capítulo i - Marisol Hume

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Índice
Palabras al lector
11
Primera parte
Antecedentes teóricos
Capítulo I
EDOS: Entrenamiento de a dos
Capítulo II
La creatividad: Una gran potencia
Capítulo III
Importancia de la coordinación física y mental
Capítulo IV
Elongación: una palabra clave
Capítulo V
Planificando las actividades
Capítulo VI
Lanzarse a la aventura
15
23
29
37
45
55
Segunda parte
La práctica
Introducción
Capítulo VII
Siete estiramientos esenciales
Diez posiciones básicas
Capítulo VIII
Precalentamiento inicial
Juegos del 1 al 15
Capítulo IX
Flexo-elasticidad de la columna vertebral
Equilibrios
Capítulo X
Ejercicios de piernas & brazos
Fortalecimiento abdominal
Capítulo XI
65
67
72
79
99
113
123
136
Destrezas específicas
Saltos
Inversión del cuerpo
Relajación
Capítulo XII
Entrenamiento mental
Gimnasia para el cerebro
Visualización
Espacio Mental
Los juegos de Mentasia
144
149
152
158
160
165
168
Tercera parte
Entrenamiento de a dos a toda edad
Capítulo XIII
Veintiocho juegos a experimentar
174
Bibliografía
204
Agradecimientos
206
Palabras al lector
En nuestra sociedad contemporánea, el tiempo nos presiona constantemente. Y la velocidad
autoimpuesta actúa en desmedro de nuestra comunicación afectiva y tanto en forma
cuantitativa como cualitativa, percibimos su empobrecimiento.
Lo extraño y contradictorio es que esto suceda precisamente en la era de las comunicaciones y de sus vertiginosos avances tecnológicos. Somos conscientes de que el uso de
las técnicas de la informática se ha extendido prácticamente a todo quehacer humano,
transformándose en un medio indispensable para lograr metas u objetivos. Es cierto que sus
ventajas son múltiples, pero la velocidad de sus cambios nos ha sometido a un ritmo de vida
para el cual no estábamos preparados, lesionando nuestra comunicación afectiva.
Paradojalmente, nunca el individuo se ha sentido más solo que en este siglo, porque nuestra
comunicación ha quedado casi reducida al plano meramente informativo. Entregamos un
cúmulo de datos provenientes de nuestro centro intelectual, dejando relegado el centro
emocional con sus manifestaciones afectivas. Dicho de otra forma, la comunicación entre los
individuos se da la mayoría de las veces en un plano superficial y no en el profundo de los
sentimientos.
De esta manera, se ha ido construyendo el muro de la soledad. Un muro invisible, donde el
individuo tiene acceso a múltiples formas de comunicación, empleando todos los medios
tecnológicos a su alcance y, sin embargo, alberga dentro de sí un sentimiento de abandono.
Y esto, reitero, porque ya no nos damos el tiempo para expresamos y estar presentes
afectivamente.
El tiempo se nos escapa, impidiéndonos escuchar al otro. Incluso la relación a veces hasta
con nuestros seres más queridos –muy a nuestro pesar– se ve afectada por este factor. Así,
la comunicación afectiva queda determinada por un reloj que nunca está a nuestro favor.
Desde otro ángulo, cada vez tenemos mayor consciencia de la necesidad de cuidar el cuerpo
para estar sanos y sentirnos bien. Se trata, ni más ni menos, que de la estructura física que
alberga al Ser. Su aparato músculo-esquelético fue diseñado para la locomoción y la
prensión, y debe ser ocupado para los fines que fue creado, de manera que no se atrofie y
envejezca prematuramente.
A través de la historia de la humanidad el cuerpo ha tenido distintas valoraciones y
significados. Diferentes culturas y periodos históricos le han impuesto sus cánones estéticos,
moldeando y dictando un ideal de belleza. Pero más allá de cualquier valoración, sin duda el
cuerpo humano es hermoso y perfecto en sí mismo y solo requiere de cuidados básicos para
su buen funcionamiento.
Uno de ellos, muy importante, es el ejercicio físico, que de paso, disminuye el estrés al que
inevitablemente estamos sometidos, y nos facilita un excedente de energía que podemos
invertir en impulsar y mejorar cualitativamente la comunicación afectiva con nuestros
semejantes.
Es en este punto donde es posible visualizar el nexo entre comunicación y entrenamiento
corporal.
A menudo, a pesar de la planificación y la capacidad organizativa, los padres acusamos la
falta de tiempo. Un gran porcentaje asegura no poseerlo para entrenarse, a la vez que
expresa su deseo de hacerlo.
Basada en las realidades expuestas –falta de tiempo para desarrollar una comunicación
afectiva, y cubrir la necesidad de mantener un cuerpo sano– surge nuestra propuesta, que
hemos llamado juego-entrenamiento.
Este libro desarrolla el concepto del entrenamiento de a dos. Se muestra aplicado
primordialmente a la acción entre padres e hijos; no obstante, la posibilidad se ofrece abierta
a todo tipo de personas que deseen experimentar y vivir la aventura del entrenamiento en
pareja.
Entrenar de a dos, resulta sumamente motivador y muchísimo más atractivo que hacerlo
individualmente. Independiente de las escapadas al gimnasio, planteamos disfrutar los fines
de semana u otros tiempos libres disponibles, jugando y compartiendo con los seres
queridos este novedoso y creativo método.
Para redondear y cerrar, incluimos también una interesante propuesta a experimentar.
