PRIMERA SEMANA TEMA: LA JURISPRUDENCIA COMO FUENTE DE SEGURIDAD JURÍDICA Y EJERCICIO DEL PODER PRESENTACIÓN El magistrado administra justicia (juez) o contribuye decididamente a hacerlo (fiscal) reivindicando !os derechos de las personas que pudieran haber sido vulnerados, En esta medida, garantiza el respeto al ordenamiento jurídico, otorgando la seguridad jurídica necesaria a la ciudadanía para una pacífica convivencia social. En el cumplimiento de tal función, evidentemente ejercita una parcela importante de poder, que debe ser adecuadamente administrada para consolidar el Estado de Derecho. Por ello, se pretende estimular en los discentes una reflexión sobre el carácter vinculante de la jurisprudencia, la potestad normativa del Poder Judicial, las corrientes jurisprudenciales más difundidas y el poder que está en el sustrato de la función jurisdiccional. Sub Tema 1: EL CARÁCTER VINCULANTE DE LA JURISPRUDENCIA EN EL PERU PRESENTACIÓN En los sistemas jurídicos de la escuela romano-germánica como el nuestro, la jurisprudencia es mayoritariamente sólo referencial u orientadora y, excepcionalmente vinculante, a diferencia de lo que ocurre en los sistemas anglosajones. La jurisprudencia que configura precedente de obligatorio cumplimiento contribuye decididamente a la uniformización de los criterios de juzgamiento en casos idénticos o similares. En esta medida, resulta de singular importancia analizar cuáles son los supuestos en los que cabe la emisión de jurisprudencia vinculante en nuestro país y qué efectos jurídicos se generan. Preguntas Guía ¿Cuál es el concepto y clases de jurisprudencia? ¿Cuál es el contenido y fundamento del precedente vinculante? c) ¿Son vinculantes las sentencias en nuestro ordenamiento legal? 21 HERRERA VÁSQUEZ, Ricardo "El carácter vinculante de la jurisprudencia en el Perú". Versión mimeográfica, Lima, 1999. I. INTRODUCCIÓN En los sistemas jurídicos inspirados en la escuela romanogermánica, como el nuestro, habitualmente las resoluciones que emiten los tribunales de justicia resolviendo los conflictos que les someten a consideración los justiciables, son meramente referenciales u orientadoras para los magistrados al momento de ejercitar la potestad jurisdiccional. Es decir, la regla es que los criterios aplicativos contenidos en las sentencias no sean vinculantes, no constituyan precedentes de obligatorio cumplimiento por los jueces al resolver en el futuro casos idénticos o similares a los que fueron materia de inicial pronunciamiento. En esa medida, la excepción es que lo sean. En cambio, en los sistemas anglosajones la situación es inversa. En tanto no existe un ordenamiento positivo abundante y con vocación de regulación omnicomprensiva, como ocurre en nuestro sistema jurídico, la jurisprudencia es realmente una fuente importante de Derecho objetivo (stare decisis). En ese sentido, las resoluciones judiciales suelen constituir precedente vinculante para el juzgamiento de los casos futuros que guarden identidad o semejanza esencial con los que dieron origen a los fallos en referencia (leading cases). El presente trabajo pretende abordar preliminarmente los principales aspectos de la regulación en nuestro país de la jurisprudencia como fuente de Derecho objetivo, a partir de su configuración como precedente vinculante. Para ello, proponemos analizar primeramente algunos conceptos básicos como los de potestad jurisdiccional, acto jurisdiccional y sentencia, precisando las diferencias conceptuales entre los mismos y, diferenciando el acto jurisdiccional del acto administrativo a partir de la noción de "cosa juzgada". Posteriormente, precisaremos el concepto y las clases de jurisprudencia, para así poder perfilar el contenido y fundamento del precedente vinculante. Acto seguido, analizaremos la normativa nacional actualmente vigente en materia de jurisprudencia de observancia obligatoria, a nivel de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el Código 22 Procesal Civil, la Ley de Habeas Corpus y Amparo y la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. Finalmente, abordaremos el tema del carácter vinculante de las resoluciones administrativas que resuelven conflictos, momento en el que constataremos que el precedente de observancia obligatoria resulta frecuente en la Administración Pública, inclusive con mayor intensidad que en el sistema judicial. Demos, pues, inicio a la agenda propuesta. II. CONCEPTOS BASICOS 1.