San Salvador, a las catorce horas con cincuenta y cinc

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14-3C-12-A
CÁMARA SEGUNDA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO:
San Salvador, a las catorce horas con cincuenta y cinco minutos del veintitrés de julio de dos mil
doce.
VISTOS en apelación la sentencia definitiva pronunciada a las ocho horas con quince
minutos del once de mayo de dos mil doce, por el juez Tercero de lo Civil de este distrito
judicial, en el Juicio Ordinario Declarativo de Indemnización de Daños y Perjuicios, promovido
por el licenciado Mario Ernesto Francisco Torres Romero, de este domicilio, abogado, con
tarjeta de identificación numero un mil setecientos treinta y siete, en calidad de Apoderado
General Judicial del señor Héctor Rodolfo Olivares Salaverría, conocido por Héctor Rodolfo
Olivares y Héctor Olivares Salaverría, pintor, del domicilio de Nahuizalco, departamento de
Sonsonate, a fin de que en sentencia definitiva se condene al pago de la indemnización por daños
y perjuicios causados a su mandante.
El fallo de la sentencia recurrida expresa: «a) Declárase no ha lugar la excepción
perentoria de ineptitud de la demanda por falta de legitimo contradictor alegada y opuesta por la
Licenciada JULIA CASTRO RAMOS DE HENRIQUEZ como Apoderada del INSTITUTO
SALVADOREÑO DEL SEGURO SOCIAL; b) Declárase no ha lugar la liquidación de daños
y perjuicios, por falta de prueba presentada en tiempo y forma que permita cuantificar los daños
materiales, morales, y perjuicios ocasionados al señor HÉCTOR RODOLFO OLIVARES
SALAVERRIA conocido por HÉCTOR RODOLFO OLIVARES y por HÉCTOR
OLIVARES SALAVERRIA; y c) Habiendo sucumbido parcialmente en sus pretensiones ambas
partes procesales, no hay condenación especial al pago de costas procesales de la presente
instancia.-»
Han intervenido en ambas instancia el licenciado Mario Ernesto Francisco Torres
Romero como parte actora apelante y Julia Castro Ramos de Henríquez, de este domicilio,
abogado, con tarjeta de identificación número tres mil trescientos cincuenta, en calidad de
Apoderada General Judicial del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, como demandados
apelados.
LEIDOS LOS AUTOS Y;
CONSIDERANDO:
I. Que el veintiséis de agosto de dos mil nueve, el licenciado Mario Ernesto Francisco
Torres Romero, presentó demanda en la que en lo principal expuso: «Es el caso señor Juez, que
mi representado ingresó a laborar para y bajo las órdenes del Instituto Salvadoreño del Seguro
Social de Sonsonate, el día NUEVE de JUNIO del año MIL NOVECIENTOS OCHENTA Y
TRES, en el cargo de Motorista, con número de Empleado cero-cero cero cero doscientos
quince, y bajo el régimen de Ley de Salarios, habiendo sido despedido de hecho y sin causa
justificada el día Treinta de Noviembre del año dos mil uno, por el señor Adrián Peralta
Cornejo, mayor de edad, del domicilio de Nahuizalco, departamento de Sonsonate; quien en
aquella época fungía en esa institución como Director Administrativo del Instituto Salvadoreño
del Seguro Social de Sonsonate; quien le comunico verbalmente la decisión de dar por terminado
su contrato y que iban a prescindir de sus servicios a partir de esa fecha. --- Que previo a su
destitución no le fue tramitado el proceso legal respectivo previsto al efecto, violentándole de esta
forma sus derechos constitucionales de Audiencia y Estabilidad Laboral, consignados en los
artículos 2, 11, y 245 de la Constitución de la República vigente, razón por la cual mi
representado promovió en su oportunidad PROCESO DE AMPARO ante la Sala de lo
Constitucional de la Honorable Corte Suprema de Justicia, contra el acto del Director
Administrativo del Instituto Salvadoreño del Seguro Social de Sonsonate, cuya sentencia
favorable a sus intereses a su tenor literal dice: (…) que es precisamente lo que reclamo mediante
esta demanda a favor de mi representado. --- FUNDAMENTO LEGAL Y CUANTÍA DE LAS
INDEMNIZACIONES.- --- FUNDAMENTO LEGAL: --- En primer lugar, sustento la acción en
la fuerza de ejecución y debido cumplimiento que por definición de la ley tiene la sentencia
pronunciada por la Sala de lo Constitucional de la Honorable Corte Suprema de Justicia, máxima
instancia del Órgano Judicial, pues de conformidad a los artículos 35 Inciso 1 y 81 de la Ley de
Procedimientos Constitucionales, la sentencia definitiva en el proceso de Amparo produce los
