Stella Vesga Niño** El presente artículo es un segundo avance del proyecto de investigación en curso sobre: “La problemática jurídico constitucional del ordenamiento territorial frente al desarrollo de las regiones y provincias como entidades territoriales en Colombia” del grupo Teoría Política y Constitucional de la Universidad Libre Seccional Socorro, con algunos aportes realizados por el auxiliar de investigación Fabio de Jesús Garrido García. **Administradora de Empresas **Docente Investigadora, Abogada Universidad Libre. Magíster en Derecho Administrativo de la Universidad Libre. Docente investigadora adscrita al Centro de Investigaciones Sociojurídicas de la Facultad de Derecho de la Universidad Libre Seccional Socorro. EL CENTAURO ISSN: 2027 - 1212 RESUMEN La descentralización territorial es un concepto que se encuentra presente en la mayoría de los Estados Constitucionales. Ésta, a su vez, no posee un carácter absoluto, sino que su aplicación varía en cada Estado, depende del desarrollo normativo que se le Ilustración 1. ojo conceda. El presente documento describe las características normativas constitucionales de algunos Estados, permite clasificar en tres concepciones de descentralización territorial: 1) El Estado con independencia relativa de sus entidades territoriales (Suiza, Estados Unidos y Argentina), 2) El Estado centralista (Italia y Francia) y, 3) El Estado Autonómico (España). PALABRAS CLAVE: Descentralización territorial, autonomía, independencia, centralización. ABSTRACT Territorial decentralization is a concept that is present in most constitutional states. This, in turn, has no absolute, but its application varies depending on the development state policy that granted. This document describes the constitutional rules of some states be categorized in three conceptions of territorial decentralization: 1st) The state with relative independence of its territorial units (Switzerland, USA and Argentina), 2nd) The central state (Italy and France) and 3rd) The autonomous state (Spain). KEY WORDS Territorial decentralization, autonomy, independence, centralization. 1 Universidad Libre Seccional Socorro Revista El Centauro No. 6. Año 3. Segundo Semestre 2011 INTRODUCCIÓN La descentralización territorial es un concepto de vital importancia para el Derecho Administrativo. Aun en las naciones con mayor centralización existen unidades territoriales que gozan de cierta autonomía, por ejemplo: el municipio. Sin embargo, la relación entre las entidades territoriales y el sector central, varía según la estructura administrativa por la cual haya optado el respectivo Estado. En efecto, puede exis tir de parte del sector cen tral u na desconcentración de funciones en los diferentes entes territoriales, como presentarse una descentralización que conceda una mayor autonomía a los mismos. En Colombia se da estas dos situaciones, porque hasta 1986 los alcaldes eran designados por el Gobernador (con excepción de la ciudad de Bogotá cuyo alcalde lo designaba el Presidente de la República), autoridad que a su vez, era nombrada por el Presidente de la República, quien al mismo tiempo ejercía un control de tutela sobre su designado. Los gobernadores y los alcaldes eran funcionarios de libre nombramiento y remoción. A partir de 1986 son de elección por voto popular los alcaldes, y con la Constitución Política de 1991, los gobernadores. Estas autoridades administrativas, pasaron a una descentralización territorial con autonomía política, presupuestal y administrativa. Lo anterior permite confirmar que el concepto de descentralización territorial se desarrolla en la medida que exista un marco normativo que lo permita. Este aspecto es uno de los temas a desarrollar en el presente documento, segundo avance de investigación, pretende describir la normatividad de carácter constitucional que poseen determinados Estados y que han sido modelos de los estados federales, regionales y autonómicos. El objetivo es observar cómo se ve reflejada la descentralización territorial en cada uno de ellos; ¿para qué? básicamente para hallar en esta descripción elementos que se encuentran reflejados en el ordenamiento jurídico constitucional colombiano. METODOLOGÍA Las fuentes empeladas para el desarrollo de esta etapa de la investigación han sido las normas jurídicas constitucionales de los Estados de Suiza, Estados Unidos de América, Italia, Argentina, Francia y España ¿por qué se escogieron estas naciones? sencillamente porque al igual que Colombia, estas tienen las siguientes características: poseen entidades territoriales locales (municipios, condados, etc.); existe supremacía constitucional y hacen parte del Civil Law (con excepción de Estados Unidos de América). Esta etapa es descriptiva y tiene como fuente primaria la norma jurídica, razón por la cual el método a emplear es descriptivo y es el más indicado para reseñar las características relevantes que poseen dichos ordenamientos jurídicos relacionados con la descentralización territorial. Con ello se busca fortalecer el corpus conceptual que hace parte de esta investigación. Por tanto, solo bastará con describir los ordenamientos normativos para encontrar en ellos los elementos que puedan ser útiles para proponer una aplicación de las mismas en Colombia o se contribuya a explicar el porqué estos modelos no han sido escogidos por el Estado colombiano. La investigación tiene un claro enfoque local, por lo tanto no resulta relevante estudiar la doctrina o jurisprudencia extranjera (salvo que ésta estudie la descentralización territorial en Colombia, aspecto que hasta el momento no ha ocurrido), pues no se busca analizar estos ordenamientos normativos, sino encontrar en ellos elementos de utilidad para la propuesta investigativa. La doctrina y la jurisprudencia extranjera tendrían razón de ser en esta etapa de la investigación en la medida que s ir vi es e n pa ra a n a li z a r el c o n c e p t o d e descentralización administrativa. Sin embargo, este aspecto fue desarrollado en el avance anterior, por esta razón no es necesario retomar. Este escrito se desarrolla de la siguiente manera: en primer lugar, se describirán los ordenamientos jurídicos que se caracterizan por poseer un concepto de “independencia” en relación con el sector central (Suiza, Estados Unidos y Argentina), en seguida se expondrán Estados con concepciones más “centralistas” (Italia y Francia) y por último, se mostrará el modelo de Estado Autonómico que posee España. