Universidad de Colima Facultad de Medicina “NUEVAS RUTAS DE PERMEABILIDAD FORMADAS POR PARÁSITOS INTRACELULARES EN LA MEMBRANA PLASMÁTICA DE CÉLULAS DE MAMÍFERO HUÉSPED” Tesis que para obtener el grado de: Maestra en Ciencias Fisiológicas con Especialidad en Farmacología Presenta: Q.F.B. Mayra Delgado Ramírez Asesor: Dra. Oxana Dobrovinskaya Romanovna Co-asesor: Dr. Igor Pottosin Zhidkova Colima Col., junio 2009. Este trabajo lo dedico a Aldo Sebastián por acompañarme durante toda la realización del mismo, te amo hijo. AGRADECIMIENTOS Por su amor y apoyo incondicional A mis padres: Socorro y Vicente A mi esposo: Aldo A mis hermanos: Claudia, Soco y Vicente Por los conocimientos compartidos, guía y apoyo Dra. Oxana Dobrovinskaya Romanovna Dr. Igor Pottosin Zhidkova M. en C. Osval Montesinos López Dr. Edgar Bonales Alatorre Dra. Georgina Valencia Cruz Proyecto apoyado por: CONACYT A todos “GRACIAS” ÍNDICE Contenido ÍNDICE Pag. i ÍNDICE DE FIGURAS iii ÍNDICE DE TABLAS iV ÍNDICE DE ANEXOS V ABREVIATURAS Vi RESUMEN Viii ABSTRACT iX INTRODUCCIÓN 1 I. ANTECEDENTES 1.1 Malaria (Paludismo 3 1.1.1 Plasmodium y su Ciclo de vida 4 1.2 Tripanosomiasis americana ó “Enfermedad de Chagas 6 1.2.1 Trypanosoma cruzi y su ciclo de vida 7 1.3 Nuevas Rutas de Permeabilidad (NPPs) 12 1.3.1 Funciones fisiológicas de las NPPs 14 1.4 Caracterización electrofisiológica de las NPPs 16 II. JUSTIFICACION DEL PROYECTO 26 III. HIPÓTESIS 27 IV. OBJETIVOS 27 V. MATERIALES Y MÉTODOS 5.1 Cultivo primario de cardiomiocitos 28 5.2 Infección de células para registro electrofisiológico 29 5.3 Microscopía 30 5.4 Registro electrofisiológico 30 5.5 Análisis Estadístico 31 VI. RESULTADOS 6.1 Observaciones Generales 32 6.1.1 Sobre las células de registro 32 6.1.2 Registros de patch-clamp en configuración de célula completa sobre células controles e infectadas con Trypanosoma cruzi 6.1.3 Variación temporal de corrientes espontáneas en células control 6.2 Efecto de la infección con Tripanosoma cruzi sobre la densidad y ocurrencia de diferentes corrientes iónicas. 6.2.2 El efecto de Mg registrados en 40 42 42 6.2.1 Corriente entrante y saliente espontánea 2+ 33 intracelular sobre corrientes espontáneas cardiomiocitos no-infectados e infectados con 44 Tripanosoma cruzi VII. DISCUSIONES 47 VIII. CONCLUSIONES 53 IX. PERSPECTIVAS 54 X. ANEXOS 55 XI. BIBLIOGRAFÍA 71 ÍNDICE DE FIGURAS Figura 1 Figura 2 Figura 3 Figura 4 Figura 5 Figura 6 Figura 7 Figura 8 Figura 9 Figura 10 Figura 11 Figura 12 Figura 13 Figura 14 Figura 15 Figura 16 Figura 17 Figura 18 Representación esquemática de los diferentes estados de la fase asexual intraeritrocitica del ciclo de vida del parásito de P. falciparum Fase de epimastigoto y tripomastigoto metacíclico de T. cruzi Fases de tripomastigoto sanguíneo y amastigotos de T. cruzi. Ciclo de vida del parásito T. cruzi Primeras evidencias electrofisiológicas de NPPs Registro de patch-clamp en la configuración del parche escindido (inside-out) del canal aniónico de la rectificación saliente en eritrocitos controles. Registros de patch-clamp en su configuración de célula completa de eritrocitos humanos no infección e infectados con P. falciparum Corrientes reportadas por Huber y col. (2002). P. falciparum induce la activación de canales aniónicos sensibles a volumen en eritrocitos humanos Corriente transitoria Tipos de corrientes iónicas registradas en miocitos cardiacos control de rata neonatal Determinación de selectividad de la corriente con activación dependiente de tiempo utilizando el protocolo del registro de “colas”. Efecto producido por estrés hipotónico en la corriente saliente espontánea Efecto del estrés hipotónico sobre la corriente con activación tiempo dependiente La densidad de corrientes espontáneas en células control a diferentes tiempos en cultivo Densidad de corrientes espontáneas en células control e infectadas con T. cruzi en dos puntos temporales Efecto del Mg2+ intracelular sobre la ocurrencia y densidad de corrientes espontáneas Efecto del Mg2+ intracelular sobre ocurrencia y densidad de la corriente con activación dependiente de tiempo 4 9 10 12 17 19 20 22 23 34 36 37 39 40 41 43 45 46 ÍNDICE DE TABLA Tabla 1 Pruebas de normalidad para la variable respuesta Densidad de corriente I (pA/ pF). 60 Pruebas de normalidad para la variable respuesta Tabla 2 Densidad de corriente I (pA/ pF) bajo la influencia 62 +2 del Mg el tamaños de muestra. Promedios (media y mediana) de las densidades Tabla 3 de corriente entrantes en 11 y 16 días de 66 infección y significancia estadística. Promedios (media y mediana) de las densidades Tabla 4 de corriente saliente en 11 y 16 días de infección 67 y significancia estadística Promedios (media y mediana) de las densidades Tabla 5 de corrientes espontáneas y significancia 68 estadística con y sin Mg2+ Promedios (media y mediana) de la densidades Tabla 6 de corriente Tiempo dependiente y significancia 2+ estadística con y sin Mg 69 ÍNDICE DE ANEXOS Anexo 1 Fotografía de Miocitos cardiacos de 8 días en cultivo sin infección con Trypanosoma cruzi. Tinción Giemsa, 40X. 55 Fotografía de Miocitos cardicos infectados con Trypanosoma Anexo 2 cruzi, infección temprana. 16 días en cultivo, 8 días de 56 infección. Anexo 3. Fotografía de miocitos cardiacos infectados con Trypanosoma cruzi. 16 días en cultivo, 8 días de infección. Fotografía de miocitos cardiacos infectados 57 con Trypanosoma cruzi muestra la liberación del parásito Anexo 4. intracelular (infección tardía). 16 días en cultivo, 8 días de 58 infección. Liberación de tripomastigotes tripomastigotes al espacio extracelular. Tinción Giemsa, 40 X Anexo 5. Anexo 6. Anexo 7. Anexo 8. Trazos de las corrientes en miocitos de rata recién nacida infectados con Tripanosoma cruzi. Pruebas de normalidad para la comparación de las corrientes iónicas en células control e infectadas Pruebas de normalidad para la efecto del Mg2+ sobre las corrientes espontáneas y tiempo dependiente Análisis de varianza unifactorial por rangos, de KruskalWallis. Anexo 9. Análisis de varianza bifactorial por rangos, de Friedman Anexo 10. Anexo 11. Anexo 12 Comparación de la densidad de corrientes de células control con células infectadas. Efecto del Mg2+ sobre las corrientes espontáneas y dependiente de Tiempo. Corrientes transitorias (It) en miocitos cardiacos aislados de rata neonata de diferentes días de edad. 59 60 61 62 64 66 68 70 ABREVIATURAS 9-A-C: 9 - antraceno ácido carboxílico ATP: adenosina trifosfato CFTR: regulador de conductancias de transmenbrana en fibrosis quística. ClC-2: segundo miembro de la familia de canales de cloro activados por voltaje CLC descubierto. ClC-n, Canal de cloro-2. DIDS: 4,4ʼ, diisotiocianatostilbene-2,2ʼ-ác. disulfónico. DMEM: medio Dulbeco modificado de Eagle, medio de cultivo celular DTE: Di-tioeritrito Fr: Friedman, prueba estadística I.A.: infección aparente I.N.A.: Infección no aparente IRC: canal anión de rectificación entrante. KW: Kruskal-Wallis, prueba estadística ms: milisegundos (unidad de medida tiempo) NMDG-Cl: cloruro de N-metil-D-glucamina. NPPB: 5-Nitro-2-(3-fenylpropylamino) ácido benzoico. NPPs: Nuevas Rutas de Permeabilidad P: p- valu, significancia estadística 5%. pA: picoamperios (unidad de medida de corriente eléctrica) P. falciparum: Plasmodium falciparum Pfemp1: proteina de membrana en eritrocitos de plasmodium falciparum 1. (Plasmodium falciparum erythrocyte membrane protein 1) PKA: proteincinasa A pS: picosimens (unidad de medida de conductancia ionica) PSAC: canal anión de superficie plasmodial (Plasmodial Surface anion channel). SCC: canal anión de conductancias pequeñas SEM: promedios ± su error estándar de la media t-BHP: Tert- butilhydroperoxido T. cruzi.: Trypanosoma cruzy. V/mV: Voltios/ milivoltios Vm : Potencial de membrana RESUMEN Las nuevas rutas de permeabilidad (new permeation pathways, NPP) provocadas en la membrana de la célula huésped por un parásito intracelular, facilitan el intercambio de solutos entre la célula infectada y su exterior. Hasta la fecha, las NPP han sido estudiadas solamente en los eritrocitos infectados con Plasmodium falciparum. En el presente trabajo hemos aplicado la técnica de patch-clamp para estudiar las corrientes aniónicas en los cultivos de cardiomiocitos intactos e infectados con Trypanasoma cruzi. En las células sanas encontramos dos corrientes aniónicas espontáneas con rectificación entrante y saliente, respectivamente, y una corriente saliente con activación dependiente del tiempo. Estas corrientes son reguladas de manera diferente por el estrés hipotónico y Mg2+ intracelular. Detectamos un aumento significativo (2 veces o más) de las corrientes espontáneas y del porcentaje de las células que expresan la corriente con activación dependiente del tiempo en las fases avanzadas de la infección. ABSTRACT New permeation pathways (NPP) are induced by intracellular parasites in the plasma membrane of host cells, to facilitate the exchange of solutes between the cell and its exterior. Up to date, NPP were studied only in erythrocytes infected with Plasmodium falciparum. In this study we have applied patch-clamp technique to characterize anionic currents in healthy cardiomyocytes and those infected with Trypanasoma cruzi. Two instantaneous anionic currents, an outward and an inward one, as well as an outward time-dependent current were revealed in healthy cardiomyocytes. These currents were differentially regulated by hypotonic stress and intracellular Mg2+. In advanced phases of the infection a significant, 2-fold or more, increase of instantaneous currents as well as of the relative occurrence of the time-dependent current were detected. Nuevas Rutas de Permeabilidad formadas por parásitos intracelulares en la membrana plasmática de células de mamífero huésped. INTRODUCCIÓN La mayoría de las enfermedades causadas en el humano son debidas a microorganismos patógenos. Se ha estimado que las enfermedades infeccioso/parasitarias constituyen el 25% de la carga global de enfermedades (Murray y López, 1996). Parásitos intracelulares tales como Plasmodium spp el cual invade a eritrocitos y hepatocitos, Trypanosoma cruzi (T. cruzi) que infecta miocitos cardiacos principalmente, Theileria spp y Babesia spp los cuales infectan a leucocitos y eritrocitos respectivamente y Toxoplasma spp que puede sobrevivir en cualquier célula nucleada, son ejemplos de parásitos intracelulares, los cuales, en mayor o menor grado, dependiendo de la especie, son responsables de determinado índice de morbimortalidad en el mundo. Se estima que anualmente 500 millones de personas sufren de malaria causada por Plasmodium falciparum (P. falciparum), y que de estas mueren entre 2-3 millones, sobre todo niños menores de 5 años de edad en África sub-Sahariana (Snow et al., 2005). La tripanosomiasis americana, o enfermedad de Chagas, causada por T. cruzi, es considerada como la tercera causa de enfermedad infecciosa/parasitaria más frecuente en Latinoamérica. Su prevalencia es estimada en 16 a 18 millones de casos (Teixeira et al., 2006; Sierra-Johnson et al., 2005). La forma intracelular de estos parásitos los ha obligado a desarrollar eficientes vías moleculares en sus células huésped que les garanticen la sobrevivencia, diferenciación y replicación dentro de las mismas, asegurando también la conservación de la integridad de la célula de huésped hasta el momento de diferenciación completa de los parásitos y sus liberación. Los patógenos o parásitos dentro de una célula mamífera tienen que adaptarse o modificar el medio intracelular de acuerdo a sus necesidades. Se provocan cambios del volumen de la célula huésped como resultado de la multiplicación del parásito. Por otro lado, la nutrición del parásito y la liberación de productos tóxicos de su metabolismo, requerirán un incremento en el transporte de solutos a través de la membrana plasmática de la célula huésped. Si las rutas de transporte de la célula huésped no satisfacen las necesidades de los parásitos o patógenos, estos tiene que inducir nuevas rutas de transporte. En el caso de la invasión de eritrocitos por P. falciparum se ha observado que la permeabilidad de la membrana esta aumentada considerablemente para diferentes solutos e iones, cuando el parásito se encuentra intracelularmente. A las vías responsables de estos incrementos de permeabilidad de la membrana eritrocitaria se les ha dando el nombre de “Nuevas Rutas de Permeabilidad” y actualmente son de gran interés clínico por dos razones: como posibles blancos quimioterapéuticos en el tratamiento de la malaria y como posibles rutas capaces de transportar los fármacos al interior de la célula (Hubert et al., 2005). La idea del presente trabajo está basado en los estudios de las Nuevas Rutas de Permeabilidad inducidas por P. falciparum en eritrocitos cuando se encuentra en la fase intracelular. El objetivo principal consistió en explorar si otro parásito intracelular tal como T. cruzi causa cambios en la permeabilidad de la membrana de células cardiacas infectadas por este. I. ANTECEDENTES 1.1 Malaria (Paludismo) Malaria (o Paludismo) es la enfermedad parasitaria que más afecta a los seres humanos causada por el parásito del genero Plasmodium. Existen 4 especies de Plasmodium que son infecciosas para el humano: P. falciparum, P. ovale, P. malariae y P. vivax. P. falciparum es el responsable de la gran mayoría de muertes por malaria (Kirk, 2001). Se estima que anualmente 500 millones de personas sufren de malaria causada por P. falciparum y que de estas mueren entre 2-3 millones, sobre todo niños menores de 5 años de edad en el África subSahariana, siendo esta la región con mayor número de muertes por paludismo. La enfermedad es endémica de la mayor parte de regiones tropicales, incluida gran parte de Sudamérica, Centroamérica, África, Medio Oriente, India, sureste de Asia y Oceanía (Rosenthal y Goldsmith, 2008; Snow et al., 2005). La malaria por P. ovale es menos común y se restringe al oeste de África, la malaria causada por P. malariae esta distribuida por todo el mundo pero es poco frecuente y la malaria por P. vivax es la más dispersa y la infección por esta especie es raramente fatal (Renu, 2007). Las manifestaciones clínicas de la malaria comienzan con un pródromo de cefalea y fatiga, seguido por fiebre. El paroxismo palúdico típico incluye escalofríos, fiebre elevada y luego transpiración. Los episodios febriles casi siempre son irregulares sobre todo en la enfermedad temprana, pero sin tratamiento se tornan regulares con ciclos de 48h. Los síntomas frecuentes son la cefalea, malestar, mialgias, artralgias, tos, dolor torácico, dolor abdominal, anorexia, náusea, vómito y diarrea (Rosenthal y Goldsmith, 2008). 