efectos de cosa juzgada restando establecer la cuantía de lo reclamado, y la condena al pago de la
misma; en segundo lugar sustento nuestra acción en el artículo 245 de la Constitución de la
República, el cual literalmente dice: (…) Y en tercer lugar planteo la pretensión ante este
Tribunal a su digno cargo y en juicio Civil Ordinario Declarativo de Indemnización de Daños y
Perjuicios, sobre la base de los artículos 193 Ord. 5o de la Constitución de la República, artículos
49, 514, 960 y siguientes del Código de Procedimientos Civiles, para que mediante los trámites
de ley y la prueba que ofrezca aportar, se declare indemnización de daños y perjuicios causados
al señor Héctor Rodolfo Olivares Salaverría conocido por Héctor Rodolfo Olivares y por Héctor
Rodolfo Olivares Salaverría, por la cesación laboral institucional de que fue objeto, y en
Sentencia Definitiva se condene al Instituto Salvadoreño del Seguro Social a pagar por los daños
y perjuicios ocasionados a mi mandante, las cantidades que más adelante detallare. Esto debido a
que el señor Adrián Peralta Cornejo, en la actualidad ya no desempeña el cargo de Director
Administrativo del Instituto Salvadoreño del Seguro Social de Sonsonate, desde el treinta y uno
de agosto del año dos mil cinco, sino que es el licenciado Carlos Armando Mejía Dimas,
circunstancia que compruebo con Constancia extendida por éste último en Sonsonate, el día
catorce de marzo de dos mil Ocho. --- CUANTÍA DE LOS DAÑOS Y PERJUICIOS. --- Que mi
representado fue despedido el día treinta de Noviembre del año dos mil uno, fecha desde la cual
ya no recibió más su salario, ni vacaciones, ni aguinaldos, ni la Prima anual otorgada durante
los meses de junio a septiembre de cada año equivalente al Ochenta por ciento del salario
mensual, ni el Fondo de Protección que funciona como una especie de ahorro entre los empleados
y la institución, cantidad que le sería entregada a la hora de retirarse, calculada a razón de un
salario mensual por cada año de servicio; ni ninguna otra prestación pecuniaria a la cual él tenía
derecho como trabajador de esa Institución. Sobre la base de lo anterior y según el último salario
que el señor Olivares Salaverría devengó a la fecha del despido que fue de QUINIENTOS
VEINTISÉIS DOLARES CON CINCUENTA Y DOS CENTAVOS DE DÓLAR
MENSUALES ($526.52), según consta en los dos últimos Certificados de seguro originales y
fotocopias certificadas de dos comprobantes de Abono a cuenta que se le entregaran a mi
representado correspondientes a los meses de Octubre y Noviembre del año dos mil Uno; los
salarios dejados de percibir a partir del día uno de diciembre del año dos mil uno hasta la fecha en
que la sentencia definitiva adquirió la calidad de cosa juzgada por habérsenos comunicado a las
partes, es decir, del día Uno de diciembre del año dos mil uno hasta el día Once de julio del año
dos mil siete, asciende a Sesenta y siete meses más once días equivalentes en dinero a TREINTA
Y CINCO MIL CUATROCIENTOS SESENTA Y NUEVE DOLARES CON OCHENTA Y
NUEVE CENTAVOS DE DÓLAR. Aguinaldos proporcionales correspondientes así: a) año dos
mil uno, equivalente a DOSCIENTOS NOVENTA Y CUATRO DOLARES CON
VEINTISÉIS CENTAVOS DE DÓLAR, y b) año dos mil siete, equivalente a CIENTO
SETENTA Y NUEVE DOLARES CON QUINCE CENTAVOS DE DOLAR. Aguinaldos
completos de los años Dos mil dos, dos mil tres, dos mil cuatro, dos mil cinco y dos mil seis,
equivalentes a TRESCIENTOS QUINCE DOLARES CON NOVENTA CENTAVOS DE
DÓLAR por año, ascendiendo a un total de MIL QUINIENTOS SETENTA Y NUEVE
DOLARES CON CINCUENTA CENTAVOS DE DÓLAR. Vacaciones proporcionales así: a)
del año dos mil uno equivalente a CIENTO SESENTA DOLARES CON TREINTA Y TRES
CENTAVOS DE DÓLAR, y b) del año dos mil siete equivalente a TREINTA Y CINCO
DOLARES CON SESENTA Y TRES CENTAVOS DE DÓLAR. Vacaciones completas de
los años Dos mil dos, dos mil tres, dos mil cuatro, dos mil cinco y dos mil seis, a razón de
TRESCIENTOS CUARENTA Y DOS DOLARES CON VEINTITRÉS CENTAVOS DE
DÓLAR por Año, equivalentes a MIL SETECIENTOS ONCE DOLARES CON QUINCE
CENTAVOS DE DÓLAR. Primas anuales otorgadas durante los meses de junio a septiembre de
cada año equivalente al Ochenta por ciento del salario mensual, siendo de los años Dos mil dos,
dos mil tres, dos mil cuatro, dos mil cinco, dos mil seis, equivalente a CUATROCIENTOS
VEINTIÚN DOLARES CON VEINTIDÓS CENTAVOS DE DÓLAR por Año, ascendiendo a
un total de DOS MIL CIENTO SEIS DOLARES CON OCHO CENTAVOS DE DÓLAR.
