Variación intratipológica y diatópica en los eventos de movimiento * Iraide Ibarretxe-Antuñano y Alberto Hijazo-Gascón, Universidad de Zaragoza, Zaragoza Resumen Los eventos de movimiento, según la teoría de los patrones de lexicalización de Talmy (1991, 2000), se pueden lexicalizar de dos formas diferentes: por un lado, con la información sobre la trayectoria en el verbo principal y la información sobre la manera en la que se produce el movimiento fuera del verbo, o el patrón contrario, es decir, la manera en el verbo principal y la trayectoria fuera. Estos dos patrones han dado lugar a una clasificación tipológica: las lenguas de marco verbal y las lenguas de marco de satélite, respectivamente. En este trabajo vamos a centrarnos en dos aspectos que todavía no han recibido suficiente atención dentro este marco teórico: (i) la variación intratipológica, es decir, entre lenguas que pertenecen al mismo patrón, y (ii) la variación diatópica, es decir, entre variedades de una misma lengua. Los datos provienen de dos lenguas de marco verbal, el español y euskera, y de diversas variedades de español norteño. Abstract According to Talmy’s (1991, 2000) theory of lexicalisation patterns, motion events are lexicalised in two different ways: in some cases, the main verb gives information about the trajectory while the details about the manner of motion are expressed in a separate element, and in some other cases, the pattern is the opposite, the main verb lexicalises the manner of motion, and the trajectory is codified in an element outside. These two patterns give rise to a semantic typological classification: verb-framed languages and satellite-framed languages, respectively. This paper discusses two issues that have not yet received the attention they deserve in this theoretical model: (i) intratypological variation, that is, differences in languages that belong to the same lexicalisation pattern, and (ii) diatopic variation, i.e. differences in varieties of the same language. Data come from two verb-framed languages, Spanish and Basque, and from several varieties of Northern Peninsular Spanish. 1. Patrones de lexicalización Talmy (1991, 2000) en su teoría de los patrones de lexicalización distingue entre dos tipos de elementos: los elementos semánticos, que serían componentes conceptuales que caracterizan a un determinado evento, y los elementos superficiales, que serían los diferentes recursos lingüísticos que una lengua tiene para expresar los elementos semánticos. Los primeros serían universales, ya que describen en dominio conceptual, y los segundos particulares para cada lengua. Según Talmy, la relación entre los elementos semánticos y los elementos superficiales no es necesariamente de una correspondencia uno a uno, es decir, a veces un elemento semántico necesita para ser * La investigación para este trabajo ha sido parcialmente subvencionada por el grupo SYLEX, el proyecto de investigación del MEC (HUM2007-64200/FILO) (Ibarretxe-Antuñano), y la beca de investigación de la Diputación General de Aragón (B043/2007) (Hijazo-Gascón). Además, queremos dar las gracias a Carmen Isasi y Sara Gómez Seibane, coordinadoras de la sección de Español Norteño dentro del Congreso Internacional del Lingüística Hispánica (Universität Leipzig, 2009), así como a su director, Carsten Sinner, por la invitación a participar en el mismo. expresado un único elemento superficial, pero muchas veces esas correspondencias no tienen porqué ser así. Podemos tener que un elemento superficial codifica dos o tres elementos semánticos, o al contrario, que un único elemento semántico necesita varios elementos superficiales. A estas correspondencias entre unos elementos y otros Talmy las denomina estrategias de empaquetamiento. En el caso concreto de los eventos de movimiento, que Talmy (1991) define como situaciones que contienen movimiento o permanecen en una situación estacionaria, los elementos semánticos que define son los siguientes: Figura: entidad que realiza el movimiento, Base: fondo sobre el cual se mueve la Figura, Movimiento: la presencia o la ausencia de movimiento en sí misma, Camino: 1 trayectoria que sigue la Figura, Causa: agente que causa el movimiento, y Manera: forma en la que se desarrolla el movimiento. Los cuatro primeros son principales porque pertenecen exclusivamente a los eventos de movimiento, de estos, el más importante, el que debe aparecer siempre para que se pueda considerar un evento de movimiento es el del Camino. Los dos últimos son secundarios porque no son propios exclusivamente de este tipo de eventos. En teoría, las posibles estrategias de empaquetamiento que existen podrían ser infinitas, ya que las posibilidades de combinación entre estos elementos no tendrían límite. Sin embargo, y éste es uno de los puntos interesantes desde la perspectiva tipológica, parece ser que las lenguas del mundo tienden a seguir mayoritariamente dos estrategias en su expresión más característica del evento de movimiento. Estos serían los dos patrones de lexicalización propuestos por Talmy. Por un lado, tendríamos las lenguas de marco verbal que fusionan el Movimiento y el Camino en el verbo principal, y la Manera, si es que aparece, en una expresión aparte (un sintagma preposicional, un adverbio, un gerundio…). Por otro lado, las lenguas de marco de satélite que siguen la estrategia contraria: el Movimiento y la Manera vienen lexicalizados en el verbo principal, y el Camino fuera del verbo, en el satélite. Los ejemplos en (1) y (2) ilustran estos dos patrones respectivamente. (1) Eve koşarak girdi casa.ad corriendo entró ‘Entró en la casa corriendo’ (2) He ran into the él corrió adentro la ‘Entró en la casa corriendo’ house casa En el ejemplo (1) del turco se ve como la información sobre el Camino está codificada en el verbo girmek ‘entrar’, mientras que la Manera lo está en la expresión aparte, koşarak ‘corriendo’. El patrón de lexicalización de las lenguas de marco de satélite se ve claramente en el otro ejemplo (2) del inglés. El verbo run ‘correr’ codifica la información sobre la Manera y el satélite into ‘adentro’, el Camino. Además del turco, dentro de las lenguas de marco verbal se encuentran el japonés, el hebreo, el cado, el tamil, las lenguas polinésicas, las mayas y las románicas, entre otras. En el otro grupo se incluyen las lenguas germánicas, las eslavas, las fino-úgricas, el ojiwa y el walpiri, entre otras (véase Strömqvist y Verhoeven 2004 para una lista más completa). 1 Hemos utilizado el término Camino en vez de otros como trayectoria, dirección o direccionalidad, primero para que no se confundan con otros términos dentro de la lingüística cognitiva (p. ej. Langacker trajector), y segundo, porque el concepto de Talmy de Path es mucho más complejo y rico de lo que una etiqueta como las arriba puede abarcar. A pesar de que este modelo tipológico se ha utilizado para explicar los eventos de movimiento en muchas lenguas del mundo, hay algunos aspectos que o bien no se han tratado con todo el detalle que se merecen, o bien que aún no han sido explorados. En este trabajo queremos centrarnos en dos de estos casos. 2 Por un lado, en la cuestión de la variación intratipológica, es decir, en la variación que existe con respecto a la descripción y codificación de los componentes semánticos de los eventos de movimiento en lenguas que pertenecen a un mismo grupo tipológico. Este tema lo trataremos en la siguiente sección y tomaremos como referencia dos lenguas que pertenecen al grupo de lenguas de marco verbal, el español y el euskera. Por otro lado, en la cuestión de la variación diatópica, es decir, en la variación que existe con respecto a la descripción y codificación de los componentes semánticos de los eventos de movimiento en las variedades de una misma lengua que pueden o no pertenecer al mismo patrón tipológico. Para este segundo punto nos centramos en las variedades de español norteño, en concreto, en el español del País Vasco (Bizkaia) y en el español de Aragón (Zaragoza y Huesca). Los datos que manejamos en este trabajo son orales y, siguiendo la metodología utilizada por Berman y Slobin (1994), han sido elicitados utilizando el libro de imágenes Frog, where are you? (Mayer 1969). Este libro consta de 24 dibujos que muestran la historia de un niño que, acompañado de su perro, sale al bosque a buscar a su rana. A los informantes se les pide primero que estudien, durante el tiempo que necesiten, las imágenes para conocer la historia. Seguidamente, y siempre con el apoyo del libro, tienen que contar qué es lo que sucede. Las narraciones se graban y después se transcriben y codifican para ser analizadas. 2. Variación intratipológica: español y euskera en la tipología El español y el euskera son dos lenguas que presentan un patrón de lexicalización típico de las lenguas de marco verbal como podemos ver en los ejemplos siguientes: 3 (3) De repente sale un ratón (4) eta erlauntzatik erle guztiak irten Y colmena:abs abeja todo:abs:det:p salir:perf ‘Y todas las abejas salen volando de la colmena’ ziren hegaka aux volando En ambos casos, el verbo principal está indicando la trayectoria que sigue la Figura: salir en español e irten ‘salir’ en euskera. También, como suele ser común en este grupo de lenguas, la Manera se expresa fuera del verbo en un sintagma preposicional como de repente, o en un adverbio como hegaka ‘volando’. A pesar de que estas lenguas muestran estas similitudes en cuando a la lexicalización característica de estos dos componentes semánticos, el Camino y la Manera, cabe preguntarse si son también iguales con respecto a su descripción, es decir, a la cantidad de detalles que los hablantes dan cuando describen un evento de movimiento. Según autores como Slobin (1991, 1996, 1997), los hablantes de lenguas de marco verbal se 2 Véase Ibarretxe-Antuñano (en prensa) para un repaso a algunos de los problemas que subyacen a la tipología de Talmy y a algunas de las soluciones propuestas. 3 Los ejemplos en esta sección proceden de dos fuentes diferentes. Los datos de euskera pertenecen al corpus de historias de la rana de Ibarretxe-Antuñano (2004a). Los datos del español son del corpus utilizado Slobin (1996), véase también Sebastián y Slobin (1994), en que se utilizan hablantes de variedades del español de Argentina, de Chile y Peninsular central de Madrid (seis hablantes de cada variedad). Aprovechamos esta ocasión para agradecerle a este autor que haya compartido estos datos con nosotros. caracterizan porque, por un lado, no suelen dar muchos detalles sobre el componente de Camino más allá de la información contenida en el verbo principal; esto hace que las narraciones sobre el movimiento sean menos dinámicas, que las trayectorias queden implícitas y se tienda a dar más detalles del entorno en que se desarrolla el movimiento. Por otro lado, tampoco describen la Manera a no ser que sea discursivamente muy relevante (véase Özçalışkan y Slobin 2003), y si lo hacen siempre es una descripción muy general, es decir, no dan detalles