Intervención del presidente Bauzá en relación al déficit de la

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Comparecencia del presidente de las Illes Balears para informar sobre el déficit de la
Comunidad Autónoma.
Parlamento de les Illes Balears 16 de abril de 2015.
Señora presidenta,
Señoras y señores diputados,
El pasado día 27 de marzo, la Intervención General del Estado, una vez contrastados
los datos de la contabilidad pública de la Comunidad para el ejercicio 2014, hizo
público el dato provisional del déficit público del ejercicio 2014, que fue del 1,71 %
del PIB, lo que representa 458 millones de euros.
No entiendo mi comparecencia en esta Diputación Permanente, una vez disuelta
nuestra cámara autonómica, como una cuestión extraordinaria. He entendido
siempre, en esta legislatura, que mi obligación y responsabilidad como presidente
del Gobierno de las Illes Balears era y es explicar a los ciudadanos de las Islas la
tarea que realiza su Gobierno: identificar cuáles son nuestros problemas, cuáles son
las soluciones a estos y qué acciones desarrolla el Gobierno para llegar a estas
soluciones.
Esto implica dar explicaciones y rendir cuentas también aquí, en la sede de la
representación parlamentaria de los ciudadanos de las Illes Balears.
Debates, comparecencias y explicaciones que, a diferencia de otras veces o con otros
gobiernos, no son extraordinarios para este Gobierno. Derivan de nuestro
compromiso de regeneración democrática.
Cuando nadie había comparecido nunca en esta cámara para hablar y rendir
cuentas de los datos de déficit público, ha sido este Gobierno quien ha
comparecido para hablar. Cuando, aunque siempre se decía que era necesario,
nunca nadie —ningún gobierno— había comparecido para debatir sobre la
liquidación de los presupuestos de la Comunidad, fue este Gobierno el que
compareció por primera vez el año pasado. Y en el futuro esto ya constituye una
obligación legal.
Por lo tanto, mi comparecencia hoy en esta Diputación Permanente, una vez
disuelto el Parlamento, no es un hecho extraordinario, sino que es consecuencia
lógica del compromiso con la regeneración de mi Gobierno.
No sé si en vista del hecho de que si bien el año 2011 nos encontrábamos en medio
de una gran crisis económica y hoy nuestra economía se encuentra en crecimiento
económico, al ritmo del 1,9 % en el 2014 para ser exactos, o si en vista del hecho de
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que aunque en la anterior legislatura se enviaron 97.000 personas a la cola del paro
(cifras EPA) y hoy hemos recuperado 40.000 ocupados o hemos generado ya
22.000 nuevos puestos de trabajo; no sé —los decía—si, en vista del cambio no
suficiente pero sí tan sustancial de la realidad económica de nuestra Comunidad, es
necesario repetir que una política esmerada de progresivo equilibrio de las cuentas
públicas contribuye decisivamente al crecimiento económico y la generación de
empleo.
La evidencia de que la realidad de nuestra comunidad, aunque todavía queda
camino por recorrer, es hoy mejor que la de 2011 demuestra que —ante los negros
augurios de inicio de la legislatura— una política de equilibrio de las cuentas
públicas da frutos en la consecución del objetivo de todos que era salir con rapidez
de la crisis económica y volver a generar empleo.
Porque el equilibrio de las cuentas públicas no es una finalidad en sí misma, sino
una herramienta de política económica para contribuir al crecimiento económico y
el empleo.
La política de incurrir en déficits públicos recurrentes de 900 millones en el 2008;
856 millones en el 2009; 1.311 millones en el 2010, y 1.313 millones en el 2011,
sabemos perfectamente que conduce al colapso de nuestra economía y de nuestra
Administración.
Un gasto público descontrolado entre 2007 y 2011, con unos déficits públicos que
por término medio ascendían a 1.095 millones de euros, produjo como resultado la
recesión económica, el incremento exponencial del paro, el incremento del
endeudamiento en un 125 % durante la legislatura y, además, una deuda en
proveedores e instituciones de la Comunidad que ascendía a 1.600 millones de
euros.