- Potestad jurisdiccional, acto jurisdiccional y sentencia La jurisdicción o potestad jurisdiccional es la atribución estatal para resolver válida y definitoriamente los conflictos que se generan en la sociedad (RUBIO CORREA, 1985: p. 155), encomendada al Poder Judicial. Es decir, es la potestad de emitir actos jurisdiccionales y, a la vez, supone para e', juez la obligación administrativa de hacerlo (COUTURE, 1985: p. 40). En esa perspectiva el artículo 139, inciso 8 de la Constitución consagra el principio de que el juez no debe dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la ley, para lo cual aplicará los principios generales del Derecho y el Derecho consuetudinario. Un acto jurisdiccional es declarar derecho para un caso concreto con carácter de cosa juzgada y con posibilidad de ejecutar tal decisión (GUASP, cit. en ALONSO OLEA, 1982, p. 485). Y, la sentencia es la concreción material del acto jurisdiccional, es la plasmación de la solución que el órgano administrador de justicia otorga a las partes en un conflicto determinado. Así, podría decirse que la jurisdicción es la función o potestad, el acto jurisdiccional es el ejercicio de la misma que, se refleja concretamente en la sentencia. Ahora bien, el acto jurisdiccional se diferencia del acto administrativo fundamentalmente en el elemento de la "cosa juzgada" (res iudicata), que es privativo del primero. El acto administrativo cuando configura un pronunciamiento de la Administración o resuelve un conflicto concreto, sólo puede hacerlo con carácter de "cosa decidida", que es la "cosa juzgada administrativa o "acto definitivo" (DANOS ORDOÑEZ, 1998: p. 210), 23 La "cosa juzgada" es un principio de la función jurisdiccional recogido en el artículo 139, inciso 2 de la Constitución en los siguientes términos: "Son principios y derechos de la función jurisdiccional... la independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional. Ninguna autoridad puede avocarse a causas pendientes ante el órgano jurisdiccional ni interferir en el ejercicio de sus funciones. Tampoco puede dejar sin efecto resoluciones que han pasado en autoridad de cosa juzgada, ni cortar procedimientos en trámite, ni modificar sentencias ni retardar su ejecución. Estas disposiciones no afectan el derecho de gracia..." (el resaltado es nuestro). En esa medida, la "cosa juz g ada" se sustenta en los siguientes tres pilares: la inimpugnabilidad, la inmutabilidad y la coercibilidad de la sentencia. Por la primera se entiende la imposibilidad de revisar internamente un fallo judicial que ha quedado firme. Por la segunda, la imposibilidad de su ulterior modificación por algún agente externo al Poder judicial. Y, la tercera alude a la posibilidad del cumplimiento de la sentencia, a partir de su exigibilidad y ejecución (OUIROGA LEON, 1989: pp. 323-324). En cambio, la "cosa decidida", "cosa juzgada administrativa" o "acto definitivo" alude al estado en el que el acto administrativo deviene inmodificable en el procedimiento administrativo (GONZALEZ PEREZ, 1997: p. 1712), pero no definitivamente inalterable pues cabe la posibilidad de su impugnación en la vía judicial mediante la interposición de la correspondiente acción contencioso-administrativa (art. 148 Consti.). De hecho, pueden ernitirse actos administrativos que configuren Debe notarse que la norma constitucional se ubica en el supuesto de impugnación judicial de las resoluciones administrativas que "causan estado". Estas son las que agotan o ponen fin a la vía administrativa en tanto son emitidas por la última instancia administrativa, por lo que no pueden ser materia de recurso impugnatorio alguno. En esa medida, sólo queda interponer la correspondiente acción contenciosoadministrativa. En cambio, la "cosa decidida", "cosa juzgada administrativa" o "acto definitivo" supone que el acto o resolución es /modificable en la vía administrativa, pero no necesariamente por haber sido emitida por la última instancia administrativa (DANOS ORDOÑEZ, 1998: pp. 209-210j, lo que ocurre cuando precluye, es decir no es impugnado dentro del plazo legal. Consideramos que ambos casos forman parte del ámbito de aplicación de la norma constitucional, por lo que también cabe interponer acción contencioso-administrativa contra resoluciones que sólo tengan el carácter de la "cosa decidida". 24 normas jurídicas, no siéndolo comúnmente los actos jurisdiccionales (salvo las sentencias que declaren fundadas acciones de inconstitucionalidad o populares), así como actos administrativos que resuelven conflictos concretos al igual que los actos jurisdiccionales. pero el carácter de la "cosa juzgada" es privativo de éstos. De otro lado, el acto jurisdiccional tiene también diferencias sustanciales con el laudo arbitral. El artículo 139, inciso 1 de la Constitución señala textualmente que: "Son principios y derechos de la función jurisdiccional... la unidad y exclusividad de la función jurisdiccional. No existe ni puede establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de la militar y la arbitral" (el resaltado es nuestro). La unidad de la función jurisdiccional alude a que los jueces deben agruparse en un cuerpo unitario que es el Poder Judicial, por lo que no incentiva la existencia de fueros