justicia juvenil - Institut International des Droits de l`Enfant

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Institut international
des Droits de l’Enfant (IDE)
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
JUSTICIA JUVENIL
Tendencias internacionales: hacia la Justicia restaurativa
Organisé par l’Institut international des Droits de l’Enfant (IDE)
avec l’appui
de la Direction du Développement et de la Coopération (DDC) de Suisse
Avril 2007
Venezuela
TABLE DES MATIERES
Introduction
Jean ZERMATTEN, Directeur de l’IDE, Sion
2
Es fundamental el papel de la familia para combatir el problema de
la violencia y criminlidad juvenil
Dr. Omar MORA DIAZ, Presidente del Tribunal Supremo de Justicia,
Magistrado, Caracas
5
Estrechando los lazos de cooperación de ambos países
S.E. Walter SUTER, Ambassadeur de Suisse au Venezuela, Caracas
7
Instrumentos internacionales en Justicia Juvenil
Jean ZERMATTEN, Directeur de l’IDE, Sion
8
Presentación del Sistema Venezolano de Justicia de Menores
Dra. Maria Elena GARCIA PRÜ, Jueza Intergrante de la Corte Superior
de la Sección de Adolescente del Circuito Judicial Penal del Area
Metropolitana de Caracas
23
La Remisión, del Pacto de San José de Costa Rica a la Convención
sobre los derechos del Niño
Atilio ALVAREZ, Defensor Público de Menores de la República
Argentina, Buenos Aires
32
Mediación y justicia juvenil
Jean ZERMATTEN, Directeur de l’IDE, Sion
40
Justicia juvenil restaurativa
Jean SCHMITZ, Rédacteur en chef de la Revue Justicia para Crecer, Lima
53
El Trabajo del Comité de los derechos del niño en materia de
Justicia juvenil. Algunas recomendaciones.
Norberto LIWSKI, Vicepresidente del Comité de Derechos del Niño
de las Naciones Unidas, Buenos Aires
68
Palabras de Clausura
Dr. Eladio RAMON APONTE APONTE, Presidente de la Sala
dee Casacion penal, Caracas
88
Résumés des interventions
94
Bibliographie
104
1
Venezuela
INTRODUCTION
Jean ZERMATTEN, Directeur de l’IDE
En primer lugar, permítanme expresar el agrado que tengo de organisar en Caracas este
seminario sobre la justicia juvenil con mis tres compañeros de trabajo, el Señor Profesor
Atilio Álvarez de la UCA de Buenos Aires, el Señor Doctor Norberto Liwski,
Vicepresidente del Comité de los derechos del niño y el Señor Jean Schmitz, ciudadano
belga, pero trabajador en Lima en el ámbito de la Justicia juvenil y excelente iniciador y
redactor jefe de la revista “Justicia para Crecer”. Conociendo su muy cargado programa de
trabajo, vivamente les agradezco haber aceptado esta invitación y pienso que es un
privilegio poder contar con su presencia.
Pero sobretodo desearía agradecer a las personas que han tomado la iniciativa de realizar
este seminario sobre justicia de menores. Desearía citar aquí al Señor Presidente del
Tribunal Supremo de Justicia, Doctor Omar Mora Díaz y al Presidente de la Sala de
Casación Penal, Doctor Eladio Ramón Aponte Aponte. No quisiera olvidar destacar los
méritos de Su Excelencia, el Embajador de Suiza, el Señor Walter Suter.
Este seminario también ha sido posible gracias a la intervención financiera de la Dirección
del Desarrollo y de la Cooperación de Suiza y el patrocinio del Comité de los derechos del
niño (Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU)
Debo confesarles que no conozco el sistema de justicia de Venezuela, salvo el haber leído
en los informes de su Estado y de las recomendaciones del Comité de los derechos del
niño, aquello que atañe a su país. De hecho, no venimos aquí para indicarles de manera
precisa qué hacer, qué cambiar, qué mantener, qué mejorar. Además, creo que todo país
debe reflexionar y decidir por él mismo sobre cómo quiere reformar (o no) su sistema
porque debe tener en cuenta su propia cultura, la tradición de su sistema jurídico, sus
particularidades y la voluntad de su gente. Ningún Estado debe dar lecciones a otro y
decirle, de acuerdo, tenemos el mejor sistema, así pues debe copiarlo e implementarlo en
su país…
Cada sistema tiene sus límites y defectos. Pero nosotros nos hallamos aquí para reflexionar
sobre la Justicia Juvenil, y esto es importante en la perspectiva de su país; nuestro papel,
como Instituto es ayudarles a llevar a cabo esta reflexión.
En la actualidad, poseemos un importante aparato de instrumentos internacionales en el
ámbito de la Justicia Juvenil, y más tarde tendré el gusto de presentarles cómo estos
estándares funcionan. Pero existe una evidencia que resalta de estas Convenciones,
Principios, Directrices y Reglas Mínimas: la comunidad internacional tiene la intención de
paliar la dureza de los sistemas tradicionales de Justicia. Estos sistemas se caracterizan
por el énfasis dado a la retribución/represión, y la principal manifestación de su dureza es
la aplicación extensiva de la privación de libertad tanto en prisiones como en instituciones
cerradas.
Podemos mejorar las condiciones de las prisiones y cárceles, podemos separar a los
jóvenes delincuentes de los adultos, mejorar la calidad de la comida, tener muchos canales
2
Venezuela
de televisión en la programación… y ofrecer más trabajos a los adolescentes internados.
Pero siguen siendo prisiones y cárceles y una muy dura respuesta a los delitos los cuales a
veces son muy serios o serios, pero la amplia mayoría de estos jóvenes cometen delitos que
son relativamente menores, o incluso insignificantes. Por lo tanto la preocupación a nivel
internacional es la de reformar los sistemas y aplicar más medidas sociales y pedagógicas
en lugar de la privación de libertad. Y a mi parecer, es evidente, que una mayoría de los
menores no necesita ser detenida, o únicamente por un muy corto periodo de tiempo.
Aquí interviene el concepto de desviación/desvío: desviación significa salir del
procedimiento judicial y encontrar otros métodos para responder a la delincuencia juvenil.
Este concepto se desprende también de los estándares internacionales. La desviación tiene
muchas ventajas:
- reduce la intervención de los tribunales desbordados
- ofrece la posibilidad de no estigmatizar al joven mediante el juicio
- permite encontrar respuestas sociales/educativas
- limita el uso de la privación de libertad (último recurso)
- ahorra dinero…
Pero necesita enmarcarse en el marco legislativo del sistema de justicia juvenil y estar
claramente regulado, con el fin de evitar un poder discrecional, paternalista, de favoritismo
o corrupto. Debe hallarse en sintonía con los derechos procesales del niño, en particular
con el derecho a no estar de acuerdo con la desviación y solicitar un juicio, o el derecho a
recurrir.
Y aún más, la desviación necesita contar con otras posibilidades u otras respuestas; no es
posible únicamente desviar. Debemos desviar de una cosa hacia otra. Si queremos desviar
a los jóvenes delincuentes de la prisión, debemos contar con infraestructuras y con
respuestas sociales preparadas para poder enfrentar el problema. Por ejemplo, si quiero
evitar el encarcelamiento de un joven B por haber robado una bicicleta, debo ofrecerle al
juez la posibilidad de hacer algo diferente (libertad condicional, trabajos comunitarios,
multa…), no únicamente renunciar a intervenir. Es posible renunciar y perdonar en
determinadas circunstancias, pero en la mayoría de los casos existe también una necesidad
de una respuesta social, pero sin prisión.
Las posibilidades propuestas por el sistema de justicia juvenil se llaman a menudo
alternativas, porque son otra manera de tratar (alternan) con la delincuencia juvenil. Las
dos principales alternativas propuestas a nivel internacional son:
- Trabajos en beneficio de la comunidad
- Mediación
Pero existen otras posibilidades relacionadas con el país, la cultura. Pienso en concreto en
todas las posibilidades de “reuniones” existentes en los países donde la comunidad como
un todo se encarga de resolver el problema del joven que entra en conflicto con la ley,
mostrándole la reprobación social e intentado encontrar una solución reintegradora para
que el acusado no sea excluido por su comportamiento.
Todo este movimiento recibe el nombre de “Justicia Reparadora” y enfatiza la necesidad
para el infractor de afrontar su acto y confrontarse a la víctima (persona) o a la víctima
globalmente (la sociedad/comunidad) o a ambas.
3
Venezuela
Tendremos la ocasión de hablar más concretamente de este tipo de justicia con las
intervenciones de los Señores Álvarez y Schmitz, yendo de la teoría a la práctica.
Estimo también importante mencionar que la desviación, las alternativas y la justicia
reparadora son una manera innovadora de pensar; pero no pueden resolver todas las
situaciones, y si estamos de acuerdo en la necesidad de paliar la dureza del sistema de
justicia juvenil y si abogamos por repuestas “más blandas”, tenemos que tomar en
consideración las legítimas preocupaciones de la seguridad pública. En Europa, en este
momento, nos hallamos ante una tendencia que se dirige hacia medidas más represivas
(Francia, España, Inglaterra) debido al miedo ante la violencia (ver el “otoño caliente”
Francia 2005) o justificada por el terrorismo. Si queda claro que la violencia se halla en
aumento, también desgraciadamente en Suiza pero en menor medida, no debemos olvidar
los principios básicos y creer únicamente en la privación de libertad como la solución a
todos los problemas. Sabemos que estas nuevas situaciones no son producto de la
generación joven, sino que encuentran explicaciones a otro nivel: situación económica,
pobreza, desempleo, migraciones, cambios en los valores tradicionales…
Por lo tanto, un Estado debe encontrar el equilibrio entre la protección y el control, y no
es muy sencillo, porque tenemos en una mano la presión del público, los medios de
comunicación, las víctimas las cuales frecuentemente piden castigos severos, y en la otra
mano, tenemos la evidencia:
• El niño es un ser en desarrollo (inmadurez cognitiva y psicosocial)
• Sus necesidades son diferentes a las de los adultos
• Un joven es un ser maleable con un alto potencial de rehabilitación
• La delincuencia debe ser vista como una transición, no como un signo de
cronicidad.
Para finalizar, lo que desearía añadir es lo siguiente: no debemos ver el sistema de Justicia
Juvenil únicamente como a un tribunal, o a un juez, o a un fiscal. Y el sistema de Justicia
Juvenil no puede ser reducido a aquellas situaciones en las que el conflicto con la ley penal
ha surgido. Cubre muchas otras esferas incluidas la prevención de la delincuencia, el
cumplimiento de la ley y la resolución y rehabilitación. Consecuentemente, no es sólo una
cuestión legal sino también un área clave de política social.
El SISTEMA DE JUSTICIA JUVENIL es un sistema muy complejo, construido e
interconectado con otros sistemas. Está vinculado con
- Policía
- Servicios sociales
- Sistema médico-legal
- Sistema educativo (escuelas)
- Instituciones
- Prisiones…
Hay muchos jugadores en el juego y la dificultad es encontrar cómo trabajar todos juntos…
4
Venezuela
ES FUNDAMENTAL EL PAPEL DE LA FAMILIA PARA COMBATIR
EL PROBLEMA DE LA VIOLENCIA Y CRIMINALIDAD JUVENIL1
Dr. Omar MORA DIAZ, Presidente del Tribunal Supremo de Justicia
Con las palabras del presidente Omar Mora Díaz y de Walter Suter, embajador
extraordinario y plenipotenciario de la Confederación Helvética en Venezuela, quedó
instalado formalmente la Jornada de Derecho Penal Juvenil, en la que participan
destacados ponentes nacional e internacionales, actividad coordinada por el presidente de
la Sala de Casación Penal, magistrado Eladio Aponte Aponte
El presidente del Tribunal Supremo de Justicia, magistrado Omar Mora Díaz, recordó el
importante papel que juega la familia para combatir la problemática de la violencia y
criminalidad juvenil, al respecto expresó que "lo importante es que exista amor entre el
padre y la madre para proteger y educar al niño con dignidad y en esa medida,
progresivamente, los niveles de delincuencia en el sector juvenil se irán reduciendo, es una
lucha difícil, pero no imposible", palabras que manifestó durante la instalación formal de la
Jornada de Derecho Penal Juvenil que se efectúa entre el 26 y el 27 de octubre en la sede
de la máxima instancia judicial del país.
Antes de la instalación de la Jornada el Presidente del máximo Tribunal recibió en el Salón
Protocolar del alto Tribunal, en compañía del presidente de la Sala de Casación Penal,
magistrado Eladio Aponte Aponte, al distinguido grupo de ponentes internacionales a
quienes brindó una cordial bienvenida al país y a la sede de la máxima instancia judicial
venezolana, además, de hacerle a cada uno de los invitados un obsequio institucional. Por
su parte los ponentes expresaron sus palabras de agradecimiento y complacencia por la
invitación a participar en esta importante actividad jurídico-académica.
Hay que oxigenar la democracia en el mundo
Posteriormente tomó la palabra el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, magistrado
Omar Mora Díaz, quien señaló que es un orgullo para la máxima instancia judicial
venezolana servir de anfitriona para la realización de la Jornada de Derecho Penal Juvenil,
que indicó servirá para aportar soluciones para combatir la criminalidad en el ámbito
juvenil. Subrayó durante sus palabras de instalación, el hecho histórico e inédito de que las
Cartas Magnas de Venezuela y Suiza hayan sido aprobadas mediante la consulta y la
votación popular y no por una élite política.
En relación con la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, Mora Díaz
recordó que fue aprobada por la inmensa mayoría del pueblo venezolano y que se trata de
un proyecto de país que obliga a construir un Estado democrático, "pero no cualquier
democracia, estamos convencidos en Venezuela que la democracia en el mundo hay que
oxigenarla".
1
Source : site du Trbunale supremo de Justicia du Venezuela
5
Venezuela
Al respecto expresó que la práctica de una democracia sólo representativa "no es suficiente
para estimular los cambios profundos que merece el siglo XXI, esa democracia
simplemente representativa, estática, casi muerta, casi fósil, no da respuesta a las
expectativas de este siglo ni a las necesidades del pueblo", en el caso venezolano destacóla democracia tiene un sentido diferente "sí, democracia participativa porque al final los
órganos del Poder Público tienen que ser producto de la voluntad popular a través del
sufragio, pero además participativa y protagónica, donde el pueblo tenga la oportunidad de
ser protagonista de su propio destino y esa democracia implica precisamente que la
comunidad participe en la solución de sus propios problemas, como bajar, por ejemplo la
criminalidad, la violencia juvenil".
Es importante la participación popular
El Magistrado expresó que la participación popular para buscar las soluciones al problema
de la criminalidad juvenil es fundamental y con el esfuerzo mancomunado de los
organismos públicos, los cuales se constituyen en instrumentos catalizadores para alcanzar
las soluciones al respecto. Además recordó que la Carta Magna establece el sentido social
de la democracia y sobre ese particular señaló que el Estado siempre debe buscar la
igualdad "porque sin igualdad y solidaridad no puede haber paz, no puede haber justicia y
por eso nuestro Estado democrático tiene que ser social, para atacar esos problemas que
hemos heredado y que no podemos pasar por alto en una Jornada tan importante como esta
de Derecho Penal Juvenil".
Mora Díaz indicó además que el problema de la delincuencia juvenil mejorará,
paulatinamente, en la medida en que se vaya construyendo y fortificando ese Estado
democrático y social "que tiene que estar fundamentado en dos valores principales, como
lo dice también nuestra Constitución, la educación y el trabajo, darle educación al pueblo.
Decía nuestro Libertador Simón Bolívar que ‘un pueblo ignorante es un instrumento ciego
de su propia destrucción’, ‘moral y luces son nuestras primeras necesidades’, tenemos que
ir a educar a nuestro pueblo para que progresivamente pueda ir desarrollando sus potencial
y entonces también a través de trabajo digno pueda ir apartándose del ocio, apartándose de
los vicios y las tentaciones que conllevan precisamente al delito y allí el factor fundamental
la juventud, los niños y los adolescentes, que son el futuro del mundo, de la humanidad y
hacia ellos debemos todo nuestro trabajo".
Para concluir el magistrado Omar Mora Díaz agregó que es fundamental el papel de la
familia para combatir la problemática de la violencia y criminalidad juvenil "lo importante
es que exista amor entre el padre y la madre para proteger y educar al niño con dignidad y
en esa medida, progresivamente, los niveles de delincuencia en el sector juvenil se irán
reduciendo, es una lucha difícil, pero no imposible".
Este evento gratuito, efectuado en el Auditorio Principal del alto Tribunal, contó con la
presentencia del vicepresidente de la Sala de Casación Penal, magistrado Héctor Coronado
Flores y de los presidentes de la jurisdicición penal de los diferentes circuitos del país,
jueces superiores, defensores públicos, representantes del Ministerio Público, abogados y
representantes de los medios de comunicación.
6
Venezuela
ESTRECHANDO LOS LAZOS DE COOPERACIÓN DE AMBOS
PAÍSES1
S.E. Walter SUTER, Ambassadeur de Suisse au Venezuela
Acto seguido en el Auditorio Principal del alto Tribunal el excelentísimo señor Walter
Suter, embajador extraordinario y plenipotenciario de la Confederación Helvética en
Venezuela hizo uso de la palabra durante la instalación de la Jornada de Derecho Penal
Juvenil, en las que destacó la importancia de esta actividad que permite el intercambio de
conocimientos y experiencias en la materia entre Venezuela y Suiza.
"Es un honor muy particular porque Venezuela y Suiza comparten mucho en cuanto a las
Constituciones, porque ambas tienen fecha de 1999, la nuestra la primera es de 1848 pero
hubo una revisión total en el año 1999, así como nació la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela en ese mismo año y las dos fueron aprobadas por referéndum,
por votación popular. Las dos contienen particularmente como valores básicos la conexión
de democracia directiva-participativa, una conexión que la participación de los ciudadanos
en los asuntos públicos es clave para una convivencia pacífica prospera, humana, que
busca la igualdad de oportunidades para todos".
Señaló Suter que la Jornada de Derecho Penal Juvenil se inscribe en un programa amplio
de cooperación para el fortalecimiento del Estado de Derecho, democrático y de las
instituciones del Estado, en el marco del cual se están realizando una serie de trabajos
conjuntos con otros poderes del Estado, instituciones y alcaldías venezolanas, además,
adelantó que en materia judicial más adelante se podría estrechar mucho más la relación
entre ambos países con un encuentro entre los presidentes de las máximas instancias
judiciales de Venezuela y Suiza.
El Embajador para cerrar su intervención deseó mucho éxito en el desarrollo de la Jornada
de Derecho Penal Juvenil "y que este sea el inicio hacia muchas más jornadas, para
fortalecer y profundizar los vínculos que ya establecimos nosotros hoy, para el beneficio de
los seres humanos de nuestros dos países y del mundo (...) que sea muy beneficioso para
los participantes y para los ciudadanos venezolanos", concluyó.
1
Source : Site du Tribunale Supremo de Justicia de Venezuela
7
Venezuela
INSTRUMENTOS INTERNACIONALES EN JUSTICIA JUVENIL
Jean ZERMATTEN, Directeur de l’IDE
PLAN
1.
•
•
•
•
2.
Parte I
3 grandes textos onusianos
… y la CDN
Los trabajos del ECOSOC
Directrices Niños víctimas y testigos
Parte II
5 grandes principios y sus implicaciónes
Los 3 grandes textos onusianos
1. Directrices de las NU para la Prevención de la
Delincuencia Juvenil 1990
(Directrices de Riad).
2. Reglas mínimas de las NU para la Administración
de la Justicia de Menores 1985
(Reglas de Beijing).
3. Reglas de las NU para la Protección de Menores
Privados de Libertad 1990
(Reglas de La Habana o RPL).
8
Venezuela
Directrices de Riad (1990)
• Prevención de la delincuencia juvenil de manera positiva, o
la promoción del bienestar y de la integración social.
• Necesidad de enfrentarse al problema de una manera
general y no limitarse a la exposición de situaciones
negativas o parciales.
• Prevención no puede limitarse al ámbito de la justicia y
debe englobar todos los campos relativos a la infancia y la
adolescencia.
• Fuerza del texto : la prevención es asunto de todos y no
solamente de algunos especialistas.
• Contribución de los servicios comunitarios, papel de la
escuela, implicación de sociedades locales, colaboración de
las asociaciones deportivas, de ocio y los medios de
comunicación.
• Ayudar a los jóvenes a hacer buenas elecciones.
Reglas mínimas de las NU para la
Administración de Justicia de Menores (2)
• ofrecen a los Estados unas líneas directrices para
la elaboración de sistemas especializados de
justicia para menores
• reglas anteriores a la CDN, pero retomadas (art. 37
y 40) = valor obligatorio via la CDN
• 10 principios fundamentales.
