UNIVERSIDAD REGIONAL AUTÓNOMA DE LOS ANDES “UNIANDES” FACULTAD DE JURISPRUDENCIA CARRERA: DERECHO TESIS PREVIA A LA OBTENCIÓN DEL TÍTULO DE MAGÍSTER EN DERECHO CONSTITUCIONAL TEMA: “LA INEFICACIA MATERIAL E INEXEQUIBILIDAD DE LA COSA JUZGADA EN LA JURISDICCIÓN INDÍGENA “CASO LA COCHA” ASESORES: DR. MARCELO ROBAYO CAMPAÑA, Mg DRA. SONIA NAVAS MONTERO, Mg AUTOR: DR. RAUL CLEMENTE ILAQUICHE LICTA AMBATO – 2013 APROBACIÓN DE LOS ASESORES En calidad de tutores del trabajo de investigación, designados por la Autoridad correspondiente de la “UNIANDES”, certificamos que el Doctor Raúl Clemente ILaquiche Licta, estudiante de la Maestría en Derecho Constitucional, ha cumplido con las normas establecidas y con los requerimientos exigidos por la universidad, por lo que aprobamos la misma. El interesado puede hacer uso del presente CERTIFICADO para los efectos legales correspondientes; así como también autorizar su presentación para la evolución por parte del tribunal de grado respectivo. Dr. Marcelo Robayo Campaña, Mg. Dra. Sonia Navas Montero, Mg ASESOR ASESORA II DECLARACIÓN DE AUTORÍA: Doctor Raúl Clemente ILaquiche Licta, con cédula de ciudadanía 0501751143, maestrante de la facultad de jurisprudencia de la “UNIANDES”, declaro en forma libre y voluntaria que el presente trabajo de investigación sobre “la ineficacia material e inexequibilidad de la cosa juzgada en la jurisdicción indígena “caso la Cocha”, así como las expresiones vertidas son de autoría del abajo firmante, y se ha realizado la correspondiente investigación en base a la bibliografía y legislación ecuatoriana e internacional; así como consultas en internet. En consecuencia asumo la responsabilidad de la originalidad de la misma y la fundamentación científica correspondiente. Atentamente; Dr. Raúl Clemente ILaquiche Licta AUTOR III DEDICATORIA: A mis hijos Kaya Anaai, Ayan Raúl y Sanni Millaray que junto a Lulú son la razón de mis sueños, inspiración y de superación profesional para servirlos con eficiencia y eficacia en mi ejercicio profesional. IV AGRADECIMIENTO Mi agradecimiento y reconocimiento a la Universidad Regional Autónoma de los Andes “UNIANDES”, a todos los maestros que me impartieron sus valiosos conocimientos y en especial a los tutores, al Dr. Marcelo Robayo Campaña, Mg. y a la Dra. Sonia Navas Montero, Mg. por su gran apoyo y colaboración en la realización del presente trabajo de investigación. A mi familia, por la paciencia, la comprensión y el impulso que siempre me brindan y a la Organización de Tigua Circunscripción Territorial Indígena y Gobierno Autónomo de Tigua “CITIGAT”, por permitirme servir, guiar como su autoridad y defender sus derechos y el pluralismo jurídico en el Ecuador. V ÍNDICE GENERAL “LA INEFICACIA MATERIAL E INEXEQUIBILIDAD DE LA COSA JUZGADA EN LA JURISDICCIÓN INDÍGENA CASO LA COCHA” Portada Aprobación de los asesores……………………………………………………………II Declaración de Autoría…………………………………………..………………………III Dedicatoria………………………………………………………..………………………IV Agradecimiento …………………………………………………………………….........V Índice general…………………………………………………………………………….VI Resumen ejecutivo…………………………………………………………………….VII Tandachishka Yuyay…………………………………………………………..………VIII Introducción………………………………………………………………………............1 CAPÍTULO I MARCO TEÓRICO EPÍGRAFE I 1. LEGITIMIDAD DE LA JUSTICIA INDÍGENA ………………………………10 1.1. Principios institucionales: Generalidades 1.2. Conceptos de legitimidad ..……………………………………………………12 1.3. Principios institucionales de la justicia indígena y legitimidad constitucional …………………………………………………………………………………….15 1.4. Objeciones “democráticas”, la tesis de la legitimidad de la justicia indígenas ……………….……………………………………………………………………20 EPÍGRAFE II 2. UN CASO DE LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL 2.1. Conceptualización de la justicia constitucional………………………………26 VI 2.2. Órgano competente…………………………………………………………..…27 2.3. Naturaleza de sus fallos………………………………………….……………. 28 2.4. Importancia..………………………………………………………………..…... 30 2.5. Justicia constitucional y justicia indígena…………………………………… 31 EPÍGRAFE III 3. LA COSA JUZGADA 3.1. Definición………………………………………………………………………... 34 3.2. La cosa juzgada en la justicia indígena…………………………………...….35 3.3. El principio Non bis in ídem .…………….……………………………… …….38 3.4. Principio de unidad jurisdiccional………………………………………..........40 EPÍGRAFE IV 4. LA COCHA: ESTUDIO DE CASO 4.1. Reseña……………………………………………………………………………44 4.2. Legitimidad constitucional……………………………………………………...50 4.3. Caso difícil .…………………………………………………………………….. 53 4.4. Relevancia constitucional y política……….….……………………………….56 4.5. Situación actual……………………………………………...…………………..61 4.6. Conclusión parcial del capítulo ……………………………………………… 64 CAPÍTULO II 2. MARCO METODOLÓGICO Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 2.1. Caracterización del sector de la investigación..………………………….67 2.2. Descripción del proceso metodológico……………………………………68 2.3. Universo y población………………………………..………………………69 2.4. Análisis e interpretación de resultados cualitativos ……………………. 71 2.5. Verificación de ideas a defender……………………..……………………78 2.6. Conclusiones parciales del capítulo ………………………………...……81 VII CAPÍTULO III 3. VALIDACIÓN DE LA PROPUESTA 3.1. Antecedentes de la investigación de campo .……………………………83 3.2. Resultados de la investigación de campo………………………………..83 3.3. Propuesta modelo………………………………………………………...…84 3.4. Documento de análisis crítico y propuesta de sentencia………………84 3.5. Modelo de resolución de la Corte Constitucional sobre el caso la Cocha…………………………………………………………………………92 3.6. Conclusión parcial del capítulo ……………………………………………95 4. Conclusiones y recomendaciones generales …………………………….…96 5. Bibliografía VIII RESUMEN EJECUTIVO El tema de investigación desarrollado con el titulo “la ineficacia material e inexequibilidad de la cosa juzgada en la jurisdicción indígena “caso la Cocha”, se refiere al ejercicio de las funciones jurisdiccionales realizadas por las autoridades indígenas de la comunidad la Cocha, al amparo de los derechos de jurisdicción establecidos en los Artículos 171 de la Constitución y el Art. 343 del Código Orgánico de la Función Judicial. La misma que no fue respetada por los operadores de la justicia ordinaria, inobservando el derecho al debido proceso y el principio non bis in ídem estatuida en la Constitución y llevaron el caso a procesos de doble juzgamiento, persecuciones e interferencia de las funciones del Estado; y como consecuencia, derivó en la presentación de la acción extraordinaria de protección ante la Corte Constitucional, la misma que hasta la fecha aún no ha sido resuelto. La situación planteada conlleva un sinnúmero de problemas jurídicos como la falta de eficacia y de validez jurídica, la inobservancia del principio constitucional de Non bis in ídem, con la consiguiente inexequibilidad de la cosa juzgada de la resolución de la autoridad indígena; así como la falta de seguridad jurídica y el respeto de los derechos de los pueblos indígenas reconocidos, situando en riesgo la supremacía de las normas constitucionales. El desarrollo investigativo consta de tres capítulos, además de una parte introductoria. En el capítulo I se aborda el marco teórico en la cual se debate y se justifica debidamente la legitimidad de la justicia indígena, sus principios institucionales, legitimidad constitucional y las objeciones “democráticas” a esta tesis; la justicia constitucional, su órgano competente y la naturaleza de sus fallos, el valor de la cosa juzgada, el principio non bis in ídem y la unidad jurisdiccional, sintetizando el estudio de un caso práctico que es el caso la Cocha. El capítulo II contiene el merco metodológico y el planteamiento del problema; y el capítulo III se refiere a la validación de la propuesta, terminando con una propuesta de documento crítico que sirva de instrumento para garantizar la jurisdicción indígenas y la forma como debe ser la sentencia del Corte Constitucional. IX TANDACHISHKA YUYAY (ABSTRAC) Kay llankay, rikuchinmi nukanchik apuk mashikuna wanuymanta allichishkata ayllu llakta Cochapi. Shinapash, apukunaka, wanuyta allichirkami, ahstawan jantun kamachi shinapish uchilla kamachik runakupak kawsayta japishca ashtawan rikuchishkamanta, kay inu Art. 171 mama kamachikpi, shinapish Inu Art. 343 uchilla kamachikpish. Kay allichishkakuna mana chaypi saquirishkachu, shinapash mana chay allichishkakunataka paktachishkachu, ashtawan ashka llakimanmi yaykushkakuna. Chaymanta, pushak, apuk, quishpirishka mashikunapash, ashtawan ashkata juchachishka sakirishkakuna. Shinallatak, mishu apu kunaka, wishkana wasikunman apashka, shinapash, ashka rimay, kaminakuy, mana allichi, juchachikunatami rurashka, wishkanawasiman apashpa, kutishuk mishu allichikunapi kallarishpa. Chaymanta, llakipi saquirik mashikunaka, kay allichishka pankakunata kay jatun apuk Corte Constitucional nishkaman chayachishka, Cocha pushak mashikuna rurashkata rikuchun, allichichum, shinapash nichun runamashikuna rurrrashkaka allichu mana allichu, wanui tiwashkata allichita usharka mana usharkakuna. Kay tukuy llankaikunaka, runakunapak kawsayta llakipimi sakishka, allichikunata kapishca, rurashkaka mana allipichu sakirishka, mana yalishkachu. Chaimanta, tukuy Cotopaxi markapi ashka kuyuri kuna, rimaykuna tiyashka. Chaymanta, imashinallapish, runa kawsay kamachik kunapi rikuchishkamanta, paktachichun munashpa, shinapash, imashina, kay Cocha allichikaka paktachinami karka nishpa, kay llankayta ruruni, Chaipakka, ashka inukupi rikuchikrini, imahsina nukanchik kaysayta tukuy puchak, apuk, mishu, runa mashikupash paktachinami kanchik nishpa. X INTRODUCCIÓN 1. Antecedentes investigativos El tema de investigación tiene relación con el ejercicio de las funciones jurisdiccionales realizadas por las autoridades indígenas de la comunidad la Cocha de la Parroquia Zumbahua, Cantón Pujilí, provincia de Cotopaxi, por los hechos del día 9 de mayo del 2010, a las 19 horas, suscitados en el centro urbano de dicha parroquia donde se produjo una riña entre cinco jóvenes indígenas de la Comunidad de Guantopolo y el joven Marco Antonio Olivo Pallo, ocasionando la muerte de este último. Al haber sucedido este hecho en un territorio indígena, y que los involucrados son indígenas kichwa hablantes de la localidad, las autoridades indígenas de las comunidades de la Cocha y Guantopolo, amparados en los artículos Art. 171 de la Constitución de la República y el Art. 7 y 343 del Código Orgánico de la Función Judicial, ejercieron funciones jurisdiccionales conforme las tradiciones ancestrales y el derecho propio, observando y respetando el derecho a un debido proceso y juzgaron el caso en los días 16 y el 23 de mayo del 2010, imponiendo las sanciones correspondientes de acuerdo a las normas y procedimientos propios.1 Por la intromisión de la justicia ordinaria, particularmente por los señores Jueces Primero y Tercero de Garantías Penales de Cotopaxi y la Fiscalía que iniciaron procesos penales contra las autoridades y los involucrados, y por la politización del caso, debido a la intervención del Presidente de la República, el Ministro de Justicia y la Fiscalía General del Estado, considerando la situación de indefensión, la inobservancia y el irrespeto a las decisiones de la jurisdicción indígenas, por los procesos de doble juzgamientos encaminados, así como, en defensa del sistema jurídico indígenas, el respeto de la jurisdicción y competencia de las autoridades indígenas y sobre todo se cumpla la sentencia o resolución indígenas sobre el caso juzgado, el hermano del difunto Marco Antonio Olivo Pallo, el señor Víctor Olivo Pallo, con fecha 8 de junio del 2010, presento la acción 1 Acta de juzgamiento caso la Cocha. 1 extraordinaria de protección contra las decisiones de la Justicia Indígena 2, la misma que hasta la fecha no ha sido resuelta. Situación esta que ha devenido en la violación del derecho al debido proceso de cosa juzgada, del principio constitucional y legal de non bis in ídem y del pluralismo jurídico adoptado por el Estado intercultural y plurinacional del Ecuador Sobre el tema existen varios trabajos investigativos en las diferentes universidades del país, incluidas la Universidad UNIANDES3, pero las mismas constituyen simples descripciones de los derechos colectivos, así como una mera descripción de los hechos y no hay una teorización desde el ejercicio y la práctica de un tema específico; por lo que, con el presente trabajo investigativo se aporta a la teorización a partir de las teorías políticas, jurídicas, antropológicas y la doctrina existente sobre el caso planteado. 1.1. Situación problémica La finalidad de esta investigación es determinar la validez jurídica constitucional de las sentencias de las jurisdicciones indígenas en el Ecuador, dentro del marco del pluralismo jurídico y Estado constitucional de derechos, intercultural y la plurinacional. La importancia se justifica por el desarrollo del mismo, a partir de un tema concreto el caso “la Cocha”, donde se verifica un sinnúmero de elementos jurídicos que configuraran la teoría del derecho, así como se visibiliza flagrantes violaciones e inobservancias de derechos del debido proceso, como la cosa juzgada, estatuidos en la Constitución a favor de los titulares de derechos. El caso seleccionado para este investigación se sintetiza en la acción extraordinaria de protección contra las decisiones de la justicia indígena presentado por el señor Víctor Olivo Pallo, con fecha 8 de junio del 2010, en la Corte Constitucional, por la muerte del joven comunero Marco Antonio Olivo Pallo. 2 Expediente Acción Extraordinaria de Protección No. 0731-10 EP- CC. fojas 52-54 3 Confron. Tesis doctoral de Raúl Ilaquiche, Lourdes Tiban, Nina Pacari Vega, Mariana Yumbay, Mercedes Lema. Universidad Central del Ecuador, Facultad de Jurisprudencia, 2000, 2001,/ Tesis de maestría. Aro Aldean, Patricio Gerardo. El Juzgamiento de los delitos de transito cometidos por infractores indígenas de la provincia de Cotopaxi, en el año 2010, frente a la impunidad, Ambato, UNIANDES, 2012 2 Todo lo cual se fundamenta plenamente por las siguientes consideraciones: La situación planteada trae como consecuencia un sinnúmero de problemas jurídicos como la falta de eficacia y la consiguiente inexequibilidad material de la sentencia indígena, que requieren ser resueltos en el afán de poner en vigencia el pluralismo jurídico, entendida esta como la coexistencia de dos o más formas diferenciadas del derecho en un mismo plano temporal y espacial4, pero también pone en cuestionamiento la validez jurídica de la actuación de las autoridades indígenas en el ejercicio de su jurisdicción territorial; la legitimidad de la sentencia indígena, la seguridad jurídica, los derechos al debido proceso a la cosa juzgada el principio de non bis in ídem; pero sobre todo ponen en riesgo la supremacía de las normas constitucionales, done los derechos de las personas constituyen un paradigma del Estado constitucional de derechos. También la problemática yace en cómo lograr la eficacia normativa y aplicación directa de los derechos colectivos de las comunas, comunidades y pueblos indígena como sujetos de derechos y del derecho de la jurisdicción y competencia de las autoridades indígenas claramente señaladas en la normativa constitucional y legal. Pues, se pone en cuestión la validez del sistema jurídico indígena frente al sistema jurídico ordinario que lo catalogan como una simple declaración de principios sin la mínima intención de establecer políticas públicas de coordinación y cooperación entre los dos sistemas jurídicos existentes y lograr que las resoluciones y sentencias de las autoridades indígenas se equiparen a cualquier otra decisión judicial y permita su pleno y cabal cumplimiento, asegurando su rol efectivo que es la de permitir el control interno de los comuneros, evitando que los jóvenes indígenas que ya fueron juzgados por la justicia indígena no sean juzgado dos veces por la justicia ordinaria. Estos hechos reflejan la dominación del sistema jurídico estatal basado en un pensamiento jurídico monista que asume los derechos de los pueblos indígenas como el reconocimiento de ciertas costumbres indígenas y no como un 4 CÓNDOR CHOQUIRUNA, Eddie. (Coordinador) Manual informativo para autoridades judiciales estatales. Comisión Andina de Juristas. Lima 2010 3 reconocimiento de un verdadero sistema jurídico 5. Es decir, el sistema jurídico posee formas específicos de “dominio”, es un dispositivo jurídico de legitimación de una ideología determinada de reconocimiento, cuando en realidad se trata de “derecho propio” que puede o no ser reconocido. La falta de una política pública y el un verdadero diálogo intercultural refleja consecuencias negativas en los titulares de derechos y no logra desarticular el nudo crítico de la pluralidad legal, que incluso ha llevado a la re victimización de los involucrados en la resolución del caso “la Cocha”. Por tanto, la falta de seguridad jurídica afecta a los titulares de derechos y sus autoridades, al no contar con mecanismos eficaces de exigibilidad y de cumplimiento de sus resoluciones por parte de los poderes públicos, y pone en cuestionamiento la efectividad y relevancia para la jurisdicción indígenas las garantías constitucionales y legales existes. Además, queda en cuestión la supremacía de la Constitución y la aplicación directa e inmediata de las normas constitucionales en el neoconstitucionalismo, frente a hechos de esta naturaleza que violenta la propia estructura institucional, la legitimidad y la constitucionalidad del conjunto de derechos reconocidos a favor de los pueblos indígenas. En un Estado constitucional de derechos y justicia, intercultural y plurinacional como es el Ecuador, como lo describe el Art. 1 de la Constitución del Ecuador, no cabe la penalización a las autoridades, comunidades o a los miembros de los pueblos indígenas que actúan de acuerdo a su propio derecho y cultura; no obstante, conforme el caso planteado surgen varias interrogantes a ser absueltas en este trabajo: ¿Las autoridades de la justicia ordinaria debían o no interferir en caso la cocha? ¿Cuáles son los mecanismos de coordinación y cooperación señaladas por la Constitución? ¿Si las autoridades indígenas que ejercieron las funciones jurisdiccionales cometieron o no el delito de secuestro o plagio? ¿Los mecanismos de defensa de la justicia ordinaria de los derechos de las partes, son adecuados y eficaces para resolver un conflicto entre principios del pluralismo jurídico y de aquella? ¿Cuál es el valor de los principios institucionales en la 5 YRIGOYEN FAJARDO, Raquel. Hitos del Reconocimiento del Pluralismo Jurídico y del derecho indígena en las políticas indigenistas y el constitucionalismo andino, en: “Pueblos Indígenas y derechos humanos”, Instituto de Derechos Humanos Bilbao 2006. 4 resolución del conflicto de los principios de la jurisdicción ordinaria y con los principios de la jurisdicción indígenas? ¿Es posible armonizar ambos grupos de principios? ¿Cómo lograr la eficacia y la seguridad jurídica de las resoluciones indígenas? ¿Cómo lograr la autonomía de las autoridades para pleno ejercicio de las funciones jurisdiccionales? ¿Cómo lograr e implementar una política pública intercultural, incluyente y participativa en la función judicial del país? ¿Cuáles son las garantías constitucionales de que están dotadas las autoridades indígenas para efectivizar sus resoluciones? 1.2. Problema Científico Conflicto entre el principio Non bis in ídem y el principio de la unidad jurisdiccional en el caso “la Cocha”. 1.3. Delimitación del problema: Objeto de investigación.- Derecho Constitucional Campo de acción: Principio de non bis in ídem Lugar y Tiempo: Provincia de Cotopaxi 2013 Línea de investigación: Pluralismo jurídico y derechos humanos 1.4. Objetivo general Elaborar un documento de análisis crítico sobre la validez jurídica – constitucional de las sentencias en la jurisdicción indígena, como una contribución al debate teórico – jurídico del principio non bis in ídem. 1.5. Objetivos específicos 1.5.1. Fundamentar jurídicamente dentro del marco del derecho constitucional. El derecho indígena, el pluralismo jurídico en el Ecuador, la unidad jurisdiccional, cosa juzgada y el principio de non bis in ídem. 5 1.5.2. Analizar los criterios de la justicia ordinaria que deslegitima e invalida la sentencia de la justicia indígena. 1.5.3. Determinar la vigencia del principio non ibis ídem en el caso No. 0731-10-EP-CC 1.5.4. Determinar la legitimidad de las autoridades indígenas en el ejercicio de la jurisdicción indígena. 1.6. Ideas a defender Con la elaboración del documento de análisis crítico sobre la validez jurídica – constitucional de las sentencias en la jurisdicción indígena, se contribuirá al debate teórico – jurídico del principio non bis in ídem. 1.7. Variables de la investigación Variable independiente La validez jurídica constitucional de la sentencia en la jurisdicción indígena Variable dependiente Principio de Non bis in ídem 1.8. Metodología, técnicas y herramientas 1.8.1. Métodos Para la realización del presente trabajo investigativo se aplicó los siguientes métodos: Método estudio de caso: la misma que permitió recoger datos, de configuración y de tratamiento de la información para estudiar y comparar con otros casos el carácter evolutivo y complejo que ha tenido los sistemas jurídicos en el país y en 6 diferentes etapas; de la misma forma permitió ver como se manifiestan y han evolucionado.6 Método histórico: permitió realizar un estudio comparativo en las diferentes etapas de desarrollo de los derechos de los pueblos indígenas, así como el tratamiento dado por la sociedad nacional, los operadores de justicia y todos los cambios que ha devenido en estos últimos tiempos, respecto a las resoluciones de las jurisdicciones indígenas. Método sociológico: permitió aplicar los conceptos y visiones sobre hechos concretos, así como de las luchas sociales, la legitimidad, la democracia, instituciones del derecho propio, las tenciones existentes entre autoridades como elementos y componentes importantes del análisis investigativo dentro del tema planteado. Método análisis relación sistemática: este método permitió verificar la actuación de los actores judiciales en el contexto de la pluralidad legal, de cuáles son sus formas de reconocer el sistema que forman los intercambios, las explicitaciones de las reglas de juego de las generaciones de sistemas y sus análisis respectivos. Método cualitativo: para recopilar textos, documentos, resoluciones, sentencias a fines al tema, para luego clasificar la información valida y procesarla debidamente como sustento teórico – empírico del trabajo investigativo. 1.8.2. Técnicas Encuestas seleccionadas Previo a realizar la actividad de encuestas se debatió con los asesores el Dr. Marcelo Robayo y la Dra. Sonia Navas, sobre algunas posibilidades de 6 MUCCHIELLI, Alex. Diccionario de métodos cualitativos en ciencias humanas y sociales. Editorial Síntesis. Madrid 2001. 7 encuestas, sobre todo, a quienes hacer, elementos a considerar para la selección de personas a ser encuestadas, qué preguntas hacer, entre otros. En este contexto, se determinó realizar una guía con preguntas específicas sobre el tema, la misma que fue aplicado a las personas seleccionadas tomando como base el conocimiento que tengan sobre el tema de la jurisdicción indígena. Cabe destacar que también se utilizó la técnica del fichaje sobre todo en la recopilación de normas jurídicas, resúmenes de textos y producciones bibliográficas. 1.8.3. Herramientas Para la recopilación de datos se utilizó las fichas, y para las encuestas se aplicó la guía de encuestas preparada junto con los asesores. 2. Aporte teórico, significación práctica y novedad científica 2.1. Aporte teórico: Los resultados del trabajo investigativo están orientados al fortalecimiento de las instituciones del derecho indígena, sus autoridades, a fin de coadyuvar a la eficacia de las resoluciones indígenas, estableciendo pautas de coordinación y cooperación reales y para que den luces a los operadores de la justicia ordinaria en la adopción de resoluciones y políticas públicas necesarias, dentro de la marco del diálogo intercultural en un Estado plurinacional. 2.2. Significación practica: En tanto la Corte Constitucional del Ecuador como órgano encargado de ejercer el control constitucional sobre decisiones de la justicia indígena, hasta la fecha, no ha resuelto el caso y ha dejado en estado de indefensión a los titulares del derecho de la jurisdicción indígena, es menester coadyuvar a la solución del nudo crítico del pluralismo jurídico; y sobre todo, hacer posible que los derechos de los pueblos indígenas sean de aplicación inmediata y 8 directa, sus resoluciones sean eficaces, se fortalezcan las autonomías, la legitimidad de las autoridades indígenas y las instituciones del derecho propio o las tradiciones indígenas. 2.3. Novedad científica: El caso a ser desarrollada es realmente novedoso, por poco estudio desarrollado, por escasa fuente bibliográfica existente, y sobre todo, por falta de desarrollo jurídico mediante sentencias y resoluciones como antecedente jurisprudenciales que ya deben ir sentando precedentes en el Ecuador, los operadores de justicia y los organismos de control constitucional. Por tanto, el tema de ineficacia de la sentencia indígena permitió, por un lado sentar las bases de un desarrollo teórico jurídico de primicia en el Ecuador y por otro lado, ayudó a resolver conflictos existentes y a fortalecer el ejercicio jurisdiccional de las autoridades indígenas. 