privativos. Además, implica que los jueces deben tener un gobierno común en el contexto de un sistema jerarquizado (OTTO, 1989: pp. 53-54). La derivación inmediata de este principio es el postulado del "juez ordinario", "juez natural" o "juez predeterminado por ley", que supone que los jueces sólo se diferencian entre sí en función a las reglas preestablecidas de competencia por materias y cuantías (LOVATON PALACIOS, 1998: p. 16), no pudiendo los justiciables discrecionalmente elegir a su juez. Mientras que, la exclusividad de la función jurisdiccional implica que el Poder Judicial es el único que puede emitir actos jurisdiccionales. La actividad juzgadora no sólo es intrínsecamente exclusiva, sino también extrínsecamente excluyente, pues nadie puede suplir al juez en tal función (QUIROGA LEON, 1989: p. 308). Sin embargo, ello no implica que el Poder Judicial sea la única vía de resolución de conflictos, pues paralelamente se desarrollan los medios alternativos (conciliación, mediación y arbitraje). Ahora bien, nuestra Carta Magna admite dos excepciones a los principios de unidad y exclusividad de la función jurisdiccional: las jurisdicciones militar y arbitral. En cuanto a la primera no cabe duda que se trata de una auténtica jurisdicción, pues los tribunales militares emiten actos jurisdiccionales en el sentido estricto del término. Pero, tratándose de la denominada "jurisdicción" arbitral, se formulan serios reparos a que realmente tenga tal status. 25 Si la función jurisdiccional es ejercida por órganos estatales (el Poder Judicial, el Tribunal Constitucional y el Fuero Militar, en principio) investidos por el pueblo (poder constituyente ?), la función arbitral es atribuida a particulares designados por las partes en conflicto (en virtud del correspondiente compromiso arbitral) sin contar con facultad alguna otorgada por el Estado (RIVADENEYRA SANCHEZ, 1988: p. 11). Entonces, el árbitro no ejerce función jurisdiccional alguna por lo que los laudos arbitrales que emite no llegan a ser actos jurisdiccionales. Un árbitro no puede ejecutar su laudo si una de las partes se niega a ello. En ese escenario, la otra parte debe exigir judicialmente su cumplimiento. Así, el árbitro carece del poder para ejecutar sus propias decisiones, facultad privativa del Poder Judicial. Además, el laudo puede ser impugnado judicialmente mediante la acción de impugnación o nulidad correspondiente, careciendo del elemento de la "cosa juzgada". Por ende, carece de rigor hablar de una "jurisdicción" arbitral. Finalmente, el artículo 142 de la Constitución dispone que: "No son revisabies en sede judicial las resoluciones del Jurado Nacional de Elecciones en materia electoral, ni las del Consejo Nacional de la Magistratura en materia de evaluación y ratificación de jueces" (el resaltado es nuestro). Ello determina que las resoluciones emitidas por ambas entidades en las materias en mención tienen el carácter de la "cosa juzgada", a partir de la presencia de los elementos de la inimpugnabilidad, inmutabilidad y coercibilidad. Así, tales resoluciones también serían actos jurisdiccionales, pudiendo hablarse de una "jurisdicción electoral" así como de una "jurisdicción disciplinaria". 2.- Jurisprudencia. Concepto y ciases La jurisprudencia puede entenderse en sentido lato o estricto. En el primero está constituida por las resoluciones judiciales que los magistrados emiten en ejercicio de la función jurisdiccional, cualquiera sea la instancia o nivel al que pertenecen. En el segundo se circunscribe a las resoluciones judiciales emanadas del máximo tribunal en cada sistema jurídico (en el nuestro, la Corte Suprema de Justicia) (RUBIO 2 El articulo 138 de la Constitución establece textualmente que: "La potestad de administrar justicia emana del pueblo...". 26 CORREA. 1985: p. 153). Es en este sentido que un importante sector de la doctrina entiende el término "jurisprudencia", óptica sumamente funcional para efectos de determinar qué resoluciones judiciales son o no vinculantes. Pero, precisando aún más este sentido estricto, podríamos decir que la jurisprudencia es la serie de decisiones judiciales emitidas por el máximo tribunal que resuelven de forma idéntica o análoga continuos supuestos de hecho análogos o idénticos (ALONSO OLEA, 1982: p. 485). En cuanto a su carácter vinculante, la jurisprudencia puede ser de dos clases: doctrina jurisprudencial o sentencias normativas. La primera no es vinculante para los tribunales superiores e inferiores, los que pueden apartarse del precedente cuando lo estimen conveniente. Es meramente referencial, carece de obligatoriedad, por lo que no es fuente de Derecho. En cambio, las sentencias normativas sí son vinculantes para los tribunales superiores e inferiores, debiendo observar el precedente cuando tengan que resolver casos idénticos o esencialmente