Biografías El Canciller Acosta Canciller de la República de 1915 a

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EL CANCILLER
ACOSTA
Serie Yvonne Clays N° 9
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Revollo Acosta, Julio Ernesto, 1936 El Canciller Acosta / Julio Ernesto Revollo Acosta. _
San José, CR: MREC, Instituto Manuel María de Peralta,
2012.
84 p. : 21x14 cm. __ (Serie Yvonne Clays, no. 9)
ISBN 978-9977-76-016-2
1. BIOGRAFÍAS. 2. COSTA RICA. 3. HISTORIA.
4. CANCILLERES. 5. ACOSTA GARCIA JULIO. I. Título.
II. Serie.
Edición aprobada por el Instituto del Servicio Exterior Manuel María de Peralta.
Primera Edición: marzo 2013.
Revisión de pruebas: Julio Ernesto Revollo Acosta y Luis Fernando Ceciliano Piedra
Fotografía de la portada: Galería de excancilleres, Instituto del Servicio Exterior Manuel María
de Peralta.
Edición: Charles S. Hernández Viale.
Diseño y diagramación: Imprenta Nacional.
Preimpresión: Imprenta Nacional.
Impresión: Imprenta Nacional.
Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, Instituto del Servicio Exterior Manuel María
de Peralta, San José, Costa Rica. Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de Costa Rica.
Avenida 7-9, Calle 11-13, San José. Teléfono (506) 2539-5487. www.rree.go.cr
Impreso en Costa Rica.
Reservados todos los derechos.
Prohibida la reproducción, no autorizada por cualquier medio, mecánico o electrónico, del
contenido total o parcial de esta publicación. Hecho el depósito por ley.
El texto es propiedad exclusiva del autor y no debe ser reproducido sin su autorización. Asimismo,
no constituye un documento oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, por lo cual
las opiniones expresadas en él son de exclusiva responsabilidad del autor.
Julio Acosta García
(1872-1954)
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DEDICATORIA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1
CAPÍTULO I. Primeros años . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
CAPÍTULO II. Primeros pasos en la política . . . . . . . . . . . . . . . 7
CAPÍTULO III. El diplomático . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
CAPÍTULO IV. El canciller . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
CAPÍTULO V. El revolucionario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
CAPÍTULO VI. El presidente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
CAPÍTULO VII. El expresidente. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
CAPÍTULO VIII. De nuevo canciller . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
CAPÍTULO IX. Los últimos años . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
FUENTES CONSULTADAS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 73
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VII
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A la memoria de
Elena Gallegos Rosales de Acosta
y de Zulay Acosta Gallegos de Revollo
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En la villa de San Ramón de Los Palmares, nace el 23 de mayo
de 1872 el segundo hijo del hogar formado por don Juan Vicente
Acosta Chaves y doña Jesús de la Rosa García Zumbado. Ocho días
después, el 31 de mayo, en la Parroquia del lugar, es bautizado por
el Cura interino Ignacio Monge, como Rafael Julio del Rosario,
siendo sus padrinos sus tíos paternos Rafael y Mercedes Acosta
Chaves.
Son sus abuelos paternos don Máximo de Acosta Araya y doña
María del Rosario Chaves Salazar. Sus abuelos maternos don Juan
José García Carrillo y doña Nicolasa Zumbado Moya.
El apellido Acosta, tan español como es, fue fundado en Costa
Rica por un griego y un genovés. El de don Julio viene del griego
Don Antonio de Acosta Arévalo nativo de la Isla de Eskópelos,
una de las islas Espóradas en el mar Egeo.
Los hermanos de don Julio, nacidos todos en San Ramón, son:
Aquiles que casará con Mercedes Soto Rodríguez, con
descendencia; Máximo, que morirá soltero, dejando una hija;
Emilio que también morirá soltero; Raúl que casará con Ester
Carranza Vargas, con descendencia; Ulises que casará con
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Carmen de las Cuevas Arce, con descendencia; Luis que casará
con Adriana Sandoval Lara, con descendencia; Ricardo casará
con Adela Ruíz Rodríguez, con descendencia; y Horacio casara
con Rosalía Rodó Acosta, con descendencia.
Aunque la familia Acosta es originaria de San José, a San Ramón
llegaron a mediados del siglo XIX Rafael y Paulino Acosta Chaves
en compañía de su cuñado don Karl Georg Wilhelm von Büllow
von Appel Bronikowsky, esposo de Domitila Acosta Chaves,
quienes iban tras la búsqueda de oro en las minas del Aguacate
así como de tierras para la agricultura.
Rafael y Paulino casan en San Ramón. El primero con doña Rosa
Villalobos González y, viudo, con doña Josefa Castro Jiménez. El
segundo con doña Adelina Piepper Steffen.
Al morir el abuelo don Máximo, su viuda, doña María del Rosario,
decide viajar a San Ramón en donde están asentados su hijos
mayores. Y es así que llegan los restantes siete hermanos: María
Dolores y Tremedal, solteras; Adelaida que casa con Jesús Monge
Trejos; María del Rosario que casa con José María Saborío Rojas;
Juan Vicente (el padre de don Julio); Mercedes que casa con
Juan José Mora Rodríguez; y Anita que casa con Antonio Jurado
Delgado.
El padre de don Julio, don Juan Vicente, es una persona muy
respetada en el pueblo. Agricultor, comerciante y minero. Es
uno de los dueños de la Mina Tres Hermanos junto con Rafael
y Paulino en los montes de Abangares. Fue el primer presidente
Municipal de San Ramón en 1877 y a él se le deben la primera
cañería, el telégrafo, el alumbrado público, el empedrado de las
primeras calles. Junto con don Julián Volio Llorente construyó en
el pueblo la primera biblioteca pública de nuestro país. Trazó y
abrió la trocha del camino de Acosta que es la base sobre la que
se sustenta la carretera de San Ramón a San José. Además abrió el
camino a Esparza y a Puntarenas. Posteriormente fue jefe político
del Cantón.
La madre de don Julio, doña Jesusita de la Rosa, es hija póstuma
de don Juan José García Carrillo, por lo que su tío el presbítero
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Joaquín García Carrillo, Cura de la Parroquia de San Ramón,
se encarga de su bienestar y educación. Los hermanos García
Carrillo eran sobrinos del Jefe de Estado, don Braulio Carrillo
Colina.
Don Julio realiza sus estudios primarios en su pueblo natal y los
secundarios en el Instituto Universitario de San José regentado
por el profesor don Juan Fernández Ferraz y, posteriormente, en
el Colegio de San Luis Gonzaga en Cartago. Los fines de semana
y en vacaciones se dedica a trabajar en el almacén que tiene su
padre en San Ramón y, posteriormente, en Alajuela.
San Ramón, como cualquier pueblo en aquella época, goza
de paz y tranquilidad. Sus habitantes dedicados a sus labores,
especialmente en la agricultura y el comercio. A fines de 1889 el
país se encuentra en plena campaña política. Los candidatos a la
presidencia son el licenciado José Joaquín Rodríguez Zeledón,
a quien apoyan los conservadores y el clero, y el licenciado
Ascensión Esquivel Ibarra que cuenta con el apoyo oficial.
San Ramón no se puede sustraer a la efervescencia política. Y es
así que el 6 de octubre se encuentra reunido un grupo discutiendo
de política en la acera de la casa de los Acosta. Poco a poco se
van acercando más personas y se van calentando los ánimos hasta
que, de pronto, suena un disparo y cae muerto en plena calle el
jefe del rodriguismo don Rufino Mora Rodríguez.
Nadie sabe de donde partió el disparo. Nadie vio nada. Se arma
el escándalo y los rodriguistas acusan a los Acosta, que son
partidarios de Esquivel, de ser los autores del disparo. Se aumenta
el desorden a tal punto que se recurre a la protección de las
autoridades y se piden refuerzos a la Comandancia de Alajuela,
los cuales llegan esa misma noche y proceden a poner orden en
el pueblo.
La familia Acosta, ante el peligro que representa el que los ánimos
se vuelvan a caldear, decide trasladarse a Alajuela esa misma
noche, saliendo del pueblo custodiados por las autoridades y
algunos fieles amigos.
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Y es así que la familia Acosta García, el padre, la madre y los
nueve hijos, llega a Alajuela en la madrugada del día siguiente.
Poco tiempo después, y efectuadas las averiguaciones del caso, se
supo que los Acosta nada tuvieron que ver con la muerte del señor
Mora, pues la herida estaba en la espalda, o sea que el disparo
vino de alguien que estaba detrás de él.
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Entre la juventud que se oponía a la reelección de don Rafael
Yglesias Castro se encontraba don Julio que para ese entonces
contaba con 25 años de edad. Era el año de 1897 y don Zenón
Castro proyecta una revolución junto con el Pbro. Joaquín
Hernández. Don Julio junto con otros jóvenes apoyan a don
Zenón, pero la conspiración es descubierta y la mayoría de los
implicados terminan en la cárcel.
Dos años después sus inquietudes políticas le llevan a formar parte
del grupo del general Federico Velarde Guerra en la intentona
de apoderarse del Cuartel de Artillería con el fin de derrocar al
presidente don Rafael Yglesias Castro.
Los revoltosos fueron rechazados y huyeron dejando varios
muertos. Por el lado del gobierno, murieron el primero y segundo
comandante del Cuartel. Se logra capturar a varios de los sediciosos
y en la sumaria que se instruyó aparecieron complicadas otras
personas entre ellos don Julio, a quien se le condena al cepo por
cuarenta días y luego es puesto en libertad. Como cosa curiosa,
el presidente Yglesias Castro, a quien se pretendía derrocar, se
encontraba fuera del país.
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Terminada esta aventura, don Julio se trasladó con su padre a
trabajar a Limón en una finca bananera. En carta que enviara años
después al profesor Carlos Luis Sáenz Elizondo, menciona este
capítulo de su vida y anota que,
“Sé yo también, en mi carne y en mi espíritu, lo
que son los paraísos bananeros. Hace por ahí de 35
años que al lado de mi padre bravo y recio como los
descubridores de América, luché en ellos por la vida
cuando usted apenas había nacido y mi padre pescó
allí la malaria, que lo acompañó hasta el sepulcro;
y yo desde entonces la siento latente en mí y con
cualquier pretexto viene a recordarme su dolorosa
presencia. Llevé racimos en mis hombros, al lado de
los trabajadores negros, a quienes desde entonces
amé por su perseverancia y su humildad, de los
bananales a la plataforma, y sé de inclemencias y de
miserias también……”
De regreso a Alajuela, desempeña el puesto de miembro de la
Junta de Educación, cuando es electo por esa provincia como
diputado al Congreso Constitucional para el período 1902-1906.
El primer proyecto que se presenta en esa legislatura es el de la
derogatoria de la Ley de Imprenta aprobada en la administración
de don Rafael Yglesias en agosto de 1899, y lo presenta don Julio
quien lo defiende ardorosamente ya que considera que dicha Ley
atenta contra las libertades ciudadanas. Después de un amplio
debate la derogatoria fue aprobada.
Otra iniciativa de don Julio que fue aprobada fue la reducción
a mil hombres del ejército en tiempos de paz y a la fijación de
cinco mil hombres como máximo, en tiempos de guerra exterior
o conmoción interna.
Durante su desempeño como diputado se le nombra miembro de
la Comisión de Hacienda, Comercio, Guerra y Marina (1903), de
la Comisión Especial de Credenciales (1904) y es electo segundo
secretario del Congreso (1905).
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En mayo de 1906 el presidente licenciado Cleto González Víquez
le nombra Gobernador de la Provincia de Alajuela. Durante el
desempeño de este cargo contrata los servicios de alumbrado de la
ciudad; manda a reparar varios caminos e inicia la construcción de
un puente sobre el río Itiquís y otro sobre el río Segundo. Ordena
abrir calles e inicia la construcción de escuelas en Concepción,
El Cacao y en Naranjo. Además provee de agua potable al distrito
de Sabanilla.
En diciembre del mismo año renuncia a la gobernación a raíz
de un serio altercado con el comandante de Plaza quien no le
permitió dejar su caballo en el patio del Cuartel. Discutieron y
don Julio se hizo justicia con sus puños.
Apenado por el incidente, renunció considerando que faltaba a la
dignidad de gobernador si se mantenía en el cargo.
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En marzo de 1907 es nombrado cónsul general de Costa Rica en El
Salvador y, a inicios de 1908, es nombrado secretario de la misión
especial que envía el Gobierno de Costa Rica a la inauguración del
Ferrocarril del Norte en la República de Guatemala, misión que
preside el licenciado don Andrés Venegas García.
A su llegada a San Salvador don Julio busca una residencia en
donde alojarse. Era una época en que no existía el hotel, o el
apartamento, o la pensión como ahora los conocemos, por lo que
se une a un grupo de jóvenes extranjeros y alquilan una casa. Y ahí
viven un chileno, un nicaragüense, un hondureño, un salvadoreño
y un costarricense, don Julio. Para ayudarse en lo doméstico
contratan a un joven salvadoreño quien les sirve de ayudante.
Al tiempo, aquellos jóvenes se casan, se ausentan del país y cada
uno sigue su destino. Todos seguirán durante muchos años siendo
grandes amigos. Carlos Ibáñez del Campo, el chileno, regresa a
Santiago casado con doña Rosa Quirós Ávila, salvadoreña, y será
gobernante de su país (1927-1931) (1952-1958). El nicaragüense,
José María Moncada Tapia, gobernará en su país (1929-1933); el
hondureño, Rafael López Gutiérrez, gobernará de 1920 a 1924; y
el salvadoreño, Jorge Meléndez Ramírez, fue presidente de 1919 a
1923. El joven salvadoreño que les ayudaba como asistente será el
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general don Maximiliano Hernández Martínez, quien gobierna su
país de 1931 a 1934 y de 1935 a 1944.
En agosto de 1908 se le nombra encargado de Negocios de Costa
Rica ante el Gobierno de El Salvador.
En abril de 1910 contrae matrimonio con doña Natalia Elena
Gallegos Rosales, hija del doctor Salvador Gallegos Valdez,
expresidente de la Corte Suprema de Justicia y exministro de
Relaciones Exteriores y Educación en varias ocasiones, y de doña
Elena Rosales Ventura. De acuerdo a la legislación salvadoreña,
primero se celebra una ceremonia civil a cargo del doctor
Gutiérrez, gobernador de San Salvador y, posteriormente la
ceremonia religiosa, impartiendo la bendición nupcial monseñor
Antonio Adolfo Pérez y Aguilar, obispo de San Salvador, en la casa
de los padres de la novia.
De este matrimonio nacen tres hijas, dos de las cuales mueren
al nacer y la tercera es doña Elena Zulay Acosta Gallegos quien
casa con el diplomático colombiano don Pedro Manuel Revollo
Samper.
En 1912 es ascendido a ministro residente en El Salvador.
Es durante el año de 1913 que don Julio es testigo de una tragedia
que conmueve a El Salvador. En horas de la noche del 4 de febrero
llega don Julio al Parque Bolívar a disfrutar de la retreta a cargo
de la Banda de los Supremos Poderes. Ahí ya se encontraba el
presidente de la República, doctor Manuel Enrique Araujo, a quien
saluda y con quien conversa un rato. Terminada la conversación
don Julio se sienta en el banco contiguo al del presidente, cuando
de pronto entre la gente surgen tres hombres que se abalanzan
machete en mano sobre el doctor Araujo. Como consecuencia
del ataque el doctor Araujo recibe un machetazo que le atravesó
el cráneo. Llevado al hospital murió cinco días después, el 9 de
febrero.
El 4 de marzo de 1915, se realiza una sesión preparatoria para
tratar la reorganización de la Academia Salvadoreña de la Lengua.
Convoca la reunión el general Juan José Cañas, único superviviente
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de la Academia fundada en 1875. A la citada reunión son invitados
importantes ciudadanos salvadoreños, siendo invitado también
don Julio quien es electo académico de número.
Al declarar instalada la Academia se le denomina Academia
Salvadoreña Cervantes, nombre que cambia posteriormente a
Academia Salvadoreña de la Lengua.
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A mediados de 1915 el gobierno del licenciado Alfredo González
Flores sufre una crisis ministerial. Nombra al canciller don
Manuel Castro Quesada como nuevo ministro en Washington
y le encarga a don Julio la Secretaría de Estado en el despacho
de Relaciones Exteriores, Beneficencia, Gracia, Culto y Justicia,
cargo que desempeña del 20 de julio de 1915 al 27 de enero de
1917.
Mientras llega a San José el nuevo canciller, se encarga de la
Secretaría de Relaciones Exteriores y Anexas al secretario de
Guerra y Marina, general Federico Alberto Tinoco Granados,
hasta el 30 de julio de 1915, fecha en que don Julio asume su
puesto.
La Guerra Europea
Cuando don Julio se hace cargo de la Cancillería, Costa Rica
mantenía buenas relaciones con los beligerantes de uno y otro
bando y no tenía interés directo en el conflicto, se declaró neutral,
y decidió aplicar las reglas del Derecho Internacional sobre a
materia, consagradas en las Convenciones de La Haya de 1907
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y en la Declaración de Londres sobre el Derecho de la Guerra
Marítima en 1909. El Gobierno de la República dictó diversas
medidas para impedir el uso indebido de las comunicaciones
inalámbricas existentes en el territorio y aguas costarricenses y
con respecto al uso de los puertos nacionales.
Cuestión limítrofe con Panamá
El viejo conflicto con Colombia por la delimitación de límites había
sido heredado por Panamá al independizarse. Pese al Laudo Loubet
de 1900 el problema se mantuvo sin solución y en el año de 1910
los gobiernos de Costa Rica y Panamá firmaron la Convención
Anderson-Porras, en cuya primera cláusula se establece someter
a la consideración del Chief Justice de los Estados Unidos, señor
Edward Douglas White, quien en calidad de árbitro determine cuál
es el límite entre Costa Rica y Panamá más conforme con la correcta
interpretación y verdadera intención del laudo del presidente de la
República Francesa.
El fallo fue dado a conocer el 12 de setiembre de 1914. De inmediato,
el Gobierno de Panamá impugnó la decisión en forma categórica,
argumentando para ello que Mr. White se había extralimitado en
los poderes que le habían sido concedidos.
Así las cosas, cada país fija por su propia cuenta y de acuerdo a sus
intereses, una línea limítrofe provisional o línea de statu quo.
A fines de junio de 1915, llega a San José el general Santiago de
la Guardia y Fábrega en calidad de ministro plenipotenciario de
Panamá quien es recibido por el presidente González Flores e inicia
conversaciones con el canciller Castro Quesada, las cuales continúa
con el nuevo canciller Acosta García. La misión del general de la
Guardia y Fábrega no obtiene el resultado por él esperado ya que
los funcionarios costarricenses manifiestan que la única solución
posible del problema consiste en que Panamá acepte el fallo White.
Con fecha 2 de junio de 1916, el canciller Acosta García envía
una nota al ministro de Costa Rica en Washington manifestando
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que el gobierno desea contar con todo el apoyo de los Estados
Unidos para proceder a la ocupación material del territorio que le
corresponde de acuerdo con el Laudo White y, al mismo tiempo,
le pide el nombramiento de los dos ingenieros que le corresponde
según lo estipulado en la Convención Anderson-Porras.
En setiembre del mismo año, Panamá le propone a Costa Rica
la celebración de una conferencia de representantes de ambos
países con el propósito de llegar a una solución pacifica de la
diferencia que hasta ese momento los ha tenido separados. Costa
Rica manifiesta que el gobierno esta de acuerdo en resolver
cordialmente esta diferencia, pero aceptaba la propuesta una vez
que Panamá hubiera reconocido el Laudo White.
A pesar del evidente interés del gobierno costarricense, no se
llegó a nada en concreto en esta ocasión.
Misión a Centroamérica y Washington
El gobierno decide enviar una misión diplomática ante los demás
gobiernos de Centroamérica con el encargo muy especial de
estrechar los lazos con las hermanas centroamericanas. Al enviar
esta misión especial, el gobierno costarricense es el primero que
despacha este tipo de representaciones, ya que anteriormente
ninguna había recorrido todas las secciones de la antigua
Federación Centroamericana en visita de buena voluntad y
acercamiento.
Para tal efecto se encarga a don Julio que presida dicha misión
en calidad de enviado extraordinario y ministro plenipotenciario,
a quien acompañan los señores licenciado Joaquín Fernández
Montúfar, como secretario y el coronel Guillermo Emilio
González Flores como agregado.
Mientras dura el viaje del canciller Acosta, se encarga del
despacho a don Mariano Guardia Carazo, secretario de Hacienda
y Comercio, del 6 de diciembre de 1915 al 30 de mayo de 1916.
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La misión sale de Costa Rica, por vía marítima, el diciembre de
1915 para Guatemala vía Nueva Orleans en los Estados Unidos
de América.
Precisamente, cuando llegan a Nueva Orleans reciben invitación
del secretario de Estado Robert Lansing para que se trasladen
a Washington para asistir al Segundo Congreso Científico
Panamericano que se iniciaría a finales del mes. Por su parte,
el gobierno ordena a la misión aceptar la invitación y, en
consecuencia, se trasladan a Washington. Dicho Congreso se
lleva a cabo del 27 de diciembre de 1915 al 8 de enero de 1916.
Durante su estadía en Washington, y al margen del congreso,
el canciller Acosta se reúne con el presidente señor Woodrow
Wilson, con el secretario de Estado señor Robert Lansing y con
el secretario tercero señor William Phillips con quienes trata
asuntos relativos a las relaciones de los Estados Unidos con los
países centroamericanos.
La clausura del congreso se lleva a cabo en el Continental
Memorial Hall. Esa misma noche el secretario de Estado señor
Lansing, ofrece un banquete a los participantes el cual se lleva
a cabo en los salones del Hotel New Willard. A petición de los
delegados, el canciller Acosta García hace uso de la palabra en
nombre de los participantes:
“Esta fiesta marca una hora solemne en la historia
de América, porque se han clausurado las sesiones
de uno de los más importantes congresos científicos
que han celebrado las libres naciones que la pueblan.
¨Los resultados no pueden hacerse esperar, porque
esta política de verdadera solidaridad americana
va entrando tan hondo en nuestras conciencias,
desde hace buen número de años, que cada día nos
sentimos más imperiosamente obligados a prestarle
todo nuestro apoyo y a considerarla como un ideal
poderoso al que debemos consagrarle la energía de
nuestras vidas.”
“El acercamiento se va realizando a paso lento,
pero seguro. Ya en este Congreso se ha avanzado
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mucho, pero falta mucho todavía. Urge estimular
el desarrollo económico de las repúblicas latino
americanas, y urge también conquistar sin tardanza
la más completa educación, que nos prepare
sólidamente para el nuevo programa que los actuales
acontecimientos del mundo han de imponernos,
como ley de progreso y bienestar social.”
Como algo novedoso, simultáneamente al congreso científico,
se convocó a una Conferencia Auxiliar de las Mujeres en la
esperanza de que era una oportunidad de conocer e intercambiar
puntos de vista sobre temas de especial interés para las mujeres así
como en los relacionados con el panamericanismo y que podría
dar lugar a un deseo por parte del sistema operativo las mujeres
de las américas, para profundizar en la cooperación amistosa y
armoniosa en el futuro.
Era la creencia de los organizadores de que dicha cooperación
entre las mujeres proporcionaría un poderoso factor en el
desarrollo de los medios para aumentar el conocimiento de las
cosas americanas, así como para difundir y dar a la cultura de
cada país de América sobre el patrimonio de todas las repúblicas
americanas.
Lamentablemente, por Costa Rica no asistió ninguna delegada
a la citada conferencia, habiendo participado por la región
delegadas de Guatemala, El Salvador y Panamá. Es de notar que
por El Salvador asistió doña Claudia Matamoros Loría de Guirola,
costarricense casada con salvadoreño.
De regreso en Nueva Orleans, continúa la misión a Guatemala
en donde se entrevista con el presidente licenciado Manuel
Estrada Cabrera y el canciller don Luis Toledo Herrarte; pasa a
El Salvador en donde es recibido por el presidente don Carlos
Meléndez Ramírez y su canciller el doctor Francisco Martínez
Suárez; continúa el viaje para Honduras en donde lo recibe el
presidente doctor Francisco Bertrand y el canciller interino
Ricardo de J. Urrutia; luego pasa a Nicaragua, siendo recibidos por
el presidente don Adolfo Díaz Recinos y su canciller don Diego
Manuel Chamorro Bolaños. En cada uno de los países recibieron
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a la delegación con todos los honores civiles y militares siendo
objeto de sinceras muestras de amistad y aprecio.
En nombre del Gobierno de Costa Rica, y como testimonio
de sincera simpatía hacia los gobiernos centroamericanos, el
canciller Acosta García le ofrece a cada uno de ellos, dos becas
para jóvenes que deseen seguir la carrera del Magisterio en la
Escuela Normal de Costa Rica. Dos meses después llegaron los
primeros becarios a Heredia.
El Tratado Chamorro-Bryan
El 5 de agosto de 1914, los gobiernos de Nicaragua y de los Estados
Unidos de América firmaron el Tratado Chamorro-Bryan, que
concedía a los segundos los derechos para construir un canal
interoceánico, el arriendo por 99 años de las islas del Maíz y el
derecho a emplazar una base naval en el golfo de Fonseca. Costa
Rica no fue consultada para la firma del tratado, sus derechos
nos e tomaron en cuenta y ni siquiera se puso oficialmente en su
conocimiento el texto suscrito.
El 7 de febrero de 1916 el ministro de Costa Rica en Washington,
don Manuel Castro Quesada, presentó al secretario de Estado,
señor Robert Lansing, una protesta en la que se manifestaba que
Nicaragua estaba expresamente inhibida para suscribir el Tratado
Chamorro-Bryan, por cuanto este violaba de modo flagrante los
derechos de Costa Rica. No habiéndose recibido contestación, el
21 de febrero siguiente, el ministro Castro Quesada dirigió otra
carta al secretario Lansing. Este respondió con nota ambigua,
en la que se pretendía hacer efectivos ofrecimientos hechos por
Costa Rica en la Convención Calvo-Hay de 1900 para prestar a los
Estados Unidos toda su colaboración en la proyectada vía canalera,
y se expresaba que se respetarían los derechos de Costa Rica, El
Salvador y Honduras. Estos dos últimos países consideraban que
el tratado lesionaba sus derechos en el golfo de Fonseca.
En febrero de 1916, el Senado de los Estados Unidos aprobó el
tratado y, poco después, lo hizo Nicaragua. Al aprobar el convenio,

