Historia del Arte Canario 2006-2007 La pintura hasta 1800. Introducción. Analizar el panorama el panorama pictórico del archipiélago durante este periodo significa hablar fundamentalmente del Barroco. No obstante, los gustos imperantes en la sociedad canaria del siglo XVI estuvieron asimismo determinados por la importación de piezas de origen flamenco, cuyo prestigio fue conocido sobre todo a través de las relaciones con los Países Bajos. El seiscientos dio entrada a una mayor presencia de los talleres peninsulares, especialmente sevillanos, cuyo influjo se prolongó a lo largo de la siguiente centuria, bien a través de la llegada de obras o por medio de la formación de algunos maestros canarios en sus escuelas. Surgen entonces las personalidades que conducirán la pintura barroca en Canarias. De entre estos autores destaca, Gaspar de Quevedo que dominará gran parte del siglo. Tras su desaparición surge una nueva escuela que nos conduce hasta mediados del S. XVII donde su máximo representante fue Cristóbal Hernández de Quintana. Por último tuvo que llegar Juan de Miranda, mediados del siglo XVIII, para introducir cambios en nuestra pintura al ser portador de las peculiaridades del último barroco hispano, convirtiéndose en un buen exponente de la pintura española de su época al que difícilmente pudieron seguir los artistas coetáneos canarios. Las importaciones pictóricas. Constituye un capítulo ciertamente importante en el panorama artístico del archipiélago. Aunque de variada procedencia, tres son los puntos fundamentales de origen, Flandes, la Península Ibérica y América. De sus talleres arribaron piezas a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII, respectivamente, siendo de especial significación la influencia de la plástica andaluza en la pintura canaria. También hemos de señalar que otros puntos distantes suministraron, esporádicamente, obras pictóricas bastante significativas, tal es el caso de Italia, pero la gran relación existente entre Canarias y los Países Bajos, hace posible, sobre todo, a partir del segundo cuarto del siglo XVI la llegada de obras procedentes de estos lugares. Historia del Arte Canario 2006-2007 Así es que las piezas flamencas que conservamos pertenecen al Renacimiento y Manierismo, siendo los artistas que trabajaban en Brujas, Amberes y Bruselas quienes asumieron los encargos de templos y casas particulares de Tenerife, Gran Canaria y La Palma, sobre todo. A mediados de siglo llegaron, procedentes de Bruselas, dos trípticos por iniciativa privada, los de Nava y García del Castillo con una cronología que se corresponde con 1546. Tríptico de Nava. Óleo sobre tabla. Museo Municipal de Bellas Artes. Tenerife Figuran escenas relativas a la Anunciación e infancia de Cristo, mientras que el segundo, con similar iconografía se encuentra en la iglesia de San Juan Bautista de Telde. Tríptico de la Adoración de los pastores. Iglesia de San Juan Bautista. Telde. Historia del Arte Canario 2006-2007 Los modos artísticos predominantes en Amberes tienen una buena representación en Gran Canaria. Así podemos señalar La Piedad que posee la Catedral de Las Palmas, así como las tablas que figurando a Santa Lucía, San Gregorio, San Juan Evangelista y San Juan Bautista posee la Casa de Colón. De uno de los pintores más representativos de Amberes, Joos van Cleve, (1540), así como de sus seguidores, poseemos una buena representación en las islas; particularmente aquél parece ser el autor de un tríptico muy importante, el de Nuestra Señora de Las Nieves, llegado a la villa marinera por devoción del matrimonio Cerezo, que aparecen representados como donantes en estas tablas, hoy fragmentadas en cinco composiciones, de modo que la tabla central está ocupada por la Virgen, de la que fueron recortados en óvalo los retratos antedichos, en tanto que las laterales figuran a San Francisco y San Antonio Abad. Tríptico de Nuestra Señora de Las Nieves, con detalle de sus mecenas, la familia de Antón Cerezo. Este tríptico se encuentra en la actualidad restaurado, en la ermita de Nuestra Señora de Las Nieves en el Puerto de Agaete. Por lo que se refiere al manierismo, son obras que nos llegan cuando las relaciones con los Países Bajos comienzan a decaer. Así del S. XVII y firmada por Ambrosius Francken (1618) corresponde el óleo de la Santa Cena, conservado en la iglesia de Santo Domingo de Santa Cruz de La Palma. Historia del Arte Canario 2006-2007 A medida que fue decreciendo la llegada de obras nórdicas, los talleres peninsulares comenzaron a tener protagonismo en el campo de las importaciones. Su presencia se manifestará a lo largo de todo el siglo XVII, coincidiendo con la implantación del Barroco, influyendo de forma efectiva en la plástica canaria. Andalucía y Madrid serán los lugares de procedencia de las obras que, si