9
Venezuela
Reglas mínimas de las NU para la
Administración de Justicia de Menores (2)
1. trato equitativo y humano ;
2. toma en cuenta de la palabra del menor ;
3. pena capital y castigo corporal están excluidos ;
4. detención = medida de último recurso, lo más
breve posible ;
5. privación de libertad solo para casos graves ;
6. recurso a soluciones extrajudiciales ;
7. internamiento = medida de último recurso ;
8. liberación de la medida en cuanto sea posible ;
9. especialización de los órganos de justicia juv. ;
10. objetivo: reinserción .
Reglas de las NU para la Protección de los
Menores Privados de Libertad (1)
Definición : toda persona de menos de 18 años en privación
de libertad, ya sea bajo forma de detención o de
encarcelamiento, ya sea bajo forma de internamiento en un
establecimiento público o privado, ordenado por una
autoridad judicial.
• Se trata de evitar los efectos nefastos de la privación de
libertad, garantizando los derechos del niño.
• Se reserva un lugar particular a la detención antes del
juicio y al respeto de ciertas reglas para la custodia
temporal o la permanencia en las comisarías de policía.
Esto es de importancia primera, pues es sobretodo en este
momento del procedimiento en el que las violaciones más
flagrantes son cometidas en numerosos países.
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Venezuela
Reglas de las N.U. para la Protección de los
Menores Privados de Libertad (2)
Principios
1. la privación de libertad es la medida de último recurso y
debe ser el mas breve posible ;
2. los menores no pueden ser privados de libertad sin razón
jurídica objetiva ;
3. se debe privilegiar la creación de pequeñas unidades
institucionales abiertas ;
4. los menores privados de libertad deben ser preparados para
su vuelta a la libertad (programas educativos) ;
5. los contactos con las familias deben ser mantenidos ;
6. el personal de los establecimientos debe estar formado .
LA CONVENCIÓN SOBRE LOS
DERECHOS DEL NIÑO (1989)
• Un texto holístico, con principios de base
importantes en materia de justicia juvenil:
• La no discriminación (art. 2)
• El interés superior del niño (art. 3)
• La palabra del niño (art.12)
• Derechos indivisibles e interdependientes y
exigibles
• 3 artículos en J.J. : 37, 40 y 39
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Venezuela
LA CONVENCIÓN SOBRE LOS
DERECHOS DEL NIÑO (2)
Artículo 37
a) Prohibición de la tortura y de los tratos crueles, inhumanos o
degradantes. Ni la pena capital ni la prisión perpetua sin posibilidad de
excarcelación para los jovenes;
b) No privación de libertad de forma ilegal o arbitraria. La detención,
el encarcelamiento o la prisión de un niño se llevará a cabo de
conformidad con la ley, se utilizará como medida de último recurso y
durante el periodo más breve posible ;
c) Todo niño privado de libertad debe ser tratado con humanidad ;
d) Separación de los adultos y derecho de permanecer en contacto con
su familia ;
e) Los niños privados de libertad : derecho a un pronto acceso a la
asistencia jurídica y derecho a impugnar la legalidad de su privación de
libertad ante un tribunal u otra autoridad competente, independiente e
imparcial, y a una pronta decisión sobre dicha acción.
LA CONVENCIÓN SOBRE LOS
DERECHOS DEL NIÑO (3)
Artículo 40
Los Estados Partes reconocen el derecho de todo niño
de quien se alegue que ha infringido las leyes penales
o a quien se acuse o declare culpable de haber
infringido esas leyes a ser tratado de manera acorde
con el fomento de su sentido de la dignidad y el valor,
que fortalezca el respeto del niño por los derechos
humanos y las libertades fundamentales de terceros y
en la que se tengan en cuenta la edad del niño y la
importancia de promover la reintegración del niño y
de que éste asuma una función constructiva en la
sociedad .
12
Venezuela
LA CONVENCIÓN SOBRE LOS
DERECHOS DEL NIÑO (4)
Art 40 : garantías
• i) Presunción de inocencia;
• ii) Información sobre los cargos y asistencia jurídica;
• iii) Causa dirimida sin demora por instancia judicial
competente, independiente e imparcial;
• iv) No obligación a prestar testimonio o a declararse
culpable; interrogar o hacer que se interrogue a testigos de
cargo y de descargo;
• v) Posibilidad de recurso ;
• vi) Asistencia gratuita de un intérprete;
• vii) Respeto de la vida privada en todas las fases del
procedimiento.
LA CONVENCIÓN SOBRE LOS
DERECHOS DEL NIÑO (5)
Artículo 40 : sistema
• Necesidad de leyes, procedimientos, autoridades e
instituciones especialmente concebidas para los menores,
con:
a) edad mínima antes de la cual se presumirá que los niños
no tienen capacidad para infringir las leyes penales ;
b) siempre que sea apropiado y deseable, adopción de
medidas para tratar a esos niños sin recurrir a
procedimientos judiciales ;
• Prioridad a las medidas tales como el cuidado, colocación
familiar, programas de educación general y profesional, y
posibilidades alternativas a la internación en instituciones;
• Proporcionalidad con la situación y la infracción
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Venezuela
LA CONVENCIÓN SOBRE LOS
DERECHOS DEL NIÑO (6)
Artículo 39
Principio de reinserción
Los Estados Partes adoptarán todas las
medidas apropiadas para promover la
recuperación física y psicológica y la
reintegración social de todo niño víctima
de: cualquier forma de abandono,
explotación o abuso; tortura u otra forma de
tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes …
Directrices de Acción sobre el Niño en el
Sistema de Justicia Penal, Viena 1997
• Retoman todos los textos anteriores (CDN, Bejing, Riad y
La Habana)
• Subrayan la importancia de las instancias especializadas,
de procedimientos específicos y de un abanico de
soluciones adaptadas
• Ponen el acento sobre la mediación y la justicia reparadora
• Reducción de la colocación en institución
• Atención especial a los grupos vulnerables
• Toman en consideración a los niños víctimas y testigos
• Control de las instituciones
• Necesidad de una colaboración internacional
• Apoyo para la formación por parte de los órganos
onusianos
14
Venezuela
LA LEY de Referencia (1997)
• cerca de 80 leyes nacionales examinadas
para retener lo mejor de ellas y establecer
una LEY modelo en materia de justicia
juvenil.
• esta ley debería servir a los Estados en el
momento en el que deciden legislar sobre
este ámbito o reexaminan sus leyes
positivas
• No tiene valor oficial, pero inspiradora
Directrices sobre la Justicia para los Niños
Víctimas y Testigos de delitos (ECOSOC 2005)
Principios básicos
• La dignidad : todo niño es un ser humano único y
debe ser protegido
• La no discriminación (cf. art 2 CDN)
• El interés superior del niño (cf. art 3 CDN)
• La protección (vida, supervivencia y desarrollo cf.
art 6 = protección contra el abuso, negligencia,
perjuicio)
• El desarrollo armonioso : si trauma adoptar todas
las medidas para tratarlo
• El derecho a la participación (cf. art 12 CDN)
15
Venezuela
Directrices sobre la Justicia para los Niños
Víctimas y Testigos de delitos (2)
Derechos reconocidos por las Directrices (par B. art. 1-10)
• el derecho a un trato digno y compasivo ;
• el derecho a la protección contra la discriminación ;
• el derecho a estar informado ;
• el derecho a ser escuchado y a expresar sus
preocupaciones;
• el derecho a una asistencia eficaz ;
• el derecho a la privacidad ;
• el derecho a ser protegido de todo perjuicio causado por el
proceso de justicia ;
• el derecho a la seguridad ;
• el derecho a la reparación ;
• el derecho a beneficiar de medidas preventivas especiales.
LOS 5 GRANDES PRINCIPIOS
1. El niño es diferente = trato específico
2. ¿Seguridad pública o interés
individual ?
3. Los objetivos de la justicia específica
4. Las soluciones son específicas y
numerosas
5. El niño tiene derecho a garantías
procesales
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Venezuela
1. El niño es diferente = trato
específico
• El niño es un ser en desarrollo (inmadurez
cognitiva y psicosocial)
• Un ser maleable y un gran potencial de
rehabilitación
• La delincuencia como paso obligado, no
como un signo de cronicidad
• El delito síntoma
• Necesidades diferentes a las de los adultos
Consecuencias del Principio 1
Los Estados deben crear un sistema de justicia :
• que reconoce una responsabilización progresiva del niño;
no mayoría penal antes de los 18 años
• que no teme a las soluciones no judiciales (desviacíon)
• que confronta al menor a su acto (y a su víctima)
• que no considera al joven delincuente como un futuro
criminal, sino que cree en sus posibilidades
• que diferencia los delitos de la adolescencia de los
crímenes = perdón por los delitos de poca gravedad
• que posee personas formadas para atender a la llamada de
ayuda
17
Venezuela
2. ¿Seguridad pública o interés
individual?
• El incremento de la delincuencia
juvenil da miedo a los Estados
• Sobretodo las muestras de violencia
• La cuestión se plantea : ¿hay que
apartar a los menores, neutralizarlos?
• ¿O más bien educarlos?
• ¿Prevención general o prevención
especial?
Consecuencias del Principio 2
•
•
•
•
•
Incremento real, pero relacionado a causas conocidas :
migraciones, pobreza, papel de los padres, modelo
económico, atracción por el consumo
Los Estados no deben refugiarse detrás del reflejo de
seguridad (privación de libertad) y pensar
que la prevención general no funciona con los menores (a
puerta cerrada, ¿desafío a la ley?)
que el castigo cuesta caro, incluso muy caro
que los menores educados aportan más que sublevados
para las causas conocidas, remedios conocidos
que el art. 3 CDN es una regla de individualización o
Interés superior del niño = individualización
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Venezuela
3. Los objetivos de este derecho
específico
• El objetivo de retribución cede su lugar
al objetivo rehabilitación/reinserción
• Podemos también resumir en
educación
• Con una idea de reparación necesaria
• … y la idea de socialización
• Para desembocar también en la
protección individual y social
Consecuencias del Principio 3
Los Estados deben crear un sistema de justicia :
• que reconoce la prioridad de la medida sobre la pena,
particularmente la privación de libertad,
• que ofrece los medios (personas y financiación) para
la rehabilitación / reinserción
• que reconoce la collaboracion de profesiones
diferentes (trabajo social, educación especial, atención
psi, pedagogía),
• que cree en la necesidad de incluir al menor en la
sociedad, (trabajo, formación, socialización)
• que protege también a los niños víctimas (malos
tratos, familias con problemas, abusos diversos).
19
Venezuela
4.Las soluciones son específicas y
numerosas
• No podemos alcanzar estos objetivos mediante la
privación de libertad (prisión o institución)
• La mayoría de las veces, el alejamiento del hogar
no es necesario
• El aspecto multiforme de la delincuencia postula
soluciones « a medida »
• Debe inclinarse sobre las causas del delito y asistir
• Es necesario que el menor se de cuenta de las
consecuencias de sus actos (terceros o sociedad)
Consecuencias del Principio 4
Los Estados deben crear un sistema de justicia
que presenta un amplio abanico de
soluciones, ( medidas y penas ),
• que prefiere lo ambulatorio a lo
institucional,
• que ofrece un lugar a la reparación
(confrontar al menor a su acto y a la
víctima)
• que se interesa por las causas y no por los
síntomas
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Venezuela
5.El niño tiene derecho a garantías
procesales
• Reconocer al niño, incluso delincuente
como una persona = reconocer garantías
procesales
• Éstas se desprenden de la CDN y de los
grandes textos onusianos
• Ésto fundamenta la idea del niño que
participa en las decisiones que le conciernen
• Pero no debe significar: más derechos =
más responsabilidades= ¡más castigos!
Consecuencias del Principio 5
Los Estados deben crear un sistema de justicia que
garantice los mínimos siguientes
• Una edad de responsabilidad penal que no sea
demasiado baja (art 40.3 CDN y 4 RB)
• Un edad de mayoría penal no inferior a los 18
años (art 2 CDN)
• Nullum crimen sine lege (40.1 CDN)
• La presunción de inocencia
• El derecho a ser escuchado directamente (art 12
CDN)
• El derecho a ser informado de los cargos (art 40.3
b)
21
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Consecuencias del Principio 5 (2)
• Una asistencia legal apropiada, no necesariamente
por abogado (art 40.2 b vii CDN)
• El principio de celeridad (art 37 d CDN)
• La implicación de los padres (art 5, 18 CDN)
• El no recurso a la tortura u otras formas de tratos
para obtener confesiones (art 37 a CDN)
• La posibilidad de interrogar a testigos (art 40.2 b
iv CDN)
• El derecho a recurso
• La asistencia gratuita de un intérprete
• El respeto a la vida privada (art 16 CDN)
CONCLUSIÓN
•
•
•
•
•
Las reglas en materia de justicia juvenil exigen por
lo tanto una justicia especializada. Más bien
debemos decir un sistema de justicia de menores,
lo que significa:
no únicamente tribunales especializados, sino
servicios, instituciones y personas
que están formados,
que saben trabajar juntos,
que garantizan una asunción global,
que anteponen la asistencia a la sanción.
22
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PRESENTACIóN DEL SISTEMA VENEZOLANO DE JUSTICIA
DE MENORES
Maria Elena Garcia Prü
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LA REMISIÓN, DEL PACTO DE SAN JOSE DE COSTA RICA A LA
CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DE NIÑO
Dr. Atilio Álvarez, Defensor Público de Menores de la República Argentina
Gorro
Partiendo de identificar las raíces de la remisión en la tradición jurídica latinoamericana, y
luego de analizar el encuentro de esta tradición con el derecho internacional, el autor nos
propone una visión renovada de la remisión a la luz del enfoque restaurativo.
Cuando estudiamos el instituto jurídico de la remisión y su aplicación en los nuevos
ordenamientos jurídicos latinoamericanos en materia de niñez y adolescencia, tendemos a
considerarlo una figura novedosa, de reciente incorporación a nuestro derecho y, por lo
tanto, de paulatina aplicación, a la espera de una aceptación jurisprudencial progresiva en
el marco dc un sistema legal que, básicamente, no estaría preparado para ello.
Pero a poco que profundicemos en la rica historia del derecho de menores del continente
americano, advertimos que, en realidad, la posibilidad de tratar los casos de transgresiones
adolescentes con respuestas distintas a las de la ley y el proceso penales, no sólo no es
ajena a nuestras costumbres, sino que hemos sido pioneros en su formulación.
Muchos son los ejemplos de la época en tal sentido. Ya en diciembre de 1954, por ejemplo,
en el mensaje de elevación de la que a fines de ese mes sería la Ley de Familia Nº 14394,
el presidente de la República Argentina sostenía, refiriéndose a la derogación de los
artículos del Código Penal que se ocupaban de los menores (hasta ese año la incriminación
penal, por el código de 1921, se admitía a partir de los 14 años): “Extraer a los menores de
dieciséis años del Derecho Penal es un postulado fundamental de la doctrina nacional”.1
Quizás la diferencia del criterio latinoamericano con el dominante criterio anglosajón, de
crudo retribucionismo penal en materia de niñez, se expresó del modo más claro en las
sutiles pero no menos evidentes diferencias de formulación entre el Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos2, forma operativa de la Declaración Universal de los Derechos
NOTAS
1
Primer párrafo del mensaje del Presidente de la Nación, Gral. Juan Domingo Perón, del 8 de diciembre de
1954, comentando el artículo 1° del proyecto de ley elevado al Congreso Nacional, y que había sido
elaborado en el Ministerio de Justicia por un grupo de juristas que dirigía el Dr. Jorge Joaquín Llambías.
2
Resolución 2200 de la Asamblea General de la ONU, del 16 de diciembre de 1966. Su artículo 10 dice: “1.
Toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el respeto debido a la dignidad inherente al
ser humano. 2. a) Los procesados estarán separados de los condenados, salvo en circunstancias
excepcionales, y serán sometidos a un tratamiento distinto, adecuado a su condición de personas no
condenadas; b) Los menores procesados estarán separados de los adultos y deberán ser llevados ante los
tribunales de justicia con la mayor celeridad posible para su enjuiciamiento. 3. El régimen penitenciario
consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la reforma y la readaptación social de los penados.
Los menores delincuentes estarán separados de los adultos y serán sometidos a un tratamiento adecuado a su
edad y condición jurídica.”
32
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Humanos de la ONU, votado junto con su similar de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales en diciembre de 1966, y su similar para la región, la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, conocida como Pacto de San José de Costa Rica3, del 22 de
noviembre de 1969.
Ambos instrumentos tienen interesantes consideraciones en materia de niñez, que emanan
ya de la Declaración Universal de los Derechos del Niño del 20 de noviembre de 1959,
pero nos detendremos en comparar minuciosamente los respectivos artículos que regulan la
respuesta social ante los hechos calificados legalmente como delitos cometidos por
personas menores de edad.
Se trata, fundamentalmente, de la lectura del artículo 10, inciso 2 b) del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que obviamente fue fuente del artículo 5,
inciso 5 del Pacto de San José de Costa Rica. Si nuestros legisladores hemisféricos
hubieran adolecido del acomplejado criterio de copiar servilmente la fuente internacional,
la trascripción hubiera sido literal. Pero no fue así. Aquellos hombres, imbuidos del
espíritu humanista de nuestra América, que alumbró la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre4 antes que la Declaración Universal5, corrigieron aquellos
conceptos que creían no del todo favorables a nuestros niños.
Veamos una puntual comparación:
Art. 10, inc. 2 b) del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos
Art. 5, inc. 5 del Pacto de San José
de Costa Rica
Los menores procesados
Cuando
los menores puedan ser procesados,
estarán separados de los adultos
deben ser separados de los adultos
3
Su artículo 5 dice: “Derecho a la Integridad Personal. 1. Toda persona tiene derecho a que se respete su
integridad física, psíquica y moral. 2. Nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles,
inhumanos o degradantes. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad
inherente al ser humano. 3. La pena no puede trascender de la persona del delincuente. 4. Los procesados
deben estar separados de los condenados, salvo en circunstancias excepcionales, y serán sometidos a un
tratamiento adecuado a su condición de personas no condenadas. 5. Cuando los menores puedan ser
procesados, deben ser separados de los adultos y llevados ante tribunales especializados, con la mayor
celeridad posible, para su tratamiento. 6. Las penas privativas de la libertad tendrán como finalidad esencial
la reforma y la readaptación social de los condenados”.
4
Aprobada en la IX Conferencia Internacional Americana, en Bogotá, Colombia, el 30 de abril de 1948.
5
Proclamada por resolución de la Asamblea General de la ONU el 10 de diciembre de 1948. Sobre la
influencia de la Declaración Americana en la Universal cf. GLENDON, Mary Ann: El crisol olvidado:
Influencia Latinoamericana en la Idea de los Derechos Humanos Universales, Boston, 2004; publicado,
entre otros, en CRITERIO, mayo de 2004.
33
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y deberán ser llevados ante
los tribunales de justicia
y llevados ante
tribunales especializados,
con la mayor celeridad posible
con la mayor celeridad posible,
para su enjuiciamiento.
para
su
tratamiento.
Salta a la vista que tres han sido las “correcciones” que nuestra América hizo al texto
universal, y las tres son de particular importancia en nuestro tema: 1) no todos los
“menores” deben ser procesados; 2) no basta un tribunal de justicia, sino que es necesario
un “tribunal especializado”; 3) la finalidad de la intervención estatal no es el
enjuiciamiento, sino el tratamiento del joven.
De estas tres formidables diferenciaciones, cada una de las cuales merecería un detenido
análisis, nace la doctrina común latinoamericana en la materia.
La remisión, o sea, la respuesta social ante la infracción cometida por el adolescente,
distinta del proceso penal y la aplicación de pena, está por lo tanto avalada por las raíces
mismas de esta doctrina constitucional del continente.
Si analizamos las legislaciones del siglo XX en la región, advertiremos que el espíritu de
remisión, o sea la falta de confianza en el proceso penal para prevenir y tratar las
transgresiones graves en la conducta adolescente, se presenta por tres vías:
a) La renuncia a incriminar penalmente a los niños por debajo de determinadas edades,
catorce o dieciséis años, en general.
b) La renuncia a incriminar penalmente a los adolescentes, aun de edades superiores, por
delitos de menor cuantía.6
c) La posibilidad de remisión judicial, aun encontrando responsable al adolescente del
hecho que se le imputa y así declarándolo en juicio oral.7
La falta de desarrollo, en aquellos tiempos, de la doctrina del llamado principio de
oportunidad en materia de ejercicio de la acción pública por el fiscal, la casi unánime
vigencia de sistemas inquisitivos y la fuerza del modelo tutelarista, felizmente superado,
impidió que estas ideas de remisión pudieran ser ejercidas en el ámbito del Ministerio
6
Así, en la citada ley argentina N° 14394, de diciembre de 1954, no eran punibles los actos de menores entre
dieciséis y dieciocho años, cuando la pena prevista por el Código Penal fuera menor de un año, y en la actual
legislación, de dos años.
