Autores Leandro Legaspi Fabián Monedero Silvia Batlle, Diana Aisenson Artículo Trayectorias Educativas y Laborales de jóvenes en transición de la escuela al estudio y/o el trabajo 5º Congreso Nacional de Estudios del Trabajo Autores: Lic. Leandro Legaspi, Lic. Fabián Monedero, Lic. Silvia Batlle, Prof. Lic. Diana Aisenson Dirección: Olleros 3951 - 1° Piso "15". Ciudad - País: Ciudad de Buenos Aires - Argentina Código Postal: 1427 Teléfono: 4553-1825 E-mail: [email protected] / [email protected] / [email protected] Institución de pertenencia: Facultad de Psicología. Universidad de Buenos Aires. Cátedra de Orientación Vocacional y Ocupacional. Instituto de Investigaciones.* Dirección laboral: Av. Independencia 3065 - 3° Piso. Ciudad de Buenos Aires Título: Trayectorias Educativas y Laborales de jóvenes en transición de la escuela al estudio y/o el trabajo. Area Temática: Educación y Trabajo I. INTRODUCCIÓN Las transiciones se han constituido actualmente en la vida de los jóvenes en situaciones de incertidumbre. Distintos itinerarios son construidos en un contexto caracterizado por la mutabilidad, la imprevisivilidad y la falta de parámetros fijos sobre los cuales trazar proyectos. Estos itinerarios son respuestas activas que los jóvenes van estructurando ante este contexto. Las expectativas de la sociedad sobre los jóvenes se orientan hacia la educación y el trabajo. Estas representaciones se han afianzado, incidiendo en el modo en que los jóvenes construyen sus proyectos futuros. En los jóvenes estudiados las intenciones de futuro y los proyectos estructurados consideran fundamentalmente estas dos actividades, con diferentes posicionamientos y destacando uno, otro o ambos como prioridad. El estudio de las transiciones y de las trayectorias permite tener una perspectiva dinámica de la elaboración de proyectos educativos y/o laborales y de las distintas estrategias para llevarlos a cabo, como así también sobre el proceso de socialización en el que un joven construye sus interacciones y su identidad. El marco teórico de nuestros estudios se basa en enfoques de la Psicología de la Orientación Vocacional, la Psicología Social y la Sociología , que consideran el desarrollo de la carrera y abordan cómo las transformaciones y las crisis - como ruptura de equilibrio entre diversos componentes - en los contextos familiar, laboral, económico y cultural, afectan la identidad personal, profesional y social . Los resultados expuestos en este trabajo se basan en 28 entrevistas en profundidad tomadas a jóvenes alumnos. Estos resultados abonan la importancia de la familia, personas significativas y redes sociales en la construcción de proyectos y en la identidad personal y los recorridos educacionales y/o laborales. En un contexto de grandes cambios económicos y sociales, el tipo de apoyo familiar y social que el joven pueda obtener resulta de vital importancia y tiene repercusión en los itinerarios de vida que éste delinea. Se pondrá el énfasis en los resultados vinculados a las representaciones sobre el estudio y el trabajo, el modo en que éstas representaciones inciden en la construcción de proyectos y definición de intenciones de futuro y estrategias. Finalmente se considerará cómo estas representaciones y proyectos contribuyen en la construcción de la identidad personal y social. _______________________________ * Investigación subsidiada por UBACYT Programación (1998/2000). Dirección: Aisenson, Diana; Equipo de Investigación: Monedero, Fabián; Legaspi, Leandro; Batlle, Silvia; Sarmiento, Gladys; Vidondo, Marcela; Aisenson, Gabriela; Nicotra, Daniel, Toffanin, Luciana; Cataife, Melina y Berstein, Jorge II. LAS TRANSICIONES HACIA EL ESTUDIO Y EL TRABAJO EN UN CONTEXTO DE INCERTIDUMBRE 1. Inserción e incertidumbre En el marco de las trasformaciones operadas en la organización de la producción y el estatuto de los trabajadores, como consecuencia de la mundialización de la economía y del trabajo, se han transformado las condiciones de entrada de los jóvenes en la vida activa, y acrecentado las dificultades para lograr su inserción socio-profesional. Guichard plantea que “estos cambios societarios se desarrollan en un contexto que atribuye una responsabilidad más grande a los individuos en la organización de su vida” (2001, p.180). La incertidumbre sobre el futuro impacta en las aspiraciones y proyectos de los jóvenes, en sus representaciones del trabajo y en su inserción, que no es sólo laboral. La posibilidad de tener un trabajo es una condición para