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Boletín de la Embajada de Polonia en México
Agosto 2015
Embajada de Polonia en México (Foto: Marcin Żurek)
Estamos celebrando el Año del Teatro Polaco, pues se cumplen 250 años de la creación de
la primera compañía nacional de teatro en Polonia. Es a la vez Año de los extraordinarios
dramaturgos Stanisław Ignacy Witkiewicz “Witkacy” y Tadeusz Kantor - nacidos hace 130 y
100 años, respectivamente.
Hablaremos de los dos:
Witkacy: escritor, pintor de desenfrenadas alucinaciones, Personaje y Excéntrico por vocación, implacable máquina de ensambladura y refinación de las más descabelladas ideas, genio de tiempo completo, cantor romántico del Individuo frente al Diluvio de la uniforme masa y
profeta de la Debacle (por mencionar al azar sólo algunos de sus oficios), y
Tadeusz Kantor: uno de los artistas polacos más grandes y a la vez más universales de todos
los tiempos. Artista absoluto, pintor que pergeñó un inconfundible y único teatro, cuya esencia
visual surgía de su origen en las artes plásticas... tan inconcebible sin el propio Kantor que
irrefutable parece hoy su implícita jactancia - Mi teatro soy yo.
Esbozaremos también un retrato del más grande - entre un quizá y un muy posiblemente compositor vivo Krzysztof Penderecki, recorreremos los 400 años de las relaciones entre México y Polonia, para al final ponderar fugazmente el futuro del cartel polaco.
Marcin Żurek
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Embajada de la República de Polonia en México
Contenido
Tadeusz Kantor. En busca del tiempo
perdido (El teatro de la memoria)
4
Marcin Żurek
Stanisław Ignacy Witkiewicz.
Semblanza de un genio
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Maria Sten
Editor:
Embajada de Polonia en México
Krzysztof Penderecki El último de los grandes
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Marcin Żurek
Polonia y México. 400 años de relaciones
culturales
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Alexis Ángulo
La segunda vida del cartel polaco
Arnika Rakowska
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Redacción:
Marcin Żurek
Foto de la portada:
Teatro de Witkacy en Zakopane
aDO kASPRZAK
Dirección:
Cracovia 40
Col. San Ángel
Del. Álvaro Obregón
México D.F. 01000
Tel.: (52 55) 5481 2050
Twitter: @PlenMexico
Facebook: www.facebook.com/
EmbajadadePoloniaenMexico
Página de internet: meksyk.msz.gov.pl
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Foto: Jan Graczyński / East News
MARCIN ŻUREK
Tadeusz Kantor. En busca del tiempo perdido
(El teatro de la memoria)
La UNESCO ha establecido que el año en curso le pertenece a Tadeusz Kantor, indudablemente uno de los ar stas polacos más grandes y a la vez más universales de todos los empos. Ar sta absoluto, pintor que pergeñó un inconfundible y único teatro cuya esencia visual
surgía de su origen en las artes plás cas... tan inconcebible sin el propio Kantor que irrefutable parece hoy su implícita jactancia: Mi teatro soy yo. Helo aquí.
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Hace cien años nació Tadeusz Kantor, uno de los más eminentes, originales y revolucionarios directores de teatro del Siglo XX. Pintor de formación, concebía el teatro
como tridimensional proyecto visual, instalación coreográfica donde el movimiento se
vuelve símbolo, se convierte en revelación de la profunda esencia de la subjetiva
verdad del recuerdo... unidos en una Forma Inconfundible desde la convicción de la
ilusoria naturaleza de cualquier frontera entre el Arte y la Vida.
El teatro de Kantor es un ejercicio en la re-memoria, una variación sobre el proustiano tema de la búsqueda del tiempo perdido, un fenómeno visual más bien que
teatro en tradicionalmente petrificado sentido de la palabra. El mismo Kantor solía
deambular entre sus actores a modo de memoria que se esconde detrás del acto y
guía hacia el tiempo perdido... como probablemente deambulará en los recuerdos de
quien lo haya visto.
Teatro como instalación visual, desde imágenes de la memoria recobrada, bajo una
visión más bien universal que puntualmente acotada a un hic-et-nunc... fenómeno
sui generis que se escapa a toda la tradición de teatro, retomando, resumiendo, culminando a la vez su esencia.
"La clase muerta" - la obra más conocida y emblemática de Tadeusz Kantor, que
según Newsweek fue en su momento el mejor espectáculo teatral del mundo - se
aventura más allá de la cotidiana frontera... y del cotidiano modismo del escenario.
Es teatro como fenómeno estético, deliberado Logos vuelto elocuente imagen, sucinta esencia del Olvidar y Resuscitar... que se yergue hacia la Arquetípica Memoria… una imagen que lo particular lo vuelve universalmente reconocible.
Entre los proyectos más memorables de Kantor está también "Que se mueran los
artistas"... un atemporal espacio simbólico como compás de la memoria, retrospección de dilapidadas promesas, dualidad vacilante entre el ser y la inexistencia... donde desde la omnipresente muerte se retrocede hacia un abierto futuro que en algún
momento se diluyó entre inadvertencias. Tadeusz Kantor se presenta aquí como
cantor de la ineludibilidad, quien con el pretexto de la obra se declara el demiurgo
del todo.
Con su invariable traje negro, camisa blanca, pantalón con tirantes estaba siempre
presente en el acto, en el escenario, durante el ejercicio de recobrar lo inexistente…
con un ligero ademán de la mano llevando a sus actores al dominio del olvido a donde los guiaba su memoria. A los vivos los convertía en muertos, resucitando a la vez
a los que poblaban sus recuerdos, vacilando entre maniquíes que se volvían actores
y actores petrificados en poses de maniquíes, envolviéndolos en alucinaciones de
lugares que ya no existen, sugeridos por medio de austeros accesorios… símbolos
de mundos enteros y obsesivos temas musicales que se volvían ecos de otras realidades.
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Kantor percibía la esencia de su teatro en su propia experiencia: Mi vida y mi destino
se reflejan en mi obra… la obra de arte. Se consumaban en mi teatro y encontraban
en él su solución. Mi obra ha sido y es mi hogar. La imagen, el espectáculo, el teatro,
el escenario. Mi credo: Uno puede lograr la verdad absoluta en el arte únicamente a
través de su propia vida, descubriéndola sin verguenza, revelando su propio destino.
