A. y S. t. 252, p. 409-415 - Poder Judicial de la Provincia de

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Reg.: A y S t 252 p 409/415.
Santa Fe, 1 de octubre del año 2.013.
VISTA: La queja por denegación del recurso de inconstitucionalidad interpuesto por la
defensa técnica de F. J. R. contra el acuerdo 171 del 21 de mayo de 2012, dictado por la Sala
Primera de la Cámara de Apelación en lo Penal de Rosario, en autos caratulados “R., F. J.
-Recurso de Inconstitucionalidad (Expte. 1136/12) en autos: 'R., F. J. s/ Homicidio y Robo
Agravado'- (Expte. 491/12)” (Expte. C.S.J. N° 346, año 2012); y,
CONSIDERANDO:
1. Por decisión del 21 de mayo de 2012, la Sala Primera de la Cámara de Apelación en lo
Penal de Rosario confirmó lo resuelto por la Jueza de Primera Instancia de Distrito en lo Penal
Correccional y Faltas de Melincué -quien, a su turno, había condenado a F. J. R. a la pena de
dieciséis años de prisión de ejecución efectiva, accesorias legales y costas como partícipe
primario del delito de homicidio simple y coautor penalmente responsable de los delitos de robo
agravado por el uso de arma de fuego, dos hechos, en concurso real entre sí- (fs. 12/14).
2. Contra dicha resolución, la defensa técnica del justiciable interpone recurso de
inconstitucionalidad (fs. 17/31v.).
Al reseñar los antecedentes de la causa, relata que el señor Juez de Primera Instancia de
Distrito en lo Penal de Sentencia de Melincué condenó a F. J. R. como coautor penalmente
responsable de los delitos de robo agravado por uso de arma de fuego (dos hechos) en concurso
real entre sí, absolviéndolo con relación al delito de homicidio simple por insuficiencia de prueba
demostrativa de su responsabilidad penal; y que, apelada tal decisión por el Fiscal, la Cámara de
Apelación en lo Penal de Venado Tuerto dejó sin efecto la absolución referida y dispuso el reenvío
de las actuaciones a primera instancia a los fines de que se dicte nuevo fallo en relación al delito
de homicidio.
Continúa diciendo la presentante que en razón del reenvío ordenado, la señora Jueza de
Primera Instancia de Distrito en lo Penal Correccional y Faltas de Melincué condenó a R. a la pena
de dieciséis años de prisión, accesorias legales y costas, como partícipe primario del delito de
homicidio simple y coautor penalmente responsable de los delitos de robo agravado por el uso de
arma de fuego, dos hechos en concurso real entre sí. Señala luego que contra dicha decisión
interpuso su parte recurso de apelación, el que fue rechazado por la Sala Primera de la Cámara
de Apelación en lo Penal de Rosario, confirmando en consecuencia íntegramente el decisorio.
Esta resolución es atacada mediante el presente recurso de inconstitucionalidad.
Expresa que se afectó “su derecho de defensa mediante la violación del principio del debido
proceso legal por vía de la no vigencia efectiva de la doble instancia” (cfr. f. 19v.).
Al respecto, señala que al ordenar el reenvío de la causa, la Cámara de Apelación en lo
Penal de Venado Tuerto obró de manera defectuosa, toda vez que lejos de limitarse a disponer
ese curso de acción, se explayó en consideraciones de hecho y derecho sobre el objeto de la
contienda, condicionando -a su juicio- de modo necesario e ineluctable el pronunciamiento del
Magistrado de baja instancia a quien se le ordenó el dictado de la nueva sentencia.
Sostiene que este accionar defectuoso no fue valorado en debida forma en el decisorio
impugnado, alegando que la Sala no abordó de modo suficiente y razonado las alteraciones al
debido proceso que tuvieron lugar en la causa y que fueron indicadas por su parte al expresar
agravios.
Entiende que el reenvío dispuesto por la Cámara de Apelación en lo Penal de Venado
Tuerto para que otro Magistrado se pronunciara sobre la causa implicó la formulación de un nuevo
juicio con afectación de la regla “non bis in idem” por habilitar un nuevo y distinto sometimiento a
proceso por el mismo hecho ya juzgado.
