V CISDA Trabajo completo Impacto - FICH-UNL

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Impacto ambiental de los nuevos procesos urbanos en el área metropolitana
de Santa Fe.
María Mercedes Cardoso
Facultad de Humanidades y Ciencias. Universidad Nacional del Litoral
[email protected]
Janssen 2362.
Código postal 3080 - Esperanza - Santa Fe.
Teléfono: 54 03496 422240
Resumen
Es un hecho comprobado que la ciudad, junto con sus elementos constitutivos y sus
procesos, es el sistema que mayor impacto negativo tiene sobre el medio ambiente y
que más dificultades presenta para su gestión.
La complejidad de los factores que alimentan los procesos de crecimiento
económico y demográfico diferencial del espacio rural circundante a la ciudad
principal del Área Metropolitana de Santa Fe, representa la principal dificultad para la
gestión ambiental. El cambio en los usos de suelo rural a urbano y la transformación
de esos espacios generan situaciones que se alejan del objetivo de la
sustentabilidad y contribuyen al aumento de la huella ecológica urbana. La
necesidad de nuevos terrenos, de grandes superficies, más abiertos, menos densos
y contaminados, más tranquilos, a un precio comparativamente mucho más bajo que
los que puede ofrecer el ejido urbano, la satisface el espacio rural, a un costo
ambiental muy alto, desde luego no incluido en el valor de venta de los predios.
Nuevamente el campo se supedita a los requerimientos de la ciudad. La modalidad
de residencia más consensuada se presenta no solo como devoradora de recursos
(especialmente el suelo fértil), depredadora del entorno natural, sino como una forma
explícita y legítima de segregación social, con el auge de los barrios cerrados. De
este modo, se afecta tanto al medio natural como al social, al establecer otro
obstáculo para la convivencia de los ciudadanos.
Código del eje temático: 8
Eje temático: Problemáticas Ambientales Urbanas
Introducción
La Era postindustrial o Informacional en la que vivimos se caracteriza por
nuevos modos de desarrollo que repercuten en el espacio de manera muy distinta a
los propios de la Era industrial; el tipo de urbanización ya no es concentrada, sino
difusa; la ciudad se extiende en el espacio, la cultura urbana se difunde en los
medios rurales. La Revolución informacional, con el desarrollo de las innovaciones
tecnológicas y de las comunicaciones favorece al éxodo urbano: movimientos
centrífugos de población desde el centro de las grandes ciudades hacia las zonas
suburbanas o ciudades menores, provocando el fenómeno del Declive Urbano y el
Renacimiento Rural. Cada vez más personas abandonan la ciudad para
establecerse en espacios rurales tradicionales, atraídos por una mejor calidad de
vida que ofrece el campo (tranquilidad, espacios verdes, aire limpio, exento de
ruidos, etc.).
El espacio se configura a partir de los procesos que lo alimentan; existen
discontinuidades en su extensión que permiten distinguir lugares muy diferentes
según la distancia al centro; los límites de la ciudad no son precisos, es decir carece
de límites: “en sus elementos físicos constitutivos de la estructura urbana
(edificación y urbanización); en la movilidad de las personas: obligada y no obligada,
de base diaria, periódica o aleatoria; en la movilidad de las mercancías:
internacionalización del comercio; en los flujos de emisión de residuos: sólidos,
líquidos, gaseosos; en la transferencia e intercambio de información”1. “La
dispersión se puede considerar como la más nítida representación en el campo
urbanístico del modelo consumista, tendencialmente ilimitado, implantado en las
sociedades opulentas del mundo occidental. Se caracteriza por un consumo siempre
creciente de suelo, infraestructura de todo tipo, sistemas de transporte, energía,
agua y materias primas; es decir, recursos de todo tipo, incluyendo los no
renovables como el suelo agrícola fértil o los combustibles fósiles, o los sometidos a
tasas de renovación estrictamente ilimitadas, como el agua potable”2.
En el presente trabajo se ponen a consideración dichos procesos
demostrados a través de datos demográficos, económicos y de tráfico medio diario
en las rutas que estructuran el Área Metropolitana de Santa Fe, con el objetivo de
lograr una aproximación a los distintos tipos de impactos negativos que sobre el
entorno generan, desde una perspectiva holística del medio ambiente local.
1- Los nuevos procesos urbanos en el Área Metropolitana de Santa Fe.
El proceso de urbanización, asociado a la industrialización de los años ‟50, en
América Latina dio como resultado la conformación de las metrópolis nacionales. El
fenómeno inverso a la urbanización, que contribuye notoriamente a la difusión
urbana es el denominado contraurbanización: ”movimiento desconcentrado de
personas y actividades económicas desde las áreas urbanas hacia las rurales.
ROCA CLADERA, J. (2003). “La delimitación de la ciudad: ¿una cuestión
imposible?”. En: Ciudad y Territorio, Estudios territoriales, Vol. XXXV. Nro. 135. p:
17-35.
2
LÓPEZ DE LUCIO, R. (1993). Ciudad y urbanismo a finales del siglo XX, Valencia,
Servei de Publicacions. Universitat de Vàlencia.
