“CONTRIBUCIONES AL CONOCIMIENTO DE LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL EN EL PERU” LUIS DEZA BRINGAS RAQUEL ALDAVE SALAZAR SERVICIO DE NEUROLOGÍA, HOSPITAL GUILLERMO ALMENARA IRIGOYEN. SERVICIOS DE SALUD DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATOLICA DEL PERÚ. ASIGNATURA DE NEUROLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD SAN MARTIN DE PORRES LIMA – PERU 2011 1 MEDICOS NEUROLOGOS Y RESIDENTES QUE HAN CONTRIBUÍDO COMO AUTORES O COLABORADORES EN LOS ARTÍCULOS INCLUIDOS EN EL PRESENTE VOLUMEN. LA REFERENCIA SOBRE EL CARGO QUE TENÍAN EN LA FECHA DEL ESCRITO, SE ENCUENTRA SEÑALADA EN CADA TRABAJO: LUIS DEZA BRINGAS RAQUEL ALDAVE JUAN ALTAMIRANO JUAN BARRERA CESAR CASTAÑEDA MARCO CASTILLO JORGE CARMONA GINA CONCHA GUILLERMO CRUZ MARIA IGNACIO SILVIA PIERETTI MIGUEL QUIÑONEZ ROMULO RAMIREZ JUAN REYES ARMANDO RODRIGUEZ LUIS SALAZAR CARMEN SALINAS 2 INDICE DEL VOLUMEN ARTICULOS Pág. LUIS DEZA BRINGAS: Prólogo………………………………………………………… 5 LUIS DEZA BRINGAS: La muerte del virrey conde de Nieva y la aparición de Las enfermedades vasculares cerebrales en la historia médica peruana.......... 10 LUIS DEZA BRINGAS: Una opinión acerca de la causa de la muerte de Santa Rosa de Lima. ………………………………………………………………………… 24 LUIS DEZA B., RAQUEL ALDAVE Y JUAN BARRERA: Historia natural de la Enfermedad vascular cerebral en el Perú…………………………………………. 30 LUIS DEZA B., RAQUEL ALDAVE Y JUAN BARRERA: Características Clínicas de los subtipos de enfermedad vascular cerebral isquémica…………. 72 LUIS DEZA B. Y CARMEN SALINAS: Evaluación del riesgo de mortalidad en La hemorragia intracerebral…………………………………………………………. 91 LUIS DEZA B., Y RAQUEL ALDAVE: Hipertensión arterial como causa de Enfermedades vasculares cerebrales……………………………………………… 104 LUIS DEZA B., RAQUEL ALDAVE Y ARMANDO RODRIGUEZ: Hipertensión Arterial y enfermedades vasculares cerebrales. Estudio en 644 pacientes …… 116 LUIS DEZA B., RAQUEL ALDAVE, GINA CONCHA, CESAR CASTAÑEDA, MARCO CASTILLO Y ARMANDO RODRIGUEZ: Riesgo de mortalidad en el periodo agudo de la hemorragia intracerebral…………………………………. 124 MARCO CASTILLO, LUIS DEZA B., RAQUEL ALDAVE Y ARMANDO RODRIGUEZ: Epilepsia como secuela de las enfermedades vasculares cerebrales…………………………………………………………………………….. 134 3 ARTICULOS Pág. JORGE CARMONA, RAQUEL ALDAVE, CESAR CASTAÑEDA, LUIS DEZA BRINGAS Y ARMANDO RODRIGUEZ: Riesgo de mortalidad en el período Agudo de los desórdenes vasculares cerebrales isquémicos………………...... 144 LUIS DEZA B., RAQUEL ALDAVE, GINA CONCHA, LUIS SALAZAR, JORGE CARMONA, MARCO CASTILLO Y ARMANDO RODRIGUEZ: Descripción epidemiológica intrahospitalaria de desórdenes vasculares Cerebrales isquémicos....................................................................................... 151 LUIS DEZA B., GINA CONCHA, RAQUEL ALDAVE, JUAN REYES, ROBERTO RAMIREZ Y MARCO CASTILLO: Crisis epilépticas en el Período agudo de los desórdenes vasculares cerebrales………………………. 160 CESAR CASTAÑEDA, LUIS DEZA B. Y JORGE CARMONA: Afasia global sin hemiparesia por lesión frontal………………………………………………….. 168 LUIS DEZA B., CESAR CASTAÑEDA, JORGE CARMONA, MARÍA IGNACIO Y SILVIA PERETTI: Afasia global sin hemiparesia……………………………… 173 LUIS DEZA B., RAQUEL ALDAVE Y MIGUEL QUIÑONEZ: Hemorragias talámicas: Correlación clínico tomográfica………………………………………… 181 LUIS DEZA B., GUILLERMO A. CRUZ Y JAIME ROMERO: El síndrome de “locked – in”………………………………………………………………………….. 189 LUIS DEZA B. Y JUAN ALTAMIRANO: Consideraciones anatómicas y funcionales en los ataques de isquemia cerebral transitoria………… 202 LUIS DEZA B.: Programa de prevención y tratamiento de Enfermedades Vasculares Cerebrales. Protocolos. Gerencia de Hospitalización (Editor) Instituto Peruano de Seguridad Social. ………………………………………….. 209 4 PROLOGO Este volumen, comprende el texto de 17 artículos y un opúsculo, cuyo contenido es el resultado de numerosas indagaciones, acerca de diversos aspectos de la enfermedad vascular cerebral (EVC) en nuestro país. La mayor parte de tales estudios fueron planificados y desarrollados en el Servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, el cual forma parte del primer o más alto nivel asistencial, de la llamada “red hospitalaria” del Seguro Social peruano (Essalud). Los trabajos mencionados, fueron sucesivamente publicados en varias revistas médicas nacionales, entre los años 1979 y 2006. No obstante que se han mantenido los títulos y el contenido esencial de cada uno de ellos, respetando de esta manera su presentación primigenia, hemos creído oportuno, revisar nuevamente la redacción de los mismos, a fin de aclarar algunas de las expresiones vertidas en el texto inicial y cuando ha sido necesario, con el propósito de aumentar su interés para el lector del presente, se ha actualizado el material informativo hasta el año 2011. No está demás advertir, que hemos privilegiado en este primer volumen, los artículos originales, es decir aquellos de investigación propiamente dicha, dejándose de lado por tal motivo, otras publicaciones nuestras sobre el mismo tema, pero cuya redacción, se basó mayormente en opiniones y revisiones bibliográficas sobre la EVC. Asimismo, hemos pospuesto para una próxima entrega, otros estudios en los cuales abordamos temas neurológicos, que también dimos a la imprenta durante los años mencionados, aunque los tópicos estudiados no fueron sobre la EVC. Entre ellos citamos: Enfermedades infecciosas del sistema nervioso, epilepsia, historia de la medicina peruana, muerte encefálica, estado vegetativo persistente y algunos más. Desde que, casi la totalidad de los artículos que comprende este volumen, se realizaron durante el tiempo que trabajé como médico del Hospital Guillermo Almenara, me parece pertinente mencionar de modo sucinto, la secuencia temporal de mi paso por dicha institución. Empecé a trabajar como médico neurólogo “Ayudante” en enero de 1973 y poco después fui promovido a médico “Asistente”. Desempeñé el cargo hasta marzo de 1987, siendo luego nombrado Jefe del Servicio de neurología, tras haber logrado tal plaza hospitalaria, mediante un estricto concurso de méritos. En consecuencia, cumplí tan honrosa como delicada función durante 14 años, hasta finalizar el año 2000, fecha en que dejé la Jefatura de Neurología, por haber sido promovido al rango de Gerente Médico Quirúrgico, del hospital que siempre me había acogido tan generosamente. De acuerdo a la ley del empleado público yo debía jubilarme en agosto del 2007, pero una desagradable e inaudita situación hizo que con gran pesar solicitara mi cese como médico de Essalud a mediados del 2003. La misma deplorable decisión, fue tomada también por varios otros médicos del hospital Almenara, quienes tenían, acaso, una más larga y destacable trayectoria profesional que la mía. Se decía entonces, mediante voceros del gobierno, que la antigua ley de jubilación, número 20530, a la cual, muchos antiguos trabajadores peruanos, habíamos aportado económicamente durante más de 30 años, estaba próxima a ser derogada en el parlamento y por consiguiente había el riesgo de perder, en forma retro activa los derechos amparados por la citada norma, en caso de aprobarse el injusto proyecto. Por tal motivo se recomendó a los trabajadores en actividad y sujetos a la Ley 20530, tramitar su cese o jubilación a fin de garantizar sus antiguas y legitimas expectativas, las 5 cuales estaban bajo el riesgo de ser vulneradas por la nueva norma en ciernes. Pero, el parlamento en funciones ese año, no solo anuló la Ley 20530, sino que en un acuerdo sin precedentes, desconoció y cercenó en forma generalizada, todos los derechos laborales, otrora adquiridos e incluidos en dicho documento. De esta injusta manera, el numeroso grupo de antiguos servidores estatales peruanos, que durante muchos años habíamos cedido parte de nuestro proverbial, austero, sueldo, a fin de ahorrar y contar, cuando llegara el momento, con una aceptable pensión de retiro, legalmente admitida hasta entonces, fuimos víctimas de una increíble estafa. Debiendo agregarse que esta vez el despojo tuvo la peculiaridad de ser vergonzosamente promovido y ejecutado por el propio gobierno nacional. Sobre este tema en particular y con mayor amplitud, me ocuparé en otra publicación, con características diferentes a la actual. Por ahora, retomaré como corresponde, el aspecto central de este volumen, dedicando las siguientes líneas a recordar los gratos días, meses y años que pasé, junto a muchos dilectos colegas y amigos en el hospital Almenara, con quienes, puedo decir sin exageración, que enriquecimos nuestra labor cotidiana, con el valor agregado de la alta responsabilidad profesional que pusimos en ella. Aunque en el ámbito, entero, del hospital Almenara, siempre hubo, hay y estoy seguro que siempre se contará con buenos médicos, los cuales asimismo se comportarán como médicos buenos, yo tengo que referirme en este escrito, por razones obvias, de modo singular a los neurólogos y residentes de la especialidad, propios y “rotantes”, con quienes compartimos durante los años referidos, “codo a codo”, la pasión del ejercicio médico, el desafío intelectual que nos presenta a cada momento la persona enferma y la satisfacción espiritual que nos brinda, la conciencia del deber cumplido de la mejor manera. Tales compañeros de ocupación, además de atender eficientemente su recargada agenda laboral, dedicaron otra parte del siempre escaso tiempo asistencial disponible, a mejorar también su calidad profesional y personal, mediante la investigación, privilegiando como es lógico, el estudio de los problemas que mayormente aquejaban a los pacientes de nuestra especialidad neurológica. Por tal motivo, se dio prioridad al estudio de la historia natural de las enfermedades vasculares cerebrales, que eran y siguen siendo, la primera causa de internamiento, no sólo en el Servicio de neurología sino también en el Departamento de Emergencia y finalmente en todo el Almenara. De otro lado, las evidencias mostradas en estudios internacionales sobre el tema, remarcan que la EVC es la enfermedad que ocupa el primer lugar como causa de discapacidad funcional en las personas a quienes afectan y además constituyen el tercer o posiblemente el segundo motivo de muerte entre los seres humanos. Estos hechos y otros que luego serán referidos, incentivaron nuestra dedicación al estudio de las características peculiares, de los pacientes con EVC hospitalizados en el Servicio de Neurología. Creemos que el resultado de nuestros hallazgos puede ser razonablemente asimilado a la mayor parte de la población peruana, teniendo en cuenta el elevado número de pacientes que examinamos sistemáticamente, en el transcurso de varios años. Es evidente que este tipo de datos deviene en indispensable, para elaborar programas de prevención y tratamiento de la EVC, debidamente sustentados y por consiguiente con posibilidades de éxito. Pero además, de su evidente validez a nivel 6 poblacional, la información lograda en los estudios realizados tuvo aplicación inmediata para mejorar la calidad de la atención de los pacientes con EVC, quienes ocupaban constantemente, casi la mitad de las camas de hospitalización que disponíamos. Así, por ejemplo, cuando notamos que nuestras cifras de mortalidad en el período agudo de la hemorragia intracerebral espontánea era de 37.5% (el porcentaje promedio citado en publicaciones extranjeras es alrededor de 30%), planificamos y desarrollamos dos estudios para determinar el o los posibles factores de riesgo que podían ser los causantes de tan alta mortalidad entre la población de pacientes a nuestro cargo. Lo aprendido en tales indagaciones fue utilizado en nuestra labor asistencial diaria y como resultado, tiempo después, el porcentaje anterior se redujo a 24.5%. Este interesante y puntual detalle porcentual, junto a otros igualmente significativos hallazgos, formó parte de la extensa publicación que reportamos en el año 2001, en la Revista de NeuroPsiquiatría, con el título de “Historia Natural de la Enfermedad Vascular Cerebral en el Perú”. Este trabajo de carácter prospectivo, fue el resultado, de la observación sistemática de 1517 pacientes con EVC, atendidos en el Servicio de Neurología durante aproximadamente 10 años y el análisis clínico y estadístico del contenido de las correspondientes historias clínicas (Este Artículo fue galardonado con el prestigioso Premio Aventis 2001.Otorgado a la mejor publicación médica de ese año). En un trabajo anterior, de 1990, titulado “Descripción epidemiológica intrahospitalaria de desórdenes vasculares cerebrales”, hicimos mención al propósito a largo plazo que tenía tal reporte inicial. En concordancia con tal objetivo, diseñamos un modelo de historia clínica uniforme para pacientes con EVC. Ellas fueron entonces las confeccionadas con esmero y luego archivadas con cuidado, para que formaran la base de datos, que facilitó las publicaciones de años posteriores. De esta manera, sin mediar de nuestra parte, propuesta doctrinaria alguna, coincidimos en el camino escogido para entender la EVC en nuestro país, con el más reciente paradigma de nuestra profesión, llamado la medicina basada en evidencias. En efecto, en 1992, la prestigiosa revista Journal of the American Medical Association indicó al respecto: “Está emergiendo un nuevo paradigma para la practica médica: La medicina basada en las evidencias Ella resta valor a la experiencia clínica como hecho aislado y al razonamiento fisiopatológico, como elementos suficientes para la toma de decisiones clínicas y en cambio estimula el análisis de la evidencia proveniente de la sistemática observación clínica”. En 1995 elaboramos el folleto “Programa de prevención y tratamiento de las enfermedades vasculares cerebrales”, el cual fue acogido favorablemente y editado por la Gerencia de Prestaciones del Instituto Peruano de Seguridad Social. Se trató de un proyecto cuya intención era ampliar el estudio iniciado en el Almenara a la mayor parte de la población asegurada. Pensamos en ese momento, que la ejecución de dicho plan, en la red nacional de nosocomios del Seguro Social, permitiría acrecentar y perfeccionar las investigaciones en la EVC, debido a la inclusión de mayor cantidad de pacientes con tal patología. Todos serían examinados de modo similar, usando términos, métodos y protocolos uniformes. Además, estaba previsto que el tratamiento médico del problema se desarrollaría con características definidas, en cada hospital, de acuerdo a la capacidad técnica de resolución de cada uno de ellos. El “Programa” referido fue 7 sustentado en la Gerencia de Hospitalización del Seguro Social y tras su impresión, como un libro pequeño, fue repartido a nivel nacional. Pero, finalmente el proyecto, que como ya dijimos había sido aprobado en las oficinas encargadas de su evaluación, nunca fue ejecutado, por falta del efectivo apoyo administrativo y logístico de las autoridades institucionales de esa época. El texto de la mencionada edición del Programa de Prevención y tratamiento de las enfermedades vasculares cerebrales y Protocolos está publicado con el número 18 del presente volumen. Es pertinente recordar que en los años posteriores a 1995, se ha formado más de una infructuosa Comisión del alto nivel, encargada de elaborar un proyecto con el mismo propósito, esto es, atender seriamente el problema de la EVC en el Seguro Social y en el país. De otro lado, una parte del Programa que propusimos, fue la creación de las llamadas Unidades de EVC aguda, en los hospitales del primer nivel del Seguro. Durante los años que ejercí la Jefatura del Servicio de Neurología, presentamos el proyecto preparado para tal fin, a tres diferentes administraciones del Hospital, obteniendo solo sendas Resoluciones de aceptación oficial pero ninguna se hizo efectiva, por circunstancias ajenas a nuestra voluntad. Mucho de lo aprendido por nosotros, creo que se debe esencialmente a la siempre presente demanda espiritual de los médicos de todas las épocas, por desarrollarse. Parte de tal empeño, se encuentra plasmado en los trabajos reunidos en este volumen. Junto al título de cada publicación, pusimos con visible orgullo, el nombre de nuestro querido centro de trabajo, aunque en sentido estricto, lo investigado nunca fue el producto de algún deseable plan institucional, sino el fruto de dos valores destacables, que sin duda son honrados por la mayoría de médicos: El razonamiento científico para escudriñar intelectualmente los enigmas que nos brinda la profesión y la presencia del aliento humanista, aplicado a la demanda de servicio, propia de nuestra actividad de cada día. En el índice temático, los artículos con excepción del primero y el último, están ordenados de acuerdo a su antigüedad, empezando por los más recientes y siguiendo luego en forma decreciente con los antiguos. De otro lado en una página especial se señala, en orden alfabético, los autores y colaboradores de los trabajos del presente volumen, puede notarse que algunos colegas como la doctora Raquel Aldave Salazar (actual Jefa del Servicio de Neurología), la doctora Gina Concha y los doctores César Castañeda Díaz, Jorge Carmona, Armando Rodríguez, dedicaron algo más de su tiempo y talento a las publicaciones, destacándose por consiguiente, en el índice onomástico incluido al final, el mayor número de su contribución a las investigaciones que forman este volumen, aunque desde luego, este hecho no resta méritos, al aporte de todos los colegas que figuran en la citada lista general, de autores y colaboradores de artículos. Dr. LUIS DEZA BRINGAS Lima, agosto del 2011 8 “LA MUERTE DEL VIRREY CONDE DE NIEVA Y LA APARICIÓN DE LAS ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES EN LA HISTORIA MÉDICA PERUANA” Por LUIS DEZA BRINGAS LA VERSIÓN ORIGINAL DE ESTE ESCRITO FUE PUBLICADA EN: REVISTA DE NEUROPSIQUIATRÍA, 2002, VOL: 64:292-301. 9 LA MUERTE DEL VIRREY CONDE DE NIEVA Y LA APARICION DE LAS ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES EN LA HISTORIA MEDICA PERUANA Por Luis Deza Bringas* Don Diego López de Zúñiga y Velasco, cuarto conde de Nieva, fue nombrado virrey del Perú por la corona española, en diciembre de 1558. En cumplimiento de la orden, partió de Sevilla para ocupar el apetecible cargo, el 15 de enero de 1560, llegando a Lima a fines de marzo de 1561. Su gestión como gobernante generó no pocos juicios negativos entre sus contemporáneos y asimismo su conducta personal fue severamente criticada. Juicios similares han sido expresados por destacados historiadores de épocas posteriores. (18,2). Esta publicación tratará muy poco sobre la administración del conde de Nieva, privilegiándose intencionalmente por contraste, lo relacionado a su muerte, cuya causa nunca a llegado a ser totalmente explicada. Sobre ella, desde el siglo XVI, hasta la actualidad, se admiten dos posibles interpretaciones. La primera, poseedora de mayor aceptación, es aquella que explica la muerte del conde, a consecuencia de los golpes que le propinaron varios embozados, tras sorprenderlo en una desafortunada aventura galante. La segunda, es menos conocida y poco novelesca, según esta, el virrey murió por haberle sobrevenido un ataque vascular cerebral agudo, de tipo hemorragia cerebral espontánea, cuyo antiguo nombre era apoplejía. Con el fin de contribuir a dilucidar entre las dos opciones citadas, hemos revisado las fuentes documentales disponibles, habiendo llegado a la conclusión, que las evidencias son razonablemente suficientes, para atribuir la muerte del Virrey a la segunda de ellas, esto es, la hemorragia cerebral espontánea. Tal explicación del deceso del conde de Nieva, es obviamente útil en la validación histórica del hecho. Pero es, además particularmente importante en los anales de la medicina peruana, ya que evoca en nuestro tiempo, la primera descripción de un paciente aniquilado por la temible hemorragia cerebral, cuya alta mortalidad y frecuencia de presentación, es una amenaza significativa para la salud pública en nuestro país. * Hospital Guillermo Almenara Irigoyen. EsSalud. Pontificia Universidad Católica del Perú 10 LOS HECHOS DE ACUERDO AL CABILDO DE LIMA La noticia acerca de la muerte del Jefe del gobierno virreinal quedó asentada en el Libro del Cabildo de Lima, la mañana del día sábado 19 de febrero de 1564, en los siguientes términos: "Hallose en este cabildo el señor Capitán Rodrigo de Salazar CoRegidor de esta ciudad y Melchor de Brizuela alguacil mayor.....en este día los dichos señores dijeron que entraban en este Cabildo por de que el señor viso Rey Conde de Nieva es fallecido y pasado de esta presente vida". Seguidamente los presentes se ocuparon de los preparativos para enterrar al Virrey en la catedral y sobre el luto oficial del Cabildo para tal ocasión (15). Un año después, con fecha 20 de febrero de 1565, el Cabildo de Lima envió una carta al rey de España, dándole la noticia de la muerte del conde de Nieva y "quedar gobernando el licenciado don Lope García de Castro". En la parte concerniente al fallecimiento, se lee en la misiva: "El conde de Nieva de cierta enfermedad que había días tenía una noche acelerándose su mal quiso nuestro señor fuese privado del sentido y dentro de 5 horas muriese cosa que dio gran pena en lo general y particular por representar la real persona de vuestra majestad y por ser quien era esta ciudad en su entierro y honras hizo lo que acostumbra hacer con los que han gobernado" (7). La carta fue firmada por 10 de los miembros del Cabildo, entre los cuales es importante destacar el nombre del licenciado Torres (Alvaro de), quien por ser el médico de Cámara, conocía bien al difunto virrey y como tal la noche del deceso, debe haber atendido al gobernante. Por la misma cercanía seguramente dio el dato, incluido en la carta, que el virrey tenía "cierta enfermedad" desde antes del desenlace fatal. LOS HECHOS DE ACUERDO A LA AUDIENCIA DE LIMA El día 9 de marzo de 1564 la Audiencia de Lima remitió una carta al Rey de España, informando acerca de varios sucesos, relacionados a la situación del país y al cumplimiento que venían recibiendo las órdenes reales recientes. Al inicio del extenso documento se dice: "el savado por la mañana que se contaron 19 del mes de hebrero de este año fue nuestro señor servido llevar al conde nieva visorrey de este reyno de una apoplegia que le dio a las dos de la noche y no duró más de hasta las siete de la mañana sin poder hablar ni confesarse ni declarar cosa alguna que a dado mucha lastima en este rreino" (11). Hay otra carta, fechada 8 de marzo de 1564 y firmada únicamente por el doctor Bravo de Saravia, Presidente de la Audiencia, diciendo al Rey, entre otros informes personales: "Por la carta que la audiencia escribe verá nuestra majestad la muerte del visorrey conde de nieva que fue tan repentina que no pudo testar ni confesar. A dexado grande admiración a los que sabían su vida plega a Dios que en el punto que le tomo se aya acordado del para darle gloria" (12). La comunicación de la Audiencia es palmaria, coincide esencialmente con lo expresado por el Cabildo limeño y también complementa el informe de los hechos con detalles no señalados antes, tales como la hora de inicio de la afección y también del deceso, pero lo más importante es que puntualizó el diagnóstico de apoplejía como causa de la muerte del virrey. El relato de la audiencia sobre el ataque de apoplejía, concuerda además con la significativa aseveración de dos importantes personajes, quienes vivieron en Lima cuando ocurrió la sonada y repentina 11 muerte del gobernante. Ellos fueron los sacerdotes Fray Reginaldo de Lizárraga y Jerónimo de Loaiza, primer Arzobispo de Lima. TESTIMONIO DE FRAY REGINALDO DE LIZARRAGA Fray Reginaldo de Lizárraga, nació en Badajoz en 1545. Llegó con sus padres a Lima cuando tenía 15 años de edad y casi inmediatamente ingresó como clérigo a la orden de Santo Domingo. Cumpliendo misiones encomendadas por su congregación, recorrió diversas ciudades, que actualmente forman parte de Ecuador, Chile, Paraguay y Argentina. Escribió varios libros, los cuales recién fueron publicados luego de su fallecimiento en 1615. Uno de ellos cuyo titulo es "Descripción Breve de toda la tierra del Perú, Tucumán, Río de la Plata y Chile", publicado como se dijo, póstumamente, contiene datos de interés sobre el Conde de Nieva y el tema que nos ocupa. Dice de Lizárraga aludiendo al citado virrey: "Este caballero no bebía vino sino agua con exceso y muy fría y es así que el Licenciado Alvaro de Torres, médico muy experto, estando comiendo le dijo: Vuestra excelencia no beba tanto y tan frío, porque si frecuenta esta bebida, dentro de muy pocos días morirá de apoplejía, y dejará a todo el reino muy lloroso. Hizo burla de ello y murió en breve, no habiendo estado en el gobierno más de cuatro años". (3) El Escrito del padre Lizárraga es de gran valor, para aproximarnos con mayor certeza, al diagnóstico de la causa de la muerte del conde de Nieva, siendo el doctor Alvaro de Torres la persona clave en tal sentido. Este "médico muy experto" como lo califica el padre Lizárraga, ejercía en el Perú desde muchos años antes. Lo encontramos citado en el Libro de Cabildos de Lima, cuando en la sesión del ayuntamiento del 17 de abril de 1551, "se cometió" al Licenciado torres como protomédico que vea los títulos de los dichos médicos, cirujanos y probea lo que convenga como perteneciente a su oficio" (13). Los años siguientes el doctor de Torres es mencionado en varias otras reuniones del Cabildo, siempre solicitándosele su apoyo profesional, para ordenar el ejercicio de prestaciones de salud en la ciudad y desterrar el charlatanismo. No obstante, el 7 de agosto de 1556, el Cabildo acordó "notificar al protomédico de estos Reynos (Alvaro de Torres) que muestre en el Cabildo el título que tiene de protomédico e en entretanto no use el dicho oficio" (14). Hasta ese año los protomédicos eran titulados en España y para acreditarse como tales debían mostrar el nombramiento correspondiente ante el Cabildo. Al parecer el doctor de Torres no accedió a la exigencia del ayuntamiento y se dedicó a ejercer su profesión, como médico de cabecera de la naciente “clase alta” limeña. Esta modalidad de servicio médico era ejercida en el domicilio del enfermo que podía pagar tal atención, quedando sólo para los pobres, la caritativa acogida hospitalaria. Al asumir el cargo el virrey conde Nieva en 1561, incorporó al doctor Álvaro de Torres dentro del entorno palaciego, como médico de Cámara. De ese tiempo es la, ya citada, anécdota del padre Lizárraga. En cumplimiento de su función, es por consiguiente, lógico, suponer que el doctor de Torres estuvo presente en las trágicas últimas horas del virrey el 19 de febrero de 1564, siendo el también quien tipificó la enfermedad como apoplejía, no solo por el estado clínico del conde, sino también por conocer los antecedentes que tenía, de riesgo vascular cerebral. La etiqueta diagnóstica fue acogida por la Audiencia de Lima y así fue informada al rey de España. Pero otro, seguro, testigo de la agonía y muerte del virrey, fue el Arzobispo de Lima Jerónimo de Loaiza, quien al narrar los hechos, en una carta dirigida al Rey Felipe II, sin usar la palabra apoplejía, señaló claramente los síntomas de tal afección. 12 TESTIMONIO DEL ARZOBISPO JERONIMO DE LOAIZA Este ilustre sacerdote dominico, nació en 1498 en Trujillo de Extremadura. A la edad 45 años llegó al Perú como encargado de la diócesis capitalina. Tres años después, en noviembre de 1546, fue elevado al rango de arzobispo, siendo por tal nombramiento el primer arzobispo de la ciudad de Lima. Falleció en 1575. Durante el largo período de su administración, participó de modo trascendente en la vida de la ciudad capital del Perú, rebasando frecuentemente el ámbito estrictamente religioso. Tuvo, además, tiempo para escribir muchas cartas a la corona española, informando acerca de los acontecimientos de interés, suscitados en el vasto territorio virreinal peruano. Una de tales misivas, fechada el 15 de marzo de 1564, contiene datos cardinales para aclarar la causa del fallecimiento del conde de Nieva. La carta fue enviada al rey Felipe II y por fortuna el original de ella, incluyendo el sobre que soportó el entonces largo viaje desde Lima, se conserva en perfecto estado en el Archivo General de Indias de Sevilla (1). El padre Rubén Vargas Ugarte en su "Historia General del Perú" citó algunos pasajes de la citada carta (18). Nosotros, en mérito al apoyo de varias personas, a quienes agradecemos (19) poseemos una copia “escaneada” del texto original, completo, de la misma (¡también del sobre!). Y aunque solo se trata de una reproducción, disfrutamos la emoción de tener en nuestras manos tan extraordinario documento, devuelto instantáneamente a Lima, por la tecnología del presente, 437 años después de ser enviado por el arzobispo Loaiza, a su distante destino, por vía marítima, sin imaginarse entonces en el inconcebirle retorno, mediante un satélite terrestre. La carta empieza destacando: "Lo que de presente ay que hazer saber a VM es que el virrey murió en diez y nueve de hebrero de este año de una muerte arrebatada y trabajosa que duró desde que le dio mal seis o siete horas sin poder hablar ni otra muestra de sentido no hizo testamento y en todo parece que le tomo descuidado la muerte". El arzobispo, seguidamente cuenta al rey sobre la acentuación, de la ya mala administración del virrey fallecido (admitiendo que merecía ser cambiado) a consecuencia de las disputas por el poder, en tanto llegaba el reemplazo, el Licenciado Castro: "Por cartas que vinieron al conde pocos días antes de su muerte se entendió que VM a mandado venir desde reyno al licenciado Castro del consejo real de indias que aunque el Conde no muriera havia harta necesidad de ello y ahora mas que gobiernan las dos audiencias y son muchos y como cada uno tiene amigos y allegados y algunos tienen deudas por los casamientos de sus hijos todos quieren aprovechar a los que les tocan como se ha hecho ahora con la provisión de los corregimientos y otros oficios que aunque a poco que murió el virrey y se esperava puesto la venida del licenciado Castro están ya proveídos en el distrito de esta audiencia". Es pues evidente, a través de lo afirmado por el arzobispo, en Lima había gran avidez por las granjerías que podían obtenerse desde el poder gubernamental. Quienes procedían de esa manera no eran mejores que el conde de Nieva, cuya criticable conducta personal y administrativa, denunciaron en mas de una oportunidad mediante cartas dirigidas al rey. Así, el 18 de abril de 1561 los Comisarios del Perú enviaron una carta al rey de España acusando al conde de Nieva de "remiso y codicioso de intereses" (7). El 4 de diciembre en 1562 el licenciado Monzón escribió al rey "ponderando la desventura y miseria del reino, destrucción de la hacienda real y falta de justicia" (9). El 2 de enero de 1563 el mismo licenciado envió 13 otra carta al rey informándole "sobre el mal proceder y gobierno del virrey Conde de Nieva" (10). En ella se relata la liviandad de costumbres del gobernante, quien según la misiva, destinó el repartimiento de Surco para recreación de algunas damas "de lo cual resultó como la disolución es grande ansi de ellas como de los terceros que entrevienen el religioso que allí estava que es el que esta dará como zeloso del servicio de dios reprehendio la soltura que alli pasava de lo cual el conde se enojo de tal manera que envío llamar al provincial de la orden de San Francisco y le mando que luego embarcarse al frayle". Las citadas cartas y otras más, influyeron en la determinación real de reprender al conde "por haber proveído algunos oficios en criados suyos y en algunos deudos de los comisarios dejando de lado a personas de mayor merecimiento" (16). Finalmente, la corona sustituyó al Conde de Nieva, antes que cumpliera el período para el cual había sido nombrado. El reemplazante designado don Lope García de Castro partió de Cádiz con destino al Perú el 15 de octubre de 1563 y entro a Lima el 24 de octubre de 1564, encontrando el gobierno cargo de la Audiencia, debido al fallecimiento ocho meses antes del conde de Nieva. El arzobispo Loaiza agregó la siguiente opinión: "inconvenientes se an seguido siempre al gobernar la audiencia por que son muchos y no puede a ver buena conformidad para gobernar y mas los que al presente son oidores y siendo dos las audiencias y tan lejos de VM". En definitiva, las siguientes evidencias, en lo concerniente a la causa de la muerte del virrey conde de Nieva, apoyan el diagnóstico de hemorragia intracerebral espontánea: Al momento de su fallecimiento tenía 64 años, esa edad corresponde al grupo etáreo con mayor riesgo de sufrir una enfermedad vascular cerebral. La polidipsia. del virrey, citada por padre Lizárraga, sugiere, que el desaprensivo gobernante padeció, sin saberlo, lo que actualmente se denomina diabetes mellitus tipo II y a ella se asocia con frecuencia hipertensión arterial y dislipidemia. Es conocido que la hipertensión arterial el más común factor de riesgo, para la aparición de enfermedades vasculares cerebrales (6). De otro lado la descripción del arzobispo Loaiza, sobre el inicio "arrebatado" del mal, quedando el enfermo sin poder hablar ni recuperar el sentido, hasta que muere en pocas horas, es compatible con hemorragia intracerebral espontánea, es decir no traumática (4,5). Este diagnóstico, como ya hemos destacado anteriormente, fue posiblemente el mismo que hizo el doctor Álvaro de Torres, aunque utilizando la palabra apoplejía para etiquetar el diagnóstico de acuerdo al uso de la época No obstante, cuando en la ciudad de Lima se conoció la muerte súbita del virrey, empezó a murmurarse, que la versión oficial sobre el fallecimiento por apoplejía era falsa y ella sólo pretendía encubrir la última liviandad del virrey. La maledicencia se extendió y alborotó el ambiente capitalino durante muchos años, recibiendo un importante refuerzo, cuando tres siglos después del deceso del conde de Nieva, don Ricardo Palma, puso letra al susurro, incluyéndolo en sus celebres tradiciones peruanas bajo el título: "Un pronóstico cumplido". (17). UN PRONÓSTICO CUMPLIDO Según la tradición de Palma, el conde acudió después de la medianoche a una cita amorosa furtiva. La casa de la amante estaba ubicada en la esquina formada por la calle llamada de trapitos (cuadra 2 de la actual avenida Abancay) y la calle de la inquisición 14 (lado sur de la ahora plaza Bolívar). Para quienes gustan de precisiones topográficas, debe recordarse que la vasta avenida Abancay que conocemos ahora, se logró ampliando varias de las existentes angostas calles antiguas. Empezando en el parque universitario, se derribaron las ruinosas casas ubicadas al lado derecho de las siguientes calles: Del hospicio de Candamo, pileta de Santa Teresa, Sagástegui, Santa María, Cascarilla (en esta calle se encuentra la Biblioteca Nacional), compás de la Concepción, de Trapitos y calle Juan de la Coba que es la primera cuadra de la así formada Avenida Abancay. Por consiguiente, teniendo en cuenta tales demoliciones, la casa “abordada” por afanoso virrey, estuvo posiblemente ubicada al inicio de la segunda cuadra de la avenida Abancay, y más exactamente en el centro de la actual calzada Al terminar la subrepticia visita, el virrey intentó descender por el balcón que daba a la calle, utilizando una "escala de cuerda". "Cuando faltaban al galán pocos peldaños para tocar en el suelo, se desprendió la escala del balcón y al mismo tiempo 5 embozados principiaron a descargar con gran fuerza, costalazos de arena sobre el caído, gritándole ¡ladrón de honras! (17). La tradición de Palma agrega luego, que los criados del marqués de Zárate, cuya casa quedaba en la calle de enfrente, la misma que hoy tiene el nombre del marqués, acudieron al lugar de los hechos cuando escucharon gritos, encontrando solo un cadáver. "Este era el del conde Nieva cuarto virrey del Perú, que había parecido oscura y traidoramente, sacrificado a la justa venganza de un esposo ofendido, cuyo nombre según un cronista, era don Rodrigo Manrique de Lara". Sigue la narración, señalando que “los restos del virrey fueron llevados al Palacio de gobierno y aunque la audiencia procuró hacer creer al pueblo que había fallecido repentinamente en su cama, por consecuencia de un ataque de apoplejía, la verdad del caso era sabida en todo Lima" (17). De esta trágica manera, se cumplió el pronóstico medico del doctor Alvaro de Torres, testimoniado, como ya se menciono líneas arriba, por el padre Lizarraga (3) En mi opinión, la tradición de Palma ha privilegiado la literatura en desmedro de la historia. El conde de Nieva había nacido en Burgos el año 1500 de modo que al morir en 1564, tenía una edad, en la cual no es frecuente el ánimo, ni las condiciones físicas para aventurarse en escalamientos y descensos por precarias escaleras, puestas en algún balcón, imitando al joven amante de Verona. De otro lado, de acuerdo al historiador José Antonio del Busto, los esposos Manrique de Lara y López de Zúñiga, es decir el posible agraviado y su “infiel” esposa, nunca estuvieron en el Perú (2). Es también difícil de admitir, que siendo el conde virrey reiteradamente criticado y aun denunciado ante el rey por su conducta incorrecta cuando ejercía el cargo, luego de su muerte, quienes antes informaron negativamente al soberano, hayan tratado de ocultar la verdad o mentir, atribuyéndole la muerte por apoplejía. El arzobispo Loaiza en la carta del 15 de marzo de 1564, hizo también mención a las alborotadoras explicaciones, que alimentaban la imaginación de los conversadores limeños. De modo que existió y en alto nivel la murmuración: "De mas diligencias que ha sido rrazon haga para saber de las privisiones de VM y otras escrituras que tocan al oficio del virrey y porque sus bienes no se escondan por morir sin testamento por lo que tocan a la hazienda de VM que para esto aun se an dado cartas de excomunión se an hecho otras que aunque sean instancias del fiscal algunos de los oidores an mostrado pasión sobre la causa de su muerte y no por sospechar de veneno sino donde estuvo aquella noche y que hizo en perjuicio de su onrra y de virrey. Escribolo para que VM esté avisado y en lo de adelante mande lo que fuere 15 servido". Al finalizar la carta, el arzobispado expresó al rey la posible contribución a la muerte del virrey, la generación de vergüenza en el ánimo del mismo. cuando meses antes se enteró que estaba nombrado su reemplazo: "pues vemos que ayuda a morir a los virreyes, saber que viene otro. Preguntando yo a unos indios, cuando murió el marques de Cañete ¿qué dicen los caciques de la muerte del virrey? Dijeron me: dizen que murió de vergüenza del virrey que viene". Recordemos que tanto el virrey marqués de Cañete como el conde de Nieva fueron relevados del cargo, con anterioridad a cumplir su mandato, muriendo ambos antes de llegar el reemplazante. La admisión de la vergüenza como causa de muerte de una persona, forma parte de una ancestral creencia popular en nuestro país, conocida con el nombre de "chucaque" y al parecer, de alguna manera, este singular aspecto del mestizaje cultural iniciado en el Perú del siglo XVI, ya se insinuaba en la mente de nuestro primer arzobispo. El 25 de octubre de 1564, arribó al Callao el Licenciado Lope García de Castro para hacerse cargo del gobierno del Perú. Vino con el Despacho de Presidente de la audiencia de Lima pero no de virrey. A pesar que tenía instrucciones para aclarar, mediante un proceso, la causa de la muerte del conde Nieva, el tema no fue mayormente investigado y por consiguiente tampoco hubo conclusión alguna. Solo quedó, rodando, la sonada versión (bola) de faldas y amoríos furtivos, la misma que fue exitosamente relanzada hasta nuestros días por Ricardo Palma, Pero, en base al presente escrito, pensamos que ella fue y sigue sustentada únicamente en los veleidosos antecedentes del conde, ya que la verdadera causa de su muerte fue, hasta donde hemos podido investigar, un ataque vascular cerebral de tipo hemorragia intracerebral espontánea. RESUMEN El cuarto virrey del Perú, Diego López de Zúñiga y Velasco, conde Nieva, estando en ejercicio del cargo, murió súbitamente el día 19 de febrero de 1564. La Audiencia de Lima dio la versión oficial del hecho, señalando que el virrey falleció a consecuencia de un ataque de apoplejía. No obstante, se murmuraba en la ciudad, que tal diagnóstico tenía por objeto proteger la "honra" del gobernante, siendo la verdadera causa un "ajuste de cuentas", organizado y efectuado por un marido burlado. Esta publicación, basada en la investigación de escritos del siglo XVI, nos ha revelado que la afirmación de la Audiencia fue veraz, pero además, la descripción de los síntomas permite suponer razonablemente, que se trató de un ataque vascular cerebral hemorrágico lo que fulminó al virrey, ubicándose el conde de Nieva, por tan lamentable circunstancia, como el primer paciente documentado de enfermedad vascular cerebral, en la historia médica peruana. Palabras – Clave: hemorragia intracerebral, historia de la EVC. 16 BIBLIOGRAFIA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. Archivo general de Indias. Manuscritos peruanos recopilados por Rubén Vargas Ugarte (1938): "Carta del arzobispo de los reyes a SM marzo 15 de 1564). Audiencia de Lima. Sección V.DEL BUSTO DUTHURBURO José Antonio (1994): "El virreinato". En historia General del Perú (BRASA (ed.). Lima, Perú. Pág. 134-136.DE LIZARRAGA Reginaldo (1560-1602): "Descripción breve de toda la tierra del Perú, Tucumán, Río de la Plata y Chile". Biblioteca de autores españoles tomo CCXVI. Madrid. Pág. 78-79.DEZA, Luis; ALDAVE Raquel, CONCHA Gina et al (1993): "Riesgo de mortalidad en el período agudo de la hemorragia intracerebral". Revista con Neuropsiquiatría 56: 25-32.DEZA, Luis; SALINAS, Carmen (1997): "Evaluación del riesgo de mortalidad en la hemorragia intracerebral" Revista de Neuropsiquiatría: 116-126.DEZA L., ALDAVE, R. y BARRERA J., (2001): "Historia natural de la enfermedad vascular cerebral en el Perú". Revista de Neuropsiquiatría 64: 105-132.LEVILLIER Roberto (1921): "Gobernantes del Perú. Cartas y papeles siglo XVI. Documentos del Archivo de Indias". Tomo III. Sucesor de Rivadeyra (ed.). Madrid. Pág. 642-643.LEVILLIER Roberto (1921): Gobernantes del Perú. 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Lima’s Hearing gave the official version of the fact, indicating that the viceroy passed away as a result of an apoplexy attack. However, it was murmured in the city, the purpose of such diagnosis was to protect the "honor" of the governor, being the true cause revenge, organized and carried out by a deceived husband. This publication, based on the investigation of some XVI century’s writings, has revealed to us that the Hearing’s affirmation was true, but in addition, the symptoms description allows us to reasonably suppose that it was an hemorrhagic vascular stroke the one which that killed the viceroy. This fact makes the Count of Nieva the first documented patient of a cerebral vascular disease in the Peruvian medical history. KEY WORDS: Stroke, intracerebral haemorrhage, history of cerebrovascular disease 17 “UNA OPINIÓN SOBRE LA ENFERMEDAD QUE CAUSÓ LA MUERTE DE SANTA ROSA DE LIMA” Artículo escrito por Luis Deza Bringas, atendiendo a una amable solicitud de José Antonio del Busto. El texto fue incluido como “Apéndice” en el libro Santa Rosa de Lima, editado en el año 2006, por el Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú y cuyo autor es el mencionado doctor del Busto. 18 APÉNDICE UNA OPINIÓN SOBRE LA ENFERMEDAD QUE CAUSÓ LA MUERTE DE SANTA ROSA DE LIMA LUIS DEZA BRINGAS* ADVERTENCIA Antes de expresar mi opinión acerca de la enfermedad, que pudo haber causado el fallecimiento de Santa Rosa de Lima, me parece pertinente hacer una explicación aclaratoria sobre el preciso sentido de tal juicio. Durante el periodo histórico denominado Renacimiento, los más connotados médicos europeos, en especial los italianos, respondían a los problemas de diagnóstico médico y daban las recomendaciones terapéuticas a cada paciente mediante dos modalidades: una de ellas era la visita, asociada al acucioso examen directo de la persona, en tanto que la otra opción, llamada consulta, empezaba y terminaba con la formulación del diagnóstico, únicamente en base a la documentación, que le era entregada por escrito, sobre la enfermedad del paciente. Esta segunda modalidad, debido a la incertidumbre que conlleva, no es aceptada en la actualidad, como método de diagnóstico para calificar certeramente la naturaleza de una enfermedad, aunque esta razonable limitación, no invalida que en situaciones excepcionales, un médico puede ser requerido para opinar, no para diagnosticar, en base a documentos, acerca de enfermedad que tiene o pudo haber tenido una persona a quién no visitó y por consiguiente tampoco examinó. Es obvio que la siempre deseada exactitud en el diagnóstico médico, no puede lograrse de modo cabal con ningún tipo de informe escrito sino mediante el examen clínico inmediato de la persona enferma, visitada o visitante. Esto permite al médico recibir la información directa del paciente, y de testigos si los hubiera, con suficiente extensión y precisión. Además la evaluación del enfermo en estas condiciones proporciona al profesional, la oportunidad de intercalar durante el relato de los síntomas del propio enfermo, las preguntas y repreguntas necesarias para aclarar las características de las molestias expresadas. La entrevista inicial de la visita médica, se complementa con el examen físico del paciente, utilizándose habitualmente para el efecto, las decantadas técnicas semiológicas de observación, palpación, percusión y muchos otros procedimientos exploratorios, en busca de los signos específicos que orientan al facultativo, hacia la correcta explicación de la causa de la enfermedad y como corolario se establece, el posible o probable diagnóstico inicial, en torno al cual se organiza el plan de trabajo para llegar, finalmente, al diagnóstico definitivo. De modo que a diferencia del pasado, en que muchas veces la inspección médica realizada en una visita y aun solo la lectura e interpretación del texto de una historia clínica, podía ser suficiente evidencia para aceptar complejos diagnósticos definitivos, en la actualidad debido a los avances en la investigación sobre el diverso origen de las enfermedades y el daño peculiar que ocasionan en el organismo de cada enfermo, tales diagnósticos concluyentes deben ceñirse a criterios estandarizados, no pocas veces aprobados por consenso internacional, los cuales incluyen la obligación de ser concordantes con los rigurosos Protocolos clínicos vigentes y aún * Servicios de Salud de la Pontificia Universidad Católica del Perú. 19 cuando es necesario comprobar, definitivamente, la presunción diagnóstica inicial se recurre a la ejecución de exámenes auxiliares de utilidad para tal fin, tales como son las diferentes pruebas de laboratorio, los procedimientos radiológicos y muchos otras técnicas de similar o mayor sofisticación tecnológica. Pero hemos hablado de circunstancias excepcionales, asociadas al desafío y al estímulo intelectual que significa para los médicos cada problema diagnóstico. Una de ellas es sin duda, el ocasional reto espiritual que nos suscita, la consulta de algún familiar o amigo sobre la posible enfermedad o causa del fallecimiento de personas que existieron en el pasado y sólo disponemos para dar respuestas profesionalmente aceptables, de las evidencias escritas que dejaron los testigos de las fatales circunstancias. Esto es cabalmente lo que ha ocurrido cuando José Antonio del Busto me pidió emitir un juicio sobre los días finales de la vida de Santa Rosa de Lima. Estoy seguro que, reiterando la advertencia y las disquisiciones precedentes, sobre la estrictez requerida en los diagnósticos definitivos de la medicina actual, que en este caso desde luego no se cumplen por motivos obvios, queda definitivamente claro que no es pretensión del consultor historiador ni del consultado, que soy yo, llegar al diagnostico de la enfermedad, ni dictaminar sobre la causa de la muerte de la Santa limeña, sino, solamente, emitir una opinión acerca de los hechos de importancia médica y su posible connotación patológica, narrados por varios testigos de los días terminales de la Santa. Tales documentos han sido recopilados, ordenados, y muchos de ellos transcritos, debido a su valor testimonial, por el doctor Del Busto, en el capítulo X de la parte segunda del presente libro. Algunos otros datos han sido tomados del libro Vida de Santa Rosa de Lima. Esta obra fue escrita en 1619 por el Confesor de la santa P. Pedro de Loayza, O.P.. Todas las transcripciones de hechos o frases tomados de escritos originales figuran entre comillas. EL FALLECIMIENTO DE SANTA ROSA Y SU POSIBLE CAUSA 1. De acuerdo a la información disponible Santa Rosa de Lima falleció a la edad de 31 años. La enfermedad que ocasionó su muerte empezó de manera súbita y fue agravándose, rápidamente, hasta terminar con la vida de la paciente en sólo 24 días. En efecto, el 1 de agosto de 1617 a las 11 p.m., se inició el problema, de modo repentino “sin haber tenido Rosa, mal o dolor alguno que se supiese”. Esta es una afirmación válida solo recordando los días precedentes, ya que según el relato del doctor Baltazar de Padilla, quien atendió regularmente, por largo tiempo, los problemas de salud de Rosa, ella padeció en los últimos tres años de su vida, “de muy agudas enfermedades de dolores de costado, de ijada y gota (dolores articulares)”. Estos trastornos fueron atribuidos por el doctor de Padilla a los ayunos y penitencias, a los que la Santa se sometía voluntariamente. Por consiguiente, la sorpresiva pérdida de conciencia y caída al piso que tuvo Rosa el primer día de agosto, pudo ser consecutiva al inicio agudo de alguna enfermedad, como también significar la fase avanzada y manifiesta de una patología precedente, que había permanecido hasta ese momento en estado latente . 20 2. La primera persona que llegó a ella fue María de Uzátegui, quien la encontró inconsciente. Rosa, caída encima de una tarima, “no le pudo responder”, “estaba como un muerto y echaba algunas espumas por la boca”. Posiblemente, había sido aquejada por una crisis epiléptica de tipo convulsivo generalizado (las crisis epilépticas son de varios tipos diferentes, siendo las más frecuentes aquellas de tipo convulsivo tónico clónico generalizadas). Hasta donde se conoce, Rosa nunca antes había tenido tan grave y llamativo trastorno convulsivo. Sabemos que cuando estas crisis ocurren por primera vez en personas mayores de veinte años (Rosa tenía entonces 31 años), casi invariablemente, son la consecuencia de alguna enfermedad que lesiona la corteza cerebral y por tal motivo se les llama crisis secundarias De modo diferente, las crisis epilépticas que ocurren por primera vez en personas jóvenes, menores de 20 años, mayormente no están asociadas a lesiones cerebrales demostrables, en consecuencia se denominan crisis primarias. De modo, que podemos suponer, razonablemente, que Rosa tuvo una crisis epiléptica convulsiva secundaria, consecutiva a una patología cerebral, cuya naturaleza podemos deducir en base a la certera documentación disponible, sobre el curso de la enfermedad que sufrió Rosa a partir del primer día de agosto de 1617. 3. Las crisis tónico clónicas generalizadas se desencadenan casi siempre sin síntomas premonitorios. La persona afectada es sorprendida por la crisis. Hay inmediata pérdida de la conciencia y caída al piso, el cuerpo se pone rígido (fase tónica del episodio) y pasados pocos minutos, las extremidades del paciente se sacuden sin control, en lo que constituye estrictamente la convulsión (fase clónica). Toda la crisis dura alrededor de 5 minutos y al terminar, el paciente tiene relajación muscular, permanece inmóvil y profundamente dormido. Esta tercera fase es llamada post crítica y dura varias horas, durante las cuales la persona que convulsionó recobra lentamente su capacidad de darse cuenta de si misma y de su entorno. Debe agregarse que durante el episodio el enfermo presenta sudoración profusa y sobreproducción de saliva (sialorrea) además de otros síntomas que denotan sobre actividad del sistema nervioso vegetativo. Por lo señalado, es muy probable que la señora de Uzátegui encontrara a Rosa en el periodo post crítico de su convulsión. Luego de varias horas de finalizado el mencionado trastorno inicial, Rosa fue recuperando, progresivamente, la conciencia, es decir empezó a darse cuenta de las cosas en forma cada vez más normal. Entonces empezó a comunicarse verbalmente, aunque con alguna inseguridad y lentamente. Estaba muy intranquila y confundida, pero finalmente tras “grandes ansias y congojas (...) se calmó al romper el alba”. Esta parte del relato describe, sin duda alguna, la situación clínica de una persona en el denominado estado confusional agudo, post convulsivo (la catalogación, no médica, más cercana de tal estado me parece que puede ser “atontada”). La causa del mismo, puede explicarse en este caso, por la súbita y catastrófica aparición de la crisis epiléptica convulsiva y su secuela de estado confusional (no es casual que la antigua denominación de ese tipo de crisis fuera “gran mal”). Al finalizar la crisis, Rosa como todas las personas que pasan por tal dramática circunstancia, en forma progresiva empezó a despertarse como ocurre con todas las personas que pasan por tales dramáticas circunstancias, pero ella demoró más de lo 21 habitual para recuperar la conciencia y además refirió a partir de ese momento el intenso dolor de cabeza que la torturó incesantemente las siguientes semanas. Rosa, que antes había soportado diversos dolores con admirable estoicismo, “en tanto grado que jamás la oyeron quejarse”, se encontró de pronto afectada por la mencionada violenta cefalea, cuya inusual intensidad, ella la calificó como dolor “del infierno”. Declaró asimismo que el dolor era localizado en el lado derecho del cráneo, señalando con “la mano diestra la sien derecha”. Los tres hechos, es decir la presencia de la primera crisis convulsiva a los 31 años, la larga duración del período post crítico y el dolor de cabeza, persistente y localizado en la región anterior derecha del cráneo, indicaban que la crisis epiléptica era secundaria y en consecuencia la obligación médica era encontrar el o los agentes causantes de la afección. Desafortunadamente, la medicina del siglo XVII, estaba apenas iniciando lo que ahora es un insoslayable dogma médico, es decir la vocación etiológica o sea la investigación sin tregua de la causa de las enfermedades 4. Seis días después de haberse iniciado la enfermedad, el dolor de cabeza persistía sin alivio alguno y de otro lado era notorio que el estado general de salud de Rosa estaba empeorando, no obstante la buena voluntad de quienes la asistían dentro de los limitados recursos terapéuticos de la época. . En efecto, ese día se le paralizó el hemicuerpo o lado izquierdo del cuerpo, incluyendo la parte inferior de la cara del mismo lado. El testimonio con que contamos, sobre el inicio y desarrollo de tan grave parálisis del medio cuerpo, (denominada en medicina hemiplejia) de Rosa es muy claro: “amaneció como muerto el lado izquierdo, de perlesía, sin movimiento ninguno”, “también se le torció, aunque en menor medida, la boca” y, además, en el lado paralizado del cuerpo perdió la sensibilidad. En definitiva, los síntomas y signos predominantes en el mal que afectó a Rosa se iniciaron con una crisis convulsiva generalizada “gran mal” asociada a pérdida total de conciencia, luego al recuperar lentamente la conciencia refirió dolor de cabeza, intenso, mayormente localizado en la región fronto temporal derecha del craneo. Los días posteriores el nivel de conciencia no era estable debido a la presencia de variaciones en el mismo y la cefalea habíase tornado continua. Al sexto día en forma súbita quedó paralizado el lado izquierdo del cuerpo de Rosa la hemiplejía que afectó parcialmente la cara y las extremidades del lado izquierdo del cuerpo, sumada a la pérdida de la sensibilidad o hipoestesia cutánea del mismo lado paralizado del cuerpo en asociación al déficit ondulante del nivel de conciencia, reconocible por las variaciones, momentáneas, de su estado de lucidez con otros de confusión mental, fueron los síntomas y signos predominantes en la enfermedad de Rosa. Todos ellos pueden ser razonablemente explicados, por una sola lesión cerebral, de aparición repentina, córtico-subcortical, que afectó la parte frontal y parietal del hemisferio cerebral derecho. De inicio, ella causó la crisis convulsiva, la pérdida de la conciencia y el intolerable dolor de cabeza, estos síntomas fueron posteriormente seguidos por la aparición de citada parálisis del movimiento y de la sensibilidad, en el lado izquierdo del cuerpo 5. Por la forma súbita de presentación y las características clínicas del trastorno neurológico, incluyendo la evolución desfavorable y progresiva de la enfermedad, me parece que la primera posibilidad diagnóstica, es que Rosa tuvo una hemorragia en el 22 hemisferio cerebral derecho. Y tratándose de una joven de 31 años, la mas frecuente patología vascular cerebral que puede causar tal sangrado es la ruptura de un aneurisma arterial congénito, llamado así por estar presente desde el nacimiento de la persona, denominándose también “sacular” por su aspecto anatómico, semejante a un pequeño saco que crece de modo anormal en la pared alguna de las arterias cerebrales (se encuentran presentes entre 2% y 4% de la población y usualmente dan molestias solo cuando se rompen). De acuerdo a los síntomas, ya mencionados de Rosa, el aneurisma que tenía pudo esta ubicado en el inicio de la arteria cerebral media derecha, cerca del nacimiento de la cerebral anterior. Los aneurismas saculares son de paredes muy delgadas y por lo mismo susceptibles de romperse o reventar espontáneamente, en cualquier momento. En el caso de Rosa, la violenta irrupción de la sangre en el cerebro, provocó la aparición de la súbita crisis convulsiva y la pérdida de la conciencia, este mismo mecanismo, fue también el causante del intenso dolor de cabeza debido a la hipertensión intracraneal, ocasionado por el anormal volumen de sangre agregado al encéfalo por el sangrado, como asimismo por el desarrollo de meningitis química, secundaria a la inflamación de las meninges, provocada por el sangrado y finalmente la misma hemorragia, en el hemisferio cerebral derecho determinó la hemiplejia izquierda. Por frecuencia de presentación la mayoría de los aneurismas cerebrales son del tipo congénito y por tal motivo el aneurisma que tuvo Santa Rosa pudo ser uno de ellos, aunque es imposible desestimar que ella pudo estar afectada por un aneurisma de otra naturaleza, es decir no congénito, sino adquirido por alguna infección, que llegó a las arterias cerebrales a través del torrente sanguíneo. Esto ocurre, para citar un ejemplo, en la llamada endocarditis bacteriana subaguda. En esta grave infección bacteriana del corazón, es frecuente el desprendimiento de émbolos, es decir fragmentos celulares y pequeños coágulos, conteniendo los gérmenes que han lesionado las válvulas cardíacas, los cuales avanzan luego por las diferentes arterias del cuerpo, diseminando la infección hacia lugares alejados, atacando primero a los vasos sanguíneos obstruidos por el émbolo (arteritis infecciosa) y luego al tejido circundante del nuevo órgano afectado. Pero, no obstante que los aneurismas infecciosos o micóticos, son adquiridos por el paciente en algún momento de su vida, diferenciándose por su orígen de los aneurismas no infecciosos que casi siempre son congénitos (la persona nace con ellos y usualmente no tiene molestia alguna hasta que ocurre la ruptura de tal malformación de la arteria cerebral) a diferencia de los aneurismas saculares (los cuales afectan a la persona en algún momento de su vida), es obviamente diferente al de los aneurismas congénitos (de nacimiento), pero cuando ellos se rompen tienen una evolución de similar gravedad, aunque en los pacientes afectados por aneurismas infecciosos, se agregan a los síntomas del abrupto sangrado cerebral, otros signos típicos de las meningitis infecciosas, tales como fiebre alta, trastornos del sensorio es decir confusión mental y dolor de cabeza, persistente, de gran intensidad. Es decir varios de los síntomas que padeció Rosa en las últimas semanas de su vida. 6. En cuanto a la hemiplejia izquierda, que apareció alrededor del sexto día de iniciado el mal, puede ser atribuida tanto al vasoespasmo de la arteria cerebral anterior derecha y la cerebral media del mismo lado o a la generación de un segundo sangrado, durante el 23 cual pudo formarse un hematoma (“tumor” de sangre) intracerebral, que puede provocar, finalmente, el mismo efecto deletéreo que los tumores, en general, del mismo lugar, paralizando el lado contrario del cuerpo (hemiplejia). Pero, es sabido que el vasoespasmo (reducción del calibre de las arterias afectadas, por contracción anormal de la musculatura, circular, de sus paredes) sigue siendo hasta la actualidad la más grave complicación de la hemorragia subaracnoidea por ruptura aneurismática y puede provocar en algunos pacientes, infartos cerebrales isquémicos los cuales asimismo destruyen al tejido cerebral privado de sangre (isquemia), en estas condiciones, dando lugar a síntomas tales como la mencionada parálisis del lado opuesto del cuerpo. Lamentablemente, los recursos terapéuticos de la medicina, cuando falleció Santa Rosa se limitaban mayormente a atender en sus necesidades básicas a los enfermos, aliviar algunos síntomas y proporcionar consuelo espiritual. Se recurría entonces a la torturante aplicación de emplastos, blisters, sangrías y purgantes, sin sustento científico racional y por cierto de cuestionable eficacia terapéutica. Por consiguiente Santa Rosa tuvo que soportar el terrible dolor de cabeza asociado a la hipertensión intracraneana y la inflamación de las meninges, observar además la parálisis de su hemicuerpo izquierdo y al final de sus días sufrir dolores de “costado” cuando su estado general se complicó, probablemente, ya sea por neumonía infecciosa y/o infarto pulmonar por émbolos. Su cuerpo, debilitado de antemano, por las continuas penitencias a que voluntariamente se sometía, fue aniquilado por la cruenta insuficiencia respiratoria, que en los últimos días de su enfermedad, se agregó a la lacerante enfermedad vascular cerebral precedente, pero su admirable fortaleza espiritual y su auténtica fe cristiana le permitieron soportar el mal serenamente, aceptándolo como producto de la voluntad de Dios. Finalmente, superó las dolencias asociadas a su enfermedad, manteniendo sin desmayo sus creencias, no obstante el doloroso desarrollo de la afección que acabó con su vida terrenal, el 24 de agosto de 1617. De acuerdo al Padre Fray Juan de Lorenzana su Confesor, Rosa unas horas antes de morir, le dijo en plena lucidez y llena de esperanza: “Presto se acabarán estos trabajos. Ya deseo ir a ver aquel bendito rostro. Esta noche moriré”. 