Informe Final Inventario Forestal IMG 2014

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Inventario forestal Zona intangible Isla Martin García
Relevamiento florístico y estructural de bosque nativo
Inventario forestal Zona intangible Isla Martín García
Isla Martín García
La Plata – Prov. de Buenos Aires
2014
Actividad: PASANTÍA.
Exp. 200-002408-11
Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales
Universidad Nacional de La Plata
Nadia Kastelanovich
Santiago Bellón
Julián Mijailoff
Docente:Dr. Juan Manuel Cellini
Curso de Biometría Forestal, FCAyF, UNLP
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Inventario forestal Zona intangible Isla Martin García
Introducción
La definición de bosque nativo adopta un significado holístico, porque incorpora al
mapa de distribución y al proceso de ordenamiento territorial unidades o tipos de
ambientes o de vegetación que aunque no muestran una cobertura boscosa son
fundamentales para el ecosistema de los bosques lindantes y de aquellos que contienen.
La Provincia de Buenos Aires posee más de 1 millón de hectáreas cubiertas con
bosques nativos, ubicados en el sur, el Delta y las zonas costeras de los ríos Paraná, de La
Plata y antiguos cordones medanosos cercanos al Océano Atlántico. Se encuentran
representados por el Espinal, que incluye los Talares de Barranca, Talares del Este y el
Cardenal; el Monte; y la Provincia Paranaense, con el Bosque Ribereño y el Monte Blanco.
La isla Martín García (34' 11’ S, 58° 15'N) está localizada en el Río de La Plata
superior con una superficie de aproximadamente 180ha. La vegetación ha sufrido una
fuerte modificación debido a la alta densidad de población durante la primera mitad del
siglo XX. En consecuencia los bosques presentan diferentes grados de fragmentación
constituyendo porciones de tamaños variables.
Como resultado de estos cambios, la isla se ha convertido en uno de los puntos de
mayor diversidad biológica. La vegetación está comprendida en diversas zonas como: las
selvas marginales (SM), las cuales están vinculadas a zonas costeras y en cuyo estrato
arbóreo predominan especies como Tessaria integrifolia Ruiz & Pav. “aliso de rio”,
Symplocos uniflora (Pohl) Benth. “azarero”, Erythrina crista-galli L. “ceibo”, Ocotea
acutifolia (Nees) Mez “laurel criollo”, Lonchocarpus nitidus (Vogel) Benth. “bugre”, Luehea
divaricata Mart. “azota caballo”, Citharexylum montevidense (Spreng.) Moldenke “espina
de bañado”, Sapium haematospermum Müll.Arg. “lecheron”, Poecilanthe parviflora Benth.
“lapachillo”, Pouteria salicifolia (Spreng.) Radlk “mata ojo”, Ficus luschnathiana (Miq.) Miq.
“higuerón”, Blepharocalyx salicifolius (Kunth) O.Berg “arrayan”, Inga affinis DC. “ingá”,
Allophylus edulis (A.St.-Hil., A.Juss. & Cambess.) Radlk. “chal chal”, Sebastiania
brasiliensis Spreng. “blanquillo”, Myrsine laetevirens (Mez) Arechav.y Myrsine parvula (Mez)
Otegui “canelon”, Enterolobium contortisiliquum (Vell.) Morong “timbo”, Myrceugenia
glaucescens (Cambess.) D.Legrand & Kausel “murta” y Eugenia sp. “guayabo blanco”.
Entre las especies exóticas se encuentran Ligustrum lucidum W.T.Aiton “ligustro”, Citrus
reticulata Blanco “mandarino” y Ligustrum sinense Lour. “ligustrina” Además de especies
arbóreas existe un estrato arbustivo, musgos, lianas y epifitas.