1
Implica la aceleración de la desconcentración en las áreas urbanas y el consiguiente
crecimiento en determinadas áreas rurales de los países desarrollados”3.
Quien primero definió este término fue B. Berry en 1976, refiriéndose a
contraurbanisation como “el proceso de movimiento de personas e industrias desde
las áreas urbanas a las rurales. Este concepto aparece en los ‟70 en los Estados
Unidos y su uso es frecuente en el ámbito cultural anglosajón; surge para dar
nombre a un proceso contrario al de la urbanización, es decir, frente al proceso
clásico de urbanización que conllevaba movimientos centrípetos de población y
flujos económicos hacia las principales ciudades y grandes áreas metropolitanas,
comienza a despuntar un proceso de sentido contrario, de movimientos centrífugos
desde las grandes ciudades hacia los pequeños asentamientos urbanos y rurales”4.
Quienes defienden la idea de que se está inaugurando una ruptura con el
pasado (se refieren a “clean break”) sostienen que si el pasado se caracterizó por el
crecimiento de las áreas metropolitanas y la gran concentración de la población,
ahora es el declive demográfico y económico lo distintivo y lo seguirá siendo en el
futuro. No es otra fase del ciclo de conformación de áreas metropolitanas o regiones
urbanas funcionales (tal como defiende L. Van Der Berg). Son partidarios de esta
teoría autores como Berry (1976), Vining y Kontuly (1978), y Fielding (1982).
Existen indicios que nos permiten afirmar que en espacios en desarrollo
también ocurre el fenómeno de la contraurbanización, y no solamente en países
desarrollados con una fuerte tradición industrial, tal como postularon autores
europeos y norteamericanos.
1.1-
Definición y delimitación del área de estudio.
La aglomeración Gran Santa Fe, capital de la provincia homónima, es
considerada una “ATI mayor” (aglomeración de tamaño intermedio); se ubica en el
octavo lugar en la jerarquía urbana nacional con 454.238 habitantes en 2001, según
INDEC.
El término área metropolitana surge por primera vez en Estados Unidos para
dar nombre al nuevo proceso urbano emergente. Se utiliza oficialmente en 1910 por
el United States Census Bureau. En 1950 se define Stándard Metropolitan Area a un
condado o grupo de condados contiguos que contiene, cuando menos, una ciudad
de 50.000 habitantes. Se incluyen los condados contiguos siempre que sean
esencialmente metropolitanos por su carácter y estén social y económicamente
integrados a la ciudad central siguiendo algunos criterios: que ese condado sea
lugar de trabajo o vivienda para trabajadores no agrícolas al menos en un 75% y que
la densidad de población no sea inferior a 150 personas por milla cuadrada. En 1960
se actualiza el término agregándole la palabra “stadistical”, quedando “Stándard
Metropolitan Stadistical Area” (SMSA), incluyéndose nuevos aspectos. Cada país
toma y redefine dicho concepto estableciendo sus propios criterios de delimitación.
El área metropolitana, en la actualidad, se basa en unas relaciones de
interdependencia entre una serie de núcleos generalmente mas pequeños (en
términos de habitantes) y con un menor grado de especialización funcional y una
ciudad central en la que se localizan ciertas funciones dominantes. En síntesis, se
define por la existencia de una ciudad central y un hinterland, por las relaciones de
FERRÁS SEXTO, C. (1998). “El fenómeno de la contraurbanización en la literatura
científica internacional”. En: Ciudad y Territorio. Estudios territoriales, Nro. 30, 117118, 607-626.
4
BERRY, B. J. (1976). Urbanization and Contraurbanization. Arnold, New York.
3
interdependencia mutua entre ambos componentes, dándose una diferenciación
funcional jerarquizada, con un sistema de transportes y comunicaciones lo
suficientemente desarrollado como para estructurar dichas relaciones.
Dado que el área de influencia de las funciones de Santa Fe es más amplia
que el área considerada por el INDEC para el Gran Santa Fe (bajo el criterio de
población), integrarían nuestro objeto de estudio las localidades que en la tabla de
abajo (tabla 1) se presentan.
Todos estos municipios y comunas, que reúnen para 2001 un total de
558.352 habitantes (área ampliada) en 4.957 km2, con una densidad media
poblacional de 86,45 hab/km2, se encuentran en una interdependencia funcional
muy estrecha, debido a la especialización, que se dio espontáneamente, de las
actividades. Por ejemplo, la ciudad principal, Santa Fe, es capital de provincia, por lo
que desempeña funciones político – administrativas, y consecuentemente, desarrolló
una gama de servicios bastante especializados, al punto de que las demás
localidades acuden a ella. También es centro de tres universidades. Las localidades
del norte de Santa Fe (Monte Vera, Recreo, Ángel Gallardo, Santa Rosa)
representan el “cinturón fruti-hortícola”, se especializan en producción de frutas,
verduras y flores que suministran a toda la zona. Esperanza, Franck, San Carlos,
San Jerónimo Norte y del Sauce, Humboldt y Empalme San Carlos constituyen la
cuenca lechera, un área de trascendencia nacional; a su vez la industrialización de
la leche abastece a la región, y se comercializa a nivel nacional e internacional (en
ciertos productos). Estas ciudades, antiguas colonias agrícolas de inmigrantes
alemanes, suizos, franceses –preferentemente-, por su vocación artesanal,
desarrollaron industrias destacadas como las mueblerías, fábricas de arados, de
calderas, en Esperanza, o vidriería en San Carlos, etc. Las relaciones comerciales y
laborales entre ellas dan el dinamismo que define este tipo de aglomeración.
