la no
deducción del saldo pendiente de integración de 9 millones de pesos de la cuenta accionistas
para la exigencia e integración de capitales mínimos; y solicitar la presentación de un plan
de adecuación en materia de activos inmovilizados dentro de los 60 días de notificada la
resolución. Las facilidades que otorgó el Banco Central están sujetas principalmente a que
se cumpla el nivel de capitalización comprometido y los adicionales que determine la
veeduría, y a que se presente un cronograma de adecuación en materia de requisitos mínimos
de liquidez.
2. Reestructuración de entidades
Marco normativo
El objetivo primordial del procedimiento de reestructuración bancaria consiste en
buscar una solución para la entidad que atraviesa dificultades y evitar que los depositantes BCRA
74 IV. Estructura del sistema financiero
en particular los pequeños- deban esperar el resultado del proceso de distribución en la
quiebra para recuperar las colocaciones no alcanzadas por el régimen de garantía de los
depósitos, así como mantener las fuentes de trabajo y la continuidad de la prestación del
servicio financiero. Por otra parte, y no menos importante, se busca evitar el fuerte deterioro
que sobre el valor de los activos de la entidad impone el proceso judicial de quiebra. Para
este propósito resulta fundamental garantizar la continuidad operativa del banco, lo que a su
término requiere asegurar los privilegios laborales en el proceso de reestructuración bancaria.
Para atender a los bancos con problemas se utilizan diversos instrumentos legales. En
primer término, ante una entidad en operaciones y con dificultades, el Banco Central puede
requerir la presentación de un plan de regularización y saneamiento, que debe explicitar el
compromiso asumido por la entidad para el cumplimiento de un cronograma de medidas
tendientes a eliminar sus incumplimientos normativos y reducir sus principales
vulnerabilidades; el Banco Central evalúa la factibilidad del compromiso y posteriormente
su cumplimiento efectivo. En este marco, la Ley de Entidades Financieras faculta a la
Superintendencia a otorgar exenciones temporarias (franquicias) en el cumplimiento de
relaciones técnicas, atenuación y/o condonación de cargos, etc. Si la situación de la entidad
no mejora en la forma prevista en el plan de regularización y saneamiento, el Banco Central
puede suspender temporalmente a la entidad hasta tanto se restablezcan las condiciones
necesarias para la continuidad de sus operaciones. Si estas medidas tampoco resultan
suficientes para resolver los problemas de liquidez y/o solvencia de la entidad, el Banco
Central puede impulsar su reestructuración, que en general se efectúa a través de la
separación de activos y pasivos. Con esta modalidad de reestructuración se crea una nueva
entidad financiera que continúa operando con los pasivos y activos excluidos, y una entidad
residual que se liquida en el proceso judicial de quiebra correspondiente. Finalmente, en el
tratamiento de bancos con problemas, se cuenta con el apoyo del Fondo Fiduciario de
Capitalización Bancaria y el seguro de depósitos, con el objeto de facilitar absorciones o
fusiones entre entidades y coadyuvar en los procesos de reestructuración en el marco del
artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras.
Artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras
Cuando están dadas las condiciones para la revocación de la autorización para
funcionar de una entidad (por ejemplo, problemas irreversibles en su liquidez y/o solvencia),
el artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras otorga facultades extraordinarias al
Banco Central para impulsar su reestructuración, en resguardo del crédito y los depósitos
bancarios. Estas facultades pueden consistir en: disponer la reducción, aumento o
enajenación del capital social de la entidad; practicar la exclusión de activos y pasivos en
favor de otras entidades; y disponer la intervención judicial y el control de la entidad. El
objetivo principal del Banco Central en el proceso de reestructuración es satisfacer los
pasivos privilegiados, es decir, los depósitos, los pasivos emanados de relaciones laborales y
las deudas de la entidad con el Banco Central.
El inciso c) del artículo 44 de la Ley de Entidades Financieras establece que: “El Banco
Central de la República Argentina podrá resolver la revocación de la autorización para
funcionar de las entidades financieras: (...) c) Por afectación de la solvencia y/o liquidez de
la entidad que, a juicio del Banco Central de la República Argentina, no pudiera resolverse
por medio de un plan de regularización y saneamiento;...”. Por su parte, el artículo 35 bis
establece: “Cuando a juicio exclusivo del Banco Central, adoptado por la mayoría absoluta
BCRA
IV. Estructura del sistema financiero 75
de su Directorio, una entidad financiera se encontrara en cualquiera de las situaciones
previstas por el artículo 44, aquél podrá autorizar su reestructuración en defensa de los
depositantes, con carácter previo a considerar la revocación de la autorización para
funcionar.”
Como ya se mencionara, dentro de las facultades otorgadas por la Ley de Entidades
Financieras al Banco Central se encuentran la posibilidad de ajustar el capital social de la
entidad según los ajustes al activo que a su juicio correspondan, otorgar plazo para la
capitalización de la entidad a efectos de cumplir con los requisitos legales, revocar la
participación de algunos o todos los accionistas, y encomendar o realizar la venta del capital
de una entidad financiera.
Ante la generación de pérdidas, la entidad afectada deberá reducir su capital o sus
reservas para absorberlas, o aumentar su capital, incluso incorporando nuevos socios. El
objetivo implícito en estos mecanismos es que, a través del cambio de titularidad accionaria,
se produzca una modificación en la administración y el gerenciamiento de la entidad. Si los
accionistas se oponen a la transferencia accionaria, el Banco Central no puede forzarla,
pudiendo sólo impulsar alguna otra alternativa de reestructuración o bien disponer la
revocación de la autorización para funcionar de la entidad financiera.
Cuando la entidad se encuentra muy afectada en su liquidez y/o solvencia, cualquiera
de las modalidades enunciadas resulta de muy difícil concreción, ya que todas apuntan a
obtener una mayor capitalización, hecho al que son renuentes tanto los propios accionistas
como los terceros.
Cuando no se logra capitalizar a una entidad con problemas, excluir sus activos y
pasivos resulta un instrumento de suma eficacia para facilitar su reestructuración,
permitiendo una selección de los activos y pasivos que mejoran las condiciones para su
transferencia.
La normativa faculta al Banco Central a que, en el marco de la reestructuración de una
entidad, disponga la exclusión de activos a su elección por un importe equivalente a los
pasivos que también se excluyan. Como se mencionó anteriormente, los pasivos que el
Banco Central puede excluir (pasivos privilegiados) son los depósitos, los pasivos laborales y
las deudas con el Banco Central. En el caso de que los activos sean insuficientes para
respaldar la totalidad de los pasivos privilegiados, el marco legal vigente provee un
mecanismo para la exclusión parcial de dichos pasivos. Este instrumento legal otorga al
Banco Central cierta flexibilidad en tanto permite evitar la opción de “todo o nada” en la
reestructuración de la entidad en problemas.
En las circunstancias previstas en el artículo 44 de la Ley de Entidades Financieras y
cuando resulta necesario a los efectos de los procedimientos de exclusión y transferencia de
activos y pasivos, reducción, aumento y enajenación del capital social de la entidad, el Banco
Central está facultado para solicitar la designación de un interventor judicial con o sin
desplazamiento de las autoridades estatutarias de administración. A diferencia de la
legislación tradicional, el interventor judicial es designado a propuesta del Banco Central y
con las facultades que éste solicite.
BCRA
76 IV. Estructura del sistema financiero
Asimismo, para facilitar las operaciones de reestructuración, el Banco Central otorga a
las entidades adquirentes ciertas facilidades o flexibilidades para el cumplimiento de sus
relaciones técnicas, las cuales pueden verse desfasadas por efecto de la adquisición de activos
de riesgo.
Seguro de depósitos
Otro instrumento importante en el proceso de reestructuración de entidades en
problemas es el apoyo del seguro de depósitos. La ley 24.485 creó el Sistema de Seguro de
Garantía de los Depósitos -a través de Seguro de Depósitos S.A. (SEDESA)- y el Fondo de
Garantía de los Depósitos. El sistema es obligatorio, ya que todas las entidades bancarias
están obligadas a adherir al sistema de garantía de depósitos, y oneroso, en virtud de que el
Fondo de Garantía de los Depósitos está constituido con aportes de las entidades financieras.
En la implementación del seguro de depósitos se ha considerado la creación de un
mecanismo de incentivos adecuado para los depositantes y las entidades, que contribuya a
un funcionamiento eficiente del sistema. Estos incentivos incluyen: el carácter limitado de
la garantía (en la actualidad alcanza hasta 30.000 pesos); los límites fijados a las tasas de
interés de los depósitos comprendidos por la garantía, así como la exclusión de la garantía
de aquellos que otorguen premios, incentivos, etc.; y las contribuciones individuales al
Fondo de Garantía de los Depósitos en función del nivel de riesgo de cada entidad.
El carácter limitado de la garantía, junto con la fijación de tasas de interés de referencia
a partir de las cuales se fijan límites a los depósitos bajo cobertura de la garantía, apunta a
reducir los problemas de riesgo moral. El carácter limitado incentiva a los depositantes a
monitorear adecuadamente las operaciones de la entidad, en tanto los límites en las tasas de
interés de los depósitos asegurados apunta a romper con el esquema de incentivos perverso
que permite continuar operando a entidades mal administradas y/o insolventes a través de
la renovación sistemática de sus depósitos al costo de tasas de interés elevadas y crecientes.
Las contribuciones de las entidades al Fondo de Garantía de los Depósitos están
determinadas en función del nivel de riesgo de cada entidad, básicamente determinado a
partir de su calificación CAMELS, en un rango entre 3 y 6 pesos mensuales por cada 10.000
pesos depositados. Este esquema genera incentivos no sólo para la reducción del riesgo en las
entidades, sino para el eficiente funcionamiento del sistema de garantía de depósitos, al
determinar mayores aportes -mayor prima del seguro- para aquellas entidades con mayor
riesgo en sus operaciones y que por lo tanto tienen una mayor probabilidad de uso de los
fondos.
Ante el cierre de una entidad, si los montos requeridos para su transferencia o fusión
con otra entidad fuesen inferiores a los comprometidos por la garantía de depósitos, netos
de la expectativa de recupero durante el proceso de quiebra, SEDESA estará facultado a
realizar esta operatoria. La solución de menor costo -tal como se denomina a esta opción- ha
sido una herramienta legal central, mediante la cual el seguro de depósitos ha contribuido
en la reestructuración de entidades, permitiendo una solución más eficiente para los intereses
de los depositantes en tanto asegura una devolución de los depósitos más allá de los montos
garantizados, con menores erogaciones por parte del Fondo de Garantía de Depósitos.
BCRA
IV. Estructura del sistema financiero 77
Fondo Fiduciario de Capitalización Bancaria
Para facilitar las operaciones de reestructuración de entidades financieras se crearon
fondos fiduciarios. El Fondo Fiduciario de Capitalización Bancaria constituye un
instrumento igualmente necesario para facilitar los procesos de reestructuración o fusión de
entidades, cuando las circunstancias así lo requieren. Son varias las funciones que tiene:
realizar los activos que adquiera; y suscribir e integrar aportes de capital, comprar y vender
acciones de entidades financieras, adquirir parte de sus activos u otorgarles préstamos.
Asimismo, el Banco Central puede encomendarle la realización de transferencias de activos
y pasivos financieros.
Usualmente, el Fondo Fiduciario de Capitalización Bancaria coadyuva en el proceso de
reestructuración, financiando parcialmente a las entidades adquirentes los mayores requisitos
de capital que surgen de la adquisición de activos de riesgo de otras entidades.
Transferencia en propiedad fiduciaria (Ley de Fideicomisos)
El procedimiento actual de reestructuración de bancos en problemas permite construir
el activo del nuevo banco colocando los (“buenos”) activos en un fideicomiso, los que
respaldan la emisión de bonos con distintos privilegios de cobro.
Resultados y costos del proceso de reestructuración
El reciente proceso de reestructuración del sistema bancario de Argentina ha puesto de
relieve la eficiencia y eficacia tanto del marco normativo prudencial vigente, como del
conjunto de arreglos legales y financieros utilizado y de las decisiones adoptadas por el Banco
Central tendientes a la resolución de los casos presentados. Esta situación adquiere mayor
relevancia al ponderar dicho desempeño en el marco del proceso actual de consolidación de
la banca y en el contexto internacional de crisis financiera presente en los últimos años.
En términos de los logros relativos obtenidos en el proceso de reestructuración21 , cabe
mencionar en primer lugar que la magnitud de este fenómeno desde 1996 hasta 1999 ha
sido relativamente baja, toda vez que medida con relación a los depósitos agregados de las
18 entidades involucradas (3.229 millones de pesos) no ha superado 5 por ciento del total
del sistema. Aún si se considera la totalidad de los pasivos de estas entidades (5.121 millones
de pesos), su dimensión es inferior a 2 por ciento del producto interno bruto (o bien un
promedio anual durante el período de 0,5 por ciento del producto). En segundo lugar, con
los instrumentos legales disponibles fue posible honrar los depósitos de 99 por ciento de los
depositantes de todas las entidades reestructuradas desde 1996, correspondiendo a 96,6 por
ciento del monto de depósitos involucrado. Si se considera las entidades reestructuradas sólo
en 1998 y 1999, se observa que se reintegró a sus titulares más de 99 por ciento del monto
de los depósitos.
Los recursos invertidos por el Fondo de Garantía de los Depósitos, el Fondo Fiduciario
de Capitalización Bancaria y el Banco Central en las 18 operaciones desde 1996 alcanzaron
1.950 millones de pesos. En este sentido, aún bajo un escenario tan extremo como
improbable de una completa imposibilidad de recuperación de todos los recursos invertidos
21 Se debe tener presente, en general, que no hay legislación ni política bancaria capaz de impedir por completo el fracaso de
determinados negocios bancarios. Por otra parte, y respecto de la experiencia reciente de Argentina, cabe mencionar que el Banco Central
ha denunciado en tiempo y forma las conductas presuntamente delictivas o ilegales detectadas en la actividad de algunas entidades.
BCRA
78 IV. Estructura del sistema financiero
Estimación del costo
fiscal de crisis
bancarias de países
seleccionados
En porcentaje del PIB
Período
Brasil
Chile
Colombia
Ecuador
España
Estados Unidos
Finlandia
Indonesia
Japón
Malasia
Malasia
México
Noruega
Paraguay
Tailandia
Uruguay
Venezuela
Costo Fiscal
1994-1996
1981-1985
1982-1987
1996-presente
1977-1985
1984-1991
1991-1993
1997-presente
1992-presente
1985-1988
1997-presente
1994-presente
1987-1993
1995-presente
1997-presente
1981-1984
1994-1997
10
41
6
13
17
7
10
50
20
5
16,4
19,3
8
5,1
32,8
31
22
Fuente: Compilación elaborada en base a estimaciones presentadas en
"Financial Crises: Characteristics and Indicators of Vulnerability", IMF, 1998.
"Controlling Fiscal Cost of Banking Crises"; P. Honohan and D. Klingebiel,The World Bank, April 2000.
en el mencionado proceso de reestructuración, el costo financiero total no podría superar en
la actualidad 0,7 por ciento del producto (o bien 0,2 por ciento anual en promedio durante
el período). Cabe mencionar que esta estimación de costo potencial se reduce en la medida
en que se van recuperando los préstamos otorgados y realizando los activos adquiridos a
través de los distintos mecanismos utilizados en el proceso de reestructuración. Asimismo, se
debe remarcar que el Fondo de Garantía de los Depósitos está conformado con aportes
efectuados por las propias entidades financieras y administrado por una sociedad privada
(SEDESA).
Por último, resulta necesario destacar que en Argentina la magnitud del costo financiero
potencial -que es mayor al costo fiscal, ya que incluye el costo del seguro de depósitos, que
es privado- resultaría significativamente menor a cualquier estándar de experiencia nacional
o internacional, donde sólo la carga fiscal ha oscilado entre 5 por ciento y 50 por ciento del
producto. En particular, resulta de interés considerar la experiencia de los principales países
de América Latina tanto a principios de los ‘80 como en la segunda mitad de los ‘90; lo
ocurrido en los países más importantes del sudeste asiático desde 1997; y -como ejemplos de
crisis financieras costosas en países desarrollados- lo observado tanto en Estados Unidos con
las entidades de ahorro y préstamos (1984 a 1991) como en Japón en la década de los ‘90.
3. Entidades reestructuradas o en proceso de reestructuración
Durante 1999 se reestructuraron dos entidades financieras: Banco Israelita de Córdoba
S.A. y Banco Mendoza S.A. El procedimiento fijado demostró tener la versatilidad necesaria
para atender las particulares y complejas circunstancias en que se encontraban cada una de
estas entidades. En ambos casos fue necesario recurrir a breves períodos de suspensión a fin
de facilitar su reestructuración. Un caso particular fue el de Banco República S.A. que tras
su suspensión logró superar los problemas de liquidez sin que fuera necesario recurrir a su
reestructuración.
BCRA
IV. Estructura del sistema financiero 79
Evolución de los
depósitos de Banco
Israelita de
Córdoba S.A.
Banco Israelita de Córdoba S.A.
El Banco Israelita de Córdoba S.A. sufrió una importante disminución de sus depósitos
a partir de la suspensión de Banco Mayo Coop. Ltdo., que financió con su propia liquidez
y el recupero de su cartera de créditos.
A su vez, la entidad no cumplía con la relación de capital que normativamente exige el
Banco Central, razón por la que se le había requerido su capitalización en diversas
oportunidades y, en diciembre de 1998, la presentación de un plan de regularización y
saneamiento. Ante la falta de presentación del plan requerido, el 4 de febrero de 1999 se
encuadró al banco en las disposiciones de reestructuración previstas en el artículo 35 bis de
la Ley de Entidades Financieras, fijándosele el viernes 12 de ese mes como último plazo para
proceder a su capitalización.
Frente a la eventualidad de que no se pudiera lograr la capitalización requerida y a la
pérdida de liquidez que evidenciaba la entidad, se diseñó un plan de contingencia que
preveía que un grupo de seis bancos se hiciera cargo de las sucursales del banco, la
devolución integral de los depósitos y la preservación de las fuentes de trabajo. Este plan no
hacía necesaria la suspensión de la atención de los depósitos, ya que se pensaba implementar
esta solución contingente durante el fin de semana, como ya se había hecho en el caso de
Banco Almafuerte Coop. Ltdo.
Si bien la entidad estaba en condiciones de hacer frente a sus depósitos hasta tanto se
obtuviera una solución, el lunes 8 de febrero de 1999 se produjo un significativo incremento
en el retiro de depósitos, aparentemente provocado por una noticia periodística publicada el
sábado anterior en la ciudad de Buenos Aires y recogida en los medios de la ciudad de
Entidades adquirentes
Banco Suquía S.A.
Banco Bisel S.A.
Banco Macro Misiones S.A.
Banco Supervielle Societe Generale S.A.
Banco Sudameris Argentina S.A.
Banca Nazionale del Lavoro S.A.
Total
Cantidad de sucursales
Depósitos en
millones de pesos
Personal
6
5
2
2
2
3
22,8
79,9
8,6
2,7
16,8
20,6
60
112
20
12
18
46
20
151,3
268
Banco Israelita de
Córdoba S.A.
BCRA
80 IV. Estructura del sistema financiero
Córdoba el domingo y lunes siguientes. Esta situación hizo necesario suspender las
operaciones del banco en atención a que ese ritmo de retiros hubiera provocado que la
entidad se viera imposibilitada de honrar sus compromisos y habría puesto en riesgo la
obtención de una solución integral para sus depositantes.
El 12 de febrero de 1999 y teniendo en cuenta que el Banco Israelita de Córdoba S.A.
no pudo alcanzar el nivel de capitalización requerido, el directorio del Banco Central dispuso
la exclusión de sus depósitos a favor de Banca Nazionale del Lavoro S.A., Banco Bisel S.A.,
Banco Macro Misiones S.A., Banco Sudameris S.A., Banco Supervielle S.A. y Banco Suquía
S.A. Estos bancos también se hicieron cargo de la totalidad del personal no jerárquico y de
una parte del personal jerárquico de la entidad.
Como contrapartida, se asignaron activos por montos iguales a los pasivos asumidos a
un fideicomiso y los bancos recibieron un bono y asistencia de SEDESA por un importe
equivalente a los pasivos asumidos. A su vez, SEDESA también recibió un bono como
contrapartida de su aporte de 60 millones de pesos.
La transferencia de activos se realizó durante el fin de semana del 13 y 14 de febrero,
con lo cual los ahorristas se encontraron el lunes siguiente con los depósitos a su entera
disposición.
Banco Mendoza S.A.
El 5 de abril de 1999, la Superintendencia designó veedores con facultad de veto para
el Banco Mendoza S.A.. Dicha medida se sustentó, entre otros aspectos, en el considerable
deterioro de la liquidez del Banco Mendoza S.A. y la importante caída de depósitos
registrada por la entidad, que se produjo contemporáneamente a la difusión de noticias
periodísticas sobre la situación patrimonial y financiera de la entidad, su controlante (Banco
República S.A.) y sus accionistas.
El Banco Mendoza S.A. y el Banco República S.A., se encontraban en proceso de fusión
por escisión, autorizada por el directorio del Banco Central en marzo de 1999, sujeto a
distintas condiciones que no pudieron ser cumplidas por las entidades comprometidas. Este
Evolución de los
depósitos del Banco
Mendoza S.A.
Nota: los depósitos muestran variaciones importantes en función de los movimientos de fondos realizados por la provincia de
Mendoza y sus organismos.
BCRA
IV. Estructura del sistema financiero 81
Entidades adquirentes
Cantidad de sucursales
Depósitos en
millones de pesos
Personal
Banco Credicoop Coop. Ltdo.
Banco Galicia y Buenos Aires S.A.
Banco Suquía S.A.
Banco Frances S.A.
Banco de la Nación Argentina
HSBC Bank Argentina S.A.
Banco de San Juan S.A.
Banco Macro Misiones S.A.
Banco Velox S.A.
10
8
7
2
20
8
5
1
1
24,6
11,8
42,9
1,3
218,7
29,1
12,5
24,0
3,4
68
32
81
5
295
76
27
10
5
Total
62
368,2
599
Banco Mendoza S.A.
Nota: El Banco Regional de Cuyo S.A. en su carácter de Fiduciario del Fideicomiso Mendoza, contrató ex-novo a 79 personas, con
lo cual el total de contratados asciende a 678.
hecho, sumado a la situación evidenciada por ambas entidades, motivó que el 8 de abril de
1999 se dejara sin efecto el proceso de fusión y se dispusiera la reestructuración del Banco
Mendoza S.A. en los términos del artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras, en
defensa de sus depositantes.
Ante esta situación, y considerando que la entidad no pudo revertir la pérdida de sus
depósitos -cuya tendencia se mantenía-, la Superintendencia dispuso el 9 de abril de 1999
la suspensión de las operaciones del Banco Mendoza S.A., en los términos del artículo 49 de
la Carta Orgánica del Banco Central.
El 13 de abril, los bancos BBV Banco Francés S.A., Credicoop Coop. Ltdo., de Galicia
y Buenos Aires S.A., de la Nación Argentina, de San Juan S.A., HSBC Banco Roberts S.A.,
Macro Misiones S.A., Suquía S.A y Velox S.A., presentaron una oferta que comprendía la
adquisición de los depósitos de la entidad y la contratación ex-novo de una parte importante
del personal de Banco Mendoza S.A.. Como contrapartida, se preveía la transferencia a un
fideicomiso, de activos por un monto equivalente a los pasivos asumidos.
El 16 de abril, el directorio del Banco Central dispuso la exclusión de los activos y
pasivos del Banco Mendoza S.A. en los términos planteados en la oferta por los bancos
mencionados y autorizó la transferencia de los activos excluidos a favor del Banco Regional
de Cuyo S.A. en calidad de fiduciario y de los pasivos excluidos a los bancos oferentes. Por
su parte, el Banco Mendoza S.A., a través de su intervención judicial, y los bancos indicados
suscribieron un contrato de transferencia y conjuntamente con el Banco Regional de Cuyo
S.A., en su calidad de fiduciario, suscribieron el contrato de Fideicomiso “Mendoza”. En esta
solución participó SEDESA con un aporte de 100 millones de pesos, recibiendo como
contrapartida un bono por igual importe en el fideicomiso mencionado.
Como conclusión del proceso señalado se destaca que la totalidad de los depositantes
del Banco Mendoza S.A. cobraron sus depósitos, se resguardaron los pasivos y privilegios
laborales y se mantuvieron numerosas fuentes de trabajo, preservándose la estabilidad del
conjunto del sistema financiero.
Posteriormente, Banco Mendoza S.A. solicitó al Banco Central que se disponga la
revocación de su autorización para funcionar como entidad financiera, señalando que la
BCRA
82 IV. Estructura del sistema financiero
situación patrimonial presentada por la entidad, ajustada en función de los actos
instrumentados y obligaciones asumidas por Banco República S.A., accionista mayoritario,
le permitía contar con una importante liquidez y un patrimonio positivo para hacer frente a
sus obligaciones remanentes. Considerándose que no correspondía encuadrar a la entidad en
otro causal distinto al citado, el Banco Central dispuso revocar la autorización para
funcionar como entidad financiera al Banco Mendoza S.A.
En consecuencia y de acuerdo con la legislación vigente, el juzgado comercial
competente es quién decidirá sobre la forma de liquidación o cese de la actividad de Banco
Mendoza S.A. y por lo tanto de qué forma se distribuirán los importantes fondos líquidos
existentes.
Banco República S.A.
El 5 de abril de 1999, la Superintendencia designó veedores con facultad de veto en el
Banco República S.A. considerándose, entre otros aspectos, la comprometida situación de
liquidez del Banco República S.A., la calidad de controlante de esa entidad del Banco
Mendoza S.A. y el proceso de fusión cuya situación ya fue comentada.
La entidad no pudo revertir esta situación, agravada por la pérdida sostenida de
depósitos vinculada con la difusión de noticias periodísticas que puso en duda la solvencia
de las entidades mencionadas. Esta situación fue reconocida por la entidad y considerando
que el Banco Central había otorgado el máximo legal de asistencia crediticia, se dispuso el 9
de abril de 1999 la suspensión de las operaciones del Banco República S.A., por el plazo de
30 días corridos.
Posteriormente, el directorio del Banco Central autorizó la prórroga del plazo de
suspensión de las operaciones del Banco República S.A., hasta el plazo máximo previsto en
el artículo 49 de la Carta Orgánica, a los fines de permitir a la entidad la formulación de una
propuesta delineada por sí misma, su acreditación y el posterior análisis por parte de esta
Institución.
Mediante notas sucesivas del 18 de junio, 30 de junio, 14 de julio y 20 de julio de 1999,
Banco República S.A. presentó una propuesta cuyo objetivo era el restablecimiento de la
liquidez de la entidad a los fines de permitir su continuidad dentro de las regulaciones
técnicas determinadas por esta Institución. La propuesta consistía en la utilización de parte
de sus activos para conformar un fideicomiso en beneficio de sus acreedores financieros y
lograr la liquidez necesaria para atender al resto de los pasivos y posibilitar su operatoria
bancaria.
Con la instrumentación de esta propuesta y el subsiguiente restablecimiento de la
liquidez de la entidad, se dispuso aprobar el plan de regularización y saneamiento presentado
por Banco República S.A. El 9 de agosto de 1999, Banco República S.A. reinició sus
operaciones atendiendo normalmente sus obligaciones.
Calificaciones CAMELS de las entidades financieras mencionadas
Las entidades que fueron suspendidas y/o posteriormente revocadas, poseían en general
una calificación CAMELS baja, principalmente 4 y 5. Esto no significa necesariamente que
BCRA
IV. Estructura del sistema financiero 83
Banco Israelita de Córboba S.A.
Banco Mendoza S.A.
Banco República S.A.
4
Sin calificación
4
Calificaciones
CAMELS entidades
reestructuradas
las entidades con bajas calificaciones deban ser reestructuradas, ya que una importante
proporción de las entidades que merecieron calificaciones bajas mejoraron posteriormente su
calificación.
Evaluación de las experiencias de reestructuración
La reestructuración de entidades durante 1999 posibilitó la devolución de la totalidad
de los depósitos involucrados. Cabe destacar que de haberse procedido directamente a la
liquidación de las entidades en cuestión, la aplicación del régimen de garantía de depósitos
hubiese satisfecho una baja proporción del total de los depósitos.
Como conclusión general, puede señalarse que la aplicación del mecanismo previsto en
el artículo 35 bis de la Ley de Entidades Financieras conjuntamente con los instrumentos
adicionales (SEDESA y FFCB), permitió superar situaciones críticas de liquidez y solvencia
resguardando los intereses del personal, de los acreedores que contaban con garantías reales
y de los depositantes.
Fecha Entidad reestructurada
Activos Pasivos Total pasivos Depósitos Depósitos Aporte Aporte
Entidad
excluídos asumidos en Sedesa FFCB
compradora excluídos excluídos entidad
porcentaje
Feb-99 Banco Israelita de Córdoba S.A. Grupo de bancos (1) 168,5
Abr-99 Banco de Mendoza S.A.
Grupo de bancos (2) 368,3
168,5
368,3
199,7
477,9
168,4
368,3
100
100
60
100
Resumen de los
procesos de
reestructuración
En millones de pesos
(1) El grupo de Bancos fue constituído por Bisel S.A., Del Suquia S.A., Sudameris, BNL y Macro Misiones S.A.
(2) El grupo de Bancos fue constituído por Credicoop C.L., Macro Misiones S.A., Del Suquía S.A.,Velox S.A., San Juan S.A., Galicia y
Buenos Aires S.A.
BCRA
84 V. Administración de las reservas internacionales
V.
ADMINISTRACIÓN
DE LAS RESERVAS
INTERNACIONALES
La política de administración de las reservas internacionales del Banco Central tiene
como objetivo maximizar su rendimiento, a través de su inversión en activos financieros de
un alto grado de liquidez y bajo riesgo, a los efectos de garantizar, en cumplimiento de la
Ley de Convertibilidad, el respaldo en dólares de los pasivos financieros. En consecuencia,
la cartera de inversiones de las reservas internacionales debe reflejar un incremento de su
poder adquisitivo en términos de dólares estadounidenses, manteniendo en los niveles
mínimos posibles los riesgos de crédito, tasa de interés y tipo de cambio.
1. Composición y rendimiento de la cartera
Al 31 de diciembre de 1999 las reservas internacionales del Banco Central ascendían a
28.724 millones de dólares, 887 millones más que en diciembre de 1998. Su composición
era la siguiente: 57,8 por ciento en bancos comerciales del exterior (depósitos a plazo fijo y
certificados de depósito); 14,1 por ciento en títulos de la tesorería de Estados Unidos; 18,8
por ciento administrado por bancos internacionales, a través del programa de administración
externa de reservas; 5,0 por ciento en títulos públicos argentinos; 1,8 por ciento en divisas y
depósitos a la vista en bancos corresponsales; 0,7 por ciento en bonos de otros países; 0,4
por ciento en oro amonedado; y 1,4 por ciento en billetes en el país.
Durante 1999, la tasa de rendimiento de las reservas internacionales fue de 4,70 por
ciento anual. Este rendimiento fue similar al de una letra de tres meses del tesoro de Estados
Unidos -que en general es considerada como una inversión libre de riesgo-, que en el mismo
período tuvo un retorno promedio de 4,77 por ciento anual. Cabe señalar que este resultado
se obtuvo en un período en que el comportamiento de las tasas de interés determinó un
pobre desempeño del mercado de bonos. En efecto, en 1999 se produjo un cambio en las
expectativas de los mercados internacionales, ya que se registró un aumento de las tasas de
Composición de
las reservas
internacionales
por instrumento
financiero
Billetes en el país
1,4%
Oro amonedado
0,4%
Administración externa de reservas
18,8%
Títulos de gobiernos extranjeros
14,8%
Inversiones en el Fondo Monetario
Internacional
0,5%
Títulos públicos argentinos
5,0%
Inversiones en el Banco de la Nación
Argentina, New York
1,3%
Inversiones en bancos comerciales del
exterior
57,8%
BCRA
V. Administración de las reservas internacionales 85
Stock al
31/12/98
Stock al
31/12/99
Letras de la Tesorería de los Estados Unidos (1)
Bonos de la Tesorería de los Estados Unidos y otros países
Títulos públicos argentinos (1)
Inversiones en bancos comerciales del exterior
Inversiones en el Banco de la Nación Argentina, New York
Inversiones en el Fondo Monetario Internacional
Programa de Administración Externa de Reservas
Monedas de Oro en el Tesoro del BCRA
Billetes en el Tesoro del BCRA
1.397,8
4.128,2
1.617,7
15.125,9
471,9
264,1
4.631,3
124,3
75,7
348,9
3.896,4
1.424,0
16.615,7
365,2
157,8
5.398,3
121,3
396,1
Total
Total (2)
27.836,9
25.755,1
28.723,7
26.624,5
Tasa de
rendimiento
anual (%)
4,9
2,9
8,8
5,3
5,1
3,3
3,6
0,0
0,0
Rendimiento de las
reservas
internacionales por
tipo de instrumento
En millones de dólares
4,7
4,5
(1) El retorno de las Letras de la Tesorería de los Estados Unidos y de los títulos públicos argentinos incluye el rendimiento
obtenido por su alquiler.
(2) En este caso el rendimiento total no considera el rendimiento de las monedas de oro, de los billetes en el Tesoro del BCRA,
el saldo permanente con el F.M.I. ni los títulos públicos argentinos, con el objetivo de reflejar el resultado de la administración
activa de las reservas.
Nota: los totales excluyen la posición neta de convenios ALADI (USD 30 millones al 31/12/98 y USD 42,7 millones al 31/12/99)
e incluyen las divisas como contrapartida de los depósitos del Gobierno Nacional en el BCRA (USD 1.343 millones al 31/12/98
y USD 935,4 millones al 31/12/99).
interés de corto plazo forzado por un acelerado crecimiento de la economía en Estados
Unidos, lo que determinó que los títulos de vencimiento más largo tuvieran un desempeño
más débil que los de corto plazo. Ante este escenario, se implementó una estrategia global
de inversión que privilegió las colocaciones en instrumentos de corto plazo. Así, la mayor
parte de la cartera del Banco Central estuvo invertida en depósitos a plazo fijo y certificados
de depósito -generalmente, con un vencimiento menor a un mes- y letras del tesoro de
Estados Unidos de tres y seis meses. De esta forma se evitaron los efectos adversos del
comportamiento de los mercados.
Las colocaciones en bancos comerciales del exterior en depósitos a plazo fijo y
certificados de depósito, que corresponden a poco más de la mitad de las reservas, tuvieron
un rendimiento de 5,27 por ciento. Este tipo de inversión resultó ser una estrategia adecuada
en el escenario de suba de tasas de mercado experimentado en 1999. Hay que tener en
cuenta que estas colocaciones se realizan en bancos con una calificación mínima de AA-, por
lo que generalmente tienen un rendimiento superior al de las letras del Tesoro de Estados
Unidos, ya que incorporan un leve riesgo de crédito.
Cabe destacar el muy buen rendimiento obtenido por los bonos argentinos a lo largo
del año. En el primer semestre, el precio de mercado de estos títulos cayó significativamente,
como consecuencia de diversos factores, particularmente la devaluación del real. A partir de
la segunda mitad del año, se observó una fuerte recuperación de los precios de los bonos de
los mercados emergentes, especialmente los de América Latina, en virtud de las mejoras en
las expectativas económicas y financieras para estos países.
Por otro lado, el rendimiento de las inversiones en títulos del tesoro de Estados Unidos
y en títulos públicos argentinos fue incrementado como consecuencia de su alquiler en el
mercado internacional. Estas operaciones arrojaron un resultado total de 1,83 millones de
dólares.
BCRA
86 V. Administración de las reservas internacionales
Por su parte, el programa de administración externa de reservas, que normalmente se
ubica entre los rubros de mayor rendimiento, no tuvo un retorno satisfactorio. La
explicación radica en que, comparado con la administración interna y teniendo en cuenta
el benchmark que se les ha fijado a los administradores externos (Índice de Merril Lynch de
1-3 años) , los instrumentos en los que pueden invertir son de más largo plazo, con una
mayor proporción de bonos de Estados Unidos, que fueron los de peor desempeño entre
los títulos de países del Grupo de los 7, debido a la política de tasas de interés dispuesta por
la Reserva Federal.
Cabe señalar que el benchmark que se ha fijado para los administradores externos se
construyó considerando un horizonte temporal de mediano y largo plazo, período en el
cual los rendimientos esperados son superiores a la tasa libre de riesgo dada por la letra de
3 meses del tesoro de Estados Unidos, pudiéndose observar en períodos menores a un año,
rendimientos inferiores a los que se obtienen por depósitos a corto plazo, tal como sucedió
en 1999 como consecuencia del incremento de la volatilidad en los mercados.
2. Administración de las reservas
Administración interna de las reservas
El 81,2 por ciento de las reservas internacionales del Banco Central fue administrado
internamente. Las inversiones realizadas fueron altamente líquidas y con un riesgo de
crédito mínimo, al estar la mayor parte de las inversiones en títulos públicos
estadounidenses y en colocaciones en bancos comerciales del exterior con una calificación
crediticia mínima de AA-. La exposición a los movimientos de tipo de cambio se minimizó
manteniendo la totalidad de las inversiones en dólares. El riesgo por variaciones en las tasas
de interés tampoco fue importante, ya que la mayor parte de las inversiones se realizaron a
muy corto plazo.
Durante 1999, los títulos de renta fija de los países desarrollados, en especial de
Estados Unidos, no tuvieron un buen rendimiento. En 1998, debido a las crisis asiática y
rusa, la búsqueda de refugio en activos seguros por parte de los inversores había llevado a
que estos títulos tuvieran un excelente desempeño, al ser los más demandados por el
mercado. Además, la política monetaria de baja de tasas de interés fomentada por la
mayoría de los países para evitar una recesión mundial, también había beneficiado a los
activos de menor riesgo en el mundo.
Para 1999 se esperaba un escenario favorable para el mercado de bonos, pero los
hechos mostraron un panorama radicalmente diferente. La economía de Estados Unidos
creció aceleradamente a lo largo de todo el año y, si bien aún no se han manifestado
síntomas de inflación preocupantes, el hecho de que los principales indicadores mostraran
un crecimiento firme, llevó a la Reserva Federal a incrementar tres veces en el año la tasa
de fondos federales. De esta manera, las tasas de interés de mercado aumentaron en
promedio 150 puntos básicos a lo largo de toda la curva de rendimientos durante 1999,
aunque el retiro de deuda de largo plazo por parte de la Reserva Federal suavizó el aumento
observado en los bonos de 30 años. Posteriormente, la Reserva Federal continuó llevando
a cabo una política monetaria restrictiva, con nuevos incrementos de tasas.
BCRA
V. Administración de las reservas internacionales 87
Evolución de la posición en oro
Durante 1999, el Banco Central ofreció a la venta al público los Argentinos Oro. A
través del programa de venta directa, que comenzó el 31 de diciembre de 1998, se vendieron
un total de 95.384 monedas, por lo que el número de piezas que quedó en poder del Banco
Central fue de 1.424.012 monedas. Una vez finalizada la venta, se procederá a fundir las
piezas restantes con el fin de convertirlas en barras de buena entrega susceptibles de ser
transadas en los mercados internacionales. La posición de monedas remanente se encuentra
cubierta con opciones de venta por 340.600 onzas a un precio promedio de 365,07 dólares
la onza.
Administradores externos
La administración externa mejora la gestión de las reservas de distintas maneras. Por un
lado, tiene como objetivo alcanzar un rendimiento mayor al del resto de las reservas,
aceptando un nivel de riesgo levemente por encima del correspondiente al de la
administración interna, establecido por las pautas de inversión y por el índice de referencia
(benchmark) contra el cual se comparan y evalúan a los administradores externos. Por otro
lado, se mejora la administración interna a través de un proceso de aprendizaje,
aprovechando la experiencia de los bancos de inversión más importantes del mundo.
Al 31 de diciembre de 1999, el programa de administración externa comprendía 18,8
por ciento de la totalidad de las reservas, esto es, 5.398 millones de dólares. El aumento de
la volatilidad en los mercados, como consecuencia de un cambio en las expectativas,
determinó que el riesgo al que estaban expuestos los administradores externos creciera
significativamente, por lo que se decidió acortar la duración del programa, pasándose a
administrar bajo pautas de inversión de corto plazo 3.152 millones de dólares. Esas pautas
comprenden activos con una duración menor a 3 meses, reduciéndose de esta manera el
riesgo de tasa de interés.
El retorno del índice que se utiliza para evaluar a los administradores fue de 3,03 por
ciento. La caída en los retornos se debió a que, como se comentara, 1999 no fue un buen
año para el mercado de bonos, registrándose subas en las tasas de 170 puntos básicos en el
sector de la curva de dos años en Estados Unidos y de 150 puntos básicos y 108 puntos
básicos para el mismo sector de la curva en Inglaterra y en la Comunidad Europea,
respectivamente.
El rendimiento neto de honorarios del programa de administración externa durante
1999 fue de 3,58 por ciento, superando al benchmark (3,03 por ciento). La volatilidad
anualizada de los retornos del programa fue de 0,99 por ciento. A pesar de no haber sido un
1999
Retorno neto de honorarios
Retorno Letra de 3 meses
Retorno Letra de 6 meses
Retorno Bono 2 años
Desvío de retornos entre administradores
Volatilidad del retorno del programa
3,58
4,85
4,64
1,90
0,49
0,99
Desde inicio
1996
Promedio
anual
23,38
22,39
22,82
21,03
0,42
0,83
5,39
5,18
5,27
4,89
Administración
externa de reservas
En porcentaje
BCRA
88 V. Administración de las reservas internacionales
buen año para el retorno del programa de administración externa, al estar diversificado entre
distintos administradores y países, se ha logrado reducir el riesgo en el que se hubiera
incurrido de haberse mantenido una administración unificada de los fondos en un solo
mercado.
Dada la persistencia de la incertidumbre en los mercados internacionales, durante el
año 2000 se mantendrá la menor duración de los activos de reservas internacionales,
reduciéndose el monto administrado externamente.
Retorno de la
administración
externa de
reserva
Evolución de los
retornos de la
administración
externa de
reservas
BCRA
VI. Sistema de pagos 89
VI.
SISTEMA DE
PAGOS
1. Medios de pagos
Medio Electrónico de Pagos
El Medio Electrónico de Pagos (MEP) es un sistema de transferencias brutas en tiempo
real -o RTGSS por sus siglas en inglés, Real Time Gross Settlement System- que permite a los
bancos y a otros entes adheridos la transferencia de fondos de alto valor a bajo costo y en
tiempo real hacia cuentas corrientes o de movimiento abiertas en el Banco Central por otras
entidades.
La implementación del MEP brinda mayor solidez al sistema financiero a través de la
eliminación de los riesgos propios de las transacciones financieras, incrementando a su vez,
la eficiencia en forma significativa, incentivando el desarrollo y el uso por parte del público
del sistema bancario. El desarrollo del MEP contempla la integración progresiva de todas las
operatorias que efectúa el Banco Central con las entidades en el marco de sus funciones
especificas. Actualmente, el sistema se encuentra funcionando de acuerdo a lo planeado y
cuenta con una amplia aceptación por parte de las entidades financieras.
En comparación a 1998, la cantidad de entidades intervinientes durante 1999 fue
menor. Sin embargo, la cantidad de operaciones cursadas en valores absolutos y en promedio
diario fue superior a la registrada en 1998, alcanzando un monto total operado por día de
alrededor de 7.400 millones de pesos.