24 “HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL EN EL PERÚ” Por: LUIS DEZA B., RAQUEL ALDAVE y JUAN BARRERA TEXTO ORIGINAL DEL ARTÍCULO PUBLICADO EN: REVISTA DE NEURO - PSIQUIATRÍA, VOL 64:18-35. 2001 PUBLICACIÓN GALARDONADA CON EL PREMIO AVENTIS 2001. OTORGADO AL MEJOR TRABAJO DE INVESTIGACIÓN MÉDICA DEL AÑO CITADO. 25 26 RESUMEN Pocas publicaciones en el Perú han tratado detalladamente el tema de la enfermedad vascular cerebral (EVC). No obstante, la mayor parte de los médicos admite que tal enfermedad es un frecuente problema clínico. Por tal motivo, en 1987 iniciamos el estudio sistemático de todas las personas internadas en el Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara, con el diagnóstico de EVC. Hasta diciembre de 1998 el número llegó a 1517 pacientes (1045 varones y 472 mujeres) Los datos contenidos en tales fuentes documentales son analizados y expuestos en la presente publicación. La intención es proporcionar una visión, basada en evidencias, acerca de los aspectos más significativos de la historia natural de la EVC en nuestro país. Obviamente, el material revisado, puede ser sesgado, desde el punto de vista epidemiológico, por tratarse de una muestra exclusivamente hospitalaria. No obstante, creemos que tal error es poco significativo, por la elevada cifra de pacientes incluidos y en consecuencia nuestras conclusiones deben de ser cercanas a las de la población nacional con EVC. Los hallazgos de nuestra investigación abarcan varias características de la EVC, debiendo destacarse, por su singularidad, la mayor frecuencia de hemorragia intracerebral y la menor presencia de placas ateromatosas carotídeas, en comparación con los datos aportados en estudios similares, entre pacientes de los países industrializados de occidente. 27 SUMMARY Few Peruvian medical publications have dialed, in detail, about Cerebra Vascular Diseases (Stroke). The majority of doctors, however, admit that this illness is a frequent clinical problem. That is why; in 1987 we began a systematic study of all in-patients at the Neurological Service of the Guillermo Almenara Hospital, who had stroke diagnosis. The number came up to 1517 until December 1998 (1045 men and 472 women). The data contained in these documentary sources are analyzed and presented in this article. Our intention is to provide a vision, based on evidence, about de most significant aspects of the natural history of stroke in our country. Obviously, the material received may seem slanted since it is based on an exclusively hospital material. However, we believe that due to the high number of patients, this error is not significant and, therefore, our conclusions must be near those of the national population suffering a stroke. The findings of our research include several characteristics of stroke, and it should be noted – because of their singularity- the greater frequency of intracerebral hemorrhage and the small presence of atheroma in the large neck arteries, in comparison with the data contributed by similar studies among patients in developed countries in the West. 28 HISTORIA NATURAL DE LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL EN EL PERU ESTUDIO INTRAHOSPITALARIO DE 1517 PACIENTES POR: LUIS DEZA*, RAQUEL ALDAVE** y JUAN BARRERA** 1 INTRODUCCION La enfermedad vascular cerebral (EVC) es una de las tres primeras causas de mortalidad y discapacidad funcional de los seres humanos, siendo las otras dos la enfermedad coronaria y el cáncer. El devastador efecto que produce la EVC deteriora en grado significativo la calidad de vida de quien la padece, e indirectamente repercute en forma negativa en el nivel económico y social de la población. Tales deletéreas características de la EVC se ha encontrado en diferentes comunidades estudiadas (industriales, agrícolas, urbanas y rurales) y son además independientes de variables poblacionales (étnica, económica, cultural) (1, 2). No obstante, las investigaciones epidemiológicas, tanto descriptivas como analíticas de la EVC, revelan que los porcentajes y otros aspectos clínicos pueden ser disímiles cuando se comparan los resultados de diferentes grupos humanos estudiados (3, 4 y 5). El conocimiento de tal singularidad es imprescindible para disponer de indicadores médicos propios y en derivación priorizar la atención de prestaciones de salud en base a la real demanda. De esta manera, se logrará racionalizar estrictamente los gastos y de otro lado los programas preventivo-promocionales, que necesariamente deben organizarse, recién podrán ser evaluados en términos de costo-beneficio y sus posibilidades de éxito serán mejores. La investigación de la EVC es abundante en los países industrializados de occidente, a diferencia de su escasez en los países en desarrollo (1). En el Perú no hay datos sobre epidemiología de la EVC a nivel nacional. Las publicaciones existentes son descripciones epidemiológicas intrahospitalarias o relatos sobre * Medico Jefe del Servicio de Neurología. Hosp. Guillermo Almenara Irigoyen ** Médicos del Servicio de Neurología 29 algún aspecto de la historia natural de la enfermedad en el grupo poblacional estudiado. En ellas se reconoce el alto número de pacientes con EVC que acude a los hospitales, lo cual indicaría tasas igualmente elevadas en la población, en concordancia con el Informe de la Organización Mundial de la Salud acerca de las causas más comunes de disminución de expectativa de vida y discapacidad de los países en vías de desarrollo. En el se destaca que el primer lugar en mujeres entre 45 y 59 años de edad, corresponde a la EVC y lo mismo a partir de los 60 años, tanto en hombres como en mujeres, superando porcentualmente a la enfermedad coronaria, el cáncer y las enfermedades infecciosas (en particular la tuberculosis). Desde luego que en los niños y en personas entre 14 y 44 años predominan las enfermedades infecciosas (6). En el Hospital Guillermo Almenara Irigoyen la EVC ocupa los primeros lugares como causa de hospitalización, siendo creciente su significación porcentual en años recientes. En el sector de Emergencia la EVC ha sido referida como la primera causa de defunción en los dos años consecutivos que comprendió la evaluación (7). En tanto que en el Servicio de Neurología es la primera causa de hospitalización y la primera causa de mortalidad (8). Por tal motivo a partir de 1987 iniciamos el estudio descriptivo y analítico de la EVC y lo hemos continuado hasta la actualidad. Tenemos en consecuencia una apreciable base de datos cuya característica e importancia se presenta en esta publicación. Lo aprendido en los años transcurridos ha sido motivo de varias publicaciones sucesivas, las que serán descritas en la sección de Discusión. La importancia de disponer de datos sobre nuestra realidad, es tan obvia que no requiere mayor disquisición. Además estos mismos informes son elementos de comparación para evaluar con criterio objetivo el esfuerzo realizado en mejorar la calidad de atención brindada a los pacientes con EVC que se atienden en el Servicio. Tenemos la impresión que la EVC hasta la fecha no ha sido atendida en nuestro medio en su real dimensión como problema de salud pública. El costo de capital humano (gastos de recuperación de salud y merma por lo que deja de producir el enfermo) motiva gran preocupación en otros países de gran desarrollo económico (9, 10) contrastando con la exigua asignación de recursos dedicados 30 a la EVC, en países como el nuestro que justamente debería cuidar igual o mejor a su capital humano. Desde que la EVC es mucho más que un problema de asistencia hospitalaria, hemos planteado (36) la necesidad de desarrollar un “Programa de Prevención (primaria, secundaria y terciaria) y tratamiento de la EVC” dentro del cual están incluidos como aporte sustantivo, los datos que hemos detectado en la investigación que empezó en abril de 1987 y para los fines de este trabajo finalizó en diciembre de 1998, abarcando 1517 pacientes. POBLACION ESTUDIADA Y METODO El presente es un estudio prospectivo acerca de la historia natural de la Enfermedad Vascular Cerebral (EVC), iniciado en abril de 1987 y cerrado para los fines de esta investigación en diciembre de 1998. El análisis incluyó 1517 pacientes (1045 varones y 472 mujeres) con el diagnóstico de EVC, hospitalizados en el Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara Irigoyen. EsSalud. Los pacientes fueron examinados por un especialista, registrándose los datos en una historia uniforme. Todos sin excepción fueron sometidos a tomografía axial computarizada (TAC) de cerebro, lo más precozmente posible, y en algunos pacientes, para confirmar el diagnóstico, fue preciso efectuar resonancia magnética. Además se realizaron exploraciones complementarias que se consideran necesarias en el estudio de la EVC: hemograma, hemoglobina, plaquetario, velocidad de sedimentación, recuento tiempo parcial de tromboplastina, tiempo de protrombina, lipidograma, electrolitos, glicemia, serológicas, radiografía de pulmones, estudio inmunológico y cardiológico. En algunos pacientes, se completo el examen con: doppler de arterias cerebrales, arteriografía, electroencefalograma, y punción lumbar. La TAC y la resonancia, se usaron para confirmar el tipo de lesión (infarto o hemorragia), su tamaño y localización. Asimismo, en base a los datos clínicos y los exámenes auxiliares mencionados, el diagnóstico de EVC y el subtipo correspondiente fue ajustado a las denominaciones recomendadas por la Organización Mundial de la salud para clasificar tales 31 afecciones (1), y a las definiciones propuestas por ADAMS en 1993 (23). Se investigó la existencia de factores de riesgo de EVC, tanto en el infarto como en la hemorragia. Evaluamos las complicaciones durante la fase aguda de la enfermedad (considerada las dos primeras semanas tras el inicio de la focalización neurológica). Destacamos la presencia de las crisis epilépticas que ocurrieron en cualquier momento evolutivo de la enfermedad. Finalmente se analizó la mortalidad durante la hospitalización (menor de 30 días) en cada tipo de EVC, y los factores de riesgo asociados a la misma. Se ha realizado el análisis estadístico descriptivo de variables cuantitativas de la totalidad de la muestra estudiada, y posteriormente el análisis univariante aplicando la prueba de ji cuadrado (x2), con nivel de significación del 5% para determinar la existencia de la asociación entre los factores de riesgo de mortalidad en la EVC isquémica así como en la EVC hemorrágica. Se utilizó además la medida del Riesgo Relativo (RR), con intervalo de confianza (IC) del 95%. RESULTADOS En total, se hospitalizaron 3973 pacientes en el Servicio de Neurología, en el período comprendido entre abril de 1987 y diciembre de 1998, de los cuales el 38.10% correspondió a Enfermedad Vascular Cerebral (EVC). La Figura 1, resume el porcentaje de pacientes con EVC isquémica y hemorrágica. Cuando se analizaron en subtipos de infarto se encontró una diferencia porcentual significativa entre la EVC por ateroesclerosis (69.9%), arterioloesclerosis (15.7%), cardioembolismo (11.25%) y otras causas (3.11%) (Figura 2). En relación a los factores de riesgo, la hipertensión arterial fue el más frecuentemente observado en la EVC isquémica (69.46%), asimismo en la hemorrágica (71.5%), como se muestra la Tabla 1. El estudio por separado de los subtipos de EVC 32 isquémica mostró variaciones características; así en la ateroesclerosis, 587 pacientes de los 808 estudiados presentaron hipertensión arterial, lo que constituyó el 72.65%, seguido de dislipidemias con el 32%. En la arterioloesclerosis 138 pacientes (75.82%), de los 182 estudiados presentaron también hipertensión arterial como primer factor, ocupando el segundo lugar el tabaquismo con el 23.08%. En el cardioembolismo, de los 130 pacientes, 113 (87.69%) tenían antecedente de fibrilación auricular, siendo el primer lugar en la lista de factores de riesgo, precediendo a la hipertensión arterial con 78 pacientes (60%) (Tabla 2). Durante la fase aguda de la EVC, esto es, las primeras dos semanas después del ictus, 249 pacientes de los 1517 hospitalizados presentaron complicaciones, destacando las infecciosas tales como neumopatía en 108 pacientes (72.9%) con EVC isquémica y en 68 pacientes (63.30%) con EVC hemorrágica, seguido por orden de frecuencia infección urinaria y sepsis. Porcentualmente no se observaron diferencias significativas en ambos grupos (Tabla 3). Las crisis epilépticas como complicación de la EVC reveló características predominantes, como su frecuencia mayor en hemorragia intracerebral (14.69%) en contraste con el infarto (2.60%); sin embargo, la distribución por subtipo evidenció cifras elevadas en el cardioembolismo (10.77%) en relación con la ateroesclerosis (1.99%). En los pacientes con arterioloesclerosis y los indeterminados no observamos crisis (Figura 3). En 86.67% de pacientes con infarto y en el 64.15% con hemorragia, la crisis tuvo lugar en el inicio del cuadro clínico (Tabla 4). La valoración de las crisis como riesgo de mortalidad en la EVC fue la siguiente: para EVC isquémica, 30 pacientes de los cuales fallecieron 13 (43.35%), con Riesgo Relativo (RR) de 9.96, con Intervalo de Confianza (IC) 95%: de 6.09 – 16.29 y la prueba de ji cuadrado (x2) de 80. Para EVC hemorrágica, 53 pacientes con crisis, 16 (30.19%) fallecieron, el RR 1.31, IC 95% 1.21 – 2.07, con x2 de 0.90. Las diferencias son significativas a favor de los infartos, los datos sugieren la existencia de una asociación fuerte entre la aparición de crisis en el período agudo de tales lesiones y el riesgo de mortalidad (P < 0.001) (Tabla 5). Las Tablas 6 y 7, muestran las manifestaciones clínicas en la Enfermedad Vascular Cerebral y el riesgo de mortalidad. Se encontró que los pacientes con pérdida de conciencia al inicio del cuadro clínico tuvieron un riesgo alto de mortalidad, demostrado por las pruebas 33 estadísticas de RR y x2. En la EVC isquémica RR = 35.73, IC 95% 16.51 – 77.32, x2 = 216 y P < 0.001. En la EVC hemorrágica RR = 7.26, IC 95% 3.61 – 14.54, x2 = 49.9 y P < 0.001. Observamos también que los pacientes que debutaron con crisis hipertensiva en la EVC isquémica tuvieron un riesgo significativo de mortalidad (P < 0.001), no así los pacientes con EVC hemorrágico (P 0.10). De otro lado la presencia de déficit motor no fue factor de riesgo en el desenlace fatal de los pacientes, P = 0.70 en EVC isquémica y P = 0.90 en EVC hemorrágica. La mortalidad total en la población estudiada fue de 149 pacientes, 62 (5.36%) en infarto y 87 (24.10%) en hemorragia (Figura 1). Si consideramos solo los subtipos de EVC isquémica encontramos la mortalidad más alta en la ateroesclerosis (6.93%), y ningún paciente portador de arterioloesclerosis falleció (Figura 4). La Tabla 8 exhibe el número y porcentaje de pacientes hospitalizados por primer episodio y por recurrencia de EVC; de los 1156 pacientes con infarto 947 (82%) se hospitalizaron por primer episodio y 209 (18%) por recurrencia, predominó aquellos relacionados a ateroesclerosis 162/808 (20%) y cardioembolismo 25/130 (19%). En relación a la hemorragia destacó en forma significativa la hospitalización por primer episodio, de los 361 pacientes 329 (91%) en contraste con 32 pacientes (9%) hospitalizados por recurrencia. DISCUSION La Figura 1 muestra la cifra global de los pacientes, 1517, entre hombres y mujeres y constituye la “base de datos” que sustenta la actual publicación. El método de estudiar los aspectos clínicos de la enfermedad vascular cerebral mediante la formación y desarrollo de una base de datos, es recomendado desde hace varios años (11) y ha validado su importancia, tanto en el plano poblacional como hospitalario. Así, se le relaciona en función directa con la declinación de la EVC, también al conocimiento de la historia natural de los infartos cerebrales en diferentes territorios vasculares, a los subtipos de EVC isquémica, a las variaciones clínicas de la hemorragia cerebral, y a la importancia de la fibrilación auricular como mecanismo predominante en las embolias cardiogénicas. Además, con tal recurso, se obtiene la precisa 34 documentación acerca de la frecuencia de presentación, las tasas de morbi-mortalidad, los factores de riesgo en la aparición de EVC y otras variables. En muchos aspectos estas son disímiles entre comunidades de diferentes lugares y aun etnias del mundo. De otro lado, los informes de la base de datos por el hecho de ser basado en evidencias, son el mejor instrumento para auditorias poblacionales y en instituciones como hospitales y otras. Por tal motivo, desde abril de 1987 empezamos nuestra base de datos, de la cual, posteriormente obtuvimos el material para varias publicaciones acerca de la EVC en nuestro medio 36, 40, 41, 42) (8, 12, 13, 16, 25, . La actual, es por consiguiente, el resultado de un estudio prospectivo, de tipo epidemiológico descriptivo y analítico intrahospitalario del grupo o “serie” de pacientes incluidos (cohorte). En 1990 (8) la cantidad total de pacientes atendidos (a partir de 1987) fue de 782, de los cuales 208 (26.6%) tuvieron el diagnóstico de EVC. En 1995 la cifra de hospitalizados en el Servicio de Neurología por EVC fue 1003 (36.5%) del total de 2447 (12). En 1997 el número de pacientes con EVC en la base de datos era 1247 (38.5%) del total de 3231 (cifras no publicadas). En diciembre de 1998 la cantidad de EVC fue de 1517 (38.10%) del total de 3973 pacientes. Figura 1. De acuerdo a lo señalado, la EVC ha sido la principal causa de hospitalización en el Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara, de modo constante en los últimos 11 años, con tendencia a aumentar porcentualmente. Sin embargo, la cifra de pacientes con EVC internados en el resto del hospital fue mucho mayor en el mismo período. De acuerdo a un estudio realizado en nuestro Servicio de Neurología (13), la cantidad de atendidos, al mismo tiempo, por EVC en otros servicios médicos del hospital, mediante “interconsultas”, fue aproximadamente 10 veces más alta. Este porcentaje sigue vigente, siendo la mayor demanda procedente de los Servicios de Medicina Interna y Emergencia, con 65% de las interconsultas. En consecuencia únicamente el 10% de los pacientes con EVC internados en el hospital queda bajo el cuidado directo del Servicio, especializado de neurología. En tanto que el 90% restante recibe solo la opinión expresada como “interconsulta”. La causa de tal distorsión es debida en gran parte, al insuficiente número de camas asignadas a Neurología, que no llega al 2% del total de camas disponibles en el Hospital. 35 Dejando de lado los aspectos asistenciales que puedan derivarse de tal situación, otra consecuencia, es el contenido recortado al 10% de nuestra base de datos sobre EVC. Sin embargo, el lado positivo, es que ella es de alta confiabilidad diagnóstica, por las características inherentes a todo Servicio Neurológico especializado en tal patología. Adicionalmente, los porcentajes son concordantes y con las atingencias del caso pueden ser aceptadas como indicadores epidemiológicos constantes. Así en el trabajo citado (13) las interconsultas por EVC abarcan el 40% del total de interconsultas, porcentaje cercano al 38.10% encontrado entre pacientes hospitalizados en Neurología por tales afecciones. En la figura 1 se muestra la diferencia en la cantidad de infartos,1156 y hemorragias 361, entre los pacientes con EVC. En este, como anteriores trabajos nuestros, los casos de hemorragia no incluyen hemorragia subaracnoidea, los cuales son atendidos en el Servicio de Neurocirugía (8). Como se observa, la EVC isquémica es casi cuatro veces más frecuente que la hemorrágica. Similares hallazgos se reportan en otros estudios (14); no obstante el porcentaje de pacientes con hemorragia intracerebral (23.80%), es mucho mayor que el 10% encontrado en los países industrializados de occidente (14), siendo nuestra alta cifra cercana a la citada en los países orientales, especialmente en China (15). En anteriores publicaciones (8, 12, 16) nos hemos referido a los porcentajes altos de la hemorragia intracerebral que ahora volvemos a constatar. En 1990 (8) la cifra fue 28.8%, en 1995 (12) fue 24.5%, y en 1997 llegó a 24.7% (16). A estas evidencias se suma el porcentaje de 25.1% y 25.3% de hemorragias entre 767 y 784 pacientes con EVC estudiados mediante interconsultas, fuera del sector de hospitalización de Neurología (13). Es pues evidente que la hemorragia intracerebral, por causas que estamos investigando, ocurre con una frecuencia desproporcionadamente alta entre los pacientes con EVC que atendemos en el Hospital Almenara y posiblemente el dato es aplicable al país. El porcentaje de 23.80%, como ya se ha señalado, es cercano al de China y otros países orientales. La razón de tal similitud nos es desconocida y asimismo no hay explicación en dichos países para las tasas altas de hemorragia cerebral, aunque existen varias hipótesis. 36 En China la EVC es cinco veces más frecuente que el infarto del miocardio (17), y corresponde a la hemorragia cerebral el 30% del total. Por tal motivo la EVC ocupa el primer lugar como causa de muerte. No es posible atribuir el predominio de la EVC en China a la hipertensión arterial, considerada universalmente el primer factor de riesgo, ya que la prevalencia en el país es de 5 a 8%, es decir menor al 10 a 15% de los países industrializados de occidente. Tampoco puede atribuirse el hecho a factores étnicos. Sabemos que en China la población es relativamente homogénea, sin embargo la incidencia de EVC es tres veces mayor en las ciudades del norte comparada a las del sur del país (17). Es posible que la diferente prevalencia de hemorragia cerebral, tenga relación con más de un factor, entre los cuales tendría gran influencia el ambiente y la nutrición. Así, en un estudio comparativo de cifras de EVC en Nuevo México (USA), entre “hispanos” y blancos “no hispánicos” se encontró que la hemorragia cerebral era mucho más frecuente en los primeros (21). La explicación de tal diferencia podría encontrarse en los diferentes hábitos alimentarios de cada grupo poblacional estudiado y en el disímil nivel económico o en otros factores desconocidos. En Japón, país, también, con cifras altas de hemorragia cerebral se ha vinculado el problema con los niveles séricos bajos de colesterol total (18). En animales de experimentación se ha encontrado que las dietas ricas en potasio reducen la aparición de hemorragia cerebral (19), en cambio la alimentación hipoprotéica aumenta el riesgo de la aparición de EVC (20). La Figura 2 muestra los subtipos de EVC isquémica encontrados en la población de 1156 pacientes incluidos en el estudio sin separación por sexos. La clasificación se basa en la propuesta por BAMFORD (22), la cual con algunas modificaciones fue admitida en 1993 (23) como patrón uniforme para tipificar los subtipos de EVC isquémicos, en base a las características clínicas, patogénicas y los exámenes auxiliares, de cada uno de ellos. La frecuencia y porcentaje de los subtipos de EVC isquémica mostrada en la Figura 2, destaca que el mecanismo patogénico predominante fue la ateroesclerosis de las arterias cerebrales grandes, detectado en 69.9% de los pacientes de la serie. La arterioloesclerosis comprendió 15.74% de los pacientes con isquemia. La embolia cardiogénica 11.25% y en valores menores “otras causas” (determinadas y no determinadas) abarcando el 3.11% del total. 37 La ateroesclerosis, provoca isquemia por alguno de dos mecanismos: estenosis u oclusión del vaso por la placa intraluminal que forma el trombo o por el desprendimiento de émbolos arterio-arteriales originados en la zona trombosada, comprometiendo vasos intracraneales y/o extracraneales (24). Los datos disponibles de un estudio, como el nuestro, básicamente clínico y algunos exámenes auxiliares, no permite concluir sobre cuál de los dos mecanismos patogénicos citados ocurrieron con mayor frecuencia. En lo referente al depósito, predominante, de las placas ateromatosas, en esta como en anteriores publicaciones (12, 25) hemos destacado que en los pacientes con EVC isquémica hospitalizados en el Servicio, sólo por excepción, encontramos la presencia de “soplos” en los vasos del cuello o variaciones significativas en el Doppler de las mismas arterias. Por igual motivo, la referencia de los pacientes con infarto cerebral carotídeo, sobre episodios previos de isquemia cerebral transitoria, es rara. Estas observaciones permiten deducir que la mayoría de pacientes con EVC isquémica, por ateroesclerosis, incluidos en el presente estudio tuvieron ateromas y trombos asociados dentro de los vasos intracerebrales grandes y medianos (polígono de Willis y ramas principales) Hallazgos similares han sido reportados en chinos (26, 27), japoneses (28), “hispanos” en Estados Unidos y negros (29, 30). Contrariamente en poblaciones caucásicas o blancas, los ateromas se establecen con mayor frecuencia en las arterias cerebrales extracraneales. La explicación de tal diferencia en la distribución de las placas ateroescleróticas es desconocida, pero podría vincularse a disímiles características alimentarias, al estilo de vida en cada grupo o a factores genéticos. El segundo lugar entre los mecanismos fisiopatogénicos asociados a la isquemia cerebral, Figura 2, corresponde a la arterioloesclerosis. El nombre indica, el trastorno fundamental de las arteriolas cerebrales. Por tal motivo el infarto resultante es pequeño, “lacunar” (lesiones con diámetro entre 1 y 15 mm) y el síndrome encontrado es también llamado lacunar. En la mayoría de los casos la lesión arteriolar consiste en engrosamiento de la capa media del vaso y degeneración hialina de la misma, como consecuencia, se estenosa o se ocluye la luz de la arteriola. Otras causas, menos frecuentes de infartos lacunares son los microateromas localizados en las arteriolas penetrantes, embolias microscópicas y arteritis. 38 Al revisar, las publicaciones similares, sobre el tema, es destacable la disparidad de cifras y porcentaje asignado a cada subtipo de EVC isquémico (31). No obstante, en tres importantes reportes, las cifras porcentuales de infartos lacunares son cercanas al 15.7% de nuestro estudio. KUNITZ (32) encontró 14%, BOGOUSSLAVSKY (33) 16% y MARTI-VILLALTA (24) tomando del Registro de Barcelona de EVC, da 13.7%. La cifra porcentual de cardioembolismo de 11.25%, mostrado en la Figura 2, es significativamente menor que la ofrecida en casi todas las publicaciones internacionales, de oriente y occidente, que señalan porcentajes algo por encima de 20% (24, 31, 34). La razón de nuestro bajo porcentaje, podría relacionarse a alguna peculiaridad de los pacientes con EVC que atendemos o también a estudios incompletos de la posible patología cardiaca. Este aspecto deberá ser mejor juzgado, realizando en cada paciente con EVC isquémica, el más detallado estudio cardiológico disponible. Además del mejor servicio al paciente, tal medida descartará el predecible rango “hacia abajo,” que ciertamente ocasionará una evaluación defectuosa. Las “otras” causas de EVC isquémica (determinadas y no determinadas) forman el 3.11% de los 1156 pacientes, Figura 2. En todas las publicaciones sobre subtipos de isquemia se reserva un lugar para causas no determinadas, notándose cifras muy variables, de 1% a 40%, (31) relacionadas a las características del estudio, siendo aquellos de tipo poblacional los de porcentajes mayores en comparación a los intrahospitalarios. La cifra baja de causas no determinadas en nuestra indicación se explica básicamente por ser el Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara un centro de referencia especializado en estudiar y atender pacientes con EVC. El porcentaje igualmente bajo de “otras” causas determinadas, podría deberse a que los pacientes con enfermedades sistémicas como las señaladas en la Figura 2, son atendidos mayormente en los Servicios de Medicina Interna del Hospital, sin ser transferidos a Neurología, quedando por tal motivo excluidos de nuestra base de datos. La prevención de la EVC es un aspecto prioritario en todo Programa de salud personal o poblacional serio.. La identificación de los factores de riesgo para luego disminuir o eliminar su impacto es esencial para reducir la morbi-mortalidad provocada por la EVC (1, 9, 35). Algunos factores de riesgo son genéticos, siendo en consecuencia difícil o imposible de ser cambiados 39 (edad, sexo, raza, etc.), otros son ambientales y pueden ser prevenidos (infecciones), algunos se relacionan al estilo de vida, y son controlables (tabaquismo, consumo de licor), y finalmente otros resultan de la combinación de factores ambientales y familiares (hipertensión arterial, sobrepeso). El análisis de la literatura médica sobre factores de riesgo, revela que algunos de ellos son específicamente geográficos, pero la mayoría se dan universalmente, aunque con variaciones porcentuales (1, 4). La presencia en una persona de algún factor de riesgo, no significa que fatalmente desarrollará la EVC, tampoco la ausencia de factores conocidos de riesgo, asegura la ausencia de la enfermedad. Pero, las evidencias señalan que la presencia de los factores de riesgo, en forma aislada, aumenta significativamente la posibilidad de adquirir un EVC y la amenaza es mayor cuando se asocia más de un factor de riesgo en la misma persona (1, 9, 35). La Tabla 1 muestra que la hipertensión arterial es el más frecuente factor de riesgo implicado en la causa de la EVC isquémica. Fue encontrada en 803 de los 1156 pacientes con isquemia, 69.46%. De acuerdo al subtipo de EVC, la hipertensión arterial fue detectada en 587 pacientes con ateroesclerosis, 72.65%. En 138 de los 182 pacientes con arterioloesclerosis, 75.82% y en la EVC isquémica por cardioembolismo la hipertensión arterial estuvo presente en 78 de los 130 pacientes, 60%. En este último subtipo la fibrilación auricular se encontró en 113 de los 130 pacientes, 87.69% (Tabla 2). Las cifras, con pequeñas diferencias son parecidas a las ofrecidas en anteriores publicaciones nuestras (12, 25, 36) y también con las de otros países, como las de YIP y colaboradores (31) quienes asimismo estudiaron separadamente los factores de riesgo en cada subtipo de EVC isquémica. La diferencia más significativa, entre los factores de riesgo expuestos en este trabajo y la serie de YIP en China, se encuentra en la isquemia por ateroesclerosis, asociada en 20% de pacientes a dislipidemias en ese país, en comparación al 32% de nuestro estudio. Lamentablemente, desconocemos la prevalencia nacional de dislipidemias y en consecuencia, es demasiado especulativa cualquier comparación de los datos. De otro lado, la literatura internacional es casi siempre referida a factores de riesgo vascular cerebral isquémico, (con excepción de la publicación de YIP, citada varias veces) sin 40 diferenciar el subtipo correspondiente. Seguramente la insuficiencia de tal información específica será subsanada en los próximos años. Los factores de riesgo relacionados a la hemorragia intracerebral (espontánea) están expresados en cifras y porcentajes en la Tabla 1. De los 361 pacientes estudiados 259 (71.75%) tuvieron diagnóstico de hipertensión arterial. El alto riesgo asociado a este factor ha sido reiterado en todas las publicaciones sobre el tema, sin diferenciar el área geográfica en la cual se realizó la investigación (1). La Figura 1 también muestra la mortalidad entre los 1517 pacientes incluidos en el estudio, la que varía según el tipo de EVC, 62 de 1156 (5.36%) fallecieron por EVC isquémico y 57 de 361 (24.10%) por hemorragia intracerebral. ¿Pero que ocurre con los sobrevivientes? De acuerdo a cifras internacionales (2) el porcentaje de pacientes con EVC que muere antes de los tres meses de producido el ictus, está entre 16 y 23%. De los sobrevivientes solo el 25% recupera totalmente y el 75% restante queda con diferentes grados de discapacidad intelectual, del lenguaje y/o de la función motora, siendo el déficit muy severo en el 25%. Esta secuela ocasiona un alto costo a la calidad de vida del paciente, a la familia y a la sociedad. Desde el momento que se produce la EVC el paciente tiene un elevado riesgo de sufrir complicaciones infecciosas, predominando la neumonía. La Tabla 3 muestra las complicaciones que ocurrieron tanto en el infarto cerebral (148 de 1156 pacientes, 12.8%) como en la hemorragia intracerebral (101 de 361 pacientes, 27.9%). En ambos casos, es notable el porcentaje de la neumopatía. Estas complicaciones empeoran el daño cerebral existente y en muchos pacientes son la causa básica de muerte, especialmente cuando han pasado dos semanas del ictus. La Tabla 4 muestra la presencia de crisis epilépticas durante las dos primera semanas de empezado el ataque vascular cerebral. Estas crisis son otras de las complicaciones inmediatas de la EVC. La cifra total de pacientes con crisis fue 83 de 1517 (5.4%), Siendo más frecuente en la hemorragia intracerebral 53 de 361 pacientes (14.6%). En la isquemia los afectados con crisis fueron 30 de 1156 pacientes (2.6%). Pero separadamente por subtipo de EVC isquémica, el cardioembolismo se encontró en primer lugar con 14 de 130 (10.7%) pacientes. La razón del 41 predominio porcentual de episodios epilépticos en la EVC hemorrágica y en la EVC isquémica por cardioembolismo, obviamente en la hemorragia, se relaciona al efecto “epileptogénico” del contenido sanguíneo fuera del vaso, lesionado con el ictus. En el cardioembolismo las crisis son relacionadas cuando menos a dos mecanismos: el desplazamiento de la mayor cantidad de émbolos cardiogénicos, hacia las ramas de la arteria cerebral media, que irriga la convexidad cerebral y la alta frecuencia con que ocurren transformaciones del infarto isquémico en infarto hemorrágico en esta patología. La cifra porcentual 5.4%, de crisis epilépticas en el período agudo de la EVC, es parecida a la reportada en estudios similares al nuestro. KILPATRICK (37) encontró crisis en 40 de 898 pacientes que equivale al 4.45%. SHINTON (38) 13 en 230, 5.7% y MARRERO y colaboradores (39) encontró que 18 de 386, 6%, de su serie de pacientes, tuvieron crisis. Las crisis epilépticas que encontramos, se desencadenan junto al ictus vascular en 86.67% de casos de infarto cerebral y 64.15% de hemorragia intracerebral. Tabla 4. Aquellas que acompañan al infarto aparecen en su totalidad en las primeras 24 horas del inicio de la afección. Las que pueden ocurrir en los días siguientes indicarían que la EVC ha recurrido en el paciente o hay algún trastorno interrecurrente. Notamos en la misma tabla que las crisis durante el período agudo de la hemorragia, a diferencia del infarto, pueden aparecer en los días posteriores al ictus, aunque aproximadamente 80% ocurre en las primeras 24 horas. En este caso podría agregarse que las crisis no inmediatas, pueden ser secundarias a la irritación cortical producida por los cambios progresivos de la sangre, en proceso de disolución y reabsorción, aunque no puede excluirse una explicación similar a las crisis asociadas al infarto cerebral recurrente o a complicaciones sistémicas. La epilepsia secundaria a la EVC fue motivo de un estudio que publicamos en 1992 (40). Bajo este diagnóstico se incluyen las crisis epilépticas que persisten o que aparecen por primera vez pasado el período agudo de la EVC. El porcentaje de epilepsia como secuela de EVC fue 5.4%. Su aparición no se relaciona con el tipo de EVC, hemorragia o isquemia precedente. Empieza en más de 80% de casos pasado el período agudo y antes de 42 transcurrido un año del ictus. Finalmente, verificamos que el antecedente de crisis epilépticas en el período agudo de la EVC no pronostica la posterior presencia de epilepsia secundaria (40). Otro aspecto de la EVC, que todavía, no hemos atendido suficientemente es la demencia vascular. Esta complicación, a largo plazo, se suma a los deletéreos efectos de la EVC sobre el cerebro de quienes la sufren. No sabemos cuál es la magnitud del problema. En la mayoría de publicaciones internacionales se le ubica como la segunda causa de demencia luego de la enfermedad de Alzheimer. La cifra de mortalidad durante la hospitalización por EVC (nuestro tiempo de hospitalización varía entre 2 a 3 semanas), ha disminuido desde nuestra primera publicación (8). En ella la mortalidad en isquemia cerebral fue de 8.8% y en la hemorragia 37.5%. Actualmente, las cifras porcentuales son 5.36% y 24.10% respectivamente (Figuras 1 y 4). Con el fin de conocer los factores de riesgo causantes de la mortalidad entre los pacientes atendidos en el Servicio de Neurología, realizamos tres investigaciones (16, 41, 42). En el presente trabajo usando el mismo método, pero incluyendo un número significativamente mayor de pacientes, hemos retomado el tema de los factores de riesgo relacionados a la mortalidad. La Tabla 5 muestra el resultado de comparar la presencia de crisis epilépticas entre el grupo de pacientes con EVC isquémica fallecidos y el grupo con afección similar no fallecido. En la parte inferior de la tabla, se encuentra la comparación entre fallecidos y no fallecidos con hemorragia intracerebral. El uso de las pruebas estadísticas de significancia muestra, que la presencia de crisis epilépticas durante el período agudo de la EVC isquémica, aumenta el riesgo de mortalidad en el paciente afectado. No así en la hemorragia intracerebral. La explicación debe estar vinculada a la diferente patogenia subyacente en cada subtipo de EVC isquémica y la lesión resultante en cada caso. Sabemos que la ateroesclerosis es la causa más frecuente de infarto cerebral, Figura 2 y también ocupa el primer lugar como causa de muerte, Figura 4. Los infartos cerebrales provocados en la ateroesclerosis ocurren mayormente en el territorio de la arteria cerebral media y pueden ser muy extensos (lobares y hemisféricos). Como consecuencia afectan grandes zonas cortico-subcorticales. El edema cerebral en estos casos aumenta la presión 43 intracraneana y también puede ocasionar crisis epilépticas que agravan el estado general de paciente aumentando el riesgo de mortalidad. En la Figura 4, además de lo señalado sobre el infarto ateroesclerótico, se encuentra el dato sobre ausencia de mortalidad entre los 182 pacientes con infartos lacunares secundarios a arterioloesclerosis. Sabemos que estos son infartos pequeños y mayormente subcorticales, no ocasionando ni epilepsia, ni hipertensión intracraneana, lo cual explica su ausencia de riesgo de mortalidad. La isquemia por embolia cardiogénica como causa de muerte ocupa un lugar intermedio Figura 4, entre los dos subtipos anteriores. La Tabla 7 se ha elaborado en base a dos grupos, dicotómicos, fallecidos y no fallecidos, en el momento inicial del infarto cerebral. Luego se compararon algunas variables que pudieron haber influido en la diferencia expresada como riesgo relativo (de mortalidad). Puede observarse que son significativos indicadores de riesgo de mortalidad: 1.- La pérdida de conciencia mayor de 1 hora al iniciarse el trastorno. 2.- La presencia de hipertensión arterial mayor de 180 mm sistólica y/o 110 diastólica. 3.- La presencia de crisis epilépticas. Conclusiones similares fueron logradas anteriormente (41) aunque con 5 veces menos pacientes. La Tabla 6, expone los datos referidos al riesgo de mortalidad vinculado al cuadro inicial de la hemorragia intracerebral. Puede apreciarse que el riesgo aumenta de modo significativo cuando hay pérdida inicial de conciencia mayor de 1 hora y el paciente tiene una presión arterial mayor de 180 mm Hg sistólica y/o 110 mm Hg diastólica. A diferencia del infarto, las otras manifestaciones clínicas no tienen significación estadística. En el presente trabajo, no se incluyen, otras variables como la edad, sexo, antecedentes de hipertensión arterial, diabetes mellitus y cardiopatías, por cuanto en trabajos anteriores se encontró que no tuvieron influencia sobre la mortalidad tanto en EVC isquémica como hemorrágica (16, 41, 42). La Tabla 8, muestra el promedio de edad de los pacientes durante la hospitalización en el Servicio de Neurología por EVC y por recurrencia de la misma. Respecto a la edad de inicio, debe destacarse la variación que existe por subtipo de EVC. Así la isquemia por ateroesclerosis es de adultos mayores, aunque en edad productiva. En tanto que la EVC isquémica por arterioloesclerosis, cardioembolismo y “otras” causas, ocurre en personas con edad promedio 44 menor. Finalmente, la hemorragia intracerebral ocurre en la edad promedio de 64 años. Estos datos remarcan la pérdida de capital humano, señalada en la introducción de este trabajo. El lado derecho de la Tabla 8 muestra otro aspecto muy significativo de la EVC. Se refiere a la recurrencia. Lamentablemente, muchos pacientes con EVC se vuelven a hospitalizar por otro episodio y en cada uno de ellos, la persona está cada vez más discapacitada. Por consiguiente, a la pérdida gradual de la calidad de vida, se suman gastos por estancias prolongadas y otros. La recurrencia al igual que la ocurrencia de la EVC puede ser prevenida, aunque faltan estudios sobre los factores de riesgo implicados en la recurrencia. El problema de la EVC todavía no es comprendido por la mayoría de Instituciones prestadoras de Salud en nuestro país. Con la esperanza de contribuir a aliviar un serio problema de salud pública diseñamos un “Programa de Prevención y tratamiento de las enfermedades vasculares” (36). Las líneas básicas de la propuesta se muestran en forma resumida en la Tabla 9. En ella se contemplan acciones a cuatro niveles, coordinados. El primero es la labor entre la población susceptible de tener EVC (en realidad somos todos y desde luego mucho más el adulto). El segundo nivel es el trabajo entre las personas con factores de riesgo para sufrir EVC aunque sin tener aún la enfermedad. El tercer nivel corresponde a la actividad asistencial recuperativa. En este nivel es recomendable la creación de las llamadas Unidades Vasculares Cerebrales. En la mayoría de países existen estas unidades y funcionan de modo eficiente. El cuarto nivel es el de control de riesgo secundario y terciario. RESUMEN Y CONCLUSIONES El estudio de la historia natural de la enfermedad vascular cerebral, realizada en 1517 pacientes con tal afección, desde abril de 1987 hasta diciembre de 1998, constituye el material del presente trabajo. De acuerdo al análisis de lo encontrado, concluimos que la enfermedad vascular cerebral en nuestro medio, tiene las siguientes características: I. Hemorragia intracerebral Es aproximadamente cuatro veces menos frecuente que el infarto cerebral (23.80%). La edad promedio de ocurrencia es 64 años. 45 El principal factor de riesgo para la ocurrencia es la hipertensión arterial (71.75%). Aproximadamente uno de cada cuatro personas (24.10%) con hemorragia intracerebral, muere por causa de ella, en los primeros días de ocurrida. El riesgo de mortalidad es mayor cuando al inicio de la hemorragia, y cuando la persona pierde la conciencia por más de una hora. Durante las primeras dos semanas de ocurrida la hemorragia, pueden presentarse crisis epilépticas en 14.60% de pacientes. La neumonía es la complicación más frecuente, 68 de 361 pacientes (18.83%) entre pacientes hospitalizados por hemorragia intracerebral. La edad promedio de los pacientes hospitalizados por recurrencia de hemorragia intracerebral es 73 años, siendo la frecuencia de recurrencia 9%. II. Isquemia cerebral e infarto secundario El infarto cerebral es cuatro veces más frecuente que la hemorragia intracerebral y su mortalidad global es 5.3%. La historia natural de este tipo de EVC no puede ser descrita como un todo, ya que existen subtipos con características definidas, cuyo perfil en la serie de los 1156 pacientes materia de esta publicación es el siguiente: A. Isquemia cerebral por ateroesclerosis: Es el más frecuente subtipo (69.9%). Afecta predominantemente a las arterias intracraneales grandes. Los tres, más comunes, factores de riesgo cardiovascular, asociados a ella son: Hipertensión arterial (72.65%). Dislipidemias (32%). Tabaquismo (18.8%). En comparación a los otros subtipos de isquemia su inicio ocurre en personas con edad promedio más alta (65.30 años). Rara vez se asocia a crisis epilépticas durante el período agudo de su evolución (1.90%). Tiene la tasa más alta de mortalidad entre los subtipos de isquemia (6.93%). Esto es, tiene el peor pronóstico de riesgo de mortalidad. Aquí es importante tratar rápidamente los peligrosos grandes infartos que se producen. 46 Tienen la más alta tasa de hospitalización por recurrencia de infarto isquémico (20%), en comparación a los otros mecanismos o subtipos de infarto cerebral. Tiene en consecuencia, el peor pronóstico o mayor riesgo de recurrencia. Recomendándose estrictas medidas de prevención secundaria. B, Isquemia cerebral por arterioloesclerosis Se encuentra en segundo lugar en frecuencia como mecanismo patogénico o subtipo de enfermedad vascular isquémica (15.74%) Afecta principalmente a las arteriolas de la región profunda del cerebro, provocando los pequeños infartos lacunares. Los tres factores de riesgo cardiovascular mas frecuentemente asociado a ella son: Hipertensión arterial (75.82%). Tabaquismo (23.08%). Diabetes mellitus (19.78%). Su inicio ocurre en personas con edad promedio 55 años, es decir 10 años menos que aquellos cuya isquemia es secundaria a ateroesclerosis. Ninguno de los pacientes tuvo crisis epilépticas en el período agudo de este subtipo de isquemia. El pronóstico de sobrevida es bueno. En nuestro estudio no hubo mortalidad durante el período agudo del infarto lacunar. La recurrencia es comparativamente baja (12%). De modo que también el pronóstico o riesgo de recurrencia es menor que en las otras formas de isquemia C. Isquemia cerebral por cardioembolismo Se encuentra en tercer lugar como mecanismo patogénico causal de isquemia cerebral (11.25%). Es conocido que los émbolos cardiogénicos comprometen mayormente el territorio carotídeo superficial. Los tres factores de riesgo cardiovascular más frecuente asociados a cardioembolismo son: Fibrilación auricular (87.69%). Hipertensión arterial (60%). Valvulopatías (26.15%). Su inicio, ocurre a edad promedio menor (54 años) que la de los otros dos subtipos de isquemia cerebral. 47 Es el subtipo de enfermedad vascular isquémica que con mayor frecuencia se asocia a crisis epilépticas durante el período agudo de su evolución (10.70%). La mortalidad es menor (3.09%) que en los infartos secundarios a ateroesclerosis y mayor que en los vinculados a arterioloesclerosis. La recurrencia es alta (19.2%). Es casi igual al porcentaje encontrado en la isquemia por ateroesclerosis. Por consiguiente, el pronóstico o riesgo de recurrencia es malo, obligando a cuidadosas y urgentes medidas de prevención secundaria. BIBLIOGRAFIA 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. World Health Organization (1989): “Recommendations on Stroke Prevention, Diagnosis and Therapy”. Stroke 20: 1407-1431. LYDEN PATRIK D (1997): “Magnitude of the Problem of Stroke and the Significance of Acute Intervention”. In: NINDS ed. Rapid Identification and Treatment of Acute Stroke. AMERICAN HEART ASSOCIATION MEDICAL/SCIENTIFIC STATEMENT (1991): “Cardiovascular diseases and Stroke in African American and other racial minorities in the United States”. Circulation 83: 1462-1480. BERGEN DC (1996): “The World-wide burden of neurological diseases”. Neurology 47: 21-25. BRUND A, CARTER S, QUALLS C, KURT B. (1996): “Incidence of spontaneous intracerebral hemorrhage among Hispanics and nonhispanics whites in New Mexico”. Neurology 47: 405-408. 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Revista de Neuro-psiquiatría 56: 25-32. 49 HOSPITAL NACIONAL GUILLERMO ALMENARA IRIGOYEN SERVICIO DE NEUROLOGIA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL (EVC) TOTAL DE HOSPITALIZACIONES (ABRIL 1987 – DICIEMBRE 1998) 3973 HOSPITALIZADOS POR EVC 1517 (38.10%) EVC ISQUEMICA EVC HEMORRAGICA (1156) (76.20%) (361) (23.80%) MORTALIDAD 62 (5.36%) MORTALIDAD 87 (24.10%) FIGURA 1 50 SUBTIPOS DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL (EVC) ISQUEMICA EVC ISQUEMICA 1156 CARDIOEMBOLISMO 130 (11.25%) ARTERIOLOESCLEROSIS 182 (15.7%) OTRAS CAUSAS 36 (3.11%) *DETERMINADAS 20 (1.73%) VASCULITIS TAKAYASU POLICITEMIA NEUROLUES ANTICONCEPTIVO *NO DETERMINADAS 16 (1.38%) ATEROESCLEROSIS 808 (69.9%) FIGURA 2 51 CRISIS EPILEPTICAS DURANTE EL PERIODO AGUDO DE LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL EN 83 DE 1517 PACIENTES 15 14,69 10,77 PORCENTAJE 10 5 0 ATEROESCLEROSIS 1,99 0 n = 16 n=0 n = 14 ARTERIOLOESCLEROSIS FIGURA 3 52 n = 53 CARDIEMBOLISMO HEMORRAGIA MORTALIDAD POR SUBTIPOS EN EL PERIODO AGUDO DE LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ISQUEMICA 20 n = 182 n = 34 n = 126 PORCENTAJE n = 752 6.93% 5.55% 3.09% n = 56 n=4 n=2 0 ATEROESCLEROSIS 808 pacientes ARTERIOLOESCLEROSIS 182 pacientes EMBOLIA 130 pacientes FALLECIDOS FIGURA 4 53 OTRAS CAUSAS 36 pacientes NO FALLECIDOS FACTORES DE RIESGO EN LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ISQUEMICA (1156 PACIENTES) FACTORES DE RIESGO HEMORRAGICA (361 PACIENTES) N % FACTORES DE RIESGO N % HIPERTENSION ARTERIAL 803 69,46 HIPERTENSION ARTERIAL 259 71,75 DISLIPIDEMIAS 302 26,13 DIABETES MELLITUS 35 9,70 TABAQUISMO 216 18,70 ALCOHOLISMO 32 8,86 DIABETES MELLITUS 179 15,50 DISLIPIDEMIAS 31 8,59 FIBRILACION AURICULAR 125 10,80 TABAQUISMO 20 5,54 ALCOHOLISMO 86 7,46 CARDIOPATIAS 12 3,32 VALVULOPATIAS 41 3,55 COAGULOPATIAS 5 1,39 PROTESIS VALVULAR 23 2,00 OTROS 9 2,49 ENFERMEDAD DEL TEJIDO CONECTIVO 4 0,56 OTROS FACTORES 16 1,38 NO DETECTADOS 170 14,70 TABLA 1 54 FACTORES DE RIESGO EN LA EVC ISQUEMICA ATEROESCLEROSIS 808 PACIENT. % ARTERIOLOESCLEROSIS 182 PACT. CARDIOEMBOLIA 130 PACIENTES FACTORES DE RIESGO FACTORES DE RIESGO N % HIPERTENSION ARTERIAL 138 75,82 FIBRILACION AURICULAR 113 87,69 259 32,00 TABAQUISMO 42 23,08 HIPERTENSION ARTERIAL 78 60,00 TABAQUISMO 152 18,81 DIABETES MELLITUS 36 19,78 VALVULOPATIAS 34 26,15 DIABETES MELLITUS 143 17,70 DISLIPIDEMIAS 36 19,78 PROTESIS VALVULAR 23 17,70 ALCOHOLISMO 78 9,15 ALCOHOLISMO 5 2,75 TABAQUISMO 22 16,92 FIBRILACION AURICULAR 8 1,00 FIBRILACION AURICULAR 4 2,20 DISLIPIDEMIAS 7 5,38 VALVULOPATIAS 7 0,87 ENF. TEJ. CONECTIVO 2 1,10 ALCOHOLISMO 3 2,31 ENF. TEJ. CONECTIVO 2 0,25 NO DETECTADO 15 8,24 NO DETECTADOS 4 3,08 FACTORES DE RIESGO N HIPERTENSION ARTERIAL 587 72,65 DISLIPIDEMIAS NO DETECTADO 151 18,69 TABLA 2 55 N % COMPLICACIONES DURANTE EL PERIODO AGUDO DE LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL OCURRIDAS EN 249 DE 1517 PACIENTES (16.41%) TIPO DE EVC INFARTO CEREBRAL 144/1256 (12.8%) HEMORRAGIA INTRACEREBRAL 101/361 (27.9%) NEUMOPATIA 108/144 (72.9%) 68/101 (63.30%) INFECCION URINARIA 26/144 (18.0%) 15/101 (14.80%) SEPSIS 6/144 12/101 (11.80%) HEMORRAGIA DIGESTIVA 8/144 (5.50%) 3/101 (2.90%) 0 3/101 (2,90%) TIPO DE COMPLICACION OTROS TABLA 3 56 (4.10%) TIEMPO EN QUE OCURRIERON CRISIS EPILEPTICAS EN EL PERIODO AGUDO DE LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL (EVC) TIPO DE EVC CRISIS DE INICIO EVC ISQUEMICO n = 30 26/30 (86.67%) EVC HEMORRAGICO n = 53 34/53 (64.15%) POSTERIOR AL ICTUS Y MENOR DE 24 HORAS 4/30 (13.33%) 8/53 (15.09%) ENTRE 24 Y 48 HORAS 0 7/53 (13.21%) ENTRE 48 HORAS Y 15 DIAS 0 4/53 MOMENTO DE LA CRISIS (7.55%) TIPO DE CRISIS EPILEPTICAS EN EL PERIODO AGUDO DE LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL (EVC) EVC ISQUEMICO n = 30 EVC HEMORRAGICO n = 53 TONICO CLONICAS GENERALIZADAS 20/30 (66.67%) 46/53 (86.79%) PARCIAL MOTORA SIMPLE 8/30 (26.67%) 6/53 (11.32%) PARCIAL MOTORA CON GENERALIZACION SECUNDARIA 2/30 1/53 TIPO DE EVC TIPO DE CRISIS TABLA 4 57 (6.67%) (1.89%) RIESGO DE MORTALIDAD ASOCIADA A LAS CRISIS EPILEPTICAS EN EL PERIODO AGUDO DE LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL (EVC) TIPO DE EVC INFARTO CEREBRAL: SIN CRISIS NUMERO PACIENTES % RR IC 95% P 1126 4,35% FALLECIDOS 49 9,96 6.09 - 16.29 < 0.001 CON CRISIS 30 43,35% FALLECIDOS 13 HEMORRAGIA INTRACEREBRAL SIN CRISIS 308 23,05% FALLECIDOS 71 1,31 1.21 - 2.07 CON CRISIS 53 30,19% FALLECIDOS 16 TABLA 5 58 0,90 RIESGO DE MORTALIDAD VINCULADO AL CUADRO CLINICO INICIAL DE LA EVC HEMORRAGICA ESTUDIO EN 361 PACIENTES FALLECIDOS n = 87 NO FALLECIDOS n = 274 RR IC 95% P PERDIDA DE CONCIENCIA 79 129 7,26 3.61 14.64 < 0.001 MENOR DE 1 HORA 20 20 MAYOR DE 1 HORA 59 109 CRISIS HIPERTENSIVA 54 90 2,47 1.69 - 3.61 CRISIS EPILEPTICA 16 37 1.31 1.21 - 2.07 < 0.90 DEFICIT MOTOR 72 252 0.55 0.17 - 2.83 CUADRO CLINICO 0,10 (MAYOR DE 180/110) LEVE 40 MODERADO 12 144 SEVERO 60 68 TABLA 6 59 0,90 RIESGO DE MORTALIDAD VINCULADO AL CUADRO CLINICO INICIAL DE EVC ISQUEMICA ESTUDIO EN 1156 PACIENTES CUADRO CLINICO PERDIDA DE CONCIENCIA FALLECIDOS NO FALLECIDOS (n = 62) (n = 1094) 55 153 MENOR DE 1 HORA 5 27 MAYOR DE 1 HORA 50 126 6 CRISIS EPILEPTICA RR IC 95% P 35,73 16.51 - 77.32 < 0.001 13 6,41 3.16 - 13.07 < 0.001 13 17 9.96 6.09 - 16.29 < 0.001 DEFICIT MOTOR 48 1073 0.11 0.07 - 1.27 0,70 LEVE 0 450 MODERADO 0 524 48 95 0 4 CRISIS HIPERTENSIVA (MAYOR DE 180/110) SEVERO NO PRECISADO TABLA 7 60 HOSPITALIZACION POR PRIMER EPISODIO Y POR RECURRENCIA DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL TIPO DE EVC HOSPITALIZACION PRIMER EPISODIO PROMEDIO HOSPITALIZACION DE EDAD POR ECURRENCIA PROMEDIO DE EDAD EVC ISQUEMICA 947/1156 (82%) 61 209/1156 (18%) 75 ATEROESCLEROSIS 646/808 (80%) 65 162/808 (20%) 76 ARTERIOLOESCLEROSIS 160/182 (88%) 55 22/182 (12%) 75 CARDIOEMBOLISMO 105/130 (81%) 54 25/130 (19%) 65 OTRAS CAUSAS Y NO DETERMINADAS 36/36 (100%) 44 - + EVC HEMORRAGICA 329/361 (91%) 64 32/361 (9%) TABLA 8 61 70 OPCIONES TERAPEUTICAS Y PREVENTIVAS DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ESSALUD ACCIONES A REALIZAR EN CONDUCTA NIVEL DE ATENCION PREFERENCIAL INFORMACIONES SOBRE EVC RECOMENDACIONES PARA MODIFICAR HABITOS DE VIDA I - II PROGRAMA PREVENTIVO PROMOCIONAL (POBLACION) ASINTOMATICOS CON RIESGO DE EVC INFORMACION MODIFICAR RIESGOS AGENTES FARMACOLOGICOS NECESARIOS PROGRAMA PREVENTIVO PROMOCIONAL (GRUPOS ESPECIFICOS) INDIVIDUOS SUSCEPTIBLES EVITAR MORTALIDAD DISMINUIR INCAPACIDAD RESULTANTE III - IV PERSONAS CON DIAGNOSTICO PRECISO DE TIPO SINTOMAS DEFINIDOS (DE PREFERENCIA EN DE EVC DE EVC (PERIODO UNIDADES VASCULARES Y FACTORES DE RIESGO AGUDO) < 30 DIAS CEREBRALES) INDIVIDUAL EVITAR RECURRENCIA INMEDIATA REHABILITACION PRECOZ REHABILITACION FISICA, PSICOLOGICA Y PERSONAS CON SOCIAL SINTOMAS DEFINIDOS EVITAR RECURRENCIAS DE EVC (PERIODO NO ACTUANDO AGUDO) < 12 MESES SOBRE FACTORES DE RIESGO CONSEJERIA SOCIAL Y LABORAL PREVENIR RECURRENCIAS A LARGO PLAZO > 12 MESES EVITAR RECURRENCIAS ALIVIAR SECUELAS CONTROLES TABLA 9 62 III - IV AMBULATORIA EN CONSULTORIOS ESPECIFICOS PARA EVC I - II PROGRAMA PREVENTIVO PROMOCIONAL (GRUPOS ESPECIFICOS) “CARACTERISTICAS CLINICAS DE LOS SUBTIPOS DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ISQUEMICA” Por LUIS DEZA B., RAQUEL ALDAVE S., Y JUAN BARRERA P. TEXTO COMPLETO DEL ARTÍCULO PUBLICADO ORIGINALMENTE EN: REVISTA DE NEURO-PSIQUIATRIA, 63:19-36, 2000 63 Revista de Neuro-Psiquiatría, 63: 19-36,2000 CARACTERISTICAS CLINICAS DE LOS SUBTIPOS DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ISQUEMICA ESTUDIO EN 1156 PACIENTES Por : LUIS DEZA B*, RAQUEL ALDAVE S.** y JUAN BARRERA P.** RESUMEN Se han investigado en 1156 pacientes con enfermedad vascular cerebral (EVC), isquémica, las características clínicas de los tres mas comunes subtipos con tal diagnóstico: 1) Ateroesclerosis.- Es el más frecuente subtipo, 69.9%. Afectó mayormente arterias intracraneales grandes. El principal factor de riesgo asociado fue la hipertensión arterial, 72.65%. La edad promedio en que ocurrió por primera vez fue 65.30 años. Durante el período agudo se asoció a crisis epilépticas en 1.90% de enfermos. Entre los subtipos de isquemia, alcanzó el más alto porcentaje de recurrencia, 20% y de mortalidad 6.93. 2.-Arterioloesclerosis.- Su frecuencia fue 15.74%. Afectó principalmente a arteriolas subcorticales. El factor de riesgo preponderante en su ocurrencia fue la hipertensión arterial, 75.82%. La edad promedio en que ocurrió fue 55 años. Durante el período agudo no se asoció a crisis epilépticas. La frecuencia de recurrencia fue 12.6%. La mortalidad fue ausente. 3) Cardioembolia.- Su frecuencia fue 11.25%. Los émbolos afectaron mayormente el territorio carotídeo superficial. El principal factor de riesgo en su ocurrencia fue la fibrilación auricular, 87.69%. La edad promedio de su ocurrencia fue 54 años. Se asoció a crisis epilépticas en 10.70% de pacientes. La recurrencia fue encontrada en 19.2% y la mortalidad en 3.09% SUMMARY The clinical characteristics of each subtype of cerebral ischemia have been determined in 1156 patients with such diagnosis: 1) Atherosclerosis.- The most frequent subtype, 69.9%. It mainly affected the large cerebral arteries. The main risk factor associated with its occurrence was high blood pressure, 72.65%. The average age of occurrence was 65.30 years. During the period it was associated with epilepsy in 1.90% of patients. It had the degree of recurrence, 20%. And the mortality was 6.93% among ischemia subtypes. 2) Arteriolosclerosis.- Its frequency was 15.74%. It mainly affected small cerebral vessel. The prevailing risk factor in its occurrence was high blood pressure, 75.82%. The average age for occurrence was 55 years. It was not associated with epileptic crisis in acute period. Recurrence frequency was 12.6%. There was no mortality. 3) Cardiac embolism.- Its frequency was 11.25%. The emboli mainly affect the superficial carotid territory. The main risk factor in its occurrence was atrial fibrillation, 87.69%. The average age for occurrence was 54 years. I was associated with epileptic crisis in 10.70% of patients. Recurrence was 19.2% and mortality 3.09% Palabra-clave: Enfermedad cerebral vascular isquémica: clínica, diagnóstico estadística. Key Words : Brain vascular ischemia, diagnosis, clinical subtypes. ______ * Medico Jefe del Servicio de Neurología Hospital Guillermo Almenara Irigoyen EsSALUD ** Médicos Asistentes del Servicio de Neurología Hospital Guillermo Almenara Irigoyen EsSALUD 64 L. DEZA. R. ALDAVE Y J. BARRERA __________________________________________________________________________________________ En 1987 iniciamos el estudio sistemático de los pacientes con enfermedad vascular cerebral hospitalizados en el servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara. Como resultado publicamos en 1990 la primera evaluación de lo que progresivamente se ha convertido en nuestra “base de datos” sobre el tema.En el trabajo mencionado, describimos por separado, la historia natural de los dos tipos básicos de enfermedad vascular cerebral, esto es, la isquemia y la hemorragia cerebral. En los años posteriores, varios estudios sugirieron la necesidad de diferenciar subtipos de enfermedad vascular cerebral isquémica en base a la patogenia subyacente en cada uno de ellos 2,3,4,5,6,7,8 .Como consecuencia en 1991, BAMFORD y colaboradores propusieron una clasificación de los subtipos clínicos de la isquemia cerebral 9 , la cual con pequeñas modificaciones fue admitida en 1993, como patrón uniforme, en cuanto a definiciones, por el grupo de investigación encabezado por ADAMS10. Esta propuesta, precisó las características clínicas patogénicas y las derivadas de los exámenes auxiliares de diagnóstico, de cada subtipo de enfermedad vascular isquémica aguda, con la intención de que fuera usada en estudios multicéntricos. Actualmente, debido a su valor clínico, la clasificación mencionada se usa no sólo para la catalogación de tal o cual subtipo, sino también para la investigación de historia natural de cada uno de ellos. En efecto las diferencias son notorias en cada subtipo, tanto en frecuencia de presentación, así como en otros aspectos, como son los factores de riesgo asociados, la mortalidad, la recurrencia, la discapacidad funcional que producen, etc. Ya no es, ahora, suficiente diagnosticar la presencia de isquemia cerebral en un paciente, también es necesario descubrir e identificar, la fisiopatogenia subyacente en cada caso y catalogar en base a ella, el subtipo de enfermedad vascular cerebral isquémica detectado La experiencia ganada en años recientes ha delineado, cada vez con mayor precisión, las características clínicas de tales subtipos de enfermedad vascular cerebral, de modo que cuando una persona es afectada, súbitamente, por isquemia cerebral, el neurólogo puede presumir el diagnóstico del subtipo patogénico y en base a ello pronosticar el riesgo de mortalidad, la posible incapacidad resultante de la injuria cerebral, orientar el tratamiento en base a los factores de riesgo específico en cada caso, y aún proponer acciones preventivas, secundarias y terciarias, teniendo en cuenta a los mismos. No obstante lo avanzado, los datos disponibles sobre el perfil clínico característico de los subtipos de isquemia cerebral es todavía incompleto. Al respecto, desde que aparecieron las primeras publicaciones, a fines de la década del 80, empezamos a centrar nuestra atención en el tema. Y aunque, ya en 1997 publicamos un trabajo11 dando cifras epidemiológicas sobre los subtipos de enfermedad vascular isquémica, recién ahora presentamos la evaluación pormenorizada de los diferentes aspectos encontrados en cada subtipo. Esta investigación cuyo objetivo esencial es contribuir a determinar con mayor precisión las características clínicas específicas de los subtipos, comprende 1156 pacientes afectados por isquemia cerebral, los cuales fueron atendidos en el Servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, desde abril de 1987 hasta diciembre de 1998. 