7
Eso ocurre en los ordenamientos que contemplan la cesura, o distinción entre el juicio de responsabilidad y
la aplicación de sanción, sometida a la respuesta del joven tras un año de tratamiento, al cabo del cual puede
eximírselo de pena, si la respuesta fue favorable.
34
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Público. Todo dependía de la ley para la generalidad de los casos, y del juez, para el cazo
concreto. Para poder concebir la remisión en sede fiscal fue necesario salir del modelo
tutelar, que da absoluta primacía al juez, desdibuja al fiscal y anula la defensa, y avanzar
en un sistema de naturaleza acusatoria, con mayor protagonismo del Ministerio Público.
Hacia los años ochenta, con el paulatino desarrollo de las doctrinas que propiciaban no tan
solo la vigencia de todas las garantías procesales, sino la aplicación de un derecho penal
mínimo, el tema de los delitos cometidos por adolescentes fue campo propicio para las
innovaciones en materia de remisión, suspensión del proceso a prueba, y otras alternativas
que originariamente nacieron en el derecho de menores y luego pasaron al de adultos.8
Fue entonces cuando, en 1985, desde los centros más especializados de la Organización de
las Naciones Unidas, se elaboraron las Reglas Mínimas para la Administración de la
Justicia de Menores, conocidas como reglas de Beijing.9 Ya se había presentado un año
antes el texto en primera lectura de la Convención sobre los Derechos del Niño (el llamado
proyecto polaco), encomendado por la Asamblea General en 1979, de modo tal que las
reglas antedichas deben ser consideradas un verdadero comentario y método de aplicación
de los principios de la Convención, pese a ser anteriores a aquellas. Las Reglas recogen el
fructífero trabajo de los Congresos de la ONU para la Prevención del Delito y el
Tratamiento del Delincuente, que reunidos desde 1955 cada cinco años constituyen un hito
en la criminología universal.10
Las Reglas de Beijing, entonces, pueden con justicia ser consideradas el primer texto a
escala universal que recoge las experiencias parciales de todo el siglo XX en cuanto a
tratar de atender los problemas de conflictos juveniles con la ley penal sin recurrir al
proceso estricto. Como tal, su regla Undécima es la carta magna en el tema de la remisión,
aun anterior a la Convención de 1989, pues ésta se basa en aquella. La existencia de
comentarios a la regla XI, que tienen valor de texto auténtico según expresamente se
señala, permite apreciar en toda su amplitud la importancia de este principio.
Bajo el título “Remisión de casos” establece la regla Undécima:
8
La vigencia de instituciones que apartaban al niño del proceso penal, no puede confundirse con los criterios
más o menos habituales de privación de libertad sin proceso, que fue uno de los elementos que puso en crisis
el modelo tutelarista.
9
Resolución N° 49/33 de la Asamblea General de la ONU, aprobada el 29 de noviembre de 1985 sobre la
base del documento elaborado en la reunión preparatoria de Beijing, China, en mayo de 1984, y aprobado en
el Séptimo Congreso de la ONU para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente, reunido en
Milano, agosto-septiembre de 1985.
10
El Primer Congreso se realizó en 1955, en Ginebra; el Segundo en 1960, en Londres; el Tercero, en 1965
en Estocolmo; el Cuarto, en 1970 en Kioto; el Quinto, en 1975, en Ginebra. El Sexto Congreso, de 1980 en
Caracas, encomendó la confección de las Reglas; el Séptimo, de 1985 en Milán, las aprobó; el Octavo, de
1990 en La Habana, aprobó las Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores Privados
de Libertad y las Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil
(Directrices de Riad); el Noveno, de 1995, en El Cairo, del cual el autor de este artículo fue elegido Relator
General, profundizó los aspectos de prevención de la delincuencia urbana; el Décimo, de 2000, en Viena, y el
Undécimo, de 2005 en Bangkok, trataron principalmente sobre delincuencia transnacional organizada.
35
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11.1.- Se examinará la posibilidad, cuando proceda, de ocuparse de los
menores delincuentes sin recurrir a las autoridades competentes, mencionadas
en la regla 14.l. infra, para que los juzguen oficialmente.
11.2.- La policía, el ministerio fiscal y otros organismos que se ocupen de los casos
de delincuencia de menores estarán facultados para fallar dichos casos
discrecionalmente, sin necesidad de vista oficial, con arreglo a los criterios
establecidos al efecto en los respectivos sistemas jurídicos y también en armonía
con los principios contenidos en las presentes Reglas.
11.3.- Toda remisión que signifique poner al menor a disposición de las
instituciones pertinentes de la comunidad o de otro tipo estará supeditada al
consentimiento del menor o al de sus padres o su tutor: sin embargo, la
decisión relativa a la remisión del caso se someterá al examen de una
autoridad competente, cuando así se solicite.
11.4.- Para facilitar la tramitación discrecional de los casos de menores, se
procurará facilitar a la comunidad programas de supervisión y orientación
temporales, restitución y compensación a las víctimas.
Y agrega ampliamente el Comentario:
La remisión, que entraña la supresión del procedimiento ante la justicia penal y,
con frecuencia, la reorientación hacia servicios apoyados por la comunidad, se
practica habitualmente en muchos sistemas jurídicos con carácter oficial y
oficioso. Esta práctica sirve para mitigar los efectos negativos de la continuación
del procedimiento en la administración de justicia de menores (por ejemplo, el
estigma de la condena o la sentencia). En muchos casos, la no intervención sería la
mejor respuesta. Por ello, la remisión desde el comienzo y sin envío a servicios
sustitutorios (sociales) puede constituir la respuesta óptima. Así sucede
especialmente cuando el delito no tiene un carácter grave y cuando la familia, la
escuela u otras instituciones de control social oficioso han reaccionado ya en
forma adecuada y constructiva o es probable que reaccionen de ese modo.
Como se prevé en la regla 11.2., la remisión puede utilizarse en cualquier momento
del proceso de adopción de decisiones por la policía11, el ministerio fiscal u otros
órganos como los tribunales, juntas o consejos. La remisión pueden realizarla una,
varias o todas las autoridades según las reglas y normas de los respectivos
sistemas y en consonancia con las presentes Reglas. No debe limitarse
necesariamente a los casos menores, de modo que la remisión se convierta en un
instrumento importante.
11
En nuestra realidad latinoamericana, no hemos propiciado nunca la remisión en sede policial, porque puede
dar sensación de impunidad e incluso de corrupción policial. Un largo camino de profesionalización y
especialización en problemas de juventud aguarda a nuestras fuerzas de policía antes de que pueda
extenderse a ellas la facultad de reprimir o no el delito según un principio de oportunidad, hoy en debate
respecto de los fiscales.
36
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La regla 11.3. pone de relieve el requisito primordial de asegurar el
consentimiento del menor delincuente (o de sus padres o tutores) con respecto a las
medidas de remisión recomendadas (la remisión que consiste en la prestación de
servicios a la comunidad sin dicho consentimiento, constituiría una infracción al
convenio relativo a la abolición del trabajo forzoso). No obstante, es necesario que
la validez del consentimiento se pueda impugnar, ya que el menor algunas veces
podría prestarlo por pura desesperación. La regla subraya que se deben tomar
precauciones para disminuir al mínimo la posibilidad de coerción e intimidación
en todos los niveles del proceso de remisión. Los menores no han de sentirse
presionados (por ejemplo, a fin de evitar la comparecencia ante el tribunal) ni
deben ser presionados para lograr su consentimiento en los programas de
remisión. Por ello, se aconseja que se tomen disposiciones para una evaluación
objetiva de la conveniencia de que intervenga una “autoridad competente cuando
así se solicite” en las actuaciones relativas a menores delincuentes. (La “autoridad
competente” puede ser distinta de la que se menciona en la regla 14).
La regla 11.4. recomienda que se prevean opciones sustitutorias viables del
procesamiento ante la justicia de menores en la forma de una remisión basada en
la comunidad. Se recomiendan especialmente los programas que entrañan la
avenencia mediante la indemnización de la víctima y los que procuran evitar
futuras transgresiones de la ley, gracias a la supervisión y orientación temporales.
Los antecedentes de fondo de los casos particulares determinarán el carácter
adecuado de la remisión, aún cuando se hayan cometido delitos más graves (por
ejemplo, el primer delito, el hecho que se haya cometido bajo la presión de los
compañeros del menor, etc.)
Como se ve, por su precisión y claridad, y por su importantísima autoridad doctrinaria, el
impacto de esta norma técnica fue crucial. Si bien en algunos ámbitos ajenos o refractarios
a la aplicación del principio de oportunidad se recibió con reparos la posibilidad de
remisión fiscal,12 y en otros se advirtió la dificultad práctica de aplicarla en la realidad
concreta en caso de aceptar remisiones policiales, los códigos sancionados a partir de la
vigencia de las Reglas de Beijing comenzaron a mencionar la remisión como una de las
posibilidades de no apertura de proceso penal formal. Así lo hace la moderna legislación
del Perú.
Tras las Reglas, poco tiempo faltó para que la Asamblea General de la ONU aprobara en
noviembre de 1989 la Convención sobre los Derechos del Niño, cuyo artículo 40 se refiere
al instituto que nos interesa. Allí dice en el acápite tercero:
3.- Los Estados Partes tomarán todas las medidas apropiadas para promover el
establecimiento de leyes, procedimientos, autoridades e instituciones específicos
para los niños de quienes se alegue que han infringido las leyes penales o a
quienes se acuse o declare culpables de haber infringido esas leyes, y en
particular:
12
Así, en la Reunión Anual de Vaquerías, Córdoba, de la Asociación Argentina de Magistrados y
Funcionarios de la Justicia de Menores, de agosto de 1988, el comentario a cada una de las Reglas de Beijing
incluyó una mención a la inaplicabilidad de la regla Décimo Primera en el sistema argentino, por el principio
de legalidad que regía la actuación de los fiscales.
37
Venezuela
a) El establecimiento de una edad mínima antes de la cual se presumirá que los
niños no tienen capacidad para infringir las leyes penales; 13
b) Siempre que sea apropiado y deseable, la adopción de medidas para tratar a
esos niños sin recurrir a procedimientos judiciales, en el entendimiento de que se
respetarán plenamente los derechos humanos y las garantías legales.
Esta condición de apropiado y deseable se refiere al bien o interés del adolescente, no al
deseo de la sociedad o del Estado. Los motivos que hacen válida la remisión están ya
expuestos en el comentario de la regla XI de Beijing, y tienden tanto al interés superior del
niño, como al interés social en no estigmatizar y confirmar en el delito a un joven que
recién está formando su carácter. La fuerza con que el ejercicio de la acción penal
determina la conducta posterior de los transgresores primerizos, es un fenómeno muy
evidente.
Pero también debe tenerse en cuenta, a tenor del mismo comentario, que toda forma de
abordaje del conflicto juvenil con la ley penal debe estar rodeada de garantías y defensa.
Sin ellas, cualquier sistema aplasta al joven y le impone, ya las penas, ya las medidas
socioeducativas, ya las alternativas, como verdaderos actos arbitrarios contra un indefenso,
que las acepta callado. Es esta indefensión del niño lo que motivó el rechazo del sistema
tutelar, que en sí mismo era también una salida del derecho penal. No debe incurrirse en el
error de repetir tal indefensión en el modelo restaurativo.
Agrega luego la Convención sobre los Derechos del Niño en el mismo artículo 40, numeral
4:
Se dispondrá de diversas medidas, tales como el cuidado, las órdenes de
orientación y supervisión, el asesoramiento, la libertad vigilada, la colocación en
hogares de guarda, los programas de enseñanza y formación profesional, así como
otras posibilidades alternativas a la internación en instituciones, para asegurar
que los niños sean tratados de manera apropiada para su bienestar y que guarde
proporción tanto con sus circunstancias como con la infracción.
Como vemos, la Convención realiza aquí una enumeración no taxativa de las posibilidades
de tratamiento de la infracción juvenil. Todos esos recursos sociales y pedagógicos
existieron con anterioridad a la Convención misma, y aun con independencia de la
remisión como figura jurídica y procesal.
Tanto las órdenes de supervisión, como el asesoramiento o la libertad vigilada o la libertad
asistida, tema del XIV Congreso Panamericano del Niño, en agosto de 1973 en Santiago de
Chile, existían en nuestra práctica cotidiana. También la colocación en hogares de guarda y
los programas de enseñanza y formación profesional, tal como enumera la Convención.
¿Cuál es la novedad entonces? ¿No estaremos predicando lo mismo de siempre bajo un
distinto ropaje? ¿No será la remisión más de lo mismo, y una resurrección de los
denostados criterios tutelaristas?
No lo creo. El hecho de que formas de actuación tengan antecedentes históricos, y que se
desarrollen paso a paso en una constante mejora y confrontación de resultados, no las
excluye de ser utilizadas en el marco de un sistema distinto. No todo lo usado en el pasado
es desdeñable; salvo aquello que no ha sido bueno para los niños.
Y lo realmente malo para los niños fue siempre la incriminación precoz, la privación de
libertad y la confusión de sus transgresiones, por graves que sean, con el delito adulto. Al
punto de darles la misma respuesta social y estatal. Esto es lo que configura el
retribucionismo penal, hoy camuflado en un neo-retribucionismo atenuado en casi todo
nuestro continente. No por más leve la sanción deja de ser sanción, ni por garantizado el
proceso penal deja de ser tal.
13
Esta norma de la Convención debe ser leída en consonancia con la regla Cuarta de Beijing, que rechaza el
establecimiento de edades de responsabilidad muy tempranas.
38
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El postulado ético sigue siendo, como proclamaba la primera cita de este artículo, alejar a
los niños del derecho penal, que es una de las formas de alejarlos del delito.
La figura de la remisión, incorporada y fundida íntimamente en el nuevo modelo de
justicia restaurativa, se aleja diametralmente del retribucionismo penal y por lo tanto es una
herramienta importantísima de acción y también de reflexión y de formación de
conciencia. Quien remite un caso, ya sea fiscal o juez, no cree en el proceso penal y en la
sanción –mayor o menor, extensa o reducida– como una solución adecuada para el niño
ni para la sociedad. Por lo tanto, y más allá de los esfuerzos y de los inconvenientes
cotidianos, quien así obra se encuentra en buen camino: quiere instaurar en nuestras
sociedades un espíritu acorde al interés superior de los niños.
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MEDIACIÓN Y JUSTICIA JUVENIL
Jean ZERMATTEN, Directeur de l’IDE
PLAN
1. Introducción
2. El contexto : los sistemas de Justicia
Juvenil
3. Los derechos del niño
4. La mediación : definición
5. La mediación y la justicia juvenil se
llevan bien: porqué
INTRODUCCIÓN
Doble desafío :
• responder a una agravación de la delincuencia juvenil ;
• responder a las necesidades de seguridad de la población:
acuerdo por un derecho específico, si responde a las
necesidades de seguridad y es eficaz.
Cambios sociales importantes:
• disminución de los puntos de referencia culturales,
modelos de identificación;
• transformación de la familia;
• impacto de los nuevos modos de comunicación y de los
medios de comunicación: jóvenes interconectados;
• urbanización, zonas sin ley;
• migraciones;
• paro o « no futuro »;
Los Estados deben reaccionar: entre protección y seguridad.
40
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UN VALS EN TRES TIEMPOS
•
•
•
1900-1960, sistemas alrededor de los conceptos de
ayuda, asistencia, responsabilización (Francia, Bélgica,
Portugal…). Cohabitación «medida-pena» o «asistenciacontrol».
Desde 60, tendencia muy clara a otorgar atención a la
infracción; prevención general y no prevención especial
(Alemania, Italia, Reino Unido, EEUU). Acento puesto
sobre la protección de la sociedad; respuesta = privación
de libertad.
Años 80 : reivindicación de más derechos concedidos a
los menores en los procedimientos, recurso menos
frecuente a la privación de libertad y respeto de los
Derechos Humanos y de la CDN, con una tendencia a la
desjudicialización (desviación, reparación, alternativas) e
implicación de la Comunidad.
LOS SISTEMAS
TRES MODELOS
• Modelo de Protección (Welfare Model)
• Modelo de Justicia (Justice Model)
• Modelo de Justicia Reparadora O
Restaurativa (Restorative Justice
Model)
41
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Modelo de Protección
• Modelo « interés del niño ».
• Idea de que el niño es una víctima de su medio y que el
comportamiento delictivo está relacionado con una
situación social, económica o familiar desfavorable.
• La intervención se dirige a reducir las causas del
comportamiento más que a sancionar al autor.
• Asistencia a prestar basada sobre la situación personal.
• Papel importante del juez (papel simbólico). Amplio poder
de apreciación.
• Principios clásicos de derecho penal en segundo término.
• Pocas reglas de procedimiento.
• Paternalista.
• Ejemplos : Portugal, Polonia, Francia, Suiza…
Modelo de Justicia
• Modelo rígido y procesal.
• Erige al menor en ser responsable.
• Delincuencia resultado de una elección personal =
el menor debe asumir el precio.
• Grandes principios de derecho penal:
responsabilidad, proporcionalidad, y proceso en
primer término.
• Sanción más que asistencia.
• Modelo retributivo.
• Ej : Alemania, Inglaterra, Irlanda del Norte,
Estados de los EEUU, Canadá…
42
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Críticas a estos dos modelos
El modelo de protección :
- Considerar siempre al niño como víctima = error.
- Algunas infracciones son el fruto de una decisión del joven.
- El criterio de la aplicación de las medidas (interés del niño)
demasiado subjetivo.
- Poder discrecional del juez.
- Modelo que peca por exceso de generosidad.
El modelo de justicia :
- Niño libre de dirigir su destino = discutible.
- Peso demasiado fuerte a la privación de libertad.
- La sanción no puede ser entonces la única respuesta a sus
actos.
- Asimilación del menor considerándolo adulto = peligro.
- Modelo demasiado rígido, desconoce la asistencia y
responsabiliza en exceso.
3a VÍA : LA JUSTICIA
REPARADORA/-STAURATIVA
Justicia reparadora/-staurativa integra los 3 vértices del
triángulo: autor – víctima – sociedad.
- Modelo que se vuelve a centrar, al menos en parte, en el
acto, persigue responsabilizar al autor por este acto, si es
posible para que pueda reconciliarse con la sociedad.
- Esta 3a vía abandona el « todo sobre la persona del autor » y
el « todo sobre la responsabilidad » para reintroducir a la
víctima.
- A través del nuevo lugar de la víctima, se reorienta toda la
intervención hacia una toma de conciencia del menor
del mal que su acto ha provocado, de la necesidad de
reparar el daño y de la obligación de situarse con respecto
a los valores de la comunidad.
43
Venezuela
LA JUSTICIA REPARADORA/RESTAURATIVA (2)
Concretamente : confrontación entre menor y víctima,
reparación (total, parcial, o simbólica) del daño causado y
reparación con respecto a la comunidad.
• Institución antigua como la conciliación o nueva como la
mediación penal (fuera del Tribunal de Justicia).
• Prestación de tipo comunitaria, con objetivo de justa
reparación.
• Soluciones de tipo comunitarias inspiradas del modelo
« Family group conferences » neozelandés.
Idea rica : responsabilizar al autor de una infracción tanto
frente a la víctima como frente a la comunidad, idea que
trasciende los modelos, idea de educación.
Ej. Austria Ley 1988
Parcialmente : España, Inglaterra, Bélgica, Suiza….
LA JUSTICIA REPARADORA/RESTAURATIVA (3)
La justicia reparadora/-staurativa tiene límites objetivos:
•
la confrontación autor-víctima está sometida al acuerdo de
las partes.
•
¿infracciones contra la integridad sexual? ¿Delitos
cometidos en banda?
•
¿cómo responder a los jóvenes delincuentes
especialmente peligrosos (riesgos de reincidencia
evidentes)? « límite de seguridad » para este tipo de
delincuentes = internamiento
¿Modelo en sí mismo, o instrumento a disposición de los 2
sistemas?
•
Justicia reparadora/-staurativa tiende pasarelas entre los
dos modelos « clásicos ».
44
Venezuela
Los derechos del niño
Influencia muy importante de la Convención, pieza maestra
de todo el edificio, (art. 37 , 39 y 40), pero también los
instrumentos internacionales siguientes:
• 1. Directrices de las NU para la Prevención de la
Delincuencia juvenil 1990 (Directrices de Riad).
• 2. Reglas mínimas de las NU para la Administración de la
Justicia de Menores 1985 (Reglas de Beijing).
• 3. Reglas de las NU para la Protección de los Menores
Privados de Libertad 1990 (Reglas de La Habana o RPL).
• 4. Directrices de Acción sobre el Niño en el Sistema de
Justicia Penal, ECOSOC, Viena 1997.
• 5. Directrices sobre la Justicia para los Niños Víctimas y
Testigos de Delitos (ECOSOC 2005).
Los derechos del niño (2)
1) El niño, sujeto de derechos
• El nuevo niño, (art. 2, 3, 12 CDN) le situa en una posición
revolucionaria: el niño tiene derechos que puede expresar;
se convierte en sujeto de derechos.
