Evolución de la capacidad aeróbica del paciente EPOC tras

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ARTICLE IN PRESS
Rehabilitación (Madr). 2010;44(2):122–129
www.elsevier.es/rh
ORIGINAL
Evolución de la capacidad aeróbica del paciente EPOC
tras entrenamiento de la musculatura periférica
R. Pozuelo Calvoa, D. Platero Ricob,, A. Serrano Garcı́aa y N. Platero Murosc
a
Departamento de Rehabilitación y Medicina Fı́sica, Hospital Universitario Virgen de las Nieves, Granada, España
Departamento de Rehabilitación y Medicina Fı́sica, Universidad de Granada, Hospital Universitario Virgen de las Nieves,
Granada, España
c
Hospital Universitario Virgen de las Nieves, Granada, España
b
Recibido el 27 de abril de 2009; aceptado el 16 de diciembre de 2009
Disponible en Internet el 11 de marzo de 2010
PALABRAS CLAVE
Rehabilitación
respiratoria;
Entrenamiento;
Disnea;
Consumo máximo de
oxı́geno
Resumen
Objetivo: Evaluar el efecto de un programa de entrenamiento de alta intensidad a
intervalos sobre la musculatura periférica de un grupo pacientes EPOC.
Material y métodos: Se incluyeron 18 enfermos (10 hombres y 8 mujeres) con una media
de edad de 57,5 años. Todos ellos realizaron entrenamiento de alta intensidad a intervalos
en cicloergómetro durante 10 semanas, con 3 sesiones por semana. La duración de cada
sesión fue de 45 min. Antes del inicio del entrenamiento y una vez finalizado este, se
practicaron ergometrı́as a todos los pacientes.
Resultados: Se hallaron mejorı́as significativas en el trabajo fı́sico total o potencia
máxima tolerada (PMT) (po0,001), consumo máximo de oxı́geno (VO2 máx) (po0,003),
unidades metabólicas (MET) (po0,003) y sensación de disnea (po0,001). La frecuencia
cardı́aca no se modificó de forma significativa (po0,44) al comparar los datos pre y
postentrenamiento para esta variable.
Conclusiones: El entrenamiento de alta intensidad a intervalos mejoró la condición fı́sica
y la tolerancia al ejercicio en enfermos EPOC.
& 2009 Elsevier España, S.L. y SERMEF. Todos los derechos reservados.
Autor para correspondencia.
Correo electrónico: [email protected] (D. Platero Rico).
0048-7120/$ - see front matter & 2009 Elsevier España, S.L. y SERMEF. Todos los derechos reservados.
doi:10.1016/j.rh.2009.12.005
ARTICLE IN PRESS
Capacidad aeróbica del paciente EPOC
KEYWORDS
Respiratory
rehabilitation;
Training;
Dyspnea;
Maximum Oxygen
Consumption
123
Evolution of the aerobic capacity of the copd patient after training
of the peripheral musculature
Abstract
Objective: Evaluate the effect of a high-intensity training program at intervals on the
peripheral musculature of a group of COPD patients.
Material and methods: The group of subjects consisted of 18 ill patients (10 men and 8
women) averaging 57.5 years of age. During 10 weeks, all of them underwent highintensity training at intervals in cycloergometry, on a weekly basis of three sessions. Each
session lasted 45 min. Before starting and after finishing each session, ergometries were
performed on every patient.
Results: There were considerable improvements in the total physical activity or Maximum
Tolerated Potency (MTP) (po0.001), in the Maximum Oxygen Consumption (VO2 max)
(po0.003), in the metabolic units (MU) (po0.003), and in the feeling of dyspnea
(po0.001). The comparison of pre-training and post-training information for the cardiac
frecuency reveals that this variable was not significantly altered (po0.44)
Conclusions: The high-intensity training program at intervals improved the physical
condition of the COPD patients and their tolerance to physical exercise.
& 2009 Elsevier España, S.L. and SERMEF. All rights reserved.
Introducción
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) produce
efectos extrapulmonares como la disfunción muscular
esquelética1,2, que se caracteriza por la combinación de
pérdida de masa muscular esquelética (caquexia) y disfunción
de la masa muscular restante. La disfunción muscular
esquelética tiene valor per se, independiente del grado de
alteración de la función pulmonar existente3 interfiriendo en la
calidad de vida de los pacientes con EPOC.