Los bosques xeromórficos (X) son bosques con menor diversidad de especies
forestales, desarrollándose en áreas con condiciones mas xéricas, pero no muy marcadas
debido al nivel freático fluctuante en toda la isla. Se desarrollan en zonas interiores de la
isla. Las especies aclimatadas a estas situaciones son: Acacia caven (Molina) Molina
“espinillo”, Scutia buxifolia Reissek “coronillo”, Celtis tala Gillies ex Planch. “tala”, Schinus
longifolia (Lindl.) Speg. “molle”, Jordinia rhombifolia “sombra de toro”, Acanthosyris
spinescens Grises. “quebrachillo”, Cereus uruguayanus R. Kiesling “cardon”, Dodonaea
viscosa (L.) Jacq. “falsa chilca”, mientras que en las zonas inundadas (Xi) predomina S.
haematospermum”. El coronillar (C) presenta especies arbóreas, arbustos y enredaderas.
En esta zona predominan S. buxifolia, B. salicifolius, C. montevidense., Zanthoxylum
fagara (L.) Sarg., S. haematospermum, S. longifolia, C. tala, J. rhombifolia, A. edulis, Entre
las especies exóticas se encuentran Fraxinus pennsylvanica Marshall “fresno americano”, L.
lucidum, Morus alba L. “morera blanca”, Melia azedarach L. “paraiso”. Entre la vegetación
costera de la isla se distingue el bosque ribereño (BR), compuesto principalmente por T.
integrifolia, E. crista-galli, C. montevidense, F. luschnathiana, O. acutifolia, S.
haematospermum, P. salicifolia, Terminalia australis Cambess. “palo amarillo”, C. tala,
entre las nativas. Se observan especies exóticas como L. sinense, y M. alba.
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Inventario forestal Zona intangible Isla Martin García
En muchas zonas de la isla se observa la presencia de especies exóticas,
mencionadas anteriormente. Su introducción en un ecosistema acarrea graves
consecuencias en la estabilidad del mismo. Puede generar pérdida de diversidad autóctona,
degradación de hábitats, además de la pérdida económica que requiere su control o
erradicación. El ligustro es una de las especies que más ha crecido espontáneamente y ha
ido desplazando la flora autóctona.
La zona poblada de la isla presenta gran diversidad de especies cultivadas,
arbóreas o arbustivas, nativas o exóticas, por ejemplo, Eucalyptus camaldulensis Dehnh.,
Eucalyptus globulus Labill., palmeras de los generos Washingtonia y Phoenix, Eugenia sp.,
Schinus molle var. Areira L. “aguaribay”, Gleditsia triacanthos L. “acacia negra”,
Brachychiton populneum “bracho”, Casuarina cunninghamiana Miq. “casuarina”, Fraxinus
sp. “fresno”, Ulmus sp “olmo”, Acer sp. “arce”, Tipuana tipu (Benth.) O. Kuntze “tipa
blanca”, Robinia pseudo-acacia L. “acacia blanca”, Sophora japonica L. “sófora”, M.
azedarach, Ceiba sp. “palo borracho” Pinus sp. “pino”, Quercus sp. “roble”, Populus sp.
“alamos”, Platanus x acerifolia (Ait.) Willd. “plátano”, Phytolacca dioica L. “ombú”,
Araucaria araucana (Mol.) C. Koch “pehuen”, Prosopis alba Grisebach “algarrobo blanco”y
Ailanthus altísima (Mill.) Swingle “árbol del cielo”.
La zona intangible tiene una superficie de 37 ha. En un principio, la isla era utilizada
con fines militares y llego a tener cerca de 4000 habitantes, lo que trajo como
consecuencia desmontes y destrucción de la vegetación autóctona, que logra recuperarse
luego de la creación de la pista de aterrizaje y de la firma del tratado de 1973 que
especifica que la isla es destinada a reserva natural para la conservación y preservación de
la fauna, flora autóctonas y de su diversidad de Ambientes.
La totalidad de la isla es una Reserva Natural de Uso Múltiple, con jurisdicción de la
Provincia de Buenos Aires, administrada por la Div. Conservación Ambientes Naturales Dir. Desarrollo Forestal y Rec. Nat. del Min. de la Producción (Ley Provincial 007580/69).
El presente trabajo se centró en el relevamiento de la vegetación existente en la zona
intangible.