Tareas para el año 2000
La compensación en cámaras electrónicas comprende a tres medios de pago: cheques,
débitos directos y, a partir de abril de 2000, transferencias. En el caso de los débitos directos
para pagar servicios y/o cuotas mensuales preestablecidas y de las transferencias entre cuentas
Entidades
(promedio
diario)
Operaciones
cursadas
(en miles)
Monto
operado
(en millones
de pesos)
Operaciones
cursadas
Monto operado
Monto
promedio por
operación
Operaciones
cursadas por
entidad
(promedio diario en
millones de pesos)
(promedio
diario en miles)
(en miles de pesos) (promedio diario en miles)
Ene-99
Feb-99
Mar-99
Abr-99
May-99
Jun-99
Jul-99
Ago-99
Sep-99
Oct-99
Nov-99
Dic-99
110
107
106
106
105
105
108
106
105
104
105
107
57,8
56,3
59,6
59,8
62,2
63,3
65,5
66,6
70,2
66,7
72,6
76,9
146.444
145.478
145.040
147.055
154.703
143.951
156.401
147.305
153.895
140.798
170.686
171.521
2,9
2,8
3,0
3,0
3,1
3,2
3,1
3,2
3,2
3,3
3,3
3,7
7.322
7.274
7.252
7.353
7.735
7.198
7.448
7.015
6.995
7.040
7.758
8.168
2.532
2.585
2.434
2.461
2.486
2.275
2.387
2.211
2.194
2.112
2.350
2.230
26
26
28
28
30
30
29
30
30
32
31
34
Totales
106
777,5
1.823.277
3,1
7.380
2.355
30
Operaciones entre
entidades cursadas
a través del MEP
BCRA
90 VI. Sistema de pagos
de clientes de distintas entidades bancarias, las operaciones se compensan a nivel nacional.
Por su parte, los cheques se compensan electrónicamente sólo cuando ambas entidades
financieras intervinientes -depositaria y girada- se hallan localizadas en la ciudad de Buenos
Aires o en plazas del interior del país que poseen puntos de intercambio de documentos, que
remiten electrónicamente los datos necesarios para realizar la compensación y posterior
liquidación en las cuentas corrientes abiertas en el Banco Central. El intercambio físico se
realiza en cada una de las plazas. En el resto de las plazas del interior, donde existen dos o
más bancos operando y no hay un punto de intercambio, las entidades se canjean los
documentos entre ellas, sin la correspondiente compensación y liquidación. La tarea a
realizar al respecto durante el año 2000 consiste en la integración a la compensación y
liquidación electrónica de todas esas plazas sin punto de intercambio.
La tarea de integración nacional de la compensación electrónica también se extenderá
al truncamiento de cheques. Hasta 1999, todos los cheques depositados en bancos ubicados
en la ciudad de Buenos Aires, hasta un valor de mil pesos, no se remiten físicamente al banco
girados, sino que sólo se transmiten los datos necesarios para su compensación y liquidación
en las cuentas corrientes de las entidades en el Banco Central, a través de las cámaras
electrónicas. Durante el año 2000, se prevé que el truncamiento de documentos se extienda
a los depósitos realizados en los puntos de intercambio localizados en el interior del país.
A partir de abril de 2000 está prevista la puesta en marcha de las transferencias de
clientes entres distintas entidades financieras. Este nuevo medio de pago permitirá realizar
operaciones de pago y/o movimientos de fondos mediante la transferencia de los montos
entre cuentas a la vista de distintas entidades, localizadas en plazas diferentes, a través de las
cámaras electrónicas de compensación. Mediante el uso de la transferencia en cuenta se
podrá abonar salarios en forma abierta (esto es cuando las cuentas del empleado y el
empleador están en distintas entidades); pagar a proveedores; y realizar transferencias entre
cuentas.
Finalmente, durante 2000 se realizará una adecuada difusión del débito directo, para
poner en conocimiento del público en general las transacciones que se pueden realizar y la
conveniencia de su utilización.
Central de Registración y Liquidación de Instrumentos de Endeudamiento Público
(CRYL)
La colocación de instrumentos de endeudamiento público se adapta a la de uso común
en los mercados financieros desarrollados, de forma tal que a mediano plazo se podrá
disponer de una curva de rendimientos de la deuda pública y lograr el reemplazo de los
títulos públicos colocados con anterioridad en el mercado local.
Con el objetivo de aproximarse a los estándares internacionales, se está utilizando en el
mercado de títulos públicos domésticos prácticas tales como la figura de “creadores de
mercado”, que son agentes que participan de los procesos de colocación primaria y
negociación secundaria, asegurando un valor de cotización para los títulos en todo
momento.
En el plano operativo, se utiliza el proceso de confrontación previa de las instrucciones
entre las partes intervinientes y un sistema de compensación y liquidación que incorpora el
BCRA
VI. Sistema de pagos 91
concepto de entrega contra pago, que condiciona la transferencia entre cuentas de registro
de los títulos a un pago simultáneo efectuado por medio de una transferencia entre las
cuentas corrientes de los agentes.
La aplicación de estos criterios permite la eliminación del riesgo de liquidación de las
operaciones concertadas y la utilización del MEP posibilita una mejora en la eficiencia del
sistema al permitir una mayor integración entre las funciones de transferencia de fondos y
títulos.
Al 31 de diciembre de 1999 el saldo de deuda registrado en la Central de Registración y
Liquidación de Instrumentos de Endeudamiento Público (CRYL) ascendía a 14.444 millones
de pesos, discriminada en Bonos del Tesoro a mediano plazo en dólares por 9.154 millones,
Letras del Tesoro en dólares por 4.174 millones y bonos a tasa variable por 1.116 millones.
Modernización de las comunicaciones externas
El Banco Central prevé la implementación de una red de comunicaciones transaccional
basada en el intercambio de mensajes entre computadores, con dispositivos de seguridad
acordes a la importancia de la información que se trasmitirá. Tales facilidades serán
complementadas con la habilitación de un Sitio Alternativo de Procesamiento (SAP) que
permitirá al Banco Central continuar con su operatoria de cómputos en caso de siniestro o
contingencia grave en su centro de procesamiento de datos.
El nuevo esquema fue concebido con el cumplimiento de las siguientes premisas: que
no condicione significativamente la tecnología de quienes se comuniquen con el Banco
Central; que permita a las entidades financieras desarrollar aplicaciones sobre la base de sus
propias herramientas y normas de usuario final; que permita a las entidades financieras
distribuir el acceso a las facilidades informáticas del Banco Central sin límites geográficos ni
de cantidad de puestos de trabajo remoto conectados; y que no interfiera en los planes de
sistemas de las entidades financieras.
El nuevo soporte tecnológico del STAF (Sistema de Telecomunicaciones del Área
Financiera) estará basado en un conjunto de dispositivos que permitirán el intercambio de
transacciones de formato predefinido, mediante comunicaciones que soporten diferentes
tipos de protocolos.
Las transacciones serán administradas en el Banco Central por un software monitor de
transacciones y se ajustarán a los formatos establecidos en las normas fijadas por estándares
internacionales según se determine en oportunidad de la implementación de las diferentes
aplicaciones. Adicionalmente se ha previsto la posibilidad de utilizar transacciones de
formato libre para aquellos casos en que resulte necesario. Las transacciones podrán
generarse y/o recibirse en aplicaciones desarrolladas en las plataformas informáticas de cada
entidad financiera o mediante aplicaciones que el propio Banco Central entregará para ser
ejecutadas en computadoras personales. Asimismo, se ha previsto la interconexión de los
distintos sistemas de correo electrónico mediante la cual se comunicarán los sistemas de
mensajería.
Los vínculos de toda índole con los equipos de comunicaciones del Banco Central serán
sometidos al control centralizado de un sistema que contemplará la validación del extremo
BCRA
92 VI. Sistema de pagos
remoto y la encripción de los datos que sobre ese vínculo se estén cursando, además de los
controles de validación de programas y de autenticación de claves también previstos.
Se implementarán cinco categorías de seguridad: control de accesos, que permitirá o
denegará el acceso en función de identidad y atributos; autenticación, que verificará la
autenticidad del origen de la información y efectuará el reconocimiento recíproco entre
partes; integridad, que detectará alteraciones en la información transmitida;
confidencialidad, que ocultará la información a terceros no autorizados; y no repudio, que
garantizará el no repudio de información, mediante la implementación de un sistema de
clave pública RSA (esta implementación se aplicará en un esquema de autenticación de
información por firma digital).
El Banco Central controlará la administración de todos los mecanismos de seguridad
implementados. Esta administración abarcará incluso el control centralizado del manejo de
hardware específico de seguridad, tales como encriptores y dispositivos de identificación de
entidades usuarias y los accesos a los vínculos de comunicación. No obstante, el Banco
Central no administrará los aspectos de seguridad internos en el ámbito de las instalaciones
de las entidades financieras.
La mayor parte de 1999 fue insumida en realizar los ajustes al pliego de condiciones y
a la adjudicación de la licitación internacional, monitoreada desde sus inicios por el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que corresponde a la
implementación de la red de comunicaciones transaccional. La función de este organismo,
además de financiar el proyecto y asesorar técnicamente al personal del Banco Central, es la
de brindar transparencia a los mecanismos licitatorios, dado que actúa como nexo entre esta
Institución y el proveedor, eliminando toda relación contractual entre ambos (los bienes y
servicios son adquiridos por el Programa de las Naciones para el Desarrollo y luego
transferidos al Banco Central).
Actualmente se encuentra en plena tarea la adecuación del Sitio Alternativo de
Procesamiento en las instalaciones que el Banco Central arrienda a tal efecto. Asimismo, se
halla en ejecución la adecuación en las instalaciones propias de esta Institución.
Uno de los factores críticos de éxito de la implementación de la nueva tecnología es, sin
duda, la correcta transmisión de los objetivos, alcances y características del proyecto a
quienes en definitiva serán los usuarios, es decir, las entidades financieras.
2. Compensación de medios de pago
Durante 1999 se cursaron a través de las cámaras compensadoras del país
aproximadamente 117 millones de documentos, de los cuales 77 por ciento corresponden al
sistema de compensación electrónica, 21 por ciento a las cámaras del interior y 2 por ciento
a las sesiones de compensados de seis cámaras interconectadas con la ciudad de Buenos Aires.
El importe total de los documentos compensados fue de alrededor de 312.500 millones de
pesos.
La cantidad de documentos transados en las cámaras de compensación electrónica fue
en promedio de aproximadamente 7,5 millones por mes. Esto implicó un promedio
mensual de 22.100 millones de pesos operados.
BCRA
VI. Sistema de pagos 93
Cámaras de
compensación
electrónica
Ene-99
Feb-99
Mar-99
Abr-99
May-99
Jun-99
Jul-99
Ago-99
Sep-99
Oct-99
Nov-99
Dic-99
Total
Total
Cámaras interconectadas
Capital - Interior
Interior - Capital
Total
5.858
5.283
6.654
6.104
6.345
6.859
7.287
8.244
9.221
8.742
9.711
9.964
3.518
2.936
3.358
3.009
2.928
2.673
2.234
1.799
1.031
775
515
85
355
307
353
269
234
163
36
0
0
0
0
0
67
57
66
52
47
24
3
0
0
0
0
0
9.798
8.583
10.431
9.434
9.554
9.719
9.560
10.043
10.252
9.517
10.226
10.049
90.272
24.861
1.717
316
117.166
Cámaras de
compensación
electrónica
Ene.
Feb.
Mar.
Abr.
May.
Jun.
Jul.
Ago.
Set.
Oct.
Nov.
Dic.
Cámaras
del interior
202
179
224
199
201
224
231
265
287
288
312
337
2.949
Cámaras
del interior
124
108
128
109
111
117
91
64
42
28
18
4
944
Cámaras interconectadas
Capital - Interior
Interior - Capital
Total
3
3
3
3
2
1
(i)
0
0
0
0
0
16
14
14
13
13
8
2
0
0
0
0
0
345
304
369
324
327
350
324
329
329
316
330
341
15
80
3.988
Documentos
compensados
En miles de unidades
Documentos
rechazados
En miles de unidades
(i) Dato inferior a la unidad utilizada.
Cámaras de
compensación
electrónica
Ene-99
Feb-99
Mar-99
Abr-99
May-99
Jun-99
Jul-99
Ago-99
Sep-99
Oct-99
Nov-99
Dic-99
Total
Total
Cámaras interconectadas
Capital - Interior
Interior - Capital
Total
20.477
17.821
20.671
19.675
20.206
21.271
23.256
23.378
24.042
23.626
25.261
25.658
6.475
5.357
5.916
5.527
5.488
5.011
3.850
2.897
1.456
911
574
77
598
516
596
469
328
296
60
0
0
0
0
0
154
132
150
126
118
69
11
0
0
0
0
0
27.704
23.827
27.334
25.798
26.140
26.647
27.177
26.275
25.498
24.536
25.835
25.735
265.342
43.540
2.864
762
312.507
Cámaras de
compensación
electrónica
Ene-99
Feb-99
Mar-99
Abr-99
May-99
Jun-99
Jul-99
Ago-99
Sep-99
Oct-99
Nov-99
Dic-99
Cámaras
del interior
Cámaras
del interior
Cámaras interconectadas
Capital - Interior
Interior - Capital
Total
463
398
439
452
392
599
538
489
530
513
312
623
181
145
165
161
156
146
127
87
56
32
17
4
8
8
8
11
8
3
1
0
0
0
0
0
24
23
24
25
22
15
3
0
0
0
0
0
677
574
636
649
578
763
669
577
585
545
330
626
5.749
1.276
47
136
7.208
Documentos
compenzados
En miles de pesos
Documentos
rechazados
En miles de pesos
BCRA
94 VI. Sistema de pagos
En las cámaras compensadoras del interior del país se cursaron cerca de 25 millones de
documentos, de los cuales las participaciones más importantes corresponden a las provincias
de Buenos Aires (22 por ciento), Santa Fe (17 por ciento), Córdoba (15 por ciento) y
Mendoza (11 por ciento).
En lo que respecta a las sesiones de compensados de las seis cámaras compensadoras
interconectadas (Azul, Mar del Plata, Bahía Blanca, Córdoba, Santa Fe y Rosario) se
presentaron alrededor de 2 millones de documentos, de los cuales 84,3 por ciento
corresponden a cheques recibidos en la ciudad de Buenos Aires para su cobro en el interior.
Asimismo, se rechazaron casi 4 millones de documentos a través de los organismos
compensadores de todo el país, lo que representa 3,4 por ciento del total de los documentos
presentados.
Los volúmenes que corresponden a las cámaras del interior e interconectadas fueron
descendiendo en el transcurso de 1999 debido al cumplimiento del cronograma de
implantación de esas plazas dentro del Sistema Nacional de Pagos. En ese sentido, cabe
resaltar que este mecanismo de incorporación quedó finalizado el 16 de diciembre.
Ajustes en el marco normativo
El esquema que se encontraba vigente desde 1992, vinculado con la rendición de
cuentas de los pagos efectuados por los bancos a través de órdenes de pago previsional, no
contemplaba las necesidades administrativas de la Administración Nacional de Seguridad
Social, ya que al no ser integral, obligaba al organismo a presumir que los beneficios no
rendidos como impagos habían sido abonados, lo que generaba falta de certeza acerca de lo
efectivamente pagado por los bancos e imposibilitaba un adecuado control de los fondos
inmovilizados para el pago de prestaciones. En consecuencia, fue necesario e imperativo
implementar un nuevo esquema con el objetivo de erradicar los problemas enunciados,
reglamentando de esta manera un servicio público (el pago de jubilaciones y pensiones)
delegado en las entidades financieras del sistema por un organismo estatal. La normativa
correspondiente fue establecida en marzo de 1999.
El Banco Central resolvió discontinuar a partir del 25 de noviembre de 1999 la
operatoria que hasta esa fecha cursaban las empresas administradoras de redes de cajeros
automáticos y de tarjetas de crédito por ante la Cámara Compensadora Residual.
Consecuentemente se inició la canalización de esta operatoria por intermedio del sistema de
Medios Electrónicos de Pago, para lo cual las empresas mencionadas comenzaron a operar a
través de alguna de las cámaras compensadoras homologadas por el Banco Central.
3. Circulación de billetes y monedas
Entre el diciembre de 1998 y el diciembre de 1999 la circulación de billetes y monedas
se incrementó 122,6 millones de pesos (0,75 por ciento). El papel impreso creció 101,4
millones de pesos (0,64 por ciento) y las piezas metálicas aumentaron 21,2 millones de pesos
(3,86 por ciento). Cabe destacar que la circulación de monedas crece continuamente desde
la aparición de la actual línea en enero de 1992, alcanzando a fines de 1999 un total de
2.477,5 millones de unidades.
BCRA
VI. Sistema de pagos 95
En el mismo período la relación monedas y billetes en circulación creció sostenida pero
lentamente. Al cierre del ejercicio las disponibilidades (287,5 millones de billetes) cubrían
54,5 por ciento de la circulación (527,1 millones de billetes).
En lo que respecta al Museo Numismático, se incrementaron las tareas de conservación
mediante la guarda, el escaneo y la digitalización de numerosas piezas. También se
incorporaron elementos para mejorar las exposiciones y visitas guiadas y se adquirieron
numerosas piezas históricas.
El 24 de agosto de 1999, se emitieron las monedas conmemorativas del centenario del
natalicio de Jorge L. Borges, que se acuñaron en oro, plata y cuproníquel. Se vendieron
3.865 estuches con distintas presentaciones e ingresaron a la circulación 967,5 millares de
monedas de cuproníquel.
Con la finalidad de abastecer a los grandes usuarios de monedas -por lo general,
empresas de servicios públicos- continuaron vigentes los convenios con las transportadoras
de caudales MACO S.A., Brinks S.A. y Juncadella S.A. A través de este servicio, que no tiene
costo para el Banco Central, se entregaron 317,1 millones de monedas por un valor de 157,6
millones de pesos. Por medio de la compensación interbancaria de billetes se efectuaron
operaciones de pago entre bancos por 772,7 millones de monedas por un valor de 403,6
millones de pesos.
Se efectuaron cambios en el software de las máquinas expendedoras de monedas que el
Banco Central entregó en comodato a las entidades bancarias, continuándose el seguimiento
y el control de su funcionamiento. Sumaron 17.019 las operaciones con los bancos,
correspondientes a pagos, compensación interbancaria, recepción de depósitos, operativos y
declaración de excedentes.
Se recibieron 26.330 billetes falsos de distintos valores retenidos por esta Institución,
los bancos del sistema y los tesoros regionales. Al respecto se efectuaron las denuncias ante
la Sección Falsificación de Moneda de la Policía Federal de los billetes retenidos por bancos
de la ciudad de Buenos Aires y fueron devueltos los correspondientes a las entidades del
interior para que radiquen las denuncias en los juzgados de su competencia.
Las agencias y tesoros regionales efectuaron 44.209 operaciones (extracciones y
depósitos) por un valor de 31.052,7 millones de pesos, mientras que el traslado de numerario
alcanzó a 4.966,5 millones de pesos. Durante el período, fueron transformados en agencias
los tesoros regionales Río Grande, Río Gallegos y Mar del Plata. En el transcurso de 2000
ocurrirá lo mismo con los tesoros regionales Rosario, Bahía Blanca, Trelew y Comodoro
Rivadavia, dando por concluido el proceso iniciado por el Banco Central en 1994.
BCRA
96 VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central
VII.
ACTUACIONES
JUDICIALES
DEL
BANCO
CENTRAL
1. Asuntos judiciales en lo institucional
Juicios ordinarios por cobro de pesos y reclamos por indemnización de daños y
perjuicios promovidos contra el Banco Central
Durante 1999 se obtuvo sentencia de primera instancia favorable al Banco Central en
los autos “Figueroa, Eduardo Antonio c/ Banco Central y Estado Nacional s/ ordinario” en
los que se reclaman cuantiosos daños y perjuicios por la intervención y posterior liquidación
del ex-Banco del Iguazú, desligando el juzgado al Banco Central de toda responsabilidad en
el asunto.
Asimismo, en la demanda promovida por el Banco del Buen Ayre S.A. contra el Banco
Central y la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, en la que se reclamaban
1.800 millones de pesos, en concepto de daños y perjuicios que se habrían originado en una
denuncia penal que se les inició y que concluyó con un sobreseimiento, se dictó sentencia
de primera instancia rechazando íntegramente la demanda. El pronunciamiento resultó
luego confirmado en 1999 y se encuentra firme.
En marzo de 1999 se dictó sentencia a favor del Banco Central en los autos
“Anaeróbicos c/ Banco Central s/ Proceso de conocimiento” en los que se reclamaban daños
y perjuicios por un supuesto incumplimiento en contratos de seguros de cambio.
También se ha tomado intervención judicial en representación del Estado Nacional
contra impugnaciones de decretos de necesidad y urgencia emitidos en función del régimen
del cheque. En tal sentido se encuentra en pleno trámite la acción promovida por el
Defensor del Pueblo tendiente a que se declare la nulidad del artículo 3 del decreto de
necesidad y urgencia N° 347/99.
Total de juicios
con sentencia
800
700
669
600
500
400
300
200
68
100
0
Juicios ganados
BCRA
Juicios perdidos
VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central 97
En los procesos por cobro de pesos contra el Banco Central promovidos con
fundamento en el derogado régimen de garantía de los depósitos se han obtenido sentencias
favorables en asuntos de gran importancia económica. Entre ellos cabe mencionar “Sergi
Vinciguerra, Antonio J. c/ Banco Central” que implicaba una pretensión que ascendía a 49,7
millones de pesos.
Además, se encuentran en pleno trámite, en distintas etapas procesales y en diversas
jurisdicciones judiciales, procesos promovidos por depositantes del ex-Banco Integrado
Departamental Coop. Ltdo. y del ex-Banco Crédito Provincial S.A. en los que se intenta
responsabilizar al Banco Central por la omisión en el ejercicio de su poder de policía sobre
el funcionamiento de estas entidades.
Acciones de amparo y/o habeas data contra el Banco Central relacionadas con
inhabilitaciones de cuentacorrentistas y/o resoluciones administrativas y/o decretos del
Poder Ejecutivo Nacional
En aquellos amparos vinculados con las informaciones contenidas en las bases de datos
del Banco Central, las sentencias judiciales dictadas han reconocido el carácter de tercero de
la Institución, en cuanto a que es sólo un administrador de las bases de datos que se nutre
con la información que suministran las entidades financieras del sistema, por lo que la
responsabilidad de una errónea inclusión se atribuye al banco girado o bien al banco
informante.
Durante 1999, se dictaron sentencias favorables, que se hallan firmes, en los procesos
tendientes a cuestionar el poder de policía cambiario ejercido por el Banco Central. Este es
el caso de los expedientes “Ferrer y Asociados S.A. c/ Banco Central s/ Proceso de
conocimiento” y “García Navarro & Cía. S.A. c/ Banco Central”.
Apelaciones de resoluciones dictadas por el Banco Central
Las resoluciones dictadas por el Banco Central que dispusieron la revocación para
funcionar de entidades financieras y/o impusieron sanciones a dichas entidades o a personas
físicas, han sido confirmadas, en su gran mayoría, por la Cámara de Apelaciones en lo
Contencioso Administrativo Federal. En este sentido, este tribunal confirmó recientemente
la resolución que dispuso la revocación para funcionar del Banco Patricios S.A., que ha
quedado firme.
En mayo de 1999 la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal
confirmó la resolución Banco Central que dispuso la revocación de la autorización para
funcionar y la liquidación del Banco de Italia y Río de La Plata S.A.
Tareas periciales y de consulta técnica
El Banco Central cuenta con un sector de peritos contadores, cuyos integrantes
intervienen en procesos penales, civiles y comerciales, sumarios en materia financiera y
cambiaria, atención a peritos de oficio y apoyo y asesoramiento a los letrados apoderados de
la Institución.
BCRA
98 VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central
En las causas penales en las que el Banco Central ha asumido el rol de querellante, se
interviene como perito de parte y en los procesos civiles o comerciales se designa a los peritos
de la Institución como consultores técnicos o peritos de control. Durante 1999 se tomó
intervención en 31 procesos. En los sumarios por infracciones al régimen penal cambiario o
a la Ley de Entidades Financieras se tomó intervención en 65 casos.
En las causas civiles, cuando se ha ofrecido prueba pericial contable, se designa a los
peritos de esta Institución como consultores técnicos a los efectos de colaborar con los
abogados intervinientes en todas las etapas procesales que tenga vinculación con su
especialidad, lográndose un control de la producción de la prueba en los aspectos técnicos y
un específico asesoramiento a los letrados en materia de interpretación de los dictámenes
periciales.
2. Asuntos judiciales en lo financiero
Juicios ejecutivos de recupero de cartera cedida en garantía de la asistencia crediticia
brindada por el Banco Central a entidades financieras
Con motivo de la asistencia financiera brindada a distintas entidades financieras, el
Banco Central recibió cartera crediticia en garantía. A fin de obtener su recupero se iniciaron
2.144 juicios. Las actuaciones judiciales se tramitan en juzgados radicados en la ciudad de
Buenos Aires y en otras doce provincias incluyendo además ciudades tales como La Plata,
Azul, Bahía Blanca, Campana, Junín, Lomas de Zamora, Mar del Plata, San Martín, San
Nicolás, Rosario, Venado Tuerto, Reconquista, Posadas, Paraná, Bariloche y Río Gallegos.
Durante 1999, se dictó sentencia en un número considerable de los juicios
mencionados (387), habiéndose obtenido resultados favorables a los intereses de esta
Institución en un 95 por ciento de los casos.
Juicios por procesos de quiebra y de intervención judicial de entidades financieras
El Banco Central interviene en los procesos de revocación de la autorización para
funcionar, quiebra y liquidación de entidades financieras, decretadas en el marco de las
reformas introducidas a la Ley de Entidades Financieras. Esta reforma determinó que el
Banco Central se apartara de las funciones de síndico liquidador que preveía la antigua ley.
En este contexto, el Banco Central se presenta ante los distintos juzgados comerciales que
tienen a su cargo los procesos y, entre otros asuntos, comunica a los magistrados competentes
las distintas resoluciones que se sancionan, toma intervención en los múltiples incidentes
que se promueven persiguiendo la correcta aplicación de la nueva Ley de Entidades
Financieras, y participa en la etapa de verificación de créditos e incidentes de revisión que
eventualmente se deduzcan. A requerimiento de los distintos juzgados, el Banco Central
presta asistencia técnica e informa sobre los asuntos de su conocimiento en virtud de sus
funciones de superintendencia cumplidas con anterioridad a la revocación de la autorización
para funcionar.
En los procesos de reestructuración de entidades, en resguardo del crédito y los
depósitos bancarios en los cuales se aplica el artículo 35 bis de la Ley de Entidades
Financieras, se ejerce el patrocinio legal de los interventores judiciales designados por el fuero
comercial, a propuesta del Banco Central, a fin de instrumentar las transferencias de los
BCRA
VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central 99
activos y pasivos excluidos a las entidades adquirentes. A diciembre de 1999, existían 16 exentidades bajo intervención judicial: Banco Federal, Nuevo Banco Industrial de Azul, Banco
Platense, Banco Coopesur, Banco BUCI, Banco Argencoop, Banco Crédito Provincial,
Banco Austral, Banco Caseros, Banco Medefin UNB, Banco Feigín, Banco Almafuerte,
Banco Israelita de Córdoba, Banco Patricios, Banco Mayo y Banco Mendoza.
Actuación en los comités de acreedores constituidos en los procesos de quiebra de exentidades
El Banco Central, en su carácter de acreedor mayoritario, ha sido designado integrante
del comité de acreedores en dos entidades financieras actualmente en quiebra, el ex-Banco
Austral S.A. y el ex-Banco Integrado Departamental Coop. Ltdo., a fin de ejercer las
funciones previstas en el artículo 260 de la Ley de Concursos y Quiebras, proponiendo
medidas y exigiendo información a los funcionarios del concurso a fin de controlar e instar
la realización de los bienes que integran el activo de la quiebra.
Durante 1999, el Banco Central solicitó y obtuvo la remoción del síndico concursal en
el caso del Banco Austral S.A. y denunció penalmente al síndico actuante en el caso del
Banco Integrado Departamental Coop. Ltdo. por irregularidades detectadas respecto de un
crédito correspondiente a la cartera cedida.
3. Sector de abogados penalistas
En los últimos años, particularmente a partir de 1995, la cantidad de procesos penales
se ha incrementado. Actualmente, el número de actuaciones penales asciende a mucho más
de medio centenar de causas, que en su mayoría se tramitan ante la justicia penal de la
ciudad de Buenos Aires, ya sea ordinaria o federal. Algunas de estas actuaciones todavía se
rigen por el viejo código de procedimientos en materia penal debido a su antigüedad; el
resto, en cambio se regulan por el nuevo Código Procesal Penal de la Nación, que incorporó
a partir de 1992 el juicio oral y público para los procesos penales.
Evolución de las causas penales
Durante marzo de 1999, se amplió la querella promovida contra el ex-Banco Austral
S.A., por la solicitud de redescuentos al Banco Central en materia de iliquidez, ocultando la
realidad que la entidad atravesaba, en parte por la canalización clandestina de depósitos en
provecho del Austral Bank International.
En mayo, se promovió una denuncia contra el ex-Banco Medefin UNB, por la
detección de una operación de pase pasivo de títulos con el Credit Commercial de France, de
dudosa existencia, que permitió reflejar a la entidad un mayor activo.
En junio, se radicó una denuncia contra el Nuevo Banco del Chaco, a raíz de detectarse
una operatoria irregular con valores negociables en la sucursal de Buenos Aires. Al mes
siguiente, se formalizó una nueva presentación contra la entidad, por la asistencia crediticia
que acordó a favor de determinadas empresas.
Durante 1999, se amplió en diferentes oportunidades la denuncia que se había
presentado contra el ex-Banco Almafuerte por la suscripción de obligaciones negociables
BCRA
100 VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central
subordinadas -que aparecían calzadas con el otorgamiento de créditos-, asistencia crediticia
a determinadas empresas, uso irregular de cuentas corrientes, irregularidades en asientos
contables y registraciones sin respaldo documental. En abril, se amplió la denuncia por la
registración contable en cuentas patrimoniales de documentos que habían sido endosados a
terceros. En junio, la denuncia fue nuevamente ampliada al advertirse la pretensión de cobro
de un certificado a plazo fijo por un monto elevado, cuyo vencimiento había operado
durante 1996 y que no estaba contabilizado en la entidad. Por último, se volvió a ampliar la
denuncia en octubre al verificarse la concesión por la entidad financiera de asistencia
económica en condiciones ventajosas a empresas vinculadas.
En diciembre de 1999 se formalizó una denuncia contra el Nuevo Banco de La Rioja
S.A., al detectarse operaciones de crédito por montos significativos a favor de cinco
empresas, que evidenciaban una gestión crediticia irregular.
Finalmente, en enero y junio de 1999 se propició ante la Procuración General de la
Nación la iniciación de investigaciones preliminares, con el objeto de esclarecer las
posibilidades de eventuales ilícitos y prevenir sobre fraudes, al tomarse conocimiento de que
municipalidades del interior del país habían emitido pagarés o caucionado letras en garantía
de créditos ofrecidos por representantes de inversores extranjeros, para los que se requería la
afectación de su coparticipación provincial y por los que no se había recabado la
correspondiente autorización del Gobierno Nacional (por el endeudamiento en moneda
extranjera).
Resoluciones judiciales
En relación con la denuncia que durante 1998 se promoviera contra el ex-Banco
Patricios S.A., a raíz de maniobras irregulares con la cartera de consumo y asistencia
crediticia a empresas vinculadas, se dictaron durante 1999, mediante resoluciones aún
apeladas, el auto de procesamiento respecto de funcionarios de la entidad y de personas
relacionadas con ésta, en orden al delito de administración fraudulenta.
Con relación a la denuncia que se había radicado durante 1998 contra el ex-Banco
Mayo Coop. Ltdo., en diciembre de 1999 se ordenó, mediante resolución a la fecha no
firme, el procesamiento de directivos de la entidad y de personas relacionadas, por los delitos
de administración fraudulenta y fraude en perjuicio de una administración pública, con
motivo de la adquisición irregular de “semanas de tiempo compartido” en Uruguay por 24
millones de dólares, la asistencia crediticia brindada a empresas relacionadas con la entidad,
la canalización de operaciones al margen del circuito institucional y el uso dado a la
asistencia financiera que recibió del Banco Central para atender situaciones transitorias de
liquidez.
Sentencias condenatorias
Por el trámite previsto en el anterior código de procedimientos en materia penal que
rigió para la jurisdicción nacional, la justicia se pronunció durante 1999 respecto del exBanco Los Andes y las empresas colaterales del Grupo Greco, al confirmar parcialmente la
Cámara Federal de la ciudad de Mendoza la sentencia dictada por el juez, a resulta de la cual
se condenó a José Greco, Ángel Pedro Falanga, Juan Hilardo Milordo, Mario Alberto Balza
, Oscar Fortunato Corradini, Bernardo Eduardo Valenzuela, Héctor Bruno y María Miladi
BCRA
VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central 101
Ana Privitera de Santibañez , por infracción a la ley 20.840 de subversión económica. Este
pronunciamiento no se encuentra firme, por haber sido recurrido ante la Corte Suprema de
Justicia de la Nación.
Asimismo, la Cámara Federal de la ciudad de Buenos Aires confirmó parcialmente las
condenas que, por la captación clandestina de depósitos y asistencia a vinculadas que se
desarrollaron en Carles Cía. Fciera. S.A., se impusieron a Federico Ezequiel Carles, Roberto
Marcelo Carles, Bernardino Jorge Bagur, Oscar César Porrini y Norberto Camilo Rodriguez,
en orden al delito de administración fraudulenta en perjuicio de una administración pública.
Este pronunciamiento tampoco se encuentra firme por haberse recurrido ante la Corte
Suprema de Justicia de la Nación.
Procesos contra funcionarios del Banco Central
En los últimos años, ha sido una constante que a la par en que se dispone el cierre de
una entidad financiera, sobrevienen denuncias y procesos penales contra las autoridades y
demás funcionarios del Banco Central y la Superintendencia.
Es así como actualmente se ventilan ante la justicia en lo criminal y correccional federal
de la ciudad de Buenos Aires diversos procesos penales contra dichos funcionarios, por la
supervisión bancaria y/o resoluciones que se adoptaron con relación a las siguientes
entidades bancarias:
·BANCO BASEL: Causa N° B-1954, caratulada “Santana, María Angélica s/
denuncia”, en trámite ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional
Federal N° 1, Secretaría N° 2.
·BANCO AUSTRAL: Causa N° 3685/95 ( N° A-505 ), caratulada “N.N. s/
abuso de autoridad”, que tramita ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y
Correccional Federal N° 12, Secretaría N° 23, por la captación financiera a favor
del AUSTRAL BANK INTERNATIONAL.
·BANCO INTEGRADO DEPARTAMENTAL: Causa N° 3292/97,
caratulada “N.N. s/ abuso de autoridad y violación de los deberes de
funcionario público”, en trámite ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y
Correccional Federal N° 6, Secretaría N° 11.
·BANCO FEIGIN: Causa N° 9833/97, caratulada “N.N. s/ abuso de autoridad
y violación de los deberes de funcionario público”, que tramita ante el Juzgado
Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 11, Secretaría N° 22.
·BANCO CREDITO PROVINCIAL: Causas N° 18.920, caratulada “N.N. s/
denuncia” y N° 1971/99, caratulada “Zizzias, María Alejandra s/ denuncia”, que
tramitan ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 6,
Secretaría N° 12, y causa N° 14.141/99 ( N° B-4403 ) en trámite ante el
Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 1, Secretaría N° 2.
·BANCO MEDEFIN UNB: Causas N° 9561/96, caratulada “Cáceres Monié,
José Antonio y otros s/ defraudación” y N° 12.060/98, caratulada “B.C.R.A. s/
BCRA
102 VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central
negligencia”, que tramitan ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y
Correccional Federal N° 12, Secretaría N° 23.
·BANCO PATRICIOS: Causas N° 10.249/98, caratulada “Pou, Pedro s/
incumplimiento de los deberes de funcionario público” y N° 5900/99,
caratulada “Pou, Pedro y otros s/ defraudación”, en trámite ante el Juzgado
Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 5, Secretaría N° 10.
·BANCO MAYO: Causa N° 1238/99, caratulada “Pou, Pedro s/ coacción”, que
tramita ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 3,
Secretaría N° 6.
·BANCO DE MENDOZA y BANCO DE PREVISIÓN SOCIAL DE
MENDOZA: Causa N° 8425/98, caratulada “N.N. s/ delito de acción
pública”, en trámite ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional
Federal N° 10, Secretaría N° 20.
·BANCO REPÚBLICA: Causa N° 2404/99, caratulada “Moneta, Raúl y otros
s/ asociación ilícita y otros”, que tramita ante el Juzgado Nacional en lo
Criminal y Correccional Federal N° 10, Secretaría N° 20.
·BANCO PLATENSE: Causa N° 3302/99, caratulada “B.C.R.A. s/ abuso de
autoridad y violación de los deberes de funcionario público”, en trámite ante el
Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 6, Secretaría N° 12.
·BANCO ALMAFUERTE: Causa N° 132, caratulada “Pou, Pedro - Bolzico,
Javier s/ querella”, que tramita ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y
Correccional Federal N° 2 - Secretaría N° 3.
·NUEVO BANCO DE LA RIOJA: Causa N° 14.223/99, caratulada “Pou,
Pedro y otros p/ delito de acción pública”, del Juzgado Nacional en lo Criminal
y Correccional Federal N° 1, Secretaría N° 2.
Por otra parte, por denuncia de un particular quedó radicada ante el Juzgado Nacional
en lo Criminal y Correccional Federal N° 11, Secretaría N° 22, una denuncia contra el
B.C.R.A., por el tratamiento dispensado a varias entidades financieras: causa N° 9913/99,
caratulada “B.C.R.A. s/ denuncia - Denunciante Gabriel Pérez Barbera”.
Asimismo, por denuncia del Dr. Ricardo Monner Sanz, se inició ante el Juzgado
Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 3, Secretaría N° 5, la causa N° 2371/99,
caratulada “B.C.R.A. - SEDESA s/ infracción leyes 24.144, 24.485 y 24.627”.
Y por su lado, ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 3,
Secretaría N° 6, quedó radicada una denuncia que formalizaron los Diputados Nacionales
Jorge Rivas y Alfredo Bravo, por la supuesta falta de recaudación de multas provenientes del
régimen legal de cheques: causa N° 8645/99, caratulada “Pou, Pedro s/ defraudación por
administración fraudulenta”.
En tres de esos procesos, funcionarios e integrantes del Directorio fueron convocados a
prestar declaración indagatoria:
Ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 1, a cargo de la
BCRA
VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central 103
Dra. María Romilda Servini de Cubría, Secretaría N° 2, en relación con la causa N° B-1954,
caratulada “SANTANA, María Angélica s/ denuncia”, por el tema del EX BANCO BASEL:
María Angélica SANTANA, Daniel Rubén ANDRÉS, Gustavo César SANI, Guillermo
Leonardo LESNIEWIER, Héctor Oscar BIONDO, Miguel Ángel ORTIZ, Eugenio Isaac
Armando PENDÁS, Pedro POU y Roque Benjamín FERNÁNDEZ; todos a quienes en
julio de 1996 se les dictó auto de falta de mérito, sin perjuicio de proseguir la investigación.
En relación con el EX BANCO INTEGRADO DEPARTAMENTAL, ante el Juzgado
Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 11, a cargo del Dr. Claudio Bonadio,
Secretaría N° 22, en la causa N° 3292, caratulada “N.N. s/ abuso de autoridad y violación
de los deberes de funcionario público” ( que actualmente tramita en el Juzgado Federal N°
6 ) prestaron declaración como imputados: Elba CASTAÑO, Daniel Humberto MERLO,
Teresita LORENZO, Juan José ANCHORENA, Eduardo Luis SUSSE, Pedro Jorge
DONATO, Rafael INIESTA, María Cristina PASIN, Daniel MERINO, Ricardo Alberto
FERREIRO, Marcos Rafael SAUL, Manuel Rubén DOMPER, Juan Carlos FOSSATTI,
Miguel Ángel ORTIZ, Eugenio Isaac Armando PENDÁS y Pedro POU; respecto de quienes
durante 1997 también se declaró la falta de mérito.
Y ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 5, interinamente
a cargo del Dr. Gabriel Cavallo, Secretaría N° 10, en la causa N° 10.249/98, caratulada
“POU, Pedro y otros s/ incumplimiento de los deberes de funcionario público”, lo hicieron
en relación con el EX BANCO PATRICIOS y la exclusión de activos y pasivos a favor del
BANCO MAYO: Pedro POU, Martín LAGOS, Marcos Rafael SAUL, Miguel Angel
ORTIZ, Manuel Rubén DOMPER, Daniel Ricardo PERALTA OLGUÍN, Juan Martín
ETCHEGOYHEN, Javier Alberto BOLZICO, Federico Miguel CAPARRÓS BOSCH,
Aldo Rubén PIGNANELLI y Ricardo Alberto FERREIRO; en relación a los cuales durante
1999 se dictó mediante resolución no firme todavía auto de procesamiento por el delito de
incumplimiento de los deberes de funcionario público en cuanto a los siete primeros y por
el delito de abuso de autoridad para los demás, salvo respecto del último de los nombrados
- Ferreiro - que fue sobreseído.
Todo ello pese a que la Carta Orgánica del Banco Central y la Ley de Entidades
Financieras, dejan librado a criterio de los funcionarios la consideración y evaluación de la
oportunidad, así como de las razones de mérito y conveniencia para adoptar determinadas
decisiones en materia de supervisión bancaria.
En ese sentido, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo
Federal había señalado que:
“La elección de la medida a adoptar por parte del Banco Central de la República
Argentina, una vez constatadas dificultades en una entidad financiera, así como el
momento para hacerlo comportan facultades discrecionales de tal entidad. Por tanto,
quien pretende cuestionar las medidas adoptadas o no adoptadas por aquel debe
acreditar la arbitrariedad o irrazonabilidad de la conducta de aquél”
( C.N. Contencioso Administrativo Federal, sala III, agosto 28-1997, “Elí, José y otro
c/ Banco Central”. Rev. La Ley del 1.2.99, p. 7, fallo 41.110-S ).
También que:
“La protección jurisdiccional, solicitada al Estado mueve el mecanismo del control
judicial de los actos de los otros poderes, control que se limita a la verificación de su
legitimidad. De manera alguna les está permitido a los jueces valorar la
BCRA
104 VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central
oportunidad, el mérito o la conveniencia de aquellos actos, y por lo tanto el acierto
o el error de su elección en orden a las consecuencias prácticas que pueden tener en
el seno de la comunidad”
( C.N. Contencioso Administrativo Federal, Sala IV, junio 13-1985, “Peso, Agustín c/
B.C.R.A.”. La Ley 1985-C, 374; DJ 985-45-454; ED 114:236 ).
Más aún se había dicho que:
“La posibilidad de que el ente oficial acuda en ayuda financiera de las entidades
bajo su control constituye una decisión técnica, propia de ese órgano, que no puede
ser suplida por la valoración de los magistrados. Es el Banco Central administrador
de fondos de la comunidad nacional y ente técnico especializado en la materia, el
facultado para valorar las circunstancias que rodean cada caso y decidir en
consecuencia. Los jueces sólo pueden controlar la legitimidad de su obrar y, en
consecuencia, declarar su nulidad en supuestos de violación de las normas que
regulan la materia, o cuando la actuación es irrazonable o arbitraria. .... Excede de
la competencia de este Tribunal el examen de la conveniencia o mérito de la negativa
del Banco Central referente a la eximición o disminución de los cargos impuestos, en
tanto tales decisiones tienen naturaleza eminentemente técnica y se encuentran en
relación con la política general monetaria y bancaria cuya implementación le ha
sido encomendada”.
( C.N. Contencioso Administrativo Federal, Sala IV, junio 18-1992, “Giménez Zapiola
SA de Ahorro y Préstamo para la Vivienda c/ res. 29/90 del B.C.R.A.” ).
A su vez se señaló que:
“ .... esta vía tiene como presupuesto la acción u omisión de órganos o agentes de la
autoridad pública que adolezca de arbitrariedad o ilegitimidad manifiesta, lo que
excluye que pueda convertirse en una instancia en que los jueces asuman facultades
propias de otras autoridades públicas o poderes o se constituyan en revisores de su
actuar dentro de las normas respectivas ( conf. CNFed. Cont. Adm., Sala III, in re
“Borensztejn y Gicovate SA c/ Obras Sanitarias de la Nación” del 8-9-81 ) o incluso
que se someta a vigilancia judicial el desempeño de funcionarios u organismos para
juzgar su acierto o desacierto ( C.S.J.N. Fallos 302:535 )”
(Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Contencioso Administrativo Federal N° 2,
Secretaría N° 3, en causa N° 9.938/97, caratulada “Ancarani de Godoy, Norma c/ B.C.R.A.