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN El problema de investigación desarrollado en la investigación es el siguiente: ¿Cuáles son las condiciones de orden jurídico, constitucional y administrativo que han incidido en la imposibilidad de implementación de las regiones y provincias como entidades territoriales, como lo prescribe el artículo 286 de la Carta Política de Colombia de 1991? Por ello, el presente artículo (avance de investigación) busca aportar –desde el punto de vista 2 Universidad Libre Seccional Socorro Revista El Centauro No. 6. Año 3. Segundo Semestre 2011 del derecho comparado- elementos que permitan desarrollar el interrogante investigativo planteado, en la medida que los elementos normativoconstitucionales estudiados contribuirían a comprender la concepción de descentralización territorial asumida por el Estado colombiano. 1.FORMAS DE DESCENTRALIZACIÓN TERRITORIAL CON INDEPENDENCIA RELATIVA DE SUS ENTIDADES: EL CASO DE LOS ESTADOS COMPUESTOS 1.1 El Estado Suizo La Antigua Confederación Helvética fue sustituida por el Estado federal moderno en el año 1848. La Constitución Suiza, adoptada el 29 de mayo de 1874 fue enmendada en más de un centenar de ocasiones hasta 1999. El 1 de enero de 2000 entró en vigor un nuevo texto legal que recogía todas aquellas modificaciones y que fue a su vez reformado nuevamente en 2001 y 2002. El artículo 1º adoptó un Estado Compuesto al estatuir que “El pueblo Suizo y los cantones de Zurich, Berna, Lucerna, Uri, Schwyz, Unterwalden (Alto y bajo), Glaris, Zug, Friburgo, Soleura, Basilea (Ciudad y Campo), Schaffhausen, Appenzell (las dos Rodas), Saint-Gall, Grissones, Argovia, Turgovia, Tesino, Vaud, Valais, Neuchatel, Ginebra y Jura forman la Confederación Suiza”. En cuanto a las relaciones entre la Confederación y los cantones, el artículo 172 constitucional establece que la Asamblea Federal debe velar por el mantenimiento de las buenas relaciones entre la Confederación y los cantones; garantizar las constituciones cantonales y aprobar los Acuerdos que los cantones concluyan con otros Estados, siempre y cuando el Consejo Federal o algún cantón eleven un recurso. Los cantones son soberanos en los límites de la Constitución Federal y son competentes para ejercer todos los derechos no delegados al poder federal; detentan prácticamente la totalidad de las competencias y atribuciones del gobierno, excepto aquellas que la norma constitucional reserva a la Confederación. En el ámbito cantonal las formas de gobierno varían, empero, en cada uno de los 20 cantones y 6 semicantones existe un Consejo Legislativo y un Consejo Ejecutivo. En los cantones más pequeños las funciones legislativas la ejercen los ciudadanos, quienes en asamblea general deciden sobre los asuntos mediante votación oral; sin embargo, en la mayoría de los cantones el Consejo Legislativo es un cuerpo representativo elegido por votación popular. La unidad básica del gobierno local es la commune –municipio. Varios municipios pueden agruparse y conformar un Distrito, dirigido por un Prefecto que representa al gobierno cantonal. La Constitución establece la independencia de los Cantones e impone a la Confederación la obligación de garantizar su independencia (artículo 47); los faculta para suscribir acuerdos entre ellos, así como para crear las organizaciones e instituciones que sean necesarias para el cumplimiento de sus fines. Igualmente garantiza la autonomía municipal dentro de los límites fijados por el Derecho Cantonal (artículo 50). 1. 2 Los Estados Unidos de América La Constitución Norteamericana fue adoptada en su forma original el 17 de septiembre de 1787 por la Convención Constitucional de Filadelfia, Pensilvania. Estados Unidos es un Estado Federal, razón por la cual en el entorno nacional existe una norma fundamental, pero los Estados integradores tienen facultades constituyentes, por eso en su interior puede regir una constitución propia, pero sujeta a la ley suprema, tal y como lo prescribe el artículo seis constitucional, al establecer a la Constitución, las leyes adoptadas y tratados de los Estados Unidos concluidos de acuerdo con ella, como la ley suprema en todo el territorio nacional, y "los jueces de todos los Estados estarán vinculados por la misma, a pesar de cualquier cosa que establezcan al contrario las leyes o las constituciones de los Estados". También valida la deuda nacional creada bajo los artículos de la confederación y requiere que todos los legisladores, funcionarios federales, y jueces juren o afirmen "apoyar" la Constitución. Lo anterior significa que si a los Estados se les confiere la facultad de expedir constituciones propias, éstas no pueden estar en conflicto con la Constitución Nacional y en caso de conflicto, los jueces del Estado están limitados legalmente a acatar las leyes federales y la Constitución por encima de las de cualquiera Estado. La forma de gobierno adoptada es Presidencial. El poder ejecutivo lo representa el Presidente, elegido por un término de cuatro años, junto con el vicepresidente. Cualquier ciudadano por nacimiento, 3 Universidad Libre Seccional Socorro Revista El Centauro No. 6. Año 3. Segundo Semestre 2011 de 35 años o más, puede ser elegido para este cargo. El presidente propone proyectos de ley al Congreso, hace cumplir las leyes federales, es comandante en jefe de las fuerzas armadas y, con la aprobación del Senado, formula tratados y designa a los jueces federales, los embajadores y otros miembros de las secretarías del ejecutivo (los ministerios de