Aproximación al tema del Error Judicial a través del Recurso de

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Aproximación al tema del Error Judicial a través del Recurso de
Revisión y como Generador de la Ley 24973:
“Consideraciones, Fundamentos y Reflexiones”
Por: Liliana Campos Aspajo
“Pero vanas y llenas de errores me parecen aquellas ciencias que
no nacen de la experiencia, madre de toda certidumbre, ni terminan
en una noción experimental; es decir, tales que, ni su origen ni su
medio, ni su fin pasan por ninguno de los cinco sentidos.”
Leonardo Da Vinci
Introducción. I.-Algunos orígenes legales del error judicial y de su posterior indemnización
I.1.-Planteamiento general de los orígenes del Error Judicial en la Historia.I.2.-Reconocimiento en
las Constituciones Políticas del Perú como en los demás cuerpos normativos.- Evolución y
desarrollo. II.-Concepto de error judicial. II.1.-Error en sentido lato y error en sentido
indemnizable. II.2.- Ausencia de definición legal del error judicial. II.3.-Concepto doctrinal del error
judicial. III.-Tratamiento legislativo del Error Judicial .III.1.-Tratamiento en el Perú a la luz de la
Constitución Política del Perú de 1993, Código de Procedimiento Penal de 1940, Código Procesal
Penal D. Leg. Nº 957 y la Ley Nº 24973 que regula la indemnización por Errores Judiciales y
Detenciones Arbitrarias. IV.-Procedimiento para la declaración del error judicial.IV.1.Naturaleza del proceso de revisión por error judicial según el tratamiento legislativo peruano: ¿es
una instancia procesal? IV.2.-El recurso de revisión como medio para declarar el error judicial.
IV.3.-Casos en los que no procede el recurso de revisión por error judicial. V.Consideraciones generales acerca del Anteproyecto de Ley elaborado por la Comisión
Técnica encargada de la revisión y análisis de la ley 24973, ley que regula la indemnización
por Errores Judiciales y Detenciones Arbitrarias. Conclusiones. Bibliografía.
Introducción
El fenómeno del error judicial que presento en este trabajo, considerado como causa de
daño y fuente de indemnización para las partes que se inmiscuyen en un proceso, para
nuestro estudio materia penal, es un tema que ha traído muchos misterios, pareciera que
reclamar los perjuicios cometidos por los jueces constituyera una ofensa a las
instituciones estatales.
He seguido para el estudio de este tema una secuencia con la finalidad de poder dar a
conocer este tema, que si bien no tiene una norma que brinde una tratamiento al tema
central que es el Error Judicial, en nuestro país, utópicamente si la tiene su consecuencia
que es nada menos que las indemnizaciones que solo se podrán reclamar luego de
interponer recurso de revisión, (tal como conocen a dicha institución aunque
doctrinariamente se discuta su naturaleza), esto siempre y cuando estemos dentro de las
causales permisibles para hacer valer nuestro derecho ante una injusticia latente,

Doctora en Derecho por la Universidad Alcalá de Henares de España.
enmarcado dentro del ámbito penal, por ser este donde los bienes jurídicos son de
naturaleza fundamental en la esencia del ser humano pues las consecuencias de todo
ilícito penal conllevan dentro de los tipos de pena, la mayoría de las veces una privación
de la libertad, por la cual una mala sentencias de nuestros jueces conllevaría a encarcelar
a una persona y de esta manera privándolo en su desarrollo de proyecto de vida.
Comenzaré ubicando al Error Judicial dentro de la Constitución Política Peruana y dentro
de los Códigos tanto de Procedimientos Penales de 1940 y el Novísimos Código Procesal
Penal, junto con la Ley Nº 24973 que trata las indemnizaciones consecuencia del tema en
mención, puesto que resulta preocupante ver como en un país tan urgido de justicia y de
democracia efectiva, se toma el cargo de Juez no por compromiso sino por necesidad con
carácter temporalmente y no existe la responsabilidad por lograr que los buenos
abogados asuman esta función; sería muy interesante ver como nosotros, estudiantes
nos encarguemos de adelantar la función jurisdiccional del estado, sin querer por ello
decir que nuestros desaciertos causen menos dolor o daño.
I.-
Algunos orígenes legales del
indemnización.
error judicial
y de su
posterior
I.1.- Planteamiento general de los orígenes del Error Judicial en la Historia
A pesar de la basta literatura jurídica romana legada a través de la historia, no se a
evidenciado la presencia de la figura del error judicial y esto, talvez por la sencilla razón
de la función de los jurisconsultos con la delineada característica de auctoritas, o porque,
cuando los jueces llegaron a ser funcionarios, su poder emanaba directamente del
Emperador soberano, también puede llegar a reconocerse que la aproximación
jurisprudente de los romanos a la quaestio iuris era tópica por el relativismo de sus
soluciones1 .
Posteriormente ya en la Edad Media existen referencias que terminaron por sonados
errores cometidos en tribunales o por jueces, con ello se presentó una gama de los
mismos a través de un libro publicado en Italia realizado por Giuriati2 a fines del siglo
pasado que trata sobre los Errores judiciales. Diagnosis y remedios, con antecedentes
de pena de hoguera, que por los estudios de dicha materia se logra delinear los
tratamientos aislados de error más que de la construcción de errores judiciales de manera
general.
1
Las menciones al error que se encuentran en el vasto derecho romano hacen mención a los vicios en el consentimiento
como un error inducido por la ignorancia del derecho así se puede manifestar los siguientes: error en los testamentos, a la
condición de los indebiti, etc., pero no al error cometido por un juez y menos a la indemnización del error judicial. Esto se
puede apreciar en la cita a Voci (1937), Zilleti (1961), Winkel (1985) hecha por HERNÁNDEZ MARTÍN,
VALERIANO. Error Judicia: procedimiento para su declaración e indemnizaciónl. Editorial Dialnet, España,
1994, Pág.31
2
Uno de los aspectos más visibles en los que el derecho se hace más patente, es el de la administración de justicia por un
juez. La cuestión de la posibilidad de que ésta pueda incurrir en un error no deja de ser algo que el ciudadano y el
jurisprudente asumen de distinta manera. Hay toda una tradición cultural sobre los errores judiciales en occidente que
hace que muchos hayan hablado sobre los mismos desde distintas perspectivas. Giuriati recoge algunos de estos temas en
este texto, haciendo planteamientos en un tono casi coloquial que hace más comprensible el problema tanto al lector
especializado como al profano en la materia jurídica. GIURIATI, DOMINGO; POSADA, ADOLFO (TRAD.). Errores
judiciales. Diagnosis y remedios Editorial Analecta. Madrid, La España Moderna, s.a.1 vol., 374 pp.