similares. Así, son fuente de Derecho (DE LA VILLA GIL, 1983: pp. 192-196). En esa medida, los principios de alcance general contenidos en las sentencias normativas, constituyen pautas de aplicación e interpretación de las disposiciones pertinentes que deben ser observadas al momento de resolver en el futuro casos idénticos o esencialmente similares. Evidentemente, el máximo tribunal tiene absoluta potestad para modificar su propio precedente, fundamentando debidamente las razones del apartamiento. Ello resulta indiscutible partiendo del principio general de la necesaria motivación escrita de las resoluciones judiciales, previsto en el artículo 139, inciso 5 de la Constitución en los siguientes términos: "Son principios y derechos de la función jurisdiccional... la motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de hecho en que se sustentan". 3.- Contenido y fundamento dei precedente vinculante Debe distinguirse conceptualmente entre el precedente vinculante y el stare decisis. Este supone que cualquier tribunal debe seguir sus propios precedentes en la resolución de casos futuros idénticos o 27 análogos, no se refiere a que los precedentes de los máximos tribunales deban ser seguidos por los tribunales de inferior jerarquía (ALONSO GARCIA, 1984: p. 165). Ello mas bien podría ser entendido como precedente vinculante en sentido estricto. En principio, podría pensarse que no existen problemas en la aplicación del precedente vinculante, si es que el sistema jurídico de un país determinado lo permite. Simplemente, el tribunal inferior apl icará las pautas contenidas en los fallos del máximo tribunal, al momento de resolver casos idénticos o análogos a los que inspiraron aquéllos. Pero, podrían surgir algunos problemas concretos al momento de delinear el contenido del precedente vinculante, para efectos de extraer las pautas respectivas a aplicar en la resolución de los nuevos casos. Así, por ejemplo, no es infrecuente que en nuestro sistema ju dicial se den las siguientes clases de resoluciones: a) Que confirman los fallos emitidos por instancias inferiores sin motivar debidamente las razones de dicha ratificación ("Por sus fundamentos, confírmese..."). El artículo 12 de la Ley Orgánica del Poder Judicial permite que al absolver el grado en segunda instancia puedan reproducirse parcial o íntegramente los fundamentos de la primera resolución, lo cual exonera al magistrado de la obligación de fundamentar debidamente las razones de la confirmatoria. Por decir lo menos, esta norma resulta polémica frente al mandato constitucional de la motivación de las resoluciones judiciales en todas las instancias, salvo los decretos de mero trámite (art. 139, inc. 5). Podría decirse que, en ese caso, el contenido del precedente vinculante lo da la sentencia inicialmente expedida. Definitivamente así tendríamos que asumirlo. Sin embargo. ello no obsta a que tal práctica judicial sea atentatoria contra el principio de la pluralidad de la instancia (Const., art. 139, inc, 6). Cuando un litigante apela de una sentencia, debe fundamentar las razones que determinan su disconformidad con el pronunciamiento del juez. Ello compromete a la instancia superior a evaluar tales razones y, si opta por confirmar el fallo inicial, detallar en la resolución respectiva cómo ha descartado las razones invocadas por el apelante. Si no se obra de esta forma, el litigante no cuenta con las explicaciones jurídicas suficientes del porqué carece su pretensión procesal de 28 asidero total o parcialmente, legítima expectativa que está en el sustrato del principio de la doble instancia. Que tienen votos en mayoría en el mismo sentido, pero con fundamentos diversos. En este caso realmente sí es complicado determinar el contenido del precedente vinculante, pues no hay un fundamento que se imponga a los otros, lo que podría devenir en que finalmente no exista precedente que aplicar a casos idénticos o futuros. Que sus partes expositiva, considerativa y resolutiva carezcan de coherencia interna. En principio, toda sentencia debe construir su parte considerativa en función a los hechos relevantes y, aquella generar como consecuencia inmediata la parte resolutiva, en un perfecto silogismo. Una sentencia que no siga estas pautas, además de probablemente ininteligible, será nula. En esa medida, no tendremos precedente vinculante. En todo caso, es importante rescatar que lo medular en un fallo para efectos de la configuración de un precedente vinculante es la parte considerativa y no la resolutiva, pues ésta sólo es derivación del razonamiento jurídico expuesto en la primera. De otro lado, el precedente vinculante se sustenta en tres pilares: la protección de las expectativas patrimoniales, la seguridad jurídica y la necesidad de uniformizar los fallos. Todos ellos se subsumen en el principio de seguridad jurídica