¡NO BAUTICE ASI A SU HIJO! Hoy son muchos los que se acercan a la Iglesia y solicitan que su hijo sea bautizado. Pero ¿saben lo que están pidiendo? ¿Tienen derecho a ello? ¿Bautizasteis a vuestros hijos? ¿Por qué? y ¿para qué? ¿QUÉ ES EL BAUTISMO? ¿Con qué nombres se conoce el primer Sacramento de la iniciación? El primer sacramento de la iniciación recibe, ante todo, el nombre de Bautismo, en razón del rito central con el cual se celebra: bautizar significa «sumergir» en el agua; quien recibe el bautismo es sumergido en la muerte de Cristo y resucita con Él «como una nueva criatura» (2 Co 5, 17). Se llama también «baño de regeneración y renovación en el Espíritu Santo» (Tt 3, 5), e «iluminación», porque el bautizado se convierte en «hijo de la luz» (Ef 5, 8). ¿Cómo se prefigura el Bautismo en la Antigua Alianza? En la Antigua Alianza se encuentran varias prefiguraciones del Bautismo: el agua, fuente de vida y de muerte; el arca de Noé, que salva por medio del agua; el paso del Mar Rojo, que libera al pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto; el paso del Jordán, que hace entrar a Israel en la tierra prometida, imagen de la vida eterna. ¿Quién hace que se cumplan estas prefiguraciones? Estas prefiguraciones del bautismo las cumple Jesucristo, el cual, al comienzo de su vida pública, se hace bautizar por Juan Bautista en el Jordán; levantado en la cruz, de su costado abierto brotan sangre y agua, signos del Bautismo y de la Eucaristía, y después de su Resurrección confía a los Apóstoles esta misión: «Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28, 19-20). ¿Desde cuándo y a quién administra la Iglesia el Bautismo? Desde el día de Pentecostés, la Iglesia administra el Bautismo al que cree en Jesucristo. ¿En qué consiste el rito esencial del Bautismo? El rito esencial del Bautismo consiste en sumergir en el agua al candidato o derramar agua sobre su cabeza, mientras se invoca el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. ¿Quién puede recibir el Bautismo? Puede recibir el Bautismo cualquier persona que no esté aún bautizada. ¿Por qué la Iglesia bautiza a los niños? La Iglesia bautiza a los niños, puesto que, naciendo con el pecado original, necesitan ser liberados del poder del maligno y trasladados al reino de la libertad de los hijos de Dios. ¿Qué se requiere para ser bautizado? A todo aquel que va a ser bautizado se le exige la profesión de fe, expresada personalmente, en el caso del adulto, o por medio de sus padres y de la Iglesia, en el caso del niño. El padrino o la madrina y toda la comunidad eclesial tienen también una parte de responsabilidad en la preparación al Bautismo (catecumenado), así como en el desarrollo de la fe y de la gracia bautismal. ¿PARA QUÉ SIRVE? La gracia del bautismo tiene unos efectos Perdón de los pecados, aunque sigamos experimentado la inclinación a él. Somos criaturas nuevas: nos hace hijos adoptivos de Dios, nos hace capaces de creer y vivir la fe Nos incorporamos a la Iglesia, Cuerpo de Cristo, que transciende los límites naturales y humanos. Nos hace participar de su misión. Es el fundamento de comunión entre todos los cristianos. No soy cristiano por libre, no vives la fe solo. Esta unión con Cristo imprime un sello imborrable (carácter sacramental). No se puede recibir más veces. Algunos reniegan de la fe pero esa marca seguirá. ¿CÓMO SE CELEBRA? 1. RITO DE ACOGIDA Recibimiento y bienvenida. Se pregunta sobre lo que se viene a pedir y si se sabe el compromiso que se adquiere. 2. LITURGIA DE LA PALABRA Se lee algún pasaje de la Biblia referentes al Bautismo y se comentan en la Homilía. - Oraciones de los fieles. - Invocación a los santos. - Exorcismo. - Unción pre-bautismal (con aceite en el pecho del niño). 3. LITURGIA DEL SACRAMENTO Es el Bautismo propiamente dicho, que se lleva a cabo con varios ritos: - Bendición del agua en que se va a bautizar. - Profesión de fe y renuncia a todo lo indigno del cristiano. - Bautismo con el agua. - Unción con el Santo Crisma (en la coronilla de los niños). - Entrega del cirio que representa la luz de la fe. 4. RITO DE DESPEDIDA Se reza todos juntos el Padre Nuestro. El Sacerdote bendice a los padres, los niños, todos los asistentes y termina la Ceremonia. Y LOS PADRES, ¿QUÉ? Los padres son los primeros educadores y primeros responsables de su educación cristiana. De igual forma que son los primeros responsables de todos los aspectos de su educación: enseñarles a comer, a lavarse los dientes, a vestirse, a ser ordenados... Nada ni nadie nos puede eximir de esta responsabilidad. Porque son cristianos y han recibido un mandato, una misión de Jesucristo “Id por todo el mundo y proclamad el Evangelio”, que para los padres se concreta, en primer lugar, en sus hijos. Porque como cristianos, y especialmente si viven intensamente su vida cristiana, la consideran como un tesoro que no pueden guardar para ellos solos, quieren hacer partícipes de ese tesoro especialmente a los más cercanos, a las personas que más quieren, sus hijos. Educar en la fe hace que los padres se replanteen muchas cosas. Los hijos van a hacer muchas preguntas: ¿Por qué rezas? ¿Por qué vamos a Misa? ¿Por qué bautizamos a un niño? Puede ocurrir que no sepan dar una respuesta clara. Es el momento de profundizar. Hay que ponerse las pilas y reciclarse. A medida que pase el tiempo las preguntas se complicarán y deben estar preparados. No podemos olvidar que Jesucristo ha instituido el sacramento del matrimonio para ayudar en esta labor educativa. Tienen la ayuda específica –gracia- de Dios para educar a sus. Es importante que hablen a Dios de sus hijos y pedirle ayuda para que los haga verlos con sus ojos. A los niños pequeños hay que decirles pocas cosas, las explicaciones han de ser breves. Lo que les ayuda es el ejemplo y hacer cosas con ellos. Es importante apoyarse en estímulos sensibles como las imágenes, las oraciones y canciones. Algunas ideas que pueden poner en práctica son: Rezar por las noches: desde que son bebés, pueden empezar a hacerles la señal de la cruz cuando les acuestan. En cuanto empiecen a sonreír, a mirar… pueden empezar a rezar con ellos por la noche. Nunca es demasiado pronto. Poco a poco, según se van haciendo mayores y tienen más capacidad de razonamiento pueden acompañar a las oraciones vocales tradicionales, una acción de gracias por el día tan estupendo que han pasado, un pedir perdón por algo que han hecho mal, pedir por alguna persona que lo necesita, pedir fuerzas para ser mejores... Bendecir la mesa Tener alguna imagen de la Virgen en casa, de la Sagrada Familia, del Ángel de la Guarda. No puede faltar el Belén en Navidad que permite hablar de los primeros años de la vida de Jesús con naturalidad. Hablarles de Jesús: ¿Cuándo? Por la noche o bien pueden dedicar un día a la semana, como el domingo, para explicarles el Evangelio de ese día. Enseñarles a rezar tiene gran importancia: cuando enseñan a un hijo a rezar, primero enseñándole las oraciones de siempre y luego enseñándole a que hablen con Dios de forma natural, están estableciendo una relación de sus hijos con Dios única e intransferible.