La tolerancia al ejercicio se ve a menudo reducida en los
pacientes EPOC. En su origen están implicados factores
mecánicos pulmonares, alteraciones en el intercambio
pulmonar de gases y aporte de oxı́geno a los tejidos
periféricos, fatiga de los músculos respiratorios y afectación
muscular periférica.
Esta afectación de la musculatura periférica se traduce en
una disminución del consumo máximo de oxı́geno (VO2 máx)
y de la potencia máxima tolerada (PMT) expresada en
vatios. Cuando a estos pacientes se les practica un
trasplante pulmonar, la capacidad al esfuerzo continúa
disminuida, por lo que es lógico plantearse que no solo
intervienen los factores pulmonares tradicionales en la
tolerancia al ejercicio.
Killian4 describe cómo el 40% de los pacientes con EPOC
detienen su esfuerzo durante una prueba máxima principalmente a causa del dolor y claudicación de miembros
inferiores, y no por mecanismos limitantes de disnea. De
hecho, en un amplio estudio, Hamilton5 constata una menor
fuerza muscular periférica en los pacientes cardiopulmonares, relacionándose este hecho con la limitación al esfuerzo.
Bernard6 señala que las alteraciones en la fuerza muscular
se deben a la atrofia muscular por la inactividad crónica y el
desacondicionamiento, evaluando la alteración de los
mismos en tres importantes grupos musculares (cuádriceps,
pectoral mayor y dorsal ancho) en pacientes con EPOC.
Otros autores7 hallaron que, tanto la masa como la pérdida
de fuerza muscular se relacionan aceptablemente con el
grado de obstrucción bronquial. Maltais8 sugiere que el
metabolismo oxidativo de la célula muscular esquelética se
encuentra claramente alterado en los pacientes con EPOC,
en reposo y más aún durante el ejercicio, existiendo una
activación de la glucolisis anaerobia y una producción
exagerada de ácido láctico.
También parece estar implicada la inflamación sistémica
existente en la EPOC, ya que tanto la interleucina 6 como el
factor de necrosis tumoral a, y las células inflamatorias
neutrófilos y linfocitos, aumentan la proteolisis muscular
que influye en la caquexia del paciente EPOC8. En este
sentido, se ha descrito pérdida de fuerza muscular durante
las exacerbaciones de la EPOC en las que aumentan las cifras
de interleucina 6 y factor de necrosis tumoral a9.
La fuerza muscular puede recuperarse mediante el
entrenamiento de grandes grupos musculares, sobre todo
los de miembros inferiores. Esta ganancia de fuerza hará que
mejore la disnea, la tolerancia al ejercicio y la calidad
de vida, reduciendo ası́ mismo el uso de los servicios
sanitarios10 – 12.
El ejercicio fı́sico demuestra ser también un factor
predictivo de mortalidad. Incluso se describe su asociación
con una menor pérdida de la función pulmonar con la edad.
El presente trabajo tiene como objetivo desarrollar un
estudio descriptivo en el que evaluamos el efecto del
entrenamiento de alta intensidad a intervalos en pacientes
con EPOC, para mejorar la tolerancia al ejercicio y
fundamentalmente su calidad de vida.
Material y métodos
Pacientes y Material
El presente estudio hace referencia a un total de 18
pacientes (10 hombres y 8 mujeres) diagnosticados de
ARTICLE IN PRESS
124
EPOC, con una media de edad de 57,5 años (rango de edad
de 41 a 79 años).
Dentro de los datos espirométricos analizados hemos
considerado de mayor relevancia el volumen máximo
espirado en el primer segundo de una espiración forzada
(FEV1), de tal forma que los datos espirométricos referidos
al FEV1 (porcentual) en nuestro estudio fueron: en 6 casos
(33,3%): inferior al 35%; en 4 casos (22,2%): entre 36 – 50%;
en 5 casos (27,7%): entre 51 – 68%; y en 3 casos (16,6%):
entre 70 y 75%.