Objetivos
El estudio incluye un diagnóstico sobre las especies forestales existente en la región
de la zona intangible (ZI). El conocimiento de estos bosques en lo que respecta a sus
características florísticas y estructurales, es importante para estudios potenciales de
restauración ecológica de aquellas áreas degradadas. De esta forma, los objetivos del
estudio de estas comunidades boscosas son:
Suministrar información estadística y adecuada sobre el estado y la evolución de los
ecosistemas forestales en la RI

Servir como instrumento para la coordinación de las políticas forestales y de
conservación de la naturaleza

Materiales y métodos:
Descripción del lugar
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Inventario forestal Zona intangible Isla Martin García
Las observaciones se realizaron el mes de agosto de 2014, en la ZI de la isla Martín
García (Municipalidad de la Plata, Provincia de Bs As, Argentina) sobre una superficie de
37167 m2.
Relevamiento Forestal
En el relevamiento se realizó el estudio de la estructura y composición forestal, con
el fin de obtener un diagnóstico que permita sectorizar la reserva de acuerdo al estado en
el que se encuentra y los limites de cada unidad de vegetación. El relevamiento se llevó a
cabo en un total de 66 parcelas a lo largo de 14 transectas distribuidas sistemáticamente
con una separación de 100 m entre si previamente proyectadas al plano en GPS.
La distribución de las parcelas se realizo a lo largo de cada transecta, en dirección
perpendicular a la pista de aterrizaje que divide la zona intangible del resto de la isla. El
rumbo perpendicular fue realizado mediante utilización de brújula. Dichas parcelas fueron
circulares de 6 m de radio (superficie = 113 m2) y se dispusieron separadas por 50 m de
longitud medidos con cinta métrica.
En cada parcela se realizo el reconocimiento de las especies (Lahitte y Hurrell 1998;
Lahitte y Hurrel ,1994) y la medición de perímetros mediante cinta diamétrica de árboles
mayores a 22,5 cm - DAP (diámetro normal a 1,3 m) mayor a 7 cm.
Para la medición del diámetro se deben tener ciertas precauciones, como cuidar que la
cinta quede perpendicular al eje del fuste, controlar que la superficie sobre la cual está
apoyada la cinta quede libre de ramas, muñones, plantas trepadoras, que adicionan error
a la medición. Se asumió que un árbol está dentro (fuera) de una parcela si su eje central
está ubicado dentro (fuera) de la parcela.
Estudio de la estructura
Una de las acepciones de la palabra estructura es "arreglo o disposición de las
diversas partes de un todo". Para facilitar este “arreglo” es conveniente definir clases
dentro de las cuales ubicamos los elementos de interés. Para definir esas clases debemos
recurrir a alguna característica de esos elementos. En consecuencia, la forma en que la
estructura se describa dependerá de la característica elegida.
Zonificación:
En base a las especies observadas en cada parcela y mediante la utilización de
imágenes satelitales se pudieron distinguir 6 unidades de vegetación (UV) diferentes.
Clasificación en clases diamétricas
En éste estudio se calculó la cantidad de individuos por hectárea, pertenecientes a
cada clase diamétrica. A partir del DAP de los individuos de cada unidad se establecieron
las siguientes clases diamétricas: DAP menores o iguales a 10 cm; DAP >10≤15; DAP
>15≤20; DAP >20≤25; DAP >25≤30; DAP >30≤35; DAP >35≤40; DAP >40≤45; y DAP
mayores a 50 cm. Luego del análisis de la distribución que se encontró se entiende que
hay un tipo de estructura propio de un tipo de masa coetánea.
Densidad
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La densidad es cualquier magnitud de un bosque expresada como promedio por
hectárea de terreno, o que representa en forma implícita ese promedio. Las medidas de
densidad pretenden dar una idea sobre el grado de ocupación del terreno o de
agrupamiento de sus árboles, y tienen aplicaciones diversas; una de las más importantes
es en los modelos de crecimiento y de rendimiento.
Riqueza
El término riqueza hace referencia al número de las especies existentes en una
comunidad, es un índice de su diversidad.
Por lo tanto se consideró para su cálculo el número de especies halladas en cada UV. Se
diferenció la riqueza de nativas y de exóticas y se realizó un análisis de la varianza con el
fin de obtener la riqueza promedio.