- Resol. 191/97 - s/ amparo ley 16.986”, junio 12-1997 ).
En ese mismo proceso, con fecha 26 de junio de 1997 la Sala II de la Excma. Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal expresó:
“... la razón de ser de la acción de amparo no es someter a la vigilancia judicial el
desempeño de los funcionarios y organismos administrativos, sino proveer el remedio
adecuado contra la arbitraria violación de los derechos y garantías reconocidos por
la Constitución Nacional; ni el control del acierto con que la administración
desempeña las funciones que la ley le encomienda válidamente, ni el razonable
ejercicio de las atribuciones propias de la autoridad administrativa son bastantes
para motivar la intervención judicial por vía de amparo - Fallos 305:2237 -“.
La misma Sala II señaló recientemente que:
“La revisión que compete a esta Cámara en cuanto a la razonabilidad del acto
sancionatorio, su equidad, su adecuación con el fin público perseguido ( Fallos
199:483; 236:241 ) debe ser prudente, pues actos como el subexamine son dictados
BCRA
VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central 105
por un órgano estatal especializado en la complejidad técnica de la competencia que
se le ha asignado, y de cuyo pronunciamiento sólo cabría apartarse ante razones de
grave arbitrariedad palmaria y manifiesta, que no se verifican en el presente
caso ( conf. Doctrina de la C.S.J.N. en Fallos: 268:340, 281:280, 284:280,
281:214, 293:691; esta Sala en los autos “Groisman”, del 13/7/82; y “Caja de
Crédito Villa Mercedes Cooperativa Limitada s/ apel. Res. 587/84 B.C.R.A.” del
2/9/92; en igual sentido Sala III, “Devoreal SA”, “Banco Delta”, y “Banco
Patagónico”, del 2/10/88, 5/3/92 y 17/10/94, respectivamente )”
( C.N. Contencioso Administrativo Federal, Sala II, abril 18 de 2000, “Columbia Cia.
Financiera SA y otros c/ B.C.R.A. -Res. 268/99- Expte 39002/85 Sum Fin. 610” ).
Por su parte, la Corte Suprema de Justicia de la Nación tuvo ocasión de señalar que:
“En el caso de que la entidad financiera se encuentre incapacitada para operar
conforme su objetivo societario y para cumplir con sus obligaciones exigibles, se abren
para el Banco Central diversas alternativas previstas en el ordenamiento legal. La
conveniencia de aplicar uno u otro criterio, según las condiciones de solvencia en que
se encuentre la entidad y las necesidades de la coyuntura económica - parámetros
cuya apreciación corresponde al Banco Central - es uno de los temas que
tradicionalmente se han considerado ajenos a la competencia de los jueces, salvo las
hipótesis de arbitrariedad o violación del derecho de defensa”
( C.S.J.N. “Saiegh, Rafael Héctor y Conjunción SA c/ Banco Central de la República
Argentina y Ministerio de Economía de la Nación”, junio 8 de 1993; S. 90.XXII ).
En ese sentido, el Alto Tribunal expresó en otra oportunidad que:
“Es ajeno a la competencia de los jueces, salvo las hipótesis de arbitrariedad o
violación del derecho de defensa, la conveniencia de aplicar el saneamiento o la
consolidación, cuya apreciación corresponde al Banco Central”
( C.S.J.N. “La Inversora Bahiense SA Cía. Financiera c/ B.C.R.A. - resolución 598/89
- s/ apelación y nulidad”, rto. 23-5-95; T. 317: L. 169 XXV ).
Por otro lado, en materia penal se había llegado a señalar que:
“Las medidas adoptadas por las autoridades de la Superintendencia de Entidades
Financieras, quienes optaron por proseguir monitoreando el desenvolvimiento de los
negocios del banco inspeccionado, no puede ponerse en tela de juicio por esta
magistrada, en razón de que es deber incuestionable y facultad discrecional de dichas
autoridades la elección de las medidas más convenientes a adoptar según la situación
del banco inspeccionado; observando la gran crisis en la que se encontraba el
Mercado Financiero Internacional, a raíz de los inconvenientes suscitados con el
fenómeno denominado “Efecto Tequila”, fenómeno económico en el que se basaron
los responsables del ente controlador para la elección de las medidas adoptadas.
( Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 1, Secretaría N° 1, en
causa N° A-3304/98, caratulada “Banco Central de la República Argentina s/ delito de
acción pública”, julio 6 de 1999 ).
Tanto la Carta Orgánica como la Ley de Entidades Financieras preveen una serie de
medidas que el directorio del Banco Central y la Superintendencia pueden adoptar ante
una situación determinada, como por ejemplo: asistir financieramente a una entidad ante
situaciones transitoria de iliquidez; hacer cesar y desistir una determinada política de
BCRA
106 VII. Actuaciones Judiciales del Banco Central
créditos; requerir la presentación de un plan de regularización y saneamiento; suspender
total o parcialmente las operaciones de una entidad; disponer la reestructuración de un
banco; reducir, aumentar o enajenar su capital social; excluir sus activos y pasivos; revocar
la autorización para funcionar; etc.
El ejercicio de esas facultades debe atender a un sinnúmero de variables
eminentemente técnicas y de suma complejidad, así como a factores de orden sistémico,
para preservar el valor de la moneda y la estabilidad del sistema en su conjunto, con el
objetivo de proteger y arraigar el ahorro y la confianza del público.
En razón de ello, no en vano la jurisprudencia arriba citada vedó a los jueces la
posibilidad de revisar la oportunidad, mérito y conveniencia de los actos de la autoridad,
salvo los casos de arbitrariedad o ilegitimidad manifiesta, pues de lo contrario ello trasuntaría
una paralela o irremediable afectación al principio de división de poderes del Estado, sobre el que
se funda la organización institucional de la Nación, toda vez que ello importaría tanto como
acceder a una indebida intromisión en esferas reservadas al poder administrador ( Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Civil -Sala “A”-, en autos “Gallardo, Francisco c/
Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires”, rtos. julio 1-1991, con cita de Miguel
Marienhoff, “Tratado de Derecho Administrativo”, t. II p. 446 núm. 468 ).
Protección legal
Todo lo anterior pese a que la Carta Orgánica del Banco Central y la Ley de
Entidades Financieras, dejan librado a criterio de los funcionarios la consideración y
evaluación de la oportunidad y las razones de mérito y conveniencia para adoptar
determinadas decisiones en materia de supervisión bancaria.
Por ello, no en vano cierta doctrina ha considerado que descartada la arbitrariedad o
ilegitimidad del acto estatal, de manera alguna les está permitido a los jueces valorar la
oportunidad, mérito y conveniencia de tales actos.
Dicho criterio fue recogido por el Juzgado Nacional en lo Contencioso
Administrativo Federal N° 2 - Secretaría N° 3 - en los autos “Ancarani de Godoy, Norma
c/ B.C.R.A. - Res. 191/97 - s/ amparo ley 16.986” resueltos el 12.6.97, así como en esos
mismos autos con fecha 26.6.97 por la Sala II de la Excma Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal; por la Sala III de esa misma
Cámara en los autos “Borensztejn y Gicovate SA c/ Obras Sanitarias de la Nación”,
resueltos el 8.9.91; la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil -Sala “A”- el 1.7.91 en
los autos “Gallardo, Francisco c/ Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires”; así como
a su vez por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en Fallos 302:535, 314:1251 y en
los autos “Giberti, Silvio Gustavo c/ Gobierno Nacional” fallados el 12.8.97, causa G
1553.XXXII
4. Asistencia administrativa judicial
Durante 1999 concluyó la incorporación de medios informáticos que incluyen diversas
bases de datos utilizadas para registro y control de las actuaciones que se tramitan. Con la
colaboración de personal especializado de la Institución y utilizando el programa de uso
BCRA
VII. Actuaciones Judiciales del Banco CentralSección 107
obligatorio que instaló la Procuración del Tesoro de la Nación, se han cubierto las
necesidades del Banco Central en el ámbito de los asuntos judiciales.
Actualmente, se cuenta con una base de datos para registrar el ingreso de los oficios
judiciales y otra para las cédulas de notificación. Estas herramientas permiten el control de
un elevado volumen de actuaciones: durante 1999 ingresaron al Banco Central
aproximadamente 17.000 oficios y 5.000 cédulas y se ha logrado acelerar el trámite para
responder los informes solicitados por distintos organismos del Poder Judicial, el resto del
sector público y el sector privado.
En igual sentido se incorporó un programa para control y registro de las solicitudes de
consolidación de deudas (Ley 23.982), que permite conocer cualquier dato relacionado con
las distintas etapas del trámite.
En lo que respecta a la base de registro de juicios, el sistema operativo se desarrolla
mediante el programa Advocatus Plus (ADV 5.8), suministrado y controlado por la
Procuración del Tesoro de la Nación. Este programa se ha adaptado a los requerimientos de
las autoridades superiores y la auditoría general del Banco Central y a las necesidades que
surgen de las solicitudes formuladas por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), la
Auditoría General de la Nación (AGN) y auditores y consultores externos.
BCRA
108 VIII Otras Operaciones del Banco Central
VIII.
OTRAS
OPERACIONES
DEL BANCO
CENTRAL
1. Crédito del Banco Central a las instituciones financieras
Asistencias financieras por iliquidez
Durante 1999 se otorgaron a cinco entidades financieras un total de 110 millones de
pesos en concepto de asistencias por iliquidez transitoria, cuyo saldo total al 31 de diciembre
de 1999 ascendió a 1 millón de pesos. Asimismo, por estos préstamos se percibieron
intereses por 1 millón de pesos.
Debido a que una de las entidades asistidas no cumplió con la cláusula de recompra de
los créditos y/o valores transferidos como contraprestación del crédito otorgado, que
ascendía a 79,2 millones de pesos, se registraron en propiedad del Banco Central activos por
172 millones de pesos.
De tales activos, al 31.12.99 se registró el recupero de 24,4 millones de pesos, en tanto
al 30.06.00 los ingresos acumulados referidos a los referidos activos tomados en propiedad
eran de 30,2 millones de pesos, representando los valores de tales recuperos representativos
del 30.8 y del 38.1 por ciento de la obligación que mantuviese la mencionada entidad.
Con relación a las asistencias otorgadas por el Banco Central a las entidades financieras
durante 1995, el saldo adeudado en concepto de capital fue de 552,3 millones de pesos a
fines de diciembre de 1999. No obstante, se puede reducir este monto a sólo 188,7 millones
de pesos si se excluyen: la deuda de aquellas entidades que entregaron títulos públicos o
derechos crediticios en garantía de sus pasivos (260,5 millones de pesos); las deudas de
aquellas entidades que la garantizaron con fondos provenientes del Régimen de
Coparticipación Federal de Impuestos (73,9 millones de pesos); y un certificado de
participación en fideicomiso del cual el Banco Central es beneficiario clase “B” (29,2
millones de pesos). Durante el período bajo análisis, se recuperaron 54,5 millones de pesos
de estas asistencias. Los intereses cobrados en el período, derivados de estas acreencias,
alcanzaron 15 millones de pesos.
En lo que respecta a las operaciones concertadas dentro del régimen de iliquidez con
posterioridad a 1995, el Banco Central es beneficiario clase “B” de otros certificados de
participación en fideicomisos por un monto total de 311,7 millones de pesos, en concepto
de capital.
Por su parte, el costo aplicable a los préstamos de iliquidez se mantuvo sin variantes,
dentro del rango de 9 por ciento a 9,5 por ciento anual, en función de las garantías
aportadas.
Hasta el 31 de diciembre de 1999, el Banco Central poseía 38,23 por ciento del capital
accionario de Transnoa S.A. La propiedad de esta empresa transportadora de energía
eléctrica surgió de la exclusión de activos y pasivos dispuesta en 1995 al ex-Banco Feigín S.A.
BCRA
VIII Otras Operaciones del Banco Central 109
Evolución de la
deuda por iliquidez
en el año 1999
En millones de pesos
950
928
923
918
913
903
900
899
891
887
882
880
878
874
866
850
800
Dic-98 Ene-99 Feb-99 Mar-99 Abr-99 May-99 Jun-99
Jul-99
Ago-99 Sep-99 Oct-99 Nov-99 Dic-99
En el período bajo consideración, se implementó un mecanismo de “convocatoria de mejora
de oferta” ante una presentación efectuada en febrero de 1999 por una sociedad interesada
en la adquisición de la participación accionaria del Banco Central en Transnoa S.A. En junio
de 1999 se verificó la presentación del último ofrecimiento de mejora de precio tendiente a
la adquisición del paquete accionario por un valor de 12,6 millones de pesos. La segunda
oferta ascendió a 12 millones de pesos. En noviembre de 1999, se adjudicó la tenencia
accionaria a IATE S.A., que había registrado el mejor ofrecimiento y, en segundo orden de
prelación, a EDET S.A. Con posterioridad al 31 de diciembre 1999, luego de no haber
cumplido IATE S.A. con el pago del precio comprometido, fue convocada EDET S.A. a
abonar el valor de su oferta, hecho que efectivizó en enero de 2000. En febrero de 2000 se
rubricó el contrato de compraventa entre el Banco Central y EDET S.A.
Programa Global de Crédito para la Pequeña Empresa y la Microempresa.
En virtud de la línea crediticia que el Banco Interamericano de Desarrollo asignara
oportunamente a Argentina para el otorgamiento de créditos a pequeñas empresas y
microempresas que desarrollen actividades de producción primaria o industrial, comercio o
prestación de servicios, el Banco Central -que actúa por cuenta y orden de la Secretaría de
la Pequeña y Mediana Empresa como administradora de los fondos, dado su condición de
agente financiero del Gobierno Nacional- atendió los pedidos específicos que le formularon
las entidades financieras interesadas en participar del programa.
Durante 1999, se cursaron tres desembolsos (correspondían al décimo, undécimo y
duodécimo del programa) por un total de 40 millones de dólares, habiéndose asignado la
cantidad de 20,8 millones de dólares. El saldo adeudado por el conjunto de entidades
usuarias del sistema al 31 de diciembre de 1999 era de 20,9 millones de dólares por capital
e intereses.
Sobre la totalidad de los préstamos acordados bajo el régimen, las entidades financieras
constituyeron las garantías pertinentes -de acuerdo con lo establecido en la normativa
vigente- por un valor no inferior a 120 por ciento de los saldos adeudados. Estas garantías,
nominadas en dólares estadounidenses, se constituyeron mediante títulos públicos
BCRA
110 VIII Otras Operaciones del Banco Central
nacionales, prendas y/o hipotecas y documentos comerciales. En estos dos últimos casos, las
garantías exigidas correspondieron a clientes del sector privado no financiero, clasificados en
situación normal.
Restantes líneas de crédito
Durante el período bajo análisis, prosiguió la administración de las líneas crediticias
referidas a operatorias diversas cuyo saldo a diciembre de 1999 fue de 1.055,9 millones de
dólares, en concepto de capital e intereses.
Los saldos de deuda residuales originados en líneas de crédito otorgadas antes de la
reforma de la Carta Orgánica del Banco Central totalizaban a fines de diciembre 835,9
millones de pesos. Estas operatorias cuentan con un esquema de devengamiento y recupero
particular de acuerdo con cada uno de los regímenes que les dieron origen.
Fundamentalmente, comprenden la deuda del ex-Banco Hipotecario Nacional que, de
acuerdo con lo establecido en el artículo 26 de la Ley de Desarrollo Regional y Generación
de Empleo, fue transferida al Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional.
En noviembre de 1999, el Poder Ejecutivo dictó el decreto que estableció la forma en
que el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional debe abonar su obligación con
el Banco Central. En este sentido, se fijó un pago de capital de 10 millones de pesos que se
hizo efectivo en diciembre de 1999; el importe restante de capital se abonará en 120 cuotas
a partir de septiembre de 2003. Al 31 de diciembre de 1999 el saldo de capital e intereses
adeudado por el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional ascendía a 617,3
millones de pesos. Asimismo, durante 1999 se percibieron 12 millones de pesos en concepto
de intereses de la deuda.
Los saldos restantes corresponden principalmente a las deudas contraídas por los
gobiernos de provincias a través de sus ex-bancos provinciales (168,9 millones de pesos), y
las obligaciones del patrimonio en liquidación del ex-Banco Nacional de Desarrollo (39,1
millones de pesos).
Créditos del
Banco Central
al Sistema
Financiero
En millones de pesos
2.500
Diciembre de 1998
2.000
1.818
Diciembre de 1999
1.921
1.500
1.056
928
1.000
866
890
500
0
Deuda total
BCRA
Deuda por iliquidez
Restantes líneas
VIII Otras Operaciones del Banco Central 111
Por su parte, los bienes y derechos ingresados y de activos en propiedad del Banco
Central originados en operaciones de iliquidez a partir de 1995 alcanzan un total de 220
millones de pesos, incluyendo 161,6 millones de pesos de activos del ex-Banco República
S.A. y 58,4 millones de pesos de los activos excluidos al ex-Banco Feigín S.A.
Creación del Grupo de Control y Seguimiento de los Contratos de Fideicomiso
En febrero de 1999 se creó el Grupo de Control y Seguimiento de los Contratos de
Fideicomiso cuyo objetivo es efectuar el seguimiento y control de la gestión o administración
de los contratos de fideicomiso ya constituidos o por constituirse, en los que el Banco
Central resulte propietario de certificados de participación u otros instrumentos equivalentes
representativos de los derechos emergentes de los fideicomisos, como consecuencia de las
asistencias financieras por iliquidez oportunamente otorgadas.
Los controles no se agotan con el análisis de las rendiciones de cuenta que proporcionen
los fiduciarios, sino que abarcan el funcionamiento de la organización fiduciaria y la
obtención de todos los datos que permitan determinar un cuadro de situación para efectuar
el diagnóstico de la administración bajo control, detectándose sus puntos fuertes y débiles,
los desvíos respecto de los manuales de procedimientos del fiduciario y el cumplimiento de
las normas contractuales que los relaciona legalmente con esta Institución, y que se ven
reforzados por la existencia de una auditoría externa del fideicomiso, distinta de la auditoría
externa de la propia entidad financiera.
Cada fiduciario es supervisado por un equipo de profesionales capacitados en distintas
especialidades. Como resultado del control y seguimiento, que puede realizarse además a
través de visitas e inspecciones a los fiduciarios, de sus gestores de cobranzas y de estudios
jurídicos o abogados contratados, se produce un informe de resultados de controles de
gestión, ponderando la actuación del fiduciario, indicando además recomendaciones a ser
utilizadas en la próxima etapa de determinación del estado de situación del fideicomiso.
2. Relaciones internacionales
Mercosur
Durante 1999 el Banco Central, en cumplimiento de sus funciones como miembro
titular del Grupo Mercado Común y Coordinador Nacional del Subgrupo de Trabajo N° 4
“Asuntos Financieros” (SGT4) asistió a la Reunión de Ministros de Economía y Presidentes
de Bancos Centrales y a dos encuentros del SGT4, convocados por Paraguay y Uruguay en
su calidad de presidentes pro témpore del Mercosur durante el primer y segundo semestre,
respectivamente.
En la Reunión de Ministros de Economía y Presidentes de Bancos Centrales se elaboró
una propuesta de coordinación de políticas macroeconómicas en conformidad con la
recomendación suscripta el 21 de febrero por los presidentes de los estados partes en la
Declaración de los Presidentes. El Consejo Mercado Común, órgano superior, aprobó esta
propuesta en la Reunión Cumbre del Mercosur en junio.
BCRA
112 VIII Otras Operaciones del Banco Central
Esta decisión presenta dos aspectos a destacar. En primer lugar, instruye a los ministros
de economía y presidentes de bancos centrales de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, a
avanzar en la tarea de coordinación de políticas macroeconómicas, para asegurar condiciones
adecuadas de competencia intra y extra regional. En segundo lugar, crea un grupo de trabajo
de alto nivel integrado por subsecretarios de estado y/o directores de bancos centrales en el
ámbito de la Reunión de Ministros de Economía y Presidentes de Bancos Centrales. Este
grupo de trabajo tiene como misión analizar las políticas económicas de los países miembros,
realizar propuestas de coordinación macroeconómica, armonizar las estadísticas sobre la base
de los trabajos efectuados por el SGT4 y elaborar indicadores económicos regionales
relevantes.
Asimismo, el SGT4 -conformado por funcionarios representantes de los socios plenos
del Mercosur: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- trabajó en diversos temas.
Los coordinadores nacionales -que son funcionarios de las autoridades monetariaselaboraron el plan de trabajo del SGT4 para los años 2000 y 2001. Luego de que el plan
fuese consensuado por las cuatro delegaciones, se lo elevó a consideración del Grupo
Mercado Común que lo aprobó en noviembre bajo el título de Pauta Negociadora para el
período 2000-2001 del SGT4.
La Comisión del Sistema Financiero, compuesta por funcionarios competentes en
regulación bancaria de los bancos centrales, acordó actualizar semestralmente el cuadro
comparativo de normas de los sistemas financieros del Mercosur. Actualmente, está
trabajando en la evaluación del grado de adecuación de los 25 Principios Básicos de Basilea,
según la nueva metodología emitida por el Comité de Basilea, para adicionar esta
información al cuadro mencionado. Asimismo, se comprometió a tratar el tema de la
transparencia de las informaciones de las entidades financieras.
La Subcomisión de Lavado de Dinero avanzó en varios órdenes. En primer lugar,
aprobó las pautas de regulación mínima a ser adoptadas por los bancos centrales para la
prevención y represión del lavado de dinero, que fueron posteriormente elevadas al Grupo
Mercado Común para su aprobación. En segundo lugar, consensuó el reglamento interno de
la Fuerza Tarea -cuyo objetivo es intercambiar experiencias y metodologías adquiridas para
prevenir e impedir la utilización del sistema financiero en maniobras de lavado de dineroque fue luego aprobado por el Grupo Mercado Común. Finalmente, estableció pautas sobre
los criterios de capacitación para la formación de recursos humanos en diversos aspectos
relativos al lavado de dinero.
La Comisión Mercado de Capitales, integrada por representantes de las respectivas
comisiones de valores de la región, además de tratar de consensuar un Acuerdo y Convenio
de Asistencia Recíproca y Cooperación sobre “Negociación Transfronteriza de Fondos de
Inversión”, inició el relevamiento de la legislación vigente en cada país miembro en materia
de sistema de clearing. Asimismo, acordó elaborar indicadores sobre la participación de la
capitalización bursátil en el producto interno bruto del Mercosur, actualizar los cuadros
comparativos de regulación sobre fondos de inversión e inversiones y recopilar antecedentes
internacionales sobre la oferta pública y negociación por Internet.
La Comisión de Seguros, integrada por técnicos de las respectivas superintendencias de
seguros concluyó una serie de proyectos, que fueron aprobados por los coordinadores
BCRA
VIII Otras Operaciones del Banco Central 113
nacionales y posteriormente, hacia fines de 1999, por el Grupo Mercado Común. Los
proyectos aprobados fueron: “Glosario de términos básicos preliminares sobre seguros para
el ámbito del Mercosur”, “Convenio de Cooperación entre autoridades supervisoras de
empresas aseguradoras de los estados partes del Mercosur” y “Acuerdo Marco de
Condiciones de Acceso para empresas de seguros con énfasis en el acceso por sucursal”.
La Comisión de Indicadores Macroeconómicos presentó una versión mejorada de las
notas metodológicas y un plan para armonizar las metodologías estadísticas. Asimismo,
además de la actualización mensual de los datos del Boletín de Indicadores
Macroeconómicos del Mercosur, las delegaciones decidieron incorporar mejoras (como por
ejemplo, una medición del producto interno bruto por la paridad del poder de compra) que
próximamente podrán ser accedidas a través de Internet a medida que la Secretaría
Administrativa del Mercosur avance en su edición.
Convenios de pagos y créditos recíprocos
El Banco Central es signatario de varios convenios de pagos y créditos recíprocos,
siendo el más importante el correspondiente a la Asociación Latinoamericana de Integración
(ALADI).
El convenio de pagos de ALADI fue concebido con la finalidad de iniciar una
cooperación multilateral formal entre los bancos centrales de la región. Entre sus objetivos
básicos se pueden mencionar la estimulación de las relaciones financieras entre los países de
la región, el facilitar la expansión de su comercio recíproco y la sistematización de las
consultas mutuas en materias monetarias, cambiarias y de pagos.
En la práctica, el convenio se focalizó en el objetivo de facilitar la expansión del
comercio entre los países de la región. En la actualidad, este objetivo no se cumple. Si se
toman las cifras históricas del uso del convenio a partir de los años ‘90, que es cuando su uso
se vuelve voluntario para la mayoría de los países, el porcentaje de operaciones cursadas por
el mecanismo respecto del total de las importaciones intrarregionales cae de 75 por ciento a
sólo 13 por ciento en 1998.
No obstante, los bancos centrales siguen asumiendo dos tipos de riesgo que son
inherentes al mecanismo: el riesgo país, dado las garantías de convertibilidad y
transferibilidad que otorgan, y un riesgo comercial o de crédito dada la garantía de
reembolso, es decir, su calidad de garantes de las operaciones cursadas por el convenio.
La garantía de reembolso impone a los bancos centrales un riesgo al convertirse en
garantes de las operaciones que se cursan al amparo del convenio. En este sentido, la
preocupación del Banco Central ha sido siempre la de reducir este riesgo a un mínimo. Esta
situación, en la que los bancos centrales asumen un riesgo que no se traduce en el
cumplimiento del objetivo de facilitar la expansión del comercio, ha llevado al Banco
Central a plantear una solución consensuada del problema que haga que el mecanismo esté
a disposición de los usuarios que así lo quieran, que elimine el riesgo de crédito para los
bancos centrales y que mantenga intacta la cooperación entre ellos.
Lamentablemente, no fue posible alcanzar una solución de consenso, por lo que una
vez concluidas las negociaciones multilaterales, el Banco Central adoptó una norma que
BCRA
114 VIII Otras Operaciones del Banco Central
Participación del
Convenio ALADI en
el comercio exterior
argentino
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998 1999
Exportaciones totales de Argentina 12.353 11.978 12.235 13.118 15.839 20.963 23.811 26.430 26.441 21.314
Exportaciones a países del ALADI
3.128 3.369 3.918 5.287 6.957 9.625 11.092 13.088 12.978 9.162
% sobre el total de exportaciones 25,3 28,1
32,0 40,3 43,9 45,9 46,6 49,5 49,1 43,0
En millones de dólares
Cobros por Convenio ALADI
% sobre exportaciones a ALADI
% sobre exportaciones totales
2.748 2.729
87,9 81,0
22,2 22,8
2.622 3.013 2.734 3.125 1.830 1.808 1.547
66,9 57,0 39,3 32,5 16,5 13,8 11,9
21,4 23,0 17,3 14,9
7,7
6,8
5,9
Importaciones totales de Argentina
Importaciones desde países del ALADI
% sobre importaciones totales
4.077 8.275 14.872 16.784 21.590 20.122 23.762 30.450 31.404 23.225
1.404 2.535 4.973 5.426 6.606 5.860 7.362 9.350 9.675 6.979
34,4 30,6
33,4 32,3 30,6 29,1 31,0 30,7 30,8 30,0
Pagos por Convenio ALADI
% sobre importaciones desde ALADI
% sobre importaciones totales
1.116 1.989
79,5 78,5
27,4 24,0
3.616 3.068 2.398 1.693 1.381 1.139
72,7 56,5 36,3 28,9 18,8 12,2
24,3 18,3 11,1
8,4
5,8
3,7
889
9,2
2,8
857
9,4
4,0
591
8,5
2,5
Nota: las cifras de 1999 corresponden a los primero 11 meses del año.
prevé la constitución de garantías por parte de las entidades que emitan instrumentos por
convenio de pagos que signifiquen compromisos de pagos para el Banco Central.
Esta regulación establece una excepción al régimen general para los países miembros del
Mercosur y Bolivia y Chile, dispensando de la constitución de garantías a las operaciones de
hasta 100.000 dólares. El límite fijado tomó en consideración el hecho de que gran parte de
las operaciones de Argentina con sus socios del Mercosur están debajo de esa cifra
(aproximadamente 85 por ciento, tanto para importaciones como para exportaciones), a fin
de no perjudicar a los pequeños y medianos operadores que son los que mayores dificultades
pueden tener a la hora de tramitar cartas de crédito en divisas libres.
La medida adoptada por el Banco Central tiene un carácter prudencial, procurando que
no se utilicen fondos públicos para garantizar el riesgo comercial de las operaciones de
comercio, cuando éste puede ser evaluado y soportado por el sector privado. No obstante, se
procuró que la medida tuviera el menor impacto posible sobre el comercio del país.
Fondo Monetario Internacional
La Undécima Revisión General de Cuotas del Fondo Monetario Internacional,
adoptada por la Asamblea de Gobernadores el 30 de enero de 1998, con el voto afirmativo
del representante de Argentina, elevó el total de las cuotas de los países miembros a
aproximadamente DEG 212.000 millones, esto es, 285.000 millones de dólares.
La revisión de cuotas tuvo por objeto: dotar al organismo de los recursos financieros
adecuados que le permitan desempeñarse con efectividad -atento a su papel de institución
central en el sistema monetario internacional- frente a casos de dificultades en la balanza de
pagos de los países miembros; disponer de un nivel de activos utilizables suficiente para
proteger la liquidez e inmediata disponibilidad de los reclamos de sus miembros a fin de
preservar en ellos la confianza y sustento de la institución; y dar apoyo a programas de ajuste
y reforma estructural y económica de gran envergadura, orientados al crecimiento de los
países miembros y a promover más eficazmente la estabilidad y el crecimiento de la
economía mundial.
BCRA
VIII Otras Operaciones del Banco Central 115
En el contexto de esta revisión, la cuota de Argentina se incrementó en DEG 580
millones (809 millones de dólares al momento de realizarse los pagos22 ), pasando de DEG
1537,1 millones (2.144 millones de dólares) a DEG 2.117,1 millones (2.953 millones de
dólares). Este aumento recibió la aprobación legislativa correspondiente a través de la Ley de
Presupuesto Nacional; por tal motivo, el 3 de febrero de 1999 el Banco Central procedió a
efectuar los pagos emergentes.
Por otra parte, el Banco Central continuó la fluida cooperación que mantiene con el
Fondo Monetario Internacional en materia de provisión de información estadística y
económica, que se plasma a través de su participación en diversos programas y publicaciones
del organismo. En algunos casos, la tarea desarrollada por el Banco Central no se limita a
proporcionar información propia, sino que también consiste en coordinar con otras
dependencias y áreas oficiales la preparación y remisión al organismo de la información
pertinente.
El programa Special Data Dissemination Standards (SDDS) consiste en la aplicación de
estándares en materia de provisión de datos económicos y estadísticos sobre la base de ciertos
requisitos de periodicidad y puntualidad en la entrega, alcance, integridad, calidad y acceso
por parte del público a la información estadística. Durante 1999, se han implementado
diversas mejoras en áreas vinculadas a la integridad, calidad y accesibilidad por parte del
público de la información. De esta forma, se han estandarizado las metodologías de
producción de datos estadísticos conforme a un patrón común desarrollado para todos los
países participantes actuales y futuros. Asimismo, se divulgan regularmente los calendarios
anticipados de publicación de información estadística a través del sitio en Internet del Banco
Central y se han incluido notas aclaratorias en todas las publicaciones, tanto impresas como
electrónicas, indicando la periodicidad de cada publicación así como indicaciones respecto de
dónde consultar los calendarios anticipados de publicación, etc. Finalmente, y conforme a las
últimas mejoras introducidas en el programa por el Fondo Monetario Internacional, se ha
iniciado el proceso interno tendiente a ajustar el capítulo de presentación de reservas
internacionales y liquidez en moneda extranjera, incrementando el volumen de datos y nivel
de detalle ofrecidos, previéndose finalizar esta tarea para marzo de 2000.
Con respecto a la publicación Estadísticas Financieras Internacionales, se continuó
proveyendo en forma regular información sobre tipo de cambio, reservas internacionales,
base monetaria, estadísticas del sistema financiero y las entidades que lo componen, y tasas
de interés. El Banco Central, en su carácter de corresponsal del organismo para esta
publicación ante el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el Ministerio de Economía y
la Tesorería General de la Nación, coordina la remisión mensual de información estadística
sobre precios y producción, salarios y empleo, transacciones internacionales, valor y volumen
de importaciones y exportaciones, cuentas nacionales, finanzas del gobierno central, etc.
Finalmente, en lo que respecta al informe anual sobre Acuerdos y Restricciones
Cambiarias, cuyo objeto es el de proporcionar información actualizada de los países
miembros del Fondo Monetario Internacional sobre sus regímenes cambiarios, mecanismos
para efectuar y recibir pagos, tratamiento de cuentas de residentes y no residentes, pagos e
ingresos de exportación, transacciones por invisibles y transferencias corrientes, y
transacciones de capital, el Banco Central siguió coordinando la revisión y actualización del
22 En la fecha en que se aprobó la resolución, este monto era igual a 780 millones de dólares.
BCRA
116 VIII Otras Operaciones del Banco Central
capítulo de Argentina, para lo que, además de proporcionar la información vinculada con
los temas que analiza y que caen bajo su competencia, interactúa con diversas dependencias
oficiales del orden nacional.
Grupo Banco Mundial
El Congreso de la Nación aprobó por ley el aumento de los aportes de Argentina a la
Asociación Internacional de Fomento (AIF), miembro del Grupo Banco Mundial, bajo la XI
Reposición de Recursos del organismo. El incremento de la participación argentina en el
capital de la asociación asciende a DEG 8.050.000 (equivalente a 12.224.730 dólares según
las paridades fijadas al momento de entrar en vigencia la reposición de recursos), de los
cuales DEG 3.000.000 (4.555.800 dólares) se destinarán la Fondo Fiduciario Provisional
que administra el organismo y DEG 5.050.000 (7.668.930 dólares) al capital social de la
Asociación Internacional de Fomento. Entre los meses de abril y julio se efectivizaron los
aportes referidos mediante la emisión de sendas letras de tesorería a favor del organismo.
Bank for International Settlements
Durante noviembre de 1999, el Bank for International Settlements (BIS) invitó al
Banco Central a formar parte de esa prestigiosa institución. El BIS, fundado en 1930, es el
organismo financiero internacional más antiguo del mundo y desarrolla funciones de banco
para bancos centrales e instituciones financieras internacionales, funciona como un
destacado centro de investigación económica y constituye un foro internacional de suma
relevancia en temas vinculados con la cooperación monetaria y financiera.
La relación entre el Banco Central y el BIS es de larga data, habiendo colaborado en
diversas oportunidades en la investigación y análisis económico de temas relativos al sistema
financiero internacional, mercados de capitales, regulación bancaria, desarrollo de sistemas
de pagos y el problema del año 2000. Adicionalmente, el Banco Central participó con
frecuencia de los foros organizados por este organismo.
A diciembre de 1999, el Banco Central se encontraba abocado al estudio sobre la
conveniencia y oportunidad de asociarse al BIS23 que, en caso de concretarse, se realizaría a
través de la suscripción de 3.000 acciones de capital del banco, cada una de las cuales tiene
un valor nominal de 2.500 francos oro y un precio de suscripción de 5.020 francos oro. Del
valor de cada acción a suscribir, 25 por ciento (625 francos oro más una prima de 4.395
francos oro por acción, es decir, un total de 40 millones de dólares) constituye capital
pagadero en efectivo, mientras que 75 por ciento (1.875 francos oro, es decir, 15 millones
de dólares) constituyen el capital exigible.
Otros temas
Durante mayo de 1999, tuvo lugar en la ciudad de México, la asamblea constituyente
de la Asociación de Supervisores Bancarios de las Américas (ASBA). Esta asociación es
continuadora de la Asociación de Supervisores Bancarios de América Latina y el Caribe
(ASBALC), que funcionaba al amparo del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos
(CEMLA), del cual el Banco Central es miembro. El nuevo organismo contará con
personalidad jurídica y estructura propios y colaborará con los organismos de supervisión
23
BCRA
El 28 de marzo de 2000 se efectivizó la asociación del Banco Central al BIS.
VIII Otras Operaciones del Banco Central 117
bancaria de la región de América Latina y del Caribe y en particular, estará dedicado a
desarrollar importantes actividades en el área de capacitación bancaria.
En otro orden, el Banco Central continuó con su política de mejorar la coordinación
de la supervisión bancaria con otros países y firmó memorandos de entendimiento con
organismos de Brasil y Estados Unidos El acuerdo con el Banco Central de Brasil tuvo como
objetivo establecer una cooperación entre las autoridades de supervisión de Argentina y
Brasil. Por su parte, el acuerdo con la Reserva Federal y la Oficina de Contralor de la
Moneda, en su calidad de máximos organismos de supervisión bancaria de Estados Unidos
se firmó con el propósito de promover instituciones financieras seguras y sólidas en
Argentina y Estados Unidos
3. Proyecto Año 2000
A partir de 1996, el Banco Central decidió adoptar una actitud enérgica frente al
problema del año 2000, tanto internamente como en lo concerniente a las entidades bajo su
regulación. El foco de las acciones encaradas por el Banco Central se concentró en su sistema
de pagos y en los sistemas críticos de atención a clientes de las entidades financieras.
Asimismo, se enfatizó la prioridad de asegurar una transición ordenada entre los años 1999
y 2000, básicamente a través de los planes: Contingencia, Medidas Financieras, Medidas
Operativas y Comunicación al Público.
En su doble función de organismo público autárquico y ente rector del sistema
financiero, el Banco Central enfrentó la problemática del año 2000 desarrollando
actividades en tres niveles distintos, pero interrelacionados entre sí: el Grupo Banco Central
2000, la Superintendencia y el Grupo 2000 Banco Central.
En 1997 el Banco Central designó a un equipo de proyecto formado por personal
propio, dedicado a resolver la problemática interna del año 2000. A lo largo del proyecto se
asignaron, con diferentes responsabilidades y grados de afectación horaria,
aproximadamente sesenta personas, coordinadas por un equipo de proyecto de seis personas,
que se mantuvo desde el inicio del proyecto hasta su finalización.
En su carácter de ente regulador de la actividad financiera, la Superintendencia se abocó
a normar y controlar los proyectos individuales encarados por las entidades financieras, a
través de una serie de acciones encaradas desde mediados de 1997.
Paralelamente al proyecto interno y al enfoque de supervisión individual de cada
entidad, el Banco Central impulsó a principios de 1998 la creación de un grupo de trabajo
que abarcara la totalidad del sector financiero. El Grupo 2000 Sistema Financiero fue creado
en mayo de 1998 y su objetivo fue asegurar la compatibilidad año 2000 del sistema
financiero en su conjunto, fundamentalmente a través de la organización de pruebas
sistémicas.
El proyecto interno: Grupo 2000 Banco Central
El proyecto interno se definió a mediados de 1997. Poco tiempo después se formó un
equipo de proyecto interdisciplinario, incluyendo el aporte de la auditoría interna. Luego de
BCRA
118 VIII Otras Operaciones del Banco Central
Cronograma del
proyecto interno
del Banco Central
Fechas
Inventarios
Análisis de impacto
Categorización del riesgo
Conversión y/o remediación
Prueba interna y puesta en producción
Prueba de conectividad
Pruebas sistémicas locales
Prueba sistémica internacional
Ene-98
Feb-98
Feb-98
Jun-98
Jul-98
Oct-98
Abr-99
Jun-99
Nov-99 / Dic-99
Jun-99
analizar las metodologías aplicadas internacionalmente -que no eran muchas, dada la poca
atención y difusión que tenía el tema por ese entonces-, se decidió definir un proyecto con
un esquema de fases.
En primer lugar, se realizó un exhaustivo inventario de la plataforma, incluyendo
aplicaciones, software de base, hardware corporativo (mainframe, servidores, dispositivos),
hardware microinformático (computadoras personales y portátiles, impresoras, etc.),
software microinformático (paquetes de oficina) y aplicaciones de usuarios.
Posteriormente, para cada uno de los elementos inventariados, se analizaron las
alternativas disponibles y se seleccionó la más apropiada para la problemática del Banco
Central.
Una vez detectados los problemas potenciales y seleccionado el mejor curso de acción
para solucionarlos, se estableció una categorización por prioridades y criticidad de
remediación, en función de tres criterios básicos aplicados a cada sistema: complejidad
técnica, cercanía de impacto de fechas año 2000 y recursos requeridos.
Durante la cuarta fase, que contó con la participación de especialistas propios del Banco
Central y, en algunos casos, el concurso de terceros, se efectuó la conversión o remediación,
que consistió en la reprogramación y/o modificación y/o reemplazo de aplicaciones,
formateo de datos, migraciones de plataforma, recambio de computadoras personales, etc.
En un primer momento, cada aplicación fue probada tanto individualmente como en
conjunción con aplicaciones relacionadas. Una vez satisfechas las condiciones de prueba, las
aplicaciones fueron instaladas en entorno de producción.
Finalmente, a medida que los distintos elementos fueron convertidos, se realizaron
pruebas en distintos niveles hasta asegurar su compatibilidad con el año 2000. Cabe destacar
que incluso se probaron los elementos que, según la opinión y/o certificación de los
proveedores, no necesitaban modificaciones.
La metodología diseñada para el proyecto interno del Banco Central se reflejó en un
cronograma que, debido a la antelación con que se enfrentó el problema, pudo cumplirse
dentro de los plazos previstos. Las distintas etapas definidas se fueron cumpliendo en forma
gradual, finalizando la prueba de todas las aplicaciones críticas en julio de 1998.
Posteriormente, cuando las circunstancias lo requirieron, las aplicaciones formaron parte de
BCRA
VIII Otras Operaciones del Banco Central 119
las pruebas sistémicas de octubre de 1998, abril de 1999, junio de 1999 y noviembre y
diciembre de 1999.
Acciones de la Superintendencia
Desde junio de 1996, se comenzó a observar si las entidades financieras se estaban
preparando para solucionar las fallas que podrían surgir como consecuencia de la
problemática del año 2000 y cómo lo estaban haciendo. El panorama obtenido fue que
algunas de las entidades con casa matriz en el exterior ya habían comenzado a trabajar en el
tema, mientras que el resto del sistema consideraba que el problema era todavía muy lejano
y subestimaba su dimensión.
En consecuencia la Superintendencia comenzó a trabajar en el diseño de normas, con
el fin de que las entidades financieras tomaran conciencia sobre el problema del año 2000 y
empezaran a encararlo con el tiempo suficiente y la seriedad requerida. Oportunamente, se
fueron emitiendo normas que establecían un marco general para el tratamiento del problema
del año 2000 y demandaban acciones específicas por parte de las entidades financieras.
Cada entidad debió crear una comisión Año 2000 -con un director como máximo
responsable-, generar un plan y monitorear su ejecución. Asimismo, tuvieron que efectuar
pruebas sustantivas y de cumplimiento hasta lograr la compatibilidad con el año 2000. El
plan debía incluir todas las fases típicas como: inventario de hardware y software; análisis de
conversión; planificación detallada del proyecto; pruebas y verificaciones; acciones de
contingencias; interrelaciones externas con la entidad (proveedores de software, hardware y
servicios, intercambio de datos con otros organismos y empresas, y proyecto año 2000
compatible de empresas clientes); e informe mensual al directorio.
Asimismo, cada entidad financiera estuvo requerida a desarrollar planes de continuidad
de negocio, finalizar toda acción de remediación antes del 31 de diciembre de 1998,
terminar con todas las pruebas integrales en los equipos de producción antes del 30 de junio
de 1999 y finalizar las pruebas efectuadas por los auditores externos antes del 30 de
septiembre de 1999.
El Plan Año 2000 de las entidades financieras quedó bajo la supervisión de la
Superintendencia a través de tres diferentes niveles: la auditoría interna de cada entidad, la
auditoría externa de cada entidad y la auditoría de la Superintendencia.
Las auditorías internas de cada entidad efectuaban revisiones mensuales y debían
reportar a la comisión Año 2000 de la entidad y a la Superintendencia. Asimismo,
participaron en las pruebas finales.
Las auditorías externas efectuaban revisiones y generaban informes trimestrales,
reportando a la comisión Año 2000 de la entidad y a la Superintendencia sobre el grado de
cumplimiento del Plan Año 2000, así como de las deficiencias y recomendaciones
correspondientes. También participaron de las pruebas finales.