J E R A
E C A
el senado americano aclaró que la normativa no debía afectar los
derechos de Costa Rica, El Salvador y Honduras, mientras que la
Cámara nicaragüense guardó silencio al respecto.
Los tres países protestaron ante el gobierno americano, sin éxito.
Los Estados Unidos insistieron que la reserva senatorial dejaba a
salvo los derechos de los tres países que se consideraban afectados.
Nicaragua por su lado mantenía la tesis de que el convenio sólo
contenía una opción.
El 24 de marzo de 1916, Costa Rica demandó a Nicaragua ante la
Corte de Justicia Centroamericana y solicitó que esta declarara
que el Tratado Chamorro-Bryan violaba los derechos que Costa
Rica derivaba del Tratado Cañas-Jerez, el Laudo Cleveland y los
tratados de Washington de 1907 y, por consiguiente, era nulo.
La Corte admitió la acción. El gobierno nicaragüense negó la
competencia de la Corte y se abstuvieron de dar respuesta a la
demanda de Costa Rica.
El 22 de setiembre de 1916 la Corte de Justicia Centroamericana
votó sobre el caso planteado por Costa Rica contra Nicaragua
y el 30 de ese mes emitió la sentencia. El alto tribunal desechó
las objeciones de Nicaragua con respecto a su competencia para
conocer del caso y consideró que la firma del mencionado tratado
había sido violatoria de los derechos que Costa Rica derivaba del
Tratado Cañas-Jerez, del Laudo Cleveland y del Tratado General
de Paz y Amistad de 1907, por cuanto no había sido consultada
acerca de los inconvenientes que pudiesen ofrecer las concesiones
del convenio canalero, aunque su voto era decisivo con respecto
a las concesiones canaleras sobre el río San Juan y el lago de
Nicaragua. El fallo señalaba que el dominio de Nicaragua en el río
no era absoluto ni ilimitado,
“…..tiene que estar restringido por los derechos de
libre navegación y anexos, tan remarcadamente
otorgados a Costa Rica, sobre todo si se considera
que tales derechos, ejercidos para fines fiscales y
defensivos, se confunden en su desarrollo, según
el sentir de los tratadistas, con las facultades
soberanas del imperium. Tal concesión equivale a
J E R A