En España se empezó a revelar la figura estudiada desde las Partidas donde ya se
advierte “que cosa es justicia”3, sin embargo aparece la expresión de error judicial en la
Constitución Española de 1978 en su Art.121º mencionada como institución nueva es así
que la establece de la siguiente manera:
“Los daños causados por error judicial, así como los que sean
consecuencias del funcionamiento anormal de la Administración de
Justicia, darán derecho a una indemnización a cargo del Estado,
conforme a la Ley”.
Es así, que reiteradas sentencias del Tribunal Supremo y del Constitucional vincula el
error judicial con el derecho fundamental de tutela judicial efectiva y aparecen como
entrelazados, por ello para los españoles el error judicial puede dañar además del
patrimonio, el derecho constitucional de obtener tutela judicial aunque el derecho a la
reparación patrimonial del error no goce en sí mismo de protección de amparo4, en
nuestra legislación se evidenciará en el desarrollo del presente trabajo tanto el enfoque
como el tratamiento del error judicial no sigue exactamente la misma línea que el caso
español, pues ellos consideran que el error judicial en sí mismo no genera un derecho
fundamental de indemnización y que el Art. 121 de su Constitución simplemente contiene
una garantía constitucional del patrimonio del sujeto dañado, pese a esto la victima del
error judicial tiene acción para exigir el resarcimiento del daño y ésta acción está
protegida constitucionalmente como un derecho fundamental.5
I.2.- Reconocimiento en las Constituciones Políticas del Perú como en los demás
Cuerpos Normativos.- Evolución Y Desarrollo
En nuestro País este tema tiene por antecedentes históricos la Constitución de 1933,
bajo el Gobierno dictatorial de Sánchez Cerro dando como resultado un tratamiento
regulado en aquel ordenamiento jurídico como indemnización por errores judiciales.
Esto trajo como consecuencias que muchas personas desoladas por los errores cometido
por la Administración de Justicia podían buscar un resarcimiento que logre aminorar
dichos daños causados.
Esta figura llega a posesionarse luego dentro de nuestro ordenamiento jurídico como
categoría de principio internacional con la adhesión del Perú al Pacto Internacional de los
Derechos Civiles y Políticos tal como señala su Art.14º inciso 6, también se lo encuentra
en la Convención Americana sobre Derechos Humanos materializada en el Art. 10º, por la
cual se garantiza el indemnización de errores judiciales, todo esto con el fin de proteger
los derechos fundamentales.
Posteriormente se puede ubicar en nuestra Constitución de 1979 donde se amplía la
figura dándole un tratamiento mayor no siendo necesario encontrarnos en un proceso
penal ni esperar una sentencia absolutoria, para el caso de las detenciones arbitrarias,
3
“ el ome justo cae en yerro siente veces en el día”
HERNÁNDEZ MARTÍN: ob.cit. Pág. 32
5
Esto es de considerarse así, porque pueden existir errores judiciales no corregidos por el propio sistema judicial
mediante los recursos.
4
siendo este el contexto posible la búsqueda de una indemnización, es por ello que el 28
de Diciembre de 1988 se expide la Ley Nº 24973 con el nombre de Ley de Indemnización
por Errores Judiciales y Detenciones Arbitrarias en donde se detallan casos de
comisiones de abuso por parte de la policía nacional en caso de detenciones arbitrarias,
siendo lo que más novedad trae la presente Ley, la creación de un Fondo Nacional
Indemnizatorio por Errores Judiciales que se encargaría de los pagos correspondientes
una vez que la autoridad judicial haya emitido una resolución con absolución o el archivo
definitivo del proceso dentro la las causales donde se ampara la precedencia de acción
para reclamarle al Estado el correspondiente resarcimiento por los daños causados, tal
como un Estado de Derecho asumiría sus errores y la mala actuación del servicio que
presta al ciudadano, para nuestro caso de estudio el servicio de administrar justicia.
Este tratamiento no ha sido ignorado en nuestra actual Constitución de 1993, aunque no
ha desarrollado la figura como la hizo en su momento su antecesora, vale decir que la
regula en su Art. 139 inciso 7 donde prevé la indemnización por errores judiciales.
Con la dación del Decreto Legislativo 957 que aprueba el Nuevo Código Procesal Penal
se completa esta figura especialmente en su artículo 1 inciso 5 cuando establece que “el
Estado garantiza la indemnización por errores judiciales”.
II.- Concepto de error judicial
II.1.- Error en sentido lato y error en sentido indemnizable
Debemos partir que el requisito básico para entablar un proceso por error judicial es que
se haya cometido un error, posteriormente con ello se establece el requisito material para
que proceda la declaración de la consiguiente indemnización, como se puede ir viendo es
de vital importancia en el momento de definir que es el error judicial, ya que analizarlo
suele ser muy difícil.
En su sentido lato son errores judiciales son todas aquellas actuaciones o resoluciones de
los Juzgados o Tribunales que ha sido dejada sin efecto por cauces legales, es decir por
los recursos entablados ante los órganos correspondientes, por ello se debe tomar en
cuenta que cuando un órgano superior revoca una sentencia de un órgano inferior se está
declarando implícitamente que esta contiene un error en algún aspecto. En este sentido
lato el remedio para el error judicial es dejar sin efecto mediante la estimación del recurso
previsto para dicho caso según nuestro código procesal.
