REFLEXIONES SOBRE LA REFORMA DE LA LEY DE PROCEDIMIENTO MARITIMO Carlos A. Matheus* INTRODUCCION 1En Julio de 2010, en el marco del VI Congreso Internacional de Derecho Marítimo de la Asociación Venezolana de Derecho Marítimo (AVDM), presentamos una disertación que denominamos “Notas para la Reforma de la Ley de Procedimiento Marítimo”, en la cual nos referimos a la necesaria reforma del Decreto con Fuerza de Ley de Procedimiento Marítimo1 (a la que denominaremos Ley de Procedimiento Marítimo o LPM) y presentamos anexo un papel de trabajo contentivo de proyectos de normas con un comentario exegético.2 Esa conferencia y papel de trabajo fueron el fruto de las reflexiones del autor como abogado especialista en derecho marítimo y litigante ante la jurisdicción marítima, coautor del proyecto del LPM y miembro de la Comision designada por la AVDM para la reforma del LPM. La idea de esa conferencia y de su anexo fue contribuir a la necesaria discusión que en forma abierta debe plantearse como prolegómeno de la ansiada reforma. 2Los trabajos y ponencias presentados en el VI Congreso Internacional, incluyendo nuestra conferencia y su anexo, no han sido difundidos ni publicados. Sin embargo, nos parece importante su divulgación para que sirva de referencia, conjuntamente con el Anteproyecto de Ley de Procedimiento Marítimo y Aeronáutico (ALPMAA) presentado por el Dr. Francisco Villarroel, Presidente de la AVDM, el cual es un importante trabajo producto de su formación académica y ejercicio como magistrado. 1 Gaceta Oficial No. 5554 Ext. 13-11-2001. Invitamos también a revisar otros trabajos del autor como son “El Régimen Probatorio en el Procedimiento Marítimo”, Conferencia dictada en el Ciclo de Conferencias organizado por la Academia de Ciencias Políticas y Sociales y el Centro de Estudios de Postgrado de la Facultad de Derecho de la UCV, para el análisis de los 10 años de la legislación marítima, en octubre 2011; “La Prueba de Acceso a la Información, Exhibición o “Discovery” en el Procedimiento Marítimo”, que se publicará en el Libro conmemorativo de los 10 años de la legislación marítima, editado por la AVDM y la UM, aún no publicado. *Abogado UCV. Miembro Fundador de la Asociación Venezolana de Derecho Marítimo, Miembro Titular del Comité Maritime International, Miembro Titular del Instituto Iberoamericano de Derecho Marítimo, Árbitro del Centro de Conciliación y Arbitraje CEDCA; Árbitro del Centro de Arbitraje de la Cámara de Caracas; Socio de la firma Matheus & Ulloa. 2 2 3Esta exposición tiene como objeto hacer algunas consideraciones sobre la reforma del LPM con especial referencia al ALPMAA y a nuestra propuesta de reforma de la LPM (PRLPM)3. I- CONTENIDO DE LA LEY 1Una Ley de Procedimiento Marítimo debe regular el procedimiento ordinario y asimismo debe contener normas aplicables a ciertos procedimientos especiales, como son el procedimiento de limitación de responsabilidad, el de ejecución de hipoteca, embargo preventivo de buques y otros procedimientos especiales y hasta contener previsiones sobre procedimiento abreviado. Actualmente, el LPM se limita a regular el procedimiento ordinario en la jurisdicción acuática según lo establece expresamente su artículo 1°. Por otra parte, según el último aparte del artículo 2° del referido decreto-ley, las disposiciones y procedimientos especiales establecidos en las leyes marítimas se aplican con preferencia a los procedimientos y normas contenidas en el LPM. En nuestra propuesta de reforma del LPM aunque se deja esta disposición que comentamos en el párrafo anterior, se dispone expresamente que las remisiones que se realizan en la Ley de Comercio Marítimo y otras leyes especiales a disposiciones del Código de Procedimiento Civil, se entenderán referidas a la Ley de Procedimiento Marítimo4. 2- Es así que la Ley de Comercio Marítimo (LCM) en materia, por ejemplo de limitación de responsabilidad, contiene una regulación especial sobre procedimiento de constitución del fondo de limitación. Asimismo, esta Ley contiene disposiciones que remiten al procedimiento ordinario y a los especiales del Código de Procedimiento Civil para dirimir los aspectos procedimentales de algunas de las instituciones que regula. Así tenemos: a- En materia de Limitación de Responsabilidad, la LCM contiene una serie de disposiciones que regulan el procedimiento de limitación de responsabilidad y de constitución del fondo de limitación en la Sección IV del Capitulo III referente al 3 Para una mayor ilustración y referencia la Conferencia dictada en el marco del VI Congreso Internacional de Derecho Marítimo y nuestra propuesta de reforma se anexan a este trabajo. 4 El artículo 3° de nuestra propuesta de reforma (PRLPM) dispone: “Las disposiciones y los procedimientos especiales establecidos en las leyes respectivas, se aplicarán con preferencia a las normas generales y al procedimiento previsto en esta Ley. Sin embargo, las remisiones que se realizan en la Ley de Comercio Marítimo y otras leyes especiales a disposiciones del Código de Procedimiento Civil, se entenderán como remisiones a esta ley”. 3 Armador, artículos 52 al 74. Este procedimiento debería incluirse en la reforma de la Ley de Procedimiento Marítimo dentro de los procedimientos especiales. A nuestro modo de ver este procedimiento luce bastante complejo y sus normas pudieran simplificarse con la experiencia adquirida por la jurisdicción marítima. b- La materia de embargo preventivo de buques está regulada en el Título III de la Ley de Comercio Marítimo, en los Artículos 83 y sigs. Teniendo en cuenta que la materia cautelar es netamente procesal y así se encuentra prevista en el derecho común, podría plantearse su regulación dentro de la Ley de Procedimiento Marítimo. Igualmente, se debería aprovechar la ocasión para subsanar una serie de defectos que trae la Ley de Comercio Marítimo contentivo de normas que se contradicen entre sí, lo que da lugar a interpretaciones que no fueron las deseadas por el legislador. En efecto, la regulación del embargo preventivo de buques tiene su fuente en el Convenio Internacional sobre el Embargo Preventivo de Buques de Ginebra 12 de marzo de 1999, de la cual nuestro país no es parte y en la Decisión 487 de la Comunidad Andina5, los cuales solamente permiten el embargo de buques para garantizar créditos marítimos, descritos en la Ley y contiene una serie de requisitos estrictos y reglamentación propia del Derecho Marítimo. Ahora bien, no tiene ningún sentido una norma como la contenida en el artículo 111 LCM6, la cual permite el decreto de otras medidas cautelares de derecho común, previendo incluso el embargo aun por créditos no marítimos, pues es totalmente contraria al régimen de la Ley. Asimismo, debería hacerse claramente la distinción entre la medida de prohibición de zarpe y la de embargo, si es que hay alguna diferencia, pues los requisitos para su decreto y ejecución son los mismos. c- La hipoteca naval se encuentra regulada en el Título IV de la Ley de Comercio Marítimo (Privilegios e Hipotecas), Sección I del Capítulo I, Artículos 130 y siguientes. En cuanto al procedimiento de ejecución de hipoteca, el artículo 148 remite al derecho procesal común, concretamente a las normas pertinentes del Código de Procedimiento Civil y además contiene algunas normas especiales de procedimiento en los artículos 141 al 146 LCM. En nuestra opinión las normas procesales atinentes a la ejecución de la hipoteca naval deberían estar contenidas en la parte especial de la Ley de Procedimiento Marítimo, estableciendo la La Decisión 487 rigió en Venezuela hasta que el gobierno nacional denunció el Acuerdo de Cartagena. 6 Artículo 111 LCM dispone: “Las disposiciones de este Título no excluyen el ejercicio de otras medidas cautelares de derecho común, que puedan corresponder a un acreedor para asegurar el resultado de su pretensión para los casos en que no se tratare de un crédito marítimo o de uno que goce de privilegio sobre un buque”. 