E C A
un derecho real de uso, perpetuo e inalterable, que
coloca a la República de Costa Rica en el goce pleno
del dominio útil de gran parte del río San Juan, sin
perjuicio del dominio pleno que conserva Nicaragua
como soberana del territorio…..”
Aunque su sentencia resolvió el fondo de la cuestión a favor
de Costa Rica, la Corte se abstuvo de declarar nulo el tratado
Chamorro–Bryan, por cuanto los Estados Unidos de América
no estaban sujetos a su jurisdicción. El magistrado nicaragüense
don Daniel Gutiérrez Navas emitió un voto salvado, pero firmó
la sentencia junto con sus colegas. Sin embargo, el gobierno de
Nicaragua formuló una vehemente protesta contra el fallo y,
sin parar mientes en lo dispuesto en la convención constitutiva
de la Corte sobre la obligatoriedad de sus sentencias, anunció
que lo desconocía, por considerar que el alto tribunal se había
extralimitado.
Para tratar de convencer a los Estados Unidos de que
reconsiderasen su actitud en relación con los derechos canaleros
costarricenses, el ministro de Costa Rica en Washington, don
Manuel Castro Quesada, se valió de los servicios del distinguido
abogado norteamericano, Chandler P. Anderson, quien discutió el
asunto con el secretario de Estado Robert Lansing. Este manifestó
que estudiaría cuidadosamente las posiciones que presentase
Costa Rica y designó a uno de los subsecretarios de Estado, para
negociar con el abogado. A principios de 1917, Anderson y el
subsecretario habían llegado a un acuerdo tentativo en cuanto
a la cifra de tres millones de dólares como pago de la cesión de
los derechos canaleros de Costa Rica a los Estados Unidos. Sin
embargo, la caída del gobierno costarricense interrumpió las
negociaciones.
Conferencias y reuniones
De diciembre de 1915 a enero de 1916 se celebró en Washington
D.C. el II Congreso Científico Panamericano, al cual asistió el
canciller Acosta García, y en abril de 1916 se llevó a cabo en Buenos
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J E R A
E C A
Aires la Conferencia Financiera Panamericana, a la cual asistió en
representación de Costa Rica el secretario de Gobernación don
Juan Rafael Arias Bonilla.
Tratados y Convenios
A fines de 1915 se intercambiaron notas con la Cancillería
de Nicaragua para establecer reglas destinadas a impedir los
fraudes con títulos universitarios y certificados de estudio. Las
disposiciones derivadas del canje de notas fueron aprobadas por
Costa Rica el 2 de diciembre de 1915.
El 24 de junio de 1916 el Poder Ejecutivo aprueba la declaración
suscrita en París mediante la cual se acuerda extender de plenoderecho los tratados de convenciones vigentes entre Francia y
Costa Rica, salvo cláusula contraria, a la zona francesa del Imperio
Cherifiano (Marruecos).
El 7 de agosto de 1916 el Congreso Constitucional aprueba las
Convenciones de Buenos Aires sobre Reclamaciones Pecuniarias,
Propiedad Literaria y Artística, Marcas de Fábrica y de Comercio,
y Patentes de Invención, Dibujos y Modelos Industriales, suscritas
por Costa Rica en 1910, durante la IV Conferencia Panamericana.
El Poder Ejecutivo ratificó las cuatro convenciones el 20 de junio
de 1916.
En junio de 1916 es ratificada la Convención para el Canje de
Paquetes Postales con España,
El 20 de junio de 1916 es suscrita una Convención para el Canje
de Paquetes Postales con Colombia la cual fue aprobada por
Costa Rica el 26 de agosto de ese año, pero debido a que su texto
contenía errores, se suscribió una segunda convención la cual fue
aprobada por Costa Rica el 12 de setiembre de 1916.
J E R A

E C A
Condecoraciones
En 1916 el Gobierno de los Estados Unidos de Venezuela
condecora con la Orden del Libertador al presidente González
Flores, al canciller Acosta García y al secretario de Fomento don
Enrique Pinto Fernández.
En el mismo año el Asilo de Las Mercedes le impone una medalla
de oro como su benefactor (hay que recordar que don Julio
también tiene a su cargo la Cartera de Beneficencia).
Visitas oficiales
En febrero de 1916 visitó Costa Rica una comisión oficial de
financistas, enviada por la Secretaría del Tesoro de los Estados
Unidos de América, para estudiar la situación financiera de los
países centroamericanos.
En 1916 se recibe la visita del señor Juan de Khotinsky, delegado de
la Cámara de Comercio de Rusia, para estudiar las posibilidades
de abrir el mercado ruso al café costarricense. Sin embargo, la
situación imperante en Europa y las complicaciones de transporte
dificultaron la realización de esa idea, que quedó en el olvido
después de la revolución rusa de febrero de 1917.
En enero de 1917 se recibe la visita del doctor don Salvador
Martínez Alomia, en calidad de ministro plenipotenciario de
México en misión especial.
En enero de 1917 se recibe la visita del licenciado Francisco
Martínez Suárez, ministro de Relaciones Exteriores de El Salvador,
quien llega a Costa Rica para agradecer la misión oficial que el
gobierno enviara el año anterior a su Patria.
Precisamente cuando se encuentra de visita en el país el canciller
salvadoreño el 27 de enero de 1917, es derrocado el presidente
González Flores por un golpe militar encabezado por el general

J E R A
E C A
Federico Tinoco Granados, hasta entonces secretario de Guerra y
Marina, y quien se proclama jefe provisorio de la República.
J E R A

E C A
C V
E 
Al caer el gobierno constitucional, don Julio sale de la Secretaría
de Estado y continúa viviendo en San José, pero poco tiempo
después se traslada a El Salvador en donde administra la finca La
Esperanza, propiedad de su suegro, escribiendo al mismo tiempo,
los editoriales del Diario del Salvador.
Don Julio escribió al respecto que,
“A vuelta de muchas insistencias al fin pude lograr
que el Ministro de Guerra, General Tinoco, diera
su aquiescencia para que se me extendiera un
pasaporte. Fue unos meses después del golpe del 27 de
enero, cuando cayó el Gobierno de González Flores,
del cual era yo Secretario de Relaciones Exteriores.
Me fui a El Salvador en las peores condiciones
económicas. Allá me refugié, y al fin, Román
Mayorga Rivas, director del Diario del Salvador,
me propuso que le hiciera los editoriales del diario.
Fue desde esa sección desde la que hice una ruda
campaña a favor de la ideología de Francia, Gran
Bretaña y Bélgica y de todos los pueblos agredidos
por la furia prusiana. Trate por todos los medios
de mantener la fe en los propósitos de los aliados
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J E R A
E C A
y en su causa, y en levantar el entusiasmo de la
opinión de los lectores. Un día tuve una satisfacción;
esas pequeñas y grandes satisfacciones de los que
escriben para el público; Mayorga Rivas me visitó y
me dijo: tengo que confesarle un pecado y es el de que
en silencio, como asintiendo, he estado recibiendo
felicitaciones por los editoriales. Pero ya no puedo
más y desde ayer he revelado que son suyos. Yo tengo
mi nombre literario hecho ya y no voy a consentir
que se me siga adornado con plumas ajenas……
Andando los años, ya después de haber llegado a
la Presidencia de la República, Francia y Bélgica
dispusieron, una después de la otra, otorgarme
condecoraciones: la primera, la Legión de Honor, la
segunda, la Orden de la Corona de Bélgica. Claro
que por mi calidad de Presidente de la República
me las hubieron de dar en un grado mayor del que
me las hubiera otorgado si no hubiera ocupado ese
puesto. Pero ambos gobiernos me hicieron saber
que me las entregaban, en primer término, por mi
compaña periodística durante la guerra mundial en
defensa y pro de sus ideales. Fue así como conquisté
dos lauros en el terreno del periodismo.”
Para el año de 1918 en diferentes lugares de la República se
encontraban grupos de ciudadanos conspirando contra el
gobierno.
El 22 de febrero un pequeño grupo comandado por el diputado
Rogelio Fernández Güell se alza en armas en Río Grande de
Atenas. Por diferentes circunstancias el alzamiento pronto es
debelado y, fracasada la intentona, el grupo de Fernández Güell
huye a través de la montaña con dirección hacia la frontera sur.
El gobierno envía tropas a perseguirlos y los alcanza cerca del río
Ceibo en la zona de Buenos Aires de Puntarenas, efectuándose
un encuentro muy desigual entre los seis fugitivos casi sin
armas y cansados después de varias semanas de caminar por la
montaña, contra cincuenta policías bien armados. Eran las ocho
de la mañana cuando comenzó el combate y poco después eran
asesinados los fugitivos menos uno que logró escapar.
J E R A

E C A
El 20 de mayo de 1918 en un artículo que publica en el Diario del
Salvador, define don Julio su posición política:
“Un caballero procedente de allí, me ha traído una
carta fidedigna, en la que se me avisa que de la
oficina en que actúa el comediante que representa
el papel de Ministro de Guerra, han salido a volar,
echados con la cautelosa perfidia que caracteriza
a ese señor y a su hermano que hace de Presidente,
rumores solapados en que aparezco yo como
autor de revelaciones de carácter privado, que
se relacionan con los doloroso estremecimientos
políticos que sacuden a nuestra pobre patria, y en
uno de los cuales cayó como héroe, ultimado por
rústicas manos criminales, mi inolvidable amigo
Rogelio Fernández Güell.
Se me dice también, que un amigo mío, al que miré
como hermano, es el responsable directo de esos
rumores y se le acusa amargamente de infidencia y de
traición. Yo defiendo a ese amigo. Lo defiendo, a pesar
de los lazos que, por desgracia suya y con menoscabo
de su nombre, lo unen a esos dos personajes teatrales,
mezcla feliz de Scarpia y Bertoldo, que, a favor de
la confianza generosa del noble jefe don Alfredo
González Flores, depositada con imprudencia en el
mayor de ellos, contra el clamor general, realizaron
el más vil de los hechos para el que no necesitaron
ni valor, ni gente, ni armas. Los ladrones tenían las
llaves y violaron la amistad y el honor, sin más ruido
que el de sus propias carcajadas cínicas, que fueron
en la quietud de luna mañana de enero a despertar
en sus guaridas a las aves agoreras, que desde
entonces no han ceso de graznar.
Yo defiendo al amigo a quien se acusa; y proclamo que
esos rumores no tienen otro nido que el mal llamado
Ministerio de Guerra. Allí nacieron aprovechando
viborescamente mi salida del país. Allí nacieron en
la propia amoralidad de aquella atmósfera, única
que podía darles vida. Allí, y en el Castillo Azul,
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J E R A
E C A
morada antes del trabajo y de estudios, y hoy corral
gitanesco en que toda incapacidad se pavonea.
Todos vosotros conocéis bien a esos hombres. Todos
vosotros me conocéis bien a mí. Si escribo en son
de protesta, es porque ya no soporto ese hedor de
mentira y de hipocresía, que amenaza asfixiar a la
República desde hace más de un año, y me persigue
hasta aquí, en este retiro en que busque paz para mi
ánimo entristecido de patriota....”
A fines de 1918 los emigrados políticos que se encontraban en
Nicaragua organizan, bajo la jefatura de don Alfredo Volio
Jiménez, una revolución a la cual se llamará en la historia la
Revolución del Sapoá. Lamentablemente, en diciembre fallece el
señor Volio Jiménez a consecuencia de una fiebre maligna. Así las
cosas, los jefes revolucionarios se dedican a buscar un jefe civil de
la Revolución. Es escogido don Julio Acosta. Y como jefe militar
se escoge al general mexicano Manuel Chao Rovira. Antes de
iniciarse la invasión el Comité Ejecutivo de la Junta Revolucionaria
lanza un manifiesto que se conoce como la Proclama del Sapoá la
cual dice:
“Costarricenses
Ha llegado el momento de volver por el honor de
Costa Rica, de recuperar con las libertades y los
fueros que nos arrebatara la audacia detentadora
del poder y la hacienda pública nuestra dignidad
de ciudadanos y la estima de las demás naciones de
la tierra. La justicia marcha serena pero inflexible
delante de nosotros. Ella nos ha armado y nos
sostendrá en la lucha hasta no haber alcanzado el
restablecimiento del orden constitucional con las
prerrogativas que tenemos derecho, y sin las cuales la
vida es una afrenta y un ludibrio. Queremos volver a
ser ciudadanos libres de una república de verdad, y no
esclavos miserables de una autoridad irrespetuosa y
violenta. Que la ley sea otra vez la regla de conducta
de todos y que no prevalezca sobre sus mandatos la
soberbia antojadiza de unos cuantos impostores que
prefieren contemplar a Costa Rica repudiada en sus
J E R A