Así mismo en concepto de indemnización por despido injusto por dieciocho años de servicio,
equivalente a NUEVE MIL CUATROCIENTOS SETENTA Y SIETE DOLARES CON
TREINTA Y SEIS CENTAVOS DE DÓLAR, y el Fondo de Protección a razón de Un mes por
cada año de servicio, equivalente a NUEVE MIL CUATROCIENTOS SETENTA Y SIETE
DOLARES CON TREINTA Y SEIS CENTAVOS DE DÓLAR. Los cuales por este medio
solicito que le sean cancelados a la mayor brevedad posible, ya que el no percibir dichas
prestaciones le ha producido perjuicios económicos graves a mi representado y a su familia. --Por otra parte los bienes morales son intrínsecos a las personas, que caen en el ámbito
jurisdiccional cuando les son lesionados, por su carácter abstracto son de naturaleza subjetiva,
que cuando se intenta su tasación del daño inferido son de compleja determinación, porque marca
sus efectos en el consciente y subconsciente del individuo respecto a su propio ego y del exterior
hacia él una actitud justificada o no de censura o señalamiento con que reacciona, a veces pasivo,
solapado o activamente con los miembros del medio social en que se desempeña la víctima.
Llegando a este punto, es preciso establecer la responsabilidad de quien ha cometido el hecho que
causa agravio de naturaleza patrimonial y su reparación por haber causado un daño moral, que
cumple como antes se dijo una función satisfactoria únicamente, y que en materia de agravios
morales no existe la reparación perfecta, porque nunca el agravio en contra de derechos
constitucionales, como lo son la estabilidad laboral, y de audiencia será borrado completamente,
ni volverán las cosas al estado previo al evento dañoso pagando una suma de dinero. El objetivo
de la reparación puede traducirse entonces, en que la reparación tiene por finalidad reponer al
perjudicado en un estado igual o similar al que poseía antes de sobrevenir la situación dañosa. --La demostración del daño moral, es objetiva y resulta de la violación de alguno de los bienes que
tutela el derecho. Lo que lleva a pensar que la reparación del daño moral no exige prueba de su
existencia y extensión; se acredita por el solo hecho de la acción antijurídica y la titularidad del
derecho del demandante. La forma de resarcimiento de los daños morales deberá asumir la figura
de reintegración de dinero proporcionada, equitativa y discrecional por el juzgador. Sistema
propuesto
por
Alessandri:
"Podrá
resultar
un
medio
groserote
satisfacción,
pero
desgraciadamente el ser humano y la ley no pueden hallar otro medio idóneo para tales fines".
