descuentos para fines educacionales

Reseña Legislativa 964
13 de agosto de 2010
DESCUENTOS PARA FINES EDUCACIONALES
Boletín 6880-13
I. DESCRIPCIÓN
REFERENCIA :
Modifica el Código del Trabajo en materia de descuentos a las
remuneraciones para fines educacionales
INICIATIVA
:
Moción de los diputados Sras. Muñoz y Pascal, y Sres. Andrade,
Cornejo, De Urresti, Jiménez, Lemus, León y Ortiz
ORIGEN
:
Cámara de Diputados
COMISIÓN
:
De Trabajo y Seguridad Social
INGRESO
:
8 de abril de 2008
ARTICULADO :
Artículo único, que modifica el artículo 58 del Código del Trabajo
II. OPINIÓN EJECUTIVA DE LyD
1.-
En principio, la idea de que se puedan adoptar acuerdos para financiar el pago de la
educación superior, mediante un crédito del empleador al trabajador, es positiva.
2.-
Sin embargo, debe observarse la falta de incentivo —para otorgar estos préstamos—
al prohibir que el empleador cobre un interés.
3.-
El descuento por planilla para el servicio de una deuda, constituirá una
discriminación objetable, frente al resto de las instituciones financieras que no
pueden hacerlo, sino con la voluntad tanto del trabajador que contrae la deuda,
como de su empleador.
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4.-
Finalmente, debería avanzarse hacia un sistema más flexible, que permitiera mayor
libertad contractual entre trabajador y empleador.
III. CONTENIDO DEL PROYECTO DE LEY
Se autoriza para descontar por planilla el servicio de un crédito –sin interesesotorgado por el empleador al trabajador, exclusivamente para fines
educacionales, con las siguientes limitaciones:
solo para estudios de educación superior (del mismo trabajador, hijos o
cónyuge);
el monto de cada cuota no puede superar el 30% de la remuneración
mensual del trabajador;
el total de descuentos, por cualquier causa, no puede superar el 45% de
la misma remuneración.
Para mayor información ver proyecto de ley en el Anexo
IV. COMENTARIOS DE MÉRITO
1.- Antecedentes
generales.
El descuento por planilla está regulado en el Código del Trabajo (artículo 58),
en los siguientes términos:
- es obligatorio, para el empleador, deducir las cotizaciones previsionales y
de salud, las cuotas sindicales, y retener el impuesto de segunda categoría o
impuesto al trabajo, y efectuar su pago o integro en la institución
correspondiente;
- es también obligatorio para el empleador, descontar dividendos
hipotecarios por la adquisición de una vivienda, o como ahorro para la
vivienda, las que no podrán superar el 30% de la remuneración total del
trabajador; estos descuentos requieren de una solicitud escrita de este último;
- de común acuerdo entre empleador y trabajador se pueden efectuar
descuentos para efectuar cualquier pago, siempre que por esta causa no se
descuenta más del 15% de la remuneración total del trabajador;
- también es obligatorio para el empleador retener las cantidades que, por
sentencia judicial, debieren se entregadas a título de alimentos, caso en el
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cual el tope máximo descontable equivale al 50% de la remuneración total
(artículo 7º de la ley sobre Abandono de familia y pago de pensiones
alimenticias)1.
Cabe tener presente que al empleador le queda expresamente prohibido
efectuar otros descuentos, como por ejemplo, pagos de luz, agua, uso de
herramientas, atención médica, remedios u otras (excepto multas, siempre
que sean procedentes de acuerdo al reglamento interno de la empresa).
2.- Relación del
proyecto con la
normativa existente.
El proyecto no establece una nueva obligación para el empleador, pues
expresa que “podrá” (si así lo estima), a solicitud escrita del trabajador,
efectuar el descuento de las cuotas para el servicio del préstamo.
Tampoco es obligatorio para el empleador otorgar el préstamo, que solo
puede tener por objeto el pago de colegiatura o aranceles de educación
superior, por estudios del mismo trabajador, de uno o más de sus hijos o de
su cónyuge.
Lo que, jurídicamente, hace necesaria la dictación de una norma legal, es que
si bien el otorgamiento del préstamo es resorte de la voluntad del empleador,
una vez otorgado éste, nace el derecho de efectuar el descuento por planilla
para recuperar el dinero prestado, con los límites antes indicados, de 30%
máximo por servicio del crédito y de 45% máximo por la sumatoria de
descuentos, cualquier fuera su fundamento (nuevo inciso cuarto propuesto
para el artículo 58 del Código del Trabajo). A no ser por estos límites, el
proyecto sería innecesario, toda vez que nada impide que el empleador
otorgue un crédito al trabajador y lo descuente dentro del ítem del 15% antes
referido. El proyecto eleve este ítem, que es lo nuevo (además de la
prohibición de cobrar intereses, que más adelante se comenta).
La existencia de estos límites puede requerir alguna precisión.
Desde luego, el límite actual establecido en los incisos primero y segundo del
citado artículo 58 también alcanzan al 45%: pues se permite hasta un 30%
por descuento para vivienda, y hasta un 15% para cualesquiera otros fines,
como por ejemplo, cajas de compensación, cooperativas, etcétera.