1.1.1 Plasmodium y su ciclo de vida El humano es infectado con P. falciparum por la picadura de la hembra infectada de un mosquito Anopheles. De aproximadamente 400 especies de Anopheles en el mundo, sólo 60 son vectores bajo condiciones naturales y de estas 30 son las de mayor importancia (Renu, 2007). El parásito se aloja en las glándulas salivales del insecto en un estado de su ciclo de vida conocido como esporozoítos y transmitido mediante la picadura del insecto al humano, moviéndose rápidamente del sitio de inyección o permaneciendo ahí por horas y liberándose lentamente hacia la circulación (Renu, 2007; Kirk, 2001). Mediante el sistema circulatorio llega al hígado invadiendo los hepatocitos para su replicación asexual y permanece en ellos de 9-16 días en un estado conocido como esquizogonia exo-eritrocítica (Renu, 2007). Cada esporozoíto da lugar a cientos de miles de merozoítos dentro de los hepatocitos los cuales eventualmente son liberados hacia la circulación sanguínea en donde comienzan a invadir a los eritrocitos. La esquizogonia eritrocítica es un proceso complejo (Fig. 1) que puede dividirse en varias fases: a) fase de reconocimiento y Figura 1. Representación esquemática de los diferentes estados de la fase asexual intraeritrocítica del ciclo de vida del parásito de P. falciparum. Esta fase comienza con la invasión del eritrocito por un merozoíto (a), el parásito engloba una porción de citosol del eritrocito punto en el cual es referido como estado de anillo (b), de esta última fase el parásito se desarrolla hasta convertirse en trofozoíto; el eritrocito pierde su apariencia discoide bicóncava y comienzan a aparecer los “botones” en su superficie (c), el parásito se subdivide para producir de 20-30 merozoítos hijos (d), después de 48 h post-invasión los parásitos se liberan del eritrocito (e) y comienza un nuevo ciclo. (Tomado de Kirk, 2001). adhesión a la membrana de los eritrocitos; b) reorientación y formación de uniones entre la terminal apical del merozoíto y la liberación de sustancias que conlleven a la formación de la vacuola parasitoforous; c) invaginación de la membrana del eritrocito alrededor del merozoíto; d) resellado de la vacuola parasitoforous y de la membrana del eritrocito después de haber completado su infección. El parásito es encerrado en la vacuola y permanece en un estado aparentemente inactivo (fase de anillo), 15 h post-invasión comienza un incremento progresivo de la actividad metabólica y biosintética, y el parásito entra en estado de trofozoíto, durante esta fase el eritrocito pierde su apariencia característica de liso y bicóncavo, pequeñas protrusiones conocidas como “botones” aparecen en la superficie de la membrana. Los “botones” son sitios de localización de proteínas derivadas del parásito, un ejemplo de ellas es la conocida Pfemp1 (P. falciparum erythrocyte membrane protein 1) las cuales son proteínas integrales de la membrana, que tienen implicaciones en el fenómeno de cito-adherencia y variación antigénica (Kirk, 2001). La integración de estas proteínas a la membrana del eritrocito produce marcadas alteraciones y reorganización de la fase lipídica de la membrana, así también algunas modificaciones en las proteínas de la membrana del eritrocito (Hsiao et al., 1991; Maguire et al., 1991; Simoes et al., 1990; Schwartz et al., 1987). Aproximadamente a las 40 h post-invasión, el trofozoíto entra en estado de esquizonte, etapa en la que el esquizonte se subdivide para formar 20-30 merozoítos hijos (Fig.1), de los cuales algunos diferenciaran a micro y macrogametocitos (gametocitogénesis; masculino y femenino respectivamente), mismos que trasmitirán la infección a nuevos huéspedes mediante el mosquito Anopheles femenino. Generalmente la gametocitogénesis toma de 10-12 semanas. Los merozoítos hijos son liberados a las 48 h post- invasión y cada uno de estos es capaz de infectar a otros eritrocitos y continuar con el ciclo. La fase sexual del ciclo se realiza en el mosquito y es iniciada cuando este ingiere gametocitos de individuo infectado (Renu, 2007). Durante su ciclo de vida el parásito invade los eritrocitos del huésped vertebrado con lo que logra evadir al sistema inmune. Sin embargo el interior del eritrocito representa un medio ambiente altamente inusual para el parásito, el cual tiene que confrontarse a altas concentraciones de K+ y proteínas, bajos niveles de Na+ y trazas de Ca2+. El parásito debe tener los mecanismos necesarios para la obtención de los nutrientes del citosol de la célula huésped, remoción de sus residuos y lograr sobrevivir, lo que implica procesos que regulen los mecanismos de transporte de membrana para el flujo de solutos a través de ella (Kirk, 2001). 1.2 Tripanosomiasis americana ó “Enfermedad de Chagas” La enfermedad del Chagas es la condición clínica provocada por la infección con el parásito T. cruzi, un protozoario flagelado, transmitido por vectores de la subfamilia Triatominae. Se ha estimado que entre 16 y 18 millones de personas están infectadas con este parásito en Latinoamérica y que de ellas morirá una tercera parte a causa de la enfermedad de Chagas. Se estima que 37.5% de los pacientes infectados desarrollan la enfermedad de Chagas cardiaca seguida de muerte, 58% desarrollan infartos al miocardio y muerte, y un 4.5% de las muertes han sido asociadas a megacolon o megaesófago (Teixeira et al., 2006). La enfermedad de Chagas se ha colocado como el tercer padecimiento parasitario más frecuente en Latinoamérica (Sierra-Johnson et al., 2005). En México según el Centro Nacional de Transfusiones sanguíneas, 8 millones de mexicanos estarían infectados con tripanosomiasis. La cifra supera a la de los 200 mil que viven con VIH (según ONISIDA MÉXICO) y es semejante al número de diabéticos, que va de 6.5 a 10 millones (de acuerdo con la Fundación Mexicana de Diabetes). Existen tres fases características de esta parasitosis: aguda, crónica e indeterminada. La fase aguda se caracteriza por la presencia del parásito (forma tripomastigoto) en la sangre del paciente huésped y los síntomas que pueden presentarse son: fiebre persistente acompañada por lesiones cutáneas (chagoma), manifestaciones oculares (signo de Romaña), linfadenopatía, carditis, alteraciones en el sistema nervioso central, dolor muscular, somnolencia, diarrea, disturbios respiratorios, cianosis y coma (Terixeira et al., 2006; Coll et al., 2004). La enfermedad frecuentemente es confundida con otras enfermedades febriles y el paciente sigue sin diagnóstico y un tratamiento apropiado. En esta fase mueren el 10% de los enfermos, los niños menores de 2 años de edad y personas inmunocomprometidas, por meningoencefalitis o miocarditis. La mayoría de las personas infectadas curan espontáneamente (desaparecen manifestaciones clínicas). Si no hay sospecha clínica o medios de diagnósticos accesibles, no se reconoce la fase aguda, única susceptible de resolverse con el tratamiento antiparasitario existente (benznidazol), que afecta la forma extracelular (SierraJohnson et al., 2005). En este periodo el parásito invade los tejidos, principalmente el tejido cardiaco y los músculos, y se presenta en la forma intracelular (amastigoto). En general, al terminar (“curar”) la fase aguda de la enfermedad, empieza una forma indeterminada de ésta, en la cual están presentes anticuerpos anti-T. cruzi, pero sin ninguna manifestación clínica (Texeira et al., 2006; SierraJohnson et al., 2005; Coll et al., 2004; Miles et al., 2003). Alrededor del 30% de personas infectadas con T. cruzi puede desarrollar la forma crónica de la enfermedad, en la cual se afecta corazón, tracto digestivo con enfermedad mega en vísceras huecas, o el sistema nervioso periférico, generalmente con una evolución inexorable hacia fatales complicaciones. 1.2.1Trypanosoma cruzi y su ciclo de vida. T. cruzi, el agente etiológico de la enfermedad de Chagas pertenece a la clase Kitnetoplastea, la familia Trypanosomatidae caracterizada por la presencia de un solo flagelo y una sola mitocondria. Una parte de su genoma se encuentra ordenado en una compleja y compacta red denominada cinetoplasto, que puede contener de 10-20% del DNA total en la célula (Silber et al., 2005; Becerril y Romero, 2004). El genero de Trypanosoma incluye a la especie T. cruzi y también a T. brucei rhodesiense y T. brucei gambiense, causantes de la Tripanosomiasis africana o enfermedad del sueño (Becerril y Romero, 2004; Jawetz et al., 2002). Al menos 40 especies de Triatominos son portadoras de T. cruzi y todas son vectores potenciales de infección (Teixeira et al., 2006), mientras que T. brucei es transmitida por la mosca tse-tsé (Glossina). T. cruzi posee cuatro estados básicos de desarrollo caracterizados por su morfología y comprendidos en dos fases, una en el vector invertebrado y otra en el huésped mamífero y son las siguientes: epimastigoto, amastigoto (ambas formas replicativas), tripomastigoto metacíclico y tripomastigoto sanguíneo (ambas formas infectivas). Las diferentes formas se distinguen entre sí por la posición del cinetoplasto en relación al núcleo y por la presencia o ausencia de una membrana ondulante. a) Epimastigoto. Se encuentra en el intestino del vector invertebrado. Es de aspecto fusiforme de 20 a 40 µm de longitud. En el epimastigoto el cinetoplasto se encuentra localizado en la parte media del organismo justo por delante del núcleo. El flagelo emerge de la parte media del parásito y forma una membrana ondulante más pequeña que la observada en los tripomastigotos. En este estado morfológico se multiplica en el intestino de los triatominos de manera profusa para dar lugar a los tripamastigotos metacíclicos (Fig. 2A) (Silber et al., 2005; Becerril y Romero, 2004). b) Tripomastigoto metacíclico. (Del griego “trypo”-perforar, refiriéndose a la propiedad de esta célula de pegarse al vidrio por un punto mientras realiza movimientos rotatorios y “mastis”-látigo para flagelo). Tiene una forma alargada y mide de 20 a 25 µm de longitud. Se distingue un núcleo vesiculoso y hacia la parte posterior de éste se halla el cinetoplasto de forma casi siempre esférica. El flagelo, con su membrana ondulante, se observa a lo largo del cuerpo del parásito y surge libremente en el extremo posterior (Fig. 2B) (Becerril y Romero, 2004). Figura 2. Fase de epimastigoto y tripomastigoto metacíclico de T. cruzi. A. Fase de epimastigoto Imagen obtenida utilizando microscopía de barrido electrónico. B. Tripomastigoto metacíclico de T. cruzi. Imagen obtenida utilizando microscopía de barrido electrónico. Tomado de www.cdfound.to.it c) Amastigoto. (Del griego “a”-sin y “mastis”-látigo para flagelo). Es la forma replicativa intracelular en el huésped y la que lo distingue de otros miembros del género. Esta forma proviene de la diferenciación de los tripomastigotes, tanto metacíclico como sanguíneo, y tiene la capacidad de infectar otras células. Posee una forma redondeada llamada leishmanoide, mide de 2 a 2.5 µm, aunque algunos autores reportan de 2.4 a 6.5 µm de diámetro (Silber et al., 2005), su flagelo está secuestrado dentro de una bolsa visible, según lo revela el microscopio electrónico, y presenta un gran núcleo y cinetoplasto (Becerril y Romero, 2004). d) Tripomastigoto sanguíneo. Es la forma no replicativa e infectiva para el insecto vector y el mamífero, y el efecto de la diferenciación del amastigoto; puede infectar a nuevas células o pasar al vector invertebrado y cerrar así el ciclo de vida del parásito. El cinetoplasto se encuentra localizado posterior al núcleo, usualmente en la porción más posterior del parásito. El flagelo sale del extremo posterior y se dobla hacia delante a lo largo del cuerpo del parásito, formando una membrana ondulante a lo largo de todo el parásito y emerge en forma libre en su extremo anterior (Becerril y Romero, 2004). Figura 3. Fases de tripomastigoto sanguíneo y amastigotos de T. cruzi. A. Tripomastigoto sanguíneo en muestra de sangre periférica de un paciente infectado en fase aguda. Se utilizó la tinción de Giemsa, magnificación original de 1000x. B. Amastigotos en miocitos cardiacos de un paciente en fase crónica teñidos con Hematoxilina-eosina magnificación original 1000x. La flecha indica el cinetoplasto. Tomado de Bern et al., 2007. El vector (triatomino) se infecta en el momento en el que consume sangre de algún mamífero infectado con T. cruzi. Los tripomastigotos sanguíneos, se alojan en el intestino del triatomino y desarrollan hasta epimastigotos por fusión binaria hasta diferenciarse en tripomastigotos metacíclicos que pasan a alojarse en la porción distal del intestino del insecto. Cuando el triatomino se alimenta, defeca dejando expuesta la materia fecal con los parásitos cerca del lugar de laceración inducida por la probóscide del insecto al alimentarse. La materia fecal puede ser arrastrada por las patas del triatomino y el parásito introducirse a través de la laceración o bien, el mismo huésped puede infectarse a sí mismo al llevar las deyecciones de la piel, hacia alguna mucosa o a la conjuntiva ocular (Teixeira et al., 2006; Becerril y Romero, 2004). El humano también se puede infectar por transfusión sanguínea y por recepción de órganos. Los tripomastigotos metacíclicos, una vez dentro del mamífero y después de pasar la barrera de la piel, mucosas o conjuntiva ocular, se introducen a través de un lisofagosoma en las células del tejido celular cercano al sitio de penetración, lo que les toma aproximadamente 1 h. Una vez en el espacio intracelular, se liberan del lisofagosoma y, en aproximadamente 30 h, todos los tripomastigotos metacíclicos se han diferenciado a la forma proliferativa (amastigoto), los cuales se multiplican por fisión binaria. Aproximadamente 96 h después, los amastigotos comienzan a diferenciarse a tripomastigotos, su elevado número causa la muerte y destrucción de la célula infectada, y los parásitos se liberan a la circulación sanguínea (Silber et al., 2005), aunque se ha sugerido su salida de la célula sin causarle daño inmediato (Becerril y Romero, 2004). Después de llegar al torrente sanguíneo, pueden infectar nuevas células y diseminarse por vía hematógena por todo el organismo, en donde pueden invadir casi cualquier célula. El ciclo biológico se completa cuando un triatomino se alimenta de un mamífero infectado y adquiere al parásito (Becerril y Romero, 2004). Variables tales como los intervalos de tiempo entre la picadura del insecto y la defecación del mismo, el número y volumen de las evacuaciones por unidad de tiempo, el número de parásitos eliminados, el porcentaje de las formas infectivas y su capacidad de penetración, así como la intensidad del prurito causado por la picadura, son algunos determinantes para contraer la infección (Coura-Rodriguez, 2007). El ciclo de vida completo del T. cruzi es ilustrado en la figura 4. Figura 4. Ciclo de vida del parásito T. cruzi. Tomado de http://www.dpd.cdc.gov/dpdx/ 1.3 Nuevas Rutas de Permeabilidad (NPPs) La caracterización de los cambios de permeabilidad inducidos por parásitos intracelulares comenzó en 1970, con el estudio de los cambios de permeabilidad en eritrocitos infectados con P. falciparum usando los métodos de absorción de solutos radiomarcados y ensayos de hemólisis (revisado en: Staines et al., 2007). Ginsburg et al. (1983) observaron un incremento en la absorción de varios solutos en eritrocitos infectados con P. falcipaum, sugiriendo que esto podía ser debido a una nueva vía de transporte a la cual llamaron nuevas rutas de permeabilidad (New Permeability Pathways or NPPs). En la actualidad el término NPP ha evolucionado para referirse a cualquier poro, canal o transportador, que altere (incremente) la permeabilidad de la membrana de la célula huésped de un parásito. Hasta el momento no se han comprobado con exactitud si las NPP son vías endógenas, derivadas o modificadas por el parásito. Sin embargo, son utilizadas como nuevas rutas de captura de nutrientes y eliminación de residuos producidos por el parásito, regulación del volumen de la célula huésped y modificación de las concentraciones intracelulares de iones (Staines et al., 2007; Staines et al., 2006; Staines et al., 2003). Las NPPs se manifiestan después de 10-20 h posteriores a la infección del eritrocito con P. falciparum, tienen una amplia especificidad y son permeables a una amplia gama de iones monovalentes inorgánicos y orgánicos (cationes y aniones), zwitteriones y no electrolitos (Kirk, 2001). Las NPP pueden ser bloqueadas por una amplia gama de compuestos, entre los más potentes furosemida y ácido benzoico 5-nitro-2-3-fenilpropilamonio y varios derivados, los cuales tienen una grupo carboxilo como cabeza de la molécula y una cadena (cola) hidrofóbica (Kirk y Horner, 1995). La energía de activación de transporte de solutos vía la NNPs se estima en 10-11Kcal/mol (Staines et al., 2001), no discriminan entre formas enantioméricas (L- y D-alanina, D- y L-glucosa, D- y L-adenosina) (Upston y Gero, 1995; Kirk et al., 1994; Elford et al., 1990) y muestran diferente sensibilidad para los enantiómeros R y S de algunas arilaminobenzoatos ópticamente activos (Kirk y Horner, 1995). La tasa de transporte a través de la membrana de eritrocitos infectados está incrementada para monosacáridos y otros pequeños polioles, aminoácidos, péptidos, nucleósidos, para varios monocarboxilados, pequeños compuestos de amonio cuaternarios, aniones inorgánicos monovalentes y cationes (Huber et al., 2005). Se ha reportado que al menos a concentraciones fisiológicas las NPPs no son saturables para cationes orgánicos tales como: colina (Kirk, 1992; Elford et al., 1990), adenosina y timidina (Kirk et al., 1994) y al anión monovalente pantotenato (Saliba et al., 1998). En general presentan mayor selectividad a aniones. Mediante técnicas no electrofisiológicas las han caracterizado como canales aniónicos (Decherf et al., 2004), muestran preferencia por aniones y por solutos electroneutros en comparación con los cationes. El Cl- permea algunos órdenes de magnitud más grande que los cationes inorgánicos como Na+, K+ y Rb+, con un amplio rango para solutos cargados y no cargados (Kirk et al., 1994). La tasa de permeabilidad es influenciada por el tamaño y la hidrofobicidad del soluto, las NPPs muestran preferencia a permear solutos de tamaño pequeño (Kirk, 2001). La permeabilidad a cationes es dependiente de la naturaleza del anión presente en el medio, incrementando en el siguiente orden: Cl-<Br-<I-<NO3-<SCN- (Staines, 1998; KirK et al., 1995), en contraste la tasa de absorción de un poliol no cargado, sorbitol y lactato anión monovalente decrece ligeramente al remplazar el Cl- por NO3- del medio de suspensión (Kirk et al., 1995; Staines, 1998; Staines et al., 2001). 