245292. . Sala Auxiliar. Séptima Época. Semanario Judicial de la Federación. Volumen 193-198, Séptima Parte, Pág. 62. AGRARIO. COMPETENCIA EN MATERIA AGRARIA. Conforme a los artículos 84, fracción I, inciso d), de la Ley de Amparo y 25, fracción I, inciso c), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, en principio, la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia (y, en su caso, la Auxiliar) es competente para conocer del recurso de revisión cuando se reclamen: a) actos en materia agraria de cualquier autoridad, y b) que esos actos afecten a núcleos ejidales o comunales en sus derechos colectivos, o a la pequeña propiedad. De ello se sigue, conforme a la primera condición mencionada, que debe tratarse de "materia agraria". Esto implica, ante todo, que los actos deben emanar, en principio, de alguna de las autoridades señaladas en el artículo 2o. de la Ley Federal de Reforma Agraria. Y, además, que esos actos estén regulados por ellas o debieran haberse fundado en ellas. Para definir la materia agraria para los efectos del amparo, es útil acudir a la fracción I del artículo 212 de la ley, que se refiera a actos que tengan o puedan tener como consecuencia privar de la propiedad o de la posesión y disfrute de sus tierras, aguas, pastos y montes a los ejidos o a los núcleos de población que de hecho y por derecho guarden el estado comunal, o a los ejidatarios y comuneros. Hay actos de autoridades agrarias que podrán ser civiles o laborales; y hay actos de naturaleza administrativa en sentido estricto (no de naturaleza específicamente agraria), como podrían ser actos de regulación municipal, o actos fiscales, que no son agrarios, aunque puedan afectar a un poblado en el disfrute de sus tierras; como puede haber actos civiles o penales que tengan esa consecuencia. Pero también puede ser agrario el asunto, para los efectos de la competencia, y puede afectar los derechos colectivos del núcleo, cuando una autoridad no agraria, en aplicación de una ley no agraria, afecta los derechos del núcleo en cuanto a sus ingresos, o situación fiscal, etcétera, cuando esa autoridad ignora o deja de aplicar la legislación especial agraria sobre la cuestión. Si la materia del acto esta regulada por la ley agraria, y la autoridad no agraria ignora ese hecho, y aplica la legislación general en vez de aplicar la especial que debió haber aplicado, la competencia si corresponderá a la Suprema Corte. Así, por ejemplo, es obvio que se priva colectivamente al núcleo de población del disfrute de sus tierras y montes cuando se gravan sus ganancias en forma contraria a la prevista en la legislación agraria fiscal. Pero cuando los actos que en alguna forma afectan las tierras de un poblado o aquéllas sobre las que un poblado estima tener derechos, no son agrarios sino civiles, penales o administrativos en sentido estricto, no se trata de "materia agraria", ni se surte la competencia de la Suprema Corte conforme al inciso d) de la fracción I del artículo 84 de la Ley de Amparo, y la competencia puede corresponder a un Tribunal Colegiado, según las normas que en las materias diversas de la agraria dividen la competencia entre las Salas de la Suprema Corte y los Tribunales Colegiados. Y si se trata de actos de naturaleza civil, emanados de un Juez Civil y fundados en leyes civiles, la competencia corresponderá, a un Tribunal Colegiado en términos del artículo 85, fracción II, de la Ley de Amparo. Amparo en revisión 5997/81. Ejido de Puerto Vallarta, Jalisco. 19 de junio de 1985. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Guillermo Guzmán Orozco. Secretaria: María Magdalena Córdoba Rojas. Nota: En el Informe de 1985, la tesis aparece bajo el rubro "COMPETENCIA. MATERIA AGRARIA.". -1-