La auditoría de la Superintendencia se creó con la función de verificar in situ en todo
el sistema financiero, el tratamiento que se le estaba dando al problema del año 2000 en
términos del cumplimiento normativo, el desarrollo de planes de remediación razonables, el
BCRA
120 VIII Otras Operaciones del Banco Central
Evolución de las
calificaciones
de compatibilidad
con año 2000
Como porcentaje del total de entidades financieras
May-98
Satisfactorio
Adecuado
Moderado
Alto riesgo
Muy alto riesgo
24,0
37,0
24,0
15,0
Oct-98
42,0
45,0
11,0
2,0
Mar-99
61,2
31,4
6,6
0,8
Jul-99
58,3
31,3
7,8
2,6
Set-99
66,7
26,3
6,1
0,9
Dic-99
49,6
44,2
5,3
0,0
0,9
Como porcentaje del total de activos del sistema financiero
May-98
Satisfactorio
Adecuado
Moderado
Alto riesgo
Muy alto riesgo
37,0
39,0
9,0
15,0
Oct-98
39,0
46,0
15,0
0,0
Mar-99
59,7
26,5
13,7
0,1
Jul-99
64,2
34,0
1,3
0,5
Set-99
79,2
19,4
1,2
0,2
Dic-99
57,5
41,8
0,5
0,0
0,2
Definiciones de las calificaciones:
SATISFACTORIO tratamiento y solución de la problemática. Los sistemas críticos de la entidad, su software de base y hardware han
sido probados con resultados positivos y han adecuado sus vínculos con terceros. Los riesgos han sido minimizados.
ADECUADO tratamiento de la problemática del año 2000. La entidad ha desarrollado y finalizado las etapas anteriores a la
planificación y se encuentra ejecutando el plan dentro de los plazos previstos.
MODERADO tratamiento de la problemática del año 2000. La entidad ha realizado las acciones necesarias para enfrentar esta
problemática y se encuentra ejecutando el plan, pero se observan algunas deficiencias en los trabajos previos y/o los avances no son
adecuados. Se deben tomar medidas inmediatas para disminuir el riesgo. Aún tienen tiempo de lograr los niveles adecuados.
ALTO RIESGO de no lograr la compatibilidad año 2000. La entidad ha iniciado tareas referidas al año 2000, pero aún no ha
comenzado a ejecutar el plan, o ha realizado dichas tareas en forma incorrecta o de improbable cumplimiento. Se deben tomar
urgentes medidas para disminuir el riesgo. Aún tienen alguna posibilidad de lograr los niveles adecuados.
MUY ALTO RIESGO de no lograr la compatibilidad año 2000. La entidad no ha iniciado tareas adecuadas referidas al año 2000, o
las ha realizado en forma incorrecta o de improbable cumplimiento. Se deben tomar urgentes medidas para disminuir el riesgo, pero
es poco probable que logren los niveles adecuados.
Nota: la calificación de SATISFACTORIO se pudo obtener recién a partir del mes de octubre de 1999, después de que las pruebas
verificadas por los auditores externos fueran realizadas exitosamente y de que el directorio de la entidad emitiera una declaración
jurada de haber minimizado los posibles efectos de la problemática.
progreso de las tareas y actividades planificadas, y su implementación dentro de las fechas
establecidas.
Se realizaron por lo menos cuatro verificaciones en cada una de las entidades financieras
y las que presentaban un alto riesgo fueron verificadas con mayor frecuencia (algunas hasta
en trece oportunidades). El proceso de adecuación de las entidades evolucionó en forma
satisfactoria, en especial con la drástica disminución de la cantidad de bancos que mostraban
una situación de riesgo elevado con respecto al problema del año 2000.
A las entidades financieras que operaban al 30 de diciembre de 1999 se les realizaron
661 verificaciones (no se tienen en cuenta las verificaciones efectuadas a las entidades
financieras que por fusión, liquidación o cierre dejaron de operar durante 1998 y 1999). El
sistema financiero invirtió aproximadamente 350 millones de pesos en los proyectos
relacionados directa o indirectamente con la solución de esta problemática.
Normas sobre contingencias
La Superintendencia estableció que las entidades financieras debían disponer de planes
BCRA
VIII Otras Operaciones del Banco Central 121
de contingencia probados para eventuales fallas, propias o ajenas, durante el cambio de año,
con plazos fijos para su conversión. En este sentido, se encargó a la comisión Año 2000 de
cada entidad, desarrollar planes de contingencias de toda operatoria crítica que pudiera
registrar fallas en los procesos una vez comenzado el año 2000.
Cada entidad debió iniciar el proyecto con un análisis preliminar de criticidad, esto es,
dirigido tanto a la continuidad del negocio como al aspecto tecnológico, teniendo en cuenta
toda su operatoria y envergadura para que ninguna de sus funciones vitales se viera afectada
por el traspaso de fecha.
Desde el inicio de las verificaciones en las entidades financieras, se fue observando el
cumplimiento del desarrollo del plan de contingencia para el año 2000 y también las
actividades en él detalladas, dado que el plan debía contemplar escenarios de procesamiento
manual en la operatoria o proceso de información, la planificación de pruebas, la
divulgación y la capacitación.
También se supervisó el desarrollo de otro plan de contingencias, relacionado
específicamente con el proyecto de la adecuación al año 2000, a fin de asegurar la existencia
de acciones alternativas en caso de no poder cumplir con las fechas establecidas.
En verificaciones posteriores, se fue observando no solamente el cumplimiento del
desarrollo del plan de contingencia para el año 2000, sino además de las actividades en él
detalladas, dado que el plan debía contemplar escenarios de procesamiento manual en la
operatoria o proceso de información, la planificación de pruebas, la divulgación y la
capacitación.
Grupo 2000 Sistema Financiero
El Grupo 2000 Sistema Financiero se formó a principios de 1998, siguiendo una
recomendación del Banco Central. Respetando la intención original de abarcar a todo el
sistema, el grupo fue formado por representantes de: el Banco Central y la Superintendencia;
las asociaciones de bancos ABA (Asociación de Bancos Argentinos), ABAPPRA (Asociación
de Bancos Públicos y Privados de la República Argentina), ABM (Asociación de la Banca
Minorista), IMFC (Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos); las redes de cajeros
automáticos Banelco, Cabal y Link; y las cámaras de compensación electrónica ACH,
COELSA e Interbanking. Desde su creación, el grupo se reunía por lo general cada semana,
aunque en ocasiones lo hacía cada quince días.
El Grupo 2000 Sistema Financiero se propuso sostener como meta la compatibilidad año
2000 del sistema financiero en su conjunto a través de diversas acciones. En primer lugar,
impulsó la realización de pruebas sistémicas de los sistemas de pagos y los sistemas críticos de
las entidades financieras, interviniendo en la definición de su alcance y requerimientos. En
segundo lugar, invitó a empresas internacionales de consultoría a acompañar al grupo en la
generación de las pruebas y seleccionó a una de las consultoras para la preparación,
planificación, coordinación, ejecución y control de las pruebas. En tercer lugar, actuó como
interfase entre el Banco Central, la consultora y las entidades, para lograr la máxima eficiencia
en la implementación de las pruebas. En cuarto lugar, constituyó subgrupos especializados para
la atención de problemas que amenazaran las pruebas; este proceso incluyó, por ejemplo,
discusiones con los grandes proveedores de hardware. Finalmente, estableció mecanismos de
BCRA
122 VIII Otras Operaciones del Banco Central
consulta recíproca con los principales proveedores de servicios críticos para la actividad, es
decir, las empresas de las áreas de energía, comunicaciones, etc.
Prueba piloto de octubre de 1998: sistemas de pagos
En octubre de 1998 se realizó una prueba de interconexión, donde se probaron
particularmente los vínculos entre los participantes y el funcionamiento del Sistema Nacional
de Pagos. La prueba contó con la participación de todas las cámaras de compensación
electrónica, las redes de cajeros automáticos, seis entidades piloto (Banco de la Provincia de
Buenos Aires, Banco de la Ciudad de Buenos Aires, Banco de la Provincia de Córdoba, Banco
Credicoop, Banco Supervielle y Banco Galicia) y el Banco Central.
La prueba se realizó con resultados muy satisfactorios y constituyó una referencia básica
para las pruebas sistémicas de abril y junio de 1999. Cabe aclarar que esta prueba piloto no
generó calificaciones.
Pruebas sistémicas de abril de 1999: sistemas de pagos
El objetivo principal de las pruebas efectuadas en abril de 1999 fue extrapolar a escala
sistémica la prueba piloto efectuada en octubre de 1998, trabajando con escenarios simulados
de 29 de diciembre de 1999, 30 de diciembre de 1999 y 3 de enero de 2000. El foco de estas
pruebas estuvo centrado en la interconexión de los sistemas y su correcta funcionalidad, con
especial atención en el sistema de pagos del Banco Central que interconecta en forma on-line
a todo el sistema financiero de la Argentina.
Otros sistemas probados fueron los que vinculan a las entidades financieras con las
cámaras compensadoras (pago y rechazo de cheques y débitos automáticos), a las cámaras entre
sí y a las redes de cajeros automáticos con los bancos (extracciones, consultas de saldos y
rechazos). Las operaciones de estos sistemas eran finalmente liquidadas contra el sistema de
pagos on-line, impactando análogamente al sistema de contabilidad del Banco Central que
registraba las transacciones y generaba los extractos de cuentas para cada entidad.
Las pruebas comenzaron el jueves 1 de abril con la participación de 41 entidades
financieras, las cámaras de compensación electrónica, las redes de cajeros automáticos y el
Banco Central. Posteriormente, el 10 de abril, participaron 36 entidades financieras, la cámara
de bajo valor COELSA, la cámara de alto valor Interbanking, la red de cajeros automáticos
Banelco y el Banco Central. En la tercera y última prueba, el 17 de abril, participaron 39
entidades financieras, la cámara de bajo valor ACH, la cámara de alto valor Interbanking, la
red de cajeros automáticos Link y el Banco Central.
Todas las pruebas se realizaron bajo el control operativo de la consultora Sema Group
SAE, cuyo centro de operaciones estuvo ubicado en una de las sedes del Banco Central. En
total participaron alrededor de 1.700 personas distribuidas entre todos los participantes,
incluyendo los soportes técnicos de proveedores, presentes en las pruebas para prever cualquier
contratiempo. De esta forma, la experiencia abarcó todos los componentes del sistema
financiero.
El resultado final fue altamente satisfactorio, ya que durante las pruebas se
experimentaron solamente algunas fallas de logística en las entidades participantes, pero no
BCRA
VIII Otras Operaciones del Banco Central 123
inconvenientes atribuibles a la problemática del año 2000. La calificación promedio para la
totalidad del sistema financiero fue de 96,86 puntos, mientras que la calificación individual
del Banco Central fue de 100 puntos.
Pruebas sistémicas de junio de 1999: sistemas críticos de entidades
Las pruebas sistémicas de junio de 1999 tuvieron como objetivo probar el
comportamiento de todas las entidades financieras en forma individual y en conjunto a
través del sistema de pagos on-line, mediante una simulación de los escenarios temporales
que se consideraban críticos: 29 de diciembre de 1999, 30 de diciembre de 1999, 3 de enero
de 2000 y 29 de febrero de 2000. En esta etapa, se probaron los sistemas críticos de las
entidades, del Banco Central, de las cámaras de compensación y de las redes de cajeros
automáticos. Es importante destacar que 85 por ciento de los participantes, ejecutó las
pruebas en ambiente de producción y no de laboratorio, pruebas o desarrollo.
En el caso de las entidades financieras se consideraron críticas las aplicaciones que dan
soporte a los usuarios del sistema, es decir, caja de ahorros, cuenta corriente, plazo fijo,
préstamos, etc.
Las pruebas, que se extendieron a lo largo de tres fines de semana, contaron con la
participación de más de 3.000 personas de las 115 entidades financieras participantes, el
Banco Central, las tres cámaras de compensación y las cinco redes de cajeros automáticos.
Las pruebas fueron verificadas por la consultora contratada a través de 18.244 puntos
de control distribuidos en cinco módulos diferentes. Los resultados promedio obtenidos
para cada módulo, de acuerdo a la calificación de la consultora, fueron los siguientes:
preparación, 96,6 puntos; ejecución, 98,2 puntos; hardware y software, 95,5 puntos;
aplicativos, 97,9 puntos; y sucursales, 99,8 puntos.
Pruebas sistémicas de noviembre y diciembre de 1999
Las modificaciones a los sistemas informáticos que se pudieron efectuar luego de las
pruebas de abril y junio de 1999, determinaron la necesidad de disponer nuevas pruebas
sistémicas destinadas esta vez a despejar la incertidumbre debida a eventuales
“contaminaciones” de sistemas. Con este propósito, los días 27 de noviembre y 4 de
diciembre de 1999 se llevaron a cabo nuevas pruebas sistémicas. Como en las anteriores,
participaron todas las entidades del sistema financiero, las cámaras compensadoras, las redes
de cajeros automáticos y el Banco Central.
Las pruebas se efectuaron con un alcance y metodología similares a las efectuadas en
abril y junio, ya que se enfocaron en los sistemas de interconexión y los sistemas críticos de
las entidades financieras. En esta oportunidad las pruebas fueron monitoreadas por los
auditores internos de cada institución.
Los resultados de estas pruebas fueron, una vez más, satisfactorios.
Pruebas internacionales
El Banco Central fue invitado a participar de una prueba internacional de sistemas de
BCRA
124 VIII Otras Operaciones del Banco Central
pagos organizada por la New York Clearing House, en la que intervinieron los principales
agentes de la comunidad financiera mundial. La prueba se realizó durante los días 12 y 13 de
junio, con la participación por la Argentina del Banco Central y de seis entidades financieras
que operan localmente. Los resultados de la prueba fueron exitosos y la organización
coordinadora destacó el aporte importante de la Argentina a la ejecución de la prueba.
En la misma fecha, Argentina realizó transferencias de pago a entidades de Chile, a
través de la misma estructura informática que soportó la prueba de la New York Clearing
House. Esta prueba se realizó dentro del marco de una comisión binacional entre Argentina
y Chile, creada a fines de 1998 y orientada a analizar las áreas de actividad interfronterizas
que podrían ser afectadas por la problemática del año 2000.
Dentro de este mismo marco, en octubre de 1999 se realizaron pruebas de transacciones
año 2000 con tarjetas de débito y crédito entre Argentina y Chile. Básicamente la prueba
consistió en que tarjetas emitidas en un país generaran operaciones en el otro país. Los
resultados, desde el entorno controlable por ambos países, fueron satisfactorios.
Asimismo, cabe destacar que Argentina, a través del Banco Central, fue seleccionada
para participar en un centro de comunicaciones internacional para el área financiera,
organizado por el Bank for International Settlements (BIS). El criterio de selección de los
organizadores se basó en la importancia sistémica en el ámbito internacional asignada a los
27 países que formaron parte del centro de comunicaciones. En este contexto se
desarrollaron diversas actividades, concentradas en: informes semanales de estado de los
mercados financieros, conferencias telefónicas con el resto de los países e informes y
comunicación diaria con el centro de comunicaciones en el período crítico de transición al
año 2000
Plan de Contingencias y Operación Crítica del Banco Central
A efectos de prevenir inconvenientes dentro del Banco Central que pudieran surgir
durante el traspaso de los años 1999 a 2000, se encaró un proyecto de contingencias,
comprendiendo desde los procedimientos de acciones frente a caídas potenciales de equipos
y aplicaciones informáticos hasta cortes de electricidad, telefonía, comunicaciones y demás
aspectos con potenciales efectos nocivos. El Plan de Contingencias y Operación Crítica del
Banco Central contó con la participación de más de 200 funcionarios de esta Institución.
El operativo comenzó a las 8:30 horas del 31 de diciembre, iniciando el intercambio de
información con organismos internacionales y con la Jefatura del Gabinete de Ministros, y
monitoreando permanentemente en Internet las páginas de noticias relativas a la transición
del año 1999 al 2000. Se instaló un centro de comando, provisto de computadoras portátiles
con conexión a Internet, telefaxes, impresoras y la proyección de imágenes de canales de
noticias vía cable.
Las actividades previstas para la mañana -cierres de la contabilidad, transmisión anticipada
de extractos a las entidades y toma de resguardos- se desarrollaron sin inconvenientes. A las
22:00 horas se pasó el esquema de la Central de Alarmas a modo contingencia, conectando la
alimentación eléctrica a los generadores propios, a efectos de evitar inconvenientes ante un
hipotético corte energético a la medianoche. Luego de transcurrida la primera hora del año
nuevo y sin detectarse inconvenientes de ningún tipo en la prestación de servicios básicos, se
BCRA
VIII Otras Operaciones del Banco Central 125
restableció la alimentación energética de la red pública.
A las 2:00 horas comenzó el encendido del centro de cómputos, sin experimentarse
novedades. A partir de las 3:00 horas comenzaron a probarse los sistemas críticos del Banco
Central, tarea que se extendió a lo largo de la mañana. Durante este procedimiento, se
probaron las siguientes funcionalidades: software de base, Internet, correo electrónico
interno, Medios Electrónicos de Pago (prueba interna), Siaban, cheques rechazados,
compensación interbancaria de billetes, cuentacorrentistas inhabilitados, Portia APO,
SisCen, convenios ALADI, CRyL, Swift, sistema de expedientes, comunicación X.25 con
entidades, central telefónica, administración de reservas y sistemas administrados por la
Gerencia Técnica de Entidades Financieras.
En todos los casos, se realizaron las pruebas de acuerdo con los protocolos
oportunamente acordados con las áreas usuarias y el resultado fue satisfactorio, contando
con la participación de la Auditoría General.
Posteriormente, a las 11:00 horas comenzó una etapa de prueba con los sistemas del
Banco Central que interactúan con las entidades financieras, sin que se experimentara
inconveniente alguno.
4. SISCEN: nuevo régimen informativo
En septiembre de 1999 entró en vigencia el Sistema Centralizado de requerimientos
informativos de la Subgerencia de Estadísticas Monetarias y Financieras (SISCEN), que
tiene como objetivos principales: estandarizar la forma a través de la cual las entidades
transmiten sus informaciones a esta Institución; unificar la plataforma operativa de
procesamiento; y proveer un sistema administrador de datos válido, tanto para evitar la
repetición de solicitudes de información como para posibilitar la utilización de los datos en
un esquema de uso corporativo asegurado para todo el Banco Central y, a través de las
publicaciones, el resto del sistema financiero.
Aunque las informaciones son similares a las requeridas anteriormente, el nuevo sistema
presenta una mayor desagregación basada en conceptos que se han incorporado. Entre los
cambios más significativos, se puede señalar: identificación de los tipos de depositantes y los
receptores de los préstamos; mayor apertura de los plazos de concertación de los préstamos
y depósitos, estratificación de los plazos y de los montos; ampliación del detalle de los tipos
de préstamos y depósitos con desagregación de los datos correspondientes a los sectores no
financieros; información clasificada según los distintos tipos de monedas; incorporación de
información referida a cajas de ahorros con incentivos y cuentas corrientes remuneradas;
detalle de préstamos y depósitos agrupados por cada una de las casas o filiales de las entidades
financieras; y ampliación de la tabla con la identificación de las actividades económicas (que
se ajusta a las normas determinadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censos).
En un principio, este régimen debía implementarse en marzo de 1999, pero la puesta
en marcha fue prorrogada en dos oportunidades (primero hasta junio y finalmente hasta
septiembre), debido principalmente a los reclamos de las entidades financieras, relacionados
con la necesidad de adecuar sus sistemas administrativos e informáticos para cumplir con los
nuevos requerimientos, en un entorno de alta complejidad por los preparativos asociados a
la problemática del año 2000.
BCRA
126 VIII Otras Operaciones del Banco Central
Tareas que integran
el SISCEN
Descripción
0001
0002
0003
0004
0005
0006
0007
0008
0009
0010
0011
0012
0013
0014
0015
0016
0017
Tasas de interés declarativas ofrecidas entre entidades bancarias locales de calidad compatible con la
calificación AAA.
Tasas de interés por depósitos en caja de ahorros, plazo fijo y cuentas corrientes remuneradas, captados
por entidades financieras radicadas en Capital Federal y Gran Buenos Aires.
Tasas de interés por préstamos a empresas de primera línea, establecidas por entidades financieras
radicadas en Capital Federal y Gran Buenos Aires.
Préstamos otorgados a entidades financieras locales.
Obligaciones contraídas por financiaciones y préstamos recibidos de entidades financieras o de
organismos del exterior.
Saldos de los principales pasivos del sistema financiero (depósitos, otras obligaciones por intermediación
financiera y partidas pasivas pendientes de imputación).
Saldos de los principales activos del sistema financiero (préstamos y activos financieros disponibles).
Tasas de interés por préstamos otorgados a residentes en el país pertenecientes al sector privado no
financiero.
Tasas de interés por depósitos captados a residentes en el país pertenecientes al sector privado no
financiero.
Tenencias de títulos valores públicos del país y del exterior.
Préstamos y depósitos de personas físicas y jurídicas pertenecientes a los sectores público y privado no
financieros del país.
Volumen operativo (movimiento transaccional correspondiente a los depósitos en cuenta corriente, a la
vista y en caja de ahorros, a ventas y compras de moneda extranjera y títulos valores públicos y al
cumplimiento de órdenes de pago recibidas del exterior o giradas al exterior).
Distribución de los depósitos en cuentas corrientes, en caja de ahorros y a plazo fijo, por tramo de monto.
Distribución de los préstamos a residentes en el país, teniendo en cuenta la actividad económica principal
del receptor.
Total de disponibilidades, préstamos y depósitos de efectivo de cada casa o filial de las entidades financieras
del país.
Distribución por provincias (según la ubicación geográfica de la casa o filial financiera) de los saldos y de las
tasas de interés aplicadas en el último mes de cada trimestre calendario, de algunos tipos de préstamos y
depósitos de efectivo del sector privado no financiero del país.
Tenencias en entidades financieras del exterior de títulos valores emitidos por residentes locales no
financieros, préstamos otorgados a residentes locales no financieros por entidades financieras del exterior.
Luego de un exhaustivo proceso de revisión de las informaciones, analizando su
consistencia lógica y su correspondencia con las cifras de los estados contables, se comenzó con
la publicación de los datos de algunas de las Tareas SISCEN, sustituyendo paulatinamente los
datos correspondientes a fórmulas y aplicaciones del Sistema de Telecomunicaciones del Área
Financiera (STAF) anteriores por los que integran este nuevo régimen.
De esta forma, en la actualidad se están divulgando los resultados obtenidos a través de
las tareas SISCEN 0001 (tasas de interés ofrecidas entre bancos), 0004 y 0005 (tasas de
interés por préstamos entre entidades financieras locales y por obligaciones contraídas con
entidades financieras u organismos del exterior), y 0006 y 0007 (principales pasivos y activos
del sistema financiero). Con relación a las dos últimas tareas mencionadas, se señala que se
ha modificado el esquema de presentación, de forma tal que permite disponer de una mayor
desagregación de activos y pasivos que anteriormente no se daban a publicidad.
En lo que respecta al resto de las tareas SISCEN, una vez concluidos los trabajos de
revisión que aseguren la calidad de sus datos, se procederá a su publicación durante el
transcurso del año 2000.
Cabe destacar que el público en general puede acceder a estas informaciones a través de
diversos medios, tales como: los comunicados que diariamente emite esta Institución, el
Boletín Estadístico (de periodicidad mensual), la Información Monetaria y Financiera
Mensual, el Boletín Monetario y Financiero (de periodicidad trimestral) y en el sitio en
Internet del Banco Central.
BCRA
VIII Otras Operaciones del Banco Central 127
5. Sitio en Internet del Banco Central
Se ha dicho que uno de los pilares del nuevo enfoque de supervisión bancaria adoptado
es la disciplina del mercado. Dentro de este marca, la transparencia, y la provisión de
información relevante juegan un rol fundamental. Con la llegada del fenómeno informativo
que representa Internet, esta tarea se ve ampliamente facilitada. Es así, que el Banco Central
ha decidido poner a disposición de los agentes económicos una amplia y extensa cantidad de
información relevante a los fines de la participación en el mercado financiero.
El sitio de Internet del Banco Central -www.bcra.gov.ar- cuenta con más de 10 millones
de datos y 4.500 documentos en formato .pdf que ocupan más de 12 Gygabytes de memória
ROM. En él se publican, entre otros, los balances de todas las entidades financieras; su
situación en materia rentabilidad, liquidez y solvencia; el listado completo de los deudores
del sistema financiero, incluyendo monto de deuda, situación y banco acreedor; la base de
cuentacorrentistas inhabilitados; todas las comunicaciones normativas; e información
institucional del Banco Central.
La meta prevista para comienzos de 1999 en lo referente a la publicación del sitio en
Internet de Banco Central en su versión en idioma inglés, fue cumplida durante el transcurso
de febrero. Asimismo, se amplió la gama de información brindada al público a través de
Internet, mediante la inclusión de consultas en línea sobre las bases de datos de las más de
3000 Comunicaciones “A” emitidas por esta Institución. Esta base se actualiza diariamente
y permite al público obtener los textos completos de cada comunicación.
Con el objetivo de lograr una mayor celeridad y transparencia en las contrataciones que
realiza el Banco Central, se incluyó el cronograma de licitaciones públicas y compulsas de
precios que permite al usuario obtener copia de los pliegos y condiciones. Bajo esta misma
premisa se incorporó el calendario de subastas relacionadas con bienes de las entidades
financieras liquidadas, con miras a permitir una mayor difusión a nivel nacional.
Como resultado de los esfuerzos realizados tendientes a incorporar al sitio en Internet
del Banco Central toda información de carácter público generado por la Institución, la
cantidad de consultas de información se vio triplicada durante el transcurso de 1999,
pasando de un promedio de 45.000 consultas diarias registradas a fines de 1998, a un nivel
de más de 132.000 consultas diarias. Este aumento se debe principalmente a la cantidad de
nueva información publicada y a la difusión pública que ha tenido la posibilidad gratuita de
consultar la Central de Deudores y los Cuentacorrentistas Inhabilitados del Sistema
Financiero Argentino.
Debido al crecimiento de la cantidad de consultas de información, fue necesario
incorporar nuevo equipamiento y modificar la plataforma utilizada en el diseño del sitio, lo
que permitió mantener los tiempos de respuesta a los que el público usuario estaba
acostumbrado, llegándose a registrar durante octubre un pico máximo de 3.546.783
consultas.
Por otra parte, se incrementó la información referida a la normativa vigente y a datos
estadísticos, con nuevos comunicados sobre tasas de interés, información monetaria y
financiera y datos históricos.
BCRA
128 VIII Otras Operaciones del Banco Central
Con relación al efecto año 2000, se fueron incorporando a lo largo del año los
resultados de las exhaustivas pruebas realizadas por el Grupo 2000 Sistema Financiero, así
como toda la información complementaria relativa a este tema. Esto sirvió como marco de
referencia para el sistema financiero y el público en general.
En el marco de las tareas a desarrollar durante el año 2000, se proyectó la
incorporación de consultas a bases de datos documentales que contendrán los textos
ordenados de las normas para entidades financieras emitidas por esta Institución. En esta
base se podrán realizar consultas a distintos niveles como por ejemplo por tema, palabra,
etc., lo cual permitirá al usuario encontrar rápida, eficaz y sencillamente el tema de su
interés.
Asimismo, para el segundo semestre de 2000 se prevé la implementación de un
rediseño gráfico y estructural del sitio que simplifique aún más el acceso a la información
publicada y posibilite el agregado de nuevos datos e información. El proceso de rediseño
incluirá también al segundo sitio que el Banco Central ha montado como servicio exclusivo
para el sistema financiero. En este sentido, se prevé incorporar la posibilidad de obtener
algunos de los datos que el Banco Central brinda hoy a través del Sistema de
Telecomunicaciones del Área Financiera.
Finalmente, para fines de 2000 se tiene previsto incorporar el catálogo completo de la
Biblioteca Prebisch, para consultas en línea por tema, libro, autor, o publicación, lo que
permitirá al público acceder en forma rápida y sencilla.
6. Proyecto BCRA 2000
Los cambios regulatorios, las innovaciones tecnológicas y los cambios en la demanda
de servicios financieros han generado importantes modificaciones en la estructura de los
sistemas financieros del mundo y en el comportamiento y desempeño de sus participantes.
Estos cambios imponen nuevos e importantes desafíos a los organismos de regulación y
supervisión. En este sentido, el Banco Central desarrolló durante el transcurso de 1999 el
proyecto BCRA 2000, con el objetivo de adecuar sus capacidades para enfrentar sus propias
restricciones internas y los desafíos impuestos por medios externos y el mercado.
El proyecto BCRA 2000 consiste en la revisión y ajuste de la organización, los procesos
críticos y los recursos humanos, a efectos de garantizar la eficacia y los controles necesarios
para el logro de los objetivos inherentes a esta Institución de acuerdo con las mejores
prácticas internacionales.
Para el desarrollo del proyecto se contrató, a través de una licitación pública efectuada
con el apoyo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo -para el proceso de
selección y análisis técnico de las ofertas-, a la consultora Mc Kinsey & Co., que estructuró
el trabajo en cuatro etapas.
La primer etapa, “Definición del nivel de aspiraciones del Banco Central y la
Superintendencia”, apuntó a establecer el modelo de institución que se pretende como
objetivo y fijar las prioridades y metas de desempeño en el cumplimiento de sus misiones
y funciones.
BCRA
VIII Otras Operaciones del Banco Central 129
La segunda etapa, “Diagnóstico organizativo y de los procesos y sistemas del Banco
Central y la Superintendencia y fijación de prioridades”, tuvo por objeto tomar las
principales cuestiones organizativas a abordar y el estado actual de los procesos y sistemas.
Sobre la base de este conocimiento, se definieron prioridades de actuación respecto a la
organización de la Institución y al rediseño de sus procesos. Asimismo, esta etapa incluyó
un costeo de procesos y actividades.
La tercer etapa, “Readecuación de estructura organizativa, rediseño de procesos y
establecimiento de las necesidades de desarrollo de los recursos humanos para alcanzar las
aspiraciones planteadas”, se dividió en tres fases principales. Durante la primera fase se
diseñó la nueva organización; en la segunda, se rediseñaron los principales procesos
operativos; y en la tercera, se desarrollaron nuevas políticas y procesos de recursos humanos.
La etapa final, “Implementación de los cambios”, apunta a hacer efectivas las
recomendaciones adoptadas a través del esfuerzo conjunto del Banco Central, la
Superintendencia y Mc Kinsey & Co. Por un lado, el Banco Central formó equipos
dedicados a la coordinación de la implementación con las distintas áreas, mientras que Mc
Kinsey & Co. brinda el apoyo necesario a estos equipos, resolviendo cuellos de botella que
surjan y realiza un seguimiento detallado del avance de la implementación. Esta última
responsabilidad es compartida con un comité de seguimiento integrado por personal
jerárquico del Banco Central y la Superintendencia.
Resultados alcanzados
La etapa inicial del proyecto incluyó el diagnóstico organizativo y de procesos y la
definición de aspiraciones del Banco Central y la Superintendencia. Ambos constituyeron la
base sobre la que se hicieron los lineamientos generales y las prioridades de actuación para
la etapa de rediseño.
Definición de los objetivos
Supervisión basada en riesgo
Inspección on-site con distinta frecuencia, oportunidad y
profundidad según métricas claras de riesgo sistémico.
Control de entidades no bancarias
Regulación y supervisión separada de distintos tipos de
entidades, pero con alta coordinación de áreas específicas.
Control del sistema de pagos
Control integral del riesgo con alta coordinación y
supervisión. Metas concretas para la maximización de la
eficiencia de todo el sistema.
Normas y requerimientos
Evaluación de costos y beneficios para el sistema de
requerimientos y otras decisiones económicas. Análisis costobeneficio con métricas objetivas como apoyo a las decisiones.
Protección al consumidor
Regular la información que las entidades financieras deben
entregar al público para garantizar la transparencia.
Gestión de reservas
Manejo con objetivos cuantitativos definidos por tipo de
instrumento dentro de un marco de condiciones de liquidez.
Objetivos
propuestos para
el proyecto
BCRA 2000
BCRA
130 VIII Otras Operaciones del Banco Central
La definición de aspiraciones permitió explicitar los objetivos irrevocables y los niveles
de participación del Banco Central para el cumplimiento de objetivos concretos El
diagnóstico tuvo como objetivos fundamentales identificar las principales cuestiones de la
organización y los procesos actuales, e identificar las brechas existentes con las mejores
prácticas.
Las aspiraciones de esta Institución fueron discutidas con el directorio para un conjunto
de objetivos prioritarios de la organización. En cuanto al seguimiento y supervisión de
entidades financieras, el Banco Central aspira a una mayor diferenciación por riesgo
sistémico a partir de herramientas analíticas y a una mayor coordinación con otros entes para
la regulación de entidades no bancarias. El control del sistema de pagos y las iniciativas para
promover su desarrollo y eficiencia serán fundamentales para el control del riesgo sistémico
y la maximización de la eficiencia de todo el sistema. En referencia a las normas y los
requerimientos informativos a las entidades, su diseño debe ser acompañado por un análisis
costo-beneficio para todo el sistema.
El ejercicio de definición de las aspiraciones del Banco Central tuvo como principales
insumos el análisis de bancos centrales de países miembros de la OCDE, el marco legal de
contorno vigente y los objetivos expresados por los altos directivos de la Institución. Los
bancos centrales analizados incluyeron los del Reino Unido, Holanda, Estados Unidos,
Alemania y Australia. Los principales criterios de selección fueron el nivel de desarrollo de
los sistemas financieros cubiertos por estas instituciones, la existencia de mejores prácticas,
la existencia de revisiones recientes en los modelos de operación, regulación y supervisión, y
el énfasis diferencial presentado por algunas de estas entidades en aspectos tales como los
sistemas de pagos.
A partir de este análisis se identificaron las principales tendencias frente a actores
relevantes. El marco legal de contorno ayudó a delimitar el espacio de solución para definir
posibles objetivos y grados de participación alternativos. Las expresiones de la dirección del
Banco Central completaron el proceso, dando una definición más detallada del nivel de
participación deseado y el alcance de cada objetivo propuesto.
La redefinición organizativa, además de tender al alcance de las aspiraciones, reforzó
aspectos clave como la definición de responsabilidades (objetivos claros y accountability), la
agilización de la toma de decisiones y su localización en las áreas y niveles más adecuados, la
coordinación de funciones y actividades entre áreas, y la mejora de la interacción con
entidades financieras, depositantes y el sistema financiero en general.
El rediseño de procesos se enfocó en un grupo de diez temas clave por su relevancia
intrínseca y en el alcance de las aspiraciones, y por el potencial de mejora identificado
durante la etapa de relevamiento y diagnóstico. Estos temas incluyeron: medios de pago y
operaciones con bancos, con foco en el control del riesgo sistémico y la maximización de la
eficiencia a través del sistema de pagos; seguimiento de entidades financieras y del sistema,
enfatizando la necesidad de identificar alarmas tempranas a través del seguimiento continuo
de las entidades y la toma de acciones preventivas en forma efectiva y temprana; supervisión
de entidades financieras, con un énfasis en el entendimiento de los actuales proyectos de
cambio en el mercado financiero y el aseguramiento de una focalización por riesgo en la
intensidad de la supervisión; planificación y control de gestión, con foco en formalizar y
coordinar procesos de fijación de objetivos, planificación y seguimiento de su cumplimiento
BCRA
VIII Otras Operaciones del Banco Central 131
a través de la organización; normatización, apuntando a incorporar análisis costo-beneficio
en el proceso de emisión de normas y asegurar la coordinación entre áreas participantes;
manejo del numerario, enfatizando la eficiencia de la red y la incorporación de controles
adecuados; compras, con el objetivo de mejorar los tiempos, la seguridad y transparencia del
proceso; gestión de la información, apuntando a lograr una visión global del proceso que
permita optimizar la utilidad y uso de la información provista por las entidades financieras
y otros proveedores internos y externos de información, y que mejore los tiempos de
procesamiento y la calidad de la información disponible; sistemas, con foco en alinear los
procesos de planificación y priorización de proyectos de sistemas con el planeamiento
estratégico, y prever la inclusión de proyectos que surjan del rediseño; y protección al
consumidor, con el objetivo de definir el ámbito de actuación del Banco Central y el alcance
de su rol vis a vis otros organismos de protección al consumidor.
7. Construcción de un nuevo edificio en el predio Reconquista 250
El Banco Central está desarrollando una política tendiente a optimizar el uso de los
espacios disponibles en sus edificios, lograr la efectiva centralización de sus actividades en el
casco histórico y eliminar inmuebles periféricos y alquilados. Para lograr este objetivo se
convocó, mediante un convenio firmado con la Sociedad Central de Arquitectos, a un
Concurso Nacional de Anteproyectos para la construcción de un edificio anexo en el predio
de Reconquista 250, resultando ganador el anteproyecto de los arquitectos Mauro Romero
y Jorge Di Tata.
Efectuado el desarrollo del proyecto, se llevó a cabo una licitación pública para su
construcción, que fue adjudicada en diciembre a Ute Madcur Construcciones S.A. y Riva
S.A. El edificio, de aproximadamente 14.000 m2, estará compuesto por 4 subsuelos y 9 pisos
altos y se destinará a sede de la Superintendencia, dependencias de la Gerencia del Tesoro
del Banco Central y la Biblioteca Dr. Raúl Prebisch. La finalización de la obra está prevista
para abril de 2001.
8. Asociaciones Mutuales
La Carta Orgánica en su artículo 4°, y el decreto 1367/93 del Poder Ejecutivo Nacional
reconocen al Banco Central, como competencia derivada de la Ley de Entidades Financieras
y de su Carta Orgánica, su carácter de órgano fiscalizador de las asociaciones mutuales en los
aspectos referidos a la actividad que comprenda el ahorro de sus asociados y la utilización de
esos fondos para prestaciones mutuales.
En cumplimiento de ese mandato legal y sin invadir las competencias legalmente
atribuidas al ex-Instituto Nacional de Acción Mutual como órgano de fiscalización de las
asociaciones mutuales, el Banco Central emitió diversas comunicaciones en las que se
reglamentó la actividad financiera de las asociaciones mutuales que presten el servicio de
ayuda económica, con miras a vigilar el buen funcionamiento del mercado financiero y con
ello tutelar la confianza pública en el sistema.
De esa manera, se enmarcaba el deber de contralor que la Ley de Entidades Financieras
atribuye a este Banco Central con relación a cualquier persona física o jurídica -pública o
privada- no comprendida expresamente en ella, cuando a su juicio así lo aconsejen el
volumen de sus operaciones y razones de política monetaria y crediticia, sin invadir la esfera
BCRA
132 VIII Otras Operaciones del Banco Central
de competencia del órgano natural de las asociaciones mutuales, pues sólo comprende a las
asociaciones mutuales que, desnaturalizando su objeto social, ejercen intermediación
habitual entre la oferta y demanda de recursos financieros en los términos de la ley citada.
El ex-Instituto Nacional de Acción Mutual, por medio planteó en 1995 un conflicto de
competencia en los términos de la Ley Nacional de Procedimientos Administrativos, que fue
posteriormente ratificado por el Instituto Nacional de Acción Mutual en 1998.
Si bien -como el Banco Central viene sosteniendo desde hace largo tiempo- no media
en el caso un conflicto de competencia, lo cierto es que con apoyo en ese conflicto sólo
aparente y en las decisiones que lo motivaron, las asociaciones mutuales resistieron las
supervisiones que dispuso la Superintendencia, iniciando muchas de ellas acciones judiciales
en distintas jurisdicciones del país con pedido de medidas cautelares destinadas a obtener la
suspensión de las comunicaciones emitidas por esta Institución, que al ser dispuesta
judicialmente, impidieron o dificultaron el ejercicio adecuado de las facultades de
fiscalización que sobre cualquier entidad que ejerce intermediación habitual entre la oferta y
demanda de recursos financieros y respecto de las asociaciones mutuales en particular recaen
sobre esta Institución.
Con el fin de remover ese obstáculo, se ha instado ante el Poder Ejecutivo la resolución
de ese conflicto aparente y se ha encomendado a funcionarios del Banco Central que intenten
consensuar con funcionarios del Instituto Nacional de Acción Mutual el texto de un proyecto
de decreto que permita poner fin al problema.
9. Seguridad de entidades financieras
En función de la misión encomendada al Banco Central por la Ley de Entidades
Financieras, su Carta Orgánica y la Ley 19.130, esta Institución, consciente de las
responsabilidades que el contexto legal le impone, dispuso que continuaran las actividades del
comité de expertos en seguridad bancaria que formó en 1996, para que evaluaran el
comportamiento de la normativa emitida el año anterior y siguieran investigando y
estudiando los dispositivos en la materia que aplican los países más avanzados, a efectos de
determinar aquellos que por su efectividad y adaptación a las costumbres culturales del país
pudiesen mejorar el estado de seguridad de las entidades financieras. Este comité fue
ampliado durante 1999, formándose una Comisión Nacional de Seguridad Bancaria
integrada por representantes del Banco Central, la Secretaría de Seguridad Interior, las
asociaciones de bancos, la Asociación Bancaria, la Policía Federal Argentina, la Policía de la
Provincia de Buenos Aires. Como resultado del trabajo realizado por esta comisión, se mejoró
y amplió el contenido y los alcances de la norma anterior, mediante el dictado de una norma
que privilegia la vida y la seguridad de las personas por sobre los bienes materiales. Esta
normativa, actualmente en vigencia, contó con el consenso y aprobación unánime de todos
los participantes.
Con la finalidad de lograr una adecuada aplicación, coordinación y control de la nueva
normativa, en noviembre de 1999 el Banco Central organizó y desarrolló en sus instalaciones
la 2° Jornada de Seguridad de Entidades Financieras, siendo invitados a participar la Secretaría
de Seguridad Interior, las asociaciones de bancos, la Asociación Bancaria, los organismos de
seguridad y policiales de todo el país y el Registro Nacional de Armas, obteniéndose excelentes
BCRA
VIII Otras Operaciones del Banco Central 133
resultado dado el interés, la participación y las manifestaciones de los concurrentes.
10. Bibliotecas
Las bibliotecas Tornquist y Prebisch del Banco Central, continuaron durante 1999 con
la tarea de incorporar material bibliográfico sobre temas afines a su operatoria, a fin de proveer
información bibliográfica como soporte para la toma de decisiones y las investigaciones que
se realizan en esta Institución. El número de incorporaciones fue de 805 volúmenes de libros
y folletos y 38 nuevos títulos de publicaciones periódicas. Asimismo, Se establecieron 30
nuevos convenios de canje de publicaciones entre el Banco Central y otras instituciones.
En lo que respecta a la compra de material bibliográfico, se adquirieron 406 libros; 38
nuevos títulos de publicaciones periódicas; 101 piezas de materiales especiales (soporte
magnético y microfilm) y se renovaron 308 títulos de publicaciones periódicas.
Dado el interés que revisten los temas financieros y bancarios para los investigadores,
estudiantes y el público en general, el servicio de atención de usuarios y de referencia in-situ
continuó en expansión. Durante 1999, las bibliotecas recibieron la visita de 10.159 usuarios.
Por otra parte, se continuó con la tarea de informatización de ambas bibliotecas a través
del programa Micro Isis, habiéndose ingresado 12.371 registros durante 1999. Sobre este
particular, cabe destacar la información enviada al Ministerio de Economía para la nueva
edición del disco compacto Unired 2000 y la participación en reuniones de especialistas de
esa misma red para la unificación de autores institucionales.
También se continuó con el inventario y la clasificación de la documentación
proveniente del Crédito Público Nacional. Se creo la base de datos «Documentos
Históricos», habiéndose ingresado durante 1999 la cantidad de 4.588 registros. A la fecha se
han clasificado aproximadamente 6.000 documentos correspondientes a los períodos de la
Confederación Argentina (1853-1861), la Guerra de la Independencia (1810-1824), La
Guerra del Brasil (1826-1829) y la Guerra Civil (1835-1852), además de documentación
originada durante las presidencias de Mitre, Sarmiento, Avellaneda y Roca.
Prosiguiendo con el programa de conservación del acervo bibliográfico -dado su valor
histórico-documental y su condición de piezas de difícil localización en otras bibliotecas- se
continuó enviando materiales antiguos a microfilmación, restauración y/o encuadernación.
