Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz

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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Sexta Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Segunda Parte, CV
Tesis:
Página: 54
DELITOS FISCALES, REQUISITOS DE PROCEDIBILIDAD EN. Los artículos 284 y 286 del
Código Fiscal de la Federación no crean requisito alguno de procedibilidad, previo e
indispensable para formular la denuncia por delitos de carácter fiscal, pues sólo imponen,
particularmente el primero, la obligación a las autoridades a quienes se dirigen, de actuar en
orden a facilitar sus funciones al Ministerio Público, como auxiliares de la Policía Judicial
Federal, lo que significa que las facultades de ésta no se menguan, sino que se complementan
con la cooperación de las autoridades hacendarias a que se refiere el Código Fiscal de la
Federación, a las que sí está reservada a la facultad de declarar que el fisco ha sufrido o pudo
sufrir perjuicio, como requisito previo para que se pueda ejercitar la acción penal contra los
presuntos responsables de los delitos fiscales previstos por los artículos 247, 270 y 271 del
Código Fiscal de la Federación. Sólo en los casos comprendidos en los anteriores dispositivos
legales, es indispensable el requisito de procedibilidad mencionado.
Contradicción entre las tesis sustentadas en los tocas 627/61 y R 1101/61 por el H. Tribunal
Colegiado del Primer Circuito y la sustentada, por el H. Tribunal Colegiado del Segundo
Circuito, en el toca. R 397/65.
Nota: La presente tesis constituye jurisprudencia en los términos del artículo 195, tercer párrafo,
de la Ley de Amparo.
Materia(s): Penal
Séptima Época
Instancia: Sala Auxiliar
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
70 Séptima Parte
Tesis:
Página: 21
OFENDIDO. NO ES TERCERO PERJUDICADO EN EL AMPARO PENAL CONTRA EL AUTO
DE FORMAL PRISION. Si, según jurisprudencia de esta Suprema Corte, el amparo es
improcedente contra las sentencias absolutorias por falta de interés jurídico del ofendido, es
evidente que tampoco pueda tener interés cuando se trata de resoluciones que, como el auto de
formal prisión, sólo tienen por objeto definir la situación jurídica del presunto responsable.
Solamente tiene el carácter de tercero perjudicado en el amparo penal el ofendido, cuando los
actos afectan inmediata y directamente los intereses civiles del quejoso, pero en ningún caso
cuando se trate de resoluciones judiciales que solo atañen el presunto responsable. El auto de
formal prisión sólo afecta la libertad personal del agraviado, y no los intereses patrimoniales del
ofendido, puesto que en los términos del artículo 19 constitucional sólo se conceden garantías
al presunto responsable y ellas son las de que no exceda la prisión preventiva mas de tres días
sin que se justifique con el auto de formal prisión; que ese auto tenga como base la plena
comprobación del cuerpo del delito y además datos que hagan probable la responsabilidad del
acusado y que se consignen las circunstancias de lugar, tiempo y ocasión en que se realizaron
los hechos, y establece además la obligación de seguir el proceso por el delito consignado en
dicho auto. Consecuentemente, sólo afecta al presunto responsable el auto de formal prisión, y
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en ningún modo a los intereses del ofendido, que de no prosperar el proceso penal, tiene
expedito su derecho en la vía civil, para exigir la reparación del daño. Consecuentemente, debe
rechazarse con el carácter de tercero perjudicado al ofendido en el amparo promovido por el
presunto responsable, contra el auto de formal prisión.
Contradicción de tesis 155/63. Entre los Tribunales Colegiados Primero y Segundo del Primer
Circuito. 30 de octubre de 1974. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Fernando Castellanos
Tena, que hizo suyo en ausencia de éste el Ministro Arturo Serrano Robles.
Véanse:
Semanario Judicial de la Federación, Séptima Epoca, Volumen 11, Segunda Parte, página 31,
tesis de rubro "OFENDIDO. NO ES TERCERO PERJUDICADO PARA LOS EFECTOS DEL
AMPARO PENAL (CONTROVERSIA ENTRE TRIBUNALES COLEGIADOS).".
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1965, Segunda Parte, Primera Sala,
tesis 18, página 60, bajo el rubro "AMPARO PROMOVIDO POR EL OFENDIDO
IMPROCEDENCIA DEL.".
Nota: Por ejecutoria de fecha 9 de marzo de 2004, el Tribunal Pleno declaró inexistente la
contradicción de tesis 47/2003-PL en que participó el presente criterio.
Nota: Esta tesis fue publicada como aislada en el Semanario Judicial de la Federación, Séptima
Epoca; sin embargo, tomando en consideración que procede de la resolución de una
contradicción de tesis y que con apoyo en el artículo 107, fracción XIII, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, en estos casos basta un solo fallo para que se
constituya jurisprudencia, la presente tesis aparece en este registro con esa calidad.
Materia(s): Penal
Séptima Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
133-138 Segunda Parte
Tesis:
Página: 23
AUTO DE TERMINO CONSTITUCIONAL, OBLIGACION INELUDIBLE DE LA AUTORIDAD
JUDICIAL DE DICTAR. El artículo 19 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, impone a los Jueces la obligación de resolver acerca de la situación jurídica del
acusado, dentro del término de las setenta y dos horas, contado a partir del momento en que
fue hecha su consignación; sin que constituya impedimento para dictar dicha resolución, la
supuesta o verdadera incompetencia del Juez del conocimiento; siendo inexacto que, de
resultar cierta tal incompetencia, se le violen garantías individuales al indiciado, toda vez que la
ley procesal declara válidas las primeras diligencias practicadas por un Juez, aun cuando
resultase incompetente, siempre que las mismas no admitan demora, como lo son la recepción
de la declaración preparatoria del inculpado y el propio auto de término. Es más, el Código
Federal de Procedimientos Penales autoriza al Juez que previene, para actuar hasta que las
partes formulen sus conclusiones. Un razonamiento contrario al anterior, implicaría el
incumplimiento de la disposición constitucional, o bien la impunidad de un gran número de
delitos, a que los presuntos responsables fueren equivocadamente consignados ante Juez
incompetente.
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Varios 277/79. Denuncia de contradicción de tesis entre el 1o. y 2o. Tribunales Colegiados del
Segundo Circuito. 3 de marzo de 1980. Cinco votos. Ponente: Raúl Cuevas Mantecón.
Secretario: Francisco Nieto González.
Nota: La presente tesis constituye jurisprudencia de acuerdo con el artículo 107, fracción XIII, de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Materia(s): Común
Octava Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
II, Primera Parte, Julio a Diciembre de 1988
Tesis: 3a./J. 11/88
Página: 271
REPRESENTANTE COMUN DESIGNADO EN EL JUICIO NATURAL. PUEDE PROMOVER
JUICIO DE AMPARO A NOMBRE DE SUS REPRESENTADOS. El representante común tiene
las mismas facultades que si litigara por su propio derecho respecto de sus representados, con
excepción de transigir y comprometer en árbitros, salvo que expresamente le hayan sido
concedidas esas facultades por parte de los interesados; luego, conforme al artículo 13 de la
Ley de Amparo, cuando alguno de los interesados tenga reconocida su personalidad ante la
autoridad responsable, tal personalidad será admitida en el juicio de amparo para todos los
efectos legales, siempre que compruebe tal circunstancia con las constancias respectivas. En
tal situación, el representante común se asemeja a un mandatario, con autorización para litigar
en representación de los demás, sean actores o demandados, como si se tratara de su propio
derecho, lo que lo faculta para llevar esa representación fuera del juicio en que fue designado,
con el fin de defender los derechos en litigio en el propio juicio. Como no se requiere cláusula
especial en el poder general para que el mandatario promueva o continúe un juicio de garantías,
es indudable que por la misma razón el representante común del juicio natural, puede intentar el
juicio de amparo como parte de la defensa de los derechos que le fue encomendada. Si bien es
cierto que la representación común es una figura jurídica instituida dentro del procedimiento por
economía procesal, es inexacto que tan sólo se haya establecido para actuar dentro del juicio,
pues si para defender los derechos de sus representados y los suyos propios, requiere el
representante común acudir ante un tribunal diverso, la personalidad que le fue otorgada le da
la facultad de hacerlo.
Contradicción de tesis 1/85. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Tercer
Circuito con residencia en Guadalajara, Jalisco; por el Tribunal Colegiado del Octavo Circuito
con residencia en Torreón, Coahuila y por el Tribunal Colegiado del Séptimo Circuito con
residencia en Veracruz, Veracruz. 23 de septiembre de 1988. Unanimidad de cuatro votos.
Ponente: Sergio Hugo Chapital Gutiérrez. Secretario: Ricardo Rivas Pérez.
(Texto aprobado en sesión de 23 de septiembre de 1988).
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Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
16-18, Abril-Junio de 1989
Tesis: 1a./J. 4/89
Página: 59
AUTO DE FORMAL PRISION, NO DEBEN INCLUIRSE LAS MODIFICATIVAS O
CALIFICATIVAS DEL DELITO EN EL. Atento lo dispuesto por el artículo 19 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el auto de formal procesamiento sólo se precisará
la materia de la causa a seguir, al determinar el órgano jurisdiccional los hechos delictivos que
motivaron el ejercicio de la acción penal y subsumirlos provisionalmente dentro de una o varias
disposiciones legales que tipifiquen tales hechos, sobre la base de que existan datos de la
probable responsabilidad del acusado en su comisión. Por ello, todo juzgador al dictar un auto
de formal prisión, debe limitar su actividad al estudio del cuerpo del delito y de la probable
responsabilidad del indiciado, sin analizar modalidades o circunstancias modificativas o
calificativas del delito, ya que estos extremos deben ser objeto del proceso penal
correspondiente y de la sentencia respectiva. No es obstáculo a la conclusión anterior, lo
preceptuado por el artículo 20, fracción I, Constitucional, en el sentido de que al resolverse
sobre la procedencia de la libertad provisional, deben tomarse en cuenta las calificativas o
modificativas que para el delito materia del ejercicio de la acción penal se invoquen por el
Ministerio Público, ya que esta última disposición no se refiere en concreto al auto de formal
prisión, sino a la hipótesis en que el acusado solicite y se le conceda la libertad bajo caución;
además de que al reformarse el último de los dispositivos legales citados, en los términos
aludidos, no sufrió enmienda el artículo 19 de la Constitución General de la República.
Contradicción de tesis 5/88. Entre las sustentadas por el Primero y Segundo Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 3 de mayo de 1989. Mayoría de 4 votos,
contra el voto de la Ministra Victoria Adato Green. Ponente: Samuel Alba Leyva. Secretario:
Carlos Arellano Hobelsberger.
Tesis de jurisprudencia 4/89. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal en sesión
privada celebrada el cinco de junio de mil novecientos ochenta y nueve, por unanimidad de
cinco votos de los señores ministros: Presidente Samuel Alba Leyva, Francisco Pavón
Vasconcelos, Luis Fernández Doblado, Santiago Rodríguez Roldán y Victoria Adato Green.
México, Distrito Federal, a de doce de junio de mil novecientos ochenta y nueve.
NOTA: Esta tesis también aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación, Tomo
III, Primera Parte, pág. 263.
Véase:
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Epoca, Tomo V, febrero de 1997,
página 197, tesis por contradicción 1a./J. 6/97 de rubro "AUTO DE FORMAL PRISION. LA
JURISPRUDENCIA CUYO RUBRO ES "AUTO DE FORMAL PRISION, NO DEBEN INCLUIRSE
LAS MODIFICATIVAS O CALIFICATIVAS DEL DELITO EN EL", QUEDO SUPERADA POR LA
REFORMA DEL ARTICULO 19 DE LA CONSTITUCION POLITICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS, PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACION DE FECHA
TRES DE SEPTIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y TRES.".
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Epoca, Tomo VII, abril de 1998,
página 155, contradicción de tesis 1a./J. 18/98 de rubro "ORDEN DE APREHENSION. DEBEN
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PRECISARSE LAS CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES O ATENUANTES DEL DELITO, DE
ACUERDO CON LA REFORMA AL ARTICULO 16 DE LA CONSTITUCION POLITICA DE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACION
DE FECHA TRES DE SEPTIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y TRES.".
Materia(s): Común
Octava Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
IV, Primera Parte, Julio a Diciembre de 1989
Tesis: 3a./J. 40 26/89
Página: 280
AMPARO POR VIOLACIONES PROCESALES. CUANDO Y COMO PROCEDE. La
Constitución y la Ley de Amparo no establecen que el amparo proceda contra todas las
violaciones que se puedan dar en el procedimiento judicial; por el contrario, la Constitución en el
artículo 107, fracción III, inciso a), señala que para que proceda el amparo por violaciones en el
procedimiento, éstas deben afectar "las defensas del quejoso, trascendiendo al resultado del
fallo". La Ley de Amparo, con las mismas palabras repite esta orden constitucional en su
artículo 158, para determinar la procedencia del amparo directo. La propia Constitución señala a
la anterior regla general, las excepciones: contra actos en juicio cuya ejecución sea de
imposible reparación, fuera de juicio o después de concluido, una vez agotados los recursos
que en su caso procedan y contra actos que afecten a personas extrañas a juicio. Así, para las
violaciones en el procedimiento hay una regla general establecida en el artículo 107, fracción III,
inciso a), de la Constitución y 158 de la Ley de Amparo y en estos casos procede el amparo
directo; y una serie de excepciones que señala la propia Constitución en el artículo 107, fracción
III, incisos b) y c) y que precisa el artículo 114, fracciones III, IV y V de la Ley de Amparo,
procediendo en estos casos el amparo indirecto.
Contradicción de tesis 3/89. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia
Civil del Primer Circuito y Segundo Tribunal Colegiado de la misma materia y circuito. 13 de
noviembre de 1989. Cinco votos. Ponente: Jorge Carpizo Mac Gregor. Secretario: José Juan
Trejo Orduña.
Texto de la tesis aprobado por la Tercera Sala en sesión privada de veintisiete de noviembre de
mil novecientos ochenta y nueve. Unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente decano Mariano Azuela Güitrón, Jorge Carpizo Mac Gregor, Salvador Rocha Díaz e
Ignacio Magaña Cárdenas.
Materia(s): Penal, Administrativa
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
V, Primera Parte, Enero a Junio de 1990
Tesis: 1a./J. 7 2/90
Página: 107
TRATAMIENTO EN SEMILIBERTAD, CORRESPONDE AL EJECUTIVO ESPECIFICAR LOS
TERMINOS Y CONDICIONES EN QUE SE DESARROLLARA EL BENEFICIO DE. Es indebido
que las sentencias penales determinen la forma en que el sentenciado debe cumplir el beneficio
de tratamiento en semilibertad, en virtud de que el artículo 70 fracción II del Código Penal para
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el Distrito Federal en Materia del Fuero Común y para toda la República en Materia del Fuero
Federal, únicamente prevé la hipótesis por la cual puede otorgarse, pero no establece los
términos y condiciones en que deberá fijarse, pues es al Ejecutivo a través de las dependencias
respectivas a quien corresponde especificar los términos y condiciones en que se desarrollará
dicho beneficio.
Contradicción de tesis 13/89. Entre las sustentadas por el Primer y el Segundo Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito, con residencia en el Distrito Federal. 12 de
febrero de 1990. Mayoría de 4 votos. Ponente: Samuel Alba Leyva. Secretario: Carlos Arellano
Hobelsberger.
Tesis de jurisprudencia 2/90. Aprobada por la Primera Sala de alto Tribunal, en sesión privada
de diecinueve de marzo de mil novecientos noventa, por unanimidad de cinco votos de los
señores ministros: Presidente Francisco Pavón Vasconcelos, Samuel Alba Leyva, Victoria Adato
Green, Santiago Rodríguez Roldán, y Luis Fernández Doblado. México, Distrito Federal, a
veintiséis de marzo de mil novecientos noventa.
Materia(s): Común
Octava Época
Instancia: Tercera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
VI, Primera Parte, Julio a Diciembre de 1990
Tesis: 3a./J. 36/90
Página: 190
ARRESTO COMO MEDIDA DE APREMIO. PROCEDENCIA DEL AMPARO AUNQUE NO SE
AGOTEN LOS RECURSOS ORDINARIOS. Aunque la ley procesal civil establezca algún
recurso o medio de defensa legal para impugnar la resolución que manda hacer efectivo un
arresto impuesto al quejoso, como medida de apremio, no procede sobreseer en el juicio de
garantías en que se señala esta resolución como acto reclamado, aun cuando previamente a su
interposición no se agoten tales recursos o medios de defensa, ya que en primer lugar, si bien
es cierto que dicho acto no es de naturaleza penal, su efecto es la privación de la libertad,
garantía que tutela primordialmente el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos; y, en segundo término, a pesar de que el quejoso agote los recursos
ordinarios o medios de defensa previstos en la ley que rija el acto, antes de promover el juicio
de garantías, el arresto se ejecuta privándolo de su libertad personal, pues tal actuación no
suspende dicha ejecución. Por tanto, atendiendo a que donde existe la misma razón legal, debe
existir la misma disposición de Derecho, queda a opción del quejoso, el de combatir el arresto
decretado en su contra a través del juicio de amparo o de agotar previamente los recursos
establecidos por la ley.
Contradicción de tesis 15/90. Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Tercer Circuito y los
Tribunales Colegiados (entonces Unico) del Décimo Segundo Circuito y Colegiado del Vigésimo
Circuito. 3 de septiembre de 1990. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José Antonio Llanos
Duarte. Ponente: Sergio Hugo Chapital Gutiérrez. Secretario: E. Gustavo Núñez Rivera.
Tesis de Jurisprudencia 36/90 aprobada por la Tercera Sala de esta alto Tribunal en sesión
privada celebrada el quince de octubre de mil novecientos noventa. Unanimidad de cuatro votos
de los señores ministros: Presidente Sergio Hugo Chapital Gutiérrez, Mariano Azuela Güitrón,
Salvador Rocha Díaz y José Antonio Llanos Duarte. Ausente: Ignacio Magaña Cárdenas.
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Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
VI, Primera Parte, Julio a Diciembre de 1990
Tesis: 1a./J. 6/90
Página: 115
TRATAMIENTO EN SEMILIBERTAD, SU OTORGAMIENTO NO REQUIERE EXIGIR
GARANTIA ALGUNA. Del análisis de los artículos 27, 70, 72 y 76, del Código Penal para el
Distrito Federal en Materia del Fuero Común y para toda la República en Materia de Fuero
Federal se advierte que salvo el supuesto en que haya lugar a la reparación del daño, que
puede dar lugar a que se exija garantía para asegurar su pago, para la procedencia de la
sustitución de prisión por el beneficio de tratamiento en semilibertad, únicamente es menester
que el sentenciado, además de no ser merecedor a una pena mayor a la de tres años de
prisión, reúna los requisitos señalados en la fracción I, inciso b) y c) del artículo 90 del
multicitado Código, que consisten en que sea la primera vez que incurre en delito intencional,
que haya evidenciado buena conducta positiva, antes y después del hecho punible y que por
sus antecedentes personales o modo honesto de vivir, así como por la naturaleza, modalidad y
móviles del delito, se presuma que no volverá a delinquir. Por tanto, sólo en la hipótesis de que
se hubiese condenado al sentenciado a la reparación del daño, se podrá exigir válidamente
fianza u otra garantía para asegurar su pago, como requisito para el otorgamiento del
mencionado beneficio, de conformidad con el artículo 76 del referido código sustantivo, ya que
no existe disposición alguna que autorice en forma expresa, al juzgador a requerirla en
cualquier otro caso, para su concesión.
Contradicción de tesis 3/90. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito . 20 de agosto de 1990. 5 votos. Ponente:
Samuel Alba Leyva. Secretario: Carlos Arellano Hobelsberger.
Tesis de Jurisprudencia 6/90. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal en sesión
privada celebrada el cinco de octubre de mil novecientos noventa, por unanimidad de cinco
votos de los señores ministros: Presidenta Clementina Gil de Lester, Samuel Alba Leyva,
Victoria Adato Green, Santiago Rodríguez Roldán y Luis Fernández Doblado. México, Distrito
Federal, a veintidós de octubre de mil novecientos noventa.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
VI, Primera Parte, Julio a Diciembre de 1990
Tesis: 1a./J. 3/90
Página: 111
LIBERTAD CAUCIONAL (APELACION EN MATERIA PENAL). Al imponerse una pena que no
excede de cinco años, procede la libertad bajo fianza de los quejosos, la que debe conceder el
juzgador de segundo grado, por tener jurisdicción y satisfacer los requisitos legales. No obsta
que, por procesarse a los acusados por delito cuyo término medio aritmético supera los cinco
años de prisión; se encuentre sub júdice la sentencia que impuso pena menor a dicho término, y
que hayan apelado tanto el reo como el Ministerio Público, puesto que para conceder la libertad
caucional, ha de considerarse la situación de los inculpados originada por la pena impuesta en
la primera instancia, de menos de cinco años de prisión, y que la garantía constitucional no
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puede ignorarse por el posible aumento de la sanción, al resolverse la apelación del órgano
acusador, máxime que se prejuzgaría la decisión de la alzada. La finalidad del legislador al
conceder tal beneficio, obviamente es la de proporcionar que los acusados gocen de libertad
caucional, para que no sufran prisión preventiva, en caso de ser inocentes.
Contradicción de tesis 3/89. Entre la sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito. 5 de Junio de 1989. Mayoría de 3
votos de los señores ministros: Francisco Pavón Vasconcelos, Victoria Adato Green y Luis
Fernández Doblado en contra de los votos de los señores ministros Santiago Rodríguez Roldán
y Presidente: Samuel Alba Leyva quien se reservó el derecho de formular voto particular.
Ponente: Victoria Adato Green de Ibarra. Secretario: Raúl Melgoza Figueroa.
Tesis de jurisprudencia 3/90. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
privada de veintidos de noviembre de mil novecientos ochenta y nueve, por unanimidad de
cinco votos de los señores ministros: Presidente Samuel Alba Leyva, Franciso Pavón
Vasconcelos, Luis Fernández Doblado, Santiago Rodríguez Roldán y Victoria Adato Green.
México, Distrito Federal, treinta de noviembre de mil novecientos ochenta y nueve.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
VIII, Agosto de 1991
Tesis: 1a./J. 4/91
Página: 64
AUTO DE SUJECION A PROCESO, NO ES NECESARIO AGOTAR EL RECURSO DE
APELACION PARA LA PROCEDENCIA DEL AMPARO QUE SE INTERPONE EN SU
CONTRA. A las excepciones al principio de definitividad específicamente previstas por el
artículo 73, fracción XII, de la Ley de Amparo, consistentes en que no existe obligación de
agotar recursos, dentro del procedimiento, tratándose de terceros extraños y de actos que
importen peligro de privación de la vida, deportación o destierro o de cualquiera de los
prohibidos por el artículo 22 de la Constitución de la República, debe añadirse la diversa
excepción que se desprende de la fracción XII del artículo 107 de la Carta Magna reproducida,
en esencia, en el artículo 37 de la Ley de Amparo en el sentido de que "la violación de las
garantías de los artículos 16, en materia penal, 19 y 20 se reclamará ante el superior del tribunal
que la cometa o ante el juez de Distrito que corresponda", pues resulta claro que tampoco en
esos casos se exige el agotamiento previo de recursos. Ahora bien, para que proceda el
amparo en contra del auto de sujeción a proceso no es necesario que se agote el recurso de
apelación, pues tanto ese auto como el de formal prisión se encuentran regulados por el artículo
19 constitucional en virtud de que no difieren, en lo esencial, uno del otro, ya que ambos
constituyen la base del proceso, que no puede seguirse sino por el delito o delitos en ellos
señalados, y no pueden pronunciarse si no existen elementos suficientes para comprobar el
cuerpo del delito y para hacer probable la responsabilidad del inculpado. La única diferencia
existente entre ambas determinaciones radica en que el auto de sujeción a proceso no restringe
la libertad sino sólo la perturba al obligar al procesado a comparecer periódicamente ante el
juez instructor y a no salir de su jurisdicción territorial si no es con su autorización.
Independientemente de ello, la excepción al principio de definitividad prevista por la fracción XII
del artículo 107 de la Norma Fundamental, no supedita su procedencia al hecho de que el acto
reclamado afecte la libertad del quejoso, sino que la hace depender de la violación de
cualquiera de las garantías tuteladas por los artículos 16, en materia penal, 19 y 20 de la propia
Constitución.
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Contradicción de tesis número 14/89. Suscitada entre los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo en Materia Penal del Primer Circuito. 4 de septiembre de 1990. Mayoría de 4 votos
contra el emitido por el ministro ponente Santiago Rodríguez Roldán. Encargada del engrose:
Ministra Victoria Adato Green. Secretario: Alvaro Ovalle Alvarez.
Tesis de Jurisprudencia 4/91. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal en sesión
privada de ocho de julio de mil novecientos noventa y uno por unanimidad de cuatro votos de
los señores ministros: Presidente Luis Fernández Doblado, Samuel Alba Leyva, Victoria Adato
Green y Clementina Gil de Lester. Ausente: Santiago Rodríguez Roldán. México, Distrito
Federal, a cinco de agosto de mil novecientos noventa y uno.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
54, Junio de 1992
Tesis: 1a./J. 3/92
Página: 13
AMPARO PENAL, PUEDE PROMOVERLO EL APODERADO GENERAL PARA PLEITOS Y
COBRANZAS. De una interpretación armónica de los artículos 4o. 16 y 17 de la Ley de
Amparo, se llega al convencimiento de que conforme al texto del precepto primeramente citado,
puede promover el juicio de garantías el propio agraviado o su representante, en favor de su
poderdante, aun tratándose de actos que deriven de una causa criminal como lo puede ser una
orden de aprehensión dictada por autoridad judicial.
Contradicción de tesis 5/91. Sustentada por el Primer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito y
el Tribunal Colegiado del Décimo Tercer Circuito. 18 de mayo de 1992. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Samuel Alba Leyva. Ponente: Samuel Alba Leyva. Secretaria: Rosa Carmona
Roig.
Tesis de jurisprudencia 3/92. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal en sesión
privada de primero de junio de mil novecientos noventa y dos, por unanimidad de cinco votos de
los señores ministros: Presidente Santiago Rodríguez Roldán, Luis Fernández Doblado, Victoria
Adato Green, Samuel Alba Leyva y Clementina Gil de Lester. México, Distrito Federal, a dos de
junio de mil novecientos noventa y dos.
Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 26, página 15.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
54, Junio de 1992
Tesis: 1a./J. 1/92
Página: 11
TRABAJO EN FAVOR DE LA COMUNIDAD, NO ES UN BENEFICIO EL. La pena sustitutiva
de jornadas de trabajo en favor de la comunidad, prevista en los artículos 24, punto 2 y 27 del
Código Penal para el Distrito Federal en Materia del Fuero Común y para toda la República en
Materia del Fuero Federal, no es un beneficio, sino una pena, de acuerdo con lo establecido en
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el artículo 5o. Constitucional, párrafo tercero, que establece: "Nadie podrá ser obligado a prestar
trabajos personales sin la justa retribución y sin su pleno consentimiento, salvo el trabajo
impuesto como pena por la autoridad judicial, el cual se ajustará a lo dispuesto en las fracciones
I y II del artículo 123", en tal virtud, no procede dejar a elección del sentenciado se acoja a
pagar la multa o que se le sustituya por jornada de trabajo. Consecuentemente, viola garantías
la sentencia de segunda instancia que otorga tal alternativa, máxime porque en la sentencia de
primera instancia no se impuso la sustitutiva de multa por jornada de trabajo y no interpuso
apelación el Ministerio Público para que se aplicara.
Contradicción de tesis 21/89. Entre las sustentadas por el Primero y Segundo Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 13 de enero de 1992. Mayoría de 4 votos, con
voto en contra de la señora Ministra Victoria Adato Green. Ponente: Clementina Gil de Lester.
Secretario: José Luis Guzmán Barrera.
Tesis de Jurisprudencia 1/92. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal en sesión
privada de primero de junio de mil novecientos noventa y dos, por unanimidad de cinco votos de
los señores ministros: Presidente Santiago Rodríguez Roldán, Luis Fernández Doblado, Victoria
Adato Green, Samuel Alba Leyva y Clementina Gil de Lester. México, Distrito Federal, a dos de
junio de mil novecientos noventa y dos.
Nota: Esta tesis también aparece publicada en el Apéndice al Semanario Judicial de la
Federación 1917-1995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 360, pág. 199.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
56, Agosto de 1992
Tesis: 1a./J. 6/92
Página: 14
ORDEN DE APREHENSION INFUNDADA E INMOTIVADA. LA PROTECCION
CONSTITUCIONAL QUE SE OTORGUE DEBE SER LISA Y LLANA. De conformidad con lo
dispuesto por el artículo 80 de la Ley de Amparo, el efecto jurídico de la sentencia que otorgue
el amparo al quejoso o agraviado, es el de restituirlo en el uso o goce de la garantía individual
que le fue violada o transgredida, es decir, volver la situación al estado que tenía antes de la
violación cometida por la responsable, lo que significa que esa sentencia nulifica el acto
reclamado y los subsecuentes que de él se deriven; en consecuencia, la concesión del amparo
respecto de una orden de aprehensión que contenga violaciones formales debe ser lisa y llana y
no para efectos.
Contradicción de tesis 17/90. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Décimo Primer Circuito y el Tribunal Colegiado del Décimo Circuito. 18 de mayo de 1992.
Unanimidad de 4 votos. Ausente: Samuel Alba Leyva. Ponente: Clementina Gil de Lester.
Secretaria: Rosalba Becerril Velázquez.
Tesis de Jurisprudencia 6/92. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal en sesión
privada de veintinueve de junio de mil novecientos noventa y dos, por unanimidad de cinco
votos de los señores ministros: Presidente Santiago Rodríguez Roldán, Luis Fernández
Doblado, Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva y Clementina Gil de Lester. México, Distrito
Federal, a treinta de junio de mil novecientos noventa y dos.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 228, página 130.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
58, Octubre de 1992
Tesis: 1a./J. 7/92
Página: 13
COPIA DE CONSTANCIAS QUE INTEGRAN LA AVERIGUACION PREVIA. SON
INCONDUCENTES PARA LA PRUEBA DE LA ORDEN DE DETENCION, CUANDO LA
EXISTENCIA DE ESTA HA SIDO NEGADA POR LA AUTORIDAD RESPONSABLE. Cuando
el Agente del Ministerio Público en su función de investigador niega la existencia de la orden de
detención que le atribuye el promovente del juicio de amparo, la copia que se le solicite de la
averiguación previa resulta inconducente para la prueba de ese acto reclamado en el juicio de
amparo, dado que, aun cuando tal averiguación hubiere iniciado, su contenido en todo caso
serviría para establecer si a quien es sujeto de la investigación se le hubiere violado alguna
garantía constitucional en el desarrollo de la indagatoria, pero no puede considerarse lo mismo
respecto de la orden de detención cuya existencia negó la responsable, puesto que al no derivar
necesariamente la averiguación previa en el dictado de dicha orden, ni siquiera podría
establecerse a través de la documental respectiva una presunción de certeza del acto
reclamado.
Contradicción de Tesis 16/90. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Tercer Circuito en contra del Tribunal Colegiado del Noveno Circuito (hoy Primero) y el
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 17 de agosto de 1992.
Unanimidad de cinco votos. Ponente: Victoria Adato Green. Secretario: Arturo Ramírez
Sánchez.
Tesis de Jurisprudencia 7/92. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal en sesión
privada celebrada el siete de septiembre de mil novecientos noventa y dos, por unanimidad de
cuatro votos de los señores ministros: Presidente Luis Fernández Doblado, Victoria Adato
Green, Samuel Alba Leyva y Clementina Gil de Lester. Ausente: M. Santiago Rodríguez Roldán.
México, Distrito Federal, a dieciocho de septiembre de mil novecientos noventa y dos.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
58, Octubre de 1992
Tesis: 1a./J. 8/92
Página: 13
CUERPO DEL DELITO, EXISTE IDENTIDAD REFERENCIAL EN LAS HIPOTESIS DE LOS
ARTICULOS 115 FRACCION I Y 122 DEL CODIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES PARA
EL DISTRITO FEDERAL, EN LA COMPROBACION DEL. En esencia no existe contradicción
en el contenido de las reglas que para la comprobación del cuerpo del delito previenen,
respectivamente, los preceptos 122 y fracción I del 115, del Código de Procedimientos Penales
para el Distrito Federal, pues ambas normas requieren coincidentemente el acreditamiento de
"los elementos que integran la descripción de la conducta o hecho delictivo".
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Contradicción de tesis 4/90. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales
Colegiados del Primer Circuito en Materia Penal. 18 de noviembre de 1991. Unanimidad de 5
votos. Ponente: Santiago Rodríguez Roldán. Secretaria: María Luisa Martínez Delgadillo.
Tesis de Jurisprudencia 8/92. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal en sesión
privada celebrada el veintiuno de septiembre de mil novecientos noventa y dos, por unanimidad
de cuatro votos de los señores ministros: Presidente por Ministerio de Ley Luis Fernández
Doblado, Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva y Clementina Gil de Lester. Ausente el
señor Ministro Santiago Rodríguez Roldán. México, Distrito Federal, a veinticuatro de
septiembre de mil novecientos noventa y dos.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
63, Marzo de 1993
Tesis: 1a./J. 2/93
Página: 11
SALUD, DELITO CONTRA LA, EN SU MODALIDAD DE ACONDICIONAMIENTO,
REQUISITO PARA SU CONFIGURACION. El concepto gramatical del vocablo "acondicionar",
es el de dar cierta condición o calidad a las cosas, por lo que "acondicionamiento" es su acción
y efecto; por ende, esos conceptos indican que se agrega una condición o calidad artificial a la
cosa que antes no poseía; de tal manera que tratándose de la modalidad de acondicionamiento
de un vegetal o sustancia señalado en el artículo 193 del Código Penal Federal, la cual se prevé
en el precepto 197, fracción I del mismo ordenamiento, no quedará integrada, de no añadirse al
vegetal o sustancia de que se trate, algo que modifique su esencia; así, actividades como
envasar, prensar, empaquetar, incluyendo en este género, la especie de elaboración de
"carrujos", que consiste en hacer pequeños envoltorios, o cualquiera de naturaleza similar, no
quedarían inmersas en esa modalidad, sino en alguna de las otras tipificadas en la fracción
invocada.
Contradicción de tesis 7/91. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Décimo Primer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito y el
Primer Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito. 18 de enero de 1993. Unanimidad de cinco votos.
Ponente: Luis Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de Jurisprudencia 2/93. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal en sesión
privada del ocho de marzo de mil novecientos noventa y tres, por unanimidad de cinco votos de
los señores ministros: Presidente Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez, Luis Fernández Doblado,
Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva y Clementina Gil de Lester.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s): Constitucional, Administrativa
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
63, Marzo de 1993
Tesis: 1a./J. 1/93
Página: 11
LEY FEDERAL DE ARMAS DE FUEGO Y EXPLOSIVOS. APLICACION DEL ARTICULO 81
DE LA MISMA. El artículo 81 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, no es una
norma en blanco, ya que expresamente prescribe que a quiénes porten armas, sin tener
expedida la licencia correspondiente, se les aplicarán las disposiciones que establece el Código
Penal Federal; y los preceptos relativos a este último cuerpo legal son el 161 y 162 fracción V,
que señalan que se necesita licencia especial para portación o venta de pistolas o revólveres; y
cuya infracción se castigará con pena de 6 meses a 3 años de prisión y multa de 10 a 2 mil
pesos. Lo anterior implica interpretar correctamente el artículo 14 constitucional, ya que no se
aplica en forma analógica pena alguna que no esté decretada por una Ley exactamente
aplicable al caso de que se trata.
Contradicción de tesis 4/92. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Noveno
Circuito y el entonces Unico Tribunal Colegiado del Octavo Circuito. 18 de enero de 1993. Cinco
votos. Ponente: Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Secretario: Anastacio Martínez García.
Tesis de Jurisprudencia 1/93. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal en sesión
privada del ocho de febrero de mil novecientos noventa y tres, por unanimidad de cinco votos de
los señores ministros: Presidente Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez, Luis Fernández Doblado,
Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva y Clementina Gil de Lester.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
71, Noviembre de 1993
Tesis: 1a./J. 4/93
Página: 13
ARMAS DE FUEGO Y EXPLOSIVOS. LEY FEDERAL DE. El artículo 84 de la Ley Federal de
Armas de Fuego y Explosivos establece las sanciones aplicables a "quien introduzca en la
República en forma clandestina armas, municiones, explosivos, y material de uso exclusivo de
las Fuerzas Armadas o sujetos a control, de acuerdo con esta ley..." (fracción I) así como al
"que introduzca a la República en forma clandestina armas de fuego de las que no estén
reservadas para el uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea..." (penúltimo párrafo).
Ahora bien, la fórmula "introducción a la República" debe asimilarse a la de "introducción al
territorio nacional", por ser éste el asiento de aquélla. Por lo tanto, si los quejosos son
descubiertos y detenidos en una garita aduanal o recinto fiscal ubicada en un Estado de la
República, como lo es el Estado de Sonora, con armas, con municiones o con el diverso
material a que se refieren los dispositivos transcritos, los cuales llevaban en forma oculta en los
vehículos que tripulaban, es inconcuso que el delito en comento se consumó plenamente en
virtud de que los Estados son parte integrante de la Federación y, por ende, del territorio
nacional. Por otra parte, es inexacto que el delito se configure en grado de tentativa por el
hecho de que por circunstancias ajenas a la voluntad de los quejosos no se introdujo el material
mencionado a territorio nacional, ya que los agentes aduanales lo detectaron en la garita de
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
inspección, deteniéndolo en el recinto fiscal; toda vez que al ser detenidos en la garita o recinto
fiscal ya se encontraban en territorio nacional.
Contradicción de tesis 8/92. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales
Colegiados del Quinto Circuito, con residencia en Hermosillo, Sonora. 7 de junio de 1993.
Mayoría de tres votos. En contra del voto de la Ministra Victoria Adato Green. Ausente: Luis
Fernández Doblado. Ponente: Clementina Gil de Lester. Secretario: Alvaro Tovilla León.
Tesis de Jurisprudencia 4/93. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión del
nueve de agosto de mil novecientos noventa y tres, por unanimidad de cinco votos de los
señores Ministros: Presidente Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez, Luis Fernández Doblado,
Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva y Clementina Gil de Lester.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
75, Marzo de 1994
Tesis: 1a./J. 2/94
Página: 13
LIBERTAD PROVISIONAL. REVOCACION DE LA. EN LOS CASOS DE GRAVE
INCUMPLIMIENTO O DESACATO A UNA ORDEN DEL JUEZ, NO ES INDISPENSABLE OIR
PREVIAMENTE AL PROCESADO PARA DECRETAR LA REVOCACION DE LA. Una vez
ejercitado, el derecho a la obtención de la libertad provisional, previsto en la fracción I del
artículo 20 de la Ley Fundamental, se convierte en un beneficio cuya permanencia o vigencia
está regulada por la ley adjetiva, dependiendo fundamentalmente de la conducta que observa el
procesado, vinculada al proceso. Dados los fines de celeridad y continuidad (que se traducen en
la satisfacción de ideal de pronta y eficaz impartición de la justicia), que la sociedad, el Estado y
el propio inculpado persiguen en el proceso, el legislador ordinario ha establecido causas de
revocación del beneficio, entre las cuales, figura el incumplimiento por parte del procesado a
una orden legítima del juez que le ha sido legal y oportunamente notificada. Pero no cualquier
incumplimiento puede originar la revocación de la libertad provisional, sino sólo aquellos que
sean de tal manera graves que lleven al juez a la convicción de que el procesado intenta evadir
la acción de la Justicia, sustrayéndose a la autoridad del órgano jurisdiccional; u otros que, por
su frecuencia y reiteración, afecten severamente la marcha normal del proceso, retardándolo.
Como ejemplo del primero, puede citarse el caso del procesado que no acude al juzgado a
firmar el libro de control de reos en libertad provisional durante un lapso prolongado, sin que el
juez tenga noticia de su paradero; o el del fiador que es requerido para la presentación del
procesado dentro del plazo que para ello se le concede e informa al juez que no obstante haber
tratado de localizarlo en reiteradas ocasiones y de haberle dejado recados, no tuvo éxito. Para
ilustrar el segundo, sirve el caso del procesado que acude a firmar el mencionado libro, pero
que con frecuencia incumple otros mandatos legítimos del juez sin intentar justificar su
proceder; por ejemplo, no acude a los careos legalmente decretados. Unicamente causas de
esta naturaleza darían lugar a la revocación del beneficio sin audiencia previa del procesado,
bastando para fundar y motivar el proveído respectivo que obrara constancia fehaciente en el
expediente de los hechos que se estimaron graves y que dieron origen a tal determinación,
satisfaciéndose con ello la garantía de legalidad establecida por el artículo 16 de la Constitución
General de la República.
Contradicción de tesis 2/93. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito, con residencia en la ciudad de Puebla, Estado del mismo nombre, y el Primer Tribunal
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Colegiado del Octavo Circuito, con residencia en la ciudad de Torreón, Coahuila. 14 de febrero
de 1994. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Victoria Adato Green. Ponente: Clementina Gil
de Lester. Secretario: Juan José González Lozano.
Tesis jurisprudencial 2/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión privada
de 28 de febrero de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los señores
Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
75, Marzo de 1994
Tesis: 1a./J. 5/93
Página: 11
CONCURSO DE DELITOS POR DOBLE HOMICIDIO, RESULTA INAPLICABLE POR EL
JUEZ, CUANDO NO LO SOLICITO EL MINISTERIO PUBLICO. Cuando en la secuela procesal
se estima demostrada la existencia de un concurso real de delitos, cualquiera que sea el
carácter de éste, para que el juzgador de instancia se encuentre en la aptitud de imponer las
que correspondan, sólo por el de mayor entidad o bien acumularlas por cada ilícito demostrado
hasta por un monto que queda a su criterio, es evidente que conforme a una correcta técnica
procesal, dicha actuación judicial debe sustentarse a los lineamientos del pliego de
conclusiones del Ministerio Público, quien es el titular indiscutible de la acción penal, mismo que
por ser un órgano técnico, no corresponde al juez subsanar sus deficiencias u omisiones, de
manera que si en la acusación omite esgrimir pedimento alguno para sancionar al procesado
como responsable de un concurso real de delitos, a pesar de la prueba de éste, es obvio que
dicho funcionario judicial se encuentra legalmente impedido para sancionar por ese concepto,
por no existir acusación de parte de quien correspondía hacerla. En efecto, conforme al artículo
21 constitucional, el juzgador tiene una amplia potestad sancionadora, la cual constituye una de
sus funciones inmanentes, sin embargo, la misma no puede ser absoluta, oficiosa, ni arbitraria,
pues atento a los principios de legalidad, exacta aplicación de la ley penal, de defensa para un
procesado y de equilibrio procesal de las partes, que se deducen de los preceptos 14, 20 y 21
de la Carta Magna, esa actuación punitiva judicial debe ser consecuencia de previa petición por
parte del titular de la acción penal; de modo que, cuando éste omita efectuar consideración a
ese respecto, no cabe justificar la imposición de las penas, subsanando la deficiencia
ministerial, en detrimento a las garantías del acusado pues el argumento de que solamente
corresponde a la autoridad judicial la imposición de las penas, deviene ineficaz en razón de que
ésta, como se ha dicho, no es arbitraria, sino acorde y consecuente a una normatividad y a un
estado de derecho en vigor, pues admitir lo contrario equivaldría a trastocar el sistema penal
vigente hacia una postura eminentemente inquisitiva.
Contradicción de tesis 12/91. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito.
31 de mayo de 1993. Mayoría de cuatro votos, en contra del Ministro Samuel Alba Leyva.
Ponente: Samuel Alba Leyva. Secretario. Rubén Arturo Sánchez Valencia. Engrosó Ministra
Victoria Adato Green.
Tesis de Jurisprudencia 5/93. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión del
nueve de agosto de mil novecientos noventa y tres, por unanimidad de votos de los señores
Ministros: Presidente Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez, Samuel Alba Leyva, Victoria Adato
Green, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Notas:
La tesis 5/93, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, núm. 71
(Noviembre de 1993) pág. 14, por disposición de la Sala queda sin efectos y se sustituye por la
que aquí se publica.
En términos de la resolución de 23 de febrero de 2005, pronunciada por la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación en el expediente varios 12/2004-PS, relativo a la
solicitud de modificación de la tesis de jurisprudencia número 1a./J. 5/93, ésta se publicó
nuevamente con las modificaciones aprobadas por la propia Sala en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXI, mayo de 2005, página 89.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
77, Mayo de 1994
Tesis: 1a./J. 11/94
Página: 19
VIOLACION ENTRE CONYUGES HABIENDO SUSPENDIDO EL DERECHO A COHABITAR,
DELITO DE. A virtud de que uno de los cónyuges padezca sífilis, tuberculosis o cualquiera otra
enfermedad crónica o incurable, el artículo 267 en relación al 277 del Código Civil para el
Distrito Federal, permite a su pareja que no desee divorciarse, el solicitar se suspenda
judicialmente su obligación de cohabitar; por lo que si estando decretada, el cónyuge enfermo le
impusiese violentamente la cópula aunque fuera normal, se integraría el delito de violación,
porque ya no tiene derecho al débito carnal, además de poner en peligro la salud del cónyuge
inocente y de la descendencia que pudiera procrearse en esas circunstancias.
Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de Jurisprudencia 11/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 380, pág. 210.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
77, Mayo de 1994
Tesis: 1a./J. 12/94
Página: 19
EJERCICIO INDEBIDO DE UN DERECHO Y NO DE VIOLACION, DELITO DE. La cópula
normal violenta impuesta por el cónyuge, cuando subsiste la obligación de cohabitar, no es
integradora del delito de violación, sino del de ejercicio indebido de un derecho, previsto en el
artículo 226 del Código Penal para el Distrito Federal; pero si tal comportamiento se presentara
en una diversa entidad federativa cuya legislación penal no prevea esa figura, únicamente
podría sancionarse por el ilícito que se integre derivado de la violencia ejercida para copular.
Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de Jurisprudencia 12/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 142, pág. 80.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
77, Mayo de 1994
Tesis: 1a./J. 10/94
Página: 18
VIOLACION ENTRE CONYUGES, SINO DE EJERCICIO INDEBIDO DE UN DERECHO. NO
CONFIGURACION DEL DELITO DE. El que uno de los cónyuges imponga al otro la cópula
normal de manera violenta, cuando subsiste la obligación de cohabitar, no es suficiente para
que se configure el delito de violación previsto en el artículo 265 del Código Penal para el
Distrito Federal, a pesar de la utilización de los medios típicos previstos para su integración; ya
que si bien el cónyuge tiene derecho a la relación sexual con su pareja, no puede permitirse que
lo obtenga violentamente; por lo que de observar tal conducta se adecuará a lo establecido en
el artículo 226 del ordenamiento en cita, al ejercitar indebidamente su derecho. Se considera
que cesa la obligación de cohabitar, aunque no esté decretada judicialmente, cuando se
pretende imponer la cópula encontrándose el sujeto activo en estado de ebriedad, drogadicción,
padeciendo enfermedad venérea, síndrome de inmuno deficiencia adquirida, o en presencia de
otras personas; asimismo, si la mujer tiene algún padecimiento, como puede ser parálisis que le
impida producirse en sus relaciones sexuales, o estando decretada la separación legal de los
esposos. Entendiéndose que las hipótesis mencionadas tienen carácter ejemplificativo, más no
limitativo.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de Jurisprudencia 10/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 381, pág. 210.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
77, Mayo de 1994
Tesis: 1a./J. 9/94
Página: 18
VIOLACION ENTRE CONYUGES, DELITO DE. La institución del matrimonio tiene entre sus
finalidades, la procreación de la especie, en virtud de lo cual, los cónyuges deben prestarse a la
relación carnal, que como consecuencia lógica sólo concibe la práctica de la cópula normal; de
tal manera que si el cónyuge la impusiera de manera anormal y violentamente, lesionaría la
moral y la libertad sexual de su pareja, que en ningún momento consintió tales prácticas, y por
ende, se configurará el delito de violación.
Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de Jurisprudencia 9/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 378, pág. 209.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
77, Mayo de 1994
Tesis: 1a./J. 7/94
Página: 17
VIOLACION EQUIPARADA ENTRE CONYUGES, DELITO DE. El artículo 266 del Código
Penal del Distrito Federal, establece las hipótesis del delito de violación equiparada,
previéndose en una de ellas, que se incurre en ésta, cuando se impone la cópula a persona que
por cualquier causa no pueda resistirlo; por lo que si se tratara de una mujer imposibilitada para
sostener relaciones sexuales, como sería el caso de quien sufra parálisis, a la que se someta
con ese fin en contra de su voluntad, indudablemente se integraría el tipo precisado, no
obstante que fuera su propio cónyuge el sujeto activo, en virtud de que la disposición penal
citada protege ampliamente a los que se encuentran en las hipótesis señaladas.
Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de Jurisprudencia 7/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 382, pág. 211.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
77, Mayo de 1994
Tesis: 1a./J. 8/94
Página: 17
VIOLACION ENTRE CONYUGES, DELITO DE. Al haber contraído matrimonio, los cónyuges
adquieren el derecho al mutuo débito carnal, pero si el acto sexual se lleva a cabo en público,
en contra de la voluntad del pasivo, ofendiendo gravemente su moral y el derecho a la intimidad,
se integra el delito de violación, pues no hay duda de que el cónyuge ofendido, puede negarse a
la práctica de la relación en tales condiciones.
Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Tesis de Jurisprudencia 8/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 376, pág. 208.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
77, Mayo de 1994
Tesis: 1a./J. 6/94
Página: 16
VIOLACION ENTRE CONYUGES, DELITO DE. El derecho a la relación carnal existente entre
aquellos que se han unido en matrimonio, no es ilimitado, pues en ocasiones uno de los
cónyuges puede oponerse a la misma, como sería el caso de que su pareja estuviera en estado
de ebriedad o drogadicción, pues no sólo se advierte el natural rechazo para quien actúe en
esas condiciones, sino que reviste mayor trascendencia el peligro que implica la posibilidad de
engendrar un ser en esos momentos; lo que funda la oposición del pasivo, quien protege la
sanidad de su estirpe, por lo que si es sometido a realizar la cópula violentamente; aunque ésta
sea normal, sin duda estaremos en presencia del ilícito de violación.
Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de Jurisprudencia 6/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 377, pág. 208.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
77, Mayo de 1994
Tesis: 1a./J. 5/94
Página: 16
VIOLACION ENTRE CONYUGES, DURANTE EL LAPSO EN QUE SE DECRETO
JUDICIALMENTE SU SEPARACION PROVISIONAL, DELITO DE. Si durante el trámite del
juicio de divorcio, el juez decretó la separación provisional de los cónyuges, a que se refiere el
artículo 275 del Código Civil del Distrito Federal, es lógico que cesó la obligación de cohabitar
entre ambos; por ende, si el marido forzara a la mujer a efectuar el acto carnal en ese lapso,
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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incurriría en el delito de violación, por tratarse de una cópula ilícita, pues al estar suspendido el
derecho al débito carnal con base en una disposición civil, éste ya no se puede ejercitar.
Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de Jurisprudencia 5/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 379, pág. 209.
Materia(s): Penal, Común
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
78, Junio de 1994
Tesis: 1a./J. 14/94
Página: 26
IDENTIFICACION ADMINISTRATIVA DEL PROCESADO. PROCEDENCIA DE LA
SUSPENSION PROVISIONAL. En aquéllos casos en que se combaten en la vía del amparo
indirecto tanto el auto de formal prisión o el de sujeción a proceso, como la identificación
administrativa del imputado, es procedente otorgar la suspensión provisional de este último
acto, pues ese mandato de identificación, por cuanto a que tiene su fundamento en la formal
prisión, combatido en el mismo juicio de garantías, es menester que primero se examine la
legalidad de éste y luego de estimarse constitucional esa resolución, deberán tenerse como
legales también sus consecuencias, entre ellas la identificación administrativa reclamada;
además de que de recabarse la ficha signalética, antes de resolverse tal situación jurídica en
definitiva, se provocarían al quejoso daños y perjuicios de difícil reparación, puesto que
quedarían registradas esos datos en los archivos respectivos con o sin las anotaciones de
libertad que se hicieran.
Contradicción de tesis 17/93. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito. 11 de abril de 1994. Unanimidad de cinco votos. Ponente: Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez. Secretario: Jorge Ojeda Velázquez.
Tesis de Jurisprudencia 14/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
privada celebrada el nueve de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de
votos de los señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado. Ausente el Ministro Samuel Alba
Leyva.
Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 168, página 96.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Común, Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
79, Julio de 1994
Tesis: 1a./J. 16/94
Página: 13
SECRETARIO EN FUNCIONES DE JUEZ POR MINISTERIO DE LEY. VALIDEZ DE SUS
ACTUACIONES. La interpretación armónica de lo dispuesto en los artículos 640 al 643 del
Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, y de los artículos 65, fracción I, y
136 de la Ley Orgánica de los Tribunales de Justicia del Fuero Común del Distrito Federal, en la
parte relativa a la organización de los Juzgados Penales del Fuero Común, lleva a la conclusión
de que éstos para su funcionamiento requieren ineludiblemente de la presencia de un juez y un
secretario como mínimo, debiendo ser éste último quien por disposición expresa en la ley supla
al titular del juzgado durante su ausencia; y si bien la Ley Orgánica citada, previene que la
ausencia del juez por más de tres meses deberá ser cubierta mediante nombramiento del
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal en Pleno, es claro que la falta de ese
nombramiento es de la exclusiva responsabilidad de los Magistrados que integran el Pleno de
ese Tribunal, pero el retraso o aún la falta de ese nombramiento, de ninguna manera acarrea la
nulidad de las actuaciones en las que haya intervenido el secretario después de transcurridos
los tres meses de que inició la suplencia, a que se refiere el artículo 136 citado, ya que dicha
sanción de nulidad no se desprende de la propia ley, y si en cambio es ésta la que impone al
secretario la obligación de actuar como juez. Sostener lo contrario llevaría al absurdo de
considerar sólo válidas aquellas actuaciones practicadas por el juez por Ministerio de Ley
durante el período inicial de los tres meses de suplencia, supeditándose así la validez de
cualquier acto posterior a ese período, así sea la sentencia, siendo que esa formalidad señalada
en la ley es claramente de naturaleza administrativa, y de ninguna manera puede afectar el
procedimiento, que es de orden público y se rige por su propia ley y, que por imperativo
constitucional debe acatarse en lo esencial; de donde debe concluirse que las actuaciones
llevadas a cabo por los jueces por Ministerio de Ley aún después de haber transcurrido el plazo
de tres meses a que se refiere el artículo 136, de la Ley Orgánica invocada, son perfectamente
válidas pues de lo contrario se incurriría en una lamentable denegación de justicia en franca
violación a la garantía contenida en el artículo 17 constitucional.
Contradicción de tesis 1/93. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo en Materia Penal del Primer Circuito. 9 de mayo de 1994. Mayoría de tres votos en
contra del emitido por el Ministro Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Ministro Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Guadalupe Ramírez Chávez.
Tesis de Jurisprudencia 16/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
privada celebrada el treinta de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de
votos de los señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M.
Cal y Mayor Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
79, Julio de 1994
Tesis: 1a./J. 15/94
Página: 13
ROBO. LA CALIDAD DE MUEBLE DE LA COSA OBJETO DEL DELITO DEBE
CONFIGURARSE A LA LUZ DE LA LEGISLACION, AUNQUE NO SEA LA PENAL. El artículo
14 constitucional establece en su segundo párrafo que nadie podrá ser privado de la vida, de la
libertad, o de sus propiedades, posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los
tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las formalidades esenciales del
procedimiento y conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho. Por lo tanto, para
determinar la calidad de mueble de la cosa objeto del delito de robo, calidad que una vez
comprobada puede dar origen a la pérdida de la libertad del procesado, debe estarse a lo que la
legislación establezca al respecto, sin que sea óbice para ello que la ley penal sea omisa en
señalar qué bienes son muebles y cuáles no, ya que al establecer la Constitución que nadie
podrá ser privado de su libertad sino "conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho"
no se refiere necesariamente a la ley penal. Por otra parte, "bien mueble" es un elemento
normativo, que exige para la debida integración del tipo penal de robo acudir a las normas que
tal concepto prevean, excluyendo la interpretación subjetiva que en su caso pudiera hacer el
juzgador para configurar el elemento de que se trata.
Contradicción de tesis 12/93. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito. 2 de
mayo de 1994. Unanimidad de cinco votos. Ponente: Clementina Gil de Lester. Secretario:
Alvaro Tovilla León.
Tesis de Jurisprudencia 15/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
privada celebrada el treinta de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por mayoría de tres
votos de los señores Ministros: Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez y
Clementina Gil de Lester en contra de los emitidos por los Ministros: Luis Fernández Doblado y
Victoria Adato Green.
Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 314, pág. 174.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
81, Septiembre de 1994
Tesis: 1a./J. 18/94
Página: 12
PANDILLA. EN LA CALIFICATIVA DE, DETERMINACION DE LA PENA. De acuerdo con la
adición de un segundo párrafo al artículo 51 del Código Penal para el Distrito Federal en Materia
Común y para toda la República en Materia Federal, realizada por Decreto de veintinueve de
diciembre de mil novecientos ochenta y cuatro, publicado en el Diario Oficial de la Federación
de catorce de enero de mil novecientos ochenta y cinco, que contiene la regla general de
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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aplicación de sanciones para la totalidad de los casos en que el código disponga penas en
proporción a las previstas para el delito intencional consumado; y, asimismo, de conformidad
con la reforma realizada al numeral 164 bis del mismo cuerpo legal, por Decreto de treinta de
diciembre de mil novecientos ochenta y ocho, publicado en el Diario Oficial de tres de enero de
mil novecientos ochenta y nueve, enmienda que modificó el sistema de determinación de la
penalidad establecido con anterioridad para el caso de que un delito se cometa en pandilla (el
que atendía al cálculo del índice de peligrosidad de los activos dentro del mínimo de seis meses
al máximo de tres años de prisión), adecuándolo, así, a los lineamientos precisados por el
artículo 51; resulta inconcuso que para la determinación de la sanción a imponer, cuando
concurra en un delito pluralidad de tres o más sujetos activos, de tal manera que se acredite fue
perpetrado en pandilla, previamente a la determinación de la peligrosidad, en acatamiento a la
regla general establecida por el artículo 51, y tomando en cuenta lo dispuesto por el 164 bis, el
juzgador deberá aumentar hasta en una mitad los parámetros mínimo y máximo de punición
previstos para el delito en su forma simple, y sólo hasta este momento estará en condiciones de
realizar el correspondiente juicio de individualización de la pena mediante la determinación de la
peligrosidad de los responsables.
Contradicción de tesis 19/93. Entre las sustentadas por los Segundo y Tercer Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 1o. de agosto de 1994. Mayoría de cuatro
votos, en contra del voto particular emitido por la Ministra Victoria Adato Green. Ponente:
Ministra Clementina Gil de Lester. Secretario: Licenciado Juan José González Lozano.
Tesis de Jurisprudencia 18/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal en sesión
privada celebrada el ocho de agosto de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de
cuatro votos de los Ministros, licenciados: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva,
Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez y Luis Fernández Doblado, ausente la Ministra Clementina Gil
de Lester.
Nota: Esta tesis también aparece en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171995, Tomo II, Materia Penal, Primera Parte, tesis 231, pág. 131.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
81, Septiembre de 1994
Tesis: 1a./J. 17/94
Página: 11
MENORES INFRACTORES. COMPETENCIA PARA CONOCER DEL AMPARO DIRECTO EN
MATERIA PENAL. La Ley para el Tratamiento de Menores Infractores para el Distrito Federal
vigente, de acuerdo con sus artículos 1o. y 6o., tiene por objeto reglamentar la función del
Estado en la protección de los derechos de las personas mayores de once y menores de
dieciocho años, cuya conducta considerada como infracción se asimila a la que se encuentra
tipificada en las leyes penales federales y del Distrito Federal como delitos; a quienes sus
órganos instruyen un procedimiento especial de carácter administrativo para resolver sobre su
situación jurídica a través de actos provisionales y sentencias definitivas de primera y segunda
instancia, en las que ordenan la aplicación de medidas que afectan la libertad personal de
dichos menores, equiparando dicho procedimiento al proceso penal que se sigue para adultos
imputables y en ambos se deben respetar las garantías individuales correspondientes a todo
juicio penal. Asimismo, cabe señalar que de acuerdo al artículo 4o. de la citada ley, se crea el
Consejo de Menores como órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de
Gobernación, como autoridad que tiene a su cargo la aplicación de las disposiciones contenidas
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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en dicha ley, o sea, que el Consejo de Menores del Distrito Federal, aun cuando no tiene el
carácter de tribunal judicial, actúa como tal al aplicar el derecho al caso concreto, es decir,
dirime controversias surgidas con motivo de la aplicación de la ley preindicada y, además, la
resolución definitiva de segunda instancia, como la que ahora se reclama, se pronunció
después de un procedimiento seguido en forma de juicio; y respecto de la cual no procede
recurso ordinario por el que pueda ser modificada o revocada, en cuyas circunstancias se
estima que el único medio de impugnación procedente contra ella es el amparo directo o
uniinstancial, y que son competentes para conocer del mismo los Tribunales Colegiados de
Circuito, al tenor de lo dispuesto por la fracción V, inciso a), del artículo 107 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; 44 y 158 de la Ley de Amparo, y 44, fracción I, inciso
a), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; dado que ya no sería necesario ni
conveniente la posibilidad de aportar mayores pruebas de las desahogadas durante el
procedimiento de instancia.
Contradicción de tesis 14/93. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero,
Segundo, Tercero y Cuarto en Materia Penal del Primer Circuito. 27 de junio de 1994. Mayoría
de tres votos en contra de los emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y
Mayor Gutiérrez. Ponente: Ministra Victoria Adato Green. Secretario: Licenciado Jorge Luis
Silva Banda.
Tesis de Jurisprudencia 17/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal en sesión
privada celebrada el ocho de agosto de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de
cuatro votos de los Ministros, licenciados: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva,
Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez y Luis Fernández Doblado, ausente la Ministra Clementina Gil
de Lester.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
83, Noviembre de 1994
Tesis: 1a./J. 19/94
Página: 13
APELACION EN MATERIA PENAL, CAUSAL DE IMPROCEDENCIA. PREVISTA EN LA
FRACCION XIV, DEL ARTICULO 73 DE LA LEY DE AMPARO. La fracción XIV, del artículo
73, de la Ley de Amparo, establece la causal de improcedencia del juicio de amparo, en la
hipótesis de que se esté tramitando ante los tribunales ordinarios algún recurso que tenga por
efecto modificar, revocar o nulificar el acto reclamado; por otra parte, la jurisprudencia número
942, visible a fojas 1541 del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1988,
establece que tal causal debe estar plenamente demostrada y no inferirse a base de
presunciones; en esas condiciones, si al notificarse al procesado y luego quejoso, el auto de
formal prisión, manifiesta escuetamente "APELO", sin existir ninguna otra constancia de que se
admitió o esté en trámite tal recurso ordinario, resulta incuestionable que esta causal no está
acreditada plenamente; con mayor razón, si de acuerdo con lo dispuesto en el segundo párrafo
del artículo 149 de la ley de la materia, la autoridad responsable al rendir su informe justificado,
debió acompañar las constancias necesarias para apoyar la improcedencia del juicio, ya que el
trámite del recurso no debe justificarse sólo con la constancia de que se interpuso el mismo,
sino con todas aquellas que justifiquen su admisión para su trámite.
Contradicción de tesis 4/94. Entre las sustentadas por los Primer y Segundo Tribunales
Colegiados del Sexto Circuito. 8 de agosto de 1994. Unanimidad de cuatro votos. Ausente la
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Ministra Clementina Gil de Lester. Ponente: Ministro Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez.
Secretario: Jorge Ojeda Velázquez.
Tesis de Jurisprudencia 19/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
privada celebrada el tres de octubre de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de
cinco votos de los Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Luis Fernández Doblado, Ignacio
M. Cal y Mayor Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Samuel Alba Leyva.
Materia(s): Penal
Octava Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
84, Diciembre de 1994
Tesis: 1a./J. 20/94
Página: 15
AUTO DE FORMAL PRISION INFUNDADO E INMOTIVADO. LA PROTECCION
CONSTITUCIONAL QUE SE OTORGUE DEBE SER LISA Y LLANA. De conformidad con lo
dispuesto por el artículo 80 de la Ley de Amparo, el efecto jurídico de la sentencia que otorgue
el amparo al quejoso o agraviado es el de restituirlo en el uso o goce de la garantía individual
que le fue violada o transgredida; es decir volver la situación al estado que tenía antes de la
violación cometida por la responsable, lo que significa que esta sentencia nulifica el acto
reclamado y los subsecuentes que de él se deriven; en consecuencia, la concesión del amparo
respecto de un auto de formal prisión que contenga violaciones formales debe ser lisa y llana y
no para efectos.
Contradicción de tesis 3/94. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo del
Vigésimo Primer Circuito, Tercero del Sexto Circuito y Segundo del Quinto Circuito y la
sostenida por el Segundo Tribunal Colegiado del Segundo Circuito. 7 de noviembre de 1994.
Unanimidad de cinco votos. Ponente: Victoria Adato Green. Secretario: Jorge Luis Silva Banda.
Tesis de Jurisprudencia 20/94. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión de
veinticinco de noviembre de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de cinco votos de
los señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Luis Fernández Doblado, Ignacio M. Cal
y Mayor Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Samuel Alba Leyva.
Materia(s): Común
Octava Época
Instancia: Pleno
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
86-2, Febrero de 1995
Tesis: P./J. 3/95
Página: 10
Genealogía: Apéndice 1917-1995, Tomo VI, Primera Parte, tesis 6, pág. 6.
ACTO RECLAMADO. LA OMISION O EL INDEBIDO ESTUDIO DE SU
INCONSTITUCIONALIDAD A LA LUZ DE LOS CONCEPTOS DE VIOLACION, PUEDE SER
SUBSANADA POR EL TRIBUNAL REVISOR. De acuerdo con los artículos 77 y 78 de la Ley
de Amparo, las sentencias que se dicten en los juicios de amparo deben contener la fijación
clara y precisa del acto o actos reclamados, los que se apreciarán tal como aparezcan
probados, ante la autoridad responsable, por lo que si el Juez de Distrito, en su sentencia,
contraviene esos ordenamientos, y no resuelve sobre alguno de tales actos, o no los aprecia
correctamente, los agraviados al interponer la revisión están en aptitud de invocar el agravio
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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correspondiente y si, además, no se aprecia que alguna de las partes que debió intervenir en el
juicio de garantías haya quedado inaudita, no procede ordenar la reposición del procedimiento
en los términos del artículo 91, fracción IV, de la Ley de Amparo; pues tal falta de análisis no
constituye una violación procedimental porque no se refiere a la infracción de alguna regla que
norme la secuela del procedimiento, ni a alguna omisión que deje sin defensa al recurrente o
pueda influir en la resolución que deba dictarse en definitiva; sino que lo que es susceptible es
que la autoridad revisora se sustituya al Juez de amparo y efectúe el examen de los actos
reclamados a la luz de los conceptos de violación, según lo previsto en la fracción I, del artículo
invocado, conforme al cual no es dable el reenvío en el recurso de revisión.
Contradicción de tesis 2/93. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Quinto Circuito. 7 de
septiembre de 1994. Unanimidad de dieciocho votos. Ponente: Felipe López Contreras.
Secretario: Pablo Galván Velázquez.
El Tribunal Pleno en su sesión privada del jueves veintisiete de abril de mil novecientos noventa
y cinco asignó el número 3/1995 a esta tesis de jurisprudencia aprobada al resolver la
contradicción de tesis número 2/93. México, Distrito Federal, a veintiocho de abril de mil
novecientos noventa y cinco.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: I, Mayo de 1995
Tesis: 1a./J. 7/95
Página: 124
RETROACTIVIDAD. APLICACION DE LA LEY PENAL MAS FAVORABLE. DEBE HACERSE
EN EL PROCESO PENAL POR LA AUTORIDAD JURISDICCIONAL ORDINARIA
COMPETENTE Y NO EN EL JUICIO DE GARANTIAS. El juicio de amparo es un medio de
protección del orden constitucional contra todo acto de autoridad que agravie a cualquier
gobernado; la teleología que persigue es la de proteger y preservar el régimen constitucional.
Jurídicamente la acción constitucional de amparo no es un derecho de acción procesal ordinaria
penal, civil, laboral o administrativa, sino que es puramente constitucional, nace directamente de
la Constitución (artículos 103 y 107); va encaminada a controlar el acto de autoridad que se
estima violatorio de garantías y no la ley común; no tutela los intereses que en el acto
jurisdiccional ordinario se han dejado a los tribunales comunes, sino que va dirigida a hacer
respetar la Ley Suprema cuando la autoridad ha rebasado sus límites. Con el amparo judicial
los tribunales de la Federación, al conocer de los respectivos juicios, amplían su esfera de
competencia hasta el grado de convertirse en revisores de los actos de todas las autoridades
ordinarias judiciales, sin que ello implique que pueden sustituirse en funciones propias de estas
últimas sino sólo hasta el límite de analizar las violaciones de procedimiento o de fondo que en
su caso ellas hubieran cometido, por lo que propiamente deben estudiar el problema jurídico
planteado ante este tipo de autoridades de acuerdo con las normas que rijan la materia y
resulten ser las aplicables en el tiempo y en el espacio, estableciendo así el consiguiente control
constitucional previsto en los artículos 14 y 16 constitucionales; por ende, el juicio de amparo,
además de ser un medio de impugnación constitucional (lato sensu), es también un medio de
control de legalidad. Así las cosas, atendiendo a su naturaleza, las sentencias de amparo sólo
deben decidir sobre la constitucionalidad del acto que se reclama y nunca sobre cuestiones
cuya decisión compete a los tribunales ordinarios, sean del fuero común o del fuero federal. Así,
cuando un órgano jurisdiccional de amparo conoce de un acto reclamado que proviene de un
proceso penal, no puede sustituirse en funciones propias de la autoridad responsable, a saber:
en determinar de manera directa si una conducta es constitutiva de delito o no, declarar sobre la
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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responsabilidad o irresponsabilidad del acusado o imponer las penas y medidas de seguridad
establecidas en las leyes respectivas, pues lo único que debe de analizar es la legalidad y
consecuente constitucionalidad del acto reclamado en cuanto a la aplicación exacta y puntual
de las leyes adjetiva y sustantiva correspondientes por razones de materia, ámbito territorial y
tiempo, en relación con las garantías de seguridad jurídica y legalidad previstas en los artículos
14, 16, 19 y 20 de la Carta Magna. Luego, como el juicio de garantías no es una instancia más
en el proceso penal y como al juzgador constitucional de amparo no corresponde calificar ni
sancionar en su caso la conducta del acusado, procesado o sentenciado, él no debe, al estudiar
la constitucionalidad del acto reclamado, aplicar una ley diferente a la que estuvo en vigor al
emitir dicho acto, pues de esta manera ya no estaría juzgando la conducta de la autoridad
responsable, que se estima violatoria de garantías, sino sustituyéndose en funciones
específicas de ésta y, por ende, creando una instancia más dentro del proceso penal, con el
consecuente quebrantamiento del orden jurídico y la tergiversación de la esencia y los fines del
juicio de amparo. No obsta a lo anterior, el que, en términos del artículo 14 constitucional y de
diversas leyes sustantivas, esté permitida la aplicación retroactiva de la ley penal cuando ésta
beneficie al quejoso y no se lesionen derechos de tercero, pues la aplicación de tal ley debe
hacerse siempre por autoridad competente y dentro del proceso penal, o el procedimiento de
ejecución, según corresponda, pero nunca en el juicio de garantías; lo cual no implica dejar en
estado de indefensión al interesado, porque en caso de que hubiera concluido la segunda
instancia, la autoridad competente de la ejecución de las penas y medidas de seguridad, aun de
oficio, deberá aplicar la ley más favorable al sentenciado.
Contradicción de tesis 13/94. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo del Noveno Circuito. 28 de abril de 1995. Unanimidad de cinco votos. Ponente:
Humberto Román Palacios. Secretario: Manuel Rojas Fonseca.
Tesis de Jurisprudencia 7/95. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
privada celebrada el doce de mayo de mil novecientos noventa y cinco, por unanimidad de
votos de los señores Ministros: Presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga María del Carmen Sánchez
Cordero.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: II, Julio de 1995
Tesis: 1a./J. 9/95
Página: 39
SALUD. DELITO CONTRA LA, EN SU MODALIDAD DE POSESION DE COCAINA,
CONFIGURACION CON INTRASCENDENCIA DE LA PUREZA DE LA DROGA. Para que
surja el ilícito contra la salud en su modalidad de posesión de cocaína resulta irrelevante la
pureza del alcaloide pues al tratarse de un ilícito de peligro, es ajena la causación directa
efectiva de un daño sobre la salud, y sólo debe atenderse a la puesta en peligro de ese bien
jurídicamente tutelado por la norma y por ende es de tomarse en cuenta la droga en su
integridad es decir, tanto en sus necesarios componentes como en aquéllos adicionales que
incrementen su cantidad y que como consecuencia lógica también aumenten el peligro en el
consumo de quien la posee y de la colectividad.
Contradicción de tesis 16/93. Suscitada entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo del Décimo Segundo Circuito. 30 de junio de 1995. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ponente: Juan N. Silva Meza.
Secretario: Sergio E. Alvarado Puente.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Tesis de Jurisprudencia 9/95. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión de
treinta de junio de mil novecientos noventa y cinco, por cuatro votos de los señores Ministros:
Presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús Gudiño
Pelayo y Juan N. Silva Meza. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: II, Noviembre de 1995
Tesis: 1a./J. 16/95
Página: 119
MINISTERIO PUBLICO, LA FACULTAD QUE LE OTORGA EL ARTICULO 19
CONSTITUCIONAL PARA INICIAR OTRA AVERIGUACION POR DELITO ADVERTIDO
DESPUES DEL EJERCICIO DE LA ACCION PENAL, GARANTIZA LA DEFENSA DEL
INCULPADO. En el segundo párrafo del artículo 19 constitucional, se establece que el proceso
se seguirá por el delito o delitos señalados en el auto de formal prisión y que, si en el curso del
procedimiento aparece que el reo ha cometido un delito diverso del perseguido, éste deberá ser
objeto de averiguación por separado. Ahora bien, la palabra "delito" no significa la clasificación
jurídica que de los hechos atribuidos al procesado, hace la ley, sino el conjunto de actos que
integran el hecho criminoso. Así, por "delito diverso", debe entenderse según la recta
interpretación de la ley, un conjunto de actos objetivamente diferentes de los que constituyen el
primer hecho delictuoso, de ahí que, ante el nuevo delito advertido para desplegar la
persecución legal sin modificar el principio de que todo proceso debe seguirse forzosamente por
el o los delitos contemplados en el auto de formal prisión, se faculta al Ministerio Público incoar
otra averiguación, ello con la finalidad de que sobre todo delito que se impute al inculpado, haya
una resolución expresa que declare su presunta responsabilidad, para que el procesado tenga
conocimiento exacto de cuáles son los hechos delictivos que se le imputan, y cuáles fueron los
elementos que se tuvieron en cuenta para presumirlo responsable de ese hecho, a fin de poder
normar su defensa, respondiendo a los cargos que se le hacen con las comprobaciones y
argumentaciones procedentes.
Contradicción de tesis 13/93. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado y el
Segundo Tribunal Colegiado, ambos del Cuarto Circuito. 27 de octubre de 1995. Cinco votos.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jorge Humberto Benítez Pimienta.
Tesis de Jurisprudencia 16/95. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
veintisiete de octubre de mil novecientos noventa y cinco, por unanimidad de cinco votos de los
ministros: presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: II, Noviembre de 1995
Tesis: 1a./J. 17/95
Página: 118
MINISTERIO PUBLICO, CUANDO CON POSTERIORIDAD AL EJERCICIO DE LA ACCION
PENAL, ADVIERTE UN DIVERSO DELITO, TIENE EL DEBER DE INCOAR OTRA
AVERIGUACION EN LA QUE SE INVESTIGUE ESTE. El deber comprendido en el artículo 21
constitucional, excluye que el Ministerio Público se abstenga del ejercicio de la acción punitiva,
ya que, no perseguir los delitos ni a sus autores, entraña una situación antisocial que coloca a la
colectividad en permanente peligro, auspiciando la perpetración de ilícitos bajo el signo de su
impunidad. La obligación social aludida no sólo la tiene dicha institución frente a la comunidad,
sino que la asume en cada caso concreto, también frente a las víctimas; luego, si la
discrecionalidad del Ministerio Público para definir si en cada caso se han llenado los requisitos
constitutivos de la acción penal, no es infalible, entonces, por el interés que tiene la sociedad de
que el delincuente sea castigado por los ilícitos perpetrados, se justifica que el representante
social tenga la posibilidad de que en una segunda averiguación investigue aquellos delitos no
advertidos en la primera.
Contradicción de tesis 13/93. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado y el
Segundo Tribunal Colegiado, ambos del Cuarto Circuito. 27 de octubre de 1995. Cinco votos.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jorge Humberto Benítez Pimienta.
Tesis de Jurisprudencia 17/95. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
veintisiete de octubre de mil novecientos noventa y cinco, por unanimidad de cinco votos de los
ministros: presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: II, Noviembre de 1995
Tesis: 1a./J. 15/95
Página: 97
MINISTERIO PUBLICO AL INCOAR OTRA AVERIGUACION POR DELITO DIVERSO AL
INCULPADO ADVERTIDO CON POSTERIORIDAD AL EJERCICIO DE LA ACCION PENAL,
NO INFRINGE LO DISPUESTO POR EL ARTICULO 19 CONSTITUCIONAL. El Ministerio
Público al incoar una nueva averiguación por cuerda separada, apoyada en hechos de los que
ya tenía conocimiento al integrar la primera indagatoria en contra del indiciado, no contraría lo
dispuesto por el artículo 19 constitucional, porque la omisión o el error en que incurrió el
representante social al no ejercitar la acción penal en la primigenia averiguación por todos los
delitos, no genera la invalidez de la acción persecutoria que realizó posteriormente por delito
diverso que derivó del mismo conjunto de actos que motivaron la instauración del procedimiento
penal, en virtud de que con la reforma al invocado precepto constitucional en el segundo párrafo
en el sentido de cambiar el vocablo "acusación" por el de "averiguación separada", se busca
evitar la práctica del Ministerio Público en situaciones como la mencionada de limitarse a
ampliar el ejercicio de la acción penal, exigiéndosele ahora que si aparece delito distinto del que
se persigue, deberá ser materia de averiguación separada, entendiendo que la palabra delito
distinto se refiere a que sean hechos delictivos diferentes, pues la circunstancia de que las
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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conductas desplegadas por el activo integren a la vez varias figuras delictivas es legal, en razón
de que, lo que importa es que no se haga más de un pronunciamiento en relación con una
conducta concreta.
Contradicción de tesis 13/93. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado y el
Segundo Tribunal Colegiado, ambos del Cuarto Circuito. 27 de octubre de 1995. Cinco votos.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jorge Humberto Benítez Pimienta.
Tesis de Jurisprudencia 15/95. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
veintisiete de octubre de mil novecientos noventa y cinco, por unanimidad de cinco votos, de los
ministros: presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: II, Diciembre de 1995
Tesis: 1a./J. 19/95
Página: 269
AUDIENCIA DE VISTA. NO SE INFRINGEN LAS GARANTIAS INDIVIDUALES DEL
PROCESADO SI SE LE CITO PERSONALMENTE A EL Y A SU DEFENSOR PARA
COMPARECER A LA. Los artículos 373 y 382 del Código Federal de Procedimientos Penales
en vigor, que a la letra dicen: "ART. 373.- Recibido el proceso, el duplicado autorizado de
constancias o el testimonio en su caso, el tribunal lo pondrá a la vista de las partes por el plazo
de tres días; y si dentro de ellos no promovieren prueba, se señalará día para la vista, que se
efectuará dentro de los treinta siguientes a la conclusión del primer plazo, si se tratare de
sentencias definitivas y dentro de cinco días si se tratare de autos.- Para ella serán citados el
Ministerio Público, el inculpado si estuviere en el lugar y el defensor nombrado. Si no se hubiere
nombrado a éste para la instancia, el tribunal lo nombrará de oficio". "ART. 382.- El día
señalado para la vista comenzará la audiencia haciendo el secretario del tribunal una relación
del asunto; en seguida hará uso de la palabra el apelante y a continuación las otras partes, en el
orden que indique quien presida la audiencia. Si fueren dos o más los apelantes, usarán de la
palabra en el orden que designe el mismo funcionario que presida". De lo antes transcrito, se
advierte que no impone a la autoridad de alzada la obligación de ordenar que para la audiencia
de vista del asunto se mande traer al recinto del tribunal en que se efectuará, al procesado
detenido, sino sólo la circunstancia de que sea debidamente notificado él y su defensor para la
audiencia de vista. Por tanto, el tribunal de alzada no tiene porqué asegurar la comparecencia
del inculpado en esa etapa procesal, pues del texto de los artículos en comento no se impone
esa obligación a esa autoridad por lo que no se violan las garantías individuales del quejoso.
Contradicción de tesis 26/95. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo y
Tercero, ambos del Cuarto Circuito. 24 de noviembre de 1995. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo, previo aviso a la Presidencia. Ponente: Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Secretario: Miguel Angel Cruz Hernández.
Tesis de Jurisprudencia 19/95. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
veinticuatro de noviembre de mil novecientos noventa y cinco, por unanimidad de cuatro votos,
de los Ministros: presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N.
Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño
Pelayo, previo aviso a la Presidencia.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: II, Diciembre de 1995
Tesis: P./J. 49/95
Página: 5
ACUMULACION. LA RESOLUCION SIN ULTERIOR RECURSO QUE DECLARA
IMPROCEDENTE ESE INCIDENTE NO ES RECLAMABLE EN AMPARO INDIRECTO. La
resolución sin ulterior recurso, que declara improcedente el incidente de acumulación de autos
solicitado para que juicios conexos que se siguen separadamente sean fallados en una misma
sentencia, no constituye un acto procesal de ejecución irreparable, que vulnere los derechos
fundamentales previstos en las garantías individuales, dado que este procedimiento fue
instaurado exclusivamente para lograr la economía de los juicios y evitar el dictado de
sentencias contradictorias. Por ello, aun cuando se estime inexacta dicha resolución, al no tener
carácter irreparable, por no afectar de manera directa e inmediata garantía individual alguna, no
es reclamable en amparo indirecto, pues el hecho de que se niegue la acumulación de autos
solicitada, no priva del derecho de defensa que en cada uno de esos procedimientos tienen
consagrado las partes ni altera las cuestiones debatidas en los mismos, ya que dicha
resolución, únicamente puede constituir la violación de derechos adjetivos con efectos
meramente intraprocesales, y la procedencia del amparo indirecto se presenta cuando los actos
tengan una ejecución de imposible reparación o afecten a personas extrañas al juicio; sin que
esto determine por exclusión, la procedencia del amparo directo contra tal determinación, al
estar debidamente delimitado, tratándose de violaciones procesales, la procedencia de dicho
juicio, únicamente cuando se afecten las defensas del quejoso trascendiendo al resultado del
fallo.
Contradicción de tesis 5/94. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Cuarto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 17 de abril de 1995. Mayoría
de ocho votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Juan Ramírez Díaz.
El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el treinta de noviembre en curso, por
unanimidad de once votos de los Ministros: presidente José Vicente Aguinaco Alemán, Sergio
Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Juventino V. Castro y Castro, Juan Díaz
Romero, Genaro David Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo, Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia, Humberto Román Palacios, Olga María Sánchez Cordero y Juan N. Silva Meza;
aprobó, con el número 49/1995 (9a.) la tesis que antecede. México, Distrito Federal, a treinta de
noviembre de mil novecientos noventa y cinco.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: III, Febrero de 1996
Tesis: 1a./J. 6/96
Página: 196
ORDEN DE COMPARECENCIA. DEBE ESTUDIARSE SU CONSTITUCIONALIDAD AUN
CUANDO EL QUEJOSO LA DESIGNE ERRONEAMENTE COMO ORDEN DE
APREHENSION. El hecho de que el peticionario de garantías haya señalado como acto
reclamado una orden de aprehensión y del informe justificado se desprenda la existencia de una
orden de comparecencia, no es obstáculo para examinar la constitucionalidad de esta última
bajo el argumento de que el acto impugnado no es cierto en la forma expuesta por el quejoso,
ello en atención de que aun cuando la orden de aprehensión y la de comparecencia
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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técnicamente tienen sus diferencias, de hecho son actos de idéntico contenido sustancial si se
tiene en cuenta que: a).- Ambas son solicitadas por el Ministerio Público, b).- Las dos son
libradas por un Juez, c).- Para su emisión es necesario que existan datos que acrediten los
elementos que integran el tipo penal y la probable responsabilidad del indiciado, d).- Tienen
como objetivo hacer comparecer al acusado ante la autoridad judicial a fin de que le sea tomada
su declaración preparatoria; y si bien en la orden de aprehensión existe una total privación de la
libertad y en la de comparecencia tan sólo cierta limitación, no menos cierto es que en menor o
mayor grado, ambos actos restringen la libertad personal, lo cual puede conducir al error en la
denominación exacta del acto reclamado. Por ello, el juzgador, debe analizar todos los datos
que se desprendan del juicio de amparo y que sirvan para obtener una completa interpretación
de la voluntad del quejoso y examinar la constitucionalidad del acto que aparezca probado, sin
sujetarse al rigorismo de que precisa y solamente sea tomando como acto reclamado el que
como tal se haya expresado en el capítulo especial de la demanda. Lo anterior en modo alguno
significa suplir la deficiencia de la queja o integrar la acción que intente el gobernado; sino
únicamente concatenar la información con que se cuenta, a fin de resolver la cuestión
efectivamente planteada.
Contradicción de tesis 37/95. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Primer Circuito y el Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito. 9 de febrero de 1996.
Cinco votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Indalfer Infante Gonzales.
Tesis de jurisprudencia 6/96. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
nueve de febrero de mil novecientos noventa y seis, por cinco votos de los Ministros: presidente
Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan
N. Silva Meza y Olga María Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: III, Febrero de 1996
Tesis: P./J. 6/96
Página: 39
FIANZA, EXIGIBILIDAD DE LA. DEBE ATENDERSE AL CARACTER ACCESORIO QUE
GUARDA RESPECTO DE LA OBLIGACION PRINCIPAL. El artículo 113 de la Ley Federal de
Instituciones de Fianzas, establece que en lo no previsto por esa Ley tendrá aplicación la
legislación mercantil y el Título Decimotercero de la Segunda Parte del Libro Cuarto del Código
Civil para el Distrito Federal. En este sentido es necesario atender al contenido del artículo 2842
del Código Civil para el Distrito Federal que se encuentra en el Título mencionado por el
ordenamiento que rige a las instituciones de fianzas que dispone que la obligación del fiador se
extingue al mismo tiempo que la del deudor y por las mismas causas que las demás
obligaciones. Del texto de este precepto se desprende el carácter accesorio que tiene el
contrato de fianza respecto de la obligación principal, por lo tanto, si la obligación principal es
divisible y se lleva a cabo un cumplimiento parcial de ésta, en la misma proporción debe
extinguirse la obligación de la fiadora; por el contrario, si la naturaleza de la obligación es
indivisible o las partes o el juzgador así lo determinan, dicha obligación no podrá considerarse
cumplida si no se realiza en su totalidad y, consecuentemente, la fianza deberá ser exigible
también en forma total. Es decir, dado el carácter accesorio del contrato de fianza, deberá
entenderse en los mismos términos del contrato principal, en virtud de que se otorgó para
garantizar su cumplimiento y, por lo tanto, deberá ser exigida atendiendo a la naturaleza
divisible o indivisible de la obligación garantizada.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 16/95. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto y
Séptimo en Materia Civil del Primer Circuito. 23 de enero de 1996. Unanimidad de once votos.
Ponente: Olga María Sánchez Cordero. Secretaria: Norma Lucía Piña Hernández.
El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el veintinueve de enero en curso, por
unanimidad de diez votos de los Ministros: presidente en funciones Juventino V. Castro y
Castro, Sergio Salvador Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Juan Díaz Romero, Genaro
David Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño Pelayo, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Humberto
Román Palacios, Olga María Sánchez Cordero y Juan N. Silva Meza; aprobó, con el número
6/1996 la tesis que antecede. México, Distrito Federal, a veintinueve de enero de mil
novecientos noventa y seis.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: III, Marzo de 1996
Tesis: 1a./J. 7/96
Página: 477
POSESION DE ESTUPEFACIENTES Y PSICOTROPICOS EN DELITOS CONTRA LA
SALUD. SU NECESARIA VINCULACION CON LA FINALIDAD. El tipo penal previsto en el
artículo 195 del Código Penal Federal establece sanción para el poseedor de alguno de los
estupefacientes y psicotrópicos señalados en el normativo 193, pero ello siempre y cuando esa
posesión sea con la finalidad de realizar alguna de las conductas previstas en el artículo 194.
Para el acreditamiento del elemento subjetivo es sin duda la confesión un medio idóneo aunque
por sí sola no es suficiente, pues en la mayoría de los casos en que ella exista habrá que
vincularla con otras que estén aparejadas, con la comprobación del resto de los elementos
típicos de carácter objetivo. Resulta, por tanto, necesario demostrar primeramente los
elementos de carácter objetivo del tipo penal, como son: la existencia de la droga, el tipo y la
cantidad de la misma que el sujeto poseía (o transportaba), así como circunstancias de lugar,
tiempo, y ocasión; después habrá que analizar la existencia de los elementos subjetivos, como
son el dolo y la especial finalidad, para lo cual es idónea la confesión del inculpado de que
efectivamente la poseía y que la llevaba consigo para realizar alguna de las acciones a que se
refiere el artículo 194, es decir: comerciar, traficar, introducir, etcétera. En tales circunstancias,
el juzgador al resolver debe efectuar un enlace concatenado de los elementos objetivos con el
aspecto subjetivo, y con todo ello determinar la finalidad del agente respecto del destino del
narcótico, no resultando por tanto suficiente la sola afirmación aislada de dicha circunstancia sin
la vinculación con otros medios de prueba.
Contradicción de tesis 5/95. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del Quinto
Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito. 16 de febrero de 1996.
Cinco votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretaria: María Elena Leguízamo Ferrer.
Tesis de jurisprudencia 7/96. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
dieciséis de febrero de mil novecientos noventa y seis, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros: presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga María Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: III, Mayo de 1996
Tesis: 1a./J. 9/96
Página: 121
CALIFICATIVAS. SU PRECISION POR EL MINISTERIO PUBLICO (ROBO). Cuando en el
pliego de conclusiones, el Ministerio Público dejó patente el interés social de acusar, por estimar
probado el cuerpo del delito de robo con violencia, no existe razón para considerar que esas
conclusiones son imprecisas por no indicarse su tipo (física o moral), pues aquella circunstancia
(violencia) es precisamente la calificativa que se da al delito y, por tanto, no existe rebasamiento
alguno al pliego acusatorio cuando el Juez de la causa acoge la pretensión del órgano técnico
de la averiguación, pues en esas condiciones el fiscal sí establece con claridad que la
calificativa que concurre en el ilícito es la violencia, y el carácter que ésta revista (física o moral)
corresponde determinarlo a la autoridad jurisdiccional.
Contradicción de tesis 47/95. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Cuarto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 8 de
mayo de 1996. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios, previo aviso a
la Presidencia. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: María Edith
Ramírez de Vidal.
Tesis de jurisprudencia 9/96. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
ocho de mayo de mil novecientos noventa y seis, por unanimidad de cuatro votos de los
Ministros: presidente Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Humberto Román Palacios, previo
aviso a la Presidencia.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: III, Mayo de 1996
Tesis: P./J. 21/96
Página: 31
MEDIOS DE APREMIO. SI EL LEGISLADOR NO ESTABLECE EL ORDEN PARA SU
APLICACION, ELLO CORRESPONDE AL ARBITRIO DEL JUZGADOR. De la interpretación
del artículo 17 constitucional se llega a la conclusión de que las Legislaturas Locales tienen
facultades para establecer en las leyes que expiden los medios de apremio necesarios de que
dispondrán los Jueces y Magistrados para hacer cumplir sus determinaciones, en aras de la
administración de justicia pronta y expedita que a cargo de éstos establece el precepto
constitucional supracitado; luego, si el legislador no establece un orden para la imposición de
las medidas de apremio que enumere en la norma respectiva, ha de considerarse que
corresponde al arbitrio del juzgador, de acuerdo con la experiencia, la lógica y el buen sentido,
aplicar el medio que juzgue eficaz para compeler al contumaz al cumplimiento de una
determinación judicial, debiendo en ello, como en cualquier acto de autoridad, respetar las
garantías de legalidad y seguridad jurídica que establecen los artículos 14 y 16 constitucionales,
esto es, expresando las razones (debida motivación) por las que utiliza el medio de que se trate.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 31/95. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Cuarto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito. 23 de abril de
1996. Unanimidad de once votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: José Pablo
Pérez Villalba.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veintinueve de abril en curso, aprobó, con
el número 21/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a
veintinueve de abril de mil novecientos noventa y seis.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: III, Mayo de 1996
Tesis: P./J. 21/96
Página: 31
MEDIOS DE APREMIO. SI EL LEGISLADOR NO ESTABLECE EL ORDEN PARA SU
APLICACION, ELLO CORRESPONDE AL ARBITRIO DEL JUZGADOR. De la interpretación
del artículo 17 constitucional se llega a la conclusión de que las Legislaturas Locales tienen
facultades para establecer en las leyes que expiden los medios de apremio necesarios de que
dispondrán los Jueces y Magistrados para hacer cumplir sus determinaciones, en aras de la
administración de justicia pronta y expedita que a cargo de éstos establece el precepto
constitucional supracitado; luego, si el legislador no establece un orden para la imposición de
las medidas de apremio que enumere en la norma respectiva, ha de considerarse que
corresponde al arbitrio del juzgador, de acuerdo con la experiencia, la lógica y el buen sentido,
aplicar el medio que juzgue eficaz para compeler al contumaz al cumplimiento de una
determinación judicial, debiendo en ello, como en cualquier acto de autoridad, respetar las
garantías de legalidad y seguridad jurídica que establecen los artículos 14 y 16 constitucionales,
esto es, expresando las razones (debida motivación) por las que utiliza el medio de que se trate.
Contradicción de tesis 31/95. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Cuarto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito. 23 de abril de
1996. Unanimidad de once votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: José Pablo
Pérez Villalba.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veintinueve de abril en curso, aprobó, con
el número 21/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a
veintinueve de abril de mil novecientos noventa y seis.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Agosto de 1996
Tesis: 1a./J. 22/96
Página: 116
FRAUDE ESPECIFICO POR OTORGAMIENTO O ENDOSO DE TITULOS DE CREDITO.
QUEDAN COMPRENDIDOS LOS CASOS EN QUE EL SUJETO ACTIVO LIBRA LA
OBLIGACION CONTRA SI MISMO (LEGISLACIONES PENALES DEL ESTADO DE
MORELOS Y DURANGO). Tanto el artículo 388, fracción IV del Código Penal para el Estado de
Morelos, como el artículo 338, fracción III del Código Penal para el Estado de Durango, prevén
la siguiente figura delictiva de fraude específico: "El que obtenga de otro una cantidad de dinero
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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o cualquier otro lucro, otorgándole o endosándole a nombre propio o de otro un documento
nominativo, a la orden o al portador contra una persona supuesta o que el otorgante sabe que
no ha de pagarlo." Ahora bien, atendiendo al contenido típico precitado, resulta que el
otorgamiento o endoso de los documentos de referencia, puede hacerse en las siguientes tres
variantes: 1.- A nombre propio o a nombre de otro y contra una persona supuesta; 2.- A nombre
propio o a nombre de otro y contra una persona que el otorgante o endosante del documento
sabe que no ha de pagarlo; y, 3.- A nombre propio y contra sí mismo, como acontece en los
casos en que se expiden pagarés y en los casos en que en tratándose de letras de cambio, el
girador y el girado son la misma persona; habida cuenta de que el propósito malicioso del sujeto
activo consistente en incumplir la obligación contenida en tal clase de documentos, pero
obteniendo sin embargo un lucro indebido o cualquier otra cosa de aquella persona en favor de
quien se otorgan o endosan esos documentos (sujeto pasivo), tiene su génesis en la
cognoscencia directa e inmediata de dicho agente respecto de ese incumplimiento, pues
dimana de su propio proceder o actuar malicioso, ya referido.
Contradicción de tesis 3/96. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Décimo Octavo Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito. 26 de junio de
1996. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo, previo aviso a la
Presidencia. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Juan Ramírez Díaz.
Tesis de jurisprudencia 22/96. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
veintiséis de junio de mil novecientos noventa y seis, por unanimidad de cuatro votos de los
Ministros: presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo,
previo aviso a la Presidencia.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Agosto de 1996
Tesis: P./J. 49/96
Página: 58
SUPLENCIA DE LA QUEJA Y SUPLENCIA ANTE EL ERROR EN JUICIOS DE AMPARO.
DIFERENCIAS. Estos dos conceptos tienen en común que se apartan del principio de estricto
derecho, pero se diferencian en que la suplencia de la queja sólo opera en las situaciones y
respecto de los sujetos que señala el artículo 76 bis de la Ley de Amparo, pudiendo llegar el
juzgador, válidamente, hasta la integración total del concepto o agravio omiso; en cambio, la
suplencia ante el error, prevista en el artículo 79 del mismo ordenamiento, que apareció por
primera vez en el artículo 42 de la Ley de Amparo de 1882 y se reitera en los Códigos
Federales de Procedimientos Civiles de 1897 y 1908, opera en todos los casos, situaciones y
sujetos, incluyendo los que no admiten la suplencia de la queja, debiendo señalarse que esta
Suprema Corte interpreta el indicado artículo 79 en el sentido de que su aplicación no se
circunscribe a la corrección del error en la cita de los preceptos constitucionales o legales, sino
que con mayor amplitud, la suplencia ante el error procede, inclusive, cuando no se cite ningún
artículo constitucional o legal, siempre que el recurrente dé los argumentos lógico jurídicos
necesarios o aptos para que el juzgador -como conocedor del derecho que es-, se pronuncie al
respecto.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Contradicción de tesis 28/95. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materias Civil y de Trabajo, y el anterior Segundo Tribunal Colegiado (ahora Primer Tribunal
Colegiado en Materias Civil y de Trabajo), ambos del Segundo Circuito. 10 de junio de 1996.
Unanimidad de once votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Aristeo Martínez Cruz.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el once de julio en curso, aprobó, con el
número 49/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a once de
julio de mil novecientos noventa y seis.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Agosto de 1996
Tesis: P./J. 46/96
Página: 17
COPIAS Y DOCUMENTOS EN EL AMPARO, OBLIGACION DE LOS FUNCIONARIOS Y
AUTORIDADES PARA EXPEDIRLAS (INTERPRETACION DEL ARTICULO 152 DE LA LEY
DE AMPARO). Conforme a lo dispuesto por el artículo 152 de la Ley de Amparo, la obligación
de autoridades y funcionarios de expedir las copias o documentos que les soliciten las partes
para ser rendidas como pruebas en la audiencia constitucional, debe entenderse referida a
cualquier autoridad o funcionario, no únicamente a las señaladas en la demanda como
responsables. A esta conclusión se arriba de la interpretación relacionada de los numerales 150
de la Ley de Amparo, que establece la posibilidad de que en el juicio puedan ofrecerse toda
clase de pruebas, salvo la de posiciones y las que sean contra la moral o contra el derecho; el
79 del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria en el amparo, el cual
dispone que el juzgador para conocer la verdad puede valerse de cualquier persona, sea parte
o tercero, cualquier cosa o documento ya sea que pertenezcan a las partes o a un tercero, sin
más limitaciones que las pruebas estén reconocidas por la ley y tengan relación inmediata con
los hechos y el 129 y 133 de la misma legislación procesal que definen como pruebas tanto a
los documentos públicos como los privados, ambos susceptibles de ser expedidos por
autoridades distintas de las responsables, de modo que si existe la facultad de servirse de un
documento en poder de un tercero, entonces la obligación a que se refiere el artículo 152 de la
Ley de Amparo debe entenderse referida a cualquier autoridad o funcionario, y no únicamente a
las señaladas como responsables.
Contradicción de tesis 24/95. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Sexto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Segundo
Circuito. 23 de abril de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente: José de Jesús Gudiño
Pelayo. Secretaria: Felisa Díaz Ordaz Vera.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el once de julio en curso, aprobó, con el
número 46/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a once de
julio de mil novecientos noventa y seis.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Septiembre de 1996
Tesis: 1a./J. 24/96
Página: 51
TESTIMONIAL EN LA APELACION EN JUICIOS PENALES FEDERALES. ES ADMISIBLE
CON REQUISITOS LEGALES, AUN CUANDO HABIENDOSE PROPUESTO EN PRIMERA
INSTANCIA, HAYA SIDO DESECHADA POR AUTO NO RECURRIDO. La historia reciente del
procedimiento penal mexicano muestra una constante tendencia a mejorar la posición del
inculpado y, dentro de ella, a otorgarle una reiterada provisión de mayores y mejores
posibilidades de asistencia jurídica y de defensa, que dieron pauta a la reforma del artículo 20,
fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, emitida mediante
Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el tres de septiembre de mil novecientos
noventa y tres, que determina la defensa "adecuada", entendida no sólo con la persona del
defensor, sino también con el desarrollo mismo de su función y a la mayor amplitud de contar
con posibilidades de aportación de pruebas en descargo de la acusación que pese en su contra.
Esta orientación debe seguirse en el sentido de la posibilidad de ofrecimiento de la prueba
testimonial en segunda instancia, la que es procedente cuando se satisfagan los requisitos
previstos en los artículos 373, 376 y 378 del Código Federal de Procedimientos Penales, que
consisten en: a) que se proponga dentro de los tres días siguientes a la vista del proceso; b)
que al ofrecerse se exprese el objeto y la naturaleza de la prueba y los hechos sobre los que
hayan sido motivo de examen de testigos en la causa natural. No es obstáculo a lo anterior la
circunstancia de que en primera instancia habiéndose propuesto la testimonial se hubiera
desechado por extemporánea y que el auto no se impugnara en su oportunidad, porque ello
sólo determina la pérdida del derecho de ofrecerla en la propia instancia, pero no excluye la
posibilidad de que se proponga en la alzada, en atención a que esta etapa se rige por reglas
que confieren atribuciones, reguladas expresamente, para el tribunal de apelación en los
dispositivos señalados, en materia de recepción de pruebas. Lo anterior, sin perjuicio del
derecho del Ministerio Público o del ofendido de expresar argumentos en contra de la propuesta
de admisión de dicha probanza.
Contradicción de tesis 6/94. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado Primero del Noveno
Circuito, y los Tribunales Colegiados Segundo del Tercer Circuito y Segundo del Décimo Primer
Circuito. 14 de agosto de 1996. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño
Pelayo. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Guillermo Campos Osorio.
Tesis de jurisprudencia 24/96. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
catorce de agosto de mil novecientos noventa y seis, por unanimidad de cuatro votos de los
Ministros: presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Septiembre de 1996
Tesis: 1a./J. 25/96
Página: 39
ROBO CON VIOLENCIA, ES UN TIPO ESPECIAL CUALIFICADO (LEGISLACION DEL
ESTADO DE MEXICO). El Código Penal del Estado de México prevé el delito de robo en el
artículo 295, y su penalidad de acuerdo al monto de lo robado en el 298. Al aplicar la
clasificación doctrinal del delito en orden al tipo, ese ilícito encuadra en los denominados
fundamentales o básicos, caracterizándose porque de ellos se desprenden otras figuras al
agregarles nuevos elementos, como acontece con los tipos especiales, que surgen como
figuras autónomas con su propia penalidad, ya sea agravada o atenuada en relación al
fundamental, lo que les subdivide en cualificados o privilegiados. Corresponden a esta
clasificación las hipótesis previstas en el artículo 300 de la ley citada, en la que al delito de robo
se añade la circunstancia de que sea perpetrado con violencia; y el segundo párrafo del
dispositivo 301 del mismo ordenamiento, que también toma en cuenta ese medio comisivo,
cuando el robo se perpetra en casa habitación, aposento, o cualquier dependencia de ella, para
fijar penas severas en ambos casos, ya que para el legislador estatal constituye una conducta
de enorme gravedad la utilización de ese medio. Los tipos conocidos en la doctrina como
complementados, circunstanciados o subordinados, que pueden ser cualificados o privilegiados
según aumenten o disminuyan la pena del básico, se integran cuando a la figura fundamental se
le adicionan otros elementos, sin que se forme un nuevo tipo autónomo, sino que subsiste el
fundamental. Una nota de distinción de estos tipos, consiste en que el legislador precisa las
hipótesis en las que a la pena correspondiente a un delito se le puede aumentar otra. A este
grupo pertenecen las previsiones de los artículos 301, primer párrafo, 302 y 308 de la ley
analizada, ya que en el primero se menciona la pena que puede agregarse al robo cuando se
comete en una casa habitación, aposento, o cualquier dependencia de ella. En el artículo 302,
primer párrafo, a la pena del robo se le agrega otra sanción, cuando para perpetrarlo se
aprovecha la falta de vigilancia o la confusión ocasionados por un siniestro o desorden de
cualquier tipo; pero si además, de conformidad con el segundo párrafo, es cometido por
elementos pertenecientes a una corporación de auxilio, socorro u organismos similares, se
decreta una pena adicional; esto es, que se trata de un tipo complementado doblemente
calificado. El precepto 308 del ordenamiento en cita, prevé la pena agravada para el robo
simple, de actualizarse cualquiera de las circunstancias a que se refieren sus diversas
fracciones. Asimismo, en el Código Penal Federal, el robo calificado con violencia (artículo 367
en relación al 372), es un tipo complementado cualificado, de tal manera que a la sanción del
robo, se suma la de la calificativa; a diferencia de la regulación para esta hipótesis en el Código
Penal del Estado de México, en el que únicamente debe imponerse la pena específica prevista
para el robo con violencia, por tratarse de un tipo especial cualificado.
Contradicción de tesis 5/94. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado y el Primer
Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo, cuya denominación anterior fue Segundo
Tribunal Colegiado, ambos del Segundo Circuito. 19 de enero de 1996. Cinco votos. Ponente:
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de jurisprudencia 25/96. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
diecinueve de enero de mil novecientos noventa y seis, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros: presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Octubre de 1996
Tesis: P./J. 59/96
Página: 74
ORDEN DE APREHENSION Y AUTO DE FORMAL PRISION. EFECTOS DEL AMPARO QUE
SE CONCEDE POR FALTA O DEFICIENCIA DE FUNDAMENTACION Y MOTIVACION DE
ESAS RESOLUCIONES. Tratándose de órdenes de aprehensión y de autos de formal prisión,
el amparo que se concede por las indicadas irregularidades formales, no produce el efecto de
dejar en libertad al probable responsable, ni tampoco el de anular actuaciones posteriores, sino
que en estos casos, el efecto del amparo consiste en que la autoridad responsable deje
insubsistente el acto reclamado y con plenitud de jurisdicción dicte una nueva resolución, la cual
podrá ser en el mismo sentido de la anterior, purgando los vicios formales que la afectaban, o
en sentido diverso, con lo cual queda cumplido el amparo. De ahí que en la primera de esas
hipótesis las irregularidades formales pueden purgarse sin restituir en su libertad al quejoso y
sin demérito de las actuaciones posteriores, porque no estando afectado el fondo de la orden de
aprehensión o de la formal prisión, deben producir todos los efectos y consecuencias jurídicas a
que están destinadas.