Medio solicitado en la presente demanda para resarcir al señor Héctor Rodolfo Olivares
Salaverría, conocido por Héctor Rodolfo Olivares y por Héctor Olivares Salaverría, de los daños
morales causados, ya que como consecuencia directa del despido no pudo cumplir más con sus
obligaciones familiares, ni con sus acreedores, ha perdido sus controles médicos, lo cual ha
deteriorado su salud física y por ende su estado emocional, y por consiguiente ya no le pudo
proporcionar a su Progenitor el cuido y el tratamiento Médico que le costeaba porque padecía de
Alzheimer, y quien falleciera a consecuencia de esa terrible enfermedad. En vista de lo anterior
los Daños Morales ocasionados a mi mandante como consecuencia directa del Acto violatorio a
sus Derechos constitucionales se han cuantificado en la mínima cantidad de TREINTA MIL
DOLARES, los cuales en su momento procesal oportuno pretendo probar. --- Su señoría, los
daños morales no pueden compensarse en su verdadera magnitud al ofendido o víctima; y aún
estando plasmados en nuestra Constitución de la República artículo Dos inciso tercero, no son
desarrollados por ninguna ley secundaria; pero ya hay pronunciamiento al respecto de la
Honorable Sala de lo Constitucional al establecer el caso de "Inconstitucionalidad número 3- 92 y
6- 92 (acumulados)..." Toca resolver sobre el aspecto de daños y perjuicios. --- Sobre este punto
la Sala hace las siguientes acotaciones: (…) Y es precisamente con fundamento en lo anterior que
le pido para que en sentencia Definitiva, se condene al Instituto Salvadoreño del Seguro Social
por medio de su Representante Legal el Doctor Oscar Kattán Milla, y subsidiariamente al Estado
de El Salvador por medio de su Representante el señor Fiscal General de la República en
funciones, licenciado Astor Escalante Saravia, quienes pueden ser legalmente Notificados,
Citados y Emplazados: El primero, en ALAMEDA JUAN PABLO II Y 39 AV. NTE, TORRE
ADMINISTRATIVA ISSS, FRENTE A METROCENTRO, El segundo, en Colonia San
Francisco, Calle los Abetos número Ochenta y cinco, San Salvador, frente al Colegio Laura
Lehtinen; a pagarle a mi representado señor Héctor Rodolfo Olivares Salaverría, conocido por
Héctor Rodolfo Olivares y por Héctor Olivares Salaverría, la suma de TREINTA Y CINCO
MIL CUATROCIENTOS SESENTA Y NUEVE DOLARES CON OCHENTA Y NUEVE
CENTAVOS DE DÓLAR, en concepto salarios dejados de percibir a partir del día uno de
diciembre del año dos mil uno hasta el día Once de julio del año dos mil siete, fecha en que la
sentencia definitiva dictada por la Sala de Constitucional de la Honorable Corte Suprema de
Justicia adquirió la calidad de cosa juzgada por habérsenos comunicado a las partes, ascendiendo
a Sesenta y siete meses más once días. Aguinaldos proporcionales correspondientes así: a) año
dos mil uno equivalente a DOSCIENTOS NOVENTA Y CUATRO DOLARES CON
VEINTISÉIS CENTAVOS DE DÓLAR, y b) año dos mil siete equivalente a CIENTO
SETENTA Y NUEVE DOLARES CON QUINCE CENTAVOS DE DOLAR. Aguinaldos
completos de los años Dos mil dos, dos mil tres, dos mil cuatro, dos mil cinco y dos mil seis,
equivalentes a TRESCIENTOS QUINCE DOLARES CON NOVENTA CENTAVOS DE
DÓLAR por año, ascendiendo a un total de MIL QUINIENTOS SETENTA Y NUEVE
DOLARES CON CINCUENTA CENTAVOS DE DÓLAR. Vacaciones proporcionales así: a)
del año dos mil uno equivalente a CIENTO SESENTA DOLARES CON TREINTA Y TRES
CENTAVOS DE DÓLAR, y b) del año dos mil siete equivalente a TREINTA Y CINCO
DOLARES CON SESENTA Y TRES CENTAVOS DE DÓLAR. Vacaciones completas de
los años Dos mil dos, dos mil tres, dos mil cuatro, dos mil cinco y dos mil seis, a razón de
TRESCIENTOS CUARENTA Y DOS DOLARES CON VEINTITRÉS CENTAVOS DE
DÓLAR por Año, equivalentes a MIL SETECIENTOS ONCE DOLARES CON QUINCE
CENTAVOS DE DÓLAR. Primas anuales otorgadas durante los meses de junio a septiembre de
cada año equivalente al Ochenta por ciento del salario mensual, siendo de los años Dos mil dos,
dos mil tres, dos mil cuatro, dos mil cinco, dos mil seis, equivalente a CUATROCIENTOS
VEINTIÚN DOLARES CON VEINTIDÓS CENTAVOS DE DÓLAR por Año, ascendiendo a
un total de DOS MIL CIENTO SEIS DOLARES CON OCHO CENTAVOS DE DÓLAR.
