Número de registro: 21226 Novena Época Instancia: Tribunales

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AMPARO DIRECTO 784/2008.
Número de registro: 21226
Novena Época
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo: Tomo XXVIII, Diciembre de 2008
Página: 810
AMPARO DIRECTO 784/2008.
CONSIDERANDO:
SÉPTIMO.-El quejoso en sus motivos de disenso, en esencia, refiere que se violan en su
perjuicio las garantías de legalidad y seguridad jurídica contenidas en los artículos 14 y 16
constitucionales, dado que la Sala responsable debió analizar la acción causal ejercitada en la
vía ordinaria mercantil, en razón de que de los títulos de crédito se advierte el señalamiento
de cuál es la causa que dio origen a su libramiento, lo que se adminicula con la contestación
del demandado al señalar que el origen de los cheques fue el adeudo por la venta de joyas
que, además, el propio enjuiciado manifestó, que sí había entregado los cheques al quejoso y
que los había cubierto en fechas posteriores; que, por tanto, ante ese señalamiento del tercero
perjudicado el tribunal de alzada tenía la obligación de tener por acreditada la acción causal,
para lo cual debió entrar al estudio de la contestación que se dio a su demanda, a efecto de
determinar cuál fue la causa que dio origen a los cheques que presentó.
Lo anterior resulta infundado, toda vez que, si bien es cierto que cuando en un juicio
ordinario mercantil se intenta el cobro de títulos de crédito en los que se ha perdido el
derecho para hacerlos valer mediante la acción cambiaria directa y, por ello, se intenta la
acción causal que prevé el artículo 168 de la Ley General de Títulos y Operaciones de
Crédito, y el actor en su demanda omite expresar cuál fue la relación jurídica subyacente
existente entre las partes, pero que el demandado al dar contestación a la demanda instaurada
en su contra invoca la existencia de esa relación causal, también lo es que resulta
incuestionable, que en ese caso, en específico, el juzgador se encuentra obligado a
pronunciarse respecto de la acción intentada, ante la confesión vertida en ese sentido por el
enjuiciado; sin embargo, la hipótesis antes señalada no se dio en los autos del juicio de origen
ya que, contrario a lo que alega el disconforme, del estudio íntegro del escrito de contestación
de demanda del tercero perjudicado ********** que obra agregado de las fojas diez a la
treinta y dos del expediente natural, se obtiene que éste en ningún momento reconoció la
relación causal o subyacente que dio origen al libramiento de los títulos de crédito que
presentó el actor con su demanda, pues dicho enjuiciado en diversos apartados de su ocurso
contestatorio manifestó que no adeudaba al accionante la cantidad que precisó en sus
pretensiones, dado que si bien es cierto que dio en garantía los cheques con los cuales se le
demandó, también lo es que fueron entregados y firmados "en blanco", derivados de un
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adeudo que contrajo con el actor por la cantidad de ciento cuarenta y dos mil pesos, la cual ya
había cubierto de manera oportuna; máxime que en el capítulo de excepciones y defensas el
propio ********** adujo textualmente: "... En ese orden de ideas, corresponde a la parte
actora la carga de la prueba para demostrar la existencia del acto jurídico causal que haya
dado origen a los títulos de crédito, dadas las afirmaciones que hace en la demanda ..."; de lo
que se sigue que el citado demandado en ningún momento reconoció que el adeudo que le fue
reclamado fuese por la venta de joyas, como lo pretende hacer ver el impetrante de garantías,
sino todo lo contrario, le arrojó al actor la carga de la prueba para que fuese él quien
acreditara el negocio subyacente, de ahí que lo alegado al respecto en realidad sea infundado.
Por otra parte, si bien es cierto que el demandado reconoció la suscripción de los cheques que
presentó el actor con su demanda, también lo es que tal circunstancia no es suficiente para
declarar procedente la acción ordinaria mercantil intentada, ya que al prescribir la acción
cambiaria directa esos títulos perdieron el carácter privilegiado del cual gozaban, es decir,
dejaron de tener ejecutividad y sólo constituyen un medio de convicción que debe ser
adminiculado precisamente con el que constituye la base de la acción ordinaria mercantil, que
lo es necesariamente el negocio que les dio vida, lo cual, se insiste, no puede deducirse de la
sola expedición de esos cheques, dado que si bien es cierto que la existencia de esos títulos
hace presumir que derivaron de algún negocio, también lo es que tal cuestión es la que
constituye la base de la acción respectiva, y no propiamente esos documentos; de ahí la
necesidad de que el actor en su demanda expresara con claridad la relación jurídica que
originase el otorgamiento de los mismos, independientemente de la existencia de los
documentos de crédito; por tanto, si el accionante del amparo no cumplió con esa obligación
y, a su vez, el demandado no reconoció negocio alguno con su antagonista, tal circunstancia
hace improcedente la acción ordinaria mercantil intentada, como acertadamente lo estimó la
Sala responsable.