1.3.1 Funciones fisiológicas de las NPPs a) Absorción de nutrientes Se cree que una de las funciones más importantes de las NPPs es la de hacer llegar los nutrientes necesarios al parásito intracelular. La membrana del eritrocito en condiciones normales tiene una capacidad de trasporte limitada para sustratos metabólicos y bio-sintéticos requeridos por el parásito intracelular (Ginsburg et al., 1985; Elford et al., 1985) ya que el eritrocito no sintetiza proteínas, DNA o membranas y tiene muy pocas necesidades de aminoácidos, ácidos nucleicos o lípidos. Pero la replicación del Plasmodium necesita extensamente de estos nutrientes y la inducción de las NPPs asegura que el parásito se supla de estos compuestos en los cuales podemos incluir: glucosa, utilizada de 40 a 100 veces más en los eritrocitos infectados (Huber et al., 2005), purinas, isoleucina; metionina, glutamina, glutamato, cistina, prolina, tirosina, ácido pantoténico (Divo et al; 1985), así como colina (Ancelin y Vial, 1989). Glutamato y ácido pantoténico no son transportados por la membrana normal del eritrocito. b) Eliminación de residuos Las NPPs, además de la función de absorción de nutrientes probablemente tienen la función de servir como vías de eliminación de residuos metabólicos del eritrocito infectado. Se sabe que compuestos como lactato (Cranmer et al., 1995; Kanaani y Ginsburg, 1991) y glutatión oxidado (Atamna y Ginsburg, 1997) son eliminados por las NPPs en los eritrocitos infectados. c) Regulación del volumen y balance iónico. La proliferación intra-eritrocitica del parásito y la generación de productos residuales generados por el parásito inducen cambios en el volumen del eritrocito (Kirk, 2001). Durante el desarrollo intracelular del parásito la permeabilidad catiónica incrementa, mostrando una secuencia de selectividad Cs+> Rb+> K+> Na+, en paralelo a un decremento de actividad de la bomba de Na+/K+ posterior a las 36 h post-invasión, lo cual continúa a un progresivo reemplazo de iones de K+ por iones de Na + en el citosol y el colapso del gradiente químico para Na+ y K+ a través de la membrana del eritrocito. La perdida de este gradiente induce la absorción de NaCl y agua, resultando en un hinchamiento celular (Staines et al., 2001; Tanabe et al., 1986). Como consecuencia, los eritrocitos infectados por trofozoítos o eschizontes están propensos a alcanzar un volumen lítico, hemolizando al eritrocito antes de que los parásitos alcancen su estado maduro. Sin embargo, la hemólisis prematura es prevenida por acciones parasitarias y del mismo eritrocito huésped exportando los aminoácidos derivados de la digestión de la hemoglobina por el parásito, al espacio extracelular (Lew et al., 2003; Lew and Hockaday, 1999). El parásito digiere 65% de la hemoglobina de la célula huésped pero utiliza solo cerca del 16% (Krugliak et al., 2002; Rudzinska et al., 1965), el resto de aminoácidos derivados de la digestión de la hemoglobina son eliminados hacia el plasma sanguíneo a través de las NPPs (Krugliak et al., 2002), y como consecuencia la expansión del volumen y la hemólisis del eritrocito se retardan hasta que el parásito termina su desarrollo. 1.4 Caracterización electrofisiológica de las NPPs Se sabe desde hace algunas décadas, que la infección de los eritrocitos humanos con P. falciparum induce cambios en la permeabilidad de la membrana del eritrocito hospedero, mediante NPPs, las cuales han sido caracterizadas como canales aniónicos selectivos que también pueden ser permeables a solutos catiónicos y electro-neutros (Staines et al., 2003). Desai et al. (2000) fueron los primeros en mostrar mediante registros electrofisiológicos con la técnica de patch-clamp en su configuración de célula completa, que algunas corrientes aniónicas son de 100 a 150 veces más grandes en los eritrocitos infectados con P. falciparum que en los no infectados (Fig. 5). Las corrientes inducidas por parásitos eran más pequeñas a potenciales de membrana (Vm) positivos que a potenciales negativos (rectificación entrante). Su estudio de selectividad revelo que estas corrientes tienen una fuerte preferencia para aniones sobre cationes, mostrando una secuencia de selectividad: SCN-> I- > Br- >Cl- > acetato- > lactato- > glutamato-. Estas corrientes se han inhibido por: 32 µM NPPB (92 ± 2%), 78 µM (87%) niflumato (87%), 100 µM glibenclamida (85 ± 8%), 100 µM furosemida (83 ± 2%), 100 µM DIDS (7%) y por 50 µM floridzin en el interior de la pipeta (75 ± 2%). En estudios posteriores (Alkhalil et al., 2004) usando configuración “cell-attached” (célula adherida) con alta concentración de Cl- (1.15M Cl-) en el baño y en la pipeta, describieron un canal con la conductancia de 20 pS, con selectividad aniónica y una probabilidad de apertura muy baja a potenciales positivos (Vm) consistentes con la rectificación entrante de las corrientes registradas en la configuración de célula completa. Ya que este canal no es observado en eritrocitos no infectados, sugieren que este canal es de origen plasmodial y lo llamaron PSAC (Plasmodial Surface Anion Channel), aunque tampoco se excluye la posibilidad de que PSAC sea una proteína endógena activada o modificada por P. falciparum. Para asegurar su origen plasmodial, Alkhalil et al. (2004) estudiaron las propiedades funcionales de diferentes aislados de parásitos genéticamente divergentes y mostraron las diferencias en las características del canal en eritrocitos del mismo donador infectados con los diferentes aislados del parásito, lo que los llevo a concluir que PSAC está codificado por el genoma de Plasmodium. Figura 5. Primeras evidencias electrofisiológicas de NPPs. Registros de patchclamp, en configuración de célula completa: a, eritrocitos no infectados, a la izquierda la respuesta a un pulso de -70 mV, a la derecha su relación corriente voltaje; b, eritrocito infectado, el trazo de la izquierda corresponde a la respuesta a un pulso de -70 mV, el del centro al la aplicación de pulsos desde -80 a 80 mV con incrementos de 20 mV, el trazo de la derecha ha sido obtenido después de la adición de 125 µM furosemida a la solución del baño; c, curva corriente-voltaje antes (círculos cerrados) y después (círculos abiertos) de la adición de 125 µM de furosemida a la solución del baño. Solución de baño mM: 115 NaCl, 10 MgCl2, 5 CaCl2, 20 Na-HEPES, pH 7.4). (Modificado de Desai et al., 2000). Entonces Desai et al. (2000) propusieron el modelo del canal único (single channel model) responsable del cambio de la permeabilidad de la membrana de glóbulos rojos causado por P. falciparum. En este modelo se propone, que el canal PSAC es un derivado del parásito y es permeable para diferentes aniones, cationes y solutos orgánicos (revisado en: Staines et al., 2007) Sin embargo, los resultados de estudios realizados por otros grupos de investigación llevaron al desarrollo de los modelos de canales múltiples (multi-channel models) donde, en diferencia con el modelo de Desai et al., (2000) se propone que la infección causa la modificación de varios canales endógenos. Egée et al. (2002) y Bouyer et al. 2006 reportaron corrientes similares a las registradas por Desai et al. (2000), las cuales también mostraban una rectificación entrante y la densidad de la corriente similares. Estos investigadores utilizaron concentraciones fisiológicas de Cl- (155 mM) y observaron una actividad espontánea de tres diferentes tipos de canales unitarios en eritrocitos infectados: un canal aniónico con rectificación entrante (IRC) y conductancias entre 12 y 18 pS, un segundo canal aniónico de conductancia pequeña (SCC), 4 – 5 ps (conductancias muy cercanas a las calculadas para PSAC en condiciones fisiológicas, 3 pS) y un tercer canal aniónico que mostraba una rectificación saliente (Bouyer et al., 2006). Egée at al. (2002) también mostró una corriente saliente (fig. 6), con conductancia de ~12 pS que se encontró en menos del 5 % de los parches de células no infectadas y nunca se observó en células infectadas. Este último canal fue inhibido de 90-100% por los bloqueadores de canales de cloro (NPPB, DIDS, 9-A-C) puestos sobre la cara interna de la membrana. La presencia de PKA y ATP no induce activación de este tipo de canal. Bajo las condiciones del estudio IRC y SCC se encontraron presentes en >95% de las células infectadas y ambos canales mostraron la misma secuencia de selectividad (I- > Br- > Cl-) y además se obtuvieron la inhibición total de ambos canales con 100 µM NPPB, 100 µM ácido niflúmico y 10 µM tamoxifen (Egée et al., 2002). Sin embargo, Bouyer et al. (2007), realizaron un estudio, en el cual demostraban que el canal SCC bajo condiciones iónicas suprafisiológicas (1.115 M) tiene las mismas conductancias y tipo de activación que PSAC, por lo que este último es señalado como la correlación suprafisiológica del SCC. Ellos también sugirieron que bajo condiciones fisiológicas el 80% de la conductancia de la membrana es debida al canal IRC y el 20 % a SCC, en cambio en condiciones suprafisiológicas la conductancia es exclusivamente por SCC (PSAC) puesto que el canal IRC funcionalmente es apagado. Figura 6. Registro de patch-clamp en la configuración del parche escindido (inside-out) del canal aniónico de la rectificación saliente en eritrocitos controles. A. Ejemplo de trazos de corriente de un eritrocito no infectado mostrando rectificación saliente. B. Relación corriente-voltaje. (Tomado de Egée et al., 2002). Las características farmacológicas de las corrientes registradas en la configuración de célula completa en condiciones fisiológicas (predominantemente IRC) muestran más alta sensibilidad a NPPB y furosemida que las producidas en condiciones suprafisiológicas (SCC-PSAC). Estas últimas son inhibidas por Zn2+, sugiriendo que SCC-PSAC es un canal ClC-2 (Bouyer et al., 2006). ClC-2 ha sido identificado en la membrana plasmática de eritrocitos humanos y se ha mostrado también que este canal puede ser activado por la oxidación (1 mM tertbutilhydroperoxido, t-BHP) en eritrocitos y activado en eritrocitos que han sido infectados con P. falciparum. La inhibición del ClC-2 promueve el incremento del volumen celular de los eritrocitos infectados, lo que sugiere que el eflujo de Cl- a través de estos canales aniónicos contribuye a la regulación del decremento del volumen en los eritrocitos infectados por P. falciparum (Huber et. al., 2004). Sin embargo se ha mostrado que el IRC puede ser activado en eritrocitos no infectados con P. falciparum por PKA (100 µM) / ATP (10 mM) presentes en la solución de pipeta, en la presencia de teofilina (100 µM) aumentando la conductancia de la membrana 40 veces más que la mostrada por las células no estimuladas (Fig. 7). En las células infectadas la adición de PKA/ATP no tiene efectos aditivos. Estos investigadores también observaron que estas corrientes de Cl- podían ser evocadas por la aplicación de succión a parches quiescentes (Bouyer et al., 2006; Egée et al., 2002). Figura 7. Registros de patch-clamp en su configuración de célula completa de eritrocitos humanos no infectados e infectados con P. falciparum. Trazos de corrientes en eritrocitos no infectados bajo condiciones control (A) o después de adicionarle PKA 100 nM a la solución de la pipeta (B). C. Trazos de corriente en eritrocitos infectados en solución de baño de NMDG-Cl (pulsos de voltaje entre -100 y 100 mV, en incrementos de 10 mV). D Relación corriente-voltaje (promedio ± error estándar) para eritrocitos: control (círculos abiertos), después del tratamiento con PKA (triángulos abiertos), en células infectadas con NMDG-Cl en solución de baño (círculos cerrados) y con NaCl en la solución de baño (cuadrados cerrados) (Tomado de Egée at al., 2002). Otro estudio publicado en el 2002 por Huber et al. y subsecuentes estudios (revisado en: Huber et al. 2005) mostraban resultados diferentes. Sus registros en célula completa sugieren al menos cuatro tipos distintos de las vías conductivas inducidas por el parásito. Tres de estas son permeables a aniones y una es permeable a cationes. Dos de las conductancias aniónicas muestran una rectificación entrante, la tercera muestra una rectificación saliente (Fig.8). Las corrientes de rectificación entrante mostraron baja sensibilidad a los inhibidores: NPPB, furosemida, DIDS, glibenclamida, con (IC50s) de >1 µM; >10 µM >100 µM; >1 mM respectivamente, que las de rectificación saliente: (IC50s) 100 nM NPPB; 110 µM DIDS, glibenclamida, furosemida (Huber et. al., 2002). Una de las corrientes aniónicas de rectificación entrante fue atribuida al canal de cloro activado por hinchamiento, ClC-2 (Fig.9), y señalan que estos no son necesarios para la sobreviviencia del parásito dentro de un eritrocito infectado (Huber at al., 2004). Estos investigadores también han propuesto que los canales que muestran rectificación saliente son transportadores de solutos orgánicos a través de la membrana de células infectadas. A demás, este grupo de investigadores encontró que conductancias similares a las de las células infectadas pueden ser activadas en células no infectadas por el estado redox inducido por el agente reductor DTE (di-tioeritritol, 100 µM) en la membrana de los eritrocitos. Verloo et al. (2004) encontraron que los incrementos en las conductancias observados en registros en patch-clamp en configuración de célula completa están ausentes en eritrocitos infectados con P. falciparum de donadores con fibrosis cística homocigotos para la delección en la posición ∆F508 (CFTR∆F508/∆F508) mutación presente en el 90% de los pacientes con fibrosis cística. CFTR (regulador de conductancias transmembranales en fibrosis cística), es un canal de cloro y en eritrocitos es el responsable de la conductancia de cloro endógena. CFTRs muestran una relación lineal en la curva I-V y se expresan funcionalmente en eritrocitos de individuos sanos pero no en los eritrocitos de individuos con fibrosis cística. Verloo et al. encontraron también que CFTR es adicionalmente requerido para la activación de una conductancia de cloro de rectificación entrante en células huésped infectadas con P. falciparum soportando así un modelo dual en el cual CFTR y una conductancia aniónica de rectificación entrante tienen una identidad molecular independiente pero con una estrecha relación funcional. Verloo et al. demostrarón también que estas conductancias no son necesarias para la sobrevivencia del parásito en la célula huésped ya que los parásitos se desarrollan normalmente en eritrocitos de donadores con fibrosis cística. Por lo tanto, para el transporte de solutos en una célula infectada debería existir un canal o poro distinto. Figura 8. Corrientes reportadas por Huber y col. (2002). Registros de patch-clamp en configuración de célula completa. A. Trazos de corriente de eritrocitos humanos no infectados con P. falciparum (izquierdo), trazos de corrientes en eritrocitos infectados mostrando una corriente entrante (centro) y trazos de corrientes salientes (derecha). B. Relación corriente-voltaje cada uno de los tipos de corriente mostrados control, corriente entrante y corriente saliente. Las corrientes fueron evocadas por la aplicación de pulsos cuadrados entre -100 y 100 mV desde un potencial de mantenimiento de -30 mV (-10mV). La solución de baño: 115 mM de NaCl, 20 mM HEPES/NaOH pH 7.4, 5mM CaCl2, 10 mM MgCl2. Solución de pipeta: 115 mM de NaCl, 20 mM HEPES/NaOH pH 7.4, 10 mM MgCl2, 0.5 mM de EGTA. (Tomado de Huber et. al., 2002). Adicionalmente a los estudios electrofisiológicos, Ginsburg y Stain (2004), realizaron un análisis de todos los datos disponibles de estudios no electrofisiológicos (ensayos de flujo de radiomarcados y ensayos de hemólisis) del cual ellos concluyen que las NPPs consisten sólo de dos tipos de canales. De uno de ellos se presentan cuatro copias por célula y es carga y tamaño selectivo, mediando el transporte de solutos orgánicos y cationes. El otro tipo es cerca de 100 veces más abundante (300-400 por célula), es selectivo para aniones y nucleósidos (timidina y adenosina). Ellos también propusieron que el canaltransportador de aniones no es indispensable para la supervivencia del parásito. En cambio, los canales permeables a los solutos orgánicos y cationes si son requeridos para la supervivencia del parásito. Figura 9. P. falciparum induce la activación de canales aniónicos sensibles a volumen en eritrocitos humanos. A y B muestran trazos de registro electrofisiológicos (configuración “célula completa”) en no infectadas y en eritrocitos infectados con P. falciparum, respectivamente. Izquierdo: en solución de baño isotónico (control); al centro: en solución de baño hipertónico; derecha: solución de baño hipótonico. Las corrientes fueron evocadas por 10 pulsos de voltaje (400 ms) desde -100 mV a 80 mV con el voltaje de mantenimiento de -10 mV. La corriente cero es indicada por la línea gris. En C y D se muestra la inhibición de la corriente entrante por 1 mM ZnCl2 en un eritrocito humano infectado. El continuo hinchamiento celular fue inducido por combinación de solución hipertónica de pipeta (170 mM NMDG-Cl) con solución en baño isotónica (140 NMDG-Cl). (Modificado de Huber et al., 2004). En estudios electrofisiológicos en eritrocitos humanos sanos se han caracterizado tres diferentes tipos de canales catiónicos. Uno de ellos es un canal de K+ activado por Ca2+, conocido como canal Gardos (Grygorcezyk et al., 1983; Hamill, 1998), el cual es independiente de voltaje, pero dependiente de la concentración de Ca2+ libre en el medio intracelular. El canal Gardos genera corrientes de rectificación entrante, con conductancia de ~25 pS (a 0 mV). El segundo es el canal catiónico no selectivo, dependiente de voltaje con conductancia de ~ 20 pS, activado por potenciales despolarizante de la membrana (Christophersen y Bennekou, 1991); este canal es permeable para cationes divalentes Ca2+, Ba2+ y Mg2+. El tercer canal es un canal catiónico no selectivo (Cs+ > K+> Na+> Li+> NMDG+), dependiente de Cl- , el cual es activado cuando se remueve los iones Cl- del medio extracelular (Duranton et al., 2002). En eritrocitos infectados con P. falciparum se ha demostrado que los canales Gardos no están activados (Kirk et al., 1992), debido a una fuga moderada de Ca2+ a través de la membrana de la célula huésped (Staines et al., 1999), a la actividad de la ATPasa de Ca2+ (Tiffert et al., 2000) y a la absorción de Ca2+ por el parásito (Tanabe et al., 1982; Leida et al., 1981), ya que este requiere de los iones Ca2+ durante su fase intraeritrocitica. Al mismo tiempo la corriente generada por el canal catiónico dependiente de Cl- es 7 a 8 veces mayor en eritrocitos infectados que en los no infectados (Duraron et al., 2004). En conclusión, los grupos de investigadores han llegado a los siguientes consensos sobre las NPPs: 1) La permeabilidad alterada de los eritrocitos infectados con P. falciparum implica el transporte de diversos solutos, son predominantemente anión-selectivas. 