Los orígenes del cristianisme en Valencia y su entorno

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Los orígenes del cristianismo
en Valencia y su entorno
COORDINADOR: Albert Ribera
i Lacomba
AUTORES: Lorenzo Abad Casal, Juan M. Abascal Palazon,
Carmen Aranegui Gascó, Ferran Arasa i Gil, Julia Beltrán de Heredìa,
Charles Bonnet, Matías Calvo Gálvez, Rosario Cebrián Femández,
Blanca Gamo Panas, Cristina Godoy Femández, Sonia Gutiénez Lloret,
Empar Juan Navano, Josep Mcent Lerma Alegría, Josep M' Macias i Soìé,
Teresa Marot Salsas, Pedro Mateos Cnsz, Josep M'Nolla ì Brufau,
Antonio Poveda Navano, Sebastian Rascón Marqués,
Albert Ribera i Lacomba, Miquel Rosselló Mesquìda, Feìiciana Sala Sellés,
Ana L Sánchez Montes, M'José Sánchez Femández, Rafaela Soriano Sánchez,
Francisco. J. Soriano Gozaìvo, Angel Velasco Berzosa.
EL REC]NTO FORTIFICADO DE "VALENCIA LA
VELLA'' EN RIBA-ROJA DE TUR]A
Miquel Rosselló
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es uno de los yacimientos arqueológicos valencianos del que contamos con
noticias más antiguas. Los interrogantes que ha planteado este monumental conjunto y la
problemática que sobre su interpretación ha suscitado, han quedado profusamente plasmados en
una copiosa historiografía que affanca de los cronistas regnícolas del siglo XVI (ROSSELLO
1996). Sin embargo, ya desde el siglo XIV existen referencias sobre el yacimiento. En un documento expedido en 137 4 por el Consell de València se menciona a "València la Vella" en relación a un proyecto para transvasar aguas del Júcar al Turia (SANCHIS SIVERA 1922,268;
MARTÍNEZ ORTIZ 1980, 535). Asimismo, del siglo XV conocemos otro documento fechado
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LOS ORIGENES DEI- CRISTIAN]SMO
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en 1458 en el que se concede una licencia
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para "recerca de tresor" a un tal Joan Goçalbo,
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"giponer", en València "la vella" y término,
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según consta en A.R.V., Batlia 1152,
v. (TEROL t997, 150, ls2).
C-asrr for¡ilicrdo
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1524
Durante los siglos XVI y XVII diferentes cronistas y eruditos tratan sobre las ruinas de "València la Vella", Beuter (1538),
Escolano (1610), Diago (1613), y otros, relacionándolas con una ciudad romana o anterior, destruida por Pompeyo e identificándolas con la ciudad de "Pallantia" que aparece
en las fuentes.
Ya en los siglos XVIII y XIX, Esclapés
(1738), Cean Bermúdez (1832), Boix (1845),
Llorente (1889), Danvila (1889) y Valls
David (1902), por citar los más conocidos,
también tratan el tema, identificando el yacimiento con las ciudades de "Etobesa" o con
"Pallantia", identificaciones totalmente gratuitas, tratando de justificar y buscar un nolrbre antiguo y honorable para las ruinas de
"València la Vella".
El limes Bizantino
En contraposición a la supuesta denominación erudita de Pallantia. la tradición popular -al menos desde el siglo XIV- conoce a estas ruinas con el nombre de "València la Vella,'.
El
nombre tendría relación con la supuesta existencia de una primitiva Valencia que luego fue
abandonada al trasladarse aI emplazamiento actual, tradición que ha sido rechazada pár todos
los
investigadores, antiguos y modernos, y totalmente rebatida por la arqueología.
El origen de esta tradición y topónimo se explica por la antigua costumbre popular de llamar a las ruinas cercanas a las ciudades con el nombre de éstas y la adición def calificativo
"vieja", tal como adviefte Cean Bermúdez(1832,283)parael caso de las ruinas de Itálica,..El
vulgo la llama Sevilla la vieja porque está cerca de Sevilla, como acostrumba hacer con otros
pueblos y despoblados en que hay ruinas antiguas, y están inmediatos á grandes ciudades".