Resultados y discusión
Superficies de cada zona:
Tabla 1. Datos estadísticos de las unidades de vegetación
UV
Superficie (ha.) N° parcelas Int. Muestreo
SM
21,935
41
2,1
BR
7,730
9
1,3
X
2,647
7
3
Xi
1,656
1
0,7
C
2,282
6
3
P
0,917
2
2,5
Total
37,167
66
2
UV: Unidades de vegetación.; int. Muestreo: intensidad de muestreo en número de
parcelas por hectárea; BR: Bosque ribereño.; SM: Selva marginal.; C: Bosque coronillo.; P:
Pastizal.; X: Bosque xerófito.; Xi: Bosque xerófito inundado.
SM: La selva marginal tiene una superficie de 21,935 ha, representando el 59% del
intangible. Dentro de esta zona se midieron 41 parcelas con una intensidad de muestreo
de 2,1 parcelas por hectárea.
BR: El bosque ribereño tiene una superficie de 7,730 ha, representando el 20,5% del
intangible. Dentro de esta zona se midieron 9 parcelas con una intensidad de muestreo de
1,3 parcelas por hectárea.
X: El bosque xerófito tiene una superficie de 2,647 ha, representando el 7% del intangible.
Dentro de esta zona se midieron 7 parcelas con una intensidad de muestreo de 3 parcelas
por hectárea.
Xi: El bosque xerófito inundado tiene una superficie de 1,656 ha, representando el 4% del
intangible. Dentro de esta zona se midió 1 parcela con una intensidad de muestreo de 0,7
parcelas por hectárea.
C: El bosque coronillo tiene una superficie de 2,282 ha, representando el 8% del
intangible. Dentro de esta zona se midieron 6 parcelas con una intensidad de muestreo de
3 parcelas por hectárea.
P: El Pastizal tiene una superficie de 0,917 ha, representando el 1,5%
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Figura 1. Imagen de la Zona intangible con los límites de las diferentes
unidades de vegetación
BR: Bosque ribereño.; SM: Selva marginal.; C: Bosque de coronillo.; P: Pastizal.; X:
Bosque xerófito.; Xi: Bosque xerófito inundado
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La figura 1 muestra los limites de las unidades de vegetación delimitadas en base a
las 66 parcelas de inventario forestal y la interpretación de las imágenes satelitales. Se
observa que existe un gradiente de ambientes desde la costa hacia el interior de la zona
intangible.
Distribución por clase diamétrica.
La distribución de los individuos en clases de diámetros o clases diamétricas,
expresada como el número promedio de árboles por hectárea por clase, es lo que se
entiende por estructura de una masa boscosa. De esta forma los árboles se agrupan en
distintas clases de acuerdo con su DAP. La evaluación de la clase diamétrica nos permite
evaluar el estado ecológico y de conservación de un bosque, debido a que nos permite en
primer término detectar la falta de regeneración o bien el envejecimiento del conjunto del
área forestal. A partir de la distribución de las clases podemos determinar el tipo de
estructura, dependiendo de la forma en que los árboles se instalan y mueren a lo largo del
tiempo encontramos estructuras que son del tipo de masas COETÁNEAS o DISCETÁNEAS.
Las primeras corresponden a individuos que pertenecen a una misma clase de edad,
donde podemos encontrar árboles muy consistentes en altura, con variación en la posición
relativa de sus copas; en este tipo de estructuras los diámetros se concentran alrededor
de su promedio, con frecuencias decrecientes hacia ambos extremos. Por otro lado los
tipos de masas discetáneas poseen una distribución en forma de curva descendente, que
parte de un número alto de árboles en las clases diamétricas inferiores que va
descendiendo a medida que nos acercamos a las clases superiores (jota invertida) lo que
deja entrever que los árboles han sido instalados durante un largo período de tiempo y
existen individuos de distinta clase de edad.
