UNOS CUERPOS SON COMO FLORES 1. BIOGRAFÍA: LUIS CERNUDA (Sevilla, 1904 - Ciudad de México, 1963) Poeta español, una de las figuras fundamentales de la Generación del 27. Su obra se inscribe dentro de una corriente que muchos han calificado de neorromántica, pues la sensibilidad, melancolía y dolor que destila su poesía se halla siempre dentro de unos límites de serena contención, a la manera de G. A. Bécquer, pero con características matizadas por una aguda actitud de la mente, rasgo esencial de la generación a la que perteneció. Estudió derecho en su ciudad natal bajo la dirección de Pedro Salinas, de quien fue discípulo y quien orientó, asimismo, sus primeros pasos de poeta. De su inicial inclinación a la soledad y al nihilismo evolucionó hacia una actitud de íntima y acogedora espiritualidad. Así, los poemas "Atardecer en la catedral" y "La visita de Dios" señalan, según J.M. Valverde, "el término de la evolución de un ambiente español, desde un ideario exquisito y minoritario hasta una emoción a la vez religiosa y socialmente humana". En diferentes momentos de su vida dio clases de español en la universidad de Toulouse, en Inglaterra y en Estados Unidos. Sus primeras obras marcan un itinerario que desembocó en una estrecha afinidad con los poetas surrealistas. Esta etapa, que dio comienzo con Perfil del aire (1927) y Égloga, elegía, oda (1928) logra su mayor expresión y madurez en Un río, un amor (1929) y Los placeres prohibidos (1931), libros en los que ya se muestra, en todo su esplendor, un Cernuda enamorado y rebelde, orgulloso de su diferencia. En sus volúmenes siguientes arraigó con originalidad y dominio la tradición romántica europea: Donde habite el olvido (1934), Invocaciones (1935). Los títulos que aparecieron a partir de este momento, más los ya publicados, fueron engrosando su obra poética completa bajo el sugestivo rótulo de La realidad y el deseo (1936); en 1964 se publicó póstumamente la edición número cuarenta. Cernuda, que tras la contienda civil española conoció el exilio del que jamás volvió, emprendió, bajo la influencia directa de la poesía anglosajona, un período en el que su obra poética se hace autobiografía y reflexión. Residente en Gran Bretaña, Estados Unidos y, por último, México, publicó sucesivamente, entre otros libros, Las nubes (1940), Como quien espera el alba (1947), Vivir sin estar viviendo (1949), Con las horas contadas (1956) y Desolación de la Quimera (1962). La obra del autor ha sido objeto de numerosos estudios en muchos países. Tal vez quien más y mejor se haya aproximado a su sentido más genuino y profundo sea el mexicano Octavio Paz, que en un breve ensayo dedicado a su figura, escribe sobre el sentido de la palabra deseo en los trabajos del poeta: "Con cierta pereza se tiende a ver en los poemas de Cernuda meras variaciones de un viejo lugar común: la realidad acaba por destruir al deseo, nuestra vida es una continua oscilación entre privación y saciedad. A mí me parece que, además, dicen otra cosa, más cierta y terrible: si el deseo es real, la realidad es irreal. El deseo vuelve real lo imaginario, irreal la realidad". Pero además de poeta, Cernuda fue también un excelente prosista. Toda su obra recopilada tras su muerte por los estudiosos Derek Harris y Luis Mariscan, se puede encontrar en el volumen Prosa completa (1975), en el que, entre otros títulos, aparecen Variaciones sobre tema mexicano (1952), Ocnos (1942) y Estudios sobre poesía española contemporánea (1953). 2. MOVIMIENTO LITERARIO En los años veinte se abrió paso una excepcional promoción de poetas que condujo a las letras españolas a uno de sus momentos más brillantes. RASGOS GENERACIONALES En 1927 se conmemoró el tercer centenario de la muerte de Góngora, y un acto celebrado en el Ateneo de Sevilla reunió a la mayoría de los miembros del grupo. En torno a 1927 y 1928 se publicaron revistas importantes: Verso y Prosa, Carmen y Lola, y libros significativos: Perfil del aire, El alba del alhelí,…. Entre los poetas más destacados del grupo figuran Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Federico García Lorca, Rafael Alberti, Vicente Alexandre, Luis Cernuda y Dámaso Alonso. VANGUARDIA Y TRADICIÓN Como señalaba Dámaso Alonso, “lo primero que hay que notar es que esa generación no se alza contra nada”. Junto a su cosmopolitismo y apertura hacia las aportaciones que llegaban de Europa y América, los poetas del 27 valoraron el pasado y rescataron autores y estilos diversos, realizando una verdadera síntesis de vanguardia y tradición. Del pasado literario español rescataron formas de la poesía tradicional, en la tendencia llamada neopopularismo; de la poesía del siglo de Oro prestaron especial atención a Góngora, Garcilaso, san Juan, Lope y Quevedo; de la poesía del siglo XIX recibieron la influencia del intimismo de Bécquer; de las innovaciones métricas y el uso de las imágenes de Darío, de la concepción de la realidad como algo que se puede ser pensado, soñado o imaginado de Unamuno y Machado, y establecieron relación directa con la poesía simbolista, especialmente la de Mallarmé y Valéry. De las vanguardias incorporaron diferentes temas y recursos, aunque no se decantaron por ninguna en particular. LOS MAESTROS En los jóvenes poetas de la generación del 27 ejercieron un magisterio fundamental dos figuras clave en la cultura de la época: 1. Juan Ramón Jiménez. Su poesía pura constituyó el referente poético más claro en el panorama español, sobre todo a partir de Diario de un poeta recién casado. 