la realización de otros proyectos personales: estudiar, tener cierto dinero necesario para los gastos personales y las salidas con lo amigos, avanzar en el logro de adquisiciones materiales que le permitan concretar una vivienda independiente de la familia, desarrollarse a nivel personal, continuar su formación, insertarse en un grupo, etc (Aisenson y otros 1999/2000). El empleo precario, el sub-empleo y la desocupación -situaciones frecuentes en los miembros de la familia de orígen-, son obstáculos que impiden el desarrollo y concreción de los proyectos de los jóvenes, y que afecta no solamente su situación individual, sino que impactan, de manera más o menos visible, en la familia, el barrio, la comunidad, la sociedad. Los sujetos discrepan sobre la representación de las posibilidades que brinda el futuro, y esto se inscribe en la contradicción social de la desigualdad social. Los jóvenes tienen una gran percepción de la desigualdad y la exclusión y son sensibles respecto a una sociedad que les restringe la posibilidad de poder trabajar y estudiar y por lo tanto desarrollar sus proyectos y lograr su autonomía. Nicole-Drancourt y Roulleau-Berger, plantean que una nueva lógica domina la inserción de los jóvenes: “En el contexto de ocaso del pleno empleo, de desarrollo de la precariedad, y de persistencia de la desocupación, no se debe pensar más el trabajo en su principio unificador sino en las variaciones de su contenido. Con este cambio de perspectiva aparece entonces un continuum que va del polo de la `desafiliación social´ al polo de la integración profesional pasando por una multitud de situaciones intermedias, (incluso alternativas cuando lo `provisorio´ se eterniza). Sobre ese continuum, las diferentes situaciones son no jerarquizables, ni `lógicas´ desde el punto de vista de un proceso de socialización y de inserción clásico. Otra lógica domina, aquella que se relaciona con la coherencia de los itinerarios de cada uno”.( 1995, p.124) Asimismo, estos autores se refieren a las estrategias de los jóvenes frente a las situaciones de incertidumbre: “Los jóvenes, por sus prácticas y sus estrategias de adaptación a las situaciones de incertidumbre juegan un rol central en ese proceso de redefinición. Por su capacidad para movilizarse en la precariedad, gestionar sus coerciones, utilizarlo para protegerse, para construir espacios intermediarios generadores de identidades y de socializaciones transicionales, anuncian transformaciones del porvenir profundas. Desde este punto de vista, la inserción juvenil es un verdadero `laboratorio social´ para estudiar el cambio social”.(op.cit. p.125) 2. Las Transiciones psico-sociales El estudio de las transiciones en el marco del desarrollo de vida de las personas ha sido abordado desde una perspectiva que integra la dimensión del sujeto que la afronta inserto en un contexto complejo. En la medida que el contexto ya no es estable y previsible, los procesos que se movilizan en estas situaciones vitales demandan mayores exigencias de autonomía a las personas para afrontarlas y lograr adaptaciones y transformaciones del entorno. Dupuy, (1998) plantea que las transiciones son procesos que se desarrollan en el tiempo, y tienen un movimiento, una dinámica progresiva y continua. El cambio tiende a ser abrupto, sustituye una cosa con otra. Procesos internos acompañan generalmente los procesos de transición, mientras que procesos externos tienden a caracterizar el cambio. El conflicto es a la vez una de las fuentes y uno de los efectos cognitivo-afectivos de los cambios, y la transición es una fase en la que se despliegan procesos de elaboración psíquica de los conflictos (op.cit, p.50-51). Las investigaciones sobre procesos de transición muestran la intervención del sujeto en las fases de reestructuración recíproca de la persona y sus ambientes. No se trata solo de actividades de adaptación pasiva, reacciones a las transformaciones externas del entorno, en la perspectiva del curso de vida. Se integran en una trayectoria de vida, orientada por proyectos, sostenida por una representación idealizada de si en el futuro. Desde esta perspectiva se sustituye la noción de regulación por la de elaboración del cambio, para mostrar el trabajo subjetivo en los procesos de cambio individual y social. Las iniciativas del sujeto para evitar o para apropiarse de los cambios, se relacionan con condiciones socio-cognitivas y afectivo-emocionales. Las teorías de las transiciones muestran que son movilizados en situación de