Tabla 2. Distribución por clases diamétricas (n/ha)
UV
BR
SM
C
P
X
XI
DAP
≤10
1051
375
427
0
303
354
DAP
>10≤15
796
358
309
0
733
265
DAP
>15≤20
236
153
74
0
76
0
DAP
>20≤25
39
86
59
0
38
88
DAP
>25≤30
29
58
15
0
13
0
DAP
>30≤35
10
52
0
0
13
0
DAP
>35≤40
0
9
0
0
13
0
DAP
>40≤45
10
11
0
0
0
0
DAP
>50
0
19
15
0
0
0
UV: Unidades de vegetación.; BR: Bosque ribereño.; SM: Selva marginal.; C: Bosque
coronillo.; P: Pastizal.; X: Bosque xerófito.; Xi: Bosque xerófito inundado; DAP: diámetro
normal a 1,3 m; los valores están expresados en número de árboles por hectárea.
La tabla 2 indica el número de árboles de cada clase diamétrica (expresada en cm.)
por hectárea que hay en cada unidad de vegetación. Se observa un mayor número de
individuos de menor diámetro en todas las unidades, lo que nos habla de una distribución
diamétrica propia de un tipo de masa discetánea (figura 2). A su vez también se ven
diferentes particularidades propias de las unidades de vegetación. El bosque ribereño
presenta una alta concentración de árboles con diámetros menores tanto a 10cm., como
entre 10 y 15cm., lo que refleja una dinámica propia del bosque ribereño donde los
ejemplares de mayor diámetro tienden a voltearse con mayor frecuencia dejando lugar a
un rebrote constante que explica también el carácter denso de la zona. Situación similar
sucede en Xi, pero en este caso solo se encontró una sola especie (curupí) que puede
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desarrollarse en este ambiente con altos periodos de anegamiento. Por otra parte la selva
marginal si bien presenta una distribución discetánea, tendencia común a todo el
intangible, se distingue en él una mayor maduración del bosque, encontrándose una alta
frecuencia de individuos de gran porte. Similar a lo encontrado en C, donde se repite esta
frecuencia de distribución diametral. En el área correspondiente al pastizal no se observo
colonización de individuos de porte forestal.
Figura 2. Curva de distribución de las clases diamétricas
UV: Unidades de vegetación.; BR: Bosque ribereño.; SM: Selva marginal.; C: Bosque
coronillo.; P: Pastizal.; X: Bosque xerófito.; Xi: Bosque xerófito inundado.
Densidad, diámetro promedio y área basal por unidad de vegetación
A continuación se detallan los resultados de los relevamientos para cada
unidad de vegetación (Tabla 3, 4, 5 6 y 7) en densidad (numero de arboles por
hectárea, diámetro promedio de cada especie y área basal). En esta
discriminación se puede observar la baja cantidad de especies exóticas que sin
embargo es necesario realizar un control.
Tabla 3. Densidad, diámetro promedio y área basal de las especies encontradas
en el bosque ribereño.
BR
Densidad
DAP
AB
Total
2171 ± 504
11.7 ± 1.1
26.6 ± 6.3
N
2122 ± 518
11.7 ± 1.1
26.1 ± 6.3
E
49 ± 49
11.4 ± 3.1
0.5 ± 0.5
T. integrifolia
88 ± 83
9.4 ± 1.7
0.6 ± 0.6
B. salicifolius
127.7 ± 204.2
9.5 ± 5.3
1.2 ± 2.2
S. uniflora
9.8 ± 22.7
7.3
0.04 ± 0.1
S. brasiliensis
167 ± 257.6
11.2 ± 2.9
1.5 ± 2.1
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M. laetevirens
M. parvula
E. crista-galli
A. edulis
C. montevidense
A. caven
G. triacanthos
F. luschnathiana
I. affinis
P. parviflora
O. acutifolia
S. haematospermum
L. lucidum
C. reticulata
M. alba
M. glaucescens
T. australis
560 ± 276.1
11.5 ± 1.7
6 ± 3.2
98.2 ± 157.4
10.1 ± 3.9
0.7 ± 1
19.6 ± 30
36.1 ± 95.8
2.1 ± 3.5
9.8 ± 22.7
10.6
0.1 ± 0.2
19.6 ± 30
17 ± 73
0.5 ± 0.9
68.8 ± 158.6
9.7
0.5 ± 1.2
9.8 ± 22.7
10.0
0.1 ± 0.2
9.8 ± 22.7
13.2
0.1 ± 0.3
19.6 ± 30
12.8 ± 51.8
0.3 ± 0.5
9.8 ± 22.7
8.9
0.1 ± 0.1
98.2 ± 86.3
12.5 ± 4.4
1.7 ± 1.9
284.9 ± 185.4
12.8 ± 2.5
4.1 ± 3.2
9.8 ± 22.7
13.8
0.1 ± 0.3
9.8 ± 22.7
12.1
0.1 ± 0.3
19.6 ± 45.3
9.6
0.1 ± 0.3
176.8 ± 245
8.6 ± 3.1
1.2 ± 1.9
353.7 ± 280.2
12.1 ± 1.6
5.3 ± 5.1
Densidad: n/ha; DAP: diámetro a la altura del pecho en cm, AB: área basal en
m2/ha. Los valores expresados en promedio ± Desvío estándar.