• En el proceso penal = derechos en todas las etapas del
proceso, siendo el primero el de ser escuchado.
• Este derecho va aún más lejos e impone que el menor
infractor sea tratado de manera que se le haga
«participar».
• No únicamente derechos procesales, sino plantear
respuestas integradoras, es decir, que favorezcan la
conciencia del comportamiento culpable y su reparación.
• Esta nueva posición sostiene la idea de la Justicia
reparadora.
45
Venezuela
Los derechos del niño (3)
2) Una justicia específica es necesaria
• Todos los textos por una justicia especializada,
diferente de la de los adultos, con objetivos
particulares.
• Especialización justificada puesto que los niños
(incluidos los delincuentes) tienen derecho a una
protección particular, (vulnerabilidad,
personalidad en desarrollo, necesidades propias).
3) Una constante: la privación de libertad = la última
ratio
• " La detención, el encarcelamiento o la prisión de
un niño… se utilizará como medida de último
recurso y durante el periodo más breve que
proceda " (art. 37. b CDN). ¡ Obsesión !
Los derechos del niño (4)
4) Los nuevos medios : las alternativas
• No creer en la privación de libertad = creer en las
alternativas : trabajos en beneficio de la comunidad,
mediación, tratamiento intermediario. O medidas técnicas:
control electrónico, localización permanente, privación de
papeles.
5) Un peligro: más derechos o más responsabilidades
• más derechos formales : presunción de inocencia,
asistencia de un abogado, reglas estrictas para la detención
preventiva, derecho a recurso, evaluación periódica…
Progreso seguro.
• Pero:¿más derechos = más responsabilidad = más sanción?
• Peligro del discurso de los derechos del niño y del discurso
sistemático de la Justicia reparadora: tarificación.
Responsabilizar no es sancionar de antemano, sino hacer
comprender, preparar para ejercer los derechos e incitar a
cambiar de comportamiento.
46
Venezuela
MEDIACIÓN
a) formas de mediación
Para JF Six, JP Bonafé Schmitt, varios tipos de mediación
• la mediación creadora (vínculos nuevos entre personas),
• la mediación renovadora (restaura los vínculos
distendidos),
• la mediación preventiva (evita el estallido de conflictos),
• la mediación curativa (resolver un conflicto).
Para Michèle Guillaume-Hofnung :
mediación de diferencias y mediación de diferendos.
• La 1a : lubrificante que sirve para engrasar los engranajes
de un sisema, sin darse cuenta. No se define, se percibe,
sobretodo cuando hace falta…(falta de diálogo). Forma de
mediación natural, por lo tanto creadora de vínculos o
renovadora de vínculos distendidos.
• La 2a está relacionada con la noción de conflicto: sirve
para prevenir los conflictos o para resolver los conflictos.
MEDIACIÓN (2)
La más conocida : mediación que interviene tras el
estallido de un conflicto.
• conflicto de trabajo, económico, político, familiar,
psicológico. Esta mediación puede llegar a ser
judicial, si los elementos del conflicto se
convierten en un « asunto » llevado ante los
tribunales.
• los ámbitos en los que la mediación va a poder
intervenir de manera eficaz: derecho de trabajo, de
familia, de contratos, derecho penal…
47
Venezuela
MEDIACIÓN (3)
b) Principios
• la mediación procura establecer o restablecer la
comunicación,
• intenta evitar o resolver los conflictos;
• se define a partir de un conflicto,
• un triángulo : 2 vértices = partes implicadas en el conflicto,
3° = el mediador,
• ni negociación ni conciliación (tercero mediador no
indispensable),
• no puede ser directa, funciona sobre el modo ternario,
• no es la justicia, pues no tiene fuerza de derecho. La
mediación elige su modo de actuar y hace llegar a una
solución amigable, acordada por las partes.
MEDIACIÓN (4)
d) elementos de la mediación
• un conflicto : naturaleza, origen, expresión, importantes
para planificar la mediación,
• intervención de un tercero mediador, entre las partes para
evitar un cara a cara estéril y preparar un acuerdo aceptado,
suficiente para evitar la deflagración, o reparar el conflicto,
• independencia del mediador, no debe ser mandatario de
una de las partes, sino admitido por ellas y no debe ser
instrumento de la justicia (no el magistrado);
• trámite elegido y no impuesto,
• naturaleza contractual, prestación que tiene beneficiarios
que deben subscribirla : oferta y demanda,
• una respuesta o una solución admitida por las partes,
después de la elaboración de un protocolo de acuerdo. Esta
solución no es la del mediador, es la de las dos partes.
48
Venezuela
MEDIACIÓN (5)
c) Definición de mediación penal
« todo proceso que permite a la víctima y al
delincuente participar activamente, si lo
consienten libremente, en la solución de
las dificultades resultantes del delito, con
la ayuda de un tercero independiente
(mediador) »
Definición del Consejo de Europa en la
Recomendación R (99) 19, Ann. I
Mediación y justicia juvenil
• En la justicia juvenil, mediación de diferendos, no
preventiva, pero curativa (conflicto declarado, de un
niño/adolescente con la norma penal)
• Poner juntos los 2 vértices del triángulo: el autor menor y
la víctima privada (perjudicada por el acto)/ la víctima
pública, (sociedad cuyas reglas han sido vulneradas); a
veces, no existe víctima privada (infracciones de
peligrosidad) pero hay siempre una víctima pública.
• Tipo : mediación penal = control de la autoridad judicial
encargada de las diligencias penales. No nos hallamos ante
una mediación dejada a la voluntad de dos personas que
desearían una mediación de naturaleza privada.
• ¿Qué interés de la justicia juvenil en la mediación?
49
Venezuela
Mediación y justicia juvenil (2)
Para comprender el lugar de la mediación en
la justicia juvenil, recordar
a) los objetivos de la justicia juvenil
5 objetivos (diferentes de la justicia ordinaria)
• educativo ;
• curativo ;
• preventivo ;
• integrador ;
• protector.
Mediación y justicia juvenil (3)
Objetivo educativo : toma de conciencia de que el acto
cometido contraviene una norma legal = existencia de
límites.
La toma de conciencia se apoya en tres elementos :
• a) acto o infracción. Dar conocimiento de la norma, del
alcance de esta norma y de su razón de ser.
• b) consecuencias de este acto para la sociedad o los
terceros.
• c) consecuencias posibles también para el autor.
¿Cómo llevar a cabo esta toma de conciencia?
• la palabra o la confrontación dual.
• papel primordial de la audiencia durante todo el proceso
de intervención judicial.
• exclusión de rebeldía. ¿Cómo confrontar el niño a la ley
en su ausencia?
50
Venezuela
Mediación y justicia juvenil (4)
b) Efectos de la mediación penal en Justicia juvenil
• Confrontación autor/víctima = encuentro físico, escucha
de las quejas, posibilidad de explicar su acto,
• Reflexión del autor sobre su manera de actuar, sentido de
sus actos, consecuencias,
• Elaboración de un razonamiento interior (remordimientos,
arrepentimiento), actitud hacia los otros y hacia la ley,
• Instauración de diálogo con el otro y elaboración de una
solución,
• Reparación total, parcial o simbólica (excusas,
indemnización, prestaciones voluntarias para el
perjudicado o para la sociedad),
• Pacificación : personas en conflicto, sociedad en general,
• Prevención : mejor respeto de la ley, reconocimiento de la
norma y conciencia de los efectos de su irrespeto,
• Participación : menor, actor y no espectador.
Mediación y justicia juvenil (5)
¿La mediación cumple el objetivo educativo?
• Proceso de mediación = proceso de comunicación de la
norma social concreta
• Proceso de responsabilización efectivo
• Proceso de socialización de los jóvenes infractores
• Proceso preventivo también (secundario o terciario),
intentar que el joven no reincida ni cronicidad
• Proceso de trabajo sobre las emociones + aspectos
psicológicos del comportamiento. Trabajo con el autor
sobre aquello que debe hacer para evitar tales situaciones,
para elegir entre lo justo e injusto y para adoptar las buenas
decisiones = Rehabilitación
Respuesta : sí, mediación = educativa (toma de
conciencia)
51
Venezuela
CONCLUSIÓN
• La mediación es un instrumento que se
situa extremamente bien en la lógica de
la justicia juvenil y se integra en los
objetivos de esta justicia especializada.
Responde también a la demanda de
hacer participar al menor en el proceso
y le convierte en actor de su futuro
(art.12 CDE).
CONCLUSIÓN (2)
Para ir más lejos, la mediación
• Promueve la desjudicialización,
• Ofrece un caracter de justicia
negociada,
• Libera los tribunales de menores,
• Tiene efectos económicos favorables,
• Reduce la privación de libertad,
• Contribuye a evitar la reincidencia.
52
Venezuela
JUSTICIA JUVENIL RESTAURATIVA
Jean SCHMITZ, Rédacteur en chef de la Revue Justicia para Crecer
Proyecto Piloto
Justicia Juvenil Restaurativa
Experiencia en el Perú
Jean Schmitz
Fundación Terre des hommes
Organismo internacional especializado en temas de
infancia ( www.tdh.ch ):
Justicia Juvenil
Trata y tráfico de personas
Maltrato y explotación
Niños de/en la calle
Niños trabajadores
Salud y nutrición …
Interviene en 30 países (7 con intervención en
Justicia Juvenil)
2
53
Venezuela
Tdh y la Justicia Juvenil
Proponemos. No imponemos, no forzamos, no
nos apropiamos
Construimos y planificamos en el lugar con los
operadores y representantes del país de
intervención, en un marco de convenios
interinstitucionales. No “vendemos” o
“exportamos” proyectos o modelos
prefabricados.
Trabajamos por etapas ; tomamos el tiempo
necesario, nos adaptamos al contexto
Buscamos incorporar a todos los actores
involucrados en el tema
3
Como Tdh intervino en el Perú?
1. Toma de contactos; crea interés
2. Estudio / Análisis del sistema de administración
de Justicia Juvenil – retroalimentación
3. Proceso de capacitación:
9
9
Pluridisciplinaria (policía – fiscal – juez – op. sociales)
Específica
Ampliar y profundizar el conocimiento sobre la
situación en Justicia Juvenil
Difundir el modelo de Justicia Juvenil Restaurativa
Buscar juntos soluciones – alternativas
Establecer contactos claves y generar interés
4
54
Venezuela
4. Planificación estratégica en común
Sector público – sociedad civil – universidad
Montaje de un proyecto piloto (estrategia de
intervención; dimensión; identificación de las
zonas de intervención; responsabilidades …)
5. Implementación del proyecto
6. Seguimiento / evaluación –
retroalimentación -
5
Algunos problemas identificados
antes de iniciar el proyecto
6
55
Venezuela
Comunidad
Familia / Pandilla
Adolescente en
conflicto con la
ley Penal
2
Privación de
Libertad
(escuela del
crimen)
4
1
Medidas
Socio
educativas
en medio
abierto
Libertad sin
Asistencia
(impunidad)
3
Remisión
7
Comunidad
Familia / Pandilla
Adolescente en
conflicto con la
ley Penal
2
3
4
1
Privación de
Libertad
Remisión
Medidas
Socio
educativas
Libertad sin
Asistencia
Proyecto de Justicia Juvenil Restaurativa
8
56
Venezuela
• No hay especialidad en Justicia Juvenil
• Detención arbitraria es común
• Débil defensa de los adolescentes
• Uso frecuente del internamiento preventivo
• Poca aplicación de medidas alternativas a la
privación de la libertad
• Poca participación de la víctima
• Escaso y deficiente equipo multidisciplinario
• Falta de coordinación interinstitucional …
9
OBJETIVO GENERAL DEL PROYECTO
Validar un modelo de Justicia Juvenil
Restaurativa, en el cual los adolescentes
en conflicto con la ley penal cuenten con
una defensa eficaz y oportuna desde la
etapa policial hasta la judicial, que
promueve
medidas
alternativas
a
privación de la libertad y desarrolla
mecanismos de reparación a la víctima y
restauración de la paz social
10
57
Venezuela
Modelo de Intervención del Proyecto
Remisión
Fiscal
Llama al Fiscal, al
Equipo de Defensa
Inmediata y a los
Padres
Denuncia
Policía
1. INTERVENCIÓN
POLICIAL
3. INTERVENCIÓN
JUDICIAL
2. INTERVENCIÓN
FISCAL
EQUIPO
ACOMPAÑAMIENTO
EDUCATIVO
EQUIPO DE DEFENSA INMEDIATA
EQUIPO DE REDES Y SOPORTES
11
Algunos resultados cualitativos
1. Creación
de
un
espacio
de
coordinación
intersectorial (lugar de intervención)
2. Prevención de violación de derechos
3. Se estima que se evitó el internamiento del 70 %
de los adolescentes asumidos por el proyecto
4. Se
toman
en
consideración
los
informes
técnicos
5. Mayor participación de la víctima
6. Montaje de una red de servicios y programas
58
12
Venezuela
6. Mejoramiento de la atención a los
adolescentes:
ƒ Motivación y perseverancia en su
participación
ƒ Valoran el acompañamiento educativo
permanente y cercano
ƒ Frecuentan menos o no frecuentan
pares de riesgo.
13
7. Incidencia en el sistema de administración de
justicia juvenil
ƒ Proceso de capacitación reforzado
ƒ Cambios normativos (remisión fiscal)
ƒ Propuestas de cambios legales
ƒ Creación de una plataforma oficial sobre el
tema de Menores en Conflicto con la Ley
ƒ Actividades de sensibilización (teatro)
ƒ Revista especializada en Justicia Juvenil
Restaurativa
14
59
Venezuela
“ Justicia para Crecer ”
www.justiciaparacrecer.org
15
Balance: Julio 2005 a Junio 2006
ADOLESCENTES ATENDIDOS
200
100%
68%
150
100
180
123
50
32%
57
0
En comisarías Asumidos por el
proyecto
Derivados a
MINJUS
16
60
Venezuela
DISTRIBUCIÓN POR GÉNERO
15
8%
165
92%
N = 180
Femenino
Masculino
17
Núm ero de adolescentes
EDAD DE LOS ADOLESCENTES ATENDIDOS
N = 180
80
60
40
20
0
12a
13a
14a
15a
16a
17a
18a
20a
#
1
9
15
35
50
67
2
1
%
0.6
5.0
8.3
19.4
27.8
37.2
1.1
0.6
18
61
Venezuela
TIPO DE INFRACCIÓN PENAL DE LOS
ADOLESCENTES ATENDIDOS
N = 180
Robo Agravado
60
Hurto Agravado
Tráfico ilícito de drogas
50
50
Pandillaje
45
Hurto
Contra tranquilidad pública
40
#
Daños materiales
Contra la libertad sexual
30
Lesiones
20
19
Robo
12
10
Coacción
10 9 9
Tenencia Ilegal de Armas
6 5
4 4 3
2 1 1
0
Actos contra el pudor
Receptación
Extorsión
19
SITUACIÓN ESCOLAR AL MOMENTO DE LA
DETENCIÓN
89
49%
91
51%
N = 180
Deserción escolar
Dentro del sistema escolar
20
62
Venezuela
CONSUMO DE DROGAS EN LOS CASOS ASUMIDOS
35
28%
88
72%
N = 123
NO
SI
21
ACERCAMIENTO A LA VÍCTIMA
57
46%
66
54%
N = 123
SI
NO
22
63
Venezuela
INGRESO AL PROCESO DE MEDIACIÓN
11
17%
55
83%
N = 66
Aceptación
Rechazo
23
ACUERDOS CUMPLIDOS
1
9%
10
91%
N = 11
SI
NO
24
64
Venezuela
REMISIONES FISCALES SOLICITADAS
5
17%
1
3%
24
80%
N = 29
Concedidas
Pendientes
Denegadas
25
REMISIONES JUDICIALES SOLICITADAS
0
0%
2
22%
7
78%
N=9
Concedidas
Pendientes
Denegadas
26
65
Venezuela
ALGUNAS DIFICULTADES ENCONTRADAS EN
EL TRANSCURSO DEL PROYECTO
1. Necesidad de fortalecer o profundizar la
intervención inmediata y oportuna de la
justicia
2. Carencia de centros de atención para
adolescentes con problema de adicción
3. Los magistrados carecen de equipo
técnico especializado
27
4. La defensa de oficio no es oportuna; es
muy aún débil y poca eficaz
5. Subsisten casos de corrupción a nivel
policial
6. …
28
66
Venezuela
Apuestas futuras
1. Investigación comparativa costos /
beneficios entre modelo de justicia juvenil
(neo)retributiva y restaurativa
2. Creación de un sistema de información
intersectorial (base de datos común)
3. Promover la especialidad de operadores
en justicia juvenil
4. Ajustes al Código del Niño y Adolescentes
5. Ampliación del proyecto a otras zonas
29
67
Venezuela
EL TRABAJO DEL COMITE DE LOS DERECHOS DEL NIÑO EN
MATERIA DE JUSTICIA JUVENIL. ALGUNAS
RECOMENDACIONES
Dr Norberto Ignacio LIWSKI, Vicepresidente del Comité
de Derechos del Niño de las Naciones Unidas
Introcucción
Los países de América Latina han incorporado en los últimos 20 años la mayor parte de los
instrumentos internacionales de derechos humanos. En relación a la niñez y la adolescencia
la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño constituye la piedra angular
en la construcción de las políticas públicas, en las reformas institucionales y las
legislaciones respectivas.
La inclusión de nuestra región en este valiosísimo escenario internacional de derechos
humanos no es contradictoria, sino que por el contrario complementa y potencia los
avances que en idéntica materia se han logrado en el plano regional a través de
convenciones, pactos y resoluciones.
La situación presente no está exenta de enfrentar fuertes desafíos para transformar los
compromisos internacionales y regionales en herramientas e insumos para garantizar la
armonización entre los principios y disposiciones de esas normas con las realidades
complejas y concretas de cada país.
El dato insustituible de dicha armonización debe estar en el reconocimiento y respeto a la
historia, la identidad y la diversidad cultural de nuestros pueblos siendo que en el interior
de estos componentes se revelan potencialidades y capacidades, incluso en el orden
institucional, que superan los propios límites de las normas internacionales.
Marco jurídico internacional de derechos humanos de los niños
A fin de abordar las normas internacionales que actúan como marco de la justicia penal
juvenil identificamos tres fuentes principales que mencionamos a continuación en orden
cronológico de sus aprobaciones: las Reglas mínimas para la administración de la justicia
de menores (Reglas de Beijing), la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones
Unidas y las Directrices para la prevención de la delincuencia de menores (Directrices de
Riad).
Este conjunto de normas deben interpretarse y aplicarse en el marco general de la
Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto de San José de Costa Rica), así
como de otros instrumentos y normas relativos a los derechos, los intereses y el bienestar
de todos las niñas, niños y jóvenes. Asimismo deberán igualmente aplicarse en el contexto
de las condiciones económicas, sociales y culturales imperantes en cada uno de los Estados
Miembros.
68
Venezuela
Las Reglas de Beijing
En el año 1980, el Sexto Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y
Tratamiento del Delincuente, celebrado en Caracas (Venezuela), formuló varios principios
básicos que debían quedar reflejados en un conjunto de reglas para la administración de
justicia juvenil, enmarcado en criterios de protección y promoción de los derechos
humanos. Esas reglas procuraban servir de modelo a los Estados Miembros de las
Naciones Unidas, en relación con sus políticas y legislaciones respecto al tratamiento de
los adolescentes y jóvenes en conflicto con la ley penal. El mencionado Congreso produjo
un conjunto de recomendaciones, entre las que se identificaba la solicitud de encomendar
al entonces Comité de Prevención del Delito y Lucha contra la delincuencia, Órgano
Permanente del Comité Económico y Social, la elaboración de normas y reglas que
reflejaran las preocupaciones y expectativas consagradas en las deliberaciones del VI
Congreso.
El mencionado Comité, en colaboración con el Instituto de Investigación de las Naciones
Unidas para la Defensa Social, los Institutos Regionales de las Naciones Unidas y la
Secretaría de las Naciones Unidas, formuló un proyecto de reglas mínimas. Las reglas
fueron aprobadas, en principio, en las reuniones preparatorias regionales para el Séptimo
Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del
Delincuente, y una reunión preparatoria interregional, celebrada en Beijing (China), del 14
al 18 de mayo de 1984. En esta reunión, el documento presentado fue aprobado, siendo
considerado con diversas enmiendas.
El Consejo Económico y Social presentó al Séptimo Congreso de las Naciones Unidas
sobre Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Milán (Italia) en
el mes de agosto y septiembre de 1985, las reglas mínimas uniformes para la
administración de la justicia de menores, recibiendo su aprobación el 6 de septiembre. Este
histórico Congreso recomendó a la Asamblea General de las Naciones Unidas la necesidad
de la aprobación de las mencionadas reglas mínimas. La Asamblea General de las
Naciones Unidas, en su Sesión Plenaria del día 29 de noviembre de 1985, efectuó la
solemne aprobación y decidió incluirlas en el Anexo a la Resolución 40/33.
