Resumen mensual de jurisprudencias, número 6

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RESUMEN SEMANARIO JUDICIAL DE LA
FEDERACIÓN Y SU GACETA
JURISPRUDENCIA POR CONTRADICCIÓN. NOTIFICACIÓN. CUANDO EL
NOTIFICADO SE NIEGA A FIRMAR EL ACTA DE LA DILIGENCIA RESPECTIVA,
BASTA QUE EL ACTUARIO ASIENTE LA CAUSA, MOTIVO O RAZÓN DE TAL
CIRCUNSTANCIA, EMPLEANDO CUALQUIER EXPRESIÓN GRAMATICAL. “La
notificación, en especial el emplazamiento, debe cumplir con ciertas formalidades, pues
las actuaciones públicas deben probar su legalidad por sí mismas, lo que obliga a que
dicha diligencia se ajuste a los lineamientos legales, como el único medio de que su
eficacia se encuentre asegurada y surta todos sus efectos, además de que salvaguarda la
garantía de seguridad jurídica del particular, al asegurar que se entere de la incoación de
un proceso en su contra. Por ello, las normas que regulan tal institución ponen énfasis en
que deben firmar las personas a las que se les practica, en caso contrario, el servidor
público judicial debe especificar si ocurrió porque no supo, no quiso o no pudo firmar, lo
que implica que debe realizar una evaluación general del acto notificatorio para
determinar si quedó cumplido o no dicho fin. Por tanto, para que la notificación sea válida
cuando el notificado no quiere, no sabe o no puede firmar el acta correspondiente, el
actuario debe asentar en ésta la causa, motivo o razón de tal circunstancia, empleando
cualquier expresión gramatical, con la condición de que sea clara para que quien se
imponga de dicha actuación tenga pleno conocimiento del porqué no firmó el interesado,
sin requerir de un formulismo sacramental como "no supo", "no pudo" o "no quiso", pues
la circunstancia de que sólo firma el actuario y no la persona notificada "porque no lo
creyó necesario" significa que el interesado no quiso firmar y explica el motivo.”
(Contradicción de tesis 338/2010. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados
Primero y Segundo, ambos en Materia Civil del Sexto Circuito. Ponente: Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Novena Época. Primera Sala. Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis 1a./J. 39/2011. Página 24).
JURISPRUDENCIA POR CONTRADICCIÓN. PRUEBA PSICOLÓGICA A CARGO DE
LOS MENORES. SU ADMISIÓN Y DESAHOGO CONSTITUYEN UN ACTO DE
IMPOSIBLE REPARACIÓN Y, POR TANTO, EN SU CONTRA PROCEDE EL JUICIO DE
AMPARO INDIRECTO. “Debe hacerse extensivo el criterio sostenido por esta Primera
Sala en la Contradicción de Tesis 130/2005, de la cual emanó la jurisprudencia de rubro:
"PRUEBA TESTIMONIAL A CARGO DE LOS MENORES HIJOS EN EL JUICIO DE
DIVORCIO NECESARIO DE SUS PADRES. SU ADMISIÓN Y DESAHOGO
CONSTITUYE UN ACTO DE IMPOSIBLE REPARACIÓN Y, POR TANTO, EN SU
CONTRA PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO INDIRECTO.", a las sentencias de
segunda instancia que ordenan la reposición del procedimiento para el efecto de que se
admitan y desahoguen pruebas psicológicas a cargo de menores en juicios de guarda y
custodia y patria potestad. En efecto, conforme a tal criterio el derecho a la salud mental
de los niños es un derecho fundamental protegido por el artículo 4o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos y por la Convención sobre los Derechos del
Niño, el cual debe ser interpretado de acuerdo al interés superior del niño que supone
medidas de protección reforzadas a cargo del Estado. Lo anterior supone que cualquier
acto dentro de juicio que pudiera afectar su salud mental debe considerarse como de
imposible reparación, por lo que no es necesario que se acredite que las pruebas
psicológicas ocasionarán una afectación a la salud mental de los menores para que se
considere un acto de imposible reparación, sino que la sola posibilidad de causar un daño
de esa naturaleza genera la procedencia del amparo por la vía indirecta. Ahora bien, el
que se considere a las pruebas psicológicas un acto de imposible reparación, no quiere
decir que estén proscritas sino que es posible controvertir su pertinencia a través del
amparo indirecto.” (Contradicción de tesis 115/2010. Entre las sustentadas por el Primer
Tribunal Colegiado del Décimo Noveno Circuito y el Primer Tribunal Colegiado del Décimo
Segundo Circuito. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Novena Época. Primera Sala.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis
1a./J. 20/2011. Página 128).
TESIS DE JURISPRUDENCIA. PROTECCIÓN Y DEFENSA AL USUARIO DE
SERVICIOS FINANCIEROS. EL ARTÍCULO 68 DE LA LEY RELATIVA NO
TRANSGREDE EL PRINCIPIO DE SEGURIDAD JURÍDICA POR NO PREVER LA
INSTITUCIÓN DE LA CADUCIDAD EN LA TRAMITACIÓN DEL PROCEDIMIENTO QUE
REGULA. “El citado precepto, inmerso en el título quinto, "De los procedimientos de
conciliación y arbitraje", capítulo primero, "Del procedimiento de conciliación", de la Ley de
Protección y Defensa al Usuario de Servicios Financieros, capítulo en el cual se regula el
procedimiento conciliatorio que debe seguirse cuando un usuario presente reclamación
ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios
Financieros contra alguna institución financiera, no transgrede el principio de seguridad
jurídica por no establecer la caducidad en su tramitación, pues por virtud de ésta se
extinguen las facultades de las autoridades para determinar situaciones jurídicas así
como, entre otras, sancionar las omisiones de los gobernados por no ejercerse dentro de
los plazos previstos por el ordenamiento aplicable. En efecto, la caducidad no le es propia
al procedimiento conciliador contemplado en el artículo 68 de la Ley citada porque: 1. No
se inicia de oficio por la autoridad administrativa; 2. Establece los plazos en los cuales
debe ser desahogado por la Comisión referida; y 3. No tiene como fin imponer una
sanción a las instituciones financieras, sino que su objeto es lograr la conciliación entre
las partes, las cuales pueden someterse libremente al resultado de dicho procedimiento y
si no lo deciden así, quedan a salvo sus derechos para hacerlos valer ante los tribunales
competentes o en la vía procedente.” (Amparo directo en revisión 2355/2010. Ponente:
Sergio A. Valls Hernández. Novena Época. Segunda Sala. Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis 2a./J. 79/2011. Página 493).
JURISPRUDENCIA POR CONTRADICCIÓN. REGLAS DE CARÁCTER GENERAL EN
MATERIA DE COMERCIO EXTERIOR PARA 2005. LA REGLA 2.10.7. EXPEDIDA POR
EL JEFE DEL SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA, NO VULNERA LOS
PRINCIPIOS DE LEGALIDAD TRIBUTARIA Y RESERVA DE LEY. “La citada regla que
señala que el valor en aduana de los vehículos automotores usados destinados a
permanecer definitivamente en la franja fronteriza norte del país y en los Estados de Baja
California, Baja California Sur, la región parcial del Estado de Sonora y el Municipio
fronterizo de Cananea, de esta última entidad federativa, será determinado utilizando la
edición del mes inmediato anterior a la importación del vehículo, de la National Automobile
Dealers Association (N.A.D.A.), Official Used Car Guide (Libro Amarillo), se apega a los
artículos 64, 137 bis 3 y 137 bis 9 de la Ley Aduanera, de cuya interpretación se infiere
que la base gravable del impuesto general de importación de las mencionadas
mercancías es el valor de la compraventa de los vehículos usados, en dólares americanos
en los Estados Unidos de América, ya que al no precisar el legislador los elementos que
deben considerarse para obtener ese valor, tal circunstancia habilita al Jefe del Servicio
de Administración Tributaria para que, en uso de sus atribuciones legales y
reglamentarias, expida las disposiciones generales respectivas que faciliten a los
gobernados el cumplimiento de su obligación tributaria. En ese tenor, la regla 2.10.7. que
para calcular el mencionado elemento esencial de la contribución remite a la Guía Oficial
de Vehículos Usados editada por la Asociación Nacional de Vendedores de Automóviles
de los Estados Unidos de América, en la que periódicamente se publican los precios (de
mayoreo y menudeo) de los automóviles usados en ese país, atendiendo a sus
características (marca, modelo, tipo, peso, etcétera), no transgrede los principios de
legalidad tributaria y reserva de ley contenidos en el artículo 31, fracción IV, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, al limitarse a establecer un
referente útil y confiable para determinar el valor de compraventa de esos bienes en la
realidad económica del mercado del que provienen, ya que las guías y publicaciones de
precios de automóviles usados son generalmente aceptadas y reconocidas en el ámbito
mercantil para fijar el valor de las transacciones en esa rama del comercio, lo cual es
acorde con el artículo 6o. Bis del Código de Comercio que dispone que los comerciantes
deben realizar su actividad conforme a los usos honestos en materia industrial o
comercial.” (Contradicción de tesis 304/2010. Entre las sustentadas por los Tribunales
Colegiados Tercero y Quinto, ambos del Décimo Quinto Circuito. Ponente: José Fernando
Franco González Salas. Novena Época. Segunda Sala. Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis 2a./J. 49/2011. Página 529).
