2.7 Principio de Imparcialidad judicial

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i
UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES
MAESTRIA DE DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL
“FALTA DE REGULACIÓN DE COMPETENCIA, EN EL RECURSO DE
APELACIÓN CONTRA LAS SENTENCIAS EMITIDAS POR LOS JUECES DE
PAZ, EN EL PROCEDIMIENTO PARA LOS DELITOS MENOS GRAVES”
TESIS PRESENTADA
POR
LICENCIADA KAREN ELIZABETH LEONARDO MARROQUÍN
PREVIO A OPTAR AL GRADO ACADÉMICO DE
MAGISTER ARTIUM EN DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL
GUATEMALA, NOVIEMBRE DE 2013
ii
Directora General de Maestrías
Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales:
M.A. Mirna Lubet Valenzuela Rivera
Consejero de Tesis
M.A. Axel Maas Jácome
iii
ORDEN DE IMPRESIÓN DE TESIS
iv
UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ DE GUATEMALA
REGLAMENTO DE TESIS
“Artículo 8º. RESPONSABILIDAD
Solamente el autor es responsable de los conceptos expresados en el trabajo
de tesis. Su aprobación en manera alguna implica responsabilidades para la
Universidad.”
v
ÍNDICE
Página
INTRODUCCIÓN
1
CAPÍTULO I
1. EL PROCESO PENAL GUATEMALTECO
1.1
Definición del proceso penal
4
1.2
Los Sistemas Procesales
5
1.2.1 Sistema Inquisitivo
5
1.2.2 Sistema Acusatorio
7
1.2.3 Sistema Mixto
9
Estructura del Proceso Penal
11
1.3.1 Etapa Preparatoria
11
1.3
1.3.1.1
Rol del Ministerio Público en la Etapa
preparatoria
11
1.3.1.2
Papel del juez en la Etapa Preparatoria
12
1.3.1.3
El Querellante Adhesivo
14
1.3.1.4
Duración de la Etapa Preparatoria
15
1.3.1.5
Actos conclusivos
15
1.4
Etapa Intermedia
17
1.5
La Acusación
20
1.5.1 Contenido de la Acusación
21
1.5.2 El Auto de Apertura a Juicio Oral
22
1.5.3 El Sobreseimiento
22
vi
1.5.4 La Clausura provisional
23
1.5.5 El Juicio Oral
24
1.5.6 Mecanismos de Simplificación y de salida al
25
Procedimiento Común
1.5.6.1
1.5.6.2
25
Acusación en la vía del Procedimiento
Abreviado
25
El Criterio de Oportunidad
26
1.5.6.2.1 Procedencia
27
1.5.6.2.2 Momento procesal oportuno para
solicitar la aprobación del Criterio
de Oportunidad
1.5.6.2.3 Efectos
1.5.6.3
28
29
La Suspensión Condicional de la
Persecución Penal
29
1.5.6.3.1 Objetivo
30
1.5.6.3.2 Procedencia
30
1.5.6.3.3 Requisitos
31
1.5.6.3.4 Efectos de la aprobación judicial
31
CAPÍTULO II
PRINCIPIOS Y GARANTÍAS CONSTITUCIONALES
EN EL PROCESO PENAL GUATEMALTECO
2.1 Garantías Constitucionales
33
2.2 Principio de Juicio Previo y Debido Proceso
35
2.3 Principio de Presunción de Inocencia
37
vii
2.4 Principio de Derecho de Defensa
40
2.5 Principio de Legalidad
44
2.6 Principio de Ne Bis Idem, prohibición de juzgar y sancionar dos
veces los mismos hechos.
45
2.7 Principio de Imparcialidad judicial
47
2.8 Principio de Juez Natural
47
CAPÍTULO III
TEORÍA GENERAL DE LAS IMPUGNACIONES
3.1
Concepto
50
3.2
Derecho a recurrir
52
3.3
Admisibilidad
53
3.3.1
Impugnabilidad objetiva
54
3.3.2
Impugnabilidad subjetiva
55
3.3.3
Legitimación para recurrir
56
3.4
Disposiciones comunes a todos los recursos
57
3.5
Principio favor rei y non reformatio in peius
58
3.6
La doble instancia y el examen por un tribunal superior
59
3.7
Clases de Recursos en el Proceso Penal Guatemalteco
61
3.7.1 Recurso de Reposición
61
3.7.1.1 Características
61
3.7.1.2 Trámite
62
3.7.2 Recurso de Apelación
63
3.7.2.1 Antecedentes del Recurso de Apelación
63
3.7.1.2 Impugnabilidad objetiva y subjetiva
64
viii
3.7.1.3 Materia del Recurso de Apelación
65
3.7.1.4 Trámite del Recurso de Apelación
65
3.7.3 El Recurso de Apelación Especial
3.7.3.1 Vicios In Iudicando y Vicios In Procedendo
3.7.4 Recurso de Revisión
66
68
69
3.7.4.1 Requisitos
70
3.7.5.2 Trámite
71
3.7.5 Recurso de Casación
72
3.7.5.1 Definición
72
3.7.5.2 Impugnabilidad objetiva
73
3.7.5.3 Impugnabilidad subjetiva
74
3.7.5.4 Motivos del Recurso de Casación
74
3.7.5.5 Requisitos de Admisibilidad
75
3.7.5.6 Plazo para la interposición del Recurso
76
3.7.5.7 Trámite
76
3.7.5.8 Efectos del Recurso
77
CAPÍTULO IV
REFORMAS AL CÓDIGO PROCESAL PENAL DECRETO 7-211
4.1
4.2
Reformas al Código Procesal Guatemalteco
78
Reformas al Código Procesal Penal, a través del Decreto
Número 7-2011 del Congreso de la República
78
4.2.1 Antecedentes
78
4.2.2 Consideraciones de la Comisión Extraordinaria de
Reforma al Sector Justicia
ix
81
4.2.3
Consideraciones específicas del Acuerdo 7-2011
82
CAPÍTLO V
EL PROCEDIMIENTO PARA DELITOS MENOS GRAVES
5.1 El Procedimiento para Delitos menos Graves
95
5.2 Consideraciones del Procedimiento para Delitos Menos Graves
97
5.3 Aspectos positivos del Procedimiento para Delitos Menos
Graves
99
5.4 Aspectos negativos del Procedimiento para Delitos Menos
100
Graves
5.5 El principio del juez natural en el Procedimiento para Delito
101
Menos Graves
104
5.6 Características del Procedimiento para Delitos Menos Graves
5.7 Acuerdo Interinstitucional para la determinación gradual de la
circunscripción territorial para la aplicación del Procedimiento
104
Para Delitos Menos Graves
104
5.8 Acuerdo 26-2011emitido por la Corte Suprema de Justicia
5.9 Compromisos adquiridos por el Ministerio Público y la Defensa
Pública Penal, para la implementación del Procedimiento para
108
Delitos Menos Graves
108
5.9.1 Ministerio Público
109
5.9.2 Instituto de la Defesan Pública Penal
5.10 Análisis de sentencia emitida en el Procedimiento para Delitos
x
110
Menos Graves
113
5.11 Del Conflicto que se presenta
115
CONCLUSIONES
117
APENDICE 1
147
BIBLIOGRAFÍA
xi
1
INTRODUCCIÓN
El Código Procesal Penal, Decreto Legislativo 51-92, sentó las bases de un
enjuiciamiento acusatorio, regido por los principios constitucionales, así como
principios establecidos en los acuerdos y tratados internacionales, de los que
Guatemala es parte, con el fin de resolver el conflicto penal de la forma más justa
para la víctima y más equitativo para el acusado.
Derivado de ello el Código
Procesal Penal, ha tenido que atravesar, desde su vigencia en 1994 a la fecha, una
serie de modificaciones normativas.
El objeto de efectuar reformas al Código, es porque se ha visto la necesidad
de adecuar la administración de justicia a la realidad nacional, y así obtener una
justicia pronta y cumplida, que es el objetivo primordial de la administración de
justicia.
De esa cuenta la Corte Suprema de Justicia, estableciendo la urgente
necesidad de cambios en la administración de justicia, presentó al Congreso de la
República el proyecto de ley de reformas al Código Procesal Penal.
Es así es como surge el Decreto número 7-2011, en donde se establece
varias reformas al Código Procesal Penal, con la finalidad de ampliar el acceso de la
justicia a la víctimas y generar las condiciones necesarias para obtener una tutela
judicial efectiva, asimismo fortalecer la acción penal a cargo del Ministerio Público, y
crear las condiciones objetivas para que los requerimientos de la acción penal tenga
la debida respuesta judicial inmediata, con el objeto de viabilizar la lucha contra la
impunidad.
Otro de los avances obtenidos a través de esta reforma, es que se activó la
judicatura de paz, para resolver las causas por delitos menos graves, mediante el
procedimiento para los delitos menos graves, regulado en el artículos 465 Ter del
Código Procesal Penal, procedimiento que es aplicado para el juzgamiento de delitos
sancionados en el Código Penal con pena máxima de cinco años de prisión.
1
2
El objetivo de implementar este procedimiento, es para descongestionar el
exceso de trabajo de los Jueces de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos
Contra el Ambiente y basando en los principios de celeridad y economía procesal, se
pretende agilizar el procedimiento, en aquellos delitos que no tienen transcendencia
social.
Sin embargo al efectuarse la reforma, no se estableció en el Código Procesal
Penal lo concerniente al recurso de apelación respecto a la sentencia que resuelva el
procedimiento para delitos menos graves, únicamente se reguló la forma en que se
debe desarrollar dicho procedimiento, pero el citado artículo no indica cómo debe
ventilarse la segunda instancia del mismo, ni el órgano jurisdiccional competente
para conocer del recurso, lo que genera un vacío legal, cuya suplencia se trata de
corregir a través del acuerdo 26-2011 de la Corte Suprema de Justicia, puesto que
se designa como competente para conocer del recurso de apelación a la Sala
Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra
el Ambiente del departamento de Guatemala, por medio del referido acuerdo la Corte
Suprema de Justicia implementa el recurso de apelación y el procedimiento que debe
seguirse.
Motivos que determinan la importancia del tema denominado “FALTA DE
REGULACIÓN DE COMPETENCIA, EN EL RECURSO DE APELACIÓN CONTRA
LAS
SENTENCIAS
EMITIDAS
POR
LOS
JUECES
DE
PAZ,
EN
EL
PROCEDIMIENTO PARA LOS DELITOS MENOS GRAVES”.
Por lo anterior a través del presente trabajo de investigación se analizará, si es
procedente que la Corte Suprema de Justicia por medio de un acuerdo establezca,
que respecto a la sentencia que resuelva el procedimiento para delitos menos graves
es procedente el recurso de apelación y regule a través de dicho acuerdo la forma y
plazo en que debe desarrollarse el referido recurso.
En ese orden de ideas, para una mejor comprensión el presente trabajo de
graduación se estructura en cinco capítulos, detallados de la siguiente manera: En el
3
Capítulo I se define el proceso penal Guatemalteco, se desarrollas sus etapas, así
como las medidas desjudicializadoras del proceso penal.
En el Capítulo II se
señalan las garantías tanto constitucionales, procesales, que inspiran el proceso
penal, así como las garantías y principios contenidos en los tratados internacionales
de los que Guatemala es parte. El Capítulo III desarrolla la teoría de las
impugnaciones, las clases de recurso que establece el Código Procesal Penal y su
trámite. El Capítulo IV analiza el decreto 7-2011 del Congreso de la República, así
como el proceso que conllevó para su aprobación, así como el pronunciamiento que
cada una de las instituciones del sector justicia que tuvieron participación para
consolidar la propuesta de reforma y por último en el Capítulo V se hace un análisis
del procedimiento para delitos menos graves, en qué casos procede, cuál es su
trámite, así como un análisis de la sentencia dictada en el procedimiento referido.
La hipótesis que se plantea es la siguiente: “El vacío legal que se genera en el
Código Procesal Penal al no establecerse cómo debe ventilarse la segunda instancia
ni el órgano jurisdiccional competente para conocer del recurso de apelación en el
procedimiento para delitos menos graves”.
4
CAPÍTULO I
EL PROCESO PENAL GUATEMALTECO
1.1
Definición de Proceso Penal
El proceso penal constituye un conjunto de normas jurídicas, principios y
postulados que sirven de base o instrumento para operativizar la ley penal
sustantiva, ambas normativas, hacen cumplir los fines y funciones de la Ciencia
Penal dentro de un ordenamiento jurídico vigente y positivo. Este orden jurídico
penal y su conjunto de normas deben entenderse que son expresión y
mantenimiento de la seguridad de un Estado, pues a través de ese orden se defiende
el patrimonio moral y político de la colectividad.
Según el jurista guatemalteco César Crisóstomo Barrientos Pellecer: “el
proceso es el método lógico y ordenado creado por la civilización, para conducir a
una decisión de conflictos, lo que debe entenderse como la producción más objetiva
de lo sucedido, de la aportación y valoración de los datos, de la discusión del
significado de los hechos…”1.
Para Alfredo Vélez Mariconde “el proceso penal es por esencia jurisdiccional.
No surge, no tiene esencia jurídica, si no está presidido por un órgano que ejerce
jurisdicción aunque ésta no puede actuar por iniciativa propia sino que debe ser
provocada o excitada por otros órganos procesales encaminados a obtener del
órgano jurisdiccional acerca del hecho delictivo que llegó a su conocimiento” 2
En conclusión, se puede decir que, el proceso penal es una serie gradual,
progresiva y concatenada de actos disciplinados en abstracto por el Derecho
Procesal y cumplido por órganos jurisdiccionales predispuesto y por particulares
obligados o autorizados a intervenir, mediante el cual se procura la investigación de
1
Barrientos Pellecer, César. Derecho Procesal Guatemalteco. Editorial Talleres e Imprenta Llenera. 1993. Pág. 45
2
Vélez Mariconde, Alfredo. Derecho Procesal Penal. Editorial Lerner. Argentina, 1969. Pág. 69
4
5
la verdad histórica y la determinación del responsable de la comisión de un acto
ilícito, actividad que pone en movimiento tanto la ley sustantiva como la procesal.
De lo anterior se intuye que los fines del proceso penal son los siguientes:
 Descubrir la verdad histórica de los hechos en que se haga la pretensión
jurídica que lo determina.
 Actúa o realiza concretamente la ley penal.
De conformidad con lo que establece el artículo 5 de nuestro Código Procesal
Penal, el proceso penal tiene por objeto “la averiguación de un hecho señalado como
delito o falta y de las circunstancias en que pudo haber sido cometido; el
establecimiento de la posible participación del sindicado; el pronunciamiento de la
sentencia respectiva, y la ejecución de la misma. La víctima o el agraviado y el
imputado, como sujetos procesales, tienen derecho a la tutela judicial efectiva.3 El
procedimiento, por aplicación del principio del debido proceso, debe responder a las
legítimas pretensiones de ambos”. Este artículo fue reformado por el Artículo 1 del
Decreto 7-2011 del Congreso de la República de Guatemala, y en él se encierran
claramente los objetivos del proceso penal. Lo relevante de su reforma es el hecho
de integrar a la víctima al igual que al imputado, como parte del proceso penal con
derecho a una tutela judicial efectiva, sin embargo es claro al establecer que en todo
el proceso debe observarse el respeto al debido proceso.
1.2
Los Sistemas Procesales
Existen tres tipos de procedimientos, los cuales son:
1.2.1 Sistema Inquisitivo
Como apunta Javier Llobet Rodríguez, el sistema inquisitivo seguía imperando
en el Siglo XVIII, en Europa, el cual había sido establecido por el Derecho Romano
3
Artículo 5 del Código Procesal Penal.
6
Canónico a partir de aproximadamente el siglo XIII y que con el advenimiento de la
monarquía absolutista fue recibido también por las legislaciones laicas europeas.4
Este sistema se encuentra relacionado al enjuiciamiento criminal de otros
tiempos en que pertenecía al juez la iniciativa probatoria y la discrecionalidad
punitiva.
Tal como los establecen algunos textos, este sistema se origina en el
Derecho Canónico, con regímenes absolutistas, totalitarios, y era el fundamento para
el proceso penal guatemalteco, previo a la entrada en vigor del actual Código
Procesal Penal.
Como características del sistema inquisitivo se señala:
a) La nota identificativa del sistema inquisitivo fue la intervención del juez, como
órgano estatal encargado de la investigación y juzgamiento de los delitos, lo
que en definitiva condujo a que en la misma persona se acumularan las
funciones de acusador y juez, con la consiguiente pérdida de imparcialidad.5
En definitiva el juez tenía libertad en la búsqueda, adquisición y valoración de
prueba, actuando de oficio.
b) El proceso se caracteriza por ser escrito, secreto y no contradictorio, siendo el
imputado tratado no como sujeto procesal, sino como objeto.
c) El encarcelamiento preventivo del imputado, o prisión secreta, era la regla,
iniciando el proceso con él. Poco después de ser detenido, era interrogado
bajo juramento y se le exhortaba para que confesara.
d) El sistema de prueba que existía era el tasado.6
4
Llobet Rodríguez, Javier. Derecho Procesal Penal. Aspectos Generales. 1era. Edición. San José, Costa Rica.
Editorial Jurídica Continental. 2005. Pág.78
5
Maier, Julio. La Ordenanza Procesal Penal Alemana. Tomo II. Buenos Aires, 1982. Pág.295
6
Tomás y Valiente. El Derecho Penal de la Monarquía absoluta. Madrid, Tecnos, 1969. Pág. 248
7
e) Dentro del proceso penal no se partía de una presunción del imputado, sino
más bien de una de culpabilidad.7
De acuerdo a lo anterior, y tomando en consideración la libertad democrática y de
estado de derecho, es de considerar que este sistema es represivo, porque existe
una limitante en el libre ejercicio de derechos y garantías individuales, como es el
caso de la defensa, la libertad personal.
1.2.2 Sistema Acusatorio
El sistema acusatorio se encuentra históricamente en el Derecho Griego y en
los últimos tiempos en la república romana.
Indica Montero Aroca, “El carácter esencial que identifica este sistema se
refiere a que el proceso es una contienda entre partes situadas en pie de igualdad,
frente a un juez que actúa como tercero imparcial supra partes.
Debe añadirse
inmediatamente que el acusador ha de ser un ciudadano, bien el ofendido por el
delito, bien cualquiera: cuando del delito se tiene una concepción privada,
únicamente puede el acusador, el ofendido por el mismo; conforme se va
considerando que el delito ofende también a la sociedad se legitima, además, a
cualquier ciudadano para convertirse en parte acusadora”.8
En este sistema, el procedimiento penal es el que obliga al juzgador a que
tome la decisión de la acusación pública o privada, asimismo, de la controversia
mantenida con la defensa, salvo información requeridas de las partes. Se basa en el
funcionamiento de un régimen democrático y de derecho, es decir en el que se
delegan determinadas funciones a distintos órganos para que pueda existir el libre
ejercicio que la Constitución Política de la República de Guatemala establece, en
cuanto al debido proceso, a la libertad y el ejercicio de los derechos y garantías, y al
respeto irrestricto al contenido en los instrumentos jurídicos internacionales en
7
Op. citada. Pág. 186
Montero Roca/Ramos/Gómez Colorner/Montón Redondo. Derecho Jurisdiccional III. Proceso Penal. Barcelona,
Bosch. 1991. Pág. 17
8
8
materia de derechos humanos que han sido aceptados y ratificados por Guatemala y
que de conformidad con los artículos 44 y 46 de la Carta Magna, son ley vigente y de
observancia obligatoria para todos y con exclusividad para los que intervienen en el
proceso.9
Dentro de las características del Sistema Acusatorio, se indican las siguientes:
a) La acusación le corresponde una persona distinta del juez, en primer lugar al
ofendido y sus parientes y posteriormente a cualquier ciudadano.
b) Rige el principio de que el juez no puede actuar de oficio, o lo que es lo mismo
no hay juez sin acusador.
c) El proceso se rige por la igualdad entre las partes y por el contradictorio,
garantizando así el desarrollo de la defensa del imputado.
d) El Tribunal desempeña un papel pasivo, de árbitro de la disputa entre el
acusador y el imputado.
e) El imputado permanece en libertad durante el proceso, por lo que solo
excepcionalmente se disponía la prisión preventiva.
f) Juicio oral y público.
g) No se permite la tortura.
En este sentido señala Véliz Mariconde: “En el acussatio, durante el debate los
jueces son verdaderos árbitros de un combate que se libra entre el acusador y el
acusado: no deciden sobre la introducción de prueba ni intervienen activamente en
su recepción. La carga de la prueba recae sobre el actor, quien interroga a los
testigos que ofrece y pide la lectura de los documentos que él mismo ha presentado.
El juez preside el debate sólo para mantener el orden. El jurado resuelve un litigio y
aquel magistrado dispone la ejecución del veredicto.
Prevalece también una
concepción individualista del proceso.10
9
Artículos 44 y 46 de la Constitución Política de la República de Guatemala.
Veliz Mariconde, A. Derecho Procesal Penal, 2 Tomos. Córdova. 1969. Pág. 21
10
9
De lo anterior se concluye que el sistema acusatorio, se basa en que la justicia se
administra directamente por tribunales, compuestos por personas honorables de la
comunidad que han sido seleccionadas para intervenir en el juzgamiento de una
persona, por ello, el juez es un ente pasivo, pues es un simple árbitro imparcial entre
quien formula los hechos y se muestran las pruebas aportadas por las partes, sin que
tenga iniciativa, solamente conoce lo que las partes le proporcionan. La acusación
se encuentra en manos de un órgano independiente del juez y de la defensa.
1.2.3 Sistema Mixto
Como una mezcla de los sistemas inquisitivo y acusatorio, es que se hace
referencia a un tercer sistema procesal, que por ello se le llama mixto, denominación
utilizada principalmente en Latinoamérica.
El Código Napoleónico de 1808 separó las funciones del acusador y el
juzgador, aunque se siguió asignado ambas a órganos público, puesto que la función
de acusar se le otorgó al Ministerio Público.
Según el Doctor Javier Llobet Rodríguez, la característica fundamental del
Código Napoleónico fue la asignación de la instrucción al Juez de Instrucción, quien
debía investigar los delitos para determinar si existía prueba suficiente para
determinar si el asunto debía de ir a juicio oral, todo mientras el Ministerio Público
seguía desempeñando su función principalmente pasiva en la investigación,
emitiendo sus conclusiones una vez que el juez de instrucción ha terminado la
instrucción, es elmomento en que formula la acusación, sobre la que se desarrollaría
el juicio oral.
Según Ferrajoli, con respecto al procedimiento mixto es aquel nacido de la
unión del proceso acusatorio con el inquisitivo en la primera fase, escrita, secreta,
dominada por la acusación pública y exenta de la participación del imputado, privado
de libertad durante la misma; tendencialmente acusatorio en la fase sucesiva del
enjuiciamiento, caracterizada por el
juicio contradictorio, oral y público con
10
intervención de la acusación y la defensa, pero destinado a convertirse en mera
repetición o escenificación de la primera fase.11
Siendo uno de los aspectos fundamentales del procedimiento mixto, la
combinación de aspectos del procedimiento inquisitivo y mixto, de modelo que la
etapa de instrucción se rige por caracteres predominantes inquisitivos, siendo
limitadamente contradictoria y secreta para terceros, mientras que en la etapa del
juicio es conforme caracteres principalmente acusatorios, rigiendo la oralidad, la
publicidad y la inmediación.
Este sistema se caracteriza por:
a) La separación de la función de investigación y acusación y la función de juzgar.
b) Para la existencia de un juicio es precisa la acusación y la función de acusar
corresponde, no siempre en exclusiva, a órganos públicos especiales.
c) Del resultado de la instrucción depende la acusación y el juicio, pero el juzgador
ha de basarse en las pruebas del juicio oral.
d) El acto del juicio es oral, público y confrontativo y se rige por el principio de
inmediación, dependiendo la sentencia de la apreciación por el juez, no sometida
a regla alguna.
De lo anterior se concluye que, es difícil encontrar sistemas acusatorios o
inquisitivos puros, de modo que en un sentido amplio todos los sistemas son mixtos;
en el caso de Guatemala, no cuenta con su sistema acusatorio puro, sino con un
sistema mixto.
Con la entrada en vigor del Decreto 51-92 del Congreso de la República, el
proceso penal debe ceñirse estrictamente y de manera rigurosa a los preceptos
normativos establecidos en los principios constitucionales, los tratados y convenios
internaciones en materia de Derechos Humanos.
11
Ferrajoli, Luigui. Derecho y Razón. Madrid, Totta, 1995. Pág.566
11
1.3
Estructura del Proceso Penal
1.3.1 Etapa Preparatoria
La primera etapa o fase del procedimiento penal guatemalteco está constituida
por el Procedimiento Preparatorio. El órgano encargado de realizar el Procedimiento
preparatorio es el Ministerio Público.
El procedimiento preparatorio tiene como fin averiguar las circunstancias del
hecho que se reputa como delito o falta y la vinculación del imputado al mismo.
Julio Maier, define el procedimiento preparatorio, período de instrucción o
preliminar como el período procesal cuya tarea principal consiste en averiguar los
rastros –elementos de prueba- que existen acerca deun hecho punible que se afirmó
como sucedido, con el fin de lograr la decisión acerca de si se promueve el juicio
penal –acusación- o si se clausura la persecución penal –sobreseimiento.12
Al inicio de la etapa preparatoria (inicio del proceso), el Ministerio Público debe
de decidir si iniciará o no la acción penal, con base la primera información que se
reúna en los primeros actos de investigación.
1.3.1.1
Rol del Ministerio Público en la Etapa Preparatoria
Al Ministerio Público le corresponde realizar la actividad de investigación, es
decir el esclarecimiento del hecho, teniendo la facultad de decidir el tipo de
investigación que practicará dependiendo del caso concreto, pero cuando se trata de
una investigación que requiere restringir derechos y garantías de las personas es
necesario que el Ministerio Público solicite la autorización jurisdiccional y sin esta
autorización el acto será nulo.
El Fiscal a cargo de la investigación, deberá practicar todas las diligencias
pertinentes y útiles, para:
12
Maier, Julio B. Derecho Procesal Penal. Tomo I. Fundamentos, Editores del Puerto, Buenos Aires 1996. Pág.
578
12
1º. Determinar la existencia del hecho, con las circunstancias de importancia para la
ley: El fiscal tendrá que investigar la existencia del hecho, el lugar, el tiempo, y el
resto de las circunstancias en las que ocurrieron los hechos, que también pueden ser
relevantes para la tipificación o la apreciación de circunstancias eximentes,
atenuantes o agravantes.
2º. Comprobar qué personas intervinieron y de qué forma lo hicieron, asimismo
investigará las circunstancias personales de cada uno de los eventuales partícipes
que sirvan para valorar su responsabilidad.
1.3.1.2
Papel del juez en la Etapa Preparatoria
Al Juez le corresponde la responsabilidad de autorizar
y controlar las
diligencias de investigación que signifiquen restricciones a los derechos y garantías
que establecen la Constitución Política de la República de Guatemala y los Tratados
Internacionales, aprobados y ratificados por el Estado de Guatemala en materia de
Derechos Humanos; controlar los plazos que determine la ley, así como el anticipo