Tabla 4. Densidad, diámetro promedio
en la selva marginal.
SM
Densidad
Total
1130 ± 152.7
N
1110.6 ± 156.9
E
19.4 ± 15.9
T. integrifolia
2.1 ± 4.3
B. salicifolius
196.2 ± 76.3
S. uniflora
21.6 ± 21.4
L. divaricata
10.8 ± 17.9
S. brasiliensis
58.2 ± 33.4
L. nitidus
30.2 ± 39.8
M. laetevirens
138 ± 90.7
M. parvula
8.6 ± 10.4
E. crista-galli
10.8 ± 9.2
A. edulis
43.1 ± 31.9
S. buxifolia
45.3 ± 31.3
C. montevidense
36.7 ± 23.3
Eugenia sp.
140.2 ± 75.4
Z. fagara
17.2 ± 14.3
F. pennsylvanica
6.5 ± 13.1
G. triacanthos
4.3 ± 6.1
F. luschnathiana
23.7 ± 16.5
S. longifolia
2.2 ± 4.4
I. affinis
19.4 ± 27.6
P. parviflora
21.6 ± 21.4
y área basal de las especies encontradas
DAP
17.9 ± 2.6
18.3 ± 3.4
3 ± 2.4
9
13.2 ± 2.4
21.7 ± 10.7
14.8 ± 28.8
12 ± 1.8
20.5 ± 15.7
13.8 ± 2.3
27.2 ± 42.8
33.2 ± 29.6
18.4 ± 15.7
17 ± 4.1
22.9 ± 5.2
10.6 ± 1.9
18.6 ± 12.1
9.2
24.3 ± 90.4
63.3 ± 30.6
25.9
26.8 ± 48.3
11.3 ± 3.3
AB
35.5 ± 8.6
35 ± 8.7
.5 ± .5
.01 ± .03
3.6 ± 1.8
.7 ± .6
.2 ± .4
.7 ± .4
1.3 ± 1.6
2.5 ± 1.5
.5 ± .7
1.3 ± 1.7
1.2 ± 1.4
1.1 ± .8
1.9 ± 1.5
1.1 ± 0.6
0.5 ± 0.6
0.05 ± 0.09
0.2 ± 0.3
8.9 ± 8
0.1 ± 0.2
0.9 ± 1.3
0.3 ± 0.3
9
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O. acutifolia
S. haematospermum
L. sinense
L. lucidum
C. reticulata
P. salicifolia
S. longifolia
M. glaucescens
T. australis
M. azedarach
C. tala
E. contortisiliquum
66.8 ± 38.9
23.7 ± 6.1
3.7 ± 2.5
92.7 ± 57.9
14.9 ± 3.3
1.8 ± 1.2
2.2 ± 4.4
8
0.01 ± 0.02
2.2 ± 4.4
22.1
0.08 ± 0.2
2.2 ± 4.4
8.1
0.01 ± 0.02
56.1 ± 40.8
12.7 ± 3.7
0.9 ± 1
4.3 ± 6.1
11.3 ± 18.8 0.04 ± 0.06
43.1 ± 38.5
12 ± 4.4
1 ± 1.4
15.1 ± 17.5
14.5 ± 6.9
0.3 ± 0.3
2.2 ± 4.4
28.4
0.1 ± 0.3
2.2 ± 4.4
32.9
0.2 ± 0.4
4.3 ± 8.7
17.3
0.1 ± 0.2
Densidad: n/ha; DAP: diámetro a la altura del pecho en cm, AB: área basal en
m2/ha. Los valores expresados en promedio ± Desvío estándar.