que, a su vez, se construye en función al principio de igualdad: casos iguales deben ser igualmente tratados (Ibid., p. 166). Pero, paralelamente se ha configurado una crítica al mantenimiento del precedente vinculante. Toda norma jurídica tiene vida propia una vez que es emitida, desprendiéndose de las consideraciones que originaron su contenido. En esa perspectiva, la realidad social del tiempo en que la norma ha de ser aplicada prima sobre la "voluntad del legislador". En ese sentido, el contenido del precedente vinculante puede "petrificar" una interpretación de la norma aplicable emitida en un contexto totalmente distinto al del caso concreto que debe resolverse. Entonces, los jueces se ven en la necesidad de, teniendo presente el actual contexto, interpretar el precedente vinculante para observarlo formalmente, pero muchas veces desnaturalizando su esencia que ha devenido en anacrónica (DOUGLAS, 1949: p. 735). 29 III. CARÁCTER VINCULANTE DE LAS SENTENCIAS EN NUESTRO SISTEMA JUDICIAL 1.- En la Ley Orgánica del Poder Judicial El artículo 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, ubicado en la Sección Primera "Principios Generales", dispone textualmente lo siguiente: "Las Salas Especializadas de la Corte Suprema de Justicia de la República ordenan la publicación trimestral en el Diario Oficial "El Peruano" de las Ejecutorias que fijan principios jurisprudenciales que han de ser de obligatorio cumplimiento, en todas las instancias judiciales. Estos principios deben ser invocados por los Magistrados de todas las instancias judiciales, cualquiera que sea su especialidad, como precedente de obligatorio cumplimiento. En caso que por excepción decidan apartarse de dicho criterio, están obligados a motivar adecuadamente su resolución dejando constancia del precedente obligatorio que desestiman y de los fundamentos que invocan. Los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la República pueden excepcionalmente apartarse en sus resoluciones judiciales, de su propio criterio jurisprudencial, motivando debidamente su resolución, lo que debe hacer conocer mediante nuevas publicaciones. también en el Diario Oficial "El Peruano", en cuyo caso debe hacer mención expresa del precedente que deja de ser obligatorio por el nuevo y de los fundamentos que invocan". Si bien la norma en mención señala inicialmente que las resoluciones emitidas por las Salas Supremas tienen el carácter de precedente vinculante para los tribunales inferiores, acto seguido precisa que éstos excepcionalmente pueden apartarse del precedente expresando las razones para ello. Entonces, las resoluciones en referencia no llegan a ser realmente precedente vinculante. Además, en la parte final de la norma bajo análisis se consagra una excepción al stare decisis para la propia Corte Suprema: sus Salas Especializadas pueden cambiar sus criterios jurisprudenciales, motivando debidamente las nuevas resoluciones. De otro lado, el artículo 80, inciso 3 de la misma Ley Orgánica del Poder Judicial precisa que: 30 "Son atribuciones de la Sala Plena de la Corte Suprema... Sistematizar y difundir la jurisprudencia de las Salas Especializadas de la Corte Suprema y disponer la publicación trimestral de las ejecutorias que fijen principios jurisprudenciales que han de ser de obligatorio cumplimiento en todas las instancias judiciales". La norma en mención se ubica en un supuesto en el que la Sala Plena de la Corte Suprema (reunión de todos los vocales supremos) es convocada para revisar las resoluciones emitidas por sus Salas Especializadas y escoger las que considere contienen principios jurisprudenciales de relevancia para el sistema judicial en general. Entonces, dichos fallos serán publicados como precedentes vinculantes, sin posibilidad que los tribunales inferiores puedan apartarse de los mismos. Sólo la propia Sala Especializada, en aplicación del artículo 22 de la LOPJ, podría modificar su precedente, el que necesitaría de una nueva Sala Plena para tener carácter vinculante. Precisamente, mediante Resolución Administrativa N° 876-CMEPJ (14/4/99) se autorizó la realización de la Primera Sala Plena de Selección de Jurisprudencia Vinculante de la Corte Suprema del 26 al 28 de abril de 1999 (fecha en la que los vocales supremos se declararon en sesión permanente hasta la actualidad). 2.- En el Código Procesal Civil Por su parte, el artículo 384 del Código Procesal Civil preceptúa lo siguiente: "Fines de la casación. El recurso de casación tiene por fines esenciales la correcta aplicación e interpretación del derecho objetivo y la unificación de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia". La casación propugna la uniformización de los criterios de juzgamiento de los tribunales a nivel nacional, a partir de la labor revisora que realiza la Corte Suprema. En esa medida, contribuye decididamente a consolidar la seguridad jurídica. Si bien los jueces de toda la República suelen cambiar sus criterios jurisprudenciales cuando alguna Sala Especializada Suprema se pronuncia sustantivamente sobre algún caso tipo en contra de aquéllos, la norma en mención no señala expresamente el carácter vinculante de las resoluciones casatorias, por lo que no constituyen precedentes de obligatorio cumplimiento. 