Debo aclarar que el recurso utilizado para remediar el error judicial no tiene por objeto el
sentir de indemnizar los daños causados por el error que se revoca, sino evitar que la
resolución judicial errónea produzca sus efectos perjudiciales para alguna de las partes,
en la medida de lo posible ya que no todos los recursos tienen efectos suspensivos y
menos pueden evitar siempre todos los efectos no dependientes que se derivan de la
ejecución en sentido estricto, es decir hablamos de los efectos concomitantes.
En el caso español bajo la interpretación de sus reiteradas jurisprudencias tienen hoy una
situación cerrada por la doctrina jurisprudencial, que ha reducido el concepto de error
judicial indemnizable a aquellos casos que no son susceptibles de ser enmendados
dentro del sistema de recursos procesales previstos en la ley, en otras palabras la
jurisprudencia española6 nos lleva a enfocar que la subsanación o anulación del error y la
indemnización de los daños que se hayan producido son excluyentes. Solo serían
indemnizables aquellos daños derivados de errores judiciales producidos por sentencias
con efecto de cosa juzgada y sin que la declaración del error elimine la validez ni los
efectos propios de la resolución judicial errónea.7
Así analizado el caso español se puede concluir que el objeto de esta interpretación es el
error como equivocación insubsanable, cuyo único remedio es entablar un proceso
especial para su declaración y obtener de esta manera el pago de una indemnización a
cargo del Estado.
II.2
Ausencia de definición legal del error judicial
No Existe una definición que cale en nuestro ordenamiento jurídico, esto se evidencia
pues ni la Constitución ni la Ley Nº 24973 con el nombre de Ley de Indemnización por
Errores Judiciales y Detenciones Arbitrarias ha definido la fórmula en concreto de esta
figura. Por ellos se puede interpretar como símil con la Constitución Española, el hecho
de que lo interesante es la perspectiva en cuanto a la reparación del daño, como se
refleja en la Constitución Política del Perú de 1993 en su artículo 139 inciso 7 que a la
letra dice lo siguiente:
Son principio y derechos de la función jurisdiccional:
7.- la indemnización, en la forma que determine la ley, por los errores
judiciales en los procesos penales y por las detenciones arbitrarias,
sin perjuicio de la responsabilidad día que hubiera lugar.
Como se puede notar la constitución se abstiene de definir el concepto de error judicial,
tampoco la ley sobre indemnizaciones como consecuencias de éstas lo hace y menciona
lo referente a esta institución en los siguientes artículos:
Artículo 3.- Tiene derecho a ser indemnizados por error judicial:
a) los que, luego de ser condenados en proceso judicial, hayan
obtenido en juicio de revisión, resolución de la Corte Suprema que
declara errónea o arbitraria
b) los que hayan sido sometidos a proceso judicial y privados de su
libertad como consecuencia de éste y obtenido posteriormente auto de
archivamiento definitivo o sentencia absolutoria
6
7
HERNÁNDEZ MARTÍN: ob.cit. Pág. 78
HERNANDEZ OLIVENCIA Rafael Antonio. El Error Judicial en la Jurisprudencia del Tribunal Supremo,
Editorial Trívium, Año 1995.Pág. 153
En los demás cuerpos legales nacionales que tocan éste tema tampoco esbozan alguna
definición pues sólo se limitan a señalar requisitos sustantivos y procesales que deben
recurrir en dicho error para general el derecho a indemnizar.
Por ello me atrevo a afirmar que la jurisprudencia ha contribuido más protagonismo al
error, entendida ésta a primera vista como la conducta del órgano judicial que ocasiona
un daño, que es lo que realza nuestras leyes, y que a consecuencia de esto se
pretenderá la indemnización.
II.3
Concepto doctrinal del error judicial
La doctrina ha tratado de definir qué es el error judicial, aunque las aproximaciones
teóricas no siempre arrojan luz sobre la complejidad de las cuestiones que deben
dilucidarse en la práctica., es así que en España, Goded8, afirma que “el error existe
cuando por dolo, negligencia o equivocado conocimiento o apreciación de los hechos, se
dicta una resolución judicial que no se ajusta a la verdad y merece el calificativo de
injusta”. Excluye este autor los errores de derecho, por considerar que tiene su propio y
eficaz correctivo en el principio de audiencia de las partes y en el sistema de recursos.
Esta tesis no ha encontrado mayor desarrollo, y la jurisprudencia española admite hoy sin
dificultad el error judicial de derecho mientras que Rebollo 9 escribe que la Constitución
Española no distingue qué tipos de errores son los que hay que tener en cuenta, por lo
que si bien es posible aceptar el planteamiento tradicional de error de hecho no debe
excluirse ningún tipo de error dado que ha de entenderse más al resultado que al origen
de los errores.
El profesor Hernán García Mendoza lo define como “aquel cometido durante el proceso
criminal como consecuencia de un procesamiento o condena injusta, en perjuicio de una
persona cuya inocencia se comprueba con posterioridad, dictándose el correspondiente
sobreseimiento definitivo o sentencia absolutoria.” 10
El error debe cumplir con ciertas exigencias, debe tratarse de un error en materia penal,
debe perjudicar a un inocente y debe ser involuntario, las dos últimas parecen ser lógicas,
pero respecto de la primera, cierta corriente considera que es totalmente injusta tal
limitación, puesto que los tribunales de justicia tienen la facultad de conocer causas civiles
y criminales y ambas áreas son susceptibles de errores judiciales.
8
GODED MIRANDA, Manuel, El Error Judicial, Editorial Dialnet, España, tomo I, 1983, pág. 341
9
REBOLLO MARTÍN, Luis El Error Judicial en España, Editorial Arandazi, España,1985, Pág. 314
10
GARCÍA MENDOZA, Hernán: La responsabilidad extra-contractual del Estado. Indemnización por error
judicial. Santiago: Conosur, 1997, p.224.
Esto arroja como conclusión que:
Si bien el error de derecho tiene su correctivo a través de los recursos, lo decisivo es el
punto de vista del presunto dañado cuando, reconocida por el Juez la existencia de un error
al juzgar, se han producido daños que el ordenamiento considera indemnizables.