5 4 supletoriedad del Código de Procedimiento Civil, pero teniendo en cuenta la oralidad del procedimiento en los casos en que se deba ir al fondo de la controversia. d- En materia de los contratos de utilización de la nave, en lo referente a los privilegios, embargo y venta judicial de la mercancía, regulados en los artículos 260 y sigs. LCM, observamos que el artículo 266 establece que el juicio del porteador contra los derecho habientes de la mercancía para el cobro de su crédito se sustanciará y decidirá por el juicio breve previsto en el Código de Procedimiento Civil. Esto es incompatible con el sistema oral que rige el procedimiento marítimo, el cual además es un régimen especial. Por ello sugerimos establecer en la parte especial de la reforma del LPM regular un procedimiento breve, más rápido y simple que el ordinario. e- En lo referente a la avería gruesa, el artículo 370 LCM relativo a la acción en caso de desacuerdo en cuanto a la liquidación de avería, da la misma solución anterior, es decir ordena la aplicación de las disposiciones que rigen el juicio breve del Código de Procedimiento Civil, por lo que el comentario y la proposición nuestra son los mismos. f- En lo atinente a la acción para exigir la entrega de la carga, el artículo 271 LCM establece que el portador del conocimiento de embarque puede ejercer la vía ejecutiva regulada en el Código de Procedimiento Civil. Observamos que si bien es cierto que la referencia a la vía ejecutiva prevista en el CPC es atinada; sin embargo, consideramos que la ley ha debido dejar a salvo que el proceso, sustanciación y sentencia en caso que sea necesario, se desarrollarán conforme al procedimiento oral ordinario. 3- Actualmente, el LPM establece que el procedimiento marítimo se le aplicarán las disposiciones del juicio oral contenidas en el Código de Procedimiento Civil, con las modificaciones contenidas en ese decreto Ley (artículo 8° LPM)7. Sin embargo, nos parece que debe quedar expresamente consagrado que las disposiciones de la Ley son especiales y en consecuencia, prevalecen sus normas sobre las disposiciones del juicio oral del Código de Procedimiento Civil, a falta de estas otras normas de procedimiento orales y finalmente, las aplicables al procedimiento ordinario8. 7 “Artículo 8°. El procedimiento marítimo, cualquiera sea su cuantía, se desarrollará en forma oral, aplicando los principios de la brevedad, concentración, inmediación, gratuidad y publicidad conforme a las disposiciones contenidas en el Libro Cuarto, Titulo XI del Código de Procedimiento Civil, con las modificaciones señaladas en este Capitulo” 8 En PRLPM sugerimos reformar el artículo 8° LPM, así: “Artículo 7º. El procedimiento marítimo, cualquiera sea su cuantía, se desarrollará en forma oral, conforme a los principios de la brevedad, concentración, inmediación, gratuidad y publicidad de acuerdo a las disposiciones contenidas en esta 5 Aunado a ésto en el texto de la Ley de Procedimiento Marítimo se debe hacer un esfuerzo de exhaustividad tratando de que la ley sea lo más completa posible y se baste a sí misma, de manera que la remisión a otras leyes como normas supletorias se reduzca y de esta forma evitar los equívocos que actualmente ocurren. 4- Para concluir este punto, en nuestra opinión se debe ampliar el ámbito de aplicación de la ley, de manera que abarque a todos los procedimientos ordinarios y especiales de la jurisdicción acuática, prevaleciendo su vigencia sobre las normas previstas en la Ley de Comercio Marítimo u otras leyes y además deben regularse exhaustivamente las diferentes etapas e incidencias y dejar claro que los procedimientos establecidos en la LPM prevalecen sobre el procedimiento ordinario. II- ORDENACION DEL PROCEDIMIENTO ORDINARIO. LA AUDIENCIA PRELIMINAR. 1- El LPM adolece de falta de sistematización, lo cual es fuente de confusión. En efecto, las disposiciones especiales del LPM que regulan las innovaciones contenidas en el Decreto Ley, se interrelacionan con las del procedimiento oral del Código de Procedimiento Civil, con la consecuencia que las diferentes etapas del proceso tienden a solaparse y se pueden crear dudas sobre la oportunidad en que comienzan y terminan las nuevas etapas establecidas con las del procedimiento oral del Código de Procedimiento Civil que le sirven de marco. Así por ejemplo, la Ley de Procedimiento Marítimo regula por primera vez la prueba de “acceso a información” o de “discovery”, la cual se debe promover dentro de los cinco días siguientes a la contestación de la demanda y resolución de la incidencia sobre cuestiones previas (artículos 9° y 10 LPM). Posteriormente, terminada esta incidencia, el actor tiene el derecho a reformar la demanda y el demandado de reformar su contestación, aun después de operada la contestación de la demanda (artículo 11 LPM), sin contener ninguna norma que haga referencia a la oportunidad en que debe desarrollarse la audiencia preliminar. Pero, el artículo 868 del Código de Procedimiento Civil dispone que la audiencia preliminar debe realizarse en la fecha fijada por el tribunal dentro de los 5 días de despacho, tramitadas como hayan sido las incidencias sobre cuestiones previas, reconvención e intervención de Ley. A falta de disposición expresa, se aplicarán supletoriamente las disposiciones contenidas en el Libro Cuarto, Titulo XI del Código de Procedimiento Civil. A falta de éstas, las normas de leyes especiales que aplican procedimiento oral, Y a falta de las anteriores las del procedimiento ordinario previsto en el Código de Procedimiento Civil, pero en esos casos el Juez procurará asegurar la oralidad, brevedad, concentración e inmediación del procedimiento oral”. 6 terceros, si se hubieren planteado. Esto ha suscitado algunos problemas de interpretación, sobre la oportunidad en que debe tener lugar el referido acto, si se promovió la prueba de acceso a información o de “discovery”, pues los dos términos cabalgan entre sí. El Tribunal Marítimo ha decidido que a falta de indicación del LPM, debe seguir el procedimiento del artículo 868 CPC, y como consecuencia de esto se desarrollen paralelamente, el proceso con la audiencia preliminar y la incidencia de “discovery” y reforma del libelo y contestación. Sin embargo, el Juez Marítimo ha aceptado que las partes acuerden llevar a cabo la audiencia preliminar al concluir las referidas incidencias establecidas en los comentados artículos 9°, 10 y 13. 2- Aquí es conveniente indicar que el ALPMA siguiendo el criterio antes expresado, propone que la audiencia preliminar y la fijación de los hechos y de la litis por parte del juez se desarrollen previamente a la incidencia de “discovery” o “acceso a información” y de la de reforma de la demanda y de la contestación de la demanda. En efecto, el artículo 22 del ALPMA establece que verificada oportunamente la contestación y subsanadas o decididas las cuestiones previas que el demandado hubiere propuesto, y, en caso de reconvención o mutua petición, vencido el término para su contestación, el Tribunal fijará uno de los cinco días siguientes y la hora para que tenga lugar la audiencia preliminar y que dentro de los tres días siguientes, aunque las partes o alguna de ellas no hubiesen concurrido a la audiencia preliminar, el Tribunal hará la fijación de los hechos y de los límites de la controversia, de acuerdo a lo que las partes hayan expresado en la audiencia preliminar. Por su parte, el artículo 23 del ALPMA establece que al día siguiente del auto del tribunal que fija los hechos y los límites de la controversia, quedará abierto un lapso de promoción de pruebas de cinco días, sin necesidad de decreto o providencia del Juez, dentro del cual