Visita la página del CENTRO DE DOCUMENTACIÓN DEL ARTE DE
TADEUSZ KANTOR (http://www.cricoteka.pl/en/) en Cracovia
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Conoce más sobre TADEUSZ KANTOR (http://culture.pl/en/artist/tadeusz-kantor)
Ensayo para la obra Que mueran los artistas. Tadeusz Kantor con objeto llamado “Carrito”. Foto:
Leszek Dziedzic, Klub Studencki „Filutek”, Cracovia, 1985. La fotografia forma parte de la exhibición
sobre Tadeusz Kantor en Cricoteca.
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Nunca regresaré aquí 29 „Miserable vagabundo da el mensaje de Penélope a alegres pretendientes”. Foto: Jerzy Borows-
ki, Klub Studentów Politechniki Warszawskiej „Stodoła”, Varsovia, 1990. La fotografía forma parte de la exhibición sobre
Tadeusz Kantor en la Cricoteca.
Mira la famosa Clase Muerta (https://www.youtube.com/watch?
v=U0wdk3N53XY) de Tadeusz Kantor - el mejor espectáculo teatral del mundo según el semanario estadounidense Newsweek.
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Nunca regresaré aquí 4,5. „Injurias / Mi monólogo – Testamento”. Foto: Bogdan Axmann, Centre Georges Pompi-
dou, París 1988. La fotografía forma parte de la exhibición sobre Tadeusz Kantor en la Cricoteca.
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Que mueran los artistas Ier ACTO, 12.„A un feliz soldadito lo sigue su séquito y sus sueños / teatro de la muerte”: Foto:
Marek Grotowski, Teatr Polski, Wrocław, 1987. La fotografia es parte de la exhibición sobre Tadeusz Kantor en Cricoteca.
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Stanisław Ignacy Witkiewicz—
Witkiewicz—Autorrertrato múltiple (Sankt Petersburg, ca. 1917)
MARIA STEN
Stanisław Ignacy Witkiewicz
Hace 130 años nació Stanisław Ignacy Witkiewicz - escritor, pintor de desenfrenadas alucinaciones, Personaje y Excéntrico por vocación, implacable máquina de ensambladura y refinación de las más descabelladas ideas, genio de empo completo, cantor román co del Individuo frente al Diluvio de la uniforme masa y profeta de la Debacle (por mencionar al azar sólo algunos de sus oficios).
Eran tantas sus incompa bilidades que todo hablar sobre Witkacy parece empezar siempre de nueva
cuenta y retomarse desde otro punto de par da. Witold Gombrowicz, otro gran Excéntrico de la literatura polaca, lo llamaba "devorador de hashish, morfinomaniaco, megalómano, esquizofrénico, paranoico,
mofador, cínico, perver do, dadaísta y pseudoluná co"... sin proponerse siquiera agotar la lista de adjevos que lo pudieran inmovilizar en una comprensible imagen.
Es significa va la fotogra?a (tomada en el 1915 en San Petersburgo, en medio del periodo más obscuro
de su vida, cuyos pormenores se negaba vehementemente a recordar) donde en el uniforme del ejército
zarista se mul plica... revelando las Facetas, sin descubrir el Rostro.
Helo aquí, retratado por su traductora al español Maria Sten. El texto se publicó originalmente a manera de prólogo en el año 1974 en una colección de obras de teatro de Witkacy, editada por la UNAM - En
la pequeña mansión: Obra en tres actos. Textos del Teatro de la Universidad de Mexico. Segunda Epoca.
Marcin Żurek
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Hacer un retrato de un dramaturgo muerto hace casi cuarenta años, extraño fruto de una situación particular de Polonia a principios del siglo XX y de las corrientes literarias en boga por aquel tiempo en Europa, resucitar a la mente de un lector latinoamericano a un escritor discutido y
criticado durante su vida y que permaneció olvidado durante más de tres lustros después de su
muerte, es tarea difícil.
Difícil desde cualquier punto de vista: difícil por el ámbito diferente en que creció, por su complicadísima biografía, por la riqueza de disciplinas que ejerció, por la situación política del país del
cual era oriundo- Polonia-, por las contradicciones que encierran tanto su obra como sus teorías, por su lenguaje y por su tragedia personal, y finalmente porque entre la creación de su
obra y el momento en que alcanzó la forma hay un largo silencio.
Un artista que tiene que esperar un lapso tan largo- un lapso que cambia la faz no sólo de Europa, sino del mundo entero- para iniciar una marcha triunfal por los escenarios del mundo y para
recibir un legítimo homenaje de su propia patria , es en sí mismo un fenómeno extraño que merece una atención especial.
Hijo de un pintor realista y destacado crítico de arte, Stanisław Ignacy Witkiewicz, para diferenciarse de su padre se llamó a sí mismo Witkacy y bajo este nombre es conocido en Polonia. Es
un personaje extraño, no sólo por el lugar que ocupa en las letras polacas, sino por su historia
personal, por su trayectoria creativa y por lo multifacético de sus actividades. Pintura, literatura,
prosa y drama, teorías de arte y de cultura, ontología, filosofía- existencialista- a todas estas
disciplinas se dedicó y en todas se destacó con brillantez y originalidad.
Ávido lector de Whitehead, Russel, Freud y Husserl, admirador de Picasso y Stravinski, amigo
del antropólogo Bronisław Malinowski y del compositor polaco Karol Szymanowski, viajero que
recorrió el mundo desde Australia hasta Rusia, hombre que convivió con las tribus primitivas y
con los cadetes rusos que formaron la guardia del zar, amigo de los intelectuales polacos de
vanguardia, criticado y a la vez admirado por ellos, corre Witkacy la suerte de los hombres cuya
visión del mundo se adelanta demasiado a la de sus contemporáneos. Vive y muere Witkiewicz
incomprendido, solitario, desgarrado, presintiendo la llegada de la era de la frustración del hombre, las tenciones internacionales, las revoluciones sociales, que iban a sacudir al mundo, la
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enajenación del ser humano, la destrucción del individuo y la historia de la máquina.