E C A
relaciones internacionales, arruinada en sus finanzas,
maleada en sus costumbres por los influjos nefastos de
la tiranía y casi perdida en el desconocimiento moral.
A cuya sombra prosperan las codicias impúdicas,
los miedos serviles, las adulaciones rastreras y las
concupiscencias abominables, antes que abandonar
la presa del poder. Este estado de cosas no debe durar.
No es posible que sigamos viviendo los costarricenses
bajo un régimen viciado desde sus comienzos por
el peculado y la violencia, que ha deshonrado a
nuestras instituciones políticas hasta hace poco
tiempo tan estimadas, y que ha hundido nuestro
crédito financiero, por medio de derroches insensatos
y frecuentes emisiones de papel sin respaldo, en la
peor de las bancarrotas……….”
El 5 de mayo de 1919 las fuerzas revolucionarias invaden el
territorio costarricense apoderándose de Peñas Blancas, Pocito,
Zapote y La Cruz donde establecieron su cuartel general. A su
vez, las fuerzas gubernamentales establecen su cuartel general
en Liberia. Se suceden varios encuentros en el Jobo y La Cruz.
Mientras tanto en San José los ánimos se exaltan, las maestras
de las escuelas de San José realizan una valiente manifestación
pública contra el gobierno y se amotina el pueblo incendiando el
edificio del periódico La Información. El 10 de agosto es asesinado
el ministro de Guerra y Marina general José Joaquín Tinoco
Granados. Dos días después salió para Europa el presidente
general Federico Alberto Tinoco Granados. Asume el mando
el general Juan Bautista Quirós Segura en calidad de primer
designado quien al poco tiempo, y después de la recomendación
recibida de una Junta de Notables, llama al licenciado Francisco
Aguilar Barquero para que asuma el mando en calidad de
presidente provisorio de la República.
El 2 de setiembre siguiente, don Julio recibe un telegrama que
dice:
“San José, 2 de setiembre de 1919. A Julio Acosta y
compañeros. La Cruz. Grato para mí es comunicarles
que hoy asumí la Presidencia de la República,

J E R A
E C A
enviándoles afectuosos saludos. Invítelos regresar
esta patria que tanto les debe. Su amigo, Francisco
Aguilar Barquero.”
El 8 de setiembre de 1919 el Partido Constitucional lanza la
candidatura de don Julio a la Presidencia de la República.
Asi las cosas los revolucionarios preparan su regreso a San José
viajando por mar a Puntarenas y llegando en tren hasta La Sabana.
Don Harold H. Bonilla, nos dice que:
“Recordaremos para toda la vida aquella mañana
del 13 de setiembre del año diecinueve cuando
poco después de las doce del día entró en San José,
junto con sus compañeros de rebeldía, que a su lado
habían luchado hombro con hombro, en la frontera
del Norte, aclamado, victorioso, en medio del júbilo
general y los aplausos dela multitud, Julio Acosta,
triunfante en una carroza. Su arribo a la capital fue
una verdadera apoteosis. Los diarios de la época, al
comentar la llegada del Héroe del Sapoá y Libertador
de Costa Rica y la soldadesca revolucionaria, -sus
subalternos y a la vez sus hermanos de infortunio-,
refieren a grandes títulos: Acosta fue recibido en San
José por 30.000 personas como ninguno lo había sido
antes en Costa Rica, agregando luego, el relato de
la alegría de los niños, las lágrimas de las mujeres,
la emoción desbordante de las multitudes, nunca en
otra ocasión tan manifiesta en nuestro medio.”
El 27 de setiembre de 1919 la Municipalidad de San Ramón
acuerda:
“Mandar a batir una medalla de oro que como
perpetuo y vivo testimonio de la admiración y
el cariño que el pueblo ramonense siente por
el denodado Restaurador de nuestras patrias
libertades, le hará entrega al señor don Julio Acosta
García, junto con copia de esta acta, en la próxima
J E R A

E C A
visita a esta ciudad. La medalla de oro macizo dirá
en el anverso: La ciudad de San Ramón a su hijo
esclarecido y en el reverso: Premio a la virtud y el
mérito. Setiembre de 1919.”
Acosta financia su campaña política emitiendo bonos no
reembolsables, que van de veinticinco céntimos a cien colones.
El sistema es novedoso y ejemplar, ya que la costumbre es ofrecer
cargos públicos a cambio de dinero para hacer frente a esos gastos.
Las elecciones se llevan a cabo el domingo 7 de diciembre después
de una campaña de tres meses. La votación recibida por don Julio
es del 89%.

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E C A
C VI
E 
Don Julio asume la Presidencia de la República el 8 de mayo de
1920 y en su mensaje al Congreso Constitucional expresa:
“Se abre hoy una nueva era en los destinos de Costa
Rica. Para inaugurarla nos han elegido los pueblos
a vosotros y a mí, dándonos con ello una evidente
muestra de confianza y de esperanza. Yo os felicito
sinceramente y os saludo lleno de fe y de amor patrio,
en la seguridad de que los pueblos no se engañaron
al escogeros entre tantos ciudadanos que aspiraban
de esta vez a cooperar en la obra de la reconstrucción
nacional.
En cuanto a mí, que abrumado por las obligaciones
que la nación deposita sobre mis hombros, sólo debo
deciros que no siento el más pequeño temor, y que
un sentimiento de orgullo aumentas mis fuerzas
al contemplar la obra ingente de energía y de
patriotismo que el pueblo costarricense ha puesto a
mi cuidado.
…....El movimiento restaurador que invadió el país
por la frontera norte, cuyas vibraciones agitaron y
conmovieron a toda la nación, no traía por único
objeto derribar el pequeño círculo que de tan mala
J E R A

E C A
manera se había adueñado del Poder: su ideal
máximo era y sigue siendo la regeneración material,
moral y espiritual de este noble suelo en que nacimos,
cuyo aliento cálido y puro, dio forma a nuestros
anhelos de patriotas, y cuyo dominio integro y sin
mancha debemos trasmitir a nuestros hijos……
……Es casi innecesario deciros que será objeto de la
más cuidadosa atención el cultivo de las relaciones
internacionales. Estrecharemos nuestros lazos
de amistad con todos los pueblos de la tierra, en
beneficio de nuestra cultura y nuestro comercio….
……En ninguna época anterior, ni aun en las más
tormentosas de nuestra historia, han sido como
ahora los problemas fiscales y económicos de carácter
tan grave y premioso, ni de solución tan complicada
y dif ícil. A tan deplorable condición ha contribuido
en primer término la conflagración europea, que ha
producido en el universo y en todas las esferas de la
vida económica, un desequilibrio general, obligando
a todas las naciones, así beligerantes como neutrales,
a apelar a recursos extremos, casi confiscatorios; y
de otro lado especial nuestro, la temeraria e inicua
administración que durante treinta meses pesó
sobre Costa Rica, recurriendo a un desmesurado
inflamiento de circulación fiduciaria para satisfacer
sus extravagantes y criminales dilapidaciones.
Esta situación realmente sombría no podremos
despejarla sino después de atento y sereno estudio,
siempre procediendo con ánimo resuelto y con aquel
viejo patriotismo que es característica del pueblo
costarricense……
……La educación nacional continuará recibiendo el
más vigoroso apoyo. Educaremos, es decir, haremos
por traer a la vida activa todas las potencialidades
que yacen en el interior de cada niño, preparándolos
así de un modo eficaz para la lucha. No es la suma
de conocimientos lo que abre los caminos alucinantes
del éxito; es el desarrollo metódico y consciente de
las facultades internas, lo que permite acoplar esos

J E R A
E C A
conocimientos y aplicarlos en sendas de trabajo
y de verdad….
…..Es urgente crear un cuerpo de policía que responda
a los fines modernos de esa institución…..…..Hay
que establecer un cuerpo de policía rural, análogo
a la Guardia Civil de España y con instructores de
aquel país. Su primer núcleo debe fundarse en la
provincia de Guanacaste…
…..Si ponéis mano en la reforma de la Ley de
Elecciones, os recomiendo el voto secreto, como
complemento indispensable de la votación directa….
Los militares en servicio no deben votar. Ellos son la
garantía de todos y deben permanecer impasibles en
medio de la agitada tempestad eleccionaria.
…..Es conveniente conceder el derecho de voto a
las mujeres en las elecciones municipales, a fin
de prepararlas para la vida social futura. En los
últimos acontecimientos políticos del país ellas
tuvieron acción predominante, y su arrojo, efecto de
su alteza moral y de su noble espíritu de sacrificio,
dio ejemplo de cívica energía a los hombres, que
nunca podremos olvidar…..
……En la República se cuentan hoy no menos de
cien mil votantes. En las últimas elecciones solo la
mitad de estos se presentó a las urnas, no obstante
el entusiasmo nunca visto que despertaron en el
país la caída del despotismo y la bandera de la
libertad. Entonces, señores, que vengan las mujeres
a ocupar el puesto que los hombres abandonan,
que vengan las mujeres a avivar la llama que se
apaga del más sagrado de los deberes populares:
y si es el analfabetismo o los efectos perniciosos de
la intemperancia lo enferioriza a tan considerable
número de ciudadanos, que vengan las mujeres, más
doctas en ocasiones y más sobrias, y por lo mismo
más legítimas dueñas de ese derecho de votar….
….Cumplir y hacer cumplir fielmente las leyes de
la República, velar por la integridad de la patria,
ensanchar el campo de la actividad nacional, ese
será mi programa de gobierno……”
J E R A

E C A
Designados a la Presidencia
Seis días antes de la toma de posesión, el Congreso ha elegido a
los designados a la Presidencia quienes, por su orden, sucederían
al presidente en caso de ausencia. Tales nombramientos recaen en
don Aquiles Acosta García como primer designado; don Alfredo
González Flores como segundo designado, y don Arturo Volio
Jiménez como tercer designado.
Secretarios de Estado
Don Julio nombra como miembros de su gabinete a las siguientes
personas:
En las carteras de Relaciones Exteriores, Beneficencia, Gracia,
Culto y Justicia don Alejandro Alvarado Quirós (1920-1922) y
don José Andrés Coronado Alvarado (1922); en las carteras de
Gobernación y Policía don Claudio González Rucavado (19201921); en las carteras de Hacienda y Comercio don Nicolás
Chavarría Mora (1920-21) don Alberto Echandi Montero
(1921), don Rafael Huete Sáenz (1921-22) y don Tomás Soley
Güell (1922-1924); en las carteras de Guerra y Marina don
Aquiles Acosta García; en la cartera de Instrucción Pública
don Miguel Obregón Lizano; y en la cartera de Fomento don
Narciso Blanco Mora. Como subsecretarios de Estado fueron
nombrados en Relaciones Exteriores y anexas don Manuel
Sáenz Cordero (1920-1922); en Hacienda y Comercio don
José María Vargas Pacheco (1920-1922) y don Tomás Soley
Güell (1922) y en Guerra y Marina don Raúl Acosta García
(1920-1922). Como recargo ejercen las carteras de Relaciones
Exteriores y anexas don Miguel Obregón Lizano (1922-1924)
y las carteras de Gobernación y Policía don Aquiles Acosta
García (1921-1924)
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J E R A
E C A
Dignificación de la mujer
De conformidad con su pensamiento, expresado en su discurso
inaugural, con fecha 12 de junio de 1920, se emite el decreto que
dice:
“1º.- Que uno de los propósitos de la presente
Administración es considerar a la mujer como de
condición igual al hombre en todo aquello que la
favorezca en relación con el Estado;
2º.- Que en las jornadas patrióticas de junio del
año próximo pasado, cuyo primer aniversario
celebramos, la señorita María Isabel Carvajal
dio una lección memorable de carácter en la
lucha contra la tiranía;
3º.- Que a esta circunstancia añade la señorita
Carvajal sus sobresalientes dotes literarias y de
su reconocido amor a la causa de la enseñanza
primaria. Por tanto, El Presidente Constitucional
de la República, ACUERDA:
Concédese a la señorita María Isabel Carvajal,
como auxilio para efectuar su viaje a uno de los
países de Europa, el valor de los pasajes y una
pensión equivalente a setenta y cinco dólares
mensuales por el término de un año. Esta erogación
se imputará a Eventuales de Relaciones Exteriores.”
Ley de Recompensas
Aunque el Partido Constitucional, y por lo tanto el gobierno,
cuenta con 36 diputados del total de 43 que forman el Congreso,
don Julio tiene su primer conflicto al aprobar el Poder Legislativo
el 12 de julio la llamada Ley de Recompensas mediante la cual,
en su artículo 1º se autoriza el pago de una suma de dinero para
recompensar los servicios de los jefes revolucionarios extranjeros:
en su artículo 2º autoriza el pago a los jefes, oficiales y soldados
extranjeros que participaron en el movimiento revolucionario; en
el artículo 3º se destina una suma para recompensar los servicios
de los jefes, oficiales y tropas costarricenses que participaron en
J E R A