1.2-
Las transformaciones en el área metropolitana a la luz de datos
demográficos y económicos.
Los procesos de contraurbanización se manifiestan en los aspectos tanto
demográficos como económicos. El análisis de los censos de población de las 25
localidades del área, desde 1960 hasta 2001 permite extraer algunos indicios.
Entre 1980 y 2001 el Gran Santa Fe disminuye su variación intercensal a la
mitad (de 21,3 a 11,8%), a pesar de incorporar a Villa Angelita, Arroyo Leyes y
Rincón Norte.
Tabla 1: Evolución de la población y variación intercensal en el Área
Metropolitana de Santa Fe, por localidad.
Localidad
Año
1960
Año
1970
Año
1980
Período
’70-’80
(%)
Año
1991
-
Perío
-do
’60’70
(%)
-
Gran
Santa Fe
(según
INDEC)
Santa Fe
(1)
Santo
Tomé
-
Año
2001
Período
’91-’01
(%)
406.388
Perío
-do
’80’91
(%)
21,3
334.913
-
454.238
11,8
208.350
244.655
17,4
295.350
20,7
353.063
19,5
368.668
4,4
15.747
23.572
49,7
36.028
52,8
43.928
20,2
58.277
32,7
Recreo
(2)
San José
del
Rincón
(3)
Sauce
Viejo (4)
Arroyo
Leyes (5)
Alto
Verde
Colastiné
La
Guardia
Villa
Adelina
Laguna
Paiva
Nelson
Monte
Vera
Ángel
Gallardo
Arroyo
Aguiar
Campo
Andino
Santa
Rosa de
Calchine
s
Gob.
Candioti
Esperanz
a (6)
Franck
Empalme
San
Carlos
Humboldt
Las
Tunas
San
Agustín
San
Carlos
Centro
San
1.097
2.046
86,5
3.535
72,8
7.626
115,7
10.714
40,5
1.310
2.367
80,7
3.193
34,9
4.738
48,4
8.480
79
276
-
-
618
-
870
40,8
6.505
647,7
-
-
-
-
-
35
-
1.594
4.454,3
2.898
4.038
39,3
-
-
8.318
-
7.351
- 11,6
1.377
-
-
-
-
3.705
-
3.475
- 6,2
1.534
1.529
- 0,3
1.286
- 16
1.513
-
4.572
208,2
-
-
-
-
-
1.771
-
3.421
93,2
11.073
11.191
1,1
11.552
3,2
11.771
1,9
11.405
- 3,1
1.493
2.032
36,1
2.264
11,4
3.653
0,6
3.884
6,3
975
1.367
40,2
2.068
51,3
2.822
36,5
4.112
45,7
95
-
-
-
-
271
-
519
91,5
-
-
-
895
-
595
- 33,5
668
12,3
252
-
-
-
-
186
-
302
62,4
791
1.393
76,1
1.969
41,3
1.909
-3
2.882
51
488
-
-
608
-
638
4,9
835
30,9
14.572
17.636
21
23.277
32
28.605
22,9
33.672
17,7
906
1.350
49
2.047
51,6
2.748
34,2
4.128
50,2
79
-
-
-
-
52
-
101
94,2
1229
1569
27,7
2.063
31,4
2642
28,1
3.269
23,7
170
-
-
-
-
186
-
295
58,6
442
-
-
-
-
384
-
452
17,7
4.786
5.973
24,8
7.612
27,4
8.868
16,5
10.068
13,5
1.107
1.242
12,2
1.465
18
1.559
6,4
1.710
9,7
Carlos
Sur
San
Carlos
Norte
San
Jerónimo
Norte
San
Jerónimo
del
Sauce
342
-
-
515
-
556
8
682
22,7
2.928
3.686
25,9
4.435
20,3
4.891
10,3
5.449
11,4
532
-
-
761
-
711
- 6,6
723
1,7
Fuente: Boletín “Censo Nacional de 1960”. Dirección General de Estadística y Censo.
Provincia de Santa FE. “Censo Nacional de Población, familias y viviendas, 1970”. Resultados
provisionales. Ministerio de Economía. INDEC. Argentina. “Censo Nacional de población y vivienda,
1991”. Por localidad. Serie G, número 1. Resultados definitivos. INDEC. “Censo Nacional de
población, hogares y viviendas, 2001”. Resultados definitivos. INDEC.
REFERENCIAS NUMÉRICAS:
(1) Santa Fe incluye: Alto Verde, Colastiné norte y sur, y la Guardia. En el censo de 1991
incluye el dato de San José del Rincón.
(2) Recreo incluye: Loteo Ituzaingó y San Cayetano.
(3) San José del Rincón en el censo de 1991 figura como parte del componente Santa Fe.
