OPINIONES También figura su nombramiento como Ingeniero del Cuerpo otorgado en palacio el 8 de mayo de 1914 por S. M. el rey Alfonso XIII, que fue firmado por el entonces ministro de Fomento, Javier Ugarte, y avalado por S. M. con la firma “Yo el Rey”. La estela que ha dejado Joaquín Llansó Figa es tan alargada que, como ha dicho su hijo José María, llega hasta la cuarta generación de ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Este cuadro familiar ingenieril hermana perfectamente con el de diplomas y medallas inaugurado por nuestro decano. Cuando su nieto Joaquín Llansó Nores, depositario de estas distinciones, las ofreció a la Demarcación de nuestro Colegio, en nombre de la familia, nuestra Junta Rectora aceptó la donación y me encargó que llevase a feliz término su exhibición en la sede de nuestra Demarcación. Acepté el encargo con gran satisfacción, pues tanto mi esposa Isabel María como yo, hemos mantenido una larga y gran amistad con la familia Llansó. Es por ello nuestra satisfacción por estar a Joaquín Llansó Figas. su lado en unos momentos tan entrañables y de alegría para esta familia de ingenieros. Terminó dando gracias a los asistentes por la atención prestada. Finalizado el acto, los numerosos asistentes cambiaron impresiones, siendo agasajados por el Colegio con una copa de cava. Evolución de ‘La Voz del Colegiado’: desde la libertad de expresión a la censura actual ARTURO SERRANO PUNYED Colegiado nº 2.307 Durante la presidencia de Villar Mir, se publicaron en los años 2002 y 2003, sin censura ni retrasos, varios escritos muy críticos con la redacción y el referéndum de aprobación de los vigentes Estatutos. El director de La Voz del Colegiado era Rodrigo Baeza Seco, que siempre consideró que todos los colegiados tenemos el derecho de publicar los escritos que redactamos en el número inmediato y sin censura, al ser un derecho reconocido por los Estatutos. Los colegiados Luis Felipe Vila Ruiz y Enrique Disdier da Vila, en 2006 y 2007, solicitaron la publicación de sus artículos en La Voz del Colegiado, siendo su director Pompeyo Matesanz González y el secretario Pedro Rodríguez Herranz. No lo lograron y algunos colegiados, que eran consejeros, criticaron la actuación de los citados secretario y director, el cual dimitió en mayo de 2008. En el n° 320 de La Voz del Colegiado, noviembre de 2008, se publicó una “Carta abierta al Comité de Redacción”, subscrita por Arturo Serrano Punyed, Adolfo Folqué Elguezábal, Jorge Juan Pastor Justo, Mireia del Val Alabau, José Febrero 2010 | La Voz del COLEGIADO nº 334 27 OPINIONES Ma Moro Domingo y Juan José Collado Torreblanca. Se transcribe su último párrafo: “… Consideramos, en democracia, inaceptables las condiciones que se pretenden imponer y, en especial, la tercera, cuarta y sexta. No debe censurarse ni retrasarse la publicación de escrito alguno ya que, caso contrario, La Voz del Colegiado estaría en manos de un Comité de Censura, como sucede en los gobiernos totalitarios, situándose por encima de los colegiados y olvidando que todos somos copropietarios del Colegio y con idéntica participación”. El n° 322 de La Voz del Colegiado, de enero de 2009, publicó una réplica del colegiado José Luis Márquez Arroyo a la anterior carta abierta. El tercer párrafo dice textualmente: “A pesar de que los autores de la carta pueden tener cierta dosis de razón en lo que dicen, estoy convencido de que todo lo que llega a La Voz acaba publicándose. Yo mismo he escrito varias colaboraciones en mis diecisiete años de colegiado, algunas regulares, otras francamente malas y todas han sido publicadas sin excepción. No hay, por tanto, miedo a ese respecto”. Los seis colegiados, firmantes de la carta abierta, redactaron una “Respuesta a José Luís Márquez” para que fuera publicada en el inmediato n° 323, de febrero de 2009. El Comité de Redacción censuró su publicación, ya que no figuró en el n° 323 ni en el nº 324 de marzo. La censura también se aplicó a un escrito de Luis Felipe Vila Ruiz sobre la réplica de José Luis Márquez. José Luis Márquez quedó asombrado al conocer la censura aplicada a los dos escritos anteriormente mencionados y a otros tres redactados, mucho antes, por Luis Felipe Vila, Enrique Disdier y Eustorgio Briso-Montiano Moretón, y envió a La Voz del Colegiado un escrito que tituló “¿El Silencio?”, que tuvo la virtud de lograr que el Comité de Redacción mandara publicar en el n° 325 de abril los dos escritos citados en el párrafo anterior y en el nº 328, de julio-agosto, el de Eustorgio. Se transcribe literalmente el penúltimo párrafo de “¿El Silencio?”. 