E C A
los movimientos revolucionarios de diciembre de 1917, febrero de
1918 y mayo de 1919, y el artículo 4º recompensa a los familiares
de los muertos en campaña.
Cinco días después, el 30 de junio, el presidente Acosta devuelve
al Congreso la mencionada ley, vetando el artículo 3º o sea la
recompensa a los jefes, oficiales y tropa costarricenses.
Manifiesta el presidente Acosta:
“Es seguro que durante todo mi período de gobierno
no se me presentara un conflicto igual al que surgió en
mi espíritu ante la lectura del artículo 3º de vuestro
decreto número 16; porque ese artículo recompensa
a los costarricenses que pusieron su esfuerzo al
servicio de la libertad, muchos de ellos compañeros
míos muy queridos, y yo, con estos reparos, parece
que quisiera arrebatarles esa recompensa. Y no es
así; que mi deseo más vehemente es transmutar el
oro que deslumbra los ojos de la carne, en el otro
que resplandece con todos los fulgores del espíritu,
derramando este a manos llenas por el noble pueblo
costarricense, sobre la frente de los peregrinos de la
frontera, en la apoteosis del 13 de setiembre del año
próximo pasado. Todavía contemplan mis ojos las
lágrimas de las mujeres, la alegría delirante de los
niños, la emoción desbordada de las multitudes,
nunca en otra ocasión tan manifiesta, al recibir
a sus soldados predilectos; y no puedo, no debo
consentir, mientras ello en este en mi mano, que
aquello, que es vida eterna, como el agua que el
Galileo ofrecía a la pecadora, se convierta en esto,
que es miseria humana, perecedera y triste. Y no
por mi precisamente. Sino por esos hermanos míos,
que en la serena fraternidad de las almas, plenos
de ensueños caballerescos, lo ofrendan todo, con
sinceridad encantadora, al culto de la patria………
Yo he llamado a mis soldados ahora en los puestos
de la República. Ellos, con excepción de unos pocos,
que ya los tendré a mi lado, colaboran con su jefe.
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J E R A
E C A
Yo he puesto en sus manos honradas las armas de la
nación. Yo descanso en ellos. Yo me apoyo en ellos.
Ellos son mi escudo y el escudo de la patria.
Hubo gloria en la actitud asumida por los que se
enfrentaron al déspota? Entonces no hay paga en
dinero.
Hubo paga? Entonces no hay gloria; que no se puede
servir a dos señores.
Si hay paga, quién ofrenda la vida? Lo único que
invita a la muerte es el Ideal. Si este huye, solo se oye
el masticar de las mandíbulas de Sancho. Y entre ese
ruido misérrimo no se pueden alzar los pilares de la
patria.
Yo aspiro que la gloria del deber cumplido orle para
siempre la frente de mis compañeros y resplandezca
en las nativas páginas para que de su luz surja,
noble, vigorosa y fuerte, la patria del porvenir.”
El Congreso después de un amplio debate resella la ley el 9 de julio
y la remite al Ejecutivo para su publicación.
Es a partir de este momento que se inicia la pugna entre el Poder
Legislativo y el Poder Ejecutivo.
Ley de Nulidades
Así las cosas, el Congreso, con fecha 20 de julio de 1920, aprueba
la llamada Ley de Nulidades por la cual se declara la nulidad de
todos los actos del gobierno de don Federico Tinoco Granados.
El consulado de su majestad británica, de previo a la aprobación
de la mencionada ley, había presentado con fecha 12 de julio, una
nota ante la Cancillería en la cual presentaba
…,la más enérgica protesta contra los actos
gubernamentales que se han llevado a cabo y están
en vías de llevarse a cabo en el sentido de destituir
de valor los billetes de un mil colones emitidos por
J E R A
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E C A
el Banco Internacional de Costa Rica. Funda su
protesta el Gobierno de su Majestad en el hecho
de que The Royal Bank of Canada, institución
Británica a la cual el Gobierno de su Majestad debe
y está dispuesto a dar la más eficiente protección, es
tenedor de tales billetes por la cantidad de 998.000.
Considera el Gobierno de su Majestad que todo
acto del Gobierno de Costa Rica encaminado a
menoscabar el valor legal de esos billetes, o siquiera
estorbar su cambio o circulación, constituye una
intromisión indebida en los negocios privados de The
Royal Bank of Canada con el Banco Internacional
de Costa Rica.
Además, las leyes o cualesquiera otros actos del
Gobierno de Costa Rica a que se hace referencia son
retroactivas y en consecuencia inaplicables al caso.
En tal virtud el Gobierno de su Majestad Británica
ha juzgado oportuno manifestar de la manera más
terminante al de su Excelencia que no se conformará
con ninguna disposición que altere la circulación de
los citados billetes del Banco Internacional.
En la misma fecha, el gobierno británico presentó otra nota
mediante la cual presentaba enérgica protesta respecto a la
legislación proyectada en cuanto afectaba al Contrato Amory,
y agregaba que el gobierno de su majestad vería la cancelación
de ese contrato como un serio ataque contra derechos británicos
legítimamente adquiridos para lo cual no existía justificación (el
negocio a que se refería la nota era el contrato petrolero celebrado
por el gobierno de Tinoco con John M. Amory & Son, aprobado el
26 de junio de 1918 por la Cámara de Diputados).
La Cancillería costarricense no dio trámite a las protestas por
cuanto el gobierno británico no había reconocido al nuevo gobierno
de Costa Rica. En vista de la situación, el gobierno de su majestad
británica se apresuró en reconocer al del presidente Acosta y las
relaciones diplomáticas se restablecieron el 31 de julio.
El presidente Acosta García, previendo las posibles consecuencias
de dar ese paso tan grave, ya sea dentro como afuera del país,
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E C A
invita a un grupo de ciudadanos a una Junta de Notables que se
verifica en la presidencia el 31 de julio con el exclusivo objeto de
deliberar acerca de los puntos contenidos en la ley.
La concurrencia por unanimidad recomienda que se vete la ley.
En consecuencia, el 2 de agosto el presidente Acosta veta la Ley
de Nulidades, siendo resellada por el Congreso el 11 de agosto y
enviada al Ejecutivo para su publicación.
La Sociedad de Naciones
En julio de 1918 se celebra en París la Conferencia de Paz, de
la cual es excluida Costa Rica por influencia del presidente
Woodrow Wilson de los Estados Unidos de América. En dicha
conferencia se firma el Tratado de Versalles que crea la Sociedad
de Naciones, cuya primera asamblea general se realiza en Ginebra
el 15 de noviembre de 1920 con la participación de 42 países.
En setiembre de 1920, Costa Rica solicita ser miembro de la
Sociedad lo cual es aprobado por unanimidad el 16 de diciembre
siguiente. El Congreso costarricense aprobó la adhesión de Costa
Rica al Pacto de la Sociedad de Naciones el 20 de enero de 1921.
La Unión Centroamericana
Por iniciativa del gobierno salvadoreño se reunió en San José en
diciembre de 1920, una conferencia de plenipotenciarios para
tratar de restablecer la unión política de las cinco repúblicas
de Centro América, con motivo del primer centenario de
la independencia. Este proyecto se frustró en parte porque
Nicaragua pretendía la aceptación del Tratado Chamorro-Bryan.
Habiéndose retirado Nicaragua de la conferencia, los restantes
plenipotenciarios firmaron el 19 de enero de 1921 un pacto de
unión entre Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Honduras,
acordando restablecer la República Federal de Centro América,
crear un Consejo Provisional integrado por un delegado de cada
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
E C A
Estado y reunir una Asamblea Constituyente que emitiese la
Carta Fundamental de la Federación.
El 31 de enero, el presidente Acosta le da su aprobación al tratado
y de conformidad con el precepto constitucional lo somete a las
deliberaciones el Congreso para los efectos de ley. El 4 de mayo
siguiente es sometido el tratado a la consideración del Congreso
quien lo pasó a una comisión para que rindiera el correspondiente
dictamen. Habiendo obtenido dictamen de mayoría favorable y
desfavorable de minoría, se iniciaron los debates parlamentarios.
Finalmente el 21 de junio de 1921 fue desechado el dictamen
favorable de mayoría, con lo cual Costa Rica no aprobó el tratado
y quedó tan solo vigente entre Guatemala, El Salvador y Honduras
quienes sí lo habían aprobado.
Provincia Eclesiástica
Mediante bula de fecha 16 de febrero de 1921, su santidad
Benedicto XV, crea la provincia eclesiástica de Costa Rica,
independizándola de Guatemala, y elevando la Diócesis de San
José a la categoría de Arquidiócesis, erigiendo la Diócesis de
Alajuela y el Vicariato Apostólico de Limón.
El 2 de agosto siguiente es consagrado primer arzobispo de San
José el doctor Rafael Otón Castro Jiménez; como primer obispo
de Alajuela se traslada al obispo titular de Sora y coadjutor de
Tegucigalpa, monseñor Antonio del Carmen Monestel Zamora,
quien toma posesión el 14 de agosto siguiente; y el 1 de mayo de
1922 es consagrado como obispo Titular de Tegea y primer vicario
apostólico de Limón el sacerdote Agustín Blessing Trinsinger.
Estado de Guerra con Panamá
Por haber desconocido Panamá el Laudo White, Costa Rica aún
no había entrado en posesión del territorio situado en el Pacífico
que le había sido restituido por el Laudo Loubet de 1900. No
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E C A
contenta Panamá con seguir detentando arbitrariamente ese
territorio, hacía continuos avances violando el statu quo.
El Gobierno decide enviar una guarnición de 25 hombres a Coto
para evitar nuevos avances. Esta guarnición es aprisionada y dos
pequeños refuerzos que se enviaron después fueron emboscados
en el río Coto, siendo recibidos por las autoridades panameñas
con fuerte ataque de fusilería, causando varios muertos y heridos
entre los costarricenses.
El 20 de febrero de 1921, en unión de su gabinete, el presidente
Acosta declara atentoria contra la soberanía de Costa Rica la
ocupación por Panamá de la región situada al oeste y al norte de la
línea fronteriza entre ambas repúblicas, según lo establecido por
el Laudo Loubet de 1900, y confirmada por el Tratado AndersonPorras de 1910 y el Laudo White de 1914. Se decreta asimismo
que en lo sucesivo dicho territorio queda bajo el mando de las
autoridades civiles y militares de la República. El 1º de marzo se
crea un Estado Mayor General integrado por los generales de
división don Buenaventura Carazo, don Rafael Villegas Arango,
don Juan Bautista Quirós Segura, don Jorge Volio Jiménez y
el general de brigada don Ricardo Monge. Al día siguiente se
suspenden por sesenta días las Garantías Constitucionales.
Una fuerza expedicionaria sale hacia la región de Coto, mientras
otra avanza por el Atlántico, atravesando la frontera se apoderan
de Guabito y siguiendo adelante, ocupan el puerto de Almirante.
Así las cosas, medió el gobierno de los Estados Unidos en el
conflicto comprometiéndose a hacer cumplir el Laudo White.
Habiendo cesado las hostilidades y de regreso las tropas a San
José, el presidente Acosta emite una orden general a los Ejércitos
Expedicionarios y Comandancias de Plaza, en los cuales expresa
que:
“El Gobierno de los Estados Unidos ha garantizado
que se respetará por la República de Panamá el fallo
dictado por el presidente de la República Francesa,
Excelentísimo Señor Emilio Loubet, fallo que fue
interpretado por la decisión arbitral del Chief Justice
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
E C A
de los Estados Unidos, el Honorable Mr. White.
Ese límite constituye la satisfacción de nuestros
reclamos por las armas porque ampara lo que en
justicia nos corresponde y lo que sin derecho trataba
de arrebatarnos la República de Panamá. De modo
que en esta brillante jornada del patriotismo hemos
salido victoriosos en toda la línea……”
En setiembre del mismo año, Costa Rica tomó posesión de su
territorio por la lado del Pacífico, después de desocuparlo Panamá.
Casa Amarilla
El Palacio de la Paz Centroamericana, conocido como la
Casa Amarilla, fue construido para sede de la Corte de
Justicia Centroamericana. Los fondos los aportó el filántropo
estadounidense Andrew Carnegie y los planos fueron realizados
por el arquitecto americano Henry Whitfield. Este edificio venía
a reemplazar el destruido por la terremoto de 1910 en la ciudad
de Cartago.
A punto de inaugurarse el edificio, se extinguió el alto tribunal.
Como no fue posible llegar a un acuerdo para restablecerlo,
el Gobierno de Costa Rica solicitó la anuencia de los demás
gobiernos centroamericanos para utilizar el edificio. No habiendo
recibido objeción alguna la petición de Costa Rica, en 1920 ahí se
ubicó la Presidencia de la República, hasta el año 1922 en que se
trasladó a la nueva Casa Presidencial frente al Parque Nacional.
Casa Presidencial
A fines de 1920 el Gobierno permuta con la Northern Railway
Company y la United Fruit Company varios terrenos en Puerto
Limón, y así adquiere una antigua edificación que había sido
residencia del general don Tomás Guardia Gutiérrez y que, en
ese momento, era propiedad de la Northern. Una vez restaurada
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J E R A
E C A
la casa, se destina para residencia y oficinas del presidente de
la República. A dicha casa, situada al costado oeste del Parque
Nacional, se traslada el presidente Acosta con su familia en abril
de 1921 siendo ocupada por los siguientes mandatarios hasta
1980 en que fue derribada para la construcción de unas nuevas
oficinas presidenciales, lo que al final no se realizó, y el inmueble
fue traspasado al Tribunal Supremo de Elecciones.
Oficina de Control
Con fecha 26 de mayo de 1922 es creada una Oficina de Control
que encarrile y ordene todas las entradas y erogaciones de la
Hacienda Pública, siendo su primer jefe el expresidente de la
República general Juan Bautista Quirós Segura. Esta Oficina
existe hasta el año 1949 en que se convierte en la Contraloría
General de la República.
Academia Costarricense de la Lengua
El 12 de octubre de 1923 se funda en Costa Rica la Academia
Costarricense de la Lengua, de la cual don Julio es académico
fundador.
Laudo Taft
A consecuencia de la Ley de Nulidades, la Gran Bretaña presentó
al gobierno de Costa Rica dos reclamaciones alegando que esta
ley vulneraba los derechos de súbditos británicos. Después de
una larga y espinosa discusión diplomática, la controversia fue
sometida al arbitraje del presidente de la Corte Suprema de
Justicia de los Estados Unidos de América, señor William H. Taft,
quien falló la cuestión a favor de Costa Rica el 18 de octubre de
1923. El expresidente don Alfredo González Flores representó a la
República en esta cuestión.
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E C A
Segundos Tratados de Washington
En febrero de 1923, los países centroamericanos, firman en
Washington los segundos tratados para reponer los de 1907.
En el Tratado General de Paz y Amistad se establecen nuevas
restricciones para el reconocimiento de los gobiernos de origen
revolucionario.
Gobernación
Con fecha 9 de diciembre de 1920, se fija en ocho horas diarias
el trabajo normal que puede exigirse a los jornaleros, artesanos
y demás trabajadores de las fincas, talleres y otras empresas
similares.
Con fecha 11 de enero de 1921, se declara que la Hora Oficial de la
República será la del huso horario No XVIII o sea la hora, tiempo
medio, del meridiano 90 al oeste de Greenwich. La Hora Oficial
se contará de 0 horas a 24 horas, a partir de la media noche del
15 de enero.
Por decreto de fecha 11 de noviembre de 1921, se prohíbe
la entrada de menores de edad a lugares públicos y se dictan
medidas que garanticen la protección de la moral y de las buenas
costumbres.
El 31 de agosto de 1922 se emite la Ley de Juegos.
El 2 de octubre de 1922 se emite la Ley de Seguros.
El 16 de agosto de 1923 se decreta que el llano de Mata Redonda
de la provincia de San José, conocido como La Sabana, no podrá
arrendarse ni destinarse a usos distintos que los de expansión y
solaz de sus visitantes.
A partir del 14 de agosto de 1923, queda prohibida toda
excavación por particulares de los depósitos o huacas de objetos

