Sandra Lorena Cardenas

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RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURÍDICAS EN EL TIPO
PENAL DE TRATA DE PERSONAS EN COLOMBIA
Autor@: Sandra Lorena Cárdenas Sepúlveda1
Fecha:
Julio 16 de 2013 (Globalización y Trata de Personas)
Panel 2:
“Actores y roles: construcción y deconstrucción de la trata”
Subtema: 1.
“Víctimas, Tratantes e Intermediarios”
Palabras clave: Responsabilidad, Persona Jurídica, Sanción Penal, Multas,
Intervención Judicial, Liquidación de Sociedad, Incautación de Bienes.
Panel 2: “Actores y roles: construcción y deconstrucción de la trata” Subtema: 1.
“Víctimas, Tratantes e Intermediarios”
Resumen:
En la configuración de la conducta punible de trata de personas confluyen varios
factores para que se realice de manera efectiva la concreción de este delito que
vulnera de manera sistemática los derechos humanos reconocidos a través de la
historia al ser considerada esta modalidad delictiva como la esclavitud del siglo
XXI.
En este contexto adquiere especial relevancia para efectos de reprimir y eliminar
esta práctica de la sociedad las diversas formas de sanción que se encuentran
1 Abogada especialista en Derecho Administrativo, Magister en Derecho Procesal, especialista en Derechos Humanos,
Doctoranda en Derecho de la Universidad Libre Bogotá, Maestranda en Derechos Humanos de la Universidad de Alcalá de
Henares – Madrid. [email protected].
adoptadas por las diferentes legislaciones en el mundo de acuerdo a las
modalidades que para la comisión del delito utilizan las organizaciones criminales
que se dedican a realizar este tipo de actividades ilícitas de orden transnacional,
adquiriendo relevancia en esta dinámica la constitución de personas jurídicas que
se encargan de la captación de las víctimas como es el caso de Agencias de
Modelaje que tienen como fin aparente conectar las personas interesadas en esta
profesión con otros países para desplazarse a modelar y que terminan siendo
intermediarias de trata de personas con fines de explotación sexual; las Agencias
Matrimoniales constituidas con el fin de ayudar a las personas interesadas en
buscar pareja fuera del país con fines matrimoniales y que terminan siendo
intermediarios para coadyuvar la práctica de matrimonio servil o trabajos forzados
en el lugar de destino del referido matrimonio; Agencias de Empleo que prometen
llevar a las personas interesadas a trabajar en el extranjero con contratos de
trabajo y que en realidad representan fachada para comercializar seres humanos
con fines de explotación laboral en el extranjero.
Frente a estos casos, además de otros similares se observa que en principio
existe una constitución de una persona jurídica bajo la normatividad pertinente al
país donde se instaura este ente ficticio y que una vez es judicializada la conducta
debe asumir algún tipo de responsabilidad dado que es el primer contacto que
atrae a las víctimas bajo la seguridad que brinda una persona jurídica reconocida
por las leyes internas del país donde se presente el fenómeno.
En consecuencia, resulta importante determinar el alcance de la responsabilidad
penal en la conducta de trata de personas para analizar la viabilidad de sanciones
como multas, cierre de la empresa e incautación de los bienes que se encuentren
a nombre de la referida institución jurídica constituida según la norma del derecho
interno, además de otros tipos de sanciones que procedan desde la óptica del
derecho penal.
1. Introducción
Los Derechos Humanos y su reconocimiento han sido fruto de grandes luchas
llevadas a cabo por representantes de la sociedad desde siglos atrás,
caracterizándose siempre por brindar a los seres humanos espacios para
desarrollar sus proyectos de vida, donde principios como la libertad y la igualdad
en el marco de la justicia, sean de permanente aplicación. Sin embargo, las
actividades criminales van incorporando a la sociedad nuevas formas de obtener
recursos en el marco de la ilegalidad y con total desconocimiento de estos
derechos reconocidos por las normas en marcos nacionales e internacionales,
como es el caso de la Trata de Personas, conducta que implica una flagrante
violación a la dignidad humana, la integridad personal, la libertad, la igualdad y
disminuye a las víctimas a tal punto, que se consideran estos hechos como
nuevas formas de esclavitud moderna, todo ello con fines lucrativos que se
consolidan en el marco de redes de carácter nacional o internacional.
La modernidad y sus descubrimientos que se han difundido en virtud de la
globalización, han permitido que las mencionadas organizaciones con fines
criminales de explotación humana, capten víctimas con la utilización de recursos
como el internet y concretamente las redes sociales o incluso elaboraciones más
avanzadas que desde la figura de personas jurídicas ocultan los fines de obtener
víctimas para ser sometidas a Trata de Personas. Este es el caso de las aparentes
Agencias de Empleo, Agencias de Modelaje o Agencias Matrimoniales que tienen
como finalidad aparente constituirse en intermediarios para obtener mano de obra
en países subdesarrollados para viajar a países de Europa u otros destinos
internacionales, o de descubrir talentos para impulsarlos en el modelaje en el
extranjero o simplemente de conseguir una pareja con fines matrimoniales fuera
del país; pero en realidad frente a todos estos fines aparentes se esconden los
fines criminales de obtención de víctimas bajo el engaño según los fines descritos.
