Recursos Naturales, uso, conservación y sostenibilidad

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Recursos Naturales, Uso, Conservación, Sostenibilidad e Investigación.
Ricardo Russo.
Profesor del Área de Recursos Naturales.
Universidad EARTH, Costa Rica.
Documento de discusión elaborado para el Seminario–Taller “Políticas y Prioridades de
Investigación Agropecuaria y Forestal en República Dominicana.
28 al 30 de Junio del 2002.
Introducción
Los recursos naturales (RN), dentro de los que se hallan los recursos forestales, juegan un
papel importante en el suministro de bienes y servicios que la sociedad actual demanda;
sin embargo, están sujetos a procesos de degradación que afectan la vida del planeta. Por
tanto, la permanencia, conservación y sostenibilidad de los mismos y su biodiversidad,
dependerá en gran manera, de la forma de manejo y uso racional que se practique. Esto
implica la comprensión de la problemática y exige la búsqueda de alternativas con
orientaciones prácticas y realistas en la aplicación de estrategias de manejo y utilización
de los RN cuya aplicación resulte en un manejo sostenible de los recursos forestales del
trópico.
Esta ponencia tiene dos objetivos centrales: a) presentar un marco de referencia general
sobre los RN en función de uso y b) explorar las posibilidades de investigación para su
conservación y sostenibilidad. Su elaboración se basó en materiales de enseñanza
utilizados en los cursos de la Universidad y se adaptó para el presente Seminario–Taller
Internacional.
Aspectos Conceptuales sobre los Recursos Naturales en Función de Uso.
Tradicionalmente se entiende como un recurso natural cualquier factor del ambiente
natural que puede significar algún provecho al hombre tales como el agua, el suelo, los
minerales, la vegetación, los montes, el relieve, los animales y toda forma de vida
silvestre, inclusive su arreglo estético. También se los define como los elementos
naturales de los ecosistemas, cuyas cualidades les permiten satisfacer, en forma directa o
indirecta, necesidades humanas (Gallopín, 1985; PRODIA, 1999).
A los efectos de esta presentación se analizará la definición planteada por Morello (s.f.)
…“recursos naturales son aquellos (bienes y servicios) que el hombre va encontrando en
el sistema biofísico natural o modificado en función del avance de su conocimiento
científico-tecnológico y que satisfacen o pueden satisfacer necesidades humanas”.
Los elementos comunes del concepto de RN son:
a) Provienen de un sistema biofísico natural o modificado.
b) Se definen en función de su capacidad de satisfacer necesidades humanas (incluyendo
biológicas y sociales).
c) Su disponibilidad depende del proceso de apropiación y transformación a través de la
aplicación del conocimiento.
Analizando un poco más estos elementos, la satisfacción de las necesidades se consigue
con el uso de los recursos. Sin embargo, existen diferentes tipos de usos con distintos
criterios que permiten categorizarlos de la siguiente forma:
Criterio básico
1. Apropiación refleja o intuitiva vs. controlada y voluntaria
2. Jeraquía de la demanda y complementación
3. Intensidad de cambio de propiedades del material cosechado
4. Grado de intervención humana requerido para la extracción.
5. Características de los satisfactores naturales
6. Grado de intervención tecnológica previa
7. Grado de percepción y valoración
8. Nivel de importancia atribuido
9. Destino del material producido
Categorías
Conciente
Inconciente
Principal
Complementario
Directo
Transformado
Acceso directo
Acceso condicionado
Materias primas
Funciones
Virgenes
Residuales-Reciclados
Desapercibidos
Percibidos
Valorados
Utilizados
Fundamental
Accesorio
Explotación natural
Explotación humana
Fuente: Morello, s.f.
Manejo Integrado, Manejo Sostenible y la Recuperación de un Recurso Renovable
El Manejo Integrado de Recursos Naturales (MIRN) es un conjunto de estrategias,
directrices y acciones cuyo objetivo es administrar de manera eficiente y sostenible todos
los aspectos y procesos relacionados con el aprovechamiento y la recuperación de una
base de recurso. En esto, se toman en cuenta los factores bio-físicos, sociales, culturales,
económicos, estéticos e incluso espirituales que interactúan entre sí y con los individuos
de una sociedad, determinando así las relaciones y el bienestar de la misma. También, se
considera el impacto que dichas acciones tienen sobre el medio ambiente y el
componente social involucrado.