de prueba que solicita el Fiscal o cualquiera de las partes.
En ese orden de ideas el Juez tendría que ser el órgano independiente e
imparcial que decide autónomamente peticiones que le formula el Ministerio Público,
la defensa o los otros sujetos procesales, facultad que es establecida en el
ordenamiento interno del país, como en el artículo 10 de la Declaración Universal de
los Derechos Humanos y el artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos.13
El Juez debe proteger los derechos fundamentales del ciudadano pero
también debe ponderar la eficacia de la investigación.
En la exposición de motivos del Código Procesal Penal Modelo para
Iberoamérica, se distinguen dos tipos de actividades de control entre las atribuciones
13
Artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
13
de los jueces, en primer término se mencionan los actos que impliquen una decisión
y autorización, y entre ellos se incluyen aquellas medidas de coerción, personales o
referidas a la obtención de elementos de pruebas como allanamientos, intercepción y
apertura de correspondencia o comunicaciones. Pero por su gravedad sobresale
esta categoría de la prisión preventiva. También se integran los actos que habilitan
la participación de distintas personas en el procedimiento como el querellante y el
actor civil y aquellas decisiones que extinguen o imposibilitan el ejercicio de la acción
civil y penal.
En la segunda categoría se encuentran los actos irreproducibles y definitivos,
que no implican una actividad decisoria, sino un mero resguardo de las condiciones
necesarias para su eventual incorporación al debate, como lo es el anticipo de
prueba.14
La actividad de control que realiza al juez, se resume en lo siguiente:
1º. El control sobre la decisión de ejercicio de la acción. De conformidad con
los artículos 25, 27 y 310 del Código Procesal Penal, el juez es quien controla la
decisión del Ministerio Público de abstenerse, suspender o desestimar el ejercicio de
la persecución penal.15
En cuanto a la desestimación, sufrió reforma a través del artículo 8 del Decreto
7-2011, ya que el Fiscal tiene la facultad de desestimar, dentro de los veinte días
siguientes de presentada la denuncia, querella o prevención policial, cuando el hecho
denunciado no sea constitutivo de delito o no se pueda proceder, comunicando de la
decisión a la víctima o agraviado, quien tendrá oportunidad, dentro de los diez días
de notificado, de objetar la referida decisión ante el juez contralor de la investigación;
el juez considera que la persecución penal debe continuar, ordenará al Ministerio
Publico realizar la misma.
14
15
Código Procesal Modelo para Iberoamérica. Pág. 23
Artículos 25, 27 y 310 del Código Procesal Penal.
14
2º. La decisión sobre la aplicación de alguna medida de coerción sobre el
imputado, de conformidad con los artículos 257 y 264 del Código Procesal Penal.16
3º. La autorización en diligencias limitativas de derechos constitucionales,
tales como allanamiento en dependencias cerradas, el secuestro. Artículos 190 y 201
del Código Procesal Penal.
4º. La práctica del anticipo de prueba.17
5º. El control sobre la admisión por parte del Fiscal de las diligencias
propuestas por las partes; en caso de negativa por parte del Ministerio Público de
practicar algunos elementos de investigación propuestos, el interesado podrá acudir
al Juez, para que valore la necesidad de la práctica del medio de investigación
propuesto. Artículo 325 del Código Procesal Penal.
6º. El control de la duración de la investigación, de conformidad con lo
preceptuado en el artículo 324 Bis del Código Procesal Penal.
1.3.1.3
El Querellante Adhesivo
Las personas que se consideran agraviadas dentro de un proceso penal de
conformidad con los artículos 116 y 117 del Código Procesal Penal, pueden solicitar
al juez contralor ser admitidos como querellantes adhesivos, con el objeto de ser
parte en el proceso y poder coadyuvar con el Ministerio Público fundamentando su
solicitud en el artículo 118 del Código Procesal Penal, y debe hacerlo siempre antes
que el Ministerio Público requiera la apertura a juicio o el sobreseimiento. Vencida
esta oportunidad el juez la rechazará sin más trámite.18
16
Artículos 257 y 264 del Código Procesal Penal.
Artículos 317 del Código Procesal Penal.
18
Artículo 116, 117 y 118 del Código Procesal Penal.
17
15
El querellante puede colaborar con el Ministerio Público en la investigación
que realiza, cuando se trata de delitos de acción pública o delitos de acción pública
dependiente de instancia particular; el querellante tiene derecho a fiscalizar la forma
en que el Ministerio Público está dirigiendo la investigación.
1.3.1.4
Duración de la Etapa Preparatoria
El tiempo de duración del Procedimiento Preparatorio, puede ser de tres o seis
meses, dependiendo de la situación jurídica en que se encuentre el sindicado, si se
encuentra en prisión preventiva la duración será de tres meses, y si se encuentra
beneficiado a través de una medida sustitutiva, el plazo de investigación será de seis
meses.
De acuerdo a lo preceptuado en el artículo 323 del Código Procesal Penal, el
procedimiento preparatorio deberá concluir lo antes posible, procediéndose con
celeridad y deberá practicarse en el plazo de tres meses; es de considerar que a
través del Decreto 18-2010, se reformó el artículo 82 del Código Procesal Penal, el
cual regula que luego de decidir ligar a proceso a una persona, y de decretar alguna
medida de coerción, el Fiscal y el Defensor se pronunciaran sobre el plazo razonable
para la investigación. El juez fijara día para la presentación del acto conclusivo, el
día y hora para la presentación de la audiencia intermedia, la cual se llevará a cabo
en un plazo no menor de diez (10) días ni mayor de quince (15) días a partir de la
fecha fijada para el acto conclusivo.19
1.3.1.5
Actos Conclusivos
El procedimiento Preparatorio tiene diversos modos de finalización, la más
natural, por ser el objetivo con el que se inició, es la acusación, acto a través del cual
Ministerio Público, sobre la base de la investigación practicada en el Procedimiento
19
Artículo 82 del Código Procesal Penal.
16
Preparatorio, requiere Apertura a Juicio, para que las prueban puedan ser producidas
y valoradas en un proceso contradictorio y público.
Sin embargo, existen otras alternativas de finalización del procedimiento.
Luego de la investigación practicada, el Fiscal llega a la conclusión de que la persona
imputada no ha sido autora del hecho o que el hecho imputado no existió, o que no
encuadra en un tipo penal, o está justificado, o no resulta reprochable al autor, debe
de requerir el sobreseimiento, que no es ni más ni menos la absolución anticipada.20
La tercera posibilidad es el requerimiento a una clausura provisional, que se
da en aquellos casos en que el Ministerio Público no reúne los elementos necesarios
para acusar, pero tampoco tiene la certeza de que se dan las condiciones para
solicitar al Juez un sobreseimiento. Como señala Binder, el correcto funcionamiento
del proceso penal en un Estado de Derecho debe limitar la utilización de esta
alternativa ya que las personas sometidas a proceso tienen que tener certeza sobre
su situación, con lo que resulta exigible que se arribe a una solución definitiva en un
plazo razonable.21
La Etapa Preparatoria puede concluir además con la formulación de la
acusación por parte del Ministerio Público en la vía del Procedimiento Abreviado,
cuando el ente encargado de la persecución penal, estimare suficiente la imposición
de una pena privativa de libertad no mayor a cinco años o de una pena no privativa
de la libertad o dándose ambas condiciones en forma conjunto.
Al finalizar el etapa de investigación el Ministerio Público, puede concluir
además con la aplicación del Criterio de Oportunidad, que es la facultad que tiene el
ente encargado de la persecución penal de abstenerse de ejercer la persecución
penal, bajo los siguientes supuestos: a) La escasa transcendencia social del hecho;
b) Mínima afectación al bien jurídico protegido; c) por la circunstancias especiales en
20
21
Binder, Albeto. Introducción al Derecho Procesal Penal. Ad Hoc. Buenos Aires, 1993. Pág.242
Idem.
17
la responsabilidad del sindicado; d) Cuando el imputado sufra las consecuencias de
un delito culposo.
Otro de los mecanismos por los cuales el Ministerio Público puede concluir el
Procedimiento Intermedio, es a través del suspensión condicional de la Persecución
Penal, la cual suspende la persecución penal y procede en aquellos supuestos en los
que se espera de que de llegarse a sentencia, se suspendería la ejecución penal,
siempre que concurran el pedido del Ministerio Público, el imputado haya dado su
consentimiento, repare o garantice la relación del daño y exista la autorización del
Juez Contralor.
1.4
Etapa Intermedia
El Procedimiento Intermedio se encuentra ubicado entre la etapa preparatoria y el
juicio y su razón de ser consiste en que el juez controle el requerimiento del
Ministerio Público, con el objeto de no permitir la realización de juicios defectuosos y
fijar en forma definitiva el objeto del juicio o, en su caso, evitar el sobreseimiento o
clausuras ilegales.22
Para Gustavo Vivas Ussher, la Etapa Intermedia, constituye un auténtico tamiz
para evitar acusaciones infundadas e ilegales. El filtro procesal pretende, con igual
intensidad, impedir que prosperen solicitudes de sobreseimiento, que no alcancen los
requisitos de ley. La seguridad jurídica y la dignidad de los ciudadanos, se ven tan
comprometidas cuando se acusa sin fundamentos de ley como cuando se sobresee
sin el examen jurisdiccional impuesto por el rito procesal.23
Cuando el Ministerio Público evalúa los resultados de la investigación debe
basarse en un criterio objetivo, principio establecido en el artículo 108 del Código
22
23
Manual del Fiscal. Pág. 299
Vivas Ussher, Gustavo. Manuel de Derecho Procesal Pena. Alveroni Ediciones 1999. Pág. 256
18
Procesal Penal. En virtud que debe solicitar al juez lo que corresponda con base al
derecho, sea una petición en contra el imputado o a su favor.24
La Ley Procesal pone término fijo a la investigación penal preparatoria, cuya
duración depende de si el imputado se encuentra privado de su libertad mediante
prisión preventiva, o si en cambio se encuentra sufriendo otra clase de medida de
coerción no privativa de libertad; debe tomarse en cuenta además qué tan avanzada
esté la investigación realizada por el Ministerio Público y el plazo que necesitaría
para concluirla, ya que el artículo 82 del Código Procesal Penal, regula que tanto el
Ministerio Público como la Defensa, una vez queda ligado a proceso una persona, se
pronunciaran sobre el plazo razonable para la investigación; concatenado con lo
preceptuado en el artículo 323 del mismo cuerpo legal, el procedimiento preparatorio
debe de concluir lo antes posible, procediéndose con la celeridad que el caso
amerita, debiéndose practicar en un plazo de tres meses; de conformidad con el
artículo 324 Bis, a los treses de dictado el auto de prisión preventiva, si el Ministerio
Público no ha planteado solicitud de conclusión del procedimiento preparatorio, el
juez, bajo su responsabilidad dictara resolución concediéndole un plazo máximo de
tres días para que formule la solicitud que en su concepto corresponda. Si el fiscal
asignado no formulare petición alguna, el juez lo comunicara al Fiscal General de la
República o al fiscal de distrito o de sección correspondiente, para que tome las
medidas disciplinarias correspondientes y ordene la formulación de la petición
procedente.
El juez lo comunicara, además, obligatoriamente al Consejo del
Ministerio Público para lo que proceda conforme a la ley. Si en el plazo máximo de
ocho días el fiscal aún no hubiere formulado petición alguna, el juez ordenará la
clausura provisional del procedimiento con las consecuencias de ley hasta que lo
reactive el Ministerio Público a través de los procedimientos establecidos en este
código.
En el presente caso que se haya dictado una medida sustitutiva, el plazo
máximo del procedimiento preparatorio durará seis meses a partir del auto de
procesamiento.
24
Artículo 108 del Código Procesal Penal.
19
El finalidad que persigue este artículo, es que se ejerza control judicial, para
que dentro del proceso no se viole ninguna garantía constitucional de los sujetos
procesales, que se cumpla con los plazos establecidos en el Código Procesal Penal,
esto con el fin de proporcionar a la víctima como al sindicados, una justicia pronta y
cumplida.
El objeto de la etapa preratoria es
que el juez evalúe si existe o no
fundamento para someter a una persona a juicio oral y público, por la probabilidad de
su participación en un hecho delictivo o para verificar la fundamentación de las otras
solicitudes planteadas por el Ministerio Público, tal y como lo fundamenta el artículo
332 del Código Procesal Penal, vencido el plazo concedido para la investigación, el
fiscal deberá formular la acusación y pedir la apertura a juicio, también podrá
solicitar, si procediere, el sobreseimiento o la clausura provisional y/o la vía del
procedimiento abreviado.
Una vez formulado el requerimiento del fiscal, el control jurisdiccional apunta
básicamente a los siguientes aspectos:25
 Control formal sobre la petición del Fiscal: que se contrae a la determinación
de si la misma reúne los requisitos formales para la presentación de cualquier
solicitudes en que formulan las conclusiones del Ministerio Público, que
podrán ser requerimiento de apertura a juicio que contenga la acusación,
solicitud de sobreseimiento o de clausura provisional, acusación en la vía del
procedimiento abreviado, suspensión condicional de la persecución penal,
criterio de oportunidad.
 Control sobre los presupuesto del juicio.
 Control sobre el ejercicio de la acción penal: con el objeto de vigilar que el
Fiscal ha cumplido con la obligación de ejercer la acción penal en todos los
hechos que deben ser perseguidos, de acción pública, como acción pública
25
Manual del Fiscal. Op. Cit. Pág. 299
20
dependiente de instancia particular, cuando el agraviado haya provocado la
instancias.26
 Control sobre la calificación jurídica del hecho: corresponde al juez realizar un
nuevo ejercicio de subsunción del hecho a la norma penal, para establecer
provisionalmente la calificación jurídica del hecho, la que se haya constar en el
auto de Apertura a Juicio.
 Control sobre los fundamento de la petición: Es indispensable que el juez
ejerza un control sobre la motivación de la petición formulada, por el fiscal, ya
se trate de requerimiento de Apertura a Juicio y formulación de Acusación, de
sobreseimiento o clausura provisional.
Por lo que de conformidad con lo preceptuado en el Código Procesal Penal, el
procedimiento intermedio, tiene por objeto que el juez evalúe si existe o no
fundamento serio para someter a una persona a juicio oral y público, por la
probabilidad de su participación en el hecho delictivo o para verificar la
fundamentación de otros solicitudes planteados por el Ministerio Público.
1.5
La Acusación
La acusación constituye un acto fundamental del Ministerio Público en el proceso
penal por cuanto, es a través de la acusación donde se formaliza la persecución
penal.
Por lo que se puede decir que la acusación es la concreción del ejercicio de la
acción pública, realizada por el Fiscal, está contenida en el escrito que presenta el
fiscal al finalizar la etapa preparatoria, mediante la cual, imputa a persona o personas
determinadas la comisión de un hecho punible, basándose en los medios de
investigación reunidos durante la investigación.
La acusación supone el
convencimiento objetivo y firme por parte del Ministerio Público de que el imputado
es posible autor de un hecho delictivo.
26
Artículos 24, 24 Bis y 24 Ter del Código Procesal Penal.
21
La importancia que tiene la acusación, es que a través de ella se establecen
los límites de la contienda, el objeto y extensión del juicio y las personas que en el
mismo intervienen. Lo descrito en la acusación delimita los hechos por los cuales el
acusado deberá comparecer y defender en juicio, el fundamento legal está contenido
en el artículo 332 Bis. del Código Procesal Penal.
1.5.1 Contenido de la Acusación
El Código Procesal Penal determina expresamente los requisitos que deben
cumplirse, al momento en que el Ministerio Público formaliza la acusación. De
conformidad con los dispuesto en el artículo 332 Bis. Escrito que deberá contener los
siguientes elementos:
 Los datos que sirvan para identificar o individualizar al imputado, el nombre de
su defensor y la indicación del lugar para notificarles.
 La relación clara y circunstanciada del hecho punible que se le atribuye y su
calificación jurídica.
Se refiere a la información fáctica que el Fiscal del
Ministerio Público debe proporcionar, con palabras sencillas y comprensibles
del hecho delictivo con la indicación del lugar, modo, tiempo y forma de la
comisión del mismo, es decir la forma en que cometió el delito, la hora o el
momento en que se consumó, el lugar exacto donde tuvo lugar el hecho.
 En el caso que se trate de una acusación donde se incluye varios procesados
deben individualizarse los actos que cada uno realizó, pues esto tiene que ver
con la intimación procesal.
 El hecho imputado se determina con todas sus circunstancias en la acusación.
Ello significa que la acusación es formulada por el Fiscal con un criterio
objetivo sustentado en medios de investigación precisos y circunstanciados
directamente relacionados con cada uno de los actos que se imputa y que
conforman los requisitos de la tipicidad del delito a enjuiciar.
 Asimismo se debe consignar los fundamentos resumidos de la imputación, con
expresión de los medios de investigación utilizados y que determinan la
probabilidad de que el imputado cometió el delito por el cual se le acusa. No
se trata de exponer un listado de pruebas sino que es una explicación de
22
cómo se llega la convicción de la posible participación del imputado o los
imputados en los hechos contenidos en la acusación.27
Por lo que los requisitos que deben de cumplirse en la formulación de la
acusación son categóricos, según se deduce de la norma procesal referida.
1.5.2. El Auto de Apertura a Juicio Oral
Con el auto de apertura a juicio oral se materializa el control de juez de
primera instancia sobre el escrito de acusación. Se fija el objeto del proceso y se
pone fin al procedimiento intermedio para dar entrada al juicio oral, estableciendo
el artículo 342 del Código Procesal Penal, los requisitos que debe de contener el
mismo.
1.5.3 El Sobreseimiento
José Mynor Par Usen, considera que el “Sobreseimiento es un acto conclusivo
anormal por medio del cual termina la fase preparatoria”.28
El sobreseimiento es la declaración de voluntad del Tribunal competente en
virtud de la cual se declara terminada la instrucción preliminar sin que pueda iniciarse
el proceso propiamente dicho, cuando se dan ciertas circunstancias establecidas por
la ley.29
De lo anterior se puede decir que el sobreseimiento represente una absolución
anticipada, una decisión desincriminatoria del hecho, no se trató de un hecho
punible, o bien de que el imputado no tuvo participación en el hecho punible de que
se trate.
El sobreseimiento cierra el proceso de forma definitiva e irrevocable respecto a
esa persona y produce los mismos efectos que una sentencia absolutoria. El auto
27
Binder, Alberto. Op. Cit. Pág. 271
Par Usen, José Mynor. El Juicio Oral en el Proceso Penal Guatemalteco. Tomo I. Centro Editorial Vile.
Guatemala 1997. Pág. 213
29
Binder, Alberto. El Proceso Penal. Programa para el mejoramiento de la administración de la justicia. San José
Costa Rica. 1991. Pág. 40.
28
23
produce cosa juzgada y ello prohíbe la reapertura del mismo proceso, aplicándose la
garantía procesal Nom Bis In Idem.30
1.5.4 La Clausura Provisional
Doctrinariamente existe dificultad para definir la clausura provisional, ya que
no existe uniformidad respecto a los presupuestos que deben concurrir, para
decretarse.
El objetivo de la Clausura Provisional es evitar que se produzca el
Sobreseimiento, con el efecto de cosa juzgada, en los casos en que la investigación
no se ha agotado.
Qué presupuestos deben existir para que proceda la clausura provisional;
según José Mynor Par Usen “Los presupuestos deben ser los siguientes: cuando no
aparezcan debidamente comprobada la perpetración del delito, pero existen motivos
para esperar que aún puede establecerse posteriormente o cuando resulte
comprobada la comisión de un delito y no haya motivos suficientes para acusar a
determinada persona.31
El efecto principal de la clausura provisional, es el cese de toda medida de
coerción que se hubiere dictado contra la persona imputada, según lo establece el
artículo 331 del Código Procesal Penal.
De conformidad con las reformas del Código Procesal Penal, a través del
Decreto 18-2010, reformó el artículo 340, por lo que en el caso que el Ministerio
Público solicite al Juez la clausura provisional, fundadamente el Juez indicará los
medios de investigación pendientes de practicar y fijará día y hora en que tendrá
verificativo la futura audiencia intermedia, indicando la fecha de presentación del
requerimiento; anteriormente en los procesos en los cuales se decretaba la clausura
30
31
Artículo 17 y 330 del Código Procesal Penal.
Op. Citada. ´Pág. 216
24
provisional, se quedaban en ese estado, a dormir el sueño de los justos, porque en
pocos casos el Ministerio Público, practicaban las diligencias que el Juez había
señalado, por lo que no se solicitaba la reanudación dela investigación.32
1.5.5 El Juicio Oral
El juicio oral constituye la tercera etapa del proceso penal guatemalteco,
perfilándose como la fase principal de todo el proceso penal, puesto que pone de
manifiesto ineludiblemente los principios del sistema acusatorio.
Para Alberto Bovino, el juicio es “la existencia de un conflicto que lo provoca, de
pretensiones antagónicas, de intereses distintos que se enfrentan en una sala de
audiencia”.33
En el juicio oral penal, las partes procesales presentan y exponen las tesis de
carga y descarga probatoria, de los hechos acaecidos correspondientes a un
conflicto social, en forma oral, pública, continua y contradictoria; teniendo como
finalidad que el tribunal de sentencia establezca la veracidad histórica del hecho y la
participación en discusión.
Por lo que se debe tomar en cuenta que, únicamente pueden considerarse
auténticas pruebas que vinculen a los órganos jurisdiccionales en el momento de
dictar sentencia las practicadas en el juicio oral, pues el procedimiento probatorio ha
de tener lugar necesariamente en el debate contradictorio que, en forma oral, se
desarrolla ante el mismo Tribunal que ha de dictar sentencia.
Considerando que la importancia y fundamento del juicio oral deriva, en primer
término, del mandato constitucional que ostenta el ordenamiento penal, el cual
señala “Nadie podrá ser condenado, ni privado de sus derechos, sin haber sido
citado, oído y vencido en el procesal legal ante juez o Tribunal…”. Segundo término
32
Artículo 340 del Código Procesal Penal. Reformado por el Decreto 18-2010 del Congreso de la República.
Bovino, Alberto. Problemas del Derecho Procesal Penal Contemporáneo. Edición del Puerto, Buenos Aires.
1988. Pág. 241.
33
25
es importante señalar que el juicio oral permite a la sociedad observar la
reproducción del hecho en discusión y a formarse una deducción de la verdad
histórica de los acontecimiento que se ventilan en el juicio; de este modo se
concretiza la exigencia de un mejor control del ciudadano sobre los actos del
juzgador.
Por último es importante resaltar que, existen varios principios que ostentan al
juicio oral, los cuales garantizan que los medios probatorios deben reproducirse bajo
el estricto control de las partes procesales, observando detalladamente cómo
acaecieron en verdad los hechos del litigio, teniendo como fin una reproducción del
acontecimiento con todas la garantías inexcusables del juicio, estableciendo para el
procesado la posibilidad de contradicción y defensa durante el mismo.
1.5.6 Mecanismos de Simplificación y de salida al Procedimiento
Común
1.5.6.1
Acusación en la vía del Procedimiento Abreviado
La previsión de formas de enjuiciamiento distintas al procedimiento ordinario
responde a diferentes causas según el tipo de proceso.
Para Alberto Binder, la pretensión de simplificar la respuesta estatal para
algunos casos, sea porque la sociedad requiere una respuesta mucho más rápida, o
bien porque la trascendencia de la infracción no justifica el despliegue de mayores
recursos.
Así el Código Procesal Penal prevé el procedimiento abreviado, como una
modalidad de enjuiciamiento admisible para los casos en que el Ministerio público
estimare suficiente la imposición de una pena privativa de libertad no mayor a cinco
años, o de una pena no privativa de libertad o dándose ambas condiciones en forma
conjunta, como lo preceptúa el artículo 464 de la Ley Procesal.
26
Para formular la acusación en la vía del procedimiento abreviado, el Ministerio
Público deberá contar con el consentimiento del imputado y su defensor. El acuerdo
se extenderá a la admisión del hecho descrito en la acusación y su participación en
él y la aceptación de la vía propuesta.
El artículo 465 de la Ley Procesal citada, determina el trámite posterior que
consistirá en una audiencia en que el juez oirá al imputado y dictara la resolución que
corresponda, sin más trámite.
Señala la norma que el Juez podrá absolver o
condenar, pero la condena nunca podrá superar la pena requerida por el Ministerio
Público.
La sentencia se basará en el hecho descrito en la acusación admita por el
imputado, sin perjuicio de incorporar otros favorables a él, cuya prueba tenga su
fuente en el procedimiento preparatorio y se podrá dar al hecho una calificación
distinta a la acusación.
1.5.6.2 El Criterio de Oportunidad
El Ministerio Público puede disponer del ejercicio del a acción penal,
absteniéndose de ejercitarla por la poca gravedad del hecho, inadecuación de la
sanción penal u otros criterios de política criminal definidos por la ley.
El criterio de oportunidad puede definirse como la facultad que tiene el
