ISSN 1515-1549 Secretaría Académica – Coordinación de Vinculación – Área de Información Académica Editorial: A través de la colección de tres cuadernillos, nos propusimos escribirle a los jóvenes que sueñan y se comprometen con continuar su educación, en una Universidad Pública, que incluye en sus objetivos una formación integral como profesionales y ciudadanos de pensamiento crítico y capacidad transformadora. Somos sujetos históricos en este tiempo que hoy transitamos (siglo XXI) en el mismo entramado cultural que hemos construido y que nos invita y nos demanda como colectivo social, de otras formas de “pensar el mundo”. Ello implica entre otras cosas, la construcción de nuevas estrategias, actitudes, valores, compromisos, sentimientos y sensibilidades que nos permitan un análisis más profundo de los problemas y conflictos del escenario actual, así como un protagonismo mayor en la búsqueda de soluciones futuras. Deseamos que puedas ser un lector que dialogue con estos textos y discursos que dibujan y comunican sentidos, al que te invitamos a sumarte con una actitud dinámica con tus propias dudas, ideas, interpelaciones, críticas y posicionamientos. Esperamos que vayan y vuelvan por las múltiples voces que conforman estos textos, frases, mensajes, links, comentarios, imágenes, disfrutando de los relatos y dialogando con sus significados. Cuadernillo I: La cultura de los jóvenes. ¿Cómo somos y porqué?, ¿somos lo que vemos? ¿Cómo son nuestras prácticas y estilos culturales?, ¿Qué nos preocupa?, ¿porqué actuamos de un modo “difrente”?. Cuadernillo II: ¿Quién dijo qué es fácil? ¿Qué implica e incluye la salud sexual?. ¿Cuáles son los riesgos y razones de prevención?, ¿qué significa tener responsabilidad social? ¿porqué hay discriminación en esta problemática?. Cuadernillo III: El mundo y los escenarios posibles ¿Qué conflictos sociales y ambientales nos reclaman? ¿Porqué hay cosas que “huelen mal”?, ¿Qué situaciones necesitan de otras miradas y nuevos enfoques? ¿cuál es el desafío ético? Equipo de trabajo Alcira Rivarosa, Carolina Roldán, Carola Astudillo, Ana Montenegro Idea: Alcira Rivarosa Coordinación de Producción: Ana Montenegro Redacción cuadernillo 1: César Quiroga, Cecilia Maurutto, Marcos Altamirano Diagramación y diseño: Carlos Pascual Colaboración: Secretaría de Bienestar - U.N.R.C Impresión: Dirección de Imprenta y Publicaciones U.N.R.C. Agradecemos especialmente a “todos” quienes con buena predisposición y trabajo aportaron a la realización de estos cuadernillos. 3 4 P ara la mayoría de quienes trabajamos en el ámbito educativo y desde allí expresamos nuestra vocación por una sociedad mejor para todos, las preguntas por los modos en que los jóvenes viven, experimentan y dan sentido a su cotidianeidad, en un mundo tensionado por múltiples conflictos, se hacen urgentes. Más aún cuando en nuestros países, de la región latinoamericana, nos enfrentamos a la paradoja de una globalización que parece acentuar los valores locales. La construcción socio-cultural que hacemos acerca de “joven”, es decir las formas de concebir los significados que esta palabra encie- rra, al igual que otras “calificaciones” sociales se encuentra en fase aguda de recomposición. Si bien es cierto que “la juventud no es más que una palabra” (Bourdieu, 1990), una categoría construida, no debe olvidarse que las categorías no son neutras, ni aluden a esencias; más bien las palabras que usamos son productivas, dan cuenta de la forma en que las diversas sociedades perciben y valoran el mundo y, con ello, a ciertos actores sociales. Lo que resulta indudable es que vivimos una época de aceleración de los procesos, lo que provoca una crisis en los sistemas para pensar y nombrar el mundo. En este marco, las concepciones acerca de la juventud no han permanecido inmutables. ɶɶ vivimos una época de aceleración de los procesos, lo que provoca una crisis en los sistemas para pensar y nombrar el mundo. En este marco, las concepciones acerca de la juventud no han permanecido inmutables. 5 La construcción de lo juvenil H oy la juventud aparece como más prestigiosa que nunca. La categoría de “joven” lleva consigo ideales y significados que, como dice la ensayista argentina Beatriz Sarlo, garantiza otro “set” de ilusiones. Así, la juventud es un territorio en el que todos quieren vivir indefinidamente; pero “los jóvenes expulsan de este territorio a los falsificadores, que no cumplen las condiciones de edad y entran en una guerra generacional banalizada por la cosmética, la eternidad quinquenal de las cirugías y de las terapias new age”. (Sarlo, 1994:41) Juventud y jóvenes son dos términos altamente polisémicos y, según el modo en que se los defina, podemos estar pensando en sujetos y mundos que poseen muy pocas cosas en común. Una mirada bastante habitual es la que considera al grupo etario entre los 14 y los 29 años. Aunque los límites pueden ser siempre otros, este abordaje parte de una decisión relativamente arbitraria que agrupa un sector a partir de una categoría estadística. Otra forma de definirlo es considerando la juventud como el periodo que media entre las pubertad y la adultez. Los jóvenes se encontrarían en un momento de espera en el que se forja el proyecto de adulto y se identificarían con una especie de transición, un tiempo anterior a las responsabilidades de la vida adulta: la autonomía económica, el trabajo, la casa, una familia y finalmente 6 los s. hijo o s ríod ara la rta mo- ndo las proba- definir istinto se e p e t a men cia a un ración p e de cie posterg ctivas; ueda de en los d os los n ú u c Com referen e prepa n al go citarse reprod la búsq istentes os si tod a hace empo d tambié r o cap orales y isten en ncias ex untarn ulta… i de t adulta, estudia icas, lab s que as s difere os preg vida ad esidad o vida ria para conóm mento uenta la podem para la , la nec d que rato encias e tos argu en en c n a esto aración mprana realida ectores exig ente es no tien relació de prep edad te on una a los s a s blem ventud iales. En tiempo a una fancia, la limit d la ju tos soc en ese ternida de la in menos e e entr estra nes pos e la ma ajar des por lo ad. s e n acio as y l jóve egada d de trab ición o socied e r a n l e las omplej ial, La l igencia sta defi tos de l u q c c o la ex iente e edios al alad n muy idad so nes, ñ e s u so a un desm ios o m 7) h social e una eses com ica9 9 d d d g 1 me eu ( y la eda como ee inter a bioló i d r Bou lógica jóvenes ue pos definid nte” e r r e bio de los uido, q edad Pi vide e d a a n t d la e “hablar consti es a un pulació a s i era l d que n grupo s intere a man i s n n e co ue pro de u erir esto ituye u u q q , t f plio s aquel un y re te, cons m a ás ella, e cia de ían m men o teri mita a la viven enes ser te i r c l n li v zás e o no se d como ado. Jó excede i u Q per uventu o realiz de un aración d a d e la j vida n sponen comp a e pon cto de enes di que en plio y i m e proy ces, qu r vivir y s más a e n o ento mpo p adultos ie rmie de t l de los t e d e una factor con to. n e n r ción ituye u iscria abie c i d st ub s la aria con ueda de la dea d t q du e Sin franja e la bús les cab enes i n s a nad rtante e quiene s y a qu o n e o a imp r entre e jóven criterio arp d a min nación nte, este iones a i o ic a nom o obst r defin gica sin e N ta no. e acep la bioló sticas d n rí ca supo una es caracte stórico. i e s tir d da en la socio h ay h o a situ context os días a que d tr cada n nues s de vi brao e mod Así, asom 7 rían a los adultos de una generación atrás: tener más de 25 años y seguir viviendo en la casa de los padres comienza a transformarse en moneda corriente. No son pocos los casos de varones o mujeres que después de los 30 y pese a que trabajan y cuentan con condiciones económicas para independizarse, optan por seguir viviendo con sus padres. tezas depositadas en la educación como garantía de mejores oportunidades laborales y de ingresos. Para la actual generación de jóvenes la educación por sí sola no es una institución capaz de ofrecer oportunidades equitativas y muy por el contrario, en muchos casos, se ha convertido en un producto más del mercado que discrimina a muchos y se muestra como medio de progreso social solo para unos pocos que pueden pagarla. Esa comodidad que les da vivir con sus padres parece ser fundamental a la hora de Estas afirmaciones nos interpelan y a la vez