Por último, cabe mencionar que las bibliotecas del Banco Central fueron seleccionadas
por el Centro de Información sobre Francia para figurar en el «Repertorio de los fondos
franceses presentes en bibliotecas de Buenos Aires» en función de la cantidad de material en
idioma francés que poseen (11.300 libros y folletos y 346 títulos de publicaciones
periódicas). El proyecto cuenta con los auspicios de la Embajada de Francia.
BCRA
BCRA
ANEXO I.
BALANCE GENERAL
AL 31 DE DICIEMBRE
DE 1999
BCRA
BCRA
Balance general al 31 de diciembre de 1999 137
COMENTARIOS
SOBRE EL
BALANCE
GENERAL AL
31 DE
DICIEMBRE DE
Las Reservas de Libre Disponibilidad elegibles en términos de Convertibilidad (Art. 5°
Ley N° 23.928) alcanzaron al cierre del ejercicio 1999 un saldo de 19.151 millones de pesos. 1999
Debe tenerse en cuenta que este total no computa la posición neta de pases con las entidades
financieras. Incluyendo los títulos en dólares nacionales y extranjeros y certificados de
depósito entregados y excluyendo aquellos recibidos por operaciones de pase, el total de
Reservas alcanza a 28.766 millones de pesos. Bajo esta modalidad se informa diariamente
la relación de convertibilidad, computando además de los pases mencionados, la deducción
del saldo de los depósitos del Gobierno Nacional -935 millones de pesos a esa fecha- lo que
lleva aquel total a 27.831 millones de pesos. El ingreso bruto obtenido por la colocación de
las reservas fue de 1.301 millones de pesos. Restando los intereses netos pagados por
operaciones de pase, 447 millones de pesos, se obtiene un ingreso neto de 855 millones de
pesos.
Los Créditos al Sistema Financiero del País, con un saldo neto de previsión de
1.354 millones de pesos, verificaron una disminución con respecto al cierre de 1998 de 118
millones de pesos.
La posición patrimonial del Banco Central en su relación con el Fondo Monetario
Internacional continuó neutra, como resultado de las políticas implementadas desde la
vigencia de la Ley de Convertibilidad y Nueva Carta Orgánica. En tal sentido, los activos
representados por la cuenta “Letras sobre Obligaciones con el F.M.I. “integrante del rubro
“Títulos Públicos” y el rubro “Fondos Transferidos al Gobierno Nacional por Colocaciones
con el F.M.I.” han tenido idéntico comportamiento financiero al del rubro pasivo
“Obligaciones con Organismos Internacionales” cuenta “Fondo Monetario Internacional”.
En consecuencia, los pagos realizados al citado organismo a modo de cancelación de
préstamos fueron abonados con fondos aportados por el Tesoro Nacional, sin comprometer
el nivel de Reservas Internacionales de este Banco.
Igual conclusión puede alcanzarse de la lectura del Estado de Resultados, donde
tanto los intereses pagados por Obligaciones con Organismos Internacionales como los
cobrados por Letras sobre Obligaciones con el Fondo Monetario Internacional arrojaron un
flujo de -202 y 202 millones de pesos respectivamente, es decir una posición nula.
Las Cuentas Transitorias Activas incluyen un saldo de 550 millones de pesos
en concepto de transferencia de utilidades al Tesoro Nacional (Art.38 de la Carta Orgánica),
el cual fue imputado definitivamente al ejercicio 1999 en oportunidad de aprobarse los
Estados Contables al 31 de diciembre de 1999. Dicho saldo más los 200 millones de pesos
girados por igual concepto e imputados a los resultados del ejercicio 1998 completan el total
de 750 millones de pesos transferidos al Tesoro Nacional de acuerdo con el artículo N° 2 de
la Ley 25.064 de Presupuesto de la Administración Nacional para el ejercicio 1999.
BCRA
138 Balance general al 31 de diciembre de 1999
El rubro del pasivo “Base Monetaria” (Art. 5 de la Ley 23.928) se encuentra
integrado sólo por la cuenta “Circulación Monetaria”, desde que la Comunicación “A” 2298
de enero de 1995 dispuso la unificación de cuentas corrientes de las entidades en el Banco
Central y la expresión de sus saldos en dólares estadounidenses. Desde entonces, las cuentas
corrientes en dólares pasaron a integrar un rubro específico del Balance.
Los conceptos “Otros” incluidos tanto en el rubro “Otros Activos” como
“Otros Pasivos”, incluyen 9.615 millones de pesos por derechos y obligaciones derivados de
la posición neta de pases realizados con las entidades financieras. Este concepto alcanzaba al
cierre del ejercicio 1998 a 8.300 millones de pesos. Al respecto cabe consignar que el stock
de pases pasivos se incrementó en 1.480 millones de pesos (17,3 por ciento).
Los resultados obtenidos durante 1999 alcanzaron los 644 millones de pesos.
En virtud de lo dispuesto por el Art. 38 de la Carta Orgánica, 550 millones de pesos fueron
transferidos al Tesoro Nacional durante 1999 y el remanente fue destinado a incrementar el
Capital del Banco en 63 millones de pesos y la Reserva General en 31 millones de pesos.
BCRA
Balance general al 31 de diciembre de 1999 139
Banco Central de la República Argentina
Balance General al 31 de diciembre de 1999
Presentado en forma comparativa con el ejercicio anterior
En pesos
ACTIVO
31/12/99
19.150.534.568
122.243.976
1.063.497.834
17.815.893.763
136.913.505
12.966.594
31/12/98
19.654.400.045
125.393.029
706.420.098
18.543.096.335
251.008.980
29.516.353
981.104
1.034.750
TITULOS PUBLICOS
Bono Consolidado del Tesoro Nacional 1990 (Nota 3.2.5.1)(Anexo I)
Letras sobre Obligaciones con el F.M.I. (Nota 3.2.5.2)(AnexoI)
Otros
MENOS:
Regularización del devengamiento del Bono Consolidado 1990 (Anexo I)
1.636.371.768
4.734.789.572
644.257.569
110.650.514
1.665.237.373
4.734.789.572
729.493.131
54.280.557
3.853.325.887
3.853.325.887
CREDITOS AL SISTEMA FINANCIERO DEL PAIS
Entidades Financieras (Neto de previsiones) (Nota 3.2.6)
Entidades financieras
MENOS:
Previsión por incobrabilidad (Anexo II)
1.354.457.193
1.354.457.193
2.160.471.141
1.472.140.174
1.472.140.174
2.070.195.578
806.013.948
598.055.404
APORTES A ORGANISMOS INTERNACIONALES, POR CUENTA DEL
GOBIERNO NACIONAL
1.575.414.946
1.393.385.606
FONDOS TRANSFERIDOS AL GOBIERNO NACIONAL POR COLOCACIONES CON EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL (Nota 3.2.7)
4.576.876.959
5.253.763.866
OTROS ACTIVOS
Cuentas transitorias activas
Otros (Nota 3.2.10)
11.057.478.711
558.254.530
10.499.224.181
10.434.957.627
469.994.739
9.964.962.888
TOTAL DEL ACTIVO
39.351.134.145
39.873.884.691
RESERVAS DE LIBRE DISPONIBILIDAD
Oro (Nota 3.2.1)
Divisas (Nota 3.2.2)
Colocaciones realizables en divisas (Nota 3.2.3)
Títulos Públicos (Nota 3.2.4)(Anexo I)
A.L.A.D.I. (Neto)
MENOS:
Previsión por fineza de oro (Anexo II)
BCRA
140 Balance general al 31 de diciembre de 1999
PASIVO
31/12/99
31/12/98
16.492.773.517
16.492.773.517
16.370.167.386
16.370.167.386
31.458.837
22.005.187
935.450.778
1.342.895.900
25.372.938
111.854.103
5.769.957.925
5.744.795.294
24.134.718
1.027.913
6.595.403.058
6.520.469.891
73.665.413
1.267.754
OTROS PASIVOS
Cuentas transitorias pasivas
Otros (Nota 3.2.10)
11.173.455.652
109.137.426
11.064.318.226
10.290.143.215
100.995.667
10.189.147.548
PREVISIONES (Nota 3.2.9)
1.085.137.864
1.284.028.079
35.513.607.511
36.016.496.928
3.837.526.634
3.857.387.763
39.351.134.145
39.873.884.691
BASE MONETARIA
Circulación Monetaria
CUENTAS CORRIENTES EN DOLARES
DEPOSITOS DEL GOBIERNO NACIONAL Y OTROS
OTROS DEPOSITOS
OBLIGACIONES CON ORGANISMOS INTERNACIONALES
Fondo Monetario Internacional (Nota 3.2.8)
Banco Interamericano de Desarrollo
Otros
TOTAL DEL PASIVO
PATRIMONIO NETO
TOTAL DEL PASIVO MAS PATRIMONIO NETO
-Las Notas 1 a 4 y los Anexos I a III son parte integrante de los Estados Contables.
Alejandra G. Naughton
GERENTE DE LA
CONTADURIA GENERAL
Pedro Pou
PRESIDENTE
Raúl A. Menem
SINDICO ADJUNTO
Firmado para su identificación con Informe de fecha 01 / 06 / 00
BCRA
Balance general al 31 de diciembre de 1999 141
Estado de Resultados
Correspondiente al ejercicio terminado el 31 de diciembre de 1999
Presentado en forma comparativa con el ejercicio anterior
En pesos
INGRESOS FINANCIEROS:
SOBRE RESERVAS LEY 23928:
INTERESES
Depósitos de oro
Colocaciones Realizables en Divisas
Títulos Públicos en Moneda Extranjera
Convenios A.L.A.D.I.
OTROS
SOBRE OTROS ACTIVOS:
INTERESES
Créditos a Entidades Financieras (Neto de Previsiones)
Otros
EGRESOS FINANCIEROS:
SOBRE OTRAS CUENTAS:
INTERESES
Intereses sobre Obligaciones con Organismos Internacionales (F.M.I.)
Menos:
Letras sobre Obligaciones con el Fondo Monetario Internacional
OTROS
RESULTADO FINANCIERO NETO - GANANCIA
GASTOS DE EMISION MONETARIA
GASTOS DE ADMINISTRACION:
Gastos en Personal
Otros Gastos
Amortizaciones
31/12/99
31/12/98
854.603.523
854.603.523
0
696.185.835
157.879.199
538.489
978.499.070
965.102.462
4.640.510
803.598.160
155.832.025
1.031.767
0
13.396.608
66.280.926
66.280.926
51.298.932
14.981.994
89.123.366
89.123.366
70.812.644
18.310.722
20.769.622
0
202.395.151
0
0
265.518.489
202.395.151
265.518.489
20.769.622
0
900.114.827
1.067.622.436
18.355.184
29.963.250
130.651.427
88.846.371
35.670.395
6.134.661
119.861.611
84.369.612
29.821.299
5.670.700
BCRA
142 Balance general al 31 de diciembre de 1999
APORTES A RENTAS GENERALES SEGUN LEY DE PRESUPUESTO NACIONAL
31/12/99
60.000.000
31/12/98
60.000.000
RESULTADOS DIVERSOS - GANANCIA
56.779.526
53.521.555
DIFERENCIA DE COTIZACION DE ORO, DIVISAS Y TITULOS
PUBLICOS - PERDIDA - (GANANCIA)
56.778.056
-202.912.277
691.109.686
1.114.231.407
PREVISIONES NETAS DE RECUPERO - PERDIDA
47.443.831
251.188.263
Para créditos al sistema financiero del país
Otros
Menos:
Previsiones para Asuntos en Trámite Judicial - Recupero (PERDIDA)
Otros
92.642.052
79.098.107
81.561.160
85.090.965
124.242.681
53.647
-84.536.139
0
RESULTADO NETO DEL EJERCICIO- GANANCIA:
643.665.855
863.043.144
RESULTADO ORDINARIO ANTES DE PREVISIONES - GANANCIA
- Las Notas 1 a 4 y los Anexos I a III son parte integrante de los Estados Contables.
Alejandra G. Naughton
GERENTE DE LA
CONTADURIA GENERAL
Pedro Pou
PRESIDENTE
Raúl A. Menem
SINDICO ADJUNTO
Firmado para su identificación con Informe de fecha 01 / 06 / 00
BCRA
Balance general al 31 de diciembre de 1999 143
Estado de Evolución del Patrimonio Neto por el ejercicio terminado el 31 de diciembre de 1999
En pesos
CONCEPTOS
SALDOS AL COMIENZO
DEL EJERCICIO
CAPITAL
AJUSTES AL PATRIMONIO
AJ. AL CAPITAL REVALUO
TECNICO
1.920.618.877
75.610.869
44.336.621
RESERVA
GENERAL
RESULTADOS
NO ASIGNADOS
953.778.252
863.043.144
3.857.387.763
0
0
953.778.252
863.043.144
3.857.387.763
66.505.387
-863.043.144
-663.526.984
643.665.855
643.665.855
643.665.855
3.837.526.634
AJUSTES DE EJERCICIOS
ANTERIORES
SALDOS AL INICIO
AJUSTADOS
DISTRIBUCIÓN DE
UTILIDADES SEGÚN
RES. DE DIRECTORIO
Nº 222 /99
1.920.618.877
75.610.869
44.336.621
133.010.773
RESULTADO NETO
DEL EJERCICIO
SALDOS AL CIERRE
DEL EJERCICIO
2.053.629.650
75.610.869
44.336.621 1.020.283.639
TOTAL
-Las Notas 1 a 4 y los Anexos I a III son parte integrante de los Estados Contables.
Alejandra G. Naughton
GERENTE DE LA
CONTADURIA GENERAL
Pedro Pou
PRESIDENTE
Raúl A. Menem
SINDICO ADJUNTO
Firmado para su identificación con Informe de fecha 01 / 06 / 00
BCRA
144 Balance general al 31 de diciembre de 1999
Notas a los Estados Contables por el Ejercicio Anual terminado el 31 de diciembre de
1999
Nota Nro. 1 - Naturaleza y objeto del Banco Central de la Republica Argentina (B.C.R.A.)
El B.C.R.A. es una entidad autárquica del Estado Nacional regida por las disposiciones de
su Carta Orgánica (Art. 1ro. de la Ley Nro. 24.144).
La función primaria de la Institución es preservar el valor de la moneda. Además deberá
desarrollar una política monetaria y financiera dirigida a salvaguardar las funciones del dinero
como reserva de valor, unidad de cuenta e instrumento de pago para cancelar obligaciones
monetarias.
El Banco es Agente Financiero del Estado Nacional, depositario y agente del país ante las
instituciones monetarias, bancarias y financieras internacionales a las cuales la Nación haya
adherido.
Nota Nro. 2 - Bases de presentación de los Estados Contables
La Institución ha preparado sus Estados Contables de acuerdo con Normas Contables
Profesionales, criterios generales de valuación establecidos para las Entidades del Sistema
Financiero Argentino y considerando las disposiciones de la Ley de Convertibilidad Nro.
23.928 de manera particular en sus artículos 4º, 5º y 6º.
Los estados contables se presentan en forma comparativa con los del ejercicio 1998.
Las particulares características de la Institución y las misiones funciones que le asigna su
Carta Orgánica, en particular su facultad de emitir billetes y monedas, sumadas a la
especificidad de las operaciones que realiza, no permiten la elaboración del Estado de Origen y
Aplicación de Fondos.
Nota Nro. 3 - Principales criterios de valuación y composición de rubros de los Estados
Contables
3.1. Comentarios generales
3.1.1. Consideración de los efectos de la inflación
Siguiendo los lineamientos establecidos por el Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº
316/95 y por la Comunicación “A” 2365, que esta Institución impartió a las entidades
financieras, se procedió a discontinuar la aplicación del ajuste por inflación a partir del primero
de septiembre de 1995.
3.1.2. Activos y Pasivos en Moneda Extranjera
Se aplica el tipo de cambio vendedor vigente al cierre de las operaciones del Banco de la
Nación Argentina correspondiente al último día hábil del ejercicio.
3.2. Comentarios Particulares
3.2.1. Oro
BCRA
Las existencias físicas de oro amonedado fueron valuadas al cierre del ejercicio en
Balance general al 31 de diciembre de 1999 145
dólares estadounidenses a US$ 290.3 (US$ 287,1 al 31 de diciembre de 1998) la onza
troy, cotización del Banco de la Nación Argentina sucursal Londres a dichas fechas y
convertidas a pesos de acuerdo al criterio expuesto en el punto precedente. Se computa en
este rubro el valor de mercado de las primas relacionadas con las opciones de venta tomadas
por la entidad por cuyo efecto el precio promedio alcanza a 361.7 la onza troy (US$
347.91 al 31 de diciembre de 1998).
Se deduce una previsión del 1 % por fineza del oro.
3.2.2. Divisas
La cuenta Divisas refleja la tenencia de moneda extranjera en el tesoro del B.C.R.A.
por el equivalente a US$ 396.110 miles (US$ 75.651 miles al 31 de diciembre de
1998), y las cuentas corrientes en bancos corresponsales del exterior y “overnight” por
US$ 667.388 miles (US$ 630.769 miles al 31 de diciembre de 1998).
3.2.3. Colocaciones Realizables en Divisas
Incluye las siguientes inversiones realizadas en el exterior:
- Valores Públicos a Corto Plazo.......................
- Depósitos a Plazo Fijo en divisas....................
- Depósitos a la Vista ......................................
- En Acuerdos de Custodia ..............................
-Títulos en Acuerdo de Sustitución .................
- Certificados de Depósitos .............................
- Acuerdos de Recompra .................................
31.12.99
31.12.98
-en miles de $ 359.641
939.678
4.564.911
9.762.396
157.838
264.336
5.401.782
4.644.946
320.365
5.040.541
1.999.993
2.291.181
611.382
17.815.894
18.543.096
Los Valores Públicos, Depósitos a Plazo fijo, Certificados de Depósitos y los
Acuerdo de Recompra incluyen los intereses devengados al cierre del ejercicio.
El resto de los activos incluidos en este rubro ha sido valuado a su valor de mercado.
3.2.4. Títulos Públicos que integran las Reservas de Libre Disponibilidad:
Incluye los títulos detallados en Anexo I, los cuales fueron valuados a sus respectivas
cotizaciones a la fecha de cierre del ejercicio.
3.2.5. Títulos Públicos
3.2.5.1. Bono Consolidado del Tesoro Nacional 1990:
Este Bono fue emitido el 2 de enero de 1990. Corresponde a la consolidación de
obligaciones contraídas por el Gobierno Nacional por anticipos de fondos del
B.C.R.A. de acuerdo al Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nro. 335/91. Es un
bono expresado en moneda nacional a 99 años de plazo, no devenga interés y el
capital se ajusta por la variación del dólar estadounidense según el tipo de cambio
comprador del Banco de la Nación Argentina. Las amortizaciones del capital
actualizado se pagarán a partir del décimo año. La actualización fue devengada hasta
el 31.03.91 en virtud del artículo 8º de la Ley de Convertibilidad.
BCRA
146 Balance general al 31 de diciembre de 1999
En virtud de las características financieras de este Bono, básicamente su plazo, períodos
de gracia, y que no devenga interés, se regulariza el saldo activo por un monto
equivalente al del devengamiento del ajuste de capital de forma de mantener la
valuación a su valor original de emisión.
3.2.5.2. Letras Sobre Obligaciones con el FMI
Incluye la deuda contraída por la Secretaría de Hacienda con el B.C.R.A.
correspondiente a la transferencia de los fondos recibidos por esta Institución del FMI.
hasta el 30.09.92, a esa fecha documentada mediante la emisión de Letras de Tesorería
de la Nación. Este activo expresado en Derechos Especiales de Giro (DEG.) tiene un
comportamiento financiero idéntico al del pasivo con el exterior. En consecuencia, sus
servicios se vienen cobrando sincronizadamente con los pagos de renta y amortización
por el pasivo externo.
3.2.6. Créditos al Sistema Financiero del País
Dentro del rubro se incluyen redescuentos y adelantos para la atención de necesidades
emergentes de situaciones de iliquidez transitoria de las entidades financieras y otras
líneas preexistentes a la sanción de la Carta Orgánica de la Institución, vigente desde
1992 y las correspondientes previsiones determinadas en base a la estimación del riesgo
de incobrabilidad de dichos créditos. Asimismo, se incluyen por su valor neto adelantos
para devolución de depósitos y para atención de gastos del proceso liquidatorio de
entidades financieras en liquidación y patrimonios desafectados en liquidación por
$ 20.951.924 miles (al 31.12.98 $ 20.953.607 miles) que, con criterio de prudencia,
se encuentran previsionados en un 100% desde 1990, sin perjuicio de continuar con
las acciones que correspondan para efectivizar su cobro.
3.2.7. Fondos transferidos al Gobierno Nacional por Colocaciones con el FMI
Refleja la transferencia a la Secretaría de Hacienda de los fondos recibidos del Fondo
Monetario Internacional a partir del 30.9.92. Esta cuenta merece igual tratamiento
financiero al expuesto en Nota 3.2.5.2.
3.2.8. Fondo Monetario Internacional
Su saldo incluye la contrapartida de los fondos transferidos a la Secretaría de Hacienda
(puntos 3.2.5.2. y 3.2.7. precedentes), que en Derechos Especiales de Giro (DEG)
asciende a 3.804.077.587 (al 31.12.98, DEG 4.249.381.759 ) correspondientes a las
divisas ingresadas por los siguientes conceptos:
- Stand By 1996.
- Acuerdo de Facilidades Extendidas 1992.
3.2.9. Previsiones
El criterio utilizado por la entidad para determinar el saldo de la cuenta “Previsión para
Asuntos en Trámite Judicial”, $ 1.076.337 miles (al 31.12.98, $1.262.444 miles) fue el
siguiente:
Se estratificaron los juicios que aún no cuentan con sentencia firme conforme a la
tipología de los casos (juicios por devolución de depósitos, laborales, etc.)
BCRA
Balance general al 31 de diciembre de 1999 147
estableciendo, en base a la experiencia, en cada grupo el porcentaje de probabilidad de
sentencia desfavorable para el B.C.R.A. previsionándose esa cifra con igual tratamiento
al descrito precedentemente.
Respecto de los juicios anteriores al 1.04.91, en virtud de que tales compromisos se
cancelarán mediante la entrega de Bonos de Consolidación, la cifra determinada se
actualizó al 31.12.99 mediante la aplicación de la tasa de interés de los citados Bonos.
En cuanto a los juicios posteriores al 1.04.91 cuya cancelación se prevé en pesos, se
utilizó como tasa de interés para su actualización al 31.12.99 la tasa pasiva promedio
que publica el B.C.R.A., según lo establecido por el Comunicado 14.290 del 5.08.91,
por ser la habitualmente utilizada por la jurisprudencia para estos casos.
Por otra parte existen juicios contra el B.C.R.A. por daños y perjuicios con demandas
por montos indeterminados, cuyo resultado adverso para el Banco es de remota
probabilidad de ocurrencia a la fecha de emisión de los presentes estados contables, por
los cuales no se ha constituido previsión.
3.2.10. Otras cuentas del activo y pasivo
Se incluyen en estos rubros derechos y obligaciones por $ 9.783.116 miles (al 31.12.98,
$8.300.371,3 miles) vinculados con operaciones de pase con títulos públicos y otros
instrumentos financieros efectuadas con entidades financieras del país cuyo criterio de
exposición ha sido definido de acuerdo a la naturaleza de las mismas.
Asimismo cabe mencionar que se exponen dentro del rubro Otras cuentas del Activo
los bienes inmuebles netos de amortizaciones sobre los que existe en revisión un
revalúo técnico que arroja en valor neto de $33.159 miles menor al de libros.
Nota Nro. 4 - Restricciones del Art. 6º de la Ley Nro. 23.928
Según lo previsto en el Art. 6º de la Ley de Convertibilidad las reservas comprendidas
en el rubro Reservas de Libre Disponibilidad constituyen prenda común de los saldos
expuestos en el rubro Base Monetaria, son inembargables y pueden aplicarse
exclusivamente a los fines previstos en dicha ley. Ambos rubros son los referenciados
en el Art. 5º de la Ley Nro. 23928.
En su comparación con los datos publicados en el Comunicado de Prensa Nro. 36.384
del 4 de enero de 2000 las diferencias en la metodología de medición de las Reservas de
Libre Disponibilidad son atribuibles al cómputo de la posición de pases con entidades
financieras por un valor al 31 de diciembre de 1999 de $ 9.615.491 miles y de los
fondos que el Gobierno Nacional mantiene depositados en éste Banco Central por $
935.451 miles.
BCRA
148 Balance general al 31 de diciembre de 1999
Anexo I
Cuadro Comparativo de Títulos Públicos
En miles
31/12/99
Valores Nominales
251.009
40.457
28.633
17.994
164
1.296
3.457
337
505
28.545
9.363
0
11.099
1.480
2.561
7.294
12.524
6.261
79.039
1.636.372
1.665.237
Pesos 4.734.790 4.734.790
DEG 469.401
644.258
Pesos
13.433
12.824
Dólares 26.638
29.941
Dólares
951
1.004
Dólares
7.636
7.394
Dólares
0
0
Dólares 15.425
14.723
Dólares 32.250
44.764
4.734.790
729.493
13.628
28.121
1.111
11.235
185
0
0
Dólares
Dólares
Dólares
Dólares
Dólares
Dólares
Dólares
Dólares
Dólares
Dólares
Dólares
Dólares
Dólares
Dólares
Dólares
Dólares
Dólares
0
183
0
53
1.330
33
338
3.066
64
4.621
1.579
54
1.872
2.383
1.777
0
0
OTROS TITULOS PUBLICOS:
Bonos Consolidados del Tesoro Nacional 1990
Letras sobre Obligaciones con el Fondo Monetario Internacional
BOCON Prov. de Catamarca
BOSAFI
BOCON Regalías Hidrocarburíferas
Bono de Capitalización Prov. de Entre Ríos - 2da. Serie
BOCON Prov. de Misiones
BOCON Prov. de Chaco
BOCON Proveedores valorización técnica
Menos:
Regularización del devengamiento del Bono Consolidado 1990
31/12/98
Pesos
136.913
0
177
0
50
1.356
33
304
2.001
58
3.651
1.567
51
1.763
2.572
2.318
0
0
121.012
TITULOS PUBLICOS QUE INTEGRAN LAS RESERVAS DE LIBRE DISPONIBILIDAD
Bonos Externos de la República Argentina - Serie 1989
Bonos Externos de la República Argentina - Serie 1992
Bonos Externos Globales de la República Argentina 1999
Bonos Externos Globales de la República Argentina 2003
Bonos Externos Globales de la República Argentina 2006
Bonos Externos Globales de la República Argentina 2017
Bonos Externos Globales de la República Argentina 2027
Pard Bond
F.R.B.
Discount Bond
Bonos del Tesoro Nacional 4ta. Serie
Bonos del Tesoro Nacional 3ra. Serie
Bonos del Tesoro Nacional 2da. Serie
Bonos de Tesorería a 10 años
BOCON Previsional en Dólares - 1ra. Serie
BOCON Previsional en Dólares - 2da. Serie
BOCON Proveedores en Dólares
Títulos afectados a operaciones de pase activas
Pesos
-3.853.326 -3.853.326
NOTA: Los valores nominales de los títulos públicos son la base de cálculo para la medición del margen de financiamiento por parte de este Banco
Central al Gobierno Nacional dispuesto en el art. 20 de la Carta Orgánica (Ley Nro. 24144).
Alejandra G. Naughton
GERENTE DE LA
CONTADURIA GENERAL
Pedro Pou
PRESIDENTE
Raúl A. Menem
SINDICO ADJUNTO
Firmado para su identificación con Informe de fecha 01 / 06 / 00
BCRA
Balance general al 31 de diciembre de 1999 149
Anexo II
Previsiones al 31 de diciembre de 1999
En miles de pesos
Saldos al
comienzo del
Ejercicio
Detalle
DEL ACTIVO
Previsión por fineza de oro
Previsión sobre créditos al sistema financiero del país (1)
Previsión para quebrantos por liquidación entidades financieras
DEL PASIVO
Previsión para asuntos en trámite judicial
Fondo de garantía - Ley Nro. 22510
Otras Previsiones (2)
1.035
598.055
20.953.607
1.262.444
3.230
18.354
Aumentos
313.878
831
200
139
Disminuciones
Saldos
al
final
del
Ejercicio
54
105.919
2.514
981
806.014
20.951.924
186.307
1.076.337
3.369
5.431
12.923
(1) Los aumentos incluyen miles de $ 36.457 que se deducen de la cuenta Intereses sobre Créditos al Sistema Financiero y miles de $ 1.948 correspondientes a aplicaciones
de Previsión.
(2) Las disminuciones incluyen miles de $ 12.896 correspondientes a aplicaciones de Previsión y miles de $ 27 correspondientes a Recuperos de Previsión.
Alejandra G. Naughton
GERENTE DE LA
CONTADURIA GENERAL
Pedro Pou
PRESIDENTE
Raúl A. Menem
SINDICO ADJUNTO
Firmado para su identificación con Informe de fecha 01/ 06 /00
BCRA
150 Balance general al 31 de diciembre de 1999
Anexo III
Cuadro Comparativo de Cuentas en Moneda Extranjera (*)
Al 31 de diciembre de 1999
En miles
31/12/99
31/12/98
Pesos
Pesos
ACTIVO
26.057.736
27.085.323
RESERVAS DE LIBRE DISPONIBILIDAD - ART. 5
LEY NRO. 23928
Oro (Neto de Previsión Fineza)
Divisas
Colocaciones Realizables en Divisas
Titulos Públicos
ALADI (Neto)
121.263
1.063.498
17.815.894
136.914
12.966
124.358
706.420
18.543.096
251.009
29.516
644.258
110.651
729.493
54.281
APORTES A ORGANISMOS INTERNACIONALES POR
CUENTA DEL GOBIERNO NACIONAL
1.575.415
1.393.386
FONDOS TRANSFERIDOS AL TESORO NACIONAL POR
COLOCACIONES CON EL FONDO MONETARIO
INTERNACIONAL
4.576.877
5.253.764
PASIVO
6.736.868
7.960.304
31.459
22.005
935.451
1.342.896
5.744.795
24.135
1.028
6.520.470
73.665
1.268
TITULOS PUBLICOS
Letras sobre Obligaciones con el Fondo Monetario Internacional
Otros
CUENTAS CORRIENTES EN DOLARES
DEPOSITOS DEL GOBIERNO NACIONAL EN DIVISAS
OBLIGACIONES CON ORGANISMOS INTERNACIONALES
Fondo Monetario Internacional
Banco Interamericano de Desarrollo
Otros
NOTA: Los rubros incluidos en éste cuadro son los representativos de las operaciones vinculadas con la ley de convertibilidad,
con los Organismos Internacionales y con el Gobierno Nacional.
(*) Nota 3.1.2. a los Estados Contables.
Alejandra G. Naughton
GERENTE DE LA
CONTADURIA GENERAL
BCRA
Pedro Pou
PRESIDENTE
Raúl A. Menem
SINDICO ADJUNTO
Firmado para su identificación con Informe de fecha 01 / 06 / 00
Balance general al 31 de diciembre de 1999 151
BCRA
152 Balance general al 31 de diciembre de 1999
BCRA
Balance general al 31 de diciembre de 1999 153
BCRA
154 Balance general al 31 de diciembre de 1999
BCRA
Balance general al 31 de diciembre de 1999 155
BCRA
156 Balance general al 31 de diciembre de 1999
BCRA
Balance general al 31 de diciembre de 1999 157
BCRA
BCRA
ANEXO II.
PRINCIPALES DISCURSOS DEL
PRESIDENTE DEL BCRA
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 161
Conferencia del BID:
“Nuevas iniciativas para abordar la turbulencia financiera internacional”
Reuniones anuales del BID
14 de marzo de 1999
Ante todo quisiera agradecer al Jefe del Departamento de Economía del Banco
Interamericano de Desarrollo por invitarme a comentar sobre un tema en extremo
importante como es: “nuevas iniciativas para abordar la turbulencia financiera
internacional” en compañía de tan distinguido panel. Quisiera felicitar a Ricardo
Haussman y sus co-autores por tan interesante trabajo sobre disposiciones cambiarias. Este
trabajo establece muy claramente la actual gama de perspectivas sobre manejo del tipo de
cambio y da uno de los mejores informes, respaldado por evidencia, mas que por mera
teoría, de los costos y beneficios de tipos de cambio fijos y flotantes. Considero que este
trabajo puede marcar un hito en el debate actual. El debate de esta mañana y el trabajo de
Ricardo y sus colegas nos han ayudado a presentar las alternativas para desarrollar una
nueva arquitectura financiera en contexto.
En mi breve presentación expondré a grandes rasgos estas alternativas y argumentaré
que el mundo no puede eludirlas. Para poder abordar un asunto tan importante y
complejo como es la nueva arquitectura financiera, en forma breve, concentraré mi
presentación en pocos temas. Por lo tanto, es conveniente para no dejar de lado asuntos
importantes comenzar estableciendo los temas sobre los cuales creemos que hay consenso
general. De esta forma, ahorraré tiempo al no tratarlos específicamente. Tres temas
importantes son: a) controles de capital, b) política económica interna y c) la fuerza del
sistema financiero.
Acerca de controles de capital....
Mi primer supuesto es que los movimientos internacionales de capital son
beneficiosos y que deseamos mantener abierta la cuenta de capital. Claramente, sin este
supuesto, a los países les costaría muy poco cerrar sus cuentas de capital, y así los temas de
arquitectura financiera internacional no serian particularmente importantes. Sin embargo,
creo firmemente, y la experiencia de Argentina lo demuestra con claridad, que el capital
internacional puede ser una fuerza positiva en extremo importante, no solo porque provee
financiación sino también por los otros elementos con que contribuye. Estos incluyen
conocimientos técnicos, sistemas administrativos y capacidades, y por último pero no
menos importante, la función de monitoreo que permite poner freno a los intereses
internos creados. Al mismo tiempo, el flujo de capital global internacional también trae
riesgos aparejados. El aumento de flujo en países emergentes ha provocado grandes
reservas de pasivos financieros extranjeros en esos países. El riesgo, el cual claramente
depende de la naturaleza y vencimiento de cada tipo de inversión, es que inversionistas
extranjeros y locales quieren retirar su capital. Esto no debería pensarse como una
reversión de flujos, sino como una salida rápida de una gran reserva. Todo país sujeto a
una retirada repentina de gran parte de sus pasivos financieros sufrirá una crisis, cualquiera
sean sus fundamentals. Por lo tanto, es absolutamente esencial asegurarse que no hay razón
alguna para que esto ocurra.
BCRA
162 Principales discursos del Presidente del BCRA
Acerca de la política económica interna....
E1 segundo supuesto es con respecto al rol de las políticas económicas internas. Es
evidente que cualquiera sea el diseño de la llamada “arquitectura internacional”, es vital que
las autoridades nacionales hagan su trabajo, y mantengan buenos fundamentals y se aseguren
que las políticas macroeconómicas sean consistentes, especialmente las fiscales, monetarias y
cambiarias No hay substitutos para una buena política económica. Si esto se aplica a las
naciones industrializadas, aún más, a los mercados emergentes. Dada la falta de profundidad
de los mercados financieros en países emergentes y la falta de una genuina base de inversor
genuina comparadas con los países industrializados calificados como de “super-investment”,
una política económica pobre es probable que sea castigada aún más rápido por mercados
en el contexto de un país emergente exacerbando los fundamentals débiles.
Acerca del fortalecimiento del sistema financiero....
Por último pero no menos importante, supondré ahora que todos creemos que un
sistema financiero fuerte es una necesidad absoluta para un país emergente. Efectivamente,
dada la creciente volatilidad en el mundo emergente, considero que las reglas de capital
introducidas por el convenio de Basilea, desarrolladas en países industrializados, deberían ser
testeadas y modificadas en consecuencia. Además, espero que todos acordemos que las
recomendaciones del excelente informe del G22 acerca del Fortalecimiento de los Sistemas
Financieros brinde un buen anteproyecto para los temas a tratar En particular, aparte de la
implementación de las reglas de estilo estandar del convenio de Basilea, este informe pone
el acento en la importancia de la liquidez para países emergentes, el cual consideramos un
tema crucial dado que los países emergentes, por definición, no siempre pueden acceder a
capital internacional.
Espero también poder acordar que las otras inquietudes del grupo de trabajo G22 sobre
Transparencia y métodos apropiados para Resolución de Crisis son también componentes
vitales para el fortalecimiento de economías de países emergentes, estándares contables y otra
infraestructura “del sector financiero”. Mi opinión en particular es que la transparencia y los
temas relacionados con buenos estándares contables y la divulgación, tanto para el sector
público como privado, son componentes muy importantes de un sistema financiero sólido
y seguro.
El centro de nuestra presentación: las opciones para pequeñas economías
abiertas....
Habiendo mencionado nuestros supuestos, permítanme pasar a los puntos principales.
Sucesos recientes han demostrado que excelentes fundamentals y una Política de
Liquidez muy fuerte, no son suficientes. Por ejemplo, Argentina cuenta con ambos y aún así
ha sufrido en forma significativa como resultado de la crisis financiera internacional. A pesar
de que los mercados ahora han discriminado en un grado significativo y, por ejemplo,
Argentina ha recobrado acceso al crédito internacional, el crecimiento se ha visto
considerablemente afectado sólo porque Argentina está catalogada como “mercado
emergente”. No estoy sugiriendo que los mercados sean irracionales. Por el contrario, si yo
creo que otros inversores van a apartarse de un mercado catalogado como “emergente”, a
pesar de excelentes fundamentals entonces seria perfectamente racional que yo lo hiciese
también. Este comportamiento puede no ser discriminatorio pero es ciertamente racional.
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 163
Creemos que las alternativas reales que enfrentan las pequeñas economías abiertas son
bastante limitadas si desean mantener su cuenta de capital abierta. En particular vemos dos
alternativas principales. La primera sería trabajar con la comunidad financiera internacional
para crear un prestamista de última instancia internacional creíble; la segunda, considerar
unirse a áreas monetarias.
Esta opción puede parecer extrema pero es a menudo muy útil estudiar casos extremos
porque hacen que las opciones sean más claras. Esto no significa que el mundo sea siempre
negro o blanco, pero por lo menos el verdadero menú de opciones se vuelve más evidente.
La naturaleza de la política monetaria y el rol del dinero fiduciario....
Permítanme dedicarle un minuto al rol del dinero para explicar más claramente las
opciones limitadas disponibles. Para tener una política monetaria independiente, se necesita
dinero fiduciario independiente. No importa cuánto afecto le tengamos a la institución, el
hecho es que, solo recientemente (quizás en los últimos 30 años) el mundo ha decidido que
cada país debería desarrollar su propio dinero fiduciario. En siglos pasados, el oro u otros
metales valiosos servían como moneda, ya sea directa o indirectamente, y esta era,
esencialmente la idea que también sostenía Bretton Woods. El consabido problema es que el
dinero fiduciario, en manos de políticos y “policy makers”, crea un incentivo demasiado
grande para el mal uso. Permítanme recordarles lo que dijo David Ricardo en 1817 ( de los
“Principios de Economía Política e Imposición”),
“No hay nada más importante que quedar plenamente impresionado con los efectos que
surgen del principio de limitación de cantidad. No es necesario que el papel deba ser pagable en
efectivo (es decir, oro o plata) para preservar su valor; solo es necesario que su cantidad sea
regulada. Sin embargo, la experiencia demuestra que ni el Estado ni un banco han tenido alguna
vez el poder irrestricto de emitir papel moneda sin abusar de ese poder. En todos los casos la
emisión de papel moneda debería estar bajo supervisión y control; y nada parece más apropiado
para ese propósito como el de sujetar a los emisores de papel moneda a la obligación de pagar sus
billetes tanto en oro o en lingotes”
Sin embargo, algunos países ( de hecho, hay muy pocos) han desarrollado fuertes
instituciones con el objeto de controlar estos incentivos para reducir la calidad y el valor de
su moneda y así han creado dineros fiduciarios muy efectivos. Debo felicitar al siguiente
panelista por ser parte del proceso de creación de una de las monedas más fuertes del mundo
actual.
Tipos de cambio flotantes y el prestamista de última instancia....
Sin embargo, si sostenemos esta reciente postura de que cada país debería tener su
propio dinero fiduciario, entonces para que las monedas adquieran la necesaria credibilidad
para detener la fuga al primer signo de peligro, realmente necesitamos un prestamista de
última instancia internacional efectivo. Sin tal institución independiente que ponga un sello
de aprobación a las políticas macroeconómicas y que respalde esto con recursos apropiados,
me atrevo a predecir que en el futuro veremos muy poco dinero fiduciario verdaderamente
exitoso y los países que buscan mantener su propio dinero fiduciario sin las fuertes
instituciones necesarias, se encontraran con problemas tarde o temprano. No obstante, dado
el problema de controlar el peligro moral que podría surgir de la existencia de ese prestamista
BCRA
164 Principales discursos del Presidente del BCRA
de última instancia, muchos han objetado dicha política. Pienso que muchas de estas
objeciones pueden ser exageradas y usando la imaginación, podría haber formas de construir
un prestamista de última instancia internacional significativo. La reciente iniciativa del
Presidente Clinton y la propuesta del FMI establecen una Línea de Crédito Contingente, y
el apoyo de Stanley Fisher a algún rol del FMI como prestamista de ultima instancia, me
lleva a ser moderadamente optimista con respecto al avance en esa dirección. Si este fuera el
caso, es decir si hay LOLR efectivo (lender of last resort) - prestamista de ultima instancia
internacional - con condicionalidad ex ante, mas que atenerse a líneas de crédito ex post para
ayudar en la resolución de crisis, entonces podemos ser optimistas que aun los pequeños
países pueden aspirar a tener su propio dinero fiduciario, es decir un tipo de cambio flotante
vis a vis con todas las monedas del mundo, junto con una cuenta de capital abierta.
Ciertamente no es tarea fácil, pero tampoco deberíamos exagerar las dificultades.
Uniones monetarias...
La segunda alternativa es un giro de 180 grados de esta muy reciente visión que cada
país debería mantener su propia moneda. Como dijo John Stuart Mill (en sus Principios de
Economía Política) en 1894, es decir solo 70 años después de David Ricardo,
“... todavía existe mucho de barbarismo en las transacciones de las naciones más civilizadas,
ya que casi todos los países independientes eligen afirmar su nacionalidad teniendo, para su
propia inconveniencia y la de sus vecinos, cada uno su propia moneda característica.”
¿Por qué sostener ese mundo bárbaro? Después de todo, el crecimiento del comercio en
bienes y capital que caracterizó el período patrón-oro, y el crecimiento del comercio en
bienes era tan grande en el período de Bretton Woods como lo es hoy. No estoy proponiendo
un movimiento hacia sólo una moneda, básicamente porque pienso que es demasiado
pronto para tal idea, pero no me sorprendería que en los próximos diez o veinte años veamos
una reducción significativa en el numero de monedas. Esto puede tomar algún tiempo, ya
que observo una confusión, que cada país se siente obligado a producir servicios de dinero
sin pensar si esto tiene o no una ventaja competitiva. Aceptamos la idea que quizás no a
todos los países les interese producir automóviles o aparatos de TV y que seria más
conveniente importar estos bienes de productores mas eficientes. ¿Por qué no deberíamos
importar dinero del productor más eficiente? ¿Por qué no deberíamos aplicar la misma lógica
con el dinero?
Algunos de los costos de las Uniones monetarias...
Uno de los temas que complica el debate es la cuestión de la soberanía, y el concepto
que el dinero es una expresión de la misma. Sin embargo, creo que la soberanía consiste en
usar tan efectivamente como sea posible los instrumentos de política que un país tiene para
alcanzar sus objetivos nacionales. No teniendo su propia moneda, y por lo tanto no
teniendo la posibilidad de usar una política monetaria como instrumento anticíclico, es
entonces solo una pérdida de soberanía si se piensa que la política monetaria podría actuar
anticíclicamente.
Un reciente trabajo de Hausmann et al. muestra que esta conclusión es válida para
Latinoamérica. La experiencia argentina ha demostrado que la política monetaria es más pro
que anticiclica. Aún si reconocemos que los costos pueden ser más importantes para algunos
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 165
países que han tenido más habilidad para desarrollar suficiente credibilidad en su propia
moneda, no queda claro que estos costos prevalezcan sobre los beneficios que resultan de
tener una política monetaria creíble.