2. José Ortega y Gasset. En La deshumanización del arte (1925) estableció los rasgos del nuevo arte a partir de la observación de la literatura de su época: deshumanización y autonomía de la obra artística, arte de minorías, intrascendencia, juego, ironía y predominio de la metáfora. TEMAS Y FORMAS DE LA GENERACIÓN DEL 27 Los grandes asuntos del ser humano – el amor, el universo, el destino, la muerte – pueblan las obras de los poetas del 27. Aun así los motivos temáticos están relacionados con la apreciación de los avances técnicos y también del sentido de la libertad: 1. La ciudad. Aparece unida a la visión futurista, impregnada de optimismo. 2. El amor. Se presenta como la plenitud del individuo y admite todas las manifestaciones posibles, con un sentido de libertad. 3. Las artes. Influidos claramente por las vanguardias literarias, las artes se convirtieron en tema de creación poética. 4. La naturaleza. Los poetas del 27 cultivaron tanto la imagen como la imagen visionaria, que relaciona los objetos, no por su semejanza física, sino por las emociones que despiertan. 3. RESUMEN En esta poesía Cernuda dice que todas las personas, sea cual sea su carácter, se enamoran convirtiéndose así en verdaderas personas. Sin embargo, el deseo del hombre por conseguir su libertad hace que se olvide del amor. Finalmente el autor se ofrece a ser amado por todos. 4. VOCABULARIO Vocabulario sencillo. 5. TEMA Y ORGANIZACIÓN DE LAS IDEAS TEMA: Las personas ignoran la importancia del amor. IDEAS: - Símil entre distintas personalidades con objetos: Flores = Sensible, Puñales= Fuertes, etc. - Explica la importancia del amor, nos convierte en verdaderas personas. - El deseo de libertad se antepone al amor. - El poeta se ofrece a ser amado. 6. FIGURAS RETÓRICAS Y CAMPO SEMÁNTICO Símil: algunos cuerpos son como flores, otros como puñales Anáfora: otros como puñales, otros como cintas de agua elipsis: otros (cuerpos) como cintas de agua bimembración: temprano o tarde antítesis: temprano o tarde poliptoton: ser-serán-soy metáfora: yo no soy piedra, sino camino. Hipérbole: muero de amor por todos ellos Predomina el campo semántico de la naturaleza: flores, agua, piedra, fuego, viento, nube,… 7. ANÁLISIS MÉTRICO No hay estructura métrica definida. La rima la consigue mediante otros mecanismos como la repetición. 8. COMENTARIO CRÍTICO El amor es un sentimiento intenso del ser humano que depende, necesita y busca el encuentro con otra persona. A esta persona la llamamos pareja y queremos buscar la felicidad junto a ella. Cuando creemos que hemos encontrado a la persona con la que somos felices, nos ilusionamos y nos enamoramos. Los enamorados no actúan por sentimientos, sino por pasiones, que son menos intensas y más impulsivas. Existe una gran diferencia entre amar y enamorarse, aunque son dos términos que se usan indistintamente. Cuando una persona se enamora de otra, se siente atraída por ella porque tienen cosas en común. Sin embargo, no termina de conocerla ya que los enamorados funcionan como una especie de proyector que muestra todo aquello que el uno quiere ver de otro. Por este motivo, cuando se rompe este proyector y aparecen las diferencias, los dos miembros de la pareja se dan cuenta de que no es amor lo que sienten sino una ilusión, un espejismo. El amor, por otro lado, es un sentimiento mucho más intenso que el enamoramiento ya que amar es conocer cómo es realmente tu pareja y no querer cambiarla. Es decir, el amor es dar todo tu cariño por una persona conociendo sus cualidades y sus defectos. Por ello, la expresión “el amor es ciego” debería cambiar por “el enamoramiento es ciego” ya que cuando alguien está amando, está queriendo a una persona en su plenitud, conociendo o viendo su verdadera personalidad. En la novela de Jorge Bucay, Amarse con los ojos abiertos, se puede ver claramente esta diferencia entre enamoramiento y amor que hemos establecido anteriormente: “Enamorarse es amar las coincidencias, y amar es enamorarse de las diferencias”. En resumen, amar es conocer a tu propia pareja y que tu pareja te conozca a ti y, de esta manera, encontrar el camino para el crecimiento personal ya que el deseo de unión nos completa y nos alegra para convivir, comunicarnos, crear y en definitiva, para ser felices.