(4) Sauce Viejo: comprende Sauce Viejo (3.084 habitantes) que incluye Villa Angelita y Villa
Adelina (3.421 habitantes) que a su vez incluye Villa Adelina este, Villa Adelina oeste y Parque
Industrial. En el censo de 1991, Sauce Viejo y Villa Adelina figuran como localidades separadas.
(5) Arroyo Leyes: comprende Arroyo Leyes (543 habitantes) y Rincón norte (1.051 hab.). el
dato del censo de 1991 comprende exclusivamente Rincón norte; en dicho censo Arroyo Leyes
figuraba como población rural dispersa.
(6) Esperanza: Incluye barrio Alborada y barrio Anahí. En el censo de 1991 barrio Alborada
figuraba como localidad separada.
Del análisis de la tabla se puede concluir:

La localidad Santa Fe siempre creció
en población, alcanzando su ápice entre 1970-1980 con 20,7%, para luego
caer a 4,4% (entre ´91-´01), obteniendo el segundo valor más bajo de toda el
área metropolitana.

Las localidades que mayor variación
intercensal presentan (´91-´01) son Sauce Viejo y Arroyo Leyes; la primera
una localidad de 6.505 hab. y la segunda de 1.594, ubicada junto al río, zona
de pescadores y viviendas de segunda residencia. Sauce Viejo pasó de ser
población rural a la categoría de pueblo grande (de 2.000 a 19.999
habitantes) y Arroyo Leyes sigue siendo espacio rural, pero con un
crecimiento tal que pronto dejará de serlo.

Son las localidades menos pobladas
las que tienen mayor crecimiento. Por ejemplo: las dos anteriores (Sauce
Viejo y Arroyo Leyes), Ángel Gallardo, Campo Andino, San José del Rincón,
Empalme San Carlos, todas con tasas altas de variación intercensal, más del
40%.

Las que ostentan mayor crecimiento
son las localidades que tienen viviendas de segunda residencia: San José del
Rincón, Sauce Viejo, Arroyo Leyes, asociado al auge del turismo de río e islas
y al cambio en las preferencias sociales. Esta nueva función se está
expandiendo en este tipo de localidades y espacios a costa de los usos
rurales tradicionales como ganadería, agricultura o a veces incluso
avanzando sobre el medio natural dominado por el río, las islas y los
bañados. En las últimas décadas se observan estos cambios de uso del
suelo, y en los últimos años, puntualmente, las transformaciones de las que
son objeto estos paisajes son más aceleradas y profundas.

Las localidades de la cuenca lechera,
de tamaño medio, crecen en todos los períodos, pero moderadamente, en su
mayoría.
Desde 1960 hasta la actualidad se está produciendo una desconcentración
relativa, muy marcada en el último período ´91-´01, caracterizado por el crecimiento
de casi todas las localidades (especialmente las más pequeñas) del área y por el
menor crecimiento de la ciudad principal Santa Fe (y cada vez menor década tras
década). Estos movimientos centrífugos de población y actividades desde grandes
ciudades hacia pequeños asentamientos urbanos (por ejemplo Rincón, Ángel
Gallardo, Sauce Viejo) y rurales (es el caso de Arroyo Leyes que en 1991 era campo
o población dispersa (35 hab.) y en 2001 registra 1.594 hab., con una variación
intercensal de 4.454,3%), contribuyen de manera positiva a la redistribución
demográfica y económica en el espacio, pero con un costo ambiental muy elevado.
Datos que demuestran el proceso de contraurbanización en los aspectos
económicos son los referentes a la evolución en la cantidad de establecimientos y
puestos de trabajo en los sectores industria, comercio y servicios. A pesar de que las
crisis económicas sucesivas, la desindustrialización afectaron a casi todas las
localidades, la localidad de Santa Fe pierde establecimientos y puestos de trabajo en
la industria y el comercio, pero los gana en servicios. En cambio, las localidades
como Esperanza, Franck, Recreo, Humboldt, entre otras ven incrementarse los
establecimientos y puestos de trabajo ocupados en industria y en menor medida en
comercio a lo largo del período considerado.
Tabla 2: Evolución de los 3 sectores económicos en las localidad de Santa Fe entre
1974 y 2004.
Cantidad de establecimientos industriales
Localidad
Santa Fe
1974
1188
1985
1003
1994
1057
2004
702
Cantidad de establecimientos comerciales
Localidad
Santa Fe
1974
6186
1985
6805
1994
5991
2004
5.309
Cantidad de establecimientos en servicios
Localida
d
Santa Fe
Cantidad de puestos de trabajo en
industria
1974
1985
1994
2004
8812
7813
6332
4767
Cantidad de puestos de trabajo en
comercio
1974
1985
1994
2004
17602
18478
15041
16.099
1974
1985
1994
2004
Cantidad de puestos de trabajo en
servicios
1974
1985
1994
2004
1715
2498
4214
4056
10295
9353
17196
17392
Fuente: Elaboración propia a partir de los datos de los Censos Nacionales Económicos 1974, 1985,
1994 y 2004/05 del INDEC.