evaluar si conviene mudarse a vivir solos nos confirman la imposibilidad de pensar que los jóvenes en tanto categoría social construio continuar cobijado en el hogar familiar. da no tienen Al trabajar y una existencia seguir vivienɶ ɶ Las enormes brechas sociales autónoma, do en la casa y los cambios productivos que es decir al paterna, estos impactaron intensamente sobre margen del hombres y mujeres tienen la esfera del trabajo señalan a los resto social, una cantidad jóvenes como uno de los sectores se encuentran inmersos de dinero exmás vulnerables en la búsqueda en la red de tra con el que de empleo. relaciones y de no contarían interacciones si tuvieran que sociales múltiples y complejas. hacerse cargo de los gastos de un hogar. El sociólogo Mario Margulis, experto en fenómenos urbanos, apunta: “Vivimos como una prolongación de la juventud. Los jóvenes se casan tarde, tienen hijos más tarde, prolongan hasta más no poder sus estudios. Ahora el período de formación se extendió. Antes una persona se recibía de contador a los 25 y ya estaba listo para conquistar el mundo. Hoy tiene que seguir estudiando porque un título ya no garantiza nada”. En este escenario somos testigos de una desocupación que amenaza aquellas cer- Sin necesidad de adoptar definiciones ajustadas a alguna perspectiva teórica o bien que pueda discriminar la denominación más adecuada, proponemos pensar en los jóvenes desde la pluralidad. No existe una única juventud, más bien son juventudes las que conviven desde las más heterogéneas trayectorias sociales. Juventudes que provienen de disímiles organizaciones familiares y procesos de socialización, que han transitado diferentes experiencias educativas, y que se relacionan particularmente con el mundo. 8 Jóvenes, expresiones y símbolos ɶɶ ¿Existe algún elemento cultural que atraviese a estas juventudes que poseen experiencias, trayectorias sociales y niveles de consumo tan distintos? ¿Es posible imaginar algunos consumos culturales comunes? P ara contestar estas preguntas primero deberíamos diferenciar a los jóvenes de los signos juveniles. Los signos juveniles que muestra la publicidad y que se han convertido en bienes preciables y prestigiosos no son accesibles a la mayoría de los jóvenes. Determinado estilo de joven presenta los signos de la juvenilización que se han expandido a todas las esferas de la sociedad como el modelo deseado y adquirible mediante el consumo los elementos tecnológicos, la ropa e incluso los medios que posibilitan el propio cuerpo juvenil (dietas, gimnasia, cirugías) En una sociedad donde cada vez más el consumo define la identidad de los sujetos y “soy lo que puedo comprar” la asociación de los jóvenes con los signos juveniles sin considerar la conflictividad social, el desempleo, la pobreza, la exclusión, los ubica en un lugar sumamente vulnerable. La división de los grupos según la ropa que usan, la música que escuchan, los boliches que frecuentan nos enfrenta a una generación cuyas características económicas sociales y simbólicas los distancian y proyectan una sociedad futura cada vez más fragmentada. 9 La Marca del Mercado nicar que todos somos iguales, por ello sus discursos se enuncian como universales. Sin embargo, como dos caras de una misma moneda, advertimos por una parte una promesa de poder, libertad y reconocimiento, mientras que la contracara lleva la posibilidad latente de no accesibilidad y con ello una garantía de exclusión. La juventud suele ser valorada como futuro, por lo que será o dejará de ser. En este sentido Rossana Reguillo afirma que las instituciones tradicionales siguen pensando a la juventud como una categoría de tránsito, “…como una etapa de preparación para lo que sí vale; ɶEfecɶ la juventud como futuro, tivamente, la …Y yo, por el asco que valorada por lo que será o lógica del mercado me da tú sociedad dejará de ser. Mientras que para los jóvenes, el viene a tomar y llenar “Asombradas contemmundo está anclado en cierto vaciamiento en plábamos la discusión el presente, situación tan violenta de un que ha sido finamente torno a la juventud y la captada por el merinstituye como protago- grupo de alumnas… y aterrorizadas corricado” (Reguillo, 2000: nista de la mayoría mos hacia el lugar cuan28). de sus mitos. do vimos que la discusión terminaba a las trompadas en Efectivamente, la lógica del la salida de la escuela” Lo comentamercado viene a tomar y llenar cierto vaciamiento en torno a la juventud y la ins- ban dos mujeres de algo más de cuarenta años… ¿Es acaso un hecho casual? Las tituye como protagonista de la mayoría de sus mitos. En esta propuesta que se expresa malas noticias al respecto parecen acumularse: Chicos de una excursión colegial que como un cortejo, los jóvenes encuentran llegan al hospital tras agarrarse a golpes en bienes materiales y simbólicos que les han el interior de un boliche. Adolescentes grasido preparados especialmente. vemente heridos en una “guerra” de bandas “La velocidad de circulación y por lo tanto a la salida de un boliche, etc. la obsolescencia acelerada se combinan en Por un lado podemos dar cuenta de la una alegoría de juventud: en el mercado observación de abundantes elementos para las mercancías deben ser nuevas, deben un diagnóstico que sentencia: el nivel de tener el estilo de la moda, deben captar agresividad y violencia entre los jóvenes y los cambios más insignificantes del aire de hacia los adultos creció notablemente en los tiempos. La renovación incesante que los últimos años. necesita el mercado capitalista captura el mito de novedad permanente que también Por el otro, ese mismo diagnóstico nos impulsa a la juventud” (Sarlo, 1994:42) genera inquietudes para la reflexión, y nos invita a romper la tendencia demonizante El mercado necesita preconcebir y comu- 10 hacia chicos y chicas a quienes por estos días les cabe también la condición de víctimas; probablemente esa violencia se une a la angustia y la frustración por la disminución o invisibilización de horizontes y la descalificación social de las instituciones (como la escuela o la familia quizás) y de los adultos y autoridades que señalaban caminos, arrimaban respuestas y calmaban la inquietud propia de su edad. Si abundantemente venimos estudiando y diciendo que en la última década asistimos a una desmesurada mutación de valores y una profunda crisis de las instituciones (incluido el Estado), cómo no pensar entonces en el impacto en el mundo interno de los jóvenes. La identidad no es posible sin la mirada de los ”otros”, se construye con y a partir de la mirada del que es diferente y hoy los jóvenes suelen cargar con la expresión de “clase peligrosa” por parte del resto de la sociedad. La identificación de ciertos jóvenes como delincuentes, vagos, “villeros” o “pibes chorros” es parte de un doble juego de atribución y reelaboración de significados, cuyo único rédito para los jóvenes es el reconocimiento a cambio de una imagen 11 de sí sumamente deteriorada. ¿Qué identidad construyen mediante la internalización de categorías limitantes y estigmatizadas? ¿Qué posibilidades tienen de reelaborarlas para que no impliquen una negación de sí y un quiebre de su autoestima? ¿Es una manera de resignación frente a la desconfianza que genera solamente el color de su piel que no pueden modificar? Maestros, funcionarios, adolescentes, jóvenes, adultos; responsables y víctimas de un entramado social excluyente y violento que involucra y excede a cada uno. Proyectos a medias o que no contienen a todos, dig- nidad amenazada, identidad fragmentada; una sensación de desconcierto parece hablar de todos y por todos… y busca alivio. Culturas juveniles “La cultura juvenil, como cultura universal y tribal al mismo tiempo, se construye en el marco de una institución, tradicionalmente consagrada a los jóvenes, que está en crisis: la escuela, cuyo prestigio se ha debilitado tanto por la quiebra de autoridades tradicionales como por la conversión de los medios masivos en espacio de una abundancia simbólica que la escuela no ofrece. 