65 Características de los subtipos de enfermedad vascular cerebral _____________________________________________________________________ Desde Luego, que aparte de la evidente importancia de tipificar las peculiaridades de cada subtipo de enfermedad vascular cerebral isquémica, hay otro objetivo no menos importante en nuestra indagación, este es el relacionado a la disparidad que existe en la historia natural de las enfermedades vasculares cerebrales, cuando son estudiadas en diferentes lugares del mundo y aún en sectores específicos de una misma comunidad 12,13,14. Por consiguiente, es posible que el modo y frecuencia de presentación de la enfermedad vascular cerebral isquémica, tenga perfiles propios en el Perú, a cuyo conocimiento deseamos contribuir con el presente trabajo. De otro lado, no hemos encontrado en la bibliografía revisada ninguna publicación nacional, específica, sobre las características clínicas de los subtipos de enfermedad vascular cerebral y la isquemia resultante. Confiamos además, que la información contenida en el presente trabajo incentive a otros colegas, para continuar en la identificación de la historia natural de tales enfermedades en nuestro país. Sin este conocimiento, no será posible obtener niveles óptimos de atención hospitalaria y es seguro que cualquier programa preventivo promocional local, no sustentado en datos propios, acopiados en forma planificada y sistemática, fracasará por motivos obvios. Finalmente, tampoco podrán racionalizarse apropiadamente los gastos en las prestaciones de salud, si ellos no se ciñen a las necesidades auténticas de inversión, debiendo en cada caso ser sustentados los presupuestos, en la investigación previa de la incidencia, prevalencia, características clínicas y costo de capital humano, que constituye la enfermedad vascular cerebral en nuestro medio. MATERIAL Y METODO El estudio de los subtipos de enfermedad vascular cerebral de la presente publicación, comprende 1156 pacientes (828 varones y 328 mujeres), hospitalizados en el Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara Irigoyen, desde abril de 1987 hasta diciembre de 1998. Durante ese período el total de internados por enfermedad vascular cerebral fue de 1517 pacientes, correspondiendo al diagnóstico de hemorragia cerebral la cantidad de 361. El diagnóstico se realizó en base a criterios clínicos y de tomografía axial computarizada en forma uniforme. Y además, cuando fue necesario, se utilizaron adicionales estudios auxiliares, como Doppler extra e intracraneal, resonancia magnética nuclear cerebral, electroencefalografía, estudio del líquido cefalorraquídeo y otros. Para los fines del presente trabajo se ha considerado como período agudo de la enfermedad vascular cerebral isquémica, los 15 días posteriores a la ocurrencia del ictus o ataque vascular cerebral. A diferencia de la evaluación, para calcular el tiempo de mortalidad, que comprendió los días de hospitalización del paciente hasta su fallecimiento. 66 L. DEZA. R. ALDAVE Y J. BARRERA __________________________________________________________________________________________ La clasificación diagnóstica de los subtipos de enfermedad vascular cerebral isquémica se ha ajustado a los criterios propuestos por ADAMS y colaboradores 10. La clasificación como ya se ha dicho tiene amplia aceptación y comprende: Ateroesclerosis que compromete a arterias grandes Cardioembolismo o embolia cardiogénica Arterioloesclerosis que afecta a de arterias pequeñas Isquemia de otra etiología, determinada Isquemia de etiología no determinada: a. Se ha identificado dos o más causas b. La evaluación es negativa c. La evaluación ha sido incompleta Las características, en resumen, de tal clasificación están expresadas esquemáticamente, en la Tabla Nº 1 TABLA 1 HOSPITAL NACIONAL GUILLERMO ALMENARA IRIGOYEN SERVICIO DE NEUROLOGIA SUBTIPOS DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ISQUEMICA SUBTIPO ATEROESCLEROSIS CARDIO EMBOLISMO ARTERIOLOESCLEROSIS OTRAS CAUSAS + + - +/- - - + +/- + + - +/- - - + +/- + - - - - + - - + CARACTERISTICAS CLINICA + Disfunción cerebral focal supra o inflatentorial + Síndrome lacunar PATOLOGIA + Infarto supra o infratentorial mayor de 15 mm. + Infarto supra o infratentorial menor de 15 mm. TEST AUXILIARES + Estenosis u oclusión de grandes arterias extra o intracraneales + Fuente cardiaca de émbolos + Otras anormalidades RESULTADOS Los resultados más significativos del presente trabajo, se encuentra en 9 tablas, enumeradas del 2 al 10. Algunos otros aspectos de interés, en relación a nuestra investigación sobre las características de los subtipos de enfermedad vascular cerebral isquémica, están incluidos en la sección de Discusión de esta publicación. 67 Características de los subtipos de enfermedad vascular cerebral _____________________________________________________________________ Las tablas citadas serán más adelante, analizadas en forma separada, siendo su contenido el siguiente: TABLA 2.Subtipos de enfermedad vascular cerebral isquémica (I ). Los 1156 pacientes incluidos en el estudio, que permitió señalar las cifras y porcentaje de cada subtipo de enfermedad vascular cerebral isquémica comprenden el 76.2%, del total de 1517 pacientes con enfermedad vascular cerebral atendidos en el mismo período, siendo los 361 de diferencia, aquellos con hemorragia intracerebral, que corresponden en valor porcentual a 23.8%. TABLA 3.Subtipos de enfermedad vascular cerebral isquémica (II). Esta tabla es complementaria a la anterior y muestra “otros” mecanismos, causantes de enfermedad vascular cerebral isquémica, entre la serie de pacientes estudiados. TABLA 4.Esta y las dos siguientes tablas muestran lo investigado, acerca de la presencia y frecuencia de los aceptados factores de riesgo en cada subtipo de EVC isquémica. La tabla 4 corresponde a lo hallado en la ateroesclerosis, debiendo notarse que el más frecuente factor de riesgo, en esta variedad de isquemia es la hipertensión arterial. TABLA 5.En esta tabla se destaca que en los cuadros vasculares isquémicos, secundarios a arterioloesclerosis, la hipertensión arterial es también el principal factor de riesgo para su generación. TABLA 6.Contiene los datos sobre los factores de riesgo, vinculados a la aparición de isquemia cerebral, secundaria a cardioembolismo. Puede notarse que la fibrilación auricular es el principal factor, seguido cercanamente en frecuencia, por la hipertensión arterial. TABLA 7.Muestra la edad promedio en la que se iniciaron las enfermedades vasculares cerebrales isquémicas. Las cifras sobre el número de pacientes, correspondiente a cada subtipo de enfermedad vascular cerebral isquémica, abarcan únicamente a los pacientes hospitalizados en el primer infarto cerebral, dejándose aparte a los hospitalizados por recurrencia del cuadro neurológico. Estos valores son obviamente más significativos para obtener el dato acerca de la edad promedio en que se inician estas afecciones. TABLA 8.Crisis epilépticas en el período agudo de las enfermedades vasculares cerebrales isquémicas. La tabla indica la frecuencia de crisis epìlépticas, sin especificar el tipo de crisis, que se observaron durante el período agudo (quince días) de cada subtipo de enfermedad vascular cerebral isquémica. Puede notarse el predominio de las crisis epilépticas en asociación al cardioembolismo. TABLA 9.Mortalidad en el período agudo de las enfermedades vasculares cerebrales isquémicas. También en esta tabla, se ha hecho la separación por subtipos, señalándose la mortalidad en cada uno de ellos, encontrándose la mayor frecuencia entre los pacientes con ateroesclerosis. 68 L. DEZA. R. ALDAVE Y J. BARRERA __________________________________________________________________________________________ TABLA 10.- Recurrencia de enfermedad vascular cerebral isquémica. Este importante dato clínico de atención médica neurológica, muestra cifras altas de hospitalización por recurrencia de enfermedad vascular cerebral isquémica, en especial cuando es secundaria a ateroesclerosis y a cardioembolismo, DISCUSION La investigación sobre los subtipos de enfermedad vascular cerebral isquémica, realizada desde abril de 1987 hasta diciembre de 1998, se encuentra expresada en cifras, en las Tablas 2 y 3. En la Tabla 2 se especifican las cantidades y porcentajes de cada subtipo. Se observa que el mecanismo patogénico más frecuente asociado a isquemia es la ateroesclerosis de arterias cerebrales grandes, que fue detectado en 69.9% de los pacientes de la serie. En segundo lugar con 15.74% se encontró a la arterioloesclerosis o lipohialinosis que se da en arterias cerebrales de poco calibre. Luego la embolia cardiogénica con 11.25%. Siguiendo en frecuencia decreciente, la isquemia por causa no determinada y “otras causas” que comprendieron a 3.11% del total de pacientes. La ateroesclerosis de las arterias cerebrales extra e intracraneales (grandes arterias) ocasionan isquemia cerebral por alguno de dos mecanismos: 1. Disminución del flujo sanguíneo debido a estenosis u oclusión de la arteria conteniendo una placa de ateroma. 2. Embolia arteria-arterial secundaria al desprendimiento de un émbolo, desde la placa de grasa adherida a la pared de la arteria afectada En base a la información disponible no podemos definir cual de los dos mecanismos fue más frecuente entre los pacientes con ateroesclerosis, de la actual serie. No obstante, en anteriores publicaciones 11,15 y en la actual nuevamente, destacamos que la presencia de placas de ateromas, en las arterias extracraneales del cuello, es prácticamente inexistente entre los pacientes con isquemia cerebral, estudiados por nosotros. Este es el motivo por el cual sólo excepcionalmente detectamos soplos arteriales en el cuello de los pacientes con tal patología. Asimismo el doppler de esos grandes vasos es casi siempre normal. Finalmente, es también muy escasa la presencia de episodios de isquemia cerebral transitoria del territorio carotideo, precediendo a los infartos cerebrales supratentoriales. Estas observaciones permiten deducir que la gran mayoría de pacientes con isquemia secundaria a ateroesclerosis incluidos en el presente estudio tuvieron las placas ateromatosas y los trombos asociados dentro de los vasos intracraneales. En consecuencia, los síntomas resultantes son casi siempre secundarios a estenosis u oclusión de ellos. Hallazgos similares han sido reportados en China 16,17, Japón 18, en Estados Unidos de América, entre los pobladores “hispanos” 19, 20 y negros 19, 20. Contrariamente en los habitantes caucásicos o blancos, son mayores los porcentajes de ateromas en los vasos extracraneales 19, 20. La explicación de tal diferencia en la ubicación preponderante de las placas de ateromas, podría relacionarse a factores genéticos y en forma concurrente a diversos estilos de vida, incluyendo hábitos alimentarios disímiles. 69 Características de los subtipos de enfermedad vascular cerebral _____________________________________________________________________ TABLA 2 SUBTIPOS DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ISQUEMICA EN 1156 PACIENTES (I) SUBTIPO N % * ATEROESCLEROSIS (VASOS GRANDES) 808 69.9 * ARTERIOLOESCLEROSIS (VASOS PEQUEÑOS) 182 15.74 * EMBOLIA CARDIOGENICA 130 11.25 36 3.11 * OTRAS CAUSAS Y CAUSA NO DETERMINADA TABLA 3 SUBTIPOS DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ISQUEMICA EN 1156 PACIENTES (II) SUBTIPO N % 36 100.00 + NO DETERMINADAS 16 44.40 + DETERMINADAS 20 55.60 * OTRAS CAUSAS VASCULITIS POR LUPUS ERITEMATOSO SISTEMICO VASCULITIS POR ARTRITIS REUMATOIDE ENFERMEDAD DE TAKAYASU POLICITEMIA NEUROLUES VASCULITIS POR NEUROTUBERCULOSIS ANTICONCEPTIVOS ORALES 70 2 2 2 4 3 3 4 L. DEZA. R. ALDAVE Y J. BARRERA __________________________________________________________________________________________ La Tabla 2 muestra que la arterioloesclerosis ocupa el segundo lugar como mecanismo fisiopatológico generador de isquemia cerebral. La isquemia en este caso, provoca en la mayoría de pacientes afectados, los llamados infartos lacunares (lesiones con diámetro mayor de 1mm y menor de 15mm). En tanto que otras causas, menos frecuentes, de infartos lacunares cerebrales, son los microateromas localizados en las arteriolas penetrantes, las ocasionales embolias microscópicas y pocas veces las arteritis. Identificar clínicamente la patogenia exacta que lleva al infarto lacunar, es sumamente difícil, de modo que a pesar de los esfuerzos, en algunos casos, se puede atribuir equivocadamente una cantidad mayor de que la estrictamente corresponde a infartos cerebrales por arterioloesclerosis o lipohialinosis, en consecuencia la cifra porcentual mas cercana, podría ser algo menor al 15.74% encontrado en nuestro trabajo. De otro lado teniendo presente que los pacientes incluidos en este estudio fueron únicamente los atendidos en el sector especializado de hospitalización neurológica, puede haber ocurrido que no pocos pacientes con infartos lacunares, producidos de modo diferente a la lipohialinosis, hayan sido internados en sectores de hospitalización ajenos a la neurología, por tener padecimientos habituales en medicina interna. Si tal fuera, la cifra de arterioloesclerosis debe mayor que la mostrada en la Tabla 2. Este tipo de sesgo, inevitable en todo estudio hospitalario, es atenuado, sin embargo, cuando se analizan cifras altas de pacientes, como la presente de 1156. Revisando las publicaciones sobre el tema es destacable la disparidad de cifras y porcentaje que corresponde a cada subtipo de enfermedad vascular cerebral isquémica. En tres importantes reportes, encontramos cifras porcentuales de infartos lacunares por arterioloesclerosis semejantes a la nuestra, el de KUNITZ y colaboradores 21 informa 14%, el de BOGOUSSLAVSKY y colaboradores 22 16% y el de FRIDAY y colaboradores 23 10%. La publicación de FRIDAY está basada en el estudio de 2,386 pacientes y aparte de la similitud del número de infartos lacunares, también es parecida a nuestros hallazgos, en lo que a frecuencia se refiere, a los de la enfermedad vascular cerebral por ateroesclerosis, que estuvo presente en el 67% de los pacientes que ellos estudiaron. La cifra porcentual 11.25% de la embolia cardiogénica mostrada en la Tabla 2, creemos que no expresa la real presencia de este subtipo de isquemia, debido a que los estudios cardiológicos de nuestros pacientes con isquemia cerebral, son muchas veces incompletos, debido a la insuficiente coordinación con la especialidad de cardiología, que esperamos mejorar. Existe por tal circunstancia, una notoria diferencia con publicaciones internacionales que dan porcentajes, siempre por encima de 20%, a la embolia cerebral cardiogénica, con excepción de la referencia de CHAMBERS y colaboradores del año 1983 24 reconociendo sólo 9% a este subtipo. Según FIORELLI 25 la embolia cerebral es la causa del 70 a 80% de infartos cerebrales, de la circulación encefálica anterior, aunque suma en tal cifra, sin diferenciar, las embolias cerebrales arterio-arteriales y las embolias cardiogénicas. El origen no determinado y otras causas de isquemia, reunidas como subtipo aparte, constituyen en la Tabla 2, el 3.11% de los 1156 pacientes, correspondiendo a cada una de las dos aproximadamente la mitad de ese porcentaje, tal como se nota en la Tabla 3. En todas las publicaciones sobre subtipos de isquemia se reserva un lugar para mecanismos no determinadas y al igual que en otros datos epidemiológicos ya citados, se nota gran diferencia en cuanto a cifras, abarcando desde el 1% hasta 40%, siendo menor cuando el estudio se realiza sólo en centros neurológicos como el nuestro y mayor en aquellos que admiten pacientes de toda la medicina interna y otras especialidades clínicas. 71 Características de los subtipos de enfermedad vascular cerebral _____________________________________________________________________ En cuanto a las alteraciones agrupadas como causas determinadas, es posible que la mayoría de pacientes afectados por enfermedades sistémicas como las especificadas en la Tabla 3, reciban atención médica completa en Medicina Interna, incluyendo la complicación vascular cerebral, sin ser transferidos al servicio de neurología. Desde hace varios años están bien identificados los factores de riesgo para la generación de las enfermedades vasculares cerebrales 26,27. De acuerdo con el objetivo de la presente investigación, hemos estudiado por separado los factores de riesgo que predominan en cada subtipo de enfermedad vascular cerebral isquémica. El resultado se muestra en las Tablas 4, 5 y 6. La primera de ellas indica los factores de riesgo encontrados entre los 808 pacientes con isquemia cerebral por ateroesclerosis. Es evidente que la hipertensión arterial con 72.65% es el más frecuente, seguido en secuencia decreciente por las dislipidemias 32%, tabaquismo 18.8%, diabetes melliitus 17.7% y otros. Similar predominio de la hipertensión arterial como riesgo en este subtipo de isquemia ha sido reportado por KUNITZ 21 y YIP 14. Aunque, en la serie de este último autor se muestra en alrededor de 20% el riesgo relacionado a dislipidemia, siendo por consiguiente menor al 32% de nuestro estudio. Lamentablemente, desconocemos las cifras nacionales sobre prevalencia de dislipidemias en la población general. Es importante señalar que muchos pacientes tienen más de un factor de riesgo, con lo cual aumenta la posibilidad de enfermedad vascular cerebral. Finalmente, encontramos que en 18.69% no se encontró factor de riesgo alguno, esta cifra puede estar elevada artificialmente por insuficiente búsqueda, aunque siempre figura con porcentajes cercanos, en publicaciones internacionales. Los factores de riesgo, entre los pacientes con infartos lacunares, secundarios a arterioloesclerosis se muestran en la Tabla 5. La hipertensión arterial es también en este subtipo, con 75.82%, el predominante factor de riesgo, seguido por el tabaquismo con 23.08%. En el trabajo realizado en China por YIP 14, se encuentra que en los pacientes con arterioloesclerosis la hipertensión arterial es el más numeroso factor de riesgo, siendo su frecuencia aun mayor que en la isquemia por ateroesclerosis y en segundo lugar se encuentra el tabaquismo. Es decir, en muchas cifras hay gran similitud entre nuestros resultados y los del autor citado. Pero, existe una notoria diferencia en cuanto a la diabetes mellitus. En la serie de YIP, la diabetes mellitus fue encontrada en 37% de los pacientes con ateroesclerosis y en 36% de aquellos con arterioloesclerosis, en tanto que en el estudio que ahora presentamos, las cifras son solo 17.7% y 19.7% respectivamente. No tenemos, por ahora, respuesta a esta llamativa disparidad. 72 L. DEZA. R. ALDAVE Y J. BARRERA __________________________________________________________________________________________ TABLA 4 FACTORES DE RIESGO EN LA ENFERMEDAD Y VASCULAR CEREBRAL ISQUEMICA POR ATEROESCLEROSIS ESTUDIO EN 808 PACIENTES FACTORES DE RIESGO N % HIPERTENSION ARTERIAL 587 72.65 DISLIPIDEMIAS 259 32.00 TABAQUISMO 152 18.81 DIABETES MELLITUS 143 17.70 ALCOHOLISMO 78 9.15 FIBRILACION AURICULAR 8 1.00 VALVULOPATIAS 7 0.87 ENFERMEDADES DEL TEJIDO CONECTIVO 2 0.25 151 18.69 NO DETECTADO TABLA 5 FACTORES DE RIESGO EN LA ENFERMEDAD Y VASCULAR CEREBRAL ISQUEMICA POR ARTERIOESCLEROSIS ESTUDIO EN 182 PACIENTES FACTORES DE RIESGO N % 138 75.82 42 23.08 36 19.78 36 19.78 5 2.75 4 2.20 2 1.10 15 8.24 HIPERTENCION ARTERIAL TABAQUISMO DIABETES MELLITUS DISLIPIDEMIAS ALCOHOLISMO FIBRILACION AURICULAR ENFERMEDAD DEL TEJIDO CONECTIVO NO DETECTADO El estudio de los factores de riesgo en el subtipo de isquemia por cardioembolismo, se encuentra en la Tabla 6. Al igual que en muchas publicaciones internacionales, nuestros hallazgos reiteran el alto riesgo que representa en este grupo de pacientes la fibrilación auricular. En el trabajo YIP se encontró en 69%, en tanto que en el nuestro 87.69%. 73 Características de los subtipos de enfermedad vascular cerebral _____________________________________________________________________ Es además, importante destacar, que la hipertensión arterial con el porcentaje de 60%, es también en estos casos, un preocupante, segundo, factor de riesgo. No obstante que el objetivo esencial de este artículo es delinear las características clínicas de cada subtipo de EVC isquémica, en la población estudiada, hemos extendido nuestra atención a otros aspectos. El resultado se muestra en la Tabla 7, referente a la edad de inicio, la Tabla 8 sobre la frecuencia de las crisis epilépticas, la Tabla 9 acerca de la mortalidad y la Tabla 10 sobre las cifras relativas al riesgo de recurrencia de la enfermedad vascular cerebral isquémica. Con excepción de los datos sobre la edad de inicio, y las de mortalidad, el tipo de información de las otras dos tablas es casi inexistente en la literatura revisada. Por consiguiente la discusión se circunscribe a nuestros hallazgos y ocasionalmente se hará referencia a estudios en los cuales, aisladamente, se ha señalado una u otra característica específica de los subtipos de isquemia. En una publicación nuestra de 1990 1, encontramos que la edad promedio, en la cual se inician las enfermedades vasculares cerebrales isquémicas es 63.91 años, y de 58.14 años en la hemorragia intracerebral. Tal estudio fue realizado entre 208 pacientes. En la presente publicación, hemos estudiado la edad promedio de los pacientes al momento de ocurrir el primer ataque vascular cerebral de cada uno de los subtipos de isquemia mencionados. El resultado se muestra en la Tabla 7. TABLA 6 FACTORES DE RIESGO EN LA ENFERMEDAD Y VASCULAR CEREBRAL ISQUEMICA POR CARDIOEMBOLISMO ESTUDIO EN 130 PACIENTES FACTORES DE RIESGO N % FIBRILACION AURICULAR 113 87.69 HIPERTENSION ARTERIAL 78 60.00 VALVULOPATIAS 34 26.15 PROTESIS VALVULAR 23 17.70 TABAQUISMO 22 16.92 DISLIPIDEMIAS 7 5.38 ALCOHOLISMO 3 2.31 NO DETECTADO 4 3.08 La tabla 7 con los datos sobre la edad de inicio de la EVC isquémica, muestra en orden decreciente, la edad de 65.30 años en la ateroesclerosis de grandes vasos, 55 años en la arterioloesclerosis, 54 años en el cardioembolismo y 44 años en las “otras causas”. Es importante destacar que las edades promedio son edades productivas de la vida, y la persona que sufre ataque vascular cerebral, en más de 50% de casos queda en la condición de inválido luego del primer episodio 28. 74 L. DEZA. R. ALDAVE Y J. BARRERA __________________________________________________________________________________________ En Taiwan, el estudio realizado en dos grandes hospitales 14 detectó que las edades promedio que tuvieron los pacientes según subtipos de enfermedad vascular, fue mayor que las encontradas por nosotros. En la ateroesclerosis 69.6% años, arterioloesclerosis 66.3 años, embolia cardiogénica 66.4 años y otras causas 47.7 años. La diferencia se puede explicar, por no haberse separado en la investigación citada, la edad de inicio y la de recurrencia de la isquemia. No obstante tal disparidad, la secuencia de mayor a menor edad promedio, según el subtipo de enfermedad vascular cerebral isquémico, es similar a la hallada por nosotros. Otra explicación podría relacionarse con las peculiaridades de la población que atendemos, como ha sido reportado en otros lugares 29 TABLA 7 EDAD DE INICIO DE LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ISQUEMICA SUBTIPO DE ISQUEMIA NUMERO DE PACIENTES PROMEDIO DE EDAD RANGO DE EDADES - ATEROESCLEROSIS (VASOS GRANDES) 808 65.30 45.93 - ARTERIOLOESCLEROSIS (VASOS PEQUEÑOS) 182 55.00 40.80 - CARDIOEMBOLISMO 130 54.00 18.60 36 44.00 20.80 - OTRAS CAUSAS Y NO DETERMINADA Durante el período agudo (15 primeros días) de las enfermedades vasculares cerebrales, el paciente afectado puede presentar crisis epilépticas, esta complicación tiene importancia clínica y al ser reconocida debe ser tratada en forma rápida y apropiada. La presencia de tales crisis se vincula significativamente al riesgo de mortalidad en los casos de isquemia cerebral. En una publicación anterior 30, reportamos la presencia de crisis epilépticas en 12.28% de aquellos que tuvieron hemorragia intracerebral y 4.7% en los afectados por isquemia. Destacamos que las crisis son más frecuentes cuando el mecanismo patogénico de la isquemia es la embolia cerebral, y que la aparición de crisis epiléptica en un paciente con infarto cerebral agudo se asocia con mayor riesgo de mortalidad. 75 Características de los subtipos de enfermedad vascular cerebral _____________________________________________________________________ En el estudio actual de 1156 pacientes, la frecuencia de crisis epilépticas está documentada, en la Tabla 8. Obsérvese, que entre los 182 pacientes con isquemia secundaria a arterioloesclerosis no se presentaron crisis epilépticas, en tanto que las crisis ocurrieron en 10.70% de los pacientes con embolia cardiogénica y en 1.90% de pacientes con ateroesclerosis, Obviamente, el predominio en el subtipo de embolia está vinculado al desplazamiento mayormente cortical y al territorio vascular anterior de los émbolos provenientes del corazón. En una próxima publicación, que tratará específicamente y de modo amplio sobre las crisis epilépticas en el período agudo de los desórdenes vasculares cerebrales expondremos las cifras que corroboran el mayor riesgo de mortalidad cuando las crisis se presentan en pacientes con embolia cardiogénica o con ateroesclerosis. Tal vinculación no la hemos encontrado en los casos de infarto por arterioloesclerosis, como tampoco en la hemorragia cerebral. TABLA 8 CRISIS EPILEPTICA EN EL PERIODO AGUDO DE LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ISQUEMICA SUBTIPO DE ISQUEMIA NUMERO DE PACIENTES PROMEDIO DE EDAD RANGO DE EDADES - ATEROESCLEROSIS (VASOS GRANDES) 808 16 1.90 - ARTERIOLOESCLEROSIS (VASOS PEQUEÑOS) 182 0 0 - CARDIOEMBOLISMO 130 14 10.70 La mortalidad en el período agudo de la enfermedad vascular cerebral isquémica expuesta en la Tabla 9, incluye a todos los pacientes que fallecieron durante el tiempo de hospitalización. Aunque los fallecidos ocurrieron mayormente las primeras dos semanas, en pocos casos, ésta ocurrió pasadas dos semanas y antes de 30 días. De modo que la referencia al período agudo, en el caso de la mortalidad, debe entenderse como los 30 días desde el inicio de la afección. De hecho, salvo situaciones especiales, las publicaciones sobre mortalidad aguda abarcan solo los primeros 30 días. En nuestra publicación sobre epidemiología intrahospitalaria de desórdenes vasculares cerebrales 1, informamos que la mortalidad asociada a los primeros 30 días del infarto cerebral fue de 13 pacientes entre 147 afectados, es decir el 8.8%. En otra investigación posterior 31 constatamos la tasa de mortalidad en 5.75%, del total de 191 pacientes con infarto cerebral. 76 L. DEZA. R. ALDAVE Y J. BARRERA __________________________________________________________________________________________ En la Tabla 9 se observa que existen tasas de mortalidad variable de acuerdo al subtipo de enfermedad vascular isquémica, la mortalidad global a los 30 días entre los 1156 pacientes incluidos fue 5.36%. Pero de mayor interés clínico es el hallazgo que la más elevada tasa de mortalidad ocurre en la isquemia aterotrombótica o ateroesclerótica, esto es 6.93%, en tanto que en las embolias cardiogénicas fue 3.09% y ningún paciente falleció con infarto lacunar por arterioloesclerosis. Parecida diferencia entre los subtipos de EVC isquémica ha sido reportada en publicaciones extranjeras. En la de YIP14 la mortalidad en los casos de embolia cardiogénica fue 17.3% y en los infartos lacunares 0.5%. En el estudio Framingham la tasa de mortalidad fue el doble de pacientes con embolia cardiogénica por fibrilación auricular en comparación con aquellos sin fibrilación 32. En otros estudios asimismo se ha documentado la baja mortalidad en los infartos lacunares, así WARD, reportó la tasa en 1.6% y SACCO, encontró que los pacientes con infartos lacunares tienen mejor pronóstico de sobre vida en comparación con los otros subtipos de isquemia 34. TABLA 9 MORTALIDAD EN EL PERIODO AGUDO DE LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ISQUEMICA ESTUDIO EN 1156 PACIENTES MORTALIDAD TOTAL 62/1156 5.36% *ATEROESCLEROSIS (VASOS GRANDES) 56/808 6.93% *ARTERIOLOESCLEROSIS (VASOS PEQUEÑOS) 01/182 0.00% *EMBOLIA CARDIOGENICA 4/130 3.09% *OTRAS CAUSAS INCLUYENDO NO DETERMINADA 2/36 5.55% MORTALIDAD POR SUBTIPO: La Tabla 10 incluye lo encontrado al estudiar la hospitalización por recurrencia de isquemia cerebral. De modo semejante a lo anterior, en estos datos, también se nota disparidad de acuerdo al subtipo de enfermedad vascular. El número total de hospitalizados por haber sufrido recurrencia de isquemia cerebral fue 209 de los 1,156 pacientes que porcentualmente corresponde a 18.07%. La frecuencia de tales nuevos ictus isquémicos varía en diferentes poblaciones entre 25% a 40%, en los 5 años post primer episodio vascular 35. Este aspecto, de la recurrencia, en general, de la EVC ha sido poco estudiado, no obstante la evidente importancia que tiene. 77 Características de los subtipos de enfermedad vascular cerebral _____________________________________________________________________ A parte de conocer el volumen de las recurrencias es imprescindible determinar fehacientemente los factores de riesgo implicados, con el objeto de organizar acciones de prevención secundaria y terciaria. En el estudio sobre este tema, realizado por SACCO 36, se muestran evidencias, que los mismos factores de riesgo de la isquemia cerebral inicial, como son la hipertensión arterial, cardiopatías, diabetes mellitus y el consumo excesivo de alcohol etílico aumentan el riesgo de recurrencia. La Tabla 10, revela que la hospitalización por recurrencia es más frecuente en la isquemia cerebral por ateroesclerosis con 20%, seguido de cerca con el 19.2% del cardioembolismo y el tercer lugar corresponde a la arterioloesclerosis con 12%. La edad promedio de la recurrencia, en relación al subtipo de enfermedad isquémica, se ubica en 76 años en la ateroesclerosis, 75 años en la arterioloesclerosis y 65 años en el cardioembolismo. Las edades promedios son como debe esperarse, mayores que los del primer ataque vascular cerebral. Obviamente la edad es otro factor de riesgo que se suma a los mencionados anteriormente, para desencadenar la recurrencia. No hicimos la conveniente evaluación del tiempo transcurrido entre el primer ictus y la recurrencia detectada. Por lo expuesto, juzgamos pertinente remarcar que la definición de las características clínicas de los subtipos de enfermedad vascular cerebral isquémica, es de gran importancia clínica. El diagnóstico temprano, permitirá administrar la terapia más efectiva en cada subtipo y además como se ha indicado en la presente publicación, el riesgo de mortalidad está relacionado al subtipo específico y es posible que aun el pronóstico de morbilidad tenga relación con ellos. Esto último, requiere sin embargo, ser verificado mediante las investigaciones correspondientes. TABLA 10 HOSPITALIZACION POR RECURRENCIA DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ISQUEMICA SUBTIPO DE ISQUEMIA TOTAL DE HOSPITAL. HOSPITALIZ. P/ RECURRENCIA RANGO EDAD EDAD PROM. ATEROESCLEROSIS 808 162/808 (20%) 55-93 76 AÑOS ARTERIOLOESCLEROSIS 182 22/182 (12%) 65-80 75 AÑOS CARDIOEMBOLISMO 130 25/130 (19.2%) 45-80 65 AÑOS OTRAS CAUSAS DETERMINADAS 20 - - OTRAS CAUSAS DETERMINADAS 16 - - 1156 209/1156 (18.07%) - TOTAL RECURRENCIAS POR INFARTO 78 L. DEZA. R. ALDAVE Y J. BARRERA __________________________________________________________________________________________ RESUMEN Y CONCLUSIONES El análisis de las 9 Tablas, 2 a 10; nos permite plantear como conclusión de la investigación realizada, el perfil cínico que caracteriza a cada subtipo de enfermedad vascular isquémica en nuestro medio hospitalario y posiblemente el mismo tenga validez nacional por la gran cantidad de pacientes incluidos en el estudio: 1. Isquemia cerebral por ateroesclerosis: 2. Es el más frecuente subtipo, 69.9%. Afecta predominantemente a las arterias intracraneales grandes. Los tres, más comunes, factores de riesgo cardiovascular, asociados a ella son: Hipertensión arterial (72.65%). Dislipidemia (32%).Tabaquismo (18.8%). En comparación a los otros subtipos de isquemia su inicio ocurre en personas con edad promedio más alta, 65.30 años. Rara vez se asocia a crisis epilépticas durante el período agudo de su evolución,1.90%. Tiene la tasa más alta de mortalidad entre los subtipos de isquemia, 6.93%. Esto es, tiene el peor pronóstico de riesgo de mortalidad. Aquí es importante tratar rápidamente los peligrosos y grandes infartos que se producen, especialmente en el adulto mayor. Tienen la más alta tasa de hospitalización por recurrencia de infarto isquémico, 20%. En comparación a los otros mecanismos o subtipos de infarto cerebral. Tiene en consecuencia, el peor pronóstico o mayor riesgo de recurrencia. Recomendándose en consecuencia estrictas medidas de prevención secundaria y terciaria. Isquemia cerebral por arterioloesclerosis Se encuentra en segundo lugar en frecuencia como mecanismo patogénico o subtipo de enfermedad vascular isquémica ,15.74%. Afecta principalmente a las arteriolas de la región profunda del cerebro provocando los pequeños infartos lacunares. Los tres factores de riesgo cardiovascular más frecuente asociados a ella son: Hipertensión arterial (75.82%). Tabaquismo (23.08%). Diabetes mellitus (19.78%). Su inicio ocurre en personas con edad promedio 55 años, es decir 10 años menos que aquellos cuya isquemia es secundaria a ateroesclerosis. Ninguno de los pacientes tuvo crisis epilépticas en el período agudo de este subtipo de isquemia. El pronóstico de sobreviva es bueno. En nuestro estudio no hubo ningún paciente fallecido el período de hospitalización. La recurrencia es comparativamente baja, 12%. De modo que también el pronóstico o riesgo de recurrencia es menor que en las otras formas de isquemia. 79 Características de los subtipos de enfermedad vascular cerebral _____________________________________________________________________ Isquemia cerebral por cardioembolismo: Se encuentra en tercer lugar como mecanismo patogénico causal de isquemia cerebral, 11.25%. Es conocido que los émbolos cardiogénicos comprometen mayormente el territorio carotídeo superficial, debido a que la arteria cerebral media, es casi la continuidad anatómica de la arteria carótida interna. Los tres factores de riesgo cardiovascular más frecuente asociados a cardioembolismo son: Fibrilación auricular (87.69%). Hipertensión arterial (60%). Valvulopatías (26.15%). Su inicio ocurre a edad promedio menor, 54años, comparada a la de los otros dos subtipos de isquemia cerebral. Es el subtipo de enfermedad vascular isquémica que con mayor frecuencia se asocia a crisis epilépticas durante el período agudo de su evolución, 10.70%. La mortalidad es menor, 3.09% que la de los infartos secundarios a ateroesclerosis y mayor que en los vinculados a arterioloesclerosis. La recurrencia es alta, 19.2%. Es casi igual al porcentaje encontrado en la isquemia por ateroesclerosis. Por consiguiente, el pronóstico o riesgo de recurrencia es malo, obligando a cuidadosas y urgentes medidas de prevención secundaria. 80 BIBLIOGRAFIA 1.- DEZA L, ALDAVE R, CONCHA G, SALAZAR L, CARMONA J, CASTILLO M, RODRIGUEZ A. “Descripción epidemiológica intrahospitalaria de desórdenes vasculares cerebrales”. Revista de NeuroPsiquiatría 1990; 53: 50-57. 2 – CAPLAN LR, HIER DB, D´CRUZ I: “Cerebral embolism in the Michael Reese Stroke Registry”. STROKE 1983; 14:530-536. 3.- BOGOUSSLAVSKY J, VAN MELLE G, REGLI F. “The Lausanne Stroke Registry: Analysis of 1000 consecutive patients with first Stroke”. Stroke 1988; 19: 1983-1092. 4.- MOHR JP, CAPLAN LR.MELSKI JW, et.al. “The Harvard Cooperative Stroke Registry: A prospective Registry”. Neurology 1978; 128: 754-762. 5.-KUNITZ SC, GROSS CR, HEYMAN A, et al. “The Pilot Stroke Data Bank: Definition, design and data”. 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Se delimitó un subgrupo de fallecidos, 35 (26.92%) y otro de no fallecidos, 95 (73.08%), y luego se analizaron, comparativamente, varios posibles factores de riesgo de mortalidad entre ambos grupos. Se utilizó como prueba de significación estadística, la desviación Standard y el error Standard, encontrando que solamente la hipertensión arterial superior a 180/110 mmHg al inicio del ictus y la pérdida de conciencia inicial, mayor de una hora, tienen valor para predecir el aumento del riesgo de mortalidad en la etapa aguda de la hemorragia intracerebral. SUMMARY To study the risk factors that could increase the mortality rate during the first 30 days after the nom traumatic brain hemorrhage, we followed prospectively 130 patients with such pathology. We established two subgroups one of deaths 35 (26.92%) and another with survivors 95 (73.08%).The standard deviation and the standards error were used as statistic test. We compared the presence of several risk mortality factors between both subgroups. It was found that only the hypertension above 180/110 mmHg and the loss of consciousness higher than one hour at the beginning of the ictus had predictive value related to increase of mortality. PALABRAS CLAVE : Hemorragia intracerebral, factores de riesgo de mortalidad. KEY WORDS : brain hemorrhage, risk mortality factors. ______________________ * Jefe del Servicio de Neurología del Hospital IPSS. ** Médica Internista, IPSS 83 Guillermo Almenara Irigoyen, MORTALIDAD EN HEMORRAGIA CEREBRAL INTRODUCCIÓN La hemorragia intracerebral es el sangrado que ocurre, sin mediar trauma alguno, en el parénquima cerebral. La denominación se mantiene, aun cuando la sangre inunde secundariamente las cavidades ventriculares y el espacio subaracnoideo. La hemorragia así definida corresponde al código 431 de la clasificación internacional de enfermedades, injurias y causas de muerte (21) y tiene diferentes etiologías, siendo con mayor frecuencia secundaria a la hipertensión arterial (60 a 70%). Según la mayoría de publicaciones, occidentales, constituye del 10 al 15% del total de desórdenes vasculares cerebrales. Sin embargo estudios epidemiológicos recientes en el Hospital Guillermo Almenara, dan a la hemorragia intracerebral un 30% (5) cifra similar a las publicadas en países asiáticos y africanos (10,11,13,15,19). La mortalidad en esta afección vascular cerebral es alta, así CHAMBERS (1987) reportó 33% en la hemorragia infratentorial y 57% en la supratentorial (2), Otros autores también han reportado alrededor del 30% (8,10,13,23) . Y en un trabajo anterior, en el Hospital Almenara (1989) se reportó el porcentaje de mortalidad en el período agudo de la hemorragia intracerebral en 37.5%5 El propósito del presente estudio es determinar los factores de riesgo que pueden vincularse a la alta mortalidad que ocurre en el período agudo de la hemorragia intracerebral. Tal conocimiento, debe sustentar razonablemente, las acciones terapéuticas futuras, tendientes a disminuir el preocupante índice actual de mortalidad, de los pacientes hospitalizados por hemorragia cerebral en nuestro hospital. La investigación ha seguido el mismo lineamiento metodológico adoptado en una publicación precedente (6). Pero ahora, con una mayor cantidad de pacientes estudiados, esperamos disminuir el sesgo que puede ocurrir, en observaciones clínicas con menor número de ellos. MATERIAL Y METODO El estudio se ha realizado en el Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara Irigoyen. En base a una historia clínica uniforme, adoptada en el servicio desde abril 1987, se tipificaron a los pacientes con enfermedades vasculares cerebrales, de acuerdo con la “Clasificación Internacional de enfermedades, injurias y causas de muerte”, propuesta por la Organización Mundial de la Salud (9). Fueron evaluados hasta diciembre de 1991; 130 pacientes con el diagnóstico de hemorragia intracerebral (Código 431 de la clasificación), el mismo que se realizó mediante el examen clínico sistemático y tomografía axial computarizada cerebral (TAC). Fueron incluidos en el estudio aquellos con evidencia de sangrado intracerebral no traumático, provocado por cualquier causa y excluyéndose, además de los consecutivos a trauma craneal, los casos correspondientes al diagnóstico de hemorragia subaracnoidea primaria (Código 430). 84 L. DEZA y C. SALINAS Aunque los pacientes internados en el Servicio de Neurología, constituyen únicamente el 10% del total de hospitalizados en el Almenara, por enfermedad vascular cerebral en el mismo período, sólo ellos fueron tomados en cuenta, en razón de contar con estudios completos y por consiguiente tienen mayor confiabilidad diagnóstica, para los fines de esta investigación. De este modo fueron seleccionados 130 pacientes y clasificados en una escala dicotómica,de acuerdo al atributo vida, en fallecidos o no fallecidos, durante el período agudo de la enfermedad, fijado arbitrariamente en 30 días a partir del inicio de la hemorragia. Luego se analizaron las variables que de antemano fueron consideradas como posibles factores de riesgo de mortalidad: 1.-Edad y sexo de los pacientes, 2.Antecedentes mórbidos. 3.-Cuadro clínico inicial. Se utilizaron como prueba de validación, la desviación Standard, y el método del error Standard, siendo estadísticamente significativos los valores: –1.96 a +1.96. Se calificaron los antecedentes mórbidos teniendo en cuenta los datos recogidos de los diagnósticos médicos previos y los tratamientos específicos que recibieron los pacientes antes de la hemorragia intracerebral, de modo que no hubiera duda sobre la patología precedente. Para evaluar los factores de riesgo de mortalidad relacionados al cuadro clínico, se admitió el diagnóstico de hipertensión arterial (sin distinguir entre hipertensión sistólica, diastólica, o sistólica/diastólica), cuando los pacientes tenían tal diagnóstico con anterioridad o cuando se encontraron promedios de presión arterial, sostenidos, por encima de 140/90 mmHg (18). La calificación de Hipertensión arterial severa, fue admitida cuando al inicio del ictus hemorrágico, la presión arterial estuvo por arriba de 180/110 mmHg. Los trastornos de conciencia fueron calificados como somnolencia ostensible, estupor y coma; excluyéndose la somnolencia leve y la desorientación sin disminución de la vigilia. El déficit motor, fue tipificado como leve (hemiparesia) y severo (hemiplejia). El término no precisado de tal debilidad, fue utilizado en los casos en que el grave estado clínico del paciente no permitió diferenciar el lado afectado mediante las maniobras semiológicas habituales. En lo referente al déficit del lenguaje se considero únicamente la afasia, correspondiendo el no precisado a situaciones en las que la condición clínica del paciente no permitió evaluar con exactitud la expresión verbal. Finalmente los casos considerados de crisis epilépticas correspondieron a aquellos que fueron observados desde el ingreso del paciente a emergencia. 85 MORTALIDAD EN HEMORRAGIA CEREBRAL RESULTADOS Los resultados se exponen en tres tablas, que muestran separadamente a los 35 (26.92%) pacientes fallecidos del total de 130 pacientes con hemorragia intracerebral incluidos en el estudio, teniendo en cuenta las variables ya mencionadas. TABLA 1 RIESGO DE MORTALIDAD EN LA HEMORRAGIA INTRACEREBRAL RELACIONADO A LA EDAD Y SEXO 130 PACIENTES Fallecidos No Fallecidos N° = 35 (26.92%) N° = 95 (73.08%) EDAD Máxima Mínima Media Desviac.Standard 93 22 61.60 14.97 Significancia 95 12 60.81 17.71 P > 0.06 SEXO Masculino (95) Femenino (35) 26 (27.37%) 9 (25.72%) 69 (72.63%) 26 (74.28%) Puede observarse que la media de la variable de la edad, es escasamente mayor en los fallecidos (61.60), en comparación a los no fallecidos (60.81), aunque tal diferencia carece de significación estadística.. Igualmente no se evidencia diferencia porcentual entre ambos grupos de pacientes en relación al sexo. 86 L. DEZA y C. SALINAS Se evaluaron seis variables, pudiendo apreciarse que ninguno de los antecedentes mórbidos considerados mostró significación estadística, como para ser considerado factor de riesgo de mortalidad entre los 130 pacientes del estudio, observándose sí un alto porcentaje de hipertensión arterial entre los pacientes con hemorragia intracerebral, tanto fallecidos como no fallecidos. TABLA 2 HEMORRAGIA INTRACEREBRAL: RIESGO DE MORTALIDAD SEGÚN ANTECEDENTE MORBIDO EN 130 PACIENTES Antecedentes Mórbidos Fallecidos Nº = 35 (%) No Fallecidos Nº = 95 (%) E.S.* SIGNIFIC. Diabetes Mellitus 6 (17.14) 8 (08.42) 1.03 NO Cardiopatía 5 (14.18) 3 (03.15) 1.70 NO Hipertensión Arterial 27 Tabaquismo 4 (11.76) 8 (08.33) 0.43 NO Alcoholismo 2 (05.88) 12 (12.50) -0.78 NO Coagulopatía 1 (02.94) 2 (02.08) 0.17 NO (77.14) 59 (62.10) 1.17 NO * Error Standard HNGAI - IPSS De los síntomas evaluados que figuran en la tabla Nº 3, sólo se encontró significación estadística como factores de mal pronóstico, asociados a la hemorragia cerebral aguda: la hipertensión arterial al inicio del ictus (HA), y la pérdida de conciencia, inicial, mayor de una hora. 87 MORTALIDAD EN HEMORRAGIA CEREBRAL TABLA 3 HEMORRAGIA INTRACEREBRAL: RIESGO DE MORTALIDAD SEGÚN CUADRO CLINICO EN 130 PACIENTES CUADRO CLINICO Fallecidos Nº = 35 (%) No Fallecidos Nº = 95 (%) E.S.* H.A. > 180/110 21 (60.0) 31 (32.63) 2.05 SI Déficit de Conciencia 32 (91.42) 44 (46.31) 3.86 SI Menor de 1 hora Mayor de 1 hora 6 26 (17.14) (74.28) 6 38 (06.31) (40.00) 1.37 2.52 NO SI Déficit Motor: Ausente Leve Moderado Severo No precisado 0 0 5 21 9 ----(14.28) (60.00) (25.72) 8 9 36 41 1 (08.42) (09.48) (37.89) (43.16) (01.05) -----1.87 1.24 --- ----NO NO --- Lado de Déficit: Derecho Izquierdo No precisado 13 13 9 (37.14) (37.14) (25.72) 49 37 1 (51.58) (38.95) (01.05) -1.86 -0.13 --- NO NO --- Déficit del Lenguaje: Si 5 No 6 No precisado 24 (14.28) (17.14) (68.58) 36 42 17 (37.89) (44.42) (17.89) -1.87 -2.06 --- NO NO --- Crisis Epilépticas: Si No (20.00) (80.00) 9 86 (09.48) (09.48) 1.18 -1.17 NO NO SIGNIFIC. Tiempo de Inconciencia: 7 28 HNGAI - IPSS 88 L. DEZA y C. SALINAS DISCUSIÓN Las Enfermedades Vasculares Cerebrales (EVC) son una de las tres mayores causas de mortalidad y morbilidad a nivel mundial, después de las cardiopatías y el cáncer, asimismo ocasionan, comúnmente, invalidez severa y consumen por muchos motivos gran parte de los recursos de salud. La incidencia y la prevalencia aproximada de la EVC en los países occidentales es entre 150 y 600 por cada 100,00 habitantes (9), señalándose cifras mayores en países orientales (12,15,19), en China incluso se los ha reportado como primera causa de muerte (9,10), siendo la hemorragia intracerebral aproximadamente un tercio de estas afecciones. La frecuencia de la EVC, en un estudio epidemiológico realizado en el Hospital Guillermo Almenara fue en general similar a lo reportado en estudios poblacionales e intrahospitalarios extranjeros. Sin embargo, como característica particular de la serie referida, debe destacarse la alta cifra porcentual de hemorragia intracerebral del orden del 26.9% que se encuentra notoriamente por encima del 10% señalado reiteradamente como promedio en publicaciones de varios países del hemisferio occidental, estando en cambio cerca al 22% reportado en trabajos del mismo tiempo provenientes de indagaciones hechas en países orientales. El alto porcentaje correspondiente al Servicio de Neurología es también aplicable a la totalidad del hospital, ya que el recuento de pacientes con EVC, fuera del Servicio, ha mostrado repetidamente valores similares. El riesgo de mortalidad en la hemorragia intracerebral, de acuerdo al estudios antes mencionados (5) es aproximadamente cuatro veces mayor que el del infarto isquémico, 37.5% contra 8.8%, cifras cercanas a las reportadas en Taiwán por Han Hwo Hu, de 30.7% y 8.4% para la hemorragia y el infarto cerebral respectivamente (10). Asimismo, se afirma que el riesgo de mortalidad es mayor en los 10 primeros días de ocurrida la hemorragia debido al desarrollo de hipertensión endocraneana aguda; lo que coincide con el presente estudio en el que 82.86% de los fallecimientos ocurrieron en dicho período. En la serie de 130 pacientes incluidos en nuestro estudio fallecieron 35 (26.92%) en los 30 días que siguieron al inicio de la hemorragia, con una supervivencia media de 6.8 días. Esta cifra de mortalidad es menor a la anteriormente mencionada (1989) de 37.5% en nuestro hospital (5), y menor aún a la reportada en 1955 por VOTO BERNALES 47.27% (24). Comparada con series extranjeras se observan variaciones porcentuales siempre superiores a nuestra cifra, así Han Hwa Hu (10) ha reportado 30.7 en Taiwán, HUANG CY (13) 30.6 en China, WARD (25) 31.6% en Australia, FIESCHI (8) 30% en Italia, BANFORD (1) 50% en Inglaterra, CHAMBERS (2) 57% en Canadá y GARCIA RUIZ (9) 41% de mortalidad por hemorragia intracerebral en España. A no dudarlo el porcentaje de 89 MORTALIDAD EN HEMORRAGIA CEREBRAL mortalidad hospitalaria es un indicador útil pero limitado. Para explicar las causas que pueden generar las diferencias anotadas son necesarios estudios más específicos tales como precisar la localización de la lesión, el tamaño de ésta, la invasión hacia los ventrículos cerebrales del sangrado, entre otros factores. En la tabla 1 puede verse que la edad en que ocurrió la hemorragia intracerebral (teniendo en cuenta la media), no es un factor de riesgo de mortalidad en forma independiente, tal hallazgo puede estar en relación al hecho que esta patología se produce como es sabido, con marcada concentración de frecuencia entre la 5 y 8 década de la vida, algo similar se observa también en este estudio, tanto para los fallecidos como para los no fallecidos (cifras porcentuales de 77.14 y 71.56), con cierta predominancia en la sexta década, que muestra un 37% para los primeros y un 23% para los últimos, lo cual no es estadísticamente significativo. Resultados similares han sido publicados por GARCIA RUIZ (9) y HOWARD (11), sin dar mayor explicación de la posible causa de estos hallazgos con sus reportes, contrastando con el estudio de CHAMBERS (2) quien hace una clara diferencia entre los factores de riesgo en los caso de infarto, donde se ha observado que la edad avanzada es un factor de riesgo de mortalidad, algo que no ocurre en la hemorragia. Tampoco el sexo de los pacientes muestra diferencia significativa como factor de riesgo de mortalidad en nuestro estudio. Contrariamente algunos reportes indican mayor mortalidad porcentual en varones (46%), en relación al sexo femenino (9,20) además de la idea extendida que las afecciones vasculares cerebrales tienen mayor prevalencia en el sexo masculino (1,10). De cualquier manera la importancia de factores de riesgo como la edad y el sexo es limitada para fines de prevención, ya que no son susceptibles de ser influenciados. Al investigar el probable rol de los antecedentes mórbidos tales como diabetes mellitus, cardiopatía, hipertensión arterial, tabaquismo, alcoholismo o coagulopatía expuestos en la tabla 2, no se encontró relación estadísticamente significativa para ninguno de ellos coincidiendo con las observaciones de CHAMBERS (2). Debe destacarse que de los 35 pacientes fallecidos, 27, es decir 77.14% de ellos eran hipertensos, y entre los no fallecidos la cifra de pacientes con hipertensión arterial fue de 59 correspondiendo al 62.10%. Tomando en cuenta el total de hipertensos serie de 130, encontramos que la cifra es de 86 es decir el 66.15%. Tan alto porcentaje corrobora el hecho conocido que este es el factor de riesgo más importante en la aparición de la hemorragia intracerebral, ya que la prevalencia de hipertensión arterial en la población general es sólo de 10 a 15% (7). Sobre este aspecto se menciona en el estudio de HOWARD (410 casos de hemorragia cerebral) que no se cuenta con información pronóstica definitiva en relación a hipertensión arterial o diabetes mellitus; y que la cardiopatía, de gran importancia en el infarto cerebral no es significativa para el pronóstico de mortalidad en la hemorragia (11). Finalmente, es conocido que muchos de los factores de riesgo considerados en relación a la presentación del cuadro vascular cerebral, especialmente en el caso de la hemorragia, no muestran influencia en la mortalidad una vez producido este. 90 L. DEZA y C. SALINAS En relación a diabetes mellitus (DM), el número de pacientes con esta patología es pequeño, 14, constituyendo 10.76% del total de pacientes estudiados y no existe diferencia significativa entre los fallecidos y los no fallecidos, sin embargo, este resultado no es concluyente, considerando el escaso número de enfermos de la muestra. Encontramos en este aspecto, nuevamente similitud con los estudios en Japón y China, donde no existe evidencia que la diabetes mellitus sea un factor de riesgo tanto de presentación como de mortalidad para el infarto ni la hemorragia cerebral. Al contrario de los estudios reportados para los Estados Unidos y Europa, que muestran evidencia sustancial que la DM. es un factor de riesgo. En el estudio de CHAMBERS en Canada (2), la evidencia de que así sea, no es concluyente en relación a la hemorragia. Tampoco existe evidencia que controlando la diabetes disminuya la incidencia de E.V.C., pero no hay duda que el control de la hiperglicemia puede disminuir la severidad de daño cerebral durante el período agudo de estas afecciones, y consecuentemente mejorar el pronóstico de morbilidad y supervivencia (20). Para el antecedente Cardiopatía, la muestra del presente trabajo, es también pequeña constituyendo sólo el 6% de los pacientes incluidos en el estudio, lo cual no permite sacar conclusiones satisfactorias. Como ya se mencionó HOWARD (11) no encuentra significativo el pronóstico de la mortalidad por hemorragia, en asociación a las cardiopatías. Igualmente, con excepción de resultados no concluyentes de Japón y Oceanía, existen pocos estudios sobre la enfermedad cardiaca per se, como factor de riesgo de hemorragia intracerebral (20). El tabaquismo es importante como factor de riesgo de infarto y hay evidencia que el dejar de fumar lo excluye como tal, pero su rol en la hemorragia es incierto, más aún como factor de riesgo de mortalidad. En relación al alcohol, existe evidencia sugestiva de que un episodio de intoxicación alcohólica o el alcoholismo crónico, son factores de riesgo de presentación de infarto y quizás de hemorragia pero tampoco existe información concluyente sobre su intervención como riesgo de mortalidad (19). En nuestro estudio los porcentajes para tabaquismo y alcoholismo son pequeños y no muestran significación estadística válida, comparativamente con los hallazgos a nivel mundial. Los trastornos de coagulación son el resultado de afecciones genéticamente determinadas o de enfermedades hematológicas adquiridas y constituyen evidentemente definidos factores de riesgo de sangrado a cualquier nivel, más aún considerando su frecuente asociación a disfunción hepática. Sin embargo, la posibilidad de ser manejados médicamente hace que su papel en el pronóstico de mortalidad en forma individual no esté muy bien aclarado. En nuestro estudio, esta patología se encuentra en el 2.3% de pacientes (afectados de hemofilia y enfermedad de Von Willenbrand); esta cifra muy pequeña y desde luego sin significación estadística. 91 MORTALIDAD EN HEMORRAGIA CEREBRAL Evaluando el riesgo de mortalidad, según el cuadro clínico inicial con que se internaron los pacientes, puede notarse en la tabla 3, que fueron tres los factores (estadísticamente significativos) definidamente asociados a mayor riesgo de muerte: 1. Hipertensión arterial severa al inicio del ictus, mayor a180/110mmHg 2.Inicio con súbita pérdida de conciencia 3.Prolongación de la inconsciencia inicial por más de una hora. En relación al primer factor, es evidente que la Hipertensión sostenida puede aumentar el sangrado y por ende la magnitud de su efecto de masa, con el consecuente aumento de la hipertensión endocraneana. Por otro lado la presencia y persistencia de la hipertensión arterial, puede ser una respuesta refleja a la hipertensión endocraneana aguda, tratando de mantener una adecuada perfusión cerebral (reflejo de Cushing), ambos hechos pueden influenciar la evolución del cuadro clínico, siendo considerados significativos en el presente estudio como factor de riesgo de mortalidad, a esta conclusión llegó también GARCIA RUIZ (9), quien encontró que la presencia de hipertensión arterial sistólica asociada al ictus, empeoraba el pronóstico de mortalidad, pero contrariamente, FIESCHI (8) no encontró tal relación. La importancia del trastorno de conciencia, como factor de predicción de mal pronóstico en hemorragia intracerebral, es la conclusión más constante e importante en múltiples publicaciones. Es claro que existe una relación directa entre el estado de conciencia y la magnitud del sangrado, que determina un aumento agudo y severo de presión intracraneal traduciéndose en la pérdida de la conciencia cuya duración es también significativa por las mismas razones, influyendo además en este aspecto la localización de la hemorragia. Para CHAMBERS (2) sólo el estado de conciencia y la edad, afectaron la supervivencia en un estudio de 91 casos de hemorragia cerebral. En el estudio más amplio ya mencionado de HOWARD, únicamente el trastorno de conciencia se considera significativo. Debe mencionarse, que varios estudios dan crédito como pronóstico significativo, al grado del déficit motor, lo cual es perfectamente explicable, ya que éste depende principalmente de la magnitud de la lesión, además de su localización, aunque esto no ocurre necesariamente en la hemorragia y si cuando se trata de infarto cerebral, como ha sido hallado en la citada publicación de CHAMBERS. Aunque, nosotros hemos encontrado que el déficit motor severo es mayor entre los fallecidos, estas cifras no tienen significación estadística como factor de riesgo de mortalidad. 92 L. DEZA y C. SALINAS La presencia de crisis epilépticas en el período inicial de la hemorragia cerebral tampoco es significativa, lo que coincide con la publicación de DEZA et .al.(4) en nuestro hospital, que señala la ausencia de valor de las crisis epilépticas, para predecir la mortalidad de los pacientes que las sufren, durante el período agudo de la EVC. El corolario del presente estudio sobre la evaluación del riesgo de mortalidad en el período agudo de la hemorragia intracerebral, a través del conocimiento de los factores actuantes se resume de la siguiente manera: 1. El riesgo de mortalidad en la hemorragia intracerebral es tres veces mayor que el infarto cerebral (26.92% contra 8.8%). 2. El riesgo de mortalidad en la hemorragia es mayor en los primeros 10 días, con una media de supervivencia de 6.8 días. 3. El riesgo de mortalidad es significativamente alto cuando hay pérdida de conciencia inicial y se prolonga por más de una hora. 4. La presencia de hipertensión arterial elevada (mayor a 180/110 mmHg), encontrada al inicio del ictus es significativa como factor de riesgo de mortalidad en el período agudo de la hemorragia intracerebral 93 MORTALIDAD EN HEMORRAGIA CEREBRAL BIBLIOGRAFIA 1. BANFORD, J. et. al. (1990): “ A prospective study of acute cerebro vascular disease in the community : The Oxfordshire Community Stoke project 1981, 1986” Neurol Neurosurg psychiatry (England) 53: 16-52.2. CHAMBERS, B.R. et. al, (1987) : « Prognosis of acute stroke”. Neurology 37: 221-225.- 3. CHUNGCHUNG, CH. & CHIEN JEN CHE (1993): “Secular Trend of Mortality from Cerebral Infarction an Cerebral hemorrhage in Taiwan 1974 y 1978”. Stroke 24: 212-218.- 4. 