9 CAPÍTULO I MARCO TEÓRICO EPÍGRAFE I 1. LEGITIMIDAD DE LA JUSTICIA INDÍGENA 1.1. Principios institucionales: Generalidades Para abordar el tema de la ineficacia e inexequibilidad de la cosa juzgada en la jurisdicción indígena, es necesario establecer algunos elementos que sustentan la validez jurídica de la jurisdicción indígena; para lo cual me refiero a los los principios institucionales y si los sistemas de normas, reglas, usos, costumbre, procedimientos, sanciones constituyen o no la institucionalidad de la jurisdicción indígena. Respecto de la institucionalidad John Rawls, manifiesta que se “entiende un sistema público de reglas que definen cargos y posiciones con sus derechos y deberes, poderes e inmunidades, etc. Estas reglas especifican ciertas formas de acción como permisibles, otras como prohibidas; y establecen ciertas sanciones y garantías para cuando ocurran violaciones a las reglas”.7 Es decir, las instituciones son las formas de conducta que se manifiesta a través de un sistema de reglas y como la realización de acciones especificadas por estas reglas, efectuadas en el pensamiento y en la conducta de ciertas personas en cierto tiempo y lugar. Son prácticas sociales más generales, como los ritos, juegos, procesos judiciales y parlamentos, que el carácter público de las reglas de una institución asegura que quienes participan en ella sepan que limitaciones de conducta pueden esperar unos de otros y que acciones son permisibles. Estos principios constituyen la estructura básica de la sociedad mediante instituciones sociales más importantes que regulan, asignan derechos y deberes, determinando el 7 RAWLS, John. Teoría de la Justicia. Los principios de la justicia. Fondo de Cultura Económica, México, cuarta impresión 2003, PP 62-63. 10 correcto funcionamiento de la misma, sin que se confunda con la asignación de principios de la actuación de las personas, sino del funcionamiento adecuado de la institución. Además, establece diversos derechos, deberes, estrategias y máximas de cómo se puede utilizar de la mejor manera esta institución. En el ámbito de justicia, dice Rawls, las instituciones deben ser razonablemente justas, sus autoridades deben ser imparciales y no se vean influidas por consideraciones improcedentes, sean personales, monetarias o de otro tipo, al tratar casos particulares y concretamente, las instituciones jurídicas son simplemente un aspecto del imperio del derecho que apoya y asegura las expectativas legítimas, y “la existencia de estas instituciones implica ciertas pautas de conducta individual de acuerdo con normas públicamente reconocidas. Los principios para las instituciones tienen consecuencias respecto a los actos de las personas que ocupan un lugar en estos acuerdos”.8. Dicho esto, corresponde ver si las reglas generales de comportamiento que existen en las comunas, comunidades y pueblos indígenas constituyen o no en instituciones y cómo los principios de estos determinan los actos de las personas, en la medida en que son legítimas y constitucionalmente reconocidas, para lograr le eficacia de sus resoluciones. Así, los sistema jurídicos indígenas, (norma, mecanismos y autoridades)”9 en la forma entendida de las instituciones y de sus principios de la justicia indígena, es perfectamente compatible, toda vez que como sistema tiene una concepción del mundo, una forma de vida y una manera de regular normativamente su existencia; cuenta con autoridades especializados con experiencias, solvencia política y moral, cuyos cargos se ejercen por designación colectiva. Todo lo cual, se justifica y se demuestra con el desarrollo de los capítulos subsiguientes. 8 9 Ibídem, p 307. Manual Informativo para autoridades judiciales estatales, p. 22. 11 1.2. Concepto de legitimidad El Ecuador vive una etapa de transición10 de un Estado de derecho a un Estado constitucional de derechos, justicia, intercultural y plurinacional. Implica un cambio muy significativo en el sistema jurídico, porque sustituye un modelo único de derecho por la nueva concepción de Estado y derecho de carácter plural. Pues, se había implantado y consolidado formalmente el Estado de derecho de corte neoliberal, mercantilista y con la entrada en vigor de la Constitución del 2008, sustituye este régimen por un Estado neoconstitucionalista, protector y garantistas de derechos, que viene a constituir en una “transición vinculada con la expedición de una nueva Constitución, esto es, comprende el cambio de sistema jurídico como un todo”.11 La legitimidad como un tema central y clásico de la sociología, es la aceptación de las decisiones que resultan de la aplicación de las leyes y de sus procedimientos formales. “La legitimidad no se produce por la mera legalidad o por simple procedimiento, sino que estos deben cumplir ciertos supuestos (imparcialidad, resultado abierto, etc) para que puedan desplegar su eficacia legitimadora”.12 La legalidad es una forma de la legitimidad en la medida que es reconocida, articulada, desarrollada y establecida como una norma jurídica un determinado principio, regla, disposiciones como derechos y garantías. Pero no basta esto, sino que requiere de otras condiciones para su viabilidad y consolidación como Estado constitucional de derechos, intercultural y plurinacional y de esta forma se promuevan la autonomía judicial, autonomía jurídica y la independencia política. Ahora la interrogante es, cómo la justicia indígena y sus resoluciones logran la legitimidad y cuáles son sus condicionantes para su validez jurídica? La respuesta 10 Definimos a la transición como procesos de cambio en los cuales dos paradigmas o modelos de organización social se ven confrontados en una sociedad determinada, cuando uno de ellos ha entrado de manera más o menos súbita, en situación de crisis y el otro se perfila como alternativa para su sustitución. PP 334-335 Héctor Fix-Fiero y Sergio LópezAyllon. Legitimidad contra legalidad. Dilemas de la transición jurídica. En Estado de Derecho: Concepto, Fundamento y democratización en América latina. Miguel Carbonell, Wistano Orozco, Rodolfo Vázquez, siglo XXI editores S. A. Buenos Aires, 2002, p 332. 11 Ibídem, p 336. 12 FIX-FIERO, Héctor y Sergio López- Ayllon. Legitimidad contra legalidad. Dilemas de la transición jurídica. En Estado de Derecho: Concepto, Fundamento y democratización en América latina. Miguel Carbonell, Wistano Orozco, Rodolfo Vázquez, siglo XXI editores S.A. Buenos Aires, 2002, p 332. 12 es que pueden ser a través de dos vías: la supremacía constitucional y la configuración de los procedimientos de decisión. La primera.- La supremacía constitucional tiene como fundamento en que toda decisión de las autoridades públicas “encuentra su fundamento y limitación en un ordenamiento jurídico supremo: la Constitución. Sin embargo, la supremacía jurídica de la Constitución (y esto incluye el respeto incondicional de los derechos fundamentales reconocidos en ella) requiere mecanismos específicos que la hagan operativa. Dichos mecanismos, que son habitualmente de naturaleza judicial o cuasi-judicial, conforman la llamada justicia constitucional”.13 La segunda.- La configuración de los procedimientos de decisión tiene que ver con la organización y disposiciones particulares de los procedimientos, garantizados por medios jurídicos, que constituyen también un supuesto imprescindible de la legitimidad.14 Lo que implica que los mecanismos de justicia constitucional establecidas en las constituciones, como la vía de inconstitucionalidad, acciones de protección, dirimencia de competencia, a través de las resoluciones que se adoptan, van configurando la actuación de las autoridades y logrando la eficacia legitimadora que configura la validez y aceptación de las normas. Independientemente de las dos condiciones antes citadas, considero que para lograr la legalidad y la legitimidad es necesaria la condición política y democrática, entendida como el consenso sobre las reglas básicas y la independencia e imparcialidad de las autoridades encargadas de aplicar dicha legalidad.. Esto significa que, debe haber consensos mínimos sobre las normas básicas que rigen una sociedad y que las autoridades legítimas aplican dichas normas aun en oposición del grupo social beneficiaria y además, estas autoridades estén dotadas 13 14 Ibídem , 363 Ibídem,, p 365. 13 de la independencia e imparcialidad y con instituciones sin interferencia política en su funcionamiento. Pero, la legitimidad también debe ser analizada desde varias ópticas, desde lo político, desde la democracia y sobre todo desde lo constitucional que es materia de estudio; así “las normas constitucionales están dotadas de una serie de procedimientos para hacer prevalecer sus disposiciones como norma suprema, por ello, cuando se habla del tema, algunos autores hablan de la justicia constitucional, y dicen que está dotada de elevadísimo grado de legitimidad y que su presencia en los espacios estatales y sociales mejora la calidad de la democracia y contribuye a resolver la temida crisis de legitimidad”.15 Ahora, es preciso interrogar si los sistemas jurídicos indígenas tienen o no legitimidad y legalidad en su espacio y territorio? Al respecto Guillermo Bonfil Batalla, sostiene que “en la civilización india el hombre es parte integrante e indisoluble del cosmos, y su realización plena consiste en ajustarse armónicamente al orden universal de la naturaleza, no domina ni pretende dominar: convive, existe en la naturaleza como un momento de ella”.16 Legitimar los derechos de los pueblos indígenas y la jurisdicción indígena en esta sociedad compleja, diversa y plural, puede ser de diversa manera: comunicacional, en la medida en que vienen dados por un procedimiento de consensualización que ha definido previamente su dimensión normativa, de discursivo-procedimental como lo plantea Habermas, al decir que una legitimidad puede lograrse por vía de la legalidad, teniendo en cuenta la racionalidad de los procedimientos institucionalizados.17 Esta racionalidad no hace referencia solo a los rasgos formales del derecho moderno, sino a la posibilidad de que los procedimientos jurídicos, los contenidos y productos que de ello se desprendan, 15 TORRES, Luis Fernando. Legitimidad de la Justicia Constitucional. Librería Jurídica Cevallos. Primera edición 2003., p18. 16 BONFIL BATALLA, Guillermo, Utopía y Revolución, México, Nueva Imagen, 1981, citado por José Emilio Rolando Ordoñez Cifuentes, la Ciencia del Derecho Procesal constitucional. México 2008, p. 589. 17 HABERMAS, J. „”La concepción Weberiana de racionalidad jurídica. El derecho, la política y la ética, México: siglo XXI, 1991, PP, 14/45. 14 garanticen la imparcialidad argumentativa de los mismos.18 Por tanto, la legitimidad debe ser de carácter general, universal y no solo parcial o cubrir solo a los interesados, teniendo en consideración de que legitimidad no pasa solo por los procedimientos jurídicos sino que se nutre del mundo de la vida, es decir, de la acción comunicativa, para fundamentarla a los subsistemas económicos y jurídico-administrativos sin ayuda del derecho y, más bien, en contra y por encima de este.19 Todo lo cual no ha sucedido en el Ecuador, en caso particular sobre el tema de la jurisdicción indígena, pues, estamos lejos de consensos, la comprensión y exentas de diálogos interculturales capaces de generar legitimidad para sus decisiones. 1.3. Principios Institucionales de la justicia indígena y legitimidad constitucional Los principios institucionales de los pueblos indígenas parten del principio intercultural y plurinacional como carácter del Estado ecuatoriano establecido en el Art. 1 de la Constitución. En tal virtud, los principios que rigen la justicia indígena gozan de legitimidad constitucional al responder a un modelo político, democrático y plurinacional del Estado, la cual, conforme el Art. 10 de la Constitución determina a las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas como titulares de derechos y como tal, titulares de uno o varios sistemas jurídicos legales. Los pueblos indígenas como titulares de derechos siempre han regulado sus formas de vida a través de sus normas sociales, morales y jurídicas, directamente vinculadas a la idea de convivencia y a la integralidad de lo colectivo. Al momento de que una regla de convivencia es violentada, sea esta moral, social o jurídica se rompe la armonía colectiva, por lo tanto, una convivencia armónica se logra 18 Ibídem, citado por Oscar Mejía Quintana, Legitimidad, acción comunicativa y democracia radical. El fundamento político del proyecto de investigación de Jurgen Habermas. Reflexiones sobre la Investigación en ciencias sociales y estudios políticos, memoria seminario octubre 2002. Universidad Nacional de Colombia. Impreso en Colombia, primera edición 2003. 19 Ibídem, p. 151. 15 cuando todas las esferas de la vida son llevadas correctamente. Al respecto el líder indígena Dr. Luis Macas corrobora al afirmar que “a pesar de cambios sufridos en la institucionalidad y las normas de los pueblos indígenas, debido a las transformaciones sociales y las relaciones de producción perviven y están en vigencia instituciones sociales, culturales, políticas, económicas y jurídicas, unas más desarrolladas que otras. Instituciones desarrolladas en función de la lógica indígena, del pensamiento y su concepción del mundo: sus principios, normas y valores. Los principios de solidaridad, reciprocidad y colectividad, son los sustentos fundamentales en la elaboración de la normativa, el ordenamiento social y el surgimiento del derechos indígena”.20 La institucionalidad de la justicia indígena no aparece con el reconocimiento de la Constitución, al contrario, los pueblos indígenas históricamente han regulado sus conductas a través de la institución trilógica ama killa (no ser holgazán o perezoso), ama shua (no robar), ama llulla (no mentir)21, cuyas normas se ha constitucionalizado no solamente en el Ecuador, sino también en la Constitución Bolivia que entre los derechos de los ciudadanos establece la observancia de estas instituciones y principios, que al haber sido normas legitimas que han posibilitado la cohesión social y la convivencia pacífica de los pueblos indígenas, hoy constituyen normas supremas de aplicación a toda la población ecuatoriana y 20 MACAS, Luís, “Derecho Indígena y Derecho Consuetudinario”, en: YAMAIPACHA. ICC. No. 3, Junio del 2002, p, 7. 21 Ama Killa implicaba que un perezoso será considerado como un antisocial, lacra de la sociedad y de la familia; para los indígenas, no cabe la inactividad, porque acarrearía problemas sociales y familiares; por ejemplo, no levantarse temprano es sinónimo de enfermedad; por lo contrario, levantar temprano como han enseñado los mayores, significa ser un hombre o mujer íntegro y sano. Ama shwa, implicaba que el hecho de que un miembro de la sociedad sea ladrón, no sólo altera la convivencia pacífica de la colectividad, sino que afecta la estructura orgánica de la misma. Por el hecho de robar, el transgresor es severamente sancionado, y aún más en caso de reincidencia; para los indígenas, el trabajo es un hecho natural, inmanente a todo hombre y no hay razón para robar. Ama lulla, al mentiroso no sólo se lo considera trasgresor de las normas sociales (la trilogía establecida), sino que también se le considera como una persona poseída de energía negativa chiki21. Por lo tanto no cabe una sanción punitiva que sería injusta, si la persona poseída de este mal no es curada con anterioridad al establecimiento de una pena. 16 no solamente delimitada a los pueblos indígenas, como lo establece el art. 97 de la Constitución, en el caso ecuatoriano. Esta trilogía normativa es plenamente sustentada por la Dra. Lourdes Tibán al referirse sobre justicia indígena y el pluralismo jurídico, cuando afirma que el cumplimiento de estos principios trilógicos tienen mucho que ver con la profundidad de la cosmovisión indígena del respeto del hombre y su entorno, así el ama killa, ama llulla, ama shua “son términos que van más allá de su simple significado; porque para el indígena tienen contenidos, esencia y espíritu más amplios y profundos (..) que incluso aun sin el reconocimiento constitucional ha sido obedecida y practicada desde tiempos inmemoriales por los pueblos indígenas”.22 Por tanto, al referirnos a la institucionalidad de la justicia indígena, hablamos no solo de las normas y procedimientos, sino también, nos referimos a principios que se han ido institucionalizando en el desarrollo de la jurisdicción indígena, los cuales debe ser considerados al momento de su aplicación, los mismos que son: Integralidad: al analizar el conflicto, no se revisa sólo los hechos, sino también el entorno, la familia y los antecedentes personales. Comunitario y público: La comunidad juega un papel importante, ya que los asuntos conflictivos son presentados y comentados en una asamblea o reunión general. El proceso de perdón y resarcimiento sucede frente a los ojos de todos, lo que le otorga más valor y sostenibilidad. Armonía y equilibrio: El restablecimiento de la armonía - no el castigo- es el fin último de la justicia. Oralidad y celeridad: El proceso de administración de justicia, generalmente, es oral y no escrito, aunque al firmarse un acuerdo, puede haber un acuerdo escrito y un acto público. El procedimiento resulta muy rápido en comparación con cualquier juicio ordinario. 22 TIBAN GUALA, Lourdes, “Derechos Colectivos de los Pueblos Indígenas del Ecuador, Aplicación, Alcances y Limitaciones”. INDESIC, Quito, 2001, pp. 88-89. 17 Reconciliación: La justicia comunitaria pone énfasis en la reconciliación, el restablecimiento de las relaciones entre las partes (si es posible). Restitución: El delincuente tiene que recuperar el daño causado, por ejemplo, devolviendo el ganado que ha robado. Dinamismo: El derecho indígena no está escrito y por su característica oral, es dinámico y se adapta a muchas situaciones posibles.23 Estos principios institucionales, gracias la lucha reivindicativa de los pueblos indígenas han alcanzado la legitimidad constitucional al estar reconocidos y señalados de manera taxativa en varios de sus articulados, posibilitando que dichos principios rijan el desenvolvimiento y desarrollo de las colectividades indígenas, dotándoles a demás, de una serie de garantías y prerrogativas a fin de efectivizar plenamente estos derechos a la luz del Estado Constitucional de derechos y la nueva visión neoconstitucionalista que nos rige. Legitimaciones que están señaladas en los siguientes artículos constitucionales: Art.1 El Estado ecuatoriano adquiere el carácter de intercultural y plurinacional Art. 10 Las personas, comunidades, pueblos, nacionalidades y colectivos son titulares y gozarán de los derechos garantizados en la Constitución y en los instrumentos internacionales. Art. 57. Se reconoce y garantizará a las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas, de conformidad con la Constitución y con los pactos, convenios, declaraciones y demás instrumentos internacionales de derechos humanos, los siguientes derechos colectivos: 1. Mantener, fortalecer, desarrollar y fortalecer libremente su identidad, sentido de pertenencia, tradiciones ancestrales y formas de organización social. 23 Ver. ILAQUICHE, Raúl, Pluralismo Jurídico y Administración de Justicia Indígena en Ecuador. Estudio de caso. ECUARUNARI, Quito Ecuador. 2006. 18 9. Conservar y desarrollar sus propias formas de convivencia y organización social, y de generación y ejercicio de la autoridad en sus territorios legalmente reconocidos y tierras comunitarias de posesión ancestral. 10. Crear, desarrollar, aplicar y practicar su derecho propio o consuetudinario, que no podrá vulnerar derechos constitucionales, en particular de las mujeres, niñas, niños y adolescentes. Art. 76. En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas: 7. Lit. i) Nadie podrá ser juzgado más de una vez por la misma causa y materia. Los casos resueltos por la jurisdicción indígena deberán ser considerados para este efecto. Art. 97. Ama llulla, ama killa, ama shwa. Art. 171. Las autoridades de las comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas ejercerán funciones jurisdiccionales, con base en sus tradiciones ancestrales y su derecho propio, dentro de su ámbito territorial, con garantía de participación y decisión de las mujeres. Las autoridades aplicarán normas y procedimientos propios para la solución de sus conflictos internos, y que no sean contrarios a la Constitución y a los derechos humanos reconocidos en instrumentos internacionales. El Estado garantizará que las decisiones de la jurisdicción indígena sean respetadas por las instituciones y autoridades públicas. Dichas decisiones estarán sujetas al control de constitucionalidad. La ley establecerá los mecanismos de coordinación y cooperación entre la jurisdicción indígena y la jurisdicción ordinaria. 19 Estos derechos, a luz de las propias normas constitucionales, están dotados de garantías, lo cual consolida la legitimación constitucional de la justicia indígena, pues con ello los titulares aseguran que estos derechos no sean simples y meros enunciados constitucionales. 1.4. Objeciones “democráticas”, la tesis de la legitimidad de la justicia indígenas El ejercicio de las funciones jurisdiccionales por parte de las autoridades indígenas ha generado reacciones de diversa índole desde las autoridades administrativas, policías, políticos, operadores de justicia, medios de comunicación, particularmente sobre el caso la Cocha 2010, que al desconocer el verdadero sentido de la justicia indígena han politizado, denigrado y desprestigiado al sistema jurídico indígena. El caso emblemático de la justicia indígena conocido como la Cocha 2010, nos permite establecer un claro panorama de cómo se percibe desde distintos actores y visiones la aplicación de la justicia indígena en el Ecuador, así tenemos: Presidente de la República.- El señor Presidente de la República del Ecuador Eco. Rafael Correa Delgado en sus múltiples cadenas sabatinas, al referirse a a justicia indígena ha amedrentado a los operadores de la justicia, así como a las autoridades indígenas, deslegitimando los derechos colectivos de los indígenas reconocidos en la Constitución y los Instrumentos Internacionales, manifestando: Sabatina 22 de mayo del 2010: “En nombre de la justicia indígena no se puede atropellar los derechos humanos, la justicia ordinaria se encargará de procesar a los dirigentes indígenas que lideraron el secuestro. Es inaceptable el secuestro, bañar con agua helada y peor aún la pena de muerte, la tortura no es justicia”.24 A demás, exigió a los ministros, jueces y fiscales sobre cómo deben actuar en el caso la Cocha, ordenando que el Fiscal General actué de manera directa y que los jóvenes involucrados en la muerte del 24 CORREA, Rafael, Presidente de la República, en el enlace trasmitido desde la Cima de la Libertad, en Quito, sábado 22 de mayo del 201 20 Sr. Olivo, que ya fueron juzgados por la justicia indígena, debe ser juzgado con la máxima pena de la justicia ordinaria. Sabatina del 29 de mayo del 2010: el Presidente de la Republica dijo que las autoridades indígenas de la Cocha serán juzgadas con la máxima pena por delito de secuestro. De manera inmediata la fiscalía de Cotopaxi, cumplió con el pedido y el viernes 4 de junio del 2010 las autoridades indígenas fueron detenidas por el supuesto delito de plagio y secuestro. Sábado 5 de Junio del 2010: el Presidente nuevamente se mostró molesto con el Presidente de la Corte de Justicia de la provincia de Cotopaxi, y ordenó al Consejo de la Judicatura que revise la actuación del magistrado Dr. Rafael Amador Herrera Presidente de la Corte Provincial de Justicia de Cotopaxi, por haber concedido el amparo de libertad y ordenado la libertad de las autoridades indígenas y literalmente exigió que el Presidente del Consejo de la Judicatura de ese entonces, Dr. Benjamín Cevallos, actué en contra del Presidente de la Corte de Justicia de Cotopaxi, quien el día siguiente procedió a suspender por tres meses las funciones del Presidente de la Corte Provincial de Justicia e iniciar un sumario administrativo en contra del Dr. Rafael Amador Herrera, por haber actuado en el caso la Cocha, con el único fundamento que “la actuación del Dr. Herrera ha causado conmoción en la opinión pública, al haber sido ampliamente difundida en diversos medios de comunicación”.25 Jueces de Garantías Penales de Cotopaxi.- El señor Juez Primero de Garantías Penales de Cotopaxi, inició un proceso de investigación por muerte contra los cinco jóvenes que ya fueron juzgados y no se respetó lo señalado en el Art. 171 de la Constitución y el Art. 343, 344 del Código Orgánico de la Función Judicial que claramente determina, Art. 344 literal c), dice: “Lo actuado por las autoridades de la justicia indígena no podrá ser juzgado ni revisado por los jueces y juezas de la Función Judicial ni por autoridad administrativa alguna, en ningún estado de las causas puestas a su conocimiento, sin 25 Escrito del Presidente del Consejo de la Judicatura, Dr. Benjamín Cevallos, en que suspende las funciones del Presidente de la Corte Provincial de Justicia de Cotopaxi. 21 perjuicio del control constitucional”. Literal d), “En caso de duda entre la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción indígena se preferirá esta última…”. Corte Constitucional.- El señor Presidente de este máximo órgano constitucional, el Dr. Patricio Pazmiño, en una de varias visitas y reuniones con las autoridades indígenas sobre el caso la Cocha, dijo que, “esta institución no se presta para las presiones políticas, al contrario es el garante y la casa de los derechos, solo pido que nos brinden el tiempo requerido para cumplir a cabalidad con nuestra tarea, nuestra resolución estará apegada a lo dispone la Constitución de la República, las leyes orgánicas, los Convenios y Tratados Internacionales sobre el Sistema Jurídico Indígena”.26 Ministerio Publico.- El ex Fiscal General del Estado, Dr. Washington Pezantes, quien se supone que al ser la máxima autoridad del ministerio público debería tener conocimientos elementales sobre la vigencia, respeto y aplicación de la jurisdicción indígena, sobre caso concreto de la Cocha, dijo lo siguiente: “…esta tarde viajare a Zumbahua con el fin de rescatarlos a uno de los involucrados principales en la muerte del joven Marco Antonio Olivo a quien los indígenas tratan de juzgar de forma salvaje y bárbaro sin respetar las norma de la justicia ordinaria. El salvajismo fue superado hace miles de años y como Fiscal General no permitiré lo que está pasando en la comuna la Cocha…”.27 Abogado en libre ejercicio.