Ministerio Público, bajo control del juez, de no ejercitar la acción penal, con
fundamento en los siguientes supuestos: a) La escasa trascendencia social del
hecho; b) Mínima afectación del bien jurídico tutelado; c) Por las circunstancias
especiales en la responsabilidad del sindicado; y, d) Cuando el imputado sufra las
consecuencias de un delito culposo. También se podrá aplicar a favor de cómplices
y encubridores cuando declaren en el proceso descubriendo a los autores.
El
Decreto 79-97 reformó el régimen del Criterio de Oportunidad a través de la
modificación del artículos 25 y creando los artículos 25 bis, Ter, Quáter y Quinquies.
27
El criterio de oportunidad como una valiosa herramienta de política criminal
con la que cuenta el sistema penal guatemalteco, nace de la necesidad que tiene el
Ministerio Público de seleccionar los casos en los que va trabajar. De este modo la
necesidad de la persecución penal y la posterior imposición de la pena, se justifica en
la medida que cumplan algún fin utilitario para la sociedad; por este motivo el Criterio
de Oportunidad impide que la persecución penal se realice de forma irracional,
arbitraria y utilizando los valiosos recursos del Estado en casos de insignificancia
social.
1.5.6.2.1
Procedencia
En términos generales el artículo 25 del Código Procesal Penal, establece el
principio de oportunidad y reconoce cuatro supuestos en los cuales el fiscal, con el
consentimiento del agraviado si lo hubiere, puede abstenerse de iniciar la
persecución penal.
En términos más concretos y citando el artículo 25 de la Ley procesal, el
criterio de oportunidad se podrá aplicar cuando a criterio del Ministerio Público, no
exista afectación o amenaza grave al interés público y a la seguridad social, y;
1. Se trate de delito no sancionado con pena de prisión, en ese supuesto el
Código Procesal Penal, se está refiriendo
aquellos delitos sancionados
exclusivamente con multa, en este caso son competente los jueces de paz
para aplicar el mismo a través del juicio de faltas.
2. Se trate de delitos perseguibles por instancia particular.
3. Cuando se trate de delitos de acción pública, cuya pena máxima de prisión no
fuere superior a cinco años.
4. Cuando la responsabilidad del sindicado o su contribución a la perpetración
del delito sea mínima.
5. El testigo corona, la reforma al Código Procesal Penal, introdujo un caso
especial
de
criterio
de
oportunidad,
al
incorporar
la
figura
del
“arrepentimiento”, conocido en la doctrina como “testigo corona”, esto con el
28
objeto de favorecer la persecución penal de los autores intelectuales y
cabecillas del crimen organizado, a través de la información suministrada por
participes y encubridores, se aplicará por los jueces de Primera Instancia,
Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, obligadamente a los
cómplices o autores del delito de encubrimiento que presten declaración eficaz
contra los autores de los delitos siguientes: Contra la Salud, Defraudación,
Contrabando, Delitos contra la Hacienda pública, la Economía Nacional, la
Seguridad del Estado, Contra la Constitución, Contra el Orden Público, Contra
la Tranquilidad Social, Cohecho, Peculado y Negociaciones Ilícitas, así como
en los casos de Plagio o Secuestro.34
El Código Procesal Penal, enumera en que delitos se puede aplicar este caso
especial de Criterio de Oportunidad, en este sentido se puede distinguir que el
criterio de oportunidad beneficia a los que den información sobre la
delincuencia organizada.
1.5.6.2.2
Momento procesal oportuno para solicitar la aprobación
del Criterio de Oportunidad
De acuerdo al artículo 286 del Código Procesal Penal, la solicitud para pedir la
decisión judicial para la aplicación del criterio de oportunidad podrá darse desde que
se tiene conocimiento del hecho delictivo hasta antes del comienzo del debate.
A pesar de la necesidad de aplicarlo en las primeras instancias del proceso; el
criterio de oportunidad puede ser otorgado después de haberse admitido la
acusación y remitido el expediente para el Tribunal de Sentencia, y siempre que
antes del comienzo del debate. Este caso, será a diferencia de los otros momentos,
el tribunal de sentencia es el facultado para aprobar el criterio de oportunidad, previa
iniciativa del Fiscal.
34
Artículo 25 del Código Procesal Penal.
29
1.5.6.2.2 Efectos
El artículo 25 Bis. Último párrafo del Código Procesal Penal establece:
a) En primer lugar, que la aplicación del criterio de oportunidad provocará el
archivo del proceso por el término de un año;
b) En segundo lugar, cuando haya transcurrido un año desde la resolución
judicial de aprobación del criterio de oportunidad, se producirá la extinción de
la acción penal y el Ministerio Público, ya no podrá perseguir a esa persona
por esos hechos.35
En ese sentido, el criterio de oportunidad es una valiosa herramienta con que
cuenta el Ministerio Público, para aplicar una salida procesal a aquellos casos
que no son de transcendencia social, y poner empeño en investigar aquellos
casos catalogados como de alto impacto.
1.5.6.3 La Suspensión Condicional de la Persecución Penal
La Suspensión condicional de la persecución penal es el mecanismo que
interrumpe la persecución penal, sometiendo al imputado a una serie de condiciones,
durante un tiempo determinado, que si se cumplen, producen la extinción de la
acción penal.
En caso contrario, se reanudará el procedimiento penal.
Se trata de un
mecanismo de simplificación del procedimiento común, que suspende la persecución
penal, procediendo en aquellos supuestos en los que se espera que de llegarse a
sentencia, se suspende la ejecución penal, siempre que concurra el pedido del
Ministerio Público, el imputado haya dado su consentimiento, repare o garantice la
reparación del daño, y exista autorización del Juez de Primera Instancia, Penal,
Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente.
35
Artículo 25 Bis. Último párrafo del Código Procesal Penal.
30
1.5.6.3.1. Objetivo
Objetivo de esta figura es evitarle al imputado el desarrollo de todo un proceso
en su contra, cuando la consecuencia del mismo posiblemente va a ser la
suspensión de la ejecución de la condena.36
En palabras más simplificadas, a través de esta institución se persigue no
solamente evitar la ejecución de la pena que se pudiera imponer, sino incluso evitar
la misma persecución penal.
La suspensión Condicional de la persecución penal, evita la estigmatización
que supone tener una condena y antecedentes penales, y a la vez se
descongestiona el sistema penal, reduciendo el trabajo del Ministerio Público.
En conclusión la suspensión condicional está orientada a evitar la
desocialización que produce la cárcel (tanto preventiva como la propia pena), de allí
se deriva que los fines de prevención especial adquieren relevancia especial, no
importa tanto los intereses de la víctima, y por ello no es necesario el consentimiento
del agraviado para el otorgamiento de esta medida.
1.5.3.2 Procedencia
La suspensión condicional de la persecución penal de acuerdo a los artículos
27 del Código Procesal Penal y 72 del Código Penal, procede en los siguientes
supuestos:
I.
En los delitos cuya pena máxima no exceda de los cinco años de prisión y
en los delitos culposos. En el límite de los cinco años no se aplicaran los
aumentos de límite establecidos en el artículo 66 del Código Penal.
II.
Que el beneficiado no haya sido condenado anteriormente por delito
doloso. El certificado de antecedentes penales confirmará esta situación.
36
El Manual del Fiscal. Pág. 228
31
III.
Que antes de la perpetración del delito el beneficiado haya observado
buena conducta y hubiere sido un trabajador constante.37
1.5.3.3 Requisitos
a) La solicitud debe de ser propuesta por el Ministerio Público.
b) Que el imputado manifieste conformidad con la aplicación de la medida.
c) Que el sindicado admita la veracidad de los hechos se le imputan.
d) Que el imputado haya reparado el daño o se comprometa a hacerlo.
e) No es necesaria el consentimiento del ofendido
f) La aprobación del Juez de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos
Contra el Ambiente.
1.5.3.4 Efectos de la aprobación judicial
El efecto principal de esta figura es la suspensión del procedimiento por un
tiempo fijado, que deberá establecer el juez dentro de un plazo de dos a cinco años,
según el artículo 27 último párrafo de la Ley Procesal. Asimismo, el imputado deberá
someterse a un régimen en vías a mejorar su condición moral, educacional y técnica.
De conformidad con el artículo 29 del Código Procesal Penal, en caso de
incumplimiento injustificado de las condiciones impuestas o por la comisión de un
nuevo delito, el juez podrá tomar las siguientes decisiones:38
a) En primer caso: I) Revocar la suspensión y II) Ampliar el plazo de prueba
hasta el límite de cinco años cuando hubiere fijado originariamente uno
inferior.
b) En el segundo caso: La única decisión que cabe es la revocatoria de la
medida.
37
38
Artículos 27 del Código Procesal Penal y 72 del Código Penal.
Artículo 29 del Código Procesal Penal.
32
Debe tenerse en cuenta que entre las condiciones que se imponen dentro del
período de prueba es que no se cometa un nuevo delito doloso, ya que en este caso
la suspensión será revocada.
33
CAPÍTULO II
PRINCIPIOS Y GARANTÍAS CONSTITUCIONALES EN EL
PROCESO PENAL
2.1 Garantías Constitucionales
El sistema de garantías no es sólo un mecanismo para proteger la libertad del
individuo, sino también un dispositivo para proteger el carácter cognoscitivo del juicio,
es decir, que el juez base sus decisiones en la verdad y, por supuesto, en pruebas
objetivas, racionalmente obtenidas, que desvirtúen la presunción de inocencia o bien
establezcan la no culpabilidad del imputado.
Las garantías constitucionales del proceso penal no se circunscriben
únicamente al momento del juicio, sino también al desarrollo de todo el proceso,
desde que inicia, así como en todas sus etapas.
Como explica Ferrajoli, la función específica del sistema de garantías no es
tanto permitir o legitimar, sino condicionar o vincular y, por lo tanto, deslegitima el
ejercicio absoluto de la potestad punitiva.39
Ferrajoli señala, que el respeto de estas garantías se deduce de diferentes
modelos o sistemas de derecho penal. Estos modelos van desde el derecho penal
mínimo, que cumple con todas las garantías, hasta el derecho penal máximo, en el
cual no se cumple ninguno de los presupuestos del sistema garantista.
En atención a los postulados de la Constitución Política de la República de
Guatemala como norma suprema y al vínculo real que existe con el proceso penal
vigente, se invalida de pleno derecho cualquier disposición que pueda ser aplicada
en disminución, restricción o tergiversación de los derechos que la misma
Constitución garantiza, así lo establece el último párrafo del artículo 44
39
Ferrajoli, Luigui. Derecho y Razón. Teoría del Garantismo. Trotta, Madrid. 1995. Pág. 92.
33
34
Constitucional. En esa misma dirección el primer párrafo del artículo 175
Constitucional establece: “Jerarquía Constitucional. Ninguna ley podrá contrariar las
disposiciones de la Constitución. Las leyes que violen o tergiversen los mandatos
constitucionales, son nulas ipso jure” y el artículo 204 del mismo ordenamiento
constitucional establece “Condiciones esenciales de la administración de justicia.
Los
Tribunales
de
justicia
en
toda
resolución
o
sentencia
observaran
obligatoriamente el principio de que la Constitución de la República de Guatemala
prevalece sobre cualquier ley o tratado”.
A estos tres artículos la Corte de Constitucionalidad de Guatemala, ha
considerado, como los tres artículos constitucionales que con absoluta precisión
destacan la “Supremacía o Superlegalidad constitucional” a través de la sentencia
del 1 de febrero de 1994, considera que: “…uno de los principios fundamentales que
informa al Derecho guatemalteco, es el de supremacía constitucional, que implica
que en la cúspide del ordenamiento jurídico está la Constitución y ésta, como ley
suprema, es vinculante para gobernantes y gobernados a efecto de gozar la
consolidación del Estado Constitucional .”.40
La Constitución Política de la República de Guatemala, sienta las bases y
exige la aplicación de un proceso penal constitucional, que devendría ser nulo, si no
acata los principios y garantías que se establecen en la misma.
El proceso penal es un ejercicio de poder. Es a través del proceso que se
impone a la pena a un sujeto.
En este contexto, es fundamental conocer las
condiciones a que está sujeto el juez para poder declarar la responsabilidad penal de
un sujeto, para imponer la pena. De esta manera el proceso penal no es solo un
ejercicio de poder, es también un método de conocimiento, una forma de averiguar o
reconstruir un hecho, como supuesto para la imposición de la pena.
40
Gaceta No.31, expediente No. 330-92. Página No.7.
35
Los principios y garantías establecidos en la Constitución Política de la
República de Guatemala, tienen como principal finalidad la tutela de la libertad y
que ningún inocente sea arbitrariamente castigado, aun cuando algunos culpables
puedan quedar en libertad.
Por lo que el proceso penal constituye también un
método para preservar los derechos fundamentales de los individuos.
Entre los principios y garantías que rigen el proceso penal desde la
perspectiva constitucional pueden mencionarse como los más relevantes:
2.2 Principio de Juicio previo y Debido proceso
Con el objetivo fundamental de garantizar a los ciudadanos que no existirá de
parte del Estado el más mínimo abuso ni arbitrariedad judicial en la imposición de
una pena, el artículo 12 de la Constitución Política de la República de Guatemala,
establece “…Nadie podrá ser condenado, ni privado de sus derechos, sin haber sido
citado, oído y vencido en proceso penal ante juez o tribunal competente y
preestablecido…”.En el mismo sentido el Pacto de Derechos Civiles y Políticos, en el
artículos 14.1 y la Convención América sobre los Derechos Humanos o Pacto de san
José en el artículo 8, establecen la prohibición de condenar o imponer una sanción
si previamente no ha tenido la oportunidad de defenderse dentro de un proceso
debidamente establecido con anterioridad a la comisión del ilícito que se juzga.
En esa misma orientación y partiendo de la garantía constitucional
mencionada, el Código Procesal Penal, desarrolla una garantía procesal básica en
relación al debido proceso y juicio previo, al establecer en el artículo 4 lo siguiente:
“Juicio Previo. Nadie podrá ser condenado, penado o sometido a medida de
seguridad y corrección, sino en sentencia firme, obtenida por un procedimiento
llevado a cabo conforme a las disposiciones de este código y a las normas de la
Constitución, con observancia estricta de las garantías previstas para las personas y
36
de las facultades y derechos del imputado o acusado. La inobservancia de una regla
de garantía establecida a favor del imputado no se podrá hacer valer en su perjuicio.”
Alberto Binder sostiene que el juicio previo ser refiere “a la imposibilidad de
existir una condena, que no sea el resultado de un juicio lógico, expresado en una
sentencia debidamente fundamentada”.41
Se argumenta que sólo un juicio de esa naturaleza lógica, puede ser fundado
en una ley previa al hecho delictivo que se juzga en el proceso; en ese orden de
ideas, juicio debe entenderse como una operación del intelecto que consiste en
comparar dos o más posiciones para conocer y determinar sus relaciones.
Julio Maier, al referirse a la sentencia de condena, como base de la coerción
penal del Estado, parte de la relación que debe existir entre el principio de legalidad y
el juicio previo, explicando que la exigencia del juicio previo impone la necesidad de
una norma sustantiva que establezca qué y cómo se ha de castigar y una norma
adjetiva que establezca
cómo se va a juzgar, y la existencia de una sentencia
judicial de condena en donde se establezca la culpabilidad de una persona
determinada, por la realización de un hecho tipificado como delito.
Tomando en cuenta lo que establece la garantía constitucional anteriormente
relacionada, se advierten algunas exigencias que deben observarse para no vulnerar
el juicio previo y el debido proceso:
a) Un procedimiento previamente establecido por la ley, en este caso por el
Código Procesal Penal, que defina los actos a desarrollarse y el orden en
que estos deben llevarse a cabo, así como los órganos competentes para
realizarlos y los plazos razonables a efecto de que exista reciprocidad o
lógica.
41
Binder B. Alberto M. Introducción al Derecho Procesal Penal”. Página 478.
37
b) El órgano a quien corresponda desarrollar el procedimiento y dictar la
sentencia, que son los órganos jurisdiccionales a través de jueces
preestablecidos (Juez Natural), ya que solo corresponde a los tribunales
juzgar y promover la ejecución de loa juzgado de conformidad con el
artículo 203 de la Constitución Política de la República.
c) Una imprescindible y consecuente relación entre el juicio y la sentencia.
La sentencia debe ser consecuencia directa del juicio, en la cual se declare
la culpabilidad del proceso y la imposición de la pena. Implica también la
fundamentación y la motivación de la sentencia, lo cual significa que debe
hacerse constar los hechos probados, las normas jurídicas aplicables, las
razones de hecho y de derecho que justifican la decisión.
d) El Juicio debe entenderse como una operación lógica de conclusión entre
la acusación (tesis y la defensa (antítesis) que provocarán la sentencia
(síntesis), de conformidad con las pruebas valoradas.
La exigencia del juicio previo impone la necesidad (de una norma sustantiva
que establezca qué y cómo se va castigar) y una norma adjetiva que establezca
cómo se va a juzgar, y la existencia de una sentencia judicial de condena en donde
se establezca la culpabilidad de una persona determina, por la realización de un
hecho tipificado como delito.
No cabe duda que el juicio previo y el debido proceso, es una misma garantía,
al encontrarse íntimamente relacionados por cuanto que el juicio, previo a la condena
penal como presupuesto para la imposición de la pena, solo es legítimo cuando el
mismo se realiza dentro del procedimiento legal previamente establecido, que es lo
que técnicamente se conoce como debido proceso, es decir que el juicio previo
resulta ser parte fundamental del debido proceso.
2.3 Principio de Presunción de Inocencia:
La Constitución Política de la República de Guatemala en el apartado de los
derechos individuales, establece para toda persona, el estado o presunción de
38
inocencia. El artículo 14 de la Constitución Política de la República prescribe: “Toda
persona es inocente, mientras no se le haya declarado responsable judicialmente, en
sentencia debidamente ejecutoriada”. De esto que, por mandato constitucional, toda
persona es inocente, y así debe de ser tratada mientras no se declare en una
sentencia judicial su culpabilidad.
También contempla esta garantía el artículo 14 numeral 2 del Pacto de
Derechos Civiles y Políticos, y el artículo 8 numeral 2 del Pacto San José; asimismo
la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, proclama que “todo
hombre es presuntamente inocente hasta que no haya sido declarado culpable; si se
juzga indispensable detenerlo, todo rigor que no sea el necesario para asegurar su
persona debe ser severamente reprimido por la ley”. Principio que se consagró en la
Declaración Universal de Derechos Humanos y en la Convención Americana de los
Derechos del Hombres. Instrumentos que, respectivamente, sobre el principio de
inocencia declaran en el artículo 11 “Toda persona acusada de delito tiene derecho a
que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme la ley
y en juicio público en el que se hayan asegurado todas las garantías necesarias para
su defensa”. Y el artículo 8, numeral 2 que establece que toda persona inculpada de
delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca
legalmente su culpabilidad…”.
Para la jurisprudencia guatemalteca se trata de una presunción “Iuris tantum”
que conlleva las siguientes implicaciones:
a) En cuando al “Indubio pro Reo”, el imputado sólo podrá ser condenado
mediante la previa declaración de certeza acerca de la existencia del hecho
punible y del grado de participación, en caso contrario deberá fallarse a favor
del procesado.
b) En cuanto a la carga de la prueba, por razones de garantía constitucional, el
procesado no necesita demostrar su inocencia, es el Estado a través del
Ministerio Público o en su caso el querellante adhesivo quienes tienen la
39
obligación de demostrar la culpabilidad del procesado, o en su caso,
desvanecer el estatus constitucional de inocencia.
c) En cuanto a las medidas de coerción, la interpretación extensiva de las
disposiciones que restringen la libertad queda prohibida, de tal manera que
tanto la libertad como la inocencia deben considerarse como el género y la
restricción de las mismas como la especie, lo cual significa que las medidas
de coerción deben tener carácter de excepción y solo se justifican cuando
existe un peligro real de fuga o de obstaculización a la averiguación de la
verdad.
El Código Procesal Penal preceptúa en el artículo 14 el principio de inocencia,
ordenando que el procesado deba ser tratado como inocente.
El trato de
inocencia debe dársele hasta que, en sentencia firme, el imputado sea declarado
responsable y se le imponga una pena o una medida de seguridad.
La garantía reviste todo el proceso penal guatemalteco, pues la norma que en
la ley ordinaria contiene el principio de inocencia, no se limita a hacer dicha
declaración, sino que además, da los lineamientos concretos de interpretación,
así, la ley manda que las disposiciones que restringen la libertad del imputado o
que limiten el ejercicio de las del mismo, deben ser interpretadas restrictivamente
y prohíbe también, la interpretación analógica y la extensiva, permitiendo estas
formas de interpretación solo en los casos en los que se favorece la libertad del
imputado, o el ejercicio de sus facultades dentro del proceso, por lo que este
principio debe de regir en todas las etapas del proceso.
Como lo asienta Alberto Binder, el principio de inocencia en sentido amplio,
entonces significa:42
a) Que solo la sentencia tiene la virtualidad de desvirtuarlo.
b) Que al momento de la sentencia sólo existen dos posibilidades: culpable o
inocente. No existe una tercera posibilidad.
42
Binder, Alberto. Introducción al Derecho Procesal. Página 120
40
c) Que la culpabilidad debe ser jurídicamente construida.
d) Que esa construcción implica la adquisición de un grado de certeza.
e) Que el imputado no debe construir su inocencia.
f) Que el imputado no puede ser tratado como culpable.
g) Que no pueden existir ficciones de culpabilidad, es decir partes de la
culpabilidad que no necesitan ser probadas.
De lo anterior se considera que la exigencia del principio o presunción de
inocencia, es entonces que nadie sea considerado culpable sino después de que una
sentencia lo declare como tal, y el del indubio pro reo o favor rei, el que al fallar los
jueces alcancen certeza o convencimiento de la culpabilidad del procesado. De esto,
que el modo de exposición en la certeza debe permitir conocer como el juzgador
arribó o no al convencimiento de culpabilidad.
2.4 Principio de Derecho de Defensa:
El conjunto de principios y garantías constitucionales que informan al proceso
penal, no tienen finalmente otro objetivo más, que el de legitimar y racionalizar el
buen uso del poder punitivo del Estado. De tal suerte que la consolidación de un
Estado Constitucional de Derecho, debe de pasar necesariamente por el tamiz de
respetar y hacer efectivas las garantías que el mismo Estado promete a los
ciudadanos en el ejercicio de su facultad de castigar. Dentro de esas garantías el
derecho de defensa cumple, no sólo la función de oponerse a las imputaciones que
se le formulen, sino también la de efectivizar y dinamizar las otras garantías, por
cuanto que el derecho de defensa suele ser en sí mismo, el objetivo de realización
de las otras garantías que tiene el ciudadano frente al poder de castigar del Estado.
Las primeras manifestaciones en América de esta garantía, como lo hace ver
Enríquez Cojulún43 se encuentran en la Declaración de los Derechos del Estado de
Virginia, cuyo texto confirmó la evolución posterior de la Constitución de los Estados
Unidos de América, en sus enmiendas V, VI y XIV las cuales ya no sólo se refieren a
43
Cojulún Enrique, Carlos Roberto. Manual de Derecho Procesal Penal. Varios autores, toma I. Página 152.
41
los derechos del individuo frente a una acusación criminal, sino se extienden a que
ninguna persona será privada de su vida, libertad o propiedad, sin el debido
procedimiento legal.
El derecho inviolable de defenderse debe verse a partir de la noción de lo que
significa Estado de Derecho para el enjuiciamiento penal, como limitación al uso
arbitrario del poder penal por parte del Estado y como garantía del individuo.
En la legislación guatemalteca, el derecho de defensa fue incorporado hasta el
siglo XIX y aparece regulado por primera vez en el Derecho 76 emitido por la
Asamblea Constituyente del Estado de Guatemala, el 5 de diciembre de 1839, que
contiene la Declaración de los Derechos del Estado y sus habitantes, conocida
también como Ley de Garantías. Esta ley fue emitida luego que había dejado de
regir la Constitución Federal que estuvo vigente hasta 1838 y aunque sólo se refiere
al derecho de defensa en materia penal, constituye el antecedente más remoto al
respecto.
Dicha ley establecía en su artículo 15 “en todo proceso criminal, el acusado no
podrá ser privado del derecho sagrado de ser oído por si o su defensor, de ser
informado de la naturaleza y causa de la acusación intentada contra él; de que se le
presenten los testigos cara a cara; de sacar testimonio de documentos o
declaraciones de testigos ausentes que puedan probar su inocencia, y de ser
juzgado por el tribunal o juez establecido por la ley con anterioridad a la perpetración
del crimen, y observándose todos los trámites y formalidad legalmente establecidas”.
Es decir, que conforme el texto de esa ley, ya se reconocía al acusado el derecho de