Siempre fiel a nuestro lema: “sorprenderse asimismo”, ofrecemos un apéndice especial de
entrenamiento mental, para practicar y jugar, de manera individual, de a dos, en familia o con
los amigos.
Una última reflexión: Antes de comenzar la práctica de esta propuesta, es necesario leer el
libro completo. El nivel de detalle no solo llevará al adulto a la comprensión cabal de cada
ejercicio, sino a entender la mecánica y el espíritu que conlleva el concepto del entrenamiento de a dos.
Marisol Hume Eriksson
CAPÍTULO I
El concepto del ejercicio compartido
El concepto del entrenamiento de a dos desarrolla la idea del ejercicio compartido, mediante
el cual se fusionan ambas energías, para llevar a cabo una acción física conjunta, de
marcado carácter lúdico y espíritu creativo.
Entrenar de a dos es una experiencia muy diferente a la que se experimenta haciéndolo de
manera individual. Es un desafío físico de proporciones mayores, que tiene efecto no solo en
el cuerpo, sino que también en el área afectivo-emocional del individuo.
La esencia intrínseca del entrenamiento de a dos es la comunicación. Esta debe ser, por
naturaleza, solidaria y empática, para desarrollar la confianza y la valoración recíproca. Y
como se da en los planos físico, emocional e intelectual, sirve de auténtico vínculo
terapéutico para mejorar la relación con el otro.
En la complicidad de la acción se aprende a escuchar y apoyar al compañero en pos del bien
común, fortaleciendo la imperiosa necesidad de comunicación que todo ser humano
experimenta; aquel deseo innato de compartir nuestras experiencias y sentimientos, sobre
todo con las personas con que tenemos vínculos afectivos……….
Tres objetivos esenciales
Dicho lo anterior, buscamos lograr tres objetivos esenciales: mejor comunicación, desarrollo
del hábito de entrenamiento físico, e impulso de la creatividad.
En primer lugar, y valiéndonos del límite difuso que muchas veces existe entre juego, arte y
trabajo, invitamos a disfrutar y compartir un momento placentero, a través de una actividad
realizada en conjunto, donde el juego-ejercicio es el punto de encuentro y de contacto
afectivo entre dos personas.
El segundo objetivo, es el entrenamiento físico propiamente tal, utilizando el juego como
principal instrumento. El sistema ha sido diseñado para que, primordialmente, el hijo juegue y
el padre se entrene. El adulto busca la forma de sacar el máximo provecho del juego,
convirtiéndolo en un entrenamiento serio, pero sin que por esto pierda la cualidad de
entretención para el niño y para sí mismo.
El tercer objetivo es la estimulación del desarrollo creativo de ambos. Ello se logra porque en
la ejecución de los juegos se apela constantemente a la búsqueda de soluciones para llevar
a buen término el ejercicio, a través del descubrimiento de variaciones o creación de otros.
Beneficios del juego-entrenamiento
“El juego se describe como una actividad felicitaria, gratuita, libre, creativa, herencia y
nostalgia de la infancia. De él se puede decir que no tiene finalidad o que es su propio fin
tanto da una cosa como otra, porque por fas o por nefas, queda excluido del circuito de las
actividades prácticas, que es de lo que se trata. Su ser consiste en ser libre”. 1
Jugar es inherente a los mamíferos y por ende, al ser humano. Por ello es que ha estado
presente desde siempre en todas las culturas, incluso y a pesar de las dificultades que han
implicado algunas épocas históricas.
En el niño, el juego cumple un rol
destacado, que es el de conocer y
aprehender la realidad, facilitándole
como consecuencia la integración social
a su medio. Es un ensayo que lo
prepara para etapas venideras y
mientras más juegue un niño, mayor
capacidad de estudio y de trabajo podrá
llevar adelante como adulto.
Habitualmente se asocia el juego solo al
periodo de la infancia. Sin embargo,
podemos jugar toda la vida, sin arries1
J.A. Marina: Elogio y refutación del ingenio. Pág.25
garnos a perder nuestra categoría “de adultos maduros”. Una persona que juega es flexible
de mente, creativa, tie-ne buen humor; posee mayor resistencia al estrés y experimenta
bienestar gene-ral.
El adulto que juega declara vivenciar un peculiar estado, que transforma por instantes su
realidad ordinaria, liberándolo, permitiéndole ser de un modo distinto a lo que es en la vida
corriente. Y es esa la situación que resulta interesante: jugar sometiéndose a la experiencia
de descubrirse asimismo en facetas ignoradas hasta ese momento, que le resultan
absolutamente impensadas; por eso es que, aparte de divertirse, es una excelente manera
de ejercitar el cerebro, sacándolo de sus habituales rutinas.
CAPÍTULO II
La creatividad
Una gran potencia
La creatividad no se aprende, solo se desbloquea y desarrolla
En el capítulo anterior dijimos que la clave de esta propuesta es producir la coincidencia de
intereses del hijo con el padre en una actividad recreativa, que sintetiza de manera original
juego, ejercicio físico y creatividad. Como esta última es un aspecto medular en el concepto
del juego-entrenamiento, le hemos dedicado un capítulo especial, en el que buscamos
entregar algunas luces acerca de cómo y por qué entender sus bases.
Partimos por postular que todo ser humano es creativo en potencia, y que estimular y
desarrollar este talento es una fuente de recursos ilimitados. Luego digamos que la
creatividad es la vara mágica de los participantes para recrear esta propuesta de juegoentrenamiento, sacándole el máximo partido, haciendo de su práctica un placer y un proceso
rico en nuevas experiencias.