Por lo tanto la finalidad de la presente ponencia es dar a conocer el alcance de la
responsabilidad penal de estas organizaciones que se estructuran bajo la figura de
personas jurídicas, con el único fin de captar víctimas para organizaciones
dedicadas a la Trata de Personas en el ámbito colombiano.
2. Planteamiento del Problema
Colombia presenta altos índices de víctimas de la conducta punible de trata de
personas, existen diversas modalidades de captación y también de explotación de
las personas que son sometidas bajo esta modalidad delictiva, se incluyen dentro
esta última los fines de explotación sexual, laboral, matrimonio servil, tráfico de
órganos, fines de mendicidad o extracción de órganos; para estos fines las
organizaciones criminales que se encuentran estructuradas para llevar a cabo
cada etapa de las que caracterizan la configuración de la conducta como es
captación, traslado, acogida, sometimiento y explotación, tienen diseñadas
estrategias que permiten en principio engañar a sus víctimas para incorporarlas a
sus fines criminales y por último explotarlas en las modalidades que existen, a
nivel nacional e internacional. En esta etapa de la captación
y con el fin de
engañar a las personas interesadas en contraer matrimonio con extranjeros, o
incursionar en el modelaje en otros países u obtener empleo en países
desarrollados para mejorar su situación económica, los tratantes disponen de
mecanismos como la creación de personas jurídicas que bajo la figura de
agencias matrimoniales, de modelaje o de empleo en el extranjero, realizan la
finalidad de engañar y conseguir víctimas para la configuración del delito de trata
de personas.
En consecuencia surge la formulación del problema, así: ¿Cuál es el alcance de la
responsabilidad penal de las personas jurídicas frente a la conducta punible de
trata de personas en Colombia?
3. Antecedentes
La trata de personas como conducta tiene sus antecedentes desde épocas
remotas, concretamente se observa en la historia como fenómenos como la
conquista de territorios en Latinoamérica generaron fenómenos como la entrega
de mujeres indígenas como botines de guerra con fines de explotación sexual y en
el mismo sentido se empezaron a transportar mujeres africanas para ser
entregadas con igual finalidad. En la colonia, la práctica llegó a radicarse en
lugares fijos destinados a obtener beneficios económicos producto de las
actividades sexuales que bajo coacción ejercían las mujeres que habían sido
entregadas para estos fines (Wilson, 2009).
En Europa, con ocasión de la Primera Guerra Mundial y a raíz de hechos como el
hambre y el desplazamiento forzado del que eran objeto algunas poblaciones las
mujeres fueron tomadas con fines de explotación sexual en contra su voluntad
para ser trasladas a Asia o África y de ahí la primera denominación de la conducta
punible: “ Trata de Blancas”.
Como resultado de este fenómeno las Naciones Unidas en el año de 1904,
emitieron el primer instrumento internacional para reprimir la trata de personas
cuya finalidad era proteger de manera efectiva el tráfico humano de mujeres y
brindar protección a las víctimas de estos hechos ilegales. En España, se fundó el
Patronato Real para la Represión de Trata de Blancas en el año 1902, el cual se
prolongó hasta 1931, año en que se cambió su nombre por Patronato de
Protección a la Mujer.
Sin embargo, la realización de la conducta siguió en auge y con el transcurrir del
tiempo se fueron descubriendo otras modalidades de trata que no estaban
referidas a explotación sexual y que no implicaba que las víctimas fueran mujeres
blancas Europeas, pues infortunadamente en lugar de erradicarse esta conducta,
las víctimas pasaron a ser mujeres de cualquier edad incluyendo menores de edad
independientemente de sus características físicas, así como hombres, en cuanto
las particularidades de la evolución de estos hechos ilegales se centraron además
de la explotación sexual, en lo laboral, el matrimonio servil, la mendicidad, y la
extracción de órganos, lo que conllevó a la denominación del tipo penal como trata
de personas.
En la actualidad el concepto ha generado que se incluya dentro de la referida
denominación, todas las modalidades que confluyen en la comisión de este delito,
ante lo cual el Protocolo contra la trata de personas, define la trata de personas
así: La acción de captar, transportar, trasladar, acoger o recibir personas,
recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al
rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad
o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento
de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación (Trata de
Personas, 2008).
En 1949, la ONU emite el Convenio de 1949 “Contra la Trata de Personas y la
Explotación Prostitución Ajena”, que en su preámbulo determina:” Considerando
que la prostitución y el mal que la acompaña, la trata de personas para fines de
prostitución, son incompatibles con la dignidad y el valor de la persona humana y
ponen en peligro el bienestar del individuo, de la familia y de la comunidad.
(Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la
prostitución ajena, 1949)”
A partir de ese momento, se empezaron a emitir otros instrumentos de carácter
internacional que denotan la importancia que las Naciones Unidas le dio a la
creciente comisión de la conducta de trata de personas en un número significativo
de países, ya sea como emisores de víctimas o como receptores para la
realización de actividades de explotación laboral, encontrándose los siguientes:

Convención suplementaria sobre la abolición de la esclavitud, la trata de
esclavos y las instituciones y prácticas análogas a la esclavitud (1956).

Convenio No. 105 de la OIT relativo a la abolición del trabajo forzoso
(1957).

Convenio No. 143 de la OIT sobre las migraciones en condiciones
abusivas y la promoción de la igualdad de oportunidades y de trato de los
trabajadores migrantes (1975).