En cuanto a los distintos parámetros obtenidos de la
gasometrı́a únicamente analizamos los referidos a la
saturación de oxı́geno (SaO2) (oximetrı́a) en reposo. Estos
fueron: en 10 casos (55,5%): entre 91 – 93%; en 8 casos
(44,4%): igual o superior a 95%.
Según la escala Medical Research Council (MRC), podemos
clasificar la disnea en diversos grados: grado 0: disnea con
ejercicios extenuantes; grado 1: disnea al caminar rápido en
plano o subir pendientes; grado 2: camina más lento que
sujetos sanos de su edad, grado 3: disnea tras caminar por
pocos minutos en plano, grado 4:: no sale de casa; disnea al
vestirse o desvestirse. En nuestra muestra, 14 enfermos
(77,7%) pertenecı́an al grado 3 – 4; 3 casos (16,6%), al grado
2, y en un caso (5,5%) la disnea no pudo ser valorada.
Las ergometrı́as han sido realizadas mediante la utilización de un cicloergómetro Jaeger ER800s (Erik Jaeger) de
resistencia variable y freno electromagnético, con márgenes
de carga entre 10 – 500 W, y posibilidad de incremento de la
misma de 5 en 5 W. Este cicloergómetro recibe órdenes de
un programa informático para elevar la carga en la cuantı́a y
con el intervalo de tiempo que interese. Esta herramienta
informática va acoplada a un analizador de gases espirados
Jaeger Oxycon Deltas (Erik Jaeger) que proporciona datos
cada 30 s.
En las sesiones de entrenamiento hemos utilizado el
referido cicloergómetro sin conexión al programa informático, un pulsioxı́metro de mesa con alarma recogiendo la
SaO2 y las pulsaciones y un tensiómetro.
Métodos
El entrenamiento en endurancia va precedido por una
ergometrı́a de inicio o basal, que se lleva a cabo unos dı́as
antes de comenzar las sesiones de entrenamiento. Una vez
terminado el entrenamiento, se efectúa una segunda
ergometrı́a que nos mostrará los cambios en los parámetros
a estudiar.
Ambas ergometrı́as, inicial y final, tienen un carácter
máximo. El paciente pedalea sobre el cicloergómetro hasta
el lı́mite de su capacidad fı́sica, deteniendo la prueba por
disnea o agotamiento fı́sico insoportables. Dicha prueba
debe ser realizada siempre bajo la supervisión de un
examinador y, en caso de aparecer algún signo o sı́ntoma
de alarma, detenerla.
El programa informático que dirige la ergometrı́a está
programado para que cada minuto eleve la carga 10 W. Al
enfermo se le indica la frecuencia de pedaleo, que deberá
estar alrededor de 60/min.
Antes, durante e inmediatamente después de finalizada la
ergometrı́a se mide la presión arterial. Durante todo el
periodo de esfuerzo ergométrico, se monitoriza de forma
R. Pozuelo Calvo et al
continua la frecuencia cardı́aca (FC) y el trazado ECG, ası́
como la SaO2 mediante oximetrı́a cutánea.
El equipo nos proporciona cada 30 s una serie de
parámetros relacionados con el trabajo que el enfermo
realiza en ese momento. Estos parámetros nos servirán para
programar el posterior entrenamiento.
El entrenamiento tiene dos puntos fundamentales. Por
una parte, se trata de un ejercicio exhaustivo, de alta
intensidad; por otra, el ejercicio debe tener una duración de
45 min. La sesión de entrenamiento se inicia pedaleando a
una intensidad submáxima (base) durante 4 min, seguida por
un incremento de la carga (pico) durante 1 min. La carga
aplicada en las bases varı́a con la condición fı́sica previa del
individuo, oscilando generalmente entre el 25 – 50% de la
PMT al final de la ergometrı́a. Los picos se hacen siempre con
una carga que corresponde al 100% de la PMT. En cuanto al
ritmo de pedaleo, las bases se desarrollan a 60 rpm, y los
picos a 90.
