C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Cuaresma-Pascua Cáliz de la Misericordia Cuaderno Pastoral · 2016 © Arzobispado de Valencia Edita: Arzobispado de Valencia Diseño y producción gráfica: Medianil Comunicación www.medianil.com í n d i c e Mensaje del Santo Padre ..................................................................................................................................................... 04 Presentación ................................................................................................................................................................................ 10 CUARESMA 2016 ...................................................................................................................................................................... 13 Miércoles de Ceniza ........................................................................................................................................................ 18 Primer domingo de Cuaresma C ............................................................................................................................ 21 Segundo domingo de Cuaresma C ....................................................................................................................... 25 Tercer domingo de Cuaresma C .............................................................................................................................. 29 Cuarto domingo de Cuaresma “Laetare” C ...................................................................................................... 33 Quinto domingo de Cuaresma C ............................................................................................................................ 37 Domingo de Ramos en la Pasión del Señor C ................................................................................................ 40 Lunes y Martes Santo ................................................................................................................................................... 44 Miércoles Santo ................................................................................................................................................................ 45 Jueves Santo en el Año del Cáliz de la Misericordia .................................................................................. 45 Viernes Santo y la mayor expresión de la Misericordia .......................................................................... 47 Sábado Santo en el silencio de Dios .................................................................................................................... 49 Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor .. .................................................................................... 51 C. D. de Espiritualidad .................................................................................................................................................. 54 C. D. de Catequesis .......................................................................................................................................................... 66 COV (Centro de Orientación Vocacional “Juan Pablo II”). Catequesis para niños ........................ 72 COV (Centro de Orientación Vocacional “Juan Pablo II”). Catequesis para jóvenes ................... 82 C. D. para los Mayores y Laicos. Via Crucis ..................................................................................................... 96 C. D. de Familia y Vida ................................................................................................................................................. 116 C. D. de Infancia y Juventud ..................................................................................................................................... 132 C. D. de Pastoral Penitenciaria ................................................................................................................................ 142 PASCUA 2016 .............................................................................................................................................................................. 145 Primer domingo de Pascua C. El gran día de Pascua ............................................................................... 147 Segundo domingo de Pascua C. La Divina Misericordia del Resucitado ...................................... 150 Tercer domingo de Pascua C. El tiempo de las apariciones .................................................................. 153 Cuarto domingo de Pascua C. Jesucristo, Cordero y Pastor ................................................................. 156 Quinto domingo de Pascua C. El “Mandamiento Nuevo” del Buen Pastor .................................. 159 Sexto domingo de Pascua C. El tiempo del Espíritu ................................................................................... 162 Séptimo domingo de Pascua C. La Ascensión del Señor ......................................................................... 165 Pentecostés C. El don Pascual del Espíritu ...................................................................................................... 168 C. D. de Espiritualidad .................................................................................................................................................. 172 C. D. de Espiritualidad. Via Lucis ............................................................................................................................ 182 C.D. de Misiones ............................................................................................................................................................... 204 C. D. para los Mayores y Laicos. Via Lucis ........................................................................................................ 212 C. D. de Familia y Vida ................................................................................................................................................. 230 PROPUESTA DE CANTOS ..................................................................................................................................................... 245 APP REZAMOS HOY ................................................................................................................................................................ 250 Cáliz de la Misericordia 3 Cáliz de la Misericordia Mensaje del Santo Padre 4 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Mensaje del Santo Padre “Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt 9,13). Las obras de misericordia en el camino jubilar 1. María, icono de una Iglesia que evangeliza porque es evangelizada En la Bula de convocación del Jubileo invité a que “la Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios” (Misericordiae vultus, 17). Con la invitación a escuchar la Palabra de Dios y a participar en la iniciativa “24 horas para el Señor” quise hacer hincapié en la primacía de la escucha orante de la Palabra, especialmente de la palabra profética. La misericordia de Dios, en efecto, es un anuncio al mundo: pero cada cristiano está llamado a experimentar en primera persona ese anuncio. Por eso, en el tiempo de la Cuaresma enviaré a los Misioneros de la Misericordia, a fin de que sean para todos un signo concreto de la cercanía y del perdón de Dios. María, después de haber acogido la Buena Noticia que le dirige el arcángel Gabriel, canta proféticamente en el Magnificat la misericordia con la que Dios la ha elegido. La Virgen de Nazaret, prometida con José, se convierte así en el icono perfecto de la Iglesia que evangeliza, porque fue y sigue siendo evangelizada por obra del Espíritu Santo, que hizo fecundo su vientre virginal. En la tradición profética, en su etimología, la misericordia está estrechamente vinculada, precisamente con las entrañas maternas (rahamim) y con una bondad generosa, fiel y compasiva (hesed) que se tiene en el seno de las relaciones conyugales y parentales. 2. La alianza de Dios con los hombres: una historia de misericordia El misterio de la misericordia divina se revela a lo largo de la historia de la alianza entre Dios y su pueblo Israel. Dios, en efecto, se muestra siempre rico en misericordia, dispuesto a derramar en su pueblo, en cada circunstancia, una ternura y una compasión visceral, especialmente en los momentos más Cáliz de la Misericordia 5 Cáliz de la Misericordia dramáticos, cuando la infidelidad rompe el vínculo del Pacto y es preciso ratificar la alianza de modo más estable en la justicia y la verdad. Aquí estamos frente a un auténtico drama de amor, en el cual Dios desempeña el papel de padre y de marido traicionado, mientras que Israel el de hijo/hija y el de esposa infiel. Son justamente las imágenes familiares —como en el caso de Oseas (cf. Os 1-2)— las que expresan hasta qué punto Dios desea unirse a su pueblo. Este drama de amor alcanza su culmen en el Hijo hecho hombre. En él Dios derrama su ilimitada misericordia hasta tal punto que hace de él la “Misericordia encarnada” (Misericordiae vultus, 8). En efecto, como hombre, Jesús de Nazaret es hijo de Israel a todos los efectos. Y lo es hasta tal punto que encarna la escucha perfecta de Dios que el Shemà requiere a todo judío, y que todavía hoy es el corazón de la alianza de Dios con Israel: “Escucha, Israel: El Señor es nuestro Dios, el Señor es uno solo. Amarás, pues, al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas” (Dt 6,4-5). El Hijo de Dios es el Esposo que hace cualquier cosa por ganarse el amor de su Esposa, con quien está unido con un amor incondicional, que se hace visible en las nupcias eternas con ella. Es éste el corazón del kerygma apostólico, en el cual la misericordia divina ocupa un lugar central y fundamental. Es “la belleza del amor salvífico de Dios manifestado en Jesucristo muerto y resucitado” (Exh. ap. Evangelii gaudium, 36), el primer anuncio que “siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras y siempre hay que volver a anunciar de una forma o de otra a lo largo de la catequesis” (ibíd., 164). La Misericordia entonces “expresa el comportamiento de Dios hacia el pecador, ofreciéndole una ulterior posibilidad para examinarse, convertirse y creer” (Misericordiae vultus, 21), restableciendo de ese modo la relación con él. Y, en Jesús crucificado, Dios quiere alcanzar al pecador incluso en su lejanía más extrema, justamente allí donde se perdió y se alejó de Él. Y esto lo hace con la esperanza de poder así, finalmente, enternecer el corazón endurecido de su Esposa. 6 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Mensaje del Santo Padre 3. Las obras de misericordia La misericordia de Dios transforma el corazón del hombre haciéndole experimentar un amor fiel, y lo hace a su vez capaz de misericordia. Es siempre un milagro el que la misericordia divina se irradie en la vida de cada uno de nosotros, impulsándonos a amar al prójimo y animándonos a vivir lo que la tradición de la Iglesia llama las obras de misericordia corporales y espirituales. Ellas nos recuerdan que nuestra fe se traduce en gestos concretos y cotidianos, destinados a ayudar a nuestro prójimo en el cuerpo y en el espíritu, y sobre los que seremos juzgados: nutrirlo, visitarlo, consolarlo y educarlo. Por eso, expresé mi deseo de que “el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina” (ibíd., 15). En el pobre, en efecto, la carne de Cristo “se hace de nuevo visible como cuerpo martirizado, llagado, flagelado, desnutrido, en fuga... para que nosotros lo reconozcamos, lo toquemos y lo asistamos con cuidado” (ibíd.). Misterio inaudito y escandaloso la continuación en la historia del sufrimiento del Cordero Inocente, zarza ardiente de amor gratuito ante el cual, como Moisés, sólo podemos quitarnos las sandalias (cf. Éx 3,5); más aún cuando el pobre es el hermano o la hermana en Cristo que sufren a causa de su fe. Ante este amor fuerte como la muerte (cf. Ct 8,6), el pobre más miserable es quien no acepta reconocerse como tal. Cree que es rico, pero en realidad es el más pobre de los pobres. Esto es así porque es esclavo del pecado, que lo empuja a utilizar la riqueza y el poder no para servir a Dios y a los demás, sino parar sofocar dentro de sí la íntima convicción de que tampoco él es más que un pobre mendigo. Y cuanto mayor es el poder y la riqueza a su disposición, tanto mayor puede llegar a ser este engañoso ofuscamiento. Llega hasta tal punto que ni siquiera ve al pobre Lázaro, que mendiga a la puerta de su casa (cf. Lc 16,20-21), y que es figura de Cristo que en los pobres mendiga nuestra conversión. Lázaro es la posibilidad de conversión que Dios nos ofrece y que quizá no vemos. Y este ofuscamiento va acompañado de Cáliz de la Misericordia 7 Cáliz de la Misericordia un soberbio delirio de omnipotencia, en el cual resuena siniestramente el demoníaco “seréis como Dios” (Gn 3,5) que es la raíz de todo pecado. Ese delirio también puede asumir formas sociales y políticas, como han mostrado los totalitarismos del siglo XX, y como muestran hoy las ideologías del pensamiento único y de la tecnociencia, que pretenden hacer que Dios sea irrelevante y que el hombre se reduzca a una masa para utilizar. Y actualmente también pueden mostrarlo las estructuras de pecado vinculadas a un modelo falso de desarrollo, basado en la idolatría del dinero, como consecuencia del cual las personas y las sociedades más ricas se vuelven indiferentes al destino de los pobres, a quienes cierran sus puertas, negándose incluso a mirarlos. La Cuaresma de este Año Jubilar, pues, es para todos un tiempo favorable para salir por fin de nuestra alienación existencial gracias a la escucha de la Palabra y a las obras de misericordia. Mediante las corporales tocamos la carne de Cristo en los hermanos y hermanas que necesitan ser nutridos, vestidos, alojados, visitados, mientras que las espirituales tocan más directamente nuestra condición de pecadores: aconsejar, enseñar, perdonar, amonestar, rezar. Por tanto, nunca hay que separar las obras corporales de las espirituales. Precisamente tocando en el mísero la carne de Jesús crucificado el pecador podrá recibir como don la conciencia de que él mismo es un pobre mendigo. A través de este camino también los “soberbios”, los “poderosos” y los “ricos” de los que habla el Magnificat, tienen la posibilidad de darse cuenta de que son inmerecidamente amados por Cristo crucificado, muerto y resucitado por ellos. Sólo en este amor está la respuesta a la sed de felicidad y de amor infinitos que el hombre —engañándose— cree poder colmar con los ídolos del saber, del poder y del poseer. Sin embargo, siempre queda el peligro de que, a causa de un cerrarse cada vez más herméticamente a Cristo, que en el pobre sigue llamando a la puerta de su corazón, los soberbios, los ricos y los poderosos acaben por condenarse a sí mismos a caer en el eterno abismo de soledad que es el infierno. He aquí, pues, que resuenan de nuevo para ellos, al igual que para todos nosotros, las lacerantes palabras de Abrahán: “Tienen a Moisés y los Profetas; que los escuchen” (Lc 16,29). Esta escucha activa nos preparará del mejor modo posible para 8 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Mensaje del Santo Padre celebrar la victoria definitiva sobre el pecado y sobre la muerte del Esposo ya resucitado, que desea purificar a su Esposa prometida, a la espera de su venida. No perdamos este tiempo de Cuaresma favorable para la conversión. Lo pedimos por la intercesión materna de la Virgen María, que fue la primera que, frente a la grandeza de la misericordia divina que recibió gratuitamente, confesó su propia pequeñez (cf. Lc 1,48), reconociéndose como la humilde esclava del Señor (cf. Lc 1,38). Vaticano, 4 de octubre de 2015 Fiesta de San Francisco de Assis Cáliz de la Misericordia 9 Cáliz de la Misericordia Presentación 10 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Presentación La celebración del Jubileo extraordinario de la Misericordia y del Año Santo Eucarístico, nos va a dar la oportunidad en nuestra Diócesis, en la tarea de cada día, de centrar nuestra atención en dos de los elementos esenciales de la vida cristiana. Aquello que parece ser un “suplemento de trabajo”, “una carga más”, se convierte en un don, en una oportunidad. Si, en un reto, en una constante pregunta: ¿Cómo anunciar el Evangelio, la Buena Noticia de Jesús hoy a los hombres y mujeres de hoy? ¿Cómo ayudar a vivir la Cuaresma y la Pascua en el marco de estos acontecimientos? ¿Cómo aprovecharnos de estos acontecimientos para vivir con más profundidad la Cuaresma y la Pascua? Es una pregunta que no tiene fácil respuesta. Es una pregunta, clave en el momento concreto en el que vivimos, que nos ha de hacer mirar, con una mirada distinta y nueva las cosas, las personas y los acontecimientos que nos rodean. Por eso, ninguno de los dos acontecimiento que se nos regalan son un obstáculo, sino todo los contrario: son los medios que Dios mismo nos hace descubrir para ir, siquiera esbozando, las respuestas, los modos de presencia, necesarios en este momento de la historia, apasionante, en los que Dios ha querido que viviéramos y le anunciáramos. Por una parte la Misericordia, “viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia” (MV, 10). Nada fuera del ámbito de la Misericordia. La acción de Jesús en el Evangelio, las parábolas, el modo en el que Dios nos mira y se conmueve, son el único modo de acercarnos a este mundo. La Misericordia es el modo de acercarse Dios a nosotros: son muchas las expresiones que, de este modo de actuar de Dios, encontramos en la Escritura: “Él perdona tus culpas, y cura todas tus dolencias” (Sal 103). Dios se nos muestra como “paciente y misericordioso”. Todo su obrar está movido por la misericordia que siente hacia nosotros. El mismo Jesús es el “rostro de la Misericordia del Padre”. Cáliz de la Misericordia 11 Cáliz de la Misericordia Por otra parte, nuestra Diócesis vive este año un Año Eucarístico. Custodiamos desde 1437, en el relicario de la S.I. Catedral, la reliquia más preciada de la Última Cena: el Santo Cáliz que tuvo en su interior la “Sangre de la alianza nueva y eterna… derramada… para el perdón de los pecados”. La Eucaristía marca de un modo singular la vida de nuestras Parroquias, de la misma Diócesis. La Celebración, cuidada y sencilla: la adoración, silenciosa y orante; las diversas advocaciones eucarísticas; los santos que han mostrado, con su vida, predicación y testimonio, el valor y la necesidad de la Eucaristía en la vida cristiana. Así, estos dos acontecimientos nos muestran cómo ha de ser muestra mirada al mundo y cómo ha de ser nuestro obrar. Mirar al mundo con ojos de misericordia, actuar desde una mirada nueva, distinta y sorprendente. Pero para ello, antes hemos de dejarnos mirar por el mismo Dios en la Eucaristía. Antes de ser misericordiosos hemos de experimentar la mirada, el abrazo misericordioso del mismo Dios. Ver, sentir que se conmueven nuestras entrañas y poner manos a la obra, son los tres momentos de este tiempo de conversión, de búsqueda de respuestas, de salida de nuestros modelos preconcebidos, algunos antiguos y otros no tanto, pero que no sirven ya para dar respuestas, las respuestas a las preguntas que se nos plantean. Ésta es la experiencia que encontramos en la parábola del buen Samaritano, o en la del Padre. Dios ve nuestra situación, escucha nuestras preguntas y las responde porque se conmueven sus entrañas, porque no le da igual lo que nos pueda pasar, porque le interesa cada uno de nosotros. Y después se pone a trabajar dándonos de lo suyo: su vino, su aceite, su cabalgadura, sus monedas… Este año nos dará la oportunidad de centrar nuestra vida en lo esencial: Misericordia y Eucaristía. Lo demás, se nos dará por añadidura. Desde esta perspectiva hemos preparado, en las Vicarías de Evangelización y de Acción Caritativa y Social, estos materiales. Esperamos sean útiles para vivir, desde la Misericordia y la Eucaristía, el tiempo de Cuaresma y Pascua. 12 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA Cuaresma 2016 Cáliz de la Misericordia 13 Cáliz de la Misericordia El itinerario hacia la Pascua de nuestra fe, creída y confesada Tiempo de misericordia El plan de este itinerario Miércoles de Ceniza La purificación de nuestra vida en el tiempo de la misericordia. 1er Domingo de Cuaresma Venimos de la fe de nuestro Padres en el Dios clemente y misericordioso. 2º Domingo de Cuaresma Vamos al encuentro de Jesucristo, iluminados por la fe y la esperanza en su ejemplo de misericordia 3er Domingo de Cuaresma Dios nos llama una y otra vez, con paciencia y misericordia 4º Domingo de Cuaresma Confiamos en un Padre que nos aguarda, reconciliados al volver a casa 5º Domingo de Cuaresma Un Padre que, cuando caemos en el camino, nos perdona por Jesucristo y nos salva de la muerte Domingo de Pasión En Jerusalén: “Este es el día del Señor, este es el tiempo de la misericordia” 14 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA Introducción general. Lo que dice la Historia La Cuaresma se hizo, fue creciendo, poco a poco durante seis siglos. En su formación se juntaron tres itinerarios litúrgicosacramentales: la preparación inmediata de los catecúmenos a los sacramentos de Iniciación, la penitencia pública y la participación de la comunidad cristiana en los dos anteriores como preparación para la Pascua. El programa litúrgico se completó con san Gregorio Magno a finales del siglo VI y llegó prácticamente intacto hasta la renovación postconciliar que buscó responder a lo pedido por el Concilio Vaticano II: “Puesto que el tiempo cuaresmal prepara a los fieles, entregados más intensamente a oír la palabra de Dios y a la oración, para que celebran el misterio pascual, sobre todo mediante el recuerdo o la preparación del bautismo y mediante la penitencia, dese particular relieve en la Liturgia y en la catequesis litúrgica al doble carácter de dicho tiempo”. Respondiendo a lo deseado por el Concilio, los tres ciclos dominicales de la Cuaresma, A, B y C, sin dejar de mantener la unidad de este tiempo, ofrecen tres secuencias diferentes de cinco etapas de la Historia de la Salvación en el Antiguo Testamento (fundamental en la instrucción catecumenal antigua) y están de alguna manera especializados en cada una de sus finalidades: catecumenal, prepascual y penitencial. Este año 2016 corresponde el ciclo C, cuyos tres últimos evangelios dominicales forman el “tríptico penitencial” que luego comentaremos. La reforma era conveniente, porque, desaparecida la institución del catecumenado y sustituida la reconciliación pública por la penitencia secreta a partir del siglo VII, la Cuaresma quedó configurada como un tiempo casi exclusivamente penitencial y ascético. La ceniza se empezó a imponer a todos los fieles en el siglo IX, cuando había decaído la práctica de la penitencia pública. Por otra parte, la devoción a la Pasión de Cristo y a la Virgen Dolorosa invadió también las últimas semanas de la Cuaresma sobre todo a partir de la Baja Edad Media. Cáliz de la Misericordia 15 Cáliz de la Misericordia 1 La Cuaresma en el “Año de la Misericordia” Leemos en la Carta Apostólica “Misericordiae vultus” del papa Francisco, en la que convoca el “Año Santo de la Misericordia” (n. 17): “La Cuaresma de este Año Jubilar sea vivida con mayor intensidad, como momento fuerte para celebrar y experimentar la misericordia de Dios. ¡Cuántas páginas de la Sagrada Escritura pueden ser meditadas en las semanas de Cuaresma para redescubrir el rostro misericordioso del Padre! Con las palabras del profeta Miqueas también nosotros podemos repetir: Tú, oh Señor, eres un Dios que cancelas la iniquidad y perdonas el pecado, que no mantienes para siempre tu cólera, pues amas la misericordia. Tú, Señor, volverás a compadecerte de nosotros y a tener piedad de tu pueblo. Destruirás nuestras culpas y arrojarás en el fondo del mar todos nuestros pecados (cfr 7,18-19)”. Y, providencialmente, el presente ciclo C de lecturas, se caracteriza, entre otros motivos, en la misericordia de Dios proclamada por Jesucristo, de modo que se nos invita a centrarnos en el conocimiento y la vivencia del Misterio Pascual de Cristo, que tiene como momentos celebrativos principales la Pascua y la celebración de la Penitencia, con los que personalizaremos cada uno nuestra propia iniciación cristiana como inserción en el Cuerpo glorioso de Cristo e insistiremos en la necesidad de una “segunda conversión”, después de la más o menos lejana renovación bautismal. 16 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 2La exposición y vivencia de la historia de la salvación en el A. Testamento según el año C: La fe en Dios misericordioso, confesada y celebrada En este año C debemos evocar nuestro camino de fe hacia Cristo. Cada uno de nosotros era el “arameo errante” a quien Dios convirtió en un pueblo que camina hacia un término (Deut 26,4-10, Primera lectura, 1º Domingo de Cuaresma). El ciclo C aglutina las lecturas del Antiguo Testamento alrededor del tema del acontecimiento pascual, que se realiza por la acción de Dios y la respuesta de la fe del hombre. Haciendo memorial del acontecimiento de la Pascua, éste llega a las generaciones actuales a través de la liturgia y de la profesión de fe. “La fe confesada y celebrada en Israel y su carácter profético para el culto cristiano”, éste podría ser el tema de este año en la historia de nuestra salvación a través de los pasajes que nos lo recuerdan sucesivamente. 3Las lecturas apostólicas: Aplicación y vivencia del misterio pascual La palabra de Dios se dirige a la comunidad presente, pues no se trata de historias del pasado sino que, por ella, Dios sigue hablando a su pueblo. Para resaltar este principio, las lecturas apostólicas se relacionan ya con la primera ya con el Evangelio, a modo de reflexión teológica sobre los acontecimientos proclamados. Ellas expresan el “Hoy” en el que hemos de escuchar y volver a Dios. Lo iremos precisando cada domingo. CUARESMA 4Los tres domingos “temáticos”. El Evangelio de la misericordia 5 El comienzo de la Cuaresma: Anuncio del tiempo especial de misericordia Los cinco domingos de cuaresma —en cuanto a las lecturas evangélicas— pueden dividirse en dos grupos. Los dos primeros serían los “sinópticos”, pues en ellos se repiten cada año los episodios del desierto y de la Transfiguración. Los tres últimos se pueden llamar “temáticos” pues desarrollan tres argumentos diferentes que corresponden a las tres finalidades de la Cuaresma: catecumenal, pre-pascual y penitencial. La relación temática de los evangelios de los domingos 3º, 4º y 5º de este año C, dentro del conjunto de esta Cuaresma, presentada como un itinerario hacia la Pascua a la luz de la misericordia divina, podría ser: ¿Cómo es Dios en quien creemos? ¿Cómo podemos participar de la vida que nos ofrece una y otra vez y de la que nos apartamos por el pecado? La remisión de los pecados nace del amor misericordioso de Dios, exige un movimiento de nuestra parte y pide un signo visible que la ratifique: la absolución sacramental. Cuando estamos en puertas de la santa Cuaresma proponemos estos temas como base de una sólida catequesis sobre la Penitencia y su celebración litúrgica como preparación para la Pascua. Podemos reforzar la vivencia del mensaje de estos domingos, utilizando las plegarias eucarísticas de la reconciliación, así como el prefacio de la penitencia, que se encuentran en el Misal Romano, como se indicará en cada ocasión. Cáliz de la Misericordia 17 Cáliz de la Misericordia Miércoles de Ceniza 10 de febrero de 2016 “Ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación” Historia de esta celebración Desde tiempos de san Gregorio Magno (siglo VI), inaugura este día en Roma la santa cuarentena; antes comenzaba la Cuaresma el primer domingo, pero se extendió al miércoles anterior para que hubiese cuarenta días de ayuno hasta la Pascua, descontando los domingos. En el siglo XI, habiendo caído en desuso la penitencia pública, el Papa Urbano II recomendó la imposición de la ceniza a todos los fieles como signo distintivo de la inauguración de la Cuaresma. Moniciones a las lecturas Primera lectura. Joel 2, 12-18 El profeta Joel describe la liturgia penitencial del “Día de la expiación” en el antiguo Israel, y pide al pueblo de Dios que rasgue su corazón y no los vestidos. La penitencia tiene su pleno sentido cuando se convierten las voluntades de las personas. Convertirse es volver a Dios con ánimo firme y sincero. Contestaremos a la palabra de Dios con el salmo penitencial por excelencia: “Misericordia, Señor, hemos pecado”. Segunda lectura. 2 Corintios 5, 20-6. 2 San Pablo considera la conversión auténtica como una tarea permanente cuando dice: “Dejaos reconciliar con Dios” porque nuestro tiempo es breve, y la Cuaresma es tiempo de gracia y salvación. La reconciliación consiste en recomponer la relación rota o debilitada entre nosotros y Dios, entre nosotros y los hermanos. Evangelio de Mateo 6, 1-6. 16-18 Jesús enseña a sus discípulos cómo tiene que ser su estilo de vida y describe tres dimensiones de la misma: la oración, relación con Dios; la limosna, relación con el prójimo, y el ayuno, relación con uno mismo. La oración es imprescindible para el discípulo de Cristo; la limosna es expresión de sincera caridad y el ayuno muestra la conversión a Dios. 18 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA Para la homilía Lo que nos dice ahora este día: Tiempo favorable, tiempo de misericordia Cuando iniciamos el itinerario hacia la Pascua en el “Año de la misericordia”, este “Día de salvación” nos invita a preparar este camino preguntándonos en qué idea nos hacemos de este camino ¿cómo nos vamos a preparar? ¿qué nos espera? y, en última instancia ¿en qué y cómo creemos? Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona gratuitamente. Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En Él todo habla de misericordia. Nada en Él es falto de compasión” (Misericordiae vultus 8). Cuando recibamos la ceniza, junto a la advertencia de que, si nos quedamos solos, estamos destinados a ser polvo muerto, escucharemos una palabra de esperanza: “Arrepentíos, convertíos, y creed la Buena Noticia, el Evangelio”. Jesús, en el evangelio de hoy, no nos invita a la tristeza, sino a mostrarnos alegres ¿Por qué no hacemos que nuestras “mortificaciones” cuaresmales sean “vivificaciones”? ¿No estamos ya algunos bastante “muertos y tristes”? El mensaje de la Cuaresma es positivo, porque nos invita a aprovechar la misericordia de Dios, como escribe el papa Francisco: “Con la mirada fija en Jesús y en su rostro misericordioso podemos percibir el amor de la Santísima Trinidad. La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud. “Dios es amor” (1 Jn 4,8.16), afirma por la primera y única vez en toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan. Cáliz de la Misericordia 19 Cáliz de la Misericordia LOS DOMINGOS DE LA CUARESMA 2016 Oración de los fieles Al comenzar la Cuaresma, pidamos a Dios, nuestro Padre, que escuche las oraciones de su pueblo penitente. -Para que el rito de la ceniza nos recuerde a todos que formamos parte de la Iglesia, santa pero siempre necesitada de penitencia. Roguemos al Señor. -Para que todos los hombres se detengan a reconocer la exigencia de renovarse en la mentalidad y en las obras, y sepan reaccionar con firmeza contra la falta de compromiso moral y social. Roguemos al Señor. -Para que los gobernantes de las naciones trabajen siempre por la paz, la fraternidad, la justicia y el progreso de todos los pueblos. Roguemos al Señor. -Para que los miembros de nuestra comunidad enfermos y los que sufren se sientan, más que nunca, en el centro de la comunidad que ora y lucha contra el mal, y se encamina por la esperanza a la victoria pascual. Roguemos al Señor. -Para que los discípulos del Señor, iluminados por la Sagrada Escritura, purificados por la penitencia y fortalecidos por la Eucaristía, sepan vivir y trasmitir la misericordia como alegría y paz en el Espíritu. Roguemos al Señor. Dios Padre nuestro, que no quieres la muerte del pecador, sino que se convierta y viva, danos tu perdón y tu gracia, para que cuantos con amor observamos las penitencias cuaresmales, obtengamos la paz y la misericordia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 20 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA 1er Domingo de Cuaresma C 14 de febrero de 2016 Venimos de la fe de nuestros Padres en el Dios clemente y misericordioso Moniciones a las lecturas Está escrito: “Al Señor tu Dios adorarás y a él sólo darás culto” (Lc 4, 8) Primera lectura. Deuteronomio 26, 4-10 En el comienzo de la Cuaresma, la primera etapa de la historia de la salvación es la de los orígenes del pueblo de Dios, evocados por la confesión de fe que cada israelita debía hacer al presentar las primicias de la cosecha. Segunda lectura. Romanos 10, 8-13 Cuando recorremos las etapas de la historia de la salvación, es para que apliquemos esa experiencia en nuestras propias vidas en la etapa final que inauguró Jesucristo. Por ello, la confesión de fe del pueblo cristiano se refiere al misterio pascual de nuestro Redentor, en donde está el origen de nuestra salvación. Evangelio de Lucas 4, 1-13 El ayuno de Jesús en el desierto y su victoria sobre las tentaciones son un ejemplo para los cristianos en la renovación de su catecumenado en vistas a la renovación pascual. Cáliz de la Misericordia 21 Cáliz de la Misericordia Ideas para la homilía La historia de la salvación. La profesión de fe del pueblo de Israel La fe no comienza en cada cual como una experiencia personal única. Profesamos la fe de nuestros padres, en la Iglesia y en el hogar; ellos nos transmitieron su contenido y ayudaron a que no se perdiera la gracia bautismal de la fe como capacidad para confesarla. Cuando vamos al encuentro de Dios en este primer domingo de Cuaresma, lo primero que hemos de hacer es considerar de dónde venimos, y no considerar nuestra salvación como algo perfectamente natural. Hay una historia de salvación que prepara el momento actual; es la historia de las intervenciones de Dios a lo largo del tiempo. Cada uno de nosotros erraría como un nómada por la vida (1ª Lectura) si Dios no nos hubiera llamado, a la mayor parte de nosotros al comienzo de nuestra existencia, para formar parte de su pueblo. 22 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Ahora, en nuestro propio itinerario vital Nuestra profesión de fe ha dado un gran paso adelante respecto a la del pueblo israelita. Como enseña san Pablo en la segunda lectura: Si tus labios profesan que Jesús es el Señor, y tu corazón cree que Dios lo resucitó de entre los muertos, te salvarás (Romanos 10,9). Se trata de la fe que se confiesa en el Bautismo gracias a la luz y la fuerza del Espíritu Santo y que ahora renovamos al recomenzar el camino de conversión que es la Cuaresma. Nuestros padres y padrinos confesaron a Jesús en nuestro nombre, y ahora debemos personalizar esta fe en forma de compromiso. Todo ello no es fácil. La Iglesia lo sabe, y por eso evoca cada año el ayuno de Jesús, quien de este modo: Inauguró la penitencia cuaresmal, y al rechazar las tentaciones del enemigo, nos enseñó a sofocar la fuerza del pecado (Prefacio). CUARESMA El ejemplo de Jesucristo: Buscar lo esencial para ser libres y servir a Dios Jesús vuelve a vivir, en el espacio de su vida humana, toda la historia del pueblo de Dios. Todas aquellas etapas de salvación, a su vez, habían preparado el camino para que el mundo lo pudiera reconocer y comprender: Eran una historia profética para Cristo y lo siguen siendo para nosotros. Como Israel, Jesús tuvo que refugiarse en Egipto, y también como Israel tuvo que hacer su propia “travesía del desierto” antes de empezar su Éxodo hasta la patria celeste, inaugurando la Nueva Alianza por el sacrificio de la cruz. La meta es única: el Padre y llevar con él a todos sus hijos; pero la tentación intenta desviar a Cristo —y ahora a nosotros— de lo esencial. Jesús es nuestro modelo cuando purificamos nuestra fe y nuestro compromiso cristiano, al revivir una vez más el catecumenado en la Cuaresma. Escuchar a Dios, prestar oído a su Palabra, sólo es posible si creemos que No sólo de pan vive el hombre (Lucas 4, 4). El ayuno y la abstinencia cuaresmales —sobre todo en la abstinencia de vicios y pecados— es un ejercicio saludable que debe favorecer nuestra renovación, incluso física; como dijimos antes (Miércoles de Ceniza) es una “vivificación” más que una “mortificación”, pero es sobre todo una forma de decirle a Dios que no tenemos bastante con los alimentos terrenos, sino que necesitamos alimentarnos de su Palabra. También a Jesús, como al primer Adán, le propone el diablo usar de unos poderes sobrenaturales que le permitirían rivalizar con Dios, sin tener necesidad de fe, de amor ni de obediencia. Son miserables tentaciones en las que el diablo llega a pervertir el sentido de una palabra de la Biblia, pero que Cristo rechaza con una sola frase, con una Palabra de Dios pura, como Dios lo quiere. Son tentaciones que anuncian la de la Cruz, cuando se le ofrece la conversión del mundo si baja de la cruz, demostrando así que es el Hijo de Dios. Cáliz de la Misericordia 23 Cáliz de la Misericordia Oración de los fieles Se abre ante nosotros el camino de la Cuaresma con sus etapas, sus normas y sus metas. Es un gran compromiso para todos. Pidámosle al Señor que nos haga dóciles a su palabra para llegar completamente trasformados a la Pascua. -Por la Iglesia: para que, fortalecida con el pan de la Palabra de Dios, renuncie a la tentación de confiar en poderes y medios extraños a su misión en el mundo. Roguemos al Señor. -Para que redescubramos el domingo como un día distinto de los demás: el día del Señor, el día de la comunidad, el día de la reconciliación y de la amistad abierta a todos los hermanos. Roguemos al Señor. -Para que en cada uno de estos cuarenta días encontremos lugar y tiempo para dedicarnos a la oración y a la meditación de la palabra, para conocer lo que Dios quiere de nosotros y saber renunciar a todo lo que nos impide realizarlo en nuestra vida. Roguemos al Señor. -Para que todas las familias descubran la dimensión doméstica de la Cuaresma, abran el libro de los Evangelios, creen ocasiones de oración común y hagan de cada hogar un lugar de misericordia y acogida fraterna. Roguemos al Señor. 24 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 -Para que el Señor, que al que podemos encontrar cada día en su Palabra viviente, nos conceda comprenderla y discernir en ella un camino de esperanza y de vida. Roguemos al Señor. Señor Jesucristo, que en el desierto fuiste tentado por el maligno, y en la cruz lo derrotaste para siempre; escucha nuestras oraciones, y haz que este tiempo de conversión y penitencia nos fortalezca para superar las pruebas y nos una más a ti. Que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. CUARESMA 2º Domingo de Cuaresma C 21 de febrero de 2016 Vamos al encuentro de Jesucristo, iluminados por la fe y la esperanza en su ejemplo de misericordia Moniciones a las lecturas Este es mi Hijo, el escogido, escuchadle” (Lc 9, 35) Primera lectura. Génesis 15,5-12.17-18 Llegamos a la segunda etapa de la historia de la salvación, la de Abrahán. El santo patriarca es modelo para nuestra experiencia catecumenal, pues él escuchó la palabra de Dios, salió de su tierra y consagró la alianza con el Señor, como nosotros renovamos todo ello en el Bautismo y en la Eucaristía. Segunda lectura. Filipenses 3,17 - 4,1 San Pablo nos promete la aplicación del misterio de la transfiguración de Cristo si permanecemos fieles imitadores suyos y amigos de la cruz del Señor. En la iniciación cristiana iniciamos un camino que nos debe llevar a la ciudad eterna del cielo.. Evangelio de Lucas 9,28b-36 El Evangelio de la Transfiguración, propio de este domingo segundo, es un anuncio de la muerte y resurrección de Cristo, a cuya celebración nos preparamos en la Cuaresma, entendidas según san Lucas como un “éxodo” pascual. Cáliz de la Misericordia 25 Cáliz de la Misericordia Ideas para la homilía El domingo de la Transfiguración El pasaje de la Transfiguración, que se lee en este domingo, según los tres evangelistas sinópticos, está centrado en la profecía de la muerte del Señor, expuesta bajo la imagen del “Éxodo”, la salida de este mundo. Por ello las otras dos lecturas han sido elegidas en relación con estos temas de la transfiguración y del éxodo pascual de Cristo. Así este importante pasaje anuncia la muerte y la resurrección de Cristo que será el motivo culminante de la Pascua. La historia de la salvación La primera lectura nos sitúa en la etapa correspondiente a Abrahán, segunda etapa de la historia de la salvación, el patriarca que cree en Dios y se le cuenta en “su haber”. El padre de los creyentes se encuentra con Dios, que le hizo salir de Ur de los Caldeos y que se compromete con él mediante unos ritos que certifican y sellan la alianza. Aparecen los temas de la fe de Abrahán, la salida, el camino, la alianza mediante unos ritos que son profecía de la nueva y definitiva alianza sellada en la sangre de Cristo. Es una etapa que el cristiano-catecúmeno personaliza en su propia historia que comenzó en el bautismo, entendiendo este sacramento como un salir de la lejanía de Dios para ir a la tierra prometida de la Iglesia. 26 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 La confianza en la promesa de Dios, ratificada en la nueva alianza, no hace decir con el salmo responsorial 26: “El Señor es mi luz y mi salvación. Espero gozar de la dicha del Señor en el país de la vida”. La glorificación del cristiano, ciudadano del cielo San Pablo nos anuncia la aplicación del misterio pascual de Cristo a sus discípulos fieles. Nuestra ciudadanía está en el cielo, de modo que nuestra muerte, como la de Cristo, será un éxodo pascual hacia el cielo, mediante la espiritualización, glorificación o transfiguración de nuestra condición material y mortal. Como el viejo Abrahán, los cristianos no tienen su patria verdadera en el lugar donde nacieron, sino que son caminantes hacia la ciudad definitiva a la que han sido llamados. La gloria de Jesucristo Jesús sube a la montaña orando, como subirá al monte de los olivos, al Calvario y, por último, al monte de la Ascensión; y allí recibe el anuncio de su tránsito pascual, pues ése es el contenido del diálogo con los misteriosos personajes gloriosos: “Hablaban de su muerte (“éxodo” en el texto original, término exclusivo de Lucas en este pasaje) que iba a consumarse en Jerusalén” (Lucas 9, 31). La predicación de la buena noticia de la salvación por medio de Cristo muerto y resucitado vendrá de la fuerza del Espíritu, al cumplirse los días de Pentecostés. CUARESMA El rostro de la misericordia El catecumenado cuaresmal: Aprender a escuchar “Con la mirada fija en Jesús y en su rostro misericordioso podemos percibir el amor de la Santísima Trinidad. La misión que Jesús ha recibido del Padre ha sido la de revelar el misterio del amor divino en plenitud. “Dios es amor” (1 Jn 4,8.16), afirma por la primera y única vez en toda la Sagrada Escritura el evangelista Juan. Este amor se ha hecho ahora visible y tangible en toda la vida de Jesús. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona gratuitamente. Sus relaciones con las personas que se le acercan dejan ver algo único e irrepetible. Los signos que realiza, sobre todo hacia los pecadores, hacia las personas pobres, excluidas, enfermas y sufrientes llevan consigo el distintivo de la misericordia. En Él todo habla de misericordia. Nada en Él es falto de compasión” (Misericordiae vultus 8). Ante este impresionante conjunto de lecturas, debemos seguir en actitud catecumenal, la cual nos pide en primer lugar que escuchemos a la Palabra de Dios (“Catecúmeno” = “Oyente”), y luego, que mantengamos la esperanza en la vida con Cristo. Estas son las virtudes que los cristianos debemos despertar especialmente en la Cuaresma. Nosotros, finalmente, al contrario que los testigos del monte Tabor, estamos ya en el tiempo del Evangelio, y hemos de proclamar a Jesucristo Dios y hombre verdadero, mostrando con nuestro ejemplo que somos ciudadanos del cielo, no como aquellos que sólo aspiran a cosas terrenas, porque andan como enemigos de la cruz de Cristo (Filipenses 3, 19). En la Cuaresma hemos de aprender a amar la cruz de Cristo, árbol de la Vida, guión de la marcha a través del desierto de este mundo y llave de ciudad eterna. Cáliz de la Misericordia 27 Cáliz de la Misericordia Oración de los fieles Oremos al Señor, nuestro Dios, que nos ha elegido en Jesucristo, su Hijo, para que seamos hijos suyos, ciudadanos de su reino. -Por la Iglesia, unida al papa Francisco: que por la oración y la cercanía a los hombres sepa escuchar, para encontrar la voluntad de Dios y anunciarla con claridad. Roguemos al Señor. -Por los que hemos recibido el don de la fe, por los que presiden las comunidades, por los que buscan la verdad: que el resplandor de la gloria de Cristo nos haga testigos creíbles del Evangelio capaces de trasmitir la fe a nuestros hermanos. Roguemos al Señor. -Por los pensadores, los poetas, los artistas, los educadores, los científicos, los técnicos, los legisladores, los gobernantes, y por todos los que colaboran en trasfigurar este mundo; para que el común esfuerzo de todos fructifique e una sociedad mejor, según el proyecto de Dios. Roguemos al Señor. -Por los más pobres de nuestro mundo, por los que más sufres: para que vean aliviado su dolor con nuestra solidaridad y encuentren, un día, la gloria de Jesucristo, que les ama. Roguemos al Señor. 28 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 -Por todos nosotros, que hemos venido a celebrar la muerte y la resurrección del Señor: para que esta Eucaristía ayude a nuestra conversión para escuchar y seguir más de verdad a Jesús. Roguemos al Señor. Escucha, Padre, las oraciones de tus hijos, que buscan tu rostro y esperan gozar de tu misericordia en el país de la vida. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. CUARESMA 3er Domingo de Cuaresma C 28 de febrero de 2016 Dios nos llama una y otra vez, con paciencia y misericordia Moniciones a las lecturas Primera lectura. Éxodo 3, 1-8a.13-15 La tercera etapa de la historia de la salvación está vinculada a la historia de Moisés y al éxodo de Israel hacia la tierra prometida. El Dios de los patriarcas revela su nombre, toma la iniciativa de liberar a su pueblo y llama a Moisés como instrumento de esta hazaña. Segunda lectura. 