La necesidad en algún momento de modificar un ejercicio determinado para que funcione es
la motivación que pone en marcha el mecanismo de la creatividad, liberando las ideas. En tal
sentido, el aporte individual es indispensable en la solución y enriquecimiento del juego.
La creatividad es una función cerebral superior, asociada a la libertad y a la flexibilidad del
pensar, que versa acerca de:




Generar algo inexistente
Resolver problemas
Transformar la realidad
Inventar cualquier idea, aportando un producto nuevo y original
La creatividad es una potencia que yace en el interior de nuestra mente, que se apoya en el
conocimiento humano, pero que posee una huella individual: el ADN único de cada individuo.
Podríamos decir, que la creatividad es producto de la imaginación iluminada por la intuición,
cuyo resultado o producto final se concreta con trabajo y voluntad.
El pensamiento creativo observa la realidad de un modo distinto, porque posee una mirada
global y diferente; aquella visión inteligente que suma un tercer ojo. Y como se vale de la
intuición, puede encontrar soluciones hasta ese momento desconocidas.
Cuando creó el cubismo, Picasso miró la realidad de un modo nunca antes visto; lo mismo
que a Dalí, su imaginación sin tapujos le permitió derretir relojes y crear mundos fantásticos.
Cuando niños rodábamos, saltábamos, nos colocábamos de cabeza o nos parábamos sobre
las manos; parte de las actividades diarias consistían en cantar, bailar, dibujar, hacer teatro,
inventar cuentos, o pintar. Luego, esas capacidades físicas y creativas menguaron,
disminuyendo ostensiblemente hasta que en algunas personas desaparecieron. No obstante
si recuperamos nuestro niño, también lo haremos con mucho de lo que creemos perdido.
Observemos la agilidad física y mental de los niños. Prestemos atención detenidamente a
sus preguntas y respuestas, a su avidez por conocerlo todo; su perspicacia, fantasía e
imaginación y, sobre todo, su compromiso en cada acción que realizan.
CAPÍTULO III
Importancia de la coordinación
Física & Mental
Equilibrio entre el cuerpo y la mente
El funcionamiento armónico y balanceado se da espontáneamente en la práctica del juegoentrenamiento, en la medida que las esferas física y mental trabajen coordinadamente en la
producción del resultado final.
En lo puramente físico esta propuesta hace hincapié en varios aspectos: el movimiento
conciente, el desarrollo de la propiocepción2 y el trabajo equilibrado del cuerpo entre
flexoelasticidad, fuerza, y equilibrio.
Desde la perspectiva de lo mental, lo fundamental es el cultivo de la atención para obtener
lucidez en la acción.
Requerimientos físicos
Movimiento consciente
Es aquel pensado y diseñado con una finalidad específica. Se trata de lograr un entrenamiento atento del cuerpo y la mente, que coloca al individuo en el presente, con lucidez
mental en la acción. Pensar el movimiento es instalar la actividad consciente, eliminando lo
mecánico. Es también una forma de volverlo inteligente con el objeto de oponerse a la
automatización. Al actuar de este modo la persona se sitúa en una condición rara veces
lograda, que es el “estar presente en el momento actual”.
El trabajo consciente exige del individuo un compromiso integral de tres centros: instinto,
emoción e intelecto, cuyo resultado es eficacia en la acción, ahorro energético, equilibrio y
bienestar general. En esta situación, el individuo emplea sus funciones intelectuales
superiores a voluntad para conducir su accionar hacia los objetivos deseados.
Para facilitar la permanencia con cuerpo y alma en la acción, cada persona debe formularse
preguntas claves que actúan de despertadores para retornar al movimiento consciente.
Preguntarse por ejemplo qué siente en ese momento, qué le está sucediendo, dónde focaliza
o cómo distribuye la atención facilita la tarea. Por ello es que toda persona que trabaja en un
estado de consciencia de sí, adquiere el control sobre la situación en que se encuentra
inmersa.
El entrenamiento de a dos es un juego lúcido que requiere de una consciencia más despierta
que la habitual. Hacemos hincapié en esto, para evitar que una propuesta inspiradora se
transforme en una gimnasia mecánica, desconectada de la idea original.
Propiocepción
Propiocepción: es el sentido interno que informa del grado de estiramiento, tensión y de presión mecánica a la
que es sometido un músculo. Es la propia percepción del cuerpo cuando se enfrenta al movimiento. La
información es trasmitida al cerebro a través del sistema propioceptivo ubicado en los músculos, tendones, y
también en el sistema vestibular que se encarga básicamente de informar de los movimientos de la cabeza.
2
Durante la práctica del juego-entrenamiento, el sistema propioceptivo está alerta y atento
entregando información al cerebro, lo que le permite hacer los ajustes necesarios segundo a
segundo, para mantener el equilibrio del cuerpo en las distintas posturas que asume. Este
sistema, a través de pequeños neuroreceptores como el huso neuromuscular, ubicado en los
músculos, y el órgano tendinoso de Golgi, situado en la inserción de las fibras musculares
esqueléticas en los tendones del músculo, entregan información acerca de:






El grado de estiramiento muscular
La fuerza que se está ejerciendo
El grado de presión mecánica
La velocidad de los movimientos
La posición de las diversas partes del cuerpo en el espacio
La mantención del equilibrio
CAPÍTULO IV
Elongación
Una palabra clave
CAPÍTULO V
Planificando las actividades
El plan para la acción
El éxito de la práctica radica en la planificación del juego en forma previa a emprender la
acción y llegar al resultado esperado. Por ello es que insistimos en que antes de comenzar
con esta propuesta es indispensable tomarse el tiempo para leer el libro en forma detallada y
completa.