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Rev. Médica del Hospital Obrero 1: 27-78.- 25. WARD, G. (1988): “Incidence and Outcome of Cerebrovascular Disease in Perth. Western Australia”. Stroke 19: 1501-1506. 94 “HIPERTENSIÓN ARTERIAL COMO CAUSA DE ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES” Por LUIS DEZA Y RAQUEL ALDAVE VERSIÓN ORIGINAL DEL ARTÍCULO PUBLICADO EN: HIPERTENSIÓN. REVISTA DE LA SOCIEDAD PERUANA DE HIPERTENSIÓN ARTERIAL. VOLUMEN 3: 20-26, 1997 95 LA HIPERTENSION ARTERIAL COMO CAUSA DE ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES Por LUIS DEZA B.* y RAQUEL ALDAVE** La hipertensión arterial es el más significativo factor de riesgo individual en la generación de las enfermedades vasculares cerebrales (EVC), tanto isquémico como hemorrágico. Asimismo, es el factor de riesgo más frecuentemente encontrado en asociación con la recurrencia de las enfermedades vasculares cerebrales. El efecto de las enfermedades vasculares cerebrales a nivel social es devastador, tanto por la alta mortalidad que provocan como por las graves consecuencias de discapacidad funcional cerebral secundaria y desde luego por el alto costo de “capital humano” que representan (sumando el gasto de la terapia y lo que deja de producir la persona incapacitada). De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud, citados por Donna C. Bergen en la revista Neurology, volumen 47: 21-15, 1996, las enfermedades vasculares cerebrales ocupan en los países “en vías de desarrollo” el primer lugar como causa de discapacidad y mortalidad entre las personas que pasan los 60 años de edad y aún antes en las mujeres. Lamentablemente en el Perú, las mas importantes instituciones “prestadoras de salud” pública, aparentemente no perciben el problema en su verdadera gravedad. Esta publicación tiene la intención de llamar atención sobre el tema, utilizando la información directa que hemos venido logrando, durante los últimos 10 años de trabajo en el Hospital Guillermo Almenara Irigoyen, del Instituto Peruano de Seguridad Social. EVC ISQUÉMICA Y FACTORES DE RIESGO En la Tabla 1 se muestra el resultado de la indagación realizada en 482 pacientes. Las cifras totales expresan claramente el enorme peso que tiene la hipertensión arterial, sin omisión de su efecto deletéreo, ya se trate de hipertensión sistólica, diastólica o sistólica/diastólica. _______________ * ** Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara IPSS. Profesor Principal de Neurología UNMSM Médico de Servicio 96 Hipertensión – Volumen III, Número 1, Abril-Mayo 1997 No obstante, tiene mucho más valor clínico conocer cada factor de riesgo implicado en la fisiopatogenia que conduce a los llamados subtipos de EVC por isquemia (4). El diagnóstico preciso del subtipo de EVC en el paciente afectado, permite anticiparse y pronosticar el riesgo de morbilidad y mortalidad de cada caso. Adicionalmente, tal catalogación, brinda la oportunidad de estudiar los posibles factores de riesgo específicos en la ocurrencia del trastorno, con lo cual se optimiza el tratamiento inmediato y se toman las acciones de control a largo plazo, para evitar la recurrencia de la EVC. En la Tabla 2 se muestra el número y porcentaje que corresponde a las cuatro formas de EVC isquémica. El signo de interrogación puesto en la ateroesclerosis de grandes arterias extracraneales, ha sido colocado para recordar que entre los pacientes estudiados por nosotros, a diferencia de algunas publicaciones extranjeras, rara vez se presenta la isquemia cerebral transitoria del territorio carotídeo. Sabemos que en la mayoría de pacientes (80%) con isquemia cerebral transitoria del territorio carotídeo, los episodios se deben a desprendimiento arteria arterial de émbolos plaquetarios, asentados en las placas de ateromas, en tales grandes vasos del cuello. Factores de riesgo en la EVC isquémica por afectación de arterias grandes El mecanismo fisiopatogénico en este tipo de EVC es la formación de placas ateromatosas en los vasos cerebrales extracraneales e intracraneales. A partir de tales placas pueden desprenderse émbolos arteria arterial que provocan isquemia por oclusión distal. En adición hay otro mecanismo, que desafortunadamente es más frecuente, el cual provoca isquemia al diminuir el flujo sanguíneo cerebral, por la presencia de placas aterotrombóticas que estenosan u ocluyen la luz del vaso, sea por crecimiento progresivo del trombo o por expansión abrupta de EVC isquémica no sólo es el más frecuente como se ve en la Tabla 2 sino que es, además, el que causa la mayor mortalidad asociada al infarto cerebral. En la Tabla 3 se puede apreciar el neto predominio de la hipertensión arterial como factor riesgo individualizado en este grupo de pacientes. Factores de riesgo en la EVC isquémica por afectación de arterias pequeñas En este subtipo de EVC isquémica el mecanismo fisiopatogénico subyacente afecta de modo preponderante a las arterias pequeñas y arteriola “penetrantes” al cerebro, las caules parten desde los vasos del polígono de Willis o desde la red vascular superficial del encéfalo. El daño a estas arterias consiste casi siempre en la degeneración hialina de su capa íntima. Como resultado, las paredes se engruesan y pueden llegar a estrechar (estenosis) y ocluir la luz del vaso, generando isquemia de la zona irrigada por dicho vaso sangíneo. Tales cambios degenerativos son descritos histológicamente con el nombre de lipohialinosis. 97 Deza y Aldave – La HTA como causa de enfermedades vasculares cerebrales Por excepción, las pequeñas arterias penetrantes pueden contener microtrombos ateromatosos y también émbolos, provenientes de arterias más grandes o del corazón. Desde que los pequeños vasos son terminales e irrigan específicamente sectores cerebrales independientes, el infarto resultante de su oclusión o estenosis severa es también de poco tamaño. Tales infartos se conocen con el nombre de lacunares y por consenso se admite que deben merecer tal nombre los infartos cerebrales cuyo diámetro mayor mide de 1 a 15 mm. El cuadro clínico resultante es muy característico y se denomina síndrome lacunar. Al parecer los vasos más afectados por lipohialinosis son las pequeñas ramas penetrantes, desprendidas de la arteria coroidea anterior y la cerebral media, las que luego de avanzar por el “espacio perforado anterior” irrigan las zonas centrales del cerebro, abarcando cápsula interna, tálamo y ganglios básales. El síndrome lacunar más frecuente es de tipo motor puro, por afectación de la cápsula interna. La mortalidad asociada a los infartos lacunares es casi inexistente, pero en cambio, por afectarse zonas críticas cerebrales, causan severa discapacidad funcional y cuando se repitan otros infartos del mismo tipo, puede aparecer en el paciente, la denominada demencia vascular y otros síndromes neurológicos muy incapacitantes. En la Tabla 4 se aprecia cómo la hipertensión arterial ocupa también el primer lugar entre los factores de riesgo asociados al desarrollo de infartos lacunares, en la serie de 76 pacientes incluidos con tal diagnóstico en este estudio. Factores de riesgo en la ECV isquémica por cardioembolismo El cardioembolismo es una importante causa de EVC isquémica. En la Tabla 1 se observa que tal mecanismo fisiopatológico estuvo presente en el 11.20% de pacientes incluidos en nuestra indagación En comparación con datos aportados por investigaciones realizadas en países industrializados, la cifra porcentual mostrada en la tabla es significativamente menor, alrededor del 20% a los valores en tales publicaciones. Creemos que tal diferencia puede ser un sesgo secundario a la insuficiencia de estudios cardiológicos. En realidad, profesionalmente y técnicamente los cardiólogos de nuestro hospital pueden llegar a indagaciones de mayor profundidad diagnóstica. El problema radica en que nos hemos logrado todavía coordinar nuestros esfuerzos para trabajar mejor como equipo asistencial. La mortalidad por cardioembolismo es intermedia entre aquella asociada a la ateroesclerosis de grandes arterias y la lipohialinosis de pequeños vasos. En la Tabla 5 se aprecia que aún en el cardioembolismo, la hipertensión arterial es un temible factor de riesgo. Desde luego que en este subtipo de EVC isquémica, la fibrilación auricular ocupa largamente el primer lugar. 98 Hipertensión – Volumen III, Número 1, Abril-Mayo 1997 FACTORES DE RIESGO EN LA HEMORRAGIA CEREBRAL En una publicación anterior(1) hemos enfatizado que el porcentaje de hemorragias intracerebrales, entre los pacientes atendidos por nosotros, es mayor que el corrientemente referido en estudios realizados de países industrializados de occidente(5). Así en la Tabla 6, que exhibe el número y porcentaje de EVC encontrados entre 1,003 pacientes atendidos en el Servicio de Neurología del Hospital Almenara, puede notarse que la hemorragia intracerebral estuvo presente en 245 pacientes, equivalente al 24.5% del total de tales afecciones. Este porcentaje duplica al publicado en los países occidentales ya mencionados. La confirmación definitiva de tal diferencia requiere estudios multicéntricos a nivel nacional.. La Tabla 7 ratifica a la hipertensión arterial como principal factor de riesgo en el desarrollo de las EVCs, en este caso la hemorragia intracerebral. Aunque carecemos de datos propios y aún la literatura sobre el tema es escasa, es evidente que la hipertensión arterial ocupa largamente el primer lugar entre los factores de riesgo asociados a la ocurrencia y también a la recurrencia de hemorragia intracerebral. Lo mismo es aplicable al riesgo de recurrencia de la EVC isquémica. Recordemos que en cifra aproximada, el riesgo total de recurrencia de las EVCs, es de 30% (5). El mecanismo fisiopatogénico que condiciona el sangrado en la hemorragia intracerebral asociada a la hipertensión arterial es solo especulativo, ya que carece de pruebas categóricas. Se admite no obstante, que tal mecanismo podría ser la formación de microaneurismas en los vasos que penetran al cerebro. El mayor número de sangrado intracerebral ocurre en la región putámino-capsular, irrigada por las arterias “perforantes” lenticuloestriadas, en las cuales desde el siglo pasado se ha observado la presencia de los microaneurismas aludidos. Lo que resulta interesante, como motivo de investigación futura es descubrir la causa por la cual, siendo la hipertensión arterial un factor de riesgo uniforme y sin mayor diferencia entre la EVC isquémica y la hemorrágica, sin embargo algunos pacientes desarrollan isquemia cerebral, en tanto que otros son afectados por hemorragia intracerebral. La respuesta tiene que estar relacionada a la participación de otros factores de riesgo, cuya asociación a la hipertensión arterial, finalmente, determinará la tendencia a desarrollar uno u otro tipo de EVC. Esto es válido tanto en la aparición de la EVC como cuando se producen recurrencias, casi siempre de tipo similar al cuadro precedente. En la Tabla 8 se muestra esquemáticamente, la cantidad y el porcentaje de enfermos con hipertensión arterial, encontrados en las diferentes formas clínicas de la EVC, entre los 644 pacientes incluidos en esta investigación. 99 Deza y Aldave – La HTA como causa de enfermedades vasculares cerebrales Emergencias cerebrales hipertensivas y enfermedades vasculares Se habla de emergencia hipertensiva cuando la presión arterial de una persona se eleva agudamente y amenaza con provocar, o de hecho ya produjo, daño en los conocidos “órganos blanco” de la hipertensión y aun la muerte del paciente. Por consiguiente, la acción médica inmediata debe dirigirse a bajar la presión a niveles seguros para el organismo, utilizándose por razones obvias casi siempre la vía parenteral. Las emergencias hipertensivas que con mayor frecuencia se asocian a las enfermedades vasculares son: 1. Encefalopatía hipertensiva (de cualquier causa, incluyendo eclampsia) 2. Hemorragia intracerebral y 3. Hemorragia subaracnoidea. La hipertensión arterial aguda en estas afecciones, es causada cuando menos por dos mecanismos: el aumento brusco de la presión intracraneal y la sobre actividad simpática secundaria al brusco e intenso dolor de cabeza. La encefalopatía hipertensiva se caracteriza por cefalea, confusión, molestias gastrointestinales, además de edema de papila, convulsiones y coma. En animales de laboratorio se ha demostrado que cuando la presión arterial se eleva por encima de 240/150 mmHg, las arteriolas cerebrales pierden su capacidad normal de autorregulación mecánica y los vasos que minutos antes se encontraban fuertemente contraídos, se dilatan súbitamente para contrarrestar la hipertensión arterial inducida experimentalmente. Como consecuencia, se produce hiperperfusión cerebral y daño arterial secundario. Luego ocurre acumulación de fluido edematoso en los espacios perivasculares y edema cerebral difuso que explica el cuadro clínico de la encefalopatía hipertensiva. Algo similar ocurre en los seres humanos, aunque muchas veces las manifestaciones clínicas de la encefalopatía se dan con valores de presión arterial de 170/110mmHg y aún menores (6). Al momento que ocurre la hemorragia cerebral o la hemorragia subaracnoidea, la presión arterial se eleva por encima del valor promedio precedente, pero tal aumento es transitorio y declina espontáneamente en 72 horas. Por tal motivo se recomienda reservar el uso de hipotensores únicamente a los casos en los cuales la presión arterial es de grado severo, esto es mayor de 220/120mmHg. Sin embargo en una investigación nuestra, acerca de las causas de la mortalidad durante el período agudo de la hemorragia intracerebral (7), hemos encontrado que la mortalidad es más frecuente entre los pacientes cuya presión arterial al inicio del ictus es mayor de 180/110mmHg. 100 Hipertensión – Volumen III, Número 1, Abril-Mayo 1997 TABLA Nº 1 EVC ISQUEMICA Y FACTORES DE RIESGO Nº: 482 (Edades 31 a 95 años) HIPERTENSIÓN ARTERIAL DISLIPIDEMIAS TABAQUISMO DIABETES MELLITUS FEBRILACION AURICULAR ALCOHOLISMO VALVULOPATIAS PRÓTESIS VALVULAR ENF. TEJIDO CONECTIVO NO DETECTADOS 329 81 80 74 56 48 23 11 4 77 68.26% 16.80% 16.80% 15.35% 11.62% 9.96% 4.77% 2.28% 0.83% 15.98% TABLA Nº 2 SUB TIPOS DE EVC ISQUEMICA Nº 482 1.- ATEROESCLEROSIS DE ARTERIAS GRANDES - VASOS EXTRACRANEALES (?) VASOS INTRACRANEALES 334/482 (69.29%) 2.- CARDIOEMBOLISMO 54/482 (11.20%) 3.- ENFERMEDAD DE ARTERIAS PEQUEÑAS (LAGUNAS) 76/482 (15.77%) 4.- OTRAS CAUSAS 18/482 (3.73%) 101 TABLA Nº 3 FACTORES DE RIESGO EN LA EVC ISQUEMICA DE ARTERIAS GRANDES Nº 334 HIPERTENSIÓN ARTERIAL TABAQUISMO DISLIPIDEMIAS DIABETES MELLITUS ALCOHOLISMO FEBRILACION AURICULAR VASVULOPATIAS ENF. TEJIDO CONECTIVO PRÓTESIS VALVULAR NO DETECTADOS 236 67 63 61 36 5 4 2 0 59 70.66% 20.06% 18.86% 18.26% 10.78% 1.50% 1.20% 0.60% 17.67% TABLA Nº 4 FACTORES DE RIESGO EN LA EVC ISQUEMICA DE ARTERIAS PEQUEÑAS (LAGUNAS) Nº: 76 HIPERTENSIÓN ARTERIAL DISLIPIDEMIAS DIABETES MELLITUS TABAQUISMO ALCOHOLISMO ENF. TEJIDO CONECTIVO FEBRILACION AURICULAR VASVULOPATIAS PRÓTESIS VALVULAR NO DETECTADOS 45 15 13 10 9 2 3 0 0 18 102 59.21% 19.74% 17.11% 13.16% 11.84% 2.63% 3.95% 23.68% TABLA Nº 5 FACTORES DE RIESGO EN LA EVC ISQUEMICA POR CARDIOEMBOLISMO Nº: 54 FEBRILACION AURICULAR HIPERTENSIÓN ARTERIAL VASVULOPATIAS PRÓTESIS VALVULAR TABAQUISMO ALCOHOLISMO DISLIPIDEMIAS ENF. TEJIDO CONECTIVO NO DETECTADOS 48 22 19 11 3 3 3 0 0 88.89% 40.74% 35.19% 20.38% 5.55% 5.55% 5.55% - TABLA Nº 6 HOSPITAL NACIONAL GUILLERMO ALMENARA IRIGOYEN SERVICIO DE NEUROLOGÍA ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES (EVC) (Enero 1987 – Agosto 1995) TOTAL DE HOSPITALIZACIONES HOSPITALIZACIONES POR ECV ECV ISQUEMICA ECV HEMORRAGIA IC MORTALIDAD POR ECV ISQUEMICA MORTALIDAD POR HEMORRAGIA INTRACEREBRAL 103 2747 1003/2747 758/1003 245/1003 45/758 57/245 100.00% 36.5% 75.5% 24.5% 05. 9% 23.2% Hipertensión – Volumen III, Número 1, Abril-Mayo 1997 TABLA Nº 7 HEMORRAGIA INTRACEREBRAL Y FACTORES DE RIESGO Nº: 162 (Edades 12 - 95 años) HIPERTENSIÓN ARTERIAL DIABETES MELLITUS ALCOHOLISMO TABAQUISMO CARDIOPATIAS COAGULOPATIAS OTROS 110 17 14 13 9 3 6 67.91% 10.50% 8.64% 8.02% 5.55% 1.86% 3.70% TABLA Nº 8 PACIENTES CON HIPERTENSIÓN ARTERIAL EN EVC Estudio en 644 pacientes 1.-EVC ISQUEMICA A.-ATEROESCLEROSIS DE GRANDES ARTERIAS 329/482 (68.26%) 236/334 (70.66%) B.-ENFERMEDAD DE ARTERIAS PEQUEÑAS (LAGUNAS) 45/76 (59.21%) C.- CARDIOEMBOLISMO 22/54 (40.74%) 110/162 (67.91%) 2.- HEMORRAGIA INTRACEREBRAL Drs.: L. Deza, R. Aldave, A. Rodríguez 104 Deza y Aldave – La HTA como causa de enfermedades vasculares cerebrales Urgencias hipertensivas y enfermedades vasculares cerebrales Se califica como urgencia hipertensiva a las situaciones clínicas en las cuales el rápido aumento de la presión arterial, requiere atención inmediata, aunque no reviste los caracteres graves de las emergencias hipertensivas, necesitándose habitualmente por tal motivo terapias hipotensoras orales en la mayoría de los casos, sin excluir, en algunos casos, los tratamientos parenterales. En ambas acciones lo que se espera es reducir, en varias horas, la hipertensión arterial del momento. La urgencia hipertensiva, que se encuentra con alta frecuencia, es aquella relacionada al período agudo de los infartos cerebrales aterotrombóticos, de tamaño moderado y grande. En estos casos, durante las primeras 72 horas de ocurrido el problema,se recomienda reducir la presión únicamente cuando llega a sobrepasar cifras de 220/120mmHg. Se exceptúa esta actitud cuando coexiste en asociación a la isquemia cerebral, otros estados patológicos que demandan una rápida disminución de cualquier grado de hipertensión arterial, tales como infarto cardíaco reciente o las disecciones arteriales. Pero fuera de estas situaciones especiales, la recomendación mencionada es justificada, para evitar que la disminución innecesaria de la presión arterial elevada (que tiende naturalmente a declinar usualmente después del tercer día), pueda ocasionar hipo perfusión cerebral y el agravamiento consecutivo de la zona infartada (8). RESUMEN El estudio realizado en diferentes países revela que la hipertensión arterial es el mayor factor de riesgo asociado a la generación de enfermedades vasculares cerebrales (EVC). La investigación presentada es este trabajo muestra hallazgos similares. Así, de los 644 pacientes que forman nuestra casuística, 482 tuvieron isquemia cerebral, estando presente la hipertensión arterial en 68.26% de los afectados. Asimismo, entre los subtipos de EVC, la hipertensión como primer factor de riesgo fue detectada en 70.26% de los casos secundarios a ateroesclerosis de arterias grandes, en 59.21 % de los pacientes con enfermedad de arterias cerebrales pequeñas y en el 40.70% de aquellos con émbolos del corazón. La otra gran patología vascular cerebral, esto es la hemorragia intracerebral, fue estudiada en 162 pacientes, siendo igualmente notoria la hipertensión arterial como principal factor de riesgo, encontrándose en 67.91% de tales pacientes. Adicionalmente, en este trabajo hemos incluido una discusión acerca de las emergencias y urgencias hipertensivas asociadas al período agudo de las enfermedades vasculares cerebrales. Para terminar, reiteramos la necesidad de realizar estudios multicéntricos con el objeto de conocer exactamente la historia natural de las enfermedades vasculares cerebrales en nuestro país. 105 Hipertensión – Volumen III, Número 1, Abril-Mayo 1997 BIBLIOGRAFÍA 1.- Deza L. y col. Descripción epidemiológica intrahospitalaria de desórdenes vasculares cerebrales, Rev. Neuropsiquiatría 1990, 53: 50-57. 2.- Carmona J. y col. Riesgo de mortalidad en el período agudo de los desórdenes isquémicos, Rev. del Cuerpo Médico del Hospital G. Almenara 1990, 13-72. 3.- Deza L y col. Riesgo de mortalidad en el período agudo de la hemorragia intracerebral, Rev. Neuropsiquiatría 1993, 56: 25-32. 4.- Adams H.P. et al. Classification of subtypes of acute ischemic stroke. Stroke, 1993, 24: 35-41. 5.. 6.- Sacco R. N. Risk factors and outcomes for ischemic stroke Neurology 1995, 45 (suppl): 10-14 7.- Deza L y col. Evaluación de la mortalidad asociada a la hemorragia intracerebral. Aceptada para su publicación en Rev. Neuro-psiquiatría, 1997 . 8.- vasculares cerebrales Kaplan Norman M. Treatment of Hypertensive Emengencies and Urgencies. Heart Disease and Stroke 1992, 1: 373-378. National Stroke Association Stroke the first six hours, Stroke Clinical Updates 1993, 4: 3-11. 106 “HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES” - Por : ESTUDIO EN 644 PACIENTES - LUIS DEZA, RAQUEL ALDAVE Y ARMANDO RODRIGUEZ TEXTO DEL ARTÍCULO ORIGINAL PUBLICADO EN: DIAGNÓSTICO, 36: 33-37, 1997 107 DIAGNOSTICO Vol.36 N° 1 Enero Febrero 97 * HA y enfermedades vasculares y cerebrales * Dr.Deza, L y col. ____________________________________________________________________________________ HIPERTENSION ARTERIAL Y ENFERMEDADES VASCULARES Y CEREBRALES ESTUDIO EN 644 PACIENTES El estudio realizado en diferentes países revela que la hipertensión arterial es el mayor factor de riesgo asociado a la generación de enfermedades vasculares cerebrales (EVC). La investigación presentada en este trabajo muestra hallazgos similares. Así de los 644 pacientes que forman nuestra casuística, 482 tuvieron isquemia cerebral, estando presente la hipertensión arterial en 68.26% de los afectados. Asimismo, entre los subtipos de EVC, la hipertensión como predominante factor de riesgo, fue detectada en 70.66% de los casos secundarios a ateroesclerosis de arterias cerebrales grandes, en 59.21% de los pacientes con enfermedad de arterias cerebrales pequeñas, arterioloesclerosis y en el 40.70% de aquellos afectados por émbolos cardíacos. La otra gran patología vascular cerebral, esto es la hemorragia intracerebral fue estudiada de 162 pacientes, siendo igualmente notoria la hipertensión arterial como principal factor de riesgo, encontrándose en 67.91% de tales enfermos. Finalmente, remarcamos la urgente necesidad de realizar en nuestro país, estudios coordinados, en muchos hospitales, con el objeto de tener información global y mas exacta, acerca de la incidencia y prevalencia de las EVCs en el Perú, además de conocer en detalle su historia natural. _____________________________________________________________________ (*) Doctores: Luis Deza, (**) Raquel Aldave y (***) Armando Rodríguez Desde 1987, estamos realizando los estudios sistemáticos y prospectivos, de los pacientes con enfermedades vasculares cerebrales hospitalizados en el servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara del IPSS. Lo concerniente, al material y método de trabajo, incluyendo las definiciones adoptadas, están pormenorizados en varias publicaciones anteriores (1,2,3). En la presente búsqueda, hemos tomado de nuestra base de datos, la información acerca de la participación de la hipertensión arterial como factor de riesgo en el desarrollo de las enfermedades vasculares cerebrales (EVC). Es bien conocido que la hipertensión arterial es el factor de riesgo, individual, más frecuente en la aparición tanto de la EVC isquémica como de la hemorrágica. Advertimos de antemano que la hipertensión arterial es igualmente el principal factor de riesgo de otras formas de EVC, no consideradas en el presente artículo por carecer nuestro servicio de datos investigados directamente por nosotros. Hablamos de la isquemia cerebral transitoria (muy rara entre nuestros pacientes con EVC), de la hemorragia subaracnoidea, cuya atención, salvo excepciones, requiere control y terapia específica en neurocirugía y asimismo la encefalopatía hipertensiva, cuya presentación, lamentablemente frecuente, rara vez tiene al neurólogo como médico tratante. ____________________________________________________________________________________ (*) Profesor principal de Neurología en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Guillermo almenara (**) Médico del Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenaran (***) Médico Neurólogo del Hospital IPSS Chimbote. 108 DIAGNOSTICO Vol.36 N° 1 Enero Febrero 97 * HA y enfermedades vasculares y cerebrales * Dr.Deza, L y col. ____________________________________________________________________________________ EVC ISQUEMICA Y FACTORES DE RIESGO En la Tabla 1 se muestra el resultado de la indagación realizada en 482 pacientes. Las cifras totales expresan claramente el enorme peso que tiene la hipertensión arterial, sin diferencia en su efecto deletéreo, ya se trate de hipertensión sistólica, diastólica o ambas. Consideramos, como se verá luego, que el diagnóstico de los subtipos de EVC isquémica, cuyo sustento es la disímil fisiopatogenia, característica, en cada uno de ellos, es de gran utilidad clínica (4). La precisa identificación del subtipo que ha afectado a determinado paciente, casi siempre, permite pronosticar con bastante aproximación, las consecuencias del ictus, en lo concerniente al riesgo de morbilidad y mortalidad que puede resultar. Adicionalmente, tal calificación brinda la posibilidad de estudiar los posibles factores de riesgo específico por cada subtipo, con lo cual se ajusta el tratamiento inmediato y luego constituye la base para evitar a largo plazo, la posible recurrencia del ictus. TABLA 1. EVC ISQUEMICA Y FACTORES DE RIESGO N: 482 (EDADES: 31 A 95 AÑOS) Hipertensión arterial Dislipidemias Tabaquismo Diabetes mellitus Fibrilación auricular Alcoholismo Valvulopatías Prótesis valvular Enf. Del tejido conectivo No detectados 329 81 80 74 56 48 23 11 4 77 68.26% 16.80% 16.60% 15.35% 11.62% 9.96% 4.77% 2.28% 0.83% 15.98% En la Tabla 2 se muestra el número y porcentaje, correspondiente a los cuatro grupos o subtipos de EVC isquémica. El signo de interrogación puesto en la aterosclerosis de grandes arterias extracraneales, recuerda la escasa cantidad de pacientes con ataques de isquemia cerebral transitoria en nuestra lista de pacientes, lo cual hace pensar que asimismo, son raras las placas de ateromas en las arterias del cuello, en comparación a las elevadas cifras que se dan en los estudios realizados, entre las personas que viven en países de gran desarrollo económico. Sabemos que en la mayoría de pacientes (80%), con isquemia cerebral transitoria del territorio carotídeo, tales episodios, son causados por el desprendimiento, arterioarterial, de émbolos mayormente plaquetarios, desde las placas ateromatosas, de los grandes vasos arteriales del cuello. 109 DIAGNOSTICO Vol.36 N° 1 Enero Febrero 97 * HA y enfermedades vasculares y cerebrales * Dr.Deza, L y col. ____________________________________________________________________________________ TABLA 2. SUBTIPOS DE EVC ISQUEMICA N: 482 1. Ateroesclerosis de arterias grandes Vasos extracraneales (?) Vasos intracraneales 334/482 2. Cardioembolismo 54/482 (69.29%) (11.20%) 3. Enfermedad de arterias Pequeñas (lagunas) 76/482 (15.77%) 4. 18/482 (3.73%) Otras causas TABLA 3. FACTORES DE RIESGO EN LA EVC ISQUEMICA DE ARTERIAS GRANDES. N: 334 Hipertensión Arterial Tabaquismo Dislipidemias Diabetes mellitus Alcoholismo Fibrilación auricular Valvulopatías Enf. tejido conectivo No detectado 236 67 63 61 36 5 4 2 59 70.66% 20.06% 18.86% 18.26% 10.78% 1.50% 1.20% 0.60% 17.67% FACTORES DE RIESGO EN LA EVC ISQUEMICA POR AFECTACIÓN DE LAS GRANDES ARTERIAS CEREBRALES. ATEROESCLEROSIS, El mecanismo fisiopatogénico en este tipo de EVC, es la formación de trombos, en el endotelio de las arterias cerebrales grandes, ya sea extracraneales o intracraneales. Tales trombos o ateromas están constituidos por placas de grasa mezclada con elementos sanguíneos, pudiendo provocar isquemia cerebral por cualquiera de los dos siguientes mecanismos: Uno es el desprendimiento de émbolos desde el ateroma, los cuales de acuerdo a su tamaño, provocan el cierre de una arteria distal y la isquemia consecuente (embolia arterio arterial). El otro mecanismo, es hemodinámico y ocasiona isquemia cerebral distal, por reducción del flujo sanguíneo, debido a que los trombos adheridos a la pared de la arteria, pueden llegar a disminuir (estenosis) o cerrar (oclusión) la luz del vaso. 110 DIAGNOSTICO Vol.36 N° 1 Enero Febrero 97 * HA y enfermedades vasculares y cerebrales * Dr.Deza, L y col. ____________________________________________________________________________________ La oclusión arterial puede deberse al progresivo aumento del volumen del trombo o también a la expansión abrupta de su tamaño, ocasionada por un sangrado dentro del ateroma. Este subtipo de EVC isquémica por aterotrombosis, no sólo es el más frecuente, como se ve en la Tabla 2, sino además es el que causa la mayor mortalidad asociada al infarto cerebral. En la Tabla 3, reiteramos, el neto predominio de la hipertensión arterial como el factor riesgo de mayor significación, en este grupo de pacientes. FACTORES DE RIESGO EN LA EVC ISQUEMICA POR AFECTACIÓN DE ARTERIAS PEQUEÑAS. ARTERIOLOESCLEROSIS. LIPOHIALINOSIS. En este subtipo de EVC isquémica, el mecanismo fisiopatogénico subyacente afecta fundamentalmente a las arterias pequeñas y a las arteriolas que “penetran” al interior del cerebro, ramificándose desde las gruesas arterias del polígono de Willis o desde la red vascular superficial, que envuelve al encéfalo. El daño a estos pequeños vasos, cuyo diámetro es alrededor de 200 micras, consiste casi siempre en la degeneración hialina de su capa íntima. Como resultado las paredes se engruesan y pueden provocar estenosis o también oclusión de la luz del vaso, dando como resultado isquemia de la zona irrigada por dicha arteriola. Los mencionados cambios en la pared de los vasos que nos ocupan, son descritos histológicamente con el nombre de lipohialinosis, debido a que se tiñen con los mismos colorantes histológicos captados por las grasas. Además, raras veces tales arteriolas, pueden también ser obstruidas por ateromas microscópicos o por pequeños émbolos, provenientes de arterias más grandes o desde el corazón. Ya que estos delgados vasos son terminales e irrigan sectores cerebrales propios, el infarto isquémico resultante de su oclusión o estenosis severa, es también de poco tamaño. A tales minúsculos infartos, justamente por su tamaño de les llama lacunares (derivado de laguna ya que los infartos mas grandes serían lagos) y por consenso se admite que deben merecer dicho nombre solo los infartos cerebrales cuyo diámetro mayor mide mas de 1mm y menos de 15mm. El cuadro clínico resultante es muy característico y se denomina SÍNDROME LACUNAR. Al parecer los vasos más afectados por lipohialinosis son las pequeñas ramas “perforantes”, que parten de la arteria coroidea anterior y la cerebral media, las que luego de penetrar hacia el interior, por el “espacio perforado anterior” de la base del cerebro, irrigan las zonas centrales del lóbulo frontal, abarcando cápsula interna, tálamo y ganglios basales. El síndrome lacunar más frecuente es de tipo motor puro, por afectación de la cápsula interna. La mortalidad asociada a los infartos lacunares es casi inexistente, pero en cambio por afectarse zonas críticas cerebrales causan severa discapacidad funcional, y comprometen progresivamente nuevos vasos, provocando demencia vascular y otros síndromes que pueden ser recurrentes y llevar al paciente hasta la invalidez absoluta.En la Tabla 4 se aprecia como la hipertensión arterial ocupa también el primer lugar entre los factores de riesgo asociados al desarrollo de infartos lacunares TABLA 4. FACTORES DE RIESGO EN LA EVC ISQUEMICA DE ARTERIAS PEQUEÑAS (LAGUNAS). N: 334 Hipertensión Arterial Dislipidemias Diabetes melliitus Tabaquismo Alcoholismo Ef. Tejido conectivo Fibrilación auricular No detectado 45 15 13 10 9 2 3 18 111 59.21% 19.74% 17.11% 13.16% 11.84% 2.63% 3.95% 23.68% DIAGNOSTICO Vol.36 N° 1 Enero Febrero 97 * HA y enfermedades vasculares y cerebrales * Dr.Deza, L y col. ____________________________________________________________________________________ FACTORES DE RIESGO EN LA ECV ISQUEMICA POR CARDIOEMBOLISMO Los émbolos provenientes del corazón son una importante causa de EVC isquémica. En la Tabla 1 se observa que tal mecanismo fisipatogénico estuvo presente en el 11.20% de pacientes incluidos en nuestro estudio. En comparación con datos aportados por investigaciones realizadas en países industrializados (5), la cifra porcentual mostrada en la tabla 1, es significativamente menor, que el promedio de 20%, mostrado en tales publicaciones. Creemos que tal diferencia podría ser un sesgo secundario a una tal vez insuficiente exploración cardiológica de nuestros pacientes. La mortalidad por cardioembolismo es intermedia entre aquella asociada a la ateroesclerosis de grandes arterias y la lipohialinosis de pequeños vasos. En la Tabla 5 se aprecia que aún en el cardioembolismo la hipertensión arterial es un temible factor de riesgo. Desde luego, la fibrilación auricular en este subtipo de EVC isquémica, ocupa largamente el primer lugar. TABLA 5. FACTORES DE RIESGO EN LA EVC ISQUEMICA POR CARDIOEMBOLISMO. N: 54 Fibrilación auricular Hipertensión Arterial Valvulopatías Prótesis valvular Tabaquismo Alcoholismo Dislipidemias 48 22 19 11 3 3 3 88.89% 40.74% 35.19% 20.38% 5.55% 5.55% 5.55% FACTORES DE RIESGO EN LA HEMORRAGIA INTRACEREBRAL En una publicación anterior (1) hemos enfatizado que el porcentaje de hemorragias intracerebrales entre los pacientes atendidos por nosotros es mayor que el corrientemente referido en estudios realizados en países industrializados de occidente (5). Así en Tabla 6, que exhibe el número y porcentaje de EVC encontrado entre 1,003 pacientes atendidos en Servicio de Neurología del Hospital Almenara, puede notarse que la hemorragia intracerebral estuvo presente en 245 pacientes, equivalente al 24.5% del total de afectados con dicha patología. Este porcentaje duplica al publicado en los países occidentales ya mencionados. La confirmación definitiva de tal diferencia requiere estudios adicionales. TABLA 6. HOSPITAL NACIONAL GUILLERMO ALMENARA IRIGOYEN SERVICIO DE NEUROLOGÍA ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES (ECV) (ENERO 1987 – AGOSTO 1995) Total de Hospitalizaciones Hospitalizaciones por ECV ECV Isquémica ECV Hemorrágica IC Mortalidad por ECV Isquémica Mortalidad por Hemorrágica Intracerebral 2747 1003/2747 758/1003 245/1003 45/758 57/245 112 100.0% 36.5% 75.5% 24.5% 05.9 23.2% DIAGNOSTICO Vol.36 N° 1 Enero Febrero 97 * HA y enfermedades vasculares y cerebrales * Dr.Deza, L y col. ____________________________________________________________________________________ La Tabla 7 ratifica a la hipertensión arterial como principal factor de riesgo en el desarrollo de las EVC, en este caso la hemorragia intracerebral. Aunque, por ahora, tenemos pocos datos propios y la literatura nacional al respecto es escasa, es de suponer que la hipertensión arterial no sólo ocupa largamente el primer lugar entre los factores de riesgo asociados a la hemorragia cerebral que ocurre por primera vez, si no también en la hemorragia recurrente. Lo mismo puede aplicarse al riesgo de recurrencia de la EVC isquémica. Recordemos que en cifras aproximadas, el riesgo de recurrencia de la EVC es de 30% en los dos primeros años pasado el ictus inicial ( 5). El mecanismo fisiopatogénico que explica el sangrado en la hemorragia intracerebral asociada a hipertensión arterial es todavía motivo de debate, en tanto sigue siendo plausible, la formación de microaneurismas en los vasos penetrantes del cerebro, propuesta por Charcot a fines del siglo XIX. Sabemos, que el mayor número de casos de sangrado intracerebral justamente ocurre en la región putámino capsular, irrigada por las citadas arterias penetrantes lenticuloestriadas. Finalmente, hay un aspecto importante, que requiere investigaciones futuras: Conociendo que la hipertensión arterial es el factor de riesgo predominante tanto en la EVC isquémica como hemorrágica, cuál es la razón, de que algunos pacientes desarrollen isquemia cerebral, en tanto que otros son afectados por hemorragia intracerebral. La respuesta podría estar relacionada a la participación de otros factores de riesgo, cuya asociación a la hipertensión arterial, finalmente determinaría la tendencia a desarrollar uno u otro tipo de EVC. Esto es válido, tanto en el primer episodio de la EVC, como cuando ocurren episodios recurrentes, que como hemos observado, son casi siempre de tipo similar el cuadro vascular cerebral precedente. TABLA 7. HEMORRAGIA INTRACEREBRAL Y FACTORES DE RIESGO N: 162 (EDADES 12 – 95 AÑOS) Hipertensión arterial Diabetes mellitus Alcoholismo Tabaquismo Cardiopatías Coagulopatías Otros 110 17 14 13 9 3 6 113 67.91 10.50 8.64 8.02 5.55 1.86 3.70 DIAGNOSTICO Vol.36 N° 1 Enero Febrero 97 * HA y enfermedades vasculares y cerebrales * Dr.Deza, L y col. ____________________________________________________________________________________ Para terminar en la Tabla N°8, mostramos esquemáticamente, la asociación entre la hipertensión arterial como factor de riesgo de EVC, entre el total de 644 pacientes, incluidos en la presente investigación. TABLA 8. HIPERTENSIÓN ARTERIAL COMO RIESGO DE EVC. ESTUDIO EN 644 PACIENTES 1.E.V.C. Isquémica A. Enfermedad de arterias de grandes, ateroesclerosis 329/482 (68.26%) 236/334 (70.66%) B. Enfermedad de arterias pequeñas, arterioloesclerosis 45/76 (59.21%) C. Cardioembolismo. 22/54 (40.74%) 110/162 (67.91%) 2. Hemorragia intracerebral BIBLIOGRAFÍA 1. 2. 3. 4. 5. Deza, L. y col. (1990). Descripción epidemiológica intrahospitalaria de desórdenes vasculares cerebrales. Rev. Neuropsiquiatría 53: 50-57. Carmona, J y Deza L. (1990): Riesgo de mortalidad en el período agudo de los desórdenes vasculares cerebrales isquémicos, Rev. Del Cuerpo Médico del Hospital Guillermo Almenara 13: 70-72. Deza, L. y col. (1993): Riesgo de mortalidad en el periodo agudo de la hemorragia intracerebral, Rev. Neuropsiquiatría 56:2532. Adams, H.P. ED. AL (1993): Classification of subtype of acute ischemic stroke, 24: 35-41. Sacco, R.N. (1995): Risk factor and outcomes for ischemic stroke. Neurology 45 (suppl): 1014. 114 “RIESGO DE MORTALIDAD EN EL PERÍODO AGUDO DE LA HEMORRAGIA INTRACEREBRAL” Por: LUIS DEZA, RAQUEL ALDAVE, GINA CONCHA, CESAR CASTAÑEDA, MARCO CASTILLO Y ARMANDO RODRIGUEZ TEXTO ORIGINAL DEL ARTÍCULO PUBLICADO EN: Revista de Neuro-Psiquiatría, 56: 25-32, 1993 115 Revista de Neuro-Psiquiatrìa, 56: 25-32,1993. RIESGO DE MORTALIDAD EN EL PERIODO AGUDO DE LA HEMORRAGIA INTRACEREBRAL Por: LUIS DEZA*, RAQUEL ALDAVE**, GINA CONCHA**, CESAR CASTAÑEDA**MARCO CASTILLO*** y ARMANDO RODRIGUEZ*** RESUMEN Para investigar los factores que pueden elevar la tasa de mortalidad durante los primeros 30 días de la hemorragia intracerebral no traumática, hemos evaluado en forma prospectiva un grupo de 92 pacientes con tal patología. De ellos, se separaron dos subgrupos uno de 33 (35.8% de la muestra total) formado por los pacientes fallecidos, y otro de 59 (64.2%) que solo incluyó a los supervivientes. Utilizando luego como test de significancia estadística la desviación estándar y el error estándar, se comparó entre los dos subgrupos, la frecuencia de presentación de varios posibles factores de riesgo de mortalidad, encontrado que solamente el antecedente de diabetes mellitus y la pérdida de conciencia, asociada a déficit motor severo al inicio del ictus hemorrágico, tienen valor para predecir el aumento de mortalidad en el período agudo de tal patología. SUMMARY To study the risk factors that could increase the mortality rate during the first 30 days after the non traumatic cerebral hemorrhage we followed prospectively 92 patients with such pathology. We established one subgroup of deaths, 33 (35.8%) and another with survivors, 59 (64.2%). Using as significant statistic tests the standard deviation and the standard error, we compared the present of several risk mortality factors between both subgroups. It was found that only diagnosis of diabetes mellitus as morbid antecedent and the loss of consciousness associated a gross hemiplejia at the beginning of the ictus had predictive value related to increase of mortality. PALABRAS – CLAVE: Hemorragia intracerebral KEY WORDS: Cerebral hemorrhage. _____________ * Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen del IPSS. ** Médicos Asistentes del Servicio de Neurología *** Médicos Residentes del Servicio de Neurología 116 L. DEZA et al ____________________________________________________________________________________. En un trabajo precedente (3) reportamos que el porcentaje de mortalidad en el período agudo de la hemorragia intracerebral no traumática, en el Hospital Nacional Guillermo Almenara es de 37.5 %. Esta cifra es mayor que el 30% publicado por otros autores, 5,8 el propósito del actual estudio es precisar los factores subyacentes en la relativa alta mortalidad de los pacientes a cargo nuestro; de modo que en base a tales datos podamos desarrollar las acciones de prevención y terapia tendientes a lograr su disminución. El problema de la mortalidad de estos pacientes es adicionalmente significativo, teniendo en cuenta que en los recientes estudios epidemiológicos, realizados por nosotros en pacientes hospitalizados, la hemorragia intracerebral constituye alrededor del 30% del total de enfermedades vasculares cerebrales (EVCs), cifra similar a la publicada en China 4 y otros países asiáticos y africanos 9, diferenciándose de los valores menores, fluctuantes alrededor de sólo el 10%, dados a conocer en los países industrializados de occidente.10 MATERIAL Y METODO El presente estudio ha sido realizado en el Servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen de la ciudad de Lima y forma parte de un extenso proyecto para delinear la historia natural de las enfermedades vasculares cerebrales en el Perú. Con tal propósito a partir de abril de 1987 adoptamos un modelo de historia clínica neurológica uniforme y los pacientes hospitalizados por cualquier enfermedad vascular cerebral, fueron tipificados en concordancia con la “Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades, Injurias y causas de muerte” propuesta por la Organización Mundial de la Salud”.9 Desde la fecha citada hasta agosto de 1990 fueron internados 92 pacientes con el diagnóstico de hemorragia intracerebral (código 431 de la citada Clasificación) realizado mediante el examen clínico complementado con tomografía axial computarizada, incluyéndose en tal grupo a aquellos con evidencia de sangrado intraparenquimal e intraventricular no traumático, excluyéndose además de los consecutivos a trauma craneal a los pacientes de hemorragia subaracnoidea primaria (Código 430). Del mismo modo que en trabajos precedentes, hemos tomado en cuenta para los fines de esta publicación, solamente a los pacientes que fueron hospitalizados en el Servicio de Neurología, por su certificación diagnóstica directa, no obstante que ellos comprenden únicamente el 10% del total de pacientes atendidos en el mismo período hospitalario, con alguna forma clínica de enfermedad vascular cerebral. 117 MORTALIDAD EN LA HEMORRAGIA CEREBRAL ____________________________________________________________________________________. Los 92 pacientes así seleccionados fueron clasificados en una escala nominal dicotómica de acuerdo con la presencia del atributo vida, en fallecidos o no fallecidos, durante el período agudo de la enfermedad fijado arbitrariamente en 30 días contados a partir del inicio de la hemorragia cerebral. Luego se analizaron las variables que de antemano fueron consideradas como posibles factores de riesgo de mortalidad: 1.Edad y sexo de los pacientes, 2.- Antecedentes mórbidos, 3.- Cuadro clínico inicial. Para el análisis de los datos acopiados, se utilizó como tests de significancia, la desviación standard y el método de error Standard (valores estadísticamente significativos <1.96 y >1.96). Para los fines de calificar los antecedentes mórbidos, se tuvo en cuenta los datos recogidos de los diagnósticos médicos previos y los tratamientos específicos que recibieron los pacientes antes de la hemorragia intracerebral, de modo que, razonablemente, se trató de asegurar que no existiera duda respecto a las enfermedades precedentes. En la evaluación de los factores de riesgo de mortalidad, relacionados al cuadro clínico, se admitió la presencia de hipertensión arterial en general, sin distinción de hipertensión sistólica, diastólica o sisto/diastólica, cuando valores de la medición fueron mayores de 160 mm Hg la sistólica, de 95 mm Hg la diastólica o cuando se encontró la elevación simultánea de ambas. Tomándose en cuenta además, los signos de hipertensión arterial crónica, tales como la retinopatía hipertensiva y la hipertrofia ventricular izquierda del corazón. Los trastornos de conciencia fueron calificados como: somnolencia ostensible, estupor y coma; excluyéndose la somnolencia leve y la desorientación temporal o espacial no asociada a disminución de la vigilia. La gravedad del déficit motor presente, fue tipificado como leve (hemiparesia leve), moderado (hemiparesia acentuada) y severo (hemiplejía). El término no precisado fue utilizado en los casos en que el grave estado clínico del paciente, no permitió diferenciar el lado afectado mediante las maniobras semiológicas habituales. Finalmente la referencia al déficit del lenguaje debe entenderse como disfasia y la mención a la alteración del lenguaje no precisado, corresponde a las situaciones en las cuales el estado clínico del paciente, no permitió evaluar con claridad la expresión verbal. RESULTADOS Los resultados exponen en tres tablas. En ellas se muestra, por separado, el grupo de 33 (35.8%) pacientes fallecidos, para ser comparado con el grupo de 59 (64.2%) de no fallecidos. El total de personas incluidas en el estudio fue 92. TABLA I.Riesgo de mortalidad en relación a la edad y sexo de los pacientes. Puede apreciarse que la media de la edad de los pacientes aun cuando es mayor entre el grupo de fallecidos, la diferencia no alcanza significación estadística. De otro lado, no hay diferencia porcentual entre el grupo de los fallecidos y el de no fallecidos en relación al sexo de los pacientes. 118 L. DEZA et al ____________________________________________________________________________________. TABLA I FACTORES DE RIESGO DE MORTALIDAD EN LA HEMORRAGIA INTRACEREBRAL RELACIONADOS A LA EDAD Y SEXO DE LOS PACIENTES 92 PACIENTES ----------------------------------------------------------FALLECIDOS NO FALLECIDOS n = 33 (35.8%) n = 59 (64.2%) EDAD MÁXIMA......................................................................... 93................................ .92............................. MINIMA ..........................................................................20................................. 12............................ MEDIA ......................................................................... 61.69+17.09................ .57.23+ 18_36 p>0.25* SEXO MASCULINO...................................................................24 (35%)....................... .42 (65%).................. FEMENINO ................................................................... 9 (37%)……………….. 17 (63%) * Deza et al., HNGAI - IPSS. 1991 TABLA II.Riesgo de mortalidad relacionado a los antecedentes mórbidos. Puede apreciarse en la tabla, que de las seis variables estadísticas, sólo el antecedente de diabetes mellitas, fue hallado numéricamente significativo como factor de riesgo de mortalidad, entre los 92 pacientes incluidos en la investigación. TABLA II HEMORRAGIA INTRACEREBRAL: FACTORES DE RIESGO DE MORTALIDAD SEGÚN ANTECEDENTE MORBIDO ANTECEDENTES MORBIDOS DIABETES CARDIOPATIA H.T.A.** TABAQUISMO ALCOHOLISMO COAGULOPATIA 92 PACIENTES ----------------------------------------------------------FALLECIDOS NO FALLECIDOS n = 33 (%) n = 59 (%) 12 (36.4%) 5 (15.1%) 24 (72.7%) 7 (21.2%) 6 (18.2%) 1 ( 3.0%) 5 (8.4%) 1 (1.6%) 43 (72.8%) 5 (8.4%) 3 (5.1%) 4 (6.7%) E. S.* 2.2 1.6 0.007 1.2 1.3 -0.5 SIGNIFICANCIA SI NO NO NO NO NO *Error Standard **Hipertensión arterial Deza et al., HNGAI-IPSS. 1991 TABLA III.- Riesgo de mortalidad relacionado a los síntomas iniciales de la hemorragia. Entre los síntomas evaluados, cuya lista figura en la columna izquierda de la tabla, tienen evidente significación estadística, como indicadores de mal pronóstico de mortalidad, asociada a la hemorragia intracerebral: La pérdida de conciencia al inicio del ictus, si dura una hora o más y el déficit motor, hemiplejia, reconocido como severo. 119 MORTALIDAD EN LA HEMORRAGIA CEREBRAL ____________________________________________________________________________________. TABLA III HEMORRAGIA INTRACEREBRAL: FACTORES DE RIESGO DE MORTALIDAD SEGÚN CUADRO CLINICO CUADRO CLINICO HIP. ART. INICIAL ALT. NIVEL DE CONCIENCIA (60 M) 92 PACIENTES ----------------------------------------------------------FALLECIDOS NO FALLECIDOS n = 33 (%) n = 59 (%) E. S.* SIGNIFICANCIA 21 (63.6%) 33 (55.9%) 0.5 NO 33 (100.0%) 40 (67.7%) 2.9 SI TIEMPO DE INCONCIENCIA Menor de 1 hora 1 (3.0%) Mayor de 1 hora 32 (96.9%) 14 (23.7%) 26 (44.0%) 1.9 3.7 NO SI DÉFICIT MOTOR Ausente Leve Moderado Severo NO precisado 4 (6.7%) 11 (18.6%) 34 (57.6%) 10 (16.9%) 0 ---------- ---------------2.6 2.9 --------- -- -----------NO SI ---------- LADO DEL DÉFICIT MOTOR Derecho 12 (36.3%) Izquierdo 14 (42.4%) No precisado 7 (21.2%) 32 (50.8%) 27 (42.3%) 0---------- 0.9 0.006 -------- NO NO - - DÉFICIT DE LENGUAJE Si No No precisado 8 (24.2%) 9 (27.2%) 16 (48.4%) 35 (59.3%) 22 (37.2%) 2 (3.3%) 2.3 0.8 -------- CRISIS EPILECTICAS Si No 10 (30.3%) 23 (69.6%) 6 (10.1%) 53 (89.8%) 1.8 0.6 0 ----------0 ----------6 (18.1%) 20 (60.6%) 7 (21.2%) *Error Standard 120 NO NO -------- NO NO L. DEZA et al ____________________________________________________________________________________. DISCUSIÓN El riesgo de mortalidad en el período agudo la hemorragia intracerebral (30 días), de acuerdo a una publicación previa de nosotros 3, es aproximadamente cuatro veces mayor que el reportado en el infarto isquémico. Siendo los porcentajes respectivos, 37.5% y 8.8%. Asimismo la afirmación que el riesgo de mortalidad, es mayor en los primeros 10 días de ocurrida la hemorragia, debido a la generación de hipertensión intracraneal aguda, proviene del citado trabajo. Esta reiteración es justificada, por cuanto la presente investigación, forma parte de nuestro expresado empeño, por dilucidar con creciente precisión, la historia natural de las enfermedades vasculares cerebrales en el Perú. En la actual publicación tratamos de determinar los factores de riesgo subyacentes en la mortalidad asociada a la hemorragia intracerebral aguda. Con tal sustento, estamos seguros de poder organizar y desarrollar la estrategia más recomendable, para disminuir significativamente, la actual elevada cifra de pacientes aniquilados por la hemorragia cerebral. Otro aspecto, no menos importante es la comprobación que en nuestro medio la hemorragia cerebral, abarca el 29% del total de las enfermedades vasculares cerebrales.3 Este alto porcentaje intrahospitalario creemos que tiene poco sesgo, ya que en el recuento realizado mas allá del ámbito del Servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara, es decir a nivel de todo el Hospital, hemos encontrado cifras similares, en los dos años precedentes. Cifras igualmente altas han sido reportadas en países orientales.4,8,9 Así, en China, la hemorragia, constituye la tercera parte de las enfermedades vasculares cerebrales y es además la primera causa de muerte en el país 4 superando en este aspecto a las cardiopatías y al cáncer, reiteradamente señalados en los dos primeros lugares de morbilidad en países industrializados de occidente,9,10, en tanto que para ellos, las enfermedades vasculares cerebrales se ubican en el tercer lugar, incluyendo la hemorragia intracerebral, la cual alcanza en estas naciones “desarrolladas” solo el 10% del total de EVCs. En el Perú, carecemos actualmente de estudios poblacionales sobre incidencia, prevalencia y tasa de mortalidad de la EVC; pero notamos que de acuerdo a las observaciones intrahospitalarias, reportadas en nuestros datos epidemiológicos 3, las cifras tienen cierta similitud con aquellas publicadas, en algunos países del hemisferio oriental, que abarcaron grandes grupos de habitantes. Pensamos, que los estudios actuales deben ser ampliados con adicionales indagaciones epidemiológicas a nivel nacional, y buscar la explicación a la llamativamente elevada cantidad de hemorragia intracerebral. En la serie de 92 pacientes incluidos en el presente trabajo 33 de ellos (35.3%) fallecieron durante los primeros 30 días posteriores al ictus. La información comparable de series extranjeras revela variaciones porcentuales por encima y por debajo de las cifras nuestras; con cierto predominio de las segundas, así HAN HWA HU ha reportado 30.7% en China7, WARD 31.6% en Australia14. HUANG CY 30.6% en China FIESCHI 30% en Italia 5, BANFORD 50% en Inglaterra1 y GARCIA-RUIZ 41% de mortalidad por HI en España 6 .Evidentemente el porcentaje de mortalidad intrahospitalaria, es un importante indicador, aunque es insuficiente para explicar las causas que pueden explicar los diferencias entre los porcentajes anotados. Para tal fin, se requiere realizar estudios de refinamiento adicional, tales como precisar la localización y el tamaño de la lesión, la invasión ventricular del sangrado, la distribución por grupos en base a la edad de los pacientes, etc. 121 MORTALIDAD EN LA HEMORRAGIA CEREBRAL ____________________________________________________________________________________. En la Tabla I puede anotarse que la media de la edad en que ocurrió la hemorragia no es factor de riesgo de mortalidad en forma independiente y tampoco lo es el sexo de los pacientes. Similar resultado ha sido reportado por GARCIA RUIZ. 6. La indagación sobre la posible influencia de los antecedentes mórbidos de los pacientes, como indicador del pronóstico de mortalidad asociada a la hemorragia cerebral, graficada en la TABLA II, mostró que únicamente el antecedente de diabetes mellitus se correlaciona significativamente con la mortalidad en el período agudo de la hemorragia, considerado de 30 días, en el presente estudio. En el trabajo citado de GARCIA-RUIZ también se destaca que la glicemia fue significativamente mayor en el subgrupo de pacientes fallecidos comparada con el subgrupo de supervivientes. Otros antecedentes mórbidos estudiados como son cardiopatía, hipertensión arterial, alcoholismo, alteraciones de la coagulación y tabaquismo, conocidos como factores de riesgo en el desarrollo de EVC, incluyendo la hemorragia intracerebral, no aumentan el riesgo de mortalidad de acuerdo al resultado de nuestra investigación. Es destacable que de los 92 pacientes con hemorragia estudiados, 67 (72.8%) tenían como antecedente mórbido la hipertensión arterial. Ratificando lo que ha sido igualmente expresado en otras publicaciones 11, esto es, que la hipertensión arterial es el factor de riesgo mayoritario implicado en la aparición de la hemorragia intracerebral. Al comparar el subgrupo de pacientes fallecidos contra el subgrupo de no fallecidos para indagar acerca del riesgo de mortalidad relacionado al cuadro clínico inicial, presentado por los 92 pacientes de la serie, encontramos, tal como se muestra en la Tabla IV, que tres fueron los factores asociados a mayor riesgo; pérdida del nivel de conciencia, prolongación de las misma por mas de 1 hora y severidad del déficit motor ocasionado por el ictus. Esto reafirma el valor que tiene la conocida escala de GLASGOW 12, para predecir la mortalidad, cuando es usada en los pacientes con EVC aguda13, ya que su puntaje fundamental, es justamente el asignado tanto a la merma de conciencia, como al déficit motor. Puede verse asimismo en la TABLA III que la hipertensión arterial detectada al hospitalizarse el paciente no influye de modo importante en el riesgo de la mortalidad. A la misma conclusión llegó FIESCHI 5 en su publicación, en cambio GARCIA-RUIZ 6 encontró que la presencia de hipertensión arterial sistólica asociada al ictus empeora el pronóstico de mortalidad. Esta desigual conclusión deberá ser analizada con mayor cantidad de pacientes y además se deberá disponer de prolijas mediciones de los valores máximos de la presión arterial, sistólica, diastólica y sisto diastólica, de cada paciente con hemorragia. De otro lado, es posible que la celeridad de la atención y la circunstancia de contar con nuevos y más eficaces agentes hipotensores, haya influido en la reducción del riesgo de fallecimiento en el período agudo de la hemorragia intracerebral de nuestros pacientes. En el mismo sentido, tampoco es significativa la presencia de crisis epiléptica, tampoco el lado del déficit motor ni los trastornos del lenguaje. En una publicación anterior ya habíamos señalado la ausencia de utilidad para predecir al mortalidad de las crisis epiléptica, que ocurren el en período agudo de la EVC, en general.2 En la misma TABLA III puede notarse claramente la relación directa existente entre la severidad del déficit motor, hemiplejia, y la mortalidad. De hecho 60.6% del grupo de fallecidos tuvo hemiplejia de inicio en tanto que en el grupo de supervivientes el porcentaje fue sólo de 16.9% predominando en ellos el déficit motor moderado, es decir hemiparesia. 122 L.DEZA et al ____________________________________________________________________________________. La explicación por la cual la severidad del déficit motor al inicio del ictus hemorrágico, aumenta la posibilidad de mortalidad, obviamente se encuentra en el hecho bien conocido que la mayoría de hemorragias intracerebrales no traumáticas ocurren en territorio de las arterias lentículo estriadas, que penetran al cerebro formando una copiosa arborización que se desprende desde las arterias cerebrales medias. Estos pequeños vasos irrigan la zona cerebral del putamen y la cápsula interna y en situaciones patológicas se rompen, dando lugar al sangrado y formación de hematoma intracerebral, cuyo volumen, cual se suman además otros daños secundarios en la zona afectada, generan como síntomas capitales, hipertensión intracraneana, aguda, que lleva a la inmediata disminución del nivel de conciencia y déficit motor en el lado contrario del cuerpo, cuya gravedad se relaciona con el tamaño del hematoma. En síntesis, los hallazgos relevantes de la investigación realizada, con el fin de determinar el riesgo de mortalidad, en el período agudo de la hemorragia intracerebral, son los siguientes. Debe advertirse que las conclusiones 1 y 2, están complementadas con datos obtenidos de un trabajo anterior, nuestro 3: 1.- El riesgo de mortalidad (37.5 %) es unas cuatro veces mayor que aquella relacionada al infarto cerebral isquémico (8.8%). 2.- La mortalidad en la hemorragia cerebral ocurre predominantemente en los primeros 10 días que siguen al ictus, inicial. La causa de ella, es obviamente el desarrollo de la hipertensión endocraneana aguda, consecutivo al sangrado abrupto. De hecho, el porcentaje de pacientes fallecidos es mucho mayor que el encontrado por nosotros y por otros autores, que han estudiado poblaciones de hospitalizados, ya que no pocos de los pacientes con la patología que nos ocupa, mueren sin llegar al hospital. 3.- El riesgo de mortalidad en estos pacientes, es más alto cuando el inicio se asocia a pérdida de conciencia, en especial cuando tal trastorno se mantiene, luego de la primera hora de ocurrido el evento. 4.- Asimismo, la probabilidad de muerte aumenta cuando el déficit motor es mas grave. Ya hemos mencionado que este ítem 4 como el precedente 3, están en función del volumen y el daño ocasionado por el hematoma hemorrágico. 5.- El riesgo de mortalidad es mayor si el paciente tiene diabetes mellitus. 123 BIBLIOGRAFIA 1. BANFORD, J et al. (1990): “ A prospective study of acute cerebrovascular disease in the community: The Oxfordshire Community Stroke Project 1981-1986” J. Neurol. Neurosurg. Psychiatry (England), 53: 16-22.- 2. 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(1988): “Incidence and outcome of cerebrovascular Disease in Perth, Western Australia”, Stroke, 19: 1501-1506.- 124 “EPILEPSIA COMO SECUELA DE LAS ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES” Por: MARCO CASTILLO, LUIS DEZA, RAQUEL ALDAVE Y ARMANDO RODRIGUEZ VERSIÓN ORIGINAL DEL ARTÍCULO PUBLICADO EN: Revista de Neuro- Psiquiatría, 55: 132-138, 1992. 125 Revista de Neuro-Psiquiatría, 55: 132-138,1992 EPILEPSIA COMO SECUELA DE LAS ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES Por: MARCO CASTILLO***, LUIS DEZA*, RAQUEL ALDAVE** y ARMANDO RODRÍGUEZ*** RESUMEN Para investigar las características de la epilepsia secundaria a enfermedades vasculares cerebrales, hemos evaluado y seguido a 201 pacientes con tal patología, entre abril de 1987 y junio de 1990. Se detectó la presencia de epilepsia en 11 de las personas de la serie (5.4%) y su aparición no estuvo relacionada al tipo de enfermedad vascular precedente, si no básicamente a la cercanía cortical de la lesión. El primer episodio epiléptico ocurrió después de 15 días y antes de 6 meses del ictus en 54.5% de enfermos, elevándose el porcentaje a 81% a los 12 meses. Ni la severidad del déficit motor post EVC, y tampoco la presencia de crisis epiléptica durante los 15 primeros días (período agudo) de haber ocurrido la EVC inicial, tuvieron valor para predecir, en los pacientes afectados, el desarrollo posterior de epilepsia. SUMMARY In order to determine the characteristics of epilepsy post stroke we followed 201 patients with cerebrovascular disease between April 1987 to June 1990. Epilepsy occurred in 11 (5.4%) patients without difference related to the type of cerebrovascular disease instead a basic factor to development of epilepsy was the proximity to the cortex of the underlying lesion. 