39 La mar de campos Diciembre de 2010 Recetas para educar Aprender y disfrutar de los juguetes en familia El juego es una actividad muy importante para la infancia en relación al desarrollo personal Juan Carlos López Se acercan las fechas de Navidad y intentemos compartir algunas ideas, para que nuestro móvil a la hora de comprar no sea sólo el comercial. El juego es una actividad muy importante para los niños, no solo para disfrute y como elemento de ocio, sino como elemento de desarrollo personal. DIVERSAS FASES DEL JUEGO Con tres años los niños juegan al lado de otro pero no con él, (juego paralelo), hasta esa edad es la etapa del juego de movimiento, o sensorio motriz, (deberían ir a los parques de bolas). Pasamos a una etapa hasta los cinco años de juego simbólico (Empiezan a entretenerse con las muñecas, los coches, las cocinitas, las tiendas, los garajes, los médicos, bomberos…) Al final de cinco años se adentrarán con el juego de reglas, que comienza con un juego de reglamento arbitrario (cambian las reglas para ganar). A los seis años un niño debería saber jugar ya a las damas, ajedrez, damas chinas, gato y ratón… (con el tablero de las damas). Conocerá al menos tres juegos de cartas: Perejila, escoba reducida, al dosillo. De- bería saber jugar al memory, al Lince, Quién es quién, parchís, oca, etc. Con siete años puede jugar al chinchón y brisca, con ocho al tute y la escoba, con nueve al mus. A partir de esa edad debería saber jugar a todo tipo de juego de mesa: Monopoli, Uno, locos por el éxito o la herencia de la tía Agata. Cuando un niño diga ¿juegas conmigo..? traduzcamos por: “¿Me haces caso papá? , ¿Tienes un rato para mí mamá?”, los padres deberían jugar todos los días con sus hijos hasta los cuatro años al menos 30 minutos. Y al menos dos veces a la semana hasta los ocho años. El juego en familia es una excelente oportunidad para relacionarnos con nuestros hijos. Mediante el juego los padres podemos hablar con ellos de otra manera, ya que su concentración en el juego, hace que “bajen las defensas”, y se pueda hablar de manera relajada. Cuando iniciamos el proceso de enseñar un juego debemos dejar ganar al niño, cuestión de motivación y justicia. En el juego tenemos que enseñar a ganar y a perder, desarrollamos el sentido de frustración. No hay que reñirles si no saben perder Papá, ¿cuánto vales? Papá, eres un gran hombre porque trabajas mucho Y ganas bastante dinero. Yo casi no te veo durante la semana. Cuando sales en la mañana aún es temprano yo estoy dormido. Cuando llegas en la noche ya estoy acostado, porque a causa de tus muchas ocupaciones retornas tarde a casa. Papá, yo te quiero mucho y con nadie me siento tan bien como contigo. Me gustaría hablarte todos los días de mis problemas. Pero para mí no tienes tiempo disponible Como bien sabes, tengo un poco de dinero ahorrado y quiero comprarte una hora de tu valioso tiempo. Entonces papá ¿Cuánto vale una hora de tu tiempo para que me la dediques todos los días? sino enseñarle, comprendiéndole pues a nadie le gusta, luego haciéndole ver que es más divertido jugar, aun perdiendo, que no jugar. Para ello, hay que haber practicado en casa y perdiendo alguna vez. Otros juegos que se deben enseñar son, juegos de calle. Deberíamos permitir el juego en la calle: Si tenemos la suerte de vivir en un barrio con niños y éste es seguro, podemos dejarles jugar fuera; si esto no es posible, hay que buscar lugares donde haya niños, parques, plazas. Balón, raqueta y cuerda de saltar, no debería faltar en todas las casas. Y también podemos enseñar nuestros juegos: “cadeneta”, “paquetes”, “telegrama”, “teléfono escacharrado”, “churro, media manga, manga entera”, “el bote”, .. Mientras los niños tienen menos de 12 años, debemos estar observantes, primero permitiéndoles jugar solos, que Cuando iniciamos el proceso de enseñar un juego debemos dejar ganar al niño, cuestión de motivación y justicia sepan organizar su tiempo de ocio, no acudiendo de manera instantánea ante el primer “me aburro”, ni acudiendo a la niñera nacional, (la televisión) para ocupar su tiempo, y si finalmente vemos que no se organizan, entonces intervenir. Si, ya sé que hace falta tiempo para esto, pero los niños nos necesitarán durante una edad. Demasiado pronto, ya no precisarán que estemos tan encima de ellos. Como último tipo de juego tenemos los juegos electrónicos: De consola, ordenador, que aportan muchos valores bien organizados, algunos incluso recomendados por los propios médicos, por ejemplo es increíble el número de habilidades que desarrollan juegos como ‘Farnerama’. Estos juegos son más válidos si juegan con otros amigos. Pero ¡cuidado con estos juegos!, debemos limitar su tiempo, y saber siempre con quién juega. Dentro del juego introduciré otras actividades similares que, aunque no lo considere un juego para los niños sí lo serán si lo planteamos bien: Un paseo por el canal o los pinos, por algún lugar de la zona, ir a recoger moras, volar una cometa en el Moclín, ir a pescar, un paseo en bicicleta, una excursión a la ermita... QUÉ REGALAR EN NAVIDAD Un día en un parque temático. Un día en un albergue Un masaje familiar Un día jugando con el niño Aunque crezcan, podemos seguir sorprendiéndoles regalándoles un día con cosas que les gusten: Su comida favorita, un desayuno especial, jugar con ellos, ir a la piscina juntos. Todo ello escrito con letra bonita y firmado por los Reyes Magos. Los regalos de Navidad, como los de los cumpleaños, no acaban cuando se abren, acaban cuando jugamos al menos una vez con nuestros hijos, el regalo debemos de ser nosotros. Si son muchos regalos, saber dosificar, y guardar alguno para abrirlos poco a poco. Hay unas normas éticas que deberíamos enseñar a nuestros hijos: Si va a jugar con otros niños hay que ser generosos y no jetas, si uno saca un juguete y yo también tengo, tengo que sacarlo. No olvidemos que los juguetes están para disfrutarlos no para guardarlos, si un juguete se rompe por el exceso de buen uso, eso es positivo. También hay que enseñar a valorar los juguetes. Se hace necesario convertir el momento dedicado a los hijos en un tiempo compartido, de ocio y de disfrute para todos. Un tiempo en el que los padres además de acompañar al niño, también disfruten de la actividad que se esté desarrollando. Jugar es una de las mejores acciones a realizar en familia.