12 Las estrategias para definir lo permitido y lo prohibido entraron en crisis. La permanencia que fue un rasgo constitutivo de la autoridad, está cortada por el fluir de la novedad”. (Sarlo, 1994:41) da de lo que suponga participación de los jóvenes en la toma de decisiones. Con evidente ambigüedad la sociedad adulta trata a los jóvenes. Estos son, generalmente, objeto de pasiones contradictorias, de un lado se presentan como promesa de futuro, los que han de mantener la continuidad de una civilización, pero de otro son vistos como una amenaza en la medida en que pueden traicionar los valores de sus antecesores. De aquí que los movimientos juveniles, sobre todo sin son rebeldes, tiendan a satanizarse por la propia sociedad en que surgen. Y esa satanización, esa visión, ha permitido poner de relieve, algunas claves del entramado cultural de nuestras sociedades. Precisamente en ese entramado tienen lugar desde una idolatría de lo juvenil hasta una exclusión aterroriza- pertenencia y resguardo identitario frente a un mundo incierto. Ciertamente es común observar, sobre todo en las grandes ciudades la existencia de grupos juveniles que, aunque no poseen formas muy estructuradas, proporcionan vivencias muy intensas a sus miembros. Su carácter es muy variado y plural, pero suelen presentar algunos rasgos en común: un gusto por el disfraz, un vitalismo rebelde y una búsqueda de (auto) marginación del grupo social más amplio. Las juventudes contemporáneas, y desde hace algunas décadas, han sabido inventar formas organizativas propias, espacios de Un grupo de investigadores españoles (Pere-Oriol y otros 1996) analizan el fenómeno que han denominado “tribus urbanas”: las pandillas, bandas o simplemente agrupaciones de jóvenes adolescentes, que 13 se visten de modo parecido y llamativo, siguen hábitos comunes y se hacen visibles, sobre todo, en las grandes ciudades. “(Las tribus urbanas)…se presentan como una respuesta, social y simbólica, frente a la rasgos de estilo aparecen y desaparecen; los consumos culturales diversos y siempre rápidos, la búsqueda de alternativas desafían a cualquier “designio de la moda”. Desde allí, entonces, aquella entrada al boliche apiñada de chicos y chicas que combinan excesiva racionalidad burocrática de la vida actual, al aislamiento individualista que los someten las grandes ciudades y la frialdad de una sociedad extremadamente competitiva. Adolescentes y jóvenes solían ver en las tribus la posibilidad de encontrar una nueva vía de expresión, un modo de alejarse de la normalidad que no les satisface y, ante todo, la ocasión de intensificar sus vivencias personales y encontrar un núcleo gratificante de afectividad”. (Pere-Oriol 1996:11) sobre su cuerpo segmentos de indumentaria (reciclada, transparente u oscura, ajustada o de algunos talles más que el propio, corta o demasiado larga, más corta y mucho más ajustada al cuerpo) deberá ser leída desde una sintaxis particular. Sus significados no se darían en el marco de de la moda, marcan una edad, la condición juvenil. “Con estos disfraces ellos cumplen con un estilo joven, la juventud se manifiesta así no como una edad, sino como una estética de la vida cotidiana” (Sarlo, 1994:38). Estas ideas invitan a repensar ciertas prácticas, fundamentalmente urbanas: como graffitis, tatuajes, crestas de cabello que se alzan en las cabezas, nucas rapadas. Los Yo veo al futuro repetir el pasado, y el tiempo no para. “A la juventud la conmueve aquello que la política, en gran parte, excluye: ¿Cómo 14 frenar la destrucción global del medio ambiente? ¿Cómo puede ser conjurada, superada la desocupación, la muerte de toda esperanza que amenaza, precisamente, a los hijos del bienestar? ¿Cómo vivir y amar con el peligro del sida? Cuestiones todas que caen por los retículos de las grandes organizaciones políticas…Los jóvenes practican una denegación de la política altamente política”. Ulrick Beck (1999) Nuestro continente clama por transformaciones y es justo reconocer los testimonios cotidianos que evidencian una irrenunciable lucha por una sociedad más inclusiva y democrática, sin embargo estas búsquedas suelen verse frecuentemente frustradas frente a los muros del creciente deterioro económico, la incertidumbre y la fuga del futuro. El debilitamiento de los mecanismos de integración tradicional (la escuela y el trabajo, centralmente) aunado a la crisis estructural y al descrédito de las instituciones, como ya venimos argumentando, instala en el escenario una pugna en donde asoman como frecuentes ganadoras la conformidad y la desesperanza. ren relevancia las preguntas por las formas organizativas juveniles, por sus maneras de entender y ubicarse en el mundo, por los diversos modos en que se asumen ciudadanos. En contraste con cierta calificación apresurada y hasta estigmatización de las conformaciones colectivas juveniles, entendemos que los movimientos que emergen vienen a señalar los conflictos no resueltos en las sociedades. De la misma manera en que los jóvenes han sido importantes protagonistas de la historia del Siglo XX en diversos sentidos, hoy hay testimonios de sincera búsqueda por un mundo en donde quepan muchos mundos y esa vocación implica un compromiso con uno mismo, con el colectivo social y su proyección a los nuevos escenarios. ɶNuesɶ tro continente clama por transformaciones y es justo reconocer los testimonios cotidianos que evidencian una irrenunciable lucha por una sociedad más inclusiva y democrática Es en ese contexto y frente a un destino social que parece inevitable, donde adquie- “La consigna “no hay futuro” que ha operado como bandera interclasista entre los jóvenes (por diferentes motivos), que señalaría por tanto que todo presente es absurdo, parece estar cambiando por la de “no habrá futuro” a menos que podamos intervenir a tiempo, como coinciden diferentes colectivos juveniles” (Reguillo, 2000:15). 15 BIBLIOGRAFIA Beck, U. 1999 Los hijos de la libertad. Fondo de Cultura Económica. México Bourdieu 1997 Razones Prácticas. Sobre la teoría de la acción. Barcelona, Anagrama Bourdieu, P 1990 “La juventud no es más que un palabra” en Sociología y Cultura, Colección Los Noventa. CNCA-Grijalbo. México Margulis , M. y Urresti ,M. 1998 La construcción Social de la condición de Juventud. En Viviendo a Toda. Jóvenes territorios culturales y nuevas sensibilidades Universidad Central Siglo de Hombres Editores. Bogota Margulis , M. y Urresti ,M. Buenos Aires y los jóvenes: las tribus urbanas. Taller de Sociología de la Cultura, Instituto Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales. Biblioteca virtual sobre Juventud en America Latina Centro Latinoamericano sobre Juventud CELAJE. Disponible en http://www.celaju. org/biblioteca/index.htm Pere-Oriol Costa, Perez Tornero, J y Tropera, F. 1996 Tribus Urbanas. El ansia de identidad juvenil: entre el culto a la imagen y la autoafirmación a través de la violencia.Edit. Paidos Barcelona Reguillo Cruz, R 2000. Emergencias de culturas juveniles. Estrategias del desencanto. Grupo Edit. Norma. Buenos Aires Rubinich, L. 2005. Cuatro notas sobre las culturas juveniles. Revista TODAVÍA Nº 10 ABRIL Fundación Osde. ISSN 1666-5872 Sarlo, B. 1994. Escenas de la vida posmoderna. Edit. Ariel. Buenos Aires Svampa, M.2005. La sociedad Excluyente. La argentina bajo el signo del Neoliberalismo. Taurus. Buenos Aires Urresti, M. 2005. Separaciones, islas y fronteras. Revista TODAVÍA Nº 10 abril. Fundación Osde. ISSN 1666-5872 César Quiroga: Prof. cátedras: Teoría de la Comunicación Humana I Análisis y Teoría de las Organizaciones Psicología Social Cecilia Maurutto: Prof. cátedra: Introduc ción a la Sociología Facultad de Ciencias Humanas 16 SOMOS LO QUE VEMOS “El cine puede ser un excelente lugar para estudiar la condición humana” David Lynch “El cine no es la representación de la realidad sino la realidad de la representación” Jean Luc Godard El cine forma parte de la existencia social. Es a través de la imagen cinematográfica donde se construye la visión del mundo, se proyectan y construyen los sentidos de las cosas. Un discurso movilizador de circuitos emotivos que permite trasmitir significados y ejecutarlos en el mundo real de los espectadores. E ste ensayo intentará ubicar al texto fílmico dentro de un contexto histórico (la globalización económica y los jóvenes) y de esta manera demostrar que las películas no son simplemente un reflejo de la realidad... son, más bien, en la expresión de Jean-Luc Godard, “la realidad de un reflejo”. Son parte del proceso de formar actitudes, identidades, valores y creencias comunes a la cultura y la sociedad...., así como indicativos de resistencias subyacentes a los discursos ideológicos dominantes