Convenio No.182 de la OIT sobre la prohibición de las peores formas de
trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación (1999).

Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada
transnacional (entró en vigor el 29 de septiembre de 2003).

Convenio del Consejo de Europa sobre la lucha contra la trata de seres
humanos (16 de mayo de 2005).
A su vez, dentro de las nuevas transformaciones que fue presentando el delito
transnacional de trata de personas, se detectó como la influencia de las nuevas
tecnologías ha sido un factor que permite que los autores materiales e
intelectuales de trata de personas diseñen estrategias para engañar y captar a sus
víctimas a partir de promesas como la consecución de un trabajo en el exterior,
modelar en escenarios internacionales o encontrar una persona para contraer
matrimonio. Estas actividades de intermediación son organizadas bajo la figura de
personas jurídicas que son entendidas como una creación del derecho a fin que
puedan contraer derechos y obligaciones y que surgen bajo los requisitos
determinados por el derecho civil y comercial. En consecuencia, cuando se
judicializan personas naturales que han cometido la conducta de trata de
personas, queda el interrogante de la responsabilidad penal que les pueda asistir
a estas personas jurídicas pues bajo su configuración y existencia se permitió la
comisión de una conducta punible.
El tema ha sido polémico para el mundo del derecho, y en algunos países se ha
determinado la imposición de sanciones para las personas jurídicas que son
utilizadas para cometer conductas delictivas, al respecto en el ordenamiento
jurídico colombiano no se contempla disposiciones que permitan imponer penas a
este tipo de personas fruto de la ficción del derecho. Como antecedentes de esta
posibilidad se observan en la historia los siguientes:
En el Código de Hammurabi en el Articulo 23 encontramos que: “si un ladrón logra
escapar, la victima reclamara ante Dios lo que le fue robado; en tal caso, la ciudad
donde el hecho ocurrió, o el prefecto, se lo restituirán”. (Cortés, 1997). En el
Derecho Griego se observan referentes de sanciones contra determinadas
ciudades y familias, práctica que igualmente se realizaba en el ámbito del Derecho
Romano. En el Derecho Canónico frente a responsabilidades colectivas, se
establece un sistema de sanciones donde se imponían penas principales a los
socios cuando actuaban aisladamente y la colectividad podía ser penada como
instigadora o cómplice, encontrando la ex –comunión (cesura eclesiástica
relacionada con determinados bienes espirituales) de ciudades y poblaciones
enteras como castigo máximo. (Cortés, 1997)
En consecuencia de lo anterior, como responsabilidad penal de las personas
jurídicas, se entiende la posibilidad de endilgar conductas tipificadas en el Código
Penal y atribuir sanciones de carácter penal, en virtud de hechos cometidos por
acción u omisión de estos entes morales, colectivos o jurídicos.
4. Marco Normativo
La conducta punible de Trata de Personas en virtud de su tratamiento como delito
transnacional, ha generado que se promulguen varios instrumentos normativos de
prevención y sanción de la conducta entre los cuales se destacan:

El Protocolo para Prevenir, Suprimir y Castigar la Trata de Personas,
especialmente de Mujeres y Niños, del año 2000 (conocido como Protocolo
de Palermo contra la Trata de Personas), el cuál, en el artículo 3 inciso “a”,
define la trata de personas, como:
“La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas,
recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al
rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad
o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento
de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa
explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras
formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las
prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos”
(Protocolo de Palermo, 2000).

Protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes por tierra, aire y mar, que
también es complementario de la Convención de las Naciones Unidas
contra la delincuencia organizada trasnacional, adoptada por la ONU en el
2000.
4.1 Normativa interna
En Colombia, en virtud de la adhesión al referido Protocolo de Palermo, se profirió
en 2005, la Ley 985 de 2005, por medio de la cual se adoptan medidas contra la
trata de personas y normas para la atención y protección de las víctimas de la
misma, lo cual para efectos de ser incorporado en el Código Penal se reguló de la
siguiente manera:
Artículo 188A. Trata de personas. El que capte, traslade, acoja o reciba a una
persona, dentro del territorio nacional o hacia el exterior, con fines de explotación,
incurrirá en prisión de trece (13) a veintitrés (23) años y una multa de ochocientos
(800) a mil quinientos (1.500) salarios mínimos legales mensuales vigentes".
"Para efectos de este artículo se entenderá por explotación el obtener provecho
Económico o cualquier otro beneficio para sí o para otra persona, mediante la
explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los
trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud,
la servidumbre, la explotación de la mendicidad ajena, el matrimonio servil, la
extracción de órganos, el turismo sexual u otras formas de explotación.
El consentimiento dado por la víctima a cualquier forma de explotación definida en
este artículo no constituirá causal de exoneración de la responsabilidad penal
(Código Penal Colombiano, 2005).
5. Marco Jurisprudencial
Con relación a la responsabilidad penal de las personas jurídicas y a la conducta
punible de trata de personas, se ha pronunciado la Corte Constitucional en
reiteradas oportunidades, así:
Datos Identificadores de la Sentencia: Sentencia de Constitucionalidad C – 320
de 1998, emitida por la Corte Constitucional Colombiana
Problema Jurídico: Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas. La Corte
analiza los tipos de sanciones que pueden ser atribuidas a las personas jurídicas,
concluyendo que solo son de carácter pecuniario e indicando la posibilidad que
las referidas sanciones puedan imponerse desde el ámbito penal.