Reyes11 nos afirma que el error judicial puede ser tanto de hecho como de derecho,
señala que “en sentido propio, el error al que se refiere la Ley Orgánica del Poder Judicial
Español, sólo resulta de distorsión entre la resolución judicial y la solución jurídica que
exclusivamente cabe dar al caso enjuiciado”. Por lo cual se entiende que “el error supone
un resultado equivocado no ajustado a la Ley, bien porque no se haya aplicado
correctamente el derecho, bien porque se hayan establecido unos hechos que no se
corresponden con la realidad”.
Para algunos autores los errores judiciales no debería ceñirse solo al campo penal sin
embargo nuestra Constitución si excluye a los errores en otras ramas, por ello algunos
señalan que la Constitución no debería excluir ningún error judicial. Por tanto dicen que
debe superarse la tradición sobre la materia que vinculaba el error judicial a los supuestos
de revisión favorable en causa penal, agregando que el error judicial se puede cometer
en toda clase de resoluciones, sea en pleito civil, laboral o contencioso administrativo, sea
en causa criminal. Y no sólo pueden cometerse errores judiciales en la sentencia, sino
también en la adopción de medidas cautelares o en la fase de ejecución procesal (o en
cualquier otra resolución, podría añadirse).
Por esta realidad me atrevo a definir con cierto cuidado el concepto materia de análisis de
las siguientes maneras:

De forma general
Se entenderá por error judicial un principio indemnizatorio auxiliar aplicado a la
Administración judicial donde se podrá apreciar la equivocación de un Juez o Magistrado,
cometida en el ejercicio de funciones jurisdiccionales, de la que se derive un daño.

De forma especifica
Es error judicial la equivocación eraza y palmaria cometida por un Juez, Magistrado o
Sala de Magistrados en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales, siempre que dicha
equivocación haya alcanzado firmeza, no sea debida a culpa del perjudicado y haya
causado daños afectivos, evaluables e individualizados12.
11
REYES MONTERREAL, José María. La Responsabilidad del Estado por error y anormal funcionamiento de la
Administración de Justicia, Madrid- España, Editorial Colex, 1987, pág. 18 y 22
12
Por sus características se debe hacer hincapié que sólo es considerado error judicial desde un punto de vista intrínseco,
para ampliar las distintas definiciones resaltadas en los párrafos anteriores, que es cometido solo por el titular del órgano
judicial.
III.
Tratamiento legislativo del Error Judicial
El fin del Estado es la consecución del bienestar de la colectividad mediante la
satisfacción de sus necesidades. Para que el Estado despliegue tal actividad necesita
servirse de sus órganos, agentes y funcionarios. Cuando por error o ineficiencia en la
prestación del servicio público causa un daño que el particular no está legalmente
obligado a soportar, y previa demostración del cumplimiento de los requisitos esenciales,
se acude a la figura de la responsabilidad estatal en orden a obtener la indemnización que
permita reparar los perjuicios ocasionados. En lo referente a la responsabilidad que le
cabe al Estado por el error jurisdiccional no se controvierte el contenido jurisdiccional de
los actos sino la actuación del Estado, no se cuestiona su facultad o derecho para llevar a
cabo la actividad que se deriva del acto judicial sino la forma como se desarrolló dicha
facultad. Hablamos de actos judiciales y no de los actos administrativos que de todas
formas tienen que desarrollar los agentes de la administración cuando ejercen la función
jurisdiccional.
III.1. Tratamiento en el Perú a la luz de la Constitución Política del Perú de 1993,
Código de Procedimiento Penal de 1940, Código Procesal Penal, Decreto
Legislativo Nº 957 y la Ley Nº 24973 que regula la indemnización por Errores
Judiciales y Detenciones Arbitrarias.
Tiene su antecesora en tal línea y en cumplimiento del mandato contenido en los incisos 5
y 16 del artículo 233 de la Constitución Política de 1979, por Ley N° 24973 (en adelante la
Ley), publicada el 28 de diciembre de 1988, se reguló la responsabilidad civil del Estado
por los errores judiciales en materia penal y las detenciones arbitrarias.
Nuestra actual Constitución en el inciso 7 del artículo 139 prevé la indemnización por
errores judiciales, este derecho indemnizatorio es una figura que no ha merecido un
tratamiento adecuado, a pesar de la constante y distinta regulación desde su
incorporación en los diferentes cuerpos normativos.
Con la dación del Decreto Legislativo Nº 957, que aprueba el nuevo Código Procesal
Penal, se contempla también esta figura, específicamente en el inciso 5 de su artículo 1,
que establece: “El Estado garantiza la indemnización por errores judiciales”, precepto
que, a pesar de que anteriormente se ha reglado en numerosos textos normativos, no
tiene una aplicación efectiva.
.
Intento exponer una visión real demostrando que los buenos propósitos con que se regula
la indemnización por errores judiciales no han sido más que ilusiones que
lamentablemente cuentan con una representación literal, pero sin verdadero
protagonismo, llevándonos a reflexionar y a plantearnos una interrogante: ¿qué nos
garantiza contar con una legislación amplia en simples enunciados? La respuesta
correcta seria casi de nada, pues las buenas intenciones no se imponen a la necesidad
urgente de fijar los cimientos para alcanzar que las leyes sean cumplidas y aplicadas a
nuestra realidad.
.
En nuestro país se vienen produciendo numerosos errores judiciales con lo que se denota
la gran responsabilidad del juzgador y la insatisfacción de poder recompensar los graves
e irreparables daños ocasionados por dichos errores; no obstante que existe una ley
especial, como es la Ley Nº 24973 y nuestra actual Constitución la ampara, no se ha visto
algún caso en que el Estado de por sí haya indemnizado ante tal circunstancia, bajo su
forma de Estado.