muy expresivos. Sin embargo, en algunos estudios más recientes se ha demostrado que las lenguas que pertenecen al mismo grupo tipológico no tienen porqué comportarse de la misma forma, sino que existe cierta variabilidad interna (Ibarretxe-Antuñano 2004b, 2009a; Slobin 2004, 2006). En otras palabras, aunque las lenguas presenten un mismo patrón de lexicalización, la cantidad y el tipo de información que se dé de cada componente semántico no tienen por qué ser la misma. Esta variación está estrechamente ligada a la saliencia o accesibilidad cognitiva que estos componentes semánticos tengan para el hablante. Cuanto más fácil sea la codificación de los mismos, por ejemplo, porque una lengua presente más recursos lingüísticos, más posibilidades hay de que el hablante se fije y los describa en más detalle. Pasemos ahora a comparar los eventos de movimiento en español y euskera para ver si existen diferencias a la hora de describir la Manera, el Camino y la Base. 2.1. La descripción de la Manera en español y en euskera Basándonos en los datos de las narraciones de la rana, podemos decir que el español y el euskera se comportan ambos tal y como se puede esperar de una lengua de marco verbal. Por un lado, los verbos de Manera que se utilizan 4 son muy generales como vemos en (5) y (6). (5) V:m Æ correr, dar un empujón, dar un salto, nadar, saltar, volar V:md Æ arrojar, encaminarse, escaparse, huir, perseguir, trepar(se), precipitarse, sumergirse (6) V:m Æ airatu ‘volar’, ibili ‘andar’, irriste egin ‘resbalarse’, korrika egin ‘correr’, paseatu ‘pasear’, saltatu, salto egin ‘saltar’ V:md Æ bidali ‘enviar’, bota ‘tirar’, eskapatu ‘escapar’, ihes egin ‘escapar’ Por otro lado, los hablantes de estas dos lenguas no dan mucha información y solamente cuanto es discursivamente relevante (McNeill 2000; Papafragou, Massei y Gleitman 2006; Özcalışkan y Slobin 2003; Slobin 1996, 1997, 2000). Veamos un ejemplo. En la Figura 1, tenemos una de las escenas de las historias de la rana, la escena del búho. El evento de movimiento es el siguiente: el búho que estaba dentro del árbol (en la imagen anterior a esta), aparece de repente y asusta al niño que termina en el suelo. 4 (V:md). Vamos a distinguir entre los verbos que codifican Manera (V:m) y los que codifican Manera y Camino Figura 1: Escena del búho Los hablantes de español y de euskera describen esta escena del búho con ejemplos como los de (7) y (8). (7) Y del agujero salió un búho (8) hontz handi bat ateratzen búho grande uno salir.hab ‘Le sale un búho grande‘ zaio aux Como ocurre en la mayoría de las lenguas de marco verbal (Slobin 2004, 2006), los hablantes no mencionan en ninguna ocasión la manera en la que el búho sale del árbol. De hecho, al ser la Figura un ave se supone que estos animales vuelan, por lo que sería muy redundante el decir que ‘sale volando’, ya que esta es la forma canónica en la que se mueven estos animales, y por lo tanto, es discursivamente irrelevante. Sin embargo, a pesar de que las descripciones en estas dos lenguas son muy similares, es importante mencionar que sí que hay una diferencia importante entre el euskera y el castellano: los recursos lingüísticos que estas dos lenguas tienen para codificar la Manera. El euskera, a diferencia del español, tiene un rico y numeroso inventario de ideófonos del movimiento, más de 800 (Ibarretxe-Antuñano 2006). Estas palabras, a veces también llamadas onomatopeyas, tienen unas características estructurales especiales (fonología y prosodia inusual, reduplicación, simbolismo fónico). En (9), el ideófono biriboraka expresa un movimiento precipitando, como cuando alguien cae rodando, dando vueltas de una manera descontrolada. (9) Eta Aitor biriboraka lurrera y aitor ide suelo.abl ‘Y tiró a Aitor rodando al suelo’ bota tirar.perf eban aux Sobre todo, lo que nos interesa destacar aquí, es que los ideófonos en euskera describen diferentes subcomponentes de la Manera como la cantidad de energía, la velocidad, el movimiento forzado, el movimiento con obstrucción, el movimiento suave, el movimiento furtivo o el patrón motriz, ilustrados en la Tabla 1 junto con el número de ideófonos correspondientes a cada subtipo. Ejemplo y traducción 5 Zirkin ‘impulsión’ Mara-mara ‘movimiento suave’ Hirrinbili-harranbala ‘moverse torpemente’ Jitipiti-hatapata ‘andar a gatas’ Zirkun-zarkun ‘ir a trompicones’ Haia-haia ‘rápidamente’ Enuxu-banuxu ‘despacio’ Dringili-drangala ‘balancearse, mecerse’ Tipi-tapa ‘andar con pasos cortos y ligeros’; atxi-atxika ‘corriendo’; txingili-mingili ‘andar sobre un pie’; fla-fla ‘volar’; igeri-migeri ‘como nadando’ PM-andar + M. Forzado Kinki-kanka ‘andar con dificultad’ PM-correr+ Velocidad Terreil-merreil ‘ir a la desbandada’ Tabla 1: Tipos de ideófonos de Manera de movimiento en euskera Manera Energía: alta baja Movimiento forzado Movimiento furtivo Mov. obstrucción Velocidad: rápida lenta Movimiento suave Patrón motriz Número 8 46 11 37 11 176 292 66 24 Lo interesante del euskera es que, aunque tiene recursos lingüísticos para poder describir el componente de Manera, los hablantes no suelen fijarse en este componente cuando describen un evento de movimiento, o no tanto como se desprendería de unos recursos tan ricos, tal y como plantea Slobin (2004, 2006) al describir el continuo de saliencia de la Manera. Parece ser que hay otros factores pragmáticos e incluso sociolingüísticos, que hacen que los hablantes vascos eviten el uso de estos elementos (Ibarretxe-Antuñano 2009b). 