Resulta aplicable a lo anterior, por las razones que en ella se expresan, la tesis II.2o.C.347 C,
sustentada por este Segundo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito,
consultable en la página 623, Tomo XV, junio de 2002, Novena Época del Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, cuyos rubro y texto son del tenor literal siguiente:
"ACCIÓN CAUSAL. SU EJERCICIO EN LA VÍA ORDINARIA MERCANTIL OBLIGA
A SEÑALAR LA RELACIÓN JURÍDICA DE LA QUE PROVIENE EL TÍTULO.- El
tenedor de un título de crédito que pierde su derecho a hacerlo valer mediante la acción
cambiaria y una vez que ha intentado inútilmente cobrarlo en términos del artículo 168 de la
Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, tiene expedito su derecho para ejercitar la
acción causal en la vía ordinaria mercantil, la cual, una vez ejercitada, en cuanto accionante,
tiene la obligación de señalar la relación jurídica que diera origen a la suscripción del título
base de la acción, esto es, debe invocar como fundamento de su demanda la existencia del
negocio jurídico concreto que originase la emisión o transmisión del título de crédito, a virtud
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del cual el demandado hubiera adquirido obligaciones, correlativas a derechos del acreedor, y
que éstas hubiesen sido incumplidas, ello con el fin de que el deudor esté en posibilidad de
excepcionarse en contra de las pretensiones del actor y así no quede en estado de
indefensión."
En las narradas condiciones, ante lo infundado de los conceptos de violación y al no haberse
demostrado la transgresión alegada de garantías, sin advertir este órgano de control
constitucional motivo alguno para suplir la deficiencia de la queja, por no actualizarse
ninguno de los supuestos que al efecto prevé el artículo 76 Bis de la Ley de Amparo, lo
procedente es negar la protección constitucional solicitada.
La negativa del amparo debe comprender los actos de ejecución reclamados al Juez Segundo
Civil de Primera Instancia del Distrito Judicial de Texcoco, México, por obvias razones de
accesoriedad legal, y porque no se combatieron por vicios propios, sino de lo que se atribuye
a la sentencia definitiva reclamada.
Tiene aplicación al efecto la jurisprudencia número 91, emitida por la Primera Sala de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, localizable en la página 72 del Tomo VI, Materia
Común, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, que dice:
"AUTORIDADES EJECUTORAS. NEGACIÓN DE AMPARO CONTRA
ORDENADORAS.-Si el amparo se niega contra las autoridades que ordenen la ejecución del
acto que se estima violatorio de garantías, debe también negarse respecto de las autoridades
que sólo ejecutaron tal acto por razón de su jerarquía."
Por lo expuesto y fundado, se resuelve:
ÚNICO.-La Justicia de la Unión no ampara ni protege a ********** contra el acto que
reclamó de la Primera Sala Civil Regional de Texcoco, del Tribunal Superior de Justicia del
Estado de México, y que hizo consistir en la sentencia de cuatro de julio de dos mil ocho,
dictada en el toca de apelación **********/2008, y su ejecución.
Notifíquese; con testimonio de esta resolución, vuelvan los autos a su lugar de origen;
háganse las anotaciones en el libro de gobierno correspondiente y, en su oportunidad,
archívese el presente expediente como asunto totalmente concluido.
Así, por unanimidad de votos de los señores Magistrados presidente Javier Cardoso Chávez,
Virgilio A. Solorio Campos y Noé Adonai Martínez Berman, lo resolvió el Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Segundo Circuito, siendo ponente el primero de los
nombrados.
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Conforme a lo previsto en los artículos 3, fracción II, 18, fracción II, 20 y 21 de la Ley
Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión
pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial.
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