2) La(s) vía(s) responsables son canales/poros que incrementa su actividad cuando el parásito intracelular está en estado maduro. 3) En registros en configuración de “célula completa” sobre eritrocitos infectados con parásitos en estado maduro o de trofozoítos bajo condiciones isotónicas y en ausencia de suero, la conductancia es mucho más grande que en células no infectadas y es predominantemente una corriente de rectificación entrante y selectiva a aniones. 4) La adición de suero o albumina a células infectadas durante registro de patch-clamp en la configuración de célula completa en patch-clamp induce una corriente de rectificación saliente, anión- selectiva que es inhibida por NPPB y dantrolen. 5) El registro de canal unitario en configuración de célula adherida, a concentración iónica fisiológica y suprafisiológica muestra un canal anión de rectificación entrante. 6) La oxidación de células no infectadas, induce una permeabilidad a sorbitol, la cual es similar a los cambios de permeabilidad inducidos por la infección con P. falciparum, incluyendo su inhibición por NPPB (Revisado en: Staines et al., 2007). II. JUSTIFICACION DEL PROYECTO Los estudios de NPPs inducidos por la infección de eritrocitos con P. falciparum han mostrado que cuando el parásito se encuentra en su célula huésped, se generan o incrementan corrientes iónicas en comparación con los eritrocitos sanos. En su mayoría las NPPs son selectivas para aniones (Staines et al., 2007). Además se desarrolla un aumento en la permeabilidad para gran cantidad de solutos a través de la membrana del eritrocito infectado. Se cree, que en conjunto son solutos necesarios para el crecimiento, desarrollo y diferenciación del parásito (Kirk, 2001). La importancia de poder determinar cuáles son estas vías radica en que podrían servir como blancos quimioterapéuticos en el tratamiento de la malaria como posibles rutas capaces de transportar los fármacos al interior de la célula y eliminar el parásito de forma intracelular (Hubert et al., 2005). En el caso de la enfermedad del Chagas, no se cuentan con opciones quimioterapéuticas para eliminar al T. cruzi en su forma intracelular (amastigoto) de las células del huésped. Los miocitos cardiacos son los principales blancos para este parásito (Leal et al., 1999). Teniendo como referencia los estudios realizados con P. falciparum en eritrocitos, nos lleva a pensar que la permeabilidad aniónica de la membrana plasmática de los miocitos cardiacos infectados con T. cruzi también se cambia durante el desarrollo de la infección y diferenciación del parásito. III. HIPÓTESIS La permeabilidad de la membrana plasmática de células cardiacas de rata recién nacida es alterada por la infección de T. cruzi, provocando un aumento en las conductancias al ión de Cl-. IV. OBJETIVO Utilizando miocitos ventriculares de rata recién nacida y la técnica de patchclamp, explorar si existen diferencias - (específicamente para el ión Cl ) en la permeabilidad aniónica de la membrana plasmática entre células cultivadas con y sin infección con T. cruzi. 4.1 Objetivos específicos: 1.- Establecer y estandarizar un modelo experimental que incluye: cultivo primario de cardiomiocitos, mantenimiento y reproducción del parásito T. cruzi (tripomastigoto), infección de cardiomiocitos con tripomastigotos y cultivo de células infectadas, establecimiento de condiciones para los registros electrofisiológicos con células intactas e infectadas por T. cruzi. 2. Utilizar la técnica de patch-clamp en configuración de célula completa para el registro de las corrientes iónicas y comparar su identidad y magnitud en cardiomiocitos intactos e infectados por T. cruzi. V. MATERIALES Y MÉTODOS 5.1 Cultivo primario de cardiomiocitos El presente protocolo de cultivo primario de cardiomiocitos de rata recién nacida se elaboró con base al análisis y estandarización de los protocolos descritos anteriormente por otros autores (Karwatowska-Prokopczuk et al., 1998; Chlopčíková et al., 2001). Se utilizaron ratas de 3-5 días de edad de la cepa Spragüe Dawley, las ratas fueron anestesiadas por inhalación de cloroformo, una vez anestesiadas, el cuerpo de la ratas se limpió con alcohol a 70% y se procedió a realizar la disección (en condiciones estériles) de la parte media hacia el ápex del corazón el cual fue cortado y colocado rápidamente en una solución de disección HBSS que contenía en mM: 116 NaCl, 5.4 KCl, 0.8 MgSO4, 1.0 NaH2PO4, 20 HEPES, 5.5 glucosa (todos reactivos de SIGMA) y suplementado con 100 U/ml penicilina, 100 µg/ ml streptomicina y 25 µg/ml anfotericina (Invitrogen), pH 7.3, osmolaridad 263 mOsmoles/kg H2O). Los trozos de corazón fueron adicionalmente cortados a tamaños de 1-2 mm de grosor con la ayuda de unas pinzas y de un bisturí, los trozos se lavaron nuevamente en solución de HBSS y fueron colocados en 5 ml de solución de digestión (tripsina 0.25% con deoxirribunucleasa 0.1 mg/ml) y puestas en agitación continua por 5 minutos a 37° C, al termino de los 5 minutos se les adicionó 5 ml de medio de cultivo completo (5% suero fetal bobino, 10% suero de caballo, suplementado con antibiótico antimicótico, 4:1 DMEM:199). Se realizó disgregación mecánica con la ayuda de una pipeta de 10 ml aspirando y expulsando los trozos de tejido por 15 veces, el tejido se colocó en una nueva porción (5 ml) en solución de digestión y se puso en agitación continua a 37° C por 10 minutos, al termi no de los diez minutos se le adicionaron 10 ml de medio de cultivo y el procedimiento de disgregación mecánica se repitió nuevamente. El tejido se colocó en nueva porción de solución de digestión, en agitación a 37° C por 10 minutos l as veces necesarias hasta la disgregación completa. Los sobrenadantes, producto de cada etapa de disgregación se centrifugaron a 1000 rpm durante 6 minutos a 28° C, las células sedimentadas fueron resuspendidas en 100 µl de HBSS y puestas en 5 ml de medio de cultivo en cajas petri para cultivo de tejidos e incubadas a 37° C y 5% CO2, una vez que el tejido fue disgregado completamente el contenido de todas las cajas petri reunidas, se centrífugaron nuevamente a 1000 rpm por 6 min y se resuspendieron en 10 ml de HBSS y fueron centrifugadas nuevamente, las células fueron resuspendidas en 100 µl de HBSS y colocadas en 10 ml de medio de cultivo en caja petri de 10 ml para cultivo de tejido e incubadas por 3 h a 37° C y 5% CO2. Posteriormente a las 3 h, las células para experimentos de electrofisiología se sembraron en un placa de 24 pozos, 2 ml/pozo, en concentración 1x105 células por ml sobre coverslip de 12 mm de diámetro previamente tratados con poly-L-lisina. Para inhibir el crecimiento de fibroblastos, los cultivos fueron incubados con 5µg/ml D-arabinofuronidasa por 3 días. En caso de cultivo de mantenimiento y reproducción de parásito, las células se sembraron en cajas de 6 pozos, 3 ml/pozo. 5.2 Infección de células para registro electrofisiológico. Se utilizó la cepa CH4 de T. cruzi, los parásitos se recolectaron de los cultivos primarios de mantenimiento y reproducción de parásitos (apartado 5.1), el medio de cultivo que contenía los parásitos se centrífugo por 15 minutos a 4° C a 14,000 rpm, los parásitos se resuspendieron en 1 ml de medio de cultivo y se contabilizaron en cámara de Neubawer. La infección de las células para registro electrofisiológico se realizó en proporción parásito-célula: 20:1 y en algunos cultivos 30:1. Los cultivos se infectaron con un mínimo de 5 días de edad y se mantuvieron con cambios de medio cada tercer día hasta el día de registro electrofisiológico. 5.3 Microscopía Se realizó microscopía de una muestra de células no-infectadas de 8 días de cultivo y otra de células infectadas (8 días de cultivo más 8 días de infección). Las células fueron fijadas con metanol por 10 minutos, posteriormente la tinción se realizó con solución Giemsa (10% Giemsa solución madre y 6% metanol, disueltos en agua) por 40 minutos, finalmente las muestras fueron lavadas con solución HBSS. Las muestras fueron fijadas sobre porta objetos para corte histológico y fueron observadas en un microscopio ZEISS, Axioplan 2 imaging, con la combinación de filtros Nº 25 y 100 gris, objetivos CP- ACHROMAT 40 X / 0.65 y A PLAN 20 X /.45 Ph 2. Se utilizó una cámara Axio Cam MRc5 para la captura de imágenes. 5.4 Registro electrofisiológico Los registros electrofisiológicos se realizaron a temperatura ambiente. Las micropipetas para el registro y diálisis intracelular se fabricaron a partir de capilares de borosilicato Kwik-Fil 1B150F-4 (Wolrd Precision Instrumens, Inc), en un estirador de microelectrodos Brown/Flamming modelo P-97 (Sutter Instruments Co, Novato, CA) y una microforja tipo LPZ 101 (List Medical, Germany). Se utilizaron micropipetas con resistencias entre 1-3 MΩ. La composición de la solución de la pipeta fue en mM: 112 NMDG, 112 HCl, 10 glucosa, 5 EGTA, 10 HEPES, ajustando el pH a 7.4 y la osmolaridad de solución a 290 mOsmoles/kg H2O con sorbitol; en algunos experimentos se adiciono 3 mM de Mg+2 a la solución de la pipeta o 4 mM de ATP. La composición de la solución de baño en mM: 1 MgCl2, 2 CaCl2, 34 NMDG, 34 HCl, 3.4 Glucosa, 10 HEPES (pH 7.4) con osmolaridades de 230 (hipotónica) y 290 (isotónica) mOsmoles/kg H2O. En algunos experimentos se emplearon soluciones de baño conteniendo 5 ó 118 NMDG-Cl. Los registros electrofisiológicos se realizaron mediante la técnica de patch-clamp en su configuración de célula completa. El protocolo de registro utilizado consistió de tres pulsos a partir de un potencial de mantenimiento de -40 mV se aplicó un pulso a -80 mV, seguido de pulsos en un rango entre -150 y 110 mV en intervalos de 20 mV y un pulso final de -80 mV. La duración de los pulsos varió según las características de las corrientes (véase escalas en figuras). Se utilizó un amplificador de patch-clamp AXOPATCH 200A (Axon Instruments, Foster City; CA), las corrientes se filtraron con un filtro de Bessel pasabajos a 5 KHz. La generación de pulsos, la adquisición y procesamiento de datos se realizó en computadora personal, con un convertidor A/D (DigiData 1200, Axon Instruments Co., CA, U.S.A.) y el programa de adquisición y procesamiento de datos pClamp (versión 6.0, Axon Instruments Co. U.S.A.). Los datos fueron analizados con los programas en ClampFit (Axon Instruments) v. 9 y Grafit 3.01 (Erythacus Software, Ltd). 5.5 Análisis Estadístico Para el análisis estadístico se utilizó el programa Statististical Analysis System (SAS), se utilizaron las pruebas de normalidad de Shapiro-Wilk, Kolmogorov-Smirnov, Cramer-von Mises y Anderson-Darling a un nivel de significancia de 5%, en base a estas se optó por pruebas no paramétricas para la comparación de tratamientos (anexo 6 y 7, tablas 1 y 2), se emplearon la prueba de Kruskal-Wallis (KW) (anexo 8) para la comparación de corrientes espontáneas en condiciones control e infectadas y para comparar las densidades de corriente evocadas en presencia y ausencia de 4 mM ATP en solución interna. La prueba de Friedman (Fr) (anexo 9) para el análisis de corrientes espontáneas y dependientes de tiempo en condiciones control e infectadas con o sin Mg+2 en la pipeta. Las comparaciones de medias se realizaron con el procedimiento de Dunn, usando el macro % Dunn para SAS propuesto por Juneau 2004. Para la comparación de porcentajes de ocurrencia de corrientes se aplico la prueba Q’. La variable respuesta estudiada fue la densidad de corriente (I, pA/ pF). Los datos de densidades de corriente se mostraron como promedios ± su error estándar de la media (SEM, al 95% I.C.) VI. RESULTADOS 6.1 Observaciones Generales. 6.1.1 Sobre las células de registro Para registro electrofisiológico, las células no infectadas (controles) fueron utilizadas a partir de 4 días de cultivo, las células infectadas con T. cruzi, fueron analizadas a partir de 5 días posinfección. El análisis morfológico y control de infección se realizó en los cultivos fijados y teñidos con Giemsa. En anexo 1 se muestra una fotografía de las células cultivadas no-infectadas. Las cuales son grandes (se muestra escala en figura) y tienden a mostrar forma poligonal, planas y extendidas, con numerosas extensiones. En condiciones de cultivo mostraban la diferenciación y un aumento del tamaño. En las células teñidas con Giemsa al microscopio óptico se alcanza a distinguir la organización del citoesqueleto, el núcleo y los nucléolos, a demás los puntos de fijación al sustrato y las membranas citoplasmáticas y nucleares (anexo1). En preparaciones de células infectadas las células muestran mayor tamaño y tienden a ser ligeramente más tridimensionales aquella con parásitos intracelulares. En el Anexo 2 se muestra una célula con infección temprana donde el grado de replicación del parásito intracelular aun es bajo y las formas intracelulares son amastigotos. En nuestras condiciones de trabajo vista al microscopio esta célula (anexo 2) durante un registro electrofisiológico difícilmente se podría apreciar la infección intracelular. Hay que señalar que en una preparación infectada podemos encontrar todos los estadios del parásito y células infectadas en fases tempranas y fases más avanzadas, puesto que los parásitos que salen de una célula van a infectar a otras células y así continuan con su ciclo de vida in vitro. En anexo 3, se muestra otra célula con infección más avanzada donde la mayoría de los amastigotos han evolucionado a tripomastigotos, en esta fotografía se muestra también el daño celular característico producido por el parásito (señalado con flechas) el cual es debido a la disrupción del citoesqueleto y al rompimiento de las miofibrillas en las regiones donde el parásito se localiza (Pereira et al., 1993; Pereira et al., 2000). En nuestras condiciones de registro, una célula registrada electrofisiológicamente con infección de este grado puede ser fácilmente identificada al destruir la célula o incluso aún sin necesidad de destrucción. En anexo 4 se muestra la liberación de los tripomastigotos al espacio extracelular. En este trabajo las células infectadas empleadas para registro electrofisiológico han sido clasificadas como células con infección no aparente (I.N.A.) e infección aparente (I.A.): aquellas en las que los parásitos intracelulares no son visibles al microscopio durante el registro electrofisiológicos, ni al romper las células inmediatamente después de haber sido registradas fueron