2.2. La descripción del Camino y la Base en español y en euskera Las diferencias más importantes entre estas dos lenguas las encontramos en la descripción del componente de Camino. El español se comporta como una lengua típica del marco verbal, es decir, los hablantes describen la trayectoria sobre todo en el verbo principal sin añadir muchos otros detalles en elementos externos (Slobin 1996, 1997). El euskera, por el contrario, no sigue esta tendencia, y se acerca más a las lenguas de marco de satélite. Los hablantes prefieren dar una rica y detallada descripción de la trayectoria. Veamos algunos ejemplos con otras escenas de las historias de la rana. Figura 2: Escena del perro 5 Por motivos de espacio solamente damos una traducción breve de lo que significan estas palabras. En esta imagen, los hablantes tienen que describir qué ocurren con el perro, y las descripciones más típicas en estas lenguas las tenemos en (10) y (11): (10) El perro Tomy pierde el equilibrio y se cayó (11) Bapatean Txuri txakurra leihotik behera de.repente txurri perro.abs ventana.abl abajo.adl Lit. ‘De repente Txurri, el perro, se va de la ventana a abajo joan zan ir.perf aux Como vemos en (10), en español solamente se menciona el verbo caer, mientras que en euskera, se da la trayectoria completa, lehiotik behera ‘de la ventana al suelo’. En la siguiente figura, la escena del ciervo, encontramos una situación parecida. Figura 3: Escena del ciervo Los hablantes de español dan información sobre la trayectoria en el verbo y la amplían con un elemento más, que describe el destino: (12) Se cayeron a un charco Los hablantes de euskera, por su parte, son mucho más específicos y precisos, ya que, no solo utilizan un verbo de Camino, erori ‘caer’, sino que además utilizan otros tres elementos más, amidegitikan behera ‘del precipio al suelo’ e ibai batera ‘al río’. (13) Danak amildegitikan behera erori batera todo.pl.abs precipicio.abl.loc abajo.adl caer.perf uno.adl Lit. ‘Todos se cayeron del precipicio a abajo a un río’ zian ibai aux río En la Tabla 2, se comparan los datos de los hablantes españoles y vascos para todas las escenas de caídas de las historias de la rana. En la segunda columna se ven los casos en los que el verbo principal está solo (V-info) o cuando tiene algún tipo de información extra (V+info), y en la tercera columna, se contabiliza el número de piezas de información por cada verbo, una o más de una. Lengua Verbo e información Número de piezas de información V-info V+info Una +Una Español 32% (21casos) 68 (44casos) 95,5 % (42casos) 4,5 % (2casos) Euskera 11,9% (7casos) 88,1% (52casos) 61,5% (32casos) 38,5% (20casos) Tabla 2: Descripción del Camino en español y euskera Como se puede observar en esta tabla, la tendencia está clara. En euskera casi nunca se utiliza el verbo solo, y se da mayor información de la trayectoria que en español. Éste, por tanto, se puede considerar un caso claro de variación intratipológica. El siguiente paso consiste en explicar el porqué, es decir, las razones que justifiquen estas diferencias. Ibarretxe-Antuñano (2004b, 2009a) arguye que algunas características tipológicas del euskera como el orden de elementos, los recursos lingüísticos (casos, postposiciones) o la omisión verbal, entre otros, pueden justificar esta variación. 3. Variación diatópica: español norteño La variación diatópica se refiere a la posibilidad de que las variedades de una misma lengua, puedan mostrar diferentes tendencias discursivas a la hora de describir los eventos de movimiento. Aunque esta perspectiva de análisis no ha recibido aún la atención que se merece dentro del marco de los patrones de lexicalización de Talmy, algunos autores que han trabajado con las variedades del alemán (suizo) (Berthele 2004a, b, 2006) y las variedades del italiano (Iacobini 2009, Mosca 2007, Schwarze 1985) muestran que hay diferencias significativas dentro de una misma lengua. En esta sección vamos a estudiar cómo se describen los eventos de movimiento a través de datos recogidos de español norteño, en concreto, del País Vasco (Bizkaia) y de Aragón (Zaragoza, Huesca), para observar si las variedades diatópicas del español son un factor a tener en cuenta en el estudio de los eventos de movimiento. Los datos, como hemos mencionado más arriba, son elicitados utilizando las Historias de la rana. El español del País Vasco no presenta muchas características distintivas propias si lo comparamos con el español estándar. Es una variedad muy cercana al español normativo, probablemente, como señalan algunos autores (García Mouton 2002), debido a que la otra lengua con la que convive, el euskera, tiene unas características tipológicas muy diferenciadas. Aún así, se suelen describir algunos rasgos diatópicos característicos (véanse Etxebarria 1988, Oñederra 2001, 2003, Turrez 1988, Urrutia 2003, para las variedades de Bilbao y alrededores, Etxebarria 1985, Unamuno 1956, Zarate 1976). Desde el punto de vista fonético, algunos autores (Echaide 1966, 1968, Elordieta 2003, Oñederra 2003) señalan como característico la intensidad de la vibrante que suele tener un número de oclusiones mayor, mayor resistencia a la neutralización entre la palatal lateral y la central, la elisión de la dental sonora en la terminación –ado acompañada de cierre en /o/ o /u/ y diptongación—aunque este rasgo lo comparten otras variedades del español, ocurre de forma predominante en esta variedad-, incorporación al español de la consonante fricativa sorda prepalatal en préstamos como xirimiri ‘llovizna’ y en algunos