RESPONSABILIDAD PENAL DE LAS PERSONAS JURÍDICAS EN EL TIPO PENAL DE TRATA DE PERSONAS EN COLOMBIA Autor@: Sandra Lorena Cárdenas Sepúlveda1 Fecha: Julio 16 de 2013 (Globalización y Trata de Personas) Panel 2: “Actores y roles: construcción y deconstrucción de la trata” Subtema: 1. “Víctimas, Tratantes e Intermediarios” Palabras clave: Responsabilidad, Persona Jurídica, Sanción Penal, Multas, Intervención Judicial, Liquidación de Sociedad, Incautación de Bienes. Panel 2: “Actores y roles: construcción y deconstrucción de la trata” Subtema: 1. “Víctimas, Tratantes e Intermediarios” Resumen: En la configuración de la conducta punible de trata de personas confluyen varios factores para que se realice de manera efectiva la concreción de este delito que vulnera de manera sistemática los derechos humanos reconocidos a través de la historia al ser considerada esta modalidad delictiva como la esclavitud del siglo XXI. En este contexto adquiere especial relevancia para efectos de reprimir y eliminar esta práctica de la sociedad las diversas formas de sanción que se encuentran 1 Abogada especialista en Derecho Administrativo, Magister en Derecho Procesal, especialista en Derechos Humanos, Doctoranda en Derecho de la Universidad Libre Bogotá, Maestranda en Derechos Humanos de la Universidad de Alcalá de Henares – Madrid. [email protected]. adoptadas por las diferentes legislaciones en el mundo de acuerdo a las modalidades que para la comisión del delito utilizan las organizaciones criminales que se dedican a realizar este tipo de actividades ilícitas de orden transnacional, adquiriendo relevancia en esta dinámica la constitución de personas jurídicas que se encargan de la captación de las víctimas como es el caso de Agencias de Modelaje que tienen como fin aparente conectar las personas interesadas en esta profesión con otros países para desplazarse a modelar y que terminan siendo intermediarias de trata de personas con fines de explotación sexual; las Agencias Matrimoniales constituidas con el fin de ayudar a las personas interesadas en buscar pareja fuera del país con fines matrimoniales y que terminan siendo intermediarios para coadyuvar la práctica de matrimonio servil o trabajos forzados en el lugar de destino del referido matrimonio; Agencias de Empleo que prometen llevar a las personas interesadas a trabajar en el extranjero con contratos de trabajo y que en realidad representan fachada para comercializar seres humanos con fines de explotación laboral en el extranjero. Frente a estos casos, además de otros similares se observa que en principio existe una constitución de una persona jurídica bajo la normatividad pertinente al país donde se instaura este ente ficticio y que una vez es judicializada la conducta debe asumir algún tipo de responsabilidad dado que es el primer contacto que atrae a las víctimas bajo la seguridad que brinda una persona jurídica reconocida por las leyes internas del país donde se presente el fenómeno. En consecuencia, resulta importante determinar el alcance de la responsabilidad penal en la conducta de trata de personas para analizar la viabilidad de sanciones como multas, cierre de la empresa e incautación de los bienes que se encuentren a nombre de la referida institución jurídica constituida según la norma del derecho interno, además de otros tipos de sanciones que procedan desde la óptica del derecho penal. 1. Introducción Los Derechos Humanos y su reconocimiento han sido fruto de grandes luchas llevadas a cabo por representantes de la sociedad desde siglos atrás, caracterizándose siempre por brindar a los seres humanos espacios para desarrollar sus proyectos de vida, donde principios como la libertad y la igualdad en el marco de la justicia, sean de permanente aplicación. Sin embargo, las actividades criminales van incorporando a la sociedad nuevas formas de obtener recursos en el marco de la ilegalidad y con total desconocimiento de estos derechos reconocidos por las normas en marcos nacionales e internacionales, como es el caso de la Trata de Personas, conducta que implica una flagrante violación a la dignidad humana, la integridad personal, la libertad, la igualdad y disminuye a las víctimas a tal punto, que se consideran estos hechos como nuevas formas de esclavitud moderna, todo ello con fines lucrativos que se consolidan en el marco de redes de carácter nacional o internacional. La modernidad y sus descubrimientos que se han difundido en virtud de la globalización, han permitido que las mencionadas organizaciones con fines criminales de explotación humana, capten víctimas con la utilización de recursos como el internet y concretamente las redes sociales o incluso elaboraciones más avanzadas que desde la figura de personas jurídicas ocultan los fines de obtener víctimas para ser sometidas a Trata de Personas. Este es el caso de las aparentes Agencias de Empleo, Agencias de Modelaje o Agencias Matrimoniales que tienen como finalidad aparente constituirse en intermediarios para obtener mano de obra en países subdesarrollados para viajar a países de Europa u otros destinos internacionales, o de descubrir talentos para impulsarlos en el modelaje en el extranjero o simplemente de conseguir una pareja con fines matrimoniales fuera del país; pero en realidad frente a todos estos fines aparentes se esconden los fines criminales de obtención de víctimas bajo el engaño según los fines descritos. Por lo tanto la finalidad de la presente ponencia es dar a conocer el alcance de la responsabilidad penal de estas organizaciones que se estructuran bajo la figura de personas jurídicas, con el único fin de captar víctimas para organizaciones dedicadas a la Trata de Personas en el ámbito colombiano. 