Vivienda y carencia de hogar de las personas migrantes

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"Vivienda y carencia de hogar de las personas
migrantes irregulares en Europa: Construcción de
alianzas y desarrollo de estrategias"
La vivienda para inmigrantes sin papeles en el Mercado privado
1) Introducción: acceso a la vivienda en España
2) Factores específicos de exclusión que afectan a la población inmigrante.
3) Acceso de los inmigrantes a la vivienda en alquiler: situaciones de exclusión
residencial
4) Programa de acompañamiento socioresidencial de Provivienda.
1) Introducción: acceso a la Vivienda en España
El acceso a la vivienda es una de las preocupaciones principales de la sociedad
española. El modelo de provisión residencial español ha resultado ineficaz para cubrir
las necesidades de vivienda de una parte importante de la población. Entre otros
elementos, hay que destacar que las políticas públicas han tenido como objetivo
favorecer la compra de vivienda frente a otras opciones, como el alquiler, en general
más accesible para los colectivos con rentas más bajas1.
En la presentación destacamos:
Hay un problema básico de accesibilidad a una vivienda asequible
Práctica inexistencia de vivienda social 1%.
El % de vivienda en alquiler no supera el 11% mientras que la compraventa
supone más de un 80 %
Según la Encuesta de Condiciones de Vida de 2011, las personas alojadas
en régimen de alquiler suponen:
a) Un 6,1 % de la población autóctona
b) 52,7 % de extranjeros (EU)
c) 67,3 % de extranjeros no UE
Dicho esto, constatamos que sectores amplios de la sociedad tienen dificultades para
acceder a una vivienda digna y con ello no se logra el cumplimiento del derecho
recogido en el artículo 47 de la Constitución Española. Es cierto, que se está
construyendo un derecho a la vivienda y la sociedad reclama a los poderes públicos
1
Informe sobre la situación social de los inmigrantes y refugiados en 2010. Foro para la Integración
Social de los Inmigrantes (2010-2012)
2
que lo garantice. Se comienza a hacer uso de manera incipiente aún instancias
administrativas y judiciales para reclamar su efectividad.
En cuanto a la normativa que regula el acceso a la vivienda de los extranjeros,
establece que sólo los residentes legales tienen acceso a vivienda pública y a las
ayudas:
Los extranjeros residentes tienen derecho a acceder a los sistemas públicos de
ayudas en materia de vivienda en los términos que establezcan las leyes y las
Administraciones competentes. En todo caso, los extranjeros residentes de
larga duración tienen derecho a dichas ayudas en las mismas condiciones que
los españoles2.
A pesar de la existencia de determinadas políticas públicas para facilitar el acceso a la
vivienda, la realidad es que la provisión para satisfacer esta necesidad ha quedado, en
la mayoría de los casos, en manos del mercado libre y de la especulación inmobiliaria.
Ello ha generado abusos muy significativos, principalmente en el mercado de alquiler,
y ha privilegiado la apuesta por un mercado de vivienda en propiedad a precios
inasequibles.
Respecto a las medidas contempladas durante los últimos años por las diferentes
administraciones, éstas no han tenido en cuenta la realidad socioeconómica de la
población en situación de desventaja. En general, las personas en situación de
exclusión social, incluidas las personas inmigrantes, no han sido objeto preferente de
éstas políticas y, como consecuencia, estas personas han tenido que recurrir a
condiciones de alojamiento precarios y abusivos y a un mercado especulativo.
La especulación inmobiliaria y la carestía de la vivienda han afectado a amplios
sectores de la población, generando un impacto importante en las economías
domésticas y endeudando, tanto a inmigrantes como a autóctonos, en hipotecas que
han absorbido gran parte de los recursos familiares y aumentado el riesgo de
vulnerabilidad.
Las políticas públicas de vivienda no han servido para reducir la brecha causada por el
alza de los precios de la vivienda en relación a las rentas medias de la población. Así,
el esfuerzo de acceso –la cantidad de ingresos que se destinan al mantenimiento del
régimen de uso la vivienda- se ha ido incrementando año tras año. Al mismo tiempo, el
crecimiento de los precios de las viviendas ha supuesto un aumento paralelo de los
requisitos exigidos para acceder a las mismas.
