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Prejuicios y la sociedad
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Respeto desde el judaísmo
Vamos a ver el respeto desde las fuentes y desde algunas frases conocidas.
Empecemos con “‫“ ”ואהבת לרעך כמוך‬Y amarás a tu prójimo como a ti mismo”. (Vaikrá 19:18)
Hay quienes dicen que la Torá entera, junto con sus mitzvot, sus enseñanzas, sus valores, está para
cumplir con lo que nos dice esta frase, amar al prójimo, al que se encuentra próximo a nosotros.
Para ilustrar esto, vamos a mencionar algunas mitzvot conocidas que se relaciona con la relación
entre personas, entre vecinos.
‫ביקור חולים‬-Bikur Jolim: Visitar a los enfermos.
‫הכנסת אורחים‬-Hajnasat Orjim: Hospitalidad, Invitar a comer, descansar y protegerse al que lo
precisa.
‫ כבד את אביך ואת אמך‬-Kaved et avija ve’et imeja: Respetarás a tu padre y a tu madre.
Los niveles de Tzedaka
El Rambam (1135-1204), Rabí Moshé ben Maimón, fue el sabio racionalista más importante del
pueblo judío. Escribió decenas de cartas hacia la comunidad yemenita, escribió el primer
compendio organizado de mitzvot y una “Guía para los perplejos”.
Nos enseñan nuestros sabios de la Mishná que una vez destruido el templo los sacrificios deben
ser remplazados por la Tzedaká. Generalmente usamos para traducir Tzedaká la palabra caridad
pero con esta traducción no somos fieles a la esencia misma de la palabra. Tzedaká proviene de la
raíz hebrea de Justicia por lo cual Tzedaká podría venir a significar “lo justo” o “justicia social” con
una interpretación actual.
El concepto de Tzedaká con el correr de los siglos tomo un lugar central en nuestra vida
comunitaria. La comunidad judía se ha consolidado a través de las generaciones por la ayuda
mutua entre quienes más tienen con quienes están más desprotegidos. Jazal (Sabios de bendita
memoria) nos instruyeron decenas de pautas sociales de cómo debe ser la repartición de nuestra
riqueza y a quienes debe ayudarse primordialmente.
Ahora repasaremos los ocho niveles que plantea el Rambam sobre la Tzedaká para después pasar
a algunas reflexiones.
1. El octavo y más bajo grado de caridad es cuando se da una pequeña y directa donación a
desgano (luego de que se es pedida).
2. El séptimo nivel es cuando se da menos de lo que se puede, pero con alegría (luego de que
se es pedida).
3. El sexto nivel, es cuando se da directamente al pobre, en medida suficiente, cuando aquel lo
solicita.
4. El quinto nivel, es cuando se da limosna directamente al pobre, sin que éste lo solicite.
5. El cuarto nivel, es el de la donación indirecta. El que recibe conoce al donante, pero aquel no
conoce la identidad del beneficiado.
6. En el tercer nivel, el donante conoce la identidad de quien recibe, pero el que recibe no
conoce la identidad del donante.
7. En el segundo nivel el donante no conoce al que recibe y a su vez, el que recibe no conoce al
donante.
8. La forma más elevada de Tzedaká es ayudar a una persona a ser autosuficiente.
Al releer una y otra vez las enseñanzas de Maimónides es sorprendente la vigencia que tiene hoy
en día en nuestra sociedad. Hace ya 800 años planteó una escala progresiva de cómo debe
entenderse las donaciones. Tal vez la última, la que nos invita a ayudar a una persona a ser
autosuficiente, es una síntesis de la célebre frase: "Dale un pez a un hombre y comerá un día;
enséñale a pescar y comerá siempre."
Meguilat Rut y la Tzedaká
Toda la historia de Rut relata sobre Tzedaká y Guemilut Jasadim. (Justicia Social y Bondad)
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Tzedek es justicia. Es el ideal central del judaísmo profético. No se hace con palabras ni con
declaraciones de principios sino con actos.
La Tzedaká tiene como objetivo reparar las injusticias sociales. Es el cumplimiento del deber
de cada ser humano, cubrir las necesidades de otros seres humanos que no pueden hacerlo
por sí mismos.
Tzadik es el justo.