cambio tres procesos: 1)procesos afectivo-emocionales, como la estima de si o el bienestar psicológico 2)procesos temporales, como la expresión de expectativas, intenciones o el proyecto 3)procesos de significación, como los juicios atributivos. Frente a múltiples conflictos de socialización, se acrecientan las exigencias para los sujetos de realizar elecciones con autonomía. Estas elecciones dan sentido y valor a sus experiencias de vida, y los constituyen en tanto personas. Asimismo, Alain Baubion-Broye y Violette Hajjar, definieron las transición considerando las particularidades del contexto social, económico y cultural actual. Plantean que “Las transiciones psicosociales, si se las considera como momentos bisagra y de pasaje ligados a sucesos de vida previstos o inesperados, comunes o relevantes, se caracterizan por transformaciones o por rupturas en las prácticas de la relación y las representaciones de los individuos. Más o menos súbitas y durables, pueden introducir bloqueos o crisis en su desarrollo pero, conjuntamente también, suscitar motivos de descubrimiento de nuevas conductas, nuevos proyectos y valores. Estas transiciones, a lo largo de la existencia, son diversas. Se han vuelto todavía más difíciles, con salidas inciertas, por las profundas mutaciones económicas, técnicas y culturales que atraviesan los sistemas sociales. El desempleo es un ejemplo, entre otras situaciones de transición”. (Alain Baubion-Broye y Violette Hajjar, 1998, p. 17). Las transiciones confrontan a los sujetos a las incertidumbres del futuro, pero también posibilitan nuevas perspectivas y la búsqueda de nuevos caminos. Suelen ser vividas dramáticamente, como rupturas con el pasado, y orientan al sujeto a buscar situaciones para “salir”, suscitan una tensión hacia lo posible. El sujeto está confrontado a exigencias, situaciones cuya salida no está dada, sino que tiene que construir, con el riesgo de la desafiliación. 3. La Finalización de la escuela media La finalización de la escuela media marca el inicio de una transición entre la escuela, los dispositivos de formación, el empleo y la vida adulta. Estas transiciones espacio-temporales no están regladas por normas de continuidad que aseguren a los jóvenes una inserción progresiva. Alexis le Blanc y Francis Laguerre, plantean que las fases de pasaje entre la escuela y el empleo, constituyen una clase de transición que permite entender cómo los jóvenes, más allá de la exposición a situaciones de cambio potencial, modifican sus representaciones de ellos mismos y del mundo, sus modelos ideales, es decir, cómo inician profundos cambios identitarios (1998, p.133). 4. Las transiciones y la identidad profesional Las teorías de la socialización y transiciones profesionales muestran al sujeto comprometido en interacciones que lo llevan a construír y transformar su identidad profesional. Dubar(1991); Guichard(1995); Boutinet (1995) y otros señalaron la importancia de los procesos identitarios en juego en la transacción entre los sujetos y sus ambientes. La identidad se funda en el sentimiento de continuidad en el tiempo. A lo largo de la carrera profesional las transformaciones socio-técnicas afectan contenidos de pensamiento y acción y simultáneamente ponen a prueba ese sentimiento de continuidad. Abordar los procesos de construcción y transformación de las identidades en situación de transición profesional desde un punto de vista "activo", lleva a rechazar modelos teóricos que interpretan esas situaciones en término de consecuencias negativas. Los efectos varían no sólo por los determinantes biográficos o situacionales, sino por las interacciones que se establecen con los ambientes. III. METODOLOGÍA El propósito de nuestra investigación es determinar la vinculación de las representaciones de estudio y trabajo con los recursos y estrategias personales en la construcción de proyectos futuros y estudiar la transición de la escuela al trabajo y/o estudio de jóvenes que se encuentran finalizando la escuela media. El diseño es exploratorio y descriptivo. El abordaje es cuanti cualitativo. La muestra corresponde a jóvenes que cursan el último año de la escuela media en dos escuelas públicas del Partido de Avellaneda. Estas fueron elegidas a partir de conocimientos obtenidos en investigaciones y trabajos de extensión realizados por la Cátedra de Orientación Vocacional y Ocupacional de la Facultad de Psicología en dichas escuelas y porque al tener perfiles socioeconómicos diferentes, permitían comparaciones de