CORTE NACIONAL DE JUSTICIA

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LA REPÙBLICA DEL ECUADOR EN SU NOMBRE Y POR AUTORIDAD DE LA LEY.
PONENCIA DEL DR: JOHNNY AYLUARDO SALCEDO
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- SALA DE LO LABORAL.Quito, 27 de abril de 2012 las 15:00
VISTOS: En el juicio de trabajo seguido por Reynaldo Iván Fuentes Cárdenas en contra del
Banco del Pichincha en la interpuesta persona del Econ. Fernando Pozo Crespo en su calidad de
Gerente General y Representante Legal. La Sala Especializada de lo Civil, Mercantil Inquilinato,
Materias Residuales, Niñez y Adolescencia de la Corte Superior de Justicia Machala dicta
sentencia con fecha 15 de mayo de 2007, reformando la recurrida. ANTECEDENTES:
Insatisfecho con la sentencia expedida por Sala de lo Civil, Mercantil Inquilinato, Materias
Residuales, Niñez y Adolescencia de la Corte Superior de Machala, Fernando Pozo Crespo en su
calidad de Gerente General y Representante Legal interpone recurso de casación, por lo que el
proceso sube a la Corte Suprema de Justicia, con fecha 20 de Agosto de 2007, correspondiéndole
por sorteo, conocer a la Primera Sala de lo Laboral y Social. Fundamenta el recurrente su
inconformidad en las causales primera, tercera y quinta del artículo 3 de la Ley de Casación, con
fecha 20 de febrero de 2008, se acepta mediante auto el recurso interpuesto, el mismo que es
admitido por las causales 1era. y 3era. Y rechazado en cuanto a la causal 5ta. mediante
resolución de 16 de junio de 2008 a las 8h35, la Sala resolvió aceptar en sentencia y casar el
recurso interpuesto por el Banco del Pichincha, declarando la nulidad procesal incluida la
demanda por incompetencia del juez del Trabajo. Ante tal el actor Reynaldo Iván Fuentes
Cárdenas con fecha 20 de agosto de 2009, interpone Acción Extraordinaria de Protección ante la
Corte Constitucional, para que esta disponga la reparación integral de sus irrenunciables e
intangibles, los que fueron extinguidos y desamparados por la sentencia emitida por los Jueces
de la Primera Sala de Corte Suprema de Justicia, y se deje sin efecto dicha resolución. Con fecha
24 de febrero de 2010, la Corte Constitucional avoca conocimiento de la causa, y la Sala de
Admisión, mediante providencia emitida el 25 de enero de 2010 y notificada el 27 del mismo
mes y año, admite la acción jurisdiccional presentada y en virtud del sorteo de ley, le
correspondió conocer a la Primera Sala de Sustanciación de la Corte Constitucional, la que con
fecha 01 de septiembre de 2011, y, en mérito de lo expuesto, declara la vulneración de los
derechos consagrados en los numerales 1 y 7 del literal l) del Art. 76 de la Constitución vigente,
aceptando la acción extraordinaria de protección planteada por el Ing. Reynaldo Iván Fuentes
1
Cárdenas, en contra de la sentencia emitida por la Primera Sala de lo Laboral y Social de la ex
Corte Suprema de Justicia, dejándola sin efecto y disponiendo que el proceso se retrotraiga al
momento procesal en que se vulneraron los derechos constitucionales, por lo que se dispone
sustanciar bajo los criterios vertidos en la sentencia No. 018-11-SEP-CC dictada por la Corte
Constitucional para el período de transición, el recurso de casación propuesto por el
representante legal del Banco del Pichincha, Econ. Fernando Pozo Crespo; con estos
antecedentes el proceso retorna a la Corte Nacional de Justicia, con fecha 28 de octubre de 2011
para que sea sustanciado de conformidad con la sentencia constitucional, antes referida. Con
fecha 08 de noviembre de 2011, la Segunda Sala de lo Laboral de la Corte Nacional de Justicia de
transición avoca conocimiento. El 26 de enero de 2012, el Consejo de la Judicatura de transición
posesiona a las Juezas y Jueces Nacionales y el Pleno de la Corte Nacional de Justicia, en sesión
de 30 de enero de 2012, conforma sus ocho Salas Especializadas, como lo dispone el Código
Orgánico de la Función Judicial, en su artículo 183. El 9 de marzo de 2012 resorteada que fuera
la causa correspondiéndole su conocimiento al Tribunal integrado por los doctores Johnny
Ayluardo Salcedo, Gladys Terán Sierra y José Suing Nagua. Con fecha 12 de marzo de 2012, de
conformidad al Art. 183 del Código Orgánico de la Función Judicial avocamos conocimiento de
la presente causa, cuya ponencia le correspondió al doctor Johnny Ayluardo Salcedo.