De esta forma, el individuo realiza bases y picos sucesivos
y alternantes (9 bases que suponen un total de 36 min, y 9
picos que suman 9 min) hasta llegar a los 45 min que dura la
sesión. Al final del último pico (minuto 45) la FC debe
alcanzar el mismo valor de la máxima hallada en la
ergometrı́a previa (FC máx ergometrı́a), o estar alrededor
del 85% de la FC máxima teórica (FC máx [T]).
Si al final de la primera sesión no se consigue alguno de
estos valores de FC, deberemos subir la carga de las bases
hasta conseguirla. Si, por el contrario, el enfermo se agota y
detiene el ejercicio antes de los 45 min, tendremos que
bajar la carga de las bases.
De esta forma, por tanteo durante las sesiones iniciales,
alcanzaremos la máxima intensidad de endurancia (MIE45),
que se define tanto por la consecución al final de la sesión de
45 min de la FC máxima buscada, como por la imposibilidad
de mantener un 5% sobre el porcentaje de la PMT.
Una vez conocida la carga de entrenamiento (MIE45), el
individuo inicia el programa que consiste en la realización de
sesiones en dı́as alternos, hasta completar 28 – 30 sesiones
(unas 10 semanas), que es el tiempo que se calcula como
suficiente para adquirir una buena condición fı́sica de los
músculos esqueléticos y respiratorios.
Durante las sesiones de entrenamiento, se controla la
presión arterial al inicio y al final, y la FC y SaO2 de forma
continua. En caso de desaturación, se administrará oxı́geno
al paciente en cantidad suficiente para mantener la SaO2 por
encima de 91%.
Al cabo de algunas sesiones, y como efecto del entrenamiento, la Fc comenzará a descender. Habrá entonces que
practicar un reajuste en la carga de entrenamiento (MIE45):
por cada 10% que descienda la FC en el minuto 45, se
incrementarán las bases en un 5% de la PMT, obteniéndose
ası́ un nuevo MIE45. De esta forma, se harán los reajustes de
la carga durante todo el perı́odo de entrenamiento,
incrementándose de forma alternativa las bases y los picos
con la idea de que el ejercicio siempre tenga un carácter
intensivo (ejercicio de alta intensidad).
Métodos estadı́sticos: Además del análisis de la edad
como variable cuantitativa y del sexo como variable
cualitativa, hemos analizado la normalidad de las variables
cuantitativas (test de Kolmogorov-Smirnov) con las que
trabajamos: PMT, FC, VO2 máx, unidades metabólicas (MET)
y grado de disnea.
ARTICLE IN PRESS
Capacidad aeróbica del paciente EPOC
125
En la variable disnea hemos considerado una muestra de
15 pacientes, ya que en 3 pacientes no se recogió la disnea
inicial y/o final.
Todas las variables, excepto la PMT al final del entrenamiento, han sido normales, por lo que hemos analizado
todas ellas mediante la t de Student para muestras
apareadas. La PMT la analizamos mediante la t de Student
y pruebas no paramétricas para dos muestras relacionadas,
como es el Test de Wilcoxon que tiene menos potencia.
Resultados
En el análisis de la PMT al inicio y al final del entrenamiento,
se obtuvieron resultados estadı́sticamente significativos
(tablas 1 – 4), ya que esta variable mejoró al final del
entrenamiento, pasando la media de 58,3375,44 a
75,5675,38 vatios (po0,001). Al analizar la PMT se obtuvo
asimismo un nivel de significación (po0,001).
En el análisis de la Fc no se obtuvieron resultados
estadı́sticamente significativos: la media pasó de
133,3574,12 lpm al inicio a 13573,31 al final del entrenamiento (po0,44).
En cuanto al VO2 máx se hallaron resultados estadı́sticamente significativos, pasando la media de 19,137
1,18 ml/kg/min a 21,2871,39 (po0,003).
Por último, el análisis de las MET, definidas como
el trabajo muscular que requiere un VO2 max de
3,5 ml/kg/min, también resultó estadı́sticamente significativo (figs. 1 – 6), al aumentar la media de 5,4670,34 al inicio
del entrenamiento a 6,0970,40 al final del mismo,
(po0,003).