y, fundamentalmente, a la construcción de realidades. Al hablar del cine como constructor, no se puede dejar de tener en cuenta que la discusión acerca de la identidad o bien de las identidades pareciera ser uno de los ejes de reflexión actual en estos tiempos en los que los jóvenes viven inmiscuidos en la cultura audiovisual. Es en sus relatos e imágenes, en sus sonoridades, fragmentaciones y velocidades que ellos encuentran su idioma y su ritmo. Alejandro Rey Ramírez1 plantea la idea de cine como instrumento eficaz que sirve, además, como medio óptimo para construir cultura, formación y es genera- 17 dor de identidades. “El cine existe, por lo tanto es necesario que toda cultura tenga la posibilidad de expresarse a través de él”. De aquí se desprende, adquiere importancia, la idea del discurso cinematográfico como una de las formas de expresión del arte que pone en evidencia las particularidades culturales de cada sociedad en la que están insertos sus realizadores. Y a esto se refieren Sánchez y Martín cuando manifiestan que “sea cual fuese la intencionalidad explícita con la que se produce una película, estará inevitablemente realizada con el “lenguaje”, “el modo de narrar”, teñido e impregnado por los códigos propios que particularizan y diferencian a esa sociedad”. Estos códigos propios, esta única y particular manera de expresarse y “contar historias”, más los temas inherentes a cada sociedad constituyen una de las formas en las que se expresa la identidad”2. Desde la aparición de “El nacimiento de una nación” (David Griffith, 1919), el cine ha contribuido a inculcar y a ser un vehículo portador de identidades. Un ejemplo de esto es la producción cinematográfica Norteamericana que domina en forma casi absoluta la exhibición de contenidos en todo el mundo y constituye para los Estados Unidos una de sus principales fuerzas económicas. Apoyada, siempre, por 18 el control de las redes de distribución y la diferente acerca de como son los valores no creciente concentración vertical de las em- se pudo tener una concepción distinta de presas. Las pantallas de cine nos acercan un lo que es, por ejemplo, la familia, las relamismo modo de vida, un modelo único y ciones humanas, la sociedad; entre algurepetido; margina, hace peligrar la existen- nas otras miradas que sólo son capaces de cia de las producciones locales y crea, así, emerger de este discurso. (3) una identidad ajena a nuestra cultura. Al formar parte de la existencia social se Se puede escribir mucho más sobre este constituye en un agente constructor de tema, pero lo que interesa, y a lo que se imaginarios. Lo importante es la manera quiere llegar, es la manera en que el discur- en que transmite significados y cómo estos so cinematográfico forma parte de la pueden ser ejecutados en el mundo existencia social, la transmisión real de los espectadores. Esto ɶLas ɶ de los significados y sobre replantea la idea de identodo cómo es capaz de tidad, porque lo que la pantallas de ejecutarlos en la realisustenta es la imagen, cine nos acercan un dad. que conllevó, no mismo modo de vida, El cine cambió por sólo a la creación de un modelo único y repe- un lenguaje cinecompleto el comportamiento cultido; margina, hace peli- matográfico, o de tural y perceptual un estilo, o género grar la existencia de las de los individuos o un estereotipo, producciones locales y y de las sociedades. sino que fijó los crea, así, una identiSu desarrollo influroles que cada cual yó en todas las clases debería de interpredad ajena a nuessociales, al hacer el muntar tanto en la pantalla tra cultura. do alcanzable, modificó las como en la vida misma. (3) relaciones sociales y transformó Es a través de la imagen prola visión del mundo, a su vez, nos presenta yectada por el cine donde se construye la un flujo constante de palabras, imágenes e visión del mundo. Es a través de los moinformación relacionadas con sucesos que vimientos de la cámara, la elección de los ocurren más allá del entorno y vida social planos, la disposición de los encuadres, 3 la distancia de la cámara con respecto a inmediata . El cine hace que predomine una identidad la acción filmada, el tipo de montaje, el creada por referencias a grupos cercanos, a sonido... que se construye esa visión. Estos elementos intervienen en la creación de la consensos locales, en donde se crean nuevas concepciones, contrarias a las que hasta identidad con el fin de buscar diferenciarse antes de la aparición del cine se creían (esa relación dialéctica entre yo y el otro) verdaderas. Es decir, se crea una multiplica- En el discurso cinematográfico la construcción de sistemas de valores y de criterios de ción de la identidad se da -por ejemplo- a través de los títulos de las películas que legitimación. En otras palabras, hasta que son uno de los primeros mecanismos de el cine no registró una mirada totalmente 19 efectos de índole social y cultural. En nuestro país, Mario Sofficci y Hugo del Carril , en distintas épocas, fueron exponentes de esos cambios. Se puede pensar en “La Tregua” (Sergio Renán; 1974) como una película que se animó a mostrar temáticas representativas de la vida cotidiana de nuestro país; o “La Patagonia rebelde” (Héctor Olivera; 1974) ) una historia de represión con intermedios de luchas sindicales y políticas. Es un cine más político que produjo efectos en un contexto determinado. En los años ’90, el estreno de “Pizza, Birra, Faso” (Caetano- Stagnaro, 1997) La mirada partida fue una especie de reescritura de aquellos primeros intentos en donde el cine se consUna vez finalizada la Segunda Guerra Mundial se produjo un fuerte recambio en tituía como creador de valores, criterios y como referente de la vida cotidiana. El el campo cinematográfico occidental. De retrato que Caetano y Stagnaro esta manera aparecen los “nuelogran sobre un grupo de vos cines nacionales” (la jóvenes marginales, Nouvelle Vague, el ofreció al espectaFree Cinema, el dor situaciones Nuevo Cine cotidianas Alemán, el y diálogos New Americreíbles. Fue can Cinema; a través de la entre otros). proyección de Nuevas ten“Pizza, Birra, dencias que se Faso” que cambió propusieron realizar la visión que se tenía cambios en cuanto a la de los roles dentro del grupo forma y el contenido de sus “Pizza, Birra, Faso”, 1997 productos, y que con el tiempo produjeron familiar, el desempleo y la incidencia en el seducción, el cual sugiere y condensa el sentido que habrá de precisarse al concluir la misma. De alguna manera, aunque un título no garantiza el contenido, ofrece, al menos, la posibilidad de formular hipótesis de lectura que serán probadas o no por el espectador. También se puede tomar al género, la nacionalidad, al director, el montaje o el relato... Las identidades se producen en el relato cinematográfico con un proceso muy similar a las de cualquier otra mercancía, y al igual que las mercancías son ofrecidas al consumidor. (3) 20 delito a causa de la escasez de oportunidades laborales, entre otras temáticas relevantes. Las películas del llamado “nuevo cine nacional” no presentan una homogeneidad estética; su fuerza nace de la diversidad. Una pluralidad de miradas que conforman una identidad diferenciada de evidente renovación con respecto al pasado. Los nuevos directores revelan una actitud de rechazo hacía el cine realizado por la generación anterior, el cine representado por la tendencia del mainstream*. Ellos comparten la historia por un país que sufrió y tienen en común el espíritu generacional, coinciden en el modo de producción, el abandono de la retórica y la preocupación por la identidad. Insisten por igual en un relato cruel y entusiasta sobre la Argentina posterior a la dictadura militar4. El tan mentado nuevo cine argentino comienza, de un lado, con el “realismo social”, con características recuperadas del neorrealismo. Con la particularidad de cineastas como Adrián Caetano, Bruno * Se denomina mainstream a la corriente central, al pensamiento único oficial; al cine o directores de industria en los EE.UU. Foto: Pablo Trapero Stagnaro y Pablo Trapero, entre algunos otros nombres, ellos lograron instaurar una idea del cine como transparencia muy diferente a la de la cinematografía anterior, respecto de una realidad que -por diversos factores- debía registrarse. “Pizza, Birra, Faso” (Caetano- Stagnaro, 1997) impacta por su carácter descarnado de esa vida