TESIS DE JURISPRUDENCIA. AUTO DE VINCULACIÓN A PROCESO. EL JUEZ DE
DISTRITO PUEDE RECABAR LAS CONSTANCIAS CONTENIDAS EN LA CARPETA
DE INVESTIGACIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO EN DONDE OBRAN LOS
ELEMENTOS DE PRUEBA INCRIMINATORIOS QUE SE VALORARON PARA EMITIR
AQUELLA DETERMINACIÓN (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE CHIHUAHUA). “Para el
dictado del auto de vinculación a proceso, el Juez de Garantía se apoya en las evidencias
que el agente del Ministerio Público del fuero común extrajo para realizar la imputación
correspondiente y en las actuaciones contenidas en su carpeta de investigación, en donde
obran todos y cada uno de los elementos de prueba incriminatorios que se valoraron y
justipreciaron para emitir dicho auto. Ahora bien, acorde con el artículo 36 del Código de
Procedimientos Penales del Estado de Chihuahua, el Juez de Garantía no puede revisar
la carpeta de investigación antes de dictar sus resoluciones, salvo que exista controversia
respecto a su contenido, lo que no significa que tal disposición resulte de observancia
obligatoria para el Juez de Distrito, quien al tener una función jurisdiccional de naturaleza
diferente como es la custodia de la supremacía constitucional sobre los actos de autoridad
reclamados, es evidente que no puede, para los efectos del juicio de amparo, tener como
cierto e indiscutible el contenido de dicha carpeta. Además, existen limitantes específicas
para considerar que se ha violado el procedimiento en un juicio de amparo, entre ellas,
que las pruebas que fueron rendidas ante la autoridad responsable no hayan sido
remitidas al juicio constitucional, según lo ilustra la frase prevista en el artículo 78 de la
Ley de Amparo al señalar: "que habiendo sido rendidas ante la responsable, no obren en
autos", lo cual debe interpretarse como los medios de convicción que fueron tomados en
consideración, aun cuando no fueron desahogados ante el Juez de Garantía, sino ante el
agente del Ministerio Público, y a pesar de que físicamente tampoco el juzgador los tuvo
en su poder, ya que al margen de ello sustentan el auto de vinculación a proceso
reclamado. Sin que sea óbice para considerar lo anterior que, de acuerdo con las reglas
procesales que rigen el procedimiento oral en materia penal vigente en el Estado, no
exista fundamento legal para que el Juez de Garantía pueda recabar constancias de
diversas autoridades respecto de las cuales no existe subordinación, pues dicha limitante
no alcanza al Juez de Distrito que tiene la facultad prevista en la Ley de Amparo para
poder requerir directamente a la representación social la remisión de las copias
certificadas de todas y cada una de las constancias que integran la carpeta de
investigación y no se glosan al procedimiento oral del que emana el auto de vinculación a
proceso reclamado, que como sustento del mismo conformó y conserva el agente del
Ministerio Público del fuero común, ya que el artículo 152 de la Ley de Amparo contiene la
facultad del Juez de Distrito de exigir a los funcionarios o a las autoridades la expedición
de las copias o los documentos que deban servir como prueba en un juicio de amparo.”
(Amparo en revisión 14/2011. Ponente: José Luis Gómez Molina. Novena Época.
TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO SÉPTIMO CIRCUITO. Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis XVII. J/6. Página 848).
TESIS DE JURISPRUDENCIA. EXCEPCIONES NO INVOCADAS EXPRESAMENTE. SI
FORMARON PARTE DE LA LITIS, DEBEN ESTUDIARSE AL DICTAR SENTENCIA. “Si
al contestar la demanda se determinó con precisión el hecho en que se hacía consistir la
defensa, aun cuando no se invocó expresamente el nombre de la excepción opuesta, el
juzgador debe ocuparse de ella al dictar sentencia, pues es indudable que ese aspecto
formó parte de la litis.” (Amparo directo 5/2011. Ponente: Gustavo Calvillo Rangel. Novena
Época. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL SEXTO
CIRCUITO. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de
2011. Tesis VI.2o.C. J/323. Página 890).
TESIS DE JURISPRUDENCIA. JORNADA DISCONTINUA. CONCEPTO Y DIFERENCIA
CON LA CONTINUA. “La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en
la jurisprudencia 2a./J. 84/2007, publicada en el Tomo XXV, mayo de 2007, página 851,
Novena Época, del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, de rubro:
"DESCANSO DE MEDIA HORA EN JORNADA CONTINUA. DEBE SER COMPUTADO
DENTRO DE ÉSTA PARA QUE EL OFRECIMIENTO DE TRABAJO QUE SE HAGA CON
EL MÁXIMO LEGAL SEA CALIFICADO DE BUENA FE.", determinó que la media hora de
descanso prevista en el artículo 63 de la Ley Federal del Trabajo para la jornada continua,
forma parte de la jornada laboral, porque es una prerrogativa mínima reconocida al
obrero; por tanto, debe computarse dentro de la misma y remunerarse como parte del
salario ordinario, independientemente de que se disfrute dentro o fuera del centro de
trabajo. Sin embargo, nuestro Máximo Tribunal de la República no ha definido el tiempo
que debe estimarse como una verdadera interrupción de la jornada para considerarla
discontinua y, puesto que ahora seguirá siendo continua, no obstante que en el periodo
de ocho horas se interrumpa con media hora para descansar fuera de la empresa, es
necesario precisar tal lapso. El criterio al que debe atenderse para tal efecto es el de la
mayor o menor temporalidad que se le confiera al trabajador para ausentarse de la fuente
de trabajo y que interrumpe la jornada. Empero, el solo dato de que ese lapso supere en
cualquier medida la media hora no debe llevar a la consideración de que sea una jornada
discontinua, pues bastaría que, por ejemplo, se otorgara al trabajador un descanso de 31
minutos y que se le permitiese retirarse de la fuente de trabajo, para que esa jornada se
considerase no continua y, por ende, dicho lapso en su totalidad ya no fuere computado
dentro de la jornada laboral; luego, el patrón lograría obtener 30 minutos más de labor
efectiva del trabajador a cambio de haberle otorgado un minuto más de descanso, con lo
cual se burlaría el criterio jurisprudencial referido. Por tanto, la jornada continua es aquella
en la que el descanso intermedio se puede disfrutar fuera del centro de trabajo y aun
excediéndose de la citada media hora, no supere los 60 minutos, y discontinua la que
rebase una hora durante la cual el trabajador pueda retirarse de la empresa.” (Amparo
directo 727/2010. Ponente: Arturo García Torres. Novena Época. PRIMER TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL SEGUNDO CIRCUITO. Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis II.1o.T. J/42.
Página 898).
TESIS DE JURISPRUDENCIA. MARCAS. LINEAMIENTOS PARA EVALUAR SU
SEMEJANZA EN GRADO DE CONFUSIÓN. “A partir de las peculiaridades de una marca
debe considerarse la similitud con algún otro signo o la asociación con el fabricante
(especialmente en las renombradas y con gran difusión). Estos aspectos deben ser
evaluados en función de su dimensión conceptual, denominativa, fonética o gráfica, de
una manera proporcional, idónea y adecuada al caso particular, así como a los efectos y
consecuencias que es susceptible de producir entre los consumidores.
Consecuentemente, para efectuar el estudio de semejanza en grado de confusión entre
marcas en conflicto, a efecto de determinar si pueden coexistir o no en el mercado, deben
observarse los siguientes lineamientos: 1) La semejanza debe percibirse considerando la
marca en su conjunto; 2) La comparación debe hacerse en el conjunto de elementos,
principalmente tomando en cuenta las semejanzas; 3) La similitud debe apreciarse por
imposición, esto es, lo que a un primer golpe de vista o sonido produce en el consumidor,
es decir, viendo alternativamente las marcas en su integridad, signo y mensaje, pues se
trata de advertir la impresión o información que evoca o produce en los consumidores
promedio, y no comparándolas una al lado de la otra, menos aún de los detalles
descontextualizados, ya que no es tal el impacto publicitario o percepción que el
consumidor aprecia y obtiene de las marcas; y 4) La similitud debe apreciarse suponiendo
que la confusión pueda sufrirla el consumidor promedio, y que preste la atención común y
ordinaria. En este orden de ideas, el estudio de la similitud entre marcas debe efectuarse
analizando los elementos o dimensiones semejantes en su conjunto y versar sobre los
siguientes aspectos: a) Fonético, considerando que la confusión fonética se presenta
cuando dos palabras pertenecientes al mismo idioma se pronuncian en forma similar. b)
Gráfico, dado que la confusión en este aspecto se presenta cuando todos aquellos
elementos que son perceptibles a través del sentido de la vista son semejantes entre sí, a
tal grado que conducen a confundir uno por otro, como pueden ser, las figuras, formas
tridimensionales, trazos, líneas, colores, diseños y, en general, entre todo aquello que
pueda captarse por el sentido de la vista; y, c) Ideológico o conceptual, que es la
representación o evocación de una misma cosa, característica o idea, incluso de las
peculiaridades del bien o servicio al que esté asociado el signo marcario.” (Amparo directo
397/2010. Ponente: Jesús Antonio Nazar Sevilla. Novena Época. CUARTO TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis I.4o.A. J/92.