1 Coríntios 10, 1-6.10-12 La reflexión de Apóstol sirve de unión entre las otras lecturas. Esta exhortación subraya la seriedad con que debe escucharse la Palabra de Dios, que sigue resonando en la Iglesia y en el mundo, sacando de ella consecuencias para la vida. Evangelio de Lucas 13, 1-9 Jesús nos enseña que los acontecimientos más trágicos de la vida deben ser interpretados como una llamada de Dios a la conversión. En el origen de nuestra penitencia está la paciencia de Dios y la función intercesora de Cristo en favor nuestro. Cáliz de la Misericordia 29 Cáliz de la Misericordia Ideas para la homilía El domingo de Moisés El tríptico penitencial Llegamos este domingo a la tercera etapa de la historia de la salvación (Moisés-Éxodo), con la importantísima lectura del Éxodo 3, 1-8a. 13-15, que tiene como centro la revelación del nombre del Dios libertador de la esclavitud de Egipto. Dios revela su nombre a Moisés y le envía a anunciar la liberación a su pueblo. Dios no es sólo una idea lejana, es una presencia que acontece y que se impone. A lo largo de toda la historia de la salvación, “Él ha sido”, Él ha aparecido actuando en medio de su pueblo, y lo sigue haciendo por medio de Jesucristo. Comienza hoy la segunda parte de la Cuaresma, con los tres domingos que forman lo que podríamos llamar el “tríptico penitencial”, con los temas de la llamada a la conversión y la paciencia de Dios, la vuelta del hijo pródigo y el perdón de la mujer adúltera. Todos tenemos asumido que la Cuaresma es un tiempo penitencial, para pedir el perdón de los pecados, pero ¿qué es la penitencia? ¿Cómo la expone el Evangelio? Tenemos tres domingos para comprenderlo un poco mejor y prepararnos así para la Pascua. La llamada a la conversión La lectura de san Pablo nos ayuda a la personalización de los acontecimientos del Éxodo, pues “Todo esto les sucedía como un ejemplo” (1 Cor 10, 11). Ahora, en esta “edad” o etapa cuaresmal, el creyente-catecúmeno reconoce a Aquél en quien ha confiado y que le ha acompañado en su historia de caídas y liberaciones del pecado. Ahora, en esta etapa final de la humanidad, la llamada a la conversión que hace Jesús no puede caer en saco roto. 30 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Hemos de aprovechar que estos pasajes evangélicos se proclamen en el “Año de la misericordia”, pues, como escribió el papa Francisco: “En las parábolas dedicadas a la misericordia, Jesús revela la naturaleza de Dios como la de un Padre que jamás se da por vencido hasta tanto no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la compasión y la misericordia. Conocemos estas parábolas; tres en particular: la de la oveja perdida y de la moneda extraviada, y la del padre y los dos hijos (cfr Lc 15,1-32). En estas parábolas, Dios es presentado siempre lleno de alegría, sobre todo cuando perdona. En ellas encontramos el núcleo del Evangelio y de nuestra fe, porque la misericordia se muestra como la fuerza que todo vence, que llena de amor el corazón y que consuela con el perdón” (Misericordiae vultus 9). CUARESMA La penitencia puede concebirse como “conversión”, es decir: como un cambio radical de dirección en la vida, volviéndonos hacia Dios y la salvación; también se describe como “cambio de mentalidad” o de modo de ver y juzgar las cosas, pasando del egoísmo al amor, y de lo mundano a lo sobrenatural. Por ello, el primer paso a dar es el “examen de conciencia”, para discernir cuál es nuestra situación y aquello más importante en lo que debemos cambiar. La ofrenda de nuestra pobreza Vamos al encuentro de Dios con un poco de pan, de vino y de agua, nada más… y es don suyo que le devolvemos, porque en nosotros no hay más que dureza y sequedad. El Señor nos hará revivir y dar fruto si nos ponemos en sus manos confiando plenamente en au misericordia. Pero esta conversión sólo es posible porque Dios tiene mucha paciencia. Este es el sentido de la parábola del viñador que forma la segunda parte del evangelio de este domingo: El amo de la viña llevaba tres años esperando en vano el fruto de una higuera; tres es el número de la desesperanza, es inútil esperar más, y la higuera representaba al pueblo de Israel. Pero entra en escena el viñador que pide al amo una nueva oportunidad; éste es Jesús, nuestro abogado ante el Padre. Nuestro Salvador se interpone entre Dios y los hombres, como lo hicieron antes Abrahán y Moisés, para que tengamos un espacio tiempo favorable, de oportunidad para cambiar. El labró la dureza de nuestros corazones con el madero de la cruz y regó nuestra tierra con su sangre. Pero el hecho de que Dios no castigue las faltas inmediatamente no significa que les podamos quitar importancia. Cáliz de la Misericordia 31 Cáliz de la Misericordia Oración de los fieles La plegaria eucarística Con humildad y gratitud, acerquémonos a Dios, que es compasivo y misericordioso, y supliquémosle que escuche los gemidos de su pueblo y manifieste su salvación. Se sugiere para este domingo la Plegaria Eucarística de la reconciliación II, que tiene como tema “La reconciliación con Dios, fundamento de la concordia humana”. -Por la Iglesia, Pueblo de Dios, que peregrina en la Cuaresma hacia la Pascua: que sepa responder a la llamada de Dios en todo lo que sucede. Roguemos al Señor. -Por el Papa, los Obispos, ministros y fieles todos: que cimentados en Jesucristo aprendamos a ofrecernos enteramente a Dios viviendo conforme a nuestra vocación. Roguemos al Señor. -Por todos los que sufren hambre, guerra o marginación; que se les manifieste la compasión y la misericordia de Dios, a través de los gestos solidarios de sus hermanos que gozan de bienestar y de paz. Roguemos al Señor. -Por los difuntos: que gocen de la Pascua eterna que Cristo nos mereció. Roguemos al Señor. -Por nosotros, a quienes ha tocado vivir la última de las edades: para que no nos creamos seguros, sepamos comprender los signos de Dios y no se endurezca nuestro corazón. Roguemos al Señor. Padre misericordioso, tú que ves las necesidades de tu pueblo y conoces su deseo de salvación, escucha nuestras oraciones y manifiesta tu poder en cuanto con fe te hemos pedido. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. 32 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA 4º Domingo de Cuaresma “Laetare” C 6 de marzo de 2016 Confiamos en un Padre que nos aguarda, reconciliados al volver a casa Moniciones a las lecturas Primera lectura. Josué 5, 9a.10-12 La cuarta etapa de la historia de la salvación se inicia con la entrada del pueblo de Dios en la tierra prometida. Allí vuelven a celebrar la Pascua, como memorial perpetuo de la salvación. Segunda lectura. 2 Coríntios 5, 17-21 Uno de los objetivos de la Cuaresma es la reconciliación con Dios. El Apóstol nos dice que este beneficio arranca de Dios, que nos ha reconciliado consigo en Cristo. Evangelio de Lucas 15, 1-3.11-32 La parte central del “Tríptico penitencial” de esta Cuaresma es la parábola del hijo pródigo. Dios nos aguarda, pero nosotros hemos de responderle abandonando la situación de pecado. Cáliz de la Misericordia 33 Cáliz de la Misericordia Ideas para la homilía El domingo de la tierra prometida La alegría de la salvación El cuarto domingo de Cuaresma nos hace llegar a una nueva etapa de la historia de la salvación, aquella que se desarrolla en la tierra prometida (Josué 5, 9a. 10-12). En este momento, los cristianos reconocemos que estamos ya en la tierra prometida que es la Iglesia, pero nos falta acabar la liberación de nuestra vida del poder del pecado, hasta entrar en la Pascua eterna. Disfrutamos de la alegría de quien está, como se dice, “en el ya, pero todavía no”. Celebramos la victoria de Cristo, pero todavía falta que este triunfo se consume en nuestra propias vidas. La alegría de la salvación que se desprende este año de la primera lectura, entona perfectamente con el canto procesional con el que la Iglesia de Roma se dirige hoy a celebrar la “estación” en la basílica de la Santa Cruz de Jerusalén: “Alégrate, Jerusalén (Laetare, Ierusalem), gozad con ella todos los que la amáis, alegráos de su alegría, los que por ella llevasteis luto; mamaréis de sus pechos y os saciaréis de sus consuelos” (Isaías 66,10-11), con el salmo 121: “Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la casa del Señor, ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalén”. Ya está cerca la fiesta de Pascua, las primeras flores de la primavera adornan el altar, los ornamentos morados son sustituidos por los rosados y, excepcionalmente en este tiempo, suena brillantemente el órgano ¿Ha terminado ya la Cuaresma? No, porque estamos en su mitad. Pero esta fiesta anticipada de la Cruz, y el presentimiento de Jerusalén son como una transfiguración cuando falta todavía llegar al Calvario. 34 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA El amor del Padre: La vuelta a casa En este ambiente prepascual, la lectura apostólica y el Evangelio nos anuncian la segunda fase del “Tríptico penitencial”, el arrepentimiento del pecador y su reconciliación con el Padre y con la Iglesia. Como dice san Pablo en la segunda lectura “Todo esto viene de Dios, que por medio de Cristo nos reconcilió consigo y nos encargo el servicio de reconciliar” (2 Cor 5,18). Para obtener el perdón de los pecados, no basta con la fe en la paciencia de Dios y en la mediación de Jesucristo (domingo pasado), es menester experimentar la lejanía del Padre y reconocerse en la mísera condición del hijo pródigo, en tierra extraña, despojado de toda dignidad. Entonces hay que colaborar con la misericordia y la gracia de Dios, mediante un movimiento humano que implica el dejar la esclavitud del mal y estar dispuesto a cambiar, tal como lo expresa magníficamente el Evangelio: “Me levantaré, me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: ‘Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo’” (Lucas 15, 18-19). de su familia que es la Iglesia. Al término del proceso penitencial está la vuelta a la primitiva dignidad de hijo de Dios, porque el sacramento de la penitencia es también una donación de gracia, y el banquete eucarístico de los comensales reconciliados con el Padre. Debemos personalizar esta parábola, hacerla nuestra; “parábola del Padre misericordioso” y “parábola del hijo pródigo”, y en ella todos nos hemos de reconocer en el hijo reconciliado antes que en el hermano celoso y resentido. En el banquete eucarístico, don gratuito del Padre, nos hemos de encontrar todos los reconciliados, con la misma gratitud y unidos en la misma caridad. Lo que hemos de procurar es que ningún hijo se quede fuera, que no escuche la invitación, o que le llegue mal expresada, o que piense que es un caso perdido. Eso también depende en parte de todos nosotros. Por todo ello, si el domingo pasado destacábamos la importancia del examen de conciencia, en éste comprenderemos el sentido del dolor de los pecados (la contrición), del propósito de la enmienda de vida y de la confesión de los pecados al sacerdote como representante de Dios y Cáliz de la Misericordia 35 Cáliz de la Misericordia Oración de los fieles Dispuestos a volver, como el Hijo pródigo, a la casa del Padre, presentémosle nuestra oración. Él escucha al afligido que lo invoca, y lo salva de sus angustias. -Por la Iglesia, que ha recibido de Cristo la misión de reconciliar, para que, en medio de las tensiones y las actitudes agresivas, sea fermento de unidad y de paz. Roguemos al Señor. -Por nuestro mundo, dividido por el odio, la guerra, la segregación; en ricos y pobres, dominadores y dominados, vencedores y vencidos: par que sea posible la paz, fruto de la justicia y del amor fraterno. Roguemos al Señor. -Por los que se indignan, como el hijo mayor de la parábola, contar los que perdonan y son perdonados: para que depongan su actitud intransigente e imiten la misericordia del Padre. Roguemos al Señor. -Por nosotros, que debemos hacer nuestra la actitud de conversión del hijo menor de la parábola y acogernos a la misericordia y el perdón de Dios: para que nos decidamos a volver a él, por el sacramento de la reconciliación, y nos preparemos para celebrar nuestra reconciliación en Cristo. Roguemos al Señor. -Para que los padres que lloran el pecado de sus hijos, puedan un día celebrar con ellos el retorno a una vida nueva. Roguemos al Señor. 36 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Dios de las misericordias y Padre de bondad, mira las oraciones con confianza te hemos presentado, vuelve nuestros pasos hacia ti, y haznos testigos de tu amor incondicional. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. La Plegaria Eucarística Se pude utilizar este domingo la Plegaria Eucarística sobre la reconciliación II, que tiene como tema “La reconciliación como retorno al Padre”. CUARESMA 5º Domingo de Cuaresma C 13 de marzo de 2016 Un Padre que, cuando caemos en el camino, nos perdona por Jesucristo y nos salva de la muerte Moniciones a las lecturas Primera lectura. Isaías 43,16-2 Llegando a la quinta etapa de la historia de la salvación, el profeta Isaías nos anuncia la liberación del exilio de Babilonia y el retorno a Israel, como un nuevo Éxodo hacia la tierra prometida. Está ocurriendo algo nuevo: el agua que brota en el desierto para apagar la sed de los caminantes es promesa de la realidad de los sacramentos de iniciación que celebraremos y reviviremos en la Pascua. Segunda lectura. Filipenses 3,8-14 El Apóstol hace una síntesis del misterio pascual de Jesucristo en cuanto que es vivido personalmente por cada cristiano, muriendo su misma muerte, para llegar un día a la resurrección de entre los muertos. Evangelio de Juan 8,1-11 El tríptico penitencial se cierra con la absolución de Cristo a la mujer adúltera. Así perdona Dios nuestros pecados en el sacramento de la reconciliación, con un don generoso de su gracia, y nos anima a no volver a pecar. Cáliz de la Misericordia 37 Cáliz de la Misericordia Ideas para la homilía La historia de la salvación: Los profetas El tríptico penitencial: El perdón de la mujer adúltera El quinto domingo de Cuaresma, el de los profetas, nos lleva hasta la etapa de aquellos hombres inspirados por el Espíritu que prepararon la venida del Redentor. El profeta Isaías anunció la liberación del exilio de Babilonia y el retorno a Israel, como un nuevo Éxodo hacia la tierra prometida. El Señor actuó a favor de su pueblo mediante el signo del agua, como lo hace ahora en el Bautismo. Nos queda una etapa, la última oportunidad para purificamos con la penitencia y beber el agua que representa al Espíritu Santo. Volviendo ahora al tema específico de esta Cuaresma C, habremos ido tomando conciencia de lo que es hacer penitencia, así nos lo ha ido anunciando el “Tríptico penitencial”: Si no hacéis penitencia, todos pereceréis (Lucas 13,5, 3er Domingo), Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido (Lucas 15,32, 4°Domingo). y hoy, en la tercera escena de este tríptico, Jesús encuentra a la mujer adúltera, muerta ya jurídicamente, a la que reintegra a la vida absolviéndola de la culpa. Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más (Juan 8,11, 5° Domingo). Perdón transformante, gratuito e inmerecido, misterio de gracia. La segunda lectura proclama magníficamente la finalidad de este camino de fe: Para conocerlo a Él, y la fuerza de su resurrección, y la comunión con sus padecimientos, muriendo su misma muerte, para llegar un día a la resurrección de entre los muertos (Filipenses 3,10). Un día comenzamos este camino con la regeneración bautismal, cuando nos incorporaron a Cristo, pero nuestra historia de pecado hace necesario que renovemos aquella primera gracia con el sacramento de la Penitencia. 38 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Este proceso no se puede confundir con el arrepentimiento humano que depende sólo de la persona que, en el mejor de los casos, se da cuenta de las malas consecuencias de sus pecados; Todo esto viene de Dios (2 Cor 5, 18), escuchábamos el pasado domingo. Por ello se precisa aquella cuádruple reconciliación que repara las cuatro fracturas fundamentales: reconciliación del hombre con Dios, consigo mismo, con los hermanos, con todo lo creado. CUARESMA Oración de los fieles El “misterio” transformante de la absolución. Misterio de amor Pero ¿quién puede perdonar los pecados sino Dios? Mucho menos podemos los hombres juzgar o condenar —”El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra”— ¿Porqué hemos de confesamos con el sacerdote? y ¿qué añade su absolución a nuestro arrepentimiento? Como en el altar donde celebra la Eucaristía y como en cada uno de los sacramentos, el sacerdote, ministro de la Penitencia, actúa “en la persona de Cristo”. Cristo, a quien él hace presente, y por su medio realiza el misterio de la remisión de los pecados, es el que aparece como hermano del hombre (Rom 8,29), pontífice misericordioso, fiel y compasivo (Heb 2,17,.4,15). La aplicación de la misericordia El sacramento de la penitencia no puede alinearse junto con las muchas formas de ayuda psicológica. Es preciso que descubramos la Penitencia como misterio de salvación, es decir, como acción de Cristo que nos transforma, regenerándonos para presenta al padre como una criatura nueva, regenerada por la fuerza del Espíritu. La palabra de los profetas, la Buena Noticia de Cristo anunciada ahora por la Iglesia que repite las palabras del Apóstol: Dejáos reconciliar con Dios (2 Cor 5, 20), se hacen realidad cuando el más humilde sacerdote asume el “YO” soberano y redentor de Jesús, porque se le ha concedido el ministerio de la reconciliación. Oremos al Señor nuestro Dios, que no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. -Para que la Iglesia, bajo la guía del Papa y de los Obispos, dispense con generosidad el perdón que viene de Dios y trasmita esperanza a todos. Roguemos al Señor. -Para que nuestra sociedad, injusta e hipócrita, que busca lo que la escandaliza y fomenta lo que luego condena, sea capaz de reconocer a Jesucristo, para ver y compartir las angustias y esperanzas de todo hombre. Roguemos al Señor. -Para que los delincuentes y marginados encuentren en todos la ayuda fraterna para salir de su postración. Roguemos al Señor. -Por las mujeres que son explotadas y por aquellos que las juzgan y condenan sin misericordia: para que Jesús se les manifieste y les dé su salvación. Roguemos al Señor. -Para que no nos creamos sin pecado ni nos erijamos en jueces de los demás, como los acusadores de la mujer adúltera, y aprendamos de Cristo a ser comprensivos. Roguemos al Señor. Perdona, Padre, los pecados de tu pueblo, danos tu misericordia, y haz que unidos a tu Hijo, que dio su vida por nuestra salvación, nos dejemos trasformar para vivir como testigos de su luz. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Cáliz de la Misericordia 39 Cáliz de la Misericordia SEMANA SANTA Domingo de Ramos en la Pasión del Señor C 20 de marzo de 2016 La Plegaria Eucarística Hoy sería conveniente recitar el prefacio de la Penitencia “El sacramento de la reconciliación en el Espíritu” (que se puede decir en tiempo de Cuaresma) unido a la plegaria eucarística I, II o III, que se relacionaría con la absolución de Jesús a la mujer adúltera y culminaría perfectamente el “Tríptico penitencial”. 40 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 En Jerusalén: “Este es el día del Señor, este es el tiempo de la misericordia” CUARESMA Moniciones a las lecturas En la bendición de las palmas. Evangelio de Lucas 19, 28-40 Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 22,14-23,56 Corresponde este año leer el relato de san Lucas correspondiente a la entrada de Jesús en Jerusalén. Como hicieron entonces los discípulos, aclamaremos al Señor diciendo “Paz en el cielo y gloria en lo alto”. Según la intención propia de este evangelista, todo el relato de la pasión según san Marcos se desarrolla a la luz de las dos grandes líneas directoras de este Evangelio, que son la proclamación de la misericordia de Dios y la acción del Espíritu, que Jesús devuelve al Padre al morir en la cruz. MISA DE PASIÓN Primera lectura. Isaías 50, 4-7 El tercer cántico del Siervo del Señor anuncia la pasión del Mesías, presentándola como una muestra suprema de obediencia a la palabra y la voluntad de Dios, al someterse al poder del pecado del mundo y padecer por ello mansamente. Gran importancia tiene la recitación del Salmo responsorial 21, mencionado por Cristo en la cruz: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Segunda lectura. Filipenses 2, 6-11 San Pablo proclama la unidad del misterio pascual de Jesucristo, humillado hasta la muerte de cruz como el Siervo de Yawéh y glorificado como Hijo de Dios en la resurrección. Cáliz de la Misericordia 41 Cáliz de la Misericordia Ideas para la homilía El pórtico de la Pascua de Jesús El sacrificio del Siervo de Dios Para los que no asisten a la liturgia del Viernes Santo, hoy es el encuentro con Cristo paciente, en contraste con su manifestación gloriosa en el próximo domingo, día de Pascua. La procesión inicial imita la que se hacía en Jerusalén desde el siglo V. En todas las misas se debe resaltar hoy el rito de entrada, al menos con una monición y un canto apropiado, pero cuando se hace con los ramos y palmas se proclama el relato de la entrada triunfal de Jesús, este año —C— según san Lucas. Las dos primeras lecturas constituyen el marco de la Pasión del Señor: Jesús no retrocede, se somete a todos los ultrajes de los hombres. Es precisamente esto, su entrega y abnegación hasta la muerte en cruz en medio de la historia, lo que hace de él el Señor de la historia —porque la pasión no es un “mito” intemporal, sino que ocurrió realmente “bajo el poder de Poncio Pilato”—, es la muestra de lo que ocurre desde principio a fin de la tragedia de la humanidad: En Jesús, Dios es golpeado, cubierto de insultos y salivazos, mientras él, por nosotros y para tomar sobre sí nuestros pecados, se rebaja hasta el extremo, hasta someterse incluso a la muerte. En la Misa las primeras lecturas se leen todos los años. El tercer cántico del Siervo de Yahwéh, el salmo 21 que, leído en su integridad, no es un grito desesperado sino una súplica llena de esperanza, y el gran himno de Filipenses en el que se ensalza la humildad de Cristo y la autenticidad de su encarnación cuando se rebajó hasta la muerte; también se proclama su exaltación a la gloria como respuesta del Padre a su obediencia. Toca así mismo leer este año la Pasión según san Lucas, en la que se proclama de modo preferente la dignidad de Jesucristo, Hijo de Dios y Salvador de la humanidad y su misericordia, que alcanza a un crucificado junto a él. La celebración del sacrificio eucarístico manifiesta la unidad del Misterio Pascual de Jesucristo, muerto por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación. 42 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 En el Jubileo del Santo Cáliz de la misericordia En la muerte de Cristo se cumple con toda su real crudeza lo anunciado sacramentalmente en la última cena: “Esta copa es la Nueva Alianza sellada con mi sangre, que se derrama por vosotros (Lc 22, 20). El misterio pascual, renovado perennemente en la Eucaristía y celebrado de modo especial en la Semana Santa, abre el camino de la salvación tanto a los descendientes carnales de Abrahán como a los pueblos que son hijos de Dios por la fe. Celebramos este domingo con el deseo de celebrar plenamente la Pascua con Jesús, en su muerte y gloriosa resurrección. CUARESMA Oración de los fieles Siguiendo a Jesucristo, que viene a nosotros humilde y pacificador, para dar su vida por la nuestra, pidamos a Dios misericordioso por la salvación de todos los hombres. Padre, escucha nuestras oraciones y haz que nunca nos apartemos del camino que nos lleva a la Jerusalén celestial donde tu Hijo nos precede. Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén. -Para que la Iglesia, esposa de Cristo, se purifique más plenamente, por la sangre de Cristo, y vaya a su encuentro en este tiempo santo de Pasión. Roguemos al Señor. -Para que imitando al Buen Ladrón, veamos en la muerte redentora de Cristo el signo de la gloria y la misericordia divinas. Roguemos al Señor. -Para que los enfermos, los que sufren hambre, injusticia o discriminación, experimenten junto a ellos la presencia del siervo obediente que, muriendo en la Cruz, trajo la paz al mundo. Roguemos al Señor. -Para que reine la paz en nuestro mundo, cesen los odios y violencias, y todos los hombres nos comprometamos a construir una ciudad justa, fraterna y solidaria en la que la victoria de Cristo se manifieste con todo su esplendor. Roguemos al Señor. -Para que todos nosotros, por la pasión y muerte de Cristo, lleguemos a la gloria de su resurrección. Roguemos al Señor. Cáliz de la Misericordia 43 Cáliz de la Misericordia Lunes y Martes Santos 21 y 22 de marzo de 2016 Como ocurría en Jerusalén, en estos días previos a la Pascua se siguen dos caminos paralelos; por una parte está el itinerario de los candidatos al Bautismo, a los que se presta una atención especial, y por otra, los cristianos veteranos, que siguen la historia de Jesús en aquellos últimos días leyendo en el Evangelio el conmovedor episodio cargado de presagios de la unción de Jesús en Betania (lunes) y la preparación de la Cena de Pascua con la traición de Judas (martes y miércoles). Como primera lectura se va desgranando la majestuosa serie de cánticos del Siervo de Yahwé en los que el segundo Isaías anuncia el sufrimiento redentor del Salvador. Son días de penitencia en los que todos debemos rehacer el camino catecumenal, renunciando una vez más al pecado y a las situaciones que nos llevan a él: Está claro en los Evangelios que la misión de Jesús consiste en inaugurar el Reino de Dios. “Vino Jesús a Galilea proclamando el evangelio de Dios y diciendo: Se ha cumplido el tiempo y se ha acercado el Reino de Dios; arrepentíos y creed en el evangelio” (Mc 1,14-15). El objetivo de Jesús es reordenar el cosmos en torno a su centro vital, que es Dios. Esto significa reconducir la humanidad, y por ella a toda la creación, a la reconciliación. A la paz. Porque la creación es el marco donde se manifiesta la gloria de Dios, de la que es partícipe el hombre. 44 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Si el hombre se aleja de Dios, la creación entera queda oscurecida. El rescate de cada hombre y mujer significa la renovación de todo lo creado. Así se comprende que Jesús, el nuevo Adán, asocia a su persona y a su misión, discípulos que llegarán a ser “pescadores” de hombres (cf. Mc 1,17). En la medida en que los hombres son rescatados, el cosmos entero es redimido, salvado. CUARESMA Miércoles Santo 23 de marzo de 2016 En la S.I. Catedral Metropolitana, a las 11 h.: MISA CRISMAL, con la renovación de las promesas sacerdotales, presidida por el señor Arzobispo. Se bendicen los santos óleos de los enfermos y de los catecúmenos y el santo crisma que se utilizan en la celebración de los sacramentos de la unción de enfermos, bautismo, confirmación, ordenación presbiteral y episcopal y en la dedicación de iglesias y altares. Hasta la reciente reforma litúrgica, la Misa Crismal se celebraba en la mañana del Jueves Santo, con una reducida asamblea en la que rodeaban al Obispo siete presbíteros, siete diáconos y siete subdiáconos. Algo de este ritual ha pasado a la forma actual de la concelebración. Pero ahora esta celebración ha ganado en esplendor y concurrencia, porque se puede trasladar a uno de los días anteriores, habiéndose incorporado además —por voluntad expresa de Pablo VI— la renovación de las promesas que se hacen en la ordenación sacerdotal. La Misa Crismal es una magnífica imagen del misterio de la Iglesia, en la que se expresa el fluir de la gracia de los sacramentos desde el sacerdocio de Cristo y por medio de sus ministros que la hacen presente en todas las comunidades. Jueves Santo en el Año del Cáliz de la Misericordia 24 de marzo de 2016 Triduo Pascual El Santo Triduo Pascual de Jesucristo, muerto, sepultado y resucitado abarca desde la Misa en la Cena del Señor hasta las segundas Vísperas del día de Pascua. Durante los primeros siglos, todos estos momentos del Misterio Pascual se celebraban un una sola acción sagrada que era la Vigilia Pascual, en la noche del sábado al domingo. Los dos días anteriores estaban consagrados al ayuno general prepascual y a la preparación inmediata de los catecúmenos que concluían en la “redditio symboli”. Sin embargo, el ejemplo de Jerusalén fue imitado en las demás Iglesias, dando un significado histórico a estos días y siguiendo los pasos del Señor. De todos modos, la unidad del Misterio Pascual no se puede romper y se hace presente en cada una de estas celebraciones. En estos días podemos recibir en varias ocasiones la indulgencia plenaria: velando ante el sagrario durante media hora, en el Via Crucis, en la adoración de la cruz y en la Vigilia Pascual; es una forma de renovar la pureza bautismal cuando hacemos memoria de nuestra propia muerte al pecado y resurrección a la vida eterna que se nos concedió en la iniciación cristiana. Cáliz de la Misericordia 45 Cáliz de la Misericordia Misa “En la Cena Del Señor” Se conmemora la institución de la eucaristía y del sacerdocio, y se recuerda el supremo mandamiento del amor. Es el “Día del amor fraterno”. Todas las iglesias son este día un gran cenáculo. El rito del lavatorio de los pies, que antes se hacía aparte, en la sala capitular de las catedrales y monasterios, se ha situado ahora después del Evangelio, como una dramatización de la lectura y se hace en todas las iglesias. Es un día en que se siente de modo especial la presencia del Señor: Jesús se muestra a sí mismo diciendo: Yo soy el Camino, y la Verdad y la Vida (Jn 14, 6). El contexto en el que Jesús pronuncia estas palabras no es otro que la noche del Jueves Santo, después de la Cena, antes de morir en la cruz. En esa impresionante ocasión, Jesús revela a sus discípulos que va hacia el Padre. Este ir al Padre constituye el culmen de la salvación. Todo el que siga a Jesús irá a donde Él va. Antes de la Pasión Jesús oró con este Salmo de la misericòrdia: (“Dad gracias al Señor porque es Bueno”). Lo atestigua el evangelista Mateo cuando dice que “después de haber cantado el himno” (26,30), Jesús con sus discípulos salieron hacia el Monte de los Olivos. Mientras instituía la Eucaristía, como memorial perenne de Él y de su Pascua, puso simbólicamente este acto supremo de la Revelación 46 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 a la luz de la misericordia. En este mismo horizonte de la misericordia, Jesús vivió su pasión y muerte, consciente del gran misterio del amor de Dios que se habría de cumplir en la cruz. Saber que Jesús mismo hizo oración con este Salmo, lo hace para nosotros los cristianos aún más importante y nos compromete a incorporar este estribillo en nuestra oración de alabanza cotidiana: “Eterna es su misericordia” (Misericordiae vultus 7). El día siguiente es “alitúrgico”, no se celebra la Eucaristía, y se resalta con una procesión el traslado de las formas consagradas hasta el sagrario. Se abre así un tiempo de vigilia y oración ante el Santísimo en el que respondemos a las palabras de Jesús en el monte de los Olivos: Velad y orad para no caer en la tentación (Mt 26, 41). CUARESMA Viernes Santo y la mayor expresión de la Misericordia 25 de marzo de 2016 Turnos de oración ante el sagrario hasta la celebración vespertina de la Pasión En la oración ante el santísimo sacramento, conservado en el “Monumento”, acompañamos al Señor en la soledad de su Pasión y le damos gracias porque ha querido permanecer sacramentalmente en medio de nosotros. En la Edad Media se comenzó a llamar “monumentum”, palabra latina que significa “sepulcro” al lugar donde se conservaba una sola forma consagrada para la comunión del sacerdote en la celebración del Viernes Santo; por ello se hacían ritos como sellar la puerta del sagrario. Ahora deberíamos ir olvidando este sentido fúnebre para valorar la inmensa gracia de la presencia eucarística, memorial permanente de la entrega sacrificial de Cristo, e iniciando también a los niños y jóvenes en esta práctica piadosa. Adoramos al Señor en el sagrario de todos los días, especialmente si se halla en una capilla especial, adornado con grato fervor y buen gusto. Adorando el Santísimo al menos durante media hora se puede obtener la indulgencia plenaria. Oficio de lecturas y Laudes En la noche del jueves y en la mañana del viernes, nada mejor podemos hacer ante el sagrario que celebrar la Liturgia de las Horas. De este modo nos unimos a la oración de toda la Iglesia, esposa y cuerpo de Cristo que eleva sus preces y alabanzas al Padre, haciendo suyo todo el sufrimiento de la humanidad para convertirlo en sacrificio redentor. Via Crucis De nuevo parece que nos traslademos a la ciudad santa de Jerusalén, recorriendo con Jesús la vía dolorosa. En este ejercicio puede obtenerse la indulgencia plenaria. Cáliz de la Misericordia 47 Cáliz de la Misericordia Celebración de la Pasión del Señor Este acto vespertino comienza con la liturgia de la palabra en la que se leen dos lecturas y la Pasión según san Juan, a la que sigue la homilía y la oración universal; concluye esta liturgia con la adoración de la Cruz y la comunión con la Eucaristía consagrada en la Misa de la Cena del Señor. Quienes participan en la adoración de la Cruz pueden ganar la indulgencia plenaria. En esta tarde, la desnudez del altar y la austeridad de la ceremonia nos traslada al patio del Gólgota, en el magnífico conjunto de monumentos que contemplaban los peregrinos de los siglos IV, V y VI, antes de la invasión islámica. Allí, al aire libre, delante de la colina del calvario, revestida de mármoles preciosos y sobre la que se alzaba una gran cruz de madera, se leía la pasión y se pasaba a besar la reliquia de la cruz, la Vera Crux que encontró santa Elena. Es un acto de profunda seriedad, pero alumbrado por la gloria del madero en el que estuvo clavada la salvación del mundo. La sencilla cruz de madera, sin la imagen del crucificado, que cruza la iglesia hasta el altar para allí ser adorada: el trofeo de la Pasión ante el que deberemos hacer genuflexión siempre que pasemos ante él, hasta que comience la Vigilia Pascual. Tarde de misterio en que tocamos lo más profundo del acto redentor: 48 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Jesucristo es el paradigma, el relato de la historia de Dios-con-nosotros y de nosotros-con-Dios. El Hijo de Dios no ha venido para quitar el sufrimiento, sino más bien para sufrir con nosotros. No ha venido para suprimir la cruz, sino para extender sus brazos en ella. El Hijo está en medio de nuestro pecado. El Padre se compadece del Hijo y lo resucita. En la resurrección del Hijo, el Padre recobra al Verbo y todo lo que el Verbo abraza y significa. El Padre reconoce a su Hijo entre nosotros y en nosotros. Este es, desde luego, un gran misterio que nos hace estremecer. CUARESMA Sábado Santo en el silencio de Dios 26 de marzo de 2016 Oficio de lecturas y Laudes Durante este día la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor meditando su pasión y muerte y aquel descenso al lugar de los muertos en la que su alma se unió a restantes almas de los justos del Antiguo Testamento y los redimió de su cautiverio. Con este abajamiento a lo más profundo de la muerte, el Señor inicia su victoria sobre la misma. La mañana de este Sábado Santo debería ocuparse en la oración y en la preparación de la gran Vigilia, al menos por el grupo más responsable de la comunidad. El Oficio de Lecturas contiene una de las lecturas más impresionantes de esta semana: el diálogo de Jesús con Adán en el reino de la muerte que el Señor va a descerrajar y anular para siempre. Es un día en que se nos invita a continuar el ayuno del Viernes Santo, siguiendo la primitiva tradición del ayuno prepascual que se rompe en la comunión de la Vigilia. por la muerte. Convertirse quiere decir dirigir nuestros pasos hacia Dios por el camino de Jesucristo: la humanidad doliente que ha de ser reconciliada. Cada hombre y mujer es el camino que Jesús emprende y, necesariamente, es la ruta que el seguimiento de Jesús ha de tomar para ir a donde Cristo va. Como creyentes, hemos de abrirnos a una existencia que se distinga por la “gratuidad”, entregándonos a nosotros mismos, sin reservas, a Dios y al próximo. El Señor Jesús vivió la experiencia de la muerte en toda su realidad. San Agustín escribió: “Si el Verbo no se hubiese hecho carne y hubiese habitado entre nosotros, habríamos podido creer que estabas lejos del contacto con el hombre y nos habríamos desesperado”. El camino que Jesús recorre para volver al Padre no es otro que la humanidad pecadora, doliente y amenazada Cáliz de la Misericordia 49 Cáliz de la Misericordia En la Noche Santa, solemne Vigilia Pascual El Misterio Pascual de Cristo, crucificado, sepultado y resucitado, tiene en esta liturgia nocturna “Madre de todas las demás vigilias”, su celebración culminante. Esta es una noche de vela en honor del Señor, como lo hizo el pueblo elegido desde el comienzo del Éxodo en Egipto. La vigilia comienza en el exterior del templo con la liturgia de la luz y se ilumina la iglesia como signo de la resurrección del Señor. La liturgia de la palabra proclama las maravillas de Dios en la historia de la salvación, desde la creación del mundo al Misterio Pascual de Jesucristo; luego viene la liturgia bautismal, con la renovación de las promesas que se hicieron en la iniciación cristiana, y luego la asamblea es invitada a la mesa que el Señor, por medio de su muerte y resurrección, ha preparado para su pueblo (cuarta parte de la vigilia, liturgia eucarística). Quienes participan en la Vigilia Pascual pueden ganar la indulgencia plenaria y también comulgar de nuevo en otra Misa del día de Pascua. No se trata de una memoria histórica, Jesús asocia a los nuevos cristianos en su muerte y resurrección por medio del Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía. Es la noche de la maternidad de la Iglesia. También en los cristianos veteranos revive la gracia de la Iniciación Cristiana cuando renovamos las promesas bautismales y nos llenamos 50 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 del Espíritu al ser consagrados con el pan y el vino en la Eucaristía; iniciación que vuelve a culminar en la comunión en Cristo, compartiendo sus padecimientos, muriendo su misma muerte, para llegar a resucitar con Él. El cristiano no cree en una trascendencia anónima, sino en un Dios que es Padre, Abba. Como dice el Santo Padre, Jesucristo por medio del Espíritu Santo, Él renueva nuestra vida y nos hace partícipes de esa misma vida divina que nos introduce en la intimidad de Dios y nos hace experimentar su amor por nosotros. Este trato de intimidad llega hasta el punto de hacerse vida de la vida del hombre. En el día santo que comienza con esta vigilia y en toda la cincuentena pascual se celebra el cumplimiento de las profecías antiguas que hemos escuchado en los últimos domingos de esta Cuaresma y se llega al punto de origen del perdón de los pecados que ha sido proclamados en los últimos evangelios de la Cuaresma C, porque ahora se sabe que la muerte de Cristo, con su perfecta obediencia, reparó nuestras culpas ante el Padre, y que su resurrección fue la respuesta del Padre a nuestro crimen, abriéndonos la puerta de la gracia de la justificación. CUARESMA Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor. La respuesta misericordiosa del Padre 27 de marzo de 2016 Misa solemne Los cincuenta días que van desde este domingo de Resurrección hasta el de Pentecostés han de ser celebrados con alegría y exultación como si se tratase de un solo y único día festivo, más aún, como un “gran domingo”, tal como lo proclama el himno israelita propio de estas fechas que los cristianos aplicamos al Misterio Pascual: “Este es el día en que actuó el Señor; sea nuestra alegría y nuestro gozo” (Salmo 117, 24). “Eterna es su misericordia”: “Es el estribillo que acompaña cada verso del Salmo 136 mientras se narra la historia de la revelación de Dios. En razón de la misericordia, todas las vicisitudes del Antiguo Testamento están cargadas de un profundo valor salvífico. La misericordia hace de la historia de Dios con Israel una historia de salvación. Repetir continuamente ‘Eterna es su misericordia’, como lo hace el Salmo, parece un intento por romper el círculo del espacio y del tiempo para introducirlo todo en el misterio eterno del amor. Es como si se quisiera decir que no solo en la historia, sino por toda la eternidad el hombre estará siempre bajo la mirada misericordiosa del Padre. No es casual que el pueblo de Israel haya querido integrar este Salmo, el grande Hallel como es conocido, en las fiestas litúrgicas más importantes” (Misericordiae vultus,7). La Eucaristía en el día de Pascua La lectura de san Pablo nos sitúa en el centro del Misterio Pascual y nos revela lo que significa este misterio para cada uno de nosotros: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo… Porque habéis muerto y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios (Col 3, 1 y 4). Así pues, en nuestra iniciación cristiana, cada cristiano ha sido incorporado, injertado en Cristo, de modo que su muerte y resurrección no son sólo un hecho del paso o una obra maravillosa de Dios, sino también un misterio de salvación que celebramos todos a partir del Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, y que renovamos constantemente, ya sea cuando lavamos nuestra conciencia en la Confesión como cuando participamos en la Comunión. En todos estos momentos la efusión del Espíritu Santo nos aplica las gracias y la vivencia del Misterio Pascual. Cáliz de la Misericordia 51 Cáliz de la Misericordia Todo ello tiene una consecuencia moral para nuestras vidas, insinuada en la lectura mencionada y más expresa en la otra lectura opcional para este día: Ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Así, pues, celebremos la Pascua, no con levadura vieja (de corrupción y de maldad), sino con los panes ácimos de la sinceridad y la verdad (1 Cor 5, 7-8). Buscar los bienes del cielo, purificar nuestra conducta, es decir, organizar nuestra personalidad y nuestra vida según el modelo de Jesucristo. Es lo que intentamos con la penitencia cuaresmal y que ahora se nos ofrece como una gracia de la Pascua del Señor si estamos preparados para recibirla. 52 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Segundas Vísperas. Conclusión del Triduo Pascual Es un acto que podríamos ir recuperando. Son la celebración del encuentro vespertino de Jesús con los caminantes de Emaús y con los discípulos en el cenáculo. Se abre el tiempo de alegría de la Cincuentena, la semana de semanas que es el santo Pentecostés. CUARESMA Cáliz de la Misericordia 53 Cáliz de la Misericordia Cuaresma 2016 Comisión Diocesana de Espiritualidad 54 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA Presentación En este tiempo de Cuaresma-Pascua del “Año Eucarístico del Santo Cáliz en el Jubileo Extraordinario de la Misericordia”, y haciéndonos eco del lema del segundo ciclo del IDE “Convertíos y creed en el Evangelio”, os ofrecemos unos materiales de reflexión espiritual y de ayuda para crear espacios de vivencia de misericordia y comunión en vuestras comunidades cristianas. Los materiales son los siguientes: A) Lectura espiritual para el tiempo de Cuaresma (p. 54) B) Lectura espiritual para el tiempo de Pascua (p. 172) C) Via Lucis, según san Lucas (p. 182) A lo largo de las catorce estaciones seguiremos la historia de la misericordia de Dios, como nos la narra San Lucas —el evangelista del Ciclo C—, en su doble escrito: el Evangelio y Hechos de los Apóstoles, dado que la salvación de Dios misericordioso, en la perspectiva lucana, no se encuentra sólo en la muerte y resurrección de Cristo, sino también en los acontecimientos posteriores: en la Ascensión de Cristo a los cielos y en la evangelización (cfr. Hch. 13, 47; 28, 28). En efecto, en Hch. se ve como la salvación de “El Señor, Dios clemente y compasivo, lento a la ira, rico en misericordia y en fidelidad” (Éxodo 34, 6).se completa con la venida del Espíritu Santo, cuyo impulso hace que se difunda el evangelio de la misericordia por el mundo. Cáliz de la Misericordia 55 Cáliz de la Misericordia Textos de los Santos Padres para reflexión Miércoles de Ceniza La caridad atrae la misericordia divina “Tanto se complace Dios en nuestros actos de bondad para con los demás, que ofrece su misericordia solamente a quienes son misericordiosos” (San Hilario , en Catena Aurea, volt 1, p. 248). “Vea Dios Todopoderoso nuestra caridad con el prójimo, para que tenga piedad y compasión por nuestros pecados. Recordad las palabras que se nos han dicho: Perdonad y se os perdonará” (Lc 6, 37) (San Gregorio Magno, Hom. 27 sobre los Evang.). El corazón arrepentido es la mejor ofrenda a Dios “Yo reconozco mi culpa, dice el salmista. Si yo la reconozco, dígnate tú perdonarla. No nos vanagloriemos en modo alguno como si viviéramos rectamente y sin pecado. Lo que atestigua a favor de nuestra vida es el reconocimiento de nuestras culpas. Las personas sin remedio son aquellas que dejan de atender a sus propios pecados para fijarse en los de las demás. No buscan lo que hay que corregir, sino en qué pueden morder. Y, al no poderse excusar a sí mismos, están siempre dispuestos a acusar a los demás. No es así cómo nos enseña el salmo a orar y dar a Dios satisfacción, ya que dice: Pues yo reconozco mi culpa, tengo presente mi pecado. El que así ora no atiende a los pecados ajenos, sino que se examina a sí mismo, y no de manera superficial, como quien toca por 56 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 encima, sino profundizando en su interior. No se perdona a sí mismo, y por esto precisamente puede atreverse a pedir perdón. ¿Quieres lograr el favor de Dios? Conoce lo que has de hacer contigo mismo para que Dios te sea favorable. Atiende a lo que dice el mismo salmo: Los sacrificios no te satisfacen, si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Por tanto, ¿es que has de dejar de lado el sacrificio? ¿Significa esto que podrás aplacar a Dios sin ninguna oblación? ¿Qué dice el salmo? Los sacrificios no te satisfacen, si te ofreciera un holocausto, no lo querrías. Pero continúa y verás que dice: Mi sacrificio es un espíritu quebrantado, un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias” (San Agustín, De los Sermones. Sermón 19, 2). CUARESMA 1er Domingo Cinco caminos de penitencia ¿Quieren que les recuerde los diversos caminos de penitencia? Hay ciertamente muchos, distintos y diferentes, y todos ellos conducen al cielo. El primer camino de penitencia consiste en la acusación de los pecados: Confiesa primero tus pecados, y serás justificado. Por eso dice el profeta: Propuse: “Confesaré al Señor mi culpa”, y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. Condena, pues, tú mismo, aquello en lo que pecaste, y esta confesión te obtendrá el perdón ante el Señor, pues, quien condena aquello en lo que faltó, con más dificultad volverá a cometerlo; haz que tu conciencia esté siempre despierta y sea como tu acusador doméstico, y así no tendrás quien te acuse ante el tribunal de Dios. Si deseas que te hable aún de un cuarto camino, te diré que lo tienes en la limosna: ella posee un grande y extraordinario poder. También, si eres humilde y obras con modestia, en este proceder encontrarás, no menos que en cuanto hemos dicho hasta aquí, un modo de destruir el pecado: De ello tienes un ejemplo en aquel publicano, que, si bien no pudo recordar ante Dios su buena conducta, en lugar de buenas obras presentó su humildad y se vio descargado del gran peso de sus muchos pecados” (San Juan Crisóstomo, Homilías. Homilía 2 Sobre el diablo tentador, 6: PG 49, 263-264). … Hay también otro, no inferior al primero, que consiste en perdonar las ofensas que hemos recibido de nuestros enemigos, de tal forma que, poniendo a raya nuestra ira, olvidemos las faltas de nuestros hermanos; obrando así, obtendremos que Dios perdone aquellas deudas que ante él hemos contraído; he aquí, pues, un segundo modo de expiar nuestras culpas Porque si ustedes perdonan al prójimo sus faltas —dice el Señor—, también su Padre celestial perdonará las de ustedes. ¿Quieres conocer un tercer camino de penitencia? Lo tienes en la oración ferviente y continuada, que brota de lo íntimo del corazón. Cáliz de la Misericordia 57 Cáliz de la Misericordia 2º Domingo Convertíos a mí y encontraréis misericordia “Pues el Señor es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; él no se complace en la muerte del malvado, sino en que el malvado cambie de conducta y viva; él no es impaciente como el hombre, sino que espera sin prisas nuestra conversión y sabe retirar su malicia de nosotros, de manera que, si nos convertimos de nuestros pecados, él retira de nosotros sus castigos y aparta de nosotros sus amenazas, cambiando ante nuestro cambio. Cuando aquí el profeta dice que el Señor sabe retirar su malicia, por malicia no debemos entender lo que es contrario a la virtud, sino las desgracias con que nuestra vida está amenazada, según aquello que leemos en otro lugar: Bástale a cada día su desgracia. Pero, como sea que no podemos conocer hasta dónde llega el abismo de las riquezas y sabiduría de Dios, prefiero ser discreto en mis afirmaciones y decir sin presunción: Quizá se arrepienta y nos perdone. Al decir quizá, ya está indicando que se trata de algo o bien imposible o por lo menos muy difícil. 