Posteriormente, de conformidad con la resolución No. 04-2012 de 28 de marzo de 2012, dictada
por el Pleno de la Corte Nacional de Justicia y, luego del resorteo respectivo, correspondió su
conocimiento a los señores doctores Gladys Terán Sierra, Mariana Yumbay Yallico y Johnny
Ayluardo Salcedo, y que, para decidir, este Tribunal considera que de es de esencia del Estado
constitucional la aplicación del derecho por “principios”, en este caso los peculiares principios del
Derecho del Trabajo, y, sobre este respecto el tratadista Gustavo Zagrebelsky manifiesta:
“(…)sólo los principios desempeñan un papel propiamente constitucional, es decir, constitutivo del orden
jurídico. Las reglas aunque están escritas en la Constitución, no son más que leyes reforzadas por su forma
especial. Las reglas, en efecto, se agotan en sí mismas, es decir, no tienen ninguna fuerza constitutiva fuera
de lo que ellas mismas significan (…) Si el derecho actual está compuesto por reglas y principios, cabe
observar que las normas legislativas son prevalentemente reglas, mientras que las normas constitucionales
sobre derechos y la justicia son prevalentemente principios (…). Distinguir los principios de las reglas
significa, por tanto, distinguir, en líneas generales, la Constitución de la ley”1. El principio general de
derecho, señalan Diez Picazo y Bullón “no es estático ni permanente, responde a la ideología social y
1
ZAGREBELSKY, Gustavo, Il diritto mite, Biblioteca Einaudi Torino, pág. 147
1
es la penetración de tal ideología, de los valores predominantes en la sociedad en el ordenamiento
jurídico.”2 La Constitución de Montecristi declara, manifiestamente, en su Preámbulo la decisión
del pueblo soberano del Ecuador de construir una nueva forma de convivencia ciudadana, que
respeta, en todas sus dimensiones la dignidad de las personas y las colectividades. Esa
Declaración se funda también en el deber primordial del Estado de garantizar sin
discriminación alguna el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución.
