agrario. zonas urbanas de los ejidos. competencia de los tribunales

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229739. . Tribunales Colegiados de Circuito. Octava Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo II, Segunda Parte-1, Julio-Diciembre de 1988, Pág. 71.
AGRARIO. ZONAS URBANAS DE LOS EJIDOS. COMPETENCIA DE LOS
TRIBUNALES DEL FUERO COMUN Y DE LAS AUTORIDADES AGRARIAS PARA
RESOLVER CUESTIONES RELACIONADAS CON SOLARES UBICADOS EN
AQUELLAS. Los artículos 90 al 100 de la Ley Federal de Reforma Agraria, referentes a las
zonas de urbanización de los ejidos, deben interpretarse en relación con las disposiciones del
vigente Reglamento de las Zonas de Urbanización de los Ejidos publicado en el Diario
Oficial de la Federación el día veinticinco de marzo de mil novecientos cincuenta y cuatro.
Ahora bien, del artículo 1o. del citado reglamento se desprende, que la resolución
presidencial que segrega una parte del ejido para constituir las zonas de urbanización
correspondientes al mismo, cambia el régimen jurídico del propio ejido para destinarlo a ser
el asiento de la población ejidal. Por otra parte, conforme con lo dispuesto en el artículo 4o.,
fracción III del mismo reglamento, los solares materia de la urbanización de los ejidos
pueden ser adquiridos por personas que no sean ejidatarios. A su vez, el artículo 11 del
mismo ordenamiento dispone que: "Son nulos de pleno derecho todos los contratos de
compraventa, arrendamiento, comodato y en general todos los actos jurídicos que hayan
tenido por objeto ceder o transmitir todo o en parte los derechos sobre solares urbanos,
cuando se hayan realizado antes de haberse expedido el título de propiedad correspondiente".
De los anteriores preceptos se infiere que una vez consolidado el derecho de propiedad
(artículo 100 de la Ley Federal de Reforma Agraria), respecto de un solar de la zona de
urbanización del ejido, el mismo queda fuera de las prescripciones de las leyes agrarias,
como lo confirma la circunstancia de que es permitido adquirir ese derecho de propiedad a
personas que no tengan el carácter de ejidatarios, según lo autorizan los artículos 93 y 96 de
la ley de la materia. Conforme con estos razonamientos, si se otorgó a una persona el título de
propiedad de determinado solar, esta propiedad no se comprende dentro de las previsiones de
las leyes agrarias y, en consecuencia, su titular ya se trate de un ejidatario o de quien no tiene
ese carácter, en caso de menoscabo o perturbación del dominio no puede recurrir a las
autoridades agrarias para obtener la protección de su derecho, sino que debe acudir a las
autoridades judiciales del fuero común, mediante el ejercicio de la acción que corresponda.
Lo anterior significa que mientras el ejidatario o avecindado únicamente tenga la posesión de
un solar a virtud del derecho que conceden los certificados a que se contraen los artículo 95 y
100 de la Ley Federal de Reforma Agraria, en relación con el artículo 5o. del Reglamento
invocado, sin habérsele expedido aún los títulos de propiedad correspondiente, tales predios
seguirán sujetos al régimen ejidal y, por tanto, los conflictos que deriven de los mismos,
deben ser legalmente resueltos por las autoridades agrarias.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL SEXTO CIRCUITO.
Amparo en revisión 410/88. Saúl y Venancio Fuentes Díaz. 16 de noviembre de 1988.
Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Manuel Marroquín Zaleta. Secretaria: María
Guadalupe Herrera Calderón.
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