54.5% occurred after 15 days but before 6 months and 81% by the first year. The severity of the motor deficit and the presence of seizures during the first 15 days post stroke were no predictive of late epilepsy. PALABRAS - CLAVE: Epilepsia, enfermedad vascular cerebral KEY WORDS Epilepsy, stroke * ** *** : Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen del IPSS. Médico Asistente del Servicio de Neurología Médicos Residentes del Servicio de Neurología 126 EPILEPSIA COMO SECUELA DE LAS ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES Las enfermedades vasculares cerebrales son reconocidas entre las mayores causas de mortalidad y morbilidad a nivel mundial ( 4) Las consecuencias que de ellas se derivan, a menudo conducen al paciente a un considerable grado de discapacidad física y social. La epilepsia, definida como crisis recurrentes por la Liga Internacional de Lucha contra la Epilepsia (10) puede potencialmente desarrollarse como secuela permanente de tales enfermedades (9), habiéndose reportado que la enfermedad vascular cerebral (EVC) constituye una causa común de epilepsia sintomática o secundaria ( 4, 8,12). No obstante, varias publicaciones ha reportado que la frecuencia de epilepsia como secuela de la EVC es relativamente baja; así VITTAMEN y ERIKSSON (15) encontraron su presencia en 5% y otro autor como SUNG (14) la ha referido en 9%. Aún cuando no existe en el Perú, el dato poblacional preciso sobre la prevalencia de epilepsia, se piensa que podría ser mayor que el 0.5% aceptado en los países industrializados de occidente, debido a la presencia de factores de riesgo adicionales, que pueden causar epilepsia secundaria, en las naciones, como la nuestra, de bajo nivel económico. Considerando que uno de tales factores podría ser la enfermedad vascular cerebral, hemos realizado el presente estudio, cuyo objetivo es conocer el riesgo para desarrollar epilepsia secundaria, que tienen las personas que han sido afectadas por cualquier tipo de EVC y correlacionar tal hallazgo con algunas variables de interés clínico, como son: El tipo de crisis epiléptica detectada, el tiempo de ocurrencia de la misma, desde que se produjo el ictus vascular inicial, la importancia de crisis epilépticas en el período agudo, en relación a la posterior aparición de epilepsia, así como la gravedad del déficit motor, como posible indicador del posterior desarrollo de epilepsia post EVC. MATERIAL Y METODO Se revisó las historias clínicas de 201 pacientes con el diagnóstico de enfermedad vascular cerebral en concordancia con la clasificación Internacional de Enfermedades, Injurias y Causas de Muerte propuesta por la OMS (1979). Los pacientes fueron admitidos en el Servicio de Neurología, sector de Hospitalización, del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen del Instituto Peruano de Seguridad Social, entre marzo de 1987 y junio de 1990. El diagnóstico en cada enfermo, fue realizado clínicamente y complementado con tomografía axial computarizada cerebral, estudio electroencefalográfico, examen del líquido cefalorraquídeo y en algunos de ellos con angiografía cerebral. Fueron incluidos en el estudio los pacientes con diagnósticos de EVC supratentorial, excluyéndose aquellos con EVC infratentorial o con hemorragia subaracnoidea debida a malformaciones vasculares cerebrales, los que tenían antecedentes de epilepsia, los afectados de tumores cerebrales, y quienes habían sido sometidos a algún procedimiento neuroquirúrgico cerebral. Para efectos del trabajo, se consideraron portadores de epilepsia, los pacientes que clínicamente presentaron crisis epilépticas, después de pasado el período agudo de EVC (fijado en los primeros 15 días de producido el EVC). El tiempo de observación, en todos los pacientes estudiados fue de un año y medio. 127 M. CASTILLO, L. DEZA, R. ALDAVE y A. RODRIGUEZ La información obtenida, fue registrada en fichas individuales para la recolección de datos, especialmente confeccionadas de acuerdo al plan del trabajo. Para el procesamiento de algunos resultados, se usó como test de significancia el error estándar para dos proporciones, con valor estadísticamente significativo cuando es mayor de 2.5 (16). RESULTADOS De los 201 pacientes estudiados, 138 (68.6%) fueron de sexo masculino y 63 (31.4%) de sexo femenino; siendo el promedio de edad 60.4 años (rango de edad: 12 á 92 años). 1. Frecuencia de Epilepsia En la Tabla I se señala el número y porcentaje de pacientes afectados por algún tipo de EVC y que posteriormente que tuvieron epilepsia. De 201 pacientes con EVC, 11 desarrollaron epilepsia, cifra que corresponde al 5.4% del total. TABLA I FRECUENCIA DE EPILEPSIA COMO SECUELA DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL Pacientes con EVC 2. n % Sin Epilepsia Con Epilepsia 190 11 94.6 5.4 Total: 201 100.0 Frecuencia de Epilepsia según el tipo de EVC precedente En la Tabla II se destaca el número y porcentaje de pacientes con epilepsia según el tipo de EVC. Puede observarse que el 63.6% de los diagnosticados con epilepsia había tenido hemorragia intracerebral y el 36.4% EVC isquémico. Pero, al comparar tales datos, con los obtenidos en el grupo de pacientes sin epilepsia, del mismo subtipo de EVC (Hemorragia cerebral vs. infarto isquémico), no se encontró diferencia estadísticamente significativa (Error estándar 1.36). 128 EPILEPSIA COMO SECUELA DE LAS ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES TABLA II FRECUENCIA DE EPILEPSIA SEGÚN EL TIPO DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL Tipo de EVC Con epilepsia n= 11 (%) Sin epilepsia n= 190 (%) 7 (63.6) 46 (24.2) 53 (26.3) 4 (36.4) 144 (75.8) 148 (76.7) 3/4 (75.0) 1/4 (25.0) 128/144 (88.8) 16/144 (11.2) 131/144 (88.5) 17/144 (11.4) Hemorragia Intracerebral *1.36 Isquemia: 1.Trombosis 2.Embolia Total n=201 (%) * Error estándar 3. Tiempo de ocurrencia de la epilepsia La Tabla III muestra el tiempo de ocurrencia del primer episodio de crisis epiléptica posterior al período agudo de la EVC. El 54.5% presentó su primer episodio dentro de los seis primeros meses de producida la EVC, después de los seis meses y antes del año 27.3%; y sólo el 18.2% después del año. De modo que en alrededor de 82% de pacientes, la epilepsia post EVC, se diagnosticó en algún momento, dentro del primer año de ocurrido el problema vascular cerebral. TABLA III TIEMPO DE OCURRENCIA DE LA EPILEPSIA EN ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL 4. Intervalo de Tiempo n = 11 % Quince días a 6 meses Seis meses a un año Más de un año 6 3 2 54.5% 27.3% 18.2% Tipo de crisis epiléptica detectada La Tabla IV muestra el tipo de crisis, en base a criterios estrictamente clínicos. Se puede apreciar que las crisis convulsivas generalizadas constituyen el 51.5%, seguido de las crisis parciales con generalización secundaria en 34.2%, mientras que las crisis parciales sin generalización se presentaron en 14.3% de pacientes. 129 M. CASTILLO, L. DEZA, R. ALDAVE y A. RODRIGUEZ TABLA IV FRECUENCIA DEL TIPO DE CRISIS EPILEPTICA COMO SECUELA DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL Tipo de Crisis 1. 2. 3. 5. n = 11 % Tonico.clónica generalizada 18 51.5 Focal motora con generalización secundaria 12 34.2 5 14.3 Focal motora sin generalización Epilepsia en relación a la gravedad del déficit motor La Tabla V muestra el número y porcentaje de pacientes con epilepsia en relación al grado de déficit motor, al momento de aparición del primer episodio de crisis epiléptica. Puede observarse que de los 11 pacientes con epilepsia, en 6 en ellos (54.5%) el déficit motor fue catalogado como moderado, 2 (18.2%) tuvieron déficit motor severo, 2 (18.2) sólo leve y 1 (9.1%) no se encontró déficit. Comparando cada variable, con el respectivo grupo, pero, sin epilepsia, no se encontró diferencia estadística significativa entre ellos (Error estándar 1.4). TABLA V EPILEPSIA EN ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL RELACIONADA A LA SEVERIDAD DEL DÉFICIT MOTOR Intensidad del Déficit motor Con epilepsia n = 11 (%) Sin epilepsia n= 149(%) Total n = 160 (%) Ninguno Leve 1 2 9.1 18.2 11 79 7.3 53.0 12 81 8.0 54.3 Moderado 6 54.5 41 27.5 47 Severo 2 18.2 18 12.0 20 31.3 )*1.4 13.4 * Error estándar 130 EPILEPSIA COMO SECUELA DE LAS ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES 6. Crisis epilépticas durante el período agudo de la EVC como factor de riesgo de provocar epilepsia como secuela La Tabla VI muestra la relación entre las crisis epilépticas en el período agudo de la EVC y el desarrollo de epilepsia. Puede apreciarse que de los 21 pacientes con crisis en el período agudo sólo 3 de ellos presentaron epilepsia secundaria (27.2%) mientras que 18 de tal grupo no tuvieron epilepsia (72.8%). Al comparar las cifras mencionadas con los pacientes sin crisis epiléptica aguda, no hubo diferencia estadística significativa (Error estándar 2.0). TABLA VI EPILEPSIA EN RELACION AL ANTECEDENTE DE CRISIS EPILEPTICA EN EL PERIODO AGUDO DE LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL PERIODO AGUDO N= 201 21 con crisis Epilépticas )*2.0 180 sin crisis Epilépticas Con epilepsia Sin epilepsia Total n = 11 (%) n= 190(%) n = 201 (%) 3 27.2 18 9.4 21 10.4 8 72.8 172 90.6 180 89.6 * Error estándar DISCUSIÓN En el presente trabajo hemos encontrado que 11 pacientes con el antecedente de EVC, desarrollaron posteriormente epilepsia, cifra que corresponde al 5.4%. Tabla I. VITTAMEN y ERIKSSON (15) reportaron valores similares al encontrado por nosotros; en tanto que OLSEN (11) al estudiar 77 pacientes con EVC encontró que 9% de ellos presentaron epilepsia como secuela de EVC. Considerando las tres publicaciones citadas, es claro que la frecuencia de epilepsia como secuela de EVC es relativamente baja, y aún algunos investigadores han referido que la epilepsia secundaria a este mecanismo es inusual (7). La Tabla II muestra la epilepsia según el tipo de EVC. Puede observarse que entre los 11 pacientes con epilepsia, el 63.6% había tenido hemorragia intracerebral, mientras que los infartos isquémicos, por oclusión o estenosis la cifra porcentual fue 36.4%. De este último grupo, 25% sufrió embolismo y 75% aterotrombosis. SUNG (14) estudiando 42 pacientes con hemorragia intracerebral encontró que 26 de ellos desarrollaron epilepsia (62%), porcentaje similar al hallado por nosotros. En cuanto a la epilepsia como secuela de EVC isquémica, FAVALE (7) ha reportado que en la epilepsia como secuela de EVC isquémica, el 20% corresponde a las embolias cerebrales, cifra 131 M. CASTILLO, L. DEZA, R. ALDAVE Y A. RODRIGUEZ ligeramente menor, comparada con nuestro resultado. Es pues evidente, que la epilepsia consecutiva a EVC, puede ocurrir en todas las variedades de tales afecciones y al contrastar los pacientes con epilepsia, según el tipo de EVC, contra el grupo de pacientes con EVC, pero sin epilepsia, no encontramos diferencia estadística significativa. Esto sugiere que la naturaleza destructiva de la lesión cerebral (el tipo de EVC) no es responsable en sí, de la epilepsia secundaria, orientándose la explicación a la proximidad cortical de la lesión, del mismo modo las crisis epilépticas que aparecen en el período agudo de la EVC están significativamente asociadas con la extensión de la injuria a la corteza cerebral (1,2). El tiempo en que aparece la epilepsia después de producida la EVC se muestra en la Tabla III. Nuestros resultados indican que el mayor porcentaje de pacientes desarrollan epilepsia dentro de los seis primeros meses de producida la EVC (54.5%), y si tomamos como referencia un año, puede observarse que el porcentaje de ellos se incrementa a más del 80%. Estos hallazgos son similares a los reportados por otros investigadores (11,13,14) e indican que cuando la epilepsia es secuela de EVC, ocurre mayormente dentro del primer año pasado el ictus vascular inicial, aunque se admite que el período de latencia puede ser hasta de tres años (2). En la Tabla IV se aprecia la frecuencia del tipo de crisis epilépticas, que presentaron los pacientes. En nuestra casuística fueron más frecuentes las crisis convulsivas tónico clónicas generalizadas, seguidas de las crisis parciales motoras sin generalización. Estos resultados difieren con lo reportado por otros investigadores (13) quienes encuentran que las crisis más frecuentes fueron las parciales y menos frecuentes las generalizadas. Se sabe que las crisis epilépticas en la EVC pueden ser de inicio, tanto focales como generalizadas (7,10), pero considerando que la EVC produce mayormente lesiones focales, se esperaría mayor cantidad de crisis parciales que generalizadas. Es posible que varios de nuestros pacientes hayan tenido inicialmente crisis parciales motoras, las cuales pasaron desapercibidas para el observador, por su rápida evolución a crisis secundariamente generalizadas. En nuestra serie, 6 (54.5%) de los pacientes con epilepsia tuvieron déficit motor moderado y sólo en 2 el déficit motor fue catalogado como severo (18.2%). Cuando comparamos el grupo de pacientes con epilepsia contra pacientes sin epilepsia, tomando como parámetro la intensidad de déficit motor no encontramos diferencia estadísticamente significativa entre el grado de déficit motor y el desarrollo ulterior de epilepsia. Contrariamente, FAVALE (7) en su revisión de la epilepsia como secuela de EVC isquémica, ha señalado que ella se encuentra asociada significativamente a la severidad de las secuelas neurológicas y OLSEN (10) en el mismo sentido, ha reportado que el 50% de sus pacientes con paresia persistente post EVC desarrollaron epilepsia. La diferencia de tales hallazgos con los nuestros, podría radicar en el predominio de infartos profundos (con nulo riesgo epileptogénico) entre los pacientes atendidos en el Hospital Nacional Guillermo Almenara, coincidiendo con los reportes de EVC entre “hispanos” en Estados Unidos de Norteamérica (3) y sabemos que justamente tales infartos provocan mayor déficit. 132 EPILEPSIA COMO SECUELA DE LAS ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES La epilepsia como secuela de la EVC según el antecedente de crisis en el período agudo de ictus se muestra en la Tabla VI. Sólo tres pacientes que desarrollaron epilepsia habían presentado crisis durante el período agudo de la EVC, lo que constituye el 27.2%. Resultados similares han sido reportados por otros investigadores, en cifras de 29% (14) y 35% (13). Finalmente, entre el grupo de 21 pacientes que tuvo crisis epilépticas durante la etapa aguda de su EVC, sólo 3 presentaron epilepsia secundaria, no así los 18 restantes. De otro lado, de los 180 enfermos que carecieron de tales crisis en el período agudo, 8 de ellos, desarrollaron posteriormente epilepsia. La comparación entre ambos grupos no mostró diferencia estadística significativa. En conclusión, de acuerdo a nuestro estudio, la presencia de crisis epilépticas durante el período agudo de la EVC, no tiene valor para pronosticar la ulterior aparición de epilepsia secundaria en tales pacientes. Por tal motivo, el uso de drogas con efecto anticonvulsivante, como profilaxis, en el período agudo de la EVC, es injustificado. Refuerza nuestra posición, la afirmación de otros autores (9) quienes también sostienen, que la aparición de una crisis epiléptica en el período agudo de la EVC, no constituye un importante riesgo de desarrollar, luego, epilepsia sintomática. Las conclusiones de nuestro trabajo pueden ser esquematizadas de la siguiente manera: 1.-La epilepsia como secuela de la EVC es poco frecuente (5.4%) 2.-La epilepsia como secuela de EVC se relaciona con la cercanía de la lesión a la corteza cerebral, antes que con tipo particular de EVC 3.-Cuando ocurre epilepsia secundaria en la EVC, ésta se presenta mayormente dentro de los primeros 6 meses de producido el ictus vascular 4.-El desarrollo de epilepsia no depende de la severidad del déficit motor inicial. 5.-El antecedente de crisis epiléptica en el período agudo de la EVC, no es indicador confiable, para el posible desarrollo posterior de epilepsia en el paciente 133 M. CASTILLO, L. DEZA, R. ALDAVE y A. RODRIGUEZ BIBLIOGRAFIA 1.-BERGER, A. et al. (1988): “Early Seizures following intracerebral hemorrhage : Implications for therapy “, Neurology, 38 : 1363-1365.- 2. BURRI, H., SCHAFFER, L. & KARBOURSKI, K. (1989) : «Epileptische Anfallebei Patienten mit Zerebrou-vaskularon Insulten », Schwiz. Med. Wochenschr. 119:500-507.- 3. SACCO RALPH, L. et al. (1989): « Cross Cultural differences in out come after cerebral infarction », STROKE, 20: 137.- 4. DELANGRE, T. et al. (1989): “Cauces des premieres crisis convulsives de l’adulte. En fonction du l’age et du sexe”, Press Med. 18 : 1014-1017.- 5. DEZA, L. et al. (1989): “ Descripción epidemiológica intrahospitalaria de desórdenes vasculares cerebrales”, Revista de Neuro-Psiquiatría, 53: 50 - 57.- 6. FAUGHT, E. et.al. (1989): “Seizures after primary intracerebral hemorrhage”, Neurology, 39:1089-1093.7.FAVALE, E. (1981): “Cerebral ischemia as a cause of epileptic seizures”, En Studies in Cerebrovascular Disease. 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Utilizando el método del error estándar para investigar diferencias estadísticamente significativas, entre el grupo de fallecidos y el grupo de sobrevivientes al desorden vascular isquémico, se encontró que la presencia de cardiopatía, inconciencia y crisis epilépticas, solas o en combinación aumentan el riesgo de mortalidad asociada a la enfermedad. INTRODUCCIÓN A pesar de la disminución de las tasas de mortalidad de los DVC, a nivel mundial, señalándose en las principales series de pacientes, en las últimas décadas, en el orden de 35-40% – éstos siguen constituyendo una de las causas más frecuentes de mortalidad en el paciente adulto, tanto en oriente como en occidente (1). Si bien la mayor tasa de mortalidad corresponde a los desórdenes hemorrágicos, los DVC isquémicos – la mayoría de ellos trombóticos – tienen también una considerable mortalidad (2,3). Según un estudio sobre DVC, realizado en nuestro servicio, la prevalencia y la incidencia en el país, estaría en cifras de 132,000 y 33,000 personas afectadas anualmente (4). Se sabe que las áreas más promisorias en la investigación de los DVC, a fin de mejorar su pronóstico desde el punto de vista terapéutico y preventivo, corresponde a los estudios epidemiológicos y a los ensayos clínicos controlados (5). Basándose en éstas premisas realizamos este trabajo cuyo objetivo final es contribuir a reducir la ocurrencia de incapacidad severa y muerte en una proporción significativa de aquellos pacientes afectados, utilizando para ello métodos diagnósticos y preventivos eficaces en controlar las desastrosas consecuencias de la enfermedad vascular cerebral en el paciente individual, su familia y la sociedad. * ** *** Médico Asistente, Servicio de Neurología, Hospital Nacional Guillermo Almenara, Lima, Perú. Médico Jefe del Servicio, Neurología, Hospital Nacional Guillermo Almenara, Lima, Perú. Médico Resistente, Servicio de Neurología, Hospital Nacional Guillermo Almenara, Lima, Perú. 136 Se decidió establecer sobre datos precisos la incidencia de factores de riesgo importante en pacientes portadores de DVC isquémico, divididos en dos grupos: uno con aquellos que presentaron curso letal durante su internamiento en nuestro servicio y otro con sobrevivientes. Reportes previos han determinado, que para este tipo de estudio, los factores de riesgo más importantes a tener en cuenta son: el grado y tiempo de pérdida de conocimiento, la existencia o no de déficit motor y la edad avanzada (6). MATERIAL y METODOS Se utilizaron las historias clínicas, debidamente registradas, del archivo del Servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, foliadas en orden cronológico y codificadas de acuerdo a pautas internacionales, siguiendo la clasificación estadística de enfermedades y causas de muerte de la Organización Mundial de la Salud (ICD 9) (7). Seleccionamos las historias de 191 pacientes que constituyeron el 24.36% del total de pacientes (784), los cuales fueron atendidos entre Marzo de 1987 y Diciembre de 1989, en el sector de hospitalización de nuestro servicio y cumplían los criterios clínicos del diagnóstico de DVC isquémico, internacionalmente aceptados (5) y además fueron confirmados por medio de exámenes auxiliares, incluyendo la Tomografía Axial Computarizada (TAC) del cerebro. Se incluyó en el grupo de fallecidos a quienes llegaron a tal situación en el período agudo del DVC (30 primeros días, en este trabajo). Establecimos los factores de riesgo posibles a estudiar en relación a los antecedentes y el cuadro clínico al momento del ingreso tanto en el Servicio de Emergencia del Hospital, como en nuestro Servicio. Para ello se tomó como base los principales factores de riesgo cardiovascular conocidos y aceptados internacionalmente (5,6), también aquellos eventos presentados por estos pacientes en el curso de su evolución y que en nuestra práctica han sido reconocidos como factores que pueden modificar la historia natural de ésta entidad clínica, comportándose como elementos que podrían incrementar su riesgo de mortalidad (por ejemplo el tiempo y pérdida de conciencia, presencia de crisis epilépticas etc.) Elaboramos un protocolo de “Factores de Riesgo de Mortalidad”, que se utilizó como ficha de extracción de datos y donde se consignaron las variables que según nuestra hipótesis podrían ser de valor en la determinación del riesgo relativo, para cada grupo de pacientes. Para los cálculos estadísticos usamos el método del error estándar, aplicado bajo la forma de “Test de Significancia” a fin de investigar posibles diferencias significativas entre los valores obtenidos. RESULTADOS La TABLA I muestra la distribución en términos absolutos y relativos de los pacientes portadores de DVC isquémicos, dispuestos en dos grupos: uno de pacientes que sobrevivieron formado por 94.24% de nuestros casos y otro de 5.97% que correspondió a los pacientes que fallecieron durante la fase del estudio. Se relacionó la edad promedio para cada uno con sus rangos respectivos y también al sexo que fue cuatro veces mayor para los varones en el grupo de fallecidos y tres veces mayor también para los varones en los no fallecidos. 137 La TABLA II muestra la relación entre los factores de riesgo de mortalidad hallados como antecedentes patológicos para ambos grupos, a fin de establecer posibles diferencias estadísticas significativas entre ambos. No se pudo realizar esta comparación en los rubros: “alcoholismo” y “coagulopatía” por no presentarse estos antecedentes entre el grupo de pacientes fallecidos. Se encontró significancia estadística entre aquellos pacientes del primer grupo (fallecidos) que poseían antecedentes claro de cardiopatía (E.S.: 4.24). Debe hacerse notar que en este subgrupo, la mayoría de las veces el antecedente correspondió en orden decreciente a: cardiopatía coronaria, fibrilación auricular y valvulopatía mitral. La TABLA III pone en evidencia la relación directa entre lo eventos más importantes del cuadro clínico y su relevancia como factores de riesgo de mortalidad. Aquí merece destacarse el valor absoluto y relativo de la “pérdida de conocimiento” que arrojo un valor estadísticamente significativo en aquellos pacientes con curso letal (E.S.: 2.8). También, debe subrayarse que la presencia de crisis epilépticas presentadas al inicio o durante la evolución del ictus, tuvieron marcada importancia en la determinación del óbito en este mismo grupo como demuestra su porcentaje de 27.27%. TABLA Nº 1 DVC ISQUEMICOS: FACTORES DE RIESGO DE MORTALIDAD SEGÚN LA EDAD Y SEXO NO POBLACIÓN TOTAL Fallecidos Fallecidos ESTUDIADA Nº % Nº % Nº % TOTAL 191 100 EDAD: MÁXIMA MINIMA MEDIA 63.8 SEXO: MASCULINO FEMENINO 144 7 11 5.75 180 80 55 69.82 94.24 93 18 63.50 9 2 135 45 TABLA Nº 2 DVC ISQUEMICOS : FACTORES DE RIESGO DE MORTALIDAD SEGÚN ANTECEDENTES Factor de riesgo Fallecidos Cardiopatía Hipertensión Art. Tabaquismo Diabetes Mellitus 6(54.54%) 7(63.63%) 2(18.18%) 3(27.27%) No Fallecidos ES* 43 119 27 31 (23.88%) (66.11%) (15.02%) (17.22%) 4.24 0.34 0.44 1.38 Alcoholismo === 17 (9.44%) == Coagulopatía === 1 (0.55%) == * ES = Error Stándar. 138 Signif. SI NO NO NO TABLA Nº 3 DVC ISQUEMICOS: FACTORES DE RIESGO DE MORTALIDAD SEGÚN CUADRO CLINICO Factor de riesgo Fallecidos No Fallecidos ES* Signif. 90(50.00%) 28(15.55%) 8( 4.44%) -0.34 2.8 0.54 NO SI NO 1( 9,09%) 1( 0.55%) 1.18 NO 9(81.81%) 2(18.18%) 90(50.00%) 28(15.55%) 1.94 1.86 NO NO 10(90.90%) 1( 9.09%) 154( 85.55%) 26(14.44%) 0.74 0.74 NO NO 6(54_54%) 4(36_36%) 89(49.44%) 65(36.11%) 0.70 0.03 NO NO 3(27.27%) 8(72.72%) 11( 5.75%) 13( 7.22%) 167( 92.77%) 180( 94.24%) 2.77 SI Hipertensión Art. 3(27.27%) Pérdida de Conciencia 4(36.36%) Menor de 24 horas 1( 9.09%) Mayor de 24 horas Déficit de Lenguaje SI NO Déficit Motor SI NO Lado del déficit Derecho Izquierdo Crisis Epilépticas SI NO Total De Pacientes (M: 191) * Es: Error Stándar. DISCUSIÓN La tasa de mortalidad por DVC isquémico está alrededor del 17% en estudios de seguimiento a largo plazo (11). En una investigación previa realizada en nuestro servicio, la mortalidad global encontrada para todos los DVC fue de 15.3% (tanto isquémicos como hemorrágicos), pero sólo un 8.8% fue la mortalidad en los eventos isquémicos (4), este porcentaje es cercano al 5.75% hallado en el presente trabajo, siendo el período de observación promedio por paciente menor de 30 días. Este resultado concuerda con la tendencia general existente hacia la disminución de la tasa de mortalidad para la enfermedad cerebrovascular, atribuible al mejor tratamiento de la etapa aguda, así como a la prevención de las complicaciones y la instalación de la rehabilitación temprana (5). La tasa de mortalidad en función tanto de la localización topográfica como de la patogenia, no fue objeto del presente trabajo, ya que sabemos por estudios previos que ésta fue mayor en los DVC isquémicos de ubicación infratentorial y que la patogenia más frecuente correspondió a mecanismos aterotrombóticos (4). El promedio de tiempo de supervivencia entre los pacientes con DVC isquémicos que fallecieron ha sido reportado (4) en 27.23 días (ver tabla IV). La causa de muerte en la mayoría de los casos fue por complicaciones respiratorias, hemodinámicas e infecciosas y en un menor porcentaje por causa cardiaca. Este dato no concuerda con los resultados de Heydens y Col. (8) quienes señalan como causa frecuente de muerte en accidente isquémico transitorio, así como la asociada a infartos pequeño son las cardiopatías, aunque el período de observación abarcado en su trabajo fue a largo plazo, de mayor de 30 días. En el mismo sentido se encuentran los hallazgos de Brian y Col. (6). 139 TABLA Nº 4 DVC ISQUEMICOS: PROMEDIO DE SUPERVIVENCIA TIPO DE DVC TIEMPO DE PROMEDIO (Días) A.- TROMBOSIS B.- EMBOLIA TOTAL (A/B) 26.11 29.75 27.23 Tomado de Deza y Col. (4) Como hemos indicado en los resultados de la TABLA Nº 1, la proporción aproximada de 4:1 se mantuvo tanto para la incidencia como para la mortalidad a favor del sexo masculino. Estos resultados obtenidos están en aparente discordancia con los de Epstein et al., quienes encontraron entre la población judía, que en la incidencia del DVC había mayor proporción de hombres, mientras que en la mortalidad por el mismo problema existía mayor proporción a favor de las mujeres (10). De hecho, la validez estadística de nuestro hallazgo es poco confiable desde que la población atendida en nuestro hospital, por derecho de seguro social, es mayoritariamente masculina. En lo relacionado a mortalidad y factores de riesgo hallados entre antecedentes sólo el de cardiopatía tuvo validez significativa (ES:4,24) confirmándose de esta manera la íntima relación entre la enfermedad cardiovascular y la cerebrovascular en la población adulta afectada (8,9). Dentro de este grupo de antecedentes, ni la hipertensión arterial, ni la diabetes mellitus tuvieron efecto significante cuando fueron ajustados a la edad (19). Hay que mencionar sin embargo que no se estableció que pacientes fallecieron por cardiopatía “persé” (infarto de miocardio, choque cardiogénico, etc.) y quienes por “factor cerebral” teniendo cardiopatía subyacente. Los factores de riesgo hallados en el cuadro clínico al momento de la admisión, pueden ser usados para establecer un pronóstico seguro del curso del DVC isquémico, como han demostrado Oxbury y Col. (12) al encontrar que la presencia de compromiso de conciencia por ejemplo; está en estrecha relación con un pobre pronóstico y también muerte a corto plazo. En conclusión y a modo de síntesis, los hallazgos del cuadro clínico que tuvieron significación valedera para ser considerados como factores de riesgo fueron: 1.- Pérdida de conocimiento, que se presentó en el 36.3% de los pacientes fallecidos y en el 15.5% de pacientes no fallecidos, con un ES de 2.8 que le da valor estadísticamente significativo independientemente de la duración de la inconsciencia. 2.- Crisis epiléptica, también con valor estadístico, al presentarse en el 27.7% de los pacientes fallecidos, mientras que sólo en el 7.22% de los sobrevivientes (ES: 2.77). Como se concluye en el trabajo de DEZA y Col. (13) la ocurrencia y recurrencia de crisis epilépticas en los DVC isquémicos son raras, pero cuando se presentan, constituyen un factor importante en el pronóstico de morbilidad y mortalidad. 140 Las mencionadas riesgos de mortalidad en los primeros 30 días de la enfermedad vascular cerebral en general y la isquemia en particular están esquematizados en la Tabla N° 5 TABLA N° 5 RIESGO DE MORTALIDAD EN EL PERIODO AGUDO DE LOS DVC ISQUEMICOS – “HOSPITAL NACIONAL GUILLERMO ALMENARA IRIGOYEN” INSTITUTO PERUANO DE SEGURIDAD SOCIAL 1. El riesgo es aproximadamente cuatro veces menor que en la hemorragia intracerebral. 2. El riesgo de mortalidad predomina en los DVC infratentoriales. 3. El promedio de tiempo de supervivencia en los pacientes fallecidos fue de 27.23 días 4. El riesgo de mortalidad se incremente cuando hay pérdida de conocimiento al inicio. 5. El riesgo de mortalidad se incrementa cuando hay crisis epilépticas. 6. El antecedente de cardiopatía aumenta el riesgo. BIBLIOGRAFIA 1. WHISNANT J.P. (1984): « The decline of Stroke”. Stroke 15:160-165. 2. KURTZKE J.F. (1985): “Epidemiology of Cerebrovascular Diseases” In: Cerebrovascular Survey Report. Ed.Mc Jowell f.P. 1-34. 3. KURTZKE J.F (1969): “Epidemiology of Cerebrovascular Diseases”, New York, Springer – Verlag. 4. DEZA L. et.al. (1989): “Historia Natural de los DVC en el Perú. En prensa. 5. W.H.O. (1989): “Recommendations on Stroke, Prevention, Diagnosis and Therapy” Special Report From the Health Organization. Stroke, Vol. 20 N° 10 October 1989 P.1408-1431. 6. BRIAN R., CHAMBERS et.al (1987) : « Prognosis of acute Stroke “Neurology 37:221-225. 7. O.M.S. (1979): “Clasificación estadística internacional de enfermedades, injurias y causas de muerte” 9ª Ed 8. HEYDENS, HEISS G., HEYNAN A., et .al. (1984): “Cardiovascular Mortality en Transient ischemic Attacks”. Stroke, 11-252-255. 9. BHARUCIH N.E., WOLF P.A., KANNER W.B. et.al (1981): “Epidemiologic Study of cerebral embolism: The Framingham Study. Ann. Neurol. 10: 105. 10. EPSTEIN LEON et. al (1989) « Incidence Mortality and Case-Fatality rate of Stroke in North-Herm Israel”. Stroke Vol. 20:725-759. 11. BROWN M.,GLASSE V.,BERG M. (1973): “Mortality Factor in Patient with Acute Stroke”. JAMA: 224: 1993-5. 12. OXBURY J.M., GRENHALL R.C., AND GRAINER K.M. (1975): “Predicting the Outcome of Stroke: Acute Stage after Cerebral Infarction”. Br. Med.,J 3:125-127 July 19. 13.DEZA L, CONCHA G., ALDAVE R, REYES J. RAMÍREZ R., CASTILLO M. (1989) “Crisis epilépticas en el período agudo de los DVC”. En Prensa. 14. DEZA y Col. (1989): “Descripción Epidemiológica Intrahospitalaria de los DVC”. Anales De la Facultad de Medicina UNMSM. En Prensa. 15. ANTHONY J. FURLAN M.S. (1985) “cardiac Disease and Stroke” in: Cerebrovascular. Survey Report. P: 98-Ed.Mc. Jonell. 141 “DESCRIPCIÓN EPIDEMIOLÓGICA INTRAHOSPITALARIA DE DESÓRDENES VASCULARES CEREBRALES” Por :LUIS DEZA, RAQUEL ALDAVE, GINA CONCHA, LUIS SALAZAR, JORGE CARMONA, MARCO CASTILLO Y ARMANDO RODRÍGUEZ VERSIÓN ORIGINAL DEL ARTÍCULO PUBLICADO EN: REVISTA DE NEURO-PSIQUIATRÍA, 53: 50-57, 1990. 142 Revista de Neuro-Psiquiatría, 53: 50-57, 1990 DESCRIPCIÓN EPIDEMIOLOGICA INTRAHOSPITALARIA DE DESORDENES VASCULARES CEREBRALES Por LUIS DEZA*, R. ALDAVE**, G. CONCHA**, L. SALAZAR**, J. CARMONA***. M. CASTILLO*** y A. RODRÍGUEZ *** RESUMEN Como parte de un proyecto para estudiar in extenso la historia natural de los Desórdenes Vasculares Cerebrales (DVC) en el Perú, presentamos la descripción epidemiológica intrahospitalaria, que resume los hallazgos encontrados, luego de dos años de estudio, en 208 pacientes: A. Frecuencia porcentual por tipo de DVC, oclusión o estenosis, 70.7% (aterotrombosis 61.1% y embolia 9.6%), hemorragia intracerebral 26.9%, hemorragia subaracnodea 1.9% y DVC mal definido 0.5%. B. Edad de inicio: Promedio global 62.22 años, oclusión o estenosis 63.91 años (trombosis 64.30 años y embolia 61.45 años), hemorragia intracerebral 58.14 años. C. Mortalidad: Porcentaje global 16.3%, oclusión o estenosis 8.8% (trombosis 7.1%, embolia 20%), hemorragia intracerebral 37.5%. D. Tiempo de supervivencia en los casos fatales: oclusión o estenosis 27.23 días (trombosis 26.11, embolia 29.75%), hemorragia intracerebral 9.95 días.En la discusión de los resultados se señala la característica propia que tiene la historia natural de los desórdenes vasculares cerebrales en nuestro medio. Llama la atención cierta similitud con los datos reportados en países orientales. SUMMARY We present an epidemiological approach of a 2 years clinical observation study a cohort of 208 admissions with Cerebrovascular Disease. This report represents part of a wider project intended to clarify the natural history of CVD in Peru. We found: A. Frecuency according to groups: 70.7%, occlusion or stenosis (atherothrombosis 61.1%, embolism 9.6%) intracerebral hemorrhage 26.9%, subarachnoid hemorrhage 1.9%, and 0.5% other unspecified. B. Age of onset: Mean total 62.22 years, occlusion or stenosis 63.91 years (thrombosis 64.30 years, embolism 61.45 years), intracerebral hemorrhage 58.14 years. C, Mortality: Total percentage 16.3, 8.8% occlusion or stenosis (7.1% thrombosis, 20% embolism) 37.5% intracerebral hemorrhage. D. Mean survival before death: Occlusion or stenosis 27.23 days (thrombosis 26.11 days, embolism 29.75 days). Intracerebral hemorrhage 9.9 days. Our findings show some particular aspects of the natural history of CVD in our country, some of them close to date obtained from Asian countries. PALABRAS-CLAVE: Epidemiología, desórdenes o enfermedades vasculares cerebrales KEY WORDS : Epidemiology, cerebrovascular disease ______________________ * Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen del IPSS. ** Médicos Asistentes del Servicio de Neurología ***Médicos Residentes del Servicio de Neurología 143 EPIDEMIOLOGIA INTRAHOSPITALARIA POR DESORDENES VASCULARES CEREBRALES INTRODUCCION De acuerdo a publicaciones internacionales los desordenes o enfermedades vasculares cerebrales (DVC o EVC) son una de las mayores causas de mortalidad y morbilidad a nivel mundial, siendo precedidos solamente por las cardiopatías y el cáncer. La cifra aproximada de incidencia y prevalencia de los DVC en los países occidentales es entre 150 y 600 por cada 100,000 habitantes, respectivamente, habiéndose señalado cifras mayores en países orientales . Esto significa que en el Perú con 22`000,000 de habitantes, podría haber 132,000 personas afectadas con tales enfermedades y presentarse cada año 33,000 nuevos casos de DVC, A pesar de tan importantes cifras, por sus implicancias en la salud pública, no hemos encontrado en la literatura médica nacional revisada, trabajos orientados específicamente al estudio de la historia natural de los DVC, cuyo conocimiento es obviamente imprescindible para organizar programas de salud pública técnicamente fundamentados y coherentemente financiados. Por este motivo iniciamos hace dos años en el Servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen un proyecto de investigación a largo plazo, sustentado inicialmente en la adopción de historias clínicas uniformes y el apego estricto a las normas recomendadas internacionalmente para diagnosticar y clasificar las EVC. Esta publicación es la primera de una serie en desarrollo y de otras que pudieran suscitarse en el curso de nuestras investigaciones actuales y futuras, sobre las EVC. Y por su carácter inicial trata de la descripción epidemiológica intrahospitalaria, en la cual consignamos datos acerca de la frecuencia por subtipos de EVC, la edad de aparición de los mismos, la tasa de mortalidad y otros informes de interés. Confiamos en que la casuística propia presentada en este trabajo, con la adición venidera de nuevos reportes, sea la base de estudios analíticos, cada vez mas detallados, que contribuyan a dar respuesta de orden práctico, a los problemas de la causa, tratamiento y prevención de los DVC, además de contribuir a la generación de conocimientos sobre esta patología a nivel hospitalario y poblacional. MATERIAL Y METODO Hemos incluido en el presente estudio, 208 pacientes diagnosticados como portadores de algún tipo de EVC, en concordancia con la “Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades, Injurias y Causas de Muerte” propuesta por la Organización Mundial de la Salud (Códigos 430 á 438, 9ª revisión, 1979), Estos pacientes fueron atendidos entre marzo de 1987 y julio de 1989 en el sector de hospitalización del Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara Irigoyen, dependiente del Instituto Peruano de Seguridad Social. El diagnóstico fue confirmado en cada caso, con los exámenes auxiliares habituales en los DVC incluyendo cuando menos estudio del líquido céfalo raquídeo, tomografía axial computarizada cerebral y en algunos pacientes que necesitaron de ella, angiografía cerebral. 144 L. DEZA, R. ALDAVE, G. CONCHA, L SALAZAR, J. CARMONA, M. CASTILLO Y A. RODRÍGUEZ RESULTADOS 1. 2. 3. 4. Distribución numérica y porcentual.- La Tabla I muestra la cantidad y el porcentaje correspondiente para cada tipo de EVC. Los 208 pacientes de este estudio forman el 26.59% del total de 782 personas. hospitalizadas en el Servicio de Neurología durante el mismo periodo de tiempo. Edad de inicio de los DVC.- La Tabla II ilustra acerca del número de pacientes en cada subtipo de DVC, el promedio de edad total e individualizada, en el cual se produjo la afección y el rango de variación respectivo. No se ha incluido en la tabla la hemorragia subaracnoidea, ni los DVC mal definidos, debido al escaso número encontrado en la casuística. Pronóstico de mortalidad.- La Tabla III, destaca el número de pacientes fallecidos. Además del porcentaje total, se muestra el correspondiente a cada subtipo de DVC. También se destaca la topografía de la lesión vascular, causante de la muerte de los afectados. La cifra global de fallecidos en el Servicio de neurología, en el período mencionado fue 57, de los cuales en 34 la muerte se debió a la EVC. Es decir la tasa de mortalidad en tales pacientes fue 59.64%. Mortalidad en DVC relacionada al tiempo transcurrido desde el inicio del cuadro clínico.- La Tabla IV incluye tales cifras, especificándose el tiempo promedio en días para cada tipo de DVC, no se considera en la tabla a la hemorragia subaracnoidea (Código 430) ni a los desórdenes vasculares cerebrales mal definidos (Código 437) por el motivo anteriormente señalado DISCUSION La frecuencia de EVC según el subtipo de diagnóstico, mostrada en la Tabla I, es grosso modo similar a la reportada por otros autores en base a estudios tanto intrahospitalarios como poblacionales, siendo no obstante destacable una peculiaridad referente a la hemorragia intracerebral (HI). En efecto, la cifra de 26.9% de HI en nuestra serie está por encima de la cantidad de 10% reportada como promedio para tal patología en la mayoría de publicaciones occidentales, pero se sitúa cerca del 22% publicado en países orientales 5. Si bien es cierto que algunas investigaciones recientes sobre la frecuencia de los distintas formas de EVC señalan que los contrastes entre Oriente y Occidente no son tan marcados, se mantiene firme el dato de la predominancia porcentual de HI entre orientales (3,6,9,11). Es posible que el alto porcentaje de HI mostrado, puede tener algún grado de distorsión al momento de la recolección de casos, por la circunstancia de no incluirse todos los DVC ingresados en el Hospital Almenara en el mismo periodo de tiempo, sino a aquellos internados en Neurología, esencialmente por la seguridad del diagnóstico Pero no hay duda que debe merecer especial atención la probable mayor ocurrencia de HI en el Perú, a semejanza de lo que ocurre en los países orientales. La convalidación y significación de tal hecho demandará nuevos trabajos, con superior cantidad de población y además estudios analíticos, para esclarecer el a lo factores operantes a nivel fisiopatológico. 145 EPIDEMIOLOGIA INTRAHOSPITALARIA POR DESORDENES VASCULARES CEREBRALES TABLA I FRECUENCIA DE DESORDEN VASCULAR CEREBRAL SEGÚN EL SUBTIPO DE DIAGNÓSTICO Desorden Vascular Cerebral Oclusión/Estenosis Trombosis Embolia Hemorrágia Intracerebral Subaracnoidea Mal definido Nº de Pacientes Porcentaje 147 70.7% 127 20 61.1% 9.6% 60 28.8% 56 4 26.9% 1.9% 1 Total de casos estudiados 0.5% 208 100% En lo relativo a los DVC isquémicos, causados por oclusión o estenosis de los vasos cerebrales también el porcentaje de nuestra casuística encontrado en 70.7%, es más cercano al 67% reportado en países orientales, que aquel de 78% de promedio, que resulta de sumar varias cifras publicadas en los países occidentales (5). Al analizar por separado los DVCs isquémicos, notamos el conocido predominio de aquellos causados por aterotrombosis (61.1%) sobre los consecutivos a embolias cerebrales (9.6%). Llama la atención la pequeña cantidad de embolias en comparación con los mayores valores reportados en otros países. Así, en Suecia (8), entre 1,054 pacientes con DVC se encontró la siguiente distribución: infarto aterotrombótico 58.4%, embolia cardiogénica 30.6%, hemorragia intracerebral 8.3% y hemorragia subaracnoidea 2.7%. El mismo elevado porcentaje de embolias originadas en el corazón, es común en otras publicaciones recientes sobre el tema. Es posible que, al menos parcialmente, el aparente bajo número de cardiopatías embolizantes en nuestro Hospital, se relacione con el déficit de algunos recursos tecnológicos modernos necesarios para su diagnóstico, tales como la ecografía tridimensional del corazón, la tomografía axial cardíaca ultrarrápida, el sistema Holter, etc., cuyo uso, de hecho está modificando en todo el mundo, las antiguas estadísticas sobre embolias cardiogénicas, En cuanto al pequeño porcentaje de hemorragias subaracnoideas encontrado en la presente serie, es definitivamente sesgado, debido a que los pacientes con tal patología son hospitalizados directamente en el Servicio de Neurocirugía de nuestro Hospital y por tal motivo este tipo de DVC ha sido solamente tomado en cuenta para los fines de la Tabla I y excluido de toda indagación posterior en este trabajo. 146 L. DEZA, R. ALDAVE, G. CONCHA, L SALAZAR, J. CARMONA, M. CASTILLO Y A. RODRÍGUEZ En la Tabla II se encuentra expresado el promedio de edad, el número de pacientes y el rango de variación de la edad en cada tipo de EVC. La edad promedio del total de casos fue de (62.22 años), lo que concuerda con la conocida predominada de DVC s en personas de edad avanzada. El análisis diferencial es igualmente similar en el sentido que, el infarto cerebral isquémico por oclusión o estenosis de vasos cerebrales ocurre tardíamente (63.91 años) comparado con la edad promedio de aparición de la hemorragia (58.14 años). Adicionalmente, la edad encontrada en los infartos por aterotrombosis (64.30 años) está por encima de aquellos consecutivos a embolias (61.45 años). Por las consideraciones hechas anteriormente acerca del diagnóstico de las embolias cardiogénicas, creemos que asimismo puede explicarse el promedio de la edad, relativamente alto, en las isquemias por embolia de nuestra serie. De hecho, la embolia cardiaca es el más importante mecanismo fisiopatológico en la isquemia cerebral que ocurre en personas menores de 40 años. TABLA II EDAD DE INICIO DE LOS DESORDENES VASCULARES CEREBRALES Desorden Vascular Cerebral Nº de Pacientes Promedio de edad (rango) Oclusión/Estenosis Trombosis Embolia 147 63.91 (30-93) 127 64.30 (30-93) 20 61.45 (31-83) Hemorragia Intracerebral 56 58.14 (14-93) Total de casos incluidos 203 62.22 (14-93) La Tabla III grafica la mortalidad de las EVCs y sus porcentajes, durante los primeros 30 días de ocurrida la enfermedad. El pronóstico global de mortalidad para todos ellos fue de 16.3%, tal valor es comparativamente bajo a nivel internacional, así; NORVING en Suecia (8) reportó 17.5%, en tanto que MAYO en Montreal (6) dio valores fluctuantes entre 18% y 25%, y WARD en Australia 22.3%, tomando en cuenta los mismos criterios utilizados por nosotros (13). Como era de esperar, la mortalidad de acuerdo al tipo de DVC dio predominancia porcentual a la HI que ocurrió en 37.5% de casos, quedando el infarto cerebral isquémico en 8.8%. Este resultado demuestra 147 EPIDEMIOLOGIA INTRAHOSPITALARIA POR DESORDENES VASCULARES CEREBRALES que la tasa de mortalidad por HI en nuestro Hospital, como ya se ha dicho, es alta en comparación a publicaciones extranjeras recientes, tal diferencia sin embargo no ocurre en los infartos cerebrales isquémicos. Así, HAN-HWA HU (4) ha reportado en China la mortalidad por HI en 30.7%, WARD (13) en Australia halló 31.6% y FIESCHI (2) 30 % en Italia. TABLA III MORTALIDAD SEGÚN LA PATOGENIA Y LA TOPOGRAFÍA LESIONAL EN EL PERIODO AGUDO DE LOS DESORDENES VASCULARES CEREBRALES Patogenia y Topografía Nº de Fallecidos Oclusión/Estenosis Porcentaje 13 Trombosis Supratentorial Infratentorial 9 7 2 Embolia Supratentorial Infratentorial 4 4 0 Hemorragia Intracerebral Supratentorial Infratentorial 21 0 8.8% 7.1% 6.5% 10.5% 20.0% 20.0% -- 21 Total de fallecidos 34/208 37.5% 37.5% -16.3% Se sabe que hace algunos años la mortalidad por HI era mayor que actualmente, atribuyéndose tal reducción al mejor control, tratamiento y seguimiento de las personas con hipertensión arterial en los últimos 20 años. En efecto, entre publicaciones nacionales hemos encontrados una de J.O. TRELLES (10) de 1972 en la que se refiere la mortalidad por HI en 85% y otra de J.VOTO BERNALES (12) realizada en nuestro Servicio de Neurología en 1955, que fija la mortalidad en 47.27% de los casos. La aterotrombosis de vasos cerebrales como causa de infarto isquémico tuvo menor mortalidad (7.1%) que aquella de la embolia cerebral (20%), situación similar, aunque con diferencia porcentual, ha sido encontrada por WARD (13) en Australia: aterotrombosis 19.6% y embolia 32.1%. El recuento del pronóstico o riesgo de mortalidad al tomar en cuenta la patogenia y la localización, supra o infratentorial, 148 L. DEZA, R. ALDAVE, G. CONCHA, L SALAZAR, J. CARMONA, M. CASTILLO Y A. RODRÍGUEZ demostró que todos los pacientes fallecidos por HI tuvieron lesión supratentorial, en tanto que los fallecidos como consecuencia de aterotrombosis mostraron mayor mortalidad (10.5%) por isquemia infratentorial. Cifras concordantes con las nuestras han sido reportadas por CHAMBERS (1), quien encuentra predominio de la HI supratentorial como causa de fallecimiento, 57% sobre sólo 33% en HI infratentorial, adicionalmente, cuando se trata de infartos isquémicos, la mortalidad es mayor (18%) cuando ellos ocurren infratentorialmente. La elevada mortalidad en la HI supratentorial se explica por el predominio porcentual del sangrado en la región de los ganglios básales que genera situaciones de hipertensión endocraneana severa y muerte consecutiva, en tanto que la interpretación para la mortalidad en los infarto infratentoriales se relaciona poco al efecto inmediato de la lesión neurológica, sino al severo grado de incapacidad funcional derivado secundariamente, que condiciona a su vez algunas complicaciones sistémicas. Las afirmaciones precedentes son apoyadas por los datos mostrados en la Tabla IV acerca del promedio de los días de supervivencia en cada caso fatal de DVC. En las HI el promedio fue 9.95 días Tal precocidad del deceso indica que su causa es relacionada primariamente con la injuria y la hipertensión endocraneana resultante. TABLA IV TIEMPO PROMEDIO DE SUPERVIVENCIA EN LOS PACIENTES FALLECIDOS POR DESORDEN VASCULAR CEREBRAL Desorden Vascular Cerebral Tiempo Promedio en Días Oclusión/Estenosis Trombosis Embolia Hemorragia Intracerebral 27.23 26.11 29.75 9.95 La situación es diferentes en los DVC isquémicos, en los cuales el promedio hallado fue de 27.23 días, es decir, más allá de las tres semanas que tarda aproximadamente en resolverse el infarto del tejido cerebral, de donde se deduce que la mortalidad tardía de éstos pacientes se vincula y principalmente a complicaciones sistémicas secundarias como infecciones respiratorias, urinarias y otras. 149 BIBLIOGRAFIA 1. CHAMBERS, B.R. et al. (1987): “Prognosis of acute Stroke “, Neurology, 37: 221-225.- 2. FIESCHI, C. et al. (1998): “Changing Prognosis of Primary Intracerebral Hemorrhage. 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(1989): “First- Year Results of a Community – Bases Study of Stroke Incidence in Umbria, Italy”, Stroke, 20: 853-857.- 10. TRELLES, J. O. , HERRERA, G., PALOMINO, L., & GRIMANI, J. (1972): “Aspectos angiográficos de la hemorragia cerebral”, Revista de Neuro-Psquiatría, 35: 3-13.- 11. UEDA, K, et al. (1988): “Intracerebral Hemorrhage in a Japanese Community, Hisayama: Incidence, Changing Patient During Long – tem Follow up and Related Factors”, Stroke, 19: 48-52.- 12. VOTO BERNALES, J. et al, (1955): “La apoplejía en el Hospital Obrero de Lima”, Revista Méd. Hospital Obrero, 4: 22-28.- 13. WARD, G. (1988): “Incidence and Outcome of Cerebrovascular Disease in Perth, Western Australia”, Stroke, 19: 1501-1506. 150 “CRISIS EPILEPTICAS EN EL PERIODO AGUDO DE LOS DESORDENES VASCULARES CEREBRALES” Por LUIS DEZA, G. CONCHA, R. ALDAVE, J. REYES, R. RAMIREZ y MARCO CASTILLO TEXTO ORIGINAL DEL ARTÍCULO PUBLICADO EN: Revista de Neuro-Psiquiatría, 52: 195-201, 1989. 151 CRISIS EPILEPTICAS EN EL PERIODO AGUDO DE LOS DESORDENES VASCULARES CEREBRALES Por: LUIS DEZA*, G. CONCHA**, R. ALDAVE**, J. REYES**, R. RAMÍREZ** y M. CASTILLO*** RESUMEN Hemos evaluado las principales características de las crisis epilépticas, asociadas al inicio (primeros quince días) de las enfermedades o desórdenes vasculares cerebrales (EVC), en una serie 208 pacientes con tal patología. Las crisis se presentaron en 15 (7.21%) del total de pacientes, distinguiéndose 7 (12.28%) entre los 57 con hemorragia intracerebral supratentorial, 7 (4.76%) de los 147 con infarto cerebral isquémico y 1 (2.7%) que tuvo hemorragia subaracnoidea. En los casos de isquemia, las crisis fueron más comunes en los infartos embólicos, que en aquellos consecutivos a estenosis u oclusión por ateroesclerosis o aterotrombosis. Los episodios generalmente ocurrieron en las primeras 48 horas, luego de iniciado el desorden vascular cerebral (80%). La mayoría de casos, fue de presentación única, con muy baja recurrencia (13.33%). Los tipos de crisis observadas fueron tanto generalizadas como focales. Cuando las crisis epilépticas ocurrieron en pacientes con infartos cerebrales supratentoriales, la cifra de mortalidad fue mayor que la encontrada en otros tipos de EVC, incluyendo la hemorragia. SUMMARY We evaluated the main characteristics of early seizures (within fifteen days) in 208 consecutive stroke patients. Seizures occurred in 15 (7.21%),including 7 of 57 (12.28%) with supratentorial intracerebral hemorrhage and 7 of 147 (4.76%) with cerebral ischemic infarction. They were more common in embolic infarcts than such due to atherosclerotic vessel disease. Seizures generally occurred within 48 hours of stroke onset (80%), were usually single, generalized or partial and with low recurrence (13.33%). They were correlated with higher mortality in supratentorial infarction but not when occurred associated with intracerebral hemorrhage. PALABRAS-CLAVES: Desorden vascular cerebral, crisis epiléptica, riesgo de mortalidad KEY WORDS : Stroke, epileptic seizures, mortality risk. * ** *** Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara, IPSS. Profesor Principal de Neurología de la UNMSM. Médicos Asistentes del Servicio de Neurología Médicos Residentes de Neurología 152 L. DEZA et al. INTRODUCCION En el periodo agudo de los desórdenes o enfermedades vasculares cerebrales (EVC), fijado para los fines del presente trabajo en 15 días, no es rara la aparición de crisis epilépticas. KILPATRICK (7) ha reportado su presencia en 5% de los pacientes y SHINTON (9) en 5.7%, en tanto que BERGER (1) al estudiar un grupo de enfermos con hemorragia intracerebral encontró que el porcentaje llegó a 17%. Para estudiar la frecuencia de las crisis tales crisis, su perfil clínico y su posible valor pronóstico, acerca de la mortalidad del paciente, hemos analizado una serie de 15 pacientes con EVC, internados en el Servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, quienes tuvieron crisis epilépticas durante los días iníciales de su enfermedad vascular.. MATERIAL Y METODO En el presente estudio se ha incluido a todos aquellos pacientes que presentaron una o más crisis epilépticas en la etapa aguda del desorden vascular cerebral, el cual que motivó su hospitalización en el Servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen. Se encontró tal ocurrencia en 15 de ellos, entre la serie de 208 casos atendidos, en los dos años precedentes, con el diagnóstico genérico de EVC. La catalogación y tipificación de las EVC se estableció luego de los estudios clínicos y exámenes complementarios, en concordancia con lo recomendado para tal fin, por la Organización Mundial de la Salud, en la 9° revisión de la ”Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades, Injurias y Causas de Muerte” (2,5). Fueron excluidos los pacientes con historia previa de EVC o de epilepsia y aquellos en los cuales la crisis apareció, después del decimoquinto día de iniciada la EVC. Este criterio, fue sólo metodológico, ya que en realidad no hubo ningún paciente con crisis, pasado tal período, considerado agudo. La historia clínica de los 15 pacientes seleccionados, fue motivo de especial estudio, en los siguientes aspectos: La frecuencia total de las crisis, el porcentaje según la patogenia subyacente, el tipo y la cantidad individual de cada una de las crisis observadas, y finalmente se tuvo en cuenta, el pronóstico de mortalidad entre los pacientes con dichos episodios. RESULTADOS 1. Frecuencia de crisis En la Tabla I, se destaca el número y el porcentaje correspondiente a cada tipo de EVC. Se excluyeron las cifras acerca de la hemorragia subaracnoidea debido a que los pacientes con tal diagnóstico son casi siempre internados directamente en el Servicio de Neurocirugía, y por tal razón en nuestra casuística neurológica de EVC, la hemorragia subaracnoidea tiene una cifra por debajo de la real 153 CRISIS EPILEPTICAS EN EL PERIODO AGUDO DE LOS DVC Así entre los pacientes con EVC estudiados, la hemorragia subaracnoidea abarcó solamente el 2.7%, es decir 4 personas. No obstante, una de las 4 con hemorragia subaracnoidea presentó crisis epiléptica generalizada. La cifra global de pacientes con crisis epilépticas en el período agudo de los EVC fue 15, que corresponde al 7.21% de los 208 de la muestra. 2. Frecuencia de crisis epiléptica según el tipo de EVC En la misma Tabla I, se diferencia el número y porcentaje de crisis. La frecuencia de episodios epilépticos en la hemorragia intracerebral es 12.28%; en tanto que sólo alcanza a 4.76% en la EVC isquémica: 1.5 % en la aterotrombosis, por oclusión o estenosis de las arterias del cuello y 25% en las embolias, la mayoría, posiblemente, cardiogénicas.. TABLA I FRECUENCIA DE CRISIS EPILEPTICA SEGÚN EL TIPO DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL EVC TOTAL PACIENTES Hemorragia intracerebral Oclusion/estenosis 1.Trombosis 2. Embolia CON CRISIS 57 147 127 20 % 7 7 2 5 12.28 4.76 1.57 25.00 3. Tipo de crisis epiléptica detectada La Tabla II, muestra el tipo de crisis epiléptica en base a criterios estrictamente clínicos. Puede notarse que ellas fueron generalizadas en 53.33% de los 15 casos, parciales motoras en 40% y parciales motoras con generalización secundaria en 6.66%. La distribución de los tipos de crisis según la patogenia subyacente mostró que en el infarto isquémico sobre el total de 7 pacientes con crisis, 6 tuvieron generalizadas tónico-clónicas y sólo uno tuvo de tipo parcial motora. En la hemorragia intracerebral, 4 de los 7 pacientes presentaron crisis parciales motoras, 2 tónico clónicas generalizadas y uno parcial motora con generalización secundaria. 154 L. DEZA et al. TABLA II FRECUENCIA DEL TIPO DE CRISIS EPILEPTICA EN PACIENTES CON EVC TIPO DE CRISIS NUMERO PACIENTES % Tónico-clónica generalizada Parcial motora sin generalización Parcial motora con generalización TOTAL : 4. 8 6 1 15 53.33 40.00 6.66 100.00 Tiempo de ocurrencia de las crisis epilépticas post ictus Los datos al respecto, se encuentran en la TABLA III. Puede notarse que en las primeras 48 horas post inicio de la EVC, se observaron crisis en 12 de los 15 pacientes con tal trastorno, es decir en el 80% de ellos. TABLA III TIEMPO DE OCURRENCIA DE LA CRISIS EPILEPTICA EN LA EVC MOMENTOS DE LA CRISIS NUMEROS PACIENTES % 8 53.34 1 3 3 15 6.6 20.00 20.00 100.00 Crisis de inicio Posterior al ictus y Menor de 24 horas Entre 24 y 48 horas Entre 48 horas y 15 días TOTAL 5. Pronóstico de mortalidad La Tabla IV muestra la relación entre la presencia de crisis epilépticas y la mortalidad en el período agudo de la EVC. Hemos utilizado el Error Estándar como test de significancia, y notamos claramente que la presencia de crisis epiléptica en el período agudo del infarto cerebral, por oclusión o estenosis vascular, secundaria a aterotrombosis o por embolia cardiogénica, es un significativo factor de mayor riesgo (Error Standar 3.2) de mortalidad. En tanto que cuando ocurre la crisis asociada a la hemorragia intracerebral no hay tal riesgo ( Error Standar 0.35, no significativo). 155 CRISIS EPILEPTICAS EN EL PERIODO AGUDO DE LOS DVC TABLA IV CRISIS EPILEPTICAS RELACIONADAS A MORTALIDAD POR DESORDEN VASCULAR CEREBRAL PATOGENIA (N= 204) RIESGO DE FALLECIMIENTO ERROR ESTÁNDAR SIGNIFICANCIA Oclusión / Estenosis Sin crisis Fallecidos Con crisis Fallecidos 140 10 7 3 Hemorragia intracerebral Sin crisis 50 Fallecidos 19 Con crisis 7 Fallecidos 3 6.94% 3.2 Si 0.35 No 42.85% 38.0% 28.57% DISCUSION En la serie de 208 pacientes incluidos en este estudio, 15 de ellos, es decir el 7.21%, presentaron una o mas crisis epilépticas en algún momento de los 15 días siguientes al inicio de la EVC. Entre los 15 con crisis, cuya edad promedio fue 57.63 años, encontramos 8 hombres y 7 mujeres. Nuestra cifra porcentual es ligeramente mayor que la reportada en estudios similares, así, KILPATRICK (7) encontró crisis en 40 pacientes entre el total de 898 con EVC (4.45%) y SHINTON (9) 13 en 230, correspondiendo al 5.7% de los pacientes con EVC analizados. La cifra porcentual de ataques epilépticos en pacientes con hemorragia intracerebral es 12.28%, en tanto que sólo es de 4,76% en los infartos cerebrales isquémicos, tal como se muestra junto a otros datos complementarios en la Tabla I. BERGER (1) al estudiar 112 pacientes con hemorragia intracerebral encontró crisis epilépticas en 17% de ellos y KILPATRICK (7) en 18%. Para los infartos, la cifra fue sólo de 7% del total de los pacientes en el periodo agudo de algún EVC. Es decir que nuestros hallazgos concuerdan con la literatura citada. Debemos agregar que cuando se trata de hemorragia intracerebral es también importante como factor de riesgo, para la aparición del ictus epiléptico, la ubicación supratentorial, de la injuria y más todavía si es cercana a la corteza del lóbulo frontal (1,7,8). 