contextos informales, el acento tonal L+H*, y solamente en algunos hablantes, el seseo con la s apical (p. ej. cerilla Æ serilla). Con respecto a las características morfosintácticas, se pueden mencionar los siguientes rasgos: el uso de algunos tiempos verbales como el condicional en lugar del subjuntivo (p. ej. aunque querría no podría hacerlo, me gustaría que irías a la tienda), el uso del infinitivo (p. ej. esta sidra es preferible beber fresca, luego limpiar, cocer y poner) y solidez en la distinción entre el pretérito perfecto (he ido –hoy) y el pretérito indefinido (fui—ayer). El paradigma de los clíticos de tercera persona presenta estas características (Fernández Ordoñez 1997, 1999, Landa 1992, 1995, Landa y Franco 1992, Urrutia 2003, Uruburu Bidaurrazaga 1993): leísmo, singular y plural, para hacer referencia a los objetos directos personales o animados tanto masculinos como femeninos (p. ej. le llamé –a Izaskun, les he invitado a comer—a sus tíos), usos anómalos de los pronombres átonos bien por exceso como en los clíticos le/les como dativos, y también como acusativos y objetos directos (masculinos o femeninos) (p. ej. le llamo a Mikel) o por defecto, como en la elipsis de lo(s) y la(s) en objetos directos y acusativos no animados (p. ej. ¿has traído el certificado por si acaso? No, no ∅ he traído). El orden de los elementos en la oración también es a veces diferente, especialmente con respecto a la posición del foco (delante del verbo) como en tres sobresalientes tiene, un coche nuevo dice que ha comprado. También se suele dar una intensificación del adjetivo y otras formas a través de la reduplicación como, por ejemplo, esta comida es rica, rica. Los pronombres posesivos, especialmente cuando van con los nombres de parentesco, suelen suprimirse (p. ej. la madre me ha dado un libro), y los demostrativos en oraciones como éste opina lo contrario no tienen valor despectivo. Algunos nexos también tienen unos usos específicos: el pues se puede utilizar con valor causal (p. ej. no voy a ir a la escuela, ¿pues?), el ya, además de su valor temporal, se puede usar como partícula expletiva (p. ej. Iñaki ya viene puede significar que viene ahora o que sí que viene), y a veces se suelen también elidir algunos elementos que siguen a un nexo, dándole un relieve acentual o tonal (p. ej. dame dos botellas o así). También se encuentran usos diferentes de algunas preposiciones (p. ej. sábado a la mañana). Otro rasgo que suele apreciarse, pero en menor medida y solamente en algunos hablantes, es la falta de concordancia nominal como, por ejemplo, la de número (p. ej. las manzana verdes). Desde la perspectiva del léxico se pueden señalar muchos casos que cubren todas las parcelas de la vida cotidiana (Etxebarria 1986, 1988), ya que se observan préstamos del euskera en campos como los animales (sapaburu ‘renacuajo’, sagutxu ‘ratoncito’), la alimentación (hamaiketako ‘almuerzo’, giarra ‘solomillo del cerdo’), la agricultura (artaburu ‘mazorca de maíz, también tonto’, atxur ‘azada pequeña’), la vida social y diversiones (aurresku ‘danza típica’, haizkolari ‘corta troncos (deporte rural)’), la vida política y trabajo (batzoki ‘sede nacionalista’, langile ‘trabajador’), la familia (aita ‘padre’, ama ‘madre’) y la salud ((estar) larri ‘malestar general’, (estar) kikikolo ‘no tener buena salud, pachucho’). Además también se puede incluir aquí el uso del sufijo diminutivo vasco –txu (-txo) como en Begotxu o aitatxu ‘papito’ y el sufijo gentilicio – tarra como en bilbotarra ‘bilbaíno’ o donostiarra ‘de San Sebastián’. Aunque en menor medida también se encuentran algunos calcos del euskera como, por ejemplo, el uso de sustantivos en plural pero con referencia singular (p. ej. los funerales por el funeral), y el empleo de los verbos: coger (hartu) en expresiones como coger fuego o coger daño, andar (ibili) en casos como mi padre ahora anda con la espalda ‘mi padre tiene dolor de espalda’, y hacer (egin) en oraciones como el alumno hace uno con sus compañeros ‘el alumno se une a sus compañeros’. Para este estudio hemos recogido datos de seis hablantes del País Vasco, más concretamente de la provincia de Bizkaia, en el área de Bilbao y sus alrededores (Santurtzi). Los hablantes, adultos con edades comprendidas entre los 30 y los 77, han sido cuidadosamente seleccionados atendiendo a los siguientes requisitos: tienen como lengua materna el español, han sido alfabetizados en esta lengua, son de ascendencia vasca por parte paterna y materna, han residido siempre en el País Vasco, y su contacto con el euskera se debe al entorno bilingüe del País Vasco, pero no como lengua de comunicación habitual. Por lo que respecta a Aragón, se ha señalado su riqueza lingüística en numerosas ocasiones. De hecho es uno de los territorios hispánicos más estudiados por la dialectología y en él conviven diversas lenguas: el español, que se habla en la mayor parte del territorio desde el proceso de castellanización de finales del siglo XV, 6 el catalán en la parte oriental, y las variedades del aragonés que se mantienen en los valles pirenaicos. Aunque en todo el territorio se habla español, la zona inequívocamente monolingüe comprende el sur de la provincia de Huesca y las provincias de Zaragoza y Teruel, dejando al margen las zonas orientales (y catalanohablantes) de las tres provincias. Como señala Lapesa (1981: 492), suele identificarse el español hablado en Aragón con el habla baturra, una variedad del castellano rústico, en la que se manifiestan algunos