En cambio, una política esmerada de equilibrio de cuentas, de reducción progresiva
del déficit, con déficits públicos —entre 2012 y 2014— de 430 millones por término
medio junto con una intensa política de reformas legislativas que estimularan el
crecimiento ha dado como resultado el retorno de la Comunidad al crecimiento
económico, la generación de empleo, una deuda incrementada sólo en un 50 % y
una administración autonómica que paga sus deudas, que paga a los proveedores y
a las instituciones.
En el 2012 el déficit de la Comunidad estuvo 80 millones de euros por encima del
objetivo marcado; en el 2013 nos situamos en 70 millones de euros por debajo del
objetivo fijado y esto es importante porque estos 70 millones venían prácticamente
a compensar los 80 millones de 2012 y ahora, en el 2014, la diferencia de déficit
respecto del fijado es de 191 millones de euros.
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Lo anterior demuestra que no estamos hablando, como en la legislatura anterior, de
diferencias de déficit con los objetivos marcados cada año de entre los 500 y los 900
millones de euros, sino de una diferencia en el 2014 de 191 millones.
Las políticas de gasto público descontrolado suelen olvidar que el déficit se debe
financiar con nuevo endeudamiento. Si hemos rebajado el déficit público desde los
1.300 millones de euros de sus dos últimos años a los 458 millones de 2014, es
evidente que hemos evitado un endeudamiento para la Comunidad del orden de los
900 millones de euros más cada año.
Es decir, si se hubiera continuado con el ritmo de déficit público de la anterior
legislatura hoy el endeudamiento de la Comunidad no sería de 8.177 millones de
euros, sino de 11.839 millones de euros.
¿Cuáles han sido las razones o los motivos que explican la cifra de déficit público
provisional de 2014?
Por la parte de los ingresos, aunque los ingresos tributarios gestionados por la
Comunidad se han visto incrementados en 95,8 millones (un 17 %) respecto de
2013, los ingresos procedentes del sistema de financiación se han rebajado en 63
millones de euros (un 3,2 % menos) y, además, todavía no hemos podido liquidar el
convenio de carreteras de 2004, lo que ha supuesto un impacto en las cuentas de 90
millones de euros.
Por la parte del gasto, en el 2014 se ha producido un incremento de 90 millones de
euros respecto de 2013, que se corresponden con: 25,8 millones de euros en
educación; 38,4 millones de euros en salud, y 39 millones de euros del sistema de
financiación de consejos insulares, mientras que el resto de consejerías han reducido
el gasto por valor de 12 millones de euros.
De lo anterior me gustaría destacar que:
— La actividad económica en nuestra Comunidad tiene un evidente reflejo en los
ingresos gestionados por la Comunidad (95 MM más) y, en cambio, el
comportamiento del sistema de financiación es claramente perjudicial y no tiene
relación con el crecimiento de las Illes Balears (63 MM menos).
— Nos bastan para cubrir los 90 millones de euros de incremento del gasto los 95
millones de euros de incremento de la recaudación de los tributos gestionados
por la Comunidad. Por lo tanto, es un incremento de gasto perfectamente
sostenible solo con el incremento de ingresos derivados de la mejoría de nuestra
actividad económica.
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— Lo que distorsiona y provoca el incumplimiento del objetivo es la bajada de
ingresos procedentes del sistema de financiación y su falta de correlación con la
evolución de la economía balear.
— Es paradójico que, mientras la recaudación por IVA e IRPF en el 2014 en las Illes
Balears fue de un incremento en torno al 20 % respecto de 2013, el sistema de
financiación, que básicamente reparte IVA e IRPF, nos aporte el mismo año 63
MM menos que el año anterior.
Habría sido mejor que la Comunidad, en vez de situarse unas décimas por encima
del objetivo, lo hubiera cumplido, porque cumplir el objetivo no es macroeconomía,
es garantía del funcionamiento de nuestros servicios públicos esenciales; pero
también es evidente que, si el Estado reconoce que esta Comunidad está
infrafinanciada, se entiende que se exige un esfuerzo de cumplimiento suplementario
a esta Comunidad que no se da con otras.