J E R A
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de oro, barrio o piedra de elaboración indígena que en lo sucesivo
se descubran o no hayan sido excavadas aún, en todo o en parte.
El 27 de diciembre de 1923, se emite la Ley de Jubilaciones
y Pensiones a Empleados de Correos y la Ley de Subsidios,
Jubilaciones y Pensiones para los Empleados de Telégrafos y
Teléfonos Nacionales.
Durante este mandato se crearon los cantones de Turrubares (30
julio 1920) y de Tilarán (21 agosto 1923) y se otorgó el título de
ciudad a las villas de Escazú (26 mayo 1920), Guadalupe y Aserrí
(10 agosto 1920), Orotina (5 mayo 1921), Cañas y Las Juntas de
Abangares (1º junio 1921).
Hacienda
Por decreto de 26 de mayo de 1920, se establece una Comisión
de Reclamos encargada de recibir todas las exigencias pendientes
o que en lo sucesivo se presenten, por daños a la propiedad,
indemnizaciones, atropellos o cualquiera otro conflicto legal
de que se derive responsabilidad para el gobierno, durante la
crisis política y económica que sufrió el país. Asimismo, por los
daños causados por las multitudes al iniciarse y desarrollarse el
movimiento de reacción contra la dictadura.
El 30 de junio de 1920 es creado un Consejo de Hacienda Pública
para que estudie los problemas económicos, defina la situación
del Banco Internacional de Costa Rica y aconseje la conducta a
seguir al terminar en 1921, la moratoria concedida a los bancos
para el canje de sus billetes por oro.
El 15 de julio de 1921 se retira la facultad de emisión de billetes
otorgada a los bancos particulares y se unifican las distintas clases
de billetes, facultando al Banco Internacional de Costa Rica para
ampliar su emisión para sustituir los billetes del Banco Comercial
y los billetes plata.
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
E C A
El 10 de octubre de 1922 se establece una sección en el Banco
Internacional de Costa Rica con el nombre de Caja de Conversión.
Se fija en 4 colones por un dólar el cambio oficial.
El 24 de noviembre de 1922 se establece el impuesto de patente
comercial nacional que pagaran todos los establecimientos
comerciales e industriales.
Se determina que la administración de rentas pasa al Banco
Internacional de Costa Rica quien actuará como Tesorería
Principal Nacional.
El 29 de agosto de 1923 se emite la Ley de Hacienda Municipal.
El 10 de setiembre de 1923 se emite la Ley de Resguardos de
Hacienda.
Los años de 1922 y 1923 cerraron con superávit. Las rentas
superaron a los gastos del Poder Ejecutivo.
Seguridad
Por decreto del 3 de agosto de 1922 y, tomando en consideración
que la denominación de Secretaría de Estado en el despacho
de Guerra y Marina, no armoniza con la índole del pueblo
costarricense, ni con la tendencia de las sociedades modernas de
eliminar todo procedimiento belicoso al dirimir sus diferencias,
ni concuerda, en punto a Marina, con la esencia efectiva del país
en particular ni con lo que el mismo representa, se le cambia
el nombre por el de Secretaría de Estado en el despacho de
Seguridad Pública.
El 17 de abril de 1923 se crea el Cuerpo de Agentes de Investigación
cuyo jefe inmediato será su director general, con jurisdicción en
todo el territorio de la República.
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E C A
Educación
El 22 de julio de 1920 se declaran como días de fiesta nacional
escolar el 14 de julio en conmemoración de la toma de la Bastilla,
y el 24 de julio natalicio del libertador Simón Bolívar.
El 15 de agosto de 1920 se emite Ley Orgánica del Personal
Docente que estableció rentas públicas para el fondo de pensiones
resguardadas en última instancia por el Código Penal.
El 17 de setiembre de 1920 se crea un fondo de pensiones dedicado
a los operarios pertenecientes al ramo de las artes gráficas.
El 24 de diciembre de 1920 se funda la Institución de Socorro
Mutuo del Personal Docente, que en el año de 1995 se le cambia
de nombre por Sociedad de Seguros de Vida del Magisterio
Nacional.
El 24 de junio de 1922 se crea un Centro de Pedagogía Experimental
que se denominará Oficina de Investigaciones Pedagógicas.
Mediante decreto de fecha 2 de agosto de 1922, y tomando en
consideración que el nombre de Secretaría de Estado en el
despacho de Instrucción Pública, no abarca todas las funciones
que a ella están encomendadas ni la finalidad de las mismas, se le
cambia el nombre por el de Secretaría de Estado en el despacho
de Educación Pública.
El 11 de agosto de 1922 se suprimen las inspecciones escolares de
circuito y se crea en cada provincia una Inspección de Escuelas.
Se acuerda erigir monumentos al primer jefe de Estado don Juan
Mora Fernández, al obispo monseñor Bernardo Augusto Thiel, al
libertador Simón Bolívar, y a la reina Isabel de Castilla.
El 21 de setiembre de 1923 se reforma el artículo 2º de la Ley
General de Educación Común de 1886, para que de ahora en
adelante la enseñanza primaria sea gratuita y obligatoria para
todo niño de 8 a 15 años de edad, residente en la República.
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E C A
El 11 de setiembre de 1923 se emite la Ley de Jubilaciones y
Pensiones para Maestros y Profesores
Justicia
El 21 de enero de 1921 se decreta que todo funcionario o
empleado del Poder Judicial gozará del derecho de 15 días de
vacaciones al año.
El 30 de setiembre de 1922 se emite la nueva Ley de Hábeas
Corpus.
El 23 de abril de 1924 se aplica un fondo a la fundación de un
asilo para corrección de menores varones y otro de corrección de
menores mujeres.
Fomento
El 13 de setiembre de 1920 son creadas las Juntas Agrícolas como
derivación de las Municipalidades, y se determina que habrá una
junta por cada cantón de la República.
El 9 de octubre de 1920 se da el nombre de Plaza España al llamado
Parque de la Concordia, frente a la Fábrica Nacional de Licores, el
cual es inaugurado el Día de la Raza (12 de octubre).
El 3 de mayo de 1921 el gobierno delega la dirección, administración
y manejo del Ferrocarril al Pacífico en un Consejo Administrativo,
el cual será independiente en el desempeño de sus funciones.
El Consejo nombra un administrador del ferrocarril quien es el
funcionario ejecutivo de mayor rango. De primer administrador
se nombra al expresidente de la República don Rafael Yglesias
Castro.
El 24 de julio de 1921 es inaugurado el Parque Bolívar al norte de
la ciudad.
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El 8 de agosto de 1921 se declaran reservados los baldíos nacionales
para los efectos de la explotación de maderas en sus bosques.
Con fecha 24 de agosto de 1921 se determina que la construcción,
reparación, mantenimiento y apertura de los caminos públicos
corresponde a todas las municipalidades. Para tal efecto, en cada
cantón habrá una Junta Principal de Caminos.
Con fecha 23 de mayo de 1922, se dicta la ley de inquilinato y
construcción que obliga a mantener los alquileres que regían en
1920; se libera de todo impuesto las casas que se construyeran
dentro de dos años que no excediera su valor en diez mil colones;
se estableció un impuesto para crear una renta que respaldara un
empréstito para la construcción de casas y de escuelas.
El 11 de octubre de 1922 se acuerdan incentivos, exenciones y
premios durante veinte años a los agricultores que cultiven café
en la provincia de Guanacaste
El 3 de marzo de 1923 se designa con el nombre de Plaza González
Víquez a una plaza al sur de la ciudad.
Salud
El 21 de julio de 1920 se crean las Juntas Sanitarias Patrióticas
encargadas de velar por el saneamiento de todas y cada una de las
poblaciones de la República, y se establece que sea nombrada por
lo menos una junta en cada cantón.
El 2 de diciembre de 1920 se crean las primeras clínicas prenatales
e infantiles consideradas como la base de la salud pública, ya que
con ellas se establece la protección del ser humano desde su
concepción.
El 11 de agosto de 1921 son creadas en la Facultad de Medicina,
las Secciones de Esteopatía y Homeopatía y se permite el ejercicio
de su profesión en Costa Rica a los homeópatas y osteópatas,
previa comprobación de títulos académicos.
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Por decreto de fecha 12 de julio de 1922 es creada la Subsecretaría
de Policía, para la atención exclusiva de los negocios inherentes
a la higiene y salud públicas y, con el encargo de las resoluciones
que dentro de estos mismos negocios se hicieren necesarias, así
como la emisión de reglamentos pertinentes para la organización
y despacho de aquellos negocios. Como subsecretario fue
nombrado el doctor Solón Núñez Frutos.
El 24 de febrero de 1923 de emite la Ley de Servicio de Asistencia
Pública que establece el servicio de asistencia pública para el
tratamiento de las personas atacadas de enfermedades de la
sangre y de la piel, de origen específico. Dicho servicio comprende
una clínica principal en la ciudad de San José y clínicas auxiliares
en cada una de las capitales de provincia.
Con fecha 12 de marzo de 1923 se emite la Ley sobre Protección
de la Salud Pública
Con fecha 11 de mayo de 1923 son creadas la Inspección de Aguas
en cada cantón de la República.
El 28 de julio de 1923 se crea la Escuela de Cirugía Dental para
la preparación de profesionales dentistas conforme a los más
avanzados conocimientos, métodos y prácticas.
Comunicaciones
Con fecha 22 de junio de 1921 el gobierno suscribe un contrato
con la firma All American Cables, para dotar al país de un sistema
cablegráfico que permitiría conectar los puertos del país con
los cables internacionales que poseía esa compañía e instalar en
tierra estaciones telegráficas para conectarse con dichos cables.
Ello permitió el enlace con otras naciones, en especial con los
principales mercados de exportación y los centros proveedores
de productos importados, a un costo relativamente bajo. El
presidente Acosta dio su aval el 9 de agosto de ese año y por fin,
Costa Rica pudo contar con su propio servicio cablegráfico que
por años se había gestionado sin dar resultados, inaugurándose el
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1 de julio de 1922, con un intercambio de cablegramas entre don
Julio y su homólogo estadounidense Warren G. Harding.
El 8 de setiembre de 1923 se autoriza invertir en una instalación
radio-telegráfica reiterando la declaratoria de monopolio estatal
de la telegraf ía y telefonía inalámbricas, firmándose para ello dos
contratos que establecieron la comunicación radiográfica con el
exterior y la cablegráfica directa.
El 8 de setiembre de 1923 se autoriza la instalación en La Sabana
de la estación radiográfica obsequiada por el gobierno mexicano
en las condiciones más apropiadas para no estorbar el objeto a
que fue destinado ese terreno.
Tierras y Colonias
Se concedió a cien familias la explotación de la finca La Mansión
en el Guanacaste, por el término de veinte años: se donaron diez
mil hectáreas para el cultivo de cabuya en la misma provincia; se
autoriza el derecho de denunciar cinco mil hectáreas para formar
una colonia que se dedique al cultivo de la caña, el cacao y el
banano; se destinan dos mil hectáreas en Toro Amarillo para jefes
de familia pobres.
Con fecha 17 de setiembre de 1923 considerando que es
conveniente fomentar el establecimiento de familias costarricenses
en la región fronteriza del Sur hacia el Pacífico, se acuerda que
todo costarricense mayor de 18 años que se establezca en esa
región, tendrá derecho a una parcela de cincuenta hectáreas que
se le será adjudicada gratuitamente de acuerdo a las condiciones
que se establecen en la ley.
Condecoraciones
Durante su gestión presidencial fue condecorado con la Orden del
Sol del Perú; Orden de la Corona de Bélgica, Orden de la Legión
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E C A
de Honor de Francia, Orden de Honor y Mérito de la Cruz Roja
de Cuba, Real Orden de Isabel la Católica de España y la Orden
de San Gregorio Magno de la Santa Sede.
En el último mensaje que rinde don Julio al Congreso
Constitucional el 1 de mayo de 1924, expresa que:
“Las armas que el Pueblo de Costa Rica puso en mis
manos, ahí las dejo limpias de dolo y relucientes
de honra, tal como las recibí. Jamás fueron usadas
contra el derecho; jamás fueron esgrimidas para
oprimir a un solo habitante de la República, y solo
pido a Dios que así continúen en los almacenes
militares, destinadas únicamente a cumplir la
justicia y a garantizar la libertad”
El 8 de mayo siguiente, al entregar el Poder manifiesta que:
“Hace hoy cuatro años que vine ante vosotros a
prestar el juramento más solemne de mi vida. No
sé si lo cumplí. Lo diréis vosotros. Lo dirá el país,
cuando la paz de las almas haya recobrado su
imperio, cuando tornemos a mirarnos unos a otros
con ojos fraternales, cuando se hayan evaporado las
amarguras que perturban ahora los corazones. Yo
puse en el propósito todas las fuerzas de mi alma.
No vengo ahora a hablaros de mis actos, ni los
examino, ni los analizo. Ellos están a la vista de
todos. Nada queda en los escondrijos ni en las
sombras.
Quizás fui áspero, inflexible o rudo en ocasiones;
pero me guió la propensión a colocarme en planos
superiores, para elevar hasta ellos el nivel moral de
mi pueblo.
Con la Iglesia fui benigno y pío, porque ella
representa la religión de mi pueblo y como tal está
consagrada en la Carta Magna de la República. Con
las demás creencias fui benévolo y tolerante, porque
la libertad del espíritu es la más sagrada de todas
las del mundo.