La experiencia argentina....
En mi opinión, si un país emergente adoptase una reserva de divisas altamente creíble
como su propia unidad de cuenta y vehículo de transacción, entonces pienso que tendría un
impacto enorme en el país involucrado. En este punto es útil referirse específicamente al caso
de Argentina durante el así llamado periodo de Convertibilidad, es decir, desde el comienzo
de la política de caja de conversión en 1991. Esta política fijo la moneda argentina al dólar
por Ley y la política fue apoyada por un sistema de caja de conversión, lo cual implica que
la política monetaria está completamente subordinada al objetivo cambiario. En efecto,
hemos importado la política monetaria mayorista de los Estados Unidos. Nuestra
experiencia ha sido que este sistema ha beneficiado a Argentina en gran escala. Aunque
queda claro que Argentina y los Estados Unidos no forman un área monetaria óptima y que
los grandes shocks asimétricos han afectado a este país desde distintos puntos, y a pesar de
una recesión del 4% en 1995, Argentina ha crecido a una tasa anual promedio del 6,1% en
los últimos ocho años. Además esta política tiene mucho más apoyo político hoy en día que
cuando fue introducida en marzo de 1991. Esto se debe a que la política ha generado
estabilidad financiera y baja inflación y ha creado un medio propicio para la inversión
rentable y, por lo tanto, para el crecimiento. En mi opinión, para un país como Argentina,
es mucho más importante crear tal medio que cualquier afinación que uno podría hacer a
través de una política monetaria anticiclica. Efectivamente, por mucho tiempo he
sospechado (y los resultados de Hausmann et al. presentados anteriormente, hoy confirman
dicha sospecha) que la política monetaria ha sido en gran medida pro mas que contra cíclica
en la región. Sin embargo, uno se puede preguntar: Si la convertibilidad ha sido tan exitosa,
¿por qué no querríamos dar un paso hacia una unión monetaria total? La respuesta es que,
a pesar de que Argentina se ha beneficiado con la convertibilidad, se ve claramente en los
spreads de mercado que el régimen no ha ganado total credibilidad. Quizás, como el sistema
fue implementado unilateralmente existe todavía la duda de que éste pudiera también
cambiar de la misma manera. En contraste, una unión monetaria u otro tipo de acuerdo
monetario internacional, obviamente incluyendo a la unión monetaria total representada
por un acuerdo como es el EMU, son más difíciles de cambiar unilateralmente. Entrar en
tal acuerdo podría significar eliminar el riesgo de devaluación “de un plumazo”. En nuestra
experiencia esto reduciría considerablemente el riesgo de default. Nuestro análisis es que el
riesgo monetario y de default están altamente correlacionados, lo cual es lógico. Es imposible
pensar en una devaluación en Argentina, pero si alguien considerara que existiese la
posibilidad, también podría presumiblemente pensar que una devaluación, dada la
estructura de pasivos tanto en el sector gubernamental como financiero, incrementarían en
gran medida la probabilidad de default. Por eso, una reducción en el riesgo de devaluación
percibido a nuestro modo de ver, también reduciría significativamente las probabilidades de
default. La ganancia de una unión monetaria sobre la Convertibilidad para Argentina
consistiría entonces en una brusca caída en el riesgo-país percibido con la correspondiente
baja en las tasas de interés. Aceptamos que la política monetaria puede diferir de otros
campos de la política económica, ya que este es un campo donde, sí importa la historia. Esto
es debido a que la política monetaria depende de las expectativas y éstas, a su vez, dependen
de la experiencia. Sin embargo, considero que la experiencia argentina con el sistema de caja
de conversión también podría ser útil para otros países que están considerando cómo tratar
BCRA
166 Principales discursos del Presidente del BCRA
con una movilidad de capital tan enorme. Nuestra experiencia nos demuestra que el hecho
de que dos o más países no formen actualmente un Área Monetaria Optima, no significa que
no pueda ser ventajoso el fijar tipos de cambios irreversiblemente. Primero, creemos
firmemente que hay una significativa cuota de endogeneidad en muchas de las condiciones
del Área Monetaria Optima, y hemos visto como Argentina ha podido enfrentar grandes
shocks, tanto reales como financieros, sin tener un impacto significativo sobre la tasa de
crecimiento. Segundo, el beneficio de eliminar el riesgo de devaluación puede por demás,
compensar todos los otros costos. En efecto, podría argumentarse que un país emergente que
ha eliminado el riesgo cambiario, puede tener más flexibilidad para responder a un shock
adverso que aquel que pretende mantener una política monetaria independiente.
Conclusiones...
Permítanme concluir estos breves comentarios dando una visión realista del futuro.
Supongan que no vemos un real progreso en establecer un prestamista de última instancia
internacional (y muchos ven los problemas como insuperables). Entonces veo países
enfrentando una difícil elección, a saber, deben tanto unirse a una unión monetaria o
introducir controles sobre los flujos de capital. Los países que están en posición de acoplarse
a una unión monetaria, probablemente lo encuentren económicamente beneficioso, y si la
política no se interpone, entonces el futuro puede incluir muy pocas monedas en el mundo.
Sin embargo, los países que no pueden acoplarse a una unión monetaria pueden encontrar
que es demasiado peligroso mantener la cuenta de capital. Como he recalcado, aún con los
mejores fundamentals en el mundo, los mercados pueden perfectamente iniciar en forma
racional una fuga de capitales enorme, la cual aun si dura sólo un periodo limitado hasta que
los mercados se diferencien “correctamente”, puede ser muy costoso. El precio de mantener
la cuenta de capital abierta en esos países puede ser demasiado alto y, tarde o temprano,
muchos pueden decidir cerrarse significativamente al capital extranjero. Pienso que
debemos, lo antes posible, enfrentar la incomoda realidad de la volatilidad, el efecto contagio
y la marcada oscilación en los movimientos de capital, y no huir de algunas decisiones muy
difíciles que debemos tomar. Se está logrando un marcado progreso, pero si deseamos que el
mundo tenga una economía verdaderamente global y que coseche los beneficios del
comercio global, tanto en capital como en bienes, necesitamos avanzar realmente en el tema
crítico de fortalecer las instituciones financieras y de establecer un prestamista de última
instancia efectivo. Damas y caballeros, muchas gracias por su tiempo y paciencia.
Ver Lanteri, L. (1998) Contribución de la productividad total de los factores al crecimiento del producto, en la Argentina y en
los países recientemente industrializados del este de Asia: Podría pensarse como un milagro del crecimiento económico argentino?”
Publicación dcl BCRA N° 6 sep. 1998.
Powell, A. (1999 ) “Sobre Requisitos de Liquidez, Controles de Capital y Gestión de Riesgo “ mineo BCRA. Preparado para la
Conferencia del Banco Mundial / FMI / OCDE sobro Flujos de Capital abril 15 /16 Washington DC
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 167
Profundización de la convertibilidad: Dolarización de jure
Reunión de Presidentes de Bancos Centrales del Continente Americano
Santiago de Chile, 11 y 12 de mayo de 1999
1. Introducción
En este trabajo nos proponemos analizar algunos de los problemas de la economía
argentina, en particular aquellos que tienen que ve con su moneda. Sostendremos la tesis de
que, pese a los enormes éxitos de la convertibilidad, tanto en los resultados económicos
inmediatos como de los profundos cambios culturales que ha introducido, subsisten algunos
problemas que podrían ser corregidos mediante la profundización del esquema de
convertibilidad vía la dolarización de jure de la economía argentina, en el marco de un
acuerdo bilateral con Estados Unidos que asegure un tratamiento del señoreaje de la creación
de dinero fiscalmente neutro para ambos países, y una línea de crédito contingente por un
monto equivalente al valor presente del señoreaje.
2. Beneficios de la Convertibilidad
La experiencia de la Convertibilidad ha sido una de las más exitosas de la historia
económica contemporánea. Distintos indicadores macroeconómicos dan muestra de ello,
pero sólo mencionaremos tres: la tasa de cambio se ha mantenido constante en un peso igual
a un dólar desde marzo 1991, la inflación durante los últimos tres años ha sido 0.3% anual
un séptimo de la inflación norteamericana; mientras que la tasa de crecimiento anual del
producto ha sido 6% , contra un crecimiento de 3.8% en los Estados Unidos.
Sin embargo, vale la pena destacar que la convertibilidad ha sido exitosa no sólo en
términos de los valores alcanzados de las principales variables económicas, sino también por
haber posibilitado la creación de nuevas instituciones que permiten asegurar el crecimiento
sostenido de la economía argentina en el futuro, sobre la base de un mayor y mejor
aprovechamiento de sus recursos naturales y de su fuerza laboral.
Entre las instituciones más importantes que se han desarrollado, podemos mencionar:
(a)
(b)
(c)
la creación de una nueva cultura fiscal;
la creación de una cultura de la productividad; y
una flexibilidad de precios tal que permite prescindir del tipo de cambio como
herramienta de ajuste a los shocks externos.
a. Cultura fiscal
Hasta la década de los noventa el debate económico en Argentina no tomaba en cuenta
la restricción presupuestaria. Esa restricción, tan presente en la economía familiar, parecía no
operar a nivel de la economía nacional y la discusión política suponía que todo nivel de gasto
era financiable, ya sea con recursos fiscales o con los provenientes de la emisión monetaria.
En el debate político actual es inconcebible plantear un aumento del gasto público sin
especificar exactamente como se ha de financiar. El resultado de esta nueva cultura
BCRA
168 Principales discursos del Presidente del BCRA
presupuestaria ha sido un déficit fiscal que se ha reducido sistemáticamente y que está
totalmente bajo control, en ordenes de magnitud del 1% del PIB. (Nótese que esta cifra
incluye el impacto proveniente dc la reforma de la previsión social, que es de similar orden
de magnitud).
b. Cultura de la productividad
Tan importante como el desarrollo de una nueva cultura fiscal es el desarrollo de una
cultura de la productividad por parte de las empresas. La estabilidad de precios,
conjuntamente con la apertura de la economía al comercio internacional de bienes y
capitales, son probablemente los instrumentos más poderoso que puede utilizar una
economía para promover la productividad. No sólo porque las señales de precios dejan de
estar distorsionadas por la incertidumbre sobre la inflación o sobre los valores de aranceles y
retenciones, sino porque el abandono del tipo de cambio como herramienta de ajuste
implicó dejar en el pasado la Argentina inflacionaria en la que las devaluaciones eran
promovidas por quienes tenían deuda en pesos: el estado y las empresas. Este mecanismo les
permitía licuar esas deudas. Este mecanismo les permitía a costa de los ahorros de los
consumidores. No es llamativo pues que este sistema imperante destruyera el sistema
financiero, pasando los depósitos de representar cerca del 40% del PIB en los años 50’s a sólo
el 5% del PIB en 1991.
Eliminar la posibilidad de la devaluación hace que las empresas deban destinar
prioritariamente sus recursos a incrementar su productividad para ser competitivas, no sólo
frente a otras empresas nacionales sino también frente a la competencia internacional. El
cambio hacia una cultura empresaria en la que la preocupación central es la productividad
ha sido uno de los grandes logros de la convertibilidad, un cambio cultural que permite
asegurar el crecimiento sostenido de la economía y el mantenimiento de la paridad cambiaria
con un país como los Estados Unidos, que tienen un alto crecimiento de la productividad
c. Ausencia de política monetaria propia
Otro hecho destacado de este período es la ausencia de una política monetaria propia;
hemos adoptado la de los Estados Unidos, y hemos tenido un éxito considerable en lograr
la estabilidad de precios y el crecimiento sostenido del producto bruto. Para quienes
argumentan que, en función de la teoría de las Áreas Monetarias Optimas (AMO),
Argentina no cumple con las condiciones necesarias para integrar una AMO con Estados
Unidos, la realidad debería servirles de suficiente evidencia e imponerse. Llevamos ocho años
sin política monetaria, y no ha sido este un periodo en el que no hayan existido shocks reales
o financieros que hayan permitido testear la posibilidad de operar sin una política monetaria
propia. Por el contrario, han ocurrido shocks muy severos que no han tenido un impacto
significativo sobre la economía argentina. Durante estos años hemos estado sujetos a fuertes
shocks reales, tales como cambios en los términos de intercambio, en los precios de nuestra
moneda vis a vis la de algunos de nuestros principales socios comerciales (Brasil, Europa,
Asia), en el nivel de actividad de Brasil (que de recesión ha pasado a expansión y vuelta a
recesión), para citar sólo los más importantes; así como a shocks financieros como los
provenientes de la devaluación mexicana (diciembre 1994), la devaluación de Tailandia
(julio 1997), el ataque especulativo sobre Hong Kong y la devaluación Coreana (octubre
1997), la devaluación y default ruso (agosto 1998) y la devaluación brasilera (enero 1999).
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 169
Los shocks reales, contrariamente a lo que postularía la teoría de Áreas Monetarias
Optimas, no han tenido mayor impacto sobre la tasa de crecimiento argentina; algunos de
los shocks financieros, en particular el mexicano y el ruso si han afectado la tasa de
crecimiento.
3. Algunos problemas de la Convertibilidad
Reconocidos los méritos de la convertibilidad, analizaremos ahora los problemas que
aún presenta. Debemos reconocer que no todos los problemas que enfrenta la economía
argentina están originados en el régimen de convertibilidad, sino que hay otras áreas en las
que continuar con los avances realizados puede contribuir a atenuar la vulnerabilidad externa
de la economía argentina. Nos referimos, en particular, a los esfuerzos realizados por
consolidar la cultura fiscal en una ley de convertibilidad fiscal, la mejora en la legislación
laboral promovida por el Poder Ejecutivo, una mayor apertura externa y la profundización
de las reformas de segunda generación.
La Dolarización de facto
Argentina posee hoy una moneda muy particular, pues de las tres funciones básicas de
una moneda: medio de cambio, unidad de cuenta, y reserva de valor, la moneda argentina
cumple con las dos primeras, pero no es una reserva de valor en el largo plazo. Esto se
comprueba analizando los contratos a mediano y largo plazo que -en su mayoría- están
denominados en dólares. Esto es así aún pese a su pleno respaldo en la moneda americana.
De ello nos vemos forzados a concluir que no existe una confianza plena en que este esquema
se mantendrá en el tiempo, y que por ello no puede ser en el largo plazo una reserva de valor.
Esto de ninguna manera significa que se haya fracasado en proveer una moneda estable con
la cual efectuar transacciones (recordemos que la inflación en Argentina para los últimos tres
años es un séptimo de la de los Estados Unidos), sino que no hay plena confianza en el
mantenimiento del régimen de convertibilidad, debido fundamentalmente a la pobre
historia monetaria argentina.
Esta ausencia de moneda (como unidad de reserva) en el largo plazo, fenómeno común
a la totalidad de los países emergentes, es la que da lugar al problema de los dos descalces,
que tiene consecuencias financieras muy negativas. Dado que no existe credibilidad en la
moneda nacional en el largo plazo, las empresas y el gobierno enfrentan la disyuntiva de
financiar sus proyectos de inversión en moneda local, pero a corto plazo, o hacerlo a largo
plazo en moneda extranjera. En consecuencia, o asumen el riesgo de descalce de plazo
(deuda de corto plazo en moneda nacional financiando proyectos de inversión de largo
plazo), o bien el riesgo de moneda (deuda de largo plazo, pero en moneda extranjera, y por
lo tanto sujeta al riesgo de cambio). La ausencia de una moneda nacional que juegue el rol
de reserva de valor en el largo plazo lleva necesariamente a estos problemas
Este elevado grado de dolarización de facto introduce un elemento de riesgo sustancial
en la medida que se generen expectativas de cambio en el régimen de convertibilidad, lo que
introduce una vulnerabilidad que determina que la tasa de interés interna no converja hacia
la internacional, manteniendo un diferencial exageradamente alto, no acorde al resto de las
variables macroeconómicas, y que es sumamente variable en función de las distintas crisis
financieras.
BCRA
170 Principales discursos del Presidente del BCRA
4. Las alternativas
Si coincidimos con el diagnóstico, Argentina enfrenta dos alternativas:
a. continuar con la convertibilidad; o
b. profundizar la convertibilidad, vía la dolarización de jure.
Obviamente, existe una tercer alternativa: abandonar la convertibilidad y dejar que el
tipo de cambio se fije libremente en el mercado, y por lo tanto volver a tener una política
monetaria propia. Creemos que nadie propicia esta alternativa en este momento, por estar
demasiado reciente el pasado hiperinflacionario.
Analicemos los costos y beneficios de la primera alternativa, esto es de mantener el
actual régimen de convertibilidad. A medida que la nueva historia reemplace a la historia
vieja es de esperar que aumente la credibilidad en el esquema de convertibilidad y por lo
tanto, que se produzca la convergencia de tasas de interés. Sin embargo, esto va a llevar un
tiempo y durante ese tiempo la tasa de interés será no sólo más alta, sino también más volátil
que la internacional. Por lo tanto el costo de mantener el esquema de convertibilidad es tener
una tasa de interés interna más alta y más volátil, con su consecuente efecto sobre el costo
fiscal de la deuda publica, y su efecto sobre la inversión privada. Ambos efectos redundarán
en una disminución de la tasa de crecimiento de la economía, del nivel de empleo y del
salario real.
Esos son los costos de mantener la convertibilidad. Pueden ser mayores o menores
dependiendo de cuán rápido se implementen las reformas pendientes; de cual es el contexto
financiero internacional; y de cuál es la tasa de descuento que aplicamos a estos costos.
La pregunta es si los beneficios de no profundizar la convertibilidad justifican estos
costos. ¿Cuáles son los beneficios que obtendríamos de persistir en esta política? El mayor
beneficio seria consolidar una moneda propia, lo que significa la posibilidad de poder hacer
política monetaria, a partir de abandonar la convertibilidad. O sea que el beneficio de
mantener la convertibilidad a ultranza es poder, en el futuro, abandonar la convertibilidad!.
Vaya paradoja!.
No creemos que para un país pequeño, altamente integrado al mercado de capitales,
con una economía bimonetaria el beneficio de tener una política monetaria independiente
sea tan importante como para compensar los costos que se deben pagar para obtenerlo.
En resumen, mantener la convertibilidad es equivalente a comprar una opción sobre
una política monetaria independiente. El precio de la opción son los costos derivados de
mayores tasas de interés, y mas volátiles, durante el periodo de convergencia; el beneficio,
obtener la política monetaria independiente. No nos parece una inversión aconsejable.
5. Dolarización de jure
La alternativa es la dolarización de jure de la economía, y decimos de jure, porque, como
hemos visto, existe de facto un elevado nivel de dolarización de la economía.
Dolarización es un concepto que, como globalización, quiere decir distintas cosas para
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 171
distintas personas, pues no tiene una definición precisa. En este trabajo, supondremos una
dolarización bajo las siguientes condiciones:
(1)
(2)
(3)
(4)
Argentina le da curso legal al dólar estadounidense;
se suscribe un acuerdo bilateral con los Estados Unidos;
el acuerdo sobre señoreaje no tiene incidencia fiscal sobre ninguno de los dos
países;
a partir de utilizar el flujo de señoreaje como colateral, Argentina obtiene una
línea de crédito contingente por un monto equivalente al valor presente del
flujo de señoreaje (una cifra del orden de los $ 15.000 millones).
Esta dolarización tiene varias características que deben destacarse. En primer lugar, se
trata de un acuerdo bilateral con los Estados Unidos, el que si bien se puede denunciar, es
más difícil de modificar que el régimen de convertibilidad, que es una decisión de política
unilateral. El hecho de que se adopte el dólar en el contexto de un tratado internacional
elimina el riesgo cambiario, por definición al eliminar la moneda nacional. La eliminación
de este riesgo tendrá un impacto significativo sobre el riesgo de default de Argentina, ya que
se elimina el descalce de moneda, y por otra parte, la utilización de una moneda de reserva
permite eliminar también el descalce de plazo, pues se generará un mercado genuino de
crédito a largo plazo.
La caída en la tasa de interés, y en su volatilidad tiene varios impactos:
(1)
(2)
(3)
impacto directo sobre la deuda pública. La deuda pública argentina asciende al
33% del PIB, por lo que una reducción de 3% en la tasa de interés a la que se
endeuda el gobierno daría lugar a un beneficio fiscal del orden del 1% del PIB;
la menor tasa de interés tendría un impacto significativo sobre los niveles de
inversión, y por ende de ganancia de productividad, salario real y crecimiento; y
un sistema financiero substancialmente más grande y con mayor crédito. Esto
en función de que la menor volatilidad de tasas de interés podría estar acompañada de un menor requisito de capital y, por otra parte, la existencia de una
línea de crédito contingente de $ 15.000 millones (20% de los depósitos)
permitiría reducir los requisitos de liquidez que hoy debe soportar el sistema
financiero argentino.
6. Conclusión
De lo expuesto se deduce que Argentina tiene mucho por ganar reconociendo la
dolarización de facto existente en la economía argentina vía una dolarización de jure.
Repensando el Sistema Monetario Internacional
BCRA
172 Principales discursos del Presidente del BCRA
Conferencia de la Reserva Federal del Banco de Boston
7 al 9 de junio de 1999
Cape Cod
Introducción
Ante todo permítanme agradecer a los organizadores de esta conferencia, no sólo por
permitirme participar de este excelente evento, sino también por darme la última palabra. Es
ciertamente para mi un gran honor, pero también en extremo atemorizante, haber sido
convocado para dar la última presentación en una sesión que fue diseñada como resumen de
una conferencia cuyo título es Repensando el Sistema Monetario Internacional. Es en
especial atemorizante por tan distinguido grupo de conferenciantes y por los excelentes
trabajos que fueron presentados! Y es especialmente un honor para un miembro del Banco
Central de Argentina, que estoy al tanto por muchos de ustedes, debe ser tan lejos como
llegar desde Cape Cod o sus respectivos hogares.
¿Qué anduvo mal?
Comenzare mis comentarios con una premisa obvia. La necesidad de “repensar” el
sistema monetario internacional claramente implica que algo anda mal. A lo largo de esta
conferencia ha estado implícito que, efectivamente, algo no anda bien y, sea lo que sea, ha
sido la causa principal de la serie de crisis financieras que hemos visto comenzar en Tailandia
en julio de 1997, propagándose hacia otros países de Asia, Rusia y finalmente a
Latinoamérica vía Brasil. Sin embargo, hay claramente similitudes entre esta serie de crisis y
aquella que afectó a Méjico en 1994 / 5 y a otros países emergentes.
Entonces la pregunta es ¿qué anduvo mal? El centro de la sesión anterior a esta fue
“policy making” y los intentos de limitar el peligro para otros, siendo el supuesto que haya
muy claros y fundamentales errores de política. Sesiones anteriores estuvieron centradas en
los peligros de flujos de capital, la elección de un régimen cambiario y la necesidad de un
prestamista de última instancia internacional. Entonces la pregunta es, ¿Qué es lo que se
necesita repensar de la actual arquitectura financiera internacional? ¿qué es lo que es
inconsistente y qué causó, o por lo menos no evitó, estas crisis?
¿Tiene la globalización realmente la culpa o es un chivo expiatorio?
Muchos comentaristas políticos han sugerido que la globalización tiene la culpa de las
crisis recientes. De acuerdo con este argumento, nuestro mundo más interconectado puede
haber generado recompensas pero también nuevos riesgos, y, estos últimos, no han sido
contenidos. No obstante, pienso que es útil dar una perspectiva histórica a este tema ya que
no es muy claro el hecho de que estemos ahora en un mundo más “globalizado” de lo que
era en periodos anteriores, en particular al comienzo del siglo. La Perspectiva Económica
Mundial del FMI sugería que la movilidad de capital era más alta en el periodo 1870-1914
(el periodo patrón-oro) que en los noventa como fue medido por un promedio de valores
absolutos de déficit de cuenta corriente de países exportadores e importadores lideres. La
financiación extranjera era más importante para la inversión en ese entonces que hoy en día,
comparando una serie de importantes importadores de capital de ese momento con los de
hoy, y quizás, más sorprendente aún, la cartera de inversión era más importante en ese
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 173
período que actualmente, como porcentaje de la afluencia de capitales totales por parte de
esos importadores.
Por lo tanto, deberíamos buscar otras diferencias entre la arquitectura financiera
internacional y quizás encontremos otros factores que podrían estar detrás de los problemas
actuales. Una diferencia muy importante era la diferencia en los acuerdos monetarios.
Muchos parecen considerar la actual forma de acuerdos monetarios para los países
emergentes como la única serie de acuerdos posibles y se olvidan que existían otros sistemas
en períodos anteriores.
Una invención reciente: el dinero fiduciario
En realidad, nos hemos acostumbrado tanto al uso del dinero fiduciario que a veces no
captamos la idea que éste es una innovación reciente, tan reciente como los automóviles o
aeroplanos y no mucho más vieja que la invención de las computadoras, la TV color o
Internet. Describirle a un niño de 8 años el mundo antes de la invención de la TV es una
tarea difícil, básicamente porque para alguien que da algo por sentado es muy difícil
concebir que pueda haber un curso alternativo de la historia. Este mismo problema existe en
el caso del dinero fiduciario. La mayoría de la gente asume como “natural” el tener al menos
uno por país, y (avanzando un poco más) que este dinero fiduciario deba producirse por un
estado unificado; aun puede considerarse como alta traición el abrigar la idea de entregar el
poder de emitir dinero.
Empleando nuevamente la analogía con la TV; queda claro que cada país quiera usar
los beneficios de esta invención, pero no está tan claro que cada país necesite producir
aparatos de TV y está aún menos claro, que una compañía estatal deba ser creada para
producirlos. La cuestión no es si usar los televisores o no, sino quien puede producirlos al
mejor precio. Hemos visto que como esta idea ha ganado aceptación, el número de
productores en muchas industrias ha bajado y en muchos sectores, sólo unas pocas
compañías tienen la tecnología y capacidades de innovación para mantener su posición en
el mercado. Una creciente concentración, tanto dentro de los países y a nivel internacional,
ha sido el resultado de las economías de escala significativas en Investigación y Desarrollo,
producción, distribución y marketing junto con una actitud más favorable hacia el libre
mercado.
Pasando al caso del dinero, algo similar está ocurriendo aunque, por supuesto, hay
diferencias. La producción de dinero fiduciario primero por parte de bancos privados y luego
por estados nacionales, ha llevado a pensar que este es el modo natural de obtener beneficios
del uso del dinero. Sin embargo, como lo prueba la historia económica reciente, no es en
absoluto necesaria una moneda nacional distintiva para cada país. Por un lado, el hecho que
la producción de dinero genera un beneficio potencialmente tan grande, y que este podría
ser asignado por el estado, ( a través del señoreaje ) a menudo induce a la tentación de hacer
mal uso del poder para imprimir dinero y esto, a su vez, ha llevado a un muy bajo uso de
esta invención. Por otro lado un nuevo problema ha surgido recientemente, ya que el mundo
ha incrementado su apertura a movimientos de capital. Aún para aquellos países que siguen
políticas monetarias razonables, se ha vuelto más difícil competir en la producción de dinero
sin tener que pagar el alto costo de enfrentar shocks externos desestabilizadores.
Una inconsistencia fundamental: Flujos de capital, “monedas emergentes” y
BCRA
174 Principales discursos del Presidente del BCRA
ningún prestamista de última instancia internacional
La posición que quisiera defender aquí es que hay una inconsistencia fundamental en
la existencia simultánea de 1) flujos de capital internacional importantes, 2) una política
monetaria nacional independiente y una falta de confianza en las monedas emergentes y 3)
la ausencia de un prestamista de última instancia internacional significativo. Richard
Cooper, en el interesante y sensato trabajo que preparó para esta conferencia, también nos
alerta de una inconsistencia similar. El cita como inconsistentes a los tipos de cambio
flotantes, a la política monetaria independiente y al libre movimiento de capitales. Pienso
que quizás aquí no habría inconsistencia si tuviésemos un prestamista de ultima instancia
internacional significativo. Pero como no estoy absolutamente seguro y, por lo tanto, aparece
el “quizás” , pienso que estamos esencialmente de acuerdo. Sin embargo, si tengo una forma
levemente distinta de explicar por qué este triangulo de políticas puede ser inconsistente, la
cual deseo elaborar aquí y entonces repasaré cuáles de estos aspectos queríamos “repensar”.
Casi por definición los países emergentes están escasos de capital. Las tasas de
rentabilidad sobre el capital deberían ser mucho más altas que las de sus contrapartes “países
emergidos”. Esta es la fuerza impulsora de los flujos de capital. Como ya he mencionado,
durante el patrón-oro, los movimientos de capital eran aún mayores que hoy y estos flujos
de capital ayudaron a que países como Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Suecia y , por
supuesto, Argentina y otros, experimenten un crecimiento tremendo en este periodo. En
efecto, el sistema cambiario fijo asistió a países como Canadá y Nueva Zelanda en la
financiaci6n de 1/3 de su inversión domestica y 1/4 de la inversión en Australia y Suecia.
En contraste, durante los noventa, la inversión extranjera financió cerca del 10% de un
promedio de la inversión de un importador de capital de un país emergente. En mi opinión
esto está relacionado al hecho que, casi por definición, los países emergentes no tienen
monedas internacionalmente aceptadas. Efectivamente, la mayoría de los inversores se
refieren a las monedas de países emergentes con grandes sospechas.
Riesgo cambiario o riesgo de liquidez: la elección del Diablo.
Esto implica que cuando los inversores internacionales y los prestatarios de países
emergentes se comprometen por contrato, enfrentan una elección. Por un lado, ellos pueden
elegir comprometerse en su moneda domestica, en cuyo caso los contratos serian a corto
plazo. Por otro lado, los países emergentes pueden comprometerse en una moneda de su
confianza (por lo general, el dólar estadounidense) con vencimientos más largos. Esto
introduce un doble descalce.
Esto quiere decir que los flujos de capital implican altos riesgos de liquidez (contratos
monetarios domésticos a corto plazo que deben recurrir al roll-over frecuentemente) o, como
en el segundo caso, riesgos cambiarios o más probablemente ambos (ya que aún en la
financiación en dólares generalmente necesitaran del roll-over para enfrentar los
vencimientos de proyectos de inversión). Esto significa que las instituciones de países
emergentes, tanto públicas y privadas enfrentaran riesgos de liquidez o riesgos cambiarios o,
más probablemente, ambos. Me temo que esto es un hecho y la evidencia es clara.
Virtualmente no existe ningún país emergente que pueda financiar su sector público o
privado en contratos a largo plazo en moneda nacional. Hemos visto claramente el problema
del riesgo de liquidez en el caso de la crisis brasilera y el de riesgo cambiario y de liquidez en
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 175
el caso de Corea.
Ahora, durante los buenos tiempos, quizás estos descalces importen menos (aunque
pondría el acento en “quizás”). Los prestatarios de países emergentes e inversores privados
ven un futuro prometedor y por lo tanto, a pesar de los descalces de liquidez y cambiarios
que están presentes, están dispuestos a financiar proyectos a más largo plazo asumiendo que
ellos y otros inversores estarán dispuestos a hacer un roll-over cuando llegue el momento. En
efecto, siempre y cuando todos los inversores hagan un roll-over de sus inversiones
monetarias internas a corto plazo, no hay razón para que los inversores se inquieten y no hay
necesidad para que el país altere su política cambiaria, entonces los descalces de moneda
pueden importar menos también.
Sin embargo, es también posible que tales descalces tengan efectos aún en los buenos
tiempos y que limiten el alcance de los flujos de capital. Sabemos que tales flujos de capital
son limitados ya que todavía, las tasas de rentabilidad sobre el capital en los países
emergentes y emergidos no están equiparadas y los inversores “emergidos” tienen un
persistente sesgo doméstico. Los flujos de capital, en un primer mejor mundo, podrían ser
mucho mayores de lo que en realidad son y es claro que las economías emergentes podrían
estar creciendo más rápido y en forma más estable de lo que están, si los flujos de capital
fueran mayores y más estables.
Todavía, aún el nivel restringido de flujos de capital de hoy, es lo suficientemente
marcado para que un gran nivel de liquidez y /o descalce de moneda sea desarrollado. Ahora
supongan que las cosas empiecen a ir mal. Esto podría deberse a cualquier causa. Podría ser
porque hubo un shock exógeno para exportar precios o podría deberse a un shock interno /
endógeno, quizás un sector bancario pobremente dirigido finalmente conduce a un serio
problema en el sector financiero, o quizás elecciones venideras presionen a un gobierno en
ejercicio a gastar demasiado incrementando así el déficit fiscal.
En todo caso, las agencias calificadoras y analistas empiezan entonces a concentrarse en
los descalces. Dicen que el país X tiene grandes pasivos pendientes en dólares
estadounidenses y dicen que el país X debe hacer un roll-over de $ Y bn de deuda en los seis
meses subsiguientes. ¿Qué hacen los inversores privados? Quizás algunos demanden spreads
de riesgo más altos, quizás algunos se retiren. Esto significa que cualquiera sea la causa del
deterioro original en los fundamentals, ahora las cosas son peores. La reducción en la
disponibilidad de fondos externos y los crecientes spreads de riesgo-país inducen a un menor
crecimiento económico y quizás a la recesión. Repentinamente, los fundamentals parecen
insostenibles. ¿Cómo podría el país X haber desarrollado semejante problema en términos
de deuda a corto plazo (descalce de vencimientos) o descalce cambiario dado sus
fundamentals, gritan los inversores. Este país está en camino a una crisis y la presión sobre el
país aumenta elevando la prima de riesgo-país y presionando al tipo de cambio.
Al mismo tiempo, el país que tiene una deuda considerable en moneda extranjera, hará
lo mejor para evitar una depreciación cambiaria. Si los descalces de moneda son muy
grandes, entonces una devaluación podría empobrecer grandes sectores de la industria
privada y también podría ejercer gran presión en los fondos públicos. Por lo tanto, las tasas
de interés suben para defender la moneda débil ahora sujeta a gran presión, demorando el
crecimiento aún más y empeorando los fundamentals. Todavía la situación puede parecer
insostenible y, en efecto, las crecientes tasas de interés sobre un alto stock de deuda
BCRA
176 Principales discursos del Presidente del BCRA
exacerbaran los problemas de insustentabilidad. Algo debe ceder. Una devaluación o un
default o ambos.
No se supone que esta historia represente a ningún país en particular, cualquier
semejanza con alguna entidad viva o muerta es una mera coincidencia. Además, de ninguna
forma estoy culpando a nadie. No estoy diciendo que los analistas o inversores tengan la
culpa, ni que la culpa la tengan los especuladores, quienes pueden llegar a predecir la
probabilidad de un cambio brusco en el tipo de cambio o spreads del riesgo-país y, por lo
tanto, apuestan en consecuencia, haciendo que esto sea aún más probable.
Como economista entiendo que, estos actores están simplemente comportándose dados
sus respectivos incentivos y dadas “las reglas del juego” que nosotros, como arquitectos
internacionales, hemos creado.
Además, no quisiera que ustedes interpretasen mis comentarios en términos de que los
fundamentals no son importantes. Seria el primero en decir que los fundamentals de un país
son de suma importancia para evitar una crisis. Pero en el mundo volátil de los mercados
emergentes, los fundamentals cambian por razones tanto endógenas como exógenas, y
cuando lo hacen la vulnerabilidad financiera, en términos de descalces de vencimientos o de
moneda puede jugar un papel muy importante. Permítanos entonces, analizar el tema de la
vulnerabilidad financiera y las formas en las cuales puede ser reducida.
Repensando la apertura de cuentas de capital
Lo primero es repensar la apertura de cuentas de capital. Esencialmente las propuestas
tradicionales aquí equivalen a reducir el desarrollo de los descalces a los cuales me he
referido. En otras palabras, poner palos en la rueda. En el limite está claro que si los países
no aceptan para nada capital extranjero, tales descalces no pueden desarrollarse y por lo
tanto, ninguna crisis ocasionada por tales descalces ocurrir. No obstante, tal política tiene,
en mi opinión, altos costos. Como argumentó al comienzo, los países emergentes son
importadores de capital naturales y el capital extranjero a hecho un enorme bien en muchos
países. En el caso de Argentina, el crecimiento argentino ha sido, en promedio, alrededor del
6 % nominal anual en los últimos ocho años y esto sólo ha sido posible con la ayuda de
capital extranjero. Además, el capital extranjero ha traído consigo el know-how y las
habilidades que han permitido que Argentina se asegure un tremendo crecimiento en la
productividad, el cual un documento del Banco Central, estima que ha sido levemente más
alto que el de Singapur en el mismo periodo. Entonces los controles de capital u otras
técnicas para reducir la afluencia de capitales parecen no estar resolviendo el problema como
planteándolo en primer lugar.
He afirmado que un componente muy importante del problema es que los flujos de
capital traen aparejados riesgos de liquidez. Un segundo informe del Banco Central de
Argentina, muestra, que si este es el caso, entonces los Requisitos de Liquidez son superiores
al impuesto a la entrada de capital. Esto es muy fácil de ver. Un impuesto a la entrada de
capitales puro, simplemente reduce la cantidad de afluencias. Un requisito de liquidez
Ver Lanteri, L. (1998) “Contribución de la productividad total de los factores al crecimiento del producto, en las Argentina y en los países
recientemente industrializados del Este de Asia, ¿ Podría pensarse en un milagro del crecimiento económico argentino?” Publicación N°
6 sep.1998.
Powell, A. (1999) “On liquidity Requirements, Capital Controls and Risk Managernent” mimeo BCRA Preparado para la conferencia dcl
Banco Mundial / FMI / OECD sobre Flujos de Capital abril 15/16 Washington DC.
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 177
“equivalente” también reducirá la cantidad de afluencia de capital pero al mismo tiempo
crearía una reserva, la cual podría financiar cualquier afluencia que pudiera ocurrir. Otra
forma de decir esto es que si una política de requisitos de liquidez fuera diseñada, lo cual
reduciría los riesgos de liquidez en el mismo grado que el impuesto a la fuga de capital,
entonces la política de requisitos de liquidez apoyaría una cantidad creciente de afluencias
de capital.
En Argentina hemos adoptado una política de liquidez explicita en un intento por
reducir estos riesgos. Primero, como estoy seguro que ustedes están al tanto, el sistema de
caja de conversión se asegura que todas nuestras reservas internacionales cubran la base
monetaria en su totalidad. Sin embargo, nuestras reglamentaciones actuales dictan que,
además de esto, por cada $1 que entra al sistema financiero, unos 20 centavos deben
invertirse en un activo líquido extranjero. Por otra parte, mantenemos una asistencia por
iliquidez contingente con unos 14 bancos extranjeros. Juntas, estas políticas de liquidez
implican que el Banco Central provee de liquidez de moneda convertible en cerca del 40%
de la base de depósito encima de nuestros compromisos legales de caja de conversión. Sin
embargo, naturalmente, nuestra idea es que teniendo tal cantidad de liquidez demostrable,
la probabilidad de necesitarla alguna vez se ve notablemente reducida.
En este punto me gustaría hacer un par de comentarios con respecto al trabajo
preparado por Jane Sneldon Little y Giovanni Olivei de la Reserva Federal del Banco de
Boston. Primero, permítanme decir que este trabajo contiene una excelente reseña de los
temas y una de las mejores discusiones que he visto y quiero felicitar a los autores. Pienso
que la discusión sobre controles de capital en la sección titulada “dilemas relacionados con
los mercados de capital” es muy equilibrada e instructiva. No obstante , creo que la pregunta
que nos estamos haciendo es la equivocada. La cuestión no es necesariamente si los controles
de capital son buenos o malos, sino más bien, como el titulo de la sección sugiere, cuales son
los tipos de intervenciones que deberíamos considerar. Los controles le capital constituyen
sólo una intervención potencial (y dependiendo de cómo estos son aplicados
potencialmente, una bastante extrema) pero hay otras políticas tales como asegurarse un alto
grado de liquidez, la gestión activa de activos y pasivos y otras herramientas prudenciales que
pueden ser más apropiadas si los riesgos son esencialmente de liquidez.
El excelente trabajo de Sebastián Edwards es también una contribución muy útil y
provee de una reseña fascinante del caso chileno. Pienso que el trabajo de Sebastián también
subraya lo que yo estoy recalcando aquí. Hay una completa gama de intervenciones
potenciales de mercado de capital que pueden servir a distintos objetivos. El sistema chileno
fue desarrollado en el contexto de las características de la economía chilena y la arquitectura
institucional de ese país. La pregunta si el sistema chileno convendría a otros países no es
realmente la pregunta que nos deberíamos estar haciendo. La pregunta debería ser, dado el
espectro total de intervenciones potenciales disponibles, cuál es apropiada dados los tipos de
riesgo que creemos estar afrontando, los objetivos que tenemos en mente y las características
institucionales y otras del país involucrado.
Repensando el prestamista de última instancia internacional
Sneddon Little, J.Y.G. Olivei “¿Por qué el interés en la reforma?” Publicación preparada para la 43° Conferencia Económica de la Reserva
Federal del Banco de Boston, Cape Cod, junio 7 / 9 1999.
Edwards, S. “Flujos de capitales extranjeros : ¿necesitan ser corregidas las reglas del juego?’’ Trabajo preparado para la 43° Conferencia de
la Reserva Federal de Banco de Boston, Cape Cod junio 7 / 9 1999.
BCRA
178 Principales discursos del Presidente del BCRA
Aunque en la discusión arriba mencionada, he argumentado que el riesgo de liquidez
es crucial y que en Argentina hemos desarrollado una fuerte política de liquidez, así como
fuertes fundamentals económicos más generalmente, por desgracia me veo forzado a
concluir, luego de eventos recientes, que esto podría no ser suficiente. Por eso, a pesar de
estos fuertes fundamentals y su política de liquidez fuerte, Argentina no ha escapado de los
efectos de la crisis financiera de países emergentes de los últimos 2 años. Podría argumentar
que esto se ha debido principalmente a los efectos contagio en el mercado financiero.
Quizás el caso más claro de contagio puro provino del ataque especulativo sobre la caja
de conversión de Hong Kong en octubre de 1997. Argentina no tiene un comercio
importante con Hong Kong y claramente, la estructura política y económica de Argentina
es extremadamente diferente a la del Área Económica Especial de Hong Kong. Se podría
argumentar que lo único que Argentina tiene en común con Hong Kong es el sistema de
caja de conversión. Y aún aquí existen diferencias en como las cajas de conversión funcionan
en realidad. Aún así, a los ojos de los inversores estamos claramente conectados y el ataque
especulativo sobre Hong Kong genero un pico marcado en los spreads de riesgo argentino.
Además, y mucho más seriamente, el contagio financiero apareció luego de la moratoria
rusa de la deuda, lo que indujo a un prolongado aumento en el riesgo país, y en un periodo
en el cual el gobierno argentino y el sector privado no tenían acceso al capital internacional.
Una vez más los lazos entre Argentina y Rusia son absolutamente imperceptibles. En esencia
el único factor común es que nuestra deuda se comercia en los mismos mercados.
Estos ejemplos de contagio financiero conducen a los economistas financieros hacia un
territorio difícil. A los economistas les gustaría encontrar explicaciones racionales para esta
conducta. Quizás las más atractivas con respecto a esto; sean las teorías de equilibrio múltiple
como propuso Guillermo Calvo y otros que, a su vez, reflejan las teorías de tendencias
bancarias propuestas por Diamond y Dybvig en su original articulo.
En efecto la analogía con los bancos es buena, la cual retoma los descalces. Los países
son como los bancos en la medida en que tienen activos a largo plazo (por ejemplo: Los
gobiernos tienen el valor presente de ganancias fiscales futuras ) pero pasivos a más corto
plazo. Entonces hay un riesgo de roll-over y la posibilidad de equilibrio múltiple. Una vez
más, como en el caso de los bancos, la solución a esto es, en teoría, un prestamista de última
instancia. En otras palabras, un cuerpo que pueda suministrar liquidez de emergencia en el
caso de un país que entra a un “ equilibrio pobre” por contagio u otras razones.
En cierta medida, la reciente aprobación de la Línea de Crédito Contingente del FMI,
es un paso para satisfacer esta demanda. Argentina ha estado apoyando esta iniciativa política
desde hace algún tiempo. Nuestra opinión es que tal facilidad debe ser estrictamente
preventiva en intención y acción, que el criterio de elegibilidad debería ser estricto y
Ver Gavin y Powcil (1997) “Sobre los prestamistas de última instancia nacionales e internacionales:” Ambigüedad constructiva” y “Cheap
Talk “; y Gavin y Powell (1998) “Provisión pública versus provisión privada de asistencia de prestamista de última instancia internacional”
quienes argumentan el caso a favor de un prestamista de última instancia internacional pero también sugieren que el sector privado podría
ser aún superior al sector oficial en la provisión de ese servicio.