Fragmentos pertinentes para transcribir: La persona jurídica no es un simple
receptáculo formal de acciones u omisiones. La ley recurre a la personificación
jurídica con el objeto de satisfacer específicas necesidades de organización y
expresión de la acción colectiva orientada a la consecución estable de fines
lícitos. Si se examina con detenimiento el régimen jurídico que hace posible
introducir este actor de la vida social, se concluye que está dotado de
instrumentos y mecanismos prudenciales para controlar, dentro del campo en el
que despliega su objeto, las acciones y omisiones, que le pueden ser
genéricamente imputadas, según sus consecuencias. En realidad, lo contrario no
lo haría apto como sujeto de derecho. No siempre la evitación del
comportamiento prohibido debe recaer únicamente en las personas físicas que
fungen como gestores del ente o limitarse la responsabilidad consiguiente al
resarcimiento de los daños causados por un tercero. A las personas jurídicas el
ordenamiento suministra órganos y medios para establecer su dominio - control inclusive sobre los actos y omisiones que violen la Ley. No enfrenta la persona
jurídica, por el simple hecho de tener esta naturaleza, la circunstancia ineluctable
de no poder prevenir ni reaccionar ante las acciones u omisiones con capacidad
para destruir bienes y valores sociales supremos. Las fallas que en este sentido
se presenten - no obstante la existencia de medios, órganos y mecanismos
legales y estatutarios idóneos jurídicamente para deliberar, decidir, reaccionar y
corregir los distintos cursos de la acción social -, pueden ser tenidos en cuenta
por el legislador para asignar, cuando ello sea posible, responsabilidad penal al
mismo ente societario, sin perjuicio de su responsabilidad patrimonial y de la
responsabilidad también penal que se pueda deducir a sus gestores (Corte
Constitucional Colombiana, 1998).
Como se observa en la mencionada decisión, el Tribunal Constitucional indica
como en el ordenamiento jurídico colombiano se imponen a las personas jurídicas
sanciones de carácter administrativo y patrimonial, pero en el ámbito penal no se
ha legislado para tener previstas las disposiciones que contemplen los aspectos
fácticos que implicarían infracción al Código Penal y las sanciones a imponer en
estos eventos, aspecto que para la Corte Constitucional Colombiana sería posible
introducir en la legislación penal en cuanto se a una persona jurídica se le
atribuyen facultades para ejercer ciertos derechos y en esa medida en cuanto se
convierte en sujeto de derechos, también adquiere obligaciones que en el caso de
salir del ámbito de la licitud pueden ser objeto de sanciones penales de acuerdo
con la naturaleza de creación de las mismas, e independiente de las
responsabilidades administrativas o pecuniarias a que haya lugar cuando en su
actuar se desborde la licitud que debe imperar en sus actos.
Datos Identificadores de la Sentencia: Sentencia de Constitucionalidad C – 843
de 1999, emitida por la Corte Constitucional Colombiana.
Problema Jurídico: Corresponde a la Corte Constitucional Colombiana
determinar los alcances de la cosa juzgada constitucional y la responsabilidad
penal de las personas jurídicas.
Fragmentos pertinentes para transcribir: La determinación de situaciones
en las que la imputación penal se proyecte sobre la persona jurídica, no
encuentra en la Constitución Política barrera infranqueable; máxime si de lo
que se trata es de avanzar en términos de justicia y de mejorar los
instrumentos de defensa colectiva. Es un asunto, por tanto, que se libra dentro
del marco de la Carta a la libertad de configuración normativa del legislador y,
concretamente, a su política sancionatoria, la cual puede estimar necesario por
lo menos en ciertos supuestos trascender el ámbito sancionatorio donde reina
exclusivamente la persona natural - muchas veces ejecutora ciega de
designios corporativos provenientes de sus centros hegemónicos -, para
ocuparse directamente de los focos del poder que se refugian en la autonomía
reconocida por la ley y en los medios que ésta pone a su disposición para
atentar de manera grave contra los más altos valores y bienes sociales (Corte
Constitucional Colombiana, 1999).
Esta decisión determina de manera clara la posibilidad que tiene el legislador de
imponer sanciones penales para las personas jurídicas que infrinjan la ley penal,
considerando que no siempre las personas naturales que hacen parte de la
estructura de esa persona jurídica son los únicos responsables frente a un
resultado contrario a la ley, haciendo énfasis la Corte Constitucional que avanzar
en este tipo de regulaciones contribuye a obtener adecuados instrumentos de
defensa de los intereses colectivos tutelados por la ley.
Datos Identificadores de la Sentencia: Sentencia de Constitucionalidad C – 674
de 1998
Problema Jurídico: Corresponde a la Corte Constitucional determinar la
exequibilidad de la norma que dispone la creación de un seguro ecológico y la
responsabilidad penal de las personas jurídicas.
