MISA FAMILIAR Bautismo del Señor Idea: En el Bautismo Jesús inicia su misión Objetivo: descubrir que, su misión, es también la nuestra Javier Leoz 1. MONICIÓN DE ENTRADA Bienvenidos a esta Eucaristía. ¿Qué tal estamos? ¿Cómo han ido las celebraciones de la Navidad? ¿Hemos sentido la venida, la presencia y el amor de Dios en Belén? Hoy, con este domingo, comenzamos a seguir –muy de cerca- los pasos de Jesús. Y, su caminar, se inicia con su Bautismo a manos de Juan Bautista en el río Jordán. Vivir con Dios, es desvivirse por El; hablar de Dios, es sentir su amor y su cercanía. Hoy, en el Bautismo del Señor, Jesús recibe la autoridad, la confianza máxima por parte de Dios: es su Hijo amado, el preferido…el que ha de llevar a cabo su obra en la tierra. Hoy, por lo tanto, estamos de fiesta en nuestra Iglesia: ¡ES EL BAUTISMO DE AQUEL QUE NACIO EN BELÉN! Nos ponemos de pie y cantamos. 2. PETICIONES DE PERDON 2.1. Un día, también nosotros, fuimos bautizados. ¿Recordamos o nos recuerdan ese momento para ser mejores amigos de Cristo? Señor, ten piedad 2.2. Un día, también nosotros (en el río Jordán que es la pila bautismal) Dios nos dijo que éramos sus hijos amados y preferidos: ¿Es Dios también lo que más queremos en nuestra vida? Cristo, ten piedad 2.3. Un día, como a Jesús, el cielo también se abrió para darnos una fuerza especial para ser cristianos. ¿La guardamos a través de la oración, la eucaristía, la caridad o el perdón? Señor, ten piedad 3. MONICIÓN A LAS LECTURAS Las lecturas que vamos a escuchar nos preparan a la misión de Jesús: Isaías indica cómo será el Mesías. La segunda lectura, por otro lado, nos presenta un conjunto de enseñanzas sobre el papel que va a desempeñar el Salvador. Finalmente, aunque brevemente, el Evangelio nos narra la complacencia, la alegría, la satisfacción que tiene Dios en un Hijo que va a ser su voz, sus pies, sus manos y su corazón en la tierra. Escuchemos con atención. 4. ORACIÓN DE LOS FIELES 4.1. Por la Iglesia, en la cual hemos recibido nuestro Bautismo. Para que el Papa, los Obispos, los sacerdotes y todos los que colaboran con ella, se abran a la fuerza que nos trae el Espíritu. Roguemos al Señor. 4.2. Por todos los que, en el presente año, van a ser bautizados. Por sus padres y padrinos. Para que se comprometan más activamente y con más entusiasmo en los frutos del bautismo: la vida cristiana de la familia y de sus hijos. Roguemos al Señor. 4.3. Como el Señor, también nosotros somos amados y elegidos por Dios. Para que respondamos a ese amor con más amor, a esa elección dando pruebas de que somos cristianos. ¡Que se note! Roguemos al Señor. 4.4. Como todos los que se bautizaban con Juan Bautista, tenemos pecados y faltas personales. Para que no olvidemos que, agarrándonos a Dios, podemos mejorar y revisar nuestra vida en este año que hemos comenzado. Roguemos al Señor. 4.5. Para que el Bautismo de Jesús nos haga preguntarnos sobre el nuestro. ¿Quién me bautizó? ¿Cuándo? ¿Qué sacerdote? ¿Quiénes fueron mis padrinos? ¿Soy cristiano de verdad? Roguemos al Señor. 5. OFRENDAS 5.1. Con esta jarra de cristal, a rebosar de agua, presentamos al Señor nuestro deseo de ser limpios en nuestros juicios y en nuestras miradas. Le damos las gracias porque, recibirle en Navidad y conocerle y seguirle en sus primeros pasos, es para nosotros un motivo de alegría y de compromiso cristiano. 5.2. Con estos números (salen diversos niños o jóvenes con carteles en su pecho o espalda –del 1 al 10- ) queremos reflejar nuestro apoyo a Jesús en su Bautismo: también nosotros queremos ser de su equipo, queremos llevar su mensaje a nuestras familias, colegio, amigos, parroquia. 5.3. El pan y el vino, que luego serán cuerpo y sangre de Cristo, son el alimento de los que tenemos, como Jesús, una gran misión: vivir y hacer vivir, descubrir y llevar el amor que Dios nos tiene. 6. ACCIÓN DE GRACIAS YO SOY DE LOS TUYOS, SEÑOR Desde el día de mi Bautismo en el que, Dios, me hizo hijo suyo Cuando hago algo por los demás y no sólo miro por mi mismo Cuando escucho tu Palabra y siento que Dios me habla con palabras de amor Cuando, sabiendo que soy débil, miro al cielo para que Dios me ayude YO SOY DE LOS TUYOS, SEÑOR Si no dejo que, nada ni nadie, me aleje de Ti Si hago el bien a los que me rodean aunque algunos les parezca poco o nada Si, como Tú, Señor, me dejo llevar de la mano del Padre Si, allá donde hablo y camino, soy semilla de verdad, de justicia y de perdón ¿SOY DE LOS TUYOS, SEÑOR? Dame tu Espíritu para que, así, no se apague en mí lo que Dios en el día de mi bautismo me regaló con tanta fuerza y amor: su presencia. Amén.