fenómenos procedentes del antiguo romance aragonés. Los rasgos que se señalan como característicos del español de Aragón (Martín Zorraquino y Enguita Utrilla, 2000: 29; véanse también Buesa Oliver 1999, García Mouton 2002, Enguita Utrilla 1999, 2000, Martín Zorraquino, 2004) son la entonación ascendente con tendencia a alargar la vocal final: Soy de Calatayuuud –especialmente intensa en el Valle del Ebro-, la tendencia a pronunciar como llanas palabras esdrújulas: pajaro, medico, el uso del pronombre personal en distinto régimen: con mí, con tú, el uso del diminutivo –ico: 7 un poquico, una mocica, ¡qué majico!, el sufijo –era para nombres de árboles: olivera, almendrera, noguera por ‘olivo’, ‘almendro’ y ‘nogal’, el uso de la palabra maño, 8 tanto como vocativo afectivo: Ay, maño/a, calla un poco y como interjección para intensificar la cantidad: -Le han tocado doscientos euros en la quiniela -¡Maaaaño/a! ¡Qué bien! y el uso excesivo de la partícula pues. Además, podemos señalar otros fenómenos recogidos en el estudio sociolingüístico de la ciudad de Zaragoza (Martín Zorraquino 1991a,b, Porroche Ballesteros 2004: 206, 220), son los siguientes: el subsistema pronominal átono, manteniendo el paradigma latino y con errores del tipo se les dije, la construcción de superlativos con pérdida de la [i] postónica del tipo guapismo, el uso de mucho en lugar de muy: Mi chico es mucho guapo Además, Porroche Ballesteros (2004) señala otros rasgos morfosintácticos propios del habla baturra que se dan también en otros lugares. Se trata, entre otros, de fenómenos como la pérdida de [r] del infinitivo cuando va junto a un pronombre enclítico: decime, el cambio de orden en la colocación de pronombres átonos: me se metió en la cabeza, uso de artículo con nombres propios (p. ej. la Pilar) y la realización de la conjunción o como u en todos los contextos fónicos (p. ej. ¿vienes u te quedas?), entre otros. 6 Para una explicación clara y breve sobre el proceso de castellanización de Aragón, véase Martín Zorraquino y Enguita Utrilla (2000: 29-39). 7 Este sufijo, que fue general en toda España y que se mantiene en otras zonas del dominio hispánico, se da en todo Aragón y como indica Porroche Ballesteros (2004: 217) dota al discurso aragonés coloquial una peculiaridad específica, ya que no es un simple minorizador sino que indica afectos, emociones y sentimientos de índole diversa. Véase Alonso (1951) para más información sobre el carácter afectivo de los diminutivos. Debe aclararse que el sufijo propio del aragonés antiguo es –ete que es el que ha pasado al castellano de Huesca, tanto en las zonas donde perviven las variedades del aragonés como en las zonas monolingües de castellano. 8 Sobre los posibles orígenes de esta palabra, utilizada en el Valle del Ebro y el Bajo Aragón para expresar cariño y en otras zonas hispánicas como sinónimo de ‘aragonés’, véase Martín Zorraquino y Enguita (2000: 56) y especialmente Martín Zorraquino (2001). Sin embargo, las mayores diferencias dialectales se encuentran en el léxico debido, en gran medida, a la pervivencia de aragonesismos. 9 Algunos de los más frecuentes se encuentran en campos semánticos como el de las plantas (ababol ‘amapola, también tonto’, aliaga ‘ortiga’), las frutas (alberge ‘albaricoque’), los animales (paniquesa ‘comadreja’), las partes de la casa (falsa ‘desván’, luna ‘patio interior’ 10 ), actividades y utensilios domésticos (escobar ‘barrer’, jorear ‘airear’, badil ‘recogedor’, pozal ‘cubo’), la comida (laminero ‘goloso’, farinetas ‘gachas de harina de maíz’, sunsirse ‘quedarse seco, sin agua’), las partes del cuerpo (melico ‘ombligo’), la comunicación (charrar ‘hablar’, coger un capazo ‘mantener una conversación larga’, embolicar ‘engatusar’), el agua (chipiar, ‘mojar, calar’, capuzar ‘meter a alguien de cabeza en el agua’), los insultos (jauto ‘tonto’, carnuz ‘ruin’, también ‘carroña’ o ‘carne corrompida’), palabras formadas con el prefijo típicamente aragonés es- como escachar ‘chafar’, esbafarse ‘quedarse sin burbujas una bebida’, escaparrar ‘quitar garrapatas’) o algunas expresiones idiomáticas propias como pa’cutio ‘sin cambios, siempre igual’ o dar ferrete ‘molestar’. En el presente estudio, recogemos los datos de seis hablantes aragoneses de entre 24 y 81 años. Todos ellos son residentes en Zaragoza capital, aunque algunos de ellos son originarios de pueblos monolingües tanto de la provincia de Zaragoza (Azuara, Valdehorna, Farasdués) como de la de Huesca (Alcalá de Gurrea). Todos ellos siguen los requisitos anteriormente mencionados para los informantes vascos: su lengua materna es el español (y han sido alfabetizados en ella), siempre han residido en Aragón y son de ascendencia aragonesa por vía materna y paterna. Una vez que hemos descrito las principales características lingüísticas de estas variedades y la selección de informantes, vamos a pasar a analizar los eventos de movimiento. El análisis contrastivo que discutimos a continuación toma como referencia los datos utilizados por Slobin y colaboradores para el análisis de los eventos de movimiento en español (Slobin 1996, 1997, Slobin y Sebastián 1994). En estos estudios se utilizan tres variedades de español: chileno, argentino y peninsular central de Madrid. Cada variedad cuenta con seis informantes. 