Además de estos resultados, que hacen referencia a las
respuestas fisiológicas, hemos valorado la variación experimentada en la disnea. De los 15 pacientes que experimentaron cambios en la misma, 13 de ellos (86,66%) refirieron
mejorı́a de la disnea MRC en uno o dos puntos respecto a su
situación basal. Un paciente (6,66%) no mostró mejorı́a del
grado de disnea, y otro (6,66%) que tampoco mostró mejorı́a
Tabla 1
FC.0
FC.6
en el grado de disnea sı́ apreció que se detenı́a con menos
frecuencia durante la marcha.
En nuestro análisis del grado de disnea antes de iniciar el
entrenamiento y al finalizarlo, obtuvimos los siguientes
datos. La media de grado de disnea al inicio del entrenamiento fue de 2,97 (considerado como el 100%), y la
media de grado de disnea al final del mismo fue de 1,77
(restando una disnea del 59,59%). Por tanto, hallamos una
mejorı́a de 1,20 puntos en grado de disnea, que corresponde
a un 40,40% de mejorı́a al finalizar el entrenamiento con
respecto al inicio (po0,001).
La FC media de entrenamiento, tomada al final de las
sesiones (minuto 45) y referida en porcentaje de la FC máx
(T), fue del 83,65%.
Por último, la media de sesiones de entrenamiento por
paciente fue de 28,9.
Discusión
En el análisis de nuestro estudio destaca la FC media de
entrenamiento, tomada al final de las sesiones y referida en
porcentaje de la Fc máx (T), que fue del 83,65%, un valor
que se encuentra muy próximo al 85% que hemos adoptado
como apropiado para desarrollar el entrenamiento y que se
halla dentro de los márgenes definidos para la alta
intensidad, aunque otros autores realizan entrenamiento
de alta intensidad entre el 60 – 90% de la Fc máx (T).
El incremento de la PMT por nuestros pacientes al final del
entrenamiento constituye un buen resultado, ya que
muestra la mejorı́a en cuanto al nivel de potencia alcanzado
y mantenido durante al menos un minuto. En nuestro
estudio, la media de PMT se incrementó en un 22,81%, cifra
similar a la que informan otros autores12 – 14.
En relación al VO2 máx, también hemos hallado un
aumento significativo tras el entrenamiento. Esto significa
que la cantidad máxima de oxı́geno que los pacientes pueden
utilizar en sus músculos esqueléticos, aumentó en un 10,11%.
Tabla 3 Análisis de la media para el consumo máximo
de oxı́geno
Análisis de la media de la frecuencia cardiaca
Media
n
Desviación
estándar
Error
estándar
de la media
133,35
135,00
17
17
16,996
13,634
4,122
3,307
Tabla 2
VO2.0
VO2.6
Media
n
Desviación
estándar
Error
estándar
de la media
19,139
21,283
18
18
5,0081
5,8987
1,1804
1,3903
T de Student para frecuencia cardiaca
Diferencias pareadas
t
df
P
–,785
16
,444
Intervalo confianza 95% de la diferencia
FC.0–FC.6
Media
Desviación
Estándar
Error estándar
de la media
Inferior
Superior
–1,647
8,653
2,099
–6,096
2,802
ARTICLE IN PRESS
126
R. Pozuelo Calvo et al
Tabla 4
T de Student para consumo máximo de oxı́geno
Diferencias pareadas
t
df
P
–3,400
17
,003
Intervalo confianza 95% de la diferencia
VO2.0–VO2.6
Media
Desviación
estándar
Error estándar
de la media
Inferior
Superior
–2,1444
2,6756
,6307
–3,4750
–,8139
5
4
4
Frecuencia
Frecuencia
3
2
3
2
1
1
0
0
20
40
60
80
100
120
20
40
PMT.0
Media = 58,33
Desviación Estándar = 23,073
n = 18
Figura 1 PMT al inicio.
En cuanto a las MET, hemos obtenido asimismo una
mejorı́a significativa del 10,65% tras el entrenamiento.
Estos resultados son aún más destacables si consideramos
la variable FC. El hecho de que la Fc máxima no haya
mostrado un aumento significativo después del entrenamiento de alta intensidad, indica que los pacientes
consiguieron aumentar la PMT, mejorar su VO2 máx y el
número de MET sin alterar su FC, lo que habla en favor de la
eficacia del entrenamiento.