- El Dr. Luis Cariillo, uno de los jurisconsultos más reconocidos de la provincia de Cotopaxi, sobre la jurisdicción indígenas y en torno al caso la Cocha 2010, manifestó: “Es hora de reflexionar y poner a discusión que mismo significa la justicia indígena, en un país tan pequeño como el nuestro , dividido por las apetencias políticas e inclusive por el esquema regional, no es factible que este tipo de justicia paralela nos divida más a los ecuatorianos, porque la justicia indígena a más de ser aberrante, acomodada y discriminatoria, es confusa para la misma sociedad. Lo 26 En la Audiencia en la Corte Constitucional del Ecuador 27 PESANTEZ, Washington, en su condición de Ministro Fiscal General del Estado, en la intervención radial desde el Cantón La Mana, 19 de mayo del 2010. 22 sucedido en La Cocha, comuna de la Parroquia Zumbahua, es retroceso a la civilización, un acto letal y absurdo contra el ser humano, al presentar desnudos, amarrados, colgados, ortigados, bañados y cargando como acémilas bultos llenos de tierra y piedra; la ignominia, el desprecio y la crueldad se están practicando, haciendo caso omiso la presencia de autoridades, cuando ellas han alcahueteado la supuesta justicia indígena, les dieron piola, hasta llegar a escuchar que existe en las comunidades “la pena de muerte”, o mejor dicho, la inyección letal de la ortiga”.28 Funcionarios y operadores de justicia.- El Dr. Mauro Terán, ex magistrado de la Corte Suprema de Justicia y magistrado del Tribunal Constitucional del Ecuador, sobre el tema dijo: "A los pueblos ancestrales hay que hacerles conocer la realidad y las proyecciones de esos derechos porque por esa ignorancia es que actúan en forma primitiva. Hasta el momento ha fracasado la justicia indígena, la misma que afecta la imagen del Ecuador en el exterior porque se va a tener la idea de que es un país de bárbaros. Los gobiernos deben educar a esos pueblos”.29 El Dr. Gustavo Medina, ex magistrado de la ex Corte Suprema de Justicia, también se refirió sobre el caso la Cocha, en los siguientes términos “Hace falta un gran esfuerzo porque se dicte una ley que precise el alcance de las normas constitucionales en orden a evitar afectaciones a valores fundamentales de la persona. Creo que más que hablar del fracaso de la aplicación de la justicia indígena podríamos hablar del abuso del reconocimiento del derecho consuetudinario indígena que no puede ser contrario a los derechos humanos fundamentales”.30 Ministro de Gobierno y Policía.- Esta instancia de Gobierno, a través de su titular Dr. José Serrano, participo directamente en el inicio del doble juzgamiento de los involucrados en el caso la Cocha, acudió a la comunidad de Guantopolo 28 CARRILLO, Luis. Profesional del derecho y de reconocida trayectoria penal en la provincia de Cotopaxi, en: el periódico la Gaceta, con el título “La pena de muerte”, domingo 23 de mayo del 2010, p. 4. 29 TERAN, Mauro, Ex Magistrado de la desaparecida Corte Suprema de Justicia, en el periódico el expreso, domingo 23 de mayo del 2010, P, 4 30 MEDINA, Gustavo, Ex Magistrado de la desaparecida Corte Suprema de Justicia, en el periódico el expreso, domingo 23 de mayo del 2010, P, 4. 23 para reunirse con los cinco jóvenes que ya fueron juzgados por la jurisdicción indígena de la Cocha; a quienes los indujo a desconocer lo actuado por la jurisdicción indígena, y por tanto, a iniciar procesos de doble juzgamiento contra los jóvenes, a tal punto que, en horas de la madrugada fueron llevados ante el señor Juez Primero de Garantías, realizaron la audiencia de formulación de cargos y en la madruga del 9 de junio del 2010 los llevaron a la cárcel No. 4 de Quito, donde pasaron encarcelados por más de un año. No conforme con la iniciación de un nuevo proceso contra los jóvenes, también interfirió ante la justicia ordinaria para que esta actuara penalizando y criminalizando a las autoridades indígenas por haber ejercido las funciones jurisdiccionales. La justicia ordinaria, bajo presión de las altas esferas del poder, y en inobservancia de los principios de cosa juzgada y de non bis in ídem, empezó con los procesos penales contra las autoridades indígenas Ricardo Chaluisa Cuchiparte, en su calidad de Presidente de la Comunidad de la Cocha, Jaime Rodrigo Cuchiparte Toaquiza, en su calidad de tesorero y Blanca Yolanda Mejía Umajinga, en su calidad de Secretaria de la Comunidad, el día viernes 4 de junio del presente año, fueron apresados, acusados de plagio y gracias al amparo de libertad interpuesta de manera oportuna ante la Corte de Justicia de Latacunga, fueron liberados. Medios de comunicación.- Desde el lado de los medios de comunicación, algunos han posibilitado debates y comentarios a favor, pero la gran mayoría, al ser este un tema muy complejo, han tergiversado y folklorizado ubicándolo en el puro estilo sensacionalista de la noticia o simplemente encasillando en la figura del linchamiento, distorsionado los procesos históricos de los pueblos indígenas y ubicándolos como sinónimo de agua, palo y ortiga, cuando en realidad no todo conflicto se resuelve con agua y ortiga, el tema de paternidad, de linderos, conflictos de tierra, chismes, infidelidad, entre otros tienen distintos tratamientos y en muchos casos estos terminan en consejos y recomendaciones. Consejo Nacional de la Judicatura.- Desde el lado de los funcionarios públicos y los operadores de justicia, se ha tratado de ubicar al sistema jurídico indígena 24 en un sistema jerárquico inferior al de la justicia ordinaria. Así por ejemplo, el Consejo de la Judicatura, como órgano superior y rector de la justicia, ha pedido limitar las atribuciones de la jurisdicción indígena, en la medida de establecer conflictos domésticos que le correspondería conocer y resolver a la autoridad indígena y delitos graves que serían de conocimiento de la justicia ordinaria.31 31 Consejo de la Judicatura, oficio No. 228-P-CJ-2013, 28 de mayo del 2013, dirigido al Presidente de la Corte Constitucional. 25 EPÍGRAFE II 2. LA JUSTICIA CONSTITUCIONAL 2.1. Conceptualización de la justicia constitucional La justicia constitucional es un término puramente constitucionalista y legal, y como tal, algunos autores definen de la siguiente manera: Oswaldo Alfredo Gozaini determina que la “justicia constitucional, se relaciona con la fuerza normativa de la Constitución; representa un sector del Derecho procesal constitucional, pero bien puede asentarse en una disciplina diferente a este”.32 “La Justicia constitucional es una herramienta eficaz e idónea para hacer realidad las exigencias del texto constitucional, para asegurar la vigencia del principio democrático y para controlar eficazmente la actividad de los poderes públicos y de los particulares”. 33 Conforme la definición de los autores, la justicia constitucional o jurisdicción constitucional se refiere al órgano constitucional encargado de tutelar la vigencia efectiva de los derechos humanos como normas fundamentales, la supremacía de las constituciones y el cumplimiento de las pautas mininas que regulan los procedimientos constitucionales y al valor que tiene la decisión judicial mediante la observancia y aplicación de la fuerza normativa de la Constitución. Es decir, nos referimos a la existencia de instituciones y procedimientos jurídicos que permiten resguardar la supremacía constitucional y especialmente el respeto a los derechos fundamentales y se pone de manifiesto a través de las acciones y garantías jurisdiccionales claramente estatuidas como fin de la justicia constitucional. En palabras de Agustín Grijalva, una justicia constitucional sin las acciones y garantías que no operen adecuadamente de poco sirve una amplia y 32 RUBINZAL-Culzani Introducción al derecho procesal constitucional. Editores, Argentina 2009, p. 74. 33 ZAVALA EGAS, Jorge, ZAVALA LUQUE, Jorge, ACOSTA ZAVALA, José, Comentarios a la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. EDILEX S.A. Editores. Impreso en Perú, 2012, p.46. 26 desarrollada gama de derechos constitucionales34, como la nuestra que rige desde el 2008. 2.2. Órgano competente La justicia constitucional entendida como la fuerza normativa de carácter superior en las decisiones judiciales, tiene su órgano competente, conforme a las disposiciones de los artículos 429, 430 y 436 de la Constitución de la Republica, a la Corte Constitucional como el máximo órgano de control, interpretación y de administración de justicia en esta materia, cuyas sentencias y autos tiene el carácter de definitivos e inapelables. Es decir tiene la autoridad en cosa juzgada. La Corte Constitucional goza de autonomía administrativa y financiera y conforme el Art. 436, tiene las siguientes atribuciones: Es la instancia de interpretación de la constitución y de los tratados internacionales. Resuelve las acciones públicas de inconstitucionalidad, contra actos normativos de carácter general emitidos por órganos autoridades del Estado. Conoce las acciones por incumplimiento. Expide sentencias que constituyan jurisprudencia vinculante respeto de las acciones de protección, cumplimento, habeas corpus, habeas data, acceso a la información pública y demás procesos constitucionales sometidos a su conocimiento. Dirime conflictos de competencia o de atribuciones entre funciones del Estado u órganos establecidos en la Constitución. Conoce y sanciona el incumplimiento de las sentencias. La Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional establece las normas y procedimientos del sistema procesal como medio para la realización 34 GRIJALVA, Agustín. Independencia, acceso y eficiencia de la justicia constitucional en Ecuador, en: Genealogía de la Justicia constitucional ecuatoriana. Corte Constitucional para el periodo de transición .Memorias de encuentros académicas. Quito Ecuador 1. 2012, p, 182. 27 de la justicia constitucional, consagrando los principios de actuación de los jueces, así como la naturaleza y el carácter de sus fallos. Esta misma norma legal, establece los procedimientos y los principios que la Corte Constitucional aplicará en función de garantizar la vigencia de la jurisdicción indígena y la protección de los derechos humanos, a través del mecanismo de la acción extraordinaria de protección contra decisiones de la justicia indígena. De conformidad a las disposiciones legales referidas, podemos decir que la Corte Constitucional constituye el órgano competente de la justicia constitucional como una magistratura especializada capaz de poner límites a los poderes fácticos locales o externos, como fórmula primigenia para garantizar los derechos fundamentales de las personas, los colectivos y del entorno ambiental, como un órgano especializado que coadyuva a que nazca, crezca y se consolide el Estado constitucional de derechos y justicia, y sobre todo intercultural y plurinacional, donde se reconoce la unicidad, universalidad e interdependencia de todos los derechos: individuales, económicos, sociales, culturales, colectivos y ambientales y el pluralismo legal como principio básico de todo su ordenamiento jurídico. 2.3. Naturaleza de sus fallos Las decisiones dictadas en forma de sentencias, sobre las controversias que se le someten a la jurisdicción constitucional, se adoptan conforme y vinculadas a derecho, acatando las normas preestablecidas, a través de un proceso contradictorio, bajo la guía de los principios de la justicia constitucional establecida claramente en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional Por lo mismo, las resoluciones adoptadas por el órgano competente constitucional son definitivas y de última instancia, que las partes procesales deben acatarlas y surte efecto de autoridad en cosa juzgada. Además, sus resoluciones sirven de precedentes y jurisprudencias vinculantes en virtud de que se dicta una sola 28 sentencia y constituye jurisprudencia que vincula y obliga a la propia Corte a someterse a dicha sentencia para la solución de casos futuros o similares. La legitimidad del precedente vinculante se encuentra prevista en el Art. 429 de la Constitución, y de esta manera, la jurisprudencia es como fuente de derecho de rango superior, obligatorio de ser acogido y acatado por todos los operadores públicos y privados, sin que puedan alejarse de ninguna autoridad, salvo que por la misma Corte, afirmándolo en forma expresa y argumentada.35 Si revisamos el Art. 5 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, claramente vemos que se establecen la razón de ser, su naturaleza y efectos de las sentencias, y es así como dispone “Las juezas y jueces cuando ejerzan jurisdicción constitucional regularan los efectos en el tiempo, la materia y el espacio de sus providencias para garantizar la vigencia de los derechos constitucionales y la supremacía constitucional”. De lo que se desprende que las sentencias de la justicia constitucional conllevan varios efectos de vinculación general, efecto erga omnes, efecto de cosa juzgada, efectos atípicos, efecto en el tiempo, efecto inter partes, inter pares, inter comunis y estados de cosas inconstitucionales; pues, sus efectos se refieren a la modificación del mundo jurídico y de las situaciones de los destinatarios por la parte resolutiva de las sentencias constitucionales.36 Sobre estos efectos vinculantes, el tratadista Jorge Zavala Egas, enfatiza que estamos frente a efectos de vinculación general, cuando “el contenido de cada sentencia está en función de la naturaleza del proceso de que se trate y sus decisiones son efectos propios de la jurisdicción constitucional. Dada la posición que ocupa la Corte Constitucional, sus sentencias tienen vinculación general, a partir de su publicación en el Registro Oficial, lo que acarrea su imposición a todas las personas, autoridades públicas e instituciones. Por otra parte, la vinculación no es sólo de la parte 35 Ibídem, p. 47. 36 ZAVALA EGAS, Jorge, ZAVALA LUQUE, Jorge, ACOSTA ZAVALA, José, Comentarios a la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. EDILEX S.A. Editores. Impreso en Perú, 2012, p.46. 29 dispositiva, de la decisión o fallo, sino de los elementos del razonamiento que sustentan la decisión, esto es, de la ratio decidendi”.37 Efecto erga omnes implica que la sentencia dictada es no sólo frente a las partes o a los contradictores en el proceso, sino frente a todos; efecto de cosa juzgada, significa que por razones de seguridad jurídica, no se vuelva juzgar sobre cuestiones ya resueltas por los jueces o tribunales constitucionales, por tanto, la sentencia constitucional no será objeto de impugnación y, en sentido material, impide que el mismo contenido sea objeto de otro litigio, en tanto, sus fallos son definitivos e irrecurribles. En relación al tiempo, “las sentencias pueden ser prospectivas, esto es, con efectos hacia delante en el tiempo. Es decir, la Corte se adelanta en el tiempo y de esa forma encuentra una solución más adecuada a la justicia o a la equidad que la que le proporciona como respuesta el tiempo actual”.38 Efecto inter partes, quiere decir, que vinculan, fundamentalmente a las partes del proceso; efecto inter pares, supone que la regla que la sentencia define debe aplicarse en el futuro, a todos los casos similares; efecto inter comunis, aquella que alcanzan y benefician a terceros que no habiendo sido parte del proceso, comparten circunstancias comunes con los peticionarios de la acción, y efecto de estados de cosas inconstitucionales, conlleva la adopción de políticas públicas o programas que benefician a personas que no interpusieron la acción de tutela.39. 2.4. Importancia La importancia que se le da a la justicia constitucional en el caso ecuatoriano parte desde la Constitución de 1998, pero su radicalización desde la vigencia de la Constitución del 2008, con la consiguiente estructuración del órgano constitucional que da origen a la constitucionalización de los derechos fundamentales y la del sistema jurídico, político y social del país, a fin de que sus 37 Ibídem, p.130-136. Ibídem, p136. 39 I bidem, p. 139. 38 30 prácticas institucionales y no institucionales se ajusten material y formalmente a las exigencias de un nuevo modelo de Estado constitucional de derechos, justicia, social, intercultural y plurinacional, garantista de derechos, como es el carácter del Estado ecuatoriano. Para viabilizar el goce de los derechos, principios y garantías se debe contar con recursos rápidos, sencillos, simples ante los jueces o tribunales competentes que les permitan la plena vigencia de los derechos fundamentales, y adoptar las medidas pertinentes para asegurar la reparación integral en el caso de violación de los mismos; para lo cual, es necesario que exista un procedimiento cautelar, expedito y eficaz que faculte a los órganos jurisdiccionales para dictar medidas urgentes en aquellos casos en que se amenace de modo inminente y grave un derecho, y de esta manera brinde protección oportuna y se eviten daños irreversibles.40 En consecuencias, la justicia constitucional proporciona al juez constitucional herramientas conceptuales, técnicas, prácticas y pautas específicas para examinar la constitucionalidad material y formal que garantice la vigencia de los derechos. 2.5. Justicia constitucional y justicia indígena Antes del reconocimiento constitucional, la justicia indígena siempre ha estado vigente en los territorios indígenas posibilitando el normal desenvolvimiento y desarrollo de sus habitantes, a través del efectivo control social. Esta al consitucionalizarse pasa a ser parte del ordenamiento jurídico de la norma suprema y como tal consta en el Art. 171 de la carta magna, que dispone “Las autoridades de las comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas ejercerán funciones jurisdiccionales, con base en sus tradiciones ancestrales y su derecho propio, dentro de su ámbito territorial, con garantía de participación y decisión de las mujeres. Las autoridades aplicarán normas y procedimientos propios para la solución de sus conflictos internos, y que no sean contrarios a la Constitución y a los derechos humanos reconocidos en instrumentos internacionales. 40 ZAVALA EGAS, Jorge, ZAVALA LUQUE, Jorge, ACOSTA ZAVALA, José, Comentarios a la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. EDILEX S.A. Editores. Impreso en Perú, 2012, p.26. 31 El Estado garantizará que las decisiones de la jurisdicción indígena sean respetadas por las instituciones y autoridades públicas. Dichas decisiones estarán sujetas al control de constitucionalidad. La ley establecerá los mecanismos de coordinación y cooperación entre la jurisdicción indígena y la jurisdicción ordinaria.” Por su parte, el Art. 343 del Código Orgánico de la Función Judicial también coadyuva al desarrollo de la justicia constitucional en la medida que establece normas, principios y procedimientos para el respeto de la jurisdicción indígena por parte de la justicia ordinaria, al disponer que “Las autoridades de las comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas ejercerán funciones jurisdiccionales, con base en sus tradiciones ancestrales y de su derecho propio o consuetudinario, dentro de su ámbito territorial, con garantía de participación y decisión de las mujeres. Las autoridades aplicarán normas y procedimientos propios para la solución de sus conflictos internos, y que no sean contrarios a la Constitución y a los derechos humanos reconocidos en instrumentos internacionales. No se podrá alegar derecho propio o consuetudinario para justificar o dejar de sancionar la violación de derechos de las mujeres.” Bajo estos preceptos legales y constitucionales, las autoridades indígenas de la comunidad de la Cocha, los días 16 y el 23 de mayo del 2010 respectivamente, resolvieron el caso de la muerte, estableciendo la culpabilidad de los jóvenes indígenas, a quienes se impuso sanciones conforme la justicia indígena. Sin embargo, todas las normas jurídicas han sido inobservadas por las autoridades de la justicia ordinaria, contraviniendo los derechos del debido proceso a la cosa juzgada y el principio de unidad jurisdiccional y non bis in ídem. En este contexto, el ejercicio práctico de la jurisdicción indígena, en el caso la Cocha, se constitucionalizó con la interposición de la acción extraordinaria de protección ante la Corte Constitucional del Ecuador, al amparo de lo establecido en el Art. 94 de la Norma Suprema, que edifica una múltiple garantía de 32 protección a favor de la víctima de violación de derechos constitucionales o del debido proceso, bien sea por la acción u omisión en sentencias o autos definitivos dictados por un órgano de la Función Judicial. A demás, la acción extraordinaria de protección nace y existe para proveer que la supremacía de la Constitución sea segura; para garantizar y resguardar el debido proceso, en tanto y en cuanto a su efectividad y resultados concretos, el respeto a los derechos constitucionales y para procurar la justicia; ampliándose así el marco del control constitucional. Es por ende una acción constitucional para proteger, precautelar, tutelar, amparar los derechos constitucionales, tratados internacionales vigentes en el país, referentes a derechos humanos o a las reglas del debido proceso que hayan sido violados o afectados por la acción u omisión en un fallo judicial (sentencia o auto definitivo) dictado por un juez, o cuando esta acción se haya propuesto una vez que se han agotado los recursos ordinarios y extraordinarios que se puedan proponer dentro del término legal, y en caso del ejercicio jurisdiccional indígena, según el Art. 65 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, cuando alguien esté inconforme con la decisión de la autoridad indígena puede impugnar esta decisión mediante este mecanismo planteado, y eso es lo que sucedió en el caso la Cocha y de esta forma se llegó al máximo organismo de la justicia constitucional a fin de que resuelva. De tal suerte que, por mandato de la disposición del Art. 171 de la Constitución todos los casos de la justicia indígena, en casos y formas previstas en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales, debe ser conocida solo por la Corte Constitucional y no por ninguna otra instancia de justicia del país. Y si este procedimiento está claramente señalado, no hay razón ni base jurídica que admita la intervención de la justicia ordinaria en las decisiones de la justicia indígenas, so pena de ser acusados por la interferencia de funciones, arrogación de las mismas, desacato, responder civil y penalmente por la violación flagrante de los derechos jurisdiccionales indígenas. 33 EPÍGRAFE III 3. LA COSA JUZGADA 3.1. Definición El jurisconsulto Dr. Jorge Zavala Baquerizo, señala que cosa juzgada significa “que el objeto del proceso penal – el delito- ha sido debidamente analizado y juzgado dentro de un proceso desarrollado y concluido definitivamente de acuerdo a los principios del debido proceso penal”.41 Es decir, está constitucional y legalmente prohibido que una cosa que ha sido juzgado en plena observancia del debido proceso vuelva a ser motivo de otro proceso por la misma causa y los mismos sujetos. No le interesa como se resolvió en la sentencia, lo que aquí queda claro es que un caso ya juzgado y resuelto en legal y debida forma, siguiendo y observando los procedimientos y reglas predeterminadas y se encuentra firme y debe cumplirse tal cual está decidido. Dice el mismo autor, la cosa juzgada le concede a las resoluciones judiciales ejecutoriadas la característica de inmutables, como bien lo señala el Art. 82 de la Constitución de la República respecto de la seguridad jurídica; pues, ningún ciudadano ecuatoriano puede ser sometido a otros juicios de manera reiterada para ser juzgado por los mismos hechos y que ya fueron juzgados y fue concluida el proceso; pues, se entiende que en esa sentencia definitiva está la verdad procesal y jurídica en relación con el hecho y con el sujeto y que no pueden ser modificados de ninguna manera. Por su parte, otro penalista del país, el Dr. Ricardo Vaca Andrade, manifiesta que la cosa juzgada “opera en doble sentido, habiendo juicio de por medio y resolución que ha pasado en autoridad de cosa juzgada, no se puede instaurar un nuevo proceso ni condenarle a la persona a una nueva pena, siempre y cuando se trate de mismo hecho delictivo”.42 Vislumbrando que la cosa juzgada es una institución independiente de la prohibición de doble 41 Tratado de Derecho Procesal Penal, Tomo I, EDINO.2004, p.213. Manuel de derecho procesal penal, Corporación de Estudios y Publicaciones, tomo 1 cuarta edición actualizada, 2009, p 72. 42 34 juzgamiento; surge solo en el caso de la resolución definitiva, se haya ejecutoriado, es decir que no admita impugnación alguna por ninguna vía. Mientras tanto, la Constitución de la Republica consagra plenamente este derecho de todo ciudadano, disponiendo en el Art. 76 numeral 7 letra i) que “en todo proceso en el que se determine derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el debido proceso que incluirá las siguientes garantías básica”, la letra i) que “Nadie podrá ser juzgado más de una vez por la misma causa y materia. Los casos resueltos por la jurisdicción indígena deberán ser considerados para este efecto”. Y el Art. 5 del Código de procedimiento penal también encontramos esta garantía, que dice; “ninguna persona será procesada ni penada, más de una vez, por un mismo hecho” y que toda autoridad debe velar, respetar y acatar, incluido cuando se haya operado casos de la justicia indígena y la cosa juzgada no debe ser entendida como un dogma absoluto sino como lo que es, un instrumento procesal cuya finalidad es otorgar un sello de firmeza y certidumbre a un determinado fallo judicial. Entonces, cuando se habla de la cosa juzgado como un derecho al debido proceso, se refiriere que tanto el problema objeto de la intervención de las autoridades, así como las pretensiones de las partes que intervienen en el caso, han sido resueltos y no se puede volver a iniciar un nuevo proceso por el mismo hecho y contra las mismas personas que intervinieron en el juzgamiento del caso. 3.2. La cosa juzgada en la justicia indígena La cosa juzgada como un derecho del debido proceso respecto de la justicia indígena tiene un tratamiento distinto en la Constitución y le ley, así encontramos que en el Art. 76 numeral 7 letra i) dispone que “en todo proceso en el que se determine derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el debido proceso que incluirá las siguientes garantías básica”, la letra i) que “Nadie podrá ser juzgado más de una vez por la misma causa y materia. Los casos resueltos por la jurisdicción indígena deberán ser considerados para este efecto”, mientras que la Constitución de la Republica, en la parte final del 35 Art. 171, determina que “el Estado garantizará que las decisiones de la jurisdicción indígena sean respetadas por las instituciones y autoridades públicas. Dichas decisiones estarán sujetas al control de constitucionalidad..”