Contradicción de tesis 20/95. Entre las sustentadas por el Primero y el Segundo Tribunales
Colegiados del Noveno Circuito. 10 de octubre de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente:
Humberto Román Palacios. Secretarios: Manuel Rojas Fonseca y Angelina Hernández
Hernández.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el catorce de octubre en curso, aprobó, con el
número 59/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a catorce de
octubre de mil novecientos noventa y seis.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Octubre de 1996
Tesis: P./J. 55/96
Página: 73
ORDEN DE APREHENSION. NO CESAN SUS EFECTOS CUANDO SE DICTA EL AUTO DE
FORMAL PRISION (INTERRUPCION DE LA JURISPRUDENCIA 1113 DE LA PRIMERA
SALA Y ANALISIS DE LA FRACCION XVI DEL ARTICULO 73 DE LA LEY DE AMPARO). La
anterior Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció la
jurisprudencia 1113, publicada en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 19171988, páginas 1788 y 1789, cuyo texto es: "LIBERTAD PERSONAL, RESTRICCION DE LA
(CAMBIO DE SITUACION JURIDICA). La libertad personal puede restringirse por cuatro
motivos: la aprehensión, la detención, la prisión preventiva y la pena; cada uno de los cuales
tiene características peculiares. El conjunto de normas jurídicas que condicionan y rigen la
restricción de la libertad, en los distintos casos de que se ha hablado, se llama situación jurídica;
de modo que cuando esta situación cambia, cesan los efectos de la situación jurídica anterior,
pues cada forma de restricción de la libertad excluye a las otras, y por lo mismo, desaparecen
los efectos del acto reclamado, y es improcedente el amparo contra la situación jurídica
anterior." Ahora bien, en el segundo párrafo de la fracción X del artículo 73 de la Ley de
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Amparo, vigente a partir del primero de febrero de mil novecientos noventa y cuatro, el
legislador introdujo una excepción a la regla general contenida en el primer párrafo de la misma
fracción, consistente en que cuando por vía de amparo indirecto se reclamen violaciones a los
artículos 16, 19 ó 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sólo la
sentencia de primera instancia hará que se consideren irreparablemente consumadas las
violaciones, para los efectos de la procedencia del juicio. Tal excepción lleva a variar el aludido
criterio jurisprudencial y a establecer que si el acto reclamado en el juicio de amparo se hace
consistir en la orden de aprehensión, y durante el trámite del mismo el inculpado es capturado o
comparece voluntariamente ante el Juez, y éste emite el auto de formal prisión, ello no hace
cesar los efectos de la orden de aprehensión, sino que acontece todo lo contrario, porque no la
deroga, no la deja insubsistente, ni tampoco desaparecen todos sus efectos; por tanto, no se
actualiza la causal de improcedencia prevista en la fracción XVI del artículo 73 de la ley de la
materia.
Contradicción de tesis 20/95. Entre las sustentadas por el Primero y el Segundo Tribunales
Colegiados del Noveno Circuito. 10 de octubre de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente:
Humberto Román Palacios. Secretarios: Manuel Rojas Fonseca y Angelina Hernández
Hernández.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el catorce de octubre en curso, aprobó, con el
número 55/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a catorce de
octubre de mil novecientos noventa y seis.
Nota: Esta tesis interrumpe el criterio sustentado en la jurisprudencia de rubro: "LIBERTAD
PERSONAL, RESTRICCION DE LA (CAMBIO DE SITUACION JURIDICA).", publicada en el
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1988, Segunda Parte, pág. 1788.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Octubre de 1996
Tesis: P./J. 56/96
Página: 72
ORDEN DE APREHENSION. INTERPRETACION DE LA FRACCION X DEL ARTICULO 73
DE LA LEY DE AMPARO, VIGENTE A PARTIR DEL PRIMERO DE FEBRERO DE 1994. La
adición del segundo párrafo de la fracción X del artículo 73 de la ley de la materia, que entró en
vigor en la fecha señalada, pone de manifiesto la existencia de una excepción orientada a que
en los juicios de garantías se analicen las violaciones a la libertad personal relacionadas con los
artículos 16, 19 ó 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y a que se
limite la aplicación de la causal de improcedencia por cambio de situación jurídica, al dictado de
la sentencia de primera instancia, única hipótesis en la que se consideran irreparablemente
consumadas las violaciones reclamadas; por tanto, el auto de formal prisión no da lugar a la
improcedencia del amparo que con antelación se hubiere hecho valer en contra de la orden de
aprehensión.
Contradicción de tesis 20/95. Entre las sustentadas por el Primero y el Segundo Tribunales
Colegiados del Noveno Circuito. 10 de octubre de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente:
Humberto Román Palacios. Secretarios: Manuel Rojas Fonseca y Angelina Hernández
Hernández.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el catorce de octubre en curso, aprobó, con el
número 56/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a catorce de
octubre de mil novecientos noventa y seis.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Octubre de 1996
Tesis: P./J. 57/96
Página: 72
ORDEN DE APREHENSION. EL AMPARO EN SU CONTRA ES IMPROCEDENTE CUANDO
YA SE DICTO FORMAL PRISION Y LUEGO SE RECLAMA AQUELLA EN FORMA AISLADA.
Cuando el amparo se promueve después de dictada la formal prisión, y no se reclama ésta sino
solamente la orden de aprehensión, resulta improcedente el juicio, no por haber operado el
cambio de situación jurídica, ni por haber cesado sus efectos, sino porque resulta inadmisible
que, en esa hipótesis, se divida la continencia de la causa y se reclame solamente uno de los
actos procesales que afectan al promovente (orden de aprehensión) y el otro no (formal prisión).
Tal proceder, además de ilógico, resulta contrario a los principios de concentración y de
economía procesal que inspiran al juicio de amparo, e inconveniente a todas luces, pues daría
lugar a la promoción de demandas mal intencionadas, contrarias a la naturaleza del juicio
constitucional, que tiene como propósito fundamental la defensa de las garantías individuales y
no erigirse en un mecanismo procesal para entorpecer la administración de la justicia. Estas
razones justifican, en tal supuesto, el sobreseimiento del juicio con apoyo en la fracción XVIII del
artículo 73 de la Ley de Amparo, la cual se relaciona aquí con los principios generales de
derecho antes indicados, que son consubstanciales al juicio de garantías y cuya aplicación
autoriza el artículo 14 constitucional.
Contradicción de tesis 20/95. Entre las sustentadas por el Primero y el Segundo Tribunales
Colegiados del Noveno Circuito. 10 de octubre de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente:
Humberto Román Palacios. Secretarios: Manuel Rojas Fonseca y Angelina Hernández
Hernández.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el catorce de octubre en curso, aprobó, con el
número 57/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a catorce de
octubre de mil novecientos noventa y seis.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Octubre de 1996
Tesis: P./J. 58/96
Página: 31
ORDEN DE APREHENSION. EL AMPARO EN SU CONTRA ES IMPROCEDENTE CUANDO
SE PROMUEVE DESPUES DE QUE LA FORMAL PRISION YA HA SIDO IMPUGNADA EN
OTRO JUICIO CONSTITUCIONAL. Cuando solamente se reclama el auto de formal prisión y
no la orden de aprehensión que lo precedió, debe entenderse expresamente consentida dicha
orden, puesto que no se impugna en la demanda, pudiendo haberlo hecho el afectado, lo cual
da cabida, en el nuevo amparo que posteriormente se haga valer contra la orden de
aprehensión, a la causa de improcedencia que establece la fracción XI del artículo 73 de la Ley
de Amparo.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 20/95. Entre las sustentadas por el Primero y el Segundo Tribunales
Colegiados del Noveno Circuito. 10 de octubre de 1996. Unanimidad de once votos. Ponente:
Humberto Román Palacios. Secretarios: Manuel Rojas Fonseca y Angelina Hernández
Hernández.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el catorce de octubre en curso, aprobó, con el
número 58/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a catorce de
octubre de mil novecientos noventa y seis.
Novena Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Noviembre de 1996
Tesis: 2a./J. 53/96
Página: 177
VEHICULOS DE PROCEDENCIA EXTRANJERA. EL INTERES JURIDICO PARA
PROMOVER EL AMPARO EN CONTRA DEL SECUESTRO, DESPOSEIMIENTO, DECOMISO
O CUALQUIER ACTO DE AUTORIDAD QUE AFECTE EL DERECHO DE PROPIEDAD O
POSESION DE LOS MISMOS, SE DEMUESTRA CON EL SOLO ACREDITAMIENTO, POR
PARTE DE LA QUEJOSA, DE ESTOS DERECHOS. El interés jurídico se traduce en un
derecho jurídicamente tutelado y es uno de los presupuestos para promover el juicio de
garantías en los términos de lo que establecen los artículos 4o. y 73, fracción V, de la Ley de
Amparo. Como derecho jurídicamente protegido, es incontrovertible que para promover un juicio
de garantías, debe de estarse a la naturaleza del acto que se reclama. Por tanto, si los actos
reclamados se hacen consistir en desposeimiento, secuestro o decomiso de vehículos de
procedencia extranjera, entre otros actos de la misma naturaleza, que implican afectación o
menoscabo del derecho de propiedad o posesión, resulta lógico que para comprobar el interés
jurídico, sólo deben demostrarse tales derechos de propiedad o posesión respecto de los
mismos, de manera fehaciente, con datos inequívocos, bien con la copia certificada de la tarjeta
de circulación, de la que se desprenda que la propietaria del vehículo fronterizo es precisamente
la quejosa; o bien con la factura en la que conste la adquisición del vehículo por la peticionaria
de garantías; o con cualquier otra prueba idónea y fehaciente que demuestre esos extremos,
así como la existencia de los actos reclamados consistentes en el desposeimiento, secuestro o
decomiso del vehículo de procedencia extranjera. Ciertamente, porque quien es propietario o
poseedor de un vehículo respecto del cual penden actos de autoridad tales como secuestro,
desposeimiento o decomiso, el interés jurídico se demuestra con las documentales que
acrediten que la quejosa es la propietaria o poseedora del mismo, puesto que su esfera de
derecho de propiedad o posesión se vio afectada por el acto de autoridad, que como tal, debe
cumplir con los extremos que la Constitución le impone. Lo anterior se desprende del artículo
4o. de la Ley de Amparo, en concordancia con lo que dispone el artículo 1O7, fracción I, de la
Constitución General de la República, según los cuales el juicio de amparo puede promoverse
por la parte a quien perjudique el acto reclamado y tal perjuicio inmediato y directo, da el
presupuesto indispensable para la procedencia del juicio de garantías, sin que sea necesario
para acudir a la instancia constitucional, el que también se demuestre la legal estancia en el
país del multicitado vehículo de procedencia extranjera, pues los actos reclamados sólo afectan
la propiedad o posesión que respecto del mismo tiene la quejosa, y no su derecho de
importación, por lo que la legal o ilegal estancia en el país del multicitado automotor, será
materia del procedimiento administrativo que, en su caso, se siga contra la formulante del
amparo.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 24/96. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Octavo Circuito y los Tribunales Colegiados Tercero y Sexto en Materia Administrativa del
Primer Circuito. Cinco votos. 16 de agosto de 1996. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel.
Secretaria: María Guadalupe Saucedo Zavala.
Tesis de jurisprudencia 53/96. Aprobada por la Segunda Sala de este alto tribunal, en sesión
pública de dieciséis de agosto de mil novecientos noventa y seis, por unanimidad de cinco votos
de los Ministros: Juan Díaz Romero, Mariano Azuela Güitrón, Sergio Salvador Aguirre
Anguiano, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y presidente Genaro David Góngora Pimentel.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IV, Diciembre de 1996
Tesis: 1a./J. 26/96
Página: 128
DISPARO DE ARMA DE FUEGO, AUTONOMIA DEL TIPO PENAL DE (LEGISLACION DEL
ESTADO DE TABASCO). El legislador del Estado de Tabasco, mediante decreto promulgado el
veintiséis de febrero de mil novecientos noventa y dos, reformó el Código Penal en cuanto al
delito de disparo de arma de fuego que se encontraba en el capítulo de delitos contra la vida y
la integridad corporal, para incluirlo en el relativo a delitos contra la paz y seguridad de las
personas; de ahí que el objeto jurídico que tutela en la actualidad sea diverso y sus elementos
configurativos también lo sean. Por lo tanto, a partir de dicha reforma por disposición legal
expresa, en la referida entidad federativa, el tipo penal del ilícito en mención, se integra y
sanciona de manera autónoma e independiente del resultado que corresponda por la comisión
de cualquier otro delito concurrente, no obstante que éstas sean lesiones u homicidio a los que
con anterioridad se consideraba como el resultado de aquél.
Contradicción de tesis 25/95. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales
Colegiados del Décimo Circuito. 21 de agosto de 1996. Unanimidad de cuatro votos. Ausente:
José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Salomón Saavedra
Dorantes.
Tesis de jurisprudencia 26/96. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
veintiuno de agosto de mil novecientos noventa y seis, por unanimidad de cuatro votos de los
Ministros: presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Nota: Esta tesis se publicó nuevamente, en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Epoca, Tomo V, febrero de 1997, página 205, ahora con su ejecutoria.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: V, Febrero de 1997
Tesis: 1a./J. 6/97
Página: 197
AUTO DE FORMAL PRISION. LA JURISPRUDENCIA CUYO RUBRO ES "AUTO DE
FORMAL PRISION, NO DEBEN INCLUIRSE LAS MODIFICATIVAS O CALIFICATIVAS DEL
DELITO EN EL", QUEDO SUPERADA POR LA REFORMA DEL ARTICULO 19 DE LA
CONSTITUCION POLITICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, PUBLICADA EN EL
DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACION DE FECHA TRES DE SEPTIEMBRE DE MIL
NOVECIENTOS NOVENTA Y TRES. La primera parte del primer párrafo del artículo 19 de la
Constitución General de la República, reformado por decreto publicado en el Diario Oficial de la
Federación de fecha tres de septiembre de mil novecientos noventa y tres, estatuye que:
"Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del término de setenta y dos horas, a
partir de que el indiciado sea puesto a su disposición, sin que se justifique con un auto de formal
prisión y siempre que de lo actuado aparezcan datos suficientes que acrediten los elementos
del tipo penal del delito que se impute al detenido y hagan probable la responsabilidad de éste."
Dentro de este contexto normativo, es obligación constitucional y legal de todo juzgador al emitir
un auto de formal prisión, determinar cuáles son, según el delito de que se trate, atribuido al
inculpado, los elementos del tipo penal, a fin de que quede precisada no sólo la figura delictiva
básica, sino que además, de ser el caso, se configure o perfile su específica referencia a un tipo
complementado, subordinado o cualificado, pues no debe perderse de vista que el dictado del
auto de formal prisión surte el efecto procesal de establecer por qué delito o delitos habrá de
seguirse proceso al inculpado, y por tanto deben de quedar determinados con precisión sus
elementos constitutivos, incluyendo en su caso, las modificativas o calificativas que de los
hechos materia de la consignación se adviertan por el juzgador.
Contradicción de tesis 42/96. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito. 12 de febrero de 1997.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Juan N. Silva
Meza. Secretario: Juan Ramírez Díaz.
Tesis de jurisprudencia 6/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
doce de febrero de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cuatro votos de los
Ministros, presidente Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Humberto Román Palacios, previo
aviso a la Presidencia.
Nota: Esta tesis modifica el criterio sustentado en la jurisprudencia por contradicción de tesis
4/89, de rubro: "AUTO DE FORMAL PRISION, NO DEBEN INCLUIRSE LAS MODIFICATIVAS
O CALIFICATIVAS DEL DELITO EN EL.", publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación número 16-18, abril-junio de 1989, página 59.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: V, Marzo de 1997
Tesis: 1a./J. 11/97
Página: 269
AUTO DE SUJECION A PROCESO. DEMANDA DE AMPARO EN SU CONTRA. PUEDE
INTERPONERSE EN CUALQUIER TIEMPO. El auto de sujeción a proceso ataca la libertad del
procesado al sujetarlo a determinadas obligaciones como son el comparecer periódicamente
ante el órgano jurisdiccional, el concurrir a las diligencias que se practiquen en el proceso
relativo, el no poder hacer uso de su libertad de tránsito si no es con autorización del propio
juzgador, bajo cuya jurisdicción se encuentra sometido, el que se le dicte, en dado caso, el
arraigo domiciliario, así como a todas aquellas circunstancias inherentes, a las cuales queda
sujeta una persona sometida a un proceso penal. Por lo tanto, dicho acto queda comprendido
dentro de la excepción prevista en la fracción II del artículo 22 de la Ley de Amparo, la cual
permite el ejercicio de la acción constitucional sin limitación temporal alguna, cuando se trate de
actos que lesionen, ataquen o transgredan valores fundamentales del ser humano como son la
vida, la libertad, o la integridad personal, toda vez que la expresión "ataque" a la que alude la
fracción en comento, no debe entenderse limitada a una privación total de la libertad, sino a una
afectación de la misma, en función, precisamente, del alto valor que se protege y cuya defensa
mediante el juicio de garantías no debe quedar sujeta a requisitos de temporalidad.
Contradicción de tesis 67/96. Entre las sustentadas por el Segundo y el Cuarto Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 19 de febrero de 1997. Unanimidad de cinco
votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Norma Lucía Piña
Hernández.
Tesis de jurisprudencia 11/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
diecinueve de febrero de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: V, Mayo de 1997
Tesis: 1a./J. 18/97
Página: 181
CONFESIÓN. LA OMISIÓN DE HACER SABER LA PROBABLE REDUCCIÓN DE LA PENA,
POR CONFESAR LOS HECHOS, NO CONSTITUYE VIOLACIÓN PROCESAL QUE
TRASCIENDA AL RESULTADO DEL FALLO Y AMERITE CONCEDER EL AMPARO. Si el
Juez de la causa penal omite cumplir la obligación que le impone el artículo 182, fracción III, del
Código de Procedimientos Penales para el Estado de México, consistente en hacer saber al
inculpado, en el momento de rendir su declaración preparatoria, del probable beneficio que le
otorga el artículo 60 del Código Penal para el Estado de México, en el sentido de que si
confiesa espontáneamente los hechos o ratifica la confesión emitida en indagatoria o confiesa
hasta antes de la audiencia final del juicio, existe la probabilidad de disminuir la pena hasta en
un tercio, debe estimarse que tal omisión no constituye una violación a las leyes del
procedimiento, de las previstas en el artículo 160 de la Ley de Amparo, porque no afecta las
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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defensas del quejoso ni trasciende al resultado del fallo; y debe tomarse en cuenta también que
el resultado del ejercicio de esa facultad no genera obligación al juzgador porque es su potestad
conceder la reducción de la pena, que además queda condicionada a la confirmación de la
sentencia. En estas condiciones, no debe concederse la protección federal para el efecto de
que se reponga el procedimiento a fin de que se subsane esa omisión.
Contradicción de tesis 18/95. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materias Civil y de Trabajo y el Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa,
ambos del Segundo Circuito. 29 de enero de 1997. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Secretario: Jorge Carreón Hurtado.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: V, Junio de 1997
Tesis: 1a./J. 24/97
Página: 223
PRUEBA INDICIARIA, LA FORMA DE OPERAR LA, EN EL DERECHO PROCESAL PENAL
Y CIVIL, ES DIFERENTE AL DEPENDER DEL DERECHO SUSTANTIVO QUE SE
PRETENDE. El derecho procesal es el instrumento que sirve para la observancia efectiva del
derecho sustantivo, por lo que, a las características y particularidades de este derecho, se
encuentran adecuados los tipos de procedimientos que les resulte conveniente para su
concreción judicial, de lo que se sigue que, si los derechos sustanciales llegan a tener
naturaleza discordante uno de los otros, resulta que los procedimientos que se le ajusten
deberán ser también discordantes y contener reglas y especificidades en consonancia con la
naturaleza del derecho material al cual sirvan, de lo que se colige que si al derecho civil se le
reputa como privado y al penal como público, ello lleva ya implícita la diferenciación de sus
naturalezas y, por lo mismo, de esto se deriva que los procedimientos que les son relativos
presenten formas de actuación divergentes, de esta manera se explica que en el derecho civil,
el litigio normalmente, por considerarse privado, afecta tan sólo a las partes; en cambio, en el
derecho penal la relación jurídico-criminal entre el Estado y el imputado, interesa a toda la
sociedad, ésta es la causa de que en el proceso civil, en materia de pruebas, sea en las partes
en conflicto, sobre quienes gravite, principalmente, la carga probatoria; en el proceso penal, el
órgano jurisdiccional está facultado para ordenar el desahogo de las pruebas, tantas como se
requieran, para tratar de obtener el conocimiento de la verdad real; de tal suerte que, en el
proceso civil, el Juez, la mayoría de las veces, debe resignarse a conocer los hechos del debate
en la forma en que las partes se los presenten y prueben; por el contrario, en el proceso penal
se permite la investigación y averiguación como potestad ilimitada otorgada al juzgador para
allegarse de los medios de convicción que estime necesarios al juicio, precisamente porque la
relación criminal que surge es eminentemente pública; lo que significa que, en este último
proceso, se concibe una mayor facultad para el Juez, que la que tiene el Juez civil, no tanto en
la tarea de juzgar cuanto en la de probar; es decir, en la etapa del juicio, ambos Jueces tienen la
misma atribución para estimar la aplicación del derecho sustantivo a los hechos, no así por lo
que hace a la investigación y conocimiento de los hechos, lo cual se refleja respecto de la
prueba indiciaria, pues el derecho civil la limita, dado que carece de todo valor probatorio en
algunos casos; a guisa de ejemplo, se toma como referencia lo previsto por el artículo 360 del
Código Civil para el Distrito Federal en Materia Común y para toda la República en Materia
Federal, cuyo contenido es del tenor siguiente: "La filiación de los hijos nacidos fuera de
matrimonio resulta, con relación a la madre, del solo hecho del nacimiento. Respecto del padre,
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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sólo se establece por el reconocimiento voluntario o por una sentencia que declare la
paternidad."; como puede observarse, la filiación del padre en la hipótesis transcrita únicamente
se podrá probar mediante los medios de convicción a que alude la norma, sin que se pueda
acreditar con la prueba circunstancial o indiciaria; en cambio, en el proceso penal, en el
supuesto del delito de parricidio, en donde la víctima es el padre y el inculpado un hijo fuera de
matrimonio de aquél, para tener por comprobado uno de los elementos del tipo penal de dicho
ilícito, como lo es el parentesco entre sujeto activo y pasivo, no es indispensable que exista
resolución prejudicial civil, e inclusive ante la falta de actas del Registro Civil, la liga de filiación
puede establecerse por cualquier medio probatorio procesal, dado el realismo de la legislación
penal.
Contradicción de tesis 48/96. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Noveno Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito. 28 de mayo de
1997. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jorge Humberto Benítez Pimienta.
Tesis de jurisprudencia 24/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: V, Junio de 1997
Tesis: 1a./J. 23/97
Página: 223
PRUEBA INDICIARIA, CÓMO OPERA LA, EN MATERIA PENAL. En materia penal, el indicio
atañe al mundo de lo fáctico, porque es un hecho acreditado que sirve de medio de prueba, ya
no para probar, sino para presumir la existencia de otro hecho desconocido; es decir, existen
sucesos que no se pueden demostrar de manera directa por conducto de los medios de prueba
regulares como la confesión, testimonio o inspección, sino sólo a través del esfuerzo de razonar
silogísticamente, que parte de datos aislados, que se enlazan entre sí, en la mente, para llegar
a una conclusión.
Contradicción de tesis 48/96. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Noveno Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito. 28 de mayo de
1997. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jorge Humberto Benítez Pimienta.
Tesis de jurisprudencia 23/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: V, Junio de 1997
Tesis: 1a./J. 21/97
Página: 195
ABUSO DE AUTORIDAD, EL CARÁCTER DE SERVIDOR PÚBLICO, COMO ELEMENTO
DEL TIPO DEL DELITO DE, SE PUEDE PRESUMIR MEDIANTE LA INTEGRACIÓN DE LA
PRUEBA CIRCUNSTANCIAL. Mediante la prueba circunstancial se puede inferir el carácter de
funcionario o servidor público, como elemento del tipo penal del ilícito de abuso de autoridad,
cuando, como en la especie, los ordenamientos adjetivos penales de los Estados de San Luis
Potosí, Sinaloa y Nayarit autorizan al Juez para considerar cierto un hecho si existe prueba de
indicios, además de que tienen adoptado el sistema de arbitrio judicial para la libre apreciación
de la prueba, puesto que, de acuerdo a este sistema, no se limita taxativamente la prueba, sino
que deja a la autoridad judicial la libertad de allegarse toda clase de elementos de convicción,
siempre y cuando no vayan en contra de la moral y de las buenas costumbres, lo que implica
que el juzgador, ciñéndose a esas amplias facultades, podrá tener por acreditado el
mencionado elemento del delito, al tomar en conjunto todas esas probanzas e integrar la prueba
circunstancial, llamada prueba de indicios, en donde cada uno de ellos, si bien en forma
autónoma y aislada no tienen mayor valor, en su conjunto puedan adquirir eficacia probatoria
plena, por relacionarse y vincularse lógicamente entre sí para crear absoluta convicción, sin
olvidar que la prueba circunstancial precisa para su integración que se encuentren acreditados
los hechos indiciarios y que exista un enlace más o menos necesario entre la verdad conocida y
la que se busca, de ahí que la apreciación que de las pruebas haga el Juez en los términos
aludidos, aparte de que se ajusta a las reglas tutelares que rigen la prueba en materia penal
porque conforme lo dispone la ley se valora la prueba circunstancial, sirve para presumir la
materialidad del delito de abuso de autoridad.
Contradicción de tesis 48/96. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Noveno Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito. 28 de mayo de
1997. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jorge Humberto Benítez Pimienta.
Tesis de jurisprudencia 21/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: V, Junio de 1997
Tesis: 1a./J. 22/97
Página: 171
ABUSO DE AUTORIDAD, EL CARÁCTER DE SERVIDOR PÚBLICO, COMO ELEMENTO
DEL TIPO DEL DELITO DE, NO PUEDE ACREDITARSE EXCLUSIVAMENTE CON LA
CONSTANCIA DEL NOMBRAMIENTO. Tratándose de aquellos delitos como el de abuso de
autoridad, para cuya actualización no se requiere prueba especial, según lo disponen los
códigos adjetivos de San Luis Potosí, Sinaloa y Nayarit, se sigue el sistema de no limitar
taxativamente la prueba, en donde la decisión del Juez no está determinada por reglas más o
menos rígidas que lo obliguen a estimar cierto lo demostrado por pruebas determinadas, sino
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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que opera el arbitrio judicial, para la libre apreciación de las pruebas, por lo que, para tener por
acreditado el carácter de servidor público como elemento del tipo del ilícito aludido, no sólo se
logra mediante el nombramiento con tal carácter del sujeto activo o la constancia que así lo
compruebe, en virtud de que el juzgador tiene que hacer uso de la facultad más importante
dentro de su tarea de administrar pública justicia, consistente en la actividad intelectiva que
despliega al efectuar la valoración de la prueba, a la luz de la regla genérica que contemplan los
códigos de procedimientos penales invocados, en el sentido de que el Juez goza de la más
amplia libertad para valerse de todos los medios lícitos de investigación, lo que se traduce en
que, para tener por comprobado el referido extremo, la autoridad judicial se puede allegar
cualquier elemento de convicción, siempre y cuando no sean contrarios a derecho, ni
reprobados por la ley.
Contradicción de tesis 48/96. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Noveno Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito. 28 de mayo de
1997. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jorge Humberto Benítez Pimienta.
Tesis de jurisprudencia 22/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
veintiocho de mayo de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VI, Julio de 1997
Tesis: 1a./J. 30/97
Página: 98
SUSTITUCIÓN DE LA PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD. SU CONCESIÓN CONSTITUYE
UNA FACULTAD DISCRECIONAL DEL JUZGADOR. De conformidad con el artículo 70 del
Código Penal Federal, la pena de prisión podrá ser sustituida a juicio del juzgador, apreciando
para ello diversas circunstancias que atienden tanto a la ejecución de la conducta ilícita como a
las características propias del sujeto activo. Dicha concesión constituye una facultad
discrecional, porque la actualización de la consecuencia legal prevista en la norma no requiere
la satisfacción de requisitos legales fijos y específicos, sino que está en función de un juicio de
valoración realizado por el juzgador en el que, apreciando las peculiaridades y condiciones del
caso en concreto, determinará la procedencia de la medida citada dentro del marco de
referencia previsto por la ley, el cual únicamente alude a la cuantía de la pena de prisión
impuesta y al carácter primodelincuente del sentenciado tratándose de delitos dolosos
perseguibles de oficio. En este sentido, su ejercicio, como acto de autoridad, únicamente deberá
cumplir con las garantías de fundamentación y motivación, consagradas constitucionalmente,
pero su otorgamiento no constituye un derecho exigible por el sentenciado, ya que ello
dependerá del juicio realizado por el juzgador, en el que concluya que en el caso concreto la
pena sustitutiva puede cumplir con la finalidad buscada por la pena privativa de libertad, en
términos del artículo 18 de nuestra Carta Magna, sin que sea óbice para lo anterior el supuesto
previsto en el artículo 74 del Código Penal Federal, en virtud de que tal numeral se refiere al
caso en el que, actualizándose el marco de referencia aludido, el juzgador omitió realizar el
juicio valorativo mencionado, lo que conllevará, mediante la interposición del incidente relativo,
que dicho juzgador considere si procede o no el otorgamiento de la sustitución, pero no tendrá
como consecuencia necesaria la concesión del beneficio solicitado.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 63/96. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del
Segundo Circuito (hoy Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito) y el
Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, por una parte, y el Tribunal
Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito, por la otra. 11 de junio de 1997. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo, previo aviso a la Presidencia. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Norma Lucía Piña Hernández.
Tesis de jurisprudencia 30/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
veinticinco de junio de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VI, Julio de 1997
Tesis: 1a./J. 27/97
Página: 81
PROCEDENCIA DEL AMPARO INDIRECTO CONTRA LA ORDEN DE REAPREHENSIÓN Y
SU EJECUCIÓN. La orden de reaprehensión y su ejecución, independientemente de que sean
resultado de la conducta contumaz del inculpado a cumplir con las obligaciones contraídas con
el Juez que le concedió el beneficio de libertad provisional bajo caución, afectan su libertad
personal e integridad corporal, y si bien el artículo 303, fracción IV, del Código Penal del Estado
de Veracruz, establece el recurso de apelación contra los acuerdos que revoquen la libertad
provisional, no es necesario agotar ese medio de impugnación antes de acudir al amparo,
porque como ese dispositivo admite la alzada sólo en el efecto devolutivo, no suspende la orden
de recaptura, la cual puede ser ejecutada sin dar oportunidad a examinar su constitucionalidad.
Por tanto, como esos actos restringen la libertad o pueden poner en peligro la integridad física
del procesado, encuadran en los casos de excepción al principio de definitividad que rige en
materia de amparo, previsto en el último párrafo de la fracción XIII del numeral 73 de su ley
reglamentaria, en concordancia con el artículo 20, fracción I, de la Carta Magna, por ser
cuestiones afines a la garantía que consagra este precepto.
Contradicción de tesis 5/97. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Séptimo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito. 21 de mayo de 1997.
Cinco votos. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Tereso Ramos Hernández.
Tesis de jurisprudencia 27/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
veinticinco de junio de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VI, Julio de 1997
Tesis: 1a./J. 29/97
Página: 54
MULTA, SUSTITUCIÓN DE LA PENA DE PRISIÓN POR. El artículo 70 del Código Penal
Federal, en su fracción III, establece que la pena de prisión que no exceda de tres años podrá
ser sustituida por multa, tomando en cuenta para ello lo dispuesto en los artículos 51 y 52 del
mismo ordenamiento legal. Ahora bien, si para el efecto de la individualización de las sanciones,
con base en estos últimos preceptos deben tomarse en consideración tanto las circunstancias
personales del inculpado, como las peculiaridades que concurrieron en la comisión del ilícito, su
trascendencia y repercusión, y dicho análisis conducirá a ubicar el grado de culpabilidad del
sentenciado, y sobre esa base se le impondrán las penas que correspondan según el caso;
luego, cuando se le conceda el beneficio de la sustitución de la pena de prisión, para fijar la
multa sustitutiva únicamente ha de considerarse que en términos de la parte final del artículo 29
del propio código represivo, un día multa corresponde a un día de prisión, y así establecerse el
monto de tal sustituto penal, pues volver a considerar aquellas circunstancias para determinar
ahora la cuantía de la multa específica que habrá de enterar el sentenciado para disfrutar de
dicho beneficio, se traduciría en una modificación a la pena de prisión que le fue impuesta,
atendiendo precisamente a esas particularidades.
Contradicción de tesis 58/95. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Décimo Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito.
28 de mayo de 1997. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Rodolfo Bandala
Ávila.
Tesis de jurisprudencia 29/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
veinticinco de junio de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VI, Octubre de 1997
Tesis: 1a./J. 40/97
Página: 224
SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN LA APELACIÓN EN MATERIA PENAL. De
conformidad con lo dispuesto en los Códigos de Procedimientos Penales de las diversas
entidades federativas que contengan similar disposición, ante la falta total o parcial de agravios
en la apelación, cuando el recurrente sea el reo o su defensor, o siéndolo también en ese
supuesto el Ministerio Público, hubieren resultado infundados los agravios alegados por este
último, el tribunal revisor cumple con la obligación de suplir la deficiencia de la queja, al hacer
suyas y remitir a las consideraciones, razonamientos y fundamentos de la sentencia de primer
grado, al no advertir irregularidad alguna en aquella, que amerite ser suplida, lo que significa
que la misma se encuentra ajustada a derecho, sin que sea necesario plasmar en su resolución
el análisis reiterativo de dichos fundamentos que lo llevaron a la misma conclusión.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 16/95. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Quinto
Circuito, el Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, y el entonces Primer Tribunal
Colegiado del Séptimo Circuito, hoy Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal de dicho
Circuito. 20 de agosto de 1997. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Agustín Urdapilleta Trueba.
Tesis de jurisprudencia 40/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión
pública de diecisiete de septiembre de mil novecientos noventa y cinco, por unanimidad de
cuatro votos de los Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente José de
Jesús Gudiño Pelayo.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VI, Octubre de 1997
Tesis: 1a./J. 38/97
Página: 207
DOCUMENTOS PRIVADOS. SU EFICACIA EN EL PROCEDIMIENTO PENAL
(LEGISLACIONES DEL ESTADO DE MÉXICO, SAN LUIS POTOSÍ Y VERACRUZ). La
integración adecuada de la prueba documental privada en el proceso penal, para que pueda
tener eficacia probatoria, depende de que se obtenga la ratificación o reconocimiento expreso
de autenticidad por parte de su autor o autores, con la oportunidad necesaria, o bien, que este
reconocimiento se demuestre a través de algún otro medio directo de prueba que patentice tal
autoría. El reconocimiento tácito, por no haber objetado el documento la contraparte del
oferente, no es un medio de prueba autorizado por el cual se pueda lograr su integración, pues
los Códigos de Procedimientos Penales del Estado de México, San Luis Potosí y Veracruz no
prevén esa forma de reconocimiento, como sí la establecen otros ordenamientos procesales; de
tal suerte que si no se logra el perfeccionamiento de la documental privada, ésta queda
reducida a un simple indicio, que aisladamente es insuficiente para tener por demostrado algún
hecho o acto.
Contradicción de tesis 2/97. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materias
Penal y Administrativa del Segundo Circuito, el Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Séptimo Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 3 de septiembre de
1997. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo, previo aviso a la
Presidencia. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Alejandro Villagómez Gordillo.
Tesis de jurisprudencia 38/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
diecisiete de septiembre de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cuatro votos de
los Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo,
previo aviso a la Presidencia.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VI, Noviembre de 1997
Tesis: 1a./J. 37/97
Página: 146
SILENCIO DEL CONDENADO DENTRO DEL JUICIO. CUANDO LA LEY CONTEMPLA
EFECTOS JURÍDICOS EN SU CONTRA, NO SE DEBE CARACTERIZAR COMO ADMISIÓN
TÁCITA. El fenómeno procesal de la admisión, por su gran complejidad, no es adecuado que se
encierre en la breve síntesis de una definición, pues se configura en todos aquellos casos en
que una afirmación de hecho formulada por alguna de las partes del conflicto en su propia
ventaja, no es expresa o implícitamente negada por la contraparte a quien perjudica, de ahí que
la admisión no es generada de manera exclusiva por el silencio sino también por ciertas
manifestaciones abstractas, faltas de contenido -las denominadas negativas meramente
generales y respuestas evasivas- que importan ausencia de afirmación impugnativa, lo que
implica que cuando el Juez se apoya en la ley, para tener por admitido el hecho respecto del
cual guardó silencio el contendiente a quien perjudique la afirmación, no es correcto que se le
caracterice con el calificativo de admisión tácita, por cuanto dicha elocución encierra una
tautología, ya que si, como se recalcó, tiene como fundamento el silencio y otras situaciones
que la ley reputa análogas y que, en sustancia, no difieren entre sí por constituir especies de
falta de contradicción formal, no puede revestir otra modalidad ni poseer otra calificación; luego,
para no caer en esas imprecisiones, se debe tomar en cuenta que si para tener por actualizada
la admisión de que se trata, se requiere que lo establezca el ordenamiento jurídico, entonces lo
atinado es que se le denomine aceptación legal.
Contradicción de tesis 81/96. Suscitada entre el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Tercer
Circuito y el Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito. 13 de agosto de 1997. Mayoría de tres
votos. Disidentes: Juventino V. Castro y Castro y José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juan
N. Silva Meza. Secretario: Jorge H. Benítez Pimienta.
Tesis de jurisprudencia 37/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
diecisiete de septiembre de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cuatro votos de
los Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo,
previo aviso a la Presidencia.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VI, Noviembre de 1997
Tesis: 1a./J. 42/97
Página: 87
APELACIÓN IMPROCEDENTE. LO ES AQUELLA QUE INTERPONE EL INDICIADO EN
CONTRA DEL ACUERDO QUE NEGÓ LA PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN, SI CONTRA
ÉSTE SE LIBRÓ ORDEN DE APREHENSIÓN Y NO SE CUMPLIMENTÓ. La admisión del
recurso de apelación requiere de dos presupuestos: procedencia, la que en el Código de
Procedimientos Penales para el Distrito Federal, por ser el ordenamiento aplicable, se establece
en el artículo 418, al precisar cuáles son las resoluciones apelables; y legitimación, ya que el
precepto 415 exige que la segunda instancia sólo se abra a petición de parte legítima,
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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reservándose tal derecho, en los términos del dispositivo 417, al Ministerio Público, al acusado y
su defensor, así como al ofendido y sus legítimos representantes en lo que se refiere a la
reparación del daño. No obstante lo anterior, en la específica hipótesis que se analiza, el
recurso se interpone por el indiciado, en contra de quien se libró una orden de aprehensión que
no se cumplimentó, para combatir la determinación del Juez de no tener por prescrita la acción
penal, que previamente le había solicitado; y si bien la resolución es apelable de conformidad
con la fracción III del artículo 418 invocado, no es de admitirse el recurso, por carecer de
legitimación quien lo interpone, en virtud de que no se ha sujetado a la potestad jurisdiccional,
sometiéndose a juicio, pues, por lo contrario, se encuentra evadido de la justicia, lo cual impide
reconocerle la calidad de sujeto procesal y menos aún de parte, por surgir ésta hasta el
momento en que es puesto a disposición del Juez como detenido, o presentado para que se le
instruya la causa, y mientras esto no acontezca, se encuentra suspendido el procedimiento. Sin
embargo, lo anterior no constituye óbice para que si estimase que la determinación judicial es
violatoria de garantías en su contra, pueda impugnarla a través del juicio de amparo.
Contradicción de tesis 14/97. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero y
Cuarto en Materia Penal del Primer Circuito. 1o. de octubre de 1997. Cinco votos. Ponente:
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de jurisprudencia 42/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
cinco de noviembre de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cuatro votos de los
Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román palacios, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo,
previo aviso a la Presidencia.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VI, Diciembre de 1997
Tesis: 1a./J. 46/97
Página: 217
APLICACIÓN EXACTA DE LA LEY PENAL, GARANTÍA DE LA, EN RELACIÓN AL DELITO
DE VIOLACIÓN A LA SUSPENSIÓN. El artículo 206 de la Ley de Amparo, al establecer el tipo
del delito de desobediencia al auto de suspensión debidamente notificado y hacer la remisión,
para efectos de sanción, al de abuso de autoridad previsto por el artículo 215 del Código Penal
Federal, no es violatorio de la garantía de exacta aplicación de la ley en materia penal, ya que
los principios nullum crimen sine lege y nulla poena sine lege, en que descansa dicha garantía,
se refieren a que un hecho que no esté tipificado en la ley como delito, no puede conducir a la
imposición de una pena, porque a todo hecho relacionado en la ley como delito debe preverse
expresamente la pena que le corresponda, en caso de su comisión. Tales principios son
respetados en los preceptos mencionados, al describir, el primero de ellos, el tipo penal
respectivo, y el segundo, en los párrafos penúltimo y último, la sanción que ha de aplicarse a
quien realice la conducta tipificada. Así, la imposición por analogía de una pena, que implica
también por analogía la aplicación de una norma que contiene una determinada sanción, a un
caso que no está expresamente castigado por ésta, que es lo que proscribe el párrafo tercero
del artículo 14 constitucional, no se surte en las normas impugnadas.
Contradicción de tesis 19/97. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo del Décimo Segundo Circuito. 22 de octubre de 1997. Cinco votos. Ponente: Humberto
Román Palacios. Secretario: Antonio Espinoza Rangel.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Tesis de jurisprudencia 46/97. Aprobada por la Primera Sala de este alto tribunal, en sesión de
cinco de noviembre de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cuatro votos de los
Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente José de Jesús Gudiño Pelayo,
previo aviso a la Presidencia.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VI, Diciembre de 1997
Tesis: P./J. 91/97
Página: 5
ACCIÓN PENAL, RESOLUCIÓN DE NO EJERCICIO, EMANADA DE UNA AUTORIDAD
DEPENDIENTE DE LA PROCURADURÍA GENERAL DE JUSTICIA DEL DISTRITO
FEDERAL, ES UN ACTO MATERIALMENTE PENAL Y DEL JUICIO DE AMPARO QUE SE
PROMUEVA EN SU CONTRA DEBE CONOCER UN JUEZ DE DISTRITO EN MATERIA
PENAL. El artículo 51 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en su fracción I,
dispone, entre otros supuestos, que los Jueces de Distrito de amparo en materia penal
conocerán de los juicios de garantías que se promuevan "... contra actos de cualquier autoridad
que afecten la libertad personal ...". Ahora bien, como donde existe la misma razón debe existir
la misma disposición, es válido interpretar en forma extensiva la fracción de mérito y sostener
que la competencia también se surte cuando la sentencia que se dicte en el amparo pueda
producir la consecuencia de afectar la libertad personal del tercero perjudicado que, en el caso
de un juicio promovido en contra de una resolución de no ejercicio de la acción penal, lo sería,
por supuesto, el indiciado o inculpado. Aun cuando no todos los delitos se sancionan con la
privación de la libertad, la afectación debe entenderse en sentido amplio, pues aun tratándose
de delitos que se sancionan con pena alternativa o con pena no privativa de la libertad, la orden
de comparecer al juicio y, en su caso, el auto de sujeción a proceso que pudiera dictarse en el
supuesto de que se ejerciera la acción penal por tales delitos con motivo de un juicio de
amparo, de conformidad con el artículo 304 bis del Código de Procedimientos Penales para el
Distrito Federal, afectan la libertad de la persona, pues se le obliga a comparecer ante la
autoridad que la requiere, aun cuando la restricción tenga el límite precario indispensable para
el desahogo de las diligencias respectivas, tales como la declaración preparatoria, la
identificación administrativa, entre otras. Por otro lado, interpretando en forma sistemática las
fracciones del artículo 51 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, con los
artículos 19, 20, 21, primer párrafo, constitucionales; 94 a 108, 111 a 114, 118 a 121, 122, 124,
135, 136, 139, 140, 141, 144, 147, 152, 189, 191, 262, 268 bis y 273, entre otros, del Código de
Procedimientos Penales para el Distrito Federal; 13 y 15 del Código Penal para el Distrito
Federal, se obtiene que si en el propio precepto 51 se contemplan las atribuciones de los
Jueces de Distrito en los juicios de amparo para conocer de actos materialmente penales, la
competencia de que se trata no sólo se actualiza con fundamento en la fracción I antes
examinada, sino en dicho numeral. En estas condiciones, si bien la naturaleza de la resolución
de no ejercicio de la acción penal es, por el órgano que la realiza, formalmente administrativa,
por su naturaleza intrínseca es materialmente penal, por lo que la competencia para el
conocimiento del juicio de amparo en su contra le corresponde a un Juez de Distrito en dicha
materia, no sólo por la circunstancia de que la sentencia que llegara a dictarse pudiera afectar la
libertad del tercero perjudicado, sino también porque al tratarse de una resolución
materialmente penal, la competencia se ubica en el propio numeral interpretando sus fracciones
sistemáticamente. La interpretación de mérito respeta el principio de especialización que
justifica la creación de tribunales especializados y, por ende, el artículo 17 constitucional, en
cuanto garantiza la expeditez en el fallo.
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Contradicción de tesis 9/96. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del
Primer Circuito. 26 de agosto de 1997. Once votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel.
Secretaria: María Guadalupe Saucedo Zavala.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el once de noviembre en curso, aprobó, con
el número 91/1997, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a once de
noviembre de mil novecientos noventa y siete.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VII, Enero de 1998
Tesis: 1a./J. 1/98
Página: 123
PERDÓN DEL OFENDIDO EN LOS DELITOS QUE SE PERSIGUEN POR QUERELLA
NECESARIA DE PARTE. Para que pueda estimarse que se ha otorgado el perdón por parte del
ofendido, aquél debe concederse de manera expresa, por escrito, que deberá ser ratificado, o
en comparecencia y ante la autoridad que conozca del delito por el que se querelló, sin que
deba considerarse otorgado el perdón, por la existencia de un convenio celebrado entre quien
perpetró la conducta delictiva y el ofendido, a favor de este último, respecto a la reparación del
daño; habida cuenta de que si bien es cierto, éste constituye una manifestación de voluntad
entre las partes que intervienen en él, lo cierto es que ello resulta ser un acto independiente a lo
que debe realizarse y expresarse ante dicha autoridad, quien, tomando como base lo
manifestado ante ella, resolverá lo que en derecho proceda, por lo que el convenio no puede
surtir efectos legales de perdón.
Contradicción de tesis 3/97. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales
Colegiados, ambos del Décimo Noveno Circuito. 19 de noviembre de 1997. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro, previo aviso a la Sala. Ponente: Juventino
V. Castro y Castro; en su ausencia, hizo suyo el proyecto José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Hilario Sánchez Cortés.
Tesis de jurisprudencia 1/98. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
tres de diciembre de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VII, Enero de 1998
Tesis: 1a./J. 49/97
Página: 107
ORDEN DE APREHENSIÓN DICTADA POR JUEZ DE DISTRITO. EL PROCURADOR
GENERAL DE LA REPÚBLICA TIENE EL CARÁCTER DE AUTORIDAD EJECUTORA. El
procurador general de la República tiene la calidad de autoridad ejecutora de las órdenes de
aprehensión dictadas por los Jueces de Distrito, por ser el titular de la institución del Ministerio
Público de la Federación y en virtud de que, de conformidad con los artículos 21 y 102 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, dicha institución, presidida por el
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procurador, es la encargada de la persecución de los delitos, para lo cual tiene bajo su mando a
la Policía Judicial Federal, de donde se sigue que dicho procurador está facultado para
cumplimentar la ejecución de las órdenes de aprehensión solicitadas por la autoridad judicial,
siendo dicha ejecución realizada a través de la Policía Judicial Federal; lo que se traduce en
una ejecución material del cuerpo policiaco y jurídica del titular del Ministerio Público de la
Federación, máxime que el artículo 22 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la
República encomienda a la mencionada policía la ejecución de las órdenes de aprehensión,
pero actuando siempre bajo la autoridad y mando inmediato del Ministerio Público de la
Federación.
Contradicción de tesis 27/97. Entre las sustentadas por el Segundo y Primer Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 15 de octubre de 1997. Cinco votos. Ponente:
Juan N. Silva Meza. Secretario: Juan Ramírez Díaz.
Tesis de jurisprudencia 49/97. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintiséis de noviembre de mil novecientos noventa y siete, por unanimidad de cinco votos de
los Ministros presidente Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José de
Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VII, Febrero de 1998
Tesis: 1a./J. 4/98
Página: 92
PRIVACIÓN DE LA LIBERTAD, CONFIGURACIÓN DEL DELITO DE. El delito de privación de
la libertad no exige para su configuración alguna circunstancia concreta y necesaria de
temporalidad, toda vez que se integra en todos sus elementos, constituidos desde el momento
mismo en que se lesiona el bien jurídico tutelado, que es la libertad del individuo, al evitar el
libre actuar del sujeto pasivo de la infracción, siendo el elemento distintivo del delito instantáneo,
que esta conducta puede prolongarse por más o menos tiempo, según lo establecen los
diversos preceptos de los Códigos Penales.
Contradicción de tesis 61/97. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Octavo
Circuito y el Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito. 3 de diciembre de 1997. Cinco votos.
Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Antonio Espinoza Rangel.
Tesis de jurisprudencia 4/98. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintiuno de enero de mil novecientos noventa y ocho, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VII, Febrero de 1998
Tesis: P./J. 16/98
Página: 34
ARRESTO COMO MEDIDA DE APREMIO. PROCEDE LA SUPLENCIA DE LA QUEJA
DEFICIENTE CUANDO SE RECLAMA EN AMPARO. El Pleno de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación ha fijado diversos criterios procesales y sustantivos en torno a la imposición del
arresto como medida de apremio, cuando se impugna en el juicio de garantías, bajo la
consideración fundamental de que si bien dicho acto es de naturaleza formalmente civil, de
conformidad con la autoridad jurisdiccional que lo ordena, también ha atendido, de manera
preponderante, al estado de privación de la libertad personal del gobernado a que se expone
con su ejecución, privación que se ha estimado como de protección superior, jurídica y
axiológicamente. Por tanto, como la suplencia de la queja deficiente en materia penal, prevista
en el artículo 76 bis, fracción II, de la Ley de Amparo, opera aun ante la ausencia de conceptos
de violación o agravios del quejoso, siendo su finalidad proteger la libertad personal y otorgar
seguridad jurídica a los gobernados, a través del dictado de una resolución de amparo que
examine, de manera completa y acuciosa, el acto mediante el cual se ha ordenado dicha
privación de la libertad, debe concluirse que en los juicios de amparo en que aparezca como
acto reclamado la imposición del referido arresto como medida de apremio, deberá suplirse la
queja deficiente aun ante la ausencia de conceptos de violación o agravios del afectado, con
fundamento en lo dispuesto en la fracción VI del invocado precepto legal, que resulta aplicable a
los actos reclamados en materia civil.
Contradicción de tesis 7/97. Entre las sustentadas por el Segundo y Tercer Tribunales
Colegiados del Cuarto Circuito. 27 de enero de 1998. Unanimidad de nueve votos. Ausentes:
Juventino V. Castro y Castro y Humberto Román Palacios. Ponente: Mariano Azuela Güitrón.
Secretario: Humberto Suárez Camacho.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el nueve de febrero en curso, aprobó, con el
número 16/1998, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a nueve de
febrero de mil novecientos noventa y ocho.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VII, Febrero de 1998
Tesis: P./J. 17/98
Página: 6
ARRESTO COMO MEDIDA DE APREMIO. PROCEDE EL AMPARO EN CONTRA DEL AUTO
QUE APERCIBE CON SU IMPOSICIÓN, SIN NECESIDAD DE AGOTAR LOS MEDIOS
ORDINARIOS DE DEFENSA. No obsta para la procedencia del amparo el hecho de que no se
agote el medio de defensa ordinario previsto en el ordenamiento respectivo, en contra del auto
en el que se manda apercibir al quejoso con la imposición de un arresto específico como
medida de apremio, porque siendo el auto que se reclama de carácter concreto e
individualizado, el agraviado se halla en riesgo inminente de privación de su libertad personal,
respecto de la cual opera una excepción al principio de definitividad que rige en el juicio de
amparo; máxime que en ningún medio ordinario de defensa pueden plantearse cuestiones de
constitucionalidad.
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Contradicción de tesis 6/97. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo
Quinto Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. 27 de enero de 1998.
Unanimidad de nueve votos. Ausentes: Juventino V. Castro y Castro y Humberto Román
Palacios. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Maura Angélica Sanabria Martínez.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el nueve de febrero en curso, aprobó, con el
número 17/1998, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a nueve de
febrero de mil novecientos noventa y ocho
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VII, Marzo de 1998
Tesis: 1a./J. 7/98
Página: 230
ROBO. EL TIPO ESPECIAL PREVISTO EN EL PÁRRAFO TERCERO DEL ARTÍCULO 371
DEL CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL, PARA SU CONFIGURACIÓN, NO
REQUIERE MAYORÍA DE EDAD EN TODOS LOS SUJETOS ACTIVOS. El artículo 371,
párrafo tercero, del Código Penal para el Distrito Federal no establece como requisito la mayoría
de edad de todos los sujetos activos que intervengan en la perpetración del delito. La
circunstancia de que uno de ellos sea menor, y por ende inimputable, es una situación diversa
que sólo a éste atañe, lo que no impide que se acredite la existencia de la pluralidad de los
sujetos activos exigidas por el precepto, en cuanto a que es inconcuso que el menor actuó
como sujeto activo. De lo contrario, bastaría que un mayor de edad, a efecto de aprovecharse
de la situación legal del menor, cometiera en concurrencia con éste el ilícito previsto en el
párrafo mencionado, eludiendo de esta manera la aplicación de la penalidad en él establecida,
lo que legalmente es inadmisible, en cuanto quedó acreditada la pluralidad de sujetos activos
exigida por el numeral.
Contradicción de tesis 79/97. Entre las sustentadas por el Tercer y Cuarto Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 21 de enero de 1998. Cinco votos. Ponente:
Humberto Román Palacios. Secretario: Álvaro Tovilla León.
Tesis de jurisprudencia 7/98. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
cuatro de marzo de mil novecientos noventa y ocho, por unanimidad de cuatro votos de los
Ministros presidente Humberto Román Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Juventino V. Castro y Castro, en
virtud de la comisión que se le confirió el día dieciocho de febrero del presente año, por el
Tribunal Pleno.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VII, Abril de 1998
Tesis: 1a./J. 16/98
Página: 170
ROBO CON VIOLENCIA FÍSICA. SÓLO SE CONFIGURA LA CALIFICATIVA CUANDO SE
EJERCE SOBRE LAS PERSONAS Y NO SOBRE LAS COSAS (LEGISLACIONES DEL
DISTRITO FEDERAL Y DEL ESTADO DE NUEVO LEÓN). Del concepto vertido por el
legislador en la norma, en el sentido de que se entiende por violencia física en el robo, como
calificativa de éste, la fuerza material que para cometerlo se hace a una persona, se obtiene de
manera inequívoca que dicha violencia es la que, al ejercerse en el sujeto pasivo, logra el
aniquilamiento de su voluntad y, por tanto, integra la calificativa en cuestión; no así la fuerza
física empleada para el apoderamiento que se ejerza sobre las cosas, la que, en su caso, de no
constituir circunstancias inherentes a los medios de ejecución empleados para la realización de
este ilícito y de configurar otro delito, motivará la aplicación de las reglas del concurso.
Contradicción de tesis 88/97. Entre la sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Cuarto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 25 de
febrero de 1998. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente:
Juan N. Silva Meza. Secretario: Juan Ramírez Díaz.
Tesis de jurisprudencia 16/98. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
dieciocho de marzo de mil novecientos noventa y ocho, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VII, Abril de 1998
Tesis: 1a./J. 18/98
Página: 155
ORDEN DE APREHENSIÓN. DEBEN PRECISARSE LAS CIRCUNSTANCIAS AGRAVANTES
O ATENUANTES DEL DELITO, DE ACUERDO CON LA REFORMA AL ARTÍCULO 16 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, PUBLICADA EN EL
DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN DE FECHA TRES DE SEPTIEMBRE DE MIL
NOVECIENTOS NOVENTA Y TRES. El segundo párrafo del artículo 16 de la Constitución
General de la República, reformado por decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación
de fecha tres de septiembre de mil novecientos noventa y tres, estatuye que: "No podrá librarse
orden de aprehensión sino por la autoridad judicial y sin que preceda denuncia, acusación o
querella de un hecho determinado que la ley señale como delito, sancionado cuando menos con
pena privativa de libertad y existan datos que acrediten los elementos que integran el tipo penal
y la probable responsabilidad del indiciado.". Dentro de este contexto normativo, es obligación
constitucional y legal de todo juzgador, al emitir una orden de aprehensión, determinar cuáles
son, según el delito de que se trate, los datos que acreditan los elementos del tipo penal, a fin
de que quede precisada no sólo la figura delictiva básica, sino que además, de ser el caso, se
configure o perfile su específica referencia a un tipo complementado, subordinado o cualificado,
pues no debe perderse de vista que el dictado de la orden de captura, como consecuencia del
ejercicio de la acción penal realizada por el Ministerio Público, surte el efecto procesal de poner
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a disposición del Juez al indiciado en relación con determinado delito; por tanto, deben quedar
determinados con precisión sus elementos constitutivos, incluyendo las modificativas o
calificativas que, en su caso, surjan de los hechos materia de la consignación.
Contradicción de tesis 23/97. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Quinto Circuito. 25 de febrero de
1998. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Blanca Evelia Parra Meza.
Tesis de jurisprudencia 18/98. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
dieciocho de marzo de mil novecientos noventa y ocho, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VII, Mayo de 1998
Tesis: 1a./J. 25/98
Página: 302
PANDILLA. AGRAVANTE DE. ES APLICABLE AUN CUANDO UNO DE LOS
PARTICIPANTES SEA MENOR DE EDAD. El hecho de que uno de los que intervienen en un
hecho configurado como ilícito penal sea menor de edad, y por ende inimputable, en nada
afecta o impide que a los participantes mayores de edad les sea aplicada la agravante de
pandilla, ya que en términos del artículo 164 bis del Código Penal para el Distrito Federal en
Materia del Fuero Común, y para toda la República en Materia del Fuero Federal, por pandilla
se entiende: la reunión habitual, ocasional o transitoria, de tres o más personas que sin estar
organizadas con fines delictuosos cometen en común algún ilícito. Concepto jurídico respecto
del cual sólo se desprende como requisito, en cuanto a quienes la integran, la pluralidad de
personas, entendidas éstas como participantes, sin que señale excepción alguna, de que no se
aplicará si uno de éstos resulta ser menor de edad; por tanto, la pandilla se configura aun
cuando uno de los que la conformen sea menor de edad; siendo irrelevante que el hecho típico
de la conducta del menor al infringir las leyes penales, lo hagan acreedor a un tratamiento
especial en los consejos para los menores infractores, ya que tal extremo sólo atañe al menor,
pero ello no impide que la calificativa pueda ser aplicada a los mayores de edad participantes.
Determinar lo contrario, bastaría para que dos o más sujetos activos que, sin estar organizados
con fines delictivos, inviten a un menor a perpetrar un ilícito, ello para garantizar que no se les
aplicará lo establecido en el primer párrafo del mencionado artículo 164 bis del Código Penal; lo
que jurídicamente no puede admitirse, pues acreditada la pluralidad de participantes exigida por
el precepto legal en cita, hace que se configure la agravante.
Contradicción de tesis 34/97. Entre las sustentadas por el Primero, Segundo y Tercer Tribunales
Colegiados, todos en Materia Penal del Primer Circuito. 25 de marzo de 1998. Cinco votos.
Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretaria: Rosalba Rodríguez Mireles.
Tesis de jurisprudencia 25/98. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veintidós de abril de mil novecientos noventa y ocho, por unanimidad de cinco votos de los
Ministros presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VII, Junio de 1998
Tesis: 1a./J. 36/98
Página: 5
ACTO RECLAMADO DE CARÁCTER POSITIVO. SU EXISTENCIA DEBE ANALIZARSE DE
ACUERDO CON LA FECHA DE PRESENTACIÓN DE LA DEMANDA, AUN EN EL CASO DE
ÓRDENES DE APREHENSIÓN. Cuando se trata de actos de carácter positivo, su existencia
debe analizarse de acuerdo con la fecha en que se presentó la demanda de amparo, aun en la
hipótesis de que se trata de orden de aprehensión, porque el juicio de garantías procede contra
actos existentes y concretos, no probables o eventuales, conclusión que se obtiene de una
debida intelección de los artículos 1o., fracción I, 74, fracción IV y 78 de la Ley de Amparo, en
virtud de que dichos preceptos no atienden a la materia en que se haya originado el acto, ni
tampoco a la naturaleza y características de éste, de manera que si la orden de aprehensión se
gira con posterioridad a la presentación de la demanda de amparo debe sobreseerse por
inexistencia del acto reclamado.
Contradicción de tesis 57/95. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Cuarto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito. 13 de mayo de 1998.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: José de Jesús
Gudiño Pelayo. Secretario: Ramiro Rodríguez Pérez.
Tesis de jurisprudencia 36/98. Aprobada por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de
la Nación, en sesión de veintisiete de mayo de mil novecientos noventa y ocho, por unanimidad
de cinco votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V.
Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VIII, Julio de 1998
Tesis: 1a./J. 39/98
Página: 37
AUTO DE FORMAL PRISIÓN. ES EN ESA RESOLUCIÓN CUANDO DE SER PROCEDENTE
DEBE DECRETARSE LA SUBSUNCIÓN DE MODALIDAD EN UN DELITO CONTRA LA
SALUD. Al pronunciarse auto de formal prisión, de conformidad a lo dispuesto en la parte inicial
del primer párrafo del artículo 19 de la Constitución General de la República en vigor, en el
delito contra la salud, a que se contraen los artículos 194 y 195 del Código Penal Federal,
reformado por el artículo primero del decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación de
diez de enero de mil novecientos noventa y cuatro, en vigor el primero de febrero del mismo
año, debe decretarse la subsunción de modalidades. En el caso de que así proceda, como
cuando quien transporta un estupefaciente que forzosamente poseyó, ya que en ese sentido la
posesión queda comprendida dentro de la transportación, sin perder de vista que cualquiera que
sea la modalidad, el delito permanece en su unidad como una infracción penal, ya que por la
subsunción no es factible sancionar simultáneamente ambas modalidades y que técnicamente
debe conservarse la menos genérica o más específica, pero si por un error de técnica jurídica o
por determinadas situaciones procesales, el hecho se aprecia dentro de la hipótesis más
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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general (posesión), con exclusión de la particular (transportación) no se violan garantías del
acusado por el hecho de que una modalidad absorba a otra, significa sólo que no pueden
considerarse ambas simultáneamente, pero si alternativamente.
Contradicción de tesis 16/97. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Quinto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito. 10 de junio de 1998.
Cinco votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Hilario Sánchez Cortés.
Tesis de jurisprudencia 39/98. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
diecisiete de junio de mil novecientos noventa y ocho, por unanimidad de cinco votos de los
señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y Castro, José de
Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VIII, Agosto de 1998
Tesis: 1a./J. 45/98
Página: 188
PENA PRIVATIVA DE LA LIBERTAD. PROCEDE LA SUSTITUCIÓN AUN CUANDO LA
CONDENA SEA POR UN DELITO CALIFICADO COMO GRAVE. De lo dispuesto en el artículo
70 del Código Penal Federal se desprende que la concesión o negativa de la sustitución de la
pena entraña el ejercicio de una facultad discrecional para el Juez que, encontrándose regida
por la garantía de legalidad, como todo acto de autoridad, debe ejercitarla en función de un
juicio de valoración en el que se aprecien las circunstancias de ejecución del delito y las
peculiaridades del delincuente, determinando de manera fundada y motivada la procedencia o
improcedencia de la medida, encontrándose limitado ese ejercicio sólo por la cuantía de la pena
impuesta y por la circunstancia de que el sujeto haya sido previamente condenado en sentencia
ejecutoria por delito doloso que se persiga de oficio, pero no por el hecho de que el delito, cuya
pena es materia de la sustitución, sea uno de los calificados como graves, de conformidad con
lo que establece el artículo 194 del Código Federal de Procedimientos Penales.
Contradicción de tesis 35/97. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Quinto Circuito y Segundo Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito. 1o. de julio de 1998. Cinco
votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Andrea Nava Fernández del Campo.
Tesis de jurisprudencia 45/98. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de ocho de julio de mil novecientos noventa y ocho, por unanimidad de
cinco votos de los Ministros presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y
Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García
Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VIII, Agosto de 1998
Tesis: 1a./J. 42/98
Página: 113
CADUCIDAD DE LA INSTANCIA. EN AMPARO PENAL EN REVISIÓN OPERA CUANDO
BENEFICIE AL INCULPADO. De conformidad con lo que disponen los artículos 107, fracción II,
párrafo cuarto, y fracción XIV de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, y 74,
fracción V de la Ley de Amparo, no opera la caducidad de la instancia en los juicios de amparo
en materia agraria, excepto cuando beneficie a núcleos ejidales o comunales o a ejidatarios o
comuneros; asimismo, tampoco se incluye la figura de la caducidad de la instancia en materia
penal, en razón de que la vida y la libertad son derechos imprescriptibles de la persona humana,
por lo que a fin de concederles la máxima protección, el legislador consideró que el derecho a
reclamar violaciones a tan preciadas garantías, no debe fenecer. Así, con el mismo criterio
protector que en materia agraria debe interpretarse la disposición constitucional, si se toma en
cuenta que la exclusión de la caducidad de la instancia en materia penal tiene un campo
específico y limitado por cuanto que tiende a proteger preponderantemente los altos valores
como son la vida y la libertad humana; por tanto, en los casos en que no están en juego esas
garantías, o bien, cuando tal figura jurídica no vaya en detrimento de esos valores protegidos
por la Constitución, sino por el contrario, beneficie al inculpado, es innegable que debe resultar
operante.
Contradicción de tesis 53/96. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo
Octavo Circuito, Primer Tribunal Colegiado del Séptimo Circuito y Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Circuito. 1o. de julio de 1998. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Mario Flores García.
Tesis de jurisprudencia 42/98. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
ocho de julio de mil novecientos noventa y ocho, por unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús
Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VIII, Agosto de 1998
Tesis: 1a./J. 44/98
Página: 81
ACCIÓN PENAL, PRESCRIPCIÓN DE LA (CÓDIGO PENAL PARA EL ESTADO DE
MORELOS, VIGENTE HASTA EL SEIS DE NOVIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA
Y SEIS). De la interpretación a lo dispuesto en el Código Penal para el Estado de Morelos, en
relación con la figura de la prescripción, y en especial de su artículo 115, se desprende que
aquélla opera en cualquier etapa del procedimiento (excepto en la de ejecución) y se consuma
por el solo transcurso ininterrumpido del tiempo señalado para ello en el precepto aplicable al
caso concreto, siempre y cuando el sujeto activo se encuentre sustraído de la potestad de la
autoridad competente; sin embargo, dicho término se interrumpe -en el periodo de averiguación
previa- con la consignación de la misma a la autoridad jurisdiccional, aun sin detenido, momento
en que el Ministerio Público ejerce inicialmente la acción por más que no lo hayan interrumpido
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
las actuaciones practicadas en esta etapa. En tal hipótesis, el término para la prescripción
nuevamente empezará a contar a partir del dictado de la orden de aprehensión correspondiente,
de continuar evadido el presunto responsable, o desde el de la evasión en esa etapa de
instrucción que se inicia con dicha consignación; lo mismo que en la de juicio, en virtud de la
suspensión del procedimiento por ese motivo, término que es interrumpido con la reaprehensión
del sujeto activo; no dándose tal supuesto de sustracción a la acción de la justicia (excepción
hecha de las practicadas en la etapa de averiguación previa), las demás actuaciones que se
lleven a cabo en los restantes periodos del procedimiento penal sí interrumpen el término que la
ley prevé para que se configure la prescripción, pues tal precepto no debe entenderse en el
sentido de que un derecho prescribe mientras se ejerce.
Contradicción de tesis 4/96. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales
Colegiados del Décimo Octavo Circuito. 1o. de julio de 1998. Cinco votos. Ponente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Mario Flores García.
Tesis de jurisprudencia 44/98. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
ocho de julio de mil novecientos noventa y ocho, por unanimidad de cinco votos de los Ministros
presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús Gudiño
Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VIII, Septiembre de 1998
Tesis: 1a./J. 46/98
Página: 198
SALUD, DELITO CONTRA LA. MODALIDAD DE SUMINISTRO GENÉRICO, EN GRADO DE
TENTATIVA. LOS ACTOS DE CONSUMACIÓN IDÓNEOS PARA LA CONFIGURACIÓN. Si el
sujeto activo obtiene el estupefaciente y lo oculta para tratar de ingresar con él a un centro de
reclusión preventivo o penitenciario, en donde pretende entregar dicha sustancia a alguna
persona, para su consumo, pero no logra su finalidad delictiva porque es sorprendido al
momento en que se realiza la revisión previa a su ingreso a las instalaciones carcelarias; se
reúnen los elementos indispensables para la integración típica del delito contra la salud, en su
modalidad de suministro genérico, en grado de tentativa, previstos por el artículo 12 del Código
Penal Federal, en relación con la fracción I del precepto 194, de ese mismo ordenamiento
punitivo, consistentes en: a) Un elemento subjetivo (finalístico), que consiste en la resolución
dirigida a cometer el delito en cuestión, en la modalidad ya precisada; b) Un elemento material
(objetivo), consistente en la realización, por parte del sujeto activo, de los actos ejecutivos e
idóneos, encaminados directa e inmediatamente a producir el resultado que pretende, a través
de los cuales aquél exterioriza, unívocamente, su determinación delictiva; y, c) Que el resultado
no se produzca por causas ajenas a la voluntad del sujeto activo, como lo son la oportuna
detección del enervante oculto y la consiguiente detención del agente. En tales condiciones,
para la configuración de la tentativa, no es indispensable que los actos de ejecución tengan que
llegar al grado de que el sujeto activo se encuentre con el destinatario del estupefaciente y que
en ese momento se inicie la entrega; pues, en todo caso, el menor o mayor grado de
aproximación al momento consumativo del delito, de conformidad con lo dispuesto en el
segundo párrafo del artículo 12 del Código Penal Federal, no tiene el carácter de elemento
típico y, por lo tanto, es innecesario para la configuración de la tentativa, ya que sólo se trata de
una circunstancia que el juzgador debe ponderar a fin de individualizar la punibilidad
correspondiente al delito cometido en grado de tentativa.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 101/97. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito, Primer Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito y
Cuarto Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito. 5 de agosto de 1998. Cinco votos. Ponente:
Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Francisco Chávez Hochstrasser.
Tesis de jurisprudencia 46/98. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
diecinueve de agosto de mil novecientos noventa y ocho, por unanimidad de cuatro votos de los
Ministros presidente Humberto Román Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Juventino V. Castro y Castro.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: VIII, Septiembre de 1998
Tesis: 1a./J. 48/98
Página: 61
ABUSO DE CONFIANZA. NO SE INTEGRA EL DELITO DE. EN TRATÁNDOSE DE
COBRADORES. PORQUE NO TIENEN LA POSESIÓN DERIVADA DE LA COSA, SINO
SÓLO PRECARIA. El presupuesto básico del delito abuso de confianza, consiste en la
disposición que hace el sujeto activo para sí o para otro, de una cosa mueble ajena, misma de
la que se le ha transmitido la tenencia y no el dominio en perjuicio del pasivo. Ahora bien, el
alcance del vocablo transmisión, implica una transferencia de derechos, lo que quiere decir que
la transmisión de la tenencia a que se refiere el ilícito de abuso de confianza como presupuesto
lo es, que la cosa se traslade material y físicamente bajo cualquier título permitido por la ley, por
virtud del cual quien la transmite se desliga jurídicamente de su posesión y del poder de hecho
que tenía sobre la misma, para otorgársele al que la recibe, quien a consecuencia adquiere su
tenencia autónoma e independientemente del transmisor (posesión derivada). Lo que quiere
decir que no cualquier tipo de posesión da lugar al delito de abuso de confianza sino la
derivada, esto es aquella en el que se transfiere la cosa misma. En el caso específico, los
cobradores entendidos en nuestro medio como aquellas personas que tienen como función
principal la de realizar los cobros a los deudores del establecimiento, negocio o empresa para
el que prestan sus servicios, el dinero que ellos poseen, lo tienen a su alcance en virtud de su
relación de trabajo, esto es, el numerario llega a su esfera material por la naturaleza de su
empleo y aun cuando puedan tener acceso a la cosa con cierta autonomía de su dueño o de
quien puede disponer de ella, ello es, sin haber sido transmitida la tenencia de la cosa, ni su
custodia ya que únicamente tienen a su alcance el numerario por el vínculo laboral que tienen
con el dueño de la empresa o negociación, de ahí que si disponen del mismo, se configura
diverso delito mas no así el de abuso de confianza.
Contradicción de tesis 65/96. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Noveno
Circuito y el Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito. 5 de agosto de 1998. Cinco votos.
Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Urbano Martínez Hernández.
Tesis de jurisprudencia 48/98. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de diecinueve de agosto de mil novecientos noventa y ocho, por
unanimidad de cuatro votos de los Ministros presidente Humberto Román Palacios, José de
Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente:
Juventino V. Castro y Castro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Mayo de 1999
Tesis: 1a./J. 20/99
Página: 362
REPARACIÓN DEL DAÑO EN EL DELITO DE INCUMPLIMIENTO DE OBLIGACIONES DE
ASISTENCIA FAMILIAR. PROCEDE CONDENAR A ELLA POR LAS DEUDAS Y
OBLIGACIONES CONTRAÍDAS POR LOS ACREEDORES DURANTE EL LAPSO EN QUE
PERSISTIÓ ESA INASISTENCIA. De conformidad con la concepción del instituto de la
reparación del daño en la legislación penal mexicana, que lo considera como una pena pública,
de satisfacción preferente y que tiene por objeto restituir al pasivo de los daños que se le hayan
ocasionado en su patrimonio como consecuencia directa del delito; y tomando en consideración
que en el delito de abandono de personas, como lo identificaba el artículo 313 del Código Penal
del Estado de Tabasco o de incumplimiento de obligaciones de asistencia familiar, como se
denomina en el numeral 198 del Código de Defensa Social del Estado de Yucatán, se crea de
manera permanente un estado de abandono en los acreedores, que podrá prolongarse tanto
tiempo como lo desee el obligado, y bajo el cual, ante la falta de recursos propios o
provenientes de ese deudor, los acreedores: hijos, cónyuge o padres de aquél, bien pueden
adquirir créditos o contraer obligaciones con terceras personas para hacerse de los recursos
indispensables para satisfacer las necesidades de comida, vestido, habitación y, en su caso,
para enfrentar las enfermedades, lo cual se traduce en una afectación a su patrimonio, por
cuanto que constituye un pasivo que debe ser pagado en determinado momento; de modo que
la relación causal entre el delito y la afectación patrimonial se explica, no por el hecho de que la
inasistencia afecte directa y materialmente dicho peculio, sino porque ante ese desamparo
surge la exposición de los acreedores y la consecuente necesidad de acudir a otras vías para
suplantar aquella desobligación.
Contradicción de tesis 20/98. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado del Décimo
Circuito, hoy Primero y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Cuarto Circuito. 3 de marzo
de 1999. Cinco votos. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Antonio Espinosa
Rangel.
Tesis de jurisprudencia 20/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de catorce de abril de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad
de cinco votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V.
Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Mayo de 1999
Tesis: 1a./J. 21/99
Página: 339
REPARACIÓN DEL DAÑO EN EL DELITO DE INCUMPLIMIENTO DE OBLIGACIONES DE
ASISTENCIA FAMILIAR. LA IMPOSICIÓN DE ESA PENA NO EXCLUYE LA POSIBILIDAD
QUE TIENEN LOS ACREEDORES PARA RECLAMAR EL PAGO DE ALIMENTOS POR LA
VÍA CIVIL. Los conceptos de "satisfactores de subsistencia" a que se refiere el delito en
comento, tipificado por los artículos 313 del Código Penal del Estado de Tabasco y 198 del
Código de Defensa Social del Estado de Yucatán y el de "alimentos", conforme a la legislación
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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civil, difieren en extensión y calidad, dado que el primero tiene un significado mucho más
riguroso o restringido que el segundo; el primero comprende todo lo necesario para vivir, como
son comida, vestido, habitación y, en su caso, para enfrentar las enfermedades, en tanto que el
de alimentos se integra por esos mismos satisfactores, pero no en la estricta medida para
subsistir, sino en proporción a las posibilidades del que debe darlos y a las necesidades de
quien tiene derecho a recibirlos, y todavía más, tratándose de menores, comprenden también su
educación e instrucción; el concepto de medios de subsistencia guarda similitud con el de
alimentos en sentido estricto o natural y rechaza toda semejanza con el de alimentos en sentido
amplio o jurídico; con lo cual se explica el hecho de que la obtención de los primeros por la vía
penal no excluye la posibilidad de alcanzar los segundos por la vía civil.
Contradicción de tesis 20/98. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado del Décimo
Circuito, hoy Primero y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Cuarto Circuito. 3 de marzo
de 1999. Cinco votos. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Antonio Espinosa
Rangel.
Tesis de jurisprudencia 21/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de catorce de abril de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad
de cinco votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V.
Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Mayo de 1999
Tesis: 1a./J. 18/99
Página: 328
PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL. PUEDE ANALIZARSE EN AMPARO INDIRECTO
AUN CUANDO LA AUTORIDAD RESPONSABLE NO SE HAYA PRONUNCIADO AL
RESPECTO. El Juez de Distrito tiene la obligación de analizar la legalidad del acto reclamado,
tomando en cuenta diversos aspectos: competencia de la autoridad, requisitos de
procedibilidad, causas de extinción de la acción penal, etc. Esta obligación es más intensa
tratándose del juicio de garantías en materia penal, pues el artículo 76 bis, fracción II, de la Ley
de Amparo, previene la suplencia total de la queja en beneficio del reo, aun ante la ausencia de
conceptos de violación. De ahí que cuando en la demanda de garantías el quejoso haga valer
como concepto de violación en contra del auto de formal prisión reclamado, que la acción penal
se encontraba prescrita, el juzgador tiene el deber de estudiar tal argumento, a pesar de que no
se le hubiera propuesto a la autoridad responsable. Tal proceder, en modo alguno puede
estimarse como una indebida sustitución del Juez, o infracción a lo dispuesto por el artículo 78
de la Ley de Amparo, pues este precepto sólo lo obliga a apreciar el acto reclamado tal y como
aparezca probado ante la autoridad responsable; esto es, a no allegarse más pruebas que le
permitan conocer los hechos, que aquellas que formen parte de la averiguación previa, o que
hayan sido admitidas por la autoridad responsable. Por otra parte, en relación al amparo directo,
la propia ley de la materia, en su artículo 183, exige que el tribunal supla la deficiencia de la
queja cuando estando prescrita la acción penal el quejoso no la alegue; al existir la misma razón
jurídica en el amparo indirecto, no hay obstáculo para realizar su estudio, sobre todo si lo alega
el quejoso y las constancias en que se apoya el acto reclamado son aptas y suficientes para
dicho examen.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 56/98. Entre las sustentadas por el Tercer y Cuarto Tribunales
Colegiados del Sexto Circuito. 3 de marzo de 1999. Cinco votos. Ponente: José de Jesús
Gudiño Pelayo. Secretaria: Guadalupe M. Ortiz Blanco.
Tesis de jurisprudencia 18/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de catorce de abril de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad
de cinco votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V.
Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Mayo de 1999
Tesis: 1a./J. 27/99
Página: 310
PECULADO. EL DELITO TIPIFICADO EN LA FRACCIÓN I DEL ARTÍCULO 223 DEL
CÓDIGO PENAL FEDERAL, NO SE CONFIGURA TRATÁNDOSE DE CAJEROS EN VIRTUD
DE QUE NO EJERCEN SOBRE LOS BIENES QUE SE LES ENTREGAN FACULTADES DE
DISPONIBILIDAD JURÍDICA. El delito de peculado a que se refiere el artículo 223, fracción I,
del Código Penal Federal, requiere y presupone que el sujeto activo reciba de manera
autónoma y con potestad de hecho los bienes objeto del ilícito para que así esté en aptitud de
disponer de ellos y distraerlos de su objeto, pues sólo aquellos servidores públicos con
facultades de disponibilidad jurídica sobre los bienes recibidos en razón de su cargo, pueden
actualizar esa hipótesis, al encontrarse éstos dentro de su esfera de dominio; además porque
de considerarse que con la sola posesión precaria se puede actualizar la hipótesis legal, sería
innecesario el elemento constitutivo del delito, instituido por el legislador, consistente en que el
servidor público reciba por razón de su cargo, en administración, depósito o por otra causa
dinero, valores, fincas o cualquier otra cosa perteneciente al Estado, al organismo
descentralizado o algún particular; sino que hubiera bastado señalar que comete el delito de
peculado el servidor público que distraiga los referidos bienes que recibe por razón de su cargo,
resultando inútil precisar la calidad en que éstos se adquieren. En consecuencia, las personas
que desempeñan el cargo de cajeros al servicio del Estado o de organismos públicos,
técnicamente no pueden cometer esta clase de peculado, en virtud de que sobre los bienes que
reciben, en este caso dinero, no ejercen una facultad de disposición, sino que sólo los poseen a
título precario, habida cuenta que son recibidos momentáneamente con la obligación de
entregarlo de inmediato a quien puede disponer del dinero, es decir, lo reciben en función de la
naturaleza del trabajo que desempeñan y no porque se les hubiese encomendado en guarda,
tutela o administración.
Contradicción de tesis 57/97. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Quinto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Cuarto Circuito. 17 de marzo de
1999. Mayoría de tres votos. Disidentes: Humberto Román Palacios y Juventino V. Castro y
Castro. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Joel Carranco Zúñiga.
Tesis de jurisprudencia 27/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de catorce de abril de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad
de cinco votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V.
Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Mayo de 1999
Tesis: 1a./J. 29/99
Página: 296
ORDEN DE APREHENSIÓN, PRUEBAS ADMISIBLES EN EL AMPARO CONTRA LA. La
reforma al penúltimo párrafo de la fracción X, del artículo 20 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, que se vincula a la fracción V del mismo precepto, consagra entre
las garantías del inculpado, que se le reciban las pruebas que ofrezca durante la averiguación
previa, en los términos establecidos en la ley. El numeral 128, fracción III, inciso e), del Código
Federal de Procedimientos Penales incluye ese mandamiento, pero circunscribiéndolo a que no
se entorpezca la averiguación y se encuentren en el lugar de la averiguación las personas
cuyos testimonios se ofrezcan, esto es, que no siempre se practican las probanzas; por ende, si
de esto existe constancia indubitable, y se recurriere al juicio de amparo en contra de la orden
de aprehensión, el Juez Federal habrá de recibir los elementos de convicción; en el caso
contrario, si fueron ofrecidos y desahogados en la averiguación, o bien, habiendo tenido
oportunidad de ofrecerlos, no lo hizo el indiciado, ya no se admitirán en el amparo. El criterio
anterior surge a virtud de la actual redacción del invocado precepto constitucional, reformado
mediante decreto de 2 de julio de 1996, que viene a modificar en parte los aspectos tomados en
cuenta en la jurisprudencia 229 de la entonces Primera Sala, publicada en el Apéndice al
Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, Tomo II, Materia Penal, página 130, cuyo texto
es: "ORDEN DE APREHENSIÓN, PRUEBAS EN EL AMPARO RESPECTO DE LA.-Cuando el
amparo se promueve contra una orden de aprehensión, el quejoso puede presentar, ante el
Juez constitucional, las pruebas que estime pertinentes para demostrar la inconstitucionalidad
del acto reclamado, aun cuando no las haya tenido a la vista la autoridad responsable, toda vez
que no teniendo conocimiento el inculpado, en la generalidad de los casos, del procedimiento
que se sigue en su contra, sino al ser detenido, no tiene oportunidad ni medios de defensa, si no
es ante el Juez que conozca del juicio de garantías.". En efecto, esta jurisprudencia
correspondiente a la Quinta Época, parte del supuesto de que el indiciado no ha tenido
oportunidad de defensa, sino hasta que comparece ante el Juez Federal, que ya no priva en la
actualidad a virtud de la reforma de mérito, y constituye motivo suficiente para apartarse de la
misma.
Contradicción de tesis 86/98. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero en
Materia Penal del Primer Circuito y Cuarto del Cuarto Circuito. 3 de marzo de 1999. Cinco votos.
Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de jurisprudencia 29/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de doce de mayo de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad
de cinco votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V.
Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas.
Nota: Esta tesis se aparta del criterio contenido en la jurisprudencia 229 de la anterior Primera
Sala, publicada en el Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, Tomo II,
Materia Penal, página 130, de rubro: "ORDEN DE APREHENSIÓN, PRUEBAS EN EL AMPARO
RESPECTO DE LA.".
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Mayo de 1999
Tesis: 1a./J. 31/99
Página: 285
ORDEN DE APREHENSIÓN, EN ELLA PUEDEN VIOLARSE GARANTÍAS TUTELADAS, EN
ARTÍCULOS CONSTITUCIONALES DISTINTOS AL ARTÍCULO 16 CONSTITUCIONAL. La
circunstancia específica de que el artículo 16 constitucional sea el que regule los requisitos a
satisfacer para el dictado de una orden de aprehensión, no se puede llevar al extremo de
considerar que sólo este precepto rija a tal acto, ya que evidentemente también deberá
vigilarse, en su caso, si dicha determinación judicial no infringe alguna garantía constitucional
contenida en diverso precepto, dado que podría darse el caso que en la misma se aplicara una
ley retroactivamente en perjuicio del quejoso, o fuera librada sin cumplir las formalidades
esenciales del procedimiento, conforme a las leyes expedidas con anterioridad al hecho;
también podría darse el caso que autoridades jurisdiccionales del fuero común, decidieran sobre
el libramiento de una orden de aprehensión, respecto de un hecho en que estuviere involucrada
una persona perteneciente al ejército y fuera menester examinar su conducta desde el punto de
vista de la legislación del fuero castrense; o que no estuviere fundado y motivado dicho acto, así
como diversas hipótesis que pudieren formularse respecto de la posible violación de garantías
constitucionales contenidas en preceptos diversos al 16 constitucional; luego entonces, resulta
limitativo y equívoco concluir que para el libramiento de una orden de aprehensión, sólo deba
cumplirse lo establecido en el mencionado artículo 16 constitucional; y por ende, su emisión no
puede ser violatoria de los artículos 14, 16 o cualquiera otro de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en virtud de que las garantías de seguridad jurídica que se
encuentran consagradas en la Constitución General de la República, son la base sobre las
cuales descansa el sistema jurídico mexicano, por tal motivo, éstas no pueden ser limitadas
porque en su texto no se contengan expresamente los derechos fundamentales que tutelan. Por
el contrario, las garantías de seguridad jurídica valen por sí mismas, ya que ante la
imposibilidad material de que en un artículo se contengan todos los derechos públicos
subjetivos del gobernado, lo que no se contenga en un precepto constitucional, debe de
encontrarse en los demás, de tal forma, que el gobernado jamás se encuentre en una situación
de incertidumbre jurídica y por lo tanto, en estado de indefensión. De acuerdo a lo anterior,
cuando se libra una orden de aprehensión, deben de cumplirse no únicamente las formalidades
establecidas por el artículo 16 constitucional, párrafo segundo, sino que para su aplicabilidad
debe atenderse a lo preceptuado en los demás artículos que tutelan las garantías de seguridad
jurídica, con la finalidad de proteger de manera firme y eficaz a los derechos fundamentales de
la persona tutelados en la Carta Magna.
Contradicción de tesis 56/97. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Primer Circuito, el ahora Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito y el
Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito. 3 de marzo de 1999. Cinco votos. Ponente:
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Miguel Ángel Cruz Hernández.
Tesis de jurisprudencia 31/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de doce de mayo de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad
de cinco votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V.
Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Mayo de 1999
Tesis: 1a./J. 26/99
Página: 267
ORDEN DE APREHENSIÓN. DEBE PROVENIR DE AUTORIDAD JUDICIAL COMPETENTE.
El artículo 16, segundo párrafo constitucional, establece respecto de la orden de aprehensión,
entre otros requisitos, que debe ser emitida por autoridad judicial; a su vez, el primer párrafo del
citado precepto constitucional, garantiza la protección de la persona, al exigir que todo acto que
implique una afectación a ésta, debe provenir de autoridad competente, es decir, aquella que
esté facultada legalmente para emitir el acto de que se trate. Por ello, si la orden de
aprehensión es un acto que afecta a la persona, pues tiene por efecto restringir de manera
provisional su libertad personal o ambulatoria, con el objeto de sujetarla a un proceso penal, el
juzgador que la emita, también debe ser legalmente competente para conocer del proceso penal
que en su caso llegare a instruirse por el o los delitos por los que la libra, atendiéndose desde
luego, a los criterios para fijar la competencia esto es, por territorio, materia, cuantía o
conexidad.
Contradicción de tesis 6/98. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito. 7 de abril de
1999. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretaria: Guillermina Coutiño Mata.
Tesis de jurisprudencia 26/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de catorce de abril de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad
de cinco votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V.
Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Mayo de 1999
Tesis: 1a./J. 12/99
Página: 91
DAÑO EN PROPIEDAD AJENA. PROCEDENCIA DE LA QUERELLA PRESENTADA POR EL
POSEEDOR DE LA COSA CON JUSTO TÍTULO, EN TRATÁNDOSE DE ESE DELITO. El bien
jurídico tutelado por el delito de daño en propiedad ajena, no sólo es el derecho de propiedad
sobre las cosas, sino también el patrimonio de las personas basado en la posesión en concepto
de dueño o de poseedor del inmueble a través de un título traslativo de un derecho personal
sobre la cosa, como el que se deriva del contrato de compraventa con reserva de dominio o de
arrendamiento, de las figuras jurídicas del usufructo vitalicio, del albaceazgo o de la depositaría,
entre otros, porque resulta evidente que el comprador en esos términos, el arrendatario, el
usufructuario, el albacea o el depositario, aunque no son dueños de la cosa sí resienten
perjuicios o daños de carácter económico que repercuten en su esfera jurídica tutelada cuando
se afecta la cosa que poseen, pues obvio es que sin ella serían nugatorios los derechos que
derivan de esas situaciones jurídicas; en tal virtud debe concluirse que para el
perfeccionamiento de la querella, tratándose del mencionado ilícito, no es estrictamente
necesario acreditar el derecho de propiedad de la cosa conforme a las disposiciones del
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Código Civil, pues para ello basta demostrar que sobre los bienes dañados se tenía un legítimo
derecho y son ajenos al patrimonio del activo, o bien que, aun perteneciendo a éste, su
destrucción o deterioro cause perjuicio a tercero.
Contradicción de tesis 87/98. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado del Cuarto
Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito. 3 de marzo de 1999. Cinco
votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Óscar Mauricio Maycott Morales.
Tesis de jurisprudencia 12/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de catorce de abril de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad
de votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y
Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Mayo de 1999
Tesis: 1a./J. 19/99
Página: 66
ARMAS, MUNICIONES, EXPLOSIVOS Y MATERIALES DE USO EXCLUSIVO DE LAS
FUERZAS ARMADAS O SUJETOS A CONTROL, DELITO DE INTRODUCCIÓN
CLANDESTINA EN LA REPÚBLICA. ES DETERMINANTE EL MODO Y EL LUGAR EN QUE
SE INTERNEN LOS OBJETOS DEL ILÍCITO. De una interpretación armónica e integral de la
Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, así como del Código Penal Federal en el capítulo
tercero, del título cuarto, de rubro "Armas prohibidas", se advierte que por seguridad nacional
debe existir un control y registro permanente de las armas, municiones, explosivos y demás
objetos prohibidos. En estas condiciones si el artículo 84, fracción I, de la referida ley establece:
"Se impondrá de cinco a treinta años de prisión y de veinte a quinientos días multa: I. Al que
introduzca en la República, en forma clandestina, armas, municiones, explosivos y materiales
de uso exclusivo de las fuerzas armadas o sujetos a control, de acuerdo con esta ley; asimismo
al que participe en la introducción", el elemento normativo consistente en introducir
clandestinamente, debe entenderse en el sentido de desplegar una conducta de manera oculta,
encubierta o secreta, para con ello evitar que sea detectada, ya sea por temor a la ley o con el
fin de eludirla. Bajo esta premisa, lo clandestino del ilícito se pone de manifiesto desde el
momento en que el sujeto oculta de tal manera el objeto material, que no es posible evidenciar a
primera vista, que ahí se encuentra, sino que por el contrario, se debe llevar a cabo otro tipo de
búsqueda para poder percatarse de su existencia, lo que ineludiblemente conduce a analizar
cada caso concreto; esto es, el elemento clandestinidad se surte desde el momento en que el
sujeto activo oculta su existencia poniéndolas fuera del control de la autoridad competente y no
hace de su conocimiento la pretensión de introducir al territorio nacional tales artefactos,
siempre y cuando estén contenidos en un lugar de difícil acceso. Por tanto, si la introducción no
se verifica en forma oculta o secreta, entonces no se actualizará la clandestinidad, tal es el caso
si dichos artefactos se encuentran en la ropa utilizada al momento de la internación, en cajas o
maletas de equipaje de fácil acceso a las autoridades respectivas, o bien, en lugar visible en el
medio de transporte empleado. Lo anterior, en virtud de que no obstante la infracción a la ley,
ello no implica de modo alguno impunidad para el infractor, pues de acuerdo con el Código
Penal Federal, existen otros tipos penales a los que podría quedar encuadrada la conducta de
referencia en que no esté presente el elemento "clandestinidad", para quienes introduzcan al
país esos objetos sin el permiso correspondiente.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 78/97. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo
Noveno Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito y el Segundo
Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito. 3 de marzo de 1999. Cinco votos. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Joel Carranco Zúñiga.
Tesis de jurisprudencia 19/99. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
catorce de abril de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad de cinco votos de los
señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y Castro, José de
Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: IX, Mayo de 1999
Tesis: 1a./J. 30/99
Página: 33
ACUMULACIÓN DE PENAS EN LOS DELITOS CAUSADOS POR IMPRUDENCIA, DE
CONFORMIDAD CON EL ARTÍCULO 60 DEL CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO
FEDERAL EN MATERIA DEL FUERO COMÚN Y PARA TODA LA REPÚBLICA EN MATERIA
DEL FUERO FEDERAL, REFORMADO. Conforme a la interpretación teleológica de la reforma
al artículo 60 del Código Penal para el Distrito Federal en Materia del Fuero Común y para toda
la República en Materia del Fuero Federal, publicada en el Diario Oficial de la Federación de
diez de enero de mil novecientos noventa y cuatro, en los delitos culposos causados mediante
un solo acto o una omisión, establece la facultad de aplicación de la suma de las penas de los
ilícitos causados por culpa, tomando en cuenta la cuarta parte de las penas y medidas de
seguridad asignadas al tipo penal del delito doloso y conforme al precepto 64, párrafo primero
de la ley sustantiva de la materia, exceptuando el uso de ese parámetro a aquellos casos para
los que la ley señale una sanción específica, sin que sea atendible el criterio sustentado en la
tesis jurisprudencial número 945, publicada en la página mil quinientos cuarenta y siete, del
Apéndice al Semanario Judicial de la Federación, correspondiente a los años de 1917-1988,
bajo el rubro: "IMPRUDENCIA, DELITOS POR. ACUMULACIÓN IMPROCEDENTE.", porque en
el caso, dicho criterio jurisprudencial es anterior a la reforma que sufrió el numeral 60 del Código
Penal en cita.
Contradicción de tesis 3/98. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Séptimo Circuito y Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 3 de
marzo de 1999. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Germán Martínez
Hernández.
Tesis de jurisprudencia 30/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de doce de mayo de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad
de cinco votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V.
Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: X, Julio de 1999
Tesis: 1a./J. 33/99
Página: 37
REINCIDENCIA. SU ACREDITACIÓN PUEDE REALIZARSE CON LAS COPIAS
AUTORIZADAS DE SENTENCIAS CONDENATORIAS ANTERIORES, ASÍ COMO DE LOS
AUTOS QUE LAS DECLARAN EJECUTORIADAS, O POR OTROS ELEMENTOS DE
PRUEBA, QUE VALORADOS EN SU CONJUNTO LA ACREDITEN DE MANERA
INDUBITABLE. La reincidencia, para efectos de la individualización de la pena o cualquier otro
que resulte en el procedimiento, puede acreditarse con las copias autorizadas de las sentencias
condenatorias anteriores, así como con los autos que las declararon ejecutoriadas, por ser las
pruebas idóneas o eficaces para llegar a dicha determinación; sin embargo, ello no resulta un
obstáculo para que mediante otros elementos de prueba, que valorados en su conjunto, puedan
llevar a la convicción de que quedó acreditado de manera indubitable dicho extremo.
Contradicción de tesis 83/97. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Séptimo Circuito y el Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito (hoy Primer Tribunal). 12 de
mayo de 1999. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Carlos M. Padilla P.
Vertti.
Tesis de jurisprudencia 33/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de dos de junio de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad de
cinco votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro
y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García
Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: X, Septiembre de 1999
Tesis: 1a./J. 40/99
Página: 41
ROBO. DERRIBO Y EXTRACCIÓN DE ÁRBOLES SIN DERECHO. TIPIFICACIÓN DEL
DELITO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE CHIHUAHUA Y DEL ESTADO DE MICHOACÁN).
Entre los elementos normativos de valoración jurídica que integran el tipo que describe al delito
de robo, se encuentra el de "mueble", cuyo contenido regula la legislación civil, a la cual es
necesario acudir para construir su alcance en el aspecto penal. De esta suerte, los artículos 730
y 724 del Código Civil del Estado de Chihuahua, 688 y 683, del Código Civil del Estado de
Michoacán, coinciden en que: son bienes muebles, todos los no considerados como inmuebles;
que, por su naturaleza, los muebles pueden trasladarse de un lugar a otro, por sí mismos o por
efecto de una fuerza exterior; luego, si conforme a los artículos 721 y 680 de dichos
ordenamientos, se consideran inmuebles a los árboles, mientras estén unidos a la tierra, debe
concluirse que los árboles derribados serán bienes muebles, así como la madera que de ellos
se extraiga pues puede ser trasladada de un lugar a otro por efecto de una fuerza exterior. En
consecuencia, conforme a lo dispuesto en los artículos 261 del Código Penal para el Estado de
Chihuahua y 299 del Código Penal para el Estado de Michoacán, el delito de robo se puede
configurar teniendo como objeto material la madera sustraída de los árboles previamente
derribados, sin que sea necesario que deban ser cortados exclusivamente por su dueño, en
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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términos de lo dispuesto por los artículos 721 y 680, ya que las leyes consideran inmuebles a
los árboles solamente mientras estén unidos a la tierra; además de que en los citados
ordenamientos los bienes se consideran muebles, en tanto la propia ley no los repute
inmuebles.
Contradicción de tesis 29/98. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Décimo Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito. 3 de
marzo de 1999. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Alejandro Villagómez
Gordillo.
Tesis de jurisprudencia 40/99. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal en sesión
privada del dieciocho de agosto de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad de cuatro
votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y
Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo y Juan N. Silva Meza. Ausente: Ministra Olga Sánchez
Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: X, Noviembre de 1999
Tesis: 1a./J. 62/99
Página: 316
PRESCRIPCIÓN, EL JUEZ DE AMPARO DEBE ANALIZARLA CUANDO SE RECLAMA LA
ORDEN DE APREHENSIÓN. POR SER FIGURA PROCESAL DE ORDEN PÚBLICO, SU
ESTUDIO ES PREFERENTE Y OFICIOSO. Al combatir el libramiento de una orden de
aprehensión como acto reclamado en el juicio de garantías, el quejoso está compareciendo ante
los órganos de la autoridad pública en relación con el mandamiento de captura que se está
reclamando y siendo la prescripción una figura procesal de estudio preferente y oficioso, el Juez
de Distrito tiene la obligación de analizar tanto la legalidad del acto reclamado como los
aspectos de competencia, requisitos de procedibilidad, causas de extinción de la acción penal,
etc., obligación que en tratándose del juicio de garantías en materia penal, es más amplia, dado
que el artículo 76 bis, fracción II, de la Ley de Amparo previene la suplencia de la queja aun la
total, en beneficio del reo, es decir, ante la ausencia de conceptos de violación, por lo que si la
violación alegada en agravio del quejoso, consiste en no haber cumplido la autoridad
responsable con la obligación de declarar de oficio y aun sin haberse hecho valer, la extinción
de la acción penal por prescripción, ya que antes de emitir un mandamiento de captura el Juez
responsable, debe percatarse si la acción penal se encuentra o no prescrita, en virtud de que,
de darse el primer supuesto, si se libra la orden de aprehensión, el acto deviene inconstitucional
y conforme lo dispone el artículo 78 de la Ley de Amparo, el acto debe analizarse tal y como
aparezca probado ante la responsable, esto es, a no allegarse de más pruebas que le permitan
conocer los hechos, que de aquellas que formen parte de la averiguación previa. Por otra parte,
en relación al amparo directo, la propia ley de la materia, en su artículo 183, exige que el
tribunal supla la deficiencia de la queja cuando estando prescrita la acción penal, el quejoso no
la alegue; al existir la misma razón jurídica en el amparo indirecto, no hay obstáculo para
realizar su estudio, sobre todo si lo alega el quejoso y las constancias en que se apoya el acto
reclamado son aptas y suficientes para dicho examen.
Contradicción de tesis 61/98. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Segundo Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. 19 de mayo de
1999. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Germán Martínez Hernández.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Tesis de jurisprudencia 62/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de veinte de octubre de mil novecientos noventa y nueve, por
unanimidad de cinco votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios,
Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo, Juan N. Silva Meza y Olga
Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: X, Noviembre de 1999
Tesis: 1a./J. 78/99
Página: 55
ARRAIGO DOMICILIARIO, ORDEN DE. AFECTA LA LIBERTAD PERSONAL. La orden de
arraigo domiciliario prevista por el artículo 133 bis del Código Federal de Procedimientos
Penales, antes y después de su reforma mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la
Federación de fecha ocho de febrero de mil novecientos noventa y nueve, al obligar a la
persona en contra de quien se prepare el ejercicio de la acción penal siempre y cuando exista el
riesgo fundado de que se sustraiga a la acción de la justicia, a permanecer en un domicilio bajo
la vigilancia de la autoridad investigadora y persecutora, trae como consecuencia la inmovilidad
de su persona en un inmueble, por tanto, es un acto que afecta y restringe la libertad personal
que puede ser susceptible de suspensión en términos de lo dispuesto por los artículos 130, 136
y demás relativos de la Ley de Amparo, si para ello se cumplen los requisitos exigidos por la
misma ley.
Contradicción de tesis 3/99. Entre las sustentadas por una parte, por los Tribunales Colegiados
Cuarto en Materia Penal del Primer Circuito y Primero del Décimo Octavo Circuito y, por otra,
por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 20 de octubre de 1999.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Ministro Juan N. Silva Meza. Ponente: Juventino V.
Castro y Castro. Secretario: Óscar Mauricio Maycott Morales.
Tesis de jurisprudencia 78/99. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veinte de octubre de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad de cuatro votos de los
señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y Castro, José de
Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Ministro Juan N.
Silva Meza.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: X, Noviembre de 1999
Tesis: P./J. 127/99
Página: 32
PROTESTA DE DECIR VERDAD. ES UN REQUISITO FORMAL QUE DEBE MANIFESTARSE
DE MANERA EXPRESA EN EL ESCRITO DE DEMANDA DE AMPARO, QUE NO PUEDE
SER SUSTITUIDO POR LA EXPRESIÓN FINAL "PROTESTO LO NECESARIO" Y CUYA
OMISIÓN PUEDE LLEVAR AL JUZGADOR DE AMPARO A TENER POR NO INTERPUESTA
LA DEMANDA. Al señalar el artículo 116, fracción IV de la Ley de Amparo, como requisito en la
demanda, el relativo a que el quejoso manifieste "bajo protesta de decir verdad" los hechos o
abstenciones que le consten y que constituyen los antecedentes del acto reclamado o
fundamento de los conceptos de violación, estableció, con este requisito legal, que no
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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constituye una fórmula sacramental o solemne, la obligación a cargo del quejoso de manifestar
que su relato de hechos lo hace con sujeción a la verdad. Ahora bien, la omisión de esa
declaración, puede llevar al juzgador a tener por no interpuesta la demanda, en caso de que el
solicitante del amparo no llene ese requisito cuando sea prevenido para ello, de conformidad
con el artículo 146 de la Ley de Amparo. De igual forma, el hecho de que, aun habiendo
realizado la protesta de decir verdad, el quejoso incurra en falsedad, lo hace acreedor a las
sanciones privativas de libertad o pecuniarias, establecidas en el artículo 211 de la Ley de
Amparo. De ahí que la frase "Protesto lo necesario", que aparece comúnmente al final de una
demanda, como expresión de cortesía y que deja ver que el ocursante manifiesta a la autoridad
sus respetos, atenciones y consideraciones no puede ser utilizada en sustitución de la protesta
de decir verdad, establecido como requisito en la demanda de amparo, ya que ambas
expresiones tienen contenidos y finalidades distintas.
Contradicción de tesis 16/96. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa y el Octavo Tribunal Colegiado en Materia Civil, ambos del Primer
Circuito. 18 de mayo de 1999. Unanimidad de nueve votos. Ausentes: Mariano Azuela Güitrón y
José Vicente Aguinaco Alemán. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: José
Carlos Rodríguez Navarro.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veintiséis de octubre en curso, aprobó, con
el número 127/1999, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a veintiséis
de octubre de mil novecientos noventa y nueve.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: X, Diciembre de 1999
Tesis: 1a./J. 82/99
Página: 92
LIBERTAD PROVISIONAL. EL AUTO QUE FIJA EL MONTO Y FORMA DE LA GARANTÍA
PARA DISFRUTARLA CONSTITUYE UNA EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD Y
PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO. Si se reclama un auto que fija el monto y forma de la
garantía para gozar del beneficio de la libertad caucional, solicitada con fundamento en la
fracción I del artículo 20 constitucional, dicho acto constituye una excepción al principio de
definitividad que se deriva de lo establecido en la fracción XII del artículo 107 de la Constitución
General de la República y en el artículo 37 de la Ley de Amparo, toda vez que puede implicar
una violación directa a la fracción I del artículo 20 de la Carta Magna; en tales condiciones, no
es necesario agotar los recursos que las leyes ordinarias establecen, antes de acudir al juicio de
garantías.
Contradicción de tesis 93/98. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo
Quinto Circuito y los Tribunales Colegiado Primero del Sexto Circuito y Primero en Materia
Administrativa y de Trabajo del Séptimo Circuito. 20 de octubre de 1999. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: Juan N. Silva Meza; en su ausencia hizo suyo el
asunto la Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Germán Martínez
Hernández.
Tesis de jurisprudencia 82/99. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de
veinte de octubre de mil novecientos noventa y nueve, por unanimidad de cuatro votos de los
señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios, Juventino V. Castro y Castro, José de
Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Ministro Juan N.
Silva Meza.
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: X, Diciembre de 1999
Tesis: 1a./J. 85/99
Página: 79
LIBERTAD PROVISIONAL. CONTRA EL AUTO QUE SEÑALA LA FORMA Y MONTO DE LA
CAUCIÓN QUE DEBE OTORGAR EL INCULPADO, PROCEDE EL AMPARO INDIRECTO.
Cualquier acto, en relación con la restricción o privación de la libertad personal se traduce en
una lesión, de manera cierta e inmediata, a ese derecho sustantivo que tutela la Constitución
General de la República. En tal virtud, la resolución que fije el monto y la forma de la caución
para obtener la libertad provisional (artículo 20, fracción I), produce una afectación que no
puede ser modificada, revocada o nulificada, ni siquiera a través del dictado de una sentencia
favorable. Por tanto, en contra de dicha resolución, por ser un acto dictado dentro del juicio que
afecta directamente la libertad, procede en su contra el juicio de amparo indirecto, por ser un
acto cuya ejecución es de imposible reparación, de acuerdo a los artículos 107, fracción III,
inciso b), de la Constitución y 114, fracción IV, de la Ley de Amparo.