Las Reglas están divididas en seis partes. La primera parte contiene los principios
generales, la segunda los aspectos vinculados a la investigación y el procesamiento, la
tercera referida a la sentencia y la resolución, la cuarta sobre el tratamiento fuera de los
establecimientos penitenciarios, la quinta sobre el tratamiento en los procedimientos
penitenciarios y la sexta sobre Investigación, planificación, formulación y evaluación de
políticas.
Posteriormente abordaremos aquellos aspectos tratados por las Reglas de Beijing que
resultan relevantes a la materia del presente trabajo.
La Convención sobre los Derechos del Niño
La Convención sobre los Derechos del Niño fue aprobada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en su resolución 44/25 de 20 de noviembre de 1989, culminando un
proceso que había comenzado con los preparativos para el Año Internacional del Niño de
1979 y dando inicio a un nuevo período: el de la ratificación por los Estados y el
establecimiento de un Comité de Vigilancia.
69
Venezuela
Respecto del mismo, cabe mencionar que luego de la ratificación de la Convención sobre
los Derechos del Niño se convocó a principios de 1991 a una Reunión Plenaria de
Representantes de los Estados Partes de la Convención, a fin de celebrar la primera
elección para su órgano de vigilancia: el Comité de los Derechos del Niño.
Los expertos elegidos en esta ocasión se reunieron en el primer período de sesiones en
octubre de 1991. Este órgano de vigilancia, supervisa la aplicación de la Convención y sus
dos protocolos facultativos referidos a niños en conflictos armados y niños víctimas de
tráfico, prostitución y pornografía.
Todos los Estados Partes “se comprometen a presentar al Comité, por conducto del
Secretario General de las Naciones Unidas, informes sobre las medidas que hayan
adoptado para dar efecto a los derechos reconocidos en la Convención y sobre el progreso
que hayan realizado en cuanto al goce de esos derechos…” (art. 44, inc. 1 CDN).
El Comité examina cada informe y expresa sus preocupaciones y recomendaciones al
Estado Parte en forma de "Observaciones Finales", las que deben ser consideradas dentro
de las obligaciones y compromisos asumidos por el Estado a la hora de la ratificación de la
Convención.
Asimismo, el Comité genera a través de los Observaciones Generales, (hasta el presente
han sido aprobados siete Documentos, de los cuales, los cuatro últimos, corresponden al
período 2003/2005 -NO SÉ SI ESTO SE HA MODIFICADO EN LA ACTUALIDAD),
bases jurisprudenciales relativas a la interpretación y aplicabilidad de diferentes temáticas
y disposiciones establecidas en la Convención.
Recientemente el Comité, con el apoyo de la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas, ha puesto en marcha una estrategia destinada a fortalecer la acción de
seguimiento de la aplicación de las Recomendaciones que le efectúa a cada Estado Parte, a
través de la organización de Seminarios subregionales, que permiten construir una nueva
dinámica de interacción entre los actores locales respecto de la aplicación de la
Convención y el órgano de tratado creado en virtud de la Convención sobre los Derechos
del Niño.
Actualmente la Convención cuenta con 192 Estados Partes, cifra que no tiene precedentes
en la esfera de los Órganos de tratados de derechos humanos. Asimismo, se deben
considerar la incorporación en años recientes de los Protocolos Facultativos a los que
hiciéramos referencia precedentemente.
Al ingresar en una primera aproximación al análisis de la estructura de la Convención, es
preciso reconocer en ella las disposiciones y principios que la conforman. Estos últimos se
identifican en: no discriminación (art. 2), interés superior del niño (art. 3), derecho a la
vida, a la supervivencia y el desarrollo (art. 6) y el derecho del niño a ser escuchado y
tenido en cuenta (art. 12).
En función de la materia que nos ocupa, debemos señalar que la Convención, en relación a
la Justicia Juvenil presenta dos planos de análisis. El primero está dado por el enfoque
holístico en la interpretación de las disposiciones de la Convención y el segundo en un
plano específico, integrado por los tres artículos referidos a la Justicia Juvenil (artículos 37,
39 y 40)
70
Venezuela
Debe destacarse la importancia de un abordaje holístico de la Convención, basado en los
derechos que reconozca los principios de indivisibilidad, interdependencia, integralidad y
exigibilidad de todos los derechos humanos. (CRC/C/46 - Día de Debate General sobre
Administración de Justicia / Noviembre, 1995-) En este sentido, y enfatizando este
abordaje holístico de la CDN, en el Proyecto relacionado a la Observación General sobre
Justicia Juvenil, elaborado en el mes de enero de 2006, preocupa profundamente al Comité,
que en los informes de los Estados Partes se reflejan en forma muy detallada los derechos
del niño en conflicto con la ley penal, concentrando casi específicamente este tema en
relación a los arts. 37, 39 y 40 del mencionado Documento. Esto importa que en los temas
relacionados con la administración de justicia, los Estados Partes no pueden avanzar aún en
la incorporación de otros principios enunciados en la CDN, que hacen al sentido integral
de la misma en términos de ejercicio de derechos. En tal sentido el Comité, hace
referencia en el documento mencionado, a su preocupación ante la falta de información
sobre las medidas que toman los Estados Partes a fin de prevenir que los niños entren en
conflicto con la ley penal, enfatizando en forma casi excluyente información relacionada
con estadísticas y limitada al tratamiento de los niños en conflicto con la ley penal. La
preocupación señalada, nos remonta al año 1995, cuando en oportunidad del Día de Debate
sobre Administración de Justicia, el Comité advierte sobre este punto, señalando que:
…“212. El día de debate temático fue presentado por un miembro del Comité, la Sra.
Sandra Mason. En su declaración, insistió en el criterio holístico con que se enfocaban
los derechos del niño en la Convención, así como en el valor esencial de sus principios
generales, que eran de especial importancia en la esfera de la justicia de menores. Se
recalcó que había que considerar al niño como sujeto de derechos, asegurarse de que se
reconociera claramente y se aplicara el principio de la igualdad ante la ley y de que se
reconociera el vínculo inherente entre los derechos humanos y los derechos jurídicos
como medio esencial de asegurar el respeto de las normas existentes, en particular la
Convención sobre los Derechos del Niño”…. (CRC/C/46/1995)
En este mismo sentido, el Comité agrega en oportunidad del Día de Debate:
…“216. Ese criterio también debía inspirar medidas para la realización de los derechos
del niño en un contexto más amplio, ya que la justicia de menores no podía reducirse a
situaciones en que se había planteado un conflicto con el derecho penal. A título de
ejemplo, se señaló la cuestión de los niños que eran solicitantes de asilo o refugiados y
de los niños no acompañados. De hecho, la diversidad de disposiciones de la Convención
sobre los Derechos del Niño aplicables a esos niños y el carácter universal de ese
instrumento jurídico ampliaba el nivel de la protección de sus derechos fundamentales y
salvaguardias jurídicas, en particular en situaciones de privación de libertad o
separación de sus familias. En tales circunstancias, era indispensable que se tratara al
niño de manera acorde con el fomento de su sentido de la dignidad y el valor, y que las
decisiones se tomaran teniendo en cuenta el interés superior del niño, en un proceso que
diera al niño que estuviera en condiciones de formarse un juicio propio el derecho de
expresar libremente su opinión.”….(CRC/C/46/1995)
Atendiendo a que este tema sigue siendo motivo de particular preocupación en el interior
del Comité de los Derechos del Niño, considero oportuno, enfatizar cuáles son los
objetivos enunciados en el borrador del Proyecto de la Observación General/enero 2006. El
Comité señala reiteradamente que los Estados Partes deben abordar el tema de la Justicia
Juvenil con un sentido amplio, no limitando en modo alguno, la implementación de
medidas sólo en relación a los principios específicos en la materia (arts. 37, 39 y 40), sino
teniendo en cuenta otros artículos relevantes, en particular los arts. 2 (derecho a la no
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Venezuela
discriminación), art. 3 (interés superior del niño), art. 6 (derecho a la vida, a la
supervivencia y desarrollo) y art. 12 (derecho a ser escuchado). Así, los objetivos de esta
Observación General tienen su eje central en tres planos diferenciados: 1) alentar a los
Estados Partes a desarrollar políticas amplias que importen la prevención y que aborden la
delincuencia juvenil sobre la base y de conformidad con la CDN, 2) brindar a los Estados
Partes guía y recomendaciones para elaborar el contenido de esa política amplia,
señalando particularmente la prevención y la interpretación e implementación de los arts.
37, 39 y 40 de la CDN. y 3) promover la integración de otros instrumentos internacionales,
particularmente las Reglas de Beijing (administración de la justicia de menores), las Reglas
Havana (privación de la libertad) y las Directrices de RIAD (prevención) dentro de una
política nacional y amplia.
Al reafirmarse el carácter de Órgano de Tratado de derechos humanos de la Convención, y,
en consecuencia, la complementariedad que reconoce respecto de otros Tratados y
Convenciones de derechos humanos, cabe reafirmar el concepto acerca de la significación
que tiene para los Estados la coherente relación entre los compromisos internacionales en
esta materia y sus políticas específicas, siendo que el enfoque de derechos humanos define
el carácter de la relación entre el Estado y las ciudadanas y ciudadanos del país.
Es en este sentido que la administración de la Justicia Juvenil tiene efectos tan profundos
en la vida de los niños que incide en el goce de todos sus derechos: civiles, políticos,
económicos, sociales y culturales.
Asimismo resulta significativo el estudio del Dr. Jean Zermatten cuando expresa su
inquietud respecto de una asimilación lineal o mecánica entre el reconocimiento y ejercicio
de nuevos derechos y el aumento de responsabilidades en el orden penal y en la cual
pondera la necesidad de preservar el concepto de niños como sujeto de derecho y dentro de
sistemas de protección.
Desde esta postura es que entendemos que la temática de la Justicia Juvenil debe abordarse
con un enfoque de derechos, integral y de conjunto, que tiene consecuencias en el carácter
de la relación entre el Estado y los ciudadanos.
Los adolescentes involucrados en la Justicia Juvenil deben ser abarcados por el conjunto de
las políticas públicas integrales, como las de educación, salud, formación profesional, y
otras. Por ello es que no podemos dejar de relacionar la Justicia Juvenil con el artículo 3,
donde se refiere al interés superior del niño; con el art. 12, vinculado al derecho a ser oído;
los art. 28 y 29 sobre el derecho a la educación; el art. 24 relativo al derecho a la salud, o el
art. 22 respecto del derecho al asilo; e incluso con el art. 9 sobre el derecho del niño a
mantener el vínculo con sus padres, entre otros.
Las Directrices Riad
Las Directrices de las Naciones Unidas para la prevención de la delincuencia juvenil
(Directrices de Riad) adoptadas y proclamadas por la Asamblea General en su resolución
45/112, del 14 de diciembre de 1990 deben ser tenidas en cuenta a la hora de diseñar una
política dirigida a la justicia penal juvenil. En los Principios Fundamentales de dichas
directrices se establece que la prevención de la delincuencia juvenil es parte esencial de la
prevención del delito en la sociedad y en este sentido es necesario que toda la sociedad
72
Venezuela
procure un desarrollo armonioso de los adolescentes y respete y cultive su personalidad a
partir de la primera infancia.
Los Principios Fundamentales mencionados también reconocen la necesidad y la
importancia de aplicar una política progresista de prevención de la delincuencia, así como
de estudiar sistemáticamente y elaborar medidas pertinentes que eviten criminalizar y
penalizar al niño por una conducta que no causa graves perjuicios a su desarrollo ni
perjudica a los demás. La política y las medidas de esa índole deberán incluir:
ƒ
La creación de oportunidades, en particular educativas, para atender a las diversas
necesidades de los jóvenes y servir de marco de apoyo para velar por el desarrollo
personal de todos los jóvenes, en particular de aquellos que se encuentran en acentuado
estado de vulnerabilidad y requieren de cuidado y protecciones especiales.
ƒ La formulación de políticas, incluida una red de servicios, cuya finalidad sea reducir
los motivos, la necesidad y las oportunidades de comisión de las infracciones o las
condiciones que las propicien. Dentro de estas estrategias deberán garantizarse el
ejercicio pleno de derechos y el desarrollo de sus capacidades.
En este sentido, el borrador del Proyecto sobre Observaciones Generales del Comité,
señala dentro de los objetivos planteados en el mismo, la necesidad de promover la
integración de otros principios internacionales, entre los cuales menciona a las Directrices
de RIAD, como norma legal orientada hacia la prevención del delito.
Implementación de las políticas destinadas a los adolescentes en conflicto
con la ley penal
Al abordar las políticas destinadas a los sectores adolescentes en conflicto con la ley penal,
debemos asumir necesariamente los contextos que, a modo de factores condicionantes, han
ido definiendo escenarios de alta complejidad, particularmente en los países de América
Latina: un aspecto se vincula con las realidades económico-sociales, caracterizadas por el
aumento de la pobreza y la desigualdad, y el otro con las expresiones de violencia urbana,
generadora de concepciones erráticas de “seguridad ciudadana”. Estos dos componentes,
han predispuesto, en la mayoría de los países de nuestra región, a la adopción de medidas
legislativas de sinuosa armonización con las Directrices y Convenciones de Derechos
Humanos.
En relación al primer componente, el borrador del Proyecto de Observaciones Generales,
orienta hacia un tratamiento que promueva la reintegración del niño, y de que éste asuma
una función constructiva en la sociedad. Asimismo considera que estos principios rectores
de la justicia juvenil, deben aplicarse a cada adolescente en conflicto con la ley, dentro de
la jurisdicción del Estado Parte, sin distinción alguna (art. 2 CDN) señalando que: “El
Comité alienta a los Estados Partes a asegurar este derecho a la no discriminación para
todos los menores delincuentes, en especial los niños vulnerables tales como niños, niñas
de la calle, niños trabajadores, niños no acompañados solicitantes de asilo y niños
pertenecientes a minorías étnicas u otras”.
En segundo término, y haciendo referencia al tema de la seguridad ciudadana, el Comité
toma nota de que “la preservación del orden público y seguridad son objetivos legitimados
de la justicia juvenil, pero opina que estos objetivos se cumplen mejor a través de un pleno
73
Venezuela
respeto por la implementación de los principios rectores y abarcadores del sistema de
justicia juvenil como lo establece la Convención
En esta línea, el Comité considera que el contenido de las medidas de intervención deben
estar orientados en dos direcciones:
1.- intervención sin recurrir a procedimientos judiciales, conforme al art. 40, inc.3) CDN
2.-intervenciones en el contexto de procedimientos judiciales, brindando amplias
oportunidades de instalar la causa en el contexto de medidas socio- educativas, limitando el
uso de la privación de libertad, conforme lo dispone el art. 37, inc. b) CDN.
El contexto económico y social de América Latina
La creación, desarrollo e implementación de las políticas públicas respecto de los
adolescentes infractores o en conflicto con la ley penal plantea algunos desafíos a tener en
cuenta.
En primer lugar, el contexto económico y social de América Latina está integrado por
ciertas particularidades propias de la región que deben considerarse al diseñar una política
dirigida a la justicia penal juvenil. De acuerdo a un estudio del Banco Mundial un
promedio del 10 % de los individuos más ricos reciben entre el 40 y 47% del ingreso total
de cada país, mientras que el 20% más pobre recibe sólo entre el 2 y el 4%. Este perfil de
distribución del ingreso se puede corroborar en el estudio de la CEPAL, que exhibe que el
20% más pobre de la población recibe el 4,71% del PBI, mientras que el 20% más rico, se
apropia del 54,24%, como se manifiesta en el gráfico siguiente:
Fuente:CEPAL, Unidad de Estadísticas Sociales, División de Estadísticas y Proyecciones Económicas
74
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La profundización de la brecha entre ricos y pobres es el signo más evidente de la
desigualdad en América Latina, mucho más pronunciada que en cualquier rincón del
planeta. Según el Banco Mundial ochenta millones de personas en Latinoamérica vive con
menos de un dólar por día y según el Banco Interamericano de Desarrollo hay 150
millones de pobres en el continente.
En Centroamérica, el informe “Estado de la Región” del Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo y la Unión Europea indica que hay casi 35 millones de pobres, más del
60% de la población total. La pobreza coloca en estado vulnerable a millones de personas
en el continente, es decir en el riesgo de que un hogar o individuo atraviese en algún
momento un período de dificultad por problemas de ingreso o salud. Pero ésta
vulnerabilidad también se refiere a la probabilidad de estar expuesto a muchos otros
riesgos, entre ellos: violencia, consumo abusivo de droga y alcohol, desastres naturales,
interrupción de los estudios. Asimismo aparece nítidamente otro factor que condiciona la
pobreza: la mala distribución de la riqueza, y en este sentido, el reciente informe del
PNUD sobre Desarrollo Humano indica que “para reducir la pobreza de ingresos, la
distribución importa tanto como el crecimiento”. Especial preocupación reconoce la
situación de los sectores adolescentes, que suman a las condiciones adversas a la exclusión
social, la victimización que sobre ellos produce el accionar del crimen organizado tanto
nacional como transnacional. Las políticas públicas de combate y eficaz penalización
contra los responsables del crimen organizado, implica al mismo tiempo un esfuerzo de
protección a la seguridad ciudadana y de resguardo de los derechos humanos de los niños y
adolescentes.
75
Venezuela
Para el antropólogo argentino residente en México Néstor García Canclini,”En América
Latina, la desigualdad posee bases económicas, historias, simetrías, explotaciones internas
y externas. Al mismo tiempo es el resultado de discriminaciones y estereotipos que nos han
fijado en el lugar de los que duermen la siesta, de los que no quieren afrontar la
complejidad y la dureza del mundo tecnológico, que prefieren las relaciones familiares y
de compadrazgo a la competencia económica. Buena parte de la configuración y la
reproducción de la desigualdad en Latinoamérica es el resultado de estos estereotipos y de
un acceso diferencial y desigual a los recursos de la última modernidad…”.
Bajo este contexto es desde el cual se debe considerar la relación prevalente entre la
justicia penal juvenil y el universo social que ingresa a ella. El desconocimiento voluntario
o no de estos indicadores, puede conducir a gravísimas deformaciones en el diseño y
aplicación de las normas internacionales en materia de justicia penal juvenil.
La seguridad ciudadana
El segundo desafío que se plantea al diseñar las políticas destinadas a la justicia penal
juvenil está dado por el enfoque del problema de la seguridad ciudadana y su relación con
las políticas públicas en materia de adolescencia y específicamente en relación a la justicia
juvenil.
Esta cuestión constituye un gran debate a nivel internacional y en este sentido el Secretario
General de las Naciones Unidas, Sr. Kofi Annan, en la última Cumbre de Presidentes ha
puesto en consideración una reflexión sustantiva en esta materia bajo el título “Un
Concepto más amplio de libertad - Desarrollo, Seguridad y Derechos Humanos para
Todos”. Allí expresa que “los acontecimientos que se han producido desde que se
proclamó la Declaración del Milenio exigen que se revitalice el consenso sobre los
desafíos y las prioridades fundamentales y que ese consenso se convierta en acción
colectiva. Para ello debemos guiarnos por las necesidades y las esperanzas de los pueblos
de todo el mundo. El mundo debe promover juntas las causas del desarrollo, la seguridad y
los derechos humanos, porque de otro modo ninguna de ellas podrá triunfar. La humanidad
no podrá tener seguridad sin desarrollo, no podrá tener desarrollo sin seguridad y no podrá
tener ninguna de las dos cosas si no se respetan los derechos humanos…”.
Nos preocupa que bajo la inquietante incertidumbre de ciertos sectores de las sociedades,
los Estados se vean atraídos a reforzar sus legislaciones con aumento de la punitividad
incluyendo la disminución de la edad mínima penal. Sobre este particular queremos
recordar lo dispuesto por la Convención sobre los Derechos del Niño y las Reglas Mínimas
de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de Menores ("Reglas de
Beijing")
El artículo 40 párrafo 3, a) de la Convención dispone que “Los Estados Partes tomarán
todas las medidas apropiadas para promover el establecimiento de leyes, procedimientos,
autoridades e instituciones específicos para los niños de quienes se alegue que han
infringido las leyes penales o a quienes se acuse o declare culpables de haber infringido
esas leyes, y en particular: el establecimiento de una edad mínima antes de la cual se
presumirá que los niños no tienen capacidad para infringir las leyes penales…” Asimismo
y en este mismo artículo respecto de las medidas sobre las cuales procede intervenir
respecto del adolescente en conflicto con la ley penal se dispone: “siempre que sea
76
Venezuela
apropiado y deseable, la adopción de medidas para tratar a esos niños sin recurrir a
procedimientos judiciales, en el entendimiento de que se respetarán plenamente los
derechos humanos y las garantías legales” y que “se dispondrá de diversas medidas, tales
como el cuidado, las órdenes de orientación y supervisión, el asesoramiento, la libertad
vigilada, la colocación en hogares de guarda, los programas de enseñanza y formación
profesional, así como otras posibilidades alternativas a la internación en instituciones, para
asegurar que los niños sean tratados de manera apropiada para su bienestar y que guarde
proporción tanto con sus circunstancias como con la infracción”.
