Declaración de Soria sobre Emprendimiento Social

Declaración de Soria sobre Emprendimiento
Social
1. El emprendedor social juega un papel activo en el crecimiento inclusivo,
en el cambio económico y en las transformaciones sociales, por su
dimensión, objetivos y beneficios que redundan en la calidad de vida de
todos. El emprendimiento social es un valor en si mismo.
2. Tenemos la obligación de definir con precisión qué se entiende por
emprendimiento social y especialmente por bien social. Es preciso revisar
los indicadores de bienestar y riqueza, hoy unidos a comportamientos
económicos tradicionales, como mejor forma de visibilizar nuevos
valores, nuevas necesidades y nuevos comportamientos.
3. Así mismo, para que sus resultados sean eficaces y eficientes, es
imprescindible vincularlo al territorio de actuación, tanto para identificar
potencialidades y problemas, cuanto por su importancia en el impulso de
procesos propios del desarrollo local. Emprendimiento social y desarrollo
local deben caminar unidos.
4. El emprendimiento social debe ir asociado a un gestor profesional,
innovador, con proyecto de negocio e insertado en el mercado. Sin
embargo no es un empresario al uso. El beneficio obtenido debe
reinvertirse mayoritariamente en iniciativas sociales generadoras de
impacto, con el objetivo de seguir creando empleo, bienestar social y
sostenibilidad en su emprendimiento.
5. Precisa trabajo colaborativo y transparente, que fomente las experiencias
y el talento, sin perder su replicabilidad y su consideración multiescalar
que va de lo local a la internacionalización de su actividad.
6. El papel de las instituciones es clave como responsables de marcos
reguladores estables. La ley de emprendimiento debe integrar al
emprendedor social e incluir incentivos a la inversión esencialmente
entre los más jóvenes. Instituciones locales, autonómicas, estatales y
supraestatales tienen la obligación de desarrollar políticas públicas que
favorezcan esta nueva forma de producción de bienes y servicios. Se
requiere conexión, coordinación y responsabilidad entre ellas.
7. El trabajo conjunto de las instituciones políticas es imprescindible para
evitar rupturas entre planteamientos impulsores a niveles
supranacionales (caso de la Unión Europea) y políticas nacionales, que
ignoran e incluso a veces rechazan este proceso. El papel de la Comisión
Europea es determinante a la hora de establecer puentes entre las
diferentes escalas de las instituciones públicas.
8. Junto a las instituciones políticas, el sector financiero ocupa un lugar
destacado. El emprendedor social requiere que fluya el crédito, que tenga
pocos obstáculos y por ello, una reconversión del propio sector. El
beneficio social puede ser una nueva forma de beneficio, con sinergias
hacia otros campos, sin que ello suponga renunciar al beneficio
económico tradicional. A este respecto, nuevas formas de organización
financiera, caso de fondos de inversión de impacto, bolsas sociales, la
financiación participativa, las microfinanzas y la vinculación del
emprendedor con instituciones financieras locales, son imprescindibles.
La creación progresiva de una nueva cultura financiera y las nuevas
tecnologías, ayudarán a impulsar el cambio.
9. La sociedad juega un papel esencial en esta nueva forma de
emprendimiento. Si lo valora, lo acepta, utiliza sus servicios y le da
credibilidad, contribuirá a su arraigo e inserción en la economía y en su
territorio. El cambio cultural fruto de
la educación, la formación y la
investigación, es esencial. Si importantes son los cambios de leyes, más
son los de mentalidades.
10. La creación de un grupo de influencia de emprendimiento social es una
necesidad a efectos de lograr la consecución de los objetivos anteriores.
Desde esta conferencia internacional queremos solicitar a la Comisión
Europea y al Gobierno de España un marco normativo que apoye el
emprendimiento social, y que genere los mecanismos para impulsar el
crecimiento de este sector de la economía, caracterizado por una nueva
dimensión humana y comprometida con los Derechos Universales.
Soria, por su compromiso con el emprendimiento social, pionero en
España, puede ser uno de los territorios de referencia en la Unión
Europea y en nuestro Estado para impulsar acciones, evaluar resultados
y transferir conocimiento. Constituye uno de los lugares idóneos para
integrar emprendimiento social y desarrollo local en colaboración con
el ecosistema europeo de emprendimiento social, y cuenta con una
sociedad implicada y articulada que ha demostrado con acciones
concretas, que otra economía es posible.