Estado, Defensa, Comercio, Justicia, etc.), contribuye en el proceso formativo de las leyes al sancionar u objetar los proyectos de ley que le remita el Congreso. Cada titular de una secretaría recibe el nombre de secretario y todos ellos forman un Consejo llamado Gabinete. El vicepresidente, elegido del mismo partido político del presidente, actúa como presidente del Senado y asumiría la presidencia hasta terminar el periodo en caso de muerte o de incapacidad del Presidente (Artículo 2, sección 1) La decima enmienda de la Constitución americana proclama que “Los poderes que la Constitución no delega a los Estados Unidos ni prohíbe a los Estados, quedan reservados a los Estados respectivamente o al pueblo”, norma que Davide Patriarca consideran ambigua pues no concreta cuáles son los poderes reservados a los Estados y cuáles al pueblo1. Los niveles de ordenamiento territorial previstos en los Estados Unidos son: nacional (Federación), regional (50 Estados y 1 distrito federal), local (3071 condados); también existen ciudades, distritos y municipalidades dentro de cada Estado. La norma constitucional faculta al Congreso para admitir nuevos Estados a la Unión, pero no puede formarse ningún Estado nuevo dentro de la jurisdicción de otro Estado. Puede conformarse la unión de dos o más Estados, o partes de Estados, siempre que medie el consentimiento tanto de las Asambleas Legislativas de los Estados en cuestión y del Congreso. En el ambito regional los Estados poseen los tres poderes: Ejecutivo, representado por el Gobernador, elegido por 4 años. Legislativo, en cabeza de la Asamblea General y Judicial, de cada Estado. Localmente, los Condados gobernados por consejos de comisionados, varía según su organización, por periodos de 2 a 4 años. Según Patriarca (2008) en los años posteriores a la entrada en vigencia de la Constitución federal se consolidó una interpretación restrictiva según la cual no se atribuía al pueblo el derecho de autogobierno local. En la parte dispositiva de una sentencia del más destacado defensor de esta tesis, el juez de la Corte Suprema de Iowa John F. Dillon, se establece de hecho que cualquier duda concerniente a la existencia de un poder se resuelve por los tribunales desfavoreciendo a las municipalidad y, en la duda, el poder debe negarse al gobierno municipal. Según la denominada Dillon´s Rule a los entes locales se reconoce por tanto la titularidad o de todos modos el ejercicio de los siguientes poderes: 1) aquellos expresamente atribuidos; 2) aquellos necesariamente implícitos o que inciden respecto a los poderes expresamente atribuidos; 3) los poderes indispensables al logro de los objetivos que el ente debe realizar. (Patriarca, 2008, p. 410). Se reserva para el Congreso la facultad de promulgar todas las reglas y reglamentos necesarios en relación con el territorio o cualquier propiedad perteneciente a los Estados Unidos. Así, las competencias de los entes locales se ven restringidas por unas prohibiciones entre las que se destacan instituir ciudades, pueblos o Condados; cambiar sus estatutos; regular la estructura de gobierno local determinando la elección o la retribución de sus funcionarios. Conforme lo afirma Patriarca (2008), tales restricciones han conducido a que los Estados hayan adoptado mecanismos de clasificación con base en las cuales las instituciones locales se dividen en una serie de categorías, cada una, puede ser objeto de legislaciones diferentes; tiene como parámetros para tales clasificaciones aspectos tales como la densidad de la población, la estructura de gobierno local, la deuda pública, el valor de las propiedades sujetas a impuestos locales. Las unidades de gobierno local más re p re se n t a t i vo s c o m p re n de n c o u n t ie s (Condados), municipalities (municipalidades) y townships (Distritos administrativos), school districts (Distritos escolares), special districts (Distritos especiales) y, finalmente, public authorities (instituciones públicas de gobierno a las que se suman también las formas de cooperación entre los diferentes entes locales. (Patriarca, 2008, p. 410) 1 PATRIARCA, D. (2008) La variedad en el panorama de los entes territoriales en Estados Unidos. En PAVANI, G. & PEGORARO, L. Municipios de occidente. El gobierno local en Europa y en las Américas (pp. 210). Universidad Libre 4 Universidad Libre Seccional Socorro Revista El Centauro No. 6. Año 3. Segundo Semestre 2011 1.3 República de Argentina Argentina adoptó la forma de Estado federal (art. 1). En efecto, es una República resultante de la unión de Estados de derecho político interno, investida de soberanía, que forma una unidad política. Se caracteriza porque los Estados particulares o provincias tienen autonomía participan en el gobierno nacional, y a través de este, en la formación de la voluntad de poder en el Estado. Está basada en la división del poder entre el gobierno federal y los gobiernos locales, conservando las provincias “todo el poder no delegado por la Constitución al Gobierno Federal y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su incorporación” (Constitución Nacional, Art. 121). Las provincias tienen facultad constituyente, razón por la cual pueden dictar su propia Constitución bajo el sistema representativo republicano, de acuerdo con los principios, declaraciones y garantías de la Constitución Nacional, a través de la cual asegura su administración de justicia, su régimen municipal, y la educación primaria, además de la autonomía municipal y regla su alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico y financiero. Al orden territorial se confieren facultades constituyentes y legislativas, el gobierno federal, representado por el Congreso Nacional, se reserva la facultad de dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal, de Minería, y del Trabajo y Seguridad Social, sin que tales códigos alteren las jurisdicciones locales; y, lo atinente a las aduanas, pertenecientes al orden nacional y sus tarifas son las señaladas por el Congreso. El