Así mismo en concepto de indemnización por despido injusto por dieciocho años de servicio,
equivalente a NUEVE MIL CUATROCIENTOS SETENTA Y SIETE DOLARES CON
TREINTA Y SEIS CENTAVOS DE DÓLAR, y el Fondo de Protección a razón de Un mes por
cada año de servicio, equivalente a NUEVE MIL CUATROCIENTOS SETENTA Y SIETE
DOLARES CON TREINTA Y SEIS CENTAVOS DE DÓLAR. --- Por lo anteriormente
expuesto a ustedes con igual respeto les PIDO: --- Me admita la presente demanda de JUICIO
CIVIL
ORDINARIO
DECLARATIVO
DE
INDEMNIZACIÓN
DE
DAÑOS
Y
PERJUICIOS en contra del INSTITUTO SALVADOREÑO DEL SEGURO SOCIAL, por
medio de su representante legal el Doctor Oscar Kattán Milla, y subsidiariamente al Estado de
El Salvador, por medio de su representante legal el señor Fiscal General de la República en
funciones licenciado Astor Escalante Saravia, quienes pueden ser legalmente Notificados,
Citados y Emplazados: (…) en vista de que el señor Adrián Peralta Cornejo desde el día Treinta y
uno de agosto del año dos mil Cinco, ya no funge más como Director Administrativo del Instituto
Salvadoreño del Seguro Social de Sonsonate. --- Que en Sentencia Definitiva se condenen al
INSTITUTO SALVADOREÑO DEL SEGURO SOCIAL representado legalmente por el
Doctor Oscar Kattán Milla, y subsidiariamente al ESTADO DE EL SALVADOR, representado
legalmente por el señor Fiscal General de la República en funciones licenciado Astor Escalante
Saravia, al pago total de NOVENTA MIL CUATROCIENTOS NOVENTA DOLARES CON
SETENTA Y UN CENTAVO DE DOLAR, en concepto de pago de Salarios Adeudados,
Indemnizaciones por: despido Injustificado y Daños Morales ocasionados, y otras prestaciones
Laborales adeudadas, tomando como base el salario mensual que devengaba mi representado a la
fecha del despido que es la cantidad de QUINIENTOS VEINTISÉIS DOLARES CON
CINCUENTA Y DOS CENTAVOS DE DOLAR ($ 526.52), detallados de la siguiente manera:
La suma de TREINTA Y CINCO MIL CUATROCIENTOS SESENTA Y NUEVE
DOLARES CON OCHENTA Y NUEVE CENTAVOS DE DÓLAR, en concepto de salarios
dejados de percibir a partir del día uno de diciembre del año dos mil uno hasta el día Once de
julio del año dos mil siete, fecha en que la sentencia definitiva adquirió la calidad de cosa juzgada
por habérsenos comunicado a las partes, ascendiendo a Sesenta y siete meses más once días;
Aguinaldos proporcionales correspondientes así: a) año dos mil uno equivalente a
DOSCIENTOS NOVENTA Y CUATRO DOLARES CON VEINTISÉIS CENTAVOS DE
DÓLAR, y b) año dos mil siete equivalente a CIENTO SETENTA Y NUEVE DOLARES
CON QUINCE CENTAVOS DE DOLAR. Aguinaldos completos de los años: Dos mil dos,
dos mil tres, dos mil cuatro, dos mil cinco y dos mil seis, equivalentes a TRESCIENTOS
QUINCE DOLARES CON NOVENTA CENTAVOS DE DÓLAR por año, ascendiendo a un
total de MIL QUINIENTOS SETENTA Y NUEVE DOLARES CON CINCUENTA
CENTAVOS DE DÓLAR. Vacaciones proporcionales así: a) del año dos mil uno equivalente a
CIENTO SESENTA DOLARES CON TREINTA Y TRES CENTAVOS DE DÓLAR, y b)
del año dos mil siete equivalente a TREINTA Y CINCO DOLARES CON SESENTA Y
TRES CENTAVOS DE DÓLAR. Vacaciones completas de los años: Dos mil dos, dos mil tres,
dos mil cuatro, dos mil cinco y dos mil seis, a razón de TRESCIENTOS CUARENTA Y DOS
DOLARES CON VEINTITRÉS CENTAVOS DE DÓLAR por Año, equivalentes a MIL
SETECIENTOS ONCE DOLARES CON QUINCE CENTAVOS DE DÓLAR. Primas
anuales otorgadas durante los meses de junio a septiembre de cada año equivalente al Ochenta
por ciento del salario mensual, siendo de los años Dos mil dos, dos mil tres, dos mil cuatro, dos
mil cinco, dos mil seis, equivalente a CUATROCIENTOS VEINTIÚN DOLARES CON
VEINTIDÓS CENTAVOS DE DÓLAR por Año, ascendiendo a un total de DOS MIL CIENTO
SEIS DOLARES CON OCHO CENTAVOS DE DÓLAR. Así mismo en concepto de
indemnización por despido injusto por DIECIOCHO AÑOS de servicio, equivalente a NUEVE