A su vez el principio 4 de las Reglas Beijing indica que “en los sistemas jurídicos que
reconozcan el concepto de mayoría de edad penal con respecto a los menores, su comienzo
no deberá fijarse a una edad demasiado temprana habida cuenta de las circunstancias que
acompañan la madurez emocional, mental e intelectual”.
La creciente tendencia en América Latina a disminuir la edad mínima de responsabilidad
penal ha pretendido ser legitimada, en ocasiones, en la búsqueda de mayores garantías
procesales para los niños en conflicto con la ley penal. Al respecto deseamos enfatizar
sobre la necesidad de profundizar las reformas legales en esta materia desde una clara
perspectiva garantista y sostenida en lo principios y disposiciones de la Convención.
Avanzar por este camino requiere atender con coherencia el abordaje en la definición de
las edades mínimas y máximas del sistema penal juvenil.
Establecer una relación mecánica entre garantismo y reducción de la edad mínima penal,
constituye una desnaturalización del principio que se pretende sostener.
Al respecto, estimo de interés, la elaboración efectuada en el ámbito del Instituto
Interamericano del Niño por el Lic. Alejandro Bonasso, Director General Emérito y
Asesor Permanente del Instituto Interamericano del Niño, organismo especializado de la
OEA:
“el debate actual acerca de la temática de la edad mínima y máxima adecuada para
la solución de los problemas derivados de la infracción de los jóvenes a la ley
penal, tiene tres aristas fundamentales: la legalidad, la legitimidad y la eficacia
jurídica.
Dentro de la legalidad, como dimensión normativa del Derecho, se sigue
literalmente a la Convención sobre los Derechos del Niño cuando establece, en su
artículo 40, los principios y bases para la construcción de un sistema garantista,
yendo incluso más allá al hacer suya la opinión que entiende que el art. 41 guarda
implícito el concepto según el cual los signatarios "no harán más gravosa la ley
interna de sus países, con relación al contexto normativo de la Convención".
La cuestión de la legitimidad, como dimensión axiológica del Derecho, se refiere a que la
dignidad del adolescente debe ser protegida como uno de sus derechos fundamentales, así
como también su participación al momento de establecer el proceso para su propia
resocialización.
La cuestión de la eficacia, en cuanto dimensión sociológica del derecho, indica que las
corrientes que pretenden reducir la edad de la imputabilidad lo hacen priorizando de hecho
el punto de vista punitivo, propio de la doctrina de la situación irregular, sin considerar que
no hay estudios serios que indiquen que reduciendo la edad de la imputabilidad penal se
reducen los actos infraccionales cometidos por adolescentes. Por el contrario, el bajar la
edad de la imputabilidad hace aumentar las detenciones, los procesos judiciales, la
77
Venezuela
institucionalización de los adolescentes, y el incremento de las violaciones a los derechos
fundamentales en la instancia policial, judicial y administrativa”. Por último, señala el Lic.
Alejandro Bonasso :
“El Derecho como instrumento de control social debe responder a los valores de
justicia y bien común, y ser un elemento integrador de las instituciones dentro de la
sociedad sin convertirse en un elemento de control social para la sanción específica
de determinados grupos sociales”.
Por otra parte, la reconocida jurista argentina, Dra. Mary Beloff señala en
“Responsabilidad penal juvenil y Derechos Humanos”:
“La circunstancia de que esos niños sean clientes del sistema de justicia penal no
responde a ninguna “normalidad”, a ninguna condición natural que les sea propia,
sino que por lo general responde a que los que históricamente han sido clientes del
sistema de justicia penal tienen sus derechos amenazados o violados. Entonces, si
no se construye el sistema de responsabilidad juvenil en el marco de otras políticas
para las garantías de todos los demás derechos previstos en la CDN, cada vez habrá
más niños clientes del sistema de responsabilidad penal juvenil y este sistema
colapsará en dos o tres o cinco años. Éstas son, de alguna manera, las demandas que
se recogen hoy de ciertos países en donde se implementó la justicia penal juvenil en
estos términos…”.
En esta perspectiva la insuficiencia y muchas veces ausencia de políticas públicas
integrales con enfoque de derechos dirigidas a los niños y adolescentes convierte a la baja
de edad en la única política orientada a ese sector.
En relación a este punto, cabe hacer mención al contenido del borrador del Proyecto sobre
Comentarios Generales elaborado por el Comité en enero de 2006, al que ya hiciéramos
referencia. En este sentido, una de las propuestas incorporadas al mencionado documento
se refiere al modo más adecuado de establecer la edad mínima de responsabilidad penal.
El Proyecto hace mención a un reciente estudio de UNICEF el cual indica que el promedio
de la edad mínima en la región, se encuentra por debajo de los 12 años, elemento éste que
constituye un motivo de alta preocupación en el Comité. Fijar la edad mínima requiere de
análisis integrales que armonicen las disposiciones universalmente reconocidas con
realidades y contextos socio-históricos de cada país; en dicha definición se deberá
considerar especialmente el principio del interés superior del niño, así como la legalidad,
legitimidad y eficacia de su definición. Se señala en el Proyecto sobre Comentarios
Finales, que la edad mínima aplicable, por debajo de los doce años no es
internacionalmente aceptable, solicitando a los Estados Partes que no bajen la edad mínima
de responsabilidad a 12 años.
La marcada tendencia en bajar la edad mínima de responsabilidad penal en el contexto
latinoamericano, necesita urgentemente ser contrarrestada con nuevos compromisos por
parte de los Estados respecto de los niños y adolescentes cuyas vulnerabilidades han sido
descriptas precedentemente. Este sector está requiriendo de un aumento de la inversión
pública, de una ampliación y diversificación de la oferta educativa, de políticas
participativas que garantizan no sólo el beneficio de servicios y programas, sino un alto
componente de reconocimiento a la participación activa de los propios adolescentes en el
diseño e implementación de las acciones.
78
Venezuela
En este sentido, en toda América Latina es fácilmente identificable la relación existente
entre los impedimentos, directos o indirectos, para el ejercicio pleno del derecho a la
educación, en los términos planteados en los artículos 28 y 29 de la CDN, y en la
jurisprudencia sustentada, en el Comentario General Nº 1 del Comité y la participación de
los adolescentes y jóvenes en conductas que conforman la comisión de una infracción de la
ley penal.
En esta perspectiva, es posible constatar que el aumento de la inversión pública en el sector
educativo, y consecuentemente impulsando políticas de inclusión, calidad educativa,
permanencia, concluyendo ciclos que abarquen el período adolescente, y articulación con
las futuras etapas del desarrollo y la integración social, representan indicadores que
impactan sensiblemente en la reducción de la participación de los niños y adolescentes en
circunstancias que determinan el conflicto con la ley penal.
El art. 24 de la Directrices de RIAD, señala claramente que:
“Los sistemas de educación deberán cuidar y atender de manera especial a los
jóvenes que se encuentren en situación de riesgo social. Deberán prepararse y
utilizarse plenamente programas de prevención y materiales didácticos, planes de
estudios, criterios e instrumentos especializados”
Asimismo cabe destacar el informe de la Relatora Especial de Naciones Unidas, Katarina
Tomasevski, sobre el Derecho a la Educación, quien en Enero de 2004 señalaba: “Uno de
los principales motivos para incluir la educación entre los derechos humanos era que su
realización no dependiese del mercado libre, donde el acceso a la educación está
determinado por el poder adquisitivo. Las dificultades recientes para mantener este
principio han determinado un cambio en el vocabulario; el derecho a la educación se ha
sustituido por el acceso a la educación y la obligación de los gobiernos de velar por que al
menos la enseñanza obligatoria sea gratuita, se ha atenuado colocando la palabra gratuita
entre comillas (educación "gratuita"). Esas variaciones lingüísticas tienen por objeto
destacar que se debe financiar la educación, negando implícitamente que su financiación
deba hacerse con cargo a recursos públicos en la medida en que se trata de un derecho
individual, en particular de cada niño. La base del derecho a la educación es un sistema en
el que la educación sea gratuita en los lugares donde se imparte, como ejercicio de un
derecho y no en función de la capacidad de cada uno para costeársela” y que “Las
consecuencias de negarles la educación en su período de crecimiento no se pueden reparar
retroactivamente…”.
En este sentido, indicó que:
“En el plano internacional, la garantía de la educación obligatoria y gratuita se
vinculó a la eliminación del trabajo infantil en 1921, hace más de 80 años. La base
teórica era -y sigue siendo- que garantizar el derecho a la educación abría la puerta
a otros derechos, mientras que negarlo llevaba a su vez a negar otros derechos
humanos y desde un punto de vista económico, la base teórica era -y sigue siendoque la inversión en la educación debe corresponder a los gobiernos porque produce
rendimientos económicos a largo plazo.
Además, la educación no consiste sólo, y ni siquiera principalmente, en transmitir
unos conocimientos y aptitudes, sino que es un bien público porque representa la
forma más extendida de socialización institucionalizada de los niños. La base
económica del derecho a la educación sigue siendo importante porque la negación
de ese derecho conduce a la exclusión del mercado laboral, que a su vez causa la
79
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exclusión de la seguridad social. Cuando la negación de los derechos humanos
produce pobreza, como suele ocurrir en el caso de las niñas y las mujeres, la
reparación pasa necesariamente por la afirmación y aplicación de esos derechos,
empezando por el derecho a la educación”.
“Para romper el círculo vicioso de la pobreza agravada por la exclusión de la
educación, los gobiernos, individual y colectivamente, deben dar prioridad a la
financiación igualitaria de la educación, tanto a nivel nacional como internacional.
Puesto que las mujeres son las más afectadas por la falta o la degradación de los
servicios públicos, las decisiones sobre la educación como servicio público gratuito
o su inclusión entre los servicios objeto de comercio libre tienen consecuencias
positivas o negativas para la igualdad entre hombres y mujeres”.
Por otra parte, y en torno a la relación entre infracción juvenil y nivel educativo, se recoge
una reciente publicación de la organización no gubernamental Save the Children, que en un
estudio realizado en Brasil, señala:
“La asociación entre infracción juvenil y nivel educativo, también ha sido
reportada recientemente por periódicos brasileños. Se considera que invertir en la
educación es la mejor manera de proteger a los adolescentes de la violencia y de la
delincuencia. Tanto mayor sea el nivel de escolaridad de un joven, menor será la
probabilidad que este cometa infracciones. Un estudio llevado a cabo en la ciudad
de Sao Paulo, Brasil, entre 1998 y 1999 con 11,283 registros de jóvenes en
situación de conflicto con la ley, mostraba que sólo el 2, 7% de adolescentes de
años superiores estaba internado en centros de reclusión, mientras que el 9,1% de
los reincidentes no habían llegado al segundo año de estudios. Este número era tres
veces menor en aquellos que habían llegado al cuarto grado”.
En síntesis, constituye una responsabilidad indelegable incorporar en la agenda pública,
con carácter prioritario las referidas políticas. Nuestro enfoque es que la definitiva
superación de los conceptos tutelares y que establecían mecanismos de alta
discrecionalidad en la administración de la justicia penal juvenil, deben ser sustituidos por
procedimientos que reduzcan los niveles de judicialización, que aumenten
considerablemente las garantías del debido proceso, que eviten recurrir a la reducción de la
edad mínima penal como un instrumento funcional a la ansiedad y alarma ciudadana y que
desarrollen ampliamente las medidas socioeducativas y alternativas a la privación de la
libertad, reservándola ésta como medida de último recurso y por el menor tiempo posible.
La respuesta de los estados
En este contexto económico y social y ante los reclamos de la sociedad de dar solución al
problema de la inseguridad, analizaremos la respuesta de los Estados a la luz del marco
jurídico internacional en materia de justicia penal juvenil.
El Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas ha advertido escasos avances, y
en algunos casos pendulares políticas, respecto de la aplicación de las normas
internacionales.
80
Venezuela
Se pueden identificar tres situaciones en este sentido:
- En primer lugar, el Comité ha registrado situaciones de países donde lo que se destaca es
un sistema de reformas legales que han tenido en cuenta parcialmente esta normativa pero
que las mismas no se expresan en reformas institucionales que den efectiva aplicación a
esas normas. A modo de ejemplo podemos citar:
Bolivia, CRC/C/15/Add.256, 11 de febrero de 2005
Administración de la justicia de menores
67.
“El Comité acoge con satisfacción las mejoras legislativas introducidas en la
normativa aplicable a los niños que se hallan en conflicto con la ley. Sin embargo, le
preocupan las graves deficiencias de que aún adolece en la práctica el sistema de justicia
de menores, por ejemplo la falta de alternativas apropiadas para la prisión preventiva y
otras formas de detención, las condiciones de vida sumamente deficientes de los menores
detenidos en las comisarías u otras instituciones, la duración de la prisión preventiva y el
hecho de que, de acuerdo con la información facilitada en las respuestas dadas por escrito,
menores de 18 años se hallen detenidos con adultos.
68.
El Comité recomienda que el Estado Parte adopte las medidas necesarias para
asegurar que las normas, reglamentos y prácticas del sistema de justicia de menores se
hallen en conformidad con los artículos 37, 39 y 40 de la Convención y otra normativa
internacional pertinente y se apliquen con respecto a todas las personas menores de 18 años
que se hallen en conflicto con la ley. A este respecto, el Comité recomienda más
concretamente que el Estado Parte:
a)
Prevea y ponga en práctica alternativas para la prisión preventiva y otras formas de
detención de manera que la privación de libertad sea realmente la medida de último recurso
y se utilice durante el período más breve posible;
b)
Elabore y ponga en práctica programas socioeducativos adecuados, así como un
régimen apropiado de libertad provisional y bajo palabra para los menores delincuentes
juveniles;
c)
Adopte las medidas necesarias para mejorar de manera significativa las condiciones
de vida de los menores privados de libertad y velar por que estén separados de los adultos;
d)
Procure que los nuevos centros de detención para menores no se hallen situados en
zonas remotas y estén dotados de las instalaciones necesarias para la rehabilitación de los
menores;
e)
Prosiga y refuerce la formación sobre la Convención y otra legislación pertinente
para el personal encargado de la administración de la justicia de menores;
f)
Solicite la asistencia de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos
Humanos, del Centro para la Prevención Internacional del Delito, de las instituciones
regionales y del UNICEF, entre otros organismos.
- También el Comité ha advertido en sus Observaciones Finales la ausencia de legislación
específica armonizada con la Convención sobre los Derechos del Niño y en tal caso
podemos ejemplificar con:
Argentina, CRC/C/15/Add.187, 9 de octubre de 2002
Administración de la justicia de menores
62. El Comité toma nota con satisfacción que se ha aprobado el proyecto de ley sobre la
responsabilidad penal de los menores, en el que se establecen límites para dicha
responsabilidad y los procedimientos que deben aplicarse, de conformidad con lo dispuesto
en el párrafo 3 del artículo 40 de la Convención. En cambio, el Comité reitera su profunda
81
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preocupación por el hecho de que la Ley Nº 10.903, de 1919, y la Ley Nº 22.278, que están
vigentes y se basan en la doctrina de la "situación irregular", no distingan claramente entre
los niños que necesitan atención y protección y los niños que tienen conflictos con la
justicia. A este respecto, el Comité observa que el Congreso está debatiendo varios
proyectos de ley para reformar el sistema de justicia de menores, en virtud de los cuales un
juez puede ordenar la detención de un niño sin las debidas garantías procesales únicamente
por su condición social, y que esa decisión no puede apelarse. Además, expresa su
preocupación por el hecho de que, en virtud de lo dispuesto en el artículo 205 del Código
Procesal Penal, un niño puede permanecer incomunicado hasta 72 horas.
También observa con preocupación las precarias condiciones en que se encuentran los
niños privados de libertad, entre las que cabe citar la falta de servicios básicos adecuados,
como los de educación y salud, la ausencia de personal debidamente formado y el recurso a
los castigos corporales y al aislamiento.
63. El Comité recomienda al Estado Parte que:
a) Revise sus leyes y prácticas relativas al sistema de justicia de menores para lograr
cuanto antes su plena conformidad con las disposiciones de la Convención, en particular
los artículos 37, 39 y 40, así como con otras normas internacionales en la materia, como las
Reglas mínimas de las Naciones Unidas para la administración de la justicia de menores
(Reglas de Beijing) y las Directrices de las Naciones Unidas para la prevención de la
delincuencia juvenil (Directrices de Riad);
b) Acelere el proceso mencionado en a), entre otras cosas asignando suficientes recursos
humanos y financieros;
c) Se asegure de que exista una clara distinción, en cuanto a procedimientos y trato, entre
los niños que tienen conflictos con la justicia y los niños que necesitan protección;
d) Recurra a la prisión, incluso la prisión preventiva, únicamente como medida extrema,
por períodos que sean lo más breves posible y no superen la duración del período previsto
por la ley, y garanticen que los niños siempre estén separados de los adultos;
e) Aplique medidas alternativas a la prisión preventiva y otras formas de privación de la
libertad, cuando ello sea posible;
f) Incorpore en sus leyes y prácticas las Reglas de las Naciones Unidas para la Protección
de los Menores Privados de Libertad, sobre todo para que esos menores puedan utilizar
procedimientos de denuncia eficaces que abarquen todos los aspectos del trato que reciban;
g) Adopte las medidas necesarias para mejorar las condiciones de encarcelamiento;
h) Teniendo en cuenta el artículo 39, adopte las medidas apropiadas para promover la
recuperación y la reintegración social de los niños que han pasado por el sistema de justicia
de menores; e
i) Solicite asistencia, entre otras entidades, al ACNUDH, el Centro de las Naciones Unidas
para la Prevención Internacional del Delito, la Red internacional sobre justicia de menores
y el UNICEF, por conducto del Grupo de Coordinación sobre Asesoramiento y Asistencia
Técnicos en Materia de Justicia de Menores.
- Por último, el Comité ha observado con muchísima preocupación la formulación de leyes
cuyo contenido se contrapone con los principios y disposiciones de la Convención y con
las reglas de Beijing pero que además ignoran la existencia de leyes específicas
preexistentes. Tal es el caso, en la República del Salvador, en referencia a las Maras o
Pandillas Juveniles, sancionando leyes Antimaras, declaradas inconstitucionales y a las que
el Comité reclamara su revocación:
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El Salvador, CRC/C/15/Add.232, 30 de junio de 2004
Administración de la justicia de menores
65. El Comité celebra que se haya instituido un sistema separado de justicia de menores en
virtud de la Ley del menor infractor de 1994 que se aplica a los niños menores de 18 años.
Observa que en ella se dispone que los servicios han de ser gratuitos y que los funcionarios
de los tribunales de menores, entre los que ha de haber un psicólogo, un trabajador social y
un pedagogo han de tener capacitación especial. También observa que es preciso que el
tribunal tutelar de menores revise cada tres meses las sentencias dictadas en el caso de
menores a fin de que las condiciones en que cumplen su pena no vayan a afectar el proceso
de reinserción del niño. No obstante, es motivo de preocupación que en la práctica no se
cumpla la ley como es debido.
66. A la luz de los artículos 37 y 40 y otras normas internacionales pertinentes, el Comité
recomienda que el Estado Parte:
a) Instituya un sistema de justicia de menores acorde con la Convención, en particular sus
artículos 37, 40 y 39, y con otras normas de las Naciones Unidas en la materia como las
Reglas mínimas para la administración de la justicia de menores (Reglas de Beijing), las
Directrices para la prevención de la delincuencia de menores (Directrices de Riad), las
Reglas para la protección de los menores privados de libertad y las Directrices de Acción
sobre el Niño en el Sistema de Justicia Penal;
b) Destine suficientes recursos humanos y económicos para que se dé cabal cumplimiento
a la Ley del menor infractor;
c) Forme a los encargados de administrar la justicia de menores para que sepan aplicar la
Ley del menor infractor;
d) Considere la privación de libertad como último recurso y por el período más breve que
proceda y fomente el uso de otras medidas de privación de la libertad;
e) Pida asistencia, por ejemplo, a la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos
Humanos, al Centro para la Prevención Internacional del Delito, al Instituto Interamericano
del Niño o al UNICEF.
67. Es motivo de profunda preocupación para el Comité que las disposiciones adoptadas
como parte del Plan Mano Dura, aprobado en julio de 2003, y la Ley contra pandillas en
vigor desde octubre de 2003, comprendida la segunda Ley para el combate de las
actividades delincuenciales de grupos o asociaciones ilícitas especiales del 1º de abril de
2004, incumplen la Convención.