Contradicción de tesis 62/98. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Décimo Cuarto Circuito y el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito. 20 de
octubre de 1999. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: Juventino
V. Castro y Castro. Secretario: Teódulo Ángeles Espino.
Tesis de jurisprudencia 85/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de veinte de octubre de mil novecientos noventa y nueve, por
unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios,
Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Ausente: Ministro Juan N. Silva Meza.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: X, Diciembre de 1999
Tesis: 1a./J. 84/99
Página: 35
ABUSO DE AUTORIDAD, DELITO DE. ARTÍCULO 293 DEL CÓDIGO DE JUSTICIA
MILITAR. El citado precepto que prevé el delito de abuso de autoridad, lo describe como la
conducta del militar que trata a un inferior de modo contrario a las prescripciones legales, de
donde resulta innegable que el bien jurídico que tutela el tipo además de preservar la disciplina
militar es la integridad física de los inferiores jerárquicos que pertenezcan al instituto armado. Lo
anterior es de singular importancia si se toma en cuenta que, por una parte,
independientemente de que los sujetos que participen se encuentren dentro o fuera del servicio,
pues según el texto de dicho precepto, el ilícito se comete en ambos supuestos y, por la otra, es
indiferente que la conducta del activo violente la disciplina militar en hechos precisamente
relacionados con el servicio de las armas. Por tanto, no es menester para que se configure el
ilícito en cuestión el ejercicio de la autoridad jerárquica dentro o fuera del servicio, sino que
basta con que medie esa jerarquía, así como el conocimiento de ella entre el activo y el pasivo,
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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y que la conducta del superior tenga como resultado la privación de la vida del inferior, o que se
altere su salud, para que se considere que tal conducta se ajusta al ilícito de abuso de
autoridad.
Contradicción de tesis 37/96. Entre las sustentadas por el Tercero y Cuarto Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 20 de octubre de 1999. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Teódulo
Ángeles Espino.
Tesis de jurisprudencia 84/99. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de Justicia
de la Nación, en sesión de veinte de octubre de mil novecientos noventa y nueve, por
unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros: presidente Humberto Román Palacios,
Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Ausente: Ministro Juan N. Silva Meza.
Novena Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XI, Marzo de 2000
Tesis: 2a./J. 21/2000
Página: 245
MILITARES PROCESADOS O SENTENCIADOS QUE SON ABSUELTOS O QUEDAN EN
LIBERTAD POR FALTA DE ELEMENTOS PARA PROCESAR O POR DESVANECIMIENTO
DE DATOS. DEBE REINTEGRÁRSELES EL PORCENTAJE DE HABERES QUE DEJARON
DE PERCIBIR, ASÍ COMO LAS CANTIDADES QUE RECIBÍAN POR ASIGNACIONES DE
TÉCNICO Y PRIMAS POR CONDECORACIONES DE PERSEVERANCIA OTORGADAS. Si
bien la legislación castrense es omisa en proporcionar las definiciones exactas de los diversos
rubros que, por concepto de retribución a los servicios que prestan los miembros de las Fuerzas
Armadas, son otorgados a los mismos, lo cierto es que sí distingue claramente entre haberes,
sobrehaberes, asignaciones de técnico y especiales y primas por condecoraciones de
perseverancia. Así, se entiende que los sobrehaberes son las cantidades que adicional y
eventualmente se otorgan al militar que presta sus servicios en una zona de vida cara o
insalubre; las asignaciones son las cantidades que perciben los militares atendiendo a los
deberes o funciones técnicas o particulares y específicas que se les encomiendan; las primas
por perseverancia son complementos del haber otorgados para premiar los servicios
ininterrumpidos en el activo y, por exclusión, que los haberes son todas aquellas percepciones,
distintas a las anteriores, que reciben los militares de manera constante, normal y permanente,
a cambio de los servicios que prestan a las Fuerzas Armadas Nacionales. Por tanto, con
fundamento en los artículos 30 del Reglamento a que deben sujetarse los grupos de militares
procesados o sentenciados (que estuvo vigente del seis de enero de mil novecientos veintitrés
al seis de junio de mil novecientos noventa y seis, fecha en que fue abrogado) y 20 del
Reglamento de los Grupos de Militares Procesados y Sentenciados, ha de concluirse que las
percepciones que deberán reintegrarse a los militares procesados o sentenciados que queden
absueltos o en libertad por falta de elementos o desvanecimiento de datos, corresponden al
porcentaje de haberes que hubieren dejado de percibir durante todo el tiempo que estuvieron
sujetos a proceso, así como las cantidades íntegras que recibían por concepto de asignaciones
de técnico y primas por condecoraciones de perseverancia que tuvieren otorgadas, sin incluir
sobrehaberes.
Contradicción de tesis 35/99. Entre las sustentadas por el Quinto y Sexto Tribunales
Colegiados, ambos en Materia Administrativa del Primer Circuito. 11 de febrero del año 2000.
82
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretaria: Andrea Zambrana
Castañeda.
Tesis de jurisprudencia 21/2000. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del dieciocho de febrero del año dos mil.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Septiembre de 2000
Tesis: P./J. 92/2000
Página: 6
DEFRAUDACIÓN FISCAL. PARA QUE LA SECRETARÍA DE HACIENDA Y CRÉDITO
PÚBLICO FORMULE QUERELLA POR ESE DELITO, NO ES NECESARIO QUE CULMINE
LA VISITA DE AUDITORÍA EN LA QUE TUVO CONOCIMIENTO DE SU PROBABLE
COMISIÓN. De conformidad con lo previsto en el artículo 92, fracción I, del Código Fiscal de la
Federación vigente en el año de mil novecientos noventa y cinco, para proceder penalmente por
la comisión de un delito fiscal, será necesario que previamente la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público formule querella, tratándose, entre otros, del delito de defraudación fiscal. La
investigación y persecución del delito, por mandato del artículo 21 constitucional, incumbe al
Ministerio Público, y la sanción de éste, mediante la imposición de penas, a la autoridad judicial.
Así, el único órgano facultado para investigar y perseguir la comisión de un delito fiscal es el
Ministerio Público Federal, al que podrá coadyuvar la Secretaría de Hacienda y Crédito Público,
en los términos y límites que marcan las leyes; correspondiendo a esta última el deber de
verificar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y, en su caso, denunciar la posible
comisión de un ilícito. De ahí que, si durante la práctica de una auditoría conoció los hechos
probablemente constitutivos del ilícito, puede, de manera inmediata, presentar la querella
respectiva, sin importar el estado que guarde la visita de inspección, ya que en el procedimiento
que habrá de iniciarse, el Ministerio Público Federal realizará las investigaciones conducentes, a
fin de establecer si existe o no el delito denunciado, dando al contribuyente la oportunidad de
defenderse.
Contradicción de tesis 10/98. Entre las sustentadas por el Tercer y Cuarto Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 13 de junio de 2000. Mayoría de diez votos.
Disidente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretaria: Guadalupe M. Ortiz Blanco.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy cinco de septiembre en curso, aprobó,
con el número 92/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a cinco
de septiembre de dos mil.
Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XII, diciembre
de 2000, página 10, tesis P./J. 130/2000, de rubro "DEFRAUDACIÓN FISCAL. PARA QUE LA
SECRETARÍA DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO FORMULE QUERELLA POR ESE
DELITO, NO ES NECESARIO QUE ANTES BRINDE AL VISITADO LA OPORTUNIDAD DE
DEFENDERSE.".
83
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Octubre de 2000
Tesis: 1a./J. 12/2000
Página: 163
SALUD, DELITO CONTRA LA. EFECTOS DE LA CONCESIÓN DEL AMPARO CUANDO NO
QUEDA ACREDITADA LA MODALIDAD DEL DELITO POR LA QUE FUE SENTENCIADO EL
QUEJOSO, PERO SÍ UNA DIVERSA DE MENOR PENALIDAD (ARTÍCULOS 194, FRACCIÓN
I, 195, PÁRRAFO PRIMERO Y 195 BIS, DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL). Cuando el tribunal
de amparo advierta que no se acredita alguna de las modalidades del delito contra la salud,
transporte o posesión de narcóticos, previstas en los artículos 194, fracción I y 195, primer
párrafo, del Código Penal Federal, por la cual el quejoso fue sentenciado, pero sí una distinta de
menor penalidad, que sólo difiere en grado de la primera, como son las establecidas en el
diverso 195 bis de ese ordenamiento legal, se debe otorgar el amparo para efectos de que la
responsable deje insubsistente la sentencia reclamada y en su lugar dicte otra en la que lo
declare penalmente responsable a la luz de la modalidad del delito que sí quedó acreditada. Lo
anterior, en virtud de que el artículo 160, fracción XVI, de la Ley de Amparo establece que el
delito no se considerará diverso cuando el que se exprese en la sentencia sólo difiera en grado
del que haya sido materia del proceso.
Contradicción de tesis 32/98. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Décimo Segundo Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Cuarto Circuito. 5 de
julio de 2000. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Juan
N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 12/2000. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintisiete de septiembre de dos mil, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Octubre de 2000
Tesis: 1a./J. 28/2000
Página: 144
PRUEBA PERICIAL EN TOXICOMANÍA O FARMACODEPENDENCIA. NO ES ADMISIBLE
EN LA APELACIÓN INTERPUESTA CONTRA LA SENTENCIA CONDENATORIA, EN
JUICIOS PENALES FEDERALES. La interpretación armónica y sistemática de los artículos
373, 376, 378 y 379, del Código Federal de Procedimientos Penales, conduce a establecer que
las pruebas que se ofrezcan en segunda instancia, cuya apertura tenga lugar cuando se
interponga el recurso de apelación en contra de una sentencia definitiva, deben estar vinculadas
con la procedencia de la condena condicional, pues así lo establece el último de los numerales
citados, lo anterior para efectos de la admisión de dichas probanzas por parte del tribunal de
alzada. En estas condiciones, cuando se ofrece la prueba pericial en segunda instancia, para
acreditar la toxicomanía o farmacodependencia del sentenciado, a quien se le condenó por un
delito contra la salud (posesión de marihuana), dicha prueba no debe ser admitida por el tribunal
84
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
de alzada, porque la misma no guarda relación con la procedencia de la condena condicional,
que es lo único sobre lo que deben versar las pruebas promovidas cuando se está en presencia
de una sentencia definitiva.
Contradicción de tesis 67/98. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo ambos en Materia Penal del Tercer Circuito y Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Tercer Circuito. 9 de agosto de 2000. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario:
Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 28/2000. probada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintisiete de septiembre de dos mil, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Octubre de 2000
Tesis: 1a./J. 13/2000
Página: 115
EXCLUYENTES DE RESPONSABILIDAD PENAL. PROCEDE SU ESTUDIO EN EL JUICIO
DE AMPARO DIRECTO, NO OBSTANTE QUE NO HAYAN FORMADO PARTE DE LA LITIS
EN PRIMERA Y SEGUNDA INSTANCIAS. En el juicio de amparo directo, el órgano de control
constitucional debe analizar las causas de exclusión del delito, también denominadas
excluyentes de incriminación, aun cuando éstas no hayan formado parte de la litis en primera y
segunda instancias, y resolver lo que en derecho proceda, de conformidad con lo dispuesto en
el artículo 76 bis, fracción II, de la Ley de Amparo, ya que dichas causas forman parte del
examen de la legalidad de la resolución reclamada, en razón de que el estudio de las mismas
debe realizarse de oficio en el procedimiento penal, según lo establece el artículo 17 del Código
Penal Federal y sus similares de las legislaciones locales. Además, al proceder de esta forma,
el tribunal de amparo no se sustituye al criterio del juzgador de origen, y tampoco es contrario a
lo que previene el artículo 78 de la citada ley, en el sentido de que el acto reclamado se debe
apreciar tal y como aparezca probado ante la autoridad responsable, lo que se traduce en que
el juzgador de amparo no puede allegarse más pruebas que aquellas que tuvo la autoridad
responsable para emitir dicho acto. Finalmente, debe indicarse que la referida obligación del
órgano de control constitucional, no implica que éste deba pronunciarse sobre causas
excluyentes del delito o de responsabilidad cuando éstas no se hagan valer, y además de oficio
no advierta que se actualiza alguna.
Contradicción de tesis 60/98. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Segundo Circuito y Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito. 5 de
julio de 2000. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Juan
N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 13/2000. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en sesión de veintisiete de septiembre de dos mil, por unanimidad de
cinco votos de los señores Ministros: presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V.
Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Octubre de 2000
Tesis: 1a./J. 20/2000
Página: 79
AUTO DE FORMAL PRISIÓN O DE SUJECIÓN A PROCESO. EN EL DICTADO DE DICHA
RESOLUCIÓN PUEDEN VIOLARSE GARANTÍAS INDIVIDUALES DISTINTAS A LAS
CONSAGRADAS EN EL ARTÍCULO 19 CONSTITUCIONAL. El hecho de que el artículo 19 de
la Constitución Federal establezca los requisitos de fondo y de forma que todo auto de formal
prisión o de sujeción a proceso debe contener, no significa que para su dictado sólo deba
cumplirse con lo previsto en el mencionado precepto constitucional. Ello es así, porque para que
la afectación que sufre el inculpado en sus intereses, con motivo de ese acto de autoridad,
pueda considerarse como válida, el auto de referencia debe reunir, además de los requisitos
citados, todas aquellas exigencias y condiciones contenidas en las garantías de seguridad
jurídica consagradas en la Carta Magna, entre otras, que dicho auto conste por escrito, proceda
de una autoridad judicial, se encuentre fundado y motivado y que se dicte respecto de un delito
castigado con pena corporal; garantías que ante la imposibilidad material de encontrarse
contenidas en un solo artículo, deben ser aplicadas armónicamente, a fin de dar certidumbre y
protección al particular. En tal virtud, debe decirse que en el dictado del auto de término
constitucional pueden violarse derechos públicos subjetivos diversos a los que consagra el
aludido precepto constitucional, lo que dependerá de que las autoridades cumplan o no con
todas y cada una de las garantías de seguridad jurídica contempladas en la Ley Fundamental.
Contradicción de tesis 71/97. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Sexto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 21 de junio
de 2000. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Ana
Carolina Cienfuegos Posada.
Tesis de jurisprudencia 20/200. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintisiete de septiembre de dos mil, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
Presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Octubre de 2000
Tesis: P./J. 114/2000
Página: 5
ACCIÓN PENAL. ES PROCEDENTE EL JUICIO DE AMPARO, MIENTRAS NO SE
ESTABLEZCA EN LEY LA VÍA JURISDICCIONAL DE IMPUGNACIÓN ORDINARIA, PARA
RECLAMAR LAS RESOLUCIONES SOBRE EL NO EJERCICIO O DESISTIMIENTO DE
AQUÉLLA (ARTÍCULO 21, PÁRRAFO CUARTO, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL). De la
reforma al citado precepto constitucional, que entró en vigor el 1o. de enero de 1995, y de los
antecedentes legislativos que le dieron origen, se advierte el reconocimiento en favor del
querellante, denunciante, víctima del delito o de los familiares de ésta o del legalmente
interesado, del derecho de impugnar las resoluciones del Ministerio Público sobre el no ejercicio
o desistimiento de la acción penal, coetáneo del derecho de exigir al Estado la persecución de
los delitos, lo que se traduce en el nacimiento de una garantía individual, cuyo respeto no puede
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
considerarse postergado o sujeto a la condición suspensiva de que el legislador ordinario, en los
diferentes fueros, emita las disposiciones legales que reglamenten el instrumento para impugnar
por la vía jurisdiccional ordinaria las determinaciones de mérito, puesto que, en principio, ante la
vigencia de la disposición constitucional relativa, la protección del derecho garantizado es
inmediata, ya que, en tal hipótesis, no se requieren medios materiales o legales diferentes de
los existentes para que la autoridad cumpla cabalmente y desde luego, con el mandato
constitucional de investigar y perseguir los delitos, siendo obvio que dentro del sistema
constitucional mexicano, el medio para controlar directamente el cumplimiento de esas
funciones es el juicio de amparo. Por consiguiente, la ausencia de ordenamientos legales que
precisen la vía jurisdiccional ordinaria para impugnar las resoluciones del Ministerio Público
sobre el no ejercicio y desistimiento de la acción penal que pueden ser violatorias de las
garantías individuales del ofendido, no impide que tales determinaciones sean reclamadas de
modo inmediato y en tanto se expidan las leyes ordinarias, a través del juicio de amparo, dado
que al estar regulada la actuación relativa de la representación social por la propia Carta
Magna, entre otros de sus preceptos, en los artículos 14 y 16, bien puede y debe examinarse
esa actuación en el juicio de garantías, pues arribar a una postura que sobre el particular impida
la procedencia de dicho juicio, sería tanto como desconocer la existencia de la mencionada
garantía individual y el objetivo y principios que rigen al juicio de amparo, que de acuerdo con lo
previsto en los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
es procedente contra leyes o actos de autoridad que violen garantías individuales. En estas
condiciones, debe concluirse que si las determinaciones del aludido representante social sobre
el no ejercicio o desistimiento de la acción penal pueden implicar la violación de garantías
individuales, aquéllas podrán impugnarse mediante el juicio de amparo indirecto, en términos de
lo dispuesto en el artículo 114, fracción II, de la Ley de Amparo, por ser esta vía la que revisa la
legalidad del proceso indagatorio de la comisión de ilícitos, además de que desatender la norma
constitucional reformada implicaría la inobservancia de los artículos 133 y 136 de la
Constitución Federal, siendo que el espíritu del Constituyente Originario se orientó a la
prevalencia de los principios de supremacía e inviolabilidad de la Ley Fundamental.
Contradicción de tesis 18/98-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Cuarto Circuito. 5 de junio de 2000. Unanimidad de diez votos. Ausente: Guillermo I.
Ortiz Mayagoitia. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Hilario Sánchez Cortés.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy dos de octubre en curso, aprobó, con el
número 114/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a dos de
octubre de dos mil.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Noviembre de 2000
Tesis: 1a./J. 10/2000
Página: 218
FRAUDE ESPECÍFICO, CONFIGURACIÓN DEL DELITO DE (LEGISLACIONES DE LOS
ESTADOS DE MICHOACÁN Y CAMPECHE). Los artículos 325, fracción II del Código Penal de
Michoacán y 363, fracción II del Código Penal de Campeche, tipifican el delito de fraude
específico como la conducta de la persona que con conocimiento de que no tiene derecho para
disponer de una cosa, la enajene a título oneroso, o bien la arriende, hipoteque, empeñe o
grave de cualquier otro modo, si ha recibido el precio, el alquiler, la cantidad en que la gravó,
parte de ellos o un lucro equivalente. Por tanto, la hipótesis delictiva se actualiza cuando el
sujeto activo realiza cualquiera de las conductas indicadas, sin que sea necesario para que se
configure el delito de fraude específico que el activo, después de haber efectuado la
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
enajenación de la cosa y de haber recibido el precio correspondiente, realice también alguno de
los otros actos que se prevén en las disposiciones mencionadas, o en los Códigos Penales de
otros Estados, pero que contemplen el tipo de fraude específico en forma esencialmente igual a
como lo hacen los artículos mencionados; es decir, no es necesario que enajene la cosa y
además la arriende, hipoteque, empeñe o grave de cualquier otro modo, lo cual se corrobora
porque en los dispositivos en cuestión se utiliza la "o" como conjunción disyuntiva.
Contradicción de tesis 54/99-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Décimo Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Cuarto Circuito. 14 de junio
de 2000. Cinco votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Teódulo Ángeles
Espino.
Tesis de jurisprudencia 10/2000. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en sesión de veintisiete de septiembre de dos mil, por unanimidad de
cinco votos de los señores Ministros: presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V.
Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Diciembre de 2000
Tesis: 1a./J. 34/2000
Página: 157
FRAUDE ESPECÍFICO. ELEMENTOS PARA LA CONFIGURACIÓN DEL DELITO DE,
PREVISTOS EN LOS ARTÍCULOS 319, FRACCIÓN XII, DEL CÓDIGO PENAL PARA EL
ESTADO DE SONORA Y 381, PÁRRAFO DÉCIMO TERCERO, DEL CÓDIGO PUNITIVO
PARA EL ESTADO DE OAXACA. Entre los elementos de las figuras de fraude específico
previstas en tales dispositivos, no se señala al engaño, como constitutivo del delito, por lo que la
integración de éste requiere únicamente la demostración de los siguientes elementos: la
celebración de un convenio entre el fabricante, empresario, contratista o constructor de una
obra cualquiera y el contratante; que en la ejecución de la obra propalada se empleen
materiales en cantidad o calidad inferiores a lo convenido o mano de obra inferior a lo
estipulado; y que se haya recibido el precio convenido o parte de él, según sea el caso. Ello es
así, porque el elemento subjetivo del dolo en la comisión del delito de referencia, se exterioriza
objetivamente a través de la conducta descrita en el tipo penal, esto es, cuando el sujeto activo
se compromete a realizar la obra bajo determinadas características y especificaciones y decide
emplear materiales en cantidad o calidad inferiores a lo pactado, se revela su ánimo de
defraudar. Además de que si bien el incumplimiento de lo pactado es factible que dé origen a
acciones civiles, de cualquier manera, la conducta desplegada por el activo al estar tipificada
como delito puede analizarse a la luz del derecho penal.
Contradicción de tesis 89/97. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Quinto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Tercer Circuito. 21 de junio de 2000.
Cinco votos. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Marco Antonio Arredondo Elías.
Tesis de jurisprudencia 34/2000. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintidós de noviembre de dos mil, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Ministro Juventino V. Castro y Castro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Diciembre de 2000
Tesis: 1a./J. 32/2000
Página: 138
DESPOJO. EL APODERAMIENTO DE FRUTOS DEL INMUEBLE OCUPADO ES
CONSECUENCIA DE AQUEL DELITO, POR LO QUE NO SE CONFIGURA EL DELITO DE
ROBO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE VERACRUZ Y JALISCO). El delito de despojo
previsto en los artículos 191, fracción I, del Código Penal para el Estado de Veracruz y 262,
fracción II del mismo ordenamiento para el Estado de Jalisco, esencialmente queda circunscrito
al hecho de ocupar un inmueble ajeno o propio, cuando la ley no lo permita, de propia autoridad
y empleando a tal efecto la violencia, la furtividad, la amenaza o el engaño o bien usar de él o
de un derecho real que no le pertenezca al usurpador. Por su parte, el ocupar, a que se refieren
los tipos penales, es tomar posesión de una cosa, invadir, irrumpir, entrar o introducirse en el
inmueble, lo que significa que el sujeto activo del delito, asiente o reafirme sus plantas sobre el
inmueble con el fin de ejercer sobre él un poder de hecho. Asimismo, esa ocupación debe
recaer en bien inmueble que atendiendo a su naturaleza, por regla general tiene una situación
fija, como pueden ser los terrenos y edificios, conjunto de materiales consolidados para
permanecer en la superficie o en el interior del suelo, así como los árboles, plantas y los frutos
pendientes de los mismos. Ahora bien, si el activo del delito del despojo dispone de los frutos
que penden de los árboles, no hace sino perfeccionar su dominio, pues éste da al que lo tiene,
la facultad de disponer, usar y disfrutar todo lo que existe en el inmueble es decir, de
enseñorarse de él; de ahí que, cuando el activo procede a la recolección de frutos de las
plantaciones, no puede afirmarse que cometa el delito de robo, ya que ese corte de frutos
implica el ejercicio de una potestad o dominio que por virtud del despojo se tiene del bien
inmueble.
Contradicción de tesis 5/99. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Séptimo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito. 27 de
septiembre de 2000. Cinco votos. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Urbano
Martínez Hernández.
Tesis de jurisprudencia 32/2000. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en sesión de veintidós de noviembre de dos mil, por unanimidad de cuatro
votos de los señores Ministros: presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Ministro
Juventino V. Castro y Castro.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Diciembre de 2000
Tesis: P./J. 145/2000
Página: 16
JURISPRUDENCIA. SU APLICACIÓN NO VIOLA LA GARANTÍA DE IRRETROACTIVIDAD
DE LA LEY. La Suprema Corte de Justicia de la Nación y los Tribunales Colegiados de Circuito,
al sentar jurisprudencia, no sólo interpretan la ley y estudian los aspectos que el legislador no
precisó, sino que integran a la norma los alcances que, sin estar contemplados claramente en
ella, se producen en una determinada situación; sin embargo, esta "conformación o integración
judicial" no constituye una norma jurídica de carácter general, aunque en ocasiones llene las
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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lagunas de ésta, fundándose para ello, no en el arbitrio del Juez, sino en el espíritu de otras
disposiciones legales, que estructuran (como unidad) situaciones jurídicas, creando en casos
excepcionales normas jurídicas individualizadas, de acuerdo a los principios generales del
derecho, de conformidad con lo previsto en el último párrafo del artículo 14 constitucional; tal y
como se reconoce en el artículo 94, párrafo sexto, de la Constitución Federal, así como en los
numerales 192 y 197 de la Ley de Amparo, en los que se contempla a la interpretación de las
normas como materia de la jurisprudencia. Ahora bien, tomando en consideración que la
jurisprudencia es la interpretación que los referidos tribunales hacen de la ley, y que aquélla no
constituye una norma jurídica nueva equiparable a la ley, ya que no cumple con las
características de generalidad, obligatoriedad y abstracción, es inconcuso que al aplicarse, no
viola el principio de irretroactividad, consagrado en el artículo 14 constitucional.
Contradicción de tesis 5/97. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito y el Cuarto Tribunal Colegiado del Sexto Circuito. 10 de
octubre de 2000. Unanimidad de diez votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente:
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Carlos Mena Adame.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete de noviembre en curso,
aprobó, con el número 145/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal,
a veintisiete de noviembre de dos mil.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Diciembre de 2000
Tesis: P./J. 123/2000
Página: 14
FIANZAS PENALES. PARA NO OBSTACULIZAR SU EFECTIVIDAD, LA AUTORIDAD
JUDICIAL DEBE PRONUNCIARSE DE INMEDIATO SOBRE EL INCUMPLIMIENTO DE LA
AFIANZADORA DE PRESENTAR AL FIADO. La interpretación sistemática de lo dispuesto en
los artículos 120, segundo párrafo y 130 de la Ley Federal de Instituciones de Fianzas, permite
precisar que tratándose de fianzas penales, el plazo de ciento ochenta días que debe transcurrir
para la procedencia de la caducidad establecida en el precepto citado en primer lugar, empieza
a computarse al día siguiente al del vencimiento del plazo fijado a la afianzadora para la
presentación del fiado, sin que lo hubiera hecho, lo cual obliga a la autoridad judicial, para no
obstaculizar la efectividad de la fianza, a pronunciarse lo más pronto posible sobre tal
incumplimiento y, además, a comunicarlo inmediatamente a la autoridad fiscal ejecutora,
acompañándole las constancias relativas a la fianza y a la obligación por ella garantizada, en
términos y para los efectos a que se contrae el artículo 95 del propio ordenamiento.
Contradicción de tesis 22/98-PL. Entre las sustentadas por el Primero y el Segundo Tribunales
Colegiados del Octavo Circuito. 16 de noviembre de 2000. Unanimidad de nueve votos.
Ausentes: José Vicente Aguinaco Alemán y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Juan Díaz
Romero. Secretario: Jorge Carenzo Rivas.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete de noviembre en curso,
aprobó, con el número 123/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal,
a veintisiete de noviembre de dos mil.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Diciembre de 2000
Tesis: P./J. 122/2000
Página: 13
FIANZAS PENALES. EL PLAZO DE CADUCIDAD QUE ESTABLECE EL SEGUNDO
PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 120 DE LA LEY RELATIVA, SE EMPIEZA A COMPUTAR AL DÍA
SIGUIENTE DE AQUEL EN QUE VENCE EL PLAZO QUE SE OTORGA A LA
AFIANZADORA PARA PRESENTAR AL FIADO, SIN QUE HUBIERA CUMPLIDO. La
interpretación sistemática de lo dispuesto en los artículos 120, segundo párrafo y 130 de la Ley
Federal de Instituciones de Fianzas, conduce a establecer que tratándose de fianzas penales, el
cómputo del plazo de ciento ochenta días naturales que debe transcurrir para la procedencia de
la caducidad, inicia en la fecha en que se hace exigible la obligación garantizada a la institución
afianzadora, lo cual tiene lugar a partir del día siguiente al del vencimiento del plazo fijado a
aquélla para la presentación del fiado, sin que lo hubiera hecho. Ello, porque así se dispone en
los preceptos legales invocados y se corrobora con lo establecido en el artículo 95 de la propia
ley, que prevé el procedimiento para la efectividad de las fianzas otorgadas a favor de la
Federación, del Distrito Federal, de los Estados y de los Municipios, en el que se impone la
obligación a la autoridad judicial de comunicar el hecho del incumplimiento de la afianzadora a
la autoridad ejecutora correspondiente, acompañándole la documentación relativa a la fianza y a
la obligación por ella garantizada, a partir del momento en que aquélla se hace exigible.
Además, porque dada la hipótesis descrita y con ello el surgimiento del derecho para exigir el
pago a la afianzadora, el plazo de caducidad no puede depender del arbitrio o discrecionalidad
del juzgador, o del rezago en sus funciones, pues tal eventualidad, además de resultar contraria
a lo establecido en la ley, atentaría contra la seguridad jurídica que requiere certidumbre para el
cómputo de los plazos que en cada caso dispongan las leyes.
Contradicción de tesis 22/98-PL. Entre las sustentadas por el Primero y el Segundo Tribunales
Colegiados del Octavo Circuito. 16 de noviembre de 2000. Unanimidad de nueve votos.
Ausentes: José Vicente Aguinaco Alemán y Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Ponente: Juan Díaz
Romero. Secretario: Jorge Carenzo Rivas.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete de noviembre en curso,
aprobó, con el número 122/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal,
a veintisiete de noviembre de dos mil.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Diciembre de 2000
Tesis: P./J. 121/2000
Página: 12
FIANZAS OTORGADAS EN FAVOR DE LA FEDERACIÓN, DISTRITO FEDERAL, ESTADOS
O MUNICIPIOS, PARA GARANTIZAR OBLIGACIONES DIVERSAS DE LAS FISCALES EN
MATERIA FEDERAL A CARGO DE TERCEROS. DETERMINACIÓN DE LA APLICABILIDAD
O INAPLICABILIDAD DE LA CADUCIDAD PREVISTA EN EL ARTÍCULO 120 DE LA LEY
FEDERAL DE INSTITUCIONES DE FIANZAS. La Segunda Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, al resolver la contradicción de tesis 86/95, de la que derivó la
jurisprudencia 2a./J. 33/96, de rubro: "FIANZAS OTORGADAS EN FAVOR DE LA
FEDERACIÓN PARA GARANTIZAR OBLIGACIONES FISCALES A CARGO DE TERCEROS,
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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ES INAPLICABLE EL ARTÍCULO 120 DE LA LEY FEDERAL DE INSTITUCIONES DE
FIANZAS, EN CUANTO PREVÉ LA CADUCIDAD EN FAVOR DE LAS INSTITUCIONES
GARANTES.", interpretó el contenido de los artículos 93, 93 bis y 95 de la citada ley, en el
sentido de que cuando los beneficiarios de una fianza son la Federación, Distrito Federal,
Estados o Municipios, siempre que, tratándose de la primera entidad citada no se hayan
garantizado obligaciones fiscales a cargo de terceros, para hacer efectivas las fianzas es
opcional para las entidades beneficiarias seguir los trámites previstos en los dos primeros
preceptos legales mencionados, mediante la presentación de la reclamación respectiva ante la
afianzadora como acto previo y necesario, para que, en caso de inconformidad con la
improcedencia del pago que comunique aquélla, el beneficiario acuda al arbitraje ante la
Comisión Nacional de Seguros y Fianzas o a los tribunales ordinarios, o bien, hacer efectiva la
fianza a través del procedimiento consagrado en el diverso numeral 95 del propio ordenamiento,
por conducto de la autoridad ejecutora correspondiente. Asimismo, se estableció que la
"reclamación" ante la institución fiadora, como requisito para interrumpir la caducidad y hacer
efectiva la fianza, es únicamente aplicable al procedimiento ordinario o general regulado por los
artículos 93 y 93 bis de la Ley Federal de Instituciones de Fianzas. Lo anterior lleva a la
conclusión de que el artículo 120 de la ley de referencia que contempla la figura de la
caducidad, será aplicable a las fianzas que garanticen obligaciones diversas de las fiscales
federales otorgadas en favor de las entidades descritas, solamente cuando el beneficiario haya
optado por exigir su pago mediante el procedimiento regulado en los numerales 93 y 93 bis
invocados, mas resulta inaplicable cuando se haya acudido al previsto en el artículo 95 de la
propia ley.
Contradicción de tesis 11/98. Entre las sustentadas por el Segundo y Tercer Tribunales
Colegiados en Materia Administrativa del Primer Circuito. 16 de noviembre de 2000.
Unanimidad de nueve votos. Ausentes: José Vicente Aguinaco Alemán y Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretario: Humberto Suárez Camacho.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete de noviembre en curso,
aprobó, con el número 121/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal,
a veintisiete de noviembre de dos mil.
Nota: La tesis de jurisprudencia 2a./J. 33/96 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo IV, agosto de 1996, página 203.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XII, Diciembre de 2000
Tesis: P./J. 130/2000
Página: 10
DEFRAUDACIÓN FISCAL. PARA QUE LA SECRETARÍA DE HACIENDA Y CRÉDITO
PÚBLICO FORMULE QUERELLA POR ESE DELITO, NO ES NECESARIO QUE ANTES
BRINDE AL VISITADO LA OPORTUNIDAD DE DEFENDERSE. Si bien es cierto que conforme
a lo dispuesto en el artículo 92, fracción I, del Código Fiscal de la Federación, vigente en mil
novecientos noventa y cinco, para proceder penalmente por la posible comisión de un delito
fiscal, es necesario que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público formule querella,
tratándose, entre otros, de los hechos que implican la probable comisión del delito de
defraudación fiscal, también lo es que si durante la práctica de una visita de inspección, la
citada dependencia tiene conocimiento de hechos que pueden configurar esa conducta
delictiva, aquélla podrá presentar la querella respectiva sin necesidad de escuchar previamente
al visitado, pues si en términos de lo previsto en el artículo 21 constitucional compete al
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Ministerio Público Federal la persecución de los delitos, y a la autoridad judicial, su sanción
mediante la imposición de las penas, resulta inconcuso que la autoridad hacendaria no tiene el
deber de brindar al particular, antes de la formulación de la querella, la posibilidad de desplegar
su defensa, ofreciendo pruebas que desvirtúen los hechos en que se funde, pues ante ella no
se resolverá sobre la existencia o no del ilícito.
Contradicción de tesis 10/98. Entre las sustentadas por el Tercer y Cuarto Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 13 de junio de 2000. Mayoría de diez votos.
Disidente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretaria: Guadalupe M. Ortiz Blanco.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy veintisiete de noviembre en curso,
aprobó, con el número 130/2000, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal,
a veintisiete de noviembre de dos mil.
Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XII, septiembre
de 2000, página 6, tesis P./J. 92/2000, de rubro "DEFRAUDACIÓN FISCAL. PARA QUE LA
SECRETARÍA DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO FORMULE QUERELLA POR ESE
DELITO, NO ES NECESARIO QUE CULMINE LA VISITA DE AUDITORÍA EN LA QUE TUVO
CONOCIMIENTO DE SU PROBABLE COMISIÓN.".
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIII, Enero de 2001
Tesis: 1a./J. 36/2000
Página: 130
PORTACIÓN DE ARMAS DE USO EXCLUSIVO DEL EJÉRCITO, ARMADA Y FUERZA
AÉREA, DELITO DE. NO SE INTEGRA CUANDO EL ACTIVO CUENTA CON
AUTORIZACIÓN PARA PORTARLAS DERIVADA DE UNA LICENCIA OFICIAL COLECTIVA.
En términos de lo dispuesto en el artículo 11, último párrafo, de la Ley Federal de Armas de
Fuego y Explosivos, la Secretaría de la Defensa Nacional se encuentra facultada para otorgar
licencias oficiales colectivas a las corporaciones policiacas para la portación de armas de uso
exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea. Ahora bien, si un miembro de dichas
corporaciones porta un arma de las reservadas a las fuerzas armadas, legitimado en razón del
permiso o licencia con que cuenta en virtud de su cargo, aun estando fuera del horario de
servicio o en lugares no autorizados, es inconcuso que no se integra el delito de portación de
arma para el uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, previsto en el artículo 83 del
ordenamiento legal de referencia, pues para que se integre aquél se requiere, como elemento
del tipo penal, que el activo carezca de licencia. Esto es, si el precepto últimamente citado
dispone que comete el referido delito quien sin el permiso correspondiente porte un arma de uso
exclusivo de las fuerzas armadas, entonces, al contar con la autorización para portar el arma a
su cargo, derivada de la licencia colectiva otorgada por la mencionada secretaría, no se
concreta el elemento normativo descrito en el tipo penal, consistente en la ausencia del permiso
respectivo y la circunstancia de que el miembro de la corporación policiaca haya infringido los
términos del permiso otorgado para la portación del arma, no incide en forma alguna sobre la
existencia del permiso mismo, sino que constituye una conducta ilícita que ameritaría, en su
caso, una sanción de naturaleza diversa a la penal.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 96/98. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del Cuarto
Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito. 10 de noviembre de 2000.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ponente: José
de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Andrea Nava Fernández del Campo.
Tesis de jurisprudencia 36/2000. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en sesión de veintidós de noviembre de dos mil, por unanimidad de cuatro
votos de los señores Ministros: presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Juventino
V. Castro y Castro.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIII, Enero de 2001
Tesis: 1a./J. 42/2000
Página: 48
DESPOJO, DELITO DE. EL TIPO PENAL PREVISTO EN EL ARTÍCULO 408, FRACCIÓN I,
DEL CÓDIGO DE DEFENSA SOCIAL PARA EL ESTADO DE PUEBLA, TUTELA TANTO LA
PROPIEDAD COMO LA POSESIÓN. De la interpretación de lo dispuesto en la fracción I del
artículo 408 del Código de Defensa Social para el Estado de Puebla que establece: "Se
impondrá prisión de tres meses a tres años y multa de cinco a cincuenta días de salario: I. Al
que, de propia autoridad, y haciendo violencia o furtivamente, o empleando amenaza o engaño,
ocupe un inmueble ajeno o remueva o altere sus límites o, de otro modo, turbe la posesión
pacífica del mismo o haga uso de él, o de un derecho real que no le pertenezca.", en relación
con las disposiciones de los Códigos Civil y de Procedimientos Civiles de la propia entidad
federativa, que reglamentan tanto la propiedad como la posesión, puede concluirse que resulta
inexacto que el delito de despojo únicamente pretenda tutelar la posesión, pues además que
dicha disposición hace referencia al derecho de propiedad, al señalar como objetos materiales
del delito a los inmuebles ajenos o a los derechos reales que no le pertenezcan a quien lo
cometa, aquél es un derecho reconocido por la legislación civil, que otorga al propietario la
facultad de defenderlo, y esto le da legitimación para considerarlo sujeto pasivo del delito de
despojo, lo que lleva a establecer que respecto a este ilícito la ley no sólo tutela la posesión,
sino también la propiedad.
Contradicción de tesis 45/98. Entre las sustentadas por el Segundo y Tercer Tribunales
Colegiados, ambos del Sexto Circuito. 22 de noviembre de 2000. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Ministro Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretaria: Ana Carolina Cienfuegos Posada.
Tesis de jurisprudencia 42/2000. Aprobada por la Primera Sala de esta Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en sesión de veintinueve de noviembre de dos mil, por unanimidad de
cinco votos de los señores Ministros: presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V.
Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de
García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIII, Enero de 2001
Tesis: P./J. 11/2001
Página: 9
EXTRADICIÓN. LA POSIBILIDAD DE QUE UN MEXICANO SEA JUZGADO EN LA
REPÚBLICA CONFORME AL ARTÍCULO 4o. DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL, NO IMPIDE
AL PODER EJECUTIVO OBSEQUIARLA, EJERCIENDO LA FACULTAD DISCRECIONAL
QUE LE CONCEDE EL TRATADO DE EXTRADICIÓN ENTRE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS Y LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA. Conforme al artículo 9.1 de dicho
tratado "Ninguna de las dos partes contratantes estará obligada a entregar a sus nacionales
pero el Poder Ejecutivo de la parte requerida tendrá la facultad, si no se lo impiden sus leyes, de
entregarlos si, a su entera discreción, lo estima procedente.". De ahí se infiere, en lo que
concierne al Estado mexicano, que el Poder Ejecutivo goza de la facultad discrecional de
entregar a solicitud del Gobierno de los Estados Unidos de América, a los mexicanos que hayan
cometido delitos en aquel país "si no se lo impiden sus leyes". Esta expresión debe entenderse
como una prohibición al Poder Ejecutivo de acceder a la extradición demandada, pero sólo en el
caso de que así lo establecieran la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos o
cualquier ley federal. Ahora bien, el análisis gramatical y sistemático del artículo 4o. del Código
Penal Federal, lleva a concluir que no contiene ninguna prohibición o impedimento a la
extradición, sino que sustancialmente establece una regla del derecho aplicable, en cuanto
dispone: "serán penados en la República, con arreglo a las leyes federales", lo que significa que
en caso de que un mexicano fuere juzgado en la República por un delito cometido en el
extranjero, será sancionado con las penas que establezcan las leyes federales mexicanas y no
conforme a las leyes del Estado extranjero donde se le atribuye que delinquió, mas no que esté
prohibida su extradición.
Contradicción de tesis 44/2000-PL. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Segundo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito. 18 de enero de 2001. Mayoría de diez votos. Disidente: Humberto Román Palacios.
Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: José Luis Vázquez Camacho.
El Tribunal Pleno, en su sesión pública celebrada hoy dieciocho de enero en curso, aprobó, con
el número 11/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a dieciocho
de enero de dos mil uno.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIII, Febrero de 2001
Tesis: 1a./J. 40/2000
Página: 9
MINISTERIO PÚBLICO. DEJA DE TENER EL CARÁCTER DE AUTORIDAD UNA VEZ
DICTADO EL AUTO DE RADICACIÓN DE LA CAUSA, POR LO QUE LAS PRUEBAS QUE
APORTE POSTERIORMENTE SON PROVENIENTES DE PARTE Y SI SON RECIBIDAS CON
CONOCIMIENTO DEL INCULPADO Y DE SU DEFENSOR, PROCEDE CONSIDERARLAS EN
EL AUTO DE FORMAL PRISIÓN O EN EL DE SUJECIÓN A PROCESO. La etapa de
preinstrucción que abarca desde la radicación por el Juez, hasta el auto que resuelva la
situación jurídica del inculpado, constituye un periodo procedimental que debe reunir las
formalidades esenciales requeridas por los artículos 14, 19 y 20 de la Constitución Política de
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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los Estados Unidos Mexicanos, entre las cuales se encuentran las de hacer saber al indiciado,
previamente a serle tomada su declaración preparatoria, los nombres de quienes presentaron la
denuncia o querella y de quienes fueron los testigos que declararon en su contra, así como
cuáles fueron los hechos que se le atribuyen como delictuosos que hayan motivado la
integración de la averiguación previa, y cuáles son los elementos de prueba que pudieran
determinar su presunta responsabilidad, ello a efecto de que pueda proveer la defensa de sus
intereses y aportar, en su caso, pruebas de inocencia. Es en razón de lo anterior, que a partir de
que el órgano jurisdiccional radica la causa penal, las actuaciones posteriores que llegare a
realizar el Ministerio Público en ejercicio de su pretendida atribución investigadora, relacionadas
con los hechos respecto de los cuales efectuó la consignación ante el Juez penal, no podrá
legalmente proponerlas como prueba de autoridad en la fase de preinstrucción, menos una vez
que ha sido tomada ya la declaración preparatoria del inculpado, porque se tratará de
actuaciones practicadas por quien ya no es autoridad, pues debe tomarse en cuenta que
surgieron sin la intervención del órgano jurisdiccional y de las que, como parte en la relación
procesal y que debieran constar en formal actuación judicial, no tuvo conocimiento e
intervención el inculpado. Sin embargo, ello no impide que el Ministerio Público, como parte,
pueda aportar pruebas, mas las que proponga en esa etapa de preinstrucción, deben aportarse
y recibirse ante el Juez con conocimiento del inculpado. En tal virtud, el Juez al dictar el auto
que resuelva la situación jurídica del inculpado, deberá cerciorarse del cumplimiento de las
formalidades esenciales del procedimiento en la preinstrucción y, con base en ello, las pruebas
de cargo que presente el Ministerio Público, puede considerarlas para los efectos del
acreditamiento del tipo penal y de la presunta responsabilidad del inculpado, si previamente,
como se estableció, fueron hechas del conocimiento de éste y de su defensor, pues de esta
forma se respeta el equilibrio procesal de las partes.
Contradicción de tesis 63/98. Entre las sustentadas, por una parte, por los Tribunales
Colegiados Primero del Décimo Tercer Circuito, Primero del Décimo Cuarto Circuito y Primero
en Materia Penal del Primer Circuito y, por otra, por el Segundo del Vigésimo Primer Circuito. 22
de noviembre de 2000. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro.
Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Eligio Nicolás Lerma Moreno.
Tesis de jurisprudencia 40/2000. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintinueve de noviembre de dos mil, por unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros: presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto
Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIII, Marzo de 2001
Tesis: 1a./J. 4/2001
Página: 65
INCIDENTE DE LIBERTAD POR DESVANECIMIENTO DE DATOS Y AUTO DE FORMAL
PRISIÓN. IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO CONTRA ESTE ÚLTIMO CUANDO
SE ENCUENTRE EN TRÁMITE DICHO INCIDENTE (LEGISLACIONES DE LOS ESTADOS
DE OAXACA, NUEVO LEÓN Y PUEBLA). De acuerdo con lo dispuesto en los artículos 294 del
Código de Procedimientos Penales del Estado de Oaxaca, 482 del Código de Procedimientos
Penales del Estado de Nuevo León y 378 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa
Social del Estado de Puebla, el incidente de libertad por desvanecimiento de datos es un
procedimiento encaminado a determinar ante los tribunales ordinarios si las pruebas allegadas
con posterioridad al auto de formal prisión anulan o destruyen, de manera directa y plena, las
pruebas que sirvieron de base para dictar dicho auto. Ahora bien, tal incidente se distingue del
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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juicio de amparo indirecto que se promueve en contra del auto de formal prisión, porque en este
último sólo se plantea un nuevo examen de las constancias procesales ya existentes y no de las
allegadas con posterioridad, a fin de tener por acreditados el cuerpo del delito y la probable
responsabilidad del quejoso en la comisión de aquél, lo cual se traduce en un examen de
legalidad del auto impugnado; sin embargo, aun cuando difieren respecto a la materia que en
cada uno se examina, ambos medios de defensa podrán dejar sin efectos el auto de formal
prisión, concediendo, en su caso, la inmediata libertad del reo, por lo que los efectos de la
resolución recaída en ellos pueden ser idénticos, o bien, resultar plenamente contradictorios
entre sí. En consecuencia, si se promueve el incidente de libertad por desvanecimiento de datos
y con posterioridad el juicio de amparo, encontrándose sub júdice el primero, ya sea porque se
encuentra en trámite la primera instancia, o bien, la apelación, podrá desecharse la demanda o
sobreseerse en el juicio, en términos de lo previsto en los artículos 145 y 74, fracción III, de la
Ley de Amparo, respectivamente, ambos en relación con el artículo 73, fracción XIV, del propio
ordenamiento legal, toda vez que este último prohíbe la coexistencia de la acción constitucional
con algún otro recurso o medio de defensa legal, por virtud del cual se combata el mismo acto y
se puedan producir los mismos efectos, o más grave aún, efectos contradictorios (en el
entendido de que ambas situaciones son precisamente las que pretende evitar el principio de
definitividad consagrado en el último precepto citado); y en el supuesto de que se promueva el
amparo indirecto y con posterioridad el aludido incidente, encontrándose sub júdice el primero,
la causal de improcedencia será superveniente y procederá el sobreseimiento, en términos de lo
dispuesto en el artículo 74, fracción III, de la Ley de Amparo; sin que obste a la anterior
conclusión el hecho de que en materia penal no opere el principio de definitividad, pues dicha
excepción no es aplicable tratándose precisamente de la tramitación simultánea de dos medios
de defensa que se encuentran sub júdice y cuyas resoluciones, por tanto, podrían incluso dar
lugar a sentencias contradictorias.
Contradicción de tesis 91/98. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo
Tercer Circuito, Tercer Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito y Primer Tribunal Colegiado del
Sexto Circuito. 17 de noviembre de 2000. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juventino V.
Castro y Castro. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: María Amparo Hernández
Chong Cuy.
Tesis de jurisprudencia 4/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de catorce de febrero de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIII, Marzo de 2001
Tesis: 1a./J. 7/2001
Página: 30
CONTRABANDO EQUIPARADO. EL DELITO TIPIFICADO EN EL ARTÍCULO 105,
FRACCIÓN II, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN SE CONFIGURA CUANDO EL
SUJETO ACTIVO TIENE LA POSESIÓN DE LA MERCANCÍA, SEA ORIGINARIA O
DERIVADA. El referido precepto que dispone que será sancionado con las mismas penas del
contrabando quien tenga en su poder por cualquier título, mercancías extranjeras que no sean
para su uso personal, sin la documentación o sin el permiso previo de la autoridad federal
competente, debe ser interpretado en el sentido de que la tenencia que como presupuesto
técnico jurídico exige para la acreditación del delito mencionado, está vinculada al aspecto de la
posesión que con toda amplitud ejercen únicamente los poseedores originarios y los derivados,
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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y no así, los detentadores o precaristas que tienen en su poder la cosa en virtud de una
situación de dependencia en que se encuentran respecto del propietario de la misma, pues su
tenencia está limitada por la circunstancia de que no pueden ejercer ningún acto de dominio
sobre la cosa. Lo anterior se corrobora por el hecho de que con la expresión "por cualquier
título", el propio numeral remite a los títulos previstos en la ley, por los cuales el sujeto activo
puede tener la mercancía, esto es, cuando el propietario mediante un acto jurídico entrega a
otro una cosa en calidad de usufructuario, arrendatario, acreedor pignoraticio, depositario, u otro
título análogo, quedando con ello comprendidos dentro de la hipótesis delictiva, los poseedores
originarios que son los que entregan la mercancía y los derivados que son los que la reciben.
Contradicción de tesis 18/99. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales
Colegiados del Octavo Circuito. 29 de noviembre de 2000. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva
Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 7/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de catorce de febrero de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIII, Abril de 2001
Tesis: 1a./J. 5/2001
Página: 358
ROBO. ARTÍCULO 371, PÁRRAFO TERCERO, DEL CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO
FEDERAL. LA NO INTEGRACIÓN DE ALGUNO DE SUS ELEMENTOS, SÓLO ORIGINA LA
TRASLACIÓN DE TIPO AL BÁSICO Y NO LA ATIPICIDAD. Al margen de la clasificación
doctrinaria que pudiera tener el delito establecido en el artículo 371, párrafo tercero, del Código
Penal del Distrito Federal, es de considerarse que éste se constituye por el básico o
fundamental de robo establecido en el artículo 367 del señalado ordenamiento, por tanto, la no
integración de alguno de los elementos del tipo de que se trata, esto es, de la conducta
establecida y sancionada en el mencionado párrafo del artículo 371, sólo genera una traslación
de tipo al básico, no así la atipicidad, sin que ello pueda considerarse como una reclasificación,
pues simplemente se trata de una cuestión de grado.
Contradicción de tesis 7/98. Entre las sustentadas por el Primero, Tercero y Cuarto Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 22 de noviembre de 2000. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretaria: Ana Carolina Cienfuegos Posada.
Tesis de jurisprudencia 5/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de catorce de febrero de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIII, Abril de 2001
Tesis: 1a./J. 10/2001
Página: 333
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN. ES UN DERECHO SUSTANTIVO RESPECTO
DEL CUAL RIGE LA EXCEPCIÓN CONTENIDA EN EL ARTÍCULO 14 CONSTITUCIONAL,
CONSISTENTE EN LA APLICACIÓN RETROACTIVA DE LA LEY EN BENEFICIO DEL REO.
La libertad provisional bajo caución establecida en el artículo 20, fracción I, de la Constitución
Federal, es un derecho sustantivo o fundamental del gobernado, y no una cuestión meramente
adjetiva o procesal, porque además de estar consagrada como tal en la Carta Magna, involucra
uno de los derechos sustantivos más preciados del hombre, como es su libertad, y la afectación
que produce su negativa, no es susceptible de ser reparada, aunque el interesado obtuviera una
sentencia absolutoria; y, por ende, le es aplicable la excepción contenida en el artículo 14
constitucional, en cuanto a la aplicación retroactiva de la ley en beneficio del reo, en este caso,
del indiciado, procesado o sentenciado; lo que significa que al resolver sobre el derecho de
referencia se debe aplicar la ley más benéfica para aquél, ya sea la vigente al momento en que
se cometió el ilícito, si ésta permitía que se otorgara dicho beneficio, o bien, la vigente en la
época de emisión del acuerdo respectivo, si esta última le es más favorable.
Contradicción de tesis 44/2000-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Cuarto Circuito, actualmente Segundo Tribunal Colegiado en Materias Administrativa y de
Trabajo del Cuarto Circuito y Primer Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 24 de enero de
2001. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: María Elizabeth
Acevedo Gaxiola.
Tesis de jurisprudencia 10/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintiocho de marzo de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIII, Mayo de 2001
Tesis: 1a./J. 18/2001
Página: 143
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN. ES PROCEDENTE NEGARLA CUANDO LA
CAUSA PENAL SE SIGA POR LA COMISIÓN, EN GRADO DE TENTATIVA, DE UN DELITO
CALIFICADO COMO GRAVE POR LA LEY (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE BAJA
CALIFORNIA). Si bien es cierto que la Constitución General de la República en su artículo 20,
fracción I, establece como garantía del inculpado en todo proceso del orden penal, el que el
Juez le otorgue la libertad provisional bajo caución, también lo es que la concesión de dicho
beneficio queda supeditada a que se cumplan los requisitos que la propia norma constitucional
prevé, entre otros, que no se trate de delitos en que, por su gravedad, la ley expresamente lo
prohíba. Ahora bien, el artículo 123 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de
Baja California, señala qué delitos se clasifican como graves para todos los efectos legales,
mientras que el diverso numeral 122, fracción III, del propio código, dispone que para el
otorgamiento de la libertad provisional bajo caución, es requisito que no se trate de delito
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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calificado como grave por la ley. En estas condiciones, debe decirse que cuando la causa penal
se sigue por la probable comisión, en grado de tentativa, de un delito calificado como grave por
la legislación penal adjetiva del Estado, será procedente negar al inculpado la libertad
provisional bajo caución. Esto es así, porque la tentativa no integra por sí misma un ilícito al que
corresponda un específico tipo penal, sino que implica la ejecución de un delito que se detiene
en un punto del iter criminis antes de alcanzar su plena consumación, la cual no se logra por
causas ajenas a la voluntad del agente, y porque en el delito tentado es manifiesta la ejecución
dolosa de los actos tendientes a su consumación. En efecto, la actuación típicamente
antijurídica del activo y el inminente peligro en que se pone al bien jurídico protegido, aunque no
se materialice el resultado típico, son manifestaciones inequívocas de la gravedad de la
conducta del agente y de la peligrosidad que éste representa para la sociedad; por tanto, si el
tipo penal de que se trate es calificado como grave por la ley, dicha calificativa debe extenderse,
por igualdad de razón, a su tentativa, pues la acción de quien intenta pero no consuma es tan
reprobable como la acción consumada.
Contradicción de tesis 39/99. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo del Décimo Quinto Circuito. 24 de enero de 2001. Cinco votos. Ponente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Miguel Ángel Ramírez González.
Tesis de jurisprudencia 18/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de diecisiete de abril de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIII, Mayo de 2001
Tesis: 1a./J. 24/2001
Página: 142
JUECES DE DISTRITO. ESTÁN FACULTADOS PARA APRECIAR SI HA TRANSCURRIDO
UN PLAZO RAZONABLE PARA QUE EL MINISTERIO PÚBLICO EMITA ALGÚN
PRONUNCIAMIENTO RESPECTO DEL EJERCICIO O NO EJERCICIO DE LA ACCIÓN
PENAL Y PARA, EN SU CASO, IMPONERLE UNO PARA QUE DICTE LA RESOLUCIÓN
QUE CORRESPONDA COMO RESULTADO DE LA AVERIGUACIÓN PREVIA. La
circunstancia de que el juicio de amparo indirecto sea procedente en contra de la abstención del
Ministerio Público de pronunciarse sobre el ejercicio o no ejercicio de la acción penal, autoriza al
juzgador de amparo a apreciar en cada caso concreto si ha transcurrido un plazo razonable
para que la representación social dicte la resolución que conforme a derecho corresponda, con
base en las manifestaciones del quejoso y las de la propia autoridad responsable en su informe
con justificación, sin que ello implique otorgar al juzgador constitucional la facultad de estudiar el
fondo de la denuncia o querella planteada por el gobernado, sino únicamente la de imponer, en
su caso, a dicha representación un plazo prudente para que dicte su resolución.
Contradicción de tesis 35/99. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo
Segundo Circuito, por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito y por el Segundo
Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 17 de enero de 2001. Cinco votos. Ponente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Miguel Ángel Ramírez González.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Tesis de jurisprudencia 24/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veinticinco de abril de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Juan N. Silva Meza y
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Humberto Román Palacios.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIII, Mayo de 2001
Tesis: 1a./J. 16/2001
Página: 11
ACCIÓN PENAL. ES PROCEDENTE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO EN CONTRA DE
LA ABSTENCIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO DE PRONUNCIARSE SOBRE EL EJERCICIO
O NO EJERCICIO DE AQUÉLLA. El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha
sostenido el criterio de que el juicio de amparo indirecto es procedente en contra de las
determinaciones del Ministerio Público sobre el no ejercicio o desistimiento de la acción penal,
mientras no se establezca el medio ordinario de impugnación en la vía jurisdiccional. Ahora
bien, dicha procedencia debe hacerse extensiva en contra de la abstención del representante
social de pronunciarse sobre los resultados que arroje la averiguación previa, en virtud de que
tal omisión tiene los mismos o más graves efectos que los de una resolución expresa de no
ejercicio o desistimiento. Esto es así, porque el gobernado queda en completo estado de
incertidumbre e inseguridad jurídica con respecto a la persecución de los presuntos delitos por
él denunciados, situación que precisamente quiso evitar el Constituyente Permanente al
propugnar por la reforma del cuarto párrafo del artículo 21 de la Constitución Federal, publicada
en el Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre de 1994. En consecuencia, para hacer
efectivo el propósito del Constituyente Permanente, consistente en procurar que las denuncias
sean atendidas y que el Ministerio Público ejercite las funciones de investigación que le
encomienda la ley, resulta procedente otorgar a los particulares el derecho de recurrir la omisión
de éste de emitir algún pronunciamiento como resultado de la averiguación previa, a través del
juicio de amparo indirecto, hasta en tanto no se establezca el medio ordinario de impugnación;
pues, de lo contrario, en nada beneficiaría al gobernado contar con el derecho de impugnar la
resolución expresa de no ejercicio de la acción penal, si no cuenta con la facultad de exigir su
emisión.
Contradicción de tesis 35/99. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Décimo
Segundo Circuito, por el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito y por el Segundo
Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 17 de enero de 2001. Cinco votos. Ponente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Miguel Ángel Ramírez González.
Tesis de jurisprudencia 16/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de diecisiete de abril de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Julio de 2001
Tesis: 1a./J. 34/2001
Página: 287
ORDEN DE REAPREHENSIÓN. NO DEBE SOBRESEERSE EN EL JUICIO, POR
INEXISTENCIA DEL ACTO RECLAMADO, CUANDO EL QUEJOSO AL INTERPONER SU
DEMANDA DE AMPARO LA DESIGNE ERRÓNEAMENTE COMO ORDEN DE
APREHENSIÓN. El hecho de que el peticionario de garantías haya señalado de manera
incorrecta, de acuerdo a la técnica jurídica, como acto reclamado una orden de aprehensión y
de los informes justificados se desprenda la existencia de una orden de reaprehensión, no es
suficiente para considerar que el acto reclamado no existe y que, por tanto, deba sobreseerse
en atención a lo dispuesto en la fracción IV del artículo 74 de la Ley de Amparo, sin examinar la
constitucionalidad del acto que apareció probado, bajo el argumento de que el acto impugnado
no es cierto en la forma expuesta por el quejoso. Ello es así, pues aun cuando la orden de
aprehensión y la de reaprehensión, como se dijo, técnicamente son diferentes, ambos actos
restringen la libertad personal, lo cual puede conducir al error en la denominación exacta del
acto reclamado y sería excesivo considerar que por error o ignorancia en el nombre del acto
reclamado, se deba sobreseer, ya que ello no puede servir de base para determinar la
inexistencia de dicho acto, por lo que el juzgador, inspirado en los principios de justicia exacta y
expedita, no sólo debe analizar la demanda en su integridad, sino también los informes de las
autoridades responsables y en sí todos los datos que se desprendan del juicio de amparo, para
obtener una interpretación completa de la voluntad del quejoso y advertir el error o la omisión en
que haya incurrido por desconocimiento de la denominación del acto reclamado y examinar la
constitucionalidad del que aparezca probado, sin sujetarse al rigorismo de que precisa y
solamente sea tomado como acto reclamado el que como tal se haya expresado en el capítulo
especial de la demanda. Lo anterior no significa, en modo alguno, suplir la queja deficiente o
integrar la acción que intente el gobernado, sino únicamente concatenar la información con que
se cuenta, a fin de resolver la cuestión efectivamente planteada, con lo cual se permite que el
accionante no vea obstaculizado su acceso a la justicia, por el exceso de rigorismos que
contradicen el espíritu tutelar del juicio de garantías.
Contradicción de tesis 79/99-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado del
Décimo Séptimo Circuito, Primer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito, y Primer Tribunal
Colegiado del Noveno Circuito y Segundo Tribunal Colegiado en Materias Penal y Civil del
Cuarto Circuito. 21 de febrero de 2001. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario:
Luis Fernando Angulo Jacobo.
Tesis de jurisprudencia 34/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintitrés de mayo de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Juventino V. Castro y Castro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Julio de 2001
Tesis: 1a./J. 42/2001
Página: 200
INDICIADO. TIENE EL CARÁCTER DE TERCERO PERJUDICADO CUANDO EL ACTO
RECLAMADO EN EL JUICIO DE GARANTÍAS SEA LA RESOLUCIÓN DE APROBACIÓN DE
NO EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL. Los incisos a) y b) de la fracción III del artículo 5o. de
la Ley de Amparo, establecen como regla la no existencia de tercero perjudicado cuando el acto
reclamado provenga de un juicio o controversia del orden penal; sin embargo, dicho precepto
legal debe ser interpretado en la actualidad atendiendo a la reforma del artículo 21, cuarto
párrafo, de la Ley Fundamental, que entró en vigor el primero de enero de mil novecientos
noventa y cinco y a la fracción VII del artículo 114 de la Ley de Amparo, vigente a partir del diez
de junio del año dos mil; debiendo, de esta forma, considerarse como una excepción a la citada
regla, el caso en el que en un juicio de amparo se señale como acto reclamado la aprobación de
la resolución de no ejercicio de la acción penal respecto de una denuncia, acusación o querella
que se hace sobre determinada persona. Ello en virtud de que en este supuesto el quejoso es
precisamente la parte ofendida, que considera que la conducta de los indiciados materia de la
averiguación previa, es constitutiva de delito y, por tanto, la resolución reclamada, vulnera
garantías en su perjuicio, pero como hasta antes de la reforma al artículo 21 constitucional
vigente a partir del primero de enero de mil novecientos noventa y cinco no se encontraba
previsto el presupuesto de procedencia del juicio de amparo contra resoluciones de aprobación
de inejercicio de la acción penal y, por tanto, en la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107
Constitucionales tampoco se había regulado la figura del tercero perjudicado en el juicio de
amparo en que se reclame ese tipo de resoluciones, debe concluirse que, para el caso,
tampoco resulta aplicable lo dispuesto en el inciso c) de la fracción III del artículo 5o. de la Ley
de Amparo, ya que aun cuando en este tipo de juicios de amparo, los indiciados tienen interés
directo en que subsista el acto reclamado, la intención del legislador no pudo ser la de
contemplarlos en tal disposición con el carácter de terceros perjudicados, por no encontrarse
previsto en la época de creación de la norma el presupuesto de procedencia del juicio de
amparo que se ha mencionado. Consecuentemente, la figura del tercero perjudicado en los
juicios de amparo que se promuevan contra resoluciones de aprobación de inejercicio de la
acción penal, aun cuando no se encuentra prevista en alguna de las fracciones del artículo 5o.
de la Ley de Amparo, debe entenderse integrada, a este precepto, en razón de las reformas al
artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicadas en el Diario
Oficial de la Federación de treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro.
Contradicción de tesis 113/98. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero en Materias Administrativa y de Trabajo del Cuarto Circuito. 28 de marzo de 2001.
Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Irma Leticia Flores
Díaz.
Tesis de jurisprudencia 42/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintitrés de mayo de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Juventino V. Castro y Castro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Julio de 2001
Tesis: 1a./J. 29/2001
Página: 89
CONTRABANDO. SE ACTUALIZA ESE DELITO, PREVISTO EN EL ARTÍCULO 102 DEL
CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN, TRATÁNDOSE DE VEHÍCULOS DE PROCEDENCIA
EXTRANJERA AUN CUANDO SE LOCALICEN DENTRO DEL LÍMITE TERRITORIAL QUE
SEÑALA EL DIVERSO ARTÍCULO 103 DEL MISMO CUERPO DE LEYES. Es inexacto que el
artículo 103 del Código Fiscal de la Federación, en su fracción II, al establecer que se presumirá
la comisión del delito de contrabando en aquellos casos en que se encuentren vehículos
extranjeros fuera de una zona de veinte kilómetros en cualquier dirección, contados en línea
recta a partir de los límites extremos de la zona urbana de las poblaciones fronterizas, sin la
documentación correspondiente, pugne con lo dispuesto en el diverso artículo 102 del propio
código que prevé que dicha figura delictiva se actualiza con la sola introducción de mercancías
o vehículos de procedencia extranjera al país o su extracción de él, en su caso, omitiendo el
pago total o parcial de las contribuciones o cuotas compensatorias que deban cubrirse y sin
contar con el permiso de la autoridad competente, toda vez que tales dispositivos se
complementan, en virtud de que lo regulado en el primer precepto, supone una situación
posterior a la introducción de mercancías, por lo que no puede interpretarse que fuera de la
hipótesis donde se presume la comisión del delito de contrabando, no se actualice; además, tal
precepto conduce a estimar que con anterioridad al hallazgo de una determinada mercancía o
vehículo de procedencia extranjera, se llevó a cabo su introducción al país sin la documentación
correspondiente, cuando no se demuestre lo contrario, por lo que es inexacto afirmar que
cuando sean localizados éstos dentro del límite territorial que señala el artículo 103 citado, no
pueda configurarse el delito de contrabando que regula el mencionado artículo 102 que, en
cuanto a territorialidad, presupone como requisito que la introducción de mercancías se haga al
país, siendo incorrecto estimar que el territorio nacional inicia precisamente después de los
límites de las garitas de inspección, pues de ser así, se generaría la imposibilidad de actualizar
dicho ilícito dentro de la franja fronteriza.
Contradicción de tesis 43/99. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito y Primer Tribunal Colegiado del Quinto Circuito. 31 de enero
de 2001. Cinco votos. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Antonio Espinoza
Rangel.
Tesis de jurisprudencia 29/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintitrés de mayo de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Juventino V. Castro y Castro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Septiembre de 2001
Tesis: 1a./J. 65/2001
Página: 211
FRAUDE. PARA QUE PROCEDA EL EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL EN TRATÁNDOSE
DE ESE DELITO, ES REQUISITO NECESARIO LA PRESENTACIÓN DE LA QUERELLA DE
LA PARTE OFENDIDA, INDEPENDIENTEMENTE DEL MONTO DEL DAÑO PATRIMONIAL Y
DEL NÚMERO Y CUALIDAD DEL SUJETO PASIVO (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO
399 BIS DEL CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL EN MATERIA DE FUERO
COMÚN Y PARA TODA LA REPÚBLICA EN MATERIA DE FUERO FEDERAL, REFORMADO
POR DECRETO PUBLICADO EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL TREINTA
DE DICIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y UNO). De la interpretación lógica y
sistemática de lo previsto en el artículo 399 bis, en relación con lo dispuesto en el diverso
artículo 386, ambos del Código Penal Federal (anteriormente Código Penal para el Distrito
Federal en Materia de Fuero Común y para toda la República en Materia de Fuero Federal) y
del análisis del contexto histórico-legislativo en el que surgió el precepto primeramente citado,
se advierte que a partir de su reforma, publicada en el Diario Oficial de la Federación de treinta
de diciembre de mil novecientos noventa y uno, cuando se trate del delito de fraude a que se
refiere el mencionado artículo 386, habrá de exigirse querella de parte ofendida, como requisito
de procedibilidad del ejercicio de la acción penal, independientemente de la cuantía de lo
defraudado y del número o cualidad del sujeto pasivo. Ello es así, porque al derogarse los dos
últimos párrafos del aludido artículo 399 bis, mediante la reforma señalada, se puso de
manifiesto el interés que tuvieron el Poder Ejecutivo y las Cámaras de Senadores y de
Diputados de ampliar la exigencia de la querella a la mayoría de los delitos patrimoniales
establecidos en el título vigesimosegundo del indicado código, como un reconocimiento de que
las personas pueden llegar a un razonable entendimiento sin tener que accionar al órgano
jurisdiccional del Estado, así como resarcirse los daños que se hayan causado.
Contradicción de tesis 30/2000. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Sexto Circuito (hoy Primer Tribunal Colegiado de la misma materia y circuito) y el
Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito (hoy Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Civil del mismo circuito). 25 de abril de 2001. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto
Román Palacios. Ponente: Humberto Román Palacios; en su ausencia hizo suyo el proyecto
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Eligio Nicolás Lerma Moreno.
Tesis de jurisprudencia 65/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de cuatro de julio de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Septiembre de 2001
Tesis: 1a./J. 52/2001
Página: 42
ABANDONO DE PERSONAS. NO ES OBSTÁCULO PARA QUE SE ACTUALICE ESE
DELITO LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 349, FRACCIÓN I DEL CÓDIGO DE DEFENSA
SOCIAL PARA EL ESTADO DE PUEBLA, QUE SÓLO PREVÉ UNA CAUSA DE EXTINCIÓN
DE LA ACCIÓN PERSECUTORIA. La circunstancia de que el artículo 349, fracción I del Código
de Defensa Social para el Estado de Puebla establezca sobreseimiento del proceso cuando el
indiciado pague las pensiones alimentarias que deba, decretadas por un Juez de lo Familiar o
Civil, en su caso, y además deposite a favor del acreedor alimentario el importe de las tres
mensualidades siguientes, no impide la actualización del delito de abandono de personas
previsto en el diverso artículo 347 del propio código, en virtud de que el dispositivo señalado en
primer término sólo consagra una causa específica de extinción de la acción persecutoria, en
razón a una situación que puede acaecer, incluso, con posterioridad a la comisión del delito y
que no tiene otro efecto que el de eliminar las penas, sean éstas principales o accesorias, pero
que de ninguna manera destruyen el carácter ilícito y culpable del hecho ejecutado. Ello es así,
porque al ser el referido delito de los llamados de peligro y no de resultado, se actualiza desde
el momento en que el obligado, sin motivo justificado, abandona a sus hijos o a su cónyuge, sin
recursos para atender a sus necesidades de subsistencia.
Contradicción de tesis 89/99-PS. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Sexto Circuito y el entonces Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, hoy Primer
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito. 28 de marzo de 2001. Cinco votos.
Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Eligio Nicolás Lerma Moreno.
Tesis de jurisprudencia 52/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de cuatro de julio de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Septiembre de 2001
Tesis: 1a./J. 51/2001
Página: 13
ABANDONO DE PERSONAS. LA DEMOSTRACIÓN DE QUE PREVIAMENTE A LA
QUERELLA SE EJERCIÓ LA ACCIÓN CIVIL DE PAGO DE ALIMENTOS NO CONSTITUYE
UN ELEMENTO DEL TIPO PENAL DE DICHO DELITO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
PUEBLA). De una recta interpretación de lo dispuesto en el artículo 347 del Código de Defensa
Social del Estado de Puebla que establece el tipo penal de abandono de personas, se infiere
que es un delito de los llamados de peligro y no de resultado, por lo que basta con que se den
los elementos objetivos y normativos que configuran la hipótesis, para que se surta su
tipificación, a saber: 1) Que el agente activo abandone y deje de cumplir su obligación de
asistencia, para con sus hijos menores o su cónyuge; 2) Que carezca de motivo justificado para
ello; y, 3) Que en virtud de esa conducta los acreedores queden sin recursos para atender sus
necesidades de subsistencia. De lo anterior se sigue que los acreedores alimentarios no están
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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obligados a promover previamente un juicio de alimentos en la vía civil o familiar, donde se
demuestre que el deudor alimentario dejó de cumplir con esa obligación, pues lo que se
sanciona por la norma es el riesgo o peligro en que se deja a una o más personas, sin
posibilidad de sobrevivir por sí solos.
Contradicción de tesis 89/99-PS. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Sexto Circuito y el entonces Primer Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, hoy Primer
Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito. 28 de marzo de 2001. Cinco votos.
Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Eligio Nicolás Lerma Moreno.
Tesis de jurisprudencia 51/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de cuatro de julio de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Octubre de 2001
Tesis: 1a./J. 39/2001
Página: 247
ROBO. LA VIOLENCIA COMO MEDIO COMISIVO DEL DELITO PREVISTO EN EL
ARTÍCULO 371, PÁRRAFO TERCERO, DEL CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO
FEDERAL SE INTEGRA EN TÉRMINOS DE LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 373, DE
DICHO ORDENAMIENTO LEGAL. En el tipo especial del delito de robo previsto en el artículo
371, párrafo tercero, del Código Penal para el Distrito Federal, el medio comisivo de violencia se
configura en términos de lo dispuesto en el diverso numeral 373 del propio ordenamiento legal,
que dice: "La violencia a las personas se distingue en física y moral.-Se entiende por violencia
física en el robo: la fuerza material que para cometerlo se hace a una persona.-Hay violencia
moral: cuando el ladrón amaga o amenaza a una persona, con un mal grave, presente o
inmediato, capaz de intimidarla."; ahora bien, conforme a una interpretación auténtica mediante
el método sistemático, resulta que no se debe exigir para la acreditación de los elementos del
delito, cuando sea ejecutado bajo el medio comisivo de violencia, que además se tenga que
probar la disminución de las posibilidades de defensa de la víctima o que se le puso en
condiciones de desventaja, en virtud de que estas situaciones personales sólo se requieren
demostrar cuando el medio comisivo no sea la violencia o la acechanza, sino cualquier "otra
circunstancia", pues interpretar lo contrario llevaría, en principio, a exigir para acreditar el citado
medio comisivo, mayores requisitos que los previstos en la ley, y en segundo término, se
contravendría la intención del legislador, quien, atendiendo a la exposición de motivos que dio
origen al precepto en cita, buscó atenuar la impunidad derivada de los tecnicismos jurídicos y
lagunas legales, y estableció una nueva forma para sancionar más severamente los robos, sin
importar su monto, que sean realizados por dos o más sujetos activos generalmente a través de
la violencia.
Contradicción de tesis 6/2000-PS. Entre las sustentadas por el Primero, Segundo y Cuarto
Tribunales Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 28 de marzo de 2001. Cinco votos.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: María Elizabeth Acevedo Gaxiola.
Tesis de jurisprudencia 39/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintitrés de mayo de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Juventino V. Castro y Castro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Octubre de 2001
Tesis: 1a./J. 77/2001
Página: 226
ROBO. LA REDUCCIÓN O ATENUACIÓN DE LAS SANCIONES DE PRISIÓN A QUE SE
REFIERE EL ARTÍCULO 266, ÚLTIMO PÁRRAFO, DEL CÓDIGO PENAL PARA EL ESTADO
DE GUANAJUATO, SÓLO PROCEDE SI ES EL INCULPADO QUIEN REPARA
ÍNTEGRAMENTE EL DAÑO CAUSADO AL OFENDIDO, ANTES DE DICTARSE SENTENCIA
EJECUTORIA. El citado artículo 266 que establece que las sanciones de prisión que en él se
señalan, se reducirán en un tercio si se repara íntegramente el daño antes de dictarse sentencia
ejecutoria, debe ser interpretado en el sentido de que sólo es factible aplicar tal reducción o
atenuación si es el inculpado o el sujeto activo quien lleva a cabo esa reparación del daño
causado al ofendido, porque sólo a él, como autor de la conducta delictiva, y no al Estado o
persona distinta, corresponde desagraviarlo (salvo los casos previstos en el artículo 56 del
propio código). Ello es así, porque la conducta desplegada por el sujeto activo de reparar
íntegramente el daño causado, antes de que se dicte sentencia ejecutoria, constituye una
prueba del sentimiento de arrepentimiento que le invade y que evidencia una pronta
readaptación social. Además, lo anterior redundará en un sustancial ahorro para el Estado en la
administración e impartición de justicia, al evitarse labores de investigación por conducto de las
autoridades policiacas, al tratar de localizar los bienes robados, para restituírselos a sus
legítimos propietarios.
Contradicción de tesis 62/2000-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos del Décimo Sexto Circuito. 2 de mayo de 2001. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo;
en su ausencia hizo suyo el proyecto Juan N. Silva Meza. Secretario: Ismael Mancera Patiño.
Tesis de jurisprudencia 77/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de quince de agosto de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente en funciones Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Octubre de 2001
Tesis: 1a./J. 28/2001
Página: 159
PENA, REDUCCIÓN DE LA. LA FACULTAD QUE EL ARTÍCULO 67 DEL CÓDIGO PENAL
PARA EL ESTADO DE DURANGO OTORGA A LOS JUZGADORES DE PRIMERA Y
SEGUNDA INSTANCIAS PARA EFECTUARLA POR CONFESIÓN ESPONTÁNEA DEL
ACUSADO EN RELACIÓN CON LOS HECHOS QUE SE LE IMPUTAN, PUEDE EJERCERSE
CUANDO SE EMITE EN FORMA LISA Y LLANA, O BIEN, CALIFICADA. El segundo párrafo
del referido precepto establece que si el inculpado al rendir su declaración preparatoria confiesa
espontáneamente los hechos que se le imputan, o en ese mismo acto ratifica la rendida en
indagatoria, o la formula con posterioridad hasta antes de la celebración de la audiencia final del
juicio, el Juez podrá reducir hasta un tercio la pena que le correspondería conforme a lo
dispuesto en dicho código. Por su parte, el tercer párrafo de dicho precepto señala que la
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
sentencia que reduzca la pena deberá ser confirmada por el tribunal de alzada correspondiente
para que surta efectos y, entre tanto, la pena se entenderá impuesta sin la reducción autorizada
por el propio artículo. De lo anterior se sigue que el numeral en cita prevé una facultad
discrecional tanto para el juzgador de primera instancia, de reducir la pena impuesta al acusado,
como para el de segunda instancia de confirmar dicha reducción de la pena impuesta al
sentenciado, facultad que puede ejercerse con la única condición de que éste hubiera
confesado espontáneamente los hechos que se le imputan, debiéndose razonar, en su caso, su
no aplicación, sin que para ello sea preciso que la confesión sea necesariamente lisa y llana, ya
que el precepto citado no excluye la confesión calificada, pues no hace distinción alguna al
respecto; además de que los argumentos que en ella se esgriman relativos a causas
excluyentes de responsabilidad, en forma alguna modifican o alteran la admisión de los hechos
imputados, que es a lo que se limita el párrafo segundo de dicho numeral.
Contradicción de tesis 24/99. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero,
Segundo y Tercero del Octavo Circuito. 10 de enero de 2001. Cinco votos. Ponente: Humberto
Román Palacios. Secretario: Marco Antonio Arredondo Elías.
Tesis de jurisprudencia 28/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintitrés de mayo de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva Meza y
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Juventino V. Castro y Castro.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Octubre de 2001
Tesis: P./J. 127/2001
Página: 15
PRISIÓN VITALICIA. CONSTITUYE UNA PENA INUSITADA DE LAS PROHIBIDAS POR EL
ARTÍCULO 22 CONSTITUCIONAL. Si por pena inusitada, en su acepción constitucional, se
entiende aquella que ha sido abolida por inhumana, cruel, infamante y excesiva o porque no
corresponde a los fines punitivos; ha de concluirse que la prisión vitalicia o cadena perpetua es
inusitada y, por tanto, prohibida por el artículo 22 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, en virtud de que en la legislación mexicana la pena de prisión siempre ha
tenido un límite determinado, por estimarse que cuando es de por vida es inhumana, cruel,
infamante, excesiva y se aparta de la finalidad esencial de la pena establecida en el artículo 18
del propio ordenamiento, que es la readaptación social del delincuente. En efecto, la finalidad de
la pena ha evolucionado a través del tiempo, pues ésta surgió en principio como una venganza
privada en la que el ofendido aplicaba el castigo de acuerdo a la gravedad del daño causado;
luego, como una venganza divina, pues el delito se consideraba como una ofensa a la divinidad;
en el derecho griego, además, era intimidatoria; en el derecho romano constituyó una reacción
pública, en razón de la ofensa; en el periodo científico, en Alemania, se estimó que el fin de la
pena es una coacción psicológica, de donde surgió la teoría de la prevención general; para la
escuela clásica la pena tiende a conservar el orden legal; para los positivistas la finalidad de la
pena es un medio de defensa social; para la doctrina absolutista responde a la idea de justicia
absoluta, esto es, que el bien merece el bien y que el mal merece el mal; para la doctrina
relativa es el instrumento para asegurar la vida en sociedad; y la doctrina ecléctica propone que
la pena pública puede tener los fines siguientes: reformar al delincuente, ser ejemplar,
intimidatoria, correctiva, eliminatoria y justa. Ahora bien, en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en el artículo 18, segundo párrafo, después de analizar las
iniciativas, dictámenes y discusiones de las reformas de que fue objeto, siempre ha sido como
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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finalidad de la pena y garantía del sentenciado la readaptación social del delincuente sobre la
base del trabajo, la capacitación y la educación como medios para lograr ese fin; en
consecuencia, si en la legislación mexicana no se encuentra prevista y sancionada como pena
la cadena perpetua o prisión vitalicia, porque contraviene el fin último de la pena, que consiste
en readaptar al delincuente para incorporarlo a la sociedad, es evidente que se trata de una
pena inusitada, por tanto, es inconstitucional.
Contradicción de tesis 11/2001. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Cuarto en Materia Penal del Primer Circuito. 2 de octubre de 2001. Mayoría de seis votos.
Ausentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano, José Vicente Aguinaco Alemán y José de Jesús
Gudiño Pelayo. Disidentes: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Leticia Flores Díaz.
Encargado del engrose: Humberto Román Palacios. Secretario: Francisco Octavio Escudero
Contreras.
El Tribunal Pleno, en su sesión pública celebrada hoy dos de octubre en curso, aprobó, con el
número 127/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a dos de
octubre de dos mil uno.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Octubre de 2001
Tesis: P./J. 126/2001
Página: 14
PENA INUSITADA. SU ACEPCIÓN CONSTITUCIONAL. Según el espíritu del artículo 22 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el término inusitado aplicado a una
pena no corresponde exactamente a la acepción gramatical de ese adjetivo, que significa lo no
usado, ya que no podría concebirse que el Constituyente hubiera pretendido prohibir la
aplicación, además de las penas que enuncia el citado precepto 22, de todas aquellas que no
se hubiesen usado anteriormente; interpretar gramaticalmente el concepto, sería tanto como
aceptar que dicha disposición constituye un impedimento para el progreso de la ciencia penal,
pues cualquier innovación en la forma de sancionar los delitos implicaría la aplicación de una
pena inusitada. Así, por "pena inusitada", en su acepción constitucional, debe entenderse
aquella que ha sido abolida por inhumana, cruel, infamante y excesiva o porque no corresponde
a los fines que persigue la penalidad.
Contradicción de tesis 11/2001. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Cuarto en Materia Penal del Primer Circuito. 2 de octubre de 2001. Mayoría de seis votos.
Ausentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano, José Vicente Aguinaco Alemán y José de Jesús
Gudiño Pelayo. Disidentes: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Leticia Flores Díaz.
Encargado del engrose: Humberto Román Palacios. Secretario: Francisco Octavio Escudero
Contreras.
El Tribunal Pleno, en su sesión pública celebrada hoy dos de octubre en curso, aprobó, con el
número 126/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a dos de
octubre de dos mil uno.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Octubre de 2001
Tesis: P./J. 125/2001
Página: 13
EXTRADICIÓN. LA PENA DE PRISIÓN VITALICIA CONSTITUYE UNA PENA INUSITADA
PROHIBIDA POR EL ARTÍCULO 22 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS, POR LO QUE PARA QUE SE TRAMITE AQUÉLLA, EL ESTADO
SOLICITANTE DEBE COMPROMETERSE A NO APLICARLA O A IMPONER UNA MENOR
QUE FIJE SU LEGISLACIÓN. De conformidad con lo dispuesto en el artículo 10, fracción V, de
la Ley de Extradición Internacional, si el delito por el cual se solicita la extradición es punible con
la pena de muerte o alguna de las prohibidas por el artículo 22 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, acorde con las leyes de la parte requirente, la extradición podrá ser
rehusada, a menos de que esta parte dé las seguridades suficientes de que no se impondrá la
pena de muerte, o bien, de que si es impuesta, no será ejecutada. En estas condiciones, al ser
la pena de prisión vitalicia una pena inusitada prohibida por el citado artículo 22, en tanto que se
aparta de la finalidad esencial de la pena, consistente en la readaptación del delincuente para
incorporarlo a la sociedad, resulta inconcuso que el Estado solicitante debe comprometerse a
no imponer la pena de prisión perpetua, sino otra de menor gravedad.
Contradicción de tesis 11/2001. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Cuarto en Materia Penal del Primer Circuito. 2 de octubre de 2001. Mayoría de seis votos.
Ausentes: Sergio Salvador Aguirre Anguiano, José Vicente Aguinaco Alemán y José de Jesús
Gudiño Pelayo. Disidentes: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Leticia Flores Díaz.
Encargado del engrose: Humberto Román Palacios. Secretario: Francisco Octavio Escudero
Contreras.
El Tribunal Pleno, en su sesión pública celebrada hoy dos de octubre en curso, aprobó, con el
número 125/2001, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a dos de
octubre de dos mil uno.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Noviembre de 2001
Tesis: 1a./J. 61/2001
Página: 21
REPARACIÓN DEL DAÑO. VALOR PROBATORIO DE LOS DICTÁMENES PERICIALES EN
LOS QUE SE DETERMINA SU MONTO (CÓDIGOS DE PROCEDIMIENTOS PENALES PARA
LOS ESTADOS DE MÉXICO Y DE JALISCO). En los códigos adjetivos mencionados se adoptó
el sistema ecléctico o mixto para calificar o estimar el valor probatorio de los dictámenes
periciales de causalidad y en relación con los que versen sobre el monto del daño causado, ello
se justifica por la naturaleza misma de esta prueba, que no se caracteriza por ser un medio
probatorio absoluto, dado que al perito se le debe considerar en tales casos como un asesor o
ilustrador del juzgador sobre una técnica, ciencia o arte, sobre cuestiones que escapan a su
conocimiento, dándole luz sobre lo que ignora y que forma parte de la controversia sometida a
su potestad judicial. De ahí que la apreciación que realice el tribunal o juzgador penal sobre un
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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dictamen que contenga un monto aproximado del daño causado, no debe significar obstáculo
alguno para que libremente le pueda otorgar el valor probatorio que juzgue pertinente, siempre
que en tales casos se observe que no se infrinjan las reglas reguladoras de las pruebas, ni que
éstas sean contrarias a la lógica o a los hechos controvertidos, debiendo, además, fundar y
motivar esa evaluación en términos de lo dispuesto en el artículo 16 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos; con mayor razón, cuando la opinión técnica ahí vertida logre
el cometido de ilustrarlo sobre el objeto, hecho o arte sobre el cual hubiese recaído dicha
pericia.
Contradicción de tesis 36/2000-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Segundo Circuito y Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito,
actualmente Segundo Tribunal Colegiado de la misma materia y circuito. 17 de abril de 2001.
Cinco votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Arturo Aquino Espinosa.
Tesis de jurisprudencia 61/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de cuatro de julio de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Noviembre de 2001
Tesis: 1a./J. 74/2001
Página: 20
REENVÍO. EL CONTEMPLADO EN EL ARTÍCULO 194 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS
PENALES PARA EL ESTADO DE TABASCO, HACE IMPROCEDENTE EL JUICIO DE
AMPARO DIRECTO EN CONTRA DE SENTENCIAS PENALES DE SEGUNDA INSTANCIA
QUE REVOCAN LAS DE PRIMER GRADO. El artículo 194 del Código de Procedimientos
Penales para el Estado de Tabasco, dispone que cuando el tribunal de alzada modifique la
resolución combatida, debe reenviar los autos al Juez de primer grado, para que éste dicte otra
en sustitución de aquélla. En consecuencia, si el juicio de amparo directo competencia de los
Tribunales Colegiados de Circuito, establecido taxativamente en los artículos 103, fracción I y
107, fracciones III, inciso a), V, inciso a) y VI de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; 158 en relación con el 44 de la Ley de Amparo y, 37, fracción I, inciso a) de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, procede en materia penal en contra de sentencias
definitivas dictadas por los tribunales comunes y si, por otra parte, el artículo 46 de la ley
reglamentaria del juicio de garantías, dispone que son resoluciones definitivas las que deciden
el juicio en lo principal o que, sin decidirlo, lo dan por concluido y en contra de las cuales no
exista ningún recurso ordinario mediante el que puedan ser modificadas o revocadas, debe
concluirse que en contra de las sentencias dictadas por los tribunales de segunda instancia que
modifican las resoluciones absolutorias de los Jueces de primer grado y, en cumplimiento del
referido artículo 194 del código adjetivo penal para el Estado de Tabasco, reenvían los autos a
los inferiores para que, con plenitud de jurisdicción emitan un nuevo fallo, resulta improcedente
el juicio de amparo directo, en virtud de que no se ha cumplido con el principio de definitividad
requerido, ya que la autoridad común no ha juzgado a cabalidad la acción planteada por el
Ministerio Público, de manera que quede debidamente sentada la litis constitucional y sea ahora
competencia de los tribunales federales el conocimiento del negocio; y, a mayor abundamiento,
en contra del nuevo fallo que llegue a dictarse, queda expedita la impugnación ordinaria con la
cual podrá ser confirmado, modificado o en su caso revocado.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 82/99-PS. Entre las sustentadas por el Segundo y Primer Tribunales
Colegiados del Décimo Circuito. 21 de febrero de 2001. Cinco votos. Ponente: Juventino V.
Castro y Castro. Secretario: Roberto Javier Ortega Pineda.
Tesis de jurisprudencia 74/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de quince de agosto de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente en funciones Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Noviembre de 2001
Tesis: 1a./J. 85/2001
Página: 17
ORDEN DE APREHENSIÓN. ES IMPROCEDENTE EL JUICIO DE AMPARO EN CONTRA DE
LA RESOLUCIÓN JURISDICCIONAL QUE NIEGA SU LIBRAMIENTO. Si bien es cierto que
con la reforma al antepenúltimo párrafo del artículo 21 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, que entró en vigor el primero de enero de mil novecientos noventa y cinco,
se reconoció el derecho del querellante o denunciante, de la víctima del delito, de los familiares
de ésta o de los interesados legalmente, de impugnar jurisdiccionalmente las resoluciones del
Ministerio Público sobre el no ejercicio o desistimiento de la acción penal y que en concordancia
con tal reforma se incluyó dentro del artículo 10 de la Ley de Amparo la procedencia del juicio
de amparo contra dichas determinaciones, también lo es que de ello no puede colegirse que la
resolución jurisdiccional que niegue el libramiento de la orden de aprehensión pueda ser materia
del juicio de garantías. Lo anterior es así, porque al ser ésta un acto de autoridad jurisdiccional,
no responde a los motivos que dieron origen a la citada reforma, consistentes en erradicar el
monopolio del ejercicio de la acción penal a cargo del referido representante social, sujetando
su actuar a la revisión de una autoridad jurisdiccional, a fin de otorgar mayor certeza jurídica al
gobernado dentro de un proceso penal, evitando la impunidad. Además, pretender lo contrario,
no sólo implicaría atentar contra lo dispuesto en el mencionado artículo 10 y contradecir el
criterio ya definido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación que otorga la posibilidad al
ofendido o a las personas que conforme a la ley tengan derecho a la reparación del daño o a
exigir la responsabilidad civil proveniente de la comisión de un delito, de promover juicio de
amparo únicamente contra actos que emanen del incidente de reparación o de responsabilidad
civil y contra actos surgidos dentro del procedimiento penal, relacionados inmediata y
directamente con el aseguramiento del objeto del delito y de los bienes afectos a la reparación o
a la responsabilidad civil, sino también autorizar al ofendido o a los sujetos legitimados por
extensión para hacer uso de una instancia vedada para ellos.
Contradicción de tesis 7/2000-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Segundo Circuito, Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito, Segundo Tribunal
Colegiado del Sexto Circuito (actualmente Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del
Sexto Circuito), Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito y el Tribunal
Colegiado del Vigésimo Circuito. 13 de junio de 2001. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Juan
N. Silva Meza. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Eunice Sayuri Shibya Soto.
Tesis de jurisprudencia 85/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de quince de agosto de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente en funciones Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Noviembre de 2001
Tesis: 1a./J. 97/2001
Página: 10
DELITOS ELECTORALES. LA CONDUCTA DEL CIUDADANO CONSISTENTE EN
PROPORCIONAR, CON CONOCIMIENTO DE QUE ES FALSO, UN NUEVO DOMICILIO A LA
AUTORIDAD, LA CUAL OMITE VERIFICAR SU AUTENTICIDAD, ACTUALIZA LA
CONDICIÓN NECESARIA PARA QUE SE PRODUZCA LA ALTERACIÓN DEL REGISTRO
FEDERAL DE ELECTORES A QUE SE REFIERE EL ARTÍCULO 411 DEL CÓDIGO PENAL
FEDERAL. Si se toma en consideración, por un lado, que en términos de lo dispuesto en el
artículo 411 del Código Penal Federal a quien por cualquier medio altere o participe en la
alteración del Registro Federal de Electores, de los listados nominales o en la expedición ilícita
de credenciales para votar se le impondrá una pena de setenta a doscientos días multa y prisión
de tres a siete años y, por otro, que el verbo alterar significa cambiar la esencia o forma de una
cosa, se colige que si un ciudadano proporciona a la autoridad electoral correspondiente,
mediante solicitud en la que consta su firma, huella digital y fotografía, conforme lo ordenado en
el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, un nuevo domicilio con
conocimiento de ser un dato falso, y la citada autoridad es omisa en verificarlo, con ese actuar
culpable del ciudadano se establece una de las condiciones necesarias para que se produzca el
resultado típico a que hace alusión el precepto mencionado. Lo anterior es así, con
independencia de que, de acuerdo a lo establecido en los artículos 135, 138, 140, 141, 142,
143, 144, inciso 6 y 145 del código electoral invocado, materialmente sea a los funcionarios
electorales a quienes corresponda la formación, incorporación de datos y vigilancia de su
veracidad ante el Registro Federal Electoral, la elaboración del Padrón Electoral, la expedición
de las credenciales para votar y la integración de las listas nominales, pues tal circunstancia no
excluye de responsabilidad al ciudadano quien, al aportar datos falsos a la autoridad electoral,
participó en la alteración de dicho registro, actualizándose de esta manera el nexo causal entre
la acción del ciudadano y el resultado material, previsto y sancionado por el mencionado artículo
411. Además, al asentarse en el Registro Federal de Electores, listas nominales y credenciales
para votar con fotografía, un domicilio falso, proporcionado con pleno conocimiento de esta
circunstancia, es indudable que se lesionan los principios de certeza, legalidad y objetividad, de
los que deben estar investidos esos instrumentos electorales, pues constituyen las bases para
la organización de los procedimientos electorales y la emisión del sufragio universal, libre,
secreto y directo.
Contradicción de tesis 72/98. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del Cuarto
Circuito, actualmente Primer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del mismo circuito y el
Quinto Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito, actualmente Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Civil del mismo circuito. 19 de septiembre de 2001. Mayoría de tres votos. Disidentes:
Humberto Román Palacios y Juan N. Silva Meza. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretaria: Rosaura Rivera Salcedo.
Tesis de jurisprudencia 97/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de diecisiete de octubre de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores
Ministros: presidente en funciones Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios,
Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús
Gudiño Pelayo.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Noviembre de 2001
Tesis: 1a./J. 91/2001
Página: 9
DEFENSOR PÚBLICO EN MATERIA PENAL FEDERAL. DEBE CONTAR CON TÍTULO DE
LICENCIADO EN DERECHO. La fracción IX del artículo 20 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos prevé tres formas a través de las cuales el inculpado puede ejercer
su defensa, a saber: a) por sí mismo, b) por abogado, y c) por persona de su confianza; y,
además, dispone que en caso de que el inculpado no elija una de estas posibilidades, después
de que haya sido requerido para ello, el Juez deberá nombrarle un defensor. En concordancia
con esa disposición, el numeral 128, fracción III, del Código Federal de Procedimientos Penales,
en lo conducente señala que cuando el inculpado fuese detenido o se presentare
voluntariamente ante el Ministerio Público Federal, deberán hacérsele saber los derechos que le
otorga la Constitución Federal, entre otros, el de: "... Tener una defensa adecuada por sí, por
abogado o por persona de su confianza, o si no quisiere o no pudiere designar defensor, se le
designará desde luego un defensor de oficio ...". Ahora bien, esa designación de defensor en
materia penal efectuada por el Estado (órgano jurisdiccional o Ministerio Público), debe recaer
en un defensor público, el cual, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 5o., fracción II, de
la Ley Federal de Defensoría Pública, debe contar con título de licenciado en derecho. Lo
anterior es así, porque el espíritu del legislador no fue otro que el de otorgar a los gobernados
acceso a la justicia, y tal prerrogativa se colma, entre otros muchos aspectos, cuando se da la
posibilidad a las personas de escasos recursos económicos, de que durante el desarrollo del
proceso al que se encuentran sujetos, estén asesorados por profesionales del derecho, por
personas con capacidad en la materia que puedan defender con conocimiento jurídico y
suficiente sus intereses, a fin de que su garantía de seguridad jurídica en los procedimientos
penales se vea respetada. En contraposición con esa disposición, es claro que la designación
que haga el propio inculpado de su defensa puede no satisfacer ese requisito; por tanto, el
nombramiento de defensor podrá ejercerlo cualquier persona.
Contradicción de tesis 87/99-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito.
27 de junio de 2001. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Eunice Sayuri Shibya Soto.
Tesis de jurisprudencia 91/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de tres de octubre de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente en funciones Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Diciembre de 2001
Tesis: 2a./J. 60/2001
Página: 279
RESPONSABILIDAD DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS. EL CÓDIGO FEDERAL DE
PROCEDIMIENTOS PENALES Y, EN SU CASO, EL CÓDIGO PENAL FEDERAL, SON
APLICABLES SUPLETORIAMENTE A TODOS LOS PROCEDIMIENTOS QUE ESTABLECE
LA LEY FEDERAL RELATIVA. De la interpretación literal de lo dispuesto en el artículo 45 de la
Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, se advierte que los citados
ordenamientos penales son aplicables supletoriamente "En todas las cuestiones relativas al
procedimiento no previstas en esta ley, así como en la apreciación de las pruebas ...", por lo que
dicha expresión debe entenderse en términos generales, esto es, al no referirse a un título o
capítulo de aquélla en concreto, sino que al decir en "esta ley", se hace alusión a cualquier
procedimiento que se establezca en este ordenamiento jurídico, como lo es el de
responsabilidad administrativa, ya que si la ley no distingue, tampoco, en aras de la
interpretación de la norma, puede hacerse diferenciación alguna, en donde no existe, en cuanto
a su aplicación. Lo anterior se robustece si se toma en consideración que esta interpretación es
congruente con la naturaleza jurídica sancionadora de la ley de la materia y con los principios
generales que con ésta se relacionan, pues si las normas de derecho común que la rigen, son
las relativas al orden penal, se justifica plenamente que ante la ausencia de un cuadro
normativo general respecto de situaciones jurídicas que exigen su imperiosa regulación, como
son las cuestiones relativas a alguno de los procedimientos que en la ley citada se establecen,
así como en la apreciación de pruebas, por seguridad jurídica del gobernado, se apliquen de
manera supletoria las disposiciones de los ordenamientos penales señalados.
Contradicción de tesis 47/2001-SS. Entre las sustentadas por el Décimo Tercer Tribunal
Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Segundo Circuito. 31 de octubre de 2001. Cinco votos. Ponente:
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: Lourdes Margarita García Galicia.
Tesis de jurisprudencia 60/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del nueve de noviembre de dos mil uno.
Novena Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Diciembre de 2001
Tesis: 2a./J. 74/2001
Página: 278
RESPONSABILIDAD. AGENTES DEL MINISTERIO PÚBLICO, POLICÍAS JUDICIALES Y
PERITOS DE LA PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA. EL CÓDIGO FEDERAL
DE PROCEDIMIENTOS PENALES Y, EN SU CASO, EL CÓDIGO PENAL FEDERAL, SON
APLICABLES SUPLETORIAMENTE A LO ESTABLECIDO EN LA LEY ORGÁNICA DE
DICHA PROCURADURÍA. En los artículos del 50 al 55 de la citada ley orgánica se regula un
específico sistema de responsabilidades, complementario del sistema general previsto en la Ley
Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, mediante el cual se establecen
obligaciones a cargo de los agentes del Ministerio Público Federal, de los policías judiciales y de
los peritos de la Procuraduría General de la República, a fin de salvaguardar la legalidad,
eficiencia, profesionalismo y honradez en el desempeño de su función, así como las sanciones
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
aplicables por los actos u omisiones en que incurran y los procedimientos y las autoridades para
aplicarlas, ello en atención a la especial naturaleza de las funciones desempeñadas por esos
servidores públicos, que constituye una reglamentación de lo dispuesto en el título IV de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, específicamente de su artículo 113. De
esta manera, para colmar el vacío legislativo que se advierta en las normas que integran aquel
contexto normativo, deberá estarse a lo dispuesto en el artículo 45 del último ordenamiento
citado y acudir a lo establecido en el Código Federal de Procedimientos Penales y, en lo
conducente, a lo señalado en el Código Penal Federal, normas supletorias en materia de
responsabilidades administrativas de los servidores públicos de la Federación, en virtud de que
si la finalidad de los procedimientos previstos en la señalada ley orgánica es determinar la
responsabilidad administrativa de los referidos funcionarios, para lo cual es necesario conocer la
verdad real de los actos u omisiones que se les atribuyan, ese objetivo es congruente y acorde
con el sistema previsto por el referido código procesal penal que, alejado de las formalidades y
solemnidades que rigen en otras materias, pretende por encima de las actitudes procesales de
las partes, indagar sobre la realidad de los eventos materia de examen.
Contradicción de tesis 50/2001-SS. Entre las sustentadas por el Cuarto y Noveno Tribunales
Colegiados en Materia Administrativa y el Décimo Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa, todos del Primer Circuito. 23 de noviembre de 2001. Cinco votos. Ponente:
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretario: Alberto Díaz Díaz.
Tesis de jurisprudencia 74/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del treinta de noviembre de dos mil uno.
Novena Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Diciembre de 2001
Tesis: 2a./J. 66/2001
Página: 246
FIANZAS PENALES. PARA GARANTIZAR LA SANCIÓN PECUNIARIA, NO ES NECESARIO
ACOMPAÑAR AL REQUERIMIENTO DE PAGO COPIA CERTIFICADA DE LA SENTENCIA
EJECUTORIA QUE LA IMPONE COMO PENA. Si se toma en consideración que conforme a lo
dispuesto en los artículos 20, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como 556 y 569 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal,
todo inculpado tiene derecho, durante la averiguación previa y en el proceso judicial, a ser
puesto en libertad provisional bajo caución, inmediatamente que lo solicite y se satisfagan
diversos requisitos legales, entre otros, el que se garantice el monto de la reparación del daño,
el de las sanciones pecuniarias que en su caso puedan imponérsele y la caución relativa al
cumplimiento de las obligaciones procesales, y que cuando se revoque la libertad caucional, tal
determinación tendrá como consecuencia el mandar reaprehender al procesado y hacer
exigibles las garantías relativas a la reparación del daño, ésta a favor de la víctima o del
ofendido por el delito y las que versen sobre las sanciones pecuniarias y para el cumplimiento
de las obligaciones derivadas del proceso, que se harán exigibles a favor del Estado, basta con
la actualización de dicha condición, esto es, la revocación de la libertad provisional, así como
acompañar al requerimiento de pago respectivo la copia certificada de la resolución por virtud
de la cual se decreta la revocación de referencia, la reaprehensión del indiciado y se ordena
hacer efectiva la garantía. Ello es así, puesto que la exigibilidad de las fianzas penales, entre
ellas la que garantiza la sanción pecuniaria, se da como consecuencia de la inobservancia a las
obligaciones procesales contraídas, de manera que es incorrecto exigir que con el
requerimiento de pago respectivo se exhiba copia certificada de la sentencia ejecutoriada en la
que, como pena, se imponga dicha sanción.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Contradicción de tesis 60/2001-SS. Entre las sustentadas por el Séptimo y Noveno Tribunales
Colegiados en Materia Administrativa del Primer Circuito. 9 de noviembre de 2001. Cinco votos.
Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretaria: María Dolores Omaña Ramírez.
Tesis de jurisprudencia 66/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del catorce de noviembre de dos mil uno.
Novena Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Diciembre de 2001
Tesis: 2a./J. 72/2001
Página: 245
FIANZAS PENALES. LA CADUCIDAD INSTITUIDA EN EL ARTÍCULO 120 DE LA LEY
FEDERAL DE INSTITUCIONES DE FIANZAS NO LES ES APLICABLE, SI SU COBRO NO
SE EXIGIÓ DENTRO DEL PLAZO PACTADO EN LA PÓLIZA O EN EL TÉRMINO LEGAL
CORRESPONDIENTE. Si se toma en consideración que las fianzas penales, de acuerdo con la
excepción prevista en el artículo 94 bis, párrafo primero, de la Ley Federal de Instituciones de
Fianzas, no pueden hacerse efectivas a través de los procedimientos especial y ordinario
contemplados en los artículos 93 y 94 de la ley en comento, sino que según lo dispuesto en el
diverso artículo 130, fracción II, necesariamente debe procederse en términos del dispositivo 95,
esto es, acudir al procedimiento administrativo de ejecución en el que no existe la figura de la
caducidad, se colige que tratándose de dichas fianzas no opera la prevista en el artículo 120 de
la ley citada, pues ésta sólo es aplicable en los mencionados procedimientos especial y
ordinario.
Contradicción de tesis 49/2001-SS. Entre las sustentadas por el Séptimo Tribunal Colegiado y el
Décimo Tercer Tribunal Colegiado, ambos en Materia Administrativa del Primer Circuito. 23 de
noviembre de 2001. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano. Secretario:
Alberto Miguel Ruiz Matías.
Tesis de jurisprudencia 72/2001. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del treinta de noviembre de dos mil uno.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Diciembre de 2001
Tesis: 1a./J. 88/2001
Página: 113
REPARACIÓN DEL DAÑO EN EL DELITO DE HOMICIDIO. PARA QUE SE CONDENE A
ELLA BASTA QUE EL JUZGADOR TENGA POR ACREDITADA LA COMISIÓN DEL ILÍCITO
(LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL). Si bien es cierto que de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 31 del Código Penal para el Distrito Federal, la reparación del daño será
fijada por los Jueces, de acuerdo con las pruebas obtenidas en el proceso, también lo es que
tratándose del delito de homicidio, al resultar claro que tal reparación no puede consistir en la
devolución de la cosa obtenida con motivo del delito o en el pago de su precio, ni tampoco en el
resarcimiento de los perjuicios ocasionados con su comisión, toda vez que, por una parte, es
imposible restituir la vida de una persona y, por otra, ésta tampoco puede ser valuada
económicamente por no encontrarse en el comercio, lo que, a su vez, trae como consecuencia
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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que no sea viable que los beneficiarios o derechohabientes puedan exigir el lucro cesante por
una falta de ganancia o de acrecentamiento patrimonial derivada de la muerte de la víctima, la
aludida reparación debe circunscribirse al pago de una indemnización por los daños materiales
o morales causados a que se refiere la fracción II del artículo 30 del propio código, siendo que
es de reconocido derecho que los primeros sí pueden ser objeto de prueba, al revestir un
contenido económico patrimonial y, por tanto, objetivo, mientras que los segundos, al no
compartir esa misma naturaleza, deben sujetarse a reglas especiales de valoración. Ahora bien,
si en este aspecto, el artículo 30, último párrafo, del mencionado código punitivo establece, de
manera especial, que tratándose de delitos que afecten la vida, el monto de la reparación del
daño no podrá ser menor del que resulte de aplicarse las disposiciones relativas de la Ley
Federal del Trabajo, cuyos artículos 500 y 502 prevén una indemnización equivalente a dos
meses de salario mínimo por gastos funerarios (daño material) y una cantidad adicional,
equivalente a setecientos treinta días de salario mínimo, con la cual se pretende compensar el
daño moral, es inconcuso que de manera imperativa obliga al juzgador en este tipo de delitos, a
condenar a la reparación del daño, simplemente con tener por acreditada la comisión del delito
de homicidio, por lo que, en principio, no es necesario que el Ministerio Público o los
interesados aporten mayores pruebas para acreditar el daño causado, salvo en el caso de que
consideren que los daños son superiores a los previstos en la legislación laboral, pues en este
supuesto encontraría plena aplicación el principio general contenido en el primer párrafo del
artículo 31 del Código Penal para el Distrito Federal, en relación con el primer párrafo del
artículo 34 del propio ordenamiento legal, en virtud de que el aludido artículo 30, último párrafo,
sólo establece una base mínima a la cual deberá sujetarse el juzgador para calcular el monto de
la indemnización.