MIL CUATROCIENTOS SETENTA Y SIETE DOLARES CON TREINTA Y SEIS
CENTAVOS DE DÓLAR, y el Fondo de Protección a razón de Un mes por cada año de
servicio, equivalente a NUEVE MIL CUATROCIENTOS SETENTA Y SIETE DOLARES
CON TREINTA Y SEIS CENTAVOS DE DÓLAR. Y la cantidad de TREINTA MIL
DOLARES adicionales, en concepto de cuantificación de los Daños Morales ocasionados a mi
Mandante como consecuencia del despido injustificado, los cuales en su oportunidad procesal
pretendo probar. --- Adjunto a la presente para su legal agregación al proceso: a) Fotocopia
certificada de Poder y la respectiva acta de Sustitución otorgada a mi favor, con la cual legitimo
la personería con que pretendo actuar; b) Certificación de la Sentencia Definitiva provista en
demanda de amparo número 1229- 2002, por la Sala de lo Constitucional de la Honorable Corte
Suprema de Justicia a las doce horas con treinta y un minutos del día doce de abril de dos mil
siete; c) Esquela de notificación extendida por la secretaría de notificaciones de la Honorable
Corte Suprema de Justicia, el día Once de julio del año dos mil siete; d) Constancia extendida por
el licenciado Carlos Armando Mejía Dimas, en su calidad de Director Administrativo de las
Oficinas Administrativas del ISSS Sucursal Sonsonate, el día catorce de marzo de dos mil Ocho;
e) Dos Certificados de seguro y dos fotocopias certificadas de dos comprobantes de Abono a
cuenta, que le entregaran a mi representado que corresponden a los meses de Octubre y
Noviembre del año dos mil Uno; f) fotocopia certificada de la Constancia extendida por el Jefe de
Prestaciones y servicios al personal del departamento de Administración de Recursos Humanos
del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, en donde consta el cargo, período de contrato, y el
salario que mi representado devengaba en el año mil novecientos noventa y dos; g) Sentencia
Definitiva pronunciada por la Cámara Segunda de lo Civil de la Primera Sección del Centro, en
esta ciudad a las once horas y cincuenta minutos del día diecisiete de junio de dos mil nueve,
notificada en legal forma el día veintidós de junio de dos mil Nueve, y h) Auto de las ocho horas
y cuarenta minutos del día veintinueve de junio de dos mil nueve, por medio del cual se declarada
ejecutoriada la anterior sentencia definitiva.»
Por auto de las diez horas del ocho de septiembre de dos mil nueve, agregado a folios 37
de la pieza principal, se previno al licenciado Torres Romero aclarara conceptos en cuanto a
quien demandaba, la cual fue evacuada por escrito agregado a folios 39 de la p.p. y por auto de
las diez horas con quince minutos del treinta de septiembre de dos mil nueve, agregado a folios
40 de la p.p., se tuvo por evacuada, se admitió la demanda presentada y se corrió el traslado de
ley a los demandados Adrian Peralta Cornejo en calidad de Director Administrativo del
Instituto del Seguro Social de Sonsonate y subsidiariamente al estado de El salvador, por medio
del señor fiscal general de la república licenciado Romeo Benjamín Barahona, la cual no fue
posible diligenciar, tal como consta en el oficio numero 2602.
En escrito presentado el veinticinco de noviembre de dos mil diez, agregado a folios 57 de
la p.p., el licenciado Mario Ernesto Francisco Torres Romero, inicio el incidente de
nombramiento de curador ad litem, para ausente no declarado.
Por auto de las nueve horas con un minuto del cuatro de enero de dos mil once, agregado
a folios 58 de la pieza principal se previno, al licenciado Torres Romero, para 6que aclarara
conceptos respecto de quien era el sujeto contra el que dirigía su pretensión; la cual fue evacuada
mediante escrito presentado el tres de marzo de dos mil once, agregado a folios 61 de la pieza
principal, modificando la demanda en el sentido que su único demandado seria el Instituto
Salvadoreño del Seguro Social.