PRIMERO:- JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA: Este Tribunal es competente para conocer y
pronunciarse acerca del recurso deducido, con sujeción a lo dispuesto en la Constitución de la
República del Ecuador, Código Orgánico de la Función Judicial, Código del Trabajo, y Ley de
Casación; y, atendiendo el resorteo de ley efectuado, cuya razón obra de fs. 9 del cuaderno de
este nivel. SEGUNDO: FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE CASACIÓN: El recurrente en
su libelo de casación manifiesta que en la sentencia se han infringido las siguientes normas:
Arts. 23.26 y 23.27; 24.17; y 192 de la Constitución Política de la República del Ecuador; Arts. 36,
111, 113, 179, 192, 308 y 593 del Código del Trabajo; Arts. 564 y 570 del Código Civil; Arts. 269,
270, 279, 324, 325 y 326 del Código de Procedimiento Civil; y Arts. 6, 67 y 69.2 de la Ley de
Compañías. Funda su recurso en las causales 1ra., 3ra. y 5ta. del Art. 3 de la Ley de Casación;
contrae su recurso a los siguientes puntos: Agrega el actor en la sentencia que ataca 1.) Falta de
aplicación del Art. 69.2
del Código de Procedimiento Civil, al no aplicar el juzgador de
instancia se dejó en indefensión a la parte demandada. 2) Errónea interpretación del Art. 36 del
Código del Trabajo, al reconocerle el juzgador de instancia al accionante estar amparado por el
Código del Trabajo, a pesar de que este venía desempeñando desde el año 1996 el cargo y las
funciones de Gerente General del Banco del Pichincha, Sucursal Machala y ostentando la
representación legal de la entidad bancaria en dicha plaza, por lo que se ha dejado de aplicar el
Art. 308 del Código del Trabajo. 3) Aplicación indebida del Art. 192 del Código del Trabajo y la
indebida aplicación del Art. 113 del Código de Procedimiento Civil, por lo que no se ha hecho,
por parte de los juzgadores, una adecuada valoración de la prueba al reconocer que ha existido
despido intempestivo del actor al comunicarle su traslado como Gerente General del banco de la
ciudad de Machala a la ciudad de Babahoyo, traslado que no llegó a producirse, de manera que
no se ha configurado tal despido, por lo que este se constituye en un acto real el que debe
producirse en un momento y lugar determinado el mismo que debe probarse en forma plena. 4)
Aplicación indebida del Art. 593 del Código del Trabajo al no valorar las pruebas aportadas
2
DIEZ PICAZO, Luis Y BULLON, Antonio, Sistema de Derecho Civil, Tercera Edición, Madrid, Editorial Tecnos, pág. 184
1
dándole pleno valor al juramento deferido, el mismo que constituye prueba cuando no existe de
autos otra prueba que demuestre sus ingresos, por lo que del proceso consta la copia certificada
del estado de cuenta del actor la que constituye prueba instrumental. TERCERO:
MOTIVACION.- La doctrina explica que: “(...) La motivación de derecho involucrada en toda
sentencia, se relaciona con la aplicación de los preceptos legales y los principios doctrinarios atinentes, a los
hechos establecidos en la causa, con base en las pruebas aportadas por las partes. Por lo tanto, lo que
caracteriza esta etapa de la labor del juez es, precisamente aquel trabajo de ‘subsunción’ de los hechos
alegados y aprobados en el juicio, en las normas jurídicas que los prevea, a través del enlace lógico de una
situación particular, específica y concreta, con la prevención abstracta, genérica e hipotética contenida en
la ley. Tal enlace lógico entre los hechos que el juez ha establecido como resultado del examen de las pruebas
y las previsiones abstractas de la ley, se resuelve en lo que Satto llamó ‘la valoración jurídica del hecho’,
esto es, la transcendencia que jurisdiccionalmente se atribuye al hecho, para justificar el dispositivo de la
decisión y a este respecto, es clara la obligación que tiene el juez de expresar en su fallo las consideraciones
demostrativas de aquéllas valoración, y justificativa del partido que toma el juez al aplicar los preceptos
legales correspondientes, como única vía para que el fallo demuestre aquél enlace lógico hecho-norma que
viene a ser el punto crucial de la motivación en la cuestión de derecho-; pues a través del examen de esas
consideraciones, es como podrá efectuarse la determinación de si el juez erró o acertó en la aplicación de la
ley”3. “Entendida así, es en la motivación de la cuestión de derecho donde se encuentra virtualmente
reconducida la parte más excelsa y delicada de la actividad decisoria del juez, pues al fin y al cabo el
objetivo final de la jurisdicción es la declaración del derecho, que bajo el principio de la legalidad explica y
al mismo tiempo condiciona la actividad del juez. Por ello la falta de motivación de la cuestión de derecho,
constituye un vicio, quizás institucionalmente el más grave, en el que el órgano jurisdiccional puede
incurrir (...)”4. Conforme el mandato contenido en el Art. 76, numeral 7, letra l) de la
Constitución de la República, las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas.
