96-a-2012. cámara de familia de la sección del centro, san salvador

Anuncio
96-A-2012.
CÁMARA DE FAMILIA DE LA SECCIÓN DEL CENTRO, SAN SALVADOR, A LAS
CATORCE HORAS Y DIECISÉIS MINUTOS DEL DÍA VEINTIUNO DE JUNIO DE
DOS MIL DOCE.
Conocemos del recurso de apelación interpuesto por la Licda. EVA DEL CARMEN
MEJÍA RODRÍGUEZ, en su carácter de apoderada Judicial de la señora [...], mayor de edad, de
[…], del domicilio de San Salvador, en carácter de Apoderada General Administrativa Especial,
de la señora [...], contra la interlocutoria definitiva emitida por la JUEZA PRIMERO DE
FAMILIA EN FUNCIONES DE SAN SALVADOR, Licda. DELMY ELSY RODRÍGUEZ
ARÉVALO, en las Diligencias de RECTIFICACIÓN DE ASIENTO DE PARTIDA DE
NACIMIENTO, promovidas por la señora [...], en representación de sus nietas, las niñas [...] y
[...], ambas de apellidos [...]. Se admite el recurso por reunir los requisitos mínimos de ley.
I. La impetrante inició diligencias de jurisdicción voluntaria a fin de que se rectificara el
asiento de partida de nacimiento de las nietas de sus representadas, con Poder General
Administrativo con clausula especial, otorgado ante los oficios notariales de la Licda. EVA DEL
CARMEN MEJÍA RODRÍGUEZ, por la señora [...]. A favor de la señora [...], quien se lo
confiere o delega a la Licda. EVA DEL CARMEN MEJÍA RODRÍGUEZ, tal como consta a
Fs. 5 del expediente que conocemos.
La Jueza a quo, a fs. 19, previno a la Licda. EVA DEL CARMEN MEJÍA
RODRÍGUEZ, a efecto que legitimara la personería con que actúa, ya que carece de las
facultades legales, con las cuales la apoderada pretende iniciar la acción incoada; en virtud que se
enmarca dentro de los presupuestos del Art. 69 inc. 3 C.Pr.C.M. y 50Ley de Notariado, ya que no
se pueden presumir las facultades especiales ni la apoderada [...] está facultada para sustituir y
delegar el poder conferido a su favor.
La referida Abogada subsanó dicha prevención mediante escrito de fs. 23, manifestando
que el poder que se le ha otorgado lo ha hecho su representada en concepto de apoderada de la
madre de las niñas [...] y [...] y el niño [...], todos de apellidos [...], que en el ejercicio de la
autoridad parental le confirió el cuidado personal de los mismos, por lo que en el poder que la
señora [...] a favor de la señora [...], la facultó especialmente para que otorgara poderes
necesarios, para el mejor cumplimiento de los actos que debiera realizar en beneficio de sus hijos.
Además expresa que el nombre correcto del padre de los niños es [...].
La Jueza a quo, a fs. 25, en virtud de no haberse evacuado la prevención que se hizo, en lo
pertinente resolvió Declarar inadmisible la solicitud de Rectificación de Partida de Nacimiento.
En dicha resolución la a quo fundamenta su resolución manifestando que en el poder que la
señora [...] le otorgó a la señora [...], conocida por [...], no la facultó para que iniciara la
diligencia intentada, asimismo no consta facultad para poder judicializar cualquier acto a favor de
las niñas [...] y [...] y el niño [...], todos de apellidos [...], tomando en cuenta la literalidad que
deben tener todos los poderes. Art. 69 C.Pr.C. (quiso decir C.Pr.C.M.).
