da vinci:descifrando el cモdigo

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Da Vinci:
Descifrando el Código
“El que pierde los ojos deja el alma en una prisión oscura,
sin peranzas de volver a ver la luz del sol”.
Leonardo Da Vinci
Elsa Hernández
De este artista se podrían decir varias cosas:
que creó el mecanismo de funcionamiento del
helicóptero; que es el autor de la Gioconda; fue
diseñador de armas y modeló para las obras
de Verrocchio y Rafael.
Leonardo nació en la ciudad de Vinci, cerca
de Florencia, el 15 de abril de 1452. Fue pintor,
escultor, ingeniero, arquitecto, físico, biólogo,
filósofo, botánico y autor de tratados de óptica.
En cada una de estas facetas sus capacidades
asombraron a sus contemporáneos.
El artista del renacimiento aspiraba llegar al
conocimiento total, a través de la observación
y experimentación, no por razonamiento intelectual. Él mismo se definía como un hombre
iletrado porque su educación fue otra: le enseñaron simplemente a leer y escribir, pero el latín,
única vía de acceso a los estudios humanistas,
lo aprendió siendo un hombre maduro.
Leonardo comprendió y utilizó el método
experimental un siglo antes de que Francis
Bacon lo estudió y Galileo lo puso en práctica.
No escribió tratados metodológicos, sus ideas
las dejó en un cuaderno de apuntes, donde
estableció, entre otros temas, la importancia del
método en la investigación.
Ojo de Buen Pintor
La Gioconda (también conocida como La Mona Lisa). Aunque muchos publicistas
le han puesto anteojos, se sospecha que trae lentes de contacto; principio óptico
que Leonardo desarrolló.
De acuerdo con Leonardo, la pintura abarca el
total de las diez funciones del ojo, esto es: la
oscuridad, la luz, el cuerpo, el color, la forma, la
ubicación, la lejanía, la cercanía, la moción y el
reposo. Su trabajo consistió en entrelazar esas
funciones, para que el pintor conociera cómo
debe imitar con su arte todos esos elementos.
El ojo, decía, es la venta del alma, el órgano
principal por el cual se observan las infinitas
obras de la naturaleza. Está compuesto de
tres partes: el círculo blanco del ojo que capta
los objetos. Ese mismo círculo tiene un punto
negro, es decir, un nervio en cuyo interior se
reciben las impresiones. El tercer elemento es
el “sentido común”, el cual se encarga de elaborar juicios.
Da Vinci pensaba que la perspectiva era el
timón de la pintura y se desarrollaba mediante
un conocimiento perfecto de la función del ojo.
Según señalaba, hay tres clases de perspectiva, la primera trata de la aparente disminución
de los objetos cuando se alejan del ojo. La
segunda describe la forma en que varían los
colores al alejarse del ojo. La tercera explica
cómo aparecerían los objetos menos precisos
cuanto más lejos se encuentran.
La perspectiva, concluye, no es más que la
visión de un lugar a través de un cristal liso y
transparente. Los objetos llegan al punto del
ojo en forma de pirámides y éstas se entrecortan en el plano del cristal.
Más Allá de una Visión
Una aportación del artista al campo óptico
es su descripción sobre un dispositivo para
eliminar los problemas de refracción del ojo.
En su “Códice sobre el ojo” de 1508, Leonardo
habla de un tubo lleno de agua, sellado por
una lente en cada uno de los extremos. Al
colocar este aparato en el ojo, el agua lograba
uniformar la superficie corneal y se eliminaba el
astigmatismo.
La misma observación
óptica fue hecha años
más tarde por Renato
Descartes en su Discurso
del método, en donde
señala que al sumergir un
ojo en el agua se anula
la refracción corneal.
Desafortunadamente,
los comentarios de Da
Vinci y Descartes fueron
olvidados hasta 1845,
año en que aparece la
Enciclopedia Metropolitana, en la que John F.W.
Herschel sugiere el uso
de una lente de gelatina
para la corrección de los astigmatismos.
Otra aportación de Leonardo al campo
visual, es el uso de la cámara oscura, que
consiste en una caja de paredes rectas ennegrecidas por su cara interior. Una de ellas
lleva un orificio en el centro y la cara opuesta
es de vidrio desastrado; sobre ésta aparece
la imagen invertida de los objetos colocados
frente al orificio.
A comienzos del siglo XI, Alhazen de Basra,
matemático y científico árabe, describió este
aparato en su obra sobre principios de la óptica
y comportamiento de la luz. En 1515, en el escrito
“De cómo las imágenes de los objetos percibidos por el ojo se entrecortan en el humor cristalino”, Leonardo demuestra el paralelismo de la
cámara oscura con el ojo humano. Dice:
“ Por un pequeño orificio circular penetran
en una habitación muy obscura imágenes de
objetos muy iluminados. Si tu recibes esas
imágenes en un papel blanco situado en esa
habitación y muy cerca del orificio, verás en el
papel esos objetos con sus formas y colores.
Si dichas imágenes proceden de un lugar iluminado por el sol, parecerán como pintadas en
el papel, el cual hay que ver al revés. El orificio
se abrirá en una placa de hierro muy delgada...
¡Así ocurre dentro de la pupila”.
Recopilado en el Códex Atlántico, las
observaciones del artista no se publicaron y
por lo tanto se conocieron hasta 1797. El texto
Estudio de la perspectiva para el fondo de “la Adoración de los Magos”.
más antiguo que define al artefacto como
“Cámara Obscura” es de un discípulo de Leonardo, Cesare Cesariano.
