Maqueta Discurso Constitucion

Anuncio
Señoras y señores:
Quiero que mis primeras palabras sean de agradecimiento y
bienvenida a todos los miembros del Ejército, Guardia Civil,
Policía Nacional y Policía Local que hoy nos hacen el honor de
acompañarnos, así como a representantes de asociaciones, casas
regionales, empresas y otras organizaciones, municipios próximos, y a todos nuestros vecinos.
Hace hoy siete años que en esta plaza de Alcobendas izamos por
vez primera nuestra bandera de España y, desde entonces, su presencia ha sido aplaudida y respetada por los miles de ciudadanos
que han entrado en nuestra ciudad por esta emblemática puerta.
La bandera de España simboliza la unión de nuestra nación,
representa a todas las regiones de España y al conjunto de los
españoles de ayer, hoy y mañana.
Celebramos hoy, como entonces, un sentido homenaje a nuestra
Constitución. En un día como hoy, hace 35 años, fue ratificada en
referéndum por los españoles, que se conjuraron en una inequívoca mayoría para afrontar juntos el futuro.
Los españoles firmamos en el año 1978 un pacto basado en el
consenso y compromiso en común que nos ha permitido en estos
años alcanzar cotas de progreso que sin ese acuerdo nunca se
hubieran conseguido. Los años que han transcurrido desde
entonces han supuesto sin duda páginas muy brillantes de nuestra historia.
La Constitución fue, y es, una garantía de paz y libertad para
todos, construida con notables dosis de generosidad desde muy
distintas posiciones políticas, lo que le confiere una sólida base
que ha resistido con firmeza lamentables avatares que no han
hecho más reforzar su condición de garantía de los derechos de
todos.
El artículo 1 de nuestra Carta Magna proclama que “La soberanía
nacional reside en el pueblo español, del que emanan todos los
poderes del Estado”.
2
Y el artículo 2 recoge que “La Constitución se fundamenta en la
indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles y reconoce y garantiza el derecho a la
autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran, y la
solidaridad entre todas ellas”.
No es casual que sean estos los preceptos que encabezan nuestra
Constitución. Están en su comienzo porque son sus pilares básicos, y no es admisible que quien ostenta el poder autonómicoprecisamente por el precepto constitucional pretenda torticeramente promover una escisión que una abrumadora mayoría de españoles no aceptaría jamás.
La Constitución es la norma suprema del ordenamiento jurídico
del Reino de España, pero su valor no reside exclusivamente en
tan importante privilegio. La Constitución ha propiciado un largo
periodo de pacífica convivencia que ha permitido el desarrollo
efectivo de los derechos individuales y colectivos en un régimen
de libertad equiparable a democracias mucho más asentadas.
Gracias a la Constitución, España se ha transformado en estos
años en un país moderno y de oportunidades. Nos equiparamos
en muchos aspectos con otros países de nuestro entorno y, a pesar
de la terrible crisis económica que padecemos, hemos alcanzado
una estimable posición entre las naciones más avanzadas.
La Constitución nos ha unido y nos ha hecho más fuertes.
Avanzamos porque compartimos ideales, valores y objetivos
comunes. Somos una gran nación porque sumamos diferencias
que nos enriquecen, porque hemos eliminado barreras, porque
creemos en un proyecto común en el que todos tienen su lugar.
Los españoles no queremos ni que nadie se separe, ni que nadie
nos divida. Nos ha costado mucho sacrificio y esfuerzo llegar
hasta aquí, y todavía tenemos mucha tarea por delante, que
podremos acometer si permanecemos unidos.
Seamos, pues, firmes ante planteamientos de ruptura. Unos
pocos, no van a tomar decisiones que afecten a todos.
La Constitución ha cumplido 35 años, un largo periodo en el que
3
se han producido muchos cambios en España. Quizás sea muy
oportuno el plantear una revisión de la Constitución, pero no
para debilitarla convirtiéndola en una sucesión de normas que
alienten intereses partidistas. No. Para hacerla más fuerte con la
fórmula que ya dio resultado: el consenso.
No hay tarea más importante en la España de hoy que mantener
una gran política nacional basada en los principios constitucionales. España ha de ser una realidad jurídica segura, indudable e
indisoluble. Esta fue la voluntad de los españoles recogida en
nuestra Constitución, que no puede ser suplantada.
Señores y señoras:
Mucho y bien ha avanzado nuestro país en este tiempo.
Protagonizamos una ejemplar Transición política inspirados por el
ansia de alcanzar la democracia. Superamos profundas diferencias
que habían dividido a los españoles durante demasiado tiempo y
fuimos capaces de cambiar el rumbo de nuestra historia.
Hemos celebrado numerosas elecciones con absoluta normalidad que propiciaron la democrática alternancia política.
Aprobamos leyes y normas necesarias para el funcionamiento
del país y modificamos otras que reforzaban nuestros derechos y
establecían normas de convivencia democrática.
