New Canaan UMC Lecciones para Grupos Pequeños SÉRIE: A LOS PIES DE LA CRUZ 5ta. Lección: LAS SIETE PALABRAS DE JESUS 2015 Las últimas palabras de una persona son siempre interesantes, especialmente cuando se trata de alguien que marco su tiempo por todo lo que dijo. Agustín, que vivió en el siglo IV, declaro: “La cruz donde Cristo fue crucificado y muerto fue la silla del Maestro en su clase final”. El propio Jesús, al ensenar la parábola de la higuera, afirmo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán”. (Mt. 24:35) Como será que estaba el corazón de Jesús durante sus últimas horas de vida? En quien y en qué será que EL pensó en aquellos momentos? Al morir, de la manera como murió, nos aproximamos más de Él, y cada vez que llegamos cerca de la cruz, Lo amamos más todavía. Fueran siete las últimas palabras de Jesús. 1.- PALABRA DE PERDON – “Perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23:34). Esta oración es hecha por Jesús en un momento de gran crisis sobre el punto de vista humano. De punto de vista de Dios era un paso fundamental en el cumplimiento de su plano, para recatar de la humanidad. Considerando el contexto de esta oración es posible destacar algunos puntos: - Ella es el cumplimiento de la promesa de que el hijo de Dios seria crucificado con pecadores (Is. 53:12), En este momento Jesús expone públicamente el pecado de los judíos y resalta que ellos están actuando por ignorancia, Jesús da el ejemplo de que debemos interceder por nuestros enemigos delante de Dios. La intercesión era un habito en la vida de Jesús. Los textos aquí abajo muestran por quien El intercedió. - Por los pecadores– Is 53:12 - Por los creyentes débiles – Lc 22:32 - Por los enemigos – Lc 23:34 - Para envio del Consolador – Jo 14:16 - Especialmente por la iglesia – Jo 17:9 En una manifestación de profunda compasión y amor por la humanidad Jesus nos ensena que debemos retribuir el mal con el bien. 2.- PALABRA DE SALVACION – En este cuadro de sufrimiento y dolor es posible ver mujeres llorando, soldados burlándose y sorteando la ropa de Jesús, el pueblo que hace poco gritaba “crucifícalo” observando lo que pasaba, autoridades burlándose del Maestro, y una inscripción que decía en varios idiomas: “el rey de los judíos”. En medio de toda esto, el escrito Lucas da una atención especial a dos criminales, crucificados uno a la derecha y el otro a la izquierda de Jesús. Y por algún tiempo, el foco de texto se vuelve para el dialogo de esos dos criminales con Jesús. Uno de ellos simplemente se burla. El otro, reconociendo su propia culpa y pecado, muestra fe y hace un pedido: “Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino”. (Lucas 23:42). La respuesta de Jesús ofrecía mucho más de lo que él, probablemente, esperaba: “—Te aseguro que hoy estarás conmigo en el paraíso —le contestó Jesús”. (Lucas 23:43) Con esa afirmación de Jesús en la cruz aprendemos varias lecciones: a) Jesús tiene autoridad suficiente para garantizar salvación a los que se llegan a Él, b) Jesús siempre ofreció mas en sus respuestas de lo que podríamos esperar; c) el alma de los que mueren en Cristo no se queda vagando, van directamente para un lugar de gozo y felicidad, d) Dios está preocupado con todos, inclusive con los considerados excluidos por la sociedad. 3.- PALABRA DE AMOR – El dolor que Jesús estaba sintiendo, no solamente en alma, pero en su cuerpo era imposible de ser medida. Al final, El cargaba el dolor de la punición de los pecados del mundo entero. Por ser Dios y amarnos de manera inconmensurable, fue a la cruz de manera voluntaria, morir por cada uno de nosotros, inclusive por María, su madre aquí en la tierra. Jesús no se preocupa apenas con el perdón de los pecados de María, tuvo compasión de ella, y entrego a los cuidados de Juan. Ella no pidió, El decidió cuidar de ella. Ella no exigió, El voluntariamente resolvió actuar en favor de ella. Y para quien El pidió? Para Juan. Pero luego Juan que lo había abandonado cuando Él fue preso? Pero, la cruz siempre genera recomienzo. La cruz, por causa de la compasión de Jesús, produce perdón de pecados y liberación de culpa. “—Mujer, ahí tienes a tu hijo. Hijo ahí tienes a tu madre”. (Juan 19:2627) dicho, probablemente, de manera dolorosa, muestra que aun en la hora de la muerte, Jesús mantuvo el foco en las personas. Existen muchas Marías a nuestro alrededor para ser cuidadas. Y no solamente Marías, muchos Marios también. Juan fue restaurado cuando se aproximó de la cruz. La compasión de Jesús también se extiende a usted, hoy. 4.- PALABRA DE SUBSTITUCION – “— Elí, Elí, ¿ lama sabactani? (que significa: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”).” (Mt. 27:46). Este grito de abandono ocurrió en medio de la oscuridad en medio de la oscuridad. Es El que nos hace penetrar en el misterio de Dios sufridor. El texto sagrado nos dice que, por un acto divino sobrenatural, el sol se escondió y, durante tres horas, la oscuridad cubrió la tierra. En aquellas horas de oscuridad, Jesús se convirtió legalmente culpado por todos nuestros pecados. Piense en esto: legalmente culpado de inmoralidad sexual, de impureza y libertinaje, de abuso de menores, de pedofilia, de adulterios, de idolatría y hechicería; de odio, de discordias, de celos, de semejantes. Podemos verificar que, de todos los registros de su vida y ministerio, solamente en este momento Jesús se refiere al Padre como “Dios”. El cambio de tratamiento demuestra la quiebra de comunión entre Padre e Hijo, y esa era la razón de su angustia. El abandono del Padre era el sorbo más amargo del cáliz que Jesús decidió beber. El clamor de Jesús hace eco por el universo, y Dios permanece en silencio. Por qué? El abandono es necesario porque la santidad de Dios no podría convivir con los pecados del mundo, que ahora estaban sobre los hombres de Jesús. En aquel momento Jesús nos substituye, murió por nosotros, asumió nuestros pecados. 