58 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Habla luego el profeta de ofrenda y brindis para nuestro Dios: con ello, quiere significar que, después de habernos dado su bendición y perdonado nuestro pecado, nosotros debemos ofrecer a Dios nuestros dones” (San Jerónimo. Del comentario sobre el libro del profeta Joel, Jl 2, 12-17). CUARESMA 3er Domingo Te deseo, Dios mío y busco tu rostro ”Deja un momento tus ocupaciones habituales, contempla tu pequeñez, entra un instante en ti mismo, apartándote del tumulto de tus pensamientos. Arroja lejos de ti las preocupaciones agobiantes y aparta de ti las inquietudes que te oprimen. Reposa en Dios un momento, descansa siquiera un momento en él. Entra en lo más profundo de tu alma, aparta de ti todo, excepto Dios y lo que puede ayudarte a alcanzarlo; cierra la puerta de tu habitación y búscalo en el silencio. Di con todas tus fuerzas, di al Señor: “Busco tu rostro; tu rostro busco, Señor”. trabajos y de los esfuerzos que hacemos por llegar hasta ti, ya que sin ti nada podemos. Enséñame a buscarte, muéstrame tu rostro, porque si tú no me lo enseñas no puedo buscarte. No puedo encontrarte si tú no te haces presente. Te buscaré deseándote, te desearé buscándote; amándote te encontraré, encontrándote te amaré” (San Anselmo, Del libro Proslogion. Cap. 1: Opera omnia, edición Schmitt, Seckau 1938, 1, 97-100 ). Y ahora, Señor y Dios mío, enséñame dónde y cómo tengo que buscarte, dónde y cómo te encontraré. Si no estás en mí, Señor, si estás ausente, ¿dónde te buscaré? Si estás en todas partes, ¿por qué no te veo aquí presente? … Señor, tú eres mi Dios, tú eres mi Señor y nunca te he visto. Tú me creaste y me redimiste, tú me has dado todos los bienes que poseo, y aún no te conozco. He sido creado para verte, y todavía no he podido alcanzar el fin para el cual fui creado. … ¿Cuándo iluminarás nuestros ojos y nos mostrarás tu rostro? ¿Cuándo harás caso a nuestros deseos? Míranos, Señor, escúchanos, ilumínanos, muéstrate a nosotros. Llena a plenitud nuestros deseos y seremos felices; sin ti todo es aburrimiento y tristeza. Ten piedad de nuestros Cáliz de la Misericordia 59 Cáliz de la Misericordia 4º Domingo El Señor tendrá misericordia con quien es misericordioso “Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dulce es el nombre de misericordia [...]. Todos los hombres la desean, mas, por desgracia, no todos obran de manera que se hagan dignos de ella; todos desean alcanzar misericordia, pero son pocos los que quieren practicarla” (San Cesáreo de Arlés, Sermón 25). “Tanto se complace Dios en nuestros actos de bondad para con los demás, que ofrece su misericordia solamente a quienes son misericordiosos” (San Hilario, en Catena Aurea, val. I, p. 248). “Oh, hombre, ¿cómo te atreves a pedir, si tú te resistes a dar? Quien desee alcanzar misericordia en el cielo debe él practicarla en este mundo. Y por esto, ya que todos deseamos la misericordia, actuemos de manera que ella llegue a ser nuestro abogado en este mundo, para que nos libre después en el futuro. Hay en el cielo una misericordia, a la cual se llega a través de la misericordia terrena” (San Cesáreo de Arlés , Sermón 25). “Quizá existan algunos ricos que, aunque no suelen ayudar a los más necesitados de la Iglesia, sin embargo, guardan otros mandamientos divinos y estiman que ante sus diversos méritos de virtud y probidad es leve que les falte la misericordia. Pero ésta es de tanta importancia que sin ella las demás, aunque existan, para 60 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 nada sirven. Pues aunque uno sea fiel, casto, sobrio y esté adornado de otras virtudes principales e insignes, sin embargo, si no es misericordioso, no merecerá la misericordia. Bienaventurados —dice el Señor— los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5, 7) (San León Magno, Sermón 10). CUARESMA 5º Domingo Dios no deja de ser bueno al ejercer la justicia ni se muestra inmisericorde al ser justo “.... Error consistió en arrancar al Padre el juicio y el castigo, pensando que ese poder es impropio de Dios. Por eso imaginaron haber encontrado a un Dios “bueno y sin ira”, así como a otro Dios “cuyo oficio es juzgar” y “otro para salvar”. Esos pobres no se dieron cuenta de que a uno y a otro lo privan de la sabiduría y de la justicia. Pues, si el juez no fuera al mismo tiempo bueno, ¿cómo daría al premio a quienes lo merecen y reprenderá a quienes lo necesitan? Un juez de este tipo no sería ni sabio ni justo. Y si fuese un Dios bueno y únicamente bueno, pero sin juicio para juzgar quiénes merecen esa bondad, un tal Dios no sería ni justo ni bueno, pues su bondad sería impotente; ni podría ser salvador universal si carece de discernimiento. Marción por su parte, al partir a Dios en dos, a los cuales llamó al primero “bueno” y al segundo “justo”, acabó matando a Dios desde las dos partes. Porque si el Dios “justo” no es a la vez “bueno”, tampoco puede ser Dios aquel a quien le falta la bondad; y por otra parte, si es “bueno” pero no “justo”, del mismo modo sufriría que le arrebataran el ser Dios. ¿Y cómo pueden decir que el Padre universal es sabio, si al mismo tiempo no es juez? Pues si es sabio, puede discernir. la sabiduría. […] Es Señor, juez, justo y soberano sobre todas las cosas. Pero también es misericordioso, bueno y paciente para salvar a quienes conviene. No deja de ser bueno al ejercer la justicia, ni se disminuye su sabiduría. Salva a quienes debe salvar, y juzga con justo juicio a quienes son dignos. Ni se muestra inmisericorde al ser justo, porque lo previene y precede su bondad. El Dios benigno “hace salir su sol sobre todos y llueve sobre justos y pecadores” (Mt 5, 45). Juzgará por igual a cuantos recibieron su bondad, mas no se comportaron de manera semejante según la dignidad del don recibido, sino que se entregaron a placeres y pasiones carnales en contra de su benevolencia, muchas veces hasta llegar a blasfemar contra aquel que los hizo objeto de tantos beneficios” (San Ireneo de Lyon. Contra los herejes, L. III, 25, 3; 25, 4). Ahora bien, discernir supone juzgar, y de juzgar se sigue el juicio con discernimiento justo; pues la justicia lleva al juicio, y cuando un juicio se hace con justicia, remite a Cáliz de la Misericordia 61 Cáliz de la Misericordia Domingo de Ramos “Por misericordia se entiende aquí no sólo la que se practica a través de las limosnas, sino la que produce el pecado del hermano, ayudando así unos a otros a llevar la carga” (San Jerónimo, en Catena Aurea, vol. l, p. 248). “(Se llama misericordia a) cierta compasión de la miseria ajena nacida en nuestro corazón, que nos impulsa a socorrerla si podemos” (San Agustín. La Ciudad de Dios, 9). Sobre las etapas del camino hacia Dios “Refugiémonos en Cristo, nuestra fortaleza, y aferrémonos con todas nuestras fuerzas al Señor, la roca sólida y siempre firme, y podremos decir con el profeta, como está escrito: Afianzó mis pies en la roca y aseguró mis pasos. Consolidados así y afianzados podremos contemplar y escuchar lo que él nos diga y sabremos cómo responder cuando él nos reprenda. El primer grado de esta contemplación, amados hermanos, consiste en considerar atentamente cuál sea la voluntad del Señor y qué es lo aceptable a sus ojos. Y, como todos pecamos con frecuencia y nuestro orgullo ofende muchas veces su santísima voluntad y no se apega ni conforma a lo que el Señor desea, es necesario que nos humillemos bajo la poderosa mano del Dios altísimo y procuremos con empeño presentarnos ante él con espíritu humilde… ya que en su voluntad está la vida, no podemos dudar lo más mínimo de que nada encontraremos 62 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 que nos sea más útil y provechoso que aquello que concuerda con el querer divino. Por tanto, si en verdad queremos conservar la vida de nuestra alma, procuremos con solicitud no desviarnos en lo más mínimo de la voluntad de Dios” (San Bernardo, Sermones). CUARESMA Semana Santa “Se llama misericordioso al que [...] considera la desgracia de otro como propia, y se duele del mal de otro como si fuera suyo” (San Remigio, en Catena Aurea, val. 1, p. 248). “Quien practique la misericordia—dice el Apóstol—, que lo haga con alegría: esta prontitud y diligencia duplicarán el premio de tu dádiva. Pues lo que se of rece de mala gana y por fuerza no resulta en modo alguno agradable ni hermoso” (San Gregorio Nacianceno, Disert. 14 sobre amor a los pobres). Dios nos llama con su amor “Al ver al mundo oprimido por el temor, Dios procura continuamente llamarlo con amor; lo invita con su gracia, lo atrae con su caridad, lo abraza con su afecto. Por eso lava con las aguas del diluvio a la tierra que se había pervertido y constituye a Noé padre de la nueva generación, le brinda su amistad, le habla amablemente, le indica lo que debe hacer y lo consuela, prometiéndole su favor para el futuro. Por eso llama también luego a Abrahán de entre los paganos, engrandece su nombre, lo hace padre de la fe, lo acompaña en el camino, lo cuida durante su permanencia en un país extranjero, lo enriquece con toda clase de bienes… extraordinario combate; para que terminara amando, no temiendo, al autor de ese combate. Por eso llama a Moisés, revelándose como el Dios de sus antepasados, le habla con amor de padre y lo urge a que libere a su pueblo de la opresión de Egipto. Ahora bien, por todo lo que acabamos de evocar que manifiesta cómo la llama de la divina caridad encendió los corazones de los hombres y cómo Dios derramó en sus sentidos la abundancia de su amor, los hombres, que estaban privados de la visión de Dios a causa del pecado, comenzaron a desear ver su rostro... Pero la mirada del hombre, tan limitada, ¿cómo podría abarcar a Dios, a quien el mundo no puede contener? La fuerza del amor no mide las posibilidades, ignora las fronteras. El amor no discierne, no reflexiona, no conoce razones. El amor no se resigna ante la imposibilidad, no se amedrenta ante ninguna dificultad. Si el amor no alcanza el objeto de sus deseos, llega hasta a ocasionar la muerte del amante; va, por lo tanto, hacia donde es impulsado, no hacia donde parece lógico que deba de ir” (San Pedro Crisólogo, Sermones Sermón 147: PL 52, 594-595). Por eso consuela en sueños a Jacob durante su huida, y a su regreso lo motiva a luchar y a trabarse con él en Cáliz de la Misericordia 63 Cáliz de la Misericordia Las Sagradas Escrituras nos manifiestan los misterios de Dios “Hay un único Dios, hermanos, que sólo puede ser conocido a través de las Escrituras santas. Por ello debemos esforzarnos por penetrar en todas las cosas que nos anuncian las divinas Escrituras y procurar profundizar en lo que nos enseñan. Debemos conocer al Padre como él desea ser conocido, debemos glorificar al Hijo como el Padre desea que lo glorifiquemos, debemos recibir al Espíritu Santo como el Padre desea dárnoslo. En todo debemos proceder no según nuestro capricho ni según nuestros propios sentimientos ni haciendo violencia a los deseos de Dios, sino según los caminos que el mismo Señor nos ha dado a conocer en las santas Escrituras. Cuando sólo existía Dios y nada había aún que existiera con él, el Señor quiso crear el mundo. Lo creó por su inteligencia, por su voluntad y por su palabra; y el mundo llegó a la existencia tal como él lo quiso y cuando él lo quiso. Nos basta, por tanto, saber que, al principio, nada existía junto a Dios, nada había fuera de él. Pero Dios, siendo único, era también múltiple. Porque con él estaba su sabiduría, su razón, su poder y su consejo; todo esto estaba en él, y él era todas estas cosas. Y, cuando quiso y como quiso, y en el tiempo por él mismo fijado de antemano, manifestó al mundo su Palabra, por quien fueron hechas todas las cosas. 64 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Y como Dios contenía en sí mismo a la Palabra, aunque ella fuera invisible para el mundo creado, cuando Dios hizo oír su voz, la Palabra se hizo entonces visible; así, de la luz que es el Padre salió la luz que es el Hijo, y la imagen del Señor fue como reproducida en el ser de la criatura; de esta manera el que al principio era sólo visible para el Padre empezó a ser visible también para el mundo, para que éste, al contemplarlo, pudiera alcanzar la salvación” (San Hipólito, Tratado Contra la herejía de Noeto. Caps. 9-12: PG 10, 815-819). Cáliz de la Misericordia Cuaresma 2016 Comisión Diocesana de Catequesis 66 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA Celebración comunitaria del Sacramento de la Reconciliación Ritos iniciales Canto de entrada Caminaré en presencia del Señor. Saludo La gracia y la paz de Dios Padre y de Jesucristo, el Señor, que se entregó a sí mismo a la muerte, por nuestros pecados, esté con vosotros. R/. Y con tu espíritu. Oración Oremos, hermanos, para que Dios, que nos llama a la conversión, nos conceda la gracia de una verdadera y fructuosa penitencia. (Pausa) Escucha, Señor, nuestras súplicas humildes y perdona los pecados de quienes nos confesamos culpables para que así podamos recibir tu perdón y tu paz. Por Jesucristo nuestro Señor. R/. Amén. Cáliz de la Misericordia 67 Cáliz de la Misericordia Liturgia de la Palabra Primera Lectura. Ez 18, 21-28 Salmo responsorial. Sal 129, 1-2. 3-4. 5-7A. 7BC-8 Segunda lectura. Jn 2, 3-11 Evangelio de Mateo 4, 12-17. 23-25 Homilía Confesión general Hermanos: confesad vuestros pecados y orad unos por otros para que os salvéis. Digamos juntos… Yo confieso ante Dios todopoderoso… Pidamos, hermanos, al Dios omnipotente y misericordioso, que no se complace en la muerte del pecador, sino en que se convierta y viva, que quienes hoy lloramos nuestros pecados no sintamos en el futuro sus defectos, y que no volvamos a caer en lo mismo de lo que hoy nos arrepentimos. R/. Perdona, Señor, perdona a tu pueblo. -Para que, poniendo nuestra confianza únicamente en tu misericordia, nos admitas al sacramento de la reconciliación. R/. -Para que colaboremos sinceramente a nuestra conversión y a la de nuestros hermanos, con la caridad, el ejemplo y la oración. R/. -Para que, reconciliados contigo y con los hermanos, hagas de nosotros un signo vivo de tu amor en el mundo. R/. -Para que ilumines con tu luz nuestras tinieblas y nos conduzcas por el camino de la verdad. R/. 68 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA Rito de Conclusión -Para que nos veamos misericordiosamente liberados del mal que experimentamos por nuestros pecados. R/. S/. El Señor dirija vuestros corazones en la caridad de Dios y en la esperanza de Cristo. -Para que, quienes hemos abandonado tus caminos, volvamos a la senda de la justicia, el amor y la paz. R/. R/. Amén. -Para que, al destruir nuestras antiguas culpas, nos preparemos para la vida futura. R/. Ahora, como el mismo Cristo nos mandó, oremos juntos al Padre, para que perdonándonos las ofensas unos a otros, nos perdone él nuestros pecados: Padre nuestro… Oh Dios, que has dispuesto los auxilios que necesita nuestra debilidad: concédenos recibir con alegría y mantener con una vida santa los frutos de tu perdón. Por Jesucristo nuestro Señor. R/. Amén. S/.Para que podáis caminar con una vida nueva y agradar a Dios en todas las cosas. R/. Amén. S/. Y que os bendiga Dios todopoderoso. Padre, Hijo y Espíritu Santo. R/. Amén. S/.El Señor ha perdonado vuestros pecados. Podéis ir en paz. R/. Demos gracias a Dios. Confesión y absolución individual Cáliz de la Misericordia 69 Cáliz de la Misericordia Examen de conciencia: Custodia el corazón. Papa Francisco En relación a Dios En relación al prójimo ¿Sólo me dirijo a Dios en caso de necesidad? ¿Participo regularmente en la Misa los domingos y días de fiesta? ¿Comienzo y termino mi jornada con la oración? ¿Blasfemo en vano el nombre de Dios, de la Virgen, de los santos? ¿Me he avergonzado de manifestarme como católico? ¿Qué hago para crecer espiritualmente, cómo lo hago, cuándo lo hago? ¿Me revelo contra los designios de Dios? ¿Pretendo que Él haga mi voluntad? ¿Sé perdonar, tengo comprensión, ayudo a mi prójimo? ¿Juzgo sin piedad tanto de pensamiento como con palabras? ¿He calumniado, robado, despreciado a los humildes y a los indefensos? ¿Soy envidioso, colérico o parcial? ¿Me avergüenzo de la carne de mis hermanos, me preocupo de los pobres y de los enfermos? 70 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 ¿Soy honesto y justo con todos o alimento la cultura del descarte? ¿Incito a otros a hacer el mal? ¿Observo la moral conyugal y familiar enseñada por el Evangelio? ¿Cómo cumplo mi responsabilidad de la educación de mis hijos? ¿Honoro a mis padres? ¿He rechazado la vida recién concebida? ¿He colaborado a hacerlo? ¿Respeto el medio ambiente? CUARESMA En relación a mí mismo ¿Soy un poco mundano y un poco creyente? ¿Como, bebo, fumo o me divierto en exceso? ¿Me preocupo demasiado de mi salud física, de mis bienes? ¿Cómo utilizo mi tiempo? ¿Soy perezoso? ¿Me gusta ser servido? ¿Amo y cultivo la pureza de corazón, de pensamientos, de acciones? ¿Nutro venganzas, alimento rencores? ¿Soy misericordioso, humilde y constructor de paz? Cáliz de la Misericordia 71 Cáliz de la Misericordia Cuaresma 2016 COV Centro de Orientación Vocacional “Juan Pablo II” 72 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Catequesis para niños CUARESMA LAS BODAS DE CANAAN “Haced lo que Él os diga” (Jn 2, 1-11) Introducción (para los catequistas) Entramos en un tiempo de sobreabundancia de la gracia. Somos el Cuerpo de Cristo que, formando Comunidad, es Iglesia, la esposa que espera anhelante el encuentro definitivo con el esposo, porque sin esta unión vive vacía, buscando la vida y perdiéndola a la vez. Es por ello que, en estos cuarenta días de camino hacia la Pascua, nuestra madre la Iglesia nos engendra de nuevo, nos va a iluminar para que podamos descender a lo más profundo de nuestra realidad y ahí, poder tener el encuentro que transforme nuestra vida. El encuentro con aquel que vive más profundamente en nosotros que nosotros mismos. Jesús. Es esta la vida que desea nuestra alma y hasta que ésta no la alcance no podrá descansar. Partimos del versículo que conduce este segundo ciclo del IDE. Convertíos y creed en el Evangelio (Mc 1, 5). Puede parecer a primera vista un mandato, una imposición ante la cual nuestra voluntad herida no está frecuentemente capacitada para responder con prontitud. Es sin embargo una LLAMADA urgente del esposo que desea que al escucharle, volvamos nuestra mirada hacia él. Nos invita al banquete de bodas. Esto no es posible si esta llamada al AMOR no procede en primer lugar de Él. Está sediento de cada uno de nosotros, desea derramarse sobreabundantemente, infinitamente en nosotros. Él también encuentra su descanso en sus criaturas, especialmente por vernos Cáliz de la Misericordia 73 Cáliz de la Misericordia Oratorio tan pequeños y tan rotos tantas veces, andando desesperados buscándole donde no está. No tengamos miedo de nuestra pequeñez. Es ahí donde se crea la alianza de amor que es más fuerte que la muerte. Esa alianza que cura, que transforma y nos lanza a una aventura que jamás podríamos haber imaginado. Vamos a comenzar este camino con María. Ella nos ayuda a HACER LO QUE ÉL NOS DIGA, a través de la ESCUCHA CONFIADA, que hace fácil el cumplimiento de aquello que se escucha, pudiendo así llegar a la obediencia de la FE, como respuesta a la llamada llena de amor que Jesús nos hace. Es difícil confiar en quien no se conoce. Cuando en nuestra vida encontramos una amistad verdadera, confiamos en lo que nos dice, en lo que nos aconseja; sentimos que nos quieren porque sí, y escuchamos con una atención diferente. Aún cuando hay disensiones, aparece con facilidad el perdón y la reconciliación, fortaleciendo y probando esa amistad. En este tiempo, Jesús va a darse a conocer con más profundidad porque sabe lo que necesitamos; quiere llevarnos a una verdadera UNIÓN con Él. Es para lo que nos ha creado. 74 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Introducción El encuentro de los niños con Jesús en este tiempo de cuaresma es un momento fundamental. Jesús pasa con fuerza y dirigir la oración a que su corazón se abra a la ESCUCHA, es obra del Espíritu Santo. Ellos son los que llevan la catequesis. Nuestra ayuda es humilde pero profunda. Jesús nos prepara permaneciendo cerca de esta PALABRA que se va a proclamar. Pidiéndole que nos ayude a entrar dentro de ELLA, que se haga carne en nosotros, para que los mismos niños entren con nosotros en el corazón de Jesús, dejando espacio al Espíritu y a las intervenciones que éste hará en el corazón de cada uno de ellos. Aunque a veces parezca, aparentemente, que un niño responde otra cosa o que no ha escuchado muy bien, es fundamental dirigir su respuesta con preguntas, para que él mismo llegue a conocer lo que Jesús le dice al corazón. Estas orientaciones nacen de la contemplación de la Palabra de las Bodas de Caná. Como su nombre indica, son orientaciones que pueden ayudar a que los niños descubran cuánto les ama Jesús. Él está deseando derramarse en sus corazones siendo ese VINO NUEVO. Como podréis observar, tratamos de que, desde el principio, los niños entren en la PALABRA; de que sean protagonistas de la escritura, ya que su historia está escrita en ella. En el LIBRO DE LA VIDA. CUARESMA Las orientaciones previas a la proclamación de la Palabra, son una preparación, a modo de preguntas, mensajes que les hace relacionar su vida con la vida de Jesús. El objetivo es que se identifiquen con los discípulos, a los que Jesús llama y con los que, a los pocos días va a acudir a un BANQUETE DE BODAS. Que se identifiquen, descubriendo que ellos, al igual que los discípulos, tienen hambre de esa VIDA que nunca se acaba, de esa VIDA ETERNA. Por eso están aquí. No importa cómo vengan, ni si quieren o no escuchar. Jesús está impaciente por recibirlos y sabe por qué están así. Sabe que en su corazón hay una necesidad muy grande de ser amados. Antes de entrar en el oratorio -A cada niño se le nombra por su nombre y se le recibe con alegría. Es importante que cada uno de ellos se sienta especial. -Se les dice que sin cada uno de ellos no sería posible que hubiera un banquete muy especial al que hoy vamos a entrar. -Pero antes, se le pregunta a cada uno de ellos si ha recibido la invitación (la invitación es que alguien les ha comunicado que vengan a esta convivencia o a este retiro). -Se les pregunta si tienen la contraseña para entrar. Ellos, lógicamente, dirán que no. -Se les dice que sin esa contraseña no es posible entrar. Imposible. Podéis ir a casa. Os habéis equivocado de lugar. -Aparece el maestresala (monitor) diciendo que esperen. Que en su ipad tiene registrados los nombres de los que están inscritos en ese banquete. Dice que en la web llamada www.librodelavida está toda la información. Cada niño deberá decir su nombre, seguido de [email protected] y él lo comprobará. Por ejemplo: [email protected] y el maestresala pulsando la contraseña, comprobará que en efecto, está registrado. Cáliz de la Misericordia 75 Cáliz de la Misericordia -Irán nombrando su contraseña uno a uno y el maestresala les acompañará uno a uno a su silla (en la que estará escrito su nombre). Es importante que cada niño vea que en ese banquete, tiene un lugar muy especial, un lugar concreto. Dentro del Oratorio Una vez todos han entrado, el catequista preguntará a los niños: -Hoy tienes un lugar reservado para ti, ¿sabes por qué? (se ayudará, a través de las respuestas de los niños a darse cuenta de que, aunque algunos habrían elegido otro lugar para sentarse, Jesús les reserva siempre el mejor, porque han sido elegidos para una misión muy especial) -Y... ¿qué vamos a comer en este banquete? Yo no veo nada para comer, ¿alguno lo sabe? (se les ayudará a descubrir que vamos a alimentarnos de un alimento que no tiene fecha de caducidad, de la PALABRA DE DIOS). -Continuaremos, situándolos en una comparación con la realidad para que entiendan, preguntándoles: ¿si te invitan a comer y estás enfermo del estómago, o no tienes hambre, irías al banquete? (unos dirán que no y otros que sí, pero que no comerían, o bien comerían algo que les sentara bien y en pequeña cantidad, es decir, A MEDIAS). -Un día, Jesús te habló especialmente al corazón, por eso estás aquí... pero no sabes por qué, a veces ya no puedes sentir lo mismo, e incluso pierdes las ganas de escucharle, de obedecerle, de hacer su voluntad. Que 76 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA en tu casa te cuidan y se preocupan por ti y te quejas, y te cuesta obedecer. Uf!, ¡qué lío! -Libremente se invita a que, si algún niño quiere expresar que esto le está pasando, y si puede poner algún ejemplo de su vida, nos ayudaría a todos. -Es importante conducir sus respuestas siempre positivamente, para que el niño se sienta aceptado. Vienen con problemas afectivos. El niño de hoy vive una realidad muy confusa y frecuentemente, con problemas familiares serios. -Entonces llegamos a la conclusión de que, a veces, no tenemos hambre de Jesús. Es entonces cuando les decimos que, por eso hemos venido a este banquete. Puede parecerles extraño, pero Jesús es así, su forma de querernos no la podemos entender hasta que de verdad, podemos comer de Él. -Se les pregunta: ¿Qué ocurre cuando comemos muchas proteínas, por ejemplo? pues que desarrollamos mucho los músculos. ¿Y qué ocurre si comemos mucha verdura?, pues que crecemos y nos desarrollamos muy bien. ¿Y si sólo comiéramos de un alimento?, pues que enfermaríamos. Necesitamos comer de todo para estar bien. a través de SU PALABRA, DE LOS SACRAMENTOS, DE LA ORACIÓN y especialmente de la EUCARISTÍA. Sin este ALIMENTO, todos los demás alimentos no sirven para nada. Morimos por dentro. Este alimento nos da una energía, vitalidad y alegría plenas, además de ser PARA SIEMRE. Nada puede arrebatarnos estos efectos si permanecemos cerca de nuestra Madre (lo verán después en el evangelio) y, si en algún momento creemos que desaparecen, no tengamos miedo. Es que Jesús y María nos están preparando un alimento cada vez MEJOR, conforme nuestra ALMA VA CRECIENDO. Ellos saben lo que necesitamos. ¿Vale la pena tomar de ÉL? -Jesús no quiere que comamos A MEDIAS cuando venimos a su banquete. A veces no podemos escucharle porque estamos enfermos. Pero esta enfermedad viene de nuestro corazón y escuchándole podemos volver a la salud. ÉL es el verdadero médico. Sólo tienes que mostrarle tus heridas, tus sufrimientos, no tengas miedo pues este banquete es para ti. ¡Escucha! -Se les ayuda a descubrir a modo de preguntas, que HAY UN ALIMENTO para nuestra ALMA Y PARA NUESTRO CUERPO que es JESÚS. La Iglesia nos lo regala Cáliz de la Misericordia 77 Cáliz de la Misericordia Actividad Proclamación de la Palabra Las bodas de Caná (Jn 2, 1-11) “Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. Fueron invitados también a la boda Jesús y sus discípulos. Al quedarse sin vino, por haberse acabado el de la boda, le dijo a Jesús su madre: ‘No tienen vino’. Jesús le respondió: ‘¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora’. Pero su madre dijo a los sirvientes: ‘Haced lo que él os diga’. Había allí seis tinajas de piedra, destinadas a las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. Jesús les dijo: ‘Llenad las tinajas de agua’. Ellos las llenaron hasta arriba. ‘Sacadlo ahora —les dijo— y llevadlo al maestresala’. Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), llamó al novio y le dijo: ‘Todos sirven primero el vino bueno, y cuando ya están bebidos, el inferior. Tú, en cambio, has reservado el vino bueno hasta ahora’. Éste fue el comienzo de los signos que realizó Jesús, en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y creyeron en él sus discípulos. Después bajó a Cafarnaún con su madre, sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días”. 78 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Objetivos -Descubrir que ellos son esas 6 tinajas de piedra, vacías. Donde el agua no cabe porque están llenas de suciedad, de objetos, de alimentos que acaban pudriéndose y estropeando la tinaja y que impiden la entrada del agua, pues si intentaran depositarla dentro de ella, inmediatamente no habría sitio y saldría por el borde de las mismas. Por mucho que la intenten llenar de sus alimentos preferidos, cada vez huele peor. -Descubrir que sólo hay una manera de llenarse de agua y es, sacando todos los enseres perecederos de la misma; es decir, de lo que más se alimentan: Por ejemplo los videojuegos, la televisión, el ordenador, el whatssap, la ropa, pasando por los que no se ven, porque están super adheridos a la piedra como son: la envidia, el orgullo, la mentira, la desobediencia, las palabrotas, y que sólo un POTENTE DETERGENTE podría desincrustar. -Es decir, para llenar el agua hay que poder ver y presentar a Jesús todo lo que hay en nuestra tinaja. Él lo limpiará y nos dará el VERDADERO ALIMENTO que es su propia vida. -A Jesús no le importa cuán llena esté nuestra tinaja de miserias. Sólo quiere que necesitemos de ÉL. Está deseoso de limpiarnos y hacernos felices. CUARESMA -Una vez experimentado esto, podremos escuchar las palabras de MARÍA: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. -Conoceremos la misión a la que estamos llamados. La de ayudar a llenar las tinajas de los hombres de agua, para que Jesús la transforme en VINO NUEVO. Para que toda la tierra conozca cuánto nos ama. Elementos y material -Pondremos 6 tinajas (o lo más parecido que encontremos) en un extremo del lugar donde nos encontremos. Cada una estará llena 10 papeles, donde figurará escrito el nombre de los alimentos que tomamos y que no nos dejan llenarnos de agua. -En el otro extremo pondremos lo más parecido a un río. Podemos hacerlo con papel de aluminio, de forma sencilla. Encima del agua que simbolizada en el aluminio, colocaremos 60 papeles donde estará escrito 10 LITROS DE AGUA en cada uno de ellos.(Las tinajas para la purificación de los judíos tenían una capacidad aproximada de 100 litros cada una). -Con pequeñas ramas o palillos largos (los venden en cualquier tienda), construiremos 6 sencillas cañas de pescar con un cordel atado en un extremo a la rama, y en el otro extremo se le atará una pequeña bola de plastilina untada con pegamento de barra. También se puede hacer con pequeñas bolas de corcho. -Nos proveeremos de 6 pañuelos para tapar los ojos de cada niño que tenga que ir a sacar de la tinaja uno de los papeles. Cáliz de la Misericordia 79 Cáliz de la Misericordia Procedimiento -Se les anuncia que, a pesar de ser unas tinajas de piedra y vacías de agua, hay una esperanza para ellos. Para ello tendrán que sacar todo lo que ensucia esa tinaja. Lo harán distribuyéndose en 6 grupos. Cada grupo tendrá asignada una tinaja. -Por cada papel que pesquen con los ojos vendados, deberán tirarlo a un cubo de basura y dirigirse lo más rápido posible al río, para volver corriendo a llenar con 10 litros de agua la tinaja. Se les dirá que AHORA ES EL MOMENTO (Kairós). Que no podemos entretenernos y que hay que actuar con decisión. -Cada grupo acabará llenando los 100 litros de agua en cada tinaja. -Para que cada grupo vaya a pescar, deberá pasar por pruebas, reflejadas en juegos eliminatorios. El primer niño que la supera, irá con los ojos vendados con todo su grupo (que le ayudará sin tocarlo. Sólo dirigiéndole con la voz). a pescar el papel de la tinaja. El juego durará hasta que los 6 grupos hayan ido a pescar. -Son juegos rápidos como el de la SILLA, el de UN-DOSTRES POLLITO INGLÉS (se puede hacer con animales, danzas...), el juego de las PELÍCULAS (los monitores representarán con mimo cada escena), el juego NIN80 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 JA, ADIVINANZAS, PRUEBAS DE HABILIDAD (encestar). Esta parte ha de ser muy dinámica para que el juego no se paralice. -Conforme vayan llenando las tinajas de agua se les dará la enhorabuena y se les preguntará si quieren entrar en el banquete, porque ya están preparados para poder comer de él. -Se les dará una chuche o algún dulce como símbolo que les ayude a relacionar lo que han hecho con lo que han escuchado. CUARESMA Símbolos Creemos pueden ayudar a la hora de realizar la actividad para que los monitores interactúen con los niños. -Una boda. Unión íntima de Jesús con su pueblo. -La referencia a la hora. Jesús acontece en un momento concreto. Jesús pasa —el tiempo oportuno— Kairós (Mc 1, 15): “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el evangelio”. -El tercer día. Vemos cómo encaja dentro de toda la HISTORIA DE SALVACIÓN. Muerte y resurrección. Pascua. -Seis tinajas de piedra, para la purificación de los judíos —Seis significa imperfección— Ley de piedra, que está ya vacía. -Agua. Sentido purificador (Bautismo de Juan) (en tiempo mesiánico —Bautismo en Espíritu Santo— transformador-CONVERSIÓN). ca lo nuevo. Acto de FE (No sería fácil llenar unos 600 litros de agua). -La presencia de la Madre de Jesús. María va a hacer de puente entre lo antiguo y lo nuevo. Sus palabras: “HACED LO QUE ÉL OS DIGA” abren el corazón de los discípulos a la obediencia de la Fe, no como una ley, sino como un acto de amor confiado a su Hijo y a su madre. María les engendra. (Anticipo de su maternidad universal a los pies de la Cruz). -Llamamiento de Jesús: “LLENAD LAS TINAJAS DE AGUA”... y, a continuación... “SACAD AHORA Y LLEVÁDSELO AL MAYORDOMO”. Jesús les pide lo único que sabe que pueden poner. Su pobre humanidad herida, llena de debilidades y limitaciones, pero anhelante de esa VIDA NUEVA. Oración final -La carencia de vino —Abandono de los ideales de los Santos del AT— Ley que necesita la verdadera plenitud, pues se ha quedado en una serie de normas y preceptos. -La acción de llenar de agua hasta arriba las tinajas vacías- Ya ni siquiera hay agua en las tinajas, por lo que hay que llenarlas hasta arriba para que acontezCáliz de la Misericordia 81 Cáliz de la Misericordia Cuaresma 2016 COV Centro de Orientación Vocacional “Juan Pablo II” 82 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Catequesis para jóvenes CUARESMA LAS BODAS DE CANAAN “Haced lo que Él os diga” (Jn 2, 1-11) 1. Presentación de la actividad (15’) Introducción 1. Presentación de la actividad (15’) 2. Lectura de la Palabra (5’) 3. Catequesis (20’) 4. Tiempo de desierto (15’) 5. Puesta en común (15’) 6. Peticiones (5’) 7. Oración final (todos juntos) Entramos en un tiempo de sobreabundancia de la gracia. Somos el Cuerpo de Cristo que, formando Comunidad, es Iglesia, la esposa que espera anhelante el encuentro definitivo con el esposo, porque sin esta unión vive vacía, buscando la vida y perdiéndola a la vez. Es por ello que, en estos cuarenta días de camino hacia la Pascua, nuestra madre la Iglesia nos engendra de nuevo, nos va a iluminar para que podamos descender a lo más profundo de nuestra realidad y ahí, poder tener el encuentro que transforme nuestra vida. El encuentro con aquel que vive más profundamente en nosotros que nosotros mismos. Jesús. Es esta la vida que desea nuestra alma y hasta que ésta no la alcance no podrá descansar. Partimos del versículo que conduce este segundo ciclo del IDE. Convertíos y creed en el Evangelio (Mc 1, 5). Puede parecer a primera vista un mandato, una imposición ante la cual nuestra voluntad herida no está frecuentemente capacitada para responder con prontitud. Es sin embargo una LLAMADA urgente del esposo que desea que al escucharle, volvamos nuestra mirada hacia él. Nos invita al banquete de bodas. Esto no es posible si esta llamada al AMOR no procede en primer lugar de Él. Está sediento de cada uno de nosotros, desea derramarse sobreabundantemente, infinitamente en nosotros. Él también encuentra su descanso en sus criaturas, especialmente por vernos 83 Cáliz de la Misericordia tan pequeños y tan rotos tantas veces, andando desesperados buscándole donde no está. No tengamos miedo de nuestra pequeñez. Es ahí donde se crea la alianza de amor que es más fuerte que la muerte. Esa alianza que cura, que transforma y nos lanza a una aventura que jamás podríamos haber imaginado. Vamos a comenzar este camino con María. Ella nos ayuda a HACER LO QUE ÉL NOS DIGA, a través de la ESCUCHA CONFIADA, que hace fácil el cumplimiento de aquello que se escucha, pudiendo así llegar a la obediencia de la FE, como respuesta a la llamada llena de amor que Jesús nos hace. Es difícil confiar en quien no se conoce. Cuando en nuestra vida encontramos una amistad verdadera, confiamos en lo que nos dice, en lo que nos aconseja; sentimos que nos quieren porque sí, y escuchamos con una atención diferente. Aún cuando hay disensiones, aparece con facilidad el perdón y la reconciliación, fortaleciendo y probando esa amistad. En este tiempo, Jesús va a darse a conocer con más profundidad porque sabe lo que necesitamos; quiere llevarnos a una verdadera UNIÓN con Él. Es para lo que nos ha creado. El plazo se ha cumplido. Ahora es el momento. La llamada es AHORA. 84 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Nos vendría bien en este sentido, hacer referencia a un Santo que, a veces, es conocido más por los favores que hace en quien le invoca, que por la historia profunda de su vida. San Expedito, fue un joven militar, comandante del ejército romano en el siglo IV, en tiempos del emperador Diocleciano. Pagano, y esclavo del prestigio, de su carrera como militar, perseguía a los cristianos por orden del emperador. Pero un día, en un momento concreto, fue testigo de cómo Dios dio la victoria a su ejército ante sus enemigos cuando todo, aparentemente, estaba perdido. Ocurrió que todos los soldados, uno por uno, alzaron las manos implorando la ayuda del Señor, recordando lo que hacían los cristianos cuando iban a ser martirizados. Vio con sus propios ojos cómo el ejército enemigo huía contrariado por lo que estaba ocurriendo, mientras se desataba un gran vendaval y se oscurecían las nubes del cielo. Tras este acontecimiento, muchos soldados comenzaron a convertirse al cristianismo recibiendo por ello, la corona de la muerte y del martirio. Expedito quería responder a Dios pero aún no podía, a pesar de que Jesús ya se le había dado a conocer y su corazón estaba traspasado por haber presenciado tal milagro en la vida de sus compañeros y en la suya propia. No se decidía entre los apegos a las glorias humanas, a su carrera militar y el llamado que, tan claramente, recibía desde lo alto. CUARESMA Sin duda había una gran lucha en su interior, como la que podemos tener nosotros tantas veces. Había también en él un gran sufrimiento. Probablemente se sentía miserable por ser tan débil, comparándose con la valentía de sus compañeros. En ese sufrimiento, en esa pequeñez, hay un gran deseo de cambiar su vida, de responder a Dios aún sin ser merecedor de su misericordia. Es en ese descendimiento a su realidad donde Dios un día, en un momento concreto, se le da a conocer en amor y misericordia. Es un conocimiento incomprensible para nuestro corazón y nuestra mente, pero cierto y claro como el día. Vemos como la vocación de San Expedito tiene dos momentos. En el primero éste ve la acción del poder de Dios y en el segundo, mucho más profundo, conoce el AMOR y la MISERICORDIA en su propio ser. Este sello es imborrable y por mucho que intentásemos olvidarlo, más sufriríamos buscando otros amores. Este episodio cambió para siempre su vida, convirtiéndose inmediatamente al cristianismo. Pero aparece la tentación, que siempre se manifiesta ante nuestras heridas más profundas. Se le apareció el espíritu del mal en forma de cuervo. El cuervo le gritaba ¡cras!... ¡cras!... palabra latina que quiere decir ¡mañana!... !mañana!, incitándole de nuevo a postergar su conversión para más tarde. Pero ya no había marcha atrás. El encuentro de Expedito con Dios le había fortalecido de tal manera que reaccionó enérgicamente aplastando al cuervo con su pie derecho, exclamando ¡Hoy! ¡Hoy!... a partir de hoy seré cristiano. Cáliz de la Misericordia 85 Cáliz de la Misericordia Objetivos -Ayudar al joven a recordar su historia personal con Cristo, identificándose con lo expuesto en la presentación. sabe llevarnos por él. Ella conoce que, en la respuesta libre y abierta a lo nuevo, su Hijo hace los mayores milagros. -Avivar el deseo de comenzar ese camino de descendimiento a su débil realidad, para experimentar cómo Dios lo hace todo nuevo. -Descubrir que, en este proceso de relación creciente con María, podremos escuchar con más claridad la voluntad de nuestro Padre y así responder confiadamente. -Este camino comienza con la palabra que Jesús proclama sobre nosotros (Mc 1, 15): “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el evangelio”. Es una llamada apremiante de Jesús (el esposo), deseoso de derramarse en nuestros corazones para hacernos felices, siendo uno con nosotros (banquete de bodas). -Poder descubrir que en nuestras roturas y debilidades es precisamente donde Dios establece su alianza, curándonos, transformándonos y lanzándonos a una aventura maravillosa, declarando así su elección sobre nosotros. -Profundizar en nuestra relación con María, criatura elegida para inaugurar la nueva creación; ella, escondida y solícita a la vez, es la que nos prepara para el salto hacia la FE, a través de la cual, TODO ES POSIBLE. -Entender la necesidad de estar atentos a la escucha confiada de las palabras de María: HACED LO QUE ÉL OS DIGA (Jn 2, 5). Ella ya ha recorrido el camino y 86 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 -Reconocer que el miedo a lo desconocido, a lo nuevo, a abandonar nuestras seguridades, posterga la respuesta a la llamada que incesantemente nos hace Jesús -En ese reconocimiento, identificarse con un Santo, en este caso San Expedito (alguien concreto), les ayudará a recordar que la elección de Dios hacia nosotros no es por nuestros méritos, sino por nuestra pequeñez. -Situar su vida en los dos momentos descritos de encuentro entre el Señor y S. Expedito. -Descubrir que Dios se va dando a conocer a nosotros de manera cada vez más profunda y en esa creciente relación de AMOR, encontraremos las armas y la fuerza para vencer las tentaciones y responder con determinación a su llamada y así, vivir en plenitud. CUARESMA 2. Lectura de la Palabra (5’) Introducción a la Palabra “Haced lo que Él os diga” (Jn 2, 1-11) Este evangelio nos muestra la manera en la que Jesús nos ama. Es el primer milagro de la vida pública de Jesús. Se nos invita a un banquete de bodas que va a transformar nuestra vida; ¿con qué?, con un VINO NUEVO. Como hemos señalado al comienzo, entramos en un tiempo de gracia desbordante que es la CUARESMA y vamos a comenzarlo con las bodas de Caná, porque es allí donde nuestro Padre se desborda en AMOR hacia su pueblo, llevándoles hacia la Pascua, hacia la VERDADERA VIDA. Porque viendo, no vemos; oyendo, no oímos ni entendemos (Mt 13,13). NO TENEMOS VINO. Podemos vivir, pero estar sin vida. Nos vamos desgastando. Buscando la vida donde no está, la perdemos. Jesús sabe que es apremiante mostrar el camino para llenar nuestra vasija vacía, hueca, de piedra. CONVERTÍOS Y CREED EN EL EVANGELIO- SHEMÁ ISRAEL, ESCUCHA ISRAEL. Es un camino de retorno, de recuperar la memoria de quienes somos. VIDA en Cristo, del cual ya, en estos tiempos que nos dirigen a la Parusía, podemos gustar de tal manera, que Él es el propio banquete que se nos ofrece con todos los dones del Espíritu, los Sacramentos y, especialmente, como Cuerpo y Sangre en el banquete de la Eucaristía. El novio se nos entrega hasta el punto de ser Él, carne y sangre que nos alimenta. Él es todo en todos. El plazo está cumplido: Convertíos y creed en el Evangelio. Haced lo que Él os diga. La presencia de María es crucial. Como criatura escogida para dar comienzo a la nueva creación y así, dar paso al tiempo mesiánico, donde todo lo antiguo es nuevo, donde la gracia se desborda, ella se convierte en el eje sobre el cual podemos girar, podemos volver nuestra mirada a Dios y poderle escuchar. Con ella podemos CONVERTIRNOS, volver nuestra voluntad a la de nuestro Padre. Por ello, cuando les dice a los discípulos “Haced lo que Él os diga”, abre el corazón de los discípulos a la obediencia de la FE a su Hijo. Somos imagen viva de Dios y obra preciosa de sus manos, pensados y amados desde toda la eternidad. De esta manera podremos escuchar de nuevo quienes somos; quien es nuestro Padre y así, poder regresar a nuestra verdadera casa, al verdadero reposo que tanto necesita nuestra alma y así, sentarnos en la mesa del BANQUETE DE BODAS y participar del festín de la verdadera VIDA. La Cáliz de la Misericordia 87 Cáliz de la Misericordia 3. Catequesis (20’) Lectura de la Palabra Introducción Las bodas de Caná (Jn 2, 1-11) Vemos como es en Galilea, pueblo gentil, (Is 9, 1-5 “El pueblo que caminaba en las tinieblas...”) donde Dios elige comenzar a hacer llegar la salvación a los hombres. En los márgenes, en lo inesperado, en lo que parece inverosímil (Jn 1, 46: ¿De Nazaret puede salir algo bueno?). “Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. Fueron invitados también a la boda Jesús y sus discípulos. Al quedarse sin vino, por haberse acabado el de la boda, le dijo a Jesús su madre: ‘No tienen vino’. Jesús le respondió: ‘¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora’. Pero su madre dijo a los sirvientes: ‘Haced lo que él os diga’. Había allí seis tinajas de piedra, destinadas a las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. Jesús les dijo: ‘Llenad las tinajas de agua’. Ellos las llenaron hasta arriba. ‘Sacadlo ahora —les dijo— y llevadlo al maestresala’. Ellos lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), llamó al novio y le dijo: ‘Todos sirven primero el vino bueno, y cuando ya están bebidos, el inferior. Tú, en cambio, has reservado el vino bueno hasta ahora’. Éste fue el comienzo de los signos que realizó Jesús, en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y creyeron en él sus discípulos. Después bajó a Cafarnaún con su madre, sus hermanos y sus discípulos, pero no se quedaron allí muchos días”. 