Santa Fe se terciariza cada vez más y se especializa en los servicios. Este
factor provoca el aumento de la afluencia de población desde las demás localidades,
con todos los trastornos que ello conlleva (en términos de impacto ambiental).
1.3-
Las vías de comunicación como estructuradoras del espacio.
Dentro del AMSF se da el fenómeno de las migraciones pendulares: personas
que residen en diferentes puntos de la corona metropolitana y acuden diariamente a
Santa Fe a trabajar en la Administración Pública, servicios u otras actividades, o a
realizar compras, trámites o estudios, y por la noche regresan a sus hogares.
Una forma de medir o cuantificar este fenómeno es analizando el TMD (tráfico
medio diario) de las rutas que comunican las localidades y que estructuran el
espacio.
Analizando el TMD en las rutas nacionales del AMSF en 2002, se evidencia
un mayor tráfico en la RN 11, en el tramo RN 19 y entrada a Santa Fe, es decir,
entre Santo Tomé y Santa Fe, con 43.079,2 vehículos por día. Este fenómeno se
explica por lo siguiente: 1- principalmente esta vía es transitada por vehículos que
vienen desde Rosario y Buenos Aires; 2- este tramo comunica las localidades más
pobladas del AMSF: Santa Fe y Santo Tomé. Muchas personas que radican en
Santo Tomé viajan a diario a trabajar, por servicios, etc. a Santa Fe.
En segundo lugar, se observan elevadas cantidades de vehículos por día en
la RN 168 entre la RN 11 y RN 1 con 30.754,2 vehículos por día, principalmente del
tipo pesados con acoplados y semiacoplados; este tramo comunica Santa Fe con la
RN 1 que conduce hacia el norte a Colastiné, Rincón, Santa Rosa y hacia el este a
Paraná. Este último tramo de la RN 168 (entre RP 1 y acceso al túnel) también
presenta elevados valores vehiculares: 27.118,08 por día con una mayor
participación en ese total de los vehículos pesados sin acoplados, con acoplados y
semiacoplados. Este factor responde al hecho de que las rutas nacionales, además
de comunicar localidades del AMSF, cumplen la función de transporte de
mercancías a la región y al país, son nudos de cambio de modos de transporte
(fluvial, por carretera, por ferrocarril), también son rutas de paso hacia diversas
direcciones (entre Paraná y el norte del país, desde Buenos Aires al norte y oeste,
etc.).
Otra ruta de tráfico considerable es la RN 11 entre la salida de Santa Fe y la
RP 70, es decir, hasta Recreo, con 18.815,99 unidades vehiculares a través de ella
se comunica Santa Fe y el sur provincial con el Norte provincial y el oeste (por la RP
70). Se evidencia el reparto del tráfico en estos dos rumbos, puesto que la cantidad
de vehículos de la RN 11 entre la RP 70 y la RP 4 se reduce a 7.865,7 diarios.
En los demás tramos de las rutas nacionales el tráfico es menor. En las rutas
provinciales destaca el tráfico de la RP 1 entre la RN 168 y el acceso a Rincón con
un total de 12.736 vehículos diarios en 2004, lo notorio es que el 88% de ese tráfico
son automóviles y camionetas, indicativo de que el tráfico lo realizan residentes de la
zona; además este tramo no es de gran relevancia en la circulación regional o
nacional.
En segundo lugar de tráfico en rutas provinciales se ubica la RP 2 entre Santa
Fe y la RP 5, con 6.187 vehículos y en tercer lugar la RP 70, entre la RN 11 y la RP
6, es decir, rumbo a Esperanza, con 3.894 vehículos por día (86% son camionetas y
autos).
En síntesis, podemos afirmar que a diferencia de las rutas nacionales que
tienen como función principal la comunicación y el transporte de productos de la
región y el país, en las rutas provinciales predomina el tráfico de vehículos livianos
(coches y camionetas) de transporte de personas en toda el AMSF, demostrativo del
fenómeno de migraciones pendulares. En este último, los autobuses tienen un papel
preponderante, por más que su cantidad no sea elevada, si lo es el volumen de
población que transporta, por ejemplo, en la RP 1, tramo RN 168 y Rincón son 307
buses por día con capacidad para 50 personas, pueden transportar hasta 15.350
personas por día (el doble de la población de Rincón para 2001).
1.4-
Las transformaciones en la ciudad principal, Santa Fe.
El fenómeno de contraurbanización se manifiesta en dos escalas: en el
ámbito interurbano, la desconcentración es relativa debido al mayor crecimiento de
las ciudades menores de la corona metropolitana en comparación con la ciudad
principal, Santa Fe; en el ámbito intraurbano, la desconcentración es absoluta,
puesto que las vecinales del centro de la ciudad de Santa Fe, pierden población,
mientras que las de los suburbios e incluso antiguas zonas rurales (hoy barrios de
asentamientos irregulares, así como nuevos barrios de estratos sociales altos, y
medio-altos, barrios cerrados) crecen de manera significativa.