marginal que cohabita el centro urbano. Varios productos de nuestra cinematografía continuarán con esa misma línea. Jóvenes excluidos sociales, con una violencia física que los constituye, la cumbia, el alcohol y las drogas. En el realismo, esos microcosmos aparecen reducidos sólo a un ámbito, un grupo o un estrato social, casi siempre homogéneos, limitados en su horizonte (nunca se ve más allá del fuera de cuadro) El cine argentino logra su renovación, también, con productos como “Rapado” (Rejtman, 1992) y “Picado Fino” (Sapir, 1994) Algún tiempo antes del impacto que produce el realismo social, establecen un comienzo totalmente opuesto, desde sus historias mínimas y desde sus escrituras al cine nacional. Aunque estos productos son incompatibles, ambos largometrajes reali- 21 zan un giro radical en la tradición moderna. Estas películas trazaron, casi en silencio, uno de los supuestos caminos para un cine nacional que necesitaba renovarse. Los directores de lo que se podría denominar el “realismo absurdo” lograron encontrar, de manera creativa, distintos tópicos para sus productos. Especialmente, es en el lenguaje donde se distancian progresivamente del referente realista, se sabe que el realismo depende -entre otras cosas- de los lugares comunes de la lengua para encontrar allí el sentido del mundo representado. Ambas tendencias (los realistas sociales y los realistas absurdos) marcaron una diferencia con los realistas existenciales del cine de los años sesenta -que aspiraban a dar una imagen integral de la sociedad (política universitaria, el negocio discográfico, la corrupción en distintos ámbitos de la cotidianeidad...), más allá de las películas cuya mirada se centraba en los jóvenes de clase media - los realizadores contemporáneos pareciesen no compartir ciertas premisas, ya sea porque las instituciones están en crisis, no existen figuras sociales o porque el presente se muestra tan abstracto que se ha vuelto imposible de construirlo en un relato cinematográfico. se define por el trabajo que el individuo tiene. Este es un espacio de identidad muy importante para la construcción de la personalidad de los sujetos, de los jóvenes en concreto, porque en él realizan la afirmación de sí mismos y la consecución de las metas a la que se aspira. Esto es claramente lo que ocurre con cada uno, o con la mayoría, de los protagonistas jóvenes de nuestro cine (y aquella filmografía que decide profundizar sobre la problemática juvenil), allí parece darse una notable reivindicación respecto de la formación de la identidad y ello por la emergencia de un individuo que es objeto de múltiples solicitaciones. Es en este punto donde el cine argentino logra reflexionar sobre los diferentes retratos de juventud que parecen registrar su actualidad en persistencia de la idea moderna del cine. Esa modernidad que llegó de la mano del neorrealismo italiano, de la nueva ola francesa, del cine de Bergman, y que obtiene similares conclusiones aunque ahora con otros referentes cinematográficos. “El presente” se muestra, para gran cantidad de jóvenes, como metáforas de la incertidumbre y la inseguridad en cuanto a las posibilidades de acceso no tanto a bienes tecnológicos sofisticados sino más bien a un trabajo y a una remuneración que les permita vivir más o menos dignamente5. Es común encontrar a jóvenes, sin ɶel ɶ cine argentino logra reflexionar sobre los diferentes retratos de juventud que parecen registrar su actualidad en persistencia de la idea moderna del cine. Juguetes perdidos Los jóvenes son una generación privada de trabajo en una sociedad donde la identidad 22 estudios profesionales, desenvolverse en subempleos (tragafuegos, cadetes, limpiadores de parabrisas, entre otros.), mientras que quienes logran obtener un titulo se enfrentan con trabajos sumamente saturados, en los que la oferta es mínima y la demanda exagerada. “Solo por Hoy” (Ariel Rotter, 2000), por citar un ejemplo, reunió a un heterogéneo grupo de personajes que son evidentemente próximos en extracto social, en ambiciones, en deseos y en frustraciones. Jóvenes que ante imágenes tan reales y notables se sienten de antemano impotentes y fracasados, se ahogan en una existencia carente de significado, necesitan buscar “formas de escape” a sus diferentes situaciones6. Así Rotter logra enriquecer su propuesta -que es ante todo descriptiva- con abundancia de detalles visuales y verbales que construyen un universo creíble. La protagonista de “Un día de suerte” (Sandra Gugliotta, 2002) con sus trabajos temporarios toma como único escenario para existir al éxodo. Con esa estética particular del cine argentino joven, esta película pretende explicar lo que está claro. Al igual que los jóvenes de “Contraluz” (Bebe Kamin, 2000), una estética naturalista, drogas y noches de vagancia en la plaza. Un retrato de la miseria de un país inmerso en el desencanto. Un panorama sin trabajo estable que influye negativamente en diferentes ámbitos de la vida del joven, especialmente en el familiar. Un joven que -al no poder insertarse en el mundo laboral- no alcanza una verdadera independencia económica y espacial, lo que trae como consecuencia una permanencia más prolongada con su familia natal y la búsqueda de nuevas alternativas dentro de este núcleo. Esta situación genera conflictos relacionados con los vínculos familiares y esto repercute, de alguna manera, en el proceso de construcción de su identidad, más aún, si se tiene en cuenta que es parte de una sociedad que esconde los viejos y conocidos objetivos del capitalismo: más productividad, más trabajo con menos gente, más poder patronal al interior de los lugares de trabajos, más debilitamiento de las organizaciones sindicales, entre otros. Fuego sagrado Los jóvenes de hoy constituyen valores y estilos de vida diferentes con respecto a las otras generaciones, y esto se debe -en gran medida- a las instituciones mediadoras o socializadoras. Es interesante hacer foco en la familia, ya que pocos aspectos de la vida contemporánea son tan controvertidos como esta institución. La familia es un microsistema social. En ella coexisten microclimas culturales, espacios multidimensionales donde se heredan valores sociales, visiones del mundo, actitudes y aspiraciones, modelos de parentesco y matrimonio, objetos; el sujeto condensa todas las experiencias, las interioriza en su cuerpo, es lo que Bourdieu denomina habitus. El individuo se educa, aprende a comportarse; se conforma y caracteriza como miembro de un grupo al cual pertenece. Interacciona con el grupo familiar, sobre la base de un orden y reglas para establecer límites y distinciones7. Aumentaron los tipos de familias: se puede encontrar fácilmente la poligamia seriada (la gente se divorcia y se vuelve a casar); familias monoparentales (matrifocales, mujer con sus hijos); familias inmigradas (están limitadas y a veces potenciadas por las exigencias de las familias que dejan en 23 el lugar de origen, exigencias afectivas y económicas)8. Es realmente extraño encontrar en el cine actual -en cualquiera de las tendencias cinematográficas- registros de familias tradicionales, propias de las sociedades pre-industriales, los personajes adolescentes pasan a un primer plano, con sus historias, sus miedos y frustraciones, y queda muy por detrás (en un universo no diegético) el núcleo familiar que en su momento funcionaba como un espacio en donde se impartían valores sociales, visiones del mundo, actitudes y aspiraciones... Esto significa que los realizadores se preocupan por intentar entender el tema de la identidad del joven, y esa fuerte contradicción entre la demanda de ideales de identidad que sólo se pueden ejercer “abandonando” a los padres, y la necesidad de consenso afectivo y normativo entre padres e hijos al convivir en un mismo espacio. Con cámaras subjetivas, muchos prime- ros y primerísimos planos y un montaje rápido; Réquiem para un sueño (Darren Aronofsky, 2000) cuenta la historia de una viuda solitaria que pasa mucho tiempo frente a la televisión (mira los programas más idiotizantes del cable estadounidense) y su hijo, un joven alienado por el consumo de cocaína y otras sustancias. La película de Darren Aronofsky está inspirada en la novela homónima de Hubert Selby Jr. y se inmiscuye en la temática de las adicciones, las relaciones humanas y la muerte de los sueños que habla el título. Una