Vida única, llena de aventuras- resultado de su insaciable curiosidad- talento versátil que en el
terreno de la primera representa la corriente del expresionismo formal envuelto en un halo metafísico, en el teatro rompe con todas las normas hasta entonces vigentes, sin preocuparse de
darle una forma más acabada. Sus cuadros, criticados en su época por la sociedad burguesa,
hoy se encuentran en los museos de Polonia; sus obras teatrales- terminada la guerra mundialfiguran en los repertorios de la mayoría de los teatros de categoría de París, Londres, Nueva
York, Roma, etc. Sus biógrafos mencionan que “cuando durante su vida algunos de sus amigos
se atrevían a representar alguna de sus obras ante un restringido círculo de espectadores,
tenían que poner en la entrada de la sala un letrero que decía: prohibido a los militares y a los
menores de edad.
Que Witkiewicz es un brillante precursor de la vanguardia europea, a la cual se adelantó en varias decenas de años, tanto en su aspecto intelectual como artístico, lo dijeron ya en repetidas
ocasiones todos sus críticos. Pero ¿de dónde surgió este talento tan raro en la Polonia de principios de siglo? Una explicación de aquel fenómeno extraño nos da el mejor conocedor de su
obra, el crítico polaco Konstanty Puzyna:
“Imaginemos un país ni muy grande ni muy chico en el centro de Europa que después de varios
siglos de una pasado más o menos glorioso deja de existir como nación y durante cien años se
queda adormecido. Llanuras, chozas con techumbre de paja, caretillas campesinas en caminos
mojados por las eternas lluvias, pequeñas ciudades soñolientas, baches en el zocalito, levitas
negras de los judíos y sotanas de los curas; y otra vez llanuras y rebaños de vacas, álamos que
bordean las pequeñas lagunas y casas blancas escondidas entre los árboles. En ellas, paredes
cubiertas de retratos: el bisabuelo, un oficial que formó parte del ejército de Napoleón; el abuelo
que participó en la sublevación de 1830; el padre que tomó parte en la sublevación de 1863;
cerca de la mesa, un joven lee con avidez a Sienkiewicz... Mientras que en la Europa Occidental
florecen y caen las fortunas burguesas y la bolsa de valores, la industria, el comercio son los
temas del día, en una de las grandes ciudades polacas todavía se discute cómo organizar la
industria y el comercio, cómo propagar la enseñanza, y en otra -Cracovia- llena de recuerdos
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Barrabás de Pär Lagerkvist en el Teatro de Witkacy, Zakopane, Foto: aDO kASPRZAK
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históricos y monumentos nacionales, un intelectual pálido se casa con una campesina para
estrechar los lazos con el pueblo... Es el país donde se desarrolla la acción del Ubu-rey. “En
Polonia, o sea en ninguna parte.”
Desde la perspectiva de Francia o Alemania, aquella “ninguna parte” era plenamente explicable: el país parecía desquiciado, salvaje, oriental y para colmo, sus fronteras no estaban señaladas en ningún mapa...
El cuadro, claro, no es completo, pero permite comprender ciertos fenómenos literarios, como
por ejemplo: por qué en Polonia no hubo una fuerte corriente de naturalismo. En un país donde no floreció una burguesía fuerte, ni surgieron grandes metrópolis industriales, el naturalismo tuvo que quedarse raquítico. Este rápido esbozo explica también el nacimiento temprano
del expresionismo polaco, grito de desesperación y de rebeldía, diagnosis más bien intuitiva
que intelectual de la situación; sentimiento de lo trágico, impotencia, amargura, desilusión,
patetismo, encontraban en Polonia un suelo particularmente fecundo.
En la primera fase del desarrollo del expresionismo, Polonia está a la par con Europa, pero si
la rebeldía de los escritores europeos (Strindberg, Wedekind) va dirigida ante todo contra la
burguesía, en Polonia estalla inmediatamente la gran problemática nacional y política. Mientras que en Alemania, durante la primera guerra mundial y los años veinte, el expresionismo
sigue desarrollándose, y en la dramaturgia surgen los grandes temas como el militarismo frente al pacifismo, el ejército frente al proletariado, la sociedad y el individuo, el desempleo y la
explotación, en Polonia ocurre un fenómeno paradójico: Polonia no ha pasado como Alemania
por la sacudida de una guerra perdida, ni por la caída de un imperio, ni por una revolución
sofocada, ni por un asesinato de un Liebknecht, ni por las luchas entre socialdemócratas y
comunistas, ni por el caos de la república de Weimar. Tampoco vivió, como Rusia, el espectro
del hambre y del desempleo, la guerra civil doméstica, los terribles años de la sangre derramada y el sacrificio total. Lo que Polonia sí ha presenciado es el milagro anhelado por generaciones de hombres del siglo XIX; el recobrar la independencia. Ésta se logró gracias a un arreglo
entre las potencias internacionales... Termina así- por lo menos así piensa la mayoría de la
“inteligentsia”- el tradicional desgarramiento nacional; ahora va a comenzar el idilio, la vida
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normal de un Estado normal; la primera, el amor, el movimiento en las calles. “La ciudad, las
masas, la máquina” eran los temas preferidos de la vanguardia de Cracovia, de los futuristas.
Pocos fueron los que vieron que la Polonia de los años veinte, con el régimen de Piłsudski, era
una creación endeble con pies de arcilla, y que el fascismo italiano y la revolución rusa estaban operando un cambio básico en la historia del mundo.
Uno de los pocos que se dieron cuenta de lo que ocurría en el mundo fue aquel gran solitario
a quien no le quedaba otro recurso que emplear en su obra la ironía. Una ironía alocada, grotesca, deforme. Un grito de advertencia lanzado por el último individualista a la cara del mundo. “El único verdaderamente gran expresionista de la segunda fase del expresionismo polaco” como le dice Puzyna.
Pero ¿cómo y en qué condiciones fue posible que Witkiewicz llegase a tener esta visión de su
propio país, y lo que es quizá todavía más sorprendente, una visión de los cambios que se van
a operar en el mundo?
Su viaje a Australia en compañía de su amigo, el famoso antropólogo Bronisław Malinowski,
su convivencia con las tribus autóctonas, le descubren la sociedad primitiva. Pero fue su estancia en Rusia, la que le permitió imaginarse el rostro que cobraría el mundo en el siglo XX.