El concepto de MIRN implica manejo sostenible y está relacionado con el
aaprovechamiento sostenible o sustentable, que es el uso de un recurso natural de modo
tal que no altere las posibilidades de su utilización en el futuro. Los principios de la
sustentabilidad se encuentran desarrollados en el documento “Cuidar la Tierra” de
UICN/PNUMA/WWF y son los siguientes:
a) Limitar el impacto humano sobre la biosfera.
b) Mantener el patrimonio biológico.
c) Utilizar racionalmente los recursos no renovables.
d) Distribuir equitativamente los costos y beneficios del uso de los recursos.
e) Promover tecnologías adecuadas.
f) Formular políticas económicas que mantengan las riquezas naturales.
g) Tomar decisiones sobre la base de la previsión y la transectorialidad.
El término recuperación, en el sentido que aquí se propone, se refiere al período de
tiempo transcurrido entre el momento en que se realiza un aprovechamiento de un
recurso natural renovable con un nivel de biomasa acumulada y el momento en que dicho
nivel alcanza valores similares previo al aprovechamiento. Es decir son los tiempos de
espera demandados por un recurso natural para su renovación. Es evidente que estos
tiempos van a depender de la tasa renovación del recurso, la que podemos definir como el
incremento de la biomasa o la población por unidad de tiempo y ésta a su vez dependerá
de las condiciones del sitio, manejo e intensidad del aprovechamiento realizado.
Como este período de tiempo puede variar según los objetivos de manejo y oportunidades
de mercado para los productos que el recurso ofrezca, se pueden diferenciar tiempos o
períodos de recuperación ecológicos, económicos, tecnológicos y sociales.
Junto con el reto que este aspecto exige, de recuperar el recurso a los niveles previos al
uso y mantener un banco o base de dicho recurso a través del tiempo, se debe además
incluir el aspecto de valoración del recurso para conectar los aspectos técnicos del
aprovechamiento con el factor social y económico. Sin embargo, muchas veces existe
contradicción entre los tiempos de espera demandados por el recurso para su
recuperación y los requeridos por ciertas racionalidades económicas para cumplir sus
metas. Leff (1983) en sus comentarios críticos al trabajo de Morello (1983) interpreta que
el concepto de “revalorizar un capital, para apropiarse de una renta diferencial”, es
incompleto si no se incluyen otros aspectos tales como valores culturales y ciertos valores
de uso que la comunidad hace de los recursos.
El período de recuperación ecológico, también llamado biológico, es el tiempo
demandado para que el recurso se recupere en las condiciones ambientales existentes y
alcance los niveles previos a su cosecha. Por ejemplo si un bosque natural presenta un
área basal (AB) de 28 m2/ha al momento de aprovecharlo, se lo reduce a 14 m2/ha, y
tarda 28 años en recuperar su antigua AB, ese será su período ecológico, que algunos
autores llaman ciclo de corta. Si en lugar de un bosque natural se tratase de una
plantación de melina con árboles de 40 cm de diámetro a la altura del pecho (DAP), se
cortase y se manejase el rebrote para un segundo ciclo, si los árboles tardan 20 años en
alcanzar los 40 cm de DAP, ese será su período de recuperación ecológica.
El período de recuperación económica es el tiempo necesario para poder comercializar el
producto. Tomando el caso de la melina, si a los 12 años ya alcanzó un DAP medio de 30
cm y hay un comprador en el mercado para dicho producto, se puede aprovechar en esas
condiciones sin esperar hasta los 20 años.
El período tecnológico estará dado por la disponibilidad de tecnología para transformar el
producto. En el ejemplo de la melina, si a los 4 años los árboles presentan un diámetro
medio de 12 cm y un aserradero de la zona tiene la maquinaria necesaria para procesar
diámetros pequeños, puede hacerse un aprovechamiento y ese lapso será un período
tecnológico.
Se habla de período de recuperación social, cuando de la permanencia del recurso
depende un grupo humano o comunidad. Un ejemplo es el de los manglares explotados
sin un plan de manejo adecuado, que puede causar que las poblaciones que dependen de
la pesca se vean afectadas.
Con la aparición del concepto de equidad transgeneracional, que está directamente ligado
al uso de los RN, también surge la necesidad de incorporar tiempos generacionales desde
una doble perspectiva: los tiempos para generación y regeneración de un recurso
renovable y los tiempos trangeneracionales de la sociedad humana.
Esta doble perspectiva, incorpora nuevos elementos a la discusión conceptual de RN,
tales como la calidad y cantidad del recurso, capacidad de satisfacer necesidades
humanas, tasas de renovación, horizontes de escasez, finitud y hasta lo que se propone
llamar recursos potenciales (Leff, 1983, 1998b).