Refiere que para impedir la violación de tal garantía constitucional un sector de la doctrina
sostiene que el Fiscal no puede interponer un recurso tendente a revocar una absolución; y que,
en el caso, se violó el sistema constitucional vigente al haberse admitido el recurso de apelación
interpuesto por el actor penal contra la sentencia absolutoria dictada en baja instancia.
Afirma que la garantía del doble conforme dista de ser una situación equivalente al derecho
al recurso ya que mientras éste importa la revisión de lo decidido, aquélla requiere que sean dos
órganos diferenciados los que opinen de igual modo sobre el caso. Agrega que en este proceso, el
reenvío operado afecta el sentido del doble conforme porque aunque el fallo fue dictado por otro
Juez, su sentencia está estrechamente ligada y vinculada a las directivas establecidas por el
Tribunal de Alzada.
Por otro lado, denuncia la afectación del principio de legalidad con base en que la hipótesis
de participación criminal de su asistido resulta carente de una adecuada fundamentación lógica, al
sustentarse en meras afirmaciones dogmáticas e imponer un criterio valorativo de la prueba
basado en una inadecuada aplicación de la presunción de inocencia y del “in dubio pro reo”.
Se agravia de los fundamentos dados por la Sala para hacer responder a R. por el
homicidio. Al respecto, estima que si los hechos concurren materialmente no ha habido una
unidad de designio, sino varios comportamientos cada uno de ellos autónomo de los restantes de
modo que no puede hablarse de un plan de tareas o de división de trabajo.
Agrega que descartada toda conexión ideológica con el delito antecedente -robo del que sí
participó R.-, debe advertirse que su pupilo no produjo comportamiento alguno que concurriera a
determinar el deceso de Penzi; y que el alcance de los actos no puede extenderse sin más a una
decisión homicida común no verificada en modo alguno en la especie.
3. El A quo, por auto de fecha 5 de septiembre de 2012, deniega la concesión del recurso
de inconstitucionalidad (fs. 35/36); lo que motiva la presentación directa de la defensa del
imputado ante esta Sede (fs. 2/9v.).
4. Se adelanta que la presente queja no ha de prosperar, por cuanto si bien la
compareciente estima arbitraria la valoración de las constancias de la causa que efectuara el
Tribunal y alega afectación a mandas constitucionales, en realidad de la lectura del memorial
introductor de la vía extraordinaria y su confrontación con la sentencia atacada surge que, en
sustancia, se discute la interpretación que de los hechos y de normas de derecho común y
procesal efectuó la Cámara en ejercicio de funciones propias, sin que se avizore un supuesto de
arbitrariedad ni de violación de garantías constitucionales que justifique la intervención de esta
Corte.
4.1. En primer lugar, debe analizarse el planteo de la recurrente vinculado a la vulneración
de la doble instancia con base en que la Cámara de Apelación en lo Penal de Venado Tuerto, al
disponer el reenvío de la causa para que se emita nuevo fallo, habría vertido consideraciones de
hecho y de derecho que habrían condicionado la actividad de la Magistrada que concurrió luego al
dictado de la sentencia.
Debe señalarse, ante todo, que atenta contra la admisión de esta postulación, su falta de
suficiencia.
Es que, si bien la impugnante refiere que el Tribunal de Alzada con sus consideraciones
condicionó la tarea de la Jueza que debía fallar nuevamente la causa, lo cierto es que no expresa
la recurrente siquiera en forma genérica los fundamentos dados por la Cámara de Apelación en lo
Penal de Venado Tuerto al revocar la absolución dictada en primera instancia para posibilitar el
análisis por este Tribunal de las expresiones allí vertidas a la luz de sus planteos. En similar tenor,
no transcribe al menos los principales argumentos del fallo dictado por la Sentenciante del
reenvío, circunstancia que también resultaba imprescindible para juzgar la adecuación de su
agravio a lo ocurrido en la causa.
De todos modos, no puede dejar de señalarse que, en principio y de acuerdo al relato de la
propia interesada, la solución aplicada por la Cámara de Apelación en lo Penal de Venado Tuerto
-reenviar sin resolver acerca de la absolución o condena- ha sido la indicada por esta Corte
justamente como la adecuada para asegurar el derecho al recurso amplio contra la sentencia
condenatoria (cfr. criterio de “Alí”, A. y S. T. 234, pág. 378 y su jurisprudencia consecuencial). Por
tanto, no se advierte afectación alguna a la mencionada garantía, considerando que la sentencia
de condena dictada por la Jueza de Primera Instancia de Distrito en lo Penal Correccional y Faltas
de Melincué ha sido revisada y confirmada luego de tramitado un recurso amplio, que admite la
reevaluación de cuestiones de hecho y prueba (recurso de apelación ordinaria) y que ha sido
resuelto por una Cámara distinta a la que ordenara el reenvío (Sala Primera de la Cámara de
Apelación en lo Penal de Rosario), por lo que en el caso, y más allá del Tribunal que dispusiera el
reenvío, dos órganos jurisdiccionales diferenciados opinaron de igual modo sobre la condena del
imputado.