156 L. DEZA et al. De otro lado, si bien es cierto que la posibilidad de crisis en el infarto isquémico es globalmente algo menor de la mitad, debe destacarse que cuando éste es secundario a embolia cerebral, el riesgo se eleva significativamente a 25%, tal aumento especifico puede explicarse en base a dos factores “epileptogénicos” bien conocidos: la mayoría de los émbolos afecta a los vasos de la convexidad cortical y los infartos por embolia, con más frecuencia que cualquier otro mecanismo patogénico tienden a sangrar, convirtiéndose en infartos hemorrágicos (3). En la Tabla II se muestra la frecuencia de los tipos de crisis detectada de acuerdo a la Clasificación Internacional de ataques epilépticos aprobada por la ILAE en 1981. En lesiones focales resultantes de la EVC, debe esperarse mayor cantidad de crisis parciales que generalizadas, sin embargo, en nuestra serie encontramos 8 ataques generalizados tónico-clónicos, 6 crisis parciales motoras sin generalización y solo 1 secundariamente generalizada. La explicación posible, es que algunos de nuestros pacientes, catalogados clínicamente en el grupo de crisis generalizadas, hayan tenido en realidad ataques parciales que pasaron desapercibidos para el personal médico, debido a la rápida generalización de la crisis focal inicial. Este sesgo pudo haberse evitado, si se hubiese detectado la actividad eléctrica cortical anormal, mediante un estudio electroencefalográfico, realizado al momento del episodio o inmediatamente después de ocurrido. El tiempo en que aparecieron las crisis epilépticas en relación a la etapa aguda de la EVC, mostrado en la Tabla III, revela que el 53.34% de ellas se presentaron asociadas al ictus vascular inicial y abarcando la observación a las primeras 48 horas el porcentaje subió a 80%. Similar hallazgo ha sido reportado por KILPATRICK (7), MASSEY (6) y BERGER (1). Debemos agregar que tanto en nuestra serie como en la de otros autores la recurrencia de los ataques es rara, sólo en 2 de los 15 pacientes observamos más de una crisis, por tal motivo, se considera que en estas crisis es innecesaria la administración farmacológica antiepiléptica, para prevenir la aparición de nuevos ataques, más allá de 48 horas (6). Para investigar, la posible relación entre la ocurrencia de crisis epilépticas y el pronóstico de mortalidad en el período agudo de la EVC, hemos utilizado el llamado Error Estándar como test de significancia (valores significativos por encima de 2.5). Los resultados de la Tabla IV muestran que la mortalidad, porcentual, entre los pacientes con infarto cerebral es mucho mayor, 42.85%, entre aquellos que tuvieron crisis epilépticas asociadas a la EVC isquémica inicial, en comparación con el 6.94% observado en los que no las presentaron. De modo contrario, en los casos de hemorragia intracerebral no encontramos diferencia significativa (Error Estándar 0.35) entre los pacientes que tuvieron y aquellos que no tuvieron crisis epilépticas. Por consiguiente, de acuerdo a nuestro estudio, la presencia de crisis epilépticas en el período agudo de la hemorragia intracerebral no modifica el riesgo de mortalidad, en tanto que en el infarto cerebral, la aparición de crisis epilépticas en el mismo período aumenta el riesgo de muerte del paciente, siendo su presencia, en consecuencia, un indicador de pronóstico desfavorable. La explicación de tal diferencia, puede relacionarse al tamaño y extensión cortical de las lesiones potencialmente epileptógenas. Así, en el caso de infartos, éstos deben ser supratentoriales y lo 157 CRISIS EPILEPTICAS EN EL PERIODO AGUDO DE LOS DVC suficientemente grandes para abarcar corteza y subcorteza, y tienen por consiguiente mal pronóstico de mortalidad y morbilidad. No sucede lo mismo con las hemorragias intracerebrales, las cuales por ocurrir mayormente en la región capsular y putaminal tienen alto riesgo de mortalidad y relativamente menos crisis epilépticas. Contrariamente, las hemorragias lobares cercanas a la corteza, usualmente de menor tamaño y peligrosidad, si tienen un alto potencial epileptógeno. La misma predilección topográfica cortical de la lesión, es aplicable también como explicación al elevado número de crisis asociadas en la embolia cerebral y en derivación al infarto hemorrágico secundario, que puede aumentar la mortalidad (3). Como conclusión del presente estudio hemos resumido en la Tabla V, los hallazgos más significativos de nuestra investigación. TABLA V CRISIS EPILEPTICAS EN EL PERIODO AGUDO DE LAS ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES No son muy frecuentes (7.21%) .Son más frecuentes en la hemorragia cerebral (12.28%) Entre los infartos isquémicos, predominan en las embolias cerebrales Mayormente ocurren en las primeras 48 horas de iniciada la EVC La posibilidad de recurrencia es baja (13.33%) Cuando ocurren en el infarto cerebral supratentorial, son un factor significativo de mayor riesgo de mortalidad Su presencia en la hemorragia intracerebral no modifica significativamente el riesgo de mortalidad. BIBLIOGRAFIA 1.- BERGER, A.R. et al (1988): “Early Seizures following intracerebral haemorrhage: Implications for therapy” , Neurology, 38: 1363-1365.- 2. DEZA, L. et al (1989): “Descripción epidemiológica intrahospitalaria de desórdenes vasculares cerebrales”. Aceptado para su publicación en Anales de la Facultad de Medicina, U.N.M.S.M.- 3. HART, R.G. & EASTON, J.D.(1986): “Hemorrhagic Infarcts”, STROKE, 17: 586-589.- 4. HORNIG, C.R. et al (1986): “hemorrhagic cerebral infarction. A prospective study”, Stroke, 17:179-184.- 5. KURTZKE, J.F. (1985): Epidemiological Cerebrovascular SurveyReport, Mc. Dowell H.& Caplan L.R. (Ed.) page 1-34.- 6. MASSEY, E.W. & BURKILL. M. (1989) “Stroke with Seizure: Is extended anticonvulsant therapy Required?”, Neurology, 39 (Suppl 1) : 161.- 7. th KILPATRICK, C.J. et al. (1989): “Epileptic Seizures in Acute Stroke”, 14 International Joint Conference on Stroke and Cerebral Circulation, stroke, 20: 148.- 8. OLSEN, S.T., HOGENHAVEN, M & THAGE, O. (1987): “Epilepsy after Stroke”, Neurology, 37: 1209-1211.- 9. SHINTON, R.A., GILL, J.S., MELNICK, S.C., GUPTA, A.K. & BEEVERS, D.G. (1988): “The frequency characteristics and prognosis of Epileptic Seizures at the onset of Stroke”, J. Neurosurgery. 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El análisis clínico y radiológico de la historia ha permitido señalar que la afasia global sin hemiparesia es explicable por alguna de dos diferentes topografías lesionales, aunque sin precisar cuál de ellas es más frecuente: en algunos pacientes se debe a dos infartos cerebrales en el hemisferio dominante (uno anterior en el área de BROCA y otro posterior en el área de WERNICKE) que dejan indemne el área motora cortical ubicada entre ellas, en tanto que en otros enfermos se encuentra un solo infarto extenso perisilviano, mayormente superficial, que afecta poco o nada el territorio profundo de la cápsula interna. Esta presentación de un nuevo caso de afasia global sin hemiparesia, que se agrega a los tres reportados recientemente en nuestro Servicio de Neurología (1), obedece además del obvio interés clínico, al deseo de contribuir al reconocimiento de aspectos complementarios del síndrome: 1° Hay cuando menos dos formas de presentación clínico – patológica relacionados al sitio lesionado del hemisferio izquierdo; y 2° El infarto superficial único de la corteza perisilviana es mucho más frecuente de lo que puede suponerse como topografía de la lesión. * ** *** Médico Asistente, Servicio de Neurología, Hospital Nacional Guillermo Almenara, Lima, Perú, Profesor Auxiliar de Neurología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.. Médico Jefe del Servicio, Neurología, Hospital Nacional Guillermo Almenara, Lima, Perú, Profesor Principal de Neurología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Médico Resistente, Servicio de Neurología, Hospital Nacional Guillermo Almenara, Lima, Perú. 160 OBSERVACIÓN CLINICA Paciente mujer de 31 años de edad, con antecedente de estenosis valvular mitral, diagnosticada 3 años antes. En forma súbita estando en reposo presentó pérdida de conciencia y déficit motor del hemicuerpo derecho asociado a afasia. En los días siguientes remitió casi completamente la hemiparesia pero el lenguaje siguió seriamente comprometido. Un mes después fue internada en nuestro servicio, encontrándose en el examen de las habilidades lingüísticas: ausencia de expresión verbal espontánea, lenguaje provocado monosilábico con parafasias y neologismos, en las series automáticas sólo fue capaz de realizar la cuenta del 1 al 10, nula repetición de fonemas o frases, repetía vocales, comprensión oral de órdenes simples en un 50%, disgrafía, copió letras y palabras de dos sílabas no así al dictado, pruebas más elaboradas como correspondencia palabra – imagen, frase acción no las pudo realizar. Se objetivó además leve hemiparesia derecha con aumento de los reflejos profundos, no se encontró signo de Babinski, pero se encontró signo palmo mentoneano y de prensión en la mano derecha, asimismo tuvo dispraxia buco–facial e ideoconstructiva. En el examen cardiovascular se auscultó soplo sistólico en el foco aórtico y diastólico en el foco mitral de grado II/VI. El LCR fue cristalino y citoquímicamente normal. La tomografía axial computarizada cerebral realizada a los 45 días del inicio del proceso, mostró área hipodensa, perisilviana izquierda fronto – parieto – temporal (Fig.1) Se estableció el diagnóstico de Afasia global, dispraxia buco – facial y síndrome pre-frontal derecho, secundario a desorden vascular cerebral isquémico por embolia cardiogénica. DISCUSIÓN La afasia global sin hemiparesia ha sido descrita como resultado de infartos únicos o dobles en el hemisferio dominante, como manifestación clínica predominante de encefalopatía embólica (1,2). Así mismo se ha publicado otros hechos fisiopatológicos en relación a este síndrome peculiar en lesiones de múltiple etiología pero de localización perisilviana izquierda, claramente demostrada por la tomografía axial computarizada cerebral (3). VAN HORN y HAWES (2) señalaron que se necesitan dos infartos embólicos separados, uno que comprometa el área BROCA y otro el área de WERNICKE, respetando las fibras motoras, para que se observe afasia global sin hemiparesia. Posteriormente LEGATT y colaboradores (3) documentaron otras causas aparte de la embolia cardiogénica, tales como la hemorragia intracraneal o el infarto trombótico. FERRO (4) y DEZA (1) han reportado la presencia del mismo síndrome, pero consecutivo a un solo infarto de la región perisilviana en el hemisferio dominante, cuando la oclusión arterial se produce en la rama superficial de la arteria cerebral media izquierda, respetándose el territorio profundo dependiente de las ramas lentículo – estriadas, es decir la cápsula interna y la corona radiante. 161 MEHLER (5) ha publicado 4 nuevos pacientes de afasia global sin hemiparesia, señalando la existencia de una dicotomía clínico – patológica. Así dos de ellos presentaron afasia global en asociación a signos clínicos de severo compromiso hemisférico posterior (alexia, agrafia, errores en la comprensión auditiva y déficit de campos visuales), en tanto que los otros dos tuvieron defectos lingüísticos característicos de la afasia global por lesión predominante del lóbulo frontal. Los estudios radiológicos seriados mostraron en los primeros casos un infarto pequeño póstero – inferior de localización frontal y otro temporal superior, en tanto que en los últimos casos se halló un solo infarto pequeño perisilviano. El paciente que presentamos tiene una cercana similitud clínica y tomográfica con los dos últimos casos citados de MEHLER. En efecto la embolia cardiogénica obstruyo las ramas superficiales de la arteria cerebral media izquierda y el infarto consecutivo se manifestó por disturbios lingüísticos de tipo afasia asociada a signos de lesión del lóbulo frontal. No obstante que a priori una doble lesión es más convincente como sustrato patológico en la aparición de la afasia global sin hemiparesia, debe remarcarse que el infarto único puede también encontrarse en una buena cantidad de pacientes portadores del síndrome de la literatura revisada (33%). Por último merece ser cuidadosamente entendida la observación de MEHLER acerca de la dicotomía clínico – patológica subyacente en la afasia global sin hemiparesia, ya que como hemos discutido la paciente que motiva esta publicación encuadra en una de las dos formas clínico – patológicas propuestas. 162 RESUMEN La afasia global sin hemiparesia es un síndrome neurológico reconocido a partir de 1982. El sustrato patológico de la presentación del síndrome ha sido relacionado con dos tipos diferentes lesiones cerebrales circunscritas, ambas demostradas por la tomografía axial computarizada cerebral: puede tratarse de dos infartos, separados e independientes, que comprometen simultaneamente, tanto el área de BROCA como el área de WERNICKE, o el síndrome puede resultar de un infarto único perisilviano que respeta el territorio profundo, capsular, en el hemisferio dominante. La isquemia cerebral por émbolos provenientes del corazón, es la causa mas frecuente del síndrome. Presentamos otro nuevo caso de afasia global sin hemiparesia, remarcando que la localización perisilviana frontal, puede ser una frecuente topografía lesional para generar la afasia global sin hemiparesia, asociándose en este caso a la presencia adicional de signos específicos de lesión del lóbulo frontal. BIBLIOGRAFÍA 1.2.3.4.5.- DEZA, L. Et al. : “Afasia global sin hemiparesia”, Rev. de Neuro-Psiquiatría, 51: 36-42, 1988. VAN HORN, G HAWES,A.: “Global aphasia without hemiparesis: a sign of embolic Encephalopathy, Neurology, 32: 403-406, 1982 LEGATT,A.,RUBIN,M., KAPLAN,L., HEALTON, E. and BRUST, J.: ”Global aphasia without hemiparesis, Multiple etiologies”, Neurology, 37: 201 – 205, 1987. FERRO, J.: “Global aphasia without hemiparesis”, Letter, Neurology, 33,1983. MEHLER, M.: “Global aphasia without hemiparesis: A clinico – pathology dichotomy”, th 40 Annual Meeting Program, American Academy of Neurology, pag. 263, 1998. 163 “AFASIA GLOBAL SIN HEMIPARESIA” Por LUIS DEZA B., CESAR CASTAÑEDA, JORGE CARMONA, MARIA IGNACIO Y SILVIA PIERETTI VERSION ORIGINAL DEL TRABAJO PUBLICADO EN: Revista de Neuro-Psiquiatria, 51: 36 – 42, 1988 164 AFASIA GLOBAL SIN HEMIPARESIA Por LUIS DEZA B.*, CESAR CASTAÑEDA**, JORGE CARMONA***, MARIA IGNACIO*** y SILVIA PIERETTI*** RESUMEN Se presentan tres casos de afasia global sin hemiparesia, consecutivos a desórdenes vasculares cerebrales embólicos. Los estudios de tomografía axial computarizada mostraron infartos únicos en la región perisilviana izquierda con afectación predominante de la corteza. En base a los casos de este trabajo y la revisión de la bibliografía se concluye que la afasia global sin hemiparesia encontrada desde el comienzo de la isquemia, se debe a embolias cerebrales, pero también puede ser causada por otros mecanismos fisiopatológicos. Los síntomas en algunos casos resultan de infartos separados, uno en el área de Broca y otro en el área de Wernicke, pero en otros pacientes los síntomas se relacionan a infartos únicos que comprometen principalmente las zonas corticales perisilvianas, dejando relativamente indemnes los territorios subcorticales, especialmente la cápsula interna. SUMMARY Three patients with acute global aphasia without hemiparesis caused by embolic infarcts are described. In all of them the CAT scan showed evidence of single large and mostly cortical perisylvian infarct. According to this paper and the bibliography reviewed we concluded that global aphasia without hemiparesis appearing acutely is caused frequently by cerebral emboli but others etiologies is also possible. The symptoms in some cases are consequent to two discrete lesions in the dominant hemisphere but in others are due to single large infarct of cortical perisylvian area partly sparing the posterior limb of the internal capsule and the corona radiata. Palabras-Clave : Afasia global. Lenguaje. Embolia cerebral. Infarto cortical perisilviano Key Words * ** *** : Global aphasia. Language. Cerebral emboli. Perisylvian cortical infarct Jefe del Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara, IPPS. Profesor Principal de Neurología, Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Médico Asistente de Neurología. Profesor de Neurología. UNMSM Médicos Resistentes de Neurología, UNMSM 165 AFASIA GLOBAL SIN HEMIPARESIA INTRODUCCIÓN La afasia global es un tipo de alteración de lenguaje cuyas características son: expresión verbal limitada en palabra y carente de fluidez y deficiencias en la comprensión, repetición, nominación, lectura y escritura. Su presencia ha sido tradicionalmente vinculada a lesiones amplias que abarcan in extenso la región perisilviana izquierda incluyendo las áreas de BROCA y WERNICKE, explicándose la frecuente asociación entre afasia global y severa hemiplejia derecha por la vecindad anatómica de las áreas motoras. Comúnmente las lesiones causales de estos problemas clínicos se deben a desórdenes vasculares cerebrales, habiéndose señalado que del total de pacientes afásicos entre el 10 y 40% tienen afasia global. En 1982 VAN HORN Y HAWES (4) llamaron la atención sobre tres pacientes con afasia global debido a infarto cerebral embólico, con sólo hemiparesia leve y rápidamente reversible, casi sin dejar secuela motora alguna, aunque con persistencia de la afasia global. Posteriormente han sido señalados en la literatura médica catorce nuevos casos clínicamente similares a los descritos originalmente por VAN HORN, con el diagnóstico de “afasia global sin hemiparesia”. Debido a la discusión actual sobre los mecanismos fisiopatológicos subyacentes en esta peculiar entidad clínica y también la controvertida explicación de la afasia global sin hemiparesia en términos concluyentes de correlación anátomo-clínica, hemos juzgado pertinente presentar tres casos propios, observados en los últimos meses en el Servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen, con el fin de exponer las ideas que nos ha suscitado su estudio, en relación al tema de la afasia global sin hemiparesia. CASUISTICA CASO Nº 1 Paciente J.G.F., de 51 años, Diestro, Oficinista. Con antecedentes de hipertensión arterial de dos años de antigüedad y cardiopatía hipertrófica asimétrica no obstructiva, diagnosticada 7 meses antes del inicio de su enfermedad actual. Refirió la esposa que el día 25-6-87 cuando el paciente intentaba levantarse de un sillón perdió súbitamente la motilidad del hemicuerpo derecho y casi simultáneamente quedó inconsciente por aproximadamente 20 minutos. Al recobrar el conocimiento, tenia incapacidad para hablar y entender lo que se le decía, mostrando además torpeza para caminar debido a leve hemiparesía derecha El déficit motor desapareció en pocos días, no así la alteración del lenguaje por cuyo motivo fue admitido en el Servicio de Neurología de nuestro Hospital el 12-7-87. En el examen de ingreso lo más resaltante fue la presencia de afasia global caracterizada por: expresión verbal limitada a monosílabos y vocablos aislados, incapacidad para nominar objetos y colores, ausencia de comprensión verbal o escrita y nula repetición de sílabos y palabras, no obstante que logró copiar letras y algunas palabras simples 166 L. DEZA, C. CASTAÑEDA, J. CARMONA, M. IGNACIO y S. PIERETTI le fueron presentadas. En el resto del examen neurológico se encontró como hecho remarcable, sólo una discreta asimetría de los reflejos tendinosos por su mayor viveza en el hemicuerpo derecho. No se encontraron alteraciones de la motilidad voluntaria en las extremidades, en cambio se notó asimetría facial derecha, debiendo señalarse que el paciente había tenido parálisis fácil periférica derecha, cuya secuela era difícil de separar del déficit neurológico actual. No se hallaron reflejos patológicos, tampoco alteraciones de la sensibilidad ni de la coordinación. Los exámenes de laboratorio tales como: hemograma, hemoglobina, velocidad de sedimentación, glicemia, urea, creatinina, colesterol, triglicéridos y lípidos totales fueron normales. Del mismo modo, fueron normales, la radiografía de cráneo y de campos pulmonares, notándose cardiomegalia a expensas del ventrículo izquierdo. El líquido céfalo-raquídeo: no mostró alteraciones en su aspecto ni en el examen citológico. Se informó de 68 mg de proteínas y dos cruces correspondientes a la presencia de globulinas. La tomografía axial computarizada cerebral, realizada el 3-8-87, mostró una extensa área de densidad mixta, parieto-fronto-temporal izquierda y otra parietal de gran densidad. Este estudio, es compatible con infarto cerebral del territorio de la cerebral media izquierda, y superposición de una pequeña hemorragia cortical, que no ejercen efecto de masa ni comprometen el territorio de la cápsula interna. El diagnóstico final fue: infarto cerebral isquémico, por oclusión de vasos arteriales (Código 434 OMS), como consecuencia de embolia cardiogénica. CASO Nº 2 Paciente M.V.P., agricultor de 34 años. Diestro. De acuerdo a la referencia, no clara de los familiares, el paciente tuvo hace un año hemiparesia derecha, que desapareció en pocas horas de modo espontáneo. La enfermedad actual se inició el 1-6-87, cuando el paciente se encontraba trabajando. Sus compañeros de labor notaron que súbitamente se tomó la cabeza entre las manos, caminaba con dificultad y no podía hablar ni entender lo que se le decía. Seis días después fue hospitalizado en el Servicio de Neurología, encontrándose afasia global, caracterizada por: limitación de la expresión verbal al fonema, ma, agrafia, incapacidad para repetir letras y palabras sencillas, comprensión verbal limitada a algunas órdenes verbales y anomia. Adicionalmente se encontró hemiparesia facio-braquial derecha leve, que casi desapareció a los pocos días del internamiento, los reflejos tendinosos eran algo más vivos en las extremidades derechas y la respuesta cutáneoplantar fue extensora, en el mismo lado. Exámenes auxiliares: los exámenes hematológicos habituales estuvieron en límites normales con excepción de la hemoglobina que era de 18 gm. El examen del líquido cefalorraquídeo, el ecocardiograma, las radiografías de tórax y del cráneo, fueron asimismo normales. El electroencefalograma de reposo fue anormal por la presencia de actividad de 2 y 3 Hz de frecuencia y de 100 uV de amplitud, localizada en la región anterior del hemisferio izquierdo. Se le práctico angiografía de carótida primitiva izquierda encontrándose una zona de estenosis de la carótida interna al inicio de la bifurcación, conteniendo una placa de ateroma, ulcerada. En las arterias intracerebrales no se detectaron alteraciones. 167 AFASIA GLOBAL SIN HEMIPARESIA El día 2-7-87 se realizó la tomografía axial computarizada cerebral, notándose una extensa área hipodensa, parieto-temporal izquierda con extensión a la parte alta del lóbulo frontal, Con la inyección de contraste en la zona afectada se delimitaron mejor las circunvoluciones, por su mayor densidad. El estudio se consideró compatible con infarto cerebral isquémico del territorio cortical de la cerebral media asociado a hemorragia cortical leve. El infarto no ejercía efecto de masa ni afectaba la cápsula interna. Además la tomografía detectó un pequeño foco hipodenso occipital derecho, interpretado como infarto cerebral antiguo.El diagnóstico final fue: “Oclusión de arterias cerebrales” (Código 434 OMS), por probable embolia arterio-arterial, actuando la policitemia de este paciente como coadyuvante, en la formación de trombos sobre la placa de ateroma. Foto Nº 1. CASO Nº 3 Paciente E.D.N. mujer de 50 años de edad. A los 6 años de edad tuvo fiebre reumática con complicaciones articulares y cardiacas. Como consecuencia a los 47 años tuvo que ser operada de doble lesión valvular mitral, colocándosele una prótesis. En agosto de 1987 fue internada en el Servicio de Cirugía para ser sometida a mastectomía con el diagnóstico de carcinoma mamario. Cinco horas después de la intervención quirúrgica presentó bruscamente alteración del lenguaje, catalogada como afasia global, tuvo además negligencia visuo-espacial derecha y muy leve paresia del mismo lado del cuerpo, asociada a signo de Babinski. Las mencionadas alteraciones deficitarias motoras desaparecieron en aproximadamente 24 horas, no así la afasia que persistió los días posteriores, con las siguientes características: expresión verbal reducida a escasos vocablos y sílabas, ausencia de repetición y pérdida de la comprensión verbal y escrita. Diez días después de iniciado el cuadro neurológico, se le realizó tomografía axial computarizada cerebral, visualizándose una extensa zona hipodensa, parieto-frontotemporal compatible con infarto cerebral isquémico. Dicho infarto, no provocaba efecto de masa ni comprometía a la cápsula interna subyacente. El diagnóstico establecido fue: “Oclusión de arterias cerebrales” (Código 434 OMS) del territorio carotídeo izquierdo, provocado por embolia cardiogénica. Foto N° 2. 168 L. DEZA, C. CASTAÑEDA, J. CARMONA, M. IGNACIO y S. PIERETTI DISCUSIÓN Después de la descripción de VAN HORN en 1982 han aparecido otros trabajos sobre casos similares de afasia global sin hemiparesia (1,2,3). El número total de pacientes estudiados incluyendo los tres de esta presentación, suma diecisiete. En sentido estricto se trata en realidad de casos caracterizados por afasia global en los que el déficit motor inicial en el hemicuerpo derecho es casi inexistente o muy leve, con casi total recuperación del mismo en pocos días, debiendo ser en consecuencia denominados “afasia global sin hemiplejia”. Sin embargo considerando que el hecho sustantivo de estos cuadros clínicos radica en su peculiaridad, antes que en el nombre usado para describirlos, en el presente trabajo emplearemos el diagnóstico de afasia global sin hemiparesia, utilizado para su identificación por otros autores (1,2,3,4). Los tres casos de VAN HORN tuvieron como mecanismo fisiopatológico común, la presencia de embolias cardiogénicas y como hallazgo resaltante en la tomografía axial cerebral, dos infartos isquémicos independientes en el hemisferio dominante, uno anterior comprometiendo el área de Broca y otro posterior tomando el área de Wernicke. En las conclusiones, VAN HORN dice justificadamente que frente a casos clínicos caracterizados por afasia global sin hemiparesia, desde el comienzo, se debe tener en cuenta el diagnóstico de encefalopatía embólica. Se excluyen de tal identificación, las situaciones que cursan con afasia global asociada a hemiplejia en el período agudo del ictus vascular, aun cuando posteriormente ocurran grados ostensibles de recuperación. Trabajos publicados últimamente, incluyendo el presente, obligan a flexibilizar las conclusiones de VAN HORN acerca del mecanismo fisio-patológico embólico, siempre presente en la afasia global sin hemiparesia, así como la aparente necesidad de dos infartos separados, que dejan indemnes las zonas motoras corticales intermedias, para explicar la pobreza o ausencia de déficit motor a diferencia de la grave afasia. Como se muestra en la TABLA N° 1, entre los 17 pacientes con afasia global sin hemiparesia reportados en la literatura, catorce tuvieron embolias cerebrales: diez cardiogénicas y cuatro arterio-arteriales. Pero, los otros tres pacientes con similar trastorno neurológico no sufrieron embolias cerebrales, sino en dos de ellos el daño fue consecutivo a hemorragia sumada a hematoma intracerebral (3) y en el restante una posible oclusión trombótica (1). Es conclusión, la afasia global sin hemiparesia, en la mayoría de pacientes que la sufren, se debe a embolia cerebral, aunque como hemos resaltado, puede también ser ocasionada por patologías diferentes. El otro aspecto en el cual las publicaciones posteriores han modificado lo postulado por VAN HORN en 1982, se vincula a la observación que en muchos pacientes, la lesión perísilviana, única, en el hemisferio dominante, puede provocar el síndrome de afasia global sin hemiparesia. Es decir, que no siempre el trastorno se debe a dos lesiones circunscritas y aisladas, sino que también una sola lesión, puede desencadenar los mismos síntomas. Así en la TABLA N° 1 puede verse que 9 de los 17 pacientes dados a conocer tenían en el estudio tomográfico dos lesiones, anterior y posterior, en el hemisferio dominante, pero del mismo modo 6 pacientes con igual síndrome, mostraron en la tomografía axial, solo una sola lesión en la región perisilviana de dicho hemisferio. 169 AFASIA GLOBAL SIN HEMIPARESIA FERRO (1) hizo notar este hecho al presentar dos historias de pacientes con afasia global sin hemiparesia pero con infartos únicos, abarcando en uno de ellos el área de Broca y en el otro la de Wernicke. Dedujo por consiguiente, que la ausencia de déficit motor grueso en el hemicuerpo derecho, que caracteriza al síndrome que nos ocupa, podía explicarse, teniendo presente que en la tomografía de ambos pacientes, el infarto isquémico, no había dañado el brazo posterior de la cápsula interna ni la corona radiante vecina. TABLA 1 CASOS PUBLICADOS DE AFASIA GLOBAL SIN HEMIPARESIA SEGÚN AUTORES, MECANISMO FISIOPATOLOGICO IMPLICADO Y HALLAZGOS EN LA TOMOGRAFÍA AXIAL COMPUTARIZADA (TAC) AUTOR FISIOPATOLOGÍA VAN HORN y el col. (4) Caso 1 Casos 2,3 FERRO J. (1) Caso 1 Caso 2 TRANEL y col. (3) Casos 1,2 Caso 3 LEGATT y col. (2) Casos 1,2,3 Caso 4 Casos 5, 6 Embolia cardiogénica Embolia arterio-arterial Hemorragia intracerebral DEZA y col. Casos 1,3 Caso 2 Embolia cardiogénica Embolia arterio-arterial TAC Embolia arterio-arterial Embolia cardiogénica Dos infartos Dos infartos Oclusión tromboembólica (?) Embolia cardiogénica Infarto único Infarto único Embolia cardiogénica Embolia arterio-arterial Dos infartos Dos infartos Dos infartos Infarto único Hematoma intracerebral Infarto único Infarto único Los tres casos de la presente publicación son semejantes a los reportados por FERR0, siendo la tomografía axial computarizada claramente demostrativa de un infarto perisilviano, del hemisferio dominante, afectando el área de Broca y la de Wernicke, pero sin lesionar seriamente la corona radiante subyacente y en particular la cápsula interna (Fotos 1 y 2). Obviamente, esto es debido a que la estenosis u oclusión de la arteria cerebral media izquierda, ocurre en la rama principal de la convexidad del hemisferio cerebral, en un territorio vascular distal al origen de las arterias profundas lentículo-estriadas y coroideas anteriores. Desde luego que la interpretación es demasiado esquemática para ser considerada completa, debiendo esperarse que otros métodos de investigación más finos que la tomografía axial computarizada, como la resonancia magnética nuclear y la tomografía axial con emisión de positrones, den información sobre el grado de alteración y recuperación funcional del tejido cerebral en la afasia global sin hemiparesia, 170 L. DEZA, C. CASTAÑEDA, J. CARMONA, M. IGNACIO y S. PIERETTI En definitiva, el diagnóstico clínico de afasia global sin hemiparesia con las características descritas debería ser circunscrito al período inicial, agudo, del ictus vascular. Las causas del síndrome son varias, pero con mayor frecuencia se le encuentra asociado a las embolias cerebrales, en razón del recorrido frecuente de los émbolos, cardíacos o arterio arteriales, casi en continuidad anatómica con las arteria cerebral media y su proyección hacia la convexidad de los hemisferios cerebrales El cuadro clínico resultante puede deberse a dos infartos separados, en el hemisferio dominante, que dejan más o menos indemne las áreas motoras corticales ubicadas entre ellos o pueden también resultar de un solo infarto de la convexidad hemisférica, que compromete mayormente la región cortical perisilviana y relativamente poco las zonas subcorticales, de la corona radiante vecina y la cápsula interna. BIBLIOGRAFIA 1. FERRO,J.M. (1983): “Global aphasia without hemiparesis”, LETTER, Neurology, 33: 1106- 2.LEGATT, A. D., RUBIN, M.J., KAPLAN, L.R.,HEALTON, E.B. & BRUST, J.C. (1987): “Global aphasia without hemiparesis, Multiple etiologies”, Neurology, 37: 201-205.- 3. TRANEL, D., BILLER, J., DAMASIO, H., ADAMS, H (1986): “Global aphasia without hemiparesis”, Neurology, 36: (Suppl 1): 318.- 4. VAN HORN, G., HAWES, A. (1982): “Global aphasia without hemiparesis: a sign of embolic encephalopathy”, Neurology, 32: 403-406. 171 “HEMORRAGIAS TALÁMICAS: CORRELACIÓN CLÍNICA TOMOGRÁFICA” Por LUIS DEZA, RAQUEL ALDAVE Y MIGUEL QUIÑÓNEZ VERSIÓN ORIGINAL DEL ARTÍCULO APARECIDO EN: DIAGNÓSTICO, VOLUMEN 21:151-153, 1988. 172 DIAGNOSTICO Vol. 21-Núm. 5- 1998 HEMORRAGIAS TALAMICAS: CORRELACION CLINICA TOMOGRAFICA Drs., Luis Deza, R. Aldave y M. Quiñónez* RESUMEN Se presenta y discuten tres casos de pacientes con hemorragias talámicas, diagnosticadas tanto por el examen clínico como mediante tomografía axial computarizada cerebral. En la discusión se hace énfasis en la importancia que tiene la extensión en el plano vertical del sangrado, muy poco tomada en cuenta en trabajos precedentes, en los cuales se enfatiza mayormente en la dimensión del hematoma talámico en el plano horizontal. INTRODUCCIÓN Con la introducción de la tomografía axial computarizada cerebral, como método de ayuda al diagnóstico neurológico, ha tomado renovado interés el estudio de las correlaciones entre los síntomas que pueden aparecer en una persona y la correspondiente lesión causal. En tales correlaciones, ocupan un especial lugar los síntomas consecutivos a las enfermedades vasculares cerebrales. Así en los casos de hemorragia intracerebral espontánea se admite que aproximadamente el 20% de ellas afectan primariamente al tálamo. Por consiguiente, habiendo atendido en nuestro pabellón de neurología, en los últimos meses, a tres pacientes con hemorragia talámica circunscrita, hemos considerado oportuno presentar las historias clínicas de tales pacientes y discutir la relación entre la lesión causal y el síntoma resultante en cada uno MATERIAL Y METODOS Presentamos el resumen de la historia clínica de tres pacientes internados en el Servicio de Neurología del Hospital Nacional Guillermo Almenara Irigoyen entre Enero y Agosto de 1986 con el diagnóstico de hemorragia talámica espontánea, la cual fue comprobada tomográficamente. Se consideró tal diagnóstico, aun cuando la lesión rebasó en algo los límites del tálamo, pero no se incluyeron en la serie los casos de grandes lesiones, predominantes en los ganglios básales, tampoco se tomaron en cuenta a los pacientes con hemorragias talámicas secundarias a traumas craneanos, infartos hemorrágicos, aneurismas rotos, tumores cerebrales, diátesis hemorrágica y malformaciones arterio-venosas. _________________ Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara. Departamento de Neurología, Universidad Nacional Mayor de San Marcos 173 DIAGNOSTICO -Vol. 21-Núm. 5- 1998 En los tres pacientes seleccionados para este trabajo la tomografía axial computarizada cerebral se realizó con un equipo Elscint 2002. Los “cortes” horizontales tuvieron 1 cm. de separación entre ellos, extendiéndose hacia arriba a partir de la línea órbitomeatal. No fue posible disponer de imágenes tomográficas verticales Caso Nº 1 Paciente varón de 64 años con antecedentes personales de diabetes mellitus, hipertensión arterial e infarto cerebral isquémico izquierdo antiguo. Su enfermedad actual empezó súbitamente con cefalea global intensa seguida de déficit motor en el hemicuerpo izquierdo asociado a crisis parciales simples motoras en el mismo lado y deterioro progresivo de la conciencia. Al momento de ser admitido al Servicio de Ne urología tenía los siguientes datos clínicos: P.A.: 220/130 mmHg. Estupor. Signo de Kerning positivo. Pupilas anisocóricas (Derecha 1.5 mm, izquierda 2mm). Desviación conjugada, sostenida, de los ojos hacia la derecha, con retracción inferior de ambos globos oculares, especialmente del derecho. Cuadriparesia con espasticidad en las extremidades del lado derecho del cuerpo y flacidez de las del lado izquierdo. Reflejos tendinosos vivos bilateralmente e igualmente presencia en ambos pies del reflejo de Babinski. El líquido cefalorraquídeo obtenido por punción lumbar fue hemorrágico. La tomografía axial computarizada reveló la presencia de un foco hemorrágico o hematoma en el tálamo derecho, de aspecto redondeado, con diámetro aproximado a 2 cms. y localizado en la mitad posterior de la estructura, con extensión en sentido vertical desde la parte dorsal a la ventral del tálamo. Rodeando a la hemorragia el tejido vecino estaba edematoso, afectándose por vecindad la cápsula interna. Además el tercer ventrículo y el ventrículo lateral derecho estaban parcialmente obliterados por el efecto de masa. Desde del tálamo dorsal se detectó invasión de la hemorragia hacia el cuerpo del ventrículo lateral derecho adyacente. En el tálamo izquierdo se notó una pequeña área, de baja densidad, redondeada, sin límites precisos, asociada a moderada dilatación compensatoria del ventrículo lateral del mismo lado y ampliación del tamaño de la cisura de Silvio. Esta imagen en el tálamo contralateral fue interpretada como un pequeño infarto talámico antiguo. Caso Nº 2 Paciente varón de 56 años de edad, con antecedente de hipertensión arterial tratada en forma irregular. Su enfermedad actual se inició en forma repentina con parestesias en la extremidad inferior derecha, que inmediatamente se extendieron a la extremidad inferior del otro lado del cuerpo 174 HEMORRAGIA TALAMICA / DEZA L. y col. . Luego perdió la conciencia por algunos minutos. En el examen de admisión al Servicio, se le encontró: alerta y bien orientado. PA: 170/110 mmHg. Hemiplejia derecha directa con flacidez de las extremidades comprometidas. Hipoestesia superficial y profunda del hemicuerpo derecho. No se encontraron trastornos del lenguaje ni de los oculomotores. El líquido cefaloraquídeo fue de aspecto y composición normal. Cincuenta días después de iniciado el proceso se le hizo tomografía axial computarizada, detectándose una lesión en el tálamo izquierdo compatible con hemorragia residual. La imagen era ovalada, hipodensa y estaba rodeada de un “anillo” hiperdenso, visible sólo con la sustancia de contraste. Esta lesión estaba ubicada en el tálamo izquierdo, siendo su tamaño de 2 cms. de largo y 3 cms de ancho, abarcando la porción media y parcialmente la zona posterior talámica. La altura de la mencionada hemorragia en remisión, se extendía desde el tálamo dorsal hacia abajo sin comprometer la parte correspondiente a la porción ventral de la estructura. En cambio llegaba en forma parcial a la zona vecina de la cápsula interna (Figura No. 1). Caso Nº 3 Paciente varón de 54 años, sin antecedentes mórbidos destacables. Inició su enfermedad actual en forma súbita, durante una acalorada discusión, con sensación de desvanecimiento, disartria, dificultad para mantenerse de pie y deterioro progresivo de la conciencia 175 DIAGNOSTICO -Vol. 21-Núm. 5- 1998 . En la admisión, refirió cefalea global intensa y en el examen se encontró: P.A.: 180/100 mmHg. Desorientación parcial. Desviación conjugada de los ojos hacia la derecha y concomitantemente retracción inferior de los globos oculares. La pupila derecha medía 2 mm de diámetro y la izquierda 3 mm, pero ambas reaccionaban normalmente a la iluminación. Hemiplejia izquierda gruesa, manteniéndose flácidas las extremidades afectadas, y sin cambios ostensibles en los reflejos tendinosos. Signo de Babinski izquierdo. En la punción lumbar se detectó líquido cefaloraquídeo hemorrágico. En el estudio tomográfico se encontró un foco hemorrágico en el tálamo derecho, de aspecto redondeado, con diámetro aproximado a 1.5 cms y que comprometía mayormente la porción lateral externa y dorsal del tálamo, extendiéndose algo a la cápsula interna adyacente. En altura la hemorragia abarcaba desde el tálamo dorsal hasta la zona ventral de la estructura, por donde había irrumpido la sangre a la cavidad ventricular. También se observó la presencia de edema peri hemorrágico que ejercía moderado afecto de masa en el tejido cerebral vecino, ocluyendo parcialmente, como consecuencia, el ventrículo lateral derecho (Figura No. 2) DISCUSIÓN En 1961 Fisher (2) basado en un estudio de correlación anatómico-patológico delimitó el “Síndrome de la Hemorragia Talámica”, consistente en limitación de la mirada vertical hacia arriba, desviación forzada de los globos oculares hacia abajo, pupilas pequeñas pobremente reactivas y hemiparesia sensorimotora en la que el compromiso sensorial es mayor que la disfunción motora. A partir de entonces el conocimiento sobre el tema se ha ampliado a refinamientos que tienden a delimitar no uno sino varios síndromes talámicos dependientes del sitio lesionado dentro de dicha estructura. En este desarrollo, ha sido decisiva la introducción a partir de 1971, de la Tomografía Axial Computarizada como método diagnóstico por imágenes de las afecciones del sistema nervioso central. En el caso de las hemorragias talámicas, es posible su detección precoz, aún cuando su tamaño sea pequeño (menos de 2 cms. de diámetro) y correlacionar espacial y temporalmente la lesión circunscrita con los síntomas resultantes en el paciente. Sin embargo debido a la compleja disposición de los núcleos talámicos y a factores relacionados a la misma hemorragia como son el edema perifocal, el efecto de masa resultante y la invasión ventricular de la sangre, que muchas veces ocurre en la hemorragia talámica, es muy dudoso que pueda darse en la clínica, salvo en situaciones 176 HEMORRAGIA TALAMICA / DEZA L. y col. excepcionales, la presencia de algunos de los síndromes talámicos descritos en la literatura como el de la hemorragia talámica posterior reportado por G.Hirose y colaboradores (3) y de los propuestos por N. Kawahara (5) con los nombres de: Tipo postero lateral, tipo medial, tipo antero-lateral y tipo dorsal, todos ellos resultantes de hemorragias talámicas pequeñas y circunscritas en las ubicaciones nombradas. Los tres casos de hemorragias talámicas que presentamos corresponden obviamente a la situación clínica más frecuente, pudiendo notarse sin embargo que se destacan claramente dos síndromes, similares en lo concerniente a la hemiparesia sensorimotora pero diferentes en un aspecto sustantivo, esto es el compromiso acular. En efecto los casos 1 y 3 de nuestra serie tienen los típicos hallazgos oculares descritos en la literatura desde Fisher (2) como la limitación de la mirada vertical, menor diámetro pupilar en el lado afectado y desviación forzada de los globos oculares hacia abajo. El paciente No. 2 no tuvo tales trastornos. La explicación a esta diferencia radica en la extensión vertical de la hemorragia. Cuando la lesión es ventral abarcando la región subtalámica y pretectal subyacente como en los casos 1 y 3 aparecen los síntomas oculares, pero si el foco se ubica en la parte media y dorsal del tálamo como en el paciente 2 de este estudio, habrá lógicamente ausencia de tales defectos oculares. En el trabajo ya citado de Kawahara (5) proponiendo una clasificación de las hemorragias talámicas pequeñas (menos de 2 cms.) se dice que de los 110 casos recolectados por los autores, 37 (33.6%) tuvieron hemorragias pequeñas, agregando que la inclusión en el grupo era solamente tomando en cuenta el diámetro transverso. Ellos anotan que el tipo más frecuente de hematoma talámico en su clasificación es el encontrado en la región postero-lateral (76% de los casos), caracterizándose este por disturbios sensorimotores y casi la totalidad de los signos oculares discutidos anteriormente. Aunque los autores no lo dicen es evidente que estos síntomas de la hemorragia postero-lateral talámica solamente pueden ser explicados por la extensión de la lesión en forma vertical del hematoma hasta la región subtalámica. De otro lado la predominancia de hemorragias postero-laterales se explica por la mayor frecuencia de cambios arteriales y arteriolares observados en las arterias tálamo-geniculadas y tálamo perforantes que irrigan dicha zona. Por el recorrido ascendente que siguen estas arterias, creemos en base a nuestra experiencia y la de otros reportes (1,3,4,5), que la hemorragia resultante de su ruptura compromete casi siempre la región subtalámica y la región postero-lateral talámica suprayacente. El cuadro clínico resultante es por consiguiente similar al descrito por Fisher (2), que de hecho es la presentación más común de los hematomas de esta estructura, incluyéndose nuestros casos 1 y 3. El caso 2 de nuestra serie por la ubicación en el tálamo dorsal de la hemorragia, no comprometió los óculomotores. 177 DIAGNOSTICO -Vol. 21-Núm. 5- 1998 De la discusión precedente se deduce que el tamaño de la hemorragia talámica en sentido vertical es tanto o más importante en la generación de los síntomas, que su ubicación en el plano transverso, siendo esto válido aún para las hemorragias pequeñas con diámetro transverso menor de 2 cms. Así los casos 1 y 3 presentados, no obstante corresponder a hemorragias pequeñas y del tipo posterolateral bajo el criterio de clasificación transversal, por su extensión vertical afectan tanto a esa ubicación como el tálamo dorsal, es decir comprenden simultáneamente dos tipos de hematomas de la clasificación citada. Los trastorno de la conciencia asociados a los casos 1 y 3 se explican básicamente por la ruptura del hematoma en la cavidad del ventrículo lateral adyacente desde la porción dorsal del tálamo, ya que no se observó, topográficamente, el compromiso hemorrágico directo de los núcleos talámicos mediales, de importancia crucial en el mantenimiento del estado de conciencia, aunque estrictamente no pueden ignorarse los efectos indirectos sobre elos causados por el edema perihemorrágico y el efecto de masa resultante en estas lesiones. Los otros “síntomas de la hemorragia talámica” al igual que los oculares dependientes del compromiso sub-talámico posterior, obviamente, se relacionan a la afectación de las zonas vecinas como la cápsula interna causante del déficit motor y la desviación conjugada de los ojos en el plano horizontal. BIBLIOGRAFIA 1. 2. 3. 4. 5. Ashok K, Verma DM & Mool C. (1986): “Hypesthetic-Ataxic-Hemiparesis in Thalamic Hemorrhage”, Stroke 17: 49-51. 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CRUZ Y JAIME ROMERO RAMIREZ * En su afamado libro “The diagnosis of Stupor and Coma” (15) Fred PLUM y Jerone POSNER, utilizaron por primera vez la denominación de “Locked-in” para individualizar un síndrome en el cual, “ciertas lesiones neurológicas pueden paralizar toda expresión ya sea motora o verbal y sin embargo dejar al paciente en posesión de una conciencia sensorial completa”. La circunstancia de permanecer el paciente alerta, a pesar de su mutismo y cuadriplejia, establece la diferencia clínica, esencial, con el llamado mutismo acinético, en el cual la persona afectada se encuentra en coma a pesar de su aparente estado de vigilia (“coma vigil”). Es posible que en el pasado, algunos pacientes con el síndrome del Locked-in puedan haber sido, erróneamente incluidos dentro del estado comatoso que caracteriza al mutismo acinético. El interés de esta publicación, aparte de describir posiblemente el primer caso de Locked-in en nuestro país, es alertar a los médicos no especialistas sobre este síndrome, ya que su falta de reconocimiento puede hacer doblemente dramática y dolorosa la condición de estos pacientes, que estando alertas y conscientes de su entorno, pueden ser sin embargo, diagnosticados y tratados como si estuvieran en coma. MATERIAL Y METODOS Se presenta el caso de una persona (H.C.V.), hospitalizada en el Servicio de Neurología del Hospital Central N° 1, del Instituto Peruano de Seguridad Social, en octubre de 1977. Se exponen las observaciones clínicas, los exámenes auxiliares practicados incluyendo el electroencefalograma (EEG), la evolución de la enfermedad y finalmente el informe del estudio anátomo patológico cerebral, realizado al fallecer el paciente. __________________ * Servicio de Neurología Hospital Central Nº 1. Instituto Peruano de Seguridad Social. 180 CUADRO CLINICO Se trató de un paciente de 63 años, que tenía el antecedente de dos internamientos previos en el Hospital Central Nº 1. El primero a fines de1972, por un síndrome motor deficitario del hemicuerpo izquierdo, asociado a disartria y el segundo a fines de1976 por otro cuadro de déficit motor, esta vez de hemicuerpo derecho e igualmente acompañado de disartria. Desde su primer internamiento tuvo el diagnóstico de hipertensión arterial y diabetes mellitus, siendo el cuadro neurológico atribuido en ambas hospitalizaciones a la aparición de accidentes vasculares cerebrales aterotrombóticos. En varias oportunidades concurrió al hospital en forma ambulatoria, para control tanto de su hipertensión arterial como de la diabetes, no existiendo referencia en esas consultas, sobre descompensación de su estado clínico. Su enfermedad actual se inició el día 22-9-77 en la noche. El paciente antes de acostarse, refirió a sus familiares que tenía sensación de frialdad en el lado derecho de la cara y mareos. En la madrugada del día 23-9-77 se despertó vomitando y llamó a una de sus hijas para decirle que sentía adormecido todo el lado derecho del cuerpo, se expresaba verbalmente cada vez con mayor dificultad y finalmente, sólo ayudándose con señales ejecutadas con el miembro superior derecho, comunicó que no podía mover las extremidades inferiores. En estas condiciones, fue conducido al hospital e internado en la unidad de cuidados intensivos del Servicio de Neurología. El mismo día, en las primeras horas de la mañana, aproximadamente 12 horas después del inicio de su enfermedad, era examinado por nosotros. Se encontraba en decúbito dorsal, con los ojos abiertos y sin realizar movimiento espontáneo alguno. Su temperatura era de 37° C, tenía respiración regular, con las fases inspiratorias y expiratorias muy prolongadas La frecuencia respiratoria era solo de 6 a 7 veces por minuto, no obstante, no tenía cianosis. La presión arterial era de 170/100 mmHg, el pulso rítmico, y la frecuencia cardiaca de 72 por minuto. Fue incapaz de comunicarse verbalmente y de realizar, en general, cualquier movimiento con las extremidades, cuando le fue solicitado. Los ojos como se señalo permanecían abiertos, sin embargo al darle órdenes verbales, se observó que “agrandaba” el tamaño de los globos oculares, por acción de los elevadores de los párpados en ambos ojos y luego pudimos constatar que el paciente podía mover con facilidad y rapidez los ojos hacia arriba o hacia abajo en respuesta a los distintos mandos verbales que se le daban. Teniendo la certeza de que el paciente se encontraba despierto y alerta pero sin otros movimientos que los de sus globos oculares en sentido vertical y la acción de los elevadores de los párpados, procedimos a realizar algunas exploraciones adicionales específicas. Así, pedimos al paciente que cuando sus respuestas fueran SI a las preguntas que le íbamos a formular mirara hacia arriba y en caso de ser sus respuestas NO dirigiera los ojos hacia abajo. Para mayor seguridad de nuestras observaciones, en algunos momentos pedimos al paciente que contestara con los ojos de manera diferente, es decir, por ejemplo, afirmativamente hacia abajo y otras variantes. De esta manera recibimos su comunicación de que podía escucharnos y entendernos. Hicimos también exploraciones, dándole órdenes verbales, por separado en cada oído, no encontrando diferencias. 181 El paciente realizó sin error las órdenes escritas que se le presentaron referentes al los movimientos de sus ojos hacia arriba o hacia abajo. “Refirió” que sentía dolor cuando probamos aplicando estímulos nociceptivos no intensos en alguna zona de su cuerpo. Igualmente podía sentir los estímulos táctiles, haciéndose en este caso una prueba adicional de reverificación, pidiendo al paciente que mirara hacia arriba cuando sintiera el estímulo táctil en su hemicuerpo derecho y hacia abajo cuando sintiera tocado el hemicuerpo izquierdo. Luego de asegurarnos que no podía ver el lugar, ni conocer el momento de la estimulación pudimos constatar que acertaba el examen sin fallar. Sus pupilas eran isocóricas, de diámetro aproximado a 1.5 mm. Las respuestas fotomotoras, consensuales y cilio espinales estaban conservadas (las cilio espinales se obtuvieron por estímulos cutáneos nociceptivos aplicados al cuello). El paciente era incapaz de mover los ojos en el plano horizontal no así en el plano vertical como ya se mencionó, pero también podía el paciente elevar los párpados espontáneamente, en respuesta a órdenes y en asociación con la mirada hacia arriba. De otros lado, con las maniobras óculo cefálicas la rotación derecha no provocó desviación alguna de los ojos del paciente, en cambio la rotación izquierda puso de manifiesto una muy limitada desviación conjugada horizontal de los ojos hacia la derecha especialmente evidente en el recto interno del ojo derecho. La hipertonía de los músculos de la nuca no permitió realizar las maniobras oculo cefálicas de flexión y extensión del cuello. La sensibilidad táctil de la cara estaba conservada. Los músculos maseteros fuertemente contraídos hicieron muy laborioso el intento de abrir la boca del paciente, pero una vez conseguido se le pidió que tratara de mover el maxilar inferior cosa que no pudo hacer, del mismo modo fue incapaz de mover la lengua y de articular alguna palabra o emitir sonidos. Los ojos abiertos del paciente se mantenían sin pestañar y al solicitarle que cerrara los ojos se hizo aparente el signo de Negro bilateralmente. Tampoco fue capaz de acelerar su frecuencia respiratoria cuando le pedimos que lo intentara, no fue posible graficar las lentas respiraciones del paciente para tener una idea exacta del patrón respiratorio que mostraba, pero tenemos la impresión que pudo haber sido del tipo llamado apneústico. No había movimientos voluntariamente controlados, en las extremidades ni en el tronco. La actitud en decúbito dorsal obligado del paciente, reveló una alteración global del tono muscular en la que predominaba la hipertonía extensora del tipo descerebración, la cual que se mantuvo espontáneamente y de modo muy marcado en las extremidades inferiores, músculos del tronco, la nuca y músculos maseteros. Al intentar flexionar cualquiera de las extremidades inferiores, se acentuó la rigidez en la extremidad correspondiente. En las extremidades superiores la situación fue diferente, la derecha se encontraba extendida al costado del cuerpo, ligeramente hipertónica aunque sin adoptar totalmente la actitud de descerebración; la izquierda por el contrario se encontraba pegadla cuerpo, flexionada en unos 45° a nivel del codo, la mano en pronación y los dedos en flexión “agarrando el pulgar”. De otro lado, los estímulos dolorosos, aplicando presión digital sobre los músculos trapecio desencadenaron invariablemente la actitud típica de la rigidez de descerebración, abarcando las cuatro extremidades aunque siempre la respuesta fue más notoria en las extremidades inferiores y menos acentuada en las superiores. 182 Las respuestas reflejas a la estimulación cutánea plantar fueron pobres, obteniéndose sólo una débil y breve dorsiflexión del primer dedo del pie, bilateralmente, siendo además la respuesta inconstante en el lado derecho. Las maniobras para obtener los reflejos tónico posturales del cuello, no provocaron cambios en la postura de las extremidades. Al colocar al paciente en decúbito lateral izquierdo, disminuyó el tono extensor de las extremidades derechas por lo que se les pudo flexionar como comodidad y dejarlas en tal postura, en forma simultánea aumentó la hipertonía extensora de las extremidades izquierdas (reflejo de enderezamiento). Al colocar al paciente en decúbito lateral derecha se obtuvieron los cambios del tono muscular inversos a los de la posición izquierda. Se comprobó además, la presencia de reflejos de prensión palmar en la extremidad flexionada en asociación con los reflejos de enderezamiento anteriormente descritos. Exámenes auxiliares.- Hematocrito 40%, hemoglobina 12.63 g/100 ml. Leucocitos 9400, con 78% de neutrófilos (73 segmentados y 5 bastones), urea en sangre 25 mg/100ml.,glicemia 150 y 134 mg/100ml., VDRL negativo, Cloro 96 mEq/L, reserva alcalina 24 mEq/L, líquido céfalo raquideo: aspecto cristalino. Tenía la siguiente composición citoquímica: 3 linfocitos, Gram negativo, Ziehl negativo, tinta china negativo, proteínas totales 75 mg/100 ml., globulinas ( - ), cloruros 118 mEq/L, glucosa 115 mg/100ml. Estudio Electroencefalográfico.- Fue realizado al tercer día de hospitalización del paciente. Se colocaron 21 electrodos de plata clorurada en los lugares convencionales del sistema internacional “10-20”. El registro se efectuó con un equipo Nihon Kohden modelo ME-90-R de 10 canales, la velocidad del papel a 30mm. por segundo y la calibración de 5 mm para 50 uV. Los términos empleados en la descripción del trazado se basan en el glosario recomendado por la Federación Internacional de Sociedades de E.E.G y Neurofisiología Clínica (4). Se tomaron trazados durante el reposo y la estimulación fótica, encontrándose la actividad eléctrica básica de aspecto normal (Fig.1). La frecuencia del ritmo alfa fue de 9 Hz. Y su amplitud promedio de 50 uV. El ritmo beta tuvo una distribución difusa, variando su frecuencia entre 14 y 35 Hz. La foto estimulación permitió detectar una respuesta de seguimiento (driving) normal (Fig.2). No se observaron asimetrías focales ni actividades paroxismales. 183 Figura 1.- Actividad básica normal en el EEG del paciente Figura 2.- Respuesta normal de “seguimiento” a la estimulación fótica, durante el EEG 184 Evolución.- En los días siguientes, las pupilas que al inicio eran pequeñas crecieron a unos 2mm de diámetro, en cuanto a la parálisis facial periférica bilateral, fue cediendo en el lado derecho y el paciente pudo cerrar parcialmente el párpado, además con los estímulos dolorosos se observó asimetría facial por acentuación del surco nasogeniano derecho. La postura espontánea de descerebración, mencionada anteriormente, desapareció gradualmente en 5 días y también las respuestas rigidez de descerebración a los estímulos dolorosos, fueron cada vez menos intensas y mayormente circunscritas al hemicuerpo izquierdo, Las respiración se mantuvo rítmica, pero la frecuencia se tornó algo más frecuente, llegando a 15 por minuto. De otro lado persistió en todo momento, la incapacidad para realizar otro tipo de actividad motora excepto la de los ojos en plano vertical, y el paciente siguió despierto y consciente de su entorno. El día 4-10-77 (doce días después de la fecha de su internamiento) le sobrevino alza térmica de 39ºC 40°C. Disminuyo su nivel de vigilia, ya que movía los ojos verticalmente pero en forma muy lenta, requiriéndose además repetir las órdenes varias veces y hablar en voz alta para lograr tales respuestas. El día 610-77 falleció como consecuencia de una neumonía infecciosa. Informe Neuropatológico.- Se recibe un encéfalo de 1,300 gramos. Los hemisferios cerebrales son simétricos, cubiertos por la leptomeninge. No se observaron hernias de la masa encefálica. El recorrido y distribución de las arterias de la base es normal. La arteria comunicante posterior derecha tiene mayor calibre que la izquierda, que es filiforme. Lo más llamativo es el aspecto de la arteria basilar, la cual describe un arco de convexidad derecha y muestra una formación granular, dura y amarillenta que se entiende por todo su recorrido, aunque con mayor acentuación hacia la parte inferior, e incluso abarca 1 cm. de las arterias vertebrales en su unión y asimismo 1cm desde el nacimiento de las cerebrales. Esta configuración corresponde a arterioesclerosis del tronco basilar y vasos vecinos. Adicionalmente la arteria basilar presenta en su parte media una pequeña dilatación aneurismática, fusiforme, también de aproximadamente 1 cm. de longitud. La protuberancia anular tiene menor volumen en el lado derecho y las olivas bulbares se notan prominentes por disminución del tamaño de los rodetes piramidales. La apariencia del cerebelo, mesencéfalo y bulbo raquídeo, así como la de los nervios craneales que emergen del tronco encefálico, es normal. Los vasos arteriales de la base de encéfalo, están engrosados por arterioesclerosis y al disecarlos, sus paredes están engrosadas. En el interior de la arteria basilar, se encuentra la presencia de un trombo que lo ocluye desde su tercio superior hacia abajo, llegando hasta el punto de unión de las arterias vertebrales. En los cortes del tronco encefálico lo más relevante son los hallazgos de un infarto en la protuberancia, en tanto que el mesencéfalo, bulbo raquídeo y el cerebelo, no ofrecen en los cortes ninguna patología significativa. El corte transversal de la protuberancia a la altura de locus coeruleus, permitió observar una lesión central bilateral, localizada en la base 185 pie de la misma, de aspecto gelatinoso y de color amarillo ocre. En otro corte de la protuberancia, ligeramente inferior, pasando por los pedúnculos cerebelosos medios (brachium conjunctivum), la lesión solamente comprende las porciones laterales, quedando intacta la zona central del pie protruberancial. Adicionalmente se encuentra un pequeño foco de reblandecimiento en el piso del IV ventrículo de 0.5 cm. de diámetro vertical y 0.6 cm. de diámetro transverso. Las fibras protuberanciales están en general disminuídas, dando el aspecto de “degeneración descendente”, tal disminución se extiende hacia las pirámides bulbares en especial la derecha. Los cortes de los hemisferios cerebrales permiten señalar el aspecto normal del manto gris cortical lo mismo que la sustancia blanca subyacente. En los ganglios basales del hemisferio izquierdo, existe una pequeña lesión redondeada, correspondiente a un antiguo foco de reblandecimiento, sus bordes son irregulares y su diámetro no sobrepasa a 0.5 cm. El sistema ventricular es ligeramente hidrocefálico. DISCUSION El caso que motiva esta publicación se ajusta en casi todas sus características clínicas y patogénicas al que describieron PLUM y POSNER cuando acuñaron el nombre de Locked-in (15). Desde entonces se han utilizado, con poca fortuna, distintas denominaciones para el mismo síndrome: Estado de desenferentación, síndrome del puente central, pseudocoma, estado de pseudomutismo acinético, desconexión cerebro-médulo-espinal (8,14,18),síndrome de “cautiverio” y estado de descentrifugación (16). Inicialmente el Locked-in fue descrito como resultado de infartos del tronco basilar y es posible que tal sea su causa más frecuente, sin embargo su presencia ha sido también documentada en casos de hemorragias intrapontíneas (14), traumas craneales (7), enfermedades desmielinizantes (10) y tumores del puente (5). En la mayoría de casos publicados, con estudios neuropatológicos, las lesiones han sido detectadas en la base del puente, quedando preservadas la formación reticular del tegmento superior de la protuberancia y del mesencéfalo. Pero igualmente lesiones de la base o pie mesencefálico pueden causar una situación clínica similar (10,14). Desde Luego que la presencia de grados variables de daño tegmental ocasionan modificaciones de algunos signos neurológicos, quedando sin embargo como elementos esenciales del diagnóstico del Locked-in: cuadriplejia, mutismo y preservación de la conciencia. 