2. Planteamiento del Problema Colombia presenta altos índices de víctimas de la conducta punible de trata de personas, existen diversas modalidades de captación y también de explotación de las personas que son sometidas bajo esta modalidad delictiva, se incluyen dentro esta última los fines de explotación sexual, laboral, matrimonio servil, tráfico de órganos, fines de mendicidad o extracción de órganos; para estos fines las organizaciones criminales que se encuentran estructuradas para llevar a cabo cada etapa de las que caracterizan la configuración de la conducta como es captación, traslado, acogida, sometimiento y explotación, tienen diseñadas estrategias que permiten en principio engañar a sus víctimas para incorporarlas a sus fines criminales y por último explotarlas en las modalidades que existen, a nivel nacional e internacional. En esta etapa de la captación y con el fin de engañar a las personas interesadas en contraer matrimonio con extranjeros, o incursionar en el modelaje en otros países u obtener empleo en países desarrollados para mejorar su situación económica, los tratantes disponen de mecanismos como la creación de personas jurídicas que bajo la figura de agencias matrimoniales, de modelaje o de empleo en el extranjero, realizan la finalidad de engañar y conseguir víctimas para la configuración del delito de trata de personas. En consecuencia surge la formulación del problema, así: ¿Cuál es el alcance de la responsabilidad penal de las personas jurídicas frente a la conducta punible de trata de personas en Colombia? 3. Antecedentes La trata de personas como conducta tiene sus antecedentes desde épocas remotas, concretamente se observa en la historia como fenómenos como la conquista de territorios en Latinoamérica generaron fenómenos como la entrega de mujeres indígenas como botines de guerra con fines de explotación sexual y en el mismo sentido se empezaron a transportar mujeres africanas para ser entregadas con igual finalidad. En la colonia, la práctica llegó a radicarse en lugares fijos destinados a obtener beneficios económicos producto de las actividades sexuales que bajo coacción ejercían las mujeres que habían sido entregadas para estos fines (Wilson, 2009). En Europa, con ocasión de la Primera Guerra Mundial y a raíz de hechos como el hambre y el desplazamiento forzado del que eran objeto algunas poblaciones las mujeres fueron tomadas con fines de explotación sexual en contra su voluntad para ser trasladas a Asia o África y de ahí la primera denominación de la conducta punible: “ Trata de Blancas”. Como resultado de este fenómeno las Naciones Unidas en el año de 1904, emitieron el primer instrumento internacional para reprimir la trata de personas cuya finalidad era proteger de manera efectiva el tráfico humano de mujeres y brindar protección a las víctimas de estos hechos ilegales. En España, se fundó el Patronato Real para la Represión de Trata de Blancas en el año 1902, el cual se prolongó hasta 1931, año en que se cambió su nombre por Patronato de Protección a la Mujer. Sin embargo, la realización de la conducta siguió en auge y con el transcurrir del tiempo se fueron descubriendo otras modalidades de trata que no estaban referidas a explotación sexual y que no implicaba que las víctimas fueran mujeres blancas Europeas, pues infortunadamente en lugar de erradicarse esta conducta, las víctimas pasaron a ser mujeres de cualquier edad incluyendo menores de edad independientemente de sus características físicas, así como hombres, en cuanto las particularidades de la evolución de estos hechos ilegales se centraron además de la explotación sexual, en lo laboral, el matrimonio servil, la mendicidad, y la extracción de órganos, lo que conllevó a la denominación del tipo penal como trata de personas. En la actualidad el concepto ha generado que se incluya dentro de la referida denominación, todas las modalidades que confluyen en la comisión de este delito, ante lo cual el Protocolo contra la trata de personas, define la trata de personas así: La acción de captar, transportar, trasladar, acoger o recibir personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación (Trata de Personas, 2008). En 1949, la ONU emite el Convenio de 1949 “Contra la Trata de Personas y la Explotación Prostitución Ajena”, que en su preámbulo determina:” Considerando que la prostitución y el mal que la acompaña, la trata de personas para fines de prostitución, son incompatibles con la dignidad y el valor de la persona humana y ponen en peligro el bienestar del individuo, de la familia y de la comunidad. (Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena, 1949)” A partir de ese momento, se empezaron a emitir otros instrumentos de carácter internacional que denotan la importancia que las Naciones Unidas le dio a la creciente comisión de la conducta de trata de personas en un número significativo de países, ya sea como emisores de víctimas o como receptores para la realización de actividades de explotación laboral, encontrándose los siguientes: Convención suplementaria sobre la abolición de la esclavitud, la trata de esclavos y las instituciones y prácticas análogas a la esclavitud (1956). Convenio No. 105 de la OIT relativo a la abolición del trabajo forzoso (1957). Convenio No. 143 de la OIT sobre las migraciones en condiciones abusivas y la promoción de la igualdad de oportunidades y de trato de los trabajadores migrantes (1975). Convenio No.182 de la OIT sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su eliminación (1999). Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada transnacional (entró en vigor el 29 de septiembre de 2003). Convenio del Consejo de Europa sobre la lucha contra la trata de seres humanos (16 de mayo de 2005). A su vez, dentro de las nuevas transformaciones que fue presentando el delito transnacional de trata de personas, se detectó como la influencia de las nuevas tecnologías ha sido un factor que permite que los autores materiales e intelectuales de trata de personas diseñen estrategias para engañar y captar a sus víctimas a partir de promesas como la consecución de un trabajo en el exterior, modelar en escenarios internacionales o encontrar una persona para contraer matrimonio. Estas actividades de intermediación son organizadas bajo la figura de personas jurídicas que son entendidas como una creación del derecho a fin que puedan contraer derechos y obligaciones y que surgen bajo los requisitos determinados por el derecho civil y comercial. En consecuencia, cuando se judicializan personas naturales que han cometido la conducta de trata de personas, queda el interrogante de la responsabilidad penal que les pueda asistir a estas personas jurídicas pues bajo su configuración y existencia se permitió la comisión de una conducta punible. El tema ha sido polémico para el mundo del derecho, y en algunos países se ha determinado la imposición de sanciones para las personas jurídicas que son utilizadas para cometer conductas delictivas, al respecto en el ordenamiento jurídico colombiano no se contempla disposiciones que permitan imponer penas a este tipo de personas fruto de la ficción del derecho. Como antecedentes de esta posibilidad se observan en la historia los siguientes: En el Código de Hammurabi en el Articulo 23 encontramos que: “si un ladrón logra escapar, la victima reclamara ante Dios lo que le fue robado; en tal caso, la ciudad donde el hecho ocurrió, o el prefecto, se lo restituirán”. (Cortés, 1997). En el Derecho Griego se observan referentes de sanciones contra determinadas ciudades y familias, práctica que igualmente se realizaba en el ámbito del Derecho Romano. En el Derecho Canónico frente a responsabilidades colectivas, se establece un sistema de sanciones donde se imponían penas principales a los socios cuando actuaban aisladamente y la colectividad podía ser penada como instigadora o cómplice, encontrando la ex –comunión (cesura eclesiástica relacionada con determinados bienes espirituales) de ciudades y poblaciones enteras como castigo máximo. (Cortés, 1997) En consecuencia de lo anterior, como responsabilidad penal de las personas jurídicas, se entiende la posibilidad de endilgar conductas tipificadas en el Código Penal y atribuir sanciones de carácter penal, en virtud de hechos cometidos por acción u omisión de estos entes morales, colectivos o jurídicos. 4. Marco Normativo La conducta punible de Trata de Personas en virtud de su tratamiento como delito transnacional, ha generado que se promulguen varios instrumentos normativos de prevención y sanción de la conducta entre los cuales se destacan: El Protocolo para Prevenir, Suprimir y Castigar la Trata de Personas, especialmente de Mujeres y Niños, del año 2000 (conocido como Protocolo de Palermo contra la Trata de Personas), el cuál, en el artículo 3 inciso “a”, define la trata de personas, como: “La captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos” (Protocolo de Palermo, 2000). Protocolo contra el tráfico ilícito de migrantes por tierra, aire y mar, que también es complementario de la Convención de las Naciones Unidas contra la delincuencia organizada trasnacional, adoptada por la ONU en el 2000. 4.1 Normativa interna En Colombia, en virtud de la adhesión al referido Protocolo de Palermo, se profirió en 2005, la Ley 985 de 2005, por medio de la cual se adoptan medidas contra la trata de personas y normas para la atención y protección de las víctimas de la misma, lo cual para efectos de ser incorporado en el Código Penal se reguló de la siguiente manera: Artículo 188A. Trata de personas. El que capte, traslade, acoja o reciba a una persona, dentro del territorio nacional o hacia el exterior, con fines de explotación, incurrirá en prisión de trece (13) a veintitrés (23) años y una multa de ochocientos (800) a mil quinientos (1.500) salarios mínimos legales mensuales vigentes". "Para efectos de este artículo se entenderá por explotación el obtener provecho Económico o cualquier otro beneficio para sí o para otra persona, mediante la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre, la explotación de la mendicidad ajena, el matrimonio servil, la extracción de órganos, el turismo sexual u otras formas de explotación. El consentimiento dado por la víctima a cualquier forma de explotación definida en este artículo no constituirá causal de exoneración de la responsabilidad penal (Código Penal Colombiano, 2005). 5. Marco Jurisprudencial Con relación a la responsabilidad penal de las personas jurídicas y a la conducta punible de trata de personas, se ha pronunciado la Corte Constitucional en reiteradas oportunidades, así: Datos Identificadores de la Sentencia: Sentencia de Constitucionalidad C – 320 de 1998, emitida por la Corte Constitucional Colombiana Problema Jurídico: Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas. La Corte analiza los tipos de sanciones que pueden ser atribuidas a las personas jurídicas, concluyendo que solo son de carácter pecuniario e indicando la posibilidad que las referidas sanciones puedan imponerse desde el ámbito penal. Fragmentos pertinentes para transcribir: La persona jurídica no es un simple receptáculo formal de acciones u omisiones. La ley recurre a la personificación jurídica con el objeto de satisfacer específicas necesidades de organización y expresión de la acción colectiva orientada a la consecución estable de fines lícitos. Si se examina con detenimiento el régimen jurídico que hace posible introducir este actor de la vida social, se concluye que está dotado de instrumentos y mecanismos prudenciales para controlar, dentro del campo en