Página 911).
TESIS DE JURISPRUDENCIA. RECURSO DE RECLAMACIÓN. VALOR PROBATORIO
DE LA DOCUMENTAL CONSISTENTE EN UNA IMPRESIÓN DEL BOLETÍN LABORAL,
PUBLICADO EN INTERNET. “El recurso de reclamación procede, entre otros casos,
contra los actos de los presidentes de los Tribunales Colegiados de Circuito, cuando se
desecha la demanda de amparo por extemporánea. Dicho recurso, por regla general, no
admite que se rindan pruebas, pero el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación
en la jurisprudencia P./J. 11/95, publicada en la página veintisiete del Tomo II, del
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, correspondiente al mes
de agosto de mil novecientos noventa y cinco, cuyo rubro es: "PRUEBAS EN LA
REVISIÓN CONTRA UN AUTO QUE DESECHA LA DEMANDA DE AMPARO POR
EXTEMPORANEIDAD. DEBEN TOMARSE EN CUENTA, SI CON ELLAS SE PERSIGUE
DEMOSTRAR LA OPORTUNIDAD DE LA PRESENTACIÓN DEL LIBELO."; estimó que
dicha regla admite como excepción el caso en que la demanda se desecha por
extemporánea, por ser la forma en que el quejoso puede demostrar que los días que se le
computaron como hábiles, no los laboró la autoridad responsable. Dicha tesis no sólo es
aplicable al recurso de revisión, sino también al de reclamación por identidad jurídica, y
tiene por objeto que los recurrentes puedan acreditar su defensa con la exhibición de
pruebas concernientes a la oportunidad de la promoción del juicio no admitido y demostrar
que el acuerdo por el que se desechó era ilegal; ello con el fin de no dejarlos en estado de
indefensión. Sin embargo, si se ofrece la documental consistente en la impresión de una
hoja, que se aduce corresponde al Boletín Laboral que aparece publicado en internet,
ésta sólo tiene valor indiciario, ya que de conformidad con lo dispuesto por el artículo 217
del Código Federal de Procedimientos Civiles, de aplicación supletoria a la Ley de
Amparo, el valor probatorio de cualquier medio aportado por los descubrimientos de la
ciencia, como es internet, queda al prudente arbitrio judicial; por lo que se estima que una
impresión carente de firma y de certificación, por sí misma no tiene valor probatorio pleno,
ya que incluso es susceptible de elaboración por personas con conocimientos en
informática, lo que conduce a considerar que la impresión del Boletín Laboral, publicado
en internet, es insuficiente para acreditar que la autoridad no laboró en determinados
días.” (Reclamación 1/2011. Ponente: José Manuel Hernández Saldaña. Novena Época.
DÉCIMO TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA DE TRABAJO DEL PRIMER
CIRCUITO. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de
2011. Tesis I.13o.T. J/16. Página 941).
TESIS AISLADA. PRUEBA PERICIAL EN PSICOLOGÍA EN ASUNTOS SOBRE
VIOLENCIA FAMILIAR. SU OBJETO DIRECTO ES CONOCER EL ESTADO
PSICOLÓGICO DE LAS PARTES Y NO DEMOSTRAR LOS HECHOS EN QUE SE
SUSTENTA. “Los psicólogos que se desempeñan en la atención y evaluación de los
conflictos familiares, caracterizados por situaciones de maltrato o violencia, tienen la tarea
primordial de identificar el daño psicológico o moral que presentan las víctimas y realizar
un diagnóstico sólido para presentarlo en un informe pericial suficientemente claro, de
utilidad para los encargados de impartir justicia. Así, el peritaje psicológico de la violencia
en las familias es más que un conjunto de instrumentos destinados a responder a una
pregunta requerida por el juez, ya que representa el punto donde se intersectan la
psicología y el derecho, porque investiga el mundo afectivo, volitivo y cognitivo de los
sujetos involucrados en un litigio para respaldar un saber científico. De ahí que la prueba
pericial en psicología no tiene como objeto directo demostrar los hechos de violencia
familiar narrados, o las conductas de violencia familiar hechas valer, pues dicha probanza
sólo permite conocer la situación psicológica de las partes para determinar, en función de
las demás pruebas aportadas, el daño emocional provocado a los miembros de la familia.
En ese sentido y dada la naturaleza de dicha probanza, puede servir como prueba directa
de la violencia familiar, ya que al tratarse del estado psicológico actual de las personas
puede ayudar a concluir si deriva de actos violentos, aun cuando no se mencionen
concretamente cuáles fueron.” (Amparo directo 30/2008. Ponente: José Ramón Cossío
Díaz. Novena Época. Primera Sala. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta.
Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis 1a. LXXIX/2011. Página 234).
TESIS AISLADA. SISTEMA PROCESAL PENAL ACUSATORIO. SU APLICACIÓN
SOBRE ACTOS PROCESALES A PARTIR DE SU ENTRADA EN VIGOR, NO VIOLA EL
ARTÍCULO 14 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS
MEXICANOS. “La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha sostenido que en materia
procesal no opera la aplicación retroactiva de la ley si se considera que la ley procesal
está formada, entre otras, por normas que otorgan facultades jurídicas a una persona
para participar en cada una de las etapas que conforman el procedimiento, y al estar
éstas regidas por las disposiciones vigentes en la época en que van naciendo, no puede
existir retroactividad mientras no se le prive de una facultad con la que contaba. Esto,
porque es en la sustanciación de un juicio regido por la norma legal adjetiva donde tiene
lugar la secuela de actos concatenados que constituyen el procedimiento, los que no se
realizan ni se desarrollan en un solo instante, sino que se suceden en el tiempo, y es al
diferente momento de realización de los actos procesales al que debe atenderse para
determinar la ley adjetiva que debe regir el acto respectivo. Por tanto, si antes de
actualizarse una etapa del procedimiento el legislador modifica su tramitación, suprime un
recurso, amplía un término, modifica la valoración de las pruebas o el procedimiento
mismo, no existe retroactividad de la ley, ya que las facultades que dan la posibilidad de
participar en cualquier etapa del procedimiento, al no haberse actualizado ésta, no se
afectan. Además, tratándose de leyes procesales, existe el principio doctrinario de que las
nuevas son aplicables a todos los hechos posteriores a su promulgación, pues rigen para
el futuro y no para el pasado, por lo que la abrogación o derogación de la ley antigua es
instantánea, y en lo sucesivo debe aplicarse la nueva. En consecuencia, la aplicación del
ordenamiento legal que establece el nuevo sistema procesal penal acusatorio sobre actos
procesales acontecidos a partir de su entrada en vigor, no viola el artículo 14 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.” (Amparo en revisión 860/2010.
Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Novena Época. Primera Sala.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis 1a.
LXXV/2011. Página 240).
TESIS AISLADA. ARBITRAJE. CONCEPTO Y ELEMENTOS (INTERPRETACIÓN DEL
ARTÍCULO II. 1 DE LA CONVENCIÓN SOBRE EL RECONOCIMIENTO Y EJECUCIÓN
DE LAS SENTENCIAS ARBITRALES EXTRANJERAS). “La Convención sobre el
Reconocimiento y Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extranjeras, publicada en el
Diario Oficial de la Federación el veintidós de junio de mil novecientos setenta y uno, en
su artículo II. 1, define al arbitraje como el acuerdo por escrito conforme al cual las partes
se obligan a someter a arbitraje todas las diferencias o ciertas diferencias que hayan
surgido o puedan surgir entre ellas respecto a una determinada relación jurídica,
contractual o no contractual, concerniente a un asunto que pueda ser resuelto por
arbitraje. De lo expuesto, derivan los siguientes elementos del acuerdo de arbitraje: a.