186 TABLA N° 1 Se muestran resumidamente los aspectos semiológicos, electroencefalográficos y neuropatológicos del caso de síndrome del Locked-in, que motiva la presente publicación. Conservación de la conciencia Mutismo Incapacidad total para realizar cualquier tipo de movimiento corporal voluntario, excepto la preservación de mirada vertical. Pupilas pequeñas pero con respuestas fotomotoras, consensuales y cilioespinales. Ausencia de respuestas óculo cefálicas en el plano horizontal. Conservación de la sensibilidad táctil y dolorosa. Predominio de postura anormal de descerebración. Respuestas dorsiflexoras débiles y breves a la estimulación cutáneo plantar. Presencia de reflejos cutáneos de enderezamiento. Reflejos de prensión palmar asociados a los de enderezamiento. Electroencefalograma de características normales. Infarto bilateral de la base protuberancial por trombosis basilar En la Tabla N° 1 se muestran en resumen los hallazgos más importantes del caso Locked-in que presentamos, incluyéndose no sólo los signos capitales encontrados en la exploración neurológica, sino también los datos del estudio electroencefalográfico normal, y la lesión causal del cuadro clínico, detectada en el estudio post mórten: trombosis basilar con infarto bilateral de la base protuberancial por encima de su porción media. La preservación de la conciencia se explica, por que la lesión dejó indemne, el sector superior del tegmento protuberancial y mesencefálico, en el cual se encuentra la parte alta de la formación reticular ascendente. Las evidencias ofrecidas por los estudios de experimentación animal, señalan que las zonas cruciales de dicha formación reticular, esencial para el mantenimiento de la vigilia en los mamíferos, se encuentra en la parte posterior del tegmento mesencefálico y la zona anterior del núcleo reticular oral del puente (9),de modo que las lesiones circunscritas a la formación reticular bulbar y aquellas de la mitad inferior del tegmento protuberancial no causan coma. Son clásicos en este contexto, los experimentos de BATINI y col. (1) quienes demostraron que la sección transversal del tronco encefálico, pasando por la parte media de la protuberancia (preparación pretrigeminal) no sólo no causa coma, sino que contrariamente prolonga la vigilia en el animal experimental y adicionalmente el electroencefalograma se mantiene activado durante varios días. Obviamente si nos atenemos al caso que discutimos y a lo reportado por otros autores, debe aceptarse que en el hombre las zonas reticulares activadoras ascendentes, esenciales para el mantenimiento de la vigilia, tienen una ubicación similar a la encontrada en el tronco encefálico de mamíferos inferiores. 187 La cuadriplejia hallada en la exploración neurológica, se explica por la interrupción del gran contingente de fibras corticoespinales, en la base protuberancial . Adicionalmente, al mismo nivel se comprometen las fibras corticobulbares con excepción de aquellas que al separarse en el mesencéfalo se dirigen a los núcleos de los pares craneales III y IV. El resultado es la parálisis de los músculos faciales, los de la masticación y los de la fonación, explicándose entonces el mutismo característicos de los pacientes con el síndrome de locked-in. Las conexiones corticobulbares intactas del III y IV nervios craneales y la lesión simultánea de los núcleos protuberanciales de la mirada lateral sustentan el mantenimiento, sólo de la mirada conjugada vertical en estos pacientes. En efecto, es aceptado que el control de la mirada conjugada lateral está encomendado a fibras descendentes supranucleares corticales y al funcionamiento apropiado de las conexiones entre los óculomotores, coordinadas a través de los núcleos pontíneos llamados de “la mirada lateral”. La existencia de estos núcleos ha sido demostrada en animales de experimentación y su ubicación es la zona paramediana de la formación reticular del puente, justo por encima de los núcleos de los rectos externos. Cada núcleo controla la desviación conjugada horizontal ipsilateral, enviando fibras al recto externo del mismo lado y al recto interno del lado opuesto, vía el fascículo longitudinal medio (2). El paciente que reportamos, tuvo evidentemente no sólo compromiso del pie protuberancial, sino que de acuerdo a la interpretación de la ausencia de respuesta a las maniobras oculocefálicas, la lesión se extendió también a los núcleos de la mirada lateral del tegmento, tal injuria sin embargo fue pequeña, mayormente izquierda y muy circunscrita, ya que como se describe en la historia, no detectamos alteraciones de la sensibilidad táctil ni dolorosa en el cuerpo del paciente, cuyo tracto ascendente se encuentra en la porción lateral de la protuberancia. Es pues indiscutible, que de acuerdo al mecanismo patógeno causal, la extensión de la lesión, la antigüedad del compromiso neurológico y su localización pueden darse variaciones en la expresión clínica del síndrome del Locked-in. KASHIWAMURA y col. (10) describen el caso de un paciente con cuadriplejia espástica, parálisis pseudobulbar, acinesia y mutismo. Tal paciente podía comunicarse mediante la apertura y cierre de los párpados y movimientos de los globos oculares en sentido vertical y horizontal. La lesión causal se encontró en el pie de los pedúnculos cerebrales. Otras publicaciones inciden sobre el compromiso tegmental protuberancial en pacientes con locked-in. Así se han reportado (13) alteraciones del sueño atribuibles a la extensión de la lesión a las zonas hipnogénicas protuberanciales. Existen también publicaciones reveladoras de grados variables de alteración de las potenciales evocados, auditivos y somatosensoriales, del tronco encefálico en casos del síndrome que discutimos (7,11) A diferencia de algunos cambios en el patrón electroencefalográfico de sueño reportados, en otras publicaciones, en el locked-in, las descripciones del E.E.G. en reposo y con activación fótica son esencialmente normales (3,7,18) y coinciden en tal sentido con el caso que presentamos. Este trazado E.E.G. normal indica la preservación de la formación reticular activadora ascendente del tegmento pontíneo superior, su presencia sin embargo es cuestionable como índice de conservación de conciencia, debido a que ciertos pacientes en coma tienen E.E.G. en el que predominan l as ondas alfa (“coma alfa”) y contrariamente algunos pacientes con 188 lesiones del puente y que permanecen alertas, pueden presentar trazados con actividad lenta, difusa y de alto voltaje (19). En consecuencia, son de mayor valor las respuestas de seguimiento a la estimulación fótica en el EEG, como la descrita en nuestro paciente, que la simple observación de un trazado de reposo normal, para indicar la preservación de la conciencia. El espasmo de los músculos de la mandíbula y la postura de rigidez de descerebración, son hallazgos frecuentes en la literatura del Locked-in. El primero de tales signos se debe, aparentemente, a la irritación del núcleo motor del trigémino en el tegmento protuberancial (7) y el segundo a un doble mecanismo (12): Liberación de las estructuras reticulares pontíneas y bulbares de sus influencias superiores de naturaleza inhibitoria y descargas excitatorias de tipo descendente hacia las motoneuronas espinales, procedentes de la activación espontánea de los mismo núcleos, pero en estas condiciones se torna muy exagerada como consecuencia de la liberación ocasionada por la interrupción de las fibras descendentes mencionadas. Una característica de nuestro caso y que no hemos encontrado mencionada en la bibliografía revisada, es la presencia de reflejos cutáneos posturales asociados a reflejos de presión en la mano libre, derecha o izquierda, cuando el paciente fue puesto en decúbito lateral, izquierdo o derecho, respectivamente. Estos cambios posturales anormales y la prensión palmar acompañante han sido descritos en primates decorticados experimentalmente y llamados por tal razón “talámicos” (17), existen sin embargo pruebas de que los citados reflejos dependen tanto de lesiones corticales como subcorticales circunscritas (6). En la historia del paciente que motivó esta publicación, la única explicación que encontramos para la aparición de tales reflejos posturales, es en efecto aquella basada en la interrupción subcortical del gran componente de fibras corticoespinales, piramidales y no piramidales a nivel del pie de la protuberancia anular o puente de Varolio. 189 RESUMEN Se describe la historia de una paciente con el llamado síndrome del locked-in, el cual fue provocado por un infarto isquémico aterotrombótico de la arteria basilar y reblandecimiento consecutivo del tegmento protuberancial. El paciente estuvo alerta, mudo y fue además incapaz de realizar actividad motora alguna, con excepción de los movimientos conjugados de los ojos en el plano vertical, mediante ellos pudo mantenerse en comunicación con nosotros, hasta su fallecimiento. Se le tomó un E.E.G. que fue normal, incluyendo las respuestas de seguimiento a la estimulación fótica. Una característica peculiar de este paciente, fue la presencia de la llamada “postura refleja talámica” asociada a reflejo de prensión en la mano “de arriba” en la posición de decúbito lateral. Nuestras observaciones se discuten desde el punto de vista fisiopatológico y se remarca la diferencia clínica esencial entre los pacientes con el síndrome del locked-in y los pacientes comatosos. Hasta donde conocemos este es el primer caso de locked-in publicado en el Perú. SUMMARY A case of Locked-in syndrome secondary to bilateral trombotic infarction of basis pontis by occlusion of the basilar artery, autopsy documented, is reported. The patient was alert but mute and paralyzed except for voluntary vertical eye movements with which he could communicate. His E.E.G. was normal including photic driving. A unique striking feature of this case was the presence of “thalamic” reflex posture and grasp reflex at the uppermost hand. The findings are discussed from a path physiological view. It is stressed the differentiation between the locked-in patients and the comatose patients. To our knowledge this is the first reported case of the locked-in syndrome in Peru. RESUME Description d¨un cas de syndrome du « Locked in » avec vérification neuropathologique du á un infarctus thrombotique du pied pédonculaire par occlusion de 1´artére basilaire. Le patient était alerte, muet et il était incapable de faire aucun mouvement. Cependant, il a préservé les mouvements conjugés des yeux dans le plan vertical par intermédiaire desquels il maintenait le contact avec nous. Son EEG était normal en y incluant les réponses de poursuite á la stimulation photique. L¨une des caractéristiques les plus remarquables de ce cas est la préservation de la « posture reflexe thalamique », associée á un réflexe de prehension dans la main « de haut » dans la position décubitus latérale. Nos observations se discutent du point de vue physiopathologique et l¨on met en relief les différences entre les patients avec le syndrome du « Locked-in » ct ceux qui sont en état comateux 190 BIBLIOGRAFIA 1. BATINI, C. y col. (1959): “Effects of complete pontine transections in the sleep-wakefulness rhythm: the midpontine pretrigeminal preparation”, Arch.Ital. Biol., 97: 168-186.- 2. BURDE, M. (1978): “Eye movements”. In Neurogical Pathphysiology, 2nd. Ed. Eliassion S., Presnsky A. & Hardin W., Oxford University Press, New York-London.- 3. CUMMIGS, J. & GREENBERG, R. (1977): “sleep patterns in the Locked-in syndrome”, electroencephalogr. Clin. Neurophysiol, 43: 270-271.- 4. 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La relación entre ambos factores y el flujo sanguíneo es expresada por la ecuación: FS = PP (PAM – PVC) -------------------------RVC En la que FSC = flujo sanguíneo cerebral; PP = presión de perfusión; PAM = presión arterial media; P V C = presión venosa cerebral; y R V C = resistencia vascular cerebral. La presión de perfusión es la diferencia entre la presión arterial media sistémica y la presión venosa. La presión venosa cerebral es en condiciones normales de poca importancia ya que apenas alcanza 5 mm. De Hg., por consiguiente la presión arterial representa la presión de perfusión (PP) del cerebro y la ecuación simplificada es entonces: PAM FSC = RVC De lo expuesto se deduce que las leyes generales de la hidrodinámica son aplicables al sistema vascular cerebral.(11) Sin embargo ellas son alteradas por la variabilidad potencial de la presión de perfusión y de la resistencia vascular cerebral. De estos dos factores, el primero de ellos es relacionado a las modificaciones de la presión arterial sistémica y al volumen de expulsión cardiaca, en tanto que el segundo está vinculado a los cambios orgánicos en los vasos cerebrales, la presión intracraneal, la viscosidad sanguínea y a las alteraciones del tono vascular, inducidas por los cambios de presión en el lumen del vaso y otros mecanismos tanto químicos como mecánicos y aun la inervación de ellos, conocidos por el nombre de autorregulación. ____________________ * Servicio de Neurología Hospital Central Nº 1. Instituto Peruano de Seguro Social ** Servicio de Neurología, Hospital Santo Toribio de Mogrovejo 193 FIGURA 1 Presión Arterial Sistémica Vol. Expulsión Cardiaco P P FSC= RVC Cambios orgánicos en los vasos cerebrales Presión intracraneal Viscosidad sanguínea Tono vascular cerebral En donde, FSC, Flujo sanguíneo cerebral. PP, Presión de perfusión. RVC, Resistencia vascular cerebral En condiciones fisiológicas el cerebro dispone de mecanismos propios llamados en forma genérica de autorregulación, que permiten dentro de ciertos límites el mantenimiento del flujo sanguíneo adecuado a pesar de las alteraciones que ocurren en los factores mencionados. El concepto de autorregulación no puede ser, sin embargo, circunscrito sólo a factores homodinámicos sino que abarca también las demandas metabólicas que deben ser cubiertas suficientemente por el riego sanguíneo. Así los rápidos aumentos de los requerimientos metabólicos son compensados por elevaciones de la irrigación, en tanto que, cuando ocurren disminuciones del flujo sanguíneo, el tejido cerebral extrae mayores cantidades de oxígeno y glucosa por unidad de volumen de sangre que recibe. Desafortunadamente, en varias circunstancias los mecanismos de autorregulación no cumplen su rol con la velocidad deseada, ocurriendo como consecuencia manifestaciones clínicas cuya gravedad está en función del grado de descompensación cerebral. Precisamente, uno de los cuadros clínicos más característicos de la incapacidad de los mecanismos de autorregulación son los llamados con toda propiedad ataques de isquemia cerebral transitoria (ICT o TIA de acuerdo a las iniciales en inglés). A diferencia de otras entidades en estos casos la isquemia y el cuadro clínico resultante duran cortos períodos de tiempo, usualmente no mayores de 24 horas, remitiendo luego síntomas al ponerse en marcha nuevamente los mecanismos compensatorios que estuvieron temporalmente abatidos. En consecuencia, la investigación de los ataques de isquemia cerebral transitoria, resulta sumamente importante para conocer el rango de seguridad compensatoria que ofrecen los mecanismos de autorregulación y además por la posibilidad de utilizar tales conocimientos para brindar ayuda a los mecanismos autorreguladores alterados y facilitar eventualmente la acción de otros indemnes, evitando de esta manera la aparición de cuadros clínicos neurológicos. 194 ETIOLOGIA DE LOS ATAQUES DE ISQUEMIA CEREBRAL TRANSITORIA La etiología de los ataques de isquemia cerebral transitoria es muy variable.Como puede observarse en la Fig. 1 varias entidades clínicas convergen para alterar la presión de perfusión o la resistencia vascular por encima de los niveles de seguridad ofrecidos por la autorregulación cerebral Por esta razón la discusión sobre aspectos anátomo-funcionales se plantea en torno a la participación de los cambios anatómicos en la generación de la isquemia (ICT) o en el impedimento de la acción compensatoria de los mecanismos autorreguladores. En realidad es casi una abstracción del hecho clínico hablar de alteraciones funcionales sin correlato anatómico o viceversa. Existen por su puesto condiciones en las que independientemente pueden predominar causas anatómicas o funcionales. En este sentido por su alta incidencia y por el relativo predominio de lo anatómico merece atención de primer orden el factor de la resistencia vascular cerebral consecutivo a cambios orgánicos de los vasos cerebrales. De primera impresión es sugestivo y ciertamente lógico pensar en la relación causal entre los ataques de ICT y la ateroesclerosis de los vasos cerebrales, sin embargo lo estudiado hasta ahora deja todavía muchas interrogantes sobre tal relación. La mayor parte de estudios en pacientes con ICT, han sido hechos midiendo el grado de estenosis u oclusión de los vasos cerebrales, mediante las angiografías cerebrales de tales pacientes. Así por ejemplo, en 95 pacientes con ataque de ICT correspondientes al territorio carotideo (7),se encontró una distribución bimodal del lumen residual del vaso expresado en milímetros. Teniendo en cuenta reportes previos en los cuales señala que solamente ocurren cambios hemodinámicos cuando la luz del vaso carotídeo se reduce por debajo de 3 mm. Los autores expresaron sus resultados en 2 grupos. El primero formado por 49 pacientes (52%) en quienes se encontró oclusión o estenosis severa con lúmenes residuales menores de 3 mm., el segundo grupo estuvo conformado por los 46 pacientes restantes cuyos lúmenes residuales fueron mayores de 3 mm. Por consiguiente, el mecanismo de los ataques de ICT en los pacientes con estenosis severa por ateroesclerosis, podría ser consecutivo a la disminución del flujo sanguíneo cerebral al aumentar la resistencia al paso de la sangre en el vaso estenótico y la incapacidad de los mecanismos de autorregulación y de los vasos colaterales para compensar el aporte sanguíneo insuficiente. Sin embargo en los últimos años se han reportado evidencias sobre la participación en los casos de ICT, de émbolos, que se desprenden desde la placa ateromatosa arterial. Tales émbolos cuya presencia es incuestionable, y su participación en cifras podría ser alrededor en 80% de ICT del territorio carotídeo, están formados por colesterol y/o agregados plaquetarios. Comparativamente, el alto porcentaje (50%) de oclusiones o estenosis severa en pacientes con ICT del territorio carotídeo contrasta con el valor aproximado de sólo 10% de cambios similares hallados en personas con enfermedades no isquémicas cerebrales (7) y remarca la vinculación entre la estenosis severa y los ataques de ICT. En fin, aparentemente el mecanismo fisiopatológico de los ataques de isquemia transitoria es el resultado, en la mayoría de tales síndromes en el territorio de las carótidas, secundario a la liberación de 195 émbolos arterio arteriales aunque en otros sería ocasionado por la falla hemodinámica transitoria provocada por la estenosis ateroesclerótica del vaso. La situación es algo diferente en el grupo de pacientes que constituye el 50% o más, los cuales presentan episodios de ICT a pesar de que las angiografías sólo muestran estenosis que teóricamente no deben causar cambios hemodinámicos por su poca magnitud en unos casos y en otros por ser enteramente normales. La idea prevalente es que en la mayor proporción de casos se trata de embolias o trombo-embolias a punto de partida en el corazón o en nacimiento de los grandes troncos arteriales que se dirigen al cerebro ya sea por el territorio de las carótidas o el vertebro basilar. Hay evidencias de que al menos en la amaurosis fugaz los émbolos causantes del episodio son mayormente de colesterol. Sin embargo los esfuerzos de los años recientes han sido encaminados a determinar el rol de la agregación plaquetaria como agente causal de trombo-embolia en la ICT. De hecho, en series grandes de pacientes sin oclusión arterial o con sólo pequeñas estenosis, pero que presentan ataques de ICT encuentran un aumento de la agregación plaquetaria en comparación con series de control realizados en personas normales (6) Adicionalmente se señala la eficacia de la terapia con agentes anti agregantes plaquetarios, para prevenir la aparición de enfermedades cerebro-vasculares, como argumento a favor del rol patogénico de la agregación plaquetaria. Por supuesto que no siempre, como ya se dijo, las embolias se originan en los vasos cérvicocraneales sino también en el corazón. Así se ha encontrado en estudios a largo plazo de pacientes con ICT, en los cuales la angiografía fue normal y se descartaron otros posibles agentes etiológicos, que el pronóstico es más grave para los hipertensos y para aquellos que tienen alteraciónes electrocardiográficas al inicio del seguimiento, haciendo pensar en la importancia que pueden tener en estos pacientes las embolias cardiacas (8) Es conocido que el fenómeno de agregación plaquetaria puede ser inducido por estímulos intravasculares o intracardiacos, tales como endotoxinas, bacterias, virus, complejos antígeno-anticuerpo, o alteraciones de la pared vascular o cardiaca. En un primer momento, se produce adhesión plaquetaria teniendo un rol importante los componentes de la membrana de las células endoteliales, como son la actomiosina adenilciclasa, glucosil transferasa, lectin y otros (3,5). Sigue a la adhesión, la reacción de liberación (4,8) que consiste en la secreción por las plaquetas de serotonima, histamina, neuropinefrina, productos de prostaglandinas, ADP y otras sustancias. La reacción de liberación implica la convergencia de alteraciones primarias de la membrana, participación activa de cationes divalentes particularmente el calcio, metabolismo energético y posiblemente mecanismos contráctiles (9). También se ha destacado al AMP cíclico como regulador de la liberación, ya que su presencia inhibe este proceso y es posible que su disminución sea lo que inicia la agregación plaquetaria. La agregación puede ser localizada causando trombosis o comportarse como trombo-embolia. Recientemente se ha sugerido la presencia de otros mecanismos durante la agregación plaquetaria. Ellos están dirigidos a la evaluación del efecto de varios agentes humorales secretados en la reacción de liberación, destacándose el Tromboxane A2 (TXA2) y sus precursores los endoperóxidos PGG2 y PGH2 que tienen efectos vasoconstrictores (1,2). Asimismo habrían otras sustancias vasoactivas capaces de producir vasodilatación (2) tal es el caso de la prostaglandina PGI2 o prostaciclina, derivada del endoperóxido PGH2 a nivel del endotelio vascular. Por tanto el TXA2 y el PGI2 que tienen origen en el mismo endoperóxido PGH2 tienen efectos antagónicos y posiblemente juegan roles importantes en los fenómenos vasculares 196 que acompañan a la agregación plaquetaria y su resolución. La secuencia de los fenómenos descritos se expresan simplificadamente en la Figura 2. FIGURA 2 Alt. de membrana mec. contráctiles met. Energético + + Ca estimulos Intravasculares REACCION D PLAQUETAS ADHESIÓN AGREGACION LIBERACIÓN PLAQUETARIA Serotonina Histamina Pared vascular AMP alterada PGH2 PGI2 PGG2 TXA2 PGF2a desagregación PGE2 Otros plaquetaria Finalmente, debe señalarse que en los pacientes con ICT y vasos bien preservados o normales podrían participar otros mecanismos diferentes al embolismo. Algunos de ellos como la trombosis de las ramas distales del árbol vascular o los infartos cerebrales profundos del llamado tipo lacunar pueden pasar desapercibidos el examen angiográfico, a pesar de que su presencia ha sido bien documentada en publicaciones de neuropatología De manera que los síntomas de los ataques de ICT no son esencialmente relacionados al grado de obstrucción de los vasos en los aspectos cuantitativos, sino en lo cualitativo, dependiendo la fugacidad del episodio tanto a la trombolisis como a la permeabilidad de las ramas arteriales colaterales y la capacidad de los otros factores del flujo sanguíneo, además de la autorregulación, la posibilidad de restituir el riesgo sanguíneo cerebral normal, previamente alterado. 197 BIBLIOGRAFÍA 1.- ASANO, T., TAMURA,A; MILL,K. & SANO, K. The role of humoral Agents Releases by Platelet Aggregation in the Pathogenesis of Transitory Ischemic Attacks. Neurología Médido – Chirurgica: 18: 59-66.1978. 2.- DUSTING,G.J.; MONCADA, S. and VANE, J.R. Prostaglandin (PGX) is the endogenous metabolite responsible for Relaxation of coronary arteries induce by arachidonic acid. Prostaglandins 13; 3-15. 1977. 3. GARTHER, K.; WILLIAMS, D.; MINION, F. and PHILLIPS, D. Thrombin-Induced Platelet Aggregation Is Mediated by a Platelet Plasma Membrane. Science 200: 1281-1283.1978. 4. GRETTE, K. The mecanism of thrombin – catalyzed haemostatic reactions is platelet. Acta Physiol. Scand, 195: 1-93. 1962. 5. JAMESON, G.A. Glycols transferases in platelet adhesion. Thromb Diath Hasmorrt. 60: 111116. 6. WU, K. and HOAK, J.C. Increases Platelet aggregates in patients with Transient Ischemic attacks. Stroke 6: 521-524. 1975. 7. LESSIN, M.; DUNCAN, G.W.; MOHV, J.P. Cause of Carotid Transient Ischemic Attacks. N. Engl. J. of med. 296: 358-362. 1977. 8. 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Page. 651-697. 198 INSTITUTO PERUANO DE SEGURIDAD SOCIAL GERENCIA CENTRAL DE PRODUCCIÓN DE SERVICIOS DE SALUD “PROGRAMA DE PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES Y PROTOCOLOS” 199 NOTA DE AGOSTO DEL 2011 En 1995, presentamos a la Gerencia de Hospitalización del Seguro Social peruano, el documento titulado “Programa de prevención y tratamiento de enfermedades vasculares cerebrales”, el cual además fue perfeccionado, con el agregado de una segunda parte, en la cual se describieron las recomendaciones pertinentes, para la atención ordenada y eficiente de la EVC, en base a guías de manejo o protocolos para uso específico, en cada tipo y subtipo de estas afecciones. El texto propuesto se trató en realidad de un proyecto, cuya redacción tuvo por objeto optimizar la calidad de la atención médica de los pacientes asegurados, afectados o en peligro de ser afectados, por alguna forma de EVC. El referido material fue editado el mismo año, sin modificación alguna en forma de opúsculo, por la citada instancia administrativa del Seguro Social peruano. Lamentablemente, no recibimos el material, para la siempre recomendable revisión, antes de ser impreso. Como resultado, la obra fue publicada con varios errores ortográficos, además de otros en el armado del material escrito, los cuales tuvieron que ser, parcialmente, enmendados mediante el desagradable agregado de una “fe de erratas”. Asimismo en el citado volumen, se incluyó sin mi opinión, una lista de personas a quienes se les atribuía haber participado en la “elaboración” del proyecto (Sic) y otra relación aun mayor, de presuntos “colaboradores”. Lo cierto es que todo el trabajo, fue únicamente planificado y redactado en el Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara Irigoyen. En lo concerniente al deprimente destino final, que tuvo nuestro proyecto de prevención y tratamiento de las enfermedades vasculares cerebrales en el Seguro Social, se encuentra detallado en el prólogo del presente volumen. LUIS DEZA BRINGAS 200 PRESENTACIÓN Estando presentes en los permanentes cambios de la institución, aunados en un trabajo continuo y persistente para conseguir el objetivo final, cual es brindar una prestación de salud de calidad y en forma oportuna, hemos desarrollado conjuntamente con nuestros médicos especialistas el Programa de Prevención y Tratamiento de las Enfermedades Vasculares Cerebrales, incluyendo los respectivos Protocolos de Diagnóstico y Terapia. Estas enfermedades representan un crítico problema de salud, por ser generadoras de devastadoras consecuencias en diferentes aspectos de la sociedad, teniendo tan alta mortalidad como secuelas de carácter incapacitantes, con elevado costo de capital humano. Conocedores de la creciente expectativa de nuestro cuerpo médico por ser partícipes en la solución a estos problemas, ponemos a su disposición el presente instrumento de trabajo, con el fin de beneficiar a aquellos que son motivo de nuestra dedicación. GERENCIA CENTRAL PRESTACIONES DE SERVICIOS DE SALUD GERENCIA DE HOSPITALIZACION ENERO 1995 201 PRÓLOGO Las enfermedades vasculares cerebrales (EVC) son generadoras de devastadoras consecuencias en diversos aspectos de la sociedad, ya que además de asociarse a tasas altas de mortalidad, son causantes de elevadas cifras de secuela discapacitante entre las personas que las sufren. Por tal motivo significan un enorme costo de capital humano, considerando en ello tanto los gastos efectivos de hospitalización y tratamientos prolongados, como lo que deja de producir la persona por la incapacidad funcional asociada al daño dejado por la enfermedad. Pero de otro lado, sabemos que las EVC son susceptibles de ser prevenidas y por tal circunstancia, actualmente se han convertido en un reto para la capacidad y eficiencia de cualquier sistema de prestaciones de salud. El Instituto Peruano de Seguridad Social ha asumido el desafío que representa el problema de las enfermedades vasculares cerebrales y como corresponde a una institución que racionaliza la inversión de sus recursos está dando apoyo a las acciones dirigidas a prevenir y tratar las enfermedades vasculares cerebrales. Justamente el texto que presentamos es la expresión de tal intención. En la primera parte se ha desarrollado un “Programa de Prevención y Tratamiento de las Enfermedades Vasculares Cerebrales”. El contenido específico del programa está basado en ideas de consenso, logradas tras muchos años de investigación nacional e internacional acerca de las enfermedades vasculares cerebrales (Ver: Bibliografía), pero su aplicación en el ámbito de prestaciones de salud del IPSS, es idea propia, aunque desde luego, ha sido discutida y mejorada en años recientes, con la opinión de varios colegas neurólogos y de otras especialidades en el Hospital Guillermo Almenara Irigoyen El pensamiento central que ha guiado la propuesta de este programa, es no privilegiar las acciones médicas parciales como es, por ejemplo, atender solo a la terapia de tal o cual subtipo de enfermedad vascular cerebral, sino incluir tales medidas dentro de un proyecto abarcativo dirigido al enfoque integral del problema vascular cerebral. Para el efecto se plantean medidas de prevención primaria, secundaria y terciaria, en los diferentes niveles de atención del Seguro Social, sin descuidar desde luego los actos médicos inmediatos al lado del enfermo en el período agudo de la EVC los cuales deben de realizarse de modo preferente en unidades de cuidados especiales, cuya indiscutible validez es aceptada internacionalmente, aunque en nuestro país todavía no han sido puestas en marcha. LUIS DEZA BRINGAS JEFE DEL SERVICIO DE NEUROLOGÍA HOSPITAL NACIONAL GUILLERMO ALMENARA IRIGOYEN – IPSS ENERO 1995 202 ÍNDICE A. PROGRAMA DE PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES 1. INTRODUCCIÓN 1.1 1.2 1.3 INCIDENCIA PREVALENCIA CONSECUENCIAS 1.3.1 MORBILIDAD 1.3.2 MORTALIDAD 1.3.3 ASPECTO ECONOMICO 2. PREVENCIÓN PRIMARIA 3. 3.1 OPORTUNIDADES PREVENTIVAS Y TERAPEUTICAS EN EVC OPORTUNIDADES PREVENTIVAS EN INDIVIDUOS SUSCEPTIBLES 3.2 3.3 OPORTUNIDADES PREVENTIVAS EN INDIVIDUOS ASINTOMATICOS OPORTUNIDADES EN INDIVIDUOS CON SINTOMAS DEFINIDOS 3.3.1 LINEAMIENTOS GENERALES 3.3.2 EVALUACION INICIAL Y CONDUCTA INMEDIATA 3.3.3 CONDUCTA EN LOS PACIENTES CON EVC HEMORRAGICA I.- CONDUCTA EN LA HEMORRAGIA INTRACEREBRAL II.-CONDUCTA EN LA HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA 3.3.4 CONDUCTA DURANTE LAS PRIMERAS 6 HORAS DE LA EVC ISQUEMICA I SUBTIPOS DE EVC ISQUEMICA II CONDUCTA EN LOS CASOS DE ISQUEMIA CEREBRAL TRANSITORIA (TIA) III CONDUCTA EN EL INFARTO CEREBRAL RECIENTE IV PREVENCION SECUNDARIA Y TERCIARIA DE LAS ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES 4.- CONSIDERACIONES FINALES 5.- ANEXOS 203 B.- PROTOCOLOS DE DIAGNÓSTICO Y TERAPIA 1.- PROTOCOLO DE EVC EN GENERAL I. TÍTULO II. CÓDIGO III. DEFINICIÓN Y CLASIFICACION IV. OBJETIVO V. NIVEL DE ATENCIÓN VI. DIAGNOSTICO Y CRITERIOS DE HOSPITALIZACIÓN VII. TRATAMIENTO VII.1 MEDIDAS GENERALES VII.2 MEDIDAS ESPECÍFICAS ANEXO 1 HISTORIA CLINICA NEUROLÓGICA ANEXO 2A ANEXO 2B ANEXO 3A ANEXO 3B ANEXO 4 FLUXOGRAMA 1 TABLA 1 VII.3 PROCEDIMIENTOS AUXILIARES VII.4 DIAGNOSTICO FINAL VIII. REFERENCIA Y CONTRARREFERENCIA VIII.1 TIEMPO DE DESCANSO IX. RECURSOS LOGISTICOS IX.1 RECURSOS HUMANOS X.2 RECURSOS MATERIALES FLUXOGRAMA 2 2. PROTOCOLO DE HEMORRAGICA INTRACEREBRAL I. II. III. IV. V. VI. TITULO CODIGO DEFINICIÓN OBJETIVO NIVEL DE ATENCIÓN DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO ANEXO 5 VI.1 CRITERIOS DE HOSPITALIZACION VI.1 HISTORIA CLÍNICA GENERAL Y NEUROLÓGICA VI.2 EVALUACION NEUROQUIRÚRGICA VI.3 EVALUACION Y SEGUIMIENTO: ESCALA CANADIENSE VI.4 VIGILANCIA Y MONITOREO VI.5 TRATAMIENTO 204 VII.5.1 MEDIDAS GENERALES VII. VII. VIII X. 3. VII.5.2 MEDIDAS ESPECÍFICAS CONTROL PRESION INTRACRANEAL CONTROL PRESION ARTERIAL RECOMENDACIONES ADICIONALES VII.5.3 PROCEDIMIENTOS AUXILIARES CRITERIOS DE ALTA REFERENCIA Y CONTRARREFERENCIA TIEMPO DE DESCANSO RECURSOS LOGISTICOS X.1 RECURSOS HUMANOS X.2 RECURSOS MATERIALES PROTOCOLO HEMORRIA SUBARACNOIDEA (HSA) I. TÍTULO II. CÓDIGO III. DEFINICIÓN IV. OBJETIVO V. NIVEL DE ATENCIÓN VI. DIAGNÓSTICO VII. TRATAMIENTO VII.1 MEDIDAS GENERALES ANEXO 6 VII.2 GRADOS CLÍNICOS DE LA HSA VII.3 PROCEDIMIENTOS AUXILARES VII.4 TERAPIA PARTICULAR VII.4.1 CLINICA VII.4.2 QUIRÚRGICA VIII CRITERIOS DE ALTA IX. REFERENCIA Y CONTRARREFERENCIA X. RECURSOS X.1 HUMANOS X.2 MATERIALES 4. PROTOCOLO ENFERMEDAD VASCULAR ISQUÉMICA TÍTULO I. CÓDIGO II. DEFINICIÓN III. OBJETIVO IV. NIVEL DE ATENCIÓN V. DIAGNÓSTICO . CRITERIOS DE HOSPITALIZACION VI. MANEJO VII.1 MEDIDAS GENERALES VII.2 MEDIDAS ESPECIFICAS VII.3 DIAGNÓSTICOS GENERALES .INFARTO CEREBRAL .ISQUEMIA CEREBRAL TRANSITORIA . FLUXOGRAMA N° 3 VII. CRITERIOS DE ALTA 205 VIII. RECURSOS IX.1 RECURSOS HUMANOS IX.2 RECURSOS MATERIALES 4.1 PROTOCOLO ENFERMEDAD VASCULAR ESTABLECIDA: INFARTO CEREBRAL I. TÍTULO II. CÓDIGO III. DEFINICIÓN IV. OBJETIVO V. DIAGNÓSTICO VI. NIVEL DE ATENCIÓN VII. MANEJO VII.1 MEDIDAS GENERALES VII.2 MEDIDAS ESPECIFICAS VII.3. TRATAMIENTO VIII. CRITERIOS DE ALTA, CONTROL, REFERENCIA Y CONTRARREFERENCIA IX. RECURSOS IX.1. RECURSOS HUMANOS IX.2. RECURSOS MATERIALES 4.2 PROTOCOLO DE ISQUEMIA CEREBRAL TRANSITORIA I. TÍTULO II. CÓDIGO III. DEFINICIÓN IV. OBJETIVO V. NIVEL DE ATENCIÓN VI. DIAGNÓSTICO VII. MANEJO VII.1 MEDIDAS GENERALES VII.2 MEDIDAS ESPECIFICAS VII.3 TRATAMIENTO VIII. CRITERIOS DE ALTA, REFERENCIA Y CONTRARREFERENCIA IX. RECURSOS IX.1 RECURSOS HUMANOS IX.2 RECURSOS MATERIALES ANEXO 8 ANEXO 9 CLASIFICACION INTERNACIONAL DE ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES 206 PROGRAMA DE PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE LAS ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES EN EL IPSS 1. INTRODUCCIÓN Las enfermedades vasculares cerebrales (EVC) constituyen en la actualidad uno de los más preocupantes problemas de salud pública. Esto es debido a sus altos niveles de incidencia y prevalencia. Además de su elevada tasa de mortalidad y las devastadoras consecuencias, de carácter incapacitante que sufren las personas que sobreviven a tales enfermedades. Adicionalmente, ellas significan un alto costo económico para cualquier sistema de prestaciones de salud y también para el país, tomando en cuenta que la mayoría de personas con secuelas de enfermedad vascular cerebral se tornan incapacitadas para trabajar, esto es para producir. 1.1 INCIDENCIA. De acuerdo a cifras internacionales se acepta que cuando menos cada año se presentan 200 nuevos casos de enfermedad vascular cerebral por cada 100,000 habitantes. Esto significa que en el Perú, sobre la base de 22 millones de habitantes pueden presentarse cada año 44,400 nuevos casos de enfermedad vascular cerebral. 1.2 PREVALENCIA. También cifras internacionales, señalan que por cada 100,000 habitantes, unos 600 son afectados por algún tipo de EVC. De modo que la prevalencia de estas enfermedades en nuestro país sería alrededor de 132,200 personas afectadas. 1.3 CONSECUENCIAS: 1.3.1 MORBILIDAD. En términos generales, se conoce que la consecuencia de las enfermedades vasculares cerebrales tiene diferente nivel de gravedad. El patrón reconocido es, aproximadamente, el siguiente: 10% de pacientes se recuperan totalmente. 40% de pacientes se recuperan parcialmente y pueden seguir trabajando, aunque de hecho con limitaciones. 40% de pacientes quedan incapacitados para trabajar, pero pueden valerse por sí mismos. 10% de pacientes quedan en la condición de gran invalidez, es decir, es incapaz de trabajar y además requiere ayuda de otras personas para sobrellevar las actividades cotidianas en el hogar. De hecho, las enfermedades vasculares constituyen la primera causa Invalidez entre los adultos usuarios del IPSS. 207 1.3.2 MORTALIDAD. De acuerdo a las estadísticas recogidas en países industrializados de occidente, las enfermedades vasculares cerebrales son la primera causa de mortalidad, detrás de las cardiopatías y el cáncer. De otro lado, en países de oriente, como China continental, las enfermedades vasculares cerebrales constituyen la primera causa de muerte. En el Perú no tenemos cifras globales al respecto, pero dando como referencia el Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara Irigoyen del IPSS, hemos detectado que en los últimos ocho años las enfermedades vasculares cerebrales fueron la primera causa de mortalidad entre los pacientes hospitalizados. 1.3.3. EN EL ASPECTO ECONÓMICO. En el Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara Irigoyen la enfermedad vascular cerebral es la primera causa de hospitalización (35%). Pero además a nivel de todo el Hospital, estas enfermedades son igualmente el más frecuente diagnóstico de hospitalización (5.6%) El costo de hospitalización de los pacientes con enfermedad vascular cerebral es elevado por su asociación a estancias largas y cuidados especiales. Una reciente publicación de Estados Unidos de Norteamérica da la impresionante cifra de costo promedio por paciente de 46,000 dólares en un hospital importante de Chicago. Pero el problema no se reduce a la enfermedad, sino también a lo que dejará de producir como trabajador la persona afectada. La suma de los dos factores es el llamado costo de capital humano. En el año 1993 la EVC en Estados Unidos significó un costo de 25,000 millones de dólares. En el Perú no tenemos en la actualidad cifras sobre tan importantes aspectos de las enfermedades vasculares cerebrales. Debemos, no obstante, señalar que el costo de capital humano debe ser muy alto. Así en un estudio realizado en el Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara Irigoyen constatamos que la edad promedio de aparición de la hemorragia intracerebral entre los pacientes internados con tal diagnóstico fue 58 años, en tanto que la edad entre aquellos con infarto cerebral fue 62 años. Es decir, en ambas patologías los afectados eran personas en edad laboral. 2.1 PREVENCIÓN Las enfermedades vasculares cerebrales son susceptibles de ser prevenidas. La eficacia de las acciones de prevención están fuera de cualquier duda y su éxito se relaciona con el conocimiento y la detección de los llamados factores de riesgo para desarrollar enfermedades vasculares cerebrales. Al respecto es necesario que la población conozca que la enfermedad vascular cerebral tiene una historia natural que se inicia muchos años antes del temible “ataque Cerebral”, que finalmente lo convierte en paciente hospitalario. 208 Los médicos y otros profesionales de la salud tenemos la obligación de documentar a la población acerca del significado de las enfermedades vasculares cerebrales y la importancia de la prevención sustentada en eliminar o reducir los factores de riesgo. En la Tabla N° 1 se muestra esquemáticamente y por separado los factores de riesgo. Desde luego que algunos de ellos no son modificables por acción médica, en tanto que otros como los que figura con los números 2° y 3° de la lista pueden ser controlados. Por fortuna, son justamente estos dos ítems los más peligrosos y frecuentes factores de riesgo. Así se calcula que la reducción en casi 50% de la frecuencia de las enfermedades vasculares cerebrales se relaciona al mejor conocimiento y tratamiento de la Hipertensión Arterial. TABLA N° 1 FACTORES DE RIESGO EN EVC VARIABLES Y RELACIONADOS INDIVIDUALMENTE O EN ASOC. A: 2. 1. Características biológicas (Edad, Sexo, Etnia) 2. Características fisiológicas (presión arterial, lípidos séricos, glicemia) 3. Estilo de vida (tabaquismo, consumo de alcohol, dieta, actividad física 4. Características sociales (Estado socio-económico) 5. Características ambientales (meteorológicas o biológicas) OPORTUNIDADES PREVENTIVAS Y TERAPÉUTICAS ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES EN LAS A diferencia de lo que ocurre con otras enfermedades, en las enfermedades vasculares cerebrales el límite entre la prevención y la terapéutica no es nítido, por consiguiente el éxito deseado demanda acciones casi simultáneas. Algunas de tales intervenciones se pueden desarrollar en los primeros niveles de atención médica (Nivel I y II del IPSS) en tanto que otras, en Centros Especializados (Nivel III y IV). En la Tabla N° 2 se muestra separadamente las cuatro opciones en las cuales es recomendable intervenir para que el programa destinado a la prevención y tratamiento de las enfermedades vasculares tenga la coherencia necesaria. En términos generales, los ítems 1° y 2° deben hacerse efectivos en los 2 primeros niveles de atención. 209 El ítem 3° quedará bajo responsabilidad temporal de los niveles III y IV. Finalmente, el ítem 4° que comprende a los pacientes recuperados de alguna enfermedad vascular cerebral quedará bajo control de los niveles III y IV, dentro de un programa orientado mayormente a prevenir las recurrencias, lamentablemente frecuentes, en enfermedades vasculares (15% a 30% en el primer año). Pero pasado un año de tales controles, estos pacientes pueden seguir con citas a Nivel I y II, ya que técnicamente se ubican en el diagnóstico de secuela de enfermedad vascular cerebral y el riesgo de recurrencia aunque no desaparece es mucho menor, que el año precedente TABLA N° 2 OPORTUNIDADES PREVENTIVAS Y TERAPÉUTICAS EN LA EVC 3.1 1. EN INDIVIDUOS SUSCEPTIBLES. 2. EN ASINTOMÁTICOS CON RIESGO DE EVC 3. EN PERSONAS CON SÍNTOMAS DEFINIDOS DE EVC 4. EVITAR RECURRENCIAS DE LA EVC PRESENTE OPORTUNIDAD PREVENTIVA EN INDIVIDUOS SUSCEPTIBLES Los estudios al respecto señalan que de hecho hay individuos susceptibles para desarrollar, tarde o temprano, enfermedades vasculares cerebrales. Al respecto el estilo de vida es un factor de riesgo importante que puede ser modificado. En nuestro país debiera prestarse particular atención al sobrepeso, al consumo excesivo de licor, asimismo el tabaquismo y la vida sedentaria. También es importante que las personas se enteren que cuando existe en el mismo individuo más de un factor de riesgo, el peligro de padecer alguna enfermedad vascular cerebral es mayor. Así una persona cuyos padres padecieron de hipertensión arterial, no es sólo susceptible de ser hipertenso sino que además si come en exceso y toma licor en abundancia tiene alto riesgo de sufrir un problema vascular cerebral, aún cuando previamente “goce de buena salud” en el sentido tradicional del término. Desde que es muy poco probable que tales personas concurran al hospital. Las instituciones de salud como el IPSS deben organizar labores de divulgación masiva mediante afiches especialmente diseñados y charlas no especializadas. (Anexos) 210 3.2 OPORTUNIDADES PREVENTIVAS Y TERAPÉUTICAS EN INDIVIDUOS ASINTOMÁTICOS PERO CON FACTORES DE RIESGO PARA SUFRIR EVC En la actualidad se conocen con bastante precisión los factores de riesgo para desarrollar las enfermedades vasculares cerebrales. En las Tablas N° 3 y N° 4 se muestra la presencia de tales factores, encontrados entre pacientes hospitalizados en el Servicio de Neurología del Hospital Guillermo Almenara Irigoyen. El N° 3 corresponde a Isquemia cerebral, que es la enfermedad vascular cerebral más frecuente (75%), en tanto que la Tabla N° 4 comprende a los pacientes con hemorragia intracerebral (25%) atendidos en el mismo período de tiempo. En la actualidad estamos estudiando con mayor detenimiento no sólo los ya conocidos factores de riesgo, sino además otros no considerados en estudios precedentes. En el individuo asintomático pero con riesgo de enfermedad vascular cerebral se debe realizar un trabajo específico para disminuir la influencia de tales factores. En los de casos hipertensión arterial, diabetes y otros será obviamente necesario recurrir a la terapia farmacológica además de las recomendaciones generales sobre la alimentación y el estilo de vida adecuados Estos pacientes deben ser informados de modo verbal y por escrito sobre el riesgo que tienen y lo que significaría padecer de EVC. En la medida que estas personas se preocupen por evitar un “Ataque Cerebral”, tanto como muchos lo hacen por evitar un “Ataque Cardiaco” se avanzará hacia los objetivos del programa. (Anexos) TABLA Nº 3 ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ISQUÉMICA Y FACTORES DE RIESGO N* = 367 (EDADES 31 – 90 AÑOS) HIPERTENSIÓN ARTERIAL 226 61.30% TABAQUISMO 76 20.70% DIABETES MELLITUS 59 16.07% DISLIPIDEMIAS 54 14.71% ALCOHOLISMO 45 12.26% FEBRILACION AURICULAR 39 12.26% VALVULOPATÍAS 21 10.62% 9 2.72% PRÓTESIS VALVULAR ENF. TEJIDO CONECTIVO SIN ANTECEDENTES 211 3 0.81% 73 19.89% TABLA N° 4 HEMORRAGIA INTRACEREBRAL Y FACTORES DE RIESGO N* = 130 (EDADES 12 – 95 AÑOS) HIPERTENSIÓN ARTERIAL 86 66.15% DIABETES MELLITUS 14 10.76% ALCOHOLISMO 14 10.76% TABAQUISMO 12 9.23% CARDIOPATÍAS 8 6.15% COAGULOPATÍAS 3 2.30% 3. OPORTUNIDADES EN PERSONAS CON SÍNTOMAS DEFINIDOS DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL 3.3.1 LINEAMIENTOS GENERALES a.. La presencia de la Enfermedad Vascular Cerebral es una situación médica de emergencia. b. El éxito terapéutico en la EVC está en función directa a la precocidad con que pueda iniciarse el tratamiento. c. El tratamiento hospitalario de la EVC agudo, está dirigido a los siguientes objetivos: * Evitar la posibilidad de muerte * Diagnosticar el tipo de EVC y la etiología subyacente en cada caso. * Reducir las consecuencias incapacitantes de la EVC, Mediante el inicio precoz de la terapia (primeras 6 horas) * Evitar la recurrencia de la EVC, tanto durante la hospitalización inmediata como en los meses y años siguientes. * Cada paciente con EVC al ser dado de alta hospitalaria debe ser encaminado hacia un programa de prevención secundaria para evitar las recurrencias, lamentablemente frecuentes en la EVC y desde luego proseguir la rehabilitación física, iniciada en la hospitalización, además de la rehabilitación psicológica y social. * Para asegurar el éxito de los lineamientos generales anotados, es recomendable que los pacientes con EVC reciban atención lo más rápidamente posible de haberse producido el “ataque” o ictus, en ambientes especiales, conocidos con el nombre de “Unidades Vasculares Cerebrales”. La existencia de estas unidades ha revelado ser de gran utilidad para mejorar en todos los aspectos, la calidad de la atención médica neurológica de la EVC. 212 3.3.3. EVALUACION INICIAL Y CONDUCTA EN LOS PACIENTES CON EVC DURANTE LAS PRIMERAS 6 HORAS DEL EVENTO a) Transporte inmediato, al más cercano hospital apropiadamente equipado, De preferencia en ambulancia igualmente equipada. b) Comunicar al hospital de destino que una persona con EVC está en camino. Llamar al Neurólogo de guardia y preparar lo conveniente para realizar tomografía axial cerebral cuando llegue el paciente, en este momento es más útil que la resonancia nuclear magnética. c) Llegado al paciente a emergencia, se debe asegurar la permeabilidad de las vías aéreas, además del funcionamiento adecuado de la ventilación y el sistema cardiovascular. Proceder a realizar el examen físico general y neurológico del caso d) Solicitar los siguientes exámenes: EKG, radiografía de tórax, hemograma, Hemoglobina y velocidad de sedimentación, recuento plaquetario, tiempo de protrombina, tiempo parcial de tromboplastina, electrolitos séricos y glicemia. En algunos pacientes se requiere medir el nivel de los gases arteriales, la presencia de alcohol o drogas de uso prohibido en la sangre, y otros exámenes de posible utilidad para el diagnóstico de causas poco frecuentes de EVC. e) Comenzar con ayuda de oxígeno y e iniciar solución salina fisiológica o lactato Ringer a goteo lento (no es recomendable la administración de glucosa). f) Realizar TAC cerebral no contrastada. Cuando se sospecha que la causa de la EVC se ha originado por estenosis u oclusión arterial, el estudio del paciente debe incluir un doppler del vaso correspondiente. En la Tabla N° 5 A se muestra el flujograma recomendado para su aplicación en el paciente con sospecha de EVC. En la parte inferior del mismo se nota la separación de los dos tipos de EVC: Hemorragia e Isquemia. La Tabla Nº 5 B reitera lo anotado acerca de la conducta durante las primeras 6 horas en los pacientes con EVC. 3.3.4. CONDUCTA EN LOS PACIENTES CON EVC HEMORRAGICA Existen dos tipos de hemorragia cerebral, fácilmente diferenciables por historia clínica y los exámenes señalados en el ítem 3.3.2 (evaluación inicial). Establecido el diagnóstico, la conducta médica es diferente cuando se trata de hemorragias intracerebral o de hemorragia subaracnoidea. En la Tabla N° 6 se muestra esquemáticamente, el flujograma con la orientación terapéutica recomendada en los casos de hemorragia cerebral. 213 I CONDUCTA EN LA HEMORRAGIA INTRACEREBRAL En la Tabla N° 7, se expone esquemáticamente la conducta a seguir en los casos de hemorragia intracerebral. La mayoría de pacientes con hemorragia intracerebral no requiere tratamiento quirúrgico salvo dos situaciones. Una de ellas figura en el ítem 2 de la Tabla N° 7. En efecto, algunos pacientes con hemorragia y hematoma cerebeloso pueden desarrollar hidrocefalia aguda por oclusión del IV ventrículo y pueden ser salvados de morir mediante una intervención quirúrgica oportuna. La otra circunstancia clínica que puede requerir cirugía, es el hematoma supratentorial lobar (cercano a la corteza de alguno de los lóbulos cerebrales) cuyo diámetro es mayor de 6 cm. y provoca en el paciente un gran deterioro, progresivo, de la conciencia, relacionado a hipertensión intracraneal aguda. En la TAC cerebral de estos pacientes debe verificarse además el desplazamiento del cerebro por el efecto de masa que ejerce el hematoma. 214 TABLA Nº 5 A ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL (PRIMERAS HORAS) PACIENTES CON: . MERMA DE CONCIENCIA . DÉFICIT NEUROLÓGICO . CEFALEA SEVERA OBTENER HISTORIA Y REALIZAR EXAMEN FISICO Y NEUROLOGICO EXCLUIR TEC, ANORMALIDAD METABÓLICA, AFECCIÓN PSIQUIATRICA, AFECCIÓN PSIQUIATRICA, INFECCIÓN}Y OTRAS ENFERMEDADES QUE SIMULAN EVC. DIAGNOSTICO EVC . MANTENER VIA AREA OBSERVACIÓN . OBSERVACIÓN ESTRICTA DE SIGNOS VITALES TAC CRANEAL EN EMERGENCIA PRESENCIA DE HEMORRAGIA SI NO EVC HEMORRAGIA EVC ISQUEMICA INFARTO CEREBRAL 215 TIA TABLA N° 5 B EVALUACIÓN INICIAL Y CONDUCTA EN LOS PACIENTES CON ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL 1. Transporte inmediato al hospital, apropiadamente equipado, mas cercano. De preferencia en ambulancia igualmente equipada. 2. Avisar al hospital de destino que una persona con enfermedad vascular cerebral está en camino. Llamar al Neurólogo de guardia y preparar lo conveniente para realizar una Tomografía Axial Computarizada (TAC), en cuanto llegue el paciente. 3. En emergencia, evaluar las vías aéreas, la respiración, circulación y realizar el examen neurológico del caso. 4. Asegurar los siguientes exámenes: E K G, radiografía de tórax, hemograma, hemoglobina y velocidad de sedimentación, recuento plaquetario, tiempo de protrombina, tiempo parcial de tromboplastina, determinación de electrolitos séricos y glicemia. En los casos requeridos debe controlarse los gases arteriales, nivel de alcohol y dosaje de drogas. 5. Comenzar con implementos de oxígeno y solución fisiológica o solución de Lactato Ringer a goteo lento. 6. Realizar TAC no contrastada, cuando se sospecha de problemas carotídeos, solicitar además Doppler. 216 salina TABLA Nº 6 CONDUCTA EN LOS PACIENTES CON EVC HEMORRAGICA DURANTE LAS PRIMERAS HORAS EVC HEMORRAGICA HEMORRAGIA INTRACEREBRAL DETERMINAR SI ES SUBARACNOIDEA O INTRACEREBRAL CONSIDERE LA POSIBILIDAD QUIRURGICA HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA ANGIOGRAFÍA CEREBRAL * EVALUACIÓN NEUROQUIRURGICA * TERAPIA ANTIHIPERTENSIVA SI PA >200/120 mmHg ANEURISMA CEREBRAL CONSIDERESE CIRUGÍA DEPENDIENDO DEL GRADO, SITIO Y COMPLICACIONES MEDICAS 217 De hecho los hematomas intracerebrales supratensoriales de menos de 5 cm. De diámetro tienen buen pronóstico evolutivo y no requiere en consecuencia intervención quirúrgica. Los hematomas de los ganglios básales son inoperables por razones obvias (desafortunadamente son los más frecuentes). En cuanto al manejo de la Hipertensión Arterial sistémica que presentan muchos pacientes, en las primeras horas de la hemorragia intracerebral, es aconsejable no tratar de disminuirla, urgentemente, salvo cuando: 1° 2° La presión sistólica exceda a 200 mmHg, o la diastólica de 120 mmHg. (en tres mediciones repetidas hechas con 15 minutos de intervalo). Si el paciente tiene insuficiencia cardiaca o en caso de haberse detectado disecciones arteriales. Es conocido que cuando el paciente no es hipertenso, la presión arterial aumentada, al momento de la hemorragia, tiende a normalizarse después de 2 a 4 días, sin terapia antihipertensiva. En los pacientes hipertensos previos es recomendable mantener la terapia que ya recibía y observar un descenso gradual de la presión arterial a los niveles antes del ictus. Cuando está justificado el uso de agentes antihipertensivos es preferible usar beta bloqueadores o inhibidores de la ECA por vía parenteral, debido a que los vasodilatadores son poco eficaces en los pacientes con EVC hemorrágica agua quienes como consecuencia de la afección tiene descargas simpáticas intensas. El ítem 4 de la Tabla N° 7 merece un comentario especial. La mortalidad asociada a la hemorragia intracerebral, sabemos que es alta. En un estudio nuestro encontramos que ello ocurrió en 37% de los pacientes, pero además la mayoría de los fallecimientos se produjeron en los primeros días post hemorragia. Este dato encontrado también en otros lugares revela que los pacientes con Hemorragia Intracerebral mueren básicamente por la hipertensión endocraneana aguda asociada al hematoma. Por consiguiente el manejo apropiado de la hipertensión endocraneana es decisivo en el pronóstico de mortalidad. La presión intracraneal normal es 20 cms H 20 y cuando se eleva por encima de 70 cms, de H 20 puede provocar isquemia cerebral o herniaciones de la masa encéfaliza. El uso de mannitol al 25% aplicado a dosis de 0.25 a 0.05 grms/kg. De peso, en bolos cada 4 a 6 horas, vía endovenosa, es una buena alternativa para disminuir rápidamente la presión intracraneal. Cuando se dispone de transductores para medir la presión intracraneal, el valor referencial para usar mannitol es mantener la prisión intracraneal por debajo de 40 cms H20. En caso contrario la escala de Glasgow es un buen indicar indirecto de la gravedad de la hipertensión endocraneana en el período agudo de la Hemorragia Intracerebral Supratensorial. Otro recurso para disminuir la hipertensión intracraneal es mediante la hiperventilación. Bajo circunstancia normales disminuyendo el pCo2 de 40 mmHg A 20 mmHg la presión intracraneal se reduce en 50%. la reducción del pCo 2 por debajo no genera beneficio adicional alguno, en cambio pueden darse efectos adversos.Finalmente, debe recordarse que el manejo apropiado de la hipertensión arterial contribuye a disminuir la Hipertensión intracraneal. 218 De otro lado el uso de corticoides en estos casos carece de justificación y en cambio puede ocasionar indeseables complicaciones. Ocasionalmente se recurre a la remoción de líquido céfalo raquídeo mediante catéteres ventriculares, especialmente en la hidrocefalia asociada a la hemorragia subaracnoidea y la resultante de hematomas cerebelosos. La recomendación de barbitúricos en altas dosis es también a veces utilizada con discutible éxito. TABLA N° 7 CONDUCTA DURANTE LAS PRIMERAS HORAS DE LA HEMORRAGIA INTRACEREBRAL 1. 1. CORREGIR CUALQUIER COMPROMISO RESPIRACION Y CIRCULACIÓN DE LAS VIAS AEREAS, 2. CONSULTAR RAPIDAMENTE A NEUROCIRUGÍA EN CASO DE SER NECESARIO (HEMORRAGIA CEREBELOSA, HIDROCEFALIA AGUDA) 3. TRATAR LAS ELEVACIONES SEVERAS DE PRESION (SILTOLICA 200mmHg o DIASTOLICA 120 mmHg.). ARTERIAL 4. CUANDO SE SOSPECHA HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL CONSIDERE TRATAMIENTO CON MANITOL EV. ASOCIADO O NO A FUROSEMIDA EN ALGUNOS PACIENTES USAR HIPERVENTILACION 219 II.CONDUCTA EN LA HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA La mayoría de veces la hemorragia subaracnoidea se debe a la ruptura de aneurisma saculares congénitos de las principales arterias al cerebro. Por tal motivo el tratamiento de la hemorragia que se recomienda a continuación está orientado a solucionar los problemas ocasionados por la ruptura aneurismática. En la Tabla N° 8 se muestra resumidamente las pautas al respecto. Esos son desde luego la continuación de las pautas generales de las EVCs señaladas anteriormente. En la hemorragia subaracnoidea la Tomografía Axial cerebral computarizada revela sangrado en 95% de pacientes. Adicionalmente cuando la causa es alguna malformación arterio venosa grande, la Tomografía puede efectuarse con facilidad. Si el cuadro clínico es evidente y la TAC es normal, debe procederse a realizar punción lumbar para detectar sangre en el líquido céfalo raquídeo y diagnosticar la hemorragia subaracnoidea. La administración de Nimodipina en la dosis de 60 mg cada 4 horas (Tabla N° 8) es recomendable para reducir la incidencia y la severidad del déficit neurológico secundario al vaso espasmo arterial que ocurre frecuentemente en los pacientes con hemorragia subaracnoidea. La Nimodipina debe mantenerse cuando menos durante 21 días. El ítem N° 7 de la Tabla N° 8 es todavía materia de controversia pero la mayoría de estudios apoyan la idea de que los pacientes en grados clínicos 1, 2, y 3 de la hemorragia deben ser considerados para la cirugía precoz, en tanto que aquellos de los grados 4 y 5 deben esperar la solución quirúrgica, dirigida a la causa del sangrado, por tener mal pronóstico de recuperación post operatorio. Algunos de tales pacientes tienen además del sangrado subaracnoideo, hidrocefalia y hematomas intracerebrales y en consecuencia requieren intervenciones quirúrgicas con el fin de corregir el efecto, casi siempre mortal de esas complicaciones 220 TABLA N° 8 CONDUCTA DURANTE LAS PRIMERAS HORAS DE LA HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA 1. CORREGIR CUALQUIER COMPROMISO DE LAS VIAS AEREAS, RESPIRACION Y CIRCULACIÓN 2. CONSULTAR A 3. TRATAR LAS ELEVACIONES SEVERAS DE PRESION ARTERIAL CUANDO SON MAYORES QUE LA PRESION ANTES DE LA HEMORRAGIA, (VOLVER NORMOTENSIVOS A LOS PACIENTES QUE LO ERAN ANTES DEL SANGRADO.. 4. COMENZAR NIMODIPINA ORAL 60 mg. CADA 4 HORAS EN LOS PACIENTES EN LOS GRADOS 1,2, y 3. 5. SI OCURREN CRISIS EPILÉPTICAS, ANTICONVULSIONANTE, INCLUYENDO UNA FENITOINA DAR TERAPIA SOBREDOSIS DE 6. DAR ANALGÉSICOS Y SEDANTES CUANDO SEA NECESARIO 7. ANTE LA POSIBILIDAD DE HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA POR RUPTURA ANEURISMATICA CONSIDERAR LA POSIBILIDAD DE ANGIOGRAFÍA DE URGENCIA, MONITOREO HEMODINAMICO INVASICO Y CIRUGÍA PRECOZ. 