J E R A
E C A
No adulé nunca a los individuos ni a las
muchedumbres, ni les dije cosas que no sentía mi
corazón.
Mi deber y mi deseo, me traen ahora inerme, sereno
y solo ante vuestra presencia.
Os saludo conmovido y os digo adiós.
Os entrego el depósito que el pueblo de Costa Rica
me confió, y como al recibirlo acepté sus dolores
inherentes y la honra que confiere, por una cosa y
por otra estoy agradecido a mis conciudadanos,
porque ambas cosas son dignas de un varón que
ama la República.”
J E R A

E C A
C VII
E 
Una vez finalizado su período de gobierno, espera un año
en San José y luego viaja a Europa y representa a la Cruz Roja
Costarricense ante el Comité Internacional de la Cruz Roja en
Ginebra, Suiza.
Don Julio reside en París cuando es invitado a una recepción
en el Club Militar Inter-Aliado pero dejemos que nos cuente al
respecto el doctor Mario Luján Fernández:
“………En el resplandor de aquellos imperiales
salones, figuraban con luz propia los héroes
militares: Petain, Foch, Mangin y también los
grandes hombres civiles en cuyas manos estaban
los destinos de la paz: Poincare, Millerand, y otros
más. La espada y el derecho. La fuerza y la razón
unidas en aquellos gigantes para preservar el
inmortal del hombre. Fueron invitados muchos
latinoamericanos y algunos costarricenses: don Julio
Acosta, don Federico Tinoco, don Manuel María
de Peralta, don José Joaquín Peralta Esquivel y el
que esto relata........... Esa noche memorable dos
señores se acercaron uno al otro: el caído Federico
Tinoco Granados. El vencedor Julio Acosta García.

J E R A
E C A
Se miraron como caballeros y pensaron en su lejana
pequeña patria. Yo vi entonces el apretón de manos,
manos de dos costarricenses sellando como un
símbolo la fraternidad de nuestro diminuto pueblo.
El caído nada reclamó al vencedor. El vencedor supo
ser grande en ese instante supremo histórico en la
vida de nuestra Costa Rica. Don Federico Tinoco
sabía que podía tener confianza porque las manos
de don Julio Acosta eran manos de fraternidad,
limpias y claras ante la justicia de los hombres,…….”
Regresa a Costa Rica en 1927 y asume el cargo de presidente de la
Cruz Roja Costarricense para el cual fue electo por la Asamblea
Nacional de esa institución.
Es precisamente en ese año de 1927 que comienzan a aparecer
en el periódico La Tribuna varios artículos firmados por un tal
Eufrasio Méndez.
La Tribuna en su edición del 31 de agosto de 1927 en su página
editorial se expresa que,
“Desde hace varias semanas viene siendo nuestro
colaborador Eufrasio Méndez, pseudónimo, bajo
el cual esconde su brillante pluma un escritor
costarricense. Y viene siendo nuestro colaborador
incógnito y desinteresado. Se trata de un hombre
que no busca ni la gloria literaria, ni persigue un
fin político o comercial. Escribe al margen de los
acontecimientos, sean cuales fueren ellos. Y al
escribir lo hace sin pasiones y sin prejuicios. Se coloca
en la enorme cima del periodismo, desde donde
todo debe verse iluminado por el sol meridiano, y
con ojo clarividente y justo, diluye en fácil prosa y
elegante modo, sus comentarios llenos de sabiduría
y de conciencia. ¿Quién es Eufrasio Méndez? He allí
el misterio. El público ha venido a preguntarnos
muchas veces el nombre verdadero de la persona que
bajo ese pseudónimo escribe crónicas tan hermosas.
Pero nosotros, no hemos podido responder a ellos.
J E R A

E C A
Nosotros mismos no hemos intentado averiguarlo. En
sobre cerrado y misterioso nos llegan estos artículos
que publicamos en preferente sitio. Lo único que
sabemos es que el corazón que impulsa estos escritos
está colocado bajo la coraza de un noble pecho, y
que el cerebro que los forma se alimenta en fuentes
claras y serenas, y está libre de las taras del odio y de
la maledicencia. Eso nos basta.”
Y así pasa un año. Hasta que un día una indiscreción revela que el
escritor es don Julio Acosta. Y Eufrasio Méndez desaparece para
siempre.
En 1929 es nombrado miembro de la directiva del Crédito
Hipotecario de Costa Rica y, en 1932, es electo diputado al
Congreso Constitucional por la provincia de San José para
el período 1932-1936. En el Congreso forma parte de las
Comisiones de Relaciones Exteriores, de Hacienda y Comercio y
de Presupuesto.
Es electo segundo designado para el período 1932-1936. Hay
que recordar que el primer designado es don Ricardo Jiménez
Oreamuno, quien ejerce el mando por todo el período como
presidente Constitucional.
En febrero de 1935 acepta lanzar su nombre como candidato
a la Presidencia de la República por el Parido Unión Nacional,
pero tres meses después retira su nombre de la contienda
convencido de que no le es dable realizar la unión nacional que
inspiró la formación de su partido, y devoto como es del principio
democrático de que sea directamente el pueblo el que elija a sus
mandatarios, no puede consentir que su persona sea elemento
disociador de los costarricenses.
Una vez terminado su período como diputado en 1936, asume
el cargo de miembro de la Junta de Control de Cambios y
Exportación de Productos del Banco Nacional de Costa Rica
y, dos años después, es electo de nuevo diputado al Congreso
Constitucional para el período 1938-1942, cargo al que renuncia

J E R A
E C A
en 1941 para asumir el puesto de director del Servicio Nacional
de Electricidad.
En 1940 es nombrado presidente honorario del Comité Central
Pro General de Gaulle.
En enero de 1942 asume el cargo de primer gerente de la Caja
Costarricense de Seguro Social y en febrero el de presidente de la
Junta Nacional de Defensa Civil, cargos a los cuales renuncia en
mayo de 1944.
J E R A

E C A
C VIII
D  
El 8 de mayo de 1944 el presidente de la República, licenciado don
Teodoro Picado Michalski, nombra a don Julio como secretario
de Estado en el despacho de Relaciones Exteriores, Justicia Gracia
y Culto. Don Julio será el titular del despacho hasta el 23 de abril
de 1948.
En ausencia del canciller se encargan de la secretaría el titular
de Hacienda y Comercio don Álvaro Bonilla Lara (febreromarzo 1945) (setiembre-diciembre 1947) (enero-abril 1948), el
secretario de Gobernación y Policía don Fernando Soto Harrison
(abril-junio 1945), y don Ricardo Fournier Quirós con el rango de
subsecretario de Estado (mayo-setiembre 1947) (diciembre-enero
1948).
Durante la mayor parte de la administración no hubo subsecretario
de Estado. A don Ricardo Fournier Quirós se le nombró en el
cargo cada vez que estuvo encargado del despacho. De enero a
abril de 1948 se invistió como subsecretario a don Román Jugo
Lamicq.
Al asumir la Cancillería, don Julio es el segundo expresidente de
la República que ejerce este cargo. El primero fue el doctor José
María Castro Madriz.

J E R A
E C A
La II Guerra Mundial
Como dato curioso, es de hacer notar que a don Julio le tocó
ejercer el cargo de canciller durante la I y II Guerra Mundial.
Cuando don Julio asume la Cancillería en 1944, Costa Rica se
encontraba en estado de guerra con Alemania, Italia y Japón.
Relaciones diplomáticas
En mayo de 1944, se formalizan las relaciones diplomáticas con la
Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
El 16 de octubre de 1944, Costa Rica reconoce el gobierno
provisional instaurado en París por el general Charles De Gaulle.
En diciembre del mismo año ,se recibe la visita del general Ary Le
Dantec, enviado por De Gaulle a expresar la gratitud francesa a
los países de América Latina que habían apoyado su causa.
En noviembre de 1944, el gobierno decide clausurar la Legación
en España, única misión diplomática de Costa Rica que seguía
funcionando en Europa, debido a las circunstancias creadas
por la guerra mundial y la dificultad de atenderla debidamente.
Sin embargo, las relaciones diplomáticas entre ambos países se
mantuvieron sin interrupción.
El 21 de marzo de 1945, el Congreso Constitucional solicita al
Poder Ejecutivo que rompa las relaciones diplomáticas con la
España franquista. Durante la Conferencia de San Francisco,
México mocionó para que se excluyese a España de las Naciones
Unidas, manifestando el canciller Acosta que el Gobierno de
Costa Rica mantenía una imparcialidad absoluta ante el problema
español. En setiembre del mismo año, el Gobierno de Guatemala
propuso que se reconociese el gobierno de la república española
en el exilio. Con base en el principio de no intervención, el
canciller Acosta se expresó en contra de tal posibilidad.
J E R A

E C A
En 1945-1946 se reanudan las relaciones diplomáticas con Bélgica,
Checoslovaquia, Dinamarca, Noruega, Países Bajos y Polonia
suspendidas de hecho desde la invasión alemana a esos países.
En noviembre de 1945 se restablece la Legación en la Gran
Bretaña y se nombra al licenciado Fernando Soto Harrison como
ministro plenipotenciario.
En abril de 1946 se restablece la Legación ante el Vaticano
nombrando como ministro plenipotenciario al príncipe Giulio
Pacelli, sobrino del Papa Pio XII.
Se establecen relaciones con la Unión Sudafricana y con Filipinas,
y se restablece el Consulado General en Viena, Austria.
Partición de Palestina
En abril de 1947, se creó la Comisión Especial de las Naciones
Unidas para Palestina, territorio que se encontraba bajo mandato
de la Gran Bretaña. En agosto de ese año la Comisión Especial
recomendó la terminación de la administración británica y
propuso dos posibles planes para el futuro del territorio. El
primero de ellos, apoyado por la mayoría de los integrantes de
la Comisión, sugería dividir Palestina en dos Estados, uno árabe
y otro judío y convertir a la ciudad de Jerusalén en un corpus
separatum bajo administración internacional. El segundo plan
proponía establecer en Palestina un Estado federal, integrado por
una entidad árabe y otra judía, con Jerusalén como capital.
Las comunidades judías de Palestina y otros países apoyaron
entusiastamente el plan de partición, que fue rechazado por los
árabes palestinos y los Estados árabes miembros de las Naciones
Unidas.
En octubre de 1947, el gobierno costarricense anunció que votaría
en concordancia con los Estados Unidos de América y, el 29 de
noviembre, al discutirse el asunto en la Asamblea General, el plan
de partición fue apoyado por Costa Rica.

J E R A
E C A
La Conferencia de Chapultepec
En enero de 1945, don Julio preside la delegación de Costa
Rica a la Conferencia sobre Problemas de la Guerra y de la Paz,
convocada por el gobierno de México, la cual se celebra en el
Palacio de Chapultepec. Los demás delegados lo escogen para
contestar el discurso de bienvenida del canciller mexicano don
Ezequiel Padilla. Esta reunión fue altamente importante, pues de
ahí salieron las propuestas latinoamericanas para la modificación
del proyecto de organización internacional de Dumbarton Oaks,
una de las cuales se reflejó en la redacción final de la Carta de
las Naciones Unidas. En ella se discutió también el concepto de
seguridad colectiva regional, que desembocó dos años más tarde
en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR o
Tratado de Río) de 1947, adoptado durante la Conferencia
Interamericana para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad
Continental.
La Conferencia de San Francisco
De agosto a octubre de 1944, representantes de los Estados
Unidos, Francia, Gran Bretaña y la Unión Soviética, se reunieron
en Dumbarton Oaks con miras a planear la creación de una nueva
organización internacional que garantizase la paz y la seguridad
mundiales en el mundo de la posguerra.
En setiembre de 1844, el secretario de Estado norteamericano
señor Cordell Hull, puso los planes acordados en las conferencias
en conocimiento de las misiones diplomáticas de los demás
países aliados, con el fin de escuchar las observaciones y
recomendaciones de sus gobiernos sobre el anteproyecto de carta
de la futura organización mundial, que debía discutirse en una
conferencia en San Francisco de California a partir de abril de
1945.
La Cancillería costarricense formuló una serie de posibles
variaciones al texto propuesto que en su mayoría no tuvieron
eco. Una de las tesis de Costa Rica, compartida por Brasil, Chile,
J E R A

E C A
Guatemala, Panamá, Uruguay y Venezuela, era la de utilizar
en el plan a la Sociedad de las Naciones, que todavía existía
nominalmente. Además nuestro país sugirió que en el proyectado
Consejo de Seguridad las decisiones se tomasen por dos tercios
de votos y que el país al que se acusase de agresor no pudiese
votar en ese órgano, aunque sí participar en las deliberaciones
sobre su caso. Otras observaciones de Costa Rica expresaban
su interés en dar a la organización un carácter universal y su
convencimiento de la necesidad de que la jurisdicción de las
Naciones Unidas comprendiese todas las cuestiones que pusiesen
suscitarse entre los Estados, aún lo de orden político. En cuanto
a las aspectos orgánicos, Costa Rica manifestó que, en su criterio
debían ampliarse las facultades de la Asamblea General, dar
representación permanente en el Consejo de Seguridad a otros
países americanos además de los Estados Unidos, establecer la
obligación de los Estados miembros de cesar en la violencia a
requerimiento del mismo Consejo, prohibir el ejercicio del voto
al país que fuese parte de un conflicto y crear, adicionalmente
a la Corte Internacional de Justicia, tribunales regionales que
facilitasen la intervención y decisión judiciales entre los Estados.
En abril de 1945, se celebró en Washington una reunión de juristas
para discutir el proyecto de Estatuto de la Corte Internacional de
Justicia que debía se aprobada en la Conferencia de San Francisco.
Costa Rica estuvo representada por el jurista nicaragüense don
Luis Debayle. En la misma fecha, Costa Rica aceptó oficialmente
la invitación de los Estados Unidos para asistir a una conferencia
en San Francisco de California con el fin de discutir la Carta de
las Naciones Unidas y los demás instrumentos constitutivos de la
Organización. La delegación de Costa Rica fue encabezada por el
canciller Acosta García a quien le correspondió firmar, por Costa
Rica, la Carta de las Naciones Unidas y el Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia.
La Conferencia de Rio de Janeiro
El 2 de enero de 1946, los Estados Unidos proponen a los países
iberoamericanos, con la excepción de la República Argentina, la