Fragmentos pertinentes para transcribir: A la ley no se le prohíbe
sancionar el abuso de la personalidad jurídica. La utilización del esquema
societario con móviles penales o de enriquecimiento ilícito, aparte de
implicar para sus gestores sanciones privativas de la libertad, puede
legítimamente dar lugar a variadas reacciones del ordenamiento jurídico en
relación con los actos societarios, el objeto social, el patrimonio social o la
persona jurídica misma. En la esfera civil, la nulidad, la ineficacia, la
inoponibilidad,
responsabilidad
la
desestimación
extracontractual,
de
la
personalidad
corresponden
a
jurídica,
la
instituciones
y
mecanismos a los cuales puede apelar la ley con el objeto de castigar las
desviaciones patológicas que afecten el funcionamiento o actividad de las
personas jurídicas. En el campo administrativo, de otra parte, a través de un
arsenal punitivo igualmente diversificado, se contemplan sanciones en caso
de que las personas jurídicas se aparten de sus mandatos. La norma
objetada no descarta que el hecho punible pueda concretarse en cabeza de
la persona jurídica. Así como una persona natural, por ejemplo, puede
incurrir en el delito tipificado en el artículo 197 del C.P., por fabricar una
sustancia tóxica sin facultad legal para hacerlo, es posible que ello se
realice por una persona jurídica, en cuyo caso de acreditarse el nexo entre
la conducta y la actividad de la empresa, el juez competente, según la
gravedad de los hechos, estará facultado para imponer a la persona jurídica
infractora una de las sanciones allí previstas. (Corte Constitucional
Colombiana, 1998)
En esta decisión, se hace énfasis frente a la ausencia de prohibición expresa en el
ordenamiento jurídico colombiano que indique la restricción para el legislador de
imponer sanciones a las personas jurídicas cuando infrinjan los bienes jurídicos
tutelados por el Estado y siempre y cuando se demuestre el nexo entre la
conducta y la actividad final objeto de reproche social.
6. Perspectivas del Derecho Comparado
En el ámbito del derecho comparado, para el caso de la responsabilidad penal de
las Personas jurídicas existen países como España, Francia y Holanda en los que
se admiten las sanciones para las personas jurídicas, la discusión se ha orientado
hacia el tipo de penas que se deben imponer a estas personas jurídicas, hay
autores que afirman que solamente pueden imponérsele sanciones de tipo
administrativo como multas o supervisión de las actividades, pero estas medidas
se encuentran insuficientes en la esfera de prevención o reiteración de la
conducta, pues los aspectos pecuniarios pueden repararse, pero la entidad puede
continuar con la reiteración de los actos dañosos para la sociedad.
Como alternativa existen tratadistas que proponen la imposición de medidas de
seguridad, frente a las cuales debe demostrarse la culpabilidad en la comisión de
la conducta por parte del ente investigado, a fin de tomar medidas que impidan la
reiteración de la conducta que está por fuera del ámbito de la legalidad, pero estas
medidas no podrían corresponder a las medidas impuestas de manera tradicional,
deben tener unas particularidades específicas que la doctrina ha denominado
consecuencias accesorias que corresponden a la imposición de medidas como la
suspensión de actividades, cierre de la empresa, hasta la disolución y liquidación
de la persona jurídica, se cuestiona que en algunos ordenamientos estas medidas
dependen de la condena que se realice a una persona natural, lo cual no debería
ser así en cuanto la responsabilidad penal de las personas jurídicas se pregona de
manera independiente, sin que sea necesario que coexista con la responsabilidad
penal de una persona natural. (Cavero, 2008).
Ahora bien en el ámbito de la responsabilidad penal de las personas jurídicas que
tienen injerencia en la captación de víctimas con la finalidad de ser explotadas
mediante cualquiera de las modalidades previstas por la trata de personas se
destaca el caso español, legislación que profirió la Circular 1 de 2011relativa a la
Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas conforme a la reforma del
Código Penal efectuada por la Ley Orgánica número 5 de 2010, la cual consagra
en el artículo 31 del referido Código, lo siguiente:
Artículo 31 bis del Código Penal, que establece lo siguiente:
“1. En los supuestos previstos en este Código, las personas jurídicas serán
penalmente responsables de los delitos cometidos en nombre o por cuenta de las
mismas, y en su provecho, por sus representantes legales y administradores de
hecho o de derecho. En los mismos supuestos, las personas jurídicas serán
también penalmente responsables de los delitos cometidos, en el ejercicio de
actividades sociales y por cuenta y en provecho de las mismas, por quienes,
estando sometidos a la autoridad de las personas físicas mencionadas en el
párrafo anterior, han podido realizar los hechos por no haberse ejercido sobre
ellos el debido control atendidas las concretas circunstancias del caso. 2. La
responsabilidad penal de las personas jurídicas será exigible siempre que se
constate la comisión de un delito que haya tenido que cometerse por quien ostente
los cargos o funciones aludidas en el apartado anterior, aun cuando la concreta
persona física responsable no haya sido individualizada o no haya sido posible
dirigir el procedimiento contra ella. Cuando como consecuencia de los mismos
hechos se impusiere a ambas la pena de multa, los jueces o tribunales modularán
las
respectivas
cuantías,
de
modo
que
la
suma
resultante
no
sea
desproporcionada en relación con la gravedad de aquéllos” (Código Penal
Español, 2010).
La referida circular indica los tipos penales expresamente, en los que puede
deducirse responsabilidad penal de las personas jurídicas así:
La Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas en la parte especial del
Código Penal. Catálogo de delitos de los que pueden ser responsables las
personas jurídicas. Ámbito de aplicación del artículo 129 del código penal La
reforma del Código Penal circunscribe la responsabilidad de las personas jurídicas
al siguiente catálogo de delitos:
Delito
Artículo del Código Penal
Tráfico ilegal de órganos ........................................................................