clasificadas como I.N.A., y aquellas en donde los parásitos se observaron intracelularmente vistas al microscopio o bien al destruir la célula inmediatamente después de haber sido registrada como I.A. 6.1.2 Registros de patch-clamp en configuración de célula completa sobre células controles e infectadas con T. cruzi. Para registro de corrientes aniónicas, usamos la técnica de patch-clamp en su configuración de célula completa. Para prevenir corrientes catiónicas, las soluciones de la pipeta y del baño se prepararon con NMDG, un catión monovalente impermeable. Se observó de manera general en células control una corriente saliente transitoria, que solo se observaba durante los primeros momentos al obtener la configuración de célula completa. En la figura 10 A se ilustra un ejemplo de esta corriente transitoria, la cual presenta un potencial de inversión cercano a los -76 mV (Fig. 10 B) mostrando así selectividad a K+. El potencial de inversión obtenido es más positivo del esperado teóricamente, sin embargo nosotros asumimos este hecho a la sumatoria de todas las corrientes registradas bajo la configuración de pacht-clamp en célula completa. La magnitud máxima de esta corriente es alcanzada entre los 64 y los 84 mV (los valores están corregidos por potencial de unión líquido) y se disminuye gradualmente en el lapso de algunos minutos con el tiempo de perfusión por la solución de pipeta (Fig. 10 C). Lo que refleja que los iones K+ son sustituidos del espacio intracelular por NMDG+. Figura 10. Corriente transitoria. A. Corriente observada durante inicio de la perfusión entre soluciones internas (pipeta y célula). B. Curva I-V correspondiente. C. Curso temporal, (I pA a +70 mV). Después de la perfusión de la corriente transitoria se pudieron observar alguno de los siguientes tres tipos de corrientes en células control, las cuales son ilustradas en la figura 11. La primera de ellas corresponde a una corriente saliente espontánea que en condiciones control muestra una densidad de corriente promedio de aproximadamente 0.5 pA/ pF (a +110 mV) y un potencial de inversión (Er) cercano a los 0 mV (Fig. 11, A y B). Un segundo tipo de corriente espontánea obtenida correspondió a una corriente entrante, la cual muestra una densidad de corriente promedio de aproximadamente -0.6 pA/ pF (a -150 mV) y Er cercano a 0 mV, (Fig. 11, C y D). Los dos anteriores tipos de corrientes fueron observados de manera simultánea en la mayoría de los registros obtenidos y la clasificación de ellas se realizó por visualización del trazo y curva I-V. El tercer tipo de corriente identificado fue una corriente con activación dependiente de tiempo cuyo umbral de activación fue de alrededor de los +24 mV y la cual muestra una densidad de corriente promedio de 9 pA/ pF y Er cercano a +14 mV en condiciones de registro control (40 mM NMDG-Cl baño, 118 mM NMDG-CL pipeta) pero cuando aumentamos este gradiente iónico sustituyendo la solución 40 NMDG-Cl por solución 5 NMDG-Cl el potencial de inversión se hace más positivo (cercano a +28 mV) con lo que podemos decir que esta corriente es una corriente preferentemente de tipo aniónico (Fig. 12). Figura 11. Tipos de corrientes iónicas registradas en miocitos cardiacos control de rata neonatal. A, C y E representan trazos de corriente saliente espontánea, corriente entrante espontánea y de corriente saliente con activación dependiente de tiempo, respectivamente. B, D y F muestran las relaciones I-V correspondientes. Se utilizó la técnica de patch-clamp en configuración de célula completa. Solución de baño, en mM: 1 MgCl2, 2 CaCl2, 34 NMDG, 34 HCl, 3.4 glucosa, 10 HEPES, pH 7.4, 290 mOsmoles/kg H2O; solución interna, en mM: 112 NMDG, 112 HCl, 10 glucosa 5 EGTA, 10 HEPES, pH 7.4, 290 mOsmoles/kg H2O. * Indica la capacitancia de la membrana celular registrada. Figura 12. Determinación de selectividad de la corriente con activación dependiente de tiempo utilizando el protocolo del registro de “colas”. A. Registro de patch-clamp en condiciones control (solución de baño: 40 mM NMDG-Cl, y solución de pipeta: 118 mM NMDG-Cl) y con el cambio de la solución del baño a 5 mM NMDG-Cl, en configuración de célula completa, aplicando el protocolo de registro mostrado en la parte superior). B. Curvas corriente-voltaje para las corrientes de cola, cuadrados abiertos y cerrados con 40 y 5 mM NMDG-Cl en el baño, respectivamente. Al igual que P. falciparum, T. cruzi es un parásito intracelular cuya proliferación y generación de residuos imponen cambios en el volumen celular. Por lo que nos dimos a la tarea de buscar si alguna de las corrientes anteriormente ilustradas poseía regulación por cambios de volumen en condiciones control. Las corrientes espontáneas resultaron sensibles a cambios de volumen celular inducidos por la sustitución de la solución de baño isotónica (390 mOsmol/kg de H2O) por una solución de baño hipotónica (230 mOsmol/kg de H2O). En la figura 13 se muestra un ejemplo de aumento de la corriente saliente espontánea en respuesta a cambio de solución de baño isotónica por una hipotónica. La corriente saliente aumenta progresivamente hasta 28 veces más en solución de baño hipotónica que en solución isotónica (Fig. 13, A, B y C), su pico máximo es alcanzado a los 25 minutos sobre exposición continua a solución hipotónica, después de exposición a solución de baño hipotónica esta fue remplazada por solución isotónica (118 mM NMDG-Cl) mostrando un efecto reversible sobre la corriente pero no por completo (Fig. 13 D). Cuando sustituimos la solución de baño 118 mM NMDG-Cl por una isotónica pero con un gradiente aniónico mayor, 40 mM NMDG-Cl el potencial de inversión se hace más positivo (+25 mV) cercano al potencial de equilibrio estimado para el Cl(+28 mV), sugiriendo su preferencia aniónica (Fig. 13 E). Por el contrario, en la figura 14 A se muestra un trazo típico de la corriente con activación tiempo dependiente registrado en condiciones isotónicas, sin embargo en la misma célula después de 5 minutos de haber cambiado la perfusión del baño Isotónico por hipotónico, se registró el trazo mostrado en la fig.14 B. El estrés hipotónico cambio el patrón de la corriente inicialmente registrada, pudiendo haber inhibido, enmascarado o modificado la cinética de la corriente y mostrar entonces una corriente con componente entrante mayor y potencial de inversión más positivo (Fig. 14 C). Figura 13. Efecto producido por estrés hipotónico en la corriente saliente espontánea. El estrés hipotónico fue producido por el remplazamiento de la solución de baño isotónica (290 mOsmoles/kg de H2O) por una solución hipotónica (230 mOsmoles/kg de H2O) de la misma composición iónica (118 mM NMDG-Cl). A. Corrientes de la célula completa en solución de baño isotónico. B. Corrientes de la misma célula en solución de baño hipotónico. C. Relación I-V para condiciones iso- e hipotónicas. D. Variación de la corriente en función del tiempo en condiciones hipotónicas y su reversibilidad. E. Relación I-V en solución de baño 118 mM NMDG-Cl y 40 mM NMDG-Cl. Figura 14. Efecto del estrés hipotónico sobre la corriente con activación tiempo dependiente. A. La corriente con activación tiempo dependiente en célula completa en condiciones control (40 NMDG-Cl Isotónica). B. La corriente con activación tiempo dependiente se desaparece en condiciones hipotónicas, mientras se activa la corriente instantánea. C. curva I-V correspondiente a la condición isotónica (círculos negros) e hipotónica (círculos blancos). Los tipos de corrientes registrados en miocitos cardiacos infectados con T. cruzi, fueron las mismas que en las células control, dos corrientes espontáneas (entrante y saliente) y la misma corriente con activación dependiente de tiempo, las cuales solo difieren en magnitud con respecto del control (Ver más adelante 6.2 y trazos en anexo 5). La corriente saliente transitoria también fue observada en células infectadas. 6.1.3 Variación temporal de corrientes espontáneas en células control. Con el fin de conocer como se desarrollaba la expresión de las corrientes espontáneas en células controles en función del tiempo en cultivo, procedimos a determinar la densidad de corriente a los 4, 7, 14 y 30 días en cultivo. En la figura 15 se muestra la variación de las corrientes espontáneas a partir del cuarto día en cultivo, ambas corrientes muestran la misma tendencia en la expresión de las corrientes. La densidad de corriente determinada a los cuatro días muestra una disminución hasta al séptimo día en cultivo, a partir del cual comienza aumentar progresivamente hasta el último punto temporal registrado (30 días). Sin embargo el cambio de la expresión de la corriente del séptimo al catorceavo días se da relativamente más lento, esto mayormente para la corriente entrante que para la corriente saliente. Resultando que la magnitud de las corrientes expresadas por las células en cultivo es pequeña (menor a los 2 pA/pF), presentan variabilidad en su magnitud con respecto a los días en cultivo y muestran tendencia aumentar a partir de la primera semana en cultivo. Figura 15. La densidad de corrientes espontáneas en células control a diferentes tiempos en cultivo. La densidad de corriente fue registrada durante los puntos temporales de 4, 7, 14 y 30 días en cultivo celular con la técnica de patch-clamp en configuración de célula completa y en condiciones de registro control (baño isotónico 40 NMDG-Cl). Las densidades de corriente corresponden a la registrada en 110 mV y -150 mV para la corriente saliente y entrante respectivamente, en los cultivos 4 (n=9), 7 (n=10), 14 (n=9) y 30 (n=3) días. 6.2 Efecto de la infección con T. cruzi sobre la densidad y ocurrencia de diferentes corrientes iónicas. Como mencione anteriormente en el apartado 6.1.2 la infección con T. cruzi no genera la aparición de nuevas corrientes. La pregunta es, ¿si se modifica la expresión de las corrientes en células infectadas en comparación con el control?, por lo que en este apartado presentaré las comparaciones de las densidades de corrientes y el porcentaje de células que las expresan en condiciones control y con infección tanto no aparente como infección aparente. 6.2.1. Corriente entrante y saliente espontánea. La densidad de corriente iónica en células control y en células infectadas fue determinada en dos puntos temporales; 11 y 16 días en cultivo, la elección de los puntos temporales se basó en el análisis de los cambios en la magnitud de la corriente evocada según los días en cultivo de las células control, del cual consideramos que estos dos puntos podrían reflejar menos variabilidad en la magnitud de la expresión de las corrientes de interés. Los resultados de este análisis se muestran en la figura 16, en la cual se compara la densidad de corriente entrante y la corriente saliente espontánea en condiciones control y en células con diferente nivel de infección. La densidad de ambas corrientes en condición control no varía entre 11 y 16 días en cultivo. En cultivos infectados, estos días de cultivo corresponden a 6 y 11 días de infección, respectivamente. Se demostró, que la densidad de la corriente entrante en células sin infección aparente se incrementó con respeto al control solamente en 16 días en cultivo (Fig.16 A, barras grises), con una diferencia pequeña, aunque estadísticamente significativa (P<0.05; Tabla 3 del anexo.10). Por el contrario, en las células con un gran número de parásitos (infección aparente), el aumento de la densidad de la misma corriente entrante fue más pronunciado, y se observaban estos cambios más tempranamente, en 11 días en cultivo con subsecuente disminución (Fig. 16 A barras negras). Con respecto a la densidad de la corriente saliente, se aumentó solamente en células severamente infectadas por T. cruzi en 11 días de cultivo, (fig.16 B, barras negras, Tabla 4 anexo 10). En resumen, se ha observado un aumento significativo (~2 veces) en ambas corrientes espontáneas en cardiomiocitos severamente infectados con T. cruzi (11 días de cultivo, 6 días de infección). Figura 16. Densidad de corrientes espontáneas en células control e infectadas con T. cruzi en dos puntos temporales. A. Densidad de corriente entrante espontánea. La medición se realizó en el trazo de corriente máxima evocada por un pulso hiperpolarizante de -136.3 mV (potencial de unión líquido ajustado). B. Densidad de corriente saliente espontánea. La medición se realizó en el trazo de corriente máxima evocada por un pulso despolarizante de 123.7 mV (potencial de unión líquido ajustado). Barras blancas: control; barras grises: infección no aparente (I.N.A.); barras negras; infección aparente (I.A.). * denota diferencia significativa P<0.05. 6.2.2 El efecto de Mg2+ intracelular sobre corrientes espontáneas registrados en cardiomiocitos no-infectados e infectados con T. cruzi Se sabe que el ión Mg2+ es uno de los iones intracelulares más abundantes, el cual interactúa con aniones polivalentes mayormente con polifosfatos tales como ATP y PIP2. Es un co-factor necesario para proteínas, cinasas, fosfatasas y ATPasas; es un ión que ayuda a estabilizar las cargas negativas del DNA, RNA y membranas. El contenido total de Mg2+ en una célula es comúnmente mayor de 10 mM, pero la mayoría de este se encuentra unido a nucleótidos y ácidos nucleicos. En las células mamíferas la cantidad de Mg2+ libre oscila entre 0.5 - 1.0 mM, (Gupta et al., 1984; White and Hartzell, 1989; London, 1991; Romani and Scarpa, 2000) y este puede afectar la actividad de canales iónicos. El Mg2+ bloquea las corrientes salientes de algunos canales de K+ dependientes de voltaje (Vandenber, 1987; Lu and McKinnon, 1994; Voets et al., 2003; Obukhov and Nowycky, 2005; Zhang et al., 2006) e inhibe corrientes aniónicas mediadas por el canal de cloro de rectificación saliente tipo ClC-3 (Yamamoto-Mizuma et al., 2004). En nuestra preparación la presencia de Mg2+ en la pipeta (3 mM) disminuyó significativamente la ocurrencia (número de veces que ocurre una corriente de interés, expresado en %) sólo de la corriente saliente espontánea y la densidad de ambos tipos de corrientes espontáneas (entrante y saliente), fue disminuida con diferencia significativa respecto a sus respectivos controles. Este efecto inhibidor de Mg2+ se confirmó en las tres condiciones de registro: células no-infectadas, con infección no-aparente y aparente (Fig. 17, anexo 11, tabla 4 y 5). 