3.1. La descripción de la Manera en español norteño Lo que nos muestran los resultados de nuestro estudio es que en general, y como era de esperar, los hablantes tanto del País Vasco como de Aragón no presentan grandes diferencias con respecto a la expresión de la manera en las otras variedades del español. Queda como un componente opcional, que tiende a explicitarse solamente cuando es discursivamente relevante. Por ejemplo, en la escena del búho, tampoco estos dos grupos de hablantes mencionan ni una sola vez la Manera, sino que dejan que se infiera que el búho vuela al salir del árbol. En cuanto al repertorio de verbos de manera, como podemos ver en (14), coinciden en su mayoría con los señalados para las otras variedades (véase ejemplo (5)): (14) a. 9 País Vasco V:m Æ bañarse, correr, saltar Debemos señalar que algunas de estas palabras no se dan exclusivamente en Aragón, algunas de ellas se utilizan asimismo en zonas próximas del Valle del Ebro (La Rioja y el sur de Navarra) y/o en zonas de tradicional influencia lingüística aragonesa como es el caso del interior de Valencia y Murcia. 10 Véase Arnal y Lagüens (en prensa). V:md Æ escaparse, huir, ir al paso, lanzarse, perseguir, tirar-se b. Aragón V:m Æ correr, echar a correr, encorrer, posarse, saltar, perder las patas V:md Æ echarse, encorrer, escapar(se), huir, lanzar, perseguir, tirar-se Sin embargo, es destacable la presencia en repetidas ocasiones de un verbo de manera típicamente aragonés (Arnal y Lagüens en prensa). Es el caso de encorrer, que se menciona cuatro veces en los datos, por lo que parece mantener una gran vitalidad— incluso entre los hablantes más jóvenes (15b). El verbo encorrer se puede describir como ‘perseguir a alguien corriendo tras él’ (Buesa Oliver 1999) como se ilustra en (15). Seguramente su uso se debe a la falta de un equivalente exacto en castellano estándar, ya que el más próximo es el verbo perseguir, aunque en este verbo el componente de Manera queda fuera. (15) a. b. lo encorre a él la lechuza Al perro se le cae mientras tanto el panal de abejas que le empiezan a encorrer Además, aunque no aparezcan en los datos de las Historias de la rana, seguramente por no estar representado este movimiento en concreto, existen otros verbos de manera de movimiento que son específicos de Aragón y que se utilizan al igual que sus correspondientes del español estándar. Es el caso de esbarizar, 11 ‘resbalar’, o de estozolarse o ir a tozolones ‘caerse golpeándose’ que vemos ejemplificados en (16) y (17): (16) Cuando ya estaba animando pa que subiéramos, se esbarizó y cayó y entonces el puente roca se rompió junto con la cinta que se rasgó casi al completo y cayó hasta donde esperabamos los demás (http://www.cimbre.com/foro/index.php?topic=714.105) (17) Como empecís a venir a corompénos, con sermones, vais a ir a tozoladas por las escaleras. ¡Déjanos, déjanos aquí solos! (Eusebio Blasco “Tierno regalo” en Domínguez Lasierra, 1978). Posiblemente, al igual que ocurre con encorrer, han sobrevivido a la castellanización y se mantienen porque tienen un matiz expresivo para los hablantes, ya sea por simbolismo fónico o por expresar determinados componentes semánticos—de manera—que no tiene su correspondiente español. En todo caso, este tema debería ser estudiado con más profundidad. Por último, aunque por cantidad no sea comparable al caso del euskera, en español de Aragón podemos encontrar ciertos elementos que podrían calificarse de ideofónicos. Estas expresiones se conservan mejor en el lenguaje coloquial e infantil, como en el siguiente ejemplo, extraído de un libro para niños (Landívar y Maynar 2004) que se distribuyó en los colegios públicos de la Comunidad Autónoma para conmemorar la festividad de San Jorge, día de Aragón: 11 A partir de este verbo también se crean compuestos como esbarizaculos ‘tobogán’. (18) En esto que, china chana, llegó un caballero valiente que a luchar vino dispuesto, con todo el equipo puesto. “Se llama Jorge y es santo” decían las abuelicas ¡y hasta los gatos maullaban dentro de las gatericas! El componente expresivo de ir, venir, llegar… + china chana parece evidente y sigue una estructura típicamente ideofónica, con reduplicación y la alternancia vocálica [i] – [a]. Esta partícula se da también en catalán y muestra de su carácter expresivo y de su difusión entre los hablantes es que da nombre tanto a un grupo musical que fusiona pop y rock con ritmos folklóricos aragoneses, rumba y otros estilos étnicos, como a un programa de excursionismo, en su variante chino-chano, de la televisión autonómica Aragón Televisión. 3.2. La descripción del Camino y la Base en español norteño La descripción del Camino y la Base de las dos variedades de español que estamos estudiando nos indican que se encuentran en una posición intermedia entre los datos del euskera y del español, como queda reflejado en la Tabla 3. Lengua Verbo e información V-info V+info 32%(21 casos) 68% (44 casos) 11,9%(7 casos) 88,1% (52casos) 26%(7 casos) 74% (20 casos) Número de piezas de información Una +Una 95,5 %(42 casos) 4,5 %(2 casos) 61,5%(32 casos) 38,5%(20 casos) 85%(17 casos) 15%(3 casos) Español Euskera Español País Vasco Español 26%(6 casos) 74% (17 casos) 88,2%(15 casos) Aragón Tabla 3: Descripción del Camino en español norteño 11,8%(2 casos) Tanto en español del País Vasco como en español de Aragón, los hablantes utilizan verbos de movimiento acompañados de información sobre la trayectoria en un 75% de los casos. Este porcentaje es relativamente más alto al ofrecido en los estudios de español anteriores, pero no llega al 88,1% de los hablantes de euskera. Hay, sin embargo, un dato interesante en la descripción del Camino de estas variedades, y es el número de casos