Los principios de equidad intergeneracional han sido propuestos por las Naciones Unidas
y son los siguientes:
a) Cada generación debe conservar los RN y culturales básicos, de modo tal que no
restrinja las opciones de las futuras generaciones.
b) Cada Generación debe mantener la calidad de vida del planeta de modo tal que se
suceda sin deteriorar las condiciones en las que fue recibida.
c) Cada generación debe dar a sus miembros un acceso equitativo al legado de las
presentes generaciones.
Relaciones entre Valoración, Conservación, Sostenibilidad y la Globalización
La economía de los RN y del ambiente aplica la teoría económica y los métodos
cuantitativos a los problemas de política gubernamental en materia de oferta, demanda,
asignación, distribución y conservación de los RN (Randall, 1985). La valoración del uso
de los RN, que son activos naturales, es una de las tareas más difíciles de la contabilidad
ambiental, dado que no siempre se tienen valores de mercado o los datos relativos a los
costos son hipotéticos (Castro, 1999). No obstante, existen diferentes métodos de
valoración tales como: a) la valoración de mercado, b) la valoración directa no comercial
(que implica el concepto de disposición a pagar) y c) la valoración indirecta no comercial
(que implica costos de los daños o gastos efectuados para cumplir con ciertas normas).
Como se puede argumentar con mucha razón, el valor que cada individuo le asigna al
medio natural varía sorprendentemente. No es nuestro interés explorar extensamente la
literatura o información respecto a valoración. Basta decir que no podemos analizar
objetivamente las opciones de manejo ambiental, sin establecer de alguna manera un
indicador de valor. Este indicador podría ser monetario o de naturaleza cualitativa. El
término aceptado para evaluarlo se le llama Valor Económico Total el cual está
compuesto tanto de valores monetarios de uso y de no uso de los recursos, incluyento
valores cualitativos como el valor intrínseco o cultural de algún atributo ambiental
(Panayotou, 1994).
En la I Cumbre de la Tierra (Río 92) se indicó que un primer paso hacia la integración de
la sostenibilidad en la gestión económica es una mejor cuantificación del rol crucial del
medio ambiente como fuente de capital natural. Para esto se propuso el establecimiento
de sistemas de contabilidad integrada de la economía y el medio ambiente en todos los
Estados miembros, a la mayor brevedad (Agenda 21; OEA, 1996). Sin embargo, pocos
han alcanzado estos compromisos, como se concluyera en la II Cumbre de la Tierra (Río
+5) celebrada en Junio de 1997, en Nueva York, en la sede de la ONU.
La conservación es una gestión dirigida al mantenimiento y uso racional de los RN, para
asegurar el mejor beneficio que tiende al desarrollo sustentable de la sociedad. También
se define como la administración del uso humano de la biosfera de modo que pueda
producir los mayores beneficios sustentables para las generaciones actuales y a la vez
mantener sus posibilidades de satisfacer las necesidades y aspiraciones de las futuras. En
consecuencia, la conservación es positiva y comprende la preservación, el
mantenimiento, la utilización sustentable, la restauración y el mejoramiento del entorno
natural. Cuando sólo se habla de preservación, generalmente se refiere al mantenimiento
de un recurso natural en su estado original, o situación que ha sido heredada del pasado,
sin cambios en su existencia.
Según la Ley 64-00 de la República Dominicana, Desarrollo Sostenible es “El proceso
evaluable mediante criterios e indicadores de carácter ambiental, económico y social que
tiende a mejorar la calidad de vida y la productividad de las personas, que se funda en
medidas apropiadas de preservación del equilibrio ecológico, protección del medio
ambiente y aprovechamiento de recursos naturales, de manera que no se comprometa la
satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras”. Esta definición tiene un
alcance no solo económico, sino también humanístico, transgeneracional y armónico con
la naturaleza, a la que debe respetarse en su evolución. Se trata de buscar una solución
válida universal, completa y adecuada a las características de cada espacio y población
tratados, que sea capaz de aportar las soluciones y respuestas requeridas por su múltiple y
compleja problemática particular y que, a su vez, comporte una nueva conciencia de
conducta respecto al uso que se hace del entorno y la convivencia con él, también
llamada ecoética (DEYNA, 2000).
Como el componente humano es que el maneja los RN ha cobrado importancia el
concepto de Conciencia Ambiental, que es la convicción de una persona, organización,
grupo o una sociedad entera, de que los RN deben protegerse y usarse racionalmente en
beneficio del presente y el futuro de la humanidad. Está fundada en eco-valores que
determinan una conducta o un comportamiento ecológico positivo.