88 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Sí, Jesús nos elige, sabiendo lo que somos sin Él. Justamente por eso lo hace. Nos encontramos en este pasaje, con una rica simbología que une Antiguo y Nuevo Testamentos de manera sorprendente, donde se nos muestra claramente la HISTORIA DE SALVACIÓN de la humanidad, como una unidad llena de sentido, una historia que ninguna mente humana hubiera podido inventar, pues sólo Dios es capaz de dirigir de manera tan prodigiosa los acontecimientos, dejando libre al hombre. Esto nos ayuda a profundizar en nuestra vida y poco a poco ver como todo lo ocurrido en ella va formando una preciosa historia de salvación y de VOCACIÓN, pues descubrir esta última, es la que da sentido a todo lo anterior. Esto es a lo que son invitados los discípulos y a lo que todos estamos invitados. Precisamente los discípulos son elegidos entre muchas personas a las que Jesús podría encontrar cada día. Jesús ve en ellos que esperan ALGO MÁS, que su vida no les llena, que en su rostro se percibe el desgaste que llevan a cuestas y el deseo de plenitud. Jesús ve lo que hay dentro de cada uno de ellos. No mira CUARESMA Datos importantes del relato de Juan su grado de perfección. Al contrario, percibe sus debilidades, por ello sabe que están llamados a una VIDA NUEVA. Van con Él y con María a un banquete de bodas y es en esta invitación, donde descubren para qué han sido elegidos. Este acontecimiento les unirá estrechamente a Jesús. Vemos como este primer milagro se realiza en Comunidad. Jesús no hace nada sólo porque Él mismo es el AMOR y el AMOR, no se puede manifestar si no es junto a la presencia del otro. Por eso, antes de comenzar su misión, elige a sus discípulos, sabe que todos somos partícipes de su misma misión, formando un solo cuerpo. Entonces se da el milagro. -Una boda: Unión íntima de Jesús con su pueblo -La referencia a la hora: Jesús acontece en un momento concreto. Jesús pasa —el tiempo oportuno Kairós— (Mc 1, 15): “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertíos y creed en el evangelio”. -El tercer día: Vemos cómo encaja dentro de toda la HISTORIA DE SALVACIÓN. SINAÍ CANÁ PASCUA El tercer día Yahvé reveló su gloria a Moisés El tercer día Jesús reveló su gloria El tercer día Jesús reveló su gloria y el pueblo creyó también en él (Éx 19.11.9). y sus discípulos creyeron en él (Jn 2, 1.11).21). y sus discípulos creyeron en él (Jn 2, 19-20; 20-21) -Seis tinajas de piedra, para la purificación de los judíos —Seis significa imperfección— Ley de piedra, que está ya vacía. -Agua- Sentido purificador (Bautismo de Juan) (en tiempo mesiánico —Bautismo en Espíritu Santo-transformador— CONVERSIÓN) -La carencia de vino —Abandono de los ideales de los Santos del AT— Ley que necesita la verdadera plenitud, pues se ha quedado en una serie de normas y preceptos. -La acción de llenar de agua hasta arriba las tinajas vacías. Ya ni siquiera hay agua en las tinajas, por lo Cáliz de la Misericordia 89 Cáliz de la Misericordia Aproximación bíblica que hay que llenarlas hasta arriba para que acontezca lo nuevo. Acto de FE (No sería fácil llenar unos 600 litros de agua). -La presencia de la Madre de Jesús. María va a hacer de puente entre lo antiguo y lo nuevo. Sus palabras: “HACED LO QUE ÉL OS DIGA” abren el corazón de los discípulos a la obediencia de la Fe, no como una ley, sino como un acto de amor confiado a su Hijo y a su madre. María les engendra (anticipo de su maternidad universal a los pies de la Cruz). -Llamamiento de Jesús: “LLENAD LAS TINAJAS DE AGUA”... y, a continuación... “SACAD AHORA Y LLEVÁDSELO AL MAYORDOMO“. Jesús les pide lo único que sabe que pueden poner. Su pobre humanidad herida, llena de debilidades y limitaciones, pero anhelante de esa VIDA NUEVA. Salmo 41, 2 Como busca la cierva las corrientes de agua Jn 7, 37-39 El último día de la fiesta, el más solemne, Jesús puesto en pie, gritó: “Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. El que crea en mí”, como dice la escritura, “de su seno correrán ríos de agua viva”. Jn 2, 1-2 Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús. Fueron invitados también a la boda Jesús y sus discípulos Con estas citas bíblicas que evocan la relación esponsal del festín y el anhelo del encuentro con el amado, comenzamos a ver cómo Jesús elige a sus discípulos y es invitado con ellos a una boda. Su madre se encuentra allí. El lugar que Dios elige es en Caná de Galilea, un pueblecito a unos 15 km al norte de Nazaret. Jesús que se encuentra en Betania, al otro lado del Jordán, decide ir a Galilea. Galilea era una región con mala fama entre los judíos por su rebeldía contra el régimen imperante de Jerusalén, y por su mezcla de población primitiva con elementos paganos. Jesús sabe donde hay sequía, sabe que es necesario acudir a aquel lugar, al igual que sabe que sus discípulos 90 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA necesitan conocerle más profundamente para poder saciarles, como a esa cierva que anhela las corrientes de agua. Sabe que bebemos de tantas fuentes que nos provocan más y más sed, que desea ardientemente mostrarnos cuánto nos ama y así, apagar la sed de tantos falsos amores que nos llevan a una vida que no es vida. Que nos vacía por dentro como esas tinajas de piedra. No es casualidad que el comienzo de la lectura esté enmarcada de esta manera. Como hemos citado, el tercer día es muy significativo. Quiere llevarnos de la muerte a la vida, no le importa si hemos pecado más o menos, si hemos renunciado una y otra vez a su llamada, tampoco si servimos o no para una misión. Sólo le importa que VIVAMOS de VERDAD, que toda nuestra realidad sea transformada por la unión con Él, en ese banquete, donde quiere donarse, entregarnos su vida, su propio ser. Salmo 129,7 Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora Desde lo hondo a ti grito, Señor; Señor, escucha mi voz; estén tus oídos atentos a la voz de mi súplica. Si llevas cuenta de los delitos, Señor, ¿quién podrá resistir? Pero de ti procede el perdón, y así infundes respeto. Mi alma espera en el Señor, espera en su palabra; mi alma aguarda al Señor, más que el centinela la aurora. Aguarde Israel al Señor, como el centinela la aurora; porque del Señor viene la misericordia, la redención copiosa; y él redimirá a Israel de todos sus delitos. Cáliz de la Misericordia 91 Cáliz de la Misericordia Jn 2, 3-4 Al quedarse sin vino, por haberse acabado el de la boda, le dijo a Jesús su madre: “No tienen vino.” Jesús le respondió: “¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora”. Con este salmo 129, haciendo referencia a los versículos 3 y 4 de Juan, nos encontramos con la actuación de María, como madre vigilante; madre que espera el momento para la redención del pueblo de Israel, la redención de todos sus hijos. M. Thurian se une a la voz de los padres con las siguientes frases: “En su acto de fe y en su plegaria, María aparece como representante de la humanidad en apuros y del judaísmo en su esperanza mesiánica; ella es la figura de la humanidad y de Israel que aguardan una liberación, misteriosa para la humanidad, mesiánica pero demasiado humana todavía para Israel” (María, madre del Señor, figura de la Iglesia, 150). 92 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Mt 13, 13 ... porque viendo no ven, y oyendo no oyen ni entienden. Israel está bajo una Ley que necesita la verdadera plenitud, pues se ha quedado en una serie de normas y preceptos. Está vacía, y endurecidos los corazones. Por ello, dejémonos mirar por María, no tengamos miedo a lo desconocido. Ella ve nuestra necesidad. Estamos endurecidos por las heridas que, muchas veces queremos curar a nuestra manera, con remiendos que producen cada vez mayor rotura en nuestro interior y nos dirigen como una peonza sin rumbo hacia satisfacciones que terminan invadiéndonos de una profunda insatisfacción. Su SÍ ha abierto las puertas a la nueva humanidad. Su SÍ es el SÍ de todos los que nacemos a una vida nueva. CUARESMA Jn 2, 4 Jesús le respondió: “¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora”. Jesús está viendo en ese momento que lo que le pide su madre forma parte del final de su misión, cuando su gloria se manifiesta en el amor hasta el extremo en la cruz. No rechaza su petición, sino que la aclara para acceder a anticipar esa hora como un comienzo de la plenitud que un día llegará a su fin. Estamos en el momento del SÍ de María. La relación con su Hijo la lleva a una total confianza en lo que Él decida. Esto es lo que nos invita a vivir Jesús. Confiamos en algo cuando lo entendemos, cuando lo conocemos y es lógico. Conocemos que Él ha dado su vida por nosotros para que tengamos VIDA y aún así desconfiamos, continuamos dudando de que su voluntad sea la mejor para nuestra vida, por eso huimos, refugiándonos en justificaciones a nuestras decisiones. Nuestro YO es muy fuerte y nos sugiere todo tipo de buenos propósitos para no dar el salto de la FE, pero con María, podemos. Jn 2,5-6 Pero su madre dijo a los sirvientes: “Haced lo que él os diga”. Había allí seis tinajas de piedra, destinadas a las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una. El SÍ de María, conforma su voluntad totalmente a la de su Hijo en este momento. No acaba de entender, pero sabe que en la obediencia amorosa a su voluntad, Dios hará lo que convenga. Recordar este momento de la relación entre madre e hijo, nos ayudará a iluminar nuestra realidad, cuando tantas veces cerramos la puerta a la obra de Dios sobre nosotros, porque todavía tenemos miedo a abandonarnos en Él. Jesús sabe todo lo que nos pasa por dentro, por ello decide cumplir con la petición de su madre y lo sigue haciendo en cada momento cuando nos encomendamos a ella. Sabe que somos esas tinajas de piedra, vacías de VIDA y endurecidas por dentro; en esa realidad, en ese descendimiento a nuestra miseria es donde se va a producir el milagro. Se nos puede abrir la puerta del Cielo ya aquí en la tierra. Cáliz de la Misericordia 93 Cáliz de la Misericordia Jn 2, 7-8 Jesús les dijo: “Llenad las tinajas de agua”. Ellos las llenaron hasta arriba. “Sacadlo ahora —les dijo— y llevadlo al maestresala”. Ellos lo llevaron. Indudablemente los discípulos han visto la actitud confiada y dócil de María hacia su hijo. Es ahora cuando Jesús les va a revelar la misión que Dios tiene preparada para ellos. Este es el comienzo de algo Nuevo, que inaugura María con su intercesión. Los discípulos dan el paso hacia la FE, entrando en la obediencia sin entender. Ante las palabras de Jesús “Llenad la tinajas de agua”, ellos las llenaron hasta arriba. En cada tinaja cabían alrededor de 100 litros e imaginamos que no sería nada fácil el llenarlas. Después les pide que la saquen y la lleven al maestresala. Ellos fueron a por el agua. Sabían de donde sacarla porque habían sido traspasados por el amor de Dios, manifestado en su hijo Jesucristo. Esa agua es su humanidad entera, vacía y endurecida, pero deseosa de recibir una VIDA NUEVA. En ese ofrecimiento se produce el milagro. “Sacadlo ahora —les dijo— y llevadlo al maestresala”. Ante la obediencia de los discípulos a su voluntad y ante la propuesta de dar a otros de esa agua, se produce el milagro. 94 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Es por ello que, poner nuestra vida en manos de nuestra madre y de su Hijo, da frutos de vida eterna. Nos lleva a la verdadera Pascua. Los discípulos fortalecieron el seguimiento a su llamada. Experimentaron con fuerza el paso de una vida a medias a una VIDA MÁS PLENA. Nosotros estamos llamados a la misma vida. A veces las circunstancias pueden borrar de nuestra memoria las hazañas del Señor en nuestra historia, llevándonos a conformarnos con la mediocridad, con lo que todo el mundo hace. Vamos pasando la vida sin vivirla y acabamos agarrándonos a cualquier sustitutivo, a cualquier baratija afectiva o esclavitud material. Esta palabra viene AHORA, en este momento y no en otro. No temáis, Jesús siempre guarda el vino nuevo para el final. Sabe esperar porque nos conoce. Aventuremos la vida. En el salto de la FE hay un vacío donde siempre nos esperan los brazos de nuestra madre que nos presenta a su Hijo y que intercede constantemente por nosotros. CUARESMA 4. Tiempo de desierto (15’) 5. Puesta en común (15’) Es un encuentro personal donde Dios habla al corazón, para lo cual se necesita de silencio y de un lugar para estar a solas con Él. Se les entregará una propuesta de guión que les ayude a profundizar, aunque es importante dejar que el Espíritu vaya dirigiendo ese pequeño tiempo de soledad. 6. Peticiones (5’) 7. Oración final (todos juntos) Material a entregar: -Cita del evangelio de Jn 2, 1-11 -Frases para la meditación: ·Estoy aquí, Señor. Quiero aprender a amarte. ·Conoces mis heridas (Recuerda en qué momento de tu vida sentiste la necesidad de buscar algo más, en qué momento nada podía llenar tu necesidad de amar y ser amado). ·Recuerda cómo te has sentido perdonado y vuelto a nacer cuando has tocado fondo. ·Quiero entrar contigo en el banquete pero, a veces, tengo miedo de abandonar mis seguridades (Enumerar tus seguridades). ·Soy la tinaja vacía y de piedra, pero sé que así me lo haces ver para que entre contigo y pueda beber del Vino de la vida. ·Sé que ya me has dado a gustar un poco de ese vino y que tu voluntad sobre mí es que lo dé a los demás. ·Ayúdame a escuchar las palabras de María: HACED LO QUE ÉL OS DIGA. Padre, me pongo en tus manos, haz de mí lo que quieras, sea lo que sea, te doy las gracias. Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal que tu voluntad se cumpla en mí, y en todas tus criaturas. No deseo nada más, Padre. Te confío mi alma, te la doy con todo el amor de que soy capaz, porque te amo. Y necesito darme, ponerme en tus manos sin medida, con una infinita confianza, porque Tú eres mi Padre. Autor: Charles de Foucauld Cáliz de la Misericordia 95 Cáliz de la Misericordia Cuaresma 2016 Comisión Diocesana para los Mayores y Laicos 96 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Via Crucis CUARESMA Introducción Desde muy antiguo, el Via Crucis es un momento privilegiado de la tradicional piedad del pueblo de Dios, expresión popular del amor del Padre, revelado en el sacrificio del Hijo por amor a la humanidad. Ejercicio especialmente querido por las personas mayores, del mismo modo que es seguido con fervorosa devoción por todos los fieles creyentes, en el tiempo de la Cuaresma y especialmente en la Semana Santa. Momento de oración guiada por la Palabra de Dios, en el que, a través de las tradicionales estaciones, contemplamos las etapas del camino que siguió Cristo hasta su muerte en la Cruz. En este Año Jubilar de la Misericordia, es muy oportuno cuidar el piadoso ejercicio del Via Crucis, viendo en su caminar una manifestación de la divina misericordia. En él, en efecto, confluyen varias expresiones características de la espiritualidad cristiana: la concepción de la vida como camino o peregrinación; como paso, a través del misterio de la Cruz, del exilio terreno a la patria celestial; así como el deseo de conformarse profundamente a la Pasión de Cristo; o las exigencias del seguimiento de Cristo, por el que el discípulo debe caminar tras el Maestro llevando cada día su propia cruz. porales y las siete espirituales— teniendo como fondo la Resurrección de Cristo desde la que podemos contemplar y meditar con serena alegría los misterios de la Pasión de nuestro Señor. El Via Crucis es un excelente instrumento para ayudar a todos nuestros fieles —laicos, religiosos y sacerdotes; mayores y jóvenes; padres e hijos, abuelos y nietos— a que tomen conciencia de su pertenencia activa al pueblo de Dios y a la importancia de participar con alegría en el misterio de la divina misericordia. Sugerimos que este santo ejercicio sea realizado de manera comunitaria en nuestras parroquias, en nuestras calles y plazas, en los viacrucis de nuestros pueblos, en las residencias de ancianos; así como de manera particular por cualquier fiel; y especialmente los ancianos y los enfermos en sus casas, que uniéndose a la Cruz de Cristo, desean participar ofreciendo sus dolores y sufrimientos por la Iglesia. Proponemos seguir, en el presente año, este camino teniendo muy presente en sus catorce estaciones, las tradicionales catorce obras de misericordia —las siete corCáliz de la Misericordia 97 Cáliz de la Misericordia Monición inicial En el nombre del Padre , y del Hijo, y del Espíritu Santo. R/. Amén. El papa Francisco, en la Bula de Convocación del Jubileo Extraordinario de la Misericordia Misericordiae Vultus, nos recuerda que “Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre; él, con su palabra, con sus gestos y con toda su persona revela la misericordia de Dios, vía que nos une con Él a cada uno de nosotros”. Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia divina para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre, como es el tiempo de la Cuaresma y la Semana Santa. Por ello, hemos venido hoy aquí para acompañar a Jesús a lo largo de su camino de dolor y de amor, el camino de la Cruz. Nunca estamos solos en este camino. Con nosotros siempre está Jesús que tanto nos amó, que quiso morir por nosotros. Un amor tan grande que entra en nuestro pecado y lo perdona; entra en nuestro sufrimiento y nos da fuerza para soportarlo; entra también en la muerte para vencerla y salvarnos. En la Cruz de Cristo está todo el amor de Dios, está su infinita misericordia. De este modo, en este Via Crucis vamos a recorrer las catorce estaciones de la Pasión de nuestro Señor, con98 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 templando, a la vez, cada una de las catorce obras de misericordia, que la tradición nos ha legado, tanto las siete corporales, como las siete espirituales, relacionando cada estación con una de ellas y teniendo siempre presente la Resurrección de Cristo, que ilumina y da sentido a la divina misericordia que se contiene en los misterios de su Pasión. Sólo en Cristo muerto y resucitado encontramos la salvación y la redención. Con Él, el mal, el sufrimiento y la muerte no tienen la última palabra, porque Él nos da la esperanza y la vida: ha transformado la Cruz, que ha pasado de ser un instrumento de odio, de derrota y de muerte, a ser un signo de amor, de victoria, de triunfo y de vida. La Cruz nos invita también a dejarnos contagiar por esta misericordia, nos enseña así a mirar siempre al otro con amor y con esa misma misericordia; especialmente al que sufre, al que tiene necesidad de ayuda, al que espera una palabra o un gesto, al que no tiene esperanza, al que no conoce el amor. La Cruz nos invita a salir de nosotros mismos para ir al encuentro del prójimo y tenderle la mano, anunciándole que siempre hay esperanza en Dios misericordioso. CUARESMA Acto de Contrición ¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén. Cáliz de la Misericordia 99 Cáliz de la Misericordia PRIMERA ESTACIÓN Jesús es condenado a muerte Meditaremos la Obra de Misericordia espiritual: Sufrir con paciencia los defectos del prójimo V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Del Evangelio según San Mateo (26,59-60.63-66) Los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno buscaban un falso testimonio contra Jesús para condenarlo a muerte y no lo encontraban, a pesar de los muchos falsos testigos que comparecían. El sumo sacerdote se puso en pie y le dijo: “Te conjuro por el Dios vivo a que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios” Jesús le respondió: “Tú lo has dicho. Más aún, yo os digo: desde ahora veréis al Hijo del hombre sentado a la derecha del Poder y que viene sobre las nubes del cielo”. Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras diciendo: “Ha blasfemado. ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué decidís?”. Y ellos contestaron: “Es reo de muerte”. Meditación Señor, tú que tienes infinita paciencia con todos los hombres, tú que “eres clemente y misericordioso, lento a la ira y rico en piedad y leal”, tú que todo lo soportaste, incluso a los que te condenaron injustamente, concédenos a todos nosotros el don de la paciencia para que sepamos amar a nuestros enemigos y sufrir sus defectos. Aumenta nuestra capacidad para padecer y soportar los vicios y debilidades del prójimo sin alterarnos, sabiendo esperar 100 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 a que el Señor les ayude a convertirse a tu amor. Pues bien sabemos que la paciencia es uno de los frutos del Espíritu Santo, que madura cada día al practicarla y que trae esa constancia y esperanza en ti, que no defrauda jamás. Nosotros, además, especialmente los más avanzados en edad y en los sufrimientos de la vida diaria, tenemos muy viva la experiencia de que los otros también han de soportar con esa misma paciencia nuestras muchas debilidades, que todos tenemos, y que del mismo modo son molestas para los que están con nosotros, e incluso para nosotros mismos. ¡Que el Señor nos conceda ser buenos y comprensivos, perdonándonos unos a otros como Dios nos perdonó en Cristo! Padre nuestro Canto (CLN 526) A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en el cielo; a ti levanto mis ojos, porque espero tu misericordia. CUARESMA SEGUNDA ESTACIÓN Jesús con la Cruz a cuestas Meditaremos la Obra de Misericordia espiritual: Dar buen consejo al que lo necesita V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Del Evangelio según San Marcos (8,34-36) Jesús, llamando a la gente y a sus discípulos les dijo: “El que quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará. Pues, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?”. Meditación ¡Pidamos al Señor que ilumine siempre nuestros pasos para que, con nuestro buen consejo, nuestro hermano siga el camino de la verdad, que es el amor!. Padre nuestro Canto (CLN 103) Ved la Cruz de la Salvación donde Dios nos dio la vida; precio de la Redención de la humanidad caída. Cruz de Cristo Vencedor, te adoramos, sálvanos. Señor, puesto que Jesús es quien mejor nos conoce, es también el único que, de verdad, nos puede dar un buen consejo, el mejor consejo: el que nos indica el camino que hemos de seguir para alcanzar la vida eterna, el camino para ser feliz, que no es otro sino la Cruz y el anuncio gozoso de la Buena Noticia, del Evangelio. Pero en nuestra vida diaria, también nos encontramos muchas veces con dudas sobre el camino concreto que debemos seguir. Es ahí donde, iluminados por Cristo, podemos dar un buen consejo a nuestro hermano que lo necesita. Las personas mayores sabemos, por la experiencia que nos da la vida, que el mejor consejo es el que hace reflexionar al otro sobre el sentido de la vida y del futuro, para que desde su propia conciencia alcance la verdad, que sólo es Cristo. Cáliz de la Misericordia 101 Cáliz de la Misericordia TERCERA ESTACIÓN Jesús cae por primera vez Meditaremos la Obra de Misericordia corporal: Visitar a los presos V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Del libro del profeta Isaías (53,4-7) Él soportó nuestros sufrimientos y aguantó nuestros dolores; nosotros lo estimamos leproso, herido de Dios y humillado, traspasado por nuestras rebeliones, triturado por nuestros crímenes. Nuestro castigo saludable cayó sobre él, sus cicatrices nos curaron. Todos errábamos como ovejas, cada uno siguiendo su camino, y el Señor cargó sobre él todos nuestros crímenes. Maltratado, voluntariamente se humillaba y no abría la boca como cordero llevado al matadero. Meditación Señor, tú bien sabes de aguantar sufrimientos y humillaciones. Bien sabes lo que es no disfrutar de la libertad de movimientos. Es cierto que hay muchos hermanos nuestros en las cárceles, que están sufriendo el alejamiento de sus seres queridos porque la sociedad los ha confinado allí. Siempre nos hemos de acordar de ellos en nuestras oraciones y, si es posible, visitarlos. Pero en el mundo hay también otras muchas prisiones en cuya puerta no aparece ese nombre. Muchos hermanos nuestros viven de la misma manera recluidos en las residencias de ancianos o en sus propios domicilios, de los que salen bien poco porque no hay nadie que los acompañe o porque física102 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 mente no les es posible. Cuántos ancianos no salen prácticamente de sus hogares, esperando que algún familiar, algún amigo, alguna persona de buena voluntad les alegre con su visita. Y todos conocemos muchos de estos mayores que nos esperan y esperan… mientras nosotros estamos muy ocupados en cosas más urgentes. Mientras nuestros hermanos siguen esperando una voz amiga que los conforte, una mano dulce que los abrace, un corazón que arda de amor por los que ya no cuentan en la sociedad. ¡Señor, danos un corazón misericordioso para ir a visitar, a acompañar, a alegrar a nuestros hermanos que viven recluidos, allí donde se encuentren! Padre nuestro Canto (CLN 107) Sí, me levantaré. - Volveré junto a mi Padre. A ti, Señor, elevo mi alma, - Tú eres mi Dios y mi Salvador. Sí, me levantaré. - Volveré junto a mi Padre. CUARESMA CUARTA ESTACIÓN Jesús se encuentra con su Madre Meditaremos la Obra de Misericordia espiritual: Enseñar al que no sabe V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Del Evangelio según San Lucas (2,34-35.51) Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: “Mira, éste está puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; será una bandera discutida: así quedará clara la actitud de muchos corazones. Y a ti, una espada te traspasará el alma”. Su madre conservaba todo esto en su corazón. Meditación Señor, del mismo modo que María siempre estuvo junto a Jesús, especialmente en los momentos más difíciles, al pie de la Cruz, ella siempre nos lleva a su Hijo y nos muestra al que nos trae la verdad, el único que, definitivamente, enseña al que no sabe: Jesús. Él es quien verdaderamente nos revela todo lo que el Padre desea de nosotros. Por ello, todos los cristianos, ancianos y jóvenes, tenemos el deber de enseñar al que no sabe, es decir, como María, llevar a nuestros hermanos a quien es el auténtico Maestro: nuestro Señor Jesucristo; transmitiendo la alegría de la fe y la belleza del amor de Dios que nos salva en Cristo muerto y resucitado. ¡Corramos a anunciar al Dios que nos ama, saliendo de nosotros mismos para buscar el bien de todos y el encuentro personal de cada hombre con Dios Amor!. Padre nuestro Canto (MD 398) Mientras recorres la vida, tú nunca solo estás, contigo por el camino Santa María va. ¡Ven con nosotros al caminar, Santa María, ven! ¡Ven con nosotros al caminar, Santa María, ven! Cáliz de la Misericordia 103 Cáliz de la Misericordia QUINTA ESTACIÓN El Cireneo ayuda a Jesús a llevar la Cruz Meditaremos la Obra de Misericordia corporal: Dar de comer al hambriento V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Del Evangelio según San Marcos (15,21) Pasaba uno que volvía del campo, Simón de Cirene, el padre de Alejandro y de Rufo, y le obligaron a llevar la Cruz de Jesús. Meditación Señor, nosotros deseamos compartir nuestra vida con la gente y entregarnos generosamente en la ayuda al prójimo, como lo hizo Simón de Cirene llevando la Cruz de Jesús, especialmente ahora que hay tantos hermanos nuestros que pasan verdadera necesidad de pan, de comida, de casa, de trabajo, de un sueldo o pensión digna. En muchos hogares, la pensión de los mayores jubilados se ha convertido en el pan de cada día de tantos jóvenes que no encuentran trabajo, de tantas familias que pasan penuria… ¡Gracias a la generosidad de los abuelos comen los nietos! Cuánta hambre hay en el mundo, cuánta necesidad se ve en nuestras Cáritas…, que toda ayuda material es poca. Pero es que además del hambre del pan material, también hay mucha hambre del pan celestial, de Dios. Y sólo Jesús puede saciar este hambre, porque él es el verdadero “pan de vida”. ¡Ayúdanos, Señor, a compartir nuestros bienes, tanto materiales como espirituales, con los que menos tienen, y a saciar el hambre de Dios, que tantos hermanos nuestros padecen! 104 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Padre nuestro Canto Un mandamiento nuevo nos dio el Señor: que nos amáramos todos como Él nos amó. La señal de los cristianos es amarse como hermanos. CUARESMA SEXTA ESTACIÓN La Verónica enjuga el rostro de Jesús Meditaremos la Obra de Misericordia corporal: Visitar a los enfermos V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Del libro del profeta Isaías (53,2-3) No tenía figura ni belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres, como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos, ante el cual se ocultan los rostros; despreciado y desestimado. Meditación cuidado, nuestra compañía. ¡Acudamos presurosos a aliviar a Cristo que sufre y que nos espera postrado en el lecho del dolor y de la soledad! Padre nuestro Canto (CLN 105) Perdón, oh Dios mío, perdón, indulgencia, perdón y clemencia, perdón y piedad. Señor, lo mismo que la Verónica tuvo piedad de tu sufrimiento y de tu rostro malherido, aliviándote en lo que pudo, así también nosotros tenemos piedad del dolor y del sufrimiento de tantos hermanos nuestros que están sumidos en la enfermedad, en la ancianidad, en la dependencia... Nuestros hospitales, residencias de ancianos y nuestras casas son otros tantos sitios en los que la debilidad, por enfermedad o vejez, ha sumido en el sufrimiento y en la soledad. Cuántos hermanos hay que esperan un gesto de afecto, de amor, de misericordia. A cuántos podríamos llevar el consuelo de una visita, una palabra de compasión, de cariño, de piedad. Qué maravilla es tender una mano que se deshace en ternura al coger amorosamente la mano de un enfermo…, la de Cristo enfermo. El mismo Cristo nos espera en la persona de cada necesitado para que le llevemos nuestro amor, nuestro Cáliz de la Misericordia 105 Cáliz de la Misericordia SÉPTIMA ESTACIÓN Jesús cae por segunda vez Meditaremos la Obra de Misericordia corporal: Dar de beber al sediento V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Del libro de los Salmos (69,17-22) Respóndeme, Señor, por tu bondad y tu amor; por tu gran compasión, vuélvete hacia mí; no escondas tu rostro a tu siervo: respóndeme pronto, porque estoy en peligro. Acércate a mí, rescátame, líbrame de mis enemigos. Estás viendo mi afrenta, mi vergüenza y mi deshonra; todos mis enemigos están ante ti. La afrenta me destroza el corazón y desfallezco. Espero compasión, y no la hay; consoladores, y no los encuentro. En mi comida me echaron hiel, para mi sed me dieron vinagre. Meditación Señor, como tú al pie de la Cruz, numerosos sedientos existen en el mundo: los hay sedientos del agua natural, pero muchos más yacen sedientos de ti. Incontables son los hermanos que, sin sufrir la tortura de la sed de agua, padecen el tormento de una vida sin sentido: buscan y no encuentran esa otra agua, la única que puede saciar el deseo más profundo del corazón, la única que da el último significado a nuestras vidas, que da la vida verdadera y eterna, y cuya fuente es el costado de Cristo abierto en la Cruz. Sólo Jesús es capaz de colmar nuestra sed de eternidad, de una vida realizada plenamente en el amor. 106 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 ¡Señor Jesús, haznos anunciadores de tu amor y de la esperanza para todos los hombres, déjanos saciar la sed de nuestros hermanos con el verdadero agua que da la vida y que eres Tú! Padre nuestro Canto (CLN 702) Cerca de ti, Señor, yo quiero estar; tu grande eterno amor quiero gozar. Llena mi pobre ser, limpia mi corazón; hazme tu rostro ver en la aflicción. CUARESMA OCTAVA ESTACIÓN Jesús encuentra a las mujeres de Jerusalén Meditaremos la Obra de Misericordia espiritual: Corregir al que se equivoca V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Del Evangelio según San Lucas (23,28-31) Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: “Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque mirad que vienen días en los que dirán: ‘bienaventuradas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han criado’. Entonces empezarán a decirles a los montes: ‘Caed sobre nosotros’, y a las colinas: ‘Cubridnos’; porque, si esto hacen al leño verde, ¿qué harán con el seco?”. sin tener nosotros mismos la experiencia de la corrección por los demás. ¡Señor Jesús, infunde tu amor en nuestros corazones para que nos dejemos corregir y seamos instrumentos tuyos para rectificar con amor y cariño a nuestros hermanos! Padre nuestro Canto (CLN 403) Juntos, como hermanos, miembros de una Iglesia, vamos caminando al encuentro del Señor. Meditación Señor, todos nosotros, especialmente los mayores, tenemos la experiencia de que nos equivocamos muchas veces y de que luego hemos de llorar y lamentarnos por nuestros errores y desvíos. Por ello, siempre es de agradecer una voz amiga como la de Jesús, que comprendiendo nuestros actos, nos ayude a volver al buen camino, que nos corrija cuando nos desviamos. Tomemos el gran modelo de cómo lo hace continuamente Cristo con nosotros, es decir: con cariño, con respeto, con afecto, incluso dejándonos libres y siempre sin juicios ni condenas, porque el amor es la medida de toda corrección. A veces también nosotros estamos llamados a corregir fraternalmente a nuestro hermano… pero nunca amonestemos al prójimo Cáliz de la Misericordia 107 Cáliz de la Misericordia NOVENA ESTACIÓN Jesús cae por tercera vez Meditaremos la Obra de Misericordia corporal: Dar posada al peregrino V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Del Evangelio según san Mateo (11,28-30) Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Tomad mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera. Meditación Señor, todos nosotros somos peregrinos, pues caminamos por este mundo hacia nuestra verdadera patria, que es el Cielo. Pero algunos lo son aún más, pues han tenido que dejar su familia, su casa, su tierra, su lengua, su cultura, en búsqueda de mejores condiciones para vivir, o sencillamente subsistir. Muchos de nosotros también hemos sufrido, en nuestra larga o corta vida, esta experiencia de ser, de un modo u otro, forasteros y peregrinos. Ayúdanos, Señor, a acoger a los refugiados y migrantes como verdaderos hermanos que son, a abrir nuestras puertas a Jesucristo, presente en cada uno de ellos y que de sus labios escuchemos en el Día Final: “Venid vosotros, benditos de mi Padre… porque fui forastero y me hospedasteis”. ¡Señor, ayúdanos a hospedarte en cada hermano nuestro que peregrina por el mundo! 108 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Padre nuestro Canto (CLN 519) Alma mía, recobra tu calma, que el Señor fue bueno contigo. Alma mía, recobra tu calma, que el Señor escucha tu voz. CUARESMA DÉCIMA ESTACIÓN Jesús es despojado de sus vestiduras Meditaremos la Obra de Misericordia corporal: Vestir al desnudo V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Del Evangelio según San Juan (19,23-24) Los soldados, cuando crucificaron a Jesús, cogieron su ropa, haciendo cuatro partes, una para cada soldado, y apartaron la túnica. Era una túnica sin costuras, tejida toda de una pieza de arriba abajo. Y se dijeron: “No la rasguemos, sino echémosla a suertes, a ver a quién le toca”. Así se cumplió la Escritura: “Se repartieron mis ropas y echaron a suerte mi túnica”. Padre nuestro Canto (CLN 104) Perdona a tu pueblo, Señor, perdona a tu pueblo, perdónale, Señor. Por los tres clavos que te clavaron y las espinas que te punzaron, perdónale, Señor. Meditación Señor, hay muchas formas de vestir al desnudo, además de proporcionarle la necesaria ropa, que cubra, proteja y caliente su cuerpo. A veces, sentimos la tentación de ser cristianos manteniendo una prudente distancia de las llagas del Señor. Pero Jesús quiere que toquemos la miseria humana, que palpemos la carne desnuda y sufriente del prójimo, que no nos mantengamos a distancia del sufrimiento de cada hombre, sino que, muy al contrario, la cubramos con el vestido del afecto y de la ternura, con la vestidura de la cercanía y el cariño, con la ropa de la amistad y del amor. ¡Vistamos al que sufre con el mismo traje blanco con el que nos reviste Cristo de su amor! Cáliz de la Misericordia 109 Cáliz de la Misericordia UNDÉCIMA ESTACIÓN Jesús clavado en la Cruz Meditaremos la Obra de Misericordia espiritual: Perdonar al que nos ofende V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Del Evangelio según San Lucas (23,33-34) Y cuando llegaron al lugar llamado “La Calavera”, lo crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús, decía: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Meditación Señor, en la Cruz, tú llevaste a su plenitud y a su más absoluta perfección, el mandato del amor a los enemigos, precepto que es el signo distintivo de la vida y de la conducta de nosotros, los cristianos. El amor extremo de Dios se manifestó en Jesús, el cual “habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo”. Cristo, en la Cruz, perdonó todas nuestras ofensas por su amor infinito a todos los hombres. Ciertamente, el amor a los enemigos expresa lo más propio de nuestro ser cristiano, a lo que estamos llamados. Y, aunque humanamente estemos muy lejos de cumplirlo, le pedimos, con fe y esperanza al Señor, que nos conceda poder amar al que nos ofende, a nuestro prójimo, en esa misma medida. ¡Ayúdanos, Señor, a perdonar a nuestros enemigos con tu mismo amor! 110 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Padre nuestro Canto (CLN 106) ¡Victoria! ¡Tú reinarás! ¡Oh Cruz, tú nos salvarás! El Verbo en ti clavado, muriendo nos rescató. De ti, madero santo, nos viene la redención. ¡Victoria! ¡Tú reinarás! ¡Oh Cruz, tú nos salvarás! CUARESMA DUODÉCIMA ESTACIÓN Jesús muere en la Cruz Meditaremos la Obra de Misericordia espiritual: Rezar a Dios por los vivos y los difuntos V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Del Evangelio según San Mateo (27,45-50.54) Desde el mediodía hasta la media tarde vinieron tinieblas sobre toda aquella región. A media tarde Jesús gritó: “Elí, Elí lamá sabaktaní”, es decir: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Jesús, dio otro grito fuerte y exhaló el espíritu. El centurión y sus hombres, que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y lo que pasaba dijeron aterrorizados: “Realmente éste era Hijo de Dios”. Meditación Señor, tu Hijo Jesucristo, a lo largo de toda su vida y hasta su muerte en la Cruz, nos dio ejemplo de oración continua y perseverante, aun medio de las mayores dificultades. Tú quieres que oremos continuamente por los que aún peregrinamos por este mundo, para que a todos los hombres alcance tu amor misericordioso y tu divina providencia, sosteniéndonos así en el camino de la vida hasta que lleguemos a nuestra casa celestial, aceptando y cumpliendo tu santa voluntad, como lo hizo Jesús. Tú siempre nos escuchas y nos ayudas, por eso también te pedimos por nuestros hermanos difuntos, en la serena certeza y esperanza de que tú quieres que ellos estén contigo, pues la muerte terrena no es la última palabra, sino sólo una puerta que nos lleva a ti. Concede, oh Dios, a las benditas ánimas del Purgatorio la gracia de entrar en tu Reino celestial, donde sólo existe el amor. ¡Ayúdanos, Señor, y sostennos en la fe en la resurrección, que nos trae la alegría de tu amor que no tiene fin! Padre nuestro Canto (CLN 117) Dios es fiel: guarda siempre su Alianza; libra al pueblo de toda esclavitud. Su Palabra resuena en los profetas, reclamando el bien y la virtud. Y Jesús nos dará en el Calvario su lección: “Hágase tu voluntad”. Y su sangre, vertida por nosotros, será el precio de nuestra libertad. Cáliz de la Misericordia 111 Cáliz de la Misericordia DECIMOTERCERA ESTACIÓN Jesús es bajado de la Cruz y entregado a su Madre Meditaremos la Obra de Misericordia espiritual: Consolar al triste V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Del Evangelio según San Mateo (27,55-59) Había allí muchas mujeres que miraban desde lejos, aquellas que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirlo; entre ellas, María la Magdalena y María, la madre de Santiago y José, y la madre de los hijos de Zebedeo. Al anochecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que era también discípulo de Jesús. Éste acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Y Pilato mandó que se lo entregaran. José, tomando el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia. Meditación Señor, al pie de la Cruz, en la hora suprema del dolor y de la tristeza, tú llenaste de consuelo a tu madre María, que sostuvo tu santísimo Cuerpo entre sus inmaculados brazos, que un día te cubrieron de ternura y caricias. Y desde entonces ella nos sigue transmitiendo tu consuelo a nosotros, que nos seguimos refugiando bajo su amparo. Tú, oh Dios, eres el Consolador amoroso que derramas incesantemente tus bienaventuranzas sobre todos los que lloran, pues tú no quieres que vivamos en la tristeza ni en la angustia, sino en la alegría de la esperanza. Como dice San Pablo: “¡Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor 112 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Jesucristo, Padre de la misericordia y Dios de todo consuelo, que nos consuela en cualquier tribulación hasta el punto de poder consolar nosotros a los demás, mediante el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios!”. ¡Consuélanos, Señor, para que llevemos tu consuelo a todos los tristes y afligidos! Padre nuestro Canto (CLN 316) Estrella y camino, prodigio de amor, de tu mano, Madre, hallamos a Dios. Tú nos lo diste en Belén, en pobre portal en tu regazo le ven el rey y el zagal. Tú nos lo diste en la Cruz, altar de dolor, muerto en tus brazos está un Dios Redentor. CUARESMA DECIMOCUARTA ESTACIÓN Jesús es puesto en el sepulcro Meditaremos la Obra de Misericordia corporal: Enterrar a los difuntos V/. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. R/. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo. Del Evangelio según San Lucas (23,50-56) Había un hombre, llamado José, que era miembro del Sanedrín, hombre bueno y justo; era natural de Arimatea y aguardaba el Reino de Dios. Este acudió a Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. Después de bajarlo de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro excavado en la roca, donde nadie había sido puesto todavía. Era el día de la Preparación y estaba para empezar el sábado. Las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea lo siguieron, y vieron el sepulcro y cómo había sido colocado su cuerpo. Al regresar prepararon aromas y mirra. Y el sábado descansaron de acuerdo con el precepto. Meditación Señor, del mismo modo que el cuerpo de tu Hijo fue colocado en el sepulcro, así también nosotros llevamos al sepulcro a nuestros hermanos difuntos con la firme esperanza de que resucitarán en el Último Día. Nuestros padres, hermanos e hijos, familiares y amigos, conocidos y aún desconocidos, duermen el sueño eterno de la paz. La esperanza en la resurrección nos sostiene en nuestro peregrinar por este mundo, pues bien conocemos que sin ella no podemos vivir, ya que la vida sin esperanza se vuelve insoportable. Pero sabemos que Cristo ha triunfado sobre el pecado y la muerte y que está lleno de poder. Jesucristo verdaderamente vive. Su resurrección no es algo del pasado; entraña una fuerza de vida que da nuevo sentido a nuestra vida y al mundo. Cristo resucitado y glorioso es la fuente profunda de nuestra espera en Dios. ¡Nunca nos faltará la ayuda de Dios para cumplir la misión a la que nos llama: transmitir la alegría de la fe, del amor y de la esperanza, a todos los hombres! Padre nuestro Canto (CLN 151) Ubi cáritas est vera, Deus ibi est. Congregávit nos in unum Christi amor. Exsultémus et in ipso iucundémur. Timeámus et amémus Deum vivum. Et ex corde diligámus nos sincéro. Ubi cáritas est vera, Deus ibi est. Cáliz de la Misericordia 113 Cáliz de la Misericordia Oración final Oración para el Año de la Misericordia Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios! Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. 114 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos. Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén. CUARESMA Cáliz de la Misericordia 115 Cáliz de la Misericordia Cuaresma 2016 Comisión Diocesana de Familia y Vida 116 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA Introducción Querida familia: Este año os ofrecemos un material más elaborado. Con vuestras parroquias queremos colaborar con vosotras, amadas familias, en la tarea preciosa de la educación en la fe de vuestros hijos. Los tiempos litúrgicos fuertes son una ocasión muy propicia. Sois una “pequeña iglesia doméstica”, llamada a invocar a Dios en la oración familiar en perfecta sintonía con la vida eclesial que nos marca la liturgia. Pedimos al Señor que estos tiempos de gracia que son la Cuaresma y la Pascua os ayuden a vivir más intensamente la vocación eclesial propia de cada familia cristiana. Cordialmente: Presidente de la Comisión de Familia y Defensa de la Vida Cada semana desde la primera de Cuaresma hasta el día de Pentecostés tenéis una lectura de la Palabra de Dios y unas sugerencias para realizar una sencilla catequesis familiar y, sobre todo, la ORACIÓN para BENDECIR LA MESA. También os sugerimos una actividad que suponga un ejercicio de caridad en el compartir o en la fraternidad, especialmente indicado en este año Jubilar de la Misericordia. Todo tendrá más sentido si va acompañado de la participación en familia en la eucaristía dominical con vuestra comunidad eclesial. No quiero dejar pasar la ocasión de agradecer públicamente a D. Enrique Masiá, párroco de Santa Catalina de Alzira, y al equipo que desde hace años lidera, de diversas parroquias de nuestra archidiócesis su generosa colaboración para que estos materiales puedan estar hoy a vuestro alcance. Cáliz de la Misericordia 117 Cáliz de la Misericordia Propuesta: Bendición de la mesa en el domingo Actividad: un signo que puede acompañar la mesa familiar esta Cuaresma puede ser la elaboración de un servilletero sencillo para cada miembro de la familia, hecho de cuerda, lazo, lana de colores (preferentemente morado) trenzada... en el que se harán cinco nudos, uno por cada domingo de Cuaresma. Cada domingo desharemos juntos un nudo al terminar la bendición de mesa; durante la Pascua, deshechos todos: nudos, ataremos la servilleta con un lazo simbolizando el abrazo de Dios y el hombre en la Pasión, muerte y Resurrección de Cristo. 118 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA 1er Domingo de Cuaresma 14 de febrero de 2016 Contemplamos su amor... en el desierto Leer la Palabra En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y durante cuarenta días, el Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado por el diablo. Todo aquel tiempo estuvo sin comer, y al final, sintió hambre. Entonces, el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, dile a esta piedra que se convierta en pan. Jesús le contestó: Está escrito: “No sólo de pan vive el hombre”. Después, llevándole a lo alto, el diablo le mostró, en un instante, todos los reinos del mundo y le dijo: te daré el poder y la gloria de todo eso, porque a mí me lo han dado y yo lo doy a quien quiero. Si tú te arrodillas delante de mí, todo será tuyo. Entonces lo llevó a Jerusalén y lo puso en el alero del templo y le dijo: Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo, porque está escrito: “Encargará a los ángeles que cuiden de ti”, y también: “Te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”. Jesús le contestó: está mandado: “No tentarás al Señor tu Dios”. Completadas las tentaciones, el demonio se marchó hasta otra ocasión. Palabra de Señor. Lucas 4,1-13 Jesús le contestó: Está escrito: “Al Señor tu Dios adorarás y a él solo darás culto”. Cáliz de la Misericordia 119 Cáliz de la Misericordia Comprender Compromisos de la familia para esta semana (Catequesis en familia, los padres comentan...) Propuesta Cuaresmal de Cáritas ¿Qué significan las tentaciones de Jesús? Llamados a un nuevo estilo de vivir en Cuaresma. En nuestra vida concreta y en nuestra familia ¿existen también tentaciones. p.e.: ser mejor considerado sin esfuerzo? 