Durante la lectura, conviene observar cada uno de los juegos-ejercicios minuciosamente y
detenerse en las instrucciones; así, ya se tendrá una primera impresión general, y si se
ensaya mentalmente, tanto mejor.
Desde el punto de vista emocional, este trabajo puede determinar enseguida la adherencia o
el rechazo a una práctica determinada. Si ocurre lo primero, conviene registrarlo dentro de
una lista a practicar a la que nos referimos más adelante; si se trata de la segunda
posibilidad, es mejor obviarla y pasar a otra alternativa.
Por ejemplo, puede ocurrir que el juego parezca riesgoso, desate ciertos temores y por eso
no interese. O, al revés, aunque sea difícil, igualmente atraiga. A veces, se siente inclinación
hacia algunos determinados, porque resultan familiares, debido a que recuerdan entretenciones de la infancia.
En fin, muchas son las razones por las que una persona se inclina o aleja de un ejercicio
determinado. Al igual que en la vida, adherimos o rechazamos, acercándonos o alejándonos
de situaciones, personas u objetos después de la primera evaluación, la que proviene de
nuestro centro emocional.
Luego de haberse detenido y observado los juegos y sus respectivas instrucciones, el paso
siguiente tiene que ver con el análisis y valorización del grado de factibilidad de los mismos.
Asociándolos con otros ejercicios conocidos o similares que servirán como referencia, es
preciso barajar y medir posibilidades, evaluando el propio estado físico y las potencialidades
del hijo. Es un paso importante para establecer en forma estimativa aquellos ejercicios que
no requieren modificaciones, y cómo se podrían cambiar otros.
Todo este proceso de revisión conducirá a tener una percepción inicial, con un diagnóstico,
proveniente de dos centros importantes: el intelectual y el emotivo.
Finalmente, es provechoso que el padre haga el listado con los juegos que más le
interesaron. Conviene que también el hijo haga su propio listado. Después de esto, deben
llegar a un común acuerdo, de cuáles son los que ambos desean experimentar.
Es un buen punto de partida, pero sabemos que la información está incompleta porque falta
lo más importante a vivenciar: la experiencia de poner en práctica el juego propiamente tal.
Las primeras instancias serán los momentos para confirmar cómo interactúan padre e hijo y
qué condiciones necesitan para consolidar el juego. Por lo tanto, no está demás decir que
solo serán divertidos ensayos, primeras aproximaciones de lo que realmente se puede llegar
a lograr.
CAPÍTULO VI
Lanzarse a la aventura
Entrenando de a dos
Si partimos de la base que cada juego-ejercicio es, ante todo, un modelo, una fuente de
inspiración, comprenderemos también la importancia de tomarse el tiempo necesario para
experimentar y verificar, hasta encontrar las modificaciones exactas que requieren ambos
participantes.
Para hacer más eficiente la tarea, proponemos trabajar en secciones. Facilita tener un
cuaderno a mano, en donde se vayan anotando las modificaciones para no olvidarlas y para
considerar siempre el aporte del niño como fundamental en la revisión y aprobación del
ejercicio.
Las modificaciones pueden ir desde un grado mínimo, como es el caso de pequeños ajustes,
hasta un grado máximo, donde se ejecutan cambios radicales. Estas deben ser propiciadas
por el adulto, basándose en las necesidades del niño, y en las propias. Dependiendo de la
edad y del compromiso del hijo, su aporte a la solución irá aumentando.
Una vez determinadas las modificaciones viene la comprobación en la práctica, para evaluar
su buen funcionamiento. Tomados los acuerdos de cómo ahora funciona el juego, se
comienza a ensayar.
Por medio de sucesivas repeticiones y entretenidas pruebas, se arriba a un resultado óptimo
de modificación. Finalmente, se determinan las reglas para llevar a cabo cada juego, las que
de ahí en adelante deben ser respetadas por ambos participantes. Entre ellas, estarán el
orden a seguir, la duración, si habrá sustitución de roles o si se le cambiará el nombre al
juego. A medida que padre e hijo avanzan en la práctica acumulando experiencia, se sentirán motivados y capacitados para crear nuevas variantes, e imprimir un grado mayor de
exigencia al entrenamiento.
Como en todas las etapas de esta propuesta, en ésta se debe lograr una práctica flexible y
variada, mediante un constante desarrollo lúdico creativo, que implica nuevas exigencias
físicas y, como en todo juego, genera un factor de agradable incertidumbre, que mantiene
vivo el deseo de alcanzar la meta.
Segunda Parte
La Práctica
Siete estiramientos o elongaciones esenciales
Debido a los probados beneficios que conlleva la elongación sistemática, no solo para el
cuerpo, sino que también para el espíritu, presentamos siete estiramientos o elongaciones
esenciales, a incluir como preámbulo a los juegos; práctica que dicho sea de paso, es
excelente para integrarla a la vida cotidiana en pro del bienestar y la buena salud
En no más de diez minutos, se ganan un cuerpo y una mente flexible, predispuesta al
movimiento y al cambio y en excelentes condiciones para enfrentar los nuevos desafíos que
le depara el día.
Primer estiramiento
El gato
Una columna saludable
Flexibilícese en una elongación general del
cuerpo, muy saludable para la columna vertebral.