deberán las partes promover todas las pruebas de que quieran valerse, incluyendo la prueba de acceso a la información (discovery), salvo aquellas que debieron acompañar con el libelo y la contestación de la demanda. Y finalmente, el artículo 32 del ALPMA dispone que dentro de los cinco días siguientes del vencimiento del lapso probatorio, el demandante podrá reformar su demanda y el demandado podrá reformar su contestación. Concluidos esos lapsos, el Juez se pronunciara por auto aparte en cuanto a la admisión tanto de la reforma de la demanda como de la contestación y fijará la oportunidad del debate oral. 3- En nuestra opinión si bien es cierto que la reforma de la demanda y de la contestación de la demanda deben ser el fruto de la actividad probatoria, concretamente de la prueba de “discovery” o de acceso a la información, no es 7 menos cierto que estas etapas del proceso deberían cumplirse previamente a la audiencia preliminar. A este respecto nos permitimos observar que el proceso oral tiene tres partes perfectamente bien determinadas, primeramente, la etapa de introducción de la demanda, contestación, depuración y subsanación previa de los defectos; posteriormente, se tiene la etapa de sustanciación preliminar, donde en el proceso marítimo, se deben tramitar las pruebas, tales como la de acceso a la información, experticias, inspecciones judiciales (salvo el interrogatorio en el debate oral de los expertos y prácticos). Esta etapa debe necesariamente concluir con una audiencia en la cual las partes van a expresar cuáles son los hechos y alegatos que aceptan y los que contradicen, a la luz de la tramitación que se ha hecho, y posteriormente, el Juez en base a lo que han aceptado y rechazado las partes hace un resumen de los hechos litigiosos y concluye estableciendo la litis, es decir, lo que se va a discutir en la fase verdaderamente oral del procedimiento que es la tercera etapa del mismo. En conclusión la audiencia preliminar y la fijación de los hechos de la litis por el Tribunal, debe ser la conclusión de la fase de instrucción. 4- Si conforme a la propuesta del ALPMA la audiencia preliminar y la fijación de los hechos de la litis se hicieran previamente a las pruebas y a la reforma de la demanda y de la contestación, el efecto depurador del proceso para que éste entre saneado al debate oral se perdería, pues seguramente aparecerían nuevos hechos, alegatos y evidencias en la litis (la prueba documental y testigos adicionales que se acompañan a la reforma de la demanda y de la contestación) que deberían ser nuevamente depurados. En este sentido, el Dr. Aurelio Fernandez Concheso9 opina: “Así, la audiencia preliminar, acto típico de los procesos judiciales de predominante sistema oral, debe cumplir en el procedimiento marítimo una finalidad similar a la de los sistemas extranjeros. En suma, permitir que el juez como director del procedimiento exponga aquellos comentarios de carácter general que pueda tener sobre la fase de instrucción y corregir aquellos pequeños detalles que no correspondan a preclusiones u obligación indelegables de las partes, para asegurar que el debate oral transcurra con fluidez; también, que cada una de las partes conozca en más detalle la forma en que la otra pretende probar o atacar sus propias pruebas en el debate oral y en definitiva, preparar el terreno para asegurar que la audiencia pública o debate, en que el procedimiento marítimo constituye el juicio mismo, transcurra de la forma más organizada y coherente posible, sin perjuicio, por supuesto, de que cada una de las partes pueda desplegar todos los medios de ataque y defensa 9 Aurelio Fernández-Concheso, El Procedimiento Marítimo Venezolano, Caracas, 2006, Pág. 111.c 8 que dentro de los límites de lo establecido por la ley, la debida lealtad procesal y probidad profesional sean permitidos” En nuestro trabajo ya citado “Notas para la Reforma de la Ley de Procedimiento Marítimo” expresé: “En esa etapa del proceso – se refiere a la terminación de la incidencia probatoria y de reforma de la demanda y contestación - es que definitivamente se puede cerrar la litis, pues ya ambas partes han manifestado cuáles son sus alegatos de hecho y derecho, con las pruebas más importantes promovidas e incluso las documentales ya evacuadas. Es pues, en ese momento que el tribunal debe convocar a los litigantes a la audiencia preliminar, en la cual las partes tendrán la oportunidad de aceptar algunos hechos alegados en la demanda o contestación que evidentemente estén comprobados, o ratificar su rechazo. Es entonces cuando el Juez con posterioridad de escuchar a la actora y a la demandada está en capacidad de hacer la fijación de los hechos y de los límites de la controversia, de acuerdo a la trabazón de la litis, efectuada por las partes en la etapa de reforma de la demanda y de la contestación…” 5- Es por ese motivo que en el PRLPM planteamos que la audiencia preliminar fuese la conclusión de la tramitación y sustanciación del procedimiento, y que por lo tanto ésta se llevara a cabo después de terminada la incidencia de reforma de la demanda y de la contestación (artículos 31 y 32 PRLPM)10 10 “Artículo 31. Dentro de los cinco (5) días de despacho siguientes, a la declaratoria del Tribunal de haber concluido las diligencias a que se refieren los artículos 28 y 29, el demandante podrá reformar su demanda. En ese supuesto, el demandado podrá contestar la reforma dentro de los cinco (5) días de despacho siguientes al vencimiento del término concedido para la reforma de la demanda.Si el demandante no hubiere reformado su demanda, podrá el demandado reformar su contestación…” “Artículo 32. Al finalizar los lapsos mencionados en el artículo anterior, el Tribunal fijará uno de los cinco días siguientes y la hora para que tenga lugar la audiencia preliminar en la cual cada parte deberá expresar si conviene en alguno o algunos de los hechos que trata de probar la contraparte, determinándolos con claridad; aquellos que consideren admitidos o probados con las pruebas aportadas con la demanda y la contestación; las pruebas que consideren superfluas o impertinentes, o dilatorias y cualesquiera otras observaciones que contribuyan a la fijación de los límites de la controversia. De esta audiencia se levantará acta y se agregarán a ella los escritos que hayan presentado las partes. Aunque las partes o alguna de ellas no hubiesen concurrido a la audiencia preliminar, el Tribunal hará la fijación de los hechos y de los límites de la controversia dentro de los tres días siguientes por auto razonado” 9 IV- OPORTUNIDAD PARA PRESENTAR LA PRUEBA DOCUMENTAL Y LOS TESTIGOS. 1- Actualmente, el demandante debe presentar con el libelo de demanda la lista de testigos que declararán en el juicio oral y toda la prueba documental, salvo que se trate de documentos públicos y se señale la oficina donde se encuentren, so pena de no poder presentarlos después, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 864 del CPC, aplicable por la remisión general que hace el artículo 8° LPM11. Una disposición semejante contenida en el artículo 865 CPC, opera para el demandado al contestar la demanda. Asimismo, conforme a lo pautado en el artículo 11 LPM, con la reforma de la demanda y la de la contestación que operan al terminar la incidencia de la prueba de acceso a información (“discovery”), tanto el demandante como el demandado deben ratificar la lista de testigos y los documentos presentados con el libelo y la contestación de la demanda originales, así como presentar los documentos adicionales y los nombres y domicilios de los nuevos testigos que promueven. El ALPMA propone la misma solución en sus artículos 8°, 14 y 32. Al igual que lo hace nuestra propuesta de reforma en los artículos 16, 18 y 31. 