Consentimiento por escrito de las partes de obligarse a someter a arbitraje todas las
diferencias o ciertas diferencias. b. Las diferencias entre las partes provienen de una
relación jurídica, contractual o extracontractual; y, c. La controversia sea arbitrable; en
este caso, rige el principio de reserva y de cláusula expresa, porque la cláusula arbitral
constituye la base del arbitraje y es la que precisa cuáles son las diferencias y relación
jurídica que debe resolverse mediante un tercero al que le confieren el poder de resolver
la controversia; es el acuerdo expreso el que contiene los límites del arbitraje que deba
desplegarse en el presente o futuro de una relación jurídica, cualquiera que sea su origen,
de modo que sólo podrán ser resueltas las diferencias comprendidas en ese acuerdo. Así
las cosas, las facultades del árbitro y la materia de su conocimiento derivarán de la
voluntad de las partes expresadas de conformidad con la ley. De lo expuesto, se advierte
que la cláusula arbitral contiene para un tercero la obligación de hacer, personalísima e
infungible, de resolver una controversia, y para las partes obligaciones complejas de
hacer y poner las medidas necesarias para que el arbitraje se lleve a cabo.” (Amparo en
revisión 195/2010. Ponente: Neófito López Ramos. Novena Época. TERCER TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis I.3o.C.937 C. Página 1017).
TESIS AISLADA. ACCESO A LA JUSTICIA. INTERPRETACIÓN DE LAS NORMAS
QUE REGULAN LA INTERPOSICIÓN DE LOS RECURSOS. “Del mismo modo que los
ciudadanos tienen un derecho constitucional para defender sus derechos en un proceso
establecido por el legislador, también tienen el derecho a acceder a los recursos previstos
legalmente para impugnar las resoluciones dictadas por el Juez de primera instancia. Lo
anterior es así, porque el recurso es la continuación del proceso, dado que a través de
éste, el órgano ad quem revisa la decisión del órgano a quo; de manera que los principios
de defensa, igualdad de las partes, contradicción e igualdad jurídica en la aplicación de la
ley, también son aplicables al derecho de acceso a los recursos. De ahí que, cuando el
ordenamiento procesal regula un recurso, el acceso al mismo por la parte que sufre un
perjuicio en sus derechos, se encuentra comprendido dentro de los derechos a la tutela
judicial efectiva y de administración de justicia. Sin embargo, si bien el derecho a los
recursos es de base constitucional, porque encuentra su fundamento en los derechos a la
tutela judicial efectiva y a la administración de justicia, previstos en el artículo 17 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, corresponde su configuración
legal al legislador ordinario, pero dicha facultad no es omnímoda ya que sólo puede limitar
el acceso a los recursos en aras de proteger otros derechos fundamentales. Así es, el
legislador no puede crear obstáculos irrazonables o desproporcionados que impidan a las
partes afectadas por un acto procesal, acceder de inmediato a una segunda instancia. Por
su parte, los Jueces y tribunales tienen el deber de aplicar e interpretar las disposiciones
legales que regulan los recursos, en la forma más favorable a su admisión, ya que el
acceso a éstos, se rige por los mismos principios del derecho a la tutela judicial efectiva,
dado que constituyen la continuación del proceso; de tal manera que, al existir un medio
de defensa para impugnar las resoluciones del Juez del proceso, la parte afectada tiene
los siguientes derechos: a) a interponer el medio de defensa sin que se le exijan requisitos
desproporcionados; b) a que se admita el recurso, salvo que exista un impedimento legal
para ello, pero dicho impedimento deberá interpretarse en el sentido más favorable al
recurso; c) a que los impedimentos legales que obstaculizan el acceso a los recursos, se
apliquen sin formalismos y atendiendo a la finalidad de éstos; d) a que se tramiten los
recursos con arreglo a los principios de igualdad y contradicción; y e) a que se dicte una
resolución de fondo en segunda instancia que resuelva en sus méritos la controversia
planteada por el recurrente. En suma, el libre acceso a los recursos para poder plantear
en ellos las cuestiones que afectan los derechos de las partes en un proceso, es una
condición necesaria para que resulten efectivos los derechos a la tutela judicial y a la
administración de justicia. Ello supone que el legislador debe configurar el acceso a los
recursos mediante una ley que establezca los términos, formas y modos de tramitarlos;
pero está impedido para establecer libremente límites a ese derecho, ya que sólo puede
hacerlo en forma restrictiva y para dar cobertura o proteger otros bienes
constitucionalmente garantizados, y observando que no sean desproporcionadas las
cargas que esos límites impongan a los justiciables. Por su parte, los Jueces y tribunales
deben interpretar las normas que regulan la tramitación de los recursos en el sentido más
favorable que permita el acceso a las partes a una segunda instancia, evitando introducir
o hacer interpretaciones estrictas de las disposiciones legales que impidan el acceso a los
medios de defensa legal.” (Amparo en revisión 62/2011. Ponente: Sara Judith Montalvo
Trejo. Novena Época. SÉPTIMO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL
PRIMER CIRCUITO. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII,
Mayo de 2011. Tesis I.7o.C.66 K. Página 997).
TESIS AISLADA. ARBITRAJE. ES UNA INSTITUCIÓN CONVENCIONAL PARA
RESOLVER LITIGIOS MEDIANTE UN LAUDO. “El arbitraje es una institución que nace
del pacto expreso de dos o más partes para resolver las controversias que surjan o hayan
surgido, mediante un procedimiento legal o específico que debe respetar las formalidades
esenciales del procedimiento, atribuyendo a un tercero la facultad de resolver el litigio
existente mediante un laudo, que tendrá fuerza vinculatoria para ambas partes, como si
hubiera resuelto un Juez del Estado; por la voluntad de las partes el tercero se convierte
en Juez de esa controversia específica, cuya facultad queda limitada a resolver sobre lo
que se le encomienda y que no está reservado al Juez estatal. El árbitro realiza una
actividad materialmente jurisdiccional, pero carece de imperium para ejecutar, por lo que
debe ser auxiliado por el órgano estatal. El arbitraje es de naturaleza convencional,
porque se finca en la autonomía de la voluntad, con sustento en la libertad contractual de
las partes, solamente que su objeto específico es otorgar facultades a un tercero para
resolver una controversia que puede ser sustraída del ámbito jurisdiccional estatal; de
modo que por su propia finalidad el pacto arbitral necesariamente contiene o remite a un
procedimiento. El laudo que se dicta es materialmente un acto jurisdiccional, que resulta
vinculatorio para las partes contendientes, puesto que se sometieron a la decisión de un
tercero en ejercicio de la autonomía de su voluntad, que ha sido libre in causa, lo que le
confiere fuerza de obligar. El artículo 1416, fracción II, del Código de Comercio define al
arbitraje como cualquier procedimiento arbitral de carácter comercial, con independencia
de que sea o no una institución arbitral permanente ante la que se lleve a cabo.” (Amparo
en revisión 195/2010. Ponente: Neófito López Ramos. Novena Época. TERCER
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis I.3o.C.934 C.
Página 1018).
TESIS AISLADA. ARRAIGO. AUN CUANDO LA RETENCIÓN DEL INDICIADO SEA
CON MOTIVO DE LA ORDEN DE DICHA MEDIDA, EN TÉRMINOS DE LO
ESTABLECIDO POR EL ARTÍCULO 16 CONSTITUCIONAL, DEBE ABONARSE ESE
TIEMPO COMO PRISIÓN PREVENTIVA A FAVOR DEL INCULPADO. “De la
interpretación del artículo 20, apartado B, fracción IX, última parte, de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, se consagra como garantía individual de toda
persona imputada (en un juicio del orden penal), que en toda pena privativa de la libertad
que se imponga en una sentencia, se computará el tiempo de la detención, de lo que se
colige primordialmente, la protección de manera inmediata y directa del derecho a la
libertad personal, que resulta afectada al ejecutarse una detención aun cuando ésta tenga
el carácter de provisional, como acontece tratándose del arraigo. En efecto, el tiempo de
detención por motivo de una orden de arraigo dictada en términos del artículo 16 de la
Constitución Federal, a fin de llevar a cabo la debida integración de la probable
responsabilidad del indiciado en la indagatoria, debe computarse como parte de la prisión
preventiva.” (Amparo directo 349/2010. Ponente: José Luis González. Novena Época.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL TERCER CIRCUITO.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis
III.2o.P.263 P. Página 1020).