Tabla 5. Densidad, diámetro promedio y área basal de las especies encontradas
en el bosque de coronillo.
C
Densidad
DAP
AB
Total
913.7 ± 848.9
13.8 ± 4.8
17.8 ± 17.3
N
913.7 ± 848.9
13.8 ± 4.8
17.8 ± 17.3
B. salicifolius
221.0 ± 475.8 17.9 ± 105.9
3.8 ± 6.4
L. nitidus
58.9 ± 149.7
11
0.6 ± 1.4
M. parvula
14.7 ± 37.3
18
0.4 ± 0.9
E. crista-galli
59 ± 149.3
10.3
0.5 ± 1.2
S. buxifolia
117.9 ± 94.4
13.6 ± 7.8
2.1 ± 2.9
C. montevidense
44.2 ± 76.5
18.9 ± 74.1
1.1 ± 1.9
Eugenia sp.
176.8 ± 361.0
8.8 ± 3.8
1.6 ± 3.6
Z. fagara
14.7 ± 37.3
29.4
1.0 ± 2.5
S. haematospermum 147.4 ± 330.4
9.7 ± 33.9
1.8 ± 4.4
S. longifolia
44.2 ± 76.5
36.1 ± 308.6
4.6 ± 10.7
C. tala
14.7 ± 37.3
15.9
0.3 ± 0.7
Densidad: n/ha; DAP: diámetro a la altura del pecho en cm, AB: área basal en
m2/ha. Los valores expresados en promedio ± Desvío estándar.
Tabla 6. Densidad, diámetro promedio y área basal de las especies encontradas
en el bosque xeromorfico.
X
Densidad
DAP
AB
Total
1187.3 ± 1147.4
12.4 ± 2.1
16.4 ± 12.8
N
1187.3 ± 1147.4
12.4 ± 2.1
16.4 ± 12.8
B. salicifolius
12.6 ± 30.4
7.8
0.1 ± 0.1
S. uniflora
12.6 ± 30.4
13.3
0.2 ± 0.4
C. uruguayanus
543.1 ± 1170.3
19.1 ± 15.7
7.6 ± 12.7
S. buxifolia
113.7 ± 211.6
11.6 ± 40.1
1.8 ± 4.0
A. caven
25.3 ± 60.9
8.7
0.1 ± 0.4
Eugenia sp.
50.5 ± 91.3
8.6 ± 12.7
0.3 ± 0.7
Z. fagara
75.8 ± 97.7
10.6 ± 8.1
0.7 ± 1.0
D. viscosa
25.3 ± 60.9
10.1
0.2 ± 0.5
10
Inventario forestal Zona intangible Isla Martin García
O. acutifolia
S. haematospermum
S. longifolia
A. spinescens
J. rhombifolia
12.6 ± 30.4
12.2
0.1 ± 0.4
113.7 ± 274.0
11.7
1.3 ± 3.2
12.6 ± 30.4
26.3
0.7 ± 1.6
176.8 ± 227.8
11.8 ± 7.1
2.9 ± 4.9
12.6 ± 30.4
12
0.1 ± 0.3
Densidad: n/ha; DAP: diámetro a la altura del pecho en cm, AB: área basal en
m2/ha. Los valores expresados en promedio ± Desvío estándar.
Tabla 7. Densidad, diámetro promedio y área basal de las especies encontradas
en el bosque xeromorfico inundado.
Xi
Densidad DAP AB
Total
707.3
11.9 9.1
N
707.3
11.9 9.1
S. haematospermum
707.3
11.9 9.1
Densidad: n/ha; DAP: diámetro a la altura del pecho en cm, AB: área basal en
m2/ha. Los valores expresados en promedio ± Desvío estándar.
Riqueza
Tabla 8. Número de especies en cada UV
UV
Riqueza
SM
32
BR
21
C
11
X
13
XI
1
TOTAL
38
UV: Unidades de vegetación.; BR: Bosque ribereño.; SM: Selva marginal.; C: Bosque
coronillo.; P: Pastizal.; X: Bosque xerófito.; Xi: Bosque xerófito inundado.