6.2.3 El efecto de Mg2+ intracelular sobre corrientes con activación dependiente de tiempo. En el caso de la corriente con activación tiempo-dependiente, el análisis se realizó sin referencia a puntos temporales debido a su baja frecuencia en relación con los dos tipos de corriente anterior. En la presencia de 3 mM Mg2+ en la pipeta, se observó un incremento significativo (4 veces) de la ocurrencia de la corriente para ambos niveles de infección (Fig. 18 A). Por el contrario la densidad de corriente no difirió del control para cada una de las condiciones de registro. (Fig. 18 B, anexo 11 tabla 6) Figura 17. Efecto del Mg2+ intracelular sobre en la ocurrencia y densidad de corrientes espontáneas. A y B. Ocurrencia de la corriente entrante y saliente espontáneas sin Mg 2+ (barras grises) y con 3 mM de Mg 2+ (barras negras) en la solución interna. C y D densidades de corriente entrante y saliente espontáneas sin Mg Mg 2+ 2+ (barras grises) y con 3 mM de (barras negras) en solución interna. La medición de la corriente entrante se realizó en el trazo de corriente máxima evocada por un pulso hiperpolarizante de -136.3 mV, la medición de la corriente saliente se realizó en el trazo de corriente máxima evocada por un pulso despolarizante de 123.7 mV (potencial de unión líquido ajustado). Figura 18. Efecto del Mg2+ intracelular sobre ocurrencia y densidad de la corriente con activación dependiente de tiempo. A. Ocurrencia de la corriente sin Mg 2+ (barras grises) 2+ corriente sin Mg 2+ y con 3 mM de Mg (barras grises) (barras negras), respectivamente. B. Densidad de y con 3 mM de Mg 2+ (barras negras). La corriente ha sido evaluado a 123.7 mV (valor corregido por el potencial de unión liquido). También se probó el efecto de 4 mM de ATP en solución interna sobre las densidades de corriente. Se realizaron registros de patch-clamp en miocitos cardiacos control, infección no aparente e infección aparente bajo las mismas condiciones experimentales. En seis células ensayadas sólo se expresaron corrientes espontáneas y la presencia de ATP en la solución interna no produjo ningún efecto significativo sobre las densidades de corrientes registradas (resultado no mostrado). VII. DISCUSIONES En el presente estudio usando cultivo primario de cardiomiocitos de rata recién nacida y técnica patch-clamp en su configuración “célula completa” comparamos la presencia de corrientes aniónicas en células sanas e infectadas con el parásito T. curzi. En cardiomiocitos cultivados durante 4 - 30 días registramos una corriente transitoria y 3 tipos de corriente aniónicas: corrientes espontáneas entrante y saliente, y corriente con activación tiempo-dependiente. Respecto a la corriente transitoria observada, Duan et al., 1992 reportaron la presencia de una corriente transitoria de potasio en miocitos auriculares de conejo a la cual refieren como Ito1, seguida de una corriente de cloro espontánea de rectificación saliente bloqueada por SIT y DIDS, (Icl. basal.). Esta última, la cual se demostró que también puede ser sensible a cambio de volumen y que las corrientes de cloro basal (ICl. Basal) y la corriente de cloro regulada por volumen (ICl. Vol) (Duan et al., 1997) en miocitos auriculares de conejo pueden ser mediadas por el mismo canal (ClC-3), sin embargo anterior a esto, en miocitos ventriculares de rata recién nacida , Kilborn y Fedida (1990), reportan corrientes saliente transitoria sensibles a 4-AP, tiempo y voltaje dependiente, referidas como It, selectiva para K+ y cuya selectividad y cinética de inactivación difieren dependiendo de la edad de las ratas; la cinética de la corriente es reportada como más lenta en células de rata de 1 día de edad y mucho más rápida en ratas de 10 días de edad (Ver figura anexo 12) En miocitos ventriculares de rata recién nacida cultivados, se ha mostrado que la forma y organización de las células en cultivo puede modificar la densidad de corriente transitoria de potasio Ito, mostrando que las células en organización lineal tienen densidad de corriente de aproximadamente el doble que las células de forma plana y dispersas. La activación e inactivación son ligeramente modificadas por la forma y organización celular de los miocitos ventriculares en cultivo (Walsh and Parks, 2002). Por lo que no podemos descartar la posibilidad de que la corriente ilustrada en la Fig. 10 pueda ser una corriente transitoria de potasio referidas por los autores anteriores, hasta realizar las pruebas farmacológicas correspondientes, sin embargo no es una corriente que resulte de gran interés para los objetivos buscados en este trabajo. Por otro lado, algunos tipos de corrientes de cloro han sido registradas en miocitos cardiacos de diferentes regiones del corazón y en diferentes especies (Hume et al., 2000), podemos mencionar a las corrientes de cloro activadas por AMPc (ICl, AMPc), intracelular (ICl, (Bahinski et al ., 1989; Harvey and Hume, 1989), por Ca2+ Ca), (Zygmunt and Gibbons, 1991), por proteíncinasa C (ICl, (Walsh, 1991), ATP (ICl, celular (ICl, vol.), purinergica), PKC) (Matsuura and Ehara, 1992) y por volumen la cual también es conocida como ICl swell (Sorota, 1992; Tseng, 1992), además de la conductancia sostenida de cloro (ICl, basal). Recientemente se ha demostrado que ICl, AMPc es mediada por CFTR (Gadsby et al.,1995; Horowitz et al., 1993; Levesque et al., 1992 ) y también existen evidencias que apoyan que ICl, PKC y ICl, purinergica también son mediados por CFTR. La corriente de cloro activada por hinchamiento (ICl swell) ya ha sido caracterizada en miocitos ventriculares de rata neonatal (Tilly et al., 1996, Walsh and Zhang, 2005), ICl swell es una corriente de rectificación saliente con gradientes de Cl simétrico o fisiológico (Vandenberg et al., 1994; Tseng, 1992; Sorota, 1992; Hagiwara et al., 1992), es una corriente tiempo independiente a voltajes fisiológicos y puede presentar inactivación parcial a voltajes muy despolarizantes (Duan et al, 1995; Shuba et al., 1996), su secuencia de selectividad es I-≥NO->Br->Cl->Asp (Hagiwara et al., 1992; Vandenberg at al., 1994), se ha señalado que pueden ser codificadas por ClC-3 (Duan et al., 1997, 1999) un miembro de la gran familia de canales VSOACs (canales anión/osmolitos orgánicos, sensibles a cambios de volumen). ClC-3 es una canal que se expresa molecularmente en tejido cardiaco de rata y los niveles de expresión no difieren en aurícula o ventrículo (Britton et al., 2000), ClC-3 conduce corrientes de rectificación saliente activadas por hinchamiento celular hipotónico, muestra selectividad aniónica (I-,Cl-,>>Asp-) y es sensible al bloqueo por 0.2 mM glibenclamida, 100 µM ácido niflumico , 100 µM DIDS y 1mM ATP extracelular (Yamamoto et al., 2004). Decher et al. (2001) señalan que han empleado un bloqueador específico de las corrientes evocadas por hinchamiento celular (ICl swell) conocido como DCPIB (10 µM) un derivado del ácido etacrínico no diurético y también han señalado que 10 µM tamoxifen puede bloquear este tipo de corrientes. Sin embargo Walsh y Zhang, (2005) han señalado que la sensibilidad de las corrientes de cloro activadas por hinchamiento (ICl swell) es menor en miocitos cardiacos de rata recién nacida para tamoxifen y 9-A-C que la desarrollada por las células de ratas adultas. También es sabido que una baja concentración de ATP intracelular y alto 2+ Mg libre intracelular inhiben VSOACs en una gran variedad de células (Nilius y Droogmans, 2003; Okada, 1997; Strange et al. 1996) incluyendo a los miocitos cardiacos (Sakaguchi et al. 1997). Yamamoto et al. 2004 por ej. Observaron en miocitos cardiacos de ratón que 2 mM de Mg2+ libre en la solución de pipeta, sin ATP, la actividad del canal fue completamente suprimida al exponer las células a solución de baño hipotónica. En nuestro caso 3mM de Mg2+ libre intracelular no suprime por completo la actividad del canal en células control e infectadas pero si muestra efecto significativo al disminuir la densidad de corriente registrada bajo nuestras condiciones experimentales. Por todo lo anterior, podemos pensar que la corriente espontáneas de rectificación saliente registrada en este trabajo la cual muestra: 1) activación por hinchamiento celular inducido por solución hipotónica, 2) selectividad aniónica y 3) es inhibida por alto Mg+2 libre intracelular, pudiera ser una corriente mediada por el canal ClC-3. Por otra parte no descartamos la posibilidad de que la corriente entrante espontánea pudiera ser medida por ClC-2, otro de los miembros de la familia de canales ClC, el cual también es un canal regulado por cambio de volumen pero a diferencia de ClC-3 este muestra rectificación entrante, su expresión molecular ha sido confirmada en rata, en la cual los niveles transcripcionales son significativamente mayores en ventrículo que en aurícula (Britton et al. 2000), con secuencia de selectividad Cl->I- y puede ser bloqueado por Cd2+ (Britton et al., 2005). El objetivo principal del presente trabajo era determinar, si la infección de cardiomiocitos con T. cruzi provoca expresión de nuevas corrientes, o modifica las corrientes existentes. Cabe mencionar que hasta el momento, existen solamente dos modelos para estudio de formación de nuevas rutas de transporte por parásitos intracelulares en células de huésped: varios grupos están investigando los eritrocitos infectados con P. falciparum, y nosotros somos los primeros en estudiar los cardiomiocitos infectados con T. cruzi. Nuestros estudios muestran que en los miocitos cardiacos infectados con T. cruzi se presentan los mismos tipos de corrientes aniónicas que en los cardiomiocitos no-infectados. La infección intracelular no genera la aparición de nuevas conductancias iónicas, a partir de las fase temprana (pocos amastigotos se encuentran en la célula infectada), y fase de infección avanzada (tripomastigotos intracelulares ocupan todo el espacio intracelular y se encuentran a punto de romper la membrana plasmática de la célula huésped). Sin embargo nosotros mostramos que la infección avanzada con T. cruzi incrementa en aproximadamente el doble de la densidad de las corrientes espontáneas entrante y saliente comparando con las células control (Fig. 16). También, en presencia de Mg2+, el porcentaje de células que expresan la corriente con activación dependiente del tiempo se aumenta hasta 4 veces en las células infectadas sin variación significativa en la densidad de la corriente (Fig. 18 A). Los resultados obtenidos en el presente estudio nos muestran un panorama distinto al desarrollado por P. falciparum en los eritrocitos humanos con respecto a la generación de NPPs. En eritrocitos humanos se ha mostrado la ausencia total de actividad espontánea de canales aniónicos (Bouyer et al., 2006; Egée et al., 2002), sin embargo cuando los eritrocitos están infectados con P. falciparum o bien son estimulados con PKA en la solución interna, estos muestran actividad de canales aniónicos, entre los identificados p. ej. canal de cloro-2 (ClC-2) (Huber et al., 2004), proteína de transmembrana reguladora de fibrosis cística (CFTR, Verloo et al., en 2004), canal anión regulado por volumen (VRAC, Jentsch et al. 2002), entre otros con selectividad aniónica (Ginsburg y Stain, 2004; Huber et al., 2002 y Desai et al., 2000), a los cuales se les ha señalado por varios grupos de investigadores como algunos de los responsables de las NPPs y aunque no se ha llegado a un consenso sobre cuantos y cuales canales conforman las NPPs en eritrocitos infectados con P. falciparum, las características electrofisiológicas de estos canales, su origen (parasitario o huésped) y la relación (si es que la hay) entre estos canales y el incremento de la permeabilidad a solutos orgánicos incluidos nutrientes esenciales y los residuos metabólico (revisado en Staines et al., 2007), sí es un consenso que P. falciparum incrementa la permeabilidad de la membrana predominantemente para aniones, pudiendo llegar a incrementar las conductancias aniónicas hasta 150 veces más en eritrocitos infectados (Desai et al. 2000). A diferencia de lo que sucede con los eritrocitos, hay que tener presente que en los miocitos cardiacos las corrientes aniónicas de Cl- pueden contribuir a algunas funciones importantes (Hiraoka et al., 1998 y Hume et al., 2000), modulando la duración del potencial de acción cardiaco y el potencial de reposo de la membrana de estas células (Ehara and Hasegawa 1983; Fozzard and Lee, 1976; Akiyama and Fozzard, 1975). Estas corrientes también participan en la regulación del volumen celular, pH y el transporte de osmolitos orgánicos (Vandenberg et al., 1996). Además los miocitos cardiacos a diferencia de los eritrocitos son células más ricas en contenido de nutrientes necesarios para la sobrevivencia y diferenciación intracelular, recordemos que el eritrocito no está proveído de núcleo, mitocondrias y por consiguiente de las fuentes de ácidos grasos, aminoácidos y fuentes energéticas que los miocitos proporcionan, por lo que quizás el T. cruzi no esté generando nuevas rutas de permeabilidad y solo está modificando al menos una de las que ya están presentes en el miocito cardiaco, (la corriente saliente espontánea), la cual probablemente corresponda a ICl swell, y cuya activación se ha implicado en el desarrollo de cardiopatías e infartos al miocardio (Baumgarten y Clemo, 2003) las cuales son manifestaciones clínicas provocadas por la infección de T. cruzi en tejido cardiaco. VIII. CONCLUSIONES 1. En cardiomiocitos aislados de rata recién nacida y cultivados durante 4 30 días se registró la presencia al menos de tres tipos de conductancias aniónicas: corrientes espontáneas entrante y saliente, y corriente con activación dependiente del tiempo. 2. Los cambios de volumen celular (hinchamiento por hipotonía) muestran efecto regulatorio sobre las corrientes espontáneas y modifica la cinética de la corriente con activación tiempo dependiente en células controles. 3. El Mg+2 libre intracelular (3mM) disminuye la densidad de las corrientes espontáneas. 4. En nuestras condiciones de registro, la infección de miocitos cardiacos con T. cruzi no genera la aparición de nuevas corrientes (NPPs). Las células infectadas presentan los mismos tres tipos de conductancias iónicas identificadas en células controles. 5. Se ha observado un aumento significativo (~2 veces) en ambas corrientes espontáneas en cardiomiocitos con una infección avanzada con T. cruzi. 6. El porcentaje de células que expresan la corriente con activación dependiente del tiempo se aumenta hasta 4 veces en las células infectadas sin variación significativa en la densidad de la corriente, un efecto registrado solamente en la presencia de Mg2+ intracelular (3 mM). IX. PERSPECTIVAS Como posibles perspectivas de estudio tenemos la identificación de los canales responsables de mediar las corrientes observadas y para ello consideramos las siguientes perspectivas: - Estudiar la selectividad iónica - Realizar estudios farmacológicos - Y por último la identificación molecular de las proteínas que pudieran resultar responsables de las corrientes observadas. Aunque también podríamos ampliar más el panorama enfocándonos no sólo en la búsqueda de estas conductancias aniónicas sino también en el estudio del transporte de solutos para identificar que solutos incrementan su transporte a través de la membrana plasmática en células infectadas con respecto de las controles y realizar estudios electrofisiológicos con respaldo en los ensayos de trasporte de solutos e iones. X. ANEXOS Anexo 1. Fotografía de miocitos cardiacos de 8 días en cultivo en condiciones control (sin infección con T. cruzi). Tinción Giemsa, 40X. Anexo 2. Fotografía de miocitos cardiacos infectados con T. cruzi, infección temprana. 16 días en cultivo, 8 días de infección. Flecha señala amastigotos. Tinción Giemsa, 40 X. Anexo 3. Fotografía de miocitos cardiacos infectados con T. cruzi. 16 días en cultivo, 8 días de infección. Flecha señala tripomastigotos intracelulares (a) y daño celular causado (b) por el parásito. Tinción Giemsa, 40 X. Anexo 4. Fotografía de miocitos cardiacos infectados con T. cruzi muestra la liberación del parásito intracelular (infección tardia). 8 días en cultivo más 8 días de infección. Liberación de tripomastigotos al espacio extracelular. Tinción Giemsa, 40 X. Anexo 5. Trazos de corrientes iónicas registradas en miocitos cardiacos de rata recién nacida infectados con Trypanosoma cruzi. Fig. anexo 5. Trazos de corrientes iónicas registradas en miocitos cardiacos de rata recién nacida infectados con tripanosoma cruzi. A, C y E representan trazos de corriente saliente espontánea, corriente entrante espontánea y de corriente saliente con activación dependiente de tiempo, respectivamente. B, D y F muestran las relaciones I-V correspondientes. Se utilizó la técnica de patch-clamp en configuración de célula completa. Solución de baño, en mM: 1 MgCl2, 2 CaCl2, 34 NMDG, 34 HCl, 3.4 glucosa, 10 HEPES, pH 7.4, 290 mOsmoles/kg H2O; solución interna, en mM: 112 NMDG, 112 HCl, 10 glucosa 5 EGTA, 10 HEPES, pH 7.4, 290 mOsmoles/kg H2O. * Indica la capacitancia de la membrana celular registrada. Anexo 6. Pruebas de normalidad para la comparación de las corrientes iónicas en células control e infectadas. Para el uso de las técnicas estadísticas paramétricas es fundamental que los datos se ajusten a una distribución normal, por ello para la variable respuesta (Densidad de corriente; I (pA/ pF) y para el tamaño de muestra utilizado en el experimento completo (n= 105, n1= 26, n2= 25, n3=28 y n4=26) se aplico la prueba de normalidad de Shapiro-Wilk, Kolmogorov-Smirnov, Cramer-von Mises y Anderson-Darling. Es importante tener presente que en estas prueba el juego de hipótesis a probar es: H 0 : los datos se ajustan a una variable aleatoria normal (hipótesis nula) H a : los datos no se ajustan a una variable aleatoria normal (hipótesis alternativa). En la Tabla Anexo 5 se puede observar que el P<0.05 para la variable respuesta para cada una de las pruebas de normalidad. Por lo tanto, para la variable Densidad de corriente I (pA/ pF) se tienen elementos para rechazar la hipótesis nula, por lo que se concluye que en efecto esta variable no se ajusta a una distribución normal de acuerdo con las 4 pruebas de normalidad anteriormente señaladas, a un nivel de significancia del 5%. Por ello, para la comparación de tratamientos se optó por pruebas no paramétricas. Los resultados de aplicar estas pruebas se presentan a continuación. Tabla Anexo 1. Pruebas de normalidad para la variable respuesta Densidad de corriente I (pA/ pF) bajo el tamaños de muestra (n= 105, n1=26, n2=25, n3=28 y n4=26). Prueba Shapiro-Wilk, Kolmogorov-Smirnov Cramer-von Mises Anderson-Darling P (n1=26) P (n2= 25) P (n3=28) P (n4=26) Corriente entrante 11 días Corriente entrante 16 días Corriente saliente 11 días Corriente saliente 16 días 0.0008 <0.0100 <0.0050 <0.0050 0.0032 >0.1500 0.0241 0.0078 <0.0001 <0.0100 <0.0050 <0.0050 0.0005 <0.0100 <0.0050 <0.0050 Anexo 7. Pruebas de