En consecuencia, no logra la presentante con sus alegaciones persuadir a esta Corte de
que el reenvío que tuvo lugar en la causa haya implicado vulneración de la garantía de doble
instancia.
Por lo demás, dada la escasa fundamentación del agravio en el escrito introductorio de la
vía, la compareciente no logra demostrar que al revocar la absolución de R. y disponer el reenvío
de la causa, los Jueces hubieran excedido su competencia, ni condicionado la sentencia de la
nueva Jueza por las consideraciones por ellos vertidas, ni afectado por ende la independencia
interna de los Tribunales de primera y de segunda instancia que fallaran luego.
Tampoco asiste razón a la recurrente cuando se queja del deficiente tratamiento que la
Alzada le habría brindado a su postulación, toda vez que la lectura de la resolución impugnada
revela que la Sala expuso las razones por las cuales entendió que en el caso no se había afectado
el debido proceso, citando en apoyo de la solución del reenvío la doctrina constitucional de esta
Corte referida. En consecuencia, las alegaciones en este sentido reflejan sólo el mero disenso de
la recurrente con la solución a la que arribaron los Magistrados, sin lograr su descalificación desde
la óptica constitucional.
4.2. La misma suerte ha de correr la alegada vulneración del “non bis in ídem” por haberse
admitido el recurso fiscal ante una sentencia absolutoria y por implicar -a juicio de la quejosa- el
reenvío un nuevo sometimiento a proceso del imputado.
Este agravio habrá de rechazarse conforme lo expuesto en la causa “Rivadero” (A. y S. T.
246, págs. 308/319, 16.10.2012, punto 2 de la segunda cuestión del voto del señor Ministro doctor
Erbetta) a cuyos fundamentos corresponde remitir en honor a la brevedad por resultar el planteo
defensivo sustancialmente análogo al considerado y decidido por esta Corte en la mencionada
causa.
Así planteada la cuestión, las alegaciones de la recurrente resultan insuficientes para
demostrar que se hubiera configurado, en las concretas circunstancias del caso, un supuesto de
violación a la garantía referida.
Por lo demás, cabe señalar al respecto que las copias del resumen oficial emitido por la
Corte Interamericana de Derechos Humanos del “Caso Mohamed vs. Argentina”, acompañada por
el imputado invocando que sea tenido en cuenta por tratarse de un caso análogo al debatido en
autos (cfr. fs. 66/73) no posee entidad para variar la suerte de este agravio. En efecto, en el
precedente referido tal Tribunal internacional juzgó que no había existido una vulneración a la
garantía prevista en el artículo 8.4 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y que
tampoco se había probado que en Argentina el principio de “ne bis in ídem” debiera ser
garantizado de forma más amplia que en los términos indicados en la Convención -que
expresamente exige firmeza de la sentencia para la posibilidad de configuración de la violación de
tal garantía- lo que no ocurrió en autos en el que se trató de distintas instancias dentro de un
mismo proceso aún en trámite.
En conclusión, el análisis del devenir del presente proceso a la luz de los planteos de
afectación a mandas constitucionales efectuados por la defensa, lleva a concluir que en la
presentación extraordinaria no se logra demostrar liminarmente que en autos se hubiera
configurado la violación de tales garantías ni menos aún que la doctrina constitucional consolidada
al respecto encuadre esta situación como hipótesis de violación al principio en cuestión. De igual
manera, no persuade a esta Corte la recurrente de la afectación del derecho a la doble instancia o
al doble conforme puesto que se han asegurado, como se dijo, tanto el derecho a la revisión
amplia de la condena como -en palabras de la impugnante- “que sean dos órganos diferenciados
los que opinen de igual modo sobre el caso” (cfr. f. 26).