J E R A
E C A
celebración de un tratado interamericano de defensa. Después de
numerosas dilaciones, el 16 de agosto de 1947 se inicia en Rio de
Janeiro la Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de
la Paz en el Continente, en la cual se dispone el establecimiento de
un sistema interamericano de seguridad colectiva. La delegación
de Costa Rica a esa reunión la encabeza el excanciller don Luis
Anderson Morúa. En la conferencia de Río se suscribió el Tratado
Interamericano de Asistencia Reciproca, que Costa Rica ratifica
en diciembre de 1948.
Visitas oficiales
En marzo de 1945 visita Costa Rica el canciller de la República de
Chile, don Joaquín Fernández Fernández quien se entrevistó con
el presidente Picado y el canciller Acosta, habiendo sido recibido
también por el Congreso Constitucional en donde pronunció un
discurso.
En abril de 1945 visitó Costa Rica el expresidente de Panamá, don
Ricardo J. Alfaro, delegado de la Administración de Socorro y
Rehabilitación de las Naciones Unidas, con el fin de concertar con
las autoridades nacionales el apoyo de nuestro país a esa entidad.
En diciembre del mismo año el Congreso Constitucional facultó
al Poder Ejecutivo para efectuar la adhesión de Costra Rica al
convenio constitutivo de la Administración.
En noviembre de 1945 se efectuó la visita a Costa Rica del doctor
Juan Antonio Ríos Morales, presidente de Chile quien fue recibido
en sesión solemne en el Congreso Constitucional. Se entrevistó
con el presidente Picado y el canciller Acosta así como con los
demás miembros de los supremos poderes. Participó en varios
actos protocolarios y se bautizó con su nombre la plaza frente al
edificio del aeropuerto de La Sabana.
En octubre de 1946, el secretario general adjunto de las Naciones
Unidas, señor Benjamín Cohen, realiza una visita a Costa Rica
con el propósito de discutir asuntos relacionados con la Asamblea
J E R A

E C A
General de la organización. Durante su estadía en San José es
recibido por el presidente Picado y el canciller Acosta.
En enero de 1947, como parte de una gira para divulgar los fines
y modo de laborar de las Naciones Unidas y conocer los aspectos
geográficos y características especiales de todos sus miembros,
se recibe la visita del secretario general de las Naciones Unidas
señor Trygve Lie y del secretario general adjunto señor Benjamín
Cohen.
En marzo de 1947, acogiendo invitación que le formula el
Gobierno de Costa Rica, se recibe la visita del presidente electo de
Nicaragua doctor Leonardo Argüello Barreto quien se entrevista
con el presidente Picado Michalski y el canciller Acosta García y
en sus declaraciones a la prensa expresa su intención de promover
un acercamiento más estrecho entre Costa Rica y Nicaragua.
A la toma de posesión del doctor Argüello Barreto el 1º de mayo de
1947, el Gobierno de Costa Rica envió una numerosa delegación
encabezada por el general don René Picado Michalski, segundo
designado a la Presidencia y secretario de Seguridad Pública (el
presidente Argüello permanece en la presidencia hasta el día 20
en que es destituido).
En enero de 1948 visitó San José el canciller del Ecuador don
Antonio Parra Velasco
El Servicio diplomático
Una de las principales preocupaciones de la administración
Picado Michalski, fue la emisión de la ley de la carrera consular.
Esta ley constituyó el primer esfuerzo normativo exitoso
efectuado en la historia nacional para dotar al país de un cuerpo
consular profesional y estable. El proyecto de ley, iniciativa del
Poder Ejecutivo, fue presentado en diciembre de 1945 al Congreso
Constitucional y este, por amplia mayoría, acordó concederle
dispensa de trámites. A propuesta del diputado don Víctor
Manuel Elizondo, el texto original del proyecto fue modificado

J E R A
E C A
para disponer que se diese preferencia a los graduados en
Derecho en el ingreso a la carrera consular y para que pudiesen
incorporarse a ella los funcionarios que tuvieran cierto número
de años de servicio. El proyecto fue aprobado por el Congreso
el 22 de diciembre de 1945 y el 4 de enero de 1946 por el Poder
Ejecutivo.
Mediante decreto del 7 de octubre de 1946 se emite el Reglamento
a la Ley de la Carrera Consular, en el cual se establece, entre otras
cosas, el procedimiento para el ingreso al servicio, mediante una
serie de exámenes escritos y orales.
Mediante un decreto de fecha 2 de diciembre de 1947, se dispuso
cuáles de los funcionarios consulares que se encontraban
entonces en servicio quedaban incorporados a la carrera consular.
Estos funcionarios, en número de doce, fueron los primeros en
la historia nacional que pertenecieron a un servicio exterior de
carrera.
Las primeras mujeres en el Servicio Exterior
Es en esta administración que se efectúan los primeros
nombramientos de mujeres en cargos diplomáticos y consulares,
aunque en forma honoraria. En julio de 1944 se nombra cónsul de
Costa Rica en Hartsville, Carolina del Sur a la señora doña Rosa
Riba Muñoz. A este nombramiento le siguieron don Ángela Araya
Rivera como vicecónsul en Puerto Armuelles, Panamá, doña
Margarita de Dobles Segreda y doña Lottie Taurel de González
como agregadas culturales en los Estados Unidos de América y
miss Billie Heathman como vicecónsul en Seattle, Washington.
Doña Olga Echeverría fue designada asesora cultural del
Consulado General en Nueva York.
En julio de 1946 es creada una Legación residente en Portugal y
se nombra a doña Ofelia Rodríguez Quirós como encargado de
Negocios ad ínterin, siendo la primera mujer costarricense que
estuvo al frente de una misión diplomática. En agosto del mismo
año es nombrada doña María Fernández Le Capellain de Tinoco
J E R A

E C A
como representante de Costa Rica en la Primera Conferencia
Internacional de Arqueólogos de los Países del Caribe, celebrada
en Honduras.
En junio de 1946 Costa Rica es elegida en las Naciones Unidas para
formar parte de la Comisión de la Condición de la Mujer, que fue
establecida por el Consejo Económico y Social de la organización.
En febrero de 1947 se nombra como delegadas propietaria y
suplente ante la mencionada Comisión a doña Graciela Morales
de Echeverría y a doña María Luisa Bengoechea de Mendiola.
Tratados y convenios
En junio de 1944 se ratifica la Convención Constitutiva del
Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, suscrita en
Washington el 15 de enero de 1944.
En agosto de 1946 se ratifica la Convención Interamericana para
Reglamentación del Tráfico Automotor, suscrita en Washington
el 15 de diciembre de 1943.
El 15 de setiembre de 1946, el canciller Acosta y su colega
salvadoreño don Héctor Escobar Serrano suscriben en San
Salvador un convenio para crear una tarjeta centroamericana
de migración y eliminar pasaportes y visaciones entre Costa
Rica y El Salvador. El convenio fue aprobado por el Congreso
Constitucional en noviembre del mismo año.
El 11 de abril de 1947 el canciller Acosta y el enviado de
Guatemala, don Arturo Herbruger, suscriben en San José un
convenio para crear una tarjeta centroamericana de migración y
eliminar pasaportes y visaciones entre ambos países. El convenio
fue aprobado por el Congreso Constitucional en agosto siguiente
y se efectuó el canje de ratificación a fines del mes.

J E R A
E C A
10.- Conferencias y reuniones
Además de las ya mencionadas, durante este período, Costa
Rica participó en las siguientes reuniones:
II Congreso Panamericano de Geograf ía y Cartograf ía, Rio
de Janeiro, agosto de 1944.
Conferencia Interamericana de Aviación, Washington,
noviembre de 1944.
I Congreso de la Federación Interamericana de Autores y
Compositores, La Habana, enero de 1945.
III Conferencia Interamericana de Agricultura, Caracas,
julio de 1945
IV Conferencia Panamericana del Café, México, setiembre
de 1945
II Congreso Panamericano de Oftalmología, Montevideo,
noviembre de 1945
Congreso para la Redacción de un nuevo Código Sanitario
Panamericano, Washington, noviembre de 1945.
IV Asamblea General del Instituto Panamericano de
Geograf ía e Historia, Caracas, noviembre de 1945.
V Congreso Iberoamericano de Maestros, México, mayo de
1946.
Conferencia Interamericana de Superintendentes de
Cooperativas, Bogotá, junio de 1946.
Conferencia Internacional de Arqueólogos de los Países del
Caribe, Tegucigalpa, agosto de 1946.
J E R A

E C A
I Congreso Interamericano de Medicina, Rio de Janeiro,
setiembre de 1946.
II Congreso Internacional de Bibliotecarios, Archiveros y
Conservadores de Museos de la Zona del Caribe, Guatemala,
setiembre de 1946.
II Conferencia Panamericana de Lepra, Rio de Janeiro,
octubre de 1946.
II Congreso Panamericano de Educación Física, México,
octubre de 1946.
I Congreso Médico Social, La Habana, diciembre de 1936.
Congreso Anual de la Sociedad de Ingenieros Agrícolas
Americanos, Biloxi, Mississippi, enero de 1947.
XII Conferencia Sanitaria Panamericana, Caracas, enero de 1947.
Conferencia de Ministros de Agricultura de México y
Centroamérica, San Salvador, febrero de 1947.
VI Congreso Panamericano de Arquitectos, Lima, octubre
de 1947.
Congreso Interamericano de Directores de Turismo e
Inmigración, Panamá agosto de 1947.
Reunión del Comité Ejecutivo de la Oficina Sanitaria
Panamericana, Buenos Aires, setiembre de 1947.
Reunión de la Comisión de Historia del Instituto Panamericano
de Geografía e Historia, México octubre de 1947.
VI Congreso Panamericano de Arquitectos, Lima, octubre
de 1947.
Conferencia Mundial de Libertad de Prensa e Información del
Consejo Económico Social de la ONU, Ginebra marzo de 1948.

J E R A
E C A
Honores recibidos
Presidente honorario del Grupo Italia Libre y del Comité ProPalestina de Costa Rica.
Socio honorario de la Sociedad de Geograf ía e Historia de Costa
Rica.
La Asociación Sionista de Costa Rica lo inscribe en el Libro de
Oro de la Fundación Nacional Judía y le entregan un pergamino
en prueba del aprecio que le tienen por su decidido apoyo al
reconocimiento de los derechos del pueblo de Israel por la
Asamblea de las Naciones Unidas.
Durante su gestión al frente de la Cancillería, don Julio es
condecorado con la Orden Al Mérito de Chile, Orden de Carlos
Manuel De Céspedes de Cuba, Orden de Vasco Núñez de Balboa
de Panamá, Orden del Águila Azteca de México, Orden del
Crucero del Sur del Brasil, Orden de Juan Pablo Duarte de la
República Dominicana y Orden de Boyacá de Colombia.
Don Julio sufre un derrame cerebral en mayo de 1947 que le obliga
a hacer abandono del despacho hasta el 20 de abril de 1948 en que
le es aceptada la renuncia.
J E R A

E C A
C IX
L  
Una vez retirado de la vida política, se dedica especialmente a su
familia y a la elaboración de un libro que reúna sus impresiones al
través de los años y el cual titula A Lo Largo del Camino (libro que
al fin se publicó en el año 2011).
Su última actuación política es en 1953, cuando integra el Comité
Ejecutivo del Partido Demócrata que impulsa la candidatura a la
presidencia de don Fernando Castro Cervantes.
En abril de 1954, el canciller don Mario Esquivel Arguedas lo
llama para que forme parte de la Junta Asesora del Ministerio de
Relaciones Exteriores, convocada con motivo de los conflictos
existentes con la República de Nicaragua.
Don Julio asiste a las dos primeras reuniones junto con los
excancilleres don Ricardo Castro Beeche, don Raúl Gurdián Rojas,
y don Fernando Lara Bustamante, así como otros importantes
políticos, y se excusa de las siguientes debido a que enferma
gravemente.
El 28 de mayo de 1954 la Asamblea Legislativa
Benemérito de la Patria, tomando en consideración:

J E R A
lo declara
E C A
“1º.- Que es un deber de la Asamblea Legislativa,
en concepto de Poder representativo de todos los
sectores ciudadanos y como depositaria de la
soberanía nacional, hacer la exaltación justiciera
y al mismo tiempo ejemplar, de aquellos hijos de la
Patria que consagrando su vida al servicio de ella,
han contribuido a hacerla grande en el concierto de
las naciones, no obstante su pequeñez territorial.
2º.- Que en las páginas de la Historia de Costa Rica,
el nombre del ilustre exPresidente de la República,
Don Julio Acosta García, a través del tiempo cada
día relieves más brillantes y gratitud más profunda
en el alma nacional, conforme los costarricenses
han podido apreciar mejor su imperecedera obra
espiritual de gobernante, cuando después de una
etapa de honda división de la familia costarricense,
le correspondió asumir el Poder, desde el cual se
propuso y logró volver a atar lazos fraternales de su
pueblo. 3º Que la obra espiritual –por referirse a los
valores eternos del género humano- es inmortal; y
que sin descuidar lo material, el Gobierno de don
Julio Acosta García se singularizó por el aspecto
moral de la unificación, reconciliación y armonía
del pueblo costarricense, inmortalizando su
nombre al reafirmar esta característica en nuestra
nacionalidad.
4º .Que don Julio Acosta García, además de
su imperecedera gestión administrativa como
gobernante, le ha servido a Costa Rica desde
distintos cargos y como simple ciudadano, en
forma ejemplar y caracterizada por su espíritu
superior, inclusive hasta hace pocos días en que
por su experiencia y patriotismo fue llamado para
formar parte de la Junta Asesora del Ministerio de
Relaciones Exteriores, hasta que serios quebrantos
de salud lo postraron en su lecho de enfermo, a
cuyo lado la Patria vela por su pronto y completo
restablecimiento.”
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La Municipalidad de San Ramón acuerda bautizar con su nombre
la calle que pasa al lado sur del Parque Alberto M. Brenes, colocar
una placa en la casa donde nació y colocar su retrato en la Escuela
Jorge Washington.
Muere en San José el 6 de julio de 1954 a la edad de ochenta y dos
años. El gobierno declara tres días de duelo oficial, y las honras
fúnebres se realizan en la Catedral.
La escuela de Paquera, distrito del cantón central de Puntarenas,
en la península de Nicoya, fue bautizada con el nombre de Julio
Acosta García. También el Instituto de Educación Superior de
San Ramón lleva el nombre de Julio Acosta García.
El 14 de diciembre de 1963 se inauguró un monumento a su
memoria en el Parque Morazán de la ciudad de San José.
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El Canciller Acosta
se terminó de imprimir en el mes de mayo de 2013,
en los talleres gráficos de la Imprenta Nacional.
Su edición consta de 175 ejemplares impresos en papel bond 75 g
con forro de cartulina barnizable tipo C.
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