idea similar, más suavizada y poética, es lo que plantea Ariel Rotter en “Solo por hoy”. En cambio, Aronofsky proyecta la muerte como resultado de querer alcanzar un sueño (si se piensa en el paradigma estadounidense hay una referencia directa y explícita a la imposibilidad de alcanzar el sueño americano) El estado de alienación que padecen cada uno de los protagonistas se fortalece a tra- 24 vés de las pantallas divididas, las secuencias oníricas, el montaje, la música de efecto y los planos detalles. Esa fragmentación que Aronofsky insiste en mostrar se corresponde con ese mundo de las adicciones y la secuela que éstas tienen tanto en el ámbito psicológico como sólida adaptación, de la novela autobiográfica del escritor Pablo Pérez, sobre la búsqueda del amor y la felicidad, agudizada, en este caso, por la cercanía de la muerte. Narrada a manera de diario íntimo, la cámara se dedica a seguir al personaje en esa búsqueda constante en donde el sadomaso- “Nadar sólo” 2003 físico. Muestra a personas desequilibradas como víctimas de una sociedad. La desintegración personal y la marginación social es un tema revisitado en el cine actual. La cámara de Anahí Berneri decide seguir al personaje en esa búsqueda constante del amor y deja en segundo plano a la familia. Homosexualidad, SIDA y sadomasoquismo son los ejes temáticos de “Un año sin amor” (Anahí Berneri, 2004), ópera prima que elige como tiempo de relato 1996. Problemáticas complejas en donde, con elegancia y sutilezas, la directora logra una quismo es sólo un elemento que sirve para contar la historia. Lugares comunes Es interesante observar, dentro de la cinematografía, la existencia de lugares, espacios y momentos que sólo conocen los jóvenes y que ayudan a formar su identidad. Es por eso que la relación del joven con los lugares y no lugares resultaron una señal muy representativa dentro del cine actual. Los “no lugares” no son ni espacios de identidad, ni habilitan las relaciones socia- 25 les ni tienen una historia; son provisorios, efímeros, sitios de paso. En ellos deambulan las individualidades solitarias, “una forma muy particular y muy moderna de soledad”. Se conjugan las figuras del exceso posmoderno: “superabundancia de acontecimientos, superabundancia espacial y la individuación de las referencias”9. “Sábado” (Juan Villegas, 2001), una película joven que pone en relación con varios personajes de veintipico abstrayéndolos del plano de la problemática económico laboral, encuentra a los chicos en la calle, la noche, deambulan sin saber del todo por qué, discuten sin alzar nunca la voz y sin saber muy bien las razones. En “Modelo 73” (Rodrigo Moscoso,2000) tres pibes salteños dan vueltas alrededor de un Chevy 73 que se niega a dar vueltas. “Nadar Solo” de Ezequiel Acuña (2003), y la exploración de una zona que Rejtman descubrió con “Rapado” y que no es fácil de definir, pero se puede advertir que cada una de las relaciones circulan sobre algunos objetos que pasan de un personaje a otro, y que se mueven en el relato sólo porque dependen de ellos. La fuga que se constituye en búsqueda / escape o experiencia existencial en “Tan de repente” (Diego Lerman, 2002) La calle, el viaje, como trayectoria que la diferencia de la monotonía cotidiana (road-movie). En la película de Lerman todo es posible que pase. Es en cada producto del realismo absurdo donde queda registrado el paso del tiempo. Los jóvenes caminan, fuman, dan vuelta, deambulan sin algún sentido, no hacen nada... esto visto desde una narrativa convencional parece banal, pero no lo es. Estas escenas no aportan datos sobre la historia, muestran el paso del tiempo. El contexto (ciudad, habitación, baño, la calle, la noche) donde ocurren los hechos, también son elementos que reclaman significaciones. A grandes rasgos, se puede observar una irrupción de no-lugares. Los que antes eran lugares (lugares como posibilitadores de la formación de una identidad) se han transformado en espacios de paso. Vértigo de las ciudades, pérdida de continuidad en los espacios, en particular los shoppings, la calle, los grandes supermercados, aeropuertos, entre muchos más10. El barrio es otro de los territorios de los jóvenes, ese lugar simbólico cargado también de significaciones que se constituye como elemento fundante para el surgimiento de grupos juveniles. Es en relación con ese espacio donde aparecen algunos cambios con los constitutivos identitarios de los jóvenes11. Los adolescentes de Raúl Perrone* viven siempre al límite, en Ituzaingó, el barrio- universo del director que sirve como escenario para cada uno de sus productos independientes. Todas sus historias suburbanas comienzan y finalizan en el barrio. Es conveniente narrar y describir cómo es cada barrio en el que viven los jóvenes. Cómo ellos se apropian del espacio y por que lo hacen de una manera y no de otra: que significa vivir en el “fondo”, en las tierras más carenciadas, aquellas que se encuentran aún sin asfaltar y detrás de las cuales sólo se puede observar las vías del tren y campos muy extensos, y que connotaciones se derivan de vivir en las calles asfaltadas que conducen al “centro” del ba* Raúl Perrone -cineasta de culto en la Argentina que recién en estos últimos años ha logrado un espacio para estrenar comercialmente sus obras- de profesión dibujante estrenó en los circuitos alternativos Labios de churrasco, obra fundacional del Nuevo Cine Independiente. Después vendrían Graciadió’ y 5 pal’ peso, que completarían una trilogía única no sólo por su propio peso específico, sino también por la influencia decisiva que tuvo en lo que hoy es el cine argentino. 26 rrio, en el que se encuentra la zona comercial y la plaza principal donde se realizan distintos tipos de eventos12. Estos elementos y su habitual economía de recursos son el microcosmos que permiten al realizador entender y utilizar al barrio como telón de fondo. Algunos de los lugares que caracterizan a los jóvenes, y que desde hace más de una década insiste en construir el cine nacional, son las plazas y la calle, espacios cargados de sentido que contienen en su disposición espacial posibilidades, prohibiciones y prescripciones. Es común que los jóvenes de hoy generen una alternativa espacial propia (Plazas, esquinas, ciber-kioscos, recitales y bailantas; salas de video juegos...) que los ayude a afirmar su identidad. Debajo del obelisco en “Pizza, Birra, Faso” (Caetano-Stagnaro, 1997), el sexo en los cajeros automáticos en “Vagón Fumador” (Verónica Chen, 2001), la sala de videojuegos y “Picado Fino” (Sapir, 1994), entre muchos ejemplos más. Se los puede ver simplemente amontonados, sentados en el frente de un local o edificio, apoyados contra los autos estacionados en la calle, o simplemente invadiendo la vereda13. Existen otras películas, no necesariamente argentinas, que movilizan al espectador “El odio” (Francia, 1995) 27 indistinta sea su cultura. Rodada en un contrastado blanco y negro, “El odio” (Francia, 1995) es una especie de “Pizza, Birra, Faso”, pero con una estética a lo “Picado Fino” (con una variedad interesante de encuadres como los que utilizó Esteban Sapir) En la película de Mathieu Kassovitz el conflicto es el punto de inflexión entre los marginales y la policía. “El odio” tiene antecedentes en la muerte en 1993 del árabe Makomé, de 17 años, muerto de un disparo mientras era interrogado por la policía. Kassovitz participó en las manifestaciones de protesta y recuperó el trágico incidente para construir un día en la vida de tres jóvenes amigos (un joven de origen marro- quí, un judío y un africano; los tres franceses) que viven en un barrio marginal de la periferia parisina, durante los importantes disturbios sociales que se dieron a comienzos de los 90. Al igual que los jóvenes de “Pizza, Birra, Faso” y “Picado Fino”, “El Odio” es un sugestivo ensayo sobre la situación social de los jóvenes en las periferias de los barrios. Se estructura en fragmentos, en tiempo real, y concentra una contenida y constante violencia. “El odio” se anticipó a la ola de violencia, protagonizada por jóvenes, que se desató en las ciudades de Francia, en noviembre de 2005. Ese contexto social se construye en la película, una escritura de la división centro-periferia que no detiene sólo en una dicotomía espacial, sino que construye un conflicto social y cultural. El barrio en contraposición de las