La tabla 8 muestra una mayor riqueza (número de especies distintas) relacionada
principalmente con la superficie que tienen las distintas unidades vegetativas. En la selva
marginal encontramos una mayor riqueza, esto puede deberse a la mayor relación de
superficie que posee esta unidad lo cual se corresponde también con distintos sectores
donde pueden encontrarse una mayor variedad de especies, como por ejemplo zonas más
cercanas al río y otras que se encuentran hacia el interior de la isla. El bosque ribereño
posee una riqueza inferior a la SM, mientras que C presenta un bosque compuesto por 11
especies forestales.
Tabla 9. Análisis de la riqueza para cada unidad de vegetación
UV Riqueza (N) Riqueza (E) Riqueza (T)
BR 6.1 ± 0.6 c 0.4 ± 0.1 a 6.6 ± 0.6 c
SM 4.9 ± 0.3 bc 0.2 ± 0.1 a 5.1 ± 0.3 bc
C
3.5 ± 0.7 abc 0.0 ± 0.1 a 3.5 ± 0.7 ab
X
3.0 ± 0.7 ab 0.0 ± 0.1 a 3.0 ± 0.7 ab
XI
0.0 ± 0.4 a 1.0 ± 1.7 ab
1.0 abc
p
0,1476
0.0000
0.0000
11
Inventario forestal Zona intangible Isla Martin García
F
1.7
8.2
6.8
UV: Unidades de vegetación.; Riqueza = número de especies distintas por parcela; (N):
nativas; (E): exóticas; (T): total, BR: Bosque ribereño.; SM: Selva marginal.; C: Bosque
coronillo.; P: Pastizal.; X: Bosque xerófito.; Xi: Bosque xerófito inundado. Los valores
expresados en promedio ± Desvío estándar. Letras distintas representan diferencias
significativas mediante test de Tuckey.
La tabla 9 nos indica las medias de riquezas existentes por parcelas en cada unidad
de vegetación, como medida de referencia a la variedad de especies que se encuentra por
unidad relacionándola a las parcelas que se han tomado para las mediciones. Se realizaron
los desvíos estándares tanto para especies nativas como exóticas, y para el total de ambas.
En referencia a la riqueza de especies nativas, la tabla nos muestra que la selva marginal
debe considerarse de transición entre el bosque ribereño y el resto de las unidades, lo que
se ve mejor reflejado en el total. No sucede esto en relación a especies exóticas, donde
deben considerarse todas las unidades como uniformes. Se observa una muy baja riqueza
de exóticas en las parcelas medidas.
Conclusión:
Las variaciones en la composición florística y estructural demuestran que la
introducción de especies exóticas dentro de la estructura del bosque nativo de la Isla
Martín García no representa una amenaza considerable siempre y cuando se tomen los
recaudos necesarios de eliminar de la isla las especies arbóreas exóticas existentes. Se
sugiere realizar la eliminación mediante anillado de las especies de Ligustrum lucidum
W.T.Aiton “ligustro”, Citrus reticulata Blanco “mandarino”, Ligustrum sinense Lour.
“ligustrina”, Fraxinus pennsylvanica Marshall “fresno americano”, Morus alba L. “morera
blanca” y Melia azedarach L. “paraíso”. Este informe constituye el primer paso para la
coordinación de las políticas forestales y de conservación de la naturaleza en este
ecosistema vulnerable.
Agradecimientos. Este trabajo contó con el apoyo de la Dirección de Islas, el
Ministerio de Gobierno y el Ministerio de la Producción de la Provincia de Buenos Aires.
Deseamos agradecer la colaboración personal de Javier San Cristóbal y Santos Pérez
Alvarado, así como al personal de Guardaparques que nos brindo su apoyo en todo
momento.
Bibliografía
Lahitte H. y Hurrell J. (eds.) 1998. Árboles Rioplatenses. Árboles nativos y naturalizados
del Delta del Paraná, Isla Martín García y Ribera Platense. LOLA. Argentina.
Lahitte H. y Hurrel J. 1994. Los árboles de la isla Martín García. Buenos Aires. Comisión de
Investigaciones Científica
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