5 Semanas - 5 Sentidos para el compromiso Explicar el significado de la frase de Jesús: “NO SÓLO DE PAN VIVE EL HOMBRE” en relación con el alimento que para nosotros supone la Palabra de Dios y la Eucaristía. Bendición de la mesa “Señor hoy queremos acompañarte hasta el desierto: allí Moisés se encontró con Dios y allí fuiste tentado en nuestras hambres de poder, de fama y de riqueza. Hoy deshacemos el primer nudo (en silencio esperamos a que todos hayan deshecho el nudo) en recuerdo de las tres esclavitudes que venciste ¡concédenos vencer las nuestras! Bendito seas porque TÚ sacias siempre nuestra hambre ¡Y danos más hambre de Ti en esta Cuaresma a los que hoy compartimos esta mesa!”. AMÉN. 120 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Queremos invitar a vivir el compromiso solidario, el compromiso cristiano, con los cinco sentidos. Una semana de Cuaresma para cada sentido solidario. Estas son las propuestas a hacer a la comunidad parroquial cada domingo de Cuaresma tras la eucaristía: La semana de la MIRADA Otro estilo de vivir es posible. En este mundo con tantas prisas y tanta superficialidad, te proponemos desde Cáritas que, durante esta semana, mires con mayor profundidad y detenimiento a las personas con las que convives cada día, con las que te encuentras y tratas cotidianamente. Fíjate en las cosas buenas que tienen, en sus cualidades, en todo lo bueno que ves en ellas, y DÍSELO. Haz que se sientan valoradas y apreciadas por ti. Te pedimos que hagas esto con ocho personas a lo largo de esta semana, y verás lo bien que sienta apreciar la diversidad de cada uno. CUARESMA 2º Domingo de Cuaresma 21 de febrero de 2016 Contemplamos su amor... en la oración Leer la Palabra Ocho días después de este discurso se llevó a Pedro, a Juan y a Santiago y subió al monte a orar. Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos refulgían de blancos. En esto, se presentaron dos hombres que conversaban con él: eran Moisés y Elías, que se habían aparecido resplandecientes y hablaban de su éxodo, que iba a completar en Jerusalén. Pedro y sus compañeros estaban amodorrados por el sueño, pero se espabilaron y vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. No sabía lo que decía. Mientras hablaba, se formó una nube y los fue cubriendo con su sombra. Al entrar en la nube se asustaron. Y hubo una voz de la nube que decía: Éste es mi Hijo, el Elegido. Escuchadlo. Al producirse la voz, Jesús estaba solo. Ellos guardaron el secreto y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto. Palabra de Señor. Lucas 9, 28b-36 Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús: Señor, !Que bien estamos aquí; podríamos hacer tres chozas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías. Cáliz de la Misericordia 121 Cáliz de la Misericordia Comprender Compromisos de la familia para esta semana (Catequesis en familia, los padres comentan...) Propuesta Cuaresmal de Cáritas ¿Qué significan las tentaciones de Jesús? Llamados a un nuevo estilo de vivir en Cuaresma. La experiencia del Monte Tabor apenas fue comprendida por Pedro, Santiago y Juan pero se convirtió en un signo de lo que los cristianos esperamos y anhelamos: ver la Gloria de Dios. 5 Semanas - 5 Sentidos para el compromiso ¿Qué experiencias de Tabor existen en nuestra vida que nos animan a seguir adelante: en la vida familia, en la vida eclesial...? ¿Es la oración en familia una experiencia de Tabor? ¿Podría serlo? Bendición de la mesa Comenzamos sentados cada uno en su sitio. “Hoy deshacemos un segundo nudo: queremos deshacernos de tantos ruidos en nuestra vida que nos impiden orar como tú. Señor, tu rostro se transfiguró cuando orabas al Padre ¡muéstranos tu rostro! Enséñanos a rezar con la confianza de Abraham, tu amigo, abiertos a tu Presencia en nuestra familia, agradecidos por tanto don que hemos recibido representado en la abundancia de alimentos con la que llenas nuestra mesa cada día.” AMÉN. 122 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 La semana del GUSTAR y SABOREAR Otro estilo de vivir es posible. En este mundo con tanto egoísmo y tanto individualismo, te proponemos desde Cáritas que, durante esta semana, gustes y saborees el ayudar a los que te rodean cuando veas que tengan alguna necesidad, problema, apuro o contratiempo, por pequeño que sea. En concreto te pedimos que hagas ocho favores a personas que puedan necesitar de ti a lo largo de esta semana. Si así lo haces, podrás saborear lo bien que sienta a todos la gratuidad. CUARESMA 3er Domingo de Cuaresma 28 de febrero de 2016 Contemplamos su amor... en la conversión Leer la Palabra En aquella ocasión, se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por una torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no. Y si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera. Pero el viñador contestó: “Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortarás”. Palabra de Señor. Lucas 13, 1-9 Y les dijo esta parábola: Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: “Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?”. Cáliz de la Misericordia 123 Cáliz de la Misericordia Comprender Compromisos de la familia para esta semana (Catequesis en familia, los padres comentan...) Propuesta Cuaresmal de Cáritas Los acontecimientos de la vida son, a veces, crueles y terribles y nos cuesta explicar su sentido (un accidente, una enfermedad, una desgracia...). Hay circunstancias que no dependen de nosotros y que sólo podemos soportar. Llamados a un nuevo estilo de vivir en Cuaresma. Hay otras cosas que sí dependen de nuestra voluntad: dar fruto de buenas obras en nuestra vida depende de nosotros. ¿Somos como la higuera estéril? ¿Cuáles son nuestros frutos en el trabajo, en el colegio, en la vida familiar, en la parroquia, en la vida social...? Comentar si son suficientes o podríamos dar más. Bendición de la mesa “Señor hoy invitas a esta familia a dejarnos cambiar el corazón para que nos parezcamos más a ti y sepamos amarnos mejor y cuidar a los demás. Ya nos has ayudado a deshacer tres nudos, por eso bendecimos el pan con el que nos alimentas y nos mantienes juntos entre nosotros y muy unidos a ti” (deshacemos el tercer nudo). AMÉN. 124 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 5 Semanas - 5 Sentidos para el compromiso La semana del OLFATO Otro estilo de vivir es posible. En este mundo con tantas injusticias que provocan tanta pobreza y tanto sufrimiento, te proponemos desde Cáritas que, durante esta semana, denuncies públicamente lo que “huele” mal en este mundo: la injusta distribución de las riquezas, y la falta de voluntad política de los gobiernos para erradicar la pobreza, el hambre y la miseria en el mundo. Te invitamos a unirte a la Campaña de Pobreza Cero, y que a lo largo de esta semana lleves siempre un lazo blanco en tu ropa (símbolo de esta campaña), o cuelgues de tu balcón o ventana una tela o cartel blanco donde se lea: ¡POBREZA CERO YA! Durante esta semana te invitamos también a no ser consumista y que hagas un consumo más responsable. Si así lo haces, en lo que depende de ti, el aroma de este mundo será un poco mejor, no estará tan contaminado... CUARESMA 4º Domingo de Cuaresma 6 de marzo de 2016 Contemplamos su amor... en la reconciliación Leer la Palabra Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: “Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos”. Jesús les dijo entonces esta parábola: “Un hombre tenía dos hijos. El menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte de herencia que me corresponde”. Y el padre les repartió sus bienes. Pocos días después, el hijo menor recogió todo lo que tenía y se fue a un país lejano, donde malgastó sus bienes en una vida licenciosa. Ya había gastado todo, cuando sobrevino mucha miseria en aquel país, y comenzó a sufrir privaciones. Entonces se puso al servicio de uno de los habitantes de esa región, que lo envió a su campo para cuidar cerdos. Él hubiera deseado calmar su hambre con las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. Entonces recapacitó y dijo: “¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen pan en abundancia, y yo estoy aquí muriéndome de hambre! Ahora mismo iré a la casa de mi padre y le diré: Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trátame como a uno de tus jornaleros”. Entonces partió y volvió a la casa de su padre. Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió profundamente; corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: “Padre, pequé contra el Cielo y contra ti; no merezco ser llamado hijo tuyo”. Pero el padre dijo a sus servidores: “Traigan en seguida la mejor ropa y vístanlo, pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero engordado y mátenlo. Comamos y festejemos, porque mi hijo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y fue encontrado”. Y comenzó la fiesta. El hijo mayor estaba en el campo. Al volver, ya cerca de la casa, oyó la música y los coros que acompañaban la danza. Y llamando a uno de los sirvientes, le preguntó qué significaba eso. Él le respondió: “Tu hermano ha regresado, y tu padre hizo matar el ternero engordado, porque lo ha recobrado sano y salvo”. Él se enojó y no quiso entrar. Su padre salió para rogarle que entrara, pero él le respondió: “Hace tantos años que te sirvo, sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y nunca me diste un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos. ¡Y ahora que ese hijo tuyo ha vuelto, después de haber gastado tus bienes con mujeres, haces matar para él el ternero engordado!” Pero el padre le dijo: “Hijo mío, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo. Es justo que haya fiesta y alegría, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado”. Palabra del Señor Lucas 15, 1-3.11-32 Cáliz de la Misericordia 125 Cáliz de la Misericordia Comprender Compromisos de la familia para esta semana (Catequesis en familia, los padres comentan...) Propuesta Cuaresmal de Cáritas ¡Qué precioso poder comentar en familia esta parábola identificando la postura del padre y los hijos, con situaciones concretas que se dan en la vida familiar!. Llamados a un nuevo estilo de vivir en Cuaresma. 5 Semanas - 5 Sentidos para el compromiso La semana del OÍDO Bendición de la mesa “Señor tú deshaces nuestros nudos poniéndonos en el camino que nos devuelve al amor inmenso del buen Padre Dios ¡ya queda menos para que tú hagas nuevo todo! Su abrazo de Padre se hace pan en la Eucaristía, y nos convierte en familia a todos los que nos alimentamos de El” (Ponemos nuestros servilleteros sobre la mesa rodeando el pan y rezamos el Padrenuestro cogidos de la mano alrededor de la mesa). AMÉN. 126 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Otro estilo de vivir es posible. En este mundo donde tantas personas sufren soledad y falta de comunicación, te proponemos desde Cáritas que, durante esta semana, afines el oído y te reserves un tiempo especial para dedicarlo a escuchar sin prisa, y hablar con tranquilidad con las personas con las que convives cada día, o con aquellas que hace tiempo que no hablas o no sabes de ellas. Apaga el televisor, deja internet, quítate los auriculares, y escucha cómo están los que te rodean, los que se encuentran contigo cada día, pregúntales cómo se encuentran, qué talles va, etc,... y simplemente escucha. Te pedimos que hagas esto con ocho personas a lo largo de esta semana, y podrás sentir cuánto bien se puede hacer con tan poco. CUARESMA 5º Domingo de Cuaresma 13 de marzo de 2016 Contemplamos su amor... en la mirada de misericordia Leer la Palabra En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba. Los letrados y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras: tú, ¿qué dices? Jesús se incorporó y le preguntó: Mujer, ¿dónde están tus acusadores?, ¿ninguno te ha condenado? Ella contestó: Ninguno, Señor. Jesús dijo: Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más. Palabra del Señor Juan 8,1-11 Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra. E, inclinándose otra vez, siguió escribiendo. Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos, hasta el último. Y quedó solo Jesús, y la mujer en medio, de pie. Cáliz de la Misericordia 127 Cáliz de la Misericordia Comprender Compromisos de la familia para esta semana (Catequesis en familia, los padres comentan...) Propuesta Cuaresmal de Cáritas ¡Qué fácil es condenar a los demás con la ley en la mano! Jesús no ha venido a condenar, eso ya lo hacía la ley, sino a salvar. Llamados a un nuevo estilo de vivir en Cuaresma. ¡Cuantas veces condenamos en los demás lo que nosotros no cumplimos! ¿Qué escribiría Jesús en el suelo para que los acusadores se fueran escabullendo? El perdón y la misericordia es la medicina de Jesús ante el pecador. Usamos nosotros también esta medicina en la vida familiar o ¿siempre condenamos?. Bendición de la mesa “Señor hoy deshacemos el Último nudo de nuestro camino de Cuaresma: te bendecimos porque Tú nos regalas la capacidad de mirar nuestros nudos, nuestras esclavitudes y debilidades, con misericordia. Concédenos que cada vez que nos sentemos alrededor de la mesa recordemos este signo que nos muestra la fuerza de tu amor apagando nuestra sed” (Cada uno coloca su servilletero alrededor de la jarra de agua). AMÉN. 128 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 5 Semanas - 5 Sentidos para el compromiso La semana del TACTO Otro estilo de vivir es posible. En este mundo tan insensible y poco comprometido en la lucha contra la pobreza, te proponemos desde Cáritas que, durante esta semana, toques a la puerta de Cáritas para conocerla mejor, para saber todo lo que hace en tu barrio o en tu ciudad, para consultar su página web, para saber qué necesidades tiene y en qué se puede colaborar. Te invitamos a tomar contacto con algún voluntario de Cáritas para que te cuente su experiencia de voluntariado, lo que hace y lo que le aporta a su vida, cómo se siente y cómo w las realidades de pobreza que está tocando. Muévete esta semana y conoce, toca, otras Ongs, otras experiencias de voluntariado. Déjate tocar el corazón por las realidades de pobreza y sufrimiento que hay en tu mundo. plantéate este interrogante: ¿qué puedo hacer yo? CUARESMA Domingo de Ramos 20 de marzo de 2016 Contemplamos su amor... en el deseo de hacer Pascua con Él Leer la Palabra Iba Jesús delante subiendo a Jerusalén. Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud Y aconteció que llegando cerca de Betfagé y de Betania, al monte que se llama de los Olivos, envió dos de sus discípulos, diciendo: Id a la aldea de enfrente, y al entrar en ella hallaréis un pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado jamás; desatadlo, y traedlo. le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos. Y si alguien os preguntare: ¿Por qué lo desatáis? le responderéis así: Porque el Señor lo necesita. El, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían. Palabra del Señor. Lucas 19,28-40 Fueron los que habían sido enviados, y hallaron como les dijo. Y cuando desataban el pollino, sus dueños les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino? Ellos dijeron: Porque el Señor lo necesita. Y lo trajeron a Jesús; y habiendo echado sus mantos sobre el pollino, subieron a Jesús encima. Y a su paso tendían sus mantos por el camino. Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto, diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas! Cáliz de la Misericordia 129 Cáliz de la Misericordia Comprender (Catequesis en familia, los padres comentan...) La familia es un don que hemos recibido de Dios y hemos de estar agradecidos por ello. La familia es la estructura más natural e importante de la vida social, de nuestra vida. Cada familia es una pequeña iglesia, o mejor: una “iglesia doméstica donde hay una presencia viva del Dios del Amor. Bendición de la mesa (Adornamos la mesa con los ramos de olivo que hemos traído a casa, y cada uno aparte; una pequeña ramita que permanecerá anudada en el servilletero durante toda la Pascua hasta Pentecostés. El ya ha deshecho todos los nudos y este Último nudo que ahora; hacemos sujeta la rama de olivo como signo de la Alianza que estableció desde Noé) “Señor, nuestra familia quiere hacer Pascua contigo. Te acompañaremos en los buenos momentos y en la soledad: hoy te hemos aclamado con las ramas de olivo que adornar nuestra mesa, y te seguiremos hasta la cruz aguardando tu Resurrección. Te bendecimos anudando esta pequeña ramita de olivo, símbolo del abrazo maravilloso que es tu Alianza con nosotros y que alimentas con la oración, la Eucaristía y el pan de cada día”. AMÉN. 130 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Compromisos de la familia para esta semana Participa en las celebraciones de la Semana Santa en la parroquia. Ofrécete para colaborar en alguna de las tareas propias de estos días: lector, monaguillo, cantor... Si durante la Cuaresma habéis hecho en la familia algún gesto de COMPARTIR, ahorrando algún dinero para los pobres, podéis depositarlo en la colecta del Jueves Santo que se destina a las necesidad de los pobres a través de CÁRITAS. Cáliz de la Misericordia Cuaresma 2016 Comisión Diocesana de Infancia y Juventud 132 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA Introducción Durante la primera parte del curso, hemos vivido intensamente el Encuentro Europeo de Jóvenes que la Comunidad de Taizé nos proponía como parte de la Peregrinación de Confianza a través de la Tierra. Durante esta Cuaresma, tiempo especial para la oración, la reflexión y la conversión, proponemos continuar con estas oraciones que tanto bien nos están haciendo. Para ello, desde la Comisión Diocesana para la Infancia y la Juventud de Valencia [email protected] y el Equipo de la Acogida Taizé Valencia [email protected] os hacemos llegar estos materiales que os ayudarán a preparar estas oraciones. Feliz Cuaresma!!! Cáliz de la Misericordia 133 Cáliz de la Misericordia Para preparar un momento de oración ¿Cómo podemos continuar rezando junto con otros? Esta pregunta surge a menudo después de una semana en Taizé o después de haber participado en un encuentro de Taizé en cualquier parte del mundo. A continuación, algunos de los elementos más importantes para preparar un tiempo de oración meditativa “sin comienzo ni fin”. Para entrar en la oración, escoger uno o dos cantos de alabanza. Salmo Jesús rezaba estas antiguas oraciones de su pueblo. Desde siempre los cristianos han encontrado en ellos una fuente. Los salmos nos sitúan dentro de la gran comunión de los creyentes. Nuestras alegrías y nuestras tristezas, nuestra confianza en Dios, nuestra sed e incluso nuestras angustias encuentran una expresión en los salmos. Una o dos personas leen o cantan en solo los versículos de un salmo. Todos responden con un aleluya u otra aclamación cantada después de cada versículo. Si los versículos son cantados, sostenidos eventualmente por un gorgorito (melodía improvisada sobre el acorde final de la aclamación mantenida por la asamblea), éstos deben ser cortos, dos líneas generalmente; los versículos, si son leídos, pueden ser más largos. Se ha hecho una selección de versículos accesibles para cada oración. Si se utiliza otros salmos no se dude en escoger sólo algunos 134 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 versículos, los más asequibles. No es necesario leer todo el salmo. Lectura Leer la Escritura significa acercarse “a la fuente inagotable que dispensa el propio Dios a los hombres sedientos” (Orígenes, siglo III). La escritura es una “carta de Dios a su criatura” que hace “descubrir el corazón de Dios en las palabras de Dios” (Gregorio el Grande, siglo VI). Para una oración regular se acostumbra a hacer una lectura continua de los libros bíblicos. Para una oración semanal o mensual escoger mejor textos mayores que no necesiten explicaciones. Cada lectura se introduce con “lectura de...” o “del Evangelio según san...”. Si hay dos lecturas la primera puede ser escogida del Antiguo Testamento, de las Epístolas, de los Hechos de los Apóstoles o del Apocalipsis; la segunda es siempre la del Evangelio. Entre las dos lecturas se inserta un canto meditativo. Antes o después de la lectura será bueno escoger un canto que celebre la luz de Cristo. Durante este canto algunos jóvenes o niños se acercan con una vela en la mano para encender una lámpara o velón. Dicho símbolo recuerda que, incluso si la noche se vuelve densa, en la vida personal o en la vida de la humanidad, el amor de Cristo es un fuego que nunca se apaga. CUARESMA Canto Oración de intercesión u oración de alabanza Silencio Una oración hecha de peticiones o aclamaciones breves, sostenidas por un gorgorito y cadenciadas por una respuesta cantada por todos puede constituir como una “columna de fuego” en el corazón de la oración común. Por medio de las intercesiones nuestra oración se ensancha a las dimensiones de toda la familia humana: confiamos a Dios las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los humanos, de los pobres y de todos aquellos que sufren. Por medio de la oración de alabanza celebramos todo lo que Dios es para nosotros. Cuando intentamos expresar la comunión con Dios a través de palabras, la inteligencia encontrarse desprevenida. Pero, en las profundidades de la persona humana, por el Espíritu Santo, Cristo ora más de lo que podemos imaginar. La voz de Dios no se calla, pero no Dios nunca quiere imponerse, a menudo su voz se oye como en un susurro, en un soplo de silencio. Mantenerse en silencio en su presencia, para acoger su Espíritu, ya es orar. No buscar un método para obtener un silencio interior a toda costa, provocando en sí mismo como un vacío, sino dejar, en el silencio, que Cristo ore en uno con la confianza de un niño, y un día descubrimos que las profundidades de la persona humana están habitadas. En una oración común será conveniente tener un solo momento largo de silencio —de cinco a diez minutos— mejor que varios momentos cortos. Si aquellos que participan en la oración no están acostumbrados a un silencio así, será importante anunciarlo al final del canto que lo precede: “Continuaremos ahora la oración permaneciendo un momento en silencio”. Una o dos personas alternativamente expresan las peticiones o las aclamaciones de la oración, la cual estará introducida y marcada por un canto: Kyrie eleison, Gospodi pomilui (Señor, ten compasión); Te alabamos, Señor. Una vez terminadas todas las peticiones o aclamaciones escritas será bueno ofrecer a los participantes la posibilidad de una expresión espontánea para algunas oraciones que surgen de su corazón. Se estará atento a que sean breves y que se dirijan a Dios: no deberán ser transformadas en un diálogo horizontal en el que, creyendo hablar a Dios, se desea en realidad transmitir sus propias ideas a los demás. Se concluye cada una de las oraciones espontáneas con la misma respuesta cantada por todos. Cáliz de la Misericordia 135 Cáliz de la Misericordia Padrenuestro Oración de conclusión Cantos Al final la oración puede prolongarse a través del canto. Para apoyar el canto un pequeño grupo permanece con los que desean continuar rezando. Los demás pueden ser invitados a un momento para compartir en pequeños grupos, en un lugar vecino, por ejemplo sobre un texto bíblico, con la ayuda de las “horas joánicas”. En la Carta de Taizé, se proponen “horas joánicas” cada mes, es decir, un tiempo de silencio y para compartir a partir de un texto bíblico. 136 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 ES Estos cantos están bajo © Ateliers et Presses de Taizé. Podéis copiar esta hoja únicamente en el contexto de la preparación del Encuentro Europeo en Valencia, bajo la condición que esta sea reproducida enteramente, sin modificaciones. Para todo otro tipo de utilización es importante contactar con Ateliers et Presses de Taizé. (Para más información acerca de copyright, ver http://www.taize.fr/es_article1679.html) EN These songs are copyright © Ateliers et Presses de Taizé. You may copy this song sheet, only for the preparation of the European Meeting in Strasbourg, on condition that the whole sheet is reproduced, without any modifications. For any other use, it is important to contact Ateliers et Presses de Taizé. (For more information about copyright, see http:// www.taize.fr/en_article114.html) CUARESMA Cantos para la oración Cáliz de la Misericordia 137 Cáliz de la Misericordia 138 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA Cáliz de la Misericordia 139 Cáliz de la Misericordia www.taizevalencia.es ●●● [email protected] ●●● tel. +34 512 703 081 140 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 ●●● www.facebook.com/TaizeValencia2015 Cáliz de la Misericordia Cuaresma 2016 Comisión Diocesana de Pastoral Penitenciaria 142 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CUARESMA La Puerta Santa Voluntarios de Pastoral Penitenciaria, vínculo de los privados de Libertad hacia La Puerta Santa El Papa abrió una puerta en Roma para comenzar este año dedicado especialmente a la Misericordia. A Jesús se le cerraron las puertas de las casas de Belén cuando nació y tuvo que nacer en un pesebre sin puertas, un pesebre cuyo horizonte era el firmamento y donde los pobres pastores no tuvieron que llamar. A Jesús durante su vida pública se le cerraron muchas puertas: - Cuando Jesús cura a los enfermos, toca a los leprosos, levanta a los muertos, se convierte en una persona impura. Entonces le cierran las puertas de las ciudades de Galilea, no le dejan entrar. - Cuando Jesús celebra sus comidas se le cierran puertas de los “religiosos” pues come con los pecadores. Hasta les hubiese gustado cerrarle la puerta a aquella mujer que derrama perfume y llora a los pies de Jesús. - Cuando quieren condenar a Jesús, cierran la puerta del Sanedrín para que los pobres, los enfermos, los marginados, que Jesús acarició, no sepan lo que quieren hacer con Él. Pero Él abre toda puerta que le coloquemos. Cuando muere en la cruz, la cortina del Templo se rasga. Nunca más podremos cerrarle la puerta a Jesús, nunca más podremos cerrarle la puerta a la Misericordia, el corazón de los pobres. Cáliz de la Misericordia 143 Cáliz de la Misericordia Esa Misericordia, como aquella cortina del Templo, se rasga en la multitud inmensa de voluntarios/as que de una manera gratuita se les revienta el corazón por los que han perdido la libertad. En la cárcel todos tenemos la experiencia que las puertas se abren para dejarnos entrar, pero acto seguido se cierran para que nadie salga. Nosotros tenemos que pedir permiso para salir, aunque nuestros hermanos y hermanas ni permiso pueden solicitar. Entramos para aliviar, para cerrar la puerta al dolor; entramos para escuchar, para cerrar la puerta al escucharme; entramos para dar esperanza, para cerrar la puerta a lo que nos lleve a la muerte, hasta y sobretodo, nuestro mayor fracaso, el suicidio. No podemos, con nuestras pocas fuerzas y sencillez, conseguir que salgan a besar y abrazar a sus seres queridos, pero con nuestras caricias, nuestras pequeñas palabras a veces suplimos esos abrazos y besos. 144 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Y con esa puerta que somos, con esa cortina rasgada mostramos a un Dios que se ha vuelto loco de amor por esos hermanos y hermanas. Nosotros ya tenemos esa experiencia de amor y queremos que ellos y ellas experimenten esa locura de Dios que nunca estará encerrado para ellos. Gracias a todos porque sois imagen y semejanza del corazón de Jesús que le revientan el corazón con una lanza para que sea el corazón vuestro y de los que han perdido la libertad. PASCUA Pascua 2016 Cáliz de la Misericordia 145 Cáliz de la Misericordia LOS DOMINGOS DE LA CINCUENTENA PASCUAL 146 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 PASCUA 1er Domingo de Pascua C El gran día de Pascua 27 de marzo de 2016 Contemplamos su misericordia en el Resucitado En este día concluye el Triduo pascual y comienza el santo Pentecostés, la Cincuentena pascual que no es sino un único día en el “Hoy” divino de la salvación. Como proclama el salmo pascual por excelencia, el 117, que fue cantado por Jesús y sus discípulos al acabar la última Cena: Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo. En este segundo año pre-jubilar debemos acentuar todavía más lo que es propio de todos los años: la presencia y la acción del Espíritu Santo en el misterio pascual de Jesucristo. La Pascua es, ante todo, el tiempo del Espíritu. La mirada de misericordia de Jesús es la misma que la del Padre, que levanta de la noche al Hijo hecho hombre hasta lo más profundo de la muerte, enviándolo de nuevo al mundo para infundir el espíritu de amor. Durante la Cuaresma el Espíritu Santo iluminó nuestra fe cuando fuimos recorriendo las cinco primeras etapas de la historia de la salvación, conforme al Antiguo Testamento, y ahora comenzamos la sexta de las edades del mundo: la era de la Iglesia; por ello en este tiempo se lee siempre como primera lectura el libro de los Hechos de los Apóstoles. Del mismo modo, la lectura en este año C del libro del Apocalipsis como segunda lectura dominical nos sitúa ante séptima y última de las etapas, en el reino de Dios. La Cuaresma fue un tiempo de catecumenado, en vistas a la celebración de la Pascua, y ahora comenzamos el tiempo de la mistagogia, para profundizan en el conocimiento y la vivencia de los santos misterios por los que fuimos incorporados a Cristo muerto y resucitado. En la Pascua, el mismo Espíritu que guía a la Iglesia desde que la hace nacer en las aguas primordiales del Bautismo, nos consagra con su unción en cada Eucaristía y nos guía como mistagogo y maestro interior para que avancemos en nuestra Confirmación una vez que hemos sido unidos más plenamente a Cristo y a su cuerpo que es la Iglesia, para que demos en el mundo un testimonio valiente y eficaz. En este día de Pascua, las oraciones insisten en pedir la participación plena en las gracias de Cristo que son la renovación por el Espíritu y la resurrección final. La primera lectura es el kerigma o solemne proclamación del anuncio de la resurrección de Jesús y hecho por Pedro ante los primeros gentiles convertidos al cristianismo, en casa del Romano Cornelio. En aquella ocasión el Espíritu Santo rompió las fronteras del antiguo pueblo de Dios y fue por delante de los apóstoles. Cada una de las segundas lecturas que se pueden elegir hoy se refiere al misterio de la Pascua, que ha de ser vivido en la Iglesia por medio de la iniciación cristiana y la novedad de conducta consiguiente. Finalmente, junto con María Magdalena, Pedro y Juan nos acercaremos al sepulcro vacío y sintiendo el frescor de aquellas brumas matinales del día primero, veremos y creeremos, como el discípulo amado (Cf. Jn 20, 8), porque nos guía el mismo Espíritu de amor que a ellos les abrió los ojos. Cáliz de la Misericordia 147 Cáliz de la Misericordia Moniciones: La Palabra de Dios hoy Este es el mismo Espíritu de amor creador y regenerador que glorificó la humanidad de Jesucristo y que ahora lo hace presente en su Iglesia por medio de los sacramentos. En esta Pascua hemos de contemplar de un modo especial la obra del Espíritu en la liturgia, porque él convierte al celebrante en icono del resucitado, al lector en voz del Señor, al pan y al vino en su Cuerpo y Sangre, y a la asamblea reunida en su cuerpo místico que es consagrado y ofrecido como una ofrenda permanente (Cf. Plegaria eucarística III). Volvamos una vez más la vista atrás, hacia esta Cuaresma que nos ha llevado a la celebración del perdón con el anuncio del Evangelio de la misericordia. Ahora se abre el tiempo de la vida nueva, para que aquel perdón que produjo la imposición de manos con el don del Espíritu se prolongue en una vida nueva, dejando atrás las obras de las tinieblas: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba... no los de la tierra (Col 3, 1; Segunda lectura). Primera lectura. Hechos de los Apóstoles 10, 34ª 37-43 El mensaje central de la predicación de los apóstoles se resume en la proclamación de la muerte y la resurrección de Jesús. Así la primera lectura de este día de Pascua anuncia el misterio pascual de Cristo, que vive para salvarnos a todos los redimidos por su sangre. Responderemos a esta lectura cantando el salmo pascual por excelencia, el 117: “Este es el día en que actuó el Señor”. Segunda lectura. Colosenses 3, 1-4 El misterio pascual no se reduce a la pasión y gloria de Jesucristo, sino que se aplica en el tiempo a los cristianos que participamos de él por medio de los sacramentos. Nuestra vida gloriosa esta ahora escondida con Cristo en Dios. (También se puede leer 1 Cor 5, 6b-8) Evangelio de Juan 20, 1-9 Los primeros testigos de la resurrección de Jesús comenzaron a creer y a madurar su fe cuando vieron el sepulcro vacío. Ahora el Señor es creído por todos los cristianos como presente en medio de su Iglesia. (También puede leerse el evangelio de la Vigilia: Lc 21, 1-12 o, en la misa vespertina, Lc 24, 13-35) 148 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 PASCUA Oración de los fieles La alegría de esta mañana (de este día), se hace eterna en cada domingo. Presentemos al Padre por medio de su Hijo Jesucristo nuestras oraciones. -Por el Papa, los obispos sacerdotes y el pueblo fiel; para que la alegría de este día que se alargará durante la Pascua, sea fermento para convertir su vida a Dios, oremos al Señor. Padre misericordioso, que has resucitado a tu Hijo, haznos dóciles a su voz, para que así podamos también un día resucitar con Él a la vida que no acaba. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. -Por las naciones de la tierra; para que reciban la alegría y llegue a todos la paz y la reconciliación de los pueblos, oremos al Señor. -Por los enfermos, necesitados, oprimidos; para que Cristo abra sus vidas y recobren la salud y la alegría de la Resurrección, oremos al Señor. -Por las familias; para que la celebración de la Resurrección de Cristo cada domingo revierta en una mayor santidad de sus miembros y una armonía en el hogar, oremos al Señor. -Por todos los que en este tiempo de Pascua recibirán los sacramentos de la iniciación cristiana; para que permanezcan fieles a la gracia que se les dará, oremos al Señor. -Por todos nosotros para que vivamos cada día iluminados por la presencia de Jesucristo resucitado, oremos al Señor. Cáliz de la Misericordia 149 Cáliz de la Misericordia 2º Domingo de Pascua C La Divina Misericordia del Resucitado 3 de abril de 2016 Contemplamos su amor misericordioso en el don de la paz y del Espíritu Los tiempos de la cincuentena pascual El domingo de la Octava Los ocho domingos de Pascua están organizados en varios grupos temáticos que conviene tener en cuenta; así el primero de estos es el “tiempo de las apariciones” (domingos 1º, 2º y 3º), luego sigue el “tiempo de Cristo Pastor de la Iglesia” (domingos 4º y 5º), para terminar en el “tiempo del don del Espíritu” (domingos 6º, 7º–Ascensión y 8º–Pentecostés). Esto sobre todo en lo que se refiere a los evangelios, porque las otras dos lecturas siguen un orden independiente, que ocasionalmente se enlaza con el Evangelio, como iremos precisando en cada caso. La importancia de la lectura de las dos apariciones que vienen a fundar el nuevo “día del Señor” es tanta que este pasaje evangélico se lee todos los años. Reforzando esta idea, la lectura del Apocalipsis comienza con la visión del Rey de los tiempos: el Viviente que fue muerto —Jesucristo resucitado— se hace presente a los creyentes, como gran sacerdote para siempre del culto definitivo. Eso sucede en el “día del Señor”, el domingo. Es una estupenda forma de enseñarnos el significado de la asamblea dominical, tan amenazada actualmente entre nosotros por la costumbre del “fin de semana”, cuando éste se plantea como un espacio en el que cabe todo, hasta las compras en domingo, menos el tiempo para formar la asamblea que convoca el Señor. La sagrada liturgia, por obra del Espíritu Santo, es toda ella un misterio de presencia. Así como no hay ninguna aparición del Resucitado en que los discípulos lo hayan “buscado y encontrado”, sino que siempre es Él quien ha tomado la iniciativa, así en la asamblea dominical Él sigue siendo el convocador. Podemos descubrir ahora el sentido que tiene la norma litúrgica que pide que la reserva eucarística esté en una capilla diferente al lugar de la celebración solemne; la razón está en que no se debe comenzar adorando al Señor presente en la Eucaristía, porque Él se hace presente a su Iglesia de una manera diná- 150 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 PASCUA mica y progresiva a lo largo de las diferentes etapas de la Misa. La celebración forma un todo coherente, animado por un dinamismo vivo que se desarrolla desde la entrada del celebrante hasta la despedida. Esta acción parte de la presencia de Cristo en medio de los reunidos en su nombre, se extiende a la Palabra de Dios mismo que, mediante la proclamación de las Escrituras, sigue hablando a su Iglesia, y culmina en la liturgia eucarística. La modalidad eucarística de esa misma y única presencia de Cristo a lo largo de la celebración es como la concreción en la que viene a “tomar cuerpo” Cristo glorificado que preside la asamblea y la alimenta con su Palabra. El domingo es también un día de fe. El Espíritu nos capacita para que podamos renovar cada semana la profesión de con la que entramos en la Iglesia. No somos ya como Tomás, que no podía creer, ya que no estaba cuando fue exhalado el Espíritu. Con alegría escuchamos hoy la última bienaventuranza pronunciada por Cristo y dirigida a los cristianos de todos los tiempos: Dichosos los que crean sin haber visto (Juan 20,29). El Espíritu de paz y amor, don del Resucitado En su primera aparición a los discípulos, Jesús exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos (Jn 20, 22-23). Para eso murió el Hijo de Dios hecho hombre, para llegar junto al Padre y volver a traer a los hombres el Espíritu de la vida sobrenatural que perdieron los primeros padres en el comienza de la historia. Muchas veces parece que Jesús vino para arreglar las cosas del mundo, para que cesasen las penas y las injusticias en una nueva era paradisíaca; en otras ocasiones el Señor es imaginado como un maestro de virtud que tiene consejos y recetas para todo lo que lleva a la felicidad. Sin embargo todo ello no deja de ser consecuencias de la gracia fundamental, que es el nuevo comienzo. La regeneración por obra del Espíritu sólo fue posible cuando el sacrificio de Cristo restableció la alianza entre Dios y la humanidad. Nadie puede sentirse defraudado porque las primeras palabras del resucitado sean el saludo de paz y el don del Espíritu; aquella sólo es posible gracias a éste. Quien se siente en paz con Dios, la comunidad que se reúne reconciliada en la paz de Dios, quien se conoce a sí mismo amado de Dios porque aspira el aroma de la unción del Espíritu, no tiene temor a nada de este mundo; será un apóstol activo o un mártir silencioso que difundirá el testimonio del Salvador, individualmente o en comunidad. Cáliz de la Misericordia 151 Cáliz de la Misericordia Moniciones: La Palabra de Dios hoy Oración de los fieles Primera lectura. Hechos de los Apóstoles 5,12-15 Presentemos a Jesús Resucitado, Señor de la misericordia, nuestras oraciones con toda confianza, diciendo: Escucha, Señor y ten piedad. Las primeras lecturas del tiempo pascual nos van anunciando la sexta y penúltima etapa de la historia de la salvación, la del Espíritu y la Iglesia, aquella en la que estamos y que se inauguró con Jesucristo. Hoy se nos describe el maravilloso crecimiento de la primitiva comunidad de los creyentes, con palabras que se han considerado siempre como un ideal de vida apostólica para la Iglesia de todos los tiempos. Segunda lectura. Apocalipsis 1,9-11a, 12-13,17-19 Durante los domingos de Pascua de este año C leeremos el libro del Apocalipsis. Es una visión de la Iglesia desde la gloria. Hoy, en el “día del Señor”, Cristo resucitado se hace presente a los creyentes como el gran sacerdote del culto definitivo. Evangelio de Juan 20,19-31 Todos los años leemos en este domingo el mismo pasaje del Evangelio que nos muestra el significado del domingo cristiano: El Resucitado establece el ritmo semanal del nuevo “día del Señor”, “a los ocho días”, para actualizar el misterio de su muerte y de su gloria, confirmar nuestra fe, y entregarnos su don más precioso que es el Espíritu Santo. 152 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 -Por la Iglesia extendida por toda la tierra, para que siga esparciendo la buena nueva de la resurrección del Señor. Oremos. -Por el papa Francisco, por nuestros evangelizadores, pastores y laicos, para que sigan evangelizando al mundo con la alegría de la Pascua. Oremos. -Por los gobernantes, para que también sean sembradores de paz, de fraternidad y de justicia en nuestros pueblos. Oremos. -Por aquellos que, en la Iglesia y en la sociedad, hoy más que nunca necesitamos de la misericordia divina, para que la experimentemos con abundancia, en Cristo muerto y Resucitado. Oremos. -Por todos nosotros, que hemos venido a celebrar la Eucaristía, para que pongamos en las manos del Señor misericordioso, nuestras necesidades y sufrimientos. Oremos. -Por los que recibirán durante este tiempo de Pascua, los sacramentos de la iniciación cristiana, para que se identifiquen plenamente con Jesucristo Resucitado. Oremos. Celebrante: Escucha, Señor, las plegarias que tu pueblo te presenta. A ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. PASCUA 3er Domingo de Pascua C El tiempo de las apariciones. El memorial del sacrificio Pascual 10 de abril de 2016 Reconocemos su misericordia al perdonar a Pedro En este tercer domingo termina la primera parte de la Cincuentena pascual, a la que llamamos el “tiempo de las apariciones”. Cada año leemos hoy una aparición de Jesús a los discípulos, y aquellas terminan siempre compartiendo una comida con el signo de partir el pan: en el camino de Emaús (año A), en el cenáculo (año B) y, este año C, en la orilla del lago de Galilea. Ahora estaremos ya ambientados en el programa de lecturas de este año, vamos siguiendo los primeros pasos de la etapa de la historia de la salvación —la de la Iglesia— en que nos ha sido dado vivir, y hemos podido admirar la valentía de los apóstoles, una vez que recibieron el Don pascual del Espíritu Santo: “Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres” “Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen” (Hechos 5,29 y 32). Vamos también familiarizándonos con la proclamación del misterio pascual que se hace cada domingo según el libro del Apocalipsis, en esas maravillosas escenas de la liturgia del cielo que en realidad son como la realidad de nuestra liturgia terrena, velada por nuestra realidad carnal. Pero es la lectura del Evangelio lo que da mayor personalidad a este domingo. Es una larga página que comienza entre las brumas del amanecer, en las orillas del lago donde había comenzado todo. Allí Simón Pedro y los demás discípulos parecen despertar de un sueño, olvidar que dejó las barcas y las redes para seguir a Jesús y volver a lo de siempre, al trabajo normal: “Me voy a pescar.” Ellos contestaban: “Vamos también nosotros contigo”. Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada (Juan 21, 3). Allí estaba Jesús, para recordarles que sólo tendrían éxito si seguían sus instrucciones y volvía a ser pescadores de hombres y pastores de su rebaño. Junto al Señor no puede faltar el fuego, el ardor del Espíritu que prepara el convite del Resucitado. Muchas cosas destacan en este evangelio: que Jesús es reconocido a través del amor, que su ayuda hace posible una pesca tan increíble como la respuesta de los pueblos a la predicación de los apóstoles, que es el Señor quien nos prepara su banquete pascual, la Eucaristía... Tantas cosas que se refieren ahora a nosotros como creyentes relacionados personalmente con Jesús, como el discípulo amado. Grandísima importancia tiene asimismo la segunda parte de la lectura. Jesús reclama por tres veces la confesión de amor de aquel Pedro que lo había negado el mismo número de veces. Seguimos en el ambiente de misterio tan propio del cuarto Evangelio. Ahora seguimos siendo pastoreados por el sucesor de Pedro, Obispo de “la Iglesia Cáliz de la Misericordia 153 Cáliz de la Misericordia Moniciones: La Palabra de Dios hoy que preside a las demás en el amor”, como llamaba San Ignacio de Antioquía a la comunidad romana en el siglo II. El mismo Espíritu de amor que movió entonces a Pedro es el que ahora asiste a su sucesor en la Sede romana para que confirme a sus hermanos en la integridad de la fe apostólica. La Misa dominical nos lleva a experimentar cada día del Señor todo el proceso de la actuación de Cristo descrita en las lecturas, y a realizar lo que hacen aquellos que le rodean. Es la descripción simbólica de lo que quiere decir “participar”. Le escuchamos, le reconocemos cuando se nos entrega al partir el pan, nos fortalecemos para dar testimonio con él con toda nuestra vida, incluso compartiendo los sufrimientos... Le proclamamos Señor y Salvador, anunciamos su muerte y su resurrección haciendo su memorial, nos unimos a su ofrecimiento, y lo ofrecemos a él, uniéndonos a la alabanza celestial y de todas las creaturas (plegaria eucarística). Con fe y emoción nos acercamos a comer su pan, conscientes de que es el Señor a quien recibimos. Y cuando ha terminado este momento inefable de la asamblea dominical, volvemos otra vez a la “pesca”, al trabajo de cada día, procurando seguir las instrucciones de Jesús para que sea fructuosa. 154 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Primera lectura. Hechos de los Apóstoles 5,27b-32,40b-41 La predicación apostólica es la manifestación del Don del Espíritu Santo. Todo es fruto de la gracia de Cristo: los apóstoles fueron escogidos y enviados por el Señor, y el Espíritu ha sido otorgado por el Resucitado. Con esta doble acción —la de los apóstoles y la del Espíritu— se construye la Iglesia. Segunda lectura. Apocalipsis 5,11-14 El Cordero pascual está en el centro de este himno de alabanza que constituye la liturgia de la gloria, la cual es el centro de la liturgia de la Iglesia. En ella, los cánticos de alabanza, y sobre todo la plegaria eucarística, son el eco de la aclamación al Cordero inmolado, Cristo, que ha sufrido la muerte, pero que ahora está presente, victorioso, a la derecha del padre y en el altar de la Iglesia. Evangelio de Juan 21,1-19 Todavía este domingo se anuncia una última aparición del Resucitado, que invita a comer a los discípulos. Es una imagen magnífica de lo que es la Eucaristía, el banquete del Espíritu, preparado y ofrecido por el Resucitado en medio de las dificultades de la vida presente. PASCUA Oración de los fieles Oremos confiadamente al Padre, que levantó a su Hijo de la muerte con la fuerza del Espíritu: -Por la santa Iglesia de Dios, Pueblo de Dios; para que muestre a todos con su testimonio de palabra y de obra, el mismo amor de Cristo, roguemos al Señor. -Por los que sufren la violencia, la ira y el odio; para que Dios cambie el corazón de sus opresores y puedan descubrir el gozo de la paz y el amor al prójimo, roguemos al Señor. -Por los catequistas que ayudan a comprender la Palabra de Dios a los niños, los jóvenes y los adultos que se preparan para ser cristianos, roguemos al Señor. -Por nosotros, reunidos en la mesa del Señor; que comprendamos la urgencia de vivir la misericordia de Dios manifestada en Cristo y cumplamos con alegría el mandamiento de amar igualmente al prójimo, roguemos al Señor. Escucha, Padre, nuestras oraciones, y nunca dejes que se rompa la unidad de quienes compartimos el mismo Pan. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. Cáliz de la Misericordia 155 Cáliz de la Misericordia 4º Domingo de Pascua C Jesucristo, Cordero y Pastor 17 de abril de 2016 Reconocemos su misericordia como Buen Pastor Los domingos 4º y 5º de Pascua forman lo que podríamos llamar el “Tiempo del Pastor”. Ha terminado el “tiempo de las apariciones”, y Jesucristo se presenta como el Buen Pastor y Maestro de la Iglesia, a la que guía con amor, por la que se entrega en sacrificio y a la que enseña con su doctrina. En este año C se destacan preferentemente tres mensajes. La universalidad de la redención El Espíritu Santo reveló a los apóstoles y profetas del Nuevo Testamento que la salvación del Cristo era igual para todos los hombres, pero esa apertura no fue cosa de un día; así en la primera lectura escuchamos cómo san Pablo abandonó la misión evangelizadora dirigida hasta entonces en primer lugar a los israelitas, para dedicarse totalmente a los gentiles. En su discurso, el Apóstol cita el texto fundamental de Isaías 49,6: Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra. Nosotros somos los descendientes de la Iglesia de los gentiles y, por ello, cantamos el salmo 39, enlazando con el tema del Evangelio: Aclama al Señor tierra entera. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño. Siguiendo la lectura del Apocalipsis, llegamos a la liturgia celeste en honor del Cordero y Pastor que es Cristo resucitado. Todas las naciones, pueblos, razas y lenguas, purificados por la sangre del sacrificio pascual de Jesucristo alaban a su redentor. Del mismo modo, en el Evangelio, Jesús dice que su nuevo pueblo estará formado por los que escuchen su voz. Estos son los que han respondido a la gracia del Padre y por ello le han sido entregados para su custodia, para la vida eterna. Es la Iglesia virgen y madre, fecundada por el Espíritu, que da a luz incesantemente los nuevos hijos del nuevo pueblo de Dios. 156 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 PASCUA El amor sacrificado del Buen Pastor Como está en posesión del Espíritu de amor creador y vivificante, Jesucristo promete la vida eterna a los que creen en él. No se trata de una supervivencia del alma, debida a su naturaleza espiritual, como especula la filosofía, sino que es una acción salvadora de Dios Padre en la que coopera el Hijo de modo determinante: Yo doy la vida eterna a mis ovejas. No perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie —la muerte, Satanás, las persecuciones— puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Entre las ovejas y el Pastor existe una relación de “conocimiento”. Se trata de la idea bíblica del conocer, que indica a la vez una experiencia compleja de amor que impregna toda la existencia, como en la relación matrimonial. Por ello los cristianos formamos en la Iglesia una comunidad de escucha de la voz de Jesús, que se vive en la obediencia a su palabra; tanto que lo seguimos a donde quiera que vaya, como proclama el Apocalipsis. Jesús y el Padre son uno en el amor personal que es el Espíritu Santo Jesús fundamenta y garantiza la salvación eterna que él dispensa a sus ovejas con una tremenda afirmación: Yo y el padre somos uno. Estamos ante uno de los textos fundamentales del Nuevo Testamento, junto con el versículo 38 de este mismo capítulo: El Padre está en mí y yo en el Padre. Esta declaración separó y sigue separando de modo irremediable a Jesucristo y a los creyentes del Antiguo Testamento y, por añadidura, del Islam. Ahí está la causa de la condena a muerte del Señor. Las otras religiones monoteístas no quieren aceptar a estas dos personas que son una única realidad, o sustancia o esencia. Se alude aquí al misterio supremo y adorable de la Trinidad. No es explicitado. Jesús deja esta tarea a los discípulos. Y para esto, precisamente, le da el Espíritu del Padre y suyo, Espíritu de sabiduría y de revelación, que en la santa Cena será prometido como Maestro interior de la comunidad de los fieles, las amadas ovejas. Cáliz de la Misericordia 157 Cáliz de la Misericordia Moniciones: La Palabra de Dios hoy Oración de los fieles Primera lectura. Hechos de los Apóstoles 13, 14. 43-52 Oremos a Dios nuestro Padre, pastor y guardián de nuestras vidas. Este año, la historia de los primeros tiempos de la Iglesia recoge preferentemente la misión de san Pablo, el cual dio un cambio radical a su apostolado, dirigiéndose en adelante a los gentiles, después de ser rechazado repetidamente por los israelitas. Con el Salmo responsorial 99 proclamamos que todos los pueblos reciben la revelación del Buen Pastor y le aclaman diciendo: “Somos su pueblo y ovejas de su rebaño”. Segunda lectura. Apocalipsis 7,9.14b-17 Los redimidos de todas las naciones aclaman a Jesucristo resucitado, víctima pascual y Pastor de los cristianos. Evangelio de Juan 10, 27-30 En esta breve conclusión del discurso del Buen Pastor, Jesús proclama su misión salvadora universal dando su vida por la humanidad, sus ovejas, y su unidad con el Padre en el amor. 158 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 -Por el papa Francisco, por nuestro Arzobispo Antonio y por todos los pastores de la Iglesia; que vivan su ministerio siendo imágenes vivas de Cristo Buen Pastor, roguemos al Señor. -Por los responsables del gobierno de las naciones; que guíen a sus ciudadanos por caminos de justicia, de paz y de solidaridad con los más necesitados, roguemos al Señor. -Por las vocaciones al ministerio sacerdotal; que no falten jóvenes que se consagren al servicio de Dios y de los hermanos partiendo el pan de la Palabra y el de la Eucaristía, roguemos al Señor. -Por nosotros, miembros del Pueblo de Dios que tiene a Cristo por guía y pastor; que nos dejemos conducir por los caminos del amor, el perdón y la fraternidad, roguemos al Señor. Padre lleno de amor, ayúdanos a permanecer unidos en Cristo, para que no dejemos su senda y lo tengamos siempre como nuestro Buen Pastor. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén. PASCUA 5º Domingo de Pascua C El “Mandamiento Nuevo” del Buen Pastor 24 de abril de 2016 Contemplamos su amor en el mandamiento que nos dio El domingo siguiente al del Buen Pastor forma una cierta unidad con él, pues cada año nos trae una enseñanza que Jesús, Maestro y Guía de la Iglesia, dirige a ésta a la manera de un mensaje fundamental, como un testamento espiritual que la deberá orientar en su porvenir. El pasaje evangélico de hoy está situado al comienzo del discurso de despedida del Señor en la última Cena; es una acomodación que la liturgia hace para situar las palabras de Jesús dentro del marco pascual propio de san Lucas. De este modo, en los próximos domingos, escucharemos las palabras de adiós de Jesús como preparación a la Ascensión y a Pentecostés. En la liturgia evocamos esos días durante los cuales, según san Lucas, Jesús estuvo hablando con los discípulos acerca del reino de Dios (Hechos 1,3). Hoy Jesús comienza anunciando su próxima glorificación; con ello se trata de la crucifixión, que para san Juan señala la exaltación del Hijo del Hombre, su gloria final, formando un acontecimiento único con la resurrección, la marcha hacia el Padre y el don del Espíritu. Cuando el Señor se despide, deja a sus discípulos un “mandamiento nuevo” que resume toda su enseñanza: el precepto del amor mutuo; un amor de dilección y de amistad. Es la forma de amarse de los hermanos de modo desinteresado, amarse incluso y sobre todo si no lo merecen, si no tienen derecho a ese cariño. Este amor se fundamenta en el Espíritu que une al Hijo con el Padre y que vuelca a Jesús hacia sus discípulos: Yo doy mi vida por mis ovejas (Juan 10,15), por ello entrega este mandamiento al final de una Cena que está toda ella bajo el signo del amor hasta la muerte. Habiendo amado a los suyos, que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo (Jn 13,1). Pero el amor del Señor tiene una finalidad directa: que los discípulos se amen recíprocamente (cf. Jn 13,34). Si fallase este fin, fracasaría la misión de Jesús entre los hombres. Por eso el amor se convierte en el signo de la santidad del nuevo Israel, en la circuncisión espiritual: La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros (Jn 13, 35); doblemente espiritual porque es del Espíritu y se marca en nuestro espíritu. Este signo de reconocimiento contrasta con lo que se usa en las religiones y en los grupos sociales. Cuando empieza un nuevo grupo, sus miembros desean identificarse entre ellos y diferenciarse de los demás por medio de algún signo al que se aferran totalmente; puede tratarse de alguna señal física, de alguna ceremonia exclusiva de los iniciados... Pero Jesús no quiere nada de eso. La religión espiritual tiene signos espirituales, personales, como el del amor, a imitación del de Cristo. Cáliz de la Misericordia 159 Cáliz de la Misericordia Moniciones: La Palabra de Dios hoy Tal como proclama la segunda lectura, esta religión espiritual se desarrolla en una nueva edad del tiempo, la que se inauguró con la glorificación del Hijo. Estamos en la última de las etapas terrenas de la historia de la salvación, que se desarrolla a partir de la nueva Jerusalén, don de Dios, que es la Iglesia celeste y terrestre. Esta es la nueva morada de Dios con los hombres, como la proclama hoy el Apocalipsis. Por ello los cristianos somos parte de la novedad de la creación definitiva; en ella hay una nueva ciudad y unas nuevas leyes, un “mandamiento nuevo” que es la norma y el distintivo del nuevo pueblo de Dios. Llenos del Espíritu Santo, san Pablo y sus colaboradores fueron especialmente los mensajeros del nuevo Israel, una vez que se dedicaron totalmente a los gentiles. Ellos tampoco iban vendiendo una nueva religión como las demás: Exhortaban a los discípulos a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar mucho para entrar en el reino de Dios (Hechos 14,22). Sería mucho más sencillo hacerse un tatuaje, o seguir un ritual o un código de alimentos propios; pero el nuevo Israel lo tiene más difícil; se trata de ostentar un signo que hay que configurar en cada momento. Para ello necesitamos del estímulo que nos viene del sacramento eucarístico, signo y portador del Espíritu del amor de Cristo. 160 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Primera lectura. Hechos de los Apóstoles 14,21b-27 Continuamos la lectura de los “Hechos de Pablo”. Siguiendo los pasos de san Pablo en su primer viaje apostólico entre los gentiles, cuando era guiado por el Espíritu, conocemos la esencia de su mensaje y el sentido eclesial de su misión. Segunda lectura. Apocalipsis 21,1-5a El cristianismo se desarrolla en el ámbito de la nueva creación que comenzó en la resurrección de Jesucristo y en el don del Espíritu. En la nueva Jerusalén el Señor enjugará las lágrimas de los suyos, que se lamentaban por su muerte y por los sufrimientos que acarrea el dar testimonio de Cristo. Evangelio de Juan 13,31-33a.34-35 Comenzamos la lectura del discurso de despedida de Jesús, al final de la última Cena. Hoy el Señor promulga el mandato nuevo del amor fraterno, como señal distintiva de los cristianos. PASCUA Oración de los fieles Invoquemos con fe al Señor, que desea ser el centro de nuestras vidas. -Por todos los fieles cristianos, los religiosos y religiosas, los diáconos, sacerdotes, obispos y el papa Francisco. Que unidos firmemente a Cristo demos todos frutos de vida cristiana que den testimonio del Señor ante el mundo, roguemos al Señor. -Por el fin de toda forma de guerra y de violencia, especialmente aquella que pretende justificarse en la religión, roguemos al Señor. -Por los fieles comprometidos en el “Itinerario Diocesano de Evangelización”; para que su mensaje alcance a todos los miembros de nuestra comunidad parroquial y ciudadana, roguemos al Señor. -Por los niños y jóvenes que en estos días reciben los sacramentos de la iniciación cristiana: bautismo, confirmación y Eucaristía. Que crezcan unidos íntimamente a Cristo Jesús, roguemos al Señor. -Por nosotros, reunidos en torno a Cristo. Que la Eucaristía que celebramos nos una más íntimamente a Cristo y demos los frutos de amor y misericordia que Dios espera, roguemos al Señor. Te pedimos, Padre, que tu Espíritu de caridad nos mantenga unidos como los sarmientos a la vid que es tu Hijo Jesucristo, que vive y reina contigo por los siglos de los siglos. Amén. Cáliz de la Misericordia 161 Cáliz de la Misericordia 6º Domingo de Pascua C El tiempo del Espíritu 1 de mayo de 2016 Contemplamos su misericordia cuando no nos abandona Comenzamos la última etapa de la Cincuentena Pascual. En los próximos tres domingos están centrados temáticamente en el don o gracia pascual del Espíritu Santo, que Jesucristo envía desde el Padre, luego de ser exaltado en la gloria (Solemnidad de la Ascensión, próximo domingo). 162 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 El Concilio de Jerusalén La primera lectura de este domingo muestra cómo caían bajo la acción del Espíritu Santo, en esta sexta etapa de la historia de la salvación, las seculares fronteras del antiguo Pueblo de Dios. El Espíritu, en efecto, no sólo perfeccionó la iniciación cristiana de los samaritanos (año A), sino que incluso se adelanta al bautismo, cuando Pedro vacilaba en admitir a los paganos en la Iglesia (año B). Este año leemos como en la primera asamblea general de la Iglesia, en el llamado Concilio de Jerusalén, se rompió definitivamente con las normas rituales de la antigua Ley de Moisés, haciendo posible a los gentiles el libre acceso a la vida cristiana sin necesidad de convertirse antes en israelitas por medio de la circuncisión, como pedían algunos cristianos procedentes del judaísmo, que decían: Hay que circuncidar a los gentiles y obligarles a observar la ley de Moisés (Hechos 15,5). Aquella asamblea era bien consciente de actuar con la asistencia del Espíritu Santo, el cual garantiza a través de los tiempos la infalibilidad del magisterio solemne de la Iglesia: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables (Hechos 15,28). La Iglesia apostólica tomó entonces una decisión de enorme importancia, tanto para la propagación de la fe como para la cultura universal; pues, en el caso de una opción contraria, junto con la evangelización se hubiera tenido PASCUA que difundir al mismo tiempo, y de modo exclusivista, la secular cultura hebrea. Una medida tan importante tuvo que contar, además, como lo sugiere el texto, con un “empujón” o inspiración del Espíritu santo, el cual se valió especialmente de la voz profética y de la práctica misionera de san Pablo para impulsar a la Iglesia primitiva en favor de este cambio. La Jerusalén del cielo La nueva ciudad de Dios que muestra el Apocalipsis, se está construyendo ya en la Iglesia, edificada sobre el fundamento de los apóstoles, siendo toda ella un templo iluminado por la gloria de Cristo sacrificado y resucitado, el Cordero de Dios (2ª lectura). Los primeros cristianos tuvieron durante los primeros años la referencia de la antigua Jerusalén como “Iglesia madre”, pero la destrucción de esta urbe les llevó a considerar a la Iglesia, presente en cualquier lugar del mundo, como la nueva Jerusalén espiritual, imagen de la Jerusalén celeste, que es nuestra madre, como dice el ritual de la dedicación de iglesias. El Señor no nos abandona En el Evangelio continuamos leyendo el discurso de despedida de Jesús en la última cena. Cristo se despide de los suyos antes de iniciar su Éxodo por medio de la Pasión y la Ascensión, pero es para volver con el don pascual del Espíritu y permanecer así en la Iglesia. Jesús continúa declarando en el Evangelio lo que ha de ser la realidad profunda de la Iglesia, la cual será una realidad divina y humana a la vez, cuya actividad estará animada por el Espíritu Paráclito. Este es un término griego que significa literalmente “llamado en auxilio” y, por ello mismo, abogado, defensor, intercesor y consolador. En un pasaje importantísimo, Jesús promete la inspiración del Espíritu Santo a la comunidad apostólica, para que desarrolle la enseñanza del Maestro y consolide las instituciones de la Iglesia. Una vez acabada la etapa apostólica, el Espíritu Santo sigue asistiendo a la Iglesia para que no pueda caer en el error y enseñe siempre la verdad en las cosas que se refieren a la salvación. La lectura evangélica concluye con otra idea sumamente importante: Al seguir la ley del amor, que el Señor promulgaba el domingo pasado, se establece una relación personal con la santísima Trinidad y de amistad íntima con Cristo, que alcanza a ser una verdadera inhabitación de Dios en el cristiano. Podemos fijarnos también en la frase referente a la paz que Cristo nos da: La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo (Jn 14, 27), la cual es repetida todos los días dentro de la celebración eucarística, en la oración del rito de la paz. Cáliz de la Misericordia 163 Cáliz de la Misericordia Moniciones: La Palabra de Dios hoy Oración de los fieles Primera lectura. Hechos de los Apóstoles 15,1-2.22-29 Por la Iglesia, Pueblo de Dios y comunidad de hermanos en Cristo; que no se canse de anunciar con alegría el amor al prójimo como base del proyecto de Dios para la humanidad, roguemos al Señor. El Espíritu Santo inspiró a la Iglesia primitiva para que rompiera las seculares barreras del antiguo pueblo de Dios y se abriera a todas las naciones. Un momento decisivo para este cambio fue el llamado “Concilio de Jerusalén”. Segunda lectura. Apocalipsis 21,10-14.22-23 -Por Cáritas Diocesana y las demás instituciones cristianas que se dedican a manifestar el rostro caritativo de la Iglesia; que el Señor bendiga sus esfuerzos y los fieles correspondan a sus esfuerzos en favor de los más necesitados, roguemos al Señor. La revelación del Nuevo Testamento nos habla de la gloria de la nueva Jerusalén, que es el reino de Dios y la Iglesia inaugurada por Jesucristo. -Por todas las familias cristianas, por su amor y entrega; que los padres sean ejemplo de fe y de caridad para sus hijos, roguemos al Señor. Evangelio de Juan 14,23-29 -Por los acosados por causa de la justicia o por permanecer en la fe; para que sus perseguidores descubran la fuerza sanadora del amor y cesen en su violencia, roguemos al Señor. Jesús continúa el discurso de despedida, consolando a los discípulos y prometiéndoles el don del Espíritu Santo. -Por nosotros, reunidos en torno al amor de Cristo; que seamos cada día más amigos de Dios unidos en un mismo amor mutuo, roguemos al Señor. Concédenos, Padre, compartir y entregar nuestras vidas con un amor semejante al de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Amén. 164 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 PASCUA 7º Domingo de Pascua C La Ascensión del Señor 8 de mayo de 2016 Contemplamos su amor misericordioso cuando nos mira desde el cielo El acontecimiento En esta festividad y en este año C, tanto la primera lectura como el Evangelio pertenecen al mismo autor. En efecto, san Lucas compuso un Evangelio de Jesucristo; pero también un Evangelio-Historia de la Iglesia, los Hechos; de una Iglesia que tiene como ejemplo a su Señor, nacido, bautizado, conducido por el Espíritu a predicar el Evangelio, a aceptar la cruz y a subir al Padre. O sea, a toda la misión comprendida en el plan divino de salvación. La Iglesia comenzó cuando Jesús comenzó a actuar y a enseñar, mediante las palabras del Señor a los apóstoles elegidos por él. Entonces puede ya ser elevado, asunto, por el Padre. Entones el Resucitado, el Hijo del hombre glorioso (Daniel 7, 13-14) es como raptado por la nube de la gloria divina, el Espíritu Santo que lo generó bajo su sombra en la santísima Virgen, que lo había puesto bajo la protección divina en la transfiguración y que el mismo Señor había anunciado en su discurso despedida. Esta es la Gloria del Padre que asume para sí al Hijo. plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo, volverá como le habéis visto marcharse (Hechos 1,11). En un exceso de amor semejante al que le llevó al sacrificio, el Señor volverá para tomar a los suyos y para estar con ellos para siempre; y se mostrará como imagen perfecta de Dios, como icono transformante por obra del Espíritu, para volvernos semejantes a él, para contemplarlo tal como él es (1 Juan 3,1-12). Contemplando en la liturgia el icono del Señor —sobre todo en la Eucaristía— intuimos el rostro de Dios tal como es y como lo veremos eternamente. Y lo invocamos para que venga ahora y siempre. Los discípulos quedaron asombrados, porque no entendían las Escrituras antes del don del Espíritu, y miran hacia lo alto. Intervienen dos hombres vestidos de blanco, es una teofanía, la misma de los dos hombres que Lucas describe en el sepulcro (24,4). Las palabras de los dos mensajeros son fundamentales: Galileos, ¿qué hacéis ahí Cáliz de la Misericordia 165 Cáliz de la Misericordia El misterio La vida cristiana Las dos lecturas apostólicas que propone la Iglesia a nuestra elección (Efesios y Hebreos) interpretan perfectamente el acontecimiento de la Ascensión del Señor, adentrándonos en el misterio del ingreso del resucitado en el santuario celeste. Ahora podemos decir con el canto del Santo que los cielos y la tierra están llenos de la gloria de Dios (En Isaías 6,3 sólo se nombraba a la tierra). Ahora, con la asunción de la humanidad del Hijo de Dios, sobre la que reposa la gloria del Padre, adorada por los ángeles, también nosotros somos unidos por la gracia a esta alabanza eterna, en el cielo y en la tierra. Las oraciones de esta solemnidad piden que permanezcamos fieles a la doble condición de la vida cristiana, orientada simultáneamente a las realidades temporales y a las eternas. Esta es la vida en la Iglesia, comprometida en la acción y constante en la contemplación. 166 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 PASCUA Moniciones: La Palabra de Dios hoy Oración de los fieles Primera lectura y Evangelio Hechos 1, 1-11 y Lucas 24, 46-53 Cuando estamos celebrando la Ascensión de nuestro Señor a los cielos, oremos unidos en la misma esperanza de participar en su misma gloria. La primera lectura y el Evangelio proclaman el mismo acontecimiento de la Ascensión del Señor a los cielos que se celebra en esta festividad. Segunda lectura. Efesios 1,17-23 o Hebreos 9, 24-28; 10, 19-23 La lectura apostólica nos anuncia el sentido profundo y actual que tiene la Ascensión del Señor para la Iglesia y para cada cristiano. -Por la Iglesia, llamada a continuar la obra de Cristo en el mundo; para que se deje animar por su presencia viva en medio del Pueblo de Dios, roguemos al Señor. -Por todos los que viven sin esperanza en su vida a causa de la pobreza, la enfermedad o la falta de cariño; que puedan descubrir en el Señor la alegría que necesitan en sus vidas, roguemos al Señor. -Por los cristianos que están viviendo la experiencia del Itinerario de Evangelización; para que sean cada vez más plenamente conscientes de su pertenencia al Pueblo de Dios y del testimonio de Cristo que están llamados a dar a los demás, roguemos al Señor. -Por nuestros hermanos difuntos; que puedan participar de la gran fiesta del Reino de los Cielos, roguemos al Señor. Mira, Dios todopoderoso, a tu Iglesia en oración, y envía sobre ella tu Espíritu, para que anuncie con humildad y valor la salvación que nos entregó tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Cáliz de la Misericordia 167 Cáliz de la Misericordia Pentecostés C El don Pascual del Espíritu 15 de mayo de 2016 El acontecimiento El día final de la cincuentena pascual, al llegar el día festivo de Pentecostés, cuando en el templo de Jerusalén aún subía el humo del sacrificio de la mañana, y las calles se iban llenando de fieles y peregrinos que celebraban la entrega de la Ley de Moisés en el Sinaí, los escasos seguidores del Maestro de Nazaret, el crucificado, estaban reunidos en oración junto con María, la Madre de Jesús. Y allí reciben el don prometido por el Resucitado: la nueva Ley y el alma de la nueva Iglesia, el Espíritu Santo. Con la memoria y celebración de este evento salvador concluye la grande y única jornada del Pentecostés pascual, la cincuentena que se inició con la resurrección del Señor. En el Cenáculo movido por un extremo de amor, Jesús se dio en la Eucaristía y en ese mismo lugar del sacramento del amor, un nuevo “exceso” de amor de Cristo lo convierte en el lugar del Espíritu. La comunidad reunida en oración constante es el objeto de la efusión divina. El Espíritu viene, como fuerza irresistible, que sopla donde quiere (Juan 3,8); se siente, pero no se sabe cómo actuará. Ahora viene del cielo, de Dios. Llena la casa, la convierte en un nuevo Sinaí, en su Templo. Es fuego único y se reparte sin disminuir y sin dividirse. Excitador de la alabanza del Dios Altísimo, el Único, el Viviente. Los apóstoles, cuando fueron bautizados con el Espíritu Santo, proclamaban 168 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 las maravillas de Dios en varias lenguas. Fuego y Palabra irresistibles. A partir de aquí es creada la Iglesia Una, santa y católica. Aquí comienza el anuncio del Evangelio, junto con la celebración del Resucitado y las obras nuevas del Reino. El misterio El discurso de san Pedro en este mismo día nos da la clave para comprender el misterio (designio divino) contenido en el acontecimiento de Pentecostés: A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos. Exaltado a la diestra de Dios y recibida del Padre la promesa del Espíritu Santo, le derramó según vosotros veis y oís (Hechos 2,32-33). Pentecostés manifiesta a Cristo Resucitado en el ejercicio pleno de su sacerdocio único, lo que es la finalidad de toda su vida a partir de la Encarnación histórica: obtener primero para sí, y después para los discípulos el Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo en la coeternidad bienaventurada, alegría y amor divinos y transformantes. No podemos separar a Cristo del Espíritu. Sólo el Espíritu, don del Padre, revela a Cristo resucitado —sólo Cristo revela al Padre— y sólo él con el Espíritu lleva al Padre. El centro de esta revelación es la resurrección como obra del Espíritu (Rom 1,1-4 y 1 Cor 15,45). Y como Cristo, también nosotros (Rom 8,1-10). PASCUA Moniciones: La Palabra de Dios hoy La vida cristiana Al recibir el aliento del Resucitado (Juan 20,22), los discípulos son creados de nuevo (Cf. Génesis 2,7). Son bautizados, confirmados, consagrados sacerdotalmente, iniciados pues en todo el Misterio divino. Son constituidos en portadores del Espíritu a los hombres, con la misión de difundir el fruto de la cruz, reunir la familia de Dios como morada de la Trinidad, conducir hacia el banquete de la redención, hacer de los hombres pecadores y dispersos el Cuerpo de su Jefe, el Resucitado. Y así hasta nosotros, que seguimos clamando: Ven, Señor Jesús” (Ap 22.17). Primera lectura. Hechos 2,1-11 Esta lectura proclama el acontecimiento de la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles, cuando se cumplió la Cincuentena Pascual o “Pentecostés”. Segunda lectura. 1 Cor 12. 3b-7.12-13 El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia; Él hace posible la confesión de fe y nos une en un solo cuerpo. O bien, en este año C. Romanos 8,8-17 El Espíritu que resucitó a Jesús nos hace hijos adoptivos de Dios; Él es también quien vivificará nuestros cuerpos en la resurrección. Evangelio de Juan 20,19-23 En el día de Pascua, Jesús envía a los apóstoles y les comunica su Espíritu. Toda la Cincuentena es un gran día de fiesta, el día que hizo el Señor. O bien, en este año C. Juan 14, 15-16.23b-26 El Señor, en la última Cena, promete el don del Espíritu, que envió desde el Padre, después de su resurrección. Cáliz de la Misericordia 169 Cáliz de la Misericordia Oración de los fieles Cuando terminan los días de la Cincuentena Pascual, en esta solemnidad de Pentecostés, oremos unidos al Padre, para que nunca a nos falte el don de su Santo Espíritu. -Por el papa Francisco, nuestro Arzobispo Antonio, los presbíteros, diáconos, religiosos, religiosas y fieles cristianos laicos; que unidos por un mismo Espíritu demos los frutos de vida cristiana que el Señor espera de nosotros, roguemos al Señor. -Por la unidad de todas las Iglesias y comunidades cristianas; que quienes hemos recibido un mismo Espíritu en el Bautismo podamos un día celebrar una única Eucaristía, roguemos al Señor. -Por los no creyentes y los que son indiferentes ante la fe; que puedan descubrir la presencia de Dios en su vida, roguemos al Señor. -Por los que padecen por causa de la pobreza, la ignorancia o la falta de trabajo; para que encuentren remedio gracias al afán de justicia y caridad de los cristianos, roguemos al Señor. -Por nosotros, miembros del Cuerpo de Cristo; que el Espíritu Santo anime nuestro testimonio audaz del Evangelio en nuestros ambientes, roguemos al Señor. 170 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Derrama sin cesar, Padre, sobre tu pueblo, el don de tu Espíritu, para que se mantenga unido en la paz y anuncie con fuerza y alegría la Buena Noticia de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Cáliz de la Misericordia Pascua 2016 Comisión Diocesana de Espiritualidad 172 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 PASCUA Textos de los Santos Padres para reflexión Domingo de Pascua Cristo es el cumplimiento de las promesas de Dios “Dios estableció el tiempo de sus promesas y la época de su cumplimiento. El periodo de las promesas abarcó desde el tiempo de los profetas hasta Juan Bautista; desde éste hasta el fin es el tiempo de su cumplimiento. … Prometió la salvación eterna, la vida bienaventurada y sin fin en compañía de los ángeles, la herencia imperecedera, la gloria eterna, la dulzura de la contemplación de su rostro, su templo santo en los cielos y, como consecuencia de la resurrección, la ausencia total del miedo a la muerte. a la derecha del Padre y cumplir todas sus promesas en favor de las naciones. Y, después del cumplimiento de estas promesas, cumplirá también la promesa de venir otra vez para pedir cuentas de sus dones… Todo esto debió ser profetizado y anunciado de antemano para que no atemorizara a nadie si acontecía de repente, sino que, siendo objeto de nuestra fe, lo fuese también de una ardiente esperanza” (San Agustín, Comentarios sobre los salmos. Salmo 109, 1-3). … Prometió la divinidad a los hombres, la inmortalidad a los mortales, la justificación a los pecadores, la glorificación a criaturas despreciables… Sin embargo, hermanos, como a los hombres les parecía increíble la promesa de Dios de sacarlos de su condición mortal —de corrupción, bajeza, debilidad, polvo y ceniza— para asemejarlos a los ángeles, no sólo firmó una alianza con los hombres para moverlos a creer, sino que también estableció un mediador como garante de su fidelidad; y no estableció como mediador a cualquier príncipe o a un ángel o arcángel, sino a su Hijo único. … Por tanto, el Hijo único de Dios tenía que venir a los hombres, tenía que hacerse hombre y, en su condición de hombre, tenía que morir, resucitar, subir al cielo, sentarse Cáliz de la Misericordia 173 Cáliz de la Misericordia 2º Domingo de Pascua Jesucristo es la Palabra viva del Padre “Escuchad, amados hermanos, mis palabras; escúchenlas bien, como si se tratara de algo que les es muy necesario; vengan a saciar su sed con el agua de la fuente divina de la que les voy a hablar; deseen este agua y no dejen que su sed se acabe; beban y no se crean nunca saciados; nos está llamando el que es fuente viva, el que es la fuente misma de la vida nos dice: El que tenga sed que venga a mí, y que beba. Entended bien de qué bebida se trata: escuchen lo que, por medio de Jeremías, les dice aquel que es la misma fuente: Me han abandonado a mí, la fuente de aguas vivas —oráculo del Señor—. El mismo Señor, nuestro Dios Jesucristo, es la fuente de la vida, por ello nos invita a sí como a una fuente para que bebamos de él. Bebe de él quien lo ama, bebe de él quien se alimenta con su palabra, quien lo ama debidamente, quien sinceramente lo desea, bebe de él quien se inflama en el amor de la sabiduría. Considerad de dónde brota esta fuente: brota de aquel mismo lugar de donde descendió nuestro pan; porque uno mismo es nuestro pan y nuestra fuente, el Hijo único, nuestro Dios, Cristo el Señor, de quien estamos siempre hambrientos. Aunque nos alimentemos de él por el amor, aunque lo devoremos por el deseo, continuemos 174 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 hambrientos deseándolo” (San Columbano, abad. Libro de las Instrucciones. Instrucción 13, Sobre Cristo fuente de vida, 1-2). PASCUA 3er Domingo de Pascua ¡Ved cuánto nos ama Jesús!. Presencia eucarística Vino, pues, el que tenía que venir, vino el Santo de Israel, apareció en la tierra hecho hombre. Enseñó al mundo el sendero de la vida y, cumplida la misión por la que había venido, subió al cielo, donde ahora está sentado a la derecha de Dios. Antes de subir al cielo y para que los discípulos y los demás fieles que vendrían después, privados de su presencia corporal, no desconfiasen y desesperasen de su ayuda, los consoló diciendo: Y sabed que yo estoy con vosotros, hasta el fin del mundo. Luego nuestro Jesús está con nosotros. ¿Por qué no habría de llamarle nuestro si está con nosotros? Un hijo se nos ha dado. No sin razón reivindicaba a Jesús como suyo, el que dijo: Yo exultaré con el Señor, me gloriaré en Dios, mi Jesús. Este nuestro Jesús, con el cual Dios nos lo dio todo, no sabe estar lejos de nosotros. Y nos ama tanto que él mismo, que es la sabiduría del Padre, dice: Me gozaba con los hijos de los hombres. Estuvo con nosotros en la carne, antes de morir por nosotros; estuvo con nosotros también en la muerte, con la presencia del cuerpo todavía no retirado de la tierra; estuvo con nosotros después de la muerte apareciéndose a los discípulos de muchas maneras; está con nosotros también ahora, hasta el fin del mundo, hasta que nosotros estemos con él: y así estaremos siempre con el Señor. ¡Ved cuánto nos ama Jesús! Ni la muerte ni la vida pueden separarle de nosotros: ¡tanto es el amor con que nos ama! Por lo tanto, ni la muerte ni la vida deben separarnos de su amor. ¿Qué criatura es digna de ser amada, si él no lo es? Más aún: ¿quién puede sernos tan amable como él? Pues a menos de ser ingratos y perversos, debería bastarnos para amarlo —aparte de otras razones—, que él nos ama. Al que ama, lo menos que puede dársele es una respuesta de amor, pues el que ama desea ser amado. Lo cual es perfectamente justo. Ahora bien: quien desea ser amado, sin amar, dudo que pueda justificarse ni ante su propia conciencia de la acusación de inicuo. En un juicio justo quien no devuelve amor por amor, es indigno de ser amado. Por tanto, quien no ama a Jesús, corre un grandísimo riesgo, pues se hace acreedor de la execración y maldición del Apóstol, que dice: El que no quiere al Señor, fuera con él. Ven, Señor (Balduino de Cantorbery, Tratado sobre el santísimo sacramento de la Eucaristía (PL 204, 405-406)). Cáliz de la Misericordia 175 Cáliz de la Misericordia 4º Domingo de Pascua ¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva! “Señor, ¿dónde te hallé para conocerte (porque ciertamente no estabas en mi memoria antes que te conociese), dónde te hallé, pues, para conocerte, sino en ti mismo, lo cual estaba muy por encima de mis fuerzas? Pero esto fue independientemente de todo lugar, pues nos apartamos y nos acercamos, y, no obstante, esto se lleva a cabo sin importar el lugar. ¡Oh Verdad!, tú presides en todas partes a todos los que te consultan y, a un mismo tiempo, respondes a todos los que te interrogan sobre las cosas más diversas. Tú respondes claramente, pero no todos te escuchan con claridad. Todos te consultan sobre lo que quieren, mas no todos oyen siempre lo que quieren. Excelente servidor tuyo es el que no atiende tanto a oír de ti lo que él quisiera, cuanto a querer aquello que de ti escuchare. ¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. … ¡Ay de mí, Señor! ¡Ten misericordia de mí! Están en lucha también mis tristezas malas con mis gozos buenos: y no sé a quién se ha de inclinar el triunfo. ¡Ay de mí, Señor! ¡Ten misericordia de mí! Yo no te oculto mis llagas. Tú eres médico, y yo estoy enfermo; tú eres misericordioso, y yo estoy necesitado. 176 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 … Pero toda mi esperanza descansa sólo en tu muy grande misericordia. ¡Dame lo que me pides y pídeme lo que quieras!” (San Agustín, De las Confesiones Libro 7,10.18,27). PASCUA 5º Domingo de Pascua La misericordia de Dios se mostró en Jesucristo Nadie jamás ha visto ni ha conocido a Dios, pero él ha querido manifestarse a sí mismo. Se manifestó a través de la fe, que es la única a la que se le concede ver a Dios. Porque Dios, Señor y Creador de todas las cosas, que todo lo hizo y todo lo dispuso con orden, no sólo amó a los hombres, sino que también fue paciente con ellos. Siempre lo fue, lo es y lo será: bueno, benigno, exento de toda ira, veraz; más aún: él es el único bueno. Después de haber concebido un designio grande, incapaz de ser expresado con palabras humanas, se lo comunicó a su único Hijo. ni al prójimo y somos malos, ¿en quién hubiéramos podido ser justificados sino únicamente en el Hijo de Dios? ¡Oh admirable intercambio, mediación incomprensible, beneficios inesperados: que la impiedad de muchos sea encubierta por un solo justo y que la justicia de un solo hombre justifique a tantos impíos!” (De la Carta a Diogneto. Cap. 8, 5-9, 6). Mientras mantenía oculto su sabio designio y lo reservaba para sí, parecía abandonarnos y olvidarse de nosotros. Pero, cuando lo reveló por medio de su amado Hijo y manifestó lo que había establecido desde el principio, nos dio juntamente todas las cosas: participar de sus beneficios y ver y comprender sus designios. ¿Quién de nosotros hubiera esperado jamás tanta generosidad? … Nos dio a su propio Hijo como precio de nuestra redención: entregó al que es santo para redimir a los impíos, al inocente por los malos, al justo por los injustos, al incorruptible por los corruptibles, al inmortal por los mortales. Y ¿qué otra cosa hubiera podido encubrir nuestros pecados sino su justicia? Nosotros que no amamos a Dios Cáliz de la Misericordia 177 Cáliz de la Misericordia 6º Domingo de Pascua Si alguno me ama, observará mi doctrina, y mi Padre le amará, y vendremos a él 1. Con las preguntas de los discípulos y las respuestas de Jesús, su Maestro, aprendemos nosotros juntamente con ellos cuando leemos o escuchamos el santo evangelio. Como el Señor había dicho: Un poco de tiempo más, y el mundo ya no me ve, pero vosotros me veréis, le preguntó sobre esto Judas, no aquel traidor que se apodaba Iscariote, sino aquel cuya epístola es leída entre las Escrituras canónicas: Señor, ¿qué motivos hay para que te manifiestes a nosotros y no al mundo? Seamos también nosotros como discípulos, que con ellos interrogan, y escuchemos a la vez nosotros al Maestro común a todos. Judas el santo, no el perverso; el seguidor, no el perseguidor, preguntó por qué motivo se había de manifestar Jesús a los suyos y no al mundo; por qué después de poco tiempo no le vería el mundo, y ellos le verían. 2. Jesús le respondió diciendo: Si alguno me ama, observará mi doctrina, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos mansión dentro de él. El que no me ama, no practica mi doctrina. Ahí tenéis la causa de manifestarse a los suyos y no a los extraños, incluidos bajo el nombre de mundo, y la causa de que unos amen y otros no amen. Es el mismo motivo que declara el Salmo, que dice: Júzgame, Señor, y separa mi causa de la gente perversa. Los que aman son elegidos porque aman; pero los que no 178 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 aman, aunque hablen los idiomas de los hombres y de los ángeles, son como un alambre, que suena, y como un címbalo, que tañe; y aunque tengan el don de profecía, conozcan todos los secretos y posean todas las ciencias y tengan tanta fe que puedan trasladar las montañas, nada son; y aunque distribuyan toda su hacienda a los pobres y entreguen sus cuerpos al fuego, no les será de ningún provecho. El amor distingue del mundo a los santos y hace que vivan juntos con una sola alma en la casa. Y a esta casa la convierten en su mansión el Padre y el Hijo, que infunden este amor a quienes han de conceder en el fin del mundo su manifestación, acerca de la cual el discípulo interrogó al Maestro para que todos pudiésemos llegar al conocimiento de estas cosas, aleccionados directamente por su boca los que le escuchaban, y nosotros por medio del Evangelio. Preguntó él por la manifestación de Cristo, y Cristo habló acerca del amor y de su mansión. Existe, pues, una interior manifestación de Dios, que los impíos desconocen absolutamente, y para ellos no hay manifestación del Padre y del Espíritu Santo, aunque pudieron ver la del Hijo, pero solamente en carne, que no es como aquella otra, ni pueden tenerla siempre sino por corto tiempo y para su condenación y tormento, no para ser su alegría y su premio. (San Agustín Tratado 76 Jn 14, 23-24). PASCUA La Ascensión Deseas que venga; ¡ojalá te encuentre preparado! 1. En este día solemne exhortemos a quienes conocen su significado e instruyamos a los negligentes. Hoy celebramos solemnemente la ascensión del Señor al cielo. En efecto, el Señor, nuestro Salvador, después de despojarse del cuerpo y de haberlo tomado de nuevo al resucitar de entre los muertos, se manifestó vivo a sus discípulos, que, al verle morir, habían perdido toda esperanza. Luego se prestó para que lo vieran con los ojos y lo tocaran con las manos, edificando su fe y mostrándoles la realidad del cuerpo. Era poco para la fragilidad humana y para la debilidad temblorosa el que tan gran milagro se les mostrase un solo día, sustrayéndose luego a sus ojos; por eso —como hemos escuchado en la lectura de los Hechos de los Apóstoles— los acompañó en la tierra durante cuarenta días, entrando y saliendo, comiendo y bebiendo; no porque sintiera necesidad, sino para demostrar la verdad de su cuerpo. A los cuarenta días precisos, viéndolo y siguiéndolo ellos con la mirada, subió al cielo. Es lo que hoy celebramos. 2. Después que, llenos de asombro, le vieron ascender y se alegraron de que subiera a lo alto —el que la cabeza vaya delante es garantía para los miembros—, escucharon también la voz de los ángeles: Varones de Galilea, ¿por qué estáis plantados mirando al cielo? Este mismo Jesús vendrá así, como lo habéis visto subir al cielo. ¿Qué significa: Vendrá así? Vendrá en la misma forma, para que se cumpla lo que está escrito: Verán al que traspasaron. Vendrá así. Vendrá a los hombres, vendrá como hombre, pero como hombre Dios. Vendrá como verdadero Dios y como verdadero hombre, para divinizar al hombre. Ascendió el juez del cielo; sonó el pregonero celeste. Sea buena nuestra causa, para no temer el juicio futuro. Subió ciertamente; quienes nos lo anunciaron lo presenciaron; quienes no fueron testigos lo creyeron; otros, al no darle fe, lo convirtieron en objeto de irrisión. Pues no todos tienen la fe. Y puesto que no todos tienen la fe y conoce el Señor a los que son de él, ¿a qué discutir sobre la ascensión de Dios a los cielos? Maravillémonos, más bien, de que Dios bajara a los infiernos. Maravillémonos de la muerte de Cristo; en cambio, su resurrección sea objeto de alabanza más que de extrañeza. Nuestro pecado es nuestra perdición, y la sangre de Cristo el precio pagado por nosotros. La resurrección de Cristo es nuestra esperanza; su segunda venida, la realidad de lo esperado. Hay que esperar, hasta que venga, al que está sentado a la derecha del Padre. Diga nuestra alma sedienta de él: “¿Cuándo vendrá?”, y: Mi alma tiene sed del Dios vivo.”¿Cuándo vendrá? Ciertamente vendrá; pero ¿cuándo?” Deseas que venga; ¡ojalá te encuentre preparado! (De los Sermones de San Agustín, sermón 265/1.2. La Ascensión del Señor). Cáliz de la Misericordia 179 Cáliz de la Misericordia Pentecostés Reconoce el mal que has hecho y recibe el Espíritu Santo “Si hay aquí alguno que esté esclavizado por el pecado, que se disponga por la fe al nuevo nacimiento que nos hace hijos adoptivos y libres; y así, liberado de la pésima esclavitud del pecado y sometido a la dichosa esclavitud del Señor, será digno de poseer la herencia celestial. Despójense, por la confesión de sus pecados, del hombre viejo, viciado por engañosos y desordenados deseos, y vístanse del hombre nuevo que se va renovando según el conocimiento de su creador. Adquieran, mediante su fe, las prendas del Espíritu Santo, para que puedan ser recibidos en la mansión eterna. Acérquense a recibir el sello sacramental (del bautismo), para que puedan ser reconocidos favorablemente por aquel que es el dueño de ustedes. Agréguense al santo y sensato rebaño de Cristo, para que un día, separados a su derecha, posean en herencia la vida que les está preparada. … Limpia tu recipiente, para que sea capaz de una gracia más abundante, porque el perdón de los pecados se da a todos por igual, pero el don del Espíritu Santo se concede a proporción de la fe de cada uno. Si te esfuerzas poco, recibirás poco, si trabajas mucho, mucha será tu recompensa. Corres en provecho propio; mira, pues, tu conveniencia. Si tienes algo contra alguien, perdónalo. Vienes para alcan180 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 zar el perdón de los pecados: es necesario que tú también perdones al que te ha ofendido” (San Cirilo de Jerusalén, De las Catequesis 1,2-3. 5-6: PG 33, 371, 375-378). PASCUA Corpus Christi La Eucaristía es don de vida eterna “Si no fuese verdad que nuestra carne es salvada, tampoco lo sería que el Señor nos redimió con su sangre, ni que el cáliz eucarístico es comunión de su sangre y el pan que partimos es comunión de su cuerpo. La sangre, en efecto, procede de las venas y de la carne y de todo lo demás que pertenece a la condición real del hombre, condición que el Verbo de Dios asumió en toda su realidad para redimirnos con su sangre, como afirma el Apóstol: Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. mentada con la sangre y el cuerpo de Cristo, del cual es miembro?” (San Ireneo, Tratado contra las herejías. Libro 5, 2, 2-3: SC 153, 30-38). Y, porque somos sus miembros, nos sirven de alimento los bienes de la creación; pero él, que es quien nos da estos bienes creados, haciendo salir el sol y haciendo llover según le place, afirmó que aquel cáliz, fruto de la creación, era su sangre, con la cual da nuevo vigor a nuestra sangre, y aseveró que aquel pan, fruto también de la creación, era su cuerpo, con el cual da vigor a nuestro cuerpo. Por tanto, si el cáliz y el pan, cuando sobre ellos se pronuncian las palabras sacramentales, se convierten en la sangre y el cuerpo eucarísticos del Señor, con los cuales nuestra parte corporal recibe un nuevo incremento y consistencia, ¿cómo podrá negarse que la carne es capaz de recibir el don de Dios, que es la vida eterna, si es aliCáliz de la Misericordia 181 Cáliz de la Misericordia Pascua 2016 Comisión Diocesana de Espiritualidad 182 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Via Lucis PASCUA Año Eucarístico del Santo Cáliz en el Jubileo Extraordinario de la Misericordia Misericordiosos como el Padre La noche de la Vigilia Pascual en que la Iglesia celebra el triunfo de Jesús sobre la muerte, todos cantamos junto al salmista “dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia” (salmo 117). Estos versos invitan a todo el pueblo de Dios, junto a la casa de Israel y de Aarón, a gritad y exultad con júbilo la misericordia infinita del Dios. Si Jesús es el rostro de la misericordia de Dios, la Misericordia tiene especial predominancia durante el tiempo pascual, lo proclamamos en los salmos de los domingos de pascua y los evangelios, en cada aparición del Señor Resucitado a sus discípulos, no hacen más que hablar de la misericordia de Dios. El Evangelio de san Lucas conocido como el Evangelio de la misericordia, tiene como objetivo presentar la ternura de Dios para con todos los pecadores y necesitados. San Lucas intentó responder a la situación que vivía su comunidad cristiana, amenazada por la rutina y la tentación de aferrarse a los bienes de este mundo. Invita a la conversión, y para ello nada mejor que recordar las palabras y la vida de Jesús, tanto en su vida terrenal, como en los acontecimientos posteriores a su muerte y resurrección. Son los hechos que presentamos en los textos de este Via Lucis. Cáliz de la Misericordia 183 Cáliz de la Misericordia Cómo rezar el Via Lucis La celebración del Via Lucis es propio del Domingo, día en que resucitó Jesús al amanecer, y también el miércoles, en que tradicionalmente se meditan los misterios gloriosos de salvación. Según las circunstancias puede buscarse el día o momento más conveniente para celebrarlo. La mejor forma es comunitariamente, pero también puede hacerse de forma personal. Las mismas oraciones y reflexiones expresaran la comunión con los hermanos en la fe. B) Esquema general: 1. Canto: que sea conocido y expresivo de la alegría pascual 2.Monitor: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo Todos: Amén 3.Oración inicial 4.Expresión breve de lo que recordamos y celebramos Sugerimos brevemente algunos aspectos a tener en cuenta en la celebración del Via Lucis, en que compartimos con toda la Iglesia la alegría de la Resurrección, proponemos lo siguiente: 5.Enunciado de la estación A) Ambientación: 7. Reflexión El lugar donde se va a celebrar el Via Lucis debe mostrar signos de alegría. Se prepara el cirio pascual encendido, el Evangelio abierto en los relatos de la Resurrección, una sencilla composición de flores, agua bendita, un cartel con una inscripción alusiva a la resurrección, a la Vida Nueva que nos regala Cristo. Sería conveniente colocar, algunas o todas de las imágenes de las distintas estaciones con imágenes alusivas a cada texto. 