2- Ahora bien, después de meditar con detenimiento sobre el tema, hemos cambiado de opinión, en el sentido que no tiene justificación la presentación de los nombres de los testigos que se pretenden presentar en el juicio oral y los documentos que se hacen valer, penalizando su falta de presentación y consignación con el libelo, la contestación y sus respectivas reformas, con una sanción tan grave como es la preclusión del derecho de hacerlos valer posteriormente. 3- Al analizar nuevamente el tema, observamos que no encontramos en la doctrina las razones por las cuales todas las pruebas documentales y la lista de testigos con la demanda, contestación y sus respectivas reformas y en la Exposición de Motivos del Código de Procedimiento Civil, solamente se justifica ésto expresando que, “…la exigencia de que se acompañen con la demanda y la contestación toda la prueba documental y la lista de testigos, realiza el principio de la acumulación eventual y de la concentración en esa etapa del procedimiento...” 11 Ver I, 3, Supra. 10 Locuciones difíciles de entender, pues no hemos conseguido la definición del principio de la acumulación eventual, ni en la ley ni la doctrina. 4- Más bien, observamos que la ley procesal marítima, se inscribe dentro del sistema de libertad de pruebas y de su apreciación y valoración de acuerdo a las reglas de la sana crítica, de acuerdo lo dispuesto en el artículo 19 LPM que dispone, “Artículo 19. Las partes pueden valerse de todos los medios de prueba, no prohibidos expresamente por la ley y que consideren conducentes a la demostración de sus pretensiones. Para su evacuación, se dictarán las providencias necesarias para garantizar el derecho a la defensa de las partes. El Juez analizará, valorará y apreciará las pruebas conforme a las reglas de la sana crítica…” Este mismo criterio es acogido por el ALPMA (artículo 27) y el PRLPM (artículo 11). 5- Esto significa que el criterio que privó y sigue sirviendo de base al sistema probatorio en el procedimiento marítimo es el de la apertura y libertad de pruebas, por lo que resulta difícil de aceptar que sin ninguna explicación ni razonamiento válidos se le ponga una carga tan pesada a las partes caracterizada por la preclusividad, es decir que la falta de presentación de los documentos y de la lista de testigos se sanciona con la imposibilidad de presentarlos en etapas posteriores del proceso. Lo cual atenta contra el principio constitucional consagrado en el artículo 26 de la Constitución de que el Estado garantizará una justicia sin formalismos inútiles12, garantía que, a nuestro de ver, debería tener preminencia sobre el “principio de la acumulación eventual y concentración” referido por los proyectistas del Código de Procedimiento Civil. 6- Observamos además que en el proceso civil ordinario los testigos se deben proponer en la oportunidad de la promoción de pruebas, según lo dispone el artículo 396 CPC13. Con respecto a las pruebas documentales, la regulación es diferente, la ley distingue entre el documento fundamental de la demanda, es decir, aquel documento del que dimana la acción, de acuerdo a la definición del numeral 6 12 Ver, Humberto E. T. Bello T., Tratado de Derecho Probatorio, Caracas 2009, Tomo II, págs. 1178, 1179. 13 Artículo 396. Dentro de los primeros quince días del lapso probatorio deberán las partes promover todas las pruebas de que quieran valerse, salvo disposición especial de la Ley. Pueden sin embargo, las partes, de común acuerdo, en cualquier estado y grado de la causa, hacer evacuar cualquier clase de prueba en que tengan interés. 11 del artículo 340 del CPC14, el cual la parte demandante, tiene la carga procesal de anexar junto con el libelo de la demanda so pena de no poder hacerlo valer posteriormente, salvo que se indique la oficina o lugar en que se encuentre o que sea posterior o que no se conociera al momento de introducir la demanda. En este caso, si fuere documento privado se puede producir durante el término de promoción de pruebas, haciendo la acotación que si el documento privado no fuese el documento fundamental de la demanda se puede consignar también durante el lapso ordinario de promoción, según lo dispone el artículo 434 CPC15. Pero, si el documento fundamental fuese público se pueden presentar en cualquier momento hasta los últimos informes, conforme a lo pauta el artículo 435 CPC16. 5- No vemos ninguna razón por la cual el régimen el procedimiento oral previsto en la Ley de Procedimiento Marítimo no pueda ser similar al del procedimiento ordinario, Por lo cual proponemos la eliminación de la carga procesal de presentar perentoriamente la lista de testigos y la prueba documental junto con el libelo, contestación y reformas de la demanda y de la contestación. 6- Ahora bien, habría que tomar en cuenta la especificidad del procedimiento marítimo, así pues se debería disponer con respecto a la prueba de testigos que esta debería promoverse dentro del plazo de promoción de pruebas ordinario marítimo, que en el PRLPM, artículo 25, se debe realizar dentro de los cinco días de audiencia siguientes a la contestación de la demanda y en su caso a la conclusión de la incidencia de cuestiones previas o de reconvención o llamado de terceros al proceso17. Ahora bien, si la parte actora ejerciera el derecho de reformar la demanda y la demandada el de reformar la contestación, en sus respetivos escritos 14 Numeral 6 del artículo 340 CPC “El libelo de demanda deberá expresar: … 6- Los instrumentos en que se fundamente la pretensión, esto es, aquéllos de los cuales se derive inmediatamente el derecho deducido, los cuales deberán producirse con el libelo” 15 Artículo 434. Si el demandante no hubiere acompañado su demanda con los instrumentos en que la fundamenta, no se le admitirán después, a menos que haya indicado en el libelo la oficina o el lugar donde se encuentren, o sean de fecha posterior, o que aparezca, si son anteriores, que no tuvo conocimiento de ellos. En todos estos casos de excepción, si los instrumentos fueren privados, y en cualquier otro, siendo de esta especie, deberán producirse dentro de los quince días del lapso de promoción de pruebas, o anunciarse en él de donde deban compulsarse; después no se le admitirán otros. 16 Artículo 435. Los instrumentos públicos que no sea obligatorio presentar con la demanda, ya por no estar fundada en ellos la misma, ya por la excepción que hace el artículo 434, podrán producirse en todo tiempo, hasta los últimos informes. 17 Artículo 25. Verificada oportunamente la contestación a la demanda y subsanadas o decididas las cuestiones previas que el demandado hubiere propuesto, así como agotada la incidencia de reconvención o de citación de terceros, quedará el juicio abierto a pruebas, para lo cual se entenderá abierto un lapso de cinco (5) días de despacho dentro del cual las partes promoverán las pruebas de las que quieran valerse, salvo las indicadas en los artículos 7 y 9. 12 podrían expresar la lista de testigos adicionales que declararían en la audiencia pública. 6- Con respecto a la prueba documental, si se tratare del documento fundamental de la demanda, público o privado, la parte actora tendría la carga de presentarlo anexo al libelo de la demanda o a la reforma de la demanda, con la salvedad que se indique el lugar u oficina donde se encuentre, de documento posterior o anterior cuya existencia no se conociera. En estos supuestos de excepción o en los demás supuestos en que no se trate del documento fundamental de la demanda, la presentación de documentos privados se debería admitir hasta la oportunidad de la audiencia preliminar y si tratare de documentos públicos hasta cinco días de audiencia antes de que tenga lugar el debate oral, de manera que la contraparte tenga la oportunidad de revisarlos con anterioridad a la audiencia pública. V- LA ADMISION DE LA DEMANDA Y DE LA REFORMA DE LA DEMANDA. 