No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que
se funda o no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho establecidos
en el proceso. La falta de motivación y de aplicación de la norma constitucional en referencia
ocasiona la nulidad de la resolución.- Cumpliendo con la obligación constitucional de
motivación antes señalada, este Tribunal de lo laboral fundamenta su resolución en el análisis
que se expresa a continuación: CUARTO: ARGUMENTACION O RATIO DECIDENDI: La
casación es un medio de impugnación extraordinario, público y de estricto derecho. Citando a
3
4
Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela Recurso de Casación No. 00175-250403-00559-00492
Leopoldo Márquez Áñez. Motivos y Efectos del Recurso de Casación de Forma en la Casación Civil Venezolana. Pág. 40
1
Humberto Murcia Ballén, diremos; “que la casación es un recurso limitado, porque la ley lo reserva
para impugnar por medio de él solo determinadas sentencias, “formalista; es decir, que impone al
recurrente, al estructurar la demanda con la que sustenta, el inexorable deber de observar todas las
exigencias de la técnica de casación a tal punto que el olvido o desprecio de ellas conduce a la frustración
del recurso y aún al rechazo in limine del correspondiente libelo”5. Consecuentemente, el recurso de
casación no es una tercera instancia; consiste en atacar la sentencia para invalidarla o anularla
por los vicios de fondo o forma de los que pueda adolecer; proceso que se verifica a través de un
cotejamiento riguroso y técnico de la sentencia con el ordenamiento jurídico vigente, para
encontrar la procedencia o no de las causales invocadas. Actividad jurisdiccional confiada al
más alto tribunal de la justicia ordinaria, que en el ejercicio del control de constitucionalidad y
legalidad, lo que busca es garantizar la defensa del derecho objetivo en aras de la seguridad
jurídica, pilar fundamental de los ciudadanos ante la ley, así como la unificación de la
jurisprudencia a través del desarrollo de precedentes jurisprudenciales fundamentados en fallos
de triple reiteración. De los argumentos del recurrente, a fin de dilucidar si la impugnación a la
sentencia
posee sustento jurídico, este Tribunal procede a confrontarla con los cargos
formulados en su contra y en relación con la normativa legal citada y los recaudos procesales, y
en atención a ello se observa que estos se subsumen en la causal 1ra. y 3ra. del artículo 3 de la
Ley de Casación. La causal primera procede por: La inexistencia, en el fallo, de una correcta
subsunción del hecho en la norma; es decir, “no se ha producido el enlace lógico de la situación
particular que se juzga con la previsión hipotética, abstracta y genérica realizada de antemano por el
legislador”. Afirmación que el recurrente ha fundamentado. La causal tercera trata de los errores
in iudicando o la violación directa de la ley, que se produce cuando el juzgador aplica en forma
indebida, no aplica, o realiza una interpretación errada de las normas jurídicas expresas que
regulan la valoración de la prueba. No siendo suficiente la acusación de ese error, sino que
además, este haya servido de medio para que en la sentencia se produzca violación indirecta de
una norma sustantiva; situación que en ningún caso, salvo ciertas circunstancias, permite en
casación revisar los hechos que se encuentran fijados en la sentencia recurrida, pues esta labor
pertenece en forma exclusiva al tribunal de instancia. 1.) El recurrente afirma que como el actor
desempeñó funciones de gerente, esto es, desde septiembre de 1996 hasta agosto de 2005,
tiempo en el que estuvo vinculado al banco, considera que al tenor de lo dispuesto en los Arts.
36 y 308 del Código del Trabajo vigente, la sentencia no podía atribuirle la calidad de trabajador
5
MURCIA BALLEN, Humberto, Recurso de Casación Civil, Bogotá-2005. p. 71.