Por otra parte, debemos destacar la importante mejorı́a
del 40,40% en el grado disnea obtenida por nuestros
pacientes.
Este tipo de entrenamiento en almenas (sweetraining)15 – 18
simula las condiciones de entrenamiento en determinados
atletas: durante las bases se entrena en endurancia y durante
los picos en resistencia.
Hemos obtenido nuestros resultados mediante un tipo de
entrenamiento de alta intensidad que puede clasificarse
60
80
PMT.6
100
120
Media = 75,56
Desviación Estándar = 22,809
n = 18
Figura 2
PMT al final del entrenamiento.
como interval training, entrenamiento con intervalos en el
que se ejercitan la endurancia y la fuerza.
Algunos estudios19 – 21 comparan el entrenamiento en
endurancia con el realizado en endurancia y fuerza,
no hallando diferencias entre ambos grupos en cuanto a la
mejorı́a de los parámetros funcionales. Sin embargo,
la mejorı́a más importante en cuanto a la fuerza muscular
se encuentra en el grupo con entrenamiento en endurancia y
fuerza.
Otros autores contrastan los resultados entre el ejercicio
continuo y el ejercicio con intervalos. Coppoolse22 observa
mayor incremento en la VO2 máx con el ejercicio continuo.
Sin embargo, solo el entrenamiento con intervalos produce
un aumento significativo en capacidad máxima de ejercicio y
disminución del dolor de piernas durante el esfuerzo. En el
mismo sentido, Kaelin23 informa de una mejorı́a mayor en el
test de los 6 min marcha en el grupo de entrenamiento con
ARTICLE IN PRESS
Capacidad aeróbica del paciente EPOC
127
6
5
5
4
Frecuencia
Frecuencia
4
3
3
2
2
1
1
0
3,0
4,0
5,0
6,0
7,0
8,0
9,0
0
MET.0
1,0
Media = 5,461
Desviación estándar = 1,4451
n = 18
1,5
2,0
2,5
3,0
3,5
4,0
4,5
Disnea.0
Media = 3,029
Desviación Estándar. = 0,7389
n = 17
Figura 3 MET al inicio.
Figura 5 Disnea al inicio.
5
6
3
Frecuencia
Frecuencia
4
4
2
2
1
0
0,0
0
3,0
4,0
5,0
6,0
7,0
8,0
9,0
10,0
MET.6
Media = 6,094
Desviación Estándar = 1,6871
n = 18
1,0
2,0
3,0
Disnea.6
Media = 1,767
Desviación Estándar = 0,8209
n = 15
Figura 6 Disnea tras entrenamiento.
Figura 4 MET tras entrenamiento.
intervalos. En otro estudio de las mismas caracterı́sticas24 la
PMT y VO2 máx mejoran significativamente en ambos grupos
de entrenamiento.
Es interesante también la comparación de intensidades
aplicadas durante el entrenamiento. Casaburi25 muestra
como el ejercicio de alta intensidad al 80% de la capacidad
máxima, produce mejores respuestas fisiológicas en relación
ARTICLE IN PRESS
128
con la reducción de la acidosis láctica y ventilación, ası́
como un mayor tiempo de ejercicio en endurancia; sin
embargo, la evidencia hallada es débil a favor de la alta
intensidad. En cambio, los resultados hallados por
Giménez26 son muy interesantes y no dejan lugar a dudas,
aunque las muestras son pequeñas. Este autor somete al
entrenamiento durante 45 min, 5 dı́as a la semana, durante
6 semanas, a dos grupos de pacientes, variando la intensidad
de entrenamiento en cada uno de ellos. Por una parte,
entrena a un grupo de 7 enfermos EPOC mediante ejercicio
de máxima intensidad (2,03 kJ/kg por sesión), mientras que
el otro grupo, formado por 6 pacientes, realiza un
entrenamiento de intensidad moderada (1,44 kJ/kg por
sesión). En el grupo de enfermos con entrenamiento a
intensidad máxima se obtienen resultados significativos en
cuanto a la disminución de la disnea, disminución del nivel
de lactatos, incremento de VO2 máx y del trabajo fı́sico
total. Pero otros estudios encuentran mejorı́as con el
entrenamiento de baja intensidad. Ası́, Clark27 somete a
entrenamiento de baja intensidad la musculatura periférica
esquelética de un grupo de 32 pacientes durante 12
semanas, comparando los resultados con un grupo control
de 16 individuos EPOC. En el grupo de entrenamiento se
observan mejorı́as significativas en las mediciones del
condicionamiento de los músculos periféricos de miembros
superiores e inferiores; también se constata un incremento
significativo en la endurancia total corporal mediante el test
de marcha en tapiz rodante; sin embargo, no se obtienen
cambios significativos en la VO2 máx. En este estudio27 se
justifica el entrenamiento a baja intensidad argumentando
que muchos entrenamientos de alta intensidad no son bien
tolerados por pacientes EPOC severos debido a que tienen
una reserva ventilatoria reducida y una dificultad respiratoria que los incapacita, por lo que abandonan el entrenamiento. Sin embargo, en nuestro estudio se incluyeron
también enfermos EPOC severos con FEV1 próximos al 30%,
tolerando bien el ejercicio de alta intensidad que les
diseñamos de forma personalizada, y finalizando todos ellos
las 10 semanas de entrenamiento.