el que despliega su objeto, las acciones y omisiones, que le pueden ser genéricamente imputadas, según sus consecuencias. En realidad, lo contrario no lo haría apto como sujeto de derecho. No siempre la evitación del comportamiento prohibido debe recaer únicamente en las personas físicas que fungen como gestores del ente o limitarse la responsabilidad consiguiente al resarcimiento de los daños causados por un tercero. A las personas jurídicas el ordenamiento suministra órganos y medios para establecer su dominio - control inclusive sobre los actos y omisiones que violen la Ley. No enfrenta la persona jurídica, por el simple hecho de tener esta naturaleza, la circunstancia ineluctable de no poder prevenir ni reaccionar ante las acciones u omisiones con capacidad para destruir bienes y valores sociales supremos. Las fallas que en este sentido se presenten - no obstante la existencia de medios, órganos y mecanismos legales y estatutarios idóneos jurídicamente para deliberar, decidir, reaccionar y corregir los distintos cursos de la acción social -, pueden ser tenidos en cuenta por el legislador para asignar, cuando ello sea posible, responsabilidad penal al mismo ente societario, sin perjuicio de su responsabilidad patrimonial y de la responsabilidad también penal que se pueda deducir a sus gestores (Corte Constitucional Colombiana, 1998). Como se observa en la mencionada decisión, el Tribunal Constitucional indica como en el ordenamiento jurídico colombiano se imponen a las personas jurídicas sanciones de carácter administrativo y patrimonial, pero en el ámbito penal no se ha legislado para tener previstas las disposiciones que contemplen los aspectos fácticos que implicarían infracción al Código Penal y las sanciones a imponer en estos eventos, aspecto que para la Corte Constitucional Colombiana sería posible introducir en la legislación penal en cuanto se a una persona jurídica se le atribuyen facultades para ejercer ciertos derechos y en esa medida en cuanto se convierte en sujeto de derechos, también adquiere obligaciones que en el caso de salir del ámbito de la licitud pueden ser objeto de sanciones penales de acuerdo con la naturaleza de creación de las mismas, e independiente de las responsabilidades administrativas o pecuniarias a que haya lugar cuando en su actuar se desborde la licitud que debe imperar en sus actos. Datos Identificadores de la Sentencia: Sentencia de Constitucionalidad C – 843 de 1999, emitida por la Corte Constitucional Colombiana. Problema Jurídico: Corresponde a la Corte Constitucional Colombiana determinar los alcances de la cosa juzgada constitucional y la responsabilidad penal de las personas jurídicas. Fragmentos pertinentes para transcribir: La determinación de situaciones en las que la imputación penal se proyecte sobre la persona jurídica, no encuentra en la Constitución Política barrera infranqueable; máxime si de lo que se trata es de avanzar en términos de justicia y de mejorar los instrumentos de defensa colectiva. Es un asunto, por tanto, que se libra dentro del marco de la Carta a la libertad de configuración normativa del legislador y, concretamente, a su política sancionatoria, la cual puede estimar necesario por lo menos en ciertos supuestos trascender el ámbito sancionatorio donde reina exclusivamente la persona natural - muchas veces ejecutora ciega de designios corporativos provenientes de sus centros hegemónicos -, para ocuparse directamente de los focos del poder que se refugian en la autonomía reconocida por la ley y en los medios que ésta pone a su disposición para atentar de manera grave contra los más altos valores y bienes sociales (Corte Constitucional Colombiana, 1999). Esta decisión determina de manera clara la posibilidad que tiene el legislador de imponer sanciones penales para las personas jurídicas que infrinjan la ley penal, considerando que no siempre las personas naturales que hacen parte de la estructura de esa persona jurídica son los únicos responsables frente a un resultado contrario a la ley, haciendo énfasis la Corte Constitucional que avanzar en este tipo de regulaciones contribuye a obtener adecuados instrumentos de defensa de los intereses colectivos tutelados por la ley. Datos Identificadores de la Sentencia: Sentencia de Constitucionalidad C – 674 de 1998 Problema Jurídico: Corresponde a la Corte Constitucional determinar la exequibilidad de la norma que dispone la creación de un seguro ecológico y la responsabilidad penal de las personas jurídicas. Fragmentos pertinentes para transcribir: A la ley no se le prohíbe sancionar el abuso de la personalidad jurídica. La utilización del esquema societario con móviles penales o de enriquecimiento ilícito, aparte de implicar para sus gestores sanciones privativas de la libertad, puede legítimamente dar lugar a variadas reacciones del ordenamiento jurídico en relación con los actos societarios, el objeto social, el patrimonio social o la persona jurídica misma. En la esfera civil, la nulidad, la ineficacia, la inoponibilidad, responsabilidad la desestimación extracontractual, de la personalidad corresponden a jurídica, la instituciones y mecanismos a los cuales puede apelar la ley con el objeto de castigar las desviaciones patológicas que afecten el funcionamiento o actividad de las personas jurídicas. En el campo administrativo, de otra parte, a través de un arsenal punitivo igualmente diversificado, se contemplan sanciones en caso de que las personas jurídicas se aparten de sus mandatos. La norma objetada no descarta que el hecho punible pueda concretarse en cabeza de la persona jurídica. Así como una persona natural, por ejemplo, puede incurrir en el delito tipificado en el artículo 197 del C.P., por fabricar una sustancia tóxica sin facultad legal para hacerlo, es posible que ello se realice por una persona jurídica, en cuyo caso de acreditarse el nexo entre la conducta y la actividad de la empresa, el juez competente, según la gravedad de los hechos, estará facultado para imponer a la persona jurídica infractora una de las sanciones allí previstas. (Corte Constitucional Colombiana, 1998) En esta decisión, se hace énfasis frente a la ausencia de prohibición expresa en el ordenamiento jurídico colombiano que indique la restricción para el legislador de imponer sanciones a las personas jurídicas cuando infrinjan los bienes jurídicos tutelados por el Estado y siempre y cuando se demuestre el nexo entre la conducta y la actividad final objeto de reproche social. 