III. De dicho decisorio se alzó fundamentándose en el Arts. 153 L.Pr.F. (ver fs. 29/30),
para ante este tribunal, la Licda. EVA DEL CARMEN MEJÍA RODRÍGUEZ, quien en
resumen dijo fundar su apelación en las consideraciones siguientes: que la madre de las niñas [...]
y [...] y el niño [...], todos de apellidos [...], señora [...], en el ejercicio de la autoridad parental le
confirió el cuidado personal de los mismos a favor de la señora [...], de conformidad al Art. 216
C.F. y le otorgó poder facultándola para que la representara en relación a sus hijos ante toda
persona, autoridad o funcionario, para que se entendiera en todo lo concerniente a las niñas y
niño, que esas facultades plenas no son taxativas, sino amplias, que en dicho poder no se facultó
para delegar o sustituir poderes, si no para otorgar los poderes especiales que fueran necesarios
para el mejor cumplimiento de su mandato y para que sus hijos tuvieran representación en las
situaciones que pudieran presentarse al estar ausente la madre. Que el poder que se le ha otorgado
es especial para las presentes diligencias, por lo que se encuentra dentro de lo establecido en el
Art. 69 L.Pr.F.. Que con la resolución impugnada se le violenta el derecho a las niñas. Finalmente
pide que se le revoque la resolución que declara inadmisible la solicitud y se le dé el trámite
correspondiente.
La procuradora adscrita al juzgado, Licda. DOMINGA YOLANDA HENRÍQUEZ,
mediante escrito de fs. 36 expresó su opinión de la manera siguiente: Que la resolución
impugnada está dictada conforme a derecho, ya que de la lectura del poder se advierte que es
deficiente porque no se encuentra en forma y carece de la cláusula especial de sustitución de
poderes, para promover las diligencias, tal como lo señala el Art. 96 L.Pr.F.. Además se observa
que la apelante es la misma que elaboró el poder como notaria y luego se auto atribuyó ese poder,
acto contrario a la ley, Art. 9L.N. Por otra parte la señora [...] fue identificada por medio de
testigos, por manifestar que dicha señora tenía el D.U.I. vencido; siendo ésta una forma
inadecuada para otorgar poder, ya que por la validez del acto se requiere una acreditación
indubitable que se otorga, ya que hay disposición legal expresa que prohíbe la comparecencia a
cualquier acto legal donde se requiere presentar el documento.
Pidió que se confirme la
interlocutoria apelada.
IV. Objeto del decisorio de esta cámara. De lo expuesto se concluye que el punto a
dilucidar es la procedencia de la revocatoria de la resolución impugnada y consecuentemente la
admisión de la solicitud o si por el contrario procede confirmar o modificar lo decidido en
primera instancia; determinando quienes tienen legitimación procesal activa y pasiva en estas
diligencias. Si la señora [...], tiene la suficiente facultad legal de representar a sus nietas por
habérsele delegado en escritura pública el Cuidado Personal de las mismas, aunque en las
diligencias la resolución impugnada solo se tomen más en cuenta aspectos formales del poder con
que se actúa.
V. Para decidir el sub lite, es necesario analizar el marco jurídico regulatorio. La autoridad
parental, “es el conjunto de facultades y deberes, que la ley otorga e impone al padre y a la
madre sobre sus hijos menores de edad o declarados incapaces, para que los protejan, eduquen,
asistan y preparen para la vida, y además, para que los representen y administren sus
bienes.”Art. 206 C.F.
En ese orden de ideas, tenemos que de acuerdo al Art. 206 C. F., el cuidado personal es
uno de los elementos de la autoridad parental, siendo este cuidado el conjunto de facultades o
deberes que la ley otorga e impone al padre y a la madre para que críen con esmero a sus hijos
menores de edad o declarados incapaces, proporcionándoles un hogar estable, alimentos
adecuados y proveerlos de todo lo necesario para el normal desarrollo de su personalidad, hasta
que adquieran la mayoría de edad (Art. 211 C.F.). Dichas facultades-deberes, son irrenunciables e
intransferibles, salvo las excepciones que la misma ley señala.
De acuerdo a nuestra legislación, la autoridad parental es indelegable, y el cuidado de los
hijos deberá en principio ser ejercido por el padre y la madre, pero cuando uno de ellos faltare –
como ocurre en la especie por fallecimiento– el otro deberá ejercerlo. Esta regla tiene
excepciones, lo que significa que bajo determinadas circunstancias de urgencia y necesidad se
podrá confiar su cuidado provisionalmente -en casos de urgencia- a terceros, encontrándose en
primer lugar los ascendientes, por ejemplo los abuelos u otros parientes incluso particulares,
siempre que demuestren un interés legítimo para ejercer su cuidado.