. Esto significa que la Constitución, dota de validez jurídica a las resoluciones de la jurisdicción indígena, al decir que estas decisiones sean acatadas, respetadas por las instituciones y autoridades públicas, garantizando el derecho al debido proceso de cosa juzgada; sin embargo, esta deviene en relativo, cuando, afirma que dichas resoluciones estarán sujetas al control de constitucionalidad, al tener la calidad de decisiones judiciales, mediante la acción extraordinaria de protección contra decisiones de la justicia indígena conforme estatuida en el Art. 65 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, cuando se hayan vulnerado derechos humanos garantizados en la normativa superior. Entonces, no es ni la justicia ordinaria ni la función legislativa, los que deban limitar las atribuciones de la jurisdicción indígena, sino es Corte Constitucional, única instancia califica para determinar si la actuación de las autoridades indígenas es válida o nula. Mientras tanto, queda en duda y no constituye en el valor de cosa juzgada las decisiones de la justicia indígenas, hasta que la Corte Constitucional resuelva lo pertinente. A no ser que ninguna persona interponga alguna acción contra la decisión de la justicia indígena, y solo en ese entonces estamos frente al derecho del debido proceso de cosa juzgada. No obstante estas disposiciones legales, el principio de la cosa juzgada en las resoluciones de la jurisdicción indígena, tienen su sustento y validez jurídica propia en los territorios de las comunas, comunidades y pueblos indígenas, toda vez que los sistemas jurídicos indígenas son “sistemas normativos suficientemente consolidados y que han adquirido un desarrollo dialectico con todas sus visiones, creencias, tradiciones, prácticas y más elementos que se articulan en la sencilla armonía de vida comunitaria de los pueblos indígenas.”43Sus decisiones se toman por unanimidad o mayoría absoluta, generalmente a través de asambleas o cabildos públicos donde participan todos 43 PEREZ, Carlos, Justicia Indígena. Segunda edición, imprenta Grafisum. Universidad de Cuenca, 2010, pp. 289, 290. 36 los miembros de la comunidad y de esta forma, al tiempo de alcanzar su validez también cumple con el principio de cosa juzgada. A demás, el ejercicio jurisdiccional y sus resoluciones, en tanto son instituciones históricas son parte de la identidad de los pueblos indígenas son válidas, aceptadas, acatadas, y tienen efectos para todos sus titulares de derechos; también, porque no es “la autoridad indígena la que inventa la conducta reprochable en cada caso, si no que aplica lo que previamente se definió en su comunidad a través de sus propias instituciones, tradiciones y procedimientos de formalización de las normas”44, sin deslindar que el caso resuelto en la jurisdicción indígena, también debe ser verificado y cumpla con varios de los elementos como “que sea respetado el ejercicio de la jurisdicción indígena, que las personas indígenas puedan acceder en igualdad de oportunidades dentro de su comunidad a las autoridades tradicionales para la resolución de un conflicto y que la decisión correspondiente sea, al igual que la del Estado, producto de un juicio justo, adecuado a la perspectiva cultural y normativa local”.45 Sin embargo de lo anotado, en la vida práctica se presentan cosas totalmente diferentes, donde los operadores de justicia no respetan estos derechos y principios, con lo que se evidencia que hay total confusión desde los funcionarios del Estado, de creer que hay dos tipos de justicia y con diferentes jerarquías. La indígena para juzgar cosas domesticas no graves y la ordinaria para delitos graves, y para desterrar este pensamiento, el constitucionalista Dr. Ramiro Ávila, plantea que “las reformas normativas y de interculturalidad debe mirar al derecho indígena para aprender e inspirarse para una reforma penal estatal (...) la interculturalidad es un eje transversal de toda la Constitución, que debería tener impacto en la organización del Estado, en el sistema jurídico y en su aplicación”. 46 Como corolario, la cosa juzgada en justicia indígena solo se verificaría cuando la Corte Constitucional, a través de la única vía que es la acción extraordinaria de protección, haya ejercido control constitucional y resuelto adoptando las medidas 44 MARTINEZ, Juan Carlos. Bases para la resolución de casos, La Jurisdicción. En Elementos y Técnicas de Pluralismo Jurídico. Manual para operadores de justicia. Konrad Adenauer Stiftung.Mexico 2012, p.40 45 Ibidem, p, 30. 46 ÁVILA, Ramiro. ¿Debe aprender el derecho penal estatal de la justicia indígena?, en: Justicia Indígena, Plurinacionalidad e Interculturalidad en Ecuador, Fundación Rosa Luxemburg, AbyaYala, Quito, 2013, pg. 280-281 37 necesarias; o en su defecto, cuando la autoridad de la justicia indígena ejerza las funciones jurisdiccionales, y dentro del plano de los 20 días como manda el Art. 65 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, ninguno de los posibles perjudicados con la decisión de la justicia indígena haya interpuesto la correspondiente acción extraordinaria, solo en ese entones hablamos que la resoluciones la jurisdicción indígenas tienen autoridad de cosa juzgada, como principio básico del derecho al debido proceso. Además, debemos considerar que dentro del sistema jurídico propio, sus resoluciones, en la mayoría de casos, surten efectos inmediatos y opera el derecho al debido proceso de cosa juzgada y en función de eso, todos acatan, cumplen y vuelve la armonía entre sus habitantes. 3.3. El principio Non bis in ídem Se entiende por este principio que ninguna persona será procesado o penado, más de una vez por un mismo hecho y abarca no solo el hecho comprendido en las resoluciones que han pasado en autoridad de cosa juzgada, sino también en el caso que estando en trámite un proceso penal, no es posible que se inicie otro por el mismo hecho y contra la misma persona a que se refiere el anterior proceso, esto es, que si alguien está siendo “juzgado” en un proceso penal por una conducta delictuosa, no puede ser sujeto pasivo de otro proceso penal para ser juzgado por la misma conducta a la que se refiere el proceso precedente. Es decir, no solo enuncia la prohibición de que alguna persona pueda ser procesada dos veces por un mismo hecho (non bis in ídem), sino que también consagra la prohibición de que se duplique el juzgamiento cuando esté un proceso por el mismo hecho contra la misma persona (litis pendiente)”.47 Este principio no es consecuencia o extensión de la cosa juzgada, pues, su diferencia radica, cuando se observa el caso de la prohibición de iniciar otro proceso penal cuando ya se ha iniciado otro anterior por el mismo hecho contra la misma persona y no necesita que exista una resolución definitiva que pase la 47 Ibídem, p 219. 38 autoridad de cosa juzgada. Lo que las normas constitucionales y legales prohíben es que existan procesos penales, paralelos o posteriores por el mismo hecho contra la misma persona, sin relación alguna con la cosa juzgada”.48 De esta forma, se impide que se mantenga una constante amenaza contra una persona a la que se la somete a más de un juzgamiento por un mismo hecho. Haciendo hincapié, este principio se refiere tanto al momento en que la persona está siendo procesada, como al momento que ya ha sido penada. Este principio es correlativo a la garantía de la seguridad jurídica del que el Estado es responsable, previsto en la Constitución de la República, por la plena vigencia de los derechos fundamentales y garantías constitucionales otorgados a los ciudadanos, y que estas no sean conculcados, y si los fueran, tendrían la inmediata protección estatal. El principio non bis in ibídem, no solo se aplica para casos penales, sino es en todo ámbito, toda clases de procesos, cualquiera que sea la materia, o que se estuvieren pasado en autoridad de cosa juzgada, o que se estuvieren juzgando en un proceso colateral. Como se determinó en el derecho al debido proceso de cosa juzgada, este principio está garantizado en el Art. 76, literal i, de la Constitución de la Republica, al hablar de los derechos de protección, se señala que “nadie podrá ser juzgado más de una vez por la misma causa y materia. Los casos resueltos por la jurisdicción indígena deberán ser considerados para este efecto”. Por su parte, el Art. 344 del Código Orgánico de la Función Judicial dispone: “Principios de la Justicia Intercultural.- La actuación y decisiones de los jueces y juezas, fiscales, defensores y otros servidores judiciales, policías y demás funcionarias y funcionarios públicos, observarán en los procesos los siguientes principios: c) Non bis in idem.- Lo actuado por las autoridades de la justicia indígena no podrá ser juzgado ni revisado por los jueces y juezas de la Función Judicial ni por autoridad administrativa alguna, en ningún estado de las causas puestas a su conocimiento, sin perjuicio del control constitucional”. 48 Ibidem, p. 221. 39 Todos estos elementos demuestran que las resoluciones de la justicia indígena, tienen el principio de non bis in ídem y de cosa juzgada y nadie puede revisar, entrometerse, a no ser que vía la acción extraordinaria de protección lo haga la Corte Constitucional del Ecuador. En consecuencia, dentro de marco de la autonomía y del derecho de libre determinación que los pueblos indígenas que tienen, y a través de la legitimación constitucional de sus derechos, gozan de estos principios que no han sido respetados y peor cumplidos por los operadores de justicia, y el ejemplo claro de ello es todo lo sucedido con el caso la Cocha; que ha conllevando a graves consecuencias como la inseguridad jurídica, violación de los derechos colectivos, conflictos de poder, generando enfrentamientos y pugnas por sus constantes cuestionamientos.49 3.4. Principio de unidad jurisdiccional La unidad jurisdiccional según el Art. 168 de la Constitución de la Republica, consiste en que “ninguna autoridad de las otras funciones del Estado puede desempeñar funciones de administración de justicia ordinaria, sin perjuicio de las potestades jurisdiccionales reconocidas por la Constitución”. Sumándose a esto lo dispuesto en el Art. 171 de la Constitución que dice: “las autoridades de las comunas, comunidades y nacionalidades indígenas ejercerán funciones jurisdiccionales….”, y complementándose con lo determinado en el Art. 7 y Art. 343, del Código Orgánico de la Función Judicial, “las autoridades de las comunas, comunidades y nacionalidades indígenas ejercerán funciones jurisdiccionales….”; conlleva a señalar que, gracias a esta excepcionalidad preceptuada, además de las autoridades de la justicia ordinaria, podrán administrar justicia las autoridades indígenas en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales y formar parte de esta unidad jurisdiccional consagrada en la Constitución, que finalmente termina reconociendo dos sistemas jurídicos y dos formas de autoridades para la realización de la justicia en el país. 49 GARCIA, Fernando, La Justicia indígena como espacio de protección de los derechos individuales y los derechos colectivos de los pueblos indígenas. En: Los derechos individuales colectivos y derechos en la Construcción del pluralismo jurídico en América Latina. Comisión Andina de Juristas, Editores Garza Azul, 2011. P 51 40 Manifestando también que, la unidad jurisdiccional que faculta el ejercicio de las funciones jurisdiccionales y la potestad de la administración de justicia solo a los jueces elegidos conforme ley; es desde una visión positivista de derecho, donde no cabe más de un sistema jurídico dentro del territorio nacional. Sin embargo, la existencia de pueblos indígenas y el reconocimiento de sus derechos colectivos obligan analizar y vivir la unidad jurisdiccional desde una visión de la pluralidad jurídica estatuida y para ello, dentro del ejercicio de las potestades jurisdiccionales, se debe considerar plenamente los principios señalados en el Art. 344 del Código Orgánica de la Función Judicial: “a) Diversidad.- Han de tener en cuenta el derecho propio, costumbres y prácticas ancestrales de las personas y pueblos indígenas, con el fin de garantizar el óptimo reconocimiento y realización plena de la diversidad cultural; b) Igualdad.- La autoridad tomará las medidas necesarias para garantizar la comprensión de las normas, procedimientos, y consecuencias jurídicas de lo decidido en el proceso en el que intervengan personas y colectividades indígenas. Por lo tanto, dispondrán, entre otras medidas, la intervención procesal de traductores, peritos antropólogos y especialistas en derecho indígena. c) Non bis in idem.- Lo actuado por las autoridades de la justicia indígena no podrá ser juzgado ni revisado por los jueces y juezas de la Función Judicial ni por autoridad administrativa alguna, en ningún estado de las causas puestas a su conocimiento, sin perjuicio del control constitucional; d) Pro jurisdicción indígena.- En caso de duda entre la jurisdicción ordinaria y la jurisdicción indígena, se preferirá esta última, de tal manera que se asegure su mayor autonomía y la menor intervención posible; y, e) Interpretación intercultural.- En el caso de la comparecencia de personas o colectividades indígenas, al momento de su actuación y decisión judiciales, interpretarán interculturalmente los derechos controvertidos en el litigio. En consecuencia, se procurará tomar elementos culturales relacionados con las 41 costumbres, prácticas ancestrales, normas, procedimientos del derecho propio de los pueblos, nacionalidades, comunas y comunidades indígenas, con el fin de aplicar los derechos establecidos en la Constitución y los instrumentos internacionales”. Además, se debe considerar que los dos sistemas llamados a administrar justicia, rigen por sus propios principios, normas y procedimientos y en especial la jurisdicción indígena actúa bajo los siguientes parámetros: Las autoridades no son nombrados en base a sus tradiciones y derecho propio; Los titulares de derechos son las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades; El ejercicio de la administración de la justicia es el territorio indígena; Rige bajo las normas y procedimientos como el willachina, tapuykuna, chimbapurana, paktachina, killpirichina, para la solución de conflictos internos En asambleas generales con participación amplia de hombres, mujeres, sabios, ancianos, jóvenes. En observancia a los límites y derechos a los derechos humanos señalados en la Constitución. Conflicto interno que se considera a todo acto o hecho que contraviene un sistema jurídico propio que quebrante la paz, la tranquilidad y la armonía de sus habitantes. Las resoluciones de la justicia indígena tienen efectos de la cosa juzgada y se respeta el principio non bis in ídem; por tanto, nadie puede interferir, con la salvedad de la Corte Constitucional que podrá ejercer el Control de Constitucionalidad. Bajo estos principios la unidad jurisdiccional establecida incluye la jurisdicción indígena, pero bajo parámetros de actuación basados en las tradiciones ancestrales o derecho propio, y sobre la base de los principios de la justicia intercultural dispuesta en la ley. Así se destierra el mito de que en razón de la 42 unidad jurisdiccional solo los jueces de la justicia ordinaria pueden administrar justicia, sino que, en el contexto de la pluralidad legal, las autoridades indígenas están dentro de este principio y da forma a los procesos neoconstitucionalistas y garantistas de derechos que vive el país. 43 EPÍGRAFE IV 4. LA COCHA: ESTUDIO DE CASO 4.1. Reseña El día domingo 9 de mayo del 2010, a las 19 horas más o menos, en el centro urbano de la Parroquia Zumbahua, de población indígena kichwa hablante, Cantón Pujilí, provincia de Cotopaxi, se produjo el asesinato del joven indígena Marco Antonio Olivo Pallo, donde aparecen involucrados los cinco jóvenes indígenas de la Comunidad de Guantopolo, jurisdicción de la Parroquia Zumbahua, Cantón Pujilí, provincia de Cotopaxi. Las autoridades indígenas de las comunidades de la Cocha y Guantopolo, a donde pertenecen los involucrados, en base al Art. 171 de la Constitución de la República y el Art. 343 del Código Orgánico de la Función Judicial, en ejercicio de las funciones jurisdiccionales conforme a las tradiciones ancestrales y el derecho propio, conocieron el caso y según los procedimientos propios de la jurisdicción indígena, cumpliendo con el derecho al debido proceso, el día domingo 16 de mayo del 2010 y el día domingo 23 de mayo, respectivamente, resolvieron este hecho estableciendo la culpabilidad de los jóvenes indígenas, a quienes se impuso sanciones conforme la justicia indígena, esto es: se aplicó el baño de agua fría, látigo, ortiga, y el resarcimiento material contra los jóvenes indígenas Flavio Candelejo, Iván Candelejo, Willian Chaluisa, Klever Chaluisa y Orlando Quispe. Este ejercicio de la jurisdicción indígena fue interferido por varias autoridades y operadores de la justicia como la del Señor Fiscal General del Estado, quién, el día 19 de mayo del 2010, desconociendo la jurisdicción y competencia de las autoridades indígenas, pretendió ingresar autoritariamente a la comunidad indígena de la Cocha, Parroquia Zumbahua, y públicamente, a través de una radio dijo “esta tarde ingresare a la comunidad de la Cocha a rescatar a uno de los involucrados principales en la muerte y así evitar un juzgamiento salvaje y bárbaro de los indígenas y ponerlos a órdenes de la justicia 44 ordinaria, para que se aplique las leyes penales del país, y se respete la Constitución. Que el salvajismo fue superado hace miles de años”.50 Por su parte el señor Ministro de Gobierno y Policía intentó utilizar a la fuerza pública, a través de la Policía especializada de anti secuestros UNASE para rescatarlos y el Ministro de Justicia solicitó a la Corte Provincial de Justicia de Cotopaxi que inicie las acciones legales contra las autoridades indígenas: Ricardo Chaluisa Cuchiparte, en su calidad de Presidente de la Comunidad de la Cocha, Jaime Rodrigo Cuchiparte Toaquiza, tesorero y Blanca Yolanda Mejía Umajinga, de Secretaria de la Comunidad, y es así como el día viernes 4 de junio del 2010, fueron apresados y procesados por la justicia ordinaria, acusados de plagio y gracias al amparo de libertad interpuesta de manera oportuna el Presidente de la Corrte de Justicia de Latacunga, fueron liberados, toda vez que, el señor Juez Tercero de Garantías Penales Dr. José Luis Segovia Dueñas, que conoció el caso de las autoridades indígenas, en la audiencia de formulación de cargos, al amparo de lo que dispone el artículo 428 de la Constitución de la República del Ecuador, dispuso la consulta a la Corte Constitucional del Ecuador. Sin embargo, el día sábado 5 de junio del 2010, el Presidente de la Republica, se quejó sobre la actuación de este servidor judicial y solicito que el Consejo de la Judicatura intervenga y eso es lo que pasó. Los involucrados en este conflicto y los jóvenes indígenas que fueron sancionados por la justicia indígena, una vez terminado el proceso en la justicia indígena llevados por la politización del poder ejecutivo, adujeron no estar de acuerdo con lo resuelto por las autoridades de la Comunidad de la Cocha, a pesar de que las autoridades de la Comunidad “La Cocha” actuaron bajo una petición previa y voluntaria de los involucrados y se sometieron a la justicia indígena por su propia voluntad y aceptaron voluntariamente que se les aplique el sistema jurídico indígena, y fueron nuevamente procesados por la justicia ordinaria, 50 PESANTEZ, Washington, Ministro Fiscal General del Estado, en la intervención radial desde el cantón La Mana, 19 de mayo del 2010. 45 encerrados en la cárcel número 4 de la ciudad de Quito, evidenciando un proceso de doble juzgamiento. Como se aprecia, las autoridades indígena actuaron ejerciendo las funciones jurisdiccionales, desde su visión aplicando sanciones distintas al encarcelamiento que es propia de la cosmovisión indígena, la ortiga, el baño con agua fría, látigos, etc., que representan la filosofía y la cosmovisión totalmente opuesta a la visión de la mayoría de la sociedad nacional, de conformidad al Convenio 169 de la OIT. Así el caso se constitucionalizó con la interposición de la acción extraordinaria de protección ante la Corte Constitucional del Ecuador por parte del hermano del difunto Víctor Olivo Pallo, al considerar que las resoluciones de las autoridades indígenas no habían sido respetadas ni acatadas, tampoco existían mecanismos para efectivizarlas, así como para no revictimizarse, al amparo de lo dispuesto en el propio Art. 171 de la Constitución y en el Art. 65 de la Ley orgánica de garantías jurisdiccionales y control constitucional interpusieron esta acción y para garantizar el derecho de reparación integral de las víctimas por parte del sistema jurídico indígena. Respecto de la acción extraordinaria, el accionante sustentó en el artículo 78 de la Constitución de la República del Ecuador que dispone textualmente: “Las víctimas de infracciones penales gozarán de protección especial, se les garantizará su no revictimización, particularmente en la obtención y valoración de las pruebas, y se las protegerá de cualquier amenaza u otras formas de intimidación. Se adoptarán mecanismos para una reparación integral que incluirá, sin dilaciones, el conocimiento de la verdad de los hechos y la restitución, indemnización, rehabilitación, garantía de no repetición y satisfacción del derecho violado…”, toda vez que las resoluciones adoptadas por las autoridades de la comunidad “la Cocha”, sean materialmente eficaces y se amparen bajo el principio de seguridad jurídica contenido en el artículo 82 de la Ley Fundamental, pues, por su falta de eficacia y coercitividad que debían establecerse en la decisión comunitaria, han ocasionado nuevos procesos de revictimización y penales. 46 Específicamente, el 8 de junio del 2010, las 12h25, se presentó la acción extraordinaria de protección ante la Corte Constitucional para el período de transición, la misma que a través de la sala de admisión, mediante auto dictado el 7 de julio el 2010, a las 17H00, dispone que previo a resolver lo que fuere del caso, el legitimado activo en el término de 5 días aclare su demanda; dando cumplimiento a lo dispuesto en el Art. 12 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional. Mediante escrito presentado el 20 de julio del 2010 las 15h54, el legitimado activo Víctor Manuel Olivo Pallo aclara su demanda; por lo que la sala de admisión, con auto de 12 de agosto del 2010, a las 16h58, considerando que la presente acción extraordinaria de protección sometida a juicio de admisibilidad reúne los requisitos de procedibilidad de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional admite a trámite la acción. Destacándose que la acción extraordinaria de protección presentada tiene su asidero en base a lo dispuesto en el artículo 65, cuando dispone: “La persona que estuviere inconforme con la decisión de la autoridad indígena en ejercicio de funciones jurisdiccionales, por violar los derechos constitucionalmente garantizados o discriminar a la mujer por el hecho de ser mujer, podrá acudir a la Corte Constitucional y presentar la impugnación de esta decisión, en el término de veinte días de que la haya conocido. Se observarán los principios que, sobre esta materia, se encuentran determinados en la Constitución, instrumentos internacionales de derechos humanos de los pueblos y nacionalidades indígenas, demás instrumentos de derechos humanos, Código Orgánico de la Función Judicial y la ley”. Concomitante a esto, los fundamentos esgrimidos y las pretensiones de carácter eminentemente constitucional planteado en la demanda, constituyen características más que suficientes para decir que es un caso constitucional, y a través de este medio, se pretende lograr la eficacia normativa y aplicación directa de las normas constitucionales, al tiempo de exigir que la Corte Constitucional determine: 47 Si las autoridades indígenas de la Cocha al momento de ejercer funciones jurisdiccionales, en este caso concreto, podían o no solucionar el asesinato y muerte de Marco Antonio Olivo Pallo, ocurrido en el territorio indígena de la Parroquia de Zumbahua. Si la Resolución de las Autoridades de la Comunidad de la Cocha, que adjuntamos, se apega o no al mandato constitucional del Art. 171 y al Art, 343 del Código Orgánico de la Función Judicial. Si las sanciones impuestas a los cinco involucrados constituyen o no violación de los derechos humanos fundamentales y si estas son actos de salvajismos, barbarie y primitivismo, como varias autoridades del Estado han sostenido. Si las autoridades indígenas que actuaron ejerciendo jurisdicción y competencia indígena, y en apego al debido proceso, cometieron el delito de secuestro o plagio. Los miembros de las comunidades indígenas deben o no someterse a la jurisdicción indígena o es voluntad de las partes. Una vez que el caso estaba en conocimiento de la jurisdicción y competencia de las autoridades indígenas, debía o no ser interferida por las autoridades de la justicia ordinaria. Y sírvase disponer cuales son las formas de coordinación y cooperación que deben tener entre las autoridades de los dos sistemas jurídicos, para lograr la eficacia y armonía entre sí. Fue procedente o no que los jóvenes indígenas involucrados en la muerte del Sr. Marco Antonio Olivo Pallo, que ya fueron juzgados por la justicia indígena, estuvieran encarcelados y con procesos de doble juzgamiento bajo órdenes de la justicia ordinaria. 