Estírese como un felino. Solo toma algunos
segundos ejecutar este agradable estiramiento
que además de flexibilizar la columna, libera de
tensiones a los músculos de la espalda (la región
posterior del tronco y del cuello).
Ejecución: Instálese en posición cuadrúpeda, con
la espalda plana. Controle que se encuentre tan
recta como la superficie de una mesa. Para
lograrlo, ejerza una ligera contracción de los
músculos abdominales y distribuya parejamente
el peso sobre los cuatros soportes. Inspire
arqueándose y espire curvándose. En la
inspiración permita el llenado total de los
pulmones, relajando la musculatura abdominal,
momento en que se estira, soltando los glúteos.
En la espiración contraiga fuertemente los músculos abdominales y los glúteos, colocándose
como un gato engrifado.
Ejecute una onda que recorra fluidamente la
columna vertebral. Coloque especial cuidado en
no percutir el paso de una a otra posición.
Realice unas cinco a ochos ondas completas
(arco y curva) al ritmo de la respiración. Después,
descanse en la posición del niño.
Diez posiciones básicas
Posición bípeda con pies juntos
Descripción: Esta posición busca la correcta alineación de la columna vertebral
encontrándose el individuo en la estación bípeda, vale decir parado sobre los dos pies.
Observaciones: Juntar ambos pies y colocar los brazos a los costados del cuerpo con las
palmas de las manos hacia dentro. La pelvis tiene que estar en posición neutra, esto es, sin
inclinaciones, ni hacia delante (anteversión), ni hacia atrás (retroversión). La espalda debe
suspenderse, traccionando hacia el cielo con la sensación de constante crecimiento. El
estómago se sostiene hacia dentro, con una sensación de elevación; esto produce el
alargamiento de la zona, asegurando la buena posición de la región lumbar.
Imagen: Visualice los isquiones atraídos por la fuerza de gravedad en dirección hacia la
tierra y el ombligo absorbido hacia atrás por la espina dorsal. Imagine un gancho en el centro de la cabeza que le estira hacia arriba la espina dorsal. Invéntese un músculo que, desde
la cabeza le ayuda a traccionar en el sentido contrario a la gravedad. Visualice la espina
dorsal sometida a dos fuerzas opuestas: tracción gravitacional y oposición consciente.
Posición bípeda con piernas paralelas
Descripción: Póngase de pie y con las piernas separadas en la medida del ancho de las
caderas. Así, a la correcta alineación de la columna vertebral se le suma el trabajo de
alineación de las piernas. Observaciones: Ejerza el trazado de una línea virtual que a partir
de la cadera caiga vertical. Esta comienza en el hueso coxal, pasando por el centro del
muslo, siguiendo por el medio de la rodilla, hasta caer al suelo entre el segundo y el tercer
dedo del pie.
CAPÍTULO VIII
Precalentamiento Inicial
Juegos 1 al 15
Juego 1
Remando en canoa (JPS)
Ejecución: Sentados frente a frente, padre e hijo entrelazan las piernas flexionadas.
Colocándolas ligeramente más separadas que el ancho de las caderas, las dejan caer
suavemente a los lados, con rotación hacia afuera. Luego, se toman de las manos o de las
muñecas –dependiendo de lo que sientan más cómodo– y comienzan un movimiento de
vaivén como si estuviesen remando. Movilizan la espalda hacia adelante y hacia atrás.
Según la posibilidad de cada cual, van ampliando el ejercicio en la medida que la espalda se
vaya calentando y cediendo. Modificación: No depositar la espalda en el suelo.
Observaciones: 1.Tener en cuenta que las
proporciones de los niños son distintas a las
de los adultos. 2. No traccionar con demasiada fuerza. 3. Actuar de acuerdo al grado de
movilidad que presenta la pelvis. 4. Recordar
que a raíz del proceso de crecimiento, la
mayoría de los niños presenta algún grado de
acortamiento en los músculos isquiotibiales3,
por lo que hay que actuar con cautela y no
forzar. Variación: Está destinada a quien
desee aumentar el grado de exigencia y
Los isquiotibiales son una agrupación importante conformada por tres músculos: semimembranoso,
semitendinoso, y bíceps crural, también llamado bíceps femoral, se encuentran ubicados por detrás del muslo.
Adquieren el nombre producto del origen y del final de la inserción de éstos. De un extremo se insertan en el
isquion y del otro lo hacen en la tibia. Aunque el bíceps femoral no se inserta en la tibia sino en el peroné, es
considerado en el grupo, por contribuir a las mismas funciones: Extender la cadera y flexionar la rodilla.
3
trabajar dos movimientos para la espalda en un mismo
juego. Al dirigirse hacia atrás
arquear la espalda, generando el movimiento de extensión de la columna vertebral,
con la intención de colocar el
centro de la cabeza en el
suelo. Con este ejercicio, al
trabajo de flexión se suma el de extensión de la columna y tiene el beneficio de evitar forzar
al niño/a a llevar la espalda demasiado adelante en el movimiento de flexión.
Respiración: Completa y profunda. Inspirar cuando se va hacia atrás, espirar cuando se va
hacia adelante. Duración: Diez a quince veces, al ritmo acompasado de la respiración.
Trabajo: El niño moviliza la columna vertebral en el sentido de la flexión, y de la pelvis, en el
sentido de anteversión. Estira los músculos que rodean la cadera también llamados
músculos pelvitrocantéreos4. El padre: El mismo trabajo, pero si ejerce la variación, suma
además la movilidad de la columna vertebral en el sentido de la extensión.