La ciudad de Santa Fe ha tenido un significativo crecimiento desde mediados
del siglo XIX hasta mitad del XX, alcanzando unos valores exorbitantes entre 1887 y
1895 con un 134,6%, período en el cual se multiplicaron las vías ferroviarias en la
provincia, enlazándose con las de Buenos Aires, factor que facilitó la movilidad en
toda la pampa y promovió el ingreso de los inmigrantes llegados a la capital
argentina hasta esta ciudad. Sin embargo, este gran crecimiento se fue reduciendo
década tras década hasta llegar a una variación intercensal de 4,4% en el último
período (1991 – 2001).
Los efectos del gran crecimiento poblacional en la estructura de la ciudad
fueron: la densificación y especialización funcional del centro urbano, desplazando la
función residencial e industrial hacia la periferia; la expansión del hecho urbano en
sentido centrífugo, principalmente al norte, puesto que al sur, al este y al oeste su
espacio se encuentra acotado por el río Salado y el Sistema Lagunar Setúbal –
Leyes. La columna vertebral de esa expansión son los grandes ejes viarios, que
corriendo de norte a sur, abren nuevas urbanizaciones a sus alrededores: Av. Gral.
Paz, Av. Aristóbulo del Valles, Av. Facundo Zuviría, Av. López y Planes (al sur),
luego se transforma en Av. Gral. Peñalosa y finalmente Av. Blas Parera; en las
últimas 3 o 4 décadas surgen los barrios en los suburbios de Santa Fe como lugares
de viviendas de segunda residencia, asociados al ocio, descanso y vacaciones. Sin
embargo, es en las últimas 2 décadas que los mismos tienen un crecimiento
poblacional sin precedentes.
Es evidencia de una desconcentración absoluta, la pérdida de población
residente en el centro urbano y el mayor crecimiento de las vecinales de las afueras
de la ciudad, como Altos Noguera, al norte, con una variación intercensal de 158,2%
entre ‟91-„01, mientras que Zona Sur (Pedro Candioti) aledaña al centro registra 38,1%.
2- Impacto ambiental de los principales procesos urbanos diagnosticados.
2.1- Impacto ambiental de la dinámica de relaciones entre localidades del área
metropolitana.
El modelo de región urbana funcional que representan las áreas
metropolitanas, está basado en el sistema de movilidad diaria, preferentemente
automotriz, de personas, bienes y servicios. Si este sistema no estaría lo
suficientemente desarrollado, las formas de asentamiento tendrían unas
características muy distintas, completamente contrarias; nos referimos a un modelo
netamente compacto de asentamiento, como los que predominaron en otros tiempos
históricos (edad media), en otros espacios (típicamente de la Europa mediterránea).
El principal impacto del fenómeno de las migraciones pendulares,
característico de la dinámica de las áreas metropolitanas, o del considerable tráfico
rodado en rutas, es el gran consumo de combustible (recurso tan escaso) con la
consiguiente contaminación generada por la emanación de dióxido de carbono de la
combustión de motores, además de los recursos demandados y de los residuos
producidos en la construcción tanto de los propios vehículos (industria automotriz)
como de la infraestructura necesaria para su funcionamiento, es decir, las vías de
comunicación: suelo fértil (tradicionalmente rural), cemento y otros materiales de
construcción empleados.
Ejemplificando alguno de los puntos que se consideran dentro del impacto
ambiental del tráfico automotor, la producción de cemento y otros materiales y el
cambio de usos del suelo (de rural a urbano) figuran entre las actividades que
arrojan cantidades de CO2 considerables. Como sistema, el transporte es uno de los
sectores que más contribuyen a la emisión de gases de efecto invernadero, y entre
ellos, es el rodado el que en un 79,5% participa en esta emisión en comparación con
el 13% proveniente del tráfico aéreo, 7% marítimo y 0,5% ferroviario 5.
2.2-El espacio rururbano en transformación y su impacto en el entorno.
Está claro que la distinción entre espacio urbano y rural ya pierde vigencia
ante estas nuevas formas de asentamiento que mezclan elementos, que superponen
funciones. El área más dinámica y compleja, donde se dan gran cantidad de
intercambios y conflictos es el rururbano. Este sistema constituye un espacio de
transición entre la ciudad y el campo, pertenece a la interfase urbano – rural; zona
de fricción permanente, de complejas relaciones orientadas por las necesidades de
la ciudad, principalmente. También es muy vigente la idea que concibe como
periférico todo espacio urbano infradotado y carente de un nivel eficaz de respuesta
urbana, o donde la exigencia de calidad ambiental y paisajística es siempre inferior,
como resultado de una mayor permisividad o falta de control en las actuaciones que
llevan a cabo.
En la franja rururbana comienzan a desaparecer servicios propios de la
ciudad: pavimento, cloacas, desagües pluviales, electricidad, agua potable,
recolección de residuos, alumbrado, etc. Los terrenos carecen de loteo
reglamentario, es decir que aún no está amanzanado, generando condiciones de
vida deplorables a quienes se asientan allí. A la vez, disminuyen los servicios
ambientales que provee el medio rural y natural, como la producción de oxígeno y la
absorción de dióxido de carbono, la fotosíntesis, que provee de alimento a todos los
niveles tróficos hasta llegar al hombre, la descomposición de materia orgánica, el
aprovechamiento y reciclado de nutrientes de los suelos, el equilibrio de los
ecosistemas naturales, el control de proliferación de plagas, la regulación del flujo de
agua (ya sea en presencia de humedales o de mantos freáticos).