Quedan fuera de este límite, actualmente, las deducciones por impuestos y
cotizaciones y cuotas sindicales. Asimismo, estos límites no afectan al 50%
del sueldo que, como máximo, se puede establecer para el pago de
pensiones alimenticias.
En este esquema, el 30% para pagos por educación superior queda
expresamente comprendido dentro del tope actual de 45%, que incluye el
30% para vivienda y el 15% para fines generales.
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Decreto con Fuerza de Ley Nº 1, de 30 de mayo de 2000 (texto refundido).
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La procedencia de este nuevo descuento de hasta 30% va a depender de las
demás obligaciones que el trabajador haya ordenado o convenido con su
empleador. Puede ordenar que se le descuente un crédito hipotecario, pero
solo puede pactar con su empleador el descuento de hasta el 15% para otros
fines.
Queda pendiente la determinación del 50% para pago de alimentos; si fuera
adicional al tope de 45%, el trabajador obtendría un pago mensual del 5% de
su remuneración.
3.- Incentivo.
Si bien el empleador puede sentirse incentivado a favorecer los estudios de
educación superior (universitarios, o en un instituto profesional o centro de
formación técnica), sea del mismo trabajador o su cónyuge, o más
probablemente de uno o más de sus hijos, lo cierto es que la prohibición de
cobrar los intereses de este préstamo va a incidir generalmente en la negativa
del empleador, pues para él, el otorgamiento del préstamo es facultativo, lo
que no podría ser de otra manera, por tratarse del patrimonio privado del
empleador, garantizado por normas constitucionales.
Sin la posibilidad de cobrar un interés, que puede ser similar el de mercado, lo
que el proyecto viene proponiendo es el empleador asuma el costo financiero
del pago de aranceles de instituciones de educación superior. En términos
meramente económicos, ello equivale a un aumento de sueldo, que bien
podría corresponder a la decisión del empleador de favorecer el buen
desempeño de un trabajador en particular. Sin embargo, en la medida que
debiere también aumentar la remuneración en virtud de otras causas, como
una negociación colectiva, en ese caso el pago de los intereses podría
constituir un estímulo individual más allá de lo que el empleador pudiere o
estuviere dispuesto a otorgar. En síntesis, la prohibición de cobrar intereses
por este crédito, es un claro desincentivo a que se ocupe, en la práctica, esta
forma de acuerdo entre empleadores y trabajadores.
Si se quiere que este sistema (que en principio es positivo) pueda funcionar,
es necesario permitir el cobro de intereses.
Además, tampoco se aclara qué sucede en caso de término del contrato. Si
en ese momento no estuviera totalmente servida la deuda, el empleador no
tendría como recuperar el saldo. Éste es otro desincentivo al otorgar el
crédito, dado que su otorgamiento vendría a ser un costo adicional al despido
del trabajador; a menos que se autorizara también el descuento del crédito
con cargo al finiquito.
4.- Un caso de
competencia desleal.
Un trabajador, para financiar los estudios universitarios de sus hijos puede
recurrir, y así sucede frecuentemente, a instituciones bancarias y financieras
solicitando un crédito en las condiciones de mercado. Ello supone que el no
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pago de las respectivas cuotas da lugar a las acciones civiles de cobranza
judicial, todo lo cual tiene un costo, y no asegura necesariamente el pago
completo de la deuda; y además, no se puede obtener el descuento por
planilla de las cuotas de servicio del crédito, a menos que en ello consientan
el trabajador y su empleador. Esta eventualidad parece ser excepcional, pues
el descuento por planilla significa un gasto administrativo, que no siempre se
está dispuesto a asumir.
Supuesto, entonces, que el proyecto llegara a tener una aplicación
generalizada, produciría una diferencia importante en contra del sistema
financiero formal, que —obviamente— cobra intereses y no tiene
normalmente la facilidad del descuento por planilla.
Esta discriminación es negativa, porque introduce un elemento de
competencia desleal contra bancos y financieras y otras instituciones
autorizadas por ley para efectuar préstamos a los trabajadores, y porque
genera el incentivo para presionar por otros descuentos legales, que
conspiran contra el alcance líquido mensual del trabajador. Los efectos
negativos de esta situación se han conocido en el pasado (anteriores a 1973).
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V. ANEXO: PROYECTO DE LEY
Artículo único.- Incorpóranse en el artículo 58
del Código del Trabajo los siguientes incisos
segundo y cuarto, pasando los actuales incisos
segundo a ser tercero, y el actual inciso tercero a
ser quinto:
remuneración mensual del trabajador. Sin
embargo, el empleador sólo podrá realizar tal
deducción si paga directamente el precio
correspondiente a los servicios educacionales a
la institución de educación superior que haya
prestado o vaya a prestar dichos servicios.
"El empleador, a solicitud escrita del trabajador,
podrá otorgarle un mutuo o préstamo sin interés,
cuando el objeto exclusivo de éste sea financiar
total o parcialmente los estudios de educación
superior del mismo trabajador, uno o más de sus
hijos o su cónyuge. En este caso, el empleador
podrá hacerse pago del préstamo, deduciendo
hasta
el
30%
del
total
de
la
Cualquiera sea el fundamento de las deducciones
realizadas a las remuneraciones por parte del
empleador, o el origen de los préstamos
otorgados, en ningún caso aquellas podrán
exceder, en conjunto, del 45% de la remuneración
total del trabajador.”.
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