1- En el procedimiento civil ordinario, introducida una demanda el Tribunal debe admitirla si no es contraria al orden público, a las buenas costumbres o alguna disposición expresa de la ley. En caso de estar dentro de estos supuestos, el juez negará la admisión razonadamente. Esto regla la establece el artículo 341 CPC, el cual dispone: ‘Artículo 341. Presentada la demanda, el Tribunal la admitirá si no es contraria al orden público, a las buenas costumbres o a alguna disposición expresa de la Ley. En caso contrario, negará su admisión expresando los motivos de la negativa. Del auto del Tribunal que niegue la admisión de la demanda, se oirá apelación inmediatamente, en ambos efectos”. Esto significa que el juez tiene un muy limitado campo para negar la admisión de una demanda, y no le está dado hacer ninguna revisión exhaustiva del libelo de la demanda, pues la negativa debe estar ajustada a los motivos de inadmisión, los cuales están claramente definidos por la ley, a saber, que sea contraria a normas de orden público, a las buenas costumbres o prohibida expresamente por la ley. 2- Actualmente, en el procedimiento marítimo esta normativa es la que rige por aplicación supletoria, según lo dispone el artículo 8° LPM, a falta de regla expresa en este decreto-ley y en las disposiciones concernientes al procedimiento oral del CPC. 13 3- Ahora bien, el ALPMA propone una serie de motivos de inadmisibilidad de la demanda, adicionales a los que establece el artículo 341 del CPC, y además que el juez negará la admisión a la demanda incursa en alguno de los supuestos de inadmisibilidad previstos en la ley. En efecto, los artículos 9 y 10 del ALPMA disponen: “Artículo 9.- Presentada la demanda, el Tribunal de Primera Instancia Marítimo y Aeronáutico, la admitirá si no se dan los supuestos de inadmisibilidad previstos en esta Ley. En caso contrario, negará su admisión expresando los motivos de la negativa. Del auto del Tribunal que niegue la admisión de la demanda, se oirá apelación inmediatamente, en ambos efectos. Las demandas intentadas en contra del buque y su capitán solo serán admitidas cuando se refieran a acciones por créditos marítimos privilegiados y las medidas cautelares únicamente podrán decretarse sobre el buque”. Artículo 10.- La demanda se declarará inadmisible en los supuestos siguientes: 1. Caducidad de la acción. 2. Acumulación de pretensiones que se excluyan mutuamente o cuyos procedimientos sean incompatibles. 3. No acompañar los documentos indispensables para verificar su admisibilidad. 4. Existencia de cosa juzgada. 5. Existencia de conceptos irrespetuosos. 6. Cuando sea contraria al orden público, a las buenas costumbres o a alguna disposición expresa de la ley. 4- En nuestra opinión el sistema actual, según vimos anteriormente, solamente pone como motivos de rechazo de la admisión de la demanda que ésta sea contraria al orden público, a las buenas costumbres o a disposición legal expresa, ha venido operando satisfactoriamente a lo largo de la historia judicial del país, gtratándose de una norma que viene de los códigos de procedimiento civil anteriores,. Es más, la vigente Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia18, en su artículo 98 establece la aplicación supletoria del CPC, con lo cual eliminó los supuestos de inadmisibilidad que contenía la derogada Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia de 197619, los cuales por cierto eran más limitados que los propuestos en el ALPMA . 18 19 Publicada en Gaceta Oficial No. 5991 Ext. de 20-7-2010 Publicada en Gaceta Oficial No. 1893 Ext. de 30-7-1976. Artículo 84. 14 5- Por otra parte, algunos de los motivos de inadmisibilidad propuestos en el artículo 10 ALPMA, son muy difíciles de reconocer por el juez al inicio del proceso, como por ejemplo la caducidad de la acción o la cosa juzgada, y por ello se deja a que la parte demandada los alegue como cuestiones previas (numerales 9 y 10 artículo 346 CPC), lo cual no quiere decir que el juez no pueda declararlas durante el proceso tratándose de normas de orden público. Igualmente, en el caso de la acumulación de acciones que se excluyan mutuamente o con procedimientos incompatibles, éstas son objeto de la oposición de la cuestión previa prevista en el numeral 8 del artículo 346 CPC como defecto de forma del libelo. Asimismo, la faltra de presentación de documentos se sanciona con la prohibición de presentarlos posteriormente; además, resulta inconveniente dejar al arbitrio del juez la calificación de cuáles son los documentos indispensables para verificar la admisibilidad de la demanda. Con respecto a la expresión de conceptos irrespetuosos, éstos son objeto de sanción por parte del Tribunal conforme lo preceptúa el artículo 171 CPC y si fueren contrarios a la moral o a las buenas costumbres el juez pudiera incluso negar la admisión de la demanda, sin necesidad de que la ley establezca expresamente la causal de inadmisión. 6- Finalmente y no menos importante, en concepto nuestro, unas disposiciones como los propuestos artículos 9 y 10 ALPMA, pudiera ser considerada contraria a la garantía de una justicia sin formalismos inútiles consagrada en el artículo 26 de la Constitución. 7- Por los motivos expresados pareciera que no se deberían establecer causales de inadmisión diferentes a los del derecho común, previstos en el artículo 341 del CPC. VI- LA PRUEBA DE ACCESO A INFORMACION O DE DISCOVERY. 1- El LPM contiene un medio de prueba novedoso en nuestro derecho como es la llamada prueba de “discovery” o de “acceso a información”, la cual está regulada en los artículos 9°, 10 y 13 LPM. Estas disposiciones establecen lo siguiente: “Artículo 9. Verificada oportunamente la contestación a la demanda y subsanadas o decididas las cuestiones previas que el demandado hubiere propuesto, se entenderá abierto un lapso de cinco días dentro del cual cualquiera de las partes podrá solicitar al tribunal ordene a la otra: 15 1. La exhibición de los documentos, grabaciones o registros que se encuentren bajo su control o en su custodia, relacionados con el asunto objeto de la demanda, o permitir que sean reproducidos por cualquier medio. 2. El acceso a un buque, muelle, dique seco, almacén, construcción o área portuaria, con el fin de inspeccionar naves, mercancías o cualquier otro objeto o documento; medirlos, fotografiarlos o reproducirlos” “Artículo 10. El Juez intimará a las partes requeridas para que exhiban los documentos, grabaciones o registros que permitan el acceso a los que se refiere el artículo anterior, bajo apercibimiento, dentro de un plazo de veinte (20) días de despacho siguientes a la intimación. Este plazo podrá ser prorrogado por el acuerdo de las partes, o por causa justificada a juicio del Tribunal. Dentro de los primeros cinco (5) días del referido plazo, la parte requerida podrá oponerse a todo o parte del objeto de la intimación por razones de ilegalidad, impertinencia o de orden público. El juez resolverá sobre la oposición en un término que no excederá de tres (3) días de despacho. La oposición suspenderá el término de la intimación. Decidida la oposición, el lapso continuará respecto de aquellos elementos probatorios solicitados que hayan sido admitido”. “Artículo 13. El Juez extraerá las presunciones que su prudente arbitrio le aconsejen de la falta o negativa de presentación de los documentos o acceso a lugares referidos en el artículo 9, sin motivo justificado. En todo caso, la parte requerida podrá hacer la prueba, en el sentido que los documentos u objetos no se encuentran en su posesión o bajo su custodia” 2- Según estos artículos cada una de las partes, demandante o demandada, tiene el derecho de pedir a su contraparte el descubrimiento de los documentos que considere que se encuentren en poder de la parte requerida y que tengan vinculación con el proceso que se ventila. La ley no pone ningún tipo de requisito a la parte requirente relacionado con el tipo de documento que está solicitando, no requiere que el mismo sea público o privado, o que sea legalmente obligatorio de 16 llevar o de conservar. Tampoco, hace ninguna exigencia especial para tener acceso a lugares tales como buques, muelles, almacenes e incluso archivos, para reproducirlos. La parte requerida tiene la carga de presentar los documentos o dar acceso a los lugares, para lo cual el juez lo intimará bajo apercibimiento. La falta o negativa injustificada de descubrimiento de los documentos o de acceso a la información dará lugar a que el juez establezca las presunciones que su prudente arbitrio le señalen. 