Y luchamos incansablemente contra el terrorismo, que segó la
vida de muchos españoles que la ofrecieron para defender nuestro proyecto común.
Esta mañana hemos querido rendir un sentido homenaje a las
víctimas del terrorismo en unos días en que necesitan, más que
nunca, nuestro calor y nuestro consuelo.
Hemos aprendido mucho a través de la cruel historia del terrorismo en España, y no podemos olvidarlo. No podemos olvidar lo
que las víctimas han sufrido y lo que están sufriendo en estos
momentos por la excarcelación inesperada de tantos asesinos.
4
Respetamos la Justicia como garantía de convivencia. Pero respetarla y acatarla no es incompatible con la profunda preocupación
que nos causan los efectos de su aplicación en los casos que en
estos días se están dando.
Nuestras víctimas tienen que seguir sabiendo que los españoles
de bien no hemos olvidado ni hemos perdido la sensibilidad. Y
tienen que saber que, ante las espeluznantes situaciones que se
está dando de homenaje a los asesinos por haber conseguido la
libertad, somos capaces de comprometernos en la exigencia de
una revisión de las razones que propician estos hechos.
España conoce bien el sufrimiento y el dolor que causa el terrorismo, lo ha sufrido con gran crudeza durante muchos años. Casi
un millar de personas han muerto a manos de ETA desde 1978.
Uno de ellos, nuestro vecino Francisco Casillas, en 1986, mientras
cumplía con su labor diaria. Una vida más inútilmente, cruelmente, truncada.
Vuestro dolor y vuestra tragedia no pueden caer en el olvido. A lo
largo de estos años habéis demostrado un comportamiento
ejemplar, pagando con la vida de los vuestros una lucha de un
solo bando.
Los españoles siempre estaremos en deuda con vosotros. Nos
habéis enseñado valores tan importantes como la confianza en
el Estado de Derecho para vencer a los terroristas con un único
arma: la ley, y la convicción de que la unidad de todas las fuerzas
democráticas y de los ciudadanos libres es el mejor camino para
derrotar al terrorismo.
Por eso hemos querido recordaros y rendiros el homenaje que os
merecéis, para que vuestra memoria no sufra el silencio y viva
por siempre en nuestro recuerdo.
Señoras y señores:
Nuestras Fuerzas Armadas también hoy nos honran con su pre5
sencia. Se han ganado un más que merecido respeto y, admiración de todos los ciudadanos por su ejemplar integración en la
sociedad, que hoy valora su papel fundamental en los años en los
que nuestra entonces joven Constitución daba sus primeros
pasos. Ahora, su papel en las importantes misiones internacionales en las que colaboran prestigian a España.
Y también están con nosotros representantes de los Cuerpos y
Fuerzas de Seguridad del Estado, considerados como parte
imprescindible de una sociedad que ejerce en libertad sus derechos y cumple con respeto sus deberes.
Estamos atravesando unos años difíciles para todos los españoles, unos años marcados por una profunda crisis económica.
Hemos hecho importantes esfuerzos y sacrificios que al fin parece que tendrán recompensa.
Los datos más recientes abren la puerta a la esperanza, aunque
aún será necesario más esfuerzo y tesón.
Pero lo que nadie duda es que será imprescindible el trabajo en
común, la unión de todos para alcanzar el objetivo.
Nuestra Constitución fue la nave en la que todos los españoles
nos embarcamos para llevar a cabo una incierta travesía que
acabó en buen puerto.
Quizás ahora sea preciso efectuar reparaciones en el casco y en la
jarcia. Pero siempre como tarea compartida, clave de los logros
alcanzados.
España cuenta con unas sólidas bases que nos permitirán
emprender una nueva etapa de nuestro camino, una etapa marcada por el crecimiento y el fin de la zozobra y sufrimiento de
tantas familias.
En las últimas décadas, como españoles, y por serlo, hemos protagonizado una historia extraordinaria. Pero hay quien se
empeña en devolvernos al camino de la discordia y del enfrentamiento.
6
Contra ello tenemos el mejor antídoto: nuestra Constitución, una
rotunda defensa y apoyo a nuestra Constitución.
Celebramos pues hoy la Constitución con nuevas razones para
recuperar nuestro compromiso, en la confianza que lo mejor de
nuestra historia está por llegar.
Señoras y señores:
España es un gran país en el que nosotros, nuestros hijos y nietos
podemos vivir en paz y en libertad, con indudables oportunidades de progreso personal y colectivo.
Si permanecemos unidos en el trabajo y la ilusión, sin duda
alcanzaremos el objetivo, como lo alcanzó Nelson Mandela.
Usemos nuestro esfuerzo y nuestra confianza en nosotros mismos y llegaremos a nuestra meta.
Gracias a todos.
Gritemos todos juntos
VIVA ESPAÑA
VIVA EL REY
7
Descargar