48 En caso de observar excesos en la aplicación de la jurisdicción indígena, cuales son los mínimos jurídicos, que las autoridades indígenas deben observar; También se solicitó que: Se disponga la suspensión inmediata de todos los procesos judiciales iniciados en contra de los dirigentes indígenas de la Cocha por porte de la Fiscalía y Juzgados de Garantías Penales de Cotopaxi. Se ordene la inmediata libertad de los cinco jóvenes indígenas que están siendo procesados dos veces por la misma causa, atento a que ya han sido sancionados, conforme al Art. 76 No, 7 L. i de la Constitución de la República. De esta forma, siguientes los procedimientos señalados en los Arts. 66 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, Arts. 40 a 48 del Reglamento de Sustanciación de procesos de competencia de la Corte Constitucional, se sustanció y desde el mes de junio del 2010 en que se presentó dicha acción extraordinaria, han evacuado todas las diligencias procesales, tales como los filtros de admisibilidad, las audiencias respectivas, peritajes antropológicos, proyecto de sentencia por parte del Juez Ponente e incluso el pleno de la Corte Constitucional debatió en la sesión del pleno y la misma que está declarada como permanente hasta contar con la sentencia correspondiente; mas sin embargo, hasta la fecha aún no ha sido resuelto, dejando en estado de absoluta indefensión a todos involucrados en el caso y a los titulares del derecho a la jurisdicción indígena. Desde esta perspectiva, la jurisdicción indígena como caso constitucional, nos obliga a dejar atrás el pensamiento monista del derecho y empezar a convivir en la construcción del pluralismo jurídico, orientando a la sociedad a pensar en ese nuevo Estado plural y diverso, pero también obligando a cambiar las actitudes de los operadores de justicia, a pensar de manera distinta a su formación y tradición 49 monista del derecho, para que su desempeño sea en mejores relaciones entre la Función Judicial y la sociedad, como dice Elvira Méndez, necesitamos operadores de justicia que tengan “sensibilidad y tolerancia respecto de la diversidad”,51para evitar todo tipo de atropellos, violaciones, inobservancias, y que hasta la fecha ningún autoridad del Estado ha intervenido ni ha hecho o dicho algo. Por otro lado, los procesos penales, signados con los números 13810412-2010, 0143-2010 de los Juzgados Primero, Tercero y de Tribunal de Garantías Penales de Cotopaxi, llevados a cabo en contra de los jóvenes que ya fueron juzgados y las autoridades indígenas que administraron la justicia, han sido evacuadas todas las diligencia y etapas del proceso penal ordinario, y gracias a la oportuna actuación de la defensa de los involucrados, con argumentos de carácter constitucional y en las disposiciones constitucionales y legales esgrimidos, en la última etapa del juicio que es la audiencia de juzgamiento, se ha logrado suspender y en base a la aplicación del Art. 428 de la Constitución de la Republica, los señores jueces han remitido los casos en consulta al máximo órgano constitucional, a fin de que determine la validez jurídica de la resolución del caso la Cocha, así como determine si procede o no procesos de doble juzgamiento en casos de justicia indígena y si las autoridades indígenas violaron o no derechos humanos de los involucrados al administrar justicia. Toda esta expectativa aún está a la espera, pues tampoco la Corte ha resulto y ha decido algo al respecto. 4.2. Legitimidad constitucional Respecto del caso la Cocha, es necesario realizar algunas consideraciones sobre su legitimidad constitucional y de esta forma sustentar su procedencia y su ejercicio práctico. 51 MÉNDEZ, Elvira. Reflexiones sobre educación legal y acceso a la justicia, en: La Rosa Calle, Javier: Acceso a la justicia en el mundo rural. Instituto de Defensa Legal. Área acceso a la Justicia, Lima, 2007, pg. 215 /citado por: Mirva Aranda y Leonidas Wiener, en: Pluralismo Jurídico y la interculturalidad en las escuelas judiciales: una propuesta. Comisión Andina de Juristas, Lima, 2010, pp.43 50 La Constitución en vigencia ha cambiado las relaciones entre el Estado y los pueblos indígenas, permitiendo vislumbrar el horizonte del pluralismo jurídico entendido como “la coexistencia de sistemas jurídicos diversos dentro de un mismo campo social, lo cual cuestiona la visión etnocéntrica del derecho occidental, que ha sido construida asignándole el papel de único y legítimo referente de derecho por el positivismo jurídico, concepción ésta que vino a respaldar y consolidar la empresa colonial”.52, así como ha evolucionado el proceso del constitucionalismo uninacional a plurinacional. En este contexto, los reconocimientos constitucionales y los artículos tantas veces referidas, reafirman el principio de que el Ecuador es un Estado que reconoce la existencia del pluralismo jurídico, y las decisiones la de la justicia indígena tienen todo el valor constitucional y como tales debe el Estado garantizar el debido respeto y acatamiento de las mismas. La resolución tomada por las autoridades de la comunidad indígena de la Cocha, haciendo uso de sus facultades jurisdiccionales que garantiza a las autoridades indígenas el derecho a ejercer funciones jurisdiccionales con sujeción a sus tradiciones ancestrales y derecho propio; son tan legítimas como cualquier otra resolución de la justicia ordinaria. La legitimidad de las actuaciones indígenas se originan en la histórica aplicación del derecho propio o tradiciones ancestrales, observando las garantías de un debido proceso, que debe ser entendido conforme a las tradiciones indígenas propias. No se puede exigir un cumplimiento desde la visión occidental de todas y cada una de estas reglas, pero si existirá el cumplimiento de los máximos derechos que constituyen este principio como el derecho a ser juzgado de conformidad con las normas y procedimientos propios y su idioma, a la defensa, a un proceso previo, a la presunción de inocencia, la contradicción, la inmediación, la debida motivación, imparcialidad del juzgador, no doble juzgamiento, celeridad y con la única limitación constitucionalmente establecida, que es el respeto a los derechos humanos. 52 CRUZ RUEDA, Elisa, “Principios Generales del derecho Indígena”, Fundación Konrad Adenauer Stiftung, Bogota, 2008, pás.31. 51 Cuando constatamos el cumplimiento de todos estos elementos, estamos frente a la legitimidad constitucional y legal y se incurre en violaciones de los derechos humanos o cuando exista alguna inobservancia o violación de los requisitos exigidos, estamos frente al caso de que las decisiones de la justicia indígena pueden ser objeto de un control de constitucionalidad por la Corte Constitucional a través de la acción extraordinaria. Sobre la base de la legitimidad de lo actuado por la autoridad indígena, el tema central que el órgano constitucional debe resolver es si las ¿resoluciones tomadas por las autoridades de la comunidad indígena de la Cocha, se encuentra dentro del marco de la norma Constitucional o no? sobre la base de la justicia indígenas determinada, la Corte Constitucional debe resolver todo tipo de conflictos suscitados en el ejercicio de la jurisdicción indígena, para garantizar la plena validez y vigencia de la jurisdicción indígena; sobre todo, para no incurrir en las violaciones a uno de los derechos humanos fundamentales de las colectividades indígenas, como la violación de los principios de cosa juzgada y non bis in ídem. En el caso la Cocha, la Corte Constitucional debía de forma oportuna pronunciarse sobre la legitimidad o no de la actuación de las autoridades indígenas. Además, la legalidad de las sanciones impuestas debe ser determinada con la verificación del debido proceso de la justicia indígena así como en el marco de la interpretación intercultural del delito y las sanciones correspondientes. La Corte debe entender y ratificar en la diversa visión que sobre la infracción y la pena tiene el mundo indígena y el mestizo, y que sus sanciones se apegan a sus costumbres y tradiciones así como a su visión y finalidad de la pena por lo que no contrarían el principio constitucional ni viola derecho humano alguno. Concomitantemente debe considerar propicio y adecuado el caso sub iudice y sobre todo el tema de fondo que implica (derechos colectivos) para señalar que: “las bases para asumir sin temores ni prejuicios la generación de cambios estructurales y jurídicos está dado. Así, por ejemplo, en materia de administración de justicia, y con mayor razón de justicia constitucional, debe 52 ser el punto de partida para revisar la aplicación del principio de admisibilidad con perspectiva intercultural, si alguna de las demandas fuere planteada en contra de individuos o de colectividades indígenas”.53 De allí que, para una adecuada y verdadera administración de justicia, más aún la constitucional, se deben observar principios con perspectiva intercultural; y concluir que la causa conocida, sustanciada y resuelta por las autoridades indígenas de la comunidad indígena de la Cocha, fueron tomadas en el ámbito de los derechos y deberes impuestos por la norma constitucional, pues tienen la plena competencia para conocer todo tipo de procesos penales. 4.3. Caso Difícil Doctrinariamente un caso difícil es entendida como “un determinado litigio no se puede subsumir claramente en una norma jurídica, establecida previamente por alguna institución; el juez- de acuerdo con esta teoría-tiene discreción para decidir el caso en uno u otro sentido”,54 añade que se trata de plantear que tipo de cuestiones tiene que afrontar los jueces como aplicadores del derecho, por tanto, lo que se plantea como caso difícil es como alcanzar una solución correcta para cada caso y por eso se plantea una serie de teorías y elementos a considerar, no solo desde la perspectiva semántica sino desde una interpretativa jurídica, del derecho y no solo desde la filosófica, el rol que debe jugar un juez, cual va la justificación doctrinaria. Además, señala que “la solución del caso difícil” pasa por un proceso de razonamiento en el que se debe organizar una teoría de la Constitución, configurada como un conjunto complejo de principios y directrices políticas que justifique ese esquema de gobierno. Debe enriquecerse esa teoría refiriéndose alternativamente a la filosofía política y a los detalles institucionales. También se debe considerar que en los casos difíciles no hay una única respuesta definida por el derecho, y por ello la exigencia del razocinio jurídico de 53 VEGA, Nina Pacari. Sentencia del CONESUP-AWAWTAI HUASI DWORKIN, Ronald, Casos Difíciles y Derecho como integración, estudio sobre la teoría jurídica filosófico, Barcelona, Ariel derecho, 10 edición 1984, p 2. 54 53 más alto nivel a los operadores de justicia para que en base a estos argumentos pueda resolver el caso. Desde este análisis jurídico, el caso la Cocha es un caso difícil, pues es un caso complejo, diverso, a típico, relacionado con los derechos de los pueblos indígenas, que a pesar de estar reconocida constitucionalmente aún no hay una conciencia jurídica de respeto, falta de una política de coordinación y cooperación entre las autoridades de los dos sistemas, está en entre dicho el derecho al debido proceso de cosa juzgada y el principio de non bis in ídem y observancia y validez jurídica. Como caso difícil desafía el monismo jurídico e invita a jueces y litigantes a concebir un nuevo modelo de justicia plurinacional e intercultural para hacer un análisis sistemático de las posibilidades de interpretación que un juez puede tener frente a los mismos y poner en vigencia a los derechos constitucionales, los derechos colectivos, el debido proceso, la seguridad jurídica, el principio de cosa juzgada, la jerarquía de las normas constitucionales, la aplicación del bloque de constitucionalidad, los tratados internacionales, la legislación existente sobre la materia. Por su parte, los jueces de la Corte Constitucional están en la obligación de observar, de respetar, de aplicar, de ponderar, de interpretar todas estas normas y elementos que aplicaron al caso la Cocha y adoptar una resolución pionera que se enmarcó en el contexto del neoconstitucionalismo y del Estado intercultural y plurinacional. Las autoridades de la comunidad “La Cocha” hasta la presente fecha no han tomado decisiones comunitarias para que se cumpla con la decisión adoptada, por cuanto su jurisdicción fue arrebatada por la jurisdicción ordinaria; pues, el señor Juez Primero y Tercero de Garantías Penales de Cotopaxi, y el Tribunal de Garantías Penales de Cotopaxi se encuentra conociendo el caso por la muerte del joven Marco Antonio Olivo, ocasionando una revictimización para la familia del difunto, obligando a comparecer al sistema de justicia ordinario. Y dicha decisión se ha vuelto ineficaz, pues, sus resoluciones no han sido cristalizados, efectivizados ni respetados, ocasionando un daño irreparable para las víctimas y contraviniendo a lo señalado en el Art. 78 de la Constitución de la República del Ecuador, y el art. 18 de la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control 54 Constitucional, toda vez que, por su falta de eficacia y coercitividad se vulnera la decisión comunitaria. También es difícil el caso por que el Estado no ha garantizado la debida ejecución de las resoluciones de la justicia indígena, conforme el inciso segundo del Art. 171 de la Constitución de la República que establece “…El Estado garantizará que las decisiones de la jurisdicción indígena sean respetadas por las instituciones y autoridades públicas. Dichas decisiones estarán sujetas al control de constitucionalidad. La ley establecerá los mecanismos de coordinación y cooperación entre la jurisdicción indígena y la jurisdicción ordinaria”. En el caso sub judice, se establece que no obstante lo resuelto por la autoridades de la comunidad indígena de la Cocha, la justicia ordinaria ha iniciado causa penal en contra de Ivan Candelejo Quishpe, Wilson Ramiro Chaluisa Umajinga, Klever Fernando Chaluisa Umajinga, Flavio Hernan Candelejo Quishpe, y Orlando Quishpe, por la muerte de Marco Antonio Olivo Pallo, causa que se encuentra en conocimiento del Juzgado Primero de Garantías Penales de Cotopaxi, todo ello produciéndose un doble juzgamiento en contra de estas personas, violentando una norma constitucional que en el Art. 76.7.i dice “Nadie podrá ser juzgado más de una vez por la misma causa y materia. Los casos resueltos por la jurisdicción indígena deberán ser considerados para este efecto;” así como la norma legal del Código Orgánica de la Función Judicial en el Art. 344 literal c), disposición que al establecer los principios de la Justicia Intercultural estatuye: “c) Non bis in idem.- Lo actuado por las autoridades de la justicia indígena no podrá ser juzgado ni revisado por los jueces y juezas de la Función Judicial ni por autoridad administrativa alguna, en ningún estado de las causas puestas a su conocimiento, sin perjuicio del control constitucional” En suma, el caso planteado se torna un caso difícil y de carácter constitucional, en la complejidad de elementos que envuelve dicha resolución y esta hasta la fecha aún no ha sido resuelta; así como, por las intervenciones, apreciaciones y 55 propuestas de las más altas autoridades del Estado Intercultural y Plurinacional del Ecuador, es decir que se removió todo el aparato estatal en torno al caso la Cocha, ha obligado a las Comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas del Ecuador y a sus legítimos representantes y partes procesales, a manifestar y recurrir a las instancias legales pertinentes, a fin de manifestar y prevalecer los derechos colectivos reconocidos y garantizados en la Constitución y los instrumentos jurídicos internacionales; pues, todo lo ocurrido constituye y está desconociendo y vulnerando derechos y garantías jurídicas como son: Art. 10, Art.11 numerales 3,4,5, Art.57 numerales 1,9,10, Art.76, Art.78, Art. 171, de la Constitución de la República; Arts. 343, 344, 345, 346, del Código Orgánico de Justicia, Art.18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. 4.4. Relevancia constitucional y política Sobre el tema de investigación planteada, su proceso de reconocimiento, vigencia y practica actual, es necesario recordar y establecer que en el constitucionalismo ecuatoriano ha pasado por tres etapas, el constitucionalismo liberal, social y pluralista, donde el ordenamiento jurídico busca su fundamento y se asienta sobre la base del derecho individual, el principio de la legalidad, sometimiento de los indígenas bajo el pregón de ciudadanización e igualdad ante la Ley y busca desaparecer los elementos culturales de los pueblos indígenas, luego en la etapa de constitucionalismo social (1929), que reconocen derechos sociales y económicos generación y cuya característica e importancia radica en haber agregado una nueva dimensión al constitucionalismo proclamando el Estado social de derechos y en cuanto a los pueblos indígenas, posibilita el reconocimiento legal del sujeto colectivo indígena, derechos específicos de carácter protector, intervencionista, asimilacionista e integracionista.55. El Estado Nacional heredero de la colonia, en sus diversas etapas, impuso su modelo de nación de una sola cultura, lengua, religión, territorio y sus sistema jurídicos-administrativo único- el monismo legal, con una buena dosis de racismo 55 Conf. SALGADO Ibídem, p. 62-63 e YRIGOYEN, Ibídem, p. p 546-55. 56 y de darwinismo social56 que florecieron en las constituciones que nos han regido. Considerando a los indígenas como incapaces, menores de edad, sin alma, salvajes, bárbaros, primitivos, y por tanto, objeto de políticas de civilización, asimilación, ciudadanización e integración como ocurre en la actualidad con el Gobierno de Correa, con inobservancia y desconocimiento absoluto de que las comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas seguían y siguen contralando sus territorios, recursos naturales y su entorno socio cultural, lingüístico, económico y jurídico. Así se ha impuesto un sistema jurídico único, omnipresente, rígido, inflexible, coercitivo; sin considerar la heterogeneidad de cultura. Perpetuando de manera legal la discriminación, la dominación, la exclusión y el aislamiento de los indígenas en el quehacer social, cultural, económico, político y jurídico de la sociedad nacional. Prosiguiendo con el proceso del constitucionalismo, el Ecuador hasta el año de 1998 era un Estado que reconocía al individuo como sujeto del derecho individual y ciudadano, mas sin embargo, con la adopción de la Constitución No.19 entra en un proceso de constitucionalismo pluralista, donde como señala Yrigoyen, 57 se producen cambios importantes que permiten la emergencia del horizonte pluralista y se instaura el principio de la pluriculturalidad y la multietnicidad del país y se reconocía derechos como la lengua, identidad, educación bilingüe, derechos colectivos, las circunscripciones territoriales indígenas, la justicia indígena, hasta constituirse y transformarse en un Estado constitucional de derechos, intercultural y plurinacional del Ecuador en el año 2008. A partir de este año, la Constitución de la República del Ecuador en vigencia, da un giro de trascendental importancia en cuanto al reconocimiento de derechos a favor de las comunas, comunidades, pueblos, nacionalidades indígenas y afroecuatorianos. Se reconoce a un sujeto distinto, que es el colectivo, como una entidad histórica u organismo que tiene vida propia y que ha reivindicado derechos a lo largo de las últimas décadas, en aras de lograr un trato distinto por 56 Confr. ESTAVNHAGEN, Rodolfo, Los derechos de los pueblos indígenas: Esperanzas, Logros y Reclamos, en: Pueblos Indígenas y Derechos Humanos. Instituto de Derechos Humanos, Universidad de Deusto. Bilbao 2006, pp,22-23. 57 YRIGOYEN, Ibídem, p. 543 57 parte del Estado, elevando a la categoría constitucional un hecho evidente, real y permitiendo seguir normando sus relaciones cotidianas de acuerdo a sus tradiciones o derecho propio existente desde siempre y coadyuva a que desenvolvamos en un Estado constitucional de derechos o Neo constitucionalismo, que se caracteriza por el tránsito de una etapa legalista a una etapa de reconocimiento de derechos, principios que involucra, entre otras cosas, el sometimiento de toda autoridad, función, ley o acto a la Constitución; por los mismo con el neoconstitucionalismo el Estado de derecho sometido todo poder legislativo y ejecutivo incluido a la constitución y no a la ley o a la legalidad; es decir, está la jurisdicción constitucional como garante y última instancia de cualquier materia. Sobrepasa al Estado de derecho porque la ley está por debajo de las personas; aquí las personas, los ciudadanos están por encima de la Ley y prima la persona y el derecho y en la aplicación de la Ley no puede haber el resultado contradictorio al principio y garantías constitucionales. En caso de colisión de dos derechos el juez constitucional, en este Estado, aplicará el principio de la ponderación. El poder está limitado en la Constitución. Se privilegia los derechos y principios de los seres humanos por encima de todo. El ejemplo actual de este Estado, en teoría, es el de Ecuador, que se define como un Estado constitucional de derechos y justicia, social, democrática, soberano, independiente, unitario, intercultural, plurinacional y laico. Como También, impera el pluralismo jurídico, definida como "la coexistencia de dos o más sistemas normativos que pretenden valides en el mismo territorio (...) o, lo que es lo mismo (...) el fenómeno de la existencia de normas que reclaman obediencia en un mismo territorio y que pertenecen a sistema normativos distintos" (Correas, 1994/Citado por Cabedo, 2002:63)58,"la existencia simultanea –dentro del mismo espacio de un Estado- de diversos sistemas de regulación social y resolución de conflictos, basados en cuestiones culturales, étnicas, raciales, 58 ocupacionales, históricas, ILAQUICHE LICTA, Raúl, Pluralismo Jurídico y Administración de Justicia indígena en el Ecuador. Estudio de caso. Segunda Edición. CODENPE- ECUARUNARI. 2006, p39. 58 económicas, ideológicas, geográficas, políticas, o por la diversa ubicación en la conformación de la estructura social que ocupan los actores sociales"( Yrigoyen,1995/Citado por Cabedo, 2002:64)59. Y "se justifica por la existencia de diversas culturas, cada una con su propia identidad y racionalidad para concebir el orden, la seguridad, la igualdad y la justicia" (López:2002:203)60. Se nota claramente la presencia y vigencia de varios otros sistemas normativos indígenas, posibilitando que las colectividades indígenas tengan derecho a determinar las responsabilidades de los individuos para con sus comunidades, desde tiempos inmemoriales regulando su existencia, su vida, a través de su sistema jurídico, conformado por instituciones, normas, reglas, procedimientos, autoridades, símbolos, ritos, etc. Todo lo cual, a lo largo de la historia ecuatoriana ha llevado a cuestionar el axioma occidental de identificar lo jurídico con el derecho del Estado. Desde la constitución del Estado independiente y la adopción de la primera y sucesivas constituciones, existen cambios radicales respecto a la concepción y caracterización misma del Estado- Nación, que pasa de una visión monocultural a la pluricultural, cuyo transe constituye el Estado intercultural y plurinacional como premisa básica de un entendimiento, convivencia pacífica, ejercicio, implementación y respeto de los derechos consagrados en la Constitución de la República. Básicamente, con el establecimiento del pluralismo jurídico en el Ecuador, se ha roto dos aspectos básicos en la relación de derecho, Estado e indígenas. Esto es: se rompe el monismo jurídico para aceptar y reconocer el pluralismo jurídico; se rompe las imposiciones jurídicas, de extender categorías, principios, reglas jurídicas obligatorias que se han impuesto a lo largo de la historia a los pueblos indígenas. Y se ha dado paso hacia la necesaria comprensión, entendimiento, aceptación y la coexistencia del pluralismo jurídico en el Ecuador sin preeminencias injustificadas de parte del sistema jurídico nacional, y sin los conceptos peyorativos respecto a los derechos de los pueblos indígenas, donde, 59 60 Citado por ILAQUICHE, Ibídem, p. 39 Citado por ILAQUICHE, Ibídem. 39 59 muchas veces han sido catalogados como salvajismos, incivilizados o primitivos, cuando se aplican el sistema jurídico propio. En palabras de Nina Pacari una de las consecuencias de todo este proceso es que "la vigencia de la pluralidad en el Ecuador es una realidad constitucionalmente reconocida, estableciéndose como reto fundamental para toda la sociedad pluricultural ecuatoriana, pero sobre todo para los abogados, jueces, magistrados, comunicadores sociales, el superar las cargas ideológicos de dominación, pues, bajo el escudo de estereotipos, suelen adjetivar a la justicia indígena como sinónimo de "salvajismo".61. De esta manera se sienta las bases de que "el derecho indígena tiene rasgos que definen a cualquier sistema jurídico, como son los de jurisdicción y competencia, que se ejerce primeramente en razón de las personas y subsidiariamente en razón del territorio; no debe aplicarse por cuantías, ni por materia porque esto no responde a la realidad, es un sistema en el que las autoridades reciben la noticia de los hechos, los juzgan y tienen poder para ejecutar sus resoluciones. Por lo tanto es un sistema valido eficaz y legítimo".62 Así, asistimos a los cambios y desafíos que dentro del marco de la interculturalidad, permita romper esquemas coloniales y mirarse como portadores de valores y principios históricos que están consagrados en los instrumentos nacionales e internacionales. Como lo diría Luís Macas63, donde emerjan políticas publicas específicas, adopción de leyes secundarias, dotación de recursos económicos vía presupuesto general del Estado, creación y respeto de instituciones indígenas64 para la educación, el desarrollo y participación política plena; en sí, los pueblos indígenas en la actualidad, en mayor o menor escala, 61 Citado por, ILAQUICHE, Raúl, Ibídem, p 41 Ibídem, p 41 63 Ex Presidente de la Confederación de Nacionalidades indígenas del Ecuador CONAIE y ex Candidato Presidencial por el Movimiento Pachakutik del Ecuador. 