Por auto de las once horas con siete minutos del veintisiete de mayo de dos mil once,
agregado a folios 62 de la p.p., se tuvo por modificada la demanda y se corrió traslado por el
término de ley al Instituto Salvadoreño del Seguro Social, a través de su representante legal.
Mediante escrito presentado el nueve de junio de dos mil once, agregado de folios 66 al
68 de la pieza principal, compareció la licenciada Julia Castro Ramos de Henríquez en calidad
de Apoderada General Judicial, del Instituto Salvadoreño del Seguro Social, oponiendo la
excepción perentoria de ineptitud de la demanda, por falta de legitimo contradictor.
Por auto de las doce horas con treinta y cuatro minutos del trece de junio de dos mil once,
agregado a folios 74 de la p.p., se tuvo por contestada la demanda en sentido negativo, por
opuesta y alegada la excepción de ineptitud de la demanda y se abrió a pruebas el proceso.
Mediante escrito presentado el siete de septiembre de dos mil once, agregado a folios 82
de la pieza principal, el licenciado Mario Ernesto Francisco Torres Romero, solicitó compulsa
del historial laboral y por escrito del ocho de diciembre de dos mil once, agregado a folios 91 de
la pieza principal, solicitó se dejara sin efecto la práctica de la misma y presentó para ser
agregado al proceso prueba instrumental consistente en: a) Testimonio de Escritura Pública de
Cuenta Jurada, b) original de un documento Privado Autenticado de Mutuo; y c) constancia
extendida el cinco de septiembre de dos mil ocho, por la señora Marta Mercedes Salaverría de
Solórzano.
Por auto de las diez horas con cuarenta y cinco minutos del doce de diciembre de dos mil
once, agregado a folios 99 de la p.p., se declaro improcedente lo solicitado por el licenciado
Torres Romero.
Mediante escrito presentado el once de enero de dos mil doce, agregado a folios 103 de la
p.p., el licenciado Torres Romero interpuso recurso de revocatoria de la resolución relacionada
en el párrafo anterior, la cual fue declarada sin lugar por auto de las quince horas con cuarenta
minutos del veinte de febrero de dos mil doce, agregado a folios 109 de la p.p.
Por auto de las quince horas con dos minutos del once de abril de dos mil doce, agregado
a folios 112 de la pieza principal, se trajo para sentencia el proceso, la cual corre agregada de
folios 113 al 130 de la p.p., no conforme con lo resuelto, el licenciado Mario Ernesto Francisco
Torres Romero, interpuso el recurso de apelación que hoy nos ocupa, agregado a folios 133 de
la pieza principal.
II. En esta instancia el licenciado Mario Ernesto Francisco Torres Romero, al expresar
agravios en lo pertinente manifestó: «Según Sentencia pronunciada por la Sala de lo
Constitucional de la Honorable Corte Suprema de Justicia, a las doce horas con treinta y un
minutos del día doce de abril del año dos mil siete, cuyo fallo es del tenor literal siguiente: (…)
De la lectura del fallo se desprende que la Honorable Sala, declaró la existencia de la violación
Constitucional por parte del demandado en contra de mi mandante; es decir que lo que en juicio
debió pretenderse es la determinación de la cuantía de los daños y perjuicios causados a mi
mandante por tal violación, de conformidad al art. 960 Pr. (derogado), y no la declaración de los
daños y perjuicios por haber sido declarado estos en dicha Sentencia de Amparo Constitucional.--- Que el presente juicio además se tramitó erróneamente por el Tribunal A-Quo como un Juicio
Ordinario, siendo lo correcto hacerlo conforme las reglas del juicio Sumario, por encontrarse éste
comprendido dentro del Titulo VII del Código de Procedimientos Civiles (derogado) "DE
OTROS PROCEDIMIENTOS SUMARIOS".- --- Por tanto; dicho Tribunal debió declarar la
Ineptitud de la demanda, por no ser la vía procesal adecuada y no declarar en el fallo como no ha
lugar lo reclamado por no haberse probado los extremos de la demanda - --- El agravio que causa
a mi mandante la decisión del juez A-Quo consiste en que tal como se encuentra la Sentencia
apelada no puede volver a intentarse la acción correspondiente de la determinación de los daños y
perjuicios. --- Por lo antes expuesto con igual respeto OS PIDO: --- se tengan por expresados los
agravios en los términos expuestos, y en su oportunidad se declare inepta la demanda y por
consiguiente se revoque la sentencia venida en apelación.-»
III. por su parte la licenciada Julia Castro Ramos de Henríquez, al contestar agravios
refutó lo dicho por el apelante.