interés. Para el abordaje cuantitativo se construyó un cuestionario, que se administró a una muestra censal de los alumnos que concurrían a las dos escuelas nombradas, cubriendo los turnos de la mañana y la tarde (n=270). El cuestionario utilizado indagó, entre las temáticas mas significativas, las representaciones que tienen los jóvenes escolarizados sobre el estudio y el trabajo, los proyectos que se construyen en la transición escuela - inserción socio-educativa-laboral, los recursos personales y obstáculos que consideran que existen en dicha transición, el significado y centralidad del trabajo, el nivel educativo y la actividad laboral de los padres y los problemas que los jóvenes visualizan como más importantes. Para la construcción del mismo se tomaron como referencias el instrumento utilizado en una investigación sobre el significado del trabajo (Proyecto WOSY)1 , llevada a cabo por varios países y que ya fuera aplicado en un estudio realizado anteriormente en nuestro equipo2 . Además, se adaptó el cuestionario que el equipo de investigación viene administrando desde hace varios años, en el marco del Programa de Orientación y Capacitación para la Inserción Laboral (POCIL)3 Para el abordaje cualitativo se realizaron 28 entrevistas en profundidad. Los ejes temáticos que se abordaron fueron: Proyecto futuro; Expectativas y metas; Representaciones y valores sobre el estudio y el trabajo para el joven y su familia; Estrategias y recursos personales; Problemáticas personales y sociales más relevantes para los jóvenes; Tiempo libre. Los jóvenes fueron elegidos por las características de sus proyectos: estudio, estudio y trabajo y trabajo; con o sin experiencia laboral. Se categorizaron todas las entrevistas y luego se realizó un análisis intersujetos e intrasujetos lo que posibilitó el descubrimiento de tendencias y la construcción de tipologías. Las entrevistas quedaron categorizadas de la siguiente manera: Perfil personal, estructura familiar, otros datos familiares, representaciones de objetos sociales (representaciones: estudio, trabajo, estudio y trabajo, futuras y otras), proyectos (intenciones de futuro: estudio, trabajo, estudio y trabajo y otras y estrategias: estudio, trabajo, estudio y trabajo, otras), identidad (representación de si mismo, modelos, intereses, 1 2 WOSY (Work socialization of youth) International Research Group. (Peiró, 1993) Batlle, Silvia. Becaria de perfeccionaminto UBCYT 1998/2000. actividades, capacidades, apoyo social: familia, pares, escuela, comunidad), trayectorias (educativas, laborales, otras). IV. RESULTADOS. 1. Proyecto y representaciones de estudio y trabajo. Los proyectos se establecen sobre un futuro que se desea alcanzar, sobre un conjunto de representaciones de lo que no está todavía pero se desea lograr. Se apoyan sobre representaciones del presente que se espera sobrepasar. En tanto representación de una situación presente y pasada, constituye un conocimiento, una interpretación determinada, es una cierta selección de hechos pasados y presentes, a la luz de una intención futura. La elaboración representativa de la situación presente orienta la construcción del proyecto. Supone una cierta reflexión sobre las estrategias para llevarlo a cabo y sobre los motivos que lo sostienen (Guichard,1993). 1.1. Representaciones de estudio y trabajo Si analizamos las representaciones de estudio de los jóvenes entrevistados, podemos apreciar una valoración positiva del estudio en lo que respecta a la posibilidad de poder expresar los gustos e intereses personales, y como actividad que contribuye al crecimiento personal. Este crecimiento personal para unos se expresa en la “obtención de un título”, para otros en el “éxito económico” o la posibilidad de comenzar a construir un “proyecto futuro”. Se centran en representaciones del estudio actual y de los estudios superiores, fundamentalmente los universitarios. Las transiciones se estructuran y se desarrollan de modo positivo en la medida en que los ámbitos sociales dan contención y sostén a los sujetos que las atraviesan. Experiencias positivas y la valoración personal por parte de los otros contribuyen al 3 Llevado a cabo por la Cátedra de Orientación Vocacional y Ocupacional en el marco de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad de Psicología UBA, en las escuelas medias públicas del Partido de Avellaneda. sentimiento de confianza y consolidan una identidad en formación constante. El ámbito universitario es el espacio educativo y social significado como relevante para la formación hacia el cual se dirige el proyecto de éstos jóvenes en transición. Si consideramos los resultados del estudio de trayectorias realizado en contextos sociales y educativos similares (Batlle; Aisenson. 