Contradicción de tesis 102/2000-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Tercero en Materia Penal del Primer Circuito. 13 de junio de 2001. Cinco votos.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 88/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de quince de agosto de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente en funciones Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Diciembre de 2001
Tesis: 1a./J. 103/2001
Página: 112
REPARACIÓN DEL DAÑO. EL OFENDIDO O LA VÍCTIMA DE ALGÚN DELITO ESTÁN
LEGITIMADOS PARA PROMOVER EL JUICIO DE AMPARO EN CONTRA DE LAS
RESOLUCIONES JURISDICCIONALES QUE AFECTEN ESE DERECHO, ÚNICAMENTE POR
LO QUE A ESE ASPECTO SE REFIERE Y SIEMPRE QUE CONTRA ÉSTAS NO PROCEDA
MEDIO ORDINARIO ALGUNO DE DEFENSA. Si de conformidad con lo dispuesto en el último
párrafo del artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, reformado
por decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el tres de septiembre de mil
novecientos noventa y tres, el derecho del ofendido o de la víctima de algún delito a obtener la
reparación del daño, fue elevado a rango de garantía individual y toda vez que la protección de
ésta debe ser inmediata, resulta inconcuso que la autoridad jurisdiccional está obligada a
respetarla y, por tanto, en contra de las resoluciones dictadas en segundo grado o en los
incidentes de reparación o de responsabilidad civil que afecten aquel derecho, el ofendido o la
víctima de algún delito que tengan la expectativa legal de dicha reparación están legitimados
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
para promover el juicio de amparo, únicamente por lo que al aspecto de la afectación se refiere
y siempre que contra ellas no exista medio ordinario alguno de defensa. Lo anterior se
robustece si se toma en consideración que conforme al criterio de este Alto Tribunal contenido
en la tesis P. CLXVI/97, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo VI, diciembre de 1997, página 111, de rubro: "ACCIÓN PENAL. LAS
RESOLUCIONES SOBRE EL NO EJERCICIO O DESISTIMIENTO DE AQUÉLLA, SON
SUSCEPTIBLES DE VIOLAR GARANTÍAS INDIVIDUALES Y, POR TANTO, EN SU CONTRA
PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO.", el espíritu que impulsó el decreto de reformas al diverso
artículo 21 de la citada Constitución Federal, publicado en el Diario Oficial de la Federación el
treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y cuatro, estuvo inspirado en la
necesidad de crear instrumentos regulados por normas y criterios objetivos, a fin de controlar la
legalidad de los actos de autoridad sobre el no ejercicio o desistimiento de la acción penal, que
afectaren los derechos del ofendido o de la víctima de algún delito, entre los que se encuentra el
de obtener la reparación del daño.
Contradicción de tesis 94/2000-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Primer Circuito y los Tribunales Colegiados Segundo en Materia Penal del Primer
Circuito, Primero del Vigésimo Tercer Circuito y Segundo del Segundo Circuito. 12 de
septiembre de 2001. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Guadalupe M. Ortiz Blanco.
Tesis de jurisprudencia 103/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de catorce de noviembre de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros: presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto
Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Diciembre de 2001
Tesis: 1a./J. 93/2001
Página: 76
MULTA SUSTITUTIVA DE LA PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD. LA DETERMINACIÓN DE
SU MONTO NO ESTÁ REGIDA POR EL ARTÍCULO 29 DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL EN
SU PARTE INICIAL, POR LO QUE PUEDE EXCEDER DE QUINIENTOS DÍAS. Si bien es
cierto que en el mencionado precepto se establece la regla relativa a que la multa impuesta
como sanción pecuniaria, consistente en el pago de una cantidad de dinero al Estado, no puede
exceder de quinientos días multa, también lo es que tratándose de aquellas impuestas en
sustitución de la pena privativa de libertad sí es posible rebasar dicho monto, pues conforme a
lo dispuesto en la parte final del propio artículo 29, para su cálculo únicamente se considerará
que un día multa corresponda a un día de prisión, por lo que dicha pena sustitutiva no está
regida por lo dispuesto en la parte inicial del citado precepto. Ahora bien, la multa sanción
directa atiende al hecho de que fue impuesta por una conducta ilícita -a la que le será aplicable
el monto máximo- y la multa sustitutiva, deriva del beneficio de aplicarse en lugar de una pena
privativa de la libertad, por ende, no participan de la misma naturaleza, ya que la referida
sustitución presupone un proceso jurisdiccional que culminó con una sentencia en la que el
juzgador individualizó la pena, sanción que causó ejecutoria y que no puede ser modificada por
el propio juzgador; por lo que si se limitara el monto de la multa sustitutiva de prisión a
quinientos días multa, ello se traduciría en permitir que las penas impuestas por el juzgador,
sean modificadas, sin que medie el proceso respectivo.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Contradicción de tesis 59/2000. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito. 2
de mayo de 2001. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo; en su ausencia hizo suyo el asunto Juan N. Silva Meza.
Secretaria: Andrea Nava Fernández del Campo.
Tesis de jurisprudencia 93/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de tres de octubre de dos mil uno, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente en funciones Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, Juan N. Silva
Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Nota: Esta tesis aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XIV, noviembre de 2001, página 15; por instrucciones de la Primera Sala
se publica nuevamente con la votación correcta en el precedente.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIV, Diciembre de 2001
Tesis: 1a./J. 99/2001
Página: 7
COHECHO ACTIVO, ELEMENTOS QUE INTEGRAN EL TIPO PREVISTO EN LOS
ARTÍCULOS 222, FRACCIÓN II, DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL Y 174, FRACCIÓN II, DEL
CÓDIGO PENAL PARA EL ESTADO DE MICHOACÁN. De la descripción típica de cohecho
activo, que hacen los mencionados preceptos legales, en el sentido de que comete tal ilícito el
que dé u ofrezca dinero o cualquier otra dádiva o ventaja pecuniaria a un funcionario o servidor
público, para que haga u omita hacer un acto justo o injusto relacionado con sus funciones, se
obtienen los siguientes elementos: el dar u ofrecer dinero o cualquier otra dádiva o ventaja
pecuniaria a un servidor público y que el propósito de tal entrega u ofrecimiento debe consistir
en que el funcionario público haga o deje de hacer un acto, justo o injusto, relacionado con sus
funciones. Al respecto es conveniente precisar que el tipo penal no requiere de la aceptación del
servidor o funcionario público; además, para la configuración del delito, por lo que hace al
primer elemento, basta con demostrar que se entregó u ofreció dinero o cualquier otra dádiva o
ventaja pecuniaria al servidor público y para tener por acreditado el elemento consistente en el
propósito de tal entrega u ofrecimiento al servidor público, es indispensable que se demuestre
que la acción u omisión que se le pidió realizar tiene conexión con las funciones con que está
investido por el cargo público que le fue conferido, pues sólo en este caso se pone en peligro el
debido funcionamiento de la administración pública, bien jurídico que tutela el delito de cohecho.
Contradicción de tesis 109/2000-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo del Décimo Primer Circuito. 4 de julio de 2001. Cinco votos. Ponente: Juan
N. Silva Meza. Secretaria: Guillermina Coutiño Mata.
Tesis de jurisprudencia 99/2001. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de catorce de noviembre de dos mil uno, por unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros: presidente José de Jesús Gudiño Pelayo, Juventino V. Castro y Castro, Humberto
Román Palacios, Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XV, Abril de 2002
Tesis: 1a./J. 12/2002
Página: 318
RECLASIFICACIÓN DEL DELITO. EL PÁRRAFO SEGUNDO DEL ARTÍCULO 385 DEL
CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, LA AUTORIZA EN EL RECURSO DE
APELACIÓN INTERPUESTO POR EL INCULPADO O SU DEFENSOR, EN CONTRA DEL
AUTO DE FORMAL PRISIÓN O EL DE SUJECIÓN A PROCESO. La hipótesis normativa
prevista en el artículo 385, párrafo segundo, del Código Federal de Procedimientos Penales que
faculta al tribunal de apelación para reclasificar el delito por el que el Juez a quo decidió
pronunciar el auto de formal prisión o el de sujeción a proceso, se actualiza cuando se interpone
recurso de apelación por el inculpado o su defensor, no así por el Ministerio Público, es decir,
sin necesidad de que éste haya formulado agravio alguno, toda vez que debe tomarse en
cuenta que la consignación se basa en una relación de hechos determinados y en los
elementos probatorios que justifican su realización fáctica y la presunta intervención del
inculpado como sujeto activo, de manera que en el caso del recurso de apelación, la única
limitación para el tribunal de alzada es que la reclasificación se haga en forma tal que
corresponda a los hechos que motivaron la consignación, sin incurrir en alguna variante de
ellos, lo que no implica que se reduzca la capacidad de defensa del inculpado y sus derechos,
pues éstos se verán respetados al basarse las consideraciones de la sentencia del tribunal de
apelación en los hechos que fue la voluntad de la representación social determinar como
materia de la consignación. Lo anterior se robustece con el criterio del Tribunal Pleno de esta
Suprema Corte de Justicia de la Nación, contenido en la tesis P. LXXXV/99, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo X, diciembre de 1999, página 15, de
rubro: "DELITO. EL PÁRRAFO SEGUNDO DEL ARTÍCULO 385 DEL CÓDIGO FEDERAL DE
PROCEDIMIENTOS PENALES, QUE AUTORIZA SU RECLASIFICACIÓN EN EL RECURSO
DE APELACIÓN INTERPUESTO EN CONTRA DEL AUTO DE FORMAL PRISIÓN O EL DE
SUJECIÓN A PROCESO, NO TRANSGREDE EL ARTÍCULO 19 CONSTITUCIONAL.", al
considerar que dicho precepto tiene por finalidad cumplir con exigencias de orden público y de
interés social, que consisten en buscar que el proceso se siga por el delito o delitos
exactamente determinados por los hechos denunciados, de tal manera que la reclasificación
que hace el tribunal ad quem es para dar cumplimiento al artículo 19 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, a efecto de que el proceso se siga por los delitos que
tipifican los hechos denunciados y no por otros. Lo anterior no significa que se deje al inculpado
en estado de indefensión, porque en esa etapa procesal tiene a su alcance toda la secuela del
juicio, a partir de la instrucción, en la que podrá expresar argumentos y aportar pruebas que
tengan como finalidad demostrar su inocencia o bien, que el tipo penal conforme a los hechos
acreditados por su defensa, corresponden a otro de menor gravedad.
Contradicción de tesis 44/2001-PS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del
Décimo Séptimo Circuito, el Tribunal Colegiado del Décimo Cuarto Circuito (actualmente
Primero de dicho circuito), el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito (ahora
Primero) y por el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito. 17 de octubre de
2001. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Irma Leticia Flores Díaz.
Tesis de jurisprudencia 12/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de trece de febrero de dos mil dos, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios y Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XV, Abril de 2002
Tesis: 1a./J. 21/2002
Página: 314
PRECLUSIÓN. ES UNA FIGURA JURÍDICA QUE EXTINGUE O CONSUMA LA
OPORTUNIDAD PROCESAL DE REALIZAR UN ACTO. La preclusión es uno de los principios
que rigen el proceso y se funda en el hecho de que las diversas etapas del proceso se
desarrollan en forma sucesiva, mediante la clausura definitiva de cada una de ellas,
impidiéndose el regreso a momentos procesales ya extinguidos y consumados, esto es, en
virtud del principio de la preclusión, extinguida o consumada la oportunidad procesal para
realizar un acto, éste ya no podrá ejecutarse nuevamente. Además doctrinariamente, la
preclusión se define generalmente como la pérdida, extinción o consumación de una facultad
procesal, que resulta normalmente, de tres situaciones: a) de no haber observado el orden u
oportunidad dada por la ley para la realización de un acto; b) de haber cumplido una actividad
incompatible con el ejercicio de otra; y c) de haber ejercitado ya una vez, válidamente, esa
facultad (consumación propiamente dicha). Estas tres posibilidades significan que la
mencionada institución no es, en verdad, única y distinta, sino más bien una circunstancia
atinente a la misma estructura del juicio.
Amparo directo 4398/87. Agustín González Godínez y otra. 15 de diciembre de 1987. Cinco
votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: María Estela Ferrer Mac Gregor Poisot.
Inconformidad 60/2000. Contralor General del Distrito Federal. 26 de abril de 2000. Cinco votos.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Roberto Javier Sánchez Rosas.
Inconformidad 339/99. Fausto Rafael Pérez Rosas. 17 de mayo de 2000. Cinco votos. Ponente:
Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Roberto Javier Sánchez Rosas.
Reclamación 2/2000. Luis Ignacio Ayala Medina Mora y otra. 17 de noviembre de 2000.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Juan N. Silva
Meza. Secretario: Manuel González Díaz.
Contradicción de tesis 92/2000-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo, Tercero, Séptimo y Décimo Segundo, todos en Materia Civil del Primer Circuito. 19 de
septiembre de 2001. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente:
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Heriberto Pérez Reyes.
Tesis de jurisprudencia 21/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veinte de marzo de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José
de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XV, Abril de 2002
Tesis: 1a./J. 2/2002
Página: 289
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN. PARA RESOLVER SOBRE SU PROCEDENCIA
O IMPROCEDENCIA, DEBE TOMARSE EN CUENTA QUE EL DELITO O DELITOS,
INCLUYENDO SUS MODIFICATIVAS O CALIFICATIVAS, POR LOS CUALES SE DICTÓ EL
AUTO DE FORMAL PRISIÓN RESPECTIVO, NO ESTÉN CONSIDERADOS COMO GRAVES
POR LA LEY. Si se toma en consideración, por un lado, que conforme a la interpretación
histórica, sistemática e integral del artículo 20, fracción I, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos (actualmente 20, apartado A, fracción I), para resolver sobre la
procedencia o improcedencia del beneficio de la libertad provisional bajo caución, el delito
atribuido al inculpado, incluyendo sus modificativas o calificativas, no debe ser considerado
como grave por la ley y, por otro, que el numeral 19 de la propia Carta Magna establece que en
el auto de formal prisión deben expresarse tanto el delito que se impute al acusado, el lugar,
tiempo y circunstancias de ejecución, como los datos que arroje la averiguación previa, y que
todo proceso debe seguirse forzosamente por el delito o delitos señalados en el auto de formal
prisión o de sujeción a proceso, así como que esta Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, en la tesis publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo V, febrero de 1997, página 197, de rubro: "AUTO DE FORMAL
PRISIÓN. LA JURISPRUDENCIA CUYO RUBRO ES ‘AUTO DE FORMAL PRISIÓN, NO
DEBEN INCLUIRSE LAS MODIFICATIVAS O CALIFICATIVAS DEL DELITO EN EL.’, QUEDÓ
SUPERADA POR LA REFORMA DEL ARTÍCULO 19 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE
LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS, PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA
FEDERACIÓN DE FECHA TRES DE SEPTIEMBRE DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y
TRES.", sostuvo que el dictado del auto de formal prisión surte el efecto procesal de establecer
por qué delito o delitos habrá de seguirse proceso al inculpado, por lo que deben quedar
determinados con precisión sus elementos constitutivos incluyendo, en su caso, las
modificativas o calificativas que de los hechos materia de la consignación se adviertan por el
juzgador, resulta inconcuso que para resolver sobre la procedencia o improcedencia del citado
beneficio, no es dable atender sólo a lo dispuesto por el artículo 20, fracción I, constitucional
señalado, sino que debe adminicularse o relacionarse con las demás garantías constitucionales
consagradas en la propia Carta Magna, específicamente con la tutelada por el diverso numeral
19; por ello es necesario tomar en cuenta que el delito o delitos, incluyendo sus modificativas o
calificativas, por los cuales se dictó el auto de formal prisión, no estén considerados como
graves por la ley, ya que de lo contrario se estarían tomando en cuenta hechos o datos ajenos a
los que son materia del proceso.
Contradicción de tesis 91/2000-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Décimo Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo
Circuito. 3 de octubre de 2001. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño
Pelayo. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: José de Jesús Bañales Sánchez.
Tesis de jurisprudencia 2/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de seis de febrero de dos mil dos, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios y Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XV, Abril de 2002
Tesis: 1a./J. 23/2002
Página: 231
FIANZAS POR TIEMPO INDETERMINADO. PARA EFECTOS DE LA PRESCRIPCIÓN
EXTINTIVA DE LA ACCIÓN DE COBRO, DEBE APLICARSE EL PLAZO PREVISTO EN LA
LEGISLACIÓN BAJO CUYA VIGENCIA SE OTORGARON E HICIERON EXIGIBLES. Cuando
se trata del cobro de pólizas de fianzas por tiempo indeterminado que se suscribieron e hicieron
exigibles antes del decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el catorce de julio de
mil novecientos noventa y tres, por el que se reformó, entre otros, el artículo 120 de la Ley
Federal de Instituciones de Fianzas, pero que se requirió su pago durante la vigencia de éste,
para el efecto de la prescripción extintiva de la acción, debe aplicarse la legislación anterior bajo
cuya vigencia se otorgaron e hicieron exigibles, la cual establecía el plazo de tres años contado,
desde luego, a partir de que la obligación garantizada se hizo exigible, al ser la prescripción ahí
prevista una figura de carácter sustantivo y, por ende, un derecho adquirido al amparo de la ley
anterior. No es óbice a lo antes expuesto el contenido del artículo cuarto transitorio del referido
decreto que, entendido a contrario sensu, significa que los procedimientos derivados de
reclamaciones contra una institución de fianzas con motivo del otorgamiento de pólizas, que se
inicien luego de la vigencia del referido decreto, deberán tramitarse conforme a la ley reformada,
pues esa disposición sólo puede referirse a las normas relacionadas con el desarrollo del
proceso, esto es, a las disposiciones que regulan la iniciación, el trámite y la terminación de un
proceso jurisdiccional y que definen no sólo los conceptos procesales más importantes como lo
son la acción legal, el interés, la relación jurídica, la jurisdicción, la competencia y la constitución
de los órganos jurisdiccionales, sino también los distintos elementos que constituyen los
procedimientos y formalidades, tales como las notificaciones y actuaciones judiciales; de ahí
que el artículo 120 reformado no sea aplicable para efectos del plazo de la prescripción extintiva
de la acción, ahora llamada "caducidad", porque ello implicaría restringir el derecho subjetivo
sustancial que ya estaba en el patrimonio de las partes desde el tiempo en que se otorgaron las
referidas pólizas.
Contradicción de tesis 91/2001-PS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa, Sexto y Décimo Tercer Tribunales Colegiados en Materia Civil, todos del
Primer Circuito. 20 de marzo de 2002. Cinco votos. Ponente: Humberto Román Palacios.
Secretario: Eligio Nicolás Lerma Moreno.
Tesis de jurisprudencia 23/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veinte de marzo de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José
de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XV, Abril de 2002
Tesis: 1a./J. 13/2002
Página: 195
DELITOS FISCALES. PARA LA PROCEDENCIA DE LA SUSTITUCIÓN Y CONMUTACIÓN
DE SANCIONES O CUALQUIER OTRO BENEFICIO A LOS SENTENCIADOS POR
AQUELLOS ILÍCITOS, SE REQUIERE LA MANIFESTACIÓN DE LA SECRETARÍA DE
HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO DE QUE EL INTERÉS FISCAL SE ENCUENTRA
GARANTIZADO. Para que procedan los referidos beneficios a favor de los sentenciados por
delitos fiscales, previstos en el artículo 101 del Código Fiscal de la Federación, además de
satisfacerse los requisitos que al efecto establece el Código Penal Federal, es menester que en
los autos del proceso penal exista la manifestación de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público de que el interés fiscal está cubierto o garantizado satisfactoriamente, entendida esta
manifestación como el documento, recibo o comprobante que acredite fehacientemente la
aceptación de la autoridad tributaria de tener por garantizados los adeudos fiscales. Lo anterior
obedece a que de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 94 del código tributario invocado, es a la
autoridad administrativa a la que le corresponde hacer efectivas las contribuciones omitidas, los
recargos y las sanciones administrativas que se hubieren generado con motivo de la infracción
fiscal; por tanto, de existir constancias en los autos del proceso penal que acrediten la práctica
de un embargo precautorio o aseguramiento de bienes a favor de la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público, ello no implica que el interés fiscal se encuentre garantizado, por ser necesario
que esa autoridad actualice y determine el monto del adeudo fiscal, cuestión que escapa a la
esfera competencial de los Jueces Federales quienes no pueden imponer sanciones
pecuniarias por los delitos referidos y, por ende, los imposibilita, material y jurídicamente, para
determinar si el valor de los bienes embargados es suficiente para garantizar el crédito fiscal.
Contradicción de tesis 40/99. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Segundo del Décimo Noveno Circuito. 16 de enero de 2002. Cinco votos. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: M. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de jurisprudencia 13/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de trece de febrero de dos mil dos, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios y Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XV, Abril de 2002
Tesis: 1a./J. 25/2002
Página: 149
DECRETOS POR LOS QUE SE REFORMAN DIVERSAS DISPOSICIONES EN MATERIA
PENAL, EXPEDIDOS POR EL CONGRESO DE LA UNIÓN Y PUBLICADOS EN EL DIARIO
OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL DIECISIETE Y DIECIOCHO DE MAYO DE MIL
NOVECIENTOS NOVENTA Y NUEVE. NO SON APLICABLES EN EL FUERO COMÚN DEL
DISTRITO FEDERAL. Los decretos de reformas a diversas disposiciones en materia penal,
expedidos por el Congreso de la Unión y publicados en el Diario Oficial de la Federación los
días diecisiete y dieciocho de mayo de mil novecientos noventa y nueve, no son aplicables en el
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
fuero común del Distrito Federal, pues, en la fecha en que se expidieron (veintinueve de abril de
mil novecientos noventa y nueve), el Congreso de la Unión ya no tenía facultades para legislar
en esa materia en el ámbito del Distrito Federal; pues, de conformidad con lo dispuesto en el
artículo 122, apartado C, base primera, fracción V, inciso h), de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, en relación con el decimoprimero transitorio del decreto por el que
se reformaron diversos preceptos de dicho ordenamiento, publicado en el Diario Oficial de la
Federación el veintidós de agosto de mil novecientos noventa y seis, se desprende que la
facultad para legislar en materia penal en el Distrito Federal, corresponde exclusivamente a la
Asamblea Legislativa, a partir del primero de enero de mil novecientos noventa y nueve. Admitir
lo contrario implicaría, por un lado, una transgresión al principio de legalidad y, por ende, al
sistema constitucional de facultades expresas y excluyentes y, por otro, sostener la validez de
una ley que, por carecer de la debida fundamentación, sería inconstitucional. Lo anterior se
corrobora con lo expresado tanto en la iniciativa que dio origen al mencionado decreto publicado
el dieciocho de mayo de mil novecientos noventa y nueve, como en el dictamen de las
Comisiones Unidas de Justicia y Estudios Legislativos, Primera, de la Cámara de Senadores del
Congreso de la Unión, en el sentido de que las reformas efectuadas al Código Penal para el
Distrito Federal en Materia de Fuero Común y para toda la República en Materia de Fuero
Federal, a partir del primero de enero de mil novecientos noventa y nueve y hasta que la
Asamblea Legislativa expidiera el Código Penal para el Distrito Federal, sólo cobrarían
aplicación en el fuero federal y, por ende, que durante ese lapso la ley sustantiva penal
aplicable en el Distrito Federal sería el código primeramente citado, en su texto vigente al treinta
y uno de diciembre de mil novecientos noventa y ocho.
Contradicción de tesis 85/2001-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Sexto, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 3 de abril de 2002. Cinco votos.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Miguel Ángel Ramírez González.
Tesis de jurisprudencia 25/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de tres de abril de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José
de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVI, Julio de 2002
Tesis: 2a./J. 51/2002
Página: 94
ASEGURAMIENTO DE BIENES DENTRO DE UNA AVERIGUACIÓN PREVIA. DEL JUICIO
DE AMPARO QUE SE PROMUEVA EN SU CONTRA DEBE CONOCER UN JUEZ DE
DISTRITO EN MATERIA PENAL. Si bien es cierto que el aseguramiento de bienes, en razón
del órgano que lo emite, es un acto formalmente administrativo, pues el Ministerio Público es
una autoridad que depende del Ejecutivo, también lo es que los actos que emite en la etapa de
la averiguación previa, consistentes en el aseguramiento, conservación y retención de bienes
relacionados con la investigación de un delito, tienen naturaleza intrínsecamente penal,
efectuados en ejercicio de las facultades que le otorgan los artículos 21 y 102 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, como titular exclusivo de la acción penal y encargado
de aportar al juzgador las pruebas relacionadas con la acreditación de la existencia del delito y
la responsabilidad del procesado, por lo que se concluye que sus actos, diligencias y
resoluciones se rigen por las normas sustantivas y adjetivas penales. En consecuencia, el juicio
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
de garantías que se promueva contra las referidas determinaciones, compete al Juez de Distrito
en Materia Penal, pues con ello se respeta el principio de especialización que justifica la
creación de tribunales especializados y, por ende, el artículo 17 de la Constitución Federal, en
cuanto garantiza la expeditez en el fallo.
Contradicción de tesis 5/2001-PL. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
mismo circuito. 24 de mayo de 2002. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Secretaria: Ma. Marcela Ramírez Cerrillo.
Tesis de jurisprudencia 51/2002. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del siete de junio de dos mil dos.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVI, Agosto de 2002
Tesis: 1a./J. 34/2002
Página: 86
PANDILLA. PARA LA CONFIGURACIÓN DE ESTA CALIFICATIVA NO ES NECESARIO QUE
SE HAYAN REALIZADO ACTOS VIOLENTOS EN LA EJECUCIÓN DEL DELITO BÁSICO. De
la interpretación gramatical de lo dispuesto en el artículo 164 bis del Código Penal para el
Distrito Federal se desprende que el pandillerismo es una mera circunstancia calificativa en la
comisión de hechos delictuosos, en virtud de la cual se aumentan las sanciones de los delitos
cometidos por tres o más personas que se reúnen de manera habitual, ocasional o transitoria,
aunque no estén organizadas para delinquir ni tengan como fin propio la comisión de delitos,
sanción que se eleva según la calidad del sujeto activo, bien sea o haya sido miembro de
alguna corporación policiaca, por lo que para su configuración no es necesaria la circunstancia
de que en la ejecución del delito básico se hayan realizado actos violentos. Lo anterior es así,
porque dicho numeral califica, en razón de la pandilla, la comisión de otros delitos, pues su
naturaleza funcional es la de un dispositivo móvil, no vinculado en abstracto con tipo alguno, de
manera que puede ser conectado, en concreto, con todas las figuras delictivas del Código
Penal, se ejecuten o no con violencia, siempre y cuando haya compatibilidad con la estructura
típica de aquéllas, produciéndose así el fenómeno jurídico, en el que, a la sanción principal del
delito de que se trate, se sobrepone la sanción accesoria de la agravante en cuestión; por lo
cual, dicha compatibilidad no está referida a los delitos que se cometan o no con violencia, sino
a la incompatibilidad que pudiera darse de tal calificativa con el tipo básico de que depende; por
ejemplo, no puede darse la calificativa mencionada en los delitos que se cometan en
complicidad correspectiva, prevista en la fracción VIII del artículo 13 del código señalado, por
tres o más personas, porque entonces se estaría recalificando una conducta en contravención
al principio jurídico non bis in idem que consagra el artículo 23 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos; asimismo, la agravante de las penas para los delitos de abuso
sexual y violación a que se refiere el artículo 266 bis, fracción I, del código en mención, cuando
es cometido con la intervención directa o inmediata de tres o más personas, así como el delito
de privación ilegal de la libertad a que alude el diverso artículo 366, fracción II, inciso c), de
dicho ordenamiento, cuando se lleva a cabo por un grupo de tres o más sujetos, no presentan la
característica de compatibilidad de la calificativa de pandilla con el tipo básico, pues en ambos
casos, y otros análogos, se estaría sancionando doblemente una misma conducta.
Contradicción de tesis 25/2001-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Quinto en Materia Penal del Primer Circuito. 22 de mayo de 2002. Cinco votos.
Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Eligio Nicolás Lerma Moreno.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Tesis de jurisprudencia 34/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintidós de mayo de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José
de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVI, Agosto de 2002
Tesis: 1a./J. 32/2002
Página: 60
COMPETENCIA POR INHIBITORIA. EL AUTO QUE DESECHA ESA CUESTIÓN
CONSTITUYE UN ACTO DENTRO DE JUICIO, QUE NO ES DE IMPOSIBLE REPARACIÓN,
Y QUE PUEDE SER COMBATIDO EN AMPARO DIRECTO, CUANDO SEA DICTADA LA
SENTENCIA DEFINITIVA. La cuestión de competencia, planteada en su modalidad de
inhibitoria, constituye un acto que necesariamente se presenta dentro de juicio, aun cuando se
tramite ante Juez diverso del que recibió la demanda e inició el procedimiento, toda vez que
conforme a las reglas procesales respectivas, por definición y en atención a la forma y a los
términos en que se tramita, necesariamente se plantea después de que el demandado ha sido
emplazado, por lo que si el juicio se inició con la presentación de la demanda, entonces no cabe
duda de que se trata de un acto dentro de juicio, ya que no es lógico ni jurídico plantearla
previamente a dicha presentación, es decir, antes de iniciado el juicio. Además, al constituir el
desechamiento de esa cuestión un acto dentro del juicio, de naturaleza meramente procesal,
que no afecta derechos sustantivos, sino que atiende a razones procedimentales, porque sólo
produce efectos intraprocesales, en modo alguno es constitutivo de derechos, por lo que no es
un acto de imposible reparación. En consecuencia, el promovente de la inhibitoria puede
impugnar el auto que la desechó de plano, a través del recurso correspondiente, lo que
generalmente produce la suspensión del procedimiento y contra la resolución que se dicte en
ese recurso podrá acudir al juicio de amparo directo, conforme a las reglas que al efecto se
desprenden de los artículos 107, fracción III, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, y 114, fracción IV, 158 y 159 de la Ley de Amparo.
Contradicción de tesis 31/2000-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Décimo Séptimo Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito.
22 de mayo de 2002. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Pedro Arroyo Soto.
Tesis de jurisprudencia 32/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintidós de mayo de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros
presidente: Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José
de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVI, Octubre de 2002
Tesis: 1a./J. 45/2002
Página: 142
PORTACIÓN DE ARMA DE FUEGO DE USO EXCLUSIVO DEL EJÉRCITO, ARMADA O
FUERZA AÉREA SIN EL PERMISO CORRESPONDIENTE. SE CONFIGURA ESE DELITO
AUN CUANDO AQUÉLLA SE ENCUENTRE EN MAL ESTADO MECÁNICO O LE FALTEN
ALGUNA O ALGUNAS DE SUS PIEZAS, Y POR ESE MOTIVO NO FUNCIONE. Si se toma en
consideración que los bienes jurídicos tutelados en el delito de portación de arma de fuego
tipificado en el artículo 83, fracción I, en relación con el 11, ambos de la Ley Federal de Armas
de Fuego y Explosivos, no son solamente la vida e integridad personal de los ciudadanos, sino
también la paz y la seguridad pública, se concluye que la circunstancia de que el arma en
cuestión no funcione porque se encuentre en mal estado mecánico, no tenga balas o cargador o
le falten algunas piezas, no es impedimento para que se configure el delito. Lo anterior es así,
pues con la portación de una arma de potencialidad lesiva, se atacan, dañan y ofenden la
tranquilidad y seguridad pública, que se alteran instantáneamente con la sola presencia de la
persona armada.
Contradicción de tesis 7/2002-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero
en Materia Penal del Primer Circuito y Segundo del Segundo Circuito (ahora Segundo en
Materia Penal) y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 19 de junio
de 2002. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Carlos
Mena Adame.
Tesis de jurisprudencia 45/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de diecinueve de junio de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José
de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVI, Noviembre de 2002
Tesis: 1a./J. 51/2002
Página: 160
REPARACIÓN DEL DAÑO. COMPRENDE LOS PERJUICIOS OCASIONADOS DE MANERA
DIRECTA POR LA COMISIÓN DEL DELITO. En los artículos 33, fracción II, del Código Penal
para el Estado de Baja California, y 27, fracción II, del Código Penal del Estado de Campeche,
se regula la figura de la reparación del daño, referida también a los perjuicios sufridos por la
víctima; por lo que, conforme a estos dispositivos, al resolver sobre dicha reparación, de ser
procedente, el Juez deberá sentenciar al sujeto activo a la indemnización de los perjuicios
causados de manera directa a la víctima por la comisión del delito; pues de considerarse que
dicha indemnización debe ser reclamada en la vía civil, se limitaría la interpretación de los
mencionados preceptos legales en perjuicio de la víctima, dejándose de lado la amplia
protección que el legislador pretendió darle en el proceso penal; consecuentemente, si en el
delito de lesiones las infligidas al sujeto pasivo fueron de tal magnitud que impidieron el
desarrollo de su actividad laboral cotidiana, dejando de percibir la remuneración
correspondiente, este perjuicio resulta ser un efecto directo de la comisión del ilícito, a cuya
reparación debe sentenciarse al procesado, independientemente de que en la legislación
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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ordinaria civil de esos Estados se regulen las obligaciones que nacen de los actos ilícitos, toda
vez que tal regulación se dirige a una relación jurídica caracterizada por exigencias entre
particulares, que podrán demandarse por la víctima cuando no desee formular querella, pero
tampoco se encuentre dispuesta a absorber los daños y perjuicios derivados de la conducta
ilícita; o bien, en contra de terceros que tengan el carácter de subsidiarios responsables del
sujeto activo; pero que de ningún modo puede ser excluyente de la obligación que en materia
penal el legislador impone al Juez y al Ministerio Público. Corrobora lo anterior, el texto vigente
del artículo 20, apartado A, fracción I, y apartado B, fracción IV, de la Constitución Federal, en el
que se ha elevado a rango de garantía individual el derecho que tiene la víctima a que le sea
reparado el daño causado por la comisión del delito, obligando al Ministerio Público a actuar en
el proceso para obtener el cumplimiento de esa garantía; y lograr así que en todo proceso penal
la víctima tenga derecho a una reparación pecuniaria, tanto por los daños, como por los
perjuicios ocasionados por la comisión del delito; debiéndose considerar, además, que fue el
propio Constituyente el que reguló, con estrecha vinculación, los fines preventivos con los
indemnizatorios del procedimiento penal, al exigir para la libertad del inculpado una caución
suficiente que garantice la reparación de daños y perjuicios, lo cual confirma que, actualmente,
en todo procedimiento penal se debe tutelar como derecho del sujeto pasivo del delito, la
indemnización de los perjuicios ocasionados por su comisión, con lo cual se logra reconocer
una importancia del mismo rango a la protección de los derechos de la víctima que a los del
inculpado, conciliando una manera ágil para reparar el daño causado por el delito.
Contradicción de tesis 2/2002-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Quinto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Cuarto Circuito. 8 de mayo
de 2002. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Leticia
Flores Díaz.
Tesis de jurisprudencia 51/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de diez de julio de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José
de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVI, Noviembre de 2002
Tesis: 1a./J. 55/2002
Página: 133
PRUEBA TESTIMONIAL EN EL PROCEDIMIENTO PENAL. LA OMISIÓN DE IDENTIFICAR A
LOS TESTIGOS MEDIANTE DOCUMENTO IDÓNEO, EN SÍ MISMA, NO ES SUFICIENTE
PARA RESTAR VALOR PROBATORIO A SU TESTIMONIO (LEGISLACIÓN PROCESAL DE
LOS ESTADOS DE JALISCO Y PUEBLA). Si bien es cierto que de conformidad con el sistema
jurídico penal adoptado por los códigos adjetivos de los Estados de Jalisco y Puebla, en sus
artículos 264 y 201, respectivamente, la valoración de la prueba testimonial queda al prudente
arbitrio del juzgador, también lo es que ello no significa que la haga de manera arbitraria, sino
que debe atender a la circunstancia de que concurran en el testigo los siguientes requisitos: que
por la edad, capacidad e instrucción tenga el criterio necesario para juzgar el acto; que por su
probidad, la independencia de su posición y sus antecedentes personales, tenga completa
imparcialidad; que el hecho de que se trate sea susceptible de conocerse por medio de los
sentidos y que el testigo lo conozca por sí mismo y no por inducciones ni referencias de otro;
que la declaración sea precisa y clara, sin dudas ni reticencias, ya sea sobre la sustancia del
hecho, o bien sobre sus circunstancias esenciales, y que no haya sido obligado por fuerza o
miedo, ni impulsado por engaño, error o soborno. Acorde con lo expuesto, se concluye que si un
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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testigo no fue identificado en la diligencia respectiva, esta circunstancia no es suficiente, en sí
misma, para restar eficacia probatoria a su dicho pues, por una parte, tal exigencia, de
conformidad con la legislación procesal en mención, no constituye una condición sustancial para
la valoración de la prueba testimonial y, por otra, la ponderación de ese deposado se deberá
efectuar en concordancia con los requisitos antes expuestos.
Contradicción de tesis 8/2001-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito, Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito y
Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito. 30 de agosto de 2002. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Juventino V. Castro y Castro; en su ausencia
hizo suyo el asunto Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Javier Carreño
Caballero.
Tesis de jurisprudencia 55/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de treinta de agosto de dos mil dos, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Humberto Román Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo y
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Juventino V. Castro y Castro.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVI, Noviembre de 2002
Tesis: 1a./J. 54/2002
Página: 109
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN. EL MINISTERIO PÚBLICO DEBE APORTAR
PRUEBAS QUE JUSTIFIQUEN SU SOLICITUD DE QUE AQUÉLLA SE NIEGUE AL
INCULPADO EN CASO DE DELITOS NO GRAVES (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 20,
APARTADO A, FRACCIÓN I, PÁRRAFO PRIMERO, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL). Del
desarrollo legislativo y de una interpretación auténtica del primer párrafo de la fracción I del
apartado A del artículo 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se
concluye que el Ministerio Público debe aportar pruebas que acrediten los argumentos por los
cuales, en el caso de los delitos no graves, solicita al Juez que niegue al inculpado la libertad
provisional bajo caución, por considerar que dicha libertad representa un riesgo para el ofendido
o para la sociedad. Esto es así, en atención a que, según se advierte del estudio del proceso
legislativo del decreto de reformas a dicho precepto de la Carta Magna, publicado en el Diario
Oficial de la Federación de tres de julio de mil novecientos noventa y seis, las Comisiones
Unidas de Puntos Constitucionales, de Justicia, del Distrito Federal, y de Estudios Legislativos,
Primera Sección, del Senado de la República, expresamente modificaron la iniciativa del
Ejecutivo Federal, en el punto que se analiza, por considerar que para negar al inculpado la
libertad provisional bajo caución, en el caso de los delitos no graves, no bastaba el simple
razonamiento del Ministerio Público, porque sería totalmente arbitrario y discrecional, por no
contener ningún elemento objetivo que motivara la petición, ni que guiara la decisión judicial, por
lo que se proponía, que se aportaran al Juez elementos que justificaran la petición, como lo era
el riesgo que el inculpado representara para el ofendido o la sociedad, por su conducta
precedente y las características del delito cometido; modificación que fue aceptada, y con la
cual se aprobó el decreto respectivo.
Contradicción de tesis 106/2001-PS. Entre las sustentadas por el Segundo y Tercer Tribunales
Colegiados, ambos del Décimo Cuarto Circuito. 30 de agosto de 2002. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Ángel
Ponce Peña.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Tesis de jurisprudencia 54/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de treinta de agosto de dos mil dos, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Humberto Román Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo y
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Juventino V. Castro y Castro.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVI, Diciembre de 2002
Tesis: 1a./J. 50/2002
Página: 19
CAREOS PROCESALES. EL JUZGADOR DEBE ORDENAR SU DESAHOGO DE OFICIO,
CUANDO ADVIERTA LA EXISTENCIA DE CONTRADICCIONES SUSTANCIALES EN EL
DICHO DE DOS PERSONAS, POR LO QUE LA OMISIÓN DE DESAHOGARLOS
CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN AL PROCEDIMIENTO QUE AMERITA SU REPOSICIÓN, EN
CASO DE TRASCENDER AL RESULTADO DEL FALLO. El artículo 265 del Código Federal
de Procedimientos Penales establece que con excepción de los careos constitucionales a que
se refiere el artículo 20, apartado A, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, cuya práctica es a petición de parte, el Juez de la causa, ante la existencia
de contradicciones sustanciales en el dicho de dos personas, debe ordenar el desahogo de
careos procesales e incluso, puede ordenar su repetición cuando lo estime oportuno o cuando
surjan nuevos puntos de contradicción. Ahora bien, del análisis gramatical y sistemático del
referido artículo 265, en relación con el dispositivo 150 del código mencionado, se concluye que
el desahogo de los careos procesales debe ordenarse de oficio y no a petición de parte,
siempre que el juzgador advierta la discrepancia sustancial en el dicho de dos personas, cuyo
esclarecimiento conduzca a encontrar la verdad real, lo cual es en beneficio del reo, pues no
tendría objeto ordenar su práctica, si no constituye aportación alguna al proceso. Con la anterior
conclusión no se imponen obstáculos a la celeridad del procedimiento penal federal, pues ello
iría en contra de los motivos que llevaron al legislador a reformar la fracción IV del apartado A
del indicado artículo constitucional, sino que se busca que los procesados tengan garantizada la
mayor posibilidad de defensa, a fin de que no quede pendiente de dilucidar alguna contradicción
sustancial en el dicho de dos personas que pudiera beneficiarles al dictarse la sentencia
definitiva, la cual, por descuido, negligencia o alguna otra razón, puede pasar desapercibida por
el propio procesado o su defensor, incluso, por el juzgador de primera y segunda instancias, lo
que implica que quedaría al Tribunal Colegiado de Circuito, como órgano terminal de legalidad,
la facultad de apreciar las declaraciones y, en su caso, conceder el amparo, ordenando el
desahogo de esos careos, lo cual no sería posible si se considerara la necesidad de haberlos
ofrecido como prueba, con la consecuente indefensión del reo. En conclusión, si el desahogo de
los careos procesales no se lleva a cabo en los términos precisados, ello constituye una
violación al procedimiento, que amerita su reposición en caso de trascender al resultado del
fallo, la cual se ubica, en forma análoga, en la fracción III del artículo 160 de la Ley de Amparo.
Contradicción de tesis 108/2001-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Décimo Segundo Circuito, por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer
Circuito y por el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito. 3 de julio de 2002.
Cinco votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Hilario Sánchez Cortés.
Tesis de jurisprudencia 50/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de tres de julio de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José
de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Enero de 2003
Tesis: 1a./J. 74/2002
Página: 131
ROBO CALIFICADO. LOS MEDIOS COMISIVOS "DE NOCHE", "LLEVANDO ARMAS",
"CON FRACTURA", "EXCAVACIÓN" O "ESCALAMIENTO" CONTEMPLADOS EN EL
ARTÍCULO 380, FRACCIÓN X, DEL CÓDIGO DE DEFENSA SOCIAL PARA EL ESTADO DE
PUEBLA, PUEDEN CONFIGURARLO INDISTINTAMENTE. La citada disposición previene que
además de la sanción que corresponda al delincuente, conforme al artículo 374 de dicho
ordenamiento sustantivo, se le impondrán de seis meses a seis años de prisión cuando se
cometa "de noche, llevando armas, con fractura, excavación o escalamiento". Tales medios
comisivos lo configuran indistintamente. En efecto, de la lectura del artículo cuestionado se
aprecia claramente la utilización de la coma, así como de una conjunción. De conformidad con
el libro "Ortografía de la Lengua Española", propiedad de la Real Academia Española, Editorial
Espasa Calpe, Sociedad Anónima, la coma indica una pausa breve que se produce dentro del
enunciado, separa las partes de éste salvo las que vengan presididas por alguna conjunción, se
usa para separar miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado,
tópico que acontece en el caso que se estudia al quedar escrito "se cometa de noche, llevando
armas, con fractura, excavación ...". En ese orden de ideas, se tiene en primer término el hecho
de que la coma está separando miembros gramaticalmente equivalentes "de noche", "llevando
armas", "con fractura", "excavación", para luego encontrar la conjunción "o". Por conjunción se
entiende a la palabra o conjunto de ellas que enlaza enunciados o palabras mismas; cum con, y
jungo juntar, por lo tanto, que enlaza o une con. En el caso, y como segundo término, se
observa que se tiene una conjunción disyuntiva, es decir, la que indica alternancia exclusiva o
excluyente (a diferencia de las conjunciones copulativas que sirven para reunir en una sola
unidad funcional dos o más elementos e indican su adición). Esta conjunción "o", entendido lo
asentado sobre la coma (pausa breve), no indica otra cosa más que la alternancia entre las
diferentes hipótesis enunciadas en el artículo 380, fracción X, mencionado y, como tercer y
último término, otra situación trascendental es que no existe una coma delante de la conjunción,
encontramos escrito "o escalamiento ...". Lo anterior denota, sin lugar a dudas, que la palabra
escalamiento en su secuencia con las demás no expresa un contenido distinto al elemento o
elementos que la preceden, de lo contrario tendría que decir ", o escalamiento". Bajo estas
consideraciones, relativas a la utilización correcta de la puntuación en los textos escritos, que
pretenden reproducir la entonación de la lengua oral, se refuerza la aseveración a la que esta
Primera Sala concluye, estableciendo que los medios comisivos señalados en el artículo 380,
fracción X, del Código de Defensa Social para el Estado de Puebla, deben atenderse, de
conformidad con la alternancia señalada en líneas anteriores, en forma singular para acreditar
esa calificativa al delito de robo. A mayor abundamiento, el propio numeral que ahora se analiza
categóricamente establece: "Además de la sanción que le corresponda al delincuente, conforme
al artículo 374, se le impondrán de seis meses a seis años de prisión, en los casos siguientes:
...", lo que denota el hecho de que al realizar la lectura continua con la fracción X, corrobora la
conclusión a la que se llega en el sentido de establecer la alternancia en forma singular de los
medios comisivos contenidos en la misma.
Contradicción de tesis 12/2002-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Sexto Circuito. 2 de octubre de 2002.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: Juventino V. Castro y
Castro. Secretario: Armando Ortega Pineda.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Tesis de jurisprudencia 74/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de trece de noviembre de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José
de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Enero de 2003
Tesis: 1a./J. 73/2002
Página: 9
ATAQUES A LAS VÍAS DE COMUNICACIÓN. LA BOLETA DE INFRACCIÓN
DEBIDAMENTE EXPEDIDA POR AUTORIDAD COMPETENTE, NO ES EL ÚNICO MEDIO
PARA ACREDITAR LA VIOLACIÓN A LOS REGLAMENTOS DE TRÁNSITO Y
CIRCULACIÓN Y, POR ENDE, PARA QUE SE INTEGRE AQUEL DELITO (LEGISLACIÓN
DEL DISTRITO FEDERAL). El artículo 171, fracción II, del Código Penal para el Distrito Federal
establece dos supuestos para que se integre el delito de ataques a las vías de comunicación: a)
que el manejador se encuentre en estado de ebriedad o bajo el influjo de drogas enervantes; y
b) que cometa alguna infracción a los reglamentos de tránsito y circulación al manejar vehículos
de motor. Ahora bien, aun cuando en la mayoría de los casos el medio probatorio adecuado
para acreditar la violación a los citados reglamentos puede ser la boleta de infracción
debidamente expedida por la autoridad administrativa facultada para ello; sin embargo, para que
se integre el delito de ataques a las vías de comunicación, dicho medio de convicción no es
indispensable, ya que el Juez, conforme a lo establecido en el artículo 124 del Código de
Procedimientos Penales para el Distrito Federal, goza del más amplio arbitrio no sólo para
valorar las pruebas presentadas por el Ministerio Público y tener por acreditado el cuerpo del
delito, sino también para allegarse de los medios de prueba que estime pertinentes, pues
nuestro sistema de valoración de pruebas, en materia penal, deja al Juez en libertad para
admitir como tales todos aquellos elementos de convicción que, aunque no estén expresamente
clasificados en la ley, de acuerdo con su juicio puedan generarla, siempre y cuando en su
valoración se expresen los motivos que se tomaron en consideración para admitirlos o
rechazarlos.
Contradicción de tesis 25/2002-PS. Entre las sustentadas por el Segundo y Sexto Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 6 de noviembre de 2002. Mayoría de tres
votos de los señores Ministros Juan N. Silva Meza (presidente), José de Jesús Gudiño Pelayo y
Olga Sánchez Cordero de García Villegas, respecto a la parte considerativa de la resolución y
unanimidad de cinco votos, respecto a los puntos resolutivos. Ponente: Juan N. Silva Meza.
Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 73/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de seis de noviembre de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José
de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Febrero de 2003
Tesis: 1a./J. 4/2003
Página: 121
COMPETENCIA FEDERAL. SE SURTE EN EL CASO DE LA COMISIÓN DE UN DELITO
CULPOSO EN AGRAVIO DEL ORGANISMO PÚBLICO DESCENTRALIZADO DENOMINADO
LUZ Y FUERZA DEL CENTRO. En términos del artículo 50, fracción I, inciso i), de la Ley
Orgánica del Poder Judicial de la Federación, constituyen delitos del orden federal los
perpetrados en contra del funcionamiento de un servicio público federal o en menoscabo de los
bienes afectados a la satisfacción de dicho servicio, aunque éste se encuentre descentralizado
o concesionado. Atento lo anterior, si con motivo de la comisión de un delito culposo se
ocasiona un menoscabo en alguno de los bienes propiedad del organismo público
descentralizado denominado Luz y Fuerza del Centro, cuyo principal objetivo, conforme a lo
dispuesto por los artículos 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
consiste en generar, conducir, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica para la
prestación del servicio público, resulta incuestionable que se configura un ilícito del orden
federal, sin que sea necesario determinar la naturaleza de los bienes que integran el patrimonio
de aquel organismo, esto es, si forman o no parte de la Federación, ya que el carácter federal
de los delitos, en términos del referido artículo 50, deriva exclusivamente de la circunstancia de
que el bien, cuyo menoscabo se produce con la ejecución del delito, se encuentre afecto a la
satisfacción de un servicio público federal, por lo que la competencia para conocer del referido
hecho se surte en favor de los tribunales del fuero federal.
Contradicción de tesis 78/2002-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Noveno
y Décimo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 22 de noviembre de 2002. Unanimidad
de cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Juan N. Silva Meza.
Secretario: Edwin Noé García Baeza.
Tesis de jurisprudencia 4/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de siete de febrero de dos mil tres, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Humberto Román Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo y
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Juventino V. Castro y Castro.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Febrero de 2003
Tesis: 1a./J. 1/2003
Página: 96
CARTUCHOS PARA ARMAS DE USO EXCLUSIVO DEL EJÉRCITO, ARMADA Y FUERZA
AÉREA. SU POSESIÓN ES PUNIBLE EN TÉRMINOS DE LA LEY FEDERAL DE ARMAS DE
FUEGO Y EXPLOSIVOS. De la interpretación sistemática de los artículos 9o., 10, 10 Bis, 11,
50, 77, fracciones I y IV, y 83 Quat de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, se
desprende que el legislador excluyó a los particulares la posibilidad de poseer o portar armas
reservadas para el uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, así como los cartuchos
correspondientes para aquéllas, por lo que la posesión de éstos sí puede ser objeto de las
penas que prevé el último numeral citado. Esto es así, porque si bien en la ley no se señaló
cantidad alguna para la posesión de los cartuchos correspondientes a las armas de uso
exclusivo, ello fue, precisamente, porque las diversas conductas de posesión o portación de
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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este tipo de armas se consideran constitutivas de delito cuando se llevan a cabo por quien no
pertenece a los institutos armados, por lo que si no existe autorización a este respecto, tampoco
puede haberla para poseer los cartuchos correspondientes. No es óbice a lo anterior, el que la
fracción I del referido numeral 83 Quat se refiera a la expresión "cantidades mayores a las
permitidas", pues ello no debe entenderse en forma gramatical, sino de manera sistemática,
esto es, si se parte de la premisa de que el legislador expresamente prohíbe la posesión o
portación de armas reservadas para el uso exclusivo de las instituciones castrenses a los
particulares, es evidente que la posesión de los cartuchos, que resultan accesorios a dichas
armas, también está prohibida y, por ende, la tenencia de cualquier cantidad de ellos resulta
punible, además de que tal expresión se refiere a cartuchos pertenecientes a armas permitidas
a los particulares en términos del artículo 50 de la ley referida. Estimar lo contrario llevaría a la
conclusión errónea de que existe autorización para contar con cartuchos para armas que están
expresamente prohibidas para los particulares.
Contradicción de tesis 104/2001-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Tercer Circuito. 22 de noviembre de 2002.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Humberto Román
Palacios. Secretario: Antonio Espinoza Rangel.
Tesis de jurisprudencia 1/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de cuatro de diciembre de dos mil dos, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios y Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Febrero de 2003
Tesis: 1a./J. 86/2002
Página: 47
AUTO DE FORMAL PRISIÓN. ACORDE CON EL PRINCIPIO DE SUPREMACÍA
CONSTITUCIONAL, SU DICTADO DEBE HACERSE CONFORME AL ARTÍCULO 19 DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL Y NO ATENDER A LA LEGISLACIÓN ORDINARIA, CUANDO
ÉSTA NO HA SIDO ADECUADA A LO DISPUESTO EN DICHO PRECEPTO. Si de la sola
lectura del texto de una ley ordinaria, y de su comparación con el vigente del artículo 19 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se advierte que, al parecer, aquélla
otorga mayores prerrogativas al inculpado al dictarse un auto de formal prisión, pues dicho
texto, al no haber sido actualizado conforme a la reforma constitucional del ocho de marzo de
mil novecientos noventa y nueve, aún exige para su dictado la demostración de los elementos
del tipo penal, cuyo concepto jurídicamente incluye no sólo los elementos objetivos, sino
también los normativos y los subjetivos que contenga la figura típica de que se trate, tal
apreciación, a simple vista, no debe conducir a sostener jurídicamente que otorga mayores
prerrogativas al indiciado y que, por ende, resulta de aplicación preferente al referido artículo 19.
Lo anterior es así, pues en atención al principio de supremacía constitucional consagrado en el
artículo 133 de la propia Carta Magna, los Jueces deben acatar lo dispuesto en ésta, cuando la
legislación local se oponga a ella, por lo que la circunstancia de que el ordenamiento legal
respectivo no haya sido adecuado a la reforma constitucional citada, no implica ni conlleva a
sostener válidamente que otorgue mayores prerrogativas al indiciado al dictarse un auto de
formal prisión y, por ende, que resulte de aplicación preferente a las disposiciones de la Norma
Fundamental, en virtud de que ésta constituye la Ley Suprema de toda la Unión, de manera que
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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si las leyes expedidas por las Legislaturas de los Estados resultan contrarias a los preceptos
constitucionales, por el hecho de que no hayan sido adecuadas a su texto, entonces, deben
predominar las disposiciones del Ordenamiento Supremo y no las de esas leyes ordinarias.
Contradicción de tesis 1/2001-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero
y Cuarto del Vigésimo Primer Circuito y el Tribunal Colegiado del Vigésimo Quinto Circuito. 13
de noviembre de 2002. Mayoría de 3 votos. Disidentes: Juventino V. Castro y Castro y José de
Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Antonio Espinoza
Rangel.
Tesis de jurisprudencia 86/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de trece de noviembre de dos mil dos, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José
de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Febrero de 2003
Tesis: 1a./J. 2/2003
Página: 5
ACCIÓN PENAL. EL CÓMPUTO DEL TÉRMINO DE DIEZ DÍAS PARA INCONFORMARSE
EN CONTRA DE LA DETERMINACIÓN DE SU NO EJERCICIO, DEBE CONTARSE A
PARTIR DEL DÍA SIGUIENTE AL DE LA FECHA EN QUE ÉSTA SE HAYA NOTIFICADO
PERSONALMENTE (LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL). Los artículos 17 y 18 del
Reglamento de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, así
como 63 y 64 del Acuerdo A/003/99 de esa institución remiten al Código de Procedimientos
Penales para el Distrito Federal, para el efecto de notificar la determinación de no ejercicio de la
acción penal al denunciante, querellante u ofendido, por lo que debe atenderse a dicho código
adjetivo para llevar a cabo el cómputo del término de diez días que establecen los diversos
numerales 21 y 68 del reglamento y acuerdo citados, respectivamente, para que aquéllos
puedan inconformarse en contra de dicha determinación. En ese sentido, si el artículo 57 del
código indicado dispone que los plazos empezarán a correr desde el día siguiente al de la fecha
de la notificación, en consecuencia, el cómputo del término de diez días para que el
denunciante, querellante u ofendido puedan inconformarse en contra de la determinación de no
ejercicio de la acción penal, debe contarse a partir del día siguiente al de la fecha en que ésta
se haya notificado personalmente.
Contradicción de tesis 65/2002-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto y
Décimo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 8 de enero de 2003. Cinco votos.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 2/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de ocho de enero de dos mil tres, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José
de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Marzo de 2003
Tesis: 1a./J. 11/2003
Página: 196
ROBO. LA EXPRESIÓN "VECES EL SALARIO" CONTENIDA EN EL ARTÍCULO 370 DEL
CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL (VIGENTE HASTA ANTES DE LA
ENTRADA EN VIGOR DEL NUEVO CÓDIGO PENAL PUBLICADO EL DIECISÉIS DE JULIO
DE DOS MIL DOS EN LA GACETA OFICIAL DEL DISTRITO FEDERAL) COMO FACTOR
PARA CUANTIFICAR LA SANCIÓN PECUNIARIA IMPONIBLE POR LA COMISIÓN DE
AQUEL DELITO, DEBE ENTENDERSE COMO DÍA MULTA, CONCEPTO QUE A SU VEZ
REMITE A LA PERCEPCIÓN NETA DIARIA DEL SENTENCIADO. La expresión "veces el
salario" contenida en el citado artículo 370, como factor para determinar la cuantía imponible a
título de sanción pecuniaria por la comisión del delito de robo, debe entenderse como día multa,
concepto que a su vez remite a la percepción neta diaria del sentenciado y no al salario mínimo
general vigente a la fecha de ejecución del delito. Ello es así, porque de un análisis integral al
capítulo de robo contenido en ese ordenamiento, concatenado con el desarrollo histórico
legislativo que ha tenido el sistema de cuantificación de penas pecuniarias ahí contenido, mismo
que inicialmente se fijó en valores absolutos (pesos, moneda nacional), después sustituido por
factores económicos dinámicos como el salario mínimo general con el objeto de que las
sanciones no perdieran actualidad, y más adelante sustituido de nuevo por el de "días multa"
con el propósito de hacer realidad el principio de igualdad en la imposición de las penas,
conforme al cual a mayores ingresos mayores penas o a menores ingresos menores penas,
resulta que, para la correcta interpretación de esa expresión, es necesario vincular el contenido
del propio artículo 370 con el diverso 29, como también con lo dispuesto en la fracción II del
artículo tercero transitorio del decreto por el cual éste fue reformado al estatuirse el sistema de
días multa antes referido, mismo que impone convertir las penas pecuniarias fijadas en "veces
el salario" a su equivalente en "días multa", concepto que a su vez remite a la percepción neta
diaria del sentenciado. Esta interpretación, se corrobora con las diversas reformas al capítulo de
robo del código punitivo en cita, particularmente la publicada en el Diario Oficial de la
Federación el catorce de enero de mil novecientos ochenta y cinco, por la que se suprimió la
parte del artículo 369 bis que hacía referencia a que la cuantía de la multa se fijaría con base en
el salario mínimo, así como con reformas posteriores que introdujeron nuevas conductas a
dicho capítulo que se sancionan pecuniariamente con base en "días multa", lo que uniforma el
tratamiento punitivo pecuniario a lo largo del capítulo; igualmente, permite hacer realidad los
propósitos de igualdad y equidad perseguidos por el derecho punitivo, en tanto evita penalizar
igual a sentenciados con ingresos diferentes, además de ser congruente con el principio de
legalidad en tanto se basa en la aplicación estricta del derecho positivo vigente antes
mencionado, razones todas éstas que descartan por completo que con este criterio se
impongan penas por analogía o mayoría de razón.
Contradicción de tesis 89/2002-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Quinto
y Noveno, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 19 de febrero de 2003. Cinco votos.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: María Amparo Hernández Chong Cuy.
Tesis de jurisprudencia 11/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de diecinueve de febrero de dos mil tres, por unanimidad de cinco votos de los señores
Ministros: presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román
Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Marzo de 2003
Tesis: 1a./J. 12/2003
Página: 133
PROCESO SUMARIO. SE RIGE POR EL ARTÍCULO 152 DEL CÓDIGO FEDERAL DE
PROCEDIMIENTOS PENALES, POR LO QUE EN ESTA VÍA, EL JUEZ PROCURARÁ
CERRAR LA INSTRUCCIÓN DENTRO DE LOS PLAZOS ESTABLECIDOS EN DICHO
PRECEPTO, SIN QUE PROCEDA QUE PREVIAMENTE LA DECLARE AGOTADA. De la
lectura de la exposición de motivos que dio origen a las reformas al artículo 152 del Código
Federal de Procedimientos Penales, así como de su propio texto, se desprende que el proceso
sumario goza de una autonomía destacada; que el Juez tiene la obligación de seguir la vía
sumaria en las hipótesis previstas en el citado numeral, la cual tiene como finalidad, de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 17 y 20 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, que el proceso se resuelva con mayor celeridad, concentración de actos y
economía procesal, sin que esto implique menoscabo de las garantías de audiencia y defensa
del procesado; que en el juicio sumario el Juez "procurará cerrar la instrucción" en los plazos
que establecen los incisos a) y b) del propio artículo 152, sin que sea obstáculo para ello el que
tenga que ampliar el plazo cuando sea necesario practicar otras diligencias; que "una vez que el
juzgador acuerde cerrar la instrucción, citará para la audiencia a que se refiere el artículo 307"
del código citado; y que "el inculpado podrá optar por el procedimiento ordinario", el cual le
otorga mayores plazos para su defensa, "dentro de los tres días siguientes al que se le notifique
la instauración del juicio sumario". Por tanto, en los procedimientos sumarios no procede
declarar agotada la instrucción antes del cierre de ésta, en tanto que aquella institución jurídica
es propia del procedimiento ordinario, que se rige por los diversos artículos 147 a 150 del propio
código adjetivo; además, el hecho de que no se decrete agotada la instrucción en aquellos
procedimientos no significa que haya menoscabo de las defensas del procesado, pues aparte
de que éste puede ofrecer pruebas antes de que se cierre la instrucción, el Juez no podrá
cerrarla si éstas no se han desahogado o si tiene que practicar otro tipo de diligencias.
Contradicción de tesis 75/2002-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Tercer Circuito. 22 de noviembre de 2002.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Secretario: Carlos Mena Adame.
Tesis de jurisprudencia 12/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de cinco de marzo de dos mil tres, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José
de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Marzo de 2003
Tesis: 1a./J. 5/2003
Página: 5
ASEGURAMIENTO DE BIENES. EL DECRETADO FORMALMENTE POR EL MINISTERIO
PÚBLICO SOBRE LOS QUE PREVIAMENTE HUBIESE SIDO DESPOSEÍDO EL QUEJOSO,
NO ACTUALIZA LA CAUSAL DE IMPROCEDENCIA DE CAMBIO DE SITUACIÓN JURÍDICA.
El hecho de que el agente del Ministerio Público decrete formalmente el aseguramiento de un
bien mueble o inmueble, previa desposesión o desapoderamiento sufrido por la parte quejosa,
como consecuencia de la investigación de un hecho delictivo, no puede ni debe considerarse
como una actuación formal ministerial por la que opere la causal de improcedencia de cambio
de situación jurídica a que se refiere la fracción X del artículo 73 de la Ley de Amparo. Esto, en
razón de que la averiguación previa constituye un procedimiento único, por lo que el efecto
lesivo producido por ella sigue siendo idéntico, al seguir ejerciendo la disponibilidad del bien
controvertido que ocasiona un perjuicio en la esfera jurídica del quejoso al impedirle ejercer su
derecho de disfrutar de dichos bienes, aunado a la circunstancia de que los actos mediante los
cuales se ordena el desapoderamiento o desposeimiento, retención y posterior aseguramiento
de bienes, generalmente obedecen a preservar las huellas o vestigios del delito, garantizar la
reparación del daño del ofendido, o bien por tratarse de instrumentos u objetos del delito; por lo
que si dichos actos responden al objetivo último de toda averiguación (acreditar los extremos de
la acción penal), es inconcuso que no pueden ni deben ser considerados autónomos entre sí, ni
consumados para los efectos de la procedencia del amparo. No es obstáculo a lo anterior, el
que el sigilo y confidencialidad que deben imperar en las actuaciones ministeriales, impidan al
particular conocer los pormenores, formalidades y diligencias que en ella se practiquen, pues
ello no significa que esté imposibilitado para acudir a la vía judicial para combatir legalmente los
actos de una autoridad que actúa con imperio y que pueden ser violatorios de las garantías
individuales consagradas en el segundo párrafo del artículo 14 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, ya que, en tal supuesto, no constituyen actos consumados en forma
irreparable que provengan de un cambio de situación jurídica, en virtud de que esta causal de
improcedencia del juicio de garantías sólo puede actualizarse cuando el representante social
resuelve consignar los hechos ante autoridad judicial competente, deja de ser autoridad para
convertirse, de estar en el caso, en parte procesal, así como cuando determina darles a esos
bienes un destino final autorizado por la ley.
Contradicción de tesis 133/2002-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Administrativa del Tercer Circuito. 22 de noviembre de
2002. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Juventino
V. Castro y Castro; en su ausencia hizo suyo el asunto José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Arturo Aquino Espinoza.
Tesis de jurisprudencia 5/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de siete de febrero de dos mil tres, por unanimidad de cuatro votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Humberto Román Palacios, José de Jesús Gudiño Pelayo y
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ausente: Juventino V. Castro y Castro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Abril de 2003
Tesis: 1a./J. 19/2003
Página: 112
SALUD, DELITO CONTRA LA. PARA SU CONFIGURACIÓN EN LA MODALIDAD DE
POSESIÓN DEL ESTUPEFACIENTE DENOMINADO OPIO, ES INTRASCENDENTE QUE
DICHA SUSTANCIA ESTÉ PREPARADA PARA FUMAR O EN CUALQUIER
PRESENTACIÓN. Para la configuración del delito contra la salud en su modalidad de posesión
del estupefaciente denominado opio, contemplado en los artículos 195, en relación con el 194 y
el 193, todos del Código Penal Federal, y 237, en relación con el 235 de la Ley General de
Salud, es irrelevante que aquél esté o no preparado para fumarse, toda vez que si se considera
que el opio es una sustancia que se obtiene del fruto de la amapola o adormidera, cuyo nombre
científico es papaver somniferum, de cualquier forma el sujeto activo estaría en posesión de una
sustancia prohibida, es decir, su conducta se ubicaría en el supuesto de la norma prohibitiva,
por lo que el juzgador puede hacer la clasificación respectiva en atención al caso concreto, esto
es, cuando aquella sustancia esté preparada para fumar o en cualquier presentación, sin que
ello implique una variación de la figura típica, ya que se trataría del mismo tipo penal; máxime
que el bien jurídico tutelado por la figura en comento se vulnera con la simple posesión de
cualquier sustancia estupefaciente prohibida.
Contradicción de tesis 20/2002-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos del Décimo Segundo Circuito. 2 de abril de 2003. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario:
Luis Fernando Angulo Jacobo.
Tesis de jurisprudencia 19/2003. Aprobada por la Primera Sala de esta Alto Tribunal, en sesión
de dos de abril de dos mil tres.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Abril de 2003
Tesis: 1a./J. 17/2003
Página: 88
PRUEBA PERICIAL EN GENÉTICA. SU ADMISIÓN Y DESAHOGO TIENEN UNA
EJECUCIÓN DE IMPOSIBLE REPARACIÓN SUSCEPTIBLE DE AFECTAR DERECHOS
SUSTANTIVOS DE LA PERSONA. Cuando en un juicio ordinario civil en el que se ventilan
cuestiones relacionadas con la paternidad, se dicta un auto por el que se admite y ordena el
desahogo de la prueba pericial para determinar la huella genética, con el objeto de acreditar si
existe o no vínculo de parentesco por consanguinidad, dicho proveído debe ser considerado
como un acto de imposible reparación, que puede afectar los derechos fundamentales del
individuo, por lo que debe ser sujeto a un inmediato análisis constitucional, a través del juicio de
amparo indirecto, en términos de los artículos 107, fracción III, inciso b), de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y 114, fracción IV, de la Ley de Amparo. Lo
anterior es así, por la especial naturaleza de la prueba, ya que para desahogarla es necesario la
toma de muestras de tejido celular, por lo general de sangre, a partir del cual, mediante un
procedimiento científico, es posible determinar la correspondencia del ADN (ácido
desoxirribonucleico), es decir, la huella de identificación genética, lo cual permitirá establecer no
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
sólo la existencia de un vínculo de parentesco, sino también otras características genéticas
inherentes a la persona que se somete a ese estudio, pero que nada tengan que ver con la litis
que se busca dilucidar y, no obstante, puedan poner al descubierto, contra la voluntad del
afectado, otro tipo de condición genética hereditaria, relacionada por ejemplo con aspectos
patológicos o de conducta del individuo, que pertenezcan a la más absoluta intimidad del ser
humano.
Contradicción de tesis 81/2002-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Tercero, ambos del Vigésimo Tercer Circuito. 19 de marzo de 2003. Cinco votos.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Pedro Arroyo Soto.
Tesis de jurisprudencia 17/2003. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
de diecinueve de marzo de dos mil tres.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Abril de 2003
Tesis: 1a./J. 13/2003
Página: 9
AUTO DE FORMAL PRISIÓN. EN ÉL DEBEN INCLUIRSE LAS MODALIDADES O
CALIFICATIVAS DEL DELITO, SIN PERJUICIO DE QUE TAMBIÉN SE EXAMINEN EN LA
SENTENCIA QUE AL EFECTO SE DICTE. El primer párrafo del artículo 19 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, reformado por decreto publicado en el Diario Oficial
de la Federación el ocho de marzo de mil novecientos noventa y nueve, establece que:
"Ninguna detención ante autoridad judicial podrá exceder del plazo de setenta y dos horas, a
partir de que el indiciado sea puesto a su disposición, sin que se justifique con un auto de formal
prisión en el que se expresarán: el delito que se impute al acusado; el lugar, tiempo y
circunstancias de ejecución, así como los datos que arroje la averiguación previa, los que
deberán ser bastantes para comprobar el cuerpo del delito y hacer probable la responsabilidad
del indiciado.". Ahora bien, del análisis de tal precepto constitucional se concluye que para que
el inculpado tenga certeza jurídica del proceso que se le habrá de seguir, la autoridad judicial, al
dictar un auto de formal prisión, no debe limitar su actividad al estudio de los aspectos
relacionados con el cuerpo del delito y la probable responsabilidad del indiciado, sino que debe
analizar las modalidades o circunstancias modificativas o calificativas, con independencia de
que estas últimas deban ser objeto de prueba durante el proceso criminal correspondiente, en
cuya sentencia se defina, en su caso, el grado de responsabilidad del procesado, en virtud de
que es justamente en dicho proceso donde se brinda al inculpado el legítimo derecho de
defensa, es decir, de ofrecer las pruebas y formular las manifestaciones que estime pertinentes.
Lo anterior no es obstáculo para que el Juez de la causa, al dictar su sentencia, efectúe el
análisis del grado o calificativas del delito e, incluso, por virtud de ello, la misma pueda diferir del
que fue materia en el proceso, al encontrar material probatorio que lo lleve a esa conclusión.
Contradicción de tesis 114/2001-PS. Entre las sustentadas por el Tercero y Quinto Tribunales
Colegiados, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 7 de febrero de 2003. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Ismael Mancera Patiño.
Tesis de jurisprudencia 13/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de cinco de marzo de dos mil tres, por unanimidad de cinco votos de los señores Ministros:
presidente Juan N. Silva Meza, Juventino V. Castro y Castro, Humberto Román Palacios, José
de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Mayo de 2003
Tesis: 1a./J. 20/2003
Página: 221
PENAS, DISMINUCIÓN DE UN TERCIO DE LAS. AL JUEZ EN PRINCIPIO O, EN SU CASO,
AL MINISTERIO PÚBLICO CORRESPONDE DEMOSTRAR LA CONDICIONANTE DE TENER
UNA EDAD COMPRENDIDA ENTRE DIECIOCHO A VEINTE AÑOS (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE JALISCO). De acuerdo con lo establecido en los numerales 180 y 278 del Código
de Procedimientos Penales para el Estado de Jalisco, la carga de probar la edad del inculpado
en un proceso penal, con independencia de si es o no aportada el acta de nacimiento de la
oficina del Registro Civil correspondiente por el propio inculpado, es una obligación que atañe
en principio al Juez de la causa, o en todo caso al Ministerio Público quienes deberán allegarse
de los medios de convicción indispensables para acreditar tal extremo. Por ello, de no
observarse tal proceder por parte del órgano jurisdiccional o de dicho representante social, esto
es, allegarse de los medios de convicción necesarios para acreditar la imputabilidad del
inculpado, específicamente, para conocer su edad, ya sea el acta de nacimiento o a falta de
ésta el dictamen médico pericial, se produciría entonces una violación al procedimiento penal
que rige en el Estado de Jalisco, concretamente, a los preceptos legales inicialmente señalados,
dado que se estaría privando al procesado del goce de la garantía de una adecuada defensa,
prevista en los artículos 14 y 20, apartado A, de la Constitución Federal, ya que se le impediría
alcanzar la posibilidad de que en la sentencia respectiva, obtuviera el beneficio previsto en el
artículo 41 del Código Penal para el Estado de Jalisco, en el sentido de que siendo delincuente
primario y que al delinquir tuviera entre dieciocho a veinte años, tendría derecho a la
disminución de un tercio de las penas que correspondan.
Contradicción de tesis 63/2002-PS. Entre las sustentadas por el entonces Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito (actualmente Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Tercer Circuito), y el Segundo Tribunal Colegiado de la misma materia y circuito. 2 de abril de
2003. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Ismael Mancera Patiño.
Tesis de jurisprudencia 20/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dos de abril de dos mil tres.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Mayo de 2003
Tesis: 1a./J. 18/2003
Página: 175
ORDEN DE APREHENSIÓN. AL DICTARSE, EL JUEZ DEBE ANALIZAR LAS
MODALIDADES O CALIFICATIVAS DEL DELITO. La Primera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación sustentó el criterio jurisprudencial de que para el dictado de un auto de
formal prisión, la autoridad judicial no debía limitar su actividad al estudio del cuerpo del delito y
la probable responsabilidad del inculpado, sino analizar las modalidades o circunstancias
modificativas o calificativas del delito, con independencia de que estas últimas deban ser objeto
de prueba durante el proceso penal correspondiente, en cuya sentencia se define, en su caso,
el grado de responsabilidad del procesado, dado que es justamente en dicho proceso en donde
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
se le brinda el legítimo derecho de defensa, es decir, de ofrecer las pruebas y formular las
manifestaciones que estime pertinentes. En congruencia con tal criterio y en virtud de las
semejanzas en los requisitos de fondo para dictar una orden de aprehensión y un auto de formal
prisión, según lo dispuesto en los artículos 16 y 19 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, así como en la historia legislativa de dichos preceptos constitucionales, se
concluye que los requisitos señalados para dictar un auto de formal prisión, deben hacerse
extensivos a la orden de aprehensión y, por ello, en el dictado de ésta deben incluirse las
modalidades o circunstancias modificativas o calificativas del delito.
Contradicción de tesis 80/2002-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Tercero, ambos del Décimo Cuarto Circuito. 26 de marzo de 2003. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: Humberto Román Palacios.
Secretario: José de Jesús Bañales Sánchez.
Tesis de jurisprudencia 18/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintiséis de marzo de dos mil tres.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Junio de 2003
Tesis: 1a./J. 21/2003
Página: 136
SUSTITUCIÓN DE LA PENA DE PRISIÓN. LOS BENEFICIOS ESTABLECIDOS EN EL
ARTÍCULO 70 DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL PUEDEN APLICARSE INDISTINTAMENTE
POR EL JUZGADOR, SIEMPRE Y CUANDO LA PENA NO EXCEDA DE LA PREVISTA EN
LOS SUPUESTOS CONTENIDOS EN ESE PRECEPTO Y SE SATISFAGAN LOS
REQUISITOS QUE ESTABLECEN LAS DEMÁS PREVENCIONES ESPECIALES. De lo
previsto en el mencionado precepto, en el sentido de que la prisión podrá ser sustituida, a juicio
del juzgador, apreciando lo dispuesto en los artículos 51 y 52 del propio Código Penal Federal,
por trabajo a favor de la comunidad o semilibertad, cuando la pena impuesta no exceda de
cuatro años; por tratamiento en libertad, si la prisión no excede de tres años; o por multa, si la
prisión no excede de dos años, se advierte que en dicho artículo se refleja la premisa esencial
del sistema penal mexicano, consagrada en el artículo 18 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, consistente en lograr una verdadera readaptación social del
delincuente, sobre la base del trabajo, la capacidad y la educación, al establecer la figura de la
sustitución de la pena privativa de libertad, por trabajo en favor de la comunidad o semilibertad,
por tratamiento en libertad, o bien, por multa. En consecuencia, los beneficios sustitutivos de la
pena de prisión pueden aplicarse en forma indistinta, por el juzgador, siempre y cuando la pena
privativa de la libertad no exceda de la prevista en los supuestos que establezca el propio
artículo 70, armónicamente interpretado con las demás prevenciones especiales relativas a la
institución de que se trata, lo que significa que la sustitución no podrá aplicarse a quien
anteriormente hubiere sido condenado en sentencia ejecutoriada por delito doloso que se
persiga de oficio, ni a quien sea condenado por algún delito de los señalados en la fracción I del
artículo 85 del citado código.
Contradicción de tesis 101/2002-PS. Entre las sustentadas por el Quinto Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer
Circuito. 26 de marzo de 2003. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juventino V. Castro y
Castro. Ponente: Juventino V. Castro y Castro; en su ausencia hizo suyo el asunto José de
Jesús Gudiño Pelayo . Secretario: Roberto Javier Ortega Pineda.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVII, Junio de 2003
Tesis: 1a./J. 24/2003
Página: 113
QUERELLA PRESENTADA POR ESCRITO. LOS REQUISITOS ESTABLECIDOS EN EL
ARTÍCULO 119 DEL CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES, SON
APLICABLES CUANDO AQUÉLLA ES FORMULADA POR UN SERVIDOR PÚBLICO EN
EJERCICIO DE SUS FUNCIONES. La querella presentada por escrito, sólo puede formularla
quien esté legitimado para ello, es decir, el sujeto titular del bien jurídico tutelado o su legítimo
representante, de manera que si alguien la formula a nombre de otra persona, física o moral, sin
haber acreditado su representación o sin estar facultado para ello, no podrá estimarse
legalmente demostrada la existencia de tal figura y, por tanto, no podrá el Ministerio Público
iniciar la averiguación previa respectiva. Atento lo anterior y tomando en consideración que las
personas morales oficiales, con características propias de autoridad, al acudir ante la
representación social a presentar una querella, en su calidad de ofendidos, no gozan de
privilegio alguno, ya que el Código Federal de Procedimientos Penales no prevé excepción
alguna al respecto, es indudable que los requisitos de procedibilidad para la formulación de la
querella por escrito establecidos en el artículo 119 del código citado, para que pueda
eventualmente surtir los efectos que señala el segundo párrafo del artículo 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, son aplicables en cualquier hipótesis, sin importar
que se presente por un servidor público en ejercicio de sus funciones, por lo que en tal caso el
Ministerio Público debe asegurarse de la identidad del querellante, de su legitimación, así como
de la autenticidad de los documentos en que aparezca formulada la querella y en los que se
apoye.
Contradicción de tesis 129/2002-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito. 14 de
mayo de 2003. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Ángel Ponce Peña.
Tesis de jurisprudencia 24/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de catorce de mayo de dos mil tres.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Julio de 2003
Tesis: 1a./J. 23/2003
Página: 164
ROBO COMETIDO EN TIENDA DE AUTOSERVICIO. PARA TENERLO POR CONSUMADO
BASTA CON LA JUSTIFICACIÓN DE LA CONDUCTA TÍPICA DE APODERAMIENTO. El
delito de robo es considerado por la jurisprudencia y la doctrina como de consumación
instantánea, pues se configura en el momento en que el sujeto lleva a cabo la acción de
apoderamiento, con independencia de que obtenga o no el dominio final de la cosa, de
conformidad con el artículo 369 del Código Penal para el Distrito Federal que establece que,
para la aplicación de la sanción, se tendrá por consumado el robo desde el momento en que el
ladrón tiene en su poder la cosa robada, aun cuando después la abandone o lo desapoderen de
ella; estimar lo contrario, es decir, subordinar la consumación del robo a que el agente tenga
ocasión de usar, gozar o vender la cosa, es condicionar el perfeccionamiento del delito, o
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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pretender hacerlo, a una posibilidad futura innecesaria para su integración. En consecuencia, es
suficiente para tener por consumado el delito de robo cometido en tienda de autoservicio, la
justificación de la conducta típica de apoderamiento al traspasar el área de cajas del
establecimiento relativo, pues el hecho de que el imputado no salga del almacén comercial de
donde tomó los objetos motivo del apoderamiento, o de que sea desapoderado de ellos por
personal de la empresa en la puerta de salida, no es obstáculo para la justificación del ilícito; lo
que, en su caso, puede repercutir en el juicio del juzgador, sólo respecto de la obligación de
reparar el daño proveniente del delito, mas de modo alguno es apta para justificar una
declaratoria de existencia de un delito tentado.
Contradicción de tesis 97/2002-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Octavo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 7 de mayo de 2003. Cinco
votos. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario: Jaime Salomón Hariz Piña.
Tesis de jurisprudencia 23/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de siete de mayo de dos mil tres.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Julio de 2003
Tesis: 1a./J. 34/2003
Página: 71
DELITOS BANCARIOS. EL CÓMPUTO DEL PLAZO PARA QUE LA SECRETARÍA DE
HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO FORMULE LA PETICIÓN O QUERELLA
CORRESPONDIENTE, INICIA A PARTIR DE QUE RECIBE LA OPINIÓN DE LA COMISIÓN
NACIONAL BANCARIA Y DE VALORES. Para que la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público pueda formular la petición o querella, con la intención de que se persigan los delitos
bancarios establecidos, entre otras, en la Ley de Instituciones de Crédito y en la del Mercado de
Valores, debe escuchar la opinión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, pues ésta,
por su grado de especialización, es quien puede aportar los elementos técnicos necesarios para
que dicha dependencia del Ejecutivo Federal pueda tener conocimiento del delito y del
delincuente, al proporcionarle los informes o dictámenes, así como las pruebas necesarias. En
consecuencia, será a partir de que dicha secretaría cuente con esa opinión, cuando inicie el
cómputo del plazo para que formule la petición o querella correspondiente; sin soslayar las
facultades que la propia ley concede en este sentido a otros órganos.
Contradicción de tesis 12/2001-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito y los Tribunales Colegiados Primero y Segundo, ambos del
Décimo Segundo Circuito. 4 de junio de 2003. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza.
Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 34/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de cuatro de junio de dos mil tres.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Julio de 2003
Tesis: P./J. 26/2003
Página: 25
SECRETARIO ENCARGADO DEL DESPACHO DURANTE EL PERIODO VACACIONAL DEL
JUEZ DE DISTRITO. NO REQUIERE AUTORIZACIÓN DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA
FEDERAL PARA RESOLVER LOS JUICIOS DE AMPARO EN LOS CASOS DEL SEGUNDO
PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 161 DE LA LEY ORGÁNICA DEL PODER JUDICIAL DE LA
FEDERACIÓN, PUES LA PROPIA LEY LO FACULTA EXPRESAMENTE PARA HACERLO.
El artículo 161 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación regula el caso específico
del funcionamiento de los Tribunales de Circuito y Juzgados de Distrito en los periodos de
vacaciones de los Magistrados y Jueces, y si bien prevé el nombramiento por parte del Consejo
de la Judicatura Federal de las personas que deban sustituir a éstos, también establece que
entretanto esto ocurre o en caso de que no se hiciese el nombramiento, queden a cargo los
secretarios respectivos. Tratándose de los juzgados faculta expresamente al secretario para
resolver los juicios de amparo cuyas audiencias constitucionales estén señaladas para los días
que los Jueces de Distrito disfruten de vacaciones, a no ser que deban diferirse o suspenderse
con arreglo a la ley, lo que obedece a la garantía de justicia pronta y expedita consagrada por el
artículo 17 constitucional, de manera que en tal caso el secretario no requiere de autorización
del consejo para dictar sentencia y, por tanto, no hay motivo alguno para hacer mención de esta
circunstancia.
Contradicción de tesis 3/2002-PL. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Séptimo Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Segundo
Circuito. 24 de junio de 2003. Once votos. Ponente: Humberto Román Palacios. Secretario:
Miguel Ángel Velarde Ramírez.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy primero de julio en curso, aprobó, con el
número 26/2003, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a primero de
julio de dos mil tres.
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Julio de 2003
Tesis: P./J. 25/2003
Página: 18
FALSEDAD EN DECLARACIONES RENDIDAS ANTE AUTORIDAD DISTINTA DE LA
JUDICIAL. EL PRIMER PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 247 DEL AHORA CÓDIGO PENAL
FEDERAL VIOLA LAS GARANTÍAS DE SEGURIDAD JURÍDICA Y EXACTA APLICACIÓN
DE LA LEY PENAL, EN LA PARTE QUE SEÑALA "SE IMPONDRÁN DE DOS A SEIS
AÑOS", PORQUE NO ESPECIFICA LA NATURALEZA DE LA PENA (DIARIO OFICIAL DE
LA FEDERACIÓN DEL DIEZ DE ENERO DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y CUATRO). El
artículo 14, párrafo tercero, constitucional, consigna como garantía de exacta aplicación de la
ley en materia penal, la prohibición de imponer penas que no estén establecidas por una ley
exactamente aplicable al delito de que se trate, prohibición que recoge el inveterado principio de
derecho penal, que se enuncia como nulla poena sine lege. El alcance de dicha garantía no se
limita a constreñir a la autoridad jurisdiccional a que se abstenga de imponer por simple
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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analogía o por mayoría de razón pena alguna que no esté decretada por una ley exactamente
aplicable al hecho delictivo de que se trata, sino que obliga al legislador a emitir normas claras
en las que se precise la consecuencia jurídica de la comisión de un ilícito a fin de evitar un
estado de incertidumbre jurídica al gobernado y una actuación arbitraria del juzgador. Bajo estas
premisas, es válido concluir que el primer párrafo del artículo 247, fracción I, del citado Código
Penal, con motivo de la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación de diez de enero
de mil novecientos noventa y cuatro que establece como una de las sanciones previstas para el
delito de falsedad en declaraciones ante autoridad distinta de la judicial, que "se impondrán de
dos a seis años", sin especificar la naturaleza de la pena a que se refiere dicho lapso, resulta
violatorio de la garantía de exacta aplicación de la ley en materia penal y, por ende, de la
garantía de seguridad jurídica, al no precisar la naturaleza de una de las dos penas que
corresponden a la conducta que describe en su fracción I, esto es, mientras que la sanción
pecuniaria se determina expresamente, señalándose los días multa correspondientes, el otro
tipo de sanción resulta desconocido para los gobernados, al omitirse la clase de pena a que se
refiere, generando incertidumbre tanto para éstos como para los juzgadores obligados a aplicar
dicho precepto. La inconstitucionalidad del primer párrafo del artículo 247 del Código Penal
Federal afecta específicamente a la pena temporal aplicable a la comisión del ilícito descrito en
éste y no así a la sanción pecuniaria prevista en el mismo, la que deberá ser aplicada en los
casos concretos que deban resolver los juzgadores, en el entendido de que es sólo la porción
normativa precisada la que se estima viciada, subsistiendo válidamente tanto el tipo penal como
la sanción pecuniaria respectiva.
Contradicción de tesis 19/2001-PL. Entre las sustentadas por la Primera y Segunda Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 24 de junio de 2003. Once votos. Ponente: Sergio
Salvador Aguirre Anguiano. Secretario: Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy primero de julio en curso, aprobó, con el
número 25/2003, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a primero de
julio de dos mil tres.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Agosto de 2003
Tesis: 1a./J. 35/2003
Página: 176
PRISIÓN PREVENTIVA. EL TIEMPO DE RECLUSIÓN DEBE CONSIDERARSE COMO
CUMPLIMIENTO PARCIAL DE LA SANCIÓN PRIVATIVA DE LIBERTAD, PARA EFECTOS
DEL CÓMPUTO DE SU PRESCRIPCIÓN. Para el cómputo de la prescripción de una sanción
privativa de libertad, debe considerarse el tiempo que el reo estuvo recluido en prisión
preventiva, en atención a que con su ejecución se afecta de manera inmediata y directa el
derecho sustantivo de la libertad, y toda vez que aquélla puede convertirse en parte de la pena,
como lo reconoce el artículo 20, apartado A, fracción X, párrafo tercero, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, al establecer que en toda pena de prisión que
imponga una sentencia, se computará el tiempo de la detención, con lo que la mencionada
prisión preventiva pierde su carácter de provisional, pues se estima como idéntica a la prisión
impuesta como pena o sanción, esto es, como si se hubiera compurgado parte de la sentencia
condenatoria.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 64/2002-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Noveno Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Sexto Circuito. 25 de junio de
2003. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Karla Licea Orozco.
Tesis de jurisprudencia 35/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veinticinco de junio de dos mil tres.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Agosto de 2003
Tesis: 1a./J. 26/2003
Página: 175
OFENDIDO EN MATERIA PENAL. NO PROCEDE LA SUPLENCIA DE LA QUEJA PREVISTA
EN EL ARTÍCULO 76 BIS, FRACCIÓN II, DE LA LEY DE AMPARO A FAVOR DE AQUÉL
CUANDO COMPAREZCA COMO QUEJOSO EN EL JUICIO DE GARANTÍAS. El supuesto
establecido en la fracción II del artículo 76 bis de la Ley de Amparo, no se actualiza a favor del
ofendido o de la víctima del delito cuando comparezca con el carácter de quejoso dentro del
juicio de garantías en materia penal, toda vez que la exposición de motivos de la reforma que
dio origen a esa fracción, evidencia claramente que la suplencia de la queja en la materia
mencionada, opera sólo cuando los conceptos de violación o agravios deficientes sean
expresados en el juicio de amparo por el reo en el proceso penal, con el objeto de otorgarle la
seguridad de que la resolución que en éste se emita es legal, ya sea que le resulte adversa o
favorable. Además, no resulta acertado equiparar al ofendido con el reo en el proceso penal, ya
que no se ubican en la misma hipótesis legal, pues aquél, al ser quien resiente los efectos del
hecho delictivo, representa la figura antagónica de la persona a que se refiere la citada fracción,
esto es, del sujeto a quien se le imputa la comisión del delito. No es obstáculo a lo anterior, la
circunstancia de que por la reforma a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
publicada en el Diario Oficial de la Federación el 21 de septiembre de 2000, se haya adicionado
un apartado B a su artículo 20, para reconocer los derechos de la víctima u ofendido en el
proceso penal como garantías individuales, ya que no se instituyó a favor de aquéllos dicha
suplencia en el juicio de amparo, que se rige por una ley distinta de la que regula el proceso
penal, como lo es la Ley de Amparo, la cual no ha sido modificada en la fracción II del referido
artículo 76 bis, con posterioridad a la indicada reforma constitucional.
Contradicción de tesis 57/2002-PS. Entre las sustentadas por el Primero, Quinto y Séptimo
Tribunales Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 14 de mayo de 2003. Mayoría de
cuatro votos. Disidente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Rogelio Alberto Montoya Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 26/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de catorce de mayo de dos mil tres.
150
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Agosto de 2003
Tesis: 1a./J. 27/2003
Página: 127
OFENDIDO EN MATERIA PENAL. ES IMPROCEDENTE LA SUPLENCIA DE LA QUEJA A
SU FAVOR CON FUNDAMENTO EN LA FRACCIÓN VI DEL ARTÍCULO 76 BIS DE LA LEY
DE AMPARO, CUANDO COMPAREZCA COMO QUEJOSO EN EL JUICIO DE GARANTÍAS.
Al establecer el citado artículo que las autoridades que conozcan del juicio de amparo deberán
suplir la deficiencia de los conceptos de violación de la demanda, así como la de los agravios
formulados en los recursos establecidos en esa ley, en "otras materias", cuando se advierta que
ha habido en contra del quejoso o del particular recurrente una violación manifiesta de la ley que
lo haya dejado sin defensa, se refiere a las materias civil y administrativa, de conformidad con el
criterio sustentado por el Tribunal Pleno en la tesis LIV/89, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación, Octava Época, Tomo IV, Primera Parte, julio a diciembre de 1989, página 122,
toda vez que en el resto de las fracciones que conforman dicho numeral quedan comprendidas
de manera especial las materias penal, agraria y laboral. Ahora bien, si se toma en
consideración que la fracción II del referido dispositivo delimita en términos claros y específicos
los casos en que procede dicha suplencia en materia penal, pues de la exposición de motivos
mediante la cual se adicionó el indicado numeral, se advierte que aquella figura opera sólo
cuando los conceptos de violación o agravios deficientes sean expresados en el juicio de
amparo por el reo en el proceso penal, con el objeto de otorgarle la seguridad de que la
resolución que se emita es legal, ya sea que le resulte adversa o favorable, es indudable que la
fracción VI no puede servir de fundamento legal para suplir a favor del ofendido o de la víctima
del delito la deficiencia de la queja cuando comparezca con el carácter de quejoso dentro del
juicio de garantías, ya que ese no fue el alcance que el legislador le dio, pues si hubiese querido
que dicha fracción pudiera ser aplicada en materia penal, laboral o agraria, en lugar de señalar
"en otras materias", hubiera establecido tal imperativo para todas las materias, ya que de esa
manera, cualquiera que ella fuera, de advertir el juzgador de amparo la existencia de una
violación manifiesta de la ley que deje sin defensa al quejoso, tendría la obligación de suplir la
deficiencia en su favor.
Contradicción de tesis 57/2002-PS. Entre las sustentadas por el Primero, Quinto y Séptimo
Tribunales Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 14 de mayo de 2003. Mayoría de
cuatro votos. Disidente: Juventino V. Castro y Castro. Ponente: José de Jesús Gudiño.
Secretario: Rogelio Alberto Montoya Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 27/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de catorce de mayo de dos mil tres.
Nota: La tesis LIV/89 citada, aparece publicada con el rubro: "SUPLENCIA DE LA
DEFICIENCIA DE LA QUEJA. EN LAS MATERIAS CIVIL Y ADMINISTRATIVA
PROCEDENTE."
151
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Agosto de 2003
Tesis: 1a./J. 38/2003
Página: 83
FRAUDE FISCAL GENÉRICO PREVISTO EN EL ARTÍCULO 108 DEL CÓDIGO FISCAL DE
LA FEDERACIÓN. NO PROCEDE LA SUBSUNCIÓN EN ÉL, DEL EQUIPARADO
CONTENIDO EN EL ARTÍCULO 109, FRACCIÓN I, DEL PROPIO CÓDIGO. De lo dispuesto
en los artículos mencionados, se desprende que el legislador estableció dos delitos distintos,
con características y elementos propios y diversos entre sí, es decir, con independencia y
autonomía en cuanto a su existencia, de manera que el delito de defraudación fiscal genérico o
principal previsto en el artículo 108 del Código Fiscal de la Federación, difiere del equiparado
contenido en el artículo 109, fracción I, del propio código, ya que para que se actualice este
último se requiere que alguien presente declaraciones para efectos fiscales, que contengan
deducciones falsas o ingresos menores a los realmente obtenidos o determinados por ley;
mientras que el delito de defraudación fiscal genérico o principal se actualiza cuando una
persona con uso de engaños o al aprovechar errores omite el pago parcial o total de una
contribución u obtiene un beneficio indebido en perjuicio del fisco federal, es decir, no precisa
que tenga que ser mediante declaración como en el equiparado, por lo que podría configurarse
mediante alguna otra forma; no obstante que ambos delitos tengan como nota común el referido
perjuicio. Por tanto, en atención a lo establecido en el párrafo tercero del artículo 14 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en cuanto a que en los juicios del orden
criminal queda prohibido imponer por simple analogía, y aun por mayoría de razón, pena alguna
que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata, debe
estimarse que en el delito de defraudación fiscal contenido en el artículo 108 del código
indicado, no cabe la subsunción o no puede ser absorbido el diverso delito de defraudación
fiscal equiparado, previsto en el artículo 109, fracción I, del ordenamiento legal en cita, pues, se
reitera, varían los elementos para su integración.
Contradicción de tesis 103/2002-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Tercer Circuito y el entonces Segundo Tribunal Colegiado del Segundo
Circuito (actualmente Primer Tribunal Colegiado en Materia Civil del propio circuito). 2 de julio
de 2003. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Ismael Mancera
Patiño.
Tesis de jurisprudencia 38/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de dos de julio de dos mil tres.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Agosto de 2003
Tesis: 1a./J. 42/2003
Página: 59
ABUSO SEXUAL Y VIOLACIÓN. CONFIGURACIÓN DE LA CALIFICATIVA PREVISTA EN
EL ARTÍCULO 266 BIS, FRACCIÓN IV, DEL CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO
FEDERAL (ACTUALMENTE ARTÍCULO 178, FRACCIÓN IV, DEL NUEVO CÓDIGO PENAL
QUE ABROGÓ AQUÉL), CONSISTENTE EN QUE EL SUJETO ACTIVO SE APROVECHE DE
LA CONFIANZA EN ÉL DEPOSITADA. El citado artículo 266 bis, fracción IV, contempla como
uno de los supuestos de agravación de las penas para los delitos de abuso sexual y violación,
que el sujeto activo "aproveche la confianza en él depositada". Ahora bien, el análisis de esa
calificativa permite advertir que su fundamento radica precisamente en la "confianza" que al ser
depositada es aprovechada por el sujeto activo, y no en algún otro vínculo entre los sujetos
activo y pasivo, como en los casos en que tuviera a este último bajo su custodia, guarda o
educación, del que pudiera derivar algún deber de protección que le correspondiera ejercer al
sujeto activo, ya que si bien en estos últimos casos también existe un quebrantamiento de
aquélla, las circunstancias referidas derivadas de aquellos vínculos son el parámetro
diferenciador de la calificativa, pues el legislador, ante la imposibilidad de contemplar en una ley
todas las situaciones en que exista, creó esta actualización fáctica del supuesto que configura,
por sí sola, la calificativa que aumentará las penas que se impongan en dichos delitos. Además,
la "confianza" en que se funda no debe confundirse con la acción de confiar (acto de entrega),
pues aquélla debe entenderse como la firme esperanza que se tiene de una persona, en este
caso del sujeto activo, quien cuenta precisamente con aquélla, sin que esto signifique que deba
confiarse el sujeto pasivo al sujeto activo por cuestiones de custodia, guarda o educación, pues
en estos supuestos la acción de confiar supondría la entrega del sujeto pasivo, en forma
temporal o permanente, lo que implicaría una relación de dependencia entre ambos sujetos y el
abuso de ésta traicionaría la puesta en aquél; en todo caso, para acreditar dicha calificativa, no
se exige calidad alguna en el sujeto activo, ni en el pasivo, y tampoco que exista algún vínculo
jurídico entre ellos. En consecuencia, corresponde al órgano jurisdiccional determinar,
analizando cada caso concreto y de acuerdo con el acervo probatorio, si se actualiza o no esa
calificativa, debiendo tomar en cuenta su fundamento rector que en el caso es la "confianza"
que existe con el sujeto activo y la forma en que trascendió para que se aprovechara de ella,
desplegando la conducta delictiva.
Contradicción de tesis 8/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero,
Segundo y Sexto, todos en Materia Penal del Primer Circuito. 6 de agosto de 2003. Unanimidad
de cuatro votos. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ponente: Juan N. Silva
Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 42/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de seis de agosto de dos mil tres.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Septiembre de 2003
Tesis: 1a./J. 48/2003
Página: 225
QUERELLA PRESENTADA POR ESCRITO. ES NECESARIA SU RATIFICACIÓN CUANDO
SE FORMULE EN REPRESENTACIÓN DE LA SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN, POR
DELITOS PREVISTOS EN LA LEY GENERAL DE POBLACIÓN. Cuando la querella se
formule por escrito en los casos de delitos a que la Ley General de Población se refiere, debe
ratificarse por el funcionario que la suscriba, en representación de la Secretaría de
Gobernación; lo anterior es así, pues cuando se presenta verbalmente, de acuerdo con lo
dispuesto en los artículos 118 y 119 del Código Federal de Procedimientos Penales, en relación
con el artículo 143 de la ley señalada, el Ministerio Público debe cerciorarse de que el servidor
público que la formula es representante de la Secretaría de Gobernación y que tiene facultades
para presentarla en su nombre, hacer constar que se hizo de manera verbal en el acta que
levante y recabar la firma o huella digital de quien la presente, por lo que en este caso resulta
ociosa la ratificación. En cambio, cuando la querella es presentada ante el Ministerio Público por
escrito, éste debe cerciorarse de la legitimación del funcionario que la suscribe, recabar la firma
o huella digital de quien la presente, y sobre todo, asegurarse de la identidad del querellante,
así como de la autenticidad de los documentos en que aparezca formulada y requerir al
signante para que se conduzca bajo protesta de decir verdad, con el apercibimiento de las
penas en que incurre quien declara falsamente ante las autoridades, lo cual sólo será posible
llevar a cabo a través de la ratificación del escrito ante el órgano investigador, con la presencia
del querellante, con lo que incluso se da certeza sobre la persona en quien habrá de fincarse la
responsabilidad correspondiente, en el supuesto de que resulten falsos los hechos afirmados en
el escrito de querella.
Contradicción de tesis 143/2002-PS. Entre las sustentadas por el Quinto Tribunal Colegiado del
Décimo Noveno Circuito y el actual Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito. 27 de
agosto de 2003. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Manuel González Díaz.
Tesis de jurisprudencia 48/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintisiete de agosto de dos mil tres.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Noviembre de 2003
Tesis: 1a./J. 56/2003
Página: 68
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN. PARA QUE EL JUEZ DE DISTRITO PUEDA
DECIDIR SOBRE ELLA EN EL INCIDENTE DE SUSPENSIÓN, ES NECESARIO QUE EL
JUZGADOR RESPONSABLE NO SE HAYA PRONUNCIADO SOBRE ESE BENEFICIO,
PORQUE EL INCULPADO NO SE LO HUBIERE SOLICITADO. De la interpretación literal,
sistemática y teleológica del artículo 136, párrafo séptimo, de la Ley de Amparo, en relación con
el artículo 20, apartado A, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, se deduce que el Juez de Distrito únicamente puede determinar si concede la
libertad caucional al quejoso, en el incidente de suspensión, cuando el Juez o tribunal que
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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conozca de la causa haya omitido resolver sobre ese beneficio y la falta de ese pronunciamiento
obedezca a que el presunto responsable no lo hubiera solicitado. Estas condiciones son
necesarias porque, podría suceder que, al momento de decretar el Juez Federal esa
prerrogativa a favor del agraviado, aunque éste estuviera procesado por un delito no grave, en
respuesta a su solicitud el Juez o tribunal de la causa pudiera ya haberse pronunciado, y
determinado que el inculpado no tiene derecho a obtenerla. En cambio, con la actualización de
las mencionadas condiciones, se evita que la decisión del Juez de Distrito se contraponga a la
que sobre ese punto ya hubiera decretado o esté por hacerlo el Juez que instruye el proceso.
En consecuencia, si el inculpado ya hizo una solicitud ante el juzgador responsable para que
sea puesto en libertad provisional bajo caución, en el incidente de suspensión del amparo que
haya promovido en contra del acto que importe un ataque a su libertad personal ya no puede
solicitar ante el Juez Federal ese beneficio, sino que tiene que esperar a que aquél decida sobre
dicha petición, y una vez que le dé respuesta, si no está conforme, debe impugnarla por la vía
legal correspondiente.
Contradicción de tesis 35/2003-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Décimo Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito. 3 de
septiembre de 2003. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Manuel González Díaz.
Tesis de jurisprudencia 56/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veinticuatro de septiembre de dos mil tres.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Diciembre de 2003
Tesis: 1a./J. 41/2003
Página: 46
SALUD, DELITO CONTRA LA. EN SU MODALIDAD DE INTRODUCCIÓN DE NARCÓTICOS
PREVISTA EN EL ARTÍCULO 194, FRACCIÓN II, PÁRRAFO SEGUNDO, DEL CÓDIGO
PENAL FEDERAL, SE CONSUMA DESDE EL MOMENTO EN QUE EL REO ES DETENIDO
EN EL RECINTO ADUANAL. El precepto mencionado establece las sanciones aplicables a
quien introduzca o extraiga del país cualquiera de los narcóticos comprendidos en el artículo
193 del Código Penal Federal, aunque fuere en forma momentánea o en tránsito, y que cuando
dicha introducción o extracción no llegara a consumarse, pero de los actos realizados se
desprenda claramente que esa era la finalidad del agente, la pena aplicable será de hasta las
dos terceras partes de la prevista en el propio artículo. De lo anterior se colige que el término
"país" empleado en el artículo 194, fracción II, párrafo segundo, del propio código, se asimila a
la locución "República", utilizada en su artículo 1o., por ser aquél, territorialmente, el asiento de
esta última; y las diversas expresiones "territorio nacional" o "República mexicana" comprenden
no sólo las partes integrantes de la Federación, dentro de las que se encuentran los diversos
Estados de la Unión, sino también el territorio insular, el mar territorial, la plataforma continental,
los zócalos submarinos, las aguas de los mares territoriales e inclusive el espacio situado sobre
el mismo territorio nacional; por ello, y dada la amplitud del concepto jurídico-político "territorio
nacional", es indudable que la introducción o extracción de éste puede efectuarse en múltiples
formas; de ahí que la conducta antijurídica prevista en el referido artículo 194, fracción II,
contempla cualquier tipo de introducción o extracción del territorio nacional, por el mero
rebasamiento de sus límites territoriales establecidos en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos. En consecuencia, si el sujeto pasivo es detenido en una garita aduanal o
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
recinto fiscal ubicado en un Estado de la República, con alguno de los narcóticos previstos en el
artículo 193 del código citado, se actualiza el tipo del delito en mención, el cual no se configura
en grado de tentativa, toda vez que no puede considerarse que tales recintos, en donde se
llevan a cabo las facultades de la autoridad en materia de emigración, inmigración, salubridad
general y seguridad nacional, se ubiquen en territorio extranjero.
Contradicción de tesis 140/2002-PS. Entre las sustentadas por el Quinto Tribunal Colegiado del
Décimo Noveno Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito. 25 de
junio de 2003. Cinco votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario: Roberto Javier
Ortega Pineda.