1
durante este lapso. Al deliberar el carácter laboral El carácter que vincula a las partes durante el
tiempo en el que el accionado desempeñó las funciones como gerente, el casacionista sostiene
que el banco le otorgó la representación legal, judicial y extrajudicial al nombrarlo gerente
general de la sucursal en la ciudad de Machala, como consta a fojas 20 y 23 vuelta, documentos
en los que el accionado ejerce su capacidad de disposición al otorgar créditos en favor de los
clientes, facultad que no está acreditada para que la ejerza cualquier empleado del banco, sino
sólo aquel que tiene la condición de mandatario. Por lo que existe incompatibilidad con las
obligaciones establecidas en lo en los Arts. 564 y 570 del Código Civil, así como del Art. 6 de la
Ley de Compañías, debido a la representación legal y la situación de dependencia, considerada
requisito constitutivo de toda relación laboral que establece el Art. 8 del Código del Trabajo, de
lo que concluye, a criterio de la parte recurrente, que la relación entre el Ing. Reynaldo Iván
Fuentes Cárdenas y el Banco del Pichincha era de carácter civil y no laboral. De la revisión del
reglamento interno del banco, consta en sus Arts. 1 y 2 su orden jerárquico y su estructura, que
parte desde el directorio, que es quien administra, imparte las ordenes y fija las políticas. El Art.
6 del mismo reglamento interno, determina que será el gerente general quien ejerza la dirección,
representación legal y administración, de la referida institución bancaria, otorgándole a este
amplias facultades. Al respecto, es oportuno señalar que el cargo de gerente general de la
empresa demandadale otorga a este todos los actos de administración que el ejercicio de dicha
alta función comporta; consecuentemente es obvio que el gerente general de una entidad, como
bien lo dice Guillermo Cabanellas, es “quien dirige con arreglo a los estatutos o poderes otorgados los
negocios de una sociedad o empresa mercantil y lleva la firma de la entidad o establecimiento”6. El poder
que ostenta el gerente general es de carácter especial, dedicado a la representación legal de la
empresa y el ejercicio de tal función se caracteriza por una clara dependencia al Directorio. De
lo que se colige que la figura del gerente general no puede desdoblarse y ser en un momento
representante y gestor de los intereses del patrono o empresario
y,
en otro momento,
convertirse en trabajador para recurrir pretensiones contra aquel. Dentro de las facultades del
gerente general está tener a su cargo la marcha general de la negociación, con facultad para
celebrar los actos de administración y, por regla general, los de dominio necesarios o
convenientes para el éxito de la negación, por lo que no existe subordinación ni tampoco
dependencia laboral, por lo que en este ejercicio, se denota la inexistencia de los elementos
esenciales de la relación laboral subordinación y dependencia laboral su actividad se identifica
6
CABANELLAS, Guillermo, Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual , Tomo IV, página 171.