La teoría de que el cuidado personal lleva implícito la representación legal, tiene su
excepcionalidad, ya que si bien es cierto que la titularidad de la autoridad parental le corresponde
a ambos padres, excepcionalmente es ejercida únicamente por uno de los padres, por lo general, a
quien se le confiere el cuidado personal del hijo, cuando es conferida judicialmente a uno de los
progenitores, pero ello debido a la contención que ha existido en un proceso por incapacidad al de
los padres al ponerse de acuerdo a la hora de ejercer cualquiera de los elementos de la autoridad
parental, sea el cuidado personal, la representación legal y la administración de los bienes. De tal
suerte que cuando uno de éstos posee única y exclusivamente la autoridad parental o el cuido y
representación legal del o los hijos, sea por fallecimiento de uno de los progenitores, suspensión
judicial de autoridad parental, pérdida de autoridad parental decretada o por proceso de cuidado
personal o divorcio contencioso por ejemplo, en caso de que tuviera que delegar a un tercero
notarialmente el ejercicio del cuidado personal, no le está facultando para que ejerza la
representación legal o la administración de los bienes de los hijos, pues de considerarlo así sería
muy amplia la delegación del mandato, pudiendo los terceros ejercer la representación legal de
los niños, niñas o adolescentes de una manera un tanto liberal o antojadiza, de tal suerte que se
pudieran sacar los niños fuera del país sin necesidad de autorización del padre o madre que tiene
la autoridad parental, o bien se podrían iniciar diligencias de utilidad y necesidad para vender o
hipotecar inmuebles inscritos a favor de los niños niñas o adolescentes que han sido confiados en
su cuido personal a una persona que no sea su progenitor o progenitora. En consecuencia para
este Tribunal la intervención de la señora [...] como representante legal de sus nietas, no se
encuentra apegada a derecho y no es cierto como sostiene la apelante que la señora [...] puede
representar a las adolescentes [...] y [...] ambas de apellidos [...], por mandato de la señora [...],
ya que los obligados a ejercerla son los padres y en caso de imposibilitárseles, está el Ministerio
Público para que ejerza su representación cuando fuere procedente.
La figura de la representación legal se ha fundado en la idea tradicional pero no vigente de
que los niños, niñas y adolescentes son personas que no poseen la suficiente capacidad para
ejercer por si mismos actos, en este caso de orden legal.
No obstante lo anterior, la moderna doctrina de protección integral de niños, niñas y
adolescentes, inspirada en la Convención sobre los Derechos del Niño, estatuyen un nuevo
paradigma al reconocer que las niñas, niños y adolescentes, son sujetos plenos de derechos, que
los ejercerán de forma directa y progresiva en la medida en que desarrollen sus facultades. Art. 5
C.D.N..
En el Código de Familia, el Art. 223 C.F. que debe ser analizado conjuntamente con el
Art. 207 C.F., disponen que -en principio- corresponde a ambos progenitores asumir la
representación legal de sus hijos menores de edad o incapaces; cuando lo ejerzan conjuntamente
podrán designar de común acuerdo quién de ellos (los padres) los representará. En casos como
el de autos en que sólo está viva la madre, lógicamente es a ella a quien se le confiere dicha
obligación-facultad.
Sin embargo el Art. 223 Ord. 1° C.F., señala que se exceptúa la representación legal, en el
supuesto de “Los actos relativos a derechos de la personalidad y otros que el hijo, de acuerdo con
la ley y las condiciones de su madurez, pueda realizar por sí mismo.”
Si bien es cierto que el Art. 223 C.F. no hace un desarrollo exhaustivo del Principio del
ejercicio progresivo de las facultades de la niña, niño y adolescente, a diferencia del Art. 10
L.E.P.I.N.A., que sí proporciona mínimamente algunos indicios al señalar que los derechos
personalísimos se excluían de la representación legal en la medida en que el niño(a) pudiese
ejercerlos de acuerdo a la Ley y a sus condiciones de madurez, a contrario sensu los progenitores
ejercen la representación legal de sus hijos para el ejercicio de derechos personales cuando los
demás casos que las condiciones de madurez de sus hijos no lo permitan; ahora bien está facultad
concedida a los progenitores, no puede ejercerse en detrimento de los derechos del niño(a); sino
por el contrario garantizando el cumplimiento de sus derechos de forma eficaz.