2
Art. 13. L.O. 2/2009, de 11 de diciembre, de reforma de la L.O. 4/2000, de 11 de enero, sobre derechos
y libertades de los extranjeros en España y su integración social («B.O.E.» 12 diciembre)
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2) Factores específicos de exclusión que afectan a la población inmigrante.
Teniendo en cuenta el contexto anterior, podemos señalar los siguientes factores
específicos de exclusión (sin ánimo de exhaustividad):
Dificultades del mercado de trabajo:
- Discriminación en el acceso al empleo
- Falta de empleo estable y seguro; desempleo
- Condiciones abusivas o trabajo en la economía informal
(Es evidente la relación entre vivienda y empleo, como fuente de ingresos)
Discriminación:
Estereotipos asociados al hecho de ser inmigrante, rechazo o endurecimiento de
condiciones de acceso a la vivienda
Otras:
Falta de redes sociales de apoyo
Diferencias idiomáticas y/o culturales y de costumbres
Dificultades para entender el marco legal (también en relación con la vivienda y su
normativa)
A estas cuestiones, se unen otras relacionadas con la situación de regularidad
documental: tener o no documentación en regla, que en el ámbito de la vivienda
puede suponer que no les quede otro remedio que aceptar condiciones impuestas.
Las mayores dificultades de acceso a la vivienda asociado al hecho migratorio, se
generan entre la población inmigrante, fundamentalmente en los primeros
momentos de su proceso migratorio, dado que se produce mayor movilidad e
inestabilidad residencial. Durante este tiempo se utilizan principalmente las redes
sociales y familiares, creando situaciones de hacinamiento y mayor dependencia de
sus redes.
No obstante, con la crisis, en los servicios que presta nuestra asociación se ha
detectado un regreso al mercado de alquiler de habitaciones en paralelo con el
descenso o desaparición de ingresos de las personas migrantes.
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3) Acceso de los inmigrantes a la vivienda en alquiler: situaciones de
exclusión residencial
Las situaciones de exclusión residencial que nos encontramos se pueden clasificar en
relación a estos cuatro parámetros:
a) Accesibilidad: Barreras u obstáculos que existen para que las personas
inmigrantes accedan a una vivienda, bien sea a través de la oferta pública o del
mercado privado.
-
En la oferta pública de vivienda, se pueden mencionar los requisitos de
acceso o las barreras administrativas (por ejemplo en la Comunidad de
Madrid para la adjudicación de vivienda pública se ha ampliado el
requisito de empadronamiento de 2 a 10 años - Decreto de Adjudicación
de Vivienda Pública de la Comunidad de Madrid-.
-
En el mercado privado, además de las anteriores, interviene también el
rechazo y la discriminación. Provivienda ha puesto un marcha un
Programa de Promoción de la No discriminación en el acceso a la
vivienda para población inmigrante. En 2012 hicimos una pequeña
campaña antidiscriminación y en 2013 nos hemos centrado en prejuicios
en el acceso a la vivienda y los problemas surgidos en el uso (a través de
entrevistas con profesionales clave y grupos de discusión
principalmente). Se está realizando una investigación cualitativa que nos
permita realizar a posteriori una campaña de sensibilización.
b) Adecuación: se producen situaciones de hacinamiento sociológico o físico,
degradación del entorno, concentración y segregación horizontal o vertical, etc.
c) Habitabilidad, dentro de ésta se incluyen las situaciones más extremas
(chabolismo, infravivienda...) y se constatan condiciones de deterioro en las
viviendas a las que pueden acceder las personas inmigrantes. No podemos
olvidar los asentamientos: En el ámbito urbano observamos que los barrios más
degradados son los que tienen las viviendas más accesibles económicamente y
donde se concentra un importante volumen de población en situación de
vulnerabilidad.
d) Estabilidad en el uso o disfrute de la vivienda. Se observan diferentes
situaciones: Personas sin hogar, personas que residen, de manera temporal, en
centros de acogida u otras alternativas residenciales colectivas, hasta llegar a las
situaciones de inseguridad como consecuencia de la baja capacidad económica
(desahucios, dificultades económicas, etc.), abusos por el desconocimiento de la
legislación en materia de vivienda (no formalización de contratos escritos,
cláusulas nulas, etc.).