1
totalmente con la del empleador. El Art. 314 del Código del Trabajo dispone: “Mandatario o
empleado.- Cuando una persona tenga poder general para representar y obligar a la empresa, será
mandatario y no empleado, y sus relaciones con el mandante se reglarán por el derecho común. Más si el
mandato se refiere únicamente al régimen interno de la empresa, el mandatario será considerado como
empleado.7
De conformidad con la norma antes citada se colige que
una persona podrá ejercer las
funciones de representación legal siempre que tenga poder general para representar y obligar
dentro y fuera de la empresa, siendo aquél el que ejerza y sea el responsable de todos los
asuntos y negocios relacionados con la empresa. Por otra parte el Código Civil en su Art. 2034
define que Poder consiste en: “Si el mandato comprende uno o más negocios especialmente
determinados, se llama especial; si se da para todos los negocios del mandante, es general; y lo será
igualmente si se da para todos, con una o más excepciones determinadas(...)”; y, el Art. 2020, ibídem,
señala que “Mandato es un contrato en que una persona confía la gestión de uno o más negocios a otra,
que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera.(…)” denominándose mandante a “(…) la
persona que confiere el encargo y mandatario a la que lo acepta; por tanto las relaciones entre la empresa y
el mandatario se rigen por el derecho civil”; El Dr. Juan Larrea Holguín en su libro Derecho Civil del
Ecuador dice que: “El Factor, según lo dispone el artículo 117 del Código de Comercio “es el gerente de
una empresa o establecimiento mercantil o fabril, o de un ramo de ellos, que administra por cuenta del
dueño” (…) se indica que los
factores pueden tener “poder especial otorgado por el dueño del
establecimiento cuya administración se les encomiende”(Art. 120), de donde aparece, claramente, que hay
dos clases de factores: unos que son mandatarios y otros que son simplemente empleados que prestan sus
servicios”8. La parte demandad al cuestionar el carácter laboral del actor, quien bajo la
denominación de gerente, ha ejercido funciones atinentes al régimen interno de la empresa,
según el inciso segundo del Art. 308 del Código del Trabajo, que establece, que cuando el
mandato se refiere únicamente al régimen interno de la empresa, el mandatario será
considerado como empleado. Los gerentes departamentales, sucursales y financieros están en
relación de subordinación a la compañía, en la persona concreta del representante legal, a pesar
de ostentar el cargo de gerentes, y el estar en una relación de confianza e identidad no
representan legalmente a la compañía. Todo cuanto acaba de señalarse, indica, de manera
inequívoca, que la relación jurídica existente entre los litigantes fue de carácter laboral por lo
7JURISPRUDENCIA: RELACION LABORAL, Gaceta Judicial 13, 1951. MANDATARIO Y CONTRATISTA, Gaceta Judicial 7, 1964
8 LARREA HOLGUÍN, Juan, Derecho Civil del Ecuador, Tercera Edición Quito, 2003, Pág. 330.
1
que se considera que el accionante, si bien ejerció el cargo de gerente de la sucursal en la ciudad
de Machala, no es menos cierto que no fue factor o mandatario con poder general para
representar y obligar a la empresa. Los gerentes de agencias, departamentales, financieros están
subordinados a la compañía, sólo tienen representación a nivel departamental, provincial,
regional y por ende sólo representan en un determinado lugar, no es un ejecutor ni tampoco
participa en las decisiones del Directorio, situación que los torna dependientes, no siendo el
caso del gerente general o representante legal “con atribuciones de representación legal que debe
reportarse semanal o mensualmente a un Directorio que aconseja y fija la política de la compañía”. La
relación del gerente de agencia de sucursal viene determinada por el hecho de las funciones
desempeñadas, mas no por la naturaleza del vínculo que lo une con la sociedad. La relación será
ajena al ámbito del derecho del trabajo cuando el desempeño de las tareas responda a ostentar la
condición de administrador, representante jurídico, representante del directorio; será laboral
cuando la actividad sea desempeñada por un tercero, dicha relación entre éste y la sociedad es
de carácter interno, funciones que están vinculadas a la empresa mediante relación laboral de
carácter especial denominados como trabajadores de alta dirección. El trabajo que realiza el
gerente, el intermediario, el trabajador del hogar, el agente de comercio, el artista, el escritor de
prensa, el técnico, el transportista, el pasante, el profesional, etc. deberán estar considerados
dentro de las relaciones laborales de carácter especial, para los cuales se establece regímenes
especiales dentro de la propia legislación laboral, por las características de sus actividades
profesionales determinadas por su naturaleza y sus peculiares condiciones dentro de los
procesos productivos. De lo anterior se concluye que el fundamento invocado por el casacionista
resulta contrario a lo previsto en el numeral segundo del Art. 308 del Código del Trabajo como
se puede constatar del pronunciamiento hecho por la Segunda Sala de lo Laboral9. Por otro lado
corrobora esta hipótesis el criterio que sobre los gerentes departamentales, señalara el Dr. Mera
Giler quien dice que “estos están en relación de subordinación a la compañía, en la persona concreta del
representante legal. A pesar de ostentar el cargo de Gerentes, y estar en una relación de confianza e
identidad corporativa y económica con la compañía, están subordinados a ella: en última instancia, sus
decisiones diarias siempre pueden ser alteradas y sus procedimientos cuestionados, por lo tanto,
trabajadores de la compañía, trabajadores de alto rango, pero trabajadores al fin. No tienen facultad de
oponerse a las decisiones de su superior, atribución que sí tiene el representante legal. Deben, en última
instancia, obedecer y su voluntad e iniciativa pueden ser sustituidas por la de su empleador. Inclusive
9
Sentencia No. 313-95, Segunda Sala de lo Laboral, R.O. 96, 27-VI-1997.