Gobierno federal interviene en el territorio de las provincias para garantizar la forma republicana de gobierno, o para repeler invasiones exteriores; y si lo solicitan sus autoridades, para sostenerlas o restablecerlas en el evento que hayan sido depuestas por la sedición o por invasión de otra provincia. La norma superior permite la admisión de nuevas provincias en la Nación, sin que se erija una provincia en el territorio de otra ni tampoco que de varias se forme una sola mediante el consentimiento de la Legislatura de las provincias interesadas y del Congreso. Las provincias conservan todo el poder no delegado por la Constitución al Gobierno federal, Universidad Libre Seccional Socorro y el que expresamente se hayan reservado por pactos especiales al tiempo de su incorporación y en clara muestra de ejercicio de autonomías, pueden darse sus propias instituciones locales, regirse por ellas, elegir sus gobernadores, sus legisladores y demás funcionarios de provincia, sin intervención del Gobierno federal. Con conocimiento del Congreso Nacional, se autoriza a las provincias para crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines, así como celebrar convenios internacionales, siempre que no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al Gobierno federal o el crédito público de la Nación. Las provincias se reservan el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio; pueden celebrar tratados parciales para fines de administración de justicia, de intereses económicos y trabajos de utilidad común, con conocimiento del Congreso Federal; promover su industria, la inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales navegables, la colonización de tierras de propiedad provincial, la introducción y establecimiento de nuevas industrias, la importación de capitales extranjeros y la exploración de sus ríos, por leyes protectoras de estos fines y con recursos propios. Si bien está presente en la regulación constitucional un amplio margen de autonomía para las provincias, ésta se encuentra limitada en aspectos relativos a la celebración de tratados parciales de carácter político; tampoco pueden estas entidades expedir leyes sobre comercio o navegación interior o exterior; establecer aduanas provinciales; acuñar moneda; establecer bancos con facultades de emitir billetes, sin autorización del Congreso Federal; dictar los Códigos Civil, Comercial, Penal y de Minería, después que el Congreso los haya sancionado; dictar leyes sobre ciudadanía y naturalización, bancarrotas, falsificación de moneda o documentos del Estado; nombrar o recibir agentes extranjeros. Tampoco puede ninguna provincia, declarar ni hacer la guerra a otra por expresa prohibición del artículo 127 constitucional. Las provincias y la ciudad de Buenos Aires pueden conservar organismos de seguridad social para los empleados públicos y los profesionales; promover el progreso económico, el desarrollo humano, la generación de empleo, la educación, la ciencia, el conocimiento y la cultura. Revista El Centauro No. 6. Año 3. Segundo Semestre 2011 5 A las provincias se les faculta para ejercer funciones constituyentes, por ello pueden contar con una Constitución por la cual organizan sus propios poderes ejecutivo, legislativo y judicial y regulan el régimen de autonomía municipal. Las provincias pueden sancionar leyes sobre cuestiones no federales, pero las leyes que regulan asuntos civiles, comerciales, penales, laborales, de seguridad social y de minería, por mandato del artículo 75-12 de la Constitución están reservadas al Congreso Nacional. En todas las provincias, el poder ejecutivo está a cargo de un gobernador que dura en sus funciones cuatro años y en general puede ser reelegido. El poder legislativo en algunas provincias está ejercido por una legislatura unicameral y en otras por una legislatura bicameral. Todas las provincias cuentan con un poder judicial con su correspondiente Corte Superior provincial y tribunales encargados de resolver los conflictos regidos por la ley común (civil, penal, comercial, laboral, administrativo local). Buenos Aires es una ciudad autónoma, y tiene un régimen especial sin llegar a ser una provincia. También cuenta con una Constitución, la cual establece una división tripartita del poder (ejecutivo, legislat ivo y ju dicial) y u n régimen de descentralización en comunas. L as provin cias, dividen su t errito rio en departamentos que en general no tienen funciones administrativas. La organización municipal varía para cada provincia, existien gobiernos locales con carácter municipal y otros por delegación del gobierno provincial. La Constitución Nacional reconoce la autonomía municipal, pero da potestad a las provincias para definir su alcance y contenido, por lo que existen municipios autónomos con potestad para sancionar Cartas Orgánicas Municipales y otros que no pueden hacerlo. Existiendo también provincias que no reconocen la autonomía de sus municipios. Con excepción de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las demás provincias han firmado tratados interprovinciales de integración conformando cuatro regiones para diversos fines: *Región del Norte Grande Argentino, formada por las provincias de: Catamarca, Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Misiones, Tucumán, Salta y Santiago del Estero. *Región del Nuevo Cuyo, formada por las provincias de: La Rioja, Mendoza, San Juan y San Luis. *Región Patagónica, formada por las provincias de: Chubut, La Pampa, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. *Región Centro, formada por las provincias de: Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe. 2. FORMAS TERRITORIALES MÁS CENTRALISTAS: EL CASO DE LOS ESTADOS UNITARIOS 2.1 Italia La Constitución italiana fue promulgada el 27 de diciembre de 1947 entró a regir el 1° de enero de 1948. Con ella Italia se constituyó en República y adoptó un sistema de gobierno democrático representativo, así como un régimen político parlamentarista. En la República italiana