2000) nos encontramos con que la adaptación personal al ámbito de estudio resulta muy importante en la primera etapa de la transición y a su vez determinará la permanencia en el mismo. En general, los estudios superiores son representados en el marco de las intenciones de futuro y están incluidos en el proyecto a corto plazo. A su vez focalizan sobre aspectos positivos y negativos de los estudios, que podrían determinarán actitudes hacia los mismos. A modo de hipótesis, se podría plantear que en la medida en que las representaciones positivas - “estudio como posibilidad de aprender”, “estudio como posibilidad de concretar anhelos”, “valoración de las carreras largas”- acompañan las intenciones de futuro, la transición hacia ese ámbito se verá facilitada. De modo ni verso, en caso que la representación tenga connotaciones negativas - “estudio visualizado como pérdida de tiempo”, “estudio identificado por su extensión (larga) negativamente”-, se verá dificultada. Al considerar los por qué de una elección de carrera específica todas las referencias aluden a las posibilidades que estas ofrecen - “ganar dinero”, “salida laboral”, “amplitud en los ámbitos de desempeño laboral”, el “título”, “crecimiento económico de la familia”, “formar una familia” y el “futuro”- que podrían agruparse en mejores posibilidades para insertarse en el mercado de trabajo y lograr beneficios económicos. Si consideramos estas argumentaciones en el contexto de incertidumbre en el cual un joven realiza su elección profesional se podrá interpretar la instrumentalidad que las orienta. En la actualidad, el estudio se ha constituido en un factor necesario pero no suficiente para obtener una mejor posición en el escenario social. La posibilidad de realizar un estudio superior adquiere significación desde la perspectiva de mejorar la condición actual propia, de la familia de origen y/o de la futura. Las representaciones de trabajo referidas al mercado del trabajo marcan las restricciones, las dificultades, la selectividad, la escasez, la discriminación, los requerimientos de experiencia y el desempleo. Los jóvenes expresan: “difícil conseguir trabajo”; “es necesario el titulo, pero también la edad”; “Necesitas computación pero no solo una base, sino haber hecho un curso”; “hay discriminación”; “Necesitas capacidad, rapidez, eficiencia, puntualidad, sacrificio, responsabilidad, respeto y prudencia”; “ Los jóvenes que no tienen trabajo, se viene abajo”. De esta forma credencial, saberes y experiencias, son factores que se conjugan con fuerza en las representaciones que los jóvenes tienen acerca de sus posibilidades y limitaciones para desarrollar estrategias vinculadas a un proyecto de vida. 1.2 Intenciones de futuro estudio y trabajo Dentro de esta dimensión se pueden identificar diferentes modos de posicionamiento. En referencia a las intenciones de futuro estudio la mayoría expresa la intencionalidad de proseguir estudios superiores. Dentro de este grupos nos encontramos con jóvenes que ya tienen definido que estudiar, y otros que aún no están decididos pero si tienen una orientación delimitada a un área. Una minoría plantea la necesidad de realizar cursos cortos de capacitación a fin de lograr una inserción laboral. En relación a las intenciones de futuro trabajo, aparece como prioritario trabajar como medio para el desarrollo de proyectos personales, relevantes en esta transición: estudio, independencia, aportes a la economía familiar. En este punto es necesario destacar que un grupo de jóvenes que cuenta con experiencia laboral y otros no. Los primeros se consideran incluidos en el mercado de trabajo, más allá de la estabilidad de los trabajos que realizan o realizaron. La intención de futuro esta orientada a obtener un empleo en el mercado formal, en condiciones de mayor estabilidad y con mejores condiciones laborales. En el segundo grupo la intención de futuro está orientada a lograr una pronta inserción laboral. Dentro de este grupo una parte muestra una mayor especificidad en relación a trabajos futuros en cuanto a ambientes, actividades, intereses propios, etc.” “cuando termine el secundario ya hable para empezar a trabajar en un estudio contable”, “seguiré trabajando en este lugar y buscaré mientras si consigo otro trabajo” y otro