PARA SABER MÁS… Museo de Albacete ¿SABES QUÉ PASÓ?

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PARA SABER MÁS… Museo de Albacete ¿SABES QUÉ PASÓ? LOS PÚNICOS EN IBERIA LA LUCHA POR EL DOMINO DEL MEDITERRÁNEO En lo que hoy es Túnez se desarrolló en la segunda mitad del primer
milenio antes de nuestra era una potencia cultural, militar y económica
que los escritores antiguos llamaron púnica. Los púnicos eran herederos
de los antiguos fenicios, y tenían su centro en una de las colonias de
Tiro, Cartago, fundada, al decir de los escritores antiguos, en el año 814
antes de nuestra era. Cartago y Roma, fundada poco después, hacia -752,
están unidas por la leyenda: Eneas, hijo de Anquises y de Venus, héroe
secundario en la guerra de Troya, inicia un periplo que tiene en Cartago
una de sus etapas. Aquí tendrá un romance con la reina Dido, de
desgraciado final.
Independientemente de lo que las leyendas digan, la realidad es que
Cartago formaba parte de una red de ciudades fenicias extendidas por
todo el Mediterráneo. Cuando la hegemonía de las metrópolis fenicias de
Oriente se rompe, Cartago intenta asumir su papel en el ámbito
occidental, tomando bajo su ‘protección’ a las antiguas colonias fenicias
del norte de África, Sicilia, Cerdeña y la península Ibérica. Ello le llevará
a un inevitable enfrentamiento con la otra potencia emergente del
momento, Roma, que también pretendía enseñorearse del Mediterráneo
occidental.
El enfrentamiento entre Cartago y Roma se prolongará durante varios
siglos, con episodios de acuerdos políticos y económicos, en forma de
tratados que sólo se conocen por testimonios indirectos, y con violentos
episodios bélicos plasmados en las tres guerras púnicas. El
enfrentamiento fue tan violento que no sólo acabó con la derrota total de
los púnicos, sino que conllevó su desaparición de la historia. Todo lo que
conocemos procede de fuentes romanas, por lo que adolece de una
descarada parcialidad.
La pérdida de la primera guerra púnica supuso la entrega de Sicilia a
Roma en -241 y la toma de conciencia de los cartagineses de que tenían
que reforzar su presencia en la península Ibérica para poder actuar contra
Roma. Este empeño lo concretó la familia Bárquida, uno de cuyos
miembros, Asdrúbal, fundó en el año -227, Kart Hadast, la actual,
Cartagena, como capital de los dominios púnicos en Iberia, que se
extendían por el sur y el sudeste de la Península.
Desde esta sólida retaguardia, y con la producción de plata del entorno
de Cartagena asegurada, Aníbal emprende por la via Heraklea el largo
viaje hacia Italia que va a ser el núcleo de la segunda guerra púnica, con
episodios como la toma de Sagunto, el paso de los Alpes y una serie de
victorias encadenadas que estuvieron a punto de acabar con Roma. Pero
los romanos, en una brillante decisión estratégica, enviaron un cuerpo
GRANDES FECHAS expedicionario que desembarcó en Ampurias (el retraso de Aníbal en la
conquista de Sagunto le impidió repetir la experiencia con Ampurias,
también aliada de Roma), desde donde se dedicaron a hostigar la línea de
abastecimiento púnica, hasta que con un golpe de mano magistral
ocuparon Cartagena. La Iberia púnica quedó descabezada y ese fue el
principio de su fin.
Aníbal quedó aislado, desprovisto de suministros y de dinero, y tuvo que
abandonar Italia. Los romanos terminaron por conquistar Carthago y le
obligaron a firmar un tratado que anulaba todo su poder. No obstante,
aún habrá una tercera guerra púnica, desarrollada en África, que acabará
con la destrucción total de la ciudad en el año 146 antes de nuestra era.
Cuando Cartago vuelva a entrar en la historia será ya una ciudad romana.
La presencia púnica en la península Ibérica fue intensa, aunque el carácter de su cultura, bastante helenizada en sus aspectos materiales en el siglo III, y el componente mediterráneo que por entonces mostraba ya la cultura ibérica, hace que no resulte fácil rastrear su presencia. Conocemos la fundación de Cartagena, conocemos también la posible fundación púnica de la parte del Tossal de Manises de Alicante excavada en los últimos años, y las destrucciones de muchos poblados ibéricos en los años de la segunda guerra púnica. Conocemos también objetos de origen o influencia púnica, como terracotas votivas y sobre todo las monedas acuñadas en Carthago Nova, que sirvieron en buena parte para pagar su ejército de mercenarios. AÑO 227 a.C.
A diferencia de lo que es normal en el mundo antiguo, la presencia
púnica en Iberia cuenta con fechas relativamente bien establecidas, ya
que se conservan algunos escritos romanos sobre la segunda guerra
púnica. Año de la fundación de Cartagena
AÑO 227 a.C.
Firma del tratado del Ebro, en el que romanos y cartagineses marcan este
río como límite entre ambos
AÑO 218 a.C.
Fecha de la conquista de Sagunto, en el inicio de la segunda guerra
púnica
AÑO 209 a.C.
La conquista de Cartagena marca el cambio de rumbo de la contienda
AÑO 208 a.C.
Batalla de Baecula que obliga a los restos del ejército cartaginés a
dirigirse hacia África; en el camino aún sufrirán otra derrota en 206, en
Ilipa Magna. Y para concluir, los años 202, fecha de la derrota definitiva
de Zama ya en África, y 201, cuando se firma el tratado que pone fin al
poder cartaginés.
BIOGRAFÍA La familia Barca diseñó y llevó a cabo la ocupación de la península
Ibérica tras la derrota en la primera guerra púnica. El primero de la saga,
Amílcar Barca, comenzó la conquista de Iberia, donde murió luchando
contra los oretanos, pueblo indígena. Su yerno y sucesor, Asdrúbal,
consolidó los territorios conquistados y fundó Cartagena hacia -227. Le
sucedió Aníbal, hijo de Amílcar, quien lideró en Italia la lucha contra
Roma en la segunda guerra púnica. Sus repetidas victorias no alcanzaron
un éxito definitivo y tuvo que volver a África donde fue vencido en
Zama, en el año 202, batalla que marcó de forma definitiva el fin del
poder de Cartago.
AUTOR DEL Lorenzo Abad Casal. Catedrático de Arqueología. Universidad de TEXTO Alicante Moneda púnica. Anverso Museo de Albacete Moneda Púnica. Reverso Museo de Albacete Publicado en La Tribuna de Albacete, viernes 17 de junio de 2011. pág. 16 
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