31 De otro lado, el artículo 400 del Código Procesal Civil establece lo siguiente: "Doctrina Jurisprudencial. Cuando una de las Salas lo solicite, en atención a la naturaleza de la decisión a tomar en un caso concreto, se reunirán los vocales en Sala Plena para discutirlo y resolverlo. La decisión que se tome en mayoría absoluta de los asistentes al Pleno constituye doctrina jurisprudencia! y vincula a los órganos jurisdiccionales del Estado, hasta que sea modificada por otro pleno casatorio. Si los abogados hubieran informado oralmente a la vista de la causa, serán citados para el pleno casatorio. El pleno casatorio será obligatorio cuando se conozca que otra Sala está interpretando o aplicando una norma en un sentido determinado. El texto íntegro de todas las sentencias casatorias y las resoluciones que declaran improcedente el recurso, se publican obligatoriamente en el diario oficial. aunque no establezcan doctrina jurisprudencial. La publicación se hace dentro de los sesenta días de expedidas, bajo responsabilidad". El supuesto en el que se ubica la norma en mención es el siguiente: una Sala Especializada Suprema tiene un caso sumamente complejo que resolver en casación, no llegando los vocales a conformar mayoría para emitir resolución. Entonces, el Presidente de dicha Sala solicita al Presidente de la Corte Suprema se convoque a Sala Plena para debatir tal caso y resolverlo. El Presidente de la Corte Suprema evaluará si convoca o no a Sala Plena para tal propósito, debiendo hacerlo cuando se conozca que otra Sala está interpretando una o varias normas aplicables al caso en mención de una manera determinada, lo que podría generar contradicciones al interior de la propia Corte Suprema. Una vez convocada la Sala Plena, se debate y resuelve el caso con mayoría absoluta de los vocales asistentes. La resolución que se emita tiene carácter vinculante para todos los tribunales de la República, hasta que sea modificada por otro pleno casatorio. Como vimos anteriormente, la doctrina jurisprudencial es una clase de jurisprudencia que doctrinariamente no es vinculante, sino meramente 32 referencial. Sin embargo, para nuestro ordenamiento procesal civil, la doctrina jurisprudencia' sí constituye un precedente de observancia obligatoria. Hasta la actualidad no se ha convocado ninguna Sala Plena con el propósito descrito en la norma materia de análisis. De manera que, tratándose del ejercicio de la función jurisdiccional en el Poder Judicial, la regla es que la jurisprudencia emitida no sea vinculante y, la excepción es que lo sea en dos supuestos: la Sala Plena de selección de jurisprudencia vinculante (LOPJ, art. 80, inc. 3) y la Sala Plena para configurar la doctrina jurisprudencial (CPC, art. 400). Además de las diferencias anotadas entre una y otra, es importante destacar que la Sala Plena de selección de jurisprudencia vinculante no implica emitir actos jurisdiccionales sino que, de entre los ya emitidos por las Salas Especializadas Supremas, se elegirán los que tendrán carácter vinculante. En cambio, la Sala Plena para configurar la doctrina jurisprudencia! sí supone emitir actos jurisdiccionales en casación. 3.- A nivel de la justicia constitucional.En cuanto a las resoluciones emitidas en acciones de habeas corpus o amparo, el artículo 9 de la Ley N° 23506 establece lo siguiente: "Jurisprudencia obligatoria. Las resoluciones de habeas corpus y amparo sentarán jurisprudencia obligatoria cuando de ellas se puedan desprender principios de alcance general. Sin embargo, al fallar en nuevos casos apartándose del precedente, los jueces explicarán las razones de hecho y de derecho en que sustenten la nueva resolución". Por su parte, el artículo 8 de la Ley N° 25398 ratifica lo anterior en los siguientes términos: "La facultad que tienen los jueces de apartarse de la jurisprudencia obligatoria al fallar nuevos casos en materia de acciones de garantía que establece el artículo 9 de la Ley (23506), los obliga necesaria e Inexcusablemente a fundamentar las razones de hecho y de derecho que sustentan su pronunciamiento, bajo responsabilidad". Ambas normas deben ser contrastadas con una norma posterior: la Primera Disposición General de la Ley N° 26435, Ley Orgánica del Tribunal Constitucional, que textualmente dispone que: "los jueces y tribunales interpretan y aplican las leyes o toda norma con rango de ley y los reglamentos según los preceptos y principios 33 