5
Evaluation des politiques publiques au regard des changements climatiques,
Climate Action Network (RAC), French Environmental and Energy Management
Agency (Ademe), December 2005. UNEP, “Kick de habits. A UN guide to climatic
neutrality”.
En el sistema rururbano se mezclan y superponen funciones antes propias de
lo urbano y lo rural. La ciudad, al necesitar más suelo (en grandes proporciones)
encuentra aquí disponibilidad y bajo precio. La función residencial de densidad
media a baja (nuevo modelo de residencia preferente e imperante en la sociedad
actual) se instala con fuerza, así como los grandes equipamientos urbanos, ya sean
comerciales, de servicios e industriales, las megaobras de infraestructura
(comunicación y servicios) y de transporte, comunicación, de defensa, como los
terraplenes, entre otros. En principio, éstas surgen para descongestionar el suelo
urbano y transferir y descentralizar algunas funciones, pero con el paso del tiempo
atraen población, generando tejido urbano. Conviven con usos del suelo rural como
los destinados a la producción de frutas, verduras, hortalizas, flores y cría de
animales de granja, presente en el caso de vecinales del norte santafesino. En
localidades aledañas a Santa Fe, hacia donde se expande el ejido urbano (Monte
Vera, Recreo), se destina parte del suelo a cría de ganado y cultivo de trigo, soja
“Es en las periferias urbanas donde los problemas medioambientales se
ofrecen con más crudeza como resultado de los efectos inmediatos y directos que
producen la presencia masiva de población y actividades. En ocasiones los niveles
de degradación biofísica o funcional pueden constituirse en los componentes
protagonistas del paisaje”6.
El espacio rururbano, considerado medio natural sometido a intensas
presiones antrópicas, se torna vulnerable, frágil, objeto de una degradación
ecológica considerable. La intervención social de mayor impacto es la eliminación de
suelo agrícola fértil debido a la sustitución de usos del suelo (avance del residencial),
a la extracción de materiales para las fábricas de ladrillos, construcción de
terraplenes (para defensas contra inundaciones y otras grandes obras que se están
concretando en la zona y en otros lugares del área metropolitana), relleno de áreas
inundables, decapitando los horizontes edáficos superiores. Este recurso tan valioso
también se ve afectado en su calidad con el vertido de residuos sólidos urbanos e
industriales.
Además, las nuevas funciones desempeñadas incrementan las tasas de
riesgo: aumenta la probabilidad de activar de peligro, se eleva la exposición y
vulnerabilidad, al identificarse como lugares seguros. De este modo, la percepción
distorsionada de la realidad anula su verdadera condición como espacios de riesgo,
traduciéndose en una actitud poco preventiva por parte de la población y en el
descuido de las medidas de autoprotección. En las últimas décadas, con el auge de
la actividad inmobiliaria, estos espacios han pasado de ser marginales en función de
su peligrosidad intrínseca, a ser revalorizados por razones paisajísticas y culturales.
La imagen difundida por sus promotores los proyecta como lugares confortables,
tranquilos y seguros, habitualmente habitados por población de alto estatus social.
Los barrios cerrados de Santa Fe no se encuentran aun incluidos en el ejido
urbano de la ciudad, ni integran alguna vecinal. El Reglamento de Zonificación de
usos del suelo urbano de 1984 y el actualizado en 2009 no los incorpora por su
localización rururbana, alejada de la ciudad. Constituyen un grupo de
emprendimientos (country club o barrios cerrados) surgidos en las dos últimas
décadas, en distintas etapas de avance:
6
ARIAS SIERRA, P. (2003). Periferias y nueva ciudad. El problema del paisaje en
los procesos de dispersión urbana. Sevilla: Sec. De Publicaciones, Unversidad de
Sevilla, p: 216-217.
 Aires del llano. Obra finalizada, ubicada sobre la Autopista Santa Fe –
Rosario, km 5,5.
 El Paso. Obra finalizada (cuenta con 204 viviendas construidas, 540
lotes de 165 ha en total y club de golf), ubicada sobre la Autopista
Santa Fe – Rosario, km 7.
 La Tatenguita. Obra finalizada, ubicada sobre la Autopista Santa Fe –
Rosario, km 4.
 El Pinar. Obra finalizada, ubicada sobre la Autopista Santa Fe –
Rosario, km 4.
 Altos de la Ribera. Obra en construcción, ubicada sobre la Autopista
Santa Fe – Rosario, km 7, frente a El Paso.
 Las Alamedas. Obra finalizada, ubicado sobre la Autopista Santa Fe –
Rosario.
 Dos Lagunas. Obra en construcción, ubicado sobre la Autopista Santa
Fe – Rosario, km 7, frente a El Paso.
 Los Molinos. Obra finalizada, ubicada en Recreo Sur, ruta 11, km 11.
Área Metropolitana de Santa Fe.
 Ubajay. Obra finalizada, ubicada en San José del Rincón, ruta 1, km 9.