III.2 Acciones conexas13 con el Error judicial
La vía por la cual se hace valer la acción para entablar la indemnización por error judicial
es previa sentencia de revisión, para lo cual pasaré a definirla, (sin ser este el objeto del
presente trabajo), de dos formas que se harán notar didácticamente, pretendiendo hacer
notar que el recurso de revisión para que sea efectivo en nuestro análisis debe dar como
resultado una con sentencia favorable, es así que en el Código de Procedimientos
Penales de 1940 enmarca dicho recurso de una forma muy limitada y en casos especiales
como se denotará en el cuadro que continuación presenta:
Revisión como concepto de proceso.-
En su sentido más amplio equivale a juicio, causa o pleito. En
definitiva proceso significa la secuencia lógica de actos
jurisdiccionales en diferentes etapas que determinan un camino
para llegar a alcanzar una verdad única que servirá de base
para dictar la resolución final que pondrá fin a la contienda.
Tomando la concepción de Montero Aroca dice del proceso, que
son actos procesales, desde el inicio de la actividad
jurisdiccional en un caso concreto hasta su conclusión mediante
la resolución final que resuelve la litis, el proceso garantista, en
el que el querellante propone el objeto del proceso y el imputado
el objeto de la litis, es contencioso, contradictorio, está sujeto a
plazos para el ejercicio de los diferentes actos procesales, opera
la preclusión de derechos, está sujeto a tres instancias o etapa
procesales, ejercicio de recursos ordinarios y extraordinarios
contra resoluciones14, dicho de una manera más simple, es un
juicio o contienda judicial, que desde el punto de vista macro
jurídico, es la secuencia de diferentes procedimientos judiciales
desde la demanda o medidas precautorias hasta la resolución
que pone fin a una litis, siendo esta una actividad
exclusivamente jurisdiccional.
Revisión como Concepto de recurso.-
El diccionario Jurídico de Manuel Osorio lo
conceptualiza de la siguiente manera:
“Denomínese así todo medio que concede
la ley procesal para la impugnación de las
resoluciones judiciales, a efectos de
subsanar los errores de fondo y los vicios
de forma en que se haya incurrido al
15
dictarlas” .
El Diccionario de términos jurídicos de
Martínez Marín conceptualiza el recurso
como:
“Reclamación que solicita la revisión de un
proceso para garantizar la corrección de un
procedimiento, puede ser ordinario o
16
extraordinario”
13
Como se podrá notar en la legislación española se concede como vía extraordinaria la acción de amparo para
situaciones de errores judiciales, mientras que en nuestro país solo se derivara la acción indeminizable si se logra en
proceso de revisión la sentencia confirmatoria de la pretensión.
Esta demás afirmar que lo señalado con esta afirmación consiste en normativizar las consecuencias pero no el hecho
generador.
14
MONTERO AROCA, Juan, Los principios políticos de la nueva Ley de Enjuiciamiento Civil, Los poderes del Juez y la
oralidad, Editorial tirant lo blanch alternativa, Valencia, Pág. 57-59.
15
OSSORIO, Manuel, CABANELLAS DE LAS CUEVAS, Guillermo, Diccionario de Ciencias Jurídicas, políticas y
sociales, 23ava Edición, Editorial Heliasta, Buenos Aires, 1996, Pág. 842.
16
MARTÍNEZ MARÍN, J, MARTÍN MARTÍN, J, ÁVILA MARTÍN, C, Diccionario de términos jurídicos, Granada,
1994, Pág. 376
¿Dentro de la indemnización por error judicial podría considerarse la revisión penal
como un nuevo proceso?, la respuesta correcta es no. Ya adelantamos el concepto de
proceso, que para su mejor claridad lo reiteramos. El proceso es una secuencia lógica de
actos jurisdiccionales hasta llegar a la resolución final de la litis, estos actos obedecen a
contradicción, oposición, igualdad de partes, garantía del debido proceso, disposición,
objeto del proceso, objeto de la litis, plazos establecidos en la Ley con operación de la
preclusión de derecho en caso de no ejercer en el tiempo oportuno, diferentes etapas o
grados con posibilidades de hacer uso de recursos ante el mismo Tribunal de instancia
como ante tribunales superiores en grado hasta llegar a una última instancia, lo que en la
revisión penal no ocurre, solo existe una sola etapa y es unilateral, el derecho es otorgado
solamente al condenado no así al querellante o parte civil.
Tenemos claramente definido que la revisión penal desde su concepción procesal no es
un recurso ordinario menos extraordinario, sino se le atribuye el término recurso desde la
concepción como única vía excepcional que la Ley permite para volver a revisar una
sentencia firme pasada en autoridad de cosa juzgada con la finalidad de anularla o
modificarla y también de reparar una injusticia cometida por el sistema judicial en forma
voluntaria o involuntaria.
Cuadro comparativo del tratamiento a través del Código de Procedimientos Penales
de 1940 y Código Procesal Penal.
Código de Procedimientos Penales de 1940
Código Procesal Penal
ARTÍCULO 439º.- Procedencia.La revisión de las sentencias condenatorias firmes procede, sin
limitación temporal y sólo a favor del condenado, en los siguientes
casos:
1. Cuando después de una sentencia se dictara otra que impone
pena o medida de
seguridad por el mismo delito a persona distinta de quien fue
primero sancionada, y no pudiendo
conciliarse ambas sentencias, resulte de su contradicción la prueba
de la inocencia de alguno de
los condenados.
2. Cuando la sentencia se haya pronunciado contra otra precedente
que tenga la calidad
de cosa juzgada.
3. Si se demuestra que un elemento de prueba, apreciado como
decisivo en la sentencia,
carece de valor probatorio que se le asignara por falsedad,
invalidez, adulteración o falsificación.
4. Si con posterioridad a la sentencia se descubren hechos o
medios de prueba, no
conocidos durante el proceso, que solos o en conexión con las
pruebas anteriormente apreciadas
sean capaces de establecer la inocencia del condenado.
5. Cuando se demuestre, mediante decisión firme, que la sentencia
5. Cuando con posterioridad a la sentencia se acrediten hechos fue determinada
por medio de pruebas
exclusivamente por un delito cometido por el Juez o grave amenaza
no conocidas en el juicio, que sean capaces de establecer la contra su persona o
inocencia del condenado.
familiares, siempre que en los hechos no haya
intervenido el condenado.