Este invento es el más interesante de esa
época, por su relación posterior con otras
manifestaciones artísticas, como la fotografía
y el cine, y porque con ella el pintor descubre
nuevas formas de “ver” la realidad, incorporando novedosos códigos al lenguaje visual.
Da Vinci realizó varios progresos en el rubro
de la visión pero tuvo el defecto de creer que la
función visual residía en el cristalino en vez de
en la retina.
Algo más sobre Leonardo
El artista retomó las ideas de Arquímedes
sobre la presión de los fluidos y demostró que
los líquidos mantienen el mismo nivel en vasos
comunicantes, y que si se llenan ambos vasos
con líquidos diferentes, sus alturas de nivel
serán inversamente proporcionales a sus densidades.
También investigó la hidrodinámica: Escape
de agua por los orificios, su corriente por canal,
propagación de las olas sobre la superficie,
entre otros temas. De las olas en el agua pasó
a las ondas del aire y a las leyes del sonido,
adelantándose a la moderna teoría ondulatoria
de la luz.
Madonna Litta.
La Virgen de las rocas, (María con el Niño, San Juan
Bautista y un ángel)
Como ingeniero, son muchos los inventos
atribuidos a Leonardo, desde un diseño para la
fabricación de un helicóptero hasta un vehículo
que funcionaba mediante una manivelas, y una
máquina para pulir espejos. En su faceta como
pintor, Leonardo se distingue por el estudio de
la anatomía humana, para lo que recurrió a la
disección de cadáveres. Entre sus obras destacan: el Bautismo de Cristo (1472); La anunciación (1472); La adoración de los Magos (1481);
La anunciación (1478), y San Jerónimo (1480).
Su obras maestra, sin embargo, es La Última
Cena en la que hace un perfecto tratamiento de
la perspectiva visual. Leonardo sitúa el punto
de fuga justo tras la cabeza de Jesucristo por
lo que todas las miradas convergerán sobre
él, acentuando la pirámide visual con un conjunto arquitectónico que permite al espectador
situarse en esa última cena.
Otra de sus aportaciones en este cuadro
es el tratamiento de la luz, pues sitúa un foco
interior al abrir una puerta y dos ventanas en la
pared del fondo. No sólo es una solución lumínica, sino que incrementa la pirámide visual al
llevarla al infinito (fondo natural). La figura de
Jesucristo la ubica en el centro de la puerta,
por lo que el foco de luz posterior resalta aún
más su contorno. Para ahondar en esta sensación concibe la obra de forma simétrica, siendo
Jesús el eje que divide tanto la estructura arqui-
tectónica como a los personajes, situando sus
discípulos a cada lado en dos grupos de tres.
El momento elegido no es el de la consagración del pan y el vino, sino cuando Jesús
comunica a sus discípulos que uno de ellos le
va a traicionar, creando en ellos sensaciones
humanas, dotándoles de movimiento, angustia
e incredulidad.
Su otra aportación pictórica es La Gioconda
o Mona Lisa, que realizó en 1503 y actualmente
se encuentra en el Louvre. Éste representa
a Lisa Gherardini, esposa de Francesco del
Giocondo.
En la obra utiliza la técnica del esfumato,
es decir recurre a un paisaje natural, lleno de
grutas, rocas deshilachadas y ríos, lo cual crea
una atmósfera envolvente. Para Leonardo la
atmósfera no es transparente, sino que tiene
color y formas propias, que cambian por efecto
de la luz. Estas propiedades varían el volumen y
el color de los objetos.
Curiosamente, en 1987 los docentes y expertos en computación Lilian Schwartz y Gerald
Holzman analizaron la imagen de La Gioconda
y la compararon con el autorretrato más difundido de Leonardo, uno donde muestra gran
escepticismo. El resultado (que se puede ver
en www.union-web.com/leonardo), señala que
posiblemente se trate de un autorretrato y no
de Lisa Gherardin.
Sea cual sea el modelo original de esta
obra, lo cierto es que en ella Leonardo consigue un tratamiento perfecto de la anatomía
humana y el volumen. El biógrafo de Leonardo,
Vasari, asegura que para lograr la sonrisa de la
Mona Lisa, el pintor pedía que alguien tocara
o cantara a su alrededor, o que varios bufones
le alegraran para alejar la melancolía que suele
transmitir la pintura de retratos.
En Leonardo, sin duda, se funden la actividad artística y científica, si esta última no
fue valorada por sus contemporáneos, en la
primera se le reconoció como un maestro que
supo plasmar la belleza como ideal renacentista.
Cualidades Artísticas en
Leonardo:
• Sus cuadros suelen presentar una composición triangular. Ubica diversos planos,
ensamblados entre sí.
• Tratamiento perfecto de la luz, gracias a sus
estudios teóricos de ésta. Sitúa los focos
adecuados en el sitio idóneo.
• Preocupado por el estudio del movimiento
sus cuadros presentan siempre un ritmo
adecuado.
• Leonardo crea la perspectiva aérea, para
que la atmósfera no sea translúcida, sino
que cambie la intensidad del color y de la
luz que percibe el espectador.
Descifrando el Código
La Dama del Armiño.
En el libro El Código Da Vinci (Editorial
Urano) su obra “La última Cena” es el punto de
partida de una interesante historia en el Museo
del Louvre. Sin embargo, en una disertación
televisada y conducida por Joaquín López
Dóriga, un grupo de especialistas serios y reconocidos pusieron en tela de juicio la validez
científica de los datos que se vierten en este
libro. Su consulta podría resultar interesante
como material literario pero difícilmente como
material científico. ¡Ojo!
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