Ver Fischer, S, ( 1999 ) “Sobre la necesidad de un prestamista de última instancia internacional” , versión revisada del trabajo preparado
para AEA / AFA para una discusión general sobre el rol del FMI como prestamista de última instancia. En este trabajo Fischer declara que
considerando el crecimiento de la producción mundial, el FMI necesitaría ser tres veces más grande para mantener su tamaño de 1945,
cinco veces más grande si la formula de cuota original fuera aplicada hoy en día, y nueve veces más grande si su tamaño fuera mantenido
relativos a los volúmenes de comercio mundial (es decir: U$S 2,5 trillones) y aún mayor relativo al capital.
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 179
transparente y que la activación de la línea debería ser tan automática como fuera posible.
Además, cuando se desata una crisis financiera, las cantidades relevantes pueden ser
realmente muy grandes con tales crisis, reflejando un repentino desequilibrio en los stocks
financieros, más que un típico problema de flujo de cuenta corriente. Esto implica que las
cantidades comprometidas en el CCL (Contingent Credit Line) necesitan ser realmente
significativas.
No obstante, queda claro que hay coacciones políticas severas en asegurarse el nivel de
tamaño de asistencia incondicional automática que requeriría un prestamista de última
instancia genuino en el escenario internacional. Esto necesitaría de una inversión adicional
significativa por parte del G7 en las instituciones financieras internacionales y no queda para
nada claro, que esto sea políticamente factible en este momento.
Repensando los regímenes cambiarios
Permítanme pasar a la tercera parte de la presente inconsistencia, a saber, la política
monetaria independiente en cada uno de los países emergentes. Como he destacado, la
coexistencia de flujos de capital y una moneda para cada uno de los países emergentes
conduce en forma inexorable, a la elección del Diablo: riesgo de liquidez o riesgo cambiario.
Este hecho realmente no encaja con las “lecciones” tradicionales que muchos afirman
haber aprendido de crisis recientes. Muchos han llegado a la conclusión que los países
deberían buscar mayor flexibilidad cambiaria. Pero, ¿ qué flexibilidad cambiaria es realmente
factible en un mundo donde los países emergentes no pueden pedir prestado con
vencimientos razonables en sus propias monedas?
De nuevo, hay evidencia de que deberíamos estar considerando esto. Ricardo
Hausmann y sus colaboradores en el BID han escrito un trabajo muy interesante que
argumenta que la flexibilidad no ha traído ventajas como se anunciaba y que los países con
aparente flexibilidad no la han usado (los trabajos de Sneddon Little y Olivei de la Reserva
Federal del Banco de Boston preparados por Richard Cooper para esta conferencia, también
sugieren esta misma inquietud).
Para tomar en cuenta un interesante caso, consideren la posición de Uruguay. Uruguay
ha sido alcanzado no sólo por el shock de la recesión brasilera y la devaluación, sino también
por la recesión en Argentina y por la caída de los precios de commodities. Para darles algunas
cifras, las exportaciones de Uruguay como porcentaje de Producto Bruto Interno son del
14% ( considerablemente más altas que las de Argentina y Brasil) y aproximadamente 50%
de esas exportaciones van a Brasil ( 34% ) y Argentina ( 16% ). Si incluimos animales vivos,
carnes y otros productos de origen animal como exportación de commodities, cerca del 54 %
de las exportaciones son commodities ( aunque la amplia mayoría de éstas también van a
Argentina y Brasil). Es claro que Uruguay ha sufrido entonces un tremendo shock real. Sin
embargo, a pesar de que Uruguay tiene un régimen cambiario flexible, simplemente no ha
usado esa flexibilidad. El tipo de cambio ha bajado en forma leve de 10,5 en julio de 1998
a 11,1 en marzo de 1999. Las tasas de interés, sin embargo, aumentaron significativamente
como resultado de la devaluación y moratoria rusa y también un leve aumento (aunque más
reducido) en el momento de la devaluación brasilera. Entonces, a pesar de que Uruguay
Ver Hausmann, R, M.
Regime” mineo. BID.
Gavin, C.
Fages - Serra y E. Stein (1999) “Financial Turmoil amd the choice of Exchange Rate
BCRA
180 Principales discursos del Presidente del BCRA
tiene un sistema cambiario flexible, en esencia, Se ha ajustado a estos shocks externos de la
misma manera que Argentina. En otras palabras, no ha permitido una depreciación
significativa del tipo de cambio sino mas bien, ha sufrido alzas en las tasas de interés (de
hecho más pronunciadas que las alzas en Argentina) y una brusca baja en el crecimiento.
Además, este fenómeno no se limita a Uruguay. Datos desde Méjico, Chile y aún Perú,
por ejemplo, relatan en esencia la misma historia. Los tipos de cambio reales en estos países
(usando el tipo de cambio nominal contra el dólar y corregido por el diferencial de tasa de
inflación) se han depreciado en un máximo de alrededor del 15% en Perú, 7 % en el caso
de Chile, 5% en el caso de Uruguay, casi 5% en el caso de Argentina y el peso mejicano ha
subido en términos reales contra el dólar ( todo en el período junio 1997 a abril 1999,
promedios mensuales aunque debería observarse que el peso mejicano bajó en algo de 5 %
tomando a septiembre de 1998 como final de la muestra y luego subió )! Esto a pesar del
hecho que Perú, Méjico y Chile ( aparte de Uruguay y Argentina ) han sido todos alcanzados
por shocks reales significativos.
Una teoría es que la flexibilidad explícita no ayuda si la flexibilidad real se ve limitada
por la estructura de demandas de países emergentes. Esta explicación fue recalcada por
Guillermo Calvo, en particular en su reciente testimonio al Congreso de los Estados Unidos.
Uruguay, por ejemplo, tiene un sistema bancario altamente dolarizado y entonces una
interpretación es que las autoridades desean minimizar las fluctuaciones cambiarias para
reducir el impacto en el balance general de bancos y otras entidades con pasivos en moneda
extranjera. No obstante, deseo remarcar que la “dolatización de pasivos” no es un problema
fundamental. Una respuesta que dice que los países deberían entonces emitir en sus propias
monedas y no en monedas extranjeras, simplemente reemplaza los riesgos cambiarios por
riesgos de liquidez; ésta, claramente, tampoco es la solución.
La elección de tipos de cambio flexibles versus los tipos en verdad fijos ha sido
tradicionalmente hecha en el contexto de los trabajos clásicos sobre el origen de los shocks
y este análisis también jugó un papel central en los trabajos clásicos sobre uniones monetarias
( por ejemplo, ver Mundell (1961). Aquí argumentaría que el gran debate gira alrededor de
la endogeneidad de las condiciones para el éxito. Si, como pensaba Mundell, las condiciones
para una unión monetaria eran mayormente endógenas o, como muchos de sus seguidores
han sostenido en contraste a esta opinión, si las asimetrías preexistentes significaban que las
uniones monetarias serían más costosas.
Sin embargo, en el mundo de hoy realmente necesitamos incorporar los flujos de capital
al análisis. Los países emergentes necesitan, por encima de todo lo demás, capital para
financiar la inversión para graduarse en la categoría de “emergidos”. Se puede discutir si, el
acceso al capital, el costo de ese capital y los riesgos que trae el acceder al mismo, son todos
tan importantes, o más importantes, que el grado de asimetrías entre tales economías y sus
contrapartes “emergidas”. Mi opinión es que una moneda para cada una de las economías
emergidas es un obstáculo, y no una ayuda en ese proceso. Aquí la experiencia de Europa es
particularmente interesante. Los beneficios para los países periféricos en términos de mejora
de la calidad de las políticas, ( como los países buscaban cumplir con el Maastricht), y los
beneficios en términos de reducción de tasas de interés, los cuales los ayudó a cumplir, son
Ver Calvo, G. (1999) “Testirnony on full dollarization” presentado ante una audiencia conjunta sobre los subcomités sobre política
económica y comercio y recursos internacionales, abril 22 1999.
Mundell, R. (1961) “A theory of optimum currency areas” Reseña Económica Americana sep. pp 657-64.
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 181
en efecto muy sorprendentes.
En forma clara, tengo en mente la posibilidad de un similar circulo virtuoso para los
países emergentes que podrían aspirar a adoptar divisas de reserva de un país industrializado
(o grupo de países) y los beneficios que tal proceso podría poner en movimiento. Adoptando
divisas de reserva el problema del riesgo cambiario desaparece y el problema de los descalces
de plazos se verían severamente reducidos. La vulnerabilidad financiara disminuiría en forma
substancial y opinamos que los spreads de riesgo-país entonces también caerían
significativamente. En el grado en que estas vulnerabilidades a descalces sean más
importantes para países emergentes que para sus contrapartes europeas, esperaría beneficios
mucho mayores de esos efectos para países emergentes.
Pero aparte de esto también creo que el objetivo de un acuerdo monetario con,
digamos, los Estados Unidos naturalmente traería aparejado un proceso de convergencia, ya
que los países emergentes buscaron mejorar la calidad de sus políticas para adaptarse a un
tipo de cambio fijo mundial. Este debate resalta la difícil cuestión de cuáles son las
condiciones previas para la dolarización.
Personalmente, no estoy convencido de que existen muchas precondiciones que son
absolutamente necesarias en el sentido de ser requeridas para hacer que la dolarización
trabaje mejor que cualquier otro régimen de tipo de cambio.
En este sentido, me temo que tengo que disentir con algunos de los comentarios en el
trabajo preparado por Barry Eichengreen para esta conferencia. Pensé que esa contribución
era en extremo interesante con respecto al debate sobre como fortalecer y cambiar el FMI.
Sin embargo, no consiento que la dolarización, por ejemplo, implique que un sistema
bancario necesite ser internacionalizado, ni que Argentina o México necesiten una posición
en la Junta de la Reserva Federal para hacer que la dolarización funcione.
Argentina ha estado viviendo con la política monetaria de los EE.UU. y sin voto con
respecto a esa política por ocho años y el crecimiento promedio ha sido de alrededor del 6%.
El punto es que la volatilidad en las tasas de interés argentinas, aún con nuestro completo
ajuste al dólar, no viene de los EE.UU. sino del spread.
Además, el pase a las tasas de interés argentinas de un cambio en las tasas de interés en
los EE.UU., no parecen ser mayores, y en efecto en algunas instancias han sido
significativamente menores, que el pase a otros países en la región que aparentemente tienen
flexibilidad de tipo de cambio. Por otra parte, no creemos que sea necesario ser un sector
bancario internacionalizado ni que los EE.UU. necesite tomar parte en la supervisión
bancaria ni ser prestamista de ultima instancia.
Como he mencionado anteriormente, pienso que los mercados emergentes pueden
pensar en forma seria acerca de una política de liquidez fuerte y por lo tanto, tener acceso a
grandes cantidades de liquidez de moneda convertible, acordando por adelantado si sus
sectores bancarios han de ser internacionalizados o no, y si esos países tienen un tipo de
cambio fijo o flotante. No creo que la internacionalización de un sistema bancario reduce
Eichengreen, B “Policy Making in an Integrated World: From Surveillance to...” Trabajo preparado por Ia 43° Conferencia
Económica de la Reserva Federal del Banco de Boston, Cape Cop, junio 7-9, 1999.
BCRA
182 Principales discursos del Presidente del BCRA
necesariamente este requisito. No obstante, debido a que la dolarización elimina el riesgo
cambiario, debería estabilizar al mismo tiempo la base de depósito y reducir el riesgo de una
salida del sistema bancario hacia activos extranjeros. En este sentido, podría aún
argumentarse que la dolarización reduciría estas inquietudes acerca de liquidez. Al pensar
acerca de la dolarización no hemos pedido una posición en la Reserva Federal de los
EE.UU., ni que los bancos argentinos sean supervisados por la Reserva Federal, ni que los
EE.UU. proporcionen los servicios de un prestamista de última instancia. Lo que sí creemos
que es importante si un país emergente dolariza, es que esto debería ser una estrategia de
costo cero fiscalmente para los EE.UU. y para el país dolarizante. No creemos que debería
ser necesario que los EE.UU. gane fiscalmente de la transacción pero obviamente tampoco
pensamos que los EE.UU. debería perder. De este modo, esto implica algún sistema para
compartir señoreaje. Nuestra idea es, entonces, que el flujo de señoreaje podría usarse como
garantía para un crédito de liquidez contingente.
Este crédito podría desarrollarse con el sector privado, usando como modelo nuestro
crédito privado corriente de liquidez contingente, o podría ser con un agente de gobierno de
los EE.UU.. No obstante, en este caso sería riesgo cero para los EE.UU. ya que estaría
totalmente apoyado por la garantía de flujos de ingresos de señoreaje.
Donde si estoy de acuerdo con Barry Eichengreen es en que la dolarización no es un
substituto para una buena política económica. En particular sugeriría que los países que
están seriamente considerando la adopción del dólar estadounidense, necesitan evaluar
primero si están en condición de mantener la inflación bajo control, Si pueden mantener el
crecimiento de productividad a una tasa por lo menos similar a la de los EE.UU. y si pueden
asegurarse que los pasivos fiscales y otros pasivos puedan ser mantenidos bajo control. Por
estos motivos, sugeriría entonces que existen por lo menos las siguientes precondiciones para
una dolarización completamente exitosa:
(i) Encontrase utilizando el dólar como reserva de valor y/o como unidad de cuenta
y /o como unidad de pago;
(ii) Haber tenido un periodo de estabilidad de precios y tipo de cambio, vis a vis el
dólar, basado en políticas macroeconómicas consistentes;
(iii) Tener fuertes instituciones fiscales que aseguren que la consistencia de la política
macroeconómica será mantenida en el futuro;
(iv) Tener. una economía desregulada, privatizada y abierta, que asegure que el
crecimiento de la productividad será por lo menos igual que en EE.UU.;
(v) Tener un sólido sistema financiero, que asegure que no existen pasivos monetarios
o cuasi-fiscales ocultos en el Banco Central u otras instituciones;
(vi) Promover la flexibilidad de precios y salarios para lograr un grado significativo
de flexibilidad en los precios relativos de los bienes no transables;
(vii) Tener una relación reservas internacionales a circulante tan grande como sea
posible, de modo de obtener un gran flujo por el señoreaje para usarlo como
asistencia por iliquidez;
Además, aquellos países cuyas exportaciones están concentradas en muy pocas
commodities con precios altamente volátiles, pueden necesitar el desarrollo de “fondos de
estabilización” para ayudarlos a superar los efecto de shocks en los términos de intercambio.
Puedo realmente apreciar los motivos por los cuales los EE.UU. puede desear asegurarse que
los países que desean dolarizar primero tienen que tener una serie de buenas políticas en su
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 183
lugar.
Conclusiones
Para concluir permítanme resumir algunos de los argumentos que pienso son centrales
para repensar la arquitectura financiera internacional.
Primero, pienso que hay una inconsistencia fundamental entre la política monetaria
independiente de los países emergentes basada en que cada país tiene su tipo de cambio
propio, ningún prestamista de última instancia internacional y una cuenta de capital abierta.
Mientras que los fundamentals económicos son, por supuesto, de suma importancia, ningún
cambio en la arquitectura financiera va a mejorar las cosas para países con fundamentals
económicos pobres, podemos procurar hacer a los países emergentes con buenos
fundamentals menos vulnerables y reducir el alcance del problema en países con
fundamentals más pobres.
Una opción es cerrar la cuenta de capital pero no es lo que yo prefiero ya que induce,
en mi opinión, a enormes costos.
Crear un prestamista de última instancia internacional significativo parece ser muy
difícil por razones políticas, aunque deberíamos ciertamente observar que la Línea de
Crédito Contingente del FMI es un paso en dirección correcta.
Esto nos deja con la política monetaria independiente.
Si los países emergentes se adhieren a uniones monetarias con países con divisas de
reserva, esto eliminará los temores de riesgo cambiario y reducirá los problema de descalces
de vencimientos y así, significativamente, los riesgos de liquidez.
Como he remarcado varias veces, no será el remedio para todo. Por supuesto que no, y
nadie podría pensar posible que lo fuera. Los países con fundamentals pobres continuaran
sufriendo y el riesgo crediticio no desaparecería. Sin embargo, en mi opinión, la
vulnerabilidad financiera se vería significativamente reducida y los spreads de riesgo-país
caerían en forma significativa reflejando esa reducción en la vulnerabilidad en países con
buenos fundamentals económicos..
Reunión Anual
BCRA
184 Principales discursos del Presidente del BCRA
Asociación de Bancos de la Argentina
La tercera vía ¿alternativa válida o última utopía del siglo XX?
5 de julio 1999
Felicito a ABA por haber concretado la fusión de ABRA y ADEBA y por la
organización de esta primera conferencia. Los temas seleccionados y la calidad de sus
expositores prometen varias jornadas enriquecedoras que, sin lugar a dudas, serán un
importante aporte al debate nacional.
Estos encuentros son apropiados para realizar un balance de lo actuado, analizar los
problemas enfrentados, las soluciones adoptadas, y los problemas que aún nos quedan por
resolver.
La década de los noventa pasará a la historia argentina como una de profundas reformas
económicas en diversos órdenes. Como Presidente del Banco Central quiero aprovechar los
minutos de esta exposición para centrarme en el sistema financiero.
1. Estabilidad monetaria
Lograr la estabilidad de precios fue uno de los objetivos prioritarios que se fijó
Argentina. Lo entendió y lo entiende, como uno de los prerrequisitos para obtener la
credibilidad en la economía nacional de los inversores, tanto locales coma extranjeros, para
asegurar el uso correcto de los recursos productivos y para recrear la disciplina fiscal, bases
necesarias del desarrollo económico.
Para lograr esta estabilidad se sancionaron tres leyes fundamentales: la Ley de
Convertibilidad, la Reforma de la Carta Orgánica y la Ley de Entidades Financieras. Estos
tres instrumentos fijaron con claridad las metas y aspiraciones de la Nación Argentina, metas
que estaban al alcance de nuestras posibilidades pero que requerían de todo nuestro
compromiso y empeño: aspirábamos a lograr inflación cero, aspirábamos a recrear una
cultura fiscal consistente con aquel objetivo, y aspirábamos a recrear un sector productivo
basado en una cultura de la productividad.
Estas ambiciosas metas han sido logradas y todos los argentinos debemos sentirnos
orgullosos, pues este es el único no imposible camino para resolver los problemas pendientes.
Estas metas y estos logros alcanzados deben servirnos como punto de apoyo, como pilares,
como cimientos sobre los cuales avanzar en la solución de aquellos problemas en los que la
tarea aún no ha sido concluida.
Dentro de esta enorme tarea, al Banco Central se le fijó un objetivo prioritario y
fundamental: preservar el valor de la moneda, para lo que se estableció su independencia del
poder político. Esta medida tomó en cuenta la experiencia internacional, que la considera
una condición esencial para asegurar la vigencia de las políticas monetarias y financieras que
mejor sirvan al interés general.
A lo largo de esta década, el Banco Central -apoyado por una estricta política fiscal
adoptada por el Ministerio de Economía- ha llevado a cabo su misión con gran éxito. Así, el
uso de estos tres poderosos instrumentos legales permitieron lograr la estabilidad de precios,
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 185
disminuyendo la tasa de inflación de casi 5.000% en 1989 a menos del 1% en 1998. El valor
de la moneda se ha mantenido y Argentina cuenta hoy con una de las tasas de inflación más
bajas en el mundo.
El haber logrado esta estabilidad ha permitido recrear el sector financiero, que ha
crecido substancialmente e intermedia un significativo flujo de fondos, flujo que ha crecido
a pesar de las diversas crisis financieras internacionales que se han sucedido durante los
últimos años, pues hemos sabido generar en los ahorristas la confianza de que no habrá un
golpe inflacionario que licué sus ahorros.
Así, la monetización, medida como porcentaje del producto bruto interno, creció 24
puntos porcentuales, pasando de 9 % en 1991 a 33 % puntos en 1999. La mayor
disponibilidad de fondos se tradujo en una importante caída en las tasas de interés y en el
aumento de la capacidad prestable, que ha permitido reconstruir el crédito en la economía,
y en particular al sector privado. Este ha sido claramente privilegiado por los bancos,
creciendo de $14.000 millones en abril de 1991 a $69.000 millones en abril de este año, lo
que ha beneficiado a todos los sectores productivos, incluyendo a las empresas más pequeñas
y a los consumidores, y recreando un mercado de crédito hipotecario que sólo nuestros
abuelos conocieron.
Esta expansión del crédito al sector privado de $55.000 millones refleja el papel
fundamental que el sistema ha tenido en la intermediación del ahorro nacional hacia la
inversión productiva, el capital de trabajo de las empresas, la adquisición de viviendas y el
consumo de bienes durables.
2. Estabilidad financiera
La estabilidad de precios podría ponerse en peligro de no existir una política que
asegure la estabilidad del sistema financiero. Nuestra historia reciente y la experiencia
internacional muestra lo sensible que puede ser la estabilidad monetaria frente a
desequilibrios significativos en el sistema financiero. Es por eso que nuestra Carta Orgánica
del Banco Central fija como segundo objetivo fundamental el lograr un sistema financiero
estable y sólido.
Un sistema financiero estable descansa, en primer lugar y fundamentalmente, en una
conducta prudente de los directivos de cada banco en el manejo de sus riesgos, prudencia
que debe ser mayor aún que en los países desarrollados, pues los riesgos han sido mayores
debido a la profunda reestructuración del aparato productivo, y continuaran siéndolo
debido a los mayores y más frecuentes shocks que debemos enfrentar como economía
emergente.
Adicionalmente, y a los efectos de complementar la prudencia de los propios
banqueros, el Banco Central establece límites máximos a los riesgos que los bancos pueden
tomar mediante regulaciones prudenciales. Estas regulaciones se basan en estándares
internacionales, aunque adaptados a los mayores riesgos que enfrenta el sistema financiero
local.
Otro instrumento al que el Banco Central le ha asignada la máxima importancia ha sido
la transparencia en la información sobre cada banca, sobre el sistema en general, y sobre la
calidad crediticia de cada deudor, procurando brindar a los inversores información confiable
BCRA
186 Principales discursos del Presidente del BCRA
y de calidad que les permita evaluar correctamente los riesgos asumidos (publicación de
estados contables, máxima confiabilidad de las auditorias, calificación por agencias
autorizadas, etc.).
Pero no sólo necesitábamos un sistema financiero estable, sino que era necesario
mejorar su eficiencia para que fuera un instrumenta eficaz en la transferencia del ahorro a la
inversión productiva. Para avanzar en este objetivo el instrumento fundamental que hemos
utilizado ha sido el de facilitar la libre competencia en el sistema financiera. Con tal finalidad
se elimino toda traba a la apertura de nuevos bancos y nuevas sucursales y, en consonancia
con las modificaciones a la Ley de Inversiones Extranjeras, se otorgó igual trato al capital
extranjero que al nacional. Esta apertura del sistema financiero ha asegurado el desarrollo de
una banca competitiva, dinámica que ha aprendido a adaptar continuamente sus estándares
de eficiencia para acompañar los desarrollos tecnológicos que ocurren en el mundo entero.
Esta mayor eficiencia ha significado un enorme beneficio, que los depositantes han percibido
en mayores tasas de interés reales y mayor seguridad de sus depósitos, y los tomadores de
crédito bajo la forma de más crédito, en mejores condiciones de plazo y menores tasas.
Uno de los costos no deseados de esta libre competencia, pero un costo menor para
lograr la eficiencia, es que no todos los bancos tienen asegurado su futuro, como no lo tiene
tampoco ninguna empresa en cualquier otro sector competitivo, por lo que es posible que
algunos bancos deban cerrar. Ese proceso de reestructuración del sistema financiero debe ser
visto como algo sano y positivo en la medida que exista (i) la debida protección a los
depositantes y (ii) no se corra un riesgo sistémico, pues implica (i) el juego de las fuerzas del
mercado que aseguran la mayor eficiencia, al mismo tiempo que (ii) se limita el riesgo moral,
problema este último tan importante en este sector.
El resultado ha sido un notable mejoramiento en la calidad del sistema financiero
argentino, a partir de una reducción significativa en los costos operativos, en los cargos por
previsionamiento, y en una mayor productividad, tanto del personal ocupado como del
capital invertido, todo lo cual se ha traducido en menores diferencias entre tasas activas y
pasivas, que pasaron de 18% en 1991 a 8% en 1999, al mismo tiempo que creció el nivel
de asistencia crediticia, y mejoraba la calidad de las activos crediticios.
Adicionalmente, el sistema de pagos ha mejorado significativamente, no aún al nivel de
nuestras aspiraciones, pero sí acercándonos al objetivo para una economía moderna en las
que se utiliza cada vez menos dinero efectivo, el que va siendo gradualmente sustituido por
el dinero electrónico con ventajas económicas significativas. Podemos medir los logros en
términos de la disminución del uso de efectivo en las transacciones. Así el circulante como
proporción de dinero total o M3 pasó de 22% en 1991 a 13% en 1999. Las medidas más
importantes han sido un sistema de pagos interbancarios en tiempo real, la compensación
electrónica de pagos minoristas, el truncamiento de cheques, el sistema de débitos
automáticos abierto, el pago de sueldos mediante su acreditación en cuentas y próximamente - las transferencias electrónicas.
3. Estabilidad financiera: resultados frente a las crisis
El sistema financiero también ha mejorado en cuanto a su capacidad de respuesta frente
a los shocks, tanto internos coma externos. Cualquiera que recuerde el largo pasado de crisis
bancarias de Argentina, puede reconocer que estos años se han caracterizado por una
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 187
creciente confianza de los depositantes en el sistema financiero y la exitosa canalización de
esos depósitos a la inversión productiva.
Es indudable que el sistema financiero ha afrontado situaciones de alto estrés, pero lo
importante es que fue posible superarlas airosamente sin necesidad de recurrir a fondos
públicos o a la emisión espuria de dinero.
El primer gran desafió después de la hiperinflación, fue la crisis del Tequila en la que se
puso a prueba simultáneamente la capacidad del sistema financiero de sobrellevar un retiro
masivo de depósitos, la fortaleza del régimen de convertibilidad, y la vocación de la
dirigencia política de mantener este régimen. Estas tres pruebas fueron pasadas
exitosamente: los dirigentes políticos mostraron el compromiso con el régimen de
convertibilidad; el peso no se devaluó; el sistema financiero, más allá de la caída de algunas
entidades que arrastraban problemas, se mantuvo intacto y el nivel de depósitos a fines de
1995 superaba el de fines de 1994.
No obstante, este episodio nos convenció que debíamos continuar con el
fortalecimiento del sistema financiero. Se reforzaron las regulaciones prudenciales,
fundamentalmente las de capital y liquidez, se crearon instrumentos para facilitar fusiones y
adquisiciones; se aceleró el proceso de privatización de la banca provincial y municipal; se
generó un sistema de seguro de depósitos fondeado por los propios bancos, el cual se utilizó
para cubrir no sólo la garantía legal sino para extenderla a prácticamente la totalidad de los
depósitos de los bancos en reestructuración. Se instauró un programa de pases contingentes
con bancos internacionales para afrontar crisis de liquidez sistémicas; se mejoraron los
métodos de supervisión y se incrementó la transparencia y disponibilidad de información.
4. Reestructuración de entidades
Los innovadores instrumentos creados luego del Tequila, adecuadamente utilizados,
permitieron reestructurar dieciocho entidades con depósitos y otros pasivos privilegiados por
un total del orden de $4.000 millones, honrando el 97% de los depósitos correspondientes
al 99,9% de sus depositantes, manteniendo el riesgo sistémico en magnitudes acotadas y
haciéndolo con un costo fiscal mínimo. En otro contexto, el cierre de estas mismas 18
instituciones financieras le hubiera provocado al fisco un costo cercano al monto de los
pasivos involucrados. Es decir, $4.000 millones más de impuestos, deuda pública o, peor
aún, el regreso del proceso inflacionario.
En otros ámbitos puede llamar la atención que se mencione como un logro la
reestructuraci6n de 18 bancos, cuando en la mayarío de los casos su suspensión provocó
inconvenientes a los depositantes y en algunos casos se detectaron conductas ilegales. Se trata
de un logro relativo, por comparación a situaciones ya vividas en nuestro país o en otros
países, y considerando que: (i) no hay legislación ni política bancaria capaz de impedir por
completo el fracaso de algún banco, y que esto no sería conveniente desde el punto de vista
de la eficiencia global del sistema; (ii) pese al malestar que sufrieron los depositantes de estas
entidades, la casi totalidad de ellos recuperaron sus depósitos; (iii) no hubo prácticamente
costo fiscal; y (iv) las conductas presuntamente delictivas e ilegales fueron denunciadas en
tiempo y forma.
BCRA
188 Principales discursos del Presidente del BCRA
Aún a riesgo de ser malentendido, y frente a una audiencia tan calificada y
especializada, siento la necesidad de advertir que si quienes deben manejar estos difíciles
procesos de reestructuración están sometidos a la justicia penal por actos en las que -sin
mediar una conducta dolosa- se interpreta que no actuaron en el momento técnicamente
oportuno o con la medida técnicamente adecuada, será difícil contar en el Banco Central
con funcionarios probos e idóneos. Es por la tanto, un tema que deberá ser objeto de
cuidadoso análisis por parte de los Poderes Judicial y Legislativo, no en beneficio de algunos
funcionarios sino del sistema financiero.
5. Estabilidad financiera y estabilidad macroeconómica: causalidad recíproca
Recientemente hemos enfrentado una sucesión de crisis financieras en otros países que
nos han afectado por contagio: las crisis asiáticas del segundo semestre de 1997, la crisis rusa
de agosto de 1998 y la devaluación de Brasil a principios de este año. Estas crisis hicieron
subir la percepción del riesgo país de los inversores y aumentaron las tasas de interés
domésticas. Junto con otros significativos shocks que recibió la economía como la debacle
de los precios de los commodities y la recesión de Brasil y del resto de nuestros vecinos, la
Argentina se vio arrastrada a una recesión. Sin embargo, la confianza de los depositantes no
se vio afectada, manteniéndose el crecimiento en el nivel de depósitos del sistema, excepto
durante la crisis rusa, cuando si bien no crecieran no cayeron. De esta forma, la estabilidad
financiera ha contribuido a la estabilidad económica.
Sin embargo, es importante recordar que la relación entre estabilidad financiera y
macroeconómica también opera con la causalidad inversa, es decir de inestabilidad
macroeconómica a inestabilidad financiera. El equilibrio fiscal es un ingrediente
fundamental de la estabilidad macroeconómica y su ausencia puede afectar negativamente al
sistema financiera. Los sucesos de estos últimos meses muestran como una visión más
negativa o de mayor incertidumbre sobre el país lleva a que éste sea percibido como más
riesgoso. El mayor riesgo argentino según la percepción de los inversores repercute sobre el
sistema financiero de diversas maneras, entre ellas a través de mayores tasas de interés, la
caída en el valor de los activos, tanto títulos públicos como créditos, y el desplazamiento de
los pequeños tomadores de crédito por otros más grandes, que ven restringidas sus
posibilidades de acceder a fuentes externas de financiamiento.
Por eso es fundamental dar señales claras sobre el mantenimiento de políticas
macroeconómicas consistentes y de que no habrán desbordes fiscales, ni durante la
transición política, ni en los años venideros. Es por eso que todos nos debemos congratular
por el tratamiento legislativo de la Ley de Convertibilidad Fiscal, que pone estrictos límites
a los desequilibrios fiscales futuros, y que debe ser vista como un gran acto de prudencia
fiscal.
6. Las tareas pendientes
Por último, quiero referirme a las asignaturas pendientes del sistema financiero.
Reconozcamos que es mucho lo que falta por hacer para lograr niveles de eficiencia
comparable a la internacional, que le permita a los bancos retribuir al capital con una tasa
de retorno razonable. Actualmente, su ganancia es muy baja -en promedio del orden del 6%
sobre capital invertido- lo que no es una situación sostenible.
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 189
El tamaño del mercado junto con la falta de una cultura de crédito y un sistema judicial
lento, son -a mi entender- los principales factores que conspiran para lograr una mayor
reducción en los costos de intermediación, aunque también hay tareas que los bancos
pueden hacer dentro de sus propias organizaciones para mejorar sus niveles de
productividad. Desde el Banco Central acompañaremos este proceso, auspiciando toda
innovación que se oriente a este objetivo. Ponemos especial énfasis en el sistema de pagos y
en la securitización como formas de reducir costos, en particular para las entidades más
pequeñas.
Pero también necesitamos el acompañamiento de todos los sectores de la sociedad. Así,
recrear la cultura de crédito no es algo que pueda hacer sólo el sistema financiero, y requiere
que todos los sectores entiendan claramente el problema y no cedan a las tentaciones de
buscar soluciones mágicas, que siempre terminan empeorando la situación.
Para lograr el crecimiento sostenido del sistema financiero, lo que posibilitará mejorar
su eficiencia, es necesario seguir manteniendo la disciplina fiscal, y la consistencia entre el
régimen monetario y la situación fiscal.
La eliminación del riesgo cambiario, vía la dolarización de la economía argentina a
través de un acuerdo de Asociación Monetaria, puede no sólo contribuir a reducir la
incertidumbre cambiaria sino que también puede posibilitar una reducción considerable del
riesgo país, lo que tendría una incidencia muy positiva sobre la carga de los servicios de la
deuda pública, sobre el nivel de inversiones y sobre el tamaño del sistema financiero, el cual
podría tener regulaciones prudenciales más acordes con las de los países desarrollados.
La mejora en la justicia es algo que se puede lograr mediante la creación de fueros
específicos en lo financiero, un proyecto de Ley que preparamos en el Banco Central y que
se encuentra a consideración del Ministerio de Justicia, que redundarán en un gran beneficio
no sólo para el sistema financiero sino para la economía en su conjunto.
7. Conclusión
Quiero concluir este mensaje de apertura con una reflexión. Tanto en materia de
estabilidad institucional como en cuestiones de política económica, Argentina hizo un muy
costoso aprendizaje en las décadas que nos precedieron. Aprender es sinónimo de madurar
y madurar debería ser la posibilidad de seguir aprendiendo, pero con menos costos, sin tanto
tentar al destino o probar los límites, como lo hicimos en el pasado. Estoy seguro que los
argentinos demostremos estar a la altura de las circunstancias.
BCRA
190 Principales discursos del Presidente del BCRA
Perspectivas para una Unión Monetaria en el Hemisferio: Dolarización
Council of the Americas
Washington D.C., 3 de mayo de 1999
En primer lugar deseo agradecer al Council of the Americas la oportunidad de hablar
sobre este tema ante una audiencia tan calificada. Realmente estoy muy complacido de que
se haya elegido este tema como asunto importante en un evento de tan alto perfil. El hecho
de que los organizadores le hayan dado tanta prominencia da alguna pauta de los beneficios
potenciales que una Unión Monetaria en el Hemisferio podría implicar para Latinoamérica
y los Estados Unidos.
1. ¿Un país, una moneda?
Aunque parezca una manera extraña de comenzar mi breve presentación de hoy, deseo
felicitar a la Comunidad Europea, o más específicamente a los 11 países del EMU. El
proceso del EMU ha tenido un efecto importante no sólo para los países involucrados, sino
también para el resto del mundo que es espectador. Si bien podríamos especular por qué
estos 11 países han decidido sacrificar su independencia monetaria, este proceso ciertamente
ha ayudado a reinstalar el debate acerca de si la noción relativamente reciente de un país una moneda realmente tiene sentido. En mi opinión, ése es el tema central para este panel,
aun cuando el título haga referencia a algo más específico, es decir la dolarización.
El punto básico es que no sugerimos que cada país debe necesariamente producir todos
los bienes posibles. Estamos conformes con la idea de que debemos importar automóviles o
televisores de productores más eficientes, y a su vez, exportar los bienes en los que tenemos
una ventaja comparativa. La pregunta es la siguiente: ¿por qué no aplicar la misma lógica al
dinero? Por supuesto, alguien podría argumentar que el dinero no es un bien ordinario, y
eso es correcto, pero creo que la lógica de comprar y no fabricar los productos en los cuales
no tenemos una ventaja comparativa sigue siendo válida.
Para que el dinero desempeñe un rol crucial como reserva de valor, como unidad de
cuenta y como medio exitoso para efectuar transacciones, su valor debe ser fácilmente
identificable y absolutamente confiable. Para que un país sea un productor exitoso de ese
dinero, debe tener un conjunto de instituciones que garanticen esas características. Queda
muy claro que no es suficiente declarar al “peso” como la moneda de curso legal y comprar
una imprenta para tener una moneda. Hay un proceso mucho más complejo involucrado,
que se basa en la necesidad de desarrollar instituciones cuyo objetivo sea garantizar el valor
del dinero. Sólo si un país tiene éxito en conseguir esas instituciones tendrá alguna chance
de producir una moneda sostenible y exitosa.
Estos factores relacionados con la producción de dinero son complementados por
ciertas consideraciones referidas a la demanda. Como muchos han destacado, el dinero es
como un idioma, y se obtienen enormes ganancias en eficiencia si todos acordamos utilizar
el mismo idioma. Lo mismo ocurre con el dinero: si todos utilizamos el mismo dinero,
entonces no tenemos que invertir tiempo y recursos en investigar el valor actual y potencial
de determinados dineros. Esto puede denominarse la ventaja de la estandarización.
Dado que estas consideraciones sobre oferta y demanda son significativas, entonces la
pregunta es, ¿por qué debería cada país mantener su propia moneda si puede importar otra,
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 191
de por lo menos la misma calidad y con un costo menor y, en consecuencia, con una
ganancia económica?
Como señaló John Stuart Mill hace más de un siglo (en sus Principios de Economía
Política - 1884):
“... sin embargo, sigue habiendo tanto barbarismo en las transacciones de la mayoría de las
naciones civilizadas, que casi todos los países independientes eligen afirmar su nacionalidad
teniendo, para inconveniencia propia y de sus vecinos, una moneda propia característica.”
Por otra parte, debemos reconocer que prácticamente ningún país emergente ha sido
capaz de desarrollar una moneda propia realmente exitosa, una moneda que la gente que no
está obligada a utilizarla, sin embargo siga prefiriéndola por encima de otras monedas. Un
hecho que corrobora esta, en cierta forma, fuerte afirmación es que ningún país emergente
está en condiciones de emitir deuda a largo plazo denominada en su propia moneda, sino
que, en cambio, emite deuda denominada en una moneda de reserva extranjera,
normalmente el dólar. Esto refleja precisamente la idea de la falta de monedas exitosas en los
países emergentes, dado que demuestra que no existe otra demanda que la de sus propios
ciudadanos, quienes deben usarla porque es la moneda de curso legal.
La falta de dinero realmente local es lo que guía a esta dolarización de pasivos. Como
han destacado Guillermo Calvo y Ricardo Hausman, la dolarización de pasivos introduce
dos descalces significativos: (i) el descalce de vencimientos y (ii) el descalce de monedas, y
ambas representan serios riesgos para los países. Dado que nadie está dispuesto a mantener
activos a largo plazo denominados en moneda local, las empresas enfrentan la alternativa de
incurrir en deuda a corto plazo denominada en moneda local (originando un descalce de
vencimientos) o incurrir en deuda a un plazo mayor, pero denominada en moneda
extranjera (originando un descalce de monedas). A su vez, esta dolarización de pasivos limita
severamente el grado de flexibilidad cambiaria que podría permitir a quienes definen las
políticas en cualquier país emergente - incluso bajo un régimen de tipo de cambio flotante
- ya que hace que cualquier realineación significativa del tipo de cambio sea potencialmente
muy costosa.
El proceso del EMU, la cada vez mayor cantidad de países con cajas de conversión y la
dolarización de los pasivos de países emergentes pueden ser vistos como parte del mismo
proceso: una tendencia general hacia el uso de una cantidad menor de monedas en el
mundo. Personalmente considero que es probable que esta tendencia continúe y, a menos
que la política se cruce en su camino, podremos ver que dicha tendencia cobrará fuerza en
el futuro. No me gustaría predecir adónde terminará - ¿tal vez con tres grandes monedas
mundiales? ¿O incluso menos? ¿O tal vez con el regreso de algún acuerdo similar al de
Bretton Woods? pero estoy bastante seguro acerca de su dirección futura.
Los incentivos para esta tendencia son muy claros. Simplemente hay que comparar la
posición de los países emergentes con la de los países más periféricos del EMU. Para mí, es
en cierto modo incongruente que mientras los países periféricos del EMU están ganando
tanto a través de la convergencia del EMU y la consiguiente reducción en el costo de capital
para sus gobiernos y sectores privado por igual, muchos países emergentes continúan
pagando el costo de altas tasas de interés y tipos de cambio volátiles, para mantener su
independencia monetaria.
BCRA
192 Principales discursos del Presidente del BCRA
2. Reconsideración del tipo de cambio fijo versus flotante
La pregunta es entonces, ¿cuáles son los beneficios de esta independencia, y si
justifican los costos? La respuesta estándar es que la independencia monetaria permite que
los países se ajusten más fácilmente a los shocks reales negativos. No obstante, como tal vez
Ricardo Hausman ampliará, basándose en un excelente documento que él y sus colegas
1
escribieron recientemente , los países emergentes, al menos en nuestra región, no han
utilizado o no han sido capaces de utilizar esa independencia de esta manera. En general, los
países sólo han dejado a sus monedas depreciar marginalmente (excepto por uno o dos casos
notables, por supuesto) y han tenido altas tasas de interés para mantener esos niveles estables
de la moneda. Por lo tanto, los países con una política monetaria independiente han tendido
efectivamente a comportarse en forma procíclica en lugar de anticíclica.
¿Cómo podemos entender esto? Una explicación puede ser la dolarización de pasivos, a
la cual hice referencia anteriormente. Esto limita las fluctuaciones del tipo de cambio que
los países emergentes pueden tolerar.
Un segundo problema es la credibilidad. Los países emergentes, casi por definición,
carecen de credibilidad en sus instituciones y, por lo tanto, en sus políticas. Esto significa que
para ellos es costoso “producir” dinero y, por consiguiente, producir acciones monetarias
independientes. Este efecto es aun más pronunciado en épocas de estrés; cuando por ejemplo
otra economía emergente devalúa su moneda o no paga su deuda. El costo de tener una
política monetaria independiente entonces implica tasas de interés más altas y una política
monetaria más estricta, particularmente en esas épocas.
3. AMO: nuevas cuestiones para considerar
Más en general, sugeriría que la experiencia durante los últimos años exige una
reevaluación del debate tradicional entre los costos y beneficios de un tipo de cambio fijo o
unión monetaria por oposición a un tipo de cambio flotante. Al igual que todas las grandes
ironías, la teoría tradicional de las Areas Monetarias Optimas, o AMO, desarrollada por
Mundell a menudo se ha utilizado para argumentar contra la formación de una unión
monetaria particular, si bien el propio Mundell estaba, y sigue estando, en general a favor de
los tipos de cambio fijos. Sin embargo, quienes utilizan la teoría AMO de este modo tienden
a resaltar el rol de los shocks reales, considerando exógenas a muchas características de las
economías. No obstante, como el propio Mundell señala, muchos factores, tales como el
capital y movilidad de la mano de obra, y la flexibilidad de precios y salarios, pueden ser
endógenos. Por ejemplo, aun cuando las condiciones AMO claramente no eran cumplidas
por la Argentina y los Estados Unidos, la adopción de la caja de conversión ha sido muy
exitosa a pesar de todos los shocks reales asimétricos experimentados. La cuestión que
Mundell no consideró, como señala Calvo2 , es la de los shocks financieros. Queda claro que
debemos tener en cuenta el alcance de los shocks financieros debido a cambios abruptos en
los flujos de capitales del mundo, en el contexto de una economía “de pasivos dolarizados”,
y cómo impactan en una economía de tipo de cambio fijo versus flotante, tanto en un
momento determinado como a través del tiempo. Para muchos países emergentes, los shocks
financieros son más importantes que los reales.