TESIS AISLADA. ARRENDAMIENTO INMOBILIARIO. PENA CONVENCIONAL, LÍMITE
DE SU APLICACIÓN. “Con base en los artículos 1840 y 1843 del Código Civil para el
Distrito Federal, por una parte, los contratantes pueden estipular una sanción para el caso
de que alguno incumpla con las obligaciones a su cargo, o bien, cuando no lo haga en los
términos y condiciones pactados; por otra, se establece un límite a esa libertad
contractual porque prohíbe que la cláusula penal exceda en valor y cuantía a la obligación
principal, lo que implica la posibilidad de que puede pactarse una pena por cada
incumplimiento. Tratándose del arrendamiento inmobiliario, cuando las partes pactan
como pena convencional la generación de una cantidad determinada por cada
incumplimiento de una pensión rentística, la sanción correspondiente puede generarse
por cada periodo en que deja de cubrirse, pero con la limitante de que la pena será legal
cuando la suma de los diversos incumplimientos dé como resultado el importe de la
pensión que dio lugar a la sanción; en sentido contrario, si la suma de los diversos
incumplimientos es superior a la pensión que dejó de pagarse, entonces será contraria a
lo dispuesto al artículo 1843 del Código Civil para el Distrito Federal.” (Amparo directo
226/2011. Ponente: Manuel Ernesto Saloma Vera. Novena Época. SÉPTIMO TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis I.7o.C.163 C. Página 1021).
TESIS
AISLADA.
AUDIENCIA
INTERMEDIA.
LAS
PRUEBAS
Y
LOS
ACONTECIMIENTOS MATERIA DE DICHA DILIGENCIA SON IMPUGNABLES EN
AMPARO INDIRECTO, SIEMPRE Y CUANDO TENGAN UNA EJECUCIÓN
IRREPARABLE (NUEVO SISTEMA DE JUSTICIA PENAL EN EL ESTADO DE
CHIHUAHUA). “De conformidad con los artículos 299, 311 y 314 del Código de
Procedimientos Penales del Estado de Chihuahua, publicado en el Periódico Oficial de la
entidad el 9 de agosto de 2006, la audiencia intermedia dirigida por el Juez de Garantía
tiene por objeto el ofrecimiento, la exclusión y la admisión de datos, así como la
depuración de los hechos controvertidos; aquéllos y éstos constituirán las pruebas y los
acontecimientos, respectivamente, materia y conocimiento del Tribunal de Juicio Oral, los
cuales, en concordancia con la jurisprudencia del Pleno de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación P./J. 6/94, publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación,
Número 76, abril de 1994, página 13, de rubro: "PRUEBAS. LA FORMA EN QUE
PRETENDAN RECIBIRSE O DESAHOGARSE CONSTITUYE UNA VIOLACIÓN
RECLAMABLE COMO REGLA GENERAL, POR EL OFERENTE DE LAS MISMAS, EN
AMPARO DIRECTO.", resultan impugnables en la vía de amparo indirecto, únicamente si
tienen una ejecución irreparable, ya sea por violar derechos sustantivos fundamentales
contenidos en las garantías individuales consagradas en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos, o bien adjetivos o procesales, en caso de que afecten a las
partes en grado predominante o superior, tomando en cuenta la institución procesal de
que se trate, la extrema gravedad de los efectos de la violación y su trascendencia
específica, así como los alcances vinculatorios de la sentencia que llegara a conceder el
amparo.” (Amparo en revisión (improcedencia) 304/2010. Ponente: José Martín
Hernández Simental. Novena Época. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS
PENAL Y ADMINISTRATIVA DEL DÉCIMO SÉPTIMO CIRCUITO. Semanario Judicial de
la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis XVII.1o.P.A.74 P. Página
1035).
TESIS AISLADA. AUTOCONTRATACIÓN O CONTRATO CONSIGO MISMO,
NATURALEZA JURÍDICA. “La representación puede tener dos fuentes: la voluntad del
representado, denominada representación voluntaria o la ley, denominada representación
legal; la primera tiene su origen en un acto unilateral, por medio del cual se faculta a otro
para que actúe en su nombre y representación; esa relación jurídica entre el
representante y el representado se funda en un vínculo de confianza cuyo límite se
encuentra en las facultades que le son conferidas y las instrucciones que el representado
extiende al representante, y dentro de esos límites puede actuar este último. La
representación crea la posibilidad de que una persona que actuó por sí y en
representación de otra, o que represente a dos partes, concluya un contrato. Por regla
general, las relaciones contractuales suponen un encuentro de voluntades diversas,
distintas o antagónicas que llegan a un punto de equilibrio a fin de satisfacer una
determinada necesidad; es esta última la que justifica el contrato como un acto de
cooperación que permite la realización de una transacción de intereses diversos. También
es cierto que nadie puede ser acreedor y deudor de sí mismo, porque si ello ocurriere se
produciría la confusión y se extinguirían las obligaciones; sin embargo, puede ocurrir que
una persona física pretenda un determinado fin lícito que puede ser satisfecho por una
persona moral o física, de la que es representante o mandatario, en cuyo caso, dada la
representación que tiene de esa persona física o moral, y además del ejercicio de su
propio derecho, funja a la vez, como parte directa y como representante de la otra; como
representante de ambas partes o como titular de dos patrimonios sometidos a regímenes
jurídicos distintos. Es lo que la doctrina ha definido como la autocontratación o contrato
consigo mismo. Es el acto jurídico que una persona celebra consigo misma y en el cual
actúa a la vez como parte directa y como representante de la otra o como representante
de ambas partes; y se encuentra presente en diversas instituciones reguladas por nuestro
sistema jurídico, como por ejemplo: a) Si una persona actúa por sí y en representación de
otra, ya sea una representación de tipo legal o convencional; esto es, el caso del padre
que contrata para sí y también por el hijo; o, el del mandante representado por el
mandatario con el mandatario por sí. b) Si una persona es representante (legal o
voluntaria) de dos personas diferentes. c) Si una persona tiene dos patrimonios o
fracciones de patrimonios sometidos a regímenes jurídicos distintos, y necesita precisar la
condición jurídica de ciertos bienes. Es el caso del heredero al que se le concede la
posesión provisoria de los bienes del desaparecido, y entre esos bienes hay algunos en
que él es comunero. d) Respecto de los bienes del desaparecido, el heredero es
usufructuario, y si quiere producir la partición de dichos bienes, deberá acudir al
autocontrato. e) El del representante legal de una persona moral consigo mismo.”
(Amparo directo 544/2009. Ponente: Neófito López Ramos. Novena Época. TERCER
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis I.3o.C.962 C.
Página 1036).
TESIS AISLADA. CONTRATO CONSIGO MISMO. ES UNA FIGURA PERMITIDA POR
EL ORDENAMIENTO JURÍDICO, EN RESPETO AL PRINCIPIO DE LA AUTONOMÍA
DE LA VOLUNTAD. “La autocontratación o contrato del representante consigo mismo se
entiende como un acto jurídico que una persona celebra consigo misma y en la cual actúa
a la vez como parte directa y como representante de la otra, o como representante de
ambas, e incluso con un doble carácter de representación de otros, y consigo mismo; es
decir, una de las partes del negocio es él mismo e interviene en su propio nombre y
derecho, y otra u otras de ellas actúan representadas por él; la regla general es que se
permite todo tipo de contratación que no contravenga la ley ni el orden público y debe
atenderse a las prohibiciones expresas que sí existen y que son las siguientes: el artículo
569 del Código Civil para el Distrito Federal prohíbe al tutor adquirir o arrendar para sí o
sus parientes, los bienes de sus pupilos al indicar: "Ni con licencia judicial, ni en almoneda
o fuera de ella puede el tutor comprar o arrendar los bienes del incapacitado, ni hacer
contrato alguno respecto de ellos, para sí, sus ascendientes, su mujer o marido, hijos o
hermanos por consanguinidad o afinidad. Si lo hiciere, además de la nulidad del contrato,
el acto será suficiente para que se le remueva."; en este caso, la ley define el margen de
acción del representante, porque predetermina un conflicto de intereses y sanciona al acto
que se celebre en ese sentido; el artículo 440 del citado código dispone que: "En todos los
casos en que las personas que ejercen la patria potestad tienen un interés opuesto al de
los hijos, serán éstos representados en juicio y fuera de él, por un tutor nombrado por el
Juez para cada caso."; a contrario sensu, las personas que ejercen la patria potestad sí
podrían celebrar consigo mismo con los incapaces cuando éstos se beneficien con el
contrato; existe una prohibición para los administradores de bienes ajenos, quienes no
pueden aceptar la cesión de algún derecho o crédito contra el incapacitado o comprar los
bienes de cuya administración estén encargados, según lo previene el artículo 2280 del
mismo ordenamiento; el diverso 2405 cuando se refiere al arrendamiento indica que se
prohíbe a los encargados de los establecimientos paraestatales y organismos
descentralizados y a los funcionarios y empleados públicos, tomar en arrendamiento los
bienes que con los expresados caracteres administren. En ese contexto, sobre el principio
de que el gobernado puede realizar todo acto que no esté prohibido expresamente, fuera
de esos supuestos específicos regulados en la ley civil, y los que existieran expresamente
en otros ordenamientos legales, son válidas las obligaciones surgidas de la autonomía de
la voluntad de los contratantes manifestadas expresa o tácitamente, cuando la calidad con
la que intervengan está definida y, por ende, quedarán vinculadas y se producirán
consecuencias en los patrimonios jurídicos que representen e intervengan en el negocio
jurídico de que se trate; y solamente existen casos específicos en los que está prohibida
la autocontratación, lo que se justifica para la tutela del patrimonio de los representados o
administrados e implica una limitación a las facultades que la ley otorga a los
representantes legales o mandatarios; pero no hay una prohibición general para la
autocontratación o contrato del representante consigo mismo. Entonces, debe entenderse
como permitida por el ordenamiento jurídico, en respeto al principio de la autonomía de la
voluntad y por regla general es inadmisible en dos casos: a. Cuando la ley lo prohíba. b.