Tesis de jurisprudencia 41/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha seis de agosto de dos mil tres.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XVIII, Diciembre de 2003
Tesis: 1a./J. 55/2003
Página: 25
MEDIDAS PROVISIONALES. LAS DICTADAS POR EL JUEZ DEL PROCESO VINCULADAS
A LA RESTITUCIÓN DE INMUEBLES RELACIONADOS CON EL DELITO DE DESPOJO,
SON SUSCEPTIBLES DE SER IMPUGNADAS POR EL INCULPADO MEDIANTE EL JUICIO
DE GARANTÍAS EN LOS TÉRMINOS PREVISTOS POR EL ARTÍCULO 114, FRACCIÓN IV,
DE LA LEY DE AMPARO. La resolución emitida en el incidente sobre restitución provisional de
un inmueble materia del delito de despojo a favor del ofendido, encuadra dentro del concepto de
acto de ejecución irreparable, dado que es patente que afecta de manera directa e inmediata
derechos sustantivos del procesado poseedor del mismo, en tanto le priva de la facultad de
usarlo y disfrutarlo todo el tiempo que dure el proceso, lo cual no sería susceptible de repararse,
pues aun cuando exista la posibilidad de que dicha medida pudiera ser modificada o revocada
por alguna causa superveniente, como sería el caso de que se concediera al inculpado la
protección constitucional contra la resolución de la Sala que confirmó el auto de formal prisión
decretado al quejoso; de que pudiera prosperar algún incidente de desvanecimiento de datos;
de que el afectado fuera absuelto en la sentencia definitiva; o bien, de que se le pudiera
conceder el amparo promovido en la vía directa, en caso de serle adversos los fallos de primera
y segunda instancias, esto no le restituiría de la afectación de que fue objeto por el tiempo en
que esté en vigor la medida precautoria.
Contradicción de tesis 142/2002-PS. Entre las sustentadas por el Quinto Tribunal Colegiado del
Décimo Noveno Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito.
10 de septiembre de 2003. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Rogelio Alberto Montoya Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 55/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de diez de septiembre de dos mil tres.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Diciembre de 2004
Tesis: 1a./J. 102/2004
Página: 11
ABUSO DE CONFIANZA. ESTE DELITO PUEDE COMETERSE POR UN MANDATARIO
RESPECTO DE LOS PRODUCTOS DEL OBJETO MATERIA DEL CONTRATO. El delito de
abuso de confianza, genéricamente, consiste en que el sujeto activo del ilícito disponga, en
perjuicio de alguien, de una cosa ajena mueble de la que se le ha transferido sólo la tenencia y
no el dominio, es decir, conlleva como presupuesto una posesión derivada del agente activo
respecto del objeto material del delito que recibió en virtud de un acto jurídico, cuyo objeto
directo e inmediato es la cosa misma. Ahora bien, dicho delito puede presuponer la existencia
de un contrato de mandato, por el cual una persona llamada mandatario se obliga a ejecutar por
cuenta de otra llamada mandante, los actos jurídicos que éste le encarga, pero los derechos
que el mandatario adquiere a la luz de tal contrato son irrelevantes en lo que hace a sus
productos, es decir, el hecho de que por virtud del mandato quien recibe un poder amplio puede
actuar respecto de la cosa materia del contrato, aun a título de dueño, no implica que si, en
perjuicio de un tercero, retiene indebidamente los productos de dicho objeto material, aun
cuando se le solicite rendir cuentas de éstos, no pueda considerarse como sujeto activo del
delito de abuso de confianza, ya que, como se dijo, éste se consuma con el solo hecho de
disponer, en perjuicio de otro, de una cosa ajena mueble de la que se le transmitió sólo la
tenencia y no el dominio, por lo que es evidente que aunque el referido contrato permita al
mandatario actuar a título de dueño respecto del objeto materia del contrato, no le transfiere el
dominio de sus productos.
Contradicción de tesis 38/2004-PS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del
Cuarto Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Sexto Circuito. 6 de octubre de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretaria: Guadalupe Robles
Denetro.
Tesis de jurisprudencia 102/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha seis de octubre de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Diciembre de 2004
Tesis: 1a./J. 89/2004
Página: 22
AVERIGUACIÓN PREVIA. EL JUEZ DE DISTRITO EN MATERIA PENAL ES COMPETENTE
PARA CONOCER DEL JUICIO DE AMPARO INTERPUESTO CONTRA LOS ACTOS
REALIZADOS POR EL AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO DURANTE LA INTEGRACIÓN
DE AQUÉLLA. Cuando se trate de juicios de amparo interpuestos en contra de actos realizados
por el agente del Ministerio Público durante la integración de la averiguación previa, que no
incidan en la libertad personal del quejoso ni se esté en presencia de un procedimiento de
extradición, en atención a su naturaleza intrínsecamente penal, independientemente de la
procedencia del juicio de garantías, es competente para conocer de ellos el Juez de Distrito en
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia Penal y, en consecuencia, el Tribunal Colegiado de Circuito en la misma materia para
resolver el recurso de revisión respectivo. Ello es así, en virtud de que el Tribunal en Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación al conocer de conflictos competenciales suscitados
entre Tribunales Colegiados o Jueces de Distrito atiende a la naturaleza del acto reclamado
para decidirlos, prescindiendo de la naturaleza formal de la autoridad de la que emana el acto;
de ahí que aun cuando durante la integración de la averiguación previa el agente del Ministerio
Público es una autoridad formalmente administrativa, los actos que realiza son de naturaleza
penal, ya que practica toda clase de diligencias con fundamento en leyes penales, tanto
sustantivas como adjetivas, por lo que se actualiza la competencia de los Jueces de Distrito en
Materia Penal, prevista en el artículo 51 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación,
pues de la interpretación sistemática de sus fracciones se advierte que su teleología no está
informada por el carácter orgánico de la autoridad que emite el acto, sino por la naturaleza
penal de su actuación, aunado a que dicho análisis respeta el principio de especialización, el
cual garantiza la expeditez en el fallo, ya que la resolución de los asuntos por materia requiere
del conocimiento y experiencia que tienen los que se dedican en forma específica a una
determinada rama del derecho, y que por ello pueden ponderar en forma más expedita y
autorizada las distintas soluciones al caso concreto.
Contradicción de tesis 36/2001-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito y los Tribunales Colegiados Primero y Segundo en Materia
Administrativa del mismo circuito. 30 de junio de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente:
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosaura Rivera Salcedo.
Tesis de jurisprudencia 89/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintidós de septiembre de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Diciembre de 2004
Tesis: 1a./J. 93/2004
Página: 67
CAMBIO DE SITUACIÓN JURÍDICA. NO LO ACTUALIZA EL DICTADO DEL AUTO DE
FORMAL PRISIÓN, CUANDO EL ACTO RECLAMADO ES LA ORDEN DE
REAPREHENSIÓN, DERIVADA DE LA REVOCACIÓN DE LA LIBERTAD PROVISIONAL
BAJO CAUCIÓN. El dictado del auto de formal prisión no actualiza un cambio de situación
jurídica que dé lugar a la improcedencia del juicio de garantías, en términos de lo dispuesto en
la fracción X del artículo 73 de la Ley de Amparo, cuando el acto reclamado es la orden de
reaprehensión librada en virtud de que el Juez de la causa revocó la libertad provisional bajo
caución de que ya venía gozando el quejoso, y que le había sido otorgada por el Ministerio
Público durante la averiguación previa. Esto es así, en virtud de que con la determinación de
revocación podría verse afectada la garantía tutelada en el artículo 20, apartado A, fracción I, de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, relativa a que en todo proceso del
orden penal, se otorgue al inculpado la libertad provisional bajo caución; y esa posible
afectación motiva que se esté en presencia del supuesto de excepción de la causal de
improcedencia, consistente en que, cuando lo que se reclame en amparo indirecto sean
violaciones a los artículos 19 y 20 de la Carta Magna, exclusivamente la sentencia de primera
instancia hará que se consideren irreparablemente consumadas las violaciones, con lo cual,
quedan descartadas otro tipo de actuaciones, entre ellas, el auto de formal prisión, como
generadoras de un cambio de situación jurídica.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 118/2002-PS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito
(actualmente Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del mismo circuito). 22
de septiembre de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario:
Luis Fernando Angulo Jacobo.
Tesis de jurisprudencia 93/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintidós de septiembre de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Diciembre de 2004
Tesis: 1a./J. 74/2004
Página: 137
INCIDENTE DE TRASLACIÓN DEL TIPO Y ADECUACIÓN DE LA PENA DE PRISIÓN.
CONTRA LA RESOLUCIÓN DICTADA EN ÉL, PUEDE PRESENTARSE LA DEMANDA DE
AMPARO EN CUALQUIER TIEMPO, POR TRATARSE DE UN ACTO QUE AFECTA LA
LIBERTAD PERSONAL DEL QUEJOSO. El Tribunal en Pleno y la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación han sostenido el criterio de que la libertad personal de los
individuos no sólo se afecta a través de actos de autoridad que tengan como consecuencia
material privarlos de la que disfrutan en ese momento, sino también mediante actos que
determinen, de alguna manera, la permanencia del gobernado en dicha situación o que
modifiquen las condiciones en que tal privación deba ejecutarse. En estas condiciones, cuando
el reo promueve el incidente en el que solicita la traslación del tipo y la adecuación de la pena
de prisión, por considerar que un nuevo ordenamiento en vigor prevé el mismo tipo penal pero
con una pena más benéfica, la resolución que al efecto emita la autoridad correspondiente
constituye una posibilidad de que el sentenciado no continúe compurgando la pena de prisión
que se le había impuesto, de manera que dicha determinación es un acto que afecta su libertad
personal, pues a partir de ese momento se encontrará restringida no sólo por virtud de la
sentencia que lo condenó, sino también por la resolución incidental; en consecuencia, esta
resolución puede ser impugnada en cualquier tiempo a través del juicio de garantías, por quedar
comprendida en la fracción II del artículo 22 de la Ley de Amparo, que prevé los supuestos de
excepción al término genérico de quince días para su interposición, establecido por el diverso
artículo 21 de la propia ley.
Contradicción de tesis 28/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Décimo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 18 de agosto de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique
Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 74/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dieciocho de agosto de dos mil cuatro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Diciembre de 2004
Tesis: 1a./J. 73/2004
Página: 279
SUSTITUTIVOS DE LA PENA. CUANDO LOS TRIBUNALES MILITARES EN RAZÓN DE SU
COMPETENCIA CONOCEN DE DELITOS PREVISTOS EN LOS CÓDIGOS PENALES
LOCALES O EL FEDERAL, DEBEN APLICAR LAS DISPOSICIONES RELATIVAS A ÉSTOS,
PUES COMPARTEN LA NATURALEZA SUSTANTIVA DE LA PENA QUE SUSTITUYEN. De
la lectura del artículo 57 del Código de Justicia Militar se desprende que existen dos principales
grupos de delitos de los que deben conocer los tribunales militares, a saber: a) aquellos
estrictamente militares, especificados en el libro segundo del Código de Justicia Militar; y, b)
aquellos del orden común o federal, siempre y cuando en su comisión haya concurrido
cualquiera de las circunstancias que se expresan en la fracción II de dicho numeral. Así, en
términos del artículo 58 del propio ordenamiento en cita, cuando los tribunales militares conocen
de estos últimos, deberán aplicar el Código Penal que estuviere vigente en el lugar de los
hechos al cometerse el delito (orden común) o el Código Penal Federal (orden federal). Ahora
bien, los llamados sustitutivos de la pena (prisión o multa) que prevén los Códigos Penales
Locales o el Código Penal Federal, de acuerdo a su naturaleza jurídica corresponden al derecho
sustantivo penal, no sólo porque como tal están previstos en un ordenamiento de ese tipo, sino
también porque son impuestos por la autoridad judicial como consecuencia de un proceso penal
en el cual se determinó, con certidumbre jurídica, la responsabilidad de una persona en la
omisión o comisión de un hecho que por ley es calificado como delito; y, sobre todo, con el
propósito de cumplir con los fines de prevención especial de la pena, esto es la readaptación
social del sentenciado. Siendo ello así, cuando los tribunales militares conocen de delitos del
orden común o federal, deberán atender en cuanto a las cuestiones de índole sustantivo al
código respectivo, por lo que deben considerar a dichos ordenamientos no sólo para la
descripción típica e imposición de la pena, sino también para la aplicación de los sustitutivos de
la pena y todas aquellas cuestiones que se consideren de naturaleza sustantiva.
Contradicción de tesis 101/2003-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Tercer Circuito. 18 de agosto de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José Ramón
Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 73/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dieciocho de agosto de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Diciembre de 2004
Tesis: 1a. CI/2004
Página: 366
INCIDENTE DE TRASLACIÓN DEL TIPO Y ADECUACIÓN DE LA PENA. CONSTITUYE UN
DERECHO PROTEGIDO CONSTITUCIONALMENTE. El primer párrafo del artículo 14 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos prohíbe la aplicación retroactiva de la ley
en perjuicio de persona alguna. Ahora bien, de la interpretación a contrario sensu de tal
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
precepto, se advierte que otorga un derecho al gobernado consistente en que se le aplique
retroactivamente la ley penal, cuando ello sea en su beneficio, de manera que si un individuo
cometió un delito bajo la vigencia de una ley sustantiva con base en la cual se le sentenció, y
con posterioridad se promulga una nueva que prevé una pena menor para el mismo delito, o
según la cual el acto considerado por la ley antigua como delito deja de tener tal carácter, el
individuo tiene el derecho, constitucionalmente protegido, a que se le aplique retroactivamente
la nueva ley y, por ende, a que se le reduzca la pena o se le ponga en libertad. Esto es así,
porque si el legislador en un nuevo ordenamiento legal dispone que un determinado hecho ilícito
merece ser sancionado con una pena menor o que no hay motivos para suponer que a partir de
ese momento el orden social pueda ser alterado con un acto que anteriormente se consideró
como delictivo, no es válido que el poder público insista en exigir la ejecución de la sanción tal
como había sido impuesta, por un hecho que ya no la amerita o que no la merece en tal
proporción. De lo que se sigue que la naturaleza jurídica de la traslación del tipo y adecuación
de la pena consiste en un derecho que tiene todo aquel que está cumpliendo con una sentencia,
el cual puede ejercer ante la autoridad correspondiente en vía incidental, para que ésta
determine si la conducta que fue estimada como delictiva conforme a la legislación punitiva
vigente en la fecha de su comisión, continúa siéndolo en términos del nuevo ordenamiento, esto
es, analice los elementos que determinaron la configuración del ilícito conforme a su tipificación
abrogada frente a la nueva legislación para poder concluir si se mantienen los elementos de la
descripción típica del delito y, en su caso, aplicar la sanción más favorable al sentenciado.
Contradicción de tesis 28/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Décimo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 18 de agosto de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique
Sánchez Frías.
Nota: Esta tesis no constituye jurisprudencia ya que no resuelve el tema de la contradicción
planteada.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Octubre de 2004
Tesis: 1a./J. 72/2004
Página: 47
COMPETENCIA EN EL FUERO COMÚN. SE SURTE TRATÁNDOSE DEL DELITO DE ROBO
RESPECTO DE BIENES QUE SE COMERCIALIZAN EN LAS TIENDAS DE AUTOSERVICIO
QUE ADMINISTRA LA UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO, EN VIRTUD DE
QUE AQUÉLLOS NO FORMAN PARTE DEL PATRIMONIO DE LA FEDERACIÓN. Cuando se
trata del delito de robo cometido respecto de bienes que se comercializan en las tiendas de
autoservicio que administra la Universidad Nacional Autónoma de México, y que no están
destinados al funcionamiento del servicio público para el que ésta fue creada, resulta
competente para conocer de la causa respectiva el Juez Penal del fuero común. Lo anterior, en
virtud de que aun cuando en dicho supuesto el sujeto pasivo del delito es la referida institución,
y que de conformidad con los artículos 1o., 3o. y 45 de la Ley Orgánica de la Administración
Pública Federal; 3o., 14, 47 y 52 de la Ley Federal de las Entidades Paraestatales; 2o. de la Ley
Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México y 1o., 4o., 7o., 8o., 9o. y 11 bis del
Estatuto General de la misma institución, aquélla es un organismo descentralizado de la
administración pública federal con personalidad jurídica y patrimonio propios, el cual recibe en
propiedad las aportaciones que le hace el Gobierno Federal, ello no significa que éste tenga
interés en las controversias en que puede afectarse el patrimonio de aquéllos, máxime que
ningún dispositivo de la Ley General de Bienes Nacionales establece que tales aportaciones
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
constituyan bienes de dominio público de la Federación. Además, si se atiende a la
circunstancia de que las tiendas de autoservicio que administra la institución referida, tienen su
origen en el contrato colectivo de trabajo que suscribió con los sindicatos de trabajadores que
prestan sus servicios en ella, por lo que su naturaleza jurídica es la de una prestación social
hacia la comunidad universitaria, consistente en vender artículos a precios menores o iguales a
los del mercado para apoyar el poder adquisitivo de los trabajadores, finalidad diversa a las
actividades de docencia e investigación para las que se creó la citada institución de educación
superior, resulta inconcuso que el robo de bienes que se expenden en las referidas tiendas de
autoservicio no afecta el patrimonio de la Federación o el funcionamiento de un servicio público
federal ni menoscaba los bienes afectos a la satisfacción de dicho servicio; por lo que en ese
supuesto no se surte la competencia federal regulada en la fracción III del artículo 104 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y el artículo 50, fracción I, incisos e), h) e
i), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
Contradicción de tesis 25/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Octavo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 4 de agosto de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique
Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 72/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha cuatro de agosto de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Octubre de 2004
Tesis: 1a./J. 68/2004
Página: 203
RECURSO DE REVISIÓN. DEBE TENERSE POR INTERPUESTO EN EL JUICIO DE
AMPARO EN MATERIA PENAL, AUN ANTE LA FALTA DE EXHIBICIÓN TOTAL O PARCIAL
DE LAS COPIAS DEL ESCRITO DE AGRAVIOS, CUANDO EL RECURRENTE ES EL
QUEJOSO, DEFENSOR O AUTORIZADO Y EL ACTO RECLAMADO IMPLICA AFECTACIÓN
A LA LIBERTAD PERSONAL. De una interpretación armónica y sistemática de lo dispuesto en
el párrafo cuarto del artículo 88 de la Ley de Amparo, a la luz del principio garantista de acceso
efectivo a la justicia contenido en el artículo 17, párrafo segundo, de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, es procedente establecer que tratándose de la interposición del
recurso de revisión durante la tramitación de un juicio de amparo en materia penal, cuando
dicho medio de impugnación lo hace valer el propio quejoso, su defensor o autorizado, y el acto
reclamado se hizo consistir en aquellos de los que afectan la libertad personal, no debe
aplicarse la regla general contenida en el precepto legal de referencia, que impone la obligación
al recurrente de exhibir las copias necesarias para el expediente y cada una de las partes de su
escrito de agravios, y en caso de incumplimiento total o parcial de dicha obligación, se le
requiera para que exhiba las copias omitidas en el término de tres días, con el apercibimiento
que de no hacerlo, se tendrá por no interpuesto el recurso, sino que las mismas deberán
expedirse oficiosamente por la autoridad que conozca del juicio de amparo. Ello es así, pues
tratándose de la materia penal y bajo los supuestos precisados, debe prevalecer la garantía de
acceso efectivo a la justicia, la cual se vería violentada al hacer nugatorio el derecho del
quejoso a que se resuelva en definitiva la cuestión planteada, ante la exigencia de requisitos
excesivos, lo anterior en atención a los valores fundamentales que se encuentran en juego, con
independencia de que el recurso pudiera desecharse por alguna causa diversa.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Contradicción de tesis 19/2004-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 7 de julio de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique
Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 68/2004-PS. Aprobados por la Primera Sala de Este Alto Tribunal, en
sesión de fecha siete de julio de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Septiembre de 2004
Tesis: 1a./J. 62/2004
Página: 21
ADMINISTRACIÓN FRAUDULENTA. PUEDE CONFIGURARSE RESPECTO DE LOS
PRODUCTOS DE LOS BIENES ENTREGADOS AL SUJETO ACTIVO DEL DELITO
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). El artículo 404, fracción XVII, del Código de
Defensa Social del Estado de Puebla tipifica la figura denominada por la doctrina como delito de
administración fraudulenta, la cual requiere de la existencia de un presupuesto de naturaleza
jurídica, consistente en la obligación de quien administra o cuida bienes ajenos, de vigilar los
intereses patrimoniales relacionados con la referida obligación, a favor de una persona distinta
al sujeto activo; es decir, éste tiene la obligación de efectuar una actividad dirigida a hacer servir
bienes ajenos de diversa manera en provecho de alguien, por lo que es evidente que dicho
agente activo no es titular ni de los bienes administrados ni de los provechos que éstos
generen, pues de lo contrario estaría realizando una administración propia; de ahí que quede de
manifiesto que la conducta lesiva del patrimonio ajeno puede tener por objeto ciertos bienes
cuya tenencia no se haya transmitido al sujeto activo, por no existir con anterioridad y haberse
generado merced a la gestión administrativa realizada por éste. En consecuencia, el delito de
administración fraudulenta sí se configura respecto de los productos de los bienes entregados al
sujeto activo del delito cuando éstos han sido empleados abusivamente, ocultados o retenidos.
Contradicción de tesis 119/2003-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado,
actualmente Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito y el Primer Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito. 23 de junio de 2004. Unanimidad de cuatro
votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Manuel González Díaz.
Tesis de jurisprudencia 62/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintitrés de junio de dos mil cuatro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Agosto de 2004
Tesis: P. XXXVI/2004
Página: 11
EXTRADICIÓN. ES UN PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO SEGUIDO EN FORMA DE
JUICIO QUE INICIA CON SU PETICIÓN FORMAL Y TERMINA CON LA RESOLUCIÓN
DEFINITIVA DE LA SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES EN QUE LA CONCEDE
O LA REHÚSA (INTERRUPCIÓN DE LA TESIS PLENARIA CLXV/2000). El Tribunal Pleno de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada P. CLXV/2000, publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XII, octubre de 2000,
página 36, con el rubro: "EXTRADICIÓN. CONCLUIDA UNA DE LAS TRES FASES
PROCEDIMENTALES EN QUE SE DIVIDE EL PROCEDIMIENTO EXTRADITORIO, LAS
VIOLACIONES COMETIDAS EN ELLA QUEDAN CONSUMADAS IRREPARABLEMENTE EN
VIRTUD DEL CAMBIO DE SITUACIÓN JURÍDICA (INTERRUPCIÓN DE LA TESIS PLENARIA
XLIV/98).", reiteró un criterio anterior en el sentido de que la extradición es un procedimiento
que se divide en tres fases: la primera inicia cuando un Estado manifiesta a otro la intención de
presentar petición formal de extradición y solicita se adopten medidas precautorias, o bien, la
que inicia directamente con la petición formal de extradición; la segunda se entendía iniciada
con la decisión de la Secretaría de Relaciones Exteriores de admitir la solicitud formal de
extradición; y la tercera constituida sólo con la resolución de dicha secretaría, que en forma
definitiva la concede o la rehúsa, con el importante señalamiento de que cuando culmina una de
las tres, quedan consumadas irreparablemente las violaciones que en ellas pudieran haberse
cometido, en virtud del cambio de situación jurídica. Ahora bien, nuevos elementos de reflexión
llevan a establecer que la adopción de las medidas precautorias previstas por el artículo 17 de
la Ley de Extradición Internacional, si bien en términos generales pueden formar parte del
trámite de extradición siempre que el gobierno requirente decida hacer uso de ese derecho, ello
no da inicio formal al citado procedimiento, sino que esto ocurre hasta que se presenta la
petición formal, con los requisitos que establezca el tratado correspondiente y la propia ley de la
materia, según sus artículos 19, 20 y 21, pues es cuando se brinda al reclamado la garantía de
audiencia ante un Juez de Distrito y concluye con el dictado de la resolución de la Secretaría de
Relaciones Exteriores que concede o rehúsa la extradición. Por tanto, la medida precautoria que
tiene por objeto evitar que la persona reclamada pueda sustraerse a la acción de la justicia,
asegurando la eficacia de la decisión de extradición no da inicio al procedimiento relativo y,
además, es preclusiva, en tanto que conforme al último párrafo del artículo 119 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, no puede durar más de sesenta días
naturales contados a partir de la fecha en que se haya cumplimentado, por lo que se extingue el
derecho de realizar cualquier facultad procesal no ejercida en ese plazo; lo que no ocurre con
las violaciones procesales que pudieran suscitarse a partir de que se presente la petición formal
de extradición, ya que al tratarse de un procedimiento administrativo seguido en forma de juicio,
en términos del párrafo segundo de la fracción II del artículo 114 de la Ley de Amparo, por regla
general, podrán invocarse al tiempo de combatir en amparo indirecto la resolución que concede
la extradición.
Contradicción de tesis 17/2002-PL. Entre las sustentadas por el Primer y Sexto Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 13 de abril de 2004. Unanimidad de nueve
votos. Ausentes: Genaro David Góngora Pimentel y Humberto Román Palacios. Ponente:
Humberto Román Palacios; en su ausencia hizo suyo el asunto José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Eligio Nicolás Lerma Moreno.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy ocho de julio en curso, aprobó, con el
número XXXVI/2004, la tesis aislada que antecede; y determinó que la votación es idónea para
integrar tesis jurisprudencial. México, Distrito Federal, a ocho de julio de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Agosto de 2004
Tesis: 1a./J. 12/2004
Página: 47
CONTRABANDO PRESUNTO. PARA PROCEDER PENALMENTE POR ESE DELITO,
PREVISTO EN EL ARTÍCULO 103, FRACCIÓN II, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA
FEDERACIÓN, BASTA LA DENUNCIA DE HECHOS ANTE EL MINISTERIO PÚBLICO
FEDERAL. Las fracciones I, II y III del artículo 92 del Código Fiscal de la Federación establecen
que para proceder penalmente por los delitos fiscales previstos en los artículos 102, 105, 108,
109, 110, 111, 112, 114 y 115 del propio ordenamiento deberá cumplirse con el requisito de
procedibilidad, consistente en que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público emita una
declaratoria de perjuicio, y que en los demás casos no contemplados en dichas fracciones
bastará la denuncia de hechos ante el Ministerio Público Federal, es decir, el propio legislador
señaló en forma limitativa cuáles son los preceptos en los que, para proceder penalmente en
contra de quien cometa el delito que prevén, será necesario cumplir con el requisito de
procedibilidad señalado. Ahora bien, toda vez que el referido artículo 92 no contempla dentro de
sus hipótesis al artículo 103, fracción II, del código tributario federal, es evidente que para
proceder penalmente por el delito de contrabando presunto establecido por ese dispositivo no
es necesario que dicha Secretaría emita tal declaratoria, sino basta que se denuncien los
hechos ante el representante social federal. Además, aun cuando los artículos 102 y 103 del
citado código se complementan entre sí, ello no implica que para la prosecución del delito que
prevé el último precepto señalado deba cumplirse el mismo requisito de procedibilidad que para
el diverso 102, pues dicha circunstancia no se desprende del contenido del artículo 92.
Contradicción de tesis 121/2002-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos del Quinto Circuito. 10 de marzo de 2004. Mayoría de tres votos.
Disidentes: Humberto Román Palacios y Juan N. Silva Meza. Ponente: Olga Sánchez Cordero
de García Villegas. Secretaria: Mariana Mureddú Gilabert.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Agosto de 2004
Tesis: 1a./J. 52/2004
Página: 212
ORDEN DE BÚSQUEDA, LOCALIZACIÓN Y PRESENTACIÓN DEL INDICIADO PARA
DECLARAR DENTRO DE LA AVERIGUACIÓN PREVIA. ES UNA DILIGENCIA QUE
INTEGRA EL MATERIAL PROBATORIO EN DICHA FASE. El principio acusatorio contenido
en el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos obliga al Ministerio
Público a que antes de ejercer la acción penal, esto es, hacer la acusación correspondiente,
realice la investigación y persecución del delito, lo que se traduce en una facultad y una
obligación consistente en recabar el acervo probatorio suficiente para demostrar el cuerpo del
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
delito y la responsabilidad del inculpado. En esas circunstancias, la orden de localización,
búsqueda y presentación del indiciado para que declare dentro de la averiguación previa no es
otra cosa que una diligencia más para integrar el material probatorio que el Ministerio Público
debe allegar dentro de esta fase procesal, para obtener los elementos suficientes para ejercer la
acción penal.
Contradicción de tesis 80/2003-PS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito y el
Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 2 de junio de 2004. Unanimidad
de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretaria: Eunice Sayuri Shibya Soto.
Tesis de jurisprudencia 52/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dos de junio de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Agosto de 2004
Tesis: 1a./J. 54/2004
Página: 232
ORDEN DE BÚSQUEDA, LOCALIZACIÓN Y PRESENTACIÓN DEL INDICIADO PARA
DECLARAR DENTRO DE LA AVERIGUACIÓN PREVIA. NO ES RESTRICTIVA DE LA
LIBERTAD, POR LO QUE NO SE TRADUCE EN UNA ORDEN DE DETENCIÓN. La finalidad
de la orden de detención es privar de la libertad a una persona, a diferencia de la orden de
localización, búsqueda y presentación del indiciado para que declare dentro de la averiguación
previa, cuyo objeto no es restringir su libertad, sino lograr su comparecencia dentro de esta fase
procesal para que declare si así lo estima conveniente, ya que incluso puede abstenerse de
hacerlo, además de que una vez terminada la diligencia para la que fue citado, puede
reincorporarse a sus actividades cotidianas, por lo que no puede considerarse que se le priva de
su libertad.
Contradicción de tesis 80/2003-PS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito y el
Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 2 de junio de 2004. Unanimidad
de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretaria: Eunice Sayuri Shibya Soto.
Tesis de jurisprudencia 54/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dos de junio de dos mil cuatro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s):Constitucional, Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Agosto de 2004
Tesis: 1a./J. 53/2004
Página: 232
ORDEN DE BÚSQUEDA, LOCALIZACIÓN Y PRESENTACIÓN DEL INDICIADO PARA
DECLARAR DENTRO DE LA AVERIGUACIÓN PREVIA. NO TRANSGREDE EL PRINCIPIO
DE NO AUTOINCRIMINACIÓN CONTENIDO EN LA FRACCIÓN II DEL APARTADO A DEL
ARTÍCULO 20 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. El citado numeral concede al indiciado,
entre otros, el derecho de no declarar si lo estima conveniente, lo que conduce a establecer que
menos aún está obligado a declarar en su contra. Luego, la orden de localización, búsqueda y
presentación del indiciado para que declare dentro de la averiguación previa no transgrede el
principio de no autoincriminación contenido en el artículo 20 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, porque únicamente se cita al indiciado a que comparezca dentro de
esta fase procesal para declarar, sin que tal acto implique que no esté facultado para no
hacerlo, de manera que esa citación, lejos de violentar algún derecho, le protege el de defensa
dentro del proceso, porque lo posibilita para comparecer y manifestar lo que a su derecho
convenga.
Contradicción de tesis 80/2003-PS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito y el
Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 2 de junio de 2004. Unanimidad
de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretaria: Eunice Sayuri Shibya Soto.
Tesis de jurisprudencia 53/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dos de junio de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Agosto de 2004
Tesis: 1a./J. 48/2004
Página: 258
PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD. LOS BENEFICIOS QUE SEÑALA EL ARTÍCULO 55 DEL
CÓDIGO PENAL FEDERAL PARA PRESCINDIR DE ELLA O SUSTITUIRLA POR UNA
MEDIDA DE SEGURIDAD DEBEN SOLICITARSE POR EL ACUSADO A LA AUTORIDAD
JUDICIAL ANTES DEL DICTADO DE LA SENTENCIA. El artículo 55 del Código Penal Federal
autoriza al Juez para que, apoyado en dictámenes periciales prescinda de la imposición de una
pena de prisión o la sustituya por una medida de seguridad, cuando resulte notoriamente
innecesaria e irracional, dadas las condiciones físicas en que se encuentre el sujeto activo. Así,
dicho numeral es claro al precisar el momento procesal en que el acusado debe solicitar tales
beneficios, así como la autoridad facultada para autorizarlos, pues con la expresión "sujeto
activo" alude a la situación jurídica en que se encuentra la persona contra quien se instaura el
procedimiento penal, pues en ningún momento se refiere al sentenciado o reo y señala
específicamente al juzgador como el único facultado para prescindir de la pena o sustituirla, lo
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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que encuentra sustento en el principio de legalidad penal relativo a que la imposición de las
penas es propia y exclusiva de la autoridad judicial, por lo que la solicitud de este beneficio no
procede ante autoridad distinta; además, no autoriza expresamente su solicitud posterior, para
el caso de que se omita concederlo en el dictado de la sentencia; de ahí que sea improcedente
una vez que concluyó el proceso penal, aun cuando pudieran haber sobrevenido en la persona
del sentenciado cualquiera de los supuestos previstos en el citado artículo.
Contradicción de tesis 23/2003-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito.
26 de mayo de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios.
Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Beatriz Joaquina Jaimes
Ramos.
Tesis de jurisprudencia 48/2004. Aprobado por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiséis de mayo de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Agosto de 2004
Tesis: 1a./J. 47/2004
Página: 280
SUSTITUCIÓN DE MULTA POR JORNADAS DE TRABAJO EN BENEFICIO DE LA VÍCTIMA
O EN FAVOR DE LA COMUNIDAD. LOS ARTÍCULOS 36 Y 39 DEL NUEVO CÓDIGO PENAL
PARA EL DISTRITO FEDERAL NO SON CONTRADICTORIOS ENTRE SÍ, SINO QUE
INTEGRAN UN SISTEMA COMPLEMENTARIO. El sistema de sustitución de penas por trabajo
en beneficio de la víctima o en favor de la comunidad, establecido por el Nuevo Código Penal
para el Distrito Federal, publicado en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el 16 de julio de 2002,
contempla una regla general contenida en el último párrafo del artículo 36, consistente en que
un día de prisión o de multa se sustituirá por una jornada de trabajo, así como una regla
especial para el caso en que el sentenciado no pueda pagar la multa o sólo parte de ella,
prevista por el primer párrafo del artículo 39, consistente en que en ese caso una jornada de
trabajo saldará dos días multa. En esa virtud, no existe contradicción entre los referidos
preceptos, pues ambos integran un sistema complementario con una regla general relativa a la
sustitución de la prisión o de la multa, y una especial que sólo versa respecto a la sustitución de
la multa. Por tanto, en atención al principio de especialidad establecido por el artículo 13 del
código citado, y al de la aplicación de la norma más favorable que contempla el artículo 10,
cuando se trata de la sustitución de multa por trabajo en beneficio de la víctima o en favor de la
comunidad, debe aplicarse la regla especial contenida en el indicado artículo 39, consistente en
que cada jornada de trabajo saldará dos días multa.
Contradicción de tesis 9/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo
y Cuarto, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 26 de mayo de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretaria:
Guadalupe Robles Denetro.
Tesis de jurisprudencia 47/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiséis de mayo de dos mil cuatro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Agosto de 2004
Tesis: 1a./J. 38/2004
Página: 312
TERCEROS EXTRAÑOS O INTERESADOS. CARECEN DE LEGITIMACIÓN PARA
RECURRIR LAS RESOLUCIONES INTERLOCUTORIAS DICTADAS EN UNA CAUSA PENAL
CUANDO NO EXISTA DISPOSICIÓN EXPRESA EN LA LEY PROCESAL QUE RESULTE
APLICABLE, AUN EN EL SUPUESTO DE QUE SE VEAN AFECTADOS SUS INTERESES
(CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES DE SAN LUIS POTOSÍ Y CÓDIGO FEDERAL
DE PROCEDIMIENTOS PENALES). Los numerales 363 del Código de Procedimientos Penales
para el Estado de San Luis Potosí, y el 365 del Código Federal de Procedimientos Penales, en
sus respectivas hipótesis, precisan los sujetos o instituciones autorizados para interponer el
recurso de apelación, a saber: el Ministerio Público, el o los inculpados y su defensor, y el
ofendido o sus legítimos representantes, estos últimos únicamente para los efectos de la
reparación del daño, sin hacer mención alguna respecto de los terceros interesados o extraños
a juicio. Así pues, atendiendo al contenido de esos preceptos, es claro que la autorización que
la ley otorga al tercero extraño para comparecer a un proceso penal a promover un incidente no
especificado, no lo legitima para recurrir mediante recurso de apelación la interlocutoria que al
efecto se dictare, pues en ese caso, el juzgador del conocimiento debe acatar lo que
expresamente autoriza la ley, y según se vio los preceptos 363 y 365 de las respectivas
legislaciones antes mencionadas, no legitiman a esta parte a intentar el recurso de que se trata.
Lo anterior, desde luego, no significa que con esa restricción procesal se vulneren garantías de
defensa y audiencia del tercero incidentista contenidas en el artículo 14 constitucional, pues
tales principios fundamentales no se colman por el hecho de que el legislador ordinario hubiese
contemplado en la ley procesal la existencia de medios de impugnación ordinarios ni siquiera
con la previsión de otras instancias del juicio, sino con la oportunidad que se les otorgue para
ser oído y vencido mediante juicio seguido ante tribunales previamente establecidos en el que
se observen las reglas esenciales del procedimiento, esto es, que manifieste su libre versión
sobre los hechos investigados; ofrezca las pruebas que juzgue suficientes y pertinentes; alegue
lo que a sus intereses convenga, y obtenga la resolución que en derecho corresponda.
Contradicción de tesis 32/2003-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Noveno Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito. 28 de
abril de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: José
de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Eunice Sayuri Shibya Soto.
Tesis de jurisprudencia 38/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha siete de mayo de dos mil cuatro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Julio de 2004
Tesis: 1a./J. 21/2004
Página: 26
AMPARO DIRECTO EN MATERIA PENAL. EFECTOS DE LA RESOLUCIÓN EN QUE SE
CONCEDE CUANDO EL TRIBUNAL RESPONSABLE QUE EMITE LA SENTENCIA
RECLAMADA ES INCOMPETENTE POR RAZÓN DE FUERO. Los alcances de la sentencia de
amparo directo cuando se estima que debe concederse la protección constitucional, porque el
tribunal local de segunda instancia que emitió el acto reclamado carecía de competencia para
fallar el asunto en tanto conoció de él en contravención a las reglas procesales contenidas en el
artículo 10, segundo párrafo, del Código Federal de Procedimientos Penales, relativas a que los
delitos federales atraen a los del fuero común en los casos de concurso ideal de delitos, esto es,
cuando una sola conducta produce varios resultados ilícitos y el Ministerio Público consigna por
todos ellos, son los de la concesión en forma lisa y llana, en atención a los principios de non
reformatio in peius y non bis in idem, los cuales serían trastocados de estimar que la solución
contraria es la correcta, esto es, que la concesión sólo fuera para efectos de que la autoridad
responsable deje insubsistente su fallo, produzca una nueva resolución en la que declare su
incompetencia y la del Juez natural para conocer de la acusación del agente del Ministerio
Público, y ordene la reposición del procedimiento a partir de la última actuación que anteceda a
la acusación, de manera que el Juez a quo se declare incompetente por fuero y remita los autos
al Juez competente, pues en este caso se estaría juzgando dos veces por el mismo delito y
provocando la posibilidad de agravar la situación del reo.
Contradicción de tesis 119/2002-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Sexto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Noveno Circuito en contra del Tercer
Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito y del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Primer Circuito. 3 de marzo de 2004. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Miguel Bonilla López.
Tesis de jurisprudencia 21/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta y uno de marzo de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Julio de 2004
Tesis: 1a./J. 40/2004
Página: 90
INCULPADO. CORRESPONDE AL JUEZ DEL PROCESO ALLEGARSE DE LOS MEDIOS DE
PRUEBA PARA COMPROBAR SU EDAD CUANDO NO ESTÉ SUFICIENTEMENTE
ACREDITADA Y EXISTA POSIBILIDAD DE QUE SEA MENOR. La determinación de la edad
de una persona sujeta a proceso se convierte en cuestión de orden público cuando existe la
posibilidad de que ésta sea menor de edad, pues de ello derivará la competencia o
incompetencia de la autoridad judicial, por lo que cuando la edad del inculpado no esté
suficientemente acreditada en autos y exista la posibilidad de que sea menor de edad,
corresponde al Juez del proceso allegarse de los medios de prueba necesarios para dilucidar tal
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
situación, siempre y cuando no vayan en contra de la propia ley o estén expresamente
reprobados por ésta, pudiendo auxiliarse de todos los medios que estime conducentes.
Contradicción de tesis 66/2003-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 28 de
abril de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Juan
N. Silva Meza. Secretaria: Guadalupe Robles Denetro.
Tesis de jurisprudencia 40/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha siete de mayo de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Julio de 2004
Tesis: 1a./J. 41/2004
Página: 122
NOTAS DIPLOMÁTICAS EN LAS QUE SE SOLICITA LA DETENCIÓN PROVISIONAL DE
UNA PERSONA. TIENEN PLENA EFICACIA Y VALIDEZ SI CONTIENEN NOMBRE Y FIRMA
DE LA AUTORIDAD QUE LAS SUSCRIBE Y EL SELLO DEL DEPARTAMENTO DE ESTADO
DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA QUE LAS EMITE. De acuerdo con lo establecido
en los artículos 119 y 133 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los
puntos 1 y 6, inciso a) del artículo 10 del Tratado de Extradición entre México y Estados Unidos,
las notas diplomáticas en las cuales un gobierno extranjero solicita la detención provisional de
una persona deben ostentar, además del sello del Departamento de Estado, el nombre y la
firma de quien las suscribe, para que se consideren como documentos válidos para efectos del
trámite de extradición internacional entre México y Estados Unidos.
Contradicción de tesis 114/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Tercero y Sexto, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 7 de mayo de 2004. Unanimidad
de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Secretario: Carlos Mena Adame.
Tesis de jurisprudencia 41/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha siete de mayo de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Julio de 2004
Tesis: 1a./J. 49/2004
Página: 156
PENAS ALTERNATIVAS. EL JUEZ PUEDE IMPONER LA QUE CONSIDERE APLICABLE AL
CASO CONCRETO (LEGISLACIÓN DE LOS ESTADOS DE VERACRUZ Y DE MÉXICO). De
conformidad con los artículos 17 y 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos la imposición de las penas es propia y exclusiva de la autoridad judicial, de manera
que cuando se trata de penas alternativas, como las que establecen los artículos 84 y 70 de los
Códigos Penales de los Estados de Veracruz y de México, respectivamente, el Juez, acorde con
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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dichos preceptos constitucionales, tiene la facultad exclusiva para imponer la pena que
considere aplicable al caso concreto, preservando el orden social, y atendiendo a la finalidad de
hacer justicia, ya que de lo contrario no quedaría a su arbitrio el establecimiento de la pena, sino
a elección del sentenciado.
Contradicción de tesis 109/2003-PS. Entre las sustentadas por el actual Primer Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Segundo Circuito. 26 de mayo de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ausente:
Humberto Román Palacios. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario:
Carlos Mena Adame.
Tesis de jurisprudencia 49/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiséis de mayo de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XX, Julio de 2004
Tesis: 1a. XLVII/2004
Página: 187
AMPARO DIRECTO PENAL. PROCEDE INTRODUCIR EN EL JUICIO EL EXAMEN DE
INCOMPETENCIA DE LA RESPONSABLE. La tesis de jurisprudencia P./J. 20/2003, publicada
en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XVIII, julio de dos
mil tres, página diez, de rubro: "AMPARO DIRECTO. NO PROCEDE INTRODUCIR, EN EL
JUICIO O EN LA REVISIÓN, EL EXAMEN NOVEDOSO DE LA INCOMPETENCIA DE LA
RESPONSABLE.", no es aplicable a la materia penal porque derivó de criterios sostenidos en
asuntos laborales, y es evidente que las reglas del amparo directo en materia penal difieren
radicalmente de las aplicables en las demás materias, incluida la laboral, pues aquélla, por
disposición expresa del artículo 14 constitucional, párrafo segundo, es de aplicación estricta y
no caben figuras como la analogía o la prórroga de jurisdicción, como en las otras, y por otra
parte en la penal cabe la suplencia absoluta, aun ante la ausencia de conceptos de violación, y
no se requiere de la preparación de las violaciones procesales, mientras que en la del trabajo, si
bien los alcances de la suplencia son extensos, sí requiere de la preparación de las violaciones
procesales, conforme se desprende de los artículos 76 bis y 158 a 161 de la Ley de Amparo.
Contradicción de tesis 119/2002-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Sexto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Noveno Circuito en contra del Tercer
Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito y del Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal
del Primer Circuito. 3 de marzo de 2004. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Miguel Bonilla López.
Nota: Esta tesis no constituye jurisprudencia ya que no resuelve el tema de la contradicción
planteada.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Junio de 2004
Tesis: 1a./J. 30/2004
Página: 67
AUTO DE FORMAL PRISIÓN. PUEDE DICTARSE MÁS DE UNO EN EL MISMO PROCESO,
SIEMPRE Y CUANDO LOS DELITOS DE QUE SE TRATE SEAN LOS MISMOS POR LOS
CUALES EL MINISTERIO PÚBLICO EJERCIÓ ACCIÓN PENAL. El tercer párrafo del artículo
19 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que: "Todo proceso
se seguirá forzosamente por el delito o delitos señalados en el auto de formal prisión o de
sujeción a proceso. Si en la secuela de un proceso apareciere que se ha cometido un delito
distinto del que se persigue, deberá ser objeto de averiguación separada, sin perjuicio de que
después pueda decretarse la acumulación, si fuere conducente.". Ahora bien, de la lectura de
dicho precepto se colige que la prohibición constitucional se limita a que no deberán juzgarse en
un mismo proceso delitos que aparezcan en el transcurso de éste, por lo que los ilícitos distintos
que surjan durante la secuela procesal, es decir, aquellos que no fueron consignados por el
Ministerio Público necesariamente deberán ser objeto de procesos distintos. En ese sentido, se
concluye que el Juez puede dictar varios autos de formal prisión en el mismo proceso, siempre
y cuando los delitos de que se trate sean los mismos por los cuales el Ministerio Público ejerció
la acción penal.
Contradicción de tesis 115/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos del Vigésimo Segundo Circuito. 21 de abril de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretario: Carlos Mena Adame.
Tesis de jurisprudencia 30/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiuno de abril de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Junio de 2004
Tesis: 1a./J. 37/2004
Página: 90
COMPETENCIA. SI EL ACTO RECLAMADO ES UNA ORDEN DE APREHENSIÓN Y EL
QUEJOSO SE ENCUENTRA PRIVADO DE SU LIBERTAD, LA TENDRÁ EL JUEZ DE
DISTRITO EN CUYA JURISDICCIÓN TENGA LUGAR SU EJECUCIÓN. De lo dispuesto en el
artículo 36 de la Ley de Amparo se advierte que si el acto reclamado no requiere ejecución
material será competente el Juez en cuya jurisdicción resida la autoridad que lo hubiese dictado;
y que de lo contrario, es decir, si requiere de ejecución material, el Juez competente será el del
lugar donde se verifique la ejecución del acto reclamado. En ese sentido, si el acto reclamado
es una orden de aprehensión, la cual por su naturaleza requiere de ejecución material, y el
quejoso se encuentra recluido, es indudable que el Juez competente será el de la jurisdicción
donde tenga lugar la ejecución de dicha orden, esto es, aquel en cuya jurisdicción se encuentre
la persona contra la cual va dirigida.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 148/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Quinto, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 28 de abril de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: José de Jesús
Gudiño Pelayo. Secretaria: Andrea Nava Fernández del Campo.
Tesis de jurisprudencia 37/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiocho de abril de dos mil cuatro.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Junio de 2004
Tesis: 1a./J. 24/2004
Página: 98
FIANZA PENAL. CUANDO SE REVOCA LA LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN
PORQUE EL INDICIADO INCUMPLIÓ SUS OBLIGACIONES PROCESALES, PROCEDE
HACERLA EFECTIVA ÚNICAMENTE EN RELACIÓN CON ESE CONCEPTO. De lo dispuesto
en el artículo 20, apartado A, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, se advierte que todo inculpado tiene derecho, durante la averiguación previa y en el
proceso judicial, a ser puesto en libertad provisional bajo caución inmediatamente que lo solicite
y siempre que se satisfagan diversos requisitos legales, entre otros: que se garantice el monto
de la reparación del daño; el de las sanciones pecuniarias que puedan imponérsele, y la
caución relativa al cumplimiento de las obligaciones procesales. Ahora bien, cuando se revoca
la libertad provisional por el incumplimiento de las obligaciones a que se sujetó el procesado, la
caución que se otorgó para gozar de tal beneficio deberá hacerse efectiva únicamente respecto
del monto relativo al cumplimiento de las obligaciones derivadas del proceso. Ello es así, toda
vez que por elemental lógica jurídica, el incumplimiento de una obligación derivada de la causa
propicia la reaprehensión y hace efectiva la garantía exhibida, pero sólo por ese aspecto, y no
respecto a conceptos diversos, tales como la reparación del daño y la multa, las cuales
constituyen sanciones que se imponen hasta que se dicta sentencia, y se elucida que se llevó a
cabo una conducta que constituye un delito por parte del procesado.
Contradicción de tesis 50/2002-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Sexto Circuito y el Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito. 31 de marzo de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ausente:
Humberto Román Palacios. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Eunice Sayuri
Shibya Soto.
Tesis de jurisprudencia 24/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta y uno de marzo de dos mil cuatro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Junio de 2004
Tesis: 1a./J. 29/2004
Página: 162
PARTICIPACIÓN EN LA INTRODUCCIÓN DE FORMA CLANDESTINA DE CARTUCHOS Y
MUNICIONES PARA ARMAS QUE NO SON RESERVADAS DEL USO EXCLUSIVO DEL
EJÉRCITO, ARMADA Y FUERZA AÉREA. ES UNA CONDUCTA TÍPICA DE ACUERDO CON
EL ARTÍCULO 84, FRACCIÓN I, DE LA LEY FEDERAL DE ARMAS DE FUEGO Y
EXPLOSIVOS. Según el artículo 84, fracción I, de la Ley Federal de Armas de Fuego y
Explosivos participar en la introducción al país en forma clandestina de municiones o cartuchos
para armas de las que son reservadas del uso exclusivo de las fuerzas armadas es delito y, por
otro lado, también constituye una conducta típica si se trata de cartuchos o municiones que no
sean de armas de uso reservado, ya que tal artículo, en su parte final, incluye en el tipo penal la
participación en la introducción a territorio nacional en forma clandestina de cualquier munición,
cartucho, explosivo o material "sujetos a control de acuerdo con esta ley"; por lo que si se trata
de cualquiera de tales objetos, cuya regulación esté inmersa en la Ley Federal de Armas de
Fuego y Explosivos, será punible.
Contradicción de tesis 96/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Tercero, ambos del Quinto Circuito. 21 de abril de 2004. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria:
Andrea Nava Fernández del Campo.
Tesis de jurisprudencia 29/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiuno de abril de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Mayo de 2004
Página: 157
Tesis: 1a./J. 15/2004
AMPARO DIRECTO EN MATERIA PENAL. EL HECHO DE QUE SE HUBIESE CUBIERTO LA
SANCIÓN PECUNIARIA IMPUESTA EN LA SENTENCIA DEFINITIVA, NO SIGNIFICA QUE
SE TENGA POR CONSENTIDA LA PENA PRIVATIVA DE LA LIBERTAD A LA QUE
TAMBIÉN FUE CONDENADO EL REO, PARA EFECTOS DE LA PROCEDENCIA DE AQUÉL.
El hecho de que el sentenciado hubiese cubierto la sanción pecuniaria que por concepto de
reparación del daño, sanción económica o días multa le hubiese sido impuesta en sentencia
definitiva dictada en un proceso penal, no implica que se tenga por consentida la pena privativa
de la libertad a que también fue condenado, en virtud de que ambas sanciones, si bien tienen el
carácter de penas públicas, son de naturaleza distinta, en tanto sus efectos y consecuencias
producen lesiones diferentes en la esfera jurídica del reo, esto es, en una la afectación
generada es de índole patrimonial, mientras que en la otra recae sobre una de las garantías
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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más preciadas por nuestro sistema jurídico mexicano: la libertad personal. En consecuencia, y
aunado a que con la interposición del juicio de amparo por disposición expresa de la ley se
impide que la sentencia condenatoria cause estado y la sanción pecuniaria sólo puede hacerse
efectiva cuando dicha resolución cause ejecutoria, es indudable que en tal supuesto no se
actualiza la causal de improcedencia prevista en la fracción XI del artículo 73 de la Ley de
Amparo y, por tanto, no existe impedimento legal alguno para que el sentenciado pueda
impugnar en el juicio de amparo directo, únicamente, lo correspondiente a la pena de prisión a
que fue condenado. Lo anterior, con independencia de que el cumplimiento de esa sanción
privativa de la libertad le haya sido sustituida por cualquier medida o condena, de conformidad
con lo dispuesto por la ley penal que resulte aplicable.
Contradicción de tesis 102/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Décimo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 17 de marzo de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Secretaria: Beatriz Joaquina Jaimes Ramos.
Tesis de jurisprudencia 15/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diecisiete de marzo de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Mayo de 2004
Página: 250
Tesis: 1a./J. 22/2004
AUTO DE FORMAL PRISIÓN. LA RESOLUCIÓN QUE LO DECIDE DICTADA EN
CUMPLIMIENTO DE UNA EJECUTORIA QUE CONCEDE EL AMPARO POR CARECER DE
FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, ES IMPUGNABLE MEDIANTE UN NUEVO JUICIO DE
GARANTÍAS. La nueva resolución dictada por la autoridad responsable que decide en definitiva
un auto de término constitucional, en cumplimiento de una ejecutoria de amparo promovido en
contra de una anterior por carecer de fundamentación y motivación, es impugnable mediante un
nuevo juicio de garantías, en virtud de que la autoridad la emite con libertad de jurisdicción, ya
que la concesión del amparo no la vincula a resolver en determinado sentido o acatando
determinados lineamientos al no existir un pronunciamiento de fondo; porque solamente se
atendió a un aspecto formal, como lo es la falta de fundamentación y motivación.
Contradicción de tesis 12/2003-PS. Entre las sustentadas por el Sexto Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito.
24 de marzo de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios.
Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosaura Rivera Salcedo.
Tesis de jurisprudencia 22/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta y uno de marzo de dos mil cuatro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Mayo de 2004
Página: 340
Tesis: 1a./J. 25/2004
PORTACIÓN DE ARMA DE FUEGO. SE CONFIGURA ESE DELITO CON LA SOLA
CIRCUNSTANCIA DE QUE EL ARMA SE ENCUENTRE DENTRO DE LA CABINA DEL
VEHÍCULO, AL ALCANCE INMEDIATO DE LA PERSONA, CON INDEPENDENCIA DEL
NÚMERO DE MOVIMIENTOS QUE SE REALICEN PARA ACCEDER A ELLA. En atención a
que el bien jurídico tutelado en el delito de portación de arma de fuego tipificado en los artículos
81 y 83 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, además de la vida e integridad de
las personas, es la paz y la seguridad pública, debe concluirse que éstas se ven afectadas con
la sola circunstancia de que el arma en cuestión se encuentre al alcance inmediato de la
persona, lo que sucede cuando se encuentra dentro de la cabina del automóvil, con
independencia del número de movimientos corporales que se tengan que realizar para acceder
a ella. Esto es, el hecho de llevar consigo un arma dentro de la cabina del automóvil daña la
tranquilidad y seguridad pública, al alterarse éstas instantáneamente con la sola presencia de la
persona armada.
Contradicción de tesis 116/2001-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 31 de
marzo de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente:
José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Eunice Sayuri Shibya Soto.
Tesis de jurisprudencia 25/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta y uno de marzo de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Mayo de 2004
Página: 441
Tesis: 1a./J. 14/2004
RATIFICACIÓN DE LA DETENCIÓN. EL AMPARO EN SU CONTRA ES IMPROCEDENTE,
POR CAMBIO DE SITUACIÓN JURÍDICA, CUANDO CON POSTERIORIDAD SE DICTA
AUTO DE FORMAL PRISIÓN (INTERPRETACIÓN DE LA FRACCIÓN X DEL ARTÍCULO 73
DE LA LEY DE AMPARO, VIGENTE A PARTIR DEL NUEVE DE FEBRERO DE MIL
NOVECIENTOS NOVENTA Y NUEVE). Si bien la finalidad de la reforma al artículo 73, fracción
X, de la Ley de Amparo, fue para que, cuando se señale como acto reclamado la orden de
aprehensión y con posterioridad se dicte el auto de formal prisión, no rija la excepción a la regla,
consistente en la actualización de la causa de improcedencia por cambio de situación jurídica; lo
cierto es que todas las violaciones al artículo 16 constitucional, entre las que se encuentra la
ratificación de la detención, quedaron fuera de esa excepción, en virtud de que dicho dispositivo
fue suprimido. Lo anterior, motivó que en el juicio de amparo, específicamente en materia penal,
deban analizarse los actos reclamados que se consideran violatorios del artículo 16
constitucional, a la luz de la regla general que prevé la fracción X del artículo 73 de la Ley de
Amparo, para establecer si se actualiza o no la causa de improcedencia por cambio de situación
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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jurídica. Por consiguiente, cuando en un juicio de amparo se reclame la ratificación del Juez de
la detención realizada por el Ministerio Público, el dictado del auto de formal prisión hace que se
actualice la causa de improcedencia por cambio de situación jurídica, ya que con el auto de
formal prisión culmina la etapa de preinstrucción, iniciando la etapa de instrucción en donde la
persona a quien se le atribuye la comisión de un delito adquiere la calidad de procesado. El
cambio de situación jurídica aludido, hace que se consideren consumadas de modo irreparable
las violaciones que se le atribuyen a la ratificación de la detención, ya que no es posible decidir
sobre las mismas sin afectar la nueva situación jurídica del quejoso, generada por el inicio de la
etapa de la instrucción al haberse dictado el auto de formal prisión, el cual tiene su fundamento,
principalmente, en el artículo 19 de la Constitución Federal.
Contradicción de tesis 65/2003-PS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del
Décimo Circuito, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito y el Primer
Tribunal Colegiado del Décimo Octavo Circuito. 17 de marzo de 2004. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime
Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 14/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diecisiete de marzo de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Mayo de 2004
Página: 474
Tesis: 1a./J. 18/2004
SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN MATERIA PENAL. OPERA EN EL JUICIO DE
AMPARO PROMOVIDO POR EL REO EN CONTRA DE LA CONDENA A LA REPARACIÓN
DEL DAÑO. De conformidad con lo establecido en el artículo 76 bis, fracción II, de la Ley de
Amparo, la suplencia de la queja deficiente en materia penal opera aun ante la ausencia de
conceptos de violación o de agravios del reo. Esto es, la suplencia de la queja constituye una
excepción al rigorismo jurídico y al formalismo legal, cuyo fin es proteger los intereses del
procesado, además de que se trata de una facultad concedida al juzgador para subsanar, en la
sentencia, el error u omisión en que haya incurrido el reo o su defensor. En congruencia con lo
anterior, y con base en los principios constitucionales que rigen en materia penal, se concluye
que para que proceda suplir la queja en dicha materia basta que quien promueva el juicio de
amparo tenga la calidad de reo y la litis constitucional verse sobre cualquier cuestión
relacionada con el proceso penal enderezado en su contra, aun cuando el acto reclamado sea
la condena a la reparación del daño, pues ésta tiene el carácter de pena en términos de los
artículos 24, inciso 6, 29 y 30 del Código Penal Federal.
Contradicción de tesis 137/2003-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Noveno Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito. 24 de
marzo de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente:
José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Andrea Nava Fernández del Campo.
Tesis de jurisprudencia 18/2004. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
de fecha veinticuatro de marzo de dos mil cuatro.
178
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s): Penal
Novena Epoca
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Abril de 2004
Página: 96
Tesis: P./J. 26/2004
EXTRADICIÓN. EFECTO DE LA SENTENCIA QUE OTORGA EL AMPARO CONTRA LA
RESOLUCIÓN QUE LA CONCEDE, POR FALTA DEL COMPROMISO A QUE SE REFIERE
LA FRACCIÓN V DEL ARTÍCULO 10 DE LA LEY DE EXTRADICIÓN INTERNACIONAL. El
efecto jurídico de una sentencia de amparo es volver las cosas al estado que tenían antes de la
violación de garantías, nulificando el acto reclamado y los que de él deriven; por tanto, cuando
el amparo se concede por violaciones sustanciales del procedimiento, su efecto es que se
reponga a partir del punto en que se cometió la infracción; con base en lo anterior, cuando el
amparo se otorga contra la resolución que concede la extradición de una persona por estimar el
Juez de Distrito que la Secretaría de Relaciones Exteriores omitió requerir al Estado solicitante
para que expresara el compromiso a que se refiere la fracción V del artículo 10 de la Ley de
Extradición Internacional, de no imponer al extraditado la pena de prisión vitalicia, considerada
jurisprudencialmente como una de las prohibidas por el artículo 22 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, el efecto de la protección constitucional es que dicha secretaría
deje insubsistente la resolución de extradición reclamada, reponga el procedimiento a partir de
que se cometió la infracción y requiera al Estado extranjero para que subsane la omisión
señalada, en términos del artículo 20 de la Ley de Extradición Internacional, debiendo poner en
libertad al quejoso por lo que se refiere a ese procedimiento, sin perjuicio de que por motivos
diversos deba permanecer recluido; sin que ello impida que de subsanarse la violación procesal
pueda reiniciarse el trámite de la extradición y volver a ordenar la detención definitiva de la
persona reclamada.
Contradicción de tesis 17/2002. Entre las sustentadas por el Primer y Sexto Tribunales
Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 13 de abril de 2004. Unanimidad de nueve
votos. Ausentes: Genaro David Góngora Pimentel y Humberto Román Palacios. Ponente:
Humberto Román Palacios; en su ausencia hizo suyo el asunto José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Eligio Nicolás Lerma Moreno.
El Tribunal Pleno, en su sesión pública celebrada hoy trece de abril en curso, aprobó, con el
número 26/2004, la tesis jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a trece de abril
de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Marzo de 2004
Página: 61
Tesis: 1a./J. 66/2003
FRAUDE POR SIMULACIÓN DE UN ACTO JUDICIAL. PARA QUE SE CONFIGURE ESE
DELITO ES REQUISITO INDISPENSABLE QUE EXISTA BILATERALIDAD EN SU
REALIZACIÓN (LEGISLACIONES DEL ESTADO DE PUEBLA Y DEL DISTRITO FEDERAL).
Para que se actualice el ilícito de fraude por simulación cometido mediante la realización de un
acto judicial, es requisito indispensable que exista una bilateralidad, en cuanto a la realización
179
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
del acto o escrito simulados, es decir, que se dé el concierto entre dos personas o partes, y que
ello traiga consigo un perjuicio a otro o la obtención de cualquier beneficio indebido. Lo anterior
es así, aun cuando entre el actor y el demandado no exista contienda alguna que deba
resolverse, sino que se sirven del juicio como medio para conseguir otro fin, de manera ficticia,
merced a la proyección irreal de una situación jurídica en la que se aparentó que en virtud de la
sentencia, quedaron obligados a ceder un derecho o asumir una obligación, aunque en realidad,
por las relaciones de derecho material existentes entre los litigantes, dicha transferencia u
obligación es infundada y sólo querida en apariencia, siendo responsables del delito ambas
partes, en tanto que el perjudicado siempre es un tercero que no es parte en el juicio simulado.
En otras palabras, la simulación en actos o escritos judiciales requiere cierta actitud bilateral de
las diversas partes con aparentes intereses opuestos, lo que da por consecuencia que el Juez
reconozca como válidas sus acciones o excepciones fictas, esto es, que los simuladores no
contienden en realidad, sino conciertan un simulacro de controversia, donde el actuar criminoso
de los copartícipes en la comisión del delito coincide y sus intereses son comunes, pues actor y
reo pretenden el mismo resultado, y para producirlo se requiere el previo concurso de
voluntades, predeterminando así el sentido de la sentencia, de manera que no es dable
concebir una simulación procesal unilateral en la que una sola de las partes fuera el delincuente
simulador y la otra la víctima de la simulación.
Contradicción de tesis 136/2002-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Sexto Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito. 19 de noviembre de 2003. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román
Palacios. Ponente: Humberto Román Palacios; en su ausencia hizo suyo el asunto Juan N.
Silva Meza. Secretario: Jaime Salomón Haríz Piña.
Tesis de jurisprudencia 66/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de diecinueve de noviembre de dos mil tres.
Materia(s): Penal
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Marzo de 2004
Página: 151
Tesis: 1a./J. 1/2004
LEY PENAL INTERMEDIA. NO PUEDE APLICARSE AL MOMENTO DE EMITIR LA
SENTENCIA DEFINITIVA, AUN CUANDO HAYA SIDO BENÉFICA. Si bien es cierto que en
materia penal, la ley favorable que surge con posterioridad a la comisión de un delito debe
aplicarse retroactivamente al momento en que se emita la sentencia definitiva, también lo es
que la ley intermedia, que es la que surge durante la tramitación del proceso pero deja de tener
vigencia antes de dictarse sentencia definitiva, no puede aplicarse ultractivamente en beneficio
del procesado al dictarse ésta, aun cuando sea favorable, toda vez que de acuerdo con el
principio de irretroactividad de la ley que establece el artículo 14 de la Constitución de los
Estados Unidos Mexicanos, la norma legal favorable sólo es aplicable durante su vigencia
temporal. Ello es así, en razón de que cuando se cometió el delito la ley no estaba vigente y
cuando se emitió sentencia ya estaba derogada, sin que deba considerarse que el procesado
adquirió a su favor un derecho, pues aquella norma legal sólo constituyó una expectativa de
derecho, la cual se habría materializado en la sentencia de haber estado vigente.
Contradicción de tesis 39/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos del Noveno Circuito. 7 de enero de 2004. Cinco votos. Ponente:
Humberto Román Palacios. Secretario: Enrique Luis Barraza Uribe.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Tesis de jurisprudencia 1/2004. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
de fecha catorce de enero de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Marzo de 2004
Página: 248
Tesis: 1a./J. 10/2004
PORTACIÓN DE ARMA DE FUEGO DE USO EXCLUSIVO DEL EJÉRCITO, ARMADA Y
FUERZA AÉREA MEXICANOS. NO SE CONFIGURA ESE DELITO CUANDO SE TRATA DE
MILITARES EN SITUACIÓN DE RETIRO, CUYO RANGO SEA GENERAL, JEFE U OFICIAL.
El artículo 24 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos establece que para portar
armas se requiere la licencia respectiva, pero que los miembros del Ejército, Armada y Fuerza
Aérea quedan exceptuados de lo anterior, en los casos y condiciones que señalen las leyes y
reglamentos aplicables, sin que dicho precepto haga distinción entre militares en activo y
retirados. En ese sentido, al establecer el artículo 22 del reglamento de la referida ley que los
generales, jefes y oficiales del Ejército que vestidos de civil porten armas, deberán identificarse
con su credencial "cuantas veces sean requeridos para ello", sin hacer tampoco mención a que
tengan que estar en activo, lo que sí estableció para el caso de los individuos de tropa, quienes
en actos fuera del servicio, sólo podrán portar armas cuando tengan la autorización escrita
respectiva, se concluye que no es un hecho punible la portación de armas de fuego de uso
exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea Mexicanos si quien la hace es un militar retirado
cuyo rango es el de general, jefe u oficial del Ejército, lo cual se robustece con lo dispuesto por
el artículo 92 del mencionado reglamento que dispone que sólo se recogerá el arma que porten
los militares que se identifiquen debidamente cuando estén haciendo mal uso de ella o se trate
de individuos de tropa que no tengan autorización escrita de la Secretaría de la Defensa
Nacional o de Marina, en su caso.
Contradicción de tesis 57/2003-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Quinto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito. 4 de febrero de
2004. Mayoría de tres votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Disidente: José Ramón
Cossío Díaz. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Andrea Nava Fernández del
Campo.
Tesis de jurisprudencia 10/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dieciocho de febrero de dos mil cuatro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s): Penal
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Febrero de 2004
Página: 24
Tesis: 1a./J. 60/2003
PROCESO SUMARIO. LA NOTIFICACIÓN AL INCULPADO Y A SU DEFENSOR DEL AUTO
DE TÉRMINO CONSTITUCIONAL EN EL QUE SE DECRETA ES SUFICIENTE PARA QUE
AQUÉL ESTÉ EN APTITUD DE EJERCER SU DERECHO A OPTAR POR EL PROCESO
ORDINARIO, EN TÉRMINOS DE LO DISPUESTO EN EL ÚLTIMO PÁRRAFO DEL
ARTÍCULO 152 DEL CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES. Si la notificación
constituye un acto legal por medio del cual se da a conocer el contenido de una resolución, en
este caso al inculpado y a su defensor, dicha notificación comprende la resolución; por tanto, al
notificar el auto de término constitucional, en el que además de establecer la situación jurídica
del inculpado en el proceso, se establece la forma en como se va a tramitar el mismo (sumaria u
ordinaria), es lógico que se hace del conocimiento de los antes citados dicha cuestión; toda vez
que al realizar el funcionario judicial la notificación de una resolución implica que la hace del
conocimiento del interesado en su totalidad y no solamente de una parte de ella, por tal motivo,
aun cuando en un auto de término constitucional en el que se decreta la formal prisión o la
sujeción a proceso del inculpado destaca la situación jurídica de éste respecto del proceso
seguido en su contra, tal situación no desvirtúa el hecho de que para que la notificación sea
legal abarque todos aquellos aspectos que tengan que hacerse del conocimiento del inculpado
para que esté en aptitud de defenderse, como en el caso es la apertura del proceso sumario. En
consecuencia, no constituye una violación al procedimiento el hecho de que no se consigne en
la notificación del auto de término constitucional, una constancia fehaciente de que se hizo del
conocimiento al inculpado y a su defensor la apertura del procedimiento sumario.
Contradicción de tesis 53/2002-PS. Entre las sustentadas por el Quinto Tribunal Colegiado del
Décimo Séptimo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito. 8 de octubre de
2003. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Ponente: Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosaura Rivera Salcedo.
Tesis de jurisprudencia 60/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veintinueve de octubre de dos mil tres.
Materia(s): Penal
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Enero de 2004
Página: 5
Tesis: 1a./J. 57/2003
ACUSACIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO. NO SE REBASA POR EL HECHO DE
MODIFICAR EN LA APELACIÓN LA FORMA DE COMISIÓN DEL DELITO DE DOLOSA A
CULPOSA. El que el Ministerio Público formule su acusación por delito doloso y el Juez de la
causa (sustituido por la Sala de apelación) resuelva por el mismo delito pero cometido de
manera culposa, sólo constituye acreditamiento de sus elementos subjetivos, por lo que aquélla
no se rebasa. Lo anterior es así porque la citada acusación es por el mismo delito que se juzga,
de manera que al variarse la culpabilidad de dolosa a culposa el tipo básico o fundamental no
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
se altera, pues dicha variación implica una graduación del tipo y no una nueva clasificación.
Esto es, la forma de comisión del delito, dolosa o culposa, sólo puede tener efectos en la
penalidad al no desintegrar la figura básica, por lo que si durante el proceso se acredita una
circunstancia que la aminora, no se modifica la acusación. Lo antes expuesto sólo es aplicable
cuando se trata de tipos delictivos no integrados por el elemento subjetivo dolo, es decir,
cuando la ley no lo incorpora como elemento constitutivo esencial en la descripción de la
conducta delictiva.
Contradicción de tesis 105/2002-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Sexto Circuito, el Tribunal Colegiado del Noveno Circuito, el Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Sexto
Circuito. 24 de septiembre de 2003. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretaria: Ana Carolina Cienfuegos Posada.
Tesis de jurisprudencia 57/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de veinticuatro de septiembre de dos mil tres.
Materia(s): Penal
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Enero de 2004
Página: 51
Tesis: 1a./J. 58/2003
IDENTIFICACIÓN ADMINISTRATIVA (FICHA SIGNALÉTICA). EL HECHO DE QUE EN EL
JUICIO DE AMPARO SÓLO SE RECLAME ÉSTA Y NO EL AUTO DE TÉRMINO
CONSTITUCIONAL DEL QUE DERIVÓ, NO SIGNIFICA QUE CONSTITUYA UN ACTO
DERIVADO DE OTRO CONSENTIDO. El hecho de que en el auto de término constitucional
(auto de formal prisión o de sujeción a proceso) se ordene la identificación administrativa del
procesado (elaboración de la ficha signalética) y sólo se reclame en el juicio de amparo la
segunda y no el primero, no es motivo para estimar que dicha identificación sea un acto
derivado de otro consentido y como consecuencia sobreseer en el juicio. Ello es así porque, no
obstante la estrecha vinculación que guardan entre sí los referidos actos, puesto que el segundo
es consecuencia legal del primero, no debe olvidarse, por una parte, que ambos participan de
una naturaleza distinta, ya que la identificación administrativa no está regulada en forma
concreta por el artículo 19 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de
modo que su constitucionalidad dependa indefectiblemente del auto preventivo del que dimana,
sino que por tratarse de un acto de autoridad que dicta una medida administrativa, se rige por lo
dispuesto en el artículo 16 de la Constitución Federal; y por otra, que en términos del artículo
22, fracción II, de la Ley de Amparo, tratándose de actos restrictivos de libertad, como lo es un
auto de formal prisión o de sujeción a proceso, la demanda de amparo podrá interponerse en
cualquier tiempo, es decir, el plazo para promover el juicio de garantías en su contra es
ilimitado; mientras que la identificación, al ser un acto administrativo, lo será de quince días, en
términos del artículo 21 del mismo ordenamiento legal. La constitucionalidad de la identificación
administrativa sólo dependerá del auto de término constitucional cuando los conceptos de
violación o agravios dirigidos a combatirla se sustenten en dicho auto, no así cuando se
impugne por vicios propios, ya que si existiera pronunciamiento sobre la ilegalidad de un acto
que deriva de otro y que no se atacó por vicios propios, afectaría el acto antecedente del cual
aquél es consecuencia; en cambio, si el acto derivado se reclama por vicios propios y el
juzgador declara su inconstitucionalidad, ello repercutirá sólo en ese acto y en nada alteraría el
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
auto de término constitucional. De ahí que aun cuando la identificación sea una consecuencia
legal del auto de término constitucional, el afectado podrá impugnarla por vicios propios, sin que
para ello sea necesario atacar previamente este último, es decir, podrá combatirse de manera
independiente al auto de formal prisión o de sujeción a proceso, siempre que esté dentro del
término legal que la ley establece para ello.
Contradicción de tesis 126/2002-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Quinto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito.
24 de septiembre de 2003. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretario: Heriberto Pérez Reyes.
Tesis de jurisprudencia 58/2003. Aprobada por la Primera Sala de este alto Tribunal, en sesión
de veinticuatro de septiembre de dos mil tres.
Materia(s): Penal
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XIX, Enero de 2004
Página: 90
Tesis: 1a./J. 46/2003
MINISTERIO PÚBLICO. EL TÉRMINO DE CUARENTA Y OCHO HORAS QUE PREVÉ EL
ARTÍCULO 16 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, PARA QUE RESUELVA LA SITUACIÓN
JURÍDICA DEL INDICIADO APREHENDIDO EN FLAGRANCIA, INICIA A PARTIR DE QUE
ÉSTE ES PUESTO A SU DISPOSICIÓN. El precepto constitucional citado, a efecto de tutelar
los derechos fundamentales del individuo, establece dos momentos para la integración de la
averiguación previa, cuando se trata de la retención de un indiciado bajo la hipótesis de
flagrancia: El primero, deriva de la aprehensión hecha por cualquier persona, al sorprender al
indiciado en flagrancia, situación en la que debe ponerlo sin demora a disposición de la
autoridad inmediata, y ésta, a su vez, con la misma prontitud, al Ministerio Público, lo que
permite concluir que también puede darse el caso de que sea la autoridad la que aprehenda a
aquél y entonces deberá sin demora ponerlo a disposición de la representación social; y el
segundo, consiste en el plazo de las cuarenta y ocho horas que tiene el Ministerio Público para
resolver la situación jurídica del indiciado, por lo que ese lapso único y exclusivo para que
cumpla con tal fin, inicia a partir de que aquél le es puesto a su disposición. Lo anterior, sin
perjuicio de las sanciones administrativas o penales que puedan derivarse para quien no
cumpla con poner sin demora a disposición de la representación social a la persona
aprehendida, o que el órgano jurisdiccional realice los razonamientos que sean pertinentes para
la valoración de las pruebas cuando derive del incumplimiento de ese primer momento
denominado "sin demora".
Contradicción de tesis 33/2003-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Quinto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito. 13 de
agosto de 2003. Mayoría de tres votos. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Disidente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juventino V. Castro y Castro. Secretario:
Armando Ortega Pineda.
Tesis de jurisprudencia 46/2003. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de trece de agosto de dos mil tres.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Enero de 2005
Tesis: 1a./J. 107/2004
Página: 354
PRESCRIPCIÓN DE LAS SANCIONES PRIVATIVAS DE LIBERTAD. EL TÉRMINO DEBE
COMPUTARSE A PARTIR DE QUE ES REVOCADO EL BENEFICIO DE LA LIBERTAD
PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN, DICTÁNDOSE ORDEN DE REAPREHENSIÓN EN
CONTRA DEL SENTENCIADO. Del artículo 103 del Código Penal Federal, cuyo régimen es
coincidente con el de Tabasco y Puebla, así como con el de otros Estados de la República, se
advierte que el plazo para que opere la prescripción de las sanciones privativas de libertad debe
empezar a contarse desde el día siguiente al en que el sentenciado se sustraiga de la acción de
la justicia. Ahora bien, en virtud de que la libertad provisional bajo caución es un beneficio que
se concede a todo inculpado que reúna los requisitos constitucionales y legales establecidos al
respecto, para el efecto de que goce de su libertad personal durante la tramitación del proceso
que se le instruya, es indudable que en tanto disfrute de ese beneficio se encuentra sometido a
la potestad o jurisdicción del Juez del proceso, de ahí que cuando se revoca dicho beneficio por
resolución judicial expresa, dictándose la correspondiente orden de reaprehensión, debe
considerarse que se encuentra sustraído de la acción de la justicia o de la autoridad en el propio
proceso en que se le concedió, por lo que a partir de ese momento debe computarse el plazo
para que opere la referida prescripción, aun cuando haya causado ejecutoria la sentencia
dictada y transcurrido un término excesivo.
Contradicción de tesis 162/2003-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito, Tribunal Colegiado del Sexto Circuito, actualmente Primero
en Materia Civil del mismo circuito, Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto
Circuito y Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito. 29 de septiembre de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: José de Jesús
Bañales Sánchez.
Tesis de jurisprudencia 107/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintisiete de octubre de dos mil cuatro.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Enero de 2005
Tesis: 1a./J. 111/2004
Página: 314
PORTACIÓN DE ARMA DE FUEGO SIN LICENCIA. SUPUESTO EN QUE NO SE
ACTUALIZA ESE DELITO RESPECTO DE LOS EJIDATARIOS, COMUNEROS O
JORNALEROS DEL CAMPO. El artículo 9o., fracción II, párrafo segundo, de la Ley Federal de
Armas de Fuego y Explosivos contiene una prerrogativa otorgada por el legislador a través del
establecimiento de una condición objetiva de punibilidad para que se actualice el delito de
portación de arma de fuego sin licencia respecto de las personas que tienen la calidad
específica de ejidatario, comunero o jornalero del campo, consistente en que quienes con dicha
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
calidad porten un arma de las especificadas en tal precepto, fuera de las zonas urbanas, y
hayan manifestado su posesión a la Secretaría de la Defensa Nacional, para los efectos de su
inscripción en el Registro Federal de Armas, no incurrirán en conducta delictiva alguna. Sin
embargo, esta disposición, interpretada en sentido contrario, tiene implícita una prohibición,
también específica, para quienes tienen la calidad referida, por la cual no pueden portar alguna
de las armas ahí señaladas dentro de una zona urbana, aun cuando hayan realizado la
manifestación respectiva ante las autoridades competentes. En ese sentido, debe entenderse
que lo que origina el delito de portación de arma de fuego sin licencia, previsto en el artículo 81,
en relación con el 9o., de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, en lo que
corresponde a las personas mencionadas, es la portación fuera del radio de acción en el que se
desenvuelven por virtud de su actividad, esto es, en alguna zona urbana, aun cuando hubiesen
hecho la manifestación respectiva sobre su tenencia, pues en este caso no se estaría dando el
uso para el cual el legislador previó el trato preferente. En cambio, cuando el que teniendo la
calidad específica mencionada, porte o posea alguna de las armas a que se refiere el párrafo
segundo de la fracción II del artículo 9o., de la ley citada fuera de las zonas urbanas, esto es,
dentro del radio en que ejerce la actividad inherente a su calidad específica, pero sin haber
realizado la manifestación respectiva ante la autoridad correspondiente, no comete el delito de
portación de arma de fuego sin licencia, por lo que únicamente se le debe sancionar en
términos del artículo 90 de dicha legislación.
Contradicción de tesis 72/2004-PS. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado del
Vigésimo Quinto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito.
27 de octubre de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 111/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintisiete de octubre de dos mil cuatro.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Enero de 2005
Tesis: 1a./J. 91/2004
Página: 272
PORTACIÓN DE ARMA DE FUEGO DEL USO EXCLUSIVO DEL EJÉRCITO, ARMADA Y
FUERZA AÉREA NACIONALES. LA NO INTEGRACIÓN DE ALGUNO DE LOS ELEMENTOS
DE ESTE TIPO COMPLEMENTADO GENERA LA TRASLACIÓN AL TIPO PENAL BÁSICO Y
NO ASÍ LA ATIPICIDAD. El artículo 81 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos
prevé el tipo básico del ilícito de portación de armas de fuego sin licencia, mientras que el
numeral 83 del mismo ordenamiento establece el delito de portación sin licencia de armas de
fuego de las reservadas al uso exclusivo del Ejército, Armada o Fuerza Aérea. En ambos
preceptos la conducta sancionada es la portación de un arma de fuego, sólo que el primero
castiga esa conducta cuando el agente porta un arma permitida sin que se le haya expedido la
licencia correspondiente, y el segundo prevé un delito complementado al exigir para su
actualización la particularidad de que el arma sea del uso exclusivo de las fuerzas castrenses.
Ahora bien, en virtud de que los delitos complementados no forman una figura típica autónoma,
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
sino que se constituyen por el básico o fundamental que, en la especie, es la portación de un
arma de fuego, más el complemento, consistente en la calidad de reservada para el uso de las
fuerzas armadas del país, resulta evidente que cuando no se acredita este segundo elemento
subsiste la comisión del previo, el cual continúa presente en su calidad de fundamental. En
consecuencia, la no integración de alguno de los elementos del tipo complementado solamente
genera una traslación del tipo, mas no así la atipicidad.
Contradicción de tesis 154/2003-PS. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado del
Décimo Noveno Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del
Décimo Séptimo Circuito. 18 de agosto de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Mariana Mureddú Gilabert.
Tesis de jurisprudencia 91/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintidós de septiembre de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Enero de 2005
Tesis: 1a./J. 94/2004
Página: 166
FORMAL PRISIÓN, AUTO DE. DICTADO POR UN DELITO DISTINTO, CON BASE EN LOS
MISMOS HECHOS Y PRUEBAS TOMADAS EN CUENTA EN OTRO QUE FUE MOTIVO DE
UN AMPARO DIVERSO, ES PROCEDENTE EL JUICIO DE GARANTÍAS QUE SE
PROMUEVE EN SU CONTRA. Si se concedió el amparo en contra de un auto de formal prisión
por indebida fundamentación y motivación, como acontece cuando no se adecuó la conducta
desplegada por el sujeto activo al supuesto de la norma, y el órgano jurisdiccional responsable,
en cumplimiento de la ejecutoria de garantías que declara su plena nulidad, con motivo de los
mismos hechos y material probatorio que fundamentaron al auto anterior, dicta un nuevo auto
por un delito diverso, ello constituirá un acto de plena jurisdicción, porque su contenido está
desvinculado totalmente de las consideraciones que rigieron a la ejecutoria de amparo en
cuanto al fondo sustancial del negocio, por lo que en su contra procede el juicio de amparo y no
el recurso de queja previsto en el artículo 95, fracción IV, de la Ley de Amparo y, en
consecuencia, no se actualiza la causal de improcedencia prevista en el artículo 73, fracción II,
de la ley de la materia.
Contradicción de tesis 103/2003-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Vigésimo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito. 29 de septiembre de
2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina
Cortés Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 94/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintinueve de septiembre de dos mil cuatro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Enero de 2005
Tesis: 1a./J. 112/2004
Página: 94
DELITOS DE FALSEDAD EN DECLARACIONES Y FALSO TESTIMONIO RENDIDOS ANTE
EL MINISTERIO PÚBLICO LOCAL (ARTÍCULOS 168 DEL CÓDIGO PENAL PARA EL
ESTADO DE JALISCO Y 157 DEL CÓDIGO PENAL PARA EL ESTADO DE MÉXICO,
RESPECTIVAMENTE), SE CONFIGURAN CUANDO EL SUJETO EN CALIDAD DE
DENUNCIANTE DECLARA FALSAMENTE EN RELACIÓN CON LOS HECHOS DELICTIVOS
EN LOS QUE ESTÁ INVOLUCRADO. Se configuran los delitos de falsedad en declaraciones y
de falso testimonio, ante el Ministerio Público cuando el sujeto en calidad de denunciante
declara falsamente en relación con los hechos delictuosos en los que está involucrado por la
intervención directa que tuvo en la ejecución del delito, caso diferente al del inculpado, en tanto
que de conformidad con la fracción II, del artículo 20 constitucional se establecen a su favor las
garantías de no autoincriminación, de silencio y de defensa, por habérsele acusado de la
comisión de un delito, por lo que no se le puede exigir que declare bajo protesta aun cuando
incurra en falsedad o falso testimonio ante dicha autoridad, pues de lo contrario se le
compelería a declarar en su contra.
Contradicción de tesis 29/2004-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Segundo Circuito, ahora Primero en Materia Penal del mismo circuito y el Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito. 22 de septiembre de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Carlos Mena
Adame.
Tesis de jurisprudencia 112/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diez de noviembre de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Enero de 2005
Tesis: 1a./J. 132/2004
Página: 48
AUDIENCIAS O DILIGENCIAS PROCESALES. LA INASISTENCIA DEL DEFENSOR O DEL
MINISTERIO PÚBLICO CONSTITUYEN VIOLACIONES
A LAS LEYES DEL
PROCEDIMIENTO PENAL QUE AMERITAN SU REPOSICIÓN (LEGISLACIÓN DEL ESTADO
DE OAXACA). El artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos alude
a las formalidades esenciales del procedimiento, las cuales deben entenderse como aquellas
que garantizan una adecuada y oportuna defensa previa al acto privativo. Por su parte, el
artículo 20, apartado A, fracciones IX y X, de la propia Constitución Federal contiene la garantía
de defensa adecuada, la cual otorga a los indiciados, procesados y sentenciados la atribución
legal de exigirla y ejercerla eficazmente desde el momento de su puesta a disposición ante el
órgano jurisdiccional, o bien, durante el transcurso de las diversas etapas del proceso penal. De
la interpretación armónica y sistemática de los artículos 217, 218, 542 y 543 del Código de
188
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Procedimientos Penales para el Estado de Oaxaca, se concluye que es obligación del defensor
y del Ministerio Público estar presentes en todas las audiencias o diligencias procesales, en
virtud de que, por disposición expresa de la ley, no pueden celebrarse sin su presencia; y que
su asistencia en tales audiencias o diligencias y hasta el dictado de la sentencia en la primera
instancia es de tal importancia, que la inobservancia de los citados numerales fue calificada por
el legislador como violaciones manifiestas del procedimiento que dejan sin defensa al
procesado, cuya consecuencia jurídica es la reposición de aquél; hipótesis que se ubica en los
supuestos que prevé el artículo 160, fracciones II, IV y X, de la Ley de Amparo, en tanto que se
considera que el procesado queda en estado de indefensión, entre otros supuestos, cuando no
cuente con un defensor, se practiquen diligencias en forma distinta a la prevenida por la ley, o
se celebren audiencias sin la asistencia del Ministerio Público. Sin que pase inadvertido que el
procesado no queda en estado de indefensión cuando al ordenarse la reposición del
procedimiento, el Ministerio Público ejerza las facultades que le han sido conferidas, en virtud
de que, en igualdad de circunstancias, el acusado podrá ejercer con plenitud su derecho de
defensa, una vez que se haya subsanado dicha violación.
Contradicción de tesis 78/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Tercero, ambos del Décimo Tercer Circuito. 24 de noviembre de 2004. Cinco votos.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 132/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha primero de diciembre de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Enero de 2005
Tesis: 1a./J. 90/2004
Página: 11
AMPARO DIRECTO EN MATERIA PENAL. LA SOLICITUD DEL REO PARA QUE LE SEAN
APLICADAS SANCIONES MÁS BENÉFICAS QUE LAS IMPUESTAS EN LA SENTENCIA
DEFINITIVA, NO IMPLICA QUE ÉSTA SE TENGA POR CONSENTIDA PARA EFECTOS DE
LA PROCEDENCIA DE DICHO JUICIO. La solicitud del reo de trasladar en forma retroactiva el
tipo penal y, en consecuencia, aplicar sanciones más benéficas, de ninguna manera implica que
deba tenerse por consentida, ni tácita ni expresamente, la sentencia definitiva condenatoria,
pues tal actividad procesal no acredita su aceptación y sometimiento al acto reclamado, sino
que se trata de una oportunidad procesal para el propio procesado, cuyo objeto es gozar de los
beneficios que derivaron de una reforma penal. En consecuencia, y aunado a que con la
interposición del juicio de garantías por disposición expresa de la ley se impide que la sentencia
condenatoria cause estado, es indudable que en dicho supuesto no se actualiza la causal de
improcedencia prevista en la fracción XI del artículo 73 de la Ley de Amparo y, por ende, no
existe impedimento legal alguno para que el sentenciado impugne en el juicio de amparo directo
la sentencia definitiva, a pesar de la tramitación y solución del incidente relativo.
Contradicción de tesis 123/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Cuarto, Quinto, Octavo y Décimo, todos en Materia Penal del Primer Circuito. 11 de agosto de
2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretario: Enrique Luis Barraza Uribe.
Tesis de jurisprudencia 90/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintidós de septiembre de dos mil cuatro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Febrero de 2005
Tesis: 1a./J. 105/2004
Página: 296
TRABAJO EN FAVOR DE LA COMUNIDAD Y SEMILIBERTAD CONDICIONADA. AL TENER
EL CARÁCTER DE PENAS, ES EL JUZGADOR QUIEN DEBE DECIDIR
ESPECÍFICAMENTE, CUÁL DE LAS DOS OTORGA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
GUANAJUATO). El artículo 49 del Código Penal para el Estado de Guanajuato establece que al
dictar sentencia definitiva, el tribunal del conocimiento resolverá lo relativo al trabajo en favor de
la comunidad o la semilibertad condicionada, figuras a las que la mencionada legislación
sustantiva penal les da la categoría de penas, según se desprende del contenido de su artículo
38, fracciones II y III y, por otra parte, el artículo 100 del Código citado establece que el juzgador
fijará las penas y medidas de seguridad. En congruencia con lo anterior, es evidente que el
órgano jurisdiccional decidirá específicamente cuál de los sustitutivos referidos otorgará, sin que
tal cuestión pueda quedar al arbitrio del sentenciado, ya que ello sería contrario a lo dispuesto
por el indicado artículo 100. Por lo tanto, el Juez del conocimiento determinará cuál de dichas
formas de sustitución otorga, ya que si establece genéricamente la procedencia de ambas, de
facto sería el sentenciado el que decidiera el sustitutivo aplicable, en contra de lo previsto en el
citado artículo 100 del Código Penal para el Estado de Guanajuato.
Contradicción de tesis 39/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Tercero, ambos del Décimo Sexto Circuito. 25 de agosto de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretaria: Guadalupe Robles Denetro.
Tesis de jurisprudencia 105/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintisiete de octubre de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Febrero de 2005
Tesis: 1a./J. 57/2004
Página: 282
TENTATIVA DE DELITO CALIFICADO. PUNIBILIDAD. Si la ley penal prevé que la tentativa se
castiga con sanción equivalente a una fracción de la correspondiente al delito consumado,
resulta evidente que cuando el inculpado (como acontece en los artículos 63 y 78 del anterior y
Nuevo Código Penal para el Distrito Federal, respectivamente), entre los actos de ejecución de
un delito calificado, realiza la conducta calificante, pero dicho ilícito no se consuma por causas
ajenas a su voluntad, la pena deberá consistir en la suma de la aplicable al tipo básico más la
de la conducta calificante, reducidas ambas en términos de la regla de la tentativa referida. En
consecuencia, es inadmisible que el Juez únicamente reduzca la pena correspondiente al tipo
básico y aplique en su integridad la relativa a la conducta calificante, por estimar que esta última
sí llegó a consumarse, pues el dispositivo que contiene la calificativa constituye sólo un
componente de la conducta típica sancionada por el orden jurídico. Por ende, su actualización,
aisladamente considerada, no puede ser sancionada como si se tratara de un delito autónomo.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 151/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Tercero, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 26 de mayo de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: José de Jesús
Gudiño Pelayo. Secretario: José Alberto Tamayo Valenzuela.
Tesis de jurisprudencia 57/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha nueve de junio de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Febrero de 2005
Tesis: 1a./J. 121/2004
Página: 216
REPARACIÓN DEL DAÑO TRATÁNDOSE DEL ROBO DE CHEQUE EN DÓLARES. AL SER
UNA PENA PÚBLICA PROCEDE SU CONDENA AL PAGO DE SU EQUIVALENTE EN
MONEDA DE CURSO LEGAL AL TIPO DE CAMBIO QUE REGÍA EN LA FECHA EN QUE SE
CONSUMÓ EL DELITO. Si el beneficio patrimonial derivado del hurto del cheque en dólares se
obtuvo en la fecha en que se consumó el delito, debe establecerse que la reparación del daño
será la restitución respectiva y de no ser posible, su equivalente en moneda de curso legal, al
tipo de cambio que regía en la fecha en que se realizó la conducta ilícita con la que se obtuvo
tal beneficio, al tratarse de una sanción que tiene el carácter de pena pública y no de una
obligación de pago contraída, a solventarse al tipo de cambio establecido en el lugar y fecha de
pago, como lo dispone el artículo 8o. de la Ley Monetaria de los Estados Unidos Mexicanos.
Contradicción de tesis 37/2004-PS. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito. 6
de octubre de 2004. Mayoría de tres votos. Disidente: Juan N. Silva Meza. Ponente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: José Alberto Tamayo Valenzuela.
Tesis de jurisprudencia 121/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diecisiete de noviembre de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Febrero de 2005
Tesis: 1a./J. 128/2004
Página: 197
REPARACIÓN DEL DAÑO. LOS DOCUMENTOS PRIVADOS CONSISTENTES EN
PRESUPUESTOS QUE CONTIENEN GASTOS FUTUROS, CUANDO ESTÉN RATIFICADOS
Y ADMINICULADOS CON EL RESTANTE ACERVO PROBATORIO, SON APTOS PARA
FIJAR EL MONTO DE AQUÉLLA (LEGISLACIÓN DE LOS ESTADOS DE VERACRUZ Y DE
BAJA CALIFORNIA). De conformidad con el artículo 20, apartados A, fracción I, y B, fracción
IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el derecho que tiene la víctima
o el ofendido a que le sean reparados el daño y los perjuicios causados por la comisión del
delito tiene el rango de garantía individual. Por otra parte, de acuerdo con los artículos 53 y 56
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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del Código Penal para el Estado de Veracruz, así como con los diversos 32 y 33 del Código
Penal para el Estado de Baja California, la reparación del daño tiene el carácter de pena
pública, pero su pago no está supeditado a que la víctima o el ofendido hayan tenido que erogar
gastos con anterioridad al dictado de la sentencia condenatoria, ya que pueden existir casos en
que los efectos producidos por la conducta delictiva requieran la erogación de ciertos gastos
que no pueden sufragarse durante la tramitación del procedimiento penal, o bien, porque dichos
efectos trascienden aun después del dictado de la sentencia. En estos casos, aunque se está
en presencia de gastos futuros que indefectiblemente deben erogarse después de dictada la
sentencia, no puede afirmarse que sean de realización incierta, pues si se acredita que el daño
causado al sujeto pasivo está vinculado con el despliegue de la conducta delictiva y la plena
responsabilidad del inculpado, en principio es correcto condenar al pago de la reparación del
daño. En consecuencia, las documentales privadas, consistentes en presupuestos que
contienen los gastos que tiene que realizar la víctima o el ofendido, son aptas para fijar el monto
de la reparación del daño, siempre y cuando sean ratificadas y estén corroboradas con el
restante acervo probatorio; sin que lo anterior deje en estado de indefensión al sujeto activo del
delito, en virtud de que podrá ejercer con toda oportunidad su derecho de defensa respecto a
tales documentos.
Contradicción de tesis 50/2004-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Quinto Circuito y el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito,
actualmente Primer Tribunal Colegiado de la misma materia y circuito. 17 de noviembre de
2004. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 128/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veinticuatro de noviembre de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Febrero de 2005
Tesis: 1a./J. 123/2004
Página: 143
INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA TRATÁNDOSE DE DELITOS QUE LA LEY PREVÉ
COMO GRAVES EN GRADO DE TENTATIVA, CUANDO EN SU COMISIÓN SE ACTUALIZA
UNA AGRAVANTE. De una armónica interpretación de los artículos 63, párrafos primero y
tercero, en relación con lo previsto en el párrafo segundo del numeral 51, ambos del Código
Penal para el Distrito Federal abrogado, y partiendo del principio de culpabilidad que rige el
sistema penal mexicano para la individualización de las penas, se obtiene que para la
imposición de las sanciones en el caso de delitos cometidos en grado de tentativa, calificados
como graves por la ley, debe atenderse, en primer término, a la regla general contenida en el
artículo 63, párrafo primero, del código punitivo en cita, pues es ahí donde se establece la
punibilidad para los casos de tentativa, esto es, disminuir hasta las dos terceras partes en su
mínimo y máximo el rango de punibilidad previsto en la norma aplicable, tanto para el delito
básico como para las agravantes. Satisfecho lo anterior, debe realizarse la individualización de
las penas que corresponde imponer al sentenciado, conforme al grado de culpabilidad que le
fue apreciado, y sólo en caso de que la punición determinada resultara inferior a la mínima
prevista para el delito consumado con sus modalidades, con fundamento en el artículo 63,
párrafo tercero, del Código Penal para el Distrito Federal, debe imponerse al sentenciado
precisamente la pena de prisión mínima, puesto que en este último párrafo sólo se señala una
regla de excepción para el caso de que de la operación matemática el resultado sea una pena
menor a la mínima que corresponda al delito consumado.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 28/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Quinto
y Séptimo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 20 de octubre de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Beatriz Joaquina
Jaimes Ramos.
Tesis de jurisprudencia 123/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diecisiete de noviembre de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Marzo de 2005
Tesis: 1a./J. 120/2004
Página: 188
SUSPENSIÓN DEFINITIVA. NO QUEDA SIN MATERIA EL INCIDENTE POR EL HECHO DE
QUE EL QUEJOSO SE PRESENTE ANTE LA RESPONSABLE A RENDIR SU
DECLARACIÓN PREPARATORIA. En términos de los párrafos primero del artículo 136 y
segundo del artículo 138 de la Ley de Amparo si se reclama la orden de aprehensión y el
quejoso compareció ante el Juez de la causa a rendir su declaración preparatoria, ello no
significa que la suspensión contra dicho mandamiento quede sin materia, en tanto que el primer
párrafo de ese numeral prevé que la suspensión en esos casos únicamente produce el efecto
de que el quejoso quede a disposición de la autoridad de amparo por lo que respecta a la
libertad personal, y de la autoridad responsable para la continuación del procedimiento penal, y
el segundo párrafo del numeral 138 de la Ley en cita, exige que el quejoso comparezca ante el
Juez de la causa o el Ministerio Público dentro del plazo de tres días y que, en caso de no
hacerlo, dejará de surtir efectos la suspensión concedida, lo cual no puede considerarse que por
cumplir el quejoso con la obligación que le exige la ley, traiga como consecuencia, en su
perjuicio, que se deje sin materia el incidente, puesto que aquélla puede seguir surtiendo
efectos hasta en tanto se resuelva el juicio principal, ya que conforme a los citados preceptos, la
concesión de la suspensión sólo puede dejar de surtir sus efectos en caso de no presentarse
ante las citadas autoridades, lo que implica que, de hacerlo, no procede hacer efectivo ese
apercibimiento.
Contradicción de tesis 17/2004-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Noveno Circuito, el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito y el Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Sexto Circuito (ahora Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto
Circuito). 6 de octubre de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: José de Jesús Gudiño
Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 120/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diecisiete de noviembre de dos mil cuatro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Marzo de 2005
Tesis: 1a./J. 103/2004
Página: 132
EXCUSA ABSOLUTORIA. LA PREVISTA EN EL ARTÍCULO 199 DEL CÓDIGO PENAL
FEDERAL, TAMBIÉN SE ACTUALIZA CUANDO EL FARMACODEPENDIENTE A QUIEN SE
LE ENCUENTRA EN POSESIÓN DEL NARCÓTICO ESTÁ RECLUIDO EN UN CENTRO DE
READAPTACIÓN SOCIAL. El citado precepto dispone como requisitos para que se actualice la
excusa absolutoria relativa, que el sujeto activo sea farmacodependiente y que sea descubierto
en posesión de un narcótico en cantidad suficiente para su consumo personal, de donde se
aprecia que el legislador no consideró que el lugar en el que se hiciera dicho descubrimiento
fuera un elemento necesario para la procedencia de la excusa absolutoria y, por el contrario, sí
previó de manera expresa que en el caso de procesados y sentenciados era indispensable que
la mencionada posesión se hiciera del conocimiento de las autoridades sanitarias
correspondientes para que les proporcionaran el tratamiento adecuado para su rehabilitación y
readaptación social. En consecuencia, si el artículo 199 del Código Penal Federal no establece
como una excepción para que opere la excusa absolutoria el que el sujeto activo sea un reo
recluido en un centro de readaptación social, entonces no debe considerarse lo contrario, pues
hacerlo implicaría condicionar dentro de una disposición penal, que es de aplicación estricta, un
supuesto que el legislador no contempló, lo que se traduciría en una invasión a su esfera
competencial.
Contradicción de tesis 32/2004-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Cuarto Circuito.
6 de octubre de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretaria: Mariana Mureddú Gilabert.
Tesis de jurisprudencia 103/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha seis de octubre de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Marzo de 2005
Tesis: 1a./J. 15/2005
Página: 114
DESPOJO. PARA QUE SE ACTUALICE LA FURTIVIDAD, COMO ELEMENTO NORMATIVO
DE AQUÉL, ES IRRELEVANTE QUE EL OBJETO MATERIAL DEL DELITO ESTÉ O NO
VIGILADO POR SU PROPIETARIO O POSEEDOR. La doctrina penal, en general, acepta que
la furtividad en el delito de despojo consiste en una maniobra oculta o clandestina para ocupar o
usar el objeto material del delito, lo que implica que la conducta se realice cuando el propietario
o poseedor se encuentra ausente y el sujeto activo se aprovecha o se vale de dicha
circunstancia, de lo que se deduce que la furtividad utilizada por el sujeto activo del delito ocurre
en función del sujeto pasivo exclusivamente, de ahí que la actualización de tal elemento
194
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
normativo sea independiente al hecho de que alguna otra persona se entere de la conducta en
cuestión; en tales condiciones, es evidente que la circunstancia de que el objeto material del
delito esté o no vigilado por su propietario o poseedor, es irrelevante para la existencia de la
furtividad.
Contradicción de tesis 109/2004-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito, Primer Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito y el
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito. 2 de febrero de 2005. Cinco
votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 15/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dos de febrero de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Marzo de 2005
Tesis: 1a./J. 3/2005
Página: 47
CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL (ABROGADO). ARTÍCULO 386, FRACCIÓN
III. QUANTUM DEL LÍMITE MÍNIMO DE LA MULTA. DEBE TENERSE COMO TAL UN DÍA
MULTA. En el artículo 386, fracción III, del anterior Código Penal para el Distrito Federal, que
establece un rango de multa, como parte de la sanción pecuniaria prevista para el delito de
fraude, el legislador fue omiso en fijar el quantum del límite mínimo conforme al cual debe
cuantificarse. Sin embargo, éste no puede determinarse bajo el argumento de la interpretación a
partir del límite máximo previsto en la fracción II del mismo precepto, pues aun cuando se
refiere a la cuantificación de la multa aplicable a igual conducta, ésta se sanciona en diferente
nivel de gravedad, por lo que se estaría construyendo un parámetro de punibilidad que el
legislador no estableció, máxime cuando no se advierte que en la diversa graduación prevista
en el artículo 386 en análisis hubiera seguido un orden estrictamente consecutivo entre los
límites máximo y mínimos fijados en todas sus fracciones; por ello al ser la unidad la
representación de la existencia de todo aquello que deba ser cuantificado, ante la
indeterminación del quantum del límite mínimo de la multa, en la fracción III del artículo 386 del
Código Penal del Distrito Federal, un día multa debe tenerse como tal, pues además de ser el
mínimo necesario para su existencia, constituye el mínimo más benéfico para el sentenciado, lo
que resulta congruente con la garantía de legalidad que en materia penal establece el artículo
14 constitucional.
Contradicción de tesis 55/2004-PS. Entre las sustentadas, por una parte, por el Quinto Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Circuito, y por la otra, por los Tribunales Colegiados Primero, Tercero y Sexto en Materia Penal
del Primer Circuito. 10 de noviembre de 2004. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Secretaria: Irma Leticia Flores Díaz.
Tesis de jurisprudencia 3/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiséis de enero de dos mil cinco.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Marzo de 2005
Tesis: 1a./J. 130/2004
Página: 13
AMPARO DIRECTO. EN ACATAMIENTO AL PRINCIPIO DE DEFINITIVIDAD, ES
IMPROCEDENTE CUANDO SE RECLAMA UNA SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA EN
LA QUE SE IMPONE PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD SIN DISFRUTE INMEDIATO DE
CONDENA CONDICIONAL, Y SE DECLARA IRRECURRIBLE, PERO EN SU CONTRA
PROCEDE UN MEDIO ORDINARIO DE DEFENSA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE
CHIHUAHUA). El artículo 388 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Chihuahua
establece como regla que son irrecurribles las resoluciones dictadas en procedimientos
seguidos por delito sancionado con pena básica máxima de cuatro años de prisión; sin
embargo, en el propio código se prevén algunas excepciones, como la contenida en el inciso b)
del citado artículo, respecto de las sentencias que impongan prisión sin disfrute inmediato de la
condena condicional; o como la establecida en su artículo 399, fracción I, que señala que
procede la apelación en ambos efectos, cuando se trata de sentencias definitivas que impongan
pena de prisión sin concesión inmediata de la condena condicional. En ese tenor, si el acto
reclamado en amparo directo consiste en la sentencia de primera instancia dictada en una
causa penal, que impone al quejoso una pena privativa de libertad, sin otorgarle de inmediato el
disfrute de la condena condicional, restringiendo dicho beneficio a que el sentenciado pague o
garantice la reparación del daño en un lapso determinado, o bien no lo conceda, es inconcuso
que el juicio de garantías deviene improcedente, pues la sentencia reclamada sí es recurrible en
apelación al actualizarse la hipótesis contenida en el inciso b) del referido artículo 388, por lo
que al no cumplir el deber jurídico de agotar y sustanciar el medio ordinario de defensa
procedente, antes de acudir al juicio de amparo, soslayando el principio de definitividad que lo
rige, tal omisión irremediablemente conduce a su sobreseimiento, ya que desde el punto de
vista estrictamente jurídico, si se prevé un medio de defensa y éste no es agotado, y tampoco
existe excepción legal o jurisprudencial, no puede considerarse jurídicamente dicha resolución
como definitiva.
Contradicción de tesis 130/2002-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Quinto, ambos del Décimo Séptimo Circuito. 20 de octubre de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Jaime Salomón Haríz Piña.