se distinguen cinco niveles de organización territorial: los Municipios, las Provincias, las Ciudades metropolitanas, las Regiones y el Estado. Los Municipios, las Provincias, las Ciudades metropolitanas y las Regiones son entes autónomos con sus propios estatutos, facultades y funciones según los principios establecidos en la Constitución. Roma, en su calidad de capital de la República, tiene un régimen especial que se regula por la legislación del Estado. El Estado se reserva la facultad exclusiva de legislar, entre otras, sobre las materias siguientes: política exterior y relaciones internacionales del Estado, relaciones entre el Estado y la Unión Europea, derecho de asilo y situación jurídica de los ciudadanos de Estados no pertenecientes a la Unión Europea; inmigración; relaciones entre la República y las confesiones religiosas; defensa y Fuerzas Armadas, seguridad del Estado, armas, municiones y explosivos; moneda, protección del ahorro y mercados financieros, defensa de la competencia, sistema monetario, régimen tributario y contable del Estado, compensación de los recursos financieros; órganos del Estado y sus respectivas leyes electorales, referendos estatales, elecciones al Parlamento Europeo; ordenamiento y organización administrativa del Estado y de los entes públicos nacionales; orden público y seguridad, con excepción de la policía administrativa local; ciudadanía, estado civil y registros; jurisdicción y normas de procedimiento, ordenamiento civil y penal, justicia 6 Universidad Libre Seccional Socorro Revista El Centauro No. 6. Año 3. Segundo Semestre 2011 administrativa; legislación electoral, órganos de gobierno y funciones básicas de los Municipios, las Provincias y las Ciudades metropolitanas. una ley regional, pueden delegar en los municipios, las provincias o las Urbes Metropolitanas, las funciones administrativas de las cuales son titulares. La Regiones cuentan con los siguientes órganos: el Consejo Regional, la Junta y su presidente. El Consejo Regional ejerce las potestades legislativas que constitucional y legalmente se encomiendan a las Regiones, y puede, además, formular propuestas de ley a las Cámaras. La Junta Regional es el órgano ejecutivo de las Regiones. El presidente de la junta representa a la región, dirige la política de la Junta y es responsable de ella, promulga las leyes, dicta los reglamentos regionales y dirige las funciones administrativas delegadas por el Estado a la entidad territorial, de acuerdo con las instrucciones que imparta el Gobierno de la República. Igualmente se otorga a las regiones autonomía financiera, reflejada en la posibilidad de establecer tributos y tener ingresos propios. También pueden determinar cómo repartir el recaudo de impuestos relacionados a su territorio, tienen patrimonio propio y pueden endeudarse, pero solo para realizar inversiones. La norma fundamental no les permite establecer tasas al comercio con las otras Regiones. Cada Región puede expedir un Estatuto, por el cual determina su forma de gobierno y sus principios fundamentales de organización y funcionamiento. Constitucionalmente se reconocen y garantizan autonomías a las regiones, que se diferencian de las del Estado y de las entidades territoriales menores. Solamente las regiones con estatuto ordinario están dotadas de esta autonomía, porque los estatutos especiales de las Regiones Autónomas tienen rango de leyes constitucionales. Cada región ordinaria adopta con ley regional un estatuto que determina la forma de gobierno y los principios fundamentales de organización y funcionamiento. El poder legislativo general corresponde al Estado y a las Regiones; la competencia es atribuida por materias, algunas de ellas son exclusivas del Estado, otras de la Regiones y, otras pueden ser concurrentes. A las Regiones se le otorga la facultad reglamentaria sobre las materias que son de su exclusiva competencia y sobre aquellas en el Estado y las Regiones tienen competencia de tipo concurrente. También pueden tener poder reglamentario en materias de competencia exclusiva del Estado siempre que les hayan sido delegadas. Este poder reglamentario es ejercido por las Juntas Regionales, excepto si el estatuto regional se la asigna al Consejo Regional, como es el caso de Cerdeña y del Valle de Aosta. En cuanto a la autonomía administrativa de las Regiones, como todas las administraciones públicas, se rige por los principios de subsidiariedad, diferenciación y probidad. Las Regiones, a través de Universidad Libre Seccional Socorro En relación con el ordenamiento territorial italiano, la profesora EMILIA GIRÓN REGUERA2 expresa: E“El ordenamiento fundamental italiano regula, pues, los niveles competenciales en lo que se refiere a la configuración jurídica de la autonomía local. Al Estado incumbe, a partir de leyes generales, determinar básicamente su propio alcance y contenido; a las regiones, el desarrollo y concreción, la incorporación de estos entes para sus fines y el control de su actividad. Los resultados no parecen haber sido particularmente favorables en cuanto a progreso autonómico de los entes locales, constatándose aquí una cierta tendencia general de los entes intermedios que propenden centrípetamente a absorber para sí contenidos autonómicos de los entres de su órbita, mientras que a su vez reclaman enérgicamente mayor substantividad frente a la Administración central”. 2.2 Francia La Constitución de Francia fue promulgada el 4 de octubre de 1958, pero ha sido modificada en diversas oportunidades. El texto constitucional declara que Francia es una República indivisible, laica, democrática y social. Su organización es descentralizada. La Constitución establece que las colectividades territoriales de la República son los municipios, los departamentos, las regiones, las colectividades de estatus particular y las colectividades de ultramar regidas por el artículo 74; empero, defiere a la ley la posibilidad de crear otras colectividades territoriales, o fusionar o suprimir las existentes. Las colectividades territoriales, conforme con las facultades que les asigne la ley, pueden administrarse 2 GIRÓN REGUERA, E. (2004) Profesora Asociada de la Universidad de Cádiz – España. Estudio publicado por la Universidad de Cádiz: El Estado autonómico español y el nuevo Estado regional italiano: ¿Hacia un Estado federal? Publicación del Centro de Investigaciones de la Universidad Libre de Bogotá. 