En el último recuento nocturno de personas sin hogar de Madrid, las personas
extranjeras constituían el 52 %, cifra que se ha reducido moderadamente con
respecto a años anteriores: en 2006 por ejemplo representaban un 55%. En
cualquier caso, la población migrante sin hogar está sobrerrepresentada en relación
a la población autóctona (datos facilitados por Ayuntamiento de Madrid, Foro técnico
local para las personas sin hogar).
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Estas condiciones de alojamiento pueden desembocar en posteriores dificultades
jurídico-administrativas, tales como falta de empadronamiento, la denegación de
informes positivos de habitabilidad de las viviendas para la reagrupación familiar, etc.
Asimismo conlleva la aparición de problemas sanitarios y/o psicológicos derivados de
las condiciones higiénicas y sanitarias. Problemas de convivencia, de mantenimiento
de la vivienda, medioambientales…
Existen condiciones añadidas de dificultad de acceso y de discriminación en el
mercado de alquiler para los sectores migrantes más vulnerables (mujeres con cargas,
personas en situación administrativa irregular, personas en paro o con escasos
recursos, inmigrantes más recientes, etc.). En estos casos las viviendas suelen ser de
peores condiciones y, por la urgencia habitacional, las condiciones de contratación
más informales, irregulares e inseguras. Prácticas como las subidas de precios
abusivas o el no respeto a los plazos legalmente establecidos son habituales.
Desde este punto de vista, las diferentes administraciones detectan la necesidad de
poner en marcha mecanismos que eliminen las barreras artificiales que suponen los
prejuicios asociados al origen o a la cultura de los inmigrantes y restablezcan la
igualdad de trato en el acceso a la vivienda. Algunos de los mecanismos utilizados son
los programas de mediación en el mercado privado del alquiler que ofrecen garantías
a los propietarios.
4) Programa de Acompañamiento socioresidencial:
El programa realiza una labor de acompañamiento y mediación socioresidencial con
población inmigrante y autóctona con viviendas captadas del mercado privado de
alquiler en las que aloja a los perfiles de mayor vulnerabilidad que no pueden acceder
a los recursos generalistas. Prestamos asesoramiento activo a ambas partes durante
la relación arrendaticia, adaptándose a las situaciones sociales que se van
produciendo y trabajando en red y de forma coordinada con entidades públicas y
privadas que permitan su integración posterior en recursos normalizados.
En la presentación destacamos los siguientes elementos del actual Programa de
Acompañamiento socioresidencial:
Lanzado en 1997, en la Comunidad de Madrid, como un Programa específico para
inmigrantes. En la actualidad, forma parte de un programa más amplio, destinado a
diferentes personas con dificultades de acceso a la vivienda.
Financiado: Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la Consejería de
Asuntos Sociales, Comunidad de Madrid
Ventajas: Un año de garantía de pago de alquiler / garantía multirriesgo
Realizamos mediación entre propietarios e inquilinos durante el arrendamiento
Personas alojadas (2012): 250 personas en 75 viviendas de alquiler privado
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Aspectos beneficiosos:
Seguridad en la tenencia: Contrato de arrendamiento supervisado por
profesionales. Reforzamiento de la posición negociadora del inquilino.
Estrecha relación con el profesional (visitas a la vivienda). Observación de
habilidades y apoyo en el mantenimiento de la vivienda.
Apoyo social continuo: situaciones de progreso y recaída.
Programas complementarios: Formación de grupo de convivencia con usuarios
provenientes de otros programas.
Aval de Provivienda el primer año/ posibilidad de prórroga.
Mediación en los pagos de alquiler.
Mediación en el arrendamiento (neutralidad: arrendatario / arrendador;
derechos y obligaciones establecidas por la ley).
Supervisión técnica y apoyo social.
Aspectos beneficiosos en relación con población inmigrante:
Provivienda decide el futuro inquilino de la vivienda (evita la discriminación por
parte del propietario).
No se precisa contrato o nóminas (documentos oficiales) para demostrar los
ingresos lo que permite que personas sin autorización de residencia/
trabajadores del servicio doméstico puedan demostrar relación laboral e
ingresos por otras vías.
Visita inicial a la vivienda: se aseguran condiciones adecuadas de habitabilidad
previamente a la firma del contrato.
Elaboración de inventario y documento de estado general de la vivienda para
garantizar la devolución de fianza a la finalización del contrato/ evitar abusos.
Se incorpora a nuevos residentes en el contrato de alquiler (prevención del
hacinamiento).
María José Aldanas
Provivienda
[email protected]
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