6. Cuando la norma que sustentó la sentencia hubiera sido
declarada inconstitucional por el
Tribunal Constitucional o inaplicable en un caso concreto por la
Corte Suprema.
Artículo 361º.- PROCEDENCIA
La sentencia condenatoria deberá ser revisada por la Corte
Suprema, cualquiera que
sea la jurisdicción que haya juzgado o la pena que haya sido
impuesta:
1. Cuando después de una condena por homicidio se produzcan
pruebas suficientes de
que la pretendida víctima del delito vive o vivió después de
cometido el hecho que motivó la
sentencia;
2. Cuando la sentencia se basó principalmente en la declaración
de un testigo
condenado después como falso en un juicio criminal;
3. Cuando después de una sentencia se dictara otra en la que
se condene por el
mismo delito a persona distinta del acusado; y no pudiendo
conciliarse ambas sentencias, de
su contradicción resulte la prueba de la inocencia de alguno de
los condenados;
4. Cuando la sentencia se haya pronunciado contra otra
precedente que tenga la
calidad de cosa juzgada; y
IV.
Procedimiento para la declaración del error judicial
En los anteriores párrafos ocupados sobre el concepto de error judicial, tratando de
determinar cuándo puede ser viable la demanda para que el Tribunal Supremo declare la
existencia de un error. Este numeral tiene por objeto exponer los aspectos procesales de
la acción por error judicial, analizando los trámites que deben cumplimentarse y
procurando explicar las dificultades prácticas más frecuentes que se presentan.
Opción procesal: El recurso de revisión como único proceso según nuestra constitución
y los códigos procesales penales que tratan la materia.
La primera fase del iter para obtener una indemnización por error judicial conduce a la
declaración del Tribunal Supremo sobre la existencia del error. Para ello el artículo 3º de
la Ley Nº 24973 establece una sola vía. El error podrá declararse en un recurso de
revisión tramitado según los artículos que en el capitulo anterior hemos señalado en sus
respectivos cuadros.
Es así que solo podrán pedir indemnización por Error Judicial en los siguientes casos:
a) Los que luego de ser condenados en proceso judicial, hayan obtenido un juicio de
revisión, resolución de la Corte Suprema que declara la sentencia errónea o
arbitral.
b) Los que hayan sido sometidos a proceso judicial y privados de su libertad como
consecuencia de éste y obtenido posteriormente auto de archivamiento definitivo o
sentencia absolutoria.
c) Los que hayan sido detenidos arbitrariamente y privados de su libertad por
autoridad policial o administrativa, sin causa justificada o existiendo esta, si,
excede los límites fijados por la Constitución o por la sentencia , o quien no es
puesto a disposición oportunamente a disposición del Juez competente dentro del
término establecido por la Constitución.
IV.1
Naturaleza del proceso de revisión por error judicial según el tratamiento
legislativo peruano: ¿es una instancia procesal?
El proceso que se fija en la ley Nº 24973, señala que no es una instancia procesal, y en
esto guarda analogía con el recurso de revisión, que también se concibe como una acción
autónoma, esta afirmación es susceptible de distintos significados, y la jurisprudencia
maneja la idea con tanta profusión como ambigüedad.
En resumen, la naturaleza del proceso por error judicial se delimita principalmente sobre
la base de su objeto y de los efectos que produce. No es una instancia, porque para
interponerlo deben haberse agotado antes todas las instancias, y la resolución errónea
debe por consiguiente ser firme. Por ello mismo, tampoco produce efectos rescisorios,
sino meramente declarativos, y queda abierta tan sólo la posibilidad de reparación
genérica o pecuniaria, no la reparación en especie por medio de la anulación de la
resolución judicial errónea.
IV.2
El recurso de revisión como medio de declarar el error judicial
El recurso de revisión es un remedio procesal previsto ante los distintos órdenes
jurisdiccionales para dejar sin efecto sentencias firmes por motivos tasados y
extraordinarios. La Constitución y la ley sobre esta materia han considerado que los
errores judiciales que se ponen de manifiesto en el recurso de revisión son de la
suficiente envergadura como para que no haya que tramitar ningún otro procedimiento
que ponga de manifiesto tales errores, y la sentencia de revisión abra directamente el
camino administrativo para su indemnización.
Hemos expuesto el tratamiento personal previsto para la declaración del error judicial, la
única vía dentro de la primera etapa que hay que superar para conseguir la
indemnización. En síntesis, establece un proceso por error judicial, con efectos
exclusivamente declarativos del error. No basta, para indemnizar el error judicial, ningún
otro reconocimiento del mismo, ni siquiera la declaración hecha por el Tribunal Supremo
al estimar recursos como el de casación, queja, etc. Como única alternativa se admite que
el recurso de revisión tenga efectos declarativos del error, además de los rescisorios de la
sentencia errónea, sólo cuando ese recurso se base en los motivos específicamente
tasados.
Este esquema debe someterse a crítica, porque subordina el tratamiento sustantivo del
error a su tratamiento procesal. Es tanto como decir que la rescisión de la resolución
judicial errónea y la indemnización de los perjuicios causados al justiciable dependen del
cauce procesal correspondiente. Sólo si se cumplen los previstos formalismos, puede
llegar a obtenerse la indemnización por un daño y un error, aunque éstos hayan sido ya
reconocidos y declarados. Algo que deberían repararse de forma directa, por ser una
injusticia manifiesta, está sometido a los vericuetos procesales más inextricables.
Es de opinión de doctrina española autorizada17 lo importante para admitir los efectos
rescisorios, los declarativos y los reparatorios tendría que ser la existencia del error y del
resultado dañoso y no el motivo tasado de ese resultado, el tipo de resolución a que se
impute, el proceso en que se haya cometido, o el proceso en que se haya declarado la
equivocación, sobre todo si ha sido de modo craso y gravemente dañoso, debería
rescindirse su resolución siempre y, sin necesidad de más pronunciamientos especiales e
indemnizarse los perjuicios que haya causado.