6. Perspectivas del Derecho Comparado En el ámbito del derecho comparado, para el caso de la responsabilidad penal de las Personas jurídicas existen países como España, Francia y Holanda en los que se admiten las sanciones para las personas jurídicas, la discusión se ha orientado hacia el tipo de penas que se deben imponer a estas personas jurídicas, hay autores que afirman que solamente pueden imponérsele sanciones de tipo administrativo como multas o supervisión de las actividades, pero estas medidas se encuentran insuficientes en la esfera de prevención o reiteración de la conducta, pues los aspectos pecuniarios pueden repararse, pero la entidad puede continuar con la reiteración de los actos dañosos para la sociedad. Como alternativa existen tratadistas que proponen la imposición de medidas de seguridad, frente a las cuales debe demostrarse la culpabilidad en la comisión de la conducta por parte del ente investigado, a fin de tomar medidas que impidan la reiteración de la conducta que está por fuera del ámbito de la legalidad, pero estas medidas no podrían corresponder a las medidas impuestas de manera tradicional, deben tener unas particularidades específicas que la doctrina ha denominado consecuencias accesorias que corresponden a la imposición de medidas como la suspensión de actividades, cierre de la empresa, hasta la disolución y liquidación de la persona jurídica, se cuestiona que en algunos ordenamientos estas medidas dependen de la condena que se realice a una persona natural, lo cual no debería ser así en cuanto la responsabilidad penal de las personas jurídicas se pregona de manera independiente, sin que sea necesario que coexista con la responsabilidad penal de una persona natural. (Cavero, 2008). Ahora bien en el ámbito de la responsabilidad penal de las personas jurídicas que tienen injerencia en la captación de víctimas con la finalidad de ser explotadas mediante cualquiera de las modalidades previstas por la trata de personas se destaca el caso español, legislación que profirió la Circular 1 de 2011relativa a la Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas conforme a la reforma del Código Penal efectuada por la Ley Orgánica número 5 de 2010, la cual consagra en el artículo 31 del referido Código, lo siguiente: Artículo 31 bis del Código Penal, que establece lo siguiente: “1. En los supuestos previstos en este Código, las personas jurídicas serán penalmente responsables de los delitos cometidos en nombre o por cuenta de las mismas, y en su provecho, por sus representantes legales y administradores de hecho o de derecho. En los mismos supuestos, las personas jurídicas serán también penalmente responsables de los delitos cometidos, en el ejercicio de actividades sociales y por cuenta y en provecho de las mismas, por quienes, estando sometidos a la autoridad de las personas físicas mencionadas en el párrafo anterior, han podido realizar los hechos por no haberse ejercido sobre ellos el debido control atendidas las concretas circunstancias del caso. 2. La responsabilidad penal de las personas jurídicas será exigible siempre que se constate la comisión de un delito que haya tenido que cometerse por quien ostente los cargos o funciones aludidas en el apartado anterior, aun cuando la concreta persona física responsable no haya sido individualizada o no haya sido posible dirigir el procedimiento contra ella. Cuando como consecuencia de los mismos hechos se impusiere a ambas la pena de multa, los jueces o tribunales modularán las respectivas cuantías, de modo que la suma resultante no sea desproporcionada en relación con la gravedad de aquéllos” (Código Penal Español, 2010). La referida circular indica los tipos penales expresamente, en los que puede deducirse responsabilidad penal de las personas jurídicas así: La Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas en la parte especial del Código Penal. Catálogo de delitos de los que pueden ser responsables las personas jurídicas. Ámbito de aplicación del artículo 129 del código penal La reforma del Código Penal circunscribe la responsabilidad de las personas jurídicas al siguiente catálogo de delitos: Delito Artículo del Código Penal Tráfico ilegal de órganos ........................................................................ 156 bis Trata de seres humanos.......................................................................... 177 bis Delitos relativos a la prostitución y la corrupción de menores.............. 189 bis Delitos contra la intimidad y allanamiento informático ........................ 197 Estafas y fraudes del artículo 251 .......................................................... 251 bis Insolvencias punibles ........................................................................... 261 bis Daños informáticos................................................................................ 264 Delitos contra la propiedad intelectual e industrial, el mercado 288 Blanqueo de capitales ............................................................................ 