1
pueden sus superiores, en ocasiones, ejercer control sobre su asistencia y su puntualidad al trabajo”10
. 2.- Aplicación indebida del Art. 192 del Código del Trabajo y la indebida aplicación del Art.
113 del Código de Procedimiento Civil, por lo que no se ha hecho por parte de los juzgadores
una adecuada valoración de la prueba al reconocer que ha existido despido intempestivo del
accionante. En cuanto a la apreciación de la prueba sobre el despido intempestivo, el Juez de
instancia y la Sala de Apelación consideraron que el hecho se encontraba suficientemente
acreditado, pues el despido intempestivo debe ser probado fehaciente y circunstancialmente y
que, como es un hecho objetivo y cierto que ocurre bajo determinadas condiciones contempladas
en la ley, no se puede llegar a la conclusión que existió tal despido a través de deducciones o
conclusiones simplificadas. El recurrente se encontraba legalmente cumpliendo sus funciones
como gerente de la sucursal Machala, las mismas que fueron
interrumpidas (ipso jure) al
notificarle con el traslado a la agencia Babahoyo sin contemplar sus condiciones familiares y
sobre todo de salud, produciéndose así el despido intempestivo por el que reclama el recurrente,
es preciso dejar establecido que el Art. 12 del Reglamento Interno del Banco del Pichincha dice:
“El banco podrá, en cualquier tiempo, modificar la distribución de labores entre el personal, tomando en
cuenta su rendimiento y las necesidades del Banco. Podrá realizar las movilizaciones de puestos dentro de
las oficinas manteniendo la categoría que tenga el empleado en el subsistema de Descripción, Clasificación
y Valoración de Cargos y sin que esto pueda ser considerado como cambio de ocupación” por lo que tal
remoción debió efectuarse observando las disposiciones establecidas por el Código del Trabajo
para la terminación de las relaciones laborales, en caso contrario se produce, como en la especie,
el despido intempestivo del trabajador. De lo anteriormente señalado se observa que no hubo
infracción de las normas de derecho indicadas en el escrito de interposición del recurso ni
ninguna de las circunstancias contempladas en las causales antes invocadas con esta
oportunidad de manera que en este punto no hay fundamento para casar la sentencia. 3) Agrega
el demandado, que en la sentencia que ataca existe aplicación indebida del Art. 593 del Código
del Trabajo, sobre este respecto el Tribunal de instancia no ha valorado todas las pruebas
aportadas por el recurrente dándole pleno valor al juramento deferido. De autos no existe
prueba de mejor derecho, debe acogerse el juramento deferido del trabajador, de esta diligencia
se infiere las remuneraciones para el cómputo de las indemnizaciones mandadas a pagar se
tomarán en consideración los salarios percibidos por el trabajador durante el tiempo que existió
la relación laboral, tomando en consideración las cantidades constantes en los roles de pago; y, a
10
MERA GILER, Alexis, Relaciones de Trabajo Especiales,
1
falta de los mismos por las remuneraciones consignadas en el juramento deferido. “juramento
deferido solamente puede ser rendido por el trabajador y surte efectos probatorios solo en el caso de que en
el proceso no aparezca otra prueba capaz y suficiente para comprobar el tiempo de servicios y la
remuneración percibida. Si el empleador no cuenta con un contrato de trabajo o no lleva roles de pago o
comprobantes que lo acrediten, el juramento deferido adquiere una peculiar importancia a favor del
trabajador. Considera que el juez debe cerciorarse de que en el proceso no existan otras pruebas en lo