contradicción, del conocimiento de la imputación, el derecho de probar y controlar la
prueba, el de juez natural y del debido proceso.
La Corte de Constitucionalidad ha emitido fallos en cuanto al Derecho de
Defensa, estableciendo que “…Los derechos de audiencia y debido proceso
reconocidos en el artículo 12 de la ley fundamental, al provenir de una norma general
42
prevista en la parte dogmática, deben tener plena observancia en todo procedimiento
en que se sancione, condene o afecten derechos de una persona. Tiene mayor
relevancia y características en los procesos judiciales, es cierto, pero su aplicación
es imperativa en todo tipo de procedimientos, aún ante la administración pública,
toda vez que por actos de poder público, se afecten derechos de una persona”.44
Sin embargo, es en el procedimiento penal en donde el derecho de defensa
cobra mayor importancia por la supremacía de bienes o valores jurídicos que en él
se ponen en juego, de manera que viene a constituir una de las más importantes
garantías procesales, de acuerdo con el artículo 20 del Código Procesal Penal.
Según el Pacto de Derechos Civiles y Políticos, en el artículo 14.3.a) toda
persona tiene derecho a ser informada sin demora, en un idioma que comprenda y
en forma detallada, de la naturaleza y causas de la acusación formulada contra ella;
lo que conlleva a que la Constitución Política de la República de Guatemala, otorga
al imputado el derecho de ejercer su defensa en forma personal (defensa material),
que se declarará en el derecho a ser oído, el derecho de presentar su versión de los
hechos y proponer prueba.
Ejercer el derecho de defensa, implica que necesariamente la persona debe
saber de qué se está defendiendo.
De acuerdo con el sistema procesal penal
guatemalteco, el derecho de defensa se concreta con la detención de una persona, a
quien se le deben de reconocer los siguientes derechos constitucionales:
 El de ser notificado inmediatamente, en forma verbal y por escrito, de la
causa que motivó su detención, autoridad que la ordenó y lugar en el
que permanecerá.
 El de ser informado inmediatamente de sus derechos en forma que le
sean comprensibles.
 El derecho de ser oído por juez competente dentro de un plazo que no
exceda de veinticuatro horas.
44
Corte de Constitucional Gaceta No. 57, expediente No. 272-2000, sentencia 06-07-2000.
43
 A no permanecer detenido por faltas o infracciones a los reglamentos,
las
personas
cuya
identidad
puede
establecerse
mediante
documentación, por el testimonio de persona de arraigo, o por la propia
autoridad.
 A poder exigir la presencia de su defensor y consultar con él la actitud
que van asumir.
 A no ser obligado a declarar contra sí mismo, su cónyuge ni contra sus
parientes dentro de los grados de ley.
 A que se presuma su inocencia en tanto no se haya declarado
responsable judicialmente en sentencia debidamente ejecutoriada.
Estos derechos, con la categoría de derechos humanos individuales, aparecen
establecidos en los Artículos 7º, 8º, 9º, 10, 11, 12, 14 y 16 de la Constitución Política
de la República de Guatemala; y, además se encuentran desarrollados en los
artículos, 14, 71, 82, 85, 87, 90 y 92 del Código Procesal Penal.
La base fundamental de la garantía de Derecho de Defensa, está establecido
en el artículo 12 de la Constitución Política de la República incluye entre sus
garantías, la protección del derecho a ser oído y disponer de toda las posibilidades
de oposición y defensa en juicio, implica el respeto a la esencia del principio de
contradicción de modo que los contendientes, en posición de igual y de acuerdo al
debido proceso o “proceso legal”, dispongan de las mismas oportunidades de alegar
y probar cuanto estimen conveniente, con miras al reconocimiento judicial de sus
respectivas hipótesis.
En materia penal, comenta Chamorro Bernal, “el principio de inocencia se
refleja en la necesidad de relación entre la condena y lo debatido en el juicio”.45
Este principio se encuentra expresamente reconocido, en materia penal, por el
artículo 8 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, conocido como
45
Chamorro Bernal, Francisco. La Tutela Judicial Efectiva. Casa Editorial, S.A. Barce3lona, España. 1994. Pág. 134
44
Pacto de San José, al establecer en su inciso I, que toda persona tiene derecho a ser
oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
en la substanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella.
Este
derecho resulta de vital importancia, pues constituye un instrumento indispensable
para viabilizar la defensa en el proceso penal, planteando ante la autoridad judicial
las
gestiones que se consideren pertinentes para la oposición efectiva a la
pretensión penal.
En resumen se puede decir que el Derecho de Defensa, es condición
necesaria para la efectividad del derecho al debido proceso.
2.5 Principio de Legalidad
La Constitución Política de la República, sienta los principios legales básicos
del proceso penal, de allí viene su desarrollo a través de la norma ordinaria (Código
Procesal Penal), su interpretación y la formación de la doctrina que genera la Corte
de Constitucionalidad, como la Corte Suprema de Justicia; así también la aplicación
que constantemente hace el juez en un caso concreto.
La Legalidad presupone varios rubros:
En lo Constitucional:
 La existencia de un juzgador “competente y preestablecido” legalmente.
 Citación de la persona al proceso.
 Escucha de la persona en el proceso (Audiencia en Juicio)
 Vencimiento –situación que se concreta en el fallo.
 Prohibición de la constitución de tribunales “Especiales o secretos”
En lo legal:
 La calificación por una ley previa, de los actos u omisiones que
entrañen delito o falta.
 El incumplimiento de los presupuestos anteriores, genera nulidad (ipso
jure)
45
El proceso es el juicio previo en movimiento, de donde también se infiere que
se ha activado el Derecho Penal. Por ello se ha sostenido que la reacción penal no
es inmediata a la persecución del delito, sino mediata a ella, a través y después de
un procedimiento regular, que verifica el fundamento de una sentencia de condena.
2.6 Principio de Ne bis in idem o prohibición de juzgar y sancionar
dos veces los mismos hechos.
El principio Ne Bis in Idem es una garantía propia del Estado democrático de
Derecho, con arreglo a lo cual se prohíbe castigar a una persona dos veces por el
mismo hecho.
Su significado individual deriva en nuestro ordenamiento
constitucional de las garantías no expresamente enumeradas, pero que derivan del
sistema Republicano y del Estado de Derecho, que consagra el artículo 140 de la
Constitución Política de la República de Guatemala.
Esta garantía ha sido consagrada expresamente por los principales tratados
en materia de derechos humanos, con lo cual ingresa a nuestro ordenamiento
jurídico interno, en virtud del artículo 46 de la Constitución Política de la República.
En efecto, el artículo 14 numeral 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, dispone que “Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por delito por el cual
haya sido condenado o absuelto por una sentencia firme, de acuerdo con la ley y el
procedimiento penal de cada país”. En el Sistema regional de Derechos Humanos,
la Convención Americana de Derechos Humanos (Pacto San José de Costa Rica) en
su artículo 8, numeral 4 establece que: “El inculpado absuelto por una sentencia
firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos hechos”.
Como se ha indicado, en la Constitución guatemalteca, no se ha reconocido
expresamente esta garantía, sin embargo, es inherente al principio de Estado
democrático de Derecho. En el Código Procesal Penal, la garantía Ne Bis In Idem
se halla parcialmente reconocida, en el artículo 17 en el cual se establece “Única
46
Persecución. Nadie debe ser perseguido penalmente más de una vez por el mismo
hecho”. En el artículo 18 del mismo cuerpo legal, se complementa la disposición con
la institución de la cosa juzgada, señalando que un proceso fenecido no podrá ser
abierto de nuevo, salvo los casos de revisión, como un derecho del condenado
injustamente.
Según el estudio dogmático de esta garantía, presenta dos vertientes: una, en
sentido meramente material (o de carácter sustantivo), y otro, en sentido
propiamente procesal. Como se observa en diferentes formas que han acogido el
principio, la fórmula del artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, es la de más amplio alcance, pues incorpora tanto la garantía de no
sancionar dos veces el mismo hecho (no imposición de la pena en sentido material),
como en sentido procesal: no juzgar dos veces los mismos hechos.46
El principio Ne Bis In Idem en su vertiente material o sustantiva es una
manifestación del principio de legalidad. Su importancia radica en que nadie puede
ser castigado dos veces por el mismo hecho, de tal manera que no puede
sancionarse dos veces la misma conducta. De esta perspectiva el principio Ne Bis In
Idem es una manifestación del artículo 17 de la Constitución Política de la República
de Guatemala y, aun cuando no se encuentra expresamente consagrado ha sido
desarrollada por la moderna dogmática penal en el sentido que no se puede imponer
dos sanciones:
 De diferente naturaleza por el mismo hecho.
 No se puede imponer dos penas de distinta naturaleza penal para
castigar el mismo acto.
46
Muñoz Conde, Francisco y García Aran. M. Derechos Penal, Parte General, 3ª. Edición, Tirant lo Banch,
Valencia. 1998. Pág. 117.
47
2.7 Principio de Imparcialidad judicial
La independencia es premisa necesaria de la imparcialidad, que a su vez es
supuesto imprescindible del procedimiento penal, que se ajusta a las reglas de
Estado de Derecho.
Construir este estatus de imparcialidad es, en gran medida, lo que se desea al
introducir en el sistema de justicia principios como el de independencia judicial o de
juez natural.
Junto a la independencia, la imparcialidad es otro elemento para que, como
indica J. Maier, se logre ecuanimidad de éste frente al caso.
La imparcialidad
persigue la objetividad del juez frente al caso concreto.47
El artículo 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, declara:
“Toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oído
públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para
determinación de sus derechos y obligaciones o para el examen de cualquier
acusación contra ella en materia penal”.
El Diccionario de la Real Academia al definir el adjetivo “imparcial” dice…que
juzga o procede con imparcialidad. De ello se colige que la imparcialidad como
principio del moderno Estado de derecho está reconocida por los más importantes
instrumentos internacionales de Derechos Humanos, artículo 10 de la Declaración
Universal de Derechos Humanos.
2.8 Principio de Juez Natural
Este principio está también asociado a los principios de independencia judicial
e imparcialidad. En términos generales, el principio de juez natural busca que ningún
ciudadano sea juzgado por comisiones o tribunal especial o sea llevado antes jueces
47
Maier, Julio B. J. Derecho Procesal Penal. Pág. 751
48
distintos a los llamados por la ley a conocer, antes del hecho que motiva el proceso.
Par Usen afirma: “Ningún ciudadano puede ser sometido a un proceso penal, ante
tribunal o comisión secreta o especial, sin que tenga la investidura y potestad
jurisdiccional, por cuanto se estaría frente a un juez inexistente”.48
Este principio pretende evitar que sectores de poder creen o elijan un tribunal
específico para juzgar a un ciudadano, lo que significaría clara persecución política.
En Guatemala la norma que contiene el principio de Juez Natural tiene rango
constitucional.
El artículo 12 de la ley fundamental declara: “Nadie podrá ser
condenado, ni privado de sus derechos, sin haber sido citado, oído y vencido en
procesal legal ante juez o tribunal competente y preestablecido. Ninguna persona
puede ser juzgada por Tribunales Especiales o secretos, ni procedimiento que no
estén establecido legalmente”.
El principio de Juez Natural está contenido también el artículo 7 del Código
Procesal Penal, el último párrafo del mismo, manda que “Nadie puede ser juzgado,
condenado, penado o sometido a medida de seguridad y corrección, sino por los
tribunales designados por la ley antes del hecho de la causa”.
Está, además,
reconocido por diversos instrumentos internacionales, de los que Guatemala es
parte. La Convención Americana sobre Derechos Humanos, en el artículo 8 declara
que toda persona tiene derecho a ser juzgado por un tribunal “…establecido con
anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada
contra ella”. La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, en
el artículo XXVI, señala, “Toda persona acusada de delito tiene derecho a ser oída
en forma imparcial y pública, a ser juzgado por tribunales anteriormente establecidos
de acuerdo con las leyes preexistentes”.
De lo anterior se concluye que, la norma constitucional contiene tres
supuestos de situaciones en que el principio puede ser vulnerado. En primer plano,
48
Par Usen, Mynor. Op. Cit. Pág. 90
49
al excluir o prohibir el establecimiento de tribunales especiales o secretos, los
llamados tribunales ad hoc, que generalmente son creados especialmente para el
caso o según la persona a juzgar.
49
Está excluida la posibilidad de ser juzgado por
tribunales creados con posterioridad al hecho objeto de la investigación o juicio. Se
proscribe, además la manipulación de las normas de competencia con el objeto de
sacar o incluir a un imputado en el fuero del juez que le protege o a juzgarlo,
suprimiendo la posibilidad de variar los procedimientos legales que persigue este
fin.
De lo anterior, se concluye que los principios y garantías constitucionales y
procesales en el Derecho interno de Guatemala, están estrechamente relacionados
con los principios y garantías constitucionales, establecidas en los Convenios y
Tratados Internacionales, específicamente en la Convención Americana de Derechos
Humanos, Declaración Universal de Derechos Humanos, Pacto Internci0oanol de
Derecho Civiles y Políticos; los cuales son de observancia obligatoria en todo
proceso penal.
49
Maier, Julio B.J. Derecho Procesal Penal. Op Cit. Pág. 764
50
CAPÍTULO III
TEORÍA GENERAL DE LAS IMPUGNACIONES
3.1 Concepto
La definición clásica del recurso que aporta Jorge Clariá Olmedo, lo describe
como “un medio impugnativo por el cual la parte que se considera agraviada por una
resolución judicial que estima injusta o ilegal, la ataca para provocar su eliminación o
un nuevo examen de la cuestión resuelta y obtener otro pronunciamiento que le sea
favorable”. Y Alberto Binder la enriquece al indicar que “son medios de impugnación
de la sentencia y otras resoluciones y a través de ellas se cumple con el principio de
control”.50
Desde el punto sustancial, el recurso constituye una facultad de los sujetos
que intervienen en el proceso, la misma que es manifestación del principio dispositivo
y autonomía de la voluntad; pero dicha facultad está sujeta a utilizarse dentro de un
término perentorio, y una vez transcurrido el mismo precluye la oportunidad de
ejercicio.
El doctor Manuel Ayán, distingue dos aspectos en los recursos, el primero
desde el punto sustancial, el recurso es una manifestación de voluntad de quien
ataca una resolución jurisdiccional, que se considera ilegal y agraviante, a fin de que
el tribunal que la dictó u otro de grado superior (alzada), mediante un nuevo examen
revoque, modifique o anule.
Desde el punto de vista formal, es la instancia o
solicitud que tiene dicha manifestación de voluntad, y que determina un
procedimiento encaminado a lograr esa finalidad; es decir, que provoca un nuevo
juicio lógico o una nueva fase procesal.51
A través de esa manifestación de voluntad, se persigue lograr que sobre la
resolución o sentencia se realice un examen, que la decisión sea examinada
50
Op. Citada. Pág. 264
Ayán, Manuel. Recursos en materia penal. Córdoba, Marcos Lerner. Editora Córdoba. 1985. Pág. 40
51
50
51
nuevamente por un tribunal superior, de manera inmediata; sin olvidar que al
provocar el examen, quien recurre a determinar qué partes de la resolución le
ocasionan perjuicio.52
Pero no basta la voluntad de recurrir del o los titulares de los poderes de la
acción o excepción, sino que además debe tener como fundamento la existencia de
un interés manifestado expresamente o explícitamente en el proceso ante la
existencia de un agravio, de lo que resulta la imposibilidad de impugnar por parte de
aquel cuyo interés objetivamente se encuentra satisfecho.
En cuanto al punto de vista formal, el recurso es el medio por el cual se
expresa la voluntad del recurrente y que permite que éste tenga la posibilidad de
influir en el resultado del proceso (parcial o definitivamente).
Es taxativo, porque el objeto impugnable está determinado expresamente en
la ley, así como se encuentra limitado por el tiempo y modo de presentación.
Para Fairén Guillen: “Los medios de impugnación en su especie de recursos
son actos procesales de la parte que se estima agraviada por un acto de resolución
del juez o tribunal.53.
Todos los medios de impugnación de las resoluciones
judiciales tienen como objetivo, evitar vicios y errores en ellas, y que se minimice la
posibilidad de una resolución injusta; por lo que los medios de impugnación lo que
persiguen es un nuevo estudio de lo ya resuelto, nuevo estudio que correspondería a
un tribunal superior.
En cuanto la naturaleza, estima Jorge Vásquez, que la acción que emana del
recurso, es parte de la acción del proceso, no constituyendo una acción diferente o
nueva.54
52
Se dice en consecuencia, que las resoluciones judiciales, no pueden
Artículos 409, 421, 422 y 456 del Código Procesal Penal.
Fairén, Víctor. Doctrina General del Derecho Procesal. Pág. 479.
54
Vásquez, Jorge. Derecho Procesal Penal. Rubinzani-Culzoni. Editores. Buenos Aires, Argentina 1997. Pág. 462.
53
52
separarse del contenido de la acción que emana del proceso en que las partes
litigan.
3.2 Derecho a recurrir
El derecho al debido proceso que garantiza el artículo 12 de la Constitución
Política de la República, consiste en que a través del órgano judicial competente y
observando el procedimiento legal establecido se obtenga una resolución fundada en
derecho. Comprende, además, el derecho a utilizar los recursos ordinarios y
extraordinarios en los casos y con los requisitos establecidos previstos en la ley.
En principio, el legislador es libre de establecer el régimen recursivo, pero en
materia penal “toda persona declarada culpable de un delito tendrá derecho a que el
fallo condenatorio y la pena que se le haya impuesto sean sometidos a un tribunal
superior, conforme a lo prescrito por la ley”, derecho que además se encuentra
regulado en el artículo 14.5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y
el artículo 8.2 literal h) de la Convención Americana sobre Derechos humanos.
Para el diccionario de la Real Academia Española55 impugnar quiere decir,
combatir, contradecir, refutar; e impugnación es la acción y efecto de impugnar:
Recurso es la acción que concede la ley al interesado en un juicio o en otro
procedimiento para reclamar contra la resoluciones, ante la autoridad que las dictó.
Fernando de la Rúa, indica que existe un criterio unitario de impugnación y en
base a ello afirma que impugnación es “el remedio jurídico para remover una
desventaja emergente de una decisión del juez, a través de una nueva decisión” 56.
Los recursos se distinguen entre sí por su estructura, su regulación, pero no por su
naturaleza o esencia.
55
56
Diccionario de la Real Academia Española
De la Rúa, Fernando. El Recursos de Casación. Buenos Aires, 1968. Página 50
53
En similar sentido se pronuncia Alberto Binder al homologar los recursos con los
medios de impugnación de la sentencia y otras resoluciones, como parte del control
que constituye un principio central en la estructuración del proceso.57
Impugnación como acción y efecto de impugnar, significa la facultad procesal de
refutar una resolución o sentencia judicial cuando se estima que adolece de errores,
dirigida a provocar su revisión.
El proceso penal supone equilibrio constante del estado de inocencia del
acusado, frente a la pretensión punitiva del Ministerio público o del acusador
particular, tendiente a destruir ese estado de inocencia, mediante la prueba
indubitable de la culpabilidad.
Para restaurar ese equilibrio procesal, la ley confiere a la parte colocada en
desventaja los medios de impugnación necesarios para que mediante un nuevo
examen de la resolución dictada, generalmente por un tribunal inferior, se pueda
remediar la situación procesal viciada o defectuosa removiéndose el acto perjudicial.
3.3 Admisibilidad
La admisibilidad de los recursos siempre va a estar condicionada a la
existencia de un derecho de impugnar, para lo cual es necesario que la ley otorgue la
posibilidad de recurrir contra una resolución determinada y al mismo tiempo, que el
sujeto esté legitimado para impugnar, por tener interés jurídico en la impugnación
derivada de un agravio personal y directo.
Por consiguiente, los presupuestos de la impugnación pueden ser de
naturaleza objetiva y subjetiva. Son de índole objetiva: la impugnabilidad de la
resolución y de índole subjetiva, la legitimación, el interés y el agravio.
Como lo establece Gustavo Vivas Ussher, es necesario en efecto, que el
sujeto que quiere interponer un recurso tenga interés directo en evitar los efectos
57
Binder, Alberto. Introducción al Derechos. Pág. 263
54
perjudiciales de la resolución que pretende atacar. La expresión “interés directo” es
lo que se conoce por “agravio” en el lenguaje técnico procesal.
El agravio se
muestra, objetivamente considerado, en el perjuicio que el sujeto considera causado
a su interés, en razón de atribuirle ilegalidad a la resolución impugnada.58
3.3.1 Impugnabilidad objetiva
La ley debe determinar en cada caso cuáles son las resoluciones susceptibles
de impugnación mediante determinado recurso. Así, de la Rúa dice: “las condiciones
para la impugnación, consideradas desde el punto de vista objetivo, son el conjunto
de los requisitos genéricos que la ley establece para su admisibilidad, sin
vinculaciones particularmente a un sujeto procesal determinado, señalando las
resoluciones que puede ser objeto de recurso…”59
Por lo general, los recursos únicamente se conceden cuando la ley procesal
expresamente lo establece, con lo cual se consagra el principio de taxatividad, según
el cual la impugnación procede sólo en los casos expresamente previstos. Derivada
de esta regla el criterio para determinar su procedencia debe ser restrictivo, lo cual
significa que la ley procesal constituye la exclusiva regla jurídica para decidir su
admisibilidad y, por lo tanto, en interpretación y en su alcance debe ser de rigor
formal para la apreciación de los requisitos exigidos en cada caso.
En el sistema procesal penal guatemalteco priva lo relacionado al principio de
taxatividad, pues de conformidad con el artículo 398 del Código Procesal Penal. “las
resoluciones judiciales serán recurribles sólo por los medios y en los casos
expresamente establecidos”.
Pandolfi, comenta que según el criterio generalmente admitido sobre la
definición de los recursos, los dos principios rectores en la materia son: la taxatividad
de los medios de impugnación, al determinarse que los recursos sólo procederán en
58
59
Vivas Ussher, Gustavo. Manual de Derecho Procesal Penal. Córdoba. 1999. Pág. 452
De la Rúa Fernando. La Casación penal. Buenos Aires-Argentina, Ediciones Desalma. 1994. Pág. 178.
55
aquellos casos expresamente establecidos por el rito y por los medios que el mismo
establece, y la exigencia de interés directo como el otro requisito omnipresente para
cualquier clase de recurso”.60
De lo anterior se establece que la ley debe determinar expresamente en qué
casos y que vía recursiva se debe acoger, en caso de que exista una resolución que
cause agravio, es allí donde se manifiesta el interés directo como requisito esencial
para cualquier caso de recurso.
3.3.2 Impugnabilidad subjetiva
Los requisitos de la impugnabilidad subjetiva, son aquellos establecidos por la
ley con relación a los sujetos del proceso, estableciendo genéricamente la necesidad
de que exista un interés en la impugnación derivado de un agravio, de cuya
naturaleza, extensión y alcance surge el principio de que el interés es la medida del
recurso.
En consecuencia, el estudio del tema debe ser abordado desde los siguientes
puntos de vista: a) quienes son las personas facultadas para interponer un recurso:
Legitimación; b) La existencia del agravio en la resolución impugnada; y c) el
destinatario o destinatarios de la impugnación.
Definir que es impugnabilidad subjetiva es lo mismo que responder a la
pregunta ¿Quiénes pueden recurrir? Pueden recurrir aquellos que están legitimados
para interponer un recurso en contra
de una resolución judicial; tal legitimación
presupone taxatividad, pero si no se da una distinción expresa, la misma
procesal autoriza a todas las partes a recurrir.
60
Pandolfi O.R. “Recurso de Casación Penal”. Buenos Aires, Argentina, Ediciones La Rocca. 2001. Pág. 528
ley
56
3.3.3 Legitimación para recurrir
La Constitución Política de la República garantiza a los habitantes el derecho
y acceso a la justicia (Artículo 2) a través de los procedimientos legalmente
establecidos, y una resolución fundada en Derecho (Artículo 12). Ello incluye el
derecho de hacer uso de los procesos ordinarios y extraordinarios previstos en las
leyes ordinarias y constitucionales, en los casos y cumpliendo con los requisitos
previstos, de conformidad con el artículo 221 Constitucional.
La tutela judicial efectiva asegura el acceso a los recursos previstos en la ley y
corresponde a los órganos jurisdiccionales competentes, que se cumplan y respeten
los presupuestos, requisitos y límites que la propia ley establece. Como
consecuencia, el derecho a que el fallo emitido, sea sometido a un Tribunal superior,
conforme a lo previsto en la ley.
La Convención Americana sobre Derechos Humanos en el artículo 8, h)
establece: “Derecho a recurrir del fallo ante Juez o Tribunal Superior”.
Tanto el mandato constitucional como los artículos mencionados contenidos