Es motivo de preocupación, entre otras cosas, la noción de "menor habilitado", que permite
procesar a los menores desde los 12 años de edad como si fueran adultos, y el hecho de que
se tipifiquen como delito rasgos físicos como el uso de signos o símbolos para identificarse
o llevar tatuajes o tener cicatrices. Por otro lado, es motivo de preocupación que las leyes
contra las actividades delincuenciales de grupos o asociaciones desvirtúen la Ley del
menor infractor al introducir un doble sistema de justicia de menores. El Comité también
considera motivo de preocupación el gran número de niños que han sido detenidos a
consecuencia del Plan Mano Dura y de las leyes contra las pandillas, y lamenta que no
haya políticas sociales y educativas para encarar los problemas de las actividades de esos
grupos o la violencia y la criminalidad de los adolescentes.
68. Insta al Estado Parte a que revoque de inmediato la segunda Ley contra las pandillas y
considere la Ley del Menor Infractor el único instrumento legislativo en materia de justicia
de menores. El Comité reafirma que la obligación del Estado Parte de velar por que se
83
Venezuela
prevenga y combata el delito se ajusta perfectamente a las normas internacionales de
derechos humanos y está basada en el principio del interés superior del niño.
Le recomienda que adopte estrategias amplias que no se limiten a medidas penales, sino
que vayan hasta las profundas raíces de la violencia y de la delincuencia de los
adolescentes, en bandas o no, como políticas de integración de los adolescentes
marginados, medidas para dar más acceso a la educación, al empleo y a instalaciones de
recreo y deporte, y programas de reinserción para menores infractores.
El Comité de los Derechos del Niño, como puede observarse a través de sus
recomendaciones a los Estados Partes, enfatiza la necesidad de recurrir a la privación de la
libertad de manera excepcional, con las mejores oportunidades de asistencia y por el menor
tiempo posible. Simultáneamente le recuerda a los Estados que en el contenido de la
Convención – art. 40- se destaca la necesidad de una mayor y mejor utilización de las
medidas alternativas.
Importante significación debe darse a los criterios y las prácticas de la justicia restaurativa.
La misma reconoce su desarrollo a posteriori de la sanción de la Convención sobre los
Derechos del Niño, en consecuencia, no es parte de ella aunque puede afirmarse no sólo la
ausencia de contradicción con los principios y disposiciones, sino una valiosa
armonización con los mismos.
El postulado fundamental de la justicia restaurativa es que el delito perjudica a las personas
y las relaciones y que la justicia necesita la mayor subsanación del daño posible. La justicia
restaurativa es un proceso de colaboración que involucra a las “partes interesadas
primarias,” es decir, a las personas afectadas de forma más directa por un delito, en la
búsqueda de la mejor manera de reparar el daño causado por el delito.
El tema de la justicia restaurativa, a nuestro entender, es pertinente vincularlo con el
proceso de incorporación de la adolescencia al escenario histórico de la vigencia de
derechos y el ejercicio de la ciudadanía juvenil.
La ciudadanía juvenil ha sido definida por diferentes actores con distintas características,
pero una de ellas permite ubicarnos más rápidamente, y es aquella que señala que la misma
es el conjunto de prácticas jurídicas, sociales y culturales que está poniendo en evidencia la
participación juvenil dentro de los procesos comunitarios, prácticas jurídicas, sociales y
culturales que en definitiva están dando cuenta de la participación del adolescente en el
interior de la sociedad, y por consecuencia, en estrecha relación con las instituciones, ya
sean públicas, de la sociedad civil y religiosa.
La sociedad tiene que brindarle al adolescente la oportunidad real y efectiva de conocer
cuáles son los derechos que le asisten en cada una de las circunstancias de su práctica
comunitaria, social o familiar. Los adultos tenemos la obligación de presentarle al
adolescente cuáles y cómo son los derechos que jurídicamente están consagrados. Este
punto resulta muchas veces por la propia dinámica de las relaciones, un dato contradictorio
y de compleja construcción.
Lo expresado también significa que el adolescente construye la ciudadanía asumiendo
responsabilidades, no se construye unilateralmente, es decir sólo reconociendo los
derechos que le asisten y se necesita combinarlos con un progresivo, sucesivo y adecuado
proceso de responsabilidades sociales dentro de la comunidad en la cual se inserta.
84
Venezuela
Con el objeto de recorrer los distintos planos de diagnosis y estrategias de intervención en
relación a la adolescencia en riesgo social, hemos debido abordar una serie de aspectos de
la compleja realidad que muestra significativamente el problema de la integración de los
jóvenes en las sociedades modernas. La exclusión juvenil en sus diferentes formas de
aparición es un síntoma de las dificultades existentes para construir una sociedad integrada.
Algunas recomendaciones :
Teniendo en cuenta las consideraciones expresadas a lo largo de las exposiciones, en lo
que se refiere a la situación actual de la justicia juvenil en la región, es importante
reflexionar acerca del recorrido que hemos transitado a partir de la aprobación de la CDN,
reflexionando sobre todo aquello que se vincula con logros en tanto hablemos de
reconocimiento efectivo de derechos, exigibilidad de los mismos, armonización de
normativa específica en la materia con la CDN, pero por sobre todas las cosas, reflexionar
sobre aquellas asignaturas pendientes cuya realización contribuya a construir de manera
más perfecta y armoniosa, el bienestar de la niñez y adolescencia, su mejor desarrollo, y su
mayor inclusión y participación comunitaria.
Tomando como punto de referencia, los documentos aquí mencionados que emanan del
Comité de los Derechos del Niño en cuanto al seguimiento y cumplimiento de la CDN por
cada Estado Parte, podemos concluir señalando algunas recomendaciones a tener en cuenta
a fin de hacer efectivos y exigibles los derechos enunciados en los principios de la
normativa internacional.
Preocupaciones actuales del Comité de los Derechos del Niño:
Debate actual:
¾ El Comité señala con alto grado de preocupación la necesidad de los Estados
Partes de ajustar determinadas prácticas para establecer una administración de
justicia juvenil de conformidad con la CDN.
¾ El Comité señala a los Estados Partes la falta de información suministrada en
sus informes periódicos, sobre las medidas que toman los Estados Partes, a
efectos de prevenir que los niños entren en conflicto con la ley penal.
¾ El Comité ha observado, a través de los informes de los Estados Partes, una
creciente preocupación en relación al aumento de la delincuencia juvenil, con
una tendencia por parte de los gobiernos a imprimir mayor énfasis en la
represión y un movimiento hacia sanciones más severas.
Recomendaciones frente a esta situación:
¾ Alentar a los Estados Partes a desarrollar e implementar una política amplia con
una visión de prevención, abordando los temas referidos a la justicia juvenil de
conformidad con la CDN.
En este sentido, el Comité señala que una de las reglas más importantes de la
implementación de la CDN es “promover el pleno y armonioso desarrollo de la
personalidad del niño, sus talentos y habilidades mentales y físicas, conforme a los
arts. 6 y 29 de la CDN”. En este contexto, los Estados Partes “deben adoptar medidas
para prevenir que un niño se convierta en un infractor grave y/o crónico” (borrador
del Proyecto de Observaciones Generales- enero 2006).
85
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El Comité insiste en la necesidad de profundizar respecto de medidas dirigidas a la
prevención, facilitando la integración exitosa de todos los niños y jóvenes,
especialmente a través de la familia, la escuela, el grupo de pares, la comunidad.
Esta observación tiende a que los temas relacionados con la Justicia Juvenil, no se
circunscriba a los artículos especialmente referidos a la administración de justicia,
sino que se implemente y se interprete a la CDN desde su criterio holístico, teniendo
en cuenta esta característica como un elemento sustancial para su adecuada
aplicación.
¾ Brindar a los Estados Partes recomendaciones para establecer los contenidos de
una política amplia, atendiendo especialmente a la interpretación de los artículos
37, 39 y 40 de la CDN.
¾ Promover la integración de otros principios internacionales, en particular las
Reglas de Beijing, Reglas Havana y Directrices de RIAD en términos de
contribuir a la prevención del delito.
¾ El Comité subraya la importancia de la participación de los niños/adolescentes,
conforme el art. 12 de la CDN, como así también, el involucramiento de las
familias, comunidad, ONGs, etc., en temas ligados al desarrollo e
implementación de los programas de prevención. En relación a los
procedimientos judiciales, es opinión del Comité, que en aquellos casos en que el
joven cometa infracciones menores, se deberá intervenir sin recurrir a los
procedimientos formales del derecho penal, conforme los principios establecidos
en el párrafo 3 del art. 40 CDN. En relación al art. 12, se destaca que el art. 40 de
la CDN, no contiene disposiciones específicas sobre el derecho del niño a ser
escuchado por las autoridades competentes, pero tomando como principio
general las características de integralidad de la CDN, la incorporación del
artículo 12 es complementaria y directamente aplicable a los postulados del art.
40, entendiendo que las garantías establecidas en éste, constituyen stándares
mínimos, por lo que los Estados Partes deberán observar stándares más elevados
en todo lo que involucre al niño en el proceso judicial.
¾ Respecto de los principios rectores para el uso de la privación de la libertad como
respuesta a la infracción de la ley penal, el Comité señala la necesidad de
establecer un conjunto de medidas socioeducativas alternativas a la
institucionalización, conforme el art. 37, inc. b) CDN. Asimismo, destaca el
Proyecto, que los Estados Partes deberán adoptar las medidas legislativas
adecuadas y otras medidas que impliquen reducir el uso de la privación de
libertad previa al juicio, considerando el Comité que lo contrario viola la
presunción de inocencia. La formulación de estas políticas, deberán responder a
la correcta aplicación del art. 4 de la CDN, en cuanto a los recursos que los
Estados Partes deberán adoptar para dar efectividad a los derechos reconocidos
en la CDN.
En síntesis, podemos observar que en la actualidad se está debatiendo en el seno del
Comité, aquellos aspectos vinculados específicamente a la observancia en la aplicación de
los principios de CDN, desde su criterio de integralidad basado en un enfoque de derechos,
orientando la creación e implementación de políticas de Estado destinadas a la prevención
del delito, a la correcta aplicación de aquellos instrumentos internacionales
complementarios a la CDN, y creados en términos de prevención. Asimismo, el Comité
subraya criterios para establecer una edad mínima de responsabilidad penal, que exprese de
manera armónica lo establecido tanto en la CDN (art. 40) como en las Reglas de Beijing,
(regla 4º).
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Venezuela
Al concluir las presentes reflexiones resulta necesario reafirmar que bajo el marco
internacional de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes es posible
construir un contexto legislativo que indique el necesario proceso de reorganización y
revisión de las prácticas institucionales, brinde las máximas garantías del debido proceso y
fortalezca la construcción de la ciudadanía juvenil dentro de una sociedad solidaria,
democrática y participativa.
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Venezuela
PALABRAS DE CLAUSURA DE LAS JORNADAS DE DERECHO
PENAL JUVENIL
Dr Eladio Ramon Aponte Aponte, Presidente de la Sala de Casacion penal
El Tribunal Supremo de Justicia, siempre con la inquietud de difundir el conocimiento
científico jurídico, celebra con júbilo estas Jornadas de Derecho Penal Juvenil y el interés
con el que acudieron los jueces, fiscales, defensores, abogados en general y demás
asistentes.
Cuenta el Soñador de la Mancha, el ingenioso hidalgo, Don Quijote, que en una
oportunidad paseaba por el bosque cuando escuchó "...unos gritos y unas voces muy
lastimosas, como de persona afligida y menesterosa; or acudí luego, Ilevado de mi
obligación, hacia la parte donde me pareció que las lamentables voces sonaban, y hallé
atado a una encina a este muchacho que ahora está delante.., desnudo del medio cuerpo
arriba, y estábale abriendo a azotes con las riendas de una yegua un villano, que después
supe que era amo suyo; y, asi como yo le vi , le pregunté la causa de tan atroz
vapulamiento; respondió el zafio: que le azotaba porque era su criado, y que ciertos
descuidos que tenià nacían más de ladrón que de simple; a lo cual este niño dijo: "Señor,
no me azota sino porque le pido mi salario". El amo replicó no sé qué arengas y disculpas...
En resolución, yo le hice desatar, y tomé juramento al villano de que le Ilevaría consigo y
le pagaría
un real sobre otro..."
De aquí la necesidad, decia el Ouijote, de "..caballeros andantes en el mundo, que desfagan
los tuertos y agravios que en él se hacen por los insolentes y malos hombres que en él
viven..."
Castigos coma el referido, no son la solución al fenómeno de Ios adolescentes en conflicto
con la ley penal. Se trata de un problema real que amerita ser discutido y sobre el cual
deben producirse profundas reflexiones; Esta es una de nuestras intenciones para Ilevar a
cabo las jornadas de Derecho Penal Juvenil cuyo éxito celebramos en este acto de clausura.
El Derecho Penal Juvenil es una rama del Derecho Penal que ha adquirido una importancia
indiscutible, en virtud de la creciente participación de adolescentes en hechos delictivos.
Esta es una realidad ante la cual no podemos cerrar Ios ojos. Es nuestro compromiso, no
sólo como abogados y jueces, y por tanto defensores de la justicia, sino también como
ciudadanos venezolanos, corresponsables de nuestra situación como sociedad, generar un
cambio en procura de que todos aquellos hijos de la Patria que por una o otra circunstancia,
generalmente no imputable a ellos, que han desviado su camino del sendero de la
legalidad y la convivencia humana, puedan contar con un sistema que les garantice su
reinserción a la sociedad con herramientas que le permitan desarrollarse como individuo y
brindar algún aporte al desarrollo de la colectividad de la que forma parte y contra la cual,
por no tener la orientación precisa en el momento oportuno, ha arremetido sin pensar
que esa no es la única salida posible de la crisis en la que vlve.
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Venezuela
Como todos sabemos, el Derecho Penal Juvenil está conformado por un régimen especial
cuya principal fuente normativa es la Ley Orgánica para la Protección del Niñio y del
Adolescente, instrumento legal que contiene disposiciones distintas al régimen ordinario,
previsto en el Código Orgánico Procesal Penal, y que tiene que ser así como consecuencia
de las caracteristicas de los sujetos cuya conducta se pretende regular.
Pero no es unicamente la LOPNA la normativa aplicable por los jueces naturales de los
adolescentes que incurran en la comisión de hechos punibles como son los Tribunales de
Responsabilidad Penal, sino que hay instrumentos internacionales de aplicación para estos
casos; tal como lo ha expuesto el Dr. Jean Zermatten, Fundador y Director del Instituto
Internacional de los Derechos del Niño de la Confederación Helvética e integrante del
Comité de los Derechos del Niño de la Organización de las Naciones Unidas.
Quienes integramos el sistema de justicia penal juvenil, debemos acudir a las Directrices
de las Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil o Directrices de
Riad; a las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia
de Menores, conocidas como las Reglas de Beijing; y, las reglas de las Naciones Unidas
para la Protección de Menores Privados de Libertad o Reglas de La Habana.
Estos instrumentos jurídicos se legitiman en la Convención de los Derechos del Niño,
cuyas normas, han sido acogidas por la legislación nacional.
Esta normativa, en caso de disponer regulaciones sobre derechos fundamentales más
favorables a nuestros niños y adolescentes sobre el goce y ejercicio de derechos humanos
que los establecidos por la Constitución y las leyes de la República, serán de aplicación
inmediata, directa y preferente en nuestro país.
Entre los aspectos más relevantes de la normativa sobre responsabilidad penal juvenil, cabe
resaltar una de las conclusiones a las que Ilega el Dr. Zermatten según la cual, este no es un
problema que se solucione con privación de libertad, ni alejando al niño o adolescente de
su familia; sino que deben crearse sanciones que hagan al joven consciente de las
repercusiones del acto cometido... que lo eduquen... y por ello decía el Padre de la Patria,
Simón Bolívar:
"La educación literal y civil de la juventud es uno de los primeros y mas paternales
cuidados del Gobierno... ", y para lograrla, es necesario tomar en cuenta que "...La
educación de los niños debe ser siempre adecuada a su edad, inclinaciones, genio y
temperamento".
La educación que él proponía debía considerar las especiales características de los distintos
niveles etarios, ya que los niños son personas en formación y su corrección temprana es
más efectiva.
La gran mayoría de los derechos consagrados en los textos jurídicos internacionales
forman parte de nuestro sistema venezolano de justicia de niños y adolescentes; el cual los
toma en cuenta como sujetos de Derecho; además, nuestro legislación especial:
- Persigue en todo momento el interés superior del Niño,
- Tiene como prioridad absoluta la elaboración de políticas públicas de jóvenes en
conflicto con la ley penal; y,
89
Venezuela
- Prevé un aspecto muy importante, como lo es la corresponsabilidad de la familia
para la reeducación de los jovenes, como bien lo expuso la Dra. María Elena García
Pru, jueza del Tribunal Superior de la Sección de Niños y Adolescentes del Circuito
Judicial Penal Área
Metropolitana de Caracas.
Sin embargo, no podemos obviar que si en la actualidad contamos con un Sistema Penal
Juvenil como ha quedado descrito, este se encuentra, como el Derecho en general, en
constante evolución; de alIí que sea necesario seguir de cerca el desarrollo del Derecho
Penal Juvenil en a! ámbito mundial, especialmente a la luz de la realidad latinoamericana,
como lo refirió el Profesor Atilio Álvarez, con ocasión de su basta experiencia dentro y
fuera de las aulas de la Universidad Católica Argentina.
Decía el Profesor Álvarez que la Justicia en el siglo XIX fue retribucionista: a un mal, se
atacaba con otro mal para que la sociedad se sintiera vengada.
Hoy debemos reflexionar sobre tal práctica, especialmente en el ámbito de la justicia penal
juvenil, porque ha quedado en evidencia que la pena corporal no evita el delito. Hay que
superar el retribucionismo y el tutelarismo hacia un nuevo modelo de justicia, que no se
quede en un simple cambio de términos con igual significado, sino que incorpore procesos
de inclusión social y no la simple amenaza de represión.
El Dr. Jean Schmitz, comienza aver ese nuevo modelo de justicia en la concepción de una
justicia restaurativa, caracterizada por la búsqueda de medidas alternativas a la privación
de libertad, de carácter socioeducativas, así como la imposición de alguna forma tendente a
reparar a la víctima, para lograr la paz social.
Pero el logro de una justicia penal juvenil efectiva no es un asunto que se resuelva en un
día. Para ello debemos trabajar con ahínco y apoyarnos en el esfuerzo de quienes se han
dedicado a su estudio.
Tal es el caso del Comité de Derechos del Niño en materia de Justicia Juvenil, el cual en
sus comentarios generales sobre:
-
El derecho a la educación,
El rol de las organizaciones de protección al niño y al adolescente,
El Sida,
La salud,
La situación del niño en el extranjero no acompañado por sus padres o
responsables,
- Los castigos corporales,
- Los niños discapacitados; y,
- Los derechos de la primera infancia, ofrece recomendaciones que deben seguir el
camino de la discusión y de la adaptación a la realidad nacional, para lograr su
aplicación efectiva, tal como lo indicó el Vicepresidente del Comité de Derechos del
Niño de Naciones Unidas, Dr . Norberto Liwski; y no el camino de la burocracia y
de la simple formalidad sin utilidad práctica .
Para finalizar, quiero agradecer la presencia de nuestros distinguidos invitados,
especialmente al embajador extraordinario y plenipotenciario de la confederación
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Venezuela
Helvética en Venezuela, señor Walter Suter, por ser punta de lanza en la organización de
estas jornadas, quien ha demostrado gran sensibilidad y solidaridad en la búsqueda de
soluciones adecuadas a los problemas de los niños y adolescentes de Venezuela y del
mundo.
Todas las personas que se pararan detrás de este podio son un ejemplo de lucha incansable
para lograr un sueño: que todos nuestros hijos puedan vivir una infancia y una
adolescencia que les permita desarrollarse en lo profesional, pero sobre todo, como
persona.
Son ellos los Quijotes, de esta enorme tarea que nos incumbe a todos, es par ello, que los
invito a continuar desarrollando el Derecho Penal juvenil, para que juntos, construyamos
un sistema que responda a nuestras necesidades y que permita la reeducación de quienes se
han visto obligados, a actuar al margen de la legalidad.
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Venezuela
RESUMES DES INTERVENTIONS
Ponente suizo Jean Zermatten
Jornada de Derecho Penal Juvenil "beneficia la capacitación de los
jueces"
El ponente suizo Jean Zermatten, fundador y director del Instituto Nacional de los
Derechos del Niño (IDE) de la Confederación Helvética e integrante del Comité de los
Derechos del Niño y de la Organización de las Naciones Unidas, intervino este jueves en la
Jornada de Derecho Penal Juvenil, con su exposición sobre "Los Instrumentos
Internacionales en justicia de menores".
"Yo pienso que es muy importante tener seminarios como esta Jornada de Derecho Penal
Juvenil porque la justicia juvenil es tratada en otros países como una justicia menor,
justicia de menores y no se le brinda la importancia que se le debe dar a la justicia juvenil y
un seminario como este en un Tribunal Supremo con la participación de tantos ponentes,
asistentes, me parece importantísima y que beneficia la capacitación de los jueces y al final
esto redundará en un beneficio a los niños y a los adolescentes de Venezuela", expresó el
destacado expositor.