64 Consejo de Desarrollo de los Pueblos Indígenas del Ecuador CODENPE, Secretaría Nacional de Salud Indígena, y el Fondo de Desarrollo de los Pueblos Indígenas creadas mediante ley Orgánica de las Instituciones indígenas del Ecuador, además del Dirección Nacional de Educación Intercultural Bilingüe, en caso del Ecuador. El CONADI de Chile, la Dirección Nacional de Política indigenista adscrita al Ministerio de Gobierno y Justicia, el Consejo de Desarrollo Indígena CDI en México, en Bolivia, en Venezuela. 62 60 son actores y sujetos colectivos de derechos y elementos constitutivos de las estructuras de las sociedades nacionales, caracterizadas como pluriculturales, multilingües, interculturales y plurinacionales. No obstante los avances significativos y la transformaciones de los Estados nacionales el balance de la efectividad de la legislación relativa a los Pueblos indígenas es crítico, ya que se constata la falta de eficacia y el incumplimiento de las normas, así como la persistencia de la violación de los derechos de los indígenas, aunado a una falta de reconocimiento de sus sistemas normativos en algunos países, lo que los coloca en un estado de indefensión y desigualdad jurídica que se traduce en un factor más de la discriminación y la marginación que por siglos han tenido que soportar. Es necesario que el Estado, de conformidad a los Artículos 11, 425, 426, 427 de la Constitución que rige la supremacía constitucional,65garantice la plena y efectiva vigencia de los derechos consagrados y hacer que sean respetadas por las instituciones y autoridades públicas; caso contrario, dificilmente podemos hablar de un Estado constitucional de derechos que da preminencia a los derechos fundamentales del ser humano y de los del grupo, como son lo pueblos indígenas y nunca lo podremos implementar y vivir en sociedad intercultural y plurinacional. 4.5. Situación actual El Caso la Cocha y la acción extraordinaria de protección sobre la decisión de la justicia indígena signado con el No. 731-10-EP, que fuera admitida por la Corte Constitucional del Ecuador, con fecha 8 de junio del 2010, fundamentados en el Art. 171 de la Constitución de la república, Art. 343 de la Ley Orgánica de la Función Judicial y los artículos 10, 65 y 66 de la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, lamentablemente, a pesar de haber evacuado todas las diligencias solicitadas y prescritas tanto en las disposiciones legales señaladas y 65 En el ordenamiento jurídico, orden gradado y jerarquizado, la Constitución ocupa el nivel normativo superior, tiene la mayor jerarquía jurídica, a eso se denomina la superlegalidad o la supremacía de la Constitución. SALGADO PESANTEZ, Hernán, Lecciones de Derecho Constitucional. Tercera Edición. Ediciones Legales 2004. P.51 61 los artículos 40, 41, 42, 43, 46 y 47 del Reglamento de sustanciación de procesos y a pesar que han transcurrido tres años, la Corte Constitucional que tiene la misión de hacer cumplir y de garantizar el goce y ejercicio efectivo de los derechos constitucionales no ha resuelto esta acción de protección. Por lo contario, la Corte Constitucional, a fin de actualizar los casos, han resorteado, así como han dispuesto la realización de un nuevo informe pericial, desconociendo todo lo actuado anteriormente. Situación que una vez más pone de manifiesto la inseguridad jurídica en que vivimos y la inobservancia a los términos y los procedimientos internos adoptados para resolver este tipo de trámites. Es manifiesta la falta de voluntad política para resolver el caso, adoptando decisiones apegadas a los derechos constitucionales y estableciendo las pautas concretas de funcionamiento de la justicia indígena en el Ecuador, así como determinando las posibles formas de coordinación y cooperación específicas de los dos sistemas de justicia. Esta posibilidad se desvanece con las ultimas actuaciones del Presidente del Consejo de la Judicatura, quién, con fecha 28 de mayo del 2013, solicitó a la Corte Constitucional que interprete al art. 171 de la Constitución, intentando limitar su potestad de administrar justicia y decida los tipos de delitos que pueden resolver las autoridades indígenas. Hechos como estos desnaturalizan el Estado constitucional y garantistas de derechos y obligan a los titulares de derechos adoptar estrategias de defensa, tanto en el Ecuador como en los organismos internacionales, como en la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La Corte Constitucional está en deuda con los pueblos indígenas, y estas, deben buscar mecanismos de exigencias para que adopten y resuelvan el caso, incluidas las posibilidades de demandas de carácter internacional. No se ha dado cumplimento a los términos establecidos en las disposiciones legales señaladas, por lo mismo, a pesar de contar con la opinión técnica, con el informe antropológico, y sobre todo, con el proyecto de sentencia, el pleno de la 62 Corte no ha resuelto el caso, contraviniendo expresamente las disposiciones señaladas. Esta situación y omisión, ha dejado que los involucrados en el caso sigan procesados penalmente en la Corte de Justicia de Cotopaxi, el cual se encuentra suspendida por la solicitud de consulta en la corte constitucional, mientras las partes han quedado en un completo estado de indefensión, en franca contravención de lo señalado en el Art 75 de la Constitución que taxativamente dispone: “Toda persona tiene derecho al acceso gratuito a la justicia y a la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses, con sujeción a los principios de inmediación y celeridad; en ninguna caso quedará en indefensión. El incumplimiento de las resoluciones judiciales será sancionado por la Ley”. Así mismo, han contravenido expresamente la seguridad jurídica que debía haber observado todos los funcionarios y autoridades públicas, que está dispuesta en el Art. 82 de la Constitución, cuando afirma que “El derecho a la seguridad jurídica se fundamenta en el respeto a la constitución y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades competentes”, y de este modo, “los ciudadanos tienen la certidumbre sobre los alcances y limitaciones atribuidos en la ley a la autoridad pública, con lo que se puede conocer donde comienza y donde termina las atribuciones del poder público y con ello se obtiene tranquilidad y no se espera sorpresas inesperadas de los gobernantes”.66 Con lo acontecido con el caso la Cocha, se ha creado una incertidumbre y la consecuente inseguridad jurídica, toda vez que se ha politizado el ejercicio de las funciones jurisdiccionales de los pueblos indígenas, llegando al colmo de la justicia ordinaria de criminalizar y penalizar el proceso de la jurisdicción indígena acusándolos de plagio, secuestro, extorción, rebelión, términos o tipos de delito que los pueblos indígenas desconocen, pero lo que es más, vulnerando de esta forma con todos los principios del debido proceso, cosa cosa juzgada y el principio de non bis in ídem. 66 PEREZ, Carlos, Idem. P. 302. 63 Los operadores de la justicia ordinaria nunca observaron ni actuaron conforme las disposiciones de las reformas del Código de Procedimiento Penal que en su parte pertinente dispone: “La actuación y decisiones de los jueces y juezas, fiscales, defensores y otros servidores judiciales, policías y demás funcionarias y funcionarios públicos, en el ejercicio de sus funciones respetaran la jurisdicción y competencia de las autoridades indígenas determinadas en el Art. 171 de la Constitución y 343 del Código Orgánico de la Función Judicial y tendrán en cuenta los Principios de Justicia Interculturalidad y la Declinación de Competencias, conforme lo establecido en el Art. 344 y 345 del Código Orgánico de la Función Judicial vigente”. Y la no aplicación de esto demuestra la inminente violación de los derechos de los pueblos indígenas y de los involucrados en este caso, a no ser que la Corte de manera inmediata resuelva el caso, considerando plenamente estas disposiciones legales. 4.6. Conclusiones parciales del capítulo En conclusión, todo lo señalado en este primer capítulo demuestra el desconocimiento y la falta de voluntad política, de los actores involucrados en la administración de justicia, para aceptar los grandes cambios originados por efectos del neoconstitucionalismo; sobre todo, para asimilar la transición obligatoria que exige la nueva justicia plural e intercultural y dejar atrás el paradigma del monismo jurídico, que ha puesto a los titulares de derechos en una situación de indefensión, sin alguna posibilidad de diálogo y de entendimiento entre los actores políticos y los representantes del movimiento indígena ecuatoriano, para construir de manera participativa y consultada cualquier mecanismo de coordinación y de cooperación entre la justicia ordinaria, la justicia indígena, y de esta forma superar todo este dilema generado a propósito del ejercicio jurisdiccional indígena. 64 Los reconocimientos constitucionales a las normas y principios de aplicación ancestral adquieren la legitimidad como norma de validez jurídica en la medida que estas han desarrollado “con el consenso social o reconocimiento expreso o factico del sistema jurídico vigente – como bueno, justo y necesario- no necesariamente por toda la población pero al menos por la mayoría lo que da respaldo o faculta a las autoridades para ejercer y aplicar el derecho vigente”67 demostrando así que a legitimidad es tanto a nivel de los usuarios a nivel de sus territorios así como por el reconocimiento de la Constitución. Los pueblos indígenas, como una cultura viva, cambiante y actual, desde la profundidad de su ser han aportado importantes principios filosóficos a la construcción del ordenamiento jurídico, los cuales deben ser entendidas, aceptadas, respetadas y aplicadas para el desarrollo y fortalecimiento de los sistemas jurídicos y la vigencia de los derechos fundamentales. Pues, no es posible que no se respete la Constitución a pretexto de falta de ley secundaria que norme el Art. 171 de la COnstitucion, esto en palabras de Del análisis de las diferentes objeciones democráticas sobre la tesis de la legitimidad de la justicia indígena, se puede concluir que, todas las citas anotadas anteriormente no solo ha tenido eco en el país, sino que ha trascendido las esferas internacionales, logrando incluso reacciones de los organismos especializados en derechos humanos, como la del señor relator de las Naciones Unidad sobre los derechos de los pueblos indígena James Anaya, quien sobre el ejercicio jurisdiccional indígena dijo: “Resulta contraproducente para la construcción del Estado intercultural y plurinacional que declara la nueva constitución de Ecuador y que se llegue calificar de salvaje y violatoria de los derechos humanos a toda expresión de la justicia indígena, basados en información parcial e incompleta de medios de comunicación sobre un caso ocurrido el 9 de mayo 2010 en la comunidad de la Cocha, Provincia de Cotopaxi. Trascienden la crítica razonable y ponderada de un caso concreto de aplicación de la justicia indígena y corren el riesgo de ser percibidos 67 PEREZ, Carlos. Justicia Indígena. Universidad de Cuenca, 2010, p. 261. 65 como posiciones que alientan visiones racistas y discriminatorias contra el conjunto de los pueblos indígenas de Ecuador”.68 La observación internacional sobre el tema en mención insta a que la sociedad y las autoridades del Ecuador reconozcan el funcionamiento efectivo y pacífico de las justicias ancestrales en la enorme mayoría de casos, pero también hace un llamado a no confundir casos de justicia indígena, como casos de justicia por mano propia y hechos de violencia tumultuaria con las genuinas expresiones de la justicia indígena, recomendando establecer diálogos entre las autoridades indígenas y las autoridades estatales. 68 ANAYA, James. Relator Especial sobre los derechos de los pueblos indígenas de las Naciones Unidad ONU, pronunciamiento sobre la justicia indígena y el caso la Cocha. 66 CAPÍTULO II 2. MARCO METODOLÓGICO Y PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA 2.1. Caracterización del sector de la investigación El tema de investigación planteado ha sido desarrollado dentro de la línea de investigación del pluralismo jurídico y derechos humanos como enunciados del derecho constitucional, plenamente reconocido y garantizado en la Constitución de la República. La investigación del presente trabajo gira alrededor de la teorización del pluralismo jurídico en correlación con el estudio de un caso práctico del ejercicio de las funciones jurisdiccionales conocido como “la Cocha”. Este caso tiene que ver con el ejercicio de la jurisdicción indígena ocurrido en mayo del 2010 en la Parroquia Zumbahua, Cantón Pujilí, provincia de Cotopaxi, donde se aplicó la justicia indígena a los cinco jóvenes involucrados en la muerte del joven Marco Antonio Olivo Pallo. Si bien la Constitución de la República establece claramente que las decisiones de la jurisdicción indígena debe ser respetada por el Estado y sus funcionarios públicos, la justicia ordinaria violando el principio non bis in ídem, volvió a juzgar el caso dentro de la jurisdicción ordinaria. Es decir, las resoluciones de las autoridades indígenas de la Cocha no logró la eficacia esperada, pues no ha sido respetada tanto por los involucrados y sancionados, los cinco jóvenes, que se sometieron a la justicia ordinaria, haciendo que la resolución en mención sea inexequibles para los pueblos indígenas como titulares de derechos. En aras de lograr la efectiva vigencia del principio de unidad jurisdiccional y la validez jurídica constitucional de la resolución indígena, se ha interpuesto la acción extraordinaria de protección a fin de lograr que el alto órgano constitucional analice, debata y resuelva de manera motivada, estableciendo las pautas necesarias del adecuado funcionamiento de la justicia indígenas y los parámetros 67 de actuación de las autoridades indígenas en el ejercicio jurisdiccional, con el cual se determine la violación o no del principio non bis in ídem. En este contexto, como consecuencia del análisis teórico y práctico de esta investigación se plantea una propuesta de un documento critico jurídico constitucional, que refleja la situación del caso analizado y la forma como debe ser resuelto en el contexto del Estado constitucional de derechos y justicia, intercultural, plurinacionalidad y la pluralidad legal en que vivimos, respetando los derecho al debido proceso de la cosa juzgada y el principio non bis in ídem, elementos estos, que guiarán la consecución de la eficacia material y la exequibilidad de las resoluciones emanadas de la jurisdicción indígena. 2.2. Descripción del proceso metodológico Modalidad: La modalidad metodológica aplicada a la investigación es la cualitativa, ya que el estudio del derecho constitucional y los conflictos de jurisdicción y competencia son temas sociales y culturales. Sin embargo, como una forma de coadyuvar a los análisis bibliográficos he utilizado también en cierta medida la Modalidad cuantitativa que me permite complementar con un análisis matemático y estadístico. Tipo de Investigación.- El tipo de investigación que predomina es el bibliográfico, fundamentado en libros, revistas y monografías actualizados que se compadecen con el enfoque de investigación de la universidad. Métodos e instrumentos de investigación utilizados.- El proceso investigativo integra los métodos y técnicas con el predominio del método científico en fases secuenciales, entre otros. 68 La observación.- La observación directa de los fenómenos objeto de estudio que permitió la identificación del problema, sus causas y efectos con una lectura crítica de la realidad problémica. Ideas.- Generación de ideas y la evolución de los hechos y fenómenos que afectan la realidad social. Evaluación.- De la posibilidad que sobre la base las preguntas científicas nos permitan comprobar la idea a defender, misma que se materialice y concrete en la práctica a través de un documento de estudio denominado “la ineficacia material e inexequibilidad de la cosa juzgada en la jurisdicción indígena “caso la Cocha” Se utilizó métodos teóricos como el inductivo-deductivo, analítico-sintético, histórico-lógico, hipotético-deductivo y sistémico, entre otros. Los métodos empíricos constituyen la observación científica, la medición en análisis documental y la valoración por vía de los expertos. Entre las técnicas más utilizadas está la encuesta y el fichaje, con los instrumentos correspondientes, como la guía de encuestas y las fichas nemotécnicas. 2.3. Universo y población Para la aplicación de las entrevistas, no se trabajó en torno a una muestra, debido a que no toda la sociedad ecuatoriana domina el tema de la jurisdicción indígena. Por tal razón, junto con los asesores se definió aplicar la entrevista exclusivamente a personas que conocen del tema o han sido parte de la administración de justicia indígena. Para el efecto se determinó tres categorías de personas: Profesionales de derecho que conocen o manejan el tema de pluralismo jurídico: En este grupo están los académicos, los operadores de justicia y los 69 abogados en libre ejercicio que han trabajado el tema ya sea como operadores de justicia, litigantes o como catedráticos. Entre los 12 entrevistados en este grupo están tanto personas de Cotopaxi como del ámbito nacional. Autoridades indígenas: son autoridades (dirigentes) a nivel nacional, identificados a través de las organizaciones indígenas como la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) y la ECUARUNARI (Organización de los Pueblos Indígenas de la Región Sierra). Cabe destacar, que en este grupo están tres autoridades que administraron justicia en el caso la Cocha, en su condición de autoridad o cabildo de la Cocha (Ricardo Chaluisa y José Cuchiparte) y Guantopolo (Serafín Umajinga). Los usuarios de la justicia indígena: en este grupo están los 4 jóvenes de Zumbahua que fueron involucrados directamente en el caso la Cocha y fueron juzgados por la jurisdicción indígena en primera instancia y luego por la justicia ordinaria en un caso de doble juzgamiento. Composición Profesionales Población en derecho que 12 conocen y han trabajado en el tema de pluralismo jurídico Autoridades y líderes indígenas 12 Personas que fueron juzgados por la 4 justicia indígena en el caso la Cocha Total 28 70 2.4. Análisis e interpretación de resultados cualitativos Cuestionario aplicado a los académicos, profesionales, líderes indígenas y usuarios Pregunta 1. La Constitución de la República reconoce la Justicia Indígena Cuadro 1 Alternativa SI NO Poco Total Frecuencia 27 1 0 28 Porcentaje 96 4 0 100 Fuente: Profesores y líderes entrevistados Análisis crítico La aplicación del cuestionario empieza por el conocimiento constitucional sobre el pluralismo jurídico. El 96% afirma conocer que la justicia indígena constituye norma jurídica constitucional y tan solo un 4% muestra tal desconocimiento. 71 Pregunta 2 ¿La Justicia indígena se aplica de acuerdo con el derecho consuetudinario? Cuadro 2 Alternativa SI NO Poco Total Frecuencia 27 0 1 28 Porcentaje 96 0 4 100 Fuente: Profesores y líderes entrevistados Análisis crítico El 96% sostiene que la justicia indígena se aplica de acuerdo con el derecho consuetudinario, afirmación que se fundamenta en dos razones. La una de carácter formal: porque la Constitución dispone expresamente y la llama “derecho propio”, y la otra razón es de carácter empírico-social: el derecho existe y se aplica en múltiples comunidades y pueblos, más allá de que el sistema jurídico estatal lo reconozca. Existe un 4% que considera que se ha perdido la esencia consuetudinaria por el hecho de constar dentro de la Constitución. 72 Pregunta 3. ¿La Justicia Indígena tiene su propia jurisdicción, no obstante su naturaleza consuetudinaria? Cuadro 3 Alternativa SI NO Poco Total Frecuencia 22 5 1 28 Porcentaje 79 18 4 100 Fuente: Profesores y líderes entrevistados Análisis crítico El 79% afirman que la justicia indígena tiene su propia jurisdicción y es aplicado en sus territorios porque lo consuetudinario está apegado al territorio, y como tal, por jurisdicción se entenderá los territorios de las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades. El 18% sostienen que la justicia indígena no tiene territorio definido porque también la justicia indígena se aplica dentro de las ciudades donde habitan comunitariamente pueblos indígenas. Un 4% no tiene claro el tema jurisdiccional. 73 Pregunta 4. ¿La Justicia indígena es competente para juzgar las infracciones cometidas por individuos de su etnia, dentro de la correspondiente comunidad? Cuadro 4 Alternativa SI NO Poco Total Frecuencia 24 4 0 28 Porcentaje 86 14 0 100 Fuente: Profesores y líderes entrevistados Análisis crítico El 86% sostienen que siempre las colectividades indígenas han sido competentes para conocer no solo las infracciones cometidas por individuos de sus colectividades, sino de toda infracción o delito que se cometa en sus territorios. Un 14% sostienen que se debe analizar el tipo penal o que infracciones puede juzgarse en la justicia indígena. Todos los entrevistados cuestionan los usos del término etnia en la pregunta, porque es un tema ya superado porque es un nombre inventado por los antropólogos y no constituye autodefinición de los pueblos. 74 Pregunta 5. ¿Las resoluciones dadas en el marco de la justicia indígena deben producirse efecto de cosa juzgada ante la justicia ordinaria? Cuadro 5 Alternativa SI NO Poco Total Frecuencia 26 0 2 28 Porcentaje 93 0 7 100 Fuente: Profesores y líderes entrevistados Análisis crítico El 93% sostienen que las resoluciones dadas en el marco de la justicia indígena deben producirse efecto de cosa juzgada ante la justicia ordinaria, por elemental sentido común. Además, por el principio non bis in idem es necesario el respeto a una decisión de una autoridad indígena por cualquier autoridad extraña a su comunidad conforme lo dispone la Constitución y los instrumento internacionales, como por ventaja ya existe jurisprudencia interna e internacional. Sin embargo, existe un 7% que no responden, ya sea por falta de conocimiento del tema o por compromisos institucionales. 75 Pregunta 6. ¿Con el valor de cosa juzgada, las resoluciones de la justicia indígena se garantizan el principio de eficacia? Cuadro 6 Alternativa SI NO Poco Total Frecuencia 20 1 7 28 Porcentaje 71 4 25 100 Fuente: Profesores y líderes entrevistados Análisis crítico EL 71 % sostiene que más que garantizar el principio de eficacia, el valor de cosa juzgada garantiza la seguridad jurídica en el Ecuador. Sin embargo, están conscientes que por el temor de las sanciones que implementa el Consejo Nacional de la Judicatura en estos casos, los operadores de justicia inobservan la Constitución, lo cual es concomitante con el 25% que prefiere no contestar o simplemente no da su criterio, y el 4% dice definitivamente que el valor de cosa juzgada no garantiza el principio de eficacia. 76 Pregunta 7. ¿El no reconocimiento de la cosa juzgada en el ámbito de la justicia indígenas, se atenta contra el pluralismo jurídico y el principio de non bis in ídem? Cuadro 7 Alternativa SI NO Poco Total Frecuencia 20 1 7 28 Porcentaje 71 4 25 100 Fuente: Profesores y líderes entrevistados Análisis crítico Si bien, el 25% prefiere no opinar y solo el 1% dice que no pone en peligro al pluralismo jurídico, el 71% menciona que el no reconocimiento de la cosa juzgada en el ámbito de la justicia indígenas, atentaría a la vigencia del pluralismo jurídico y al principio de non bis in ídem. Sostienen que no debería ser ni siquiera revisada por la Corte Constitucional, porque la acción extraordinaria de protección es considerada como una limitación de la figura de la cosa juzgada. 77 Pregunta 8. Es necesario orientar la correspondiente reforma al Código Orgánico de la Función Judicial de garantizar la independencia de la jurisdicción indígena, para garantizar su eficacia Cuadro 8 Alternativa SI NO Poco Total Frecuencia 14 14 0 28 Porcentaje 50 50 0 100 Fuente: Profesores y líderes entrevistados Análisis crítico El 50% sostiene que si es necesario una reforma al Código Orgánico de la Función Judicial para garantizar la independencia y vigencia de la jurisdicción indígena. Mientras que el otro 50% no considera necesario, porque se basan en los principios de autonomía y pro jurisdicción indígena, que suponen el mayor grado de autonomía y el menor grado de restricciones . Sostienen que el problema no es la falta de independencia para el ejercicio de funciones jurisdiccionales indígenas, sino por el ejercicio de un control constitucional que no asegura una adecuada comprensión del derecho propio de las comunidades. 