221 TABLA N° 9 GRADOS CLINICOS DE LA HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA GRADOS CLINICOS DE LA HEMORRIA SUBARACNOIDEA 1. GRADO 1 * ASINTOMÁTICO O MINIMA CEFALEA O RIGIDEZ DE NUCA GRADO 2 * CEFALEA SEVERA, RIGIDEZ DE NUCA GRADO 3 * SOMNOLIENTO O CONFUSO, PUEDE TENER HEMIPARESIA LEVE. GRADO 4 * PROFUNDAMENTE ESTUPOROSO, PUEDE TENER EMIPARESIA MODERADA A SEVERA, SIGNOS PRECOCES DESCEREBRACION. GRADO 5 * COMATOSO 3.34. CONDUCTA DURANTE LAS PRIMERAS HORAS DE LA EVC ISQUEMICA En la Tabla N° 10 se muestra el flujograma de la EVC isquémica, La diferenciación entre Isquemia Cerebral Transitoria (TIA) e infarto cerebral es indispensable para la conducta a seguir en este tipo de patología cerebral isquemia es la reducción, a nivel considerado crítico, del aporte sanguíneo a alguna zona del cerebro o a todo el encéfalo. Cuando la isquemia es igual o menor a tal nivel (20 cc. De sangre/100 gramos de tejido cerebral/ minuto) y se mantiene en forma prolongada, sin recuperación del aporte circulatorio, se produce el infarto cerebral. En caso contrario ocurre la recuperación funcional de la zona cerebral afectada junto al regreso del circulación cerebral. En clínica la isquemia cerebral reversible ocasiona síntomas neurológicos focales transitorios que desaparecen antes de las 24 horas, conocidos con el nombre de isquemia cerebral transitoria no debe haber lesión estructural subyacente, sin embargo es conocido que una tercera parte de los pacientes con síntomas de tales ataques, tienen en realidad infartos cerebrales pequeños. Desde que estos pequeños infartos evolucionan igual que la Isquemia Cerebral Transitoria y casi siempre el mecanismo fisiopatogénico es el mismo; las recomendaciones para su terapia son similares. 222 FLUJOGRAMA N° 3 EVC ISQUEMIA INFARTO CEREBRAL TIA EVALUAR ESTENOSIS U OCLUSION CAROTIDEA PRECISAR ETIOLOGIA CONSIDERE CIRUGÍA EN ESTENOSIS > 70% * CUIDADOS DE SOTEN * TERAPIA MEDICA EN CASOS PROGRESIVOS * CONSIDERE CIRUGÍA EN INFARTO CEREBELOSO TRATAMIENTO CON ASPIRINA O TICLOPIDINA 223 I. SUBTIPOS DE EVC ISQUEMICA Debido al conocimiento logrado en años recientes sobre la fisiopatogenia de la EVC Isquémica su conocimiento y diferenciación es fundamental para adoptar la conducta más adecuada en cada situación. Justamente la Tabla N° 10 la referencia a “precisar etiología” que también debe aplicarse a los casos de TIA puntualiza la necesidad de conocer los subtipos de EVC. La Tabla N° 11 muestra los subtipos de EVC Isquémica. TABLA N° 11 SUBTIPOS DE EVC ISQUEMICA AGUDA 1. Arterioesclerosis de grandes arterias (Embolia arterioarterial. Trombosis Cardioembolismo Oclusión de vasos pequeños (lagunas). EVC Isquémica de otra etiología determinada. EVC Isquémica de etiología no determinada. a) b) c) Dos a más causas identificadas Evaluación negativa Evaluación incompleta 224 II. CONDUCTA EN LOS CASOS DE TIA A. TRATAMIENTO QUIRURGICO La causa de TIA en el territorio carotídeo en 80% está relacionado a la presencia de placas ateromatosas que reducen en el flujo sanguíneo o placas que desprenden émbolos desde la carótida común o la carótida interna en su porción inicial. Los ataques isquémicos transitorios pueden recurrir o pueden terminar en infarto cerebral. En realidad un episodio de TIA es el “anuncio” de algo peor en ciernes (en cierto modo similar a la angina que precede al infarto cardíaco). Luego de abundante bibliografía, la cirugía es la recomendación actual, de carácter preventivo, en el paciente con TIAs, cuando los síntomas corresponden a la carótida afectada y ésta tiene placas ateromatosas que estrechan su luz entre 70% y 99%. Estos casos la endarterectomía es superior a la terapia médica preventiva. Cuando la estenosis es menor o cuan do el ataque Isquémico transitorio se debe a otras causas la terapia preventiva recomendada es de tipo farmacològico. B. TERAPIA FARMACOLOGICA La terapia para los casos no quirúrgicos de TIA debe relacionarse al mecanismo causal subyacente. ASPIRINA. Se recomienda en la Estenosis carotídea no quirúrgica, en la Arterioesclerosis de vasos intracraneales, en la estenosis por lipohialinosis de vasos penetrantes y aún para las personas con cardioembolismo pero que no pueden ser puestas en anticoagulaciòn. La dosis es variable, entre 300 y 900 mg al día. Al parecer la mejor respuesta es individual, pero la mayoría de opiniones se inclinan a favor de dar solamente 300 miligramos diarios. La Ticlopidina es otro agente antiplaquetario que pueda usarse cuando el paciente no tolera la aspirina. La Ticlopidina cuando ha sido comparada con la aspirina se mostró ligeramente superior para reducir la aparición de EVC Isquémica y la mortalidad en pacientes con TIAs previos. No obstante la Ticlopidina es mucho más costosa y con mayores efectos colaterales (diarrea y neutropenia), por lo cual sólo debe ser indicada como alternativa. El Dipiridamol no ofrece beneficio alguno en comparación con la aspirina y aún en varios estudios comparativos con placebo, no ha mostrado mayor eficacia como antiplaquetario. 225 ANTICOAGULACION. El uso de anticoagulantes orales sólo está indicado cuando la causa de TIA es por embolia cardiogénica debidamente comprobada. En la mayoría de los pacientes, como ya se mencionó, la causa de TIA son las placas ateromatosas y cuando no tienen indicación quirúrgica se benefician con la terapia antiplaquetaria. No obstante algunos de tales pacientes siguen presentando episodios de TIA y a veces con creciente frecuencia. La recomendación es entonces pasar a Ticlopidina 250 mgrs. Cada 12 horas y aún de ser necesario a Warfarina (manteniendo INR entre 2 y 3). No hay estudios concluyentes acerca de los beneficios de usar Heparina EV en los casos de TIA que se repiten cada vez con mayor frecuencia (manteniendo el tiempo parcial de tromboplastina entre 50 a 60 segundos). III. CONDUCTA EN EL INFARTO CEREBRAL RECIENTE. Como ya se ha discutido, en los pacientes con síntomas de isquemia cerebral transitoria, la conducta prioritaria está orientada a descubrir el mecanismo subyacente en la aparición de los síntomas y el tratamiento elegido en base a tal previsión etiológica, es fundamentalmente preventivo, tanto para evitar la recurrencia de los episodios, como para prevenir la aparición de infarto cerebral en el territorio vascular afectado, también es posible disminuir la gravedad del infarto, que lamentablemente puede ocurrir, no obstante las medidas preventivas y finalmente a través de tales acciones es factible reducir la mortalidad asociada a la aparición del Infarto Cerebral. En los casos de Infarto Cerebral la conducta inicial se muestra de modo esquemático en la Tabla Nª 12 y en el flujograma de la Tabla Nª 10. Estas acciones forman parte de los “Lineamientos generales en pacientes con EVC” señalados en el item 3.3.1. Las medidas a tomar en el paciente con Infarto Cerebral reciente están orientadas hacia objetivos claramente discernibles: 1º Evitar que muera el paciente. 2º Reducir al máximo el daño cerebral que ocasionará el Infarto Cerebral. 3º Limitar la posibilidad de agravamiento del infarto de su recurrencia inmediata. 4º Definir el subtipo de EVC Isquémica y la etiología en cada caso: 5º Precisar los factores de riesgo Vascular Cerebral. 6º Iniciar la rehabilitación temprana, comprendiendo el aspecto físico, psicológico, laboral y social. 7º Reducir el tiempo de hospitalización a lo estrictamente necesario y dar de alta al paciente, con indicaciones específicas para continuar en controles y cuidados ulteriores a mediano y largo plazo. 226 TABLA Nª 12 CONDUCTA EN INFARTO CEREBRAL AGUDO 1. 1 Corregir cualquier interferencia con las vías aéreas, la respiración o la circulación. 2. No tratar la elevación de la presión arterial en ausencia de indicaciones específicas. (Ejemplo: Infarto Cardíaco, disección arterial) salvo que la presión sistólica sea 220 mmHg o la diastólica 120 mmHg en repetidas mediciones a los 30 30 y 60 segundos. 3. Si ocurren crisis epilépticas, administrar terapia anticonvulsionante, incluyendo una sobredosis de Fenitoína. 4. En caso de infarto cerebeloso consultar a Neurocirugía. La evidencia de compresión del tronco encefálico, debe plantear la descomprensión quirúrgica de urgencia. Los objetivos señalados serán brevemente discutidos: 1º DISMINUIR LA MORTALIDAD. La mortalidad global de EVC isquémica es alrededor de 9% pero es diferente en cada subtipo de EVC, así es mayor en el infarto grande por ateroesclerosis de las arterias principales del cerebro. Es algo menor en la embolia cardiogénica y es casi inexistente en los pacientes como infartos lacunares. De modo que cuando se diagnostica el subtipo de EVC isquémica el pronóstico de mortalidad puede ser adelantado con cierta seguridad. Otro hecho importante a tomar en consideración, es que la mayoría de pacientes en el período inicial de la EVC hipoventilan como consecuencia de la lesión cerebral y la mortalidad casi siempre es tardía por infección respiratoria intercurrente. Así en un estudio realizado en nuestro Servicio de Neurología encontramos que la mortalidad asociada a infartos cerebrales ocurre mayormente entre la segunda y tercera semana de iniciado el ictus. Parte de los estrictos cuidados respiratorios es la movilización precoz de los pacientes, cambiándolos de posición si están en estupor y coma o levantarlos cuando están despiertos y somnolientos. En caso de ser necesario administrar Mannitol al 20%. 227 2º REDUCIR LAS CONSECUENCIAS DEL INFARTO Desde luego que cuando más rápidamente se restituyan las condiciones fisiológicas cerebrales y sistémicas del paciente, las con secuencias del infarto serán menores. Pero en forma paralela, en años recientes se están desarrollando investigaciones con sustancias “Neuroprotectoras”. Es conocido que cuando la isquemia es capaz de inducir infarto del territorio afectado, la cadena de acontecimientos que conducen a la muerte neuronal se inicia con la anormal apertura de los canales de calcio asociados a la membrana de las neuronas. En consecuencia se trabaja en el descubrimiento de sustancias con capacidad de bloquear específicamente los canales de calcio y también con sustancias bloqueadoras de algunos aminoácidos, como el glutamato cuya acción es abrir los canales de calcio y se les encuentra en niveles elevados en los infartos cerebrales recientes. No obstante los alentadores resultados positivos obtenidos, al reducir el tamaño del infarto Isquémico en modelos experimentales animales, usando los bloqueadores del calcio Nimodipina y Nicardipina, hasta ahora con excepción de un gran estudio clínico multicéntrico no hay pruebas definitivas de su eficacia. En el estudio referido se reporta beneficio con la administración de Nimodipina a dosis variables entre 60 y 120 miligramos diarios, pero solamente cuando la droga se administró en forma precoz, a menos de doce horas de ocurrido el evento. Asimismo, se viene trabajando con agentes antioxidantes. 3º LIMITAR EL INMEDIATA AGRAVAMIENTO Y LA RECURRENCIA Las medidas más eficaces para evitar el agravamiento del infarto cerebral reciente son: Mantener buena oxigenación usar soluciones salinas en vez de glucosadas cuando se requiere venoclisis, controlar rápidamente las infecciones intercurrentes que pueden presentarse y evitar la hipertermia. Farmacológicamente, es también posible actuar para limitar el agravamiento del infarto reciente o su recurrencia precoz, pero el imprescindible paso previo es determinar el subtipo. Así en los infartos lacunares por hipohialinosis sólo se requiere un buen control de la presión arterial. En las embolias cardiogénicas se requiere aparte de minuciosos estudios y terapias cardiológicas espec{ificas, el uso de anticoagulantes. En el infarto secundario a aterotrombosis de grandes arterias, desde hace varios años se discute sin lograr consenso. La utilidad del uso inmediato de heparina EV., especialmente como terapia urgente en el llamado infarto en evolución. Lamentablemente, el riesgo de sangrado intracerebral es entre 1% y 4% de los pacientes. 228 Se recomienda, cuando no hay contraindicaciones, iniciar con la dosis de 5,000a 10,000 U de Heparina E.V seguida de infusión continua de 0 a 20 U/kg/1hr, manteniendo el TPT entre 50 a 60 segundos.Simultáneamente se empieza con Warfarina, que luego de 48 horas reemplazará a la Heparina. No hay evidencias sobre la utilidad en estos casos agudos acerca de la administración de Dipiridamol.Aspirina o Ticlopidina. Otra medida que podría resultar recomendable, cuando se haya realizado el número suficiente de observaciones, es el uso de agentes trombolíticos para disolver inmediatamente el trombo arterial. Los resultados con Uroquinasa y Estreptoquinasa, aún aplicados, localmente, con catéteres que llegan hasta el trombo no son convincentes.Algo mejor son los resultados usando el agente activador del plasminógeno tisular y algunos otros compuestos aniticoagulantes de origen animal. Es posible que en pocos años se descubra algún nuevo agente trombolítico con menos riesgo de sangrado para el paciente. 4° DEFINIR EL SUBTIPO DE EVC Y LA ETIOLOGIA EN CADA CASO En efecto no sólo es indispensable identificar el subtipo isquémico sino además en cada caso de ellos la etiología subyacente, quizá el mejor ejemplo es la embolia cardiogénica cuyas causas son múltiples, al punto que es posible señalar actualmente pacientes con alto, mediano y bajo riesgo del cardioembolismo, según la patología cardiaca subyacente en cada grupo de riesgo. 5° PRECISAR FACTORES DE RIESGO Anteriormente se ha enfatizado la importancia de su identificación, tanto para la prevención individual de recurrencias a mediano y largo plazo, como para racionalizar las recomendaciones preventivas en el ámbito poblacional. 6° INCIAR LA REHABILITACIÓN TEMPRANA, EN EL ASPECTO FÍSICO, PSICOLOGICO, LABORAL Y SOCIAL Este aspecto no requiere mayor explicación excepto que obliga al médico tratante a trabajar con criterios claros e inequívocos sobre el grado de incapacidad del paciente, tanto al ingreso, como al salir de alta y su posterior seguimiento. Existen varias “escalas” de incapacidad para tal fin. Nosotros usamos la de Rankin por su sencillez, probada utilidad y difusión internacional, (Ver: Protocolos) 7° REDUCCION DEL TIEMPO DE HOSPITALIZACIÓN No sólo es recomendable en razón de poder utilizar mejor las camas disponibles, sino además la experiencia de muestra que las estancias prolongadas, innecesariamente, por la inevitable inmovilización del paciente, y la dependencia que desarrolla, pueden contribuir a la indeseable invalidez funcional. 229 3.4 PREVENCION SECUNDARIA Y TERCIARIA ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES DE LAS La prevención secundaria y terciaria de la E V C gira en torno al conocimiento en cada caso de los factores de riesgo, a veces más de uno, que contribuyeron al desarrollo de la enfermedad. Las publicaciones de diferentes países señalan cifras variables de recurrencias que van entre 10% y 40%, siendo un porcentaje aceptado de 25%. En algunas patologías cerebrovasculares, como la isquémia cerebral transitoria, es posible también hacer terapia preventiva, por medios quirúrgicos (Endarterectomía Carotídea) o el uso de agentes antiplaquetarios. En cuanto al paciente con infarto cerebral isquémico por aterotrombosis, fuera del control de los factores de riesgo, no hay evidencias clínicas que la Aspirina reduzca el riesgo de recurrencia a mediano y largo plazo, en cambio se ha reportado un pequeño efecto favorable de la Ticlopidina. No obstante la mayoría de opiniones al respecto se inclina por el uso “preventivo de aspirina”. 4. CONSIDERACIONES FINALES El elevado número de pacientes con E V C, es posible que siga aumentando en los años venideros, debido principalmente al incremento de la expectativa de vida. El costo como capital humano que cuesta la E V C es extraordinariamente alto. Pero a la vez la E V C es un modelo privilegiado de cómo se deben racionalizar los recursos de salud en busca de la eficiencia absoluta a niveles socialmente útiles. En esta patología es posible diagnosticas la situación actual, programar acciones simultáneas, cuyas características serán diferentes de acuerdo al momento de la historia natural de la afección y finalmente evaluar el resultado del programa en busca de su perfeccionamiento. En esta publicación se ha enfatizado sobre las opcione3s terapéuticas y preventivas en la E V C, la manera como actualmente deben ser realizadas y el nivel de atención asistencial en el cual se recomienda actuar. Esta idea es reiterada de modo esquemático en la Tabla N° 14. 230 TABLA N° 13 TERAPIAS DISCUTIBLES EN LA ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL 1. Valor del uso precoz de heparina intravenosa en la enfermedad vacular cerebral isquémica agua (embolia cardiogénica o embolia arterioarterial). 2. Valor de la aspirina o la ticlopidina en las primera horas de ocurrida la enfermedad vascular cerebral. isquémica. 3. Valor de la terapia antihipertensiva post enfermedad vascular cerebral isquémica o hemorragia aguda. 4. Valor de la intervención quirúrgica precoz para evacuar el hematoma intracerebral mediante craneotomía o exteriotaxia. 5. Valor del tratamiento quirúrgico urgente del aneurisma en la hemorragia subaracnoidea. 6. Valor de la endarterectomía de emergencia, la trombolisis y la terapia protectora neuronal usada dentro de las primeras horas de ocurrida la enfermedad vascular cerebral isquémica. 231 TABLA N° 14 OPCIONES TERAPEUTICAS Y PREVENTIVAS DE ENFERMEDAD CEREBRAL ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ACCIONES A REALIZAR INDIVIDUOS SUSCEPTIBLES NIVEL DE ATENCIÓN PREFERENCIAL CONDUCTA - ASINTOMÁTICOS CON RIESGO DE EVCs - PERSONAS CON SÍNTOMAS DEFINITIVOS DE EVC (PERIODO AGUDO) - - PERSONAS CON SÍNTOMAS DEFINITIVOS DE EVC (PERIODO SUB AGUDO>12 meses) - PREVENIR RECURRENCIAS A LARGO PLAZO>12 meses - INFORMACIONES PROGRAMA SOBRE EVCs PREVENTIVO RECOMENDACIONES PROMOCIONAL PARA MODI(POBLACIÓN) FICAR HÁBITOS DE VIDA. INFORMACIÓN PROGRAMA MODIFICAR RIESGOS PREVENTIVO AGENTES PROMOCIONAL FARMACOLOGICOS (GRUPOS ESPC.) NECESARIOS EVITAR MORTALIDAD DISMINUIR DE INCAPACIDAD RESULTANTE PREFERENCIA DIAGNOSTICO EN UNIDADES PRECISO DE TIPO DE EVC Y VASCULARES FACTORES DE RIESGO CEREBRALES INDIVIDUAL EVITAR RECURRENCIA INMEDIATA REHABILITACIÓN PRECOZ REHABILITACIÓN FÍSICA Y PSICOLÓGICA SOCIAL - EVITAR RECURRENCIAS ACTUANDO SOBRE FACTORES DE RIESGO - CONSEJERIA SOCIAL Y LABORAL EVITAR RECURRENCIAS ALIVIAR SECUELAS CONTROLES - 232 AMBULATORIA EN CONSULTORIOS ESPECIFICOS PARA EVCs PROGRAMA PREVENTIVO PROMOCIONAL (GRUPOS ESPEC.) Todo proyecto, sin embargo, requiere reajuste durante su desarrollo y adicionalmente tiene que ser complementado con las acciones específicas que debe adoptar cada nivel de atención para ser realmente útil. Así en los niveles I y II deberán realizarse campañas educativas sobre lo que es la enfermedad vascular cerebral y la importancia de prevenirla; al respecto el uso de afiches explicativos es muy conveniente, lo mismo que el reparto de pequeños folletos informativos. Muchas asociaciones médicas internacionales de prestigio como la American Heart Association ofrecen tales documentos en forma gratuita, de modo que pueden traducirse y adaptar al medio nuestro, de ser necesario. Al mismo tiempo los médicos que trabajan en tales niveles deben estar al tanto de lo que esa la enfermedad vascular cerebral y en especial conocer factores de riesgo que causan la ocurrencia y recurrencia de estas enfermedades, de manera que resulte su acción mucho más eficaz y hasta creativa en tales niveles de prevención (Ver anexos). De otro lado en los hospitales de nivel III y IV, especialmente cuando se definan claramente los últimos, deberá contarse con un equipo de profesionales bien entrenados y motivados en las EVCs.El trabajo básico se realizará en las Unidades Vasculares Cerebrales, por crearse, pero como ya se ha discutido se requiere participación multidisciplinaria. En las Unidades se atenderá en concordancia con Historias Clínicas uniformes (para EVCs) y protocolos de admisión, Terapia y Alta. La idea es ir implementando prospectivamente un Banco de Datos a nivel nacional de las EVCs. De ésta manera el trabajo cotidiano no sólo será fructífero en términos de las personas bien atendidas, sino que formará parte de una investigación, cuyos datos constituirán la guía de acciones futuras. Por este mismo motivo los pacientes afectados por EVC al salir de alta deben concurrir para control y medidas específicas al consultorio de seguimiento y prevención secundaria de EVCs, en el propio hospital, y luego de doce meses, salvo situaciones excepcionales, deberán ser referidos a los niveles I y II de atención. MODELOS DE AFICHES O MATERIAL SIMILAR DIRIGIDO A LA POBLACIÓN EN GENERAL ¿QUE ES EL DERRAME O ATAQUE CEREBRAL? ES UNA ENFERMEDAD OCURRE CUANDO LOS VASOS SANGUÍNEOS QUE DEBEN LLEVAR NUTRIENTES Y OXIGENO A UNA PARTE DEL CEREBRO SE OBSTRUYEN O SE ROMPEN CUANDO ESO OCURRE, LAS CELULAS NERVIOSAS DE LA PARTE DEL CEREBRO AFECTADO NO PUEDE TRABAJAR CUANDO LAS CELULAS NERVIOSAS DAÑADAS DEJAN DE TRABAJAR, LA PARTE DEL CUERPO QUE ELLAS CONTROLABAN DEJA DE FUNCIONAR . 233 ¿QUE TRASTORNOS PRODUCE EL ATAQUE O DERRAME CEREBRAL? LOS TRASTORNOS QUE PRODUCE EL ATAQUE CEREBRAL DEPENDE DEL PARTE DEL CEREBRO DAÑADO LOS TRASTORNOS PUEDEN SER LEVES O GRAVES O TAMBIEN PASAJEROS O PERMANENTE ALGUNAS PERSONAS PUEDEN TENER: DEBILIDAD O ADORMECIMIENTO EN UNAMANO, EL BRAZO O LA PIERNA ADORMECIMIENTO EN UN LADO DE LA CARA PERDIDA DE LA MEMORIA PROBLEMAS PARA HABLAR O COMPRENDER LAS PALABRAS PROBLEMAS PARA CAMINAR ¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO DEL DERRAME O ATAQUE CEREBRAL? DESPUES QUE UNA PERSONA TIENE EL ATAQUE CEREBRAL DEBE SER EXAMINADA POR SU MEDICO QUIEN INVESTIGARA LA CAUSA DEL ATAQUE Y EL SITIO DEL CEREBRO QUE PUEDE HABERSE DAÑADO EL TRATAMIENTO PUEDE INCLUIR: MEDICAMENTOS PARA PROTEGER EL CEREBRO Y LA VIDA DE LA PERSONA MEDICAMENTOS PARA EVITAR QUE SE REPITA OTRO ATAQUE INICIAR LA REHABILITACION PARA AYUDAR A LA RECUPERACION DE LAS PERSONAS QUE QUEDAN INCAPACITADAS DESPUES DEL ATAQUE LOS BUENOS HÁBITOS DE SALUD AYUDAN A EVITAR LA REPETICIÓN DE OTRO ATAQUE EN QUIENES YA LO TUVIERON ANTES. ¿COMO EVITAR EL ATAQUE O DERRAME CEREBRAL? AQUÍ ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA EVITAR LOS ATAQUES CEREBRALES TOME ALIMENTOS BAJOS DE SAL TOME ALIMENTOS BAJOS DE GRASA 234 NO FUME MANTENGA SU PRESION ARTERIAL NORMAL MANTENGA SU PESO NO TOME LICOR EN EXCESO CONTROLE SU SALUD REGULARMENTE SIGA LAS INDICACIONES DE SU MEDICO RESPECTO AL USO DE MEDICINAS BIBLIOGRAFIA 1.2.3.4.5.6.7. 8. 9.10.11.12.13.14.15. 16.17.18.19.- Adams Harold P. Et al (1994); Guidelines for the Management of Patients eith Acute Ischemic Strok.Stroke 25: 1901-1914. American Heart Association Steering Committee (1991); “Cardiovascular and Strok in AfricaAmericans and other Racial Minorities in the United States”.Circulation 83: 1462-1480. Deza Luis y Col (1990); “Descripción Epidemiolópgica Intrahospitalaria de desórdenes Vasculares Cerebrales”, Rev. De Neurosiquiatría 53: 50-57. Deza Luis y col (1993), Riesgo de Mortalidad en el Período Agudo de Hemorragia Intracerebral, Rev. de Neurosiquiatría 56: 25-32. Fenglin Shi et al (1989): Stroke in the People ´s Republic of China,Stroke 20; 1581-1589. Fink M.E. (1991): Cerebral Hematoma: An Overview of Rapid Diagnosis, Localization and Tratment Options (Triage Decisions), en AAN Meeting 443: 79-92. Fisher, Marc & et al (1994): Prophylactic Neuroprotection for Cerebral ISCHEMIA,Stroke 25: 1075-1080. Gorelick P.B. 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IV Hemorragia Cerebral Intracerebral Subaracnoidea Otras y aquellas causas no identificadas de hemorragia cerebral Territorio Vascular afectado (Según código Internacional ICD-9-CM 1991) OBJETIVO - Dar solución temprana y oportuna a las enfermedades vasculares cerebrales - Optimizar tratamiento de recuperación temprana, evitando hospitalizaciones innecesarias. - Reducir mortalidad y morbilidad incapacitante. - Evitar recurrencias IV. NIVELES DE ATENCIÓN Emergencia: Hospitales IV, III, II y I IV y III: - Evitar mortalidad - Dx. Preciso de tipo EVC y determinar factores de riesgo - Evitar recurrencia inmediata - Disminuir incapacidad resultante - Rehabilitación temprana 236 II y I: - Información sobre EVC - Medidas preventivas - Modificar riesgos - Evitar recurrencias - Aliviar secuelas (Ver: Tabla N° 1) VI. DIAGNOSTICO (Ver Flujograma N° 1) VI.I Criterios de Hospitalización: (Ver: Anexo N ° 1) Pacientes con síntomas y signos en las primeras horas: Merma de conciencia Déficit neurológico Cefalea severa - Realizar historia clínica, examen clínico y neurológico (Ver: Anexo N° 2) - Excluir TEC, enfermedad metabólica, enfermedades psiquiátricas y otras que simulen enfermedad vascular cerebral. Al diagnóstico de enfermedad vascular cerebral, historia clínica neurológica. (Anexo N° 3) VII. MANEJO VII.1 Medidas Generales - Mantener vía aérea permeable + 02 - Monitoreo de funciones vitales - Canalizar vía periférica, utilizando de preferencia Lactato Ringer o solución fisiológica según estado clínico de paciente. VII.2 - Medidas específicas Opcional, punción lumbar diagnóstica, previo fondo. Si es factible derivar a Hospital de nivel IV o a unidad de Enfermedad Vascular Cerebral. Tomografía Axial Cerebral Computarizada según nivel de resolución de Hospital. 237 ANEXO N° 1 EVALUACIÓN INICIAL Y CONDUCTA EN LOS PACIENTES CON ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL 1. Transporte inmediato al hospital, apropiadamente equipado, mas cercano. De preferencia en ambulancia igualmente equipada. 2. Avisar al hospital de destino que una persona con enfermedad vascular cerebral está en camino. Llamar al Neurólogo de guardia y preparar lo conveniente para realizar una Tomografía Axial Computarizada (TAC), en cuanto llegue el paciente. 3. En emergencia, evaluar las vías aéreas, la respiración, circulación y realizar el examen neurológico del caso. 4. Asegurar los siguientes exámenes: E K G, radiografía de tórax, hemograma, hemoglobina y velocidad de sedimentación, recuento plaquetario, tiempo de protrombina, tiempo parcial de tromboplastina, determinación de electrolitos séricos y glicemia. En los casos requeridos debe controlarse los gases arteriales, nivel de alcohol y dosaje de drogas. 5. Comenzar con implementos de oxígeno y solución salina fisiológica o solución de Lactato Ringer a goteo lento. 6. Realizar TAC no contrastada, cuando se sospecha de problemas carotídeos, solicitar además Doppler. 238 HISTORIA CLINICA NEUROLÓGICA 1. ANAMNESIS Constatar: Perfil Temporal de Presentación Curso después de su instalación Discernir síntomas, signos focales de territorios Vertebrasilar Carotídeo, Silviano Síntomas/Signos que sugieren hemorragia Cerebral Síntomas/Signos (Vómitos-Cefalea) que sugieran Hemorragia Subaracnoidea 2. ANTECEDENTES Registrar factores de riesgo HTA, DM, ENF, CARDIACA, TIA previo Sobrepeso y Obesidad Hipercoagulabilidad/Plaquetas Enfermedades Cardiovasculares: Sx. Arrítmia Cardíaca Valvulopatías y Prótesis Valvular Alcoholismo, Tabaquismo Hiperlipidemia, Inf. Aguda y/o Crónicas Drogas/Medicamentos, Factores Genéticos Enfermedades de tejido conectivo Vida sedentaria. 3. EX FISICO Tratar de localizar el área vascular afectada. Debe constatar: Auscultación vasos principales cuello Funciones mentales superiores Función motora Reflejo osteotendinosis y musculocutáneo Función sensitiva. Pares craneales Coordinación y signos cerebelosos Signos meníngeos 4. MÉTODOS DE AYUDA DX. (No debe faltar) Fondo de ojo Monitoreo Cardíaco clínico y EKG Examen Líquido Céfalo Craneano opcional SEGÚN EL NIVEL DE RESOLUCIÓN Doppler Carotídeo TAC Ecocardiograma (Si la situación lo exige). 239 ANEXO 2A HISTORIA CLINICA NOMBRE:......................................................................................... SEGURO:........................................................................ CARACTERÍSTICAS DESCRIPTIVAS EDAD MENOR DE 40 51-60 71-80 OCUPACION AGRICULTOR EMPLEADO E.CIVIL SOLTERO INSTRUCCION ANALFABETO SECUNDARIA LUGAR DE NACIMIENTO A NIVEL DEL MAR RESIDENCIA ACTUAL A NIVEL DEL MAR ANAMNESIS TIEMPO DE ENFERMEDAD FORMA DE INICIO: SUBITO ( ) CURSO EMPEORAMIENTO: ( ) INSTALACIÓN DE CUADRO: MINUTOS ( ) F M EDAD 41-60 51-70 > 80 F M SI NO OBRERO JEFES CASADO PRIMARIA SUPERIOR SOBRE 3000 MTS SOBRE 3000 MTS INSIDIOSO ( ) REMISION ( ) HORAS ( ) 1. SIGNOS Y SÍNTOMAS AL INICIO Cefalea Vómitos Vértigo Convulsiones Déficit Focal Déficit Focal derecho Déficit Focal izquierdo Déficit ambos Disminución nivel de conciencia Coma Trastornos cognitivos Trastornos de lenguaje: Broca Wermicke Anémico Conducción Global Pares craneales Déficit motor Peresia Parálisis Déficit sensorial Déficit sensorial derecho Déficit sensorial izquierdo Déficit sensorial ambos Soplo vasos de cuello SI NO VALORACIÓN DE SEVERIDAD ESCALA CANDIENSE (puntaje) LADO A LADO B ESCALA INCAPACIDAD RANKIN I= INICIAL F= FINAL I F 240 SIN CAMBIOS ( ) DIAS ( ) 2. FACTORES DE RIESGO HTA Sistólica HTA Diastólica Diabetes Mellitus Enfermedad Cardiaca Ataque Isquémico transitorio Obesidad Alcoholismo Tabaquismo Hiperlipidemia Hipercolesterolemia Hipergiiicerodemia Hiperlipoproteina 5 baja densidad Hiperuricemia Infecciones Factores genéticos y/o familares 3. OTROS Migraña Hipotermia Uso de estrógenos Nivel económico aceptable Nivel económico bajo Hiperagregación plaquetaria Hematocrito aumentado Hematocrito disminuido Fibrrinogeno aumentado Fibrinogeno disminuido Proteinuria Ingesta alta de sal Enfermedad hepática Historia EVC anterior ANEXO 2B HISTORIA CLINICA NOMBRE:......................................................................................... SEGURO:........................................................................ CATEGORÍA DE DIAGNOSTICO 1. ISQUEMIA CEREBRAL TRANSITORIA 2. INFARTO CEREBRAL - Aterotrombótico SI NO . - Lacunar - Embolia arterio arterial - Embolia cardiogénica - De otra etiología conocida - Dos o más causas identificadas - D e causa desconocida por evaluación Incompleta DATOS DE HOSPITALIZACION TAC Normal Anormal Rn las primeras 24 hs. de enfermedad TIEMPO DE PERMANENCIA O ESTANCIA EN DIAS Sólo unidad EVC Total de Hospitalización DESTINO AL ALTA: Su casa Contrarreferencia Mortalidad expresada / días de hospitalización SI NO 3. HEMORRIA CEREBRAL - Intracerebral - Subaracnoidea - Otras causas hemorragia - De causa no identificada 4. TERRITORIO VASCULAR AFECTADO Según Código Internacional ICD 9-cm (1991) MEDICACIÓN DURANTE HOSPITALIZACION Y AL ALTA Esteroides Diurético Osmóticos Opláceos Heparina Warfarina Aspirina Ticlopidina Diuréticos de otro tipo Antihiperintensivos Anticonvulsionantes Antidepresivos SI NO SI Hipoglicemlantes Antibióticos Calcioantagonistas Quemioterápicos Agentes Trombolíticos Otros Anticoagulantes OTROS: 241 NO ANEXO 3A MONITOREO CLINICO DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL EXCEPTO HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA Seccion A: Paciente alerta o Somnoliento HORAS Y DIAS DE TIEMPO DE ENFERMEDAD ESTADO MENTAL NIVEL DE Alerta CONCIENCIA Somnoliento ORIENTACIÓN Orientado 3 1,5 1 Desorientado LENGUAJE 0 Normal 1 Déf.Expresión 0,5 Déf. Comprensión 0 MOTILIDAD 1 (COMPRENSIÓN NORMAL) CARA Sin Déficit EXTREMIDAD Sin Déficit SUPERIOR Déf. Leve PROXIMAL Déf. Significativo 0,5 Déficit 0 1,5 1 0,5 Abolición 0 EXTREMIDAD Sin Déficit 1,5 SUPERIOR Déf. Leve 1 DISTAL Déf. Significativo 0,5 Abolición 0 EXTREMIDAD Sin Déficit 1,5 INFERIOR Déf. Leve 1 PROXIMAL Déf. Significativo 0,5 Abolición 0 MOTILIDAD A2 CON DÉFICIT DE COMPRENSIÓN CARA Simétrica EXTREMIDADES Iguales SUPERIORES Desiguales 0,5 Asimétrica EXTREMIDADES Iguales INFERIORES Desiguales 0 1,5 0 1,5 0 242 ANEXO 3B SECCION B: (PACIENTE ESTUPOROSO O EN COMA ESCALA DE GLASGOW APERTURA PALPEBRAL FECHA DIA Espontánea (4) A la voz (3) Al dolor (2) Ninguna (1) RESPUESTA VERVAL Orientada Confusa (5) (4) Palabras inapropiadas (3) Sonidos Incomprensibles Ninguna (1) RESPUESTA MOTORA Obedece órdenes Localiza dolor (0) (5) Retira (Dolor) (4) Flexión (Dolor) (3) Extensión (Dolor) (2) Ninguno (1) TOTAL 243 HORAS Y DIAS DE TIEMPO DE ENFERMEDAD ANEXO 4 ESCALA DE INCAPACIDAD DE RANKIN GRADO 1 GRADO 2 GRADO 3 GRADO 4 GRADO 5 NO HAN INCAPACIDAD SIGNIFICATIVA: HABILIDAD PARA REALIZAR TODAS LAS ACTIVIDSADES USUALES EN LA VIDA DIARIA LEVE INCAPACIDAD: INHÁBIL PARA REALIZAR ALGUNAS ACTIVIDADES PREVIAS, PERO HABIL PARA SUPERAR SUS LIMITACIONES SIN ASISTENCIA MODERADA INCAPACIDAD REQUIERE ALGUNA AYUDA PERO PUEDE CAMINAR SIN ASISTENCIA INCAPACIDAD DE MODERADA A SEVERA INHÁBIL PARA CAMINAR O ATENDER SUS PROPIAS NECESIDADES CORPORALES SIN ASISTENCIA INCAPACIDAD SEVERA: EN CAMA, CON INCONTINENCIA, REQUIERE CONSTANTE ATENCIÓN Y CUIDADOS DE ENFERMERIA 244 EVC LAS PRIMERAS HORAS (FLUJOGRAMA N° 1) PACIENTES CON: * MERMA DE CONCIENCIA * DÉFICIT NEUROLÓGICO * CEFALEA SEVERA OBTENER HISTORIA Y REALIZAR EXAMEN FISICO Y NEUROLOGICO EXCLUIR TEC, ANORMALIDAD METABÓLICA, AFECCIÓN PSIQUIATRICA, AFECCIÓN PSQUIATRICA, INFECCIÓN Y OTRAS ENFERMEDADES QUE SIMULAN EVC DIAGNOSTICO EVC * MANTENER VIA AEREA * OBSERVACIÓN ESTRICTA DE SIGNOS VITALES TAC CRANEAL EN EMERGENCIA LIQUIDO CEFALO RAQUÍDEO OPCIONAL PRESENCIA DE HEMORRAGIA SI NO EVC HEMORRAGICA HIS EVC ISQUEMICA INFARTO CEREBRAL HSA 245 TIA TABLA N° 1 OPCIONES TERAPEUTICAS Y PREVENTIVAS DE ENFERMEDAD VASCULAR CEREBRAL ACCIONES A REALIZAR INDIVIDUOS SUSCEPTIBLES CONDUCTA - ASINTOMÁTICO CON RIESGO DE EVCs - PERSONAS CON SÍNTOMAS DEFINITIVOS DE EVC (PERIODO AGUDO) - - PERSONAS CON SÍNTOMAS DEFINITIVOS DE EVC (PERIODO SUB AGUDO>12 meses) - PREVENIR RECURRENCIAS A LARGO PLAZO>12 meses - INFORMACIONES SOBRE EVCs RECOMENDACIONES PARA MODIFICAR HÁBITOS DE VIDA. INFORMACIÓN MODIFICAR RIESGOS AGENTES FARMACOLOGICOS NECESARIOS EVITAR MORTALIDAD DISMINUIR INCAPACIDAD RESULTANTE DIAGNOSTICO PRECISO DE TIPO DE EVC Y FACTORES DE RIESGO INDIVIDUAL EVITAR RECURRENCIA INMEDIATA REHABILITACIÓN PRECOZ REHABILITACIÓN FÍSICA Y PSICOLÓGICA SOCIAL - EVITAR RECURRENCIAS ACTUANDO SOBRE FACTORES DE RIESGO - CONSEJERIA SOCIAL Y LABORAL EVITAR RECURRENCIAS ALIVIAR SECUELAS CONTROLES - 246 NIVEL DE ATENCIÓN PREFERENCIAL PROGRAMA PREVENTIVO PROMOCIONAL (POBLACIÓN) PROGRAMA PREVENTIVO PROMOCIONAL (GRUPOSESPC) DE PREFERENCIA EN UNIDADES VASCULARES CEREBRALES AMBULATORIA EN CONSULTORIOS ESPECIFICOS PARA EVCs PROGRAMA PREVENTIVO PROMOCIONAL (CRUPOS ESPEC.) VII.3 Procedimientos Auxiliares: Hemograma, Hb y plaquetas Electrocardiograma Glucosa Tiempo de protrombina y tiempo de tromcoplastina Gases arteriales AGA Electrolitos Otros, según necesidad y capacidad de resolución del Hospital VII.4 Teniendo los dos diagnósticos finales identificados continuar: A. PROTOCOLOLO EVC HEMORRAGICA (Ver: Flujograma N° 2) CÓDIGO: 431 (hemorragia intra cerebral) 430 (hemorragia subaracnoidea) B. PROTOCOLO EVC ISQUEMICA CÓDIGO: 434 (infarto cerebral) 435 (isquemia cerebral) VIII. REFERENCIA Y CONTRARREFERENCIA Los niveles I,II, según realidad geográfica y capacidad de resolución deben evacuar inmediatamente a nivel II y IV, luego de la primera evaluación de Emergencia, a Unidades de Enfermedad Vascular ya implementada. VIII.I TIEMPO DE DESCANSO Relacionado Al grado de incapacidad secundaria y a causa subyacente de la enfermedad vascular. Según criterio del médico tratante. IX RECURSOS IX.1 Recursos Humanos: Médico General Médico Internista Neurólogo Neurocirujano Médico Rehabilitador IX.2 Recursos Materiales Equipo punción lumbar TAC EKG Rx. Pulmones Laboratorio equipado Bioquímica Hematología Gases y electrolito Ventilador mecánico 247 FLUJOGROMA N° 2 E V C LAS PRIMERAS 6 HORAS EVC HEMORRAGICA HEMORRAGIA INTRACEREBRAL DETERMINAR SI ES SUBARACNOIDEA O INTRACEREBRAL CONSIDERE LA POSIBILIDAD QUIRURGICA HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA ANGIOGRAFÍA CEREBRAL * EVALUACIÓN NEUROQUIRURGICA * TERAPIA ANTIHIPERTENSIVA SI PA >200/20 mmHg ANEURISMA CEREBRAL CONSIDERESE CIRUGÍA DEPENDIENDO DEL GRADO, SITIO Y COMPLICACIONES MEDICAS 248 PROTOCOLO I. TITULO: HEMORRAGIA INTRACEREBRAL II. CÓDIGO 431 III. DEFINICIÓN Sangrado intracerebral aún cuando secundariamente inunde espacio Subaracnoideo; constatado por Tomografía Axial Computarizada (TAC) y/o Líquido Céfalo Raquídeo (LCR) hemorrágico (15% de hemorragias intracerebrales pueden cursar con LCR cristalino). IV. OBJETIVO Disminuir riesgo de mortalidad, estabilizando funciones vitales, asegurando oxigenación cerebral y glucosa para su funcionamiento. Dar solución temprana y oportuna a las enfermedades vasculares cerebrales. Optimizar tratamiento de recuperación temprana, evitando hospitalizaciones innecesarias. Reducir morbilidad incapacitante Evitar recurrencias. V. NIVELES DE ATENCIÓN Emergencias: IV,III, II y I; evaluación inicial y diagnóstico (ver anexo 5) IV y III: Diagnóstico preciso y posibilidad de tratamiento quirúrgico oportuno (referir a hospital que cuente con TAC). II,II y I: Según realidad geográfica y capacidad de resolución deben evacuar inmediatamente a nivel IV, luego de la primera evaluación de emergencia. VI. DIAGNOSTICO Se confirma Historia Clínica con: Déficit focal neurológico más o menos abrupto Líquido Céfalo Raquídeo hemorrágico (LCR no excluye posibilidad Dx) TAC demuestra sangrado parenquimal y/o intraventricular (en caso de contar con TAC durante las primeras horas del evento se puede prescindir de PL) 249 ANEXO N° 5 CONDUCTA DURANTE LAS PRIMERAS HORAS DE LA HEMORRAGIA INTRACEREBRAL 1. CORREGIR CUALQUIER COMPROMISO RESPIRACIÓN Y CIRCULACIÓN. DE LAS VIAS AEREAS 2. CONSULTAR RAPIDAMENTE A NEUROCIRUGÍA EN CASO DE SER NECESARIO (HEMORRAGIA CEREBELOSA, HIDROCEFALIA AGUDA) 3. TRATAR LAS ELEVACIONES SEVERAS DE PRESION (SISTÓLICA 200mmHg. O DIASTOLICA 120 mmHg.) 4. VI.1 ARTERIAL CUANDO SE SOSPECHA HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL CONSIDERE TRATAMIENTO CON MANITOL EV. ASOCIADO O NO A FUROSEMIDA EN ALGUNOS PACIENTES USAR HIPERVENTILACION CRITERIOS DE HOSPITALIZACION Pacientes con diagnóstico de Hemorragia Intra Cerebral por TAC. Estudio líquido céfalo raquídeo opcional Paciente con sospecha de Hemorragia Intracerebral por Historia clínica por presentar déficit neurológico focal abrupto o progresivo en 12 hs. asociado a compromiso de conciencia y contar con antecedentes de riesgo. Hipertensión arterial Anticoagulación Malformación vascular Infarto embólico Trauma craneal reciente Enfermedad de tejido conectivo Uso de drogas simpático miméticas Sintomatología menor de 15 días de evolución (se le puede ofrecer recuperación). 250 VII. MANEJO (Ver: Anexo N° 5) VII.1 Historia clínica general y neurológica minuciosa orientada a VII.2 VII.3 VII.4 VII.5 determinar la causa de hemorragia intracerebral: Fondo de ojo detallado. Buscar evidencia de sangrado en otras partes del cuerpo. Evaluación Neuroquirúrgica. Recomendaciones quirúrgicas de hospitalización y ubicación de hemorragia intracerebral: a) Supratentorial.-50 cc de volumen ocasiona rápido deterioro de con ciencia. Hematoma cercano a la corteza cerebral. b) Infratentorial.- Cerebelo que ocasiona hipertensión endocraneana por oclusión. De no ser quirúrgico seguir tratamiento médico. Evaluación y seguimiento diario (escala Canadiense Ver Anexo N° 3). Vigilancia de posibles complicaciones y monitoreo de: En la primera semana: Resangrado Descompensación HTA Descompensación HTE. Escala de Glasgow. Lado B de escala Canadiense. En la segunda semana: Síntomas y signos de complicaciones Embolia pulmonar Neumonía por aspiración Hemorragia digestiva alta Septicemia, shock. TRATAMIENTO VII.5.1 Medidas Generales Monitoreo de funciones vitales Monitorización de signos de alarma para evitar resangrado (1era. Semana) Buscar en lo posible causa subyacente de sangrado Hemorragia digestiva alta Instalar terapia de rehabilitación temprana Balance hídrico estricto con reposición de pérdidas con sustancias isotónicas. VII.5.2 Medidas Específicas Control de presión intracraneal Escala de Glasgow Puntaje:< 8 significa HTE significativa, usar: Diuréticos osmóticos: Manitol 20% o.25 – 0.50 gr/kg. en bolo y repetir cada 4 hs. de acuerdo a evaluación Hiperventilación (analizar gases arteriales) Intubación + hiperventilación para disminuir presión C0 2 a 20 mmHg. Furosemida 40 mg (24 hs. opcional para retirar manitol). 251 Control de presión arterial (PA) Manejo de crisis hipertensiva: Dentro de las 12 hs. de ocurrido el evento si PA sistólica < 200 y PA diastólica < 120, preferible no usar hipotensores. Pasado las 12 hs. de ocurrido el evento y con evidencias de Dx. previo de hipertensión arterial reducir niveles progresivamente. Recomendaciones: Uso de - Betabloqueadores Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA). No usar vasodilatadores por riesgo de incrementar la presión intracraneana. Otras : VII.5.3. Indicación quirúrgica en casos ya mencionados No usar Corticosteroides (no hay evidencia clínica que demuestren su utilidad), Procedimientos Auxiliares Electrocardiograma Tomografía Axial Cerebral Computarizada Punción lumbar opcional Ecocardiogramas si EKG y evaluación cardiológico es normal pero se sospecha de infarto hemorrágico Radiografía de tórax Evaluar posibilidad de Doppler transcraneal para descartar malformaciones vasculares Otros: Perfil de coagulación, hemograma, cratinina, glucosa Pruebas de función hepática y pruebas inmunológicas ante la sospecha de vasculitis. Electrolitos, gases, osmolaridad plasmática y urinaria, orina completa. Arteriografía, cuando se sospecha la presencia de malformación vascular cerebral. VIII. CRITERIOS DE ALTA Y CONTROL Para atención ambulatoria Debe de ser evaluado primero en Hospitales de Nivel IV y II, para luego hacerles seguimiento en Hospitales II y I. Constar frecuencia de controles ambulatorios en Hospitales IV y III por 12 meses y luego en Hospitales II y I a fin de evitar secuelas. Evitar recurrencia de sangrado En la segunda semana de evolución: catalogar según escala de Rankin (anexo 4) Control en domicilio según Rankin (niveles 1,2 y 3) Derivación a Clínica de Rehabilitación Neurológica y cuidados generales según Rankin (niveles 4 y 5) previa evaluación social. 252 IX. REFERENCIA Y CONTRARREFERENCIA Al alta concurrirán para control y medidas específicas al consultorio de seguimiento y prevención secundaria de enfermedades vasculares cerebrales en el mismo hospital (IV o II) y luego de 12 meses (salvo situaciones excepcionales) deberán ser contrareferidos a los niveles II y I. Los niveles I, II y II, según realidad geográfica y capacidad de resolución deben evacuar inmediatamente a nivel IV, luego de la primera evaluación de Emergencia. La contrarreferencia se hará con epicrisis y hoja de contrarreferencia IX.1 Tiempo de descanso Relacionados al grado de incapacidad secundaria y a causa subyacente de la enfermedad vascular. Según criterio del médico tratante. X. X.1. X.2 RECURSOS Recursos Humanos: Médico Neurólogo Médico Internista Neurocirujano Médico Rehabilitador Médico General Recursos Materiales Equipo de punción lumbar Tomografía Axial Computarizado Electrocardiógrafo Radio diagnóstico (Tórax) Doppler extra e intracraneal Ventilador mecánico Laboratorio equipado: o Bioquímica o Hematología o Gases y electrolitos 253 PROTOCOLO I. TITULO : HEMORRAGIA SUB ARACNOIDEA II. CODIGO : 431 II. DEFINICIÓN Sangrado primario en espacio sub-aracnoideo III. OBJETIVOS a. Evitar la muerte del paciente b. Dar solución temprana y oportuna a las enfermedades vasculares cerebrales c. Optimizar tratamiento de recuperación temprana, evitando hospitalizaciones innecesarias. d. Reducir mortalidad y morbilidad incapacitante. e. Evitar recurrencias. IV. NIVEL DE ATENCIÓN V. Emergencias: Hospitales IV, III, II, I Dentro de las 12 hs. siguiente al Dx., según realidad geográfica derivar a nivel IV, por su alta posibilidad quirúrgica de tratamiento. Hospitalización: Nivel IV y III. DIAGNOSTICO Cefalea aguda intensa: Signo capital Compromiso de conciencia rápido progresivo Náuseas y vómitos Liquido céfaleo raquídeo hemorrágico Tomografía axial cerebral computarizada: Evidencia de sangrado sub aracnoideo. VI. MANEJO (Ver anexo 6) VII.1 Medidas Generales: Historia clínica detallada (Ver anexos N° 2,3,7 y Flujograma N° 2) Monitoreo de funciones vitales Monitoreo clínico neurológico Monitoreo balance hídrico estricto Poner en condiciones de estudio angiográfico Reposo y sedación. 254 ANEXO N° 6 CONDUCTA DURANTE LAS PRIMERAS HORAS HEMORRAGIAS SUBARACNOIDEA 1. CORREGIR CUALQUIER COMPROMISO DE LAS VIAS AEREAS RESPIRACIÓN Y CIRCULACIÓN. 1. CONSULTAR A NEUROCIRUGÍA. 2. TRATAR LAS ELEVACIONES DE LA PRESION ARTERIAL CUANDO SON MAYORES QUE LA PRESION ANTES DE LA HEMORRAGIA (VOLVER NORMOTENSIVOS A LOS PACIENTES QUE LO ERAN ANTES DEL SANGRADO) 3. COMENZAR NOMOPIDINA ORAL 60mg, CADA 4 HORAS EN LOS PACIENTES EN LOS GRADOS 1,2 y 3. 4. SI OCURREN CRISIS EPILÉPTICAS, DAR TERAPIA ANTICONVULSIVANTE, INCLUYENDO UNA SOBREDOSIS DE . FENITOINA. 5. DAR ANALGÉSICOS Y SEDANTES CUANDO SEA NECESARIO. 6. ANTE LA POSIBILIDAD DE HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA POR ROPTURA ANEURISMATICA CONSIDERAR LA POSIBILIDAD DE ANGIOGRAFÍA DE URGENCIA, MONITOREO HEMODINAMICO INVASIVO Y CIRUGÍA PRECOZ. 255 ANEXO N° 7 GRADOS CLINICOS DE LA HEMORRAGIA SUBARACNOIDEA > GRADO 1 ASINTOMATICO O MINIMA CEFALEA O RIGIDEZ DE NUCA > GRADO 2 CEFALEA SEVERA, RIGIDEZ DE NUCA > GRADO 3 SOMNOLIENTO O CONFUSO, PUEDE TENER HEMIPARESIA LEVE. > GRADO 4 PROFUNDAMENTE ESTUPOROSO, PUEDE TENER HEMIPARESIA MODERADA A SEVERA, SIGNOS PRECOSES DESCEREBRACION. > GRADO 5 COMATOSO. >< VII.2 Medidas especificas: Ante la posibilidad de la hemorragia subaracnoidea por ruptura aneurismática considerar angiografía cerebral de urgencia, monitoreo hemodinámico y cirugía precoz. Punción lumbar: estudio de LCR opcional. Angiografía cerebral de urgencia, 3-4 vasos. VII.3 Procedimientos Auxiliares: Otros: Rayos X pulmones, Electrocardiograma, hemograma, perfil coagulación, glucosa creatinina, orina completa, electrolitos. 256 TRATAMIENTO VII.4.1 Médico: VII.4 Sedacción moderada: Tranquilizantes menores, ansiolíticos Analgesia: De acuerdo a intensidad de dolor Anticonvulsivantes: Si son necesarios Instalar vía periférica: Según estado clínico Anexo 6 Control de hipertensión arterial De preferencia: Inhibidores ECA Betabloqueadores Control de hipertensión endocraneana Manitol 20% 0.25 – 0.50 gr/kg en bolo y luego según evolución VII.4.2 Quirúrgico: a) Aneurisma arterial b) Malformación vascular arteriovenosa c) Tumor cerebral d) Hmatoma intracraneal asociado e) Hidrocefalia hipertensiva VIII : - Clips : - resección : - resección : - evacuarlo : - drenaje externo - derivación - ventrículo atrial CRITERIOE DE ALTA, CONTROL, REFERENCIA Y CONTRA RREFERENCIA. Según evolución neurológica: Rankin (anexo 4) Citas de control en Hospital IV durante un año Derivación a rehabilitación neurológica según Rankin (niveles 4 y 5) Al alta concurrirán para control y medidas específicas al consultorio de seguimiento y prevención secundaria de enfermedades vasculares cerebrales en el mismo hospital (IV ó III) y luego de 12 meses (salvo situaciones excepcionales, deberán ser contraferridos a los niveles II y I Niveles I, II según realidad geográfica y capacidad de resolución resolver emergencias y de preferencia derivar a niveles III y IV, La contrarreferencia se hará con epicrisis y hoja de contrarreferencia. VIII.1 TIEMPO DE DESCANSO Relacionado al grado de incapacidad secundaria y a causa subyacente de la enfermedad vascular. Según criterio del médico tratante. 257 X. RECURSOS X.1 Recursos humanos: Equipo Neuroquirúrgico Neurocirujano Neurólogo Médico Internista Médico Rehabilitador X.2 Recursos Materiales: El establecimiento deberá asegurar sala de operaciones implementada para casos de emergencia las 24 hs. del día Angiografía cerebral de urgencia Tomografía axial computarizada de urgencia Laboratorio: Gases arteriales, electrolitos y bioquímica PROTOCOLO I. TITULO: ENFERMEDAD VASCULAR ISQUEMICA II. CODIGO: 431 III. DEFINICIÓN Es la reducción de la irrigación cerebral focal a un nivel crítico suficiente para provocar síntomas que pueden ser transitorios si la isquemia es revertida (TIA), o ser definidos con muerte celular (Infarto cerebral). OBJETIVO IV. Dar solución temprana y oportuna a las enfermedades vasculares cerebrales. Optimizar tratamiento de recuperación temprana, evitando hospitalizaciones innecesarias. Reducir mortalidad y morbilidad incapacitante. Evitar recurrencias tempranas. NIVEL DE ATENCIÓN V. Emergencia: Hospitales IV, III, II y I. IV y III: Evitar mortalidad Diagnóstico preciso de tipo enfermedad vascular cerebral y determinar factores de riesgo. Evitar recurrencia inmediata Disminuir incapacidad resultante Rehabilitación temprana 258 II y I : Información sobre enfermedad vascular cerebral Medidas preventivas Modificar riesgos Evitar recurrencias Aliviar secuelas (Ver tabla N° 1) VII. DIAGNOSTICO (Ver flujograma N° 1) Criterios de Hospitalización: (ver anexo N° 1) Pacientes con síntomas y signos en las primeras horas: Merma de conciencia Déficit neurológico Puede haber cefalea severa Realizar historia clínica, examen clínico y neurológico. (Ver anexo N° 2) Excluir TEC, enfermedad metabólica, enfermedades psiquiátricas y otras que simulen enfermedad vascular cerebral. (Ver anexo N° 3). VII MANEJO VII.1 Medidas Generales: Mantener vía aérea permeable + 02 Monitoreo de funciones vitales Canalizar vía periférica, utilizando de preferencia Lactato Ringer o solución fisiológica según estado de paciente . VII.2 Medidas Específicas: Punción lumbar diagnóstica, (opcional) previo fondo de ojo Si es factible derivar a Hospital de nivel IV ó a unidad de EVC. Tomografía axial cerebral computarizada según nivel de resolución de Hospital. Según clínica, tomografía axial cerebral, (punción lumbar opción tendremos diagnósticos) VII.3 Diagnósticos Generales: Enfermedad vascular cerebral hemorrágica Enfermedad vascular isquémica: Infarto cerebral Isquemia cerebral transitoria. (Ver flujograma N° 3) 259 FLUJOGRAMA N° 3 E V C LAS PRIMERAS HORAS ECV ISQUEMICA INFARTO CEREBRAL TIA . EVALUAR ESTENOSIS U OCLUSION CARTOTIDEA PRECISAR ETIOLOGIA CONSIDERE CIRIGIA EN ESTENOSIS>70% * CUIDADOS DE SOSTÉN * TERAPIA MEDICA EN CASOS PROGRESIVOS * CONSIDERE CIRIGIA EN INFARTO CEREBELOSO TRATAMIENTO CON ASPIRINA O TICLOPIDINA 260 VIII CRITERIOS DE ALTA, CONTRARREFERENCIA CONTROL, REFERENCIA Y Según evolución neurológica: Rankin (anexo 4) Citas de control en Hospital IV durante 1 año Control en domicilio según Rankin (nivels 1,2 y 3) Derivación a Rehabilitación Neurológica según Rankin (niveles 4 y 5) Al alta concurrirán para control y medidas espeíficas al consultorio seguimiento y prevención secundaria de enfermedades vasculares cerebrales en el mism o hospital (IV ó III) y luego de 12 meses (salvo situaciones excepcionales) deberán ser contrarreferidos a los niveles II y I. Niveles I, II según realidad geográfica y capacidad de resolución resolver emergencia y de preferencia derivar a niveles III y IV. La contrarreferencia se hará con epicrisis y hoja de contrarreferencia . VIII.1. TIEMPO DE DESCANSO Relacionado al grado de incapacidad secundaria y a causa subyacente de la enfermedad vascular. Según criterio del médico tratante. X RECURSOS X.1. Recursos humanos: Neurólogo Médico Internista Médico Rehabilitador Médico General X.2. Recursos materiales: El establecimiento deberá la atención de emergencia las 24 hs. del día Equipo de punción lumbar Tomografía axial computarizada de urgencia Electrocardiógrafo Ecocardiógrafo Doppler Laboratorio: Gases arteriales, electrolitos y bioquímica. Ventilador mecánico 261 PROTOCOLO I. TITULO: INFARTO CEREBRAL II. CODIGO: 434 III. DEFINICION Disminución de la irrigación cerebral local con muerte cerebral IV. OBJETIVOS Dar solución temprana y oportuna a las enfermedades vasculares isquémicas cerebrales. Optimizar tratamiento de recuperación temprana evitando hospitalización innecesarias. Reducir mortalidad y morbilidad incapacitante . V. CRITERIOS DIAGNOSTICOS Historia clínica y neurológica Se catalogará el sub tipo de enfermedad vascular cerebral isquémica de acuerdo a la causa. Ver anexo 8 (sub-tipos). Punción lumbar opcional con estudio de líquido céfalo raquídeo cristalino Anexo 2, 3 y 4 Flujograma 1 Tomografía axial cerebral: Ausencia de sangrado Doppler vascular VIII. NIVELES DE ATENCIÓN Emergencias: Hospitales III, II y I; según realidad geográfica y nivel de resolución derivar a Hospital IV. Hospitalización: Hospitales IV y III VII. MANEJO VII.1 Medidas generales: Mantener vía aérea permeable + 02 Monitoreo de funciones vitales Según la condición clínica canalizar vía periférica, utilizando de preferencia Lactato Ringer o solución fisiológic VII.2 Medidas especificas: Monitoreo neurológico (Ver anexo N° 3) Diurético osmótico: manitol, especialmente en infartos grandes con hipertensión endocraneana. Reconocer todos los factores de riesgo. Evitar las complicaciones intra hospitalarias Según los sub tipos se deriva la terapia Iniciar rehabilitación temprana 262 VII.3 Tratamiento especifico: VIII Anticoagulación: Embolia cardiogénica Heparina: - Bolo = 5,000 – 10,000 unidades Infusión continua = 10 – 20 u/20 u/kg/h Warfarina Antiagregantes plaquetarios: No son útiles en estado agudo está limitado a la prevención secundaria. CRITERIOS DE ALTA, CONTROL, REFERENCIA Y CONTRA REFERENCIA VIII.1 CRITERIOS DE ALTA Y CONTROL Alta según evolución neurológica: Rankin (Anexo 4). Control en domicilio según Rankin (niveles 1, 2 y 3) Derivación a Rehabilitación Neurológica según Rankin (niveles 4 y 5) Rehabilitación temprana abarcando aspectos físicos, psicológicos y sociales para una rápida reintegración a su quehacer diario Al alta concurrirán para control y medidas específicas al consultorio de seguimiento y prevención secundaria de enfermedades vasculares cerebrales en el mismo hospital (IV ó III) y luego de 12 meses (salvo situaciones excepcionales) deberán ser contrarreferidos a los niveles II, I VIII.2 REFERENCIA Y CONTRARREFERENCIA Niveles I,II según realidad geográfica y capacidad de resolución resolver emergencias y de preferencia derivar a niveles III y IV. La contrarreferencia se hará con epicrisis y hoja de contraferencia . VIII.3 TIEMPO DE DESCANSO Relacionado al grado de incapacidad secundaria y a causa subyacente de la enfermedad vascular. Según criterio del médico tratante. IX RECURSOS IX.1 Recursos humanos: Neurólogo Médico Internista Médico Rehabilitador Médico General IX.2 Recursos materiales: El establecimiento deberá la atención de emergencia las 24 hs. del día Equipo de punción lumbar Tomografía axial cerebral de urgencia Electrocardiógrafo Ecocardiógrafo Doppler Laboratorio: Gases arteriales, electrolitos y bioquímica Ventilador mecánico 263 PROTOCOLO I. TITULO: ISQUEMIA CEREBRAL TRANSITORIA II. CODIGO: 435 III. DEFINICIÓN Es la reducción de la irrigación cerebral focal a un nivel crítico suficiente para provocar síntomas que pueden ser transitorios si la isquemia es revertida; los signos y síntomas se recuperan antes de las 24 hs. IV. OBJETIVO Prevenir las recurrencias de nuevos episodios de isquemia cerebral transitorio y ocurrencia de infarto cerebral. V. NIVEL DE ATENCIÓN Emergencia: Niveles IV, III, II y I Nivel I y II: Hecho Dx. Derivar para estudio a nivel IV, III; de preferencia a Unidades Vasculares Cerebrales. VI DIAGNOSTICO Déficit neurológico que se recupera totalmente en 24 hs. Importante reconocer los subtipos: 80% de casos es por ateroma carotídeo Embolia cardiogénica (ver flujograma N° 3) VII.MANEJO VII.1 Procedimientos Auxiliares: Métodos de ayuda Diagnóstica Arteriografía carotídea Doppler carotídeo Ecocardiograma Electrocadiograma VII.2 Tratamiento: Ateromatosis cuello: Tratamiento Quirúrgico Estenosis > 70% y < 99%; los síntomas corresponden al vaso afectado. El tratamiento es Endarterectomía de urgencia para TIA recurrente a pesar de medicación antiagregante. 264 V. Tratamiento Médico Según Sub-tipo, cuando la estenosis es < 70%, o el TIA se debe a otras causas. El tratamiento se relaciona al mecanismo causal subyacente: Origen cardiogénico: Anticoagulación por 09 meses Prevención : Antiagregantes plaquetarios. Aspirina 300 mg/día Ticlopidina para alérgicos a ASA CRITERIOS DE ALTA, REFERENCIA Y CONTRARREFERENCIA ALTA Luego de remisión total de síntomas a las 24 hs. y no requerir endarterectomía CONTROL Al alta concurrieran para control y medidas específicas al consultorio de seguimientos y prevención secundaria de enfermedades vasculares cerebrales en el mismo hospital (IV ó III) y luego de 12 meses (salvo situaciones excepcionales) deberán ser contrarreferidos a los niveles II y I. ANEXO N° 8 SUB TIPOS DE EVC ISQUEMICA AGUDA Arterioesclerosis de grandes arterias (embolia arterio-arterial, trombosis) Cardioembolismo Oclusión de vasos pequeños (lagunas) EVC Isquémica de otra etología determinada EVC Isquémica de etiología no determinada a) Dos o más causas identificadas b) Evaluación negativa c) Evaluación incompleta 265 ANEXO N° 9 CONDUCTA EN INFARTO CEREBRAL AGUDO 1.- Corregir cualquier interferencia con las vías aéreas, la respiración o la circulación 2.- No tratar la elevación de la presión arterial en ausencia de indicaciones específicas (ejemplo: Infarto Cardíaco, Disección Arterial) salvo que la presión Sistólica sea 220mmHg o la Diastólica 120mmHg en repetidas mediciones a los 30 y 60 segundos. 3. Si ocurren crisis epilépticas, administrar terapia anticonvulsivante, incluyendo una sobredosis de Fenitoina. 4. En caso de infarto cerebeloso consultar a Neurocirugía. La evidencia de comprensión del tronco encefálico debe plantear la descompresión quirúrgica de urgencia. 266 CLASIFICACION INTERNACIONAL DE LAS ENFERMEDADES VASCULARES CEREBRALES ICD – 9 CM (para Neurólogos) Cuarta edición, Octubre 1991 Enfermedades Vasculares Cerebrales ( 430.438) Incluye: Con mención de hipertensión arterial. 401. 402 403 404 405 406 Hipertensión esencial Cardiopatía hipertensiva Enfermedad real hipertensiva Enfermedad real hipertensiva Enfermedad cardioneral hipertensiva Hipertensión secundaria Excluye:cualquier condición clasificable en 430,434,436,437 que ocurra durante el embarazo, parto i puerperino, o especificada como puerperal (674.0) otras complicaciones y las inespecificadas del puerperio no clasificadas en otra parte. 430. Hemorragia meníngea Ruptura: Aneurisma sacular Aneurisma cerebral (Congénito) no especificado Excluye: Aneurisma cerebral sifilítico roto (094.87) 431 Hemorragia intracerebral Hemorragia (de): basilar, bulbar, cerebelar, putaminal, caudal, talámica, cerebro, meníngea, cortical, cápsula interna, intrapontínea, piel del puente, subcordial (Lobar), venticular. Ruptura de vaso sanguíneo en el cerebro 432. Hemorragia intracraneal no especificada y otras. 432.0. hemorragia epidural (subdural) no traumática 432.1. hemorragia o hematoma subdural no traumática 433.2. hemorragia intracraneal no especificada 433. Oclusión o estenosis de arterias precerebrales Incluye: Embolismo, estrechamiento, obstrucción o trombosis de arterias basilar, vertebral o carótidas. Excluye: Insuficiencia no especificada de arterias precerebrales (435.0-435.9) 267 433.0 Arteria basilar 433.1 Arteria carótida Arteria vertebral 433.3 Bilateral y múltiple 434.Oclusión o estenosis de arterias cerebrales 434.0 Trombosis de arterias cerebrales 434.1 Embolismo Cerebral 434.9 Oclusión de arteria cerebral (Lipohialinosis) o arteria no especificada. Infarto cerebral 435.Isquemia cerebral transitoria Incluye: Insuficiencia cerebro vascular (aguda) con síntomas y signo neurológicos y focales transitorios. Insuficiencia basilar, carotídea o vertebral Espasmo de arterias cerebrales Excluye: Insuficiencia cerebro vascular aguda (No especificada 437.1) debido a cualquier condición clasificable en (433.0 – 433.9). 435.0 Síndrome de la arteria basilar 435.1 Síndrome de la arteria vertebral 435.2 Síndrome del rabo de la subclavia 435.8 Otras isquemias cerebrales transitorias especificadas 435.9 Isquemia cerebral transitoria no especificada Accidente cerebro vascular intermitente Isquemia cerebral intermitente Ataque isquémico transitorio (TIA). 436.Isquemia cerebral transitoria Crisis epiléptica apopléctica Crisis epiléptica cerebral no especificada Ataque cerebro vascular no especificado Stroke cerebral 437.Otras enfermedades vasculares cerebrales mal definidas 437.0. Arterioesclerosis cerebral: Ateroma de arterias cerebrales Arteroesclerosis cerebral 437.1 Otras enfermedades cerebro vasculares Isquémicas generalizadas: Insuficiencia cerebro vascular auguda no especificada Isquemia cerebral crónica 437.2 Encelopatía hipertresiva o crisis hipertensiva 437.3 Ancurisma cerebral no roto 268 437.4 Arteritis cerebral 437.5 Enfermedad Moya Moya 437.6 Trombosis de senos venosos intracraneales no piogénica Excluye: Piogénica (325) 437.7. Otras 437.8 Enfermedad cerebro vascular consecutiva a lesión no especificada. 438.Efectos tardíos (secuelas) de la enfermedad vascular cerebral Nota: Esta categoría es para indicar las secuelas de las condiciones señaladas en 430 – 437 de esta clasificación. Las “secuelas” incluyen a las situaciones específicas como tales o presentes, un año o más después del inicio de la condición causal. Use codificación adicional, si desea para identificar condiciones como: (784.3) Afasia (784.4) Disfasia, Disartria, voz “cuchicheada” (342.0) Hemiplejia flácida (342.1)1. Hemiplejia espástica (342.9) Hemiplejia – Parálisis no especificada (344.0 – 344-9) 269 INDICE ONOMASTICO DE LOS AUTORES DE ARTICULOS Y COLABORADORES ALDAVE RAQUEL………………. 27, 68, 100, 112, 120, 130, 140, 147, 156, 177. ALTAMIRANO JUAN…………… 198 BARRERA JUAN……………….. 27, 68. CASTAÑEDA CESAR…………. 120, 140, 164, 169 CASTILLO MARCO……………. 130, 147, 156. CARMONA JORGE……………. 140, 147, 164, 169, CONCHA GINA………………… 120, 147, 156. CRUZ GUILLERMO…………… 185 DEZA B. LUIS………………….. 7, 21, 27, 68, 87, 100, 112, 120, 130, 140, 147, 156, 164, 169, 177, 185, 198, 199. IGNACIO MARIA………………. 169. PIERETTI SILVIA……………… 169 QUIÑONEZ MIGUEL…………. 177 RAMIREZ ROMULO………….. 156 270 REYES JUAN…………………. 156 RODRIGUEZ ARMANDO……. 112, 120, 130, 140, 147. ROMERO JAIME……………… 185 SALAZAR LUIS………………. 147 SALINAS CARMEN………….. 87 271