7 Revista El Centauro No. 6. Año 3. Segundo Semestre 2011 libremente por los Consejos elegidos, disponen de un poder reglamentario para el ejercicio de sus competencias. En las condiciones previstas por ley orgánica, y excepto cuando se trate de las condiciones esenciales en el ejercicio de una libertad pública o de un derecho constitucionalmente garantizado, las colectividades territoriales o sus agrupaciones pueden, según el caso, cuando la ley o el reglamento lo hayan previsto, derogar, a título experimental y para un tema y una duración limitados, las disposiciones legislativas o reglamentarias que rigen el ejercicio de sus competencias. Ninguna colectividad territorial puede ejercer tutela sobre otra. Sin embargo, cuando el ejercicio de una competencia necesite el concurso de varias colectividades territoriales, la ley puede autorizar a una de ellas o a uno de sus agrupamientos a organizar las modalidades de su acción común. En las colectividades territoriales de la República, el representante del Estado, representante de cada uno de los miembros del Gobierno, tiene a su cargo los intereses nacionales, el control administrativo y el respeto de las leyes. Las colectividades territoriales gozan de recursos disponibles libremente en las condiciones fijadas por la ley. Pueden recibir todo o parte de los impuestos de toda naturaleza y, previa facultad otorgada por la ley, pueden fijar tasas dentro de los límites que ésta imponga. Los ingresos fiscales y otros recursos propios de las colectividades territoriales representan, para cada categoría de colectividades, una parte determinante del conjunto de sus recursos. Toda transferencia de competencias entre el Estado y las colectividades territoriales se acompaña de la atribución de recursos equivalentes para éstas y dedicadas a su ejercicio. Toda creación o extensión de competencias que tenga como consecuencia la de aumentar los gastos de las colectividades territoriales debe ir acompañada por recursos determinados por la ley. Afirma Pavani (2008) que en el ordenamiento territorial francés la región tiene competencias, principlamente, en la regulación del territorio, en la acción económica y en la formación profesional; el departamento tiene competencias en los asuntos sociales, la solidaridad y la política sanitaria, y es considerao la colectividad territorial con vocación social por excelencia. Los Municipios, por su parte, han mantenido la característica natural de entes en Universidad Libre Seccional Socorro acciones e iniciativas dirigidas a la gestión directa de los intereses locales primarios, particularmente lo urbanístico. 3. UNA FORMA DE ESTADO ECLÉCTICA DE DESCENTRALIZACIÓN TERRITORIAL: EL MODELO DE ESPAÑA Con la Constitución de 1978 se adopta para España el Estado Social de Derecho, nominalmente unitario (Art. 1.1), con Monarquía Parlamentaria (Artículo 1.3) y un sistema de gobierno democráticorepresentativo, que reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran (Art. 2); por lo que se ha afirmado que existe allí una forma de Estado tertium genus denominada Regional. Conforme con el artículo 137, el Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyan, entidades a las que la norma fundamental otorga autonomía para la gestión de sus respectivos intereses. La Constitución garantiza la autonomía de los municipios y les reconoce personalidad jurídica plena. Su gobierno y administración corresponde a sus respectivos Ayuntamientos, integrados por los Alcaldes y los Concejales. Los Concejales son elegidos por los vecinos del municipio y los Alcaldes son elegidos por los Concejales o por los vecinos. Defiere a la ley la regulación de las condiciones en las que proceda el régimen del concejo abierto. La provincia es una entidad local con personalidad jurídica propia, determinada por la agrupación de municipios y división territorial para el cumplimiento de las actividades del Estado. Si bien se establece cierto nivel de autonomía para este tipo de entidad territorial, existen límites que la misma norma fundamental prescribe; así no pueden motu proprio, alterar los límites provinciales sin mediar aprobación por las Cortes Generales por ley orgánica. El Gobierno y la administración autónoma de las provincias se encomiendan a las Diputaciones u otras C o r po ra c io n e s , la s q u e t i e n e n c a rá c t e r representativo. En los archipiélagos, las islas tendrán, además, su administración propia en forma de Cabildos o Consejos. Si bien la potestad originaria para establecer tributos reside en el Estado, las Comunidades Autónomas y las Corporaciones locales pueden establecer y exigir Revista El Centauro No. 6. Año 3. Segundo Semestre 2011 8 tributos, con los cuales las Haciendas locales se proveen de los medios suficientes para el desempeño de las funciones atribuidas por la ley; constituye así sus finanzas con los tributos propios y de participación en los del Estado y de las Comunidades Autónomas. El artículo 143 constitucional permite que las provincias limítrofes con características históricas, culturales y económicas comunes, los territorios insulares y las provincias con entidad regional histórica, en claro ejercicio del derecho a la autonomía, puedan acceder a su autogobierno y constituirse en Comunidades Autónomas, que deben ajustarse a lo previsto en la Constitución y en los respectivos Estatutos. La iniciativa del proceso autonómico corresponde a todas las diputaciones interesadas o al órgano interinsular correspondiente y a las dos terceras partes de los municipios cuya población represente al menos, la mayoría del censo