Al regresar de su expedición a Australia (Polonia es todavía dominada por las tres potencias:
Rusia, Austria y Prusia, y Witkiewicz es de hecho ciudadano ruso), el dramaturgo se va a Rusia donde es ascendido al rango de oficial en el ejército zarista. La convivencia con los decadentes oficiales “blancos” de la guardia del zar- en la mayoría aristócratas- y más tarde la participación directa en la revolución rusa, dejan en Witkiewicz unas huellas más profundas de lo
que él mismo pudo presentir. Para colmo de sus experiencias, aquel individualista es elegido
comisario político del ejército revolucionario. No es difícil imaginar el impacto que hizo en aquel hombre hipersensible un puesto de tal índole. Como dice su crítico, ya aquí mencionado,
Konstanty Puzyna: “El hombre que en el año 1918 regresa a Polonia no es un comunista. Pero
tampoco es un simple oficial del ejército del zar que se salvó milagrosamente del cataclismo.”
Witkiewicz ve ahora el mundo con una perspectiva nueva, diferentes tanto de la vanguardia
polaca como de la francesa. Y no se trata de su conocimiento de la índole de la revolución o la
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contrarrevolución o de cómo descubre que el desarrollo de ciertos procesos políticos y sociales obedece a unos principios de regularidad. Tampoco se trata de su lenguaje, en el cual los
giros lingüísticos nos recuerdan el modo de hablar de aquella época. Lo más importante en la
obra de Witkiewicz, testigo ocular de la revolución rusa, es un impacto filosófico. La revolución
es para él un proceso inevitable, aún más, necesario, porque acelera la mecanización social y
pone fin a las grandes individualidades. Y aquí llegamos al meollo de su tragedia personal:
Witkiewicz sabe que la revolución es absolutamente necesaria y al mismo tiempo duda de su
significado. Después de la victoria del proletariado, en el mundo reinará un TEDIO COSMICO.
Los años que van de 1918 a 1926 son los más fecundos en su vida. En esta época escribe
más de treinta obras dramáticas, tres libros teóricos sobre pintura y teatro, en los cuales trata
de delinear los principios de la Forma Pura. Esta última se puede aplicar únicamente en la
pintura y el autor se da la cuenta de que construir una obra dramática basándola en formas
puramente abstractas es cosa imposible. ¿Cómo pues debe ser este teatro? “Se trata de una
libre deformación de la vida o del mundo de la fantasía cuyo sentido sería delineado únicamente por una construcción interna sin que fuera necesaria una sicología y una acción derivada de unos principios lógicos.“ Estaba convencido de que más tarde o más temprano, este tipo
de obras iban a surgir, y que para llegar a ello había que romper con todos los principios que
regían hasta la fecha. “Al salir del teatro- escribe en uno de sus ensayos- el espectador debe
tener la sensación de que acaba de despertar de un extraño sueño, en el cual los hechos, aun
los más corrientes, adquieren un raro encanto inexplicable, característico de los sueños y que
no puede compararse con nada.”
Al Witkiewicz pintor y al Witkiewicz prosaico-filósofo se une el Witkiewicz dramaturgo, en cuyas obras prevalece una poética surrealista, en la cual la acción obedece a una fantasía a veces absurda que más bien recuerda los sueños que la realidad. Y estas fantasías escénicas
tienen todo el colorido de su paleta. El dramaturgo-pintor indica con toda precisión los detalles
de vestuario, de escenografía, las características físicas de todos los personajes.
En La Madre, todo es blanco-negro, aun las caras de los protagonistas, y el único elemento de
color lo constituye el tejido: rosa, azul y naranja. En La pequeña mansión, los colores de los
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trajes de cada uno de los héroes están descritos minuciosamente hasta los tonos de las cintas
que llevan las niñas en sus vestidos. En El loco y la monja, la ventana de la celda debe tener
según su autor: “veinticinco emplomadas pequeños y opacos, divididos por travesaños gruesos.” No se puede aislar al Witkiewicz pintor del Witkiewicz dramaturgo y por eso sus obras
cobran tanta plasticidad en la escena.
Pero aún hay otro terreno en el que resalta la importancia de Witkiewicz: su visión de aquel
mundo cuyo advenimiento presentía. Con rara agudeza veía la descomposición de la civilización moderna, de la cultura europea, y preveía el ocaso de la preponderancia de la cultura
occidental. Pronosticaba el advenimiento de la enajenación, de la frustración del hombre moderno y de la era de la máquina que terminaría con el individualismo.
Este filósofo y teórico del arte encierra en sus obras algo más que lo que hoy se llama el teatro
del absurdo; encierra una imagen del mundo que se avecina con plena conciencia de su descomposición, pero al mismo tiempo no la acepta. León, el héroe de La Madre dice: “¡Qué
demonios, si efectivamente tenemos esa inteligencia que según Spengler es señal de decadencia, para algo la tendremos, no sólo para percatarnos de ella! Esta misma inteligencia puede convertirse en algo creativo y detener la catástrofe final.”
Esta y otras advertencias salpican las obras de Witkiewicz y se adelantan en varios años tanto
a la visión de Huxley como al enfoque de la vida que pintan Ionesco y Beckett. Y no en vano
llaman hoy los críticos a Witkiewicz “el precursor” de los padres del teatro del absurdo. Muchos
años antes de Ionesco y Beckett aquel hipersensible dramaturgo, pintor y filósofo, esbozaba
en sus obras las ideas que cobraron forma definitiva en la dramaturgia tan sólo después de la
segunda guerra mundial.
Y no es de extrañar que Witkiewicz tuviera que esperar casi cuarenta años para conquistar el
mundo del teatro. Es la suerte que corre cada vanguardia y cada artista que se adelanta a su
tiempo.
En una de sus obras, La locomotora loca, el héroe, ingeniero de profesión dice al bombero:
“Te quiero porque llevas un sismógrafo en tu cabeza. Ni siquiera sabes que lo tienes, pero
estás registrando el más mínimo temblor.” Witkiewicz tenía este sismógrafo en su cabeza; esta
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mente agudizada a veces por el uso de la cocaína y el peyote, reflejaba en sus obras aquel
tremendo presentimiento de la catástrofe que esperaba a Europa y se defendía de ella por
medio de la más mordaz ironía y buscando el sentido metafísico de la vida. En sus obras destruyó los prejuicios del mundo burgués, abrió nuevas perspectivas, revolucionó la conciencia
hizo preguntas drásticas y chocantes, y si las soluciones que daba no siempre eran acertadas,
el hecho mismo de buscar una salida poco común habla en su favor.
