bebés prematuros | rx El creciente número de bebés prematuros en países pobres se atribuye a la desnutrición y a la falta de cuidados prenatales Bebés prematuros Gestación incompleta Hoy los bebés nacidos antes de tiempo pueden sobrevivir con excelente pronóstico y evolución gracias a cuidados intensivos y programas de seguimiento individualizados. Tanto que, en cinco o seis meses, muchos se equiparan con los nacidos a término María Cristina Sanhueza A principios de 2007 la noticia sorprendió al mundo: una bebé prematura, con apenas 22 semanas de gestación, había logrado sobrevivir y recibía tratamiento con buen pronóstico médico. La niña estadounidense Amillia Sonja Taylor, nacida el 24 de octubre de 2006 con sólo 280 gramos y poco más de 24 centímetros, aparecía en una fotografía acunada en las manos de una enfermera, en las que cabía sobradamente. Se trata, hasta hoy, de un caso excepcional: es la única prematura sobreviviente de tan baja edad gestacional. Se considera prematuro al bebé nacido antes de las 37 semanas de gestación (los nacidos a 32+SALUD término completan las 40). Las nuevas técnicas de neonatología y los avances terapéuticos permiten la supervivencia de niños a partir de las 24 semanas. Cuatro décadas atrás muy pocos lo lograban antes de las 30 o 32 semanas de gestación. Estos pequeños, nacidos con un sistema nervioso aún inmaduro, deben recibir inmediatamente atención especializada en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) de los centros clínicos y hospitalarios. Además, se les debe procurar asistencia interdisciplinaria a través de programas de seguimiento individualizados –sobre todo a los que nacen con un peso 33+SALUD rx | bebés prematuros El embarazo durante la adolescencia o después de los 35 años se cuenta entre las causas de prematuridad menor de 1.500 gramos– para detectar e intervenir tempranamente ante cualquier trastorno o dificultad en su desarrollo y ofrecer orientación a los padres y familiares. En estadísticas Estudios revelan que la mayoría de los prematuros (70%) son bebés de 34 a 36 semanas de gestación, mientras que el porcentaje más bajo de los registros (6%) corresponde a los nacidos con menos de 28 semanas. Ante la posibilidad de un parto prematuro y a sabiendas de que una semana marca una diferencia sustancial en el desarrollo del feto, los obstetras hacen todo para que el embarazo supere la semana número 34. ¿Se puede retardar un parto? Existen medicamentos (betabloqueantes y antiespasmódicos) que permiten al obstetra bloquear las contracciones uterinas, pero sólo se logra en algunos casos (y por un tiempo limitado) si las membranas no están rotas. En ciertos embarazos con riesgo de prematuridad se recurre a tratamientos con progesterona para retardar el parto y con esteroides para acelerar la maduración de los pulmones del feto, precisa Carlos Franco, gineco-obstetra del Instituto Médico La Floresta. En Estados Unidos, 12,5% de los recién nacidos son prematuros, mientras que en países en desarrollo, con problemas en el área de la salud o con una alta tasa de embarazo adolescente, la cifra es mayor. En el caso de Venezuela sobrepasa el 17%, reconoce María Elena Arteaga de Müller, neonatóloga fundadora de la UCIN de la Maternidad Concepción Palacios y jefe de la UCIN de la Clínica El Ávila. 34+SALUD bebés prematuros | rx La especialista observa que la prematuridad crece cada día más: en países pobres el fenómeno se atribuye a la desnutrición y a la falta de cuidado prenatal, y en naciones industrializadas a la maternidad tardía y al creciente uso de medicamentos y técnicas para la fertilidad, que favorecen los embarazos múltiples, responsables –según la Organización Mundial de la Salud (OMS)– del 15% de los nacimientos prematuros. Causas de la prematuridad Las razones de un parto prematuro no han sido del todo esclarecidas. Franco indica que se trata de un cuadro multifactorial, en el que intervienen muchos agentes desencadenantes de complicaciones durante el embarazo. Entre las causas más comunes se cuentan: •Infecciones urinarias, vaginales y orgánicas en general. •Preeclampsia (hipertensión arterial durante el embarazo). •Rotura prematura de las membranas del saco donde se mantiene el bebé (podría responder a infecciones del líquido amniótico). •Embarazo gemelar o múltiple. • Fertilización asistida. •Parto prematuro anterior. • Factores socioeconómicos (falta de recursos y nutrición insuficiente). •Embarazo durante la adolescencia o después de los 35 años. • Malformaciones del feto o anomalías en el útero. •Ingesta elevada de alcohol y tabaquismo. •Diabetes. •Estrés materno. Los especialistas coinciden en la importancia de la consulta médica temprana y de cuidados prenatales como la forma más efectiva de controlar la presencia de factores causantes de prematuridad. Entorno complejo Los bebés prematuros necesitan ayuda y vigilancia cercana desde la sala de partos. Sus órganos no tienen la fuerza necesaria para respirar ni la madurez cerebral para iniciar la respiración. En las UCIN se les mantiene intubados en incubadoras estériles de temperatura regulada. Hoy, precisa Arteaga de Müller, se trabaja sin descanso en la protección del cerebro, órgano que no tiene el desarrollo neuronal adecuado (debe lograrlo fuera del útero). Hay que recordar que el mayor crecimiento del cerebro se da en los tres últimos meses del embarazo. Por sus dificultades de succión y deglución, los prematuros son alimentados por sonda o por vía intravenosa, dependiendo del caso. Si no hay problemas, a los seis meses se puede iniciar