Área Metropolitana de Santa Fe.
 Portal del Leyes. Obra finalizada, ubicada en Arroyo Leyes, ruta 1, km
11,7. Área Metropolitana de Santa Fe.
Otra situación de riesgo representa la superposición de normativas de distinta
naturaleza y de unidades administrativas (provincia, municipios y comunas). Desde
la perspectiva jurídica, se pueden encontrar terrenos públicos, privados y
ocupaciones de hecho, con la propensión a fuertes conflictos legales y sociales,
entre la administración y los ocupantes, así como la implementación de políticas y
medidas descoordinadas entre los diferentes erarios, dificultades en el empleo de
medidas preventivas, prescriptivas y de control.
Haciendo uso de indicadores que cuantifican el impacto medioambiental la
huella ecológica7 de este sector particular, es decir, la tierra productiva, los cuerpos
de agua y demás recursos naturales necesarios para producir los bienes
consumidos por los habitantes de la ciudad y absorber los residuos, supera varias
veces la dimensión del territorio urbano, conteniendo un déficit ecológico altísimo y
apropiándose de la capacidad de carga de los habitantes de pequeñas ciudades,
pueblos o incluso del campo.
Los diversos problemas ambientales tienen sus repercusiones en el paisaje
según Arias Sierra8:
 Problemas derivados de impactos ocasionados por ocupaciones de suelo o
implantación de actividades (caso de industria o residencias) que, al modificar
los usos existentes y las condiciones naturales iniciales, alteran el medio
ambiente y el paisaje, de forma irreversibles, incluso a largo plazo. Especial
7
WACKERNAGEL, M./ HOLMBERG, J./ LUNDQVIST, U./ ROBÈRT, K-H. (1999).
“The Ecological Footprint from a Systems Perspective of Sustainability”. En:
International Journal of Sustainable Development and World Ecology, nro. 6. P: 1733. Göteborg.
8
ARIAS SIERRA, P. (2003). Periferias y nueva ciudad. El problema del paisaje en
los procesos de dispersión urbana. Sevilla: Sec. De Publicaciones, Unversidad de
Sevilla.
efecto tiene la implantación de grandes infraestructuras viarias, de energía,
redes telefónicas, de comunicaciones. El crecimiento explosivo de la
demanda y el cada vez mayor desarrollo de las redes hace que los tendidos
eléctricos sean asumidos como componentes naturales e inevitables en el
paisaje periférico y urbano.
 Alteraciones medioambientales y paisajísticas producidas por efectos
inducidos en el entorno como consecuencia de las nuevas localizaciones,
como ser: atracción de usos o actividades al entorno más o menos próximo
de la implantación realizada (ejemplo, carreteras que se vuelven ejes de
desarrollo o de degradación al concentrar asentamientos irregulares);
revalorización del suelo rústico en periferias con expectativas de
urbanización, como efecto de abandono de la actividad agrícola y de la
degradación del suelo; aumento de accesibilidad por apertura de nuevas vías
en espacios antes aislados y aumento de la presión especulativa;
depreciación de zonas urbanas o periféricas como resultado de radicación de
actividades contaminantes o servicios socialmente negativos como
cementerios, cárceles, rellenos sanitarios, etc.
 En los espacios propiamente rururbanos o rurales de las nuevas periferias,
se identifican
también los efectos medioambientales derivados de la
sobreexplotación de los recursos naturales del geosistema. Algunos
asociados a la mayor extracción de bienes o materias primas del medio,
superiores a las tasas de renovación natural son: agotamiento o reducción
considerable de recursos acuíferos subterráneos, alteración (en cantidad y
calidad) de recursos hídricos superficiales, degradación de suelos por la
extracción de horizontes superiores para construcción de ladrillos u otros
materiales.
Conclusiones.
Los nuevos procesos de desconcentración y descentralización asociados a la
contraurbanización, detectados en el área metropolitana de Santa Fe y en la ciudad
principal, Santa Fe generan un modelo de ciudad cada vez más difuso,
caracterizado por el consumo creciente de recursos y la producción cada vez mayor
de residuos y contaminación a los distintos elementos del sistema ambiental.
Lamentablemente, se puede observar cómo este modelo cobra cada vez más
adeptos en el mundo, sin ser nuestro país y nuestra metrópolis intermedia, Santa Fe
una excepción, dados los modos de desarrollo económico y los estilos de vida de la
población imperantes.
El modelo de movilidad de personas, bienes y servicios imperante en el área
de estudio es el automotriz, medio de transporte que mayor cantidad de
contaminación atmosférica genera en el entorno cercano y que mas recursos
renovables demanda.
Otro de los factores que mayor impacto genera es el cambio en los usos del
suelo. Espacios tradicionalmente rurales que se transforman en urbanos, pasando a
desempeñar funciones como la residencial de clase alta, la de servicios
especializados e incluso industrial. Se inaugura, con estos procesos, un nuevo tipo
de espacio, el rururbano, donde se da el conflicto y la mezcla entre la morfología,
estructura y funcionamiento de lo urbano con lo rural, constituyendo un verdadero
espacio de riesgo y albergando a una población en situación de vulnerabilidad
creciente.
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