Tesis de jurisprudencia 130/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha primero de diciembre de dos mil cuatro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Abril de 2005
Tesis: 1a./J. 27/2005
Página: 648
SEMILIBERTAD CONDICIONADA. ES EL JUZGADOR Y NO EL EJECUTIVO, QUIEN DEBE
ESTABLECER LOS LINEAMIENTOS BAJO LOS QUE SE CONCEDE (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE GUANAJUATO). El artículo 49 del Código Penal para el Estado de Guanajuato,
establece que al dictar sentencia el tribunal del conocimiento debe resolver lo relativo a la
semilibertad condicionada; por otra parte, el artículo 100 del Código en cita señala que es el
juzgador el que debe fijar las penas y medidas de seguridad, por lo anterior es evidente que es
el juzgador el que debe decidir los lineamientos bajo los que se concede la semilibertad, no
pudiendo tal cuestión quedar al arbitrio del Poder Ejecutivo, salvo en aquello que no hubiera
sido determinado por la autoridad judicial, puesto que ello sería contrario a lo dispuesto por el
citado artículo 100 de la legislación sustantiva penal en cuestión.
Contradicción de tesis 118/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Tercero y Cuarto, ambos del Décimo Sexto Circuito. 16 de febrero de 2005. Cinco votos.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 27/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dos de marzo de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Abril de 2005
Tesis: 1a./J. 11/2005
Página: 515
PRIVACIÓN ILEGAL DE LA LIBERTAD CUANDO SE LLEVA A CABO ÚNICAMENTE PARA
COMETER LOS DELITOS DE ROBO O EXTORSIÓN. ES UN TIPO ESPECIAL CUYA
ACTUALIZACIÓN EXCLUYE LA ACREDITACIÓN EN FORMA AUTÓNOMA DE ESAS
FIGURAS DELICTIVAS. La figura delictiva de privación de la libertad cuando se lleva a cabo
únicamente para cometer los delitos de robo o extorsión, prevista en el artículo 160, párrafo
quinto, del Nuevo Código Penal para el Distrito Federal, acorde con su estructura, constituye un
tipo especial, toda vez que aun cuando para su conformación incluye elementos objetivos y
subjetivos que forman parte de las descripciones contenidas en aquellos delitos, lo cierto es que
dichos elementos pasan a formar parte de la nueva descripción legal que, al tutelar como bien
jurídico tanto a la libertad deambulatoria como el patrimonio, prevé una sanción más severa
como consecuencia de su comisión. En esa tesitura, es evidente que la acreditación de este tipo
penal no puede coexistir con la de los dos tipos penales básicos de robo o extorsión, esto es,
excluye su aplicación autónoma respecto de los mismos hechos, pues lo contrario implicaría dar
una doble consecuencia jurídica a una sola conducta, es decir, como agravante del delito de
privación de la libertad y como conducta autónoma comisiva de los delitos de robo o extorsión,
lo cual necesariamente se traduce en la recalificación de la conducta, en detrimento de la
garantía de exacta aplicación de la ley en materia penal. En este orden de ideas, el aparente
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
concurso de normas suscitado entre los artículos 160, párrafo quinto y 220 o 236 del Nuevo
Código Penal para el Distrito Federal, se resuelve con apoyo en el llamado principio de
consunción, contenido en la fracción II del artículo 13 del ordenamiento legal citado, conforme al
cual el tipo que es exactamente aplicable al caso, es el de mayor protección al bien jurídico, el
cual absorbe a los de menor alcance, que quedarán marginados, es decir, deberá acreditarse
solamente el delito de privación de la libertad cuando se lleve a cabo únicamente para cometer
los delitos de robo o extorsión, y no así en forma paralela y autónoma estos últimos, pues de lo
contrario, como se dijo, se recalificaría la conducta ilícita cometida. No obsta a lo anterior que en
el supuesto de no acreditarse alguno de los elementos que integran el tipo especial, sólo se
generará el reproche de la conducta en grado de tentativa respecto de ese tipo específico, no
así la atipicidad. Además, con independencia de lo expuesto, debe señalarse que en caso de
que durante la realización de los hechos se cometan otras conductas ilícitas que tipifiquen un
delito que lesione bienes jurídicos diversos a los que protege el tipo penal especial, sí se
actualizaría un concurso real de delitos, en virtud de que dicho precepto, aun cuando es
especial, no absorbe dentro de su estructura la protección a bienes jurídicos distintos al
patrimonio y la libertad deambulatoria.
Contradicción de tesis 33/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Cuarto
y Noveno, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 19 de enero de 2005. Mayoría de tres
votos. Disidentes: Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ponente:
José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 11/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiséis de enero de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Abril de 2005
Tesis: 1a./J. 12/2005
Página: 398
MENORES INFRACTORES. LEYES APLICABLES SUPLETORIAMENTE A LOS
PROCEDIMIENTOS INSTAURADOS EN SU CONTRA. De lo dispuesto en los artículos 55, 78
y 128 de la Ley para el Tratamiento de Menores Infractores, para el Distrito Federal en Materia
de Fuero Común y para toda la República en Materia de Fuero Federal, se desprende que dicho
ordenamiento legal, por lo que corresponde al procedimiento, así como a las notificaciones,
impedimentos, excusas, recusaciones, exhortos, pruebas y el procedimiento de extradición, le
es aplicable supletoriamente el Código Federal de Procedimientos Penales. Sin embargo, dicha
supletoriedad no es única ni absoluta, porque de lo dispuesto en el artículo 1o. de la ley en
cuestión, también se advierte que en el mismo se acude de manera supletoria a las leyes
penales federales y del Distrito Federal que establezcan conductas que se encuentren
tipificadas, entre las cuales pudiera encuadrar el Código de Procedimientos Penales para el
Distrito Federal, porque en el código sustantivo de esa materia y fuero, existen diversas
conductas que se encuentren tipificadas, para cuya persecución, forma de acreditación o
gravedad, entre otras circunstancias especiales o particulares, expresamente remite a su código
adjetivo, circunstancias sin las cuales la conducta tipificada variaría en su forma o naturaleza,
porque podría perseguirse de distinta manera, integrarse en forma distinta o variarse su
gravedad, de donde se concluye que por regla general en los procedimientos instaurados ante
el Consejo de Menores Infractores, por lo que corresponde a las reglas del procedimiento,
resulta aplicable supletoriamente el Código Federal de Procedimientos Penales, y por
excepción, cuando el delito que se atribuya al presunto menor infractor tenga características
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
especiales o particulares en cuanto a su forma de persecución, la manera de comprobación o
su gravedad, entre otras, sin las cuales se variaría su naturaleza o forma, debe aplicarse
supletoriamente el Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, que establezca y
regule esas características especiales o particulares.
Contradicción de tesis 133/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Quinto, Sexto, Octavo, Noveno y Décimo, todos en Materia Penal del Primer Circuito. 19 de
enero de 2005. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: José de Jesús
Bañales Sánchez.
Tesis de jurisprudencia 12/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dos de febrero de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Abril de 2005
Tesis: 1a./J. 7/2005
Página: 235
DICTÁMENES PERICIALES. PARA SU VALIDEZ DEBEN SER RATIFICADOS POR
QUIENES LOS EMITEN, INCLUSO POR LOS PERITOS OFICIALES (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE TLAXCALA). El artículo 150 del Código de Procedimientos Penales para el
Estado de Tlaxcala establece expresamente que "El perito emitirá su dictamen por escrito y lo
ratificará en diligencia especial", sin hacer distinción respecto a si dicha disposición se dirige al
oficial, al designado por las partes o al tercero en discordia. La referida obligación tiene por
objeto establecer la autenticidad de la prueba mediante el perfeccionamiento formal que exige la
ley, pues tratándose de una prueba constituida fuera de la intervención directa del juzgador,
resulta indispensable que quien la elabora la confirme personal y expresamente para hacer
indubitable su valor, esto es, la ratificación de los dictámenes periciales impuesta por la ley hace
que la prueba sea digna de crédito y, consecuentemente, susceptible de ser analizada y
valorada; máxime si se toma en cuenta que el peritaje puede emitirse por una persona distinta
de la designada, o puede ser sustituido o alterado sin conocimiento del perito nombrado,
además de que también es admisible su modificación parcial o total en el momento de
ratificarse. Es indudable que la opinión pericial no ratificada es una prueba imperfecta porque no
cumple con la condición formal que la ley le impone para otorgarle certeza y seguridad jurídica,
es decir, que quien la suscribe es efectivamente la persona designada para ello y que su
opinión es verdadera, por lo que sin el mencionado requisito no es dable otorgar validez
probatoria a los dictámenes emitidos, incluso los que provengan de peritos oficiales. Sin que
obste a lo anterior el hecho de que el artículo 142 del citado código exceptúe al perito oficial que
acepte el cargo de protestar su fiel desempeño ante el funcionario que practique las diligencias,
pues tal disposición únicamente lo exime de rendir dicha protesta, pero no de ratificar su
opinión.
Contradicción de tesis 2/2004-PS. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado del Vigésimo
Octavo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito. 1o. de
diciembre de 2004. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretaria: Rosalía Argumosa López.
Tesis de jurisprudencia 7/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiséis de enero de dos mil cinco.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Abril de 2005
Tesis: 1a./J. 116/2004
Página: 211
DESPOJO, DELITO DE. CONDUCTA DOLOSA DE USURPAR UN DERECHO AJENO COMO
ELEMENTO DEL TIPO PENAL (ARTÍCULOS 384, FRACCIÓN I, DEL CÓDIGO PENAL PARA
EL ESTADO DE OAXACA; 395, FRACCIÓN I, DEL CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO
FEDERAL Y 408, FRACCIÓN I, DEL CÓDIGO DE DEFENSA SOCIAL PARA EL ESTADO DE
PUEBLA). La posesión inmediata de inmuebles, la propiedad de los mismos y los derechos
reales que el legislador protege a través del tipo penal de despojo previsto en los artículos 384,
fracción I, del Código Penal para el Estado de Oaxaca; 395, fracción I, del Código Penal para el
Distrito Federal y 408, fracción I, del Código de Defensa Social para el Estado de Puebla,
conllevan implícita la figura genérica de la posesión y en el tipo penal de despojo que prevén
esos dispositivos el legislador pretende sancionar la sustracción del patrimonio, por medios no
legítimos, del corpus y del animus que integran la posesión, y no sólo de uno de esos
elementos, pues ambos, en conjunto, integran la referida figura genérica; siendo por ello que
para la integración del tipo penal de despojo, es necesario en todo caso, que esté presente una
conducta dolosa de usurpar un derecho ajeno sobre un inmueble a través de la ocupación o uso
del mismo o de un derecho real, a fin de integrar las partes objetiva y subjetiva del tipo, esta
última expresada en el querer y entender de la conducta ilícita, en este caso, la sustitución del
poseedor en sus derechos; por lo que es insuficiente que el sujeto activo se introduzca en un
bien inmueble ajeno y, en su caso, haga uso de él, pues resulta indispensable el despliegue de
esa conducta dolosa de usurpar un derecho ajeno, por ser el elemento que lleva inherente un
aprovechamiento patrimonial ilegítimo y determina que el sujeto pasivo se vea impedido para
seguir ejerciendo sobre el inmueble de que se trate los derechos inherentes a la propiedad o
posesión; por lo que la mencionada conducta dolosa determina un elemento del tipo necesario
para que se integre el delito de despojo, y de no encontrarse presente, se tipificará un supuesto
penal diverso, en el que se tutele la inviolabilidad del domicilio y no la posesión, por requerirse
solamente la intromisión a un bien inmueble, público o privado, sin justificación legal alguna.
Contradicción de tesis 15/2004-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Tercer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito y el
Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito. 29 de septiembre de 2004.
Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria:
Irma Leticia Flores Díaz.
Tesis de jurisprudencia 116/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diez de noviembre de dos mil cuatro.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Abril de 2005
Tesis: 1a./J. 124/2004
Página: 193
DECLARACIÓN MINISTERIAL RENDIDA SIN LA ASISTENCIA DE DEFENSOR. CARECE DE
EFICACIA PROBATORIA, ANTES DE LA REFORMA AL ARTÍCULO 20 DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL PUBLICADA EN EL DIARIO OFICIAL DE LA FEDERACIÓN EL 3
DE SEPTIEMBRE DE 1993 (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). Los artículos 70,
fracciones III y V, 73 (interpretado a contrario sensu) y 126, fracción II, del Código de
Procedimientos en Materia de Defensa Social para el Estado de Puebla, vigentes hasta el 1o.
de julio de 1994 establecían, entre otros derechos a favor del inculpado, el de asistirse por un
defensor desde la averiguación previa, estando obligada la autoridad correspondiente a
requerirlo en esa etapa para que desde ese momento nombrara uno, y en caso de no querer o
no poder hacerlo, a asignarle un defensor de oficio; de ahí que la declaración rendida ante el
Ministerio Público sin la presencia del defensor carecerá de valor probatorio, por incumplir las
reglas relativas previstas en el código adjetivo citado. Lo anterior, porque aun cuando el artículo
20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, antes de su reforma publicada
en el Diario Oficial de la Federación el 3 de septiembre de 1993, no establecía a favor del
indiciado la garantía de defensa adecuada desde la averiguación previa, el legislador local sentó
en los mencionados preceptos legales las bases para ello, de manera que la autoridad
destinataria estaba obligada a acatarla.
Contradicción de tesis 22/2004-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
(actualmente en Materia Civil) y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal, ambos del
Sexto Circuito. 27 de octubre de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Juan N. Silva
Meza. Secretario: Pedro Isaías Castrejón Miranda.
Tesis de jurisprudencia 124/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diecisiete de noviembre de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Abril de 2005
Tesis: 1a./J. 115/2004
Página: 97
AUTORIZACIÓN DEL NO EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL EMITIDA POR UN
SUBPROCURADOR EN SUSTITUCIÓN DEL PROCURADOR GENERAL DE LA REPÚBLICA.
TIENE EL CARÁCTER DE DEFINITIVA PARA LOS EFECTOS DE LA PROCEDENCIA DEL
JUICIO DE AMPARO. De los artículos 133 del Código Federal de Procedimientos Penales; 8o.,
fracción I, y 14 de la actual Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República, se
desprende que corresponde originariamente al procurador general de la República resolver en
definitiva sobre las propuestas de no ejercicio de la acción penal, para lo cual debe atender a
los argumentos que se hagan valer en el recurso de inconformidad que contempla el citado
artículo 133 de la normatividad adjetiva federal, de lo que se deduce que dicho recurso debe
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
interponerse al momento en que cualquier servidor público distinto del titular del Ministerio
Público de la Federación, proponga el no ejercicio de la acción penal; sin embargo, y en virtud
de la facultad del procurador de ser sustituido en la citada función de determinar en definitiva el
no ejercicio de la acción penal, cuando ello ocurra, la resolución que al respecto dicte el servidor
público sustituto, no puede ser materia del recurso de inconformidad de referencia, puesto que
dicho pronunciamiento tiene el carácter de definitivo, de ahí que el amparo indirecto proceda en
contra de la resolución emitida por el subprocurador, en sustitución del titular de la dependencia
señalada.
Contradicción de tesis 57/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Quinto
y Noveno, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 27 de octubre de 2004. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 115/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diez de noviembre de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Mayo de 2005
Tesis: 1a./J. 43/2004
Página: 426
REPARACIÓN DEL DAÑO EN MATERIA PENAL. CÓMPUTO DEL PLAZO PARA QUE
OPERE LA PRESCRIPCIÓN (LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL). De lo que señala el
artículo 116 del Código Penal para el Distrito Federal, en relación con los diversos artículos 57,
80, 81, 82, 87, 90 y 91 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, se
concluye que el cómputo del plazo de dos años para que opere la prescripción de la reparación
del daño que prevé el mencionado artículo 116, inicia a partir del día siguiente al en que se
notifique al ofendido la ejecutoria de la resolución, bien sea por medio de la publicación
correspondiente o personal, según corresponda al caso, pues de acuerdo con lo establecido por
el código adjetivo referido, todas las resoluciones deben ser notificadas.
Contradicción de tesis 110/2003-PS. Entre las sustentadas por el entonces Tribunal Colegiado
en Materia Penal (actualmente Primero) y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal,
ambos del Primer Circuito. 26 de mayo de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ausente:
Humberto Román Palacios. Ponente: Humberto Román Palacios; en su ausencia hizo suyo el
asunto Juan N. Silva Meza. Secretario: Marco Antonio Arredondo Elías.
Tesis de jurisprudencia 43/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiséis de mayo de dos mil cuatro.
Nota: Por resolución de 13 de abril de 2005, pronunciada por la Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación en el expediente de aclaración de sentencia en la contradicción
de tesis 110/2003-PS, se aclaró la presente tesis de jurisprudencia para quedar redactada como
aparece en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXI,
mayo de 2005, página 447.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Mayo de 2005
Tesis: 1a./J. 31/2005
Página: 340
MINISTERIO PÚBLICO DE LA FEDERACIÓN. TIENE LEGITIMACIÓN PARA INTERPONER
EL RECURSO DE REVISIÓN CONTRA UNA SENTENCIA RELACIONADA CON UN DELITO
PERSEGUIBLE POR QUERELLA. El artículo 5o., fracción IV, de la Ley de Amparo faculta al
Ministerio Público Federal para interponer los recursos señalados en la propia ley, inclusive en
amparos penales cuando se reclamen resoluciones de tribunales locales, debiéndose entender
que el citado precepto también alude a los tribunales federales, por tener ese sentido la palabra
"inclusive". Ahora bien, tratándose de una sentencia que concedió el amparo solicitado por un
delito de los denominados de querella o perseguibles a petición de parte ofendida, se justifica la
intervención del Ministerio Público, de conformidad con las facultades que le han sido conferidas
en los artículos 21 y 102 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, por lo
que dicha representación social está legitimada para interponer el recurso de revisión contra tal
sentencia.
Contradicción de tesis 124/2004-PS. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado del
Décimo Quinto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito. 23 de
febrero de 2005. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 31/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dieciséis de marzo de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Mayo de 2005
Tesis: 1a./J. 39/2005
Página: 314
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN. PARA DECIDIR SOBRE SU OTORGAMIENTO
NO ES NECESARIO QUE EL INCULPADO SE ENCUENTRE PRIVADO DE SU LIBERTAD. El
artículo 20, apartado A, fracción I, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece a favor del inculpado sujeto a un procedimiento penal por la comisión de un delito que
tenga señalada pena de prisión, el beneficio de la libertad provisional bajo caución,
inmediatamente que lo solicite, bajo las condiciones y requisitos que constitucional y legalmente
procedan. En esa virtud, y a falta de indicación expresa en el texto de dicha norma
constitucional, se concluye que para que el Juez pueda decidir si procede o no conceder al
procesado la referida medida cautelar, no es indispensable que éste se encuentre privado de su
libertad a disposición del propio Juez, ni que si está libre se le interne en algún reclusorio y se
ponga a disposición del juzgador en cuanto a su libertad personal, pues tanto la orden de
aprehensión como el auto de formal prisión son actos de la autoridad judicial que por sí solos
afectan a la persona contra quien se pronuncian, ya que esta última resolución tiene como base
aquella orden y ambas tienen por efecto restringir de alguna manera la libertad personal del
indiciado con el objeto de sujetarlo a un proceso penal, por lo que si jurídicamente tiene el
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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carácter de detenido y la restricción de su libertad es inminente, debe concedérsele el
mencionado beneficio constitucional cuando reúna los requisitos de ley; máxime que también
corresponde al Juez fijar las condiciones que constitucional y legalmente procedan, a efecto de
que no se sustraiga a la acción de la justicia y no se afecte la continuación del procedimiento,
pues tal provecho es una medida precautoria cuya efectividad está condicionada al
cumplimiento de requisitos que salvaguarden la materia del proceso y aseguren a las personas
y las cosas relacionadas con éste, para hacer posible, en un momento dado, la emisión y
cumplimiento de la sentencia penal.
Contradicción de tesis 43/2004-PS. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito, el Quinto y Octavo Tribunales Colegiados, ambos en Materia
Penal del Primer Circuito, así como el Segundo y Tercer Tribunales Colegiados del Sexto
Circuito (actualmente Segundo y Tercero en Materia Civil del propio circuito). 16 de marzo de
2005. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Manuel González Díaz.
Tesis de jurisprudencia 39/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta de marzo de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Mayo de 2005
Tesis: 1a./J. 24/2005
Página: 274
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN. AUNQUE EL TEXTO DE LA LEGISLACIÓN
SECUNDARIA DEL ESTADO DE GUANAJUATO NO SE HA AJUSTADO AL CONTENIDO
DEL ÚLTIMO PÁRRAFO DE LA FRACCIÓN I DEL APARTADO A DEL ARTÍCULO 20 DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL, LOS JUECES PUEDEN APLICAR DIRECTAMENTE ESTE
ÚLTIMO Y NEGAR AQUEL BENEFICIO, ACORDE CON EL PRINCIPIO DE SUPREMACÍA
CONSTITUCIONAL. Del análisis de las diversas reformas al citado precepto constitucional, que
determina los supuestos y condiciones en que procede la concesión del beneficio de la libertad
provisional bajo caución, concretamente de la última de ellas, publicada el 3 de julio de 1996, se
advierte que con el propósito de facilitar el combate a la delincuencia respecto de los delitos
considerados como no graves, pero que producen una gran irritación social, el legislador federal
introdujo la posibilidad de que a petición del Ministerio Público, el Juez de la causa niegue el
referido beneficio, en atención a que el inculpado haya sido condenado con anterioridad por un
delito grave o cuando dicha representación social aporte elementos para establecer que dicha
libertad, por la conducta precedente de aquél o por las características del delito cometido,
representa un riesgo para el ofendido o la sociedad. Por otra parte, del análisis de las reformas
al artículo 387 del Código de Procedimientos Penales del Estado de Guanajuato, que también
regula la libertad provisional bajo caución, se desprende que la intención permanente del
legislador local ha sido actualizar la ley secundaria conforme a las múltiples reformas de la Ley
Fundamental, aun cuando a la fecha haya sido omiso en adecuar la fracción III de dicho
precepto a la de 3 de julio de 1996, sin que tal omisión signifique que el mencionado legislador
quiso ampliar tácitamente la garantía de la libertad provisional bajo caución, ya que de haber
sido así debió pronunciarse en tal sentido, exponiendo las razones para sostener tal
determinación, lo cual no aconteció. Ahora bien, de la interpretación de los preceptos invocados,
y en acatamiento al principio de supremacía constitucional contenido en el artículo 133 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, resulta inconcuso que las autoridades
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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judiciales del Estado de Guanajuato están facultadas directamente por el artículo 20, apartado
A, fracción I, constitucional para negar la libertad provisional bajo caución a los inculpados, aun
cuando se trate de delitos calificados como no graves, cuando así lo solicite el Ministerio Público
y aporte pruebas para evidenciar que dicha libertad implica un riesgo para el ofendido o la
sociedad, independientemente de que la legislación secundaria prevea expresamente esta
limitante; máxime si se toma en cuenta que tratándose de garantías individuales, son éstas las
que en forma directa rigen los procesos, por lo que las leyes secundarias únicamente pueden
regular el desarrollo de los postulados constitucionales, pero no modificarlos o revocarlos, y en
caso de que así sucediera, deberá atenderse en todo momento a lo que disponga la
Constitución Federal.
Contradicción de tesis 143/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Tercero y Cuarto, ambos del Décimo Sexto Circuito. 2 de febrero de 2005. Mayoría de cuatro
votos. Disidente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario:
Miguel Enrique Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 24/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dos de marzo de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Mayo de 2005
Tesis: 1a./J. 42/2005
Página: 181
FRAUDE ESPECÍFICO POR LA EXPEDICIÓN DE CHEQUES. LA CONFIGURACIÓN DE ESE
DELITO REQUIERE QUE DICHOS TÍTULOS SE PRESENTEN PARA SU COBRO DENTRO
DE LOS PLAZOS SEÑALADOS EN EL ARTÍCULO 181 DE LA LEY GENERAL DE TÍTULOS
Y OPERACIONES DE CRÉDITO. El tipo penal previsto en el artículo 387, fracción XXI, del
abrogado Código Penal para el Distrito Federal (actualmente 231, fracción XIII, del Nuevo
Código Penal del Distrito Federal), de similar contenido al del artículo 205, fracción IV, del
Código Penal para el Estado de San Luis Potosí, requiere que el cheque librado por el activo
para procurarse ilícitamente de una cosa o alcanzar un lucro indebido se presente para su cobro
en los términos de la legislación aplicable y sea rechazado por el librado por no tener el librador
cuenta en la institución o sociedad respectiva o por carecer éste de fondos suficientes para el
pago. De ahí que para que se configure el delito de fraude específico es necesario que el
cheque se presente ante el librado dentro de los plazos a que se refiere el artículo 181 de la Ley
General de Títulos y Operaciones de Crédito, la cual es la legislación aplicable a la que
expresamente remiten los citados dispositivos penales; ya que al ser el plazo de presentación
una referencia temporal contenida en el tipo delictivo, su ausencia constituye una causa de
atipicidad.
Contradicción de tesis 114/2004-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Noveno Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 6 de
abril de 2005. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Eligio Nicolás Lerma
Moreno.
Tesis de jurisprudencia 42/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha seis de abril de dos mil cinco.
205
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Mayo de 2005
Tesis: 1a./J. 66/2004
Página: 144
CONFESIÓN RENDIDA ANTE EL MINISTERIO PÚBLICO DEL FUERO COMÚN. NO ES
INDISPENSABLE SU RATIFICACIÓN ANTE EL DEL ORDEN FEDERAL PARA QUE TENGA
EFICACIA PROBATORIA. De lo dispuesto en el artículo 20, apartado A, fracción II, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se advierte que en el procedimiento
penal la confesión sólo puede rendirse ante el Ministerio Público o el órgano jurisdiccional para
que tenga eficacia probatoria. Ahora bien, si se atiende a que entre los requisitos que señala
para que la confesión tenga validez jurídica como medio de prueba, no se encuentra el relativo
a que cuando aquélla se rinda ante una representación social distinta de la federal, sea
ratificada ante el Ministerio Público de la Federación, y que en términos del artículo 180, primer
párrafo, del Código Federal de Procedimientos Penales, para la comprobación del cuerpo del
delito y la probable responsabilidad del indiciado, el Ministerio Público y los tribunales gozarán
de la acción más amplia para emplear los medios de investigación que estimen conducentes,
según su criterio, se concluye que, tratándose de delitos federales, válidamente puede tomarse
en consideración la declaración rendida por el acusado, ante el órgano investigador del fuero
común, aunque no esté ratificada ante la autoridad federal respectiva.
Contradicción de tesis 95/2003-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Cuarto Circuito.
23 de junio de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario:
Manuel González Díaz.
Tesis de jurisprudencia 66/2004. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha siete de julio de dos mil cuatro.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Mayo de 2005
Tesis: 1a./J. 17/2005
Página: 15
ACCIÓN PENAL. EL PRESUNTO RESPONSABLE TIENE INTERÉS JURÍDICO PARA
PROMOVER JUICIO DE AMPARO INDIRECTO CONTRA LA ABSTENCIÓN DEL
MINISTERIO PÚBLICO DE PRONUNCIARSE SOBRE EL EJERCICIO O DESISTIMIENTO DE
AQUÉLLA. De la interpretación conjunta de los artículos 1o. y 21, párrafo cuarto, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que prevén, respectivamente, que
dentro del territorio nacional todo individuo gozará de las garantías que otorga la propia
Constitución, las cuales únicamente podrán restringirse o suspenderse en los casos y con las
condiciones que ella establezca y que las resoluciones del Ministerio Público sobre el no
ejercicio y desistimiento de la acción penal podrán impugnarse por vía jurisdiccional, se advierte
que la propia Constitución Federal consagra a favor de los gobernados interesados el derecho
206
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
de impugnar las resoluciones del Ministerio Público sobre el no ejercicio o desistimiento de la
acción penal, así como la abstención de dicha representación social de pronunciarse al
respecto, siendo procedente el juicio de amparo indirecto contra tales actos u omisiones,
mientras no se establezca en la legislación penal secundaria un medio de defensa ordinario.
Ahora bien, la referida garantía no sólo permite a la víctima u ofendido de un delito, al
denunciante o querellante y a sus familiares interponer el juicio de amparo contra la abstención
del Ministerio Público de pronunciarse sobre el ejercicio o desistimiento de la acción penal, sino
que también el presunto responsable tiene interés jurídico para interponerlo, en tanto que tal
abstención afecta su esfera jurídica al dejarlo en estado de incertidumbre sobre su situación
jurídica respecto de los resultados arrojados por la averiguación previa, ya que desconoce si las
conductas por él realizadas se adecuan a algún tipo penal establecido en la ley o si, por el
contrario, no hay elementos suficientes que acrediten el cuerpo del delito y su presunta
responsabilidad en los hechos denunciados.
Contradicción de tesis 105/2004-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Sexto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Tercer Circuito. 19 de enero de 2005. Mayoría de tres votos. Disidentes: José de Jesús Gudiño
Pelayo y José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretario: Carlos Mena Adame.
Tesis de jurisprudencia 17/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dieciséis de febrero de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXI, Junio de 2005
Tesis: 1a./J. 48/2005
Página: 5
COMPETENCIA EN AMPARO. SE SURTE A FAVOR DEL JUEZ DE DISTRITO EN CUYA
JURISDICCIÓN ESTÉ RECLUIDO EL QUEJOSO, EN EL MOMENTO EN QUE SE LE NIEGUE
O NO SE DÉ TRÁMITE A SU SOLICITUD DE OTORGAMIENTO RESPECTO DE ALGUNO
DE LOS BENEFICIOS PARA SUSPENDER LA EJECUCIÓN DE LA PENA DE PRISIÓN. Del
artículo 36 de la Ley de Amparo se advierten tres reglas para fijar la competencia de los Jueces
de Distrito, a saber: a) será competente el del lugar en que deba tener ejecución, trate de
ejecutarse, se ejecute o se haya ejecutado el acto reclamado; b) cuando el acto haya
comenzado a ejecutarse en un distrito y siga ejecutándose en otro, será competente cualquiera
de los Jueces de esas jurisdicciones, a prevención; y, c) cuando el acto reclamado no requiera
ejecución material, será competente el Juez de Distrito en cuya jurisdicción resida la autoridad
que hubiese dictado la resolución reclamada. Ahora bien, si se toma en cuenta que el reo está
privado de su libertad en el momento en el que solicita la concesión de alguno de los beneficios
previstos en la ley para suspender la ejecución de la pena de prisión, es indudable que
conforme a la primera regla de competencia citada, dicho acto se seguirá ejecutando en el lugar
donde aquél esté recluido y, por ende, cuando se niegue el beneficio o no se dé trámite a la
solicitud indicada, resulta competente para conocer del juicio de garantías relativo el Juez de
Distrito en cuya jurisdicción se ubique el centro penitenciario.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Contradicción de tesis 141/2004-PS. Entre las sustentadas por el Noveno Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito y el Cuarto Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito.
23 de febrero de 2005. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretaria: Beatriz Joaquina Jaimes Ramos.
Tesis de jurisprudencia 48/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintisiete de abril de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Julio de 2005
Tesis: 1a./J. 29/2005
Página: 316
ROBO SIMPLE ENTRE CÓNYUGES. SE CONFIGURA AUN CUANDO RECAIGA SOBRE
BIENES PERTENECIENTES A LA SOCIEDAD CONYUGAL (LEGISLACIONES DE LOS
ESTADOS DE CHIAPAS Y GUERRERO). El tipo penal de robo simple previsto en los Códigos
Penales de los Estados de Guerrero y Chiapas no atiende a la calidad o al carácter del sujeto
activo ni establece excluyentes a favor de los cónyuges, por lo que desde el punto de vista
normativo nada impide que se configure ese delito entre los consortes, máxime si se considera
que es clara y expresa la intención del legislador de incluirlos como sujetos activos al señalar en
los artículos 185 y 186 de los ordenamientos legales citados, respectivamente, que es necesaria
la querella del cónyuge ofendido, sin hacer distinción alguna respecto a cuál sea el régimen
patrimonial del matrimonio, rigiendo el principio de que cuando la ley no distingue, el intérprete
no debe hacerlo, además de que en materia penal rige el diverso de exacta aplicación de la ley.
En ese sentido, aun tratándose del régimen patrimonial de sociedad conyugal, ya sea adoptado
convencionalmente o aplicable por la ley en forma supletoria, salvo que se haya capitulado en el
sentido de que determinados bienes se excluirán de dicho régimen, y mientras éste no sea
disuelto, pueden integrarse los elementos típicos del robo simple, en virtud de que los bienes
comunes se encuentran destinados a la realización de fines también comunes, que son los
propios del matrimonio, y en tanto que su dominio y administración residen en ambos cónyuges
por igual y bajo común acuerdo, sin que tales atributos correspondan a uno solo en lo individual.
De este modo, si uno de ellos, sin consentimiento del otro, se apodera para sí de los bienes
comunes sustrayéndolos de los fines a los que están afectos y de la esfera de dominio del otro,
se configura el referido tipo penal, de acuerdo a lo siguiente: a) apoderamiento de un bien
mueble: cuando uno de los cónyuges lo sustraiga de la esfera de dominio del otro y disponga de
él para sí con exclusión del otro cónyuge; b) ajeno: ya que la propiedad del bien no corresponde
en su totalidad al sujeto activo y, por tanto, le es ajeno en la parte del otro cónyuge, de la cual
está disponiendo indebidamente, causándole perjuicio patrimonial; c) sin consentimiento tácito o
expreso de quien por ley pueda otorgarlo: su consorte, y d) sin derecho: al no existir disposición
legal o de autoridad competente que lo autorice para disponer del bien en su totalidad y al
carecer del consentimiento del otro cónyuge. Lo anterior, independientemente de que en cada
caso la configuración del robo simple o genérico sea sustentada con los elementos convictivos
de hecho y de prueba que acrediten plenamente la adecuación de la conducta del activo al tipo
penal.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Contradicción de tesis 46/2002-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Vigésimo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Primer Circuito. 19 de enero
de 2005. Mayoría de tres votos. Disidentes: José de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón
Cossío Díaz. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosalía Argumosa
López.
Tesis de jurisprudencia 29/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dieciséis de marzo de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Julio de 2005
Tesis: 1a./J. 70/2005
Página: 247
QUERELLA FORMULADA POR UN SERVIDOR PÚBLICO. PARA EFECTOS DE VERIFICAR
SU LEGITIMACIÓN, EL MINISTERIO PÚBLICO SÓLO DEBE CERCIORARSE DE QUE LA
LEGISLACIÓN APLICABLE SE LO PERMITA, SIN QUE ELLO IMPLIQUE ANALIZAR LAS
FACULTADES DE QUIEN LE OTORGÓ SU NOMBRAMIENTO. La presentación debida de la
querella es un presupuesto procesal indispensable en los delitos perseguibles a petición de
parte, por lo que es evidente que cuando un servidor público la formule, el Ministerio Público,
para poder ejercitar la acción penal, sólo debe cerciorarse de que aquél está legitimado para
ello en términos de la normativa específica que regule su actividad, sin que ello implique
verificar la legitimidad de su nombramiento como tal, esto es, si el funcionario que lo designó en
el cargo estaba facultado para hacerlo, pues ese requisito no lo exige el artículo 119 del Código
Federal de Procedimientos Penales, el cual sólo obliga a la representación social recepcionaria
de una querella por escrito a que se cerciore de la identidad del querellante, de que éste está
legitimado para formular querellas, y de la autenticidad de los documentos en que aparezca
formulada y en los que se apoye ésta; de ahí que baste con que la legislación aplicable le
permita al servidor público formular querella para que se tenga por cumplido el requisito de la
legitimación.
Contradicción de tesis 16/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Cuarto Circuito, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer
Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito. 8 de junio de
2005. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Roberto Ávila Ornelas.
Tesis de jurisprudencia 70/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha ocho de junio de dos mil cinco.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Julio de 2005
Tesis: 1a./J. 41/2005
Página: 221
PRUEBAS EN LA AVERIGUACIÓN PREVIA. LA NEGATIVA DEL MINISTERIO PÚBLICO
PARA RECIBIR LAS OFRECIDAS POR EL INDICIADO NO PRIVADO DE SU LIBERTAD ES
UN ACTO DE EJECUCIÓN DE IMPOSIBLE REPARACIÓN IMPUGNABLE EN AMPARO
INDIRECTO. El acuerdo del Ministerio Público que niega la recepción de pruebas en la
averiguación previa, ofrecidas por el indiciado no privado de su libertad, constituye un acto de
ejecución de imposible reparación impugnable en amparo indirecto al violar la garantía de
defensa contenida en el artículo 20, apartado A, fracción V, de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos. Ello es así, porque aunque el procedimiento penal es único, en
términos del artículo 1o. del Código Federal de Procedimientos Penales, aquél consta de tres
etapas, a saber: la averiguación previa, la preinstrucción y la instrucción, las cuales tienen
independencia procesal no sólo por el cambio de naturaleza de la representación social durante
la secuela procedimental -que en la averiguación previa actúa como autoridad y en las restantes
etapas como una parte procesal subordinada a las decisiones del órgano jurisdiccional-, sino
porque superar la etapa de averiguación previa trae aparejadas otras secuelas para las demás
partes, sobre todo para el indiciado, quien quedará a disposición de la autoridad judicial, y
probablemente sujeto a proceso en virtud de un auto de formal prisión, y aunque dichas
consecuencias procesales no sean resultado directo de la negativa del Ministerio Público a
aceptar una prueba, sino del ejercicio de la acción penal, sí pueden considerarse como
resultado de una violación a la garantía de defensa, que quedaría irreparablemente consumada,
pues si bien puede combatirse ante el órgano jurisdiccional, ello ocurriría en otra etapa procesal
cuya independencia está perfectamente determinada, y en la que necesariamente habrá
cambiado la situación jurídica del agraviado.
Contradicción de tesis 69/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Tercer Circuito, y el Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 6 de abril de 2005. Mayoría de tres votos.
Disidentes: José de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Juan N. Silva
Meza. Secretario: Roberto Ávila Ornelas.
Tesis de jurisprudencia 41/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha seis de abril de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Julio de 2005
Tesis: 1a./J. 68/2005
Página: 196
MENORES INFRACTORES. LA RESOLUCIÓN QUE IMPONGA LA MEDIDA DE
TRATAMIENTO EN INTERNACIÓN DEBE FIJAR SU DURACIÓN DE FORMA
DETERMINADA E INDIVIDUALIZADA. Conforme a la Ley para el Tratamiento de Menores
Infractores, para el Distrito Federal en Materia Común y para toda la República en Materia
Federal, cuando a los menores se les encuentre responsables de la comisión de conductas
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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ilícitas que ameriten la aplicación de la medida de tratamiento en internación -la cual implica la
privación de su libertad- aquélla deberá fijarse de manera individualizada. Así, para que la
resolución que imponga el internamiento del menor en un centro de tratamiento respete la
garantía de seguridad jurídica, deberá precisar su duración, ya que la circunstancia de que para
su aplicación previamente deba tomarse en cuenta el dictamen elaborado por el Comité Técnico
Interdisciplinario, con base en el diagnóstico biopsicosocial del menor, no justifica que el tiempo
de internamiento quede señalado genérica e indeterminadamente entre un mínimo y un
máximo, pues por tratarse de una privación de la libertad del infractor, tal medida debe
individualizarse y determinarse con la mayor precisión posible, a partir de los elementos
proporcionados en el dictamen del referido comité. Lo anterior, sin perjuicio de la facultad de los
consejeros para liberar al menor de la medida impuesta, si con motivo de nuevas evaluaciones
apareciere que éste ha sido readaptado a la sociedad, en términos del artículo 61 de la ley
señalada.
Contradicción de tesis 35/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Séptimo y Noveno, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 1o. de junio de 2005. Cinco
votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Pedro Arroyo Soto.
Tesis de jurisprudencia 68/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha primero de junio de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Julio de 2005
Tesis: 1a./J. 67/2005
Página: 128
DERECHOS POLÍTICOS. PARA QUE SE SUSPENDAN CON MOTIVO DEL DICTADO DE
UNA SENTENCIA QUE IMPONGA UNA SANCIÓN O LA PENA DE PRISIÓN, NO ES
NECESARIO QUE ASÍ LO HAYA SOLICITADO EL MINISTERIO PÚBLICO. Los derechos
políticos del ciudadano señalados en el artículo 35 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, encuentran su limitación en las hipótesis suspensivas contempladas en las
fracciones II, III y VI del artículo 38 constitucional, de manera que cuando se suspenden los
derechos políticos durante la extinción de una pena privativa de libertad en términos de la citada
fracción III, se está en presencia de una pena regulada en los artículos 24, inciso 12, 45,
fracción I y 46 del Código Penal Federal, así como en los diversos 30, 56, 57, fracción I y 58 del
Nuevo Código Penal para el Distrito Federal, al prever, como una de las clases de suspensión
de derechos, la que se establece por ministerio de ley como consecuencia necesaria de la
imposición de una sanción o de la pena de prisión. Ahora bien, la circunstancia de que la
suspensión de derechos políticos, se imponga por ministerio de ley como consecuencia
necesaria de la citada imposición, implica que una vez que el gobernado se ubica en la
hipótesis constitucional -como cuando se extingue una pena privativa de libertad-, no se
requiere un acto voluntario diverso para que se produzcan sus consecuencias, sino que operan
de manera inmediata. De esta forma, la suspensión de derechos por ministerio de ley, es la que
de manera intrínseca se produce como consecuencia necesaria de la imposición de una
sanción o de la pena de prisión, que el Juez debe tomar en cuenta ineludiblemente al dictar
sentencia; por lo que es innecesario que en estos casos el Ministerio Público (del fuero común o
del fuero federal) solicite la indicada suspensión en la etapa procedimental en la que formula
sus conclusiones acusatorias. En consecuencia, si el órgano jurisdiccional, al momento de
dictar la sentencia respectiva y en ejercicio de sus facultades, suspende los derechos políticos
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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del sentenciado, no rebasa la acusación, ya que dicha suspensión no está supeditada a la
solicitud del Ministerio Público, sino a lo dispuesto por una norma constitucional, la cual se
desarrolla por otra de carácter secundario en los términos apuntados.
Contradicción de tesis 89/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Noveno
y Décimo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 4 de mayo de 2005. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario:
Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 67/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha primero de junio de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Julio de 2005
Tesis: 1a./J. 63/2005
Página: 107
DELITO CONTRA LA SALUD. CUÁNDO DEBE TENERSE POR CONFIGURADA LA
MODALIDAD DE TRANSPORTACIÓN. El artículo 194, fracción I, del Código Penal Federal
vigente, establece como modalidad del delito contra la salud la "transportación" del narcótico o
droga. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tomando en
consideración los diversos criterios emitidos desde la Séptima Época en relación con dicha
modalidad, y considerando que la acción de transportar necesariamente implica llevar uno o
más objetos de un lugar a otro, considera que el sentido jurídico de la modalidad de
"transportación" se configura cuando se acredite que la droga o narcótico se trasladó de un
lugar a otro, sin la autorización correspondiente a que se refiere la Ley General de Salud, por lo
cual no se requiere que el traslado se realice hasta el destino que se tenía previsto.
Contradicción de tesis 165/2004-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Tercer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del Sexto Circuito,
actualmente en Materia Civil y el Primer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito. 13 de abril de
2005. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Rosalba Rodríguez Mireles.
Tesis de jurisprudencia 63/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veinticinco de mayo de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Julio de 2005
Tesis: 1a./J. 83/2005
Página: 68
CONTRABANDO PRESUNTO DE VEHÍCULOS EXTRANJEROS. SE PRESUME QUE
FUERON INTRODUCIDOS AL TERRITORIO NACIONAL POR QUIEN LOS POSEA, LOS
PORTE O SE OSTENTE COMO SU PROPIETARIO FUERA DE LA ZONA DE VIGILANCIA
ADUANAL, SALVO PRUEBA EN CONTRARIO (INTERPRETACIÓN DE LOS ARTÍCULOS
102 Y 103, FRACCIÓN II, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN). La fracción II del
artículo 103 del Código Fiscal de la Federación prevé un tipo penal de los denominados
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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complementarios, pues su actualización requiere la aplicación del tipo básico del cual depende,
que en este caso lo constituye el delito de contrabando establecido en el diverso numeral 102
del referido código; de manera que para determinar los elementos típicos del delito de
contrabando presunto es necesario estudiar conjuntamente ambos preceptos, de los cuales se
desprende que se presume cometido el delito de contrabando cuando: a) se introduzcan al país
vehículos de procedencia extranjera; b) dichos vehículos se encuentren fuera de la zona de
veinte kilómetros en cualquier dirección, contados en línea recta a partir de los límites extremos
de la zona urbana de las poblaciones fronterizas, y c) no cuente con el permiso de la autoridad
correspondiente. Ahora bien, aun cuando la aludida fracción II del artículo 103 no establece
como elemento del tipo la posesión del vehículo extranjero y prevé una situación posterior a su
introducción (cuando ya están dentro del territorio nacional), se entiende que si éstos se
encuentran fuera de la mencionada zona de vigilancia aduanal, la sola objetividad de su
hallazgo ubica como responsable del ilícito a quien los posea, se ostente como propietario o sea
su portador, sin contar con la documentación que acredite su legal introducción o estancia en el
país, pues se presume que fueron introducidos por quien asuma la tenencia de tales vehículos,
salvo prueba en contrario. Por otra parte, si bien es cierto que el artículo 103, fracción II, del
Código Fiscal de la Federación establece que la conducta descrita presume la comisión del
delito de contrabando, también lo es que dicha presunción no es absoluta, ya que dentro de la
dinámica del procedimiento penal el sujeto activo está en posibilidad de demostrar que la
introducción del vehículo extranjero no le es imputable o, en su caso, que lo internó cumpliendo
con todos los requisitos que exige la Ley Aduanera, mediante la exhibición de la documentación
respectiva.
Contradicción de tesis 158/2004-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Octavo Circuito. 22 de junio de
2005. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: Juan N. Silva
Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 83/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintidós de junio de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Julio de 2005
Tesis: 1a./J. 52/2005
Página: 42
AVERIGUACIÓN PREVIA. EL ACCESO A SUS ACTUACIONES POR LAS PARTES
LEGITIMADAS PARA ELLO, NO IMPLICA EL DERECHO A QUE SE LES EXPIDAN COPIAS
(INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 16 DEL CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS
PENALES). La fracción VII del apartado A del artículo 20 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos consagra en beneficio de todo inculpado sujeto a un proceso penal
el derecho a una defensa adecuada, lo cual implica que se le faciliten los datos que consten en
aquél y que requiera para su defensa. Ahora bien, conforme a la reforma publicada en el Diario
Oficial de la Federación de 3 de julio de 1996, mediante la cual se adicionó un párrafo cuarto a
la fracción X del citado precepto constitucional, las garantías previstas en sus fracciones VII y
IX, que en un principio sólo eran aplicables durante la tramitación del proceso penal, también
fueron incorporadas a la averiguación previa, aunque limitándose a lo establecido en las leyes
secundarias. Por otra parte, el segundo párrafo del artículo 16 del Código Federal de
Procedimientos Penales señala que las únicas personas que tendrán acceso a las actuaciones
de la averiguación previa serán el inculpado, su defensor y la víctima u ofendido y/o su
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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representante legal, en caso de que los hubiera, y establece que el funcionario que
indebidamente quebrante la reserva de las actuaciones o proporcione copia de ellas o de los
documentos que obren en la averiguación incurrirá en responsabilidad; de donde se advierte
que el Ministerio Público está impedido para otorgar dichas copias, lo cual es acorde con la
garantía de defensa contenida en las fracciones VII y IX del artículo 20, apartado A, de la
Constitución Federal, en tanto que ésta dispone que tratándose de la averiguación previa, dicha
garantía se otorgará con las limitantes, términos y requisitos que las leyes secundarias
determinen, es decir, si bien es cierto que las partes tienen derecho a que se les proporcione
toda la información que requieran para su defensa, también lo es que el hecho de que el
Ministerio Público no pueda proporcionar copias -en aras de proteger la reserva de las
actuaciones-, en nada restringe el aludido derecho, pues aun cuando no se les proporcionen
copias, el referido artículo 16 prevé que podrán tener acceso a las actuaciones de las que se
podrán tomar todos los datos que estimen indispensables. De manera que si la fracción VII,
apartado A, del artículo 20 constitucional no exige que los datos solicitados por el inculpado, su
defensor y la víctima y ofendido y/o su representante legal, para preparar su defensa y que
consten en la averiguación o en el proceso, sean pedidos precisamente por escrito y
ministrados en forma de copias simples o certificadas, basta que el expediente respectivo sea
puesto a la vista de las partes para que puedan consultarlo.
Contradicción de tesis 150/2004-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Noveno Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito. 4 de
mayo de 2005. Mayoría de tres votos. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Ausente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 52/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha cuatro de mayo de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Agosto de 2005
Tesis: 1a./J. 58/2005
Página: 268
VIOLACIÓN. NO SE ACTUALIZA EL CONCURSO REAL DE DELITOS CUANDO SE IMPONE
LA CÓPULA POR DIVERSAS VÍAS DURANTE EL MISMO LAPSO Y SIN HABER CESADO
LOS MEDIOS COMISIVOS RESPECTO DEL MISMO SUJETO PASIVO. El concurso real de
delitos no se actualiza cuando el sujeto activo en el tipo penal de violación previsto en el artículo
265 del abrogado Código Penal para el Distrito Federal, lleva a cabo la imposición de la cópula
por diversas vías en un solo hecho circunscrito en el mismo lapso, con unidad de resolución, sin
que hubieran cesado los medios comisivos y respecto del mismo sujeto pasivo. Lo anterior es
así, porque aunque se trate de diversos actos, producen un resultado final que es el menoscabo
o afectación a la libertad sexual del individuo, resultado de la unificación de varios hechos
naturalmente separados bajo una sola figura -que es lo que la doctrina jurídica comúnmente
denomina ‘delito plurisubsistente’-. En efecto, para que exista concurso real de delitos, además
de pluralidad de acciones, deben darse varios designios o propósitos delictivos, lo que en el
caso no ocurre porque existe unidad de propósito delictivo y de lesión jurídica; de ahí que se
trate de un solo hecho delictivo que, en su caso, podrá sancionarse con una pena mayor, de
conformidad con los artículos 51 y 52 del citado código.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 46/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Quinto
y Séptimo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 19 de enero de 2005. Mayoría de tres
votos. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz y Olga Sánchez Cordero. Ponente: Olga Sánchez
Cordero. Encargado del engrose: Juan N. Silva Meza. Secretaria: Rosaura Rivera Salcedo.
Tesis de jurisprudencia 58/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veinticinco de mayo de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Agosto de 2005
Tesis: 1a./J. 86/2005
Página: 215
SUSPENSIÓN DE DERECHOS PARA EL USO DE LICENCIA PARA CONDUCIR
VEHÍCULOS AUTOMOTORES. NO PROCEDE IMPONERLA COMO PENA AUTÓNOMA,
DIFERENTE DE LA QUE SURGE POR MINISTERIO DE LEY EN DELITOS CULPOSOS
(LEGISLACIÓN PENAL DEL DISTRITO FEDERAL). El artículo 76, primer párrafo, del Nuevo
Código Penal para el Distrito Federal prevé de manera general la punibilidad de los delitos
culposos; y que además se impondrá, en su caso, suspensión o privación definitiva de derechos
para ejercer profesión, oficio, autorización, licencia o permiso. Por su parte, el artículo 57 del
citado código establece dos clases de suspensión de derechos: la primera, que se impone por
ministerio de ley como consecuencia necesaria de la pena de prisión, la cual comienza y
concluye con la pena de la que sea consecuencia; la segunda, que se fija como pena
autónoma, en cuyo caso, cuando se decreta junto con una pena privativa de libertad,
comenzará al cumplirse ésta y su duración será la señalada en la sentencia. Ahora bien, si la
suspensión de derechos no se impone acompañada de una pena de prisión, empezará a contar
desde que la sentencia cause ejecutoria; de lo que deriva que este último tipo de suspensión no
es una consecuencia necesaria de la pena de prisión y su aplicación concierne al órgano
jurisdiccional. Sin embargo, con excepción de los casos de homicidio y de lesiones previstos en
los artículos 140 y 141, el mencionado código no indica expresamente cuáles son los límites
mínimo y máximo de duración de la suspensión de derechos fijada como pena autónoma, por lo
que el señalamiento de tales límites queda sujeto al prudente arbitrio y valoración del órgano
jurisdiccional; de ahí que con fundamento en el artículo 19 del código señalado -que prevé que
los delitos culposos solamente serán punibles en los casos expresamente determinados por la
ley- así como en el artículo 14, tercer párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos -que consagra la garantía de exacta aplicación de la ley en materia penal-, mientras
no se reforme o adicione esa legislación ordinaria en el aspecto de la omisión indicada, no debe
imponerse la sanción de suspensión del uso de licencia para conducir vehículos automotores
como pena autónoma en los delitos culposos, cuando sea diferente de la impuesta por
ministerio de ley como consecuencia necesaria de la pena de prisión.
Contradicción de tesis 101/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto,
Séptimo y Octavo, todos en Materia Penal del Primer Circuito. 1o. de junio de 2005. Cinco
votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Manuel González Díaz.
Tesis de jurisprudencia 86/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintinueve de junio de dos mil cinco.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Agosto de 2005
Tesis: 1a./J. 54/2005
Página: 58
COMPETENCIA EN AMPARO. SE SURTE A FAVOR DEL JUEZ DE DISTRITO EN CUYA
JURISDICCIÓN ESTÁ RECLUIDO EL QUEJOSO, CUANDO LA AUTORIDAD
ADMINISTRATIVA OMITE PROVEER SOBRE LA SOLICITUD DE LIBERTAD ANTICIPADA.
Del artículo 36 de la Ley de Amparo se advierten tres reglas para fijar la competencia en
amparo de los Jueces de Distrito, a saber: a) será competente el del lugar en que deba tener
ejecución, trate de ejecutarse, se ejecute o se haya ejecutado el acto reclamado; b) cuando el
acto haya comenzado a ejecutarse en un Distrito y siga ejecutándose en otro, será competente
cualquiera de los Jueces de esas jurisdicciones, a prevención; y, c) cuando el acto reclamado
no requiera ejecución material, será competente el Juez de Distrito en cuya jurisdicción resida la
autoridad que hubiese dictado la resolución reclamada. Ahora bien, si se toma en consideración
que el reo, estando privado de su libertad en virtud de la sentencia condenatoria dictada en su
contra, al solicitar el otorgamiento del beneficio de libertad anticipada continuará privado de
ella, es indudable que conforme a la primera regla de competencia citada, dicho acto se seguirá
ejecutando en el lugar donde aquél esté recluido y, por ende, cuando la autoridad administrativa
omite proveer sobre la mencionada solicitud, resulta competente para conocer del juicio de
garantías relativo el Juez de Distrito en cuya jurisdicción se ubique el centro penitenciario.
Contradicción de tesis 1/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo
y Cuarto, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 11 de mayo de 2005. Cinco votos.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Jesús Antonio Sepúlveda Castro.
Tesis de jurisprudencia 54/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha once de mayo de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Septiembre de 2005
Tesis: 1a./J. 75/2005
Página: 209
ROBO CALIFICADO. LA AGRAVANTE PREVISTA EN EL ARTÍCULO 224, FRACCIÓN III,
DEL NUEVO CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL, SE ACTUALIZA CUANDO LA
VÍCTIMA SE ENCUENTRA EN UNA BICICLETA. El citado precepto establece como agravante
del delito de robo el hecho de que éste se cometa cuando el sujeto pasivo se encuentre en un
vehículo particular o de transporte público. Ahora bien, de una interpretación armónica y
sistemática de dicho artículo, de las razones que motivaron al legislador para establecer la
mencionada calificativa, así como del concepto gramatical de "vehículo", dentro del cual quedan
comprendidas las bicicletas por constituir medios de transporte terrestre, se concluye que el
delito de robo calificado se actualiza con la sola circunstancia de que la víctima se encuentre en
una bicicleta, pues si el artículo 224, fracción III, del Nuevo Código Penal para el Distrito Federal
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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se refiere a vehículos en general, sin hacer distinción alguna respecto a sus características o a
la materia del robo, al ser el derecho penal de aplicación estricta, debe regir la regla consistente
en que donde el legislador no distingue el juzgador no puede hacerlo.
Contradicción de tesis 39/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo, Quinto y Séptimo, todos en Materia Penal del Primer Circuito. 18 de mayo de 2005.
Mayoría de tres votos. Disidentes: Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Carmen Vergara López.
Tesis de jurisprudencia 75/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintidós de junio de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Septiembre de 2005
Tesis: 1a./J. 92/2005
Página: 185
MINISTERIO PÚBLICO. EN EL CASO DE SU ABSTENCIÓN PARA ORDENAR EL ARCHIVO
DE UNA AVERIGUACIÓN PREVIA, EL INDICIADO TIENE INTERÉS JURÍDICO PARA
PROMOVER JUICIO DE AMPARO CONTRA TAL OMISIÓN. De la interpretación conjunta de
los artículos 103 y 113, párrafo primero, del Código de Procedimientos Penales para el Estado
de Jalisco, se desprende que la obligación ministerial de archivar la averiguación previa, si
transcurre más de un año sin elementos suficientes para ejercer la acción penal, no puede
quedar al arbitrio del representante social, en tanto que las normas en estudio no le confieren
una facultad discrecional. Ahora bien, si se toma en cuenta que la obligación en estudio tiene,
de facto, los efectos de una resolución de no ejercicio de la acción penal, en la medida en que,
aprobado el archivo por el procurador general de Justicia, impide que la averiguación previa se
ponga nuevamente en movimiento, la omisión en que incurra la representación social de
cumplir con la obligación en cuestión, tiene una repercusión procesal directa ya que permite que
continúe abierta una averiguación previa que, en términos de la normatividad adjetiva aplicable,
ya debía haber sido archivada. Es decir, que al no archivarse la averiguación previa, la misma
queda abierta indefinidamente, con la consecuencia de que el indiciado continúa teniendo tal
categoría procesal, también indefinidamente, lo cual se traduce en una afectación a su esfera
jurídica, teniendo en consecuencia interés para acudir al juicio de amparo.
Contradicción de tesis 100/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Primero y
Segundo, ambos en Materia Penal del Tercer Circuito. 19 de enero de 2005. Mayoría de tres
votos. Disidentes: José de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cossío Díaz. Ponente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Encargado del engrose: Juan N. Silva Meza. Secretario: José de Jesús
Bañales Sánchez.
Tesis de jurisprudencia 92/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintinueve de junio de dos mil cinco.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Septiembre de 2005
Tesis: 1a./J. 110/2005
Página: 148
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN EN EL JUICIO DE AMPARO DIRECTO A QUE
ALUDE EL ARTÍCULO 172 DE LA LEY DE AMPARO. NO PROCEDE CONCEDERLA
CUANDO SE TRATA DE DELITOS GRAVES. Conforme al artículo 20, apartado A, fracción I,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en todo proceso penal la
concesión de la libertad provisional bajo caución procederá siempre y cuando no se trate de
delitos en que, por su gravedad, la ley expresamente prohíba conceder este beneficio, por lo
que la libertad caucional que puede conceder o negar la autoridad responsable al resolver sobre
la suspensión de la pena privativa de libertad en el juicio de amparo directo a que se refiere el
artículo 172 de la Ley de Amparo, de acuerdo a su naturaleza jurídica, tiene su fundamento en
dicho precepto constitucional, del cual emanan todas las normas secundarias que regulan ese
derecho sustantivo o fundamental del gobernado. Lo anterior es así en virtud de que al
promoverse el juicio de amparo directo, la sentencia definitiva condenatoria queda sub júdice y,
por tanto, el proceso penal no concluye, por lo que seguirá rigiendo el imperativo constitucional
de que tratándose de delitos graves, la libertad provisional es improcedente. Además, el artículo
172 de la Ley de Amparo no ofrece margen a la discrecionalidad de la autoridad responsable
para que a su prudente arbitrio resuelva sobre la procedencia o no de la libertad provisional,
sino que se concederá si procediere, pues admitir que la autoridad responsable puede, a su
libre arbitrio, determinar en cada caso la procedencia o no de la libertad provisional
considerando el quantum de la pena impuesta, la reglamentación de los sustitutivos de la pena,
de la libertad preparatoria o de la condena condicional, significaría la creación de nuevas reglas
que superan las previstas por una norma constitucional.
Contradicción de tesis 22/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Segundo Circuito.
13 de julio de 2005. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 110/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha trece de julio de dos mil cinco.
Materia(s): Constitucional, Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Septiembre de 2005
Tesis: 1a./J. 105/2005
Página: 129
INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA. CUANDO EXISTA CONFLICTO DE LEYES EN EL
TIEMPO ENTRE NORMAS SANCIONADORAS QUE PRESCRIBEN LA APLICACIÓN DE
MÁS DE UNA PENA, EL JUZGADOR NO PUEDE SECCIONARLAS. El principio de legalidad
en materia penal, consagrado en el artículo 14 constitucional, prescribe que corresponde en
exclusiva al legislador establecer, por medio de leyes, los delitos y las penas aplicables por su
comisión. A la luz de dicho principio, es de estimarse que en aquellos casos en que existe un
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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conflicto de leyes en el tiempo entre normas que establecen, cada una de ellas, distintas penas
que deben ser aplicadas al condenado como consecuencia de la comisión del delito, el juzgador
debe seleccionar aquella norma que resulte más benéfica para el inculpado, pero en los exactos
términos en que ésta fue prevista por el legislador. En consecuencia, en ese tipo de casos, el
juzgador no puede seccionar las disposiciones sancionadoras en conflicto, con el objeto de
seleccionar, entre la totalidad de penas previstas en éstas, aquellas que aisladamente
consideradas resultan más benéficas para el inculpado, puesto que tal proceder equivaldría a
crear una pena nueva, distinta a las contempladas por el legislador en las normas que se
encuentran en conflicto, con base en los elementos integrantes de cada una de ellas. Situación
que contraviene de manera flagrante el principio constitucional antes referido.
Contradicción de tesis 48/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo, Tercero y Quinto, todos en Materia Penal del Primer Circuito. 8 de junio de 2005.
Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: José Alberto Tamayo
Valenzuela.
Tesis de jurisprudencia 105/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha trece de julio de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Septiembre de 2005
Tesis: 1a./J. 96/2005
Página: 115
FRAUDE PROCESAL. PARA QUE SE CONFIGURE ESE DELITO ES INNECESARIO QUE
EXISTA UNA SENTENCIA QUE RESUELVA EL FONDO DEL JUICIO RESPECTO DEL QUE
HA HABIDO SIMULACIÓN O ALTERACIÓN DE LOS ELEMENTOS DE PRUEBA
(LEGISLACIONES DE LOS ESTADOS DE GUANAJUATO Y VERACRUZ). Conforme a los
artículos 266 del Código Penal del Estado de Guanajuato y 272 del Código Penal del Estado de
Veracruz (vigente hasta el 31 de diciembre de 2003), se configura el delito de fraude procesal
cuando el sujeto activo altera o simula cualquier elemento de prueba con la finalidad de
provocar una resolución judicial de la que derive un beneficio o perjuicio indebido. Ahora bien, si
por resolución judicial se entiende cualquier determinación emitida por un juzgador, ya sea en el
desarrollo de un proceso sometido a su conocimiento, o bien al decidir sobre el fondo del
conflicto, es indudable que para tener por acreditado el delito referido es innecesario que exista
una sentencia que resuelva el fondo del asunto, pues basta con que el sujeto activo obtenga un
beneficio indebido mediante cualquier acuerdo dentro del proceso.
Contradicción de tesis 134/2004-PS. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado del
Décimo Sexto Circuito y el entonces Primer Tribunal Colegiado del Séptimo Circuito,
actualmente en Materias Administrativa y de Trabajo. 6 de julio de 2005. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo; en su
ausencia hizo suyo el asunto José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Nínive Ileana Penagos
Robles.
Tesis de jurisprudencia 96/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha seis de julio de dos mil cinco. México, Distrito Federal, siete de julio de dos mil cinco.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005
Tesis: 1a./J. 107/2005
Página: 594
TRASLACIÓN DEL TIPO. ES LEGALMENTE POSIBLE ENTRE LA CONDUCTA DE FRAUDE
ESPECÍFICO PREVISTA EN EL ARTÍCULO 194, FRACCIÓN XVIII Y LA CONTENIDA EN EL
ARTÍCULO 246-E (CÓDIGO PENAL DEL ESTADO DE QUERÉTARO). Para que sea
legalmente procedente la traslación de un tipo penal a otro es necesario que previamente se
determine si la conducta que, inicialmente, fue estimada como delictiva conforme a la legislación
punitiva vigente en la fecha de su comisión, continúa siéndolo en términos del nuevo
ordenamiento, así como analizar los elementos que determinaron la configuración del ilícito
conforme a su tipificación derogada, frente a la nueva legislación, pues sólo así podrá concluirse
si se mantienen los mismos elementos típicos del delito. Del análisis estructural del tipo penal
contenido en el artículo 194, fracción XVIII que preveía el delito de fraude específico, derogado
por decreto de veintitrés de agosto de dos mil dos y del tipo penal contenido en el artículo 246E, que prevé el delito contra la seguridad y el orden en el desarrollo urbano, ambos del Código
Penal para el Estado de Querétaro, se desprende que la conducta tipificada en ambos
numerales, consistente en transferir o prometer transferir la propiedad, la posesión o cualquier
derecho sobre uno o más lotes, resultado de fraccionar un predio, sin la autorización previa de
la autoridad competente, contiene esencialmente los mismos elementos constitutivos del tipo
penal, por lo que la misma sigue siendo delictiva. Lo anterior, en virtud de que la mera
reubicación del tipo en el ordenamiento penal, no implica que se haya despenalizado la
conducta tipificada, pues ésta continúa considerándose como delictiva por los legisladores;
tanto es así, que la reforma, según su exposición de motivos, tuvo por objeto depurar la forma
en que se prevé y castiga la conducta y ubicar el tipo en forma correcta en el Código Penal, y si
bien es cierto que se colocó en un título distinto con el propósito de proteger la seguridad y el
orden en el desarrollo urbano, ello no implica que se haya desprotegido el patrimonio de los
particulares que son víctimas de dicha conducta, ya que en todo momento tendrán derecho a
solicitar la reparación del daño causado. Aunado a lo anterior, es de hacerse notar que el tipo
de fraude específico no requiere para su configuración el que se acredite alguno de los medios
que la propia ley exige para el delito de fraude genérico, esto es, que el sujeto activo engañe o
provoque una falsa concepción de la realidad, ni de que se aproveche del error de persona
alguna. A pesar de lo anterior, cabe señalar que el artículo 246-E, a diferencia del precepto
derogado, prevé una causa de exclusión del delito que se actualiza cuando un ascendiente
transfiera la propiedad o posesión de partes de un inmueble a sus descendientes, y éstos
cumplan con las normas aplicables según el tipo de propiedad de que se trate, tanto para
escriturarlas a su favor y para ceder sus derechos a tercero. De ahí que la conducta recién
descrita, anteriormente constitutiva del delito de fraude específico, ya no pueda considerarse
como tal, esto es, que en ese único supuesto no es legalmente procedente la traslación del tipo.
Contradicción de tesis 20/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primero y el Segundo
Tribunales Colegiados del Vigésimo Segundo Circuito. 29 de junio de 2005. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 107/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha trece de julio de dos mil cinco.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005
Tesis: 1a./J. 126/2005
Página: 564
TERCEROS EXTRAÑOS. CARECEN DE LEGITIMACIÓN PARA ACUDIR AL JUICIO DE
AMPARO EN EL QUE SE RECLAME UNA SENTENCIA DICTADA EN UN PROCEDIMIENTO
PENAL EN EL QUE SE CONDENÓ AL INCULPADO A LA REPARACIÓN DEL DAÑO.
Conforme a los artículos 73, fracción V y 4o., ambos de la Ley de Amparo, así como a la
fracción I del artículo 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la
procedencia de la acción de garantías requiere que el acto reclamado cause un perjuicio
personal y directo al agraviado; de ahí que si el acto impugnado consiste en el fallo emitido en
un procedimiento penal en el cual el Juez se pronunció sobre la responsabilidad del inculpado
en la comisión del delito de despojo y como consecuencia lo condenó a la reparación del daño,
consistente en la restitución del inmueble a la parte ofendida, es evidente que tal acto no le
ocasiona al tercero extraño que alega tener derechos sobre ese bien el perjuicio exigido por los
artículos mencionados, pues el efecto de esa condena es declarativa y no constitutiva de
derechos de propiedad o de posesión. Ello es así, porque en un procedimiento como el referido
no se dilucidan derechos de propiedad ni de posesión, en virtud de que el asunto no es materia
de la litis en la integración del ilícito por el cual se procesa y condena al inculpado. Además, el
artículo 20, apartado B, fracción IV, de la Constitución Federal elevó a rango de garantía
individual el derecho que tiene la víctima a que le sea reparado el daño causado por la comisión
del delito, obligando al Ministerio Público a actuar en el proceso para obtener el cumplimiento de
esa garantía, logrando así que en todo proceso penal la víctima tenga derecho a la reparación
pecuniaria por daños y perjuicios. En tal virtud, la sentencia que condena a la reparación del
daño consistente en la restitución del inmueble tiene el carácter de pena pública, razón por la
cual dicho fallo es un acto que sólo perjudica a las partes que intervinieron en el procedimiento
penal, esto es, el inculpado, el Ministerio Público o el ofendido.
Contradicción de tesis 128/2004-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer
Circuito y el Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito. 17 de agosto de 2005.
Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosalía
Argumosa López.
Tesis de jurisprudencia 126/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diecisiete de agosto de dos mil cinco.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005
Tesis: 1a./J. 111/2005
Página: 437
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN. EL JUEZ DEL PROCESO DEBE FIJAR SU
MONTO CON BASE EN LO DISPUESTO EN EL ARTÍCULO 20, APARTADO A, FRACCIÓN I,
DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. El citado precepto constitucional señala que para resolver
sobre la forma y el monto de la caución, el Juez deberá tomar en cuenta la naturaleza,
modalidades y circunstancias del delito; las características del inculpado y la posibilidad de
cumplimiento de las obligaciones procesales a su cargo; los daños y perjuicios causados al
ofendido, así como la sanción pecuniaria que pueda imponerse al inculpado. En tal virtud, y
atento al proceso legislativo que precedió a la reforma del artículo 20 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos publicada en el Diario Oficial de la Federación de 3 de julio de
1996, se concluye que al momento de fijar el monto de la caución que un indiciado debe exhibir
para gozar de la libertad provisional, no siempre debe señalarse la cuantía mínima de la sanción
pecuniaria, así como tampoco deberá ser la máxima, sino que la graduación de dicha caución
queda al prudente arbitrio del juzgador, quien deberá valorar las circunstancias específicas del
inculpado y de la comisión del delito y observar las reglas previstas por el referido dispositivo
constitucional, sin que ello implique que el hecho de fijar como caución un monto mayor a la
multa mínima que correspondería imponer con motivo de la comisión del delito de que se trate,
se prejuzgue sobre la acreditación de la responsabilidad o el grado de culpabilidad del
inculpado, sino que se está tratando de proteger tanto a la víctima como a la sociedad, al
impedir que el sujeto activo se sustraiga a la acción de la justicia y siga cometiendo hechos
delictivos en su perjuicio, independientemente de que será hasta el momento de dictar la
sentencia definitiva cuando pueda hacerse un pronunciamiento sobre la culpabilidad del
indiciado.
Contradicción de tesis 10/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero, Segundo, Tercero, Cuarto y Quinto, todos del Décimo Sexto Circuito. 13 de julio de
2005. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Mariana Mureddu Gilabert.
Tesis de jurisprudencia 111/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha trece de julio de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005
Tesis: 1a./J. 115/2005
Página: 414
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN. CASO EN EL QUE LA GARANTÍA EXHIBIDA
PARA ASEGURAR EL CUMPLIMIENTO DE LAS OBLIGACIONES PROCESALES NO
PUEDE HACERSE EFECTIVA POR LA AUTORIDAD JURISDICCIONAL A FAVOR DEL
ERARIO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE PUEBLA). Los artículos 371, fracción VIII, 375 y
377 del Código de Procedimientos en Materia de Defensa Social para el Estado de Puebla
establecen que cuando en el proceso cause ejecutoria la sentencia dictada en primera o
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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segunda instancia, se revocará la libertad bajo caución y se ordenará la reaprehensión del
acusado, y que el Juez o la Sala ordenará la devolución del depósito o mandará cancelar la
garantía, cuando el sentenciado se presente a cumplir su condena. Sin embargo, en los casos
en que éste no se presente ante la autoridad administrativa a cumplir con la ejecutoria, el
ordenamiento citado no faculta a la autoridad jurisdiccional de la causa para hacer efectiva la
garantía, sino a la diversa ejecutora, en términos de las fracciones III y IV del artículo 373 de
dicho código, que expresamente prevén que la autoridad a quien corresponda la ejecución de la
sentencia será la facultada tanto para requerir al fiador para que presente al sentenciado, como
para ordenar que se haga efectiva la garantía de acuerdo con las disposiciones legales
aplicables, de lo que se concluye que si una vez dictada la sentencia correspondiente el
sentenciado no cumple con dicha obligación, el Juez o la Sala de la causa no podrán ejecutar la
multicitada garantía, ya que ello le está reservado por ley a la autoridad administrativa.
Contradicción de tesis 7/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero
y Segundo, ambos en Materia Penal del Sexto Circuito. 6 de julio de 2005. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Sergio A. Valls Hernández.
Secretario: Joaquín Cisneros Sánchez.
Tesis de jurisprudencia 115/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diez de agosto de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005
Tesis: 1a./J. 118/2005
Página: 353
INTERÉS JURÍDICO EN EL AMPARO. TRATÁNDOSE DEL DESPOSEIMIENTO DE
VEHÍCULOS AUTOMOTORES NO ES IDÓNEA PARA DEMOSTRARLO UNA FACTURA
CUYA FALSEDAD HA SIDO DECLARADA POR AUTORIDAD JURISDICCIONAL, CUANDO
EL QUEJOSO SE OSTENTA COMO LEGÍTIMO PROPIETARIO. Cuando los actos reclamados
en el juicio de amparo consisten en despojo, secuestro o decomiso de un vehículo, entre otros
de la misma naturaleza que implican afectación o menoscabo del derecho de posesión que se
hace derivar directamente de la propiedad, el interés jurídico debe demostrarse mediante la
comprobación fehaciente de la propiedad que se ostenta. Lo anterior, se logra a través de la
exhibición de la factura que ampare la propiedad o posesión, o algún otro documento que se le
equipare, del cual se desprenda que el quejoso es el actual titular del vehículo, toda vez que si
de esa titularidad hace derivar el derecho de posesión que considera afectado por los actos de
autoridad, no es un simple derecho detentatorio el que se defiende, sino la posesión emanada
de la propiedad, es decir, la posesión originaria, por lo que en este sentido, su interés jurídico
para promover el amparo quedará acreditado con las documentales que prueben esa
propiedad. Sin embargo, cuando una autoridad jurisdiccional determina en su resolución la
falsedad de la factura con la que pretende acreditarse la propiedad y la consecuente posesión
originaria, es inconcuso que no puede considerarse que esa documental constituye un indicio y
menos aún un elemento probatorio fehaciente que acredite esa titularidad, pues su falta de
autenticidad no sólo determina la invalidez del documento, sino de todos los derechos u
obligaciones que de él se hacen derivar, lo que determina que no se logren acreditar los
extremos pretendidos por el oferente y, consecuentemente, su interés jurídico para promover el
juicio de garantías contra los actos de autoridad atentatorios de la pretendida propiedad o
posesión. Caso contrario sucede cuando dentro de una averiguación previa existen indicios
contra la veracidad del documento con que pretende demostrarse la propiedad y la consecuente
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
posesión de un vehículo, pues para que a aquél pueda negársele valor probatorio, no basta la
simple presunción de falsedad que emana de las actuaciones realizadas en esa etapa
investigatoria, sino que se requiere una certeza jurídica plena, la cual se logra únicamente
cuando la falsedad ha sido declarada por autoridad jurisdiccional, pues además de que es en un
juicio donde el gobernado puede ofrecer las pruebas que considere oportunas, son las
autoridades jurisdiccionales las únicas facultadas para establecer la verdad jurídica de los
hechos sometidos a su jurisdicción a partir de la valoración de los elementos probatorios
correspondientes.
Contradicción de tesis 52/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero
y Quinto, ambos del Décimo Sexto Circuito. 3 de agosto de 2005. Mayoría de tres votos.
Disidentes: José de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Secretaria: Irma Leticia Flores Díaz.
Tesis de jurisprudencia 118/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diez de agosto de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005
Tesis: 1a./J. 109/2005
Página: 307
IMPROCEDENCIA DEL JUICIO DE AMPARO. SE ACTUALIZA CUANDO LA SECRETARÍA
DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO, EN SU CARÁCTER DE AUTORIDAD, RECLAMA DEL
AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO DE LA FEDERACIÓN LA DETERMINACIÓN DE NO
EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL. El juicio de amparo es el medio de defensa a través del
cual los gobernados pueden impugnar los actos arbitrarios del poder público; excepcionalmente
las personas morales oficiales pueden hacer uso de dicho medio, siempre y cuando el acto
reclamado afecte sus intereses patrimoniales, en términos del artículo 9o. de la ley de la
materia. En ese tenor, si la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en su función
recaudadora, advierte que algún contribuyente presuntamente incurrió en la comisión de un
delito en perjuicio del fisco federal y formula la querella correspondiente ante el agente del
Ministerio Público de la Federación y éste determina el no ejercicio de la acción penal, no se
surte la hipótesis prevista en el citado precepto y, por ende, se actualiza la causal de
improcedencia a que se refiere el artículo 73, fracción XVIII, de la Ley de Amparo, por lo que
deberá sobreseerse en el juicio de garantías, conforme al numeral 74, fracción III, de la ley
mencionada. Lo anterior es así en virtud de que la determinación de la representación social no
afecta el patrimonio del Estado, toda vez que las contribuciones que supuestamente dejaron de
enterarse al fisco no forman parte del patrimonio de la citada secretaría, pues éstas no se
prevén en el catálogo de derechos y bienes que conforman el patrimonio nacional contenido en
la Ley General de Bienes Nacionales. Además, la comparecencia de dicha secretaría ante el
Ministerio Público y posteriormente ante los órganos jurisdiccionales a solicitar el amparo y
protección de la Justicia Federal, no la llevaría a cabo como particular, sino en su carácter de
autoridad fiscal y al amparo del imperio y facultades concedidas por la Ley Orgánica de la
Administración Pública Federal y el reglamento interior de la aludida secretaría.
Contradicción de tesis 53/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Séptimo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 13 de julio de 2005. Mayoría
de tres votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Disidente: Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Joaquín Cisneros Sánchez.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Tesis de jurisprudencia 109/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha trece de julio de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005
Tesis: 1a./J. 117/2005
Página: 253
DELITO CONTRA LA SALUD EN SU MODALIDAD DE TRANSPORTACIÓN. LA SOLA
MANIFESTACIÓN DEL INCULPADO RESPECTO A QUE DESCONOCÍA LA EXISTENCIA
DEL NARCÓTICO TRANSPORTADO, NO DESVIRTÚA LA EXISTENCIA DEL DOLO. El delito
contra la salud en su modalidad de transportación de narcótico requiere para su actualización
del acreditamiento del dolo, mismo que corresponde probar al Ministerio Público de la
Federación, atento al principio de presunción de inocencia, recogido implícitamente en la
Constitución Federal. Al ser el dolo un elemento subjetivo la prueba idónea para acreditarlo es
la confesión del agente del delito, empero ante su ausencia, puede comprobarse con la prueba
circunstancial o de indicios. Para acreditar el dolo en el delito señalado, es menester probar que
el agente del delito tenía pleno conocimiento, entre otros elementos, de la existencia del
narcótico que transportó. Lo que, en los términos anteriormente anotados, corresponde probar
al Ministerio Público. Sin embargo, cabe aclarar que la sola manifestación del inculpado
respecto a que desconocía la existencia del narcótico que transportó, no puede por sí sola,
acreditar la ausencia del dolo, ni desvirtuar su existencia, sino que la misma únicamente
constituye un indicio más, que tendrá que valorar el juzgador, al momento de determinar la
acreditación o no del dolo, como elemento del delito, por supuesto, atendiendo a las
circunstancias concretas del caso, esto es, tomando en consideración la mecánica de los
hechos conforme a todas las constancias que obren en el expediente, sin que con ello se
vulnere el principio universal de presunción de inocencia, pues ello no implica que la mera
negación respecto de uno de los elementos del delito, como lo es el dolo, implique que el mismo
se encuentra desvirtuado, toda vez que si obran en la causa diversos medios probatorios,
aportados no sólo por la representación social sino incluso por el propio sujeto activo del delito o
su defensa, mediante los cuales se acredite, aun de manera circunstancial, el dolo, no puede
establecerse que la sola afirmación respecto al desconocimiento del narcótico, desvirtúe la
existencia del dolo, sino que la misma únicamente constituye un medio probatorio más, que
deberá ser valorado por el juzgador al momento de dictar sentencia.
Contradicción de tesis 68/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Quinto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito. 3 de agosto de 2005. Cinco
votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 117/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diez de agosto de dos mil cinco.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005
Tesis: 1a./J. 116/2005
Página: 181
DELITO CONTRA LA SALUD EN SU MODALIDAD DE TRANSPORTACIÓN. EL
DESCONOCIMIENTO, POR PARTE DEL INCULPADO, RESPECTO DEL NARCÓTICO
TRANSPORTADO, NO CONSTITUYE UNA CAUSA DE EXCLUSIÓN DEL DELITO, SINO LA
AUSENCIA DEL ELEMENTO COGNITIVO DEL DOLO. El código punitivo federal, prevé como
causa de exclusión del delito, en su artículo 15, fracción VIII, inciso a), el error invencible que
recaiga sobre uno de los elementos exigidos por la ley para integrar el tipo delictivo. Dicha
causa de exclusión se actualiza cuando el agente del delito tiene una falsa apreciación o
distorsión -error- sobre uno o más de los elementos, objetivos o normativos, del tipo penal.
Debe distinguirse el error, que no implica más que un conocimiento falaz, de la ignorancia, que
implica un desconocimiento total. La ignorancia supone la falta absoluta de toda representación
y consiste en una entera ausencia de noción sobre un objeto determinado, mientras que error,
supone una idea falsa, una representación errónea de un objeto cierto. De lo anterior que el
desconocimiento del narcótico transportado, respecto del delito contra la salud en su modalidad
de transportación, previsto en el artículo 194, fracción I, del Código Penal Federal, no actualice
la causa de exclusión analizada, consistente en un error sobre un elemento del tipo, a saber, el
objeto material, sino que únicamente denota la ignorancia respecto del mismo, lo que en su
caso, daría lugar a la ausencia del dolo, al faltar el elemento cognitivo constitutivo del mismo.
Por ello, para que se actualizara un error sobre el objeto material del delito, sería necesario que
el sujeto activo hubiese tenido una falsa concepción sobre su esencia, esto es, que hubiese
creído que el narcótico no era tal, sino cualquier otra sustancia que pudiese transportar
lícitamente. De ello que no corresponda la carga de la prueba de dicho desconocimiento al
inculpado, lo que sí acontecería de actualizar éste una causa de exclusión del delito, atento al
principio de que quien afirma está obligado a probar.
Contradicción de tesis 68/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Quinto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Octavo Circuito. 3 de agosto de 2005. Cinco
votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 116/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diez de agosto de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005
Tesis: 1a./J. 131/2005
Página: 126
AUDIENCIA DE VISTA EN LA APELACIÓN. SU CELEBRACIÓN SIN LA ASISTENCIA DEL
DEFENSOR CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN A LAS LEYES DEL PROCEDIMIENTO PENAL
FEDERAL. De la interpretación armónica y sistemática de los artículos 87, 373 y 382 del Código
Federal de Procedimientos Penales, se advierte que si bien es cierto que las audiencias se
llevarán a cabo concurran o no las partes, hecha excepción del Ministerio Público, también lo es
que resulta obligatoria la presencia del defensor en la audiencia final del juicio, quien podrá
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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realizar en forma oral la defensa correspondiente, independientemente de que pueda presentar
su alegato por escrito; obligación que trasciende a la audiencia de vista celebrada en el trámite
del recurso de apelación, en virtud de que tiene que citarse a ésta al que fue nombrado, y para
el caso de que no asista o no se hubiere nombrado, el tribunal tendrá que designarlo de oficio,
facultándolo para hacer uso de la palabra al celebrarse la referida audiencia. Lo anterior es así
en virtud de que el objetivo de la audiencia de vista, tanto en primera como en segunda
instancia, consiste en que una vez iniciado el debate, realice oralmente la defensa
correspondiente; de ahí que su incomparecencia origine que el tribunal de alzada tenga que
designar al defensor de oficio. En consecuencia, la inobservancia de lo anterior se traduce en
una omisión grave de la defensa en perjuicio del sentenciado, pues aunque no sea necesaria la
presencia de éste en la audiencia de vista, sí lo es la del defensor, tanto en la averiguación
previa como en el proceso, en términos del artículo 388, fracción VII bis, inciso b), del referido
código; hipótesis que se ubica en los supuestos del artículo 160, fracción XVII, de la Ley de
Amparo, en relación con las diversas fracciones II y IX del mismo precepto, constituyendo una
violación a las leyes del procedimiento penal federal que afecta la defensa del sentenciado,
trascendiendo al resultado del fallo, lo cual amerita su reposición.
Contradicción de tesis 26/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Sexto Circuito, Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito,
Primer Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito y Segundo Tribunal Colegiado del Décimo
Séptimo Circuito. 31 de agosto de 2005. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario:
Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 131/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta y uno de agosto de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Octubre de 2005
Tesis: 1a./J. 119/2005
Página: 67
AMPARO INDIRECTO. PROCEDE EN CONTRA DE LA RESOLUCIÓN DICTADA EN UN
INCIDENTE DE LIBERTAD POR DESVANECIMIENTO DE DATOS, SIN NECESIDAD DE
AGOTAR PREVIAMENTE LOS RECURSOS ORDINARIOS PREVISTOS EN LA LEY Y
PUEDE PROMOVERSE EN CUALQUIER TIEMPO. La resolución dictada en un incidente de
libertad por desvanecimiento de datos constituye un acto que afecta la libertad personal del
individuo, pues aun cuando es cierto que la privación de libertad del reo es consecuencia del
auto de formal prisión que se dictó en su contra en el proceso penal que se le instruye, no
menos cierto es que continuará privado de su libertad como consecuencia positiva del resultado
de esa determinación. En ese orden de ideas, debe concluirse que al encontrarse afectada la
libertad personal del inculpado, por virtud de la resolución que declara infundado un incidente de
libertad por desvanecimiento de datos, es incuestionable que dicho supuesto se ubica en el
caso de excepción al principio de definitividad, consagrado por la fracción XII del artículo 107 de
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 37 de la Ley de Amparo, debido a lo
cual, no es necesario que agote previamente a acudir al juicio de amparo, los recursos
ordinarios previstos en la Ley. Por tanto, atendiendo a la afectación a un derecho sustantivo y
que esa afectación sea de imposible reparación, es suficiente para considerar que en contra de
aquella resolución por ser un acto dictado dentro del juicio, por afectar directamente la libertad
que tutela la Constitución General de la República, por medio de las garantías individuales
(caso en el cual no puede repararse la violación cometida a través del amparo directo), procede
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
en su contra el juicio de amparo indirecto de acuerdo a los artículos 107, fracción III, inciso b),
de la Constitución y 114, fracción IV, de la Ley de Amparo, cuya resolución se ubica en el caso
de excepción previsto por el legislador en el artículo 22, fracción II, de la Ley de Amparo y
contra ella puede promoverse juicio de amparo en cualquier tiempo.
Contradicción de tesis 58/2005-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Séptimo Circuito, Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito, Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito y el Primer Tribunal
Colegiado del Segundo Circuito. 6 de julio de 2005. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José
de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria:
Beatriz Joaquina Jaimes Ramos.
Tesis de jurisprudencia 119/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diecisiete de agosto de dos mil cinco.
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXII, Diciembre de 2005
Tesis: 1a./J. 140/2005
Página: 86
CONDENA CONDICIONAL. LOS ANTECEDENTES PENALES NO SON NECESARIAMENTE
SUFICIENTES PARA ACREDITAR QUE EL SENTENCIADO NO HA EVIDENCIADO BUENA
CONDUCTA ANTES DEL HECHO PUNIBLE Y, POR TANTO, PARA NEGAR EL
OTORGAMIENTO DE AQUEL BENEFICIO. De la interpretación sistemática y armónica del
artículo 90, fracción I, inciso b), del Código Penal Federal, se concluye que los antecedentes
penales no necesariamente deben calificarse como un dato incontrovertible que denota que el
sentenciado no ha evidenciado buena conducta anterior al hecho punible y, por tanto, negarle el
beneficio de la condena condicional con base en ellos. Por lo tanto, es potestad del juzgador
valorar las constancias que obren en la causa penal para determinar razonablemente si existe a
favor del sentenciado la presunción de que no volverá a delinquir, y estar en posibilidad de
concederle tal beneficio, sin que este criterio tenga como propósito establecer una regla de
validez universal para que sea aplicada mecánicamente por los juzgadores, sino que tiene por
objeto que sean precisamente éstos quienes a partir del conocimiento directo e inmediato de las
circunstancias del hecho y de las características del sentenciado, en ejercicio del arbitrio judicial
con que cuentan -ya que la condena condicional constituye un beneficio y no un derecho para el
sentenciado y una facultad y no una obligación para el juzgador- estén en posibilidad de
ponderar las circunstancias y los medios de prueba relativos para determinar el otorgamiento o
no del beneficio de la condena condicional.
Contradicción de tesis 78/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Cuarto Circuito. 7 de septiembre de 2005.
Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 140/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiocho de septiembre de dos mil cinco.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Enero de 2006
Tesis: 1a./J. 165/2005
Página: 637
VIOLACIÓN A LA SUSPENSIÓN. LA DENUNCIA PUEDE HACERSE DESDE QUE LA
RESOLUCIÓN QUE LA CONCEDIÓ SE HAYA NOTIFICADO A LA AUTORIDAD
RESPONSABLE. La denuncia de violación a la suspensión del acto reclamado puede hacerse
desde que la resolución que la concedió haya sido legalmente notificada a las autoridades
responsables, pues desde ese momento surge su obligación de acatarla y, por ende, es
innecesario un posterior requerimiento por parte del Juez de Distrito, pues éste, en todo caso,
formará parte del procedimiento para lograr su cumplimiento, aspecto diverso a la
desobediencia en que pudiera haber incurrido la responsable. Ello es así en virtud de que el
cumplimiento del auto de suspensión en materia de amparo está regulado en dos sistemas
diferentes que funcionan paralelamente: el primero, previsto en los artículos 104 y 105, párrafo
primero, 107 y 111 de la Ley de Amparo, que proporciona al juzgador los medios legales para
requerir a las autoridades responsables y lograr de ellas el cumplimiento de la resolución que
concedió la suspensión del acto reclamado, sea provisional o definitiva; y el segundo, contenido
en el artículo 206 de la ley invocada, que establece la forma y momento en que habrá de
sancionarse a la autoridad responsable que no dé cumplimiento a esa medida. Así, el Juez de
Distrito podrá aplicarlos simultáneamente, es decir, una vez que tiene conocimiento de que no
ha sido cumplida la referida resolución, está facultado para requerir a la responsable que
informe sobre su cumplimiento y agotar los medios legales para lograrlo, sin que ello se
contraponga a que resuelva sobre si la autoridad responsable incurrió o no en desacato, toda
vez que para su configuración es suficiente que aquélla haya tenido conocimiento del fallo de
referencia, pues conforme a los artículos 123 y 139 de la citada Ley, la obligación de las
autoridades de cumplir con la suspensión del acto reclamado, con la salvedad de que
tratándose de actos con efectos positivos, la autoridad tiene veinticuatro horas para cumplir, sea
de manera provisional o definitiva, surge cuando les es notificada y, consecuentemente, a partir
de ese instante deben realizar las diligencias necesarias para suspender inmediatamente la
ejecución del acto reclamado, ya que no hacerlo implica un desacato.
Contradicción de tesis 114/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Administrativa del Sexto Circuito y el Tribunal Colegiado del Vigésimo Octavo Circuito.
26 de octubre de 2005. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretaria: Rosalía Argumosa López.
Tesis de jurisprudencia 165/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dieciséis de noviembre de dos mil cinco.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Enero de 2006
Tesis: 1a./J. 169/2005
Página: 564
ROBO. CUANDO SE COMETE EN EL INTERIOR DE UN VEHÍCULO CERRADO NO SE
ACTUALIZA LA CALIFICATIVA RELATIVA A LUGAR CERRADO O DESTINADO A
HABITACIÓN PREVISTA EN LA FRACCIÓN III DEL ARTÍCULO 380 DEL CÓDIGO DE
DEFENSA SOCIAL DEL ESTADO DE PUEBLA. Del análisis del citado precepto se advierte
que la calificativa que prevé para el delito de robo se configura en cualquiera de las siguientes
hipótesis: a) cuando el delito se cometa en lugar cerrado, o b) cuando se cometa en lugar
habitado o destinado para habitación, o en sus dependencias, ya sea que estén fijos en la tierra
o sean movibles. Respecto del primer supuesto, conforme al artículo 382 del señalado Código,
se considera lugar cerrado el que reúna las siguientes características: a) tratarse de un sitio o
terreno, por tanto, inmóvil; b) si es sitio, que esté materialmente cerrado; y c) si es terreno, que
no tenga comunicación con un edificio ni esté dentro del recinto de éste y se encuentre rodeado
de fosos, enrejados, tapias o cercas, aunque éstas sean de piedra suelta, de madera, arbustos,
magueyes, órganos, espinos, ramas secas o de cualquier otra materia. Por lo que hace a la
segunda hipótesis mencionada, ésta se actualiza cuando el lugar de comisión del delito de robo:
a) sea una casa, edificio, vivienda, aposento o cuarto que estén habitados o destinados para
habitación, sea cual fuere la materia de que estén construidos, los cuales pueden estar fijos en
la tierra o ser movibles; b) sea una dependencia del anterior, entendiendo por ésta: los patios,
garajes, corrales, caballerizas, azoteas, cuadras y jardines que tengan comunicación con la
finca, aunque no estén dentro de los muros exteriores de ésta y cualquiera otra obra que esté
dentro de ellos, aun cuando tengan su recinto particular. Así, resulta evidente que un vehículo
no puede considerarse un "lugar cerrado" ya que no constituye un sitio o terreno, ni un lugar
inmóvil, además de que tampoco está habitado o destinado para habitación; de ahí que cuando
el sujeto activo cometa el robo en el interior de un vehículo cerrado, para apoderarse de algún o
algunos objetos que se encuentren en su interior, no se actualiza la calificativa de robo prevista
en el artículo 380, fracción III, del Código de Defensa Social del Estado de Puebla.
Contradicción de tesis 143/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal y el entonces Tercer Tribunal Colegiado, actualmente en Materia Civil, ambos del
Sexto Circuito. 16 de noviembre de 2005. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretaria: Rosalba Rodríguez Mireles.
Tesis de jurisprudencia 169/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dieciséis de noviembre de dos mil cinco.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Enero de 2006
Tesis: 1a./J. 157/2005
Página: 347
INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA. DEBE SER CONGRUENTE CON EL GRADO DE
CULPABILIDAD ATRIBUIDO AL INCULPADO, PUDIENDO EL JUZGADOR ACREDITAR
DICHO EXTREMO A TRAVÉS DE CUALQUIER MÉTODO QUE RESULTE IDÓNEO PARA
ELLO. De conformidad con los artículos 70 y 72 del Nuevo Código Penal para el Distrito
Federal, el Juez deberá individualizar la pena, dentro de los límites previamente fijados por el
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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legislador, con base en la gravedad del ilícito y el grado de culpabilidad del agente. De ahí que
la discrecionalidad de la que goza aquél para cuantificar las penas esté sujeta a que motive
adecuadamente el lugar o escalafón en el que se ubica el grado de reproche imputado al
inculpado, dentro del parámetro que va de una culpabilidad mínima a una máxima, para así
poder demostrar, en cumplimiento a las normas que rigen la individualización de la pena y con
el principio de exacta aplicación de la ley, que el quantum de la pena resulta congruente con el
grado de reproche del inculpado, por encontrarse ambos en igual lugar dentro de sus
respectivos parámetros. Para lograr tal fin, el juzgador puede valerse de cualquier método que
resulte idóneo para ello, pues no existe norma alguna que lo constriña a adoptar algún
procedimiento matemático en específico, entre los diversos que resulten adecuados para
desempeñar dicha labor.
Contradicción de tesis 79/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero
y Quinto, ambos del Décimo Sexto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Primer Circuito. 26 de octubre de 2005. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: José Alberto Tamayo Valenzuela.
Tesis de jurisprudencia 157/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha cuatro de noviembre de dos mil cinco.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Enero de 2006
Tesis: 1a./J. 162/2005
Página: 207
CONDENA CONDICIONAL. CORRESPONDE AL JUEZ DETERMINAR SI PARA SU GOCE
EL SENTENCIADO DEBE OTORGAR GARANTÍA O SUJETARSE A LAS MEDIDAS QUE SE
LE FIJEN (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 90, FRACCIÓN II, INCISO A), DEL CÓDIGO
PENAL FEDERAL). Conforme al citado precepto, el disfrute de los beneficios de la condena
condicional está sujeto al cumplimiento de requisitos legales, en tanto que no constituye un
derecho establecido a favor del sentenciado, sino un beneficio cuyo otorgamiento queda al
prudente arbitrio del juzgador, por lo que también corresponde a éste determinar si para su goce
el sentenciado deberá otorgar garantía o sujetarse a las medidas fijadas para tal efecto, pues al
tratarse de un beneficio cuya concesión no es obligatoria, sólo el Juez puede decidir cuál de los
requisitos contenidos en el artículo 90, fracción II, inciso a), del Código Penal Federal es el más
idóneo para el caso concreto, considerando las circunstancias particulares.
Contradicción de tesis 104/2005-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Sexto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Primer
Circuito. 19 de octubre de 2005. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Secretaria: Mariana Mureddu Gilabert.
Tesis de jurisprudencia 162/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dieciséis de noviembre de dos mil cinco.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Enero de 2006
Tesis: 1a./J. 156/2005
Página: 162
AUDIENCIA DE VISTA EN LA APELACIÓN PENAL. LA OMISIÓN DE FIRMAR EL ACTA
RESPECTIVA POR PARTE DE DOS DE LOS MAGISTRADOS QUE ASISTIERON A ELLA,
NO CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN PROCESAL, SI AQUÉLLA SE ENCUENTRA SIGNADA
POR EL MAGISTRADO PRESIDENTE (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO). La
circunstancia de que en el acta levantada con motivo de la audiencia de vista a que se refiere el
artículo 293 del Código de Procedimientos Penales para el Estado de México, se haga constar
la asistencia de los tres Magistrados integrantes de la Sala, y al final de aquélla sólo aparezca la
firma de su presidente, no constituye una violación a las leyes del procedimiento. Lo anterior es
así, en atención a que conforme al artículo 12 de dicho código, es obligación del secretario
asentar el nombre de los funcionarios públicos que asistieron a la audiencia y el acta deberá
contener al margen los nombres y apellidos de los servidores públicos que las firmen. Sin
embargo, de la interpretación conjunta del aludido artículo 293, así como de los numerales 46 y
88 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de México, se advierte que el único
facultado para presidir la audiencia es el Magistrado presidente, quien además está obligado a
firmar el acta para darle validez; por tanto, los otros dos Magistrados pueden o no firmarla -no
obstante que en el acta se asiente su asistencia-, pues al no estar constreñidos por la ley a
hacerlo, la validez del acto no depende de su firma.
Contradicción de tesis 61/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Segundo Circuito. 19 de octubre de 2005.
Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Jesús Antonio Sepúlveda
Castro.
Tesis de jurisprudencia 156/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha cuatro de noviembre de dos mil cinco.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Enero de 2006
Tesis: 1a./J. 181/2005
Página: 73
AMPARO DIRECTO EN MATERIA PENAL. CUANDO EL QUEJOSO MANIFIESTA SU
VOLUNTAD DE ACOGERSE A LOS BENEFICIOS DE LA CONDENA CONDICIONAL O
SUSTITUCIÓN O CONMUTACIÓN O SUSPENSIÓN DE LA PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD
IMPUESTA EN LA SENTENCIA DEFINITIVA, IMPLICA SU CONSENTIMIENTO EXPRESO
PARA EFECTOS DE LA PROCEDENCIA DEL JUICIO. Cuando el quejoso se acoge a los
beneficios de la condena condicional o sustitución o conmutación o suspensión de la pena
privativa de libertad, ya sea que se hayan concedido de oficio, o que así los haya solicitado, ello
se traduce en el consentimiento expreso de la sentencia reclamada, y, en consecuencia, se
actualiza la causa de improcedencia prevista en el artículo 73, fracción XI, de la Ley de Amparo.
De esta manera, se evita que el quejoso acuda al juicio de garantías desconociendo los efectos
derivados de la aceptación que exteriorizó libre y espontáneamente con arreglo a la sentencia
reclamada.
232
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Contradicción de tesis 110/2005-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Primer Circuito, Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto
Circuito y Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito. 16 de noviembre de
2005. Mayoría de tres votos. Disidentes: José de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cossío
Díaz. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 181/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta de noviembre de dos mil cinco.
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Enero de 2006
Tesis: 1a./J. 193/2005
Página: 21
AGRAVIOS EN LA REVISIÓN. SON INOPERANTES LOS QUE SE DIRIGEN A IMPUGNAR
EL ACUERDO DEL JUEZ DE DISTRITO MEDIANTE EL CUAL DA VISTA AL MINISTERIO
PÚBLICO DE LA FEDERACIÓN POR LA COMISIÓN DE HECHOS QUE PUDIERAN SER
CONSTITUTIVOS DE ALGUNO DE LOS DELITOS PREVISTOS EN EL ARTÍCULO 211 DE
LA LEY DE AMPARO. El artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos establece que la investigación y persecución de los delitos es facultad exclusiva del
Ministerio Público. Por su parte, el numeral 117 del Código Federal de Procedimientos Penales
dispone que toda persona que en ejercicio de sus funciones públicas tenga conocimiento de la
probable existencia de un delito perseguible de oficio, debe hacerlo del conocimiento del
Ministerio Público. En ese sentido, el acuerdo mediante el cual los Jueces de Distrito participen
a la representación social de hechos que pudieran ser constitutivos de los delitos previstos en el
artículo 211 de la Ley de Amparo, no puede examinarse en la revisión y, por ende, los agravios
que se dirijan a impugnar dicho auto resultan inoperantes, en virtud de que el pronunciamiento
que al respecto pudiera emitir el tribunal revisor implicaría que el Poder Judicial determinara
sobre la procedencia de la acción persecutoria, arrogándose facultades que competen única y
exclusivamente a la representación social federal, lo cual se traduciría en una invasión a la
esfera competencial de ésta.
Contradicción de tesis 173/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero, Quinto y Sexto, todos del Décimo Sexto Circuito y el Tribunal Colegiado del Vigésimo
Séptimo Circuito. 23 de noviembre de 2005. Cinco votos. Ponente: Sergio A. Valls Hernández.
Secretario: Gustavo Ruiz Padilla.
Tesis de jurisprudencia 193/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta de noviembre de dos mil cinco.
233
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Novena Epoca
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Enero de 2006
Tesis: 1a./J. 151/2005
Página: 11
ABUSO SEXUAL. ELEMENTOS PARA SU CONFIGURACIÓN. Debe señalarse que en el
caso del delito de abuso sexual, la expresión acto sexual debe entenderse como cualquier
acción dolosa con sentido lascivo que se ejerza en el sujeto pasivo, sin su consentimiento, el
cual podría ser desde un roce, frotamiento o caricia, pues el elemento principal que se debe
valorar para considerar que se actualiza el delito en mención, es precisamente la acción dolosa
con sentido lascivo que se le imputa al sujeto activo, de tal manera que un roce o frotamiento
incidental ya sea en la calle o en alguno de los medios de transporte, no serían considerados
como actos sexuales, de no presentarse el elemento intencional de satisfacer un deseo sexual a
costa del sujeto pasivo. En ese sentido y toda vez que la ley penal no sanciona el acto sexual
por la persistencia, continuidad o prolongación de la conducta (tocamiento), sino por la
imposición del acto lascivo, el cual debe ser examinado en el contexto de la realización de la
conducta intencional para obtener aquel resultado, es indispensable acreditar esa intención
lasciva del sujeto activo, independiente del acto que realice.
Contradicción de tesis 154/2004-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Primer Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito.
7 de septiembre de 2005. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario:
Rogelio Alberto Montoya Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 151/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha cuatro de noviembre de dos mil cinco.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 7/94
Página: 618
VIOLACIÓN EQUIPARADA ENTRE CÓNYUGES, DELITO DE. El artículo 266 del Código
Penal del Distrito Federal, establece las hipótesis del delito de violación equiparada,
previéndose en una de ellas, que se incurre en ésta, cuando se impone la cópula a persona que
por cualquier causa no pueda resistirlo; por lo que si se tratara de una mujer imposibilitada para
sostener relaciones sexuales, como sería el caso de quien sufra parálisis, a la que se someta
con ese fin en contra de su voluntad, indudablemente se integraría el tipo precisado, no
obstante que fuera su propio cónyuge el sujeto activo, en virtud de que la disposición penal
citada protege ampliamente a los que se encuentran en las hipótesis señaladas.
Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
234
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Tesis de jurisprudencia 7/94. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver en sesión de
dieciséis de noviembre de dos mil cinco en el expediente varios 9/2005-PS, relativo a la solicitud
de modificación de jurisprudencia 1a./J. 10/94, ordenó cancelar la presente tesis que aparece
publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Número 77,
mayo de 1994, página 17.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 5/94
Página: 617
VIOLACIÓN ENTRE CÓNYUGES, DURANTE EL LAPSO EN QUE SE DECRETÓ
JUDICIALMENTE SU SEPARACIÓN PROVISIONAL, DELITO DE. Si durante el trámite del
juicio de divorcio, el Juez decretó la separación provisional de los cónyuges, a que se refiere el
artículo 275 del Código Civil del Distrito Federal, es lógico que cesó la obligación de cohabitar
entre ambos; por ende, si el marido forzara a la mujer a efectuar el acto carnal en ese lapso,
incurriría en el delito de violación, por tratarse de una cópula ilícita, pues al estar suspendido el
derecho al débito carnal con base en una disposición civil, éste ya no se puede ejercitar.
Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de jurisprudencia 5/94. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver en sesión de
dieciséis de noviembre de dos mil cinco en el expediente varios 9/2005-PS, relativo a la solicitud
de modificación de jurisprudencia 1a./J. 10/94, ordenó cancelar la presente tesis que aparece
publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Número 77,
mayo de 1994, página 16.
235
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 11/94
Página: 617
VIOLACIÓN ENTRE CÓNYUGES HABIENDO SUSPENDIDO EL DERECHO A COHABITAR,
DELITO DE. A virtud de que uno de los cónyuges padezca sífilis, tuberculosis o cualquiera otra
enfermedad crónica o incurable, el artículo 267 en relación al 277 del Código Civil para el
Distrito Federal, permite a su pareja que no desee divorciarse, el solicitar se suspenda
judicialmente su obligación de cohabitar; por lo que si estando decretada, el cónyuge enfermo le
impusiese violentamente la cópula aunque fuera normal, se integraría el delito de violación,
porque ya no tiene derecho al débito carnal, además de poner en peligro la salud del cónyuge
inocente y de la descendencia que pudiera procrearse en esas circunstancias.
Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de jurisprudencia 11/94. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver en sesión de
dieciséis de noviembre de dos mil cinco en el expediente varios 9/2005-PS, relativo a la solicitud
de modificación de jurisprudencia 1a./J. 10/94, ordenó cancelar la presente tesis que aparece
publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Número 77,
mayo de 1994, página 19.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 9/94
Página: 616
VIOLACIÓN ENTRE CÓNYUGES, DELITO DE. La institución del matrimonio tiene entre sus
finalidades, la procreación de la especie, en virtud de lo cual, los cónyuges deben prestarse a la
relación carnal, que como consecuencia lógica sólo concibe la práctica de la cópula normal; de
tal manera que si el cónyuge la impusiera de manera anormal y violentamente, lesionaría la
moral y la libertad sexual de su pareja, que en ningún momento consintió tales prácticas, y por
ende, se configurará el delito de violación.
Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
236
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de jurisprudencia 9/94. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver en sesión de
dieciséis de noviembre de dos mil cinco en el expediente varios 9/2005-PS, relativo a la solicitud
de modificación de jurisprudencia 1a./J. 10/94, ordenó cancelar la presente tesis que aparece
publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Número 77,
mayo de 1994, página 18.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 6/94
Página: 615
VIOLACIÓN ENTRE CÓNYUGES, DELITO DE. El derecho a la relación carnal existente entre
aquellos que se han unido en matrimonio, no es ilimitado, pues en ocasiones uno de los
cónyuges puede oponerse a la misma, como sería el caso de que su pareja estuviera en estado
de ebriedad o drogadicción, pues no sólo se advierte el natural rechazo para quien actúe en
esas condiciones, sino que reviste mayor trascendencia el peligro que implica la posibilidad de
engendrar un ser en esos momentos; lo que funda la oposición del pasivo, quien protege la
sanidad de su estirpe, por lo que si es sometido a realizar la cópula violentamente; aunque ésta
sea normal, sin duda estaremos en presencia del ilícito de violación.
Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de jurisprudencia 6/94. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver en sesión de
dieciséis de noviembre de dos mil cinco en el expediente varios 9/2005-PS, relativo a la solicitud
de modificación de jurisprudencia 1a./J. 10/94, ordenó cancelar la presente tesis que aparece
publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Número 77,
mayo de 1994, página 16.
237
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 8/94
Página: 615
VIOLACIÓN ENTRE CÓNYUGES, DELITO DE. Al haber contraído matrimonio, los cónyuges
adquieren el derecho al mutuo débito carnal, pero si el acto sexual se lleva a cabo en público,
en contra de la voluntad del pasivo, ofendiendo gravemente su moral y el derecho a la intimidad,
se integra el delito de violación, pues no hay duda de que el cónyuge ofendido, puede negarse a
la práctica de la relación en tales condiciones.
Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de jurisprudencia 8/94. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver en sesión de
dieciséis de noviembre de dos mil cinco en el expediente varios 9/2005-PS, relativo a la solicitud
de modificación de jurisprudencia 1a./J. 10/94, ordenó cancelar la presente tesis que aparece
publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Número 77,
mayo de 1994, página 17.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 187/2005
Página: 576
TRASLACIÓN DEL TIPO. COMPETE A LA AUTORIDAD JUDICIAL RESOLVER EL
INCIDENTE RELATIVO CUANDO SE PROMUEVE EN LA ETAPA DE EJECUCIÓN DE LA
SENTENCIA, AUN CUANDO ÉSTA SE DICTÓ CON APOYO EN UN TIPO PREVISTO EN EL
CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL EN MATERIA DE FUERO COMÚN Y PARA
TODA LA REPÚBLICA EN MATERIA DE FUERO FEDERAL, ABROGADO MEDIANTE
DECRETO PUBLICADO EN LA GACETA OFICIAL DEL DISTRITO FEDERAL EL 16 DE
JULIO DE 2002. Cuando se promueve el incidente de traslación del tipo en la etapa de
ejecución de la sentencia y esta última se dictó con apoyo en un tipo previsto en el Código
Penal para el Distrito Federal en Materia de Fuero Común y para toda la República en Materia
de Fuero Federal, actualmente abrogado, se presenta la superposición temporal de dos
ordenamientos jurídicos, los cuales determinan quién es la autoridad competente para conocer
del referido incidente, a saber: el artículo 56 del Código Penal del Distrito Federal abrogado,
bajo el cual se dictó la sentencia y el artículo 10 del Nuevo Código Penal para el Distrito Federal
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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en vigor, los cuales tienen una diferente redacción y, por ende, distinta interpretación. Ahora
bien, ni de la lectura del artículo cuarto transitorio, fracción III, del Nuevo Código Penal vigente
ni del proceso legislativo que lo originó se advierte con nitidez cuál es la autoridad competente
para conocer del incidente de traslación del tipo que deba tramitarse bajo las condiciones antes
apuntadas, esto es, si la autoridad judicial o la ejecutora de la sanción. No obstante lo anterior,
en atención al sistema de imposición y ejecución de las penas previsto en los artículos 18 y 21
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se concluye que si la traslación del
tipo implica la valoración de la conducta con relación a los tipos penales vigente y abrogado, lo
que, a su vez, puede traer como consecuencia la modificación de la pena, dicha traslación sólo
puede ser competencia de la autoridad judicial -y no de la administrativa-, pues de otro modo la
ejecutora contaría con facultades para modificar la sentencia condenatoria dictada por una
autoridad judicial, lo cual escapa de su competencia. Por tanto, en el mencionado caso
resultarán plenamente aplicables las prevenciones contenidas en los artículos 10 y cuarto
transitorio, fracción III, del Nuevo Código Penal para el Distrito Federal en vigor, pues la
autoridad que haya conocido del proceso, también lo hará con el incidente de traslación del tipo,
sin que sea factible invocar o interpretar para el caso el artículo 56 del Código Penal para el
Distrito Federal abrogado.
Contradicción de tesis 157/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Octavo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 23 de noviembre de 2005.
Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 187/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta de noviembre de dos mil cinco.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 188/2005
Página: 536
SUSTITUCIÓN DE LA PENA Y SUSPENSIÓN CONDICIONAL DE SU EJECUCIÓN. AL
DICTAR SENTENCIA, EL JUZGADOR PUEDE CONCEDER ALTERNATIVAMENTE DICHOS
BENEFICIOS, PARA QUE EL SENTENCIADO OPTE POR UNO, SIEMPRE Y CUANDO NO
SEA IMPRESCINDIBLE SUSTITUIR LAS PENAS EN UNA FORMA ESPECÍFICA EN
ATENCIÓN A LAS CONDICIONES PERSONALES DEL SUJETO, EN FUNCIÓN DEL FIN
PARA EL QUE FUERON IMPUESTAS (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 89 DEL NUEVO
CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL). Conforme al citado precepto, el Juez o el
Tribunal, según sea el caso, al dictar sentencia condenatoria suspenderá motivadamente las
penas, cuando su duración no exceda de cinco años de prisión (fracción I), siempre que el
sentenciado cuente con antecedentes personales positivos y un modo honesto de vida,
atendiendo a la naturaleza, modalidades y móviles del delito (fracción III); siempre y cuando, en
atención a las condiciones personales del sujeto, no haya necesidad de sustituir las penas, en
función del fin para el que fueron impuestas (fracción II). Ahora bien, de una interpretación
sistemática de las reglas relativas a la sustitución de la pena y a la suspensión condicional de su
ejecución, se advierte que la fracción II del artículo 89 del Nuevo Código Penal para el Distrito
Federal no restringe la facultad discrecional del juzgador -cuyo ejercicio es indispensable para
lograr la adecuada readaptación del delincuente-, pues sostener que la procedencia de la
sustitución de la pena impide la concesión de la suspensión de la ejecución de ésta, implicaría
limitar el arbitrio del juzgador y haría ineficaz el sistema de sustitutivos penales, el cual busca
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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mecanismos alternativos más eficientes que la privación de la libertad, para readaptar al
delincuente en términos del artículo 18 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos. En congruencia con lo anterior, cuando el juzgador advierta que los antecedentes
personales del sentenciado, la naturaleza del delito y demás circunstancias, revelan que es
innecesario un tratamiento específico para su rehabilitación, puede otorgar los dos beneficios
aludidos, para que el sentenciado opte por uno de ellos. Así, el referido artículo 89 fortalece el
arbitrio del juzgador al establecer una regla especial que se desprende de la fracción II de dicho
precepto, en el sentido de que la suspensión condicional de la ejecución de la pena no
procederá cuando el juzgador -en uso de su arbitrio- considere que por las condiciones
personales del sujeto, es necesario sustituir las penas en función del fin para el que fueron
impuestas; de manera que si al conceder el beneficio de la sustitución de la pena en términos
del artículo 84 del ordenamiento referido, el juzgador no establece que la pena debe sustituirse
en una forma y modalidad específica, válidamente podrá, si el sentenciado reúne los requisitos
previstos en las fracciones I y III del mencionado artículo 89, conceder simultáneamente la
suspensión condicional de la ejecución de la pena, para que el sentenciado decida a qué
beneficio se acoge.
Contradicción de tesis 77/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Noveno
y Décimo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 9 de noviembre de 2005. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ponente: Olga Sánchez
Cordero de García Villegas; en su ausencia hizo suyo el asunto Juan N. Silva Meza. Secretaria:
Constanza Tort San Román.
Tesis de jurisprudencia 188/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta de noviembre de dos mil cinco.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 184/2005
Página: 517
ROBO. CUANDO SE COMETE RESPECTO DE UN VEHÍCULO AUTOMOTRIZ, PARTICULAR
O DE SERVICIO PÚBLICO, Y EN ÉL SE ENCUENTRA LA VÍCTIMA, CONCURREN LAS
CALIFICATIVAS PREVISTAS EN LAS FRACCIONES III Y VIII DEL ARTÍCULO 224 DEL
NUEVO CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL. Del análisis y exposición de motivos
de las calificativas previstas en las fracciones III y VIII del artículo 224 del Nuevo Código Penal
para el Distrito Federal, se desprende que el bien jurídico tutelado en cada una de ellas es
distinto, pues la primera fue creada por el legislador para salvaguardar la seguridad e integridad
de los particulares ante el impacto que sufren cuando el delito de robo es perpetrado en un
vehículo en el que se encuentra la víctima; mientras que la segunda se creó para proteger el
patrimonio de los particulares, específicamente en lo referente a la propiedad de vehículos
automotrices y sus partes, por ello, en los supuestos en los que se lleve a cabo la comisión de
un delito de robo respecto de un vehículo automotriz, ya sea particular o de servicio público, y
en él se encuentre la víctima, dichas calificativas pueden concurrir en un solo momento, ya que
con tal conducta se vulneran dos bienes jurídicos distintos que son, por un lado, la seguridad e
integridad de las personas cuando el robo es cometido respecto de un vehículo, y en él se
encuentra la víctima; y, por otro, el patrimonio de los particulares dirigido a proteger una clase
de bienes muebles determinados que son los vehículos automotrices y sus partes. Por tanto, se
estima que ante la lesión de los diversos bienes jurídicos que contemplan las fracciones III y VIII
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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del artículo 224 mencionado, las calificativas señaladas en cada uno de esos preceptos legales
pueden concurrir y, en tal caso, esa circunstancia implica que se acredite la comisión de un
delito de robo agravado por dos calificativas, lo cual no transgrede el principio constitucional que
prohíbe la doble imposición de sanciones.
Contradicción de tesis 113/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Noveno, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 23 de noviembre de 2005.
Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Jesús Antonio Sepúlveda
Castro.
Tesis de jurisprudencia 184/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta de noviembre de dos mil cinco.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 174/2005
Página: 455
REDUCCIÓN DE LA PENA. LA APLICACIÓN DE LA LEY MÁS FAVORABLE AL REO, AUN
CUANDO YA ESTÉ EN EJECUCIÓN LA SENTENCIA, CORRESPONDE A LA AUTORIDAD
JUDICIAL (LEGISLACIÓN FEDERAL). Los artículos 56 del Código Penal Federal y 553 del
Código Federal de Procedimientos Penales señalan que la aplicación de la ley posterior que
favorece al inculpado o al sentenciado corresponde tanto a la autoridad judicial como a la
administrativa que esté ejecutando la sanción penal. Sin embargo, esa aplicación deberá
efectuarse de acuerdo a las características materiales del beneficio que la nueva norma
concede al reo. Por otro lado, el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos establece un principio de reserva judicial respecto de la imposición de las penas, el
cual constituye una garantía a favor de los gobernados, en tanto que la restricción de los bienes
jurídicos del autor del delito sólo puede ser consecuencia de la función jurisdiccional ejercida
por la autoridad judicial competente, pues precisamente por esa reserva judicial los artículos 51
y 52 del Código Penal Federal disponen que las autoridades jurisdiccionales aplicarán las
sanciones y fijarán las penas, lo cual se lleva a cabo a través de la adecuación de la
culpabilidad del sentenciado con respecto a los máximos y mínimos establecidos como sanción
en las leyes penales. En consecuencia, al entrar en vigor una ley que permita a los
sentenciados la reducción de las sanciones impuestas por un delito determinado, su aplicación
corresponde a la autoridad judicial, aun cuando ya se esté ejecutando la sentencia, pues la
jurisdicción de la autoridad judicial si bien cesa, la misma no se agota, en virtud de que el acto
de reducción de la pena tiene relación directa con la facultad de los Jueces para imponer las
sanciones, porque al modificarse los límites señalados por el legislador para sancionar un delito,
necesariamente debe realizarse una adecuación entre lo ya impuesto y lo que entró en vigor, de
ahí que no puede considerarse como una cuestión de ejecución de las penas.
Contradicción de tesis 106/2005-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materias Penal y Administrativa del Décimo Séptimo Circuito, Octavo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito, Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito y
Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Sexto Circuito. 9 de noviembre de 2005. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ponente: José Ramón Cossío
Díaz. Secretaria: Rosalba Rodríguez Mireles.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Tesis de jurisprudencia 174/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta de noviembre de dos mil cinco.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 195/2005
Página: 396
PORTACIÓN DE ARMA DE FUEGO. SE INTEGRA ESE DELITO CUANDO ÉSTA SE LLEVA
CONSIGO, EN CUALQUIER PARTE DEL VEHÍCULO Y CON INDEPENDENCIA DEL
NÚMERO DE MOVIMIENTOS QUE EL SUJETO ACTIVO DEBA REALIZAR PARA
ALLEGÁRSELA. Tratándose del delito de portación de arma de fuego previsto en el artículo 83
de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, al vocablo "portar" debe darse un
significado amplio que se traduzca en llevar consigo el arma prohibida, pues en caso de
interpretar dicho elemento literal o gramaticalmente se llegaría al extremo indeseable de
considerar que ese ilícito se configura cuando sin realizar mayor esfuerzo que el que le permita
el movimiento giratorio de su cuerpo, el sujeto activo se apodere del artefacto bélico, lo cual
contraviene la intención del legislador, reflejada en el proceso legislativo que originó las
reformas tanto del artículo 10 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos,
como de la ley de la materia, consistente en inhibir la portación de armas ante la inseguridad,
temor y encono social que genera; máxime que el bien jurídico protegido en este caso es la
seguridad y la paz de la colectividad. En ese tenor, y tomando en cuenta que el señalado delito
es de los llamados de peligro, ya que la conducta que lo integra implica un riesgo para la
seguridad y la paz social ante la posibilidad de que el sujeto activo con facilidad se allegue el
arma cuando así lo decida, en razón de su cercana disponibilidad, resulta inconcuso que el
ilícito mencionado se configura cuando el arma se encuentra en cualquier sitio del vehículo, ya
sea la cabina, la guantera, la cajuela trasera, el motor, etcétera, independientemente del
número de movimientos que el sujeto deba realizar para allegársela.
Contradicción de tesis 81/2005-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Vigésimo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito. 16 de
noviembre de 2005. Cinco votos. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Joaquín
Cisneros Sánchez.
Tesis de jurisprudencia 195/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta de noviembre de dos mil cinco.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 199/2005
Página: 326
FALSEDAD EN DECLARACIONES JUDICIALES. SE CONFIGURA ESE DELITO CUANDO
EL TESTIGO DECLARA FALSAMENTE AL RESPONDER A PREGUNTAS PROPUESTAS
POR LAS PARTES, AUNQUE SE TRATE DE PROCESOS CIVILES Y MERCANTILES. La
relación procesal en los procedimientos civiles y mercantiles es de orden público, en tanto que
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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es un instrumento con el que un órgano del Estado debe administrar justicia, con el fin de
mantener el orden y establecer la paz general, que interesan a la sociedad y al Estado; de ahí la
posibilidad de que el testigo, al ser examinado en un proceso mercantil o civil, cometa el referido
delito, aun cuando su declaración falsa la exprese al responder a preguntas o repreguntas
provenientes de alguna de las partes del juicio, lo cual deriva, principalmente, de que del
análisis de las reglas generales que rigen la sustanciación de los juicios mercantiles se
desprende que si bien corresponde primordialmente a las partes la formulación de preguntas y
repreguntas en el juicio, el Juez es quien en realidad examina a los testigos con el objeto de
conocer por sí mismo la verdad de los puntos controvertidos, y poder pronunciar una
sentencia justa, fundada y motivada, por lo que es al juzgador a quien se atribuye el examen de
los testigos, y no a las partes del juicio, ya que el tribunal siempre tendrá la facultad de desechar
toda pregunta que a su juicio sea capciosa, inductiva o inconducente, así como de interrogar al
testigo sobre cualquier punto que estime conveniente para la investigación de la verdad. Así, el
hecho de que en el desahogo de la prueba testimonial se permita a las partes hacer preguntas y
repreguntas a los testigos, no significa que el Juez deje de tener a su cargo la conducción del
desahogo de la testimonial y el examen de las personas que deban declarar como testigos. Por
tanto, el testigo que declare con falsedad en el procedimiento civil o mercantil, al responder
preguntas de las partes, puede ubicarse como sujeto activo en el delito de falsedad en
declaraciones judiciales.
Contradicción de tesis 87/2005-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Sexto Circuito y el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito. 23 de noviembre de 2005. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario:
Manuel González Díaz.
Tesis de jurisprudencia 199/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta de noviembre de dos mil cinco.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 198/2005
Página: 297
FALSEDAD EN DECLARACIONES JUDICIALES. SE CONFIGURA ESE DELITO CUANDO
EL TESTIGO DECLARA FALSAMENTE AL RESPONDER A PREGUNTAS PROPUESTAS
POR EL DEFENSOR DEL INCULPADO (LEGISLACIONES DEL DISTRITO FEDERAL Y DEL
ESTADO DE PUEBLA). El proceso penal es una institución de derecho público,
fundamentalmente obligatorio, cuya conducción corresponde oficiosamente al Juez hasta
concluirlo con una sentencia apegada a la verdad, ya sea absolutoria o condenatoria; además,
el examen de los testigos en cualquier caso debe realizarse ante un funcionario público del
tribunal, quien debe calificar las preguntas que el defensor del inculpado proponga, respecto a
lo cual la legislación procesal lo faculta a desechar las preguntas que se estimen inconducentes
y a interrogar a los testigos sobre los puntos que crea convenientes. En ese tenor, se concluye
que el ilícito descrito en el artículo 247, fracción II, del Código Penal para el Distrito Federal,
vigente en 1999 (reproducido esencialmente en los artículos 311 y 312 del Nuevo Código Penal
para el Distrito Federal), y en el diverso 254, fracción II, del Código de Defensa Social del
Estado de Puebla, que prevén que para que se actualice el tipo penal de falsedad en
declaraciones judiciales, es menester que un testigo o un perito sea examinado por una
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
autoridad judicial, y se configura cuando en un proceso judicial el testigo a quien se interrogue
declara falsamente sobre los hechos que se traten de esclarecer, aun cuando su declaración
sea en respuesta a preguntas que le formule el defensor del inculpado, pues será el Juez quien
valorará las respuestas. Ello es así porque, en cualquier caso en que intervenga el defensor
durante el desahogo de una prueba testimonial, es al órgano jurisdiccional al que se atribuye el
examen del testigo, ya que en el proceso penal se investiga la verdad material, por lo que si se
permitiese que los testigos se aparten de la verdad al responder a las preguntas formuladas por
el defensor del inculpado, sobre hechos relacionados con la indagación, y se admitiera que esa
conducta no se sancione penalmente, sería imposible materializar el interés de la sociedad en
que se condene a un delincuente, si ha quedado comprobado plenamente el delito y su
responsabilidad penal.
Contradicción de tesis 87/2005-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Sexto Circuito y el Sexto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito. 23 de noviembre de 2005. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario:
Manuel González Díaz.
Tesis de jurisprudencia 198/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta de noviembre de dos mil cinco.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 12/94
Página: 277
EJERCICIO INDEBIDO DE UN DERECHO Y NO DE VIOLACIÓN, DELITO DE. La cópula
normal violenta impuesta por el cónyuge, cuando subsiste la obligación de cohabitar, no es
integradora del delito de violación, sino del de ejercicio indebido de un derecho, previsto en el
artículo 226 del Código Penal para el Distrito Federal; pero si tal comportamiento se presentara
en una diversa entidad federativa cuya legislación penal no prevea esa figura, únicamente
podría sancionarse por el ilícito que se integre derivado de la violencia ejercida para copular.
Contradicción de tesis 5/92. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero y
Tercero del Sexto Circuito. 28 de febrero de 1994. Mayoría de tres votos de los Ministros
Clementina Gil de Lester, Luis Fernández Doblado y Victoria Adato Green, en contra de los
emitidos por los Ministros Samuel Alba Leyva e Ignacio M. Cal y Mayor Gutiérrez. Ponente: Luis
Fernández Doblado. Secretaria: Ma. Edith Ramírez de Vidal.
Tesis de jurisprudencia 12/94. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del once de mayo de mil novecientos noventa y cuatro, por unanimidad de votos de los
señores Ministros: Presidenta Victoria Adato Green, Samuel Alba Leyva, Ignacio M. Cal y Mayor
Gutiérrez, Clementina Gil de Lester y Luis Fernández Doblado.
Nota: La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver en sesión de
dieciséis de noviembre de dos mil cinco en el expediente varios 9/2005-PS, relativo a la solicitud
de modificación de jurisprudencia 1a./J. 10/94, ordenó cancelar la presente tesis que aparece
publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Octava Época, Número 77,
mayo de 1994, página 19.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 153/2005
Página: 193
DECLARACIÓN RENDIDA POR LOS CODETENIDOS EN CALIDAD DE TESTIGOS DE
CARGO DURANTE LA AVERIGUACIÓN PREVIA. CARECE DE VALIDEZ SI NO SE
EFECTÚA EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 128 DEL CÓDIGO FEDERAL DE
PROCEDIMIENTOS PENALES. Si durante la averiguación previa los codetenidos del indiciado
-contra quienes no se ejercerá acción penal- declaran en su carácter de testigos de cargo,
deberán hacerlo en términos del artículo 128 del Código Federal de Procedimientos Penales,
especialmente por lo que se refiere al requisito procesal de informar al inculpado su derecho (i)
a no declarar si así lo desea o, en caso contrario, a hacerlo asistido por su defensor, y (ii) a
tener una defensa adecuada por sí, por abogado o persona de su confianza, o si no quisiera o
no pudiere designar defensor, a que se le designe uno de oficio. Lo anterior es así porque si
bien es cierto que formalmente existen notorias diferencias entre un imputado y un testigo, pues
mientras aquél es parte en el litigio éste no, también lo es que en algunos casos ambos pueden
tener un nexo en común y quedar retenidos por la autoridad administrativa para rendir una
declaración sobre los mismos hechos; de manera que en estos supuestos, al encontrarse
privados de su libertad, los declarantes están en un estado de vulnerabilidad física y emocional
que puede poner en tela de juicio la espontaneidad, veracidad e imparcialidad de sus
declaraciones, y por lo tanto, estar sujetos a vicios e irregularidades durante la investigación
ministerial, colocándose en la misma situación fáctica que un imputado, razón por la cual
carecerá de validez el testimonio rendido sólo bajo las formalidades del artículo 127 bis del
citado código, que se refiere al caso de los testigos, en el cual no es indispensable la asistencia
de un abogado, y no del numeral 128 del mismo ordenamiento legal.
Contradicción de tesis 41/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito. 5 de octubre de
2005. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés
Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 153/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha cuatro de noviembre de dos mil cinco.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 152/2005
Página: 84
ACCIÓN PENAL. LA CONSIGNACIÓN INTERRUMPE SU PRESCRIPCIÓN. Si se considera
que el ejercicio de la acción penal se inicia con la consignación, resulta incongruente estimar
que ésta no interrumpe la prescripción de la acción penal, toda vez que sería tanto como
estimar que el derecho prescribe mientras se ejerce. En efecto, no puede estimarse que tal
acción se extinga al iniciar su ejercicio, pues la prescripción se da ante la inactividad (no
ejercicio) del Ministerio Público respecto al derecho de persecución del cual es titular. Así, la
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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prescripción sólo se configurará por no ejercerse la acción penal y se interrumpirá con el inicio
de su ejercicio, esto es, con la consignación. Si bien el artículo 137 del Código de Defensa
Social del Estado de Puebla no señala de manera expresa, como sí lo hace respecto a la
aprehensión, que la consignación interrumpe la prescripción, ello obedece a que tal precepto
está referido al momento en que ya puede procederse a la detención de conformidad con el
artículo 109 del mismo ordenamiento legal, esto es, una vez que ya se ha hecho la
consignación, acto este último con el que, como quedó apuntado, inicia el ejercicio de la acción
penal, el cual, si bien forma parte de la averiguación previa, lo cierto es que interrumpe la
prescripción de la acción penal, pues es un acto tendente a la persecución del delito.
Contradicción de tesis 83/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales
Colegiados, ambos en Materia Penal del Sexto Circuito. 28 de septiembre de 2005. Mayoría de
tres votos. Ausente: Juan N. Silva Meza. Disidente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente:
Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Ana Carolina Cienfuegos Posada.
Tesis de jurisprudencia 152/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha cuatro de noviembre de dos mil cinco.
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: 1a./J. 201/2005
Página: 33
ABUSO SEXUAL. SE ACTUALIZA EL CONCURSO HOMOGÉNEO DE DELITOS CUANDO
EXISTA PLURALIDAD DE CONDUCTAS EJECUTADAS POR EL MISMO SUJETO ACTIVO
EN CONTRA DEL MISMO PASIVO, REALIZADAS EN DISTINTO TIEMPO. Cuando en el
delito de abuso sexual se está en presencia de pluralidad de tocamientos efectuados por el
activo en el cuerpo de la víctima, realizados en distinto tiempo y encaminados en cada ocasión
a consumar dicho ilícito, en cada una de ellas se actualizará un delito independiente, pues el
abuso sexual es un delito instantáneo, porque en el mismo momento en el que se actualiza la
conducta punible se produce el resultado, esto es, se destruye o sufre un menoscabo el bien
jurídico tutelado, por lo que debe estimarse que se actualiza el concurso real homogéneo de
delitos. En estos casos, no puede hablarse de un delito continuado, porque las conductas que
se producen bajo ese esquema no son susceptibles de actualizar la unidad de propósito
delictivo que requiere este tipo de delitos, entendiendo como tal el elemento de carácter
subjetivo que exige del sujeto activo un conocimiento estructurado, un trazo a modo de plan o
proyecto o un designio único, mediante el cual las diversas acciones delictivas aparecen
significando etapas de realización hacia un objetivo común y por esa razón integran un delito
único.
Contradicción de tesis 125/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Octavo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 23 de noviembre de 2005.
Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 201/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta de noviembre de dos mil cinco.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Materia(s):Común
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: P./J. 5/2006
Página: 9
SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE PREVISTA EN EL ARTÍCULO 76 BIS, FRACCIÓN
I, DE LA LEY DE AMPARO. SE SURTE AUN ANTE LA AUSENCIA DE CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN O AGRAVIOS. La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha establecido
diferencias tratándose de la suplencia de la queja, advirtiendo que puede ser total ante la
ausencia de conceptos de violación o de agravios, o relativa, cuando son insuficientes, esto es,
cuando solamente hay una deficiente argumentación jurídica. Ahora bien, el artículo 76 Bis,
fracción I, de la Ley de Amparo dispone que las autoridades que conozcan del juicio de
garantías deben suplir la queja deficiente, entre otros supuestos, cuando el acto reclamado se
funde en leyes declaradas inconstitucionales por la jurisprudencia de esta Suprema Corte, sin
precisar si opera de forma relativa o total, pero el estudio del proceso legislativo de reforma de
1951 a los artículos 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y del
entonces 76 de la ley citada, pone de manifiesto que dicha suplencia debe ser total, ya que se
surte aun ante la ausencia de conceptos de violación o agravios, como acontece en las materias
penal tratándose del inculpado, laboral atinente al trabajador, o respecto de menores e
incapaces, porque en todos estos supuestos se pretendió atemperar los tecnicismos del juicio
de garantías, para dar relevancia a la verdad jurídica.
Contradicción de tesis 52/2004-PL. Entre las sustentadas por la Primera y Segunda Salas de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación. 25 de octubre de 2005. Unanimidad de ocho votos.
Ausentes: José Ramón Cossío Díaz, Genaro David Góngora Pimentel y José de Jesús Gudiño
Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretarios: Pedro Arroyo Soto e Israel Flores Rodríguez.
El Tribunal Pleno, el tres de enero en curso, aprobó, con el número 5/2006, la tesis
jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a tres de enero de dos mil seis.
Materia(s):Constitucional, Penal
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: P./J. 1/2006
Página: 6
PRISIÓN VITALICIA. NO CONSTITUYE UNA PENA INUSITADA DE LAS PROHIBIDAS POR
EL ARTÍCULO 22 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS. La acepción de pena inusitada a que se refiere el precepto constitucional citado
se constriñe a tres supuestos: a) Que tenga por objeto causar en el cuerpo del sentenciado un
dolor o alteración física; b) Que sea excesiva en relación con el delito cometido; que no
corresponda a la finalidad que persigue la pena, o que se deje al arbitrio de la autoridad judicial
o ejecutora su determinación al no estar prevista en la ley pena alguna exactamente aplicable al
delito de que se trate; y, c) Que siendo utilizada en determinado lugar no lo sea ya en otros, por
ser rechazada en la generalidad de los sistemas punitivos. En congruencia con lo anterior, se
concluye que la pena de prisión vitalicia no se ubica en alguno de los referidos supuestos, ya
que si bien inhibe la libertad locomotora del individuo, no tiene por objeto causar en su cuerpo
un dolor o alteración física. En cuanto a lo excesivo de una pena, ello se refiere a los casos
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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concretos de punibilidad, en los que existe un parámetro para determinar si para ciertos delitos
de igual categoría, el mismo sistema punitivo establece penas diametralmente diferentes, por lo
que la pena indicada en lo general no se ubica en tal hipótesis, al no poder existir en abstracto
ese parámetro; además, la prisión corresponde a la finalidad de la pena, pues ha sido
reconocida como adecuada para el restablecimiento del orden social, sin que la característica
de vitalicia la haga perder esa correspondencia, pues dicho aspecto se relaciona con su
aplicación, mas no con el tipo de pena de que se trata. Por otra parte, es importante señalar que
el hecho de que la prisión vitalicia no tenga como consecuencia que el reo se readapte a la
sociedad, dado que éste no volverá a reintegrarse a ella, tampoco determina que sea una pena
inusitada, toda vez que el Constituyente no estableció que la de prisión tuviera como única y
necesaria consecuencia la readaptación social del sentenciado, ni que ese efecto tendría que
alcanzarse con la aplicación de toda pena, pues de haber sido esa su intención lo habría
plasmado expresamente.
Solicitud de modificación de jurisprudencia 2/2005-PL. Presidente Mariano Azuela Güitrón,
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y Sergio A. Valls Hernández, Ministros de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación. 29 de noviembre de 2005. Mayoría de seis votos. Disidentes: José Ramón
Cossío Díaz, Juan Díaz Romero, Genaro David Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño
Pelayo y Juan N. Silva Meza. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretarios: Rafael Coello
Cetina y Alberto Díaz Díaz.
El Tribunal Pleno, el tres de enero en curso, aprobó, con el número 1/2006, la tesis
jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a tres de enero de dos mil seis.
Nota: En su sesión de 29 de noviembre de 2005, el Tribunal en Pleno determinó modificar la
tesis P./J. 127/2001, que aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XIV, octubre de 2001, página 15, para quedar aprobada en los
términos de la diversa P./J. 1/2006.
Materia(s):Constitucional, Penal
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXIII, Febrero de 2006
Tesis: P./J. 2/2006
Página: 5
EXTRADICIÓN. LA PRISIÓN VITALICIA NO CONSTITUYE UNA PENA INUSITADA DE LAS
PROHIBIDAS POR EL ARTÍCULO 22 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS, POR LO QUE CUANDO AQUÉLLA SE SOLICITA ES INNECESARIO
QUE EL ESTADO REQUIRENTE SE COMPROMETA A NO APLICARLA O A IMPONER UNA
MENOR QUE FIJE SU LEGISLACIÓN. De conformidad con el artículo 10, fracción V, de la Ley
de Extradición Internacional, si el delito por el que se solicita la extradición es punible con la
pena de muerte o alguna de las prohibidas por el artículo 22 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, acorde con las leyes de la parte requirente, la extradición no podrá
concederse, a menos de que esta parte otorgue las seguridades suficientes de que aquéllas no
se aplicarán, o que se impondrán las de menor gravedad que fije su legislación. En estas
condiciones, si la pena de prisión vitalicia no es de las prohibidas por el referido precepto
constitucional, es evidente que en los casos en que se solicite la extradición y el delito que se
impute al reclamado sea punible en la legislación del Estado solicitante hasta con pena de
prisión vitalicia, es innecesario exigirle que se comprometa a no imponerla o a aplicar una
menor.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Solicitud de modificación de jurisprudencia 2/2005-PL. Presidente Mariano Azuela Güitrón,
Guillermo I. Ortiz Mayagoitia y Sergio A. Valls Hernández, Ministros de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación. 29 de noviembre de 2005. Mayoría de seis votos. Disidentes: José Ramón
Cossío Díaz, Juan Díaz Romero, Genaro David Góngora Pimentel, José de Jesús Gudiño
Pelayo y Juan N. Silva Meza. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia. Secretarios: Rafael Coello
Cetina y Alberto Díaz Díaz.
El Tribunal Pleno, el tres de enero en curso, aprobó, con el número 2/2006, la tesis
jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a tres de enero de dos mil seis.
Nota: En su sesión de 29 de noviembre de 2005, el Tribunal en Pleno determinó modificar la
tesis P./J. 125/2001, que aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XIV, octubre de 2001, página 13, para quedar aprobada en los
términos de la diversa P./J. 2/2006.
Jurisprudencia
Materia(s): Común
Novena Época
Instancia: Segunda Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Marzo de 2006
Tesis: 2a./J. 15/2006
Página: 419
SUSPENSIÓN DEL ACTO RECLAMADO. EL JUZGADOR NO DEBE DETERMINAR LA
NATURALEZA DE LA GARANTÍA QUE EL QUEJOSO HABRÁ DE EXHIBIR PARA QUE
AQUÉLLA SURTA EFECTOS, SALVO LO PREVISTO POR EL ARTÍCULO 135 DE LA LEY
DE AMPARO. De lo previsto por los artículos 125, 126, 127, 128, 173 y 174 de la citada Ley, se
advierte que el Juez de Distrito o la autoridad que conoce del juicio de garantías o de la
suspensión no están facultados para determinar la naturaleza de la garantía o caución que deba
presentar el quejoso para que surta efectos la suspensión del acto reclamado, por lo que basta
determinen su monto para que se exhiba en cualquiera de las formas establecidas por la ley,
salvo lo que establece el artículo 135 del mismo ordenamiento legal, respecto del cobro de
contribuciones.
Contradicción de tesis 43/2005-PL. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero
y Décimo Tercero, ambos en Materia de Trabajo del Primer Circuito, Segundo del Décimo
Noveno Circuito (actualmente en Materias Administrativa y Civil) y Primero en Materia Penal del
Cuarto Circuito. 10 de febrero de 2006. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz Mayagoitia.
Secretario: Marco Antonio Cepeda Anaya.
Tesis de jurisprudencia 15/2006. Aprobada por la Segunda Sala de este Alto Tribunal, en sesión
privada del diecisiete de febrero de dos mil seis.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Marzo de 2006
Tesis: 1a./J. 145/2005
Página: 170
REPARACIÓN DEL DAÑO. ES LEGAL LA SENTENCIA CONDENATORIA QUE LA IMPONE
AUNQUE EL MONTO CORRESPONDIENTE PUEDA FIJARSE EN EJECUCIÓN DE ÉSTA. El
artículo 20, apartado B, fracción IV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece como garantía individual de las víctimas u ofendidos de un delito, la reparación del
daño para asegurar de manera puntual y suficiente la protección a sus derechos fundamentales
y responder al reclamo social frente a la impunidad y a los efectos del delito sobre aquéllos,
garantizando que en todo proceso penal tengan derecho a una reparación pecuniaria por los
daños y perjuicios ocasionados por la comisión del delito, para lograr así una clara y plena
reivindicación de dichos efectos en el proceso penal; destacando la circunstancia de que el
Constituyente reguló los fines preventivos con los indemnizatorios del procedimiento penal, al
exigir para la libertad del inculpado una caución suficiente que garantice la reparación de los
daños y perjuicios, lo cual confirma que en todo procedimiento penal debe tutelarse como
derecho del sujeto pasivo del delito, la indemnización de los perjuicios ocasionados por su
comisión, a fin de reconocerle la misma importancia a la protección de los derechos de la
víctima que a los del inculpado, conciliando una manera ágil para reparar el daño causado por
el delito. De lo anterior se concluye que la reparación del daño tiene el carácter de pena pública
y, por ende, al ser parte de la condena impuesta en el procedimiento penal, deberá acreditarse
en éste y no en otro; sin embargo, su quántum no es parte de la sentencia condenatoria, sino
que es una consecuencia lógica y jurídica de ésta, porque lo que se acredita en el
procedimiento penal es el derecho del ofendido o la víctima para obtener la reparación del daño
con motivo del ilícito perpetrado en su contra; de ahí que cuando el Juez no cuente con los
elementos necesarios para fijar en el fallo el monto correspondiente, podrá hacerlo en ejecución
de sentencia, por así permitirlo el citado precepto constitucional.
Contradicción de tesis 97/2004-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Sexto Circuito. 24 de agosto de 2005. Cinco
votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosalía Argumosa
López.
Tesis de jurisprudencia 145/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiséis de octubre de dos mil cinco.
250
Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Marzo de 2006
Tesis: 1a./J. 180/2005
Página: 48
AUDIENCIA DE VISTA EN SEGUNDA INSTANCIA. LA CELEBRADA POR UN
MAGISTRADO, CUANDO A ÉL CORRESPONDE DICTAR LA SENTENCIA EN FORMA
UNITARIA, NO CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN PROCESAL (LEGISLACIÓN PENAL DEL
DISTRITO FEDERAL). La audiencia de vista celebrada por el Magistrado que dictará la
resolución unitaria -en los casos que así lo prevenga la ley- sin la asistencia de otro de los
Magistrados integrantes de la Sala, no constituye una violación a lo dispuesto por el artículo 14
constitucional respecto de las formalidades del procedimiento de acuerdo con lo dispuesto por
el artículo 160 de la Ley de Amparo, el cual dispone que en los juicios del orden penal se
entiende que se viola el procedimiento cuando se practican las diligencias en forma distinta de
la prevenida por la ley. Lo anterior, aun cuando se considere que las diligencias se llevaron a
cabo de manera distinta a lo que previene el artículo 424 del Código de Procedimientos Penales
para el Distrito Federal, en virtud de que la exigencia establecida en el precepto mencionado, en
el sentido de que la audiencia de vista se celebre por dos Magistrados, es exclusivamente para
las sentencias colegiadas, y no para las resoluciones dictadas en forma unitaria. Además, de lo
dispuesto por el artículo 44 de la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal, la resolución dictada en forma unitaria será conforme al turno correspondiente, esto es,
por el Magistrado a quien se le asigne el expediente; de ahí que si la ley lo autoriza a resolver
unitariamente, también está facultado para levantar por sí mismo el acta de vista de segunda
instancia, pues sería ilógico que para la audiencia de vista se exigiera la integración de los tres
Magistrados y para el dictado de la resolución no, por lo que al celebrarse la audiencia de vista
por el Magistrado a quien le corresponderá resolver se cumple con la finalidad de dicha
audiencia, a saber, que se otorgue una última oportunidad a las partes para alegar en su favor.
Contradicción de tesis 4/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Primero,
Segundo y Tercero, todos en Materia Penal del Primer Circuito. 19 de octubre de 2005. Cinco
votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Jesús Antonio Sepúlveda Castro.
Tesis de jurisprudencia 180/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta de noviembre de dos mil cinco.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Mayo de 2006
Tesis: 1a./J. 166/2005
Página: 111
CULPABILIDAD. PARA DETERMINAR SU GRADO AL INDIVIDUALIZAR LAS PENAS, NO
DEBEN TOMARSE EN CONSIDERACIÓN LOS ANTECEDENTES PENALES DEL
INCULPADO, SALVO QUE SE TRATE DE DELITO CULPOSO (LEGISLACIÓN DEL
DISTRITO FEDERAL). De los artículos 70 a 77 del Código Penal para el Distrito Federal, que
regulan las reglas de aplicación de las penas, se desprenden dos reglas distintas, una general,
aplicable a todos los delitos y otra específica, que resulta aplicable sólo a los delitos culposos, la
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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primera de ellas se encuentra comprendida en los artículos 70 y 72, mientras que la segunda se
integra con lo dispuesto en la regla general así como en el artículo 77 del ordenamiento legal en
cuestión. Debe advertirse que en la regla general de referencia no se encuentra expresamente
establecido que el juzgador al fijar el grado de culpabilidad del inculpado e individualizar las
penas a imponer deba tomar en consideración sus antecedentes penales, lo cual no ocurre en
la regla específica, aplicable sólo a los delitos culposos, ya que expresamente se establece que
en la hipótesis apuntada deben tomarse en consideración, entre otros aspectos, si el inculpado
ha delinquido en circunstancias semejantes. Ahora bien, como en nuestro sistema jurídico
impera la garantía de exacta aplicación de la ley en materia penal, debe concluirse que al fijar el
grado de culpabilidad de un inculpado e individualizar las penas a imponérsele, conforme a la
regla general en cuestión, no deben tomarse en cuenta sus antecedentes penales, pero cuando
se trate de delito culposo, al cual le resulta aplicable la indicada regla específica, sí debe
tomarse en consideración ese dato, por así disponerlo expresamente la ley; dicha conclusión se
corrobora con los antecedentes legislativos de las normas en cuestión, puesto que antes de la
expedición del actual Código Penal para el Distrito Federal, en esta capital era aplicable el
Código Penal Federal, en cuyos artículos 50 y 52 se establecen las circunstancias que deben
ser tomadas en consideración al individualizar las penas, legislación que antes del diez de
enero de mil novecientos noventa y cuatro, esencialmente atendía al grado de peligrosidad o
temibilidad del inculpado, abandonándose esa corriente doctrinaria a partir de la fecha indicada,
para adoptarse la figura del reproche de culpabilidad, según se señaló en la exposición de
motivos del decreto de referencia, con la finalidad de que con base en la gravedad del hecho
ilícito y en el grado de culpabilidad del agente, se cuantificara justamente la pena a imponer,
exponiéndose expresamente que se abandonaba en esos aspectos el criterio de temibilidad o
peligrosidad porque si bien era un principio orientador de las medidas cautelares, no debía serlo
para la pena, ya que sólo se debía castigar al delincuente por el hecho cometido y no por lo que
era o por lo que fuera a hacer.
Contradicción de tesis 120/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Décimo en Materia Penal del Primer Circuito. 4 de noviembre de 2005. Cinco votos.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: José de Jesús Bañales Sánchez.
Tesis de jurisprudencia 166/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dieciséis de noviembre de dos mil cinco.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Mayo de 2006
Tesis: 1a./J. 7/2006
Página: 75
COMISIÓN INVESTIGADORA DE DELITOS COMETIDOS POR NOTARIOS PÚBLICOS EN
EL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES. SUS DETERMINACIONES RELATIVAS AL NO
EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL TIENEN EL CARÁCTER DE ACTOS DE AUTORIDAD
PARA EFECTOS DEL JUICIO DE AMPARO (LEGISLACIÓN DE LOS ESTADOS DE COLIMA
Y PUEBLA). Esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sustentado reiteradamente el
criterio de que, para establecer si a quien se atribuye el acto reclamado tiene el carácter de
autoridad para efectos del amparo, debe atenderse a la norma legal y examinar si está facultado
o no para tomar decisiones que afecten unilateralmente la esfera jurídica del interesado, las
cuales deben exigirse mediante el uso de la fuerza pública o a través de otras autoridades.
Ahora bien, de un análisis pormenorizado de los artículos 140, 141, 146 y 147 de la Ley del
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Notariado del Estado de Colima, así como de los numerales 174, 175, 179 y 180 de la Ley del
Notariado del Estado de Puebla, abrogada mediante decreto publicado en el Periódico Oficial de
la entidad el 2 de febrero de 2004, se advierte que para proceder penalmente en contra de un
notario público por delitos cometidos en el ejercicio de sus funciones, previamente debe
practicarse una investigación por una comisión especial, integrada por diversas personas, así
como que una vez realizada dicha investigación, la referida comisión debe formular su dictamen
de manera unánime o por mayoría de sus integrantes, debidamente fundado y motivado, en
cuanto a si existe o no delito que perseguir y responsabilidad penal del notario público
investigado, estableciéndose expresamente que en caso de empate, cada integrante formulará
su voto particular y el expediente será enviado, en el Estado de Colima, al Procurador General
de Justicia local y en el Estado de Puebla, al Secretario de Gobernación, para que el Ejecutivo
Estatal emita la resolución correspondiente. De ello deriva que la determinación que emita la
Comisión aludida en el sentido de que no procede ejercer acción penal, sí constituye un acto de
autoridad para efectos del juicio de amparo, pues su actuación y funcionamiento deriva de la
ley, además de que existe una relación de supra a subordinación con la parte acusadora, ya
que ésta tiene obligación de acatar sus resoluciones, creándose, modificándose o
extinguiéndose por sí y ante sí, unilateralmente, situaciones jurídicas que afectan a la parte
acusadora, porque en virtud de esa resolución, el Ministerio Público no podrá integrar la
averiguación previa correspondiente por los hechos delictuosos denunciados; sin que pase
inadvertido para esta Primera Sala el hecho de que por disposición expresa del artículo 21 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de diversas leyes secundarias, el
Ministerio Público tiene el monopolio de la acción penal, toda vez que ésta no es incondicional
ni absoluta, sino que se encuentra limitada por los requisitos y formalidades establecidos en las
leyes.
Contradicción de tesis 111/2005-PS. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado del
Sexto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito. 7 de
diciembre de 2005. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente:
José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: José de Jesús Bañales Sánchez.
Tesis de jurisprudencia 7/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veinticinco de enero de dos mil seis.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Mayo de 2006
Tesis: 1a./J. 154/2005
Página: 49
AVERIGUACIÓN PREVIA. LA OMISIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO DE CITAR O HACER
COMPARECER AL PROBABLE O PROBABLES INDICIADOS PARA QUE DECLAREN, NO
PUEDE COMBATIRSE A TRAVÉS DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO. La posibilidad de
impugnación de los actos acaecidos durante la averiguación previa a través del juicio de amparo
indirecto, debe determinarse de manera casuística -en aras de preservar, al menos en su
expresión mínima necesaria, la función indagatoria-, considerando fundamentalmente si se trata
de actos cuyos efectos podrán o no desvirtuarse a través del proceso judicial. Así, los actos que
habitualmente tienen verificativo dentro del desarrollo de una indagatoria para su debida
integración, cuyos efectos son susceptibles de contrarrestarse o anularse posteriormente, no
trascienden irreparablemente a la esfera jurídica del gobernado, pues no le irrogan un perjuicio,
ya que éste en todo caso se materializa hasta que la autoridad judicial a quien corresponda
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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conocer de la causa penal determine si procede o no librar la correspondiente orden de
aprehensión. Estimar lo contrario entorpecería dichas facultades y obligaciones
constitucionalmente conferidas al Ministerio Público, anteponiendo el interés particular al interés
de la sociedad. En tal virtud, la omisión de dicho representante social de citar o hacer
comparecer al probable o probables indiciados para que declaren dentro de la averiguación
previa, no constituye un acto de imposible reparación que pueda combatirse a través del juicio
de amparo indirecto, pues tal declaración no es un requisito indispensable para que aquélla se
integre, ya que el artículo 21 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos no lo
dispone así.
Contradicción de tesis 85/2005-PS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del
Décimo Segundo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito. 5 de
octubre de 2005. Mayoría de tres votos. Disidentes: José de Jesús Gudiño Pelayo y José
Ramón Cossío Díaz. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Antonio Espinosa Rangel.
Tesis de jurisprudencia 154/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha cuatro de noviembre de dos mil cinco.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Mayo de 2006
Tesis: 1a./J. 190/2005
Página: 23
ACCIÓN PENAL. PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO CONTRA LA
DETERMINACIÓN DEL PROCURADOR GENERAL DE JUSTICIA DE NUEVO LEÓN, COMO
TITULAR DEL MINISTERIO PÚBLICO, EN LA QUE NIEGA AL INCULPADO LA SOLICITUD
DE LA EXTINCIÓN DE AQUÉLLA (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 387 DEL CÓDIGO
PENAL PARA EL ESTADO DE NUEVO LEÓN). El citado precepto establece que se perseguirá
de oficio y se aplicarán las sanciones del delito de fraude establecido en el diverso 385 del
referido código, en los supuestos ahí previstos, y en su último párrafo que textualmente dispone:
"Cuando la persona responsable de las hipótesis comprendidas en este artículo, satisfaga, a
juicio de las autoridades competentes, todos los requisitos señalados en las leyes relativas a
fraccionamientos y edificaciones, a solicitud expresa del C. Procurador de Justicia del Estado,
se declarará extinguida la acción penal.". En ese sentido, y en atención a que el artículo 11 de la
Ley de Amparo señala que es autoridad responsable la que dicta, ordena, ejecuta o trata de
ejecutar el acto reclamado, se concluye que para los efectos de la procedencia del juicio de
amparo, el procurador general de Justicia del Estado de Nuevo León, como titular del Ministerio
Público, tiene el carácter de autoridad responsable, pues en términos del artículo 387 del
Código Penal de la mencionada entidad, es la única reconocida legalmente para resolver la
solicitud planteada por parte del procesado sobre la declaración de la extinción de la acción
penal; de ahí que cuando niega dicha solicitud, esa determinación constituye una decisión de
imperio susceptible de violentar garantías individuales del quejoso y, consecuentemente, en su
contra procede el juicio de amparo indirecto, incluso si la resolución se formula cuando el
Ministerio Público adquirió el carácter de parte en el proceso penal, pues al incidir de manera
directa en la continuación del proceso y, por ende, en la libertad del procesado, es innecesario
esperar hasta el dictado de la sentencia definitiva que ponga fin al juicio natural.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 138/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Cuarto Circuito. 16 de noviembre de 2005.
Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Carlos Mena
Adame.
Tesis de jurisprudencia 190/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta de noviembre de dos mil cinco.
No. Registro: 174,914
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Junio de 2006
Tesis: 1a./J. 164/2005
Página: 11
DELITO CONTRA LA SALUD EN SU MODALIDAD DE POSESIÓN, PREVISTO EN EL
PRIMER PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 195 DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL. PARA QUE SE
ACTUALICE, TANTO EL MINISTERIO PÚBLICO COMO EL JUZGADOR, DEBEN PRECISAR
CUÁL DE LAS CONDUCTAS DESCRITAS EN EL DIVERSO NUMERAL 194 DE DICHO
CÓDIGO PRETENDÍA REALIZAR EL SUJETO ACTIVO CON EL NARCÓTICO ASEGURADO.
Tanto el agente del Ministerio Público como el juzgador están constreñidos a precisar cuál
conducta de las descritas en el artículo 194 del Código Penal Federal pretendía realizar el
sujeto activo del delito, tratándose del reprochable previsto en el primer párrafo del artículo 195
de dicho Código -delito contra la salud en su modalidad de posesión de estupefacientes-, en
acatamiento a la garantía contenida en la fracción III del apartado A del artículo 20 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; toda vez que si dicha finalidad
constituye un elemento subjetivo del tipo penal, debe informarse al inculpado el delito que se le
atribuye; de ahí que deba especificarse cuál conducta de las descritas en el diverso artículo 194
pretendía realizar el activo, ya que sin dicho elemento no se actualiza el tipo penal referido, sino
uno diverso. En efecto, el pronunciamiento del agente del Ministerio Público al formular su
acusación y del Juez del proceso al dictar sentencia en relación con el elemento subjetivo
mencionado es de gran trascendencia, porque ello provocará que en aquellos casos en que no
encuentren elementos probatorios suficientes para determinar tal circunstancia, y cuando la
cantidad del narcótico asegurado así lo permita, puedan imponerse las penas atenuadas
previstas en el artículo 195 bis del citado Código y conceder los beneficios sustitutivos
procedentes.
Contradicción de tesis 136/2003-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Tercer Circuito. 26 de octubre de 2005. Cinco
votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosaura Rivera Salcedo.
Tesis de jurisprudencia 164/2005. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dieciséis de noviembre de dos mil cinco.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Pleno
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIII, Junio de 2006
Tesis: P./J. 77/2006
Página: 6
EXTRADICIÓN. EL ARTÍCULO 10 DE LA LEY RELATIVA ES INAPLICABLE CUANDO
EXISTE TRATADO DE EXTRADICIÓN INTERNACIONAL CELEBRADO ENTRE LOS
ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y EL ESTADO SOLICITANTE. Conforme al artículo 1o. de
la Ley de Extradición Internacional, la aplicación de dicha norma cuando no hay tratado se
refiere a la determinación de los casos y condiciones para la extradición, y en términos del
numeral 2o. del propio ordenamiento, la aplicación de éste para cualquier extradición es sólo en
cuanto a los procedimientos que deberán seguirse para el trámite y resolución de la solicitud
relativa. Por su parte, el artículo 16, fracción III, de la Ley citada prevé una regla específica de
no aplicación del diverso numeral 10 cuando exista tratado de extradición celebrado entre los
Estados Unidos Mexicanos y el Estado solicitante. En congruencia con lo anterior, y en atención
a que el mencionado artículo 10 contiene condiciones de las que corresponde determinar a la
Ley de Extradición Internacional cuando no existe tratado, se concluye que este precepto es
inaplicable en el caso contrario, pues en este supuesto los casos y condiciones para entregar al
Estado solicitante a los acusados o condenados ante sus tribunales estarán contenidos en el
propio instrumento internacional.
Contradicción de tesis 51/2004-PL. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito y los Tribunales Colegiados Segundo y Séptimo de las
mismas materia y circuito. 31 de enero de 2006. Mayoría de siete votos. Ausente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Disidentes: Juan Díaz Romero, Genaro David Góngora Pimentel y Juan
N. Silva Meza. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Ana Carolina
Cienfuegos Posada.
El Tribunal Pleno, el dieciocho de mayo en curso, aprobó, con el número 77/2006, la tesis
jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a dieciocho de mayo de dos mil seis.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Julio de 2006
Tesis: 1a./J. 14/2006
Página: 151
INIMPUTABLES. LA AUTORIDAD JUDICIAL QUE IMPONGA LA MEDIDA DE
TRATAMIENTO EN INTERNACIÓN DEBE INDIVIDUALIZARLA Y FIJAR SU DURACIÓN
(LEGISLACIÓN DEL DISTRITO FEDERAL). El artículo 66 del Nuevo Código Penal para el
Distrito Federal señala que, en ningún caso, la duración del tratamiento para el inimputable
excederá del máximo de la pena privativa de libertad que se aplicaría por el delito cometido a
sujetos imputables. Por su parte, el numeral 72 de dicho Código establece los criterios a los que
la autoridad judicial debe atender para la individualización de las penas y medidas de seguridad,
señalando al respecto que esto se hará dentro de los límites fijados por la propia Ley, con base
en la gravedad del ilícito y el grado de culpabilidad del agente. Lo anterior pone de manifiesto la
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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intención del legislador de que la autoridad judicial, en cumplimiento a la garantía de seguridad
jurídica para el inimputable mayor de edad, al resolver la imposición de una medida de
seguridad, la individualice y determine el tiempo del tratamiento con la mayor precisión posible;
esto, a partir de los elementos proporcionados en el procedimiento seguido y apoyado en los
dictámenes periciales que correspondan. Además, de conformidad con el artículo 64 del
mencionado ordenamiento, la autoridad competente está facultada para resolver sobre la
modificación o conclusión de la medida, considerando las necesidades del tratamiento, las
cuales se acreditarán mediante revisiones periódicas, con la frecuencia y características del
caso.
Contradicción de tesis 189/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Quinto, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 15 de marzo de 2006. Cinco
votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Rosalba Rodríguez Mireles.
Tesis de jurisprudencia 14/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha quince de marzo de dos mil seis.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Agosto de 2006
Tesis: 1a./J. 41/2006
Página: 230
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO ESPECIALIZADO, COMO MEDIDA DE SEGURIDAD, A QUE
SE REFIERE EL ARTÍCULO 200 DEL NUEVO CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO
FEDERAL. DEBE IMPONERLA EL JUEZ DE LA CAUSA AL SENTENCIADO POR EL
DELITO DE VIOLENCIA FAMILIAR. El artículo 200 del Código de la materia, tipifica el delito de
violencia familiar y lo sanciona con pena privativa de la libertad, que puede ir de seis meses a
cuatro años de prisión, en cuyo caso, se deberá someter al sentenciado a un tratamiento
psicológico especializado, con la única limitación de que dicho tratamiento no exceda del tiempo
impuesto en la pena de prisión. Ahora bien, atendiendo a la interpretación teleológica del
precepto en estudio, debe decirse que de la exposición de motivos de catorce de noviembre de
dos mil, del Nuevo Código Penal para el Distrito Federal, se desprende que los propósitos del
legislador al redactar el artículo en estudio, consistieron en proteger la armonía y normal
desarrollo de la familia como parte fundamental de la sociedad, y en ese sentido, se dio a la
tarea de tipificar y regular las conductas que atentan contra la integridad y la violencia familiar,
sancionando a todo aquel que ejerza maltrato físico o psicoemocional en contra de cualquier
miembro de su familia. Por otra parte, los legisladores también estimaron fundamental,
establecer las medidas de seguridad para el sentenciado por este tipo de delitos, a fin de
coadyuvar a su rehabilitación, reincorporarlo al núcleo familiar que agravió con su conducta
delictuosa, reintegrarlo a la sociedad y por ende proteger a la colectividad entera. En ese orden
de ideas y analizando de manera armónica los propósitos del legislador, puede advertirse que al
haber redactado el artículo 200, estimó necesario que todo aquel que atenta contra la salud de
un familiar, ejerciendo maltrato físico o psicoemocional o ambos, fuera sometido a un
tratamiento psicológico especializado, precisamente con el fin de coadyuvar a su rehabilitación.
Lo anterior se ve fortalecido con la lectura de los artículos 31 y 60, de la propia codificación en
estudio, vinculados estrechamente con el precepto que aquí se analiza, pues mientras el
primero de los citados dispositivos integra el catálogo de medidas de seguridad a la supervisión
de la autoridad, el segundo la define como la observación y orientación de la conducta del
sentenciado, ejercidas por personal especializado dependiente de la autoridad competente, con
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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la finalidad exclusiva de coadyuvar a la readaptación social del sentenciado, que el juzgador
deberá disponer, cuando en la sentencia imponga una sanción que restrinja la libertad, cuya
duración no deberá exceder de la correspondiente a la pena o medida de seguridad impuesta.
Así las cosas, por elemental coherencia con los propósitos del legislador que aquí se han
evidenciado, y del análisis de los artículos 31 y 60 de la codificación en estudio, debe decirse
que el tratamiento psicológico especializado a que se refiere el numeral 200, lejos de constituir
una pena, debe entenderse como una medida de seguridad, por la que el Estado procura la
rehabilitación del sentenciado debiendo calificarse dicha medida como obligatoria para la
autoridad jurisdiccional de la causa. Ahora bien, el artículo 200 del Nuevo Código Penal para el
Distrito Federal precisa con claridad la temporalidad máxima del tratamiento psicológico al que
deba someterse al sentenciado por el delito de violencia familiar, pues se establece que dicho
tratamiento en ningún caso excederá del tiempo impuesto en la pena de prisión. Sin embargo,
el precepto en estudio no establece el tiempo mínimo de la citada medida de seguridad, por lo
que si es la autoridad ejecutora la encargada de supervisar, observar y orientar la conducta del
sentenciado, será dicha autoridad la que, atendiendo al desarrollo del tratamiento, deba
informar al Juez de la causa, si es necesario que la medida de seguridad perdure por el tiempo
impuesto en la pena de prisión o si bien si puede ser por una temporalidad menor.
Contradicción de tesis 18/2006-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Quinto
y Noveno, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 10 de mayo de 2006. Cinco votos.
Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Joaquín Cisneros Sánchez.
Tesis de jurisprudencia 41/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha siete de junio de dos mil seis.
No. Registro: 174,354
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Agosto de 2006
Tesis: 1a./J. 17/2006
Página: 206
ROBO AGRAVADO. LAS EXPRESIONES "ARTÍCULO ANTERIOR" Y "ARTÍCULO
PRECEDENTE" CONTENIDAS EN EL NUMERAL 309 DEL CÓDIGO PENAL PARA EL
ESTADO DE SONORA DEBEN ENTENDERSE RESPECTO DEL PRECEPTO 308 DE DICHO
ORDENAMIENTO, NO OBSTANTE LA ADICIÓN DE LOS ARTÍCULOS 308 BIS Y 308-A A
ESE CÓDIGO (LEGISLACIÓN VIGENTE DEL 20 DE DICIEMBRE DE 2002 AL 7 DE JUNIO
DE 2004). La garantía de exacta aplicación de la ley en materia penal tutelada por el artículo 14,
tercer párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, constriñe a la
autoridad jurisdiccional a abstenerse de imponer, por simple analogía o por mayoría de razón,
pena alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al hecho delictivo de que
se trata y obliga al legislador a emitir normas claras en las que se precise el delito y la sanción
aplicable, a fin de evitar un estado de incertidumbre jurídica al gobernado y una actuación
arbitraria del juzgador; sin embargo, la referida prohibición no impide entender el texto de las
normas en la forma más restrictiva posible del ius puniendi, dentro de todas las interpretaciones
que admiten las palabras de la ley, bajo el principio de que su aplicación no sea de notoria
irracionalidad. En esos términos, en el periodo del 20 de diciembre de 2002 al 7 de junio de
2004, las expresiones "artículo anterior" y "artículo precedente" contenidas en el numeral 309
del Código Penal para el Estado de Sonora, relativas a las calificativas y la penalidad agravada
del delito de robo, deben entenderse respecto del artículo 308 de dicho código, no obstante la
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
adición de los artículos 308 BIS y 308-A a ese ordenamiento, según reforma publicada en el
Boletín Oficial de la entidad el 19 de diciembre de 2002. Lo anterior en virtud de que ello es
congruente con el contenido de tales normas y delimita el poder punitivo, con base en las
siguientes razones: 1) Lo dispuesto por el legislador, antes y después del periodo señalado, es
claro en tanto que inicialmente el citado ordinal 308 era el anterior y había dos supuestos de
remisión que eran congruentes, y después, porque en junio de 2004 se reformó el mencionado
artículo 309 para hacer expresa la remisión, subsistiendo tales factores; 2) Porque determinar
que en ese lapso lo dispuesto en el diverso 309 era aplicable al artículo 308-A, sólo por ser el
que le precedía, no es congruente con las dos hipótesis de remisión del primero, consistentes
en la actualización de dos supuestos y la referencia a una casa habitación que estuviere
habitada; y 3) En caso de sostener lo segundo se llegaría al extremo de pretender que a quien
comete el delito previsto en el señalado artículo 308-A se le aplicarán las agravantes del diverso
309, lo cual implicaría no sólo una notoria irracionalidad, sino que además ampliaría el ius
puniendi a un caso no previsto por la norma.
Contradicción de tesis 178/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Quinto Circuito (actualmente Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del
Quinto Circuito) y el Cuarto Tribunal Colegiado del Quinto Circuito (actualmente Segundo
Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito). 22 de marzo de
2006. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Saúl Cota Murillo.
Tesis de jurisprudencia 17/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintidós de marzo de dos mil seis.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Agosto de 2006
Tesis: 1a./J. 34/2006
Página: 135
LIBERTAD PROVISIONAL BAJO CAUCIÓN. EL JUEZ DE DISTRITO NO PUEDE RESOLVER
SOBRE ELLA EN EL INCIDENTE DE SUSPENSIÓN, CUANDO EL JUEZ RESPONSABLE YA
SE PRONUNCIÓ EN EL SENTIDO DE NEGARLA, A PESAR DE QUE NO LA HAYA
SOLICITADO EL INCULPADO, SINO QUE DICHA NEGATIVA FUE A SOLICITUD DEL
MINISTERIO PÚBLICO. De acuerdo al proceso legislativo que originó la reforma al artículo 20
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el tres de julio de mil novecientos noventa y seis, tomando en cuenta el momento en
que pueden hacer la solicitud respectiva el inculpado, o bien, el Ministerio Público, para la
determinación del otorgamiento o negativa de la libertad provisional bajo caución, se establece
una regla general y un caso de excepción: a) la regla, la constituye cuando el inculpado solicita
la libertad provisional bajo caución, la que deberá otorgársele, siempre y cuando no se trate de
delitos en que por su gravedad la ley prohíba expresamente conceder ese derecho, a lo cual
podrá oponerse el Ministerio Público, mediante la solicitud correspondiente de que se niegue la
misma; b) la excepción a dicha regla, es cuando el Ministerio Público solicita que se niegue la
libertad de mérito, sin que exista previa solicitud del inculpado de que se le otorgue. En ambos
casos, la solicitud del Ministerio Público en el sentido de que se niegue la libertad provisional
bajo caución, debe reunir como requisitos constitucionales: que no se trate de delito grave; que
la solicitud sea hecha ante el Juez; que el inculpado haya sido condenado anteriormente por
algún delito grave; o, cuando el Ministerio Público aporte elementos al Juez para establecer que
la libertad del inculpado representa, por su conducta precedente o por las circunstancias y
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
características del delito cometido, un riesgo para el ofendido o para la sociedad. Ahora bien,
de la interpretación literal, armónica y teleológica del vigente artículo 20, apartado A, fracción I,
constitucional y del numeral 136, párrafo séptimo, de la Ley de Amparo, se colige que dentro del
incidente de suspensión el Juez de Distrito puede otorgar al quejoso la libertad provisional bajo
caución, pero para hacerlo debe constatar la actualización de las siguientes premisas: 1. que el
Juez o Tribunal responsable que conozca de la causa penal respectiva no se haya pronunciado
en el proceso sobre la libertad provisional del inculpado, y 2. que la falta de pronunciamiento del
juzgador ordinario sobre dicho beneficio obedezca a que el inculpado no lo haya solicitado. En
este sentido, si falta cualquiera de estos dos requisitos, que son a los que se refiere la
jurisprudencia de esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada
con el número 56/2003 en la página 68 del Tomo XVIII, noviembre de 2003, del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, con el rubro: "LIBERTAD PROVISIONAL
BAJO CAUCIÓN. PARA QUE EL JUEZ DE DISTRITO PUEDA DECIDIR SOBRE ELLA EN EL
INCIDENTE DE SUSPENSIÓN, ES NECESARIO QUE EL JUZGADOR RESPONSABLE NO SE
HAYA PRONUNCIADO SOBRE ESE BENEFICIO, PORQUE EL INCULPADO NO SE LO
HUBIERE SOLICITADO.", el Juez de Distrito al conocer del juicio de amparo, ya no puede
pronunciarse sobre la libertad provisional bajo caución en el incidente de suspensión respectivo.
Así, cuando a solicitud del Ministerio Público el juzgador del proceso niegue el aludido beneficio
y posteriormente el inculpado lo solicite al Juez de Distrito al promover el juicio de amparo,
señalando como acto reclamado, entre otros, dicha negativa, resulta inconcuso que éste no
puede decidir al respecto en tanto que no se reúne el primero de los requisitos mencionados;
además, no sería válido ni conveniente que, a pesar de que el juzgador ordinario ya se hubiera
pronunciado sobre la libertad provisional, y haya determinado que el inculpado no tiene derecho
a obtenerla, de cualquier forma el Juez de Distrito sin respetar esa resolución del órgano
instructor decretase la libertad bajo caución, en el incidente de suspensión, a favor del quejoso,
en contravención a lo establecido en el precepto constitucional de referencia, que dispone que
en caso de delitos no graves y a solicitud del Ministerio Público, el Juez podrá negar la libertad
provisional cuando se cumplan las condiciones ahí establecidas.
Contradicción de tesis 186/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Sexto Circuito. 3 de mayo de 2006. Mayoría de
tres votos. Disidentes: José de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Juan
N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 34/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha tres de mayo de dos mil seis.
Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional, Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Agosto de 2006
Tesis: 1a./J. 30/2006
Página: 113
JURISDICCIÓN CONCURRENTE. LOS TRIBUNALES UNITARIOS DE CIRCUITO TIENEN
COMPETENCIA PARA CONOCER DEL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO PROMOVIDO
CONTRA ACTOS DE JUECES DE DISTRITO CUANDO SE ALEGUE VIOLACIÓN DE LAS
GARANTÍAS CONTENIDAS EN LOS ARTÍCULOS 16, 19 Y 20 DE LA CONSTITUCIÓN
FEDERAL, EN MATERIA PENAL. De la interpretación exegética del artículo 107, fracción XII,
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se advierte que al introducir a los
Tribunales Unitarios de Circuito como autoridad de amparo, el Constituyente no quiso limitar su
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
competencia a los casos en que el responsable fuera otro Unitario, sino conservar la jurisdicción
concurrente que siempre habían tenido en esa materia e impedir que los Juzgados de Distrito
conocieran de los amparos promovidos contra actos de los Tribunales Unitarios. En comunión
con esta intención, la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación determina que los
Jueces de Distrito pueden conocer de las demandas de amparo contra otros Jueces, pero no
contra Tribunales Unitarios, y que éstos tienen competencia exclusiva para conocer del amparo
interpuesto contra actos de otros Unitarios, así como de los demás asuntos que les
encomienden las leyes, entre los que se encuentran los amparos indirectos promovidos contra
resoluciones emitidas por los Jueces de Distrito dentro de los juicios en los que se aduzca
violación de las garantías contenidas en los artículos 16, 19 y 20 de la Constitución Federal, en
materia penal.
Contradicción de tesis 179/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Cuarto, ambos del Décimo Quinto Circuito. 19 de abril de 2006. Cinco votos. Ponente:
José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Miguel Bonilla López.
Tesis de jurisprudencia 30/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diecinueve de abril de dos mil seis.
Jurisprudencia
Materia(s): Constitucional, Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Agosto de 2006
Tesis: 1a./J. 15/2006
Página: 43
ARTIFICIOS PIROTÉCNICOS. EL TIPO PENAL PREVISTO EN EL ARTÍCULO 87,
FRACCIÓN I, DE LA LEY FEDERAL DE ARMAS DE FUEGO Y EXPLOSIVOS, SE REFIERE
A LOS SUJETOS ACTIVOS QUE CONTANDO CON EL PERMISO CORRESPONDIENTE NO
CUMPLEN CON LAS CONDICIONES DE SEGURIDAD IMPUESTAS. Esta Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que la garantía de exacta aplicación de la
ley en materia penal, prevista en el tercer párrafo del artículo 14 de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, se traduce en la prohibición de imponer penas por analogía o
por mayoría de razón, pues ello implica la aplicación de una norma que contiene determinada
sanción a un caso que no está expresamente castigado por aquélla, es decir, la pena que se
pretendiera imponer al hecho no penado en la ley, no tendría una existencia legal previa y con
ello se violarían los principios nullum crimen sine lege y nulla poena sine lege. Ahora bien, de la
interpretación sistemática y armónica de los artículos 37, 38, 41, fracción IV, inciso e), 42, 45,
69, 72 y 73 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, así como de los diversos 3o.,
34, fracción II, 38, 40, 80 y 89 de su Reglamento, se advierte que el elemento normativo
consistente en: "sin ajustarse a las condiciones de seguridad a que estén obligados", descrito
en el tipo penal contenido en el artículo 87, fracción I, de la referida Ley, se dirige a quienes
manejen las fábricas, plantas industriales, talleres, almacenes y demás establecimientos que se
dediquen a las actividades reguladas por dicha Ley, entre ellas, a la fabricación de artificios
pirotécnicos, y que cuenten con el permiso correspondiente expedido por la Secretaría de la
Defensa Nacional, pues el legislador impuso dicha obligación en forma expresa a todos los
permisionarios, ya que de los señalados artículos se advierte que dichas medidas de seguridad
son exigibles a quienes funcionen al amparo de los permisos respectivos; de ahí que la
circunstancia de que el mencionado tipo penal no establezca que el supuesto de hecho de la
norma se dirige a quienes cuentan con el permiso correspondiente, no puede considerarse
como una omisión legislativa; y en tal virtud, la interpretación realizada resulta acorde con la
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
aludida garantía constitucional. Además, no debe soslayarse que lo anterior no implica que
quienes desplieguen conductas relacionadas con artificios pirotécnicos sin el permiso
correspondiente, estén relevados de responsabilidad, en virtud de que en el Título Cuarto,
Capítulo Único, de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos se establecen diversos
supuestos de hecho con sus respectivas consecuencias jurídicas.
Contradicción de tesis 137/2005-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Segundo Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto
Circuito. 15 de marzo de 2006. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime
Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 15/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha quince de marzo de dos mil seis.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Septiembre de 2006
Tesis: 1a./J. 43/2006
Página: 172
QUEJA INTERPUESTA CONTRA LA DETERMINACIÓN DE NO EJERCICIO DE LA ACCIÓN
PENAL. EL CÓMPUTO DEL TÉRMINO DE QUINCE DÍAS A QUE SE REFIERE EL
ARTÍCULO 67 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES DEL ESTADO DE OAXACA
PARA INTERPONER DICHO RECURSO, DEBE INCLUIR COMO DÍAS HÁBILES LOS
SÁBADOS. De la interpretación armónica de los artículos 114 y 83 de la Ley Orgánica de la
Procuraduría General de Justicia del Estado de Oaxaca, en relación con el numeral 67 del
Código de Procedimientos Penales de esa entidad federativa, se advierte que el ofendido o
querellante puede interponer el recurso de queja ante el Procurador General de Justicia del
Estado contra la decisión del Agente del Ministerio Público del no ejercicio de la acción penal
respecto de los hechos denunciados, dentro de los quince días contados desde que se les haya
hecho saber esa determinación. Sin embargo, ni las disposiciones citadas, ni algún otro
precepto de dicho Código, precisan si los sábados son días hábiles o inhábiles para efectos del
cómputo del término en mención. Además, el legislador no dispuso la aplicación supletoria de
alguna otra legislación, en lo no previsto por la codificación adjetiva penal del Estado. Ahora
bien, el primer párrafo del artículo 159 del aludido Código dispone que todos los términos que
señala son improrrogables y que se contarán desde el día siguiente al en que se hubiere hecho
la notificación, lo cual debe entenderse como la regla general, mientras que el segundo párrafo
describe las excepciones a dicha regla, consistentes en que: 1. sólo los términos que señala el
propio Código para tomar la declaración preparatoria del inculpado y pronunciar el auto de
reclusión preventiva se contarán de momento a momento y desde que el procesado fuere
puesto a disposición del tribunal competente; y, 2. en los términos de los señalados supuestos
se incluirán los domingos y demás días considerados como inhábiles. De ahí que si el legislador
equiparó los domingos con los demás días inhábiles y no hizo mención a los sábados,
válidamente puede afirmarse que los consideró hábiles. Además, si la excepción a la regla
radica en que se incluirán en los términos los domingos y demás días inhábiles sólo para los
casos en que se tome la declaración preparatoria o se pronuncie el auto de reclusión
preventiva, por regla general, cuando no se trate de dichos supuestos, se incluirán como hábiles
los sábados. Por otra parte, si el recurso de queja a que se refiere el artículo 67 del Código de
Procedimientos Penales del Estado de Oaxaca está previsto en el artículo 114 de la Ley
Orgánica de la Procuraduría General de Justicia de esa localidad y si dicho medio de
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
impugnación compete al Procurador General de Justicia del Estado, a fin de aclarar el vacío
legislativo, es válido acudir a la citada Ley Orgánica. Así, el artículo 66 de la citada legislación
orgánica estatal establece que para las actuaciones del Ministerio Público todos los días y horas
son hábiles, y si bien es cierto que la queja es una actuación que ejercita el querellante u
ofendido, también lo es que la intención del legislador consistió en que la representación social
laborara incluso los sábados, por lo que si el recurso de queja es un medio de impugnación
cuya resolución compete a la Procuraduría General del Estado, resulta inconcuso que el
cómputo del término para su interposición debe incluir como hábiles los días sábados.
Contradicción de tesis 60/2006-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Tercero, ambos del Décimo Tercer Circuito. 14 de junio de 2006. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ponente: Sergio A. Valls
Hernández. Secretario: Joaquín Cisneros Sánchez.
Tesis de jurisprudencia 43/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha catorce de junio de dos mil seis.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Octubre de 2006
Tesis: 1a./J. 52/2006
Página: 189
PENA DE PRISIÓN. CONFORME AL ARTÍCULO 33, EN RELACIÓN CON EL DIVERSO 71,
PRIMER PÁRRAFO, DEL NUEVO CÓDIGO PENAL PARA EL DISTRITO FEDERAL, LA
MÍNIMA A IMPONERSE ES DE TRES MESES PARA TODOS LOS DELITOS DEL FUERO
COMÚN COMETIDOS EN DICHA ENTIDAD. De la exposición de motivos del Nuevo Código
Penal para el Distrito Federal, así como del respectivo dictamen de la Comisión de
Administración y Procuración de Justicia de la Asamblea Legislativa, se advierte que la
intención del legislador al establecer las penas y medidas de seguridad aplicables en dicha
entidad fue que el mínimo de prisión fuera de tres meses en cualquier caso. En congruencia con
lo anterior y en acatamiento al principio de exacta aplicación de la ley penal previsto en el
artículo 14, tercer párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se
concluye que el artículo 33, en relación con el diverso 71, primer párrafo, del mencionado
Código establecen una regla aplicable en todos los casos conforme a la cual, tratándose de
delitos del fuero común cometidos en el Distrito Federal, el órgano jurisdiccional al individualizar
la pena privativa de libertad no debe imponer una de duración inferior a tres meses. La regla de
mérito es aplicable a los delitos consumados, así como a lo establecido en los Capítulos: II
(punibilidad de los delitos culposos); III (punibilidad de la tentativa); IV (punibilidad en el caso de
concurso de delitos y delito continuado); V (punibilidad de la complicidad, auxilio en
cumplimiento de promesa anterior y autoría indeterminada); y VI (error vencible y exceso en las
causas de licitud), del Título Cuarto, Libro Primero, del ordenamiento legal de referencia.
Contradicción de tesis 43/2006-PS. Entre las sustentadas por el Tercer y Noveno Tribunales
Colegiados, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 5 de julio de 2006. Cinco votos.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 52/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha nueve de agosto de dos mil seis.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Octubre de 2006
Tesis: 1a./J. 60/2006
Página: 164
ORDEN DE IDENTIFICACIÓN ADMINISTRATIVA (FICHA SIGNALÉTICA). DEBE
IMPUGNARSE A TRAVÉS DEL RECURSO DE APELACIÓN PREVISTO EN LOS
ARTÍCULOS 414 Y 418 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES PARA EL
DISTRITO FEDERAL ANTES DE ACUDIR AL AMPARO. Conforme al artículo 298 del Código
de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, la orden de identificación administrativa del
procesado (ficha signalética) es una consecuencia directa tanto del auto de sujeción a proceso
como del de formal prisión, y constituye una medida de naturaleza administrativa-procesal que
se rige por el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues su
ejecución tiene por objeto aportar al Juez de la causa y de futuros procesos, elementos
suficientes para la individualización de la pena. Ahora bien, al igual que el auto del que deriva, la
mencionada orden de identificación es impugnable mediante el recurso de apelación previsto en
los numerales 414 y 418 del referido Código, cuando se reclame de manera destacada o como
acto independiente del auto de término constitucional del cual emana, siempre que dicha
impugnación verse sobre violaciones a dicho artículo 16 constitucional; es decir, cuando se
discurran cuestiones de legalidad; ya que el recurso tendrá como finalidad que el tribunal de
segunda instancia analice la legitimidad de dicha orden y, en su caso, determine su
modificación, revocación o nulificación. En congruencia con lo anterior, y en cumplimiento al
principio de definitividad, se concluye que si el ordenamiento aplicable prevé el recurso de
apelación como medio ordinario de impugnación, éste debe agotarse antes de promover el
juicio de amparo; máxime que la orden de identificación administrativa no constituye una pena o
una sanción restrictiva de la libertad del procesado, por lo que no se actualiza alguna de las
excepciones previstas en el artículo 73, fracción XIII, párrafo segundo, de la Ley de Amparo.
Contradicción de tesis 188/2005-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Sexto
y Noveno, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 16 de agosto de 2006. Cinco votos.
Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Juan Carlos de la Barrera Vite.
Tesis de jurisprudencia 60/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintitrés de agosto de dos mil seis.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Octubre de 2006
Tesis: 1a./J. 58/2006
Página: 115
LEGITIMACIÓN AD PROCESUM DEL DENUNCIANTE FACULTADO PARA EXIGIR LA
REPARACIÓN DEL DAÑO O LA RESPONSABILIDAD CIVIL, COMO CONSECUENCIA DE
ACCIONES U OMISIONES QUE SANCIONA LA LEY PENAL. CUENTA CON INTERÉS
JURÍDICO PARA PROMOVER EL JUICIO DE AMPARO EN CONTRA DE LA
DETERMINACIÓN QUE CONFIRME EL NO EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL O SU
DESISTIMIENTO, EMITIDA POR EL MINISTERIO PÚBLICO. De conformidad con la tesis del
Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación P./J. 128/2000, de rubro: "ACCIÓN
PENAL. EL ARTÍCULO 21, PÁRRAFO CUARTO, CONSTITUCIONAL, SE ERIGE EN
GARANTÍA DEL DERECHO DE IMPUGNAR LAS RESOLUCIONES DEL MINISTERIO
PÚBLICO SOBRE EL NO EJERCICIO O DESISTIMIENTO DE AQUÉLLA.", y de una
interpretación extensiva a los artículos 21, cuarto párrafo constitucional, 4o., 10 fracción III y 114
fracción VII, de la Ley de Amparo, tienen legitimación activa para interponer amparo por el no
ejercicio de la acción penal o el desistimiento de ésta, todas aquellas personas que hayan
sufrido un daño físico, una pérdida financiera o el menoscabo de sus derechos fundamentales,
como consecuencia de acciones u omisiones tipificadas como delitos, entre las que se
encuentra el denunciante cuando coincida en él cualquiera de las calidades antes indicadas, ya
que en tal hipótesis, debe presumirse una intención legislativa en el sentido de ampliar el
derecho de acudir al amparo a cualquiera que sufra un menoscabo en su esfera jurídica, aun
cuando no se trate de la víctima o del ofendido.
Contradicción de tesis 4/2006-PS. Entre las sustentadas por el Octavo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito y los Tribunales Colegiados Quinto y Sexto, ambos en Materia
Penal del Primer Circuito. 9 de agosto de 2006. Mayoría de cuatro votos. Disidente: José de
Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretaria: Miriam Flores Aguilar.
Tesis de jurisprudencia 58/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintitrés de agosto de dos mil seis.
Nota: La tesis P./J. 128/2000 citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XII, diciembre de 2000, página 5.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Octubre de 2006
Tesis: 1a./J. 48/2006
Página: 82
DELITO CONTRA LA SALUD, EN SU MODALIDAD DE POSESIÓN. LA CIRCUNSTANCIA
DE QUE LA CANTIDAD DEL NARCÓTICO EXCEDA EL LÍMITE MÁXIMO PREVISTO EN LA
TABLA DEL APÉNDICE 1 DEL ARTÍCULO 195 BIS DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL, ES
SUFICIENTE POR SÍ SOLA PARA TENER POR DEMOSTRADO QUE DICHA POSESIÓN
TENÍA COMO FINALIDAD REALIZAR ALGUNA DE LAS CONDUCTAS PREVISTAS EN EL
ARTÍCULO 194 DEL PROPIO CÓDIGO. Al ser la cantidad del narcótico asegurado un
elemento objetivo del tipo penal, la circunstancia consistente en que dicha cantidad exceda el
límite previsto en la Tabla del Apéndice 1, del artículo 195 bis, del Código Penal Federal, con
independencia en qué cantidad se excede dicho límite (si es mínimo o demasiado), por sí sola
es suficiente para tener por demostrado que dicha posesión tenía como finalidad la realización
de alguna de las conductas a que se refiere el artículo 194 del Código Penal Federal, la cual en
cada caso deberá ser precisada por el juzgador; en virtud de que la posesión del narcótico no
tiene como fin el consumo personal. Lo anterior obedece a que al rebasar la cantidad del
narcótico el límite previsto en la tabla y anexo citados, la conducta desplegada por el activo ya
no encuadra en el supuesto previsto en el artículo 195 bis, que prevé una conducta atenuada,
por ende es agravada al actualizarse el supuesto previsto en el primer párrafo del artículo 195
del citado Código.
Contradicción de tesis 75/2005-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito, el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito,
antes Tribunal Colegiado del mismo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo
Circuito. 14 de junio de 2006. Mayoría de tres votos. Ausente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas. Disidente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García
Villegas; en su ausencia hizo suyo el asunto Sergio A. Valls Hernández. Secretaria: Rosaura
Rivera Salcedo.
Tesis de jurisprudencia 48/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha nueve de agosto de dos mil seis.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Octubre de 2006
Tesis: 1a./J. 46/2006
Página: 15
ATAQUES A LAS VÍAS GENERALES DE COMUNICACIÓN. CONFORME AL PRINCIPIO DE
ESPECIALIDAD, EL TIPO PENAL CONTENIDO EN EL ARTÍCULO 533 DE LA LEY DE VÍAS
GENERALES DE COMUNICACIÓN COBRA APLICACIÓN EN LUGAR DEL PREVISTO EN
EL NUMERAL 167, FRACCIÓN III, DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL. La conducta atribuida al
quejoso consistente en colocar obstáculos en una vía general de comunicación con el objeto de
impedir el paso de vehículos, en principio quedaría contenida en una norma de carácter general,
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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esto es, en el artículo 167, fracción III, del Código Penal Federal; sin embargo, existe un
ordenamiento especial que prevé y sanciona dicho comportamiento, a saber, el numeral 533 de
la Ley de Vías Generales de Comunicación; por lo que se actualiza la figura del concurso
aparente de tipos penales, el cual debe resolverse conforme al principio de especialidad
contenido en el artículo 6o. del Código Penal Federal, según el cual, la ley especial debe
prevalecer sobre la general. Ahora bien, los elementos que integran el delito previsto en el
citado Código quedan inmersos en el que sanciona la Ley de Vías Generales de Comunicación
e incluso ésta recoge mayor número de elementos, circunstancias o características del hecho;
de ahí que, en la referida hipótesis, la disposición especial (artículo 533) desplaza a la norma
general (artículo 167, fracción III). Lo anterior es así, entre otros aspectos, porque el tipo general
se actualiza por el solo hecho de colocar estorbos o cualquier obstáculo adecuado en un
camino público con el objeto de detener los vehículos que por ahí transitan, mientras que el
delito especial, con mayor amplitud, sanciona a quienes por cualquier medio interrumpan los
servicios que operan en las vías generales de comunicación o los medios de transporte,
agregando una circunstancia de modo, al referir que dicha interrupción puede ser total o parcial;
en cuanto al resultado, amplía los casos de afectación derivados de la conducta delictiva, pues
no sólo sanciona la interrupción de los medios de transporte, sino también la de los servicios
que operan en las vías generales de comunicación, y en lo relativo al objeto material, en lugar
de aludir únicamente a los caminos públicos -como lo hace la norma general-, utiliza una
nomenclatura que engloba la diversidad de aspectos relacionados con la materia que regula;
además, el tipo penal contenido en la ley especial, precisamente en función de la diversidad de
comportamientos que establece, permite regular la óptima aplicación de sanciones a quienes
transgreden dicha norma, desde el punto de vista de los bienes jurídicos tutelados, es decir, el
adecuado funcionamiento de las vías generales de comunicación, de los medios de transporte y
de los servicios auxiliares.
Contradicción de tesis 9/2006-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materias Penal y Administrativa del Vigésimo Primer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado
del Vigésimo Cuarto Circuito (actualmente Tribunal Colegiado del Vigésimo Cuarto Circuito). 28
de junio de 2006. Mayoría de tres votos. Disidentes: Sergio A. Valls Hernández y José Ramón
Cossío Díaz. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 46/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha cinco de julio de dos mil seis.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Noviembre de 2006
Tesis: 1a./J. 61/2006
Página: 142
MEDIACIÓN EN LA AVERIGUACIÓN PREVIA, PREVISTA EN LOS ARTÍCULOS 135 Y 136
DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES PARA EL ESTADO DE VERACRUZ. LA
OMISIÓN POR PARTE DEL MINISTERIO PÚBLICO DE INFORMAR AL QUERELLANTE
SOBRE AQUELLA ALTERNATIVA, NO AFECTA LA ESFERA JURÍDICA DEL INCULPADO.
Del contenido de las normas referidas y de su proceso legislativo se advierte el propósito del
legislador de procurar el equilibrio de los derechos que asisten tanto al indiciado como a la
víctima, surgiendo la mediación como una figura de atención y compensación a favor de ella,
aplicable sólo tratándose de delitos no graves y cuyo propósito es evitar el proceso penal
mediante un arreglo conciliatorio entre las partes en conflicto, respetando los derechos de
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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ambas, en donde ordinariamente el Ministerio Público tiene el carácter de tercero mediador.
Asimismo, de dichas normas se desprende que el querellante tiene derecho a ser informado de
la existencia del mencionado procedimiento de mediación, así como de decidir si agota o no esa
alternativa extrajudicial. Por tanto, si durante la averiguación previa el Ministerio Público no
informa al querellante sobre tal alternativa y, por ende, no se lleva a cabo la mediación, se
actualiza una violación al procedimiento que causa perjuicio a la víctima, mas no al indiciado o
procesado, pues la referida legislación procesal dispone que el inicio de la conciliación aludida
sólo es prerrogativa del querellante, de ahí que si el inculpado interpone juicio de amparo
indirecto contra la orden de aprehensión, su equivalente o el auto de formal prisión, carece de
interés jurídico para prevalerse de la referida omisión.
Contradicción de tesis 36/2006-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Séptimo Circuito. 28 de junio de 2006. Mayoría
de tres votos. Disidentes: Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Sergio A. Valls
Hernández. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 61/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintitrés de agosto de dos mil seis.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Diciembre de 2006
Tesis: 1a./J. 74/2006
Página: 154
SUSPENSIÓN DE DERECHOS POLÍTICOS. AL SER UNA SANCIÓN ACCESORIA DE LA
PENA DE PRISIÓN CUANDO ÉSTA ES SUSTITUIDA INCLUYE TAMBIÉN A LA PRIMERA.
Conforme al artículo 38, fracción III, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, así como al numeral 57, fracción I, del Nuevo Código Penal para el Distrito Federal,
la suspensión de derechos políticos es una sanción que se produce como consecuencia
necesaria de la pena de prisión, por lo que su naturaleza es accesoria, pues deriva de la
imposición de la pena corporal y su duración depende de la que tenga ésta; de ahí que su
aplicación no corresponda al juzgador, como sí sucede tratándose de penas autónomas, las
cuales son impuestas en uso de su arbitrio judicial y de conformidad con el tipo penal
respectivo. En esa virtud, cuando la pena de prisión es sustituida, la suspensión de derechos
políticos como pena accesoria de la primera, sigue la misma suerte que aquélla, pues debe
entenderse que se sustituye la pena en su integridad, incluyendo la suspensión de derechos
políticos que le es accesoria.
Contradicción de tesis 8/2006-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero
y Noveno, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 27 de septiembre de 2006. Cinco votos.
Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Ana Carolina Cienfuegos
Posada.
Tesis de jurisprudencia 74/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha de cuatro de octubre de dos mil seis.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Diciembre de 2006
Tesis: 1a./J. 75/2006
Página: 135
QUERELLA POR DELITOS FISCALES. EL SUBPROCURADOR FISCAL DE LA
FEDERACIÓN Y EL DIRECTOR GENERAL DE DELITOS FISCALES POR SÍ SOLOS,
TIENEN FACULTADES PARA FORMULARLA EN REPRESENTACIÓN DE LA SECRETARÍA
DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO. Tanto el Subprocurador Fiscal Federal de
Investigaciones, como el Director General de Delitos Fiscales por sí solos, pueden formular
querella ante el Ministerio Público por la comisión de los posibles delitos fiscales, en
representación de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, sin necesidad de acreditar
asistencia o ausencia de sus respectivos superiores jerárquicos. Lo anterior, con independencia
de que el artículo 105 del Reglamento Interior de dicha Secretaría establezca la forma de suplir
a tales servidores, porque aquella facultad se prevé íntegra, directa y plenamente en los
artículos 81, fracción II y 82, fracción II, del citado Reglamento. Además, el hecho de que el
artículo 10, fracción XXVIII, de dicho ordenamiento otorgue esa misma facultad al Procurador
Fiscal de la Federación no afecta las facultades directas mencionadas, pues se está ante un
caso de concurrencia de facultades; de manera que al no existir dispositivo legal que disponga o
distinga expresamente si uno u otro servidor público debe formular la querella en un orden de
prelación específico, y ante disposiciones con la misma característica, se concluye que
cualquiera de los servidores aludidos (Procurador Fiscal de la Federación, Subprocurador Fiscal
Federal de Investigaciones y Director General de Delitos Fiscales) pueden hacerlo
indistintamente.
Contradicción de tesis 72/2006-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Sexto Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Séptimo
Circuito. 27 de septiembre de 2006. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretario: Roberto Lara Chagoyán.
Tesis de jurisprudencia 75/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha cuatro de octubre de dos mil seis.
Jurisprudencia
Materia(s): Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
XXIV, Diciembre de 2006
Tesis: 1a./J. 65/2006
Página: 66
AVERIGUACIÓN PREVIA. PROCEDE EL AMPARO INDIRECTO EN TÉRMINOS DEL
ARTÍCULO 114, FRACCIÓN VII, DE LA LEY DE AMPARO, EN CONTRA DE LA
ABSTENCIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO DE INICIARLA DESPUÉS DE FORMULARSE
UNA DENUNCIA DE HECHOS QUE PUDIERAN SER CONSTITUTIVOS DE DELITO
PERSEGUIBLE DE OFICIO. El juicio de amparo indirecto es procedente en términos del
artículo 114, fracción VII, de la Ley de Amparo, en contra de la abstención del Ministerio Público
de iniciar una averiguación previa ante una denuncia de hechos que pudieran ser constitutivos
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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de delitos perseguibles de oficio, siempre que se hayan cumplido los requisitos establecidos en
los artículos 113 y 118 del Código Federal de Procedimientos Penales. Ello es así, pues tal
omisión representa dejar al gobernado en estado de incertidumbre respecto a la persecución de
los presuntos ilícitos denunciados, lo que contraviene el cuarto párrafo del artículo 21 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, reformado mediante Decreto publicado
en el Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre de 1994, cuyo objeto es garantizar que
las denuncias sean atendidas y que el Ministerio Público ejercite las funciones de investigación
que le encomienda la ley, pues en nada beneficiaría al gobernado el derecho otorgado
constitucional y legalmente para combatir el no ejercicio de la acción penal, si no se le faculta
para exigir que ante una denuncia se inicien las averiguaciones correspondientes.
Contradicción de tesis 40/2006-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Noveno Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 5 de julio
de 2006. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria:
Constanza Tort San Román.
Tesis de jurisprudencia 65/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veinte de septiembre de dos mil seis.
No. Registro: 173,568
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Enero de 2007
Tesis: 1a./J. 79/2006
Página: 232
ESTUDIO DE PERSONALIDAD DICTADO DENTRO DEL AUTO DE TÉRMINO
CONSTITUCIONAL. CUANDO SE RECLAMA POR VICIOS PROPIOS, ANTES DE ACUDIR
AL AMPARO DEBE PROMOVERSE EL RECURSO DE APELACIÓN PREVISTO EN LOS
ARTÍCULOS 414 Y 418 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS PENALES PARA EL
DISTRITO FEDERAL. De los artículos 72 del Código Penal y 296 bis del Código de
Procedimientos Penales, ambas legislaciones para el Distrito Federal, se advierte que el estudio
de personalidad es una consecuencia directa tanto del auto de sujeción a proceso como del de
formal prisión, y constituye una medida de naturaleza administrativa-procesal que se rige por el
artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues su ejecución tiene
por objeto aportar al Juez de la causa elementos suficientes para individualizar la pena. Ahora
bien, al igual que el auto del que deriva, el mencionado estudio de personalidad es impugnable
mediante el recurso de apelación previsto en los numerales 414 y 418 de la ley adjetiva citada
cuando se reclama de manera destacada o como acto independiente del auto de término
constitucional del cual emana, ya que el recurso tiene como finalidad que el tribunal de segunda
instancia analice la legalidad de dicho estudio y, en su caso, determine su modificación,
revocación o nulificación. En congruencia con lo anterior y en acatamiento al principio de
definitividad, se concluye que si el ordenamiento aplicable prevé el recurso de apelación como
medio ordinario de impugnación, éste debe agotarse antes de promover el juicio de amparo
cuando el estudio de personalidad se reclama por vicios propios; máxime que dicho estudio no
constituye una pena o una sanción restrictiva de la libertad del procesado, por lo que no se
actualiza alguna de las excepciones previstas en el artículo 73, fracción XIII, párrafo segundo,
de la Ley de Amparo.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 58/2006-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo, Tercero, Sexto, Séptimo y Octavo, todos en Materia Penal del Primer Circuito. 4 de
octubre de 2006. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique
Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 79/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dieciocho de octubre de dos mil seis.
No. Registro: 173,510
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Enero de 2007
Tesis: 1a./J. 73/2006
Página: 322
PRESCRIPCIÓN DE LA ACCIÓN PENAL EN EL DELITO DE DEFRAUDACIÓN FISCAL. SI
ANTES DE QUE TRANSCURRAN CINCO AÑOS DESDE SU COMISIÓN LA SECRETARÍA
DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO TIENE CONOCIMIENTO DEL ILÍCITO Y DE SU
AUTOR, AQUÉLLA SE ACTUALIZARÁ EN UN PLAZO DE TRES AÑOS CONTADOS A
PARTIR DE ESE MOMENTO (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 100 DEL CÓDIGO
FISCAL DE LA FEDERACIÓN). La prescripción de la acción penal en el delito de defraudación
fiscal perseguible por querella formulada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público debe
regirse conforme al artículo 100 del Código Fiscal de la Federación, el cual establece dos
reglas: la primera, que señala un plazo de tres años a partir de que dicha Secretaría tenga
conocimiento del delito y del delincuente; y la segunda, que prevé un término de cinco años que
se computará a partir de la fecha de la comisión del delito y que se actualiza cuando la
dependencia ofendida ignora el hecho delictuoso y su autor. Ahora bien, de la interpretación
armónica de dichos cómputos se advierte que si antes de que se cumplan los cinco años de la
comisión del delito la aludida Secretaría tiene conocimiento de éste y de su autor, la
prescripción se computará conforme a la primer regla (tres años a partir de ese momento), sin
que sea posible tomar en cuenta la fecha de la comisión del delito, pues ésta constituye un
elemento de la segunda hipótesis. De manera que como ambos supuestos se excluyen entre sí,
no pueden conjugarse, pues ello implicaría condicionar dentro de una disposición de aplicación
estricta, un supuesto que el legislador no contempló; de ahí que basta que la autoridad
hacendaria tenga conocimiento del delito y de su autor dentro del plazo de cinco años previsto
en la segunda regla, para que el fenómeno extintivo de la acción penal se rija conforme al plazo
de tres años, aunque la fecha que resulte pudiera rebasar aquella en la que habría prescrito el
delito conforme a la segunda hipótesis. Lo anterior es así, en virtud de que la definición clara de
dichas reglas revela que en esta clase de delitos especiales, la intención del legislador consistió
en que su prescripción fuera congruente con el término de caducidad en materia fiscal, sin que
ello implique que el plazo de tres años pueda empezar a contarse en cualquier tiempo, sino que
necesariamente tendrá que iniciar antes de que concluya el término de cinco años, pues si
excede de éste ya habrá prescrito la acción penal.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 32/2006-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito y el Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito. 27 de septiembre de 2006. Mayoría de tres votos. Disidentes: Sergio Armando Valls
Hernández y José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Eligio Nicolás
Lerma Moreno.
Tesis de jurisprudencia 73/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha cuatro de octubre de dos mil seis.
No. Registro: 173,487
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Enero de 2007
Tesis: 1a./J. 81/2006
Página: 356
PRUEBA TESTIMONIAL EN EL PROCESO PENAL CUANDO LOS HECHOS SE CONOCEN
POR REFERENCIA DE TERCEROS. SU VALORACIÓN. El artículo 289 del Código Federal de
Procedimientos Penales establece que para apreciar la prueba testimonial, el juzgador debe
considerar que el testigo: a) tenga el criterio necesario para juzgar el acto; b) tenga completa
imparcialidad; c) atestigüe respecto a un hecho susceptible de conocerse por medio de los
sentidos, y que lo conozca por sí mismo y no por inducciones o referencias de otro sujeto; d)
efectúe la declaración de forma clara y precisa, sin dudas ni reticencias sobre la sustancia del
hecho ni sobre las circunstancias esenciales; y, e) no haya sido obligado por fuerza o miedo, ni
impulsado por engaño, error o soborno. En congruencia con lo anterior, se concluye que cuando
en una declaración testimonial se aportan datos relevantes para el proceso penal, unos que son
conocidos directa o sensorialmente por el deponente y otros por referencia de terceros -y que,
en consecuencia, no le constan-, el relato de los primeros, en caso de cumplir con los demás
requisitos legalmente establecidos, tendrá valor indiciario, y podrá constituir prueba plena
derivado de la valoración del juzgador, cuando se encuentren reforzados con otros medios de
convicción, mientras que la declaración de los segundos carecerá de eficacia probatoria, por no
satisfacer el requisito referente al conocimiento directo que prevé el citado numeral.
Contradicción de tesis 133/2005-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Sexto Circuito, actualmente Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Sexto Circuito
y el Tribunal Colegiado del Vigésimo Quinto Circuito. 18 de octubre de 2006. Mayoría de tres
votos. Disidentes: Juan N. Silva Meza y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Ponente:
Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Arnoldo Castellanos Morfín.
Tesis de jurisprudencia 81/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha dieciocho de octubre de dos mil seis.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Febrero de 2007
Tesis: 1a./J. 88/2006
Página: 75
COMPETENCIA EN EL JUICIO DE AMPARO. CUANDO SE RECLAMA UNA ORDEN DE
APREHENSIÓN Y SE SEÑALAN COMO AUTORIDADES RESPONSABLES A TODOS LOS
JUECES DE DISTRITO DE UN MISMO ÁMBITO TERRITORIAL, SE SURTE A FAVOR DEL
MÁS INMEDIATO. Cuando en una demanda de amparo se reclama una orden de aprehensión
y se señalan como autoridades responsables a todos los Jueces de Distrito de un mismo ámbito
territorial, éstos tendrán el carácter de autoridad responsable durante toda la secuela procesal
conforme al artículo 5o., fracción II, de la Ley de Amparo, por lo que no puede operar la regla
general para fijar la competencia establecida en el artículo 36, párrafo primero, de dicho
ordenamiento, ya que el juzgador que ha sido señalado como autoridad responsable,
independientemente de que ejerza jurisdicción en el lugar en que el acto reclamado podría
ejecutarse, ya es parte en el juicio de garantías respectivo y no puede tener el doble carácter de
parte procesal y Juez, pues se actualizaría el impedimento previsto en el artículo 66, fracción IV,
de la Ley citada. En consecuencia, se concluye que en la hipótesis referida debe atenderse a la
regla de excepción contenida en el artículo 42, primer párrafo, de la Ley de Amparo y señalar
como competente al Juez de Distrito más inmediato.
Contradicción de tesis 25/2006-PS. Entre las sustentadas por el Primer y Segundo Tribunales
Colegiados, ambos en Materia Penal del Tercer Circuito. 25 de octubre de 2006. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario:
Roberto Ávila Ornelas.
Tesis de jurisprudencia 88/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veinticinco de octubre de dos mil seis.
No. Registro: 173,348
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Febrero de 2007
Tesis: 1a./J. 104/2006
Página: 219
CONTRABANDO. TRATÁNDOSE DE VEHÍCULOS DE PROCEDENCIA EXTRANJERA, SE
ACTUALIZAN LOS TIPOS DE CONTRABANDO BÁSICO, CONTRABANDO PRESUNTO O
CONTRABANDO EQUIPARADO A QUE SE REFIEREN LOS ARTÍCULOS 102, 103
FRACCIÓN II O 105, FRACCIÓN VII Y NO EL GENÉRICO CONTENIDO EN EL ARTÍCULO
105 FRACCIÓN I, DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN. Al existir diversos preceptos
legales que pretenden sancionar el hecho punible consistente en poseer un vehículo de
procedencia extranjera sin la documentación que acredite su legal estancia en el país, se
actualiza un concurso aparente de normas que debe resolverse aplicando el principio de
especialidad contenido en el artículo 6o. del Código Penal Federal, que esencialmente implica
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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preferir a la norma que describa más detalladamente la conducta. En congruencia con lo
anterior, y tomando en cuenta que existen preceptos que se refieren en específico a la conducta
y mercancía señaladas y que, por ende, habrá de preferirse su aplicación respecto del tipo
genérico relativo a la posesión de mercancía extranjera, se concluye que el delito de
contrabando equiparado previsto en la fracción I del artículo 105 del Código Fiscal de la
Federación no se configura cuando el sujeto activo se encuentra en posesión de un vehículo de
procedencia extranjera sin la documentación que acredite su legal estancia en el país, sino que,
en todo caso, se actualizan los tipos relativos al contrabando básico, contrabando presunto o
contrabando equiparado a que se refieren los artículos 102, 103, fracción II, o 105, fracción VII,
del aludido Código, respectivamente, dependiendo de las circunstancias específicas en que se
haya cometido el ilícito. Esto es, si el sujeto activo se encuentra en posesión de este tipo de
vehículos dentro de la zona de veinte kilómetros que señala el citado artículo 103, fracción II, sin
la documentación que acredite su tránsito por dicha zona o por el resto del país, se actualiza el
delito de contrabando básico (artículo 102); si se encuentra fuera de tal zona sin la
documentación que acredite los trámites aduanales para su introducción al territorio nacional o
para su internación de la franja o región fronteriza al resto del país, se configura el ilícito de
contrabando presunto (fracción II del artículo 103), y cuando la posesión es respecto de un
vehículo importado en franquicia, importado a la franja fronteriza, o importado o internado
temporalmente pero sin autorización legal para ello, el delito que se actualiza es el contrabando
equiparado (fracción VII del artículo 105).
Contradicción de tesis 45/2006-PS. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado del Décimo
Noveno Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito. 8 de
noviembre de 2006. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Roberto Ávila
Ornelas.
Tesis de jurisprudencia 104/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintidós de noviembre de dos mil seis.
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Febrero de 2007
Tesis: 1a./J. 95/2006
Página: 264
DEFRAUDACIÓN FISCAL EQUIPARADA PREVISTA EN LA FRACCIÓN I DEL ARTÍCULO
109 DEL CÓDIGO FISCAL DE LA FEDERACIÓN. LA CONFIGURACIÓN DE ESTE DELITO
NO REQUIERE DE SUJETO ACTIVO CALIFICADO. El citado artículo prevé el delito de
defraudación fiscal equiparada, el cual consiste, entre otras hipótesis, en consignar en las
declaraciones presentadas para efectos fiscales, deducciones falsas o ingresos acumulables
menores a los realmente obtenidos o determinados conforme a la ley, sin exigir que el sujeto
activo tenga una calidad específica. En ese sentido, se concluye que la configuración del
mencionado ilícito no requiere de sujeto activo calificado, pues basta que materialmente se
consignen en las declaraciones fiscales presentadas deducciones falsas o ingresos menores a
los realmente percibidos; de ahí que tratándose de declaraciones presentadas a nombre y por
cuenta de personas morales, comete el delito de defraudación fiscal equiparada quien
despliegue la conducta señalada, independientemente de que tenga o no algún poder o facultad
por parte de la empresa.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Contradicción de tesis 53/2006-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Octavo Circuito. 8
de noviembre de 2006. Cinco votos. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Arnoldo
Castellanos Morfín.
Tesis de jurisprudencia 95/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha ocho de noviembre de dos mil seis.