El carácter de su obra quizá lo define mejor otro héroe suyo: “En el mundo en que vivimos
existen solamente dos lugares posibles para los creadores individualistas metafísicos: la prisión o el manicomio”.
El mismo no resistió la tensión de la vida: en el año 1939, al entrar el Ejército Rojo a Polonia,
se dispara un tiro en la sien. Con su muerte cerró una época de las letras polacas; con su obra
abrió una nueva época en la dramaturgia polaca y mundial.
Teatro de Witkacy, Zakopane Foto: aDO kASPRZAK
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Krzysztof Penderecki Foto: Bruno Fidrych
MARCIN ŻUREK
Krzysztof Penderecki - El último de los grandes
Hay quienes consideran que al nivel de la imaginación sonora de Krzysztof Penderecki no
puede aspirar ningún otro compositor moderno, que la factura de sus piezas lo eleva por
encima de todo contrincante… que Penderecki es insuperable, como si hubiese llegado a
algunos límites de la imaginación armónica, de la forma y de las posibilidades sonoras. De
tal u otra manera Penderecki es el úl mo de los grandes compositores polacos cuya obra
cons tuyó un fenómeno: la música contemporánea polaca... una de las más originales, innovadoras, ingeniosas y extensas del Siglo XX.
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En el acotado contexto de la música polaca, o aventurándose hacia juicios universales, se suele afirmar
que Krzysztof Penderecki es el compositor vivo más grande. En el primer caso, desde relativa modestia,
se dice que su obra no tiene parangón dentro de la música contemporánea del país. Pero a la vez hay
quienes consideran que al nivel de su imaginación sonora no puede aspirar ningún otro compositor moderno, que la factura de sus piezas lo eleva por encima de todo contrincante… que Penderecki es insuperable, como si hubiese llegado a algunos límites de la imaginación armónica, de la forma y de las posibilidades sonoras.
Pero ponderar la grandeza de Penderecki en un contexto quasideportivo – de competencia provinciana o
de usurpaciones a títulos universales – resulta gratuito y enteramente irrelevante frente a su obra. Esta
vacila entre la más radical vanguardia, como en Fluorescencias – que de los maltratados instrumentos
tradicionales y artefactos, que no habían pretendido convertirse en instrumentos jamás, exprime tonos y
colores que nunca se habían escuchado – y la retomada, pero a la vez repensada Tradición que en la
Pasión de San Lucas seduce incluso a aquel que se estremece ante los chirridos de los radicales, que para
la música buscan un futuro que rompa contundentemente con toda regla.
Y sin embargo la distinción la anula el mismo Penderecki, que a modo de un sucinto manifiesto se resume frente a su música en una sola frase: No me importa que mi música sea considerada tradicional o
vanguardista, basta con que se asuma como auténtica.
Independientemente de la renuencia a autodefinirse de Penderecki, su obra es lo uno y lo otro, sin ser ni
lo uno ni lo otro a la vez – ni vanguardia que abandone irremediablemente los canónicos preceptos que
le dan tranquilidad al público dominical, ni tradición que se estremezca ante aquella violación de lo académico. La dicotomía, que en la obra de Penderecki se reconcilia, la ilustra elocuentemente el Concierto
para el piano. Retomando las convenciones de la forma, las sintetiza en una cualidad nueva, que – recurriendo al termino arrebatado a empresas más amplias – podría llamarse posmoderna. Extrayendo del
concepto su esencial intuición, es posmoderno aquel que rehuye – cansado o escéptico – las acotaciones
de la forma, las obligaciones de la sintaxis, la obvia congruencia de las convenciones de su tiempo y
milieu.
A la vez, desde una marcada distancia hacia los formalismos que antes de la idea posmoderna usurpaban
definir épocas, Penderecki no es únicamente un hábil malabarista de formas, sino más bien un visionario
que las redefine para darle sustento a la emoción que permea su obra. Detrás de los nuevos modos de
expresión, forma, sonido y color hay en Penderecki también una sensibilidad extemporánea y esencial
para la música clásica, pues el experimento no es para el un fin en sí mismo, y la novedad – paradójicamente y en el sentido más profundo – no es su impulso. Aunque no exprese un fervor que a Bach lo inducía a dedicarle cada nota a dios, es Penderecki también compositor de música sacra, aunque su obra –
en el caso del Requiem polaco – la ha inspirado al mismo tiempo la esencia de Polonia y de su historia,
desde un instinto moral que no es más novedoso que el del primer hombre. Es desde la constante vacilación entre la tradición y una sensibilidad ante la que la académica tradición de la música occidental se
queda impotente de donde surge el inimitable lenguaje musical de Penderecki, cuya grandeza no debe
medirse frente a los demás sino frente a una orquestra que dirija.
Escucha la OBRA CASI COMPLETA DE PENDERECKI (http://ninateka.pl/kolekcje/en/
three-composers) en la página Three Composers (dedicada también a otros grandes compositores polacos - WITOLD LUTOSŁAWSKI I HENRYK MIKOŁAJ GÓRECKI).
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Varsovia. Foto: Alexis Ángulo
ALEXIS ÁNGULO
Polonia y México. 400 años de relaciones culturales
La historia de las relaciones entre México y Polonia se remonta al siglo XVI cuando Jan
Dantyszek, un fraile e intelectual de la ciudad de Gdańsk, fue enviado a España para servir
como diplomá'co para Segismundo, Rey de Polonia y del Gran ducado de Lituania entre
1506 y 1548.