Así las cosas, debemos destacar que la legislación familiar a diferencia de la nueva
legislación de niñez y adolescencia, no reguló la forma en que los niños ejercerían directamente
sus derechos personales, por lo que la jurisprudencia basada en las normas de la Ley de Notariado
y el Código Civil, han venido determinando su ejercicio mediante representante legal, salvo
algunos casos en que se les ha dado capacidad plena a “los menores”, como por ejemplo el
reconocimiento de los hijos (Art. 145 C.F.); por cuanto no se les reconoce capacidad de ejercicio,
como lo hace el Art. 218 L.E.P.I.N.A., que les da intervención directa a partir de los catorce años
de edad, caso contrario los niños(as) menores de catorce años continuarán siendo representados
por sus progenitores, representantes legales y en su caso por el Procurador(a) General de la
República; lo anterior ha significado que en el proceso de familia no siempre se puso en práctica
lo previsto en el ordinal 1° del Art. 223 C.F. , ya que no existía norma dentro de la legislación
procesal familiar que avalase la intervención directa de un joven dentro del proceso de familia,
ello por lo dispuesto también en los Arts. 10 y 11 L.Pr.F.; es por ello que en la práctica judicial
todas las pretensiones relativas a derechos de filiación se han ejercido a través de los
representantes legales del titular del derecho pero por supuesto el que ejerce el derecho es el
niño(a) ya que la misma Ley –como lo hemos señalado supra- lo avala al no definir una forma
especial en que el propio titular lo ejercerá; lo contrario significaría que el titular del derecho
debiera de esperar hasta que alcance su mayoría de edad para promover el proceso, interpretación
que sería atentatoria a su derecho de acceso a la justicia. Lo que nos lleva a concluir que con la
entrada en vigencia de la L.E.P.I.N.A., las adolescentes [...] y [...] ambas de apellidos [...], para
el presente caso podrían designar directamente ellas a su representante judicial; incluso podrían
nombrar a la misma Licda. EVA DEL CARMEN MEJÍA RODRÍGUEZ.
Así las cosas la actuación de la Licenciada EVA DEL CARMEN MEJÍA
RODRÍGUEZ, en su carácter de apoderada Judicial de la señora [...] –como erradamente se
sostiene en la apelación- no es válida, ya que responde al mandato ilegal hecho por la abuela de
las adolescentes, pues el poder es general administrativo y específico para ejercer el cuidado
personal.
En consecuencia es procedente confirmar la interlocutoria en el punto que declaró
inadmisible la solicitud, pero por los argumentos que hemos expuesto.
Es de acotar que por regla general en los mandatos se deja la opción de sustituir el poder,
ya sea o no por conveniencia del poderdante, para que no incurra en otros gastos al cambiar de
representante judicial, que el compareciente (mandante) confiere una gestión de sus negocios a su
mandatario (apoderado), es decir persona específica o de confianza, a efecto que éste ejecute en
su nombre solamente aquellos servicios que le interesa y por estar el primero impedido de poder
ejecutarlos encomienda al profesional realizarlos por cuenta del mandante. Al respecto el Art.
1878 prescribe que: "Los servicios de las profesiones y carreras que suponen largos estudios, o a
que está unida la facultad de representar y obligar a otra persona respecto de terceros, se sujeta
a las reglas del mandato". Y en el presente caso se confiere la facultad de otorgar poderes pero
para el mejor cumplimiento del mandato y este mandato es administrativo, no judicial.
En consecuencia y de conformidad a los Arts. 206, 207, 211, 216, y 223 C.F.; 3, 7, 10, 11
y 153, 156, 160, 161 y 218 L.Pr.F.; 10 y 218 L.E.P.I.N.A.; 1875, 1877, 1878, 1883, 1891, 1893
C.C.; 69 C.Pr.C.M.; 1, 9 y 50 L. N.; esta Cámara RESUELVE: Confirmase la interlocutoria
impugnada por estar arreglada a derecho. Devuélvanse originales al tribunal remitente con
certificación de esta sentencia. Notifíquese.
PRONUNCIADA POR LAS MAGISTRADAS:
LICDA. SILVIA GUADALUPE BARRIENTOS ESCOBAR Y
LICDA. RHINA ELIZABETH RAMOS GONZÁLEZ.
SECRETARIO.
Descargar