156 bis
Trata de seres humanos.......................................................................... 177 bis
Delitos relativos a la prostitución y la corrupción de menores..............
189 bis
Delitos contra la intimidad y allanamiento informático ........................
197
Estafas y fraudes del artículo 251 ..........................................................
251 bis
Insolvencias punibles ...........................................................................
261 bis
Daños informáticos................................................................................
264
Delitos contra la propiedad intelectual e industrial, el mercado
288
Blanqueo de capitales ............................................................................
302
Delitos contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social .....................
310 bis
Delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros....................
318 bis
Delitos de construcción, edificación o urbanización ilegal....................
319
Delitos contra el medio ambiente .......................................................... 327, 328
Delitos relativos a la energía nuclear y a las radiaciones ionizantes ......
343
Delitos de riesgo provocado por explosivos ..........................................
348
Delitos contra la salud pública en la modalidad de tráfico de drogas....
369 bis
Falsedad en medios de pago ..................................................................
399 bis
Cohecho .................................................................................................
427
Tráfico de influencias.............................................................................
430
Corrupción de funcionario extranjero ....................................................
445
Financiación del terrorismo .....................
576
Tabla 1: Tomado de la Circular 1 de 2011relativa a la Responsabilidad Penal
de las Personas Jurídicas – España
En consecuencia, se evidencia una reforma en los aspectos inherentes a la
tipificación de la conducta de trata de personas en la legislación penal española,
así:
“Artículo 177 bis 1. Será castigado con la pena de cinco a ocho años de prisión
como reo de trata de seres humanos el que, sea en territorio español, sea desde
España, en tránsito o con destino a ella, empleando violencia, intimidación o
engaño, o abusando de una situación de superioridad o de necesidad o de
vulnerabilidad de la víctima nacional o extranjera, la captare, transportare,
trasladare, acogiere, recibiere o la alojare con cualquiera de las finalidades
siguientes:
a) La imposición de trabajo o servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares
a la esclavitud o a la servidumbre o a la mendicidad.
b) L a explotación sexual, incluida la pornografía.
c) L a extracción de sus órganos corporales.
2. Aun cuando no se recurra a ninguno de los medios enunciados en el apartado
anterior, se considerará trata de seres humanos cualquiera de las acciones
indicadas en el apartado anterior cuando se llevare a cabo respecto de menores
de edad con fines de explotación.
3. El consentimiento de una víctima de trata de seres humanos será irrelevante
cuando se haya recurrido a alguno de los medios indicados en el apartado primero
de este artículo.
4. Se impondrá la pena superior en grado a la prevista en el apartado primero de
este artículo cuando:
a) Con ocasión de la trata se ponga en grave peligro a la víctima;
b) la víctima sea menor de edad;
c) la víctima sea especialmente vulnerable por razón de enfermedad, discapacidad
o situación.
Si concurriere más de una circunstancia se impondrá la pena en su mitad superior.
5. Se impondrá la pena superior en grado a la prevista en el apartado 1 de este
artículo e inhabilitación absoluta de seis a doce años a los que realicen los hechos
prevaliéndose de su condición de autoridad, agente de ésta o funcionario público.
Si concurriere además alguna de las circunstancias previstas en el apartado 4 de
este artículo se impondrán las penas en su mitad superior.
6. Se impondrá la pena superior en grado a la prevista en el apartado 1 de este
artículo e inhabilitación especial para profesión, oficio, industria o comercio por el
tiempo de la condena, cuando el culpable perteneciera a una organización o
asociación de más de dos personas, incluso de carácter transitorio, que se
dedicase a la realización de tales actividades. Si concurriere alguna de las
circunstancias previstas en el apartado 4 de este artículo se impondrán las penas
en la mitad superior. Si concurriere la circunstancia prevista en el apartado 5 de
este artículo se impondrán las penas señaladas en este en su mitad superior.
Cuando se trate de los jefes, administradores o encargados de dichas
organizaciones o asociaciones, se les aplicará la pena en su mitad superior, que
podrá elevarse a la inmediatamente superior en grado. En todo caso se elevará la
pena a la inmediatamente superior en grado si concurriera alguna de las
circunstancias previstas en el apartado 4 o la circunstancia prevista en el apartado
5 de este artículo.
7. Cuando de acuerdo con lo establecido en el artículo 31 bis una persona jurídica
sea responsable de los delitos comprendidos en este artículo, se le impondrá la
pena de multa del triple al quíntuple del beneficio obtenido. Atendidas las reglas
establecidas en el artículo 66 bis, los jueces y tribunales podrán asimismo imponer
las penas recogidas en las letras b) a g) del apartado 7 del artículo 33.
8. La provocación, la conspiración y la proposición para cometer el delito de trata
de seres humanos serán castigadas con la pena inferior en uno o dos grados a la
del delito correspondiente.
9. En todo caso, las penas previstas en este artículo se impondrán sin perjuicio de
las que correspondan, en su caso, por el delito del artículo 318 bis de este Código
y demás delitos efectivamente cometidos, incluidos los constitutivos de la
correspondiente explotación.