A finales de la década de los años setenta el conjunto sufrió una gravísima agresión que destruyó una parle del yacimiento, incluyendo todo el tramo occidental de la muralla. La circunstancia fue aprovechada, por el Servicio de Investigación Prehistórica, para realizar tres cortas campañas de excavación que, pese a ser del todo insuficientes, permitieron comprobar. la existencia
de
estructuras constructivas de gran calidad y envergadura y fijar su cronología cuando menos
bajoimperial (PEREIRA 1979 y 1980. ARANEGUI1982). Recientemente (199B-99), a insrancias
de la
Consellería de Cultura de la Generalitat Valenciana, se ha realizado el levantamiento topográfico
del yacimiento, lo que ha permitido disponer pol primera vez de una visión r.eal del conjunto.
Un análisis de las características técnicas y constructivas de los restos conservados, su ubicación en el territorio, los paralelos con otros yacimientos de similares características, el estudio
de los materiales cerámicos prospectados y el análisis de los datos históricos, han posibilitado
estructurar una serie de hipóteis de trabajo para abordar una aproximación histór.ica del conjunto.
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Vista genelal.
El yacimiento de "València la Vella" se encuentra situado sobre una leïÍaza entre el margen
derecho del río Turia y el "barranc de la Cabrasa", que aprovecha como defensas naturales, distante a unos 3 kms. al SE de Riba-roja de Túria.
Su ubicación en el tenitorio es muy significativa, situándose en una tenazafluvial del Turia
que le permite el control del paso a lo largo del r'ío. Vía natural de comunicación entre la costa
y el intelior', y dominando una importante ruta ganadera. Es muy probable la existencia de un
antiguo camino que tangencial al río comunicara la ciudad de Valencia con esta zona, tal vez
siguiendo el camino de Mislata y Quart de Poblet. Se trata pues, de un punto estratégico con una
marcada funcionalidad militar, estructurado para la defensa y contlol del territorio.
El yacimiento, de una superficie aproximada de 4 Ha., aparece rodeado por una potente
muralla que se adapta a la topografía del tefleno, dibujando una planta trapezoidal. La muralla,
de entre 1,80 y 2,00 m. de anchura, está formada por una doble pared de mampostería trabada
con hormigón de cal y, entre ambas, un relleno de piedras y holmigón. En algunos tramos se
detectan mampuestos colocados oblicuamente a modo de spicatunt Del mismo modo se observa, en las hiladas inferiores, la ocasional utilización de sillares -material reaprovechado- bien
escuadrados .La atgamasa sobrante delafrabazón de los mampuestos se utiliza a modo de burdo
enfoscado para tapal las uniones, dándole un aspecto muy característico. El alzado máximo conservado llega, en algunos puntos, hasta cerca de los tres metros.
Está reforzada por tores cuadradas de 3 x 3 m., de proyección exterior que traban con la
muralla y con sirnilar aparejo. Son toues macizas, con relleno interior de piedras y hormigón de
cal. En el espolón rocoso natural que aparece al E. del recinto, allí donde confluyen el barranco
y el río Turia, se ha aprovechado el cierre de la propia muralla como toffe interior mediante la
erección de un muro paralelo a la misma.
En el interiol del recinto son visibles diversas estructuras de las que destaca un gran edificio situado al sur, próximo a la muralla, en el que se centraron las tres campañas de excavación
de finales de los setenta. Se trata de un edificio de planta rectangular de unos 25 x 1 m. El aparejo utilizado es el mismo que el de la muralla, mampostería trabada con mortero de cal y gra-
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OS ORIGENIS
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vas, mortero que Sirve a Su vez para tapar la unión entre mampuestos a modo de enfoscado'
Además, se reutilizan sillares y elementos arquitectónicos (basas, cornisas) altoimperiales de
caliza dolomítica gris azulada(piedra de Alcublas) en las zonas activas de la construcción -esquinas y jambas- y como basamento de los muros.