No es razonable que los específicos motivos del recurso de revisión permitan rescindir la
sentencia errónea y además den lugar a la indemnización de los perjuicios, y en cambio
otros errores tanto o más patentes y dañosos que los anteriores sólo den lugar a una
indemnización. No es tampoco razonable que se indemnicen los errores declarados
mediante un proceso especial, complejo y costoso, y no se indemnicen en cambio los
errores, tan crasos y dañosos como los anteriores, declarados fuera de este proceso
especial.
En la actualidad, el error que no encaje entre los motivos tasados de revisión tiene efectos
indemnizatorios y no rescisorios. En cambio, el recurso de casación, cuya estimación
17
HERNÁNDEZ MARTÍN: ob.cit. Pág. 58
revela a veces un error judicial craso, sólo tiene efectos rescisorios y no indemnizatorios.
Sólo en el recurso de revisión, estadísticamente casi insólito, el perjudicado puede
obtener la plena reparación de los perjuicios sin necesidad de acudir a pluralidad de
procedimientos o a reiteraciones contrarias a la economía procesal. Esto no se
comprende, ya que lo relevante debería ser que la resolución sea errónea con todo lo
estrictamente que se quiera definir el error y haya producido perjuicios indemnizables.
De acuerdo con la crítica española se concluye que debería establecerse una teoría del
error judicial no subordinada al Derecho Procesal, y más próxima al Derecho
Administrativo, en cuanto a que otorga un tratamiento más unitario al daño causado por
los servicios públicos. El error judicial debería recibir, a igualdad de circunstancias,
igualdad de tratamiento, sea cual sea su origen o la vía en que se declare, concediendo
toda la preeminencia al objetivo de corregir la equivocación e indemnizar el daño.
IV.3
Casos en los que no procede la indemnización por error judicial
No procede la indemnización por error judicial según el art. 6to de la Ley Nº 24973:
 Cuando el detenido o procesado haya inducido con sus actos a la justicia a
cometer el error del que aparece como víctima.
 Cuando la victima de error o la detención haga valer sus derechos en vía
de querella criminal o de daños y perjuicios por la vía civil.
Con el Anteproyecto de Ley elaborado por la Comisión Técnica Encargada de la Revisión
Y Análisis De La Ley N° 24973, en su articulado menciona lo siguiente:
Artículo 4.- Exención de responsabilidad del Estado
El Estado no responde civilmente cuando:
a) el error judicial ha sido inducido por comportamiento doloso o culposo de quien
aparece como su víctima;
b) La sentencia absolutoria se funda en la insuficiencia medios probatorios para
establecer la culpabilidad, en la subsistencia de dudas sobre ella o en la prueba de una
causal que exime de responsabilidad penal;
c) La víctima hace valer su derecho a ser indemnizado en la vía penal o civil directamente
contra las personas a las que se imputa el error judicial o la detención arbitraria.
V. Consideraciones generales acerca del Anteproyecto de Ley elaborado por
la Comisión Técnica encargada de la revisión y análisis de la ley 24973,
ley que regula la indemnización por Errores Judiciales y Detenciones
Arbitrarias
La exposición de motivos del anteproyecto 18 en cuestión señala que el reconocimiento de
la responsabilidad civil del Estado por los daños provocados por su actividad constituye
18
Por tal razón en cumplimiento del mandato contenido en los incisos 5 y 16 del artículo 233 de la Constitución Política
de 1979, por Ley N° 24973 (en adelante la Ley), publicada el 28 de diciembre de 1988, se reguló la responsabilidad civil
un gran hito en la consolidación del Estado Democrático de Derecho, fundado en la
protección de los derechos humanos, situación mucho más consolidada que en la
originaria Ley 24973.
La Comisión ha operado sobre la base de tres criterios fundamentales:
a) Precisión de los supuestos de responsabilidad civil del Estado por los errores judiciales
penales y las detenciones arbitrarias, así como de los criterios para la fijación del monto
indemnizatorio;
b) Previsión de un único Fondo para hacer efectiva la responsabilidad civil del Estado.
c) Precisión del procedimiento a seguirse en los diversos supuestos por los que el Estado
responde.
Hace una precisión de los supuestos de responsabilidad civil del Estado por lo que toma
los supuestos de responsabilidad civil del Estado por las detenciones arbitrarias y por
error judicial en materia penal.
Respecto a las detenciones arbitrarias, la Comisión se ha limitado a especificar el art. 2°
de la Ley en el sentido de que el autor de la privación de la libertad deba ser “autoridad
del Estado”, en sustitución de “autoridad policial o administrativa”. Ello en razón de que el
Estado responde por los daños derivados de la detención arbitraria, en cuanto ella sea
realizada por una “autoridad” del propio aparato estatal, sea cual fuere ésta.
En cambio, tratándose de la tipificación de los supuestos de responsabilidad
estatal por error judicial, la Comisión propone sustanciales cambios, a saber:

Limita el supuesto previsto en el inciso b del artículo 3° de la Ley solo a los casos
en los que el sujeto privado de su libertad durante el proceso judicial resulte luego
absuelto en la sentencia, siempre que ella se funde en la inexistencia del hecho
imputado, en que el hecho no constituye delito o en la no intervención del acusado
en la perpetración del delito. Esta limitación adoptada por mayoría tras viva
discusión en el seno de la Comisión, excluye que el Estado responda cuando el
proceso penal termine por “auto de archivamiento definitivo” o por sentencia
absolutoria fundada en la insuficiencia de medios probatorios de la culpabilidad o
en la duda del juzgador. Hay que precisar que el supuesto de responsabilidad
previsto en el inciso b) del artículo 3° de la Ley no tiene cobertura constitucional,
por lo cual constituye tema de política legislativa el determinar su extensión.