grupo que su intencionalidad tiene un alto grado de generalización, sin especificar, ambientes, actividades, etc. “trabajar en algo”, “trabajar de cualquier cosa”, “cuando terminen las clases seguro que voy a buscar trabajo” 1.2 Estrategias de estudio y trabajo Para el grupo que tiene intención de seguir estudiando, la principal estrategia para poder realizar la elección del estudio es la búsqueda de información. Las actividades más nombradas son las siguientes: “concurrencia al establecimiento donde estudiará”, “Preguntar a estudiantes avanzados o familiares sobre la carrera elegida”, “Leer libros”, “concurrir a ferias educativas”, etc. Para el grupo que va a trabajar, la principal estrategia utilizada o posible para buscar un empleo, sea que tenga experiencia laboral o estén buscando trabajo en el momento de ser entrevistados, son los clasificados del diario. También aparecen nombrada la búsqueda por negocios del barrio o las bolsas de trabajo que solo son nombradas por las jóvenes. Los varones parecen privilegiar los contactos con familiares, conocidos y el envío de curriculums. Comparando la implementación de estrategias en el estudio y el trabajo, observamos que aparecen más delimitadas las de trabajo. En 22 de los 28 jóvenes entrevistados hay especificadas estrategias de trabajo. Estos resultados se corresponden con la importancia que tiene el trabajo para este grupo. 2. Transiciones de los jóvenes. 2.1. La educación y el trabajo como itinerarios posibles Los jóvenes anticipan la transición hacia el mundo adulto considerando dos actividades fundamentales en las que se socializarán y construirán su identidad social y personal. Se trata del estudio y el trabajo. Ambas actividades se contituyen en centrales y estructuradoras de la transición. Las diferencias y particularidades se manifiestan en el modo en que los jóvenes reconocen e instrumentan los recursos afectivos y materiales con los que cuentan para encarar la transición, en el modo en que definen las estrategias para afrontarla, en el aporte concreto de apoyos familiares y sociales, en la presencia de sentimientos de autoestima y confianza básica ante situaciones de cambio, entre otras. La consideración de estas variables son las que permitirán caracterizar en su complejidad las diferencias y a la vez entender las transiciones en el marco de un contexto histórico, social y familiar. Ha resultado significativo tomar las entrevistas realizadas, en sí mismas como unidades de análisis complejas lo que permite que las conclusiones y resultados adquieran valor y relevancia. 2.2. La transición está mediatizada y condicionada por un contexto cultural, económico, social y familiar Al considerar de qué modo los jóvenes estructuran sus proyectos para afrontar la transición a la luz de la situación sociolaboral de los padres/familia hemos observado que en los casos en que la familia se encuentra en situación de apremio y dificultad económica y/o laboral la inmediatéz se impone por sobre la consideración de variables subjetivas como pueden ser los intereses o los gustos. La inmediatéz se expresa en el modo en que incluyen el trabajo en sus proyectos futuros como actividad instrumental necesaria e impostergable que permitirá acceder a bienes materiales y garantizar cierto equilibrio familiar, que en la actualidad se encuentra en peligro. Los proyectos definidos para afrontar la transición incluyen también el estudio representado éste como herramienta fundamental para lograr movilidad social y superar el modelo de sacrificio, fatiga y agotamiento físico ofrecido por la actividad laboral de los padres. En estas intenciones de futuro aparece el corto plazo de modo preponderante. La incertidumbre es el escenario en que se despliegan y a su vez en el cual los jóvenes construyen su identidad. Los itinerarios están caracterizados por su polimorfismo, sus vacilaciones, avances y retrocesos. La transición es en sí mismo un proceso en el cual se modifica el sujeto en interacción con el ambiente. Las intenciones de futuro prefiguran la puesta en marcha de un proyecto. Orientan las preferencias y las acciones, que se plasmarán en estrategias. Los resultados obtenidos destacan cómo es vivida esta etapa. A grandes rasgos se podrían diferenciar dos grupos. Tienen por particularidad el modo en que se posicionan ante la transición. Los jóvenes que logran reconocer e ins trumentar su capital personal, social y cultural son los que pueden considerar la transición en sus múltiples facetas. Esto es, destacar