grandes urbes. Ya nadie va a escuchar tu remera Lo mismo se puede decir del lenguaje que utilizan los jóvenes. Algunas palabras pueden ser entendidas sólo por aquellos que forman parte de la cultura juvenil y cobran distintos significados según el contexto en el que las mismas sean usadas1314. El silencio de los jóvenes es fundamento de una subjetividad, puesto que con lo que no se dice no deja de connotarse el estado del personaje. A esto podemos verlo en las conversaciones y la circulación de los personajes de “Sábado” (Juan Villegas, 2001), la escasez de diálogos, la trivialidad de las palabras es parte de un trabajo literario que hace que los intercambios verbales progresen hacía una ligera inverosimilitud (“Silvia Prieto”, Rejtman) En la película de Villegas persiste la misma banalidad de las conversaciones organizadas alrededor de malentendidos, pero sobre todo desde cierta torpeza en la expresión. Los silencios deliberados de “Nadar Solo” (Ezequiel Acuña, 2003) propios de la alienación urbana; la película parece tomar relaciones despojadas en la superficie. Los adolescentes de Acuña no se rebelan ante nada. No tienen aficiones por el alcohol, de drogas, ni de sexo a diferencia de Tomás, el joven que propone “Picado fino” (Sapir, 1994) “Nadar solo” constituye, de este modo, una historia casual, sostenida por las 28 inferencias precarias y que da lugar a todo lo no-dicho. Si se piensa en los jóvenes de lo que llamamos el realismo social, a diferencia de la tendencia del absurdo, sus palabras colaboran así en la edificación de fronteras; son los ladridos simbólicos con los que se establecen las distancias aparentemente inobjetables. (12) Ellos nos hacen participar de una experiencia única, tienen dificultades para comunicarse y cuando lo hacen recurren a un lenguaje grosero, torpe, es, justamente, porque viven en una sociedad en crisis, y a través de sus voluntades se enfrentan al desencanto general. Pero no es sólo el lenguaje uno de los principales elementos por medio de los cuales los jóvenes transparentan su identidad, también lo hacen a través de la forma de vestirse, de cubrir el cuerpo. Así, el cuerpo se convierte en portador de infinitos mensajes pero, sobre todo, en el portador de la primera imagen; con el cuerpo uno se presenta ante la mirada de otros. (14) Tsai Ming-liang, uno de los realizadores contemporáneos más destacados del cine Taiwanés, en sintonía con el cine argentino arriba mencionado; recupera algunas características de la cinematografía de la Nouvelle Vague, en especial de François Truffaut. Tsai trabaja siempre sobre las mismas preocupaciones y las repite en cada una de sus películas. Uno de los ejes de su cine es la ausencia de una narración definida, la escasez de diálogos que en la mayoría de los casos se apoya en la imagen, en sus planos largos (en cuanto a la duración) y fijos. Una temática reiterativa en el cine de Tsai es la incomunicabilidad cotidiana y la alienación urbana en la cual están inmersos sus jóvenes protagonistas. “El Río” (Taiwan, 1997), “The Hole” (Taiwan, 1998) y “Allí que hora es?” todas están cargadas de “simbolismos” (El agua es uno de ellos), narradas a través de larguísimos silencios y un manejo de los tiempos que incomodan al espectador. Tsai Ming-liang en cada una de sus películas trabaja con la idea metafórica del progresivo acercamiento de oriente a occidente. Siempre desde ciertas dificultades en la comunicación. ɶEsɶ tas películas no reflejan la realidad del ser joven, sino que la construyen al igual que construyen actitudes, valores y creencias comunes a la sociedad. Yo, tú, ellos Todo lo que muestran películas como las anteriormente elegidas, y muchas que no se pudieron nombrar por una cuestión de espacio, tiene sentido y la mayor parte de las veces un segundo significado que sólo puede surgir de la reflexión. Para Marcel Martin15 toda imagen implica más de lo que explica, es por eso que obras como estas son interpretables en varios niveles según el grado de sensibilidad, imaginación y cultura del espectador. Los silencios deliberados, los síntomas de 29 repetición, las reiteraciones que muestran el sin sentido, las incertidumbres, el constante deambular, el desprecio, la falta de interés y de diálogos; todo esto sumado al importante nivel de fragmentación que se puede vislumbrar como resultado del lenguaje audiovisual (encuadres, angulaciones, sonidos...) Todo esto construye una idea de joven que, a pesar de cualquier extremismo, puede generalizarse y acercarse a la realidad e idiosincrasia de la juventud que se desprende del cine. Se supone que la problemática relacionada con la identidad juvenil tiene su origen en conflictos familiares que sumados a influencias sociales defectuosas, frustraciones acumuladas por el sistema educativo y, fundamentalmente por el laboral, generan en los jóvenes la necesidad de buscar espacios y lugares propios (fuera del ámbito familiar) para realizarse, sentirse independientes y desarrollar –de una vez por todas- su personalidad. Los directores reemplazan a la institución familiar por elementos urbanos que reclaman significaciones. Por ejemplo, el cine contemporáneo inundó sus pantallas con los no-lugares; esos espacios a-identitarios que no habilitan las relaciones sociales, ni tienen una historia, que son provisorios, efímeros, sitios de paso. Se puede observar una irrupción de no-lugares en la actualidad y cómo la juventud se siente en otro espacio de identidad, con atributos y características bien opuestas y diferentes, con valores y estilos de vida que las generaciones adultas no comparten, en general. También es interesante el quiebre que estos cineastas realizaron en el lenguaje empleado por sus jóvenes personajes, ya que este posee las mismas características que otros elemen- tos de la cultura juvenil. Intenta construir un universo singular que lo distancie del “otro” (adulto u otros jóvenes) Así, las palabras colaboran en la edificación de fronteras; también la forma de vestirse. Estos elementos relacionados con aspectos básicos de la identidad, construyen una estética particular que es la juventud. En este caso determinada por diferentes tendencias, según la cultura del realizador. Estos jóvenes no miran desde afuera, por el contrario, se internan (y nos internan) dentro de cada escena, nos hacen intervenir. Cada uno de estos personajes tiene dificultades para comunicarse o para enfrentar algún proyecto de vida, es, justamente, porque viven en una sociedad con una abstracta imagen del porvenir. Transitan sin problemas historias que van del humor más absurdo al drama más desgarrador, y desde estos claros extremos sacan las fuerzas necesarias para enfrentar sus conflictos. Éstos jóvenes son parte de la narrativa, y las películas mencionadas intentan recuperar aspectos que se relacionan con la incertidumbre social, con lo que pasa en cada una de las sociedades. Es a través del cine que se construye esa particular visión. Sombrío escenario que facilita un anclaje actual, aunque su extremismo, y sus diferentes aspectos predominen en el relato. Ante todo, se puede percibir que son muchos jóvenes los que construyen su identidad en el terreno del desencanto. Películas que no reflejan la realidad del ser joven, sino que la construyen al igual que construyen actitudes, valores y creencias comunes a la sociedad. De esta manera, el cine se convierte en un delicado lugar para observar al hombre en su vida cotidiana. 