atinente al tiempo de servicios y remuneración percibida, a fin de otorgar pleno valor al juramento
deferido”.11. Por lo que no le corresponde al Tribunal de casación hacer una nueva valoración de
las pruebas por las diferencias de criterio entre los contendientes. QUINTO: DECISION: Para
el profesor Uruguayo Américo Plá Rodríguez, en su obra: “Los principios del Derecho del Trabajo”
respecto al principio protector del derecho laboral señala que el juez, en el cumplimiento de su función de
administrar justicia, le corresponde entre otros aspectos el de establecer criterios de interpretación del texto
de la norma jurídica laboral, o con respecto a la aplicación de ella cuando en un ordenamiento jurídico
existen dos normas con aptitud que pueden ser aplicadas al caso, así como en las denominadas lagunas
jurídicas, ya sea para averiguar la que tiene valor normativo o para desentrañar su recto sentido en
relación al asunto que el juzgador se halle conociendo y la postura que debe adoptar al momento de tomar
sus decisiones en el ámbito jurisdiccional laboral.” En tal sentido y con el propósito de cumplir con el
indispensable principio de control de la legalidad, éste Tribunal ha procedido a confrontar la
sentencia emitida por el Tribunal Ad quem con las acusaciones que contra ella realiza el actor,
confrontación de la que se concluye lo siguiente: a) Examinadas las constancias procesales éste
Tribunal considera que la relación jurídica entre los demandantes estuvo sometida al Código del
Trabajo toda vez que el accionado no ejerció a nombre de su principal funciones de dirección,
administración ni representación legal ya que es un imposible jurídico estar de manera
simultánea, ejerciendo la condición de representante de la empresa y sometido a la vez a su
autoridad y subordinación, a este irregular proceder han ocurrido generalmente los personeros
de las Personas Jurídicas y aún personas naturales, para “defender” de esta forma, de manera
ilegítima los “intereses” de aquellas, por lo que del examen del caso sub júdice se advierte sin
esfuerzo que la parte empleadora acudió a este irregular arbitrio, lesionando los principios de
verdad, lealtad laboral y perjudicando en consecuencia al trabajador, parte débil de esta relación
jurídica. b) De autos consta, ora con la prueba documental aportada, ora con su juramento
deferido, que el trabajador se encontraba amparado por las normas que regulan la relación
11
PÁEZ BENALCAZÁR, Andrés: El Nuevo Procedimiento Oral en los Juicios de Trabajo, p.100
1
laboral contenidas en el Código del Trabajo mas aun cuando las obligaciones representativas
que ejerció respondían a la propia naturaleza del giro del negocio propias de la actividad
bancaria. Por las consideraciones que anteceden y en los términos constantes en este fallo, este
Tribunal de lo Laboral de la Corte Nacional de Justicia, ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN
NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR,
Y POR AUTORIDAD DE LA
CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA, rechaza el recurso de casación
presentado por la parte demandada y confirma en todas sus partes la sentencia subida en grado.
Sin costas ni honorarios. Por licencia de la Dra. Gladis Terán Sierra, actúe la Doctora Aída
Palacios Coronel, en calidad de Conjueza Nacional de la Corte Nacional de Justicia, de
conformidad con el oficio No. 368-SG-GNC- 2012 del 29 de marzo de 2012. Notifíquese y
devuélvase. Fdo. Drs. Johnny Ayluardo Salcedo.- Mariana Yumbay Yallico.- Aída Palacios
Coronel. SECRETARIO RELATOR
1
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