78 2.5. Verificación de la idea a defender La investigación de campo aplicado a profesionales, académicos y líderes indígenas, nos demuestra que el 96% de ciudadanos conocen que la justicia indígena tiene sustento constitucional para administrar justicia y resolver los problemas internos en los territorios indígenas. Con este mismo porcentaje se afirma que el derecho indígena por mas constitucionalizado sea, sigue siendo consuetudinario. Existe un 4% que expresa que la justicia indígena no es constitucional y que tampoco es consuetudinaria por el hecho de constar dentro de los reconocimientos legales. Respecto de la territorialidad de la jurisdicción indígena, un 79% afirman que la justicia indígena tiene su propia jurisdicción y es aplicado en sus territorios porque lo consuetudinario está apegado al territorio, y como tal, por jurisdicción se entenderá los territorios de las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades. Es importante tomar en cuenta el criterio del 18% de los entrevistados, que sostienen que la justicia indígena no tiene territorio definido porque también se aplica dentro de las ciudades donde habitan comunitariamente los pueblos indígenas, dato que tiene relación con el 4% que dicen que no tienen claro el tema jurisdiccional. El tema relacionado con los tipos de delitos o respecto de los conflictos internos, el 86% sostienen que siempre las colectividades indígenas han sido competentes para conocer no solo las infracciones cometidas por individuos de sus colectividades, sino de toda infracción o delito que se cometa en sus territorios. Un 14% sostiene que se debe analizar el tipo penal o qué infracciones puede juzgarse en la justicia indígena. Respeto a la percepción de las resoluciones de la justicia indígena por parte de la justicia ordinaria, el 93% sostienen que las resoluciones dadas en el marco de la jurisdicción indígena deben producirse efecto de cosa juzgada en todas las instancias, por elemental sentido de protección y garantía del principio non bis in 79 ídem. Sin embargo, existe un 7% que no responden, ya sea por falta de conocimiento del tema o por compromisos institucionales. Sobre la eficacia del valor de la cosa juzgada para garantizar la seguridad jurídica, el 71 % responden de manera afirmativa fundamentando que más que garantizar el principio de eficacia, el valor de cosa juzgada garantiza la seguridad jurídica en el Ecuador, aunque están conscientes que pocos operadores de justicia están dispuestos a respetar, por el temor a las sanciones que implementa el Consejo Nacional de la Judicatura en estos casos, lo cual es concomitante con el 25% de entrevistados que prefiere no dar su criterio sobre esta pregunta. Existe un 4% que dice que el valor de cosa juzgada no garantiza el principio de eficacia, porque el tema de justicia indígena está ligado a los prejuicios de supuestamente ser atentatorios a los derechos humanos. El 71% menciona que el no reconocimiento de la cosa juzgada en el ámbito de la justicia indígena, atentaría a la vigencia del pluralismo jurídico y al principio de non bis in ídem. Sostienen que no debería ser ni siquiera revisada por la Corte Constitucional, porque la incorporación de la acción extraordinaria de protección es considerada como una limitación de la figura de la cosa juzgada no solo con respecto a las decisiones de la justicia indígena sino con relación a las decisiones de la denominada justicia “ordinaria”. Existe un 25% que prefiere no opinar, y solo el 1% dice que no pone en peligro al pluralismo jurídico. Sobre la adecuación de las normativas legales en función de la unidad jurisdiccional, un 50% sostiene que si es necesario una reforma al Código Orgánico de la Función Judicial para garantizar la independencia y vigencia de la jurisdicción indígena, mientras que el otro 50% no considera necesario porque el artículo 346 del Código Orgánico señala claramente que el Consejo de la Judicatura no ejercerá ningún tipo de atribución, gobierno o administración respecto de la jurisdicción indígena y reconoce además el principio de autonomía y el principio pro jurisdicción indígena, que suponen el mayor grado de autonomía y el menor grado de restricciones. Sostienen además, que el problema no es la 80 falta de independencia para el ejercicio de funciones jurisdiccionales indígenas, comprensión del derecho propio de las comunidades. Con lo señalado, podemos decir que la idea a defender en el presente trabajo tiene pleno asidero, por las respuestas contundentes obtenidos de los entrevistados, que constituyen autoridades, líderes indígenas, usuarios constitucionalistas y profesionales del derecho que con acierto y categóricamente afirman sobre la eficacia, la validez y el respeto de los derechos al debido proceso que es la cosa juzgada y el principio non bis in ídem, debe prevalecer en todos los casos de las resoluciones de las jurisdicción indígena, en la medida que si bien no hace falta más normativas jurídicas por el temor a que la esencia consuetudinaria del derecho indígena termine normada conforme los parámetros de la justicia ordinaria, si existe la necesidad de una orientación para un entendimiento intercultural de las normas y sistemas que conforman la unidad jurisdiccional, mediante un documento de análisis crítico que refleje la validez jurídicaconstitucional de las sentencias en la jurisdicción indígena, vinculando así, las variables de esta investigación respeto de garantizar la plena vigencia del principio non bis in ídem como elemental fundamento de la unidad jurisdiccional. 2.6. Conclusiones parciales del capítulo Como resultado de la investigación de campo, se plantea la realización de un documento critico jurídico constitucional sobre la justicia indígena y su convivencia armónica con el sistema ordinario imperante en el país, considerando el contexto plurinacional y la necesidad de una relación intercultural del pluralismo jurídico, el cual servirá de guía y mecanismo para fomentar la plena vigencia de la jurisdicción indígena, donde se respete las resoluciones de cada una de las jurisdicciones que forman parte de la unidad jurisdiccional, con la consecuente aplicación de los derechos al debido proceso de cosa juzgada y el principio constitucional de non bis in ídem, salvaguardando los derechos colectivos de los pueblos indígenas y estableciendo las pautas de como la Corte Constitucional debe resolver el caso la Cocha y otros casos similares, bajo los parámetros, reglas y principios ya impuestos 81 en la normativa superior, los instrumentos internacionales y la propia Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales. Es necesario reiterar que la creación de documento guía para resolver la evidente confrontación jurisdiccional, no constituye normativas jurídicas para limitar la jurisdicción y competencia de la autoridad indígena, pues, la plena vigencia y validez de la justicia indígena está dada por la Constitución y el Código Orgánico de la Función Judicial, normas que disponen que al momento de ejercer las funciones jurisdicciones indígenas se actué observando los derechos humanos, derechos de las mujeres, de los niños y adolescentes; no obstante la independencia, la autonomía, con la posibilidad de que la Corte Constitucional como ente supremo revise, analice y resuelva en los casos que se presuma afectación a los derechos humanos. El tema vinculante entre la justicia indígena y los derechos humanos es un debate a largo plazo, porque estamos viviendo un proceso de transición jurídica que va depender mucho de cómo se asimile el nuevo paradigma del pluralismo jurídico en un ambiente jurídico históricamente dominado por el paradigma del derecho positivo único con validez jurídica. Dejar atrás el paradigma positivo para congeniarse con un nuevo paradigma plural del derecho, tal vez necesite de una nueva generación de profesionales que estén dispuestos a asimilar la diversidad cultural, social y jurídica del Estado. En este contexto, para sustentar el tema de investigación se conjugó una serie de métodos como el estudio del caso, que permitió recoger datos e informaciones para el tratamiento de la información que ha sido estudiado, analizado y determinado; así como el método histórico la utilización de una serie de textos constitucionales, de derechos humanos, pluralismo jurídico, mas documentos, resoluciones sentencias que al final han constituido en el sustento teórico que conduce a determinar y evidenciar el problema científico suscitado en el caso la Cocha y visibilizado en el presente trabajo de investigación, elementos estos, que sirven como base para el planteamiento de un documento critico jurídico, y un modelo de sentencia de la Corte Constitucional a ser adoptada en el caso la Cocha. 82 CAPÍTULO III 3. VALIDACIÓN DE LA PROPUESTA 3.1. Antecedentes de la investigación de campo Considerando que el tema de la Cocha constituye el caso más controvertido en cuanto a la aplicación y ejercicio de la jurisdicción indígena, y particularmente el Art. 171 de la Constitución, he tomado como referente para el estudio de caso, pero también, para analizar la concurrencia de varios principios como el autoridad competente, cosa juzgada, non bis in ídem, entre otros, que forman parte fundamental para la vigencia de la unidad jurisdiccional. Si bien el caso la Cocha ha sido muy difundido y cuestionado, la investigación de campo nos permite conocer más a profundidad la teoría del derecho constitucional respecto de los derechos de los pueblos indígenas, pero también nos ayuda a conocer los conflictos de jurisdicción y competencia a la que se enfrentan las autoridades indígenas al momento de poner en práctica los derechos constitucionales. De este modo, la investigación de campo mediante la aplicación del cuestionario preestablecido con los tutores a diferentes actores que conocen del tema, me ha facilitado validar el presente trabajo. 3.2. Resultados de la investigación de campo Con el desarrollo del trabajo investigativo, se ha logrado determinar que los derechos de los pueblos indígenas están plenamente reconocidos y establecidos en la Constitución de la república, la Ley Orgánica de la Función Judicial, la ley orgánica de Garantías Judiciales y Control constitucional, el Convenio 169 de la OIT, la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, que reflejan una basta y extensa lista de derechos a favor de sus habitantes. 83 Así mismo, estas disposiciones legales se complementan con los procedimientos y mecanismos claramente dispuestos para su efectiva implementación; sin embargo, en la práctica, existe casos como el denominado “caso la Cocha” donde se muestra una errónea y contradictoria aplicación o violación de los derechos constitucionales en cuanto al ejercicio de la jurisdicción indígena. En este contexto, y con el fin de fomentar la plena vigencia de la jurisdicción indígena, donde se respete las resoluciones de cada una de las jurisdicciones que forman parte de la unidad jurisdiccional, a continuación se presenta un documento de análisis crítico orientado a demostrar la legitimidad de la validez jurídica constitucional y legal de las sentencias y resoluciones de la justicia indígena, y de esta forma preservar la vigencia del principio non bis in ídem. 3.3. Propuesta modelo Como resultado final de la investigación de campo, se presenta un documento de análisis crítico jurídico – constitucional, en el contexto del pluralismo jurídico, la interculturalidad y la plurinacional del Ecuador y del neoconstitucionalismo, a partir de la descripción de un caso práctico, estableciendo el valor de las teorías constitucionales, así como, señalando las vulneraciones de derechos y las pautas de cómo debe resolverse el caso, y finalmente, proponiendo un ejemplo de una resolución de sentencia de acción extraordinaria de protección sobre el caso la Cocha, por parte de la Corte Constitucional 3.4. Documento de análisis crítico y propuesta de sentencia Los grandes cambios jurídicos que trae la Constitución del 2008 en cuanto a la pluralidad legal y por ende la aplicación de la justicia indígena; en la práctica no se ha respetado ni se ha cumplido el enunciado constitucional debido a la falta de una normativa que establezca parámetros de coordinación entre los sistemas jurídicos vigentes en el país, lo cual, ha conllevado a gravísimos problemas de irrespeto al derecho del debido proceso de la cosa juzgada, la inobservancia de los principios non bis in ídem, con las consecuentes acciones penales contra las autoridades y los 84 usuarios de la justicia indígena, actos que desembocan en la más clara situación de inseguridad jurídica. El análisis de la casuística en el caso la Cocha nos demuestra que, la actuación de los funcionarios administrativos, como las del Consejo Nacional de la Judicatura y los de los operadores de justicia que dieron un giro cualitativo en la forma de concebir la justicia indígena e iniciaron procesos de destitución a los servidores judiciales del país, fueron medidas infundadas, autoritarias, arbitrarias, y politizadas; pues, claramente se atentó la autonomía y la independencia de funciones que debe existir entre las función ejecutiva y legislativa en el país y es una muestra de la intromisión de las autoridades en la jurisdicción indígenas y sobre todo, atenta gravemente la autonomías, el principio de igualdad que debe existir entre los dos sistemas jurídicos. En este sentido, los señores Jueces Primero, Tercero y de Tribunal de Garantías Penales de Cotopaxi, debían haber actuado y resuelto el caso observando los principios de la justicia intercultural como de la diversidad, igualdad, Non bis in ídem, pro justicia indígenas y la interpretación intercultural como claramente está determinada en el Art. 344 del Código Orgánico de la Función Judicial. Esto es, en apego al principio de Non bis in ídem, no podían haber admito a trámite el caso la Cocha, y mucho menos incoar todo el proceso penal, incluidas las medidas cautelares de carácter personal como la prisión preventiva, sino que debía haber inadmitido a trámite y en mejor de los casos como se lo hizo, de conformidad al Art. 428 de la Constitución remitir a la Corte Constitucional en consulta a fin de que en 45 días resuelva. Al existir una prohibición constitucional en el Art. 171 de que lo actuado por las autoridades de la justicia indígena no podrá ser juzgado ni revisado por los jueces y juezas de la Función Judicial ni por autoridad administrativa alguna, en ningún estado de las causas puestas a su conocimiento, sin perjuicio del control constitucional, se debe observar los principios de celeridad y las garantías del derecho al debido proceso establecido en el Art. 169 y 76 de la Constitución de la Republica, pues el sistema procesal como medio para la realización de la justicia así lo exige. Sin embargo, a pesar que la Constitución establece 45 días para que la Corte 85 Constitucional se pronuncie sobre estos casos, han trascurrido tres años sin que se haya resuelto, poniendo en evidencia que el máximo órgano de Control Constitucional no actúa con efectividad en la protección de derechos y convirtiéndose así en un espejismo institucional en la teoría del noeconstitucionalismo. La actuación irresponsable no apegado a los términos y plazos establecidos para resolver los casos remitidos a la Corte Constitucional, ha significado que lo solicitado por los Jueces Penales de Cotopaxi, continúen con el proceso penal, y estas autoridades están obligados a actuar, respetar, aplicar los principios establecidos considerando que el caso ya fue resuelto, so pena de las responsabilidades civiles y penales de estos funcionarios, al poner en riesgo la eficacia de las resoluciones indígenas y exequibilidad de la cosa juzgada. Con la actuación del Estado, sin considerar los principios de la unidad jurisdiccional y los principios de la interpretación intercultural en pro de la justicia indígena, ha violentado el principio de la autonomía de las autoridades indígenas que ejercen las funciones jurisdiccionales, que no requiere la mínima intervención del Estado, pues, como hemos demostrado en el análisis teórico, mientras menor sea la participación del Estado mayores posibilidades de efectivización y consolidación tendrá la jurisdicción indígena. No obstante haber reconocido y estatuida un cambio radical en la concepción del derecho y la instauración del pluralismo jurídico en el Ecuador, así como de ofrecer mecanismos y garantías para el ejercicio y desarrollo de los derechos de los pueblos indígenas, no ha pasado más allá de un simple reconocimiento constitucional, pues, muchas medidas y acciones administrativas, legislativas, políticas y legales, han dado paso a una serie de restricciones y limitaciones al ejercicio pleno y efectivo del derecho a la jurisdicción indígena y no hay una verdadera construcción del Estado intercultural y plurinacional en el Ecuador. Para cristalizar una verdadera convivencia armónica de los sistemas jurídicos vigentes en el país, se hace necesario que el órgano rector de la rama judicial que es el Consejo Nacional de la Judicatura cree una instancia especializada con este 86 propósito, y de esta forma, contar con un espacio de discusión, definición y ejecución de políticas públicas, observando el avance significativo determinado en el Código Orgánico de la Función Judicial, la Constitución y la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales, en cuanto establece algunos mecanismos y principios de actuación y resolución de los operadores de justicia, sustentados en un reconocimiento pleno de la validez de las resoluciones de la justicia indígena. No es necesaria la existencia de una norma que regule la jurisdicción, pues vivimos un Estado constitucional de derechos, con la existencia de suficientes normas de naturaleza principista y cualquier intento conllevaría a la restricción. Al contrario, según la justicia constitucional, como es la jurisdicción indígena, el órgano competente que es la Corte Constitucional debe resolver caso por caso y establecer las pautas necesarias, mediante la jurisprudencia vinculante, cuando las partes en conflicto impugnen ante esta instancia mediante la acción extraordinaria de protección. A demás, porque el artículo 346 del Código Orgánico señala claramente que el Consejo Nacional de la Judicatura no ejercerá ningún tipo de atribución, gobierno o administración respecto de la jurisdicción indígena y reconoce el principio de autonomía y el principio pro jurisdicción indígena, que suponen el mayor grado de autonomía y el menor grado de restricciones desde el Estado. Las facultades de derecho deben dar un cambio radical en los procesos de enseñanza, e incorporar a sus programas de estudio componente, programas y subprogramas de pluralismo jurídico y los derechos de los pueblos indígenas en el contexto de interculturalidad y la plurinacionalidad del Estado ecuatoriano, para todos los operadores de justicia. Por tanto, es necesario impulsar la elaboración de un sistema geo referenciado de la jurisdicción indígena, publicidad y registros de resoluciones de los sistemas de justicia y de esta forma se pueda contar con una base de datos expeditos que sirva de banco de datos sobre el tema. Hay que cambiar la mentalidad jurídica de los operadores de justicia, a través de los procesos de capacitación, debate, reflexión en las escuelas judiciales o eventos particulares en temas de derechos de los pueblos indígenas, la interculturalidad, plurinacionalidad, pluralismo jurídico y derecho constitucional. 87 Es necesario fortalecer las capacidades de ejercicio y de aplicación de los derechos jurisdiccionales de los titulares del derecho, a fin de conozcan los mecanismos y procedimientos constitucionales para su mejor exigencia y lograr el cumplimiento pleno de los derechos. Este documento denominado “análisis crítico” está orientado a garantizar la exequibilidad de la cosa juzgada y la eficacia material de las resoluciones indígenas con el fin de prevenir la violación del principio de la cosa juzgada, el principio de autonomía, el principio non bis in idem, el principio de interpretación intercultural, como principios esenciales y necesarios para que se ponga en vigencia el Art. 171 de la Constitución sobre la jurisdicción indígena. Con estas consideraciones y una vez verificado que existe una clara desobediencia judicial a las resoluciones de la jurisdicción indígena, la acción extraordinaria de protección es la figura más novedosa del neoconstitucionalismo, que nació como una institución orientada a proteger y evitar violaciones de derechos constitucionales, en el caso de la Cocha, miramos que la Corte Constitucional no ha sido capaz de considerar la importancia histórica que significa su actuación oportuna y dentro de los términos fijados; lo cual evidencia la denegación de la justicia constitucional a las partes, por retardo injustificado y la negligencia, pues no han actuado con la debida diligencia como lo exigen las normas constitucionales en el Art. 172 y el Art. 2 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, que con el fin de promover un entendimiento intercultural del derecho en un país cultural y jurídicamente diversa como es el Ecuador, nos obliga a considerar los siguientes principios para resolver los casos similares al de la Cocha: 1. Principio de aplicación más favorable a los derechos.- Si hay varias normas o interpretaciones aplicables a un caso concreto, se debe elegir la que más proteja los derechos de la persona. 2. La optimización de los principios constitucionales.- La creación, interpretación y aplicación del derecho deberá orientarse hacia el cumplimiento y optimización de los principios constitucionales. 88 3. Obligatoriedad del precedente constitucional.- Los parámetros interpretativos de la Constitución fijados por la Corte Constitucional en los casos sometidos a su conocimiento tienen fuerza vinculante. La Corte podrá alejarse de sus precedentes de forma explícita y argumentada garantizando la progresividad de los derechos y la vigencia del estado constitucional de derechos y justicia. 4. Obligatoriedad de administrar justicia constitucional.- No se puede suspender ni denegar la administración de justicia por contradicciones entre normas, oscuridad o falta de norma jurídica. En estricto aplicación y cumplimiento de lo señalado sobre la acción extraordinaria de protección presentada sobre el caso la Cocha, los señores jueces constitucionales si van a continuar con el proceso, al momento de resolver, deben observar los principios determinados en la Constitución, los instrumentos internacionales sobre los derechos humamos como es el Convenio 169 de la OIT, la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos indígenas, el Código Orgánico de la Función Judicial, el Código de procedimiento penal y demás instrumentos de derechos humanos. Concomitante a esta diversidad normativa en función de la jurisdicción indígena, la Corte Constitucional resolverá este caso difícil observando las reglas y principios relacionados con el pluralismo jurídico y las relaciones interculturales, establecidos en el Art. 66 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, que en lo básico los magistrados de la Corte Constitucional deben observar los siguientes principios: 1. Interculturalidad.- El procedimiento garantizará la comprensión intercultural de los hechos y una interpretación intercultural de las normas aplicables a fin de evitar una interpretación etnocéntrica y monocultural. Para el entendimiento intercultural, la Corte deberá recabar toda la información necesaria sobre el conflicto resuelto por las autoridades indígenas. 89 2. Pluralismo jurídico.- El Estado ecuatoriano reconoce, protege y garantiza la coexistencia y desarrollo de los sistemas normativos, usos y costumbres de las nacionalidades, pueblos indígenas y comunidades de conformidad con el carácter plurinacional, pluriétnico y pluricultural del Estado. 3. Autonomía.- Las autoridades de las nacionalidades, pueblos y comunidades indígenas, gozarán de un máximo de autonomía y un mínimo de restricciones en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales, dentro de su ámbito territorial, de conformidad con su derecho indígena propio. No obstante el reconocimiento de un máximo de autonomía, tiene los límites establecidos por la Constitución vigente, los instrumentos internacionales de derechos de los pueblos indígenas y esta ley. 4. Debido proceso.- La observancia de las normas, usos y costumbres, y procedimientos que hacen parte del derecho propio de la nacionalidad, pueblo o comunidad indígena constituyen el entendimiento intercultural del principio constitucional del debido proceso. 5. Oralidad.- En todo momento del procedimiento, cuando intervengan las personas, grupos o autoridades indígenas, se respetará la oralidad y se contará con traductores de ser necesario. La acción podrá ser presentada en castellano o en el idioma de la nacionalidad o pueblo al que pertenezca la persona. Cuando se la reduzca a escrito, deberá constar en la lengua propia de la persona o grupos de personas y será traducida al castellano. 6. Legitimación activa.- Cualquier persona o grupo de personas podrá presentar esta acción. Cuando intervenga una persona a nombre de la comunidad, deberá demostrar la calidad en la que comparece. 7. Acción.- La persona o grupo planteará su acción verbalmente o por escrito y manifestará las razones por las que se acude al tribunal y las violaciones a los derechos que supuestamente se han producido. Esta solicitud será reducida a escrito por el personal de la Corte dentro del término de veinte días. 90 8. Calificación.- Inmediatamente la sala de admisiones deberá comunicar si se acepta a trámite y las razones que justifican su decisión. Se sentará un acta sobre la calificación. 9. Notificación.- De aceptarse a trámite, la jueza o juez ponente de la Corte designado mediante sorteo, señalará día y hora para la audiencia y hará llamar a la autoridad o autoridades indígenas que tomaron la decisión o podrá acudir a la comunidad, de estimarse necesario. 10. Audiencia.- La autoridad o autoridades serán escuchadas al igual que las personas que presentaron la acción por el Pleno de la Corte. La audiencia deberá ser grabada. De considerarse necesario, se escuchará a la persona o personas que fueron contraparte en el proceso del cual se revisa la sentencia. 11. Opinión técnica.- La jueza o juez ponente podrá solicitar la opinión técnica de una persona experta en temas relacionados con justicia indígena y recibir opiniones de organizaciones especializadas en estos temas. 12. Proyecto de sentencia.- La jueza o juez ponente presentará el proyecto de sentencia del Pleno para su conocimiento y resolución. La sentencia puede ser modulada para armonizar los derechos constitucionalmente garantizados y los derechos propios de la comunidad, pueblo o nacionalidad. 13. Notificación de la sentencia.- La sentencia sobre constitucionalidad de las decisiones indígenas deberá ser transmitida de forma oral y motivadamente en la comunidad, ante la presencia de al menos los accionantes y la autoridad indígena, a través del ponente o su delegado. La sentencia deberá ser reducida a escrito, en castellano y en la lengua propia de la persona o grupo de personas. 