Aunque nuestro trabajo no está orientado al entrenamiento especı́fico de los músculos respiratorios, creemos
interesante comentar los resultados al respecto de algunos
autores. Thomas28 entrena en endurancia los músculos
respiratorios de 15 pacientes mediante ejercicios con
hiperpnea normocápnica frente a un grupo control. El
entrenamiento produce cambios significativamente mayores
en el primer grupo respecto al grupo control en la
endurancia de los músculos respiratorios, distancia recorrida
en el test de los 6 min marcha y VO2 máx En un estudio
posterior29, se obtienen resultados inversos. Sánchez Riera30
también constata que los pacientes que entrenan la
musculatura inspiratoria al 60 – 70% de la presión inspiratoria máxima, incrementan de forma significativa el ı́ndice de
disnea, la presión inspiratoria máxima y el test de marcha.
Podemos por tanto deducir que no existe unanimidad en
cuanto a la mejorı́a de diferentes variables mediante el
entrenamiento de la musculatura respiratoria. Por otra
parte, es comprensible que con este método de entrenamiento no haya variación con respecto al grupo control para
el VO2 max, como informa Sánchez Riera30, ya que esta
variable, que expresa la capacidad aeróbica total de los
individuos, no es susceptible de modificarse de forma
R. Pozuelo Calvo et al
significativa si sólo se entrenan los músculos inspiratorios.
Giménez31, observa en el entrenamiento mediante resistencias inspiratorias alguna ventaja sobre el entrenamiento
mediante ejercicios en relación al intercambio gaseoso.
Otro aspecto de gran interés es el análisis de los
resultados a largo plazo, hecho que no ha sido tenido en
cuenta en nuestro trabajo por tratarse de un estudio
preliminar. Sin embargo, Swerts32 realiza un estudio
sometiendo al total de los pacientes a un entrenamiento
inicial de 8 semanas, pasando posteriormente a formar 2
grupos, el primero de ellos continuando el entrenamiento
supervisado durante 12 semanas más, el segundo, suspendiendo dicho entrenamiento supervisado al finalizar el
programa inicial y debiendo continuar el mismo en domicilio
mediante instrucciones por escrito. Los pacientes son
evaluados inicialmente, después de las 8 semanas de
entrenamiento, después de 6 meses y pasado un año. Para
el total de los pacientes, la tolerancia al ejercicio se ve
incrementada de forma significativa después del programa
inicial de 8 semanas. En el grupo que continúa el
entrenamiento supervisado durante otras 12 semanas, este
incremento en la tolerancia al ejercicio se mantiene incluso
al año de seguimiento. Por el contrario, en el segundo grupo,
se produce un descenso progresivo y significativo de la
tolerancia al ejercicio durante el año de seguimiento.
Por último, aclarar que este trabajo constituye un estudio
preliminar. La intención de los autores, en una futura
revisión, es la de aumentar el número de pacientes y añadir
un grupo control, actividad en la que se hallan inmersos en
la actualidad.
Bibliografı́a
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