IV) Analizado que ha sido todo lo actuado, esta Cámara hace las siguientes
consideraciones:
El licenciado Mario Ernesto Francisco Torres Romero, basa sus agravios en que la
demanda del Juicio Civil Ordinario Declarativo de Indemnización de Daños y Perjuicios, es
inepta ya que debió tramitarse en base a lo establecido en el titulo VII, de otros varios
procedimientos sumarios, específicamente el art. 960 Pr.C., ya que la existencia del daño fue
establecido por la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, por lo que al haber
sido tramitada su demanda como un juicio Ordinario y no como sumario, el juez a quo violó lo
establecido en el Código de Procedimientos Civiles.
Previo a pronunciarse sobre el fondo del asunto esta cámara considera necesario aclarar
que la sentencia pronunciada en el proceso de amparo por la Sala de lo Constitucional, no es en sí
misma una condena de daños y perjuicios, sino que únicamente establece la violación de
derechos constitucionales, por lo que es necesario determinar mediante un proceso posterior si
esa violación causa daños y/o perjuicios, además de probar que los daños que dice se
ocasionaron, son a consecuencia de la violación que estableció la Sala de lo Constitucional y que
además puedan cuantificarse y liquidarse económicamente, por lo que corresponde al actor
mediante un proceso ordinario declarativo de indemnización de daños y perjuicios, demostrar a
través de la prueba pertinente, la existencia de los daños reclamados, el nexo causal y la
cuantificación de los mismos, para que en sentencia definitiva se estime su pretensión; o a través
de un proceso sumario, en el caso que el derecho a indemnización se haya establecido en un
juicio previo, mas no cuantía de la misma, art. 960 Pr. C.
Establecido lo anterior y examinado el tipo de proceso incoado, en el cual el documento
base de la pretensión es la certificación de la sentencia de Amparo Constitucional bajo la
referencia 1229-2002 que declaró, ha lugar el amparo por violación a los derechos
constitucionales de audiencia y estabilidad laboral y se facultó al actor a iniciar el proceso civil
correspondiente, por los daños materiales o morales resultantes de la violación a sus derechos de
audiencia y estabilidad laboral, Esta cámara considera que el juicio promovido por el actor es el
indicado para determinar su pretensión, ya que no solo se trata de liquidar los daños y perjuicios
ocasionados por la violación de sus derechos constitucionales de audiencia y estabilidad laboral,
sino de determinar y establecer si como consecuencia de dicha violación resulto un perjuicio y en
caso de existir el mismo, determinar a través de la prueba idónea la cuantía de estos.
En ese sentido, esta cámara considera necesario establecer que la via procesal es la
correcta, y aunque correspondiere tramitar el caso que nos ocupa, como un proceso sumario,
darle tramite de ordinario no afecta el derecho del actor, ya que se le dio una mayor oportunidad
procesal de probar su pretensión; en todo caso, la violación procesal procedería si el juicio
ordinario se tramitase como sumario, ya que su procedimiento es más corto y menos garantista.
Por lo tanto aun en el supuesto, de que la vía procesal fuera incorrecta, no se habrían afectado los
derechos procesales de las partes.
Aunado a lo anterior, de conformidad al principio de nemo auditur propiam turpitudinem
allegans o nadie puede alegar a su favor su propia torpeza, existe una prohibición general de
abusar del derecho propio, como forma de acceder a ventajas indebidas o inmerecidas dentro del
ordenamiento jurídico, que para el caso sub judice seria acceder a la solicitud de ineptitud de la
demanda, pues si el actor creía que la demanda que correspondía era sumaria no debió interponer
un juicio ordinario y es que en su demanda estableció que promovía un Juicio Civil Ordinario
Declarativo de Indemnización de Daños y Perjuicios. Motivos por los cuales no es posible
acceder a lo expuesto por el apelante y siendo este el único punto alegado por el actor, es
procedente confirmar la sentencia pronunciada por el juez a quo.
POR TANTO: Con base en los considerandos expuestos, disposiciones legales
relacionadas, arts. 1089 y 1090 Pr. C., esta Cámara FALLA: a) CONFIRMASE la sentencia
venida en apelación por estar arreglada conforme a derecho; y b) condenase en costas a la parte
apelante. Al quedar ejecutoriada esta sentencia, vuelva el juicio al Juzgado de origen con la
certificación de ley. HAGASE SABER.
PRONUNCIADA POR LAS SEÑORAS MAGISTRADAS QUE LA SUSCRIBEN
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