3- Ahora bien, La propuesta de artículo 23 en el ALPMA difiere de la actual reglamentación de la prueba de “discovery” o de “acceso a información” contenida en los artículos 9°, 10 y 13 del LPM, pues en el propuesto artículo 23 se elimina la posibilidad de que se pueda requerir la exhibición de documentos diferentes a los que por ley se deben obligatoriamente llevar. En efecto, este proyecto de artículo establece lo siguiente: Artículo 23.- Al día siguiente del auto del tribunal que fija los hechos y los límites de la controversia, quedará abierto un lapso de promoción de pruebas de cinco días, sin necesidad de decreto o providencia del Juez, dentro del cual deberán las partes promover todas las pruebas de que quieran valerse, salvo aquellas que debieron acompañar con el libelo y la contestación de la demanda. Cualquiera de las partes podrá solicitar al tribunal ordene a la otra: 1. Exhibir los documentos, grabaciones o registros que de acuerdo con la ley deben encontrarse bajo su control o en su custodia, relacionados con el asunto objeto de la demanda, o permitir que sean reproducidos por cualquier medio. 2. Permitir el acceso a un buque, muelle, dique seco, almacén, construcción o área portuaria, con el fin de inspeccionar naves, mercancías o cualquier otro objeto o documento; medirlos, fotografiarlos o reproducirlos. El Juez extraerá las presunciones que su prudente arbitrio le aconsejen de la falta o negativa de presentación de los documentos o acceso a lugares referidos anteriormente, sin motivo justificado. En todo caso, la parte requerida podrá hacer la prueba, en el sentido que los documentos u objetos no se encuentran en su posesión o bajo su custodia. (Subrayado suplido) 4- La razón de ser de esta prueba en el campo marítimo está dada por las circunstancias que rodean al comercio marítimo y a la actividad de la navegación. 17 Una de las características de la práctica marítima es que existen por una lado una serie de documentos que por ley deben estar a bordo del buque o que tiene que llevar el armador, tales como los certificados obligatorios relacionados con el cumplimiento de las normas internacionales y nacionales de seguridad de la navegación, de preservación del medio ambiente y los que comprueban la nacionalidad y propiedad del buque y los Diarios de Navegación y Puertos, entre otros. Pero al lado de estos documentos, existen otros instrumentos que el armador si es diligente debe mantener a bordo o en sus archivos que no son obligatorios, pero que generalmente se usan producto de la práctica comercial y de la implementación de las tecnologías aplicadas a la navegación. En la práctica es imposible que un buque no tenga a bordo el certificado de clase y sus reportes y puestas al día, emitidos por la sociedad clasificadora del buque; los informes de inspección cada vez que el buque tiene algún siniestro o sufre un daño; los reportes y registros automáticos emitidos por equipos especializados que se suelen encontrar a bordo; las cartas de navegación impresas o electrónicas empleadas a bordo; las comunicaciones entre el capitán y el armador relacionadas con el accidente marítimo o el reclamo objeto del juicio. 5- Los documentos de uso y conservación legamente impuestos deben estar a bordo, so pena que el armador incurra en violación de la ley que puede dar lugar a sanciones graves. Los otros documentos utilizados en la práctica, aunque no sean obligatorios, lo lógico, razonable y que se acostumbra es que se lleven y conserven y al igual que los obligatorios, es extremadamente raro que no se lleven y conserven. Debe decirse que en muchísimos casos el no llevar o conservar este tipo de documentos y registros puede dar lugar a la perdida de las coberturas de seguros, tanto de casco como de P&I. 6- Pero, no solamente estos supuestos se dan cuando se trata de un armador o de una embarcación, también tratándose de otros litigantes, como pueden ser aseguradores, consolidadores de carga, operadores de transporte multimodal, consignatarios de carga, operadores portuarios, astilleros, entre otros, los cuales usualmente emiten, llevan o conservan documentos relacionados con inspecciones, reportes de seguridad industrial, ajustes, pólizas de seguros y anexos, instructivos, informes relacionados con sus labores, reparaciones etc. La conservación de esos documentos probablemente no sea legalmente obligatoria, pero lo usual es que un comerciante o administrador competente y diligente los tenga en sus archivos. 6- Aquí se debe tener en cuenta que la sanción a la omisión, negativa o reticencia de la parte requerida, es una presunción que saca el Tribunal de esta falta de colaboración y ésto lo hará concatenando la omisión con lo que dimana de las 18 demás pruebas que se han producido en el juicio y aplicando las reglas de la sana crítica que es el principio rector en materia de apreciación y valoración de las pruebas. 7- Por los motivos expuestos, invitamos a mantener la reglamentación actualmente en vigor (artículos 9°, 10 y 13) y en todo caso reforzar el sentido de este medio de prueba, para que no quede ninguna duda de la intención del legislador en el sentido que el promovente de la prueba no está obligado a presentar copia del documento requerido, ni mencionar su contenido ni probar de alguna forma que el documento puede estar en poder del adversario, tal como lo expusimos en el PRLPM20 En otras publicaciones y conferencias desarrollamos con extensión este tema21, invitando a analizarlas para una mejor comprensión de esta institución que es novedosa en nuestro derecho, pero de larga data en otras legislaciones como la panameña la anglosajona. VII- LA AUDIENCIA PUBLICA O DEBATE ORAL 1- El procedimiento oral se caracteriza porque todos los actos y etapas del proceso que han venido desenvolviéndose por escrito, salvo la audiencia preliminar, se van a desarrollar, concluir y decidir en la audiencia pública, presidida por el juez, y con asistencia de las partes, en la cual se evacuarán los testigos y declararán los 20 Artículo 28 PRLPM. Dentro del mismo plazo de cinco (5) días de despacho indicado en el artículo 25, cualquiera de las partes podrá solicitar al tribunal ordene a la otra: 1. La exhibición de los documentos, grabaciones o registros que se encuentren bajo su control o en su custodia, relacionados con el asunto objeto de la demanda, o permitir que sean reproducidos por cualquier medio. 2. El acceso a un buque, muelle, dique seco, almacén, construcción o área portuaria, con el fin de inspeccionar naves, mercancías o cualquier otro objeto o documento; medirlos, fotografiarlos o reproducirlos. El promovente de esta prueba no estará obligado a presentar copia del documento requerido, mencionar el contenido del documento ni presentar algún medio de prueba que constituya presunción de que el documento obra en poder del adversario. (subrayado nuestro). 