electoral de cada provincia o isla. Se puede constituir una Comunidad Autónoma aunque su ámbito territorial no supere el de una provincia ni reúna las características históricas, culturales y económicas, siempre que por motivos de interés nacional así lo autoricen las Cortes Generales, mediante ley orgánica. La Constitución prohíbe expresamente en el canon 145 la federación de Comunidades Autónomas, pero faculta a los Estatutos para prever los supuestos, requisitos y términos en que las Comunidades Autónomas podrán celebrar convenios entre sí para la gestión y prestación de servicios propios de las mismas, así como el carácter y efectos de la correspondiente comunicación a las Cortes Generales. En los demás supuestos, los acuerdos de cooperación entre las Comunidades Autónomas necesitarán la autorización de las Cortes Generales. Los proyectos de planificación son elaborados por el Gobierno, de acuerdo con las previsiones que le sean suministradas por las Comunidades Autónomas y el asesoramiento y colaboración de los sindicatos y otras organizaciones profesionales, empresariales y económicas; se constituye para tal fin, un Consejo, cuya composición y funciones debe desarrollarse por una ley. Los Estatutos de autonomía son la norma institucional básica de cada Comunidad Autónoma y la Constitución les reconoce y ampara como parte integrante de su ordenamiento jurídico. Estos establecen la denominación de la Comunidad, delimitan el territorio, así como la denominación, organización y sede de las instituciones autónomas propias, las competencias asumidas dentro del marco establecido en la Constitución y las bases para el traspaso de los servicios correspondientes a las mismas. Toda reforma de los Estatutos requiere la aprobación por las Cortes Generales, mediante ley orgánica. Dentro de las Competencias que el artículo 148 constitucional otorga a las Comunidades Autónomas se destacan las relativas a la organización de sus instituciones de autogobierno, las funciones que correspondan a la Administración del Estado sobre las Corporaciones locales cuya transferencia autorice la legislación sobre Régimen Local; la ordenación del territorio, urbanismo y vivienda; las obras públicas de interés de la Comunidad Autónoma en su propio territorio; los ferrocarriles y carreteras de su jurisdicción; la agricultura y ganadería, de acuerdo con la ordenación general de la economía; la gestión en materia de protección del medio ambiente; el fomento del desarrollo económico de la Comunidad Autónoma dentro de los objetivos marcados por la política económica nacional, la asistencia social. Por su parte, el artículo 149, otorga al Estado competencia exclusiva en asuntos como los tendientes a garantizar la igualdad entre los españoles; la nacionalidad, inmigración, emigración, extranjería y derecho de asilo; las relaciones internacionales; la Defensa y Fuerzas Armadas; Sistema monetario y la Hacienda Pública. En lo que referente a la Administración de Justicia, se reserva la competencia en cuanto tiene que ver con la legislación mercantil, penal y penitenciaria; no obstante, en lo relativo a la legislación procesal, civil y laboral, si bien mantiene su competencia, confiere a las Comunidades Autónomas las necesarias para hacer efectivas las particularidades que se deriven del derecho sustantivo reconocido por ellas. La norma fundamental prevé una competencia residual para las Comunidades Autónomas al prever en el numeral 3 del artículo 149 que “Las materias no atribuidas expresamente al Estado por esta Co n s t it u ci ó n po d rá n c or res po n de r a la s Comunidades Autónomas, en virtud de sus respectivos Estatutos. La competencia sobre las materias que no se hayan asumido por los Estatutos de Autonomía corresponderá al Estado, cuyas normas prevalecerán, en caso de conflicto, sobre las de las Comunidades Autónomas en todo lo que no 9 Universidad Libre Seccional Socorro Revista El Centauro No. 6. Año 3. Segundo Semestre 2011 esté atribuido a la exclusiva competencia de éstas. El derecho estatal será, en todo caso, supletorio del derecho de las Comunidades Autónomas”. Conforme con las preceptivas constitucionales, la organización institucional autonómica se basa en una Asamblea Legislativa, elegida por sufragio universal, con arreglo a un sistema de representación proporcional que asegure, además, la representación de las diversas zonas del territorio; un Consejo de Gobierno con funciones ejecutivas y administrativas y un Presidente elegido por la Asamblea, de entre sus miembros, y nombrado por el Rey, al que corresponde la dirección del Consejo de Gobierno, la suprema representación de la respectiva Comunidad y la ordinaria del Estado en aquélla. Un Tribunal Superior de Justicia, sin perjuicio de la jurisdicción que corresponde al Tribunal Supremo, culminará la organización judicial en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma (Artículo 152) El control de la actividad de los órganos de las Comunidades Autónomas lo atribuye el artículo 153 superior al Tribunal Constitucional, en lo relativo a la constitucionalidad de sus disposiciones normativas con fuerza de ley; al Gobierno, previo dictamen del Consejo de Estado, el del ejercicio de funciones delegadas a que se refiere el apartado 2 del artículo 150; a la jurisdicción contencioso-administrativa, el de la administración autónoma y sus normas reglamentarias; y, al Tribunal de Cuentas, el económico y presupuestario. El artículo 156 reconoce a las Comunidades Autónomas, autonomía financiera para el desarrollo y ejecución de sus competencias, pero sujeta a los principios de coordinación con la Hacienda estatal y de solidaridad entre todos los españoles; facultándolas para actuar como delegados o colaboradores del Estado para la recaudación, la gestión y la liquidación de los recursos tributarios de aquél, de acuerdo con las leyes y los Estatutos. La Constitución Española de 1978 cambió de forma de Estado centralizado a uno descentralizado. Esta transformación en el