y anticipar los cambios que se avecinan en la esfera personal familiar y social (mayores responsabilidades, tomas de decisión, expectativas de independencia, etc), en la organización de las actividades de estudio, trabajo y tiempo libre, los que pueden jerarquizar claramente qué lugar ocupa en su proyecto personal cada una de las actividades que se ha propuesto. Esta anticipación, podríamos hipotetizar, permitirá afrontar los cambios con mayores herramientas atemperando la sensación dramática que puede generar la pérdida de referentes y aportes básicos que sostienen el núcleo de la identidad y la confianza en sí mismo. Los jóvenes que no pueden reconocer como capital personal, social y cultural, en mayor o menor grado, una serie de recursos que están a su alcance. Este grupo se corresponde en su mayoría con jóvenes que han superado el nivel educativo de sus padres, en los cuales la utilización de recursos simbólicos para resolver situaciones de la vida cotidiana no es una modalidad muy frecuente. Asimismo la consideración del futuro puede estar asociada a cierta desesperanza transformada en resignación. El cambio, para este grupo es en sí mismo un salto al vacío. La no consideración de herramientas puede derivar en sentimientos de pérdida de confianza o en la autoatribución de las dificultades. V. CONCLUSIONES Los cambios, determinados por el contexto en que los jóvenes se socializan, y los procesos personales que los jóvenes estructuran para adaptarse a aquellos se desarrollan en una temporalidad que suele no coincidir. Estos desfasajes se manifiestan en una gama de itinerarios más o menos adaptados a las exigencias del contexto. Nos hemos propuesto analizar las representaciones, las intenciones de futuro y las estrategias de estudio y trabajo con el fin de conocer de qué modo los jóvenes construyen sus proyectos futuros en un contexto de incertidumbre. El proyecto estructura y da sentido al proceso de transición que los jóvenes atraviesan en su pasaje hacia el mundo adulto. Algunas de las conclusiones a que hemos arribado hacen referencia a la importancia de la posición personal, familiar y social para atravesar y salir fortalecidos de la transición hacia el mundo adulto. Estas conclusiones indican que la posibilidad de articular distintas actividades en el marco de un proyecto futuro se correlaciona con indicadores de maduréz personal, de autonomía, de riqueza psíquica y de reconocimiento y utilización del capital cultural y social para afrontar la transición. Asimismo se trata de jóvenes que logran anticipar y explorar el contexto en el cual se van a insertar, construyendo estrategias para afrontar la transición. La familia, la escuela, el grupo de pares, la comunidad más amplia son espacios en los que las transiciones se despliegan y a su vez contribuyen a la definición de la identidad personal y social. Proyecto, transición e inserción son distintas aristas que conforman la identidad y a su vez contribuyen a su formación y consolidación. La identidad se construye en un proceso dialéctico en el que factores externos y procesos internos interactúan. Las dificultades y restricciones representadas, antes mencionadas, vinculadas con el sistema educativo y el mundo del trabajo nos invita a pensar en la definición de múltiples identidades caracterizadas por los ámbitos de socialización en que se conforman. Para finalizar, nuestro estudio ha abordado la transición de la escuela media al mundo del trabajo y/o de los estudios superiores. Se trata de una transición vital que ocurre en un momento de transición en el desarrollo psico-socio-biológico de las personas. En la actualidad, se plantea como desafío el estudio de los procesos, estrategias e itinerarios posibles que estructuran las personas en diferentes situaciones de transición y cómo las representan. REFERENCIAS • Aisenson, D. (1991): “Orientación Vocacional y Ocupacional en grupos de pares a través de programas comunitarios”, Actas de la Conferencia Internacional Career Guidance Services for the 90´s, International Association for Educational and Vocational Guidance, Lisboa, pp 105-113 • Aisenson, D. (1998): “Programa de formación para orientadores de escuelas primarias”. Actas de XV Congreso de Orientación, Recursos Humanos y Trabajo, AIOEP, Madrid, pp. 143-150. • Aisenson, D. (1997): “La transition Ecole/Monde du travail. Programme de Formation et d’Orientation pour l’Insertion Professionnelle des Jeunes”. Revista de Pedagogía. 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