5.- PALABRA DE SUFRIMIENTO – Este es un momento de grande sufrimiento para Jesús, pues además de los dolores físicos, fue abandonado por el Padre. De repente Jesús dice: “Tengo sed”. Por qué será que el Hombre Dios, Creador de los Cielos, y de la Tierra y de todas las fuentes de aguas, pide de beber, pobre criatura humana? Que hay por detrás de esa expresión? El texto completo de Juan 19:28 dice: ”Después de esto, como Jesús sabía que ya todo había terminado, y para que se cumpliera la Escritura, dijo: —Tengo sed”. La sed que acompaño sus sufrimientos físicos en la cruz, en los momentos finales de su misión terrena, también cumplió profecía del Antiguo testamento. Encontramos referencias a ese respecto en el libro de Salmos 69:21, y capitulo 21:15. La fatiga que lo castigaba, la tristeza que sobre Él se abatió, el calor del día y la pérdida de sangre, fueron, con seguridad, las causas naturales de la sed que Jesús sintió. Cuando exclamo en la cruz del calvario: “Tengo sed”, Jesús estaba expresando su humanidad plena. La expresión “Tengo sed”, no era una reclamación, ni tampoco un pedido, era apenas la simple afirmación de un hecho. La lección obvia que podemos extraer es que Él era de carne y hueso. Jesús tenía hambre y sed como nosotros, y es por eso que puede comprendernos y puede compadecerse de nosotros. Hebreos 4:15-16 dice: “Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado. Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir misericordia y New Canaan UMC Lecciones para Grupos Pequeños SÉRIE: A LOS PIES DE LA CRUZ 5ta. Lección: LAS SIETE PALABRAS DE JESUS 2015 hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la necesitemos”. Qué curioso, “Tengo sed!” fue un grito conmovedor de aquel que la garantizaba a lo largo de su ministerio: “el que cree en mí, jamás tendrá sed” – Juan 6:35; “aquel que beber del agua que yo le dé, nunca más tendrá sed” – Juan 4:14. 6.- PALABRA DE VICTORIA – La penúltima palabra de Jesús en la cruz fue: “Esta consumado” (Juan 19:30). Jesús fue un vencedor? A pesar de su vida enteramente dedicada a la práctica del bien y al respecto de la enorme popularidad y admiración que gozaba, los cuatro narradores de la vida de Jesús registraron que El murió como un criminal expuesto entre dos delincuentes. Juzgando por la apariencia inmediata, su misión fracaso. Cristo murió para cancelar nuestra deuda impagable con Dios (Cl 2:13-15) y resucito para darnos plenitud de vida (Juan 10:10). Jesús venció la muerte. Que usted haría con su salvación? 7.- PALABRA DE CELEBRACION – Los enemigos de Jesús estaban festejando la muerte de aquel que ellos llamaron de rey. Pero, la realidad, lo que estaba aconteciendo allí era la victoria del Hijo de Dios. Ahora que había consumado su trabajo aquí en la tierra, puede descansar. Esta última frase de Jesús era una frase de victoria. Estas fueron sus últimas palabras: “Padre, en tus manos entrego mi espíritu” (Lucas 23:46). Es interesante notar que esta expresión está registrada en el Salmo 31. Hace poco Jesús había dicho: “Dios mío, Dios mío, porque me desamparaste?” Aquel era el momento de la separación de Dios, por causa del pecado del mundo. Pero ahora que la misión había sido concluida, la relación con Dios estaba de vuelta y el, entonces, podía decir: “Padre, en tus manos entrego mi espíritu”. Era como un niño durmiendo, en los brazos seguros del Padre. Con esta frase Jesús ensena dos preciosas lecciones: 1) que en las manos del Padre usted puede entregar su vida, pues el acoge, da seguridad, recibe usted de la manera que usted es, y esta; 2) que Él estaba entregando en las manos del Padre y su espíritu, porque su cuerpo seria enterrado en un momento, pero su espíritu continuaría vivo. Pero, así como hizo con Jesús, usted puede tener seguridad que las manos de Dios están abiertas para recibir su espíritu, cuando usted muere. Pero que hará que usted tenga acceso a las manos de Dios no es el hecho de usted ser miembro de una iglesia, o de frecuentar los cultos todos los domingos, o de haber sido bautizados en las aguas, o de practicar el bien al próximo. Las manos de Dios son abiertas por causa de la muerte de Jesús en su lugar. Fue el Señor Jesús quien dijo: “Yo soy el camino la verdad y la vida, nadie va al padre a no ser por mí”. Así como en el sacrificios de los animales, para el perdón de los pecados del mundo era necesaria la muerte de alguien, puro, sin defecto. Solamente Jesús fue así. PREGUNTAS PARA RESPONDER EN GRUPO: 1. Por qué las palabras de alguien en la hora de la muerte tienen tanto valor? Y después continúan siendo citadas por familiares y amigos? 2. De las siete frases dichas por Jesús en la cruz, cual es la que más le impresiona? Por qué? 3. Como usted cree que reaccionaria si fuera juzgado injustamente y condenado a muerte? 4. En su opinión Dios había desamparado a Jesús? Como usted analiza la crucifixión?