21 Ver: Carlos A. Matheus, “Notas para la Reforma de la Ley de Procedimiento Marítimo”. “Proyecto de Ley de Procedimiento Marítimo”, presentado como anexo a la mencionada Conferencia. “El Régimen Probatorio en el Procedimiento Marítimo”, Conferencia dictada en el Ciclo de Conferencias organizado por la Academia de Ciencias Políticas y Sociales y el Centro de Estudios de Postgrado de la Facultad de Derecho de la UCV, para el análisis de los 10 años de la legislación marítima, en octubre 2011; “La Prueba de Acceso a la Información, Exhibición o “Discovery” en el Procedimiento Marítimo”, que se publicará en el Libro conmemorativo de los 10 años de la legislación marítima, editado por la AVDM y la UM, aún no publicado. 19 expertos y en fin se desarrollará conclusivamente el proceso, aplicando los principios de brevedad, concentración, inmediación, gratuidad y publicidad, según lo dispone el artículo 8° del LPM. 2- El LPM no contiene normas expresas sobre el debate oral o audiencia púbica, aplicándose las normas que la regulan en el procedimiento oral del Código de Procedimiento Civil, artículos 870 y siguientes. Ahora bien, esta normativa que mi modo de ver fue diseñada para divergencias de poca monta y complejidad22, adolece de múltiples defectos y particularmente el no permitirle a las partes exponer y debatir sus alegatos, afirmaciones y defensas delante del juez, a la luz de las pruebas que se han puesto de manifiesto precisamente en la audiencia y además, limitando de manera exagerada el tiempo que tiene el juez para dictar la decisión pues, al menos de acuerdo con el texto de la ley, tiene que pronunciarse casi en forma inmediata, al disponer solamente de treinta minutos a partir de la terminación del debate, según lo dispone el artículo 875 CPC. Esto es un grave inconveniente para la recta aplicación de la justicia. 3- Precisamente, las dos propuestas para la reforma del procedimiento marítimo contienen proyectos de disposiciones tendientes a hacer más flexibles las actuales reglas aplicables al debate oral. Sin embargo, observamos que las dos críticas fundamentales que hemos expuesto no se han tomado en cuenta en el ALPMA23, pues nada se establece con referencia a la necesaria intervención de las partes para expresar de viva voz y con suficiente tiempo las conclusiones de cada una ellas, la replica y contrarréplica, y por otro lado, subsanar el grave defecto señalado de la actual legislación, al limitar el tiempo de decisión de la causa por el tribunal, sin variar la concesión de un término de treinta minutos al juez para dictar su veredicto. Particularmente, conviene revisar el contenido de los artículos 36, 39 y 40 de ALPMA: “Artículo 36.- La audiencia la declarará abierta el Juez que la dirige. El Juez instruirá a las partes sobre el objeto de la audiencia y se oirá una breve exposición oral del actor y del demandado, comenzando siempre con las del actor. En la audiencia o debate oral no se permitirá a las partes ni la presentación ni la lectura de escritos, salvo que se trate de algún instrumento o prueba 22 23 Ver artículo 859 CPC. Ver proyectos de artículos 33 al 40 de ALPMA. 20 existente en los autos a cuyo tenor deba referirse la exposición oral. Concluida la exposición de las partes, se realizará el examen de los testigos, en el orden en que fueron promovidos, comenzando siempre por la lista de testigos indicados en la demanda, luego se evacuaran las posiciones juradas y posteriormente se oirá la exposición y conclusiones orales de los expertos, así como las observaciones que a dicha prueba formulen las partes, para la evacuación de las pruebas mencionadas se seguirán las reglas del procedimiento ordinario en cuanto no se opongan al procedimiento marítimo y aeronáutico”. “Artículo 39.- La audiencia o debate oral podrá prolongarse por petición de cualquiera de las partes, hasta agotarse el debate en el mismo día, con la aprobación del Juez. En todo caso, si no fuere suficiente la audiencia fijada para agotar completamente el debate y la evacuación de las pruebas que correspondan, el Juez deberá fijar otra para que tenga lugar dentro de los diez días siguientes para la continuación del debate, y así cuantas sean necesarias hasta agotarlo”. “Artículo 40.- Concluido la audiencia, el Juez se retirará por un tiempo que no será mayor de treinta minutos. Mientras tanto, las partes permanecerán en la sala de audiencias. Vuelto a la Sala, el Juez pronunciará oralmente el dispositivo del fallo”. 4- Quizás sería conveniente tomar en cuenta nuestra propuesta de reforma del procedimiento marítimo, en el sentido que: “…al abrir el debate cada una de las partes pueda hacer una exposición concisa de sus alegatos, concediéndoles el juez un tiempo prudencial de acuerdo a la importancia y complejidad del caso. Posteriormente, se recibirán las pruebas propuestas por cada parte y se le otorgará la palabra al actor para que exponga sus conclusiones y al demandado para que haga lo propio, con derechos a réplica y contrarréplica, siempre dentro de los límites que fije el tribunal de acuerdo a la importancia y complejidad del asunto bajo litigio. Posteriormente, el Juez, debe tener suficiente tiempo para que en privado, revise todo el proceso, las pruebas producidas y evacuadas fundamentalmente en la audiencia y 21 una vez realizado este estudio, reanude la audiencia y dicte sin apresuramiento su decisión”24 5- En consecuencia, propusimos en el PRLPM la inclusión de una disposición con el siguiente contenido: “Artículo 39. La audiencia la declarará abierta el Juez. No se permitirá a las partes la presentación ni la lectura de escritos, salvo que se trate de algún instrumento o prueba existente en los autos a cuyo tenor deba referirse la exposición oral. Previa una exposición oral del actor y del demandado cuyo término fijará el Juez de acuerdo a la complejidad e importancia del asunto planteado, se recibirán las pruebas de ambas partes comenzando siempre con las del actor. En la evacuación de las pruebas se seguirán las reglas del procedimiento ordinario en cuanto no se opongan al procedimiento oral. Evacuadas que sean todas las pruebas, el Juez concederá la palabra a las partes, comenzando por la actora, con el fin de que cada una de ellas exponga oralmente sus conclusiones finales, con derecho a réplica y contrarréplica. El Juez fijará un término razonable a cada parte para que exprese sus alegatos y observaciones, de acuerdo a la importancia y complejidad del asunto objeto del proceso. Si no fuere suficiente la audiencia fijada para agotar completamente el debate, el Juez deberá fijar otra dentro de los dos días siguientes para la continuación del debate, y así cuantas veces sean necesarias hasta agotarlo. Concluido el debate oral, el Juez se retirará de la audiencia por un tiempo prudencial que no será mayor de treinta minutos. Mientras tanto, las partes permanecerán en la sala de audiencias. Sin embargo, el Juez podrá suspender la audiencia reanudándola dentro de los dos días siguientes, con el fin de dictar su decisión. Esta será pronunciada oralmente, expresando el dispositivo del fallo y una síntesis precisa y lacónica de los motivos de hecho y de derecho. No obstante, lo dispuesto en el aparte anterior, las partes o una de ellas puede reservarse el derecho de presentar un resumen de sus conclusiones escritas dentro de los tres días siguientes. En este supuesto, el Juez se abstendrá de dictar su fallo hasta que transcurra dicho término, en cuyo caso convocará a una nueva audiencia con el único fin de manifestar su sentencia en los términos expresado en el párrafo anterior”. (subrayado suplido) 24 Carlos A. Matheus “Notas para la Reforma de la Ley de Procedimiento Marítimo” 22 6- Notamos que en esta proposición, además de otorgarle a las partes la oportunidad de exponer sus alegatos y defensas y de desarrollar sus conclusiones, replica y contrarréplica; así como de darle suficiente tiempo al juez para que estudie y revise el caso antes de dictar su decisión, se le da el derecho a las partes para presentar en un término perentorio un resumen escrito de sus conclusiones, antes que el juez dicte el veredicto. 