4.3. Por último, respecto a la alegada vulneración del principio de legalidad en el
entendimiento de que ante la ausencia de toda conexión ideológica entre los robos y el homicidio,
no podía extenderse la decisión homicida a R., las postulaciones de la quejosa en confrontación
con la resolución recurrida revelan su mera discrepancia con la solución a la que arribaron los
Jueces de la causa, respecto a la condena, grado de participación y calificación legal escogida.
Y sabido es que la aplicación del derecho común y la ponderación de la prueba por los
tribunales ordinarios no son susceptibles de ser valoradas en esta instancia de excepción,
naturalmente salvo casos de arbitrariedad cuya presencia en el caso en modo alguno ha sido
demostrada por la impugnante.
Ello así por cuanto los Sentenciantes brindaron los motivos por los cuales entendían que el
pronunciamiento apelado debía ser confirmado, exponiendo el razonamiento a partir del cual
consideraban que pese a que R. no había sido quien efectuara el disparo que había provocado la
muerte de Penzi, ello no lo eximía de la participación en el homicidio. En este sentido, los
Magistrados analizaron la participación asumida por el procesado en los hechos investigados y
brindaron las razones con base en las cuales podía concluirse que había existido un plan
concertado por ambos imputados y que R. no había sido ajeno a ninguna secuencia del mismo.
Frente a esta argumentación, la presentante insiste con la ausencia de conexión ideológica
entre los ilícitos de robo y homicidio, pero sin lograr acreditar que la Cámara, al confirmar la
decisión que condenó a R. como partícipe del homicidio hubiera efectuado una interpretación
arbitraria de las pruebas reunidas ni una exégesis irrazonable de las normas de derecho común
con arreglo a las circunstancias comprobadas de la causa, máxime cuando -como se dijo- se
advierte que lo resuelto se encuentra suficientemente fundado.
4.4. En consecuencia, conforme las falencias apuntadas, sólo se vislumbra un mero
disenso de la defensa con el modo en que fueron interpretadas por los Sentenciantes normas de
derecho común, procesal y con el alcance asignado al resultado de los medios de confirmación
producidos durante el proceso. Y sabido es que tales planteos no constituyen cuestión susceptible
de ser revisable por esta vía cuando, como ocurre en este supuesto, los fundamentos que brindó
para solventar su decisión, se compartan o no, en modo alguno logran ser descalificados desde la
óptica constitucional.
De este modo, no presentan las postulaciones de la presentante entidad suficiente como
para abrir esta instancia excepcional, cuyo propósito no es -como reiteradamente se ha sostenidoenmendar posibles errores o soluciones opinables, sino verificar la adecuación de los
pronunciamientos emanados de los tribunales inferiores al ordenamiento jurídico fundamental.
Por ello, la Corte Suprema de Justicia de la Provincia RESUELVE: Rechazar la queja
interpuesta.
Regístrese, hágase saber y oportunamente remítanse copias al Tribunal de origen.
FDO.: SPULER ERBETTA GUTIÉRREZ NETRI (por su voto) BORDAS (SECRETARIO).
VOTO DEL SEÑOR MINISTRO DOCTOR NETRI:
Comparto la conclusión vertida por el rechazo de la queja coincidiendo con los fundamentos
expuestos en los puntos 4.1 y 4.3 del voto que antecede.
Con relación a la presunta violación al “non bis in idem”, cabe igualmente rechazar el
agravio articulado en el memorial introductor de la vía extraordinaria conforme lo expuesto en A. y
S. T. 246, pág. 121 (voto del señor Ministro doctor Netri, punto 2 de la segunda cuestión).
Asimismo, cabe reparar en que la impugnante no convence acerca de que el trámite
seguido en la causa -siguiendo la jurisprudencia de este Tribunal a partir del caso “Alí”- constituya
una violación de la garantía constitucional mencionada, menos aún conforme al entendimiento
otorgado al artículo 8.4 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos por la Corte
Interamericana de Derechos Humanos en “Mohamed” (vid. A. y S. T. 250, pág. 306, voto del señor
Ministro doctor Netri).
En definitiva y por los argumentos reseñados, corresponde el rechazo de la queja.
FDO.: NETRI BORDAS (SECRETARIO).
Tribunal de origen: Cámara de Apelación en lo Penal de Rosario (Sala I).
Tribunal que intervino con anterioridad: Juzgado de Primera Instancia de Distrito en lo Penal
Correccional y Faltas de Melincué.
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