El aparejo utilizado en el edificio del interior es característico de la edilicia paleoclistiana
hispánica y de época visigoda (HAUSCHILD 1982,71,82. OLMO 1988-a, 164, 166). Esta técnicã de mampostería con mortero y tosco enfoscado, así como la utilización de elementos arquitectónicos expoliados de construcciones de épocas anteriores, están constatadas en la propia ciudad de Valencia en edificaciones de mediados del siglo VI y VII, como el ábside de herradura de
la basílica visigoda de la Almoina (BLASC O et alii 1994, 193) y en la capilla funeraria conoci.,Cárcel de san Vicenre" (ROSSELLÓ y SORIANO 1998, 4l-55).
da como
La técnicade doble paramento con relleno interior -emplecton- utilizada en la construcción
de las estructuras defensivas, tiene paralelos muy claros con una serie de yacimientos peninsulares de similares características y cronología. Entre estos yacimientos cabe destacar por la proximidad geográfica y similitudes con "València la Vella" a Puig Rom en Rosas, Girona (PALOL
1952; 1965), Recópolis en Zorifa de los Canes, Guadalajara (OLMO 1983), Begastri en
cehegín, Murcia (GONZÁLE,Z et alii 1983. GARCÍR VAI-I-RITR 1984) y El Punt del cid en
Almenara, Castellón (ARASA 1980)'
Todos estos yacimientos se inscriben en un arco cronológico de época visigoda, entre finales del siglo VI y VII. Son asentamientos tipo castro, exceptuando Recópolis y Begastri que tienen categoría de ciudad. Tienen en común su ubicación estratégica sobre ceros controlando vías
de comunicación, la presencia de obras defensivas de gran envergadura -muralla y torres- rea-
lizadas con la técnica de doble paramento con relleno interior, la utilización de la argamasa
sobrante a modo de enfoscado para tapar las uniones entre mampuestos o sillares -Recópolis y
Begastri- y larcutilización de elementos arquitectónicos -Begastri y Punt del Cid-.
Fuera de la Península estos yacimientos tienen similitudes con las fortificaciones bizantinas
de época justinianea levantadas a lo largo del imperio, lo que ha llevado a pensar en una influen-
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Torre
cia directa de los modelos bizantinos sobre los visigodos. Sin embargo, tanto unas como otras
tienen sus precedentes en las construcciones defensivas del Bajo Imperio (OLMO 1986, I7-21y
1988-b,303-310). Con todo, es necesario remarcar el profundo proceso de "bizantinízación"
político-ideológica que afecta al reino visigodo a partir de Leovigildo (OLMO 1988-a, 151-161.
GARCÍA MORENO 1989, I2O-l2l). De igual manera, esta influencia será muy patente en la
organización militar del reino visigodo, adoptando el modelo bizantino -presente en la misma
provincia imperial Spaniae- en la estructuración de los diferentes limes (GARCÍA MORENO
197
3, 5 -22; 1989, 331-332).
El material recuperado proveniente de la prospección sistemâticarealizada recientemente en
el yacimiento ha proporcionado abundante material cerámico encuadrable cronológicamente
entre finales del siglo VI y primer cuarto del VII (PASCUAL et alii l99B). Por otra parte, la aparición de un molino de piedra para cereales y las abundantes escorias de mineral de hierro, son
elementos indicativos de algunas de las actividades económicas y de transformación que se realizaban en el lugar.
Todos los datos expuestos convergen hacia el caúrcter eminentemente castrense del yacimiento y las similitudes -tanto técnicas y constructivas, como conceptuales- con otros yacimientos hispanos y extrapeninsulares de la Antigüedad tardía. Por otra parte, el material cerámico -aún teniendo en cuenta que se trata de materiales de prospección- nos aproxima a la cronología del conjunto, centrada entre finales del siglo VI y principios del VII.
El significado de un establecimiento defensivo de estas características en un contexto de
finales del siglo VI, sólo puede entenderse considerando el complejo momento histórico en que
tuvo lugar y responde a la política de Leovigildo de reorganización y control del territorio de esta
región ante las necesidades del estado visigodo frente a la ocupación btzantina del sur y sureste
hispanos y frente a la amplia autonomía adquirida por las aristocracias locales -civiles y episcopales- de algunas regiones peninsulares (ROSSELLÓ 1995; 1996).