Cuando sea susceptible de generar un conflicto de intereses entre los dos patrimonios
representados. En efecto, el autocontrato o contrato del representante consigo mismo
tiene como supuesto evidente que una persona no puede desdoblar su personalidad y
desconocer lo que conoce como persona física de lo que sabe como representante legal o
voluntario, y que puede concurrir en una misma persona la representación de más de una
persona; por lo que puede concurrir a un mismo acto con la representación de su
patrimonio y el de otra u otros, frente a otros patrimonios o el suyo. Tiene la apariencia de
un acto jurídico unilateral, pero en realidad es un acto jurídico bilateral que facilita la
relación de patrimonios diversos, en el que sirve de vehículo la figura de la
representación, que se basa en una relación de confianza, por virtud de la cual el
representante no sólo está obligado a llevar a cabo frente al principal la gestión
representativa, sino que está obligado a hacerlo personalmente, dentro de los límites
formales del poder, y en donde existe una coincidencia entre la finalidad perseguida por el
apoderado en ejercicio del poder con el del representado.” (Amparo directo 544/2009.
Ponente: Neófito López Ramos. Novena Época. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis I.3o.C.963 C. Página 1060).
TESIS AISLADA. CONTRATO CONSIGO MISMO. ESTÁ PERMITIDO MIENTRAS NO
SE RECIBA UNA INSTRUCCIÓN EN CONTRARIO DEL REPRESENTADO O BIEN
EXISTA UN CONFLICTO DE INTERÉS ENTRE LA VOLUNTAD DEL
REPRESENTANTE Y LA DEL REPRESENTADO. “Los artículos 2562 y 2565 del Código
Civil para el Distrito Federal establecen que el mandatario en el desempeño de su
encargo se sujetará a las instrucciones recibidas del mandante y en ningún caso podrá
proceder contra disposiciones expresas del mismo; y si actúa con violación o exceso del
encargo recibido, además de la indemnización a favor del mandante, de daños y
perjuicios, quedará a opción de este último, ratificarlas o dejarlas a cargo del mandatario.
De lo anterior, se corrobora el principio relativo a que, por regla general, la contratación
del representante consigo mismo está permitida mientras no se reciba una instrucción en
contrario del representado o bien exista un conflicto de interés entre la voluntad del
representante y la del representado, es decir, que existan posiciones de contraste
respecto del negocio, entre el representado y el representante, como puede desprenderse
por regla general, de los contratos onerosos; aunque debe reconocerse que la defensa
cuidadosa de los intereses de las partes no constituye un requisito de validez del acto
jurídico, sino solamente en aquellos casos en que exista un contenido desventajoso para
el representado que lo lesione según lo prevé el artículo 17 del citado Código Civil. En
esos casos, es decir, cuando se vulnera el contenido del poder, se transgrede una
prohibición legal o exista un claro conflicto de interés, el acto será inválido, según lo
establece el diverso 1802, pero será una nulidad relativa porque la intención es proteger
al representado, y por tutelarse un interés particular, ese acto puede ser materia de
ratificación, según lo previenen los artículos 2230 y 2233 del mismo código.
Evidentemente, las relaciones jurídicas no son simples o unidireccionales en el sentido de
que exista un solo deudor y acreedor, o que se verifique el contrato del representante
consigo mismo, sino que es posible que en un solo acto jurídico puedan confluir la
voluntad de un tercero; la voluntad del representante de modo directo y por su propio
derecho y la voluntad del representado por medio de aquél, porque la coincidencia sea útil
para satisfacer los intereses diversos que cada uno tiene.” (Amparo directo 544/2009.
Ponente: Neófito López Ramos. Novena Época. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis I.3o.C.964 C. Página 1062).
TESIS AISLADA. DIVORCIO SIN CAUSA. EL ARTÍCULO TERCERO TRANSITORIO
DEL DECRETO POR EL QUE SE REFORMA Y DEROGA EL CÓDIGO CIVIL PARA EL
DISTRITO FEDERAL Y SE REFORMA, DEROGA Y ADICIONA EL CÓDIGO DE
PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL, PUBLICADO EN LA
GACETA OFICIAL DE LA ENTIDAD EL 3 DE OCTUBRE DE 2008, NO VIOLA EL
PRINCIPIO DE IRRETROACTIVIDAD DE LA LEY. “El citado precepto, al establecer que
es potestativo para las partes en los juicios de divorcio en trámite, iniciados con
anterioridad a la vigencia de la reforma, acogerse a las nuevas disposiciones, no viola el
principio de irretroactividad de la ley contenido en el artículo 14 de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, ya que debe interpretarse en el sentido de que la
aplicación de las nuevas disposiciones es optativa cuando la única acción ejercida en la
demanda de divorcio en trámite sea la de disolución del vínculo matrimonial, ya que si
están planteadas en la misma demanda diversas acciones, el juicio debe resolverse al
auspicio de la regulación anterior, pues los hechos expuestos en el juicio de divorcio
necesario podrían afectar directamente las diversas acciones ejercidas, como pueden ser
entre otras, la pérdida de la patria potestad o el pago de alimentos.” (Amparo directo
27/2010. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Novena Época. Primera Sala.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis 1a.
LXXVII/2011. Página 232).
TESIS AISLADA. EXTINCIÓN DE DOMINIO, BUENA FE EN LA. DEBE ESTAR
ACREDITADA EN RELACIÓN AL AFECTADO EN EL JUICIO DE ORIGEN. “Conforme a
lo previsto en el artículo 50, fracción III, de la Ley de Extinción de Dominio para el Distrito
Federal, el órgano jurisdiccional debe examinar que se encuentre acreditada la buena fe
por el afectado, por ser la persona titular de los derechos de propiedad del bien sujeto al
procedimiento de extinción de dominio, no así la actuación de buena fe del presunto
responsable en la averiguación previa vinculada con esa acción, cuando se trate de
persona diversa, precisamente porque este último no tiene el carácter de afectado en el
juicio relativo a la acción de extinción de dominio.” (Amparo directo 753/2010. Ponente:
Fortunata Florentina Silva Vásquez. Novena Época. DÉCIMO SEGUNDO TRIBUNAL
COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis I.12o.C.21 C. Página 1149).
TESIS AISLADA. EXTINCIÓN DE DOMINIO. SE DEBEN DESCRIBIR EN LO
INDIVIDUAL LOS VEHÍCULOS ROBADOS Y OCULTADOS EN EL BIEN INMUEBLE
MATERIA DE LA ACCIÓN. “La descripción de cada uno de los vehículos con reporte de
robo que hubieren sido objeto de ocultamiento en el bien inmueble propiedad del afectado
y materia de la acción de extinción de dominio, es necesaria, dado que si uno de los
elementos de dicha acción es la existencia de un hecho ilícito de los mencionados por el
artículo 4 de la Ley de Extinción de Dominio para el Distrito Federal, entre ellos, el robo de
vehículo y conforme al artículo 2, fracción XII, el robo de vehículo lo constituye el delito
contemplado en el artículo 220 con relación al 224, fracción VIII, hipótesis primera, ambos
del Código Penal para el Distrito Federal; de su texto se sigue que cada vehículo en lo
individual, constituye el bien mueble objeto de apoderamiento con ánimo de dominio y sin
consentimiento de quien legalmente pueda otorgarlo, por lo que deben describirse cada
uno de ellos, mencionando qué pruebas acreditan que tienen reporte de robo.” (Amparo
directo 753/2010. Ponente: Fortunata Florentina Silva Vásquez. Novena Época. DÉCIMO
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis
I.12o.C.22 C. Página 1151).
TESIS AISLADA. INTERÉS SUPERIOR DEL INFANTE Y LA FINALIDAD PROTECTORA
DEL AMPARO. PONDERACIÓN NECESARIA DE LA PREEMINENCIA AXIOLÓGICA
ENTRE AMBOS PRINCIPIOS. “Cuando con motivo de la sentencia de amparo deba
quedar insubsistente la interlocutoria dictada en un juicio civil ordinario, a través de la cual
se concedió a los actores la custodia provisional de un menor que se encontraba sujeto a
custodia institucional a cargo del Consejo Estatal de Familia, para dar sentido al efecto
restitutivo que prevé el artículo 80 de la Ley de Amparo; es al juzgador natural a quien,
exclusivamente y bajo su más estricta responsabilidad, debe corresponder la decisión
atinente a la subsistencia o insubsistencia de la situación de facto producida por la
entrega y recepción del menor entre el albergue o institución oficial donde se encontraba
internado, y aquellos que en juicio pretenden obtener su tutoría legítima, en consideración
a la situación que un mayor beneficio pueda producir al infante.” (Amparo en revisión
439/2010. Ponente: José Guadalupe Hernández Torres. Novena Época. SEGUNDO
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL TERCER CIRCUITO. Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis III.2o.C.189 C.