normalidad para el efecto del Mg2+ sobre las corrientes espontáneas y tiempo dependiente. Nuevamente fueron aplicadas las pruebas de normalidad Shapiro-Wilk, Kolmogorov-Smirnov, Cramer-von Mises y Anderson-Darling. Para determinar si los datos se ajustaban a una distribución normal de la variable respuesta (Densidad de corriente; I (pA/ pF) y el tamaño de muestra utilizado en el experimento completo (n= 191, n1= 76, n2= 62, n3=27 y n4=26). Es importante tener presente que en estas prueba el juego de hipótesis a probar es: H 0 : los datos se ajustan a una variable aleatoria normal (hipótesis nula) H a : los datos no se ajustan a una variable aleatoria normal (hipótesis alternativa). En la Tabla Anexo 6 se puede observar que el P<0.05 para la variable respuesta para cada una de las pruebas de normalidad. Por lo tanto, para la variable Densidad de corriente I (pA/ pF) se tienen elementos para rechazar la hipótesis nula, por lo que se concluye que en efecto esta variable no se ajusta a una distribución normal de acuerdo con las 4 pruebas de normalidad anteriormente señaladas, a un nivel de significancia del 5%. Por ello, para la comparación de tratamientos se optó por pruebas no paramétricas. Los resultados de aplicar estas pruebas se presentan a continuación. Tabla 2. Pruebas de normalidad para la variable respuesta densidad de corriente I (pA/ pF) bajo la influencia del Mg+2 el tamaños de muestra (n= 187, n1=76, n2=62, n3=27 y n4=26). Prueba Shapiro-Wilk, Kolmogorov-Smirnov Cramer-von Mises Anderson-Darling P (n1= 76) P (n2= 62 ) P (n3= 27) P (n4=26) Corriente entrante Corriente saliente Corriente T-D Corriente T-D con fit <0.0001 <0.0100 <0.0050 <0.0050 <0.0001 <0.0100 <0.0050 <0.0050 0.0288 >0.1500 0.1655 0.0781 0.3037 0.1500 0.2192 0.2440 Anexo 8. Análisis de varianza unifactorial por rangos, de Kruskal-Wallis. Es una prueba extremadamente útil para describir si κ muestras independientes provienen de diferentes poblaciones. Los valores de las muestras invariablemente difieren de alguna manera, y la pregunta es si ¿Las diferencias entre las muestras significan diferencias genuinas en la población o si sólo representan la clase de variaciones que pueden esperarse en muestras que se obtienen al azar de la misma población? La prueba de Kruskal-Wallis (WK) prueba la hipótesis nula de que las κ muestras provienen de la misma población o de poblaciones idénticas con la misma mediana. Esta prueba evalúa la diferencia entre los rangos promedio para determinar si son lo suficientemente dispares, de tal suerte que no sea probable que las muestran hayan sido extraídas de la misma población. A continuación se presentan dos formas para la prueba Kruskal-Wallis y los términos necesarios para calcular el estadístico: KW = k k 12 12 2 n ( R − R ) ó KW = n j R 2j − 3( N + 1) ∑ j j ∑ N ( N + 1) j =1 N ( N + 1) j =1 Donde: k = número de muestras o grupos n j = número de casos en la j-ésima muestra. N = número de casos en la muestra combinada R j = sumatoria de los rangos en la j-ésima muestra o grupo. R j = promedio de los rangos en la j-ésima nuestra o grupo. R = (N+1)/2= promedio de los rangos en la muestra combinada (la gran media) Comparaciones múltiples entre tratamientos Cuando el valor obtenido de KW es significativo. Indica que al menos uno de los grupos es diferente de al menos otro de los grupos. Esto no dice al investigador qué grupos son diferentes ni le indica cuantos de los grupos son diferentes de cada uno. Lo que se necesita es un procedimiento que nos posibilite determinar cuáles grupos son diferentes. Existe un procedimiento sencillo para determinar cuáles pares de grupos son diferentes utilizando la siguiente desigualdad: Ru − Rv ≥ Z α / k ( k −1) 1 N ( N + 1) 1 ( + ) 12 nu nv Con esto probamos la hipótesis nula H 0 : θ u = θ v en contra de la hipótesis alterna H 1 : θ u ≠ θ v para algunos grupos u y v . Entonces si la diferencia de la suma de los rangos o rangos promedio excede el valor crítico correspondiente dado por la ecuación anterior podemos concluir que θ u ≠ θ v . . El valor Z α / k ( k −1) es el valor de la abscisa de la distribución normal unitaria donde se encuentra el α / k (k − 1)% de la distribución. Anexo 9. Análisis de varianza bifactorial por rangos, de Friedman Este análisis evalúa la hipótesis nula de que los k grupos igualados (los cuales tienen que estar al menos en escala ordinal) o medidas repetidas provienen de la misma población o de poblaciones con la misma mediana. Esta prueba supone en la hipótesis nula que las medianas son las mismas tanto como H o : θ1 = θ 2 = ... = θ k . Entonces la hipótesis alterna es H 1 : θ i ≠ θ j en al menos dos condiciones o grupos i y j . Es decir si la hipótesis alterna es verdadera, al menos un par de condiciones tiene medianas diferentes. Bajo la hipótesis nula, la prueba supone que las variables tienen la misma distribución continua subyacente. Los datos que emplea esta prueba son rangos. La prueba de Friedman determina si los rangos totales (denominados R j ) para cada condición o variable, difieren significativamente de los valores esperados. Esta prueba estadístico es denotada como Fr k 12 Fr = R 2j − 3 N ( k + 1) ∑ Nk ( k + 1) j =1 Donde: N = Número de sujetos k = Número de variables o condiciones R j = Suma de los rangos para variable j-ésima k ∑ = Sumatoria de los cuadrados de los rangos de todas las condiciones. j =1 Comparaciones múltiples entre grupos o condiciones Cuando el valor obtenido de Fr es significativo, este resultado refleja que al menos una de las condiciones difiere con respecto a otra de las condiciones. Pero esto no indica al investigador cuál grupo es el diferente, ni cuántos de los grupos difieren entre sí. Es decir, cuando el valor obtenido de Fr es significativo, evaluamos la hipótesis H 0 : θ u = θ v contra la hipótesis H 1 : θ u ≠ θ v para algunas condiciones u y v . Existe un procedimiento sencillo para determinar cuál(es) condición(es) es(son) la(s) las que difieren(n). Primero, se determinan las diferencias Ru − Rv para todos los pares de grupos o condiciones. Supóngase que evaluamos la hipótesis de que no existen diferencias entre las k condiciones o grupos igualados y que la rechazamos en el nivel de significación α . Entonces debemos probar la significación de las diferencias de los pares individuales, utilizando la siguiente desigualdad. Esto es si Ru − Rv ≥ Z α / k ( k −1) Nk (k + 1) 6 O si los datos son expresados en términos de rangos promedio dentro de cada condición, y si R u − R v ≥ Z α / k ( k −1) k (k + 1) 6N Entonces podemos rechazar la hipótesis nula y concluir que θ u ≠ θ v . Entonces, si la diferencia entre la suma de rangos (o rangos promedio) excede el valor crítico correspondiente dado por las ecuaciones anteriores, debemos concluir que las dos condiciones son diferentes. El valor Z α / k ( k −1) es el valor de la abscisa de la distribución normal unitaria donde se encuentra el α / k (k − 1)% de la distribución. Anexo 10. Comparación de la densidad de corrientes de células control con células infectadas. Tabla 3. Promedios (media y mediana) de las densidades de corriente entrantes en 11 y 16 días de infección y significancia estadística. Condición Control Infección no aparente Infección aparente Corriente entrante 11 días en cultivo Media ni (pA/pF) Mediana 5 10 11 -0.76 A -0.95 A -1.63 B -0.74 A -0.93 A -1.25 B ni 10 10 5 16 días en cultivo Media (pA/ pF) Mediana -0.71 A -1.10 B -0.85 A 2 χ cal 8.46 9.53 P 0.0146* 0.0085* CV 62.86 54.96 -0.55 A -1.12 B -0.60 A Nota: Pruebas estadísticas utilizadas: Kruskal-Wallis y comparación de medias de Dunn. Mismas letras indican que no existe diferencia significativa. P<0.05. P: P value, CV: coeficiente de variación, 2 χ cal : ji-cuadrada calculada, ni: denota el número de repeticiones experimentales por grupo. Tabla 4. Promedios (media y mediana) de las densidades de corriente saliente en 11 y 16 días de infección y significancia estadística. Condición Control Infección no aparente Infección aparente 2 χ cal Corriente Saliente 11 días en cultivo Promedio ni (pA/pF) Mediana 8 9 11 0.48 A 0.53 A 1.40 B 0.47 A 0.51 A 1.14 B ni 10 11 5 16 días en cultivo Promedio (pA/ pF) Mediana 0.47 A 0.75 A 0.89 A 0.58 A 0.65 A 0.80 A 12.62 5.03 P 0.0018* 0.0809 CV 73.35 51.91 Nota: Pruebas estadísticas utilizadas: Kruskal-Wallis y comparación de medias de Dunn. Mismas letras indican que no existe diferencia significativa. P<0.05. P: P value, CV: coeficiente de variación, grupo. 2 χ cal : ji-cuadrada calculada, ni: denota el número de repeticiones experimentales por Anexo 11. Efecto del Mg2+ sobre las corrientes espontáneas y dependiente de Tiempo. Tabla 5. Promedios (media y mediana) de las densidades de corrientes espontáneas y significancia estadística con y sin Mg2+ Bloque Corriente Instantáneas 2+ Efecto de 3 mM de Mg en la pipeta Corriente entrante Corriente saliente Media Mediana Media Mediana ni ni (pA/pF) 2+ Sin Mg Con Mg2+ P 48 28 Condición ni Control Infección no aparente Infección aparente 32 25 19 (pA/pF) -1.13 A -0.98 A -0.50 B -0.43 B 0.0009 Corriente entrante Media Mediana (pA/pF) (pA/pF) (pA/pF) (pA/pF) 0.78 A 0.65 A 0.41 B 0.30 B 0.0003 Corriente saliente Media Mediana ni -0.56 -1.04 -1.26 -0.48 -0.91 -1.10 24 20 18 50 12 (pA/pF) (pA/pF) 0.49 0.56 1.17 0.44 0.56 0.91 P 0.0002 <.0001 CV -75.67 67.54 Nota: Pruebas estadísticas utilizadas: Friendma y comparación de medias de Dunn. Mismas letras indican que no existe diferencia significativa. P<0.05. P: P value, CV: coeficiente de variación, ni: denota el número de repeticiones experimentales por grupo. Tabla 6. Promedios (media y mediana) de la densidades de corriente Tiempo dependiente y significancia estadística con y sin Mg2+ Bloque Corriente Dependiente de tiempo Media Mediana ni ni (pA/pF) (pA/pF) 2+ 8.55 A 8.86 A Sin Mg 10 11 2+ 7.90 A 8.77A Con Mg 17 15 P 0.1429 Nota: Pruebas estadísticas utilizadas: Friendman y comparación de medias de Dunn. Mismas letras indican que no existe diferencia significativa. P<0.05. P: P value, CV: coeficiente de variación, ni: denota el número de repeticiones experimentales por grupo. Anexo 12. Corrientes transitorias (It) en miocitos cardiacos aislados de rata neonata de diferentes días de edad. Figura anexo 11. Relación corriente-voltaje de la corriente saliente transitoria registrada en ratas de diferentes edades. A representa la corriente registrada en células de 10, 5 y 1 días. La capacitancia de las células 15.3 pF (10 días), 24 pF (5 días) y 8.9 pF (1 día). Los pulsos de corriente de 400 ms desde un potencial de mantenimiento de -90 a -20 mV (a), + 10 mV (b), + 20 mV (c) y 40 mV (d). 3x10-4 M CdCl2 están presentes en todos los casos. B relación corriente-voltaje acumulada para 16 células de 1 día de edad círculos abiertos, 16 células de 5 días de edad, círculos cerrados, y 18 células de 1 días de edad, triángulos. (Tomado de Kilborn y Fedida, 1990). XI. BIBLIOGRAFÍA Akiyama, T., & Fozzard, H. A. (1975). Influence of potassium ions and osmolality on the resting membrane potential of rabbit ventricular papillary muscle with estimation of the activity and the activity coefficient of internal potassium. Circulation Research, 37(5), 621-629. Alkhalil, A., Cohn, J. V., Wagner, M. A., Cabrera, J. S., Rajapandi, T., & Desai, S. A. (2004). Plasmodium falciparum likely encodes the principal anion channel on infected human erythrocytes. Blood, 104(13), 4279-4286. Ancelin, M. L., & Vial, H. J. (1989). Regulation of phosphatidylcholine biosynthesis in plasmodium-infected erythrocytes. Biochimica Et Biophysica Acta, 1001(1), 82-89. Atamna, H., & Ginsburg, H. (1997). The malaria parasite supplies glutathione to its host cell--investigation of glutathione transport and metabolism in human erythrocytes infected with plasmodium falciparum. European Journal of Biochemistry / FEBS, 250(3), 670-679. Bahinski, A., Nairn, A. C., Greengard, P., & Gadsby, D. C. (1989). Chloride conductance regulated by cyclic AMP-dependent protein kinase in cardiac myocytes. Nature, 340(6236), 718-721. Baumgarten, C. M., & Clemo, H. F. (2003). Swelling-activated chloride channels in cardiac physiology and pathophysiology. Progress in Biophysics and Molecular Biology, 82(1-3), 25-42. Bern, C., Montgomery, S. P., Herwaldt, B. L., Rassi, A.,Jr, Marin-Neto, J. A., Dantas, R. O., et al. (2007). Evaluation and treatment of chagas disease in the united states: A systematic review. JAMA : The Journal of the American Medical Association, 298(18), 2171-2181. Bouyer, G., Egee, S., & Thomas, S. L. (2006). Three types of spontaneously active anionic channels in malaria-infected human red blood cells. Blood Cells, Molecules & Diseases, 36(2), 248-254. Bouyer, G., Egee, S., & Thomas, S. L. (2007). Toward a unifying model of malariainduced channel activity, Proceedings of the National Academy of Science, 104 (26), 11044 -11049. Britton, F. C., Wang, G. L., Huang, Z. M., Ye, L., Horowitz, B., Hume, J. R., et al. (2005). Functional characterization of novel alternatively spliced ClC-2 chloride channel variants in the heart. The Journal of Biological Chemistry, 280(27), 25871-25880. Chlopcikova, S., Psotova, J., & Miketova, P. (2001). Neonatal rat cardiomyocytes-a model for the study of morphological, biochemical and electrophysiological characteristics of the heart. Biomedical Papers of the Medical Faculty of the University Palacky, Olomouc, Czechoslovakia, 145(2), 49-55. Christophersen, P., & Bennekou, P. (1991). Evidence for a voltage-gated, nonselective cation channel in the human red cell membrane. Biochimica Et Biophysica Acta, 1065(1), 103-106. Coll-Cardenas, R., Espinoza-Gomez, F., Maldonado-Rodriguez, A., Reyes-Lopez, P. A., Huerta-Viera, M., & Rojas-Larios, F. (2004). Active transmission of human chagas disease in colima mexico. Memorias do Instituto Oswaldo Cruz, 99(4), 363-368. Coura, J. R. (2007). Chagas disease: What is known and what is needed--a background article. Memorias do Instituto Oswaldo Cruz, 102 Suppl 1, 113122. Cranmer, S. L., Conant, A. R., Gutteridge, W. E., & Halestrap, A. P. (1995). Characterization of the enhanced transport of L- and D-lactate into human red blood cells infected with plasmodium falciparum suggests the presence of a novel saturable lactate proton cotransporter. The Journal of Biological Chemistry, 270(25), 15045-15052. Decher, N., Lang, H. J., Nilius, B., Bruggemann, A., Busch, A. E., & Steinmeyer, K. (2001). DCPIB is a novel selective blocker of I(cl,swell) and prevents swellinginduced shortening of guinea-pig atrial action potential duration. British Journal of Pharmacology, 134(7), 1467-1479. Decherf, G., Egee, S., Staines, H. M., Ellory, J. C., & Thomas, S. L. (2004). Anionic channels in malaria-infected human red blood cells. Blood Cells, Molecules & Diseases, 32(3), 366-371. Desai, S. A., Bezrukov, S. M., & Zimmerberg, J. (2000). A voltage-dependent channel involved in nutrient uptake by red blood cells infected with the malaria parasite. Nature, 406(6799), 1001-1005. Divo, A. A., Geary, T. G., Davis, N. L., & Jensen, J. B. (1985). Nutritional requirements of plasmodium falciparum in culture. I. exogenously supplied dialyzable components necessary for continuous growth. The Journal of Protozoology, 32(1), 59-64. Duan, D., Cowley, S., Horowitz, B., & Hume, J. R. (1999). A serine residue in ClC3 links phosphorylation-dephosphorylation to chloride channel regulation by cell volume. The Journal of General Physiology, 113(1), 57-70. Duan, D., Fermini, B., & Nattel, S. (1995). Alpha-adrenergic control of volumeregulated cl- currents in rabbit atrial myocytes. characterization of a novel ionic regulatory mechanism. Circulation Research, 77(2), 379-393. Duan, D. Y., Fermini, B., & Nattel, S. (1992). Sustained outward current observed after I(to1) inactivation in rabbit atrial myocytes is a novel Cl- current. The American Journal of Physiology, 263(6 Pt 2), H1967-71. Duranton, C., Huber, S. M., & Lang, F. (2002). Oxidation induces a cl(-)-dependent cation conductance in human red blood cells. The Journal of Physiology, 539(Pt 3), 847-855. Egee, S., Lapaix, F., Decherf, G., Staines, H. M., Ellory, J. C., Doerig, C., et al. (2002). A stretch-activated anion channel is up-regulated by the malaria parasite plasmodium falciparum. The Journal of Physiology, 542(Pt 3), 795801. Ehara, T., & Hasegawa, J. (1983). Effects of hypertonic solution on action potential and input resistance in the guinea-pig ventricular muscle. The Japanese Journal of Physiology, 33(2), 151-167. Elford, B. C., Haynes, J. D., Chulay, J. D., & Wilson, R. J. (1985). Selective stagespecific changes in the permeability to small hydrophilic solutes of human erythrocytes infected with plasmodium falciparum. Molecular and Biochemical Parasitology, 16(1), 43-60. Elford, B. C., Pinches, R. A., Newbold, C. I., & Ellory, J. C. (1990). Heterogeneous and substrate-specific membrane transport pathways induced in malariainfected erythrocytes. Blood Cells, 16(2-3), 433-436. Fozzard, H. A., & Lee, C. O. (1976). Influence of changes in external potassium and chloride ions on membrane potential and intracellular potassium ion activity in rabbit ventricular muscle. The Journal of Physiology, 256(3), 663689. Gadsby, D. C., Nagel, G., & Hwang, T. C. (1995). The CFTR chloride channel of mammalian heart. Annual Review of Physiology, 57, 387-416. Ginsburg, H., Krugliak, M., Eidelman, O., & Cabantchik, Z. I. (1983). New permeability pathways induced in membranes of plasmodium falciparum infected erythrocytes. Molecular and Biochemical Parasitology, 8(2), 177-190. Ginsburg, H., Kutner, S., Krugliak, M., & Cabantchik, Z. I. (1985). Characterization of permeation pathways appearing in the host membrane of plasmodium falciparum infected red blood cells. Molecular and Biochemical Parasitology, 14(3), 313-322. Ginsburg, H., & Stein, W. D. (2004). The new permeability pathways induced by the malaria parasite in the membrane of the infected erythrocyte: Comparison of results using different experimental techniques. The Journal of Membrane Biology, 197(2), 113-134. Grygorczyk, R., & Schwarz, W. (1983). Properties of the CA2+-activated K+ conductance of human red cells as revealed by the patch-clamp technique. Cell Calcium, 4(5-6), 499-510. Gupta, R. K., Gupta, P., & Moore, R. D. (1984). NMR studies of intracellular metal ions in intact cells and tissues. Annual Review of Biophysics and Bioengineering, 13, 221-246. Hagiwara, N., Masuda, H., Shoda, M., & Irisawa, H. (1992). Stretch-activated anion currents of rabbit cardiac myocytes. The Journal of Physiology, 456, 285-302. Hamill O.P. (1998). Potassium channel currents in human red blood cell. J. Physiol. 