bien no corresponderán a los grandes maestros como Zurbarán, Murillo, Velázquez,... si son de suficiente categoría dentro del ámbito creativo español. Una obra de gran resonancia en el archipiélago fue el lienzo de la Familia de la Virgen que fue restaurado por Cristóbal Hernández de Quintana en el siglo XVIII. Lienzo de la Familia de la Virgen Aun cuando las relaciones Canarias – América fueron efectivas desde los primeros días de la conquista produciéndose consecuentemente la llegada de piezas artísticas a Canarias desde el siglo XVI, ellas estaban constituidas Historia del Arte Canario 2006-2007 por esculturas y, sobre todo, orfebrería. Hay que esperar hasta el S. XVIII para estudiar la presencia de un considerable número de cuadros en las islas, destacando sobre todo, las de procedencia mejicana que viven, en este momento, su mayor esplendor. Destaca Joseph de Páez, a quién se atribuye la pintura sobre cobre conservada en la iglesia parroquial de Tacoronte. Asimismo firmó un óleo titulado La Coronación de la Virgen. Ambas obras poseen la peculiaridad de figurar a la Trinidad como tres personas iguales, algo totalmente prohibido por la iglesia, pero reproducido con bastante asiduidad por la plástica americana. Coronación de la Virgen. Joseph de Páez. Casa de Colón. Las Palmas. Historia del Arte Canario 2006-2007 Autores canarios. Gaspar de Quevedo. (1616-1670) Nace en La Orotava en 1616 en el seno de una familia procedente de la localidad de Santa Úrsula. Aunó la actividad pictórica con la carrera eclesiástica. Su formación tuvo lugar en los talleres sevillanos con una influencia de las formas zurbaranescas. Desarrolló su labor pictórica en la isla de Tenerife, sobre todo en el municipio de Tacoronte donde, realizó seis lienzos figurando la Inmaculada, Anunciación, Sueño de San José, Cristo Difunto, Santa Catalina y San Felipe. Adoración de los pastores. Gaspar de Quevedo. Casa Osuna, La Laguna Historia del Arte Canario 2006-2007 Inmaculada. Gaspar de Quevedo. Óleo sobre lienzo. Museo de Bellas Artes. Tenerife Cristóbal Hernández de Quintana (1651-1725). Nace en La Orotava. Superados los años de formación en su ciudad natal se desplaza a Las Palmas de Gran Canaria instalándose en los lugares cercanos a los centros religiosos. Posteriormente la muerte de su madre, le obliga a trasladarse definitivamente a Tenerife, instalándose en la ciudad de La Laguna. La significación de Cristóbal Hernández en la plástica canaria fue realmente importante, pues su presencia marcó buena parte de la pintura barroca. Su obra, de signo religioso, es deudora de los talleres andaluces de principios del siglo XVII. Entre las obras más destacadas están la Visión de Santa Teresa, San Juan de Díos y Sueño de San José. También, Virgen con el niño y San José con el niño que se encuentran en la iglesia parroquial de Arucas. Historia del Arte Canario 2006-2007 Virgen de Candelaria. Cristóbal Hernández de Candelaria. Santuario del Cristo de La Laguna Numerosos fueron sus seguidores, los años de estancia en Gran Canaria marcarán el arranque de un gran prestigio que no desaparecerá con él. Admitirá aprendices como, Francisco de Torres y Francisco Gómez, primeros de una larga serie de discípulos que prolongarán su arte a lo largo de todo el siglo XVIII. Historia del Arte Canario Ánimas del Purgatorio. Cristóbal Hernández de Quintana. Catedral de La Laguna. Sueño de San José. Cristóbal Hernández de Quintana. La Laguna Tenerife. 2006-2007 Historia del Arte Canario 2006-2007 Juan de Miranda. (1723-1805) Nació en Las Palmas de Gran Canaria. Su formación artística tuvo lugar con el entonces más afamado pintor de la isla, Francisco de Rojas y Paz. Juan de Miranda inicia un periplo por todo el archipiélago e incluso se traslada a la península, lo que contribuye a formarlo como el más grande maestro de la pintura canaria durante el siglo XVIII. Por múltiples problemas, la mayoría de ellos desconocidos, pasa un periodo en la cárcel, trasladándose a la Península donde realiza un recorrido por Sevilla, Madrid y Valencia. Ello hace que sus trabajos se impregnen de las corrientes, tanto madrileñas, como andaluzas. Su regreso a Canarias supone la etapa más fructífera de su vida artística. Destacan sus obras religiosas y también sus retratos en absoluta consonancia con la estética española del momento. Inmaculada. Casa de Colón. Retrato de Felipe Antonio Machado. Juan de Miranda Desde el punto de vista docente dejó su impronta destacando Antonio Sánchez González y Luis de la Cruz y Ríos quién fuera uno de los más destacados retratistas y miniaturista del Archipiélago durante la primera mitad del siglo XIX. Historia del Arte Canario 2006-2007 San Juan Nepomuceno. Juan de Miranda. Museo de Arte Sacro. Catedral de Las Palmas Retablo fingido. Juan de Miranda. La Oliva, Fuerteventura.