constitucionales, conforme a la interpretación de los mismos que resulte de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional en todo tipo de procesos". Las Leyes N°s 23506 y 25398 fueron dictadas cuando la Corte Suprema podía ser la máxima instancia en materia de acciones de habeas corpus y amparo. En ese contexto, las resoluciones emitidas no eran precedente vinculante, pues los magistrados podían apartarse de los criterios expuestos en las mismas si es que justificaban debidamente los motivos para ello. Pero, actualmente la última instancia en las acciones de habeas corpus y amparo puede ser el Tribunal Constitucional, al igual que en las acciones de habeas data o cumplimiento. En esa medida, hoy en día toda resolución que emita el Tribunal Constitucional en las acciones de garantía en las que tiene competencia, si es que contienen pautas hermenéuticas relacionadas a los preceptos y principios contenidos en nuestra Carta Magna, deben ser observadas como precedente vinculante por todos los tribunales del país. De modo que, este es el tercer supuesto de excepción en el que podemos encontrar una fuente generadora de jurisprudencia vinculante en el sistema judicial. Finalmente, las sentencias emitidas declarando fundadas acciones populares o de inconstitucionalidad, constituyen actos jurisdiccionales que tienen efectos normativos en tanto derogan las normas reglamentarias o de rango legal impugnadas, respectivamente. En ese sentido, son manifestaciones de potestad normativa negativa (derogación de normas) del Poder Judicial y Tribunal Constitucional, respectivamente. Si bien no son actos jurisdiccionales en el sentido tradicional del término, pues sus efectos trascienden a las partes y adquieren carácter erga omnes, ciertamente configuran precedentes vinculantes. No se podrán presentar a futuro casos idénticos (los Poderes Ejecutivo y Legislativo no pueden volver a promulgar las normas declaradas inconstitucionales o ilegales), pero sí similares, respecto de los cuales las partes considerativas de las sentencias vinculantes constituyen un elemento determinante. 34 IV. CARÁCTER VINCULANTE DE LAS RESOLUCIONES ADMINISTRATIVAS.- Finalmente, también tratándose de Tribunales Administrativos existen pautas que otorgan carácter vinculante a determinadas resoluciones que emiten en procura de solucionar conflictos entre particulares y la Administración Pública. Así, por ejempio, el artículo 154 del Texto Unico Ordenado del Código Tributario, aprobado por Decreto Supremo N° 135-99-EF (19/8/ 99), establece lo siguiente: "Las resoluciones del Tribunal Fiscal que interpreten de modo expreso y con carácter general el sentido de normas tributarias, así como las emitidas en virtud del artículo 102°, constituirán jurisprudencia de observancia obligatoria para los órganos de la Administración Tributaria, mientras dicha interpretación no sea modificada por el mismo Tribunal, por vía reglamentaria o por ley. En este caso, en la resolución correspondiente el Tribunal Fiscal señalará que constituye jurisprudencia de observancia obligatoria y dispondrá la publicación de su texto en el Diario Oficial. De presentarse nuevos casos o resoluciones con fallos contradictorios entre sí, el Presidente del Tribunal deberá someter a debate en Sala Plena para decidir el criterio que deba prevalecer, constituyendo éste precedente de observancia obligatoria en las posteriores resoluciones emitidas por el Tribunal. La resolución a que hace referencia el párrafo anterior así como las que impliquen un cambio de criterio, deberán ser publicadas en el Diario Oficial. En los casos de resoluciones que establezcan jurisprudencia obligatoria, la Administración Tributaria no podrá interponer demanda contencioso-administrativa". De la norma transcrita, se desprenden las siguiente conclusiones: a) Son dos las clases de resoluciones administrativas emitidas por el Tribunal Fiscal que constituyen "jurisprudencia" vinculante: las 3 Que textualmente establece lo siguiente: "Al resolver el Tribunal Fiscal deberá aplicar la norma de mayor jerarquía. En dicho caso, la resolución deberá ser emitida con carácter de jurisprudencia de observancia obligatoria, de acuerdo a lo establecido en el artículo 154". 