Página 1198).
TESIS AISLADA. PENSIÓN ALIMENTICIA. LOS CONVENIOS JUDICIALES
RELATIVOS SON MUTABLES, Y PARA DETERMINAR SU MODIFICACIÓN, DEBE
ATENDERSE AL DERECHO A RECIBIRLA. “El derecho a alimentos es una cuestión de
orden público e interés social, y se traduce en la obligación de proporcionar, entre otros,
casa, comida, vestido y educación. Tal institución es aplicable a las personas que se
encuentran vinculadas por matrimonio, concubinato o parentesco; así, la obligación de dar
alimentos se establece en la ley y se determina según la posibilidad del que deba darlos y
las necesidades del que deba recibirlos y, por lo general, cesa cuando el alimentista
cumple su mayoría de edad o no los necesita. Lógicamente, el incumplimiento de tal
obligación puede reclamarse en juicio, el cual puede culminar en una forma
autocompositiva, o sea, a través de un convenio celebrado por las partes, que debe ser
autorizado por el Juez que conoce del asunto, quien podrá elevarlo a la categoría de
sentencia ejecutoriada. Empero, tales convenios no mantienen autoridad de cosa juzgada
de manera permanente, pues puede solicitarse en juicio su modificación, de cambiar las
circunstancias que dieron origen a las obligaciones alimentarias pactadas y a los términos
en que se estableció ya que, de suceder ello, habrá lugar a la acción de mutación del
convenio judicial, en la que debe considerarse el origen de la obligación pactada, máxime
si en tales pactos se reputan como alimentos aquellos que se otorgan a terceros, a
quienes no les asistía tal derecho, como será la madre de hijos nacidos fuera de
matrimonio, cuyo progenitor estuviere casado con diversa persona, aun cuando una
autoridad jurisdiccional los hubiera calificado de esa manera, porque ello podría funcionar
en menoscabo de aquellos que tuvieren derecho a ellos, como el cónyuge o
descendientes del obligado. Es inadmisible que se exija el pago de tal obligación
"alimentaria", autoimpuesta y sancionada legalmente, como limitación para cubrir dicha
prestación a quienes les corresponde legalmente; lo anterior, con el fin de asegurar el
interés social de que los alimentos se sufraguen a quien tiene un derecho legítimo a
recibirlos, evitando la posibilidad de que una persona que se encuentra obligada a darlos,
eluda su responsabilidad, aduciendo que ha contraído obligaciones con un tercero por ese
concepto. Por tanto, en los casos en que se asuma tal obligación, para justificar su
modificación, no puede exigirse un juicio de proporcionalidad o análisis de los supuestos
legales de cese de la obligación alimentaria, si tuvo su origen en una liberalidad.” (Amparo
directo 236/2010. Ponente: Gerardo Dávila Gaona. Novena Época. CUARTO TRIBUNAL
COLEGIADO DEL DÉCIMO OCTAVO CIRCUITO. Semanario Judicial de la Federación y
su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis XVIII.4o.1 C. Página 1246).
TESIS AISLADA. PRESCRIPCIÓN ADQUISITIVA, TÍTULO SUBJETIVAMENTE VÁLIDO
PARA LA. “Entre los requisitos de la posesión originaria para prescribir ciertamente es
necesario distinguir un elemento esencial como condición sine qua non. El artículo 826 del
Código Civil vigente estatuye que: "Sólo la posesión que se adquiere y disfruta en
concepto de dueño de la cosa poseída puede producir la prescripción.", de donde se
colige que para la prescripción adquisitiva es requisito poseer animus dominii; poseer,
como dice el código vigente, en concepto de dueño, como se conoce a la posesión
originaria. La posesión en concepto de dueño es elemento esencial porque constituye una
condición indispensable para adquirir el dominio; un elemento de definición de la misma
prescripción, pues faltando el concepto de dueño se tratará de una posesión derivada que
no produce la prescripción. Ahora bien, el título que es apto para la usucapión, puede ser
objetivo o subjetivo. El objetivo es aquel que reúne todos los requisitos que el derecho
exige para la adquisición del dominio y para la transmisión del mismo. Éste es el título
perfecto para que la posesión sea apta para prescribir; pero al mismo tiempo no tiene
aplicación práctica, porque si el título es objetivamente válido no habrá, generalmente,
necesidad de recurrir a la prescripción para consolidar el dominio; en esa hipótesis, la
propiedad se ha obtenido válidamente y, en consecuencia, ya no se necesita poseer
durante cierto tiempo para adquirir el dominio, mismo que por virtud del título ya se ha
transmitido legalmente. En cuanto al título subjetivamente válido, se considera como tal a
aquel que se cree fundadamente suficiente para adquirir el dominio, aunque en realidad
no sea bastante para esa adquisición. Esta creencia del poseedor debe ser seria y
descansar en un error que en concepto del Juez sea fundado; que sea un error que en
cualquier persona pueda haber provocado una creencia seria respecto de la validez del
título. En tal supuesto, aunque el título no sea en sí mismo suficiente para convertir al
comprador en propietario, como sucede si se trata de una adquisición a non domino, sí es
apto para poner de manifiesto el carácter originario de la posesión y, en ese caso, la
adquisición del dominio puede producirse no por virtud del título viciado sino por el
transcurso del tiempo y con las condiciones fijadas por la ley; luego, es inexacto que por
la sola circunstancia de tratarse de un título nulo, carezca el interesado de título para
efectos de la usucapión, pues aquella circunstancia sólo implica que no se esté en
presencia de un título objetivamente válido.” (Amparo directo 468/2010. Ponente:
Abraham S. Marcos Valdés. Novena Época. OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis I.8o.C.302 C. Página 1257).
TESIS AISLADA. RECURSO DE APELACIÓN DE TRAMITACIÓN INMEDIATA.
PROCEDE CUANDO SE IMPUGNA EL AUTO QUE NIEGA LLAMAR A JUICIO A UN
TERCERO INTERESADO. “Las violaciones procesales que causan una ejecución
irreparable en los derechos de las partes en un proceso civil, justifican su impugnación a
través del recurso de apelación de tramitación inmediata, en términos de los artículos 688
y 692 Bis y demás aplicables del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito
Federal. El proveído que niega denunciar el juicio a un tercero interesado en un proceso
civil, es una violación procesal que ocasiona una ejecución irreparable en los derechos del
denunciante. Efectivamente, porque la litisdenunciación no sólo es una garantía de
audiencia concedida a favor del tercero interesado, quien mediante su intervención en el
procedimiento del juicio, puede no sólo evitar los efectos directos o reflejos de la cosa
juzgada, sino también significa para el denunciante la posibilidad de que la sentencia que
se llegara a dictar en el proceso, vincule a dicho tercero en sus efectos constitutivos y
ejecutivos, de modo que estará imposibilitado para oponer defensas relacionadas con la
cosa juzgada distintas a las analizadas en el juicio donde se formule la denuncia, en el
posterior proceso que éste siga en su contra o en el que incoe el propio tercero. En esa
medida, si el proveído que niega llamar a juicio a un tercero, es una violación procesal
que ocasiona una ejecución irreparable en los derechos del quejoso, dicha resolución
puede y debe ser impugnada a través del recurso de apelación de tramitación inmediata y
en efecto devolutivo, pese a que el legislador no haya establecido la recurribilidad del
indicado acuerdo en los supuestos de admisión de ese medio de defensa previstos en el
artículo 692 Bis del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal. Se llega a
la anterior conclusión, porque el que el legislador haya sido omiso en regular ese
supuesto de hecho en el artículo en trato, no significa que las resoluciones que niegan la
denuncia del juicio a un tercero deban ser admitidas en el recurso de apelación preventiva
y revisadas hasta que se recurra la sentencia definitiva, pues con ello se ocasionarían al
denunciante y recurrente daños de difícil reparación al sujetarlo a todo el procedimiento
del juicio, con la consecuente pérdida de tiempo y recursos económicos si resulta fundada
la denuncia y en el recurso de apelación se repone el procedimiento para que se llame al
tercero interesado. Además de que se afectarían los derechos a una administración de
justicia pronta y de tutela judicial efectiva, en su vertiente de acceso a los recursos
legalmente previstos, ya que se postergaría el estudio de una cuestión procesal que
afecta en grado predominante y superior los derechos del denunciante, y que por esa
razón, requiere de análisis inmediato a través del recurso de apelación, para no prolongar
el proceso innecesariamente y de ser indispensable, sujetar al interesado al juicio
correspondiente para que quede vinculado a los efectos constitutivos o ejecutivos de la
sentencia que llegara a dictarse.” (Amparo en revisión 62/2011. Ponente: Sara Judith
Montalvo Trejo. Novena Época. SÉPTIMO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL
DEL PRIMER CIRCUITO. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII,
Mayo de 2011. Tesis I.7o.C.162 C. Página 1278).