8.Oración 184 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 6.Texto evangélico 9.Canto. Entre cada estación se puede cantar, estrofas de cantos de pascua, así como al principio y al final PASCUA LAS ESTACIONES DEL VIA LUCIS El camino de la Pascua Monitor: En el nombre del Padre , y del Hijo, y del Espíritu Santo. Todos: Amén. pasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. Oración inicial (Proponemos la oración del papa Francisco para el Jubileo de la Misericordia) Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos. Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios! Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén. V/. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya. Aleluya. R/. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Canto Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera comCáliz de la Misericordia 185 Cáliz de la Misericordia PRIMERA ESTACIÓN ¡Cristo Vive! ¡Ha Resucitado! Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo. Lector “El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. Ellas encontraron removida la piedra del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban desconcertadas a causa de esto, se les aparecieron dos hombres con vestiduras deslumbrantes. Como las mujeres, llenas de temor, no se atrevían a levantar la vista del suelo, ellos les preguntaron: ‘¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. Recordar lo que él os decía cuando aún estaba en Galilea: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer día’. Y las mujeres recordaron sus palabras”. Lucas, 24,1-8 186 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Reflexión Jesús el crucificado ha resucitado. Este es el grito que nos llena de paz y alegría. Ya no es posible tener miedo. Dios se ha mostrado generoso con el hijo. Lo sucedido a Jesús constituye la base de nuestra esperanza. La Pascua de Jesús lo cambia todo: los hombres y las cosas, su vida, su historia... Nunca hubo cambio tan radical como el de la Resurrección de Jesús. Y es que la Resurrección es el triunfo de la vida sobre la muerte. La Pascua es, ante todo, la fiesta de la Vida. Jesús mismo había dicho que Él era la resurrección y la vida, y esa profecía la hemos visto cumplida. ¡¡Dios lo ha resucitado!! PASCUA SEGUNDA ESTACIÓN Las mujeres testimonian la Resurrección Oración Te damos gracias, Señor, porque con tu resurrección, has vencido al pecado y a la muerte. Señor llena nuestras vidas de tu presencia de resucitado y danos “ojos de Fe” para que sepamos descubrir esa presencia en nuestra vida cada día. Aumenta también nuestra Fe, para que te descubramos en los signos de los tiempos que nos hablan de tu presencia resucitada. Danos constancia para desde una “espiritualidad de comunión” compartamos con las personas y grupos que viven tu misma vida y aman con tu mismo amor. Amén. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo. Lector “Regresando del sepulcro, anunciaron todas estas cosas a los Once y a todos los demás. Las que decían estas cosas a los apóstoles eran María Magdalena, Juana y María la de Santiago y las demás que estaban con ellas”. Lucas, 9-10 Reflexión Las mujeres se ven desbordadas por los hechos: el sepulcro está vacío y un ángel les anuncia que Cristo vive. Y les hace un encargo: anunciadlo a los apóstoles. Canto Cáliz de la Misericordia 187 Cáliz de la Misericordia TERCERA ESTACIÓN El sepulcro vacío Oración Te damos gracias, Padre, porque la piedra desechada por los hombres, es ahora piedra donde fundamentar nuestra fe: Cristo resucitado. Señor como las mujeres que fueron al sepulcro, danos fortaleza para que te mostremos vivo. Ayúdanos como cristianos a ser conscientes que tenemos una misión: dar testimonio de tu Resurrección. Esto es amar, defender, extender y vivir la vida. ¡Que seamos siempre “iconos de tu misericordia”, para el mundo. Amén. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Canto 188 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo. Lector “Pero todas estas palabras les parecían como desatinos y no les creían. Pedro se levantó y corrió al sepulcro. Se inclinó, pero sólo vio las vendas y se volvió a su casa, asombrado por lo sucedido”. Lucas 24, 11-12 Reflexión Una tumba vacía se convierte en noticia de todo lo acontecido con Jesús. Su pasión y su muerte, su vida y su mensaje han de ser comprendidos desde el sepulcro vacío. Es la única forma de entender; la única forma de ver y creer. PASCUA CUARTA ESTACIÓN En el camino de Emaús Oración Señor Jesús, danos la limpieza de corazón y la claridad de mente para reconocer la verdad. Que nunca negociemos con ella para ocultar nuestras flaquezas, nuestra falta de entrega. Que nunca nos sirvamos de la mentira para sacar adelante nuestros intereses. Ayúdanos a que te reconozcamos siempre, a pesar de las oscuridades y dudas en el peregrinar de nuestra vida. Amén. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Canto Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo. Lector “Aquel mismo día iban dos de ellos a un pueblo llamado Emaús, que distaba sesenta estadios de Jerusalén, y conversaban entre sí sobre todo lo que había pasado. Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; pero sus ojos estaban retenidos para que no le conocieran. Él les dijo: ‘¿De qué discutís entre vosotros mientras vais andando?’. Ellos se pararon con aire entristecido. ... Él les dijo: ‘¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Cristo padeciera eso y entrara así en su gloria?’. Y, empezando por Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras”. Lucas 24, 13-17.25-27 Reflexión Los de Emaús se iban tristes y desesperanzados: como tantos hombres y mujeres que ven con perplejidad cómo las cosas no salen según habían previsto. No acaban de confiar en el Señor. Sin embargo Cristo “se viste de caminante” para iluminar sus pasos decepcionados, para Cáliz de la Misericordia 189 Cáliz de la Misericordia QUINTA ESTACIÓN El resucitado se revela al partir el pan recuperar su esperanza. Y mientras les explica las Escrituras, su corazón, sin terminar de entender, se llena de luz, “arde” de fe, alegría y amor. Hasta que, puestos a la mesa, Jesús parte el pan y se les abren la mente y el corazón. Y descubren que era el Señor. Nosotros comprendemos con ellos que Jesús nos va acompañando en nuestro camino diario para revelarnos su infinita misericordia. Oración Señor te pedimos que nos acompañes en los caminos de nuestra vida. No dejes que caminemos solos por la vida. Te pedimos que abras nuestros ojos, a la luz de tu Pascua y Resurrección. para reconocerte como a los discípulos cuando te acercaste a la orilla de su vida. Señor como los dos discípulos decepcionados seamos ser fortalecidos para .que seamos evangelizadores y te mostremos vivo, siendo misericordiosos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Canto 190 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo. Lector “Al acercarse al pueblo a donde iban, él hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le forzaron diciéndole: ‘Quédate con nosotros, porque atardece y el día ya ha declinado’. Y entró a quedarse con ellos. Y sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dandoY sucedió que, cuando se puso a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. Entonces se les abrieron los ojos y le reconocieron, pero él desapareció de su lado. Se dijeron uno a otro: ‘¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?’. Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los que estaban con ellos, que decían: ‘¡Es verdad! ¡El Señor ha resucitado y se ha aparecido a Simón!’. Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan”. Lucas 24, 28-35 PASCUA Reflexión Oración Él es quien nos quiere acompañar por los caminos de la vida, y nos invita a saciar toda nuestra hambre de felicidad; Él mismo prepara el alimento y nos dice: “Venid”. Te pedimos Señor, Jesús que el domingo nos sintamos cerca de Ti de una manera especial. Que entendamos lo que nos hablas, nos enseñas, Para reconocer a Jesús es necesario que él tome la iniciativa, que venga a caminar con nosotros. En el momento de más intimidad, con el Señor repartiendo el pan, se nos abren los ojos y descubrimos al Señor. Señor que nosotros te ayudemos evangelizando a ayudar a la gente que tienes que bendecir, a las vidas que tienes que transformar, a los corazones que tienes que animar. Señor ayúdanos para ser discípulos listos para seguirle y deseosos de guiar a otros hacia una relación más plena con Dios. Gracias, Señor, porque nos has ofrecido este tiempo de gracia en el Año Eucarístico del Santo Cáliz en el Jubileo de la Misericordia. Amén. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Canto Cáliz de la Misericordia 191 Cáliz de la Misericordia SEXTA ESTACIÓN Jesús se hace presente con el don de la paz Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo. Lector “Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dijo: ‘La paz con vosotros’. Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero él les dijo: ‘¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como véis que yo tengo’. Y, diciendo esto, les mostró las manos y los pies Como ellos no acabasen de creerlo a causa de la alegría y estuviesen asombrados, les dijo: ‘¿Tenéis aquí algo de comer?’. Ellos le ofrecieron parte de un pez asado. Lo tomó y comió delante de ellos”. Lucas 24, 36-43 Reflexión En la comunidad reunida se hace presente el Señor resucitado. Y se hace presente para conceder la paz, su paz, el don necesario para no dudar, para reconocer en él a Jesús que había fracasado a los ojos de los hombres. Oración ¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz! Que allí donde haya odio, ponga yo amor; donde haya ofensa, ponga yo perdón; donde haya discordia, ponga yo unión; donde haya error, ponga yo verdad; donde haya duda, ponga yo fe; donde haya desesperación, ponga yo esperanza; donde haya tinieblas, ponga yo luz; donde haya tristeza, ponga yo alegría. ¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto ser consolado como consolar; ser comprendido, como comprender; ser amado, como amar. Porque dando es como se recibe; olvidando, como se encuentra; perdonando, como se es perdonado; muriendo, como se resucita a la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Canto 192 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 PASCUA SÉPTIMA ESTACIÓN Jesús les anuncia que serán revestidos de la fuerza de lo alto Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo. Lector Después les dijo: “Estas son aquellas palabras mías que os hablé cuando todavía estaba con vosotros: ‘Es necesario que se cumpla todo lo que está escrito en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos acerca de mí’”. Y, entonces, abrió sus inteligencias para que comprendieran las Escrituras, les dijo: “Así está escrito que el Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos al tercer día y se predicara en su nombre la conversión para perdón de los pecados a todas las naciones, empezando desde Jerusalén. Vosotros sois testigos de estas cosas. Reflexión Los discípulos no estarán en capacidad de llevar adelante la misión, la inmensa tarea de la evangelización que hace presente el “perdón”, si no son “revestidos de poder desde lo alto”. Este “poder” es la fuerza del Espíritu Santo que ungió a Jesús y lo impulsó en su misión de misericordia. El Espíritu “dota” de fuerza y “sostiene” la valentía y la convicción con que se da el testimonio. Se trata de la promesa del Padre, cuya realización une más al creyente con Dios, poniendo en evidencia su comunión con Él. Puesto que detrás de toda la misión de Jesús estaba el Padre, por el don del Espíritu se entra en contacto con la raíz misma de todo lo que sucedió en la persona de Jesús. Mirad, y voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Por vuestra parte permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto”. Lucas 24, 44-49 Cáliz de la Misericordia 193 Cáliz de la Misericordia OCTAVA ESTACIÓN María y los discípulos esperan en oración la venida del Espíritu Santo Oración Te pedimos que sepamos serte fieles en todo aquello que esperas de nosotros. Mantennos en la garantía de que todo está ya completo y un día nosotros también reinaremos con contigo en tu Reino. Alimenta cada día la promesa, de que te has ido “a preparar un lugar para nosotros” de que vendrás otra vez, para que estemos donde Tu ya, estás. Ayúdanos a vivir una “Espiritualidad de comunión”, que fundamente nuestro evangelizar. Que tu Iglesia Señor, sea través nuestro testimonio, descubierta como “comunidad de amor entre hermanos”. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Canto 194 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo. Lector “Estando ellos mirando fijamente al cielo mientras se iba, se les aparecieron dos hombres vestidos de blanco que les dijeron: ‘Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo? Este que os ha sido llevado, este mismo Jesús, vendrá así tal como le habéis visto subir al cielo’. Entonces se volvieron a Jerusalén desde el monte llamado de los Olivos, que dista poco de Jerusalén, el espacio de un camino sabático. Y cuando llegaron subieron a la estancia superior, donde vivían, Pedro, Juan, Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo; Santiago de Alfeo, Simón el Zelotes y Judas de Santiago. Todos ellos perseveraban en la oración, con un mismo espíritu en compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de sus hermanos”. Hechos de los Apóstoles 1, 12-14 PASCUA Reflexión A María y los discípulos, les une la experiencia del encuentro con Jesús resucitado. La fe congrega a los amigos del Maestro para comenzar un camino nuevo. La fraternidad recién estrenada supone, para ellos, el reunirse para orar, para compartir la fe común. María, presente en el momento de la cruz, está en medio de la comunidad naciente. Oración “¡Recordando la fidelidad de María, Madre de misericordia, hagamos nuestro El “Magníficat”. Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de sus tronos, y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre” (Lucas 1, 46-55 ). Amén. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Canto Cáliz de la Misericordia 195 Cáliz de la Misericordia NOVENA ESTACIÓN El Espiritu Santo ilumina y da fuerza Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo. Lector “Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar. De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron unas lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Había en Jerusalén hombres piadosos, que allí residían, venidos de todas las naciones que hay bajo el cielo. Al producirse aquel ruido la gente se congregó y se llenó de estupor al oírles hablar cada uno en su propia lengua. Estupefactos y admirados decían: ‘¿Es que no son galileos todos estos que están hablando?. Pues ¿cómo cada uno de nosotros les oímos en nuestra propia lengua nativa?. ...todos les oímos hablar en nuestra lengua las maravillas de Dios’. Todos estaban estupefactos y perplejos y se decían unos a otros: ‘¿Qué significa esto?’. Otros en cambio decían riéndose: ‘¡Están llenos de mosto’”. Hechos de los Apóstoles 2, 1-13 196 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Reflexión En este siglo XXI, somos nosotros, creyentes en la muerte y resurrección de Cristo, los llamados a ser los testigos del Resucitado en una Nueva Evangelización. El acto de Fe, es la actitud con la cual “el hombre se entrega entera y libremente a Dios, le ofrece el homenaje total de su entendimiento y voluntad, asintiendo libremente a lo que Dios revela” (Const. dogm. Dei Verbum, 5). PASCUA DÉCIMA ESTACIÓN El Resucitado envia testigos y misioneros Oración Que el Espíritu derramada en Pentecostés y presente en la Iglesia nos haga crecer en una autentica espiritualidad de la comunión y que en ella cada uno de nosotros cumplamos tus palabras:: “Que todos sean uno; como Tú, Padre, en mí y yo en Ti” (Jn 17,21). “Envía Señor, tu Espíritu para que seamos Iglesia viva, fermento y luz del mundo. Que cada uno de nosotros se comprometa activamente, en la construcción de la Iglesia que tú quieres, en este año jubilar, dedicado especialmente a la Eucaristía y a la misericordia”. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo. Lector “En una ocasión, mientras estaba comiendo con ellos, les recomendó que no se alejaran de Jerusalén y esperaran la promesa del Padre: ‘La promesa, les dijo, que yo os he anunciado. Porque Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo, dentro de pocos días’. Los que estaban reunidos le preguntaron: ‘Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?’. El les respondió: ‘No os corresponde a vosotros conocer el tiempo y el momento que el Padre ha establecido con su propia autoridad. Pero recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Sanaría, y hasta los confines de la tierra’”. Hechos de los Apóstoles 1, 4-8 Canto Cáliz de la Misericordia 197 Cáliz de la Misericordia Reflexión Como el Padre me ha enviado, os envío yo también La fuente de nuestra alegría es el Señor resucitado. Alegría que debe ser esparcida por el mundo entero. Somos enviados para hacer que el mensaje de amor del Padre llegue a todos los hombres. Cristo, el testigo fiel, así nos lo exige. Oración Señor, ¡gracias por habernos dado esta fe! Te pedimos que seas vida nueva en todas nuestras actividades, en la familia, con los amigos, en el trabajo, en todas partes. Jesús resucitado, ¡fija tu mirada en todo lo que hacemos! ¡Ilumínanos con tu fuerza pacificadora! Llena de amor nuestras decisiones, nuestras palabras ¡y nuestra capacidad de escuchar al otro! ¡Marca nuestra alegría, Señor, con la sonrisa de la generosidad! ¡Haz que resucitemos contigo, Jesús, renovados con el agua del Bautismo que nos permitió ser hijos de Dios! Señor acrecienta, nuestro afán misionero, para que trabajemos siempre a fin de que tu palabra llegue a todos los hombres. Tú que vives y reinas por los siglos de siglos. Amén. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Canto 198 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 PASCUA DECIMOPRIMERA ESTACIÓN Discípulos desde una “Espiritualidad de comunión” Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo. Lector En el grupo de los creyentes todos pensaban y sentían lo mismo: lo poseían todo en común y nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor con mucho valor. Todos eran muy bien vistos. Ninguno pasaba necesidad, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero y lo ponían a disposición de los apóstoles; luego se distribuía según lo que necesitaba cada uno. Hechos de los Apóstoles 4,32-35 Reflexión Han pasado muchos siglos desde los orígenes de la Iglesia. Hoy nosotros estamos en la misma llamada inicia de ser testigos de la Resurrección y vivir una “espiritualidad de comunión”. No hemos visto ni tocado el cuerpo glorioso de Jesús resucitado. Pero contamos con el testimonio de los que nos han precedido en la fe. Vivir desde la Fe supone también hoy dar testimonio de la resurrección de Jesús, para poder llamarlo “Cristo”, Señor y Salvador. Oración Señor, fortalece nuestra fe, para que confiemos en tu Palabra transmitida por tu Iglesia. ¡Ayúdanos a buscarte y a verte en todas las situaciones que se nos presentan cada día!. Danos el amor para hacer presente tu resurrección entre quienes no te conocen, entre los que piden signos evidentes o espectaculares, entre aquellas personas que sufren y están abrumadas ¡por la decepción de tener una vida difícil! ¡Pon luz allí donde las carencias materiales y espirituales desafían o comprometen la creencia en tu triunfo sobre la muerte! ¡Gracias por la vida que nos das cuando sales del sepulcro y recuperas la fuerza humana! ¡Gracias por la fe!. Envíanos, buen Dios, a predicar tu paz y manifestara tu misericordia a todas las personas que se cruzan con nosotros en nuestro recorrido por la vida! Tu que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Canto Cáliz de la Misericordia 199 Cáliz de la Misericordia DECIMOSEGUNDA ESTACIÓN La comunidad vive en actitud orante Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo. Lector Pedro, pues, era guardado en la cárcel; pero en la Iglesia se hacía continua oración a Dios en favor de él. ... En esto se presentó un ángel del Señor, y una luz resplandeció en la celda, y, golpeando a Pedro en el costado, lo despertó y le dijo: “Levántate en seguida”. Y se le cayeron las cadenas de las manos. Y el ángel le dijo: “Ponte el cinturón y átate las sandalias”. El lo hizo así. Y le dijo el ángel: “Cúbrete con el manto y sígueme”. Y saliendo, le seguía,... Atravesaron la primera y la segunda guardia, y llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad, la cual espontáneamente se les abrió; saliendo, recorrieron un trozo de calle, y al instante el ángel se apartó de él. Vuelto en sí Pedro, dijo: “Ahora realmente caigo en la cuenta de que ha enviado el Señor su ángel y me ha librado de la mano de Herodes y de toda la expectación del pueblo judío”. Y recapacitando, se encaminó a la casa de María, la madre de Juan, por sobrenombre Marcos, donde estaban muchos congregados y en oración. Hechos de los Apóstoles 12,5-12 Reflexión Decir comunidad es común-unidad de criterios verdaderos (los del Evangelio) de opciones valientes (las de Jesús) de desafíos audaces (los del Reino en marcha). Decir comunidad es el encuentro de muchos que animados y alentado por el Espíritu, buscan clamar a Dios, ¡Abba! Oración Señor, tú nos llamas a vivir una vida en comunión. Ayúdanos para que edifiquemos la realidad comunitaria. Ilumina nuestra mente para que veamos Que la comunidad es —fuerte si espera, —es verdadera si ama, es santa si cada uno es santo. Danos fortaleza para vivir y encontrarnos con los otros. Orar con ellos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Canto 200 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 PASCUA DECIMOTERCERA ESTACIÓN El primer mártir, testigo de la Resurección Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo. Lector ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros. ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Y mataron a los que anunciaron de antemano la venida del Justo, de quien vosotros ahora habéis sido entregadores y matadores; vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles, y no la guardasteis. Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él. Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios. Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él. ... Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió. Hechos de los Apóstoles 7,51-60 Reflexión El tiempo de la Iglesia es tiempo de martirio. Encontramos en San esteban la realidad de muchos contemporáneos nuestros.”El que pierda la vida por Mí la ganará”, sabiendo que así alcanzamos la misericordia de nuestro Padre Dios. Podríamos decir que la misericordia tiene un componente martirial ya que el que se identifica con las actitudes de Cristo, corre también la suerte que él mismo corrió... Oración Señor te pedimos que sostengas la fe de tantos hermanos y hermanas que sufren, a causa de su condición de seguidores tuyos. Te pedimos que conviertas nuestros corazones, para pasar de la indiferencia a la compasión. Te pedimos llenarnos de tu misericordia en este Año Eucarístico del Santo Cáliz en el Jubileo de la Misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Canto Cáliz de la Misericordia 201 Cáliz de la Misericordia DECIMOCUARTA ESTACIÓN La Fe en el Resucitado Monitor: Te adoramos, Cristo, y te bendecimos. Todos: Porque con tu Pascua diste la vida al mundo. Lector “Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano, dijo:... los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes, no conociendo a Jesús, ni las palabras de los profetas que se leen todos los días de reposo, las cumplieron al condenarle. Y sin hallar en él causa digna de muerte, pidieron a Pilato que se le matase. Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándolo del madero, lo pusieron en el sepulcro. Mas Dios le levantó de los muertos. Y él se apareció durante muchos días a los que habían subido juntamente con él de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son sus testigos ante el pueblo. Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados, y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree”. Hechos de los Apóstoles 13,16.30.37-39 202 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Reflexión Mientras nos esforzamos en medio del mar de la vida, tenemos puesta nuestra mirada en Jesús resucitado, Él es la piedra angular, La Iglesia viva, la comunidad cristiana es desde los Apóstoles Pedro y Pablo, “edificio espiritual”, construido por Dios con las ‘piedras vivas’ que son los cristianos, sobre el único fundamento que es Jesucristo. PASCUA Oración final Oración Te pedimos, Señor Resucitado, por la paz en el mundo, porque no siga ni la guerra, ni el terrorismo. Que el diálogo sustituya a las armas y el amor a la violencia. Señor Jesús, que por la Fe vivamos los frutos de la Resurrección no como una utopía, sino como una victoria definitiva sobre el pecado y la muerte que destruye todo lo bello de la creación.. Te pedimos, Jesús Resucitado, por este mundo loco de la economía y de las finanzas en el que la avaricia de unos pocos nos ha traído uno de los mayores conflictos de la historia, sin, al parecer, resolución inmediata y que está acrecentando la pobreza, la opresión económica y la desigualdad. Que la vivencia de la misericordia sustituya la avaricia. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Canto Señor y Dios nuestro, fuente de alegría y de esperanza, hemos vivido con tu Hijo los acontecimientos de su Resurrección y Ascensión hasta la venida del Espíritu Santo; haz que la contemplación de estos misterios nos llene de tu gracia y nos capacite para dar testimonio de Jesucristo en medio del mundo. Te pedimos por tu Santa Iglesia: para que viva en plenitud el Jubileo de la Misericordia, que sea fiel reflejo de las huellas de Cristo en la historia quien no vino para juzgar al mundo, sino para salvarlo desde tu eterna e infinita misericordia y que, llena del Espíritu Santo, manifieste al mundo los tesoros de tu amor misericordioso, santifique a tus fieles con los sacramentos y haga partícipes a todos los hombres de la resurrección eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén ¡Aleluya! (Concluimos como al comenzar con las expresiones de lo que hemos recordado y celebrado, a lo largo del Via Lucis) V/. Verdaderamente ha resucitado el Señor. Aleluya. R/. Como anunciaron las Escrituras. Aleluya. V/. Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. R/. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. (Puede acabarse el Via Lucis con un canto expresivo de la Resurrección) Cáliz de la Misericordia 203 Pascua 2016 Comisión Diocesana de Misiones 204 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 PASCUA Vigilia misionera de oración I parte: Liturgia de la luz Cristo Luz de las Gentes CANTO DE ENTRADA Canto para entrar en presencia de Dios SALUDO DEL CELEBRANTE. PRESENTACIÓN DE LOS CINCO CONTINENTES A) Las maravillas del plan de Dios en los Continentes. (Cada Continente, representado por una persona que lleva una lámpara, se coloca delante del altar. Un lector proclama el texto correspondiente al representante del Continente). Las maravillas del plan de Dios en Asia. La Iglesia en Asia canta las alabanzas del “Dios de la salvación” (Sal 68 (67), 20) que ha elegido comenzar su plan de redención en su suelo. Es en este Continente donde Dios, desde el comienzo, reveló y llevó a cumplimiento su proyecto de salvación. Jesús ha nacido, ha vivido, ha muerto y ha resucitado en Tierra Santa, pequeña porción del Asia Occidental, convertida en tierra de promesa y esperanza para todo el género humano. Jesús conoció y amó aquella tierra, haciendo suyas la historia, los sufrimientos y las esperanzas de su pueblo. Desde esta tierra, mediante la predicación del Evangelio, la Iglesia llegó a todas partes para “hacer discípulos a todos los pueblos” (cfr. Mt 28, 19). Al inicio del tercer milenio la Iglesia entera espera recoger una gran cosecha de fe en este continente tan extenso y vivo. Exultante por la bondad de los pueblos del Continente, por las culturas y la vitalidad reliCáliz de la Misericordia 205 Cáliz de la Misericordia giosa, y consciente, al mismo tiempo, de la unicidad del don de la fe recibida para el bien de todos, la Iglesia en Asia no cesa de proclamar: “Cantad al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia” (Sal 118 (117), 1). Las maravillas del plan de Dios en América. La Iglesia en América, llena de alegría por la fe recibida y agradecida a Cristo por este inmenso don, ha celebrado hace poco el quinto centenario del inicio de la predicación del Evangelio en su territorio. Este aniversario especialmente evocador del amor de Cristo suscita en sus hijos, junto al reconocimiento, la necesidad de “anunciar las maravillas de Dios”, la necesidad de evangelizar. Con el apóstol Pablo, hoy la Iglesia repite con fuerza y generosidad: “Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio” (1 Cor 9, 16). Consciente de la grandeza de los dones recibidos, la Iglesia peregrina en América desea hacer partícipe de la riqueza de la fe y de la comunión en Cristo a toda la sociedad y a cada uno de los hombres y mujeres que la habitan. Las maravillas del plan de Dios en Europa. Desde que el Señor, en la ciudad de Filipos, abrió el corazón a Lidia para adherirse a las palabras del apóstol Pablo, muchas vicisitudes han llevado progresivamente a identificar Europa como el Continente cristiano. En efecto, durante 2000 años, a pesar de los errores no siempre inevitables, 206 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 el anuncio del Evangelio ha grabado en las culturas de los pueblos europeos experiencias profundas de fe y caridad vividas, llegando a modelar no sólo los comportamientos religiosos, sino todo el devenir social y cultural. Al inicio de un nuevo milenio, las Iglesias de este Continente saben que no pueden contentarse con su historia y sus conquistas. Su compromiso hoy es el de la nueva evangelización. En una época que atraviesa un recodo histórico, mientras se transforma el rostro del mundo, la Iglesia en Europa se siente llamada a intensificar “ad intra” y “ad extra” el esfuerzo de evangelización, convirtiéndose en Iglesia misionera, enviada, para esparcir por todas partes la semilla de la Palabra de Dios. No faltan motivos para la confianza y la esperanza: el renacimiento de la fe allí donde parecía desaparecida, testimonios ejemplares de caridad, apertura creciente de los pueblos, experiencias de reconciliación entre naciones, regalos e intercambios entre las Iglesias... todavía hoy, en Europa, después de dos mil años está siempre y sólo Jesucristo, Resucitado y Viviente en la Iglesia, el alegre anuncio de la salvación. Las maravillas del plan de Dios en África. La Iglesia en África celebra con alegría y esperanza su fe en Cristo resucitado. Al mismo tiempo en que hoy tantas situaciones humanas y padecimientos sufridos por pueblos enteros parecen empujar a este Continente a descorazonarse y a PASCUA la desesperación, la Iglesia reconoce el momento presente como un momento de gracia: el Señor sigue visitando a su pueblo. ¡Dios quiere salvar África! Su plan para la salvación de este Continente encuentra sus inicios en los tiempos apostólicos. En sucesivas fases, una serie innumerable de santos, mártires, confesores y vírgenes, han dado vida al espléndido crecimiento de esta Iglesia. En tiempos recientes muchos logros se han debido en gran parte a la heroica y desinteresada dedicación de generaciones de misioneros. La Iglesia en África ha sido siempre Iglesia misionera y de misión. Hoy invoca la efusión del Espíritu Santo para que siga haciendo de esta Iglesia una Iglesia-Familia, Familia del Padre, comienzo en la tierra de aquel Reino eterno que tendrá su plenitud en la Ciudad de justicia, de amor y de paz cuyo constructor es Dios. XVI, el primer impulso misionero no se realizó hasta el siguiente siglo. Gracias al sudor y, en ocasiones, a la sangre de los misioneros, la Iglesia en Oceanía cuenta hoy con 8 millones de católicos. En medio de muchos desafíos, la iglesia de este continente experimenta alegrías y cansancios, conoce los tiempos heroicos de la fe, vive de un laicado celoso, afronta con confianza las dificultades debidas al aislamiento, a la falta de personal y de medios. Sobre todo, se siente llamada a la misión, y está dispuesta a continuar la obra de Jesucristo con la fuerza del Espíritu: “Como el Padre me envió, también os envío yo” (Jn 20, 21). La certeza que la anima es que sólo en Él está la respuesta verdadera a todo lo que los hombres y mujeres de este vasto Continente buscan. Las maravillas del plan de Dios en Oceanía, ¡Oceanía! Hay quien la llama “continente de agua”, o “continente fluctuante”. Distancias enormes, poblaciones de muchas razas, muchas religiones, muchas confesiones. Pero sus 28 millones de habitantes son todos hijos del único Padre celeste. Jesucristo, Hijo de Dios hecho hombre, ha venido por todos y ha derramado su sangre por todos, también por aquellos que están desperdigados en la pequeñas islitas y atolones del inmenso Océano Pacífico. La Iglesia de este Continente es todavía una Iglesia joven. Si el primer contacto con el cristianismo se remonta al siglo Cáliz de la Misericordia 207 Cáliz de la Misericordia SILENCIO y CANTO Alma Misionera B) Encendido de las lámparas de cada continente (por parte del Celebrante). Celebrante: Dice el Señor: “Mía es Asia, inmensa y populosa, humilde y contemplativa, capaz de sufrir y de esperar (el representante de Asia se acerca al Celebrante que le enciende la lámpara) Asia: Soy Asia, Señor: alimento el fuego de la misión con la luz de la oración, de mi sed de silencio, de verdad, de contemplación, de absoluto. Celebrante: Dice el Señor: “Mía es América del Norte, rica y puritana, dominadora y compleja. Mía es América Latina, pobre pero consciente, humillada y en revuelta. Mía es América Central y el Caribe, la fiesta de sus pueblos y la espera de un tiempos nuevo” (El representante de América se acerca al celebrante que le enciende la lámpara). América: Soy América, Señor: alimento el fuego de la misión con mi sentido de Ti y de la búsqueda. Mi disponibilidad a la acogida, mi esperanza de fe es vivida en las comunidades eclesiales de base, en la confrontación constante de la realidad con tu Palabra, en la fuerza para soportar, en la humillación y en la explotación, en la dignidad serena de las mujeres, con la alegría y la sonrisa de los niños, en las obstinadas ganas de vivir de mi pueblo. Celebrante: Dice el Señor: “Mía es Europa, laboriosa y dividida, genial y conservadora, creyente y rebelde”. (El re208 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 presentante de Europa se acerca al celebrante que le enciende la lámpara). Europa: Soy Europa, Señor: alimento el fuego de la misión con la luz de mi antigua tradición, con mi caer y levantarme, con el deseo de dejarme reevangelizar y transformar. Acepta el entusiasmo de tantos jóvenes que son capaces todavía de enamorarse de Ti y de trabajar para el Reino. Acoge el esfuerzo de tantos hombres y mujeres que se fatigan, se gastan y rezan para que el cristianismo vuelva a sus raíces, para que el hombre se deje reconducir a Cristo, única respuesta a su búsqueda existencial, a su soledad, a su sed de bien. Celebrante: Dice el Señor: “Mía es África, de alma de muchacha; en lucha, pero desbordante de vida, adolescente, prometida del futuro”. (El representante de África se acerca al celebrante que le enciende la lámpara). África: Heme aquí, Señor, soy África. Alimento el fuego de la misión con mi luz, con mi sentido de la vida, con mis ganas de nacer y renacer, con la experiencia práctica y viva del catecumenado, con el sentido de Iglesia-familia, con el deseo de nueva danza al ritmo del Espíritu para ser anuncio de comunión. Canto de aclamación: Oh luz radiante, eterno esplendor del Padre, Cristo, Señor inmortal. Celebrante: Dice el Señor: “Mía es Oceanía, esparcida en mil islas, desahogada rica de culturas, indiferente pero en espera de la luz”. (El representante de Oceanía se acerca al celebrante que le enciende la lámpara) Oceanía: Soy PASCUA II parte: Liturgia de la Palabra Todos los pueblos han visto tu salvación Oceanía, Señor. Acepta la luz de mi sentido de armonía con el cosmos, de mi vivir de cosas simples y verdaderas, de mi maravillarme, asombrarme aún y siempre por la belleza de la existencia. LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS ASIA Lectura: Salmo 87 “Su fundación sobre los santos montes; ama Yahvé las puertas de Sión más que todas las moradas de Jacob. Glorias se dicen de ti, ciudad de Dios. ‘Yo cuento a Ráhab y Babel entre los que me conocen. Tiro, Filistea y Etiopía, fulano nació allí’. Pero de Sión se ha de decir: ‘Todos han nacido en ella’, y quien la funda es el propio Altísimo. Yahvé a los pueblos inscribe en el registro: ‘Fulano nació allí’, y los príncipes, lo mismo que los hijos, todos ponen su mansión en ti”. AMÉRICA Lectura del Evangelio según Lucas (10, 1-2) “Después de esto, designó el Señor a otros 72, y los envió de dos en dos delante de sí, a todas las ciudades y sitios a donde él había de ir. Y les dijo: ‘La mies es mucha, y los obreros pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies. Id...’”. Cáliz de la Misericordia 209 Cáliz de la Misericordia EUROPA HOMILIA Lectura del Evangelio según Mateo (Mt 28, 19-20) PROFESIÓN DE FE “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. ÁFRICA Lectura de los Hechos de los Apóstoles (Act 1, 8) “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. OCEANÍA Lectura del Evangelio según Juan (Jn 12, 31-32) “Buscad más bien su Reino, y esas cosas se os darán por añadidura. No temas, pequeño rebaño, porque a vuestro Padre le ha parecido bien daros a vosotros el Reino”. 210 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Celebrante: El camino de la misión no es siempre fácil y comprensible, sin embargo, el misionero debe ser el hombre de la fe, debe creer en el misterio que anuncia, en la bondad del hombre, en los caminos siempre nuevos de la misión. Lector: CREO EN DIOS UNIDAD TRINITARIA, amor vivo y fontal que da amor y comunión, inicio de la vida y meta de todo camino, plenitud de toda vocación. Asamblea: CREO. Lector: CREO EN LA IGLESIA, signo portador de la salvación de Dios en medio de los hombres, comunidad que posee y vive los valores que anticipan el reino, sierva de la humanidad en su camino de conversión al plano de salvación, Misionera de Cristo en la fuerza del Espíritu. Asamblea: CREO. Lector: CREO QUE EL HOMBRE es hijo de Dios, hermano en Cristo de todos los demás hombres. Creo que el hombre, con la gracia de Dios, es capaz de amor, de justicia, de fraternidad y de paz, constructor del mundo y protagonista de la historia. Creo en el hombre, que es capaz de convertirse del mal, de la idolatría, de los falsos proyectos de salvación y, en la superación de toda casta, regla, raza y poder, capaz de adherirse al proyecto de Dios. PASCUA Asamblea: CREO. Asamblea: CREO. Lector: CREO QUE EL MUNDO es una casa buena que el Creador ha confiado al hombre para que lo lleve a la plenitud de la creación. Creo que este mundo es el don de Dios para todos los hombres y para cada hombre según sus necesidades, lugar de vida, de paz, de fraternidad y para compartir. Lector: CREO EN LA COMUNIÓN como lugar en el que vivir la fe y como proyecto al que convertirse. Creo en la comunión como espacio de la diversidad en la unidad. Creo en la Eucaristía como raíz y meta de la comunión. Asamblea: CREO. Lector: CREO QUE EL AMOR como ley de la vida dada por Dios, amor que se hace don, amor que pasa por la cruz, amor que pierde la vida para reencontrarla; amor que desmonta toda lógica de enemistad; amor que es confianza en el hombre y fuerza transformadora del universo. Asamblea: CREO. Lector: CREO QUE TODO HOMBRE ES MISIÓN, mandado por Dios a trabajar en el mundo y a construirlo según la medida del Reino, este hombre en Cristo tiene una misión todavía más específica: ser instrumento de salvación para todos. Asamblea: CREO. Asamblea: CREO. Lector: CREO EN EL REINO DE DIOS, en los cielos y en la tierra nueva, meta última del camino de toda la humanidad y de todo el universo. Creo en el reino de Dios ya presente en medio de los hombres. Creo en el reino como plenitud de toda aspiración de vida, de justicia y de paz. Asamblea: CREO. Celebrante: Con un gesto que quiere ser expresión sincera de comunión con los que están cerca y con los que están lejos, especialmente con los más pobres, démonos la mano, recitemos la oración más verdadera y más fuerte del cristiano y del hombre, la que Jesús nos ha enseñado: Padre nuestro... Bendición Final CANTO SALIENTE: Canto a María, Reina de las Misiones. Lector: CREO EN LA ALEGRÍA como modo de ser de los creyentes, porque han descubierto en Jesús, su libertad, su verdadera riqueza y la verdadera sabiduría. Cáliz de la Misericordia 211 Pascua 2016 Comisión Diocesana para los Mayores y Laicos 212 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Via Lucis PASCUA Ya es habitual en muchos lugares, realizar en este tiempo de Pascua, el ejercicio de piedad denominado Via Lucis. En él, de modo semejante al Via Crucis, los fieles, recorriendo un camino, meditan, a lo largo de catorce estaciones, las diversas apariciones en las que Jesús, desde la Resurrección a la Ascensión, manifestó su gloria a los discípulos, en espera del Espíritu Santo que les había prometido, y así recuerdan el acontecimiento central de la fe: la Resurrección de Cristo. El Via Lucis es un hermoso elemento que contribuye a ayudar a que todos nuestros fieles —nuestros mayores, nuestros ancianos, nuestros jóvenes—, tomando conciencia del profundo significado de la alegría pascual, refuercen su pertenencia activa en el Pueblo de Dios y la importancia de participar con gozo en la acción misionera y evangelizadora de la Iglesia. de la Luz que es Cristo resucitado, o bien, permaneciendo sentados en sus sitios. Sugerimos que este ejercicio sea realizado en nuestras parroquias, así como en las residencias de ancianos, durante el tiempo de Pascua (de modo similar al Via Crucis en el tiempo cuaresmal), así como de manera particular por cualquier fiel y especialmente los ancianos y los enfermos en sus hogares, para que experimenten el consuelo pascual que Dios, en su infinita misericordia, quiere hacer llegar a todos los que sufren. En este Año Jubilar de la Misericordia, de modo semejante a como ya lo hemos practicado en el Via Crucis, es muy adecuado que contemplemos estos misterios pascuales desde la óptica de la divina misericordia, viendo cómo ésta se manifiesta a través de este peregrinar por los acontecimientos gloriosos de nuestra fe. El modo de realizar el Via Lucis es muy semejante al del Via Crucis, pudiendo los fieles recorrer las XIV estaciones tras una persona que porta un cirio encendido, símbolo Cáliz de la Misericordia 213 Cáliz de la Misericordia Monición inicial En el nombre del Padre , y del Hijo, y del Espíritu Santo. R/. Amén. El papa Francisco nos ha convocado a todos nosotros a celebrar este año el Jubileo Extraordinario de la Misericordia, ya que “siempre tenemos necesidad de contemplar el misterio de la misericordia. Es fuente de alegría, de serenidad y de paz. Es condición para nuestra salvación. Misericordia: es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados para siempre no obstante el límite de nuestro pecado”, como nos dice en la Bula Misericordiae Vultus. Contemplaremos en este Via Lucis las catorce estaciones gloriosas con una mirada abierta a la divina misericordia, que quiere llenar nuestras almas con su amor infinito y que desea que nosotros mismos nos transformemos en misioneros de la misericordia. 214 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Acto de Contrición ¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amén. PASCUA PRIMERA ESTACIÓN Jesús resucita y conquista la vida verdadera V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya. R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Del Evangelio según san Mateo (28,5-6) El ángel habló a las mujeres: “Vosotras no temáis, ya sé que buscáis a Jesús el crucificado. No está aquí: ¡ha resucitado!, como había dicho. Venid a ver el sitio donde yacía e id aprisa a decir a sus discípulos: ‘Ha resucitado de entre los muertos y va por delante de vosotros a Galilea. Allí lo veréis’. Mirad, os lo he anunciado”. Meditación Señor, te damos gracias porque tu Hijo Jesucristo, en obediencia plena a tu eterna voluntad misericordiosa, quiso llevar a su plenitud la misión que Tú le encomendaste, y así recorrió hasta el extremo, el camino de la salvación para el mundo: su pasión y muerte es modelo y enseñanza para todos nosotros. Sabemos que Jesús vino a servir y a entregar su vida en rescate por muchos y aun a pesar de que las gentes rechazaron su mensaje de misericordia y de amor, Él quiso recorrer en lugar de todos nosotros el camino del sufrimiento como última y suprema oferta divina de misericordia. Sólo podemos ser salvados del pecado y de la muerte si Dios, que es el Señor de la vida y de la muerte, en su amorosa misericordia nos salva, pues Él no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva. Ninguna persona puede sacarnos de la muerte: solamente Dios es capaz de hacerlo. Y lo hizo resucitando a su Hijo Jesucristo. ¡Por tu infinita misericordia, oh Dios, aumenta nuestra esperanza de que también nosotros resucitaremos en el Último Día! Padre nuestro Canto (CLN 208) ¡Resucitó! ¡Resucitó! ¡Resucitó! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Resucitó! La muerte, ¿dónde está la muerte? ¿Dónde está mi muerte? ¿Dónde su victoria? ¡Resucitó! ¡Resucitó! ¡Resucitó! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Resucitó! Cáliz de la Misericordia 215 Cáliz de la Misericordia SEGUNDA ESTACIÓN Los discípulos de Jesús encuentran su sepulcro vacío V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya. R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Del Evangelio según san Juan (20,3-4.6-8) Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio los lienzos tendidos y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Meditación Señor, reconocemos en tu sepulcro vacío el signo incontrastable de tu resurrección gloriosa. Gracias a la resurrección, la Cruz se ha convertido en signo de victoria y fundamento de la fe, en signo de que el amor vence al odio, la vida derrota a la muerte, y la misericordia triunfa sobre el juicio. En Cristo resucitado, la justicia divina nos trae el perdón de nuestros pecados y esa misma justicia nos justifica, es decir, nos hace justos. La misericordia de Dios suscita en nosotros la esperanza contra toda esperanza. ¡Ayúdanos para que la resurrección de Cristo se convierta en una fuente viva de fe, de ardiente amor y de inquebrantable esperanza, en la certeza de que un día los que ahora creemos en ti, te veremos en tu reino celestial! 216 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Padre nuestro Canto (CLN 202) Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos. Él es nuestra salvación, nuestra gloria para siempre. Si con él morimos, viviremos con él. Si con él sufrimos, reinaremos con él. Acuérdate de Jesucristo, resucitado de entre los muertos. Él es nuestra salvación, nuestra gloria para siempre. PASCUA TERCERA ESTACIÓN Jesús resucitado se aparece a María la Magdalena V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya. R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Del Evangelio según san Juan (20,14.16-18) María la Magdalena se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: “¡María!”. Ella se vuelve y le dice: “¡Rabboni!”, que significa: “¡Maestro!”. Jesús le dice: “No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, anda, ve a mis hermanos y diles: ‘Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro’”. María la Magdalena fue y anunció a los discípulos: “He visto al Señor y ha dicho esto”. Padre nuestro Canto (CLN 522) Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. ¡Aleluya, aleluya! Meditación Señor, María la Magdalena fue la primera, de entre todos tus discípulos, que te vio resucitado en la mañana gloriosa, porque su corazón estaba penetrado de ese amor que tú derramaste sobre su alma, con tu misericordia y perdón. Ella vivió y gozó, en su profunda experiencia vital, de que la justicia de Dios es su misericordia, y la misericordia divina es su justicia; y así, con ella, nosotros somos liberados de todo miedo y temor, trasladándonos a una nueva existencia, a una nueva esperanza: a una vida que nace del amor y es para el amor. Como esta santa mujer, también nosotros queremos vivir en tu misericordia amorosa. ¡Ayúdanos a anunciar a nuestros hermanos que tu justicia misericordia es amor! Cáliz de la Misericordia 217 Cáliz de la Misericordia CUARTA ESTACIÓN Jesús se aparece en el camino a Emaús V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya. R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Del Evangelio según san Lucas (24,13-14.25-27) Aquel mismo día, dos de ellos iban caminando a una aldea llamada Emaús; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo. Entonces él les dijo: “¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrara así en su gloria?”. Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras. Meditación Señor, te damos gracias porque tú vienes en nuestra ayuda cuando no comprendemos tu mensaje de amor y de perdón, lo que tú continuamente nos indicas en las Escrituras; ni lo que nos acontece en nuestra vida, especialmente en el momento del dolor y de la prueba. Muchas veces no entendemos que tu misericordia se manifiesta muriendo en la Cruz y sufriendo en su perfecta obediencia a la voluntad del Padre. Por ello, la misericordia es una continua llamada a la conversión, a responder con fe firme y con esperanza cierta a tu mensaje de salvación. 218 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 ¡Ábrenos, Señor, los ojos de nuestra fe, para que podamos contemplar tus maravillas y nos alegremos así gozando de tu misericordia! Padre nuestro Canto (CLN 411) Por los caminos sedientos de luz, levantándose antes que el sol, hacia los campos que lejos están, muy temprano se va el viñador. No le detiene en su caminar, no le asusta la sed ni el calor. Hay una viña que quiere cuidar, una viña que es todo su amor. Dios es tu amigo, el viñador, el que te cuida de sol a sol. Dios es tu amigo, el viñador, el que te pide frutos de amor. PASCUA QUINTA ESTACIÓN Reconocen a Jesús resucitado al partir el pan V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya. R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. el pan Eucarístico y con el pan de tu Palabra, sácianos de tu misericordia! Del Evangelio según san Lucas (24,30-35) Padre nuestro Jesús, sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo iba dando. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista. Y se dijeron el uno al otro: “¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?”. Y, levantándose en aquel momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo: “Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón”. Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan. Canto (CLN O 25) Andando por el camino, te tropezamos, Señor, te hiciste el encontradizo, nos diste conversación, tenían tus palabras fuerza de vida y amor, ponían esperanza y fuego en el corazón. Te conocimos Señor, al partir el pan, tú nos conoces, Señor, al partir el pan. Te conocimos Señor, al partir el pan, tú nos conoces, Señor, al partir el pan. Meditación Señor, en el sacramento de la Eucaristía, tu misericordia se hace comida y bebida nuestra, en el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo. Esa misma misericordia de la que hablan las Escrituras y que llena nuestro corazón de la llama ardiente de su amor, se convierte en el alimento que nos fortifica y robustece interiormente a los cristianos para que seamos capaces de llevar esa misma misericordia a nuestra vida diaria, transformándonos nosotros mismos en misericordia. ¡Aliméntanos, Señor, con Cáliz de la Misericordia 219 Cáliz de la Misericordia SEXTA ESTACIÓN Jesús resucitado se aparece a los discípulos en Jerusalén V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya. R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Del Evangelio según san Lucas (24,36-39) Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice: “Paz a vosotros”. Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y él les dijo: “¿Por qué os alarmáis? ¿Por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona”. Meditación Señor, te damos gracias porque con tu resurrección, tú nos liberas del miedo a la muerte, del pánico al sufrimiento. Tu misericordia es tan inmensa que nos quieres hacer partícipes de tu nueva vida de resucitado, liberándonos de nuestras esclavitudes y debilidades, haciéndonos nuevas creaturas en ti. Tú nos traes la verdadera paz, esa paz que es confiado descanso en tu amor. Y aunque a veces dudamos y tenemos miedo —pues no nos acabamos de fiar, ya que nuestra fe es débil—, Tú, en cambio, Señor, vienes a nuestro encuentro y nos liberas de nuestros miedos y preocupaciones para que así descansemos en ti. ¡Aumenta, Señor, nuestra poca fe; robustece nuestra esperanza; haznos fuertes en el amor! 220 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Padre nuestro Canto (CLN 216) Jesús, nuestra Pascua, por todos murió. Cantemos alegres, que resucitó. Cantemos alegres, que resucitó. Pascua sagrada, oh fuente de alegría, despierta tú que duermes, que el Señor resucitó. despierta tú que duermes, que el Señor resucitó. Pascua sagrada, oh Pascua siempre nueva, dejad al hombre viejo, revestíos del Señor. dejad al hombre viejo, revestíos del Señor. PASCUA SÉPTIMA ESTACIÓN Jesús resucitado da su paz a los discípulos y el poder de perdonar pecados V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya. R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Del Evangelio según san Juan (20,19-23) Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: “Paz a vosotros”. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: “Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo”. Y, dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”. Meditación Señor, Cristo resucitado nos dejó el gran regalo pascual, de la autoridad que Él dio a la Iglesia para perdonar nuestros pecados: el sacramento de la Penitencia —el gran refugio de los pecadores, que lo somos todos—. Este es el verdadero sacramento de la misericordia de Dios, quien reiteradamente nos perdona y continuamente nos concede una nueva oportunidad: la posibilidad de un nuevo comienzo. Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría. ¡Nunca huya- mos de la resurrección de Jesús, nunca nos declaremos muertos; pase lo que pase, acudamos siempre al sacramento de su misericordia, que nos lanza hacia adelante! Padre nuestro Canto (CLN 409) Sois la semilla que ha de crecer, sois estrella que ha de brillar. Sois levadura, sois grano de sal, antorcha que ha de alumbrar. Sois la mañana que vuelve a nacer, sois espiga que empieza a granar. Sois aguijón y caricia a la vez, testigos que voy a enviar. Id, amigos, por el mundo anunciando el amor, mensajeros de la vida, de la paz y el perdón. Sed, amigos, los testigos de mi Resurrección, id llevando mi presencia, con vosotros estoy. Cáliz de la Misericordia 221 Cáliz de la Misericordia OCTAVA ESTACIÓN Jesús resucitado, refuerza la fe de Tomás V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya. R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Del Evangelio según san Juan (20,24-29) Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo”. A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: “Paz a vosotros”. Luego dijo a Tomás: “Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente”. Contestó Tomás: “¡Señor mío y Dios mío!”. Jesús le dijo: “¿Porque me has visto has creído? Bienaventurados lo crean sin haber visto”. Meditación Señor, sabemos que el amor de Dios —que por pura misericordia nos ha elegido y nos ha llamado a la vida, y en virtud del cual Jesucristo se ha entregado por nosotros a la muerte en la Cruz— es definitivo y no puede acabarse sin más en la muerte. Pero requiere que, en nuestra libertad, creamos en él; exige que demos una respuesta positiva a la oferta del amor divino, que desea y pide ser co222 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 rrespondido. Ante el ofrecimiento misericordioso de Dios, nunca dudemos de él, al contrario, creamos firmemente en nuestro Dios que es Amor. ¡Señor, cuando nuestra fe titubee, ayúdanos a no tener miedo, aumenta en nosotros nuestra débil fe! Padre nuestro Canto (CLN 720) Donde reina la verdad, donde existe libertad, donde hay paz, está presente el Señor. Porque Dios es la verdad, porque Dios es libertad, porque Dios es justicia y amor. PASCUA NOVENA ESTACIÓN Jesús se aparece en el mar de Tiberíades V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya. R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Del Evangelio según san Juan (21,1.3-7.12-14) Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Simón Pedro les dice: “Me voy a pescar”. Ellos contestan: “Vamos también nosotros contigo”. Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: “Muchachos, ¿tenéis pescado?”. Ellos contestaron: “No”. Él les dice: “Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis”. La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús amaba le dice a Pedro: “Es el Señor”. Jesús les dice: “Vamos, almorzad”. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acerca, toma el pan se lo da y se lo da, y lo mismo el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos después de resucitar de entre los muertos. Meditación eternidad en Jesucristo, “que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”. Por ello deseas que tu mensaje de salvación llegue a toda la humanidad, para que cada uno de los que Tú has creado por amor, reciba la invitación a confiar en tu divina misericordia y convirtiéndose a ti, pueda disfrutar plenamente de la misma. Dios mismo nos llama a colaborar con Él en esta gran labor y nos impulsa con la fuerza de su Espíritu a la evangelización. Esta convicción nos permite permanecer alegres en medio de una tarea tan exigente y desafiante que conquista nuestra vida por completo. ¡Él nos pide todo, pero, al mismo tiempo, nos ofrece todo! Padre nuestro Canto (CLN 407) Tú has venido a la orilla, no has buscado ni a sabios ni a ricos, tan sólo quieres que yo te siga. Señor, me has mirado a los ojos, sonriendo, has dicho mi nombre, en la arena he dejado mi barca, junto a ti buscaré otro mar. Señor, la primera tarea de la Iglesia es el anuncio del gozoso mensaje de tu sublime misericordia. Sabemos que Dios, movido por su misericordia, quiere, desde toda la Cáliz de la Misericordia 223 Cáliz de la Misericordia DÉCIMA ESTACIÓN San Pedro le reitera su amor a Jesús V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya. R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Del Evangelio según san Juan (21,15-19) Después de comer, dice Jesús a Simón Pedro: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?”. Él le contestó: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús le dice: “Apacienta mis corderos”. Por segunda vez le pregunta: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas?”. Él le contesta: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Él le dice: “Pastorea mis ovejas”. Por tercera le pregunta: “Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?”. Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: “¿Me quieres?” y le contestó: “Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero”. Jesús le dice: “Apacienta mis ovejas. En verdad, en verdad te digo: cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras”. Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: “Sígueme”. Meditación Señor, todos nosotros somos profundamente amados por Dios, y sintiéndonos amados sin medida, le devolvemos nuestro amor a Él y a Él en nuestro prójimo. El mandamiento del amor es el signo distintivo del cristiano: “Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros 224 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 como yo os he amado, amaos así unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, en que os amáis unos a otros”. El amor manifestado en Jesús es la fuente de toda misericordia: “Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando”. Este mismo amor de Jesús que hemos recibido, nos mueve a amarlo cada vez más y nos impulsa a la evangelización, para que todos los hombres disfruten de su mismo amor misericordioso. ¡No hay nada mejor para transmitir a los demás, que el amor de Dios! Padre nuestro Canto Un mandamiento nuevo nos dio el Señor: que nos amáramos todos como Él nos amó. La señal de los cristianos es amarse como hermanos. PASCUA UNDÉCIMA ESTACIÓN Jesús resucitado envía a los discípulos V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya. R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Del Evangelio según san Mateo (28,19-20) Jesús les dijo: “Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos”. Meditación Padre nuestro Canto (CLN 402) Anunciaremos tu Reino, Señor, tu Reino, Señor, tu Reino. Reino de paz y justicia, Reino de vida y verdad. Tu Reino, Señor, tu Reino. Anunciaremos tu Reino, Señor, tu Reino, Señor, tu Reino. Señor, en tu infinita misericordia quieres que todos nosotros participemos en la acción evangelizadora de la Iglesia, testimoniando la compasión divina por todos los hombres, haciendo llegar la voz del Dios misericordioso a cada rincón del mundo. De esta manera, todos nosotros nos sentimos llamados a evangelizar, a transmitir el amor misericordioso de Dios, obedeciendo al mandato misionero de Jesús, sabiendo que Cristo siempre estará con nosotros. ¡Envíanos, Señor, a ser siempre testigos alegres de tu amor! ¡Envíanos, Señor, a ser misioneros de tu divina misericordia! Cáliz de la Misericordia 225 Cáliz de la Misericordia DUODÉCIMA ESTACIÓN La Ascensión de Jesús V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya. R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Del Evangelio según san Lucas (24,48.50-53) Jesús les dijo: “Vosotros sois testigos de esto”. Y los sacó hasta cerca de Betania y, levantando sus manos, los bendijo. Y mientras los bendecía, se separó de ellos, y fue llevado hacia el cielo. Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios. Meditación Señor, te damos gracias porque en tu eterna misericordia siempre nos llenas de tus bendiciones y desde el Cielo sigues derramando tu inagotable misericordia sobre todos los hombres, a la vez que nos haces a nosotros testigos tuyos. Una vez cumplido todo lo que el Padre te mandó —tu mensaje de amor, tu vida en obediencia, tu muerte en la Cruz para el perdón de nuestros pecados, tu resurrección que nos da la vida…—, hasta el Cielo fuiste llevado. Y al Cielo también nosotros queremos ser llevados, pues a donde Tú estás, Tú quieres que también vayamos nosotros, y allí igualmente nosotros deseamos ir. ¡Llévanos contigo, oh Señor, llévanos al Cielo! 226 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Padre nuestro Canto (CLN 728) Vienen con alegría, Señor, cantando vienen con alegría, Señor, los que caminan por la vida, Señor, sembrando tu paz y amor. (bis) PASCUA DECIMOTERCERA ESTACIÓN María y los discípulos esperan en oración la venida del Espíritu Santo V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya. R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Del Libro de los Hechos de los Apóstoles (1,12-14) Entonces se volvieron a Jerusalén, desde el monte que llaman de los olivos, que dista de Jerusalén lo que se permite caminar en sábado. Cuando llegaron, subieron a la sala superior, donde se alojaban. Todos ellos perseveraban unánimes en la oración junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos. Padre nuestro Canto (CLN 252) Oh Señor, envía a tu Espíritu que renueve la faz de la tierra. Oh Señor, que mi alma te bendiga, oh Dios, Tú eres grande; vestido de esplendor y belleza. Oh Señor, envía a tu Espíritu que renueve la faz de la tierra. Meditación Señor, tu madre, María, siempre estuvo unida a ti. Ya desde su concepción inmaculada, triunfó la misericordia divina sobre el pecado e hizo espacio para la Vida. María es el más puro y perfecto icono en las creaturas de la misericordia divina y muestra el esplendor y la belleza de cómo la gratuita misericordia de Dios tiene poder para transformarnos a nosotros y al mundo. Unida a ti en el sufrimiento, especialmente al pie de la Cruz, donde nos la diste a todos nosotros como madre nuestra, María forma parte para siempre del Evangelio de la misericordia divina en Jesucristo, que es lo mejor que se nos puede decir, lo más bello que se puede escuchar, lo más maravilloso que puede existir. ¡María, Madre de Misericordia, intercede por la Iglesia y por todos tus hijos! Cáliz de la Misericordia 227 Cáliz de la Misericordia DECIMOCUARTA ESTACIÓN Pentecostés: la venida del Espíritu Santo V/. Éste es el día en que actuó el Señor. Aleluya. R/. Sea nuestra alegría y nuestro gozo. Aleluya. Del Libro de los Hechos de los Apóstoles (2,1-4.11) Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, se produjo desde el cielo un estruendo, como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde se encontraban sentados. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se dividían, posándose encima de cada uno de ellos. Se llenaron todos de Espíritu Santo y empezaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía manifestarse. Y cada uno los oímos hablar de las grandezas de Dios en nuestra propia lengua. Meditación Señor, te damos gracias, porque en tu eterno designio misericordioso has querido que el Espíritu Santo habite en nuestros corazones, tenga un lugar desde el que siga derramando tu entrañable amor misericordioso, que transforma todo nuestro ser, que nos hace valientes testigos del amor de Dios y que nos impulsa a llevar el alegre mensaje de la misericordia divina a todos los hombres, para que a todos alcance esa misma e inagotable fuente de salvación. ¡Derrama tu Espíritu Santo, Señor, sobre todos nosotros y haznos mensajeros de tu divina misericordia, para que en toda nuestra vida seamos signo vivo de tu amor que no tiene medida! 228 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Padre nuestro Canto (CLN 253) Danos, Señor, un corazón nuevo. Derrama en nosotros un Espíritu nuevo. He aquí que vienen días, palabra del Señor, en que yo sellaré con la casa de Israel una Alianza nueva. Danos, Señor, un corazón nuevo. Derrama en nosotros un Espíritu nuevo. PASCUA Oración final Oración para el Año de la Misericordia Virgen y Madre María, Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación. Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios! Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso. Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios. Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos. Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén. Cáliz de la Misericordia 229 Cáliz de la Misericordia Pascua 2016 Comisión Diocesana de Familia y Vida 230 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 PASCUA Domingo de Pascua 27 de marzo de 2016 Contemplamos su amor... en el Resucitado Leer la Palabra Comprender El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto. Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. (Catequesis en familia, los padres explican...) Explicar con palabras sencillas a los hijos el sentido de la Resurrección del Señor (Captar los argumentos de la homilía de la Noche de Pascua). Comunicar a los hijos la convicción de que nuestra vida tiene sentido porque Cristo ha resucitado. Analizar las consecuencias de la resurrección de Cristo se han de manifestar en nuestra vida a través de la alegría, del compartir, de la defensa de la vida, del respeto a la naturaleza... “todo es posible porque Cristo ha resucitado”. Durante el tiempo pascual nosotros vamos recorriendo como los primeros discípulos el camino de pasar de la decepción a la fe auténtica y bien fundada en la Resurrección del Señor. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó. Pues hasta entonces no habían entendido la Escritura: que él había de resucitar de entre los muertos. Palabra de Señor. Juan 20,1-9 Cáliz de la Misericordia 231 Cáliz de la Misericordia Bendición de la mesa El sábado por la mañana habremos comprado o recogido flores. Preparamos una tarjetita con el nombre de cada miembro de la familia y la palabra ¡RESUCITÓ! La perforamos y la sujetamos al servilletero por el lado contrario que sostiene la ramita de olivo, de modo que al hacer el lazo quede el signo de la Alianza sobre la tarjeta. Los mayores ayudan a los más pequeños. Ponemos la mesa con el mejor mantel y os mejores servicios, las flores y los servilleteros extendidos Señor, bendice la mesa familiar que hace fiesta por tu Pascua, celebrando este gran abrazo que nos das a cada uno de nosotros y que simbolizamos haciendo este lazo con nuestro servilletero (hacemos el lazo rodeando la servilleta) Señor tu amor por nosotros es más fuerte que la muerte ¡has resucitado! ¡estamos alegres! AMÉN. 232 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Compromisos de la familia para esta semana Salir al campo para contemplar la naturaleza, obra de Dios... La Pascua es la Nueva Creación. Enviar mensajes de móvil o correo electrónico para felicitar la Pascua a los amigos. Colocar en lugar visible una hermosa flor blanca signo de la victoria de Cristo. Durante la semana visitar a un anciano o enfermo para alegrar su vida. PASCUA 2º Domingo de Pascua 3 de abril de 2016 Contemplamos su amor... en el don de la paz y del Espíritu Leer la Palabra Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo, a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos. Contestó Tomás: Señor mío y Dios mío. Jesús le dijo: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto. Muchos otros signos, que no están escritos en este libro, hizo Jesús a la vista de los discípulos. Éstos se han escrito para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengáis vida en su nombre. Palabra de Señor. Juan 20,19-31 Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Y los otros discípulos le decían: Hemos visto al Señor. Pero él les contestó: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, si no meto el dedo en el agujero de los clavos y no meto la mano en su costado, no lo creo. A los ocho días, estaban otra vez dentro los discípulos y Tomás con ellos. Llegó Jesús, estando cerradas las puertas, se puso en medio y dijo: Paz a vosotros. Luego dijo a Tomás: Trae tu dedo, aquí tienes mis manos; trae tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Cáliz de la Misericordia 233 Cáliz de la Misericordia Comprender (Catequesis en familia, los padres explican...) “Paz a vosotros” es el saludo pascual de Cristo. Haced una catequesis sobre la no-violencia y el trabajo por la paz. Poned ejemplos de la vida familiar, experiencias vividas en uno u otro sentido. Bendición de la mesa “Señor”, tú nos traes la Paz. Tú eres nuestra Paz. Te bendecimos por poder sentarnos a esta mesa y ser, en medio de los nuestros, signos vivos de tu paz. Aleja de nosotros las dudas y temores. AMÉN. Te damos gracias, Señor por el don de tu Paz que llena nuestros corazones y nuestras vidas de tu amor y tu alegría. Te damos gracias por compartir con nosotros esta mesa, esta familia, estos amigos. Te damos gracias porque suscitas y acrecientas nuestra fe. AMÉN. 234 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Compromisos de la familia para esta semana Volver al campo para estar más cerca de la naturaleza y realizar alguna obra en su favor: limpiar papeles del suelo, recoger basuras y echarlas al contenedor... Realizar algún gesto de reconciliación y de perdón dentro de la familia como signo del compromiso de renovación pascual. Colocar una llave en lugar visible con una etiqueta que diga: “nuestra fe abre todas las puertas”. Visitar a algún familiar al que tenemos algo olvidado y renovar los lazos familiares. Hablar sobre San Vicente Ferrer que es el Patrón de Valencia. PASCUA 3er Domingo de Pascua 10 de abril de 2016 Contemplamos su amor... al partir el pan Leer la Palabra En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Al saltar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: Traed de los peces que acabáis de coger. Simón Pedro les dice: Me voy a pescar. Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aunque eran tantos, no se rompió la red. Ellos contestan: Vamos también nosotros contigo. Jesús les dice: Vamos, almorzad. Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús les dice: Muchachos, ¿tenéis pescado? Ellos contestaron: No. Él les dice: Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la multitud de peces. Jesús se acerca, toma el pan y se lo da; y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos. Palabra de Señor. Juan 21,1-19 Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: Es el Señor. Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red de los peces. Cáliz de la Misericordia 235 Cáliz de la Misericordia Comprender (Catequesis en familia, los padres explican...) Reflexionad sobre el valor de la Eucaristía. Los discípulos reconocieron a Jesús “al darles el pan”. La Eucaristía nos une a Cristo Resucitado. Sin el alimento de la Eucaristía no tenemos fuerzas para vivir, con la dignidad del cristiano. Cada Eucaristía en un encuentro con Cristo Resucitado. Cada domingo es Pascua si celebramos la Eucaristía. Bendición de la mesa Te bendecimos, Señor, por el pan que partimos. Te bendecimos, Señor, por las manos que lo parten y lo reparten entre nosotros. Te bendecimos porque has querido quedarte entre nosotros. Que esta comida sea para gloria tuya y a nosotros nos sirva para reconocerte en el pan de la Eucaristía. AMÉN. Te damos gracias, Señor, porque te has partido para nosotros, porque te has acercado a nuestras vidas y nos has llenado de bendiciones y alegría. Te damos gracias por el don de la Eucaristía y por el don de la vida que haces crecer en nosotros. Te damos gracias porque suscitas acrecientas nuestra fe. AMÉN. 236 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Compromisos de la familia para esta semana Participar en la Eucaristía prestando mucha atención a la Palabra de Dios para luego comentarla en familia. Colocar un pan que significa el COMPARTIR en un lugar visible. Hagamos la “semana del compartir” todo lo que somos y tenemos: las preocupaciones, las tareas, las alegrías, la economía... Tengamos un gesto de compartir con los más pobres a través de Cáritas de la parroquia. PASCUA 4º Domingo de Pascua 17 de abril de 2016 Contemplamos su amor... como Buen Pastor Leer la Palabra Bendición de la mesa En aquel tiempo, dijo Jesús: Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos y nadie puede arrebatarlas de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno. Palabra de Señor. Juan 10,27-30 Comprender (Catequesis en familia, los padres explican...) Jesús es el Buen Pastor que cuida de nosotros, sus ovejas. Nosotros hemos de escuchar su voz y obedecerle porque nos interesa, y en ello va nuestra vida. Comentar: ¿Sabemos escuchar la voz de Jesús, el “Buen Pastor? ¿Qué consideración tenemos hacia quienes en la Iglesia han recibido el encargo de guiar e imitar a Cristo como Pastor: el Papa, los obispos, los sacerdotes, las religiosas, los maestros, los padres y catequistas? Durante esta semana agradeceremos a alguien que nos habla en nombre de Cristo, el “Buen Pastor” su labor y le animaremos a seguir realizando este servicio. Te bendecimos, Señor, porque eres nuestro Pastor y nos conduces a prados y fuentes frescas. Los alimentos que compartimos son dones que de ti recibimos. Tú eres nuestro Pastor, que nos guía y acompaña. Te bendecimos por los que, en tu nombre nos guían y acompañan. AMÉN. Te damos gracias, Señor. Tú eres nuestro buen Pastor. Tú nos conduces y nos guías, tú das tu vida por nosotros. Te damos gracias porque siempre nos acompañas, porque nunca nos abandonas. Te damos gracias porque sabemos, que sólo a tu lado, podremos dar testimonio de tu amor. AMÉN. Compromisos de la familia para esta semana Participar en la Eucaristía prestando mucha atención a la Palabra de Dios para luego comentarla en familia. Hacer el esfuerzo de buscar nuevos amigos. Comentar sobre la vocación sacerdotal. El papel del sacerdote se parece y debe imitar al de Jesús que es el “Buen Pastor”. Colocar un signo en la casa que nos recuerde que Jesús es el Buen Pastor y nosotros ovejas de su rebaño. Cáliz de la Misericordia 237 Cáliz de la Misericordia 5º Domingo de Pascua 24 de abril de 2016 Contemplamos su amor... en el mandamiento que nos dio Leer la Palabra Comprender Cuando salió, dice Jesús: “Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en él. Si Dios ha sido glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo y le glorificará pronto”. “Hijos míos, ya poco tiempo voy a estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros. En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros”. Palabra de Señor. Juan 13,31-33a. 34-35 (Catequesis en familia, los padres explican...) El mandamiento “nuevo” de Jesús supera todos los demás mandamientos y los incluye. Comentar con los hijos la fuerza de nuestra fe que tiene como mandamiento principal el amor. Distinguir entre el amor que no hace nada “sólo de palabra” y el amor que es un signo distintivo (se tiene que ver) del cristiano. Poned ejemplo en la vida familiar de vivir en el amor. Bendición de la mesa Nuestra bendición, Señor, es vivir unidos a ti. Tú eres la vid, nosotros los sarmientos. Te bendecimos porque podemos dar fruto que permanezca y dure. Te bendecimos por los alimentos y las personas que nos han hecho conocerte y unirnos a ti. AMÉN. Te demos gracias, Señor, porque no permites que nos separemos de ti. Porque tu amor es tan grande que no nos dejas nunca y confirmas con tu presencia la fuerza de nuestra palabra que anuncia tu Buena NotiCia al mundo entero. AMÉN. 238 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 PASCUA 6º Domingo de Pascua 1 de mayo de 2016 Contemplamos su amor... cuando no nos abandona Compromisos de la familia para esta semana Salir al campo para recordar las vivencias de los primeros domingos de Pascua. Participar en la Eucaristía prestando mucha atención a la Palabra de Dios para luego comentarla en familia. Realizar un gesto de amor (ayuda, perdón, atención, acompañamiento... ) a alguien de la familia. Revisar después si nos hemos dado cuenta del gesto que han realizado con nosotros. Hacer un esfuerzo económico de ahorro durante la semana para compartir con Cáritas que se encarga de hacer efectivo el Amor hacia los más pobres. Leer la Palabra Jesús le respondió: Si alguno me ama, guardará mi Palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis palabras. Y la palabra que escucháis no es mía, sino del Padre que me ha enviado. Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho. Os dejo la paz, mi paz os doy; no os la doy como la da el mundo. No se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Habéis oído que os he dicho: “Me voy y volveré a vosotros.” Si me amarais, os alegraríais de que me fuera al Padre, porque el Padre es más grande que yo. Y os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Palabra de Señor. Juan 14,23-29.34-35 Cáliz de la Misericordia 239 Cáliz de la Misericordia Comprender (Catequesis en familia, los padres explican...) “Si alguno me ama, guardará mi palabra” nos dice Jesús. Es un modo de decirnos que imitemos su amor, que no se nos olvide; que mantengamos viva la llama del amor. En la historia de la Iglesia ha habido muchas personas, los santos, que han conseguido este objetivo. Analizad con vuestros hijos la vida de los santos más cercanos: los del nombre de cada uno. El santo patrón del pueblo o la parroquia, o los santos famosos más recientes: Madre Teresa, Maximiliano Kolbe... Bendición de la mesa Sabernos amados por ti, nos da la fuerza necesaria para caminar en el mundo llevando la misión que nos encargas. Te bendecimos por el don de la comida, por el don de la amistad, por el don de la familia. AMÉN. Nada ni nadie podrá apartarnos nunca de tu amor. Nuestra unidad en el amor, es signo de tu Amor. Te agradecemos, Señor, tu amor incondicional, tu entrega generosa. Haz que seamos capaces de permanecer en tu amor, de permanecer en ti. AMÉN. 240 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Compromisos de la familia para esta semana Participar en la Eucaristía prestando mucha atención a la Palabra de Dios para luego comentarla en familia. Hoy se celebra el Día de la Pascua del Enfermo. Facilitar la participación de algún enfermo en la Misa de la parroquia (avisándole de la hora de la celebración, ofreciéndoos a transportarlo en el coche propio, acompañándole... ) Visitar a un amigo que esté enfermo y hacerle compañía. Colocar una Biblia abierta en el mueble de entrada a nuestra casa como signo de acogida del dón del Espíritu que llega a nosotros a través de la Palabra de Dios. PASCUA Ascensión del Señor 8 de mayo de 2016 Contemplamos su amor... cuando nos mira desde el cielo Leer la Palabra Comprender En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: (Catequesis en familia, los padres explican...) “Estaba escrito que el Mesías tenía que padecer y resucitar de entre los muertos al tercer día, y que en su nombre se anunciaría a todas las naciones, comenzando desde Jerusalén, la conversión y el perdón de los pecados. Vosotros sois testigos de estas cosas. Explicar el significado de la Ascensión del Señor (para ello fijaos en la homilía de la misa). Por mi parte, os voy a enviar el don prometido por mi Padre. Vosotros quedaos en la ciudad hasta que seáis revestidos de la fuerza que viene de lo alto”. Después los llevó fuera de la ciudad hasta un lugar cercano a Betania y, alzando las manos, los bendijo. Y mientras los bendecía se separó de ellos y fue llevado al cielo. Ellos, después de postrarse ante él, regresaron a Jerusalén con gran alegría. Y estaban continuamente en el templo bendiciendo a Dios. Palabra de Señor. Lucas 24, 46-53 ¿Qué significa que Jesús se va, pero no nos abandona? Bendición de la mesa “Nos has enviado al mundo, Señor, para mostrarle tu amor, para proclamar a todos tu Buena Noticia, tu Evangelio. Nos has enviado a anunciar la salvación y la paz. Nos has llamado a colaborar contigo en esta misión. Te bendecimos por la oportunidad de gastar nuestras vidas a favor de nuestros hermanos. AMÉN. Te damos gracias, Señor, por el mundo en el que vivimos. En él nos has puesto para anunciar tu salvadón, para confortar a los débiles y hacer participes de tu alegría a todos. Al darte gracias por los alimentos que hemos compartido te pedimos que no olvidemos que has dado tu vida por este mundo, al que hemos de querer como tú lo quieres. AMÉN. Cáliz de la Misericordia 241 Cáliz de la Misericordia Compromisos de la familia para esta semana REFLEXIONAR SOBRE LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR Jesús no nos abandona. Él marcha al cielo y nos encarga transformar este mundo según su ejemplo. Ahora somos los cristianos los encargados de que el mundo conozca el amor de Dios. ¿Aceptamos este compromiso? ¿Estamos trabajando para que el mundo crea? Haced una catequesis sobre el testimonio cristiano de cada día, en las pequeñas acciones que manifiestan nuestra confianza en el Señor y han de ser un testimonio para los demás. 242 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 PASCUA Pentecostés 15 de mayo de 2016 Contemplamos su amor... en su Espíritu Señor y dador de vida Leer la Palabra Comprender Al anochecer de aquel día, el día primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas, por miedo a los judíos. En esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Y, diciendo esto, les enseñó las manos y el costado. Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor. Jesús repitió: Paz a vosotros. Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo. Y, dicho esto, exhaló su aliento sobre ellos y les dijo: Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos. Palabra de Señor. (Catequesis en familia, los padres explican...) Explicar el significado de PENTECOSTÉS (para ello fijaos en la homilía de la misa) ¿Qué significa que Jesús nos envía su Espíritu? ¿Qué hizo el Espíritu cuando bajó sobre los apóstoles y María, reunidos en oración? ¿Para qué necesitamos la fuerza del Espíritu Santo? ¿Donde se recibe el Espíritu Santo? Si hay niños o jóvenes en edad de confirmación valdría la pena aclararles el valor de este sacramento y animarles a que lo reciban para completar la “iniciación cristiana” y ser miembros de pleno derecho dentro de la Iglesia. Juan 20,19-23 Cáliz de la Misericordia 243 Cáliz de la Misericordia Bendición de la mesa “Te bendecimos, Señor, por el don del Espíritu Santo, por el don de tu presencia en nuestras vidas y en nuestras cosas. Te bendecimos por los alimentos, por la oportunidad de dar testimonio de tu amor y tu alegría con nuestras vidas. Te bendecimos por aquellos que nos precedieron con el signo de la fe. Te bendecimos porque nos has hecho, con la fuerza de tu Espíritu, testigos de te resurrección. AMÉN. Te damos gracias, Señor, porque tu Espíritu acompaña y anima nuestro caminar. Repuestas nuestras fuerzas con esta comida y por la acción de tu Espíritu, podremos ser, en medio de nuestro mundo, testigos creíbles de tu Palabra. AMÉN. 244 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 Compromisos de la familia para esta semana Acoger el Espíritu Santo es el único modo de poder realizar en nuestra vida las acciones de Cristo. Ese espíritu viene a través de la oración, de la Eucaristía... siempre que nosotros lo acojamos. Las obras del Espíritu manifiestan, a través de nuestra vida, el poder y amor de Dios. Durante esta semana podemos comentar la presencia de Dios en nuestra familia a través de su Espíritu Santo. Podemos evaluar (valorar) el modo como hemos vivido durante la Cuaresma y la Pascua nuestro ser “Iglesia doméstica”. Cuaresma Pascua ‘16 Propuesta de CANTOS Los cantos que proponemos se pueden encontrar en: – Cantoral Litúrgico Nacional (Coeditores Litúrgicos). Secretariado Nacional de Liturgia. Madrid (CLN). – Cantoral de Misa Dominical (Centre de Pastoral Litúrgica). Barcelona (MD). – Cantate Domino (Parròquia Sant Jaume Apòstol). Algemesí (Valencia) (CD). El Animador puede elegir el canto que considere más apropiado. Téngase en cuenta que en el criterio de la selección debe tenerse en consideración el texto del canto (o cantos), más que la música. Si no se conoce la música se puede buscar la partitura: los tres cancioneros que proponemos tienen edición de sólo letra y también de partitura y texto. El Cantoral MD en edición musical va acompañado de un CD, con sólo acompañamiento, que puede ayudar a cantar. Como último recurso se puede utilizar el texto del canto elegido sin cantar, a modo de oración común. 245 Cáliz de la Misericordia Cantos para la Cuaresma A Ti levanto mis ojos Camina, pueblo de Dios ¿Cómo le cantaré al Señor? Compadiu–vos de mi, Déu meu – Salm 50 Cristo, por nosotros, se sometió / Crist es féu per nosaltres Dios es fiel El camí que féu Jesús El Señor es mi fuerza El Señor es mi luz y mi salvación – Salmo 26 En Dios pongo mi esperanza Éste es el tiempo en que llegas Excelso Creador del universo Levanto mis ojos a los montes – Salmo 120 Llorando los pecados Nosaltres hem de gloriar-nos / Nosotros hemos de gloriarnos Nos has llamado al desierto Perdona a tu Pueblo, Señor Piedad, Señor, hemos pecado – Salmo 50 Pequeñas aclaraciones / Cuando el pobre nada tiene Con vosotros está / ¿Le conocéis? Pueblo de reyes Senyor, no ens deixes / Grande es tu ternura Sí, me levantaré Donde hay caridad y amor Vell pelegrí / Errante voy, soy peregrino 246 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CD: CD: CD: CD: CD: CD: CD: 31 47 66 67 76 93 99 CLN: D35 CLN: 117 MD: 128 MD: 337-1 MD: 47 CD: CD: CD: CD: CD: CD: CD: CD: CD: CD: CD: 104 110 115 121 160 168 177 178 198 200 78 CD: CD: CD: CD: CD: 204 229 240 95 274 CLN: 505 MD: 104 CLN: 657 CLN: 524 CLN: 110 CLN: 104 CLN: 725 CLN: 723 CLN: 401 CLN: 107 CLN: 715 MD: MD: MD: MD: MD: 240 339-2 343 332-1 339-1 MD: MD: MD: MD: MD: MD: MD: 45 43 12 341-1 321-1 179 38 Propuesta de CANTOS Cantos para la Cuaresma ¡Victoria! ¡Tú reinarás! Vós sou, Senyor, la llum del meu cor ¡Oh rostro ensangrentado! ¡Oh testa lacerada! Por valles y aldeas Ved la Cruz de salvación Perdón, oh Dios mío Ten piedad de mí Dame tu perdón / Ten piedad, Dios mío Acuérdate, Señor Ten piedad, Señor Te pedimos perdón El mandato / Os doy un mandato nuevo Os doy un nuevo mandato Pueblo mío A la hora de nona / Por nuestro amor murió el Señor Oh cruz, te adoramos Me invocará y lo escucharé Hosanna al Hijo de David Perdónanos nuestras culpas Oh Cruz fiel y venerable Sube el Nazareno Os doy un nuevo mandato Cristo nos da la libertad Vienen con alegría, Señor CD: 284 CD: 287 CD: 188 CLN: 106 MD: 334 CLN: 102 MD: MD: MD: MD: CLN: CLN: CLN: CLN: CLN: CLN: CLN: CLN: CLN: CLN: CLN: CLN: 103 105 108 111 113 114 116 152 153 154 155 156 CLN: 115 CLN: 728 338 17-1 335-1 332-2 MD: 346 MD: MD: MD: MD: MD: MD: MD: MD: 347-1 331-1 333 341-2 347-2 349 350 94 MD: 65 Cáliz de la Misericordia 247 Cáliz de la Misericordia Cantos para la Pascua Acuérdate de Jesucristo Alegre la mañana que nos habla de Ti Alegrémonos, hermanos Alegría, alegría, alegría Alegrémonos, hermanos ¡Aleluya, aleluya! Es la fiesta del Señor ¡Aleluya! Mujeres santas Canta aleluya al Señor Canta con júbilo / Éste es el día esperado Cantad al Señor Como el grano de trigo Cristo, alegría del mundo Cristo resucitó Cristo resucitó Danos, Señor, un corazón nuevo / La alianza nueva El Señor os dará su Espíritu Santo El Señor resucitó El Señor resucitó El Señor vive En la mañana de Resurrección Envía, Señor, tu Espíritu / Envía tu Espíritu Éste es el día en que actuó el Señor – Salmo 117 Gloria, Aleluya Hacia ti, morada santa Jerusalem, glorifica el Senyor – Salm 147 248 Cuaderno Pastoral C U A R E S M A - P A S C U A 2 0 1 6 CD: CD: 3 14 CD: 15 CD: CLN: 202 MD: 352-1 MD: 99 MD: 360 CLN: 215 MD: 360 18 MD: 354-1 CD: 49 CLN: 219 CD: CD: 65 79 CLN: 212 CLN: 654 CLN: 218 CLN: 253 MD: 369 MD: 365 MD: MD: MD: MD: MD: MD: MD: MD: 370 351-1 368 371 375-1 354-2 356-1 357-1 MD: MD: MD: MD: 373 224 56 49-1 CD: 112 CD: 114 CD: 133 CD: 142 CLN: CLN: CLN: CLN: 254 522 716 O16 Propuesta de CANTOS Cantos para la Pascua Jesús, nuestra Pascua La fiesta del Señor La Vida venció a la muerte L’Esperit de Déu ompli l’univers L’Espérit del Senyor vindrá a volsaltres Nosaltres hem de gloriar-nos / Nosotros hemos de gloriarnos Nuestra Pascua inmolada ¡Oh luz gozosa! Oh, Señor, envía tu Espíritu Pueblo de reyes Pueblos todos, batid palmas Regína Caeli, laetáre Resucitó el Señor ¡Resucitó, resucitó! Resurrección Se despertó la vida Señor, Dios nuestro, ¡Qué admirable es tu nombre! – Salmo 8 Señor, Tú has vencido a la muerte Te conocimos al partir el pan Una nueva vida, tu misma vida Un cántico nuevo Un solo Señor ¡Victoria! ¡Tú reinarás! Vive con nosotros Yo soy el pan de vida CD: 144 CD: CD: CD: CD: CD: CD: CD: CD: CD: 158 159 177 179 183 186 204 205 215 CLN: 216 CLN: CLN: CLN: CLN: 203 653 252 401 CLN: 303 CD: 217 CLN: 208 CD: CD: CD: CD: 233 236 248 266 CLN: 501 CD: 271 CD: 284 CLN: 708 CLN: 106 CLN: O25 CLN: 426 MD: 367 MD: 362-2 MD: 364 MD: MD: MD: MD: MD: 343 351-2 8-1 372 12 MD: MD: MD: MD: MD: MD: 392 353-2 362-1 358 353-1 211 MD: MD: MD: MD: MD: MD: 178 21 357-2 5-1 334 356-2 CD: 288 Cáliz de la Misericordia 249 App Rezamos Hoy 250 Propuesta de CANTOS El Arzobispado de Valencia, a través de la comisión diocesana de Catequesis y en colaboración con la Vicaría de Evangelización, ha creado una App para smartphones y tablets, con materiales, oraciones, actividades y audios para los más jóvenes, para todos los días del calendario litúrgico. La aplicación REZAMOS HOY, gratuita para sistemas iOS y Android, pretende posibilitar de forma fácil y accesible un seguimiento diario del Año litúrgico y de los momentos más significativos como, por ejemplo, de la Cuaresma y la Pascua. Por otro lado, la aplicación incluye textos para la reflexión sobre la misericordia con motivo del Año de la Misericordia, convocado por el papa Francisco. La App ofrece al usuario el Evangelio del día y el santoral y entorno a ambos contenidos también dispone de una reflexión sobre la Palabra de Dios del día desde las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia. La aplicación contiene materiales dirigidos a los niños con oraciones escritas especialmente para ellos. El material se completa con una sección de oración personal en formato mp3. La aplicación que es actualizada permanentemente, estará también disponible en inglés a lo largo de este año. Cáliz de la Misericordia 251