en los que los hablantes han utilizado con un mismo verbo principal más de una pieza de información sobre la trayectoria. En el estudio de los eventos de movimiento en español de Slobin y Sebastian (1994), estos autores señalan que normalmente, si es que se da información extra sobre la trayectoria fuera del verbo, ésta suele reducirse a un solo elemento y que es prácticamente imposible encontrar ejemplos en las que un único verbo tenga información adicional del origen y de la destino. Es más, Slobin y Sebastian (1994: 264265) insisten en que solamente se han topado con dos casos en las 60 historias recogidas en España (Madrid) y con un único caso en las 156 recopiladas en Hispanoamérica (Chile, Argentina). Como ya mencionamos en la descripción sobre los eventos de movimiento en euskera, esta tendencia no se cumple en esta lengua, ya que hay un porcentaje más alto de ejemplos de verbos con origen y destino, de ahí, una de las razones que argüíamos a favor de la variación intratipológica. Pero aún es más interesante comprobar que en los datos de español del País Vasco y del de Aragón, tenemos varios ejemplos (5) que incluyen más de una pieza de información de la trayectoria. Veamos un ejemplo de cada variedad: (19) a. País Vasco [el niño] se queda totalmente sorprendido, tan sorprendido que se cae del árbol al suelo porque del agujero aparece una lechuza b. Aragón pero en un descuido, pues, resulta que el perro se cae de la ventana al suelo Es posible pensar que cinco ejemplos, tres en el español del País Vasco y dos en el español de Aragón, no son muchos, equivalen solamente al 15% de los casos de verbo con información, pero si pensamos que solamente contamos con seis hablantes en cada variedad, frente a los 216 hablantes que tienen los estudios de español de Slobin y Sebastián, las proporciones son significativas. Por el momento, no tenemos datos suficientes para asegurar que es un rasgo de estas dos variedades, pero al menos sí que podemos afirmar que existe cierta variedad diatópica que futuros estudios deberán corroborar. 4. Conclusiones En este trabajo nos hemos ocupado de investigar sobre las posibles variaciones internas que se pueden dar dentro del grupo de lenguas que siguen el patrón de lexicalización del marco verbal en los eventos de movimiento. Primero, hemos demostrado a través de una comparación entre el español y el euskera que podemos hablar de variación intratipológica. A pesar de que ambas lenguas lexicalizan los eventos de movimiento siguiente el patrón del marco verbal, es decir, el Camino en el verbo principal y la Manera fuera, se observan algunas diferencias. Los hablantes de ambas lenguas no parece que presten mucha atención al componente de Manera, ya que se describe de forma muy general y solamente si es discursivamente relevante; aún así, el euskera, gracias a su numerosa colección de ideófonos de movimiento, cuenta con unos recursos léxicos mucho más ricos y expresivos que los del español. Las diferencias más importantes se encuentran en la descripción del componente de Camino. Mientras los hablantes del español siguen las directrices comunes a las lenguas de marco verbal dando solamente la información en el verbo o a lo sumo en un elemento externo, los hablantes del euskera muestran una tendencia contraria, y describen este componente con mucho detalle e incluso, desde una perspectiva externa al euskera, de una manera redundante. En la segunda parte de este trabajo nos hemos ocupado de la variación diatópica, para lo cual hemos analizado datos de español norteño central (País Vasco, Bizkaia) y oriental (Aragón, Zaragoza y Huesca). Aunque no hemos encontrado unas diferencias tan significativas como con el euskera, sí que hemos detectado algunas áreas de interés. Con respecto al componente de Manera, ninguna de las dos variedades describe este componente en gran detalle, tal y como es de esperar en las lenguas de marco verbal, pero sí existen algunas diferencias en el español de Aragón relacionadas principalmente con el léxico, ya que tiene verbos específicos propios como encorrer, y, aunque no figuran en nuestros datos orales, expresiones ideofónicas como china chana, que merecen un estudio más profundo. En lo que respecta a la descripción del Camino, los hablantes de estas dos variedades suelen utilizar el verbo principal con algún elemento adicional de información sobre la trayectoria más frecuentemente que los hablantes de español de estudios anteriores. Cabe destacar, especialmente, la utilización de descripciones del movimiento en las que se emplea el verbo principal con dos piezas de información, el origen y el destino. El uso de este tipo de construcciones es comparativamente bastante más importante si tenemos en cuenta que el número de hablantes (12 frente a 216). Aunque se necesitan estudios con un número mayor de informantes y de otras variedades, estos resultados nos indican que la tipología de Talmy es útil siempre y cuando se interpreten los dos tipos de lenguas de marco verbal y de marco de satélite como escalas o continuos, ya que existe tanto una variación intratipológica como diatópica. 5. Bibliografía Alonso, Amado (1951): Estudios lingüísticos. Temas españoles, Madrid, Gredos, 3ª ed. 1974. Arnal, Mª Luisa / Vicente Lagüéns (en prensa): “Léxico diferencial e historia: a propósito del Diccionario diferencial del español de Aragón (DDEAR)”. En: Actas del VIII Congreso internacional de historia de la lengua española. 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