Es posible que se plantee que, modificando el sistema de financiación y haciendo
que el Estado cumpla con las inversiones estatutarias, ya está todo arreglado. No
hace falta hacer nada más. No tendremos déficit público. Pero esta afirmación,
puesta en boca de los que siempre tienen tiempo de gastar y nunca de gestionar
cuidadosamente los recursos de todos, es falaz. Es falaz como lo demuestra que con
el nuevo sistema de financiación de 2009, que en teoría aportó más dinero a
Baleares, y con las inversiones estatutarias de 2008, 2009 y 2010 en nuestra
Comunidad se hicieron los déficits públicos más estratosféricos nunca hechos.
Por lo tanto, el descontrol de gasto público cuando gobierna la izquierda en nuestra
Comunidad no lo arregla ni el mejor sistema de financiación del mundo.
Es imprescindible modificar el sistema de financiación y este Gobierno lo ha
defendido desde el primer día sin caer en la esquizofrenia de decir que el sistema de
financiación es muy bueno y, a la vez, afirmar que es injusto con Baleares, como han
hecho los que siempre dicen aquello que se quiere oír sin ningún tipo de pudor.
Es imprescindible modificar el sistema de financiación, cuyos efectos perversos
hemos sufrido en el 2014, pero esto lo pueden decir con legitimidad los que saben
que al mismo tiempo tenemos que ser serios con la gestión de los recursos públicos
y lo hemos demostrado esta legislatura. Otra cosa es lo de siempre, engañarnos y
engañar a los ciudadanos de las Illes Balears.
Señoras y señores diputados, quiero destacar que lo fundamental del trabajo
realizado en esta legislatura, lo importante del esfuerzo hecho por nuestros
conciudadanos es que hemos situado nuestra comunidad en la senda de
cumplimiento de los objetivos de estabilidad presupuestaria.
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Este ha sido el cambio profundo, estructural, de esta legislatura: ser coherentes y
cuando presentamos un presupuesto cumplirlo o estar cerca de cumplirlo y no
pasarse de 600 millones de euros un año y de 900 millones de euros otros.
Y hacerlo así porque, como se ha demostrado, cumplir los compromisos es garantía
de la estabilidad de los servicios públicos esenciales y es garantía también de que la
Administración paga.
Siguen siendo necesarias la contención y la consolidación fiscal de las cuentas
públicas. Siguen siendo necesarias porque necesitamos superávit presupuestario, en
la perspectiva del año 2018, para desempeñar nuestra Administración pública,
porque ya lo ha hecho sector el privado y, en cambio, el sector público —si bien
hemos frenado el ritmo de endeudamiento— todavía no ha empezado en
desapalancar sus cuentas.
Siguen siendo necesarias las reformas en nuestra Administración y en nuestra
economía. Sigue siendo necesario que, de la misma manera que los ciudadanos se
han adaptado a los nuevos tiempos, la Administración igualmente siga
adaptándose.
Si a las primeras de cambio volvemos al pasado o a políticas pasadas, la
recuperación, el crecimiento y la generación de empleo durarán un suspiro.
Mi Gobierno y yo sabemos que es así, porque nosotros estábamos en julio de 2011
cuando las asociaciones de servicios sociales estaban ahogadas porque el Gobierno
no les pagaba. Nosotros estábamos en julio de 2011 cuando los bancos no
prestaban ni un euro a la Comunidad Autónoma porque no estaba aprobado el
Plan de equilibrio, después de cuatro intentos y como administración no teníamos
ningún tipo de credibilidad. Nosotros estábamos en julio de 2011 cuando los
suministradores de material sanitario llevaban dos años sin cobrar y tenían que
cerrar puertas y enviar empleados al paro.
Mi Gobierno y yo sabemos perfectamente que en la crisis se entra muy rápido y para
salir se tienen que hacer muchísimas horas de trabajo bien orientado. Y por eso
sabemos que si damos pasos atrás el crecimiento económico durará un suspiro.
Ahora los ciudadanos de las Illes Balears escogerán entre un modelo y el otro,
sabiendo perfectamente cuáles son las consecuencias, conociendo los resultados y
sabiendo, al menos, que el Gobierno que he tenido el privilegio de presidir ha hecho
su trabajo con honestidad, alejándose del partidismo y pensando en todos.
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