Incorpora como supuesto de responsabilidad el del indulto fundado en error judicial
(inciso c del artículo 3 de la propuesta). Ello en cabal cumplimiento de lo previsto
tanto en el artículo 16.6 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos1
del Estado por los errores judiciales en materia penal y las detenciones arbitrarias. Sin embargo, la Ley pese a estar
formalmente vigente, por varios motivos, no ha encontrado cabal aplicación Mediante Resolución Ministerial Nº 2542006-JUS, de fecha 23 de junio del 2006, ratificada por Resolución Ministerial Nº 418-2006-PCM, del 22 de noviembre
del 2006, se creó la Comisión Técnica (en adelante la Comisión) encargada del análisis y revisión de la Ley, a fin de que
proponga las reformas enderezadas a su real vigencia Habiéndose instalado la Comisión con fecha 14 de febrero del
presente año, culmina sus labores con la presente propuesta de modificaciones a la Ley.

del cual el Estado peruano es parte, como en las consideraciones del Tribunal
Constitucional expresadas en la sentencia emitida en el Expediente N° 1277-99AC/TC.
Amplía la cobertura del supuesto de absolución como consecuencia del ejercicio
de la revisión penal, en el sentido de que el Estado no solo responda cuando se
declara por la Corte Suprema que la sentencia condenatoria es “errónea o
arbitraria”, sino en todos los supuestos de estimación de la revisión penal, cuyas
causales están hoy prevista en el artículo 439 del nuevo Código Procesal Penal, a
cuyo texto la propuesta se remite.
Algunos puntos sobre el Fondo Nacional de Errores Judiciales y Detenciones
Arbítrales




Se fija los parámetros para que el FONAIN tenga una verdadera actuación como
fondo pues de conformidad con el espíritu de la Ley, la Comisión ha considerado
que la responsabilidad del Estado por los errores judiciales y las detenciones
arbitrarias haga efectiva a través de un Fondo, al que se le ha mantenido la
denominación de Fondo Nacional de Errores Judiciales y Detenciones Arbitrarias
con el agregado de su sigla (FONAIN).
Con la finalidad que no exista duda alguna de que el Estado responde civilmente
solo a través del Fondo, se propone que el artículo 7 precise que el Estado abone
las indemnizaciones “únicamente” a través de él. Con ello se pretende evitar que
en los procesos concretos se puedan terminar afectando para el pago de las
indemnizaciones pliegos presupuestarios de otras entidades del Estado, tal como
viene ocurriendo en la actualidad.
A criterio de la Comisión, el Fondo debe ser único, vale decir, debe suprimirse la
existencia de Fondos Distritales (previstos en el artículo 14 de la Ley), ello en aras
de un mejor manejo de sus recursos.
Un aspecto particularmente importante que fue objeto de constante debate al
interior de la Comisión es aquel referido a la adscripción del FONAIN a un
específico pliego presupuestario. En efecto, la principal razón por la cual los
mecanismos indemnizatorios previstos por la Ley no han podido efectivizarse
estriba justamente en que el Fondo no se encuentra, a la fecha, adscrito, a un
específico pliego presupuestario.
Conclusiones
1. La evolución histórica de las instituciones de la responsabilidad muestra que para el
hombre siempre han sido conocidos los conceptos de daño y responsabilidad, lo que
varía en cada época es la forma en que la colectividad los asume. La evolución nos
lleva desde la venganza privada hasta la asunción por parte del estado de la defensa
de los perjudicados, a más de su propia responsabilidad.
2. En nuestro país la acción de indemnización por error judicial ha tenido una aplicación
casi nula, debido a la restrictiva interpretación que nuestros jueces han realizado al
precepto constitucional que la consagra. La explicación se encuentra, entre otras
razones, en el gran costo económico que significaría asumir la responsabilidad e
indemnizar a las víctimas y el riesgo de que eventualmente el Estado pudiera repetir
en contra del juez.
3. Las consecuencias de esta constante es la desconfianza hacia el Estado y el Poder
Judicial, poco respaldo, mala evaluación, desprestigio e inseguridad jurídica, estos
son sentimientos que calan tan fuertemente en la opinión pública que son muy difíciles
de desarraigar. La solución a este problema es modificar la norma, de manera tal, que
haga efectiva la responsabilidad del Estado y se indemnicen los errores judiciales.
4. A la par con decidir si el Estado de Derecho en el que vivimos debe reconocer sus
errores o simplemente hacer prevalecer la institución de cosa juzgada en sus
sentencias, debe tenerse en cuenta que la ley de indemnización vigente desde 1989
no tiene eficacia dentro de nuestro ordenamiento jurídico, como también el desatino
del legislado de normativizar las consecuencias y no ver la manera de que la causa de
dicho hecho generador se encuentre normado y entender cómo es que se generan los
errores judiciales y no remitirse a señalar taxativamente situaciones sin definir en sí
mismo de que se trata dicho hecho patológico, por ello debería normarse lo que se
debe entender por error judicial y no solo elaborar una ley que trate sobre sus
consecuencias como es la Ley 24973 que hemos desarrollado en el presente trabajo,
puesto que solo estaríamos observando las consecuencias y no el origen del
problema.
5. El monto de la indemnización ha sido también un tema controvertido, si bien es cierto
que su determinación obedece a criterios subjetivos, es menester otorgarles certeza y
cuantía determinada, y prever excesos.
6. Estas modificaciones lograrían que la acción indemnizatoria cobre plena aplicación y
estaría por fin librada de aquellos elementos que entraban su existencia práctica, los
derechos que esta acción esta llamada a tutelar, no pueden seguir sumidas en la
nebulosa del subjetivismo y la malentendida interpretación.
7. El Estado debe hacer efectiva esta ley Vigente desde 1988 que es actualmente Ley
muerta dentro de nuestro sistema, por la que es solo responsabilidad estatal volverla
efectiva y realizar las maniobras presupuestales del caso para otorgarle de esta forma
al FONAIN el presupuesto que le corresponde por ley y hacer efectiva las
indemnizaciones del caso.
8. Solo respetando los derechos de las personas, reconociendo las responsabilidades y
reparando los errores cometidos, nuestro Estado puede avanzar hacia el desarrollo y
aspirar a una nación unida, respetuosa de la ley y con el respaldo que todo gobierno
anhela.
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