en los pactos internacionales signados y ratificados por Guatemala, obligan a
considerar que entre las garantías del acceso a justicia y el principio de tutela judicial
efectiva se encuentra el derecho a un recurso ante un tribunal superior; nuestro
ordenamiento legal cumple con esa función y pone dicha garantía procesal a
disposición de todas las partes siempre que se cumpla con las formalidades
establecidas en la ley.
Para Manuel Ayán, si bien el derecho a recurrir, concedido en abstracto a los
sujetos del proceso, equivale a una capacidad procesal de contralor de las
resoluciones jurisdiccionales, mirando en concreto ya no se presenta con la misma
amplitud.61
61
Ayán, Manuel. Recursos en materia penal. Córdoba, Marcos Lerner, Editora Córdoba. 1895. Pág. 85
57
Dentro de las personas facultadas para recurrir dentro del proceso penal, el
Ministerio Público, en lo referente a los procesos motivados por la comisión de delitos
de acción pública; al imputado, quien puede recurrir contra cualquier resolución que
le perjudique incluso contra cualquier sentencia condenatoria, o contra auto de
Sobreseimiento, o aun sentencia absolutoria que le imponga una medida de
seguridad; otros sujetos procesales que tienen legitimación para recurrir, se
encuentra el querellante adhesivo, el tercero civilmente demandado.
Para Claus Roxin, los recursos también pueden ser interpuestos por otras
personas afectadas indirectamente por la decisión, como lo es el facultado para
recurrir en relación al objeto decomisado, en caso que la sentencia ordene el
comiso.62
De conformidad con el artículo 398 del Código Procesal Penal “Las
resoluciones serán recurribles por los medios y en los casos expresamente
establecidos. Pero únicamente podrán recurrir quienes tengan interés directo en el
asunto. Cuando proceda en aras de la justicia, el Ministerio Público podrá recurrir en
favor del acusado.
Las partes civiles recurrirán solo en lo concerniente a sus
intereses. El defensor podrá recurrir automáticamente con relación al acusado”.
Por lo anterior se concluye que tiene legitimidad para recurrir, quien tenga
interés directo en el asunto.
3.4 Disposiciones comunes a todos los recursos
Existen reglas comunes en cuanto al planteamiento de las impugnaciones. Lo
destacable de la existencia de requisitos de orden general y especial, es que el caso
particular de la impugnación se aplica a principios relacionados con la misma, sin
dejar de tomar en cuenta los requisitos generales que no deben dejar de observarse
en todo recurso, a menos que la propia ley lo disponga. Dentro de tales reglas se
puede indicar:
62
Roxin, Claus. Derecho Procesal Penal.Editores del Puerto. Argentina 2000. Pág. 448
58
 El principio de taxatividad. Este principio que se refiere a la denominada
impugnabilidad objetiva, como ya se indicó anteriormente; como lo regula el
Código Procesal Penal, que las resoluciones serán recurribles sólo por los
medios y en los casos expresamente establecidos en la ley.63
 Impugnabilidad subjetiva. Se refiere a que pueden recurrir únicamente quien
tiene interés en el asunto y que está determinado expresamente como sujeto
procesal.
 Requisitos de interposición. La admisión está sujeta a condiciones formales
que la legislación debe señalar y dentro de los plazos previstos en la misma.
 Subsanación. Si el Tribunal advierte un defecto de forma o de fondo lo hará
saber a la parte recurrente para que en el plazo indicado en la ley lo
subsane.64
 Adhesión.
Esta figura permite a quien no recurrió, incorporarse a la
impugnación planteada.
3.5 Principio favor rei y non reformatio in peius
Claus Roxin, afirma que la prohibición del reformatio in peius, significa que la
sentencia no puede ser modificada en perjuicio del acusado, en la clase y extensión
de sus consecuencias jurídicas.65
En el proceso penal guatemalteco, prevalece el principio de favorabilidad, que
se destaca en cuanto debe aplicarse en relación con la libertad del procesado;
normativamente aparece como derivación del derecho constitucional de ser tratado
como inocente hasta que no se haya dictado sentencia absolutoria. Por ello, las
disposiciones del Código Procesal Penal Guatemalteco que restringen la libertad de
los imputados o que limitan el ejercicio de sus facultades deben ser interpretadas
restrictivamente.
63
De esa manera también la facultad de recurrir no puede ser
Artículo 398 del Código Procesal penal. Facultad de Recurrir.
Artículo 399 del Código Procesal Penal. Si existiese defecto u omisión de forma o de fondo, el tribunal lo hará
saber al interponerte dándole un plazo de tres días, contados a partir de la notificación al recurrente, para que
lo amplíe o corrija.
65
Roxin Claus. Pág. 454.
64
59
limitada, más allá de lo que la ley expresamente señala. Esta facultad de recurrir
también encuentra coherencia con la prohibición de reformatio in peius, que alude a
la no reforma de la decisión sentencial si quien ha recurrido es el acusado. Se funda
este principio en que no es razonable conceder a los impugnados la facultad de
impugnar la resolución y al mismo tiempo exponerles a que por ejercitarla su
situación se agrava. En Guatemala este principio rige expresamente en el caso de la
apelación especial.
El Código Procesal Penal, consagra esta garantía, que puede originarse
constitucionalmente del derecho a la tutela judicial efectiva.66
3.6 La doble instancia y el examen por un tribunal superior
En términos generales, lo impugnado ha de llegar a un tribunal superior de
diferente grado, para que éste analice los fundamentos de la impugnación y
determine si la misma es o no procedente, es decir, si los argumentos son de tal
naturaleza conveniente que lleven a la conclusión que la resolución impugnada no
puede mantenerse. Sin embargo tal examen, según el sistema procedimental que se
haya utilizado puede realizarse de distinta forma. Una primera forma del mismo, es
utilizada en los sistemas en que se requiere la revisión total del caso, incluyendo los
hechos y la prueba; en ella el examen implica un nuevo juicio.
Como lo afirma Jacobo López Barja de Quiroga, que “desde la antigüedad se
ha venido discutiendo acerca de la conveniencia de incorporar la segunda instancia o
si, por el contrario, la jurisdicción penal por sus peculiares características sólo podía
aceptar una única instancia. Ciertamente los principios de inmediación, oralidad
y
publicidad hacen que sea difícil compaginar su vigencia con un sistema de doble
enjuiciamiento”.67
66
Artículo 422 del Código Procesal Penal “Cuando la resolución sólo haya ido recurrida por el acusado o por
otro en su favor, no podrá ser modificada en su perjuicio, salvo que los motivos se refieran a intereses civiles…”
67
López Barja de Quiroa, Jacobo. Instituciones de Derecho Procesal Penal. Ediciones Jurídicas de Cuyo.
Argentina. Pág. 546.
60
La segunda forma es utilizada en los procesos orientados hacia el sistema
acusatorio con juicio oral, en ella, existe una revisión de la sentencia por el tribunal
superior, pero no en cuanto a los hechos ni a la apreciación de las pruebas, sino en
cuanto a los fundamentos jurídicos de la sentencia impugnada, por tal motivo el juicio
oral no puede repetirse en las mismas condiciones del juicio inicial, no pudiendo en
consecuencia realizarse un nuevo juicio, excepto en los casos en que el tribunal
superior, apreciando una violación procedimental o bien constitucional, ordene repetir
el juicio realizado en primera instancia.
La segunda instancia significa un aumento de grado jurisdiccional, en que el
ad quem (superior) controla la decisión del a quo (inferior).
interesa
Lo que realmente
para esta calificación es que hay un tribunal que tiene la capacidad
conferida por la ley de revisar lo que hizo otro.
A criterio de Claus Roxin “las sentencias erróneas no pueden ser rectificadas,
después de finalizado su pronunciamiento, por el tribunal que las dictó”. 68
Excepcionalmente, en el caso de errores ortográficos o de redacción
manifiestos, que no atañen el fondo de lo resuelto, la rectificación de lo resuelto
puede llevarse a cabo por el mismo tribunal que dictó la sentencia.
Lo que realmente interesa es que exista un Tribunal que tenga capacidad
conferida por la ley para revisar lo que hizo otro; tales tribunales con capacidad
superior, forman en algunos casos otra instancias, y en otros un grado en la escala
del conocimiento jurisdiccional. En términos generales, un recurso iniciaría
una
nueva etapa ante un tribunal superior.
Refriéndose al proceso penal guatemalteco, se puede decir que el recurso de
Apelación Especial, inicia nueva etapa del proceso, que se ha dado en llamar etapa
de impugnaciones, aunque dividir el proceso en etapas o instancias resulta
68
Claus, Roxin. Derecho Procesal Penal. 445.
61
inadecuado en un sistema con juicio oral, en el que realmente existe una sola
instancia, es decir un desarrollo sistemático del proceso desde su investigación hasta
la emisión de la sentencia, trámite que de conformidad con el proceso penal
guatemalteco, no puede repetirse otra instancia.
3.7 Clases de recursos en el proceso penal guatemalteco
Existen distintas clasificaciones, comenzando por los que se plantean y
resuelven por el mismo órgano jurisdiccional que emitió la resolución, y los que se
plantean ante un órgano jurisdiccional distinto, denominándose a los primeros,
remedios y a los segundos recursos.
3.7.1 Recurso de Reposición
Dentro de los remedios se ha considerado normalmente el denominado
recurso de reposición. Este se plantea ante la misma instancia en que la resolución
fue emitida, para que aquella subsane los agravios que pudo haber inferido. En el
proceso penal guatemalteco se instaura para atacar las resoluciones emitidas
durante el trámite del juicio, así como las resoluciones dictadas sin audiencia previa
en las otras etapas del proceso.
El
recurso
reposición,
es
el
instrumento
procesal,
en
materia
de
impugnaciones, mediante el cual las partes persiguen que el órgano jurisdiccional
que emitió una resolución, reexamine o reponga nuevamente la cuestión
persiguiendo su corrección.
3.7.1.1 Características
a) En las etapas procesales preparatoria o intermedia, se interpone por escrito
dentro del plazo de tres días, contra las resoluciones dictadas sin audiencia
previa y que no sean apelables, también se puede interponer en forma oral en
las audiencias que se lleven a cabo durante estas etapas.
62
b) En el debate, durante su desarrollo, las partes verbalmente pueden recurrir las
resoluciones del Tribunal y éste resolverá inmediatamente.
c) Debe haber interés directo en el asunto.
d) Se interpone ante el mismo juez o tribunal que dictó la resolución.
e) No procede contra las sentencias.
f) La reposición interpuesta en juicio oral equivale al reclamo de subsanación o
propuesta de anulación, para los efectos de la interposición del recurso de
apelación especial por motivo de forma.
g) De conformidad con el artículo 402 del Código Procesal Penal, para que el
recurso de reposición proceda, debe interponerse contra resolución dictada
sin audiencia previa, y que no sea apelable.
El recurso de reposición, en el debate, debe interponerse verbalmente, y su
trámite es inmediato, sin suspender el juicio.
Las demás impugnaciones, como
apelación, queja, casación y revisión serían verdaderamente recursos, por plantearse
y tramitarse ante órganos distintos del que emitió la resolución. Se encuentra
regulado en los artículos 402, 403 y 404 del Código Procesal Penal.
3.7.1.2 Trámite
a) Se interpone por escrito en forma oral en las etapas preparatoria e intermedia
y únicamente procederá contra las resoluciones dictadas sin audiencia previa,
esto quiere decir que no se haya corrido audiencia previamente al
interponente y contra resolución que no sea apelable.
b) Se interpone ante el mismo juez o tribunal que dicto la resolución, dentro del
plazo de tres días contados a partir del día siguiente de notificado el sujeto
procesal que se sienta agraviado.
c) Se de indicar el agravio y así como la forma en que se va a subsanar el
agravio cometido.
63
3.7.2 Recurso de Apelación
El recurso de apelación constituye, el prototipo de los recursos ordinarios.
Son ordinarios, según Nuñez Vásquez, “aquellos cuya interposición exige una
motivación que esté taxativamente determinada por la ley o el conocimiento del
tribunal ad quem tiene la misma extensión que la del tribunal aquo. Son recursos
extraordinarios aquellos cuya interposición exige que la concurrencia de causales
expresamente determinada por la ley y que, como norma, limitan la jurisdicción del
tribunal ad quem al análisis y pronunciamiento solo con respecto a os motivos que la
haya servido de necesario fundamento”.69
La característica fundamental del recurso de apelación, es que esa
impugnación supone la intervención del grado judicial inmediato superior en jerarquía
a aquel que pronuncia el fallo sobre el que se recurre; es decir se eleva al superior
inmediato jerárquico del que dictó el pronunciamiento objeto del recurso, es una
alzada “a mayor juez”.70 De ahí el nombre de recurso de alzada que a veces se le da
a esta clase de impugnaciones.
3.7.2.1 Antecedentes del Recurso de Apelación
El proyecto original del Código Procesal Penal vigente, elaborado por Julio
Maier y Alberto Binder, había eliminado la apelación debido a que las resoluciones
de los jueces en la etapa preparatoria, son provisionales y revisadas en la fase
intermedia. Además, porque el que dirige la investigación ya no es el juez sino el
Ministerio Público, correspondiéndole al órgano jurisdiccional controlar dicha
investigación. Con lo anterior se buscaba poner fin al abuso de los recursos y lograr
celeridad en la tramitación del proceso, sin detrimento de las garantías procesales,
especialmente la que se refiere al derecho de recurrir en la Convención Americana
sobre los Derechos Humanos.71
69
Nuñez, Vásquez. Tratado del Proceso Penal y del Juicio Oral. Tomo II, Editorial Jurídica de Chile, 2002. Pág.
288.
70
En el sistema procesal penal no existe una distinción cualitativa entre los jueces porque todos ejerces
jurisdicción y únicamente se distinguen por el grado de competencia en que conocen. Artículo 203 de la
Constitución Política de la República; 57 y 58 de la Ley del Organismo Judicial.
71
Artículo 8 numeral 2 literal h) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
64
Sin embargo, la estructura constitucional del Organismo Judicial llevó al
Congreso de la República a mantener el recurso de apelación, pues consideró que
su omisión implicaba desnaturalizar el recurso extraordinario de casación.
Mediante la apelación conocida como genérica, el tribunal de alzada conoce
las resoluciones que dicta el Juez de Primera Instancia, Penal, Narcoactividad y
Delitos contra el Ambiente, durante la etapa preparatoria e intermedia contenida en el
artículo 404 del Código Procesal Penal.72
También son apelables en esta vía, las sentencias que emitan los Jueces de
Primera Instancia, Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, que resuelva
el Procedimiento Abreviado.
3.7.2.2 Impugnabilidad Objetiva y Subjetiva
a) Impugnabilidad Objetiva: Se refiere a que únicamente se puede interponer el
recursos contra las resoluciones taxativamente nominadas en la ley y que se
encuentran enumeradas en el artículo 404, numerales 1 al 13 del Código
Procesal Penal, los autos emitidos por los jueces de ejecución y los dictados
por los jueces de paz relativos al criterio de oportunidad; de conformidad con
el artículo 405 del mismo cuerpo legal, puede ser objeto de apelación las
sentencias dictadas en procedimiento abreviado y el 491 de la misma norma,
establece que también serán apelables las sentencias emitidas en el juicio de
faltas.
b) Impugnabilidad Subjetiva: Se refiere a la legitimación de los sujetos procesales
para interponer el recurso de apelación, bajo la premisa que deben tener
interés directo en el asunto.
72
Artículo 404 del Código Procesal Penal, el cual preceptúa que son apelables los auto dictados por los Jueces
del Primera Instancia, indicando que resoluciones son apelables; así como los autos definitivos emitidos por el
Juez de Ejecución y los dictados por los jueces de paz relativos al Criterio de Oportunidad.
65
3.7.2.3 Materia del Recurso de Apelación
El Recurso de Apelación, procede contra los autos y sentencias, que se
encuentran taxativamente en el artículo 404 del Código Procesal Penal, siendo las
siguientes:
 Los conflictos de competencia
 Los impedimentos, excusas y recusaciones
 Los que no admitan, denieguen o declaren abandonada la intervención del
querellante adhesivo o del actor civil, aunque esta figura de actor civil
desapareció con la reforma del Decreto 7-2011 del Congreso de la República.
 Los que no admitan o denieguen la intervención del tercero demandado.
 Los que autoricen la abstención del ejercicio de la acción penal por parte del
Ministerio Público.
 Los que denieguen la práctica de la prueba anticipada.
 Los que declaren la suspensión condicional de la persecución penal.
 Los que declaren el sobreseimiento o clausura del proceso.
 Los que declaren la prisión o imposición de meditas sustitutivas y sus
modificaciones.
 Los que denieguen o restrinjan la libertad.
 Los que fijen término al procedimiento preparatorio.
 Los que resuelvan las excepciones u obstáculos a la persecución penal y civil.
 Los autos que declaren la falta de mérito.
3.7.2.4 Trámite del Recurso de Apelación
El recurso de apelación deberá interponerse ante el juez de primera instancia
penal, narcoactividad y delitos contra el ambiente, quien lo remitirá a la Sala de la
Corte de apelaciones que corresponde, de conformidad con el artículo 406 del
Código Procesal Penal.
Se deberá interponer pro escrito, dentro del término de tres días, con expresa
indicación del motivo en que se funda, bajo sanción de inadmisibilidad, si el apelante
66
no corrige en su memorial los defectos u omisiones en la forma establecida en el
Código Procesal Penal, artículo 407.
Todas las apelaciones se otorgaran sin efecto suspensivo del procedimiento,
salvo las resoluciones que por su naturaleza impidan seguir conociendo el asunto.
3.7.3 El Recurso de Apelación Especial
El Recurso de Apelación Especial, conforme a la legislación guatemalteca, se
puede definir como, aquel recurso ordinario en cuya virtud quien se considera
agraviado por una sentencia o auto definitivo de un Tribunal de Sentencia o por un
auto definitivo del Juzgado de Ejecución, tanto por infracción de la ley sustantiva, así
como también de la ley que constituya un defecto del procedimiento, puede pedir la
revocación, modificación o la anulación total o parcial de la decisión recurrida, por un
órgano superior; examen que se practica por las Salas de la Corte de Apelaciones
del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente.
En consecuencia, como afirma Pérez Ruiz “no es más que un recurso de
casación del sistema abierto, entendiéndose por sistema abierto, aquel que no
establece un número cerrado –números clausus- de causas por las cuales se puede
interponer el recurso”.73
A pesar de ser un recurso ordinario, como ya se indicó, es un recurso limitado
porque, en principio, sólo permite discutir cuestiones jurídicas, a diferencia del
recurso de apelación genérica que otorga plena jurisdicción al tribunal ad quem para
revisar y juzgar lo resuelto por el tribunal a quo en relación a los hechos y al derecho
y cuyo límite sólo está determinado por la pretensión del recurrente.
De lo anterior se colige que el Recurso de Apelación Especial guatemalteco es
realmente un recurso de casación abierto es decir, sin que la ley exprese los motivos
73
Pérez Ruiz, Y. A. El Recurso de Apelación Especial. Guatemala Fundación Myrna Mack. 1999. Pág. 9
67
específicos, solamente los de carácter tradicional, que son los conocidos motivos de
fondo y motivos de forma, que tiene como características las siguientes:
a) Debe de plantearse con expresión de fundamento, indicando los motivos
establecidos expresamente en la ley;
b) Hacer cita expresa de la ley que se considera infringida expresando la
aplicación que se pretende;
c) Deben darse por acreditados los hechos en que se basó el Tribunal de
sentencia para emitir el fallo;
d) La revisión que hace la Sala de la Corte Apelaciones, se limita al control
técnico jurídico de la aplicación de la ley, excepto en el caso de que exista una
contradicción manifiesta en la sentencia recurrida.74
De acuerdo con la legislación guatemalteca, el recurso de apelación solo puede
hacerse valer:
a) Contra la sentencia emitidas por el Tribunal de Sentencia;
b) Contra la resolución del Tribunal de Sentencia y del de Ejecución que: le
ponga fin a la acción, a la pena o una medida de seguridad, imposibilite que
ellas continúen,
impida el ejercicio de la acción, o deniegue la extinción,
conmutación o suspensión de la pena.75
El Recurso de Apelación Especial solo puede hacerse valer cuando la sentencia
contenga alguno de los siguientes vicios:
1) De fondo: inobservancia, interpretación indebida o errónea aplicación de la
ley.
2) De forma: inobservancia o errónea aplicación de la ley que constituya un
defecto del procedimiento.
En este caso el recurso será admisible si el
interesado ha reclamado oportunamente su subsanación o ha hecho protesta
de anulación. No es necesaria la aludida protesta cuando se ha invocado la
inobservancia o errónea aplicación de las disposiciones concernientes: 1) al
74
75
Artículos 418, 419 y 430 del Código Procesal Penal.
Artículo 415 de del Código Procesal Penal.
68
nombramiento y capacidad de los jueces y a la constitución del tribunal; 2) a la
ausencia del Ministerio Público en el debate o de otra parte cuya presencia
prevé la ley; 3) a la intervención, asistencia y representación del acusado en el
debate en los casos y formas que la ley establece; 4) a la publicidad y
continuidad del debate, salvo las causas de reserva autorizada; 5) a los vicios
de la sentencia; 6) a la injusticia notoria.76
Como puede apreciarse en la Apelación Especial en el proceso penal
guatemalteco se incluyen los motivos por infracción de la ley de procedimiento o lo
que se ha conocido como el examen de los vicios in procedendo, y por infracción a la
ley sustancial, es decir los vicios inudicando; que se trata del motivo de la apelación
tradicional por motivos de fondo.
3.7.3.1 Vicios in iudicando y vicios in procedendo
La diferencia entre vicios in iudicando (de fondo o de juicio) y vicios in
procedendo (de procedimiento), parte de la distinción entre las normas que el juez o
tribunal puede incumplir, sustantiva o procesal; es decir, declara el primero y cumplir
con el segundo.
a) Vicio o error: Se tiende por vicio o error, como motivo de Apelación Especial,
un defecto en el acto, la consecuencia o resultado de una anomalía de juicio
en la selección y aplicación de la norma.
b) Vicio o error in iudicando: es aquel en que incurre el tribunal, porque son
propios de su función. Acontecimiento un hecho considerado como delictivo,
el tribunal tiene que verificar si se ha cumplido o no con la ley material (el
contenido, el fondo) y darle la única solución posible, la que las normas se
produce una contradicción entre la voluntad de la ley y la decisión del tribunal
o error in iudicando.
76
Artículo 419 y 420 del Código Procesal Penal.
69
c) Vicio o error in procedendo: Las normas procesales están dirigidas al juez y al
tribunal que se aparta o desobedece las normas, entonces incurre en un vicio
o error in procedendo.
Interpuesto el recurso, se remitirá de oficio las actuaciones al tribunal
competente el día hábil siguiente de haber notificado a todas las partes,
emplazándoles para que comparezcan ante dicho tribunal y, en su caso fijen nuevo
lugar para recibir notificaciones, dentro del día quinto, día siguiente de la notificación,
de conformidad con el artículo 423 del Código Procesal Penal.
3.7.4 Recurso de Revisión
La revisión en el ámbito penal, es una acción independiente que da lugar a un
proceso cuya finalidad es rescindir sentencias condenatorias firmes e injustas.77 Para
que proceda el recurso de revisión, debe existir previo una sentencia con naturaleza
de cosa juzgada, la que puede ser revisada por motivos de justicia o política judicial,
a través de una acción de revisión, que tiende a dejar sin efecto la sentencia firme,
ya ejecutada, acción que ha de fundarse, en que posteriormente a la propia
sentencia, se han presentado nuevos hechos o elementos que sean idóneos, que
resulten aptos, bien para absolver a la persona que ya está condenada, bien para
imponer una pena menos grave.
Conforme Clariá Olmedo, la revisión tiende a demostrar la inexistencia del
hecho, su comisión por el condenado, la falta total de prueba o la conminación con
pena menor.78
El recurso de revisión tiene la característica de proceder contra las sentencias
firmes, pasadas en autoridad de cosa juzgada, para hacer cesar los efectos de ésta,
77
78
Cortéz Domínguez. Los Recursos contra las sentencias de conformidad.
Clariá O. Jorge, Derecho Procesal Penal. Pág. 324.
70
lo que ha llevado a expresar que más que un recurso aparece como una acción con
características especificas.79
En especial son motivos especiales de revisión, de conformidad con el artículo
455 del Código Procesal Penal:
1) La presentación, después de la sentencia, de documentos decisivos
ignorados, extraviados o que no se hubiesen incorporado al proceso. Tales
documentos deben tener la calidad de decisivos.
2) La demostración de que un elemento de prueba decisivo, apreciado en la
sentencia, carece del valor probatorio que en la sentencia se le asignó por
falsedad, invalidez, adulteración o falsificación.
3) Si la sentencia condenatoria fue pronunciada con prevaricación, cohecho, o
alguna maquinación fraudulenta, cuya existencia fue declarada en fallo
posterior.
4) Si la sentencia se basó en otra que posteriormente fue anulada u objeto de
revisión.
5) Si se demuestra, después de la condena con nuevos hechos o elementos de
prueba, que el hecho o la circunstancia que agravó la pena, no existía o que
el condenado no lo cometió.
6) También puede pedirse la revisión para la aplicación retroactiva de una ley
penal más benigna que la aplicada en la sentencia.
3.7.4.1 Requisitos