Juego 2
La bicicleta (JPS)
Ejecución: Padre e hijo, se colocan uno frente al otro, tumbados de espaldas en el suelo.
Flexionando las piernas, apoyan la planta de los pies en las del otro y comienzan a pedalear
sincronizadamente, como si estuviesen andando en una bicicleta.
Observaciones: 1. No descolocar la región lumbar del suelo, lo que se logra manteniendo
una ligera contracción abdominal. La idea es sostener constantemente los músculos hacia
adentro, elevando el estómago. 2. Tener en cuenta las distintas longitudes de las piernas y,
de acuerdo a esto, adaptar el pedaleo. 3. Mantener la coordinación de las piernas.
Respiración: Completa profunda, inspirar y espirar coordinadamente, acompañando con el
movimiento de las piernas. Duración: Ejecutar el pedaleo sincronizadamente durante quince
a veinte respiraciones profundas.
Trabajo: Estiramiento suave de la musculatura posterior de las piernas. Tonificación de los
cuadríceps. Fortalecimiento de los abdominales. Movimiento de flexión de la cadera.
Los músculos pelvitrocantéreos o de la pelvis, así llamados porque a excepción del glúteo mayor, todos van de
la pelvis al trocánter mayor (proyección alargada que se encuentra debajo del cuello del fémur en la parte más
externa), comprenden nueve músculos: glúteo mayor, glúteo medio, glúteo menor, piramidal, géminos pelvianos
(2) obturador interno, obturador externo, y cuadrado crural.
4
CAPÍTULO IX
Flexo-elasticidad
de la
Columna vertebral
Juegos 16 al 27
Equilibrios
Juegos 28 al 33
EQUILIBRIOS
Juego 29
Los flamencos (JA) o (JI)
Ejecución: Se paran uno al lado del otro. Dependiendo de las proporciones corporales, se
toman por los hombros, la cintura, o el tórax. Elevan la pierna que tienen afuera, colocando la
punta del pie sobre la otra rodilla. Ejecutan una figura similar al número cuatro, manteniendo
el equilibrio durante una cuenta determinada. Luego se cambian de lado para repetirlo con la
otra pierna.
Observaciones: 1. Producir y mantener el máximo estiramiento de la espalda. La sensación
es crear espacios entre las vértebras. 2. No sobrecargar la cadera de la pierna que hace de
soporte, es decir, no se debe asentar el peso, para evitar comprimir la articulación
coxofemoral; la consigna a tener presente es: elevar el cuerpo y generar espacios a nivel
articular. 3. Empujar fuertemente con el pie contra la tierra, mientras se eleva la estructura
corpórea al cielo. 4. Contraer los músculos abdominales. 5. Contraer los músculos glúteos.
6. No subir los hombros a las orejas. La idea es mantener el cuello largo y despejado.
Variación: Una vez experimentado el equilibrio asistido, se intenta el equilibrio sin apoyo. En
la misma posición ambos elevan los brazos hacia el cielo.
Respiración: A elección entre completa o torácica. El adulto experimenta con ambas y
decide cuál le resulta mejor para sostener el equilibrio. Duración: Mantener el equilibrio
asistido durante cinco a ocho respiraciones profundas. En la variación, mantenerlo durante
un tiempo similar. Trabajo: Equilibrio monopedal asistido, con pierna en flexión y rotación
coxofemoral hacia afuera. En la variación, es un equilibrio completo. Toda la estructura
corporal se ve comprometida.
EJERCICIOS DE BRAZOS & PIERNAS
Juego 42
El mono y su monita bonita
(JA)
Ejecución: El hijo se monta en la
espalda del padre y cruza los brazos
y las piernas por delante, abrazándolo. De pie, el padre flexiona las
piernas haciendo sentadillas. Sube y
baja al ritmo de la respiración.
Observaciones: 1. Mantener la espalda recta y firme. 2. Ejercer incli-
nación de la espalda según la nece-sidad. 3. Ejecutar una contracción abdominal para
proteger la región lumbar. 4. Mantener la correcta cur-vatura de la región lumbar, sin pronunciarla demasiado.
Respiración: Completa, en tres ins-tancias. Inspirar de pie, espirar en el descenso, vacío en
el ascenso. Duración: Comenzar con cinco a ocho sentadillas. Cuando las piernas no acusen
gran exigencia, aumentar paulatinamente el número de repeticiones. Trabajo: 1. El padre:
fortalecimiento de los mús-culos de las extremidades inferiores, entiéndase muslos y piernas,
con especial énfasis de los cuádriceps. 2. El niño aporta el peso y se divierte animando al
padre a seguir.
Juego 43
La carretilla (JPC)
Ejecución: El hijo se coloca en posición cuadrúpeda. El padre se inclina tomándole las piernas, y el niño queda en la posición que nos recuerda una carretilla. Establecida la postu-ra, el
hijo comienza a despla-zarse, caminando sobre las manos.
Observaciones: 1. Antes de comenzar la caminata, el niño debe sentirse seguro de poder
cargar su peso. De no ser así, no se debe intentar el despla-zamiento. Basta con sostener la
posición durante algunos segundos. 2. No arquear la espalda, la cual debe mantenerse en
línea recta. 3. Salir de la posición con cautela, cuidando no golpearse las rodillas al
descender. Para lograrlo, el padre debe inclinarse, facilitando que el niño flexione las piernas
y deposite las rodillas suavemente en el suelo.