28 La Voz del COLEGIADO nº 334 | Febrero 2010 “Es evidente que La Voz, como 'órgano de expresión de las opiniones y comentarios personales sobre temas colegiales y profesionales y, brevemente, sobre cualquier aspecto colegial', tal y como reza textualmente bajo el título del Boletín en cada ejemplar, debe permitir e incluso promover la pluralidad de opinión, en un sano ejercicio de crítica. De lo contrario, el nombre de la publicación sería poco adecuado, no debiera llamarse La Voz, sino El Silencio”. Al final del último párrafo se dice textualmente así: “... ruego al Comité Editorial que el único instrumento de difusión pública de opinión de que gozamos los colegiados, y que evidentemente pagamos entre todos, no se convierta en una herramienta silenciadora de opiniones inconvenientes. Sea”. Se retrasó la publicación de dos escritos que debieran haber figurado en el n° 329, de septiembre, titulados: “El futuro de Nuestro Colegio”, redactado por Salvador González Pérez y Paloma Batanero Akerman, y “Consideraciones al artículo subscrito por Eustorgio Briso-Montiano y catorce colegiados sobre las oposiciones al cuerpo de I.C.C. y P. del Estado”, redactado por Arturo Serrano y cuatro colegiados. En el n° 269, de marzo de 2004, de La Voz del Colegiado no figura el nombre del director al haber fallecido. No existía el cargo de subdirector y Mónica Baeza Ochoa figura como secretaria. En el siguiente n° 270, de abril de 2004, figura Pompeyo Matesanz González como nuevo director y Juan Antonio Becerril y Bustamante en el nuevo cargo de subdirector. Y figura como secretario Pedro Rodríguez Herranz. Consideramos atípico su nombramiento dado que el anterior secretario general, bajo la presidencia de Villar Mir, no acumuló ambos cargos. Se aprobaron, el 21 de mayo de 2007, unas ilegítimas Normas de Funcionamiento para La Voz del Colegiado con el objeto de intentar justificar, con efecto retroactivo, la censura aplicada a los escritos de Luis Felipe Vila y Enrique Disdier. OPINIONES Sorprende que al redactar este escrito, en diciembre de 2009, aún esté vacante el cargo de director desde la dimisión de Pompeyo Matesanz, hace ya mas de año y medio. Nos consta que el subdirector, debido a problemas de salud, no ha podido asistir a diversas reuniones del Comité de Redacción y, en concreto, a la celebrada el 16 del pasado mes de septiembre. Parece obvio, por lo anteriormente expuesto, que las decisiones relacionadas con la censura existente son adoptadas, principalmente, por el secretario general. Solicitamos su dimisión y que se establezca un concurso, entre los colegiados al efecto de nombrar un nuevo secretario general. Relación de los colegiados firmantes del escrito, por orden alfabético del primer apellido y su número de colegiado entre paréntesis: Berenguer Reula, José Fernando (7.526); Bonastre Bonastre, Ramón (5.225); Briz Caro, Vicente Francisco (6.294); Collado Torreblanca, Juan J. (7.239); Coloma Navarro, Juan Francisco (2.343); Disdier da Vila, Enrique (1.754); Escanciano González, Juan F. (8.955); Fernández-Vivancos Romero, Carlos (5.562); Folqué Elguezábal, Adolfo (7.560); García Villalonga, César (16.835); González Pérez, Salvador (5.114); Labarta Costa, Francisco (6.692); Mulet Camarasa, Josep Ma (10.250); Pastor Justo, Jordi J. (17.310); Rodríguez Muñoz, Bartolomé (7.378); Valladares La-Roche, José (3.384); Varela Carnero, Ovidio (2.136); Velázquez Velázquez, Julio (2.187); Vila Ruiz, Luis Felipe (825); Weil González, Ángel (11.620). Coches eléctricos y emisiones de CO2 JESÚS ARLABÁN MATEOS Colegiado nº 2.789 Según datos de la Agencia Internacional de la Energía, el sector del transporte, tanto de personas como de mercancías, es responsable del 19% del consumo total de energía en el mundo y de un 23% de las emisiones de CO 2 relacionadas con la misma. Estas cifras, de continuar las tendencias actuales, podrían acercarse al 50% en el año 2030 y al 80% en el 2050, lo que no es sostenible. Es indudable que el coche eléctrico está llamado a ser un factor importante en la corrección de estas tendencias. Algunos hablan ya de la revolución que va a suponer el coche eléctrico en el sector automovilístico. En mi opinión, más que una revolución, lo que está ya en marcha es una evolución desde los actuales vehículos movidos en su inmensa mayoría por motores de combustión interna hacia otros sistemas menos contaminantes, que irán introduciéndose y conviviendo largos años con los primeros. Por otra parte, las estrategias globales para reducir sustancialmente estas emisiones no pasan sólo por el desarrollo de vehículos alternativos a los actuales, sino por fuertes mejoras en la eficiencia de estos últimos y por cambios importantes en los modos de transporte utilizados por las personas y las mercancías hacia los menos contaminantes, como transporte público, intermodalidad, etc. Pero, volviendo la vista hacia los vehículos y, más en concreto, hacia los ligeros, parece claro que la sustitución de los actuales por otros alternativos va a ser gradual y paulatina, representando estos últimos a corto y medio plazo un porcentaje pequeño sobre el total. Incluso los objetivos de los países más avanzados que han adelantado planes en esta dirección pueden calificarse de modestos. Así, recientemente el Gobierno alemán anunció que impulsará la fabricación de vehículos eléctricos desde las 2.000 unidades actuales hasta un millón en 2020 y Febrero 2010 | La Voz del COLEGIADO nº 334 29