No. Registro: 173,307
Jurisprudencia
Materia(s):Constitucional, Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Febrero de 2007
Tesis: 1a./J. 109/2006
Página: 296
ENCUBRIMIENTO POR RECEPTACIÓN. LOS ARTÍCULOS 275, PÁRRAFO SEGUNDO
(VIGENTE HASTA EL 11 DE OCTUBRE DE 2004) Y 275-B (DE ACTUAL VIGENCIA),
AMBOS DEL CÓDIGO PENAL PARA EL ESTADO DE GUANAJUATO, QUE PREVÉN ESE
DELITO, AL CONTENER LA EXPRESIÓN "PRECAUCIONES NECESARIAS" VIOLAN EL
ARTÍCULO 14 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. La garantía de exacta aplicación de la ley
en materia penal prevista en el tercer párrafo del artículo 14 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos obliga al legislador a describir con precisión y exactitud los
elementos que dan contenido a los tipos penales, a fin de evitar el uso de conceptos ambiguos
que generen un estado de incertidumbre jurídica en el gobernado y una actuación arbitraria del
intérprete de la norma. En ese tenor, del análisis de los artículos 275, párrafo segundo (vigente
hasta el 11 de octubre de 2004) y 275-b (de actual vigencia), ambos del Código Penal para el
Estado de Guanajuato, se concluye que al incluir la expresión "precauciones necesarias" como
uno de los elementos constitutivos del delito, violan la referida garantía constitucional en tanto
contienen un concepto vago, extensional e intencionalmente, porque impiden al destinatario
saber con exactitud si alguna posible precaución es o no necesaria y no determinan todas las
características de ese tipo de precauciones; además de que no establecen con claridad en
contraste con qué criterios o normas se define lo "necesario" para considerar que las
precauciones que se tomaron para cerciorarse de la procedencia lícita de un vehículo fueron las
"necesarias". De manera que estos vicios dejan en estado de indefensión al gobernado ante la
incertidumbre que generan respecto de las medidas que debe tomar para evitar la actualización
del tipo penal en cuestión. Por tal razón, en el contexto normativo en que se presenta y al no
contener parámetros objetivos al respecto, la expresión "precauciones necesarias" queda sujeta
a un juicio valorativo o a un ejercicio de interpretación que puede variar dependiendo del
alcance que pueda darle el juzgador en cada caso, lo que coloca al particular en un estado de
inseguridad jurídica, ya que no podrá prever las consecuencias jurídicas de la conducta
desplegada u omitida.
Contradicción de tesis 123/2006-PS. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Décimo Sexto Circuito y el entonces Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Sexto
Circuito, actualmente Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del mismo circuito. 22 de
noviembre de 2006. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel
Enrique Sánchez Frías.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Tesis de jurisprudencia 109/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintinueve de noviembre de dos mil seis.
No. Registro: 173,294
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Febrero de 2007
Tesis: 1a./J. 105/2006
Página: 318
FRAUDE POR VENTA INDEBIDA DE COSA AJENA. EL SUJETO PASIVO DEL DELITO ES
EL COMPRADOR DE LA COSA AJENA Y SÓLO ÉSTE SE ENCUENTRA LEGITIMADO
PARA QUERELLARSE POR EL MISMO Y RESPECTO DEL PROPIETARIO DE LA COSA
INDEBIDAMENTE ENAJENADA, SE PODRÍA CONSTITUIR UN DELITO AUTÓNOMO
DIVERSO O SÓLO DARÍA LUGAR AL EJERCICIO DE LAS ACCIONES CIVILES
CORRESPONDIENTES SEGÚN FUERE EL CASO (CÓDIGOS PENALES DEL ESTADO DE
BAJA CALIFORNIA Y DEL ESTADO DE CHIHUAHUA). De conformidad con los artículos 219
fracción II, y 280, fracción I, de los referidos Códigos punitivos el delito de fraude específico se
actualiza cuando el sujeto activo realiza cualquiera de las conductas descritas -en el Código
Penal de Baja California: enajene, arriende, hipoteque, empeñe o grave de cualquier modo, y en
el Código Penal del Estado de Chihuahua: enajene, grave, conceda el uso o de cualquier otro
modo disponga de una cosa- analizándose como materia de la presente contradicción,
exclusivamente la hipótesis de fraude específico por venta de cosa ajena, que se materializa
cuando el sujeto activo enajena una cosa ajena con conocimiento de que no tiene derecho para
disponer de ella. En esta hipótesis delictiva el sujeto activo es el vendedor, quien engaña al
pasivo haciéndole creer que adquiere determinados derechos reales cuando en realidad carece
de facultades para transmitirlos, por tanto el pasivo del delito lo es el comprador o adquirente a
título oneroso, pues éste es el que resiente el engaño o es colocado en el error sufriendo el
quebranto patrimonial en tanto que hace entrega del precio total o parcial de la compraventa y
que se encuentra legitimado para querellarse por este preciso delito; mientras el propietario de
la cosa indebidamente vendida, no es ofendido en ese ilícito, pues no sufre perjuicio que pueda
ser directamente vinculado con la actuación del defraudador, ya que si bien el propietario de la
cosa indebidamente vendida podría resultar afectado, sería consecuencia inmediata de aquellas
conductas que le sirvieron de medio al activo para obtener la cosa de que indebidamente
dispuso, y constituirían un delito autónomo diverso o sólo daría lugar al ejercicio de las acciones
civiles correspondientes, según sea el caso.
Contradicción de tesis 95/2006-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Décimo Quinto Circuito y por el entonces Primer Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo
Circuito (ahora Primero en Materias Civil y de Trabajo del Décimo Séptimo Circuito). 8 de
noviembre de 2006. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas.
Secretario: Carlos Mena Adame.
Tesis de jurisprudencia 105/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintidós de noviembre de dos mil seis.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Jurisprudencia
Materia(s):Constitucional, Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Febrero de 2007
Tesis: 1a./J. 102/2006
Página: 452
ORDEN DE APREHENSIÓN. PARA SU DEBIDA MOTIVACIÓN DEBE SEÑALAR EL LUGAR,
TIEMPO Y CIRCUNSTANCIAS DE EJECUCIÓN DEL DELITO QUE SE IMPUTA AL
ACUSADO. Si bien es cierto que el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos no indica que en la orden de aprehensión deban expresarse el lugar, tiempo y
circunstancias de ejecución del delito que se le imputa al acusado -requisitos que establece el
artículo 19 constitucional para el auto de formal prisión-, también lo es que a efecto de cumplir
con la garantía de motivación contenida en el citado artículo 16, la autoridad que emite la
referida orden debe señalar dichos datos, ya que son los que permiten comprender la forma y
condiciones en que se llevó a cabo la conducta delictiva en el mundo fáctico, lo cual permite al
acusado conocer con amplitud los motivos por los que se ordena su captura, estando así en
posibilidad de desplegar eficazmente su defensa.
Contradicción de tesis 50/2006-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Vigésimo Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito. 25
de octubre de dos mil seis. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño
Pelayo. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Ana Carolina
Cienfuegos Posada.
Tesis de jurisprudencia 102/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintidós de noviembre de dos mil seis.
No. Registro: 173,057
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Marzo de 2007
Tesis: 1a./J. 3/2007
Página: 46
DELITO CONTRA LA SALUD EN SU MODALIDAD DE POSESIÓN DE NARCÓTICOS. ES
IMPROCEDENTE LA REPOSICIÓN DEL PROCEDIMIENTO CUANDO EN LAS
CONCLUSIONES ACUSATORIAS EL MINISTERIO PÚBLICO OMITE PRECISAR LA
FRACCIÓN APLICABLE DEL ARTÍCULO 194 DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL, RELATIVA A
LA FINALIDAD. Cuando en la etapa de acusación por el delito contra la salud en su modalidad
de posesión de narcóticos, en las conclusiones formuladas por el Ministerio Público sólo se cita
el artículo 194 del Código Penal Federal, sin precisar la conducta a que se refiere alguna de sus
fracciones, y de los hechos materia de la acusación no se desprenda la finalidad de la posesión
del estupefaciente, es decir, no existe certeza de cuál de las fracciones es aplicable a la
conducta desplegada por el acusado, se está en presencia de conclusiones deficientes y, por lo
tanto, ante una evidente violación al procedimiento. A causa de tal omisión el acusado no ha
tenido oportunidad de defenderse respecto de la conducta imputada, por lo que no es aplicable
el artículo 388 del Código Federal de Procedimientos Penales, que prevé los supuestos en los
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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que procede ordenar la reposición del procedimiento. Lo procedente es que el Juez o tribunal, al
dictar la sentencia correspondiente, conceda el amparo y protección de la Justicia Federal para
el efecto de que se revoque la sentencia de primera instancia, y sin reponer el procedimiento, la
autoridad responsable no tenga por acreditada la finalidad de la posesión del estupefaciente,
quedando en libertad de jurisdicción para que al momento de dictar la nueva resolución,
establezca cuál es el delito que se actualiza, con base en los hechos denunciados y de acuerdo
al artículo 195 bis, del Código Penal Federal. Lo anterior es así, porque además de que no se
da ninguno de los supuestos jurídicos que podrían dar lugar a la reposición del procedimiento,
se iría en contra del principio de igualdad procesal entre las partes, ya que se le estaría dando
una segunda oportunidad al órgano acusador, para que integrara adecuadamente su acusación,
lo cual debió hacer desde el primer momento en que consignó los hechos y formuló su
acusación ante el Juez correspondiente, por ser esa su facultad y obligación constitucional.
Contradicción de tesis 100/2006-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Tercer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 29 de noviembre
de 2006. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Mariana
Mureddu Gilabert.
Tesis de jurisprudencia 3/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diez de enero de dos mil siete.
No. Registro: 173,006
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Marzo de 2007
Tesis: 1a./J. 20/2007
Página: 96
INDIVIDUALIZACIÓN DE LA PENA TRATÁNDOSE DE DELITOS QUE LA LEY PREVÉ
COMO GRAVES, CUANDO EN SU COMISIÓN EN GRADO DE TENTATIVA SE ACTUALIZA
UNA AGRAVANTE (INTERPRETACIÓN DE LOS ARTÍCULOS 51 Y 63 DEL CÓDIGO PENAL
FEDERAL). De la interpretación armónica de los artículos 63, párrafos primero y tercero, y 51,
párrafo segundo, ambos del Código Penal Federal, y partiendo del principio de culpabilidad que
rige el sistema penal mexicano para la individualización de las penas, se concluye que para la
imposición de las sanciones tratándose de delitos calificados como graves por la ley, cometidos
en grado de tentativa, debe atenderse, en primer término, a la regla general contenida en el
artículo 63, párrafo primero, del citado código, que establece la punibilidad para los casos de
tentativa, esto es, disminuir hasta las dos terceras partes en su mínimo y máximo el rango de
punibilidad previsto en la norma aplicable, tanto para el delito básico como para las agravantes;
y satisfecho lo anterior, debe realizarse la individualización de las penas a imponer al
sentenciado, conforme al grado de culpabilidad que le fue apreciado, y sólo en caso de que la
punición determinada resultara inferior a la mínima prevista para el delito consumado con sus
modalidades, con fundamento en el aludido artículo 63, párrafo tercero, debe imponérsele la
pena de prisión mínima, pues este último párrafo sólo señala una regla de excepción para el
caso de que el resultado de la operación matemática sea una pena menor a la mínima que
corresponda al delito consumado.
Contradicción de tesis 137/2006-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Sexto Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Circuito. 31 de enero
de 2007. Cinco votos. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Antonio Espinosa
Rangel.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Tesis de jurisprudencia 20/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta y uno de enero de dos mil siete.
No. Registro: 172,967
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Marzo de 2007
Tesis: 1a./J. 5/2007
Página: 151
ORDEN DE COMPARECENCIA. ES UN ACTO QUE AFECTA LA LIBERTAD PERSONAL,
POR LO QUE PARA LA PROCEDENCIA DE LA SUSPENSIÓN DEBE ESTARSE A LAS
REGLAS ESTABLECIDAS EN LOS ARTÍCULOS 124 BIS Y 138 SEGUNDO PÁRRAFO DE
LA LEY DE AMPARO. La orden de comparecencia dictada por un Juez, se emite en todos
aquellos casos en que el delito no dé lugar a aprehensión, sino que, a pedimento del Ministerio
Público se librará dicha orden en contra del inculpado, a fin de que rinda su declaración
preparatoria, siempre que estén acreditados el cuerpo del delito y su probable responsabilidad.
En este sentido, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, considera que
la orden de comparecencia, es un acto que afecta la libertad personal para efectos de la
suspensión solicitada en la demanda de amparo, ello a partir de los "efectos" que provoca en el
proceso penal, esto es, de sujetar al indiciado a la jurisdicción del Juez penal que lleva el
proceso correspondiente. En consecuencia, para la procedencia de la suspensión del acto
reclamado, consistente en la orden de comparecencia, debe estarse a las reglas aplicables que
establecen los artículos 124 bis, y 138 de la Ley de Amparo, correspondientes a cuando el acto
reclamado afecte la libertad personal del quejoso.
Contradicción de tesis 105/2006-PS. Entre las sustentadas por el Segundo y Séptimo
Tribunales Colegiados en Materia Penal del Primer Circuito. 15 de noviembre de 2006. Cinco
votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Rosalba Rodríguez Mireles.
Tesis de jurisprudencia 5/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diecisiete de enero de dos mil siete.
No. Registro: 172,954
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Marzo de 2007
Tesis: 1a./J. 113/2006
Página: 181
PRESCRIPCIÓN DE LA PENA. SU ESTUDIO NO ES PROCEDENTE EN EL JUICIO DE
AMPARO DIRECTO PROMOVIDO CONTRA LA SENTENCIA CONDENATORIA QUE LA
IMPUSO. Del artículo 158 de la Ley de Amparo, que establece la procedencia del juicio de
garantías en la vía directa, en concordancia con los numerales 77 y 78 de la mencionada ley,
relativos a la manera en que debe fijarse el acto reclamado, se advierte que el juicio de amparo
directo procede contra las sentencias definitivas, laudos y resoluciones que pongan fin al juicio,
tal como se hayan dictado por la autoridad responsable y, por tanto, esas resoluciones
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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constituyen el acto reclamado en dichos juicios. En congruencia con lo anterior, y considerando
que la prescripción de la pena es una forma de extinguir, por el simple transcurso del tiempo, la
potestad del Estado para aplicar las sanciones impuestas en una sentencia, y que se actualiza
después de que la sentencia causa ejecutoria, es inconcuso que dicha figura no puede
analizarse en el juicio de garantías promovido contra la sentencia en la que se impuso la
sanción prescrita, pues hacerlo implicaría analizar en amparo directo una situación posterior al
dictado de la sentencia que constituye el acto reclamado. Además, la prescripción de la pena es
una figura que se actualiza dentro del periodo de ejecución de sentencia y, por ello, es en esa
etapa en la que el condenado puede hacer valer los medios legales a su alcance como pudiera
ser la vía incidental, para conseguir que no se ejecute la pena, si la ejecución ha prescrito;
asimismo, se deduce que el hecho de analizar en el juicio de amparo directo la prescripción de
la pena, implicaría validar tácitamente los términos en que la sentencia condenatoria fue
dictada, pues de resultar que la prescripción de la pena se ha actualizado, no se estudiaría la
constitucionalidad de la sentencia reclamada, lo cual puede generar mayor perjuicio al
condenado, ya que aun cuando por el transcurso del tiempo se extinguiera la pena, las demás
consecuencias legales derivadas de la sentencia continuarían rigiendo.
Contradicción de tesis 109/2006-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Cuarto Circuito,
actualmente en Materia de Trabajo. 29 de noviembre de 2006. Mayoría de tres votos.
Disidentes: Olga Sánchez Cordero de García Villegas y José Ramón Cossío Díaz. Ponente:
José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Jesús Antonio Sepúlveda Castro.
Tesis de jurisprudencia 113/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintinueve de noviembre de dos mil seis.
No. Registro: 172,945
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Marzo de 2007
Tesis: 1a./J. 1/2007
Página: 202
PRUEBA TESTIMONIAL EN EL PROCEDIMIENTO PENAL. LA FALTA DE PROBIDAD POR
PARTE DE LOS TESTIGOS EN PROPORCIONAR SUS GENERALES, EN SÍ MISMA, NO ES
SUFICIENTE PARA RESTAR VALOR PROBATORIO A SU TESTIMONIO. De la interpretación
sistemática y armónica de los artículos 285, 286 y 290 del Código Federal de Procedimientos
Penales se advierte que la prueba testimonial no es una prueba tasada, sino circunstancial o
indiciaria, porque la codificación en estudio no le otorga valor probatorio pleno, sino que se
deduce la posibilidad de la libre valoración por parte del juzgador, con la limitante de que éste
funde y motive debidamente su resolución y las conclusiones a que arribe al valorar dicha
probanza. Ahora bien, en términos del artículo 289 de la codificación procesal penal en cita, los
requisitos formales que deben tomarse en cuenta al momento de valorar la prueba testimonial,
entre otros son los siguientes: a) que por su edad, capacidad e instrucción, tenga el criterio
necesario para declarar en relación a los hechos que narra; b) que por su honradez e
independencia de su posición y antecedentes personales, se llegue al convencimiento de que
no tiene motivos para declarar en favor o en contra del inculpado; c) que el hecho de que se
trate sea susceptible de conocerse por medio de los sentidos, y que el testigo lo conozca por sí
mismo y no por inducciones ni referencias de otro; d) que la declaración sea clara y precisa, sin
dudas ni reticencias, respecto de la sustancia del hecho y sus circunstancias esenciales; e) que
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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el testigo no haya sido obligado por fuerza o miedo, ni impulsado por engaño, error o soborno,
siendo que el apremio judicial no se reputará como fuerza. Además de observar los requisitos
formales recién indicados, se estima también imprescindible que el juzgador aprecie el
contenido de la declaración vertida por el testigo, lo que implica que al momento de decidir
sobre el mérito convictivo que merece un ateste, en uso de su arbitrio judicial y libertad para
realizar la valoración de las pruebas, el juzgador deberá tener en cuenta todas las demás
circunstancias, objetivas y subjetivas que, mediante un proceso lógico y un correcto raciocinio,
conduzcan a determinar la mendacidad o veracidad del testigo. Por tanto, se estima que el libre
albedrío otorgado al juzgador para apreciar en conciencia el material probatorio, no puede tener
como consecuencia absoluta el efecto de negar valor probatorio alguno a las declaraciones de
aquellos que hayan conducido con falta de probidad al proporcionar sus generales, porque al
ser la prueba testimonial una probanza no tasada por nuestra legislación, el juzgador debe
considerar otros elementos probatorios y al relacionarlos con lo manifestado por el testigo, llegar
a determinar si los hechos que éste narra, se encuentran corroborados con otros elementos de
prueba, que permitan al órgano jurisdiccional formarse la convicción respecto de la veracidad de
la declaración del ateste. Además, de la lectura de la fracción II del artículo 289 del Código
Federal de Procedimientos Penales, se advierte que el aspecto primordial que privilegió el
juzgador al apreciar la declaración de un testigo, es precisamente la imparcialidad del mismo,
tomando en cuenta tanto la probidad, como la independencia y antecedentes personales del
ateste, sin embargo, como ya se dijo, la probidad del testigo representa sólo uno de diversos
elementos que debe tomar en cuenta el juzgador, para otorgarle o no valor probatorio al
testimonio de un ateste, por lo que no se ajustaría al sistema procesal mexicano respecto de la
libre apreciación de la prueba, si por falta de probidad al proporcionar sus generales, se dejaran
sin valor probatorio las declaraciones de los testigos.
Contradicción de tesis 99/2006-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Tercero en Materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito. 25 de octubre de
2006. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Sergio A.
Valls Hernández. Secretario: Joaquín Cisneros Sánchez.
Tesis de jurisprudencia 1/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diez de enero de dos mil siete.
No. Registro: 172,883
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Marzo de 2007
Tesis: 1a./J. 103/2006
Página: 242
SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN MATERIA PENAL. OPERA EN EL JUICIO DE
AMPARO PROMOVIDO POR EL REO EN CONTRA DE LA ORDEN DE IDENTIFICACIÓN
ADMINISTRATIVA DEL PROCESADO (FICHA SIGNALÉTICA). De conformidad con el artículo
76 Bis, fracción II, de la Ley de Amparo, la suplencia de la queja deficiente en materia penal
opera aun ante la ausencia de conceptos de violación o de agravios del reo. Esto es, la
suplencia de la queja se trata de una facultad concedida al juzgador para subsanar en la
sentencia el error u omisión en que hayan incurrido el reo o su defensor. En congruencia con lo
anterior, y con base en los principios constitucionales que rigen en materia penal, se concluye
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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que para que proceda suplir la queja en dicha materia basta que quien promueva el juicio de
amparo tenga la calidad de reo y la litis constitucional verse sobre cualquier cuestión
relacionada con el proceso penal enderezado en su contra, aun cuando sólo se reclame la
orden de identificación administrativa del procesado -ficha signalética-, pues ésta es una
consecuencia legal del auto de formal prisión o de sujeción a proceso que aun cuando es de
naturaleza administrativa tiene por objeto la identificación y conocimiento de los antecedentes
del procesado que aporten al Juez de la causa y de futuros procesos los elementos para
personalizar o individualizar la pena.
Contradicción de tesis 69/2006-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito y el Tercer Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito. 8
de noviembre de 2006. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Jesús
Antonio Sepúlveda Castro.
Tesis de jurisprudencia 103/2006. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintidós de noviembre de dos mil seis.
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Abril de 2007
Tesis: 1a./J. 10/2007
Página: 32
AUTO DE LIBERTAD BAJO RESERVA DE LEY POR FALTA DE ELEMENTOS PARA
PROCESAR. NO ES UNA RESOLUCIÓN QUE PONE FIN AL PROCESO PENAL, POR LO
QUE NO PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO DIRECTO EN SU CONTRA. El auto de libertad
por falta de elementos para procesar, bajo reserva de ley, se dicta cuando no se acreditó algún
elemento del cuerpo del delito o la probable responsabilidad del indiciado. Por lo que el término
"bajo reserva de ley", permite al Ministerio Público allegarse de nuevos datos suficientes, para
que con esta aportación se proceda contra el inculpado, reanudándose así el proceso penal. En
consecuencia, dicha resolución no pone fin o concluye el proceso penal, por lo que, en su
contra, no procede el juicio de amparo directo, al no tratarse de una resolución que pone fin al
juicio, de conformidad con lo establecido en los artículos 44, en relación con el diverso 46,
último párrafo y 158 de la Ley de Amparo.
Contradicción de tesis 138/2006-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
del Décimo Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Sexto Circuito.
10 de enero de 2007. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Rosalba
Rodríguez Mireles.
Tesis de jurisprudencia 10/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diecisiete de enero de dos mil siete.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Abril de 2007
Tesis: 1a./J. 15/2007
Página: 178
ORDEN DE PRESENTACIÓN PREVISTA EN EL ARTÍCULO 135, TERCER PÁRRAFO, DEL
CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES. EL JUEZ INSTRUCTOR DEBE
EMITIRLA TRATÁNDOSE DE DELITOS QUE SE SANCIONAN CON PENA CORPORAL,
CUANDO EL INDICIADO DISFRUTA DE LIBERTAD CAUCIONAL, SIN QUE SEA
NECESARIO QUE EN ELLA SE EXAMINE LO RELATIVO AL CUERPO DEL DELITO Y LA
PROBABLE RESPONSABILIDAD. De la interpretación sistemática de los artículos 135, párrafo
tercero y 157, ambos del Código Federal de Procedimientos Penales, se advierte que si el
Ministerio Público ejerce acción penal, el Juez instructor debe librar una orden de presentación
para que el indiciado comparezca a rendir su declaración preparatoria, cuando éste disfruta de
libertad caucional, tratándose de delitos que ameritan pena corporal, sin que sea necesario que
en dicha orden se examine lo relativo al cuerpo del delito y la probable responsabilidad del
indiciado. Lo anterior es así, pues tal acto está regulado por el referido numeral 135, tercer
párrafo, que faculta al Juez a ordenar su presentación, sin obligarlo a determinar dichos
supuestos, ya que dentro de las obligaciones que asume el indiciado cuando se le otorga el
aludido beneficio está la de comparecer cuando sea requerido, so pena de ordenarse su
reaprehensión, mas no su "aprehensión"; de ahí que en la orden de presentación sea
innecesario fundar y motivar aludiendo al cuerpo del delito y la probable responsabilidad, pues
con independencia de que se haya cometido o no un delito, el indiciado transgredió una
obligación diversa, asumida al momento de otorgársele la libertad provisional. Además, la orden
de comparecencia y la de presentación son distintas, porque en la primera la ley dispone que se
examine el cuerpo del delito y la probable responsabilidad del indiciado y la Policía Judicial es la
encargada de cumplimentarla acorde con el párrafo segundo del artículo 195 del citado Código,
de manera que se trata de un acto que restringe la libertad -aun cuando en menor grado que en
la orden de aprehensión-; mientras que la segunda se traduce en una citación que se notifica
directamente al indiciado que disfruta de la libertad provisional bajo caución concedida en la
averiguación previa, razón por la cual se le hace saber que de no acatarla las consecuencias
serán: I. Revocar el beneficio de la libertad caucional, II. Hacer efectiva la garantía otorgada y
III. Ordenar su reaprehensión por haber incumplido la obligación de acudir cuando sea llamado.
Contradicción de tesis 3/2006-PS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Tercer Circuito, Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito y el Primer Tribunal
Colegiado en Materia Penal del Séptimo Circuito. 15 de noviembre de 2006. Cinco votos.
Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosalía Argumosa López.
Tesis de jurisprudencia 15/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veinticuatro de enero de dos mil siete.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Jurisprudencia
Materia(s):Constitucional, Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Mayo de 2007
Tesis: 1a./J. 39/2007
Página: 102
AUDIENCIA DE VISTA EN SEGUNDA INSTANCIA. SI ANTE LA INASISTENCIA DEL
DEFENSOR NOMBRADO POR EL INCULPADO AQUÉLLA SE CELEBRA CON LA
PRESENCIA DEL DEFENSOR PÚBLICO FEDERAL DESIGNADO OFICIOSAMENTE EN EL
ACTO DE LA DILIGENCIA POR EL TRIBUNAL DE ALZADA, SE VULNERA LA GARANTÍA
DE DEFENSA ADECUADA. De la interpretación del artículo 20, apartado A, fracción IX, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se advierte que es necesario hacer
saber al inculpado el derecho fundamental a la defensa adecuada para que esté en posibilidad
de nombrar al defensor o persona de confianza que lo asista en el proceso, y sólo en el
supuesto de que no lo haga, el Juez le designará uno de oficio, constituyendo un complemento
de dicha garantía el hecho de que el defensor designado -sea particular o el de oficiocomparezca en todos los actos del proceso. Por su parte, el Código Federal de Procedimientos
Penales al regular la tramitación de la segunda instancia, establece que: a) si el apelante fuere
el acusado, al admitirse el recurso se le prevendrá para que nombre defensor que lo patrocine
en esa etapa procesal; b) a la audiencia de vista deberán asistir el Ministerio Público, el
inculpado si estuviere en el lugar y el defensor nombrado, y c) en el caso de que no se hubiere
nombrado alguno, el tribunal lo hará de oficio; lo cual pone de manifiesto la importancia de esta
audiencia, pues se pretende asegurar que el inculpado esté representado para garantizar su
derecho de defensa, ya que de acuerdo con los artículos 373 y 382 de dicho Código, es en la
audiencia de vista donde las partes pueden ofrecer pruebas y realizar alegatos verbales. En las
relatadas condiciones, se concluye que cuando ante la inasistencia del defensor particular
designado por el inculpado a la audiencia de vista en segunda instancia, ésta se celebra con la
presencia del defensor público federal, designado oficiosamente en el acto de la diligencia por el
tribunal de alzada, se vulnera el derecho fundamental a la defensa adecuada tutelada por el
citado precepto constitucional. Ello es así, en primer término, porque al no dar al inculpado la
oportunidad de reiterar el nombramiento de defensor o nombrar uno distinto -sobre todo si se
considera que, generalmente, el inculpado no comparece a la audiencia de vista en segunda
instancia- se le coarta el efectivo ejercicio de dicha garantía, el cual consiste en el derecho de
nombrar a la persona que desea lo defienda; y, en segundo lugar, porque de hacerse la
designación en el momento mismo en que se celebra la referida audiencia, si bien se asegura la
presencia del defensor, no se garantiza la eficacia de la defensa, en la medida en que no se le
otorga el tiempo ni los medios para su preparación y alegar en la audiencia u ofrecer pruebas.
Contradicción de tesis 160/2006-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Tercer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, el Cuarto
Tribunal Colegiado del Décimo Sexto Circuito (ahora Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Civil del mismo circuito) y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito. 7 de
marzo de 2007. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: José
Ramón Cossío Díaz; en su ausencia hizo suyo el asunto José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 39/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha siete de marzo de dos mil siete.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Mayo de 2007
Tesis: 1a./J. 40/2007
Página: 411
NOTIFICACIONES DIRIGIDAS AL DIRECTOR DE UN CENTRO FEDERAL DE
READAPTACIÓN SOCIAL. PUEDEN REALIZARSE A TRAVÉS DE OFICIO ENTREGADO EN
LA OFICIALÍA DE PARTES DE DICHO CENTRO PENITENCIARIO. Del Título Primero,
Capítulo XII, del Código Federal de Procedimientos Penales, concretamente de sus artículos
103 a 112, se advierte la forma en que los tribunales deben notificar a las personas que con el
carácter de parte o como testigos intervienen en el proceso penal federal, para que derivado de
ello comparezcan ante el titular del órgano jurisdiccional para el desahogo de alguna diligencia.
Por ello, las reglas establecidas en dichos preceptos legales no son aplicables cuando la
notificación se dirige al titular de una dependencia local o federal, que tiene el carácter de
autoridad y como tal, de acuerdo a sus atribuciones tiene el deber de coadyuvar con el juzgador
penal federal en el trámite del proceso. En ese tenor, se concluye que las notificaciones
dirigidas al Director de un Centro Federal de Readaptación Social, atendiendo a su calidad de
autoridad, pueden hacerse a través de oficio entregado en la oficialía de partes de dicho centro
penitenciario, ya que recibir esta clase de requerimientos es parte de su estructura organizativa,
cuyas posibles deficiencias no hacen necesaria una forma de notificación distinta. Máxime que
ello es en beneficio de las propias funciones institucionales que prevén la existencia de entes
públicos conformados legalmente, lo cual obvia el procedimiento de búsqueda y localización
personal, en virtud del carácter oficial con que se notifica al órgano público.
Contradicción de tesis 179/2006-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Segundo Circuito. 7 de marzo de 2007.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: José Ramón Cossío
Díaz; en su ausencia hizo suyo el asunto José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Miguel
Enrique Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 40/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha siete de marzo de dos mil siete.
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Mayo de 2007
Tesis: 1a./J. 35/2007
Página: 430
ORDEN DE COMPARECENCIA. AL AFECTAR TEMPORALMENTE LA LIBERTAD
PERSONAL DEL QUEJOSO, PROCEDE LA SUSPENSIÓN DE SU EJECUCIÓN DENTRO
DEL JUICIO DE GARANTÍAS, PARA LOS EFECTOS ESTABLECIDOS EN LOS ARTÍCULOS
124 BIS, 130, 136 Y 138 DE LA LEY DE AMPARO. Contra la ejecución de una orden de
comparecencia procede la suspensión provisional, aun cuando se trate de delitos de pena
alternativa o que no ameriten pena privativa de la libertad, en virtud de que concurren los
requisitos del artículo 124 de la Ley de Amparo, pues constituye un acto que puede causar
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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daños y perjuicios de difícil reparación, ya que su ejecución implica una afectación material y
temporal del derecho fundamental de la libertad personal, aunque en menor grado que la orden
de aprehensión. Así, conforme a los artículos 124 bis, 130, 136 y 138 de la Ley de la materia, la
suspensión que se conceda contra la ejecución de una orden de comparecencia será para el
efecto de que el quejoso quede a disposición del Juez de Distrito por cuanto hace a su libertad
personal y a disposición del Juez de la causa únicamente respecto a la continuación del
procedimiento que se le instruye, el cual no debe obstaculizarse o paralizarse, para no
transgredir disposiciones de orden público. Además, para que no cesen los efectos de la
suspensión concedida, el quejoso debe cumplir con los siguientes requisitos: a) en el plazo que
establezca el juzgador de amparo que conozca del asunto, otorgar la garantía que éste decrete;
b) comparecer ante el Juez de la causa, dentro de los tres días siguientes al en que surta
efectos la notificación de la resolución que concede la suspensión, para la continuación del
procedimiento penal, conforme al artículo 138 de la Ley de la materia, lo que deberá acreditar
ante el Juez de garantías dentro de las setenta y dos horas siguientes a dicha comparecencia,
mediante la constancia respectiva de la que se advierta el sello del juzgado responsable; c)
presentarse ante el Juez de la causa cuantas veces sea citado, y en caso de inasistencia éste
deberá informarlo al Juez de amparo para que revoque la concesión de la suspensión decretada
y, d) señalar domicilio a fin de que puedan hacerle las notificaciones respectivas; asimismo, se
le apercibirá que de no cumplir con los requisitos fijados en los aludidos incisos b) y c), se hará
efectiva la garantía otorgada en favor del erario federal. Lo anterior, a fin de que el quejoso
pueda ser devuelto al Juez responsable en caso de no obtener el amparo federal solicitado, y
sin perjuicio de las que adicionalmente el juzgador estime imponer, acorde a las circunstancias
del caso concreto y en uso de las amplias facultades que los señalados preceptos legales le
conceden para decretar las medidas de aseguramiento pertinentes para prevenir que el
indiciado se sustraiga de la acción de la justicia y evitar perjuicios a terceros y al interés social.
Contradicción de tesis 104/2006-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Segundo Circuito. 28 de febrero de 2007. Cinco votos. Ponente: Sergio A. Valls Hernández.
Secretario: Antonio Espinosa Rangel.
Tesis de jurisprudencia 35/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiocho de febrero de dos mil siete.
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Mayo de 2007
Tesis: 1a./J. 8/2007
Página: 452
PENAS PRIVATIVAS DE LA LIBERTAD. LA COMPURGACIÓN SIMULTÁNEA PREVISTA EN
EL SEGUNDO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 25 DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL SE REFIERE
AL TIEMPO DE LA PRISIÓN PREVENTIVA. Del proceso legislativo que originó la reforma del
segundo párrafo del artículo 25 del Código Penal Federal, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 26 de mayo de 2004, se advierte que ésta obedeció al problema de
sobrepoblación en los centros de reclusión del país, ante lo cual el legislador atendió, por una
parte, el reemplazo de las penas de prisión por penas sustitutivas y, por otra, el tiempo que dura
la prisión preventiva en los delitos cometidos por hechos anteriores al ingreso a prisión. Ahora
bien, de la interpretación sistemática de dicho artículo y del numeral 64 del citado código también reformado en la fecha indicada-, se colige que en caso de que se impongan penas
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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privativas de la libertad por diversos delitos en diferentes causas penales en las cuales los
hechos no son conexos, similares o derivados unos de otros, aquéllas deben compurgarse
sucesivamente, mientras que la prisión preventiva debe tenerse por cumplida simultáneamente
en todas las causas, lo que equivale a descontar el quántum de la prisión preventiva en todas
las penas impuestas al mismo sujeto. En congruencia con lo anterior, se concluye que el
referido artículo 25, al contener la expresión "las penas se compurgarán en forma simultánea",
se refiere al tiempo de duración de la prisión preventiva, el cual debe tomarse en cuenta para
todas las causas seguidas en contra del inculpado, sobre todo porque con ello se atiende al
objetivo de la pena, como medida aflictiva para quien realiza una conducta delictuosa, la cual
también debe ser preventiva e inhibir las conductas antisociales, pues estimar lo contrario, es
decir, que la compurgación simultánea de las penas se refiere a las que son impuestas como
sanción, las haría nugatorias en tanto que de manera indebida se reduciría considerablemente
el tiempo de reclusión.
Contradicción de tesis 38/2006-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Quinto, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 10 de enero de 2007. Cinco
votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosaura Rivera Salcedo.
Tesis de jurisprudencia 8/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diecisiete de enero de dos mil siete.
No. Registro: 172,430
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Mayo de 2007
Tesis: 1a./J. 33/2007
Página: 510
PRISIÓN PREVENTIVA TRATÁNDOSE DE DELITOS CONEXOS DEL FUERO COMÚN Y
DEL FEDERAL. DEBE COMPUTARSE A PARTIR DE QUE SE EFECTUÓ LA PRIVACIÓN DE
LA LIBERTAD POR EL PRIMER DELITO. Si bien es cierto que el segundo párrafo de la
fracción XXI del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, así
como el 10 del Código Federal de Procedimientos Penales, facultan a las autoridades federales
para atraer a su conocimiento los delitos del fuero común cuando éstos tengan conexidad con
delitos federales, también lo es que el ejercicio de dicha facultad no interrumpe la detención del
inculpado, toda vez que sólo implica la sustitución de la autoridad que conoce del asunto, lo cual
supone la remisión tanto de las actuaciones como del detenido, cuya libertad deambulatoria
estará restringida en tanto se sigue el proceso. Por otra parte, el segundo párrafo del artículo 64
del Código Penal Federal establece que si las penas se imponen en el mismo o en diversos
procesos, pero los hechos son conexos o similares, o derivados uno del otro, aquéllas deben
contarse desde el momento en que se privó de la libertad por el primer delito. Así, en virtud de
que la prisión preventiva y la punitiva comparten la misma naturaleza en tanto que ambas
entrañan la privación de la libertad del gobernado, se concluye que la privación de la libertad a
que se refiere el señalado artículo 64 corresponde tanto a la ordenada durante el proceso
(prisión preventiva) como a la impuesta en la sentencia (prisión punitiva), por lo que tratándose
de delitos conexos del fuero común y del federal, la prisión preventiva debe computarse desde
el momento en que al inculpado se le privó de la libertad por el primer delito,
independientemente de la autoridad (federal o local) ante quien se haya realizado tal privación.
Máxime que el artículo 20, apartado A, fracción X, tercer párrafo de la Constitución de la
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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República categóricamente señala que en toda pena de prisión se computará el tiempo de
detención, sin hacer distinción alguna respecto al tipo de autoridad ante quien ésta se realice.
Contradicción de tesis 22/2006-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Sexto Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Quinto Circuito. 28 de
febrero de 2007. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria:
Ana Carolina Cienfuegos Posada.
Tesis de jurisprudencia 33/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiocho de febrero de dos mil siete.
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Mayo de 2007
Tesis: 1a./J. 34/2007
Página: 530
PROCEDIMIENTO SUMARIO. LA NEGATIVA DE SU APERTURA CONSTITUYE UN ACTO
DE IMPOSIBLE REPARACIÓN, POR LO QUE EN SU CONTRA PROCEDE EL JUICIO DE
AMPARO INDIRECTO (LEGISLACIÓN PENAL PARA EL ESTADO DE AGUASCALIENTES).
El procedimiento sumario regulado en el artículo 342 de la Legislación Penal para el Estado de
Aguascalientes prevé a favor del procesado la posibilidad de que se le dicte sentencia en un
término inferior al señalado en el artículo 20, apartado A, fracción VIII, de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, al cumplirse los requisitos contenidos en aquel numeral; por
tanto, la resolución que niega la apertura de dicho procedimiento infringe el artículo 17, párrafo
segundo, constitucional, que tutela el derecho de todo gobernado a que se le administre justicia
en los plazos que fijen las leyes, de manera pronta y expedita, lo que se traduce en una
violación que produce una afectación de grado sobresaliente y de imposible reparación, aun
cuando obtuviera sentencia absolutoria, pues debe tomarse en cuenta el tiempo que
transcurriría para su dictado, de acuerdo con los plazos señalados en la Constitución de la
República -debe ser juzgado antes de cuatro meses si se trata de delitos cuya pena máxima no
exceda de dos años de prisión y antes de un año, si la pena excediere de ese plazo-. En ese
sentido y atendiendo a que la mencionada afectación es en grado superior y de imposible
reparación, resulta evidente que contra la resolución que niega la apertura del procedimiento
sumario procede el juicio de amparo indirecto de acuerdo con los artículos 107, fracción III,
inciso b), constitucional y 114, fracción IV, de la Ley de Amparo.
Contradicción de tesis 135/2006-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Tercero, ambos del Vigésimo Tercer Circuito. 28 de febrero de 2007. Cinco votos.
Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Beatriz Joaquina Jaimes
Ramos.
Tesis de jurisprudencia 34/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiocho de febrero de dos mil siete.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Mayo de 2007
Tesis: 1a./J. 32/2007
Página: 753
SUSTITUCIÓN DE LA PENA DE PRISIÓN. ES PROCEDENTE AUN CUANDO CONTRA EL
MISMO REO EXISTA SENTENCIA EJECUTORIADA POR DELITO DOLOSO PERSEGUIBLE
DE OFICIO, SI ÉSTA SE DICTÓ CON POSTERIORIDAD A LA COMISIÓN DEL DELITO POR
EL QUE SE LE JUZGA (INTERPRETACIÓN DEL ÚLTIMO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 70
DEL CÓDIGO PENAL FEDERAL). La determinación de sanciones y el otorgamiento de los
sustitutivos penales se sustentan tanto en el Código Penal Federal como en el Código Federal
de Procedimientos Penales, los cuales no deben estudiarse aisladamente, pues constituyen un
sistema normativo que permite y obliga al juzgador, además de sancionar al responsable de un
delito, a garantizarle un debido proceso y el respeto de otros derechos fundamentales. Así, para
determinar el alcance y la procedencia de la sustitución de la pena de prisión prevista en el
artículo 70 del Código Penal Federal, debe analizarse dicha institución a la luz del fin de la
sanción penal que se sustituye y del sistema que al respecto prevén los ordenamientos legales
citados. Ahora bien, del análisis de los artículos 24, 42 y 70 del Código Penal Federal, se
advierte que la pena de prisión no es el único medio para resocializar al condenado y
reincorporarlo en el seno común del Estado, sino que es posible acudir a otros medios
sancionatorios que además de propiciar la prevención especial, motivan al reo para adaptarse
nuevamente a la sociedad, esto es, tienen como fin prevenir y evitar que el sentenciado vuelva
a cometer un ilícito, lo cual es acorde con el artículo 528 del Código Federal de Procedimientos
Penales, que dispone que en toda sentencia condenatoria deberá ordenarse la amonestación
del sentenciado para que no reincida, advirtiéndole de las sanciones a que se expone, entre las
cuales está la consistente en que en caso de cometer un nuevo delito no se le podrán conceder
los sustitutivos penales a que se refiere el artículo 70 aludido. En ese orden de ideas, de la
interpretación teleológica del artículo 70 del Código Penal Federal, se concluye que tal precepto
obedece al comportamiento del reo frente a la pena; de ahí que si bien no es posible conceder
el beneficio de la sustitución de la pena a quienes insisten en reiterar una conducta antisocial
reprochable, tampoco puede negarse dicho sustitutivo a quienes no han delinquido o cuando el
ilícito por el que se les sanciona se cometió antes de la existencia de una sentencia
ejecutoriada, pues ésta no debe considerarse como antecedente para negar la sustitución de la
pena de prisión, ya que no es razonable ni proporcional que a una persona se le niegue la
sustitución de la pena por un hecho o acto que cometió antes de que por primera vez un
juzgador le señalara las consecuencias de su responsabilidad penal y le advirtiera las
consecuencias de un acto delictivo posterior. Lo anterior, no implica que el acceso a los
sustitutivos penales se constituya en un derecho del sentenciado, ya que el criterio que ahora se
establece únicamente se traduce en que la autoridad judicial no podrá negar los mismos, por el
hecho de que exista una sentencia condenatoria ejecutoriada por delito doloso que se persiga
de oficio, sino que deberá verificar que el dictado de la misma es anterior a la fecha en que se
cometió el delito por el que en ese momento se juzga; ello, con independencia de que aun
cuando no se actualice tal circunstancia, esté en aptitud de negar los citados sustitutivos por
razones diversas en ejercicio de su arbitrio judicial.
Contradicción de tesis 147/2006-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Tercer Circuito y el Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Quinto Circuito.
24 de enero de 2007. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel
Enrique Sánchez Frías.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Tesis de jurisprudencia 32/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiocho de febrero de dos mil siete.
Tesis aislada
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Mayo de 2007
Tesis: 1a. LXXXIV/2007
Página: 787
AUDIENCIA DE VISTA EN SEGUNDA INSTANCIA. ACTUACIÓN QUE DEBE OBSERVAR EL
TRIBUNAL DE ALZADA PARA HACER EFECTIVO Y RESPETAR EL DERECHO
FUNDAMENTAL A LA DEFENSA ADECUADA. Del contenido del artículo 20, apartado A,
fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y de los diversos
preceptos que regulan la tramitación de la segunda instancia en el Código Federal de
Procedimientos Penales, se advierte que para hacer efectivo el derecho fundamental a la
defensa adecuada, el tribunal de alzada debe observar lo siguiente: 1) si al momento de
interponerse la apelación o durante el trámite de la segunda instancia, el inculpado no designa a
ninguna persona que lo represente, al recibir las constancias relativas al recurso el tribunal de
alzada hará la designación oficiosa de un defensor público, quien una vez notificado ejercerá el
cargo y representará al inculpado -ofreciendo pruebas o formulando agravios- además de que
tendrá la obligación de comparecer a la audiencia de vista. 2) Si al interponerse la apelación el
inculpado nombra a su defensor, cuando el tribunal de alzada reciba el recurso deberá tener por
hecha dicha designación, debiendo ordenar se notifique personalmente al defensor nombrado
por el inculpado a efecto de que comparezca a aceptar el cargo conferido, señalando que en
tanto se produce la comparecencia referida, ejercerá la defensa del inculpado el de oficio de la
adscripción, quien también será notificado de dicha circunstancia, así como al inculpado, a
efecto de que aquél acepte el cargo y éste manifieste lo que a su derecho corresponda. En esta
hipótesis pueden actualizarse dos supuestos: a) que el defensor designado no acuda a aceptar
el cargo conferido o b) que sí lo haga; en el primer caso, la defensa se ejercerá a través del
defensor público -designado desde la recepción del recurso- quien deberá comparecer a la
audiencia de vista, salvo que en el trámite de la segunda instancia el inculpado haya realizado
el nombramiento de algún otro defensor y éste acuda a aceptar el cargo; mientras que en el
segundo caso, cuando el defensor particular designado comparece a aceptar el cargo conferido,
adquiere la obligación de asistir a todas las diligencias que se le requieran, entre ellas, la
audiencia de vista en segunda instancia, debiendo apercibirlo que en caso de inasistencia
injustificada se le hará efectiva una medida de apremio. 3) Si el defensor particular, a pesar de
haber aceptado el cargo y ser debidamente notificado, no comparece a la audiencia de vista en
segunda instancia, en estricta observancia de la garantía de defensa adecuada -con base en lo
expuesto en la presente resolución es derecho del inculpado nombrar a la persona que desea lo
defienda y que dicho defensor cuente con el tiempo suficiente para preparar la defensa- en caso
de que el inculpado no se encuentre presente en la diligencia o habiendo comparecido no asista
el defensor que nombró, lo procedente será diferir por única ocasión la audiencia, a efecto de
hacer de su conocimiento la inasistencia del defensor designado, con el propósito de que
manifieste lo que a su derecho corresponda, ya sea en el sentido de reiterar el nombramiento o
realizar uno nuevo a favor de diversa persona, y que éste tenga el tiempo suficiente para
preparar la defensa, con el apercibimiento en ambos supuestos, de que en caso de nueva
inasistencia del defensor particular designado, la audiencia de vista se celebrará con la
asistencia del defensor público adscrito y se hará efectiva una medida de apremio al faltista. Al
respecto, es oportuno señalar que la determinación anterior, no resultaría violatoria de la
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
garantía de defensa adecuada, toda vez que se dio oportunidad al inculpado de que designara a
la persona que lo representaría; se le auxilió para que éste compareciera, a través de la
notificación respectiva -tanto en la fecha de la audiencia como del apercibimiento en caso de
inasistencia-, y la diligencia se celebra con la presencia del defensor designado oficiosamente.
Además, debe atenderse al hecho de que la continuación de los procesos es de orden público y
el derecho de la víctima u ofendido a que, en su caso, se determine la reparación del daño.
Contradicción de tesis 160/2006-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Tercer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, el Cuarto
Tribunal Colegiado del Décimo Sexto Circuito (ahora Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Civil del mismo circuito) y el Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito. 7 de
marzo de 2007. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: José
Ramón Cossío Díaz. Hizo suyo el proyecto José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario: Miguel
Enrique Sánchez Frías.
Nota: Esta tesis no constituye jurisprudencia, pues no contiene el tema de fondo que se
resolvió.
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXV, Junio de 2007
Tesis: 1a./J. 52/2007
Página: 113
ROBO EQUIPARADO PREVISTO EN EL ARTÍCULO 365 BIS, FRACCIÓN III, DEL CÓDIGO
PENAL PARA EL ESTADO DE NUEVO LEÓN. PARA CONFIGURARSE NO EXIGE COMO
ELEMENTO CONSTITUTIVO QUE EL SUJETO ACTIVO HAYA COLABORADO CON OTRAS
PERSONAS. De la redacción del citado precepto que establece que se equipara al delito de
robo y se sancionará con pena de cinco a quince años de prisión y multa de cien a mil cuotas,
con independencia de las penas que le correspondan por la comisión de otros delitos, al que
detente, posea o custodie ilegítimamente uno o más vehículos robados, o detente, custodie,
altere o modifique de cualquier manera la documentación que acredite la propiedad o
identificación de uno o más vehículos robados, no se advierte que para configurar el delito
equiparable al robo se requiera como elemento adicional que el sujeto activo haya colaborado
con otras personas. Ello es así, porque de la descripción típica de ese ilícito, en relación con el
sujeto activo del delito, sólo se lee "al que", lo que significa que para su actualización exige la
intervención de una sola persona; de ahí, que en acatamiento a la garantía de exacta aplicación
de la ley en materia penal, contenida en el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, dicho delito se configura sin requerir la colaboración de otras personas con
el sujeto activo.
Contradicción de tesis 13/2007-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Cuarto Circuito. 11 de abril de 2007.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: José Ramón
Cossío Díaz. Secretaria: Rosalba Rodríguez Mireles.
Tesis de jurisprudencia 52/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veinticinco de abril de dos mil siete.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Julio de 2007
Tesis: 1a./J. 54/2007
Página: 67
ORDEN DE APREHENSIÓN. EL INDICIADO TIENE INTERÉS JURÍDICO PARA PROMOVER
JUICIO DE AMPARO INDIRECTO CONTRA LA ABSTENCIÓN DEL JUEZ RESPONSABLE
DE RESOLVER SOBRE LA SOLICITUD DEL MINISTERIO PÚBLICO DE DICTARLA. De
conformidad con los artículos 14, 16 y 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, se sigue el principio de que los tribunales, siempre que deban resolver sobre una
situación que podría entrañar molestias o privaciones para los individuos tienen el deber de
actuar con celeridad, ajustándose a los plazos que la ley determina, en aras de no crear para
ellos un estado de incertidumbre e inseguridad sobre su condición jurídica. Por ello, si después
de dictado el auto de radicación sin detenido, el juez es omiso en resolver dentro de los plazos
legales sobre si libra o no la orden de aprehensión solicitada en contra de determinado sujeto,
es claro que se afecta el interés jurídico de éste, por lo que el amparo ha de considerarse
procedente.
Contradicción de tesis 180/2006-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado
en Materias Penal y de Trabajo del Décimo Noveno Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del
Octavo Circuito. 11 de abril de 2007. Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José de Jesús
Gudiño Pelayo. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo; en su ausencia hizo suyo el asunto
Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Miguel Bonilla López.
Tesis de jurisprudencia 54/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veinticinco de abril de dos mil siete.
Jurisprudencia
Materia(s):Constitucional, Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Julio de 2007
Tesis: 1a./J. 51/2007
Página: 89
PRUEBAS EN EL PROCEDIMIENTO PENAL. PROCEDE LA ADMISIÓN Y DESAHOGO DE
LA TESTIMONIAL Y LOS CAREOS OFRECIDOS POR EL INCULPADO, A CARGO DEL
AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO Y DE LOS TESTIGOS DE ASISTENCIA QUE
INTERVINIERON EN UNA DILIGENCIA DE CATEO. De la interpretación armónica de los
artículos 206 del Código Federal de Procedimientos Penales y 20, apartado A, fracción V, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se advierte que el juzgador está
obligado a admitir y mandar desahogar las pruebas que en su defensa ofrezca el inculpado, sin
otra limitación que la establecida por la ley, siempre que legalmente puedan constituirse, pues
de no hacerlo así se viola su garantía de adecuada defensa, contenida en el citado precepto
constitucional. En tal virtud, independientemente de que la participación del agente del
Ministerio Público y de sus testigos de asistencia en el acta circunstanciada en que consta la
diligencia de cateo se debe a la obligación que tienen de intervenir como parte del personal
ministerial, ello no impide que el procesado ejerza su derecho a defenderse de las imputaciones
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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que arroje el cateo, pues aunque éste conforme a lo dispuesto por el artículo 284 del citado
código procesal penal, hace prueba plena cuando se desahoga con las formalidades
establecidas en la ley, esto no implica que no puedan controvertirse los hechos y circunstancias
derivados de él, mediante la prueba que se estime más idónea -como pueden ser los careos o
la testimonial de quienes hayan intervenido en el desarrollo de dicha diligencia-; pues en este
caso se considera que tiene mayor peso específico la garantía de defensa adecuada, que
consagra el invocado precepto constitucional; sobre todo si se toma en cuenta que el artículo
240 del mencionado Código establece que el tribunal no debe dejar de examinar durante la
instrucción a los testigos presentes cuya declaración soliciten las partes.
Contradicción de tesis 21/2006-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito y Quinto Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito. 10
de enero de 2007. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria:
Beatriz Joaquina Jaimes Ramos.
Tesis de jurisprudencia 51/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veinticinco de abril de dos mil siete.
No. Registro: 171,841
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Agosto de 2007
Tesis: 1a./J. 95/2007
Página: 50
CAMBIO DE SITUACIÓN JURÍDICA. SE ACTUALIZA ESA CAUSA DE IMPROCEDENCIA
PREVISTA EN EL ARTÍCULO 73, FRACCIÓN X, DE LA LEY DE AMPARO, CUANDO EL
ACTO RECLAMADO CONSISTIÓ EN UNA ORDEN DE APREHENSIÓN Y CON
POSTERIORIDAD SE ACREDITA QUE EL ÓRGANO JURISDICCIONAL DICTÓ AUTO DE
LIBERTAD POR FALTA DE ELEMENTOS O MÉRITOS PARA PROCESAR. Si en el juicio de
amparo en que se reclama la orden de aprehensión prevista en el artículo 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, se acredita que posteriormente el órgano
jurisdiccional dictó auto de libertad por falta de elementos o méritos para procesar, se actualiza
la causa de improcedencia prevista en el artículo 73, fracción X, de la Ley de Amparo, por
cambio de la situación jurídica del inculpado, en virtud de que la detención motivada por dicha
orden se sustituye jurídica y procesalmente por el indicado auto, quedando tanto su nueva
situación como el asunto, supeditados a las facultades que los artículos 21 y 102
constitucionales le confieren al Agente del Ministerio Público dentro de la averiguación previa, y
no a las del órgano jurisdiccional. Así, dicho cambio de situación jurídica hace que se
consideren consumadas de modo irreparable las violaciones atribuidas a la orden de
aprehensión y, por ende, no puede analizarse su constitucionalidad sin afectar el auto de
libertad por falta de elementos o méritos para procesar, pues en el supuesto de declarar la
inconstitucionalidad de aquélla para dejarla sin efectos, se soslayaría la nueva situación jurídica
del quejoso. Además, en el caso no se actualiza la causa de improcedencia prevista en el
artículo 73, fracción XVI, de la Ley citada, ya que el auto de libertad por falta de elementos o
méritos para procesar no pone fin al proceso penal, pues conforme al artículo 167 del Código
Federal de Procedimientos Penales el Ministerio Público puede allegarse de datos nuevos y
suficientes para proceder contra el inculpado y reanudar el proceso en su contra, de manera
que si los efectos de la orden de aprehensión reclamada en el juicio de amparo no son
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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destruidos en forma total e incondicional, no opera la causa de improcedencia por cesación de
efectos.
Contradicción de tesis 143/2006-PS. Entre las sustentadas por el Tercer Tribunal Colegiado en
Materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito, el Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito
(actual Primer Tribunal Colegiado del mismo circuito) y el Cuarto Tribunal Colegiado del
Vigésimo Primer Circuito (actual Segundo Tribunal Colegiado en Materias Penal y
Administrativa del mismo circuito). 9 de mayo de 2007. Unanimidad de cuatro votos. Ausente:
José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 95/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha trece de junio de dos mil siete.
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Agosto de 2007
Tesis: 1a./J. 55/2007
Página: 78
CARTUCHOS DEL USO EXCLUSIVO DEL EJÉRCITO, ARMADA Y FUERZA AÉREA. SU
POSESIÓN NO ES PUNIBLE CUANDO AQUÉLLOS HAYAN ESTADO INTEGRADOS AL
FUNCIONAMIENTO DEL ARMA CORRESPONDIENDO A SU CALIBRE Y QUE NO
EXCEDAN LA CANTIDAD NECESARIA PARA ABASTECER SU CARGADOR. Conforme a la
tesis 1a./J. 1/2003, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XVII, febrero de 2003, página 96, y a la interpretación sistemática y armónica de
los artículos 9o., 10, 10 Bis, 11, 50, 77, fracciones I y IV, 83 y 83 Quat, de la Ley Federal de
Armas de Fuego y Explosivos, los delitos de portación de armas de fuego y posesión de
cartuchos, ambos para el uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, son autónomos;
sin embargo, cuando el segundo de los ilícitos mencionados se comete en las mismas
circunstancias de tiempo, modo y lugar que el primero, es decir, cuando los cartuchos hayan
estado integrados al funcionamiento del arma, correspondiendo a su calibre y que no excedan
de la cantidad necesaria para abastecer su cargador, no se actualiza dicha autonomía para
efectos de su sanción por parte de la autoridad judicial, en tanto que el delito de portación de
arma de fuego absorbe al de posesión de cartuchos. En consecuencia, en la referida hipótesis
debe imponerse al sujeto activo únicamente la sanción que corresponda por el ilícito de
portación de armas de fuego de uso exclusivo del Ejército, Armada y Fuerza Aérea, pues de lo
contrario se violaría el principio non bis in idem contenido en el artículo 23 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, que prohíbe imponer una doble penalidad recalificar- a la misma conducta.
Contradicción de tesis 115/2006-PS. Entre las sustentadas por el Cuarto Tribunal Colegiado del
Décimo Quinto Circuito, Segundo Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del
Décimo Séptimo Circuito y Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Sexto Circuito, actual
Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del mismo circuito. 14 de marzo de 2007.
Unanimidad de cuatro votos. Ausente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Juan N. Silva Meza.
Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 55/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veinticinco de abril de dos mil siete.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
Nota: La tesis 1a./J. 1/2003 citada, aparece publicada con el rubro: "CARTUCHOS PARA
ARMAS DE USO EXCLUSIVO DEL EJÉRCITO, ARMADA Y FUERZA AÉREA. SU POSESIÓN
ES PUNIBLE EN TÉRMINOS DE LA LEY FEDERAL DE ARMAS DE FUEGO Y EXPLOSIVOS."
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Agosto de 2007
Tesis: 1a./J. 22/2007
Página: 111
CATEO. EN ACATAMIENTO A LA GARANTÍA DE INVIOLABILIDAD DEL DOMICILIO, LA
ORDEN EMITIDA POR LA AUTORIDAD JUDICIAL, DEBE REUNIR LOS REQUISITOS
PREVISTOS EN EL ARTÍCULO 16 DE LA CONSTITUCIÓN, DE LO CONTRARIO DICHA
ORDEN Y LAS PRUEBAS QUE SE HAYAN OBTENIDO COMO CONSECUENCIA DIRECTA
DE LA MISMA, CARECEN DE EXISTENCIA LEGAL Y EFICACIA PROBATORIA. Con la
finalidad de tutelar efectivamente la persona, familia, domicilio, papeles y posesiones de los
gobernados, el Constituyente estableció en el artículo 16 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos que las órdenes de cateo única y exclusivamente puede expedirlas
la autoridad judicial cumpliendo los siguientes requisitos: a) que conste por escrito; b) que
exprese el lugar que ha de inspeccionarse; c) que precise la materia de la inspección; d) que se
levante un acta circunstanciada en presencia de dos testigos propuestos por el ocupante del
lugar cateado o en su ausencia o negativa, por la autoridad que practique la diligencia. En ese
sentido, el artículo 61 del Código Federal de Procedimientos Penales, en observancia a la
garantía de inviolabilidad del domicilio, establece que si no se cumple con alguno de los
requisitos del octavo párrafo del citado precepto constitucional, la diligencia carece de valor
probatorio. Por tanto, las pruebas obtenidas con vulneración a dicha garantía, esto es, los
objetos y personas que se localicen, su aprehensión en el domicilio registrado y las demás
pruebas que sean consecuencia directa de las obtenidas en la forma referida, así como el acta
circunstanciada de la propia diligencia, carecen de eficacia probatoria. En efecto, las
actuaciones y probanzas cuyo origen sea un cateo que no cumpla con los requisitos
constitucionales y por tanto, sin valor probatorio en términos del señalado artículo 61, carecen
de existencia legal, pues de no haberse realizado el cateo, tales actos no hubieran existido.
Contradicción de tesis 75/2004-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Tercer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito, el Tercer Tribunal
Colegiado del Décimo Segundo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito. 17 de enero de 2007. Mayoría de tres votos. Disidentes: José
de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Secretaria: Ana Carolina Cienfuegos Posada.
Tesis de jurisprudencia 22/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha siete de febrero de dos mil siete.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
No. Registro: 171,739
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Agosto de 2007
Tesis: 1a./J. 21/2007
Página: 224
INTROMISIÓN DE LA AUTORIDAD EN UN DOMICILIO SIN ORDEN JUDICIAL. EFICACIA
DE LAS ACTUACIONES REALIZADAS Y DE LAS PRUEBAS OBTENIDAS, CUANDO ES
MOTIVADA POR LA COMISIÓN DE UN DELITO EN FLAGRANCIA. Si bien, la diligencia de
cateo prevista en el octavo párrafo del artículo 16 constitucional presupone la comisión de un
delito, la existencia de una investigación ministerial y la probabilidad de que en el domicilio que
se registrará se encuentra el sujeto activo o los objetos relacionados con el ilícito; ello no
sucede en todos los casos, pues tratándose de flagrante delito, con fundamento en que la
demora puede hacer ilusoria la investigación del delito y la aplicación de las penas, la autoridad
policial no requiere necesariamente orden de cateo para introducirse en el domicilio particular
en el que se está ejecutando el delito, ya que en ese caso, el propio artículo 16 constitucional
señala expresamente una excepción al respecto al permitir a cualquier particular, y con mayor
razón a la autoridad, detener al indiciado, además de que el Estado -como garante de los
bienes de la sociedad- debe actuar de inmediato en casos de flagrancia; por lo que en esas
condiciones, los medios de prueba obtenidos como consecuencia de la intromisión de la
autoridad a un domicilio sin contar con orden de cateo, motivada por la comisión de un delito en
flagrancia, tienen eficacia probatoria, ya que al tratarse de hipótesis distintas, a efecto de
determinar su valor probatorio, no se aplican las mismas reglas que tratándose de un cateo
precedido por una investigación ministerial. Así, las pruebas que se obtengan a partir de un
cateo que no cumpla con los requisitos establecidos en el octavo párrafo del artículo 16
constitucional, carecen de eficacia probatoria, ello con independencia de la responsabilidad en
que las autoridades que irrumpan en el domicilio pudieran incurrir; en cambio, las probanzas
que se obtengan como consecuencia del allanamiento de un domicilio por parte de la autoridad
policial en caso de flagrancia tienen eficacia probatoria, aun cuando no exista orden de cateo.
Debiendo precisarse que tratándose del allanamiento de un domicilio por parte de la autoridad
policial en caso de flagrancia, ésta debe contar con datos ciertos o válidos que motiven la
intromisión al domicilio sin orden de cateo, los cuales deben aportarse en el proceso en caso de
consignarse la averiguación correspondiente a efecto de que el Juez tenga elementos que le
permitan llegar a la convicción de que efectivamente se trató de flagrancia, pues de no
acreditarse tal situación, las pruebas recabadas durante dicha intromisión, carecen de eficacia
probatoria.
Contradicción de tesis 75/2004-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Tercer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito, el Tercer Tribunal
Colegiado del Décimo Segundo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito. 17 de enero de 2007. Mayoría de tres votos. Disidentes: José
de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Secretaria: Ana Carolina Cienfuegos Posada.
Tesis de jurisprudencia 21/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha siete de febrero de dos mil siete.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Agosto de 2007
Tesis: 1a./J. 100/2007
Página: 241
PENAS PRIVATIVAS DE LA LIBERTAD. CORRESPONDE A LA AUTORIDAD
JURISDICCIONAL LA APLICACIÓN RETROACTIVA EN BENEFICIO DEL REO DE LOS
ARTÍCULOS 25, PÁRRAFO SEGUNDO Y 64, PÁRRAFO SEGUNDO, DEL CÓDIGO PENAL
FEDERAL, PARA MODIFICAR EL QUÁNTUM DE AQUÉLLAS, AUN CUANDO ESTÉ EN
EJECUCIÓN LA SENTENCIA. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
en la tesis 1a./J. 174/2005, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Novena Época, Tomo XXIII, febrero de 2006, página 455, con el rubro: "REDUCCIÓN DE LA
PENA. LA APLICACIÓN DE LA LEY MÁS FAVORABLE AL REO, AUN CUANDO YA ESTÉ EN
EJECUCIÓN LA SENTENCIA, CORRESPONDE A LA AUTORIDAD JUDICIAL (LEGISLACIÓN
FEDERAL).", sostuvo que para definir qué autoridad debe aplicar la ley más benéfica al
inculpado o al sentenciado, ha de atenderse a las características materiales del beneficio que
concede la nueva norma y, por otro lado, al resolver la contradicción de tesis 38/2006-PS
estableció que de la interpretación sistemática de los artículos 25, párrafo segundo y 64, párrafo
segundo, del Código Penal Federal, reformados mediante Decreto publicado en el Diario Oficial
de la Federación el 26 de mayo de 2004, se advierte que cuando se impongan penas privativas
de la libertad por diversos delitos en diferentes causas penales en las cuales los hechos no son
conexos, similares o derivados unos de otros, aquéllas deben compurgarse sucesivamente,
mientras que la prisión preventiva debe tenerse por cumplida en forma simultánea en todas las
causas penales, lo cual equivale a descontar el quántum de la prisión preventiva en todas las
penas impuestas al mismo sujeto. En ese sentido, se concluye que cuando se está ejecutando
una sentencia penal y el reo solicita que se le apliquen retroactivamente los citados artículos
para que se le reduzca la pena, tal aplicación corresponde a la autoridad jurisdiccional, pues
debe determinar aspectos que requieren un análisis especializado de peritos en derecho, como
si se está ante un concurso real de delitos y si los hechos ilícitos son conexos, similares o
derivados unos de otros, además de que tales aspectos inciden en la disminución de la pena
que ya había impuesto el juzgador, lo cual se relaciona directamente con la facultad para aplicar
sanciones y fijar penas que compete exclusivamente a la autoridad judicial, conforme al
principio constitucional de reserva judicial, aun cuando ya esté en ejecución la sentencia porque
si bien al dictarla cesa la jurisdicción del Juez, ésta no se agota sino que se retoma cuando en
virtud de la entrada en vigor de la mencionada reforma debe adecuarse la pena impuesta al reo.
Contradicción de tesis 2/2007-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materias Penal y de Trabajo del Décimo Noveno Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Primer Circuito. 30 de mayo de 2007. Unanimidad de cuatro votos. Ausente:
José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo; en su ausencia hizo
suyo el asunto José Ramón Cossío Díaz. Secretaria: Nínive Ileana Penagos Robles.
Tesis de jurisprudencia 100/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha trece de junio de dos mil siete.
Nota: La parte conducente de la ejecutoria relativa a la contradicción de tesis 38/2006-PS
citada, aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XXV, mayo de 2007, página 453.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Agosto de 2007
Tesis: 1a./J. 84/2007
Página: 341
SUSTITUCIÓN DE LA PENA PECUNIARIA POR JORNADAS DE TRABAJO EN FAVOR DE
LA COMUNIDAD. EN CASO DE INSOLVENCIA DEL SENTENCIADO, LA AUTORIDAD
JUDICIAL PUEDE DECRETARLA PARCIAL O TOTALMENTE, CON INDEPENDENCIA DE
QUE EL MINISTERIO PÚBLICO LA SOLICITE O NO EN SU PLIEGO DE CONCLUSIONES.
Del análisis armónico de los artículos 30, 36, 39 y 85 del Nuevo Código Penal para el Distrito
Federal, tenemos que la pena consistente en el trabajo en beneficio de la víctima o en favor de
la comunidad, tiene un doble aspecto, pues por un lado está considerada como pena autónoma
y por el otro, puede imponerse como una pena sustituta de la pena de prisión o de multa. Así,
cuando el trabajo en beneficio de la víctima del delito o en favor de la comunidad se impone
como pena autónoma, ésta deberá ser solicitada por el Ministerio Público al ejercitar la acción
penal correspondiente. En el caso de que se imponga como pena sustitutiva en lugar de la
multa, por acreditarse la insolvencia del sentenciado que haga imposible el pago de la multa o
bien sólo se logre cubrir parte de la misma, el artículo 39 de la codificación penal en estudio
faculta expresamente al juzgador a resolver respecto de la sustitución, lo que de manera alguna
implica que el órgano acusador deba solicitar dicha sustitución en su pliego de conclusiones,
pues se reitera que la citada pena no se está imponiendo como pena autónoma sino sustitutiva
de la multa. Por lo tanto, es válido afirmar que se encontrará apegada a derecho, la sentencia
en la que el juzgador de la causa sustituya parcial o totalmente la multa al sentenciado, a
cambio de trabajo en beneficio de la víctima o trabajo a favor de la comunidad, cuando se
acredite que aquél no puede pagar la multa o solamente puede cubrir parte de ella, con
independencia de que el Ministerio Público haya solicitado o no en su pliego de conclusiones la
citada sustitución de la pena.
Contradicción de tesis 86/2006-PS. Suscitada entre el Segundo y Noveno Tribunales
Colegiados, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 28 de febrero de 2007. Cinco votos.
Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Joaquín Cisneros Sánchez.
Tesis de jurisprudencia 84/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintitrés de mayo de dos mil siete.
Tesis aislada
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Agosto de 2007
Tesis: 1a. L/2007
Página: 363
DOMICILIO. SU CONCEPTO EN MATERIA PENAL. El concepto de domicilio a que se refiere
la garantía de inviolabilidad de éste, contenida en el párrafo primero, en relación con el octavo,
del artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, comprende tanto el
lugar en el que una persona establece su residencia habitual (elemento objetivo), como todo
aquel espacio en el que desarrolla actos y formas de vida calificados como privados (elemento
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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subjetivo). Sin embargo, dicho concepto en materia penal es más amplio, pues también incluye
cualquier localización o establecimiento de la persona de naturaleza accidental y transitoria en
donde lleve a cabo actos comprendidos dentro de su esfera privada. Ello es así, en virtud de
que si bien el primer párrafo del citado precepto constitucional alude al término "domicilio", el
octavo sólo señala "lugar", debiendo entenderse por éste, el domicilio en el que el gobernado de
algún modo se asienta y realiza actos relativos a su privacidad o intimidad.
Contradicción de tesis 75/2004-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Tercer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado del Noveno Circuito, el Tercer Tribunal
Colegiado del Décimo Segundo Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Primer Circuito. 17 de enero de 2007. Mayoría de tres votos. Disidentes: José
de Jesús Gudiño Pelayo y José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Secretaria: Ana Carolina Cienfuegos Posada.
Nota: Esta tesis no constituye jurisprudencia ya que no resuelve el tema de la contradicción
planteada.
No. Registro: 171,457
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Septiembre de 2007
Tesis: 1a./J. 110/2007
Página: 124
FIADOR EN LA CAUSA PENAL. AL SER PARTE INTERESADA EN EL PROCESO, ESTÁ
LEGITIMADO PARA INTERPONER LOS MEDIOS DE DEFENSA PROCEDENTES CONTRA
CUALQUIER DETERMINACIÓN QUE AFECTE SUS INTERESES COMO TAL. En el proceso
penal son partes formales, el Ministerio Público, el inculpado y, en su caso, la parte civil, y quien
se constituye en fiador para que el inculpado goce de libertad provisional tiene la calidad de
parte material, pues es un tercero con interés en el proceso, ya que al garantizar la libertad
provisional del inculpado adquiere la obligación de presentarlo cuando la autoridad lo cite a
comparecer, so pena de hacer efectiva la fianza otorgada. En esas condiciones, resulta
evidente que el interés del fiador en el proceso penal atiende a la conservación de la parte de su
patrimonio con que garantizó la libertad del inculpado, lo cual le da legitimación para interponer
los medios de defensa procedentes contra las determinaciones que afecten dicho interés, sin
que ello lo constituya como parte del proceso, por lo que carece de legitimación para interponer
medios de defensa dirigidos a combatir cuestiones relativas al proceso penal en sí mismo, ya
que esto sólo corresponde a las partes.
Contradicción de tesis 22/2007-PS. Entre las sustentadas por el Tribunal Colegiado del
Vigésimo Quinto Circuito, Segundo Tribunal Colegiado del Décimo Primer Circuito y el Tribunal
Colegiado del Décimo Segundo Circuito. 20 de junio de 2007. Cinco votos. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Ana Carolina Cienfuegos Posada.
Tesis de jurisprudencia 110/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintisiete de junio de dos mil siete.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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No. Registro: 171,373
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Septiembre de 2007
Tesis: 1a./J. 114/2007
Página: 270
RECURSO DE APELACIÓN EN MATERIA PENAL. CUANDO SE INTERPONE EN CONTRA
DE UN AUTO DICTADO POR UN JUEZ DE DISTRITO QUE ACTÚA FUERA DE SU
COMPETENCIA ORDINARIA, EN FUNCIÓN DE LA URGENCIA DE LA DILIGENCIA, ES
COMPETENTE EL TRIBUNAL UNITARIO CON JURISDICCIÓN EN EL LUGAR EN EL QUE
OCURREN LOS HECHOS PRESUNTAMENTE DELICTIVOS Y NO EL SUPERIOR DEL QUE
DICTÓ CON BASE EN ESA COMPETENCIA TEMPORAL. Cuando se interpone un recurso de
apelación contra un auto dictado en una causa penal por un Juez de Distrito que actuó fuera de
su competencia ordinaria, en términos del artículo 432 del Código Federal de Procedimientos
Penales, es competente el Tribunal Unitario de Circuito que ejerza jurisdicción en el lugar en
que acontecieron los hechos presuntamente delictivos y no el Tribunal Unitario que ejerza
jurisdicción sobre el que dictó el auto recurrido. Ello es así, debido a que el juzgador de primer
grado actuó con base en una competencia que le es reconocida en función de circunstancias
extraordinarias, como lo establece el propio artículo 432 referido, de manera que al desaparecer
la situación de urgencia, la regla genérica de competencia territorial prevista en el artículo 6o.
del mismo Código cobra plena eficacia para regir la causa penal, resultando entonces
injustificado que siga conociendo de un delito, un juez de Distrito o un tribunal Unitario de
Circuito que no ejerzan jurisdicción sobre el lugar en que aquél aconteció. Lo anterior es así,
pues conforme están redactadas las reglas competenciales en el Código Federal de
Procedimientos Penales, la prevista en el artículo 6o. rige indistintamente para el juzgador de la
causa, sea cual sea su grado, y vinculando lo antes dicho de lo extraordinario del supuesto
previsto en el artículo 432 y el diverso artículo 11 del mismo ordenamiento, que impone que las
cuestiones competenciales se resuelvan con base en las reglas que al mismo anteceden, debe
estimarse que la competencia del Tribunal Unitario también está regida directamente por la
regla de territorialidad de ocurrencia de los hechos presuntamente delictuosos; sin que sea
óbice a lo anterior la superioridad definida por las circunscripciones geográficas administrativas
denominadas "Circuitos", que se establecen en los acuerdos plenarios del Consejo de la
Judicatura Federal, pues tales circunscripciones son divisiones del trabajo de orden
administrativo, que están subordinadas a las reglas de competencia legislativamente
establecidas para cada tipo de juicio.
Contradicción de tesis 18/2007-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero, Séptimo, Octavo y Noveno, todos en Materia Penal del Primer Circuito. 27 de junio de
2007. Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: María Amparo
Hernández Chong Cuy.
Tesis de jurisprudencia 114/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha cuatro de julio de dos mil siete.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Septiembre de 2007
Tesis: 1a./J. 106/2007
Página: 319
REVISIÓN EN AMPARO. EL ÓRGANO QUE FORMA PARTE DE LA UNIDAD QUE ES LA
INSTITUCIÓN DENOMINADA MINISTERIO PÚBLICO, DE LA PROCURADURÍA GENERAL
RESPECTIVA, TIENE LEGITIMACIÓN PARA INTERPONER DICHO RECURSO CONTRA LA
DETERMINACIÓN QUE CONCEDE LA PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL RESPECTO DE
LA AUTORIZACIÓN O CONFIRMACIÓN DEL NO EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL.
Cuando en el juicio de garantías se reclama la resolución mediante la cual se autoriza o
confirma el no ejercicio de la acción penal, señalando como autoridad responsable al órgano
encargado de emitir dicha determinación de la Procuraduría General respectiva, el cual formal y
materialmente no tiene el carácter de autoridad judicial o jurisdiccional, y el juez de Distrito, al
dictar sentencia, concede el amparo y protección de la Justicia Federal, la autoridad
administrativa de mérito tiene legitimación para interponer el recurso de revisión contra esta
determinación, en términos de los artículos 5o., fracción II, 83, fracción IV y 87 de la Ley de
Amparo. En efecto, el mencionado órgano forma parte de la institución denominada Ministerio
Público, cuyas atribuciones están contenidas en el artículo 21 de la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, por lo que al conceder el amparo solicitado, el juez de Distrito
aborda disposiciones previstas en el referido precepto constitucional y en los ordenamientos
penales y procesales que facultan al aludido órgano para emitir las determinaciones
correspondientes en la fase de averiguación previa, con lo que se actualiza un interés específico
que lo legitima para interponer dicho medio de impugnación.
Contradicción de tesis 177/2006-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Sexto Circuito. 13 de junio de 2007. Cinco
votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 106/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veinte de junio de dos mil siete.
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Octubre de 2007
Tesis: 1a./J. 109/2007
Página: 5
AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO. ESTÁ LEGITIMADO PARA INTERPONER LOS
RECURSOS DE REVISIÓN O DE QUEJA, EN SU CALIDAD DE AUTORIDAD
RESPONSABLE, CUANDO EN EL JUICIO DE AMPARO EL ACTO RECLAMADO LO
CONSTITUYE ALGUNA ACTUACIÓN EMITIDA DURANTE LA AVERIGUACIÓN PREVIA O
LA DETERMINACIÓN RESPECTO DEL EJERCICIO DE LA ACCIÓN PENAL. Conforme a los
artículos 87 y 96 de la Ley de Amparo, las autoridades responsables están legitimadas para
interponer el recurso de revisión contra las sentencias que afecten directamente el acto que de
ellas se reclama, y el recurso de queja por ser partes en el juicio de garantías. En ese sentido y
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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atento al artículo 5o., fracción II, de la mencionada Ley, se concluye que el agente del Ministerio
Público, en su calidad de autoridad responsable, está legitimado para interponer dichos
recursos cuando el acto reclamado lo constituye su determinación de ejercer o no la acción
penal, o bien, alguna actuación emitida durante la averiguación previa, toda vez que en esta
etapa actúa como autoridad y, por ende, es parte dentro del juicio de garantías, además de que
la sentencia relativa afecta directamente el acto que de él se reclama. De ahí que en el
supuesto aludido no son aplicables las consideraciones sustentadas por el Tribunal en Pleno de
la Suprema Corte de Justicia de la Nación al resolver la contradicción de tesis 44/98-PL, de la
que derivó la tesis P./J. 22/2003, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época, Tomo XVIII, julio de 2003, página 23, con el rubro: "REVISIÓN EN
CONTRA DE LAS SENTENCIAS DE AMPARO DIRECTO E INDIRECTO. LOS ÓRGANOS
JUDICIALES Y JURISDICCIONALES, INCLUSIVE LOS DEL ORDEN PENAL, CARECEN DE
LEGITIMACIÓN PARA INTERPONERLA.", ya que al tramitar la averiguación previa y resolver
sobre el ejercicio de la acción penal el agente del Ministerio Público no realiza funciones
jurisdiccionales, pues no imparte justicia, esto es, no dirime una controversia; además, el hecho
de que los actos realizados durante dicha etapa procesal sean materialmente penales no
significa que quien los despliega tenga el carácter de juzgador, sino que son actos regidos por
la legislación penal o que entrañan un contenido en esa materia, y si bien su actuación debe ser
imparcial, ello no implica que se asemeje a la de un órgano jurisdiccional, que es el encargado
de decir el derecho.
Contradicción de tesis 11/2007-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Sexto, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 20 de junio de 2007. Cinco
votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Rosaura Rivera Salcedo.
Tesis de jurisprudencia 109/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintisiete de junio de dos mil siete.
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Octubre de 2007
Tesis: 1a./J. 107/2007
Página: 112
ORDEN DE APREHENSIÓN. CUANDO SE RECLAMA EN EL JUICIO DE AMPARO
INDIRECTO, DEBEN TOMARSE EN CUENTA LAS PRUEBAS DESAHOGADAS EN EL
PROCESO PENAL CON POSTERIORIDAD A SU DICTADO, SIEMPRE QUE EL QUEJOSO
ACREDITE QUE SON SUPERVENIENTES Y TENGAN VINCULACIÓN CON LOS HECHOS
MATERIA DE LA INVESTIGACIÓN. Conforme al artículo 78 de la Ley de Amparo, en el juicio
de garantías el acto reclamado se apreciará tal como aparezca probado ante la autoridad
responsable y no se admitirán ni considerarán las pruebas que no se rindan ante ella. Sin
embargo, este principio procesal no es absoluto en materia penal, pues de su interpretación
lógica deriva que sólo es aplicable a las probanzas que el quejoso haya estado en condiciones
de ofrecer y desahogar en la averiguación previa o ante el juez de la causa, mas no a aquellas
que aún no se han producido o nacido a la vida jurídica al emitirse la orden de aprehensión,
pues es evidente que tratándose de pruebas supervenientes se actualiza una imposibilidad
física y jurídica para presentarlas ante la autoridad responsable al momento de producirse el
acto de molestia. Por ello, se concluye que cuando en el juicio de amparo indirecto se reclama
la orden de aprehensión, deben tomarse en cuenta las pruebas desahogadas en el proceso
penal con posterioridad a su libramiento, siempre que el quejoso demuestre que se trata de
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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probanzas supervenientes y que éstas tengan estrecha vinculación con los hechos materia de la
investigación. Además, dicha interpretación lógica se complementa con la apreciación
teleológica consistente en que el juicio de amparo es el medio de control constitucional cuya
vocación es el respeto y la defensa de las garantías individuales, conforme a los artículos 103 y
107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, ello aunado a que en el
supuesto referido está en riesgo la libertad personal del quejoso. De lo contrario, podrían
mermarse sus garantías de defensa previstas en el artículo 20, apartado A, fracciones V y VII,
constitucional por lo siguiente: (i) se haría nugatorio su derecho a ofrecer pruebas que podrían
tener el alcance de desvirtuar los hechos y consideraciones que motivaron la orden de captura;
(ii) se reducirían los alcances de su derecho para acceder a todos los datos que solicite para su
defensa y que consten en el proceso, al no poderlos ofrecer desde un primer momento para
desvirtuar una orden que pone en riesgo su libertad; y, (iii) al no permitir al juzgador federal una
nueva valoración de los medios de prueba analizados por el juez de la causa, en relación con
las pruebas supervenientes, se correría el riesgo de convalidar un acto que en el fondo puede
ser inconstitucional.
Contradicción de tesis 31/2007-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materias Penal y Administrativa del Vigésimo Primer Circuito y el Primer Tribunal Colegiado en
Materias Civil y de Trabajo del Décimo Séptimo Circuito. 20 de junio de 2007. Cinco votos.
Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 107/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintisiete de junio de dos mil siete.
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Octubre de 2007
Tesis: 1a./J. 103/2007
Página: 140
PORTACIÓN DE ARMA DE FUEGO SIN LICENCIA. LA PRERROGATIVA CONTENIDA EN
EL ARTÍCULO 9o., FRACCIÓN II, SEGUNDO PÁRRAFO, DE LA LEY FEDERAL DE ARMAS
DE FUEGO Y EXPLOSIVOS, EN FAVOR DE LOS EJIDATARIOS, COMUNEROS Y
JORNALEROS DEL CAMPO, SE ACTUALIZA AUN CUANDO SE ENCUENTREN DENTRO
DE LA ZONA URBANA EJIDAL O COMUNAL, SI SE TRASLADAN DE ÉSTA U OTRO
LUGAR A REALIZAR SUS ACTIVIDADES DE TRABAJO O VICEVERSA. La acepción "zonas
urbanas" contenida en el citado precepto legal, para efectos de determinar el ámbito de
aplicación de la norma permisiva inmersa en ese numeral en favor de los ejidatarios, comuneros
y jornaleros del campo, corresponde al asentamiento humano compuesto por los terrenos en
que se ubique la zona de urbanización y el fundo legal del ejido o comunidad, a que aluden los
artículos 27 de la Constitución General de la República; 9o., 43, 44, 56, 63 al 66, 68, 73, 76 y 87
de la Ley Agraria y 41, 47 al 51 del Reglamento de la Ley Agraria en Materia de Certificación de
Derechos Ejidales y Titulación de Solares, en razón de que la referida acepción no es aplicable
únicamente a la ciudad, sino que de acuerdo al marco legal descrito, existen zonas urbanas en
los ejidos y comunidades agrarias, en las cuales también debe salvaguardarse el bien jurídico
consistente en la vida e integridad de las personas, así como la seguridad y la paz de la
colectividad. Lo anterior se corrobora con lo establecido por esta Primera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en la tesis 1a./J. 111/2004, publicada en el Semanario Judicial
de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXI, enero de 2005, página 314, derivada
de la contradicción de tesis 72/2004-PS, en cuya ejecutoria entre otras cosas, se expuso que:
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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"... lo que da lugar al delito de portación de arma de fuego sin licencia ... en lo que corresponde
a los ejidatarios, comuneros y jornaleros del campo, es la portación de alguna de las armas
previstas ... fuera del radio de acción en el que se desenvuelve en virtud de su actividad de
trabajo, esto es, en alguna zona urbana ... pues, en este caso, no se estaría dando el uso para
el cual el legislador previó el trato preferente.", lo que acontece precisamente en la zona urbana
ejidal o comunal, ya que no es el radio de acción donde dichas personas ejercen la actividad
inherente a su calidad específica, como sí lo sería la zona rural. Sin embargo, la prerrogativa
contenida en el artículo 9o., fracción II, segundo párrafo, de la Ley Federal de Armas de Fuego
y Explosivos también se actualiza cuando los ejidatarios, comuneros y jornaleros del campo, no
obstante encontrarse en la zona urbana ejidal o comunal, o bien, provenir de otro lugar, portan
el arma al trasladarse de dichos lugares a la zona rural para llevar a cabo sus actividades de
trabajo, o bien, cuando con motivo de ello regresen a la referida zona urbana o al lugar de
donde provienen, pues en estos casos se justifica el trato preferencial que el legislador
estableció a su favor.
Contradicción de tesis 85/2006-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado del
Vigésimo Cuarto Circuito, el Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Tercer Circuito y el Tercer
Tribunal Colegiado del Noveno Circuito. 14 de marzo de 2007. Unanimidad de cuatro votos.
Ausente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores
Cruz.
Tesis de jurisprudencia 103/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veinte de junio de dos mil siete.
Nota: La tesis 1a./J. 111/2004 citada, aparece publicada con el rubro: "PORTACIÓN DE ARMA
DE FUEGO SIN LICENCIA. SUPUESTO EN QUE NO SE ACTUALIZA ESE DELITO
RESPECTO DE LOS EJIDATARIOS, COMUNEROS O JORNALEROS DEL CAMPO."
Jurisprudencia
Materia(s):Penal
Novena Época
Instancia: Primera Sala
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: XXVI, Noviembre de 2007
Tesis: 1a./J. 139/2007
Página: 155
PRISIÓN PREVENTIVA. TRATÁNDOSE DE SENTENCIAS DICTADAS EN DIVERSOS
PROCESOS, DERIVADOS DE LOS MISMOS HECHOS, A COMPURGARSE EN FORMA
SUCESIVA, PARA EFECTOS DEL CÓMPUTO RELATIVO, EL TIEMPO DE AQUÉLLA SÓLO
DEBE TOMARSE EN CUENTA RESPECTO DE LA PRIMERA SENTENCIA EJECUTADA. El
artículo 18, párrafos primero y segundo, de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos establece las características básicas del sistema penitenciario, cuyo propósito es
lograr la readaptación social del delincuente, para lo cual fija como elementos básicos del
sistema readaptador, el trabajo y la educación. Ahora bien, de la interpretación armónica de
dichos párrafos se advierte que la prisión preventiva forma parte del sistema penitenciario y, por
tanto, también debe regirse por los criterios de readaptación social; además de que el artículo
20, apartado A, fracción X, párrafo tercero, constitucional, señala que en toda pena de prisión
que imponga una sentencia, se computará el tiempo de la detención, con lo que se reconoce
indirectamente que la prisión preventiva y la punitiva son esencialmente idénticas, pues ambas
implican la pérdida de la libertad del individuo. En congruencia con lo anterior, se concluye que
tratándose de sentencias dictadas en diversos procesos, derivados de los mismos hechos, a
compurgarse en forma sucesiva, si bien debe tomarse en cuenta el tiempo de la detención para
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efectos del cómputo de la compurgación de la pena, ello debe hacerse sólo respecto de la
primera sentencia ejecutada, pues de otra manera dicho cómputo sería indebido, al darle un
valor temporal mayor a la prisión preventiva.
Contradicción de tesis 164/2005-PS. Entre las sustentadas por el Séptimo Tribunal Colegiado
en Materia Penal del Primer Circuito, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal del
Séptimo Circuito, el Tercer Tribunal Colegiado del Segundo Circuito (actualmente Segundo
Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito) y el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Cuarto Circuito. 27 de septiembre de 2006. Cinco votos. Ponente: Juan N.
Silva Meza. Secretario: Roberto Ávila Ornelas.
Tesis de jurisprudencia 139/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintidós de agosto de dos mil siete.
[J]; 9a. Época; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XXVII, Enero de 2008; Pág. 38 ; Registro: 170 542
COLABORACIÓN AL FOMENTO PARA POSIBILITAR LA EJECUCIÓN DE DELITOS
CONTRA LA SALUD. SE ACTUALIZA ESE ILÍCITO CUANDO SE SOLICITA EL
DESPLIEGUE DE UNA CONDUCTA OMISIVA Y CONTRARIA A QUIEN TIENE OBLIGACIÓN
DE COMBATIR EL NARCOTRÁFICO. El mencionado delito, previsto en el artículo 194,
fracción III, del Código Penal Federal, es de los doctrinalmente clasificados como "de resultado
anticipado o cortado", porque para su configuración resulta irrelevante la consumación del ilícito
favorecido, pues basta que el sujeto activo despliegue de cualquier manera actos de
colaboración tendentes a crear una situación propicia para la realización de otros delitos, en el
caso, contra la salud. Esto es, la conducta como elemento indispensable para la actualización
del tipo consiste en la acción u omisión orientada a asistir o auxiliar a la realización de un
diverso delito. En ese sentido, resulta evidente que se actualiza el ilícito de colaboración al
fomento para posibilitar la ejecución de delitos contra la salud cuando se solicita el despliegue
de una conducta omisiva y contraria a quien debe combatir el narcotráfico pues con ello
coadyuva a la comisión de actividades ilícitas en detrimento de la salud pública.
Contradicción de tesis 60/2007-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Segundo Circuito, el Cuarto Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito y el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito. 19 de septiembre
de 2007. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez
Frías.
Tesis de jurisprudencia 147/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diez de octubre de dos mil siete.
[J]; 9a. Época; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XXVII, Enero de 2008; Pág. 67 ; Registro: 170 537
CONCURSO APARENTE DE TIPOS PENALES. EL ESTUDIO SOBRE SU OPERATIVIDAD,
PUEDE REALIZARSE TANTO EN EL AUTO DE PROCESAMIENTO COMO EN LA
SENTENCIA DEFINITIVA. En estricto acatamiento a los principios de exacta aplicación de la
ley en materia penal y de non bis in idem, previstos en los artículos 14 y 23 de la Constitución
Federal, es cuando se dicta el auto de procesamiento, el primer momento en el que el órgano
jurisdiccional tiene la obligación de analizar lo relativo a la operatividad del concurso aparente
de tipos penales, ya que ello se encuentra supeditado a los datos o pruebas con las que cuenta
para determinar si los hechos que se le atribuyen al inculpado son subsumibles o no en uno de
los varios supuestos de hechos típicos penales. En contrapartida, el órgano jurisdiccional al no
contar con esa inicial convicción que le generan los diversos elementos de prueba, encontraría
un impedimento jurídico y fáctico para poder pronunciarse al respecto, resultando inaceptable
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
_____________________________________________________________
obligarlo a que lo realice arbitraria o intuitivamente, con independencia de que, si en el auto de
procesamiento en forma provisional no estuvo en condiciones de hacerlo, posteriormente pueda
llevar a cabo el estudio de mérito. Por otra parte, exista o no el estudio sobre la operatividad del
concurso aparente de tipos en el auto de procesamiento, al momento de dictarse la sentencia
es cuando el juzgador en forma definitiva debe resolver al respecto, es decir, dar sustantividad
propia a los hechos, precisamente porque el resultado al que se arribe habrá de trascender en
las sanciones que, como consecuencia jurídica del delito, serán impuestas al acusado. En el
caso de que se haya realizado el estudio en el auto de procesamiento, al dictarse la sentencia,
las pruebas aportadas pueden conducir a la misma conclusión, o bien, a variar el criterio que se
sostuvo inicialmente, sin que pueda sufrir variación alguna la base fáctica de la acusación.
Contradicción de tesis 36/2007-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito y el Segundo Tribunal Colegiado del Vigésimo Segundo
Circuito. 5 de septiembre de 2007. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime
Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 158/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha treinta y uno de octubre de dos mil siete.
[J]; 9a. Época; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XXVII, Enero de 2008; Pág. 196 ; Registro: 170 504
INCIDENTE DE TRASLACIÓN DEL TIPO Y ADECUACIÓN DE LAS PENAS. LA
INTERLOCUTORIA QUE LO RESUELVE CONSTITUYE UN ACTO QUE AFECTA LA
LIBERTAD PERSONAL, POR LO QUE PUEDE IMPUGNARSE A TRAVÉS DEL JUICIO DE
AMPARO INDIRECTO, SIN NECESIDAD DE AGOTAR PREVIAMENTE LOS RECURSOS
ORDINARIOS PREVISTOS EN LA LEY. La interlocutoria que resuelve el incidente de
traslación del tipo y adecuación de las penas constituye un acto que afecta la libertad personal
del individuo, pues aun cuando la privación de su libertad es a causa de la sentencia
condenatoria dictada en el proceso penal, continuará privado de su libertad como consecuencia
positiva de dicha resolución. En ese tenor, se concluye que al afectarse la libertad personal del
individuo, la determinación que resuelve el mencionado incidente es impugnable a través del
juicio de amparo indirecto sin necesidad de agotar previamente los recursos ordinarios
establecidos en la ley, en virtud de que se actualiza la excepción al principio de definitividad,
contenida en la fracción XII del artículo 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos y en el numeral 37 de la Ley de Amparo.
Contradicción de tesis 101/2007-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Segundo y Cuarto, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 31 de octubre de 2007. Cinco
votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Jaime Flores Cruz.
Tesis de jurisprudencia 164/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha catorce de noviembre de dos mil siete.
[J]; 9a. Época; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XXVII, Enero de 2008; Pág. 371 ; Registro: 170 432
SUSPENSIÓN PROVISIONAL CONTRA ACTOS QUE AFECTAN LA LIBERTAD PERSONAL.
LA OBLIGACIÓN DEL QUEJOSO DE COMPARECER ANTE EL JUEZ DE LA CAUSA O EL
MINISTERIO PÚBLICO ES EXIGIBLE HASTA QUE SE TIENE CERTEZA RESPECTO DE LA
EXISTENCIA DEL ACTO RECLAMADO Y DE LA AUTORIDAD QUE LO EMITIÓ. El artículo
138, segundo párrafo, de la Ley de Amparo debe interpretarse en el sentido de que cuando la
suspensión se haya concedido contra actos derivados de un procedimiento penal que afectan la
libertad personal, la obligación del quejoso de comparecer dentro del plazo de tres días ante el
juez de la causa o el Ministerio Público, apercibido que de no hacerlo la suspensión concedida
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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dejará de surtir efectos, se actualiza hasta que se tiene certeza respecto de la existencia del
acto reclamado (orden de aprehensión o de presentación) y de la autoridad que lo emitió. Ello
es así, porque ante la eventualidad de que en la demanda de garantías se señalara una
multiplicidad de posibles autoridades responsables, resultaría innecesario y desproporcional que
se constriñera al quejoso a presentarse ante cada una de ellas; de ahí que en tal supuesto el
juez de amparo que conceda la suspensión provisional debe hacerlo en términos de los
artículos 124 Bis, 136 y 138 de la Ley de Amparo, pero en el entendido de que la mencionada
medida de aseguramiento será exigible hasta que se tenga certeza respecto de la existencia del
acto reclamado y, en su caso, de la autoridad que lo emitió, lo cual ocurre, en el juicio de
amparo indirecto, cuando las autoridades señaladas como responsables rinden informe previo
dentro del término de veinticuatro horas y en él manifiestan, entre otras cosas, si es o no cierto
el acto que se les atribuye, cuestión que deberá notificarse personalmente al quejoso.
Contradicción de tesis 79/2007-PS. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en
Materia Penal del Tercer Circuito y el Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer
Circuito. 19 de septiembre de 2007. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías.
Tesis de jurisprudencia 149/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diez de octubre de dos mil siete.
[J]; 9a. Época; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XXVII, Febrero de 2008; Pág. 27 ; Registro: 170
416
ABUSO DE CONFIANZA. SE CONFIGURA ESE DELITO CUANDO DOS SUJETOS
ACUERDAN EL DEPÓSITO DE CIERTA CANTIDAD DE DINERO EN LA CUENTA
BANCARIA DE UNO DE ELLOS PARA DESTINARLA A UNA FINALIDAD CONVENIDA Y
ÉSTE DISPONE DE LOS RECURSOS EN PERJUICIO DEL OTRO (LEGISLACIÓN DEL
ESTADO DE GUERRERO). Conforme al artículo 169 del Código Penal del Estado de Guerrero,
el presupuesto fáctico del delito de abuso de confianza, relativo a la transmisión de la tenencia
de la cosa mueble, se configura cuando el sujeto activo recibe la posesión derivada de ésta,
cualquiera que fuere el acto jurídico que tenga por objeto directo e inmediato la cosa misma.
Así, cuando en razón de la confianza que se tienen, dos personas acuerdan que una depositará
en la cuenta bancaria de la otra cierta cantidad de dinero, para que ésta pueda alcanzar una
finalidad específica y previamente convenida, distinta a una transmisión de dominio, debe
entenderse que con la captación de los recursos en dicha cuenta sólo se transmite su tenencia,
por lo que si el cuentahabiente dispone para sí o para otro, parcial o totalmente, del dinero
depositado, se configura el delito de abuso de confianza previsto en el mencionado artículo 169.
Ello es así, pues tal conducta se traduce en la disposición de cosa ajena en perjuicio del interés
patrimonial del sujeto pasivo, sin que el depositario pueda alegar que la transmisión fue en
propiedad, pues en la referida hipótesis la cuenta bancaria constituyó simplemente un medio o
instrumento que sirvió para captar el dinero, bajo las condiciones previamente concertadas, por
la confianza que el pasivo depositó en el activo y que, en última instancia, determinaron la
finalidad de la entrega del numerario.
Contradicción de tesis 84/2006-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materias Penal y Administrativa del Vigésimo Primer Circuito y el entonces Segundo Tribunal
Colegiado del Vigésimo Primer Circuito, actualmente Segundo Tribunal Colegiado en Materias
Civil y de Trabajo del mismo circuito. 31 de octubre de 2007. Mayoría de cuatro votos.
Disidente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Sergio A. Valls Hernández. Secretario:
Arnoldo Castellanos Morfín.
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_____________________________________________________________
Tesis de jurisprudencia 170/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiocho de noviembre de dos mil siete.
[J]; 9a. Época; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XXVII, Febrero de 2008; Pág. 103 ; Registro: 170
397
APELACIÓN CONTRA EL AUTO DE FORMAL PRISIÓN. LA OMISIÓN DE TRAMITARLA Y
RESOLVERLA ES IMPUGNABLE EN AMPARO INDIRECTO. La omisión de dar trámite y
resolver la apelación interpuesta en contra del auto de formal prisión constituye un acto en juicio
de ejecución de imposible reparación, en tanto que 1) al dictarse la sentencia de primer grado,
el cambio de situación jurídica tendrá por irreparablemente consumada la violación y 2) esto
trastoca la garantía a la administración de justicia pronta. El artículo 17 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos consigna que toda persona tiene derecho a que se le
administre justicia, por tribunales que estarán expeditos para impartirla, en los plazos y términos
que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. De esta
norma constitucional se desprende a favor del gobernado el derecho sustantivo a la jurisdicción,
mediante el cual puede exigir a los órganos jurisdiccionales del Estado, la tramitación y
resolución de los conflictos jurídicos en que sea parte, si satisface los requisitos fijados por la
propia Constitución y las leyes secundarias, de manera que, cuando un órgano jurisdiccional se
abstiene de dar trámite a una promoción o a un escrito de agravios de una de las partes (y en la
materia penal, específicamente al procesado) afecta de manera cierta, directa e inmediata el
derecho a la jurisdicción, y esto provoca una ejecución de imposible reparación, al impedir la
tramitación y resolución de su pretensión, y por esto procede en su contra el juicio de amparo
indirecto. Ahora bien, dado que los actos acaecidos en juicio no pueden ser materia de
impugnación en la vía indirecta (como actos de imposible reparación) y en la vía directa (como
violaciones procesales), resulta que la abstención en comento no es una violación procesal
reclamable en amparo directo, de ahí que su impugnación sólo sea posible en amparo indirecto.
Contradicción de tesis 53/2007-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Penal del Sexto Circuito. 3 de octubre de 2007. Mayoría
de cuatro votos. Disidente: José Ramón Cossío Díaz. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Secretario: Miguel Bonilla López.
Tesis de jurisprudencia 150/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha diez de octubre de dos mil siete.
[J]; 9a. Época; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XXVII, Febrero de 2008; Pág. 151 ; Registro: 170
391
AUTO DE FORMAL PRISIÓN. EN LA SENTENCIA QUE CONCEDE EL AMPARO EN SU
CONTRA PUEDE RESERVARSE PLENITUD DE JURISDICCIÓN A LA AUTORIDAD
RESPONSABLE PARA QUE RECLASIFIQUE EL DELITO POR EL CUAL SE EJERCIÓ LA
ACCIÓN PENAL. Conforme al artículo 19 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, corresponde a la autoridad judicial, a través del auto de formal prisión, clasificar los
hechos ante ella consignados y determinar qué delitos configuran, por lo que también está
facultada para cambiar la clasificación del delito, esto es, modificar aquel por el que se ejerció la
acción penal, y sujetar a proceso al acusado por otro, con base en el cual se normará la
instrucción, siempre y cuando no se varíen los hechos de la acusación. Es decir, la Norma
Fundamental prohíbe la modificación de la sustancia de los hechos, pero no su apreciación
técnica o su denominación legal. Ahora bien, la concesión del amparo contra el auto de formal
prisión, por no haberse acreditado el cuerpo del delito o la probable responsabilidad del
indiciado, trae consigo la declaratoria de invalidez de dicho auto, por lo que, formalmente, ya no
estará sujeto a la etapa procedimental de la instrucción y será indispensable que la autoridad
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responsable defina su situación jurídica, pudiendo presentarse dos hipótesis: que aquélla
reclasifique el delito por el cual se dictó el primer auto de formal prisión y se inicie el juicio por el
ilícito cometido, en cumplimiento al artículo 19 mencionado, o bien, que no esté en condiciones
de hacerlo porque ello implicaría variar los hechos materia de la consignación, en cuyo caso
podrá dictar un auto de libertad por falta de elementos para procesar, con las reservas de ley.
Por tanto, en la sentencia que concede el amparo contra el auto de formal prisión dictado
incorrectamente el juzgador puede reservar plenitud de jurisdicción a la autoridad responsable
para que, en su caso, reclasifique el delito por el cual se ejerció la acción penal y se continúe la
instrucción, pues dicha facultad de reclasificación no se fundamenta en una declaratoria judicial,
sino en el indicado precepto constitucional; sin que con ello se agrave la situación del inculpado,
porque la autoridad de amparo no vincula a la responsable a dictar un nuevo auto de formal
prisión, debidamente fundado y motivado, sino que sólo reconoce la posibilidad de reclasificar el
delito.
Contradicción de tesis 103/2007-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Séptimo, ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 28 de noviembre de 2007.
Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Carmina Cortés Rodríguez.
Tesis de jurisprudencia 3/2008. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha cinco de diciembre de dos mil siete.
[J]; 9a. Época; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; XXVII, Febrero de 2008; Pág. 215 ; Registro: 170
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DERECHOS POLÍTICOS. DEBEN DECLARARSE SUSPENDIDOS DESDE EL DICTADO DEL
AUTO DE FORMAL PRISIÓN, EN TÉRMINOS DEL ARTÍCULO 38, FRACCIÓN II, DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. Si bien el citado
precepto constitucional dispone expresa y categóricamente que los derechos o prerrogativas de
los ciudadanos se suspenden a causa de un proceso criminal por delito que merezca pena
corporal y que el plazo relativo se contará desde la fecha de la emisión del auto de formal
prisión; y, por su parte, el artículo 46 del Código Penal Federal señala que la referida
suspensión se impondrá como pena en la sentencia que culmine el proceso respectivo, que
comenzará a computarse desde que cause ejecutoria y durará todo el tiempo de la condena -lo
cual es acorde con la fracción III del propio artículo 38 constitucional-, ello no significa que la
suspensión de los derechos políticos establecida en la Carta Magna haya sido objeto de una
ampliación de garantías por parte del legislador ordinario en el código sustantivo de la materia,
ni que exista contradicción o conflicto de normas, ya que se trata de dos etapas procesales
diferentes. Consecuentemente, deben declararse suspendidos los derechos políticos del
ciudadano desde el dictado del auto de formal prisión por un delito que merezca pena corporal,
en términos del artículo 38, fracción II, de la Constitución Federal; máxime que al no contener
éste prerrogativas sino una restricción de ellas, no es válido afirmar que el mencionado artículo
46 amplíe derechos del inculpado. Lo anterior es así, porque no debe confundirse la suspensión
que se concretiza con la emisión de dicho auto con las diversas suspensiones que como pena
prevé el numeral 46 aludido como consecuencia de la sentencia condenatoria que al efecto se
dicte, entre las que se encuentra la de derechos políticos, pues mientras la primera tiene efectos
temporales, es decir, sólo durante el proceso penal, los de la segunda son definitivos y se
verifican durante el tiempo de extinción de la pena corporal impuesta.
Contradicción de tesis 29/2007-PS. Entre las sustentadas por el Primer Tribunal Colegiado en
Materias Penal y Administrativa del Quinto Circuito y los Tribunales Colegiados Décimo y Sexto,
ambos en Materia Penal del Primer Circuito. 31 de octubre de 2007. Cinco votos. Ponente:
Sergio A. Valls Hernández. Secretario: Antonio Espinosa Rangel.
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Compilador Lic. Efraín Nicolás Quiroz
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Tesis de jurisprudencia 171/2007. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión
de fecha veintiocho de noviembre de dos mil siete.
Nota:
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