Respiración: Torácica. Duración: El niño decide en ambos casos (también en el cambio de
roles). Trabajo: Padre e hijo: Fortalecimiento de las extremidades superiores, es decir,
manos, muñecas, antebrazos, brazos, y hombros (articulación escapulohumeral). Contracción sostenida de los músculos abdominales para mantener la alineación del cuerpo.
Cambio de roles
FORTALECIMIENTO ABDOMINAL
Juego 44
El dragón simpático (JPC)
Ejecución: En posición decúbito
supino y con las rodillas flexionadas,
el padre recibe al hijo. Este se coloca
en las piernas del padre y se apoya
en sus hombros. El adulto lo sostiene
por las axilas. Desde esa posición y
fijando los muslos en un ángulo de 90
grados, extiende brazos y piernas en
forma conjunta, los brazos quedan completamente estirados y las piernas llegan a un ángulo
aproximado de ciento treinta grados. Con esta acción el niño asciende y es el momento en
que despliega los brazos (como alas de dragón) hacia los lados y arquea la espalda (para
echar fuego). En una primera instancia, el padre mantiene la elevación durante cinco o más
respiraciones completas. Luego comienza a plegar y estirar los brazos acompañándose con
las piernas al ritmo de la respiración.
Observaciones: 1. Es fundamental trabajar la postura inicial. Controlar la distribución del
peso antes de empezar. 2. Estudiar la relación de las proporciones entre ambos cuerpos,
para tomar al niño de la manera correcta. En esto radica el éxito del ejercicio.
Respiración: Completa, inspirar al flexionar los brazos y espirar al estirarlos. Duración:
Ejercer ocho flexiones de brazos, descansar durante el transcurso de tres respiraciones
profundas, volver a repetir la serie una a dos veces. Trabajo: 1. El padre: compromiso total
de los músculos abdominales. Fortalecimiento de la musculatura de los brazos en general.
Fortalecimiento de los músculos pectorales. 2. El hijo: Movilidad de la columna vertebral en
el sentido de la extensión. Apertura del tórax. Desarrollo del sentido del equilibrio.
CAPÍTULO XII
Entrenamiento Mental
Gimnasia para el cerebro
Visualización
Espacio mental
Los juegos de mentasia
Explotando el potencial mental
El entrenamiento mental, apto para adultos y niños, persigue el control de los procesos del
cerebro y de la mente, con el objeto de lograr el autodominio de ellos. Al introducirnos en el
control de las funciones cognitivas superiores, iremos avanzando en el desarrollo del
inmenso potencial que cada uno posee.
Los juegos referidos al entrenamiento mental que aquí exponemos abarcan tres variantes:


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Gimnasia para el cerebro
Visualización
Espacio mental
La gimnasia para el cerebro tiene como objeto mantener en óptimas condiciones las
funciones intelectuales superiores, promoviendo la neuro plasticidad cerebral. A su vez, la
visualización persigue desarrollar destrezas mentales de la imaginación, con la finalidad de
auto superarse, y acceder a la fuente de la creatividad.
En cuanto al espacio mental, nos facilita el trabajo integrado de ambos hemisferios,
consiguiendo el control de los ritmos del cerebro Alpha y Theta.
Entrenando la mente trabajamos en pro de la sincronización cerebral y, por ende, del
desarrollo personal.
Los juegos de “Mentasia”
“La Mentasia” es un entretenido y apasionante conjunto de juegos de entrenamiento mental,
que tiene la ventaja de poder efectuarse en grupos, de a dos, y también de manera
individual. Introduce al trabajo de la mente y sus posibilidades. Su nombre está formado por
la fusión de dos palabras: mente y gimnasia.
Se trata de entrenar la mente jugando (acción de mentrenar). Mentrenando trabajamos
valiosas funciones intelectuales superiores antes mencionadas, tales como la imaginación, la
visualización, la concentración, la memoria, y el cálculo matemático.
Las posibilidades son infinitas, todo depende de la motivación de los participantes. Los
juegos de la mentasia es ideal practicarlos a continuación de la relajación. Sin embargo,
también puede ser una sesión aparte.
Cualquier momento es apto para mentrenar, ya sea entre padres e hijos y también incluyendo a más miembros de la familia o amigos, es una actividad absolutamente distinta y
motivadora.
Mentrenar es inteligente, desarrolla disciplina, perseverancia, y lo que es innegable, este tipo
de juegos rompe la rutina, abriendo nuevos espacios. Presentamos los siguientes:


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La transmisión de colores
La cuenta regresiva
Las figuras geométricas

Dímelo al revés
Antes de describirlos, digamos que el requisito fundamental para jugar mentasia es lograr
previamente el estado de relajación física y mental, para obtener el grado de concentración
adecuado. Se debe evitar también cualquier pérdida de energía a través del cuerpo para
canalizar ésta hacia la mente, en la dirección deseada.
Todos los juegos de la mentasia constan de dos etapas. La primera es una fase de
comunicación verbal, donde se entrenan y desarrollan las siguientes capacidades:
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
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Relajación corporal
Relajación mental
Concentración
Visualización
Memoria
Tercera parte
CAPÍTULO XIII
Entrenamiento de a dos
para
Todas las edades
Veintiocho juegos a experimentar
Dejando de lado la brecha generacional
Este capítulo contiene veinte y ocho
ejercicios y está dirigido a todo tipo de
personas bien entrenadas
–independiente del sexo o de la edad– que
se interesen en experimentar el trabajo
de a dos y en ejercitarse físicamente de
una manera distinta y novedosa.