Estado español supone, conforme lo cita el tratadista español Jesús López – Medel Báscones (2003, pp. 79-202): “…. La atribución y reconocimiento de autonomía a las Comunidades que se constituyeron, lo cual implica una doble vertiente ya que supone, en primer lugar, la facultad de autonormación, esto es, la posibilidad de dictarse en el marco constitucional, normas para sí misma en y para el ejercicio de sus competencias y, en segundo lugar, la autoorganización, que representa la posibilidad de dotarse también a sí misma de una estructura organizativa tanto política como administrativa, para el ejercicio de sus poderes, configurándose no ya como una facultad o competencia esencial sino como una potestad institucional…” En punto de la autonomía en el constitucionalismo español, García de Enterría (1986, p. 358) afirma que: “La autonomía se ha considerado en la Constitución pues, un «derecho» de las nacionalidades y regiones (arts. 2, 143.1 y 151 y disposición transitoria 2) y el sistema autonómico en sí mismo es resultado final del ejercicio de dicho derecho. Ahora bien, ese resultado se ha ultimado ya en 1983, tras los llamados «pactos autonómicos» de los dos principales partidos nacionales concluidos en julio de 1981, pactos que han presidido el llamado «proceso autonómico» desde ese momento a través de la formulación del «mapa autonómico» final y del diseño del tipo de Estatutos promulgados a partir de esa fecha, que son todos menos los siguientes precedentes que contienen las autonomías mayores (País Vasco, Cataluña, Andalucía y Navarra)…”. García de Enterría señala que mientras la Constitución española ofrece a las Comunidades Autónomas una posibilidad de asumir competencias a través del Estatuto de Autonomía, al mismo tiempo atribuye o reconoce al Estado sus competencias exclusivas que no necesitan de ningún otro título de atribución. El Estado, en virtud de esta atribución constitucional, puede ejercer sus competencias sin tener que esperar a ninguna precisión ulterior a la que la Constitución hace (García de Enterría, 1982, p. 64). CONCLUSIONES Las competencias constituyentes y legislativas constituyen las manifestaciones más claras del autogobierno, pues es por medio de ellas como es posible implementar las adecuaciones necesarias que permitan un ordenamiento territorial acorde a las características sociales, económicas y culturales de cada grupo social en cada nivel territorial. Sin embargo, esto no significa que sean la única forma de ejercicio de la autonomía, pues la posibilidad de crear normas jurídicas de contenido general, pero limitadas a los mandatos legales y constitucionales, también son una representación de autonomía territorial. Una mayor autonomía coadyuva a mantener la 10 Universidad Libre Seccional Socorro Revista El Centauro No. 6. Año 3. Segundo Semestre 2011 estabilidad política frente a las presiones de la población, facilita la gobernabilidad e incrementa los niveles de eficiencia y de eficacia del gobierno, así como su capacidad de respuesta a las necesidades de cada territorialidad. A pesar de lo anterior, la autonomía no es conditio sine qua non para que exista descentralización territorial, pues aun en los Estados más centralistas se observan la aplicación de este concepto normativo. En Suiza, la Constitución reconoce autonomía a los municipios, pero reenvía a la ley regional su regulación, deja a la discrecionalidad de las regiones la definición de sus límites. La forma de gobierno local puede cambiar de un cantón a otro, remitiéndose a la Constitución y a la legislación de éstos la regulación del orden local, con tendencia hacia modelos bipartitos y tripartitos. El gobierno local en los Estados Unidos se presenta como una realidad en continua evolución donde conviven instancias que gozan de un nivel de autogobierno más amplio que otras que persiguen una mayor colaboración. Los entes locales franceses no cuentan con un reconocimiento constitucional para ejercer potestad legislativa. Sin embargo, existe un “aparente” otorgamiento de facultades reglamentarias siempre y cuando se respeten los límites que les fije la ley. En efecto, en Estados unitarios con tendencias centralistas marcadas como en el caso del Estado francés, realmente existe una mínima autonomía de las territorialidades, pues el autogobierno de los entes locales, seccionales y regionales es reducido, se limita así la capacidad que estos deben poseer para manejar asuntos con una mayor libertad y poder dar un ordenamiento jurídico acorde a sus necesidades sociales y a sus concepciones culturales sin depender de la transferencia de competencias desde el centro de impulsión del poder político. Países como España o Italia no se pueden equiparar a Estados Compuestos o Federales, toda vez que en sus ordenamientos no se permite que las regiones regulen de manera independiente los intereses de los entes locales, por el contrario, deben hacerlo con sujeción a las competencias residuales que se les asignen. Como efecto de la Constitución española de 1978, que transfirió las competencias de ordenamiento territorial a las distintas instancias regionales, las regiones establecen sus propias leyes sobre ordenación del territorio, planificación y urbanización, sin menoscabo de las competencias de la nación. En el Universidad Libre Seccional Socorro entorno subregional, las provincias representan un papel subsidiario en el ordenamiento territorial. En el sector local, los municipios tienen la competencia de la planificación de los usos del suelo, en cuanto a su ocupación y uso, así como la reglamentación de la construcción. La Región en Italia está dividida en varias categorías basadas en rasgos territoriales, políticos, económicos, sociales, lingüísticos. La Constitución regula los niveles competenciales, en lo que se refiere a la tipificación jurídica de la autonomía local pero al Estado Italiano le compete precisar por leyes generales las atribuciones de las regiones. 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