Muchas de las leyes sociales de la Torá se ocupan de la relación del Hombre con los marginados de
la sociedad (pobres, huérfanos, viudas y extranjeros), ellos están indefensos en la sociedad.
Por eso nos exige, comportarnos con ellos con benevolencia y cariño.
Hay varias Mitzvot relacionadas con la ayuda social. Estas leyes tienen como objetivo recordarle al
hombre la obligación de ocuparse de los necesitados no a través de conductas directas, sino
implícitas (dejar, olvidar).
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Leket: Lo que se cae durante la cosecha, no se levanta. De allí han de tomar los
necesitados: las viudas, los huérfanos, los extranjeros.
Peá: El campo es cuadrado y se cosecha en círculo para que queden las Peot- esquinas- sin
levantar, destinadas a los pobres y los extranjeros.
Shijejá: la rebusca, lo que te olvidaste no se puede retornar para tomarlo. Queda
disponible para quien lo necesita.
Shmitá: cada séptimo año no se labraba la tierra y los frutos eran para todos.
Iovel: (año de Jubileo, cada 50 años): si por razones económicas alguien debía vender su
parcela de tierra, la venta era sólo relativa, pues en ese año la propiedad volvía a su
antiguo dueño. La moratoria de las deudas.
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Maaser: dar la décima parte de lo que uno gana en el año destinado a los pobres.
Algunas Frases
“Aquél que alimenta al hambriento alimenta también a Dios.”
(Agadat Shir HaShirim)
“Aquél que alimenta al hambriento se alimenta también a sí mismo, porque la tzedaká (justicia
social) bendice a aquél que da incluso más que a aquél que recibe.”
(Ruth Rabá, 19)
“Una persona debería estar más preocupada por sus asuntos espirituales que por sus asuntos
materiales, pero el bienestar material del prójimo debe considerarse su propio asunto espiritual”
(Rabi Israel Salanter)
El Maaser
La palabra "Maaser" significa "diezmo". Ella proviene del verbo "leaser", que significa "diezmar",
es decir, separar el diez por ciento.
Dice Rabí Yosef Caro en su libro "Shulján Aruj" capítulo 249, al referirse a la cantidad de tzedaká
que cada persona está obligada a dar por año:
La cantidad que debe dar - si tiene el poder económico, entonces debe dar acorde a las
necesidades de los pobres. Pero si no tiene tantas posibilidades, que de hasta un quinto de sus
bienes, y esa es la mejor manera de cumplir con la mitzvá; si da un décimo, eso es la manera
intermedia; y menos de eso es ser mezquino. Y estos porcentajes que recordamos no siempre se
refieren al capital, pues sólo en el primer año se refieren al capital inicial, pero el resto de los años
se refieren a la ganancia de cada año.
De cualquier modo, que la persona no de menos de un tercio de shekel por año (el equivalente a 6
gramos de plata pura), y si dio menos que eso no cumplió con la mitzvá de la tzedaká.
De esta palabras del Shulján Aruj, aprendemos que a pesar de que el mínimo que la persona debe
dar para cumplir la mitzvá de la tzedaká es un tercio de shekel, de todas formas, quien da menos
del diezmo de sus ganancias tiene "ain raá - mal ojo", es decir que él es mezquino y no reparte
tzedaká como debería hacerlo.
¿Quién no quiere prosperar económicamente?
Di-s nos provee bendición para que vivamos y le sirvamos con alegría, y sobre todo, para que
compartamos esa alegría con nuestros hermanos.
Con ese ánimo la Torá ha dispuesto numerosas obligaciones con respecto a los menos afortunados
y estas son:
Maaser
Shejajá
Leket
Peá
Olelut
Shemitá
Yobel
Tzedaká
Como hemos mencionado, la tzedaká no es una virtud del corazón individual, sino una obligación,
una orden explicita de la Torá.
Todos, pobres y ricos, viejos y jóvenes, mujeres y hombres, están obligados a la misma; en toda
ocasión que se pueda.
En cuanto a los límites, nuestros Sabios especificaron que un décimo de los ingresos es una
porción adecuada para dar cumplimiento a la mitzvá, estimándose el máximo en un quinto de los
ingresos netos.
Sin lugar a dudas la tzedaká es uno de los pilares del Judaísmo.
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