Precisamente será bajo el reinado de Leovigildo cuando Valencia quedará integrada -de
manera efectiva- en el Reino visigodo de Toledo, puesto que con anterioridad esta pertenencia
LOS ORIGENES DEL CRISTIANìSMO
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Cer'ánlcas
del Reino visigodo acolttecicl¿ts
desde su establecimiento defènitivo en la península, y principalrneltte a partil del reinado de
Agila (549--555). Período calactel'izado por los enfi'entar.nieutos entre la nobleza visigoda, la
anarquía y vacío de poder, qLre vâl'r a propicial importantes pérdidas territoliales ¿t ltrattos de
bizantinos y de las élites hispanorrorrìanas (GARCÍA MORENO 1989, 100).
Ante esta srtuación, el objetivo plioritario de Leovigildo será "instaltral de modo et'ectivo
la autoridad de la Monal'quía visigoda sobre todos los territorios que uouril.t:tllrcnte le pet'tettecían, anexionánclose aclentás el reino de los suevos" (ORLANDIS 1988,71). Uno de los prittcipales instrurnentos del lrìorÌafca para couseguir este objetivo será la conquista militar', elxpl'elldiendo, entre el 570y 517, una arnplia campaña de reconquist¿t contt'¿ì las ciudades lebelcles cle
fLre sólo ltourinal debido a las diferentes visicitudes políticas
la Bética y la Cartagineuse, y contra los irnperiales irrtrusos del sur y slìreste hispanos. EI balance de la campaña parece que fue b¿rstaute positivo, y la Crónica del Biclarense nos inl'orln¿r de l¿t
fundación, en el 578, de la ciudad de Recópolis -en la Celtiberi¿r- elt houor de su hijo y corregente Recaredo, y del misrno modo resalta que "vuelve adlnilableÍnente a sus lírnites plirnitivos
la provincia de los godos, que por diversas rebeliones había sido disminuicla" (CAMPOS I 960,
80, BB).
Toda esta actividad militar va a permitir a Leovigildo consoliclar su posición tellitorial y
establecer un litnes defensivo fi'ente a la provincia bizantina hispana. Este lintes estaría form¿rdo
por dos líneas defènsivas sucesivas o doble lintes.Una primera línea folrnada pol f'ortificacioues
tipo castrtutr y costellunz estlatégicamente situadas controlando el tetritorio circundante y alticuladas en torno a calz¿rdas estlatégicas y estructuradas en función de los celltros ul'banos. La
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os orìr(ìr.Nl s l)Lt cRts llANts\¡tl
segunda lo conformarían ciudades amuralladas, generalmente con fttnciones episcopales y cenrros emisores de moneda (GARCÍA MORENO 1989, l2l. VALLEJO 1993, 380-381).
Valencia quedaría integrada dentro de esta línea defensiva en época de Leovigildo, pues su
sede episcopal aparece representada en el III Concilio de Toledo del 589. Del mismo modo, la
existencia de un obispo arriano en la silla episcopal es sintomática de la presencia de importantes contingentes militares visigodos (ORLANDIS 1976, 50-54. LLOBREGAT 1980, 400-403.
ROSSELLÓ 1995,46-47).
Valencia adquiere en estos momentos una relevante importancia estratégica como base consolidada y puntera fi'ente al dominio imperial en el levante peninsular, y "València la Vella" sería
un eslabón del sistema defensivo estructurado por los visigodos frente a los bizantinos. Eslabón
de la primeralínea defensiva en función de la defensa de la ciudad de Valencia y su territorio y,
sobre todo, del control de la vía natural -río Turia- que comunica Valencia y el litoral con las
tieras del interior. En este sentido, la fundación en el 578 de Recópolis, localizada en la provincia de Guadalajara y que pone en relación el norte de esta plovincia con el sur de Cuenca y la
zona levantina, responderíaal intento de Leovigildo de controlar las rutas de acceso al levante
bizantino y tener una base firme desde donde estructurar el sistema fronterizo de defensa
(OLMO lgg7, I 2. VALLEJO 1993, 177 -178. ROSSELLO 1996, 446-44'l).
Miquel Rosselló
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