10. Las condenas de jueces o tribunales extranjeros por delitos de la misma
naturaleza que los previstos en este artículo producirán los efectos de
reincidencia, salvo que el antecedente penal haya sido cancelado o pueda serlo
con arreglo al Derecho español.
11. Sin perjuicio de la aplicación de las reglas generales de este Código, la víctima
de trata de seres humanos quedará exenta de pena por las infracciones penales
que haya cometido en la situación de explotación sufrida, siempre que su
participación en ellas haya sido consecuencia directa de la situación de violencia,
intimidación, engaño o abuso a que haya sido sometida y que exista una
adecuada proporcionalidad entre dicha situación y el hecho criminal realizado”.
Del análisis de la reforma indicada, se deduce como el legislador agrupa todas las
conductas que constituyen trata de seres humanos, independientemente de la
prueba de la existencia de una organización criminal, especificando que el ámbito
de aplicación se aplica desde España o cuando se esté en tránsito hacia ese país;
a su vez especifica la consumación del delito independientemente de que se haya
producido la situación de explotación humana en cualquiera de sus modalidades.
A su vez, como se observa de la redacción del artículo transcrito, se especifica de
manera expresa la sanción para el caso en que en la comisión del delito
intervengan personas jurídicas, indicando la multa como sanción a aplicar para el
evento en que se obtenga beneficio económico, además de las sanciones que
están tipificadas para las personas jurídicas por el Código Penal Español en el
artículo 33 y que son las siguientes:
“Las penas aplicables a las personas jurídicas, que tienen todas la consideración
de graves, son las siguientes:
a) Multa por cuotas o proporcional.
b) Disolución de la persona jurídica. La disolución producirá la pérdida definitiva de
su personalidad jurídica, así como la de su capacidad de actuar de cualquier modo
en el tráfico jurídico, o llevar a cabo cualquier clase de actividad, aunque sea lícita.
c) Suspensión de sus actividades por un plazo que no podrá exceder de cinco
años.
d) Clausura de sus locales y establecimientos por un plazo que no podrá exceder
de cinco años.
e) Prohibición de realizar en el futuro las actividades en cuyo ejercicio se haya
cometido, favorecido o encubierto el delito. Esta prohibición podrá ser temporal o
definitiva. Si fuere temporal, el plazo no podrá exceder de quince años.
f) Inhabilitación para obtener subvenciones y ayudas públicas, para contratar con
el sector público y para gozar de beneficios e incentivos fiscales o de la Seguridad
Social, por un plazo que no podrá exceder de quince años.
g) Intervención judicial para salvaguardar los derechos de los trabajadores o de los
acreedores por el tiempo que se estime necesario, que no podrá exceder de cinco
años.
La intervención podrá afectar a la totalidad de la organización o limitarse a alguna
de sus instalaciones, secciones o unidades de negocio. El Juez o Tribunal, en la
sentencia o, posteriormente, mediante auto, determinará exactamente el contenido
de la intervención y determinará quién se hará cargo de la intervención y en qué
plazos deberá realizar informes de seguimiento para el órgano judicial. La
intervención se podrá modificar o suspender en todo momento previo informe del
interventor y del Ministerio Fiscal. El interventor tendrá derecho a acceder a todas
las instalaciones y locales de la empresa o persona jurídica y a recibir cuanta
información
estime
necesaria
para
el
ejercicio
de
sus
funciones.
Reglamentariamente se determinarán los aspectos relacionados con el ejercicio
de la función de interventor, como la retribución o la cualificación necesaria. La
clausura temporal de los locales o establecimientos, la suspensión de las
actividades sociales y la intervención judicial podrán ser acordadas también por el
Juez Instructor como medida cautelar durante la instrucción de la causa”
Como se observa del análisis del ordenamiento jurídico español, se encuentran
importantes avances en la represión del delito de trata de personas, destacándose
la imposición expresa de sanciones a las personas jurídicas que intervengan de
manera activa en la comisión de estos delitos, lo que denota la apertura legislativa
y la importancia de considerar los diversos medios que se tienen en cuenta, por
parte de la industria criminal que ejecuta estas conductas.
7. Situación de la conducta de trata de personas en Colombia con relación a
la tipificación de responsabilidad penal de las personas jurídicas
En Colombia, según las investigaciones realizadas por la academia y las cifras
entregadas por la Policía Nacional, los departamentos que se caracterizan por
tener mayor número de víctimas de la conducta de trata de personas son:
Antioquia, Cundinamarca, Risaralda, Caldas y Quindío, existiendo nuevos destinos
para el traslado de las personas que son tratadas tales como: Malasia y Egipto.
Según los informes de inteligencia emitidos por la Policía Nacional, las
organizaciones criminales que tienen como finalidad captar víctimas para ser
explotadas bajo la figura de trata de personas en sus diversas modalidades, se
valen de fachadas para engañar a las personas interesadas en desplazarse fuera
de Colombia para mejorar sus condiciones económicas, se organizan como
aparentes negocios familiares ubicados en sectores residenciales que se
estructuran de manera legal como Agencias Matrimoniales y de modelaje, o
representaciones internacionales de trabajo o mano de obra no calificada para
países europeos, todos ellos adoptan las formalidades requeridas en el
ordenamiento jurídico colombiano para constituir una persona jurídica.
Según información suministrada por la Policía Nacional, se realizan en la
actualidad operativos para verificar el funcionamiento de las Agencias de
Modelaje, Empleo y Matrimoniales, sus contactos y operatividad para descartar
nexos con las redes nacionales e internacionales de trata de personas (El eje del
comercio humano, 2010).