30 Agua (2006) Verónica Chen (Argentina) Filmografías: ɶɶ Acuña, Ezequiel (Argentina) Como un avión estrellado (2005) Nadar solo (2003) Rocío (corto - 2000) Raro (corto - 1999) Tokio (corto - 1998) ɶɶ Aronosky Darren (Estados Unidos) Pi (1998) Réquiem por un sueño (2000) La Fuente de la vida (2006) ɶɶ Berneri, Anahí (Argentina) Encarnación (2007) Un año sin amor (2004) Modelo para armar (corto - 1997) ɶɶ Caetano, Adrián Israel (Uruguay) Caudillo (anunciada) Mujeres elefante (telefilm - 2007) Crónica de una fuga (2006) Sangre roja, 100 años de gloria (mediometraje - 2005) 18-J (2004) Después del mar (telefilm - 2003) Un oso rojo (2002) Bolivia (2001) Historias de Argentina en Vivo (2001) La cautiva (telefilm - 2001) La expresión del deseo (mediometraje 1998) Pizza, birra, faso (1997) No necesitamos de nadie (corto - 1996) Cuesta abajo (corto - 1995) Calafate (corto - 1994) Blanco y negro (corto - 1993) Visite Carlos Paz (corto - 1992) 31 “Los siucidas” 2005 ɶɶ Kassowitz, Mathieu (Francia) Gothika (2003) Los ríos de color púrpura (2000) El odio (1995) ɶɶ Chen, Verónica (Argentina) El juego del ahorcado (en producción) Agua (2006) Vagón fumador (2000) Ezeiza (corto - 1997) Calor humano (corto - 1996) 2015 (corto - 1996) Soldado (corto - 1995) Ariel Lavalle (corto - 1995) Qué felicidad (corto - 1994) Los inocentes (corto - 1994) ɶɶ Gugliotta, Sandra (Argentina) Tercera invasión (en producción) Las vidas posibles (2007) Un día de suerte (2002) Noches áticas (corto - 1994) ɶɶ Kamin, bebe (Bernardo Czemerinsky, Argentina) Maestros milongueros (2006) Contraluz (2001) Vivir mata (1991) Chechechela, una chica de barrio (1986) Los chicos de la guerra (1984) Adiós Sui Generis (1976) El búho (no estrenada comercialmente 1974) ɶɶ Lerman, Diego (Argentina) Mientras tanto (2006) La guerra de los gimnasios (corto - 2004) Tan de repente (2002) La prueba (corto - 1999) ɶɶ Moscoso, Rodrigo (Argentina) Modelo 73 (2000) Leo 16 (corto - 1995) ɶɶ Perrone, Raúl (Argentina) Aullido (en postproducción) 32 Doce momentos de felicidad (en postproducción) La navidad de Ofelia y Galván (2007) Tarde de verano (2006) Canadá (2006) Pajaritos (2005) Ocho años después (2005) Nosotrosdos (2005) La mecha (2003) Late un corazón (no estrenada comercialmente - 2002) Peluca y Marisita (2001) Zapada, una comedia beat (no estrenada comercialmente - 1999) 5 pal’ peso (1998) La felicidad (un día de campo) (no estrenada comercialmente - 1998) La película del taller (mediometraje 1998) Graciadió (1997) No seas cruel (inédita - 1996) Jimidin (1995) Labios de churrasco (1994) Chamuyando (1993) Nos veremos mañana (inédita - 1993) Blus (inédita - 1993) Ángeles (1992) Suave como el terciopelo (1991) Bang-Bang (corto - 1990) Buenos Aires-Esquina (mediometraje 1990) Subterráneos (corto - 1989) ɶɶ Rejtman, Martín (Argentina) Copacabana (telefilm - 2006) Los guantes mágicos (2003) Silvia Prieto (1998) Rapado (1991) Sistema español (inconclusa - 1988) Doli vuelve a casa (corto - 1986) Rachel Weisz, “La fuente de la vida” (The fountain); de Darren Aronofsky ɶɶ Rotter, Ariel (Argentina) El otro (2007) Olvidos, locura y amor (corto - 2006) Sólo por hoy (2000) Espectros (corto - 1995) Legolás (corto - 1993) ɶɶ Sapir, Esteban (Argentina) La antena (2007) Picado fino (1993) ɶɶ Stagnaro, Bruno (Argentina) Historias de Argentina en Vivo (2001) Pizza, birra, faso (1997) Guarisove, los olvidados (corto - 1995) 33 Martín Rejtman ɶɶ Trapero, Pablo (Argentina) Leonera (anunciada) Nacido y criado (2006) Familia rodante (2004) El bonaerense (2002) Naikor (corto - 2001) Mundo grúa (1999) Negocios (corto - 1995) Mocoso malcriado (corto - 1993) ɶɶ Tsai Ming-liang (Malasia) The Wayward Cloud 2005 El sabor de la sandía 2005 Bienvenido a Sao Paulo 2004 Good Bye, Dragon Inn 2003 ¿Qué hora es allá? 2001 Una conversación con Dios 2001 El agujero 1997 El río 1997 Viva el amor 1994 Rebeldes del dios neón 1989 ɶɶ Villegas, Juan (Argentina) Los suicidas (2005) Una tarde feliz (corto - 2002) Sábado (2001) 2 en 1 auto (corto - 1998) Rutas y veredas (corto - 1995) “Historias Breves” 1995 34 Bibliografía REY RAMÍREZ, ALEJANDRO. 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Se licenció en Letras en la Universidad de Buenos Aires y se ha especializado en el estudio comparado del cine y la literatura. Es docente e investigador en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad del Cine. Ha colaborado en diversas revistas especializadas como Punto de vista y El Amante (Buenos Aires), Variaciones Borges (Aarhus), Cinémas d’Amérique Latine (Toulouse) y Cinemais (Río de Janeiro). © otrocampo.com 1999-2001. 4 MERLOS, MARISA ADRIANA. “Identidades juveniles: incertidumbre en el fin del milenio”. Este trabajo se inscribe en el Programa: “Análisis de prácticas cognitivoculturales: la escritura y la imagen”, del PROINCOM (programa de investigaciones comunicacionales), dirigido por Donatella Castellani. 1996. 5 RODRÍGUEZ SÁNCHEZ, J. L. 1989. Transtorno de identidad, factor común en los alumnos “problema” de bachillerato. Tesis Maestría. Psicología Clínica. Departamento de Psicología, Escuela de Ciencias Sociales, Universidad de las Américas-Puebla. Mayo. Derechos Reservados © 1989, Universidad de las Américas-Puebla. mailweb.udlap.mx/~tesis/mpsc/rodriguez_s_jl/ capitulo1.html - 9k 6 ALFARO, ANA TANIA VARGAS. “identidad y sentido de pertenencia. Una mirada desde la cotidia7 neidad”. Centro Prov. De Cultura Comunitaria. Ciudad de la Habana. Cuba. www.crim.unam.mx/cultura/ ponencias/1cultDesa/CDIDE02.htm.1997. ESPINOSA, TERESA SAN ROMÁN. catedrática de antropología social de la universidad autónoma de Barcelona. 19 de noviembre de 2001 Resumen de la ponencia realizado por el equipo de redacción del Ámbito María Corral. www. ua-ambit.org/jornadas2001/ponencias/ j01-teresa-sanroman. htm-. 8 SILVA, VÍCTOR. [email protected]. Lic. En la Universidad de la República Oriental del Uruguay. Universidad de Sevilla . Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid. “La compleja construcción contemporánea de la identidad: habitar ‘el entre’ “. http:// www.ucm.es/info/especulo/numero18/compleja.html. 2001. El Lic. Víctor Silva retoma al autor Marc Augé en su trabajo “La compleja construcción contemporánea de la identidad: habitar ‘el entre’ “ 9 RUSSO, SEBASTIÁN. “Estética y Política. Relaciones peligrosas”. La comunidad artística en Internet. w3art.es/ russo/FOROS/Foro%201.htm - 7k – 2001. 10 REGUILLO CRUZ, ROSSANA. Emergencias de culturas juveniles. “Estrategias del desencanto”. Editorial Norma .2000. 11 MARGULIS, MARIO. “La juventud es más que una palabra”. Ensayos sobre cultura y juventud. Editorial Biblos, 1996. 12 MARGULIS, MARIO. “La cultura de la noche”. La vida nocturna de los jóvenes en Buenos Aires. Espasa Calpe Argentina. 1994. 13 “2001: Una odisea del espacio” URBAITEL, PABLO. “Adolescencia, tribus urbanas y cultura joven”, algunas reflexiones acerca de las características de los alumnos de nivel medio. Urbaitel es investigador del CECYT (Centro de estudios en cultura y tecnología) Facultad de ciencia política y relaciones internacionales U.N.R. Anuario del Dpto. de ciencias de la comunicación. UNR Editora.1998. 14 MARTIN, MARCEL. “El lenguaje del cine”. Iniciación a la estética de la expresión cinematográfica a través del análisis sistemático de los procedimientos fílmicos. Editorial Gedisa 1995. 15 Marcos Altamirano: Director de la Dirección de Comunicación y Cultura Facultad de Ciencias Económicas Responsable www.metropoliscine.com.ar No le tengas miedo a la aguja. Temele a la indiferencia Registro de Potenciales Dadores de Sangre en la UNRC. ¿Qué es? El objetivo de esta iniciativa es generar un banco de datos de potenciales dadores de sangre, organizado, eficaz y rápido para dar respuesta a la necesidad urgente de algún miembro de la comunidad universitaria. El banco de datos es implementado desde la Dirección de Salud, contado para ello con un programa informático desarrollado por el Centro de Cómputos de la UNRC, el cuál permite realizar búsquedas por grupo y factor compatibles. ¿Para quiénes? Este registro está destinado a cubrir las necesidades de los miembros de la comunidad universitaria, (docentes, no docentes y estudiantes) y de sus familiares directos (padre, madre, hermanos e hijos). Si el potencial dador no conoce o no recuerda su grupo sanguíneo, el análisis se realizará en el Laboratorio de la Dirección de Salud. En todos los casos, la verificación de la sangre donada se realizará en la institución de salud donde se realice la transfusión de sangre. ¿Cómo inscribirse? Para inscribirse, los interesados deberán ingresar al Sistema de Información de la universidad con su DNI y clave de acceso (PIN) en donde podrán seleccionar la opción “DADORES DE SANGRE”, a partir de lo cual se abrirá una pantalla conteniendo un cuestionario, que deberán completar, revisar, e imprimir, para finalmente firmarlo dando el consentimiento expreso de ser dador potencial de sangre. Este cuestionario deberá ser entregado personalmente en la Dirección de Salud de esta Universidad. El registro de los datos cumplirá con todos los requisitos de la ley 25.392 de preservación de los datos del potencial dador de sangre. Universidad Nacional de Río Cuarto - Secretaría de Bienestar Dirección de Salud -Tel: 0358-4676127 35