319: 97-98. Harvey, R. D., & Hume, J. R. (1989). Autonomic regulation of a chloride current in heart. Science (New York, N.Y.), 244(4907), 983-985. Hiraoka, M., Kawano, S., Hirano, Y., & Furukawa, T. (1998). Role of cardiac chloride currents in changes in action potential characteristics and arrhythmias. Cardiovascular Research, 40(1), 23-33. Horowitz, B., Tsung, S. S., Hart, P., Levesque, P. C., & Hume, J. R. (1993). Alternative splicing of CFTR cl- channels in heart. The American Journal of Physiology, 264(6 Pt 2), H2214-20. Hsiao, L. L., Howard, R. J., Aikawa, M., & Taraschi, T. F. (1991). Modification of host cell membrane lipid composition by the intra-erythrocytic human malaria parasite plasmodium falciparum. The Biochemical Journal, 274 ( Pt 1)(Pt 1), 121-132. Huber, S. M., Duranton, C., Henke, G., Van De Sand, C., Heussler, V., Shumilina, E., et al. (2004). Plasmodium induces swelling-activated ClC-2 anion channels in the host erythrocyte. The Journal of Biological Chemistry, 279(40), 4144441452. Huber, S. M., Duranton, C., Henke, G., Van De Sand, C., Heussler, V., Shumilina, E., et al. (2004). Plasmodium induces swelling-activated ClC-2 anion channels in the host erythrocyte. The Journal of Biological Chemistry, 279(40), 4144441452. Huber, S. M., Duranton, C., & Lang, F. (2005). Patch-clamp analysis of the "new permeability pathways" in malaria-infected erythrocytes. International Review of Cytology, 246, 59-134. Huber, S. M., Uhlemann, A. C., Gamper, N. L., Duranton, C., Kremsner, P. G., & Lang, F. (2002). Plasmodium falciparum activates endogenous cl(-) channels of human erythrocytes by membrane oxidation. The EMBO Journal, 21(1-2), 22-30. Hume, J. R., Duan, D., Collier, M. L., Yamazaki, J., & Horowitz, B. (2000). Anion transport in heart. Physiological Reviews, 80(1), 31-81. Jawetz, E., Melnick, JL., Brooks, GF., Butel, JS., Morse, SA y Vásquez Moctezuma I. (2002) Microbiología médica de Jawetz, Melnick y Adleberg (17a edición). México: El Manual Moderno. Jentsch, T. J., Stein, V., Weinreich, F., & Zdebik, A. A. (2002). Molecular structure and physiological function of chloride channels. Physiological Reviews, 82(2), 503-568. Kanaani, J., & Ginsburg, H. (1991). Transport of lactate in plasmodium falciparuminfected human erythrocytes. Journal of Cellular Physiology, 149(3), 469-476. Karwatowska-Prokopczuk, E., Nordberg, J. A., Li, H. L., Engler, R. L., & Gottlieb, R. A. (1998). Effect of vacuolar proton ATPase on pHi, Ca2+, and apoptosis in neonatal cardiomyocytes during metabolic inhibition/recovery. Circulation Research, 82(11), 1139-1144. Kilborn, M. J., & Fedida, D. (1990). A study of the developmental changes in outward currents of rat ventricular myocytes. The Journal of Physiology, 430, 37-60. Kirk, K. (2001). Membrane transport in the malaria-infected erythrocyte. Physiological Reviews, 81(2), 495-537. Kirk, K., Ellory, J. C., & Young, J. D. (1992). Transport of organic substrates via a volume-activated channel. The Journal of Biological Chemistry, 267(33), 23475-23478. Kirk, K., & Horner, H. A. (1995). In search of a selective inhibitor of the induced transport of small solutes in plasmodium falciparum-infected erythrocytes: Effects of arylaminobenzoates. The Biochemical Journal, 311 ( Pt 3)(Pt 3), 761-768. Kirk, K., Horner, H. A., Elford, B. C., Ellory, J. C., & Newbold, C. I. (1994). Transport of diverse substrates into malaria-infected erythrocytes via a pathway showing functional characteristics of a chloride channel. The Journal of Biological Chemistry, 269(5), 3339-3347. Krugliak, M., Zhang, J., & Ginsburg, H. (2002). Intraerythrocytic plasmodium falciparum utilizes only a fraction of the amino acids derived from the digestion of host cell cytosol for the biosynthesis of its proteins. Molecular and Biochemical Parasitology, 119(2), 249-256. Leida, M. N., Mahoney, J. R., & Eaton, J. W. (1981). Intraerythrocytic plasmodial calcium metabolism. Biochemical and Biophysical Research Communications, 103(2), 402-406. Leida, M. N., Mahoney, J. R., & Eaton, J. W. (1981). Intraerythrocytic plasmodial calcium metabolism. Biochemical and Biophysical Research Communications, 103(2), 402-406. Levesque, P. C., Hart, P. J., Hume, J. R., Kenyon, J. L., & Horowitz, B. (1992). Expression of cystic fibrosis transmembrane regulator cl- channels in heart. Circulation Research, 71(4), 1002-1007. Lew, V. L., & Hockaday, A. R. (1999). The effects of transport perturbations on the homeostasis of erythrocytes. Novartis Foundation Symposium, 226, 37-50; discussion 50-4. Lew, V. L., Tiffert, T., & Ginsburg, H. (2003). Excess hemoglobin digestion and the osmotic stability of plasmodium falciparum-infected red blood cells. Blood, 101(10), 4189-4194. London, R. E. (1991). Methods for measurement of intracellular magnesium: NMR and fluorescence. Annual Review of Physiology, 53, 241-258. Lu, Z., & MacKinnon, R. (1994). Electrostatic tuning of Mg2+ affinity in an inwardrectifier K+ channel. Nature, 371(6494), 243-246. Maguire, P. A., Prudhomme, J., & Sherman, I. W. (1991). Alterations in erythrocyte membrane phospholipid organization due to the intracellular growth of the human malaria parasite, plasmodium falciparum. Parasitology, 102 Pt 2, 179186. Matsuura, H., & Ehara, T. (1992). Activation of chloride current by purinergic stimulation in guinea pig heart cells. Circulation Research, 70(4), 851-855. Meirelles, M. N., Pereira, M. C., Singer, R. H., Soeiro, M. N., Garzoni, L. R., Silva, D. T., et al. (1999). Trypanosoma cruzi-cardiomyocytes: New contributions regarding a better understanding of this interaction. Memorias do Instituto Oswaldo Cruz, 94 Suppl 1, 149-152. Miles, M. A., Feliciangeli, M. D., & de Arias, A. R. (2003). American trypanosomiasis (chagas' disease) and the role of molecular epidemiology in guiding control strategies. BMJ (Clinical Research Ed.), 326(7404), 1444-1448. Murray, C. and Lopez A, editors. (1996) The global burden of disease: a comparative assessment of mortality and disability from diseases, injuries, and risk factors in 1990 and projected to 2020. Cambridge (MA): Harvard University Press. Nilius, B., & Droogmans, G. (2003). Amazing chloride channels: An overview. Acta Physiologica Scandinavica, 177(2), 119-147. Okada, Y. (1997). Volume expansion-sensing outward-rectifier cl- channel: Fresh start to the molecular identity and volume sensor. The American Journal of Physiology, 273(3 Pt 1), C755-89. Pereira, M. C., Costa, M., Chagas Filho, C., & de Meirelles, M. N. (1993). Myofibrillar breakdown and cytoskeletal alterations in heart muscle cells during invasion by trypanosoma cruzi: Immunological and ultrastructural study. Journal of Submicroscopic Cytology and Pathology, 25(4), 559-569. Pereira, M. C., Singer, R. H., & de Meirelles, M. N. (2000). Trypanosoma cruzi infection affects actin mRNA regulation in heart muscle cells. The Journal of Eukaryotic Microbiology, 47(3), 271-279. Romani, A. M., & Scarpa, A. (2000). Regulation of cellular magnesium. Frontiers in Bioscience : A Journal and Virtual Library, 5, D720-34. Rosenthal, P. J. y Goldsmith Robert S. (2008). Diagnóstico Clínico y tratamiento. 47a edición Lange. McGrawHill Cap. 35: 1286-1327. Rudzinska, M. A., Trager, W., & Bray, R. S. (1965). Pinocytotic uptake and the digestion of hemoglobin in malaria parasites. The Journal of Protozoology, 12(4), 563-576. Sakaguchi, M., Matsuura, H., & Ehara, T. (1997). Swelling-induced cl- current in guinea-pig atrial myocytes: Inhibition by glibenclamide. The Journal of Physiology, 505 ( Pt 1)(Pt 1), 41-52. Saliba, K. J., Horner, H. A., & Kirk, K. (1998). Transport and metabolism of the essential vitamin pantothenic acid in human erythrocytes infected with the malaria parasite plasmodium falciparum. The Journal of Biological Chemistry, 273(17), 10190-10195. Schwartz, R. S., Olson, J. A., Raventos-Suarez, C., Yee, M., Heath, R. H., Lubin, B., et al. (1987). Altered plasma membrane phospholipid organization in plasmodium falciparum-infected human erythrocytes. Blood, 69(2), 401-407. Shuba, L. M., Ogura, T., & McDonald, T. F. (1996). Kinetic evidence distinguishing volume-sensitive chloride current from other types in guinea-pig ventricular myocytes. The Journal of Physiology, 491 ( Pt 1)(Pt 1), 69-80. Sierra-Johnson, J., Olivera-Mar, A., Monteon-Padilla, V. M., Reyes, P. A., & Vallejo, M. (2005). Epidemiological and clinical outlook of chronic chagas' heart disease in mexico. [Panorama epidemiologico y clinico de la cardiopatia chagasica cronica en Mexico] Revista De Saude Publica, 39(5), 754-760. Silber, A. M., Colli, W., Ulrich, H., Alves, M. J., & Pereira, C. A. (2005). Amino acid metabolic routes in trypanosoma cruzi: Possible therapeutic targets against chagas' disease. Current Drug Targets.Infectious Disorders, 5(1), 53-64. Simoes, A. P., Moll, G. N., Beaumelle, B., Vial, H. J., Roelofsen, B., & Op den Kamp, J. A. (1990). Plasmodium knowlesi induces alterations in phosphatidylcholine and phosphatidylethanolamine molecular species composition of parasitized monkey erythrocytes. Biochimica Et Biophysica Acta, 1022(2), 135-145. Snow, R. W., Guerra, C. A., Noor, A. M., Myint, H. Y., & Hay, S. I. (2005). The global distribution of clinical episodes of plasmodium falciparum malaria. Nature, 434(7030), 214-217. Sorota, S. (1992). Swelling-induced chloride-sensitive current in canine atrial cells revealed by whole-cell patch-clamp method. Circulation Research, 70(4), 679687. Staines, H. M., Alkhalil, A., Allen, R. J., De Jonge, H. R., Derbyshire, E., Egee, S., et al. (2007). Electrophysiological studies of malaria parasite-infected erythrocytes: Current status. International Journal for Parasitology, 37(5), 475482. Staines, H. M., Ashmore, S., Felgate, H., Moore, J., Powell, T., & Ellory, J. C. (2006). Solute transport via the new permeability pathways in plasmodium falciparum-infected human red blood cells is not consistent with a simple single-channel model. Blood, 108(9), 3187-3194. Staines, H. M., Chang, W., Ellory, J. C., Tiffert, T., Kirk, K., & Lew, V. L. (1999). Passive ca(2+) transport and ca(2+)-dependent K(+) transport in plasmodium falciparum-infected red cells. The Journal of Membrane Biology, 172(1), 13-24. Staines H. M. (1998). Cation Transport in the Malaria-Infected Erythrocyte (DPhil thesis). Oxford, UK: Univ. of Oxford. Staines, H. M., Dee, B. C., Shen, M. R., & Ellory, J. C. (2004). The effect of mefloquine and volume-regulated anion channel inhibitors on induced transport in plasmodium falciparum-infected human red blood cells. Blood Cells, Molecules & Diseases, 32(3), 344-348. Staines, H. M., Ellory, J. C., & Kirk, K. (2001). Perturbation of the pump-leak balance for na(+) and K(+) in malaria-infected erythrocytes. American Journal of Physiology.Cell Physiology, 280(6), C1576-87. Staines, H. M., Powell, T., Ellory, J. C., Egee, S., Lapaix, F., Decherf, G., et al. (2003). Modulation of whole-cell currents in plasmodium falciparum-infected human red blood cells by holding potential and serum. The Journal of Physiology, 552(Pt 1), 177-183. Strange, K., Emma, F., & Jackson, P. S. (1996). Cellular and molecular physiology of volume-sensitive anion channels. The American Journal of Physiology, 270(3 Pt 1), C711-30. Tanabe, K., Izumo, A., & Kageyama, K. (1986). Growth of plasmodium falciparum in sodium-enriched human erythrocytes. The American Journal of Tropical Medicine and Hygiene, 35(3), 476-478. Tanabe, K., Mikkelsen, R. B., & Wallach, D. F. (1983). Transport of ions in erythrocytes infected by plasmodia. Ciba Foundation Symposium, 94, 64-73. Tiffert, T., Staines, H. M., Ellory, J. C., & Lew, V. L. (2000). Functional state of the plasma membrane Ca2+ pump in plasmodium falciparum-infected human red blood cells. The Journal of Physiology, 525 Pt 1, 125-134. Tilly, B. C., Bezstarosti, K., Boomaars, W. E., Marino, C. R., Lamers, J. M., & de Jonge, H. R. (1996). Expression and regulation of chloride channels in neonatal rat cardiomyocytes. Molecular and Cellular Biochemistry, 157(1-2), 129-135. Tseng, G. N. (1992). Cell swelling increases membrane conductance of canine cardiac cells: Evidence for a volume-sensitive cl channel. The American Journal of Physiology, 262(4 Pt 1), C1056-68. Tuteja, R. (2007). Malaria - an overview. The FEBS Journal, 274(18), 4670-4679. Upston, J. M., & Gero, A. M. (1995). Parasite-induced permeation of nucleosides in plasmodium falciparum malaria. Biochimica Et Biophysica Acta, 1236(2), 249258. Vandenberg, C. A. (1987). Inward rectification of a potassium channel in cardiac ventricular cells depends on internal magnesium ions. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 84(8), 25602564. Vandenberg, J. I., Rees, S. A., Wright, A. R., & Powell, T. (1996). Cell swelling and ion transport pathways in cardiac myocytes. Cardiovascular Research, 32(1), 85-97. Vandenberg, J. I., Yoshida, A., Kirk, K., & Powell, T. (1994). Swelling-activated and isoprenaline-activated chloride currents in guinea pig cardiac myocytes have distinct electrophysiology and pharmacology. The Journal of General Physiology, 104(6), 997-1017. Verloo, P., Kocken, C. H., Van der Wel, A., Tilly, B. C., Hogema, B. M., Sinaasappel, M., et al. (2004). Plasmodium falciparum-activated chloride channels are defective in erythrocytes from cystic fibrosis patients. The Journal of Biological Chemistry, 279(11), 10316-10322. Voets, T., Janssens, A., Prenen, J., Droogmans, G., & Nilius, B. (2003). Mg2+dependent gating and strong inward rectification of the cation channel TRPV6. The Journal of General Physiology, 121(3), 245-260. Walsh, K. B. (1991). Activation of a heart chloride current during stimulation of protein kinase C. Molecular Pharmacology, 40(3), 342-346. Walsh, K. B., & Parks, G. E. (2002). Changes in cardiac myocyte morphology alter the properties of voltage-gated ion channels. Cardiovascular Research, 55(1), 64-75. Walsh, K. B., & Zhang, J. (2005). Regulation of cardiac volume-sensitive chloride channel by focal adhesion kinase and src kinase. American Journal of Physiology.Heart and Circulatory Physiology, 289(6), H2566-74. White, R. E., & Hartzell, H. C. (1989). Magnesium ions in cardiac function. regulator of ion channels and second messengers. Biochemical Pharmacology, 38(6), 859-867. Yamamoto-Mizuma, S., Wang, G. X., Liu, L. L., Schegg, K., Hatton, W. J., Duan, D., et al. (2004). Altered properties of volume-sensitive osmolyte and anion channels (VSOACs) and membrane protein expression in cardiac and smooth muscle myocytes from Clcn3-/- mice. The Journal of Physiology, 557(Pt 2), 439-456. Zygmunt, A. C., & Gibbons, W. R. (1991). Calcium-activated chloride current in rabbit ventricular myocytes. Circulation Research, 68(2), 424-437.