PALABRAS DE VIDA La Salle 9 Noviembre 2014 32 Domingo - A Jn 2,13-22 Dedicación de la Basílica de S. Juan de Letrán Lectura del santo evangelio según san Juan Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.» Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.» Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?» Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.» Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?» Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús. ¿CÓMO ES NUESTRA RELIGIÓN? El episodio de la intervención de Jesús en el templo de Jerusalén ha sido recogido por los cuatro evangelios. Es Juan quien describe su reacción de manera más gráfica: con un látigo Jesús expulsa del recinto sagrado a los animales que se están vendiendo para ser sacrificados, vuelca las mesas de los cambistas y echa por tierra sus monedas. De sus labios sale un grito: “No convirtáis en un mercado la casa de mi Padre”. Este gesto fue el que desencadenó su detención y rápida ejecución. Atacar el templo era atacar el corazón del pueblo judío: el centro de su vida religiosa, social y económica. El templo era intocable. Allí habitaba el Dios de Israel. Jesús, sin embargo, se siente un extraño en aquel lugar: aquel templo no es la casa de su Padre sino un mercado. A veces, se ha visto en esta intervención de Jesús su esfuerzo por “purificar” una religión demasiado primitiva, para sustituirla por un culto más digno y unos ritos menos sangrientos. Sin embargo, su gesto profético tiene un contenido más radical: Dios no puede ser el encubridor de una religión en la que cada uno busca su propio interés. Jesús no puede ver allí esa “familia de (J.A. Pagola) Dios” que ha comenzado a formar con sus primeros discípulos y discípulas. En aquel templo, nadie se acuerda de los campesinos pobres y desnutridos que ha dejado en las aldeas de Galilea. El Padre de los pobres no puede reinar desde este templo. Con su gesto profético, Jesús está denunciando de raíz un sistema religioso, político y económico que se olvida de los últimos, los preferidos de Dios. La actuación de Jesús nos ha de poner en guardia a sus seguidores para preguntarnos qué religión estamos cultivando en nuestros templos. Si no está inspirada por Jesús, se puede convertir en una manera “santa” de cerrarnos al proyecto de Dios que él quería impulsar en el mundo. La religión de los que siguen a Jesús ha de estar siempre al servicio del reino de Dios y su justicia. Por otra parte, hemos de revisar si nuestras comunidades son un espacio donde todos nos podemos sentir en “la casa del Padre”. Una comunidad acogedora donde a nadie se le cierran las puertas y donde a nadie se excluye ni discrimina. Una casa donde aprendemos a escuchar el sufrimiento de los más desvalidos y no solo nuestro propio interés. No olvidemos que el cristianismo es una religión profética nacida del Espíritu de Jesús para abrir caminos al reino de Dios construyendo un mundo más humano y fraterno, encaminado así hacia su salvación definitiva en Dios. DISCERNIMINETO, DIÁLOGO Y ORACION “koinonía” Para la revisión de vida Jesús es el lugar definitivo de la presencia de Dios en su medio de su pueblo y el lugar por excelencia de la adoración de Dios, Él es la perfecta “casa” del Padre. Si es verdad que sus opositores lo rechazan pidiéndole pruebas que de todas maneras no van a aceptar, el que se hace su discípulo, da el paso de la fe, se deja guiar por su Palabra. ¿Qué es para mí el templo? ¿En qué otros templos (Lugares sagrados) me encuentro con Jesús en la vida diaria? Para la reunión de grupo ¿Cómo se relacionan nuestros templos de piedra con Cristo “Templo vivo” de Dios? ¿Qué sentido tiene ahora para nosotros el “templo” donde nos reunimos los domingos para celebración de la pascua dominical? ¿Qué nos enseña Jesús con la expulsión de los vendedores del Templo? ¿Qué consecuencias tiene la para vida del discípulo? ¿Qué hacer para que nuestros templos expresen mejor el rico sentido que tienen? El poeta Khalil Gibran decía “Nuestra vida diaria es nuestro templo y nuestra religión”. Comentar esta frase. Para la oración de los fieles Para que en nuestras comunidades cristianas todos aporten tiempo y esfuerzo personal, trabajando hacia una Iglesia mejor y más evangélica, roguemos al Señor. R/ Señor, que sepamos construir tu comunidad. Para que todas nuestra iglesias cristianas trabajen para conseguir la unidad a la que están llamadas por Jesús, el único Buen Pastor de todos, roguemos al Señor. Para que los gobernantes de las naciones se esfuercen sinceramente por fomentar la paz en la comunidad del mundo y busquen soluciones comunes para problemas comunes, al mismo tiempo que respeten la identidad, los derechos y la dignidad de cada pueblo, roguemos al Señor. Para que los que viven en seguridad acojan a extranjeros y refugiados, a gente sin casa ni país, y les muestren el calor de la hospitalidad, roguemos al Señor. Oración Padre nuestro: Tú nos has llamado por medio de tu Hijo a ser una comunidad de fe, amor y servicio construida sobre el único cimiento sólido: Jesucristo, Señor nuestro. Llénanos con su Espíritu, para que seamos tu Iglesia en palabra y obras, sin plantear exigencias, sin buscar privilegios, sin tratar de dominar ni controlar a nadie. Ayúdanos a llevar alegría a todos, a amar sin excluir a nadie y a servir sin exigir ni gratitud ni nada a cambio. Que así seamos la casa viva de Dios llena con la presencia de tu Hijo, Jesucristo nuestro Señor.