35 que interpretan de modo expreso y con carácter general el sentido de las normas tributarias y, las que aplican jerarquía normativa para preferir una norma superior sobre otra inferior, en una suerte de "control difuso de constitucionalidad de ias normas". Los criterios contenidos en dichas resoluciones deben ser acatadas obligatoriamente por los órganós de la Administración Tributaria hasta que sea modificada por el propio Tribunal Fiscal (excepción al stare decisis), una ley o un reglamento. Si se presentan nuevos casos o las Salas de! Tribunal Fiscal emiten resoluciones contradictorias ante los mismos supuestos de hecho. el Presidente del Tribunal debe convocar a una Sala Plena para decidir el criterio que debe prevalecer que, desde entonces se configura como precedente vinculante. Esta figura tiene un símil en los plenos jurisdiccionales del Poder Judicia14. d) Las resoluciones que constituyen precedente vinculante, así corno las que lo modifiquen, deben publicarse en el Diario Oficial "El Peruano". Tratándose de estas resoluciones, la Administración Tributaria, de la cual forma parte el propio Tribunal Fiscal (Código Tributario, art. 53), no podrá interponer acción contenciosoadministrativa. Lo contrario supondría una contradicción intrínseca de la misma Administración Tributaria. De otro lado, también podemos observar la existencia de "jurisprudencia" administrativa vinculante respecto de las resoluciones que emiten determinados órganos del Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y Protección de la Propiedad Intelectual (INDECOPI). En ese sentido, el artículo 43 del Decreto Legislativo N° 807 (18/4/96) precisa que: "Las resoluciones de las Comisiones, de las oficinas y del Tribunal de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual que al resolver casos particulares interpreten de modo expreso y con carácter general el sentido de la legislación constituirán precedente de observancia obligatoria, mientras dicha interpretación no sea modificada Previstos en el artículo 116 de la Ley Orgánica del Poder Judicial. que textualMente dispone que: "Los integrantes de las Salas Especializadas pueden reunirse en plenos jurisdiccionales nacionales, regionales o distritales, a fin de concordar jurisprudencia de su especialidad, a instancia de los órganos de apoyo del Poder Judicial". 36 por resolución debidamente motivada de la propia Comisión u oficina, según fuera el caso, o del Tribunal de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual. El Directorio de INDECOPI, a solicitud de los órganos funcionales pertinentes, podrá ordenar la publicación obligatoria de las resoluciones que emita la institución en el Diario Oficial "El Peruano" cuando lo considere necesario, por tener dichas resoluciones las características mencionadas en el párrafo anterior o por considerar que son de importancia para proteger los derechos de los consumidores". De lo expuesto, puede observarse que todos los órganos emisores de actos administrativos que resuelven conflictos en el INDECOPI, tienen la potestad de emitir resoluciones que configuran "jurisprudencia" vinculante, no siendo facultad exclusiva de la máxima instancia administrativa de dicha entidad constituida por el Tribunal de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual. Como puede apreciarse, no es infrecuente hallar el carácter vinculante o de precedente de obligatorio cumplimiento en las resoluciones emitidas por diversos tribunales administrativos. V. CONCLUSIONES.La jurisdicción es la función o potestad de resolver conflictos en la sociedad. El acto jurisdiccional es el ejercicio de la misma y, la sentencia es el reflejo concreto de tal ejercicio. La cosa juzgada, que alude a la inimpugnabilidad, inmutabilidad y coercibilidad del acto jurisdiccional, lo distingue del acto administrativo y el laudo arbitral. Las resoluciones que emiten el Jurado Nacional de Elecciones y el Consejo Nacional de la Magistratura respecto de conflictos jurídicos concretos o procedimientos disciplinarios, constituyen actos jurisdiccionales. La Jurisprudencia es la serie de decisiones judiciales emitidas por el máximo Tribunal que resuelven de forma idéntica o análoga continuos supuestos de hecho análogos o idénticos. Puede ser vinculante (sentencias normativas) o no vinculante (doctrina jurisprudencial). 37 En nuestro sistema jurídico, la Jurisprudencia referencial es la regla, siendo excepcional la vinculante. Esta se da en la "doctrina jurisprudencia!" (CPC, art. 400), la selección de Jurisprudencia vinculante (LOPJ, art. 80, inc. 3) y las sentencias del Tribunal Constitucional que interpreten preceptos y principios constitucionales (LOTO, 1 Disp. Gral.). También a nivel administrativo encontramos "jurisprudencia" vinculante, como en el caso de la emitida por el Tribunal Fiscal y los órganos resolutores de conflictos en el INDECOPI. 38 BIBLIOGRAFIA ALONSO GARCIA, Enrique. La interpretación de la Constitución. Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1984. ALONSO OLEA, Manuel. Las Fuentes del Derecho, en especial del Derecho del Trabajo según la Constitución. Madrid, Civitas, 1982. COUTURE, Eduardo. Fundamentos de Derecho Procesal Civil. Buenos Aires, 1985. DANOS ORDOÑEZ, Jorge. Las resoluciones que ponen fin al procedimiento administrativo. Las llamadas resoluciones que "causan estado". En: Revista de la Academia de la Magistratura N° 1. Lima, enero 1998. 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