302 Delitos contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social ..................... 310 bis Delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.................... 318 bis Delitos de construcción, edificación o urbanización ilegal.................... 319 Delitos contra el medio ambiente .......................................................... 327, 328 Delitos relativos a la energía nuclear y a las radiaciones ionizantes ...... 343 Delitos de riesgo provocado por explosivos .......................................... 348 Delitos contra la salud pública en la modalidad de tráfico de drogas.... 369 bis Falsedad en medios de pago .................................................................. 399 bis Cohecho ................................................................................................. 427 Tráfico de influencias............................................................................. 430 Corrupción de funcionario extranjero .................................................... 445 Financiación del terrorismo ..................... 576 Tabla 1: Tomado de la Circular 1 de 2011relativa a la Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas – España En consecuencia, se evidencia una reforma en los aspectos inherentes a la tipificación de la conducta de trata de personas en la legislación penal española, así: “Artículo 177 bis 1. Será castigado con la pena de cinco a ocho años de prisión como reo de trata de seres humanos el que, sea en territorio español, sea desde España, en tránsito o con destino a ella, empleando violencia, intimidación o engaño, o abusando de una situación de superioridad o de necesidad o de vulnerabilidad de la víctima nacional o extranjera, la captare, transportare, trasladare, acogiere, recibiere o la alojare con cualquiera de las finalidades siguientes: a) La imposición de trabajo o servicios forzados, la esclavitud o prácticas similares a la esclavitud o a la servidumbre o a la mendicidad. b) L a explotación sexual, incluida la pornografía. c) L a extracción de sus órganos corporales. 2. Aun cuando no se recurra a ninguno de los medios enunciados en el apartado anterior, se considerará trata de seres humanos cualquiera de las acciones indicadas en el apartado anterior cuando se llevare a cabo respecto de menores de edad con fines de explotación. 3. El consentimiento de una víctima de trata de seres humanos será irrelevante cuando se haya recurrido a alguno de los medios indicados en el apartado primero de este artículo. 4. Se impondrá la pena superior en grado a la prevista en el apartado primero de este artículo cuando: a) Con ocasión de la trata se ponga en grave peligro a la víctima; b) la víctima sea menor de edad; c) la víctima sea especialmente vulnerable por razón de enfermedad, discapacidad o situación. Si concurriere más de una circunstancia se impondrá la pena en su mitad superior. 5. Se impondrá la pena superior en grado a la prevista en el apartado 1 de este artículo e inhabilitación absoluta de seis a doce años a los que realicen los hechos prevaliéndose de su condición de autoridad, agente de ésta o funcionario público. Si concurriere además alguna de las circunstancias previstas en el apartado 4 de este artículo se impondrán las penas en su mitad superior. 6. Se impondrá la pena superior en grado a la prevista en el apartado 1 de este artículo e inhabilitación especial para profesión, oficio, industria o comercio por el tiempo de la condena, cuando el culpable perteneciera a una organización o asociación de más de dos personas, incluso de carácter transitorio, que se dedicase a la realización de tales actividades. Si concurriere alguna de las circunstancias previstas en el apartado 4 de este artículo se impondrán las penas en la mitad superior. Si concurriere la circunstancia prevista en el apartado 5 de este artículo se impondrán las penas señaladas en este en su mitad superior. Cuando se trate de los jefes, administradores o encargados de dichas organizaciones o asociaciones, se les aplicará la pena en su mitad superior, que podrá elevarse a la inmediatamente superior en grado. En todo caso se elevará la pena a la inmediatamente superior en grado si concurriera alguna de las circunstancias previstas en el apartado 4 o la circunstancia prevista en el apartado 5 de este artículo. 7. Cuando de acuerdo con lo establecido en el artículo 31 bis una persona jurídica sea responsable de los delitos comprendidos en este artículo, se le impondrá la pena de multa del triple al quíntuple del beneficio obtenido. Atendidas las reglas establecidas en el artículo 66 bis, los jueces y tribunales podrán asimismo imponer las penas recogidas en las letras b) a g) del apartado 7 del artículo 33. 8. La provocación, la conspiración y la proposición para cometer el delito de trata de seres humanos serán castigadas con la pena inferior en uno o dos grados a la del delito correspondiente. 9. En todo caso, las penas previstas en este artículo se impondrán sin perjuicio de las que correspondan, en su caso, por el delito del artículo 318 bis de este Código y demás delitos efectivamente cometidos, incluidos los constitutivos de la correspondiente explotación. 10. Las condenas de jueces o tribunales extranjeros por delitos de la misma naturaleza que los previstos en este artículo producirán los efectos de reincidencia, salvo que el antecedente penal haya sido cancelado o pueda serlo con arreglo al Derecho español. 