Debe promoverse por escrito ante la Corte Suprema.

Debe de hacerse referencia concreta, los motivos en que se funda la
acción. Es decir, señalar los nuevos hechos o nuevos elementos de
prueba que sirven para la absolución del condenado o para emitir una
nueva sentencia, en su contra, pero de menor gravedad que aquella de
la que se pide su revisión.
suministrada por el accionante.
79
Vásquez Rossi. Pág. 499.
En todo caso, la motivación de ser
71

Debe hacerse referencia a las disposiciones legales aplicables.

Debe acompañarse toda la prueba documental que se invoca, o indicar
el lugar en donde esté.
3.7.4.2 Trámite
Una vez recibido el memorial, el tribunal decide sobre la procedencia de la
impugnación.
Sin embargo puede otorgar un plazo para que se completen los
requisitos que hagan falta, en su caso.
Al notificarse al interesado sobre la admisibilidad de su pretensión se le
instruye para que designe un defensor; si no lo nombra se le designa de oficio.
Admitida la revisión el tribunal da intervención al Ministerio Público o al
condenado, disponiendo la recepción de los medios de prueba si fuera necesario útil
para la averiguación de la verdad.
Posteriormente se realiza
la audiencia para que se manifiesten quienes
intervienen en la revisión, pudiendo acompañar alegatos escritos.
Finalmente el tribunal emite resolución en la que puede declarar: I) sin lugar la
revisión. II) con lugar el recurso de revisión, anula la sentencia. En este caso, puede
remitir a nuevo juicio, si el caso lo requiere o pronuncia directamente la sentencia. Si
ésta es absolutoria se ordenara la libertad del que fue condenado, la restitución total
o parcial de la suma que pago en concepto de multa en su caso, la cesación de las
penas accesorias con devolución de los efectos del comiso.
En el caso de una
sentencia menos grave, se aplicara la nueva pena o practicara un nuevo cómputo,
con abono del tiempo pasado en prisión.
72
3.7.5 Recurso de Casación
3.7.5.1 Definición
Considera Serra Domínguez que el instituto de la Casación en la actualidad es
un instrumento indispensable para garantizar la interpretación uniforme de cualquier
ley.80
Para Andrés Martínez Arrieta, la Casación “es un conjunto técnico de
impugnación, que encuentra su razón de ser, en la necesidad de que la ley se
observe en forma exacta y recta; la Casación se configura, en definitiva como un
recurso que desarrolla su actuación para asegurar la interdicción de la arbitrariedad,
tanto en lo que afecta al control de la observancia de los derechos fundamentales
como en las unificación de la interpretación penal y procesal”.81
Se ha considerado que en virtud del interés que se otorga el recurso de
Casación, su finalidad específica es idéntica a la función que con su surgimiento, se
atribuyó a los tribunales de Casación: una finalidad política o extraprocesal que
consiste en asegurar la unidad de la interpretación de las leyes penales y procesales,
a través del control que ejerce sobre los pronunciamientos de ciertos órganos
jurisdiccionales mediante la revisión de sus decisiones.82
En general, el recurso se fundamenta en el principio general del derecho a
impugnar las resoluciones desfavorables.
Según se establece en la Ley Procesal, “El recurso de casación está dado en
interés de la ley y la justicia”. 83
80
Serra Domínguez, Manuel. Prologo en el hecho y el derecho en la casación civil, Guasch Fernández, Sergio.
Pág. 11
8181
Martínez Arrieta, Andrés. El recurso de Casación Penal. Editorial Comares, Granada 1996. Pág. 20
82
El objeto de la Casación es esencialmente es el de unificar los criterios judiciales y formar por tal medio la
doctrina legal y además es un instrumento en defensa de la ley. Barrientos Pellecer. Op. Cit. Pag.147.
83
Artículo 438 del Código Procesal Penal.
73
La regulación vigente permite afirmar que el recurso de Casación y el recurso
de Apelación tienen la misma función y que las diferencias entre ambos están
establecidas en función del órgano para resolver y el tipo de resoluciones que son
recurribles por cada una de estas vías.84
El recurso de Casación en la Legislación guatemalteca, lo resuelve la Corte
Suprema de Justicia, como órgano superior del sistema de administración de justicia.
3.7.5.2 Impugnabilidad objetiva
La impugnabilidad objetiva de los recursos, se refiere a las declaraciones que
pueden ser objeto de recurso, es decir aquellas expresamente establecidas por la ley
procesal vigente y respecto de las cuales, este medio de impugnación resulta
procedente.85
El recurso de Casación puede ser interpuesto para impugnar sólo algunos de
los autos y sentencias dictados por la Sala de la Corte de Apelaciones. Según lo
regulado en el artículo 437 del Código Procesal Penal, son recurribles la resolución
que resuelva el recurso de apelación especial, a través del cual se haya impugnado
fallos de los tribunales de sentencia y cuando en el debate se hallase dividido contra
las resoluciones que integran la sentencia, y también cuando el recurso de Apelación
Especial hubiese revocado, el auto de Sobreseimiento dictado por los Tribunales de
Sentencia.86
Procede también contra las resoluciones dictadas en virtud de la impugnación
de las sentencias emitidas en primer instancia como resultado de un procedimiento
abreviado, cuando el recurso de apelación resultare en una resolución contraria a la
declaración de sobreseimiento o clausura provisional del proceso, resueltas por los
84
Artículos 49, 50, 415, 440 y 441 del Código Procesal Penal.
Artículo 398 del Código Procesal Penal.
86
Artículo 47 numerales 1 y 2 del Código Procesal Penal.
85
74
jueces de primer instancia y también de aquellos autos que resuelvan respecto de
excepciones u obstáculos a la persecución penal.87
3.7.5.3 Impugnabilidad subjetiva
La impugnabilidad subjetiva se refiere a los sujetos legitimados para la
interposición del recurso. El artículo 438 del Código Procesal Penal, se refiere
genéricamente a las partes, siempre que tengan un interés directo.88
La exigencia de un interés directo es un requisito razonable para la viabilidad
del derecho a recurrir, y claramente “Si el sujeto que requiere no ha sufrido ningún
agravio, no se le reconoce el derecho, porque éste no constituye un simple
mecanismo disponible, sino un mecanismo destinado a dar satisfacción a un interés
real y legitimo. ¿Qué interés puede tener en revisar un fallo quien no ha resultado
afectado por él?89
3.7.5.4. Motivos del Recurso de Casación
Al igual que en el recurso de Apelación Especial, el Recurso de Casación
puede ser de fondo –cuando se motive en infracciones a la ley que influyan
decisivamente en la parte resolutivita de la sentencia o auto recurrido- o de forma –
cuando se motive en violaciones esenciales el procedimiento.90
El Recurso de Casación de Fondo, sólo procederá cuando erróneamente una
resolución sea calificada como delictiva una conducta que no lo era (error de
derecho), cuando se incurre en error respecto de la tipificación del hecho que da
lugar a la resolución infundada; cuando se haya dictado una sentencia condenatoria
existiendo circunstancias eximentes de la responsabilidad o un motivo fundado que
hiciera procedente el Sobreseimiento definitivo; cuando la sentencia dé por
acreditado un hecho decisivo respecto de la decisión tomada sea ésta absolutoria o
87
Artículos 437 numeral 3 y 4 del Código Procesal Penal.
Artículos 398 y 438 del Código Procesal Penal.
89
Binder, Alberto. Introducción al Derecho Procesal Penal. Pág. 288
90
Artículo 419 del Código Procesal Penal.
88
75
condenatoria, -y en este último caso- la existencia de atenuantes o agravantes de la
pena, sin que el mismo sea haya tenido por probado en el tribunal de sentencia; y
cuando por la errónea interpretación, la indebida aplicación o falta de ésta se
produzca la violación de normas constitucionales o legales y dicha violación haya
tenido una influencia decisiva en la parte resolutiva de la sentencia o auto.91
En cuanto al Recurso de Casación por cuestiones formales –Casación de
Forma- son seis casos contemplados en el Código Procesal Penal, de conformidad
con el artículo 440, siendo los siguientes:
1) Cuando la sentencia no resuelve todos los puntos esenciales contenidos en la
formación de la acusación o alegados por el defensor;
2) Cuando la sentencia no expresó de manera concluyente los hechos que el
juzgador tuvo como probados y los fundamentos de la sana critica que se
tuvieron en cuenta;
3) Cuando es manifiesta la contradicción entre dos o más hechos que se tiene
por probados en la misma resolución;
4) Cuando la resolución se refiere a un hecho punible distinto del que se atribuye
al sindicado;
5) Cuando el fallo del tribunal de sentencia o de la Sala de la Corte de
Apelaciones ha existido incompetencia por razón de la materia que no haya
sido advertida;
6) Si en la sentencia no se ha cumplido los requisitos formales para su valides.
3.7.5.5 Requisitos de admisibilidad
Para la admisibilidad formal del recurso de Casación, el Código Procesal
Penal, regula una serie de requisitos cuyo incumpliendo, salvo en único caso,
conlleva al rechazo in limine del recurso presentado conforme lo que establece en su
artículo 445 del Código Procesal Penal.
Debe advertirse que en materia de
requisitos de admisibilidad, en el titulo dedicado a las disposiciones generales en
materia de recursos, el artículo 399 establece que advertido un error, se otorgará al
91
Artículo 441 del Código Procesal Penal.
76
recurrente un plazo de tres días para subsanarlos, plazo que empieza a correr desde
que el error le es notificado.
La formulación que regula específicamente para el caso del recurso de
Casación es mucho más tajante. Una interpretación a favor de la prosperación de
este recurso, sobre todo teniendo en cuenta su importancia, debiera integrarse con la
disposición general y otorgar la posibilidad de subsanar también en este caso.
3.7.5.6 Plazo para la interposición del recurso
En cuanto al plazo, la ley procesal penal lo ha fijado en quince días, es decir,
el recurso debe interponerse dentro de los quince días posteriores a la notificación de
la resolución.92
3.7.5.7 Trámite
Presentado el Recurso de Casación, si contuviere todos los requisitos
establecidos en el Código Procesal Penal, la corte Suprema de Justicia declarará la
admisibilidad, pedirá los autos y señalará día y hora para la vista, de conformidad
con el artículo 444 del Código Procesal Penal.
Si el recurso se presenta fuera del término fijado por la ley, que es de quince
días, o bien no se cumplen los requisitos del mismo, el tribunal lo rechazará de plano.
Si el recurso es admitido se señalará vista la cual será pública, con citación de las
partes. En la audiencia se leerá la parte conducente de la sentencia o auto recurrido
y los votos disidentes y se concederá la palabra, por su orden al recurrente, y a las
otras partes. En cualquier caso, podrán presentar sus alegaciones por escrito. El
tribunal resolverá dentro de quince días, de conformidad con el artículo 446 del
Código Procesal Penal.
92
Artículo 443 primer párrafo del Código Procesal Penal.
77
3.7.5.8 Efectos del Recurso
Una vez finalizada la audiencia de vista, el recurso deberá ser resuelto en un
plazo de quince días.93
Según se trate de un recurso de Casación basado en vicios formales o de
fondo, la procedencia del mismo tendrá efectos diferentes en cada caso. Cuando se
trate de recurso de Casación de fondo, la Corte Suprema, casará la resolución
impugnada y dictará sentencia de casación, es decir, dictara una nueva resolución
conforme a la ley y la doctrina aplicable.94
Si el recurso declarado procedente es de forma, se anula la resolución
recurrida y se hará el reenvío al tribunal que corresponda para que dicte un nuevo
auto o sentencia según corresponda. Siempre que por efecto de la Casación deba
cesar la privación de libertad del acusado, ésta deberá ordenarse en forma
inmediata.95
De lo anterior se colige que el procedimiento para interponer cada uno de los
recursos, la ley es taxativa, al establecer el o los motivos de procedencia y el órgano
jurisdiccional competente para conocer el mismo.
93
Artículo 446 último párrafo del Código Procesal Penal.
Artículo 447 del Código Procesal penal.
95
Artículos 447 y 449 del Código Procesal Penal.
94
78
CAPÍTULO IV
REFORMAS AL CÓDIGO PROCESAL PENAL
DECRETO 7-2011
4.1 Reformas al Código Procesal Guatemalteco
El Código Procesal Penal, Decreto Número 51-92, sentó las bases de un
enjuiciamiento acusatorio regido por los principios constitucionales, en los acuerdos y
tratados internacionales que rigen el debido proceso, con el fin de resolver el
conflicto penal de la forma más justa para la víctima y más racional para el acusado.
El Código Procesal Penal ha tenido que atravesar desde su vigencia en 1994
a la fecha, una serie de modificaciones, entre ellas se puede mencionar, la reforma
efectuado a través del Decreto Legislativo 18-2010 del Congreso de la República, de
gran alcance y significación, porque a través de la misma se consolida la oralidad y
los principios que le son propios al proceso penal, como la inmediación,
concentración, publicidad y contradicción, como forma predominante de las
actuaciones procesales.
En el presente trabajo de tesis, se procederá analizar la reforma del Código
Procesal Penal a través del Decreto número 7-2011 del Congreso de la República.
4.2. Decreto Número 7-2011 del Congreso de la República
4.2.1 Antecedentes
La Reforma al Código Procesal Penal, a través del Decreto 7-2011 del
Congreso de la República, nace a raíz de la iniciativa de ley, propuesta por la Corte
Suprema de Justicia, a través del Acuerdo 34-2010 de la referida Corte, el cual
contiene el proyecto de ley “Reformas al Código Procesal Penal”, con el acuerdo en
mención, se dio inicio a través del procedimiento de formación y sanción de ley,
contemplado en la Constitución Política de la República de Guatemala; dicha
iniciativa fue conocida por el pleno del Congreso de la República, con fecha 21 de
78
79
septiembre de 2010, asignándosele a la Dirección Legislativa, como Iniciativa de Ley
Número 4273.
La exposición de motivos del Acuerdo Número 34-2010 de la Corte Suprema
de Justicia, establece que la presente iniciativa platean aspectos de urgente y
necesaria prioridad procesal destinados a:
1. Ampliar el acceso de la justicia a las víctimas y generar, así, condiciones para
la tutela judicial efectiva.
2. Fortalecer la acción penal a cargo del Ministerio Público y facilitar la
persecución y sanción de delitos.
3. Activar la judicatura de paz, para resolver las causas de delitos menos graves
mediante un procedimiento específico, así como verificar la efectiva respuesta
del Ministerio Público a los requerimientos de las víctimas.
4. Crear las condiciones objetivas, para que los requerimientos de la acción
penal tengan la debida respuesta judicial inmediata, con el objeto de visibilizar
la lucha contra la impunidad.96
Con la referida reforma, la Corte Suprema de Justicia, se propone, adecuar la
administración de justicia a la realidad de Guatemala, para permitir con un menor
costo, el desarrollo y fortalecimiento de los recursos económicos y humanos
existentes en el sector justicia.
Tal y como lo establece el primer Considerando del acuerdo 34-2010 de la
Corte Suprema de Justicia, que indica que: “El Código Procesal Penal, Decreto 51-92
del Congreso de la República, sentó las bases de un enjuiciamiento acusatorio
regido por principios constitucionales, por los acuerdos y tratados internacionales que
rigen el debido proceso, con el fin de resolver el conflicto penal de la forma más
justa; no obstante, la Corte Suprema de Justicia, con el objeto de obtener una
administración de justicia pronta y cumplida, consideró que era necesario efectuar
modificaciones al Código Procesal Penal, con el objetivo de ampliar el acceso de
96
Exposición de Motivo del Acuerdo 34-2010 de la Corte Suprema de Justicia.
80
justicia a las víctimas y generar, así condiciones para la tutela judicial efectiva; parte
de la reforma conllevó activar las judicaturas de paz, para resolver las causas de
delitos menos graves, mediante un procedimiento específico, así como verificar la
efectiva respuesta del Ministerio Publico, a los requerimientos de las víctimas”.97
La reforma al Código Procesal Penal, a través de este Decreto 7-2011 del
Congreso de la República, fue avalada por organizaciones de sociedad civil, grupos
de jueces, litigantes y operadores del sector justicia, así como entidades que
impulsan la justicia en el país, quienes enriquecieron la propuesta que formuló la
Corte Suprema de Justicia, a través de las diferentes opiniones emitidas.
De esa cuenta, el veintiuno de septiembre del año dos mil diez, el Pleno del
Congreso de la República, conoció y remitió a la Comisión Extraordinaria de Reforma
al Sector Justicia, la iniciativa que disponía aprobar las reformas al Decreto 51-92 del
Congreso de la República, Código Procesal Penal.
La Comisión Extraordinaria de Reformas al Sector Justicia, con el objetivo de
consolidar la propuesta de reforma, sostuvo reuniones y recibió las opiniones de las
siguientes instituciones relacionadas con el Sector Justicia:

Ministerio Público (MP)

La Procuraduría General de la Nación (PGN)

El Procurador de los Derechos Humanos (PDH)

La Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG)

El Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala (CANG)

La Asociación de Jueces y Magistrados (AJM)