Sin embargo, el desarrollo sostenible no se puede lograr si no se adquiere el
conocimiento necesario sobre la relación real entre variables tales como la producción
económica, los efectos ambientales y la calidad de vida a todos los niveles de la actividad
económica y social. Sólo un conocimiento adecuado de estas interacciones permitirá que
todos los actores involucrados, puedan elegir los instrumentos de política, inversiones y
acciones adecuadas para asegurar la sostenibilidad.
Degradación de los Recursos Naturales y la Pobreza
Degradación es la pérdida de las cualidades de un ecosistema que incide en la evolución
natural del mismo, provocando cambios negativos en sus componentes y condiciones
como resultado de las actividades humanas. Desde el punto de vista económico es una
depreciación del capital natural. Se distinguen los siguientes tipos de degradación:
a) Degradación irreversible: Cuando la alteración y/o destrucción del ecosistema y sus
componentes, tanto naturales como artificiales, resulta de tal magnitud que parte o la
totalidad del ambiente afectado no puede restaurarse.
b) Degradación corregible: Cuando la alteración y/o destrucción parcial del ecosistema y
sus componentes, tanto naturales como artificiales, resulta de tal magnitud que parte o
la totalidad del ambiente puede restaurarse y recuperarse con procedimientos y/o
tecnologías adecuadas.
c) Degradación incipiente: Cuando la alteración y/o destrucción parcial del ecosistema y
sus componentes, tanto naturales como artificiales, resulta de tal magnitud que parte o
la totalidad del ambiente puede recuperarse sin la intervención de procedimientos o
tecnología especiales, siendo suficiente a ese efecto el cese temporal o definitivo de la
actividad perturbadora.
Otros enfoques conceptuales
Existen otros enfoques conceptuales que no han sido agotados en esta discusión tales
como: 1) Plazos de maduración de propiedades de los recursos, 2) Elasticidad temporal
de los “stocks” o las existencias, 3) Descanso para recuperación de propiedades y tiempos
de oferta, 4) Lapso de recuperación de las características ecosistémicas, 5) Lapso de
adecuación socio-cultural, 6) Señales de escasez en perspectiva histórica y ecológica, 7)
Recursos vírgenes y recursos reciclados, 8) Productividad ecotecnológica, 9)
Ecotecnología como satisfactor socio-cultural, y 10) Sistema de recursos naturales entre
otros, que aunque no los discutamos aquí son una opción abierta en el enfoque de manejo
más apropiado que se realice en momento dado.
Las acciones que la sociedad ejerce sobre los RN dependen del sistema social y de la
percepción y evaluación del ambiente. Los actores o agentes socioeconómicos que actúan
en forma diferente sobre el ambiente ecológico y sus acciones son muy diferentes y
dependen de razones muy variables como la conveniencia, el desconocimiento o la falta
de opciones y a su vez la respuesta del sistema ecológico, puede beneficiar o perjudicar a
los actores a los que las generan (Gallopín, 1985).
Los problemas de valoración se presentan cuando ciertas condiciones del ambiente no
permiten establecer la relación entre los RN y la economía, ya sea por falta de
información o carencia de los indicadores ambientales relacionados con la actividad
económica. No hay duda que el proceso económico tiene efectos sobre las condiciones
ambientales y sociales que puede ser positivos y a la vez negativos. Como ejemplo está la
extracción de madera de bosques o plantaciones para la industria papelera, y el efecto que
dicha actividad industrial tiene sobre la calidad de las fuentes de agua en donde se
depositan los desechos del proceso productivo.
La capitalización de la naturaleza está generando diversas manifestaciones de resistencia
cultural a las políticas de la globalización y al discurso de la sostenibilidad, dentro de
estrategias de las comunidades para autogestionar su patrimonio histórico de recursos
naturales y culturales. Se está dando así una confrontación de posiciones, entre los
intentos por asimilar las condiciones de sustentabilidad a los mecanismos del mercado y
un proceso político de reapropiación social de la naturaleza (Leff, 1998).
¿Porqué relacionar los Recursos Naturales con la Investigación?
A menudo se relaciona la degradación de los recursos con la pobreza, dado que el
llamado Círculo de Pobreza es un ciclo que se caracteriza por la degradación de los RN,
baja productividad, estancamiento agrícola, pobre tecnología, ingresos precarios de los
habitantes, desnutrición, analfabetismo, altos índices de natalidad, mortalidad y
morbilidad elevada, migración del campo a la ciudad y descomposición social.
Esta preocupación es tal, que el Vicepresidente de Desarrollo Humano del Banco
Mundial y ex-ministro de Educación costarricense, Dr. Eduardo Doryan, manifestó la
preocupación por la lenta reducción de la pobreza en el mundo, ya que en 1998 el número
de personas viviendo con un dólar por día era de 1.200 millones; que totaliza un 24%. En
América Latina la cifra sube alcanza 78,2 millones, y es un 15.6% de la población.