7- Con esto se pretende hacer de la audiencia pública, meollo del procedimiento oral, el verdadero instrumento para una justicia conforme a los principios de celeridad, imparcialidad, oralidad e inmediación, sin formalismos inútiles como los dispone el artículo 26 de la Constitución. VIII- OTRAS PROPOSICIONES CONVENIENTES DE CONSIDERAR. 1- Seria conveniente confirmar el actual artículo 15 LPM, en el sentido que el juez puede asesorarse con expertos preferiblemente del sector público, universidades y colegios profesionales, incluso solicitarles dictámenes; incluyendo una previsión que garantice su imparcialidad, para lo cual se debería establecer expresamente que a los expertos designados por el juez deberían aplicárseles las causales de inhibición y recusación del derecho común. En el PRLPM que presentamos formulamos el siguiente proyecto de disposición, Artículo 13- El Juez podrá hacerse asesorar y solicitar dictámenes a expertos que designarán y juramentarán antes del debate oral, preferiblemente de los organismos públicos del sector acuático y de los colegios profesionales, sin que en ningún caso dichos dictámenes tengan carácter vinculante. Los expertos y asesores deben inhibirse y podrán ser recusados por las mismas causales establecidas en el procedimiento ordinario. 2- Se debería establecer una disposición que garantice a las partes el derecho de designar un consultor técnico que los asesore durante la audiencia pública y con facultad de presenciar las experticias y colaborar y auxiliar a la parte que lo designó. Esta proposición está basada en lo dispuesto en el artículo 148 del Código Orgánico Procesal Penal25 . En efecto, en el PRLPM propusimos una disposición con el texto siguiente: El artículo 148 COPP dispone: “Consultores Técnicos. Cuando por las particularidades del caso, alguna de las partes considere necesario ser asistida por un consultor en una ciencia, arte o técnica, lo comunicará al Juez. 25 23 “Articulo 14. Durante la audiencia pública las partes podrán [hacerse asesorar] [asesorarse] de un consultor en una ciencia, arte o técnica, participándolo al Juez. El consultor técnico podrá presenciar las experticias y acompañar a la parte con quien colabora y auxiliarla en los actos propios de su función. Cada parte solo tendrá derecho a designar un consultor técnico”. 3- El artículo 17 LPM26 prevé la citación mediante la entrega de la compulsa a cualquier tripulante que se encuentre a bordo del buque. Así, esta disposición expresa: “Artículo 17. Además de las formas de citación establecidas en el Código de Procedimiento Civil, la citación, en los casos de acciones derivadas de créditos marítimos o privilegiados, podrá llevarse a efecto, entregándose a cualquier tripulante que se encuentre a bordo del buque, en presencia de dos testigos”. Esta norma es inconveniente, pues se ha prestado a fraudes en perjuicio de la recta administración de justicia, al no constatarse fehacientemente, la identidad de la persona que recibió la citación y no ostentar la representación del armador. Es por ello que en nuestro papel de trabajo sobre la reforma propusimos reformar esta disposición de manera de garantizar que el armador cuya comparecencia se requiere en juicio conozca de ella y pueda ejercer su derecho a la defensa. A este efecto, se propone que en caso de imposibilidad de la citación personal del capitán o de que este se negare a firmar el recibo correspondiente, se pueda entregar a cualquier tripulante a bordo la correspondiente compulsa, pero garantizando el conocimiento de la citación con la entrega posterior de una boleta de notificación a bordo del buque o si esta hubiere zarpado en la sede de los agentes del buque. De esta manera se garantiza la citación, con las debidas garantías para el armador. El consultor técnico podrá presenciar las experticias. En las audiencias podrán acompañar a la parte con quien colaboran y auxiliarla en los actos propios de su función”. El Ministerio Público podrá nombrar, también, directamente a su consultor técnico. Cada parte sólo tendrá derecho a nombrar un consultor técnico. 26 Esta norma está contenida también en el Artículo 16 LCM así: “Además de las formas de citación establecidas en el Código de Procedimiento Civil, en los casos de acciones derivadas de créditos marítimos o privilegiados, se procederá a la citación del demandado entregando la orden de comparecencia a cualquier tripulante que se encuentre a bordo del buque, en presencia de dos (2) testigos”. 24 La disposición del PRLPM expresa: Artículo 19. Además de las formas de citación establecidas en el Código de Procedimiento Civil, en los casos de acciones derivadas de créditos marítimos o privilegiados, si el Alguacil no pudiera realizar la citación personal del Capitán del buque o este se negare o no pudiere firmar el recibo al que se refiere el artículo 218 del Código de Procedimiento Civil, la citación podrá llevarla a efecto el Alguacil, entregándola a cualquier tripulante que se encuentre a bordo del buque, en presencia de dos testigos. El Alguacil dará cuenta al Juez y éste dispondrá que el Secretario del Tribunal libre una boleta de notificación en la cual comunique al citado la declaración del Alguacil relativa a su citación. La boleta la entregará el Secretario a bordo del buque y en caso que este ya haya zarpado, al Agente Naviero, dejando constancia en el expediente del cumplimiento de esta formalidad, identificando a la persona a la que haya entregado la boleta. Al siguiente día de haber constancia en autos del cumplimiento de estas formalidades, comenzará a correr el lapso de comparecencia del citado. 4- El régimen aplicable a la tramitación de las cuestiones previas es el del procedimiento oral del CPC, arts. 866 y 867 del CPC. Se trata de un procedimiento demorado y escrito y no se compadece con los principios de oralidad, brevedad y de inmediación y concentración que rigen la materia. Es por ello que en el PRLPM, arts. 20 al 23 propusimos un régimen en el que prive la oralidad. Particularmente en el articulo 21 PRLPM se propone que de no subsanarse las cuestiones previas previstas en los ordinales 2º, 3º, 4º, 5º y 6º del artículo 346 del CPC, el juez llame a una audiencia pública para decidirlas. En efecto, el artículo 21 PRLPM dispone: “Artículo 21. Si la parte demandante no subsana las cuestiones indicadas en el numeral 2 del anterior artículo en el plazo señalado o si contradice las cuestiones indicadas en el numeral 3 del mismo artículo, el Tribunal llamará a las partes a una audiencia que tendrá lugar dentro de los cinco (5) días de despacho siguientes a la terminación del plazo señalado en el encabezamiento de este numeral. En la audiencia después de oír los alegatos y razonamientos de las partes el Tribunal decidirá”. 25 CONCLUSION Las anteriores observaciones pretenden ser un aporte no exhaustivo para la necesaria reforma del procedimiento marítimo en Venezuela de un simple abogado en ejercicio, un usuario, como está de moda decir, pero con cierta experiencia en las lides procesales. En indiscutible que hay temas que deben ser profundizados y en general los papeles de trabajo existentes, que sepamos hasta ahora el Anteproyecto de Ley de Procedimiento Marítimo presentado por el Dr. Francisco Villarroel (ALPMA) y el nuestro (PRLPM), deben se analizados abierta y críticamente, y antes de su presentación para su discusión y aprobación por la Asamblea Nacional debe ser objeto de amplia consulta entre los miembros de la Asociación y con especialistas en derecho procesal, todo a la luz, de las decisiones dictadas por el por el Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal Superior Marítimo y el Tribunal Marítimo de Primera Instancia. Maracaibo, Mayo de 2012.