La Fundación Sobrevivientes y la Fundaciones Madres Angustiadas, entre
otras.
Es preciso puntualizar, la necesidad de la iniciativa, tomando en cuenta lo
expuesto por la Corte Suprema de Justicia, siendo ésta, la de adecuar la
97
Primer considerado del Acuerdo 34-2010 de la Corte Suprema de Justicia.
81
administración de justicia a la realidad nacional, así como viabilizar al sujeto procesal
víctima, que tome parte activa dentro proceso, que sea tomada en cuenta dentro del
proceso, en virtud que anteriormente había sido relegada del proceso penal.
4.2.2 Consideraciones de la Comisión Extraordinaria de Reforma al
Sector Justicia
Dentro de las consideraciones generales que efectuó la Comisión, se encuentran
las siguientes:
1. La iniciativa se compone de 18 artículos, dentro de los cuales se incluye nueve
reformas, cinco artículos adicionados. uno de derogatorias expresas (en las
cuales se pretende derogar casi en su totalidad lo referente a la “reparación
privada”, un artículo transitorio especial que conlleva una reforma tácita a la
Ley de Competencia Penal en Procesos de Mayor Riesgo, Decreto Número
21-2009 del Congreso de la República y finalmente el artículo de la vigencia.
2. La Comisión estableció, la urgente necesidad que a la víctima del delito se le
otorgara participación dentro del proceso, de acuerdo a una tutela judicial
efectiva, principalmente, la de resguardar su derecho a ser informada de las
decisiones tomadas dentro del proceso; elimina la figura de actor civil; sin
embargo faculta a la víctima para objetar la desestimación, a ser informada,
conveniente y oportunamente de las decisiones fiscales y judiciales.
Derechos que se encuentran establecidos en la Declaración sobre los
principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y de abuso de
poder de las Naciones Unidas98,
la cual preceptúa que: “dentro de los
derechos de las víctimas se encuentran los siguientes: el de ser tratada con
respeto por su dignidad; a una pronta reparación del daño; a ser informada de
tales derechos; a recibir asistencia apropiada y a otorgarles seguridad contra
intimidaciones y represalias, así como facilitarles la conciliación”.
98
Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de Delitos y de abuso de Poder,
adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en su resolución 40/34 de 29 de noviembre 1985.
82
3. La Comisión consideró positivo, la incorporación de la figura de los “tribunales
unipersonales
de
sentencia”,
así
como
el
establecimiento
de
los
procedimientos para delitos flagrantes y procedimientos simplificados para
delitos cuya pena máxima de prisión no exceda de cinco años, a fin de poder
descongestionar el sistema de Justicia.
4. Otro aspecto importante es que, en la propuesta se habló de la víctima desde
el punto de vista doctrinario, estableciéndose que de acuerdo a estándares
internacionales, víctima no solamente se refiere a las personas que individual
o colectivamente, que hay
sufrido daños, inclusive lesiones físicas o
mentales, sufrimiento moral, pérdida financiera o menoscabo sustancial de los
derechos fundamentales, sino también a las consecuencias de acciones u
omisiones que violen la legislación penal vigente.
4.2.3 Consideraciones específicas del Acuerdo 7-2011
El artículo 1 del Acuerdo 7-2011, a través del cual se adicionó el artículo 5 del
Código Procesal Penal, establece que, “la víctima o el agraviado y el imputado como
sujetos procesales, tienen derecho a la tutela judicial efectiva. El procedimiento, por
la aplicación del principio del debido proceso, debe responder a las legítimas
pretensiones de ambos”.
Al respecto la Procuraduría General de la Nación, se pronunció, al acotar que con
la reforma de este artículo, se deja fuera como parte inherente a todo proceso “el
pronunciamiento de la sentencia”, alejándose de la Teoría General del Proceso,
demeritando en gran medida la relevancia, que para el proceso penal tiene la
sentencia.
La Bancada Guatemala, consideró que al finalizar el inciso primero del referido
artículo, se debe de incluir la frase “mediante el proceso en el cual se comprueba la
83
existencia del delito y se dicte sentencia condenatoria”.
Parte de esta frase se
encuentra en el artículo actual, considerando importante, que, sólo se puede
condenar a una persona por medio de un proceso que finalice en sentencia, de lo
contrario se está violando la disposición constitucional del debido proceso.
El Ministerio Público, al pronunciarse, únicamente lo hace en el sentido de los
derechos de las víctimas; consideró que con la reforma, se ha redefinido el proceso
penal para “la atención, perfección y reparación de los derechos de las víctimas”, ya
que el interés superior de la víctima, es el eje central, que guía la función de los
órganos estatales, especialmente el Ministerio Público como encargado de la acción
penal y persecución penal.
Por su parte la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala CICIG-, consideró que los derechos fundamentales de la víctima, como del imputado,
equivalen a “reglas de juego”, por lo que consideró que estos, no son fines propios
del proceso; argumentado además que la mediación penal, tampoco es un fin del
proceso, sino un mecanismo de evitación del mismo, por medio de una técnica
alternativa que resulta innecesaria.
Sin embargo la Comisión reconoció que la
víctima, debe tener una atención, protección y reparación efectiva.
El artículo 2 del Decreto 7-2011, reformó el artículo 43 del Código Procesal
Penal, el presente artículo modificó los juzgados que tienen competencia para juzgar
la materia penal, estableciendo la competencia en materia penal, de la siguiente
manera: 1) Jueces de Paz; 2) Jueces de Primera Instancia; 3) Jueces Unipersonales
de Sentencia; 4) Tribunales de Sentencia; 5) Jueces de Primera Instancia por
proceso de mayor riesgos; 6) Tribunales de Sentencia por procesos de mayor
riesgos; 7) Salas de la Corte de Apelación; y, 9) Jueces de Ejecución.
CICIG, considera que con esta reforma, se incrementa sustancialmente los
casos que deben ser juzgados por los Jueces Unipersonales. Las razones de la
reforma en ese sentido, se encuentran en los siguientes considerandos del Decreto
84
7-2011 del Congreso de la República de Guatemala: “…3) Activar la judicatura de
paz, para fortalecer la presencia de la justicia en todo el territorio nacional; 4)
Aumentar el número de sentencias judiciales para disminuir la impunidad, mediante
la racionalización de la estructura de los juzgados y tribunales de sentencia.”
Es evidente que con esta reforma se pretende descongestionar la laborar
jurisdiccional, incrementar el número de juzgadores (tribuales unipersonales)
confiriéndose además, competencia para juzgar a los jueces de paz penales.
Para CICIG, es preocupante que se pretenda implementar una nueva reforma
estructural, sin que haya tenido aplicación el Derecho 51-2002, en lo que concierne a
los jueces de paz de sentencia penal, o antes de verificar, si los mecanismos
precisos en la reforma 18-2010 son suficientes para descomprimir la labor de los
tribunales de sentencia.
El diseño de la reforma modificó la competencia de los juzgados y tribunales,
como ya se indicó, se distribuyó de la siguiente manera: 1) Jueces y Tribunales en
procesos de mayor riesgo, según lo regula el Decreto 21-2010 de la Corte Suprema
de Justicia; 2) Tribunales de Sentencia de la ciudad de Guatemala, funcionaran como
unipersonales en los procesos por delitos cuyas penas sean hasta quince años de
prisión, de conformidad con el acuerdo 19-2011 de la Corte Suprema de Justicia; 3)
Jueces de Paz, para el enjuiciamiento del procedimiento para los delitos menos
Graves, aplicándose este procedimiento para aquellos delitos, sancionados en el
Código Penal con pena máxima de cinco años de prisión; estableciendo la Corte
Suprema a través del acuerdo 26-2011, que la implementación de este
procedimiento, se hará de manera progresiva, iniciando en la circunscripciones
territoriales de la ciudad de Guatemala y el municipio de Mixco.
El artículo 3 del Decreto 7-2011 reformó el artículo 48 del Código Procesal
Penal, el cual se refiere a los jueces y tribunales de sentencia. Los tribunales de
sentencia, integrados con tres jueces de la misma sede judicial, conocerán el juicio y
85
pronunciaran la sentencia respectiva en delitos a que hace referencia el artículo 3 del
Decreto 21-2009 del Congreso de la República (que se refiere a la competencia para
resolver la calificación de casos de mayor riesgo), cuando el Fiscal General no
solicite el traslado de la causa a un tribunal o juzgado, para proceso de mayor riesgo,
los jueces que integran el tribunal de sentencia conocerán unipersonalmente de
todos los procesos, distintos a los de mayor riesgo y que no sean competencia del
tribunal colegiado.
La Asociación de Jueces y Magistrados, manifestó su descuerdo con la
creación de tribunales especiales, por el hecho que todos los jueces de sentencia y
en su calidad de contralores, se encuentran en riesgos sus vidas; considerando que
el riesgo debe diluirse es decir, que todos los tribunales y juzgados contralores
conozcan de todos los delitos.
El artículo 4 del Derecho 7-2011, adicionó el artículo 107 Bis del Código
Procesal Penal, el cual quedó en su redacción final así: “que los auxiliares fiscales
que sean abogados, pueden intervenir en todas las instancias del proceso penal sin
restricción alguna y sin acompañamiento del agente fiscal.”
El Ministerio Público consideró viable la reforma, toda vez que se aprovecharía
a los abogados que aún siendo auxiliares fiscales, puedan intervenir en todas las
instancias sin restricción alguna, ya que ello contribuiría a agilizar los procesos,
contribuyendo al principio de celeridad.
A través del artículo 5 del Decreto 7-2011, se adicionó el artículo 108 del
Código Procesal Penal, preceptúa: “En el ejercicio de su función y en el plazo no
mayor de quince días de recibida la denuncia, el Ministerio Público debe de informar
a la víctima de lo actuado y sobre la posible decisión a asumir. La víctima que no
sea informada en dicho plazo, puede acudir al juez de paz para que éste requiera en
la forma más expedita que, en cuarenta y ocho horas, el fiscal le informe sobre el
avance del proceso. Si del informe o ante la falta de éste, el Juez de Paz considera
86
insuficiente la preparación de la acción penal, ordenara al fiscal que dentro de un
plazo no mayor de treinta (30) días le informe de nuevos avances, o en su defecto
sobre las circunstancias que impiden que no pueda avanzar más en la investigación,
bajo apercibimiento de certificar al régimen disciplinario del Ministerio Público el
incumplimiento, construyendo falta grave.”
En relación a la reforma de este artículo, es conveniente señalar que, es
importante que la Ley prevea un mecanismo para hacer valer tales derechos, pero se
considera que las facultades que se le otorgan al juez de cualificar la investigación y
más aún de exigir resultados, afecta la autonomía del Ministerio Público. En efecto la
reforma apunta a operativizar la obligación ya existente en la ley, en torno a informar
a la víctima. Además se plantea un verdadero recurso de acceso a la información
del cual la víctima es titular. Esta innovadora medida, contiene empero resabios de
proceso inquisitivo en cuanto coloca al juez en situación de dirigir la investigación
penal, incluso mediante criterios subjetivos, como se aprecia de la lectura del párrafo
respectivo. “…el Juez de Paz considera insuficiente la preparación de la acción
penal, ordenará al fiscal resultados cualitativos…”.
En relación a este artículo, Ministerio Público, se pronunció, en el sentido que
previo a acudir al juez, se debe de agotar un procedimiento administrativo a través de
una queja ante el fiscal distrital o jefe de sección y que el plazo de veinte días se
amplíe a treinta días.
Con la reforma a este artículo, lo que se pretende, es que a víctima sea
informada, esto sólo puede hacerse si quien debe hacerlo sabe que hay una
consecuencia por su omisión; por lo que la inacción del fiscal amerita certificar al
régimen disciplinario del Ministerio Público.
El artículo 6 del Decreto 7-2011 adicionó el artículo 108 bis, el cual se faculta
al Ministerio Público a solicitar a los Juzgados de Paz que realicen las diligencias
reguladas en el artículo 552 Bis del Código Procesal Penal, con el objeto de cumplir
87
con lo establecido en la adición del último párrafo del artículo 108 del mismo cuerpo
legal.
Con la adición de este artículo al Código Procesal Penal, los Centros de
Mediación de la Unidad de Resolución Alterna de conflictos del Organismo Judicial,
juega un papel muy importante para la solución de conflictos, en virtud que podrán
practicar diligencias de mediación, en los casos que le sean requeridos por
el
Ministerio Público. Los acuerdos de mediación alcanzados ante estas instancias,
constituirán titulo ejecutivo, en su caso, sin necesidad de homologación.
A través del artículo 7 del Decreto 7-2011, se reformó el artículo 124 del
Código Procesal Penal, que establece que el derecho a la reparación digna, que
tiene derecho la víctima, comprende la restauración del derecho afectado por el
hecho ilícito, que inicia desde reconocer a la víctima con todas sus circunstancias
como sujeto de derecho, contra quien recayó la acción delictiva, hasta las
alternativas disponibles para su reincorporación social, a fin de disfrutar o hacer uso
lo más pronto posible del derecho afectado, en la medida que tal reparación sea
humanamente posible y, en su caso, la indemnización de los daños y perjuicios
derivados de la comisión del delito.
Con esta reforma se considera que se amplía el acceso de justicia a las
víctimas y genera, así, condiciones para la tutela judicial efectiva.
La reforma establece el procedimiento para poder ejercer la acción de
reparación digna, la cual podrá ejercitarse dentro del mismo proceso penal, una vez
dictada la sentencia condenatoria, cuando exista víctima determinada; en el relato de
la sentencia se convocará a los sujetos procesales y a la víctima o agraviado a la
audiencia de reparación digna, la cual se llevará a cabo al tercer día de emitida la
sentencia.
88
En la referida audiencia se deberá acreditar el monto de la indemnización, la
restitución y en su caso, los daños y perjuicios; la declaración de responsabilidad civil
será ejecutable cuando la sentencia condenatoria quede firme; no obstante en caso
de que la acción reparadora no se hubiese ejercido dentro del proceso penal, queda
a salvo el derecho de la víctima o agraviado a ejercer la acción civil.
En relación a esta reforma la Procuraduría General de la Nación, es de la
opinión que en el primer párrafo de este artículo, se le agregara una definición de los
alcances de la reparación. En relación a la posterior audiencia de reparación que
plantea la reforma, la PGN manifestó que la misma “resulta innecesaria, pues los
montos de la pretensión, son fijados por la víctima en las conclusiones del debate”.
El Ministerio Público por su parte opinó que “No constituye un avance en la
forma en que se encuentra actualmente redactado el artículo, aún cuando se
establece que se dicte la responsabilidad civil dentro del tercer día, de haber dictada
sentencia condenatoria. Lo más apropiado es mantener el sistema actual, pero con
algunas modificaciones que faciliten el ejercicio de la acción civil en el proceso
penal”.
Por su parte CICIG, se manifiesta al indicar que el punto fundamental de la
reforma al establecer que “la acción civil se entable una vez finalizado el proceso
penal…En el juicio y, consiguiente, en la sentencia, deben de ventilarse
conjuntamente la acción penal y civil, pues son inseparables, salvo que el
perjudicado haya renunciado expresamente al ejercicio de la acción. De lo contrario,
se puede ocasionar victimización secundaria, dado que la víctima tendría que seguir
dos procedimientos, el penal y el civil”; el objetivo primordial del artículo, es que la
víctima tenga la oportunidad, sin haberse constituido como querellante dentro del
proceso, ejercitar la acción civil en la audiencia de reparación digna, una vez haya
sido condenado el procesado.
89
Con la referida reforma se otorga nuevas funciones a los Jueces de Ejecución
Penal, al delegar en ellos la obligación de ser quienes requieran el pago y decretar
medidas cautelares.
Al respecto la Asociación de Jueces y Magistrados, se pronunció en el sentido
que con esta propuesta se está incrementando el trabajo de los Jueces de Ejecución,
para que requieran el pago, dentro del mismo procedimiento se les faculta, para
dictar medida cautelares de aseguramiento de los bienes, que sean suficientes para
cubrir el monto de la reparación, hasta el cumplimiento efectivo; si lo que se pretende
es acelerar el proceso de ejecución en la vía civil, no es a través de mezclar la
competencia civil y penal en esta materia.
Esto último se ve refrendado, por lo manifestado por la Procuraduría General
de la Nación, al indicar que la reforma, no es suficiente ni garantiza los derechos
procesales de aseguramiento de bienes que pueda intentar la víctima desde el inicio
del procedimiento, para garantizar las resultas del proceso y garantizarse una
efectiva repación.
A raíz de lo cual fue necesario modificar el numeral 4 del referido artículo, a fin
que las medidas cautelares puedan ser solicitadas y decretadas incluso antes de
llegar a realizar la audiencia de reparación digna. Y en relación a la mezcla entre lo
civil y lo penal, se eliminó la cuestión del requerimiento de pago, porque se entiende
que ello, es facultad que atañe a un juez de ejecución civil.
El artículo 8 del Decreto 7-2011, reformó el artículo 310 del Código Procesal
Penal, el cual se refiere a la Desestimación, faculta al Ministerio Público a desestimar
en sede fiscal, dentro de los veinte días siguientes de presentada la denuncia,
querella o prevención policial, cuando el hecho denunciado no es constitutivo delito o
no se pueda proceder, debiendo notificar al denunciante o agraviado, la decisión
tomada, quien tendrá la oportunidad dentro de los diez días siguientes de notificada
la decisión de objetar la decisión ante el juez competente, si el juez considera que la
90
persecución penal debe continuar, ordenará al Ministerio Publico realizar la misma.
En los casos de que se trate de delitos cuya pena máxima supera los cinco años de
prisión, el fiscal deberá requerir autorización judicial para desestimar.
Respecto a esta reforma, la Bancada Guatemala, se pronunció en el sentido
de que la medida es muy buena, en virtud que faculta al Ministerio Público a
desestimar en sede fiscal aquellos casos que no se han constitutivos de delitos o
bien no se pueda proceder, sin embargo el plazo que se le da al Ministerio Público
para desestimar no se ajusta a la realidad, ya que existe un procedimiento interno
para designar a los fiscales los expedientes, además la carga de trabajo es fuerte,
por lo que el plazo de veinte días es muy corto y no podrá hacerse una buena
investigación para determinar a través de la misma si el hecho denunciado constituye
o no delito.
CICIG ve positivo que la decisión de desestimar, pueda establecerse sin
controles como regla general. En ese sentido, señala el artículo propuesto en su
segundo párrafo que: “Los casos en que no se encuentre individualizada la víctima, o
cuando se trate de delitos graves, el fiscal deberá requerir autorización judicial para
desestimar.”
De esa cuenta el Ministerio Público podrá desestimar en sede fiscal, aquellos
casos en que el delito denunciado no supere los cinco años de prisión, constituyendo
éstos delitos menos graves, y aquellos que superen la pena de prisión de cinco años,
considerados como delitos graves, el fiscal requerirá autorización al Órgano
Jurisdiccional competente, para poder desestimarlos.
Con la reforma se descongestiona la labor del Ministerio Público, toda vez que
a través de la desestimación en sede fiscal, le da salida procesal a aquellos casos
que no son de impacto social o trascendencia social, o bien desestimar aquellos
casos que no constituyen delito o que por alguna circunstancia no se puede
proceder.
91
El artículo 9 del Derecho 7-2011 reformó el artículo 344 del Código Procesal
Penal, que se refiera a la citación a juicio, el cual establece que al dictar el auto que
admita o rechace la prueba, previa coordinación con el tribunal de sentencia, el juez
señalará día y hora para el inicio de la audiencia de juicio, la cual debe de realizarse
en un plazo no menor de diez días ni mayor de quince. Dentro de los cinco días de
fijando la audiencia de juicio, cualquiera de los sujetos procesales puede solicitar
audiencia para recusar a uno o más jueces del tribunal, la que deberá realizarse
dentro de los tres días siguientes a la solicitud.
La Comisión Extraordinaria de Reformas al Sector Justicia, consideró que la
calificación de prueba, por parte del Juez Contralor de la investigación, se viola el
principio de juez natural del cual está investido el proceso penal, ya que el Juez
Contralor ha tenido conocimiento de la investigación.
La Comisión también
consideró que es difícil la coordinación, para fijar fecha de debate entre el Juez
Contralor y el Tribunal de Sentencia.
A través de la reforma de este artículo lo que se pretende, es que
obligadamente se señale fecha de debate, para que las partes obtengan una justicia
pronta y cumplida, evitando ocasionar retardo en los proceso.
Esta reforma además concede a los sujetos procesales, la facultad para
recusar a uno o varios jueces del tribunal, para lo cual deberá solicitarse audiencia, la
cual deberá llevarse a cabo en un plazo de tres días, de igual forma si alguno de los
Jueces del Tribunal tuviese un motivo para excusarse de conocer el proceso.
El artículo 10 del Decreto 7-2011, reformó el artículo 368 del Código Procesal
Penal, en cual se refiere que al inicio del debate oral y público, el presidente
verificará la presencia del Ministerio Público, del acusado y su defensor, de la víctima
o agraviado y de las demás partes que hubiesen sido admitidas; así como la de los
92
testigos, peritos o interpretes que deben tomar parte del debate. El presidente del
Tribunal declarara abierto el debate y previo advertencia al acusado, concederá la
palabra, en su orden, a la parte acusadora y defensa para que presenten sus
alegatos de apertura.
Anteriormente a la reforma, en el debate oral y público, el presidente del
tribunal no verificaba la presencia de la víctima o agraviado, porque la misma era
relegada del proceso, por el contrario con la reforma
la víctima o agraviado es
considerado como sujeto procesal, se constituya o no como querellante adhesivo,
concediéndole el derecho a la reparación digna, como consecuencia del delito.
Otro de los logros importantes obtenidos con esta reforma, es que ya no se da
lectura a la acusación y el auto de apertura a juicio, sino se le otorga la palabra en su
orden a la parte acusadora y defensa, para que presenten sus alegatos de apertura.
El artículo 11 del Decreto 7-2011 reformó el artículo 378 del Código Procesal
Penal, el cual se refiere al examen de testigos y peritos, anterior a la reforma, el
presidente del tribunal le otorgaba la palabra al testigo o perito para que informara
todo lo que sabía acerca del hecho, al finalizar el relato o si el testigo no tuviese
ningún relato que hacer, el presidente concedía la palabra a la parte que lo propuso
para el interrogatorio.
Ahora bien, con la reforma se elimina la prohibición de realizar preguntas
sugestivas y se omite la libre declaración del testigo o perito, ya que de una vez el
testigo o perito es interrogado, primeramente por la parte que lo propuso y
posteriormente por los demás sujetos procesales.
93
Además con la referida reforma se suprime la protesta legal de los testigos y
peritos, a lo cual la Procuraduría General de la Nación, se manifestó que la protesta
legal, es una garantía para el debido proceso.
El artículo 12 de Decreto 7-2011, se adicionó el artículo 465 Bis del Código
Procesal Penal, con el cual se establece el procedimiento simplificado, cuando el
fiscal lo solicite, se llevará a cabo este procedimiento especial, aplicable a los casos
iniciados por flagrancias, por citación o bien por orden de aprehensión; por medio de
este procedimiento se obvia la Etapa Preparatoria, rigiendo, las normas procesales
generales, las especificas siguientes:
1. Diligencias previas a la audiencia:
a. Requerimiento oral del fiscal de la aplicación del procedimiento
simplificado;
b. Informar al acusado de la imputación de cargos formulada por el fiscal, y
de los elementos de investigación con que cuenta hasta el momento;
c. Tiempo suficiente para preparar la defensa;
d. Comunicación previa a la víctima o agraviado de la decisión fiscal y de la
audiencia a realizarse.
2. Diligencias propias de la audiencia:
a. Identificación previa del imputado, como lo establece el artículo 81 del
Código Procesal Penal;
b. Imputación de cargos por parte del fiscal, argumentando y fundamentando
su requerimiento de llevar a juicio al imputado, haciendo referencia del
hecho verificable y los órganos de prueba con los que pretender
acreditarlos en juicio;
c. Intervención del imputado para que ejerza su defensa material;
d. Intervención de la defensa y del querellante para que argumenten y
fundadamente su pretensión basada en su teoría del caso;
94
e. Intervención del querellante adhesivo, actor civil, víctima o agraviado, para
que se manifieste sobre las intervenciones anteriores.
El artículo 13 del Decreto 7-2011, adicionó el artículo 465 Ter, el cual el cual
establece el procedimiento para delitos menos graves, el que será analizado en el
capítulo quinto, objeto de investigación, del presente trabajo de tesis.
95
CAPÍTULO V
EL PROCEDIMIENTO PARA DELITOS MENOS GRAVES
5.1 Procedimiento para Delitos Menos Graves
El artículo 13 del Decreto 7-2011 del Congreso del República, adicionó el artículo
465 Ter del Código Procesal Penal, a través del cual se establece el procedimiento
para delitos menos graves, cuyo objetivo es activar la Judicatura de Paz, para
resolver las causas de delitos que son considerados menos graves mediante un
procedimiento específico.
El procedimiento para delitos menos graves, constituye un procedimiento
especial, que aplica para el juzgamiento de delitos sancionados con pena máxima de
cinco años de prisión, los cuales se regulan en el Código Penal, no así los regulados
en Leyes Especiales.
El artículo 465 Ter del Código Procesal Penal, preceptúa: “El procedimiento para
delitos menos graves constituye un procedimiento especial que se aplica para el
juzgamiento de delitos sancionados en el Código Penal con pena máxima de cinco
años de prisión, para este procedimiento son competentes los Jueces de Paz, y se
rige, aparte de las normas procesales generales, por las especiales siguientes:
1. Inicio del proceso: el proceso da inicio con la presentación de la acusación
fiscal o querella de la víctima;
2. Audiencia de conocimiento de cargos: esta audiencia debe de realizarse
dentro de los diez días de presentada la acusación o querella, convocando al
ofendido, acusador, imputado y su abogado defensor, desarrollándose de la
siguientes manera:
a) En la audiencia, el Juez de Paz concederá la palabra en su orden, al fiscal
o, según el caso a la víctima para que argumenten y fundamente su
requerimiento; luego al acusado y a su defensor para que ejerzan el control
sobre el requerimiento.
95
96
b) Oídos los intervinientes, el Juez de Paz puede decidir:
I) Abrir a juicio penal el caso, de establecerse los hechos concretos de la
imputación; II) Desestimar la causa, por no poder proceder, no constituir
delito o no tener la probabilidad de participación del imputado en el mismo.
c) Si abre a juicio, concederá nuevamente la palabra a los intervinientes a
excepción a la defensa, para que en su orden ofrezcan prueba lícita, legal,
pertinente o idónea a ser reproducida en el debate, asegurando el
contradictorio para proveer el control de la imputación probatoria.
Seguidamente el juez decidirá sobre la admisión o rechazo de la prueba
ofrecida, señalando la fecha y hora del debate oral y público, el que debe
realizarse dentro de la prueba.
d) Las pruebas de la defensa, cuando así se pida en la audiencia, serán
comunicadas al Juzgado por lo menos cinco días antes del juicio donde
serán puestas a disposición del fiscal o querellante.
e) A solicitud de uno de los sujetos procesales podrá ordenar al Juez de Paz
más cercano que se practique una diligencia de prueba anticipada para ser
valorada en el debate.
3) Audiencia de Debate: los sujetos procesales deben comparecer con sus
respectivos medios de prueba al debate oral y público, mismo que se rigen por
las disposiciones siguientes:
a) Identificación de la causa y advertencias preliminares por parte del Juez de
Paz.
b) Alegatos de apertura de cada uno de los intervinientes al debate.
c) Reproducción de prueba mediante el examen directo y contra-examen de
testigos y peritos, incorporando a través de ellos la prueba documental.
d) Alegatos finales de cada uno de los intervinientes al debate.
e) Pronunciamiento relatado de la sentencia, inmediatamente de vertidos los
alegados finales, en forma oral en la propia audiencia.
En todos los casos, cuando se trate de conflictos entre particulares, el
Ministerio Público puede convertir la acción penal pública en privada.”
97
En la práctica según la investigación de campo realizada se estableció que en el
Juzgado Primero Pluripersonal de Paz Penal del municipio de Guatemala, en
muchos de los Procedimientos para delitos menos graves, se les aplica a los
sindicados la medida desjudicializadora de Criterio de Oportunidad, una vez se
cumplan con los presupuestos establecidos en el artículo 25 del Código Procesal
Penal, de conformidad con lo que establece el artículo 44 literal h) del Código
Procesal Penal en cuanto a las atribuciones de los Jueces de Paz.
5.2 Consideraciones sobre el procedimiento para delitos menos
graves
El procedimiento para delitos menos graves, inicia con la acusación presentada
por el Ministerio Público o querella presentada por la víctima o agraviado, siempre
que se trate de un delito cuya pena no supere los cinco años de prisión y que el
mismo se encuentra tipificado en el Código Penal, no así en Leyes Especiales, en
virtud que taxativamente el artículo 465 Ter, así lo establece.
Posteriormente de haber presentado la acusación por parte del Ministerio Público
o querella presentada por la víctima o le agraviado, el Juez de Paz señala audiencia
de conocimiento de cargos, la cual debe de realizarse dentro de los diez días de
haber formulado la acusación o querella; a la referida audiencia son convocados el
ofendido, el acusador, el imputado y su abogado defensor.
En la audiencia de conocimiento de cargos, el Juez de Paz concederá la palabra
al fiscal, a la víctima o agraviado para que argumenten su requerimiento, luego al
acusado y a su defensor para que ejerzan control sobre el requerimiento.
Una vez escuchados a los intervinientes, el juez dicta resolución abriendo a juicio
o desestimando la causa por no poder proceder, no constituir delito o no tener la
98
probabilidad de participación del imputado en el mismo; se entiende que en la
audiencia de conocimiento de cargos, la defensa puede ejercer el control sobre el
requerimiento del ente acusador y solicitar, si así lo considera la desestimación, sin
embargo, es el juez quien resuelve luego de oír a las partes.
Al hacer referencia a la desestimación, es importante establecer que en el
proceso penal común, ésta no podría constituirse en una forma de finalización del
proceso, en el entendido que la desestimación supone la posibilidad de una nueva
persecución penal, sin embargo, por tratarse de un procedimiento especial, el juez
decide en la audiencia, si procede abrir a juicio o bien desestimar, en caso de
concurrir los presupuesto para tal efecto.
Si el Juez de Paz resuelve abrir a juicio, concede nuevamente la palabra a los
intervinientes, a excepción de la defensa, para que en su orden ofrezcan prueba
licita, legal, pertinente e idónea a ser producida en el debate, prueba licita obtenida
por un procedimiento señalado en la ley; prueba legal los medios de prueba que
señala el Código Procesal Penal y pertinente e idónea la adecuada para demostrar
los hechos.
En la referida audiencia, el Juez de Paz decidirá sobre la admisión o rechazo de
la prueba ofrecida; posteriormente de haber admitido la prueba, señala fecha y hora
para el inicio del debate oral y público, el debe de realizarse dentro de los veinte días
siguientes a la audiencia en que se admite la prueba.
La defensa puede presentar sus medios de prueba por lo menos cinco días antes
del debate.
En la audiencia de debate los sujetos procesales deben comparecer con sus
respectivos medios de prueba, mismo que se rige por las disposiciones siguientes:
a. El Juez de Paz hace la respectiva Identificación de la causa y
advertencias preliminares.
las
99
b. Cada uno de los intervinientes al debate, realiza sus respectivos alegatos de
apertura.
c. La prueba es reproducida mediante el examen directo y contra-examen de
testigos y peritos, incorporando a través de ellos la prueba documental y
material.
d. Al finalizar el diligenciamiento de la prueba, se procede a realizar los alegatos
finales de las partes.
e. Luego de concluido el debate, el juez de paz procede al pronunciamiento
relatado de la sentencia.
Existe error en la interpretación del artículo 466 del Código Procesal Penal, en
virtud que se ha tomado como referencia para impugnar en apelación, las sentencias
dictadas dentro el procedimiento para delitos menos graves, por lo que debe
aclararse que dicho artículo se refiere a la apelación de la sentencia del
procedimiento abreviado toda vez que dicho artículo no fue reformado por el decreto
7-2011 del Congreso de la República.
Al no establecerse como debe seguirse la segunda instancia en el procedimiento
para delitos menos graves, la Corte Suprema de Justicia mediante el acuerdo
número 26-2011, pretende subsanar dicho vació legal y le da vida al recurso de
apelación para el procedimiento de delitos menos graves y designa a la Sala Primera
de la Corte de Apelaciones
del Ramo Penal, Narcoactividad y delitos contra el
Ambiente de Guatemala; Acuerdo que será analizado en el presente trabajo de
investigación.
5.3 Aspectos positivos del procedimiento para delitos menos
graves

Permite aminorar el exceso de trabajo de Jueces de Primera Instancia Penal,
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente y Tribunales de Sentencia Penal,
100
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente; al trasladar la competencia a los
Jueces de Paz, el juzgamiento de los delitos menos graves, a través del
procedimiento especial, establecido en el artículo 465 Ter del Código Procesal
Penal.

Según datos estadísticos del Centro Nacional de Análisis y Documentación del
Organismo Judicial (Cenadoj), el Juzgado Primero Pluripersonal de Paz Penal
de Guatemala, del 1 de septiembre del 2011 al 12 de febrero del 2013, celebró
4 mil 289 audiencias.

En el procedimiento para delitos menos graves, se produce la celeridad
procesal, toda vez que, se acorta el proceso, al presentarse la acusación por
parte del Ministerio Público, obviando la etapa de investigación, lo cual
obedece a uno de los objetivos del Decreto 7-2011 que consiste en ofrecer
una justicia pronta y cumplida, ya que hace una separación de los delitos,
considerando menos graves, aquellos delitos cuya pena máxima de prisión es
de cinco años y establece un procedimiento más ágil, dejando los delitos
considerados graves a las judicaturas de Primera Instancia.
5.4 Aspectos negativos del procedimiento para delitos menos
graves

Vulneración al principio de igualdad contenido en la Constitución Política de la
República de Guatemala, ya que el procedimiento permite que en la audiencia
de conocimiento de cargos al Ministerio Público ofrezca prueba, mientras que
al sindicado no se le concede esa oportunidad, sino que puede ofrecerlas
únicamente cinco días antes del inicio del debate, es decir luego de haberse
dictado la apertura a juicio.
101

No se regula impugnación, en virtud que el artículo 466 del Código Procesal
Penal, regula el recurso de apelación, pero este medio de impugnación es
para las sentencias dictadas en procedimiento abreviado.