De lo anterior se infiere, que dentro de los momentos o etapas que hacen parte de
la conducta punible de trata de personas, uno de ellos y el primero lo constituye la
captación que se entiende como el reclutamiento de víctimas, mediante diversos
métodos, muchos de ellos encubiertos, como el abordaje personal, agencias de
empleos, medios masivos y
medios de comunicación. En consecuencia, para
obtener víctimas los delincuentes utilizan la conformación de personas jurídicas
cuyos objetos sociales incluyen agencias matrimoniales, de modelaje o de empleo,
a fin de ganar la atención de aquellas personas que por falta de oportunidades, o
dificultades económicas o por querer darle un impulso a sus carreras buscan salir
del país y llegar a otro con un trabajo digno asegurado. Pero la realidad es muy
distinta, estos entes jurídicos representan el medio idóneo para engañar a
personas que por sus circunstancias confían la intermediación de los aspectos
laborales o personales a estas personas que finalmente terminarán explotándolos
en destinos inciertos fuera del país.
Es por esa razón, que deben existir unos rígidos controles para este tipo de
organizaciones, sus representantes y contactos fuera del país, pues dada la
dificultad para identificar y judicializar a los autores materiales e intelectuales de la
conducta de trata de personas, estas empresas pueden aportar importantes
elementos que permitan desmantelar estas redes en algunos casos. Ahora bien,
las empresas cuyos objetos sociales son lícitos y sus actividades también lo son,
también deben ser objeto de regulación y control pues considerando que sus
contactos se realizan en mayor medida a través de redes sociales, no se garantiza
para el usuario que las promesas y condiciones que se realizan por esta vía sean
cumplidas una vez las personas se trasladen a otros países con la finalidad de
cumplir sus sueños de mejorar la situación económica, laboral o simplemente
encontrar una pareja para contraer matrimonio.
No obstante lo anterior, en Colombia la responsabilidad penal de las personas
jurídicas no se encuentra tipificada, y las discusiones que se han dado a nivel
jurisprudencial en este sentido confluyen en temas ambientales y no se ha
considerado este tipo de delitos como la trata de personas y la incidencia que
tienen estas organizaciones estructuradas bajo los requisitos de la ley civil y
comercial colombiana.
8. Conclusiones

Colombia es uno de los países de Latinoamérica que genera un gran
número de víctimas del delito de trata de personas con miras a ser
transportadas a países Europeos o de Oriente, en esta medida deben
articularse los instrumentos legislativos para reprimir la conducta de manera
idónea, pues actualmente para judicializar y sancionar el artículo 188 A del
Código Penal vigente en Colombia dispone la coexistencia de cinco verbos
rectores para proceder a iniciar el proceso penal, como son captación,
traslado, acogimiento, recibo y explotación. Por tal razón, el legislador debe
tener en cuenta que dado el creciente número de víctimas la normativa
interna debe coadyuvar con un catálogo normativo que permita reprimir
estos hechos delictivos desde el inicio de la conducta, sin que tenga que
terminar en la explotación que refiere este tipo de delitos.

En Colombia, no se tiene previsto por parte de la Ley, la responsabilidad
penal de las personas jurídicas y su regulación es necesaria para la
represión y eliminación total de conductas punibles como la trata de
personas, pues en algunos casos se capturan, judicializan y sancionan a
las personas naturales, pero continúan operando las personas jurídicas
bajo la fachada de agencias matrimoniales, de modelaje o de empleo, para
lo cual debe legislarse aplicando sanciones además de las administrativas,
que consistan en el cierre definitivo o intervención de sus actividades, para
coadyuvar con la eliminación total de la trata de personas; esto
considerando que las redes delictivas para cometer estas conductas son
muy amplias y con la captura de algunas personas naturales no se
desmantela de manera absoluta la industria criminal.

Para el caso colombiano, resulta un modelo importante a analizar a efectos
de introducir cambios legislativos el Código Penal Español, norma que
judicializa la trata de personas no solamente en España, sino cuando se
detecte la conducta y la víctima se encuentre en tránsito, a su vez no exige
la concurrencia de varios verbos rectores, sino que con la demostración de
uno de ellos procede la sanción; en el caso de las personas jurídicas de
manera expresa consagra el artículo 177 bis una sanción de multa por
cinco veces el equivalente al beneficio económico que hubieran podido
llegar a adquirir, además de las sanciones que dispone el artículo 33 para
las conductas graves que cometen las personas jurídicas, entre las que se
encuentran el cierre definitivo y la intervención de actividades, modelos que
serían muy importantes tomarlos y replicarlos en el ordenamiento jurídico
interno como parte de la estrategia de lucha contra la conducta de trata de
personas.

La Corte Constitucional Colombiana en ejercicio de su actividad
interpretativa ha considerado la posibilidad para el legislador que incluya en
su normativa responsabilidad penal para las personas jurídicas, de manera
adicional a la pecuniaria y administrativa que en la actualidad les asiste,
teniendo en cuenta que no se encuentra expresamente prohibido y que
contribuiría con la equidad y la justicia. Por lo tanto, es un asunto de interés
legislativo y de sensibilización frente al creciente fenómeno de trata de
personas en Colombia.
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