24
„Aseguró parecerse a una rana: alto de ojos mundo, Rey de Polonia y del Gran ducado de
saltones, piel oscura y un torso grande con Lituania entre 1506 y 1548.
una especie de hombros pequeños y frag- Las relaciones entre los dos gobiernos eran
mentados”, relata el diplomático Jan Droho- buenas: El Hermano de Carlos I de España,
jewski antes de darse cuenta que frente a él Fernando I; estaba casado con Anna Jagieestaba nada más y nada menos que el famo- llón, hija de Vladislao Jagiellón; rey de Hunso muralista mexicano: Diego Rivera.
gría y Bohemia, así como hermano del rey de
“Desde el exterior él ya lucía como un ser Polonia; Segismundo el viejo.
humano extraordinario. Al final del día, me Dantyszek construyó una sólida red social en
convencí a mismo que los mexicanos en ge- Europa. Entre otros, se codeaba con Martín
neral son personas extraordinarias”, señala Lutero, Nicolas Copernico y el conquistador
en su libro: Meksyk Bogów, Krzyża i doralów.
de México; Hernán Cortés con quien inter-
Junto con Le Dôme, la cafetería La Rotonde, cambiaba correspondencia desde el continenera muy conocida por ser sede de las soirées te Americano.
intelectuales del periodo de entreguerras en
Montparnasse. Si algún artista no podía pa- Siglo XIX
gar, el dueño del local confiscaba alguna de El siglo XIX comenzó a traer a soldados polasus obras como depósito hasta que el artista cos a México. Después del fallido levantatuviera dinero para pagar.
miento de noviembre contra Rusia en 1831,
En una de esas tardes en La Rotonde, Rivera muchos polacos tuvieron que comenzar su
y Drohojowski, como parte de la élite intelec- vida desde cero en la emigración. Gran parte
tual, discutían sobre cualquier tema posible.
de ellos como soldados.
Por 123 años – Entre 1795 y 1918 – Polonia
Historia de las relaciones de los países
estuvo dividida en tres territorios diferentes,
Sin embargo, la historia de las relaciones en- pertenecientes entonces al Imperio Ruso, al
tre México y Polonia se remonta al siglo XVI reino de Prusia y a la monarquía de los Habscuando Jan Dantyszek, un fraile e intelectual burgo en Austria.
de la ciudad de Gdańsk, fue enviado a Espa- Entre 1846 y 1848, alrededor de 50 soldados
ña para servir como diplomático para Segis- polacos que se encontraban en Estados Uni-
25
dos se unieron al ejército estadounidense dos Unidos para derrotar a Francia, tras haber
para luchar contra México, país que al final servido en la guerra de secesión.
terminó perdiendo la guerra y gran parte de su Algunos de ellos comenzaron a identificarse
territorio.
con los republicanos en México. Poco satisfe-
Una edición del periódico Dziennik Narodowy chos con el hecho de que sólo los alemanes
–escrito en el exilo–, señalaba que esta guerra del cuerpo de extranjeros podían crecer en los
era injusta y que los polacos no estaban de rangos del ejército, algunos se cambiaban de
acuerdo en formar parte de ella: “Es una inva- bando y empezaron a pelear contra los missión del fuerte contra el débil”.
mos intervencionistas Europeos. Otros hicie-
Veinte años después –entre 1863 y 1865–, los ron lo contrario y algunos cometieron homicisolados polacos regresaron a México, sirvien- dio. Napoleón III decide dar marcha atrás a su
do durante la intervención Francesa, un inten- proyecto y Maximiliano I de México es fusilado
to fallido de Napoleón III de conquistar a Méxi- en 1867.
co.
Podemos aprender más sobre las circunstan- Paderewski en México
cias de estos años gracias a las memorias de Al inicio del siglo XX, el músico famoso y desdos veteranos: Konrad Niklewicz y Stanisław pués político; Jan Ignacy Paderewski, fue inviWodzicki.
tado por el presidente Porfirio Díaz a México
A pesar de que algunos de estos soldados para dar un concierto.
fueron forzados a pelear contra los mexica- “A pesar de que en ese tiempo no hablaba
nos, la mayoría estaba convencido de que lo español y nos comunicábamos con la ayuda
estaban haciendo por una buena causa: esta- de un intérprete, me quedó la impresión de
ban anticipando la ayuda de Napoleón en la que era un ser humano que merecía mi atencreación de la Polonia Independiente.
ción. El orden y la prosperidad prevalecieron
Sin embargo, algunos polacos se dieron cuen- en su gobierno”, escribe el pianista en sus
ta de que la situación que México estaba vi- memorias.
viendo era de hecho bastante similar a la de De acuerdo con el historiador Tadeusz
Polonia. Algunos peleaban contra México y Łepkowski, todos los medios mexicanos apreotros contra Napoleón III. Estos últimos ha- ciaron el evento de Paderewski, haciendo
bían sido enviados como refuerzos de Esta- énfasis en su origen polaco, algo políticamen26
El general Władysław Sikorski y el secretario de relaciones exteriores Ezequiel Padilla en Mexico,1942. Foto:
Archivos de Czesław Datka / Archivo Digital Nacional
te relevante si tomamos en cuenta que Polo- una caricatura del pianista porfirizado con el
nia no existía en el mapa.
titulo Porfirowski en México.
Este evento también tomó significado propa- Una estatua de este emblemático diplomático
gandístico en la oposición política Mexicana: y músico puede ser encontrada en el Paseo
“Este notable pianista, que también es violinis- de la Reforma –avenida principal de la Ciudad
ta, ha dado ya cuatro conciertos desde 1884 y de México–, donde se encuentra el castillo de
se prepara a darnos el quinto en este mismo Chapultepec, la entonces residencia oficial de
año”, escribió en su portada El hijo del Ahuizo- Maximiliano de Habsburgo.
te, una publicación de la oposición, en marzo Esta estatua de unos tres metros de altura fue
de 1900.
esculpida por Miguel Baquidano Camps y
La declaración era más bien una alusión a la contiene el águila polaca en su pecho con
permanencia en el poder del dictador Porfirio alas extendidas a sus lados.
Díaz. La portada de esa edición constaba de La escultura fue develada en 1945 en el Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México.
27
Santa Rosa: Odisea al son de mariachi. Materiales promocionales
Sin embargo, la República Popular de Polonia Entre 1928 y 1929 había alrededor de 3 mil
– nombre otorgado a Polonia durante el Co- 500 ciudadanos polacos viviendo en México,
munismo – bloqueó los fondos para este pro- de los cuales 95% eran judíos. Trabajaban
yecto y no fue sino hasta principios del siglo principalmente como zapateros, sastres, paXXI que la escultura fue revelada en la aveni- naderos y pintores. Muchos recibieron la nada de Paseo de la Reforma.
cionalidad mexicana rápidamente, algo que
convirtió a México en un destino atractivo para
Olas de Inmigración en el siglo XX.
los judíos.