Retroceso en cuanto a los principios que inspiran un proceso penal de corte
acusatorio en el que las fases de decisión con respecto a la procedencia de la
acusación y la sentencia deben ser dictadas por jueces distintos.
5.5 El principio de juez natural en el procedimiento para delitos
menos graves:
El principio de juez natural establece que ningún ciudadano debe ser juzgado
por comisiones o tribunales especiales o sea llevado ante jueces distintos a los
llamados a conocer de conformidad con la ley, asimismo, Par Usen afirma que
“ningún ciudadano puede ser sometido a un proceso penal ante un tribunal o
comisión secreta o especial, sin que tenga la investidura y potestad jurisdiccional, por
cuanto se estaría frente a un juez inexistente, por cuanto no estaría conocido
jurídicamente por la Constitución de la República.”99
El principio pretende evitar que sectores de poder creen o elijan un tribunal
específico para juzgar a un ciudadano o ciudadanos determinados, lo que significaría
clara persecución política. En Guatemala la norma que contiene el principio de juez
natural tiene rango Constitucional. El artículo 12 de la ley
fundamental declara:
“Nadie podrá ser condenado, ni privado de sus derechos, sin haber sido citado, oído
y vencido en proceso legal ante juez o tribunal competente y preestablecido. Ninguna
persona puede ser juzgada por tribunales especiales o secretos, ni por
procedimientos que no estén establecidos legalmente.”
El principio de juez natural también está establecido en el artículo 7 del Código
Procesal Penal, cuyo último párrafo establece que nadie puede ser juzgado,
condenado, penado o sometido a medida de seguridad o corrección, sino por
tribunales designados por la ley antes del hecho de la causa.
99
Ob. Cit, Pag. 90
Está además
102
reconocido por diversos instrumentos de Derecho Internacional, de los que
Guatemala es parte. La Convención Americana sobre Derechos Humanos, en el
artículo 8, declara que toda persona tiene derecho a ser juzgada por un tribunal
“…establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación
penal formulada contra ella.” La Declaración Americana de los Derechos y Deberes
del Hombre, en el artículo XXVI, señala, “Toda persona acusada de delito tiene
derecho ser oída en forma imparcial y pública, a ser juzgado por tribunales
anteriormente establecidos de acuerdo con leyes preexistente”.
La norma constitucional contiene tres supuestos de situaciones, en que el
principio puede verse vulnerado.
En primer plano, al excluir o prohibir el
establecimiento de tribunales ad hoc, que generalmente son creados especialmente
para el caso o según la persona a juzgada.100 Está excluida la posibilidad de ser
juzgado por tribunales creados con posterioridad al hecho objeto de investigación o
juicio. Se proscribe, además la manipulación de las normas de competencia con el
objeto de sacar o incluir a un imputado determinado en el fuero del juez que le
protege o a juzgarlo, suprimiéndose además la posibilidad de variar los
procedimientos legales que persigan este mismo fin.
Sobre los alcances del principio de juez natural, Par Usen, agrega que otro
elemento que resulta de la norma citada sería, en primer término, que la organización
judicial debe ser regulada por la ley (en sentido formal); es decir que el poder
ejecutivo no puede crear tribunales o dictar normas de competencia…y concluye…,
en segundo lugar, que la Constitución prohíbe la intervención de jueces o comisiones
especiales designados ex post facto para juzgar un hecho o juzgar a una persona
determinada.
De modo que, con una formulación positiva, exige que la función
jurisdiccional sea ejercita por los magistrados instituidos previamente por la ley para
juzgar una clase de asuntos o una categoría de personas.
100
Maier, Julio. Derecho Procesal Penal. Pág. 764.
103
El principio de juez natural determina, positivamente, que el único tribunal
competente para el juicio es aquél designado como tal por la ley vigente al momento
en que se comete el hecho punible objeto de procedimiento; en según término,
cancela el efecto retroactivo que se pudiera pensar o que el legislador pudiera
atribuirle a una ley de competencia.
A criterio de quien escribe, las sentencias emitidas por los jueces de paz, en el
procedimiento para delitos menos graves, al momento de ser apeladas, deben de ser
conocidas por un Juez de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el
Ambiente, en virtud que dicho juez es el superior jerárquico de un Juez de Paz, de
esa cuenta la Corte de Suprema de Justicia, al designar a la Sala Primera de la Corte
de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, para
conocer en segunda instancia el procedimiento para los delitos menos graves,
delegando competencia a la referida Sala, no obstante esa competencia ya se
encuentra delegada por ley, a los Jueces de Primera Instancia, Narcoactividad y
Delitos Contra el Ambiente, quienes conocen las resoluciones emitidas por los
Jueces de Paz.
Es importante resaltar que el procedimiento para delitos menos graves, tiene
similitudes con el procedimiento para juzgar las faltas, los delitos contra la seguridad
de tránsito y todos aquellos cuya sanción sea multa, siendo competentes para su
juzgamiento los jueces de paz, de conformidad con el artículo 488 del Código
Procesal Penal, al emitir el juez de paz sentencia en estos procedimientos, contra
esa sentencia procede el Recurso de Apelación, y de conformidad con el artículo 491
del Código Procesal Penal, el competente para conocer el recurso, es el Juez de
Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, por lo que se
considera que en el procedimiento para delitos menos graves, el competente para
conocer la segunda instancia, serían los Jueces de Primera Instancia, Penal,
Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente y no la Sala Primera de la Corte de
Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, porque
entonces se estaría violando el principio de juez natural.
104
5.6 Características del procedimiento para delitos menos graves

Es un mecanismo de celeridad y de simplificación del procedimiento
común.

Es procedimiento especial.

Se aplica a delitos cuya pena máxima de prisión es de cinco años, excepto
los contemplados en leyes especiales.

La competencia territorial está designada por la Corte Suprema de Justicia,
no se aplica en todo el territorio nacional, únicamente en el municipio de
Guatemala, Mixco y Villa Nueva.

Un mismo juez conoce todas las etapas del procedimiento, hasta dictar
sentencia.
5.7 Acuerdo Interinstitucional para la determinación gradual de la
circunscripción territorial para la aplicación del procedimiento para
delitos menos graves
Las reformas al Código Procesal Penal contenida en el Decreto Número 7-2011
del Congreso de la República, permiten el ejercicio de una acción oportuna y
aplicación inmediata de administración de justicia, atendiendo como principio
fundamental el acceso de justicia a la víctima, en condiciones de igualdad, mediante
un proceso judicial sin dilaciones.
Con el objeto de implementar progresivamente el procedimiento para delitos
menos graves, la Corte Suprema de Justicia, el Ministerio Público y el Instituto de la
Defensa Pública Penal, a través de acuerdos interinstitucionales, determinaron
establecer gradualmente, la circunscripción territorial para conocer el procedimiento
105
para delitos menos graves; en tal sentido establecieron, que se implementará este
procedimiento de la siguiente manera:101
Primera Fase: Esta fase dio inicio el uno de agosto de dos mil once en las siguientes
circunscripciones territoriales:
1) En la ciudad de Guatemala de la siguiente manera:
a) En el Juzgado de Paz Penal de Faltas de Turno, quien conocerá los casos de
detención de flagrancias; pudiendo igual manera recibir acusación del fiscal o
querella de la víctima o el agraviado.
b) En dos juzgados de paz penal de la ciudad capital, designados por la Corte
Suprema de Justicia, quienes tendrán a su cargo todo el procedimiento de
delitos menos graves.
2) En el municipio de Mixco, para lo cual la Corte Suprema de Justicia, asignó la
competencia correspondiente al Juzgado de Paz Penal de Mixco.
Segunda Fase: Esta fase dio inicio el uno de febrero de dos mil doce, en la
circunscripción territorial del municipio de Villa Nueva.
Transcurrido cinco meses posteriores, al inicio de la segunda fase, las
instituciones firmantes, mediante los acuerdos correspondientes definirán las
circunscripciones territoriales, donde continuara el proceso de aplicación progresiva
del procedimiento para delitos menos graves.
La Corte Suprema de Justicia se comprometió a:
I)
Emitir el acuerdo correspondiente para que los Jueces de Paz que sean
designados, pueden aplicar el procedimiento para los delitos menos
graves.
101
Acuerdo Interinstitucional para determinar gradualmente de la circunscripción territorial de aplicación de los
procedimientos para los delitos menos graves por los juzgados de paz de conformidad con la reforma al Código
Procesal Penal, contenida en el Decreto Número 7-2011 del Congreso de la República de Guatemala.
106
II)
A dotar del recurso humano y material necesario, para el adecuado
funcionamiento de los juzgados de paz en donde se implementaran las
reformas.
III)
Monitorear el desempeño y funcionamiento de los juzgados.
IV)
Girar las instrucciones institucionales necesarias para el funcionamiento
operativo, el monitoreo y gestión de los casos generados.
5.8 Acuerdo 26-2011 emitido por la Corte Suprema de Justicia
La Corte Suprema de Justicia, derivado de los compromisos adquiridos, el 24 de
agosto de 2011, emitió el acuerdo número 26-2011, por medio del cual designa al
Juzgado de Paz Penal de Turno y los Juzgados Primero y Quinto de la ciudad de
Guatemala, así como el Juzgado de Paz Penal del municipio de Mixco del
departamento de Guatemala, competentes para la aplicación del procedimiento para
delitos menos graves.
A través del referido Acuerdo, la Corte Suprema de Justicia, designó a la Sala
Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos contra
el Ambiente del departamento de Guatemala, competente para conocer el recursos
de apelación interpuesto, contra las resoluciones dictadas por los Jueces de Paz que
pongan fin al proceso o en los que se decrete prisión preventiva en el procedimiento
para delitos menos graves. Como anteriormente se puntualizó, se considera que al
designar la Corte Supresa de Justicia, a la Sala Primera de la Corte de Apelaciones
del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente, se altera la jerarquía
jurisdiccional, toda vez que el superior jerárquico del Juez de Paz, sería el Juez de
Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente.
Posteriormente la Corte Suprema de Justicia emitió el acuerdo número 292011, en el cual se establece como delitos menos graves: aquellos cuya pena
máxima de prisión sea de hasta cinco años, regulados en el Código Penal y leyes
especiales, siempre y cuando no se tenga competencia especializada para lo cual se
ha creado órgano jurisdiccional específicos.
107
A través del Acuerdo Número 58-2012, la Corte de Suprema de Justicia,
procede a la creación del Juzgado Primero Pluripersonal de Paz Penal del municipio
y Departamento de Guatemala, creación que resultó de la fusión de los Juzgados
Primero y Quinto de Paz Penal del municipio y departamento de Guatemala.
El Juzgado Primero Pluripersonal de Paz Penal, además de mantener la
competencia de los juzgados que se fusionaron, establecidas en los acuerdos que
los crearon, conocerá del procedimiento para delitos menos graves de las causas
generadas en la ciudad capital de Guatemala.
El artículo 8 del referido acuerdo, nuevamente se establece que el recurso
contra las resoluciones emitidas en el procedimientos para delitos menos graves
dictadas por el Juzgado Primero Pluripersonal de Paz Penal, serán conocido por la
Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos
Contra el Ambiente. Los recursos interpuestos en las demás causas, contra las
resoluciones emitidas por el Juzgado Primero Pluripersonal de Paz Penal, serán
conocidos por los Juzgados de Primera Instancia del Ramo Penal, Narcoactividad y
Delitos contra el Ambiente, que asigne el Centro Administrativo de Gestión Penal,
conforme a las reglas de competencia previamente establecidas por la Corte
Suprema de Justicia.
A criterio de quien escribe quien debe de conocer el recurso de apelación
planteado en contra de las sentencias que emitan por los Jueces de Paz, en el
procedimiento para delitos menos graves, debería ser conocido por los Jueces de
Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente, y no de la Sala
Primera de la Corte de Apelación del Ramo Penal, Narcoactividad y Delito contra el
Ambiente, porque según la Ley del Organismo Judicial en el artículo 58 establece
“Jurisdicción.
La jurisdicción es única.
Para su ejercicio se distribuye en los
siguientes órganos: a) Corte Suprema de Justicia y sus Cámaras; b) Corte de
Apelaciones; c) Sala de la Niñez y Adolescencia; d) Tribunal de lo Contencioso-
108
Administrativo; e) Tribunal de Segunda Instancia de Cuentas; f) Juzgado de Primera
Instancias; g) Juzgados de la Niñez y Adolescencia y de Adolescentes en Conflicto
con la Ley Penal y Juzgado de Control de Ejecución de Medidas; h) Juzgados de
Paz, o menores; i) Los demás que establezca la ley., derivado de la jerarquía que
existe dentro de los juzgados, en el presente caso, el superior jerárquico de un Juez
de Paz, es el Juez de Primera Instancia, Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el
Ambiente, competente de conformidad con la ley, para conocer las resoluciones
emitidas por los Jueces de Paz, por lo que al designar la Corte Suprema de Justicia a
la Sala Primera de la Corte de Apelación del Ramo Penal, Narcoactividad y Delitos
Contra el Ambiente, competente para conocer el recurso de apelación planteado en
contra de las sentencias emitidas dentro del procedimiento para delitos menos
graves, se alterando la competencia, establecida en la ley procesal.
A través del Acuerdo 32-2013, la Corte Suprema de Justicia, acordó fusionar el
Juzgado Sexto de Paz Penal del municipio y departamento de Guatemala al Juzgado
Primero Pluripersonal de Paz Penal del municipio de Guatemala y departamento de
Guatemala, al referido juzgado se le agrega la competencia del Juzgado Sexto de
Paz Penal del municipio y departamento de Guatemala. Según la investigación de
campo realizada en el Juzgado Primero Pluripersonal de Paz Penal del municipio y
departamento de Guatemala, se programan aproximadamente sesenta audiencias
diarias de diferentes procedimientos, lo que ha contribuido a descongestionar el
sistema de justicia.
5.9 Compromisos adquiridos por el Ministerio Público y la Defensa
Pública Penal, para la implementación del procedimiento para
delitos menos graves
5.9.1 Ministerio Público:
I)
Se comprometió a organizar las fiscalías que desarrollan sus funciones
en las circunscripciones territoriales seleccionadas para la aplicación
109
del procedimiento para delitos menos graves, para estas cuenten con el
personal necesario que tendrá a su cargo el desarrollo de dicho
procedimiento.
II)
Dirigir a la Policía Nacional Civil en los actos de investigación criminal
pertinentes.
III)
Monitorear el correcto desempeño de las funciones de los agentes y
auxiliares fiscales.
IV)
Girar las instrucciones necesarias para asegurar el funcionamiento
operativo y monitoreo y la gestión de los casos generados.
De acuerdo a los compromisos adquiridos, la Fiscal General y Jefa del
Ministerio Público, emitió la Instrucción General Número 5-2011 que contiene las
directrices generales para la aplicación de las reformas al Código Procesal Penal
derivadas del Decreto 7-2011 del Congreso de la República
5.9.2 Instituto de la Defensa Pública Penal
I)
Se comprometió a organizar las oficinas del Instituto que desarrollan
sus funciones en las circunscripciones territoriales seleccionadas.
II)
Realizar las gestiones que estime pertinentes encaminadas a la
identificación e implementación de mecanismos que prueban la
partición responsables de abogados particulares en la prestación del
servicio de la defensa publica penal como defensores de oficio.
El Instituto de la Defensa Penal, emitió la Instrucción Número 06-2011 que
establece las directrices para los defensores públicos, en virtud de la vigencia de las
reformas del Código Procesal Penal derivado del Decreto 7-2011 del Congreso de la
República.
110
5.10 Análisis de sentencia emitida dentro del Procedimiento para
Delitos Menos Graves (Apéndice 1)
La Unidad de Litigios de la Fiscalía Distrital Metropolitana, presentó memorial
de acusación por el delito de Lesiones Culposas, ante el Juzgado Primero
Pluripersonal de Paz Penal del municipio y departamento de Guatemala, solicitando
que se aplicara el procedimiento para delitos menos graves, establecido en el
artículo 465 Ter del Código Procesal Penal.
En presente caso, se estableció que el sindicado fue aprehendido y puesto a
disposición del Juez de Paz Penal de Faltas de Turno, en donde se escuchó su
primera declaración, el juez dictó auto de procesamiento en su contra y se ligó a
proceso al sindicado por el delito de lesiones culposas, y se le otorgaron medidas
sustitutivas.
Posteriormente de haberse ligado a proceso al sindicado, el Juez de Paz
Penal de Falta de Turno remitió las actuaciones al Juzgado Primero Pluripersonal de
Paz Penal del municipio y departamento de Guatemala, por ser el competente para
conocer el procedimiento para delitos menos graves, de conformidad con el artículo 3
del Acuerdo 26-2011 de la Corte Suprema de Justicia, establece que en casos de
flagrancia, conocerá de la primera declaración y dictará las medidas de coerción, el
Juez Penal de Turno del municipio y departamento de Guatemala, en caso dicte auto
de procesamiento, remitirá las actuaciones al Juzgado Primero Pluripersonal de Paz
Penal del municipio y departamento de Guatemala, continuará conociendo el
proceso.
En el presente caso se trató de un caso de flagrancia, toda vez que el
sindicado fue detenido a raíz de que se conducía bajo efectos de licor, no tomó la
debida precaución y por imprudencia y negligencia de su parte, fue colisionar con
otro vehículo, ocasionándole politraumatismo general al conductor de dicho vehículo.
111
En la audiencia de conocimiento de cargos, el Ministerio Público intimó al
sindicado, haciéndole saber el hecho por el cual se le acusó, en la referida audiencia
el Juez de Paz concedió la palabra, en su orden al fiscal, a la víctima, al acusado y
su defensor, quienes formularon sus argumentos.
Posteriormente de recibir los argumentos de cada unos de los sujetos
procesales, el Juez de Paz, decidió abrir a juicio en contra del acusado, en la misma
audiencia, el juez procedió a recibir la prueba testimonial ofrecida por el Ministerio
Público, consistente en prueba testimonial y prueba documental, los testigos
propuestos por el sindicado fueron escuchados en la referida audiencia e
interrogados por el Ministerio Público, el Querellante Adhesivo y la Defensa. Por su
parte la Defensa en la misma audiencia ofreció únicamente prueba documental; la
prueba ofrecida por el Ministerio Público, así como la ofrecida por la Defensa, fue
admitida por el juez.
Necesario se hace resaltar que no obstante que en el artículo 465 Ter del
numeral 2) literal b) del Código Procesal Penal, establece que las pruebas de la
defensa, cuando así se pida en la audiencia, serán comunicadas al juzgado por lo
menos cinco días antes del juicio, donde serán puestas a disposición del fiscal o
querellante, se estableció que en el presente caso, la Defensa de una vez propuso
prueba, la cual fue admitida por el Juez de Paz.
Admitido y diligenciados los medios de prueba ofrecidas por los sujetos
procesales, en el audiencia de debate oral y público, el Juez de Paz dio por
acreditado el hecho por el cual el Ministerio Público formuló acusación y
posteriormente de valorar cada uno de los medios de prueba ofrecidos por las partes
, emitió sentencia dentro del procedimiento para delito menos graves, condenando al
acusado, como autor responsable penalmente del delito de Lesiones Culposas, en
consecuencia le impuso la pena de un año y seis meses de prisión por cada uno de
los agraviados (siendo tres los agraviados en el presente caso) conmutables a razón
de cincuenta quetzales diarios.
112
Por parte del sentenciado, el fallo emitido por el Juez Primero Pluripersonal de
Paz Penal, del municipio y departamento de Guatemala, fue apelado, recurso
interpuesto ante el referido Juzgado.
El Juez Primero Pluripersonal de Paz Penal del municipio y departamento de
Guatemala, cursó el recurso a la Sala Primera del Corte de Apelaciones del Ramo,
Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente de esta ciudad, por ser la
competente para conocer el recurso, de acuerdo a la competencia delegada por la
Corte Suprema de Justicia a través del Decreto Número 26-2011 de la referida Corte.
La Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoactividad y
Delitos Contra el Ambiente, previo a admitir el recurso, fijó al interponente el plazo de
tres días contados a partir del día siguiente a la notificación, bajo sanción de
inadmisibilidad para que el interponente cumpliera con señalar sobre los siguientes
puntos: a) Indicar en qué consiste el vicio atribuido a la resolución impugnada, con
motivación o fundamentación del agravio; b) La presentación procesal debe ser clara
y precisa haciendo ver la forma en que debió ser aplicad la normas violada por el
Juez Primero Pluripersonal de Paz Penal del municipio y departamento de
Guatemala.
El caso analizado aún está pendiente de ser resuelto, pero se consideró
necesario ilustrar el trámite del procedimiento para delitos menos graves, y que para
conocer la segunda instancia en este Procedimiento, fue designada a la Sala Primera
de la Corte de Apelaciones del Ramo Penal, Narcoatividad y Delitos Contra el
Ambiente, designación otorgada por la Corte Suprema de Justicia, con lo cual la
Corte suplió el vacío legal que conteniente el Derecho número 7-2011
al no
establecer en este procedimiento, el Órgano Jurisdiccional competente para conocer
el recurso, tampoco se estableció el plazo legal para interponerlo, porque en algún
momento puede generar duda, en cuando la admisibilidad del recurso, si se acoge al
plazo de los tres días que establece el artículo 407 del Código Procesal Penal, en el
113
caso de la Apelación, o bien si el interponente se acoge al plazo de diez días que
establece el artículo 418 del Código Procesal Penal, en el caso de Apelación
Especial.
5.11 Del conflicto que se presenta
Como se ha hecho referencia el procedimiento para delitos menos graves
surge con la finalidad de descongestionar la carga judicial que imperaba en los
Juzgados de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente
razones que motivaron que en el decreto 7-2011 se adicionara al Código Procesal
Penal el artículo 465 Ter, en el cual se regula lo concerniente ha dicho
procedimiento.
El problema que se evidencia con la hipótesis aportada se centra en que la
Corte Suprema de Justicia cuando presento el proyecto de ley que introducía las
reformas al Código Procesal Penal pasa por alto el proponer que se regulara el
procedimiento que desarrollara la segunda instancia en relación a los delitos menos
graves. Por su parte el Congreso de la República cuando aprobó el decreto 7-2011
de igual manera obvió dicho aspecto.
Lo anterior generó que en el Código Procesal Penal se creara un vacío legal
en relación al procedimiento para delitos menos graves en virtud que en el artículo
465 Ter. del referido cuerpo legal, no se incluyen los siguientes aspectos:
1. No se establece que tipo de recurso se puede utilizar en contra de la sentencia
que se dicta en el procedimiento para delitos menos graves, por lógica al ser
una sentencia se sabe que el recurso idóneo es el de apelación.
2. El plazo para impugnar no fue incluido.
3. El órgano jurisdiccional competente para conocer de la segunda instancia no
se determina.
114
Pero la situación se agrava en virtud que la Corte Suprema de Justicia
se
convierte en un ente legislador, puesto que ante el vacío legal que se generó en el
Código Procesal Penal, pretendió subsanarlo a través de la creación del acuerdo 262011, con el cual se le da vida al recurso de apelación para el procedimiento para
delitos menos graves y el órgano jurisdiccional competente para conocer del mismo.
Situación que debió ser determinada mediante un decreto que fuera aprobado por el
Congreso de la República.
Para que exista una tutela judicial efectiva, el Estado debe contar con un
ordenamiento jurídico coherente a la realidad nacional, que determine de forma clara
los mecanismo con los que cuentan los particulares para hacer valer sus derechos.
En ese orden de ideas, el acuerdo 26-2011 aprobado por la Corte suprema de
Justicia, más que convertirse en una solución complicó aún más el panorama en
relación a dicho vacío legal, esto porque existe recurso de apelación y recurso de
apelación especial, por lo que debe ser aclarado que recurso es el que debe
interponerse, el plazo para hacer uso del mismo y principalmente el órgano
jurisdiccional competente que debe conocer dicho recurso, aspectos que
comprueban la hipótesis que se planteó por ser evidente la necesidad que el
Congreso de la República apruebe el decreto que reforme el artículo 465 Ter del
Código Procesal Penal, con la finalidad que regule lo concerniente al recurso de
apelación.
115
CONCLUSIONES
1. La Constitución Política de la República sienta los principios legales básicos
del proceso penal, ello implica la necesidad de una ley del Estado que lo
establezca, y el deber de legislativo de proveer de una ley procedimental
adecuada, para cumplir no solo como la imperatividad de las formas del
proceso, sino que además sean puedan conceder a los ciudadanos una
justicia pronta y cumplida.
2. El proceso penal es un ejercicio de poder. Es a través del proceso que se
impone la pena a un sujeto. En este contexto es fundamental conocer las
condiciones a que está sujeto el juez para poder declarar la responsabilidad
penal de un sujeto e imponer la pena.
3. El Código Procesal Penal desde su vigencia, ha sufrido una serie de reformas,
esto con el objeto de poder adecuar la administración de Justicia a la realidad
del país; derivado a esa necesidad la Corte Suprema de Justicia, propuso al
Congreso de la República varias reformas al Código Procesal Penal, que
dieron vigencia a través del Decreto Número 7-2011, a través del cual se
implementó el Procedimiento para los Delitos Menos Graves.
4. El Procedimiento Para los Delitos Menos Graves, constituye un procedimiento
especial que se aplica para el juzgamiento de delitos sancionado en el Código
Penal con pena máxima de cinco años de prisión, siendo competentes para
conocer este procedimiento los Jueces de Paz; este Procedimiento fue
concebido para descongestionar el exceso de trabajo de los Jueces de
Primera Instancia, Penal, Narcoactividad y Delitos Contra el Ambiente y
activar de esta manera la labor de los jueces de paz.
5. Este Procedimiento no se aplicó a todo el territorio nacional, sino que a través
de Acuerdos emitidos por la Corte Suprema de Justicia, se implementará el
Procedimiento a todo el territorio nacional, actualmente únicamente se está
115
116
aplicando en el Juzgado Primero Pluripersonal de Paz Penal del municipio de
Guatemala y en los Juzgado de Paz del municipio de Mixco y de Villa Nueva.
6. Para conocer la segunda instancia del Procedimiento Para Delitos Menos
Graves, la Corte Suprema de Justicia, mediante Acuerdo 26-2011 designa a la
Sala Primera de la Corte de Apelaciones del Ramos Penal, Narcoactividad y
Delitos Contra el Ambiente, con lo cual se suple un vacío legal, en virtud que
al efectuar la reforma al Código, no se estableció el Órgano Competente para
interponer el Recurso de Apelación, ni el plazo en que debía interponerse el
mismo, por lo que se considera que un acuerdo emitido por la Corte Suprema
de Justicia, no puede suplir una norma ordinaria.
117
APENDICE 1
118
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141
142
143
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de Delitos y de abuso de Poder, adoptada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas en su resolución 40/34 de 29 de noviembre 1985.
9. Acuerdo Interinstitucional para determinar gradualmente de la circunscripción
territorial de aplicación de los procedimientos para los delitos menos graves
por los juzgados de paz de conformidad con la reforma al Código Procesal
Penal, contenida en el Decreto Número 7-2011 del Congreso de la República
de Guatemala.
10. Acuerdo 34-2010 de la Corte Suprema de Justicia.
11. Acuerdo 13-2011 de la Corte Suprema de Justicia
149
12. Acuerdo 17-2011 de la Corte Suprema de Justicia
13. Acuerdo 26-2011 de la Corte Suprema de Justicia
14. Acuerdo 29-2011 de la Corte Suprema de Justicia
15. Acuerdo 58-2012 de la Corte Suprema de Justicia
16. Acuerdo 32-2013 la Corte Suprema de Justicia.
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