Aplicando el recurso de la modificación,
todos los juegos-ejercicios presentados
en este libro son posibles de adaptarse.
Se trata de extraer la idea medular,
comenzando a experimentar y recrear,
basándose en los modelos presentados.
3. El cuadrado y el triángulo
Este ejercicio es indicado para iniciarse
en la práctica de la inversión del cuerpo.
Ejecutarlo en compañía resulta perfecto
y al aire libre, mejor aún. Cuando se
prac-tica solo, se emplea como soporte
una pared, o si estamos en exteriores,
un árbol.
Ejecución: La persona que ejerce de
soporte se coloca en posición cuadrúpeda, con las manos y pies en el suelo y
tratando lentamente de descender los
talones a la tierra. Su cuerpo forma la
figura virtual de un triángulo. El otro/a se
sube en la espalda de su compañero/a
apoyando los pies, ya sea toda la planta
o solo los metatarsos, lo que dependerá
de las proporciones y de la flexibilidad
de los participantes. Apoyado sobre las
manos, invierte el cuerpo formando un
ángulo de 90 grados. Luego se cambian
los roles.
Trabajo: La persona que se encuentra
de soporte practica una gran elongación
de los músculos de las piernas en general y, específicamente, de la región posterior. Lo
sentirá en los gemelos, el soleo y el tendón de Aquíles. Asimismo, se pro-ducirá un
estiramiento de la columna ver-tebral.
Para la persona que está apoyada, es una inversión del tronco, que a pesar de estar asistida,
requiere de gran equilibrio y destreza. No es lo mismo equilibrarse arriba de una persona que
hacerlo sobre algo inerte. En este tipo de trabajo la comunicación, la confianza y la empatía
son fundamentales. Uno depende del otro para llevar a buen término el ejercicio. Establecida
la posición inicial y una vez logrado el equilibrio, se prosigue con la elevación de una pierna a
la vertical. Se mantiene la postura en el transcurso de tres a cinco respiraciones profundas y
luego se procede con la otra extremidad. Un nivel de mayor exigencia consiste en llevar la
pierna desde la elevación vertical a la flexión, de manera que el pie se dirige hacia la cabeza.
Y llevando la pierna a diferentes posiciones, se aumentará el nivel de exigencia.
28. Tres triángulos
Si podemos entrenarnos de a dos, porqué no probar de a tres; es cuestión de
motivación, voluntad y echar a volar la
imaginación. Jugar en trío resulta un muy
buen entrenamiento para todos los integrantes y existen más posibilidades de
cambio de roles. Por lo demás, puede ser
muy divertido. En el trabajo de a tres,
proponemos dos variantes.
La primera opción del entrenamiento de a
tres, que dicho sea de paso viene muy
bien si se desea avanzar en el entrenamiento de a dos, es que la tercera persona asuma el rol de “ángel guardián”, como lo muestra la imagen en el juego “el
muro de contención”.
Ésta tiene la responsabilidad de velar por
la seguridad de los integrantes en un
juego determinado; auxiliando física y síquicamente a la pareja, para que puedan ejecutar el
ejercicio sin correr riesgos. Esto es particularmente práctico para que las personas se aventuren a ejecutar inversiones, equilibrios y otras acciones, que de estar solos pueden sentirse
muy exigidos o inhibirse.
El rol de “ángel guardián”, se comparte con los otros dos integrantes, de manera que todos
se integran y disfrutan del entrenamiento. La segunda alternativa para personas con control
y autodominio corporal es el trabajo de a tres sin asistencia; consiste en que las personas se
integran simultáneamente en un mismo ejercicio, como en el juego de los “tres triángulos”
que aquí presentamos. Ejecución: Dos participantes se establecen en la posición triangular,
una frente a la otra. La tercera se trepa, apoyando los pies en el sacro de un participante y
las manos en el sacro del otro, y ejerce la misma posición. En la imagen apreciamos la
modificación ejecutada con las piernas flexionadas. Variación: La persona que está arriba
eleva la pierna derecha al cielo y luego procede con la izquierda.
Trabajo: Para los que están de base es una elongación intensiva de piernas con peso. Para
el que se encuentra arriba, es un trabajo de equilibrio y desarrollo propioceptivo, además del
estiramiento que en sí mismo implica la postura.
“Juega y Entrena con tus Hijos” presenta el original concepto del ejercicio compartido, como
una propuesta integral para dos.
Una opción inteligente que permite aprovechar y multiplicar el tiempo, obteniendo los padres
doble retribución: Desarrollar una renovada forma de comunicación interfamiliar, y entrenarse
simultáneamente. Sin duda, una misión excitante, cuya experiencia puede conducirnos a
grandes hallazgos.
Para los padres es una alternativa novedosa de actividad física, y para los hijos, un juego
divertido y lleno de emociones, que les incentiva la imaginación.
El juego-entrenamiento es una experiencia rica e inspiradora, que abre las puertas a la
creatividad, rompe la rutina y fortalece los lazos afectivos.
Este libro ofrece una actividad física radicalmente original, no sólo para padres e hijos, sino
que abierta a todo aquel que busca nuevas formas de compartir con sus seres queridos y
amistades. El ejercicio en pareja es una herramienta de trabajo integral, donde cuerpo y
mente se benefician, flexibilizándose y fortaleciéndose.
En suma, entrenar de a dos implica necesariamente establecer una relación nueva con el
propio cuerpo, la energía, el espacio y el cuerpo del otro.
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