Hubo principalmente dos periodos de inmigra- Durante el gobierno de Porfirio Díaz, la inmición polaca a México. El primero fue en 1920 gración judía era vista como algo positivo para
cuando más de 2 millones de judíos emigra- el país y su gente, ya que eran considerados
ron de Europa y Medio Oriente huyendo de la personas trabajadoras.
discriminación y el segundo ocurrió en 1943,
cuando México recibió casi 1500 polacos que Polacos en el exilio encuentran su hogar en
habían estado en el exilio durante la Segunda Santa Rosa.
Guerra Mundial.
En 1943, México y Polonia vivió uno de los
hechos que dejó una marca en la historia bila28
teral: 1434 refugiados polacos encontraron su ochenta y siente polacos regresaron a Polohogar en México, después de haber pasado nia.
por terribles experiencias que los forzaron a Los últimos dos años han sido fructíferos y
cruzar el mundo entero desde Siberia a Irán, dos documentales sobre este hecho histórico
Karachi y Australia.
han sido realizados en México. Santa Rosa:
En 1942, Manuel Ávila Camacho, entonces Odisea al son del mariachi, producida por
presidente de México, firma un acuerdo con el Piotr Piwowarczyk y Sławomir Grunberg, y De
Primer Ministro Polaco del Gobierno en Exilio, Polonia a Santa Rosa, después de los mil
el General Władysław Sikorski, ofreciéndole días, dirigida por Alejando Hurtado de León y
ayuda a los refugiados polacos que se encon- Berenice Sánchez Luna.
traban en campos temporales en Irán.
De Polonia a Santa rosa.. está basado en
“Fuimos recibidos con música, flores y los entrevista con dos mujeres Polacas que perbrazos abiertos y amorosos de los corazones manecieron en México tras este evento: Vadel pueblo Mexicano”, dijo una de las vícti- lentina y Franka. La primera llegó cuando era
mas.
una niña y la segunda se casó con un mexi-
“Estábamos en los brazos de amigos, amigos cano. Valentina aun recuerda cómo los cuerque no habíamos conocido antes”, recuerda pos de los exiliados eran echados al mar duuno de los testimonios de los archivos del rante la travesía que vivió cuando tenía tan
museo virtual Kresy-Siberia.
sólo 4 años en un barco de la marina estadou-
La hacienda de Santa Rosa en León Guana- nidense.
juato no era suficiente para el tamaño de la El año pasado, la historia de los niños que
comunidad polaca, así que nuevos edificios fueron parte de esta hacienda fue traída al
tuvieron que ser construidos; una escuela, un teatro en México con la obra “Si no lo cuentas
hospital, una piscina, dentista y jardines.
tú ¿Quién lo sabrá?”, bajo la dirección de Ewa
Mucha de esta ayuda era proveniente de Es- Pietrowska y el libreto de Berta Hiriart.
tados Unidos, del gobierno polaco en exilio y La Hacienda de Santa Rosa funciona ahora
del Reino Unido. En 1947, muchos se fueron como orfanato para niños mexicanos.
a Estados Unidos y Canadá, mientras que Estereotipos sobre México: ¿De dónde viene
sólo algunos se quedaron en México. Unos la expresión Ale Meksyk?
29
Fue justo en el periodo de entre guerras cuan- adquirido varios significados positivos como
do los publicistas polacos comenzaron a visi- buenas calificaciones, receso o fiesta.
tar México con más frecuenta y veían al país
con “ojos imperialistas”, recuerda Drohojews- México y Polonia, más cerca que nunca
ki. La Ciudad de México fue introducida al Por primera vez en 17 años, todas las becas
polaco en su versión en inglés: Mexico City, que el gobierno polaco ofrece a los estudianun anglicismo que prevalece en la lengua po- tes mexicanos están siendo utilizadas en el
laca a nuestros días.
año académico 2014-2015.
En ese entonces, esta lengua adquirió la ex- “Desde que el convenio de cooperación edupresión coloquial ale meksyk como sinónimo cativa y cultural fue firmado, únicamente dos,
de desorden, un equivalente al Polnische tres o incluso una beca de las siete disponiWirstchaft en Alemania. “Recuerdo en mi ju- bles eran otorgadas cada año”, señala Diego
ventud, una cafetería en mi pueblo natal con Dewar, actual agregado cultural de la Embajael nombre Klubowa”, respondió el reconocido da de México en Varsovia.
lingüista polaco Jan Miodek a mi pregunta Así mismo, alrededor de un centenar de mexisobre el significado de meksyk.
canos empezaron a aprender polaco el año
“y de todas formas todos iban a meksyk. Así pasado tan sólo en la Ciudad de México. Tres
que no se sorprenda del significado actual de nuevos cursos de esta lengua eslava fueron
México como confusión”, puntualizó.
abiertos en la Universidad Nacional Autónoma
Katarzyna Wyrwas, sociolingüista de la Uni- de México, Amapola; una organización civil y
versidad de Silesia en Katowice, ve este fenó- la Embajada de Polonia.
meno como algo normal en la lengua polaca. Por primera vez en 14 años, una delegación
Cita al lingüista Władysław Lubaś, quien seña- polaca del grupo de amistad polaco-mexicano,
la que el lenguaje coloquial tiene un vocabula- hizo una visita a México a principios de este
rio rico en emociones y valores negativos.
año para conocer a miembros del congreso,
“Seguramente no es una característica del así como intelectuales, artistas y empresarios
lenguaje polaco, sino del pensamiento hu- polacos viviendo en México.
mano en general”, señala Wyrwas.
Después de cinco años de existencia de la
Por otro lado, más allá de desorden o confu- Feria de las Culturas Amigas, un festival de
sión, la palabra meksyk, con m pequeña, ha tres semanas, que presenta artesanías y ex30
El buque escuela Cuauhtémoc en Gdynia. Foto: Marek Michalak / East News
presiones culturales de unas noventa nacio- Polonia siempre ha tenido una ganador”, asenes en Paseo de la Reforma, al fin Polonia veró Mónica Velarde, ex agregada cultural de
tuvo su propio stand el año pasado, ofrecien- la Embajada de Polonia.
do comida polaca e información del país a los Una de las razones de la visita del grupo de
visitantes.
amistad, fue la solicitud a México de participar
Por otro lado, México no ha pasado desaper- en la demanda de la liberación de la ucraniacibido para los ciudadanos polacos. En 1997, na Nadiya Savshenko, quien fue apresada en
la primera edición del concurso de dibujo in- Moscú en Junio del año pasado. David Pérez
fantil: Este es mi México, dirigido a los niños Tejeda, miembro de este grupo dijo que el
mexicanos viviendo en el extranjero, recibió congreso ya estaba trabajando en expresar su
más de 300 dibujos de niños polacos que ase- posición al respecto.
guraban tener relación con México.