su alimentación con sólidos. Naturalmente, a menor edad gestacional mayores son los riesgos. Aunque los cuidados básicos se dan, generalmente, hasta el primer año, a los más pequeños se les debe hacer seguimiento neuronal, psicológico y general hasta los siete años. Por su inmadurez, algunos niños podrían presentar complicaciones mayores y el riesgo de desarrollar al crecer trastornos de visión, retardo mental, parálisis cerebral y retraso psicomotor, así como problemas neurológicos, de aprendizaje y comportamiento. La neonatóloga precisa que al niño nacido antes de tiempo se le deben practicar ciertos exámenes de rigor: medición de oxígeno en sangre, evaluación cardiovascular, ecografía renal y cerebral, despistaje de errores innatos del metabolismo, funcionamiento de tiroides y análisis oftalmológico para el descarte de retinopatía. Además de las infecciones frecuentes en prematuros (tratadas con antibióticos o antivirales), la anemia (atendida con suplementos dietéticos) y la ictericia (acumulación de bilirrubina en la sangre), generalmente leve y controlable, entre las complicaciones severas más comunes se citan: Síndrome de Dificultad Respiratoria. Se produce por la carencia de surfactante, proteína que disminuye la tensión superficial en el pulmón e impide que se colapse. La condición se resuelve con la administración de la sustancia. Hemorragia intraventricular. Leves en su mayoría, en los casos graves se debe drenar el líquido para evitar daños cerebrales. Enfermedad Pulmonar Crónica. Afecta mayormente a los bebés que reciben oxígeno suplementario. En esos casos, se facilita la respiración mediante tratamiento con fármacos. Conducto arterioso persistente. Problema cardíaco causado por la falta de cierre de un con- 35+SALUD rx | bebés prematuros Prematuros famosos Resulta curioso que muchos genios del pasado fueron bebés prematuros, algunos reanimados en el momento de su alumbramiento por parteras escépticas sobre su capacidad de sobrevivir. 1571 - Johannes Kepler, astrónomo y físico alemán. 1642 - Isaac Newton, físico y matemático británico. 1749 - Wolfgang Goethe, poeta alemán. 1769 - Napoleón Bonaparte, emperador francés. 1802 - Victor Hugo, poeta francés (su madre lo describió al verlo recién nacido como “no más largo que un cuchillo”). 1874 - Winston Churchill, ex primer ministro británico (se dice que pasó los primeros meses envuelto en algodones). 1881 - Pablo Picasso, pintor español (la comadrona lo dio por muerto y lo abandonó en la superficie de una mesa, donde fue reanimado por un familiar). 1882 - Anna Pavlova, bailarina rusa. ducto arterial, programado biológicamente para hacerlo después del nacimiento a término. Retinopatía del prematuro. Crecimiento anormal de los vasos del ojo que puede llevar al bebé a la ceguera. La condición también puede ser causada por la aplicación excesiva de oxígeno al niño. Edad corregida Aunque se habla de la “edad corregida” de los prematuros –a los ocho meses se evalúan, por ejemplo, como si tuvieran seis–, una buena parte crece rápidamente, a razón de un kilo o kilo y medio por mes, y se equipara en cuestión de cinco o seis meses con los nacidos a término. Arteaga de Müller destaca la importancia de la nutrición de los nacidos antes de tiempo. En ese sentido, precisa que el mejor nutriente es la leche de la madre prematura dispensada por sonda, mucho más rica en proteínas, calcio y calorías que la de la madre a término, porque la secreción se encuentra en una fase biológicamente programada para el crecimiento acelerado del feto en los últimos meses de embarazo. 36+SALUD Estilo canguro Acostumbrado al hábitat y a los sonidos del nido materno, cuando el bebé nacido antes de tiempo se ve repentinamente solo y enfrentado a la sobreestimulación por exceso de luz y ruidos desconocidos, es muy susceptible al estrés, con la carga de sufrimiento que significa. Eso explica por qué los psicólogos infantiles insisten en la importancia de incorporar a los padres, e incluso a otros familiares, a la terapia en las unidades de cuidados intensivos neonatales, donde a veces el bebé debe permanecer por más de dos meses. Hoy, para beneficiar el desarrollo físico y emocional del niño prematuro, se recomienda a los padres tocar al pequeño, masajearlo, abrazarlo e incluso recurrir al método canguro: sostenerlo con una tela sobre el tórax desnudo para un contacto piel a piel. María Eugenia de Marín, psicóloga infantil e impulsora de varias técnicas de masajes para bebés prematuros, subraya que ese acercamiento es una forma de restablecer la comunicación con la madre y consolidar el vínculo con ambos padres, que ayuda al niño a relajarse, dormir mejor y reforzar su sistema inmunológico. Además, favorece el aumento de peso (estimula las hormonas responsables de la absorción de los alimentos). De Marín promueve en maternidades y en las UCIN de Venezuela el uso de una pequeña almohada en forma de U –utilizada en varios países de Europa– que evita las posturas patológicas del bebé inmaduro, recrea el útero materno y le permite centrar sus manos alrededor de la boca, chuparse el dedo y mover sus piernas y brazos con flexibilidad. Todo para hacer que su tránsito hacia la madurez sea lo menos traumático posible. • F u e n t e s c o n s u lta d a s º María Elena Arteaga de Müller, neonatóloga. Jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales de la Clínica El Ávila. º Carlos Franco G., gineco-obstetra. Instituto Médico La Floresta. º María Eugenia de Marín, psicóloga infantil, consulta externa Clínica El Ávila. º www.nacersano.org. 37+SALUD