14. Violación de derechos de las mujeres.- Las juezas o jueces deberán impedir que en sentencias de justicia indígena se alegue la costumbre, la interculturalidad o el pluralismo jurídico para violar los derechos humanos o de participación de las mujeres. Con los aportes expuestos y considerando que la finalidad de la justicia constitucional, es garantizar la eficacia y la supremacía constitucional y los derechos 91 reconocidos en la Constitución y en los instrumento internacionales de derechos humanaos y de la naturaleza, recomiendo a los operadores de justicia y los jueces constitucionales que en su actuar y cuando se encuentren frente a temas relacionados con la jurisdicción indígena tomen en cuenta y observen toda esta diversidad normativa que constituyen fundamentos constitucionales y legales que ponen en vigencia el pluralismo jurídico en el marco del Estado plurinacional e intercultural, y no busquen excusas de falta de ley para no aplicar la norma suprema. No está por demás, reiterar que los jueces al interpretar una norma legal deben interpretar en el sentido que más se ajuste a su integralidad, y en caso de duda, se interpretará en el sentido que más favorezca a la plena vigencia de los derechos reconocidos en la Constitución y que mejor respete la voluntad del constituyente, en este caso, el constituyente tuvo la voluntad y la decisión de reconocer el pluralismo jurídico o la pluralidad legal como consecuencia del Estado interculturalidad y plurinacionalidad. 3.5. Modelo de sentencia de la Corte Constitucional sobre el caso la Cocha La resolución de la Corte Constitucional sobre la acción extraordinaria de protección contra la decisión de las autoridades indígenas de la Comunidad de la Cocha signado con el No. 731-10 EP, una vez que ha sido admitida a trámite, evacuadas todas las diligencias y bajo los argumentos constitucionales y legales, en cumplimiento con las reglas, métodos y principios de interpretación establecidos claramente en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, debe contener los siguientes elementos: Considerandos Argumentos de la parte accionada Argumentos del tercero con interés en la causa Desarrollo de la audiencia pública Precisiones sobre la Acción Extraordinaria de Protección Identificación de la sentencia impugnada Consideraciones de la Corte sobre el pluralismo jurídico en el Ecuador Problemas jurídicos a resolver: Si las resoluciones tomadas por las 92 autoridades de la comunidad indígena de la Cocha, se encuentra dentro del marco de la norma constitucional; y, si el Estado ha garantizado, en el caso en estudio, la debida ejecución de las resoluciones de la justicia indígena. Fundamentado y desarrollados cada uno de estos elementos, garantizando la eficacia material y la exequibilidad de la cosa juzgada en la jurisdicción indígena caso la Cocha, la parte resolutiva de la sentencia dirá: DECISIÓN En mérito de lo expuesto, el Pleno de la Corte Constitucional, administrando justicia, por mandato de la Constitución, dicta la siguiente: SENTENCIA 1.- Aceptar la Acción Extraordinaria de Protección planteada por Víctor Manuel Olivo Pallo en contra de la Decisión de la Justicia Indígena tomada por las Autoridades que conforman la Comunidad Indígena de la Cocha, de la Nacionalidad y Pueblo Kichwa de Cotopaxi, adoptadas el 12 de mayo de 2010 y 23 de mayo de 2010, disponiendo que: Las autoridades indígenas de la Cocha, adopten todas las medidas necesarias a fin de garantizar el debido cumplimiento de sus resoluciones, en este sentido los organismos del Estado, tales como la Función Judicial, la Fiscalía, la Policía Judicial, cooperaran y contribuirán al cabal cumplimiento de las mismas. Conforme lo establecido en el Art. 424 de la Constitución de la República, por carecer de eficacia jurídica; se dispone el archivo de todo proceso penal o administrativo, no obstante la etapa procesal en la que se encuentren, que se hubiese iniciado con posterioridad a las resoluciones adoptadas por las autoridades indígenas de la Cocha en el caso de la muerte de Marco Antonio Olivo Pallo; pues dicho caso ha sido administrado 93 justicia por la propia comunidad conforme el mandato constitucional, así como las causas incoadas en contra de los dirigentes de dicha comunidad en razón de sus resoluciones. La Asamblea Nacional deberá promulgar la Ley que permita la debida coordinación y cooperación entre la justicia indígena y la ordinaria; hasta que aquello ocurra se reafirma el derecho constitucional de las comunidades indígenas a ejercer la justicia con arreglo a sus propios usos y costumbres en todo tipo de infracciones con excepción de los delitos de genocidio, de lesa humanidad, crímenes de guerra, el tráfico internacional de estupefacientes, el crimen organizado transnacional, delitos contra la administración pública y aquellos delitos contra la seguridad del Estado, pues esto no se los puede considerar como conflictos internos de la comunidad. En la administración de justicia indígena deben existir garantías de un debido proceso, mismo que debe ser entendido conforme a las tradiciones indígenas propias, así existirá el: derecho a ser juzgado de conformidad con las normas y procedimientos propios y su idioma; a la defensa, a un proceso previo, a la presunción de inocencia, la contradicción, la inmediación, la debida motivación, imparcialidad del juzgador, no doble juzgamiento, celeridad. La aplicación de la justicia indígena, garantizara a las personas, sin perjuicio de lo establecido en la Constitución y en los instrumentos internacionales de derechos humanos: la inviolabilidad de la vida, no habrá pena de muerte como sanción ni sometimiento a la esclavitud; la integridad personal, que incluye la integridad física, moral y sexual; el acceso gratuito a la justicia autónoma e independiente, a la tutela efectiva de sus derechos e intereses, sin que en ningún caso queden en indefensión; la protección y no discriminación de las mujeres, niñas, niños y adolescentes o personas que por sus capacidades diferentes requieran de un trato especial. 94 Se faculta a los titulares de derechos iniciar las acciones civiles y penales contra las autoridades de la justicia ordinaria, que actuaron en contraposición de los derechos constituciones y legales en el caso la Cocha y al Estado se faculta el derecho de repetición conforme el Art. 11 No. 9 de la Constitución. 2.- Publicar la presente sentencia en el Registro Oficial. Notifíquese y cúmplase.- JUEZ CONSTITUCIONAL 3.6. Conclusiones parciales del capítulo El trabajo de investigación desarrollado a partir del estudio de caso, ha permitido analizar la concurrencia de varios principios constitucionales, como la autoridad competente, cosa juzgada, non bis in ídem, como parte de la unidad jurisdiccional, así como, nos ha ayudado a conocer sobre conflictos de jurisdicción y competencia a la que se enfrenta las autoridades indígenas al momento de resolver y solucionar los casos prácticos. Este trabajo investigativo que tiene como fin demostrar la legitimidad de la validez jurídica constitucional y legal de las sentencias y resoluciones de la justicia indígena, a través de los aportes teóricos y jurídicos nos ha permitido realizar un análisis crítico de las diferentes corrientes neoconstitucionalistas, el cual, ha dado origen a la elaboración de documento crítico jurídico constitucional, así como, la elaboración de un modelo de sentencia de la Corte Constitucional para el caso la Cocha, como una forma de coadyuvar para la plena vigencia de los derechos de los pueblos indígenas, la jurisdicción indígena y consecuentemente la vigencia de las sentencias indígenas como cosa juzgada. 95 4. Conclusiones y recomendaciones generales El movimiento indígena, después de cientos de años de resistencia y lucha, han logrado transformar las normas de carácter asimilacionista, asistencialista, segregacionista, integracionista por posiciones, instrumentos y políticas estatales que reconocen y valoran la diversidad cultural, interculturalidad, plurinacionalidad, el sumak kawsay, el pluralismo jurídico, como logros inminentemente reivindicativos de los pueblos indígenas. Así, el Estado constitucional del siglo XXI, en el caso del Ecuador, trae como uno de los cambios jurídicos más novedosos el reconocimiento del pluralismo jurídico como pilar de la función judicial, el cual implica, la existencia de varios sistemas jurídicos que conviven en un mismo espacio y tiempo. A partir del reconocimiento constitucional de los derechos reivindicativos, los pueblos indígenas, en cierta medida, ya no actúan ni sitúan en su condición de víctimas o minorías sino como colectividades, comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades como titulares de derechos culturales, jurídicos, lingüísticos, territoriales, económicos y políticos, capaces de salvaguardar los derechos territoriales, y en el caso particular, capaces de haber protegido históricamente la vigencia de los sistemas jurídicos propios y haber llegado como verdaderos sistemas de justicia a estos tiempos de modernidad y globalización. Los sistemas jurídicos indígenas o conocidos también como derecho o normas consuetudinarias que expresan las reglas generales de comportamiento para una convivencia pacífica en los territorios indígenas constituyen en la actualidad verdaderas instituciones neoconstitucionalistas, toda vez, que trae como novedad el rompimiento del monopolio de la justicia como correspondencia única del Estado. El sistema jurídico indígena no se refiere única y exclusivamente al hecho de administrar de justicia, por el mismo hecho de ser un sistema tiene una visión integral de la vida, y como tal, la interpretación de una infracción o un delito es de forma integral de territorialidad, de cultura, de formas de vida y de relaciones sociales entre el ayllu (familia) y la comunidad. 96 Como resultado del trabajo investigativo concluimos que la interrogante más grande la sociedad, por el hecho de analizar desde la especificidad del sistema jurídico ordinario, es el origen de la autoridad en la jurisdicción indígena, desconociendo que a la autoridad indígena no se nombra mediante requisitos impuestos por el Estado bajo parámetros de méritos y oposición, sino que su designación es de forma colectiva, para lo que se requiere que el aspirante a ser reconocida como autoridad goce de conocimientos y experiencias de convivencia colectiva, solvencia política y moral; confianza de la comunidad, entre otros elementos. El Estado que es el responsable de garantizar la vigencia de los derechos constitucionales, lejos de implementar mecanismos y herramientas para el ejercicio de las funciones jurisdiccionales, lo único que ha hecho en estos 4 años de vigencia de la Constitución de Montecristi, es el haber politizado el tema, empezando desde el máximo representante del Estado que es el Presidente de la Republica, pasando por los Ministros de Estado, Consejo Nacional de la Judicatura, hasta los más bajos niveles de los operadores de justicia y funcionarios públicos. La politización de los funcionarios del Estado al tema de la jurisdicción indígena ha afectado gravemente a su desarrollo y vigencia, ya que se ha llegado al colmo de que el Consejo Nacional de la Judicatura sancione a los jueces que aplicando el Art. 171 de la Constitución han declinado la competencia a favor de la justicia indígenas, o simplemente como una forma de cumplir órdenes de sus superiores, los operadores de justicia violentando el principio de cosa juzgada han vuelto a juzgar los casos resueltos por las autoridades indígenas, evidenciando una clara violación del principio Non bis in ídem. La legitimidad de la jurisdicción indígena y sus resoluciones están dadas por las prácticas diarias y constantes al interior de los territorios indígenas, la misma que a pesar de estar reconocida por la norma suprema del Estado ecuatoriano, al establecer a la jurisdicción indígena como parte de la unidad jurisdiccional con atribuciones de administrar justicia, ninguna autoridad del Estado ni los operadores de justicia han querido respetar y aceptar estos cambios referentes a 97 la facultad de administrar justicia desde la pluralidad y no desde el monoculturalismo. En cuanto a la investigación de campo se puede concluir, que a pesar de ser un tema complejo y lleno de prejuicios por efectos del positivismo, existen líderes indígenas, expertos académicos y reconocidos juristas arriesgados y decididos que dentro de la investigación y la actualización de conocimientos constitucionales se han especializado y han profundizado el tratamiento de los derechos de los pueblos indígenas, particularmente sobre el pluralismo jurídico y la justicia indígena, demostrando que hay el interés en conocer y promover el debate, reflexión y fortalecer la pleno ejercicio jurisdiccional del derecho. La ausencia de conocimiento del tema en la sociedad en general, nos obligó a realizar una investigación de campo dirigida a conocidos líderes y expertos; lo cual, evidencia la falta interés desde el Estado para difundir los cambios constitucionales en relación a la unidad jurisdiccional y promover la práctica de la justicia indígena, sin embargo, considero que el tema de los pueblos indígenas, el pluralismo jurídico, la unidad jurisdiccional, la jurisdicción indígena no debe ser de interés de determinados profesionales del derecho o de líderes y indígenas, pues, al ser temas de carácter constitucional se convierten en temas de cultura jurídica general, que al menos en los funcionarios públicos y operadores de justicia de todo nivel deben conocer y dominar el manejo y aplicación de las mismas, sobre todo en lo que se refiere a la exigibilidad constitucional para hacer efectivo los derechos de los pueblos indígenas. El estudio de campo nos demuestra que las incidencias de la cultura jurídica puramente positivista como primicia del colonialismo también llegó a incidir en la vida de los pueblos indígenas, pues, si bien en porcentajes es mínimo, pero existen varios entrevistados que dudan sobre la validez jurídica de las resoluciones de la justicia indígena, consecuentemente no le ven como problema la aplicación de un nuevo juzgamiento por parte de la justicia ordinaria y no miran afectaciones al principio non bis in idem y la cosa juzgada, lo cual, hace necesario 98 reformar la malla curricular de la educación al menos a nivel de especialidades jurídicas. Considero que fue efectivo el trabajar con un cuestionario preestablecido con el tutor, porque la generación de respuestas a través de preguntas concretas permitieron obtener resultados que validan el marco teórico y las ideas a defender en este trabajo, por lo que, el documento de análisis crítico, es un instrumento que puede guiar y facilitar el efectivo funcionamiento de la justicia indígena, generar propuestas y ampliar el campo de acción en todo el territorio nacional. La base teórica y la investigación de campo nos concluye que la producción del derecho y los sistemas jurídicos ya no es una facultad exclusiva del Estado, en tanto, dentro del marco de la pluralidad legal y de conformidad al Art. 57 numeral 10 de la Constitución, esta potestad también está otorgada a los pueblos indígenas, cuando declara que es uno de los derechos colectivos “crear, desarrollar y fortalecer su derecho propio”, reconociendo de esta forma la validez jurídica del origen de los sistemas jurídicos que no nace de la función legislativa, lo cual, para los operadores de la justicia ordinaria aun no cabe en sus mentes por el mismo hecho de haber tenido una formación puramente positivista. Uno de los criterios que se vincula permanentemente en el debate de la jurisdicción indígena, es la supuesta necesidad de una ley o estatuto jurídico que “limite” el ejercicio de la justicia indígena; sin embargo, tanto la base teórica como los resultados de la investigación de campo nos afirma que los sistemas jurídicos indígenas al ser parte de la identidad de un pueblo, no puede ser objeto de positivización ni de reglamentación alguna, pues, perdería su esencia de ser consuetudinario, desnaturalizaría sus particularidades y pondría en riesgo la existencia, su supervivencia, su desarrollo como colectivos, por lo tanto, las limitaciones constitucionales y legales, el marco de actuación de las potestades jurisdiccionales indígenas y los procesos de control constitucional están claramente establecidas en sus respectivas normas jurídicas, y lo único que hace falta es aplicar los ordenamientos jurídicos ya existes. 99 Se debe evitar de hablar de límites a la jurisdicción indígena, porque el debido proceso y respeto a la cosa juzgada está reconocida en los dos sistemas de justicia. Por tanto, se debe acatar y lograr su eficacia siempre y cuando no haya violación a los derechos humanos, de las mujeres y de los niños y adolescentes; como también, porque la resolución indígena se aplica en conocimiento de la comunidad que participa, existen compromisos y seguimientos que son mecanismos comunitarios que permiten que la sentencia se cumpla, se repare y se aplica de manera inmediata. Uno de las formas de deslegitimar la justicia indígena desde el Estado y desde la sociedad que no comparte la vigencia del pluralismo jurídico y la consecuente práctica de la justicia indígena, es ubicándolo a este derecho constitucional como sinónimo de salvajismo, terrorismo y por tanto debe ser combatida y sancionada a toda costa con procesos penales contra las autoridades indígenas, las personas que ya fueron juzgadas y toda esta situación, incluso, ha sido aprovecho por el oficialismo para confrontar deliberadamente, excluir, desconocer sus derechos y fomentar el racismo y la xenofobia, como lo ocurrido en el caso la Cocha. El irrespeto a las resoluciones indígenas por parte de los funcionarios públicos de la rama judicial, evidencia una clara violación al derecho de carácter universal de todo ser humano a no ser juzgados dos veces sobre el mismo hecho. No se requiere que las decisiones jurisdiccionales sean ratificadas por el sistema judicial estatal y por lo contrario deben ser obedecidas y acatadas por las partes involucradas. Aquello se reafirma además en el artículo 344 del Código Orgánico de la Función Judicial que establece el principio del non bis in idem, lo que impide que las decisiones una vez emitidas sean nuevamente conocidas por cualquier otra autoridad indígena o estatal, sin embargo la Constitución prevé una excepción que convierte a la cosa juzgada en relativa, pues la violación de derechos, desde la perspectiva no indígena, abriría la posibilidad de revisión de las decisiones, que podrían dejarlas sin efectos jurídicos si se constata la violación. 100 En este marco, la justicia constitucional no absuelve ni condena a los indígenas sometidos al proceso indígena, sino que, mediante el ejercicio del control constitucional se da lugar a una verificación de apego a los derechos en la sustanciación y resolución del caso. La capacidad que tiene la justicia indígena para resolver conflictos si bien se ve disminuida por la justicia constitucional, lo que se debe buscar mediante la acción extraordinaria de protección, es un apego de la decisión de la justicia indígena a los derechos. El problema radica en que son los no indígenas quienes configuran e interpretan los derechos y hasta la fecha aún no resuelven el caso la Cocha. La incorporación de la acción extraordinaria de protección contra decisiones de la justicia indígena en la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, si bien es un recurso de protección a derechos constitucionales, también constituye una limitación de la figura de la cosa juzgada no solo con respecto a las decisiones de la justicia indígena sino con relación a las decisiones de la denominada justicia ordinaria. No obstante, más allá de que ciertos expertos sostienen que la Acción de Protección es una intromisión del Estado en la jurisdicción indígena, lo que se determina con el análisis de la casuística y los resultados de la investigación de campo es que la Acción de Protección no ha funcionado ni ha sido una herramienta eficaz para la protección de los derechos constitucionales, puesto que, la Corte Constitucional de forma oportuna y dentro de los términos y plazos legales debía haber resuelto desde la perspectiva de la interpretación intercultural en estricto apego a las normas e instrumentos internacionales, jurisprudencias vinculantes, constitucionalizando la jurisdicción indígena en el Ecuador y estableciendo precedentes históricos sin la necesidad de la existencia de una ley secundaria. Por su parte, en el mismo análisis de la casuística, las autoridades indígenas de la Cocha, debían haber adoptado todas las medidas necesarias a fin de garantizar el debido cumplimiento de sus resoluciones, haciendo uso de los propios mecanismos constitucionales como los Arts. 171; 424, 425 y 426, que establecen claramente no solo la supremacía y la aplicación directa de sus normas, sino también la exigibilidad de la aplicación supraconstitucional de los instrumentos 101 internacionales como el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de las Naciones Unidas, la Convención Americana de los Derechos Humanos y el Pacta de San José, como instrumentos jurídicos que conforman el bloque de constitucionalidad. Vislumbra una clara manifestación de la discriminación sobre el ejercicio de las funciones jurisdiccionales indígenas, por la actuación de los operadores de la justicia en contra de los derechos constitucionales reconocidos, los principios del pluralismo jurídico, pues criminalizan, persiguen, entablan juicios, desconocen o ignoran las resoluciones adoptadas, y a simple vista, todas estas actuaciones son inconstitucionales y recae en la responsabilidad del Estado de asumirlas, adoptar las medidas eficaces considerando el principio de la intercultural y los derechos constitucionales. Si bien la jurisdicción indígena está basada en las tradiciones ancestrales y el derecho propio, por el mismo hecho que la Constitución reconoce estas formas de justicia, las autoridades indígenas también deben actuar dentro las limitaciones establecidas en la Constitución y la ley, buscar mecanismos de coordinación con las autoridades de la justicia ordinaria y tener la misma visión intercultural del sistema jurídico indígena, evitando abusos y excesos que pueden ocurrir. Sobre la competencia de las autoridades indígena en el ejercicio de las funciones jurisdiccionales, es necesario indicar que lo tienen para conocer toda infracción a las normas de los sistemas jurídicos, incluso lo que se conocería como delitos en la jurisdicción estatal. Según la Constitución la jurisdicción indígena tiene alcance territorial y cultural, por lo tanto, no clasifica la competencia por materia o tipos de delito sino de forma territorial y cultural. Para evitar la inobservancia y violaciones de los derechos de los pueblos indígenas, sobre la base de los derechos jurisdiccionales reconocidos, como un reto del Estado intercultural y plurinacional, es imperativo instaurar el dialogo intercultural, que permita romper esquemas coloniales, y mirarnos como portadores de valores y principios históricos; pues, si no interculturalizamos al 102 Estado, a sus instituciones y a la sociedad en general difícilmente se logrará la plena vigencia del pluralismo jurídico. El dialogo no es solo a nivel del Estado sino también es necesario combinar el fortalecimiento interior de los pueblos indígenas con las alianzas interculturales; esto es, con la sociedad civil, ONG, medios de comunicación, grupos organizados y otros actores sociales y políticos. Es el momento de reactivar las asambleas, talleres, debates, reuniones como herramientas propias de las convivencias comunitarias. 103 BIBLIOGRAFÍA ANAYA, James. 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Conoce usted que la Justicia indígena se aplica de acuerdo con el derecho consuetudinario? 3. Considera Ud. que la Justicia Indígena tiene su propia jurisdicción, no obstante su naturaleza consuetudinaria? 4. Considera Ud. que la Justicia indígena es competente para juzgar las infracciones cometidas por individuos de su etnia, dentro de la correspondiente comunidad? 5. Considera Ud. Que las resoluciones dadas en el marco de la Justicia Indígena deben producirse efecto de cosa juzgada ante la justicia ordinaria? 6. Estima Usted que con el valor de cosa juzgada, las resoluciones de la justicia indígena se garantiza el principio de eficacia. 7. Considera Ud. que el no reconocimiento de la cosa juzgada en el ámbito de la justicia indígenas, se atenta contra el pluralismo jurídico y el principio de Nom bis in ídem? 8. Considera Ud. Que es necesario orientar la correspondiente reforma al Código Orgánico de la Función Judicial de garantizar la independencia de la jurisdicción indígena, para garantizar su eficacia. NOMINA DE PROFESIONALES Y RESPONDIERON AL CUESTIONARIO DIRIGENTES PROFESIONALES Y OPERADORES DE JUSTICIA Dr. Ramiro Ávila (Catedrático) Dr. Raúl Araque (Juez - Riobamba) Dr. José Luis López (Juez - Ambato) Dr. Fernando Sarango (Catedrático) Dr. Jorge Paste (Libre ejercicio - Pichincha) Dra. Lourdes Tiban (Catedrática) Dr. Salim Zaidan (Catedrático) Dr. Bolívar Beltrán (Libre Ejercicio - Pichincha) Dr. Carlos Poveda (Litigante y ex Juez Penal Cotopaxi) Dr. Vicente Tiban (Ex Fiscal Indígena) Dra. Mariana Yumbay (Magistrada Corte Nacional de Justicia) Dr. Ángel Cartuche (Libre Ejercicio Azuay) DIRIGENTES Y LIDERES INDIGENAS Sra. Blanca Chancosa (Imbabura) Dr. Geronimo Yantalema (Chimborazo) Dr. Carlos Pérez (Presidente Ecuarunari) Ing. Andres Andrango (Pichincha) Lcda. Carmen Jerez (Tungurahua) Ricardo Chaluisa (Zumbahua – La Cocha) José Cuchiparte (Zumbahua – La Cocha) INDIGENAS QUE Serafín Umajinga (Zumbahua – Guantopolo) Dr. Artuto Ugsha (Cotopaxi) Humberto Cholango (Presidente CONAIE) Guillermo Churuchimbi (Pichincha) Vicente Chato (Tungurahua) USUARIOS DE LA JUSTICIA INDIGENA Y AFECTADOS O SANCIONADOS Orlando Quishpe Klever Fernando Chaluisa Umajinga Wilson Ramiro Chaluisa Quishpe Ivan Candelejo Quishpe.