El artículo se publicó originalmente en polaco e
“Después de esta experiencia maravillosa, el inglés en el portal Culture.pl. Traducción: Alexis
concurso se abrió a niños de todo el mundo y
Ángulo
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La Embajadora de Polonia en México Beata Wojna sobre las relaciones entre ambos países para el diario The News (https://www.msz.gov.pl/es/p/
meksyk_mx_a_es/actualidades/polish_envoy_touts_bilateral_relations)
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El Canciller José Antonio Meade visitó recientemente Polonia, reuniéndose
con el ministro de relaciones exteriores Grzegorz Schetyna. La visita marcó
un comienzo de nueva etapa en la relación bilateral, sobre la cual el Canciller
Meade publicó en el diario Milenio su artículo Polonia y México. Vieja amistad, nuevos retos
(http://www.milenio.com/firmas/jose_antonio_meade_kuribrena/PoloniaMexico-amistad-nuevos-retos_18_505929436.html)
33
Carteles de Andrzej Pągowski reproducidos con el consentimiento del autor
CARTEL POLACO. Especialidad nacional de Polonia, donde se ha elevado hasta la estatura de desenvuelto Arte por su propio derecho, ingenioso ejercicio de la imaginación, del
estilo y de la convención... sólo superficial o ilusoriamente atado dentro de algún fugaz pretexto contextual, un motivo inmediato o una utilidad volátil… La escuela polaca del cartel es
un fenómeno a escala universal... aparentemente un arte servicial (que suele en otras partes
disolverse con lo fugaz que anuncia) y que sin embargo se eleva en Polonia al nivel de un
impresionante “per se”... un acto imaginativo por su propio derecho... creatividad paralela
al espectáculo que anticipa. He aquí a uno de sus más conocidos representantes.
Marcin Żurek
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ARNIKA RAKOWSKA
LA SEGUNDA VIDA DEL CARTEL POLACO
Compartiendo la suerte de todo tipo de manufactura, el largo y complejo proceso de producción de los carteles de cine se va al olvido. El artista gráfico polaco Andrzej Pągowski intenta,
sin embargo, dar a sus obras una segunda vida.
El cartel de cine polaco tenía por muchos años una importante posición tanto en Polonia como
en el extranjero. En los años 60-80 los artistas polacos, aunque todavía existía la censura, a
menudo no tenían restricciones en su expresión creativa y sus carteles fueron premiados en
concursos internacionales, como “The Hollywood Report” o el concurso de carteles organizado
por festival del cine en Chicago.
En los años 60 el cartel polaco se convirtió en voz de la gente – sarcástico, atrevido y crítico
del poder. Los gobernantes, que querían convertir los carteles en un medio de información y
propaganda política, patrocinaron el arte sin darse cuenta que fue dirigida exactamente contra
ellos mismos.
Los carteles de los representantes de la Escuela Polaca de Cartel eran singulares en términos
estéticos, pero se caracterizaban por “la independencia y el ingenio de la mente”, como escribió un crítico. Creados como parte de campañas sociales o para promover espectáculos de
teatro y exposiciones, los carteles estaban presentes en todos lados. Una especie distinta
fueron los carteles de cine que no sólo transmitían información sobre una película, sino expresaban posturas sociales. Un buen ejemplo es el cartel de Rafał Olbiński del año 1979 creado
para la producción de Andrzej Wajda, un sobresaliente director polaco, Człowiek z żelaza (El
hombre de hierro). En el cartel la cabeza del trabajador desmorona un aro de hormigón que la
aprieta. Esto simboliza el poder de la mente en la lucha con la presión social. Este cartel pronto se convirtió en un cartel de “Solidarność” (Solidaridad) y sique siendo reconocible como uno
de los símbolos importantes de aquella época.
Otro ejemplo es el la película “Hair” y el cartel creado por Andrzej Pągowski – un soldado
joven de la guerra de Vietnam que está más interesado en la música que en la batalla. El sím35
bolo de la paz está claramente contrastado con el uniforme militar e incita a pensamientos
sobre el sentido de la guerra. El mensaje era suficientemente claro para obtener en 1981 el
primer premio del concurso en Los Ángeles.
Un mensaje similar llevaba el cartel de la película “Austeria” de Jerzy Kawalerowicz. Pągowski
unió el tema del paño de Verónica, un símbolo del sufrimiento y del amor, con talit, un chal
utilizado por los judíos durante servicios religiosos. Después de pintar el retrato, Pągowski disparó algunas veces al cartel de una escopeta de viento. El cartel que promovía la historia de
un tabernero judío durante la Primera Guerra Mundial ganó el título de mejor cartel del año
1983.
Ambas “Hair” y “Austeria” son obras de Andrzej Pągowski, un gráfico y autor de más de mil
carteles. El artista de 62 años todavía está creando y sus carteles de cine siguen vivos – continuamente presentados en exposiciones, recordando las películas que anunciaban. En contraste con los carteles comerciales contemporáneos, que nadie colecciona y que “mueren” el día
que termina la distribución de la película, las obras de Pągowski viven su segunda vida. Sin
embargo, sus carteles no son sólo presentados en galerías, el artista las quiere llevar afuera –
hacia la cultura popular. Está llevando a cabo un proyecto con una red de tiendas populares
Empik, donde creó una colección de gadgets basada en sus dibujos. Imanes, tazas térmicas y
bolsas son sólo algunos de los objetos en que se puede ver los clásicos carteles de Pągowski.
¿Significa esto que hay todavía un futuro para los tradicionales carteles de cine? ¿O los artistas serán reducidos a creadores de gadgets? Los mejores años del cartel polaco han pasado,
pero tal vez haya una posibilidad de darles una segunda vida. Sea en exposiciones o en forma
de gadgets, los carteles de artistas como Andrzej Pągowski todavía pueden funcionar en la
cultura popular y ser apreciados por las nuevas generaciones.
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Autor: Andrzej Pągowski
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