Al ser consultado sobre las diferencias y semejanzas del derecho penal juvenil en
Venezuela y Suiza, Zermatten expresó que "es difícil decirlo porque el conocimiento de la
situación de Venezuela en la materia es en base a textos y no de la práctica, pero luego de
estos días de la jornada podría establecer unas diferencias, sin embargo lo importantísimo
que puedo decir en este momento es que en Suiza tenemos un sistema que es de
protección, que da la prioridad a la medida educativa y que evita el castigo, la cárcel y la
prisión, y pienso que esa es una gran diferencia de Suiza con otros países, inclusive con
Venezuela".
En su ponencia sobre "Los Instrumentos Internacionales en justicia de menores", Jean
Zermatten se paseó por todos estos instrumentos que se han desarrollado en el campo de la
justicia juvenil, "que son numerosos, y que tratan de una situación diferente porque en
materia de salud, educación, de alimentación no hay textos en ese sentido, pero en justicia
juvenil tenemos instrumentos internacionales numerosos". Consideró importante la
discusión de estos instrumentos internacionales porque pueden ser tomados algunos
aspectos para inspirar a los legisladores en su trabajo de elaboración y reformas legales.
Habló el ponente suizo, entre otros aspectos, sobre la Convención sobre los Derechos del
Niño, entre otros sobre sus artículos 37, 39 y 40 que hablan sobre la justicia juvenil,
además disertó sobre las Directrices de Acción sobre el Niño en el Sistema de Justicia
Penal, Viena del año 1997 ; las Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de la
Delincuencia Juvenil, 1990, (Directrices de Riad); Reglas Mínimas de las Naciones Unidas
para la Administración de la Justicia de Menores, 1985 (Reglas de Beijing) y las Reglas de
las NU para la Protección de Menores Privados de Libertad, 1990 (Reglas de La Habana o
RPL).
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Venezuela
Concluyó Jean Zermatten que las reglas en materia de justicia juvenil exigen una justicia
especializada, o mejor aún un sistema de justicia de menores, lo que significa: no
únicamente tribunales especializados, sino servicios, instituciones y personas formadas que
sepan trabajar juntos, garanticen una asunción global y que antepongan la asistencia a la
sanción.
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Intervention Jean Zermatten sur la médiation
Source : site officiel du Tribunale Supremo de Justicia
Derecho Penal Juvenil
Especialista suizo presentó ponencia sobre mediación en la justicia
juvenil
El integrante de la Organización de las Naciones Unidas aseguró que la mediación en el
Derecho penal logra cambios importantes como disminución de los puntos de referencia
culturales,
modelos
de
identificación;
transformación
de
la
familia;
impacto de los nuevos modos y medios de comunicación
El jurista suizo Jean Zermatten, fundador y director del Instituto Nacional de los Derechos
del Niño de la Confederación Helvética e integrante del Comité de los Derechos del Niño y
de la Organización de las Naciones Unidas, durante su ponencia Mediación y Justicia
Juvenil explicó a los participantes los sistemas de justicia Juvenil, Derechos del Niño y el
porqué de la eficaz integración de la mediación y justicia juvenil.
En el último día de jornada, Zermatten indicó que "la mediación es un instrumento que se
sitúa bien en la lógica de la justicia juvenil y se integra en los objetivos de esta justicia
especializada. Además responde a la demanda de hacer participar al menor en el proceso y
le convierte en actor de su futuro".
Mediación en la justicia juvenil
Zermatten, indicó que para comprender el lugar de la mediación en la justicia juvenil, es
importante tener presentes su propósito educativo, curativo, preventivo, integrador y
protector, objetivos fundamentales de la justicia.
A juicio del representante del Instituto Nacional de los Derechos del Niño de la
Confederación Helvética, entre los desafíos de la medición en la justicia juvenil está
responder a una agravación de la delincuencia y responder a las necesidades de seguridad
de la población.
Manifestó que entre los efectos de la mediación en la justicia juvenil está la confrontación
entre el autor y la víctima, momento en el cual se escuchan las quejas y existe la
posibilidad de explicar su acto; la reflexión del autor sobre su manera de actuar, donde
recapacita sobre sus actos y consecuencias; la elaboración de un razonamiento interior
sobre la actitud hacia los otros y hacia la ley.
Igualmente destacó que es imperante la instauración de diálogo y la elaboración de una
solución, para lograr la reparación total, parcial o simbólica esto gracias a indemnizaciones
y prestaciones voluntarias para el perjudicado o para la sociedad y así lograr la
pacificación.
A su vez resaltó el especialista que es primordial la prevención, la cual considera como el
mejor respeto de la ley, así como la participación del menos como actor y no espectador.
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Venezuela
Para finalizar, especialista suizo concluyó que la mediación promueve la
desjudicialización, ofrece un carácter de justicia negociada, libera los tribunales de
menores, tiene efectos económicos favorables, reduce la privación de libertad y contribuye
a evitar la reincidencia.
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Venezuela
Intervention Jean Schmitz, sur la Justice réparatrice
Source : site officiel du Tribunale Supremo de Justicia
Se debe buscar un modelo de justicia juvenil "menos castigador y más
educativo"
Indicó el ponente en la Jornada de Derecho Penal Juvenil, actividad que es coordinada
por el presidente de la Sala de Casación Penal, magistrado Eladio Aponte Aponte,
que la justicia juvenil restaurativa busca "usar todas las alternativas antes de la
privación de la libertad, la privación de la libertad es la última medida a tomar, es el
último recurso a emplear"
El licenciado en Ciencia Política, oriundo de Bélgica, Jean Schmitz, intervino en la Jornada
de Derecho Penal Juvenil, con la ponencia sobre la "Justicia Restaurativa: de la Teoría a la
Práctica", señalando que se debe buscar un modelo de justicia juvenil "menos castigador y
más educativo", el cual es precisamente el modelo de justicia juvenil restaurativa.
En relación con la Jornada de Derecho Penal Juvenil, dijo llevarse una impresión "muy
positiva por hecho de tener este auditorio prácticamente lleno y tener ese espacio para
hablar del modelo de justicia restaurativo, otro espacio para hablar del modelo represivo o
tutelarista y esto es muy importante porque yo considero que nosotros lo que debemos es
hacer como un movimiento que promocione una nueva forma de hacer justicia con los
jóvenes, es decir una justicia más educativa que castigadora, que va un poco contra
corriente de la tendencia del norte, de castigar todo.
Al ponente le llamó el interés y el grado de atención mostrado por los asistentes a la
Jornada, "los asistentes estaban muy motivados, interesados en la temática y eso brinda un
buen clima para precisamente buscar ese modelo de justicia menos castigador y más
educativo".
Indicó Jean Schmitz que "la gran ventaja de la justicia restaurativa es que ésta se enfoca en
recuperar al chico, al joven, pero no sólo eso, sino que esta justicia también toma en cuenta
a la víctima, de la comunidad, de la sociedad que también una responsabilidad de actuar en
todo esto y también se toma en cuenta otro aspecto como es el de la mediación, que es un
instrumento importantísimo para restablecer la reparación a la víctima y restablecer la paz
social". También destacó que la justicia restaurativa busca "usar todas las alternativas antes
de la privación de la libertad, la privación de la libertad es la última medida a tomar, es el
último recurso a emplear".
Durante su ponencia hizo una exposición en base a la situación en Perú "donde existían dos
modelos combinados que era el tutelarista, proteccionista, paternalista y el modelo
retributivo, es decir, el fuerte, que te dice ‘te voy a castigar’, para tratar de insertar un
tercer modelo, el restaurativo".
Se quiere imponer un modelo de justicia
Explicó que es importante unir las experiencias de cada país en la materia "y así crear un
movimiento para que se den cuenta en el mundo que hay otro modelo e ir en contra del
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Venezuela
movimiento del norte, que ustedes saben a que país me refiero, que quiere es castigar pero
podemos ver entonces que el país que tiene más chicos presos es Estados Unidos y eso no
resuelve el problema, sino que lo agudiza cada vez mas. El problema es que nos quieren
imponer acá en Latinoamérica el mismo modelo y creo que es importantísimo que nuestro
modelo pueda ir a contra corriente de eso", concluyó Schmitz.
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Venezuela
Intervention Atilio Alvarez, sur le Pardon judiciaire (remisión)
Source : site officiel du Tribunale Supremo de Justicia
La remisión permite aplicar la justicia de manera eficaz y oportuna
El ponente argentino consideró que la remisión permite dar continuidad a los procesos o
juicios a través de la instancia que resulte competente y evitar que los adolescentes que
delincan sean llevados a centros de reclusión sin ningún tratamiento adecuado y
ajustado a la ley
Continuando con la Jornada de Derecho Penal Juvenil que se desarrolla en el auditorio
principal del Tribunal Supremo de Justicia, y que hoy concluye, el ponente de la República
de Argentina, Atilio Álvarez, quien es defensor público de menores, se refirió a la
normativa que rige en su país en materia de niños y adolescentes y muy específicamente a
la remisión de los procesos penales, que constituye un paso importante dentro del sistema
de justicia que permite transferir a otras instancias competentes los juicios según sea su
naturaleza.
Este destacado ponente internacional, egresado de la Universidad Católica Argentina,
resaltó la importancia que tiene para la justicia imponer las sanciones pertinentes y
oportunas en los casos en que los infractores sean menores de edad, en este sentido dijo
que "cuando tenemos el caso de un chico de 12, 13 ó 14 años que ha cometido una
infracción como el robo, la sociedad debe saber qué hacer a tiempo, es decir, si procesarlo
y llevarlo a un centro de privación de libertad para que aprenda más delitos, quede
marcado y sea más delincuente o tomar el caso a tiempo y ver si él va al colegio, si tiene
problemas de drogas o de familia. Una sociedad inteligente debe saber qué hacer, si
castigarlo y hacer un delincuente experto o procurar que ese chico siga delinquiendo; pues
bien, es justamente aquí en esta decisión donde entra en juego la remisión".
Explicó este experto jurista, quien dirige los post grados de Derecho de Menores y de
Familia en Argentina, que cada caso debe manejarse con la mayor delicadeza y justicia
posible para tomar la decisión que se considere más oportuna, advirtiendo que casa
situación es distinta a otra y por tanto debe darse el tratamiento que amerite conforme a la
Ley. Puso de ejemplo el caso de los menores que delinquen para comprar drogas y al
respecto aseguró que "ahí juega un papel importante la remisión, puesto que los jueces
encargados del caso deben saber a dónde lo van a enviar, si a un programa de adicción o a
un centro de privación de libertad (...) lo importante es reinsertar. Nuestras cárceles
fracasan en esa tarea de reinsertar, por lo que las mismas se convierten en escuelas de
delitos y en lugar de apartar las causas, por el contrario las profundiza".
Recalcó el ponente que "lo que estamos intentando es tratar que el elemento pesado del
derecho penal sea utilizado lo menos posible con los más chicos, ya que quienes más
cometen toda clase de delitos somos los adultos (...) es importante revisar las causas del
problema y esto va a tratar en toda Latinoamérica de dar una solución a los problemas a la
delincuencia juvenil, tomando en cuenta que el delito en este continente es un delito
joven", aseguró.
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“La inclusión en lo educativo es la verdadera llave”
Con relación a la normativa en Venezuela referente a la aplicación de la Ley Orgánica
Procesal Penal aseguró que "el sistema judicial venezolano es un sistema que posee una ley
muy moderna, minuciosa y precisa, sin embargo hay que evaluar si cumple los efectos para
lo cual fue hecha y da solución a los problemas de los adolescentes y a las víctimas. La
finalidad es que el chico no delinca y para que eso se logre hay que trabajar sobre las
causas personales. Las políticas de inclusión en lo educativo son la verdadera llave de todo
esto, por eso uno ve con agrado los esfuerzos por incluir en ellas toda esa serie de
problemas que existen en la sociedad", puntualizó. En cuanto a los delitos que más se
registran en adolescentes aseguró que la mayoría están relacionados con el robo y el
consumo de drogas. En este sentido reiteró que "lo importante es analizar la situación e ir a
la fuente del problema, que en este caso es atacar el consumo de las drogas; lo importante
es tratar la causa y no ir directo a los efectos porque no lograríamos resolver nada".
Para concluir reiteró la importancia de aplicar a tiempo el recurso de la remisión sin
olvidar hay que trabajar muy fuerte en los casos aquellos donde los que cometen las faltas
son adolescentes entre 12 y 17 años, lo que quiere decir que la justicia debe saber aplicar
las leyes de manera eficaz y oportuna de forma tal que no se agrave el daño, sino que por el
contrario permita atacar las causas que lo llevar a delinquir para atacarlas y acabar con el
problema.
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Intervention Norberto Liwki, sur le travail du Comité des droits de l’enfant, en matière de
Justice des mineurs)
Source : site officiel du Tribunale Supremo de Justicia
Los Estados deben hacer efectivo los principios de la convención sobre los
Derechos del Niño
El Artículo 2 de la Convención señala que los Estados respetarán los derechos
contenidos y asegurarán su aplicación a cada niño sujeto a su jurisdicción, sin
distinción alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión,
la opinión política o de otra índole, el origen nacional, étnico o social, la posición
económica, los impedimentos físicos, el nacimiento o cualquier otra condición del niño,
de sus padres o de sus representantes legales
El doctor argentino Norberto Liwski, durante la jornada de Derecho Penal Juvenil que se
realiza en el Máximo Tribunal señaló que los Estados deben cumplir con la obligación de
hacer efectivo cada uno de los principios y disposiciones de la Convención sobre los
Derechos del Niño, firmada el 20 de noviembre de 1989, "no solamente los estados
deberían estar unidos por principios éticos y su responsabilidad frente a los niños sino que
deben asumir compromisos jurídicos respecto a su relación con los ellos", señaló.
A juicio del vicepresidente del Comité Norberto Liwski la Convención a favor de los
infantes constituyó para el organismo que representa el momento cumbre de la aprobación
de este pacto y de allí ha iniciado un arduo trabajo.
Durante su ponencia "El Trabajo del Comité de Derechos del Niño en materia de Justicia
Juvenil", Norberto Liwski enfatizó que los Estados deberían otorgar a los titulares de los
derechos la posibilidad de asumir la demanda y la exigibilidad en el cumplimiento de los
deberes para con los niños.
Convención sobre los derechos del ninõ
Igualmente Liwski señaló algunos aspectos de la Convención sobre los Derechos del Niño,
documento elaborado de conformidad con los principios proclamados en la Carta de las
Naciones Unidas, en la cual la libertad, la justicia y la paz en el mundo se basan en el
reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos
los miembros de la familia humana.
Este acuerdo se basa en la convicción de que la familia, como grupo fundamental de la
sociedad y medio natural para el crecimiento y el bienestar de todos sus miembros, y en
particular de los niños, debe recibir la protección y asistencia necesarias para poder asumir
plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad, reconociendo que el niño, para
el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, debe crecer en el seno de la familia, en
un ambiente de felicidad, amor y comprensión.
Indicó que este pacto tiene presente la necesidad de proporcionar al niño una protección
especial que ha sido enunciada en la Declaración de Ginebra de 1924 sobre los Derechos
del Niño y en la Declaración de los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General
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el 20 de noviembre de 1959, y reconocida en la Declaración Universal de Derechos
Humanos, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como en los
estatutos e instrumentos pertinentes de los organismos especializados y de las
organizaciones internacionales que se interesan en el bienestar del niño.
Responsabilidad de los estados
En la Declaración de los Derechos del Niño señala que los Estados partes, tomarán todas
las medidas apropiadas para garantizar que el niño se vea protegido contra toda forma de
discriminación o castigo por causa de la condición, las actividades, las opiniones
expresadas o las creencias de sus padres, o sus tutores o de sus familiares.
Así mismo indica que en todas las medidas concernientes a los niños que tomen las
instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades
administrativas o los órganos legislativos, una consideración primordial a que se atenderá
será el interés superior del niño.
Los Estados Partes se comprometieron a asegurar al niño la protección y el cuidado que
sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres,
tutores u otras personas responsables de él ante la ley y, con ese fin, tomarán todas las
medidas legislativas y administrativas adecuadas. Además que se asegurarán de que las
instituciones, servicios y establecimientos encargados del cuidado o la protección de los
niños cumplan las normas establecidas por las autoridades competentes, especialmente en
materia de seguridad, sanidad, número y competencia de su personal, así como en relación
con la existencia de una supervisión adecuada.
Esta normativa también señala que los Estados adoptarán todas las medidas
administrativas, legislativas y de otra índole para dar efectividad a los derechos
reconocidos en la Convención. En lo que respecta a los derechos económicos, sociales y
culturales, acogerán esas medidas hasta el máximo de los recursos de que dispongan y,
cuando sea necesario, dentro del marco de la cooperación internacional.
Para finalizar Norberto Liwski indicó que el Comité de Derechos del Niño desde hace más
de dos años está avocado al debate sobre el tema de justicia penal juvenil, "en general nos
está llevando un poco más de tiempo. Es un materia amplia donde concurren expresiones
de pensamiento que provienen de distintas partes del mundo, y cada uno de nosotros somos
portadores de traducción de donde vivimos y tenemos preocupaciones de hacerlas
compartir en una plataforma común, es un largo proceso de discusión", dijo.
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Clôture du Séminaire
Allocution de M. Ramon Aponte Aponte
Source : site officiel du Tribunale Supremo de Justicia
Magistrado Eladio Aponte Aponte clausuró Jornadas de Derecho Penal
Juvenil
Con todo éxito culminaron las Jornadas de Derecho Penal Juvenil, celebradas en el
Tribunal Supremo de Justicia, y las cuales fueron clausuradas por el presidente de la Sala
Penal, magistrado Eladio Aponte Aponte, quien agradeció muy especialmente la
colaboración prestada por el Embajador de la Confederación Helvética en Venezuela,
Walter Suter, "quien ha demostrado gran sensibilidad y solidaridad en la búsqueda de
soluciones adecuadas a los problemas de los niños y adolescentes de Venezuela y del
mundo".
Aponte Aponte, al dirigirse al numeroso público asistente al evento, señaló que sin duda el
derecho penal juvenil es una rama del Derecho Penal que ha adquirido una importancia
indiscutible, en virtud de la creciente participación de adolescentes en hechos delictivos.
"Esta es una realidad ante la cual no podemos cerrar los ojos. Es nuestro compromiso, no
sólo como abogados y jueces y por tanto defensores de la justicia, sino también como
ciudadanos venezolanos, corresponsales de nuestra situación como sociedad, generar un
cambio en procura de que todos aquellos hijos de la Patria que por una u otra circunstancia,
generalmente no imputable a ellos, que han desviado su camino del sendero de la legalidad
y la convivencia humana, puedan contar con un sistema que les garantice su reaserción a la
sociedad con herramientas que le permitan desarrollarse como individuo y brindar algún
aporte al desarrollo de la colectividad de la que forma parte y contra la cual, por no tener la
orientación precisa en el momento oportuno, ha arremetido sin pensar que esa no es la
única salida posible de la crisis en la que vive".
Recordó el titular de la Sala Penal que "el Derecho Penal Juvenil está conformado por un
régimen especial cuya principal fuente normativa es la Ley Orgánica para la Protección del
Niño y del Adolescente, instrumento legal que contiene disposiciones distintas al régimen
ordinario, previsto en el Código Orgánico Procesal Penal, y la que tiene que ser así como
consecuencia de las características de los sujetos cuya conducta se pretende regular" – dijo.
Instrumento internacionales
Precisó que "no es únicamente la LOPNA la normativa aplicable por los jueces naturales
de los adolescentes que incurran en la comisión de hechos punibles como lo son los
Tribunales de Responsabilidad de Responsabilidad Penal, sino que hay instrumentos
internacionales de aplicación para estos casos; tal como lo expuso Jean Zermatten,
Fundador y Director del Instituto Internacional de los Derechos del Niño de la
Confederación Helvética e Integrante del Comité de los Derechos del Niño de la
Organización de las Naciones Unidas". Fue enfático el presidente de la Sala Penal al decir
que quienes integran el sistema de justicia penal, debe acudir a las directrices de las
Naciones Unidas para la Prevención de la Delincuencia Juvenil o Directrices de RIAD; a
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las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de Justicia de Menores,
conocidas como las Reglas de Beijing; y las reglas de las Naciones Unidas para la
Protección de Menores Privados de Libertad o Reglas de La Habana". Igualmente señaló
que hay que también ha quedado en evidencia que la pena corporal no evita el delito. "Hay
que superar el retribucionismo y el tutelarismo hacia un nuevo modelo de justicia, que no
se quede en un simple cambio de términos con igual significado, sino que incorpore
procesos de inclusión social y no la simple amenaza de represión".
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BIBLIOGRAFÍA
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17.- Borrador Observación General sobre Justicia Juvenil (enero 2006).
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