11. Sin perjuicio de la aplicación de las reglas generales de este Código, la víctima de trata de seres humanos quedará exenta de pena por las infracciones penales que haya cometido en la situación de explotación sufrida, siempre que su participación en ellas haya sido consecuencia directa de la situación de violencia, intimidación, engaño o abuso a que haya sido sometida y que exista una adecuada proporcionalidad entre dicha situación y el hecho criminal realizado”. Del análisis de la reforma indicada, se deduce como el legislador agrupa todas las conductas que constituyen trata de seres humanos, independientemente de la prueba de la existencia de una organización criminal, especificando que el ámbito de aplicación se aplica desde España o cuando se esté en tránsito hacia ese país; a su vez especifica la consumación del delito independientemente de que se haya producido la situación de explotación humana en cualquiera de sus modalidades. A su vez, como se observa de la redacción del artículo transcrito, se especifica de manera expresa la sanción para el caso en que en la comisión del delito intervengan personas jurídicas, indicando la multa como sanción a aplicar para el evento en que se obtenga beneficio económico, además de las sanciones que están tipificadas para las personas jurídicas por el Código Penal Español en el artículo 33 y que son las siguientes: “Las penas aplicables a las personas jurídicas, que tienen todas la consideración de graves, son las siguientes: a) Multa por cuotas o proporcional. b) Disolución de la persona jurídica. La disolución producirá la pérdida definitiva de su personalidad jurídica, así como la de su capacidad de actuar de cualquier modo en el tráfico jurídico, o llevar a cabo cualquier clase de actividad, aunque sea lícita. c) Suspensión de sus actividades por un plazo que no podrá exceder de cinco años. d) Clausura de sus locales y establecimientos por un plazo que no podrá exceder de cinco años. e) Prohibición de realizar en el futuro las actividades en cuyo ejercicio se haya cometido, favorecido o encubierto el delito. Esta prohibición podrá ser temporal o definitiva. Si fuere temporal, el plazo no podrá exceder de quince años. f) Inhabilitación para obtener subvenciones y ayudas públicas, para contratar con el sector público y para gozar de beneficios e incentivos fiscales o de la Seguridad Social, por un plazo que no podrá exceder de quince años. g) Intervención judicial para salvaguardar los derechos de los trabajadores o de los acreedores por el tiempo que se estime necesario, que no podrá exceder de cinco años. La intervención podrá afectar a la totalidad de la organización o limitarse a alguna de sus instalaciones, secciones o unidades de negocio. El Juez o Tribunal, en la sentencia o, posteriormente, mediante auto, determinará exactamente el contenido de la intervención y determinará quién se hará cargo de la intervención y en qué plazos deberá realizar informes de seguimiento para el órgano judicial. La intervención se podrá modificar o suspender en todo momento previo informe del interventor y del Ministerio Fiscal. El interventor tendrá derecho a acceder a todas las instalaciones y locales de la empresa o persona jurídica y a recibir cuanta información estime necesaria para el ejercicio de sus funciones. Reglamentariamente se determinarán los aspectos relacionados con el ejercicio de la función de interventor, como la retribución o la cualificación necesaria. La clausura temporal de los locales o establecimientos, la suspensión de las actividades sociales y la intervención judicial podrán ser acordadas también por el Juez Instructor como medida cautelar durante la instrucción de la causa” Como se observa del análisis del ordenamiento jurídico español, se encuentran importantes avances en la represión del delito de trata de personas, destacándose la imposición expresa de sanciones a las personas jurídicas que intervengan de manera activa en la comisión de estos delitos, lo que denota la apertura legislativa y la importancia de considerar los diversos medios que se tienen en cuenta, por parte de la industria criminal que ejecuta estas conductas. 7. Situación de la conducta de trata de personas en Colombia con relación a la tipificación de responsabilidad penal de las personas jurídicas En Colombia, según las investigaciones realizadas por la academia y las cifras entregadas por la Policía Nacional, los departamentos que se caracterizan por tener mayor número de víctimas de la conducta de trata de personas son: Antioquia, Cundinamarca, Risaralda, Caldas y Quindío, existiendo nuevos destinos para el traslado de las personas que son tratadas tales como: Malasia y Egipto. Según los informes de inteligencia emitidos por la Policía Nacional, las organizaciones criminales que tienen como finalidad captar víctimas para ser explotadas bajo la figura de trata de personas en sus diversas modalidades, se valen de fachadas para engañar a las personas interesadas en desplazarse fuera de Colombia para mejorar sus condiciones económicas, se organizan como aparentes negocios familiares ubicados en sectores residenciales que se estructuran de manera legal como Agencias Matrimoniales y de modelaje, o representaciones internacionales de trabajo o mano de obra no calificada para países europeos, todos ellos adoptan las formalidades requeridas en el ordenamiento jurídico colombiano para constituir una persona jurídica. Según información suministrada por la Policía Nacional, se realizan en la actualidad operativos para verificar el funcionamiento de las Agencias de Modelaje, Empleo y Matrimoniales, sus contactos y operatividad para descartar nexos con las redes nacionales e internacionales de trata de personas (El eje del comercio humano, 2010). De lo anterior se infiere, que dentro de los momentos o etapas que hacen parte de la conducta punible de trata de personas, uno de ellos y el primero lo constituye la captación que se entiende como el reclutamiento de víctimas, mediante diversos métodos, muchos de ellos encubiertos, como el abordaje personal, agencias de empleos, medios