TESIS AISLADA. MATERIA DE ARBITRAJE. LÍMITES INTRÍNSECOS Y EXTRÍNSECOS
A LA AUTONOMÍA PRIVADA PARA ESTABLECERLA. “La autonomía privada de los
particulares y su relación con las materias de libre disposición susceptibles de arbitraje se
encuentra supeditada a ciertos límites intrínsecos y extrínsecos. Los intrínsecos se
refieren al reconocimiento de que la autonomía privada en la medida del interés que
pretende ejercerse o realizarse a través de las normas que los particulares fijan para
obtener un objetivo concreto se limita para hacerla compatible con las demás. Los límites
extrínsecos provienen del exterior, actúan fuera de la voluntad del individuo y se plasman,
por regla general, en una norma jurídica, como las que se refieren a la moralidad, como
las buenas costumbres y el orden público, por ejemplo, y las atinentes a la legalidad,
como son las normas imperativas y prohibitivas. Además, debe destacarse que el
legislador de modo ordinario establece las normas con arreglo a las cuales los individuos
crean y disciplinan las relaciones y situaciones jurídicas que les interesan, a fin de
garantizar certeza jurídica y paz social. Estas normas pueden tener el carácter de
derogables o supletorias o bien, son inderogables. Las normas derogables o supletorias
sirven y auxilian a los particulares para que un determinado negocio sea efectivo y estén
conscientes de que una vez realizados los supuestos que las mismas prevén sus
consecuencias se apliquen, como lo prevé el mismo ordenamiento. Las normas
inderogables se refieren a aquellas que tienen la naturaleza de imperativas y las
prohibitivas, que se establecen por el legislador para tutelar intereses públicos y son un
límite a la autonomía privada y, cuando se inobservan, con arreglo a lo dispuesto por el
artículo 8o. del Código Civil Federal, de aplicación supletoria al Código de Comercio, son
nulas, salvo cuando la ley ordene lo contrario. De esa manera el objeto de la controversia
no es susceptible de arbitraje cuando así lo dispone la ley o se trata de cuestiones
reguladas por normas imperativas o prohibitivas, porque constituye un límite al ejercicio
de la autonomía privada. Entonces, no debe desconocerse que el laudo como expresión
de la potestad de disposición de las partes sobre un derecho y la forma en que cualquier
controversia relacionada con el mismo se resuelve por voluntad de aquéllas, es la
expresión de la intangibilidad de los derechos privados pero sujeta al respeto del orden
público del Estado Mexicano, como lo previene el artículo 1457, fracción II, del Código de
Comercio.” (Amparo en revisión 195/2010. Ponente: Neófito López Ramos. Novena
Época. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis
I.3o.C.950 C. Página 1217).
TESIS AISLADA. VENTA DE COSA AJENA. PROTECCIÓN DE LOS TERCEROS
ADQUIRENTES DE BUENA FE, NO ES ILIMITADA (Legislación del Distrito Federal).
“Si se demostró que fue falsificado el poder con el que se ostentó el supuesto
representante del dueño del bien materia de la controversia, quedando de manifiesto que
la operación tuvo como origen la comisión de un hecho delictuoso que sirvió al supuesto
representante para enajenar un bien que no era suyo, resultan aplicables los artículos
2269 y 2270 del Código Civil, en relación con lo dispuesto por el artículo 3009 del mismo
ordenamiento, que establece lo siguiente: "El registro protege los derechos adquiridos por
tercero de buena fe, una vez inscritos, aunque después se anule o resuelva el derecho del
otorgante, excepto cuando la causa de la nulidad resulta claramente del mismo registro.
Lo dispuesto en este artículo no se aplicará a los contratos gratuitos, ni a actos o
contratos que se ejecuten u otorguen violando la ley.". En efecto, tratándose de la venta
de cosa ajena la protección de la buena fe del tercero adquirente no es ilimitada, puesto
que la ley protege los derechos adquiridos por tercero de buena fe, a condición de que no
se trate de contratos gratuitos u otorgados con violación de la ley, y si bien dicha norma
no aclara el alcance de la expresión "actos o contratos que se ejecuten u otorguen
violando la ley", este tribunal considera que debe entenderse referida a las de interés
público, como lo son las leyes penales, que miran directamente a la defensa del
conglomerado social y están por encima del interés privado e incluso deben considerarse
de mayor entidad que las que tienden a otorgar seguridad al tráfico inmobiliario. En este
sentido, si en un caso la compraventa de un inmueble fue celebrada mediando la
falsificación y uso de un documento falso, ya que el que se ostentó como representante
del dueño exhibió una escritura de poder falsa, es de concluirse que el tercer adquirente
no puede invocar en su favor la buena fe registral a que se refiere el artículo 3009 del
Código Civil, sino que tal buena fe debe ceder ante el interés público que exige evitar que
los delitos se agoten hasta sus últimas consecuencias, como sucedería si se permitiese
convalidar la venta en las circunstancias apuntadas, por el solo efecto de la inscripción en
el registro. Luego, si la anulación del derecho del otorgante se debió a la falsificación del
poder del supuesto vendedor, es evidente que se está dentro del caso de excepción a que
se refiere la última parte del precepto antes citado, ya que la falsificación pugna con el
interés público y aun con la ley penal, según la cual un acto de esa naturaleza constituye
un delito.” (Amparo directo 468/2010. Ponente: Abraham S. Marcos Valdés. Novena
Época. OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO.
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis
I.8o.C.303 C. Página 1318).
TESIS AISLADA. VIOLENCIA FAMILIAR ECONÓMICA Y PSICOEMOCIONAL. LA
PRIMERA SE ACTUALIZA ANTE EL INCUMPLIMIENTO DE LA OBLIGACIÓN DE DAR
ALIMENTOS, MIENTRAS QUE LA SEGUNDA SE PUEDE ACREDITAR CON LA
EXISTENCIA DE DENUNCIA PENAL ENTRE LOS PROGENITORES. “De conformidad
con lo dispuesto en el capítulo denominado "De la violencia familiar" previsto en el Código
Civil para el Distrito Federal, todo integrante de la familia tiene derecho a desarrollarse en
un ambiente de respeto a su integridad física, psicoemocional, económica y sexual, y
tiene la obligación de evitar conductas que generen violencia familiar. De acuerdo con ese
mismo capítulo, la violencia familiar puede ser de cualquiera de las siguientes clases: 1.
Violencia física: todo acto intencional en el que se utilice cualquier medio para sujetar,
inmovilizar o causar daño a la integridad física del otro; 2. Violencia psicoemocional:
prohibiciones, coacciones, condicionamientos, intimidaciones, insultos, amenazas,
celotipia, desdén, abandono o actitudes devaluatorias, que provoquen en quien las recibe
alteración autocognitiva y autovalorativa que integran su autoestima o alteraciones en
alguna esfera o área de la estructura psíquica de esa persona; 3. Violencia económica:
entre ellas, el incumplimiento de las obligaciones alimentarias por parte de la persona
que, de conformidad con lo dispuesto en este código tiene obligación de cubrirlas; y 4.
Violencia sexual: inducir a la realización de prácticas sexuales no deseadas o que
generen dolor, practicar la celotipia para el control, manipulación o dominio de la pareja y
que generen un daño. Así la hipótesis de violencia económica se tendrá por actualizada,
de acreditarse en autos que los progenitores incumplen con su obligación de dar
alimentos a sus menores hijos, aun cuando hubieren cumplido con ella temporalmente.
Por otra parte, será suficiente para tener por acreditada la hipótesis de violencia familiar
en su vertiente de violencia psicoemocional, ante la existencia de una denuncia penal
entre progenitores, aun cuando en el procedimiento penal se absuelva a la parte
inculpada, pues la sola presentación de la denuncia evidencia una ruptura de la armonía
familiar, atento a que las agresiones físicas, verbales y psicoemocionales debieron ser de
tal magnitud que determinaron a uno de ellos a ponerlos en conocimiento de la autoridad,
ante su incapacidad de ejercer control sobre la situación.” (Amparo directo 352/2010. 17
de marzo de 2011. Ponente: Víctor Francisco Mota Cienfuegos. Novena Época. TERCER
TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Mayo de 2011. Tesis I.3o.C.957 C.
Página 1319).
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