Doryan además destacó que la pobreza "puede ser afectada por otros factores, además del
crecimiento, en particular por un aumento de la inequidad". O sea, no basta con crecer
para comenzar a reducir la pobreza, si las estructuras económicas y sociales acentúan la
inequidad, como el propio BM lo señala (Lopes, 2000).
La distribución de tierras en la República Dominicana a mediados de 1980, según Ceara
(1986) se dividía entre una pequeña cantidad de grandes terratenientes y un gran número
de familias que cultivaban tierras de una hectárea de extensión como promedio. Estos
pequeños agricultores, que solían no ser propietarios, no contaban con suficiente espacio
o capital para sembrar árboles con fines comerciales o con vistas a satisfacer sus propias
necesidades de madera. En éstas condiciones, las prácticas agroforestales promovidas por
los proyectos de cooperación para el desarrollo, no solían tener éxito porque no tomaban
en cuenta el tamaño y la seguridad de las propiedades. Más recientemente, Geilfus (1997)
describe la forma y grado en que las actitudes de los agricultores han cambiado respecto a
la agroforestería en los últimos 20 años. El autor lo atribuye al éxito de un proyecto que,
adoptó un enfoque participativo del desarrollo y que les dio máxima flexibilidad a los
agricultores para escoger entre las diferentes especies (arbóreas y cultivos) y las opciones
tecnológicas disponibles. El proyecto orientó su enfoque considerando los criterios de
decisión de los interesados, no olvidando la relativa escasez de mano de obra y de tierras.
Independientemente de cualquier análisis valorativo sobre el éxito o fracaso de proyectos
en el pasado, estos dos atributos: participación y flexibilidad, deberían estar presentes en
cualquier intento de organización de un sistema nacional de investigación. El primero,
también llamado pensamiento participativo, se ha difundido desde los años noventa y ha
sido uno de los componentes fundamentales en las agencias de financiamiento e
instituciones de investigación, que lo llaman investigación participativa.
En los considerandos de la Ley General Sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales de
la República Dominicana No. 66-00, se manifiesta...”Que es misión del Estado impulsar
y reglamentar la investigación sobre las condiciones del medio ambiente, los recursos
naturales y la diversidad biológica” y también..”Que es un deber patriótico de todos los
dominicanos apoyar y participar en cuantas acciones sean necesarias para garantizar la
permanencia de nuestros recursos naturales para uso y disfrute de las presentes y futuras
generaciones”, lo que fundamenta al Artículo 12 que dice...”La formulación de las
políticas sobre los recursos naturales y el medio ambiente tendrá en cuenta el resultado
del proceso de investigación científica. No obstante, las autoridades ambientales y los
particulares darán aplicación al principio de precaución.” y al Capítulo VIII con sus
cuatro artículos 59 al 62, en los que se promueve e incentiva la investigación científica y
tecnológica aplicada en el área del medio ambiente y los recursos naturales para el
desarrollo sostenible, y aún se contempla la realización del evento en que estamos
participando, para la elaboración y puesta en ejecución del programa permanente de
investigación científica y tecnológica ambiental para el desarrollo sostenible.
En este contexto se hace necesario una política de investigación y extensión del ambiente
y de los recursos naturales; en la que participen las instituciones de educación superior y
a los centros de investigación para que ejecuten programas de formación de especialistas
e impulsen la investigación científica y tecnológica sobre la materia, pero que también
responda a las necesidades de los que van a usar los resultados de la investigación, es
decir los agricultores. En otras palabras, la investigación soluciona problemas planteados
por los propios interesados.
Consideraciones Finales
Con base en las reflexiones arriba presentadas, se pueden formular al menos las
siguientes conclusiones:
1. Un Sistema Nacional de Investigación Agropecuaria y de Recursos Naturales es
de vital importancia para el manejo sostenible y la conservación de la
biodiversidad.
2. Las Políticas y Prioridades de la Investigación deberían estar de acuerdo con las
necesidades de la población.
3. La investigación participativa hace más viable que los interesados se
comprometan con la protección ambiental.
4. La permanencia de los RN dependerá de su manejo y utilización. Para
aprovecharlos de manera sostenible las tasas de aprovechamiento no deben
sobrepasar las tasas de recuperación ni los ciclos de aprovechamiento deben ser
más cortos que los períodos de recuperación, ya sean estos ecológicos,
económicos o tecnológicos. La investigación ayudará a aclarar estas dudas.
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