4. La posición de Argentina
1 Hausman R., Gavin M, Pages-Serra C. y Stein Ernesto, “Desorden financiero y la elección del régimen de tipo de cambio”
2 Calvo G., “Testimonio sobre la dolarización total”
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 193
La experiencia de Argentina con un tipo de cambio realmente fijo es muy esclarecedora.
Argentina fue sacudida por una serie de shocks reales muy significativos durante los 8 años
en los que ha estado importando la política monetaria de Estados Unidos con su caja de
conversión. Estos shocks reales han incluido una volatilidad enorme en el valor del dólar con
respecto a otras grandes monedas, importantes shocks de precios de productos básicos y el
boom y posterior recesión en Brasil. Sin embargo, ninguno de estos shocks reales ha creado
un problema significativo para la economía argentina, donde la tasa anual de crecimiento ha
promediado el 6% durante el período.
No obstante, se han experimentado problemas debido a shocks financieros tales como
la devaluación del peso mexicano a fines de 1994, que provocó una reducción del 4% en el
producto interno bruto en 1995 - el ataque especulativo contra el dólar de Hong Kong y la
devaluación en Corea del Sur e Indonesia en octubre de 1997, la moratoria de la deuda rusa
en agosto de 1998 y la devaluación brasileña en enero de 1999. Estos shocks, transmitidos
a través de su efecto en las tasas de interés, en general han tenido un fuerte impacto en
Argentina.3
Si bien la caja de conversión ha sido muy exitosa en Argentina, quedan costos de la
persistente percepción de que Argentina podría cambiar esta política. Toda vez que hay un
shock financiero, algunos participantes del mercado parecen pensar que Argentina podría
cambiar el sistema de Convertibilidad. Esto luego aumenta los diferenciales de riesgo país,
reduciendo la disponibilidad de capital para Argentina, disminuyendo la inversión y el
crecimiento.
A pesar de tener una caja de conversión muy exitosa, Argentina no ha sido capaz de
desarrollar una moneda propia.4 Entonces, las alternativas que enfrenta son (i) continuar el
proceso actual, de manera que en 10 ó 15 años los inversores estén convencidos de que la
moneda no va a ser devaluada, o (ii) adoptar el dólar como su propia moneda. Si
comparamos estas alternativas, el beneficio de la primera es la posibilidad de desarrollar una
moneda propia y luego ser capaces de tener una política monetaria independiente. Esto
significa mantener la caja de conversión para poder eliminarla en algún momento en el
futuro. Pero la experiencia argentina sugiere que la política monetaria no tiene tanto valor
en sí misma para justificar el pago del precio, en función de las tasas de interés más altas y
volátiles que la Argentina tendría que pagar durante esos 10 ó 15 años. Por lo tanto, hemos
llegado a la conclusión de que el enfoque correcto para nosotros es la dolarización en el
contexto de un acuerdo monetario con los Estados Unidos, que erradicaría los temores de
que Argentina abandone su caja de conversión, reduciendo así los diferenciales por riesgo
país de forma considerable, lo cual tendría un impacto significativo en la inversión y el
crecimiento.
5. Condiciones previas para la dolarización
Naturalmente, otros países latinoamericanos están en una posición muy diferente que
la Argentina con respecto a la dolarización, y su posición merece toda nuestra comprensión,
La buena noticia es que queda claro que cada nuevo shock ha tenido un impacto menor que el anterior, a medida que se entendía mejor
el funcionamiento de la caja de conversión.
4
Esto está claro en el lenguaje de todos los días; si hablamos de montos pequeños, digamos cien, probablemente nos referimos a cien
pesos, pero si hablamos de un millón, seguramente se trata de un millón de dólares. Lo mismo ocurre con respecto a la elección de la
moneda para los contratos. Si es un contrato a corto plazo, entonces puede estar expresado en pesos; sin embargo, cualquier contrato con
un plazo superior a 6 meses se hace en dólares.
3
BCRA
194 Principales discursos del Presidente del BCRA
ya que, como solía decir Hicks, “la política monetaria es el campo de la política económica
donde la historia sí importa”.
Sin embargo, el tema central que desearía plantear es si, en este mundo de flujos de
capital globales, los países emergentes realmente pueden tener una política monetaria
independiente y son capaces de construir su propia moneda. Y si pueden, si los beneficios
superan a los costos.
Cada país debe claramente formarse su propia opinión al respecto y, como dije antes,
queda claro que la historia importa en el momento de definir las instituciones monetarias.
Creo que la experiencia reciente demuestra que (i) los costos de un tipo de cambio realmente
fijo son inferiores a los que la mayoría de la gente antes pensaba y (ii) los beneficios son
mucho mayores. Basado en este razonamiento, sería de esperar que tarde o temprano más y
más países latinoamericanos comprendan las ventajas de trabajar con miras a una moneda
única para la región y, entonces, que en el futuro veamos cada vez más interés en otros países
en moverse en esa dirección.
En ese caso hipotético, permítanme aclarar desde el principio que la dolarización no es
un sustituto de una buena política económica y que los países que están considerando
seriamente la adopción del dólar estadounidense necesitan determinar en primer lugar si
están en condiciones de mantener la inflación bajo control y tener un crecimiento de la
productividad a una tasa similar a la de los Estados Unidos. Este es el motivo por el que
sugiero que existen por lo menos las siguientes condiciones previas para una dolarización
exitosa:
(i
(ii)
(iii
(iv)
(v)
(vi
(vii)
estar ya utilizando el dólar como reserva de valor y/o como unidad de cuenta y/o
como medio de pago;
haber tenido un período de estabilidad de precios y tipo de cambio, con respecto
al dólar estadounidense, basándose en políticas macroeconómicas coherentes;
contar con instituciones fiscales fuertes que aseguren que la coherencia de la
política macroeconómica se mantendrá en el futuro;
tener una economía abierta, privatizada y desregulada, que asegure que el
crecimiento de la productividad será por lo menos tan grande como en Estados
Unidos;
tener un sistema financiero sólido, que asegure que no existan pasivos monetarios
o cuasifiscales ocultos en el Banco Central u otra institución;
promover la flexibilidad de precios y salarios de modo de alcanzar un grado
significativo de flexibilidad en el precio relativo de los bienes no transables;
tener una relación de reservas internacionales-moneda en circulación lo más
elevada posible, a fin de obtener el máximo flujo posible de señioriaje para utilizar
como garantía de una facilidad de liquidez.
Asimismo, los países cuyas exportaciones estén concentradas en muy pocos
productos básicos con precios sumamente volátiles tal vez necesiten desarrollar “fondos de
estabilización” para ayudarlos a mejorar el efecto de los términos de shocks comerciales.
6. Formas alternativas de dolarizar
Ahora me gustaría pasar a un tema más específico, es decir el subtítulo de este panel,
y preguntar qué queremos decir exactamente con dolarización. A veces tengo la sensación de
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 195
que ésta se ha convertido en una especie de palabra de moda, sobre la cual la gente puede
tener opiniones firmes a favor o en contra, sin realmente considerar si están hablando de la
misma idea. Sugiero que existen al menos tres posibilidades.
(i) Dolarización unilateral
La primera es que los países podrían dolarizar unilateralmente. En esta alternativa, los
países irían reduciendo sus reservas internacionales para comprar dólares en efectivo y
permitir a sus residentes cambiar sus tenencias de moneda local por esos dólares. Esto
implica que los países perderían sus ingresos por señoreaje provenientes de las existencias de
moneda local que estaban en uso al momento de la dolarización y cualquier ingreso
adicional por señoreaje proveniente de los aumentos en la base monetaria local en el futuro.
Por otra parte, los países perderían el alto grado de flexibilidad dado por importantes
existencias de reservas internacionales. Por ejemplo, las existencias de reservas podrían
utilizarse para brindar asistencia temporaria en liquidez en moneda fuerte al sistema
bancario en épocas de iliquidez. En otras palabras, aparte de los demás argumentos a favor
o en contra de un tipo de cambio completamente fijo, la dolarización unilateral tiene costos
financieros significativos para los países participantes que podrían ser difíciles de tolerar
políticamente. Al mismo tiempo, cada país emergente que dolarice unilateralmente provee
una ganancia financiera a los Estados Unidos que obtendría el ingreso extra correspondiente
por señoreaje.
(ii) Un acuerdo monetario
Una alternativa que podría ser más equitativa y, en consecuencia, políticamente más
aceptable, es pensar en términos de dolarización, sujeta a un Acuerdo Monetario que podría
rectificar estos efectos financieros. Por ejemplo, un Acuerdo Monetario podría procurar
compartir los ingresos por señoreaje entre los Estados Unidos y el país que dolariza, de
manera tal que los Estados Unidos no obtengan una ganancia financiera a causa del Acuerdo
y el país emergente quede, en términos financieros, en el mismo estado que si aún tuviera su
propia moneda. Si se pusiera en efecto este acuerdo para compartir ingresos, los flujos de
ingresos por señoreaje podrían utilizarse como garantía para desarrollar una Facilidad de
Liquidez que reemplace la reducción en la flexibilidad que el país que dolariza sufriría al
perder sus reservas internacionales.
Aun más, mi sensación es que una dolarización bilateral sería una opción mucho más
fuerte que una dolarización unilateral por otro motivo. El argumento básicamente se vuelve
a referir a la credibilidad. Un acuerdo bilateral probablemente sea visto como mucho más
creíble por el mercado - y sería visto como muy improbable que el país que dolariza lo
revirtiera. Una dolarización unilateral también podría ser difícil de revertir. No obstante,
dada su naturaleza unilateral, ciertamente sería más fácil de revertir que una dolarización
bilateral. Por otra parte, los incentivos para revertir una dolarización bilateral con un acuerdo
permanente para compartir los ingresos se verían reducidos en gran medida.
Por lo tanto, la dolarización en el contexto de un Acuerdo Monetario bilateral creo que
sería más equitativa y, a través de una mayor credibilidad, también aportaría todos los
beneficios de la dolarización, en términos de la reducción en los diferenciales por riesgo país
y el aumento en la inversión, crecimiento y estabilidad económica.
BCRA
196 Principales discursos del Presidente del BCRA
Para dar un ejemplo sobre cómo funcionaría esto, consideremos las cifras de Argentina,
que tenía moneda local en circulación por alrededor de 15.000 millones de pesos,
respaldados por Títulos del Tesoro de los Estados Unidos en exactamente el mismo monto.
Argentina está ganando alrededor de US$ 750 millones por año, y si se alcanzara un acuerdo
para que Argentina pudiera conservar ese flujo de ingresos, podría utilizarlo como garantía
para una línea de crédito del orden de US$ 15.000 millones, un monto que representa casi
el 20% de los depósitos bancarios.
(iii) Unión monetaria en el hemisferio
Sin embargo, una última opción sería una Unión Monetaria, más acorde a la
Comunidad Europea. Esto implica no sólo reglas relativas a compartir los ingresos por
señoreaje y respaldo a la liquidez, sino también un cambio institucional en términos de
repensar la estructura y los objetivos de todos los Bancos Centrales en la región, incluyendo
el sistema de la Reserva Federal de Estados Unidos. Creo que aquí tenemos que ser realistas.
Personalmente considero que estamos muy lejos de embarcarnos en este proyecto. Sin
embargo, puede pensarse en un conjunto creciente de Acuerdos Monetarios bilaterales que
sean coherentes con una Unión Monetaria más completa y trabajar en esa idea si y sólo si
existe la voluntad política en los países participantes de hacer de éste su objetivo final.
7. Perspectivas de una unión monetaria en el hemisferio
La clave de las perspectivas de una unión monetaria en el hemisferio, en mi opinión,
reside en los Estados Unidos. A menos que Estados Unidos apoye la idea, debo decir que las
perspectivas son muy pobres. En primer lugar, porque dudo que hubiera muchos países que
estarían interesados en dolarizar unilateralmente y dolarizar bilateralmente claramente
necesita de dos partes.
Trataré por un momento de ponerme en el lugar de Estados Unidos y analizar la
respuesta a la pregunta de si los Estados Unidos apoyasen una unión monetaria en el
hemisferio.
El principal beneficio sería que un proceso orientado a este objetivo muy seguramente
instauraría un proceso de convergencia, como en el caso europeo. De hecho, al igual que en
Europa, no es difícil imaginar un círculo virtuoso en el que quienes definen las políticas
busquen convergencia y el mercado, esperando esa convergencia, adelante las recompensas
de ese proceso a través de tasas de interés más bajas y una mayor estabilidad. Esto
naturalmente sería sumamente beneficioso para cada uno de los países participantes en la
región, incluyendo los Estados Unidos, pero también tendría beneficios para la región en su
conjunto.
Esto es admitido por altos funcionarios estadounidenses. No sé si citar a Larry
Summers, quien mientras usaba su sombrero académico dijo hace algunos años:5
“En el largo plazo, encontrar formas de sobornar a la gente para que dolarice, o por lo menos
devolver la moneda adicional ganada cuando ocurre la dolarización, debiera ser una prioridad
internacional. Para el mundo en su conjunto, la ventaja de la dolarización también parece ser
evidente.”
5
Summers, Larry, 1992. “Rules, Real Exchange Rates and Monetary Discipline”. En Nissan Leviatan, Editor, Proceedings of a
Conference on Currency Boards and Currency Substitution, págs. 32-33.
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 197
o su testimonio más reciente en el Congreso estadounidense:
“Si la dolarización ayudara a lograr una mayor estabilidad económica y crecimiento en
países de nuestro hemisferio que han sufrido tanta inestabilidad en el pasado, claramente ello sería
de interés económico y general para los Estados Unidos.”
Un documento reciente preparado por los miembros del Comité Económico
Conjunto llega a una conclusión similar:6
“La dolarización oficial tiene importantes beneficios para los Estados Unidos y los países que
dolarizan por igual. Al compartir el señoreaje con los gobiernos que dolarizan oficialmente, los
Estados Unidos promoverán el crecimiento y la estabilidad financiera tanto interna como
externamente.”
Estoy totalmente de acuerdo con ambas afirmaciones. La dolarización no sólo traería
una mayor estabilidad económica, mayor integración, más operaciones comerciales y
consolidaría la apertura que ya ha tenido lugar, sino que también reduciría la probabilidad
de crisis futuras. A su vez, esto reduciría cualquier responsabilidad potencial para los Estados
Unidos y otros países, tanto directamente en paquetes de asistencia bilateral, como
indirectamente a través de organizaciones internacionales. De hecho, creo que podrían ser
fuertes las bases del argumento de que, en lugar de aumentar cualquier responsabilidad
potencial (como algunos podrían sugerir), una unión monetaria realmente la reduciría.
8. El beneficio político
No cabe duda de que la idea de una unión monetaria en el hemisferio es un objetivo
visionario que requiere de un fuerte liderazgo político de los países latinoamericanos así
como por parte de los Estados Unidos. Al igual que toda gran iniciativa, tiene costos y
beneficios para todas las partes involucradas. No obstante, creo que los beneficios
potenciales superan ampliamente los costos. Por otra parte, no es un juego en el que no se
gana en términos netos, sino que aporta un gran beneficio regional.
Me parece que un creciente conjunto de Acuerdos Monetarios bilaterales entre los
Estados Unidos y los países participantes es un avance coherente y realista. Antes de enunciar
los beneficios de tales acuerdos, deseo subrayar algunas de las cosas que los mismos no
implicarían, a saber:
(i) no implicarían un costo financiero para Estados Unidos;
(ii) no implicarían que los Estados Unidos tendrían que cambiar una sola institución
ni reconsiderar la manera en que la Reserva Federal conduce la política monetaria;
(iii) no implicarían que los Estados Unidos tendrían que asumir ninguna
responsabilidad adicional en la supervisión de los bancos o mercados financieros de
la región;
6 El estudio concluye que “La dolarización oficial tiene importantes beneficios para los Estados Unidos y los países que dolarizan por igual.
La dolarización casi elimina el riesgo de devaluación, haciendo que la inversión local y estadounidense sea más segura. En la mayoría de
los países emergentes, la dolarización oficial reducirá también las tasas de interés de manera significativa, promoviendo su crecimiento
económico. El mayor crecimiento en otros países significa en última instancia una mayor demanda de productos estadounidenses y
también un mayor crecimiento en los Estados Unidos. La gente en muchos países con mercados emergentes ya ha votado con sus bolsillos
por el dólar. Al compartir el señoreaje con los gobiernos que dolarizan oficialmente, los Estados Unidos promoverán el crecimiento y la
estabilidad financiera tanto interna como externamente.” Encouraging Official Dollarization in Emerging Countries, abril de 1999. Joint
Economic Committee Staff Report. Oficina del Presidente del Senado, Senador Conie Mack.
BCRA
198 Principales discursos del Presidente del BCRA
(iv) no implicarían que los bancos fuera de los Estados Unidos tendrían acceso a la
ventana de descuento del Fed o que los Estados Unidos tendrían que actuar como
Prestamista en Ultima Instancia para la región.
Sin embargo, implicarían por lo menos los siguientes beneficios para los países que
adhieran así como para los Estados Unidos:
(i) el uso del dólar estadounidense se consolidaría en toda la región;
(ii) se generaría un círculo virtuoso por el cual quienes definen las políticas en la región
procurarían hacer que sus países adhieran a tales Acuerdos, mejorando así la calidad
de sus políticas económicas, y los mercados financieros responderían con
diferenciales más bajos debido a la expectativa de que los países adhieran al Acuerdo
y también a esas políticas mejoradas;
(iii) habría, en consecuencia, una mayor estabilidad económica, inversión, crecimiento
y operaciones comerciales en Latinoamérica, lo que también redundaría en
beneficio de los Estados Unidos;
(iv) habría una mayor integración con los Estados Unidos, sin la posibilidad de futuras
devaluaciones competitivas;
(v) no habría crisis de moneda futuras en la región;
(vi) una mayor estabilidad económica significa que la probabilidad de otras crisis se
reduciría de manera significativa; y
(vii) la menor probabilidad de crisis futuras también sería un beneficio importante para
los Estados Unidos, tanto debido a su efecto en las exportaciones estadounidenses,
así como en la inversión directa y de cartera, como debido a que implicaría una
menor responsabilidad potencial para los Estados Unidos de asistir financieramente
a los países de la región, directa o indirectamente a través del FMI u otros
organismos multilaterales.
En síntesis, considero que los beneficios para los Estados Unidos así como para otros
países americanos por el hecho de aumentar el grado de Cooperación e Integración
Monetaria en el Hemisferio podrían ser muy importantes. Todo lo que necesitamos hacer es
estudiar seriamente las diferentes alternativas, y luego trabajar con miras a asegurar el fuerte
apoyo político que esta importante y trascendental reforma requiere y merece.
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 199
Foro Internacional sobre Perspectivas Latinoamericanas
Nuevas Sugerencias para Acuerdos Monetarios
Conferencia OCDE-BID
París, 25-26 de noviembre de 1999
1. Introducción
En primer lugar quisiera agradecer a la OCDE y al BID por la invitación a participar en
esta excelente conferencia, y en particular a analizar el rol que deberían desempeñar los
acuerdos monetarios en la definición de la nueva arquitectura financiera.
Luego de la charla tan interesante de Ricardo que llama a la reflexión, me impresiona que
a pesar de que aparentemente se han realizado considerables esfuerzos de investigación sobre
este tema, y que se han dictado muchas conferencias recientemente en relación con temas
similares (acuerdos monetarios y arquitectura financiera internacional en general), no hay
consenso sobre estos temas tan fundamentales. Quisiera centrar estos breves comentarios en
algunas sugerencias sobre por qué es tan difícil llegar a un consenso. En particular, quisiera
proponer tres ideas: (i) la falta de comprensión acerca de la demanda de dinero en las
economías emergentes; (ii) ciertas advertencias con respecto a la antigua “división del trabajo”
entre tipo de cambio fijo y flexible; y (iii) las opiniones opuestas del G7 y de los países
emergentes sobre este tema.
2. Reconsideración del tipo de cambio fijo versus flotante
El debate tradicional sobre tipo de cambio fijo versus flotante llegó a la conclusión de que
si los shocks eran de naturaleza principalmente monetaria, se prefería el tipo de cambio fijo al
flexible; por el contrario, si los shocks eran principalmente reales, un régimen de tipo de
cambio flotante sería mejor para aislar a la economía de estos shocks. Pero este análisis se basó
en al menos tres premisas que no siempre son aplicables: (i) que existe demanda estable de
dinero; (ii) que los shocks monetarios se originan en el término de error en la demanda de
dinero y no en la política monetaria; y (iii) que los shocks reales son de tal naturaleza que
afectan a todos los bienes transables de la misma forma.
La demanda estable de dinero es una premisa (implícita) en la mayoría de los análisis sobre
regímenes cambiarios. Pero en algunas economías emergentes, esta premisa puede ser poco
realista ya que puede no haber demanda estable de moneda local (a pesar de que puede existir
demanda estable por algún tipo de agregado bimonetario). Por lo tanto, las conclusiones del
análisis basadas en esta premisa implícita pueden ser incorrectas. Muchos autores han
reconocido que este tema ha generado al menos dos problemas significativos: (i) vulnerabilidad
financiera y (ii) reducción significativa en el poder de la política monetaria, debido a que la
autoridad monetaria local ejerce control sobre el agregado monetario local pero no sobre el
agregado bimonetario, que es el relevante.
Una segunda hipótesis es que los shocks monetarios provienen del término de error en la
demanda estable de dinero, y por lo tanto un tipo de cambio fijo será la mejor alternativa
debido a que podría amortiguar fácilmente estos shocks realizando pequeños cambios en el
nivel de reservas internacionales. Sin embargo, este análisis no considera la posibilidad de que
los shocks monetarios provengan de la oferta de dinero, y de hecho en muchas economías
BCRA
200 Principales discursos del Presidente del BCRA
emergentes la situación fiscal descontrolada junto con el acceso limitado a los mercados de
capitales internacionales y mercados financieros nacionales poco desarrollados pueden llevar al
uso de política monetaria en lugar de política fiscal, generando así inestabilidad monetaria y de
precios. La naturaleza de los shocks monetarios no son cambios impredecibles en la demanda
de dinero sino cambios abruptos (a veces predecibles) en la oferta de dinero.
La tercera hipótesis es que los shocks reales son de una naturaleza muy particular: afectan
a todos los bienes transables del mismo modo (los modelos generalmente asumen sólo un bien
transable y un bien no transable mediante los cuales esta hipótesis implícita se incorpora al
análisis). En dicho mundo, y asumiendo una rigidez en baja en el salario nominal y cierto
grado de ilusión monetaria, la variación del tipo de cambio podría mejorar el bienestar. Sin
embargo, el hecho es que existen muchos shocks reales que no afectan a todos los bienes
transables de la misma manera. Por ejemplo, una innovación tecnológica en la industria
automotriz de otro país puede requerir una reducción en los salarios de nuestra industria
automotriz, aunque no de la economía en su conjunto que sería el resultado de una
devaluación. Por lo tanto un régimen de tipo de cambio flexible puede ser útil cuando se
producen cambios en los términos de intercambio, asumiendo rigidez salarial y grado de ilusión
monetaria, pero también puede ser altamente perturbador bajo otros tipos de shocks externos.
En conclusión, la elección del régimen de tipo de cambio depende en gran medida de los
antecedentes monetarios del país involucrado1 , así como de la composición de su comercio y
la naturaleza de los shocks dominantes. Esto puede explicar en cierta medida la falta de
consenso sobre el mejor régimen cambiario.
Con estos antecedentes en mente, podemos evaluar los recientes acontecimientos
mundiales, su impacto sobre los debates actuales referidos a política cambiaria y algunas de las
demás razones invocadas para la elección de regímenes cambiarios alternativos.
3. Sobre tipos de cambio flotantes …
Muchos economistas y ciertas organizaciones multilaterales apoyan firmemente a los tipos de
cambio flotantes. Analicemos la experiencia de los grandes países industriales y los resultados
de dicho sistema de cambio. Los tipos de cambio flotantes en países del G7 han sido altamente
volátiles y han tenido desvíos persistentes de los niveles de PPA. Durante los últimos cinco
años se produjeron fluctuaciones en el tipo de cambio yen/ dólar de 84,33 a 144,66, marco
alemán / dólar de 1,37 a 1,87 ; incluso durante este año se produjeron fluctuaciones en el tipo
de cambio yen / dólar de más de 19,2%, de 121,79 a 102,15 y una variación en el tipo de
cambio dólar / euro de 12,9%, de 1,1362 a 1,0062. Es muy difícil concebir que estas
fluctuaciones sean consistentes con los cambios subyacentes en la PPA, por ejemplo.
Asimismo, esto ha generado problemas significativos en los países del G7 más abiertos que
liberaron el tipo de cambio (por ejemplo, el debate actual sobre la política monetaria del Reino
Unido) y la volatilidad de las monedas del G7 (por ejemplo, dólar vs. yen y dólar vs. euro) ha
causado problemas significativos indirectamente en algunos países de América latina,
incluyendo Argentina, que han fijado su tipo de cambio por referencia a una de las monedas
más fuertes.
Debido a que existe una tendencia a liberar los tipos de cambio en las economías
emergentes, esta experiencia es algo alarmante. Si los países del G7 con tipos de cambio flotantes
tienen una alta volatilidad de tipo de cambio y desvíos persistentes de los niveles de tipo PPA, es
1
BCRA
Como solía decir John Hicks, la política monetaria es el campo de la política económica en el cual la historia es más importante.
Principales discursos del Presidente del BCRA 201
probable que, salvo que se tomen medidas correctivas rigurosas, los países emergentes que
recientemente flotaron sus tipos de cambio sufrirán una volatilidad aun mayor. En particular,
creo que es mucho más probable que los países del G7 tengan una demanda de dinero
razonablemente más estable que los países emergentes. La falta de demanda estable de dinero en
las economías emergentes aumenta la volatilidad de su tipo de cambio debido a que genera un
problema de vulnerabilidad financiera causada por los “descalces gemelos” -descalce de liquidez y
moneda- que han sido analizados en extenso por Ricardo Hausmann y sus colegas del BID.
Asimismo, en algunos países emergentes los mercados cambiarios no son muy profundos
y los flujos de capital son relativamente más importantes. Juntemos estas características y creo
que podemos afirmar con seguridad que es más probable que los tipos de cambio flotantes en
las economías emergentes sean significativamente más volátiles que los del G7 salvo que, como
dije anteriormente, se tomen medidas correctivas.
Este argumento (la necesidad de acciones correctivas rigurosas) está respaldado por una
literatura cada vez extensa, que sostiene a través de trabajo empírico que los países emergentes
que flotan su tipo de cambio efectivamente toman medidas correctivas fuertes para amortiguar
las fluctuaciones en los tipos de cambio (ver por ejemplo “Fear of Floating” de Calvo y
Rheinhart). Una fuerte motivación es que la demanda instable de dinero nacional puede
generar la “dolarización” de pasivos. En la mayoría de los países emergentes, la deuda a largo
plazo del gobierno está denominada en dólares y en algunos casos grandes deudas del sector
privado, especialmente pasivos del sector bancario, también están denominadas en dólares.
Asimismo, en algunos países emergentes (como Argentina) la mayoría de los contratos grandes
-especialmente a largo plazo- están denominados en moneda extranjera, aún cuando ello
implique que las variaciones en el tipo de cambio con respecto al dólar pueden tener efectos
muy fuertes -no deseados- en el balance general, creando incertidumbre financiera /
macroeconómica.2
También hay evidencia (en parte en el trabajo de Ricardo con sus colegas del BID y el de
otros, por ejemplo Jeff Frankel) que países latinoamericanos que liberan el tipo de cambio son
más vulnerables a las variaciones en las tasas de interés de EE.UU. que los países que fijan el
tipo de cambio. Asimismo, los países con tipo de cambio flotante tienden a seguir políticas
monetarias más pro-cíclicas cuando se enfrentan a un deterioro en los términos de intercambio.
Esta conclusión es consistente con la doctrina de “temor a flotar el tipo de cambio”. En otras
palabras, cuando los países que liberan el tipo de cambio se enfrentan a un shock negativo (por
ejemplo, aumento en las tasas de interés de EE.UU. o deterioro en los términos de
intercambio) deben ajustar la política monetaria para mantener la estabilidad del tipo de
cambio. Debido a que flotan el tipo de cambio, el mercado puede prever una depreciación y
por lo tanto, para mantener la estabilidad de los precios, las autoridades deben realizar más
ajustes de los que hubieran tenido que realizar bajo un régimen de tipo de cambio fijo
altamente creíble. El aumento en los tipos de interés ante las expectativas de devaluación es
una característica en común de muchos países emergentes que persiguen “metas de inflación”.
Otras limitaciones de los regímenes de tipo de cambio flotante para los países emergentes son
que: i) tienden a estar asociados con un desarrollo más lento de sus sectores financieros -por ejemplo,
Un caso interesante es Uruguay, que posee tipo de cambio flotante (limitado por una banda) pero las autoridades han mantenido una
política mucho más estricta de modo que la depreciación real prácticamente ha igualado los diferenciales de índice de inflación a los de
EE.UU. De hecho, esta práctica se ha mantenido a pesar de que Uruguay ha sufrido shocks externos significativos.
3
Según la afirmación de Martín Lagos: “En tales circunstancias, una situación de tipo de cambio fijo no es más que el discreto intervalo
entre un par de episodios de devaluación, que se sucederán indefinidamente”.
2
BCRA
202 Principales discursos del Presidente del BCRA
debido a una mayor vulnerabilidad derivada de los “descalces gemelos”-; y ii) debido a que la
mayoría de los shocks reales no afectan a todos los bienes transados del mismo modo -por ejemplo, la
crisis reciente de Brasil tuvo un efecto diferenciado en los distintos sectores del MERCOSUR- el tipo
de cambio flotante no constituye el mecanismo de ajuste de precios relativos más eficiente con respecto
a los shocks reales.
4. Tasas fijas pero ajustables, un caso perdido …
Hemos vistos los riesgos de los tipos de cambio flotantes. Por otra parte, también
queda claro que los tipos de cambio fijos, pero ajustables, también conllevan grandes riesgos.
En primer lugar, existe el riesgo de que las autoridades se vean tentadas a llevar a cabo
medidas de política monetaria que no son consistentes con el tipo de cambio, es decir, los
shocks monetarios surgen de la política monetaria más que de alteraciones en el término de
error de la demanda de dinero. En segundo lugar, son más susceptibles a los ataques
especulativos, cuya probabilidad presumiblemente aumente según el nivel de inconsistencia
de la política monetaria con respecto al tipo de cambio. Si el ataque especulativo es exitoso,
normalmente genera un desbordamiento en el tipo de cambio y por ende efectos muy fuertes
en el balance general (especialmente en economías dolarizadas) y posteriormente un impacto
profundo en la actividad económica. Una limitación conocida en el tipo de cambio fijo con
la cuenta de capital abierta es su inconsistencia con una política monetaria independiente.
Sin embargo, la experiencia demuestra que dicho conocimiento no siempre representa una
limitación en el comportamiento de los diseñadores de políticas3.
5. Sobre la elección entre tipo de cambio flotante y fijo
La elección por lo tanto podría ser entre tipo de cambio flotante, tal vez respaldado por
un régimen que establezca metas de inflación, y un tipo de cambio fijo altamente creíble
respaldado por una norma de política monetaria consistente (por ejemplo: caja de conversión
o dolarización total o unión monetaria).
Sin embargo, en los foros de políticas, las dos soluciones se proclaman en forma muy
despareja: se anuncia a gritos que el mejor acuerdo de tipo de cambio es el flotante, y se susurra
que en determinadas circunstancias (implícitamente bastantes extrañas) el tipo de cambio fijo
puede ser apropiado. La diferencia en el volumen en que se expresan las recomendaciones de
política puede llevar a que algunos de los países reflejen las preferencias del G7, como veremos
más adelante
Y volvemos a la vieja pregunta de cambio fijo versus flotante. Aparentemente el tema
central es la elección óptima entre estos dos extremos. Esta elección depende, por un lado, de
las características del país y, por otro, de la función objetivo elegida. La función objetivo de las
economías emergentes puede ser algo diferente a la de los países del G7, por lo tanto es natural
que los países del G7 tengan ideas diferentes sobre qué acuerdos de tipo de cambio deberían
adoptar las economías emergentes. Y podemos ver en el análisis actual algunas discrepancias
que surgen a raíz de las diferentes perspectivas desde las cuales se efectúa la recomendación de
política. Describiré brevemente en qué creo que pueden diferir estos objetivos, y también
sugiero una forma en la cual pueden conciliarse las diferencias.
6. Objetivos de los países emergentes
En mi opinión, el régimen cambiario óptimo de un país puede depender en gran medida
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 203
de la “calidad de su moneda”. Como dije anteriormente, la demanda de dinero en muchos
países del G7 es bastante estable y esto explica, en gran medida, por qué las deudas de los países
del G7 están denominadas en gran medida en sus propias monedas. Otra forma de decir esto
es que la calidad de su moneda es alta. En contraposición, las economías emergentes a menudo
no poseen una demanda estable de dinero y sus pasivos están altamente dolarizados. En otras
palabras, la moneda local no es de la misma calidad que en los países del G7. Como ya dije,
esto genera dos problemas (i) la vulnerabilidad financiera que surge de los descalces gemelos y
(ii) las serias limitaciones a la efectividad de la política monetaria, aún bajo regímenes de tipo
de cambio flotante.
En el caso de Argentina, el lamentable antecedente de inflación y el alto nivel de
dolarización, junto con su cuenta de capital abierta y su economía bastante cerrada (en términos
de exportaciones con respecto al PIB) apuntan a una baja calidad de su moneda. Por lo tanto,
Argentina hizo una excelente elección al establecer una caja de conversión en 1991. Aún si
Argentina liberara el tipo de cambio, no podría utilizar el tipo de cambio como herramienta de
política ya que los efectos sobre el balance general serían muy fuertes, e incrementarían la
vulnerabilidad del sector financiero y la economía en su conjunto. Asimismo, como los
argentinos aún “piensan” en términos de dólares, la depreciación nominal no generaría
depreciación real de todos modos, por lo tanto probablemente se obtendrían pocos beneficios
de una devaluación nominal. Sin embargo, debido a la menor credibilidad del régimen,
indudablemente existiría un costo en términos de tasas de interés más altas y crecimiento
mientras Argentina intenta mantener la credibilidad y un determinado nivel de inflación.
7. ¿Cómo ha operado la caja de conversión en Argentina?
Argentina tuvo un desempeño muy exitoso con este sistema. Bajo el sistema de caja de
conversión, el PIB real creció casi un 40%, la inversión aumentó aproximadamente 130%, las
exportaciones crecieron 120% y la inflación fue inferior a la de EE.UU. durante los últimos
cinco años. El sistema financiero también ha crecido significativamente -aproximadamente
400% desde fines de 1991 hasta fines de 1998-. Debo destacar que estas cifras incluyen dos
grandes recesiones, en 1995 y este año. Me alegra decir que hay evidencia de que Argentina
se está recuperando de la recesión de 1999 y está creciendo nuevamente.
El hecho de que en Argentina algunos pensemos en la total dolarización de derecho a
través de una asociación monetaria con EE.UU., no significa que no valoremos el enorme
aporte de la caja de conversión a la consolidación económica y política de Argentina. Pretende
aprovechar las ventajas de este esquema -el desarrollo de una cultura fiscal, de una cultura de
productividad, de flexibilidad de precios- que ha permitido a Argentina progresar sin política
monetaria, a pesar de los importantes shocks reales y financieros. Pero intenta mejorar donde
nosotros no hemos podido, es decir, convenciendo a los inversores de que este tipo de cambio
esta aquí para quedarse. Consideramos que en el balance entre la credibilidad producida por
formar parte de una unión monetaria, con acuerdo sobre el señoreaje sobre el cual se pueda
implementar líneas de crédito contingentes para el sistema financiero, y la pérdida definitiva
de la política monetaria, sale favorecida la asociación monetaria.
8. ¿Qué deberían hacer otros países?
Naturalmente, cada país deberá hacer su propia evaluación sobre los regímenes
cambiarios. Un interesante informe de Ernesto Stein y Ernesto Talvi sostiene que, para los
países de la región que están más dolarizados y más integrados con EE.UU., es más probable
BCRA
204 Principales discursos del Presidente del BCRA
que el análisis de costo beneficio se oriente en la misma dirección que el de Argentina. Por otra
parte, los países que están más abiertos en la cuenta comercial y realizan un mayor intercambio
comercial con el resto del mundo y están menos dolarizados, podrían tener la oportunidad de
mantener una política monetaria independiente. Sin embargo, la evidencia existente muestra
que estos últimos países pueden llegar a tener tasas de interés más altas y volátiles. Y desde este
punto de vista creemos que muchas economías emergentes de la región estarían mejor si
adoptaran un tipo de cambio fijo creíble.
9. Objetivos del G7
Hasta aquí he analizado el tema desde el punto de vista de las economías emergentes. Sin
embargo, los países del G7 pueden tener otros objetivos. Algunos países del G7 han afirmado,
por ejemplo, que sería incorrecto que los organismos multilaterales utilicen sus recursos para
respaldar regímenes cambiarios “insostenibles”. Existe una clara preferencia dentro del G7 por
acuerdos de tipo de cambio flotante. Mi interpretación es que los países del G7 pueden estar
preocupados por el daño moral que podría generar un tipo de cambio fijo, y los pasivos
contingentes que genera, a través de la percepción de que debería existir asistencia bilateral o
multilateral si el tipo de cambio fallara. Es decir, lo que Ricardo llama el enfoque
“Demasiado”.
Naturalmente, lo que es bueno para reducir el daño moral percibido y los pasivos
contingentes en países del G7, puede no ser tan bueno desde el punto de vista de las economías
emergentes. En particular, si rechazamos todos los tipos de acuerdos de tipo de cambio fijo incluyendo la dolarización - debido a que podrían causar daño moral, estamos dejando una
sola opción a las economías emergentes: liberar el tipo de cambio. Esta es una opción pobre
si consideramos que (i) las economías emergentes mostrarán una volatilidad en el tipo de
cambio aún mayor a la del G7 y por lo tanto será altamente vulnerable a dicha volatilidad; y
(ii) que, según la calidad de su moneda, estos países no podrán sostener una política monetaria
verdaderamente independiente, es decir anticiclica.
10. Conciliando los objetivos del G7 y de las Economías Emergentes …
En particular, según lo relató tan elocuentemente Ricardo, creo que si seguimos esta idea
hasta el extremo, nos encontraremos con un mundo en el cual cada país mantiene su propia
política monetaria y tipo de cambio flotante. Ciertamente esta no es una receta para altos
flujos de capitales, alto nivel de integración comercial, tasas de interés bajas y alto crecimiento.
De hecho, creo que representa una segunda o tercera mejor alternativa y permaneceremos en
un mundo de “Demasiado Poco”. Los flujos de capital serán demasiado bajos para igualar las
tasas de retorno sobre el capital y demasiado bajos para igualar la relación de capital con mano
de obra en un marco de tiempo razonable.
Y la ironía es que si las economías emergentes tienen “miedo a liberar el tipo de cambio”
como lo demuestra la evidencia existente, tal vez ni siquiera exista el beneficio residual de poder
adaptarse a los shocks idiosincráticos.
En mi opinión, para resolver el problema de “demasiado poco”, debemos pensar en la
forma de aliviar los problemas creados por las fronteras nacionales a través de la creación de
monedas soberanas. Un aspecto importante es el impacto de la volatilidad de los tipos de
cambio en los países con moneda de baja calidad sobre su estructura de deuda financiera y del
sector privado. Una solución para limitar este riesgo es implantar reglamentaciones que
BCRA
Principales discursos del Presidente del BCRA 205
limiten los descalces gemelos en bancos, corporaciones y gobierno. Alternativamente, el país
podría adoptar una política de tipo de cambio consistente y creíble, o la decisión más radical
de formar una asociación monetaria con un país que posea moneda de alta calidad.
Otros riesgos importantes relacionados con la adopción de monedas soberanas son los
relativos a la convertibilidad de la moneda y la seguridad legal de los contratos, o riesgo
soberano. Es aquí, tal vez, donde los organismos multilaterales pueden desempeñar un rol más
importante. Por ejemplo, aplaudo el uso cada vez mayor de garantías y seguros que los
organismos multilaterales como el BID y el Banco Mundial intentan implantar en y que
Argentina ya ha utilizado con la “Back Stop Facility” (Facilidad de Apoyo) en 1995, y las
mejoras en un bono emitido en 1999. En este sentido el G7 podría desempeñar un rol
importante en alentar a los organismos multilaterales de crédito a fortalecer la infraestructura
financiera de los países emergentes como una forma de manejar los pasivos contingentes que
se producen en los mismos.
Estos productos también pueden ayudar a resolver un tema relacionado: el problema de
hacer promesas intertemporales. Aquí, la noción de soberanía implica riesgos mayores en el
sentido de que la soberanía significa que los países pueden infringir acuerdos previos. Una
solución alternativa para dichos problemas es una constitución que limite el poder del gobierno
de turno, a través de cláusulas constitucionales que limiten la libertad del gobierno actual de
violar contratos o determinadas acciones de política. Podrían ser cláusulas constitucionales que
aseguren la consistencia intertemporal de la política fiscal, de modo que los países retengan la
soberanía, pero renuncien a la posibilidad de no cumplir con sus deudas. En este sentido, un
beneficio interesante de la asociación monetaria es que puede ayudar a reforzar el compromiso
institucional con un determinado régimen de tipo de cambio o la consistencia temporal de las
políticas fiscales que lo respalda, por ejemplo, internalizando los costos de abandonar dicho
acuerdo.
11. Importancia de la liquidez …
Quisiera considerar ahora otra forma de conciliar los objetivos del G7 y de los países
emergentes con respecto a regímenes de tipo de cambio, es decir: obtención de mayores flujos
de capital, mayor integración y mayor crecimiento, pero al mismo tiempo limitando los pasivos
contingentes sobre los que algunas naciones del G7 están verdaderamente preocupados bajo
un tipo de cambio fijo. Esto se puede lograr mediante la adopción de una política de liquidez
sistémica.
Si los países aseguran una adecuada protección de liquidez, existe una menor probabilidad
de que se produzcan ataques contra el tipo de cambio u otros tipos de ataques, sobre el sector
bancario o sobre los títulos públicos. Asimismo, si se produce un ataque, la defensa puede ser
financiada a través de recursos nacionales en lugar de recurriendo a la asistencia bilateral o
multilateral.
Sin embargo, la necesidad de liquidez sistémica es particularmente costosa para economías
con escasos capitales. Podría mitigarse con la existencia de un prestamista en última instancia
internacional confiable, y aplaudimos el nuevo Contingency Credit Liquidity del FMI, y
esperamos que se implemente pronto de modo de constituir un “sello de aprobación” en lugar
de un “signo de debilidad”. La posibilidad de acceder a la liquidez a través de un prestamista
en última instancia internacional confiable beneficiará potencialmente a quienes tienen tipos
BCRA
206 Principales discursos del Presidente del BCRA
de cambio fijo y flotantes. Sin embargo, considerando la predominancia del “miedo a liberar
el tipo de cambio” en los regímenes flexibles, en los cuales quienes flotan el tipo de cambio
adoptan efectivamente un tipo de “flotación dirigida o sucia”, el riesgo de daño moral puede
ser mayor en quienes poseen un tipo de cambio flotante que un tipo de cambio fijo,
particularmente si la alternativa es un régimen de tipo de cambio fijo creíble. La transparencia
de un régimen cambiario fijo creíble y basado en reglas es más fácil de supervisar y menos
tendiente al tipo de daño moral que los organismos multilaterales temen tanto.
12. Conclusión …
Como conclusión, permítanme decir que tenemos que pensar en cómo avanzar, no hacia un
mundo con menos coordinación internacional, sino hacia uno con mayor integración ya que
coincido con que actualmente estamos en un mundo de “demasiado poco” y no de “demasiado” flujo
de capital. Sin embargo, si nos movemos hacia un mundo de mayores flujos de capitales y mayor
crecimiento, deberemos pensar muy cuidadosamente cómo administrar los riesgos inherentes. Dar la
espalda a estas posibilidades con la idea de que una política monetaria para cada país creará
condiciones estables para mayor integración y crecimiento es un problema potencialmente grave. No
prestar atención a una política de liquidez sistémica podría ser igualmente grave.
Banco Central de la República Argentina
Este Informe, al igual que el resto de las publicaciones del BCRA,
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