masivos y medios de comunicación. En consecuencia, para obtener víctimas los delincuentes utilizan la conformación de personas jurídicas cuyos objetos sociales incluyen agencias matrimoniales, de modelaje o de empleo, a fin de ganar la atención de aquellas personas que por falta de oportunidades, o dificultades económicas o por querer darle un impulso a sus carreras buscan salir del país y llegar a otro con un trabajo digno asegurado. Pero la realidad es muy distinta, estos entes jurídicos representan el medio idóneo para engañar a personas que por sus circunstancias confían la intermediación de los aspectos laborales o personales a estas personas que finalmente terminarán explotándolos en destinos inciertos fuera del país. Es por esa razón, que deben existir unos rígidos controles para este tipo de organizaciones, sus representantes y contactos fuera del país, pues dada la dificultad para identificar y judicializar a los autores materiales e intelectuales de la conducta de trata de personas, estas empresas pueden aportar importantes elementos que permitan desmantelar estas redes en algunos casos. Ahora bien, las empresas cuyos objetos sociales son lícitos y sus actividades también lo son, también deben ser objeto de regulación y control pues considerando que sus contactos se realizan en mayor medida a través de redes sociales, no se garantiza para el usuario que las promesas y condiciones que se realizan por esta vía sean cumplidas una vez las personas se trasladen a otros países con la finalidad de cumplir sus sueños de mejorar la situación económica, laboral o simplemente encontrar una pareja para contraer matrimonio. No obstante lo anterior, en Colombia la responsabilidad penal de las personas jurídicas no se encuentra tipificada, y las discusiones que se han dado a nivel jurisprudencial en este sentido confluyen en temas ambientales y no se ha considerado este tipo de delitos como la trata de personas y la incidencia que tienen estas organizaciones estructuradas bajo los requisitos de la ley civil y comercial colombiana. 8. Conclusiones Colombia es uno de los países de Latinoamérica que genera un gran número de víctimas del delito de trata de personas con miras a ser transportadas a países Europeos o de Oriente, en esta medida deben articularse los instrumentos legislativos para reprimir la conducta de manera idónea, pues actualmente para judicializar y sancionar el artículo 188 A del Código Penal vigente en Colombia dispone la coexistencia de cinco verbos rectores para proceder a iniciar el proceso penal, como son captación, traslado, acogimiento, recibo y explotación. Por tal razón, el legislador debe tener en cuenta que dado el creciente número de víctimas la normativa interna debe coadyuvar con un catálogo normativo que permita reprimir estos hechos delictivos desde el inicio de la conducta, sin que tenga que terminar en la explotación que refiere este tipo de delitos. En Colombia, no se tiene previsto por parte de la Ley, la responsabilidad penal de las personas jurídicas y su regulación es necesaria para la represión y eliminación total de conductas punibles como la trata de personas, pues en algunos casos se capturan, judicializan y sancionan a las personas naturales, pero continúan operando las personas jurídicas bajo la fachada de agencias matrimoniales, de modelaje o de empleo, para lo cual debe legislarse aplicando sanciones además de las administrativas, que consistan en el cierre definitivo o intervención de sus actividades, para coadyuvar con la eliminación total de la trata de personas; esto considerando que las redes delictivas para cometer estas conductas son muy amplias y con la captura de algunas personas naturales no se desmantela de manera absoluta la industria criminal. Para el caso colombiano, resulta un modelo importante a analizar a efectos de introducir cambios legislativos el Código Penal Español, norma que judicializa la trata de personas no solamente en España, sino cuando se detecte la conducta y la víctima se encuentre en tránsito, a su vez no exige la concurrencia de varios verbos rectores, sino que con la demostración de uno de ellos procede la sanción; en el caso de las personas jurídicas de manera expresa consagra el artículo 177 bis una sanción de multa por cinco veces el equivalente al beneficio económico que hubieran podido llegar a adquirir, además de las sanciones que dispone el artículo 33 para las conductas graves que cometen las personas jurídicas, entre las que se encuentran el cierre definitivo y la intervención de actividades, modelos que serían muy importantes tomarlos y replicarlos en el ordenamiento jurídico interno como parte de la estrategia de lucha contra la conducta de trata de personas. La Corte Constitucional Colombiana en ejercicio de su actividad interpretativa ha considerado la posibilidad para el legislador que incluya en su normativa responsabilidad penal para las personas jurídicas, de manera adicional a la pecuniaria y administrativa que en la actualidad les asiste, teniendo en cuenta que no se encuentra expresamente prohibido y que contribuiría con la equidad y la justicia. Por lo tanto, es un asunto de interés legislativo y de sensibilización frente al creciente fenómeno de trata de personas en Colombia. Bibliografía Basigalupo, S. (1998). La Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas, Bosch Casa Editorial SA, Primera Edición. Berruezo, R. (2007). Responsabilidad Penal en la Estructura de la Empresa. Editorial B. de F. Boletín Oficial del Estado. Ley Orgánica 5 de 2010. España. Código Penal de La Comunidad Económica Europea (tanto en todos países miembros como del borrador de Proyecto de Constitución Europea). Cavero, P. G. (2008). 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